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doscerounotres agosto

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Número de agosto con análisis de los nuevos discos de Forest Swords, Delorean y con No Age en portada, además de otros discos. En la sección de cine, Barranquero Maya colabora con DOSCEROUNOTRES analizando en profundidad sobre El Estudiante de Santiago Mitre, además de otras muchas películas.

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Cuerpo punk y mente experimental4 Retrospectiva No Age

Un objeto inidentificable6 An Object de No Age

A la búsqueda de un lenguaje nuevo8 Engravings de Forest Swords

Enmarañarse y perderse en el camino10 Apar de Delorean

Otra música12 Críticas de discos

Realpolitik14 El Estudiante de Santiago Mitre

Otro cine16 Películas no distribuidas

Listas19 Top cine y música 2013

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sumario

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doscerounotres - agosto

Un nuevo número con los combativos NoAge en portada, un dúo punk que hace unamúsica en absoluto punk, sino más cercanaal art rock de su nuevo álbum, el intere-sante pero irregular An Object, una reivin-dicación (o tal vez una crítica) del conceptode álbum, en donde por primera vez dejande darle tanta importancia al ruido quetanto les identifica por buscar otras formasde hacer. Y aunque no triunfan, hay queagradecer a los creadores de esa gran obraque es Nouns el intento por avanzar y noobcecarse con viejos logros.

En el apartado musical, destacan las doscríticas de los nuevos trabajos de ForestSwords y Delorean. Si el debut en largo deMatthew Barnes, el hombre que se escondedetrás de Forest Swords no sorprende espor el aún hoy perfecto Dagger Paths, un EPlargo editado en 2010 en el que mostrabauna originalidad y espíritu único que man-tiene y potencia en Engravings, editado enTri Angle. Resumiendo, no hay nada quesuene como Forest Swords, ese es el granlogro de un álbum que se mueve libre entodo momento y no deja de sorprender.

Por su parte, Delorean no llegan a rehacerel éxito de Subiza, el disco que les catapultóa una cierta fama en el ámbito internacio-nal, y aunque Apar potencia sus elementosbailables y contenga alguna píldora incon-testable, la sensación general que deja sunuevo trabajo es la de un grupo algo per-dido y sin objetivos claros.

La sección de OTRA MÚSICA viene do-minada por un disco magistral, Loud CitySong de Julia Holter. Un disco magnético,nebuloso y repleto de grandes canciones.Un trabajo muy serio. También destacan losnuevos discos de Laura Veirs, que no lograretomar del todo el buen hacer que demos-tró en Saltbreakers, y Franz Ferdinand que,sonando a ellos mismos, consiguen entrete-ner, la máxima aspiración a la que puedellegar su fórmula de post-punk demasiadoanclada a la pasada década. Sorprende eldisco Heza de Generationals, un álbum va-riado lleno de matices desde un indie tradi-cional, al igual que el muy notable disco deIs Tropical, I´m Leaving, en donde consi-guen encontrar ese hit veraniego alterna-tivo, con una incombustible canciónllamada “Dancing Anymore”. No son tanredondos los nuevos trabajos de CircleTraps y John Grant, aunque ofrecen cosas.

En cuanto al cine, aún seguimos esperandoque llegue otoño para que se estrenen las pe-lículas más esperadas del año, mientras tanto,la cartelera se llena de blockbuster, segundaspartes y dibujos animados que llegan a cual-quier ciudad y claro, también pequeñas pelí-culas, verdaderamente interesantes que sequedan solo en algunas ciudades. Una de ellases El Estudiante de Santiago Mitre, una histo-ria de política universitaria que es, al mismotiempo, algo más. De ella nos habla en profun-didad Barranquero Maya.

En cuanto a OTRO CINE, destaca por méri-tos propios la imprescindible The Canyons. Di-rigida por Paul Schrader, se trata de unthriller apasionante que habla directamentesobre el fin del cine con un guión firmado porBret Easton Ellis y “actores” tan variopintoscomo Lindsay Lohan o James Deen. Todo unacontecimiento.

Otra gran película es la enigmática y apasio-nante Post Tenebras Lux del controvertido Car-los Reygadas. Una propuesta dispersa, llenade dudas pero con una poderosa manera decontar una historia prescindiendo de la narra-ción en sí.

Completan la sección mucho cine salido delpasado Sundance, como un biopic sobre LindaLovelace firmado por Jeffrey Friedman y RobEpstein, la sencillez de The Lifeguard, dirigidapor la debutante Liz W. Gracia y la comediaPrince Avalanche de David Gordon Green que,sin embargo, destaca por su faceta más dra-mática, que la tiene y muy especialmente po-tenciada.

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No Age en portada

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RETROSPECTIVA MÚSICA 4

Cómo es el punk que odianlos punks? Pues la respuesta

podría ser No Age, el dúo for-mado por las guitarras ambien-tales y ruidistas de RandyRandall y el ritmo complicadoy la seca voz de Dean Spunt,que a lo largo de sus discos hanido virando desde unos cimien-tos que podrían encuadrarsedentro de la inmediatez deWeirdo Rippers, una recopilaciónde canciones de tono amateur yla crudeza del underground delibro. Ese primer disco, en elque se podía oír los huesosrotos provocados por los pogosde su público, tenía una furia yun aura absolutamente punk.Apenas esbozos que guardabanelementos interesantes de vistaal futuro del grupo, pero, sobretodo, tenían la función de sacarde la nada el golpe de la inme-diatez. Canciones como “NeckScaper” o “Everybody’sDown”. No se trata de la mejorforma de acercarse a No Agepuesto que representa un inicioalgo lejano a lo que acabaríaconvirtiéndose el dúo.

Pero sí que sirve para compro-bar la fuerza de su sonido en di-recto. La imagen que ilustraeste artículo está tomada deuno de sus conciertos donde,donde se desata la locura entresus seguidores, aunque sus ac-tuaciones no se olvidan de in-corporar los elementos másambientales, casi paisajísticosde no ser porque se tratan de

puro ruido que camina entre loinaudible y la melodía ensoña-dora.

Esa particular mezcla entre elespíritu punk y los ambientesruidistas y experimentales, al-canzó su máximo exponente enel imprescindible Nouns. Undisco inesperado que comen-zaba con la taladradora de“Miner” que no dejaba de fun-cionar durante la siguientemedia hora, hasta que las guita-

¿

Cuerpo punk y mente experimental

rras más claras de “Brain Bur-ner” se apagaban. Unos ritmosduros y un tono muy directo,pero con un sonido tan particu-lar y una producción tan acer-tada que no se limitaba a lacrudeza sin medios de la reco-pilación previa. En cierto modo,Nouns es el debut en largo deeste grupo, y también su mejordisco. Y lo era porque supo

mezclar los ingredientes delgrupo en la dosis perfecta,hasta conseguir un combinadoque, agitado, mantenía momen-tos de absoluta belleza, como elinicio de “Eraser” por poner unejemplo. De unas manos punks,consiguieron extraer unas sen-saciones completamente con-trarias a lo que representaban.Ese extraño resultado es, sinduda, lo que debe resaltarse deNo Age.

Nouns supo mezclar los ingredientes del

grupo en la dósis perfecta

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RETROSPECTIVA MÚSICA5

Ahora bien, lo que separa eltrabajo de No Age de esa pri-mera fase, que podríamos cali-ficar como algo alocada, libre ysin complejo alguno, pero tam-bién sin ningún objetivo prefi-jado, de la segunda fase en la

que aún se encuentran es unabúsqueda de un objetivo final.Y lo que separa esas dos fasesno es otra cosa que un EP, elfantástico Losing Feeling.

Y es que en esas cuatro can-ciones, el dúo parecía abrirse a

nuevos rumbos, dejando delado la garra y la furia descon-troladas para acercarse a unosambientes más tranquilos, enbusca de un nuevo modo deutilizar el noise y que este no sequede parado en sí mismo.

Después de ese EP llegó undisco para confirmarlos, llenode múltiples aristas y confir-mando lo que se ponía de ma-nifiesto en Losing Feeling, NoAge se encontraban en un pro-ceso de madurez, haciéndosemás serios y cada vez con unasideas más claras de cómo que-rían sonar.

Everything In Between no es tanperfecto como Nouns porque norecoge la magia inesperada deese disco, pero no se queda lejosen cuanto a la calidad. Cam-biando el noise descontroladopor una música tal vez más es-tandarizada, o que recupera laesencia de cierta música noven-tera, se trata de un disco muyvariado que lo mismo abre conla extraña y perfecta “Life Pro-wler”, un ascenso melódico

enorme, o pasan por un pasajede distorsión y ruido como elde “Katerpillar”.

Una variación constante de es-tilos, al mismo tiempo que am-pliaban la paleta general parallegar a algo mucho más com-

El dúo se ha ido haciendo progresivamente más serio y con unas ideas más claras

plejo, repleto de pasajes distin-tos y logros. El nuevo álbumsigue esta senda y el futuro delgrupo parece que queda claroque continuará por estas varia-ciones, más que volver a laagresividad nihilista de Nouns.

Un origen punk que se notaen la música, pero que cada vezparece más claro que intentenalejarse de sus inicios. An Objectno es más que la prueba defini-tiva de que los No Age actualestienen muy claro esta idea. Ex-perimentar con los elementosque su pasado punk les diopara alcanzar lo que de otraforma sería impensable, y todoello, en esa búsqueda constantede ensoñación, como si de ungrupo de dream pop se tratase.

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RETROSPECTIVA MÚSICA 6

l título del nuevo disco deNo Age, “un objeto”, nos

hace preguntarnos acerca demuchas cosas relativas al pro-pio grupo, y también a la mú-sica. ¿Quieren reivindicar con eltítulo que su nuevo álbum esalgo más que música que seconsume sin más? ¿Quieren lla-mar la atención sobre el soportefísico o es exactamente al con-trario, una crítica a todos losque mantienen que un disco esmás que una recopilación decanciones? Resulta extraño, y elnombre del disco no es la únicasorpresa que incorpora este ob-jeto extraño. No Age han cam-biado de forma radical.

En una primera escucha, AnObject suena especialmentepoco ruidoso, como si hubieraneliminado todos los filtros dedistorsión de las guitarras y lahubieran prescindido de la ba-tería más allá para marcar unritmo muy parco. Por otro lado,hay un interés por explorarotros sonidos, todos los peque-ños detalles que completan elambiente de las canciones. Di-gamos que la extrañeza pro-

E

Un objeto inidentificable

An ObjectNo Age

viene de las canciones más cru-das, al mismo tiempo que aban-donan la inmediatez punk, dela que quedan algunos restos.No Age hacen en este álbumuna búsqueda de otro tipo decanciones, como diciendo no almaterial que han sacado hastael momento. Otra forma de ex-presión que emplea el ruido node una forma tan predomi-nante, sino como el elementoque va unido a su sonido.

No Age no han sonado jamás tan calmados

como en este álbum

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RETROSPECTIVA MÚSICA7

Por un lado, el tono fuerte yconsistente, no ha desapare-cido, y ha girado hacía el te-rreno del hardcore americanoen algunos temas, como la aper-tura de “No Ground”. Es decir,podríamos decir, que el sonidoque emplean en las guitarras hacambiado hacia algo más claroy presente. Se han dejado allado el ruidismo excesivo deNouns para ir hacia algo másconcreto. Retomando las in-fluencias, el sonido de las gui-tarras es aquí más exploratorio,en algunos pasajes, se puedepensar que tienen esa afinacióndiferente y única como hacenSonic Youth, aunque siempreal sonido de “no banda” queconlleva No Age.

En el plano de la producciónno se olvidan de ir hacia unaprofesionalización que ya es-taba presente en el álbum ante-rior, Everything in Between, unsonido más compacto dondetodo suena perfecto y claro.Pero por otro lado, tiene un so-nido menos electrificado, comooptando por mostrarse desen-chufados sin estarlo. Las dosisde loops que enmarañaban lascanciones han desaparecido y,en cuanto a instrumentación, escomo si hubieran caminado

hacia algo más destartalado, noen el sentido en que sonaban ensus primeros discos, un tonoprimerizo, sino como buscandoel mínimo, reducir los instru-mentos hasta quedarse en unesqueleto sobre el que montarlas canciones, sin artificios. Setrata de unos No Age más cru-dos, han desnudado su música,es una vuelta hacia algo másbásico, dejando de lado la pro-ducción de discos anteriores enlos que el sonido estaba llevadohacía otro lugar, precisamentepor la producción, más que porlas canciones.

Desde “An Impression” hayun interés por abandonar laagresividad y acercarse a otrosterrenos más artrock que po-drían parecer opuestos al grupoen un primer momento.

Una de las características dela música de No Age, que en unprimer momento puede parecercontraria a la propia estética só-nica del grupo, es el carácter en-soñador de su música, que en

An Object está aprovechado almilímetro.

Podemos entender An Objectcomo un disco en el que inten-tan jugar con el propio con-cepto de canción y con el modoque tradicionalmente No Agelas han construido. Incorporanasí, sonidos que afectan el pro-pio aura de la canción, aunqueen un principio pueda pareceraccesorio. Los paisajes ambien-tales ya estaban presentes enotros discos anteriores, y denuevo introducen una de estascanciones puente, “My Hands,Birch and Steel”.

Pero visto An Object como eso,un objeto con múltiples aristas,una nueva visión del grupo, almismo tiempo, no llega a tenerla consistencia que podría tenerNouns, ni siquiera la del discoanterior, en el que ya había par-tes muy diferentes entre sí, peroel disco era un todo compacto.Parece, al fin y al cabo, que la te-oría era más bien negar elhecho de disco como objeto.

Lo que no llega a funcionar en An Object

es su inconsistencia

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CRÍTICA MÚSICA 8

A la búsqueda de un lenguaje nuevo

EngravingsForest Swords

veces, aparecen proyectosque merecen una categoría

aparte, un tratamiento únicodebido a que son, simplemente,casos aparte. Forest Swords esuno de ellos. Detrás de ese enig-mático nombre, “espadas fores-tales”, podemos extraer unaaproximación a lo que podríaser una definición de las sensa-ciones que transmite la músicade Matthew Barnes, un largocamino a oscuras por un bos-que desde el que se van poten-ciando sonidos que nunca sesabe muy bien de donde vienenpero que generan unas melo-

días entre ensoñadoras y ári-das, como el filo de una espada.

En 2010 aparecía Dagger Paths,un EP con duración de largo,que ponía en el mapa la inclasi-ficable música de Barnes. Noera lo primero que editaba,pero sí lo que recibió unamayor proyección. El foco sesituó sobre este músico quedespués del éxito de ese EP, sevio obligado a dejar a un ladosu propia música debido a pro-blemas de audición y, una verrecuperado, se dedicó a darforma a este maravilloso Engra-vings, que edita un sello muy

A adecuado para ponerlo en cir-culación Tri Angle.

El álbum mantiene las carac-terísticas que el resto de la mú-sica editada en el sello.Originalidad, expansión y laimposibilidad de etiquetar loque oímos en una clasificaciónestandarizada. Porque las in-fluencias que aparecen en lamúsica de Barnes son numero-sas y se escapan a un improba-ble cerco que podríamosestablecer. Por un lado, ForestSwords es un proyecto quejuega con el ambiente que creansus texturas y sus samples, por

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CRÍTICA MÚSICA9

otro, también lo hace con los es-tados mentales que genera porla repetición de ritmos inusua-les. Pero también hay ciertoselementos de dub, pues todo sevuelca hacia esa paleta de soni-dos, y también hay una mezclaentre sonidos reales más queuna búsqueda electrónica.

Por eso este Engravings resultatan único, no hay nada quesuene como esto, alternandosamples vocales del propio Bar-nes, líneas de teclados paradasen mitad del espacio sonoro,ritmos tribales y guitarras eléc-tricas que no hacen más queahondar en el nivel de extra-ñeza que este álbum causa en eloyente. Una vez que nos acerca-mos al disco un ambiente car-gado, casi impracticable porunas tormentas de sonidos quevienen y van siguiendo cadauna su propio patrón

Al mismo tiempo, debemosdecir que Engravings es undisco coherente entre sí, for-mando como un todo que tienesentido una vez que se contem-pla en su conjunto. Y es quecada canción es única, está for-mada por elementos distintos ytiene una estructura muy perso-nal. Lo que hace que ForestSwords sea un proyecto tan ne-cesario es la facilidad con la quecrea un discurso embriagantedesde la inclasificación que, sinduda, identifica a Barnes.

Estos logros de Barnes se ex-plican por un estudio que tratade crear en el oyente un estadomental por encima de cualquierconcepción tradicional de lamúsica, y lo hace gracias a unamezcla avanzada y pulida dedistintos retazos sonoros. Unosretazos en los que tienen cabidasonidos industriales, secos ymuy crudos, con otros más de-licados y dulces. Una uniónrara que en ocasiones brilla es-pecialmente. Uno de esos mo-

mentos es el final de la canción“Onward”, uno de esos virajesasombrosos que tanto se prodi-gan a lo largo de Engravings. Elotro momento destacado es,cómo no, el enorme final con“Friend, You Wil Never Learn”,el broche luminoso gracias auna canción en constante pro-gresión que también muestraposibles caminos futuros. Pero,prácticamente, cada canciónofrece algo nuevo y es un mate-rial que inspira sensacionesmentales distintas e inspirado-ras.

El proyecto de Forest Swordsfluye con respecto a lo quehabía entregado antes. No hay

ningún cambio y avanza en sufórmula única que merece lapena y sorprende por encontrarun lenguaje sonoro particular ytambién necesario. Es un pasoadelante porque aquí todo estáahora más claro, hay un obje-tivo al que se quiere llegar y sepercibe nada más empieza asonar “Ljoss”.

Engravings es ante todo unálbum que consigue generaruna cadencia única que se ins-tala para no salir en el cerebro

de quien escucha este disco.Distintas impresiones para lle-gar a un encuentro más com-plejo. Lo hace a partir desamples, de sonidos imagina-dos, y de guitarras que no sue-nan a guitarras. Forest Swordsbusca, finalmente, el movi-miento mental. Engravings esuna liberación, casi como bus-car algo nuevo con lo que ex-presarse, sin palabras, sinelementos comunes y sin nadaprefijado de antemano, y extra-ñamente, Barnes lo consiguecon unas canciones que se man-tienen siempre indomables, o almenos crea la sensación de ha-berlo logrado.

Engravings consigue generar una cadencia únicaque se instala en el cerebro

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CRÍTICA MÚSICA 10

elorean vuelven tres añosdespués del espectacular

Subiza, un disco que continuabala senda abierta con el EP Ayr-ton Senna, lo mejor que han pu-blicado hasta el momento y quesirvió para proyectarlos hastauna escena internacional de la

mano de medios como Pitch-fork. Giras mundiales y unapoyo más importante fueraque dentro gracias a unos direc-tos perfectamente medidos yhedonistas. Subiza se unía a

cierta oleada de chillwave, peroaportando toques únicos pese aque la crítica en general vio unacercamiento al sonido de losAnimal Collective de Merriwe-ather Post Pavilion.

En Apar, el grupo opta por po-tenciar sus elementos electróni-

cos, los teclados hedonistaspredominan y envuelven lascanciones con una producciónalgo más limpia, pero igual-mente retorcida y recargada decapas, pero si Subiza era una

D

Enmarañarse y perderse en el camino

AparDelorean

mezcla potente y desinhibida,aquí hay una niebla sonora quedesencaja la idea general de loque sucede. No es un disco tandirecto, sino que se envuelve ensí mismo y hay que ir conec-tando progresivamente en él,ayudándose de los momentosmás directo, como los de “Spi-rit” y ese comienzo especial-mente luminoso; “Dominion”,una canción atropellada peroque, sin embargo, sí funcionabien; “Walk High”, en donde semantiene intacta la esencia delgrupo, o “Inspire”, partes máspop que abren el camino haciaeste Apar que no llega a incor-porar demasiadas novedades,sino que ahonda en la marcadafilosofía del grupo.

En Apar, el grupo opta por potenciar su esencia bailable

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CRÍTICA MÚSICA11

En varias canciones se apoyande la voz de Caroline Polachek,conocida por el proyecto Glas-ser, pero su voz no termina deencajar con la música y lo únicoque hace es frenarla más. En-roscarla en canciones que nodespiertan interés, como “KeepUp” donde la experimentaciónno termina de sentarles deltodo bien.

Podemos decir que Apar es undisco mucho más bailable, en elsentido que potencia esa faceta.Canciones que obligan a mo-verse por una electrónica máspresente, pese a que el grupo loconstruye con una búsqueda de

lo orgánico cada vez más pre-sente. Algo que puede parecercontradictorio pero que, porciertos detalles, queda claro elpredominio orgánico.

El gran problema del álbumes que acaba optando por la re-petición y la sorpresa de los ele-mentos frescos que siempre hantenido ha desaparecido en estenuevo Apar.

La emoción y el ensueño deSubiza se ha ido y, pese a que enalgunos momentos siguen so-nando contundentes, este discoya no emociona. Tal vez esperá-bamos más de un grupo que hafirmado cosas como “Seasun”.

El problema es la repetición y una ausencia de objetivo que alcanar

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OTRA MÚSICA 12

Pale Green GhostsJohn Grant

Julia Holter es una de las figu-ras fundamentales de la experi-mentación femenina. Cercanaen su nivel de exposición al deLaurel Halo y, en cuanto a suobjetivo, tan exploratorio comoel de María Minerva, aunque elcaso de Holter es más barrocoque sintético.

Este Loud City Song es su ter-cer disco, aunque podríamosentenderlo como su primero, yaque por primera vez ha gra-bado en un estudio. Después deque saltara a todos los oídoscon el diluido Ekstasis, el cam-

Loud City SongJulia Holter

bio que se observa en Loud CitySong va más allá de la profesio-nalización del sonido. El princi-pal logro de este álbum es elgrado de intimidad que consi-gue alcanzar en parte gracias auna voz que se desarrolla aquíal máximo, en canciones tan de-licadas como “He’s RunningThrough My Eyes” o la bellezapura de “Hello Stranger” untema magnífico que no seagota. Sin duda, lo que con-vierte a Holter en una artistatan inspirada es su búsquedade distintos instrumentos y es-

tilos, puesto que puede llegar amezclar pasajes ambientalescon free jazz, pero esta vez, conuna particularidad, todo estádirigido por su voz. Lo mejorde todo el disco, la emotiva“This is a True Heart”, en la querecuerda a los mejores Broad-cast, una canción melódica ab-solutamente entregada. El saltoque da Julia Holter con LoudCity Song es uno irremediable,se planta en mitad de la músicamás inclasificable y excitanteque se está haciendo actual-mente.

El líder de The Czars vuelvedespués de su muy bien reci-bido Queen of Denmark con unálbum mucho más sintético,donde las canciones toman unaforma más plástica y no tancruda como en el debut en soli-tario. Sin embargo, no cambiael tono rococó de su propuesta,y las canciones de Pale GreenGhosts siguen la senda de ciertoAOR que puede acabar atra-gantándose, aunque este se-gundo disco de John Grant seanotablemente mejor que el pri-mero.

Indie pop muy veraniego es loque ofrecen Is Tropical en susegundo álbum, un divertido ysuculento I´m Leaving. Coro-nado por la mayúscula “Dan-cing Anymore”, uno de esoséxitos que resulta complicadoolvidar, el grupo también tieneuna faceta que recuerda a aque-llos grupos que salían de NMEdurante la década pasada,cierto aire a The Rakes, porejemplo, en canciones como“Video” o el gran cierre delálbum, “Yellow Teeth”, una deesas melodías contagiosas.

I'm LeavingIs Tropical

Multitud de estilos y de influen-cias se dejan escuchar en este EPde Wakusei Abnormal. Rockruidoso en el plano musicalmezclado con una voz femeninamuy particular que destaca.Una unión de estilos que sor-prende, pero funciona bien, mú-sica enérgica al mismo tiempoque frenética por las estructurasdemenciales que diseñan lascanciones. El tema “フラレ唄”ofrece una perfecta explicaciónde la esencia de este proyectolibre y con el aroma diferen-ciado de las cosas únicas.

Nandemonai KyokiWakusei Abnormal

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OTRA MÚSICA13

HezaGenerationals

prender debido al abuso produ-cido en cuanto al post-punk delos últimos años. Aún así, eneste Right Thoughts, RightWords, Right Action destaca unabúsqueda por la melodía de unKapranos que no maquilla supresencia. Como siempre, mu-sicalmente brillan más cuandomenos experimentos intentanhacer, en este disco hay alguno,pero prevalece el tono básico dealgunas canciones. Un discoirregular en el que destacan al-gunos temas como la melódica“The Universe Expanded”.

Sorprendentemente, el nuevodisco de Franz Ferdinand noestá mal. Cinco años despuésde Tonight, el grupo regresa conun álbum que retoma el guita-rreo de sus dos primeros álbu-mes. Eso sí, sin ningún atisbode hit, pero con una esencia di-vertida y sin ser un trabajo en-gorroso como podría parecerpor el camino que estaban lle-vando. Esto no quiere decir queAlex Kapranos y compañíahayan vuelto a ser lo que eranantes, entre otras cosas porquesu estilo no puede volver a sor-

La delicada y dulce voz deLaura Veirs vuelve a brillar enun disco que recupera el buenhacer que demostró en suenorme disco Saltbreakers, des-pués de explorar caminos másacústicos con July Flame. Con-centrada aún en resaltar el ca-rácter íntimo de su música,pero esta vez desde una inten-sidad más eléctrica, las docecanciones de Warp & Weft re-suenan gracias a la fantásticaproducción de un disco que in-corpora el piano, pese a que laguitarra es el gran apoyo vocal

que emplea Veirs, que reciente-mente recopiló algunas de suscanciones para la banda sonorade la película Hello I Must BeGoing, que reseñamos en el pri-mer número de DOSCEROU-NOTRES. Veirs sabe comoutilizar su voz y extraer de ellamagníficas melodías como lasde “Dorothy of the Island” o lamuy powerpop “That Alice”,algunas de las canciones másdestacadas del disco. Un nota-ble trabajo de una artista bas-tante desconocida pese a supop delicioso.

Right Thoughts, Right Words, Right ActionFranz Ferdinand

Warp and WeftLaura Veirs

Circle Traps, un proyecto defuture garage y de electrónicarica en texturas regresa con unEP en el que dejan claro que tie-nen una visión propia. Sinteti-zadores que sirven de unión aunos ritmos rotos y melodíasmelancólicas. Obelisk cuentacon una producción muy cui-dada. Aunque el EP no tieneninguna canción con las carac-terísticas de “Fjord”, el especta-cular tema de el debut, CircleTraps es un proyecto muy inte-resante que esperamos tengauna continuación más fluida.

ObeliskCircle Traps

Sin ningún elemento total-mente original, Heza, firmadopor Generationals es un muydisfrutable disco de indie delibro veraniego. Repleto de can-ciones que o bien buscan el riff,o bien un humor animado,Heza, tercer disco del grupo for-mado por Ted Joyner y GrantWidmer, mantiene un tono quea veces recuerda a los VampireWeekend más imaginativos,como en “You Got Me”, y otrasdirectamente hacen un hit in-mediato como en “Spinoza”, laapertura perfecta para el disco.

Page 14: Doscerounotres - Agosto

CRÍTICA CINE 14

a diferencia entre un ro-mántico y un idealista es

que el romántico está enamo-rado de sus ideas, mientras queel idealista está unido a ellas através de un compromiso, deuna responsabilidad, incluso deuna fe, como si fuera parte deun matrimonio antiguo. El ide-alista difícilmente romperá consus ideas, para ello necesita unarevolución, el romántico aca-bará con ellas justo en el precisoy precioso momento de no sercorrespondido. El romántico esun egoísta, su vida merodea al-rededor de su ego. El idealistaes un mártir, un kamikaze, otodo lo contrario, pero ambos,tanto el hombre románticocomo el idealista, tienen al idealcomo bandera o almohada, noson mero hombres al serviciode un proceder, sus historiasestán repletas del sufrimientode quien está perdiendo o ga-nando algo. Este estudiante noparece estar jugándose nada allídonde parece estar todo enjuego. Y eso es un lastre, aun-que sea parte del juego.

Y el juego es un portentosopor apabullante y convincentepor realista algoritmo político,como fue aquel Prime de ShaneCarruth con la ciencia ficción,como fue aquel π de DarrenAronofsky con vete tú a saberque, aunque en ambas historiaslos personajes desprendían

L

Realpolitik

El EstudianteSantiago Mitre

cierta locura lúcida a través dela búsqueda en sus laberintosparticulares del minotauro quelos librase o matase, envol-viendo al espectador en su cazao huida. Aquí sobre todo haypasillos, esquinas, puertas aabrir y cerrar, y personas can-dado y llave en un templado,aunque más próximo al poloque a los trópicos, teorema bu-rocrático. Aquí no hay mino-tauro. Y así se siente unoencerrado en la perfecta obra deun arquitecto, político si, perofuncionario, quizás porque lo

que se pretendía era pintar soloeso, el cuadro de ese laberinto,como solución escuálida del al-goritmo que todo el mundopresiente o conoce que es la po-lítica. Pero incluso en la mismapolítica uno mira arriba y en-cuentra el cielo y las estrellas, yel sol y la luna, y de vez encuando corre el aire y huele aalgo, aunque la mayor parte delas veces huela a muerto y a es-tiércol, y también se suda, y setransmite algo, aunque lamayor parte sean mentiras.

Ahí es donde se encuentrauno con la salida del laberinto,a veces expulsado, otras esca-pado, porque hay poco que su-

jete al serpenteo de sus vericue-tos, porque incluso el más con-centrado puede verse fuera delenredo del teje y maneje polí-tico. Y es que este estudiante vapor libre. A este estudiante lehan dado las respuestas delexamen y sabe que responderen cada momento, incluso sabecómo reaccionar a las trampasdel destino, porque por muylisto que se sea, siempre sepuede enfermar o se puede seratropellado por un borracho,pero él sabe como rehabilitarsede todo eso.

Este estudiante no cumple lasreglas del juego, y así va con elpiloto automático, como teledi-rigido, y al final da la sensaciónde que sabe todo lo que hay quesaber, transmitiendo por ellomenos que el decorado laberin-tico, quedando todo al nivel delcrucigrama, del sudoku, com-plejo eso sí, laboriosamente di-señado, admirablementeproducido si tenemos en cuentalos medios que se tenían al al-cance.

Pero los personajes son impor-tantes. ¿Qué sería de una vidasin testigos? Pero los personajesno son dioses. Ni siquiera el di-rector, por mucho que marque

Este estudiante no parece estar jugándose nada allí donde parece

estar todo en juego. Y eso es un lastre,aunque sea parte del juego.

Por Barranquero Maya

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CRÍTICA CINE15

las reglas, determinando el de-venir de los acontecimientos yel carácter de los protagonistaspor prescripción médica. Es lahistoria la que realmentemanda y enjuicia a través de suevolución en los actos de lospersonajes que actúan, en lossentimientos y en las emocionesde las personas que observan. Yla posición, el lugar desde elque se observa, también marcael conocimiento y con él la emo-ción, las sensaciones que se ob-tienen. Se puede sentir unflechazo, enamorarse de unapersona, y a partir de ese senti-miento empezar a conocerla,sintiéndote cada vez más cercade ella. Y se puede conocer auna persona para ir poco a pocoenamorándote sin haberte per-catado de que ya estas dentrode ella. Pero aquí no hay fle-chazo. Y cuando uno trata deconocer por interés o curiosi-dad el comportamiento de esteestudiante no hay recompensa.El estudiante lo transmite todohacia dentro, nada hacia fuera,y eso genera confusión, duda ymalestar por tanta indiferencia.Y toda su historia queda con-

templada como quien de reojove llover tras la ventana. Aun-que la lluvia sea una interesantey extraña tormenta de orígenesinciertos, que anega los cami-nos de los hombres, generandonuevos senderos, complicandosu día de mañana.

El estudiante por lo tanto nocumple lo que promete. Él pro-mete ser alguien que obtiene loque quiere, una especie de líderen la sombra, pero no convenceporque no enamora. Porquequizás le falte la solidez de lasideas. Porque aunque personi-fique la superficial pasión delque solo quiere poder, del quesolo quiere ganguearse el afectode los demás para obtener suvoluntad, no desprende el mag-netismo necesario para ganár-selos y quitárselos, ganárnosloy quitárnoslo. El principalpoder del cine reside en elefecto que provoca en el espec-

tador y este mismo, por estemismo, contempla absorto porincrédulo todas esas facultades.Uno se imagina; por culpa deesa manía de querer cosas per-fectas, pero dichoso quien co-nozca los parámetros de laperfección; en ese laberinto elmagnetismo de alguien comoRicardo Darín, o el de mi profe-sor de derecho, por ponernos almismo nivel amateur del quehace gala y obtiene méritos lapelícula. Y la historia se ex-pande a través de la sangre denuestros ojos para llegar a lamirada de nuestro corazón. Y apartir de ahí seriamos uno másde aquellos que se acostaríancon él, que lo votarían, y quedespués lo despreciarían, paraposteriormente darle un sen-tido abrazo, no nos pasaríamosel proceso corriendo detrás deél por los recovecos de su histo-ria como si fuese parte del mis-terio. Y no todo este anhelo escuestión de química, de esté-tica, ni de movimiento demanos, ni de la dinámica expre-siva, sino de lo que se dice, delo que se pone en juego. Sobretodo.

Es éste estudiante un entrena-dor, un general sin la inteligen-cia emocional ni el idearionecesario para animar a la vic-toria, pues no dispone de dis-curso más allá de revolver elcajón desastre de los discursosde los demás; más allá de le-vantar acta sobre las tropelíascometidas en una argentinacuyo fantasma recorre unasaulas que apenas pisa, una casaque no es la suya, y una vida le-jana, como es la de esa Argen-tina extraescolar; más allá delenredar para el oficio y benefi-cio de su causa. El estudiante esun entrenador, un general alservicio de la táctica, que no re-para en la utilidad de la victo-ria más allá de la victoria, queno le interesan las ideas másallá de su utilidad estratégica.Este es el verdadero laberintoque queda tras los pasillos dellaberinto político. Allí donde

todo es más puro; las clases, laArgentina pasada, presente yfutura; es un lugar que pasa fu-gazmente, del que apenasqueda nada para contemplar,porque solo hay tiempo paranegociar, y porque el estudianteno necesitaba pararse en él, qui-zás, porque ya ha encontradoen la política más camaleónicaun lugar donde encajar.

Cuesta volver a meterse eneste complejo micro políticoporque pasa por encima de lasideas y se centra en los procede-res, en las relaciones y en sus in-tereses. Perfecto reflejo portanto de la política quizás, deesa política que deja al ciuda-dano al margen con la mismaefectividad con la que esta pelí-cula excluye a este espectador,a este estudiante, a éste mismo,con la salvedad de que a la po-lítica le interesa excluir. Los de-fectos de la política seríanentonces sus defectos. Pero ¿ylos méritos, las virtudes de lapolítica? En función de esohabrá que medir también el mé-rito de esta película.

Mérito que desde fuera de ellase observa enorme, casi gran-dioso, por los medios con losque se dicen que se contaron ypor la utilidad del retrato queesboza, pero que desde dentrodan una sensación de pobreza,tanto en una imagen de tintestelevisivos, como en unas inter-pretaciones amateurs y unguión limitado, pero lo que nole debe de quitar ápice de ha-zaña a esta particular tesis, y asíhay que aplaudirla, como seaplauden las propuestas másvalientes, que suelen ser lasque más fácil translucen sus ca-rencias, como se aplaude aaquellos enajenados cuya sole-dad y escasez de recursos noles impiden ir al asalto de las in-expugnables fortalezas que lesrodean, como se aplaude aaquellos mártires, kamikazes oenamorados, que se baten con-tra lo que haga falta para defen-der sus ideales. Su gallardíamerece un envidiable aplauso.

El Estudiante

Director: Santiago MitreIntérpretes: Esteban Lamothe,Romina PaulaAño: 2011

Los defectos de la política serían entonces sus defectos.

Pero ¿y los méritos, las virtudes de la política?

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OTRO CINE 16

Magic MagicSebastián Silva

Magic Magic es la segunda pelí-cula que Sebastián Silva estrenaeste año, contando de nuevo conMichael Cera, y con Juno Tem-ple como protagonista absolutade esta historia pesadillesca quelleva a la confusión desde, prác-ticamente, el primer momento.Una americana viaja a Chilepara visitar a una amiga, peroesta la deja con sus amigos pormotivos que no quiere expli-carle. Brillante la secuencia delhipnotismo, pero en su rectafinal la película decae pese a esefinal que busca epatar.

encomiable que hace que a pe-lícula destaque por logros esté-ticos más que por su narraciónenrevesada, como un puzzleque Reygadas deja al especta-dor que arme. Pues hay planosque carecen de sentido narra-tivo en la historia, sino más biense trata de impresiones quecompletan la compleja cons-trucción de una historia queempieza cuando el diablo seinstala en la casa, como si fueraTeorema de Pasolini, pero cam-biando la atracción sexual, porel simple, o no tan simple, mal.

El controvertido Carlos Reyga-das regresa con una obra críp-tica cinco años después de latambién inclasificable StelletLicht. La cinta, que le sirvió paraganar el premio al mejor direc-tor en Cannes, es un estudioque se la corrompida vidaadulta frente a la inocencia delos niños e, incluso, la propianaturaleza. Desde el primermomento, con las bellas imáge-nes de una niña corriendo juntoa unos animales se encuentraesa oposición frente a la adultezburguesa, con una pareja a

punto de separarse. Post Tene-bras Lux no se olvida de las di-ferencias de clase y deoportunidades.

Todo ello a partir de una cine-matografía original, puesto quelas imágenes crean zonas borro-sas que desdoblan lo que repre-senta en las esquinas. Estoconsigue que la experiencia dever la película, puesto que elcine de Reygadas es más con-templativo que otra cosa, se po-tencie al máximo, consiguiendoque lleguemos a dudar de loque se ve. Un descubrimiento

Post Tenebras LuxCarlos Reygadas

El actual cine turco se caracte-riza por una narración pausada,a veces incluso demasiado pa-rada. Es uno de los principalespuntos en contra que tiene estapelícula de Pelin Esmer. Cinede personajes, en el que poco apoco se va conociendo la situa-ción de una azafata de autobúsy la de un vigilante forestal.Llega un momento en el que lahistoria se complica y alcanzaun dramatismo inesperado porel tono anterior de la cinta. Sintener la cohesión necesaria,Watchtower mantiene la tensión.

WatchtowerPelin Esmer

De una de las directoras más re-conocidas del movimientomumblecore, que no es otra cosaque cine indie de bajo presu-puesto con conversaciones co-munes, Lynn Shelton, estadelicada Touchy Feely es una co-media dramática sobre nada re-almente nuevo, una serie decrisis de cada personaje queafecta a su relación entre ellos.Podría decirse que Touchy Feelyadapta la narración del capítulode una serie de televisión y loexpande a la duración de unlargo, manteniendo ese tono.

Touchy FeelyLynn Shelton

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OTRO CINE17

Presentada en la sección oficialdel pasado festival Sundance,The Lifeguard, una película diri-gida por Liz W. Gracia, trata lapérdida de la juventud, cruzarla línea de los 30 años y el re-chazo a abandonar un modo devida sólo porque hay que com-portarse como adultos respon-sables. La cinta consigueretratar esa crisis de una ma-nera convincente, así como lasiempre difícil vuelta atrás paraconvivir con los padres, unavez que tanto la protagonistacomo los padres se han adap-

tado a una vida independiente.De hecho, la vuelta del perso-naje interpretado por KristenBell al pueblo y su encuentrocon sus antiguos amigos, haceque todos rememoren con nos-talgia los años de adolescenciaque tan lejos les quedan ya. Na-rrativamente, la película se en-cuadra perfectamente en lainstitución de Sundance, ya quecalca al milímetro las prescrip-ciones que toda película indiedebe tener. Esto, y una historiaalgo indiferente, hacen que TheLifeguard no alcance a brillar.

The LifeguardLiz W. Gracia

Dirigida por los directores Jef-frey Friedman y Rob Epstein,especializados en rescatar figu-ras míticas y convertirlos enbiopic, ya sea con el aclamadodocumental The Times of HarveyMilk o la mezcla de animacióny ficción del biopic de AllenGinsberg en Howl, ahora vuel-ven con un nuevo biopic cen-trado en la figura de LindaLovelace, la mítica actriz pornoconocida por el filme DeepThroat.

Como un biopic al uso, perocon un cuidado exquisito encuanto a vestuario y el aromade los setenta, la cinta no se cen-tra tanto en la industria delporno, como hacía una cintaque se encuentra bastante cer-cana en la temática, BoogieNights de Paul Thomas Ander-son. Lo que realmente les inte-resa a Friedman y a Epstein esla figura de la propia actriz, es-clavizada por su marido, bri-llantemente interpretado porPeter Sarsgaard que asume lapiel de un personaje irritante.Por su parte, Amanda Seyfriedaprueba poniéndose en la pielde Lovelace. Y lo que hay de-trás de Linda Lovelace no esmás que una educación encor-setada y errónea por parte deuna madre que lo único que leinteresa es guardar las formas.

A pesar de ser un biopic es-tandarizado, Friedman y Eps-tein consiguen mantener alespectador interesado gracias auna ficción conseguida que su-merge al espectador en la pan-talla y hace que este conectedesde el primer momento conel drama que sufre la protago-nista, inicialmente, lo contrarioa una figura del porno.

LovelaceJeffrey Friedman / Rob Epstein

Alvin (Paul Rudd) y Lance(Emile Hirsch) se encargan deacondicionar la carretera de unbosque que quedó calcinadodurante el verano anterior. Pin-tan las rayas que separan endos carriles la calzada y colocanpostes que señalizan el trazado.Duermen en una tienda decampaña y son cuñados. Estáncompletamente alejados de susvidas normales, salvo por car-tas y escapadas al pueblo du-rante el fin de semana. Eso noquiere decir que sus vidas esténparalizadas, pues en menos de

una semana uno de ellos sequeda solo y el otro espera unniño. David Gordon Greenhace un retrato de un par de lo-sers perdidos en mitad del bos-que. En un primer momentopuede que no haya mucha his-toria que contar, y que el reposode estar en mitad del bosque setransforme en tedio, pero pocoa poco, entre los asombrososplanos de la naturaleza y el pro-pio trabajo que desempeñan, lapelícula va alcanzando una di-mensión diferente, eso sí, sinllegar a brillar.

Prince AvalancheDavid Gordon Green

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he Canyons es uno de losproyectos cinematográficos

más esperados de los últimosmeses. La película sobre la si-tuación de Los Angeles actualcuenta con un grupo de perso-nas que intentan hacerse unhueco en Hollywood y, diga-mos, “vivir del cuento”. Almenos en su plano más super-ficial, The Canyons es un thrillerintrigante sobre la búsqueda dela fama. Pero eso sería quedarsecortos, muy cortos.

Dirigida por Paul Schrader,guionista de ese clásico inmor-tal que es Taxi Driver, The Can-yons tiene su mayor atractivo ensu guión, firmado por el escri-tor Bret Easton Ellis. Y claro,todas las neuras del escritorquedan muy marcadas en la pe-lícula. El sexo y el jugueteo ho-mosexual, son uno de los

puntos que dominan la historia,con unos personajes que po-drían estar sacados de cual-quiera de sus novelas, unosyuppies —o que tienen comoobjetivo llegar a serlo— actuali-

zados a la década de los 10`s.Pero como decíamos, esto

sería quedarse corto. The Can-yons sorprende tanto por estarenmarcada en la situación ac-tual del consumo de cine. Losprimeros planos de la películanos sitúan ante una realidadcasi post-apocalíptica pero queno puede ser más verdadera, elabandono de cines. Se trata de

una película muy consciente desí misma, que sabe muy bien aqué tipo de público quiere diri-girse, ya que la misma fecha desu estreno, en una sola sala decine, estaba disponible online. Y

ese público es casi como lospropios personajes, que miransus smartphones mientrascenan, como si no estuvieranallí en realidad. De hecho, enuno de los diálogos más brillan-tes, suena la pregunta: ¿Cuándofue la última vez que fuiste alcine? Y la respuesta es un aver-gonzado titubeo, precisamente,de una chica que trabaja en él.

¿Cuándo fue la última vez

que fuiste al cine?

OTRO CINE 18

The CanyonsPaul Schrader

Un thriller post-cinematográfico

T

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1 Stoker - Park Chan-wook2 Promised Land - Gus Van Sant3 World War Z - Marc Forster4 Monsters University - Dan Scanlon5 Ayer no termina nunca - Isabel Coixet6 Inch'Allah - Anaïs Barbeau-Lavalette7 The Trip - Michael Winterbottom8 El Estudiante - Santiago Mitre9 Hannah Arendt - Margarethe von Trotta10 The Great Gatsby - Baz Luhrmann

LISTAS19

cine

música

Forest Swords

9877666655

1 Forest Swords - Engravings2 AlunaGeorge - Body Music3 Triángulo de Amor Bizarro - Victoria Mística4 Dënver - Fuera de Campo5 Julia Holter - Loud City Song 6 Generationals - Heza7 No Age - An Object8 Laura Veirs - Warp and Weft 9 Franz Ferdinand - Right Thoughts, Right Words, Right Action

10 Delorean - Apar

10988887776

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doscerounotres