juan domingo perón - conducción política (capítulos vii,viii ix y x)

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Ju an Domingo Perón ConDuCCión PolítiCa (Capítulos VII, VIII, IX y X) InstItuto naCIonal “J u an domIngo perónde estudIos e InVestIgaCIones HIstórICas, soCIales y polítICas Buenos aIres 2006 “El principio de la economía de fuerzas establece como condición fundamental  para vencer en la lucha política que es necesario ser más fuerte en la acción en un momento y en un lugar que es donde se produce la decisión”   Juan Domingo Perón

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Juan Domingo Perón

ConDuCCiónPolítiCa 

(Capítulos VII, VIII, IX y X)

InstItuto naCIonal “Juan domIngo perón”de estudIos e InVestIgaCIones HIstórICas, soCIales y polítICas

Buenos aIres

2006

“El principio de la economía de fuerzasestablece como condición fundamental  para vencer en la lucha política que es

necesario ser más fuerte en la acciónen un momento y en un lugar que es donde

se produce la decisión”

  Juan Domingo Perón

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Marzo de 2006

Capítulo VIILa economía de La fuerza

Denición del principioEn la clase anterior había deado para tratar hoy lo que se reere a uno de

los grandes principios de la conduccin, quizá el más undamental de todos:el de la economía de uerzas.

En la conduccin política –que indudablemente involucra siempre uer-zas políticas– la economía de uerzas es un sistema que permite obtener unpoder concentrado en un lugar y en un momento.

La lucha política presupone una accin permanente en numerosos luga-res y de regular intensidad, vale decir, una lucha distribuida en el espacio enque se actúa y en el tiempo.

Tiempo y espacio; dos actores de toda accin de lucha.El principio de la economía de uerzas establece, como condicin unda-

mental para vencer en la lucha política, que es necesario ser más uerte en laaccin en un momento y en un lugar, que es donde se produce la decisin.

Observen ustedes que esto es toda una técnica que no obedece solamentea la lucha.

Es un principio casi universal y permanente en la vida.

Mecánica del empleo de la uerzaSe cumple ese principio cuando decimos que hay que aprender una sola

cosa a la vez; o que no hay que buscar cosas que respondan a dos obetivos,sino a uno solo.

Como éstos, existe una cantidad de hechos que caracterizan toda la me-cánica del empleo de la uerza en la conduccin política.

Este principio, que trata de unicar el esuerzo, establece que dentro de lalucha hay toda una técnica en accin, y es la misma técnica que existe en lavida para todas las cosas.

Decimos del soá-cama que no sirve para sentarse y que se duermemal en él.

Eso está también dentro del principio que nosotros llamamos de la eco-nomía de la uerza, para darle un nombre con el que queremos signicar que

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en ese inmenso campo en que se desarrolla la lucha política hay un principioque es más importante que los demás.

Lugares y momentos principales y secundariosYo no quiero hacer una exposicin académica, sino una explicacin diri-

gida al entendimiento.No me importa, cuando hablo, cmo lo hago, sino utilizar la orma que

lleve a la comprensin.Decía que la lucha política se desarrolla en un inmenso campo que com-

prende el espacio y el tiempo.En el espacio hay lugares donde predomina la importancia de una decisin

avorable, y en el tiempo existen momentos en que es necesario ganar una cosa.Hay, en lo reerente al espacio, lugares principales y lugares secundarios

de la lucha; y en el tiempo hay momentos secundarios y momentos princi-pales o undamentales de la lucha.

El principio de la economía de uerzas consiste en ser más uerte, valedecir, en dominar la situacin política en un lugar y en un momento: en ellugar donde sea más decisiva y más principal.

Vencer en el lugar y en el momento oportunosHay algunos que se gastan en un momento que no tiene ninguna impor-

tancia para ellos; otros, que se dedican a un lugar que es secundario y queolvidan otro que es principal.

En consecuencia, como arremeten en ese lugar y racasan en el otro,pierden.

Ese es el principio de la economía de uerzas; vale decir, es un sistema oun método de accin que permite vencer en el lugar decisivo y en el momen-to decisivo y oportuno.

Principio inmutable y permanente de la conducciónEs indudable que este principio de la economía de uerzas es, en todos los

aspectos de la vida, y especialmente de la lucha, un principio inmutable de laconduccin; es permanente.

Su valor es en todos los casos positivo.Es decir, es el único gran principio de la conduccin que no puede violar-

se en ninguno de los casos, porque establece el sistema medular de todos losgrandes principios de la conduccin.

De él nacen casi todos los principios de la conduccin, y casi todos losdemás principios de la conduccin le sirven a él de una manera directa o deuna manera indirecta.

De modo que pueden violarse algunas veces principios de la conduc-cin, pero éste no puede ser violado sin atenerse a las consecuencias de suviolacin.

La economía de uerzas en la propagandaSobrentendido lo anterior, es decir, caracterizado este gran pr incipio,

quiero dar dos o tres eemplos que aclaran más toda la técnica de suaplicacin.

Supongamos que se trata de realizar la propaganda para el movimientopolítico.

¿Cmo aplicaremos nosotros el principio de la economía de uerzas enla propaganda?

Observen ustedes por eemplo, el panorama actual de la República.Nuestros adversarios, como lo hemos comprobado mediante el estudio

que nosotros hacemos sobre esto, cuando hacen un acto político en plazaItalia –que es uno de los sectores de la propaganda– llevan a la gente en au-tomviles, en numerosos automviles; los custodian, establecen una cadenaalrededor del grupo que está escuchando, etcétera.

Los que van a esos actos son los mismos que van a Palermo, a Medrano,al Puerto, a Avellaneda y a La Plata.

Realizan actos todos los días, y a las distintas partes van los mismos.Poca gente los escucha.Se protegen de los que van a atacarlos, pero nadie los ataca.Si nosotros tuviéramos que luchar con un adversario y dispersar nuestras

uerzas poniéndolas en todas partes igualmente, esperando que ellos realicen

una accin, iríamos diluyendo o acidulando un medio en todo un ampliopanorama.

Técnica de la propaganda peronistaNosotros lo hacemos con otro sistema.Nosotros no realizamos actos públicos; cuando lo hacemos, ya tenemos

las echas determinadas: 1° de Mayo, 17 de Octubre y entonces les ponemosun milln de hombres en la plaza de Mayo.

De la misma manera se procede en las demás cosas.

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Nosotros vamos llevando una accin orgánica en la aplicacin de este prin-cipio, como en todas las cosas, porque en la conduccin política priva el princi-pio de la economía de uerzas, pero en todas sus ormas y en todos los casos.

Se dice: hay que ganar la calle.Pero si nosotros empleáramos a nuestros partidarios en ganar la calle,

tendríamos que tener a todos los peronistas durante toda la vida en la ca-lle, porque en cualquier momento pueden aparecer nuestros adversarioscopándonos la calle.

No se puede proceder así.La calle hay que tomarla de otra manera. Hay que coparla donde interesa

 y cuando interesa.Si vencemos allí en ese momento, nos hemos ahorrado todo un inmenso

desgaste de uerzas, de actividad, de tiempo.

Pegar cuando duele y donde dueleSeguros de la victoria, en lo único en que no hay que equivocarse es en el

golpe. Hay que darlo en el momento oportuno y en el lugar oportuno, paraque rinda sus eectos.

Yo siempre digo, para encauzar a mis colaboradores dentro del principiode la economía de uerzas: no hay que pegar todos los días. Hay que pegarcuando duele y donde duele.

Es lgico. Es el principio de la economía de uerzas en la lucha.¿Para qué estar pegando todos los días? Al nal el adversario no siente los

golpes.Hay que esperar el momento, hay que elegir el lugar y hay que dar el golpe

entonces.Pegar cuando duele y donde duele.Es una cuestin de tiempo y de lugar.

La economía de uerzas en la acción políticaEsto tiene una importancia extraordinaria. Yo he puesto el caso de la pro-

paganda como podría haber puesto el caso de la accin política misma.Para esto se hacen planes y en los mismos se establece perectamente

cmo ha de llevarse a cabo la accin conunta, empezando por la propa-ganda, por la diusin, por la contrapropaganda, por las noticias, por laaccin directa de la política y por la incidencia de la accin del gobiernoen la política.

Hay que hacer un plan que asegure dnde duele y cuándo duele, paraproceder entonces y no en cualquier otro momento.

Si resolvemos emprender una accin oensiva contra nuestros adversa-rios políticos y para ello nos dividimos, dispersándonos por toda la Repúbli-ca, vamos a ser débiles en todas partes.

Debemos analizar el panorama y decir: ¿para qué vamos a pegar en Tucu-mán, si allí, una vez, divididos los peronistas, ganamos la mayoría y la minoría?

¿Para qué vamos a realizar oensivas en La Rioa o en Catamarca?Pero hay otros puntos que son neurálgicos.

Determinar los lugares decisivosNosotros debemos determinar los lugares decisivos, pero nos queda por

establecer una segunda condicin, que es el tiempo.Entonces, sabemos que vamos a concentrar nuestros esuerzos en esos lu-

gares, pero nos alta determinar cuándo y con qué medios vamos a actuar.Entonces, ésa es una accin discriminatoria que va determinando los

centros de la accin y los momentos de la misma.Es lo que permite establecer, dentro del gran panorama político y en todas

las actividades políticas, lo que se reere a tiempo y lo que se reere a lugar.Ahí se determina cuáles son las acciones principales en la política y cuáles

son las secundarias.

Los cuatro puntos del principioEntonces nosotros les dedicarnos el esuerzo secundario a todas las pro-

vincias; y a las más diíciles, que representan el obetivo principal les dedica-mos los medios principales.

Eso es todo lo que presupone la aplicacin del principio de la economíade uerzas en la conduccin política.

Ahora, señores, de este gran principio podemos llegar ya a la determina-cin del cuarto punto.

El primero es su enunciacin, su comprensin y compenetracin.El segundo, determinar las bases, o sea tiempo y lugar.El tercer punto sería la determinacin de los obetivos y de las acciones;

cuáles son principales y cuáles son secundarias.Vendría después el cuarto punto, que es el método para la aplicacin de

este gran principio.

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Teoría de los centros de gravedadLa determinacin de los obetivos principales y secundarios es lo que da

el verdadero método de accin en la aplicacin de los principios de la econo-mía de uerzas, vale decir, que se ha realizado toda una teoría en esto, que sedenomina tema de los centros de gravedad.

Toda accin tiene un centro de gravedad.El centro de gravedad de la accin política es el lugar o el obetivo princi-

pal en el momento decisivo.Allí hay que concentrar las uerzas.En la distribucin de las uerzas, de los medios, de las medidas y de

las acciones hay que hacer que toda la uerza política se concentre enese lugar y en ese momento, constituyendo allí el centro de gravedad denuestra accin.

Esto conorma una teoría del empleo de las uerzas.

El empleo de la uerza políticaEl empleo de la uerza política no es un empleo mecánico, sino un em-

pleo inteligente; no es una asignacin arbitrar ia y discrecional, sino una do-sicacin perecta de las uerzas.

No hay que poner ni un gramo de uerza más donde no es necesaria,para poder concentrar todo el peso de la accin en un momento y en unlugar.

A ese lugar y a ese momento los llamaremos, en este método a aplicar, elcentro de gravedad.

No abandonar el centro de gravedadEs decir, que cuando se realiza la aplicacin del principio de la economía

de las uerzas en la accin política, es necesario establecer, como teoría del

centro de gravedad, que para poder destinar a los lugares decisivos y en losmomentos decisivos toda la uerza de nuestra accin política es preciso noperder ningún hombre en lugares donde no es decisivo.

Nunca se es sucientemente uerte allí donde uno busca la decisin, y espreerible ser batido políticamente en los lugares secundarios, con tal quesepamos vencer en los lugares decisivos.

¿Qué nos importaría perder una eleccin en otras provincias, si ganamosen las más pobladas, donde está el núcleo pr incipal?

Importancia de la teoría en el plan políticoPorque a esa accin, generalmente, también acompaña del otro la-

do un centro de gravedad en la importancia de los sectores que unoatiende.

Esta teoría del centro de gravedad tiene una importancia muy grande en laelaboracin de todo plan de accin, y nosotros hemos dicho que en la conduc-cin política, no se tiene un plan, no se hace nunca nada racional y bien hecho.

Al hablar de todas estas cuestiones, nosotros lo hacemos dándoles sola-mente un carácter inormativo, porque de esto podríamos hacer un desarro-llo muy grande.

Con tratar cada uno de los cuatro puntos que yo slo he mencionado,podríamos ir al desarrollo de todo un curso sobre el principio de la econo-mía de uerzas, con eemplos y aclaraciones de todo orden, que nos pusierandentro de una técnica de accin.

Pero, desgraciadamente, por razones de tiempo no lo podemos hacer.

Criterio racional y metódico para la conducciónLo que yo he buscado con esto es ir ormando un criterio de la conduc-

cin cientíca, de una conduccin racional y metdica sin la cual, en políti-ca, no se va leos.

Con la conduccin por el buen sentido y por la buena orientacin delos hombres que dirigen la accin política como caudillos, se puede llegar acierto lugar, pero de ahí no se puede pasar.

La conduccin en manos de gente de estas características es casi un ocio y adonde nosotros la queremos llevar es a toda una proesin.

Es decir, no nos conormamos con ser hombres manualmente habilitados.No; queremos hacer una conduccin de alto grado y de alto vuelo, y a esto

se llega slo cuando uno hace un estudio y una discriminacin losca de

todo el método y de todo el sistema, llegando proundamente a las raíces,que son las que orientan toda la conduccin.

Bases de la doctrina total de la conducciónCuando uno quiere llegar a hacer de la conduccin un verdadero arte,

es necesario penetrar proundamente las bases sobre las cuales se monta ladoctrina total de la conduccin.

El principio de la economía de uerzas es, digamos así, el tronco.Todo lo demás son las ramas, las hoas y las raíces.

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Yo die los otros días que quería dedicar por lo menos una clase a expli-car este principio, mientras mencionábamos todos los demás principios queinfuyen en la conduccin, porque a este principio es necesario penetrarloproundamente, conocerlo, eemplicarlo y dominarlo.

Dicultad para la explicación de los principiosTericamente, estos principios de la conduccin no se pueden a veces ex-

plicar bien. En este sentido deben considerarse dichosos los hombres que tra-baan con la ciencia, porque ellos se basan en leyes y con un enunciado tienensuciente, mientras que nosotros, que no trabaamos con nada concreto, si-no con cuestiones puramente abstractas, debemos ir conormando toda unamentalidad para encarar, enrentar y resolver los problemas de la conduccin.

Lo concreto, en esto, es la conduccin misma. Todo lo demás es abstracto.

Aplicación inductiva y naturalYo quiero ampliar ahora algunas acetas, algunas distintas modulaciones,

sobre la aplicacin del principio de la economía de uerzas en la política.Este principio, en su aplicacin, va desde las pequeñas cosas hasta las más

grandes e importantes.En cualquier acto político que uno realiza, como asimismo en la vida

diaria, es necesario aplicar el principio de la economía de uerzas.Esto presupone que ese principio no se ha de aplicar puramente en orma

refexiva, sino que ha de aplicarse en orma inductiva, natural.Hay que llevar al hombre que conduce a la costumbre de proceder siem-

pre así en la aplicacin de este principio de la conduccin.

Un acto refejo de la acción conductivaLos que hemos trabaado ya en varias actividades y que hemos ido sometiendo

a este principio todas las acciones de nuestra vida, nos damos cuenta de que ya loaplicamos directamente, como un acto refeo de nuestra accin conductiva.

Es una cosa que se aplica sin que uno se dé cuenta.Muchas veces, sin pensar, uno realiza una accin, pero después, cuando la

analiza, piensa que ha aplicado bien el principio.A eso hay que llegar.Si cada vez que uno tiene que realizar un acto de conduccin debe pensar

cmo aplicará el principio de la economía de uerzas, se pierde en detallesde todo orden.

Esto debe constituir algo así como una segunda naturaleza, en el que con-duce, que le permita aplicarlo sin mencionarlo y sin pensar en él.

Vale decir, hay que disciplinar el propio espíritu de la conduccin sobreun método de accin que lo lleva a uno en todos los casos y en todas las cir-cunstancias a aplicar inconscientemente este gran principio.

Solamente así uno asegura la posibilidad de conducir sin caer en gran-des errores.

El gran secreto: no cometer los grandes erroresPequeños errores se cometen siempre en la conduccin.El gran secreto está en no cometer los grandes errores, porque los que

llevan al racaso no son los pequeños errores, cuando hay grandes aciertos.Los que llevan a la derrota en las luchas políticas son los grandes errores,

aun cuando los aciertos, aunque numerosos, sean pequeños.Esto hay que grabarlo bien, porque es la base de toda la accin de la política.Y perdonen que yo insista en esta cuestin en orma quizá un tanto

exagerada.

Ejemplicación del principioDeterminado de manera general todo cuanto se reere a la orma exterior

de este gran principio, quiero hacer, como decía, algunas consideracionessobre su aplicacin, más o menos meditando la accin que debemos realizarnosotros durante esta campaña política, lo que ya es un tema más concreto.

Allí se puede ver meor la aplicacin de este principio.

Sólo tenemos el problema internacionalTomando el campo general, yo he dicho muchas veces que nosotros, en

nuestra accin interna como internacional, no tenemos más que un proble-

ma, que es el problema internacional.El problema econmico lo hemos resuelto.El problema social se ha resuelto solo, con la solucin del problema econmico.Y el problema político para nosotros no existe en este momento, porque

en cuanto a las reormas constitucionales, las hemos realizado y las vamosaplicando en base a nuestra Constitucin justicialista, y de acuerdo con esovamos elaborando un cuerpo de leyes y cdigos que se reeren a la aplica-cin de aquéllas, de manera que todo eso sigue su normal y natural desarro-llo, y no podemos pensar en su racaso.

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También ha cambiado la mentalidad de nuestros hombresTambién los hombres han ido cambiando poquito a poquito, y también

se ha ido cambiando la mentalidad de nuestros hombres.Este es un proceso lento, que se va realizando por su cauce natural, sin

violencias, sin ricciones y sin ningún otro medio que la preocupacin per-manente de comprobarlo en los hechos y de vigilarlo en la eecucin.

En cuanto a la accin de nuestro Movimiento peronista en el país, tam-poco tenemos problema de ninguna naturaleza.

Él ha ido imponiéndose poco a poco, y sigue imponiéndose cada vez más,a pesar de la lucha enconada de ciertos sectores de la política argentina.

Aumenta el caudal peronistaPodemos decir que aquel capital inicial que tuvimos lo seguimos tenien-do o lo hemos aumentado en la mayor parte de los lugares, de modo que nosolamente contamos con ese enorme caudal, diremos, de hombres que com-parten nuestra manera de pensar y de sentir, sino que también tenemos elconcepto y el prestigio que nos han dado estos años de accin, en que habre-mos cometido algunos errores, pero no muy grandes como para llevarnos ala derrota o al desastre en la accin política.

En cuanto al hecho de la lucha comicial, nosotros no podemos temer nada.Ahora con la incorporacin de la muer a la accin política, nuestra posi-

bilidad aumenta, de manera que no tenemos ningún problema interno.Sobre todo, no tenemos ningún problema interno al cual tengamos que

dedicarnos con todas nuestras energías para resolverlo.

El problema internacionalPero tenemos el problema internacional; ése sí que es diícil. Es muy dií-

cil, y es muy importante, porque el uturo del justicialismo no depende sola-

mente de la República Argentina, y tal vez habrá de resolverse en Europa.La decisin de todo lo que en el mundo pasa hoy se va a producir en Europa.Es lgico; el mundo vive una vida de dependencia y de relacin ex-

traordinaria.Esto nos ha permitido establecer que hoy el obetivo más importante y la

accin principal de toda nuestra accin de gobierno están en la parte inter-nacional más que en la interna.

En 1946, lo decisivo era la parte interna, porque nosotros necesitábamosel predicamento de lo interno, que hoy tenemos.

Debíamos ganarnos esto, porque de lo contrario no teníamos nada quehacer; pero hoy lo hemos ganado, lo hemos impuesto, lo hemos dominado y lo vamos llevando cada vez meor en todos los sentidos.

Pero ahora el problema está auera.Observen ustedes, entonces, que el centro de gravedad ha pasado de lo

interno a lo externo, para nosotros.Yo he de dedicar ahora a la accin internacional los principales medios, y 

a lo interno slo los medios secundarios.Ustedes han de haber observado que en nuestras campañas de ideas va-

mos saliendo a enrentar la accin exterior y abandonando poco a poco loque tenemos concentrado en la accin interna.

Eso tiene que ir aumentando cada día más, porque en un momento dadotal vez tengamos que arontar todo un problema externo.

Esta accin es algo que yo ya había previsto.

El problema había sido previstoMi señora, que unta todos mis manuscritos vieos y algunas veces los

saca del canasto diciendo que son para la historia, me ha hecho el avor deguardarme los papeles de algo que escribí en la mañana del 5 de unio de1946, luego de haber pasado mi primera mala noche como gobernante, pen-sando en las cosas que tenía que resolver al día siguiente.

Los momentos decisivos: el 5 de junio de 1946En la accin común de los hechos políticos internos o externos, uno debe

proceder aplicando también el principio de la economía de las uerzas; esdecir, que el hombre tiene, en el curso de su vida, un sinnúmero de circuns-tancias que le representan a veces momentos decisivos en los que tiene quetomar resoluciones muy importantes para su propia existencia.

Hay momentos en la vida de una persona en los que debe tomar resolu-ciones que van a durarle 10 15 años, o tal vez todo el resto de su vida.

No son recuentes esos momentos, pero cuando llegan es cuando el cen-tro de gravedad de su vida le exige que se resuelva.

El 5 de unio de 1946 yo creí que debía tomar una de las grandesdecisiones de la cual dependería toda mi accin de gobierno, y en esemomento adopté una resolucin que es la que me ha permitido mante-ner todo mi gobierno con un cierto grado de congruencia en la accininterna e internacional.

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El dilema de ser o no serEn ese instante de mi vida estudié la situacin y tomé la decisin que para

mí era undamental.Les voy a leer esto, que escribí hace cinco años, una mañana, después de

haber pensado mucho durante toda la noche:Primero: cuando se viven tiempos de desbordados imperialismos, los Es-

tados, como Hamlet, ven rente a sí el dilema de ser o no ser.Segundo: por eso, la cuestin más importante para el gobernante de hoy 

es decidirse a enrentar al exterior, si quiere ser, o sacricar lo interno, sirenuncia a ser.

Tercero: cuando deenda su independencia, haga respetar su sobera-nía y mantenga el grado de dignidad compatible con lo que debe ser unanacin, deberá luchar duro con los déspotas y dominadores, soportandovirilmente sus golpes.

Cuarto: cuando a todo ello renuncie, vivirá halagado por la alsa aureolaque llega de leos, lo enrentará la lucha digna, pero tendrá que enrentar laexplotacin de su pueblo y su dolor, que golpearán implacablemente sobresu conciencia.

Tendrá a menudo que recurrir al engaño para que lo tolere a su rente y renunciará a su independencia y soberanía, untamente con su dignidad.

Quinto: ésta es la primera incgnita que debo despear en el gobierno demi país, delante mismo del pueblo.

Sexto: yo me decido por mi Pueblo y por mí Patria...Estoy dispuesto a enrentar la insidia, la calumnia y la diamacin de los

enemigos de adentro y de sus agentes de auera.

Estudio de los propios aciertos y desaciertosComo la meor didáctica es el eemplo, yo he querido enunciar este gran

principio, citando los eemplos que pueden contemplarse vívidamente enla accin misma, porque yo no soy como los antiguos telogos, que decían:“haced lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.

Yo preero hablar sobre mis propios aciertos o mis propios desaciertos,que yo no puedo uzgar y que uzgarán, seguramente, el tiempo y los hom-bres que nos sigan a nosotros.

El momento que estamos viviendo yo ya lo había previsto en 1946 y hetomado todas las medidas para enrentar esta situacin que representa elcentro de gravedad de nuestra accin.

El actual centro de gravedadMe he permitido, hasta ahora, dedicar siempre el centro de gravedad de

mi accin al orden interno, lo que me ha traído el éxito en el interior.Ahora yo puedo aprovechar ese éxito en lo interno para dedicar el centro

de gravedad a la accin internacional.Yo me despreocupo ahora de lo interno deándolo a cargo de nuestra

gente, para enrentar al exterior, sin miedo de que nadie nos tire del sacodesde adentro.

En el orden internacional está actualmente el centro de gravedad, porqueése es el único problema que no hemos podido solucionar y que no lograre-mos solucionar hasta que se plantee en orma bien determinada.

Las soluciones denitivas en lo internacionalTomar hoy soluciones denitivas en ese problema sería anticiparnos y 

obrar prematuramente. Hay que dear que eso vaya madurando con una ob-servacin y preparacin inteligente para poder llegar al momento oportuno,con todas las uerzas en las manos y poder así hacer nuestra voluntad.

Todo esto no es otra cosa que la aplicacin del principio: dar el golpeeectivo en el momento eectivo y en el lugar eectivo.

Correspondencia de la lucha interna con la internacionalPorque la lucha en el orden internacional es exactamente igual a la lucha

en el orden interno.Se trata siempre de la lucha de dos voluntades contrapuestas.Vale más el que emplea meor los medios en la accin política o en la

lucha.La conduccin, en el orden internacional, es igual que en el orden inter-

no: es una misma lucha.

Y en estos tiempos, más, porque son luchas ideolgicas, en que tiene unadependencia extraordinaria, un alto grado de dependencia, lo interno de lointernacional, y lo internacional de lo interno.

Si nosotros, en estos momentos, entregásemos nuestro país para el es-uerzo guerrero, no tendríamos problema en lo internacional.

Pero se me daría vuelta la batea en lo interno, y el “lío” lo tendríamosadentro.

Tal es el grado de dependencia que en nuestros días ha adquirido el pro-blema interno respecto al internacional.

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Lo importante es no equivocarse en cuál es el obetivo principal y cuál elsecundario.

“Dnde y cuándo”, ése es todo el secreto, en mi concepto.

La lucha es para los que aguantanCuando las circunstancias son muy adversas, a pesar de acertar uno el

lugar y el momento, le dan un mamporro.¡Y bueno: éstas también son cosas de la lucha!En la lucha, uno nunca está seguro.Esto es como el que anda en un alambrecarril, hasta que llega a la plata-

orma: puede llegar o no a ella.Y si llega, en seguida sigue otro alambre.Así es la vida; así es la lucha.Tiene momentos seguros, que duran muy poco tiempo, para volver des-

pués a realizar la marcha insegura por mucho tiempo.El que no se sacrica, digamos así, a aceptar esas situaciones, es meor que

no se meta en la lucha.La lucha es para los hombres que aguantan.Los que no aguantan es meor que no luchen.También se puede vivir sin luchar.

El centro de gravedad internacionalEn esto hay que ver ahora, discriminado, el gran problema.En esa accin internacional, ¿dnde está su propio centro de grave-

dad?Nosotros vamos descartando lo interno, que es secundario, porque ya

tenemos vencido y sobrepasado este problema.Vamos a lo internacional, que es el teatro principal de nuestra accin en

este momento.¿Dnde está el centro de gravedad de todo ese inmenso panorama inter-

nacional?Algunos dicen que es una lucha de dos imperialismos; unos dicen: ¿Por

qué no nos arreglamos con éstos?Uno lo oye decir todos los días.Otros dicen: No los exacerbemos a los otros.Todo eso es secundario.Hay que establecer un obetivo que sea principal para nosotros.

Ese obetivo principal, en mi concepto, es el siguiente: se ha de pro-ducir una guerra en la que un imperialismo va a vencer y el ot ro va a serderrotado, pero ninguno de los dos, ni el vencedor ni el vencido, va aganar la guerra.

Política conorme con las características de la guerra modernaEn la guerra moderna pierden todos; el vencido, miserable y hambriento, tiene

que ser alimentado por el vencedor, porque de lo contrario se muere de hambre.Esa es la guerra de nuestro tiempo.Esto conorma una situacin sui géneris.Hay que hacer una política que no nos vaya llevando hacia esa accin.

Nuestro centro de gravedad está en el rente occidentalPor razones políticas, ideolgicas, geográcas y estratégicas, nosotros no

podemos entrar a avor del comunismo.De modo que, descartado eso, nosotros ya determinamos en dnde está

nuestro centro de gravedad en la accin: en el rente occidental.Nosotros vamos a ormar parte del rente occidental, y lo que se avecina

va a ser una lucha entre el rente occidental y el oriental.Como nosotros estamos en uno de ellos, tenemos determinado allí el

gran espacio en donde vamos a actuar.Pero nosotros tenemos que actuar con una gran prudencia.

Aplicación de la economía de uerzasTodo esto, señores, en la orma que yo lo entiendo, es la aplicacin, pura y 

exclusivamente, en toda la técnica de la accin, del principio de la economíade uerzas.

Yo busco por todos los medios accionar en orma de ser superior en el

lugar y en el momento oportunos.Si eso se consigue, la accin generalmente se inclina a avor de uno, salvo

que la atalidad lo haga racasar.Y el día que eso sucede es porque Dios lo ha abandonado a uno, y enton-

ces es meor irse a su casa y dear que venga otro que tenga meor estrella y Dios lo siga ayudando.

A los hombres les pasa, como le pas al más grande de los conductores, aNapolen, que si se hubiera retirado un poco antes de Waterloo, no hubieraterminado en la isla de Santa Elena.

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Estas cuestiones son muy importantes y hay que estudiarlas y resolverlasmuy ríamente.

He tratado de desarrollar algunas consideraciones respecto a este asunto, y no sé si habré conseguido lo que me propuse, es decir, llegar a la compren-sin de ustedes en una cosa tan diícil como es exponer algo tan abstracto.

He tratado de ponerles un eemplo general y grande de esa accin, paraque tengan una idea general.

Capítulo VIIIContinuiDaD en el  esfuerzo

RecapitulaciónEn las últimas dos clases empezamos a tratar, dentro de la teoría de la

conduccin, algunas de las que podríamos considerar las grandes orienta-ciones y los grandes principios de la conduccin.

De eso tratamos con cierto detalle, aunque muy sintéticamente, lo que sereere a la inormacin, al secreto, a la sorpresa dentro de la conduccin, ala unidad de concepcin, a la unidad de accin, a la disciplina part idaria, a laobediencia, a la iniciativa.

La continuidad en el esuerzoEn la última clase tratamos lo que se reiere, diremos así, al gran prin-

cipio central de la conduccin, que es el de la economía de uerzas, deque he hablado.

Hoy quiero seguir enumerando algunos de estos aspectos, y empezaré conel que sigue inmediatamente al de la economía de uerzas, y que en cierta ma-nera orma parte de él, y es lo que llamaríamos la continuidad en el esuerzo.

Hay hombres, o personas, que en todos los actos de la vida están todoslos días comenzando.

Es decir, que un día realizan una accin y al día siguiente ya se despiertancon otra idea e inician otra cosa, haciendo lo que los locos, que empiezan acada rato una cosa nueva y nunca se detienen en una permanente.

Actuar sabiendo lo que se quiereEsto, que parecería algo sin mayor importancia, es, quizá, una de las cosas

que tienen más importancia en la conduccin.En la conduccin puede uno hacer cualquier cosa, puede cometer cual-

quier error; pero hay algunas cosas que son imprescindibles, en las cuales nopuede cometerse error sin pagar muy caras las consecuencias.

Una de ellas es la continuidad en la accin.Hay que obrar, hemos dicho ya en otra oportunidad, sabiendo lo que uno

quiere, primero.

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Parece una perogrullada, pero no lo es.La mayor parte de los hombres que actúan en la conduccin, a menudo

no saben lo que quieren.

Congruencia en la acciónTodos estos hechos o esas acciones presuponen asegurar una congruen-

cia en la accin; es decir, no estar empezando todos los días y cambiando deorientacin o dirigiéndose en otra direccin distinta de la que se marcha,sin ar los grandes obetivos leanos y dirigirse a ellos sorteando todos losinconvenientes que se encuentren en el camino.

Después que uno ha tenido un incidente que lo ha desviado momen-táneamente debe aclarar su panorama y decir : “yo voy para allá”, y seguiresa línea.

Es lo que nosotros llamamos la continuidad en el esuerzo.

Plan de acciónCreo yo que en la conduccin es undamental hacerse un plan de ac-

cin. El plan de accin tiene, casualmente, la virtud, en primer término,de llevar al hombre a la obligacin de saber bien qué es lo que quiere, arsus obetivos; y en segundo lugar, perseverar en la direccin de ese obetivopara alcanzarlo.

La realización del planLa continuidad de la accin, que es otro de los grandes principios, es

no desviarse parcialmente, para después encaminarse y seguir sobre suobetivo inicial.

Una mala idea desarrollada con continuidad puede producir un gran éxi-to; y una buena idea que no se desarrolle con continuidad puede producir

un gran racaso.Vale decir que no es solamente suiciente establecer un plan, sino que

ceñirse a ese plan durante toda la realizacin es más undamental queconcebirlo.

¿De qué puede valer un plan si uno lo abandona al primer incidente quese presenta sobre la marcha de los obetivos de ese plan?

Por eso die muchas veces desde estas clases que en esto de la conduccinno está bien planearlo solamente, sino que el arte está en realizarlo en todassus partes.

Plan general y plan de detalle¿En qué consiste la continuidad de la accin en la realizacin de un plan

cualquiera?El plan general consta de dos partes: una de detalle y una general.Es decir, cuando uno se lanza a una accin planicada, puede llegar con

la previsin racional hasta un cierto punto con todo detalle.Pero en ese momento en que se empeña una lucha cuya continuacin de-

pende de la posicin que sura de ella, ya no se puede planicar en detalle.Un eemplo aclarará bien esto: nosotros tenemos que realizar una accin

política dentro del plan establecido desde ahora hasta la terminacin del Se-gundo Plan Quinquenal.

Es decir, nosotros decimos: vamos a hacer esta campaña política; vamos avencer en las elecciones de 1952 y vamos después, a realizar el Segundo PlanQuinquenal, que encierra todos los obetivos, políticos, sociales y econmicos.

Plan de detalle hasta el 24 de ebreroYo puedo establecer con detalle todo hasta el 24 de ebrero de 1952, echa

en que se van a eectuar las elecciones.Más allá, ¿de qué me vale a mí prever en detalle si a lo meor puedo perder

la eleccin? No hablo de esto con sentido político, sino con el sentido de laconduccin.

Es slo un eemplo para poner en evidencia una accin.De manera que yo puedo establecer un plan perectamente bien hasta el

día 24 de ebrero de 1952.Más allá solamente puedo tender grandes líneas, porque quién sabe cmo

variará la situacin.No solamente se puede perder la eleccin; pueden producirse antes de la

eleccin disturbios, o bien una revolucin; puede declararse la guerra...

Desde ese momento, según como ganemos la eleccin, según sea la situa-cin que reste, según sea la situacin internacional y según otros actores quepodrían producirse, se verá lo que hay que hacer.

Después, sólo las grandes previsiones¿De qué valdría, señores, prever todo ahora, si después no lo vamos a

poder realizar porque la situacin ha cambiado?Nosotros sabemos que hasta el 24 de ebrero no va a cambiar la situacin.

Pero ésta puede variar.

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Entonces, prevemos hasta allí; más allá de eso solamente tiramos grandeslíneas, como el gran hilo de Ariadna, como una estrella polar cuando se na-vega con grandes rumbos.

Sabemos la direccin en que vamos, pero no sabemos el cambio, nisabemos cmo vamos a sortearlo porque no podemos prever con tantaanticipacin.

Caso práctico de continuidad de acciónPara el establecimiento de un plan de esa naturaleza, slo se puede ar en

detalle hasta donde sea previsible como una línea de accin general.La continuidad de la accin está en establecerse: de aquí hasta el 24 de

ebrero, como eemplo, vamos a marchar hasta tal obetivo, pero si duranteese tiempo nos desvían y nos sacan en otra direccin, no nos vamos a quedarallí permanentemente para resolver esa situacin solamente; resolvemos lanueva situacin rápidamente, volvemos al camino e insistimos otra vez so-bre el mismo obetivo.

Ése es el concepto de continuidad de accin.

La perseverancia en la acciónVale decir, no es estar siempre accionando, como algunos pueden creer.No; la continuidad de accin es accionar siempre hacia el obetivo, co-

mo las aguas de una brúula, que pasan rente a una masa magnética, sedesvían, pero tan pronto no sientan la infuencia de la masa, vuelven amarcar otra vez el Norte.

Es decir, ante cualquier infuencia que lo saque a uno de la idea primiti-va, una vez que desaparece se vuelve a la idea primitiva, para asegurar así lacontinuidad en la accin inicial.

Esa perseverancia en la accin es uno de los grandes principios de la

conduccin, para evitar que uno sea desviado del obetivo y abandone elobetivo undamental, que es el trazado, para desgastarse en un obetivosecundario, perdiendo la vista del conunto y perdiendo también la marchaoriginal del propio plan.

Necesidad de comprensión antes que de memoriaYo quiero dar solamente el concepto de esto.No olviden que siempre he dicho que la conduccin no se aprende, sino

que se comprende.

De manera que mi clase no está nunca dirigida a que ustedes recuerden,sino a que ustedes penetren los pensamientos que sustentan toda la teoríade la conduccin.

No va dirigida a la memoria, sino a la comprensin de cada uno; conque lo comprendan es suciente, porque si lo quieren aprender no loaprenderán amás.

Uno comprende los grandes principios, después los practica sin acordar-se siquiera de ellos.

Este es el eercicio permanente que hay que realizar.Pero estos grandes principios son, diremos así, el esqueleto de toda la

conduccin.Quien posee el esqueleto puede ir ormando lo demás durante el eerci-

cio; pero eso que sustenta toda la armazn de la teoría de la conduccin es loque cada uno necesita armar.

Ya les digo: comprender, penetrar.Cuanto más se comprenda meor será la aplicacin de estos grandes

principios.

El plan hay que cumplirloEsta continuidad en el esuerzo, vale decir, la perseverancia en la accin ra-

cional, es decir, el cumplimiento de un plan que establece el camino entre la si-tuacin y el obetivo que hay que lograr, permite esa marcha entre la situacinactual, que es el punto de partida, y el obetivo, que es el punto de llegada.

En la marcha más o menos accidentada según sean los hechos que se pro-duzcan durante ella, la continuidad asegura que uno, partiendo del puntobase o inicial del plan, pueda alcanzar el obetivo en más o menos tiempo,en peores o meores condiciones, con más o menos lucha en el camino; perollega, tarde o temprano, al obetivo que persigue.

Eso es la continuidad en el esuerzo, eso es lo que hay que trazarse comouna cosa inviolable de la conduccin. Sin eso, no se va leos nunca en laconduccin.

No hay que proceder como esos que hacen un plan y al día siguiente ha-cen otro, y después otro.

No; malo o bueno, el plan hay que cumplirlo.

La obra de arte está en las realizacionesEsa es la obra de arte, hemos dicho.

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La concepcin es solamente una concepcin. No hay obra de arte en lasconcepciones.

La obra de arte está siempre en las realizaciones.Las artes no son, diremos, cuestiones de concepto solamente; son cosas de

accin, y en esto de la conduccin lo más importante es accionar.Accionar racionalmente con la concepcin de todos los grandes principios.Accionar siempre.Y cuando uno ya no tiene a quien recurrir para lo racional, accionar aun-

que sea irracionalmente con las uerzas espirituales.

Saberse jugar enteroHablando de estas cosas ha dicho uno de los más grandes conductores

–por lo menos ter icos–, Clausewitz, que cuando el hombre está desespera-do y no tiene ninguna solucin racional rente a sí, todavía le queda el últimorecurso de las uerzas espirituales, y es saber mor ir gloriosamente.

Ese es, sin duda alguna, el punto máximo de la conduccin en ese sentido,es decir, saberse ugar todo a una carta y que sea después lo que Dios quiera.

El hombre que está animado del sagrado uego de la conduccin, muchasveces tendrá necesidad de recurrir a eso.

Cuando la desesperacin no le dea otro camino, él toma una accin virilpara saber cumplir el último principio.

Dominio general y dominio localEn la conduccin hay otras circunstancias.No sé si los podríamos llamar principios.Es el dominio que la conduccin eerce en los dos grandes aspectos en

que la misma puede dividirse; o sea el dominio general y permanente, quees una de las ormas del dominio, y el dominio local y circunstancial, que es

otra de sus ormas.Conduccin sin dominio, es muy diícil de realizar.En primer lugar hay que tener el dominio de la propia uerza que uno

manea.¿Cmo puede conducir un político si la gente no lo sigue? ¿Si la gente lo

tiene que llevar adelante, empuándolo?No. El político ha de conducir con la gente que lo sigue por detrás, sin que

él tenga necesidad de darse vuelta para ver quiénes son.Vale decir que ha de tener un dominio.

El dominio general y permanenteEn esto hay dos clases de dominio.El dominio general, que el conductor eerce sobre la masa conducida por

sus condiciones, por su predicamento político, por su accin política y porsu capacidad de accin política.

Si el hombre tiene ese dominio general, lo único que le queda por hacer,es tratar de hacerlo permanente.

Y esa permanencia es posible de lograr de una sola manera: haciendo queel conductor no decaiga en su accin, porque si él obtiene predicamento consu conducta y con su capacidad, inicialmente, y no convence a las masas delo contrario, él retendrá ese predicamento.

De manera que eso depende mucho de él y de los que lo acompañan.Sus actos de conductor, sus actos de gobierno, sus virtudes personales no

desmentidas, le pueden dar el dominio permanente dentro de la realidad dela permanencia humana, naturalmente.

La otra orma de dominio en la conduccin es dominar sectores olugares.

Popularidad y prestigioObserven ustedes un eemplo: en la política hay dos clases de dominio,

según sea que se obtengan dos clases de predicamento, la popularidad y elprestigio.

La popularidad es siempre local y circunstancial. El prestigio suele sergeneral y permanente, cuando es prestigio.

La popularidad llega en un día, pero también es susceptible de irse enotro día.

El prestigio se gana paso a paso, pero también se pierde paso a paso.Ningún hombre que se dedique a la conduccin política deberá ol-

vidar amás estas dos circunstancias, y ustedes verán eemplos de estotodos los días. La popularidad es la de los líderes deportivos y de lasrevoluciones.

Popularidad de la revolución setembrinaAcuérdense: el 6 de setiembre la gente estaba toda en la Plaza de Mayo

vitoreando la revolucin, pero poco tiempo después estaba en la calle gri-tando en contra de la revolucin; la popularidad de un día había caído al díasiguiente.

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Prestigio de la revolución juniaCon nuestra revolucin sucedi lo mismo hasta que nosotros uimos a la

Secretaría de Trabao y Previsin y empezamos a acumular, todos los días, unpoco de prestigio por nuestra accin.

Y ese prestigio lo hemos mantenido luchando, realizando y gobernandoecientemente.

El prestigio peronista ante la inercia radicalLes diré que también eso se pierde despacito.Por eso los radicales están empeñados en hacernos perder prestigio, todos

los días, con sus actos y reuniones políticas.Pero no debemos temerles.Ellos realizan actos diariamente, con gente regimentada que llevan en sus

automviles, cuyos números –lo sabe cualquiera– son siempre los mismos.Nosotros celebramos anualmente dos actos: el 1° de Mayo y el 17 de Oc-

tubre. ¿Para qué más? Mientras nosotros no procedamos mal desde el go-bierno, nuestro prestigio no se perderá por las conerencias políticas.

En esto ocurre lo mismo que cuando uno saca la lotería un día y al si-guiente uega lo que gan en las carreras; o cuando uno recibe una herencia,dea su trabao, se va a pasear y al poco tiempo no le queda un centavo.

En cambio, al que va ganando centavo por centavo, vendiendo naranas,¡nadie le saca después la riqueza que acumula!

Es necesario el prestigio para conducirPara conducir, no es suciente la popularidad. Para conducir es necesario

el prestigio. Y, cuando este prestigio se pierde, es necesario retirarse.Es necesario dear la conduccin a otro que tenga prestigio, o de lo con-

trario ésta se va por tierra.

Nadie puede conducir sin ese principio básico de la conduccin que es elprestigio.

Nadie, si no convence a la gente con hechos, de que es capaz de conducir,puede conducir de manera que tengamos algo que agradecerle, si no tieneese prestigio.

Lo mismo ocurre en la guerra: un comando sin prestigio no lleva leos asus soldados.

Los griegos acostumbraban designar por eleccin a sus generales, y nadieha conducido meor que los gr iegos.

Conducción por hombres capacitadosLa conduccin ha de hacerse por los hombres capacitados; no se puede

hacer por los incapacitados.Y a veces nosotros podemos estar engañados creyendo que alguien está

capacitado y resulta luego que no lo está.En una palabra, la conduccin necesita de este prestigio; así surge la aglu-

tinacin de las masas, de los eércitos o de las colectividades detrás de loshombres de prestigio.

Sin el prestigio no se va leos ni se conduce nada.

Transormar la popularidad en prestigioPor eso, al hablar de estos dos actores undamentales de la conduc-

cin para todos sus campos, es necesario que el hombre, si alcanza elmomento de la popularidad, vale decir si ha obtenido ese dominio local

 y circunstancial, sea capaz más tarde de reairmarlo en los hechos, trans-ormándola paulatinamente en prestigio, que es el dominio permanente

 y general.El que aspira a conducir tiene que trabaar sobre este deseo, y eso se ad-

quiere con virtudes y con hechos, con obras y con virtudes; no se adquierecon cuentos, con mentiras o engaños.

Con esto no se va leos.La mentira tiene las piernas demasiado cortas; en seguida se la alcanza.Con estos procedimientos el prestigio se derrumba.

Obrar con lealtad y sinceridadDe allí que la política usticialista ha sostenido siempre el abandono de la

antigua mentira política, para proceder siempre leal y sinceramente, que esla única orma que asegura el dominio en orma permanente.

Uno debe obrar siempre con lealtad y con sinceridad.Aun los errores cometidos con lealtad son perdonables.Imperdonables son los cometidos con mala e.Estos no los puede perdonar el pueblo ni ninguna persona de buena e.

Base de la doctrina peronista: la lealtadPor esa razn, nuestra base, o la base de nuestra doctrina, arma eso: que

es necesario proceder con veracidad en todos los actos de peronistas, y ar-mar eso en la lealtad y en la sinceridad de la accin.

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El hombre que no procede con lealtad y con sinceridad en nuestro movi-miento, o en cualquier otro movimiento, nunca llegará a ser nada.

Por eso, el cultivo de las virtudes personales es la base de la conduccin.Un conductor sin virtudes –die al principio– es un conductor que va de

a pie, no va leos.

Dominio del pueblo por el prestigioSeñores: sobre esto se podría extender la explicacin, pero yo no quiero

prolongarla más porque ya va siendo demasiado larga.Lo importante es establecer con toda claridad que la conduccin se hace

en base al dominio de una masa organizada o sea de un pueblo, que no esotra cosa que una masa organizada; que ese dominio no se eerce por la po-pularidad, sino por el prestigio, que es la base de todo; prestigio que da esedominio general y permanente al conductor y que le da libertad de accin.

El prestigio asegura la libertad de acción del conductorUn conductor que no tenga dominio debe andar haciendo combinacio-

nes raras para convencer a su gente de que haga tal o cual cosa.Si no tiene ese prestigio, ese dominio, entonces resulta muy complicada la

conduccin, pues en cada ocasin tendría que persuadir a los hombres.De esa manera no se puede llegar a ninguna parte, pues se tiene que ex-

plicar a cada uno lo que debe hacer.El prestigio asegura la libertad de accin del conductor mediante la sub-

ordinacin voluntaria de todos los hombres que lo siguen y creen en él.Creyendo en él, él tiene su gente detrás y no necesita darse vuelta para

comprobar si lo siguen o no; él sabe que lo siguen y que lo van a seguir.

La libertad de acción: otro actor undamentalDe manera que la libertad de accin del conductor es otro de los actores

undamentales para la conduccin.¿Cmo podría conducir yo un gran movimiento si cada vez que tuviera

que tomar una resolucin necesitara preguntarme si los periodistas estaránde acuerdo con eso que yo pienso hacer?

Muchas veces yo imaginaría que ellos no estarían de acuerdo conmigo y que tal vez no me seguirían.

Eso me limitaría enormemente en mi accin de conductor, pues yo ten-dría que estar subordinado a lo que a la gente le gusta que uno haga.

Sin esta libertad de accin no se puede conducir; es totalmente im-posible.

Doctrina y libertad de acciónPor esa razn, el movimiento peronista no slo ha buscado el prestigio

de los líderes, sino también la libertad de accin en la conduccin y ha hechouna doctrina dentro de la cual el conductor y los conducidos accionan; losconducidos saben que el conductor no se saldrá amás de esa doctrina y quecualquier accin que realice será siempre dentro de ella porque ella es la queda la orientacin general a l movimiento.

Eso coadyuva para asegurar la libertad de accin del conductor, pudien-do usar toda la gama de recursos que la conduccin le brinda, pues él sabeque conduciendo dentro de esa doctrina, aceptada por toda la masa peronis-ta, siempre estará bien, y no tendrá temor de tomar una medida siempre queella esté de acuerdo con la doctrina.

Regulación de la discrecionalidad por la doctrinaLa libertad de accin es undamentalmente necesaria en el conductor; que

él sea libremente apoyado por todos los hombres que lo siguen, de acuerdocon la orientacin doctrinaria.

La libertad de accin es uno de los grandes principios, y cada hombrepuede tomar el curso prudente y sabio que cada una de las ocasiones requie-ra utilizando la gama de recursos que pueda, pero siempre de acuerdo conla doctrina.

Quitarle armas al conductor es empequeñecer su accin; darle todas lasarmas puede ser peligroso.

Por esa razn se crea una doctrina, para no darle todas las armas incon-dicionalmente, sino las armas necesarias, es decir, lo que está dentro de la

doctrina.De esa manera el conductor no puede ser un tirano ni un dictador, pero

tiene en sus manos la uerza requerida para accionar con la suciente liber-tad para cumplir los nes que constituyen los obetivos undamentales delmovimiento.

De esa manera, con la doctrina, hemos terminado con toda posibili-dad de que existan tiranos dentro del movimiento, pero asegurando, almismo tiempo, a los conductores la libertad de accin necesaria dentrodel movimiento.

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Sólo tres países que poseen doctrinaHemos dicho que para asegurar la libertad de accin es necesario

contar con una doctrina. Observen ustedes que cuando nosotros de-cimos una doctrina estamos iando una accin ideal, no una accinsolamente real.

Yo analizo el mundo entero, y en él hay solamente, para mí, tres paísesque tienen una doctrina y actúan dentro de una accin bien racional. Unode ellos es Rusia, que mala o buena, sabe lo que quiere y tiene una doctrinaa la cual se ciñe.

Es decir, tiene un ideal; al servicio del Estado, con tiranía, con dictadura,con violencia, pero tiene un ideal.

Los ingleses siguen su sistema socialista un poco vieo, pero tienen unideal.

El tercer país somos nosotros, que tenemos otro ideal, que es el justi-cialismo.

Ausencia de una doctrina en el capitalismo¿Adnde va a ir, en cambio, el capitalismo?¿Cuál es su doctrina?Ellos tienen una táctica, pero no una doctrina.¿Adnde van?¿Cuáles son sus ideales?Amasar dinero, ormar grandes compañías, gastar todo lo que acumulan

dentro de ese círculo vicioso de su dinero y de su negocio.Pero, ¿cuál es su ideal?¿Qué anhelan para el mundo?¿Qué creen que debe ser el mundo?

El capitalismo no posee una orientación denidaNo pueden ir muy leos porque no tienen una orientacin ni un ideal. Si

mañana el mundo derrotado por ellos estuviera en sus manos, ¿qué rumbole darían?

¿Lo harían como ellos?Ustedes pueden comprender que el adoctrinamiento es la base de todo.Si no hay una doctr ina que e un ideal, no se llega muy leos.Si nosotros tuviéramos la humanidad en nuestras manos, sabríamos qué

hacer con ella.

Pero si el capitalismo tuviese a la humanidad en sus manos le pasaría loque le ocurre actualmente con el mundo, que lo tiene en sus manos, pero queno sabe qué hacer con él.

Menos sabría cuando se tratase de ideales.

El adoctrinamiento es base de la conducciónEl adoctrinamiento es la base de toda la conduccin, porque para saber

como hay que ir es necesario conocer adnde vamos, y para eso tenemos queseguir un ideal.

De ahí que los capitalistas hayan dicho a menudo que el justicialismo es máspeligroso que el comunismo; para ellos sí, porque ellos no saben lo que quieren.

Nosotros, en cambio, sabemos adnde vamos y si tuviéramos el mundo ennuestras manos lo haríamos usticialista sin someterlo a nuestro “imperio”.

La losoía de la conducciónSeñores: En este aspecto de la conduccin, nosotros vamos desentrañan-

do poco a poco, según pueden ir viendo, esos grandes principios, que son lalosoía de la conduccin.

Es decir, la conduccin no es un ocio oscuro e intrascendente cuando sela considera cientícamente.

La conduccin es un arte lleno de matices y constituye toda una losoíade la vida, de los pueblos y de los hombres.

Si priváramos de esa losoía a la conduccin, haríamos de ésta una pro-esin; de esta capacidad artística de la conduccin haríamos un ocio oscu-ro e intrascendente.

Pero nosotros estamos empeñados en una accin de alta conduccin, demasas o de pueblos, y no podemos empequeñecer esta uncin que es tanimportante.

Observen ustedes lo que ha pasado con nuestros pueblos y cuál ha sidoel índice más desavorable para la conduccin de pueblos como el nues-tro, pueblo nuevo, nacido con un empue extraordinario después de suindependencia y estancado cada vez en su marcha hasta llegar casi a unaposicin de inercia absoluta.

Desorientación argentina antes del 4 de junio¿Qué es lo que le ha ocurrido a nuestro pueblo en el aspecto de la conduc-

cin? En primer lugar, ¿sabíamos nosotros lo que queríamos?

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La mitad de los argentinos eran comunistas o socialistas. La otra mitadéramos de tendencia cristiana; había también una pequeña parte que seconducía según el culto o el rito más que según la doctrina.

Nuestros enemigos marxistas ueron haciendo olvidar a la humanidadcristiana su doctrina.

Como era más ácil cumplir el rito que realizar la doctrina, todos nosuimos por la línea de menor resistencia: abandonamos la doctrina y cum-plíamos solamente el rito.

Tanto es así, que ahora hacemos el descubrimiento de que hoy en el mun-do puede ponerse en eecucin la doctrina social cristiana que hace dos milaños estamos predicando.

Además, estaban los conservadores. Ya conocemos cuál es su doctrina:engañar siempre, para sacar algún benecio material.

Los políticos no tenían programas denidosLos otros sectores luchaban por ver quién llegaba al gobierno, pero

no sabían para qué querían llegar al gobierno ni qué iban a hacer en elgobierno.

Cuando se les preguntaba cuál era su programa, ellos contestabancuatro o cinco paparruchas secundarias e intrascendentes, o decían queiban a hacer cumplir las leyes de la Nacin, como si las leyes de la Nacinpudieran constituir una especie de tabú permanente para el Estado o laNacin.

Este estado de cosas no ha permitido nunca una conduccin de nues-tro país.

Los hombres capacitados se dedicaron a decir y no a hacerHombres altamente capacitados se dedicaron a decir, pero nunca a hacer.

Teníamos hombres maravillosamente capacitados en todas las disciplinascientícas, pero ¿de qué le ha servido eso a la República?

Hombres que tenían mucho en la cabeza, y quizá mucho en el corazn,no llegaron nunca a la accin política.

Desgraciadamente, la democracia tiene sus deectos, como todos los re-gímenes tienen los suyos.

En nuestro país los hombres políticos ueron los vivos, los hábiles, los quesabían engañar meor, y eran todos abogados de importantes compañías,con cuyo dinero contaban para hacer su campaña.

Abogados de empresas extranjerasEn los últimos cincuenta años, salvo dos o tres casos, como Yrigoyen, por

eemplo, en general todos nuestros políticos ueron abogados de importan-tes empresas, de la Unin Telenica, de los errocarriles o de alguna otra,pero todos eran abogados de compañías extraneras.

Entonces, señores, ¿qué sabían esos hombres de la conduccin y delgobierno?

No sabían absolutamente nada.

Ignorancia supina de la conduccion y el gobiernoLlegaban al gobierno y en los seis años que estaban en él aprendían algo a

uerza de los errores que cometían en peruicio de todos los argentinos, peroentonces se hacía una nueva eleccin y venía otro que tampoco sabía nada denada, y vuelta a lo mismo para que empezara a aprender.

En nuestras universidades, los muchachos estudiaban ciencias políticas;pero ¿de qué les ha servido?

Pasaban su vida estudiando ciencias políticas, y cuando salían de la Fa-cultad iban a hacer de dactilgraos en alguna ocina por doscientos pesosmensuales, y en donde su ee “lo ataba a la pata de su silla” para que no pu-diera progresar por su cuenta.

Este es el régimen que hemos vivido nosotros.

Propósito peronista: capacitar a los gobernantesLo que el régimen usticialista quiere es capacitar a los hombres, darles

una manera de conducir, una idea de gobierno, para que cualquiera, en cual-quier situacin, pueda emplear esa conduccin y esa idea de gobierno, e irormando con esto –que es como una célula inicial– una escuela dentro denuestro gran movimiento para que los hombres se vayan capacitando.

Dentro de esto, hay que ir después elevando el horizonte, para que estoscursos, que hoy se inician de una manera tan rudimentaria y primaria, nospermitan en el uturo elaborar toda una gama de ciencia del gobierno; paraque tengamos después nosotros hombres capacitados, no slo en el gobier-no, sino también en la conduccin.

Lo más importante para el pueblo es el gobierno¿Qué puede haber más importante para un país que su gobierno y la con-

duccin de su pueblo?

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Y pensar que hemos perdido cien años sin dedicarnos a aprender y ense-ñar esto, que es lo más undamental para el país, para que tengamos después“amateurs” haciendo política, “amateurs” haciendo la conduccin y “ama-teurs” gobernando, cuando deberíamos tener hombres perectamente or-mados en eso que es lo más undamental para todos los argentinos.

Un error que comete un argentino lo sure él, pero un error que cometeun gobernante lo suren los diecisiete millones.

Nosotros debemos ser los más interesados en ir ormando toda una es-cuela de esto.

Debemos tener, primero, hombres ormados en las virtudes; luego, en lacapacidad para el comando y para la conduccin y en la capacidad para elgobierno.

Esa es nuestra orientacin.Empezamos así en pequeño, en esta Escuela porque queremos empezar

de a poco.Después ya veremos cmo vamos a ir agrandando esto para hacer de esta

Escuela una verdadera universidad, con todos los estudios integrales para laconduccin y para el gobierno.

Capacitar las capas dirigentesTodo esto es la base de nuestro adoctrinamiento, es decir, ir “educando al

soberano”... Cuanto más capacitemos las capas dirigentes, más trascenderáde esa preparacin.

Queremos abandonar las vieas costumbres de aquellos tiempos en que seconcurría al caé para ver cmo se iba a realizar el raude dentro del comitéo cmo se le robarían los libros de inscripcin.

En lugar de estudiar esas cosas, estudiaremos cmo debemos desarrollarnuestra doctrina y cmo vamos a cumplir con nuestro deber desde el gobierno.

Ganar una eleccin para racasar en el gobierno es negocio.Para racasar desde el gobierno es meor no ganar la eleccin.Es preerible que la gane el otro; que racase el otro.Todo esto conorma dentro de nuestra doctrina un principio moral sobre

el cual hay que construir toda la accin política.

Inteligencia y capacidad para las buenas causasNo nos basamos en pr incipios inmorales, porque la inmoralidad no tiene

orma permanente en ningún aspecto de la vida.

No hay nada inmoral que viva.Lo único que subsiste sobre grandes undamentos de perennidad es el

conunto de los grandes principios morales.La doctrina no es otra cosa que la sustentacin de ideas que austan para

la vida grandes principios morales.Sobre eso asentamos todo nuestro estudio.Es inútil la habilidad cuando está detrás de una mala causa; es gran-

diosa la habilidad, es grandiosa la capacidad cuando están detrás de unabuena causa.

Cuanto más inteligente y capaz es el que eerce una mala causa más peli-groso y más dañoso resulta para la sociedad.

Conormamos un movimiento idealista y moralDe manera que nosotros, que conormamos un movimiento idealista y 

moral, eso es lo primero que debemos inculcar a nuestra gente.Estos son todos alones que vamos marcando en el camino hacia ese gran

obetivo que nos hemos propuesto inicialmente.Todo esto lleva a otra de las conclusiones indispensables para la conduc-

cin: la accin solidaria.

La acción solidariaNo hay conduccin de masas, por bien organizada que esté en lo material,

si no se ha creado por el adoctrinamiento una accin solidaria.Ustedes lo pueden observar todos los días con los pequeños “caudillitos”

que todavía actúan dentro del peronismo.Esos no tienen accin solidaria, no tienen una conciencia usticialista y 

peronista ni tienen una conciencia social.Sin esos dos estados de conciencia, la política es una cosa muy diícil.

El usticialismo o peronismo es una gran bolsa en la cual cada uno poneun poco de lo que él conquista y de lo que él t iene, de manera que cuando seponen cosas dentro de esa bolsa nadie se puede pelear.

Se pelean cuando algún “vivo” quiere meter la mano en la bolsa y sacar algo.

Vale decir, que la accin solidaria está armada en esa conciencia política y en esa conciencia social.

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Golpe de muerte para el individualismoYo he dicho muchas veces que quizá de todo el bien que yo pueda haber

hecho a la colectividad argentina, uno es inigualable: el haber desarrolladoen el pueblo argentino una conciencia social.

Eso ha sido el golpe de muerte para el individualismo negativo en el quehemos vivido durante tantos años.

Todo el mundo era enemigo de todo el mundo, y una economía de mi-seria había creado en el campo econmico una lucha permanente en la que,como dice el tango, todos los días había que salir en busca del “peso” parapoder comer.

Esa economía de miseria ha sido el azote más extraordinario contra lasolidaridad del pueblo argentino.

En política estaba el que le hacía la zancadilla meor al otro, para que elotro cayera y él saliera adelante; ésa era la escuela neasta y negativa de ganarhaciendo mal a los demás, en vez de ganar corriendo más ligero que los de-más y siendo más capaz y más moral que los otros.

Ese es el espíritu maldito del individualismo, carente de sentido social y de sentido político, que no slo ha hecho de cada hombre un lobo, sino queha hecho lanzar a unas naciones contra otras.

Importancia de la solidaridadCuando nosotros decimos que para un peronista no debe haber nada

meor que otro peronista, estamos levantando la bandera de la solidaridaddentro de nuestras uerzas.

Desgraciadamente, no la podemos levantar dentro de nuestros adversa-rios, pero cuando a ellos les decimos que queremos que en la Argentina to-dos estén unidos, les estamos levantando una bandera a avor de ellos dentrode nuestro movimiento.

En esto la conduccin debe hacer hincapié de una manera prounda: nopuede haber conduccin sin accin solidaria.

Acción solidaria y doctrinaLa accin solitaria es también producto de la doctrina. Cuando todos los

hombres piensan de una misma manera y sienten de un mismo modo, lasolidaridad viene sola.

Viene esa solidaridad que se consustancia con la vida misma de los hom-bres, esa conciencia colectiva, esa conciencia social por la que nosotros lu-

chamos para que todos metan dentro de la bolsa y nadie se avive de querersacar de la bolsa, pues lo que está dentro de ella se reparte entre todos.

Cuando un peronista, aun en la accin política pequeña, quiere sacarventaa para sí, está perudicándose él mismo.

Es tan ignorante y tan poco proundo, que no se da cuenta de que al pro-ceder así hace un gran mal al movimiento, y que si el movimiento racasa, élva a ser uno de los racasados, no un tr iunador.

Para que triunemos cada uno de nosotros tenemos que empezar por ha-cer que triunemos todos en conunto; de allí saldrá el triuno para cada unoen la medida que cada uno lo merezca, si hay usticia; y si hay inusticia, hay que soportar virilmente los golpes y tratar de llegar más leos que los demásque no posean esas virtudes.

Una razón superior, que es la unidad partidariaLa usticia entre nosotros es otra cosa.Cuántas veces ha venido alguien con un problema rente a otro, con un

problema contrapuesto, y me ha presentado el problema, le he dicho: “Nome interesa este problema; me interesa que estén unidos y marchen unidosdentro del movimiento”.

Alguno me ha dicho: “Pero yo tengo razn”.Y yo le he contestado: “A mí no me interesa. Yo tengo una razn superior,

que es el partido”.Yo no estoy aquí para darle la razn a nadie.Estoy para darle la razn a la suprema obligacin que tengo yo, que es el

país, que es nuestro movimiento; que son, después, los hombres de nuestromovimiento.

Nadie me ha hecho uez para administrar usticia entre los hombres quetienen intereses encontrados.

Que pongan otro uez.Lo que me interesa es que estén todos unidos en un movimiento único,

con una única direccin, con un único obetivo.Yo en el movimiento no tengo obligacin de ser uez ni de administrar

 usticia entre los hombres.

Hay que imponer la solidaridadLo importante es comprender que todo este espíritu de solidaridad, que

es superior a la usticia y superior a todos los demás sentimientos que puede

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tener la masa peronista, hay que imponerlo; hay que ir persuadiendo, si espreciso, de a uno, para que cada uno sepa sacricar un poco de lo suyo enbien del conunto, ya que resultará al nal en su propio benecio.

El espíritu de solidaridad en la conduccin política es una cosa con la quehay que contar.

Las uerzas que no estén animadas de esa solidaridad se parecen a unabolsa de gatos, y nadie puede conducir una bolsa de gatos, si alguien la llevaal hombro, le dañará igualmente la espalda.

Cultura cívica y selección humanaEn esto es muy importante el penetrar proundamente el pensamiento e

inculcar en la masa y en cada uno de los hombres la necesidad del desarrollode una conciencia política y social que lleve a esa solidaridad indestructible,hasta que sea cierto lo que nosotros armamos en una de las veinte verdadesperonistas: para un peronista no debe haber nada meor que otro peronista.

Para no alargar esta cuestin quiero dear planteada una cosa que es un-damental.

Si ustedes han seguido el desarrollo de todas estas consideraciones de ca-rácter doctrinario, habrán llegado a la conclusin, como he llegado yo –y estosi yo he sabido, por otra parte, explicarme bien–, de que para la conduccines indispensable una preparacin; que en esa preparacin es indispensableque nosotros alcancemos un cierto grado de cultura cívica, cultura cívicaentendida y practicada con sentido positivo y no negativo; y que, además deeso, podamos realizar, dentro de esa masa ya preparada y con una culturacívica, una perecta seleccin de nuestros hombres.

Formar nuestros hombres dentro del movimientoEsas tres condiciones son indispensables para la conduccin. Nosotros

no podemos ormar, diremos así, desde el niño, en las escuelas, los que hande encargarse de la conduccin y del gobierno, porque eso presupondría lasupresin total de la democracia, y nosotros no estamos en esa direccin.

Tenemos que ormar nuestros hombres dentro del movimiento.Para eso, además de prepararlos en conunto e individualmente, debemos

dar a la masa una cultura cívica suciente y una capacitacin suciente parala conduccin y el gobierno a sus dirigentes.

Debemos poder eercer, dentro de toda esa masa, una perecta seleccinde los hombres, porque la tarea del gobierno es cualitativa y allí hay que lle-

var lo más selecto que dentro del movimiento tengamos.Duraremos tanto como buenos sean los hombres que representen la di-

reccin de nuestro movimiento.Si no, no duraremos mucho, porque vamos a desilusionar a nuestro pue-

blo, y con razn.En la prxima clase vamos a tratar, entonces, todo lo que se reere a

esa preparacin, a esa cultura cívica y a esa seleccin humana dentro de laconduccin.

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Capítulo IXl  a  PreParaCión De la  masa 

RecapitulaciónEn la clase anterior habíamos terminado de considerar, muy sintética-

mente, algunos de los grandes principios de la conduccin política. Íbamoshaciendo una revisin general de esos grandes principios, y no solamenteprincipios sino también algunos actores que intervienen en el éxito o elracaso de la conduccin política.

Habíamos considerado en conunto todo lo que se reería a la inor-macin, al secreto de la inormacin, a la sorpresa que se prepara me-diante esa inormacin, a la unidad de concepcin y a la unidad de ac-cin; a la disciplina partidaria, a la obediencia, y la iniciativa dentro dela obediencia.

Habíamos, también, estudiado más o menos el principio de la economíade uerzas en la accin política, la continuidad del esuerzo, el dominio local y circunstancial, el dominio general y el dominio permanente, como así tambiénel dominio de la masa, la popularidad, el prestigio y la libertad de accin queese prestigio y esa popularidad dan al conductor, y habíamos, también, tratadorápidamente lo que se reería al adoctrinamiento, a la accin solidaria y a laorganizacin.

Preparación de la masaEs indudable, señores, que vamos llegando al nal del curso, y yo quiero,

por lo menos en lo que queda por considerar, hacerlo con un carácter más

sintético y rápido.Así podremos llenar nuestro programa en dos clases que nos altaría dic-

tar, tratando un sector de estos actores o principios, y después hablar algosobre ormas de eecucin.

De manera que en esta clase vamos a tratar, un poco sintéticamente y apretado, todo lo que se reiere a los actores que alta considerar, y em-pezaremos para ello a hablar sobre la preparacin de la masa, la culturacívica y la seleccin humana dentro del movimiento de la conduccinpolítica.

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Conocer, preparar y organizar la masaSeñores: Sobre la preparacin debo decir que éste es un actor de la conduccin

muy importante, es decir, que no puedo comenzar a conducir un instrumento quese le entrega a uno y uno lo desconoce, como pasa con todas las cosas de la vida.

La masa es para nosotros el instrumento de accin dentro de la política.Para conducirla tenemos que empezar por conocerla; conocerla, prepa-

rarla y organizarla.Por eso son tres actores que corren paralelamente y conuntamente en la

accin política.El conocimiento –diríamos así– de este instrumento presupone, en pri-

mer lugar, que el conductor que va a conducir la masa sepa perectamentebien cuáles son los actores que infuyen en ella, cmo esa masa reacciona,cuál es el medio habitual de esa masa, dnde incide la accin de esa masa enconunto o para cada una de sus partes.

Conducir la masa y considerar sus deseosVale decir, debe saber proundamente no slo el estado habitual de la

masa, sino también sus reacciones y todas las circunstancias que infuyen enlos movimientos de esa masa en una o en otra direccin.

A esa masa unos la llaman pueblo cuando esa masa está organizada.Es lo lgico.Pero yo lo tomo en sentido genérico, solamente en sentido genérico.Un político debe poder decir, cuando se le presenta una situacin, miran-

do y conociendo a la masa; debe poder decir –repito– inmediatamente: “esamasa va a reaccionar de tal manera; esa gente, si yo les digo esto, va a reaccio-nar así; si les digo esto otro, va a reaccionar de esta otra manera”.

Es decir, debe ser un hombre que con un escalpelo, como hacen los mé-dicos, toque los puntos del cerebro y haga maniobrar los brazos a ciegas, sin

estar tanteando.Él debe saber perectamente cuál será la reaccin de la masa, porque el

 uego, dentro de la conduccin de la masa, es siempre un uego de acciones y reacciones; vale decir, que el conductor, no solamente debe conducir la masaporque él quiere, sino que también debe considerar lo que la masa quiere.

La voluntad de la masaEso le da un don de ubicuidad política sin el cual él podrá muchas veces

emprender una rápida carrera en una direccin, pero la gente no lo seguirá.

Él debe conocer proundamente, estudiar proundamente la masa y debetener el sentido intuitivo de la interpretacin de la reaccin de la masa.

Si él no lo tiene, no será nunca un buen conductor político, porque él vaa buscar una medida, va a hacer una accin y le va a resultar lo contrario enla reaccin de la masa.

El que conduce una masa, una poblacin, un sector de ella o una colecti-vidad organizada, debe hacerlo en base a las reacciones.

Él no la debe llevar solamente con discursos o por las mentiras que puedainventar.

Él la debe excitar y así hacerla marchar en la direccin que quiere.De esa manera, la conduccin se acilita extraordinariamente.Uno no lleva la masa, la masa va sola, por reaccin, adonde uno quiere

que vaya, conugándose así dos actores: la voluntad individual del conductor y la voluntad de la masa que él sabe interpretar en el momento oportuno.

Vivir junto a la masaEsto es todo lo que es necesario proundizar en tal sentido.Claro que sobre esto podríamos escribir un libro, y se han escrito muchos.Hay tratados de psicología colectiva.Ingenieros escribi un ensayo muy interesante, pero puramente terico.Es el pensamiento de un hombre, pero no la v ida de las masas.Hay que vivir unto a la masa, sentir sus reacciones, y entonces recién se po-

drá unir lo terico a lo real, lo ideal a lo empírico, y de allí saldrá el conductor.

Reglas teóricasCon el libro de Ingenieros no hacemos nada. Son unas cuantas reglas, que

muchas veces, aplicadas a una colectividad determinada, resultan al revés delo que se ha previsto.

Desgraciadamente, la teoría por lo general es así. No hay teorías aplicablespara todos los casos. Cada caso tiene su propia teoría. Si no la conduccinsería muy ácil y no necesitaríamos nada para ser conductores.

Reacciones intuitivas y orgánicasLa masa reacciona intuitivamente, pero cuando está encuadrada con bue-

nos comandos, con buenos dirigentes.Hoy es posible hacer reaccionar a la masa en la orma y en la direccin

que uno quiere, si esa masa está preparada.

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Hay reacciones intuitivas y naturales, pero también las hay orgánicas, y uno completa los dos panoramas basándose en la interpretacin de esamasa, a n de que reaccione mediante la preparacin que uno hace de esamasa, como uno desea.

La cuestin está en unir estos dos elementos en la proporcin debida, to-mando más de uno que de otro, o más de éste que de aquél, o todo de uno y nada de otro, con lo que tenemos la compulsa natural que el conductor haceen su habilidad para llevar la masa donde él desea.

Equivocaciones en la reacción y preparación de la masaEsto es mucho más compleo en la aplicacin que ácil de decir. Lo diícil

es acertar después en cada caso sin equivocarse. La conduccin está hechatoda de eso.

Algunos hombres toman alguna medida y producen un eecto completa-mente contrario del que esperaban producir.

Se equivocaron en la reaccin de la masa o no la prepararon para quereaccionase como ellos querían.

Preparación, cultura cívica y selección humanaPor eso yo he establecido, como uno de los grandes principios de la con-

duccin política, la preparacin, la cultura y la seleccin humana.¿Por qué digo esto de la preparacin?Porque ustedes preparan, mediante un sistema activo, que la masa re-

accione como ustedes quieran, interpretando en gran parte sus reaccionesintuitivas.

Y esto es la base de ese t ipo de conduccin.Es indudable que una masa con cultura reacciona de una manera, y de

otra manera si no tiene cultura.

Por esa razn, la cultura infuye extraordinariamente en las reaccionesde la masa y, mediante esa cultura, uno puede preparar las reacciones avoluntad.

Las masas no piensan, sientenPero, señores, ambas cosas vienen no slo por la preparacin de esa masa,

sino por la seleccin de los hombres dentro de ella, para encuadrarla.Una masa, generalmente, no tiene valor intrínseco sino en el poder de

reaccin como masa misma.

Su poder, su verdadero poder de reaccin y de accin, está en los dirigen-tes que la encuadran.

Una masa no vale por el número de hombres que la orman, sino por lacalidad de los hombres que la conducen, porque las masas no piensan, lasmasas sienten y tienen reacciones más o menos intuitivas u organizadas.

Pero, ¿quién las produce?El que las conduce. De manera que, siendo él el excitante natural de eso,

ocurre como con el músculo: no vale el músculo, sino el centro cerebral quehace producir la reaccin muscular.

El raciocinio, un reaseguro de la intuiciónSin la excitacin de la corriente eléctrica que acciona del nervio hacia el

músculo, de nada vale éste, por potente y uerte que sea.Las masas tampoco valen por el poder que tienen, sino por los hombres

que poseen, que son los excitantes naturales de ese uego de acciones y reac-ciones que componen la accin de la masa.

Señores: Generalmente, todo esto nosotros lo hacemos intuitivamen-te, pero debemos llegar a hacerlo cientíicamente, vale decir, racional-mente, metdicamente, porque la intuicin sola a uno lo engaña algunasveces.

Entonces, hay que someter un poco la intuicin –que es una uerza ex-traordinaria– al raciocinio, que es un reaseguro de la intuicin.

Utilización equilibrada de raciocinio e intuiciónNo soy partidario de matar la intuicin con el racionalismo, pero tampo-

co soy partidario de suprimir el racionalismo por la intuicin.En la utilizacin equilibrada de esas dos cosas está, para mí, la per-

eccin.

La intuicin yerra, pero también yerra el racionalismo, y comprobado,compulsado el uno por el otro, se complementan muy bien.

Todo eso, en la vida lo sabemos, y los métodos que la metaísica ha adono son ni la obetividad pura ni la induccin pura.

Hay en esto un sinnúmero de actores que uegan para establecer un mé-todo completo, que sea tanto obetivo como intuitivo, inductivo, etcétera;todo eso que compone el compleo de la inteligencia, que no nos explicare-mos nunca, pero sí podremos sacarle la mayor utilidad posible a lo poco quesabemos de ella.

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Factores cuantitativos y cualitativosEn la conduccin, esto interviene, diremos, en un coeciente extraordi-

nario.Hay dos actores undamentales a considerar en la conduccin; cuando

se produce un hecho, es necesario pensar si se trata de un acto cuantitativoo de un acto cualitativo.

La eleccin es un acto cuantitativo; se trata de poner votos dentro de lasurnas, en las cuales valen lo mismo los votos de los buenos que los de los ma-los, de los blancos que los de los negros, de los sabios que de los ignorantes.

Se cuentan votos, en una accin total y absolutamente cuantitativa.No hay que conundir eso con el gobierno, que es un acto cualitativo.Allí no se trata de meter votos en una urna; se trata de lograr aciertos en

una accin de gobierno, y el acierto está destinado a los hombres que tienencapacidad, que tienen moral para realizarlo y que tienen un poco de suerte,que también interviene y que es un gran valor.

Acción colectiva o constitutivaDe manera que dentro de esto, de la preparacin, de la cultura y de la

seleccin humana, están contempladas, diremos así, las acciones cualitativas y cuantitativas de toda la accin política.

En política, nunca hay que conundir, cuando se inicia una accin decualquier naturaleza, si se trata de un acto cuantitativo o de un acto cuali-tativo.

Eso es básico, porque conundir eso trae la conusin total de la accinpolítica, y esa conusin generalmente trae los graves errores.

A veces uno quiere meter en el gobierno mucha gente, cualquiera que sea,para que ayude; pero muchas veces uno solo ayuda más que mil.

La cuestin está en encontrarlo, y una de las cosas más diíciles de la tarea

de gobernar es encontrar a los hombres con capacidad para realizarla.No siempre se tiene todo lo que uno quiere, pero se puede arrimar mu-

cho de lo que uno ha deseado.Esta accin es importantísima, y en todo acto político hay que hacer lo

mismo.Si yo establezco una unidad básica, allí van todos, pero si yo abro una

Escuela Superior Peronista, ahí ya no pueden ir todos.Es necesario discernir siempre si se trata de una accin colectiva o cons-

titutiva, porque eso es la base en la política.

Conducción técnica y conducción políticaSi no, vamos a lo de antes; conundiremos lo bueno con lo malo y lo malo con

lo bueno, y haremos un pastel en el que nadie entiende nada al nal, deormán-dolo todo y terminando por prostituir una accin tan noble como la política.

Este es un punto de vista que también gura como uno de los actoresundamentales para la accin política, y respetando al mismo uno no puedeequivocarse.

Señores: Dentro de esta política y dentro de la conduccin de la política,es necesario distinguir perectamente cuál es la accin política y cuál es unaaccin técnica, sea de la conduccin, sea del gobierno o sea de cualquiercuestin.

Este es otro aspecto también importantísimo, en el que generalmente loshombres que conducen la política se equivocan.

La conduccin técnica no debe mezclarse con la conduccin política.Lo que es político es político y lo que es técnico es técnico, con un amplio

respeto de lo uno para lo otro.Uno hace la lucha política y el otro hace el desarrollo técnico que está por

resolver y lo resuelve técnicamente.

Gobierno y políticaAhora, es indudable que hay un pequeño sector que hay que contemplar

en las dos acciones. En la parte política hay que contemplar un poco el actortécnico, y si no, piensen ustedes que si hiciéramos política criolla no estaría-mos ahora estudiando la conduccin política.

Hay un aspecto técnico en la conduccin que no debemos olvidar, consti-tuido por todos estos principios de que estamos hablando; pero en la cuestintécnica hay también un sector político que contemplar, es decir, hay una compe-netracin de estos dos elementos en la mayor parte de la conduccin política.

Un miembro de gobierno debe obrar siempre con un sector de ina-lidad política.

Cualquier acto de gobierno debe encerrar siempre un pensamientopolítico, como cualquier acto político siempre encierra una parte de ac-cin técnica.

Un curso sintéticoEs indudable que la conugacin de todos estos principios yo solamente

puedo cristalizarla rápidamente en una comprensin sintética de ellos.

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En cursos superiores, más adelante, nosotros vamos a hacer el desarrollode cada una de estas cosas.

En estos cursos iniciales nosotros queremos dar primero la síntesis de to-do, para después desarrollar bien cada uno de estos puntos para conormaral nal los grandes planes.

Estas son cosas nuevas que nunca se han estudiado en el país.En ninguna disciplina cientíca se ha estudiado la conduccin de la

masa.No importa que no nos entienda nadie; empecemos por entendernos no-

sotros de a poco.Por eso preero dar síntesis que ir a lo proundo del análisis de todo esto,

porque de cada uno de estos aspectos se puede ormar un curso completo siuno lo desarrolla con proundidad.

Pero yo me conormo con que nos entendamos en lo grande, es decir, enun curso sintético, para después hacer cursos analíticos.

Don de ubicuidad de los hombresOtro principio extraordinario de la conduccin política es el don de ubi-

cuidad de los hombres en la conduccin.Decía Napolen que los eemplos lo aclaran todo.Este don de ubicuidad política tiene una gran similitud con lo que ya

mencionamos sobre la interpretacin de las reacciones de la masa.Lo que se puede asegurar es que un conductor de la política no podrá

 amás conducir bien si él no toma su puesto usto o no establece una comu-nin absoluta en el orden espiritual con la masa que conduce.

Las masas políticas no se conducen por rdenes.No; hay un “fuido magnético” que une a los hombres que están en una

misma causa y les orma un espíritu similar, dentro de esa alma colectiva,

que es la primera accin de la política que debe ser conducida.

La situación en 1943Esa comprensin, ese sentido espiritual de la interpretacin de las cosas,

esa accin colectiva armada sobre realidades, obliga al conductor de la políti-ca a tomar su perecta colocacin; vale decir, a tener un sentido, una ductili-dad y un tacto especiales sobre su ubicacin política, su ubicuidad política.

Yo siempre cito un eemplo que para mí ue el que signic más expe-riencia en toda la par te de la conduccin política que yo he encarado.

Cuando ui a la Secretaría de Trabao y Previsin, en 1944, me hice cargo,primero, del Departamento Nacional del Trabao y desde allí pulsé la masa.

Comencé a conversar con los hombres, a ver cmo pensaban, cmo sen-tían, qué querían, qué no querían, qué impresin tenían del gobierno, cmointerpretaban ellos el momento argentino, cuáles eran sus aspiraciones y cuáles eran las queas del pasado.

Fui recibiendo paulatinamente, como mediante una antena muy sensible,toda esa inquietud popular.

Apreciación de la situaciónDespués que percibí eso, hice yo una apreciacin de situacin propia,

para ver qué era lo que resumía o cr istalizaba todo ese proceso de induccin,diremos, de la masa.

Llegué a una conclusin y comencé una prédica, para llevar la persuasina cada uno de los que me escuchaban sobre qué era lo que había que hacer.

Lo que había que hacer era parte de lo que ellos querían y parte de lo quequería yo.

Quizá alguna vez no les satisacía del todo lo que yo quería; pero, en cam-bio, les satisacía todo lo que ellos querían y que yo había interpretado, y selos decía.

Algunos, cuando yo pronuncié los primeros discursos en la Secretaría deTrabao y Previsin, dieron: “Este es un comunista”.

Y yo les hablaba un poco en comunismo.¿Por qué?Porque si les hubiera hablado otro idioma en el primer discurso me hu-

bieran tirado el primer naranazo...Porque ellos eran hombres que llegaban con cuarenta años de marxismo

 y con dirigentes comunistas.

La tarea de persuasiónLo que yo quería era agradarles un poco a ellos, pero los que me interesa-

ban eran los otros, los que estaban enrente, los que yo deseaba sacarles.Los dirigentes comunistas me traían a la gente para hacerme ver a mí que

estaban respaldados por una masa.Yo los recibía y les hacía creer que creía eso.Pero lo que yo quería era sacarles la masa y dearlos sin masa.Es el uego político natural; es lgico.

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Cuando les hablaba a los hombres, les decía primero y mezcladito lo quehabía que hacer, lo que yo creía y que quizá ellos no creían.

Pero cuando yo les decía la segunda parte, que era lo que ellos querían,entonces creían todos, y se iban con sus ideas y con mis ideas, y las desparra-maban por todas partes.

Empezaron por decir: hay un loco en la Secretaría que dice algunas cosasque son ciertas, que nos gustan a nosotros.

Llegaban diez y les hablaba a diez; si llegaban diez mil, les hablaba a diezmil; si llegaba uno, le hablaba a uno.

Era mi tarea.Mi tarea era persuadir.

Predicamento político por la persuasiónDurante casi dos años estuve persuadiendo, y como iba resolviendo parte

de los problemas que me planteaba la gente que yo iba recibiendo, la gente uecreyendo no solamente por lo que yo decía, sino también por lo que hacía.

Esa persuasin paulatina me dio a mí un predicamento político del que yo carecía anteriormente.

Yo no tenía antes nada de eso dentro de la masa, pero lo ui obteniendocon mi trabao de todos los días y con una interpretacin austada de lo queera el panorama de lo que esa gente quería y de lo que era.

Cuando llegó el momento, la masa estaba organizadaCuando lleg el momento que todos creían que ese trabao era vano, que

 yo había perdido el tiempo hablando, sobrevinieron todos los acontecimien-tos que me demostraron a mí y a todos los demás que no habíamos trabaa-do en vano, que esa masa estaba ya, mediante un proceso lento, pero bastanteeectivo, captada, con lo que ya tenía el primer actor que es necesario tener

para conducir, que es la unidad total y que se obtiene cuando la masa co-mienza a estar organizada.

La masa inorgánica comenz a tomar unidad y a ser conducible.Es indudable que para esto tiene gran importancia que el que conduce

sepa utilizar lo que tiene a mano para hacerlo.El proceso de captacin de la masa, si uno uera a tomar uno por uno, es

inalcanzable.Es algo así como el que quiere terminar con las hormigas agarrándolas

una por una y tirándolas al uego.

Tomar la masa en grandes sectoresHay un procedimiento mucho más ecaz que los hombres olvidan, que es

el de tomar a la masa en grandes sectores.Los políticos nunca habían utilizado la radio para su accin.Más bien utilizaban las conerencias calleeras, donde los hombres los veían.Yo también me hice ver, primero, porque eso es indispensable.La accin de presencia y la infuencia directa del conductor es importan-

te, pero la mayor parte de la masa ya me había visto y yo, entonces, les hablépor radio, que era como si me siguieran viendo.

De manera que yo les hablaba a todos.

La utilización de medios técnicosImagínense lo que signica la utilizacin de los medios técnicos en lapolítica, cosa que no habían hecho mis antecesores.

Por eso me ue posible, el día anterior a las elecciones, dar una orden queal día siguiente todos cumplieron.

Fue así como ganamos las elecciones.Nuestros adversarios políticos, cuando nosotros dimos esa orden, se

reían, pero después del escrutinio ya no se rieron tanto.Era lgico.Eran sistemas mediante los cuales asegurábamos una unidad de accin de

la masa peronista que ellos no pudieron asegurar.Esa sorpresa, mediante el mantenimiento del secreto hasta el último momen-

to, ue la que nos permiti, de un solo golpe, decidir la accin a nuestro avor.

Penetrarse y penetrarEs indudable que todo esto que conorma, diremos así, este gran princi-

pio, yo lo he agrupado bao un solo enunciado: el don de la ubicuidad.

El político, el conductor político, que no tiene ese don de la ubicuidadgeneralmente está a disgusto en todas partes en donde se encuentra.

Siempre está como en casa aena.El secreto consiste en penetrarse y penetrar, de manera que cuando uno

llegue a la casa de los hombres que lo acompañan se encuentra siempre comoen su propia casa, cosa que obtiene gracias a sus ideas y sentimientos anes.

Hablando un mismo idioma nos entendemos ácilmente y nos comprendemos, y eso los extraños o los que piensan de distinta manera no lo consiguen amás.

Ese modo de verse, de apreciarse y de sentirse es el don de la ubicuidad.

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La verdad del “magnetismo” personalNo puede haber un caudillo político completo para la conduccin si no

tiene ese don, que es natural.Algunos dicen que hay magnetismo en esto o que hay alguna otra

cosa, pero lo cierto es que hay razones, hay poder de conviccin y deconvencimiento.

Para convencer lo primero que hay que hacer es estar convencido.Los políticos antiguos no tenían ese “magnetismo” personal.Si estaban mintiendo, ¿cmo iban a tenerlo?Para tener ese “magnetismo” es necesario tener primero lealtad y sinceridad.Cuando uno tiene lealtad y sinceridad, cuando habla con convenci-

miento, entonces recién puede empezar a convencer a la gente, empezara persuadirla.

El verdadero “magnetismo”Entonces se agranda ese “magnetismo” personal de que tanto se habla,

que no existe ni tiene ninguna razn de ser.Existen ideas, existen razones: existen sinceridad, lealtad y convencimiento.Ese es el verdadero “magnetismo”.No hay secretos ni creo que en esto pueda haber, diríamos, alquimia de

ninguna clase.No hay tal cosa.Los hombres se convencen o no se convencen, según se les hable con con-

vencimiento, con sinceridad, etcétera. 

La elocuencia se orma por la verdadNo puedo convencer yo a uno de una mentira que le endilgo mientras el

otro me está descubriendo y diciendo que estoy mintiendo.

¡Cmo lo voy a convencer!¡Cmo va a tener conanza en mí!Hoy es diícil, porque lo miran a la cara a uno y ya se dan cuenta de que

miente.No se puede ya engañar, por más habilidad que tenga el mentiroso y por

más hábil que sea la mentira que se dice.Pero cuando uno tiene la verdad, ésa es la elocuencia.No hay en esto dialéctica.La elocuencia se orma por la verdad.

Sentido popular de la conducciónEn otras palabras, señores: la conduccin no es nada más que eso pero no

es nada menos que eso.Es una cosa muy ácil de enunciar, pero muy diícil de realizar en orma

acabada y completa.Pero es indudable, señores, que si uno se dedica a estudiar esto y a prepa-

rar estos grandes principios de la conduccin está siempre en meores con-diciones de compulsarla y hacerla eectiva, de realizarla racionalmente, quesi no los conoce y no los ha estudiado y penetrado.

Es todo cuanto se puede decir de este aspecto de la conduccin.Ahora, es indudable que aún dentro de este don de ubicuidad de la polí-

tica, en el aspecto de la conduccin, el sentido popular de la conduccin esuna condicin indispensable.

Ustedes han observado que con ese sentido popular de la conduccin no-sotros, en el peronismo, hemos hecho una escuela de humildad y sencillez.

Escuela de humildadNinguno de nosotros se siente, diríamos, más de lo que es, aun cuando

el trabao tampoco se siente menos de lo que debe ser, como decimos noso-tros.

Pero en general los hombres del peronismo son hombres humildes, quehacen escuela de humildad. No tenemos –y ésa es una de las cosas que siem-pre decimos nosotros– el empaque de la oligarquía.

No sé si tendremos la “prosopopeya” que tienen los hombres que con-ducen en otras partes y la parada que tenían antes nuestros políticos en laaccin pública.

Pero lo que sí sabemos es que trabaamos todos los días, para hacer algoútil para el país, que ahí es donde hay que tener el empaque.

Y en esto, señores, es cosa bien natural que para conducir a un pueblo,la primera condicin es que uno haya salido del pueblo; que sienta y piensecomo el pueblo, vale decir, que sea como el pueblo.

Sentido popular del conductorPor eso, todo aquel que no haga una conduccin popular podrá tener

predicamento en un momento dado; pero el predicamento permanente deun conductor es su absoluta unicacin en su manera de ser, de decir y desentir como el pueblo.

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Un hombre de nuestro movimiento podrá tener cualquier deecto, peroel más grave de todos será no ser un hombre del pueblo.

Si él no lo uese por cualquier circunstancia, debe asimilarse y sentirse unhombre del pueblo.

Recién entonces podrá conducir.En los tiempos modernos, pues, una de las condiciones undamentales

para la conduccin es el sentido popular del hombre que conduce.Eso orma parte de su propia personalidad. Sin eso no podrá ir a ninguna

parte y nunca podría hacer una conduccin completa de la masa sobre la quequiere infuir y dirigir.

El cumplimiento del ondoSeñores: En este sentido, podríamos decir que la interpretacin de la po-

pularidad en la conduccin no está slo en las ormas, sino proundamenteen el ondo de la cuestin.

Yo no creo necesario que el hombre haga una excesiva demostracin desu sentido popular y de su orma popular de ser en la vida diaria; que se privede alguna cosa que le guste para tener en esa orma sentido popular; que deede disrutar de algunas comodidades que merece por su trabao, porque ellosería mentir, sería simular.

No es el sentido de la simulacin de las ormas lo que da en esto el con-cepto; el concepto lo da el cumplimiento del ondo.

Esto, señores, se cumple bien si uno siempre piensa que para poder go-bernar es menester no aerrarse siempre a la propia voluntad, no hacerleshacer siempre a los demás lo que uno quiere, sino permitir que cada unopueda hacer también una par te de lo que desea.

Sacricar una parte de la propia voluntadEs decir –y lo repito una vez más–, el mando y la conduccin en el orden

político se basan en lo siguiente: cuando uno quiere imponer su voluntad esmenester que permita que los demás también realicen parte de la suya.

Es necesario sacricar una par te de la propia voluntad, pero hay que tenerla inteligencia de quedarse con las cosas importantes, deando a los demás elcincuenta por ciento menos importante.

Esto, más que una cuestin terica, es producto de la experiencia de losaños que yo he tenido la suerte de conducir nuestro movimiento y de gober-nar nuestro país.

Con un eemplo quiero dar una idea de lo indispensable que es esta cues-tin explicando no como lo he visto cumplir, sino lo he cumplido yo.

El ejemplo de la Secretaría de TrabajoVolviendo a la Secretaría de Trabao y Previsin en 1944, yo sabía que to-

da la gente con quien había hablado en la Secretaría, que todo el pueblo quehabía concurrido a escucharme, tenía una idea y tenía un obetivo.

Ellos querían ir a un punto que creían, con la prédica de tantos años, erael conveniente.

Eran más bien de una orientacin de ondo marxista y, como tal, propug-naban un tipo de revolucin distinto al nuestro.

Se inclinaban más hacia la lucha de clases y la destruccin de un sinnú-mero de valores que la nacionalidad tenía creados.

Yo no compartía esas ideas.Creía que la lucha de clases es un agente de destruccin y no de construc-

cin, y para que la humanidad vaya a un puerto seguro, no lo será nunca porel sistema de la destruccin; lo será siempre por el de la construccin.

Así, esta humanidad hambrienta y miserable, como producto de dosguerras, no la podrán arreglar con una tercera guerra que destruirá lo queles queda.

Se modicó el camino sobre la marchaEn la vida y en la lucha diaria de los hombres, el enmeno es exacta-

mente el mismo. Todos los confictos y luchas dentro de una colectividaddestruyen y no construyen.

De manera que el secreto está en asegurar la usticia, que es la única or-ma de suprimir la lucha.

Señores: Cuando yo ui a la Secretaría de Trabao y Previsin, repito, la

gente que iba conmigo no quería ir hacia donde iba yo; ellos querían ir adonde estaban acostumbrados a pensar que debían ir.

Yo no les die que tenían que ir adonde yo iba; yo me puse delante de ellose inicié la marcha en la direccin hacia donde ellos querían ir; durante elviae, ui dando la vuelta, y los llevé adonde yo quería...

Nadie puede rebatir las bases de la doctrina peronistaY, señores, creo que ninguno de los que entonces me escucharon está hoy 

arrepentido de haber seguido el camino que yo les indicaba, porque hasta

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ahora estamos llegando, y hemos llegado a meores conclusiones y a meoressoluciones que las que nos podía haber orecido la antigua escuela que sehabía inculcado al pueblo argentino.

La nueva doctrina peronista es una nueva escuela, es un nuevo sistema,es un nuevo método que supera total y absolutamente todos los sistemasconocidos, desde el crudo capitalismo de derecha hasta el más crudo izquier-dismo comunista.

De toda esa gama de cuestiones, yo no he encontrado nadie que, por lomenos cuando actúa, pueda rebatirme las bases de la doctrina peronista; y 

 yo, en cambio, he rebatido sistemáticamente las del capitalismo y las del co-munismo, a los capitalistas y a los comunistas mismos.

Para mí esto es lo que debe llamarse el ondo del sentido popular de laconduccin.

Alejar al pueblo del error por la persuasiónEs la interpretacin del pueblo.El pueblo muchas veces ha sido inducido al error.Pero así como a los hombres que han sido inducidos al error no hay que

encaminarlos bruscamente, sino que hay que persuadirlos para que corrianel rumbo, uno no puede perder el tiempo en estar sistemáticamente conven-ciendo a una masa.

Hay que dearla marchar, y durante la marcha irle conversando, persua-diendo, y llevándola hacia donde debe llevársela.

Al nal, la masa agradece a uno que por ese procedimiento más suave lahaya aleado del error en que estaba.

Reconoce el error, y entonces se adhiere con todo lo que tiene a la nuevaconcepcin que se le ha inculcado.

El conductor, entonces, ha vencido al indio que cada uno de nosotros

lleva adentro, de acuerdo con las ideas primarias que practicamos.Ese aspecto de la conduccin es el sentido popular de ondo en la conduc-

cin del pueblo, según mi manera de ver este problema.

Análisis y síntesisCon esto doy por terminado, señores, todo lo que se reere al aspecto de

los principios y actores que infuyen en la conduccin.Todos ellos han sido anotados en orma sintética en las clases que les he

dado desde el principio de nuestro curso, hasta ahora.

Ustedes tienen otro trabao que realizar: aislar de esa descripcin “cine-matográca” que les he hecho el aspecto general de la conduccin; aislar–digo– cada uno de esos actores y proundizarlos por el análisis.

La inteligencia humana realiza siempre, cualquiera sea la actividad a que seaplique, tres operaciones: la síntesis, o sea la premisa que es la síntesis perceptiva:lo que uno ve; el análisis, que la mira proundamente y va desmenuzando lascosas, las va haciendo ver hasta lo más hondo de esa accin de percepcin; perocomo el hombre sabe tanto como recuerda, y es diícil que recuerde el análisispara toda su vida, cristaliza esa percepcin proundizado por ese análisis, y lacristaliza en una síntesis que es la que él va a retener, que es la que va a recordar.

Una síntesis prounda de todo lo enseñadoEste es el proceso más útil para el estudio de la conduccin.Yo les he dado esa premisa, les he mostrado el panorama.Ustedes lo ven. Ahora analícenlo, tomen cada uno de estos aspectos de la

conduccin, lleven la imaginacin a cada uno de ellos, penétrenlos, desmenú-cenlos, imaginen los eemplos; sumen los eemplos de la realidad, y medianteese análisis proundo hagan una conclusin para cada uno de ustedes.

Que esto será el aprovechamiento útil de todo este curso.

Conversar consigo mismo sobre los temas de la conducciónSi las compañeras y los compañeros realizan este trabao conscientemente, con-

versando en muchas ocasiones consigo mismo –que es una de las ormas aconse- adas por Séneca para ampliar la inteligencia–, es probable que lleguen a aspectos,dentro del análisis de la conduccin, no imaginados todavía por ustedes mismos.

En esto es sumamente importante que, mediante esa doctrina y esa baseética que han recibido en la Escuela, realicen ese análisis, para el cual estáncapacitados.

Si no se tienen esas bases, si no se tienen esos conocimientos doctrinarios,si no se tienen en vista esos grandes principios morales que arman y con-vierten en verdad esa doctrina, es hasta peligroso entrar en el análisis.

Eso les pasa a muchos hombres.

El alumno de SénecaCuenta Séneca que un día uno de sus alumnos, siguiendo su conseo, se

había aislado en un rincn, en donde desde hacía tres horas estaba pensando.Se acerc Séneca y le pregunt: “¿Qué estás haciendo?”

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A lo que le respondi el alumno: “Estoy conversando conmigo mismo, deacuerdo con su conseo”.

Séneca le dio entonces: “¡Ten cuidado, no vayas a estar conversando conuna mala persona!”

Los principios éticosÉl quiso decirle que recordara que en ese análisis que estaba realizando de

las distintas cuestiones no olvidase las reglas undamentales y los principioséticos que él, en la propia escuela losca en que trabaan los estoicos, debíatener doctrina de la vida, que es la losoía, pero basada sobre virtudes de loshombres, que es la base de toda buena losoía de la vida.

Para no hablar con una mala persona, hay que tener siempre presentesesas virtudes que hacen una buena persona, y entonces ya se puede conversarconsigo mismo.

Ustedes tienen ya todos los principios de esa escuela nuestra, de esa es-cuela política que es en el ondo, una escuela losca, que da una doctrina,que da los principios éticos y morales, que da las virtudes de los hombres,que nos permite comenzar a penetrar en esos aspectos de la conduccin.

Un hombre sin esos principios se desviará, como se desviaron nuestrosantiguos políticos hacia las “mañas” y no hacia las realizaciones virtuosas

 y honradas.

Lo más importante es ormar una buena personaEstas bases de la Escuela Peronista deben ser practicadas e inculcadas a

todos los que las quieran practicar.Lo primero que hay que ormar es una buena persona y después hay que

darle todo lo demás.Señores: Yo quiero reerirme rápidamente a otro aspecto de la propia

conduccin.Diimos que la conduccin está ormada –para nosotros los políticos–

por tres grandes sectores: primero, diremos, la parte viviente del arte, quees el artista, el inerte del arte, que es su teoría, y tercero, por la parte ormaldel arte, o sean las ormas de eecucin, muchas de las cuales son, en ciertamanera, totalmente mecánicas.

Las ormas de ejecuciónHemos tratado lo que se reere al conductor y a la teoría.

Ahora quiero decir algunas palabras sobre las ormas de eecucin.Esto, diremos, es la técnica de la conduccin política.Lo primero, como die, es el artista, el conductor; lo segundo, la teoría, y 

lo tercero, la técnica.La técnica es más bien de ocio que de una actividad superior.Es aprender que existe una manera de eecutar que tiene también sus

imposiciones.Eecutar, en política, sin haber llegado a impregnar la masa para producir

la reaccin, no tiene valor.No hay un acto en la política que deba descargarse antes de haber prepa-

rado el ambiente que ha de recibir esa descarga.Entonces, si ése es el principio que nos está indicando cmo debemos

producir el hecho, hay una técnica para producirlo.

En este aspecto lo undamental es la preparaciónMediante esa técnica, que constituye las ormas de eecucin, se puede

hacer para esto un método, en el cual esas ormas de eecucin se cristalicenen reglas más o menos aplicables a todos los casos, con distintas var iantes.

Lo primero que impone las ormas de eecucin es la preparacin.Nada puede eecutarse sin una preparacin, en política.No se inicia un acto así, esporádicamente, sin que se haya preparado.Es necesario tener en cuenta que la accin política se realiza por la con-

cepcin de un hombre y por la eecucin de una masa.La concepcin no necesita sino la preparacin personal del hombre que

conduce, pero la eecucin sin una preparacin para una inmensa masa, enun inmenso espacio y en un tiempo largo, no puede ir muy leos.

De allí que en las ormas de eecucin lo undamental es la preparacin.

Ejemplicación: la preparación mecánicaEempliquemos esto: supongamos que se va a realizar una eleccin. Para

eecutarla vamos a prepararla, porque de lo contrario todo lo tendríamosque preparar el día de la eleccin, exagerando para hacer resaltar el asunto.¿En qué consiste esa preparacin? Algunos lo toman mecánicamente: reali-zan la propaganda, orman los comités, hablan a la gente, etcétera. Esa es unapreparacin mecánica que la puede realizar cualquiera aunque no haya vistoen su vida más que un solo acto político. Pero es necesario hacerlo muchomás racionalmente.

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Una inormación proundaLa preparacin impone, en primer lugar, un estudio y un acopio de inor-

macin total del hecho.A menudo, los oos ven poco y muy cerca, y es necesario ver las cosas muy 

leos y muy proundamente.Esa inormacin le da a uno la capacidad de penetracin no slo, di-

ríamos, en la perieria, sino adentro, proundamente, donde el problema sesiente en su verdadera temperatura.

Las masas son como el sol: rías en la perieria y muy calientes en su inte-rior. Hay que llegar al calor interno de las masas, sentirlo, para poder apre-ciar cuál es el grado –diríamos así– de liberacin de uerzas que se producedentro de esa masa.

Apreciación, resolución y plan objetivoSlo mediante ese conocimiento proundo uno está en condiciones de

apreciar la realidad, que en las masas amás es periérico.La realidad en las masas es interior, es prounda; está en el sentir mismo

de la masa.Apreciar eso es la segunda operacin, después de haberla conocido.De acuerdo con esa apreciacin, viene una resolucin, de la cual surge to-

do un plan de accin, que es obetivo, porque lo ha tomado uno de la propiamasa, y en política lo que no es obetivo, vale decir, lo que no es real, que nopersigue una nalidad, no tiene mucho valor.

Tiene muy poco valor. Es un valor inductivo, es lo que uno cree.Pero, para conducir en política no es suciente tener lo que uno cree.Es necesario tener la realidad, y la realidad se bebe en su propia uente.

Importancia de la apreciación inicial y la preparaciónEse proceso de inormacin, ese proceso de análisis, que es la apreciacin

del hecho en sí; ese proceso de síntesis, que es la resolucin resultante de esaapreciacin, conduce a un plan de accin que indica las ormas de eecucin.

Esa preparacin tendrá también publicidad, propaganda, la accin direc-ta hasta el acto mismo.

Pero es claro que la propaganda, la publicidad y la accin del acto mismose realizarán de una manera si uno ha penetrado proundamente los pro-blemas de la masa o se realizará supercialmente si uno ha abarcado slo laperieria de esa masa.

Vale decir que de esa apreciacin inicial, de esa resolucin inicial, va aestar infuida toda la accin que va a realizarse a t ravés de la publicidad, de lapropaganda, de los planes y de la accin misma.

¡Hasta el último acto estará infuido por esa apreciacin inicial!Y los errores que se hayan cometido en esa apreciacin inicial, una vez

lanzado al campo de la accin, no se modican ni se corrigen durante todala operacin que se va a realizar.

Por eso, la preparacin tiene una importancia extraordinaria para cual-quier acto de esta naturaleza.

Formas de ejecución y ondo de ejecuciónPor eso, las ormas de eecucin tienen también su aspecto ormal, que se

puede llamar publicidad, propaganda, planes de accin, etc.; pero tienen suaspecto de ondo, que es el que undamenta y realiza con eciencia esos actosormales de eecucin.

Las ormas de eecucin no tienen ningún valor si no existe, para apoyar-las y sustentarlas, un ondo de eecucin, es decir, un pensamiento proundoque las undamente y las haga racionales.

Generalmente, los que persiguen la orma son superciales.Cuando venga uno y les diga: “Vamos a hacer un plan de propaganda”;

díganle ustedes: “Muy bien, ¿sobre qué base?”Si el hombre les dice: “Vamos a hacer tal cosa, tal otra y esa de más allá”, ése

lo va a hacer mecánicamente, y un plan así no tiene ningún valor: es un planormal, y la propaganda de orma ya no conduce al convencimiento a nadie.

Hay que ir a la propaganda de ondo.Pocas cosas, pero muy bien hechas.Como digo yo, hay que pegar cuando duele y en el lugar que duele...

Métodos de ejecuciónOtro asunto importante en las ormas de eecucin es el de los métodos

de eecucin.Un hombre, aprovechando inteligentemente los métodos de accin, pue-

de hacer tanto como otro que, sin aprovecharlos inteligentemente, utilice eldoble de los métodos de accin de que dispone.

Vale decir, una propaganda no está –o las posibilidades, o las ormas deeecucin, no están– en razn directa de los métodos que se emplean, sino másbien, en razn directa de la racionalidad con que se emplean esos métodos.

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El hombre, pues, tiene preeminencia sobre los métodos.Y sobre él, su propia inteligencia.

Acción oportuna y en el lugar precisoSi él realiza la accin oportunamente y en el lugar propicio, no necesitará

ni la cuarta par te de los métodos que otro necesite si actuara esporádicamen-te, irracionalmente, en cualquier momento y en cualquier lugar.

Esto tiene una importancia muy grande, porque muchas veces de un pe-queño medio se obtiene un gran eecto; y otras veces, de innumerables me-dios no se obtiene ninguno, porque no son métodos persuasivos, porque noson métodos que actúan sobre el ondo, sino sobre la orma.

En esto, yo recuerdo y cito siempre un caso.

Un ejemplo: San Martín y el Instituto SanmartinianoUn día, el Instituto Sanmartiniano, donde dice “Geniol” en las bocacalles

 y en los cordones de las veredas, quería poner “San Martín”.Yo les pregunté: Díganme: ¿dulce o seco?Les die: Ustedes, ¿sobre qué quieren hablar: sobre el General San Mar-

tín? ¿Ustedes creen que hay algún argentino que no crea en la existencia delGeneral San Martín, para ponerlo en las veredas? ¿Qué bien va a reportarlea San Martín que ustedes pinten en las veredas “San Martín”? No lo hagan; aSan Martín lo conocen todos los argentinos.

Lo que hay que hacer es decir cuál es la grandeza de San Martín, que esosí no lo conocen todos los argentinos.

El peronismo debe llegar al ondo de ejecuciónConesándonos aquí, entre nosotros, todos amigos, podríamos decir que

con el peronismo pasa una cosa similar.

No hay que poner tanto peronismo en las paredes como persuadir a lapoblacin de que el peronismo es la verdadera causa.

Con esto quiero decir que nosotros todavía estamos accionando sobre lasormas superciales de estos aspectos. Tenemos que ir entrando paulatinamenteal ondo, a la parte verdaderamente trascendente de esas ormas de eecucin.

Claro que esto no se puede hacer de la noche a la mañana y que nosotrosvamos creando paulatinamente los rganos necesarios para que vayan inci-diendo proundamente en esto.

El día que lo logremos, quizá no será necesario poner un cartel más en la calle.

Lo que interesa es propagar la esencia del peronismo¿Quién no sabe que aquí existen el peronismo y el usticialismo, unos

porque los apoyan y otros porque los combaten?Lo que interesa decir ahora es lo que tiene adentro el peronismo, lo que él

representa para la nacionalidad, lo que representa para el uturo del puebloargentino.

Tenemos que proclamarlo en todas partes y a toda hora, especialmente enestos momentos en que la oposicin recrudece en un estado de permanentediamacin y desprestigio para todos nosotros.

Errores en la campaña opositora de desprestigioEsa lucha tampoco hay que hacerla como la hacen ellos. Ellos están im-

buidos de los mismos errores que tenemos muchas veces nosotros.Tienen menos medios que nosotros; en eso les llevamos alguna ventaa.Como nuestros opositores hacen una campaña contra el gobierno, in-

sultando a los gobernantes y a los uncionarios, eso realmente no vence anadie.

Sería peor que la hicieran bien.Por eso nunca digo nada cuando me dicen: “Ahí lo insultaron”.Yo contesto: “Meor que me insulten aquí, donde todos me conocen, por-

que saben que no es cierto”.

Nuevas ormas peronistas de ejecuciónDe manera que en esto siempre hay ormas y ormas de eecucin.Nosotros también hemos de desarrollar en el uturo cursos sobre estas

ormas de eecucin para que vayamos abandonando lo supercial yendoverdaderamente a lo trascendente de la accin política en sus verdaderas or-mas de eecucin.

Si en lo espiritual, en lo político, en lo econmico y en lo social hemoscreado una nueva cosa en la Argentina, también en esto hemos de crear en eluturo una nueva cosa.

Vamos a transormar también esto, porque esto no es a lo que nosotrosaspiramos como orma de eecucin dentro de la política.

Una escuela de ejecuciónLas ormas de eecucin tienen una verdadera importancia. No se reali-

zan solamente para el cumplimiento de una nalidad inmediata.

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Es también una escuela, una educacin y una cultura, en el ondo, quehay que inculcar en el pueblo.

Eso va infuyendo en nuestros hombres para que lleguen, en todas las ormasde eecucin de su vida, no slo en las políticas, a buscar el máximo de provechocon el mínimo de sacricio; y ese principio, tan undamental en la vida de loshombres, irlo extendiendo a todas las actividades de los peronistas.

Quizá ésa sea una de las meores escuelas que nosotros podamos ormarpara el uturo.

Formas de ejecución y conducción estratégica y tácticaBien, señores: en estas ormas de eecucin, nosotros tenemos que sepa-

rar perectamente qué es la conduccin estratégica política y qué es la con-duccin táctica política, estableciendo debidamente a quiénes correspondeuna conduccin, a quiénes corresponde la otra, para que no pase lo que es-tá ocurriendo en muchos sectores –que ya hemos aclarado en gran parte–,donde chocan unos con otros.

Los que están haciendo el combate táctico del lugar quieren decir, a losque están aquí conduciendo todo el Partido, lo que el Partido tiene que ha-cer, cuando en realidad debe ser a la inversa.

Los que conducen el conunto deben decir cmo debe encauzarse la luchaallí, en líneas generales, pero no en detalle, que no conocen.

Es decir, ir diversicando bien y creando verdaderos divertículos, dire-mos, entre la accin de un sector del comando de la direccin, y de otro sec-tor, para que quede establecida perectamente la esera de accin y la respon-sabilidad de cada cual y no se produzcan ricciones dentro del mecanismopolítico, que suelen ser tan negativas y tan perudiciales.

Los agentes de ejecuciónEsto lo vamos haciendo despacio. También debemos ar perectamente

los agentes de eecucin, vale decir, los dirigentes.Para que cada cual actúe al lado de otros dirigentes sin hacerles zancadi-

llas; para que todos se ayuden, teniendo en cuenta que cada cual tiene unamisin particular.

Por lo tanto, si él los puede ayudar en el cumplimiento de su misin, losayuda; pero no tiene que hacerle zancadillas a nadie para voltearlo.

Una de las cosas más importantes, en lo que debemos realizar una verda-dera escuela, es la ormacin de los agentes de eecucin.

La política, más que ninguna otra actividad, por el amplio campo en que sedesarrolla, necesita cumplir perectamente el principio orgánico que estableceque la concepcin ha de ser centralizada y la eecucin descentralizada.

Concepción centralizada y ejecución descentralizadaEs el sistema universal de la accin, más que un principio de organizacin.

Si es necesario realizar una concepcin centralizada, se imaginarán ustedesque la concepcin brillante no vale nada donde los agentes de la eecucinque van a actuar descentralizadamente no eecutan bien.

La conduccin es posible solo mediante esta perecta coordinacin entre laconcepcin y la eecucin, así como también entre los medios que transmiten y eecutan en el campo de la accin la concepcin de una direccin centralizada.

Esto es ácil también de enunciar en líneas generales, pero muy diícilde realizar.

Todos los problemas de la conduccin tienen solucin; los que no tienensolucin son los hombres que la eecutan.

Desgraciadamente, ésta es la gran verdad.

Los medios de ejecuciónLuego debemos considerar los medios de eecucin, que son más bien un

actor orgánico.Los medios de eecucin son todas las organizaciones que sirven a esos

agentes de la eecucin; lo que nosotros llamamos, tomando un sector denuestra actividad, por eemplo la Escuela Peronista.

Escuela Superior Peronista, escuelas provinciales y ateneosHemos undado una Escuela Superior Peronista. Esto, lgicamente, con-

orma un pequeño sector de la ormacin peronista.

Lo hemos hecho solamente aquí, sin tener otro sector en cuenta.Consideramos que por algo teníamos que empezar, y decidimos comen-

zar por arriba y no por abao, porque abao hay otra organizacin que res-ponde a la política.

Hablamos ya con el director de la Escuela, pensando la manera de exten-der este medio de accin de la cultura política.

Como esta Escuela Peronista podrán ormarse, por eemplo, en las cator-ce provincias y ocho gobernaciones escuelas regionales, dependientes de laEscuela Superior que unciona en la Capital.

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Capítulo Xl  a  ConDuCCión  aPliCaDa 

La conducción aplicadaHoy voy a cerrar mi materia con una conversacin en orma de recapitu-

lacin general de todo cuanto hemos considerado durante el curso, un pocorápido y sintético.

En la última clase me reerí a las ormas de eecucin.Por otra parte, están más o menos tratadas en líneas generales.Quedaría, por lo tanto, decir algunas palabras sobre lo que se reere a la

conduccin aplicada.

Gimnasia de la conducciónLa conduccin, siendo una cuestin eminentemente de eecucin, no ga-

na mucho con una exposicin terica.Lo que la exposicin terica hace es, solamente, ponernos dentro de la

materia.El hurgar la materia con nuestras propias manos presupondría la eer-

citacin en algunos casos concretos, es decir, hacer una verdadera gimnasiade la conduccin, gimnasia que va capacitando a uno poco a poco, no paraaprender, sino para comprender la conduccin, que es la base de todo esto.

Para eso, normalmente, se utiliza un sistema muy lgico y muy natural: plan-tearse un caso concreto, terico o extraído de la historia de la conduccin política.

Estudio crítico de aplicaciónEn conocimiento de lo que ha ocurrido, de los errores que se han cometido,

 y relacionando causas y eectos, se hace un estudio crítico de ese hecho histrico,concreto, y se saca, en consecuencia, la enseñanza que de ello surge para no volver acometer los errores y para emularse en los aciertos que ese caso concreto plantea.

Es decir, es un estudio aplicado de la conduccin.

Tres sistemas para el estudio aplicadoEse estudio, generalmente, se realiza en tres ormas: primero, hacer un

plan para realizar una accin de la conduccin política.

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Es decir, para lo que nosotros llamamos elaborar un éxito, plantearse unobetivo, estudiar la situacin y tomar las resoluciones y planicarlas para laeecucin. Eso es una orma de estudiar.

La segunda consiste en tomar un hecho histrico de la conduccin políti-ca, analizarlo perecta y proundamente y establecer de él el verdadero uiciocrítico.

La tercera orma es tomar una resolucin para acostumbrarse a los casos,diremos, de la conduccin rápida.

Tomar una resolucin y poner sus undamentos, que es el sistema másrápido.

El más diícil: tomar resoluciones rápidasGeneralmente, en la conduccin los casos concretos se estudian mediante

esos tres sistemas: uno para capacitarse para armar, planear y eecutar unéxito; otro, para criticar errores y asegurar la enseñanza de las buenas medi-das que se extraen de los propios casos concretos que la historia plantea; y tercero, habituarse a tomar rápida resolucin sin hacer todo el proceso.

Este sistema es el más diícil, porque a menudo, cuando uno no se haceuna buena apreciacin de la conduccin, comete algunos errores.

Pero, eercitando esas tres ormas, se hace la conduccin aplicada, la ver-dadera conduccin.

Para eso sirve todo el bagae de erudicin que uno pudo haber tomado dela teoría de la conduccin.

La situación es siempre conusaTodo eso es útil, porque, indudablemente, orienta, da algunos asideros

dentro de un campo tan diícil de palpar, como es la conduccin misma, por-que en la conduccin se actúa siempre en una nebulosa hasta el momento

de la decisin.La regla de la conduccin es la oscuridad.Siempre está uno en un tembladeral.El secreto está en saber caminar por ese tembladeral con una orientacin

 y teniendo un obetivo que no le permita perder el camino.La conduccin nunca es segura, porque la situacin siempre es conusa.Es muy diícil que se presente una situacin clara.Es muy ácil conducir en una situacin clara, pero es muy diícil que esa

situacin clara se presente.

Por eso uno siempre anda a tientas y en indecisiones.Pero planicando y estableciendo un leano obetivo, uno, que tiene que

marchar en un campo de sinuosidades, va rodeando los obstáculos, perosiempre en direccin al obetivo.

En la conduccin no siempre la línea recta es el camino más corto; algu-nas veces la vuelta resulta más corta.

Sólo existen casos particularesTodo eso da una técnica y una intuicin en la conduccin, que se adquie-

re solamente mediante la contemplacin de los casos concretos.La conduccin nunca se estudia en un caso general, porque la conduc-

cin no tiene casos generales.En la conduccin, las verdades absolutas suelen ser unas grandes mentiras.Cada cosa tiene su verdad, que hay que desentrañar.Quien en conduccin se conorma con verdades generales, a menudo no

llega leos.Este es un arte basado en un proundo racionalismo, y su acierto estará en

razn directa con los conocimientos con que uno orma ese racionalismo.No se trata de ser un erudito en el amplio sentido de la palabra.Pero sí se trata de tener una base erudita que a uno le permita armarse en

algo, porque en estos tembladerales de la conduccin si uno no lleva algo en quéapoyarse, se hunde, y cuando en esto uno se hunde, se hunde denitivamente.

Los comandos que encuadrenEs diícil por eso la conduccin en el orden político.Tiene su ondo y tiene sus ormas, y a menudo las ormas suelen tener

una importancia tan extraordinaria, que sobrepasan en algunos aspectos alpropio ondo de la cuestin.

Eso es lo diícil de la conduccin política.Otras conducciones son más áciles.Por eso, en la conduccin política, lo undamental es tener los comandos

que encuadren, es decir, los conductores de todo orden.Las masas políticas, en general, no pesan ni valen por la cantidad de hom-

bres, o por dnde y cmo los tiene uno agrupados a esos hombres.Más valen los hombres que encabezan la conduccin de esa masa.Es siempre meor en la conduccin tener cien oveas mandadas por un

len que cien leones mandados por una ovea.

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Función de la Escuela Superior PeronistaEsto es lo importante dentro del aspecto general y orgánico de la conduc-

cin. Vale decir que hay que ormar los leones, leones de la conduccin; que eléxito no estará en la cantidad de las oveas que vayan detrás de cada len, sinoen el temple, en la capacidad, en el arroo y en el acierto con que esos leonesactúen durante todo el tiempo en que la conduccin política se realice.

El obeto de la Escuela Superior Peronista es ormar esos leones, es decir,ormar dirigentes, ya que nosotros no aceptamos a los caudillos.

Formar dirigentes y no caudillosFormar dirigentes para la política; la verdadera conduccin ha de ser por

dirigentes, no puede ser por caudillos.Y ¿por qué no puede ser por caudillos, y sí por dirigentes?Por una simple razn: el caudillo es generalmente un hombre que no se

subordina racionalmente a una conduccin.Es un elemento díscolo dentro de la conduccin.Y la conduccin, para que marche cientícamente considerada, no puede

tener hombres dentro de ella que actúen discrecionalmente.

Consecuencias de la ruptura de la disciplinaPorque así se producirá la ruptura de la disciplina; la ruptura de la disciplina es

la ruptura de la obediencia; la ruptura de la obediencia es la ruptura de la unidadde accin; y la ruptura de la unidad de accin trae el caos y trae la disociacin.

Entonces, no puede haber conduccin posible donde esos hombres en-cargados de la conduccin quieran cada uno hacer las cosas por su cuenta.

Yo ya he dicho que en nuestro Movimiento político no puede haber lu-chas entre dirigentes, y no debe haber luchas.

Esas luchas solamente existen cuando los hombres trabaan discrecional-

mente; cuando cada uno trabaa en una direccin propia, que es la meororma de matar la direccin de conunto.

Lo primero que hay que hacer en ese caso es, como digo siempre, patearpara el mismo arco.

Eso es lo primero que hay que asegurar en el movimiento político.

Privan los valores espiritualesY por eso, cuando tratamos de los conductores, empezamos por decir que

los valores espirituales son los que privan en el conductor.

El conductor que no posea los valores espirituales necesarios será contra-producente y negativo para el movimiento de la conduccin general.

Lo que el movimiento político debe comprender en su conduccin es queel triuno de cada uno está basado en el triuno de todos, y que la derrota decada uno está ligada también a la derrota de todos.

Cuando todos seamos derrotados, no podrá triunar ninguno dentro denuestro movimiento, porque todos nos vendremos abao; y ninguno se va aquedar colgado en el espacio.

Este es el punto de partida de toda nuestra accin. Por eso digo yo siem-pre: el movimiento peronista es una gran bolsa en la que todos metemosalgo; ponemos dentro todo lo que tenemos, porque sabemos que de esa bolsadepende el porvenir de todo el movimiento.

Cuando todos metemos lo nuestro dentro de esa bolsa, ninguno pelea.Las peleas vienen cuando alguno quiere meter la mano para sacar algo

de adentro.

Formar la conciencia de nuestros dirigentesEntonces, señores, el secreto está en no meter la mano en la bolsa: en ir

metiendo cosas. Y cuidando todos de que nadie meta la mano para sacar unaparte de esa bolsa para sí, porque eso irá en peruicio de todos.

Si uno va a meter la mano, la van a querer meter todos, y la bolsa va aquedar vacía.

Este símil un poco grotesco que les hago encierra un gran ondo de verdad.Está allí la base de toda nuestra conduccin.Es decir: la uncin de la Escuela Superior Peronista, y la de estos cursos

es ir ormando la conciencia de nuestros hombres, que serán los dirigentesde nuestro movimiento en el uturo: hombres de conciencia que estén enclaro sobre qué es lo que todos debemos buscar, y que dispersen, a su vez, en

toda la masa peronista, el caudal de estas ideas y estos pensamientos.

El valor del movimiento depende del valor de los dirigentesEn este orden de cosas, hemos empezado –como die en cierta oportuni-

dad– con esta pequeña Escuela, que será grande en el uturo.Ya mi señora ha expresado que en la sede central de la Fundacin habrá

treinta aulas destinadas a escuela, donde podremos ormar mil dirigentes.Estos cursos irán después a las provincias, donde podremos ormar mil

escuelas peronistas, que –dentro de ellas– ormarán otros tantos miles de

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dirigentes; los que a su vez ormarán los ateneos peronistas; que a su vezormarán miles de nuevos dirigentes.

El valor de nuestro movimiento estará en esos miles de dirigentes quevamos a ormar.

Ese será el acervo verdaderamente virtual de nuestro movimiento.

Preparación paulatina de un movimiento de conjuntoMuchos dirán: ¿y por qué no lo hicimos antes?Bueno; no lo hemos hecho antes porque para tener un guiso de liebre lo

primero que hay que tener es la liebre.Buscamos tener un partido: hoy ya tenemos un partido.Las grandes corrientes están ya organizadas.Estamos ormando las escuelas para ir capacitando y uniormando el cri-

terio de nuestros conductores para que todos lleguemos a ver las cosas deuna misma manera, apreciarlas y resolverlas de una misma manera.

Llegará así a ormarse un inmenso movimiento de conunto, que ormarála aplanadora de que tantas veces hemos hablado.

Sin esa aplanadora no vamos a ir leos en política.Vamos a pelear entre nosotros, vamos a discutir las cosas.

Doctrina, mentalidad y modalidad peronistasHemos tratado de crear una doctrina única, ahora creamos una menta-

lidad y una modalidad única: una mentalidad peronista que nos impulse auna modalidad peronista.

Cuando hayamos conseguido eso mediante la dispersin y la preparacinde nuestra direccin, el movimiento peronista tendrá una orma casi mecá-nica en su marcha, es decir, marchará solo.

El gran impulso, pues, se lo darán los dirigentes que se destaquen con su

inteligencia y su capacidad.Porque esto es una entidad que marcha sola; que ya puede marchar

sola, que no hay que llevarla de la mano o del brazo, porque cuando sela larga se cae.

No; marcha sola. Lo primero que había que hacer era hacerla marcharsola. Ya está marchando sola.

Ya le podemos decir la direccin en que va a marchar en orma com-pleta.

Y después podrá correr…

Educación y organización del puebloPero primero hay que enseñarle a pararse; después a caminar; después a

correr despacio, y después correrá ligero.Todo esto está en la educacin, en la organizacin del pueblo.Es decir, convertir esa masa inorgánica en masas orgánicas y organi-

zadas: convertir la masa en pueblo consciente de sus derechos y de susdeberes.

Y que los deenda: que los deenda inteligentemente y sin violencia.No hay necesidad de violencia de ninguna naturaleza.La persuasin vale mucho más que la violencia en el trabao del pue-

blo; y la conduccin tiene esa inalidad: llevar a todo el pueblo la per-suasin.

Cuando llegue la persuasin, la violencia será una uerza insignicante allado de la que la persuasin representa.

Esa persuasin ha de llegar a todos los límites a que debe llegar dentrodel pueblo.

En otras palabras, como decían antes, hay que educar al soberano, perohay que educarlo de verdad.

El peronismo inició la conducción cientícaSeñores: todo esto que nosotros hemos iniciado un poco apresurada-

mente, aprovechando el tiempo y ando las primeras ideas, está dando na-cimiento a toda una corr iente intelectual dentro de nuestra conduccin.

En otras palabras, nosotros queremos terminar con el panorama de laconduccin de amateurs que se ha hecho siempre o de caudillos o caciquesque se ha utilizado en la política argentina, para iniciar una corriente deconduccin cientíca, conduccin estudiada, racionalizada y capacitada quedé al país una garantía en la direccin.

No es suciente que le digan a uno: usted es un dirigente.Él debe capacitarse para dirigir.Desgraciado del pueblo que nombra como dirigentes a hombres que no

saben dirigir.La responsabilidad del dirigente es total.La del ciudadano es simplemente la de un ciudadano; los que dirigimos

tenemos la responsabilidad por todos los ciudadanos: la responsabilidadde una sola persona por lo menos por quienes nosotros podemos teneruna infuencia.

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Responsabilidad de la políticaEs una cuestin de amor a la responsabilidad de enrentar la tarea de

conciencia y de responsabilidad el capacitarnos para desarrollar de la meormanera y honradamente la tarea de dirigir.

Yo creo que uno de los grandes males de la política criolla ha sido el tomarla política como un pasatiempo y no como una verdadera responsabilidad.

En general los hombres hacían la política porque les gustaba, porque lesentretenía politiquear, reunirse y hablar de esas cosas.

La política tiene una responsabilidad mayor si uno quiere honrar a lapolítica.

Es claro que cuando la política cae en manos de hombres desaprensivos,que no sienten la responsabilidad de dirigir y que desarrollan eso como unplacer o un pasatiempo, no se puede llegar nunca al grado de pereccin aque se debe llegar en esta actividad de la cual dependen el mayor o menorgrado de la elicidad del pueblo que uno conduce y de la grandeza de la na-cin que uno dirige.

Responsabilidad del dirigenteCada dirigente tiene, en un sector, la misma responsabilidad que tengo

 yo en la presidencia de la República: él, en el sector en que actúe, y yo en elsector en que actúo.

Pero todos compartimos una responsabilidad y cada uno de los ciudadanostiene también una pequeña parte de esa responsabilidad, que no es muy poca.

En la República Argentina, es una diecisiete millonésima parte.De manera que el dirigente tiene muchas diecisiete millonésimas partes

que conducir y, en consecuencia, su responsabilidad está en razn directa deese número que él conduce.

Necesidad de la capacitación en el dirigentePor eso es necesario que se capacite, sobre todo que se capacite mo-

ralmente, es decir, que tenga los lineamientos de una ética sin la cual lapolítica resulta un oicio oscuro e intrascendente, y muchas veces per-

 udicial.Darle esos principios de la conduccin que lo capaciten para que no pier-

da su prestigio y para que no induzca con su eemplo al error a un sinnúme-ro de ciudadanos que lo siguen convencidos de su capacidad y honradez, e irasí ormando una escuela, es asegurar el porvenir.

De nada valdría la organizacin de un partido si nosotros, al encuadrarlo,no disponemos de hombres capacitados en la conduccin, porque toda laorganizacin depende de esos hombres.

Los dirigentes salen de la acciónSi el movimiento peronista no realizara la preparacin de sus conducto-

res y de sus dirigentes, cometería indudablemente un gravísimo error.Volvería a organizar otra vez a un pueblo para que mañana pudiera caer

en manos de hombres incapaces y deshonestos.Esa direccin y el eercicio de esa direccin solamente pueden mostrar

quiénes son los capaces y quiénes son los honestos, porque “para conocer aun coo lo meor es verlo andar”, según dice Martín Fierro.

Y es en la conduccin donde los hombres se muestran tales como son y no como quieren hacer creer que son.

Es en la conduccin donde se podrá aquilatar a los hombres, conociendosu capacidad y su honradez; y es de allí de donde deben salir los dirigentes;ellos no pueden salir de una escuela terica.

Los dirigentes salen de la accin, y si no, no son dirigentes.Los dirigentes que se pueden hacer a dedo dan muy mal resultado.

Los griegos elegían a sus conductoresConsiderando esta situacin, siempre he dicho lo mismo.Dicen que cuando los griegos comenzaron la conduccin elegían a sus

conductores, tanto en la política, como en el orden militar, como en todoslos demás rdenes; y dicen que nunca las conquistas y las guerras ueron másmaravillosamente desarrolladas que cuando eligieron sus conductores en losmomentos de peligro y los pusieron a actuar.

Es indudable que si esto ha sido cierto en la antigüedad, lo será mucho

más en los tiempos modernos.Es indispensable, para el que vaya a actuar en la conduccin, que tenga

el suciente leo sagrado de Samuel, sin el cual no va a tener buen resultadoen su cometido.

Y eso slo lo da Dios, pero en secreto...

Cada peronista lleva el bastón de mariscal...Nosotros lo podemos descubrir viendo actuar a los hombres, viendo

qué éxito consiguen en su accin o qué errores cometen en su trabao. Y

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eso solamente se ve en el campo empírico de las realizaciones de la con-duccin política.

Por otra parte, cumple el principio peronista que dice que cada peronistalleva el bastn de mariscal en su mochila.

Eso representa también, dentro del campo de la conduccin, una uerza quees extraordinaria: la de la emulacin, en que los hombres van puliendo sus aris-tas en la marcha misma; en la misma marcha constructiva del movimiento.

Es decir que van mostrando cuánto valen y capacitándose para condu-cir meor cada día; y haciéndose conocer por sus compañeros durante lamisma marcha.

Los conductores no se hacen por decretoEsto no lo puede dar nadie.Decía uno de los más amosos hombres que han escrito sobre conduc-

cin en el mundo, Schlieen, alemán, que el conductor nace y se muestra enlos hechos mismos.

Muchas veces se hace un conductor “por decreto”, pero por lo general esoes un gravísimo error y una desilusin muy grande para el que lo nombr y crey haber logrado por decreto un conductor.

El dirigente es, en su pequeño campo, un conductor.Conductor ligado a una accin de conunto o realizando una accin de

conunto.Él vale por lo que puede hacer y los resultados que obtiene.No por otra cosa.

Mando y direcciónAhora bien; en ese sentido, señores, siempre he criticado el que no se

distinga muy claramente a un conductor de lo que es el gobierno y de lo que

es el mando o la direccin.Siempre he presentado un caso muy notable que yo he observado duran-

te mi vida, y que constituye una experiencia mía muy importante.Me presento yo siempre como general en este asunto.

Conducción política y conducción militarA mí me tomaron a los quince años en el Colegio Militar; me enseñaron

la disciplina, me sometieron a ella; me dieron los conocimientos militaresnecesarios y me dearon listo para que uera a mandar.

Eercí durante cuarenta años la disciplina, mandando y obedeciendo.Cada vez que ui a hacerme cargo de un puesto de responsabilidad, me

dieron un número de hombres, mi grado y el cdigo de usticia militar.Yo mandé, y todo el mundo obedeci.Bien: yo trasladé eso a mi nuevo ocio, el de gobernar, y empecé a apreciar

la situacin: aquí los hombres no me los dan; me los tengo que ganar yo.Empecé por ahí; ya no me decían: “todos estos hombres están a sus

rdenes”.No; están a mis rdenes aquellos que me gano yo, que es otra cosa.Segundo asunto: No tengo el grado.Tercero: No tengo el cdigo.De manera que esto es otra cosa.

El conductor persuade, no mandaHay que distinguir bien lo que es mando de lo que es gobierno.Los métodos son distintos, la accin es distinta también.Bien se trate de la conduccin política o de la direccin política, el méto-

do no puede ser amás el del mando; es el de la persuasin.Allá se actúa por rdenes; aquí por explicaciones.Allá se ordena y se cumple. Aquí se persuade primero, para que cada uno,

a conciencia, cumpla una obligacin dentro de su absoluta libertad en laaccin política.

Siempre, pues, critico a aquellos dirigentes políticos que se sienten másgenerales que yo, y quieren mandar.

No: aquí no se manda.De manera que el conductor militar es un hombre que manda.El conductor político es un predicador que persuade, que indica caminos

 y que muestra eemplos: y entonces la gente lo sigue.

Un racaso hace perder el valor de cuatro éxitosDesgraciado el político que lleva sus hombres adelante; debe llevarlos de-

trás de él.Vale decir, no debe empuar, lo deben seguir.Si los tuviera que empuar, no le alcanzarían las manos; son muchos

hombres.De manera que el proceso de la ormacin de un conductor es simple-

mente su punto de origen y su disciplina, su conormacin, su capacidad y su

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inteligencia, y la amalgama de todo esto, con una nalidad, es la conduccinpolítica, diícil, por excelencia, donde un racaso le hace perder a uno el valorde cuatro éxitos anteriores; y, en consecuencia, es necesario andar con grantiento para que no se le produzcan a uno muchos racasos, porque muchosracasos hacen al nal un racaso denitivo y total.

El carácter se educa y se ormaConducir hombres en la accin política presupone una modalidad que

hay que ormar. Hay algunos que dicen: “Yo no tengo carácter para ser polí-tico: no me avengo a esta actividad”.

No es cierto; el carácter se educa, se orma.Si no tiene carácter para ser político, no será conductor: será conducido; y si no

tiene ese carácter, y quiere conducir, tiene que ormarlo, tiene que dominarlo.Esa es una cuestin que no escapa a la posibilidad de ningún hombre:

ormar su carácter de acuerdo con la necesidad de su trabao, lo cual es unacosa elemental y undamental.

Un curso básicoSeñores: yo quisiera seguir hablando largamente sobre este tema.En este año he querido hacer un curso lo sucientemente rudimentario

como para que nos dé las bases para continuar en los cursos sucesivos, en losque podremos desarrollar con mayor amplitud todos estos conceptos de unaconduccin cientíca y racional.

La conducción sólo puede ser cientíca y racionalLo único que he querido traer a estos cursos es la conviccin o la per-

suasin de que no puede haber una conduccin de acionados, con espíritudeportivo. En este aspecto debe haber una conduccin cientíca y proun-

damente racional.Es una cosa demasiado seria para que sea realizada slo en las horas de ocio.Esto debe constituir una cosa que nos ponga a pensar y que nos obligue

a estudiar.Diícilmente que el hombre realice solo con lo que la naturaleza le ha

dado lo que debe realizar.Debe contraerse al trabao, refexionar muy proundamente y estudiar

muchas cosas que no conoce.Cuando más haya proundizado esas cosas, meor comienza a penetrarlas.

Y como en la conduccin no es cuestin de aprender, sino de compren-der, es en la proundidad de ese análisis cuando uno llega a saber y realizarmeor las cosas.

Conductores que nacen y que se hacenPor esa razn he querido que este curso sea lo sucientemente rudimen-

tario como para despertar la inquietud.Y haremos llegar esta misma inquietud a todas las eseras del peronismo.El apetito viene comiendo.La gente que va leyendo todo esto, se va interesando.Podrá decir que algunas cosas se pueden hacer meor, y es proundizán-

dolo como puede llegar a convertirse un conductor.Porque si bien es cierto que el conductor nace, hay también muchos que

se hacen.No se conduce lo mismo a los diez años que a los cuarenta.En ese lapso de treinta años hay muchas cosas que pueden aprenderse.En esto, “el genio es mucho de trabao”.

Empezar por lo simple para llegar a lo más complejoEste curso, decía, es lo sucientemente rudimentario como para empezar

a despertar la inquietud de todos.Pero lo iremos desarrollando y proundizando hasta hacer un curso com-

pleo de la conduccin.He querido seguir en esto el sistema que sigo en todos los casos: empezar

por poco, por lo simple y ácil, para llegar después a lo diícil y a lo compleocon el tiempo.

El acervo intelectual de la conducción peronistaLos grandes negocios, como las grandes cosas, empiezan en pequeñas co-

sas. Entonces, nosotros todos los días iremos aumentando un poco esto, paraconormar el acervo intelectual de la conduccin peronista.

Y este acervo ormará capas sucesivas con una prounda sedimenta-cin paulatina que los hechos ya van deando en la marcha de nuestroMovimiento.

Conormaremos después también una completa teoría de la conduccin y entregaremos a todos nuestros conductores la posibilidad de que, a quienesto le guste, tenga también su orientacin en ella.

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Pero lo que tenemos que asegurar es que ningún conductor llegue a laresponsabilidad de la conduccin de la gran masa sin las armas en la manopara deender esa responsabilidad, es decir, dar armas a los hombres.

Fuerza organizada y cientícamente conducidaNos cuidaremos muy bien de no darle armas a una mala persona, tam-

bién. Pero sí daremos a nuestros dirigentes, con el corazn abierto y la con-viccin de que estamos haciendo un bien al movimiento, todas las armas queposeemos, la experiencia que hemos adquirido y la ayuda de compañerosque debemos a todos nuestros dirigentes, para que ellos puedan hacer elmeor papel en toda la direccin.

Cuando llevemos esto a todo el movimiento peronista, cuando todos losdirigentes peronistas tengan las bases necesarias para proceder meor cadavez, nuestro movimiento será cada vez más poderoso y llegará a adquirir ungrado absoluto de invencibilidad en el campo político.

Porque, ¿qué podrán hacernos con este tipo de guerra de guerrillas y demontoneras, rente a nuestra uerza organizada y cientícamente conducidaen toda su gradacin?

En la lucha política vence el mejor organizadoEs indudable que la superioridad nuestra será muy grande. Piensen uste-

des que en la lucha de un barco contra otro barco podrá vencer un capitáncon suerte o arroado; pero en la lucha de mil barcos contra otros mil, hande vencer los que estén meor organizados y tengan meor establecidos susservicios.

El movimiento político necesita lo mismo.Podrá un pequeño sector vencer en una pequeña cosa, con una de esas

avivadas de los políticos.

Pero en esta masa que signica toda la poblacin de la República Argenti-na, tendrá que vencer el meor organizado y el meor conducido.

La organización vence al número y al tiempoLo único que vence al número es la organizacin.Y no slo esto. La organizacin es lo único que ha conseguido vencer a

la muerte.Porque la organizacin también vence al tiempo.No los hombres, pero sí las organizaciones.

Las organizaciones sobreviven a los hombres.Quiere decir que es el único invento del hombre que ha sobrepasado al

tiempo.La organizacin vence, pues, al número y vence al tiempo.Si nosotros queremos hacer del movimiento peronista una cosa que ad-

quiera estabilidad y consolidacin permanente dentro del país, tenemos queorganizarlo.

Y es esa organizacin la que sobrevivirá a nosotros y nos honrará a no-sotros en el uturo, quizá con hombres más capacitados, meor preparados y organizados que nosotros mismos.

Porque, señores, la nalidad de la Escuela Superior Peronista es ésa: esperpetuar en la organizacin todas nuestras ideas y nuestras ilusiones deargentinos y de patriotas.

Conseguir eso es una de nuestras más perentorias obligaciones: no aban-donar esto a lo que suceda.

Formar dirigentes y proesores de conducciónNo, no. Para que Dios nos ayude, tenemos que empezar nosotros por

ayudar a Dios. Yo espero que para los uturos cursos que organice la Escue-la Superior Peronista sobre esta base ya establecida podamos ir ampliandoestos conceptos, en todos los aspectos de la conduccin, para poder llegar aconormar –como digo– un curso completo sobre esta actividad.

Y no solamente eso: también comenzar a ormar los dirigentes, los proe-sores que han de enseñar la conduccin en el uturo.

Nunca se aprende meor la conduccin como cuando uno se ve obligadoa enseñarla, porque eso obliga a pensar sobre distintos aspectos que unonunca ha pensado.

Estudiar y penetrar las masasYo sería muy eliz si entre los peronistas dirigentes comenzáramos ya a

ormar los proesores que empezarán a dar los primeros rudimentos de laconduccin, a penetrar sus proundos problemas, a enseñar cuál es el méto-do y cmo se trabaa en la conduccin política.

A estudiar las masas, a estudiarlas con sentido social, con sentido psico-lgico y con sentido sociolgico; a penetrarlas, a aprender a conocer los de-signios de la masa, de la masa misma, porque somos encargados de servirla

 y debemos primero interpretarla para poder servirla.

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Entonces hay que ir bebiendo en eso que constituye la única uente.La conduccin es más una cuestin inductiva que de erudicin.Hay que tener la sabiduría suciente para extraer de allí las verdades que

uno debe deender, seguro de que el pueblo acompaña a uno cuando unoestá en la verdad.

El pueblo diícilmente se equivoca en las grandes verdades.Entonces, la escuela de conduccin resulta ácil en sí a poco que se la pe-

netre y refexione, a poco que se raciocine sobre ella.

Proundizar las enseñanzasPor eso digo que sería para mí la más grande de las satisacciones si entre

nuestros muchachos dirigentes comenzaran a perlarse aquellos que tienenpredileccin por esta clase de estudios, penetrándolos y empezando desde yaa enseñar a los demás los aspectos de la conduccin.

Con estos rudimentos que hemos dado, ya se puede empezar.Ya tenemos los rudimentos; ahora es cuestin de proundizar e ir sacando

las enseñanzas necesarias para capacitarnos y capacitar a los demás.Todo lo que en este orden enseñemos es constructivo.Se podrán cometer algunos errores, pero eso no interesa, en la conduc-

cin se trata de tener mayor número de aciertos que de errores, porque entodas las conducciones hay errores.

De manera que termino esta clase diciéndoles que mi aspiracin es quetodos ustedes, que tienen una base sobre esto, comiencen a estudiar, ense-ñando al resto de los dirigentes, porque ésa es la meor arma para proundi-zar este aspecto de la conduccin.

Diundir la experiencia personalEmpecemos ya a no quedarnos con lo que tenemos, sino a pasárselo a

los demás, para que lo compartan los demás compañeros en los distintosrdenes. Esa es mi preocupacin al propugnar la ormacin de las escuelasperonistas en todas las provincias y en todas partes: como así también losateneos, porque eso va a terminar con los antiguos comités.

Iremos allí a hablar de los problemas de la conduccin política y delmaneo político de las masas, en vez de ir a tomar mate y a hablar decarreras.

¡No digo con esto que no debemos tomar mate ni hablar de carreras, peroconviene de cuando en cuando, hablar un poquito de estas cosas...!

Agradecimiento los alumnosQuiero dar por terminadas estas clases agradeciéndoles todas las ama-

bilidades que han tenido conmigo durante este curso, haciéndoles presenteque yo he venido a dictar estas clases a pesar de mis múltiples ocupaciones,porque creo que son de gran utilidad para nuestros dirigentes.

Al agradecerles todo esto a los compañeros peronistas, que me han escu-chado durante este curso, les pido disculpas, porque probablemente he sidoun poco desordenado.

Yo no tengo mucho tiempo para preparar mis clases.Quizás haya yo repetido muchas cosas, y alterado algunas veces el orden de

los tpicos, porque, realmente, tengo la gran dicultad de mis muchas ocupa-ciones. Pero quizá el año que viene podamos nosotros estructurar cursos másracionales; es decir, de un menor tiempo sacar un mayor provecho a esto.

Yo he hecho lo que he podido; les he dado el remanente de mi experiencia y de cuanto he estudiado sobre la conduccin en un número, el menor po-sible, de clases; y he tratado con buena voluntad de trasladar a la mentalidadde ustedes mi propia mentalidad de la conduccin. Quizá en el uturo pueda

 yo orecer a los compañeros clases más racionales y meor organizadas.

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ínDiCe

Presentacin .................................................................................................... 3

Introduccin.................................................................................................... 5

Capítulo I - Elementos en la conduccin ....................................................19

Capítulo II - Características de la conduccin moderna ............................37

Capítulo III - El método de la conduccin .................................................. 71

Capítulo IV - Organizacin de la conduccin ........................................... 101

Capítulo V - El conductor ..........................................................................131

Capítulo VI - El arte y la teoría en la conduccin .....................................161

Primera parte - Las ormas de eecucin .............................................. 161

Segunda parte - Unidad de accin y unidad de concepcin ............... 173

Capítulo VII - La economía de la uerza ....................................................191

Capítulo VIII - Continuidad en el esuerzo ...............................................207

Capítulo IX - La preparacin de la masa ...................................................229

Capítulo X - La conduccin aplicada ......................................................... 257

ínDiCe temátiCo

AcciónSimilitud de las luchas humanas ...............................................................................29La accin política es cuantitativa ..............................................................................32Fuerzas sin doctrina ...................................................................................................41Deben transormarse las ormas políticas ................................................................41La lucha en común .....................................................................................................54El ciudadano debe ennoblecer el cargo .....................................................................55El eemplo de Epaminondas ......................................................................................55Accin cuantitativa y accin cualitativa ....................................................................57Hacia la unidad de concepcin y de accin ..............................................................58La accin está siempre por sobre la concepcin .......................................................60Un método obetivo para la accin ...........................................................................75La eleccin es un acto cuantitativo..........................................................................111En política, no hay nada que por sí sea decisivo .....................................................112Cada uno en su uncin ...........................................................................................112Interdependencia de política y gobierno ................................................................114Levantar al pueblo, para combatir el raude ...........................................................122El cálculo de las uerzas............................................................................................126Concepto de Universalidad en la accin política....................................................134Hay que abarcar los conceptos undamentales ......................................................139El arte de la conduccin ha nacido conduciendo ...................................................161Método de accin y de concepcin .........................................................................162Las grandes acciones deben seguir a las grandes concepciones .............................163La economía de uerzas en la accin política..........................................................182Los actos violentos ...................................................................................................184Improvisacin y método para la accin ..................................................................255

Los dirigentes salen de la accin ..............................................................................265V. POLÍTICA

Acción de masaAccin de masa y economía de uerzas ...................................................................123Ganar la calle en un momento y lugar decisivos ....................................................123

Acción solidariaLa accin solidaria ...................................................................................................223Golpe de muerte para el individualismo ................................................................224Importancia de la solidaridad .................................................................................224

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Accin solidaria y doctrina ......................................................................................224Una razn superior, que es la unidad par tidaria ....................................................225Hay que imponer la solidaridad ..............................................................................225

AdoctrinamientoEl conductor debe ser maestro ..................................................................................29Ecacia del adoctrinamiento peronista ....................................................................32Slo se conduce lo orgánico y lo adoctrinado ..........................................................33Organizar, educar, enseñar, capacitar y conducir .....................................................33Conduccin gregaria y adoctrinamiento ..................................................................43El adoctrinamiento como base de la conduccin.....................................................44Hay que predicar todos los días.................................................................................56Trabao paulatino de adoctrinamiento ...................................................................124El adoctrinamiento es base de la conduccin .........................................................219V. DOCTRINA, ESCUELA SUPERIOR PERONISTA

Apreciación de la situaciónSituacin, apreciacin y resolucin .......................................................................... 75Apreciacin obetiva y subetiva ................................................................................79El método para la apreciacin ...................................................................................81juego de los actores de la apreciacin ......................................................................82Fuerzas, avorables y desavorables ...........................................................................82Estudio minucioso de las uerzas ..............................................................................82El análisis debe tener un obetivo preciso .................................................................83Se sacan las conclusiones por eliminacin ...............................................................83Apreciacin de la situacin ......................................................................................237Apreciacin, resolucin y plan obetivo ..................................................................248Importancia de la apreciacin inicial y la preparacin ..........................................248

Arte

Necesidad de cultivar las artes ...................................................................................11La ciencia y el arte de la conduccin .........................................................................11Comparacin con las artes plásticas .........................................................................20Condiciones naturales para el arte y la conduccin .................................................20Técnica y arte de la conduccin ................................................................................20Al arte se llega por el genio o por el método ..........................................................128La conduccin: arte o ciencia ..................................................................................131Ciencia y arte: dierencia..........................................................................................131

CapacitaciónDesarrollar y mantener al día la doctrina ...................................................................6

Capacitar a los peronistas ..........................................................................................15Capacitacin indirecta de la masa .............................................................................15La capacitacin política descuidada por la oligarquía .............................................16Organizar, educar, enseñar, capacitar y conducir .....................................................33Hacia la cultura cívica, social y general de la masa ..................................................45Sistema de captacin y de reclutamiento ..................................................................48Educacin de los elementos undamentales ...........................................................110“Educar al soberano” ...............................................................................................110La elevacin cultural de la masa ..............................................................................115Se alcanza mediante la educacin de la masa .........................................................181Propsito peronista: capacitar a los gobernantes ...................................................221Capacitar las capas dirigentes ..................................................................................222Cultura cívica y seleccin humana ..........................................................................226Preparacin, cultura cívica y seleccin humana .....................................................232Educacin y organizacin del pueblo .....................................................................263Necesidad de la capacitacin en el dirigente ..........................................................264

CapitalismoLa antigua teoría econmica capitalista ....................................................................63El principio hednico en la economía aplicada .......................................................63El punto ptimo de la economía capitalista .............................................................63El consumo supeditado a la produccin ...................................................................63Nuestra teoría econmica super a la del capitalismo ............................................64También conviene al capitalismo adoptar nuestro sistema .....................................65Ausencia de una doctrina en el capitalismo ...........................................................218El capitalismo no posee una orientacin denida .................................................218

CaptaciónActuar sobre el corazn de los hombres ...................................................................49Ha llegado el momento de captar de otra manera ...................................................50

Es meor no captar la opinin independiente ..........................................................51El arma es la persuasin .............................................................................................52Actuar sobre las nuevas generaciones .......................................................................53

CaudillismoCausas del caudillismo ...............................................................................................38El caudillo ...................................................................................................................39Enveecimiento de las uerzas políticas .....................................................................40San Martín, O’Higgins, y Carrera..............................................................................52Muy pocos han sido los conductores argentinos ....................................................142Luchadores de montoneras .....................................................................................142

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Conductores y caudillos ..........................................................................................143Formar dirigentes y no caudillos .............................................................................260

CausaDarle al pueblo una causa permanente .....................................................................29Fracaso de las causas sin doctrina .............................................................................34Luchador de una causa ............................................................................................149Inteligencia y capacidad para las buenas causas .....................................................222

Centro de gravedadTeoría de los centros de gravedad ............................................................................196No abandonar el centro de gravedad ......................................................................196Importancia de la teoría en el plan político ............................................................197El actual centro de gravedad ....................................................................................203El centro de gravedad internacional........................................................................204Nuestro centro de gravedad está en el rente occidental ........................................205

Ciencia de la conducciónLa ciencia y el arte de la conduccin .........................................................................11La conduccin: arte o ciencia ..................................................................................131Ciencia y arte: dierencia..........................................................................................131La conduccin slo puede ser cientíca y racional ................................................268Empezar por lo simple para llegar a lo más compleo ...........................................269

ComunismoSocialismo y comunismo ...........................................................................................41

ConcepciónLa accin está siempre por sobre la concepcin .......................................................60Principios de la concepcin de la conduccin ........................................................162

Método de accin y de concepcin .........................................................................162Las grandes acciones deben seguir a las grandes concepciones .............................163Conduccin, creacin y concepcin .......................................................................163El conductor, sobre la teoría; la eecucin, sobre la concepcin ............................166Peligros de la alta de congruencia ..........................................................................173Concepcin centralizada y eecucin descentralizada ...........................................253

Conducción militarLa conduccin militar ..............................................................................................108Conduccin política y conduccin militar .............................................................108Disciplina política y disciplina militar ....................................................................109

Napolen y las acciones política y militar...............................................................135Mando y direccin ...................................................................................................266

Conducción política (Generalidades)Capacitar la conduccin ............................................................................................10Técnica de la conduccin ..........................................................................................11La ciencia y el arte de la conduccin .........................................................................11No hay recetas para conducir pueblos ......................................................................12Acciones inmediatas...................................................................................................12Una uerza superior ...................................................................................................13La conduccin se comprende, no se aprende ...........................................................19El caso del mariscal de Saonia ..................................................................................19Comparacin con las Artes Plásticas.........................................................................20Condiciones naturales para el arte y la conduccin .................................................20Escuela activa de conduccin ....................................................................................21Funcin de la materia ................................................................................................21No se puede enseñar sobre el error ...........................................................................22Programa sintético y práctico ....................................................................................22Un estudio más empírico ...........................................................................................23Elementos de la conduccin ......................................................................................24Historia y evolucin de la conduccin ......................................................................24La buena conduccin se mide por el éxito ...............................................................25Organismos de la conduccin ...................................................................................24Parte aplicada de la conduccin ................................................................................27Estudios complementarios ........................................................................................27Conduccin y gobierno: lucha y construccin .........................................................36Dierencias entre gobernar y conducir......................................................................36Condiciones de tiempo y de lugar .............................................................................37Reerencia exclusiva a nuestro país ...........................................................................37La antigua conduccin política argentina ............................................................... 38

Sectarismo y conduccin ...........................................................................................43El adoctrinamiento como base de la conduccin.................................................... 44Conduccin y cultura ................................................................................................45Técnica moderna al servicio de la conduccin.........................................................45Interdependencia de los tres elementos de la conduccin .......................................58Un arte simple y de eecucin ...................................................................................72Los organismos de la conduccin .............................................................................26Una actividad centralizada ......................................................................................102Intererencias en la conduccin...............................................................................105El sentido común divide la conduccin táctica de la estratégica ...........................106Conduccin política y conduccin militar .............................................................108

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Transigencia y tolerancia .........................................................................................108Educacin de los elementos undamentales ...........................................................110La responsabilidad de la conduccin ......................................................................115Los principios del arte de la conduccin ................................................................127En la conduccin se triuna o se racasa .................................................................128Enseñanza práctica de la conduccin .....................................................................128Las eercitaciones......................................................................................................129La experiencia del General Pern ............................................................................129La conduccin: arte y ciencia ..................................................................................131La conduccin es permanente creacin ..................................................................131Es un arte simple para el que posee las cualidades .................................................132El secreto de la creacin ...........................................................................................133Conduccin política en el orden internacional ......................................................133Napolen y las acciones política y militar...............................................................135El éxito se construye .................................................................................................136No puede sistematizarse la conduccin ..................................................................137Lo que no debe olvidarse .........................................................................................140Conducir es actuar y crear .......................................................................................141La conduccin está al alcance de todos ...................................................................143La muer en la conduccin ......................................................................................156La conduccin se hace a base de realidades ............................................................157Lo primero es la parte vital del arte ........................................................................162Comprensin de la conduccin ..............................................................................162La conduccin tal como se presenta en la vida.......................................................167La conduccin no puede sistematizarse ..................................................................167Tres aspectos de la conduccin ................................................................................168Las pequeñas ventaas son decisivas ........................................................................172Empleo inteligente de los medios ............................................................................177Bases de la doctrina total de la conduccin ............................................................197Dicultad para la explicacin de los principios .....................................................198

El gran secreto: no cometer los grandes errores .....................................................199Estudio de los propios aciertos y desaciertos ..........................................................202Necesidad de comprensin antes que de memoria ................................................210El adoctrinamiento es base de la conduccin .........................................................219La losoía de la conduccin ...................................................................................219Conduccin técnica y conduccin política .............................................................235Un curso sintético ....................................................................................................235La conduccin aplicada ...........................................................................................257Gimnasia de la conduccin .....................................................................................257Estudio crítico de aplicacin ...................................................................................257Tres sistemas para el estudio aplicado .....................................................................257

Slo existen casos particulares .................................................................................259El peronismo inici la conduccin cientíca .........................................................263Mando y direccin ...................................................................................................266Un curso básico ........................................................................................................268El acervo intelectual de la conduccin peronista ...................................................269Formar dirigentes y proesores de conduccin ......................................................271Proundizar las enseñanzas ......................................................................................272

ConductorLos conductores nacen o se hacen por el trabao .....................................................11El eemplo de los conductores ...................................................................................23Imposibilidad de su estudio ......................................................................................23Licurgo, el primer usticialista ...................................................................................23El conductor ...............................................................................................................26Conductores, cuadros y masas ..................................................................................27El conductor debe ser maestro ..................................................................................29Interpenetracin de masa y conductor .....................................................................32El eemplo napolenico .............................................................................................33El conductor es a veces conducido ............................................................................33Deormacin de los elementos de la conduccin .....................................................34Vanidad estéril de los conductores ............................................................................35El conductor perecto ................................................................................................35El conductor no puede mentir ..................................................................................50San Martín, O’Higgins y Carrera ..............................................................................52Conductores estratégicos y conductores tácticos .....................................................73Elemento primordial: el conductor y su doctrina ..................................................114Cada conductor crea su instrumento ......................................................................115Con el sacricio de todos los días ...........................................................................116La esencia del conductor..........................................................................................127Parte vital y parte inerte de la conduccin .............................................................127

El artista de la conduccin .......................................................................................127La habilidad del conductor ......................................................................................132El conductor puede crearse y pereccionarse ..........................................................132Parte inerte y parte vital de la conduccin .............................................................133El conductor: un constructor de éxitos ...................................................................136El conductor actúa ante casos concretos.................................................................138El conductor no debe dearse conducir ..................................................................139Debe conocer cuál es el obetivo .............................................................................139Cualidades indispensables del conductor ...............................................................141Lo primero, orar el propio instrumento ...............................................................142Compleidad de las unciones del conductor .........................................................142

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Muy pocos han sido los conductores argentinos....................................................142Conductores y caudillos ..........................................................................................143El conductor, la causa y la uerza .............................................................................143El genio y los conductores .......................................................................................144Denicin napolenica del conductor ...................................................................144Valores espirituales del conductor...........................................................................144Fe y optimismo .........................................................................................................145Las grandes acciones ................................................................................................145La audacia .................................................................................................................145El conductor trabaa para los demás .......................................................................146El conductor no es autoritario ni intransigente .....................................................147Debe enseñar con el propio eemplo .......................................................................148Hacerse seguir ..........................................................................................................149Luchador de una causa ............................................................................................149El conductor, un hombre sin pasiones ....................................................................150Bondad en el ondo y en la orma ...........................................................................152El buen conductor es refexivo y proundo .............................................................152No deben altar los valores espirituales ...................................................................153Lo primordial son los valores morales ....................................................................153Valores intelectuales del conductor .........................................................................153La técnica del conductor ..........................................................................................155Iniciativa y capacidad de accin ..............................................................................156Lo primero es la parte vital del arte ........................................................................162Tipos de conductores ...............................................................................................165Sometimiento del método al conductor ................................................................166El conductor, sobre la teoría; la eecucin, sobre la concepcin ............................166El conductor debe ser proundamente humanista .................................................175Conocer al hombre ..................................................................................................175El prestigio asegura la libertad de accin del conductor ........................................216Sentido popular del conductor................................................................................241

Responsabilidad del dirigente .................................................................................264Los griegos elegían a sus conductores .....................................................................265Los conductores no se hacen por decreto ...............................................................266El conductor persuade, no manda ..........................................................................267El carácter se educa y se orma ................................................................................268Conductores que nacen y que se hacen ..................................................................269

Conductores auxiliaresLos cuadros auxiliares de la conduccin ...................................................................34Deormacin de los elementos de la conduccin .....................................................34Hacer rápidamente los conductores auxiliares .........................................................73

Los conductores auxiliares .........................................................................................73Dirigentes con una prounda moral .......................................................................118Los comandos que encuadren .................................................................................259Formar dirigentes y no caudillos .............................................................................260Preparacin paulatina de un movimiento de conunto .........................................262Responsabilidad del dirigente .................................................................................264Necesidad de la capacitacin en el dirigente ..........................................................264Los dirigentes salen de la accin ..............................................................................265

Continuidad en el esuerzoLa continuidad en el esuerzo ..................................................................................206Actuar sabiendo lo que se quiere .............................................................................206Congruencia en la accin ........................................................................................208Plan de accin ..........................................................................................................208Caso práctico de continuidad de accin .................................................................210La perseverancia en la accin ..................................................................................210El plan hay que cumplirlo........................................................................................211

ControlDesarrollo orgánico y control de la conduccin ....................................................102Las disposiciones y el control ..................................................................................121Un sistema completo de transmisiones permanentes ............................................122El control de eecucin ............................................................................................126Razones de la necesidad del control ........................................................................126

CreaciónLa conduccin es permanente creacin ................................................................. 131La creacin, exigencia del conductor ......................................................................133El secreto de la creacin ...........................................................................................133Creacin, rutina y estabilidad ..................................................................................154

Reorma y estabilizacin ..........................................................................................154La uerza de los pequeños medios ...........................................................................156Conduccin, creacin y concepcin .......................................................................163Sometimiento del método al conductor .................................................................166La teoría subordinada al hombre ............................................................................166

CriterioFormar el criterio para las resoluciones rápidas .......................................................14La conduccin se comprende, no se aprende ...........................................................19El caso del mariscal de Saonia ..................................................................................19

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El criterio, base de la conduccin ..............................................................................21Un criterio amplio ...................................................................................................137Criterio racional y metdico para la conduccin ...................................................197

Cuadros peronistasFormacin de los cuadros peronistas ..........................................................................9Predicadores y realizadores ........................................................................................10Estudiar a cada hombre .............................................................................................10Hombres que sean consecuentes con los principios ................................................17Conductores, cuadros y masas ..................................................................................27Conocimiento de los elementos ................................................................................28Realizadores y predicadores .......................................................................................59Cada peronista lleva el bastn de mariscal .............................................................265V. MOVIMIENTO PERONISTA

CulturaHacia la cultura cívica, social y general de la masa ..................................................45Conduccin y cultura ................................................................................................45

DiusiónProcedimientos modernos de diusin, inormacin y propaganda.......................56

DisciplinaDisciplina política y disciplina militar ....................................................................109Obediencia y disciplina partidarias .........................................................................178Su importancia .........................................................................................................178Inculcar y realizar la disciplina ................................................................................179Para ser respetado, respetar .....................................................................................179No hay disciplina que el hombre no pueda cumplir ..............................................180Una disciplina comprensiva ....................................................................................180

La disciplina por el cumplimiento ..........................................................................180Disciplina consciente y de corazn .........................................................................181Se alcanza mediante la educacin de la masa .........................................................181Consecuencias de la ruptura de la disciplina ..........................................................260

DoctrinaCorrelacin entre doctrina, teoría y ormas de eecucin .........................................5Desarrollar y mantener al día la doctrina ...................................................................6El proceso natural para el desarrollo doctrinario.......................................................7Slo los grandes principios son eternos ......................................................................7Proundizacin y adaptacin de la doctrina ...............................................................7

Inculcar la doctrina en las masas.................................................................................8La unicacin de la doctrina .......................................................................................9Es undamental conservar la unidad doctrinaria .......................................................9Doctrina, teoría y ormas de eecucin .................................................................... 25Fracaso de las causas sin doctrina .............................................................................34La revolucin no slo es social y econmica, sino también política .......................36Fuerzas sin doctrina ...................................................................................................41Doctrina: nueva orma de conduccin .................................................................... 43La doctrina aglutina a todos ......................................................................................47La base doctrinaria .....................................................................................................48La doctrina: organizacin espiritual .........................................................................57La doctrina se inculca, la teoría se enseña ................................................................58La comprensin de la doctrina lleva a la unidad de concepcin .............................59Nuestra doctrina en pleno desarrollo .......................................................................60Procedimientos: Doctrina y realizaciones ................................................................60Actualizacin de la doctrina ......................................................................................61Los grandes principios son eternos ...........................................................................62Al pueblo no hay que darle principios abstractos ....................................................62Doctrina y teoría ........................................................................................................62Elemento primordial: el conductor y su doctrina ..................................................114Dosicacin de la prédica doctrinaria ....................................................................116Doctrina y libertad de accin ..................................................................................217Regulacin de la discrecionalidad por la doctrina .................................................217Slo tres países que poseen doctrina .......................................................................218Ausencia de una doctrina en el capitalismo ...........................................................218Accin solidaria y doctrina ......................................................................................224V. ADOCTRINAMIENTO Doctrina peronistaEl mérito es de la doctrina y del pueblo ....................................................................69

Base de la doctrina peronista: la lealtad ..................................................................215Nadie puede rebatir las bases de la doctrina peronista ..........................................243V. jUSTICIALISMO DominioDominio general y dominio local ...........................................................................212El dominio general y permanente ...........................................................................213Dominio del pueblo por el prestigio .......................................................................216

Economía de uerzasAccin de masa, economía de uerza ......................................................................123

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Ganar la calle en un momento y lugar decisivos ....................................................123La economía de uerza .............................................................................................168Breve exposicin del principio ................................................................................168La economía de uerza .............................................................................................182Obetivo, lugar y tiempo ..........................................................................................183Un caso concreto ......................................................................................................183La revolucin gan la calle en el momento oportuno ...........................................184Denicin del principio ..........................................................................................191Mecánica del empleo de la uerza ...........................................................................191Lugares y momentos principales y secundarios .....................................................192Vencer en el lugar y en el momento oportunos ......................................................192Principio inmutable y principios entes de la conduccin ......................................192La economía de uerzas en la propaganda ..............................................................193Pegar cuando duele y donde duele ..........................................................................194La economía de uerzas en la accin política ..........................................................194Determinar los lugares decisivos .............................................................................195Los cuatro puntos del principio ..............................................................................195El empleo de la uerza política ................................................................................196Eemplicacin del principio ..................................................................................199Aplicacin de la economía de uerzas .....................................................................205

EjecuciónEl control de la eecucin .........................................................................................126El conductor, sobre la teoría; la eecucin, sobre la concepcin ............................166Formas de eecucin y ondo de eecucin .............................................................249El peronismo debe llegar a l ondo de eecucin .....................................................250Una escuela de eecucin .........................................................................................251Los agentes de eecucin ..........................................................................................252Concepcin centralizada y eecucin descentralizada ...........................................253Los medios de eecucin ..........................................................................................253

 Escuela Superior PeronistaDoble misin de la Escuela Superior Peronista ..........................................................5Evitar las interpretaciones heterodoxas ......................................................................5Las cuatro misiones de la Escuela Superior Peronista ................................................6Proundizacin y adaptacin de la doctrina ...............................................................7Inculcar la doctrina en las masas.................................................................................8No slo deben ormarse eruditos, sino también apstoles ........................................8La unicacin de la doctrina .......................................................................................9Formacin de los cuadros peronistas ..........................................................................9Capacitar a los peronistas ..........................................................................................15

Capacitacin intelectual y escuela activa ..................................................................16Honrar a la Escuela Superior Peronista ....................................................................17La Escuela obrará sobre la inteligencia y el corazn ................................................17El triuno de la Escuela Superior Peronista ..............................................................18Ecacia del adoctrinamiento peronista ....................................................................32La Escuela Superior Peronista .................................................................................117Escuela Superior Peronista, escuelas provinciales y ateneos ..................................253Organizacin vertical del movimiento doctrinario ...............................................254Funcin de la Escuela Superior Peronista ...............................................................260Formar la conciencia de nuestros dirigentes ..........................................................261 EstrategiaAccin estratégica y accin táctica ............................................................................71El mismo método para ambas acciones ....................................................................72Conductores estratégicos y conductores tácticos .....................................................73Acciones estratégicas y tácticas ................................................................................103Denicin de estrategia y táctica en política ..........................................................103Otras veces se eectúa slo la accin estratégica .....................................................104El ideal: la meor estrategia con una hábil accin táctica .......................................104Eemplo de la estrategia peronista: las tres banderas .............................................104Las acciones son complementarias .........................................................................105Gobierno de conunto..............................................................................................105El sentido común divide la conduccin táctica de la estratégica ...........................106Conduccin superior y relaciones con los conductores tácticos ...........................106El peronismo elimin los actores disociantes........................................................107Grandes directivas para la conduccin estratégica .................................................119Equilibrio entre la accin particular y la de conunto............................................120Lo que decide es la situacin de conunto ..............................................................121Visin de conunto ...................................................................................................150Formas de eecucin y conduccin estratégica y táctica ........................................252

ÉxitoLos éxitos casuales son muy raros ...........................................................................136Las gradaciones en los éxitos de la conduccin ......................................................137Saber realizar el éxito ...............................................................................................158Pequeños y grandes éxitos para la victoria .............................................................185Un racaso hace perder el valor de cuatro éxitos ....................................................267

ExperienciaLos principios y la experiencia ..................................................................................13

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Valor de la experiencia política................................................................................135La experiencia propia es diícil ................................................................................138Diundir la experiencia personal .............................................................................272

Formas de ejecuciónCorrelacin entre doctrina, teoría y ormas de eecucin .........................................5Posibilidad de aprender la teoría y las ormas de eecucin ....................................19Doctrina, teoría y ormas de eecucin .....................................................................25Las ormas de eecucin .............................................................................................27Formas de eecucin de la teoría econmica ............................................................66Realizaciones de la teoría econmica ........................................................................66Importancia de las ormas de eecucin ...................................................................66Los obetivos se han cumplido ..................................................................................67Principios y ormas de eecucin ............................................................................164Las ormas de eecucin .............................................................................................58Formas de eecucin y ondo de eecucin .............................................................249Nuevas ormas peronistas de eecucin ..................................................................251Formas de eecucin y conduccin estratégica y táctica ........................................252

GobiernoLa accin de gobierno es cualitativa ..........................................................................32Conduccin y gobierno: lucha y construccin .........................................................36Dierencias entre gobernar y conducir......................................................................36La cosa pública qued en las peores manos..............................................................40Los socialistas en el gobierno.....................................................................................42Dicultades gubernativas y desacuerdo entre argentinos ........................................44El ciudadano debe ennoblecer el cargo .....................................................................55El eemplo de Epaminondas ......................................................................................55El concepto de la energía en el gobierno .................................................................109Para gobernar es imprescindible la organizacin ...................................................112

Cada uno en su uncin ...........................................................................................112Interdependencia de política y gobierno ................................................................114Propsito peronista: capacitar a los gobernantes ...................................................221Lo más importante para el pueblo es el gobierno ..................................................221Capacitar las capas dirigentes ..................................................................................222Factores cuantitativos y cualitativos ........................................................................234Gobierno y política ..................................................................................................235

InormaciónProcedimientos modernos de diusin, inormacin y propaganda...................... 56La inormacin debe ser personal y obetiva ............................................................78

Los estudios bases ..................................................................................................... 78La depuracin del conocimiento...............................................................................79El arte de la inormacin ...........................................................................................80Inormacin de ida y vuelta .....................................................................................119Inormacin recíproca permanente ........................................................................120Fracaso por insuciencia de inormacin ..............................................................125La inormacin .........................................................................................................169Tres principios que no deben olvidarse ..................................................................170Su aplicacin es cuestin de astucia, de habilidad .................................................171Saber aprovechar la inormacin ............................................................................171Una inormacin prounda .....................................................................................248

IntuiciónImportancia de la intuicin .......................................................................................13Intuicin y raciocinio ................................................................................................72La intuicin tiene algo de divino, de extraordinario ................................................77Equilibrio de raciocinio e intuicin ..........................................................................77La sensacin intuitiva ..............................................................................................165El raciocinio, un reaseguro de la intuicin .............................................................233Utilizacin equilibrada de raciocinio e intuicin ...................................................233

JusticialismoLa teoría econmica usticialista ...............................................................................64Nuestra teoría econmica super a la del capitalismo .............................................64Un mayor consumo por la realizacin empírica ......................................................65Una nueva teoría absoluta y total ..............................................................................65También conviene al capitalismo adoptar nuestro sistema .....................................65Hay que conormar una teoría política y social........................................................65 Lealtad

Decir la verdad y actuar sinceramente ......................................................................48El conductor no puede mentir ..................................................................................50Es necesaria la autocrítica entre peronistas ..............................................................95No hacer caso de cuenteros y aduladores .................................................................96Empuar con lealtad desde cada puesto ..................................................................113“Lealtad a dos puntas” .............................................................................................147Obrar con lealtad y sinceridad ................................................................................215Base de la doctrina peronista: la lealtad ..................................................................215La verdad del magnetismo personal .......................................................................240El verdadero magnetismo ........................................................................................240

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Libertad de acciónLa libertad de accin: otro actor undamental ......................................................216Doctrina y libertad de accin ..................................................................................217Regulacin de la discrecionalidad por la doctrina .................................................217

MasaInculcar la doctrina en las masas.................................................................................8Conductores, cuadros y masas ..................................................................................27Conocimiento de los elementos de conduccin .......................................................28Preparacin de la masa ..............................................................................................28Una masa de conductores ..........................................................................................28Peligros de la masa ignorante ....................................................................................28La masa inorgánica, causa de cataclismos políticos .................................................29Interpenetracin de la masa y el conductor .............................................................32El eemplo napolenico .............................................................................................33El peronismo ue el único que educ a la masa ........................................................34Deormacin de los elementos de la conduccin .....................................................34Desarrollo de las virtudes en las masas .....................................................................35Es necesario elegir y orar los instrumentos de la conduccin ...............................55La elevacin cultural de la masa ..............................................................................115Cada conductor crea su instrumento......................................................................115Con el sacricio de todos los días ...........................................................................116La masa debe conocer la situacin ..........................................................................125Un alma colectiva .....................................................................................................182Preparacin de la masa ............................................................................................229Conocer, preparar y organizar la masa ...................................................................230Conducir la masa y considerar sus deseos ..............................................................230La voluntad de la masa ............................................................................................230Vivir unto a la masa ................................................................................................231Reacciones intuitivas y orgánicas ............................................................................231

Equivocaciones en la reaccin y preparacin de la masa .......................................232Las masas no piensan, sienten .................................................................................232Tomar la masa en grandes sectores .........................................................................239Estudiar y penetrar las masas ..................................................................................271

MétodoLos métodos ...............................................................................................................21Método equivocado ...................................................................................................22Método de la conduccin ..........................................................................................25El método es indispensable........................................................................................71El método hace racional la conduccin ....................................................................71

El mismo método para ambas acciones ....................................................................72La improvisacin no puede ser un método completo .............................................73Denicin del método ...............................................................................................73Observacin, análisis y síntesis ..................................................................................74Adecuacin del método general a la conduccin política........................................74Los métodos deben ser simples y obetivos ..............................................................75Un método obetivo para la accin ...........................................................................75Análisis de los actores avorables y desavorables....................................................76Operacin libre y natural de la inteligencia ..............................................................76El método intuitivo cuando el tiempo apremia .......................................................76El método para la apreciacin ...................................................................................81Condiciones undamentales de todo método...........................................................97Al arte se llega por el genio y por el método...........................................................128Método de accin y de concepcin .........................................................................162Sometimiento del método al conductor .................................................................166Análisis y síntesis ......................................................................................................244Una síntesis prounda de todo lo enseñado ............................................................245Conversar consigo mismo sobre los temas de conduccin ....................................245El alumno de Séneca ................................................................................................245Improvisacin y método para la accin ..................................................................255

Movimiento peronistaEciencia de la organizacin peronista .....................................................................31Organizacin perecta, a pesar de los deectos humanos .........................................31El peronismo ue el único que educ a la masa ........................................................34Formas peronistas de conduccin política ...............................................................46Organizacin tripartita del peronismo .....................................................................47Aglutinacin y disociacin ........................................................................................47Todavía no estamos organizados ...............................................................................53Nuevas normas para la organizacin política peronista ..........................................53

Elementos inadaptados ..............................................................................................54Una nueva escuela política ........................................................................................54La lucha en común .....................................................................................................54El Movimiento Peronista es idealista ........................................................................54Lo importante es la organizacin espiritual .............................................................57El peronismo predica con el eemplo ........................................................................61Debe ormarse una multitud de hombres venes y estudiosos ..............................66Es necesaria la autocrítica entre peronistas ..............................................................95Una accin común en base a un método ..................................................................96Eemplo de la estrategia peronista: las tres banderas .............................................104Intererencias en la conduccin...............................................................................105

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Solucin de los confictos la unidad ........................................................................105El peronismo elimin los actores disociantes........................................................107Solucin amigable de los pequeños confictos .......................................................107En 1945 no teníamos uerzas organizadas ..............................................................111Creacin del Conseo Superior Peronista ...............................................................113Slo el pueblo elige los candidatos ..........................................................................113Eliminar los motivos de riccin en el movimiento ...............................................113Empuar con lealtad desde cada puesto ..................................................................113Hay que evitar intererencia ....................................................................................114Era imposible ormar conductores en 1946............................................................117La primera vez que se hace una organizacin convergente ...................................178Técnica de la propaganda peronista ........................................................................193También ha cambiado la mentalidad de nuestros hombres ..................................200Aumenta el caudal peronista ...................................................................................200Propsito peronista: capacitar a los gobernantes ...................................................221Conormamos un movimiento idealista y moral ...................................................223Cultura cívica y seleccin humana ..........................................................................226Formar nuestros hombres dentro del movimiento ................................................226Sentido popular de la conduccin ..........................................................................241Escuela de humildad ................................................................................................241El peronismo debe llegar a l ondo de eecucin .....................................................250Lo que interesa es propagar la esencia del peronismo ...........................................251El valor del movimiento depende del valor de los dirigentes ................................261Preparacin paulatina de un movimiento de conunto .........................................262Doctrina, mentalidad y modalidad peronistas .......................................................262El peronismo inici la conduccin cientíca .........................................................263Cada peronista lleva el bastn de mariscal .............................................................265Fuerza organizada y c ientícamente conducida ....................................................270V. CUADROS PERONISTAS

MujerLa muer en la conduccin ......................................................................................156

ObedienciaObediencia y disciplina partidarias .........................................................................178Su importancia .........................................................................................................178Requisito para ser obedecido ...................................................................................179Para ser respetado, respetar .....................................................................................079No hay disciplina que el hombre no pueda cumplir ..............................................180Base doctrinaria de la obediencia ............................................................................181Se alcanza mediante la educacin de la masa .........................................................181

ObjetivoDe la situacin al obetivo .......................................................................................135Debe conocer cuál es el obetivo .............................................................................139Desechar los obetivos sin valor ..............................................................................140El plan y el obetivo ..................................................................................................158Un solo obetivo .......................................................................................................174Pero que sea el principal ..........................................................................................174El obetivo principal conduce a los obetivos secundarios .....................................174Abandonar los obetivos secundarios .....................................................................175Obetivo, lugar y tiempo ..........................................................................................183Obetivos transitorios o parciales y obetivos denitivos .......................................255

OligarquíaLa capacitacin política descuidada por la oligarquía .............................................16La antigua conduccin política argentina ................................................................38La conduccin superior permanecía aislada de la masa ..........................................38La cosa pública qued en las peores manos..............................................................40Conduccin y cultura ................................................................................................45No puede admitirse ya la conduccin anarquizada .................................................46Aleandro y la oligarquía ..........................................................................................101Desorientacin argentina antes del 4 de unio .......................................................219Los políticos no tenían programas denidos .........................................................220Los hombres capacitados se dedicaron a decir y no a hacer ..................................220Abogados de empresas extraneras ..........................................................................221Ignorancia supina de la conduccin y el gobierno .................................................221

Opinión independienteLa opinin independiente .........................................................................................51Es meor no captar la opinin independiente ..........................................................51Las leyes de Licurgo ...................................................................................................51

OposiciónEl grupo de los opositores .........................................................................................51Método para ganar a los opositores ..........................................................................52Los opositores idealistas reorzarán nuestra posicin ..............................................52Errores en la campaña opositora de desprestigio ...................................................251

OrganizaciónLa masa inorgánica causa de cataclismos políticos ..................................................29Principios de la organizacin ....................................................................................30La simplicidad ............................................................................................................30

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La obetividad .............................................................................................................30La estabilidad orgánica ..............................................................................................30La perectibilidad .......................................................................................................30Necesidad de que los principios sean respetados .....................................................31Consecuencias de los errores de organizacin .........................................................31Eciencia de la organizacin peronista .....................................................................31Organizacin perecta, a pesar de los deectos humanos .........................................31Pereccin humana y pereccin orgánica ................................................................32Slo se conduce lo orgánico y lo adoctrinado ..........................................................33Organizar, educar, enseñar, capacitar y conducir .....................................................33Todavía no estamos organizados ...............................................................................53Aspectos materiales y espirituales de la conduccin ................................................57Para gobernar es imprescindible la organizacin ...................................................112El elemento de accin y la organizacin .................................................................124La organizacin es sedimentaria .............................................................................254En la lucha política vence el meor organizado ......................................................270La organizacin vence al número y al tiempo ........................................................270

Partidos políticosConsecuencias de los errores de organizacin .........................................................31Fracaso de los políticos que olvidaron los elementos de la conduccin .................35La antigua conduccin política argentina ................................................................38La conduccin superior permanecía aislada de la masa ..........................................38Descomposicin de los partidos políticos ................................................................39Las convenciones “soberanas” ...................................................................................39Hasta de nombre cambiaron los partidos.................................................................40Partidos sin arraigo ....................................................................................................40Enveecimiento de las uerzas políticas .....................................................................40Aglutinacin y disociacin ........................................................................................47La descomposicin comienza por la cabeza ...........................................................118

El raude, los radicales y los maniestos .................................................................122El conductor, la causa y la uerza .............................................................................143Fracaso de los partidos políticos en la Argentina ...................................................177El prestigio peronista ante la inercia radical ...........................................................214Los políticos no tenían programas denidos .........................................................220

PenetraciónCondicin esencial: la penetracin ...........................................................................19Estudiar y penetrar las masas ..................................................................................271

PersuasiónEl conocimiento de los hombres .............................................................................110La tarea de persuasin..............................................................................................237Predicamento político por la persuasin ................................................................238Alear al pueblo del error por la persuasin ...........................................................244El conductor persuade, no manda ..........................................................................267

PlanEI plan y el obetivo..................................................................................................158Importancia de la teoría en el plan político ............................................................197Plan de accin ..........................................................................................................208La realizacin del plan .............................................................................................208

Plan general y plan de detalle ..................................................................................209Plan de detalle hasta el 24 de ebrero ......................................................................209Después, slo las grandes previsiones .....................................................................209El plan hay que cumplirlo........................................................................................211Apreciacin, resolucin y plan obetivo ..................................................................248

PolíticaLas rdenes deben meditarse proundamente ....................................................... 109Disciplina política y disciplina militar ....................................................................109La política es actividad integral ...............................................................................134La política se comprende, no se aprende ................................................................135Valor de la experiencia política................................................................................135En política no hay que enoarse ..............................................................................150Pasionismo y sectarismo son atales en política .....................................................151La lucha es para los que aguantan ...........................................................................204Factores cuantitativos y cualitativos ........................................................................234Accin colectiva o constitutiva ................................................................................234Gobierno y política ..................................................................................................235

Responsabilidad de la política .................................................................................264En la lucha política, vence el meor organizado .....................................................270V. ACCIóN

Política internacionalSlo tenemos el problema internacional ................................................................199El problema internacional .......................................................................................200El problema había sido previsto ..............................................................................201Los momentos decisivos: el 5 de unio de 1946 ......................................................201El dilema de ser o no ser ..........................................................................................202

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Las soluciones denitivas en lo internacional ........................................................203Correspondencia de la lucha interna con la internacional ....................................203El centro de gravedad internacional........................................................................204Política conorme con las características de la guerra moderna ............................205Nuestro centro de gravedad está en el rente occidental ........................................205

PopularidadPopularidad y prestigio ............................................................................................213Popularidad de la revolucin setembrina ...............................................................213Transormar la popularidad en prestigio ................................................................215

PreparaciónEn este aspecto lo undamental es la preparacin ..................................................247Eemplicacin: la preparacin mecánica ..............................................................247Importancia de la apreciacin inicial y la preparacin ..........................................248

PrestigioPopularidad y prestigio ............................................................................................213Prestigio de la revolucin unia ...............................................................................214El prestigio peronista ante la inercia radical ...........................................................214Es necesario el prestigio para conducir ...................................................................214Conduccin por hombres capacitados ...................................................................215Transormar la popularidad en prestigio ................................................................215Dominio del pueblo por el prestigio .......................................................................216El prestigio asegura la libertad de accin del conductor ........................................216Predicamento político por la persuasin ................................................................238

PrincipiosLos principios y la experiencia ..................................................................................13Los principios del arte de la conduccin ................................................................127

Los principios surgen de las obras maestras ...........................................................138Principios de la concepcin de la conduccin ........................................................162Principios y ormas de eecucin ............................................................................164Los principios se dirigen al subconsciente ..............................................................164Los principios y su aplicacin .................................................................................177Dicultad para la explicacin de los principios .....................................................198Aplicacin inductiva y natural ................................................................................198Un acto refeo de la accin conductiva ..................................................................198

PropagandaProcedimientos modernos de diusin, inormacin y propaganda.......................56

La economía de uerzas en la propaganda ..............................................................193Técnica de la propaganda peronista........................................................................193Métodos de eecucin ..............................................................................................249Accin oportuna y en el lugar preciso ....................................................................250Un eemplo: San Martín y el Instituto Sanmartiniano ..........................................250El peronismo debe llegar a l ondo de eecucin .....................................................250Lo que interesa es propagar la esencia del peronismo ...........................................251Errores en la campaña opositora de desprestigio ...................................................251

PuebloUn milagro econmico sin el sacricio del pueblo ..................................................69El mérito es de la doctrina y el pueblo ......................................................................69Slo el pueblo elige los candidatos ..........................................................................113Levantar al pueblo, para combatir el raude ...........................................................122Sentido popular de la conduccin ..........................................................................241Sentido popular del conductor................................................................................241El cumplimiento del ondo ......................................................................................242Alear al pueblo del error por la persuasin ...........................................................244Educacin y organizacin del pueblo .....................................................................263

RaciocinioIntuicin y raciocinio ................................................................................................72Equilibrio de raciocinio e intuicin ..........................................................................77El raciocinio, un reaseguro de la intuicin .............................................................233Utilizacin equilibrada de raciocinio e intuicin ...................................................233

RealizaciónPersuasin con hechos ...............................................................................................49Procedimientos: Doctrina y realizaciones ................................................................60El peronismo predica con el eemplo ........................................................................61

La realizacin ue a veces dura y diícil .....................................................................67Lo único undamental es eecutar ...........................................................................163La obra de arte está en las realizaciones ..................................................................211V. EjECUCIóN

Reorma económicaReorma social y reorma econmica ........................................................................67El catico estado nanciero de 1946 .........................................................................68Recuperacin integral de nuestras nanzas ..............................................................68Se ha logrado una foreciente economía de abundancia..........................................69Un milagro econmico sin el sacricio del pueblo ..................................................69

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Reorma socialAudacia de la reorma social peronista .....................................................................67Reorma social y reorma econmica........................................................................67

ResoluciónFormar el criterio para las resoluciones rápidas .......................................................14El amoso caso del general Verdy du Vernois ............................................................14Llegar al caso concreto y obetivo..............................................................................14Situacin, apreciacin y resolucin ...........................................................................75Las posibilidades de solucin son innitas .............................................................135Apreciacin, resolucin y plan obetivo ..................................................................248

Secretaría de Trabajo y PrevisiónLa “Secretaría” estaba abierta al pueblo ....................................................................49Se trabaaba con las organizaciones ..........................................................................49Un caso concreto ......................................................................................................183La revolucin gan la calle en el momento oportuno ...........................................184La situacin en 1943 ................................................................................................236Apreciacin de la situacin ......................................................................................237La tarea de persuasin..............................................................................................237Predicamento político por la persuasin ................................................................238Cuando lleg el momento, la masa estaba organizada...........................................238El eemplo de la Secretaría de Trabao ....................................................................243

SecretoEl secreto ...................................................................................................................169Tres principios que no deben olvidarse ..................................................................170

SectarismoEl sectarismo político .................................................................................................43

Sectarismo y conduccin ...........................................................................................43Conduccin gregaria y adoctrinamiento ..................................................................43El conductor, un hombre sin pasiones ....................................................................150Pasionismo y sectarismo son atales en política .....................................................151El sectarismo en el Eército ......................................................................................151Elementos que se complementan ............................................................................151El sectarismo renuncia a emplear todos los medios de lucha ................................151

SinceridadDecir la verdad y actuar sinceramente ......................................................................48El conductor no puede mentir ..................................................................................50

El arma es la persuasin .............................................................................................52No hacer caso de cuenteros y aduladores .................................................................96La sinceridad ............................................................................................................147Obrar con lealtad y sinceridad ................................................................................215La verdad del magnetismo personal .......................................................................240El verdadero magnetismo ........................................................................................240La elocuencia se orma por la verdad ......................................................................240

SituaciónSituacin, apreciacin y resolucin ...........................................................................75El método intuitivo cuando el tiempo apremia .......................................................76Un conocimiento certero de la situacin ..................................................................77Los errores provienen de un conocimiento deectuoso ...........................................78Vivir la situacin ........................................................................................................79Situacin general y particular ....................................................................................80Apreciacin de ambas situaciones .............................................................................80Factores que integran la situacin .............................................................................81El elemento humano ..................................................................................................81El escenario .................................................................................................................81La masa debe conocer la situacin ..........................................................................125De la situacin al obetivo .......................................................................................135Conocer los hombres, la historia y los hechos ........................................................157El estudio losco de la historia y del presente ....................................................157Vivir la situacin ......................................................................................................158Hay que conocer y vivir la situacin .......................................................................169Política conorme con las características de la guerra moderna ............................205Reacciones intuitivas y orgánicas ............................................................................231La situacin es siempre conusa ..............................................................................258 Socialismo

Un eemplo: el socialismo ..........................................................................................41Socialismo y comunismo ...........................................................................................41Seguridad del racaso socialista .................................................................................42Los socialistas en el gobierno.....................................................................................42Los socialistas son hombres negativos ......................................................................42

SorpresaLa sorpresa ................................................................................................................170Tres principios que no deben olvidarse ..................................................................170Su aplicacin es cuestin de astucia, de habilidad .................................................171

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TácticaConductores estratégicos y conductores tácticos .....................................................73Acciones estratégicas y tácticas ................................................................................103Denicin de estrategia y táctica en política ..........................................................103Estábamos acostumbrados a conar slo en la lucha táctica ................................103El ideal: la meor estrategia con una hábil accin táctica .......................................104Las acciones son complementarias .........................................................................104Gobierno de conunto..............................................................................................105El sentido común divide la conduccin táctica de la estratégica ...........................106Conduccin superior y relaciones con los conductores tácticos ...........................106El peronismo elimin los actores disociantes........................................................107órdenes para la conduccin táctica ........................................................................119Equilibrio entre la accin particular y la de conunto............................................120Lo que decide es la situacin de conunto ..............................................................121Formas de eecucin y conduccin estratégica y táctica ........................................252 TécnicaTécnica de la conduccin ..........................................................................................11Técnica y arte de la conduccin ................................................................................20Técnica moderna al servicio de la conduccin.........................................................45Se deben aprovechar los nuevos sistemas .................................................................46La organizacin de las uerzas políticas ....................................................................47Procedimientos modernos de diusin, inormacin y propaganda.......................56Accin estratégica y accin táctica ............................................................................71El mismo método para ambas acciones ....................................................................72Hoy existen los medios de comunicacin necesarios .............................................102Hay que dominar la técnica de la conduccin ........................................................124Parte vital y parte inerte de la conduccin .............................................................127La técnica del conductor ..........................................................................................155Eemplos de evolucin técnica ................................................................................155

Conduccin técnica y conduccin política .............................................................235La utilizacin de medios técnicos............................................................................239

TeoríaCorrelacin entre doctrina, teoría y ormas de eecucin .......................................25La teoría basta conocerla .............................................................................................8Posibilidad de aprender la teoría y las ormas de eecucin ....................................19Doctrina, teoría y ormas de eecucin .....................................................................25La teoría ......................................................................................................................26Doctrina, teoría y ormas de eecucin .....................................................................56La doctrina se inculca, la teoría se enseña ................................................................58

Doctrina y teoría ........................................................................................................62Hay que conormar una teoría política y social........................................................65Debe ormarse una multitud de hombres venes y estudiosos ..............................66Parte vital y parte inerte de la conduccin .............................................................127Necesidad de una teoría ...........................................................................................161Cmo se ha ormado una teoría de la conduccin ................................................162El conductor, sobre la teoría; la eecucin, sobre la concepcin ............................166Síntesis de la teoría ...................................................................................................167Reglas tericas ..........................................................................................................231

Teoría económicaLa antigua teoría econmica capitalista ....................................................................63El principio hednico en la economía aplicada .......................................................63El punto ptimo de la economía capitalista .............................................................63El consumo supeditado a la produccin ...................................................................63La teoría econmica usticialista ...............................................................................64Nuestra teoría econmica super a la del capitalismo .............................................64Un mayor consumo por la realizacin empírica ......................................................65Una nueva teoría absoluta y total ..............................................................................65También conviene al capitalismo adoptar nuestro sistema .....................................65Formas de eecucin de la teoría econmica ............................................................66

UbicuidadUbicuidad de la conduccin ......................................................................................37Don de ubicuidad de los hombres ..........................................................................236La situacin en 1943 ................................................................................................236Apreciacin de la situacin ......................................................................................237La tarea de persuasin..............................................................................................237Cuando lleg el momento, la masa estaba organizada...........................................238La utilizacin de medios técnicos............................................................................238

Penetrarse y penetrar ...............................................................................................239Sacricar una parte de la propia voluntad ..............................................................242El eemplo de la Secretaría de Trabao ....................................................................243Se modic el camino sobre la marcha ..................................................................243

Unidad de acciónUnidad de accin y de concepcin ..............................................................................6Unidad de concepcin y de accin ............................................................................44No puede admitirse ya la conduccin anarquizada .................................................46La unidad de accin se apoya en la unidad de la concepcin ................................173La unidad de accin .................................................................................................176

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Concentracin de esuerzos.....................................................................................176

Unidad de concepciónUnidad de accin y de concepcin ..............................................................................6La unicacin de la doctrina .......................................................................................9Es undamental conservar la unidad doctrinaria .......................................................9Dicultades gubernativas y desacuerdos entre argentinos ......................................44Unidad de concepcin y de accin ............................................................................44La base doctrinaria .....................................................................................................48Hacia la unidad de concepcin y de accin ..............................................................58La comprensin de la doctrina lleva a la unidad de concepcin .............................59Unidad en la preparacin de la Nacin ..................................................................134La unidad de accin se apoya en la unidad de concepcin ....................................173La unidad de concepcin .........................................................................................173Conduccin y volubilidad .......................................................................................176

Valores espiritualesEl sentido heroico de la vida ......................................................................................18Desarrollo de las virtudes en las masas .....................................................................35Los valores espirituales en la conduccin .................................................................50El Movimiento Peronista es idealista ........................................................................54Lo importante es la organizacin espiritual .............................................................57Dirigentes con una prounda moral .......................................................................118Valores espirituales del conductor...........................................................................144Fe y optimismo .........................................................................................................145El deber de vencer ....................................................................................................145Carácter, energía y tenacidad ...................................................................................146Humildad y espíritu de sacricio ............................................................................146“Lealtad a dos puntas” .............................................................................................147Sentido innato de la usticia ....................................................................................148

Respeto recíproco .....................................................................................................148Bondad en el ondo y en la orma ...........................................................................152El buen conductor es refexivo y proundo .............................................................152No deben altar los valores espirituales ...................................................................153Lo primordial son los valores morales ....................................................................153Iniciativa y capacidad de accin ..............................................................................156Saberse ugar entero .................................................................................................212Inteligencia y capacidad para las buenas causas .....................................................222Conormamos un movimiento idealista y moral ...................................................223Los principios éticos ................................................................................................246

Lo más importante es ormar una buena persona .................................................246Privan los valores espirituales ..................................................................................260

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