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HISTORIA SOCIAL y CULTURA LOCAL Ramón Rivera Espinosa [1] “Pero si la cultura es lo que permite al individuo pensar su experiencia, a través de lo cual el individuo formula su vivencia, su trabajo, los problemas cotidianos, así como los episodios mayores de la existencia; el amor o la muerte, el historiador no sabría descifrar esa cultura sin conocer esa vivencia”[2] Justificación Este trabajo intenta ser una reflexión sobre la importancia de los estudios culturales en la comprensión de los procesos sociales y económicos que poseen las comunidades en general. Sí bien la sociología rural[3] y las disciplinas agrarias se orientan al mundo del campo, en este existen condiciones y situaciones de cambio que pueden ser analizados a partir del terreno de los estudios culturales. Generalmente se abordan estudios que involucran aspectos sociales y económicos, dejándose de lado aquellos elementos que se refieren a las manifestaciones culturales, sus determinaciones y como se expresan estas variables culturales ante el cambio social. En el caso del área cercana a la Zona Metropolitana y el proceso de conurbación de la periferia de la ciudad de México son referentes obligados de explicación, la resistencia política y cultural de las comunidades que aunque van tendiendo poco a poco una perdida gradual de sus tradiciones, se mantienen diversos elementos de la costumbre que posibilitan la identidad comunitaria, condiciones que hay que valorizar, con la finalidad de explicar los porqués de la cohesión social en términos de la identidad local. En la coyuntura presente, constituida por elementos de la llamada cultura posmoderna, la que fundamentalmente esta constituida por la influencia de las industrias culturales[4] . Se confrontan e interactúan la modernidad y el tradicionalismo, que son dos formas del mismo fenómeno cultural, y donde el desarrollo social constituye un

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HISTORIA SOCIAL y CULTURA LOCAL

Ramón Rivera Espinosa [1]

“Pero si la cultura es lo que permite al individuo pensar su experiencia, a través de lo cual el individuo formula su vivencia, su trabajo, los problemas cotidianos, así como los episodios mayores de la existencia; el amor o la muerte, el historiador no sabría descifrar esa cultura sin conocer esa vivencia”[2]

Justificación

Este trabajo intenta ser una reflexión sobre la importancia de los estudios culturales en la comprensión de los procesos sociales y económicos que poseen las comunidades en general. Sí bien la sociología rural[3] y las disciplinas agrarias se orientan al mundo del campo, en este existen condiciones y situaciones de cambio que pueden ser analizados a partir del terreno de los estudios culturales.

Generalmente se abordan estudios que involucran aspectos sociales y económicos, dejándose de lado aquellos elementos que se refieren a las manifestaciones culturales, sus determinaciones y como se expresan estas variables culturales ante el cambio social. En el caso del área cercana a la Zona Metropolitana y el proceso de conurbación de la periferia de la ciudad de México son referentes obligados de explicación, la resistencia política y cultural de las comunidades que aunque van tendiendo poco a poco una perdida gradual de sus tradiciones, se mantienen diversos elementos de la costumbre que posibilitan la identidad comunitaria, condiciones que hay que valorizar, con la finalidad de explicar los porqués de la cohesión social en términos de la identidad local.

En la coyuntura presente, constituida por elementos de la llamada cultura posmoderna, la que fundamentalmente esta constituida por la influencia de las industrias culturales[4]. Se confrontan e interactúan la modernidad y el tradicionalismo, que son dos formas del mismo fenómeno cultural, y donde el desarrollo social constituye un proceso dualista de interacción política y económica entre el gobierno y los ciudadanos.

Introducción

“hay historia económica y social. Hay la historia sin más, en su unidad. La historia que es por definición absolutamente social”[5]

En la subregión de Texcoco aún persisten áreas rurales, con su consiguiente lógica cultural, que expresa identidades colectivas en un ámbito espacial, de carácter tradicional, y que se manifiesta en las localidades; en sus fiestas tradicionales y en las formas de vivencia y resistencia social colectiva que definen a los pobladores, ante un proceso permanente de transición rural-urbana. Asimismo sus tradiciones conviven con la cultura urbana, llamada cultura popular. Existe una visión desde la antropología del campesinado, donde este es definido "como la población que, para su existencia, se ocupa en el cultivo y toma decisiones autónomas para su realización. El objetivo principal del campesinado es la subsistencia y el estatus social que se obtiene dentro de un pequeño campo de relaciones sociales"[6]. Y existe

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una estrecha relación entre sociedad y cultura, ambas interactúan permanentemente y no es posible entender una sin la otra.

Históricamente se ha manifestado una polémica entre cultura y civilización, en la interpretación de dos esferas que se les son atribuidas: el ámbito de lo material y el de lo moral “se puede ver una prefiguración del moderno dualismo de civilización como cultura material (Zivilizatión) y valores de cultura (Kultur)”[7]. Cierto que Kultur ha tenido siempre algo de cultura espiritual. La cultura es todo aquello que la humanidad ha creado, todo lo que existe. La cultura es un producto social, que el ser humano en todas las circunstancias ha creado, esta, asimismo, lo ha moldeado y podríamos decir que lo define. Pero el concepto en su acepción más amplia significa lo que el hombre es y puede ser. El ser humano reconoce el valor de la cultura y lo que significa en su vida y hace de la cultura; un objeto social de enorme significancia. La cultura es creación que esta inmersa en el espacio de lo llamado subjetivo; “a menudo, crece por medio de la elaboración metafórica y un campo del pensamiento toma imágenes sugestivas en préstamo de otro campo”[8]. La cultura está en todas partes, en el espacio rural y en el urbano. En lo urbano en la ciudad, que es comercial y va aparejada al capital industrial y a la sociedad industrial, en un contexto global. Y a la par que hablamos de procesos culturales, requerimos de comprender los procesos históricos, continuando con el estudio de la historia humana y su dinámica social; en una historia de la sociedad en movimiento, ya que solo la necesidad de análisis nos lleva a disociar los factores económicos de los mentales o políticos. Braudel (1970) dice que la historia admite solo dos planos: el social y el político. La historia es historia social[9], la que necesariamente tiene que integrar aspectos culturales, ya que si bien la economía confluye, es una condición y no explica toda la vivencia de la gente.

Historia Social y Cultura

Los imperativos religiosos y morales están unidos con las necesidades económicas, de tal manera que el concepto de clase, además de ser una formación económica, lo es también cultural, siendo imposible darle prioridad a un concepto sobre el otro.

Los procesos culturales son expresiones de la identidad colectiva. De hecho, realizar estudios antropológicos necesariamente nos remite a hacer historia social, ya que es imprescindible ubicar en su contexto a la sociedad y explicar cuales son las características que presentan los grupos sociales y étnicos en su dimensión diacrónica y sincrónica.

En sí el concepto de cultura popular trasciende el concepto de folclor, ya que se precisa el colocar la tradición y la continuidad en su contexto histórico, donde es conveniente no caer en un discurso conservador y darle su real dimensión al estudio de las tradiciones; ya que estudios del folclor en América Latina en numerosas ocasiones cumplieron papel ideológico de control y de museo, hacía distintos grupos étnicos. El concepto tradición no debe de referirse necesariamente a las culturas premodernas ya que lo moderno también puede volverse tradición. Un campo importante de la historia social son los movimientos sociales, integrando las fuentes tradicionales, que incorpora el estudio de las mentalidades[10].

En las sociedades agrarias no es posible separar de la vida económica, referencias como las costumbres, la herencia, los ritmos consuetudinarios de ocio y trabajo, (o las fiestas de las sociedades tradicionales). Asimismo es imposible entender

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el sistema agrario de agricultores sin considerar las prácticas hereditarias de las dotes, ya que estas prácticas descansan sobre las obligaciones y reciprocidades del parentesco, que a menudo descansan en la responsabilidad de las mujeres, de aquí la importancia de considerar el aspecto del género, un indispensable elemento de análisis, frecuentemente omitido en estudios de la problemática agraria, y de las condiciones en las que se tiene acceso a la tierra, ya que “ningún sistema agrario podría sobrevivir un solo día sin los complejos conceptos de uso y acceso de la propiedad”[11].

En la historia cultural, durante la edad media, lo popular se constituye a un tiempo desde el conflicto hasta el dialogo, ya que el peso cultural de las masas campesinas choca frente al monopolio clerical, la masa campesina es un grupo de presión cultural frente al clero, dueño de la cultura escrita. Aquí se expresa la cultura folclórica, como es, que posteriormente será integrada al racionalismo, en este "choque que se sitúa básicamente entre el racionalismo de la cultura eclesiástica -separación tajante entre el bien y el mal, de lo verdadero y lo falso, los santos y los demonios- y la equivocidad, la ambigüedad que permea toda la cultura folclórica por su creencia en fuerzas que son ahora buenas, después malas, en un estatuto movedizo y cambiante puesto que más pragmático que ontológico de lo verdadero y lo falso"[12]

La cultura del pueblo tiene su espacio propio que es la plaza y el tiempo fuerte que es el carnaval, el cual involucra el humor y lo cómico, donde se expresa asimismo la risa y la mascara[13]. El carnaval es espiado por la autoridad clerical, porque a decir de ella, son para el pueblo peligrosas emociones, secretas pasiones y oscuros sentires que dan albergue a la superstición.

El popolino[14] en la edad media garantizaba, -como turba que llegaba a ser-, que se reconociera su derecho a la alimentación y a la justicia, de parte del rey o de la iglesia, de lo contrario incurría en la rebelión, generándose una cultura de tolerancia y mutua dependencia, de manera tal que en las ciudades podía convivir el castillo del noble, al lado de las habitaciones precarias de la plebe, los que eran demandantes de un orden cultural, que ejercían a través de la rebelión, entendida como una expresión primitiva de revuelta[15]. Andrés Medina (2002) plantea la importancia de realizar estudios etnográficos sobre los carnavales en la ciudad de México, y realiza una investigación sobre un ciclo comunitario en el pueblo de San Francisco Tlaltenco, Tlahuac, donde el carnaval es de gran importancia actualmente.

Si bien los españoles imponen la celebración del Corpus Cristi a los pueblos conquistados, con la finalidad de ser sometidos a la iglesia católica, este ritual estaba constituido por grandes procesiones. De aquí que, en este contexto surge el carnaval en la ciudad de México, con sus danzas, juegos, uso de disfraces e ingestión de bebidas embriagantes, en el cual participan los diversos estamentos sociales; castas, indios, mestizos, africanos, españoles; situación en la cual los indios invadían la traza urbana, es decir, el espacio urbano[16].

Pero para el siglo XVIII aparece la prohibición del carnaval, durante el régimen de los Borbón en España. En la ciudad de México aún ciudad colonial, va deplazándose el carnaval hacia la periferia de la ciudad misma, hacia donde se mantienen segregadas a las clases populares. Hoy, al sur de la ciudad en pleno siglo XXI, aún encontramos que la tradición del carnaval se mantiene, reformado y con el manejo de elementos simbólicos contemporáneos.

En la delegación política de Tlahuac, se participa en el carnaval, con disfraces grotescos y con trajes elegantes: de charro, por ejemplo. Aquí se expresa un contraste entre lo feo, que ironiza y lo elegante que organiza y ordena; dualidad presente. El

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carnaval tenía una duración de más de un mes, en que durante 5 domingos hay situación de fiesta. El carnaval expresa de muchas maneras las contradicciones sociales de la comunidad "con la diferenciación social interna que conduce a la formación de dos categorías simbólicas; los ricos y los pobres; asimismo, hay una mirada de la misma comunidad al mundo y una expresión de su actitud frente a las influencias de diferentes partes, que aluden al proceso de globalización y a la asunción de sus aspectos distintivos"[17]. En la ciudad de México se manifiesta una rica tradición festiva "que conjuga sus diferentes orígenes para expresarlos en complejos códigos simbólicos. En el despliegue espléndido de danza, música, juego y erotismo, de excesos, y transgresiones, hay una reinterpretación y una síntesis coyuntural de las influencias, las presiones, los gustos, que llegan de todo el mundo, lo que implica, de diversas maneras, el entablar un dialogo con procesos de escala global"[18].

En los libros históricos eran frecuentemente presentados como de buen gusto los valores culturales de los ricos. Los de los pobres eran presentados al contrario; como de mal gusto, repletos de estupidez, y que solo habla de lo popular, de sus revueltas, su explotación y, sin cotidianidad, de expresiones culturales, que según los poderosos, carecía de sensibilidad la cultura del pueblo.

El sentido que Gramsci le da al folclore es de nuestro interés; lo considera como cultura popular, como concepción del mundo y de la vida. El estudio de la cotidianidad, desde adentro, es importante, ya que se configura desde allí lo que es la experiencia popular. Donde se precisa de una mirada necesaria que no niega la potencialidad de la información de la industria cultural, pero evitando que las clases subalternas pierdan su identidad. La cultura popular se reproduce en el seno de la vida comunitaria y en la refuncionalización de los símbolos que contiene la comunidad, traducida en solidaridad. Solidaridad que se ve expresada en la defensa de sus medios de subsistencia y sus formas de organización comunitarias ante el exterior que amenaza su existencia[19].

La cultura popular está presente en la vida cotidiana y en las luchas de los sectores subalternos, en el caso que nos ocupa, el sector campesino, la defensa de la tradición tiene una importancia fundamental. Wolf Dice que "quizá precisamente cuando el campesino ya no pudo depender de su contexto institucional acostumbrado para reducir sus riesgos, y cuando las instituciones alternas son o demasiado caóticas o demasiado restrictivas para garantizar una dedicación viable a las nuevas formas, entonces las tensiones psicológicas, económicas, sociales y políticas llevan hacia la rebelión campesina y la participación en la revolución"[20].

Es necesario, señalar de que forma se expresan los procesos culturales tradicionales actuales en la subregión de Texcoco y que características presenta la cultura local, desde la perspectiva de la historia social regional.

Así como las iniciativas y logros que existen para mantener la memoria viva de la cultura local texcocana. Es preciso además referirse a los imaginarios rurales que persisten en la colectividad y como se confrontan y complementan ante los imaginarios urbanos. Que ahora adquieren mayor presencia, sobre todo en las nuevas generaciones. Lo urbano es aprendido y refuncionalizado por el sector agrario.

Veamos el caso de San Pablo Ixayoc[21], una comunidad que tiene actualmente las características de comunidad endógena, celosa de su vida comunitaria[22], que el proceso productivo y el aprovechamiento de los recursos naturales le mantiene unida[23], las formas de organización cívico religiosa[24], el fundo legal[25] y el trabajo permanente de conservar sus recursos materiales[26].

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La Cultura y la historia Local

“La cultura solo estaba verdaderamente integrada en la síntesis histórica, bajo la forma de una dependencia, de una traducción o de una inculcación para beneficio

de la clase dirigente”[27]

Dice De Varine (1978) que el desarrollo comunitario "es el conjunto de los conceptos, los actos y los esfuerzos destinados a favorecer el progreso social, cultural, económico y en general, humano de una comunidad determinada, a la vez geográfica y humana, por iniciativa de los miembros de la misma actuando al mismo tiempo individual y colectivamente"[29]. Para hablar la cultura local y de su inicio y desarrollo es necesario hablar de la historia de la comunidad. En el pasado no se había hecho microhistoria de primer orden[30]. Se puede hacer de la ciudad, del barrio, de la villa. En un espacio angosto y en un tiempo largo, con un ritmo muy lento "separa los episodios significativos de los insignificantes; selecciona los acontecimientos que levantaron ámpula en su época[31]. A la microhistoria[32] le interesa, más que lo que influye o renace, lo que es en cada momento, la tradición o hábito de la familia, lo que resiste al deterioro temporal, lo modesto y pueblerino[33]. Casi siempre los actores de la microhistoria son iletrados de aquí la importancia de la tradición oral. Ocas veces se recurre a censos, y "los periódicos son un buen arsenal de pruebas para la historia urbana y algunas veces sus noticias sirven a la crónica pueblerina. Como en la vida campesina la literatura histórica es escasa, es necesaria la laboriosa acción de búsqueda de información en el uso intenso del trabajo de campo en donde el investigador recopila material de primera mano, "la microhistoria es ciencia en la etapa recolectora, depuradora y comprensiva de las acciones del pasado humano, y es arte en la etapa de la reconstrucción o resurrección de un trozo de la humanidad que fue..."[34]Thompson (1997) dice que la historia social no puede despojarse de la historia cultural. El estudio de la cultura es una condición que no puede soslayarse, ya que la cultura y el capital cultural tienen una relevancia fundamental en las sociedades.En Europa a partir del siglo XIX y en América Latina a mediados del Siglo XX, los estudios sobre temas del folclor[35] fueron de gran valor, sin embargo, de parte de los estudiosos de estos temas predominaba una actitud paternal al referirse a las costumbres de los pueblos; estas eran entendidas como una reliquia de un pasado remoto. La sociedad se encuentra en ritmo constante de cambio e inmersa en el universo de la costumbre, “el estimulo antropológico no surte su efecto en la construcción de modelos, sino en la localización de nuevos problemas, en la percepción de problemas antiguos con ojos nuevos, en el énfasis sobre normas o sistemas de valores y rituales, en la atención a las funciones expresivas de las diversas formas de motín y revuelta, y en las expresiones simbólicas de la autoridad, el control y la hegemonía”[36].

En un principio este renacer por el pasado se inicia fuera de las universidades, aunque posteriormente surge en estas el interés por recuperarlo[37]. Debemos valorar la cualidad que tienen los investigadores autóctonos y la importancia en que participen en labores de investigación antropológica, claro que desde la perspectiva de recuperar tradiciones autóctonas que refuerzan valores culturales, de manera que ”cuando examinamos una cultura consuetudinaria, estas preguntas tienen a menudo menos que ver con los procesos y la lógica del cambio que con la recuperación de pasados estados de conciencia y la reconstrucción de la textura de las relaciones domesticas y sociales”[38].

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En el ámbito académico se ha comenzado a mirar con otros ojos los aspectos que eran considerados corrientes, como el calendario de ritos y fiestas, el lugar de los juegos en la vida social, los diferentes ritmos de trabajo, el ocio, los adolescentes en la comunidad, la recopilación de los chismes y rumores, el mercado y el bazar, y el significado simbólico de las formas de la protesta popular. Si valoramos “definir el control en términos de hegemonía cultural no es renunciar a cualquier intento de análisis, sino prepararse para el análisis de los contextos en los que debe hacerse; en las imágenes del poder de la autoridad, en las mentalidades populares de subordinación”[39].

El folclor es el ingrediente activo de la historia social y, la antropología ofrece elementos que permiten reconocer y que están presentes en las sociedades modernas. La historia social debe basarse en la antropología social[40].

Es importante detener el proceso de la historia desde una perspectiva estática, sincrónica. En el pasado, en Inglaterra había sido visto el folclore como la búsqueda de los anticuarios de cuestiones míticas arrancadas del contexto cultural total. Llegó un momento en que las costumbres y las creencias eran clasificadas desde la perspectiva taxonómica, ejemplo de la enorme importancia que adquiere el estudio del folclore, con fines comparativos, valioso método en la antropología, pero con un uso indebido, que dio motivos de presentar supuestas superioridades de grupos étnicos en la historia humana menospreciando a los que no pertenecían a las naciones de los estudiosos del folclor.

Pero la historia cultural no debe confundirse con la de los objetos culturales. Expresada la historia en un contexto, en que la historia cultural se convierte en la historia de las representaciones colectivas. Y “se había impuesto la labor de hacer la historia de los grupos sociales en sus relaciones complejas de enfrentamiento y de solidaridad. Pero no se preguntaba nada sobre la definición misma de su objeto de estudio: el grupo social”[41]. La historia de las mentalidades, se integra como una variante de conocimiento de la realidad y con un valor explicativo de las maneras en que se expresa la vivencia social[42] y como se piensa en un momento determinado. Cierto que la historia de las ideas conoce una regresión. y es expresión de la historia de una política pública, de quienes la definen. El grupo se define definiendo a sus adversarios, “el grupo no existe sino en la medida en que es palabra y representación, es decir, cultura”[43]. Es conveniente enfatizar en las representaciones simbólicas y en principio en los discursos. Contemplando lo que se dice y lo que se es[44].

Consideremos la interpretación de Oscar Lewis[45] que presenta un modelo conceptual, provisional acerca de la cultura de la pobreza, dice que ha "intentado captar la pobreza y sus rasgos concomitantes como una cultura o para ser más preciso, como una subcultura con sus propias estructuras y razones, como un modo de vida que se hereda de generación en generación, a través de las líneas familiares"[46], esta puede existir en una gran variedad de contextos históricos, siendo un "afán de adaptarse y una reacción de los pobres ante su posición marginal en una sociedad capitalista, de estratificación clasista y vigoroso individualismo"[47]. Tiende a perpetuarse de una generación a otra, siendo los candidatos más idóneos los que provienen de los estratos inferiores de una sociedad cambiante y enajenada al menos parcialmente. Dice Lewis que "puede ser estudiada desde diversos puntos de vista: la representación entre la subcultura y la gran sociedad; la naturaleza de los barrios bajos; la naturaleza de la familia; las actitudes, valores y estructura caracterológica del individuo"[48].

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La historia local en el oriente del Estado de México

Es necesario que los investigadores se orienten a investigar diversos aspectos de la conformación de la Región Oriente del Estado de México (ROEM)y sobre todo a partir de la perspectiva de la identidad y de los estudios culturales, para la implementación de programas locales comunitarios[49]. Subrayando la enorme importancia de la cultura en la conformación de identidades, en los movimientos populares fundamentalmente y el papel rector de los lineamientos políticos, de manera que sea posible constituir un poder alternativo popular.

Hay experiencias exitosas de diversos movimientos sociales agrarios y urbanos exitosos en la ROEM, como: el de la Asociación Civil Iztacíhuatl en el cual los colonos de san Rafael, en el municipio de Tlalmanalco, lucharon por la distribución y contra la contaminación del agua. La fabrica San Rafael es concesionada en 1886 a capitalistas y desde ese entonces la comunidad se enfrenta a la prepotencia de los empresarios y a la indiferencia de las autoridades. Fueron diez años de gestiones para recuperar el agua. Las acciones de la Asociación fueron defensivas, de vanguardia política, donde las familias están identificadas en acciones de protección mutua ante el abuso de las instancias de poder oficial.

En este movimiento; “las mujeres han luchado con un valor sorprendente, tanto que en ocasiones en que su dirigente fue encarcelado por acusaciones de representantes de la fabrica por delitos del fuero común, organizaron comisiones y se enfrentaron a las autoridades para demandar su liberación. Las mujeres justificaban su participación mas bravía que los hombres, porque tenían que conseguir el agua a como diera lugar por la necesidad de las labores domesticas, o al buscar alguna fuente llevando la ropa a cuestas para lavarla fuera de casa”[50]. El Frente Popular Regional de Texcoco, surge a fines de los años setenta, con el fin de regularizar el predial y contra precios altos del agua y luz. Una característica importante de esta organización es que esta conformada por campesinos urbanizados. En un principio comenzaron a trabajar en Chiconcuac, como vendedores. Conformaron de manera multipartidista su organización, la cual logra tener influencia en varios municipios; “en un principio, el Frente surge sin un programa claro, ni principios ideológicos definidos, con una organización deficiente y espontanea, agrupados por una necesidad muy puntual”[51]. Se aprecian en los movimientos regionales variedad de métodos y estrategias del movimiento social cada vez más radicales, persistentes y continuas con alguna relación ante los partidos políticos. Esta es una respuesta de los movimientos sociales a la relación contradictoria de la ciudad con el campo y en el impacto de la urbanización[52]. Mata y López, aseguran, que “los movimientos sociales de la ROEM surgidos por el desmesurado crecimiento de la ciudad de México y su zona metropolitana hacia esta región, demuestran que existe una parte importante de la sociedad rural que con su trabajo, su cultura su identidad, a través de la lucha organizada, se resiste a ser sometida por la sociedad urbana o industrial”[53].

La Historia Oral y la Antropohistoria

Asimismo en el estudio de lo local es de enorme importancia integrar en su metodología a la disciplina antropológica y fundamentalmente la que se propone como Antropohistoria[54]. Friedrich (1991), es un representante de esta metodología quien

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expresa una complejidad histórica y temporal de orquestación de libros, donde confluye la biografía intelectual y de vida. Apunta Friedrich -hablando del campo- que nadie puede estudiar la política agraria sin involucrarse moral y emocionalmente en ella, precisa también que ”los campesinos tienen derecho a la tierra que rodea las aldeas, particularmente si hay una tradición o historia de tal propiedad o usufructo”[55].

Señala Friedrich que “la historia y la estructura están determinadas por un complejo de causas y contextos que comprenden el ambiente natural; las relaciones económicas de producción y consumo; la organización de símbolos, que los antropólogos llamamos cultura; los factores psicológicos de emoción, conocimiento, y carácter, y finalmente, las ideologías más o menos explícitas por medio de las cuales la gente ordena su vida política. Interactuando en un vasto universo de implicaciones y determinaciones científicas.

Es importante valorizar además la antropología lingüística, con una visión amplia de la realidad y valorar el trabajo de campo, así como discernir el campo de un estudio meramente antropológico a uno histórico e independiente[56]. Lo que nos permite integrar elementos culturales que dejamos comúnmente de lado cuando realizamos estudios de la realidad campesina y de transición de sociedades agrarias a urbanas. En las cuales es de gran importancia ubicar el surgimiento de las regiones y las localidades desde una perspectiva histórica.

La historia oral ha cobrado importancia a nivel mundial. Se han realizado innumerables congresos internacionales y regionales. En México en 1988 se realizó el encuentro de historiadores orales de América Latina y España. A partir del VI Congreso Internacional de Historia Oral, se programan innumerables cursos, seminarios, foros, etc, a pesar de esta actividad aún se requiere que se constituya un corpus abundante y significativo de trabajo historiográfico, con base en la construcción de y empleo de fuentes orales; materia prima del historiador oral: que se han clasificado como elementos subjetivos: memoria, recuerdo, testimonio etc. Y esto permite realizar una reconsideración de la historia oral, ya que en los orígenes del saber histórico se emplearon testimonios de viva voz.

En la antropología, el uso de testimonios como evidencia ha sido parte integral de sus métodos y técnicas de investigación, desde que conformó científicamente, y hay numerosos trabajos que realizan sobre historias de vida; por ejemplo, la obra clásica de antropologia Juan Pérez Jolote, de Ricardo Pozas. ( )

Es conveniente recordar que en la disciplina de la antropología se aprende en la práctica, y no se le ha dado el valor que amérita a la formación etnográfica,. herramienta útil también para el estudioso de los fenómenos culturales.

Por otra parte la sociología ha desarrollado el uso de la información oral. En los Estados Unidos, en la llamada escuela de Chicago, se desarrolla exitosamente esta alternativa, sin embargo, tuvieron que modificar sus orientaciones hacia perspectivas tecnológicas y cuantitativas.

Otras disciplinas han hecho uso de la historia oral, como la psicología y el psicoanálisis, en relación al inconsciente, en los procesos de comunicación y el papel que cumple el mismo investigador en el proceso de creación de conocimientos, y hay que reconocer la importancia de las técnicas de los literatos, lingüistas y folcloristas, quienes aportaron técnicas de recolección de información oral, procedimiento metodológicos y técnicas de formalización de textos recuperadas[57]. Con esta técnicas se nutrió y rescato la tradición oral popular, antes de la aparición de la grabadora.

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La historia oral se conforma gracias al contacto interdisciplinario y nos conduce, también, a seguir en esta encrucijada de caminos y oficios[58]. La historia social se expresa contra la historiografía monumentalista de reyes y jefes del Estado oficial, e intenta darle mayor importancia a los grupos humanos subalternos que estaban ausentes. De manera que “puedan emplearse para el estudio de la dinámica social determinados periodos históricos; para estudiar las condiciones de vida de y las relaciones sociales de ciertos grupos o sectores; para la investigación de una temática particular o para la reconstrucción de acontecimientos sociales de mayor envergadura, cuyos efectos en la sociedad se manifiesten en el corto o largo plazo; también puede emplearse, y así lo ha hecho en su mayor parte, para la construcción de autobiografías y relatos de individuos dentro del enfoque y contextos biográficos”[59] .

Aceves Lozano (1996) propone una guía de lectura para acercar al investigador al conocimiento más exacto de la historia oral, experiencias métodos y técnicas, en que se requiere implementar proyectos, ya que se aprende historia oral practicándola críticamente. En una situación en que el historiador se piensa asimismo como productor de conocimientos de textos culturales de símbolos y de práctica significativas, en la construcción de técnicas y métodos de tradición historiográfica, ya que la historia oral contemporánea tiene un tinte posmoderno, incluyendo la discusión antropológica que reflexiona sobre la condición de la etnografía experimental.

Una técnica muy valiosa es el estudio de la historia de vida, “en rigor es el relato autobiográfico del sujeto entrevistado o informante clave de una investigación y, además el resultado de un trabajo de investigación y análisis por parte del investigador (y también del informante), de aquí que la historia oral se constituye en una importante disciplina para la práxis antropológica y sociohistórica contemporánea.

Desarrollo Local o comunitario

Es necesario que la vida local se traduzca en una situación de vida grata "en primer lugar tenemos que tratar a nuestras comunidades como entornos globales, no como una serie de entornos parciales, ya que este es el único procedimiento para poder calcular bien los costos y los beneficios de diversa índole que sus cambios entrañan. En segundo lugar, tenemos que crear instrumentos que permitan a los ciudadanos articular sus necesidades y participar de lleno en la tarea de configurar todos los aspectos de la vida local. Tenemos que adoptar un enfoque cultural de desarrollo comunitario"[60]. Que de hecho sucede, aunque muchas veces se expresa de manera no consciente y es importante de que se exprese de manera consciente y esto implica conocimiento de las condiciones ante las cuales se presenta la vida de la comunidad en proyectos de corte productivo.

Es importante destacar que cuando se realizan planes de desarrollo de la comunidad no se consideran los efectos secundarios que el crecimiento económico pueda producir. Así que se hace necesario elaborar métodos de participación e integración, ya que "cada comunidad constituye unos microcosmos únicos, manifestación colectiva de la infinidad de eventos y de actividades que lo componen"[61]. La comunidad se enfrenta ante la acción oficial que inhibe la misma participación, de aquí que sea necesaria la acción cultural y la iniciativa comunitaria[62], que tendrá que ir "aprendiendo a utilizar sus propias fuerzas intelectuales y morales, el hombre deja de ser objeto de la educación, de la acción

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cultural, del desarrollo económico, de la propaganda política, del proselitismo religioso, para convertirse en el sujeto de su propio destino"[63]

En la iniciativa de progreso y desarrollo social es posible la integración de las dimensiones que involucran: un cambio cultural, de capital humano y social que se pueden lograr debido a la articulación de estas potencialidades, correlacionadas con la cultura.

Orientado la constitución de capital social, -concepto esencialmente político- de manera que "si no se produjera una modificación del capital humano y del capital social no podía haber desarrollo, ya que todo desarrollo es desarrollo social", ya que es posible incorporar una estrategia de inducción del desarrollo local integrado y sustentable (DLIS), con tecnología social innovadora que articula el capital social y el capital humano, la cual integra la responsabilidad social del ciudadano y de sus organizaciones y comunidades que a fin de cuentas es responsabilidad política general frente al desarrollo social[64]. Por que "el desarrollo humano por oposicion al desarrollo puramente económico), el progreso económico y social esta culturalmente condicionado. Y que la cultura, es un fin deseable en si mismo y da un sentido a nuestra existencia y no solo en la promoción del desarrollo económico, también en la preservación de los valores culturales, la conservación del medio ambiente, la protección de las instituciones civiles de la sociedad, etc.[65]

Cultura local y defensa de los recursos naturales

"la cultura y la vida cultural han suministrado pautas espirituales, intelectuales y estéticas, a partir de las cuales las colectividades han podido adquirir una identidad y

su especificidad propias"[66]

Una condición para la conservación de los recursos naturales es el hecho de mantener los valores culturales y asimismo la cultura para el mantenimiento de estos recursos y esto implica estudios sobre la cultura y su proyección[67]. Mendoza (1995) plantea la importancia que hay al Investigar la historia regional ya que el conocimiento de esta refuerza identidades locales. Realiza una cronología de los distintos movimientos de defensa del medio ambiente, que tienen amplio apoyo popular en la región del Valle de Teotihuacan, Ante la posición de las autoridades de protección los patrones[68].

La defensa de los recursos naturales es expresión de la defensa de la tierra y de la identidad. Expresada en una pugna real y simbólica contra el Estado, que representa una modernidad no avalada por los campesinos, los cuales ven que el poder trabaja para los sectores pudientes y que se convierte en enemigo natural. L movimiento del pueblo de San Salvador Atenco[69] es el ejemplo más cercano de cómo la comunidad mantiene el espacio tradicional, tanto en formas de subsistencia, resistencia social y expresión cultural local.

Los estudios antropohistóricos locales necesariamente tienen que ir complementados con una revisión detallada de las experiencias de los estudios de carácter antropológico regional y urbano, lo cual ha constituido una condición para la siguiente pregunta, ¿Es preciso mantener la tradición o modernización de las

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costumbres?. Y es que se esta expresando el cambio en las tradiciones debido a la cercanía de la ciudad[70] y aquí se impone la lógica de la resistencia cultural.

Conclusión

Es una responsabilidad de las autoridades locales y de los ciudadanos la preservación de las tradiciones culturales. Existe un potente capital cultural en la subregión de Texcoco. En la comunidad de San Pablo Ixayoc, por ejemplo, persiste fiesta de la[71], pero debido a la emigración ha disminuido la convivencia social comunitaria extendida. Antes la comunidad se reunía con mayor frecuencia en el templo. Ahora la fiesta del pueblo es más familiar[72].

Señalemos que en Tequexquinahuac, poblado próximo a la ciudad de Texcoco con la existencia de consejos de participación ciudadana y la participación en diversas instancias, como los cómites con comisiones de agua, se pudo lograr el servicio de drenaje, desde el año de 1994. Con el interés de construir a futuro la planta tratadora, “los problemas a los que se enfrenta la agricultura de temporal es en primer lugar, el concepto tradicionista de los productores; la escasa precipitación, labores culturales inapropiadas, siniestros por granizadas, heladas, sequías, plagas y enfermedades, además de los bajos precios de sus productos y la falta de asesoría técnica...(....).... para el manejo de los recursos naturales no existe ningún tipo de planeación, pues estos se explotan irracionalmente, lo que ha originado su deterioro”[73]. Y a pesar de la presión que hay por el cambio de uso del suelo, se mantiene el cultivo en terrenos de la comunidad, por usos y costumbres[74]. El ejido se conserva en un 90 por ciento, del original dotado. Haciéndose necesario evitar el cambio "de uso del suelo para evitar que la urbanización sin control (hablando del establecimiento de vivienda y la industria) agote el recurso, ya que esto traería muchos problemas de carácter ecológico y social. Dificultando cada vez más la implementaron de la agricultura”[75]. Siendo importante valorar en el diagnostico el análisis de las problemáticas concretas, así como también las soluciones posibles.Una lucha constante que se da en la subregión de Texcoco es evitar el cambio del uso del suelo para urbanización, enfatizando la importancia de la creación de alternativas para el uso y aprovechamiento de este.

En Tequexquinahuac se expresa además, un caso interesante de justicia casera, de carácter local, poseen un consejo de participación ciudadana. Es preciso conocer como se desarrolla esta experiencia. Este tipo de organización es una responsabilidad comunal, donde todos participan en la seguridad de la comunidad y en las diversas tareas de esta, quien no lo hace tiene la responsabilidad de aportar recursos para que otras personas hagan las tareas. Santa Cruz de Abajo y San Felipe, Texcoco, en un momento fueron la misma población, los terrenos fueron antiguas ciénagas, en que la fauna y flora ha desaparecido. Se presenta la limitante de poder trabajar por cuestiones políticas ya que los ejidatarios pertenecen al PRI y los delegados al PRD; "es claro que el sistema agrícola depende del riego con aguas negras, pero se utilizan crudas y en campos que están en los alrededores de los poblados, significando un alto riesgo a la salud, por lo que se plantea la construcción de una planta tratadora que permita el uso adecuado de este recurso”[76]. En la subregión de Texcoco, en general se aprecia una destrucción del sistema comunitario. Es difícil reunir a la comunidad y encontrar respuestas comunes, por los enfoques que plantean cada uno de los grupos y sectores de esta comunidad.

Si bien no existen experiencias exitosas en cuanto a manejo de cuencas, es posible unir esfuerzos con las comunidades y las instituciones académicas.

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Considerando la tarea de restaurar la parte alta, aprovechando el aporte de la gente “recuperando el conocimiento tradicional que tienen de sus recursos naturales y capacitándolos en áreas que desconocen, respetando las propuestas y proyectos que ellos decidan implementar y establecer en sus comunidades y a nivel regional”[77]. El desarrollo sostenible o sustentable tiene que implementarse desde la propia comunidad, revisando inclusive el concepto mismo de comunidad, ya que la región esta sumamente diferenciada en todos los aspectos, con intereses inclusive a veces contrapuestos.

Instruc[78] plantea una Propuesta de Investigación-Desarrollo que prospecta “la satisfacción de necesidades de la población local, se apoya en experimentación y acciones de desarrollo, a escala real y en estrecha colaboración con los productores y campesinos”[79], son de importancia las estrategias de apropiación, gestión, utilización y reproducción de los recursos y procesos que se definen en el seno de las familias y de los diferentes comportamientos grupales, “la orientación de las transformaciones necesarias a diferentes niveles si, pero con restricciones al exigir la utilización de ciertos principios y métodos agroecológicos, con el propósito de sustentar el manejo integrado del ecosistema y de sus sistemas de aprovechamiento y utilización de los recursos”[80]. Una hipótesis que sustenta, Instruc, es que “a pesar de la creciente urbanización y la consecuente especulación de la tierra para usos urbanos, las comunidades campesinas persisten y más aún, han crecido y mejorado su nivel de ingreso“[81]. Ahora hay un reforzamiento de la vida comunitaria. La constante demanda de agua se está aumentando en la subregión, que es una área de desfogue de los excedentes de la población urbana que genera basura y aguas negras.

Se precisa que se involucre, responsablemente mayor numero de personas en el rescate de la memoria local, y que el objetivo es poder "acceder al mundo cotidiano donde vive la comunidad, a fin de incorporarse e interpretar sus conversaciones, el ambiente o el entorno y participando de su entramado cultural"[82]. De aquí que es necesaria la permanencia de la cultura popular, en su justo contexto social; y aquí se enfrenta el deseo del investigador a la realidad, e implica que sea posible la planeación cultural. Para esto es necesario impulsar estrategias culturales, como son los museo comunitarios[83] y la recuperación de la historia de la comunidad[84].

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CITAS

[1] Profesor-Investigador. Responsable Línea de Investigación en Desarrollo Rural y Urbano. PISSC-CIISMER. Universidad Autónoma Chapingo. Tel 01(595) 95 215-00 ext. 5511. Fax 1627-Dirección: Lago Guanacacha 45 Agua Azul. Ciudad Nezahualcoyotl. Estado de México. CP 57500. México. Teléfono: 01 55 55 5797 11 40. E. Mail. [email protected]. Profesor Definitivo FES Zaragoza Carrera de Psicología. UNAM. Area Psicología Social.[2] Prost, Antoine. 1999. Social y Cultural, Indisociablemente. En, Para una Historia Cultural. Jean Pierre-Rioux. Jean Francois Sirinelli. Taurus. México. p.153.[3] "La sociología Rural tiene como primera tarea fundamental describir los rasgos relativamente constantes y universales de las relaciones sociales en el medio rural y sus diferencias con el medio social urbano". Solari Aldo E. 1973. Sociología rural Latinoamericana. Paidos. Argentina. p.15[4]García Canclini, Nestor .1999. Políticas culturales de las identidades nacionales al Espacio latinoamericano. En, García Canclini, Nestor y J. Moneta C. (Coords). 1999. Industrias culturales en la integración latinoamericana. Grijalbo. México[5] Lucien Febvre. 1970. Combates por la historia. Ariel. Barcelona. p. 39.[6] Wolf, Eric, R. 1973. Las Luchas Campesinas en el siglo XX. Siglo XXI. España. p.10[7]Adorno, y Horkheimer. 1971. Sociologica. p.91[8] Roszak Theodore. 1990. El culto a la información. El folclore de los ordenadores y el verdadero arte del pensar. CNCA-Grijalbo. México p. 61[9] Febvre y Braudel, máximos representantes de la escuela de los Annales, mantienen la posición de que la historia, es historia social.[10] “Las creencias, los mitos, las cosmologías, los rituales, los símbolos, según las épocas y los medios sociales”. Cardoso, Ciro F y Héctor Pérez Brignoli. 1976. Los Métodos de la Historia. Grijalbo. México.p.331.[11]Thompson, E.P. 1997. Historia Social y Antropología. Editorial. Instituto Mora. Cuadernos Secuencia. Mèxico.p:74. [12]. 1991. De los medios a las mediaciones. En, Comunicación, Cultura y hegemonía. G.G. México. p.74[13] Ibid:76-77. [14]El conjunto del pueblo.[15] Ver capitulo VII de: Hobsbawm Eric. J. 1968. Rebeldes primitivos. Titulado La turba Urbana Ariel. España.[16] Medina Hernández Andrés. Los rituales de la memoria negada: los carnavales de la ciudad de México. IIA. UNAM. Seminario permanente Ciudad, Pueblos indígenas y Etnicidad. 4ª. Sesión. 2002. [17]Ibid. pag.14.[18]Ibid: pág. 16. Asimismo, se presenta la descripción de la festividad complementando el trabajo de Medina e incorpora un caso de conflicto religioso entre la parroquia de Mazatepec y la iglesia central, asentada en el barrio de San Francisco, que a nivel local expresa su propia identidad y demanda reconocimiento, y autonomía, aparte de pertenecer a San Francisco. Aquí es evidente, que si bien es población que se desplaza a la periferia, demanda ser reconocida y tener sus propios servicios religiosos y no depender de la iglesia central. y Aquiles Pérez Malcom. Cerramos avenidas, paramos microbuses. La Fiesta del señor de Mazatepec, San Francisco Tlaltenco, Tlahuac. Seminario permanente Ciudad, Pueblos indígenas y Etnicidad. 4. Sesión. [19] Ver: Rivera Espinosa R. 2001. Resistencia campesina e imaginario colectivo en San Salvador Atenco. VII Foro de Investigación del Oriente del Estado de México. UACh. Diciembre del 2001. [20]Wolf, 1973:11[21] Uno de los 54 pueblos, esta a l pie de la sierra nevada, [22] Tyrtania Leonardo. 1992. Yagavila. Un ensayo en ecología cultural. UAM-Iztapalapa. México. En un estudio de ecología cultural, se presentan las condiciones ecológicas y las distintas situaciones políticas monetarias y culturales que inciden en torno a una comunidad que se encuentra en la serranía

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Oaxaqueña, en la región de Rincón en (sierra Juárez). En el instrumental analítico se recupera la situación que tiene el campesino: su medio natural y la adaptación a la sociedad nacional, ante un doble riesgo para él; ecomomico y el ecologico y se hace uso de la metodología que propone Ruthenberg, referente a la organización social del agroecosistema; y nos habla del medio físico como humedad, la vegetación natural, etc., acerca de la biogénesis entendida como "un continuo en el tiempo y espacio, cuya evolución no sigue un patrón unidireccional. Los cambios se presentan juntos y se afectan mutuamente; a superposición de etapas de sucesión exige un análisis mucho más cuidadoso pero, aún así, las generaciones no pueden presentarse en una secuencia de causalidad simple" p.85.[23] Niño Velázquez Edilberto et al. 2001. La Floricultura en San Pablo Ixáyoc, Texcoco. Estado de México. (1950-2001) y Explotación y aprovechamiento de los recursos forestales en San Pablo Ixáyoc. Texcoco. México (1950-2001). VI. Encuentro de Investigación y Servicio en el Oriente del Estado de México. Diciembre. 2001.[24] Martínez Rangel Lourde. Sistema de cargos religioso político en la comunidad de San Pablo Ixáyoc. VI. Encuentro de Investigación y Servicio en el Oriente del Estado de México. Diciembre. 2001.[25] Castellanos Suárez J. Alfredo. El fundo legal en San Pablo Ixáyoc. VI. Encuentro de Investigación y Servicio en el Oriente del Estado de México. Diciembre. 2001.[26] Dicho por Lourdes Martínez quien concedió una entrevista el día de 19 de Mayo del 2002.[27] Cardoso, Ciro F y Héctor Pérez Brignoli. Los Métodos de la Historia. Grijalbo. México. 1976:33128Thompson, E.P. 1997. Historia Social y Antropología. Editorial. Instituto Mora. Cuadernos Secuencia. Mèxico. p:74.[29] De Varine Higues. La iniciativa comunitaria y la revolución cultural. En, Culturas. Cultura y Comunidad Vol. 1. UNESCO.1978. Francia. Pp:88[30]La microhistoria tiene poco de teoría y método. Habla de la comunidad. En el pasado no se había hecho microhistoria de primer orden. Se diferencia de la petit histoire francesa, que es un producto de la biografía que divierte al publico frívolo. En Alemania se usa para nombrar la historia regional, la urbana y aún la geografía histórica. Es ilógico si cualquier historia urbana fuere microhistoria, muchas microhistorias no son historias urbanas.[31] En la comunidad labor de la microhistoria, que tiene teoría y método. Habla de la comunidad. En el pasado no se había hecho microhistoria de primer orden. El microhistoriador requiere un mínimo de dotes y de bienes culturales. González (1986) la llama historia matria, y dice que "designaría el mundo pequeño, débil femenino, sentimental de la madre; es decir, la familia, el terruño, la llamada hasta ahora patria chica" González y González Luis. 1986. Invitación a la Microhistoria. FCE-SEP-CREA. México. p..15.[32]El clérigo Prince inaugura la historia local en los Estados Unidos, al lado de una variedad de autores en la historia humana. En 1947 se fundó el Departamento de Historia Local Inglesa en el Colegio Universitario de Leicester, dando inicio formalmente a los estudios de historia micro. [33] Ibid:29[34]Ibid:42[35] El folklore fue avalado en un principio en Europa por los anticuarios elegantes. [36] Thompson, E.P. Historia Social y Antropología. Editorial. Instituto Mora. Cuadernos Secuencia. Mèxico.1997.[37] Cuenta Thompson, que un indio investigador logra recopilar en dos pueblos 1500 canciones populares, 200 cuentos, 175 acertijos, 800 refranes y algunos encantamientos, manifestando la capacidad de este investigador, artesanal, no académico como logra una importante cantidad de datos que difícilmente lograría acopiar alguien de fuera.[38]Ejemplifica, Thompson y agrega que en la India los cambios son más lentos y es evidente constatar que estos suceden y que las costumbres están más arraigadas, lo contrario sucede con Inglaterra, que es una sociedad urbana, donde la tradición se expresa aunque de manera velada. Ibid:56.Thompson habla del ritual de la venta simbólica de esposas, en la Inglaterra del siglo XVIII y XIX. El ritual expresaba una forma de divorcio en un momento en que en se carecía de un sistema de divorcio legal, pero el ritual, por supuesto, “impregna tanto la vida social y política pomo la domestica”. Ibid: 63. [39]ibid:6.[40] Los historiadores deberían retomar el método de campo y el rigor de los antropólogos.[41]Prost, Antoine. 1999. Social y Cultural, Indisociablemente. En, Para una Historia Cultural. Jean Pierre-Rioux. Jean Francois Sirinelli. Taurus. México. p:142.

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[42] Toda cultura es cultura de un grupo, donde la cultura es entendida como factor de identidad, esta es mediación de los individuos que componen el grupo, asimismo es mediación de la experiencia.“ Pero los grupos sólo tienen identidad en la diferencia con otros grupos, por y a través de conjuntos de representación; toda historia social un poco ambiciosa y preocupada por comprender lo real en su totalidad debe entonces convertirse también en historia cultural.” Prost: 155.[43] Ibid:146.[44] “En el texto, la historia habitual se apega a lo que los lingüistas: lo que el texto dice, lo que quiere decir, la situación que pretende describir, el acontecimiento que intenta contar” idem:146. [45]Durante el régimen de Gustavo Díaz Ordáz en México se prohibió su obra más importante 'Antropología de la pobreza, después. Los Hijos de Sánchez', fue muy cuestionada en referencia a la interpretación del concepto de cultura de la pobreza, desde su perspectiva funcionalista, los impugnadores fueron un sector importante de la intelectualidad mexicana, sin embargo es preciso detenerse con atención en sus reflexiones y delimitar si realmente existe una cultura de la pobreza. El editor de la obra, Director del Fondo de Cultura Económica, en los años sesenta fue suspendido de su empleo por haber publicado este texto. Para el poder no era válido que se hablara de la pobreza en México, en esos años en los que el régimen presumía de un avance económico significativo. [46]Lewis, Oscar. 1988. La cultura de la pobreza. En, Antología de sociología urbana. UNAM. p. 241. [47]Ibid:242. [49]Ibid:243.[49] Mendoza Castelán, Pedro. Programa de Desarrollo Comunitario en localidades rurales del municipio de Texcoco. VI. Encuentro de Investigación y Servicio en el Oriente del Estado de México. Diciembre del 2001. [50]Mata Gacía Bernardino y López Méndez Sinecio. 1997. Movimientos Sociales y poder político en el Oriente del Estado de México. En, Sujetos, Organizaciones y Movimientos sociales en el campo mexicano. UACh. Coordinado por Jiménez María Luisa y González Huerta Margarita. pp:262[51] Se relacionan con otras agrupaciones y con la UACh. En un momento de la organización se plantean trabajar en acciones socioculturales, labor, que a su juicio, posibilita un aprendizaje de tipo político para la toma del poder. Llegó la organización a tener casi 600 personas. En el terreno de la prensa publicaron el periódico ‘Rebelde’, que fue de poca vida. Al parecer solo se publicaron dos números. ibid:265[52] En referencia a los Movimientos sociales importantes en la Región Oriente del Estado de México. En el año de 1868 hubo rebeliones campesinas en Chalco y en Texcoco; el motivo real fue el reparto de tierra. Julio Chávez inició el movimiento, comenzando a repartir tierra, de inmediato el gobierno dio inicio a la persecución , y la represión se expresó en deportaciones de indígenas campesinos a Yucatán y el enrolamiento obligado de los disidentes al ejército porfirista. Este es un claro ejemplo de los afanes del pueblo campesino por tierra y justicia, siendo estas experiencias un antecedente de los movimientos reivindicativos agrarios que aún persisten en la memoria histórica de la ROEM. Ibid. [53] bid:277[54] En la antropología se precisa de trabajo de campo y del uso de técnicas que nos permitan comprender las vivencias cotidianas de los miembros de una comunidad y las resistencias culturales al cambio. [55] Friedrich Paul. Los Príncipes de Naranja. Un ensayo de método antropohistorico. Grijalbo. 1991.:24[56] “La realidad teórica es un sistema u organización de relaciones entre factores y dimensiones e interdependientes que se implican mutuamente -y por supuesto de relaciones entre relaciones-. Por consiguiente en otro nivel, los fenómenos históricos están determinados de manera total, no en el sentido simple, unicausal ”. Fiedrich,1991:394, todo tiene una causa. [57] Ibid:14[58] Un pionero fue Allan Nevin quien en 1948 inicia un proyecto de entrevistas orales en la Universidad de Columbia, utilizando magnetófonos para la investigación social e histórica, para realizar biografías de políticos, historias de la radio. Técnica que ha sido desarrollada por los periodistas. Aceves Lozano Jorge A. 1996. Introducción. Historia oral e historias de vida. Algunas consideraciones. En Historia oral e historias de vida. Teoría, método y técnicas. Una bibliografía comentada. México. CIESAS. P:13[59] Y del interés; se le da importancia, a los grupos que existieron,y a los que hoy existen. Considerando hasta hechos culturales y simbólicos. Ibid:22.

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En el estudio de la comunidad local es necesario que se amplíen en los métodos de estudio la ampliación de los sujetos históricos de la investigación. Enfatizando las relaciones entre los distintos grupos sociales y aún las variadas fuentes: Estado, iglesia partidos políticos, y privilegia el estudio del conflicto social, la historia popular. Se orienta a crear la promoción y el rescate de fuentes nuevas y difundir el conocimiento. Con base en los testimonios orales recogidos. El historiador oral procura que el testimonio no sustituya a la investigación y análisis histórico. Propone una guía de lectura para acercar al investigador al conocimiento más exacto de la historia oral, experiencias, métodos y técnicas. Y pide implementar proyectos. Ya que se aprende hstoria oral practicándola críticamente.[60] Schafer Paul. 1978. Dimensión cultural del medio ambiente: conciencia y expresión. Culturas. Cultura y Comunidad Vol. 1. UNESCO. Francia. p:37.[61] Ibid:62[62] De Varine Higues. 1978. La iniciativa comunitaria y la revolución cultural. En Culturas. Cultura y Comunidad Vol. 1. UNESCO. Francia[63] Ibid:80[64] De Franco Augusto. Pobreza y Desarrollo Local. Colección de documentos del Instituto Internacional de Gobernabilidad, Proyecto LAGNIKS (Red y Sistema Latinoamericano de Información y Conocimiento de Gobernabilidad y Desarrollo Humano. Patrocinado por PNUD y el Gobierno Autónomo Catalán.. www.iula.net/noticias/ Pág. 6.[65] Pérez de Cuellar Javier et al. 1997. Nuestra Diversidad Creativa. Informe de la comisión mundial de cultura y desarrollo. Correo de la UNESCO. México.[66] UNESCO.1978. Culturas. Cultura y Comunidad Vol. 1.. Francia. p:7[67] Rivera Espinosa Ramón. Los Estudios Culturales y la Sociología Rural. II Reunión Nacional sobre Sociología Rural. 28 y 29 de Agosto del 2002. UACh. México.[68] Ver. Mendoza Guillermo. 1995. Los movimientos sociales en el Valle de Teotihuacán 1980-1985. Tesis de Maestría en Sociología Rural. UACh.[69] Rivera Espinosa R. 2001. Resistencia campesina e imaginario colectivo en San Salvador Atenco. VII Foro de Investigación del Oriente del Estado de México. UACh. Diciembre del 2001.Ver también: Molina, Virginia. 1976. San Bartolomé de los Llanos. Una urbanización frenada. SEP-INAH. Trabajo encargado a los antropólogos con motivo del cambio de ubicación de un poblado ya que en ese lugar seria construida una presa.[70] El concepto de hinterland se refiere a las condiciones que se expresan en el entorno de la configuración urbana.[71] Martínez Rangel Lourdes. 1999. Etnografía de San Pablo Ixáyoc. Una comunidad campesina. Tesis de licenciatura en Antropologia Social. ENA/SEP.[72] Un grave problema en la comunidad es el alcoholismo, elemento perturbador de convivencia. En un estudio realizado en Tepetlaoxtoc y publicado en 1973 se afirmaba que la emigración favorece la alteración de la cultura tradicional, ya que ha dado como resultado la introducción de elementos nuevos a la cultura tradicional, cambios asimismo que han introducido los de afuera (cuando se casan con gente de fuera de la comunidad ó regresan después de vivir un largo tiempo en la ciudad de México) y, aquí la escuela transmite la cultura nacional en detrimento de la cultura local donde en a finales de los años sesenta y setenta los maestros eran de fuera y no se comprometían con la comunidad y al no hacerlo la escuela y la comunidad se mantienen alejadas una de otras. Campos de García Margarita. Escuela y Comunidad en Tepetlaoxtoc. Sepsetentas. 1973. México.[73]Y en la lógica del autodiagnóstico comunitario como una estrategia de gran importancia. Mata García, Bernardino et al. 1999. Diagnostico Socioeconómico Cuenca del Río Texcoco. INSTRUC. México.: 92.[74] Elemento de gran importancia que hay que valorar.[75] Ibid.104.[76] Ibid.125.[77] Utillaje mental, instrumentos de que disponen los hombres en una época determinada.[79] Una asociacion que realiza estudios y propestas para el mejoramiento de la cuenca de txcoco, auspiciada por funadaciones y universidades de Canadá.[79] Ibid.16.[80] Idem

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[81] Navarro, Garza Hermilio, et al. 1998. Diagnostico Socioeconómico Cuenca de Río Texcoco. Red Interamericana para el estudio y formación en el uso de los recursos Naturales para la Transformación de la comunidad. Comité de diagnostico socioeconómico. México. p:28.[82] http:/rehue.csociales.uchile.cl/antropologia/congreso/s1101.html[83] La correspondencia de la toponimia el nombre del lugar, con el entorno y la identidad cultural, no deja de ser importante considerarlo. [84] Existen ya trabajos que van en este sentido, como los de Castellanos, Martínez, Niño, etc.; y que deben de concretizarse en una experiencia de museo y de casa de la cultura, tendencia por demás generalizada de políticas de desarrollo social y humano. Esto engloba una enorme complejidad el proceso cultural, que es en definitiva mucho mas lento que los propios procesos sociales.

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