el signo lingüístico

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Antonio Millán Orozco EL SIGNO LINGÜISTICO " 1973 Programa Nacional de Formación de Profesores ASOCIACION NACIONAL DE UNIVERSIDADES E INSTITUTOS DE ENSEÑANZA SUPERIOR ' t

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El concepto de signo lingüístico

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Antonio Millán Orozco

EL SIGNOLINGÜISTICO

"

1973Programa Nacional de Formación de Profesores

ASOCIACION NACIONAL DE UNIVERSIDADES E INSTITUTOS DEENSEÑANZA SUPERIOR '

t

Primera edición: México, 1973

Derechos reservadosCopyright te> 1973Programa Nacional de Formación de ProfesoresASOCIACION NACIONAL DE UNIVERSIDADESE INSTITUTOS DE ENSEÑANZA SUPERIORAv. M. A. Quevedo 8-4Q pisoApdo. Postal 70-230México 20, D. F.Diseño de la Portada:Javier Espinoza y Javier Fragoso

Edición a cargo de:DISEÑO y COMPOSICION LITOGRAFICA, S. A.Blvd. M. Avila Camacho NQ 40-316Naucalpan, Edo. de México557-63-74557-62-63

Impreso en México

Printed in Mexico

PRESENTACION

Esta publicación forma parte de la Serie TEMASBASICOS, preparada por la Asociación Nacional de Uni-versidades e Institutos de Enseñanza Superior. En cadauna de las áreas de matemáticas, ciencias naturales, his-toria y ciencias sociales, y lengua y literatura, la Serieofrece los temas vertebrales de los cursos correspondientesen el nivel de enseñanza preparatoria o bachillerato. Algu-nos de los temas serán útiles también como auxiliares pararepaso en el inicio del ciclo profesional o como fuente deconocimiento para el lector autodidacta.

Dentro de la intención didáctica con que han sidoelaborados los materiales, cabe destacar los propósitos declaridad, concisión y, en la medida de lo posible, desarrolloautónomo de los temas. En cada caso, se han incorporadoal texto ejemplos, preguntas o eiercicios. En ocasiones, laspreguntas o los ejercicios se acompañan de sus correspon-dientes resoluciones. Se recomienda que el lector intente supropia respuesta, antes de ver la que- el autor ofrece.

Excepto en el área de historia y ciencias sociales, endonde se utilizaron trabajos de autores extranjeros, en elresto se contó con la valiosa intervención de destacadoscientíficos e intelectuales mexicanos. La coordinación ge-neral de la Serie estuvo a cargo del señor Lic. Hugo Pa-dilla. Los señores doctores Emilio Lluis, Francisco MedinaNicolau, Arnaldo Córdova y Luis Rius, coordinaron, res-pectivamente, las áreas de matemáticas, ciencias naturales,historia y ciencias sociales, y lengua y literatura.

LIC. ALFONSO RANGEL GUERRASECRETARIO GENERAL EJECUTIVO

ASOCIACION NACIONAL DE UNIVERSIDADESE INSTITUTOS DE ENSEÑANZA SUPERIOR

INDICE

l. INTRODUCCION 71.1 La capacidad humana de nombrar las cosas 71.2 La historia del problema 81.3 El nombre y la cosa 8

2. El SIGNO LINGÜISTICO 112.1 Indivisibilidad del signo 132.2 El signo lingüístico y el triángulo de Ullman142.3 Relación del significado con el referente 15,2.4 Naturaleza del significado 162.5 Naturaleza del significante 18

3. ARBITRARIEDAD DEL SIGNO 213.1 Relación del significan te con el significado 213.2 La libre elección del significan te y la

convención social 223.3 No hay relación natural entre el significado

y el signifícante 233.4 Lo motivado del signo 24

4. LA LINEALIDAD DEL SIGNO 294.1 El signo aislado y la combinación de signos 2'94.2 La cadena hablada y la linealidad del signo 294.3 La imagen gramatical del signo . 31Bibliografía 35Cuestionario 37Respuestas al Cuestionario 39

1. INTRODUCCIóN

1.1 La capacidad humana de nombrar .las cosas

El hombre no se diferencia de los demás seres vivosúnicamente por su constitución biológica, sino tambiény fundamentalmente porque sólo él posee el don de lapalabra, germen o fruto, según quiera pensarse,' de la in-teligencia humana.

A .esta singularidad del hombre hace referencia la Bi-blia en aquella parte del libro del Génesis que dice: "YYavé Dios trajo ante el hombre todos cuantos animales,del campo y cuantas aves del cielo formó, para que viesecomo los llamaría, y fuese el nombre de todos los vivíen-

_tes el que él les diera. Y dio el hombre nombre a todoslos ganados y todas las aves del cielo y a todas las bestiasdel campo ... "

Es facultad propia del ser humano poner nombre a lascosas. De esta manera cataloga y ordena el mundo queencuentra a su alrededor. A todo lo que le circunda y leinteresa le ha puesto un nombre; si hay algo que no lotenga y le interese, elabora uno nuevo y se lo pone.

Desde luego, la lengua no es nada mas una lista denombres que se da a las cosas, ni funciona como un sim-ple diccionario, dado que, cuando hablamos, no maneja-mos aisladamente las palabras sino que las combinamosunas con otras de muchas maneras para expresar los másdiversos pensamientos y para hacer efectiva la comunica-

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ción. Nombrar a las cosas es una de las muchas funcionesque cumple la lengua, pero, quizá, sea una de las másapasionantes por implicar uno de los primeros cometidosque debió cumplir el lenguaje desde su nacimiento.

1.2 Historia del problema

El estudio de las relaciones entre la cosa y su nombrefue iniciado por los griegos. Entre ellos florecieron dosescuelas de pensamiento: la de la analogía, que estimabaque, entre la cosa y su nombre, existía una relación natu-ral; y la de la anomalía, que postulaba que dicha relaciónno era natural, sino arbitraria, establecida por los hom-bres. De los argumentos con que una y otra escuela sos-tenían sus posiciones ideológicas, poco a poco, fue inte-grándose el cuerpo doctrinario del que surgiría mas tardela gramática. El problema planteado por los griegos se havenido esclareciendo con la luz que, al respecto, han arro-jado las consideraciones de cuantos filósofos y estudiososdel lenguaje se han ocupado de él a través de más deveinte siglos.

En la actualidad, el proceso que supone la nominaciónde las cosas ha sido desarrollado sistemáticamente por ellingüista suizo Ferdinand de Saussure (1857-1913),quien, organizando todo el conocimiento anterior, ha lo-grado construir la más coherente y aceptada teoría sobrelo que él llama signo lingüístico, que es una de las princi-pales aportaciones de su Curso de Lingüístico. General,obra póstuma editada por dos alumnos suyos, en la quehan quedado asentadas muchas de las premisas con quetrabaja la lingüística de nuestro tiempo.

1.3 El nombre y la cosa

Antes de adentrarnos en lo que es el signo lingüísticopara Saussure, conviene tener presentes las siguientes no-ciones: N o es característica de las cosas mismas poseer unnombre, ello es algo establecido por el ser humano y que

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sólo tiene validez para él mismo. Las cosas existen inde-pendientemente de que tengan o no tengan nombre. ]j'eesto no necesitamos mayor prueba que reflexionar sobreel hecho de que, a veces conocemos una palabra y no sa-bemos que significa. o, a veces, conocemos una cosa y nosabemos cómo se llama. Lo cual nos hace entender tam-bién que las palabras y las cosas son elementos diferentesentre sí, Las palabras son sonidos elaborados, articulados,por el hombre y que sólo el hombre entiende (adviértaseque se dice entiende y no escucha, oye), y que, por esomismo, sólo tienen existencia para él. Las cosas, en esesentido hemos empleado el término, son los seres animadose inanimados que coexisten en la naturaleza, y los quepor supuesto, no sólo tienen existencia para el hombre.

Palabra y cosa son elementos diferentes entre si. Lo quese hace al nombrar algo es establecer una relación entreellos.1

1 La lengua no nombra nada más cosas concretas. Nombratambién cosas abstractas: bondad, maldad, belleza, fealdad, etc.Sin embargo, en todas las ejemplificaciones que ponemos en laspáginas siguientes, "sólo nos referimos a cosas concretas, para no'confundir al lector y para hacer entender con claridad aquelloque nos interesa.

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2. EL SIGNO LINGüíSTICO

Saussure emplea el término signo lingüístico, en lugarde palabra o nombre, para evitar las imprecisiones a queestas voces pudieran prestarse dentrode una terminologíaespecializada. Para él, la lengua es un sistema de signosy las unidades que lo componen son signos lingüísticos.

Según quedó establecido por Saussure, el signo lingüís-tico es una unidad compuesta por dos elementos, o, si se-quíere, por dos caras como una moneda. Uno' de los ele-mentos o caras es el significante o imagen acústica, y otroes el significado o imagen conceptual.

una cara

+

+ otra cara

+

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la moneda

El significan te es el sonido, que constituye la parte delsigno lingüístico perceptible por el sentido del oído. Deacuerdo con el ejemplo de la moneda, a la cual nunca lepodemos ver las dos caras al mismo tiempo, se puede decirque el significan te es la cara, si no visible, sí audible delsigno. Esta es la razón por la que, a veces, se ha identi-ficado falsamente al significan te con el signo mismo.

signo lingúistico

El significado .es la cara no' visible, .esdecir, no audibledel signo. Es el contenido, la, idea que nos despierta en lamente el estímulo de escuchar el significan te. Y no sepuede ver ni oír, porque está en la zona, en que se encuen-tran las ideas: en la mente.

Por comodidad, es más fácil, presentar el esquema del~signbllngüistico ,como lo haceSaussure: " '

,~

f Para tener una idea más clara y ~aber distinguir conprecisión el sígníficantedel·' Significado, tomemos, porejemplo, los sinónimos avión y aeroplano, dos palabrasque sin duda son conocidas por la mayoría de nosotros ,aunque en México es más usual la primera que la segun-

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da. Ambas, avión y aeroplano, son dos significantes conun mismo Significado: 'avión'.

2.1 Indivisibilidad del signo

Volviendo al primer signo lingüístico que pusimos amanera de ejemplo, conviene especificar que la palabracasa no es signo lingüístico nada más en cuanto es unaimagen acústica audible, sino que es -signo lingüístico enla medida que es un significan te que conlleva un signifi-cado. No se puede concebir la existencia de los significan-tes de una manera aislada, sin que porten sus correspon-dientes significados. En efecto, no hay palabras vacías quequieran decir nada; no inventamos palabras sin que ten-gamos algo que nombrar.

En cuanto al significado, tampoco cabe afirmar que éstepuede existir aislado del signiiicante. En apariencia es depensarse que así fuera, dado que el significan te nacepara nombrar algo que le preexiste. Sin embargo, ese algoque el signiiicante va a nombrar llO es el significado enel sentido especializado en que estamos empleando el tér-mino; ese algo que el significan te va a nombrar es la cosamisma. Y la cosa no debe confundirse con la idea quenos hemos formado de ella por medio de la lengua, o sea,con el significado. El significado es la imagen de la cosa;y la imagen de algo nunca es la cosa misma, sino su ima-gen (si nos vemos en el espejo nunca confundimos nues-tra imagen con nuestra persona, ni de qué lado se encuen-tran una y otra). Por esta razón Saussure define al sig-

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nijicado como la imagen conceptual de la cosa, y usa estosdos términos como sinónimos.

2.2 El signo Iingiiístico y el triángulo de Ullman

Todo esto, en la semántica, la ciencia lingüística que seocupa del estudio de la significación de las palabras, acos-tumbra representarse con el triángulo siguiente:

Si~nifkado(Imagen conceptual ,1<-la cosa)

fcl~ignificantc

(sonidos quecomponen la palubru )

referente

(la cosa)

Según puede apreciarse, los elementos que componen eltriángulo no se relacionan en la misma forma. Como estáindicado por las flechas, entre el signiiicante y el Signifi-cado, y entre el significado y el referente, se establece unarelación directa. Entre el significante y el referente no seda una relación directa (de ahí la línea punteada), sinoindirecta, que se realiza a través del Significado, que fun-ciona como un puente entre ambos. Dentro del signo lin-güístico sólo quedan incluidos dos elementos del trián-gulo: el significan te y el significado; el referente (la cosa)queda fuera de él.2

2 Antes de esta explicación, habíamos puesto en el lugar delsignificado un dibujo que representaba a la cosa significada.Ahora que se entiende que la cosa no es el significado, podemosprescindir del dibujo. En la lingüística, para indicar que nos refe-rimos al significado de una palabra, ésta se pone entre dos co-millas simples: 'casa'; y para indicar que nos referimos al sig-niiicante, se usa letra cursiva: casa.

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~

, ,casa

casa

2.3 Relación del significado con el referente

Aclarado, pues, que el significado no es la cosa misma,pasemos a estudiar cuál es la relación que hay entre ellos.La lengua, en el procedimiento de nombrar las cosas, nosproporciona un mecanismo precioso para la comunicacióny el conocimiento humanos, a través del cual podemosabstraer la realidad objetiva en conceptos, o sea, convertiren ideas las cosas concretas. Para ejemplificar esto, to-memos la realidad (el referente) [SIlla], ~ de la que noshemos formado el concepto (significado) 'silla', represen-tado por la palabra (significante) silla.

No hay dos [SIllas] completamente iguales en el mun-do. Las hay de diferentes materiales: madera, metal, plás-tico, etc.; de diferentes colores: café, rojo, verde, etc.; dediferentes tamaños: chico, mediano, grande; si son delmismo material, supongamos, de madera, las hay de ce-dro, caoba, pino, etc.; en fin, las hay con múltiples dife-rencias. Todas y cada una de las [illJ~ que existen sondiferentes entre sí en algo, aun en el caso de dos quepudiéramos considerar iguales, éstas no podrían ocuparel mismo lugar en el espacio. Pero, a pesar de ser distintas,todas las [Sillas] que hay en el planeta Tierra caben dentrodel concepto 'silla'. La lengua, por medio de esta capa-cidad de incluir en un solo concepto muchas cosas, nossimplifica el conocimiento del mundo y nos proporcionael instrumental necesario para comunicamos sin gran di-

:1 Para diferenciar, en la anotación, el referente del significadoy del signiiicante, cada vez que nos refiramos a él, lo señalaremosencerrando la palabra en un rectángulo: [Silla).

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ficultad. Imaginemos ]0 caótico, lo difícil que resultaríael que cada una de las sillas del mundo, cada uno delos objetos que hay de esta misma clase, tuviera un signi-ficante distinto; la lengua no tendría miles de palabrascomo las tiene, sino millones y millones que sería imposi-ble memorizar. Todo lo cual nos prueba que no hayrelación directa entre la cosa (diversidad de objetos) y sunombre (unidad conceptual), y que la relación entre lacosa y su nombre se realiza a través de un concepto, queesquematiza, engloba y generaliza, y, en consecuencia,simplifica las cosas, la realidad.

2.4 Naturaleza del significado

Sin embargo, con esto, aún no están resueltos todoslos problemas que plantea el signo lingüístico. No hemoshecho otra cosa más que observar que el referente, el sig-nificado y el significan te son elementos distintos que nopueden ni deben confundirse. Todavía no hemos esclare-cido por completo la naturaleza del Significado y del sig-niiicante. Pasemos a estudiar, ya no lo que hay fuera deellos, sino lo que los constituye.

El Significado es la imagen conceptual que nos hemosformado de las cosas. La lengua funciona como un espejode la realidad. El Significado, en cuanto imagen de lascosas, sólo nos permite apreciar ciertos rasgos de ellas ynos oculta otros, así como en el espejo sólo nos podemosver el frente y no la espalda, Y, aunque ello únicamentesea un ejemplo, puede decirse que el Significado estáconstituido por los rasgos de las cosas que nos es dadoapreciar por medio del "espejo" de la lengua. Los rasgosque no pueden apreciarse serían la "espalda" de las cosasy ésos no constituyen parte de la imagen conceptual o sig-nificado.

A los rasgos que nos permite ver el "espejo" de la lenguallamémosles rasgos distintivos, y, a los rasgos que no sepueden ver, rasgos secundarios. El significado o imagen

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conceptual es, por tanto, un conjunto de rasgos distintivos.De ellos todos los hablantes tenemos una noción muy cla-ra. Si alguien nos pregunta qué es una 'silla', responde-mos, sin vacilar, que es "un objeto con patas y con respal-do, que sirve para sentarse"; nunca se nos ocurriríacontestar que es "un objeto de color café, hecho de maderay de tamaño mediano". De estas dos definiciones, laprimera corresponde al concepto 'silla', y la segunda, anada en particular. La primera enumera los rasgos distin-tivos del Significado 'silla', y, la segunda, ciertos rasgossecundarios que pueden darse en torno a la realidad sillae, incluso, a cualquier otra cosa: un escritorio, unlibrero ,una mesa, un banco, etc. Los conceptos'silla' y 'banco', por ejemplo, no pueden ser diferenciadosni definidos por los rasgos secundarios ("café", "de ma-dera", "de tamaño mediano"), pero sí, por los rasgos dis-tintivos, de ahí su nombre (porque sirven para distin-guir). Los significados 'silla' y 'banco' se diferencian por-que presentan un rasgo distintivo no común en su defi-nición:

'silla' = "objeto con patas y con respaldo, para sentarse"

'banco' = "objeto con patas sin respaldo, para sentarse"

Así pues, debe quedamos claro que la parte del signolingüístico que llamamos Significado o imagen conceptualestá constituida por un conjunto de rasgos distintivos, conlos ql)e generalizamos y convertimos en algo unitario atoda una serie de reierentes diversos entre sí. Cada uno delos miembros de esta serie, cada referente, puede ser espe-cificado por la lengua, si se quiere, pero no con un solosigno sino con la combinación de varios signos. Atenda-mos a los ejemplos que siguen:

l.-silla2.-silla azul3.-silla azul de fierro4.-mi silla azul de [ierro

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El primero se refiere a todas las sillas del mundo; elsegundo, a las sillas azules, no a las verdes, ni a las rojas,etc.; el tercero, a las sillas azules, pero no a todas, sino alas de fierro; y, el cuarto, no a todas las sillas azules defierro, sino sólo a la mía.

N unca debemos perder de vista que una cosa es el es-tudio aislado de los signos lingiiisticos y otra, el estudiode las combinaciones entre ellos. Combinando signos po-demos expresar y comunicar lo que desemos. Con un signosolamente establecemos una relación entre un significantey un significado, o mejor dicho, nombramos algo.

2.5 Naturaleza del significante

Esperando que, con lo dicho haya quedado en claro lanaturaleza del significado, pasemos a precisar ahora cuáles la del significante. Este había quedado definido comola parte del signo lingüístico perceptible por el sentidodel oído. Esto es cierto, pero hay que distinguir algunosmatices todavía. Si pudiéramos aislar de la pronunciaciónde una palabra aquellos aspectos de la voz que nos infor-man si quien habla es un niño, un joven o un adulto; unhombre o una mujer; y otros aspectos más como los quedelatan su procedencia geográfica y su nivel sociocultural,entonces tendríamos al significante puro, como lo concibeSaussure. '

El significante se encuentra en nuestra memoria des-pojado de esos aspectos de la voz. Es una imagen acústicay, aunque reincidamos en el ejemplo, repítámoslo unavez más: la imagen de algo no es la cosa misma; en estecaso, el significan te o imagen acústica no es el sonido mis-mo, sino un conjunto de rasgos distintivos sonoros de loscuales guardamos recuerdo en la mente, y que, en el actodel habla, van acompañados, al ser pronunciados, por cier-tos r~sgos secundarios (aspectos de la voz que nos infor-man sobre la edad, sexo, procedencia geográfica y. nivelsociocultural del que habla). No hay mejor ejemplo para

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entender que el significan te es una imagen acústica, queel que Saussure mismo cita: "Sin mover los labios ni lalengua, podemos hablamos a nosotros mismos o recitamosun poema". En dicha situación lo único que hay en nues-tra mente son rasgos distintivos, despojados de rasgos se-cundarios: imágenes acústicas, recuerdo del sonido que nospermite identificar los signos cada vez que~los escuchamos..

En resumen, el signo lingüístico es una unidad com-puesta por dos miembros que mantiene mutua e indivi-siblemente asociados: el significante que es el aspectoperceptible por el sentido del oído, y el Significado, quees la idea que nos despierta en la mente dicho estímulo.El Significado no es la cosa misma, ni el significan te es 'elsonido mismo. Uno es la imagen conceptual que nos he-mos formado de las cosas, y, otro, la imagen acústica quenos hemos hecho del sonido.

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3. ARBITRARIEDAD DEL SIGNO

3.1 Relación del significante con el significado

Hasta aquí, hemos venido viendo cómo funcionan', enrelación al signo lingüístico, los elementos que integranel triángulo de Ullman.

referente

Vimos gue las relaciones posibles son tres: 1) signiii-cante con referente, de una manera indirecta, a través delsignificado; 2) referente con significado; 3) significantecon significado. Conforme la primera, establecimos quenombrar algo implica relacionar un nombre con una cosa;de acuerdo con la segunda, que la cosa se convierte enun concepto; y, con la tercera, que el concepto es evocadoen la mente por medio de un estímulo acústico.

Pasemos ahora, a ver, con detenimiento, cómo se uneno se interrelacionan estos dos últimos elementos: el signi-ficante y el significado.

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Esta interrelación se realiza bajo dos principios básicos:1) la libre elección del significan te y 2) una convenciónsocial entre los hablantes; y un principio secundario: lamotivación del significan te, hecha por el contraste de unsigno con los demás signos de la lengua.

Para Saussure, los dos primeros principios determinanla arbitrariedad del signo, esto es, que, en general, el sig-nificante no guarda con el significado más lazo que el que,por convención de la comunidad hablante, se ha fijadoentre una secuencia de sonidos y un signiiicado.:

3.2 La libre elección del significante y la convención social

Puesto que la lengua es un convenio, un acuerdocomún, inconsciente y colectivo, el Significado y el signi-ficante quedan .relacionados de manera convencional. Aalguien se le ocurre llamar aluminio a cierto tipo de metal,todos los demás lo admiten, y la convención queda esta-blecída." Al primero que nombró ese objeto, pudiera ha-bérsele ocurrido llamar a ese tipo de metal: aluminio,luminio", minio", inio", nio", 6 etc.; pero fue la primerasecuencia de sonidos la que se le ocurrió, aluminio, y, una

4 Esta secuencia de sonidos puede ser cualquiera, siempre ycuando esté dentro de las costumbres articulatorias de los ha-blantes. Por ejemplo, en español no acostumbramos pronunciar5 consonantes juntas, ni tenemos como final de palabra conso-nantes como la [. Por tanto, si quisiéramos nombrar algo, nopodríamos llamado trild ni trei, sino tal vez treio, porque éstaúltima secuencia de sonidos sí es posible en español, está dentrode las costumbres articulatorias de los hablantes.

fi En general, nosotros recibimos todas las palabras ya he-chas. No somos muy conscientes de nuestra participación en elnacimiento de voces nuevas. La lengua la recibimos hereditaria-mente, como la recibieron también nuestros padres y nuestrosabuelos; creemos que la lengua es algo ya terminado y acabado,y no nos damos cuenta de que a cada momento la estamos ha-ciendo y rehaciendo.

6 Usamos el asterisco para indicar que las voces señaladas pu-dieron existir. Cada vez que aparezca, quiere decir esto mismo.

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vez admitida por la comunidad hablante, ya no puedeser modificada. De manera que, en principio, cualquiersecuencia posible de sonidos de una lengua es aplicable aun significado, pero, una vez elegido un significante, to-das las demás secuencias de sonidos quedan excluidas. Porcostumbre, sentimos que el significan te y el significado sonindivisibles, inseparables, al grado de que llegamos a pen-sar a"que a tal o cual Significado no puede correspondermás significan te que el que tiene en nuestro hábito lin-güístico. Basta con no olvidarnos de que en el mundo exis-ten muchas lenguas, para que nos demos cuenta de quelos significantes se unen a los significados de manera ar-bitraria, por medio de una convención social: casa enespañol, house en inglés, maison en francés, son distintossignificantes que corresponden a un mismo significadO enesas tres lenguas.

Un diccionario bilingüe es, de hecho, una lista com-parativa de los significantes que, en dos lenguas, se dana unos mismos significados. Como la lengua es una con-vención social, no podemos levantarnos un día muy revo-lucionarios y llamar juno " al 'desayuno', chata" a la 'cu-chara', illo" al 'cuchillo', etc., a riesgo de que nadie nosentienda. La relación que hay entre el significante y elsignificado es un hecho social que debemos respetar comousuarios de la lengua.

3.3 No hay relación natural entre el significatloy el significante

Todas estas consideraciones nos dan suficientes argu-mentos para rechazar ya, sin mayores explicaciones, laidea de que el significado y el significan te pudieran rela-:cionarse de modo intrínseco, de una manera secreta eimperceptible. Si a cada significado correspondiera unsignificante específico, emanado de la cosa, como lo verdeemana de las hojas del árbol, no hablaríamos más que unasola lengua. El concepto 'casa' se llamaría casa en todas

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las lenguas del mundo, y no house, en inglés, maison enfrancés, uchi en japonés, etc.

Sólo hay un caso en que parece existir relación naturalentre la cosa significada y su nombre, el de las onomato-peyas, que son palabras que tratan de imitar el sonido queproduce algo: guauguau, por ejemplo, el ladrido del perro.Pero, aún en este caso no puede afirmarse que se dé unarelación natural indiscutible entre la cosa y su nombre,porque en todas las lenguas del mundo los hablantes oyenlas onomatopeyas de manera distinta. En español oímos elladrido del perro como guauguau, en francés como ouaoua,en alemán como wauwau; el canto del gallo, que nosotrosoímos como quiquiriquí, los franceses lo oyen como co-quericó y los ingleses como cock-a-doodle-do. Así pues,no existe cosa alguna que esté expresada por el mismosignifican te en todas las lenguas del mundo, ni las ono-matopeyas. Lo que sucede con éstas, es que están hechasbajo un tipo de motivación acústica.

3.4 Lo motivado del signo

Al decir que la lengua relaciona de modo convencionalun significan te a un significado, no se excluye que el pri-mero pueda guardar alguna relación motivada con refe-rencia al segundo. El hablante tiene que respetar la con-vención social por la que han quedado unidos los dosmiembros constitutivos del signo, pero, como la lengua noes una dictadura, los hablantes pueden asimismo aplicarlas motivaciones particulares que crean encontrar entre loselementos que componen el signo.

La lengua es un sistema de signos aprendido inconscien-temente. El usuario de la lengua no sabe bien a bien comofunciona, aunque la emplea sin mayor dificultad. Pero él,en su afán de entender las cosas, trata, en cuanto puede,de acercar la lengua a su manera particular de sentir yapreciar el mundo. Es decir, trata de hacer racional eseinstrumento que maneja inconscientemente, Tal es lo

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que sucede cuando crea palabras como: chupa-rosa, gira-sol, mesa-banco, saca-puntas, etc.

Estos signos se encuentran motivados. Sus significanteshan sido creados bajo ciertos principios de selección. Elcompuesto de que están formados se siente definitorio delas cosas que nombran: chupa-rosa, nombra ar un "pájaroque se dedica a chupar las rosas"; gira-sol a una "flor quegira para seguir el curso del sol"; mesa-banco, a un "asien-to de los escolares, en el que la mesa y el banco formanuna sola pieza"; saca-puntas, a un "objeto que sirve parasacar 'punta al lápiz". Los principios de selección bajo losque han sido creados estos significantes radican en laexistencia de otros signos que no se encuentran motivados(rosa, girar, sol, mesa, banco, chupar, sacar y punta). Sinembargo, tanto los significantes motivados como los nomotivados, guardan una relación fija respecto a sus sig-nificados: la que la comunidad, de manera arbitraria haestablecido entre ellos. Decimos: chuparosa. girasol. me-sabanco, sacapuntas y no rosachupa", solgira*, banco-mesa", puntasaca" porque lo primero es lo que se ha es-tablecido.

Lo arbitrario y lo inmotivado del signo no se contrapo-nen. Si arbitrariamente hubiéramos determinado decirrosachupa" en lugar de chuparosa; solgira", en lugar degirasol; bancomesa" en lugar de mesabanco; y puntasaca",en lugar de sacapuntas, no cambiaría para nada la moti-vación de esos signos.

Por otra parte, debe señalarse que lo arbitrario es unacaracterística esencial e inherente al signo, mientras quelo motivado es una característica accesoria y secundaria alsigno. En efecto, todas las palabras de una. lengua hansido creadas arbitrariamente, uniendo, por convención so-cial, un significan te a un significado; y sólo cierto númerode palabras ha sido creado bajo algún tipo de motivación.

Habíamos dicho que no había mejor prueba para de-

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mostrar la arbitrariedad del signo que la diversidad de len-guas que hay en el mundo, o sea, que una misma cosa sepueda nombrar de maneras diferentes (casa, house,maison, etc.) Sin embargo, no necesitamos ir tan lejospara darnos cuenta de ello; en una misma lengua suelellamarse a una sola cosa con diferentes nombres: el coli-brí, en México, acostumbra llamarse también chuparosa,chupamirto, chupamiel y chupaflor, según la región geo-gráfica en que se hable el español. En cada lugar, el sig-nificante está ligado a su significado por una convenciónsocial; sin embargo, en cada lugar, la motivación se sientediferente, el compuesto no es el mismo: chupa-rosa, chupa-mirto, chupa-miél, chupa-flor.

La motivación es algo accesorio y secundario, que sepuede llegar a perder sin alterar la identidad del signo.No sabemos, por ejemplo, si la voz colibrí, que es un prés-tamo que el español tomó del árabe, era un signo moti-vado en su lengua de origen, pero su valor fundamental,esto es, nombrar a un tipo particular de pájaro, no se haperdido.

Como nosotros heredamos la lengua de generacionesanteriores y la legaremos a generaciones posteriores, esnecesario que el lazo que une al Significado con el signi-ficante sea perdurable. Esto se logra gracias a la conven-ción social arbitraria por la que quedan relacionados losdos elementos del signo. Y, por esto, los signos siguen vi-viendo y sirviendo a la comunidad hablante, aunque sepierda la motivación bajo la que pudieron haber sidocreados.

Por ejemplo, pluma y papalote son dos signos que siguenfuncionando, a pesar de haber perdido las motivacionesbajo las cuales fueron creados. En la actualidad, cuandonos referimos al 'objeto que sirve para escribir con tinta'por medio de la palabra pluma, difícilmente sentimos laasociación con pluma, 'parte que recubre el cuerpo de lasaves', porque hoy las plumas para escribir se fabrican con

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otros materiales. Papalote en el sentido de 'juguete de pa-pel que se vuela con Un hilo' es un. préstamo del náhuatlal español. En náhuatl, papalotl también quiere decir 'ma-riposa', de ahí la motivación, hoy perdida."

7 Con el caso de papalote ha sucedido algo muy curioso: se hacreado una nueva motivación, después de olvidarse, o mejordicho, al desconocerse la original. En el habla rústica de ciertaspartes de México; se dice papelote, en lugar de papalote, por se-meja.iza con el signíficante papel. Conforme a su manera de enten-der las cosas, los hablantes que usan, la voz papelote, piensanque ese juguete se llama así por estar hecho de papel.

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4. LA LINEALIDAD DEL SIGNO

4.1 El signo aislado y la co~binación de signos

Con lo dicho en las páginas anteriores,. han quedadoestudiados todos los problemas que plantea el signo lin-güístico en su existencia individual. Como lo dejamosasentado desde los primeros párrafos, el signo, en formaaislada, al relacionar una imagen acústica con una imagenconceptual, únicamente cumple la función de nombrarlas cosas. Dijimos también que la lengua no se limitaba afuncionar como un diccionario, o sea, que no es un sim-ple catálogo de los nombres que se dan a las cosas. Lalengua es un sistema de signos al servicio de los hablantescon el fin de la comunicación. Esta se establece no pormedio del uso de signos aislados, sino por medio del usode combinaciones de signos.

Ya para terminar, pasemos a ver este 'último aspectode los signos, O sea, la manera como se combinan.

-4.2 La cadena hablada y la linealidad del signo

'c~illldo hablamos los signos no aparecen de un mododesorden ado:

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sino que aparecen en forma ordenada, encadenados unoscon otros: -,

A esta combinación de signos se le llama cadena hablqdll.

El principio general que permite 'la existencia de la 9a~dena hablada es el de que dos signos nunca puedenocupar el mismo lugar:

Esto determina que los signos se den [ínealmente, se-guidos unos de otros:

Tmaginemos un cuadro en el que estuviera pintada unaescena marina en la que se viera un faro en medio dela noche y unos barcos a lo lejos, Ahora, comparemos elcuadro con el siguiente comunicado lingüístico; "El faroguía a los barcos en la noche", En el cuadro, no vemosprimero el faro, luego la luz del faro, el mar y los barcos,sino que 10 vemos todo junto y al mismo tiempo. En cam-bio, en el comunicado lingüístico, no oímos todas las pala-bras a la vez, al mismo tiempo, sino que vamos oyendolas palabras una por una; en primer lugar oímos la pala-

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bra el, en segundo, la palabra faro, en tercero, la palabraguia, etc.

Con esto, podemos entender que los signos se desarro-llan en una línea en el tiempo, es decir, que se sucedenunos a otros y nunca pueden ser pronunciados dos a lavez. Esta característica de los signos lingüísticos se, derivade la· naturaleza acústica del significan te, que es unasecuencia de sonidos. Si en el comunicado no pueden apa-recer dos signos en el mismo lugar, es porque en el signi-ficante tampoco pueden pronunciarse dos sonidos al mis- <,

mo tiempo. El significante no es un solo sonido, sino unasecuencia de sonidos (vocales y consonantes). Los sonidosque lb componen guardan un orden lineal entre sí. En lapalabra carro, en primer lugar se articula la e, en segundola a, en tercero la rr, y, por último, la o. Si estos sonidosaparecieran en otro orden: primero la rr, luego la o, la ey la a, tendríamos un significante distinto: roca.

Lb mismo pasa con el orden lineal de los signos en elcomunicado. Si cambia de lugar algún signo, puede variarel contenido de lo que se dice:

El perro mató al gato / El gato mató al perro1234515342

Todo esto, para Saussure, constituye la linealidad delsigno, en la que radica el mecanismo por el que unos signospuedan combinarse con otros, para hacer posible la comu-nicación.

4.3 La imagen gramatical del signo

, La manera particular en que las palabras pueden ligar-se entre sí, para formar los comunicados lingüístícos, reba-sa los fines de estas páginas y pertenece más bien al te-rreno de la gramática Pero, no está por demás, señalarque él lingüista danés Louis H jelmslev agregó al conceptode linealidad, de Saussure, el descubrimiento de un miern-

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bro más dentro del signo: la imagen gramatical, impor-tantÍsimo para explicar la existencia del comunicado.

La imagen gramatical viene a resultar el tercer elemen-to del signo y debe considerarse dentro de él, al lado delsignifican te y del significado.

La imagen gramatical es aquella parte que conlleva lasposibilidades combinatorias de un signo con los demássignos de la lengua.

Por ejemplo en el signo casa, hay una -a final de pa-labra, que es un sufijo de género femenino. Esto limitalas posibilidades combinatorias de la palabra casa, quesólo puede unirse a otras palabras de género femenino yno masculino. Así, se puede decir: la casa, esta casa, casablanca; y no el casa, este casa, casa blanco. Además, en elsigno casa, hay ausencia del sonido final -s, con valor deplural. La ausencia de este sonido indica que la palabracasa es singular y que sólo es posible combinada con otras

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palabras de número singular. De manera que se puededecir la casa, esta casa, casa blanca; y no las casa, estascasa, o casa blancas. Por tanto, la imagen gramatical delsigno casa está constituida por la -a final con valor degénero femenino, y por la ausencia de -s final, con valorde número singular..

En resumen, los signos aislados sirven para nombrarlas cosas, la comunicación se establece combinando sig-nos, las combinaciones de signos son factibles porque elsigno se desarrolla linealmentc, y las posibilidades combi-natorias de los signos están determinadas por imágenesgramaticales.

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Bibliografía mínima sobre el terna

t .--Saussure, Ferdinand -Curso de Lingüística General- Edi~toríal Losada, Buenos Aires, 1945. 378 pp.

"<: 2.~Mouninj Georges =Saussure, presentación y textos- Edito-tia! Anagrama, Barcelona; 1969. 159 pp.

3.-Malmberg, Bertil -Los nuevos caminos de la lingüística-Siglo XXI Editores, México, 1967. 251 pp.

4.-Cerdá, Ramón -s-Llngiástica, hoy- Editorial Teide, Bar-celona, 1969, 158 pp.

5.-Giraud, Pierre -La semántica- Fondo de Cultura Econó-mica (breviario No. 153), México, 1965. 113 pp.

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Cuestionario

1.-¿Cómo se llama al proceso de establecer una relación entreuna palabra y una cosa?

2.-¿Por qué se dice que la lengua no es solamente una listade nombres que se dan a las cosas?

3.-¿por qué se dice que las palabras únicamente existen parael hombre?

4.-¿Qué es el signo lingüístico?5.-¿Qué es el significan te?6.-¿Qué es el significado?7.-Mencione dos signiiicantes correspondientes a un mismo

significado.8.-¿ruede considerarse que la cosa significada entra dentro

del signo lingüístico?9.-¿De cuántas palabras se comprondría la lengua si cada

referente tuviera un nombre distinto?1O.-¿Cuál es la diferencia entre los rasgos distintivos y los ras-

gos secundarios?ll.-¿Cómo es la relación que se establece entre el signijicarue

y el referente?12.-¿Cómo es la relación que se establece entre el significado

y el referente?13.-¿Por qué se dice que el significan te es una imagen acústica?14.-¿Por qué se dice que el significado es una imagen concep-

tual?15.-¿Entre el signijicante y el significado hay una relación

natural?16.-¿Por qué una misma cosa tiene nombres diferentes en cada

lengua del mundo?17.-¿Qué son las onomatopeyas?18.-¿Por qué el hablante no puede modificar, en forma indivi-

dual, la relación establecida entre un signiiicame y un sig-nificado?

19.-¿En qué consiste la motivación del signo? .20.-¿La motivación del signo lingüístico es necesaria para que

éste exista?

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21.-¿Qué característica del signo lingüístico hace posible quelos signos puedan unirse unos a otros?

22.-':'-¿Qué es la cadena hablada?23.-¿Pueden aparecer dos signos al mismo tiempo y en el mismo

lugar dentro de la cadena hablada?24.-¿En qué consiste la imagen gramatical del signo?25.-¿Quién es el creador de la teoría del signo lingüístico?

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Respuestas al Cuestionario

l.-Nombrar.2.-Porque la lengua abarca también todas las posibilidades de

combinación de las palabras.3.-Porque nadie más que él las entiende y sabe lo que quieren

decir.4.-El signo lingüístico es una de las unidades que componen

el sistema de signos llamado lengua. Es una unidad com-puesta por dos caras: el significan te y el significado, queasocia una imagen acústica con una imagen conceptual.

S.-Es la cara del signo compuesta por sonidos.6.-Es la cara del signo que porta la significación de las pala-

bras, y que está en la mente de los hablantes.7.-Avián y aeroplano.8.-No, la cosa significada, el referente, queda fuera del signo .

. lingüístico.9.-La lengua se compondría de millones de palabras.

1O.-Los rasgos distintivos se encuentran dentro del significado,y los rasgos secundarios, no.

ll.-Es una relación indirecta, que se establece a través del sig-nificado.

12.-Es una relación por medio de la cual se hace una abstrac-ción de la cosa significada,es decir, se convierte una cosaen una idea.

13.-Porque el signiiicante no es el sonido mismo, sino sólo cier-tos rasgos distintivos del mismo.

14.-Porque el significado es la imagen de las cosas que el "es-pejo" de la lengua nos deja ver.

15.-No. La relación que hay entre el signiiicante y el significado,es una relación arbitraria, establecida por los hablantes.

16.-Porque los hablantes eligen libremente los signiiicantes co-rrespondientes a las cosas, y porque entre el signiiicame yel significado no hay una relación natural.

17.-Son palabras que tratan de imitar el sonido que producealgo.

18.-Porque la lengua es una convención social.19.-En que el significan te y el significado se asocian metafóri-

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camente, de manera que el signiiicante resulta, en' algunamanera, definitorio del significado. .

20.-No, ya que el signo puede seguir funcionando, a pesar deque se olvide la motivación bajo la cual hubiera podido sercreado.

21.-La linealidad del signo.22.-Es la sucesión ordenada de los signos en los comunicados

Iingüísticos.23.-No, no es posible, porque no podemos oír dos palabras al

mismo tiempo.24.-Es la parte del signo que hace posible que unos signos se

combinen con otros.25.-Ferdinand de Saussure.

Este libro se terminó de imprimir eldía 30 de mayo de 1913 en lostalleres de Litoarte, S. de R. L. Latipografía, composición y supervisiónestuvo a cargo de Diseño y Compo-sición Litográfica, S. A., BoulevardM. Avila Camacho Núm. 40-316,Naucalpan de Juárez, Edo. de México.

Se imprimieron 50,000 ejemplares.