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  • INVENTARIO DESEIS MILONGAS DE BUENOS AIRES:EXPERIENCIA PILOTODE PARTICIPACINCOMUNITARIA

  • NDICE

    Prlogo 4Introduccin 6Presentacin 12

    Asociacin de Fomento Mariano Acosta (La Tierrita) 38 1. Presentacin 39 2. Espacio 39 3. Elemento Cdigos sociales de pista 40 4. Comunidad 43 5. Salvaguardia y transmisin 45Club Atltico Milonguero (Huracn) 46 1. Presentacin 47 2. Espacio 48 3. Elemento Cdigos sociales de pista 48 4. Comunidad 51 5. Salvaguardia y transmisin 54La Milonguita 55 1. Presentacin 56 2. Espacio 57 3. Elemento Cdigos sociales de pista 58 4. Comunidad 63 5. Salvaguardia y transmisin 66Lo de Celia 67 1. Presentacin 68 2. Espacio 69 3. Elemento Cdigos sociales de pista 70 4. Comunidad 74 5. Salvaguardia y transmisin 75Sin Rumbo 76 1. Presentacin 77 2. Espacio 77 3. Elemento Cdigos sociales de pista 79 4. Comunidad 81 5. Salvaguardia y transmisin 83 Sunderland Club (Milonga Malena) 84 1. Presentacin 85 2. Espacio 86 3. Elemento Cdigos sociales de pista 86 4. Comunidad 91 5. Salvaguardia y transmisin 93

    Sntesis sobre las milongas inventariadas 94Conclusiones 96

  • Prlogo4 5

    PRLOGO

    El ritmo extremadamente rpido con que se ha venido ratificando en el mundo entero la Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) es un testimonio de la preocupacin de la comunidad in-ternacional por el tema, especialmente en un momento de rpida transfor-macin social y globalizacin, donde el patrimonio vivo se enfrenta a graves riesgos de deterioro, desaparicin y destruccin.

    Consciente de la necesidad de brindar herramientas a los Estados y en res-puesta a un contexto global que da a da presenta nuevos retos, la UNESCO ha puesto en marcha una estrategia global con vistas al fortalecimiento de las capacidades nacionales para la salvaguardia del PCI. Coordinada por la Seccin del Patrimonio Cultural Inmaterial y en estrecha cooperacin con las oficinas UNESCO y los Estados miembros de las distintas regiones, la estrategia aborda temas prioritarios de la aplicacin de la Convencin 2003. Para llevarla a cabo se han elaborado materiales de formacin y se ha creado una red de casi ochenta expertos regionales encargados de contextualizar los contenidos a las realidades nacionales y de impartir la capacitacin.

    En dicho escenario se inserta Patrimonio Vivo, proyecto implementado en la sub-regin por el Sector Cultura de la Oficina de UNESCO en Montevideo desde junio de 2012 y hasta febrero de 2014, gracias a la generosa contribucin del fondo fiduciario del Japn para la UNESCO.

    Argentina, Paraguay y Uruguay fueron los beneficiarios de la primera fase del mencionado proyecto, que busc reforzar las capacidades humanas e institucionales de los tres pases en relacin con el PCI, as como promover la integracin de la salvaguardia en las polticas culturales y de desarrollo en general.

    Los conceptos bsicos de la Convencin 2003 y los desafos de su imple-mentacin a nivel nacional, el desarrollo de inventarios con base comunitaria y la preparacin de solicitudes de asistencia internacional o expedientes de candidaturas a las listas de la Convencin 2003 fueron los temas centra-les abordados por el proyecto, cuya gestin estuvo en manos del equipo del Sector Cultura de esta Oficina, bajo la supervisin del especialista de programa, Sr. Frdric Vacheron, la coordinacin general de la Sra. Gabriela Pacheco y la asistencia administrativa de la Sra. Corina Fugasot.

    Representantes de la sociedad civil y gubernamentales, de las provincias del noroeste argentino (NOA), de la ciudad autnoma de Buenos Aires y del nivel nacional de Argentina, as como de Paraguay y Uruguay, fueron los par-ticipantes de las distintas instancias de capacitacin. En ese sentido, cabe destacar y felicitar el compromiso y adhesin de todos los involucrados, los cuales se identificaron con el proyecto desde el inicio, permaneciendo

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria4 5

    activos y entusiastas. Dicha continuidad fue fundamental para alcanzar los objetivos planteados y permiti, entre otras cosas, la creacin, desarrollo y permanencia de una red virtual de integracin, intercambio y cooperacin, denominada Red Patrimonio Vivo formada al da de hoy por ms de cin-cuenta integrantes.

    Del mismo modo, es importante subrayar el respaldo brindado por las au-toridades nacionales y locales de los tres pases y agradecer el apoyo de la Secretara de Cultura de la Nacin Argentina, del Ministerio de Turismo y Cultura de Salta, de la Subsecretara de Cultura de Santiago del Estero, del Ministerio de Cultura de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires y de la Se-cretara de Cultura de Paraguay, en tanto anfitriones de alguno de los quince talleres realizados. La colaboracin de todos los actores ha hecho posible que Patrimonio Vivo supere en el presente las expectativas planteadas y nos permita confiar que los resultados continen multiplicndose en el futuro cercano.

    En el marco de este vasto proyecto, es para m un placer y un honor presen-tar esta publicacin titulada Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria. El rico material que aqu se presenta es el fruto de un intenso trabajo iniciado en abril de 2013 y que involucr a numerosos actores, entre portadores del tango, representantes de organizaciones no gubernamentales, de la academia y de instituciones estatales del mbito nacional y local. Con la coordinacin de la formadora UNESCO Mnica Lacarrieu y la consultora Leticia Maronese, este ejercicio busc constituirse en una experiencia piloto de primera mano en la elabora-cin de inventarios de acuerdo a lo que estipula la Convencin 2003. Tal cual su nombre lo indica, el ejercicio se concentr en seis milongas de la ciudad de Buenos Aires nucleando a la comunidad implicada a travs de distintos niveles de participacin.

    Los invito a descubrir en estas pginas los fundamentos de este trabajo, as como los detalles del proceso, las dinmicas y metodologas generadas, las principales reflexiones y los resultados concretos. Es nuestro anhelo que la difusin de esta experiencia, indita en muchos aspectos, sea de inters y utilidad para todos quienes de uno u otro modo trabajan en pos de la salva-guardia del patrimonio cultural inmaterial.

    Antes de terminar, y para despedirme, quisiera reiterar el reconocimiento al gobierno de Japn por la valiosa contribucin, gracias a la cual el proyecto Patrimonio Vivo en general, y este trabajo en particular, fueron posibles.

    Muchas gracias

    Jorge Grandi, DirectorOficina Regional de Ciencia de la UNESCO para Amrica Latina y el CaribeRepresentacin de la UNESCO ante los gobiernos de Argentina, Paraguay y Uruguay

  • 6 7Introduccin6 7

    INTRODUCCIN

    A finales del siglo XX, muchas Constituciones latinoamericanas cambiaron el pacto social luego de reconocer los diferentes componentes multicul-turales o pluriculturales y multilinges de las naciones latinoamericanas, lo que favoreci una revalorizacin de la cultura popular y las tradiciones locales de las comunidades rurales o urbanas.

    La diversidad cultural se convirti en un valor y un componente de pol-ticas nacionales latinoamericanas. En esta lgica, la Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de 2003 se volvi una herramienta esencial para poner en marcha polticas pblicas tiles y ap-tas para ser aplicadas segn las Constituciones. En Argentina, la reforma fundamental de la Constitucin de 1994 reflej esta realidad y contribuy a afianzar este nuevo concepto de la diversidad cultural. Luego, la implemen-tacin por parte de Argentina de la Convencin UNESCO de 2003 contribuy a dar una aplicacin concreta a los derechos a nivel constitucional.

    De manera general, la Convencin tuvo efectos muy positivos en Amrica Latina, ya que contribuy a una mejor comprensin de la nocin de patrimo-nio inmaterial y a una mejor valorizacin de la diversidad cultural. Asimismo, ha permitido volver a una definicin ms amplia, generosa y sin duda ms exacta de la nocin de patrimonio. El patrimonio se define generalmente por la Academia, como a lo que le damos ese valor o lo que queremos transmitirles a las futuras generaciones. El patrimonio da, en efecto, a las comunidades vivientes, un sentimiento de continuidad con las gene-raciones pasadas. El concepto de patrimonio ha experimentado transfor-maciones positivas a lo largo del tiempo en el orden jurdico internacional. La extraordinaria evolucin en menos de cincuenta aos de la Convencin del Patrimonio Mundial de 1972 ha iniciado una nueva tendencia con el reconocimiento de nuevos conceptos, tales como paisaje cultural, pa-trimonio industrial, patrimonio del nunca ms por nombrar unos pocos. Esta nueva tendencia, que busca no limitar el patrimonio a los conos ms excepcionales de la civilizacin o de la naturaleza, se reafirm plenamente con la adopcin del patrimonio inmaterial.

    A nivel nacional, la diversidad cultural adquiere entonces tambin una visin ms antropolgica y permite redefinir el sujeto y objeto de la cultura na-cional y popular y a dilucidar, de paso, nuevos criterios tericos y metodo-lgicos de valorizacin, recuperacin y anlisis [] de la cultura argentina1. Si bien la inscripcin bi-nacional, como expresin rioplatense, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en el ao 2009, gener numerosos desafos en trminos de gestin, redund asimismo en beneficios importantes. Uno de ellos fue alentar a diferen-tes instituciones pblicas y privadas, y a otros actores, a tomar medidas de salvaguardia y asumir nuevas responsabilidades, as como a establecer nuevos marcos jurdicos de gestin cultural para una de las expresiones ms emblemticas de la cultura popular de Buenos Aires y Montevideo (Uruguay).

    1 Rivera Jorge: La investigacin en comunicacin social en Argentina, Buenos Aires, Puntosur 1987, pgina 48

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria6 76 7

    La Convencin festej su dcimo aniversario el ao pasado, lo que repre-senta ya un tiempo de madurez. El anlisis de los primeros informes peri-dicos muestra una etapa crucial en la formulacin de los principios y en la implementacin operacional de la Convencin.

    Sin embargo, aunque se lograron cambios y mejoras notables en un lapso corto, el anlisis de los informes demuestra que faltan todava legislaciones especfi-cas o actualizadas y una locacin de recursos financieros suficientes para el PCI.

    As, por ejemplo, a nivel global los informes revelan que pocos inventarios han sido puestos en prctica, a pesar de la explcita obligacin citada en Artculo 12 de la Convencin y en las Directrices Operativas. Asimismo, se reporta que existe todava poca coordinacin entre las diferentes institucio-nes centrales y locales, y un grave dficit de personal calificado, a lo que se le suma poca implicacin real de las comunidades portadoras.

    No obstante, los inventarios desempean un papel fundamental para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, contribuyendo de manera importante a sensibilizar al pblico respecto de dicho patrimonio y de su importancia para la identidad de una comunidad o de un pueblo, a fomentar la creatividad y la autoestima de los portadores de las expresiones inmate-riales y a formular planes de salvaguardia y polticas pblicas.

    Qu son los inventarios? Desde el principio de la negociacin de la Con-vencin para su adopcin, la UNESCO plante una importante preocupa-cin: no se trata de congelar las tradiciones vivas y reducir al patrimonio inmaterial a un simple folclor. La Convencin fomenta todo lo contrario y promueve la idea de un mundo diverso, multicolor, innovador y dinmico. Pero esto no se har solo, se precisa un compromiso por parte de todos y a veces una preparacin y organizacin especfica.

    Qu significa entonces la confeccin de un inventario segn los trminos de la Convencin? Cules son las metodologas que hay que aplicar para este fin? No hay una respuesta sencilla a estas preguntas, y la Convencin y sus directrices no pretenden dar una frmula milagrosa o nica; no obstante, est claro que ms que solamente abstracto, sociolgico o acadmico, el ejercicio debe ser funcional y estar al servicio de la gestin sostenible de este patrimonio.

    Los inventarios brindan a los responsables de la gestin cultural pblica una base slida para decidir las acciones de salvaguardia apropiadas.

    Por ello, es esencial que existan proyectos piloto y el desarrollo de diferen-tes mtodos para preparar los inventarios de manera de poder cumplir con los objetivos ambiciosos de los Artculos 11 y 12 de la Convencin. Para la inscripcin de un elemento en una de las listas del patrimonio cultural inmaterial, el Estado Parte debe demostrar que el elemento propuesto ya est incluido en un inventario del patrimonio cultural inmaterial presente en su territorio, tal como lo hicieron Argentina y Uruguay en el caso del tango. Sin embargo, constituye un proceso complejo y participativo que debe ser

  • 8 9Introduccin8 9

    actualizado y precisado constantemente. Algunos pases empezaron por inventarios ms globales o nacionales; otros dieron prioridad a inventarios ms locales, temticos o ms circunscritos. A travs del anlisis de los primeros informes peridicos presentados por los Estados Partes desde el ao 2011, se puede tener una primera idea de todas las medidas legislativas reglamentarias e institucionales cada vez ms numerosas y precisas para la implementacin de la Convencin a nivel de cada pas. La cuestin de los inventarios es seguramente uno de los temas ms importantes por las razones arriba mencionadas. Hay pases que todava no han empezado a trabajar sobre los inventarios de manera formal. Otros lo trabajan hace tiempo, como la Repblica de Corea, que los implementa desde 1962. Algunos pases lo hacen de manera piloto o a nivel regional.

    Existen pases que trabajan los inventarios por mbito, por grupos tnicos o por criterio geogrfico. Algunos hacen un inventario nacional, otros com-binan el nacional con otro a nivel municipal y provincial, con intercambios entre los elementos. La mayora de los inventarios tienen la clasificacin por mbito; aunque muchos prefieren hacerlo sobre la nocin territorial o tnica. En general, los inventarios siguen la clasificacin del Artculo 2.2 de la Convencin; sin embargo, hay pases que agregan categoras.

    Si bien no se dispone de directrices metodlogas nicas, existen temas clave para la elaboracin de estos inventarios: los criterios para la incorpo-racin en un inventario, la viabilidad, el tipo de informacin solicitada a los portadores (en los formularios de inventario), la actualizacin y la necesaria evaluacin peridica, la participacin comunitaria, el rol de las ONGs y las asociaciones comunitarias, etc. Todos estos temas evidencian que el ejer-cicio de inventariar se sita en el centro de las acciones de salvaguardia.

    Por esta razn, el proyecto Patrimonio Vivo implementado en Argentina en el contexto de la estrategia global de fortalecimiento de capacidades de la UNESCO deba dedicar una parte importante de sus acciones a contribuir en el perfeccionamiento de las metodologas de elaboracin de los inven-tarios a travs de un ejercicio piloto. Asimismo, el objetivo del Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria que presentamos en esta nueva publicacin fue propiciar una experiencia de primera mano en la confeccin de inventarios y en la adopcin de medidas de salvaguardia para el tango en general. Portadores del tango, funcionarios gubernamentales y miembros de organizaciones no guberna-mentales formaron parte del equipo de este importante ejercicio. Se decidi, sobre la base de consultas con el colectivo tanguero y con los expertos y res-ponsables de la gestin pblica, concentrar esfuerzos de precisin y caracte-rizacin de un componente especfico y significativo del tango: las milongas. El proceso, que comenz en abril de 2013, finaliz en febrero del 2014 con la publicacin de este trabajo que constituye un esfuerzo colectivo extraordina-rio entre la UNESCO, representantes de la comunidad, la Secretara de Cul-tura de la Nacin, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Centro feca.

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria8 98 9

    Las consultoras Mnica Lacarrieu y Leticia Maronese, que trabajaron en estrecha colaboracin con la Oficina de UNESCO de Montevideo (Gabriela Pacheco y el que suscribe), relataron los resultados y ofrecieron conclusio-nes y orientaciones esclarecedoras sobre este importante ejercicio. Con el fin de complementar sus excelentes aportes, se pueden destacar, en trminos generales, algunas ideas sobre el impacto y los efectos positivos que tienen los inventarios en las polticas generales de salvaguardia y que este ejercicio ha confirmado de manera evidente.

    1. Los festivales, ferias y encuentros de miembros de una comunidad: en este caso las milongas son eventos que permiten una mejor visibi-lidad y fomentan los intercambios entre los diferentes actores del patrimonio inmaterial. Son los momentos en que se hace visible la existencia y viabilidad de ese patrimonio. Estos eventos son de gran utilidad para identificar el patrimonio, para comprobar su vitalidad y via-bilidad y para elaborar los inventarios.

    2. Las asociaciones locales son socios estratgicos para la representacin, la transmisin e interpretacin de las expresiones inmateriales. Asimis-mo, resultan socios indispensables para la identificacin, actualizacin y estudio de la viabilidad de los elementos inscritos en los inventarios. La excelente colaboracin desarrollada y los resultados alcanzados en el marco del proyecto Patrimonio Vivo con la Asociacin de maestros, bailarines y coregrafos del tango argentino y la Asociacin de organiza-dores de milongas reafirm esta necesidad de contar con esos socios.

    3. Las producciones y publicaciones culturales relacionadas al PCI: la radio es un medio que permite conectarse con una comunidad a veces ms fcilmente que con el envo de un formulario. La sistematizacin de la documentacin y de la informacin sirve a la difusin y promocin, y constituye la base para la formulacin de los inventarios. En varios pases, la creacin de un centro de referencia sobre el patrimonio inmaterial permite federar todas las instituciones del pas y de pases extranjeros, pero tambin puede colaborar en el ejercicio de elaboracin y actualiza-cin del inventario. En este sentido, se podra sugerir la creacin de un centro de referencia sobre las milongas. Asimismo, la grabacin y re-coleccin de datos digitales de los elementos del patrimonio inmaterial, realizados con fines editoriales, son medidas de salvaguardia y al mismo tiempo elementos de gran utilidad para la elaboracin de los inventarios. El ejercicio de trabajo sobre las milongas confirm la importancia de te-ner cuidado y prestar atencin a los riesgos de desvirtuar los objetivos de salvaguardia. Este trabajo de inventarios no tiene como principal objetivo la documentacin con fines de investigacin o de publicacin, sino que busca mejorar el bienestar de la comunidad portadora.

    4. A veces los reconocimientos o premios tienen un papel importante para dignificar a los portadores ms destacados de una comunidad. Existen, en varios pases, medidas o modalidades de reconocimientos especficas para las grandes figuras o portadores del patrimonio inmaterial. Se cono-cen, por ejemplo, los reconocimientos para los artistas de excelencia en

  • 10 11Introduccin10 11

    Vietnam, los Maestros en Corea, los Tesoros humanos vivos en Mali o Nigeria, los premios de interpretacin en algunas disciplinas, el alto reco-nocimiento de las personalidades eminentes de la cultura en Per, para citar slo algunos ejemplos. Una reflexin sobre este tema aplicado a las milongas podra ser de suma importancia.

    5. Se confirm la importancia de reflexionar sobre el papel del patrimo-nio inmaterial en la sociedad. Los Informes peridicos brindaron hasta ahora poca informacin sobre este tema en la mayora de los pases. Resulta innegable que para asegurar la viabilidad de una tradicin o ele-mento del patrimonio inmaterial es importante que exista algn tipo de apoyo a los portadores de ste. En Mxico se ha creado un sistema de seguro mdico gratuito para los voladores de Chiapas y sus familias. De manera general, para poder medir la viabilidad de las expresiones inma-teriales inscriptas en los inventarios, se debe analizar el rol que juega el patrimonio inmaterial en la sociedad. Es un tema de reflexin que podra aportar mucho a la mejor comprensin de la milonga en las sociedades argentina y uruguaya de hoy.

    6. Es importante destacar la relacin entre el patrimonio inmaterial y el desarrollo sostenible para tambin poder medir y analizar la viabilidad de los elementos del inventario. Se puede suponer que los elementos del inventario tendrn mejor posibilidad de subsistir en los pases que tienen integrado el patrimonio inmaterial en sus programas de planificacin y de desarrollo. El espacio fsico donde tiene lugar la tradicin tambin juega un rol fundamental en la viabilidad del PCI. La tradicin no podr seguir existiendo si no se toman medidas de salvaguardia relacionadas al cuidado y proteccin del entorno. El ejercicio sobre las milongas toc este tema y una profundizacin sobre esta compleja cuestin ser necesaria.

    7. El tema de la transmisin es clave para la viabilidad del patrimonio inmaterial. Algunos pases no integran al sistema educativo las tradicio-nes y elementos inmateriales propios de la cultura nacional o local. Si la educacin bsica y formal se aleja de las prcticas y costumbres tpicas, entonces no podr seguir transmitindose de generacin en generacin y de grupo en grupo. Entonces, a la hora de agregar un elemento en los inventarios, es fundamental plantear la cuestin de la transmisin actual y futura de esta expresin. No servira de mucho incluir un elemento inmaterial en un inventario sin asegurar el proceso de transmisin a las generaciones actuales y futuras. La reflexin y las acciones en pro de fo-mentar una mejor relacin entre la milonga y los sistemas de transmisin deben seguir desarrollndose ms all del ejercicio piloto. Lituania es un buen ejemplo a seguir: all han integrado el canto, la msica y la artesana tradicional en la escuela primaria.

    8. El Patrimonio inmaterial puede fomentar cooperacin internacional /regional. Este proyecto ha tenido un apoyo importante de expertos de Argentina, pero tambin referentes de Uruguay que comparten esta expresin inmaterial. La regin cuenta con un Centro de Categora 2, el CRESPIAL (catorce pases de Amrica Latina), el cual apoya la

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria10 1110 11

    capacitacin en elaboracin de inventarios de cooperacin regional e internacional: ya sea un intercambio de experiencia o intercambio de conocimiento sobre elementos en comn. Este ejercicio piloto con-tribuir seguramente a seguir alentando la cooperacin entre Buenos Aires y Montevideo sobre el tema del tango y tambin con otros pases u organizaciones interesados o especializados en temas del PCI.

    9. Inventariar las milongas para contribuir a contrarrestar los riesgos vinculados a la evolucin socio-econmica de la sociedad. Como, por ejemplo, el xodo rural: algunas veces puede ser positivo; otras ve-ces es negativo. En Lituania la tradicin sigue vigente en medios urba-nos y existen tradiciones rurales que se reinventan en medios urbanos. La mecanizacin y la desaparicin de las herramientas tradicionales o de las tcnicas tradicionales (los oficios) dan lugar a tcnicas ms sencillas, preferidas por la juventud, y la expresin pierde en refinamiento y en complejidad. El ejemplo de la artesana es el ms elocuente, su doble carcter cultural y comercial obliga a una proteccin de la tcnica tradi-cional y al mismo tiempo a tener un constante posicionamiento comer-cial. La actualizacin del inventario debe tener en cuenta las influencias mutuas entre culturas contemporneas y tradicionales, lo que es un fac-tor notable de viabilidad. Cmo adaptarse a las exigencias modernas de un nuevo pblico, de nuevos gustos? Qu pasa con la esencia de la expresin? Son preocupaciones que se sitan tambin en el centro de la reflexin sobre viabilidad de las milongas.

    10. Los inventarios de las expresiones plantean asimismo la cuestin del registro de los objetos y modales tradicionales. En los inventa-rios del PCI se incorporan las expresiones inmateriales y se trata de re-gistrar los objetos. Sin embargo, los inventarios deben tomar en cuenta los objetos materiales asociados a los elementos inscritos; por ejemplo, el bandonen para el tango. En el caso de las milongas se realiz una reflexin sobre los cdigos tangueros en general y sobre temas ms especficos, como la vestimenta; por ejemplo. Se plante la necesidad de un dilogo entre los portadores tradicionales y la modernidad, y los aportes de las nuevas generaciones o de nuevos aficionados (turistas) sobre la manera de vestirse y comportarse en el marco de las milongas.

    Por ende, unos de los grandes logros de este trabajo de inventario es haber podido recoger la opinin crtica de las comunidades sobre la mejor ma-nera de elaborarlo. La opinin de las comunidades sobre cmo se han ela-borado los inventarios es esencial. El papel activo que han desempeado los representantes de la comunidad, los milongueros y las bailarinas de milonga en su elaboracin es seguramente uno de los resultados ms importantes de esta experiencia piloto y del proyecto Patrimonio Vivo en general.

    Frdric Vacheron, Especialista del Programa CulturaOficina Regional de Ciencia de la UNESCO para Amrica Latina y el CaribeRepresentacin de la UNESCO ante los gobiernos de Argentina, Paraguay y Uruguay

  • Presentacin12 13

    En el marco del Programa Subregional para la Salvaguardia del Patrimo-nio Cultural Inmaterial, se desarroll el Proyecto Patrimonio Vivo con la participacin de representantes gubernamentales y de agrupaciones de la sociedad civil. El Inventario en contexto comunitario que se describir en esta publicacin es una experiencia prctica que naci de este proyecto. Vinculado al segundo taller de capacitacin dedicado a la Confeccin de Inventarios del Patrimonio Cultural Inmaterial en un contexto comunitario, el Inventario sobre Milongas se desarroll en la ciudad de Buenos Aires, con sede de reuniones en el Centro feca (Centro Foro de Estudios Culturales Argentinos), entre abril y noviembre de 2013, y el trabajo de campo se acot de junio a noviembre.Esta prctica de Inventario tuvo especial relevancia para la comunidad local involucrada y los representantes gubernamentales que facilitaron su desen-volvimiento. Su importancia radica en el carcter innovador que posee este tipo de Inventario con base comunitaria:

    No se trata de un relevamiento antropolgico convencional en el que la comunidad y los sujetos son observados por el tcnico y/o profesional;

    Es un proceso desarrollado por la comunidad con la co-pro-duccin de los facilitadores, destinado a generar y sistemati-zar informacin con el rol central de los miembros de aqulla;

    PPresentacin

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria12 13

    Entantoproductoresydecisores,nosoninformantesclavenipersonas objeto de extraccin de datos por parte del experto profesional, sino conocedores de su propio patrimonio;

    Enesteproceso,lasfacilitadorascolaboranconelprocesodeInventario y documentacin, y establecen un dilogo sobre el elemento del PCI seleccionado, con el fin de salvaguardarlo.

    El Inventario en contexto comunitario tiene por finalidad la salvaguardia del PCI, sin embargo, como tal no es un fin en s mismo, sino un instrumento y/o medida de salvaguardia entre otras. De acuerdo a la Convencin para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003):

    En relacin a las DirectriceOperativas recomendadas para la confeccin de inventarios:

    IdentificarelPCI; Identificareinformaratodoslos

    actores pertinentes; Identificaralosrepresentantes

    de las comunidades y los gru-pos;

    Determinarlasposiblesconse-cuencias de la confeccin de inventarios y obtener el consen-timiento libre, previo e informa-do sobre el PCI que ser objeto de inventario;

    Crearprocedimientos,deserposible en forma de protocolos, a fin de garantizar una relacin tica entre los actores; e

    Identificaryrespetarlosusosconsuetudinarios por los que se rige el acceso al PCI.

    CONTEXTO DE PRODUCCIN Y CONFECCIN DEL INVENTARIO DE MILONGAS

    El tango fue postulado por Argentina y Uruguay a la UNESCO como expresin rioplatense e inscripto como PCI en la Lista Representativa de la Humanidad en el ao 2009. Siendo la nica inscripcin realizada hasta hoy por Argentina, se consider propicio realizar, en el marco del proyecto Patrimonio Vivo, una prctica de confeccin de Inventario asociado a este elemento del PCI.

    EL TANGO: INSCRIPCIN EN LA LISTA REPRESENTATIVA DEL PCI DELA HUMANIDAD (2009)RESUMEN DEL EXPEDIENTEPRESENTADO A UNESCO.

    La tradicin argentina y uruguaya del tango, hoy conocida en el mun-do entero, naci en la cuenca del Ro de la Plata, entre las clases po-pulares de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo. En esta regin, donde se mezclaban los inmigran-tes europeos, los descendientes de esclavos africanos y los nativos (criollos), se produjo una amalgama de costumbres, creencias y ritos que se transform en una identi-dad cultural especfica. Entre las expresiones ms caractersticas de esa identidad figuran la msi-ca, la danza y la poesa del tango que son, a la vez, una encarnacin y un vector de la diversidad y del dilogo cultural. Practicado en las milongas salas de baile tpicas de Buenos Aires y Montevideo, el tango ha difundido el espritu de su comunidad por el mundo entero, adaptndose a nuevos entornos y al paso del tiempo. Esa comunidad comprende hoy msicos, bailarines profesionales y aficionados, core-grafos, compositores, letristas y profesores que ensean este arte y hacen descubrir los tesoros vivos nacionales que encarnan la cultura del tango. El tango tambin est presente en las celebraciones del patrimonio nacional, tanto en Ar-gentina como en Uruguay, lo cual muestra el vasto alcance de esta msica popular urbana.

    Artculo 12: Inventarios

    1. Para asegurar la identificacin con fines de salvaguardia, cada Estado Parte confeccio-nar con arreglo a su propia situacin uno o varios inven-tarios del patrimonio cultural inmaterial presente en su territorio. Dichos inventarios se actualizarn regularmente.

    2. Al presentar su informe peri-dico al Comit de conformidad con el Artculo 29 cada

    Estado Parte proporcionar informacin pertinente en relacin con esos inventarios.

  • Presentacin14 15

    POR QU SON NECESARIOS LOS INVENTARIOS? POR QU ES NECESARIO UN INVENTARIO DE MILONGAS?

    Por qu son necesarios los inventarios?

    Paraidentificarydefinirel/loselementos del PCI;

    Paraestablecerlaviabilidad;

    Paragenerarunprocesotendienteala salvaguardia;

    Parareafirmarlacontinuidaddelosmiembrosde la comunidad;

    Paracontribuiralplandegestinpblica y al desarrollo sostenible.

    PROCESO Y DINMICA DE CONFECCIN DEL INVENTARIO DE MILONGAS EN CONTEXTO COMUNITARIO

    En lnea con lo que plantea la Convencin para la Salvaguardia del PCI, el proceso de identificacin, seleccin y posterior confeccin del Inventario de PCI requiere de la Participacin Comunitaria. En el caso del Inventario de milongas, la comunidad particip de todo el proceso y en ese camino se defini y acot la propia comunidad.

    Por qu es necesaria la participacin de la comunidad en este proceso?

    Porque son los sujetos de determinados colectivos sociales los que poseen ciertos saberes y conocimientos, desarrollan determinadas prcticas sociales y, por ende, las transmiten a las nuevas generaciones.

    Por qu es necesario un Inventario de milongas?

    Porqueeltangoesunaexpresinculturalmltiple, es decir, integra el baile, la msica,

    la poesa, la cancin, el bandonen, etc.; Paraidentificar,definiryacotarunelemento; Paratenerinsumosparalaformulacindeun

    proceso de salvaguardia; Paradefinirquinessonlosmiembrosdela

    comunidad con sentido de identidad y perte-nencia respecto del elemento seleccionado;

    Porquelosmiembrosdelacomunidadidenti-ficaron, definieron y valoraron las milongas y sus elementos asociados con posibilidad de riesgo y necesidad de salvaguardia, debido a la disminucin de su sostenibilidad.

    Parasensibilizaralacomunidadampliadaso-bre la relevancia de la milonga, la revitalizacin y difusin de estos lugares y sus elementos asociados.

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria14 15

    Porque son quienes se identifican con el patrimonio en cues-tin, sienten que les pertenece, lo perciben como su patri-monio y, en ese sentido, son quienes deben promoverlo, ad-ministrarlo y gestionarlo, en tanto el patrimonio no se produce independientemente de las personas.

    Porque para que la salvaguardia del elemento de PCI sea exi-tosa, resulta importante contar no slo con la participacin e involucramiento de la comunidad, sino tambin con su consen-timiento libre, previo e informado.

    En este sentido, la participacin no es meramente formal, sino comprometida y activa en todo el desarrollo.

    1. Del camino recorrido en la seleccin: 1.1. Milonga-comunidad/comunidad-milonga

    Siguiendo la definicin del PCI (Artculo 2-Definiciones, Convencin 2003), las milongas, en tanto constituyen una de las expresiones y/o manifestacio-nes del tango como PCI, fueron reconocidas por la comunidad tanguera que particip en la inscripcin como parte integrante de su patrimonio cul-tural. En consecuencia, la identificacin, justificacin y seleccin de este elemento a inventariar fue realizada interactivamente con la participacin de miembros de la comunidad tanguera.

    Comunidad tanguera

    Academia Nacional del Tango

    Tangueras

    Milongas

    Comercios de ropas yzapatos de tango

    DJs

    Asoc. de Organizadoresde Milongas

    Operadores tursticos; tours de tango

    Bailarinesextranjeros

    Milongueros de viejay nueva guardia

    Academias de baile / profesores

    Extranjerosque quieren

    aprender tango

    ACTORES GUBERNAMENTALES

    Festival y Mundial de Tango + Campeonato de la Ciudad

    Turistasinternacionales

    Cmara Casas de Tango

    Bailarinesprofesionales

    COMUNIDAD TANGUERA

    Asoc. de Maestros, Bailarines y

    Coregrafos de Tango Argentino

    Organizadoresde milongas

    Orquestas y grupos de msica

    La COMUNIDAD TANGUERA es amplia y se extiende a travs de diferentes redes profesionales, sociales, pblicas y privadas, vincu-ladas al tango como gnero patri-monial. Los sujetos que la confor-man tienen diferentes objetivos e intereses, se dedican a diversas ac-tividades y prcticas, poseen varia-dos puntos de vista y saberes, y participan de manera diferenciada. El mapa de actores vinculado a esta comunidad no es exhaustivo, ni completo, sino significativo en su representatividad.

  • Presentacin16 17

    Para identificar, definir y seleccionar las milongas: Qu es la milonga? Cmo se define una milonga? Con relacin a qu espacios complementarios? Con relacin a qu actores sociales? Cules son las milongas que requieren de Inventario y de procesos de salvaguardia? Por qu?

    Para identificar, definir y seleccionar la comunidad representativa de las milongas: Quines integran la comunidad interesada? Quin/quines la representan? Quin/quines pueden y/o deben participar en la ejecucin, desarrollo y seguimiento del proceso de confeccin de inventarios?

    Miembros de la Comunidad entrevistados en la primera etapa

    Bailarn y artista joven

    Organizador y viejo milonguero

    Organizador de milongas de carcter transgresor (generacin intermedia entre jvenes y mayores)

    Viejo Milonguero, ex organizador de milonga, actual transmisor en un programa de clubes de barrio

    Qu es la milonga? Qu piensan de las milongas?

    La milonga es una manifestacin cultural, un lugar recreativo

    Qu es una milonga? no se baila solamente es social, es una reunin social, un disfrute social... la gente se encuentra. Es diferente a un caf, porque en una milonga hay mixtura de personajes (el verdulero y el juez), mixtura de diferentes clases sociales y culturas. Hay un fin comn. En un bar es un grupo ms pequeo, en las milongas (se va) para escuchar msica y bailar la msica. Es estar.

    La milonga da sentido a mi existencia respecto a lo social, lo cultural, lo artstico. El encuentro Para m no existe la milonga cerrada Las milongas sostienen al tango Hicieron la ley de saln de tango porque todas las pequeas milongas socialmente como lugar de baile poda cerrar el ochenta por ciento de las milongas Si bien son populares, no son masivas.

    Una vez por mes, una milonga por barrio el vecino no va a la milonga, porque es cara Antes en todos los clubes de barrio haba milonga la milonga es tango, vals y milonga hay muchos clubes que no quieren ms tango, dicen que es para viejos.

    El conocimiento previo de miembros de la comunidad tanguera fue el punto de partida para la identificacin y seleccin interactiva del elemento milonga y de la comunidad interesada en la confeccin del Inventario. Para llevar adelante esta parte del proceso, se parti de una serie de preguntas:

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria16 17

    Cmo definir la milonga a travs de la mirada de diferentes miembros de la comunidad

    La milonga es un hecho social y cultural. Es un lugar de encuentro: Se puede bailar pero tambin se

    puede ir y no bailar. Se define por estar. La milonga es una reunin social. Encuentro. La relacin ancestral entre la milonga y el club de ba-

    rrio: Volver al club de barrio que adems es milonga, por ejem-plo, Sunderland, Sin Rumbo, Huracn.

    La temporalidad: Es importante el da y horario en que se desarrolla. En ese sentido, los clubes de barrio suelen realizar sus milongas en el fin de semana y en horario nocturno, lo cual determina el tipo de habitu.

    Es de destacar que los hombres mayores (de setenta aos en adelan-te), tambin llamados milongueros de la vieja guardia o viejos mi-longueros, son quienes establecen los parmetros desde los cuales se define la milonga, pero tambin quienes los transmiten a los jvenes.

    Cmo se justifica la seleccin de las milongas para la confeccin de un Inventario del tango en contexto comunitario?

    Con base en los dichos de los miembros de la comunidad entrevistados en la primera etapa, las milongas presentan una serie de aspectos que las definen como PCI:

    Las milongas son manifestaciones tradicionales en el sen-tido planteado por la UNESCO: no slo incluyen tradiciones cristalizadas del pasado, sino que constituyen expresiones culturales tambin contemporneas.

    A propsito de ello, las milongas son patrimonio vivo: tradicionales y contemporneas a la vez. Recreadas en forma constante, en la actualidad encarnan el resultado de procesos de continuidad histrica atravesados por disconti-nuidades (las milongas no fueron en el origen del tango lo que son en el presente, y hubo perodos en que muchas de ellas se perdieron como espacios de baile).

    Se encuentran vigentes para las representaciones de los su-jetos y en relacin con los usos y prcticas que se desenvuel-ven en ellas.

    Tienen vigencia en el presente, y se espera que, debido a su continuidad histrica, continen tenindola hacia las genera-ciones del futuro. Permiten forjar sentimiento de identidad y cohesin.

    Son espacios significativos para los sujetos y grupos de la ciudad, as como para quienes la visitan.

    LA MILONGA SE DEFINE...

    Es un hecho social y cultural en el que acontecen diferentes prcticas ritualizadas, se renen diversos sujetos y grupos sociales que consolidan relaciones e inte-racciones sociales.

    Es un espacio socio-cultural antes que un espacio fsico/geo-grfico: la sntesis de lo barrial, el club y lugar de encuentro de hombres y mujeres que practican el baile del tango.

    Posee una impronta dada por el organizador, quien subordina el espacio fsico/material a los inter-cambios e interacciones sociales que se producen en la milonga.

  • Presentacin18 19

    Se trata de espacios y manifestaciones creadas, recreadas, mantenidas y transmitidas por la comunidad. Es la comuni-dad quien las reconoce como parte de su patrimonio.

    Si bien se encuentran vigentes y son significativas, estn en un relativo riesgo debido a procesos de transformacin pro-pios de las sociedades contemporneas y globales. De all que se hace necesario generar y encaminar medidas de sal-vaguardia que no slo protejan el ambiente construido, sino, sobre todo, el tipo de usos y prcticas que los diversos colec-tivos sociales desarrollan en l.

    En consecuencia, cmo y quines definieron los criterios para la se-leccin de las milongas objeto de Inventario? Cmo se defini la co-munidad y quines decidieron sobre esos criterios? La comunidad milonguera defini los criterios de seleccin para las milongas/las milongas fueron escogidas por la comunidad milonguera.

    COMUNIDAD MILONGUERA

    De los primeros vnculos, se dedujeron dos grandes tipos de miembros de la comunidad:

    1) Milongueros de la vieja guardia: Mayo-ritariamente hombres de ms de setenta aos (hay mujeres, pero menos). Entre ellos, algunos se definen como los que hicieron la resistencia (es el caso de Oscar Hctor, a quien le dicen El decano de las milongas porque hace ms de cincuenta aos que organiza milongas y por ser uno de los pocos que resisti a la poca en que el tango casi haba desaparecido ante el auge del rock, por ejemplo).2) Nuevos milongueros: Jvenes y adultos (hombres y mujeres) de la generacin intermedia entre cuarenta y cincuenta aos. Entre ellos, mu-chos son bailarines profesionales de danza clsica o contempornea, actores de teatro, msicos, que han llegado al tango desde esos mbitos y que comenzaron a bailarlo aprendiendo de los primeros.

    MILONGAS: CRITERIOS DE SELECCIN

    Antigedad: Se tomaron en consideracin milon-gas que tuvieran ms de diez aos de antigedad (en cuanto a este criterio, no se tom la antigedad del lugar fsico, sino de la milonga como lugar de encuentro organizado por determinados referentes).Vinculo entre milonga y club de barrio: El Inventario se centr en aquellas milongas que se organizan en clubes de barrio, considerando que esta relacin ha sido y es clave en la configuracin de las milongas.Milonga-barrio: El criterio mencionado introdujo la cuestin del barrio como un aspecto a conside-rar: si bien ya no existiran las diferencias de otros tiempos en los cuales la transmisin del baile era familiar y/o vecinal, algunas personas an encuentran diferencias entre cmo se baila en el centro y cmo se baila en el barrio. Vigencia, reproduccin y transmisin: Se han considerado aquellas milongas con continuidad histrica, pero que tambin reproducen y trans-miten, aunque con cambios, estilos, relaciones, prcticas, cdigos, etc. En ese sentido, las milongas seleccionadas cuentan con espacios de transmisin intergeneracional.Consentimiento: Los referentes comunitarios elegidos fueron quienes finalmente selecciona-ron y acordaron las milongas en y a partir de las cuales realizar el Inventario.

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria18 19

    La comunidad milonguera fue definida, entonces, no por quienes van a la milonga, sino por quienes son miembros de la comunidad y se sienten y/o son percibidos por la comunidad como referentes re-presentativos de sta.

    Esta concepcin de la comunidad milonguera fue, adems, profundizada y completada en el proceso del Inventario, considerando que dicha defi-nicin no siempre es utilizada por todos los miembros; por ejemplo, un viejo milonguero como Julio Dupla habla del tango bailado (su visin se asocia a su vnculo con el barrio de Villa Urquiza, que l llama la Capital del tango bailado); y las mujeres, en general, prefieren autodenominarse bailarinas, antes que milongueras (esta palabra les resulta peyorativa o des-pectiva, tal vez porque est estrechamente relacionada con los hombres mayores con los que bailan).

    Comunidad milonguera

    Buffetero

    Orquesta

    ComisinDirectiva

    Medios yredes

    Viejosmilongueros

    Nuevosmilongueros

    Jvenesprofesionales

    Bailarinesextranjeros

    Academia /Profesores

    Bailarines

    DJ Organizador

    Milongas / clubesde barrio

    Comunidad milonguera

  • Presentacin20 21

    Miembros Comunidad Milonguera (segn ellos)

    Organizadoresdemilongasysuentorno de apoyo en sentido amplio (organizador, musicalizador, buffetero, Comisiones Directivas de clubes, bailadores, etctera).

    MilonguerosdelaViejaGuardia

    Nuevosmilongueros(incorporadosapartirde la segunda mitad de la dcada de los ochenta en adelante). Aprendieron a bailar con profesores o en academias.

    Predominio de mujeres.

    Bailarineslocales.

    Bailarinesextranjeros.

    Jvenesprofesionalesquetrabajanenelsector, provenientes del tango o de otro

    tipo de danza.

    Comunidadesbarrialesy/oasociadasa clubes de barrio.

    Orquestasygruposdetpica,algunos organizadores de su propia milonga.

    Academias,instituciones,profesores independientes y sus alumnos.

    Institucionesgubernamentalesy no gubernamentales dedicadas a la enseanza de baile de tango.

    Servicioscomercialesy/ofabricacindeartculos destinados al baile de tango.

    Redessociales:perfilesdeFacebook, portales web de asociaciones, etctera.

    Miembros Comunidad Milonguera (segn las categoras de UNESCO)

    Portadores:poseenconocimientosysaberessobre formas, estilos, tcnicas, cdigos,

    rituales,prcticas.Generalmentesonlos hombres mayores que aprendieron hace muchos aos en el patio, en la familia, en el club.

    Transmisores:transmitendegeneracinengeneracin y contribuyen a la reproduccin de la milonga, sobre todo del baile, mediante espacios de aprendizaje (en la milonga, en estudios, en clubes).

    Depositarios:sonquienesguardany mantienen esos saberes y prcticas.

    Practicantesyejecutantes:sonlosque bailan y se ubican en la comunidad ampliada. Dentro de este grupo hay miembros ocasionales y otros habitus de la misma o de varias milongas.

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria20 21

    La comunidad milonguera se referenci en dos Asociaciones:

    1) Asociacin de Maestros, Bailarines y Coregrafos de Tango Argentino, cuyo presidente es Julio Dupla. 2) Asociacin de Organizadores de Milongas, cuyo presidente es Julio Bassan.

    SEIS REFERENTES

    Los seis referentes para la confeccin del Inventario de milongas fueron:

    JulioDupla (organizador de milongas, viejo milonguero y profesor de tango) JulioBassan (organizador de milongas, bailarn y actor profesional) OscarHctor (organizador de milongas, viejo milonguero) JorgeManganelli (profesor de tango-baile, viejo milonguero) CeliaBlanco (organizadora de milongas, bailarina profesional) GracielaLpez (organizadora de milongas, bailarina de milonga)

    SEIS MILONGAS

    Las milongas seleccionadas por la comunidad acotada de referentes:

    Sunderland Club Milonga Malena (Villa Urquiza) Sin Rumbo (Villa Urquiza) Lo de Celia (Constitucin) Club Atltico Milonguero - Huracn (Parque Patricios) Asociacin de Fomento Mariano Acosta (La Tierrita) (Parque Avellaneda. En el origen ubicada en el Bajo Flores) La Milonguita (Palermo y Constitucin)

    Si bien los propios referentes de la comunidad asu-men como importante la necesidad de salvaguardar elementos originarios, no hubo criterios de auten-ticidad y tradicionalismo en la seleccin de las mi-longas: En esta seleccin fueron considerados los cambios que se han producido en los procesos de reapropiacin inherentes a la transmisin constante de aquellos elementos.

    Para muchos, la milonga se define por el organi-zador. El organizador puede mudarse, y con l los milongueros. Del mismo modo, un espacio puede ser usado por distintas milongas (como sucede en las del centro o lugares como los clubes Canning o Armenia). De all que los seis referentes han sido y/o son organizadores de milongas.

  • Presentacin22 23

    2. La comunidad acotada decide los elementos

    2.1. La milonga como elemento englobante y los micro-elementos relativos a la milonga

    Como ya se ha comentado, la formulacin del tango como patrimonio cul-tural inmaterial se confeccion con base en los amplios y mltiples ele-mentos que lo constituyen. Estas condiciones de produccin incidieron en la necesidad de una definicin adecuada para la realizacin del Inventario.

    La milonga fue el elemento que, inicialmente, se recort en razn de su necesidad de salvaguardia. La milonga como elemento del PCI no reprodu-ce un hecho cultural objetivo, ya que si bien se trata de lugares materiales y visibles de diferentes barrios de la ciudad, fundamentalmente tal como lo han precisado los referentes en las primeras entrevistas representan contextos construidos a partir de las manifestaciones y/o expresiones que se despliegan en stos.

    Es importante destacar que, en este caso, el recorte fue realizado con base en las percepciones y vivencias de practicantes coincidentes con su comprensin de su patrimonio previamente se enunci un testimonio donde se diferencia la milonga del caf en pos de encontrar una definicin precisa. Asimismo, fue caracterizada por un joven como una manifesta-cin cultural, un lugar recreativo que puede contar tambin con espectculo, y vista por otros como lugares para estar, comunicar, y sobre todo, comunicar desde el cuerpo. Desde esta perspectiva, queda de mani-fiesto que las facilitadoras del Inventario procuraron no recortar el elemen-to en virtud de su expertise y a distancia de las percepciones de los sujetos de la comunidad.

    Como se observar a continuacin, la comunidad acotada (como se de-nominar de aqu en adelante a los seis miembros referentes que desarro-llaron el Inventario) defini los elementos a inventariar a partir de la milonga percibida como un lugar donde pasan muchas cosas; no obstante, di-chos elementos fueron permanentemente debatidos e incluso redefinidos, siempre tomando como referencia a la comunidad y durante todo el exten-so perodo del Inventario. De acuerdo con ello:

    La Convencin se refiere al PCI en general, pero no a los elementos es-pecficos. Sin embargo, el elemento es constitutivo del PCI (Art. 2).

    QU ES UN ELEMENTO DEL PCI?

    Es un uso o una expresin/mani-festacin social o cultural, un conocimiento/saber, una tcnica definidos como parte de su patri-monio por las comunidades, grupos y los individuos.

    El Inventario no se constituy como una suma de elementos. Al inicio del proceso, se precisaron elementos puntuales vinculados a y desplegados en el contexto de la milonga. Sobre el final del proceso, la milonga fue considerada como un hecho social total en el seno del cual se articulan complejamente los diferentes micro-elementos inventariados. Aunque no sin controversias, los miembros de la comunidad encontraron un equilibrio entre el elemento genrico y los micro-elementos inventariados.

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria22 23

    El Inventario, entonces, tuvo por propsito contribuir a acotar el elemento en relacin con su salvaguardia, sobre todo considerando que la comunidad es amplia y que cuantos ms miembros la conforman, en mayor grado es necesario acotar el elemento. A diferencia de lo que suele pensarse, el acotamiento permiti definir los elementos adecuados a este proceso as como una comunidad ms inclusiva.

    Una sntesis general de la definicin de los elementos, permite aventurar que:

    La comunidad acotada tendi a enfatizar el carcter origina-rio de los elementos seleccionados;

    Asimismo, fortaleci el sentido tradicional convencional: la idea de continuidad y permanencia de dichos elementos des-de el pasado hacia el presente y futuro;

    No obstante, constantemente se pusieron en juego los cam-bios que dichos elementos han tenido y, por ende, la recrea-cin a partir de la cual hoy tienen lugar;

    Los elementos fueron definidos y redefinidos en la ambige-dad: entre la tradicin y el aparente riesgo de prdida de la esencia de dichos elementos y la re-tradicionalizacin y re-creacindestos.Porejemplo,GracielaLpezdijo:Los c-digos pueden ir cambiando y mantenerse igual. El saludo se mantiene, pero ya no se hace con reverencia. Por su parte, Julio Bassan seal: evolucin que no significa progreso. Hay un montn de valores que hay que mantener, no slo los cdigos.

    2.2. Definicin de elementos-discusin sobre elementos

    Si bien, como se mencion en el punto anterior, los elementos a inventariar y salvaguardar fueron puestos a prueba repetidamente debido a que los miembros de la comunidad acotada presentaron, en todo momento, la inquietud acerca de la necesidad de salvaguardar la milonga, en los co-mienzos del proceso fueron delimitando elementos desde lo general hacia lo particular.

    Efectivamente, se parti de la milonga, integrando, al principio y de manera desordenada, posibles y potenciales elementos que requieren de salva-guardia. Por ejemplo:

  • Presentacin24 25

    Caminaryacariciarelpiso Laronda Elritmo-lastandas-lapausa:escomosesiente la msica, no se sigue la msica Bailarelsilencio Bailelindovs.lamugre(elbaileperfecto/acadmico frente a quien baila desde el barrio quien tiene barrio sabe bailar tango) Lacadencia Elcabeceoyelroldelamujer Cerrarlosojos Elabrazo-mantenerelabrazo Laimprovisacin Elrespeto Sectorizacindelespacio Losestilosbarriales

    En un intento por definir qu sera un elemento, o por poner en orden los elementos relacionados con la milonga observada sta como elemento que sostiene y mantiene al tango, los referentes vinculados a la comuni-dad acotada decidieron que los elementos a inventariar seran los siguien-tes y en este orden:

    Milonga Cdigo social de pista (tambin dicen tango social o de pista) La ronda El cabeceo El abrazo El silencio Baile al piso Msica por tandas Sectorizacin del espacio

    Milonga

    Cdigo socialde pista

    Cabeceo No hablarmientras bailar

    Baile al piso Mantenerel abrazo

    Sectorizacin del espacioOrganizacin de la msica por tandas

    La ronda: No sepuede salir

    por atrs. No sepuede salirdel carril.

    Circulacinanti-horaria.

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria24 25

    De este desagregado surge que el elemento general que los referentes plantearon fue el cdigo social de pista, dentro del cual integraron la ronda, el cabeceo, el silencio y el abrazo. La msica, y la organizacin de la msica por tandas (que s fue integrada entre los primeros elementos, pero en un segundo plano), no fue un elemento clave en la definicin que se hizo para el inicio del Inventario, pues la seleccin se hizo con relacin al baile y todo lo que acontece en torno a ste. Sin embargo, sorprende que, de las entrevistas realizadas o incluso de los registros de observacin confeccionados a posteriori, la msica emergiera como un elemento clave en la definicin de la milonga y de los cdigos sociales de pista (los mismos referentes preguntaron por la msica y/o produjeron observaciones en las que fue incluida).

    El respeto fue incorporado como valor y relacionado al conjunto de los elementos mencionados desde un men de prescripciones que, incluso segnellosmismos,enalgunoscasossondifcilesdecumplimentar(Gra-ciela dice: no nos hagamos los fundamentalistas):

    No puede realizarse voleo alto, ni colocar el codo sobresaliendo; No se puede ir para atrs; No salir del carril. Se puede despegar el pie del piso al final de la milonga

    o cuando hay diez parejas; Se debe entrar a la pista por las esquinas; Se relaciona con el uso de determinado tipo de vestimentas

    y hasta con la higiene;

    En suma:

    El respeto es un VALOR relacionado con los elementos a salvaguardar que implica cmo COMPORTARSE, qu seDEBEHACER,quCOSTUMBRESseguir...

    La primera seleccin y definicin de los elementos no incluye manifestacio-nes como el cerrar los ojos o la cuestin del rol de la mujer en la milonga, asunto que ser permanentemente debatido por los miembros de la co-munidad acotada. Incluso el mismo cabeceo es discutido y puesto en duda cuando se trata de pensar en el rol de la mujer: no me gusta que se diga que el cabeceo se hace porque se est respetando a la mujer deja a la mujer en una actitud pasiva. Si bien, el cabeceo no fue un elemento encon-trado en todas las milongas y en forma constante, s se admiti como una expresin clave en la conformacin de la milonga y slo cuestionado ante el lugar que toma la mujer. Otros testimonios sobre lo femenino: Ustedes dicen que la mujer elige, pero elige entre los que la miraron para cabecear; Las que llegan nuevas se van de la milonga porque no las sacan, porque dicen:yotrabajotodoelda,noquieroveniratrabajaralamilongaytrabajares estar expectante, esperar que la saquen

  • Presentacin26 27

    Como se ha sealado, la decisin sobre qu elementos inventariar fue to-mada desde el comienzo del Inventario, sin embargo, permanentemente renegociada al interior de la comunidad de referentes. Esta constante dis-cusin sobre los elementos se produjo por efecto de aquellos asuntos que fueron registrndose; por ejemplo, cuando uno de ellos entrevista a una bailarina de canyengue, se abre un debate acerca de la inclusin de otros elementos, como los estilos de baile, que para algunos ya no se bailan salvo ocasionalmente.

    Este debate abre asuntos vinculados a la problemtica de lo vivo y lo que debe salvaguardarse: si el Inventario es salvaguardia, es aquello que tiene vigencia, es decir, lo que se hace aqu y ahora, siendo eso lo que debe re-gistrarse. Lo cierto es que el registro del estilo canyengue promovi cierto debate sobre otros ritmos y gneros, y reintrodujo la cuestin acerca de cu-les son los elementos. Deberan incorporarse estilos y exhibiciones? Estas disquisiciones llevaron a un reordenamiento en el que la milonga y el tango vivo son elementos englobantes y genricos de los micro-elementos.

    Qu nos interesa salvaguardar?

    LaMILONGAcomoEspacioCulturalyelTANGOVIVOconsuselementos,comoel abrazo, la ronda, el silencio, los pies al piso, las tandas. Es dentro de la mi-longa como espacio cultural en que podran incorporarse otros ritmos y estilos como el canyengue, el rock, el jazz, la chacarera (por ejemplo, en La Tierrita esos ritmos son frecuentes) e incluso las exhibiciones de tango nuevo.

    Milonga(Espacio cultural?)

    Rock

    Jazz

    Tropical

    Chacarera

    Diferentes ritmos y estilosde baile:

    Canyengue Exhibiciones de Tango Nuevo

    Elementos: Abrazo, Ronda,Silencio, Pies al piso

    Tandas, espacios

    Tango(Patrimonio Vivo)

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria26 27

    3. La implicacin de la comunidad ampliada

    3.1. Entre la comunidad acotada y la comunidad ampliada

    La salida de los referentes hacia el resto de la comunidad no slo introduce asuntos de la metodologa relacionados al Inventario, sino tambin cuestio-nes asociadas a quin o quines entrevistar, a quin o quines registrar, a quin o quines implicar en el Inventario.

    Los miembros referentes de este Inventario con base comunitaria se cons-tituyeron ambiguamente entre salir y expandir la comunidad o bien restrin-girla al ncleo duro de quienes ellos consideran expertos en este gnero. Estas controversias, propias de toda comunidad, hablan tambin de un sen-tido de comunidad ms complejo:

    La Comunidad no es homognea, armoniosa, inclusiva y totalmente dispuesta a participar.

    Cabe, entonces, preguntarse:

    Quin es quin dentro de la comunidad? Quines son incluidos/excluidos y por qu?

    Fue en el mismo proceso de confeccin del Inventario en que se definie-ron dos tipos de comunidades que, sin embargo, no son autnomas, se interrelacionan asiduamente, intercambian saberes y prcticas en forma recurrente:

    La Convencin y las Directrices Operativas (UNESCO) dicen:

    AsociaralascomunidadesinteresadasenlagestindesuPCI (Artculo 15) ObtenerydocumentarelConsentimientoLibre,PrevioeInformado de las comunidades interesadas (DO 1, 2, 7, 101(b). Pero.:

    No hay una orientacin especfica sobre CMO identificar a las comunidades ni CMO hacerlas participar en la identificacin de su PCI.

  • Presentacin28 29

    Comunidad Acotada

    Sesientenyseauto-percibencomolosreferentes.

    Seobservancomolosmsconocedores de ciertos saberes y prcticas.

    Aparecencomolosmscapacitados.

    Seconstituyencomolderesobiencomoun nosotros de la comunidad milonguera.

    Comunidad Ampliada

    Sonsujetosquepertenecenalasmilongasy estn en ellas; pero con saberes relativos sobre las prcticas que ejecutan.

    Sonquienessernconsultadosparalarealiza-cin del Inventario.

    Ocasionalmentesonvistoscomosujetospasivos o como pblico en el seno de la milonga.

    Noobstante,entremezcladosconsujetosmuyactivos y profesionalizados que tambin hacen a la milonga.

    Sonlosotros,aunquenopeyorativamente.

    Comunidad ampliada

    Organizadoresde otrasmilongas

    Profesionalesde baile

    Organizadory estructura

    de apoyo

    Bailarinesde exhibicin

    Conpertenenciaa milonga

    Conpertenencia

    a barrio / club

    Milonguerosy milongueras

    Habitus

    Viejos milongueros

    Nuevos milongueros

    Bailarinesextranjeros

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria28 29

    Esta diferenciacin se produce a partir de una auto-percepcin y auto-imagen de la comunidad acotada. Pero tambin de la seleccin previa que se construye para el desarrollo del Inventario. Dicha seleccin, entonces, emerge de la siguiente definicin:

    Los referentes son portadores, en tanto poseen conocimientos y sabe-res sobre formas, estilos, tcnicas, rituales, cdigos; son transmisores, en tanto contribuyen a la reproduccin de la milonga y del baile como eje crucial de sta, a travs de espacios de aprendizaje para los/as ms nuevos/as; son depositarios y ejecutantes de esos saberes y prcticas: son portadores de saberes especficos ligados al baile; pero no exper-tos en tcnicas de Inventario y en el uso de los elementos tcnicos.

    Asimismo, esta diferenciacin tuvo implicancias sobre el Inventario que de-bieron trabajarse. Por ejemplo:

    Los referentes consideran que su saber es experto y no re-quiere de consulta a otros miembros de la comunidad. Lle-va a preguntarse: Quin es representante/representativo?

    En consecuencia no sera necesario el Inventario (Lo po-demos escribir en la casa, Yo ya s lo que pasa en cada noche).

    Por lo tanto: Tenemos que entrevistarnos a nosotros mismos.

    El discurso monoltico: la eleccin de determinados miem-bros de la comunidad hace que el relato sea homogneo.

    A lo largo del proceso, qued de manifiesto que estas diferenciaciones cons-truidas dentro de la comunidad condicionan: qu es participar, quin participa, cmo se participa, dnde se participa, para qu se participa. Los miembros re-ferenciados en la comunidad acotada van abrindose hacia la comunidad ampliada, a la que tambin pertenecen, en tanto y en cuanto se define y re-define, en el contexto de sus propios debates, quines y por qu son grupos e individuos necesarios con relacin a la confeccin del Inventario.

    3.2. Acordando el Consentimiento Libre, Previo e Informado

    El CONSENTIMIENTO LIBRE, PREVIO E INFORMADO es un acuerdo de la comunidad con el propsito de aprobar diferentes actividades vinculadas a la salvaguardia de su PCI. Constituye un paso necesario para llevar ade-lante dichas acciones.

    Cmo se define? Para qu y con relacin a qu es necesario?

    El Consentimiento es:

    Libre significa totalmente voluntario. Previo significa notificacin por anticipado. Informado significa comunicacin libre, comprensible

    y recproca.

  • Presentacin30 31

    Algunos interrogantes que la comunidad debe plantearse en relacin con el Consentimiento:

    Para qu actividades se requiere el consentimiento? Con cunta antelacin debe procurarse el consentimiento? Qu informacin debe brindarse? De qu forma debe divulgarse la informacin? A quines se informa y cmo?

    En el contexto del Inventario de milongas con base comunitaria, el Consen-timiento Libre, Previo e Informado fue realizado en diferentes instancias y con distintos miembros de la comunidad involucrada:

    1) Quienes presiden las dos Asociaciones firmaron un primer Consentimiento para la realizacin del Inventario;

    2) En una etapa posterior, los seis referentes de la comunidad acotada aprobaron otro Consentimiento con el objetivo de comprometerse en la confeccin del Inventario;

    3) A lo largo del proceso, los referentes mencionados debieron producir nuevos acuerdos con los miembros de la comuni-dad ampliada.

    Estos consentimientos no se realizaron sin dificultades que, obviamente, fueron salvadas en los momentos en que stas se hicieron evidentes. Es necesario considerar que la comunidad milonguera tiene un conocimiento avezado de la milonga y el baile, pero escaso saber acerca del significado de un acuerdo escrito. La relevancia dada a la mirada, en primer trmino, y a la oralidad, en segundo trmino, obligaron a llevar adelante algunas nego-ciaciones entre la comunidad de referentes y las facilitadoras. Aunque no necesariamente fue explicitado como problema, las dilaciones suscitadas en cada instancia demostraron que la firma de un Consentimiento aunque Libre e Informado resultaba un tema por momentos incomprensible y has-ta innecesario para ellos, en tanto el valor de la palabra pareca suficiente.

    Los consentimientos acordados y firmados en las dos primeras instancias, aun con las dificultades mencionadas, fueron otorgados en los momentos requeridos. Fue en la ltima instancia en que los referentes produjeron negociaciones diversas para poder dar cuenta de los acuerdos vinculados a la comunidad ampliada. Si bien se elabor un pre-acuerdo escrito para que los referentes llevaran al seno de la milonga, pocas veces fue po-sible que ste fuera firmado: a veces porque los mismos referentes no consideraron que fuera la mejor modalidad de acordar con la comunidad que slo particip del Inventario en el contexto propio; otras veces porque el mismo espacio en que se desarroll el Inventario (la milonga) no daba lugar a explicaciones precisas acerca de las razones para acordar por es-crito. De cualquier modo, en tanto fue posible establecer consentimientos con otros formatos y estrategias, fueron ellos mismos quienes elaboraron otras formas: si la palabra y la oralidad son un recurso de importancia, mu-chos acuerdos se hicieron al momento del registro de observacin, mien-tras los miembros de la comunidad ampliada eran filmados; pero tambin

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria30 31

    mientras los referentes hicieron entrevistas grabadas; o bien, cuando te-nan en sus manos las guas y pautas por escrito, fue all mismo cuando se les pidi que firmaran.

    Es evidente que el Consentimiento Libre, Previo e Informado constituye una instancia clave en la participacin de la comunidad. De cierta forma, los acuerdos o las dilaciones para obtener el consentimiento, o bien las diferen-tes estrategias llevadas adelante para que se produjeran, condicionan rela-tivamente el cmo la comunidad est participando y las razones de necesi-dad de la participacin, entre otras cuestiones. Obviamente, la participacin comunitaria no empieza ni termina en los diferentes consentimientos, sin embargo, como ya se dijo, son una pieza clave en este proceso.

    4. Explorando el campo: Metodologa y tcnicas de generacin de informacin

    Los inventarios confeccionados en contextos comunitarios requieren de una serie de estrategias metodolgicas y tcnicas. En lneas generales, estas estrategias siguen los parmetros modlicos de aqullas creadas y recreadas en el seno de la etnografa o de la antropologa. En este sentido, ste es un asunto crucial, pues los miembros de las comunidades, en ge-neral, conocen y reconocen estas tcnicas por haber sido sujetos con expe-riencia en trabajos de campo realizados por antroplogos: las comunidades indgenas, por ejemplo, son los grupos que mayor trato han tenido con estos profesionales; sin embargo, no siempre sucede lo mismo con otras comunidades. Persiste un preconcepto acerca de que las comunidades o grupos urbanos, por efecto de compartir espacios con profesionales, ges-tores o tcnicos, conocen con mayor precisin este tipo de estrategias y que son las comunidades alejadas territorialmente, con aparentes escasos conocimientos del saber occidental y disciplinar, las que tienen mayores dificultades para su uso. No obstante, y de acuerdo a esta experiencia, el uso y apropiacin de metodologas y tcnicas de campo con frecuencia es arduo y trabajoso independientemente de la comunidad implicada pero necesario, no slo para generar datos, sino, sobre todo, para facilitar el ac-ceso a las expresiones y conocimientos locales; propiciar la inclusin de los miembros de la comunidad en su conjunto; y reconocer y comprender los factores sociales y culturales.

    A continuacin se ver el proceso de toma de decisiones y los cambios, las lecciones aprendidas y/o las dificultades encontradas en pos de equilibrar los diferentes y mltiples mtodos y tcnicas:

    La comunidad de referentes decidi realizar entrevistas personaliza-das y registros de observacin con el uso de cmaras fotogrficas y de video filmadoras para la obtencin de los ltimos, y de grabado-res de voz para las entrevistas.

    De acuerdo con esta decisin, cabe remarcar, al menos, cuatro cuestiones propias de esta comunidad y que incidieron en el proceso de confeccin del Inventario:

  • Presentacin32 33

    Elcontexto etnogrfico: La milonga como espacio complejo, multidimensional y multisituacional.

    Laoralidad: La palabra como un recurso y un valor en la decodificacin de sus saberes y prcticas. Lamirada: El lenguaje corporal como componente crucial en el desarrollo de sus prcticas. Lanaturalizacin: Prcticas y saberes familiares que estn incorporados a la cotidianidad.

    Estas cuatro cuestiones nos hablan de la tensin que necesariamente se produjo no por ello insalvable entre su lgica de costumbres, valores, saberes y prcticas, y la lgica que suele primar en el ojo, lenguaje y voca-bulario del experto.

    El espacio donde debi llevarse a cabo la etnografa es el mbito de la milonga. Se trata de un contexto poco propicio para determinadas modalidades metodolgicas: poca luz, msica alta, personas (hom-bres y mujeres) que bailan, otros que tienen por objetivo la recrea-cin, el encuentro con amigos o bien el conocimiento de nuevas personas. Estas caractersticas produjeron un Inventario en:

    Contextos multisituacionales: Se inventari en la milonga, en las reuniones con la comunidad de referentes, en las casas de algunos milongueros referidos por la comunidad acotada como especiales o necesarios para este Inventario. Esto llev a la obtencin de:

    Historias de interseccin o interseccin de historias producidas en esos diferentes contextos. Al mismo tiempo llev a:

    Rastrear y producir diferentes respuestas en diversos contextos y condiciones de produccin.

    La naturalizacin del saber, la mirada, el lenguaje: Los referentes se construyeron entre dos perspectivas. 1) Como conocedores de la milonga por efecto de una aparente rutina que nadie ms que ellos conocen y reconocen (vean lo que esperaban ver o escucha-ban lo que esperaban escuchar); 2) Lo obvio, entonces, no era tan importante para este Inventario, sino lo excepcional. Esta cuestin debi ser trabajada constantemente debido a que:

    Los referentes consideraron que no haca falta entrevistar a otros, sino auto-entrevistarse o auto-relatarse con base en sus experiencias cotidianas.

    Los referentes tendan a estandarizar la informacin como resultado de ese conocimiento natural. La rutina poda ser transmitida al Inventario rpidamente y sin necesidad de la comunidad ampliada. Esta concepcin implicaba la produccin

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria32 33

    de formatos homogneos, de milongas sin sorpresas, de con-textos lineales. En otras palabras, faltaba el asombro o el extraamiento antropolgico propio de la distancia y proxi-midad que, en forma constante, debe provocarse en cualquier situacin etnogrfica. Los referentes, en los comienzos, eran proclives a sentirse, en tanto parte de la comunidad, como naturalmente familiarizados con los elementos y, en ese senti-do, con posibilidad de transmitirlos sin consultar a otros miem-bros. Esta problemtica se visibiliz aun ms cuando algn observador externo particip del registro etnogrfico.

    En esta tendencia, las actividades, prcticas o saberes excep-cionales se volvieron clave o prioritarios. De all que fuera ne-cesario trabajar en la relacin compleja y retroalimentada de lo cotidiano y lo excepcional.

    Desde este supuesto, se trabaj con la idea vinculada a la desnaturalizacin de la mirada y de esa lgica aparente-mente repetitiva. Es decir, se elabor una visin asociada a un ida y vuelta entre lo cotidiano y extra cotidiano (ms all de lo excepcional).

    La mirada y la oralidad:

    La mirada es una cualidad y un recurso agudizado entre los miembros de esta comunidad. Poder definir cul es el abrazo ms interesante o incluso poder observar minuciosamente cmo se comportan los cuerpos, quin realiza marcas o cmo se mueven o circulan por el espacio las parejas, da cuenta del ojo que poseen (adems del conocimiento local). Este es un recurso que permiti re-trabajar el sentido de lo rutinario y representa un saber que el facilitador no posee.

    La oralidad es un recurso propio de esta comunidad. Aunque muchos de ellos escriben en las pginas web, es evidente que la comunidad es diferenciada y que la mayora de los viejos milongueros se reconocen mejor en el mbito de la palabra hablada. Vinculado a este recurso es que emerge la transmisin: para una vasta proporcin de milongueros, que consideran que hay cdigos ancestrales, la transmisin debera continuar siendo por la va oral y en el contexto de espacios informales (como el patio de las casas o en las mi-longas, pero por fuera de las clases).

    Todas estas cuestiones pueden ser ledas, observadas y comprendidas en mayor grado en los captulos dedicados a cada milonga.

    En cuanto a las tcnicas:

  • Presentacin34 35

    Registros de Observacin

    Lasfacilitadorasconfeccionaronunaguadepuntos a considerar.

    Qusedeberelevar?

    Laspautasdeobservacinfuerondiscutidas:Haba que reiterar cierta informacin relativa a datos objetivos? Era necesario repetir observaciones en la misma milonga?

    Serealizunaprendizajesobreelregistrodecomportamientos que podran pasar inadver-tidos en otras situaciones.

    Setrabajsobrelatendenciaaregistrarconla perspectiva de quien lo hace (sin embar-go, algunos referentes no pudieron tomar distancia de s mismos, incluyendo sesgos y/o pensamientos propios, por ende, produ-ciendo escasa descripcin).

    Cmoescribirloqueseobservacuandosimultneamente se organiza, se baila, se saluda, etc.? Este asunto llev a modificar la perspectiva: usar grabador para registrarse mientras se observa y se filma lo observado fue uno de los cambios producidos durante el proceso.

    Elusodelascmarasygrabadoresfue un obstculo a salvar. Los referentes, de a

    poco, aprendieron a manejar los recursos tecnolgicos.

    Entrevistas

    Lasfacilitadorasconfeccionaronunaguadepuntos a considerar.

    Aquinentrevistar?Sloviejosmilongue-ros? Cmo incluir jvenes?

    Lamismadiscusinfueproducidaenrelacincon las preguntas formuladas a los entrevistados.

    Cmorealizarentrevistasenelcontexto complejo y multisituacional de la milonga? La gente va a bailar y a encontrarse, no a hablar y, menos aun, a responder preguntas. La realizacin de entrevistas breves contextuales

    fue una de las soluciones. Otra estrategia fue la realizacin de entrevistas en las casas

    de los milongueros o en otro espacio que no fuera la milonga.

    Separtideentrevistasestructuradasbajoelsupuesto de que este formato facilitara su realizacin para los referentes. Sin embargo, ellos tendieron a producir charlas informales, no estructuradas. Slo dos de los referentes supieron preguntar y repreguntar con la idea de profundizar los saberes de otros miembros (esta capacidad se debi a que ellos cuentan con un capital educativo profesionalizado).

    Lasentrevistasestuvieronpautadasporuntipo de guin y/o preguntas que los referentes tienden a realizar: se pregunta ms por la historia o trayectoria del milonguero que por los elementos acordados para inventariar. En este sentido, tiende a producirse ms historia oral que generacin de informacin relativa al Inventario.

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria34 35

    El espacio de la comunidad acotada sirvi para debatir, redefinir y reen-contrarse con estrategias posibles para llevar adelante el Inventario. En ese sentido, es posible mencionar algunos atajos encontrados para salvar difi-cultades:

    Dramatizaciones o simulacros de entrevistas y registros de obser-vacin realizados en el contexto de la comunidad de referentes. Dichas acciones fueron practicadas entre referentes y facilitado-ras, o bien solamente entre referentes. Por ejemplo: una facilitado-ra entrevista a un referente y focaliza en cmo preguntar o en qu preguntar; dos referentes bailan mientras otro observa y realiza el registro.

    Se decide que los referentes roten o se alternen entre milongas. La ALTERNANCIA fue un recurso fundamental para trascender la cuestin de la rutina, estandarizacin y homogeneidad. Pero tam-bin constituy una estrategia para que el organizador pudiera per-cibir el extraamiento mencionado, dado que en su milonga no slo parece naturalizar todo, sino que adems realiza las diversas actividades que le competen como organizador. En la rotacin se observan avances, ventajas y riqueza de informacin.

    Registros o entrevistas?

    Aunque los referentes se familiarizaron mejor con la cmara de video que con el grabador, al mismo tiempo la informacin inventariada desde la observacin (en algunos casos) es ms lineal.

    De las entrevistas surgen otros datos y aspectos que requie-ren y ponen en juego otras voces.

    No se trata de elegir entre la cmara y el grabador, sino de considerar qu se consigue a partir del uso y apropiacin de cada tcnica. En este sentido, los referentes produjeron ms registros de observacin filmados (escasamente fotografia-dos por efecto de instrumentos poco propicios para este tipo de espacios), ms entrevistas breves y menos entrevistas ex-tensas (tal como podr observarse en el Inventario).

  • Presentacin36 37

    Algunos puntos para destacar:

    Distanciaentreladescripcintcnicayelsentidocomn: un buen abrazo (no debe describirse). Un joven milonguero seal que en el pasado el baile era ms intuitivo y que ahora se decodific tendiendo a explicarse casi matemticamente.

    Lovalorativo:haytendenciaavalorarexcesivamenteciertosele-mentos o sujetos, o a preconcebir o generar juicios de valor sobre los elementos.

    Losreferentesmostrarondiferentestiposdeapropiacinconestasestrategias y tcnicas. Aqullos con mayor capital educativo y profesionalizado expusieron mayores capacidades para realizar los registros y entrevistas.

    Aunqueelgrupodediscusinnofueunaestrategiapensadaenfuncin de este Inventario, es posible aventurar que se fue instalando como una tcnica digna de resaltar. Muchos de los debates dados por los referentes resultaron de gran utilidad para los avances

    y los aprendizajes realizados en torno del contexto etnogrfico.

    5. Cierre y devolucin del proceso en el seno de la comunidad acotada

    Hacia el final del proceso de confeccin del Inventario de milongas, se de-cidi generar un espacio a partir del cual los referentes de la comunidad acotada se miraran en el espejo de sus propias prcticas y las desplegadas por la comunidad ampliada que ellos mismos abordaron mediante tcnicas de generacin de informacin. Los miembros de la primera comunidad fue-ron interpelados por sus propios videos, audios y registros de observacin. Desde esta perspectiva, se centr la atencin en dos propsitos: 1) que los referentes de la comunidad acotada se coloquen en situacin de observa-dores de las actividades que ellos mismos realizaron y desde all produzcan autocrticas, comentarios, etc.; 2) que se genere una devolucin que redi-te en la confeccin de un sistema ordenado del material.

    Este contexto fue producido mediante la seleccin de diferentes videos/registros de observacin las facilitadoras fueron quienes eligieron los re-gistros que, a su criterio, mejor explicaban de los elementos inventariados y en los que las cuestiones tcnicas, como el sonido o la imagen, funcionaran correctamente, tratando que tanto las seis milongas como todos los refe-rentes se encontraran representados.

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria36 37

    La intencin fue la de recrear un mbito de debate, de devolucin y evalua-cin, mediante un conjunto de consignas relativas a los elementos inventa-riados, al proceso del Inventario y a la experiencia vivida por los miembros de la comunidad. En lneas generales, dichas consignas pueden sintetizarse en las siguientes preguntas:

    Reconocen en estos registros el espacio cultural de las milongas?

    Ustedesdefinieron loselementosa inventariar,creenqueen los registros realizados se observan dichos elementos? Reconocen el cdigo social de pista? Qu falta? Qu agregaran?

    Piensanquepodrahaberseregistradodeotromodo? CmovivieronelInventario?Qucambiaranodejaran? ConsideranquelacomunidadparticipdelInventariocomo

    ustedes lo imaginaron? Qu comunidad particip? Creenqueestaexperiencia lesservir?Enqusentido?

    A quin ms creen que le servir? Creenquelesservirparasalvaguardarloselementospatri-

    moniales del tango? HabraquecontinuaresteInventario?

    Es posible especular con que este espacio se elabor como una cartogra-fa participativa en la que los miembros de la comunidad se constituyeron como los protagonistas del proceso, recreando un espacio constructivo y colaborativo, y utilizando esta tcnica como un instrumento de evaluacin participativa. Aunque no todos los referentes intervinieron en el mismo sen-tido ni en el mismo nivel, aun as las diferentes voces tuvieron espacio, ya sea acordando como discutiendo.

    Este proceso de devolucin/evaluacin fortaleci el registro de prcticas, normas, usos y apropiaciones, valores, e increment el reconocimiento mutuo de los elementos del patrimonio inmaterial. De este espacio, como se ver en las conclusiones, surgieron las lecciones aprendidas por los re-ferentes (e incluso por las facilitadoras y los observadores), algunos relatos y prcticas exitosas, as como algunos desafos que se presentarn en pro-yeccin hacia el futuro.

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    Asociacin de Fomento Mariano Acosta (La Tierrita)

    Relevado por: Oscar Hctor y Julio Bassan Fotografa: Mercedes Gonzlez Bracco (MGB) y Leticia Maronese (LM) Fuente: Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria, Proyecto Patrimonio Vivo, UNESCO Fecha: Abril a noviembre de 2013

    Otras fuentes de informacin: http://oscarhectortango.blogspot.com.ar/oscarhectortango.blogspot.com/.../asociacion-de-fomento-mariano-acost...https://www.facebook.com/pages/Sociedad-de-Fomento-Mariano-Acosta/387099744680990

    1

    LA TIERRITA (MGB)

  • Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria38 39

    1. PRESENTACIN

    La Tierrita es el nombre tradicional de esta milonga, pero en la publicidad de su organizador, Oscar Hc-tor (Oscar Hctor Tangos), la milonga aparece como Sbados de Tango y Ritmos. Anteriormente tuvo otras denominaciones, pero no pudieron suplantar a la popular La Tierrita. Tiene lugar todos los sba-dos entre las 21:30 y las 4:00 h en la Asociacin de Fomento Mariano Acosta (AFMA), que est ubicada en la calle Mariano Acosta 1544, barrio de Parque Avellaneda, de la Comuna 9, a escasos metros de la autopista Tte. Gral. Luis Dellepiane. Es un barrio muy fragmentado debido al parque homnimo, dis-tintos clubes, complejos habitacionales, la autopista Perito Moreno (AU 6) y la ya mencionada Dellepiane.

    Antes de la delimitacin y nombre oficial de los ba-rrios (1972) la zona era conocida como Barrio Bajo Flores y an algunos vecinos la siguen llamando as. Lugar anegadizo, con un arroyo, el Cildez, que luego fue entubado, una usina quemadora de basura cerrada en 1976, complejos barriales muy humildes que an subsisten y ncleos de viviendas econmicas. Del Bajo Flores la AFMA es considerada una de las instituciones ms antiguas, fue creada en 1929 en su inicial ubicacin en la calle Lafuente 1229.Es una zona de clases medias bajas o bajas. La Av. Gral. Dellepiane es el lmite con las zonas ms caren-ciadas, pero el Club tiene y se enorgullece de ello, una poltica social, cultural y deportiva orientada ha-cia la poblacin infantil y adolescente del lugar, que incluye tambin una biblioteca popular.

    ENTRADA (MGB)

    Caracterizacin de la milonga y los sectores socialesLa denominacin formal de Sbados de Tango y Ritmos est sealando que no se trata de una milonga tradicional (en el sentido actual del tr-mino). Se escuchan y se bailan todos los ritmos en un clima muy festivo. De los registros surge la calificacin de bien de barrio y de club ba-rrial. Tiene un ambiente netamente familiar, no hay solos y solas como en las milongas tradicio-nales. Concurren familias que involucran a ms de una generacin, como tambin hay parejas. Hay paridad de hombres y mujeres. La gran mayora son adultos mayores, porque, como dice Haydee Malagrino, no hay edad para bailar. Parecen per-tenecer a sectores medios-medios.

    Procesos de conformacin histricaLa Asociacin fue fundada en el ao 1929. Como las calles eran de tierra, el paso de vehculos y hasta ganado para los mataderos haca que el polvo se acumulara sobre objetos, mesas, pisos. Por esta razn, el club y su milonga fueron conocidos infor-malmente como La Tierrita.Segn el presidente del Club, Sr. Presedo, es la milonga ms antigua y continua de Buenos Aires, porque se realiza desde hace cuarenta y cinco aos sin interrupcin, inclusive funcion durante la dcada de los setenta. El Sr. Presedo comenta que la Asociacin tuvo un decaimiento que ahora est revirtindose.

    2. ESPACIOLocal. Sectorizacin del espacio. Servicios/comida

    La milonga se realiza en un saln de grandes dimen-siones, cuya estructura es sostenida por una fila de columnas que delimitan un sector importante de mesas. Es un lugar muy iluminado, con luz blanca. Posee adems una parrilla de luces intermitentes de colores que se prenden en la tanda de msica tropi-cal, salsa o cumbia. El piso es de baldosas y est en buenas condiciones.Hacia tres de los costados se forman mesas gran-des para grupos de ocho a diez personas y un slo costado es para parejas solas. Hay un sector en el primer piso, enrejado, en el cual se encuentra el mu-sicalizador. En el costado que da al hall de entrada,

  • Milongas Inventario de seis milongas de Buenos Aires: experiencia piloto de participacin comunitaria40 41

    el ms poblado de mesas, unas columnas separan el sector de la pista. Hacia el fondo y luego de las mesas, se encuentra la barra, que tambin tiene im-portantes dimensiones.Hay un servicio de comida a la carta que incluye asa-do a la parrilla. Es un lugar en el cual la mayora va a cenar y come en las mismas mesas de la milonga. El sector de la barra es muy importante, comparado con otras milongas.

    PANORMICA (MGB) BARRA (LM)

    Entrada Hall

    Mesas

    Mesas

    Mesas

    MesasMesas

    Mesa de pool

    Bao

    Vitrina con trofeos