¿Es tiempo de invertir?Determinar cuándo es el momento adecuado para hacer una inversión requiere de muchas consideraciones y análisis. Hoy, cuando la crisis mundial nos afecta, tomar esas consideraciones y análisis no solo es necesario, sino obligatorio.

La industria de la construcción en El Salvador ha sido una de las más afectadas en esta crisis. No solo porque en el exterior fue originada por malos manejos vinculados

a esta industria, sino porque una crisis nos obliga a priorizar nuestros gastos y cambiar nuestros hábitos de consumo. Si sumamos a esto el clima de inestabili-dad laboral del que pocos hablan, pero muchos temen.

Y es esto último, más allá de la capacidad financiera, priorización de gastos y hábitos de consumo lo que

ha frenado el otorgamiento de créditos. Entonces, ¿nos debemos olvidar de esta industria en este momento?

La respuesta es no. Esto mismo nos lleva a ¿cuándo se podrá invertir en la industria de la construcción? La respuesta es: ¡este es el momento!

Sin embargo decir “este es el momento” es una respuesta demasiado simple y hasta difícil de aceptar. ¿Por qué hoy? Toda inversión, no importa el rubro, requiere de un tiempo de planificación, ejecución y retorno de la misma. En nuestro país, muchas veces obviamos la primera etapa y, en la marcha, tomamos las decisiones. Hoy, más que

nunca, es esta la fase clave. Fase que nos hará no solo más efectiva la ejecución, sino más rentable.

Si analizamos detenidamente nuestro entorno, podemos ver algunas luces que nos indican que

es este el momento. La mayoría de analistas sugieren que los Estados Unidos ya están saliendo de la crisis y las últimas declara-ciones del presidente Obama hacen énfa-sis en una de las prioridades de su administración para este año: el empleo. Esta variable activa el círculo virtuoso de la economía esta-

dounidense. En una palabra, consumo. La recuperación económica (al menos la salida de la recesión) de los Estados Unidos es el primer aviso.

Arq. Ricardo E. Molina, AIANovitas Arquitectura & Urbanismo

Ya algunas industrias en nuestro país están viendo este efecto, traducido en pedidos. Cualquier plan de estímulo de empleo dará frutos al menos en 6 o 9 meses, periodo que debemos considerar y dar amplio seguimiento. Más empleo en Estados Unidos se traducirá, indirectamente, en más remesas, más intercambio comercial y más consumo en nuestro país.

Ahora, relacionando estas variables y nuestra realidad, el éxito de cualquier proyecto depend-erá en gran medida del consumo (y en El Salvador esto está ligado a la economía de Estados Unidos).

Sin embargo de muy poco sirve que exista consumo si no hay qué consumir y aquí es donde la planifi-cación es importante. Lastimosamente, en El Salva-dor, por más que se ha hablado de agilidad de trámites, muy poco hemos avanzado y si sumamos lo que ya antes mencionábamos que en la marcha tomamos decisiones, nos ha llevado a tener proyec-tos en la fase de trámites por más de un año, condenándolos a que se queden en un proyecto mas, sin mencionar el costo que esto conlleva.Teniendo clara nuestra realidad, las medidas de reactivación en Estados Unidos, es este el momento de invertir, invertir en planificar, planificar para ejecutar y ganar.

Muchas veces tener el deseo de realizar un proyecto es suficiente para llevarlo a feliz término. Cometemos errores, sí, pero al final nos deja un buen sabor de boca. Actualmente, aunque en el pasado esto nos haya funcionado, debemos minimi-zar los errores. Lo primero que debemos tener en cuenta es que la planificación no es un gasto de tiempo y dinero, sino una herramienta que si es bien concebida nos da los puntos de control y evita cometer errores.

Pero, ¿cómo hacer una planificación efectiva? Bueno, sigamos estos pasos:

Primero hay que evitar caer en la tentación que ya sabemos todo sobre nuestro negocio. Ser ingeniero o arquitecto no garantiza una planificación efectiva. Muchos son los factores y experticias que intervienen (diseño, mer-cadeo, finanzas, etc.) La selección del equipo profesional es importante y factores como la experiencia, nuevas ideas y, principalmente, conocimiento del tipo de proyecto a desarrol-lar son vitales. Aceptar menos es casi condenar nuestro proyecto al fracaso.

Depurar las ideas: esta etapa podríamos llamarla pre-factibilidad. El equipo profe-sional contratado desarrolla las ideas no solo desde el punto de vista técnico, sino financiero, mercadeo, proyección de ventas, etc.

Desarrollar el Plan Maestro. Aquí establec-emos las fases y etapas del proyecto tanto en tiempo como dinero.

Una vez cumplido esto basta con dar seguimiento y asegurarnos que nuestro Plan Maestro cuente con puntos de control, donde se verifique la efectividad de la puesta en marcha, analizando todos los factores multidisciplinarios que todo proyecto posee. Esta es la clave de la planificación el seguimiento efectivo.

Ahora ¿qué tipo de proyecto? Si un hecho está claro es que en El Salvador existe una demanda insatisfecha de vivienda. Este rubro, sin embargo, se divide en varios segmentos. Entonces, ¿para cuál planificar, diseñar y construir? La crisis ha afectado fuertemente a dos segmentos de la población: medio y el de menor ingreso. Muchos del segmento medio han visto cómo su capacidad de compra ha disminuido. Este segmento, que hasta antes de la crisis era uno de los de más demanda, es hoy un segmento al que lastimosamente no hay que apos-tar.

Planificando la Rentabilidad

Por otro lado, los segmentos de menores ingresos son un mercado ampliamente insatisfecho al que habrá que ofrecer nuevas soluciones. Durante años se ha confundido menor valor = menor calidad = menor diseño. Esto es un reto de todos los profesionales: un cambio de paradigma. Las soluciones habitacionales deben estar concebidas con los más altos estándares, incorporando sin importar el segmento al que va dirigido la sostenibilidad, pensando en como si nosotros fuéramos a habitarlas.

Ahora, garantizar el éxito de un proyecto dependerá, sin ninguna duda, de estar atento a las variables económicas tanto nacionales como internacionales, de mercado, pero más impor-tante si son desde su inicio planificados para su éxito.

“Las soluciones habitacionales deben estar concebidas con los más altos estándares”