LA LAGUNA ENCANTADA

ANÁLISIS DE LA OBRA:

“UNA FLOR DE CUENTOS PARA LLEVAR EN EL CORAZÓN”

AUTOR(A):

“ROSA CERNA GUARDIA”

ACERCA DEL AUTOR: Rosa Cerna Guardia (Huaraz,

Perú, 1926) es una profesora, poetisa y escritora peruana de literatura infantil. Ha publicado varios poemarios y cuentos, adscritos en su mayoría al género infantil. Cerna ha sido acreedora de varios galardones tanto en España como en Perú, entre los que se encuentran el Premio Nacional de Literatura Infantil «Juan Volatín».

NARRACIÓN Jorge, Pedro y Mariano

eran tres niños que jugaban siempre en una laguna cercana y regresaban con algo novedoso en las manos como conchitas marinas, piedrecillas redondas, plantas acuáticas, huevos de pata, palomas silvestres, hasta que un día regresaron con tres monedas de oro y tres de plata.

Ese mismo día se produjo un gran alboroto en el pueblo. La gente curiosa salió hacia la laguna casi de madrugada, iban con los ojos codiciosos y el corazón ardiente de avaricia pero no encontraron dicha laguna.

Otro grupo salió guiado por los niños se perdió en el arenal, pasaban y repasaban por el mismo sitio, pero no encontraban la laguna.

Entonces, todos creyeron que se trataba de una fantasía de niños. Decidieron no creer más en las palabras de niños fabuladores.

Pedro, uno de los niños, dijo: -Pongamos señales precisas para no perdernos, así

podremos ir y venir fácilmente solos o acompañados. Así lo hicieron, reunieron conchitas marinas de los

conchales e iban dejando caer una en una a lo largo del arenal.

Un día dijo Jorge a su padre:

-Papá, yo conozco el camino. Vamos temprano.

Pero a pesar de las señales que le sirvieron de guía no encontraron la laguna.

Mariano hizo lo propio pensando que él era el de la suerte. Salió con sus padres y amigos, y tampoco encontró el lugar.

Decían que el lugar estaba encantado y, por temor de que algo grave pudiera sucederles, ya no permitieron que los niños fueran solos a correr dicha aventura.

PASÓ EL TIEMPO Los tres niños crecieron, se

hicieron jovencitos y un día regalándose un recuerdo , fueron camino a la laguna.

Llegaron. Qué alegría, allí estaba fresco y hermoso, corrieron por sus orillas, recogieron lirios acuáticos y huevos de pato.

Hasta que en un extremo de la laguna, oculta entre totorales, había una pesada caja de fierro, oscura, cerrada, conteniendo posiblemente monedas de oro y plata.

Los tres jovencitos trataron de sacar la caja y como pesaba tanto entraron al agua para ayudarse; pero a medida que trataban de sacarla se iban hundiendo cada vez más entre las aguas.

Entonces desistieron de su empeño. Soltaron la caja y echaron a correr hasta llegar sin aliento al pueblo.

Temerosos desistieron para siempre el propósito de sacar esa caja.

Dicen que estos tres amigos, que todavía viven, se reúnen siempre y van al arenal, encuentran la laguna y la caja sumergida que los está esperando entre totorales; pero que no pueden extraerla de las aguas por temor a hundirse. Se trata de un sueño acariciable que no termina nunca, pero les quedan como testimonio las tres monedas de oro y tres de plata que sacaron de la laguna encantada.