la muerte del ser humano

8/9/2019 La Muerte Del Ser Humano

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CAPITULO 1

LA MUERTE DEL SER HUMANO

1.1- PERSPECTIVA BBLICA DE LA MUERTEComo dice el doctor Ryrie, la muerte no implica sensacin o destruccin, sino separacin. En

esta misma lnea, escribe Raymundo Lulio: (v. Is 59:2; Ro 7:4).

El concepto de muerte se entiende mejorpor contraste con el de vida. As como en la vida

verdadera del serhumano est en razn directa de su comunin con el de Dios viviente (YHWH),

as tambin la muerte, en su sentidopleno, est en elacin directa a la separacin de Dios. De all

que la palabra de Dios nos haya dejado tres ejemplos vivos de esto con el arrebatamiento en vida

de Enoc, porque (Gn 5:22, 24; He 11:5), y de Elas, el profeta de fuego

(2R. 2:11), as como el sepelio de moiss, llevada a cabo sin testigos por el mismo Dios (Dt.

34:5-6), ya que, de serconocida su sepultura los israelita habran quiz sucumbido a la tentacin

de venerarle supersistiosamente, pues el mismo texto sagrado dice (Dt. 34:10).

El serhumano es una unidad de existencia, vida y destino. De modo que no es solo el cuerpo que

muere, sino que muere el hombre. El hombre entero se perdi y el hombre entero necesita ser

salvo. Solo en el sentido de la sinonimia que la Biblia misma establece y

, se puede hablarde la . No es algo nuestro lo que se pierde

o salva sino que somos nosotros mismos los perdidos y necesitamos de la salvacin (Ro. 3:23).

Poreso, el proceso de la redencin efectuada porCristo tuvo que hacerreversible todo elproceso

de la muerte (No solomuriendo, sino tambin resucitando), para que el hombre pudiese sersalvo

(v. Ro.4.25; 1Co. 15:17) el verbo se hizo carne, y pasopor el dolor, la muerte, la tum ba y laresurreccin, para recuperar al hombre entero (v. Ro. 5:12ss.; Ef. 2:11ss.; 1Ts. 5:23 y 1Jn.3:14,

como eco de Juan 5:24).

Ms aun la muerte del serhumano ha tenido efectos csmicos (v. Ro. 8:20-22, Eco v. Gn 3:19).

El mundofue creadoporDios para serescenario y laboratorio del hombre (Gn. 1:28-30;2:8). As

que el pecado del hombre produjouna alteracin sustancial en la condiciones de vida del mundo,


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y el mismo hijo de Dios hubo de sufrir en su adorable cabeza las punzadas cruentas de aquellos

mismos espinos que la maldicin sobre la tierra, a causa del pecado del hombre, hizo brotar;por

eso, se haba hecho solidario de esta raza humana cada (v. He. 2:11ss.). Fue el pecado nounos

gases cualesquiera, lo que produjo lapeor.

Al soportar la muerte en todas sus dimensiones, como nuestro sustituto, Jesucristomato a la

muerte muriendo y le quito el aguijn, al abolir la fuerza legal que el pecado ejerca sobre los

mortales (v. Ro. 6:6; 1 Co. 15.22; 56-57). As tenemos a la consoladora parado jas de que la

muerte del creyente es estimada tiene valor a los ojos de Dios (Salmos 116:15); es posesin

nuestra, como todas las dems cosas de este mundo (1 Co. 3:22), porque ya no nos domina con

el terrorde su guaraa sino que somos dueos en virtud de la obra de Cristo (Juan 3:15-16; 6:40;

11:25; Romanos 5:17-21; 8:23, 28, 38; 1Corintios 15:26, 51-57; Apocalipsis 21:4). Los

son llamados (Apocalipsis 14; 13). Para Pablo era , como dice literalmente el original de

Filipenses 1:23. A los que en Jess, Dios tambin los traer con Jess, mediante

la resurreccin o transformacin. Por eso, exhorta Pablo a los tesalonicenses a que, acerca de la

muerte, no se entristezcan ya que nuestro salvadorJesucristo (2 Ti. 1:10), es decir, de la buena nueva de la

obra de Cristo (v. 1 Co. 15:1-4). De esta forma, el participio de nuestra naturaleza,

(He. 2:14-15). La palabra es as tpicamente cristiana, ya que significa

. De las 18 veces que el verbo griegokoimomai= a dormir, ocurre en el nuevo

testamento, 14 se refiere a la muerte de creyentes. Dentro de un contexto de enorme belleza

potica, escriba Minucio Flix en suOctavio, a fines del siglo II de nuestra era en la misma lnea escriba Lutero

.

Ms aun, el cristianomira la muerte, no como algo que va a suceder inevitablemente sino como

alguien que viene a recibirnos alegremente. Como escribi Norman Macleod:


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Nos imaginamos la muerte como algo que viene a destruir; imaginemos ms bien a Cristo que

viene a salvar. Pensamos en la muerte como en un final:pensemos mejor en una vida que

comienza ms abundantemente. Pensamos que vamos a perder algo;pensemos que vamos a

ganar mucho. Pensamos en una partida;pensemos en un encuentro. Pensamos que vamos a

marchar;pensemos en que vamos a llegar y cuando la voz de la muerte nos susurre al odo:

, oigamos la voz de Cristo que nos dice: >.

El apstol Pedro, que nos exhorta a pasaren este mundo como (1 P

2:11), es decir, como gente que recibe en otra comarca y va de paso, habla de la muerte como del

abandono de una tienda de campaa (, 2 P. 1:13-14, comp. Con el

de Jn. 1:14). Teresa de Jess llamaba a esta vida y

suspiraba porla muerte como quien suspira porla vuelta del Amado.

Una de las suplicas que la liturgia de la iglesia nos ha conservado desde la alta edad media:

= lbranos, seor, de una muerte

repentina y de improviso! No dice (imprevista), sino (sin

promover) vrgenes insensatas de Mt. 25:3 no son acusadas de necedad pordormirse (Tambin

las prudentes se durmieron sin dao alguno), sinopor qu . La

nica preparacin para la muerte es (Ef. 3:16-17). Sin, segn la recomendacin del apstol, lo hacemos todopara la

gloria de Dios (1 Co. 10:31), no importa que es lo que estemos haciendo cuando nos sorprenda la

muerte. La pregunta que deberamos hacernos con frecuencia es Es para la gloria de Dios lo que

estoy haciendo? Edifica mi prjimomi conducta? Me agradara que la muerte, o la venida del

seor, me sorprendiera en el lugardonde estoy y en la tarea donde, en este momento, me ocupa?

Si tenemos el hbito de procurar la comunin con el seor, de andaren supresencia, de extender

el evangelio, de hacer el bien a todos, de noponer tropiezo al hermano, la muerte nunca nossorprender de improviso. 1

El problema de la muerte a caso sea trgico, noporque siendo salvo hayamos de volveral polvo,

sino, como describe Pal Tillich, por que somos culpables morimos como tales. Lo mismo


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expreso, de modo equivalente, R.S. Candlish: Y Emilio Brunner remacha:

La naturaleza de la muerte es la soledad, la soledad radical como dijo G.A. Becqueren una de las

famosas rimas: Dios mo, que solos se quedan los muertos!.

La muerte separa, asla, produce vacilacin. Como el pecado, suprogenitor, que produce la

separacin entre el hombre y Dios (Isaas 59:2), mediante la constante, al menos latente, rebelda

del hombre (Isaas 53:6), y produce tambin la separacin de los hombres entre s (V. Romanos

3:13-18, ilustrado, sin quererlo, por Sartre cuando sostiene en ),

mediante el egosmo, la envidia, la vanidad la explotacin del hombre porel hombre.

Con razn se ha dicho que .

Esta soledad absoluta tanto en relacin a Dios como a los hombres y, a la larga, con respecto a

si mismo, lo cual suele incitaral suicidio torna al hombre en un ser importante. De all que, si

bien puede acortarsu destino ya que tiene libertad para proponrselo y energa para realizarlo -

, nopuede, sin embargo, confiar su destino ni a su libertad ni a su energa. Y es que, cuando

morimos, no escapamos a las consecuencias de nuestros actos, sino que vamos al encuentro de las

mismas como veremos ms adelante, esto hace de la humanidad cuando es extendida a la

manera platnica algo totalmente intil e inservible. Fuera de Dios todo es muerte, nausea y

desesperacin; tanto en esta existencia terrena como despus de la destruccin o composicin

final del cuerpofsico.

Esta estrecha ligacin entre el pecado y muerte hizo necesario que Cristo viniese (hebreos

2:14-15).

Como alguien ha escrito


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enemigo. Fue necesario que muriera para franquearcon sumuerte el rechazo de la humanidad a

los proyectos de Dios. Cristo tiene conciencia, a dems, de que solamente tiene el poder de

combatir. A salido de la misma pasta humana, en plena solidaridad con ella. Carga sobre si los

pecados del mundo (Glatas 3:13) se hace obediente hasta la muerte (Filipenses 2:7, 8; Hebreos

5:9) Jesucristo sabe simplemente que tiene entre sus manos el futuro de la humanidad, una

humanidad que a nopuede reconciliarse con Dios, porque lo ha rechazado>>

En este hechoradica nuestra esperanza. La confianza cristiana se funda en la victoria de Cristo.

Por que Jesucristo es, No solo seor de la vida, sino tambin de la muerte, al tenerpoderpara

destruirla y al haberla arrebatado su aguijn en la cruz.

La muerte como doble respuesta de Dios

De manera que la muerte no solo es la respuesta de Dios al pecado, sino que, para la solucin del

mismo, Cristo tiene que morir; su muerte es vicaria y expiatoria, en representacin de los

hombres, en lugar de los hombres y a favor de los hombres. Nopara satisfacer un supuesto

carctervengativo de Dios, sino las exigencias universales y eternas de su santa justicia: (2Corintios 5:21).

La muerte de Cristo tiene que sermi muerte, si eso que suresurreccin sea ma tambin (romanos

6:4; Efesios 2:4-6; Filipenses 3:9-11). Esto es posible por la fe, que nos une a Cristo (Juan 1:12;

15:1).

Pero este hombre que muere porcausa del pecado, y que tambin puede sersalvadoporcausa de

la obra realizada a sufavorporDios en Cristo, Quin es?; Qu es el hombre? Qu es lo que

constituye supersonalidad?; Qu es este que perdura?; Cul es, el definitiva, su

esperanza, la inmortalidad o la resurreccin?2

Debe notarse cuidadosamente que los justos noreciben surecompensa final, ni los malvados su

castigo final, hasta despus de sus resurrecciones respectivas. Am bas clases estn en un puto


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intermedio, esperando ese acontecimiento. Los creyentes que han muertoparten para estarcon el

seor, pero noreciben surecompensa final todava.

El estado intermedio de los justos es uno de descanso (Apocalipsis 14:13), espera (Apocalipsis

6:10,11), actividad (Apocalipsis 7:15), santidad (Apocalipsis 7:14). Los malvados pasan a un

estado intermedio, donde esperan el castigofinal, que se producen despus del juicio ante el gran

trono blanco, cuando la muerte y el infierno (Hades) son arrojados al lago de fuego (Apocalipsis

20:14)3

El estado intermedio de la muerte

La muerte no traer un final a nuestra esperanza, porque se nos ha asegurado que los muertos enCristoresucitaran primero cuando el regrese (1 Tesalonicenses 4:16). Los que hayan fallecido

no se perdern nada de la gloria del arrepentimiento, ni de ese encuentro en los aires prometido (1

Tesalonicenses 4:17). Sin embargo, la Biblia no nos dice todo lo que nosotros quisiramos saber

acerca del estado en que existiremos entre la muerte y la resurreccin. Est ms preocupada por

que miremos al futuro, a la herencia y a la plenitud que sern nuestras cuando Jess venga de

nuevo.

Enseanzas del antiguo testamento.

El antiguo testamentomuestra con gran claridad que Dios es la fuente de toda vida, que la

muerte est en el mundo como consecuencia del pecado (Gnesis 1:20-27;2:7, 22; 3:22-23) sin

embargo, la mayorparte de los israelitas miraban la vida con una actitud positiva (Salmo 128:5-

6). El suicidio era algo extremadamente raro, la vida larga era considerada una bendicin de

Dios (Salmo91:16). La muerte traa angustia, expresada porlo general con fuertes gemidos y con

unaprofunda afliccin (Mateo 9:23; Lucas 8:52).

Las costumbres de los israelitas eran diferentes a las de los pueblos que los rodeaban. Las tumbas

de los faraones egipcios estaban llenas de muebles de muchas otras cosas destinadas a ayudarlos

a mantener su categora social en el ms all. Los cananeos incluyan una lmpara, un cntaro de


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aceite y un cntaro con comida en cada enterramiento. Normalmente, los israelita no hacan esto

el cuerpo, envuelto en lienzos, generalmente ungido con especias, era colocado sencillamente en

una tumba o enterrado en una sepultura. Sin embargo, esto no significa que no creyeran en otra

vida. Hablaban de que el espritu Ivn a un lugar llamadoSholen hebreo, o algunas veces, de ir

ante la presencia de Dios.

Puesto que los trminos Shol, (hebreo mavet) tumba (heb. qever) abismo (heb. bor) y

destruccin (heb. abaddon o Abadon), son paralelos algunas veces (por ejemplo, Salmo

30:30), algunos afirman que tanto Shol como Abismo se refiere siempre a la tum ba. Sin

embargo, la Biblia seala que las personas siguen teniendo algn tipo de existencia en el Shol

(Isaas 14:9-10). Otros consideran que el Sholes el lugarde la otra vida y afirman que nunca se

refiere a la tumba.

Hay tres pasajes que se citan con frecuencia para probarque el Sholes la tumba. El Salmo 6:5

dice: porque en la muerte no hay memoria de ti; en el Seol, Quin te alabara? Sin embargo, el

recordar es paralelo al alabar. La misma palabra (Recordar) es utilizada para hablar del uso

solamente del nombre de Dios en medio del pueblo (xodo 3:15) habla de un recuerdo activo

aqu en la tierra, que termina al fallecer la persona. Por consiguiente, cuando el espritu va al

shol cesan la alabanza y el testimonio que daba esa persona a los dems en la tierra. Desde el

punto de vista de los que estn en la tierra, se piensa en la muerte como en un silencio (Salmo

115:17). Sin embargo, el salmista dice ms adelante: pero nosotros bendeciremos a JAH desde

ahora para siempre(Salmo 115:18), lo cual implica una esperanza mejor y, ciertamente, no

desecha la posibilidad de alabaral seoren la otra vida.

Ezequas dice en suoracin A ti agrado librarmi vida del hoyo de corrupcin;porque enastes

tras tus espaldas todos mis pecados. Porque el seol no te exaltara, ni te alabara la muerte; ni los

que descienden al sepulcro esperaran tu verdad (Isaas 38:17-18). Nuevamente, lo que le interesa

a Ezequas es su testimonio y las consecuencias de este en medio del pueblo. Dios haba

perdonado sus pecados, lo cual lo haba salvado de descender al lugar del castigo. Ahora que

estaba sanado, quera ver la fidelidad de Dios, y as lo hizo, porquince aos adicionales (Isaas

38:5). En realidad, con frecuencia se describe al Sholcomoun lugar en las profundidades que

contrasta con las alturas de los cielos (Job 11:8; Salmo 139:8; Amos 9:2) el contexto se refiere a

menudo a la furia o ira de Dios (Job 14:13; Salmos 6:1-5; 88:3,7; 89;46, 48), y algunas veces

tanto a la ira como al fuego (Deuteronomio 32:22) en algunos casos, la referencia es breve,


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parece que se lo consideran sencillamente como el lugaro el estado de los muertos. En l, pos

muertos son llamados refaim, lo que nosotros llamaramos Fantasmas (Isaas 14:9; 26:14).

Otros pasajes se refieren a algunos de los muertos, llamndolos Elohim, en el sentido de seres

espirituales poderosos (1 Samuel 28:13). Sin embargo, con mucha frecuencia se ve con claridad

que el Sholes el lugarpara los malvados y todas las naciones que olvidan a Dios (Salmo 9:17;

Vase Salmos 39:12-13; 55:15; 88:11-12; Proverbios 7:27; 9:18; Isaas 38:18). Donde el nuevo

testamento cita pasajes del antiguo testamento que mencionan el Shol, traduce la palabra como

Hades, al cual ve, no como el indeterminado lugar del que hablaban los paganos griegos, sino

comoun lugarde castigo.

En vista de esto, es importante observarque el antiguo testamento no ensea que todos vayan al

Shol. Es cierto que Jo b hablo de la muerte comouna bet moed, una casa de reuninpara

todos los vivientes (Job 30:23), pero solo se estaba refiriendo al hecho de que todos los humanosmueren; no estaba afirmando que todo vayan al mismo lugar despus de la muerte al menos

algunos santos del antiguo testamento tuvieron una esperanza mejor. Enoc y Elas fueron

llevados al cielo directamente (Gnesis 5:24;2 Reyes 2:11). Cuando David sinti la ira de Dios

por causa de supecado, clamopidiendo misericordia a fin de escapar del Shol. En cambio,

cuando se levanto sufe, su esperanza fue Morar en la casa de Jehov por largos das (Salmos

23:6; vase Salmos 16.11; 17:15). El Salmo49:15, a diferencia de los malvados, que van camino

al Sholdice; Pero Dios redimir mi vida del poderdel Seol, porque el me tomara consigo. Es

decir, se personifica alshol se le describe como tratando de atraparlo y bajarlo hasta el lugardel

castigo, pero Dios lorescata de manera que escape y no tenga que irnunca alshol. El salmista

Asaf escribi, Y despus me recibirs en gloria; esto es, en el cielo (Salmo 73:24). Salomn

tambin declaro que el camino de la vida es hacia arriba al entendido, para apartarse del Seol

abajo (Proverbios 15:24), el mensaje de Dios a Balam le hizoreconocerque la muerte del justo

es mejor que la muerte del malvado (Nmeros 23:10). Sin embargo, Aarn fue enterrado en el

monte Hor, y nadie sabe donde enterr Dios a moiss (Deuteronomio 34:5-6). Por consiguiente,

es prcticamente imposible que la expresin reunido a tupueblo se refiera a la sepultura.


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Enseanzas del nuevo testamento

El nuevo testamento resalta ms la resurreccin del cuerpo, que lo que sucede inmediatamente

despus de la muerte. Esta sigue siendo una enemiga, pero ya no ay necesidad de temerle (1

Corintios 15:55-57; Hebreos 2:15).para el creyente, el vivir es Cristo y el morir es ganancia; es

decir, morir significa ms de Cristo (Filipenses 1:21). As, morir e irpara estar con Cristo es

muchisisimomejorque quedarse en el cuerpo actual, aunque debemos permanecermientras Dios

vea que es necesario (Filipenses 1:23-24). Entonces la muerte nos traer un descanso de nuestras

labores terrenales (esto es, necesarioun cese de ellas) y de nuestro sufrimiento, y una entrada en

la gloria (2Corintios 4:17; vase 2 Pedro 1:10-11; Apocalipsis 14:13). Jess describe en Lucas

16, sin mencionarsu nombre, a un hombre rico que bestia comoun rey y disfrutaba a diario de un

banquete completo, en el que incluso Ava espectculos. Yaca junto a la puerta de su casa un

mendigo llamado Lzaro, cubierto de llagas, que quera la sobras de comida que se barran delpisopara echarle a los perros callejeros estos animales de basurero, inmundos segn la ley, le

laman las llagas hacindolo inundo. Lzaro solo tena una cosa a su favor. Su nombre, que

significa Dios es mi ayuda, e indica que, a pesarde todo, mantena viva sufe en Dios. Al llegar

la muerte, los ngeles se lo llevaron junto a Abraham que conscientemente, era un lugar de

bendicin, puesto que all recibi consuelo el hombre rico se encontr despus de sumuerte en

agona entre las llamas del Hades. Cuandomiro hacia arriba, esto es al cielo (vase Lucas 18:13),

vio a Abraham y Lzaro lejos, pero era muy tarde para que recibiese ayuda, aunque Abraham

le dijo: una gran cima esta puesta entre nosotros vosotros, de manera que los que quisieren

pasarde aqu a vosotros, nopueden, ni de all pasarac En otras palabras, despus de la muerte

no se puede cambiarel destino de los malvados, ni el de los justos. Algunos consideran que este

relato es una parbola, puesto que sigue a una serie de parbolas, pero incluso en sus parbolas,

Jess nunca dijo nada que fuera contrario a la verdad.

El anhelo del apstol Pablo no era estar con Abraham, sino con el seor. El afirmaba que tan

pronto estuviera lejos del cuerpo (porla muerte), estarapresente con el seor (2Corintios 5:6-9;Filipenses 1:23). Esta fue la promesa que le hizo Jess al ladrn que agonizaba en la cruz.

Desierto te digo que hoy estars con migo en el paraso (Lucas 23:43). Pablofue arrebatado en

una visin al tercer cielo, que el tambin llama paraso (2Corintios 12.1-5). Jess habla de l,

describindolo como un lugarpreparado donde hay mucho lugar (Juan 14:2). Es un lugar de


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gozo, de comunin con Cristo con los dems creyentes, y resuena con la adoracin y el canto

(Apocalipsis 4:10-11; 5:8; 14:2-3; 15:2-4).

Debido a que Pablo anhelaba llegara tenerel cuerporesucitado que ser inmortal no estar sujeto

a la muerte ni a la decrepitud, y por que parece rechazar la idea de serun espritu desnudo (2

Corintios 5:3-4), algunos ensean que en el estado intermedio entre la muerte y la resurreccin,

los creyentes sern espritus sin cuerpo que, noobstante, tendr el consuelo de estar con Cristo.

Otros ensean que al llegarla muerte, los creyentes reciben un cuerpo Celestial temporal,

observado que moiss y Elas aparecieron en el monte de la transfiguracin con algn tipo de

cuerpo, y que se les dieron tnicas blancas a las almas de los mrtires en el cielo (Lucas 9:30-32;

Apocalipsis 6:9-11). Sin embargo, est claro que la resurreccin del cuerpo se producir cuando

Cristo venga porsu iglesia (Filipenses 3:20-21; 1 Tesalonicenses 4:16-17). 4

1.2- CONCEPTOS FALSOS DE LA MUERTE

1.2.1- El Purgatorio

Estado transitorio de purificacin necesariapara aquellos que, habiendomuerto en gracia de Diosy teniendo segura su salvacin, necesitan mayorpurificacin para llegar a la santidad necesaria

para entrar en el cielo. Esta purificacin es totalmente distinta al castigo del infierno. El

purgatorio es doctrina de fe formulada en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento

(cf. DS 1820; 1580). Los que mueren en gracia y amistad de Dios pero noperfectamente

purificados, sufren despus de sumuerte unapurificacin, para obtener la completa hermosura de

su alma (Catecismo 1030). 5

Los catlicos romanos ensean que todos, a acepcin de ciertos santos especiales y mrtires,

deben pasarporel purgatorio (un estado, ms que un lugar)para prepararse para entraral cielo.

La doctrina pareciese manifestar favoritismo con los ricos, cuyos parientes podan pagarmisas

fcilmente para sacarlo del purgatorio con rapidez. Algunos catlicos romanos conjeturaban


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sobre la existencia de un estado llamado limbo, para los infantes sin bautizar, y otropara los

santos del antiguo testamento, donde estos habran sufridoun castigo temporal hasta la muerte de

Jess entonces, el alma de Jess descendi a este ultimo limbo para presentarles la visin

beatifica de Dios, y desde su ascensin a esta, ha estado en el cielo. El limbo (para los infantes)

es rechazado generalmente ahora a favorde la idea de los infantes y al fuerte mentes retrasadas,

despus de sumuerte, se les presentara la oferta divina de vida eterna y se les permitir aceptarla

orechazarla. 6

L. Ott da la siguiente escueta definicin del purgatorio: . Para no incurriren equivocaciones, conviene

aadir que, segn la doctrina catlica romana, en el purgatorio no se perdonan pecados, ni

mortales ni veniales, sino que solo se expa la pena temporal de los mismos. Qu pasa, pues si

alguien muere conpecados veniales sin perdonar? Responde L. Ott:

El perdn de los pecados veniales que no ha sido aun remitidos ocurren, segn las enseanzas de

santo tomas (de malo, 7:11), del mismo modo que en esta vida:por un acto de contricin

motivadopor el amor y ejecutado con el auxilio de la gracia. Este acto de contricin que es

despertado, como es presumible, inmediatamente despus de entrar en el fuegopurificador, no

tiene, sin embargo, el poderde abrogarni disminuirlos castigos por los pecados, ya que en la otravida no existe ya ninguna posibilidad de merecer. 7

La iglesia catlico romana ensea que hasta los fieles necesitan pasar por un proceso de

purificacin antes de seraptos para presentarse ante Dios. Mantienen este punto de vista algunos

protestantes que creyendo que el que est en gracia nopuede jams caer de ella, sabiendo as

mismo que sin santidad nadie vera al seor, han llegado a la conclusin de que existe unpurgatorio donde los creyentes carnales e imperfectos se purifican de la hez. Dicen que este

proceso tendr lugardurante el milenio, mientras los vencedores reinan con Cristo. Sin embargo,

no existen pruebas en la escritura que sustenten o apoyen este puente de vista, y hay mucho en su

contra. El reverendo John S. Banks, famoso exegeta metodista dice al respecto:


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Las sagradas escrituras nos hablan de una felicidad inmediata de los muertos en Cristo (Lucas

16.22; 23:43; 2 Corintios 5:6-8). Con seguridad el cristiano corriente, despus de un largo

tiempo de crecimiento en la gracia, es tanto apto para el cielo como el ladrn penitente como

L zaro en la parbola. Adem s, se atribuye en las sagradas escrituras eficacia ilimitada a la

sangre de Cristo, si en realidad se enseara la existencia del estado intermedio en las sagradas

escrituras, podramos decir que su poder purificador se deriva de la expiacin, como decimos

del medio de la gracia en el estado presente; pero cuando no se ensea tal doctrina, solo

podemos considerar ese estado como una obra de supererogacin, es decir ms de lo requerido,

extra. Busca ser aquello para lo cual se ha tomado ya amplias disposiciones.

El nuevo testamento habla solo de dos clases los salvos y los no salvos. El destino de cada una de

las clases es determinado en esta vida, la cual es el nicoperiodo de prueba mencionado. La

muerte cierra el periodo de prueba, y luego sigue el juicio de acuerdo con las obras hechas en elcuerpo (Hebreos 9:27;2Corintios 5:10).

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Segn la iglesia de roma, el bautismo, vlidamente recibida, perdona todos los pecados tanto el

original como los cuales, quedando el creyente en disposicin de pasar inmediatamente a la gloria

celestial, si la muerte le sorprendiera despus de recibirel sacramento. Pero, una vez incorporado

a la iglesia, la expiacin del calvario se le aplica a un cristiano de acuerdo con su arrepentimiento.Para el perdn del pecado llamados , es necesario someterlas al confesor en el

sacramento de la penitencia; de modo que sin absolucin del sacerdote (o su deseo, supuesta la

contricin perfecta, arrepentimientopormotivo de amora Dios), no es posible el perdn de tales

pecados. Los pecados veniales noprivan de la gracia santificante al pecador y, por ello, no es

necesario confesarlos el caso es que ya se confiesen o no, es preciso expiarlos de algn modo.

En el de la penitencia, se perdona la culpa y la pena eterna debida por los

pecados , pero que da la pena temporalpor los pecados ya perdonados en cuanto a

la culpa, al no ser la contricin haya sido extremadamente profunda y universal, los cual no es

corriente; de ah que se suponga que hasta los mayores pueden pasar por el

purgatorio.


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Cinco son los medios e los que el catlicopretende disponerpara la expiacin de dicha pena

temporal. Aqu solo nos interesa el de padecer las penas del purgatorio. La doctrina del

purgatorio es negada porlos evangelios, sino tambinporlas iglesias griegas separadas de roma.

Cmo entro esta doctrina en la iglesia de roma?

Examinando a fondo la historia del cristianismo, se echa de ver la influencia de elementos

gnoticos (platnicos) y, simplemente, paganos en la formacin de la doctrina catlica romana

sobre el purgatorio. Pero la enseanza no habra prosperado sin la falsa interpretacin que, desde

muy temprano, se dio a ciertos pasajes de la escritura que, a primera vista, parecan favoreceruna

expiacin de ultratumba. Los damos a continuacin, haciendo ver, al mismo tiempo, que dichos

lugares nada tienen que vercon el puesto , y reservandopara otropunto de esta

misma leccin, la refutacin directa de esta doctrina con base en la propia escritura.

Mt. 5:26: . Parece serque fue Tertuliano el primero en usar este textopara deducir la

doctrina delpurgatorio, aunque comienza apoyndose en una falsa razn. Pues dice as:

Es muy congruente que el alma sea castigada sin relacin con la carne, por lo que cometi sin

unin de la carne. De la misma manera que ser recreada sin la carne, por los pensamientos

piadosos y benvolos en los que no necesito de la carne. en una palabra, cuando entendemos

que la crcel aquella de la que habla el evangelio son los infiernos (no se refiere al infierno de los

condenados) e interpretamos el ltimo cuarto como el mnimo delito que a de expiarse all antes

de la resurreccin

Si se analiza bien el contexto y se perciben los elementos parablicos de Mt. 5:25-26, no hay

dificultad en interpretarcorrectamente lo que el seorquiso decir: el contendiente es ese hermano

que tiene algo contra nosotros y con quien hay que ponerse a bien, porque mientras el acreedor

no est satisfecho, es imposible que el deudorque absuelto. Nada tiene que vercon la expiacin

de ultratumba (Comp. Con Mt 6:14-15; 18:23-35).


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Mt. 12.32, Este lugar sirvi a

varios escritores eclesisticos para basar en l la doctrina del purgatorio. A finales del siglo VI,

escriba el obispo de Roma Gregorio I:

Cada cual es presentado en el juicio tal cual sali de aqu. Pero, noobstante, es menester creer

que existe un fuegopurificador, para algunas culpas leves, antes del juicio, porcuanto la verdad

dice que, si alguien dice una blasfemia contra el espritu santo , (Mt. 12:32). En esa frase se da a entenderque algunas culpas pueden ser

remitidas en este siglo;perootras, en el venidero.

Casi dos siglos antes, a este lugar se haba referido tambin, aunque implcitamente, Agustn de

Hipona, cuando escriba:

La oracin de la Iglesia o de algunos santos es oda para ciertos difuntos, pero sola a aquellos

que, regenerados en Cristo, no vivieron tan mal que se los juzgara indignos de tal misericordia, ni

tan bien que no necesitaran de la misma. Tam bin despus de la resurreccin de los muertos

habr algunos a quienes Dios har misericordia y no los enviara al fuego eterno, a condicin de

que hayan sufrido laspenas que sufren las almas de los difuntos porqu no sera verdadero decir

de algunos que no se les perdono en esta vida ni en la otra, sino hubiera otros a quienes se les

perdona sino en esta vida, si en la otra.

Tal interpretacin de las palabras del seor solo es posible cuando se desconoce la mentalidad

juda sobre la divisin de los tiempos. La comienza con la venida del

mecas; la cual, para un judo, comenzaba con el juicio (v. Is. 6:12; Mt. 3:10). Y, como dice

Weiss: . Es, pues, solamente una afirmacin enrgica de que talpecado es imperdonable.

1 Corintios: 3:15. . Sobre este texto, quiz el ms usadopor lostelogos catlicos, junto con el de 2 Mac: 12:42-46dice Agustn:

(Sal. 37:2 en la Vulgata

latina) purifcame en esta vida y hazme tal, que ya no haya necesidad del fuego que castiga

para aquellos que son salvos, (1 Co.3:15)pues dice:


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Y por qu dice:, es despreciado aquel fuego.

Tal interpretacin est totalmente fuera de lugar. El apstol se refiere a los edificadores de la

iglesia, especialmente los predicadores, como se ve como el contexto anterior, pero en suforma

excesiva a todos los creyentes todomaterial intil ser consumido ante la mirada del juez divino

(v. He. 12:29), y el creyente perder recompensa pero el mismo ser salvo de toda condenacin,

como quien escapa de un incendio con las manos vacas pero sin sufrir daos personales. En el

tribunal de Cristo, habr diferencia de premios para los premios (Lc. 19:17-26), pero no habr

diferencia de seguridad para las ovejas (Jn. 10:28-29) en cuanto al texto de 2 Mac. 12:43-46.

Los libros de los macabeos no se encuentran en el canon de la palestinense, nicoreconocidopor

los judos y evanglicos. Pero aun reconocido como libro histrico que refleja el pensamiento del

judasmo tardo, no ofrece fundamento para el purgatorio pues trata de que implica una purificacin legal, no una expiacin de ultratum ba, ya que la

expiacinpersonal est clara en el versculo40.

Conclusin bblicamente falsa en que se apoya esta doctrina

Si bien se mira, la raz ultima de la doctrina romana sobre el purgatorio es elprincipio anti bblico

de que la expiacin del calvario no se aplica al creyente mediante la fe en la sangre de Cristo que

limpia de todopecado, sinomediante la penitencia sacramental y la contricin del sujeto, con la

cual nunca se llega al nivel requeridoporDios, pues los meritos y satisfacciones del cristiano no

alcanzan a la pureza que es menesterposeerpara llegara la visin facial de Dios. Veamos como

lo expone Tomas Aquino, la mxima autoridad teolgicapara los catlicos tradicionalistas:

Se ha de teneren cuenta que, porparte de los buenos, puede haberun impedimentopara que sus

almas noreciban, tan pronto como salen del cuerpo, su ltimopremio, que consiste en la visin

de Dios. Pues la criatura racional no puede ser elevada a tal visin, sino est totalmente

purificada, ya que tal visin excede toda capacidad natural de la criatura sabemos que el alma

se mancha porel pecado, en la medida en que se une en unas cosas ms bajas. Es cierto que de

esta mancha se purifica en esta vida pormedio de la penitencia y de otros sacramentospero a

veces sucede que tal purificacin no se lleva acabo completamente en esta vida, sino que el


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hombre queda todava deudorde la pena, ya sea poralguna negligencia uocupacin, oporque es

sorprendidopor la muerte. Pero nopor esomerece ser excluido totalmente del premiopor que

pueden ocurrir tales cosas sin pecadomortal, que es el nico que quita el amor(),

al cual se debe el premio de la vida eternaportanto, es menesterque sean purificados despus

de esta vida, antes de obtenerel premiofinal. Mas esta purificacin se hace pormedio de penas,

como tam bin en esta vida se habra llevado a cabopormedio de penas satisfactorias; de lo

contrario, estaran en mejores condiciones los negligentes que diligentes, sino sufrieran en el

futuro la pena que en esta vida no cumplen por sus pecados esta es la razn por la que

afirmamos la existencia delpurgatorio.

Con los documentos precedentes, disponemos de suficiente informacin para cometeruna regla y

una completa refutacin de la doctrina del purgatorio, a la luz del nuevo testamento. Para que la

argumentacin posea la contundencia necesaria para convencer a cualquier telogo de la iglesiade roma, es menesterprocederprogresivamente mediante los tres siguientes pasos

A)-La deuda de nuestros pecados fue pagada TOTALMENTE en el calvario.

A)- antes de expirar el seor grito: consumado es (Gr. Tetelestai) el termino griego perfecto

de indicativo medio pasivo era el mismo que se estampaba en el ultimo pagare de un

contrato de compra venta en aquel tiempo, el pago de la deuda ha sido, pues, llevado a cabo

TOTALMENTE. Por consiguiente, si quedase algo por expiar en la otra vida, Dios exigira dosveces el pago de la misma deuda.

b)- el apstol dice en Ro. 8:1 que NINGUNA condenacin (Gr. Katakrima =sentencia de

castigo en un juicio) ni mucha ni poca hay para los que estn en Cristo Jess, es decir para

los que estn unidos por Cristo en la fe, no para los que andan en estrecha comunin con l. Por

lo tanto, todos los creyentes estn libres de cualquier juicio que imponga penas expiatorias deultratumba.

c)- el autor de hebreos nos asegura que el seor Jesucristo, una vez consumado su sacrificio en

el calvario, se sent por que con una sola ofrenda A HECHO PERFECTOSPARA SIEMPRE

a preparado completamente para su entrada en el santuario celestial a los que son


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santificados (He 10:12-14). Por tanto, estn listos para entrar en el cielo inmediatamente

despus de la muerte, sin pasar por ningn purgatorio.

B)- la justicia que nos quita todo reato ente el tribunal de Dios, no es la nuestra, incapaz dellegar al nivel necesario, sino la justicia INFINITA de Cristo.

a)- Pablo afirma, en 2 Co. 5:21 al que (Cristo, v. 19) no conoci (= cometi personalmente)

pecado, por nosotros lo hizo (Dios) pecado (cargo sobre el nuestro pecado, v. Is. 53:6), para que

nosotros fusemos hechos JUSTICIA DE DIOS en EL (Cristo). En este versculo de singular

importancia, vemos la admirable transaccin (la katallage de los vv. 18 y 19 por la que Cristo

toma sobre si todo expiable que hay en nosotros, para que nosotros tomemos todo lo que exclua

la expiacin en el, que era la santidad misma. Estamos, pues, ante Dios AL NIVEL DELA

JUSTICIA DELMISMO HIJO DE DIOS cae as por la tierra el argumento principal de la

teologa tradicional de roma.

b)- el mismo apstol afirma haberlo dejado todo para ganar a Cristo, y serhallado en l, NO

TENIENDO MI PROPIA JUSTICIA, que es a base de la ley (por las obras!) Sino la que es por

medio de la fe en Cristo, LA JUSTICIA QUE PROCEDE DE DIOS sobre la base de la fe (Flp.

3:8-9) la justicia que procede de Dios es la misma de la que se habla en 2 Corintios 5:21. No

la afectan, pues, las obras! No sube o baja al ritmo de ninguna expiacin penitencial!

Ya es difcil que, con lo dicho hasta aqu, haya un solo telogo romano que tenga por sostenible

la doctrina oficial de su iglesia acerca del purgatorio. Pero queda otro paso muy importante,

referente a la aplicacin de la obra del calvario, por la que somos constituidos justos (Ro. 5:19):

C)- la justicia infinita de Cristo, obtenible para nosotros mediante la obra del calvario, se nos

aplica NICAMENTE POR FE.

a)- Flp. 3:9 declara explcitamente la justicia que procede de Dios se nos aplica TENIENDO

COMO PUNTO DE APOYO LA FE (Gr. Epi tes pisteos, ntese bien la preposicin de apoyo

epi). Pero la fe no es obra! (V. Ro.3.28; 4:4, 5, 16, 22-25; 11:6; Ga. 2:16; 3:9-14; Ef. 2:5, 8-

10). En todos estos textos se pone de manifiesto la total oposicin entre obras y fe, obras y


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gracia. Por tanto la expiacin resultante de la justificacin no puede depender de ninguna obra

meritoria ni satisfactoria, ni en esta vida ni en la otra.

b)- en el ultimo termino, tocamos fondo aqu en la doctrina Bblica, descubierta tras siglos de

obscuridad en la reforma del siglo XVI, de la justificacin por la fe sola, que los textos aducidos

en (a) demuestran aqu sobradamente. La doctrina reformada solo se entiende bien cuando uno

se percata de que la fe NO ESOBRA, sino pura receptividad (v. Jn 1:12) por parte de quien nada

digno puede ofrecer a Dios, sino solo su misericordia y su pecado escogiendo con gozo la

justicia completa que se le ofrece totalmente gratis de parte de Dios el padre, quien encuentra

libre el camino de su amor misericordioso hacia nosotros, miserables pecadores, por haber

quedado totalmente satisfechas las demandas de su justicia en la obra llevada a cabo por su hijo

en el calvario.9

1.2.2- ESPIRITISMO

Doctrina que parte de la base de un fondofilosfico, cientfico y moral, de que el serhumano esta

formado de tres elementos: cuerpo, espritu y un vnculo llamadoperi espritu. La parapsicologa

estudia a fondo el espiritismo especialmente a aquellos mdiums de efectos fsicos.10

Creencia que afirma que los seres humanos fsicos pueden comunicarse con personas ya

fallecidas a travs de la accin de personas que les sirven a estas de "vehculos" para poder

manifestar al ser espiritual invocado en una reunin llamada sesin. La persona que puede

"canalizar" a los espritus recibe el nombre de mdium. Se dice que las manifestaciones

espiritistas suelen ser acompaadas de fenmenos sobrenaturales. Tam bin es conocida esta

doctrina comoespiritualismo. La nocin de una posible comunicacin con los muertos siempre

ha estadopresente, pero, el espiritismomoderno, inici a partir de finales del siglo XIX en los

Estados Unidos gracias a la "comunicacin" que las hermanas Fox "lograron" tener con una

entidad que habitaba su casa. Aos ms tarde, una de las hermanas Fox reconoci el fraude, pero,

el movimiento ya haba crecido. 11

El espiritismo (o espiritualismo) ensea que los mdiums se pueden comunicarcon los muertos, y

que los espritus de los muertos permanecen en las proximidades de la tierra. G: W; Butterwoth


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explica:hay una insistencia casi universal en que el mundo supra terrestre est compuesto por

siete u ochos esferas, cada una de ellas algo ms alta que su predecesora. Esto es contrario a la

afirmacin de que, al morir, la creyente pasa a estarpresente con el seor. 12

El espiritismo ensea que podemos comunicarnos con los espritus que han partido. Esta

comunicacin se realiza por medio de un Mdium. Pero ntese lo siguiente: (1)- la Biblia

expresamente prohbe consultar tales espritus, prohibicin que indica que hay un mal y peligro

en su prctica (Levtico 19:31; 20:6, 7; Isaas 8:19.) es intil que los espiritistas citen el ejemplo

de Sal, puesto que este hombre desdichado pereci por consultar una adivina (1 Crnicas

10:13). (2)- los muertos estn bajo el control de Dios, el seor de la vida y la muerte, y por lo

tanto no estn sujetos a la influencia de los mdiums. (Cf. Apocalipsis 1:18; Romanos 14:9) los

espiritistas citan el caso de la bruja que trabajo a Samuel y el informe de la aparicin de Moiss

y Elas en la transfiguracin.M s aun en el caso de Samuel se le apareciera a Sal, fue

mediante un permiso divino y lo mismo se puede decir de moiss y Elas. La historia del rico y

L zaro demuestra que los que han partido no se les permite comunicarse con los vivos (Lucas

16). (3)- aunque muchos de los fenmenos del espiritismo han resultado ser falsos, hay alguna

realidad en el. Puesto que los muertos estn bajo el control de Dios y no se pueden comunicar

con los vivos se puede llegar a la conclusin de que las manifestaciones espiritistas son

resultados de operaciones de extraas fuerzas psquicas, con respecto a las cuales estamos en la

ignorancia, o que los mensajes proceden de espritus mentirosos y engaadores (1 Reyes 22:22;

1Timoteo 4:1).

Las personas que abrasan el espiritismo y que consultan mdiums han desechado la fe cristiana.

Los que creen en las escrituras tienen luz suficiente comopara ver la tierra misteriosa que hay

ms all de la tumba.13

1.2.3- EL SUEO DEL ALMA

Una respuesta que algunos han propuesto ha sido llamada el "Sueo del Alma", o ms

precisamente, la doctrina de la "Inmortalidad Condicional". Este punto de vista sostiene,

llanamente, que cuando las personas mueren, su cuerpofsico cesa de funcionary la fuerza vital


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del espritu es retirada. Esto significa que su existencia conciente termina mientras esperan en la

tumba un cuerporesucitadorestauradoporDios al final de los tiempos. Superspectiva es que los

seres humanos no son naturalmente inmortales y no sobreviven, en ningn sentido, despus de la

muerte fsica.

Esta doctrina se propaga dogmticamente porparte de WatchTower Bible And Tract Society

(Testigos de Jehov). En su libro ampliamente distribuido, El Conocimiento Que Lleva A La

Vida Eterna (Brooklyn: Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 1995, p. 82)

establecen:

"Cuando alguien muere, el espritu (la fuerza vital) deja de animar las clulas del cuerpo, as

comouna luz se extingue cuando se apaga la electricidad. Cuando la fuerza vital deja de sustentar

al cuerpo humano, el alma del hombre muere."

Otro gruporeligioso que ensea el mismopunto de vista es la Iglesia Adventista del Sptimo Da

(SDA). En supublicacin oficial doctrinal, las creencias de los Adventistas del Sptimo Da. . .

Una exposicin Bblica de 27 Doctrinas Fundamentales (Hagerstown, MD: Review and Herald

Publishing Assoc., 1988, p. 353) aseveran:

"La tumba no es un lugarde conciencia. Ya que la muerte es un sueo, los muertos permanecen

en un estado de inconciencia en la tum ba hasta la resurreccin, cuando el sepulcro (Hades)

entrega a sus muertos (Ap. 20:13)."

Tanto los Testigos de Jehov como el ASD basan esta doctrina del "sueo del alma" en sus

interpretaciones de ciertos trminos y pasajes bblicos. Por ejemplo, ambos coinciden en que los

trminos seol del Antiguo Testamento en hebreo y hades del Nuevo Testamento en Griego se

refiere a la tum ba comn del hombre. Por ello, no infieren ningn concepto de inmortalidad

natural del alma en la muerte fsica. Los pasajes del Antiguo Testamento como Eclesiasts 3:19-

21, 9:5,6; 12:7; Job 14:10-12; Salmos 115:17; y otros se citan normalmente para reforzar esta

posicin. Los pasajes del Nuevo Testamento tales como Mateo 9:24; Marcos 5:39, Juan 11:11-

14; Hechos 7:20; 1. Corintios 15:51, 52; 1. Tesalonicenses 4:13-17; y 2. De Pedro 3:4, donde se


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refiere a la gente muerta como "dormida" o "adormecida", son utilizados comoprueba de que los

muertos estn en un estado de inconciencia no viva. El trmino "dormir" (Del Griego: Koimaoo

Katheudo) era un eufemismo bblico comn para la muerte. Pablo lous slopara referirse a

creyentes en Cristo que haban muerto.

Necesitamos preguntarnos, sin embargo, estos pasajes realmente prueban incuestionablemente

que los Testigos de Jehov, los ASD y otros mantienen suposicin correctamente? Obviamente,

no tenemos el espaciopara analizar cada uno de los pasajes anteriores. Sin embargo, podemos

analizar cuidadosamente algunos pasajes, particularmente del Nuevo Testamento y las palabras

de Jess, que quizs nos lleven a una conclusin distinta a la explicada anteriormente.

Los Testigos de Jehov, los ASD, y otros que proponen el "Sueo del Alma" no yerran al decir

que no existe enseanza dualista bblica entre el alma humana y la vida fsica. Ciertamente el

punto de vista Hebreo no es que el hombre posea un alma, totalmente separada del cuerpo, sino

que el hombre es un alma que incluye su cuerpomortal y su espritu inmortal. Varios pasajes

relevantes indican que una persona tiene una existencia espiritual conciente despus de la muerte

y antes de la resurreccin del cuerpo.

Por ejemplo, en Mateo 22:31, 32, Jess, respondiendo a la pregunta del matrimonio, la vida

despus de la muerte y la resurreccin, cita xodo 3:6 y aade Su comentario de autoridad: "No

han ledo lo que dijo Dios, cuando dice "Yo soy el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios deJacob?" l no es Dios de muertos, sino de vivos." Las palabras de Jess claramente implican que

los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob estaban en los das de Jess aun vivos, de alguna manera.

Hara l una afirmacin similarsi estuvieran muertos espiritualmente?

Otro evento clave donde las palabras de Jess contradicen la idea del Sueo del Alma es cuando

le habla al ladrn arrepentido en la cruz (verLucas 23:39-43). Despus de la confesin del ladrn

y su solicitud de clemencia, Jess le respondi, "En verdad te digo, hoy estars conmigo en el

paraso". Esta aseveracin contradice la posicin del Sueo del Alma. Qu quiso decirJess con

"hoy estars conmigo" si el ladrn no tendra vida conciente despus de morir? Algunos

argumentan que los traductores malinterpretaron el pasaje poniendouna coma entre las palabras

"t" y "hoy". Algunos argumentan que como el griego original no tenia puntuacin, tambin

poda leerse como "en verdad te digo hoy, estars conmigo en el Paraso" (una promesa de


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resurreccin). Sin embargo, esta interpretacin noparece muy probable. Jess us la frase "En

verdad te digo" muchas veces en los evangelios comouna validacin de su autoridad divina. En

ningn lugar agreg algn condicionamiento temporal tal como el "hoy". Claramente el trmino

"hoy" en el contexto deba ser adherido a la promesa; ese da el ladrn estara con Jess en el

paraso.

En 2. Corintios 5:6-8 (RVA) Pablo contemplaba la muerte.

"As que vivimos confiados siempre, sabiendo que entretanto que estamos en el cuerpo, estamos

ausentes del Seor (porque por fe andamos, nopor vista.) Pero confiamos y ms quisiramos

estarausentes del cuerpo, ypresentes al Seor." (RVA)

Pablo implica que si l muriera, sera separado de su cuerpo fsicoporun tiempopero estara

presente ante el Seor Jesucristo en un sentido espiritual. Por tanto, para Pablo el anticipar la

muerte no le aterrorizaba. Esto contradice claramente elpunto de vista del Sueo del Alma.

En la misma epstola (ver2. Cor. 12:2-4) Pablo describe a "un hombre" que, catorce aos antes

de su escrito, fue arrebatado "al tercer cielo" o "el Paraso". La mayora de los acadmicos del

Nuevo Testamento creen que hablaba de si mismo. En cualquier caso, Pablo declar dos veces

que no saba si el hombre "haba sido llevado en el cuerpo o fuera del cuerpo." Si no hayexistencia conciente separada del cuerpo, entonces l tendra que haber estado "en el cuerpo."

Pero Pablo dice slo "Dios sabe", sugiriendo al menos la posibilidad de un estado vivo de

conciencia nomaterial.

De manera similar, Pablo habla de suposible martirio en Filipenses 1:12-26. Evidentemente no

piensa que pudiera ser muerto en ese momento ya que Dios le tena aun mucho trabajo

encomendado. Sin embargo, reconoce que, aunque muriera, sera ventajosopara l:

"Porque para m, el vivires Cristo, y el morires ganancia. Mas si el viviren la carne resulta para

m en beneficio de la obra, no s entonces qu escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en

estrecho, teniendo deseo de partiry estarcon Cristo, lo cual es muchsimomejor;pero quedaren

la carne es ms necesarioporcausa de ustedes" (Fil. 1:21-24, RVA)


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Los defensores del Sueo del Alma nopueden explicar las palabras de Pablo si no creyera que

vera a Jess de inmediato despus de sumuerte, como fuera que estoocurriera, pero no en el

cuerpo.

Otra de las cartas de Pablo nos da alguna pista sobre el destino de los creyentes muertos. En 1.

Tesalonicenses 4:13-18, Pablo escribe acerca de los que estn "dormidos" o "muertos en Cristo".

stos eran creyentes que murieron antes del regreso del Seor. Sostiene que stos acompaarn al

Seor en suregreso y sern los primeros en resucitar de los muertos. Los defensores del Sueo

del Alma diran que esto se ajusta a supensamiento. Sin embargo, en el captulo cinco de la

misma carta, Pablo habla del

Estadopresente de vivos y muertos, y a la espera del regresofuturo del Seor, diciendo,

"Porque no nos ha puesto Dios para ira, sinopara alcanzarsalvacin pormedio de nuestro Seor

Jesucristo, quien muri por nosotros para que ya sea que (tiempopresente) velemos (vivos), o

que durmamos (muertos), vivamos juntamente con l." (1. Tes. 5:9-10 RVA). 14

El concepto del sueo del alma no es una doctrina bblica. Cuando la Biblia dice que una

persona est dormida en relacin a la muerte (Lucas 8:52; 1 Corintios 15:6), no significa

literalmente que duerma. El sueo es solouna manera de describir la muerte, porque un cuerpo

muerto da la apariencia de estar dormido. La Biblia nos dice que en el instante que morimos,

somos llevados al cieloo al infierno, dependiendo de si hemos puesto nuestra fe en Cristopara la

salvacin. Para los creyentes, el estar ausentes del cuerpo es estarpresentes con el Seor (2

Corintios 5:6-8; Filipenses 1:23). Para los no creyentes, la muerte significa el castigo eterno en el

infierno (Lucas 16:22-23). Al momento en que morimos, enfrentamos el juicio de Dios (Hebreos

9:27). Sin embargo, hasta que suceda la resurreccin, hay un cielo Paraso (Lucas 23:43;2

Corintios 12:4), y un infierno Hades temporales (Apocalipsis 1:18; 20:13.14).

En cierto sentido, el cuerpo de una persona est dormidomientras su alma est en el Parasooen el Hades. Este cuerpo es entonces despertado y transformado en un cuerpo eterno que

poseer la persona por la eternidad. Estos cuerpos eternos son los que poseeremos para toda la

eternidad, ya sea que estemos en el cieloo el infierno. Aquellos que estuvieren en el Paraso,

sern enviados a los nuevos cielos y nueva tierra (Apocalipsis 21:1). Aquellos que estuvieren en

el Hades, sern echados al lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15). Estos son los destinos finales y


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eternos para toda la gente, basados enteramente en si esa persona confi en Jesucristo solamente

para la salvacin de sus pecados. 15

Algunos grupos, como los adventistas del sptimo da, creen que el alma existe en estado

inconsciente hasta la resurreccin. Esa creencia, conocida con el nombre sueo del alma, es

compartida porpersonas de otros grupos es cierto que la biblia describe a la muerte comoun

sueopero ello es porque el creyente pierde la conciencia del mundo de cansancio y enfermedad,

y se despierta en uno de paz y felicidad. En el antiguo testamento se nos ensea que mientras el

cuerpo entra en la tum ba, el espritu de la persona que ha muerto entra en el seol (Traducido

infierno en la versin Reyna Valera) donde vive una vida consiente. (Cf. Isaas 14.9-11; Salmo

16:10; Lucas 16:23;23:43;2Corintios 5:8; Filipenses 1:23; Apocalipsis 6:9.)16

Los estudiosos de la Biblia pueden diferir honestamente en algunos asuntos doctrinales. En el

caso del Sueo del Alma (o la Inmortalidad Condicionada) nuestra posicin es que esta doctrina

contradice las enseanzas del Nuevo Testamento y especialmente, las palabras de Jess. Estas

ensean que la vida espiritual para los creyentes en Cristo, contina despus de la muerte en un

estado intermedio de conciencia hasta la resurreccin general de los muertos al regreso de

Cristo.17

1.2.4- EL MATERIALISMO

En rigor, el materialismo llmese epicuresmo, corporalismoo de cualquierotromodo es

una doctrina muy antigua. El sistema indio Charvaka (vase Charvaca) es calificado de

materialista. Tambin son calificadas de materialistas las filosofas de Demcrito, Epicuro y,

en general, los atomistas lo cual no significa que toda doctrina atomista haya sido siempre

materialista. El ms amplio radio de aplicacin de los vocablos 'materialismo' y 'materialista'permite entender la naturaleza de ciertos sistemas y concepciones del mundo Dilthey estimaba

que el materialismo (o naturalismo) es una verdadera concepcin del mundo y no slouna

filosofa. Como concepcin del mundo hay ciertos caracteres comunes a todo materialismo.

Como filosofa, los caracteres propios del materialismo o mejor dicho, de cada doctrina

materialista,pueden serdistintos. En efecto, no es lomismo en principio el materialismo llamado


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terico que el materialismo llamado prctico. No se equivalen siempre, aunque a menudo se

superponen, el materialismo como doctrina y el materialismo como mtodo. Hay, adems,

diversas formas de materialismo, a algunas de las cuales nos referiremos luego con ms detalle

(materialismo dialctico, materialismo histrico, materialismomonista, &c.). Desde el punto de

vista histrico, el contenido de una doctrina materialista depende en gran parte del modo como se

defina o entienda la materia que se supone ser la nica realidad. As, el materialismo de

Leucipo, Demcrito o Epicuro es distinto del llamado materialismo (y a veces ms

propiamente corporalismo) de los estoicos, del materialismo mecanicista de Ho bbes, del

materialismo de Haeckel &c., &c.

En todo caso, es comn a todas las doctrinas llamadas materialistas el reconocer como la

realidad los cuerpos materiales. En este sentido, la materia a la cual se refieren los materialistas

es lo que puede llamarse materia corporal y no simplemente la materia como distinta de laforma. Es tpico de casi todos los materialistas entender la materia a la vez comofundamento de

toda realidad y como causa de toda transformacin. La materia no es entonces slo lo informe

o indeterminado, sino tambin loformado y determinado. El concepto de materia incluye

el concepto de todas las posibles formas y propiedades de la materia, hasta el punto de que el

reconocimiento de la materia como la nica substancia no elimina, sino que con frecuencia

presupone, la adscripcin a lomaterial de las notas de fuerza y energa.

Hay diversas clases de materialismo: (1) Materialismo epistemolgico, segn el cual los

enunciados que se formulan con valorpretendidamente cognoscitivo tienen que ser enunciados

sobre cuerpos materiales. (2) Materialismometafsico, en el cual se afirma que la nica realidad

existente es la realidad material. (3) Materialismomonista, segn el cual hay un solo tipo de

realidad la realidad material al cual se [2145] reducen todos los otros tipos, o supuestos tales.

(4) Materialismo hilozosta, en el cual se sostiene que la materia est animada. (5) Materialismo

mecanicista, para el cual el modelo de realidad material es un modelomecnico. (6) Materialismo

dialctico. (7) Materialismo histrico. Nos hemos referido a diversos aspectos de estas clases dematerialismo en varios artculos por ejemplo, Hilozosmo, Monismo, Mecanicismo,

Materialismo Dialctico, Materialismo Histrico. Algunos de los citados tipos de materialismo

pueden combinarse; as, por ejemplo, el materialismo monista suele ser mecanicista. Otros

pueden combinarse, pero son, en principio, independientes; as, el materialismo epistemolgico

no implica el materialismometafsico. Ciertos autores, como F. A. Lange, han indicado que el


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materialismo es justificado comomtodooprincipio de investigacin de las ciencias naturales,

pero no como doctrina metafsica. Otros tipos de materialismo se excluyen mutuamente, como

ocurre con el materialismomecanicista y el dialcticoo el histrico. Se ha advertido a veces que

el materialismo (metafsico) comporta una teora de los valores. Comte puso de relieve que el

materialismo es una explicacin de lo superiormediante lo inferior. 18

Y tampoco convence la postura del materialismo dialctico, que prohbe hablar de la muerte y

solo consiente hablarde la vida, como si fuese posible esta ultima sin considerar aquella. Segn

este punto de vista el miedo a la muerte haba sidoun instrumento de alienacin religiosa, por

tanto, un medio de explotacin.

Tanto la postura positivista como la materialista, lejos de resolver el problema lo disuelven, lo

difluyen; en una palabra: escamotean la realidad. Paradjicamente, quienes ms quienes ms

hablan de alienacin referida, sobre todo, a la experiencia religiosa resultan ser los grandes

alienados.

Porque, como escribe tambin Paniker, tampocopuede desligarse el tema de la muerte del tema

de la vida.

RogerMehl lo ha expresado as: Hablarde la vida humana, y del sentido de esta vida, es hablar

de nuestra muerte. La muerte forma parte de la definicin de nuestra existencia, no soloporque

ella constituye su lmite, sinoproyecta su sombra sobre la totalidad de nuestra vida. Tal es la

verdadera situacin del hombre. Se nos plantea, entonces, la cuestin: Cmopuede vivir el

hombre, ser dichoso, tener el sentimiento exultante de que es el dueo de supropio destino, si

sabe esa cosa absurda: que va a morir?. 19

De este sistema, como de todos los dems que vamos a exponer, solopuntualizamos lo que tiene

que vercon la muerte.

Tanto el materialismo histrico como el dialctico estn de acuerdo en afirmar que, siendo el

hombre un organismo meramente material, todo se acaba para l con la muerte. No hay que

pedirle, pues, a la vida ms de lo que esta no nos puede dary hay que resignarse a perecer, siendo

esta la suerte comn de los mortales.


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El materialismoparte del prejuicio lamentable de no reconocer como existe sino lo que es

perceptible por los sentidos y sujeto a la experimentacin cientfica. De este modo, la existencia

de un Dios que es espritupursimo y del alma espiritual humana queda a priori descartada. Hace

pocos das desde que escribo esto, un msico ruso, de origen musulmn, suficientemente

remunerado econmicamente por el gobierno y con el cerebro bien lavado a sus 65 aos

(justamente los que distan de la revolucin rusa), deca tranquilamente que l no crea en la

existencia de Ala porque Dios existe solamente en el cerebro de los hombres. Pero solamente una

tctica semejante a la del avestruz, cuando esconde la cabeza bajo la arena ante la presencia de

sus enemigos, puede hacerque alguien sostenga dogmticamente que Dios no existe. Ro. 1:18 ss.

No deja lugar a dudas sobre la vanidad de los humanos raciocinios cuando el corazn se halla

entenebrecido por el pecado. Un corazn puro y humilde reconoce su propia insuficiencia,

contempla las maravillas de la creacin y se siente instintivamente religado a un serabsoluto, de

cuya existencia depende (Hch. 17:25, 28). Pensar de que de una materia eterna, puestopor s

misma en movimiento, que asciende dialcticamente de lo simple a lo completo, de lo inorgnico

a loorgnico, hasta llegaral hombre, etc., todos los fenmenos de la vida y de la historia hallan

explicacin cumplida, es el desatinoms colosal que puede sufrir la razn humana. 20

1.2.5- EXISTENCIALISMO

El existencialismo trata de la existencia desde la perspectiva de los dilemas humanos. Sus

creadores, en lugarde escribir libros para definir estas ideas, recurrieron a los medios modernos

de comunicacin: novelas, obras dramticas, el cine, el teatro. A travs de esas obras presentadas

trataron los problemas humanos y dieron sus conclusiones

Los apstoles principales del existencialismo son Jean-Paul Sartre, Martn Heidegger, y Alberto

Camus. Y el mentor de todos ellos fue el filsofo alemn, Friedrich Nietzsche.

La base filosfica para el existencialismo es esta: La existencia precede a la esencia. En otras

palabras, primero somos y luego, porlas decisiones que tomamos, nos hacemos las personas

que somos. Esa base fundamental existencialista es tan parte de nuestromundomoderno que ya

se acepta sin pensar. Pero como cristianos tenemos que ver la falacia de tal conclusin. El eco del

existencialismo se oye hasta en nuestros plpitos cuando se dice: Puedes llegar a ser lo que

quieras, fijando tupensamiento en lo que deseas ser. Cuidado! Si nos hacemos a nosotros


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mismos por las decisiones que tomamos, entonces Dios no nos ha hecho. Ni es porSupoderque

logramos ser transformados. Si no somos dirigidos ni controlados por un Dios soberano, los

existencialistas tienen toda la razn. Al aceptar el existencialismo, que la naturaleza humana no

es ni creada ni definida por Dios, declaramos que no somos creados a imagen de Dios.

Fjense en las conclusiones del existencialismo: No hay un mundo trascendental; la muerte es la

aniquilacin de la personalidad; el hombre vive al borde del vaco, de la nada. Tras todo

comportamiento existencialista est ese terror de la nada. Por lo tanto se vive con coraje,

persuadindose de que no hay Dios, ni trascendencia, ni futuro eterno. Se vive valientemente,

hacindole frente a ese temor y ansiedad inescapable de la muerte.

El existencialismoparece sermuy macho. En realidad, como dice R.C. Sproul: Es un cobarde

escapismo que rehsa darle frente al hecho de que un da todo hombre tiene que enfrentarse a

Dios y a un juicio eterno. Slopor nuestra fe en Jesucristopodemos considerar las cuestiones

ptimas de esa realidad y de esa eternidad. (Vanse Ec 1.111;2.1720; 1 Co 15.1222.)21

Al hablarde existencialismo, podemos decirque el nicopropiamente dicho es el sostenidopor

J: P Sartre. Sartre no se contenta con poneren duda la existencia de Dios, ni siquiera con negarla,

sino que se atreve a sostener que la existencia de Dios es totalmente imposible. No cabe para

Sartre el ser absoluto; solo cabe la nada absoluta y el ser relativo que es el hombre, de quienSartre sabe nicamente que es Un serpara la muerte. Segn el, somos arrojados a la existencia

sin saberporque, nos vemos esforzados a seguirLibremente los caminos que hemos de seguiry

las posibilidades que nos salen al encuentro, y la nica certeza que abrigamos es que estamos

abocados a la muerte, a la nada. En su libro el ser y la nada, estampa las siguientes frases: la

muerte es una aniquilacin siempre posible de mis posibilidades, que esta fuera de mis

posibilidades; la muerte no es sino la revelacin de lo absurdo de toda espera. No cabe un

pesimismoms radical! A. Como saco la ultima consecuencia de la filosofa de Sartre: Si Sartre

tiene razn, la nica salida es el suicidio.

Otro existencialista, es espaol, Blas de Otero, dice en unas de sus amargas poesas:


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Solo elhombre est solo. Es que se sabe vivo y mortal. Es que se siente huir ese rio del tiempo

hacia la muerte. Es que quiere quedar. Seguir siguiendo, subir, a contra muerte, hasta lo eterno.

Le da miedo mirar cierra los ojos, para dormir en el sueo de los vivos.

Quizs el autor espaol que mejorrepresenta la corriente existencialista es Miguel de Unamuno.

Sin embargo, despus de leer sus libros es difcil saber a qu carta quedarse. Es cierto que del

existencialismo tiene La angustia ante la muerte, la lucha contra la razn, el nimo quijotesco de

deshacer entuertos. Para unos, como el difundo obispo de Canarias, Antonio Pildain, fue

Mximo hereje maestro de herejas;para otros comoun fraile dominico de Salamanca, El

mayormstico que l haba conocidome parece que nofue ni louno ni lootro, sinoun espirito

atormentadopor la duda, pero con un fondoreligioso que no logro sacudirse. Frente a sufamoso

poema el Cristo de Velsquez, que con tanto trabajo y entusiasmo ha comentado Roberto Lazear,

y el soneto aquel que comienza:

Ahora que voy tocando ya la cumbre de la cerrera que mi Dios me impulso

Tiene este otropoema, que bienpodra haberfirmado Sartre:

Qu es tu vida, alma ma? Cul tu pago?

Lluvia en el lago!

Qu es tu vida, alma ma, tu costumbre?

Viendo en la cumbre!

Cmo tu vida, mi alma, se renueva?

Sombra en la cueva!

Lagrimas es la lluvia desde el cielo,

Y es el viento sollozo sin partida,

Pesar la sombra sin ningn consuelo,

Y lluvia y viento y sombra hace la vida.

El existencialismoradical tiene su angustia y su tormento del Sinsentido. El argumentomismo

que lo refuta. De todos seres existentes, Solo el ser humano, el nico Sujetopropiamente

dicho, habra sido arrojado al ser desde la nada absoluta, con el nico destino de soportaruna

existencia corta y amarga, comoun aborto de la naturaleza? No ser ms bien que el serhumano


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esta cado, por el pecado, de su prstina condicin de inocencia, y en esa misma cada

experimenta, con lo que le queda de Imagen de Dios, un anhelo de eternidad que solo Dios

pudoponer en su interior? Rota la comunicacin con Dios viene la desgracia (Is. 59:1-2), pero

Dios mismo, en su infinita misericordia, ha tenido el puente para salvarel abismo (1 Ti. 2:5), y a

reconciliado en Cristo consigo al mundo (2 Co. 5:19). El nico existencialismo con alguna

cordura es el de Agustn de Hipona cuando escribi: nos hiciste, seor, para ti, y esta

intranquilo nuestro corazn hasta que descanse en ti.. 22

Con todos los peros que se quieran objetar al existencialismo, en esa intensidad anterior

mente Aludina radica unos de los meritos de dicho sistema. El existencialismo ha planteado el

problema de la muerte comouno de los ms importantes si no el ms importante de la vida, al

reconocer la presencia constante de la muerte en la existencia humana. La muerte no es solo la

meta de un viaje o estacin de trmino; es, sobre todo, nuestroperpetuo acompaante desde la

cuna hasta la tumba. Y es que nuestro vivir de ac es tambin, siempre, morirun poco en cada

instante. La muerte se convierte en una realidad operante desde el interiorde nosotros mismos el

existencialismo contempla al hombre como lanzado en la existencia y dirigindose a un termino

concebido como naufragio total, segn la terminologa de M. Heidegger en ser y tiempo. Por

eso, la filosofa de Heideggerha sido calificada como existencia trgica.

No basta con decirque la muerte es natural y que se da tambin en el resto de la creacin. La

trgica de la mente humana estriba en que es una experiencia consiente, en la que todos tenemos

que ser autnticos y nopodemos soslayarla. Y desde esa conciencia de estar en marcha hacia el

naufragio total es uno de los que nace la angustia y el sentido trgico de la vida (Unamuno).

Literariamente es La nausea, el sentimiento de la contingencia del mundo (Sartre).23

1.2.6- TEORA REENCARNACIONALISTA

La creencia en la reencarnacin implica creer en que las personas pasan por una serie de re-

nacimientos hasta que finalmente logran la unin con Dios.

Las enseanzas de la Biblia en materia de ciencia, historia antigua y matemticas han demostrado


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ser exactas. Y tambin, la Biblia es un libro nicoporque no hay doctrina, creencia o filosofa

que haya existidoo vaya a existir, sobre los cuales la Biblia guarde silencio. Tan solo este hecho

da testimonio del asombroso conocimiento de sus numerosos autores, que escribieron bajo

inspiracin divina, sobre cosas que nopodran haber sabidopor sus propios medios naturales.

Muchos de los que proponen la teora de la reencarnacin la "autentican" con extraas y bizarras

historias de personas que tienen conocimiento sobre alguien que muri y a quien jams

conocieron. Este conocimiento por lo general no puede rastrearse a medios naturales o

explicables de comunicacin con la persona. Y tam bin est el fenmeno del "deja vu", que

muchos consideran es evidencia de la reencarnacin.

La mayora de los cristianos evanglicos afirman su creencia en las escrituras de la Biblia como

autoridad suprema sobre lo que es verdad y lo que es falso. Por eso la Biblia debiera ser la

primera fuente de informacin a consultar si se la considera como ltima palabra en todas las

cosas.

En Hebreos 9:27 la Biblia dice: "Y as como est establecido que los seres humanos mueran una

sola vez, y despus venga el juicio". No se trata de otra vida, sino del juicio, despus de la

muerte. Cmo se explican entonces las extraas experiencias asociadas con la creencia en la

reencarnacin? Puede la persona promedio explicarporqu los espejos cncavos y convexos noreflejan las cosas como son en la realidad? Estos espejos pueden hacer que uno se vea

exageradamente gordo, delgado, feo o distorsionado. Si la persona nunca ha visto su reflejo

verdadero, no tendra la ventaja de conocer la verdad que le protege contra el engao. Sus ojos

solo veran el reflejo distorsionado que mostrara el espejo. El espejo es real. Sus ojos son reales.

Y un milln de personas que vieran el reflejo daran testimonio de la misma distorsin. Pero an

as, no sera real ni verdadero este reflejo.24

Una serie de religiones orientales, debido a su concepto cclico de la historia, ensean la

reencarnacin. Al morir, la persona recibe una identidad nueva, y nace a otra vida como animal,

el serhumano, o inclusoun dios. Sostienen que las acciones de la persona generan una fuerza, el

karma, que exige la transmigracin y decide el destino de la persona en suprxima existencia.

Sin embargo, la Biblia dice con claridad que hoy es el da de salvacin (2Corintios 6:20), no nos

podemos salvar a nosotros mismos por nuestras buenas obras. Dios nos ha proporcionadouna


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salvacin plena atreves de Jesucristo, que expa nuestropecado y cancela nuestra culpabilidad.

No necesitamos otra vida para resolver los pecados y errores de esta, o de otras supuestas

existencias anteriores. Adems, de la manera que esta establecido que los hombres mueran una

sola vez, y despus de esto el juicio, as tambin Cristofue ofrecidouna sola vez para llevar el

pecado de muchos; y parecer porsegunda vez, sin relacin con el pecado, para salvara los que

le esperan (Hebreos 9:27-28).

Tambin est claro cuando aparecieron Moiss y Elas en el monte de la transfiguracin, aun eran

Moiss y Elas. Jesucristo tambin retuvo su identidad despus de su muerte y este mismo

Jess, y nouna reencarnacin, es el que regresara a la tierra (Hechos 1:11). 25

La reencarnacin conocida tambin con el nombre de metempsicosis (ometempscosis), es una

doctrina segn la cual una misma alma puede animarsucesivamente diferentes cuerpos. Platn la

admiti en sufredro llevado de la llamada ley de los contrarios, segn la cual, as como la

muerte viene de la vida, as tambin la vida viene de la muerte. Tambin se apoyaba en la ley

del recuerdo, pretendiendo que el proceso del aprendizaje no es otra cosa que iracordndose de

los conocimientos y experiencias habidos en una anterior. Posteriormente, la teora de la

reencarnacin fue adquiriendoun carctermetafsico, completamente esotrico. Los gnsticos de

todos los tiempos han admitido como ley universal.

En este siglo de tan acusado materialismo, se da el curioso fenmeno, especialmente en el

hemisferio occidental de que muchas gentes que han dado de lado al cristianismo, se han

convertido en ardientes defensores de la doctrina de la reencarnacin. El autorha observado este

fenmeno en Espaa y en Guatemala.

La teora de la reencarnacin tiene un atractivopeculiarpor lorazonable que aparentemente se

presenta el hecho de que quien la hace la paga. Toda accin humana segn esta teora dejaun Karma (Voz snscrita que designa los efectos benficos o malficos del acto). El ser

humano nopuede as escapar impune de los crmenes que cometa, sino que ha de expiarlos en

reencarnaciones sucesivas, que le servirn como de escuela de la vida hasta que se haya

purificado de todo rastro impuro y pueda entonces volver al principio divinouniversal del que

sali.


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El creyente cristiano nopuede admitir la teora reencarnacin pordos razones muy sencillas: 1)

El serhumano, cado por el pecado, es incapaz de expiar por si mismo sus maldades pero el

mismo Dios que lo creo, hizo la purificacin de nuestros pecados por medio de s mismo

(Hechos 1:3). 2)La misma epstola a los hebreos nos dice tajantemente que est reservado a

los hombres morir una sola vez, y despus de esto el juicio (Hechos 9:27). Con lo que la

necesidad de ponerse a bien con Dios es tan apremiante, que quien yerra ese paso antes de la

muerte, lo ha perdido todopara siempre. llevo tres espinas deca teresa de Jess que siempre

me punzan:primera, que no tengoms que una vida en la tierra; si hubiera otra, podra enmendar

en ella los fallos de esta; segunda, que tengouna sola alma; si tuviera dos, aunque perdiese una

poda quiz salvar la otra; tercera, que hay un solo juez celestial; si hubiese dos, quiz podra

acudir al segundo, si el primero me condenara. No ser muy Bblico el razonamiento, pero

tampoco se puede negarque rebosa prudencia.26

1.3- DOS TIPOS DE MUERTE

1.3.1- MUERTE FSICA

Aunque la palabra de Dios expresa en un solo vocablo (hebr. Mawet; Gr. Thanatos) la muerte,

esta reviste tres aspectos conectados entre s: la muerte fsica, la muerte espiritual y la muerte

segunda omuerte eterna. Lo que llevamos dicho hasta ahora, aunque en algunos lugares engloba

de algn modo los tres aspectos, se refiere especialmente a la muerte fsica, cuyas principales

caractersticas vamos a estudiaren la siguiente leccin.27

La muerte parece sernecesaria para cuerpos como los nuestros. El deteriorofsico y la eventual

disolucin final son inevitables. Noobstante, la Biblia habla de la muerte como consecuencia del

pecado. Dios le dijo a Adn: El da que de l comieres, ciertamente morirs (Gn. 2.17). Pablo

nos dice que el pecado entr en el mundoporun hombre, y porelpecado la muerte (Ro. 5.12),

y tam bin que la paga del pecado es la muerte (Ro. 6.23). Pero cuando examinamos ms

detenidamente el asunto, vemos que Adn nomuri fsicamente el mismo da en que desobedeci


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a Dios. En Ro. 5 y 6 Pablo contrasta la muerte que sobrevino a consecuencia del pecado de Adn

con la vida que Cristo ha trado a los hombres. Ahora bien, la posesin de la vida eterna no anula

la muerte fsica. Est en contraposicin a un estado espiritual y no a un acontecimientofsico. Lo

que se infiere de todo esto es que la muerte que es consecuencia del pecado va ms all de la

muerte del cuerpo.

Pero a estepensamiento debemos agregarel otro de que los pasajes de las Escrituras que vinculan

al pecado y la muerte nomodifican el concepto de la muerte. Dichos pasajes no nos revelan otra

cosa que no sea el significadousual de la palabra. Quiz debamos entenderque la mortalidad es

el resultado del pecado de Adn, y que el castigo incluye tanto el aspecto fsico como el

espiritual. Pero no sabemos lo suficiente acerca de la condicin de Adn antes de la cada como

para hablar de ella. Si su cuerpo era semejante al nuestro, sera mortal; de lo contrario, no

tenemos forma de sabercmo era, ni si era o nomortal.

Parecera mejorconsiderarque la muerte es algo que comprende al hombre completo. El hombre

nomuere como cuerpo sino que muere como hombre, con la totalidad de su ser. Muere como ser

espiritual y fsico. Y la Biblia no hace una distincin neta entre los dos aspectos. Por lo tanto, la

muerte fsica constituye tanto smbolo como expresin adecuados de aquella muerte ms

profunda que es consecuencia inevitable delpecado, con la que forma una sola unidad. 28

1.3.1.1-CARACTERSTICAS DE LA MUERTE FSICA

La muerte parece sernecesaria para cuerpos como los nuestros. El deteriorofsico y la eventual

disolucin final son inevitables. Noobstante, la Biblia habla de la muerte como consecuencia del

pecado. Dios le dijo a Adn: El da que de l comieres, ciertamente morirs (Gn. 2.17).

Pablo nos dice que el pecado entr en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte

(Ro. 5.12), y tambin que la paga del pecado es la muerte (Ro. 6.23). Pero cuandoexaminamos ms detenidamente el asunto, vemos que Adn nomuri fsicamente el mismo da

en que desobedeci a Dios. En Ro. 5 y 6 Pablo contrasta la muerte que sobrevino a consecuencia

del pecado de Adn con la vida que Cristo ha trado a los hombres. Ahora bien, la posesin de la

vida eterna no anula la muerte fsica. Est en contraposicin a un estado espiritual y no a un


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acontecimiento fsico. Lo que se infiere de todo esto es que la muerte que es consecuencia del

pecado va ms all de la muerte del cuerpo.

Pero a estepensamiento debemos agregarel otro de que los pasajes de las Escrituras que vinculan

al pecado y la muerte nomodifican el concepto de la muerte. Dichos pasajes no nos revelan otra

cosa que no sea el significadousual de la palabra. Quiz debamos entenderque la mortalidad es

el resultado del pecado de Adn, y que el castigo incluye tanto el aspecto fsico como el

espiritual. Pero no sabemos lo suficiente acerca de la condicin de Adn antes de la cada como

para hablar de ella. Si su cuerpo era semejante al nuestro, sera mortal; de lo contrario, no

tenemos forma de sabercmo era, ni si era o nomortal.

Parecera mejorconsiderarque la muerte es algo que comprende al hombre completo. El hombre

nomuere como cuerpo sino que muere como hombre, con la totalidad de su ser. Muere como ser

espiritual y fsico. Y la Biblia no hace una distincin neta entre los dos aspectos. Por lo tanto, la

muerte fsica constituye tanto smbolo como expresin adecuados de aquella muerte ms

profunda que es consecuencia inevitable delpecado, con la que forma una sola unidad. 29

I. Importancia de la muerte.

El doctorE. Kevan en su correspondence course del London bible college, cita lo siguiente, del

libro and the life everlasting, P. 284, del doctor Baillie:el cristianismo a incitado en la

muerte como en la m s solemne y extremosa crisis, el umbral del juicio eterno, en cuyas

mrgenes todos estamos en cada momento.

Efectivamente, la muerte es la parca de sentido completamente igualitario y sin contemplaciones,

sin aceptacin de personas, que, sin permiso, se allega al mismo al rey que al esclavo, al

potentado lomismo que al menesteroso. Como escribi Abd- Kader, La muerte es un camello

negro que se arrodilla a la rodilla de todos.

Lo verdaderamente tremendo de la muerte es que ella marca, para cada uno de los seres humanos,

la lnea divisoria entre el tiempo y la eternidad ya que, en ese momento decisivo, el destino eterno

del ser humano queda fijado, como en una placa fotogrfica, de manera irreversible. Los

escritores eclesisticos, desde los primeros siglos, han insistido en esas caractersticas en el ao

252, escriba Cipriano de Cartago:


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Cuando se retira alguien de este mundo, ya no queda lugar alguno para el arrepentimiento,

ningn efecto tiene la satisfaccin. Aqu es donde la vida o se pierde o se tiene; aqu hay

provisin para salvacin eterna mediante el culto a Dios y el fruto de la fe. Que a nadie le

retrasen de conseguir la salvacin ni los pecados ni los aos! Para el que todava est en este

mundo, no hay arrepentimiento tardo, pues est abierto el acceso al perdn de Dios.

Unos 90 aos ms tarde, escriba Afraates:

Cuando Abraham dijo al rico: una gran cima esta puesta entre nosotros y vosotros, de manera

que los que quieran pasar de aqu a vosotros, no puedan, ni de all pasar ac (Lc. 16:16),

mostr que, despus de la muerte y de la resurreccin, no habr ningn arrepentimiento. Ni los

impos se convertirn para entrar en el reino, ni los justos pecaran para ir al tormento.

Hacia el 386 escriba Gernimo:

As que, segn tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos y mayormente a nuestros

familiares de la fe (Glatas 6:10). El tiempo de la sementera, como dijimos, es el tiempo

presente y la vida, que como dijimos, es el tiempo presente y la vida que recorremos. De esta,

podemos sembrar de lo que queremos; cuando se pase esta vida, se nos habr retirado el tiempo

de obrar. Es menester obrar mientras el da dura; viene la noche, cuando nadie puede

trabajar (Juan 9:4).

2- expresiones Bblicas para describir la muerte

La palabra de Dios describe a la muerte con trminos muy expresivos, como los siguientes:

A).- entrar por el camino de todo el mundo (Josu 23:14)

B)- Ser reunido a sus padres (Por ejemplo., Gnesis 49:33; Jueces 2:10).C)- sinnimo de veneno letal (2 Reyes 4:40).

D)- Exposicin a un peligro mortal (Jueces 5:18, Comp. Con 2 Corintios 11:23).

E)- Marcha al lugar de lobreguez y tiniebla (Job 10:21-22; 38:17 Comp. con la noche de Juan

9:4)

F)- sensacin del respirar (Salmo 104:29).


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G)- Salida del cuerpo (Isaas 38:12; y 2 Corintios 5:8)

H)- demolicin de nuestra tienda de campaa (2 Corintios 5:1 y 2 Pedro 1:13, 14).

I)- ser desnudo (2 Corintios 5:3-4)

J)- dormicin (Salmo 13:3; Jeremas 51:39; Juan 11:13 ss.; Hechos 7:60; 1 Tesalonicenses

4:14-15)

Rapidez con que se acerca la muerte.

La Biblia compara la vida del hombre: comoun correo ligero; a una lancha de papiro que se

desliza veloz; al guila que se arroja a lapresa (Job. 9:25-26); a la lanzadera de un tejedor; a un

soplo; a una nube que se desvanece rpidamente (Job 7:6-9); a la florde un da (en Griego Eph

emeras, de donde procede el termino Efmero = Lit. lo qusolo dura un da;efemrides =

los sucesos da a da); a la sombra que huye (Job 14:2; Ecl. 6:12); al agua de un roo de un lago,

que se evapora (Job 14:11).

Si! La vida pasa rpidamente: la muerte se acerca veloz, lo que realmente debera inquietar a

todo el que no este en buenas relaciones con el juez de vivos y muertos, es que el tren de la vida,

en el que todos estamos viajando, no se para en ninguna estacin; nadie se puede bajar

impunemente asta que se llega a la estacin de termino. Y, cuando del otro lado de la tumba,

volvamos nuestra vista a la vida que pas, es seguro que pasara comounpunto casi imperceptible

entre dos espacios infinitos: la eternidad que nos precedi, y la eternidad que seguir porsiempre

jams Bien dice el predicador: mejor es ir a una casa en duelo que a una casa en fiesta; por

que aquello es el fin de todos los hombres, y al que vive le har reflexionar (Ecl. 7:2).

La normal anomala de la muerte

Pero, Es natural al hombre la muerte? Si y no

A)- Si, por que la constitucin fsica del hombre, con un elemento deleznable (el polvo de

arcilla hebr. adamah = tierra rojiza de gnesis 2:7; 3:19; Ecl. 12:7), le hace susceptible de

disolucin.


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pobres cabenporigual en siete pies de tierra, de nada sirve que se les erija suntuosos mousolejos

ni que se les entierre con sus joyas, por que nada hemos trado a este mundo, y sin duda nada

podremos sacar (1 Ti. 6:7, comp. con Job 1:21). Que triste es que, no solo los mundanos

(sirven a su dios; v. Mt. 6:24), sino tambin muchos creyentes, tengan su corazn pegado a los

bienes y comodidades de este mundo!

Certi

la muerte del ser humano

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