la espiral incesante entrevista a gastn baquero

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  • 7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero

    1/6

  • 7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero

    2/6

    al

    universo, y reducir el fabuloso escenario

    que se nos ofrece con el viv ir, en una mins

    cula y torpe autobiografa constante. El nar

    cisismo

    de

    los viejos es, quizs, una impo

    sic in de la naturaleza, de la fisiologa, pero

    intelectualmente es lo ms dctestabl e (y lo

    ms frecuente) que

    quepa

    imaginar.

    De aqu viene mi rechazo a las preguntas

    de tipo personal en una entrevista que se supo

    ne centrar su inters

    en

    lo literario. Hablar

    de uno mismo es una prueba de mala edu

    cac in, una falta de respeto a las estrellas

    Todas las vidas humanas son, ms o menos,

    iguales, montonas y

    ll

    enas de serv idum

    bres aje nas a la inteligencia. Lo que impor

    ta, o debe importar, es la creacin, el esfuer

    zo attstico, la bsqueda

    de

    una clave o llave

    para abrir las puertas de lo misterioso, de

    lo

    extrao. Valery en

    se que

    a las dimen

    siones conocidas hay que aadir una cuar

    ta dimensin: lo Extrao.

    2.- Desde

    Poemas y Saul sobre la espa-

    da hasta Magias e

    Illvencion

    es Qu

    momentos de esa evolucin considera de

    especial importancia?

    Nunca he pensado en mi evolucin cre

    adora . Supongo

    que

    existe.

    que

    se ha pro

    ducido,

    como

    se produce el desarrollo fsi

    co de la

    ni

    ez a la vetustez. Puesto a pen

    sar en esto, creo, como t

    odo

    fatalista, que

    en realidad escribimos siempre el mismo

    poema, con ropaje ms o menos distinto. Lo

    que

    de

    Vivaldi dijo Stravinsky,

    que

    no haba

    escrito se iscientos

    conc

    iertos, s

    in

    o seis-

    c ientas veces el mismo co ncierto, es apli

    cable

    a

    todo y

    a todo e l

    mundo.

    porqu e

    sie

    mpre llevamos encima nuestra biografa

    comp

    leta, y no podemos,

    jams,

    salirnos

    de ella.

    Nadie

    puede saltar fuera

    de

    su

    sombra . Hay matices de co mpla

    ce

    ncia o

    regodeo en el yo (esto es lo

    que

    hace inso

    portables a los romnticos), y

    se

    da, en los

    que llamo genios, la gran batalla c readora,

    la lucha contra la imposicin del

    yo

    y de la

    biografa sob re las ideas y sobre la estti

    ca. Por eso es Goelhe un c ls ico, no un

    romn

    t

    co. Goethe, co

    mo

    Bach, como Mozart,

    co

    mo Haydn, no llora sus penas meramen

    te humanas y corrientes. Goelhe no es

    un

    hombre

    vu

    lgar.

    Volviendo a la

    id

    ea de evolucin,

    que

    pre

    fiero llamar proceso de aprendizaje de l

    oficio

    y

    perfeccionamiento , o de bsque

    da de perfeccionar, de mejorar , no puedo

    juzgar. No s s i los poemas del ao Tal son

    mejores o peores que los de l ao ms Cual.

    42 T

    C >

    Gastn aquero

    Cu

    nd o es un

    poema mejor que otro?

    Mejoren qu y para qu? Eso de el mejor

    es

    cuestin

    de

    gustos p

    ersona

    les. H

    ab

    lan

    do

    otra vez

    de

    mi, digo que

    co

    n

    ozco

    per

    sonas que

    co

    nsideran

    Discurso de la rosa

    el Villa/ha lo mejor

    que

    he escrito, y ta m

    bin conozco personas que Wn tonto j uicio

    lo

    aplican

    a

    Saul sobre Sil espada

    o a

    Octubre.

    En esto

    de

    la evol ucin yo

    me

    encuentro,

    desde hace tiempo, demasiado estancado

    en lo mismo, en la repeticin

    de

    una frmula.

    Parece inevitable que lleguemos a un

    momen

    to en el que ya no asimilamos nada lluevo.

    no aprendemos nada, y nos volvemos repe

    titivos y montonos. Es por eso por lo que

    l

    eer por

    largo tiempo un libro

    de

    poesa, sea

    de quien sea. acaba por aburrir y hasta

    por

    irritar.

    Q

    ui n

    aguanta

    dos horas de l

    ec

    tura de Whitman, o media hora de Jorge Gui

    l

    n, o tres horas de Rilke?

    Escribo poco, y publico menos, porque hace

    tiempo que me siento atrapado, encarce la

    do por e l ofic io del seor Baquero. En c

    in

    cuenta o ms aos de poesa no he

    evo

    lu

    cionado nada. Esto

    me

    enfurece, ha

    go

    cul

    pable a mi ineptitud natural, a

    in

    cu ltura, o

    a falta de imaginacin, de esta repeticin tan

    molesta

    y

    tan visible

    en

    mis poemas.

    Se

    cambia

    un

    poco

    el traje. el adorno, pero el

    maniqu, el esqueleto, es el mismo. Veo que

    en e l fondo. Palabras escritas en la arena

    etc., es el mismo poema que Memorial de

    UIl testigo

    o que

    Manuela Saenz baila con

    Garibaldi el rigodn de la despedida.

    Estoy

    metido en un agujero, en una prisin, de la

    que

    no puedo, o no s escapar. Esto lo veo

    como

    una humillaci n

    de

    la naturaleza a la

    inteligencia. Una victoria de la fisiologa sobre

    la esttica.

    He llegado a pensar (en eso estoy sumer

    gido ahora) que hay una estrecha relacin

    bioqumica, trfica, (no estrfica),

    entre

    lo

    que se

    ingiere -se incorpora, deca L

    ezama-

    y lo que se escrib

    e

    Es posible

    ll

    egar a cons

    truir un poema de acuerdo con la cantidad

    de

    carb

    ohidratos. o de protenas y amino

    cidos, etc., que se haya incorporado al orga

    nismo. As,

    si

    usted se

    come un

    plato

    de

    alca

    chof

    as, le sale

    un

    poema distinto al

    que

    le

    sa ldra con un plato de langostas o de beren

    j enas. Esto, que produce ri sa en el primer

    momento, porque parece una simple broma,

    una

    boutade es

    mucho ms serio

    de

    lo

    que

    parece. porque en el fondo todo es qumi

    ca. y nuestro

    organismo

    (i nclu ye ndo la

    mente, por supuesto) no es ms que un labo

    ratorio donde las reacc iones quedan fuera

  • 7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero

    3/6

    i teratura

    de nuestro control. No

    e

    $uea lo mismo

    cuando se come carne que cuando se come

    pescado. Los antiguos desc ubrieron esto.

    sin conocer las causas. Moctezuma toma

    ba grandes jcaras de chocolate cuando se

    di

    spo na a hacer el amor

    1

    gran escala,

    al

    por muyor; In ciencia ha descubierto hace

    poco que en el chocolate hay un cido

    que es e l

    mi

    smo producido por e l cerebro

    cuando tiene alguna exc itacin o inci

    lac in sexual. Y los romanos descubrie

    ron u observaron la accin del flor en la

    dentadura, sin conocer exac tamente el

    flor. y acostumbraban a e

    nj

    uagarse

    la

    boca por las maanas con orines de espa

    ol, porque comprendieronque los ros de

    Espaa contenan algn elemento que pro

    tega los diente

    s:

    era el flor.

    Hay una alquimia del poema,

    y

    quizs

    ha

    sta de la misma Poesa. Alquimia nalu

    ral. no cultural.

    Es

    muy posible que en mis

    poemas prevalezca una dosis de azcares

    que me los vuelve m

    s

    sentimentales y dul

    zon

    es

    de lo que yo quisiem. A menudo COITO

    el

    ri

    esgo del ternurismo.

    y

    la huella de eso

    esta en mi abuso de los hipocorsticos o

    diminutivos. A veces llego a lo ono y a

    lo tagoriano. pero ya, a

    mi

    edad. me con

    suelo pensando que no es que yo sea cursi.

    es que la alimentacin que recib desde nio

    era enormemente cur

    si

    e impropia para el

    desarrollo de

    la

    inteligencia. Mallann,

    es

    toy

    seguro devoraba gra nd es cantidades de

    ostras. Verlaine

    ll

    evaba los bols

    ill

    os

    ll

    e

    nos de cerezas.

    3.-Usted estuvo vinculado con Jos

    Lezama Lima a la llamada Gelleraci1l

    de Orgelles. No ha habido, sin embar

    go

    , uniformidad de criterios respecto a

    su coherencia como grupo por parte de

    los

    que vivieron de cerca este hito de la

    cultura cubana. Mientras Rodrguez

    Feo asegura que Orgelles era un movi

    miento y

    no

    slo una revista,

    Mara

    Zambrano habl de una unidad de

    aliento ms que grupo . Es ms, en

    el

    seno de la revista convivan posiciones

    estticas radicalmente opuestas. Qu

    nos puede decir de esto?

    Se.ha

    ll

    egado a mitificar de tal modo la

    obm de Lezama y la significac in de la

    revista

    Orgenes

    que alguna vez he com

    parado este caso con el de las interpreta

    ciones del Quijote. La revista y el llama

    do grupo Orgenes

    di

    eron tanto que hablar

    a impulsos

    de

    dos hecho

    s:

    el de la popu

    laridad o moda de Cuba por la revo lucin

    del 59,

    y

    el desconoc

    im

    iento casi abso

    lu

    -

    1 que hay en

    Hi

    spanoamrica, en Espa

    a, en todas partes, de la trayectoria y

    conten

    id

    o de la litemtura cubana a travs

    de los tiempos.

    La actual

    id

    ad inlernaciona I de C

    ub

    a

    atrajo

    In

    atenc in de muchos escritores

    notables

    ha

    cia aquel pas.

    Como

    no

    se

    tena. ni se tiene. la menor

    id

    ea de lo que

    era Cuba culluralmente, personas como Julio

    Cortzar. representativo compl

    elO

    de esa

    actitud descubridora , echaron a rodar

    la

    leyenda de una

    is

    lade tan pujante y extra-

    ordinaria aparicin en el escena

    ri

    o de la

    hi storia, que ya ofreca, como una

    de

    la

    s

    face tas de esa novedad, la presencia de un

    poeta

    como

    Lezama.

    na

    c

    id

    o en 1914 y

    poeta en activo desde 1936.

    Como

    Cortlar, y tanlO s otros, no

    se

    haban tomado jams la molestia de inte

    resarse por lo que no fuera Pars (lleg a

    decir el argentino que l nico

    lu

    gar del

    mundo donde poda escribir era la capi

    tal de Francia), al tropezarse con Lezama

    y su obra, dedujeron inmediatamente que

    eso era producto de la revolucin.

    Esa confusin ha contribuido mu cho a

    que se v

    in

    cule

    la

    obra de Lezama y

    su

    revis

    ta

    Orgenes

    con una filosofa de la

    hi

    sto

    ria cubana, y se le

    d

    a la revista un papel

    de protagonismo y una trascend enc

    ia

    que

    desbordan

    la

    realidad. Porque Orgel/es

    fue

    una revista ms en la larga serie de revis

    tas poticas

    y

    literarias que los cubanos

    vienen produciendo sin cesar desde prin

    cipios del siglo XIX. Si se conociera siquie

    ra medianamente e l proceso literario cuba

    no. se admitira el hecho tal como lo se

    a

    lo: una continuidad. no

    un

    milagro ex

    nihil

    o.

    Lo que

    no

    resta mrito alguno a

    -

    gel/es.

    que fue. con loda probabilidad.

    la

    mejor de las revistas de su gnero inten

    tadas en Cuba: y lo fue por la sencilla

    razn de que nac i y fue vivificada siem

    pre por

    un

    poeta singular, Lezama.

    un

    artisla absol

    ut

    ame

    nt

    e atpico en l

    as

    letras

    cuba

    na

    s e

    p n o

    Lez.lma era una personalidad cent rpe

    ta. un imn que atraa hacia l con fuerza

    irresislible. Por su hermet ism

    o,

    fascinaba

    hasta lo paralizante.

    Ni

    nguno de los que

    fuimos arraslrados a girar en derredor de

    su ncleo, acercados pero no adenlrados

    en surbita. tela nada que ver con un movi

    miento promovido por un profela. ni nada

    que ve r con

    la

    adhesin a una doclrina

    es

    t

    tica, o relig iosa, o socio-poltica de carc

    ter

    co

    lectivo o unificador. No

    co

    nstitua

    mos un grupo. porque ramos demasiado

    N

    43

  • 7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero

    4/6

    44

    heterogneos y desiguales. Fu imos

    in

    vitados

    a colaborar en las revistas inspiradas por

    Lezama -VerbulI/ Espuela de Plata y Or

    genes- no porque fusemos

    af in

    es a la est

    tica

    y

    a la teora literaria

    de

    Lezama, sino

    porque

    l

    ech

    un

    a mirada en derredor

    y

    no

    e conrro nada mejor pam echarlemml y darle

    cuerpo, ent idad de portavoces, a unas publ

    i-

    caciones en las cua les todos resultbamos

    ajenos, postizos, y fuera de lugar, si se com

    paraba lo de cada un o de nosotros con lo de

    Lczam

    a.

    El tena la voz principal, voz so

    li

    ta ria,

    li

    bre del coro que aparentemente le

    acompaab

    a.

    No

    exista la men

    or

    coherenc ia entre noso

    tros; no estbamos articulados en

    un grupo

    organizado adrede como ta l grupo. El azar

    nos reuni, nos llev a la cercana de un hom

    bre

    pe rt

    eneciente a otro mu

    nd

    o, a otro len

    guaje, a otra sensibilidad, y, sobre todo, a

    otra mirad

    a.

    Obviamente, la revista dirig

    id

    a por un ser

    as, era, al mismo tiempo, una revista ms en

    la contin ua apari cin de revistas en cada

    generac in, pero una revista radical mente

    d

    isti nt

    a a lo habitual: ni notas de compr

    om

    iso,

    ni colabor

    ac iones no aceptadas por el direc

    tor, ni coqueteos con este o aquel grupo de

    presin, ya cultural, ya social, ya po

    lJ

    tico.

    La

    palabra compromiso no estaba en el d icci

    o-

    nario de Lezam

    a.

    Si era necesario, por ejem

    plo, ace

    pt

    ar un a ayuda econ6mica de la Direc

    cin Oficial de C

    ul

    tura, no se abr

    a

    n jams

    sus pginas a los escritores o funcionarios de

    aque l Departamento. Se nos acusaba de e

    li

    tistas, de soberbios, de engredos

    y

    cre

    d

    os.

    Nos describan como olmpicos y exquisi

    tos , con todo lo que de peyora

    ti

    vo y malig

    no puede poner la mala

    int

    enci6nen elempleo

    de estas palabras. Se Ueg a difundir que

    constitu amos una especie de log ia, de capi-

    ll a catlica-apost

    li

    ca-romana, donde o

    fi

    ciaba para nosotros en exclusiva

    mi

    sas excep

    cio nales el Padre Ange l Gazte lu. (A este

    poeta lleg a perj ud icarle, en su condicin

    de cura, la pertenenc ia al supuesto grupo.

    Fu i una vez a pedirle al cardenal un ascen

    so para l, con un ca

    mbi

    o de parroquia, y me

    dijo el prelado, con

    la

    cautela de quien teme

    abrirse an te un presunto cmplice del reco

    mendado: No s, no s; me dicen que hace

    unas poesas

    mu

    y raras, y parece que

    es

    t en

    un gru po muy mode

    rn

    o, es verdad? . Le ped

    prestada la verba a Castelar y arroj a la cabe

    za cardenalicia toneladas de argumentos;

    giraban sobre este eje: S, s, Em inencia, su

    poesa no es cOITiente, pero es tota lm ente

    rel

    ig

    iosa: el padre nunca falta a la fe ).

    i ter tur

    Lo cierto es que no nos reunamos

    ja

    ms,

    no

    ce

    lebrbamos ten idas ni conc ilibul os

    secretos, y las relac iones se decantaban entre

    noso tros como se deca ntan en cualq uier

    medio: cada cual se reuna ms con qu ienes

    si

    mpatizaba ms, y p

    un

    to.

    Todos esos trascendental ismos que nos

    endilgan me suenan a puro ejercicio de crip

    to loga casera, para pasar el rato y dar

    se

    ai res de

    Fi

    lsofos Metafsicos de la Metahi s

    toria los opinantes. Por el hecho de ser cuba

    nos, coetneos y afines en lo de amar la

    lit

    eratura y halla

    rn

    os imbuidos del amor y

    del respeto que mereca nu estro pasado cul

    tural, coincidamos en sentir

    las

    races, la v

    ibra-

    ci n del a

    lm

    a de

    nu

    estra tierra, y cada

    un

    o

    enfren taba, desde su personal visin, la pro

    blemtica general que todo pas co

    nti

    en

    e.

    Los

    viejos p

    robl

    emas

    y

    las viejas ilusiones de C

    ub

    a

    y del cubano, reaparecan con naturalidad

    en nosotros, como reaparecen siempre ante

    cada nueva generacin u hornad

    a.

    Pero es

    demostra

    bl

    e que nuestros temas -eso que

    los rec in

    ll

    egados prese ntan como innova

    ciones del grupo- estn presentes en la litera

    tura cubana, con sus cambiantes ropajes,

    naturalmente, desde los pri meros

    ti

    empos de

    nu estra

    li

    teratura. La preocupacin po r el des

    tino de la isla en su entorn o geogrfico y geo

    poltico, aparece ya en Ramn

    Ve

    jez Herre

    ra, nacido en 1808 y muerto en 1886, qui en

    trat poti ca y patticamente el tema de la

    catstrofe

    geo

    lgica que di nacimiento o

    independencia a la isla de Cuba, al separar

    la de la masa continental de Norteamr ica,

    concretamente de La

    Fl

    orida.

    Y en lo personal, tengo motivos para son

    rer cuando algui en sea la mi manejo de lo

    intemporal y mi tuteo con los grand es

    personajes como razn de poesa c

    ul

    turalista,

    porque desde ni o o rec itar las de liciosas

    loc uras de Zequ eira: C i

    ce

    r6n y Preste

    Juan/Archiduques de Jud ea,lRieron con

    Du

    lc in

    eaIPor ce los de Tamorlan .

    O

    bien:

    Viendo la Reina de Hunqra/Que tan mal

    iba la danza,/Quiso emplear a Sancho Panza/

    En su gran secretaria/Herctito se reaJDe ve

    rl

    o

    tan haragn/Y entonces el padre Adn/Des

    pach con Amaltea/Ejrcitos de GuineaIPara

    el siti o de Amsterdam . Y por qu ha de

    admirarse nadie de que yo me sienta presente

    en tantos sitios

    y

    ante tantas personas y

    ti

    em

    pos, si de muchacho oa canturrear a los

    pordioseros: Yo soy aquel que a JosulLos

    santos leos le diera ?

    Nosotros tenemos races. Tenemos or

    ge nes. Eso qu iso dec i

    r,

    y dijo, e

    llwl

    o de

    la

    rev ista.

    1

    .

  • 7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero

    5/6

    Gastn aquero

    Obsrvese que en las s

    endas

    denomi

    naciones o baut izos de las sucesivas revis

    tas , se

    pa

    s de Verbum una pedantera.

    juvenil en latn, a

    Espuela de Plata

    para

    indicar el aguijn , la puya

    qu

    e hace andar

    al

    buey;

    el

    inc itatus. q ue deca Leza ma.

    Finalmente

    se

    pas

    de

    la espuela bien

    templada, afilada

    como

    el espoln de un

    ga

    llo

    de pelea

    a

    Orgenes

    que bien

    pud

    o

    llamarse tambin Races de no hallarse

    4 tan malgastada

    esa

    be

    ll

    a palabra.

    1 .

    1

    1/,

    /

    4.- A travs de sus

    Palabras escritas

    en la arella

    por 1 ill ocellte, la propia

    Mara Zambrano, en uno de sus art

    cu l

    os

    publicados en Orgenes lleg a

    definir la poesa cubana del momento

    como poesa

    de

    la

    contrd-angustia,

    Q u

    opina

    de e ll

    o?

    Sobre la definicin

    que

    diera de nu es

    Ir

    a poesa Mara Zumbrano, no, llamn

    dola " poe sa

    de de

    la

    co

    ntra

    -a

    ngusti

    a

    ,

    s610 cabe dec ir que acert61a

    gra

    n M ara.

    pero no se si se refera a una angustia de l

    momento, a un a prot

    es

    ta

    por

    este o

    aque

    l

    epi sodio de nu

    estra

    vida polti

    ca

    o de

    nuestra vida persona l. La angust ia, y por

    ende la

    co

    ntra-a ngustia en la poesa cuba

    na, es de todos los tiempos. Con tra-angus

    tia hu bo e n Hered ia, y en

    Ze

    nea, y en la

    Zambrano, y luego e n

    Casa

    l yen c uantos

    v

    in

    ieron

    de

    spus,

    amra

    n

    se

    Poveda o

    Agustn Acosta, Martnez Villena o Emi

    li

    o Ballagas.

    Por

    otra parte. la poesa uni

    versal est llena de

    cO

    lllra

    -a

    ngustias: de

    Villon a Quevedo, de Garcilaso a

    Csar

    Vallejo, y as hasta el infin ito

    5.-

    La

    llama d a Ge neracin d e

    Orge

    es

    fue en

    rea lid

    ad la

    qu e i

    mpu

    so

    ent re los c

    ub

    a nos la expres in nueva y

    el es

    pritu

    de

    mod

    e rnidad ?

    En cuanto a esa pregunta slo puedo decir

    -para no dejarme llevar por los infinitos

    sarcasmos

    qu

    e me dicta la c lera-

    qu

    e ya

    habl del desconocimiento total

    que

    hay

    e n Espaa, en Canarias, y e n Tumbuct,

    sob re la lrayecto

    ri

    a de la li t

    era

    tura cuba

    na. Basta con menci

    onar

    la Revista de

    Avance la ob ra de Mariano Brull y de

    R

    eg

    ino Bolilla, la aparicin

    de

    Tr6pico

    de

    Eu

    ge

    nio Florit , ese octogenari o jovenc

    simo que sigue, en J990, dndonos a la

    perfeccin

    un

    o de los lon

    as

    esencial

    es de

    la

    poeSa cubana de lodos los tie mpos: la

    bsqueda del c ielo , la exploracin del

    ca min o que

    co

    ndu ce a regr

    esa

    r sano y

    salvo al Paraso. (Dijo Gabriela Mistral que

    entr

    e las tablas

    de

    las carabelas de

    Coln

    ,

    iba el poema Martirio de San Sebasrin

    de Florit).

    6.-La poca de

    Orgenes

    fue

    de

    gran

    pesimismo nacional segn se ha sea.

    lado desde diversas fuen

    tes.

    Ustedes

    se

    creyeron

    ob li

    gados

    a levantar el mito de

    la insul aridad? La

    te

    nde ncia hacia la

    un i

    versa

    li

    dad de la cultu ra

    pasaba por

    la

    bsqueda del paisaje cu ba no?

    C reo

    que

    ya no necesito explicar

    que

    nosotros no levantamos ningn mito, s ino

    que

    proseguimos, a nuestro

    modo

    , la vieja

    ta r

    ea

    , la

    eterna condena de

    Ssifo , ms

    que de Prometeo,

    que

    los humanos

    no

    slo los

    cubano

    s ) tienen ante s

    desde

    que nacen hasta mucho despus de muertos.

    Por el hecho de ser

    cubanos coetneos

    y

    afines en lo de amar

    la

    literatura

    y

    hallarnos

    imbuidos

    del

    amor

    y del

    respeto que mereca

    nuestro

    pasado

    cultural coincidamos

    en

    sentir

    las races la

    vibracin del alma de

    nuestra tierra y cada

    uno

    enfrentaba

    desde

    su

    personal

    visin la

    problemtica general

    que todo pas

    contiene.

    7. - Us ted funda en La Habana

    la

    Revista Clavileiio en

    una

    poca d e

    esp lendor para las lelras cubanas. Si

    mis informaciones son cierta

    s

    nuestro

    paisano Jos

    Prez Vidal

    publica en

    ella

    El

    arca{smo del Romall

    ce

    ro e

    ll

    Cana

    rias en 1951. Tambin el

    modernista

    F lix

    Duarte estuvo

    vinculado

    al

    Dia

    rio de la Marilla

    del

    que usted

    fue

    redactorjefe. Qu

    canarios

    ha

    cono

    cido durante su

    trayectoria literaria y

    periodstica?

    Sob

    re Clavilel10 me limito a decir que,

    en mi

    co

    ncepto, se ha exagerado y des

    mesurado

    su va l

    or

    ,

    porque

    en realidad

    dur muy poco. Hi cimos -A lberto Baeza

    Flores y el

    que

    habla- muy poco en rela

    cin co

    n lo

    que

    obligaba la lradic in lite

    raria

    c uban a. Tengo

    un

    recuerdo muy

    nebuloso, muy borroso, de ese momen

    tode

    Clavileio

    y apenas si evoco con cier

    ta nos talgia por leerlo de nuevo, el poema

    Islas de Hilda Doolitle , referido, co mo se

    sabe, a las islas griegas, no a las antilla

    na

    s.

    Ese tema de las islas

    es

    un poco ret

    rico,por no decir artific ial y artificioso.

    Todo

    es

    is

    la", enseaba

    Ju an Ramn:

    Austra

    lia

    es

    una isla, y la

    ti

    erra es isla;

    y otra isla es la luna".

    8.-

    C

    u l

    es su

    opinin

    sob

    re el

    esta

    do ac

    tu

    a l

    de

    la litera

    tu

    ra

    cu

    bana? Y

    le

    la ac t

    ua l

    poesa

    e n len

    gua espao

    la?

    Para esta pregunta final digo, con la

    mayor objetividad, que el mome

    nt

    o o eSla

    do actual de nuestras letras

    ti

    ene la misma

    e ntidad y vigo r

    que

    luvo siempre. Van

    desapareciendo las "estre

    as", Lezama, Car

    pentie

    r

    Lin o Novas Ca lvo, y est ex tin

    guindose do lorosamente la voz de Enri

    que

    Labrador Ruiz. uno de los

    ge

    nu

    inos

    precursores de la nu eva novela hi spano

    americana (lase nada ms Trailerde sue-

    110s ,

    pero an viven y producen Eugenio

    Florit , Lydia

    Cab

    rera, la

    Gra

    n Orisha

    de

    Cuba, Dulce Mara Loynaz , fina y bri

    Uante como una espada. De la IImnada gene

    rac in

    de

    O {gelles

    quedamo

    s va

    rios

    -

    Justo Rodrguez Sm ltos, Cintio Vitler y Fina,

    Angel

    Gaztelu.

    Eliseo

    Diego

    Julin

    Orbon

    la msica, Alfredo L

    oza

    no , la

    escu

    ltura

    , quedamos, ms o menos agarrotados por

    la escleros is de todas las venas y los vasos

    co

    municantes, pero seguim

    os

    dando vuel

    tas por aqu

    f.

    Pero 10

    qu

    e

    es

    importante para m, lo

    que

    me alegra en extre m

    o,

    es

    co

    noce r la

    N O

    45

  • 7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero

    6/6

    abundancia de poetas que hay dentro y

    fue

    ra

    deCuba. No me at evo amencionar

    a algunos de los que considero ms

    logrados, porque con la vejez me he

    vue

    lt

    o

    mu

    y precavido Y s a qu altu

    ra

    pu

    eden

    ll

    egar las maldiciones de los

    olvidados u omitidos. En el estudio del

    pr

    ofesor Gr

    af

    sobre "Metodologa de

    la psicolog

    ia

    de

    lo

    s poetas" , ledo en pre

    sencia de Freud, Rank, Adler, Steke

    1

    y

    otros maestros, se examina muy bien lo

    delodio de los poetas; resulta que es

    al

    go

    treme

    nd o.

    iSolavaya . Deca Nietzsche,

    otro poeta que bien bai aba en lo de

    odia

    r

    que "los poetas quieren ten

    er

    un

    pblico , aunque sea de

    rinocero

    ntes . Me

    he permitido agrega rle al gran Federi

    co: Y quieren adems ser elogiados en

    alta voz has ta por los mudos" . De modo

    qu

    e no me saco de la manga

    un

    a

    li

    sta

    de nombres que vengo haciendo desde

    hace mucho tiempo y dnd ome cada

    vez mayores alegras los y las poetas de

    cualquier sitio o

    lu

    gar do

    nd

    e vivan y escri-

    ban. Pero si quiero, precisamente por

    ha lla

    rm

    e lejos de C

    ub

    a, subrayar la pre

    sencia de toda una legin de nu evos

    poetas en la isla, y mencionar el li bro

    de

    un

    o de

    e

    ll

    o

    s,

    Albeno Acosta

    El ngel

    y la mem

    ia

    es

    un

    be

    ll

    o libro, del cual

    envi fotocopia a Eugeni o

    Fl

    orit. Renun

    cio a dar ms deta

    ll

    es, ms elogios del

    libro, pero me permi

    to

    asegurar a quien

    pueda interesar", dentro o fuera de Cuba,

    que slo me mueve a reco mendar la

    lectura de este libro el amor a la poesa.

    Son tan tri stes y brbaros los tiempos

    que vivimos, que ste espontneo elo

    gio a

    un

    libro escrito en Cuba pu ede

    aca

    rr

    ea

    rm

    e, en cie

    rt

    os

    rc

    ul

    os

    s

    mi -

    troglodticos del exilio, la acusacin de

    trai dor a la pa

    tri

    a. Y s tamb

    i

    n que esta

    mencin, hecha al o

    bj

    eto de enviar

    un

    a

    se

    al

    de amistad y de aprecio a los poe

    t

    as

    que vi

    ve

    n y trabajan en Cuba, puede

    signi

    fi

    car para e l a

    ut

    or de

    El ngel

    la

    memori el comienzo de

    un

    horrible via

    cru

    cis,con

    cam

    pos de concentraciny

    te

    rror

    incluidos. Pero aseguro "a quien pu eda

    inte

    resar"

    qu

    e

    mi ni

    ca

    relaci

    nconel

    aut

    or

    fu

    e, y es, la lectura de sus poema

    s.

    Sobre mi opinin en tomo a la ac tu al

    poes a en lengua espaola. s610 me aven-

    turo a decl arar que la veo en

    un

    a etapa

    magnfica, sobre todo por la calidad del

    promedio genera

    l.

    _No todos los poetas

    son

    Humb

    erto Daz S3IlUeVa,

    mi

    poeta ni Oi ga Orozco, pero hay en todos

    los pases

    un

    a alta ca lidad,

    un sa

    ber

    h er de r ter

    ge

    neral,

    qu

    e no exis-

    ta

    en otros

    ti

    empos, cuando la escena esta

    ba oc

    up

    ada por c

    in

    co o seis nombres

    es telares, y el resto era, ramos, " la

    masa". Pero de Colombia y de Chile hay

    que esperar mucho, como de Per y de

    Venezue la . No sabemos, o yo no lo s

    por lo menos, si ya estn ah, dispersos

    por la geografa ame cana (sin seguir

    olvidando el Brasil), los nu evos Hui

    dobros, los nu evos Vallejos, los nu evos

    Lezamas, los relevos de Csar Moro, de

    Jos Goros

    ti

    za, de Gangotena, de Chu

    macero

    ...

    y

    adnd e han ido a parar el

    peru ano Rodo

    lf

    o Henestroza y la cuba

    na Isel Ri vero?

    Lapoesa en lengua espaola,

    di

    go para

    terminar, goza de bu ena salud. Pero en

    obediencia a la rea lidad econmica,

    social, poltica y cultural de los pases

    hi spanoamericanos y de Espaa, se est

    a la espera de

    un

    gran destino, de

    un

    futu

    ra que se pres

    ag

    ia mar

    av

    illoso. El

    futu-

    ro, digo, un lejano, muy lejano futuro.

    Po

    rqu

    e no

    par

    ece estar cer

    ca

    nu

    es

    tr

    o

    turno de protagoni stas en el escena

    ri

    o

    ce

    ntral del mund

    o.

    Cuand o se es com

    parsa en cultura, en economa y en pol

    tica, se es compar

    sa

    ta

    mbi

    n en poesa.

    Una nota brev sima sobre lo que se

    me pregunt de

    Ca

    na

    ri

    as. Los vnc

    ul

    os

    nu estros, gente de isl

    a

    co n los que all

    ll

    amamo s isleos

    ,

    son

    mu

    y fuerte s

    en lo espiritual, a

    un

    que db

    il

    es en lo mate

    ri

    al. Canarias est presente, y muy viva,

    en las races, en toda la vieja

    m

    sica del

    campo cubano y en otras ma

    ni fe

    stacio

    nes de la vida diaria. El gaj iro es en

    rea

    lid

    ad

    un

    cana

    o que naci y vivi en

    lo que alguien, con razn, ll am " la

    mayo r de

    la

    s Islas Canarias".

    Adems de la

    m

    sica y de la ag

    ri

    c

    ul

    tura, Ca

    naria

    s,

    poticamente, es para

    nosotros dos nombres, dos claves: Sil

    vestre de Balboa y Troya de Quesada,

    de

    Gr

    an Canaria primer poeta impor

    tante en

    la

    s letras cubanas (que

    ll

    en

    de hadas y de hamadrinadas su

    Espejo

    de Paciencia ,

    y Leonor Prez, de Tene

    ri

    fe , madre de Jos Mart. Dos

    fu

    entes,

    dos manantiales.

    Gastn Baquero ( 19 18- 1997) es

    un

    o de los a

    ut

    ores ms s ignifica

    ti

    vos

    de la poesa cu

    bana

    de este sigl

    o.

    A

    ut

    or

    de

    libros como

    Sal sobre la

    espada

    (1942),

    Memo

    ri

    al de un testi -

    go (1966), Mag ias e

    in

    venciones

    (1984) y

    Poemas invisibles 1991 ,

    res idira en Madrid desde

    195 9

    hasta

    el ao de su mu ene. Su ob ra potica

    y e nsay ist

    ca fu

    e reco pilada e n

    1995

    por Alfonso Ort ega Ca rmon a y

    Alfredo Pr

    ez

    Al encart, con el ttulo

    Gastn Baquero: Poesa Prosa .

    En

    1998

    la editorial Betani a public el

    libro

    cole

    cti

    vo ntr

    e

    vi

    sts

    a

    stn

    Baque

    ro

    .