historia de las religiones 01

17
FRAY DOMINGO COSENZA OP CONOCER AL OTRO PARA COMPRENDERSE MEJOR A SI MISMO Dialogo interreligioso y Ecumenismo

Upload: fray-domingo-cosenza

Post on 27-May-2015

1.334 views

Category:

Spiritual


4 download

DESCRIPTION

En nuestro mundo, las religionesse conocen y entran en contactounas con otras de una forma desconocidahasta el momento. Por otrolado el fenómeno de la secularizacióncontribuye a que las personasreligiosas descubran una cierta unidadentre ellas, más allá de la diversidadque, con tanta frecuencia, lashabía separado en otro tiempo. Deeste modo las comunidades religiosasse sienten hoy impulsadas aencontrar nuevas formas de relacióncon los demás grupos de otroscredos.

TRANSCRIPT

Page 1: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa1

FRAY DOMINGO COSENZA OP

CONOCER AL OTRO PARA

COMPRENDERSE MEJOR A SI MISMO

Dialogo interreligiosoy Ecumenismo

Page 2: Historia de las religiones 01

2Historia de las religiones y Ecumenismo

Page 3: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa3

La pluralidad religiosa

Por qué hay tantas religiones?¿No sería mejor que hubiera unasola, para así unirnos todos loshombres y mujeres de la tierra?Como las partes de un organismovivo, como los colores del espectrode la luz, como las notas de unamelodía, como los dones y carismasde una comunidad viva..., así sonlas religiones. Las religiones sonvarias, como lo son las razas, laslenguas y las culturas. Hay muchasreligiones porque las experienciasprofundas de la Realidad son múl-tiples. Más aún, los creyentes po-drían decir que hay varias religio-nes porque el mismo Dios, Realidadsuprema, tiene maneras diversas deexpresarse:

«Muchas veces y de muchosmodos habló Dios en el pasadoa nuestros Padres por medio delos Profetas; en estos últimostiempos nos ha hablado por me-dio del Hijo» (Heb 1,1-2)

La luz parece única y blanca,pero está dotada de diversos tonos,de manera que, cuando se difractaen un arco iris cada color es bello,no sólo en sí, sino al lado de losotros. Esta perspectiva, que está la-tente en muchas religiones cuandodicen que «Dios es Luz» (1 Jn 1,5;cf. Jn 1,4-5), nos lleva más allá detodo cuanto puede verse. La Luz esinvisible, pero lo contiene todo. Loscreyentes de las diversas religionesson videntes limitados que sólopueden captar una pequeña gamadel espectro luminoso: verde islam,rojo cristianismo, azafranado hin-duismo...

Necesitamos profundizar y

«He llegado a la convicción personal de que no hay otra humanidad que nosea plural y también de que al pretender -y tenemos esta triste experiencia a lolargo de la historia de la Iglesia- poseer la verdad o hablar en nombre de lahumanidad caemos en el totalitarismo. Nadie posee la verdad, sino que todosla buscamos».

Mons. Pierre Claverie OP, obispo de Orán,asesinado en Argelia en 1996 por fundamentalistas religiosos.

buye a un mejor conocimiento deuno mismo, también el diálogo in-terreligioso implica una maneranueva de entenderse a sí mismo.

dialogar entre creyentes, pues lasreligiones no son fines, sino medios;no contienen la realidad de Dios,sino que son caminos por los cua-les se expresa y expande su expe-riencia. Entendido así, el diálogo esun complemento para la propia re-ligión, pues cada uno debe puederetomar las experiencias de los de-más, para ayudarse unos a otros adescubrir el misterio.

En nuestro mundo, las religio-nes se conocen y entran en contactounas con otras de una forma desco-nocida hasta el momento. Por otrolado el fenómeno de la seculariza-ción contribuye a que las personasreligiosas descubran una cierta uni-dad entre ellas, más allá de la diver-sidad que, con tanta frecuencia, lashabía separado en otro tiempo. Deeste modo las comunidades religio-sas se sienten hoy impulsadas aencontrar nuevas formas de rela-ción con los demás grupos de otroscredos.

Sin embargo, este encuentrocon otras tradiciones religiosas noacontece sin tensiones. Quienes searriesgan a dialogar se sienten to-cados en sus propias convicciones.Las expresiones de la fe se ven so-metidas a la prueba en tanto que seexponen a la experiencia y las con-vicciones del otro, más aún cuandoaquéllas hunden sus raíces en tra-diciones que, en algunos casos, sonmás antiguas que la propia. Tomaren serio la experiencia de encuen-tro y el diálogo exige mucho esfuer-zo y obliga a caminar a tientas. Lafidelidad al mensaje de fe, recibidode la propia tradición, pasa por uncamino estrecho en medio de unadoble escucha: la de la la fe recibiday la de la experiencia espiritual del otro.

Como en las relaciones cotidia-nas, el conocimiento del otro contri-

Introducción

Breve historia delDiálogo Interreligioso

La primera propuesta de diá-logo amplio y sistemático entre per-sonas de religiones diferentes tuvolugar al final del siglo XIX, por ini-ciativa cristiana. En 1893, en Chi-cago, con ocasión de los 400 añosdel «descubrimiento» de América,el pastor presbiteriano John HenryBarrows creó el «Parlamento Mun-dial de las Religiones». Reunió 4000personas en la sesión inaugural.Durante 18 días tomaron la pala-bra 150 de los 400 delegados. Reci-bió la adhesión de los religiososorientales y la curiosidad de los lí-deres judíos, cristianos y musulma-nes más abiertos.

En 1993, un siglo después, nue-vamente en Chicago, el «Parlamen-to» celebraba una nueva asambleageneral. Los participantes aprobaronla «Declaración por una Ética Mun-dial», con la ayuda teológica de HansKüng y de la «Fundación por unaÉtica Mundial».

La tragedia del holocausto lle-vó a muchas comunidades cristia-nas a revisar sus deberes en relacióna los judíos. En 1947, la Iglesia Re-formada de los Países Bajos declaraque el diálogo debe ser la relaciónnormal entre la Iglesia y la Sinago-ga. En 1948 el pastor suizo Nusslé loaplica a las relaciones entre cristia-nos y musulmanes.

En 1960 la americana JudithHollister fundó el Templo de la

Page 4: Historia de las religiones 01

4Historia de las religiones y Ecumenismo

Comprensión, cerca de Washington.Entre los miembros fundadores es-tán inscritos el patriarca ecuménicoAtenágoras, el Dalai Lama, ThomasMerton, Saverpalli Radhakhrisnan,Albert Schweitzer, U.Thant y los pa-pas Juan XXIII y Pablo VI. Es unaconstrucción en seis alas, cada unapara una gran religión: budista, cris-tiana, china, hindú, judía y musul-mana. La meta es «promover la com-prensión de las religiones a escalamundial. Reconocer la unidad de lafamilia humana».

El sueño era crear en Washing-ton una especie de «Naciones Uni-das Espirituales». En 1970, en laAsamblea de Ginebra, el Vaticano yel Consejo Mundial de Iglesias en-viaron representantes. Allí se pro-puso una Organización Mundial delas Religiones. En 1980, el Templode la Comprensión intentó crear un«Consejo Monástico Mundial».Hoy, trabaja más a nivel de EEUU yestá asociado al «World Congressof Faiths».

El contexto de la intervenciónestadounidense en Vietnam y la in-tensificación de la guerra fría, agra-vada por las relaciones tensas entreMoscú y Pekín, llevó a algunos cre-yentes a promover nuevas iniciati-vas de diálogo interreligioso. Asísurgió la «Conferencia Mundial delas Religiones por la Paz».

Esta organización es fruto de lainiciativa de ciudadanos de EEUU,India y Japón. La primera asambleainternacional fue en Kyoto, Japón,en 1970. La finalidad era «tratar lacuestión de la Paz, propagar la cau-sa del desarme, oponerse todo tipode discriminación, trabajar paraacabar con el colonialismo, con elimperialismo y defender los Dere-chos Humanos». En la primeraasamblea (1970) participaron 139miembros de Asia y de África, ade-más de 77 occidentales.

En 1998, la Conferencia Mun-dial de las Religiones por la Paz hizosu 2ª Asamblea general en Jordania.

El Consejo Mundial de Iglesias,en su asamblea de Nueva Dehli, de-fendió la libertad de conciencia reli-giosa de toda persona humana. En1969, el Consejo aprueba la impor-tancia del diálogo interreligioso y elproyecto de un encuentro con cre-

yentes de otras tradiciones. El pri-mer encuentro fue el Coloquio deAjaltoun en el Líbano (marzo 1970)sobre el diálogo.

En Ginebra, en 1968, fue fun-dada, de forma autónoma, pero endiálogo con el Consejo, una Comi-sión consultiva de las Religiones.Propone a los participantes un prin-cipio: «No estamos aquí porque es-temos de acuerdo, sino para apren-der a conocernos».

En los últimos años, el ConsejoMundial de Iglesias tiene ha reali-zado encuentros con personas de di-ferentes tradiciones espiritualespara promover entre las religiones,un trabajo por la «Paz, la justicia yla defensa de la creación».

Tras un largo proceso, en 1965,la Iglesia Católica tomó una actitudque abrió un tiempo nuevo en suvida y en su testimonio en el mun-do. Los obispos del mundo, reuni-dos en el Concilio Vaticano II, pu-blicaron una Declaración sobre la Li-bertad Religiosa, y otra sobre cómo laIglesia Católica ve a las otras reli-giones: Nostra Aetate. Actualmente,en la Iglesia Católica, es la Federa-ción de las Conferencias Episcopa-les de Asia quien ha profundizadomás la teología y práctica del Diálo-go con las otras religiones. En un do-cumento de 1999 declaró:

«Podemos comprender las reli-giones como respuestas al en-cuentro con el misterio divino ocon la realidad última. Por eso,las tradiciones religiosas de lahumanidad tienen sentido y lu-gar en el proyecto divino de sal-vación (…) El fundamento prin-

cipal de la teología del diálogo yde las religiones es la certeza dela universalidad de la gracia deDios. Dios se da, y sobre ello, no-sotros, los humanos, no tenemosningún control. Para nosotros,Cristo es el centro universal deldiálogo de Dios con la humani-dad. Por eso, debemos conocerlo que Dios dijo y continúa di-ciendo de mil maneras. Consa-grarse a eso con toda nuestraatención es una forma de pres-tar homenaje a la gracia divina»

Lo que el Espíritu dice a las Iglesias,III, 1

Los últimos papas han testimo-niado esta actitud de respeto y diá-logo con las otras religiones. Las de-claraciones ecuménicas e interreli-giosas del Concilio, aunque hayansido escritas y publicadas tras sumuerte, deben mucho al llamado delpapa Juan XXIII.

Juan Pablo II, en cada viaje, pe-día encontrarse con los líderes deotras religiones. En octubre de 1986y en enero de 2002, invitó a los líde-res y representantes de las más dife-rentes tradiciones religiosas paraorar por la Paz del mundo en Asís.

En febrero de 2002, el papa en-vió a todos los gobernantes de lospaíses una carta con un «Decálogopara la Paz del mundo». Son diezpuntos aprobados por los líderes re-ligiosos presentes en el 2º encuentrode Asís, necesarios para el diálogoentre los pueblos y las culturas.

La Comisión Pontificia para elDiálogo Interreligioso, publicó su se-gundo documento orientador en1991 y consagró la relación entre el

Reconocimiento de los valores de otras religiones

«Con sincera atención, la Iglesia considera los modos de vivir y obrar, lospreceptos y doctrinas de las otras religiones. Nada rechaza de lo que enellas existe de verdadero y santo. Aunque en muchos puntos sus ense-ñanzas estén en desacuerdo con lo que la Iglesia piensa y anuncia, nopocas veces reflejan destellos de aquella Verdad que ilumina a todo serhumano» (…) «La Iglesia exhorta a sus hijos a reconocer, mantener ydesarrollar los bienes espirituales y morales, como también los valoressocioculturales que existen en las otras religiones, que, aun conteniendoelementos doctrinales con los que la Iglesia no concuerda, tienen deste-llos de verdad que iluminan a todos los seres humanos (Nostra Aetate 2).

Page 5: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa5

Diálogo y la obligación cristiana deanunciar el Evangelio. Este docu-mento «Diálogo y Anuncio» subrayala prioridad del diálogo, confiesa queel diálogo es elemento estructurantede la propia misión de la Iglesia yque el anuncio misionero sólo pue-de ser hecho a partir del diálogo:

«La plenitud de la verdad reci-bida en Jesucristo no da a cadauno de los cristianos la garantíade haber asimilado plenamentetal verdad. En última instancia,

Juan Pablo II y el diálogo interreligioso

«El diálogo interreligioso es siempre instrumento salvífico porque pro-cura siempre descubrir, esclarecer y comprender mejor las señales dellargo diálogo que Dios continúa teniendo con la humanidad»

Discurso al Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, nº 12,13/11/92).

«La presencia y la actividad del Espíritu Santo no afectan sólo a losindividuos, sino a la sociedad y a la historia, a las culturas y religiones delos pueblos»

Redemptoris Missio 28

«La creencia de los miembros de otras tradiciones religiosas es efectodel Espíritu de verdad que actúa más allá de los confines visibles delCuerpo Místico de Cristo

Redemptoris Missio 28 y Redemptor Hominis 6.

la verdad no es algo que posee-mos, sino una Persona por la quetenemos que dejarnos poseer. Setrata, así, de un proceso sin fin.Aun manteniendo intacta suidentidad, los cristianos han deestar dispuestos a aprender y arecibir, por mediación de los de-más, los valores positivos de sustradiciones. De esta manera, eldiálogo puede hacerles vencersus prejuicios inveterados, revi-sar sus propias ideas y aceptarque a veces la comprensión de

Contra el relativismo religioso

«Con la venida de Jesucristo Salvador, Dios ha establecido la Iglesiapara la salvación de todos los hombres (cf. Hch 17,30-31). Esta verdadde fe no quita nada al hecho de que la Iglesia considera las religionesdel mundo con sincero respeto, pero al mismo tiempo excluye esa men-talidad indiferentista marcada por un relativismo religioso que terminapor pensar que «una religión es tan buena como otra». Si bien es ciertoque los no cristianos pueden recibir la gracia divina, también es ciertoque objetivamente se hallan en una situación gravemente deficitaria sise compara con la de aquellos que, en la Iglesia, tienen la plenitud delos medios salvíficos. Sin embargo es necesario recordar a «los hijosde la Iglesia que su excelsa condición no deben atribuirla a sus propiosméritos, sino a una gracia especial de Cristo; y si no responden a ellacon el pensamiento, las palabras y las obras, lejos de salvarse, seránjuzgados con mayor severidad». Se entiende, por lo tanto, que, siguien-do el mandamiento de Señor (cf. Mt 28,19-20) y como exigencia del amora todos los hombres, la Iglesia « anuncia y tiene la obligación de anun-ciar constantemente a Cristo, que es «el Camino, la Verdad y la Vida»(Jn 14, 6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religio-sa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas».

Declaración Dominus Iesus 22

su fe sea purificada.Si los cristianos cultivan seme-jante apertura y si aceptan serprobados, les será posible reco-ger los frutos del diálogo. Des-cubrirán con admiración todo loque la acción de Dios, a travésde Jesucristo y su Espíritu, harealizado y sigue realizando enel mundo y en la humanidadentera. Lejos de debilitar su fe, eldiálogo verdadero la hará másprofunda. Llegarán a ser cadavez más conscientes de su iden-tidad cristiana y percibirán másclaramente los elementos distin-tivos del mensaje cristiano. Su fese abrirá a nuevas dimensionesal descubrir la presencia operan-te del misterio de Jesucristo másallá de los confines visibles dela Iglesia y de la grey cristiana»(49-50).

La declaración Dominus Iesus deseptiembre de 2000 puede represen-tar una reacción de temor ante el re-lativismo religioso que las propues-tas más abiertas podrían suscitar.Esta declaración de la Congregaciónpara la Doctrina de la Fe advirtióenérgicamente:

«La perennidad del anuncio mi-sionero de la Iglesia está actual-mente en grave peligro por lasteorías relativistas que tratan dejustificar el pluralismo religioso,no solamente de facto sino tam-bién de iure [por principio]» (n.4).

Las Conferencias Episcopalesde Europa propusieron, en cambio,un enfoque más abierto. En su inter-vención en el encuentro de Roma de1996, el cardenal Lehmann comen-tó que el pluralismo es una condi-ción de la existencia de las socieda-des modernas si se quiere evitar eldespliegue de la violencia totalitariay destructora de las religiones y lasideologías. En consecuencia, «no sepuede retroceder a un concepto uni-tario espiritual y religioso... El inte-grismo niega que el pluralismo cons-tituya una estructura fundamental,un patrimonio irrenunciable de la co-lectividad democrática y liberal denuestra época» (La religión, hecho pri-vado y realidad pública, París 1997,p.65).

Page 6: Historia de las religiones 01

6Historia de las religiones y Ecumenismo

Religiones de origen semítico

� judaismo

� cristianismo

� islam

Carácter profético: Encuentro personalentre Dios y el hombre, bajo el signo

de la confrontación (yo-Tú).

Lo común es la fe en el Dios Único deAbraham, Creador Clemente y

Misericordioso, Sustentador y Juez detodos los seres humanos

Religiones de origen índico:

� hinduismo

� budismo

Carácter místico: Unión con un Absolutomuchas veces no personal,bajo el signo de la interiorización religiosa.

Tradición china:

☯ taoismo

confucianismo

Carácter sapiencial:Instrucción ética, desarrolladabajo el signo de la armonía.

Una mirada al mundo dehoy permite observarpanorámicamente tresgrandes corrientes ysistemas religiosos, consus correspondientesáreas geográficas deorigen y con sus propiasformas estructurales.

Diversa comprensiónde lo Sagrado

La experiencia religiosa consis-te básicamente en el contacto y larelación personal con la DimensiónUltima de la Realidad, la cual se re-vela a su vez como el origen y el finde todo lo que existe. Cualquiera seael contexto histórico en que esté in-merso, el hombre religioso cree siem-pre que existe una Realidad abso-luta que trasciende este mundo, peroque se manifiesta en él y, por esomismo, el mundo llega a ser real.Cree que la vida tiene un origen ex-tramundano y que la existencia hu-mana actualiza todas sus potencia-lidades en la medida en que partici-pa de la Realidad plena o, dicho deotro modo, en la medida en que par-ticipa de lo sagrado.

La manifestación de lo sagradotiene múltiples modos, que van des-de los más personales, haciendo queesta Realidad se identifique con unTú tan infinito como cercano, hastalos más indefinidos, donde esta Di-mensión se identifica con un Algo taninabarcable como envolvente. El ca-rácter más o menos personal de estecontacto con lo Divino depende nosólo del momento interior en que seencuentra el que lo experimenta, sinotambién del marco religioso-culturalen que se dé.

Lo sagrado no puede definirsecon exactitud, en la medida en quees inabarcable. Solamente puededescribirse desde la reacción queproduce en la conciencia humana.En 1917 Rudolph Otto (Lo santo, Ma-drid 1996) distinguió cuatro movi-

Aproximación a las raíces religiosas

mientos en el desarrollo de la dis-posición que aboca al hombre a losagrado:

1) El sentimiento de creaturadependiente.2) El sobresalto producidoante la grandeza y soberanía delo desconocido.3) El misterio que sobrepasael marco de nuestros conoci-mientos ordinarios.4) La aceptación de lo miste-rioso como valor supremo parael hombre.

Lo sagrado pone al ser huma-no en contacto con lo que es autén-ticamente real, y hace que todo lodemás resulte inconsistente o, entodo caso, que reciba de Allí su con-sistencia. Lo que propician las reli-

Page 7: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa7

giones es tal «religación» con loReal, entendido como el fundamen-to último e impulsor del ser huma-no. Esta religación no es de ordensimplemente conceptual, sino expe-riencial. Así, la religión atañe a lomás fundamental de la persona, demodo que la cuestión de Dios estáimplicada también en la constitu-ción de la condición humana.

El término Misterio provienende la raíz griega mys, que significa«mantener los labios cerrados». Esdecir, hace referencia a «Aquello delo cual no se puede hablar», tantopara no profanarlo como porque laRealidad a la que se refiere desbor-da toda palabra. Así, la experienciareligiosa es aquella que entra en con-tacto con ese ámbito de la realidadque tiene una superioridad absolu-ta y una completa trascendencia, ycuya condición real es tal que afec-ta íntima, total y definitivamenalsujeto que entra en contacto con él

(cf. Juan M. Velasco, Introducción ala fenomenología de la religión, Ma-drid 1978, p.304). Esta experienciareligiosa produce en el ser humanouna conciencia de que Dios tienetoda la iniciativa sobre él y sobre larealidad. Pero esto no se da en abs-tracto, sino que acontece a través delos recipientes culturales y psíqui-cos de cada comunidad y de cadaindividuo.

Religión proviene de religare,de vincular con esa Realidadprimera y última, y también

religar a un grupo humano entre símediante una comunidad. Pero eltérmino religión también está empa-rentado con relegere, esto es, «releer»,«interpretar». Así pues, las religio-nes son también relecturas de esaexperiencia fundamental. Ambascomprensiones conducen a crear ununiverso ordenado de sentido, conmúltiples implicaciones persona-

Misterio tremendo

«Consideremos lo más hondo e íntimo de toda conmoción religiosaintensa, por cuanto es algo más que fe en la salvación eterna, amor oconfianza... El tremendo misterio puede ser sentido de varias maneras.Puede penetrar con suave flujo en el ánimo, en la forma del sentimientososegado de la devoción absorta. Puede pasar como una corriente flui-da que dura algún tiempo y después se ahila y tiembla, y al fin se apaga,y deja desembocar de nuevo el espíritu en lo profano. Puede estallar depronto en el espíritu, entre embates y convulsiones. Puede llevar a laembriaguez, al arrobo, al éxtasis (...) Tiene manifestaciones y gradoselementales, toscos y bárbaros, y evoluciona hacia estados más refina-dos, mas puros y transfigurados. En fin, puede convertirse en el suspen-so y humilde temblor, en la mudez de la criatura ante... -sí, ¿ante quién?-, ante Aquello que, en el indecible Misterio, se cierne sobre las criaturas»

R. Otto, Lo santo, p.23

les, sociales y culturales. Cada reli-gión aporta un horizonte de inter-pretación de la realidad en cuyo in-terior un grupo humano piensa yorganiza el mundo.

El horizonte de comprensión decada religión está vertebrado en tor-no a un núcleo específico, que es elque le otorga su identidad. En el ori-gen de todas las religiones hay unaexperiencia de gran densidad espi-ritual a partir de la cual se van des-plegando diferentes modos de com-prensión y expresión de lo divino.

El núcleo fundante del judaís-mo está recogido en el episodio deMoisés ante la Zarza Ardiente en elHoreb (Ex 3,1 -4,17), narrativamen-te inseparable de la liberación co-lectiva que brota de la fuerza recibi-da en la manifestación sagrada he-cha a Moisés (Ex 3,8-10). Como pro-longación de esta misma manifes-tación también puede considerarsela revelación a Moisés del Decálogoen el Sinaí (Ex 19,9-25), así como lafundación del Pueblo elegido me-diante el sello de la Alianza (Ex34,1-28).

En todos estos episodios, la ex-periencia de Moisés es descrita conun lenguaje que quiere reflejar aque-lla experiencia de sobresalto ante elmisterio tremendo, del que hablabaOtto: la zarza ardiente que deslum-bra (Ex 3,2); la tierra sagrada ante laque hay que descalzarse (Ex 3,5), esdecir, ante la que hay que despojar-se de todo; el sobrecogimiento y eltemor que la Presencia de lo divinosuscita (Ex 3,6); la irradiación pos-terior del rostro de Moisés, ante el

La religión

«No tenemos a nuestra disposición otra palabra más precisa que el término «reli-gión» para describir la experiencia de lo sagrado (...). Está relacionada con losconceptos de ser, sentido y verdad (...). La toma de conciencia de un mundo real ysignificativo se halla en íntima relación con el descubrimiento de lo sagrado. Graciasa la experiencia de lo sagrado, la mente humana pudo captar la diferencia que existeentre lo que se revela a sí mismo como real, poderoso, rico y significativo, y lo que no,es decir, el flujo caótico y peligroso de las cosas y sus apariciones y desaparicionesfortuitas y carentes de sentido»

Mircea Eliade, La búsqueda [1969], Barcelona 2000, pp.7-8.

Mircea Eliade

Page 8: Historia de las religiones 01

8Historia de las religiones y Ecumenismo

�Experiencia fundante del judaísmo

«Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy». Y agregó: «Así dirás a losisraelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros». Siguió Dios diciendo aMoisés: Así dirás a los israelitas: Yahveh, el Dios de vuestros padres, elDios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado avosotros. Éste es mi nombre para siempre, por el seré invocado degeneración en generación. Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles:"Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y deJacob, se me apareció y me dijo: Yo os he visitado y he visto lo que oshan hecho en Egipto. Y he decidido sacaros de la tribulación de Egipto alpaís de los cananeos, los hititas, los amorreos, perizitas, jivitas y jebu-seos, a una tierra que mana leche y miel».

Exodo 3,14-17

cual el pueblo tendrá que taparselos ojos (Ex 34,30.35), como antes éllo había hecho ante Dios (Ex 3, 6).Y, al mismo tiempo, la intimidad deese contacto: ser llamado por el pro-pio nombre: «¡Moisés, Moisés!» (Ex3,4); la promesa de su cercanía: «Yoestoy contigo» (Ex 3,12); la revela-ción de la identidad de Dios (Ex3,14); el hablar cara a cara (Ex33,11)... De tal manera son funda-dores y ejemplares estos momentospara el pueblo de Israel, que a lo lar-go de toda su historia, tanto en lostiempos de prosperidad como, so-bre todo, en las épocas de crisis, los profetas seremitirán a ellos.

El núcleo fundante del cristianismo tiene�

Experiencia fundante del cristianismo

«Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzandopor Galilea, después que Juan predicó el bautismo, comoDios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y conpoder, y como el pasó haciendo el bien y curando a todos losoprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él. Y noso-tros somos testigos de todo lo que hizo en la región de losjudíos y en Jerusalén, a quien llegaron a matar colgándole deun madero. A éste, Dios le resucitó al tercer día y le concedió lagracia de aparecerse, no a todo el pueblo, sino a los testigosque Dios había escogido de antemano, a nosotros que comi-mos y bebimos con el después que resucitó de entre losmuertos. Y nos mandó que predicásemos al Pueblo, y quediésemos testimonio de que el está constituido por Dios juezde vivos y muertos. De este todos los profetas dan testimoniode que todo el que cree en él alcanza, por su nombre, el per-dón de los pecados».

Hechos 10,37-43

Textos Sagrados

Todo sistema de creencias tiene unos textos referenciales que re-gistran los acontecimientos fundantes de la propia tradición. Medianteel relato, primero oral y luego escrito, una comunidad de fe se autocom-prende a sí misma.

Los textos sagrados son un punto de llegada y un punto de partida.Son un punto de llegada porque, aunque se retrotraen a los orígenes,son redacciones muy posteriores a los episodios que describen. Sonhechos interpretados, teologizados en un momento determinado, lo cualrequiere un proceso de maduración y de autocomprensión de la fe. Sefijan como escrituras sagradas que, a partir de ese momento, pasan aser el punto de referencia ineludible para las siguientes generaciones yquedan como referentes para partir hacia nuevos horizontes de sentido.

Moisés ante la zarza.

Jesús Resucitado con los discípulos de Emaús.

Page 9: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa9

varios episodios. En la vida de Je-sús de Nazaret, comienza por subautismo en el Jordán, momento dedeclaración de su identidad. Su pre-dicación, sus actos y sus gestos sonel desarrollo de esa experiencia pri-mordial: que Dios es Fuente infinitade ternura y de bondad, al que se lepuede llamar Abbá, y desde quiennos descubrimos como hermanos,por encima de cualquier fronteraétnica o religiosa que pueda sepa-rar a los hombres.

Este núcleo fundante en la Igle-sia primitiva quedó expresado endos tipos de relatos: por un lado,aquellos que describen las experien-cias personales que los discípulostuvieron de Jesús Resucitado; porotro, el que narra la experiencia co-lectiva de Pentecostés, donde fueroninflamados por el mismo Espíritu(Hch 2,1-4). El acontecimiento pas-cual, realizado en estos dos momen-tos, constituye la clave de interpreta-ción del universo religioso cristiano.

En el Islam, el núcleo fundanteestá en la iniciativa de Dios de elegira Muhammad como transmisor deun mensaje eterno. Las primerasmanifestaciones místicas las tuvo ElProfeta en una cueva del Monte Hira,cercano a La Meca, cuando teníaunos cuarenta años. Desde entoncessiguió recibiendo manifestacionescontinuadas a lo largo de dos déca-das, hasta su muerte (632), a travésde unas voces interiores que serán elorigen y la fuente del Corán:

«Vuestro compañero no hablapor vicio. Es una revelación loque él ha recibido, que le hasido enseñada por un ángelpoderoso e inasible. Estaba enel horizonte más elevado, luegose acercó y quedó suspendido,habiéndose colocado a pocadistancia de él. Inspiró a su sier-vo Muhammad lo que le inspi-ró. El corazón de Muhammadno engaña acerca de lo que vio»(53,3-11).

Como experiencia colectivafundante tenemos la emigración aMedina del primer grupo de los fie-les seguidores del Profeta, la hégi-

ra, punto de partida del calendariomusulmán (en el 622 EC).

Entre las religiones orientales,sólo en el budismo encontramos unnúcleo fundante históricamenteidentificable. Se trata de la ilumina-ción que tuvo Siddhartha Gautama,el Buda, a los pies del árbol de Bodd-higaya (finales del siglo VI aEC).Después de seis años de búsquedainfructuosa entre los ascetas rigu-rosos hindúes (los sramana), el joven

�Experiencia fundante del islam

«A ningún mortal le es dado que Dios le hable si no es por inspiración,o desde detrás de una cortina, o mandándole un enviado que le inspire,con Su autorización, lo que El quiere. Es altísimo, sabio. Así es como tehemos inspirado un Espíritu que procede de Nuestra orden. Tú no sa-bías lo que eran la Escritura y la Fe, pero hemos hecho de él luz con laque guiamos a quienes queremos de Nuestros siervos. Ciertamente, túguías a los hombres a una vía recta, la vía de Dios, a Quien pertenece loque está en los cielos y en la tierra. ¿No es Dios el fin de todo?»

Corán 42,51-53

El Profeta predica en la Meca.

Page 10: Historia de las religiones 01

10Historia de las religiones y Ecumenismo

�Experiencia fundante del budismo

1- «¿Cuál es la santa verdad del dolor?, El nacimientoes sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la muerte essufrimiento, estar unido a quien no se ama es sufri-miento, estar separado de quien se ama es sufrimien-to, no alcanzar lo que uno desea es sufrimiento...2- «Cuál es la santa verdad del origen del dolor? Eldeseo, que es el origen de los nacimientos, asociadoa los placeres de los sentidos... debe suprimirse.3- «Cual es la santa verdad del cese del dolor?, Elcese de ese deseo, su separación, su abandono, surenuncia, su liberación, su supresión, su calma, suausencia del lugar de asilo, así es la santa verdad delcese del dolor...4- «Cuál es la santa verdad del camino que lleva alcese del dolor?, es la santa verdad del octuple cami-no: 1 la opinion correcta, 2 la intencion correcta, 3 lapalabra correcta, 4 la actividad correcta, 5 la existenciacorrecta, 6 el esfuerzo correcto, 7 la atención correcta,8 la concentración mental correcta.»

príncipe, extenuado y desengañado por sus duraspenitencias y ayunos, decidió no moverse de su lu-gar de meditación hasta alcanzar la comprensióndel camino de liberación o morir. Según cuenta laTradición, al cabo de siete semanas alcanzó la ilu-minación por medio del desligamiento respecto desus movimientos psíquicos (deseos, pensamientos,recuerdos), llegando a la percepción de que no exis-

te un yo que seael soporte de to-das esas agita-ciones. El mo-mento fundantede la comuni-dad budista(sangha) pode-mos situarlo enel llamado Ser-món de Benarés,donde Buda ex-puso por prime-ra vez su doctri-na en torno a lasCuatro NoblesVerdades.

La Palabra conlleva la existen-cia de un lenguaje que, a su vez, pre-supone la existencia de determina-da cultura, en la cual las palabrastejen una red de significados en for-ma de relatos (mitos), de fórmulasde fe (dogmas), normas y preceptos(código moral).

Desde el punto de vista de laexperiencia religiosa, la palabra lle-ga en un segundo momento. Le pre-cede lo que el prólogo del Evangeliode Juan refiere:

«Al principio ya existía la Pala-bra, y la Palabra estaba junto aDios, y la Palabra era Dios» (Jn1,1).

Esa Palabra Primordial es paranosotros Silencio, porque no tene-mos acceso directo a ella.

A la manifestación de este Si-lencio le llamamos revelación. Peroal verterse en una palabra humanaqueda condicionada por el receptá-culo cultural y psíquico que la reci-be. Por otro lado, esta revelacióndeja sólo pasar una pequeña brechade Luz, de la Luz total que sigue

velada.Por otro lado, la relación entre

la realidad y el lenguaje es comple-ja. Nadie puede ir más allá de laspalabras que conoce, porque el len-guaje es el que estructura nuestropensamiento. Sin palabras no haypensamiento y, por lo tanto, las pa-labras de que disponemos condicio-nan nuestro modo de pensar, asícomo el contenido de nuestro sentiry de nuestro creer.

La patria de una religión es sucultura, es decir, el medio originaldonde ha sido gestada. Por eso sontan difíciles las traducciones de lostérminos religiosos, y a ello se debetambién que la inculturación de unareligión en una nueva cultura afec-te a aspectos importantes, y a vecesfundamentales, de esa religión.

Ahora bien, si toda religión estácondicionada por las palabras quele proporciona su cultura, tambiénella, a su vez, transforma las pala-bras que recibe, fecundando así asu propia cultura. Todo ello afectaa la noción de revelación, la cual,de un modo u otro, está presente entodas las religiones.

Dios se da a conocer

El desvelarse de lapalabra

Revelación proviene de re-ve-lare, «descorrer el velo». Con ello sehace referencia a la manifestaciónde una Realidad que, estando ocul-ta, irrumpe de un modo u otro des-de un plano superior -trascendentee inefable- sobre el plano humano,a través de un acontecimiento o deun mediador.

Cada religión se considera ladepositaria de una -La- revelación.De ahí que se sienta con la respon-sabilidad de custodiar esa Palabrarevelada y considere que únicamen-te a través de esa Palabra puedehaber salvación. Por eso, una pre-ocupación recurrente de algunas re-ligiones ha sido la cuestión del co-nocimiento natural de Dios: ¿pue-de tener acceso a Dios el hombre porsus medios ordinarios y naturales,sin necesidad de una intervención -revelación- divina? Y también: ¿Pue-de considerarse como revelado loexpresado por los textos de otras tra-diciones religiosas? Ésta es una de

Page 11: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa11

las cuestiones más delicadas quelaten tras el diálogo interreligioso.

Detrás de cada noción de reve-lación subyacen diferentes concep-ciones de Dios y de la relación entreel ámbito de lo humano y de lo divi-no, o entre lo natural y lo sobrena-tural. Si Dios es concebido única-mente como un Ser trascendente, elacento de la revelación estará pues-to sobre la libertad y gratuidad desu iniciativa en manifestarse. Éstala concepción de las religiones mo-noteístas. En ellas, la participacióndel ser humano en la revelación con-

La noción de revelación en las diferentes tradiciones

siste en hacerse disponible y recep-tivo a ella, a la vez que conlleva elacto de confianza en las diferentesgeneraciones que han tratado detransmitir fielmente tal revelación.

En cambio, en las religiones quemantienen una concepción inma-nente de Dios, aquellas que pode-mos identificar con las religionesorientales, la revelación no está aso-ciada a la iniciativa de la divinidad,sino a un trabajo de búsqueda de laluminosidad de esa Realidad queestá siempre presente.

La Revelación es la que garan-

tiza, para cada religión, que suspalabras no sean consideradasmeras construcciones humanas,sino mediaciones de la Realidad yla Verdad divinas. El hecho de quesean acogidas como revelación de-pende del discernimiento de unacomunidad determinada.

La revelación tiene carácter decerteza. No es una verdad que sepueda demostrar, sino que es cues-tión de convicción y de una adhe-sión que vincula a toda la personay a una comunidad en torno a ella.

La revelación en el judaísmo

En el judaísmo, la revelación está ligada a laconciencia de la absoluta iniciativa de Dios de ma-nifestarse a su Pueblo. La trascendencia de Dios conrespecto al mundo está reflejada en el hecho de queDios nunca es nombrado. Dios es «El Nombre» (Ha-Shem), contenido en el Tetragramaimpronunciable: YHWH.

La revelación del nombre de Dios tiene lugarprecisamente en el contexto del principal aconteci-miento salvador: la liberación de Egipto. En el mon-te Sinaí Dios se presenta a Moisés como el Dios delos antepasados del pueblo esclavizado: es el «Diosde Abraham, de Isaac y de Jacob». Moisés se puedepresentar con seguridad frente a los hebreos porquelo envía el Dios que prometió la tierra, y así la salida(exodo) no es una aventura descabellada. Y juntocon la identificación con el Dios de los clanes pater-nos se da la explicación del Nombre Sagrado(YHWH):

«Yo soy el quesoy» (‘ehyeh ‘asher‘ehyeh). Y añadió:«Así dirás a losisraelitas: Yo soyme ha enviado austedes (Ex 3,14).

YHWH comuni-ca no cómo es, sinocómo se va a mostrar aIsrael. El verbo ‘ehyehpuede entendersecomo un estar presen-te, como una existen-cia relativa y eficaz. Asílo sugiere el contexto:«Yo estaré contigo»(Ex 3,12).

hwhy

YHWH revela su nombre después de que Moisés selo había preguntado explícitamente. Conocer el nombrees importantísimo para el hombre antiguo, porque el nom-bre contiene una afirmación sobre la naturaleza o poderde quien lo lleva. El hombre antiguo sabía que su vidaestaba determinada misteriosamente por los poderes di-

«Se puso en marcha el Angel de Yahveh que iba al frente del ejércitode Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delan-te se desplazó de allí y se colocó detrás, poniéndose entre el campa-mento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube eratenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran trabar contactounos con otros en toda la noche» (Ex 14,19-20).

E lNombre de Dios en la llama.

Page 12: Historia de las religiones 01

12Historia de las religiones y Ecumenismo

vinos; pero de nada le servía saberesto mientras no conociera qué di-vinidad era aquella con la cual de-bía relacionarse, es decir, mientrasno conociera su nombre para poderinvocarla en su necesidad. De estamanera, al confiarse a los creyentesde Israel el nombre de YHWH, elmismo Dios se entregaba a elloscomo su Dios.

Este nombre participa de la san-tidad del mismo YHWH, porque eraen cierto modo como un duplicadode su esencia. Y si este nombre esSanto, pertenece al dominio del cul-to. Más aún, podemos decir que encierta manera el nombre de Dios fue elcorazón del culto del antiguo Israel.

El nombre ocupa en la religiónde Israel la misma posición teológi-ca que las imágenes sagradas en losdemás cultos. Israel comprendiópronto el deber de santificar el Nom-bre de YHWH. Eso significaba prote-ger ese nombre santo contra todoempleo abusivo, es decir, no cultual.El Nombre era empleado, sobretodo, para bendecir. Pero tambiénsignificaba reconocer la exclusivi-dad absoluta de su culto. Siempreque Israel rendía culto a otra divini-dad, profanaba el nombre deYHWH. En sentido positivo, lo san-tificaba quien obedecía los manda-mientos y «caminaba en el nombrede YHWH» (Miq 4,5).

Una de las cosas más impor-tantes es que para Israel este nom-bre no fue nunca un misterio, acce-sible sólo a los iniciados. Por el con-trario, cualquier israelita podía em-plearlo libremente, y cuando el hom-bre de la biblia tomó conciencia ple-na de lo singular de su religión, enlugar de ocultar con recelo el nom-bre divino ante los pueblos, se sin-tió obligado a comunicárselo:

«Y dirán aquel día: «Den gra-cias a YHWH, aclamen su nom-bre, divulguen entre los pueblossus hazañas, pregonen que essublime su nombre» (Is 12,4).

En los últimos tiempos se ma-nifestará al mundo de tal modo quedesaparecerán por completo los cul-tos idólatras y sólo ante su nombrese doblará toda rodilla: «El día aquelserá único YHWH y único su nom-bre (Zac 14,9). Cada vez que Eze-

quiel repita con ocasión de algunaintervención de Dios «ellos sabránque yo soy YHWH», muestra quehay una conexión indisoluble entreel Nombre y la revelación de Diosen la historia de su pueblo.

Pero Israel, además de conocerel Nombre santo de Dios, se gozabade conocer su voluntad. En el SinaíYHWH reveló a su pueblo normasobligatorias que le permitían viviren presencia de su Dios. Todas laslistas de preceptos que aparecen enla Sagrada Escritura son el resulta-do de un largo proceso de reflexiónteológica de los sacerdotes de Israel,que realizaron una cuidadosa selec-ción entre un tesoro de tradicionesmucho más amplio acumulado enla historia. Todas estas listas nacende una preocupación por sintetizaral máximo la totalidad de la volun-tad de YHWH.

Y ¿cuál es el sentido de la vo-luntad de YHWH con relación a Is-rael? Es imposible pensar el iniciode una relación particular sin laaceptación de determinadas nor-mas. Sólo cuando YHWH declarasus derechos soberanos sobre Israel(su rescatado) y éste acepta la vo-luntad divina se realiza plenamen-te la adquisición de Israel como pue-blo de Dios. La promulgación de laTorah es el comienzo de la Alianzaentre Dios e Israel:

«Tomó Moisés después el librode la Alianza y lo leyó ante elpueblo, que respondió: «Obede-ceremos y haremos todo cuantoha dicho Yahveh» (Ex 24,7).

Torah significa mucho más que«Ley». Se trata de un término intra-ducible, que connota la idea de laautoridad divina que «se vierte»(hebr. yará) sobre su Pueblo como elagua que se derrama de los cielos yfecunda los campos.

Los profetas son enviados pararecordar la Torah y renovar la Alian-za cada vez que el Pueblo es infiel ala Ley. Para el judaísmo, esta pre-sencia de los profetas es otro signode que Dios se ha revelado a Israelde un modo especial. Su única ta-rea consiste en hacerse disponiblespara ser cauce de la Palabra de Dios.

A veces se acostumbra decir queel judaísmo ha absolutizado la Torah.

Esto no es exacto. Más preciso seríadecir que, para el judío, la Alianzay la elección de Israel preceden a laTorah. Porque Israel primeramentees hijo, recibe entonces la Torah comosigno de predilección. No debemosolvidar que la Torah es la manifes-tación global de la voluntad de Dios,desarrollada en los primeros cincolibros de la Escritura. Incluye, en-tonces, la historia de Dios con supueblo, tanto los orígenes como laentrega de la Ley en el Sinaí. En esahistoria la elección precede al com-promiso. Dios había promulgado

Amordesinteresado

«No seáis como criados quesirven al señor a condición deser remunerados, sino sedcomo criados que sirven a suamo como si no fueran a reci-bir salario y que el temor deDios habite en vosotros».

Mishná Abot 1,3

«La recompensa del preceptoes el precepto».

Mishná Abot 4,2

«Después de saborear la To-rah de Dios, la hará suya».

Talmud de BabiloniaAbodá Zará 19a

Page 13: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa13

sus leyes después de haber salvadoa su pueblo. Es decir que la Alianzaprecede a la Torah.

En el judaísmo la Torah se fueconvirtiendo cada vez más en el ci-miento que sostenía la relación deIsrael con Dios. Para la sensibilidadjudía la Torah es el estatuto que daconcreción a la Alianza con su Dios.El libro del Eclesiástico refiere queDios, al elegir a Israel, les concedióla sabiduría y les entregó la Torahde vida. Estableció una alianzapara siempre y les dio a conocer susestatutos (17,11s).

Lejos de tratarse de una carga,la Torah es una gracia para Israel.El cumplimiento de los preceptos dela Torah no es para un judío másque la consecuencia de su relacióncon Dios que descansa sobre la emu-ná (fe, confianza) y sobre la obedien-cia a él.

Para el judío, la fe como obe-diencia a la Torah que Dios otorgóa Israel está en la santificación de la

vida cotidiana. Pues tal es el senti-do propiamente dicho de los pre-ceptos de la Torah de acuerdo conla mentalidad judía: quien a diarioy en todas las cosas se somete alyugo de la Torah priva a lo cotidia-no de su profanidad y santifica lavida entera en todos sus aspectos ymanifestaciones.

La vida humana no es algo ca-rente de valor, sino que aún en susmanifestaciones más elementalesmerece ser orientada consecuente-mente y penetrada por Dios. El cum-plimiento de un mandato no equi-vale por tanto a un doblegarse bajoel látigo del legislador sino que, en-tendido rectamente, comporta la fe-licidad de poder conferir a lo tran-sitorio un valor de eternidad bajo ladirección divina. El judío cumple laTorah porque ama al Dios que con-cluyó un pacto eterno con Israel.Rabí Yojanan ben Zakkay dio en sutiempo la formulación clásica decómo concibe un judío la obedien-

El gozo de la Torah«Ante un rey había una mesa puesta con toda clase de platos. Cuandoentró el primer criado, el rey le dio un trozo de carne; al segundo le dio unhuevo, al tercero unas legumbres, y así sucesivamente. Cuando entrósu hijo, el rey le dio todo lo que estaba delante de él, diciendo: a cadauno de éstos le he dado un plato, pero lo pongo todo a su disposición. ElSanto, bendito sea, le dio a los pueblos paganos tan sólo unos precep-tos, pero cuando se presentó Israel le dijo: He aquí que toda la Torah esvuestra, como he dicho: «Esto no lo hice por ninguna nación».

Midrash Exodo Rabba 30,9

«Todo precepto que en principio fue recibido con alegría, sigue cum-pliéndose con regocijo, como está escrito: «Me alegro con tus órdenescomo quien encuentra un gran tesoro» (Sal 119,162). En cambio todoprecepto que fue recibido con desaliento en el principio, sigue cum-pliéndose penosamente».

Talmud de Babilonia Shabat 130

«Yo soy el Eterno, tu Dios» (Ex 20,2). ¿Por qué el decálogo no fue pro-mulgado al comienzo de la Torah? Los sabios narraron una parábola:¿Con qué puede compararse eso? Con alguien que fue a una ciudad.Les dijo a los habitantes: Quiero ser vuestro rey. Ellos le dijeron: ¿Hashecho algo por nosotros para que quieras ser nuestro rey? ¿qué hizo él?Les construyó las murallas, les llevó el canal de agua, guerreó por ellos.Después les dijo: Quiero ser vuestro rey. Entonces le dijeron: ¡Sí, sí! Deese modo condujo Dios a los israelitas desde Egipto, les dividió el mar,les regaló el maná del cielo, hizo brotar fuentes y llegar las codornices,los guió en la guerra con Amalec. Después les dijo: Quiero ser vuestrorey. Entonces le dijeron: ¡Sí, sí!»

Midrash Mekilta sobre Ex 20,2

cia a la Torah: «Si has observado laLey en gran medida no te ufanes porello pues para eso fuiste creado»(Mishná Abbot 2,8b).

Entre Dios e Israel se estableceun diálogo en el que las directricesde YHWH son dirigidas al corazón.La plegaria diaria del judío reza:

«Escucha Israel, el Señor nues-tro Dios es solamente Uno.Amarás al Señor tu Dios contodo tu corazón, con toda tualma, con todas tus fuerzas.Queden en tu corazón las pala-bras que yo te dicto hoy. Se lasrepetirás a tus hijos, les habla-rás de ellas estando casa o deviaje, acostado como levanta-do» (Dt 6,4-7).

Ese corazón es la vida interiorcon todos sus deseos, sentimientose ideas. Es aquello que el hombreoccidental llama conciencia. En elcorazón se producen las decisionesdel ser humano, pero no se tratande decisiones autónomas, sino queéstas consisten más bien en actitu-des de obediencia o desobedienciaante los mandatos de Dios que Is-rael previamente ha oído. Vivir se-gún la conciencia se dice en el ju-daísmo «escuchar la voz de Dios»(Sal 95,7).

La revelación en elcristianismo

En el cristianismo, la revelaciónadquiere el carácter de la autodo-nación de Dios en un Rostro:

«Gradualmente y de muchasmaneras habló Dios antigua-mente a nuestros padres me-diante los profetas. En estos úl-timos días nos habló por el Hijo»(Heb 1,1-2).

Es decir, para el cristianismo larevelación no está en los escritos delNuevo Testamento, sino en la per-sona misma de Jesús.

Hasta entonces la creación y losacontecimientos de la historia israe-lita habían sido los lugares de lamanifestación de la Palabra y de lacomunicación de la voluntad de

Page 14: Historia de las religiones 01

14Historia de las religiones y Ecumenismo

Dios: «Él revela su palabra a Jacob,sus preceptos y sus juicios a Israel»(Sal 147,19).

Ahora en la vida concreta deun hombre llamado Jesús, en su car-ne, se manifiesta claramente la luzeterna, la actividad de Dios, la ima-gen de su bondad:

«Porque la Ley fue dada por me-dio de Moisés; la gracia y la ver-dad nos han llegado por Jesu-cristo» (Jn 1,17).

Los apóstoles presentaban aJesús como un «hombre acreditadopor Dios entre vosotros con mila-gros, prodigios y señales que Dioshizo por su medio» (Hech 2,22) yreconocieron que «Dios estaba conél» (10,38). Desde ahí se fue llegan-do a la convicción de que «en él re-side la plenitud de la divinidad cor-poralmente» (Col 2,9). Jesús, en suvida y en su muerte, representabala expresión definitiva de la voluntadsalvífica de Dios, la última Palabra queDios dirigía a los hombres, que nopodía ser otra que la pronunciadadesde el principio.

Juan de la Cruz va a decir, queal dar a su Hijo, Dios se ha quedadomudo, puesto que ha dicho todo loque le quedaba por decir al hombre.

La revelación en el islam

El Corán reconocerá la misiónprofética de Jesús, pero no conside-rará su palabra como definitiva,porque la culminación de la revela-ción Dios la ha realizado por suProfeta Muhammad. De todos mo-dos afirma:

«El Mesías, Jesús, hijo de Ma-ría, es sólo un mensajero de All-ah y Su palabra (kalimah) que Élcomunicó (otra trad.: arrojó aden-tro) de María y un espíritu (ruh)de Él» (4,171).

Por lo cual recoge en ciertomodo el sentido que el Prólogo deJn da a la vida de Jesús como expre-sión de la voluntad de Dios. Pero elislam es la Religión del Libro porexcelencia. En el Corán se utiliza elverbo anzala «descender» o «hacer

bajar» para referirse a la revelacióndel Corán a Muhammad. En múlti-ples pasajes aparece este verbo:

«No hemos hecho que el Coránbaje del cielo para que sufras; esun recuerdo para quien teme alSeñor, una cosa bajada del cielopor quien creó la tierra y los al-tos cielos» (Cor 20,2-4).

En el mismo Corán se dice queel verdadero Corán es celestial, unLibro matricial y eterno que está jun-to a Dios (Cor 13,39 y 85,21-22), quepermanece «oculto y que sólo tocanlos que se han purificado» (Cor56,78-79). Sólo participan de su re-velación y tienen acceso a su cono-cimiento los que tienen el corazón

Revelación y Escritura

"Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en laSagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo"."La santa madre Iglesia, según la fe de los apóstoles, reconoce quetodos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas suspartes, son sagrados y canónicos, en cuanto que, escritos por inspira-ción del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor, y como tales han sidoconfiados a la Iglesia". (DV 11)Dios ha inspirado a los autores humanos de los libros sagrados. "En lacomposición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegi-dos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo,obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieronpor escrito todo y sólo lo que Dios quería" (DV 11)Los libros inspirados enseñan la verdad. "Como todo lo que afirman loshagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigueque los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error laverdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nues-tra". (DV 11)Sin embargo, la fe cristiana no es una "religión del Libro". El cristianismoes la religión de la "Palabra" de Dios, "no de un verbo escrito y mudo,sino del Verbo encarnado y vivo". Para que las Escrituras no queden enletra muerta, es preciso que Cristo, Palabra eterna del Dios vivo, por elEspíritu Santo, nos abra el espíritu a la inteligencia de las mismas. (Cf.Lc 24,45)

Catecismo de la Iglesia Católica 105-108

puro, los que se han vaciado de sípara poder ser vehículos de la Pala-bra de Dios, personajes que el Co-rán identifica con los profetas, en-tre los cuales destacan Abraham,Moisés, Jesús y, finalmente, Muha-mmad, como el sello de todos losanteriores.

Las palabras contenidas en elLibro celestial son incontables, demanera que

«si hubiera un mar de tinta, seagotaría si se quisiera escribircon ella todas las palabras demi Señor» (Cor 18,l09).

Nótese nuevamente el paralelismocon el Evangelio de Juan:

«Hay muchas otras cosas que

El Libro Eterno

«Dios abroga o confirma lo que quiere. Eltiene la Escritura Matriz» (Cor 13,39).

«¡Sí, es un Corán glorioso, en una Tablabien guardada!» (Cor 85,21-22).

Page 15: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa15

hizo Jesús, las cuales, si se es-cribieran una por una, creo queni en todo el mundo cabrían loslibros que se habrían de escri-bir» (Jn 21,25).

En ambos casos, la desmesuracuantitativa es una manera de refe-rirse a la abundancia cualitativa delmensaje que se trata de transmitir.

Dado que el Corán parte delparadigma del «Libro descendido»,es natural que, cuando trate de au-torizar a otras religiones, utilice laexpresión Gentes del Libro («ahl al-Kitab»), englobándolas de este modoen la misma categoría con la cual se

legitima y comprende a sí mismo.Según el mismo Corán, las otras dosGentes del Libro son los judíos y loscristianos, de las cuales el islam seconsidera su prolongación:

«Creemos en Dios y en lo queha hecho descender del cielopara todos nosotros. Es lo mis-mo que hizo bajar sobre Abra-ham, Ismael, Isaac, Jacob y so-bre sus descendientes, las tribusde Israel; y es lo mismo que reci-bieron Moisés, Jesús y todos losprofetas de su Señor. Jamás ha-remos diferencia entre ellos»(Cor 2,136).

Los textos sagrados en cada religión

Cada religión transmite unmodo diverso de revelación, fruto deuna determinada noción y relacióncon la Realidad Ultima. Esta espe-cificidad queda reflejada en losNúcleos fundantes de cada religiónque hemos mencionado. A partir deellos cristalizan unas palabras -ytambién unas prácticas determina-das- que darán la forma precisa paraque las generaciones posterioresconfiguren su experiencia religiosaen una dirección bien específica.Así, el camino hacia la forma es tam-bién el camino hacia la comunidad.

Tales palabras acaban vertién-dose en textos que transmiten elnúcleo fundante de cada religión.Tales textos, convertidos en Escri-turas Sagradas, contienen los rela-tos y los modelos ejemplares delgrupo humano que los venera. Deahí que también se hable de relatosfundantes. A su vez, la comunidades la que establece la canonicidadde esas formas y textos, con lo cualse marcan los límites de la ortodo-xia, esto es, de la propia identidad.

La necesidad de establecer untexto canónico referencial sucede entodo grupo humano. De ahí que entodas las tradiciones escritas se dis-tingan los textos fundantes de aque-llos otros que son sus comentarioso interpretaciones autorizadas. Losprimeros engendran una nueva ex-periencia religiosa; los segundossólo la prolongan, interpretándolay enriqueciéndola.

Las Escrituras judías

El judaísmo es resultado de lasíntesis de varias tradiciones reli-giosas: las de las tribus que ya esta-ban asentadas en Canaán, más omenos vinculadas al patriarcado deAbraham, y las provenientes de lastribus que escaparon de Egipto,marcadas por la figura de Moisés yla revelación del Sinaí.

La síntesis se produjo interca-lando cronológicamente los diver-

sos relatos fundantes durante laconsolidación de Jerusalén y delprimer Templo (ss. X-VIII aEC), y quese completó definitivamente duran-te la experiencia del exilio en Babi-lonia y el retorno a Israel (s. VI aEC).Si bien cronológicamente precede lanarración de Abraham, será la ex-periencia de Moisés la que acabaráadquiriendo más contenido teológi-co, en torno a la noción de Dios(YHWH), de la Alianza (Berit) y dela Torah.

Ya en el siglo VII aEC se conoceel intento de fijar un canon deSagradas Escrituras. En 2Re 22,1-24 se habla del descubrimiento deun Libro en el Templo de Jerusalén,en tiempos de Josías. Tras el exilioen Babilonia se establece un cuerpoescriturístico casi definitivo.

Por lo que respecta al Pentateu-co, la exégesis contemporánea seña-la que está compuesto por cuatrotradiciones diversas:

«Trajo el sacerdote Esdras la Ley ante laasamblea, integrada por hombres,

mujeres y todos los que tenían uso derazón. Era el día uno del mes séptimo.

Leyó una parte en la plaza que estádelante de la puerta del Agua, desde el

alba hasta el mediodía, en presencia delos hombres, las mujeres y todos los que

tenían uso de razón; y los oídos delpueblo estaban atentos al libro de la Ley»

(Neh 8,2-3).

Page 16: Historia de las religiones 01

16Historia de las religiones y Ecumenismo

I. LA LEY (El Pentateuco)

II. LOS PROFETAS

A: «Profetas anteriores»:

B: «Profetas posteriores»:

III. LOS ESCRITOS

El canon de la Biblia judía sólo contiene los libros hebreos, con exclusión delos libros escritos en griego y de los suplementos de Ester y de Daniel.La Biblia hebrea está dividida en tres partes, en el orden siguiente:

GénesisExodoLevíticoNúmerosDeuteronomio

JosuéJuecesSamuel (1-2)Reyes (1-2)

IsaíasJeremíasEzequiel«Los Doce» profetas(Oseas, Joel, Amós, Abdías,Habacuc, Jonás, Miqueas, Nahúm,Sofonías, Ageo, Zacarías yMalaquías).

SalmosJobProverbiosRutCantar de los CantaresEclesiastés (Qohélet)LamentacionesEsterDanielEsdras-NehemíasCrónicas

� la yahvista, marcada por eltema de la elección y de la promesa,lo cual se identifica con la institu-ción de la monarquía de David;� la elohísta, procedente del rei-no del Norte, caracterizada por lalucha contra la idolaría, por el men-saje social y la crítica a la monar-quía, representada por las figurasproféticas de Elías, Eliseo, Amós yOseas;� la deuteronomista («SegundaLey»), que trata de hacer una relec-tura teológica de la historia de Is-rael, sobre todo a partir de la expe-riencia del destierro, centrándose enla Alianza, en la identidad del pue-blo y en su relación con Dios;� y la sacerdotal también apare-cida durante el exilio en Babilonia,marcada por la centralidad del cul-to y la figura del mediador.

Esta última es la más reciente yla que parece haber llevado a cabola síntesis y la redacción final, talcomo ha llegado hasta nuestrosdías.

Esta evolución de la religión deIsrael, que se va gestando como re-sultado de una fecundación y ma-duración de tradiciones anterior-mente dispersas e inconexas, noshace constatar algo que también hasucedido en las demás religiones:todas ellas se han fraguado a partirde elementos dispares. Con el pasodel tiempo se va realizando una sín-tesis que aglutina esos. De estemodo, las tradiciones precedentesno se pierden ni se diluyen, sino quese integran en un todo más amplioy son portadoras de los matices quealimentaron en su momento la ex-periencia religiosa de múltiples per-sonas y generaciones.

Así, en el caso del pueblo deIsrael, aquellas tribus heterogéneaspoco a poco se fueron convirtiendoen un único Pueblo, con un únicoDios, con una única capital y conun único Templo, en Jerusalén, des-pués de haber pasado la dura prue-ba del exilio, donde se puso en jue-go su identidad.

Precisamente, después de ladestrucción del Segundo Templo(70 EC), se hace más urgente y másvital la necesidad de fijar el textobíblico completo: perdidas las refe-

rencias espaciales, el único vínculoque quedará con el pasado será lamemoria escrita, la cual idealizaráun pasado común y aglutinará a lasgeneraciones posteriores en torno aél. La tarea de fijar el actual canonjudío fue compleja, tras un laborio-so proceso semejante al del estable-cimiento del canon cristiano.

Las Escriturascristianas

El corpus fundamental delNuevo Testamento se fue formandodurante los dos primeros siglos denuestra era. Ante la proliferación derelatos de todo tipo sobre la vida yla persona de Jesús, se vio la necesi-dad de fijar aquellos textos que seconsideraban más fidedignos entrelas muchas versiones que corríanpor entonces. La determinación fi-nal de recoger sólo cuatro de entreaquellos relatos fue una decisión degran importancia, porque delimita-ron para siempre el modo de com-prender la figura histórica y concre-

ta de Jesús de Nazaret.Sin embargo, el hecho de que

existan cuatro relatos diferentes so-bre Jesús en el canon cristiano sig-nifica que se admite una pluralidadde visiones e interpretaciones de supersona y del alcance teológico delacontecimiento pascual.� El evangelio de Marcos, elmás antiguo de los cuatro, subrayael carácter arduo y conflictivo de lamisión de Jesús y resalta la incom-prensión de su mensaje por partede los discípulos.� El evangelio de Mateo, escri-to inicialmente para una comuni-dad de origen judío, presenta a Je-sús como el Mesías esperado porIsrael, esforzándose en mostrar quecumple las profecías.� Lucas subraya la acción delEspíritu sobre Jesús, acción que pro-sigue en continuidad en la vida dela Iglesia.� El evangelio de Juan es el máselaborado y está escrito en un am-biente de conflicto y de ruptura conla comunidad judía; presenta unaalta cristología, hablando de la pre-

Page 17: Historia de las religiones 01

La experiencia religiosa17

existencia del Hijo en Dios, a la vezque subraya la relación de Cristocon cada creyente, así como la ac-ción del Espíritu en cada uno.

Esta diversidad de acentos, quese refleja también en las polémicasde Pablo con respecto a la comuni-dad de Jerusalén, muestra que co-munión no significa uniformidad,sino armonía en la diversidad.

De algún modo, el Nuevo Testamento recrea la estructurade la Biblia hebrea:

Torah

libros históricos

Profetas

los cuatro Evangelios

Hechos de los Apóstoles

Cartas

Las Escriturasmusulmanas

En el Corán se pueden distin-guir ciertos estratos redaccionales,en función de la cronología y el ca-rácter de los mensajes recibidos enlos diferentes períodos de la vida deMuhammad. En ellos se percibecómo varían el contenido y el estiloen relación con el contexto históri-co en que se dieron.

Conviene saber que el ordena-miento actual de las suras que pre-senta el Corán no es cronológico, sinoque están clasificadas por su exten-sión (de las más largas a las más bre-ves), tal como sucede también con lascartas del Nuevo Testamento en elinterior de cada autor.

Durante la estancia en La Meca(6l0-622: período mequí), el estilo eságil, poético e incisivo. En su inte-rior se pueden distinguir tres sube-tapas.� La primera (610-615) desta-ca por una predicación centrada enla defensa de los pobres, los huérfa-nos, las víctimas de los ricos injus-tos, de los usureros... (suras 83,

89,90, 92, 93, l04, l07). Esta primerasubetapa está recogida en 48 suras,las cuales representan sólo el 9% delCorán total, ya que son las más bre-ves, y están colocadas al final, a ex-cepción de la primera (Al-Fhatiha,«la abriente»), que también corres-ponde a este período.� La segunda subetapa (615-619) está centrada en la unicidadde Dios y su misericordia (suras 18y 26) y en relatos que se refieren alos profetas anteriores, desde Abra-ham hasta Jesús y María (suras 3,10, 12, 14, 19 y 51). Se atribuyen 21suras a este período de cuatro años,las cuales corresponden a un 23%del texto total.� El tercer subperíodo, todavíaen La Meca, corresponde a los añosmás difíciles de Muhammad (619-622), durante los cuales insiste enla observancia de las prácticas deculto y en las virtudes morales, enclara confrontación con los politeís-tas. Se atribuyen también 21 suras,un poco más extensas, que consti-tuyen el 33% del texto completo.

Tras la hégira (el exilio), hastasu muerte en Medina (622-632), elestilo se hace más largo y pesado,reiterativo y difuso. Está recogido en

24 suras y constituye el resto (el 35%)del texto completo. Los temas son lasolidaridad con la Comunidad(Ummah), la observancia de sus re-glas y el alistamiento a la «guerrasanta» (yihad) (suras 8, 48, 110).

Los oráculos de Muhammadhabían sido confiados primeramen-te a la memoria de los fieles. Huboademás algunos que se conservaronfragmentariamente en trozos de piel,de cerámica, homóplatos de came-llo, etc. Y aunque pronto aparecie-ron secretarios al lado del Profetapara tomar nota de sus oráculos, suconservación no pasaba de estar enuna etapa muy rudimentaria.

Pero Abu Bakr, primer sucesordel Profeta, tuvo que sofocar la re-vuelta de otros profetas mediantesangrientas campañas en 633 (alparecer dirigentes monoteístas que semovían en un ambiente más o me-nos bautista, sublevados en nombrede Dios, al que designaban con elnombre de Rahmán (el infinitamentebueno). Entonces sintió la necesidadde fijar el texto sagrado antes de quedesaparecieran sus compañeros. Enesa labor trabajó una comisión pre-sidida por Zayd ben Tabit, antiguosecretario de Muhammad, que com-puso la primera recensión oficiosapara uso privado de la familia delos califas.

Unos años más tarde, temien-do que las diversas lecturas priva-das que circulaban de la RecitaciónSagrada sirvieran de pretexto paraescisiones dentro de la comunidad,el califa Uthmán mandó reanudarel trabajo, siempre bajo la direcciónde Zayd. Se estableció así un textooficial que se copió varias veces paraser difundido. De este texto se envióun ejemplar a cada una de las ciu-dades militares fundadas por losmusulmanes