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  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

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    4

    eología política teología de

    la

    liberación

    n

    discurso crítico-liberador sobre Dios

    APROXIMACION AL TEMA

    ]U N ]OSf SANCHEZ BERNAL

    Facultad de Teología

    GR N D

    No me propongo en este trabajo hacer una comparación entre Teolo

    gía Política europea (TP) y Teología de la Liberación (TL) para analizar

    todas sus relaciones, coincidencias y divergencias, sus críticas y desafíos

    mutuos. Pienso que este trabajo está ya realizado, aunque siempre caben

    nuevas precisiones '. Por otra parte,

    e

    volver una y otra vez sobre la TL,

    como sobre la TP, no contribuye ya probablemente más que a desorientar

    la

    atención de verdadero interés y objetivo de la teología, de toda teología,

    que no es ella, sino Dios

    y la

    liberación de los hombres

    2

     

    1.

    Una primera confrontación críctica

    la

    ofreció hace

    ya

    diez años]

    SOBRlNO

    en su

    ponencia en

    el

    Encuentro de Teólogos de la Liberación

    de

    México (1975) :

    El conoámiento

    teológico en l teología europea latinoamericana, aparecido en: ECA 322/323 (1975) 426-

    445 . Una confrontación más amplia, sobre todo por parte de teólogos europeos, se encuentra

    en el conjunto de trabajos: Vida Reflexión. Aportes de l teología

    de l

    liberación al pensa-

    miento teológico actual, CeP, Lima 1983 . Dos importantes trabajos que analizan críticamente

    la

    relación entre ambas teologías son : desde

    la

    perspectiva europea, E.

    MENENDEz-UREÑA,

    Teología europea teo

    logí

    de l liberación :

    RyF 203 (1981), y desde la perspectiva de la

    teología de la liberación: E. DUSSEL,

    Teología

    de

    l perIferia   del

    n t r o

    ¿Encuentro o

    confrontación?: Concilium 191 (1984) . Una visión completa de las relaciones entre ambas

    teologías

    la

    ha ofrecido últimamente R. REGIDOR, Jesús y el despertar

    de

    los oprimidos, Sígue

    me, Salamanca 1984. Y una síntesis actualizada del mismo autor:

    Europa

    l s

    teologías de

    l

    liberación: Iglesia Viva 116/117 (1985) 161-198.

    2. Pocas teologías han subrayado con tanta fuerza como la

    TL

    el

    carácter

    secundario de

    toda teología. Lo primario y más importante no es ella, la teología, sino la praxis creyente,

    d silencio y al adoración de Dios. La teología viene después, es acto segundo. Cf.

    L

    BOFF ,

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    98

    JUAN JOSE SANCHEZ BERNAL

    Ambas teologías,

    la TP

    y

    la

    TL, serán consideradas aquí, pues, no en

    sí mismas, en su origen, desarrollo, método y contenidos, sino más bien

    en su significación histórica y teológica,

    es

    decir, en cuanto constituyen

    una respuesta creyente al desafío de mundo moderno a la fe en Dios. Sólo

    para iluminar y precisar esta respuesta, se harán continuas referencias al

    origen, desarrollo y

    método

    diversos de ambas teologías. El acento preten-

    de recaer,

    por

    tanto, sobre

    e

    interés y

    e

    objetivo de dichas teologías, no

    sobre ellas mismas.

    El desafío de

    mundo

    moderno, de la Modernidad a la fe cristiana se

    condensa en

    e problema de Dios

    es decir, en la crisis y

    e

    cuestionamiento

    de sentido de Dios para

    la

    vida de los hombres y

    la

    realización de su

    historia. La

    Modernidad

    ha terminado proclamando

    la

    negación de Dios

    en

    nombre

    de

    la

    libertad,

    la

    vida y la dignidad de hombre. y ha desen-

    mascarado a

    la

    teología como discurso legitimador de las cadenas que no

    dejaban al

    hombre

    gozar de su libertad. Naturalmente, este desafío ha

    alcanzado

    e

    corazón de la teología,

    por

    lo que ésta se ha desarrollado en

    la Modernidad, y hasta hoy, como respuesta creyente al mismo. La cues-

    tión fundamental y primera de toda la teología moderna ha sido,

    por

    eso,

    la que D. Bonhoeffer expresó en sus cartas de prisión: ¿Cómo hablar de

    Dios en este

    mundo

    emancipado, sin Dios?>.

    En

    este trabajo

    pretendo

    mostrar que la

    TP

    es

    la última

    respuesta a

    ese desafío dentro de los límites de la Modernidad. Una respuesta que,

    aun permaneciendo en los límites de este

    mundo

    moderno, apunta

    ya

    más

    allá de mismo,

    porque

    intuye que la respuesta verdaderamente cristiana a

    aque desafío ha

    de

    venir de fuera de él, de

    la

    otra cara de este mundo. E

    intentaré mostrar, en segundo lugar, que, en efecto, de la otra orilla, de

    reverso de la historia moderna nos está llegando esa respuesta en la TL.

    En

    contra de la crítica que quiere convertirla en mera sociología, intentaré

    mostrar que la

    TL

    es y quiere ser sólo

    teología

    es decir, una palabra

    articulada sobre

    Dios

    sobre

    e

    Dios

    de

    la Vida que nos reve ó Jesús. Pero

    una palabra que hace callar al desafío de

    mundo

    moderno.

    Teología de la liberación: lo mín mo de lo mínimo en L

    C. BOFF,

    Libertad liberación

    Sígueme, Salamanca 1982, 14 ss. G

    GUTIIORREZ,

    Teología

    y

    ciencias sociales: páginas 63/64

    ( 1984) 5 ss.

    3. CE. D. BONHOEFFER, Resútencia sumúión Sígueme, Salamanca 1983, 196·199, es ·

    pecialmente 198.

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    TEOLOGI

    POLlTIC y

    TEOLOGI

    DE LA LlBER

      UON

    I

    ¿COMO

    HABLAR DE DIOS EN UN

    MUNDO

    ADULTO?

    TEOLOGIA

    y

    MODERNIDAD

    1. EL DESAFIo DE LA M ODERNIDAD UN MUNDO ADU

    LT

    O

    y POR ESO SIN

    DIOS

    99

    El mundo moderno nace bajo el signo de la emancipación de la subje

    tividad, de

    la

    razón y

    la

    libertad del individuo, que se constituye, a partir

    de entonces, en señor del universo (revolución técnico-industrial) y en

    dueño de su mundo y de su historia (revolución burguesa). El caldo de

    cultivo de este proceso de emancipación, de la historia moderna de la

    libertad,

    fu

    e el pensamiento que conocemos como Ilu stración y que su

    m

    ás

    egregio representante,

    1

    Kant , definió como

    la

    llegada

    de

    la

    Hum

    ani

    dad a su mayoría de edad, a su autonomía

    4

    .

    Este proceso de emancipación fue posible gracias a

    la fe

    cristiana,

    como reconoció Hegel, pero de hecho se llevó a cabo como c

    rítica

    o crisis

    del Cristianismo, que se había convertido en legitimación religiosa del

    mundo antiguo, basado en

    la

    metafísica,

    la

    tradición y la autoridad. El

    proceso de emancipación del mundo moderno se desarrolló por eso como

    liberación de

    la

    tutela religiosa, y la razó n ilustrada puso en cuestión la

    objetividad de Dios que impedía la libertad y la autonomía del hombre.

    Sin embargo, esta primera crisis de Dios no llegó a expulsarlo completa

    mene del mundo. Dios pasó a ser en

    la

    conciencia moderna

    l a

    filosofía

    idealista- fundamento de la libertad y de la subjetividad humanas  .

    La gran

    crisis de

    Dios vino con

    la

    denominada «segunda Ilustración» ,

    que desenmascaró las trampas de la primera, de la razón ilustrada, seña

    lando el precio de sus conquistas. Abrió el proceso

    L

    Feuerbach,

    al

    levan

    tar la sospecha de que la teología, por tanto

    todo

    lenguaje sobre Dios, no

    era sino una antropología camuflada que, en contra de su aparente talante

    moderno, seguía impidiendo

    al

    hombre alcanzar su propia estatura, su

    4. Cf.

    1 KANT Beantworlung der

    Frage

    : Was isl Aulkldrung

    / 1784. Ver

    al

    respecto, E

    CASSlRER.

    Flloso/ia

    de la

    IluslraClón

    México 1945.

    5. Cfr. la tesis iluminadora de W. SCHULZ

    Der

    GO

    II

    der neuzeitlichen Metaphyrik

    Pfül·

    lin

    ge n 1957. Má s reducido a

    la

    filosof

    ía

    idealista , sobre todo a Hegel, es el traba jo

    ya cl

    ás ico.

    de

    W. PA

    NNENBERG

    Gollesgedanke un menrchliche Freiheil Góttingen 1972. La fun ción

    ideol

    óg

    ica de esta filosofía y su discurso de Dios

    la

    puso en

    ev

    idencia M. H

    ORKHEIM

    ER en

    sus es tudios de Teoría Crítica Cf.]. J  SANCHEZ

    Wider die Logik der Geschichle. Religions·

    hilik un

    die

    Frage

    nach

    GOII

    im Werk

    M.

    Ho rkheimer

    Benziger, Zü rich 1980).

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    100

    JUAN JOSE SANCHEZ

    BERNAL

    propia verdad

    6

    . Pero fue sobre todo K. Marx quien puso el dedo en

    la

    llaga,

    al

    mostrar que el problema de Dios no era una cuestión de teoría,

    sino de

    praxis

    una cuestión

    práctica.

    La persistencia de

    la

    teología, de

    la

    religión, en el mundo moderno no era para

    él

    tanto signo de una razón

    aún no completamente secular, como sobre todo signo y fruto de un mun

    do trastocado, injusto, tan injusto como moderno .

    Por

    lo que la cuestión

    de Dios no podía quedar solventada con una teoría antropológica, por

    muy secular que Feuerbach

    la

    pensara, sino sólo con una praxis capaz de

    cambiar

    la

    faz de este mundo injusto y de reconciliar así la realidad con

    la

    razón

    7

    l

    golpe de la segunda Ilustración sí terminó de expulsar a Dios del

    horizonte del mundo moderno, como atestiguó

    F.

    Nietzsche, al levantar

    acta de

    la

    «muerte de Dios» en

    la

    cultura de Occidente. La praxis que,

    según Marx, debía hacer verdaderamente inútil, superflua,

    la

    cuestión de

    Dios y así desvanecerla, no fue, sin embargo, la causa de aquella malalbue

    na noticia de la muerte de Dios. Con o sin Dios , el mundo seguía siendo

    injusto, tan injusto,

    al

    menos, como moderno. Marx vio bien que

    la

    cues

    tión de Dios era una cuestión práctica y que

    la

    teología idealista era una

    ideología, es decir, teoría encubridora y legitimadora de esa mala praxis .

    Pero, en el fondo, también él cayó víctima del optimismo de

    la

    razón

    ilustrada,

    al

    establecer la verdad de su crítica por decreto, no por una

    praxis verdadera. La cuestión de Dios estaba resuelta para él negativamen

    te antes del advenimiento de esa praxis

    8

    .

    Este dogmatismo de

    la

    razón ilustrada en general, y de

    la

    crítica de

    Marx a

    la

    religión en particular, fue desenmascarado y denunciado de

    forma especialmente lúcida

    por la

    Escuela de Frankfurt, en especial

    por

    M. Horkheimer. Para

    él

    como para Marx,

    la

    cuestión de Dios, como

    la

    cuestión de

    la

    verdad y del sentido de

    la

    vida humana y de la historia,

    es

    una custión

    práctica

    pero,

    al

    mismo tiempo y a diferencia de Marx,

    ve

    en

    6. Cf. L

    FEUERBACH

    La esenCIa del

    crtslzanismo

    Sígueme, Salamanca 1975 . Para su

    significación, ver M. XHAUFFLAlRE,

    Feuerbach el la Ihéologie

    de

    la sécularzsalion

    Cerf, Paris

    1970.

    7. Cf. los textos clásicos de la crítica de Marx a

    la

    religión en la Antología

    Sobre la

    religión

    Sígueme, Salamanca 1974,93-106, 113 159-161, 164 s., 261

    s.

    8. Un texto clave que confirma esta postura ideológica de Marx es «La cuestión judía»

    d. Sobre la religión 113 . La resolución negativa, atea, del desafío de la Modernidad por

    parte de Marx y, en general, de la «segunda Ilustración», es por esta razón, id

    eo

    lógica en

    el

    más estricto sentido marxiano del término.

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    TEOLOGIA POLITICA y TEOLOGIA DE LA LIBERACION

    101

    ella una cuestión que excede toda praxis humana. La cuestión de Dios va

    ligada a la cuestión de la justicia universal en el mundo y en la historia y

    constituye,

    por

    eso, un excedente de sentido y esperanza, al menos

    de

    deseo frente a toda praxis humana. La cuestión de Dios recoge el anhelo

    de justicia y reconciliación una y otra vez frustrado en la historia humana,

    también en la historia moderna de la emancipación y

    la

    libertad.

    En

    la

    cuestión de Dios resuena la voz quebrada de todas las víctimas de la

    historia, a las que no dio respuesta, ni podía dar, ninguna praxis humana

    9

    .

    El mundo moderno se ha deshecho de la cuestión de Dios, pero tampoco

    ha dado respuesta a esa voz.

    Por

    eso, su

    ateísmo

    es aún un ateísmo abstrac

    to, dogmático. La cuestión de la justicia, la gran pregunta de la teodicea,

    está todavía abierta sobre

    la

    historia, y mientras esté abierta,

    la

    razón

    humana tendrá que abordar, más allá de teísmo y ateísmo, la cuestión

    de

    Dios 10

    .

    Este planteamiento de la cuestión de Dios según M. Horkheimer es, a

    mi

    modo de ver, el más moderno de todos, el más secular y el que

    va

    más

    a la raíz de las aporías de la razón ilustrada. Esta, convertida por su propia

    dinámica en razón positivista, quiso una vez más desembarazarse de la

    cuestión de Dios, relegándola

    al

    desván de los trastos rotos,

    de

    las palabras

    sin sentido. Pero hoy ha vuelto a reconocer que no es tan fácil eliminar el

    problema de Dios del lenguaje humano, porque las palabras sólo tienen

    sentido cuando son signos de una realidad con sentido. Y el sentido de la

    realidad no es cuestión de palabras ni de teorías, sino de praxis. El proble

    ma de Dios se plantea ahí, y ninguna razón que esquive este problema

    puede, con razón, considerarse suficientemente racional y humana 11.

    9. Esta tesis no. es una concesión del viejo

    Horkheimer

    resignado ante el fracaso de la

    revolución, a la teología, como sostienen bastantes de sus críticos. Es más

    bien

    una idea que

    atraviesa su obra entera, desde

    el

    principio al final, impidiendo precisamente que su Teoría

    Crítica se convirtiera en dogmática. Esta es su originalidad y

    el

    desafío

    que

    representa

    para

    la teología

    cf.

    ] ] SANCHEZ, Wlder

    die

    Logik der Geschich/e passim).

    10. Cf.

    el

    ya clásico trabajo de M. HORKHEIMER, Theismus-A/heismus en Id., Kritlk der

    ins/rumen/ellen Vemunj/ Frankfurt a. M. 1974,216-228. Ver también la entrevista, demasia

    do explotada, con

    H.

    GUMNIOR,

    La

    nostalgia del

    todo

    o/ro en

    H.

    MARCUSE y otros), A la

    búsqueda de sen/ido Sígueme, Salamanca 1976.

    11.

    Una

    exposición sucinta, pero exacta y clara, de este últim o desafío de la razón

    ilustrada a la

    fe

    en Dios y su articulación teológica

    puede encontrarse

    en D. ANTISERI, El

    problema

    del

    lenguaje

    religioso

    Sígueme, Salamanca 1976. Las críticas más serias, a mi modo

    de ver, a este desafío

    apuntan

    ya también en la dirección indicada. Ver, por ejemplo, los

    trabajos

    de].

    MUGUERZA,

    Teología

    filosófica lenguaje

    religioso

    en AA. VV., Convicción de

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    102

    JUAN JOSE

    SANC

    HEZ BERNAL

    Planteado

    así el

    problema

    de

    Dios

    en la

    Modernidad

    veamos ahora

    cómo

    la teología moderna

    ha

    respondido a este desafío y cómo

    en

    concre-

    to, la

    TP

    y la

    T

    representan

    a mi parecer la respuesta más radical al

    mIsmo.

    2.

    LA

    TEOLOGíA RESPONDE AL DESAFíO DE

    LA

    MODERNIDAD

    Resumiendo

    y simplificando bastante podemos decir que

    la

    teología

    dio, en principio dos tipos de respuesta

    al

    desafío del mundo

    moderno:

    una , negativa , y otra positiva.

    2.1. Teología tradicional: Dios no es problema

    Una respuesta de la

    teología

    consistió,

    en

    efecto,

    en

    negar, condenán-

    dolo el mundo moderno

    y

    su proceso de emancipación.

    Fue la

    respuesta

    de la

    teología más tradicional

    preferentemente católica, cuya expresión

    última

    podría

    considerarse al Syllabus de Pío IX.

    En

    dos palabras esta

    respuesta consistió en

    negar

    la

    Modernidad

    y por

    tanto

    en negar el cues

    tionamiento

    de Dios por el mundo

    emancipado

    y la razó n ilustrada: Dios

    no es problema.

    Naturalmente

    esta respuesta fue

    miope

    y trajo graves consecuencias

    para

    el

    futuro de la fe

    en

    Dios

    en

    nuestro mundo actual. Pues esta respues

    ta negativa

    suponía

    ligar a Dios al mundo antiguo basado en el

    poder

    la

    autoridad la razó n metafísica , vaciarlo así

    de

    sentido para el hombre

    moderno , es decir, convertirlo en

    obstáculo para

    el desarrollo de

    la huma

    nidad.

    La teología tradicional se delató , con

    esta

    respuesta como una

    teología polfti

    ca

     

    legitimadora del sistema, del

    statu

    qu

    o

    del

    mundo

    anti

    guo. En su base hay una denuncia del mundo moderno que

    intuía

    sus

    límites e idolatrías. Pero

    una

    denuncia hecha desde el poder amenazado

    no desde Dios. Su respuesta fue por

    eso

    más una respuesta polftica

    que

    una respuesta

    auténticamente teológica

    cristiana

    1

    2.

    fe crítica raCIonal   Sígueme, Salamanca 1973 , 261-275 a rúú de idclltidad de la filosofía

    de

    la

    identidad: Sistema 36 (19801 19 -36, sobre todo 31 ss.

    12 . El representante clásico

    de

    esta vie ja teo logía política fue C. SCHMITr IcE. su Politi-

    sche Theologie Mün c

    hen

    1934).

    Pero

    las raíces las echaron los católicos tradi cionalistas DE

    BONALD

    DE

    MAI STRE en

    Fran

    cia,

    D.

    CORTts en España. Ver

    R

    MATE El ateísmo  problema

    político Sígueme, Salamanca 1973 . Sobre la teología política en España

    d

    especialmente

    A

    BOI.ADO Teología política en España en IF\ S. Dios la ciudad  C ristiandad . Madrid 1975 ,

    145-210. El

    mom

    ento

    de

    verdad

    de

    esta

    postura

    negativa, su intuición

    de

    la

    amhigüedad

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    7/24

    TEOLOGIA POLITICA

    y

    TEOLOGIA DE

    LA

    LIBERACION

    103

    2.2. Teología progresista: Dios s moderno

    La respuesta positiva al desafío del mundo moderno se dio, con pocas

    pero honrosas excepciones, en ámbito protestante. Los intentos católicos

    de diálogo con el mundo moderno y su razón ilustrada fueron abortados

    antes de cuajar en conciencia de la Iglesia católica. La teología protestante,

    por

    el

    contrario,

    fiel al

    espíritu de

    la

    Reforma,

    se

    desarrolló en diálogo

    con la razón moderna y como respuesta al desafío que planteaba a la fe en

    Dios

    1

    ) .

    La primera expresión de esta respuesta fue la

    teología ilustrada

    o

    liberal

    que intentó reconciliar la fe en Dios con

    el

    espíritu moderno, crítico y

    racionalista. Fue un notable esfuerzo

    por

    pensar a Dios y la fe en Dios en

    las condiciones de la Modernidad, pero un esfuerzo poco crítico frente a

    los límites de

    la

    razón moderna. Dios dejó de ser,

    al

    menos en la teoría,

    un enemigo de la emancipación del hombre, de su autonomía y libertad,

    pero se vio una vez más ligado al sistema que sostenía esa autonomía

    y

    esa

    libertad:

    el

    sistema

    burgués.

    La teología liberal se dejó atrapar por

    « l

    dulce encanto de la burguesía» y acomodó su discurso sobre Dios a los

    deseos de la misma. Dios perdió su transcendencia siempre incómoda e

    inquietante,

    y

    sólo así fue aceptado

    por la

    razón ilustrada.

    Pero

    con ello la

    teología liberal no daba una respuesta cristiana, teológica, a la crisis

    de

    Dios en

    la

    Modernidad, sino más bien neutralizaba la fuerza crítico-libera

    dora de la fe en Dios frente a los ídolos del mundo moderno-burgués, y

    ella misma

    se

    convertía en legitimación de este mundo, en teología política

    progresista 14

    Sólo unas cuantas mentes lúcidas, por cierto marginadas del sistema,

    entre las que destacan S. Kierkegaard

    y

    F. Overbeck, fueron capaces

    de

    desenmascarar y denunciar esta neutralización de la cuestión

    de

    Dios en

    o irracionalidad de

    la

    razón ilustrada, lo reconoció

    M

    Horkheimer, pero desde

    la

    otra orilla

    de la Ilustración , desde el no-poder cf.

    Kritúche Theorie

    I   Frankfurt

    a

    M.

    1968 275

    s.).

    13 . Bajo esta perspectiva ha estudiado últimamente esa relación H . THIELlCKE en

    Glau-

    ben un Denken in der Neuzeil Tübingen 1983.

    14 . Una aguda crítica de esta «conversión ideológica» de la teología protestante

    moder

    na la hizo

    ya

    Horkheimer, a

    la

    par de su citada crítica a

    la

    función ideológica de la filosofía

    moderna, desde la perspectiva de las víctimas de

    la

    emancipación burguesa y del progreso

    d.

    Knlúche Theorie

    II, Frankfurt a

    M

    1968, 1-81,201-269). Su crítica a la liberalización

    de la religión en parte de la actual teología protestante tiene la misma raíz , y en absoluto es

    una concesión a la teología más tradicional ver Bemerkungen zur Liberalúierung der Religion  

    .:n Sozialphilosphúche Sludien Frankfurt a. M. 1972, 131 -136).

    La

    teología

    ortodoxa condenó

    t;lmbién la reducción

    de

    la transc

    end

    encia

    por

    parte de la teología moderna liberal , pero

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    8/24

    104

    JUAN

    JOSE

    SANC

    HEZ

    BERNAL

    aras de la Modernidad. Ellos sostuvieron, cada uno a su manera, que la

    teología sólo podía dar una respuesta cristiana al desafío del

    mundo

    mo

    derno

    precisamente afirmando,

    no

    negando

    la

    crisis

    de

    Dios en este mun

    do, pues la fe en el Dios cristiano no se deja armonizar con este

    mundo

    sin

    perder

    su identidad

    15.

    Su postura crítica, unida a

    la

    crisis del

    mundo

    burgués desde

    la

    mitad del siglo pasado, despertará a

    la

    teología liberal de

    su sueño ideológico

    y

    hará posible una nueva respuesta, más auténtica, a

    la crisis de Dios en la Modernidad .

    2.3. Más allá de

    l teología burguesa

    2.3.l.

    Teología dialéctica: Dios

    es

    distinto

    La teología dialéctica de

    K.

    Barth radicalizó, en efecto, la distancia

    crítica entre

    la fe

    en Dios

    y

    el

    mundo

    moderno-burgués. Dios, dice Barth,

    no se deja reducir a este

    mundo

    ni atar a los deseos de los hombres . Dios

    es el

    «totalmente

    Otro»

    y en cuento tal,

    es

    la crisis

    la

    negación de este

    mundo

    . Si

    el

    mundo moderno lo expulsa de su horizonte, tanto mejor.

    Está haciendo un servicio a

    la

    fe auténtica, pues lo que expulsa no

    es

    Dios, sino un ídolo. La crítica a la religión es una crítica a la idolatría

    y

    por tanto , un servicio a la

    fe

    en Dios que no es de este

    mundo

    6

    La teología dialéctica

    de

    Barth transformó, pues,

    la

    crisis de Dios en la

    Modernidad

    en crisis o juicio

    de

    Dios sobre

    la

    Modernidad. El sentido

    profundo

    de Dios permitió a Barth desenmascarar la pretensión de absolu

    to de

    la

    razón moderna

    y

    afirmar, frente a ella,

    la

    radical «alteridad» del

    Dios verdadero. Esta afirmación liberó a

    la

    teología de su complicidad

    con el

    mundo

    moderno-burgués, negando así

    la

    legitimación religiosa del

    mismo. La teología dialéctica resultó

    por

    eso una palabra crítica , inquie-

    lo hizo más desde

    la

    nostalgia del mundo antiguo que desde

    la

    indignación ética ante las

    víctimas del mundo moderno.

    15 . En

    S.

    Kierkegaard y F. Overbeck, más en el segundo que en el primero, sí se oye

    ya la protesta contra la complicidad de la teología con un mundo tan moderno como injusto.

    Sobre S. Kierkegaard, cf. ] CalETrE,

    Histoire et Absolut. Essai sur Kierkegaard

    DDB, Paris

    1972, 242

    ss.

    De F. Overbeck, ver sobre todo sus dos obras: Christentum und Kultur. Gedan-

    ken und Anmerkungen zur modernen Theologie Darmstadt 1963 Nachdruck)

    y

    Über die

    Christlichke/t unserer heutigen Theologie Darmstadt 1963 Nachdruck).

    16. Expresión de es ta ruptura de Barth fue la segunda edición de su Comentario a la

    Carta a los Romanos cf. H. B

    OU

    IllARD, K Barth. Genese et évolution

    de

    l théologie dialec-

    tique 

    Aubier 1957). La capitalización de la crítica a la religión para la teología se refleja en

    su Historia

    de l

    teología protestante

    en

    el sig

    lo

    sobre todo en el cap ítulo dedicado a L.

    Feuerbach.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    9/24

    TEOLOGIA POLITICA y TEOLOGIA DE LA LIBERACION

    105

    tante   subversiva para

    el

    mundo moderno y sus poderes . Una palabra polí

    ti

    ca,

    precisamente porque radicalmente

    teológ i

    ca.

    Hablar

    de Dios volvió a

    recuperar su fuerza liberadora crítica iconoclasta. No por casualidad de

    sarrolló

    K

    Barth una fina sensibilidad hacia las víctimas del mundo mo

    derno y convirtió a su Iglesia a la solidaridad con ellas frente al poder

    dominante

    17.

    Con todo  la respuesta de la teología dialéctica de Barth al desafío de

    la Modernidad es menos dialéctica de lo que aparenta. Su negación del

    mundo

    es total y, por

    tanto

    abstracta. Por

    eso su afirmación de la trans

    cendencia de Dios peca de dogmática y tiene bastante de escapatoria fren

    te a la crítica so bre todo  de la segunda Ilustración. Barth vio bien que la

    crisis de Dios en la Modernidad el ateísmo puede hacer un servicio a la

    fe

    en

    el

    Dios cristiano. Pero al ateísmo opuso simplemente la fe y la afir

    mación de Dios

    1

    8 sin tomar conciencia de que la cuestión de Dios no era

    una cuestión de afirmación teóric

    a,

    sino de afirmación

    práctica

    y que por

    tanto  sólo una

    praxis

    nueva de los creyentes podía desautori zar

    el

    reto del

    ateísmo.

    D. Bonhoeffer descubrió mejor que Barth

    el

    secreto del

    mundo

    moder

    no al sufrir más directamente sus consecuencias. Este secreto es el pod

    er.

    Por eso en sus ca rtas de cautividad propuso un nuevo modo de hablar de

    Dios para responder cristianamente

    al

    desafío del mundo moderno .

    No

    basta decía él  con afirmar en abstracto la transcendencia de Dios y refu

    giarse en la

    fe;

    h

    ay

    que hablar de la peculiar transcendencia del Dios cristia

    no que no es poder sino

    debilidad amor.

    Dios no sólo está ausente de

    este mundo moderno sino que ha sido

    expulsado

    de él porque en él sólo

    cabe el poder. Hablar del Dios cristiano en este mundo sólo es posible

    con el lenguaje de la cruz de la debilidad. y esto de forma no-religiosa

    es decir secularmente particip ando en la expulsión en el sufrimiento de

    Dios en este mundo

    l9

    .

    La teología de Bonhoeffer dio

    la reS}1Uesta

    más lúcidamente cristiana

    al desafío de la Mode rnidad. Una respuesta que asumió en toda su radica-

    17 . Los presupuestos e implicaciones «políticas»

    de

    la teología dialéctica de Barth han

    sido estudiados

    por

    W .

    MARQUAR

    T en su d

    ocumentada

    y discutida tesis

    Theologlé und Sozla

      t:¡mus.

    Das

    Beispiel

    K

    Barth,

    Mün

    chen 1972.

    18. Como ya entonces le criticó D. Bonhoeffer cf. Res i

    stenCIa

    ¡umúión 197

    s.

    y 229 s.

    1

    9.

    CE ResistencIa) sumúión 196-199

    y,

    sobre todo 253

    s.

    Sobre el e

    ntramado

    de

    ex istencia y teo logía en Bonhoeffer   ver la excelente biografía de E. BETHGE   D. Bonhoeffer.

    Teólogo-cristiano -hombre actua l  DDB   Bilbao 1970.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    10/24

    1 6

    JUAN JOSE SANCHEZ BERNAL

    lidad

    la

    crisis

    de

    Dios, su ausem:

    ia

    en este mundo, y

    la

    transformó en

    «iugar teológico»: en experiencia del Dios cristiano, que no es poder, sino

    amor. Bonhoeffer intuyó, además, que sólo una nueva praxis de los cristia

    nos, un «cristianismo no-religioso», decía él, que corresponda a ese Dios,

    sería capaz de superar aquella crisis. Más que

    la de

    Barth, su respuesta fue

    una palabra crítica, subversiva, liberadora. Una palabra política precisa

    mente en cuanto limpiamente

    teológica .

    Sin embargo, tampoco

    la

    teología de Bonhoeffer llegó a captar en todo

    su alcance

    la

    dimensión política del problema de Dios en

    la

    Modernidad,

    tal como lo había planteado ya la segunda Ilustración. Esa dimensión que

    dó en ella también neutralizada por

    la

    interpretación teológica.

    Por

    eso,

    su respuesta, aun apuntando a la praxis, no llegó a rebasar el ámbito

    burgués y eclesial

    n

    tuvo, consiguientemente, toda

    la

    repercusión público

    política que en sí misma implicaba. Habría que esperar a

    la

    teología polí

    tica para extraer plenamente esas implicaciones

    2

    2.3.2. Teología Política. Dios es siempre mayor

    La falta de consecuencia política en

    la

    teología dialéctica tal vez expli

    que por qué, a pesar de su dura crítica a

    la

    teología liberal-progresista, la

    teología de postguerra cayera en

    la

    misma trampa que ella, en

    la

    seducción

    del mundo moderno-burgués. La teología de postguerra, en efecto, nace

    con una clara voluntad de diálogo con

    la

    razón moderna.

    y

    ahora, no sólo

    en ámbito protestante, sino, finalmente, también en

    el

    católico. Pero este

    diálogo lo realiza a través

    de

    filosofías idealistas o existencialistas que no

    han pasado por

    el

    desafío de la segunda Ilustración . La teología moderna

    de postguerra logra así superar

    la

    crisis de Dios en

    la

    Modernidad, pero,

    o bien de forma meramente teórica idealista , o bien

    al

    precio de reducir

    el

    significado de Dios

    al

    ámbito

    privado

    de

    la

    existencia individual, quitan

    do así

    al

    lenguaje sobre Dios, una vez más, su fuerza crítico-liberadora

    frente

    al

    mundo y a

    la

    historia. La nueva teología de postguerra salvó

    la

    crisis de Dios en

    la

    intimidad o en

    la

    teoría , pero dejó

    al

    mundo y a

    la

    20. Estas limitacion

    es

    son propias de toda la teología dialéctica realizada en el centro,

    en el mundo dominante, como muy bien ha puesto de relieve G. GUTlf.RREz Los límites

    de

    la

    t

    eo

    logía moderna:

    Co

    ncilium, ahora en

    La

    fuerza histórica

    de los

    pobres, Sígueme, Salaman

    ca 1982, 277 ss. . La por otra parte excelente.

    obra de E. JUNGEL

    Dios   misterio del mund

    o,

    Sígueme, Salamanca 1984, sobre el ateísmo en la Modernidad y la fe en el Dios cristiano,

    es

    incluso más dialéc

    ti

    ca,

    es

    decir. más limitada

    y

    abs

    tr

    acta

    que

    la

    de

    Bonhoeffer.

    i

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    11/24

    TEOLOG IA POLITICA y TEOLOGIA DE LA LIBERACION

    107

    historia seguir su curso.

    De

    esta forma se convirtió también sin quererlo

    ni

    saberlo   en teología

    política

    progresista en legitimación religiosa del

    mundo moderno

      l

    .

    Entretanto la crisis de Dios se jugaba fuera de la intimidad en

    la

    ciudad en la sociedad en la historia como había puesto

    ya

    en evidendia

    la segunda Ilustración. El reto más decisivo de la Modernidad la hipoteca

    que pesaba sobre la afirmación teológica de Dios seguía sin

    respuesta n.

    Cuando la teología tomó finalmente conciencia de este desafío

    -media

    dos los años sesenta-, entonces y sólo entonces se convirtió en teología

    crítico-práctic

    a,

    en

    la

    que conocemos como «teología política».

    La

    nueva

    TP nace pues de la clara conciencia de que la crisis de Dios

    en

    la

    Modernidad es

    ya

    irreversiblemente una cuestión pública y práctica y

    de que por tanto la Buena Noticia de Dios ha de articularse también en

    un lenguaje público y práctico si quiere estar a la altura de los tiempos

    es decir

    si

    quiere responder al desafío de la Modernidad y recuperar su

    pleno significado para el hombre de hoy.

    La

    TP

    comienza

    por

    eso rechazando

    la

    concepción

    de

    Dios del teísmo

    tradicional contraria a

    la

    libertad humana. En esto camina de la mano

    con toda la moderna teología de postguerra que afirma a Dios como fun

    damento de

    la

    libertad humana. Pero inmediatamente se distancia de ésta

    y

    la

    critica en la medida en que idealiza o privatiza el discurso de Dios.

    Según la TP   este discurso ya no puede hacerse al margen o

    por

    encima

    de la historia moderna de la libertad sin caer bajo

    la

    sospecha ideológica.

    La historia moderna de la libertad es un proceso público socio-político.

    De aquí que todo discurso sobre Dios es decir toda teología que quiera

    ser significativa y no ideológica en esta historia ha de articularse bajo estas

    condiciones y convertirse por tanto en teología política

     

    21. La ideologización

    de

    la teología

    de

    postguerra ha

    sido

    puesta de relieve y denuncia

    da por la

    TP

      sobre todo por los discípulos de J B. Metz cf. M. XHA UFFLAIRE   Les deux

    visages de

    la

    Ih éologie de

    la

    sécularlsatlon 

    Casterman

    1970.

    Id, Feu

    e

    rbach

    et la Ihéologie de

    la

    séclIlarisation   307 ss. v

    F.

    O UDEN

    DRII

    N  Krilische Theologie als Kritlk der Th eologie  Mün

    chen 1972  179-190 ,

    22. Este

    problema

    lo ha captado muy bien CH. DUQU

    OC

    en su trabajo l Dios de Jesús

    v

    la

    crisis de Dios en nu

    es

    tro tiempo

    en:

    AA.VV.

    Jesucristo en

    la

    historia en

    la

    je

    Sígueme

    Salamanca 1977   39-50.

    23. Una síntesis de esta primera

    etapa de la TP la

    ofreció el mismo J. B.

    Metz

    en el

    artículo «Teología polític

    a»:

    SM V, 499-508 . Cf. la exposición

    completa

    de esta

    etapa de

    la

    TP

    de Metz por su discípulo

    M. XHA

    U

    FFLAIRE La

    Ih

    é

    olo l.i

    e polltique

    Cerf.

    Paris

    1972.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    12/24

    1 8

    JUAN

    .lOSE

    SANC

    HEZ

    BERNAL

    La

    TP es y

    quiere ser, pues, sólo

    y

    nada más que

    teología

    simplemente

    teología, lenguaje sobre Dios, pero en las condiciones de

    la

    Modernidad.

    Toda

    ella no es sino un único esfuerzo

    por

    articular

    e

    mensaje escatológi

    co de Dios

    y su Reino en esas condiciones. Dios aparece en ella como

    fundamento

    y

    meta de la libertad humana, pero no en abstracto, sino en

    su actuar en

    la

    historia . Dios

    es

    e Dios libertador de pueblo, e Dios que

    se

    revela como tal en una palabra

    y

    una historia de liberación. El Reino de

    Dios

    se

    manifiesta en

    la

    palabra

    y la

    praxis de Jesús, una palabra

    y

    una

    praxis de liberación.

    y

    sólo así se revela como fuerza de futuro

    y

    señor

    de

    la

    historia.

    Este mensaje de Dios tiene implicaciones políticas. El Reino futuro de

    Dios pasa

    por la

    historia de

    la

    liberación de los hombres

    y por

    tanto

    también

    por

    la historia moderna de

    la

    libertad, aunque en ningún momen

    to llega a identificarse con ella. A Dios, Señor de la historia, no se llega

    al

    margen de la historia, pero en todo momento es él, a la vez, el Dios-siem

    pre-mayor, y así es la

    instancia críti

    ca

    última

    que lleva a la historia siempre

    más allá de

    misma, impidiendo que ningún proceso o estructura de la

    historia se cierren

    al

    futuro

    y

    se absoluticen. El mensaje escatológico

    de

    Dios deja abierta siempre una

    reserva

    sobre

    la

    historia

    y

    se convierte así

    en incentivo de una

    praxis crítica

    que supera

    e

    presente hacia un futuro

    siempre mejor, más justo

    y

    humano

    24

    .

    La nueva

    TP

    implica, pues, una

    hermenéutica crítico-práctica

    es decir,

    una hermenéutica a

    la

    que la praxis le es mom nto

    esencial.

    Corresponder

    al

    Dios liberador

    y

    a su R

    ei

    no sólo

    es

    posible a través

    de

    una

    fe práctica

    una

    praxis creyente

    que continúe su historia de liberación con los hombres.

    Si

    Dios no

    es

    comprensible

    al

    margen de su Reino, como nos manifestó

    plenamente Jesús, entonces tampoco es comprensible

    al

    margen de una

    praxis

    de

    liberación que lleve este

    mundo

    hacia su Reino. El genuino

    lenguaje sobre Dios en las actuales condiciones históricas sólo

    puede

    ser

    aquel que articule esa praxis de liberación, esa f

    práctica-liberadora 25 .

    Y

    este lenguaje práctico-liberador de Dios es, al mismo tiempo, la auténtica

    24. Las implicaciones políticas del discurso de Dios frente al proceso moderno de

    ema ncipación

    y

    libertad son desarrolladas

    por J

    B.

    METZ y ] MOLTMANN

    en sus trabajos

    recogidos

    en Ilustración y teor

    ía

    teológica

    Sígueme, Salamanca 1973 .

    25. Esta mediación práctica del discurso de Dios aparece desde el principio

    y

    se acentúa

    v precisa después. Ver

    J  MOLTMANN

    , Perspekltven der Theologie  

    ünchen

    1968, 135 ss.

    J

    B.

    METz, Teología del mundo Sígueme, Salamanca 1970. Y más explícitamente aún en su

    artículo,

    ya

    citado,

    Teología Política

    502

    s.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    13/24

    TEOLOGIA POLlTICA TEOLOGIA DE LA LlBERACION

    109

    al

    desafío de la Modernidad. La crisis de Dios en la

    la

    IP

    por medio de una nueva

    y

    genial-

    interpretación teológica de

    la

    historia

    26

    .

    Esa crisis sólo

    prácticamente, a través de una praxis de liberación

    VIVO en medio de

    la

    ausencia de Dios en el mundo

    Con lo cual, la

    IP

    no viene a sacralizar una historia y una praxis

    la

    vieja teología política y las teologías progresis

    La praxis de liberación que ella articula se caracteriza precisamente

    praxis crítica,

    una praxis que hace valer

    la

    diferencia escatológi-

    de Dios como una reserva sobre todo proceso y proyecto histórico

    La IP se sitúa así más bien en

    la

    línea de

    la

    teología dialécti

    ca

    27

    se

    distancia igualmente de ella en cuanto mediatiza históricamente

    crítica determinada al statu

    alcanzado en favor de un futuro más libre y humano, un futuro que

    la historia, de

    La praxis cristiana de liberación,

    única, según

    la

    IP capaz de responder

    al

    desafío de la crisis de Dios

    la

    Modernidad, no se apoya en

    el

    vacío, sino en

    la

    memoria de Jesús y

    la

    fuerza divina, escandalosa, de su Cruz, expresión suprema de

    la

    , de

    la

    transcendencia singular del Dios cristiano

    este mund0

      8

    26. Aquí se distancia la TP claramente de teologías que, aunque modernas y críticas, no

    de una reconciliación meramente teórica de la fe en Dios y la Modernidad.

    por ejemplo,

    ].

    MOLTMANN frente a W . PANNENBERG Gollesgedanke und menschliche

    cit.

    Hermeneutlk und

    Universalgeschichte

    en

    Grundlragen systematischer Theologie,

    123 -158) Y

    J B. METZ

    frente a las últimas cristologías católicas europeas,

    la

    de

    Küng, Kasper, etc. (cf.

    a

    l en

    la

    historia y en

    la

    soCIedad Cristiandad, Madrid

    ss.). Esta convicción de la TP la comparten hoy las más importantes teologías de

    , que intentan, por eso, construir un discurso liberador

    de

    Dios frente a la Moderni

    ,

    por

    ejemplo:

    CH.

    DUQuoc,

    El

    Dios de Jesús

    ,

    op. CIt. Id., Dios

    di/erente,

    Sígueme,

    . 1

    GONzALEZ-FAUS a

    nueva Humanidad, Sal Terrae, Santander 1984, 48

    Id.,

    Acceso

    a

    Jesús

    Sígueme, Salamanca 1979, 158-183, 48; Id., Los

    pobres

    como

    lugar

    Revista latinoamericana de teología 3 (1984) 297 ss.; C.

    GEFRÉ

    a question de

    dans la théologie moderne: Lettre 320/321 (1985) 11 ss.

    27. Ver la referencia explícita a Barth y Bonhoeffer en

    J

    B METz , arto Teología

    Política

    506.

    28. Desde el principio, la TP enfrentó el desafío de la Modernidad a través de la

    en

    la

    primacía de

    la

    razón

    práctica

    y la <

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    14/24

    110

    UAN

    .lOS

    E SANCH

    EZ

    BERNAL

    Este discurso crítico-práctico, liberador, de Dios es, en efecto, a mi

    modo de ver, la última

    y

    más convincente respuesta de la teología cristiana

    al

    desafío de

    la

    crisis de Dios en

    la

    Modernidad. Una respuesta que

    se

    sitúa expresamente en los límites del mundo moderno, libre, emancipado,

    en cuanto lo asume y lo empuja críticamente más allá de

    él

    mismo. Pero ' ,

    es, con todo, una respuesta crítica, dada aún en e primer mundo. La TP

    sometió a las anteriores teologías modernas a la crítica ideológica, pero no

    acabó de tomar conciencia de su propia ubicación en e primer mundo

    y

    de precio que pagaba por ello. Sólo gracias a las críticas que le vinieron

    de quienes

    se

    tomaron más en serio

    e

    desafío de

    la

    segunda Ilustración,

    fue situándose en e límite de este mundo y descubriendo su verdadero

    secreto y la raíz de su ateísmo: la injusticia sobre la que descansaba, la

    muerte de Dios en

    la

    opresión

    y

    la muerte de las víctimas, de los pobres

    y condenados de la historia. La intuición de la teología dialéctica de que

    la auténtica respuesta a la crisis de Dios en la Modernidad sólo podía

    venir del no poder, de

    la

    debilidad

    y la

    cruz, fue

    madurando

    en ella poco

    a poco hasta convertirse en

    la

    convicción de que esa respuesta sólo puede

    venir

    de la

    otra cara del poder, de reverso de

    la

    historia moderna de

    la

    libertad, de

    mundo

    de los pobres . Pero esta convicción no terminó de

    cuajar en ella hasta que llegó la respuesta misma en la TL.

    n ¿COMO HABLAR

    DE

    DIOS EN UN MUNDO OPRIMIDO

    TEOLOGIA y LIBERACION

    La crisis

    de

    Dios en

    la Modernidad

    alcanzó también a América Latina,

    aunqu'e en dimensiones más reducidas. Fue sobre todo en e ámbito uni

    versitario

    donde

    se

    dejó notar

    e

    desafío de

    la

    razón moderna-ilustrada

    y

    sus procesos de secularización y crítica a la religión. y en ese ámbito

    universitario, la teología se desarrolló también en relación a ese desafío,

    dando prácticamente las mismas respuestas que se dieron en Europa . Es

    Jesu»

    cE.

    Teología del mundo , 70. Pero sobre todo Preseneza de la Iglesia en

    la

    socie

    dad:

    Concilium 60 [1970) 249 ss. y Be

     r

    e/endes eddchtnis Jesu Cristi , Mainz 1970). En J.

    MOLT

    .

    \ NN aparecen esas notas ya claramente en su crítica teológica a la religión civil-política cE.

    I lIJtración

    v

    te

    orí

    a te

    ol

    ógica .

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    15/24

    TEOLOGIA POLITICA TEOLOGIA DE LA LIBERAClON 111

    importante

    subrayar

    que

    en América Latina se hacía y se

    hace

    teología

    tradicional-conservadora

    y teología

    moderna-progresista,

    más o

    menos

    im

    portadas de

    Europa, con sus mismas características y su misma función

    ideológica

    29

    Teología

    propiamente

    latinoamericana comenzó a surgir cuando

    la

    conciencia

    de grupos

    cristianos fue

    sacudida por

    la segunda Ilustración y

    su radicalización

    de

    la crisis

    de

    Dios en

    la

    Modernidad

    . Esa

    segunda

    Ilus

    tración estaba

    encarnada

    en movimientos de

    grupos

    crítico-revoluciona

    rios

    de

    liberación

    que desenmascararon la

    inocencia del

    mundo moderno

    y sus mitos

    de

    razón ilustrada,

    progreso

    y desarrollo,

    como

    los

    causantes

    del

    estado de opresión

    y

    postración de

    sus

    pueblos. El descubrimiento

    de

    esta «dependencia»

    inspiró

    sus luchas

    contra

    el colonialismo

    en todas

    sus

    dimensiones

    ,

    como

    la única forma

    de

    lograr su

    verdadera emancipación

    y

    libertad JO y esa lucha alcanzó, como antes en Europa, el corazón

    de

    la

    teología. El discurso

    de Dios

    fue

    acusado de ideología

    del

    mundo

    domi

    nante

    y

    denunciado como opio

    del

    pueblo

    .

    El impacto de esta

    crítica

    provocó el

    despertar de

    la teología, que fue tomando poco a

    poco

    concien

    cia

    de

    que

    el

    problema de

    Dios

    en América Latina

    no

    era

    la

    Modernidad

    europea, sino más radical y primario . Y esta conciencia hizo brotar

    una

    nueva teología,

    una

    teología

    verdaderamente latinoamericana,

    la que des

    pués

    se diera a

    conocer con

    la

    expresión nada

    feliz

    de «teología de

    la

    liberación».

    1.

    LA

    OTRA CARA

    DE

    LA MODERNIDAD: UN MUNDO SIN CORAZON. y

    POR

    ESO

    SIN

    DIOS

    Los

    primeros

    pasos

    de

    la

    TL

    fueron

    semejantes a los

    de

    la

    TP

    europea.

    La

    TL surgió

    como crítica de la teología establecida

    en

    cuanto

    ideología

    del sistema domin lnte

    que

    mantenía

    al

    pueblo

    en

    la miseria y

    como

    crítica

    de

    la

    religión popular

    que funcionaba como falso consuelo del pueblo

    pobre-sufriente, colaborando

    a

    cimentar

    y

    prolongar

    su

    opresión

    y

    humi

    llación.

    El Dios

    sufriente cristiano no era el

    Dios liberador del pueblo,

    29. Cf. sobre todo los estudios de E. DUSSEL , Historta de la Iglesia en América Latina

    Barcelona 1972,278-287.

    Id

    .,

    Histolre etthéologle de

    la

    libératlon

    ed Ouvrieres, Paris 1974.

    30. La tesis de la «dependencia»

    (F.

    H.

    CARDOSO,

    T Dos

    SANTOS

    juega un papel

    decisivo en el origen desarrollo de toda una nueva intepretación de la realidad latinoameri

    cana bajo el signo de

    la

    liberación (sociología. antropología. pedagogía de

    la

    liberación .. . La

    TL hunde aquí también sus raíces

    G

    . GUTIf:RREZ. a fuerza histórica 246 ss.).

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    16/24

    112

    JUAN

    .lOSE

    SANCHEZ BERNAL

    sino e que legitimaba su dolor y confortaba su resignación. La primera

    TL aparece como crítica de este discurso de Dios, como «liberación de la

    teología» J.

    L.

    Segundo)

    y,

    en cuanto tal, se concibe

    ya

    como teología

    de

    la

    liberación 3 l

    Aunque esta primera expresión de la

    TL

    se asemeja, como se ve, a

    la

    TP europea, sin embargo descansa ya en la conciencia de un desafío dife

    rente que es la otra cara del desafío de la Modernidad. En América Latina,

    en efecto,

    e

    problema fundamental no era la crisis o

    e

    eclipse de Dios en

    la sociedad emancipada, sino la opresión y la muerte

    de

    las masas empo

    brecidas de continente ,

    e

    «reverso» precisamente, o e «precio», de la

    Ilustración y la emancipación. La primera

    TL

    se articuló como crítica

    al

    discurso (ideológico) de Dios, pero no tanto en nombre de la razón ilustra

    da, cuanto en nombre de dolor y la humillación de los pueblos, cuyas

    espaldas soportaron

    e

    peso de esa razón y sus mitos. La TL se mostró por

    eso, desde e principio, muy crítica con la teología europea, mejor, con

    toda teología hecha desde

    el

    poder, e incluso con

    la TP

    . Ni siquiera ésta

    había caído en la cuenta entonces, según hemos visto, de aquella depen

    dencia, y por tanto, de su propia complicidad. De ahí

    e

    carácter abstracto

    de su crítica

    32.

    La creciente solidaridad de los teólogos de

    la

    liberación con el pueblo

    pobre fue sin embargo, haciendo más viva y precisa la conciencia de este

    desafío, enriqueciéndola y transformándola hasta convertirla en una autén

    tica experiencia espiritual. Hicieron la experiencia, en efecto, de que la

    opresión y la muerte de las masas empobrecidas de Continente era la

    forma más cruda primaria

    y

    radical en que se planteaba e problema de

    31. ] L SEGUNDO, ha llamado la atención últimamente sobre este talante de la primera

    TL que la asemeja a la TP europea cE. Les deux théologies

    de

    la libération

    en

    Amérique

    Latine:

    Etudes

    361 [1984) 149-161).

    G

    Gutiérrez e incluso E . Dusse , en sus trabajos cita

    dos , pasan demasiado r

    áp

    ido

    por

    este origen, para resaltar, desde

    e

    principio,

    la

    diferencia

    frente a la

    TP

    europea. Sin embargo, es innegable

    que

    ambas teologías nacen como crítica

    ideológica de

    la

    teología , de discurso de Dios, es decir, como «liberación de la teología» a.

    L Segundo).

    32. Cf. E.

    DU

    SSEL, Historia de la Iglesia 283-287. Id., Dominación-liberación. Un nuevo

    discurso teológico: Concilium 6 (1974) 46-72. G. G U T I ~ R R E Z Teología de la liberación. Sígue

    me, Salamanca 1972, 275 ss. H ASSMANN, Teología desde la

    praxis

    de liberación Sígueme,

    Salamanca 1973, 83

    ss.

    Aunque esta primera crítica de la TL a la

    TP

    se hizo bajo e signo de

    la protesta y subraya, por eso, demasiado

    la

    diferencia, sin embargo, está en

    la

    verdad. El

    «sentido de lo político como dialéctica opresor-oprimido en e nivel internacional» (E. Dus.

    SEL Historia

    de

    la IgleSIa 287) no se encuentra ni siquiera en las obras más críticas de la TP

    europea, como

    la

    de discípulo

    de

    Metz,

    F.

    OUDRENDRIJN,

    Kritische Theologie

    op

    .

    cit.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    17/24

    TEOLOGIA POLITICA y TEOLOGIA DE

    LA

    LlBERAClON

    113

    de Dios en América Latina, mejor, en todo

    e

    «reverso» de la historia

    moderna

    de

    la libertad, de

    mundo

    moderno. La «muerte

    de

    Dios»

    no

    afectaba allí al ámbito cultural, sino a la vida real de las mayorías pobres.

    De otra parte y al mismo tiempo, hicieron experiencia de que ese pueblo

    pobre

    y oprimido era en su mayoría creyente, cristiano, y de

    que

    la historia

    de su dolor y humillación era también la historia de su fe, de

    su

    experien-

    cia de Dios,

    de

    sus gritos y plegarias en medio de la lucha por su libera-

    ción. Una historia mística que, como

    la

    política, había sido acallada

    y

    ocultada por la «mano blanca» dominante, pero que ahora volvía a levan-

    tar su voz. El desafío

    de

    la

    Modernidad

    se

    convertía en «la

    otra

    cara»

    de

    la

    misma en esta experiencia espiritual que, a

    su

    vez,

    la

    ponía radicalmente

    en cuestión. El dolor y la humillación de pueblo dejaban de ser protesta

    contra

    Dios y se transformaban en protesta

    de

    Dios contra un mundo que

    vive a costa de ese dolor y esa humillación, un

    mundo

    que se dice emanci-

    pado y sin Dios, pero que en e fondo es un mundo sin corazón e idólatra.

    Esta rica, profunda y liberadora experiencia espiritual de las víctimas

    de la historia moderna de la emancipación y de la libertad cambió tam-

    bién, como

    e

    impacto de

    la

    segunda Ilustración, expresado,

    sobre

    todo,

    en

    la

    Teoría Crítica de Horkheimer, lo hizo con la TP

    e

    talante de la

    primera TL

    más cercana a

    la

    razón ilustrada y

    por

    tanto a la

    TP

    europea,

    e hizo surgir una expresión nueva de TL que se entiende a sí misma más

    y más como «voz de los que no tienen voz», articulación de

    la

    protesta de

    Dios en los pobres y humillados de

    la

    historia. La nueva

    TL

    se sitúa así

    más claramente en la línea de aquella voz de los pobres de

    Continente

    que desafió los estragos de

    la

    colonización llevada a cabo por e mundo

    dominante en los albores de la Modernidad )).

    2

    TEOLOGIA DE LA LIBERACION LA PROTESTA DE DIOS EN EL REVERSO DE

    LA HISTORIA MODERNA

    Como la

    TP y en contra de los que con mayor

    empeño

    aún

    pretenden

    reducir la TL a sociología, hay que afirmar

    rotundamente

    que la TL

    no

    33 . ].

    L

    SEGUNDO ha visto bien este «cambio» en

    la TL cE.

    su trabajo ci tado en la nota

    31), que se asemeja

    al

    sufrido

    por

    la

    TP

    europea.

    Fruto

    de este «camb io» son ya los últimos

    trabajos

    de

    G.

    GUTIÉRREZ

    La

    lueT7.a

    histórica 237 ss . El Dios

    de

    la

    vida

    Lima 1982. Beber

    en su propio pozo Sígueme, Salamanca 1984),

    de

    L BOFF La l

    en

    la

    perzferia

    del mundo

    Sal Terrae, Santander 1981. Libertad y liberación cit.l, así como los trabajos de

    J SOBRINO

    \' 1

    ELLACURlA.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    18/24

    114 JUAN

    JOSE S

    AN

    CHEZ BE

    RNAL

    quiso ser y no fue desde el principio sino sólo

    teología

    simplemente teolo

    gía, discurso sobre

    Dios

    pern

    p

    único discurso cristiano posible en

    la

    «otra cara» de

    la

    historia moderna de la emancipación y la libertad. La

    expresión TL, como insinué antes , no fue feliz porque dio a entender que

    se trataba de otra teología «de genitivo» más, como las progresistas que

    corrían por Europa, cuando en realidad se trataba de una forma nueva de

    articular toda

    la

    teología, de hacer teología cristiana en las condiciones del

    «reverso» de la Modernidad. Ahí, en esa situación de opresión y muerte,

    en esa historia de humillación y dolor, la única teología posible cristiana

    debía ser necesariamente una teología de liberaúón

    J4

    .

    El desafío que la hizo nacer no fue por eso cómo hablar de Dios en un

    mundo emancipado, sin Dios, sino cómo hablar de Dios a un pueblo que

    sufre, cómo articular la Buena Noticia de Dios a las mayorías marginadas

    del mundo moderno, azotadas por la opresión, el hambre, la muerte.

    Su

    interlocutor no era el hombre emancipado, sino el no-hombre, aquel a

    quien el «super-hombre» europeo emancipado impedía alcanzar su propia

    humanidad 35.

    Su

    discurso sobre Dios resultó chocante y subversivo, parcial y poco

    serio. Pero era el discurso sobre el Dios verdadero que desenmascaraba la

    mentira del mundo moderno emancipado y su razón desafiante, así como

    la falacia del discurso de las teologías progresistas y su complicidad con

    ese mundo dominante. La T partía de una intuición fundamental, que

    había recogido del mundo de los pobres: «El Dios de los señores no es

    igual» Arguedasl , y mostraba su verdad y sus implicaciones . El discurso

    sobre Dios nunca es neutral, como también reconocía la TP. El Dios de

    los señores no es el Dios de los pobres. El Dios de la Biblia tampoco es

    neutral,

    él es

    el Dios «que toma partido

    por

    el

    pobre

    y

    lo

    libera de

    la

    esclavitud y de

    la

    opresión»

    J

    Por tanto, sólo

    la

    perspectiva del pobre nos

    36 . G . GUTIÉRREZ. Lo fuerza históri

    ca.

    17 . Esta intuición preside ya

    su

    obra programát·i

    ca Teología de

    la

    liberaCIón.

    34

    .

    De aquí las nuevas expresiones para acuñar esa novedad: «Teología del oprimido».

    «Teología del cautiverio y de la liberació

    . «Teología desde la periferia del mundo» L.

    BOFF

    o «Teología desde el reverso de la historia»

    G

    . GUTIÉRREZ .

    35 .

    e

    f G .

    GUTIÉRREZ.

    Lo

    e

    rza

    histó

    rica

    . 248.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    19/24

    TEOI.OCI

    A

    POUTlCA

    y T[OLOCIA DE LA L1BER

    ,\UON

    1

    J

    5

    descubre el rostro del verdadero Dios. El

    pobre

    se convierte en «lugar

    teológico» auténtico

    y

    la solidaridad efectiva, liberadora con él,

    en

    camino

    de acceso

    y de

    afirmación del Dios verdadero,

    de

    l Dios bíblico, del Dios

    de Jesús. La teología es cristiana sólo cuando arranca de una verdadera

    teopraxis,

    de una práctica según Dios, es decir , en un

    mundo

    injusto, de

    la

    solidaridad con los pobres

    17

    Esta «parcialidad del discurso de Dios resultó sospechosa

    de

    amena

    zar la transcendencia de Dios, de reducir

    la

    teología a sociología crítica.

    Pero

    la TL

    reivindicó con toda razón el caracter teológico de su discurso,

    mostra

    nd

    o la

    original/d

      ddel Dios cristiano que los

    pobres hab

    ían captado

    mej

    or qu

    e

    la

    razón del

    mundo

    ilustrado. Dios es, sí, transcendente,

    es

    el

    totalmente

    Otro,

    el Dios siempre mayor y el señor de la hist

    or

    ia. Pero lo

    propio, lo origin al de su transcendencia se revela paradójicamente en su

    escandalosa inmanencia, en su identificación con los

    pobre

    s y

    pequeños

    de este

    mundo

    , en la deb ilidad, en la Cruz y en los crucificados de la

    tierr

    a.

    Lo or iginal del Dios-siempre-mayor es

    que

    es el Dios-siempre-me

    nor. y en esta paradoja se nos manifiesta la verdad de su transcendencia:

    Dios

    es

    Amor, Com unión, su Miste

    ri

    o es

    su

    misma vida de amor, su vida

    trinitaria.

    Y

    porque es

    así, se revela en su amo r

    pre

    ferencia

    l, en

    su debili

    dad por

    los pobres y humillados de la tierra . La parcialidad

    de

    Dios

    no

    compromete su transcendencia, más bien revela su misterio

    que

    rebasa y

    desconcierta la lógica de

    la

    razón humana, en concreto, la lógica del

    poder

    de la razón moderna-ilustrada

    J8

    La

    TL

    se sitúa con su discurso de Dios en

    la

    línea abierta

    por

    la

    teología dialéctica y recogida después por la TP europea.

    Pero

    a diferencia

    de la teología dialéctica, mediati

    za

    históricamente la pa rado

    ja

    del Dios

    37. La teo logía como «acto segund

    o)

    articulación de la praxis cr istiana,

    es

    un conven

    cimie

    nto

    de la TL desde sus inicios,

    pero

    se ha hecho más int enso en la segunda etapa, al

    ti

    empo

    que

    se reconocía al

    pobre

    co

    mo

    verdadero

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    20/24

      6 JUAN JOSE SANCHEZ BERNAL

    cristiano, la singularidad de su transcendencia, haciendo así valer, como la

    TP, la fuerza crítico-liberador3

    rlel

    discurso de Dios frente

    al

    desafío de

    mundo. Pero, a diferencia también de la TP , la TL hace valer esa fuerza

    crítico-liberadora de discurso de Dios a través de la praxis creyente de los

    pobres praxis que sostiene aque discurso . El discurso de Dios funciona

    como instancia crítico-liberadora frente a la historia y los procesos históri

    cos. Pero esa función la ejerce a través de la protesta de los pobres de la

    historia que son los que revelan verdaderamente su verdad o su mentira,

    su racionalidad o irracionalidad, su humanidad o su inhumanidad

    J9

    La

    TL

    es, en este sentido, hoy por hoy la última la más radical res

    puesta cristiana

    al

    desafío de mundo moderno, a

    la

    crisis de Dios. La

    TL

    levanta, de una

    I

    arte, la hipoteca que pesaba sobre e discurso de Dios

    desde la Modernidad, sobre todo desde

    la

    segunda Ilustración, al articular

    un discurso sobre Dios que descansa sobre una praxis de liberación. Con

    ello, va

    ya

    más allá de la TP europea, en cuanto que para ésta la praxis es

    precisamente

    e

    problema fundamental

    40

    . Pero, además, va más allá de la

    TP, en la medida en que esa praxis que articula es la praxis de las víctimas

    de la historia moderna de la emancipación y de la libertad, una praxis no

    ilustrada, pero una praxis que apunta a una realidad nueva, a

    la

    justicia y

    la

    fraternidad universales, sin las cuales

    la

    Ilustración será moderna, pero

    no humana ni racional. En este sentido, considero que la TL responde

    más definitivamente

    al

    desafío de la Modernidad que la

    TP

    . Su respuesta

    ha provocado por eso tanto escándalo y tanto temor en

    e

    primer mundo.

    Ella pone

    e

    dedo en la llaga de este mundo y su desafío, desafiándole, a

    su vez, a decidir la contienda sobre Dios allí donde se juega realmente el

    sentido y la verdad de Dios : en la vida de los hombres, en la praxis. De

    aquí su significación universal en este momento histórico.

    III . HABLAR DE

    DIOS

    PARA

    UN MUNDO

    NUEVO:

    MODERNIDAD-LIBERACION -

    TEOLOGIA

    El significado de la

    TL

    no puede, en efecto, ser reducido a un fenóme

    no periférico, propio de tercer mundo. Esta reducción sería un signo más

    39. Esta diferencia del significado crítico-liberador del discurso de Dios en ambas teolo

    gías

    la

    puso

    ya

    claramente de relieve]. SO RINO en su citado trabajo

    El conocimiento teo-

    16¡ Ico.

    40 . Cf ]

    B.

    METz,

    La

    fe

    en

    la historia y

    en la

    sociedad 62 ss.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    21/24

    TEOLOGIA POUTICA TEOLOGIA DE LA UBERACION

    117

    de carácter dominante-colonizador de la razón moderna-ilustrada. Hay

    que sostener,

    al

    contrario, que

    la

    TL

    tiene un significado universal, hoy

    por hoy

    el más universal

    de todas las teologías

    41

    . En

    concreto, su vigencia

    afecta muy directamente a Europa y

    e

    mundo moderno-emancipado, en

    cuanto que desenmascara

    la

    falacia de su universalidad y e grado de irra

    cionalidad que habita aún en su razón ilustrada. Ella muestra que la razón

    ilustrada ha expulsado a Dios de mundo por competencia de poderes. Es

    decir,

    la

    razón ilustrada ha expulsado a Dios en cuanto Poder, porque era

    incapaz de concebirlo de otra forma, dado que también ella nació y se

    desarrolló bajo

    el

    signo de poder, de un poder que no admite otros frente

    a sí.

    En

    e

    fondo, por tanto, la razón moderna ha expulsado

    un ídolo

    para

    poderse autoafirmar sin contiendas en este mundo. La TL lleva toda la

    razón al subrayar que la cuestión teológica fundamental y

    e

    desafío más

    decisivo a solventar no es

    e

    de ateísmo, sino el de la

    idolatría

    y que,

    por

    tanto, e debate no debe darse sobre fe y ateísmo, en abstracto, sino sobre

    la fe en el Dios de la Vida y la lógica de los ídolos de muerte

    42

    .

    Este significado desafiante y liberador de la

    TL

    para

    Europa

    y

    e

    mun

    do emancipado ha sido captado y tomado en serio

    por la

    TP europea,

    hasta

    e

    punto de cambiar de talante . Hoy se habla cada vez menos de

    teología política y más cada vez de teología de la liberación. Muchos pien

    san que

    la TL es

    un teología política más. Ya hemos visto que no

    es

    así.

    Yo

    me inclino más bien a pensar que la

    TP

    debería ser más y más TL, es

    decir, teología cristiana-liberadora en las condiciones de un

    mundo

    que es

    tan injusto (al menos) como moderno.

    La

    evolución de la TP europea, que

    hemos analizado,

    se

    ha acentuado últimamente en

    la

    lína de un teología

    40. E. DUSSEL lo ha expresado justificado certeramente en su trabajo

    Teología de

    l

    perIferia»

    (citado nota 1), 145

    ss.

    Con todo, tampoco la TL está libre de la tentación

    del

    «particularismo», con sus límites peligros , como ha señalado

    A.

    ALVAREZ BOLADO , en su

    artículo Mundlalidad

    de l s

    relaciones y teolog í

    de

    l liberación: Sal Terrae

    2

    (1985) 89 ss.

    También E . MENÉNDEZ DRENA,

    Teología europea,

    364 s. Sin embargo, no se puede aceptar,

    sin más, la apreciación

    de

    este último, según la cual de TP va más allá de la TL porque

    responde

    al

    desafío

    de

    un estadio posterior del desarrollo

    de

    la historia. La TL no

    se

    sitúa,

    en efecto,

    antes

    de

    la Ilustración, sino en

    l

    otra

    c

    r

    de la misma, que es distinto.

    En

    este

    sentido,

    va

    más allá

    de

    la TP europea.

    42 Así, sobre todo, en los trabajos de G. Gutiérrez y] Sobrino. Cf. el estudio de este

    lema por

    V.

    ARAYA,

    El Dios de los pobres.

    El

    misterio de Dios en l teología de l liberación ,

    San

    Jos

    é 1983 .

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    22/24

    118

    J

    UAN

    .lO

    SE

    SANCHEZ

    BERNAL

    cada vez más consciente del «precio>j de

    la

    ra zó n moderna y de sus pro

    fundos límites que cargan de irracionalidad

    la

    historia actual de

    la

    humani

    dad. La mejor

    TP

    europea se muestra por eso más crítica con

    el

    moderno

    proceso

    de

    Ilustración y más solidaria con

    e

    movimiento liberador de las

    mayorías pobres y humilladas de la tierra. El Dios de los pobres es, tam-

    bién

    en e mundo emancipado, la

    última instancia

    crítico-liberadora de

    la

    historia y la respuesta al desafío de la Modernidad

    43

    .

    El problema más

    arduo en e mundo emancipado es, sin embargo, como dejé antes dicho,

    hacer posible una praxis creyente-liberadora, un cristianismo

    prof

    ético-li

    berador

    que pueda sostener

    e

    discurso sobre

    e

    Dios de los

    pobre

    s. Este

    problema implica la superación del cri itianismo establecido, burgués, y

    un replanteamiento de

    la

    producción de

    la

    teología en

    la

    actual división

    del trabajo para que e discurso de Dios sea liberador y llegue a ser verda

    deramente

    universal

    44

    .

    La TL,

    por

    e contrario, arranca, como hemos visto, de una praxis

    creyente-liberadora, de un cristianismo profético y liberador que justifica

    su discurso sobre e Dios de los pobres. Sin embargo,

    la

    TL se queda

    hasta ahora más a nivel del lenguaje narrativo y no aborda suficientemente

    e cuestionamiento de ese lenguaje t

    eo

    l

    óg

    ico por parte de

    la

    Ilustración, de

    la primera y de la segunda.

    En

    concreto,

    e

    desafío de una praxis liberado

    ra que históricamente se ha desprendido

    ya

    de discurso de Dios y se ha

    hecho racional y materialista, como reivindicó la segunda Ilustración, y M.

    Horkheimer

    en manera especial, ese desafío no es afrontado por ella con

    todo rigor,

    por

    lo que su discurso sobre Dios es acusado, con

    buena

    parte

    43. La Teología de la Esperanza

    de]. MOLTMANN

    dio paso a

    la

    «Teología de la C ru

    (cf.

    El

    i

    os

    crt/C/f

    icado,

    Sígueme, Salamanca 1975) y la TP

    de

    METZ se replanteó el carácter práctico

    liberador del discurso

    de

    Dios en relación con el devenir sujetos de los pobres y oprimidos de

    la historia cf. La le

    en

    la

    historia

    y

    en

    la

    sociedad,

    77 ss.) G. FAUS ha mostrado, con su hab itual

    lucidez, t

    odo

    el alcance

    de

    este desafío

    de la

    TL para la teo logía europea, v

    la Mod

    ernidad en

    general, en su trabajo anteriormente citado

    L

    os

    pobres como lugar teo lógico,

    297 ss.

    44. Cf. sobre

    todo J

    B. M

    ETZ, Más allá de la religión burguesa,

    Síg

    uem

    e, Salamanca

    1982.

    Id.,

    Un

    nu

    evo modo de hacer teología,

    en AA.W.

    Vida y reflexión,

    50-56.

    Id

    .,

    La

    teología en el ocaso de

    la

    Modernidad:

    Concilium 191 1984) 36 ss. E. DUSEEL,

    Teologías de

    la

    perife

    ria  , 149 s. Id

    ., Coyuntura de

    la

    praxis cristiana en América La/ina . Hacia una división

    internacinal del trabajo teológico,

    en

    J. V

    PI

    XLEY

    o] P. BASTIAN,

    Praxis cristiana y producción

    teológica,

    Sígueme, Salamanca

    197

    9, 191 ss.

    I. ELLAcURlA, La teología como

    momento

    ideoló-

    gico de la praxis eclesial:

    EE

    53

    1978) 475-476.

    Este desafío exige, con todo

    qu

    e

    la TL

    se

    ab ra cada vez más al diálogo con l

    as

    diferentes «teo logías

    de

    la liberación» que se

    hacen

    en

    todo

    el

    «reverso»

    de

    la histori

    a.

    De lo

    contrario también

    ella

    puede caer

    en el peligro

    de

    etnocentrismo

    frente a aquéllas cf. la crítica qu e le viene ya desde esas teo logías, en R.

    J{H;J1l0R.

    JestÍs

    r

    el despertar de los oprimidm,

    174, nota 27).

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    23/24

    TEOLOGIA POLITI

    C

    y TEOLOGIA DE LA LIBERACION

    119

    de razón, de fundamentalista, como lo fue, en su tiempo, el discurso de la

    teología dialéctica

    45.

    Las dificultades de diálogo precisamente entre las

    teologías de la liberación y la razón ilustrada y post-ilustrada son indicio

    de esta laguna que no ha cubierto aún

    l

    TL. La TL, más la primera que

    la

    segunda, descansa en efecto, en un optimismo no fundamentado respec

    to a la unidad entre praxis de liberación y discurso de Dios. Pero justa

    mente esta unidad es

    l

    que se rompió en la Modernidad y no parece fácil

    reconstruirla, a no ser que

    se

    trabaje con un concepto simpltficado

    de

    praxis. La TL no puede ignorar la complejidad de una praxis verdadera

    mente liberadora en

    el

    mundo

    actual. Y

    hará

    por

    tanto, bien

    en

    confron

    tar su discurso liberador de Dios con la razón crítica y las prácticas libera

    doras que dejaron ya atrás su referencia a una instancia transcendente.

    Por otra parte, tampoco la razón post-moderna acaba de afrontar en

    serio el desafío que le viene de aquellos a los que este mundo no ha

    dejado entrar aún en la Modernidad. Esa razón será ya post-moderna,

    pero no será

    ni

    racional

    ni

    humana hasta que no sea razón universal, es

    decir, hasta que

    la

    Humanidad entera, y no sólo unos cuantos privilegia

    dos, sea sujeto de

    la

    misma

    46

    La voz quebrada y acallada de los pobres y

    no-emancipados es signo de y protesta contra la irracionalidad que pesa

    aún sobre l razón moderna y su mundo emancipado, como vio ya hace

    tiempo M. Horkheimer. Por esto, más que buscar salidas irracionales o

    exóticas, como

    l

    vuelta l neopaganismo y a los mitos,

    l

    razón moderna

    ilustrada haría bien es escuchar el grito de los pobres y humillados de esta

    tierra. Seguramente ganaría en racionalidad y humanidad. l interés eman-

    45 . Es, posiblemente, una

    de

    las críticas más consistentes y

    que

    se han hecho y se

    hacen

    a la

    TL

    desde la teología europea y en concreto,

    desde la

    más crítica teología política d. F.

    SCHUPP

    uf dem Weg zu einer kritischen Theologie, QQDD Freiburg

    1974.

    A. FIERRO

    El

    evangelio beligerante,

    Sígueme, Salamanca 1975, 377-383. Id. ,

    Presentación de la t

    eo lo

    gía,

    Laia, Barcelona 1980, 110 s. Id.,

    Teoría de los cristianismos, Verbo

    Divino, Estella 1982 , 165

    ss.).

    Pero

    también teólogos más

    moderados

    reconocen la poca atención que prestan los

    teólogos de

    la

    liberación a

    la

    justificación de su discurso teológico frente

    al

    desafío

    de

    la

    Modernidad

    ef.

    por

    ejemplo,

    CH.

    DUQU

    OC El Dios de j

    es

    ús,

    49

    s.

    Id.,

    Mesianismo teologías

    de

    la

    liberación,

    en:

    AA.VV.,

    Vida reflexión,

    101

    ss.

    A.

    GONzALEZ

    MONTE

    S

    Las aporías de

    la teología crítica: SAL 3 1982) 426 ss.) .

    46 . Idea central en la Teoría Crítica de M. H

    ORKHE

    IMER cf J. J. SANCHEZ Wider die

    Logik der Geschichte

    passim) antes de ser sostenida

    por J B.

    METZ

    cf.

    La fe en la histori

    \

    la

    sociedad.

    75

    ss.) y sobre todo por la TL.

  • 8/16/2019 Teología política y teología de la liberación Sanchez Bernal Dios Tl

    24/24

    12 JUAN JOS E SANCHEZ BERNAL

    cipador de la razón tiene su piedra de toque en

    la

    defensa de l

    as

    víctimas

    de

    la

    historia, en

    la

    realización

    de

    su esperanza siempre frustrada por las

    conquistas de los vencedores. Esta tesis de M. Horkheimer no ha sido

    refutada hasta hoy

    por

    ninguna razón

    47

    y ¡:hí, en esta tarea, en ese camino hacia la verdadera racionalidad, no

    está

    la

    razón lejos, sino muy cerca del auténtico discurso de Dios , tal

    como lo han articulado

    la

    TP

    y

    sobre todo, la TL. El sentido y el futuro

    tanto de

    la

    razón como de

    la

    teología , del discurso de Dios, dependen , en

    efecto, de que ha

    ya

    futuro para las víctimas de

    la

    historia, que

    se

    cumpla

    la esperanza de los pobres y condenados de esta tierra .

    47 . Cf.

    J J SANC

    HE

    Z,

    i er die Logik de r Geschichte 229 ss. Ver también el int eresante

    c stud io , ya citado, de r MUGUERZA

    La

    crisis de identidad 30 ss.


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