SEMANARIO DIOCESANO DE INFORMACIÓN Y FORMACIÓN CRISTIANA • Nº 311 • 8 de enero de 2012

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los reyes magos de oriente

Jesús quiere darse a conocer

III Encuentro por la Vida en

Córdoba

Jornada por la vida en Cabra

Misa de Año Nuevo en la

Catedral

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SUMARIO

la voz del pastor 3

iglesia diocesana 4-5. 8

tema de la semana 6-7

sal de la tierra 9-10

el día del señor 11

iglesia diocesana

tema de la semana

la portada

secciones

La cuenta bancaria creada por la Diócesis de Córdoba para colaborar con la misión diocesana en Picota (Moyobamba, Perú) es la siguiente:

CajaSur2024 0000

86 3300245847

Para resolver cualquier duda pueden contactar con el Delegado Diocesano de Misiones, D. Antonio Evans.

MISIÓN PICOTA

•Día 9: Aniversario de la ordenación episcopal del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba•Del 12 al 15: Celebración del Cursillo de Cristian-dad número 1.000 en la Casa de San Pablo.•Día 13: Presentación de la Semana de Oración

por la Unidad de los Cris-tianos.•Día 14: Inicio de la Visi-ta Pastoral Arciprestazgo Fuensanta-Cañero.•Día 15: El Sr. Obispo ad-ministrará el sacramento de la Confirmación en la parroquia de Santa Teresa a las 13:00h. Asimismo, se celebrará la clausura del

Cursillo de Cristiandad nº 1.000 en Córdoba, presi-dida por Mons. Demetrio Fernández a las 20:00 h. en San Pablo. También se celebrará la Jornada Mun-dial de las Migraciones con una Eucaristía y una con-vivencia de inmigrantes de la diócesis, en la parroquia de la Fuensanta.

JORNADA POR LA VIDA EN LA DIÓCESISCerca de 200 personas se reunieron el día 28 de diciembre, en la plaza del Cristo de los Faroles para celebrar el tercer encuentro en defensa de la vida, organizado por la Plataforma Córdo-ba por el Derecho a la Vida.

El mismo día, más de 300 personas se congregaron para celebrar una jornada por la vida en Cabra, organizada por la Romería de la Fe y la Familia.

LOS REYES MAGOSLa fiesta de los Reyes es la Epifanía de un niño adorado por los “magos”, que representan al mundo pagano y a los extranjeros. Es el universalismo de la Salvación.

Los Magos de Oriente siguiendo la estrella, de una felicitación de Na-vidad de Cáritas.

Cientos de fieles acudieron el día 1 de enero, a la Santa Iglesia Catedral para

dar gracias a Dios por el nuevo año. La Eucaristía estuvo presidida por Mons. Demetrio Fernández y concelebrada por el Cabildo Catedralicio.

El Sr. Obispo comenzó su homilía felicitando el Año Nuevo y anunció tres acontecimientos importantes que se celebraban durante esa jornada: la solemnidad de María madre de Dios, el día del Niño Jesús que significa “Dios nos salva en su hijo Jesucristo” y como tercer evento, citó la jornada de oración por la paz cuyo lema este año es: “Educar a los jóvenes en la jus-ticia y en la paz”.

MISA DE AÑO NUEVO EN LA CATEDRAL

SEMANARIO DIOCESANO DE INFORMACIÓN Y FORMACIÓN

CRISTIANA

Director:José Juan Jiménez Güeto

Redactoras:Bárbara Castro GarcíaRaquel Moyano CejudoGloria Alcaide Salazar

Maquetación:Blas Fco. Benítez Murillo

Colaboradores:Rafael Lucena VillarrealEleuterio Ortega Ortega

Edita:OBISPADO DE CÓRDOBA

ISSN 1699-2806Depósito Legal: CO-1752/04

Imprime: IMPRESIONES GUADAJOZTirada: 12.000 ejemplares

DONATIVO 0,20 EUROS

Redacción:Torrijos 12 • 14003 CÓRDOBA

Tel.: 957 498 065 • Fax: 957 498 066

E-mail:delegacionmcs@diocesisdecordoba.com

Página web:www.diocesisdecordoba.com

Página de Facebook:www.facebook.com/diocesisdecordoba

Agradecemos la especial colaboración de:

agenda

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VOZ DEL PASTOR

UERIDOSHERMANOSY HERMANAS:

La fiesta de la epifanía es la fiesta de la manifes-tación de Jesús a todos los hombres. Hemos ce-lebrado el misterio de la Encarnación, que ha teni-do su sensibilización en el nacimiento de Jesús según la carne en Belén. En este gran misterio, oculto des-de la eternidad y revelado por Dios en los últimos tiempos (cf. Col 1,26), nos asombra la colabora-ción de María, la madre virgen, que acoge en su seno virginal y da a luz a nuestro Señor Jesucristo. Una mujer, una madre, una virgen, que tiene un papel central en el miste-rio de la redención, y de la que todos tenemos mu-cho que aprender.

Jesús ha venido al mun-do para darse a conocer. Y en esto consiste la evan-gelización. Evangelizar es dar a conocer a Jesucristo, es dar a conocer el Evan-gelio a todos los hom-bres, es llevar la buena noticia para que todos la disfruten ya desde ahora en la tierra, y para siem-pre en el cielo. La mayor alegría del hombre es en-

contrarse con Jesucristo y la mayor desgracia es no conocerle. De ahí brota la urgencia de la evangeliza-ción. Si uno ha conocido a Jesucristo, no puede ca-llar, no puede guardárselo para sí. Tiene que comu-nicarlo, no imponerlo a nadie, pero sí proponerlo incluso insistentemente. En esa propuesta, que in-cluye el testimonio de la propia vida y la palabra, muchos han encontrado rechazo, e incluso hasta el martirio. Pero gracias a tales personas, Jesucristo es conocido y amado por otros muchos. Gracias al testimonio de tantos, la fe se ha difundido y hasta nosotros ha llegado la fe-liz noticia de la salvación.

En la fiesta de la epifa-nía, aparecen los Magos, que orientados por la estrella han encontrado a Jesús y le han ofrecido el obsequio de su adora-ción: oro, incienso y mi-rra. Ellos se convirtieron en pregoneros de esta búsqueda, incorporando a otros en esta investiga-ción, y, una vez que en-contraron a Jesús fueron pregoneros de este en-cuentro para los demás. Jesús es presentado a ta-les personajes, ajenos a la historia de Israel, para indicarnos que su reve-lación está destinada a todos los hombres y que sólo en el encuentro con él encontrará el hombre la plenitud de la verdad. Hasta que el hombre no se encuentra con Jesu-cristo y lo adora como fruto de ese encuentro, no ha encontrado la sal-vación.

Pero la epifanía del Se-ñor viene presentada en estos días finales de la Navidad como un despo-sorio de Cristo con cada hombre, uniendo los tres acontecimientos. “Hoy la Iglesia se ha unido a su celestial Esposo, porque en el Jordán, Cristo la purifica de sus pecados; los magos acuden con re-galos a la boda del Rey; y los invitados se alegran por el agua convertida en vino” (Ant. Vísperas). Son tres acontecimientos en los que Jesús nos mues-tra su gloria, y los que se han dejado iluminar por esta luz han encontrado la verdad al encontrarse con él. Los Magos traen los regalos para este des-posorio, en el que el Rey celestial nos hace entrega de su vida, perpetuando este don en la Eucaristía. En estas bodas, no faltará nunca el vino que Cristo nos brinda, como signo de una alegría plena que no tiene fin, en contra-posición a toda alegría humana que tiene cadu-cidad. Y en el bautismo del Jordán, Jesús aparece como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, lo que nadie más que Dios puede hacer, perdonar el pecado de

cada uno de los hombres.La fiesta de la Navidad

concluye con este man-dato misionero. Si te has encontrado con Jesús, anúncialo a otros. Jesús ha venido para todos. Toda persona humana tie-ne derecho a este encuen-tro con Jesús y no debe faltarle, si quienes le han conocido lo anuncian con su propia vida. En una es-cena del drama “El padre humillado” de P. Clau-del, una muchacha judía, hermosísima pero ciega, aludiendo al doble signi-ficado de la luz, pregunta a su amigo cristiano: “Vo-sotros que veis, ¿qué uso habéis hecho de la luz?”. Se trata de una gozosa tarea y de una tremenda responsabilidad, de la que seremos examinados en el último día. Muchas per-sonas necesitan muchas cosas, porque carecen de ellas y les haría su vida más feliz. Pero ninguna necesidad tan primerísi-ma como encontrarse con Jesucristo. La fiesta de la epifanía nos envía a dar testimonio de la luz con la que hemos sido ilumi-nados en la Navidad. Esa es la alegría del que se ha encontrado con Cristo. ¡Ay de mi si no evangeli-zare! (1Co 9,16).

Recibid mi afecto y mi bendición:

QJesús quiere darse a conocer

Evangelizar es dar a conocer a Jesucristo, es dar a conocer el Evangelio a todos los hombres, es llevar la buena noticia para que todos la disfru-ten ya desde ahora en la tierra, y para siempre en el cielo.

Ninguna necesidad tan primerísima como encontrarse con Je-sucristo. La fiesta de la epifanía nos envía a dar testimonio de la luz con la que hemos sido iluminados en la Navidad.

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iglesia diocesana

El Papa Benedicto XVI acaba de ofrecer diez consejos a los jóvenes, con motivo de la Jorna-da Mundial de la Paz. Son muy hermosos. Co-mienzan con estas pala-bras: “Vosotros, queri-dos jóvenes, sois un don precioso para la socie-dad”.

1. No os dejéis vencer por el desánimo de las dificultades.

2. No os entreguéis a las falsas soluciones.

3. No tengáis miedo de comprometeros, de hacer frente al esfuerzo y al sacrificio.

4. No tengáis miedo de elegir los caminos que requieren fidelidad y constancia, humildad y dedicación.

5. Vivid con confianza vuestra juventud.

6. Vivid con intensi-dad esta etapa de vues-tra vida tan rica y llena de entusiasmo.

7. Sed conscientes de que vosotros sois un ejemplo y estímulo para los adultos.

8. Sed conscientes de vuestras capacidades y nunca os encerréis en vosotros mismos, sino sabed trabajar por un futuro más luminoso para todos.

9. Nunca estáis solos. La Iglesia confía en vo-sotros, os sigue, os ani-ma.

10. La paz no es un bien ya logrado sino una meta a la que todos de-bemos aspirar.

al trasluz

ANTONIO GILPárroco de San Lorenzo

10 consejos del Papa a los jóvenes

Más de 300 personas se congregaron el pasado 28 de diciembre, para ce-lebrar una jornada por la vida en Cabra, organiza-da por la Romería de la Fe y la Familia. El acto comenzó con la celebra-ción de la Eucaristía en la iglesia de San Juan de Dios, que estuvo presi-dida por el consiliario de la asociación, José Juan Jiménez y concelebrada por el párroco de Ntra. Sra. de la Asunción y Án-geles, Zacarías Romero; y el párroco de Santo Do-mingo de Guzmán, Fran-cisco Caballero.

En la homilía José Juan Jiménez animó a los fie-les a extender la cultura de la vida desde el primer instante de la concepción hasta el ocaso de la misma, insistiendo en que la pro-tección al valor de la vida se ha de cuidar también en su desarrollo, luchando porque todos tengan un techo, un trabajo y se sien-tan acogidos y respetados

en su dignidad de personas humanas. Con esto, animó a los presentes a participar en la vida pública, mani-festando explícitamente la defensa de este don que de Dios hemos recibido.

Seguidamente, se inició una marcha silenciosa des-de la iglesia hasta la plaza de España donde se sitúa el Ayuntamiento y a la que los egabrenses acudieron con sus velas encendidas. En la plaza se leyó un ma-nifiesto en defensa de la vida y de la dignidad de la persona.

En relación con la de-fensa de la vida, la orga-

nización Santo Domingo Vida se presenta como una alternativa positiva para sensibilizar a la sociedad de la necesidad de prestar apoyo a los no nacidos y a los enfermos en fase ter-minal, así como promover el respeto a la dignidad de la vida humana, des-de su concepción hasta su muerte natural. Pue-den ponerse en contacto a través de los teléfonos: 857894000 / 635293532 o mandar un correo a santodomingovida@gmail.com y consular la página web www.santodomingo-vida.es.

JORNADA POR LA VIDA EN CABRALa Romería de la Fe y la Familia organizó una concentración en defensa de la vida a la que asistieron más de 300 personas.

FALLECEN DOS SA-CERDOTES DE LA DIÓCESIS El sacerdote Rodrigo Cota González falle-ció el pasado 24 de di-ciembre de 2011, a los 84 años. Natural de Vi-llaharta, nació el 28 de noviembre de 1927 y recibió la ordenación sacerdotal el 17 de ju-nio de 1951. Entre otros cargos pastorales, desde 1988 hasta 2009 ejerció como Capellán del Hos-pital Comarcal «Valle de los Pedroches» de Pozo-blanco.

Asimismo, el sacer-dote Juan León Berná falleció el día 1 de ene-ro de 2012. Nacido el 20 de julio de 1929 en Al-colea de Córdoba, fue ordenado el 29 de junio de 1952. En la Diócesis

de Córdoba desempeñó distintos cargos pasto-rales y actualmente era párroco Emérito de San Andrés Apóstol en Cór-doba y Capellán de las «Filipenses Hijas de Ma-ría Dolorosa».

JUAN LEÓN BERNÁ RODRIGO COTA GONZÁLEZ

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iglesia diocesana

Cerca de 200 personas se reunieron el día 28 de diciembre, en la plaza del Cristo de los Faroles para cele-brar el tercer encuentro en defensa de la vida, organizado por la Pla-taforma Córdoba por el Derecho a la Vida.

Mayores y niños encendieron sus velas en memoria de los santos inocentes del siglo XXI, es decir, “aquellos seres humanos concebi-dos que no llegan a nacer por culpa de una sociedad insolidaria que ha legitimado el aborto”, según afir-man desde la Plataforma.

El objetivo de este encuentro según señaló Isabel Ávila, presi-denta de Red Madre, fue anunciar públicamente su postura a favor de la vida naciente, como expre-sión del primero de los derechos humanos, y su demanda de me-didas sociales de apoyo para que las madres puedan culminar feliz-mente su embarazo.

A continuación, intervino Julio Ortega Carpio, del Foro Erasmo y portavoz de la Plataforma, quien habló sobre el aborto y la eutana-sia como las principales causas de discriminación en el periodo de desarrollo vital, tanto en la prime-ra etapa del desarrollo embrionario

como en la última fase de la vida. Finalmente, Marta Manchado,

voluntaria de la Plataforma, leyó el manifiesto de la misma por el que incidían en que no dejarán de ma-nifestarse hasta que sea derogada la actual ley del aborto. El acto con-cluyó con un cántico a la paz.

SE CELEBRA EL III ENCUENTRO POR LA VIDA

REUNIÓN DE LOS SACER-DOTES DEL QUINQUENIO

Los sacerdotes pertenecientes al primer quinquenio se reunieron los días 28 y 29 de diciembre para ce-lebrar una convivencia formativa. Con la ayuda del director espiritual del seminario mayor de Getafe, Antonio José Díe López, reflexio-naron sobre el Derecho Parroquial, teniendo como meta que las parro-quias sean vivas.

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tema de la semana

La fiesta de los Reyes es la Epifanía de un niño adorado por los “magos”, que representan al mundo pagano y a los extranjeros. Es el universalismo de la Salvación.

La llegada de los magos, que no pertenecen al pueblo elegido, nos revela la vocación universal de la fe. Todos los pueblos son llama-dos a reconocer al Señor para vivir conforme a su mensaje y alcanzar la salvación.

La fiesta de la Epifanía es oriental en su origen. Occidente celebraba la Navidad el 25 de diciembre y Oriente conmemoraba el 6 de ene-ro el nacimiento de Cristo y su ma-nifestación.

En el siglo IV las dos fiestas se intercambian. Cuando la fiesta oriental llegó a Occidente, por ce-lebrarse ya la fiesta de Navidad, se solemnizó la revelación de Jesús al mundo pagano, significada en la adoración de los “Magos de Orien-te” que menciona el Evangelio.

Origen de los Reyes MagosLos Reyes Magos tienen su origen en los relatos del nacimiento de Je-sús. El Evangelio de San Mateo es la única fuente bíblica que mencio-na a unos magos (aunque no espe-cifica los nombres, ni el número, ni el título de “Reyes”).

San Mateo cuenta que vinieron de Oriente guiándose por una es-trella que los condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro, incienso, y mirra. Antes de lle-gar, encontraron al rey Herodes en la ciudad de Jerusalén, quien les su-girió que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. La historia sigue contando que fue-

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de Oriente

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tema de la semana

ron avisados en sueños de que no volvieran donde Herodes y se re-tiraron a su país por otro camino. (Mt 2, 1-12).

San Juan y San Marcos silencian este hecho porque comienzan sus Evangelios con la vida pública de Jesús. De hecho, San Ireneo afirma que San Juan los conoció.

San Lucas narra la Anunciación, el Nacimiento, la Circuncisión y la Presentación de Jesús en el Templo, hechos que San Mateo silencia.

Los Evangelios apócrifos son más ricos en detalles. El Evangelio del Infancia de Jesús (siglo II) re-fiere que tenían algún vínculo fami-liar y que llegaron con tres legiones de soldados: una de Persia, una de Babilonia y otra de Asia. Otras in-

terpretaciones consideraron a los Magos originarios de Europa, Asia y de África respectivamente.

Tradición e historiaLa narración evangélica no men-ciona el número de Magos, y no hay una tradición cierta sobre esta materia.

Varios Padres hablan de tres Ma-gos. Parece ser que, sólo por el he-cho de que el relato evangélico in-dicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sen-tado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradi-ciones han señalado que eran cua-tro, siete y hasta doce. En Oriente, la tradición habla de doce obse-

quios. En el cristianismo primitivo el arte los representa de manera va-riada: dos se muestran en una pin-tura en el cementerio de San Pedro y San Marcelino; tres en el Museo Laterano; cuatro en el cementerio de Domitila.

La primera referencia concreta respecto al número de Reyes Magos la da Orígenes, un conocido escritor eclesiástico, en el siglo IV. En el siglo V, el Papa León el Magno estableció oficialmente su número en tres para toda la cristiandad. A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apo-linar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de “Mel-chor”, “Gaspar” y “Baltasar”.

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho repre-sentantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

Otra tradición cuenta que, des-pués de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí fueron bautizados y consagra-dos obispos. Después fueron mar-tirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia.

FRANCISCO BAENAPárroco “In solidum” de San Acisclo. Córdoba

MENSAJE DE FEDejemos guiarnos por la estrella de la fe para que podamos encontrar siempre al Señor, como hicieron los magos paganos de Oriente.

Que la luz del Evangelio nos dis-ponga y nos guíe siempre para po-der contemplar con fe pura y con amor sincero el misterio del que participamos.

Que nuestros mejores regalos no sean oro, incienso y mirra, como ofrecieron los reyes magos, y que representaban a Jesucristo mismo, sino que sea una vida sencilla, agra-dable a Dios.

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semblanza

Don Cristóbal Gómez Garrido La proclamación de Doctor de la Iglesia a San Juan de Ávila, nos llenó de profunda alegría e inmenso gozo, así como el júbilo que todos los católicos cordobeses sentimos, cuando el Papa Benedicto XVI, nos hizo vibrar a todos con dicha declaración en las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Madrid del 16 al 21 de Agosto. La Eucaristía celebrada el día 20 de Agosto, por el sucesor de Pedro, acompañado por el episcopado español y miles de seminaristas de todo el mundo, fueron testigos de dicha declaración papal. Todo ello transcurrió en la Santa Iglesia Catedral de Santa María la Real de la Almudena.

Estos días, los cristianos celebramos la fiesta de la Navidad, es decir, el misterio del Verbo Humanado, la Encarnación del Hijo de Dios, que el Santo Maestro ex-plica en sus escritos con las palabras de San Pablo a los cristianos de Corinto: Bien sabéis, hermanos, la gracia que nos hizo nuestro Señor Jesucristo, que, siendo Él rico, se hizo pobre por nos, para que, con la pobreza, fuésemos nosotros ricos» (Audi Filia, 132 rev. 133).

San Juan de Ávila no es sólo Maestro de Santos, sino también el Patrono del clero secular español. Para no-sotros los sacerdotes diocesanos es uno de los nuestros. Él vivió los últimos años de su vida entre nosotros, en la quietud y el silencio de una humilde y sencilla casa de la calle de la Paz, en la ciudad Montilla.

Esta casa otrora de los Marqueses de Priego, es hoy propiedad de la diócesis de Córdoba. Durante muchos años, Don Cristóbal Gómez Garrido, natural de Mon-tilla y sacerdote benemérito cuidó, conservó y realizó múltiples trabajos y tareas en dicha casa, guardando como montillano de pro, la memoria de uno de los servidores más ilustres y ecuánimes de la Santa Madre Iglesia. ¡Cuántas horas pasó Don Cristóbal en dicha casa! Sólo Dios y él mismo lo saben. Cuantas fatigas, cuántas veces enseñó la casa, a quienes lo solicitaban, cuánta paciencia, cuánto amor, cuánta disponibilidad tuvo para dicho menester.

Ahora que está enfermo quisiera recordar cómo el mismo Don Cristóbal con mucha apremio, por parte de los Padres de la Compañía de Jesús, le encomendaron un proyecto para guardar la urna de plata que contiene los restos de San Juan de Ávila, en otra arca mayor, con motivo de la canonización de nuestro Santo, allá por el año de 1970. Como siempre, disponible y solícito como fiel discípulo del Santo Maestro, realizó un plano en ta-maño natural. Un proyecto cincelado con amor y esme-ro, pues bien sabía Don Cristóbal de qué se trataba.

La realización de dicho proyecto debía concluirse con premura, un mes de plazo le otorgaron los Padres

Jesuitas a Don Cristóbal. Él con la compañía de Don Lorenzo López Cubero, viajó hasta Córdoba, para en-cargar dicho diseño a un artista que lo realizase. Des-pués de muchas consultas fallidas, tuvo a bien ejecutar dicha obra, Don Rafael Valverde Luján, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, junto a un gru-po de sus acendrados discípulos, quienes con su maes-tro como director, concluyeron felizmente dicha obra.

Lo cierto es que un día del año 1986, Don Antonio Giménez Fernández de la Compañía de Jesús, publicó un libro acerca del Sepulcro y el Cuerpo de San Juan de Ávila, con el Imprimi potest del Padre Matías Gar-cía Gómez Provincial, de la Compañía de Jesús, de la Provincia Bética. La página 131 de dicha obra recoge lo que hemos indicado más arriba: «Hay que hacer un camarín suficientemente grande para la nueva urna de madera dorada y tallada que se proyecta. Hace el dise-ño el P. Cristóbal Gómez y la ejecución corre a cargo de D. Rafael Valverde Luján, Profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, cuyos alumnos colabora-rán también en la talla de sus adornos».

Gracias Don Cristóbal por tu amor y tu generosi-dad, tu ministerio y tu vida sacerdotal. Dios te bendiga siempre.

ANTONIO LLAMAS VELAProfesor de Ciencias Bíblicas

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sal de la tierra

Los Movimientos Apostó-licos son una bendición del Señor a su Iglesia. Y, en este caso particular, hay que re-conocerlo del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, cuando en nuestra Diócesis estamos a punto de celebrar el Cursillo 1000; teniendo que dar gracias a Dios por el propio Movimiento en Córdoba.

Desde mi experiencia como sacerdote, cerca de Cursillos, he visto como la Iglesia diocesana se ha ido viendo enriquecida y revita-lizada por el espíritu de este movimiento, que ha ido ha-ciendo a hombres y mujeres comprometidos en la misión de la Iglesia, con una autén-tica eclesialidad, trabajando desde las labores más senci-llas hasta las más destacadas de la vida de la Diócesis y las parroquias.

Hace aproximadamente unos diez años, cuando aún era seminarista, que tomé contacto con este Movimien-to, y si ya para mí fue una gra-cia de Dios, también por des-cubrir a hombres y mujeres que trabajaban por nuestra Iglesia, amantes de la perso-na y con el deseo de trans-mitir ese don precioso que es Jesucristo, recordando las palabras de “He venido para que tengan vida y la tengan abundante” (Jn 10,10).

Que la celebración de este Cursillo 1000 sea para todos, con humildad, un motivo de acción de gracias recono-ciendo su misión, para poder seguir anunciando a un Dios vivo y cercano al hombre de nuestro tiempo, del cual to-dos estamos necesitados.

mil cursillos encórdoba

FRANCISCO DE ASÍS ROLDÁN ALBAViceconsiliario del MCC

Una bendición del Señor a su Iglesia

El Secretariado de Cursillos de Cristian-dad prepara la celebración del Cursillo número mil, según leo, en nuestra Dió-cesis. Ello me hace retrotraer, pese a mi deteriorada memoria, aquellas fechas de las que posiblemente sea el único super-viviente del grupo de sacerdotes que vi-vimos de forma directa tales inicios.

Fue precisamente ese año 1954 cuando un grupo de jóvenes de Acción Católi-ca de Cádiz, con el dominico P. Ramón González Mesas, toda una vida dedica-da a la juventud, vinieron a Córdoba a compartir esa experiencia apostólica. Al entonces Obispo Fray Albino le llega-ron detalles un tanto confusos: “Can-taban y bailaban en torno al Sagrario, provocaban confesiones públicas y en sus charlas-“rollos” se mezclaban “ta-cos” y “palabrotas”. Fray Albino me comisionó que fuera a un nuevo Cur-sillo y le aclarara aquellos detalles. Esa fue mi primera experiencia personal. Por supuesto, le aclaré que todo eso sería to-talmente secundario y que el método era muy aprovechable para acercar a Cris-to a jóvenes más o menos apartados de las prácticas religiosas. Fray Albino dio su bendición, supongo que con alguna otra información más valiosa que la mía. Y se sucedieron un importante número de cursillos dirigidos primordialmente

para jóvenes. Puedo recordar como im-plicados en aquello a Felipe Tejederas, y los seglares Antonio Tallón, Rafael Mo-rales, Paco Carmona y no sé si también Rafael Salazar. Yo viví varios por dentro en labores auxiliares y en 1956 ya me pi-dieron la meditación de entrada sobre la “Persona de Cristo”. Recuerdo alguno de aquellos primeros: Uno celebrado en el Colegio de la Asunción con asistencia predominante de gente del mundo del toro. Pasado un tiempo se pensó que la asistencia se debía abrir a personas adul-tas. Fueron a Daimiel para conocer la ex-periencia de aquella Diócesis con Martín Cabello de los Cobos y quiero recordar que un Sr. Martínez, y el primer Cursi-llo para mayores se tiene el 14 de Marzo de 1957. Vienen a dirigirlo responsables de Ciudad Real: el sacerdote Francisco Suárez y los seglares Vicente Santamaría, Antonio de la Peña y Bernardo Martín del Rey. La clausura se celebró en el sa-lón OSCUS en la calle Valladares. Los manchegos dirigieron algunos más y así dio comienzo la Escuela con personas ya cordobesas: puedo recordar a Juan de Dios Jimena, Rafael Cabello de Alba, Manuel Hidalgo, Antonio Naranjo… Para abrir el estamento social de los “ro-llistas” se incorporan, por mi mediación, algunos dirigentes de las Hermandades

LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD EN CÓRDOBA

«Yo viví aquellos principios de 1954»

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sal de la tierra

del Trabajo: Juan Calvo de Mora, Juan Berenguer, José Antonio Pinilla, Juan Cabrera que poco a poco terminan marginándose por diversos motivos.

En alguna de aquellas venidas Francisco Suárez o Jaime Davíu hablan de Juan Capó que se ha quedado en Mallor-ca cuando la mayor parte de los sacerdotes se han venido a Ciudad Real en el traslado de Mons. Hervás. En unas de las reuniones que teníamos los curas, más o menos, implicados en aquello, se habla de la forma de conseguir la venida a nuestra Diócesis de Juan Capó. En una re-unión en la sacristía de San Nicolás entre otros Felipe Te-jederas, Martín Cabello de los Cobos, Casimiro Pedrajas, Canalejo, Pepe Vilela, el capuchino Fray Genaro al que llamamos “Fray Corbata” por la habilidad que tenía para conseguir asistentes a los Cursillos, pensamos mandar a Capó la hoja del Boletín de la diócesis donde se convoca unas oposiciones para la cátedra de Dogma del Semina-rio a la que, con letras grandes, se puso “De Colores”. Llega su solicitud para concurrir y los demás me largan la misión de convencer a Fray Albino que le adjudique la cátedra. Además de su rectitud en tales casos, alegaba que se presentaban sacerdotes prestigiosos de Córdoba como Carmelo Barragán y no sé si también Luis Chumi-lla. Pues vino Capó y ganó las oposiciones. Poco tiempo después también una canongía. Se le nombra responsable de los Cursillos y se dedica de forma total y en algunos aspectos bastante excluyente de otros sacerdotes, pri-meros de diciembre de 1958, que vamos desapareciendo hacia otros ministerios. Siguen Martín Cabello, Antonio Gómez Aguilar, Pedro Crespo…

En una clausura multitudinaria celebrada en la Univer-sidad Laboral, recuerdo la anécdota de Joaquín Martínez Bhojman, entonces dirigente de Hermandades del Traba-jo, al pedirle su testimonio personal aludió a la interven-ción anterior del bueno de Rafael Zafra Polo que aportaba

lo mucho que su grupo está ayudando a los entonces cho-zos del Zumbacón, sugirió que además de esa valiosa cari-dad material se fueran adquiriendo compromisos sociales y acciones encaminadas a aliviar los focos de pobreza y marginación que estaban apareciendo en los extrarradios, implicando al número de hombres influyentes económi-ca y políticamente que pasaban por cursillos, En las úl-timas palabras de la clausura Capó le dio tal rapapolvos que se mascaba el ambiente. Yo me volví a Pozoblanco esa misma noche con los cursillistas asistentes a la clausura pues estaba predicando allí. A la mañana siguiente recibí un telegrama de Joaquín, preocupado por mi opinión de su intervención que decía: “Cura blanco siempre amigo y contigo” que conservaré posiblemente por algunas de las viejas carpetas. Tuvimos muchas ocasiones de comentar-lo en tantas coincidencias que pudimos compartir en el Talgo cuando yo iba a Madrid todas las semanas por mis obligaciones de Consiliario Nacional y él con la misma frecuencia por su responsabilidad del Senado durante va-rias legislaturas. Años después seguimos bromeando con aquel incidente. Tuve también la ocasión de recordar su paso por los cursillos, con la extrañeza de algunos polí-ticos, en la homilía de su funeral. Conservo también un edificante recuerdo de la perseverante celebración de la re-unión de grupos de muchos veteranos: Miguel Luque, Vi-cente Tortosa, Pepe Almeda… durante más de diez años, semanalmente, en la casa de Hermandades.

FRAY CARLOS ROMERO, O.P.

MISA DE NOCHEBUENA EN EL CENTRO PENITENCIARIO

En la tarde del 24 de diciembre, el Sr. Obispo presidió la Misa de Nochebuena para los internos e internas del Centro Peni-tenciario de Córdoba.

Más de 200 internos, junto con los voluntarios del Secreta-riado de Pastoral Penitenciaria, asistieron a la Eucaristía en la que intervino el Coro de la Delegación de Misiones. Pos-teriormente, el Sr. Obispo visitó le Enfermería del Centro, saludando a todos los allí presentes.

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el día del señor

Terminamos hoy el ciclo litúrgico de Navidad, celebrando la fiesta del bautismo del señor. Es un acon-tecimiento llamativo de la vida de Cristo. Hemos celebrado la En-

carnación del hijo de Dios y hoy vemos hasta que punto ha entrado en la humanidad, se ha implicado en lo humano porque no solo bajó al Jordán para recibir el bautismo

de Juan como tantos otros israeli-tas sino porque ese hecho pone de manifiesto que ha asumido nuestro pecado. El bautismo de Juan era simbólico, expresaba la voluntad de conversión por parte de quien lo recibía y Cristo se acerca a reci-birlo para solidarizarse con noso-tros y para mostrar que ha cargado con nuestros pecados. Era precisa-mente Él quien iba a purificarnos del pecado bautizándonos, como dice Juan, con Espíritu Santo por-que Él es, como dice la primera y la segunda lectura, el siervo de Dios ungido por el Espíritu San-to para liberarnos, para ser alianza entre Dios y nosotros. Pero ade-más en el bautismo de Jesús tiene lugar una solemne revelación del misterio de Dios al ser manifesta-do el hijo amado de Dios que es señalado así por la misteriosa voz del Padre que viene del cielo y el Espíritu Santo que baja sobre Él. Aparece Dios en su Trinidad de personas. Cerramos así este tiem-po de Navidad recordando que por el bautismo hemos entrado en este misterio. Hemos recibido en nuestra alma la vida divina. He-mos sido adoptados como hijos por Dios, ungidos por el Espíritu Santo. En una palabra, hemos sido salvados. Para esto ha venido Cris-to. Como decimos en el Credo, se ha hecho hombre por nosotros y por nuestra salvación.

Hemos recibido la vida divina

Por el Bautismo somos regene-rados en Cristo. Un ser nuevo, hijo de Dios y miembro vivo del Cuerpo místico de Cristo. Eso engendra además en nosotros una capacidad dinámica para ir mu-riendo al pecado (hombre viejo) y a su vez irnos transformando en Cristo, hombre nuevo. Son todo maravillas de la gracia que nos ha ganado Jesucristo. Pero me temo, y creo que con razón, que muchos cristianos se quedan ahí. Les gus-taría llegar a ser transformados en Cristo, pero ¡no quieren morir al pecado! Sí, nos gustaría transfor-

marnos en Cristo, pero no morir a nuestros gustos y caprichos pe-caminosos. Dice San Juan de la Cruz que hay “muchos que no querrían que les costase Dios más que hablar y aún eso mal, y por él no quieren hacer casi cosa que les cueste”. Nada de mortificarse – dar muerte – sino dejar vivo al hom-bre viejo del pecado que habita en nosotros. Seguro que estos nunca llegarán a transformarse en Cris-to, porque toda transformación en Cristo se realiza por la cruz. Así dice el mismo santo: “No busques a Cristo sin la cruz, que no le ha-llarás”. La verdad, enseñada por todos los maestros de Espíritu y

de Cristo, es que sin morir al pe-cado no puede haber en nosotros vida de gracia. Por supuesto, del pecado mortal, pero también del venial plenamente consentido, porque es ofensa a Dios que pre-para y dispone al mortal. Es andar por el filo del volcán, a poco vien-to que sople, caerá. Sin una sólida fundamentación moral que inclu-so como principio tenga morir al pecado, no hay posibilidad de san-tidad, ni de vida plena en Cristo. No suele agradar esto a muchos espíritus de hoy. Les parece “nega-tivo”, pero se olvidan de que es un paso necesario para llegar a lo más positivo: la gracia santificante.

comentario bíblico FERNANDO LAVIRGEN CASTRODirector espiritual del Seminario Menor “San Pelagio”

GASPAR BUSTOS ÁLVAREZDelegado para el CleroORAR