fracturas de piso de orbita

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA ARGENTINA “Santa María de los Buenos Aires” FACULTAD DE POSGRADO DE CIENCIAS DE LA SALUD Especialización en Cirugía y traumatología B. M. F. FRACTURAS DE PISO DE ORBITA Autor: Ernesto Calle Director de la Carrera de Especialización: Julio Velázquez Año 2012 1

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Page 1: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA ARGENTINA

“Santa María de los Buenos Aires”

FACULTAD DE POSGRADO DE CIENCIAS DE LA SALUD

Especialización en Cirugía y traumatología B. M. F.

FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Autor: Ernesto Calle

Director de la Carrera de Especialización: Julio Velázquez

Año 2012

1

Page 2: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

INDICE

INTRODUCCION……………………………………………………………………………………………….3

OBGETIVO GENERAL………………………………………………………………………………………..4

ETIOLOGIA……………………………………………………………………………………………………..5

ANATOMIA……………………………………………………………………………………………………..6

-Paredes de la Orbita…………………………………………………………………………………………7

-Músculos de la Orbita ……………………………………………………………………………….…10

ANTECEDENTES HISTORICOS…………………………………………………………………………..14

EPIDEMIOLOGIA…………………………………………………………………………………………….15

CLASIFICACION…………………………………………………………………………………………….16

FISIOPATOLOGIA………………………………………………….………………………………………..17

CLINICA

-INMEDIATOS………………………………………………………………………………….…………….18

-TARDIOS

SIGNO DE ROWE ……………………………………………………………………………………………20

EVALUACION

METODOS DE DIAGNOSTICO……………………………………………………………………………..21

METODOS TERAPEUTICOS

-ATENCION PREHOSPITALARIA………………………………………………………………………….24

-ATENCION INTRAHOSPITALARIA……………………………………………………………………….26

TRATAMIENTO QUIRURGICO…………………………………………….………………………………..27

PRONOSTICO………………………………………………………………………………………….……..28

BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………………………….……...36-37

2

Page 3: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

INTRODUCCION

La órbita como el antro maxilar, es una región anatómica la cual es de

interés clínico y quirúrgico para muchas disciplinas. Pude ser observados como

una cruce de caminos donde los signos, en las lesiones más complejas,

claramente indican la necesidad de experiencia adicional la cual solo puede ser

provista por otras especialidades. Dicha asistencia es de importancia particular

cuando hay evidencia de lesión directa al ojo o al aparato lagrimal, una reducción

en la agudeza visual o participación neurológica.

Fracturas de la orbita son de conocimiento que deben ser tratadas con

precaución. Es necesario en todos los tiempos tener una idea clara de la precisa

relación entre el uso de un instrumento y las estructuras contiguas y esto solo

puede ser logrado a través de la experiencia basada sobre el conocimiento

detallado de la anatomía1.

En la actualidad las causas mas comunes de la fractura de piso de orbita

son los accidentes automovilísticos, riñas, asaltos que se han ido incrementando

a lo largo de los años. Se ha convertido en una patología creciente, que puede

encontrarse de forma “pura” fractura de piso de orbita sola o “impura” cuando se

encuentra asociada a otras fracturas.

Este problema de salud es una causa importante de invalidez parcial y a

veces total y de pérdida de productividad y tiempo laboral. Los traumatismos

oculares representan la principal causa de pérdida de agudeza visual en

individuos jóvenes. Su resolución representa también un gran reto para los

cirujanos de vítreo-retina. La variedad de lesiones y la afección de ambos

segmentos del globo ocular requieren estrategias de tratamiento individualizados

para cada caso.

3

Page 4: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Saber el manejo de esta patología entra dentro del campo de la

emergencia por lo cual debe ser tomada en cuenta a la hora de la evaluación de

un paciente Politraumatizado.

Por lo tanto se hará una recopilación de datos basados en bibliografía que

describe las fracturas y su abordaje desde sus inicios así como los tratamientos

actuales aplicados para su resolución ya que nuevos hallazgos acerca de su

fisiopatología, anatomía y otros no han variado.

OBJETIVO GENERAL

Conocer los métodos de Diagnóstico y tratamiento de la fractura de piso

de orbita.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Reconocer los Signos y Síntomas del trauma ocular con fractura de

órbita.

Orientar para mejorar la derivación de los pacientes que son atendidos

por trauma ocular

Conocer los distintos métodos diagnósticos y sus utilidades en la

Fractura de piso de Orbita.

Conocer el manejo prehospitalario, intrahospitalario para el manejo de

las Fracturas de piso de órbita.

4

Page 5: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

ETIOLOGIA

En Norteamérica al igual que en Latinoamérica, las principales causas de trauma

facial son:

Los accidentes de tránsito.

Asaltos físicos y riñas.

Accidentes domésticos.

Actividades deportivas.

La fuerte compresión sobre el globo ocular por un objeto con un diámetro mayor

que el reborde. La grasa periorbitaria se hernia dentro del antro.

Además de cómo una extensión de fractura del reborde orbitario, más

frecuentemente asociadas con graves lesiones nasoetmoidales.

ANATOMÍA QUIRURGICA

La órbita es la única estructura ósea que tiene como propósito primario

albergar y proteger el globo ocular. Es una pirámide de cuatro lados con el ápice

en el foramen óptico y una base anterior que corresponde al reborde orbitario.

Éste está constituido por hueso cortical que protege el contenido orbitario de un

posible trauma.

La órbita está conformada por 7 huesos: Maxilar, cigomático, frontal,

etmoidal, lacrimal, palatino y esfenoides (Fig.1). Los huesos de las paredes

superiores y laterales son muy fuertes, opuesto a las paredes de la pared medial

e inferior, las cuales son muy delgadas.

5

Page 6: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Fig.1.- Visión Frontal de la Anatomía de la Órbita derecha.

Paredes De La Orbita

La Pared Lateral.-

El ala mayor del esfenoides

La apófisis frontal del malar, constituyéndose en la pared más sólida.

Aproximadamente 1cm caudal de la sutura frontocigomática y 5 mm

posterior al reborde lateral, se encuentra el tubérculo de Whitnall, que sirve de

inserción para el retículo lateral, el cual se conforma de la confluencia de varias

estructuras: cuerno lateral, del elevador de la aponeurosis, el ligamento cantal

lateral, ligamento suspensorio de Lockwood y el Check ligament del recto lateral.

La Pared Medial.- De atrás hacia adelante se encuentran:

Apófisis ascendente del maxilar superior.

Unguis.

Lámina papirácea del etmoides.6

Page 7: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Parte anterior de la cara lateral del cuerpo del esfenoides.

En la porción anterior, limitada por la cresta lacrimal anterior y posterior, se

encuentra la fosa lacrimal. A 20-25 mm del reborde medial está el orificio etmoidal

posterior y a 16 mm el anterior. Estor orificios marcan el nivel de la lámina cribosa

del etmoides. Esta pared de la órbita se relaciona con las fosas nasales y los

senos esfenoidal y etmoidal, formaciones óseas con contenido aéreo2. Esta

porción es muy frágil y delgada. Las arterias etmoidales deben ser exploradas

porque su lesión puede causar severas hemorragias y compresión del contenido

orbitario como resultado de un hematoma retrobulbar.

El Techo.-

Placa orbitaria del hueso frontal.

El ala menor del esfenoides.

Es fino y puede reabsorberse con los años, apareciendo en el anciano puntos de

fusión de la periórbita y la duramadre. Presenta como accidentes importantes: la

fosa lacrimal hacia adelante y afuera. Medialmente se encuentra a 4 mm del

reborde, la fóvea troclear en donde se inserta el anillo cartilaginoso del tendón del

oblicuo superior. En la unión del tercio medial con los tercio laterales se encuentra

la muesca supraorbitaria, por donde pasan los vasos y nervios supraorbitarios.

El Piso.-

El proceso orbitario del maxilar (anterior y medial).

Cigomatico (anterior y lateral).

Palatino (posterior en dirección al vértice).

Cóncava al igual que el techo, descansa sobre el seno maxilar, del cual forma el

techo. El nervio infraorbitario tiene su recorrido por una fi9sura, la cual se

convierte en canal a 1,5 cm del reborde inferior de la órbita.

7

Page 8: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Base.-

Tiene forma cuadrilátera, midiendo en promedio 4 cm de ancho y 3,5 cm de

altura. Está formado hacia arriba por el frontal; hacia afuera por el reborde

superointerno del malar; hacia abajo, por el mismo hueso cigomático y por el

maxilar superior en su mitad interna; hacia adentro, por la apófisis ascendente del

maxilar superior. Como puntos anatómicos de importancia tenemos: la escotadura

o agujero supraorbitario, por el que transcurre el nervio supraorbitario y los vasos

supraorbitarios y la escotadura frontal interna, que da paso al nervio supratroclear

y vasos supratrocleares.

Vértice.-

Está limitado hacia abajo por el ala mayor del esfenoides y hacia arriba por

el ala menor de dicho hueso. Hacia la porción externa hay una pequeña parte del

frontal, que llena el espacio comprendido por ambas alas a este nivel. Por esta

hendidura pasan, los nervios craneales III, IV y VI, la rama oftálmica del V, la vena

oftálmica y una rama de la arteria meníngea media (Fig.2.), de ahí se deriva la

complejidad de este tipo de fracturas cuando tenemos fracturas del cono

posterior.

Fig.2.- Vértice y las inserciones musculares, nervios y vasos que penetran en la órbita

8

Page 9: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Músculos De La Órbita

Son 7, estriados voluntarios: Elevador del párpado superior, Rectos

superior, inferior, medial y lateral, Oblicuos superior e inferior (Fig.3). Los

músculos lisos son: El orbitalis, tarsal superior e inferior, el ciliar e iridial.

Los músculos estriados están inervados por el III, IV y VI pares craneales.

El oblicuo superior por el IV par, el recto lateral por el VI y el resto por el III. Los

músculos tarsal y orbital están inervados por fibras simpáticas derivadas del plexo

carotídeo. El esfínter de la pupila y el musculo ciliar son inervados por fibras

parasimpáticas a través del III par (Fig.4).

Fig.3.- Corte Lateral de Los Músculos de la Órbita

Fig.4.- Vista Frontal de los Músculos con su Inervación9

Page 10: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Elevador del párpado superior.-

Tiene la forma de un triángulo alargado, que se extiende desde el vértice

de la órbita al párpado superior, por debajo del techo orbitario. Se inserta en el ala

menor del esfenoides justo por encima y en frente del canal óptico y se inserta en

el párpado superior. La inserción palpebral se realiza a nivel de la dermis y del

tarso palpebral, constituyéndose el pliegue supratarsal del parpado superior.

Tomando un punto fijo en el vértice de la órbita, lleva la porción tarsal del parpado

superior hacia arriba y atrás.

Músculos oblicuos.-

Se denominan así por que cruzan en forma oblicua hacia el eje

anteroposterior del ojo, son dos, el oblicuo mayor o superior y el oblicuo menor o

inferior.

El oblicuo mayor o superior: es el más largo de la órbita se extiende desde la

órbita hacia la parte posteroexterna del globo ocular. Se inserta a nivel del vértice

de la órbita por medio de fibras tendinosas cortas en el periostio orbitario. Por

dentro de la inserción del levador del párpado superior. Se transforma en un

tendón cilíndrico que penetra a través de un anillo fibrocartilaginoso insertado en

al fosita troclear, a pocos milímetros de reborde supeointerno de la órbita. Al salir

de este anillo recibe el nombre de polea de reflexión del oblicuo mayor, el

músculo cambia de dirección y luego se dirige hacia atrás, afuera y abajo,

pasando por debajo del recto superior, y termina insertándose en la esclerótica en

forma de abanico. Lleva el globo ocular hacia abajo y afuera.

El oblicuo menor o inferior: es el único músculo voluntario que no se origina en

el ápex, sale del piso de la órbita justo posterior al reborde orbitario y lateral a la

apertura superior del canal nasolacrimal. Discurre lateralmente y hacia atrás y

10

Page 11: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

arriba siguiendo la curva del globo ocular, y pasa entre el recto inferior y el piso de

la órbita. Moviliza el globo ocular hacia arriba y afuera.

Músculos Rectos.-

Salen de un engrosamiento periótico en el ápex. Cada uno de sus

tendones fusionados forman el tendónde Zinn. Son cuatro, se distinquen en recto

superior, inferior, interno y externo. Desde la inserción en común, divergen y

se ensanchan en su camino al globo ocular. Cada uno sigue su pared

correspondiente de la cavidad orbitaria hasta el ecuador del ojo, y a dicho nivel se

dirigen hacia el eje de la órbita sobre e hemisferio anterior del globo ocular hasta

tomar la inserción de la esclerótica. El recto superior hace girar el ojo de manera

que la pupila se dirige hacia arriba y algo hacia adentro. La acción del recto

inferior moviliza la pupila hacia abajo y un poco hacia adentro, en tanto que los

rectos interno y externo llevan el globo hacia adentro y afuera, respectivamente.

El Reborde Orbitario.-

Esta variación en el espesor y fuerza de las paredes esta asociado con el

grado correspondiente de resistencia al impacto de los márgenes orbitarios.

Reborde Lateral el cual esta formado desde el proceso frontal del hueso

cigomático y, en un grado menor, desde el proceso cigomático del hueso frontal,

es gruesa en su base y casi tan fuerte que el anterior en el que se funde en el

proceso del ángulo externo. Este se encuentra en su cara profunda

aproximadamente 0.75 cm por encima del borde del margen para acomodar la

glándula lagrimal y esto acasionalmente lleva a una fractura segmenta en esta

región. La inserción de un perno de tornillo en el ángulo externo del proceso

requiere mucho cuidado con la orientación, si la penetración en la orbita o mas

significativamente en la fosa anterior se quiere evitar.

La parte mas estrecha y débil parte de el borde lateral corresponde a la sutura

frontocigomatica y como se señalo anteriormente, esto es en continuidad con la

11

Page 12: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

línea de menor resistencia de la pared lateral que se encuentra en la unión del Ala

mayor del esfenoides y el hueso cigomático. Consecuentemente, la separación de

la sutura frontocigomatica a un grado variable es un hallazgo frecuente

encontrado en el trauma en esta región.

Reborde orbital superior se vuelve cada vez mas redondeado a medida que

pasa medialmente donde se trata de recubrir el limite externo del seno frontal. En

este lugar el hueso puede ser usado en la cavidad subyacente y la depresión es

fácilmente pasada por alto cuando es enmascarada por una edema. Siguiendo el

impacto frontal la piel de la frente y el musculo frontal se ruedan sobre el

pericráneo y una división a lo largo del reborde orbitario superior es un hallazgo

frecuente, con lesión asociada de los nervios supraorbitario y supratroclear y

vasos.

Reborde medial esta pobremente definida ya que posteriormente se fusiona con

el hueso lacrimal y la fosa que no puede ser palpada debido a la barrera

presentada por el ligamento palpebral medial (cantal). Desplazamiento del hueso

en esta región resulta en la deformación del valle nasoorbital y el desplazamiento

de los ligamentos cantal y suspensorio.

Reborde Orbital Inferior es claramente definido en sus aspectos externos y es

fácilmente palpable pero el tercio interno, como el reborde superior de la orbita, es

mas redondeado. Es, sin embargo, incapaz de soportar la fuerza directa en las

áreas central y media debido a la proximidad del seno maxilar subyacente y el

canal infraorbitario estrechamente relacionados. Justo en el borde, en la unión de

los dos tercios externos y el tercio interno, hay una depresión pequeña la cual

marca el origen del musculo oblicuo inferior, el único músculo extraocular que no

surge desde la parte posterior de la orbita. Esta parte del reborde orbitario inferior

es frecuentemente fracturado produciendo interrupción del musculo y diplopía

subsecuente. Heridas penetrantes en esta área pueden implicar la fosa y el saco

lacrimal y cortar los conductos lagrimales.

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Page 13: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Los Tejidos Blandos.-

Será conveniente proceder desde la superficie al aspecto profundo de la orbita y

considerar la relevancia de cada estructura a los aspectos clínicos de las lesiones

periorbitales.

Los Parpados están cubiertos de piel, es extremadamente delgada y cubre un

tejido areolar subcutáneo muy laxo. Una descuidada disección superficial a la

capa muscular puede fácilmente dar lugar a la perforación o la llamada "formación

de botones vacíos" y la inflamación severa de los párpados después de un

traumatismo menor se produce fácilmente.

El suministro de sangre arteriosa y venosa es profuso y cuando es avulsionado

produciendo solo un pedículo estrecho tiene una excelente oportunidad de

supervivencia. Derrame de sangre en y alrededor del músculo orbicular de los

párpados se difunde en los párpados y da lugar a la equimosis característica

circumorbitario “ojo negro” asociadas con lesiones en esta región. Hay que

recordar, sin embargo, que una equimosis que tiene un inicio más tardío puede

surgir de una fractura en el techo de la órbita o la pista que la órbita en la

hemorragia es de origen en la fosa anterior.

La inervación, tanto motora como sensorial, muestra una considerable

anastomosis y un deterioro permanente de la función es rara. Sin embargo, la

apertura de los ojos es afectada principalmente por el elevados que es inervado

por el nervio oculomotor y una lesión puede ser sostenida de forma central o

periférica. El cierre de los ojos es principalmente llevado a cabo por el orbicular de

los párpados y una lesión a las ramas del nervio facial que suministran este

músculo también puede ser de origen central o periférico. En este caso, el

párpado inferior se inclina en mayor medida, pero cuando las ramas periféricas se

13

Page 14: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

separan, el retorno de la función es generalmente bueno. Mientras más distal del

punto de división, hay mejores posibilidades de recuperación.

Capsula de Tenon.- Es una membrana conjuntiva que cubre la porción

esclerótica del globo ocular. Disminuye de espesor a medida que se aproxima a la

córnea. A su nivel de salida del globo esta cápsula se fija tanto a la esclerótica

como a la vaina del nervio. A nivel anterior, la cápsula se interrumpe alrededor de

la córnea y en la entrada de cada uno de los músculos.

Grasa orbitaria.- Se divide en grasa central y periférica. La grasa central se

distribuye alrededor de la vaina del nervio óptico hasta cubrir el polo posterior del

ojo. La grasa periférica es la que envuelve todos los elementos que transcurren

por la órbita. Se dispone en lóbulos comunicados entre sí, llenando el espacio que

dejaron entre sí en cada cuadrante los músculos rectos. Cuando tenemos trazos

de fracturas, la grasa se suele atrapar y si llega a caer al seno maxilar puede

sufrir necrosis, infección y posible fibrosis, y puede contribuir a mantener fijo el

globo ocular, impidiendo los movimientos.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En 1884 Machenzie, en París, describió por primera vez las fracturas del

piso orbitario3. Luego Lang en 1889 mostró las consecuencias de las fracturas del

piso orbitario, cuando propuso que el enoftalmos se debía a una expansión de las

paredes orbitarias, pero no lo confirmo radiográficamente2. Solo hasta 1918

LaGrange presentó la primera evidencia radiológica de fractura orbitaria. Entre

1944 y 1950 Converse y Smith escriben extensamente acerca de los abordajes

usando injertos óseos4.

14

Page 15: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

En 1947 Devoe se atreve a proponer el manejo conservador de las

fracturas orbitarias ya que observó que las fracturas puras tipo Blow-Out

generalmente no producen secuelas significativas.

En 1957 Regan y Smith proponen su famosa Teoría Hidráulica basados

en un caso clínico y en un experimento en cadáver. Posteriores escritos Smith

muestran la dualidad entre operar o no operar.

Pero en realidad el verdadero punto de quiebre lo hace Bowers en 1964,

quien se basa en la evaluación clínica de la diplopía y el enoftalmos para

determinar si se garantiza el procedimiento quirúrgico. En su serie un tercio de los

pacientes no presentaban síntomas y fueron tratados conservadoramente.

En 1967 Converse describe su experiencia de 10 años de casos y notó que

la tasa de éxito medida por la mejoría de la diplopía y enoftalmos estaba

relacionada con la severidad de la fractura más que con la intervención temprana

o tardía de tipo quirúrgico. En 1971 Nicholson y Guzak reportaron la incidencia de

pérdida visual al igual que otras complicaciones del reparo de las fracturas

orbitarias.

En 1974 Putterman y cols., muestran por primera vez el manejo

conservador para este tipo de fracturas. Actualmente recomienda cirugía en los

pacientes con diplopía incapacitante y significativa, restricción clara de la

motilidad ocular y test de ducción forzada positivo con evidencia topográfica de

encarcelación de tejidos periorbitarios. Hawes y Dorszbach escribieron en 1983,

acerca del rol de la tomografía computarizada y su valor predictivo en determinar

qué fractura presentará persistente diplopía y enoftalmos. Ellos postularon la

“unidad volumétrica de fractura”, que correlaciona el volumen del defecto con el

grado de enoftalmos. De acuerdo con ésta medida se atreven a recomendar

cirugía, incluso en casos, sin enoftalmos. Gilbard concluyó que los pacientes con

15

Page 16: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

fracturas amplias del piso (más de la mitad) desarrollarán algún grado de

enoftalmos.

En resumen, ha habido una franca evolución en el manejo de las fracturas

orbitarias. Inicialmente la mera presencia de la fractura indicaba exploración.

Posteriormente tanto los signos y síntomas, como los hallazgos tomográficos son

relevantes para la determinación de la conducta quirúrgica5.

EPIDEMIOLOGIA

Las fracturas orbitarias aisladas constituyen del 4 al 16% de todas las

fracturas faciales6. Si incluimos las fracturas que comprometen otras estructuras

óseas, la incidencia se incrementa hasta un 30-55%. La frecuencia de los

traumatismos faciales es elevada, debido a que la cara se encuentra expuesta y a

que posee poca protección. En Norteamérica al igual que en Latinoamérica, las

principales causas de trauma facial son los accidentes de tránsito lo mismo que

los asaltos físicos y riñas. Accidentes domésticos y actividades deportivas (Fig.2).

Las fracturas faciales que más se asocian con ruptura de la pared medial de la

órbita son las nasales (51%) y las del piso (33%)7.

CLASIFICACIÓN

Se han hecho muchos intentos por clasificar las fracturas orbitarias; Smith

y Regan en 1975 describieron por primera vez el término Blow Out, para referirse

a las fracturas puras de la órbita que no comprometen el reborde orbitario. Por su

parte Jackson4, las clasifica en Zigomaticoorbitarias, nasoorbitoetmoidales e

internas.16

Page 17: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Puras

Comprometen cualquier pared sin compromiso del reborde.

Impuras

Son todas las demás, que comprometen además de la pared el reborde:

Orbito frontales, Orbitocigomaticomaxilares, Nasoorbitoetmoidales, internas:

Lineales, Blow Out y Complejas.

El malar y la pared anterior del seno maxilar se encuentran estrechamente

comprometidos con el piso de la órbita ya que forman parte del mismo, por tanto

siempre están lesionados en una fractura de este tipo.

La Clasificación según Jackson, las divide de acuerdo con la severidad:

a. Tipo I: no desplazadas.

b. Tipo II: segmentaria del reborde orbitario.

c. Tipo III: tripoidea.

d. Tipo IV: Conminuta.

La Clasificación ralizada por Rene Le Fort en 1901, basada en los patrones

de fractura encontrados, de acuerdo con áreas de deibilidad anatómica, continúan

marcando la pauta en la orientación de la clasificación de las fracturas en esta

área, teniendo en cuenta que actualmente las fracturas son mucho más complejas

debido al trauma de alta energía. Se dividen en:

17

Page 18: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Le Fort tipo I: Fractura transversa del maxilar, por encima de los ápices

dentarios y que incluye esencialmente todo el proceso dentoalveolar del maxilar,

la bóveda palatina y el proceso pterigoideo, todo en bloque.

Le Fort tipo II: También llamada fractura piramidal, incluye el complejo

formado por la unión de los dos maxilares. Su trazo se inicia a nivel de la región

ósea situada por encima de los ápices de los molares, se extiende por la sutura

pterioideomaxilar a la unión zigomáticomalar, continua en la parte medial de la

orbita hasta la unión nasofrontal para seguir con el lado contralateral.

Le Fort tipo III: corresponde a la disyunción craneofacial.

Las Fracturas de Piso pueden ser simples si desplazamiento o, por el

contrario, estar desplazadas, presentando conminución parcial o destrucción total.

El periostio y hueso subyacente se rompen conjuntamente con la mucosa del

seno maxilar, dejando herniar el contenido ocular hacia dicho seno.

FISIOPATOLOGIA

Las Fracturas ocurren en y alrededor de la orbita, como otras fracturas

envolviendo el tercio medio del esqueleto facial, tienden a seguir la línea de

menor resistencia. La extensión de la fractura, y su patrón preciso son

dependientes sobre la dirección y el grado del impacto el cual, en cambio, son

determinados por la relación del hueso a la trayectoria de la fuerza y la energía

cinética que debe ser absorbida. Es importante, por lo tanto, considerar las

variaciones en la forma y la estructura de las paredes orbitarias individualmente y

su angulación a lo largo del eje del cráneo. La relación a los tejidos adyacentes es

también de importancia desde el punto de vista del diagnóstico y en conexión con

el acercamiento definitivo para el tratamiento1.

18

Page 19: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Fujino y Makino8 proponen la teoría del la transmisión, dado que cualquier

fuerza aplicada al reborde orbitario inferior resulta en deformidad del mismo, mas

no en fractura. Esta fuerza es transmitida al piso que es más débil, fracturándose

entonces. Al final tenemos expansión de la órbita, causando enoftalmo, restricción

de los movimientos de los músculos extraoculares y diplopía. Este tipo de

fracturas ocurren generalmente en la región anterior y media del piso orbitario.

CLíNICA

Es indispensable para la elaboración de un diagnóstico correcto utilizar

todos los signos clínicos al igual que las ayudas diagnósticas existentes.

Se debe iniciar con un interrogatorio exhaustivo, identificando el

mecanismo de trauma. El paciente puede manifestar hipoestesia del labio

superior y mejilla homolateral al traumatismo, como consecuencia del compromiso

del nervio infraorbitario o por lo contrario dolor intenso debido al trauma.

Pueden Presentar:

Desarrollo de movimientos restrictivos verticales

Diplopía

Descenso del globo ocular

Enoftalmo

Estrechamiento de la fisura palpebral

Parestesia infraorbitaria

Imágenes de caída de grasa por el techo sinusal

Fragmentos óseos intrasinusales

19

Page 20: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Inmediatos: Son similares a los que se observan en las fracturas que

involucran el complejo Cigomático.

La presencia de edema, equimosis y hematomas en la región peri orbitaria

generalmente están presentes.

Si existe una marcada limitación del movimiento ocular, se puede presumir

un trastorno, y se harán las imágenes radiológicas. Después de alrededor de 10

dias , la formación de tejido fibroso limita progresivamente los movimientos en una

o más direcciones, habitualmente hacia arriba y, menos frecuentemente, mediana

o lateralmente. En esta situación el test de ducción puede ayudar9.

Tardíos: Como previamente se señaló, puede existir enoftalmos por

hundimiento de la hoja supratarsal, seudoptosis del párpado superior y descenso

del nivel ocular y profundización del surco palpebral superior acompañado, a

veces, por el descenso cantal externo por el desplazamiento del cuerpo del malar,

cuando la fractura de este esta incluida.. Además de la limitación de los

movimientos oculares ya descritos.

La hemorragia subconjuntival que llega hasta el limbo esclero corneal

Signo de Rowe (Fig.3) que es casi patognomónica de las fracturas orbitarias.

Debemos sospechar ante la presencia de depresión malar, junto con Diplopía

y Enoftalmo, dichos signos pueden estar enmascarados por el edema inicial.

20

Page 21: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Fig.3., Signo de Rowe

La palpación bilateral nos permite comparar los rebordes orbitarios, la

pared anterior del seno maxilar y los arcos cigomáticos. Además debemos realizar

una palpación intraoral de los pilares malares al igual que la oclusión.

En este caso la causa es mecánica por posible incarceración de tejidos

músculos oculares extrínsecos en la zona de la fractura; el desplazamiento del ojo

en sentido de la restricción esta limitada. También puede ser por edema o por el

hematoma orbitario donde la restricción mecánica es más moderada.

En el trauma orbitario se hace necesaria la evaluación de la visión,

siguiendo los siguientes pasos:

Inspección.

Evaluación de la agudeza visual, en el paciente consciente

Función de las pupilas: se determina el tamaño, forma y simetría

pupilar, al igual que su reactividad a la luz, evaluándose así la

integridad de la vía óptica.

Función de los músculos extrínsecos.

Esta evaluación debe realizarse en función del tipo de trauma que se haya

producido, siendo diferente la evaluación en un paciente Politraumatizado donde

se deben tomar en cuenta lesiones mas importantes que pueden comprometer la

vida del paciente.

EVALUACION.-

La evaluación del paciente con traumatismo periorbitario requiere una minuciosa

historia y el examen físico y estudios radiológicos adecuados. Además, una

evaluación ocular de cinco puntos, recomendado por Gossman

21

Page 22: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

(1) la agudeza visual, (2) la función pupilar, (3) el segmento anterior,

(4) el segmento posterior, y (5) la motilidad ocular

Antes de la agudeza visual se prueba, un historial de función antes de la

lesión del paciente debe buscarse. Pruebas de la visión cercana y distante.

Esto puede hacerse con tarjetas de agudeza preimpresos o más fácilmente

disponibles etiquetas de los envases. Después de la prueba inicial, el material

impreso utilizado debe acompañar al paciente o la tabla de modo que las pruebas

de seguimiento pueden ser realizadas.

Si el paciente es incapaz de leer cualquier material impreso, contar dedos,

tomar nota de la distancia máxima a la que esto se puede lograr debe

documentarse.

Si el paciente es incapaz de reconocer objetos, tales como los dedos, la

percepción de la luz en los cuatro cuadrantes se deben documentar con el ojo

contra lateral ocluida.

Sólo cuando el paciente es incapaz de percibir una luz brillante (como la de

un oftalmoscopio indirecto) se declara visión ausente.

La función pupilar debe seguir prueba de agudeza visual desde una muy luz

brillante puede disminuir sus reacciones. Tamaño de línea de base, la forma y la

simetría.

El mismo ojo es entonces reanalizada mientras que el ojo contralateral es

examinado para una respuesta. La luz se movió y se repetirá la prueba en el ojo

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Page 23: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

contralateral. A continuación, la luz se alterna entre los dos ojos, mientras que la

respuesta pupilar se observa.

El primer movimiento será constricción seguido de la dilatación leve con la

luz. La reacción directa pobre puede verse con trauma, el glaucoma, el

encarcelamiento iris, lesión eferente del nervio motor ocular, alteración interna

masiva, u lesión óptica nerviosa.

Un defecto en la vía aferente dará como resultado la contracción subóptima

con la estimulación directa, sino contracción enérgica cuando la luz es

desplazado al ojo contralateral. Esto se ha denominado la'' Marcus Gunn''

Durante la prueba de luz alterna, el movimiento pupilar observó por primera

vez es la dilatación seguida de una contracción enérgica cuando la luz se

desplaza al lado contralateral.

La inspección del segmento anterior del ojo se realiza centrando en una luz

ligeramente anterior y paralelo al plano del iris y perpendicular al plano sagital del

ojo. Las anomalías incluyen la aparición de sangre en la cámara anterior, la

alteración en la claridad de la córnea, y asimetría de la profundidad de la cámara

anterior.

El segmento posterior sólo se puede examinar con un oftalmoscopio.

En forma aguda, inspección directa se puede realizar para identificar la

presencia de un color rojo reflejo, la ausencia de plegamiento de la retina, el

paciente debe someterse a la oftalmoscopia indirecta con dilatación de la pupila

por un oftalmólogo con experiencia.

Los tres ejes de la visión debe ser probado por último, después de la

posibilidad de ruptura del globo que ha sido eliminado. A medida que el globo se

mueve a través de cada uno de los los ejes visuales, cualquier limitación en el

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Page 24: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

movimiento se debe buscar ya que esto puede indicar atrapamiento y requieren

tratamiento urgente.

Este examen de cinco puntos se debe realizar en la exploración inicial

y se repite durante el curso del tratamiento. La pérdida de visión siguiente a la

reducción de la fractura es rara, pero puede resultar de la compresión del óptico

Taub y Kawamoto en el canal por fragmentos de la fractura, hemorragia, oclusión

de la arteria central de la retina, edema o a lo largo del curso del nervio.

Exámenes postoperatorios debe llevarse a cabo tan pronto como el paciente

está estable y coherente, durante la subsiguiente 48-72 hs.

Las fracturas de la parte posterior de la órbita puede implicar uno o todos

de los nervios que entran a través ya sea del canal óptico o fisura orbital superior.

Lesión a todos que se denomina síndrome vértice orbital, El resultado es la

incapacidad para mover el globo en cualquier dirección, así como la pérdida de

visión. Si la visión solo está a salvo, el patrón de fractura probablemente implica la

fisura orbital superior y no el canal óptico. Esto se denomina'' Síndrome de la

fisura orbital superior''.

METODOS DE DIAGNÓSTICO

El Test de Ducción forzada nos permite establecer si hay trastornos de la

motilidad del ojo. Se instilan unas gotas de Lidocaína al 2% en el fondo del saco

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Page 25: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

conjuntival inferior, se toma la conjuntiva con una pinza y se reacciona el globo

hacia arriba y/o adentro, hacia la zona limitada. De acuerdo a la respuesta

obtenida se podrá hacer el diagnóstico diferencial del origen de la limitación

ocular.

Imágenes.-

Las Técnicas de imagen son esenciales en el diagnóstico y el manejo

terapéutico de las fracturas orbitarias, especialmente, la tomografía axial

computarizada, su reconstrucción tridimensional y la RNM

Una de las técnicas usadas es la Radiografía de Waters o Mento-naso-

placa (Fig.4) Es un examen coronal útil para evaluar las fracturas del suelo

orbitario. Permite realiza un estudio comparativo de ambas órbitas, senos

maxilares, frontales y etmoidales. Puede observarse el desplazamiento de los

tejidos orbitarios inferiores dentro del lugar de la Fractura “signo de la gota”. La

existencia de la opacidad total o parcial del seno maxilar puede también evocar

una fractura del suelo orbitario.

Las radiografías estándar son inadecuadas en el diagnóstico de fracturas

internas de la órbita y lesiones de tejidos blandos razón por la cual han caído en

desuso.

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Page 26: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Fig. Rx Mentonasoplaca

Tomografía Computada.- Otro de los métodos utilizados para el diagnóstico de

la Fractura de suelo orbitario. Útil sobre todo en los hundimientos del suelo

orbitario, en los cortes corónales se observa la imagen opacificada redondeada en

forma de “gota”, propia de los prolapsos del contenido orbitario a través de la

fractura del seno maxilar. Ante una sintomatología de “gota” es necesario

complementar el diagnóstico con la maniobra de ducción forzada por una posible

confusión con un hematoma, dentro de este caso la ducción forzada será normal.

Fig. TC (cortes coronales)

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Page 27: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Tomodensitometría Computarizada.- Constituye toda una revolución en el

estudio de la patología orbitaria al poder realizar reconstrucciones bi o

tridimensionales que permiten realizar un estudio topográfico de la zona de la

lesión y comparativo con el ojo y orbita contrarios. Los cortes finos (2mm) tanto

axiales como coronales nos permiten visualizar con gran precisión los

desplazamientos óseos. Los cortes corónales son los más ilustrativos par

objetivar el trayecto de las fracturas y el estado del contenido orbitario, precisando

el origen de los problemas mecánicos oculomotores10(Fig.5).

Fig. Reconstruccion en 3D

MÈTODOS TERAPEUTICOS

Atención Prehospitalaria.-

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Page 28: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

A) Vía aérea.- Detectar las posibles causas que dificulten o impidan su

permeabilidad, esta es primordial y vial, para que permisa el paso normal

del aire.

B) Respiración.- La insuficiencia puede ser causada por: Obstrucción

mecánica por la presencia de cuerpos extraños en las vías respiratorias

altas; por acumulación de secreciones y sangre coagulada: por caída de la

lengua en las fracturas múltiples de la mandíbula, sobre todo las que

afectan su porción mentoniana. También se produce estrechamiento del

canal orofaríngeo, por deslizamiento hacia atrás y hacia debajo de todo el

macizo óseo del tercio medio facial, en las fracturas de Le Fort II y Le Fort

III con la consiguiente disminución del paso del aire. La reducción de las

fracturas de Le Fort II y III pueden resolverse satisfactoriamente de

urgencia, introduciendo el dedo índice en la boca para extraer cuerpos

extraños, mucosidades, etc.

C) Circulación.- Deben cohibirse inmediatamente. En general los

traumatismos faciales al principio sangran abundantemente, pero suelen

ceder de manera espontánea o controlarse con pequeñas maniobras

(compresión local, pinzamiento y ligadura de vasos, suturas, etc.).

D) Dolor.- El tratamiento del dolor oportunamente es importante en el

tratamiento de los traumas faciales al igual que en cualquier trauma

general, después de resolver las lesiones mayores del paciente que

puedan comprometer su vida.

Atención Intrahospitalaria.-

De ingreso a la Guardia se realiza

A) Vía Aérea

B) Respiración

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Page 29: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

C) Circulación

D) Drogas.-

E) Exploración.- Después de la primera fase de evaluación, se debe

realizar una exploración mas minuciosa del paciente, dentro de lo cual

se encuentra:

Exploración de las Lesiones Faciales:

Inspección: Observar el estado de las partes blandas detectando la

existencia de edemas equimosis, pigmentaciones, erosiones, tipos de

heridas, viabilidad de los tejidos avulsionados. Existencia y

procedencia de las hemorragias. Asimetría facial: Depresión del arco

cigomático, malar o de la nariz, que induce a pensar en la fractura de

estos huesos. Desviación de la pirámide nasal, indica fractura de

huesos propios. Aplanamiento y hundimiento de la porción central del

tercio medio de la cara, signo de fractura de Huet. Aplanamiento y

hundimiento de toda la cara con alargamiento de ésta (cara de plato o

fuente), signos de fracturas de Le Fort II o III, ocasionada por

deslizamiento hacia atrás y debajo de todo el macizo óseo de la porción

media de la cara. Enoftalmos, limitación o pereza de los movimientos de

los globos oculares, equimosis subconjuntival y aparición de diplopía,

es un signo difícil de apreciar al principio, pues la falta de soporte es

compensada por la hemorragia y la inflamación de los tejidos blandos

de la órbita11.

Palpación: de lo tejidos superficiales para detectar la presencia de

cuerpos extraños en los tejidos blandos y apreciar las lineas de fractura,

resaltes, deformidades y percepción de crepitación en la movilización

de fragmentos fracturados. También puede detectarse la existencia o

no de enfisema en los tejidos blandos, que orientará hacia una

participación de los senos frontales y maxilares en el traumatismo.

Palpar el reborde orbitario; para detectar irregularidades, depresiones o

11

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Page 30: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

angulaciones en el borde inferior revela la existencia de fractura del

malar.

Exploración Neurológica: Fundamentalmente comprende la

exploración de los siguientes nervios.

Nervio Facial: Las lesiones suelen ser causadas por heridas directas

sobre él. Las paresias que pueden aparecer en las fracturas del tercio

medio de la cara se deben a contusiones o distensiones del nervio

facial, ocasionadas por inflamaciones o hematomas de las partes

blandas; se recuperan tan pronto desaparezca el proceso inflamatorio y

reabsorbido los hematomas.

Nervio Infraorbitario: Su lesión es frecuente en las fracturas del

maxilar superior y del malar. Ocasiona parestesias y anestesia del labio

superior, las encías y los alvéolos superiores.

Nervio Supraorbitario: Afectado cuando existe fractura del tercio

superior.

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Se toma en cuenta los siguientes objetivos.

Objetivos.-

1.- Liberar todo tejido atrapado o adherencias que puedan entorpecer o

dificultar los movimientos del ojo.

2.- La reubicación de la grasa periorbitaria que se haya prolapsado dentro

del antro.

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Page 31: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

3.- Restaurar la continuidad del piso orbitario.

Generalmente estas fracturas son menores a 2 cm de diámetro, defectos

que se pueden manejar con injertos óseos, los cuales se deben fijar con material

de osteosíntesis para evitar su desplazamiento. Es muy importante hacer una

disección adecuada de los bordes del defecto, especialmente de los posteriores,

con el fin de dimensionar adecuadamente el problema y su tratamiento y no ir a

dejar defectos posteriores de continuidad.

Estas fracturas también se pueden manejar con materiales aloplásticos

como láminas de polidioxano, PDS reabsorbibles o Medpor. Otro metodo tambien

es el taponamiento del seno malar por debajo del suelo orbitario fracturado.

MEDPOR TITAN® MAXTM

ORBITAL FLOOR WALL

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Page 32: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

MEDPOR TITAN®

ORBITAL FLOOR AND WALL

MEDPOR ENOPHTHALMOS

SHAPES

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Page 33: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

INFERIOR MEDIAL ORBITAL RIM

IMPLANT (IMORI™)

Fig. Malla preformada de titanio que imita la convexidad natural de piso de orbita

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Page 34: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

Fig. El borde externo de la placa se coloca hasta la fisura orbitaria inferior

hasta la fosa lagrimal

ABORDAJES

El abordaje de las fracturas de piso de orbita se realiza por medio de:

transconjuntival, sub ciliar e infraorbitario

El defecto se de exponer en forma adecuada para facilitar su solución co

los injertos óseos o e material aloplástico elegido.

El abordaje de la pared inferior se hace por medio de un abordaje

transconjuntival, de elección en las fracturas Blow out de piso de orbita.

Sin perdida considerable del hueso se realiza Antrostomía intrabucal y

desbridamiento. Para luego hacer una reposición digital y contención con un

taponamiento o balón.

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Page 35: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

PRONÓSTICO

Según el mecanismo del trauma el pronóstico de las fracturas de piso de

orbita pueden ser de buena evolución, sea que se encuentren en su forma pura y

no se haya producido un desplazamiento de los huesos. Su resolución puede ser

quirúrgica en cuanto a que sean desplazadas o acompañadas de otras fracturas,

en las que se tenga que usar otros métodos para la fijación.

La Parestesia o anestesia del labio superior, las encías y los alvéolos

superiores suelen desparecer a los 6 meses. Su persistencia indica la existencia

de compresión del conducto infraorbitario o de una esquirla ósea que sigue

actuando sobre el nervio. Rara vez puede quedar anestesia, neuralgia o

parestesia permanente.

Una secuela importante como la ceguera puede producirse cuando el

traumatismo produzca una fractura de piso de orbita con el consiguiente

desplazamiento de la orbita dentro del seno maxilar, en estos casos la ceguera es

inevitable ya que daña paquete vasculonervioso. Sin embargo la mayoría de las

fracturas de piso de orbita resuelven con los métodos quirúrgicos actuales

restableciéndose a su posición normal y devolviendo al paciente a su estado

normal.

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Page 36: FRACTURAS DE PISO DE ORBITA

BIBLIOGRAFIA

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