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DIRECTORIO INSTITUCIONAL
ADMINISTRADOR FEDERAL DE LOS
SERVICIOS EDUCATIVOS EN EL D.F.
Luis Ignacio Sánchez Gómez
DIRECTOR GENERAL
Rafael Camacho Solís
DIRECTORA GENERAL
María Elena Medina-Mora Icaza
DIRECTOR GENERAL DE INNOVACIÓN Y FORTALECIMIENTO ACADÉMICO
Mónica Gabriela Hernández Riquelme
DIRECTOR EJECUTIVO DE INVESTIGACIÓN Y EVALUACIÓN
Miguel Ángel Mendoza Meléndez
DIRECTORA DE INVESTIGACIONES EPIDEMIOLÓGICAS Y PSICOSOCIALES
Guillermina Natera Rey
Agradecimientos
La realización del presente estudio es un esfuerzo de muchas personas y de mucho tiempo. Por ello, es importante agradecer a toda la gente que ha participado en el mismo de una u otra manera.
En primer lugar, gracias a los estudiantes de secundaria y bachillerato por aceptar responder el cuestionario que sirve de base a esta investigación, su tiempo y respuestas son invaluables. A las escuelas, instituciones y autoridades educativas, a todos ellos, nuestro sincero reconocimiento por su apoyo para cristalizar este proyecto que realizamos periódicamente desde muchos años atrás.
De manera particular, extendemos nuestro reconocimiento por el apoyo recibido al Dr. Luís Ignacio Sánchez Gómez, a la Arq. Mónica Hernández Riquelme, a la Dra. Ma. Elena Medina-Mora, a la Mtra. Guillermina Natera, al Dr. Rafael Camacho Solís y al Dr. Miguel Ángel Mendoza Meléndez.
En la parte financiera, este estudio recibió apoyo económico por parte del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, a través del proyecto 4316.3. Una parte importante fue proporcionada por el Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones de la Ciudad de México (IAPA) y por la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal (AFSEDF).
Hay una parte del trabajo que poco se menciona al momento de presentar o leer los informes de resultados, pero que fue vital para lograr el mismo. Los encuestadores, supervisores, codificadores y capturistas, que realizaron un excelente trabajo y permitieron contar con la información primaria de análisis de información. Gracias por su dedicación y disposición al proyecto.
Asimismo, el proyecto implica la coordinación con diversas Instituciones y Subsistemas Educativos de la Ciudad de México, en ella se trabajó con los enlaces de cada subsistema (Secundarias Federales, Telesecundarias, Secundarias Técnicas, Secundarias Particulares, Colegio de Bachilleres, CECyT que forman parte del IPN, el CETIS, CONALEP, CCHs y Preparatorias de la UNAM, Bachillerato Pedagógico y el Bachillerato Privado) y de la Dirección de Salud y Seguridad en las Escuelas, que nos acompañó en la coordinación de este grupo.
Gracias a la continuidad de este proyecto, ha sido posible trasladarlo y aplicarlo en diferentes estados de la República Mexicana, lo que ha permitido contar con estudios sólidos que hacen posible la comparación de resultados y que se cuente con una amplia base de información sobre el consumo de drogas en estudiantes. A las autoridades estatales que han hecho un gran esfuerzo por contar con estos estudios, agradecemos su colaboración y dedicación.
Jorge Ameth Villatoro Velázquez
Midiam Moreno López
Natania F. Oliva Robles Diana Anahí Fregoso Ito
Marycarmen Bustos Gamiño Clara Fleiz Bautista
Ailema Roxana Mujica Salazar
RESULTADOS
1. Características Sociodemográficas
Del total de los estudiantes que participaron en el estudio, 49.2% fueron mujeres y 50.8%
fueron hombres. El 54.2% tiene 14 años o menos (Figura 1). El 56.0% de la muestra cursa
nivel secundaria y el 44.0% asiste a nivel medio superior (Figura 2).
Además, la mayoría de los adolescentes fueron estudiantes de tiempo completo durante el
año anterior al estudio y sólo el 6.3% de los hombres y el 4.8% de las mujeres no fueron
estudiantes. (Figura 3).
El 24.6% de los hombres y el 12.7% de las mujeres realizaron alguna actividad remunerada
de medio tiempo o de tiempo completo. En cuanto a la estructura familiar, mayoría de
ellos/as cuenta con su papá y con su mamá.
2. Prevalencias del Consumo de Drogas
a) Consumo de Tabaco
El consumo de tabaco alguna vez (Figura 4), se presenta en el 41.0% de los estudiantes y son
los hombres quienes reportan un porcentaje significativamente mayor en comparación con
las mujeres (42.1% y 39.9% respectivamente). El consumo disminuyó de manera importante
en comparación con la medición anterior (45.9% para hombres y 42.6% para mujeres).
Así también, el consumo actual de tabaco se reduce significativamente y es visiblemente
mayor en los hombres (16.2%) que en las mujeres (13.5%).
Al analizar el consumo de tabaco alguna vez por nivel educativo (Figura 5), el porcentaje de
usuarios/as en secundaria es menor (25.0%) en comparación con los/as de bachillerato
(61.3%). Esta tendencia se mantiene hasta el consumo actual.
Al considerar la edad de los/as adolescentes (Figura 6), se observa que el porcentaje de
consumidores/as actuales de 18 años o más es 7 veces mayor que los que tienen 14 años o
menos. Entre este último grupo de edad (5.2%) y el grupo de 15 años (20.2%), se observa un
incremento de casi 4 veces.
Si se analizan los datos de consumo de los/as adolescentes en relación con el nivel educativo
del papá (Figura 7), el porcentaje de fumadores/as es mayor en quienes tienen un papá con
escolaridad mínima de secundaria.
En relación con el nivel educativo de la mamá (Figura 8), no hay diferencias en el consumo
de tabaco con respecto a la escolaridad de la figura materna.
Las delegaciones más afectadas por el consumo actual de tabaco son: Azcapotzalco (21.6%),
Cuajimalpa (17.1%), Iztacalco (16.9%), Coyoacán (16.8%), Miguel Hidalgo (16.2%), Gustavo A.
Madero (16.0%), Venustiano Carranza (15.9%) y Álvaro Obregón (15.7%), que presentan un
consumo significativamente mayor al promedio de la Ciudad de México (Figura 9).
b) Consumo de Bebidas Alcohólicas
En la Ciudad de México se encontró que el 68.2% de los/as adolescentes ha consumido
alcohol alguna vez en su vida y un 40.1% lo ha consumido en el último mes.
Al analizar el consumo alguna vez en la vida según el sexo del/a entrevistado/a (Figura 10),
observamos que tanto la población femenina como la población masculina, resultan
afectadas de manera similar.
Con respecto al nivel educativo (Figura 11), en los estudiantes de bachillerato se presentan
porcentajes de consumo y abuso de alcohol 2 veces mayores que en los estudiantes de
secundaria. Así, el porcentaje de los adolescentes de secundaria que han consumido alcohol
durante el último mes es de 27.2% y para los de educación media superior, el porcentaje
incrementa a 56.5%.
En cuanto al consumo de alcohol por edad (Figura 12), el porcentaje de adolescentes de 14
años o menos que ha consumido alcohol alguna vez es de 53.6% y en quienes tienen 18
años o más es de 92.5%. Al igual que en el consumo de tabaco, se observa un incremento
importante en el consumo de alcohol de los 14 a los 15 años de edad, siguiendo el mismo
patrón para el abuso de esta sustancia.
Por otro lado, existe un mayor consumo actual de alcohol en los/as adolescentes cuyo papá
tiene una escolaridad de secundaria o superior (41.0%) comparados con los casos cuyo padre
tiene una escolaridad menor (37.7%) (Figura 13).
El consumo actual de alcohol de los/as adolescentes, es similar cuando la mamá tiene una
escolaridad de secundaria o mayor (40.9%) en comparación con los casos en que la mamá
tiene una escolaridad de primaria o menor (39.1%) (Figura 14).
Los resultados globales para la Ciudad de México, indican que el 22.5% de los/as
estudiantes consumieron 5 copas o más en una sola ocasión, durante el mes previo al
estudio, porcentaje similar al reportado en 2009, que fue de 23.3%. Las delegaciones más
afectadas por el abuso de bebidas alcohólicas son Azcapotzalco (29.9%), Magdalena
Contreras (24.3%), Álvaro Obregón (24.2%), Coyoacán y Cuajimalpa (23.7% en ambas) ya que
su consumo es mayor al promedio de la Ciudad de México (Figura 15).
c) Consumo de Sustancias Psicoactivas
La prevalencia total de consumo de drogas fue de 24.4%, porcentaje estadísticamente mayor
al de la medición de 2009 (21.5%). Por otro lado, el consumo en el último año y en el último
mes, fue de 18.2% y 10.3%, respectivamente.
Por sexo, el consumo de cualquier droga alguna vez en la vida, es mayor en los hombres
(25.7%) en comparación con las mujeres (23.1%). De la población total, el 15.3% es usuario
experimental y el 9.1% es usuario regular (ha usado drogas en más de 5 ocasiones).
Así también, los hombres (11.4%) presentan un porcentaje mayor en el consumo actual en
comparación con las mujeres (9.1%) por el consumo actual de drogas (Figura 16).
Para las drogas médicas (tranquilizantes, anfetaminas y sedantes), el consumo es mayor en
las mujeres (Figura 17); en tanto, el consumo de drogas ilegales (mariguana, cocaína, crack,
alucinógenos, inhalables, metanfetaminas y heroína), es mayor en los hombres, con
porcentajes mayores que el consumo de drogas médicas (Figura 18).
Por nivel educativo, el consumo total de sustancias, es mayor para los/as adolescentes de
bachillerato (33.6%), en comparación con los/as de secundaria (17.2%) (Figura 19).
Por lo que respecta a cada sustancia, la mariguana (15.9%) ocupa el primer lugar de
preferencia en los/as adolescentes, seguida de los inhalables (10.0%) y la cocaína (5.0%)
(Figura 20); en el caso de las drogas médicas alguna vez, los tranquilizantes tienen mayor
preferencia (4.7%).
Cuando se analizan estas tendencias según sexo y basados en el consumo alguna vez
(Figuras 21 y 22), tanto en hombres como en mujeres, se mantiene estable el uso de
tranquilizantes y anfetaminas, con respecto a los datos obtenidos en 2009.
Considerando a las drogas ilegales (Figura 23), las mujeres reportan incrementos
importantes en el consumo de mariguana (9.9%) y cocaína (2.1%) en el último año. Por su
parte, los inhalables presentaron una disminución significativa pasando de 7.2% a 6.2%.
La proporción de hombres que consumió estas sustancias durante el último año es mayor a
la de las mujeres. Respecto al 2009, el consumo de mariguana y cocaína presentó un patrón
similar al de las mujeres, con un aumento significativo en ambas sustancias, mientras que el
consumo de inhalables disminuyó. (Figura 24).
Las principales drogas de preferencia para las mujeres son: la mariguana (12.9%), seguida de
los inhalables (10.3%), los tranquilizantes (5.6%) y la cocaína (4.0%). En tanto, para los
hombres las drogas de preferencia son: la mariguana (18.8%), los inhalables (9.7%), la
cocaína (6.0%) y los tranquilizantes (3.9%) (Figura 25). Adicionalmente, es importante
destacar que el porcentaje de hombres adolescentes que han probado alguna vez crack, es de
2.9%.
Por nivel educativo (Figura 26), dichas preferencias son similares para los estudiantes de
bachillerato, observándose principalmente el consumo de mariguana (25.9%), inhalables
(11.0%), cocaína y tranquilizantes (6.9% y 5.8%, respectivamente). Para secundaria, el orden
de preferencia se modifica, ya que principalmente consumen inhalables (9.3%), mariguana
(8.1%) y tranquilizantes (3.9%).
Con relación a la edad y el consumo de drogas en el último año (Figura 27), se observa a los
inhalables como la principal sustancia consumida antes de los 14 años y, cuyo consumo se
incrementa ligeramente hacia los 15 años, para finalmente decrecer hacia los 18 años o más.
En tanto que, el porcentaje de usuarios de mariguana se incrementa casi el triple entre los
14 años o menos y los 15 años. El consumo de tranquilizantes se mantiene estable hasta los
18 años o más en donde presentan un incremento.
Para el consumo de drogas en el último año, las prevalencias de mariguana, tranquilizantes y
cocaína son mayores en los/as adolescentes cuyo papá tiene una escolaridad de secundaria
o más; por su parte, en aquellos adolescentes que consumen inhalables, el padre tiene
escolaridad de primaria o menor (Figura 28).
Por lo que respecta a la escolaridad de la mamá, el consumo de mariguana y anfetaminas es
mayor en los/as adolescentes cuya mamá tiene estudios de secundaria o más y el consumo
de inhalables es más alto en los/as adolescentes cuya mamá tiene estudios de primaria o
menores (Figura 29).
Las delegaciones más afectadas por el uso de mariguana en el último año (Figura 30), fueron
Azcapotzalco (18.9%), Cuauhtémoc (15.2%), Venustiano Carranza (13.8%), Miguel Hidalgo
(13.4%), Gustavo A. Madero (13.3%) y Coyoacán (13.1%). En cuanto al consumo de cocaína
en el último año, las delegaciones más afectadas fueron Azcapotzalco (4.0%), Venustiano
Carranza (3.1%), Cuauhtémoc e Iztapalapa (2.8% ambas). Para el consumo de inhalables en
el último año, las delegaciones con mayor porcentaje fueron Cuauhtémoc (8.4%), Magdalena
Contreras (8.1%), Venustiano Carranza (7.8%), Azcapotzalco (7.3%) e Iztapalapa (6.8%).
Finalmente, en cuanto al consumo de tranquilizantes en el último año, la delegación con una
prevalencia por arriba de la media de la Ciudad de México, es Azcapotzalco (4.5%).
En relación a otras sustancias, que en diversos estudios con poblaciones similares han
reportado incremento en su consumo; los datos de esta encuesta indican que el 2.5% de los
adolescentes ha usado éxtasis y 0.9% ha usado cristal.
Los usuarios/as que han experimentado con éxtasis y cristal, son principalmente hombres y
mujeres de entre 17 y 18 años o mayores y de nivel bachillerato. En relación al nivel escolar
que tienen los padres de quienes reportaron consumir estas drogas, los porcentajes de
consumo mayores para éxtasis y cristal, corresponden a los estudiantes cuyos padres
cuentan con un nivel educativo mínimo de secundaria.
3. Disponibilidad de sustancias en el entorno social del adolescente y riesgo percibido.
Para evaluar este aspecto, se les preguntó a los/as adolescentes, qué tan fácil o difícil sería
para ellos obtener drogas, y si sus familiares o amigos/as las han consumido.
Los resultados indican que de la población total, un 41.0% de los hombres y un 36.4% de las
mujeres consideran que es fácil o muy fácil conseguir drogas.
Además, el 5.3% de los/as adolescentes reporta que su papá ha consumido drogas y 1.3%
que su mamá las ha consumido, mientras que 7.7% indica que su/sus hermanos/as ha/han
consumido drogas (Figura 31).
A su vez, un 25.1% menciona que su mejor amigo/a ha consumido drogas. Esto se presenta
en forma muy similar tanto en los hombres (25.3%) como en las mujeres (24.9%).
Por otra parte, se observa que los/as adolescentes consideran en su mayoría muy peligroso
el consumo de sustancias como la mariguana (55.8%), los inhalables (70.6%), la cocaína
(73.7%) y la heroína (74.1%). Los hombres consideran muy peligroso el consumo de heroína y
cocaína (71.7% y 71.4% respectivamente); al igual que las mujeres (heroína 76.5% y cocaína
76.1%) (Figura 32).
Sin embargo, esta percepción de riesgo disminuye notablemente cuando la sustancia es el
alcohol (49.2% considera muy peligroso el consumo frecuente) o para fumar 5 o más
cigarrillos diariamente (58.8%), siendo similares los porcentajes de los hombres y las mujeres
(Figura 33).
4. El ambiente escolar como agente protector del adolescente
Al analizar el consumo de sustancias en relación con la asistencia a la escuela, se
encontraron porcentajes de consumo mayores en tabaco, alcohol y drogas, entre los
adolescentes que no estudiaron durante los 12 meses previos al levantamiento de la
información.
Por ejemplo, en el consumo de tabaco (Figura 34), un 13.7% de los/as adolescentes que
asistieron regularmente a la escuela, lo consumen actualmente. En tanto, que el porcentaje
para los que no fueron estudiantes durante el año pasado, fue de 28.9%.
En cuanto al consumo de alcohol (Figura 35), un 55.7% de los que no asistieron a la escuela
el año previo al estudio, lo consumieron en el último mes, cifra que es de 39.3% para los
adolescentes que asistieron regularmente.
Para el consumo de drogas alguna vez, se observa que el más alto porcentaje corresponde a
los que no asistieron a la escuela el año anterior al estudio (38.0%), en comparación con los
que asistieron de tiempo completo a la escuela el año anterior al estudio (23.2%).
Por tipo de usuario (Figura 36), se observa que el porcentaje más alto de consumidores
regulares corresponde a los que no fueron estudiantes el año anterior al estudio (19.6%), lo
que representa más del doble de los que asistieron de tiempo completo a la escuela (8.1%).
En cuanto a los consumidores experimentales, hay poca diferencia entre los que fueron
estudiantes de medio tiempo y los que estudiaron tiempo completo; sin embargo, existe una
diferencia mayor entre estos últimos y los que no fueron estudiantes.
Si bien se muestra claramente el papel protector de la escuela ante el consumo, los índices
de consumo son bastante altos, por lo que es necesario continuar con la prevención
constante en esta población.
.
Otras conductas evaluadas
En este apartado se analizan los cambios presentados entre 2009 y 2012 en las conductas
adicionales que mide el instrumento. Así, los actos antisociales presentan disminuciones
significativas, pasando de 36.0% a 31.6% en hombres y de 20.9% a 18.7% en mujeres. De
manera similar, los actos antisociales leves se presentan disminuciones importantes en
ambos sexos; por su parte, los actos antisociales graves muestran una disminución
significativa en los hombres (de 11.7% a 10.0%), mientras que en las mujeres, este
porcentaje se mantiene similar al reportado en la medición anterior (4.2% en 2009 y 4.6% en
2012).
Las conductas alimentarias de riesgo mantuvieron porcentajes similares en los hombres
entre 2009 y 2012 (4.9% y 4.3%) y en las mujeres incrementó, aunque no significativamente
(de 7.5% a 8.8%).
En relación al intento suicida, esta conducta disminuyó de manera importante en los
estudiantes. De tal forma, en los hombres, decremento de 5.9% en 2009 a 4.4% en 2012.
Para las mujeres, esos porcentajes van de 16.5% en 2009 a 12.9% en 2012.
En cuanto a la prevalencia de posible depresión, el porcentaje en hombres se mantuvo
similar al de 2009 (12.5% y 13.5%) y en las mujeres se incrementó (pasó de 21.6% a 24.7%).
El abuso sexual también presentó incrementos significativos en ambos sexos. En los
hombres aumentó de 8.7% a 9.9% y en las mujeres de 8.6% a 10.7%.
En cuanto al inicio de relaciones sexuales, el porcentaje de hombres que ha iniciado su vida
sexual es similar en las dos encuestas (31.2% en 2009 y 32.7% en 2012), en las mujeres,
este porcentaje se ha incrementado (18.3% en 2009 y 22.3% en 2012). Por lo que respecta al
promedio de edad en que inician su vida sexual, se mantienen similar tanto en hombres
(13.9 en 2009 y 14.2 en 2012) como en mujeres (14.6 en 2009 y 14.8 en 2012). Es
importante destacar que los hombres se inician alrededor de medio año antes y en mayor
proporción que las mujeres.
Resumen de Resultados
De la muestra total, únicamente el 5.6% de los adolescentes no estudió el año anterior a la
realización de esta investigación y, la mayoría de los/as jóvenes vive en familias nucleares
(compuestas por ambos padres y hermanos).
En lo que respecta al tabaco, el consumo disminuyó de 44.3% a 41.0% comparado con el
estudio en 2009 y, son los hombres quienes tienen el porcentaje más alto (42.1%).
Adicionalmente, la mitad de los/as estudiantes (49.6%), lo ha probado para cuando llegan a
los 15 años, aunque la edad de inicio promedio es de 13.1 años.
En cuanto al consumo actual de tabaco la situación es similar, ya que el porcentaje es mayor
en los hombres que en las mujeres y es mucho más elevado entre estudiantes de bachillerato
que entre estudiantes de secundaria. Es importante resaltar que el porcentaje de
consumidores/as actuales de tabaco que tiene 17 años es de 29.1%, a pesar de las
regulaciones gubernamentales, que prohíben la venta de cigarros a menores de edad.
Estos datos, van en consonancia con lo encontrado en la encuesta de GATS (Organización
Panamericana de la Salud & Instituto Nacional de Salud Pública México, 2010), en la que
refieren claramente una disminución en el consumo de tabaco.
Son las delegaciones de Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztacalco, Coyoacán, Miguel Hidalgo,
Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón las más afectadas por el
consumo actual de tabaco, ya que su prevalencia está por arriba de la reportada para la
Ciudad de México (14.9%).
Dentro de las características importantes de quienes fuman, se encontró que la mayoría
trabaja medio tiempo o tiempo completo, por lo que podemos pensar que tener la posibilidad
económica de comprar cigarros facilita el consumo.
En el caso del alcohol, también se presentaron disminuciones en el consumo de esta
sustancia, pasando de 71.4% en 2009 a 68.2% en 2012. Al igual que lo reportado en 2009,
en esta encuesta el consumo entre hombres y mujeres es similar. Con respecto al estudio
anterior, la prevalencia de abuso de alcohol se mantuvo estable, tanto en la población total,
como entre hombres y mujeres.
Sin embargo, de los estudiantes que han tomado alcohol alguna vez en la vida, un 79.7% ya
lo ha consumido a la edad de 15 años, por otro lado, la edad de inicio promedio de consumo
de alcohol es de12.6 años.
La radiografía regional de esta problemática en la Ciudad de México ha cambiado
ligeramente; las delegaciones más afectadas por el consumo total de alcohol son:
Azcapotzalco, Coyoacán, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón.
En el caso del abuso de alcohol, las delegaciones más afectadas son Azcapotzalco, Magdalena
Contreras, Álvaro Obregón, Coyoacán y Cuajimalpa.
En cuanto al consumo problemático del alcohol, medido con el AUDIT versión larga, se
encontró que en secundaria, 16.0% de los hombres y 14.8% de las mujeres reportó este tipo
de consumo. Para el bachillerato, 39.5% de los hombres y 30.7% de las mujeres, también
reporta consumo problemático de alcohol.
Respecto al consumo peligroso de alcohol, conforme la versión corta del AUDIT, el 6.4% de
los hombres y el 6.0% de las mujeres de secundaria lo presentan. Los estudiantes de
bachillerato tienen porcentajes mayores, ya que 23.4% de los hombres y 15.1% de las
mujeres reportan este tipo de consumo.
Para el consumo de drogas ilegales y drogas médicas fuera de prescripción, se encontró que
al 29.0% de la población le han ofrecido alguna droga regalada y al 11.0% le han intentado
vender alguna droga. Al preguntarles qué personas cercanas a ellos/as han consumido
drogas, el porcentaje más alto lo obtuvo “el/la mejor amigo/a” para ambos sexos.
El estudio señala un incremento importante en la prevalencia de consumo de drogas alguna
vez a lo largo delos últimos 3 años, que aumentó de 21.5% a 24.4%.
Al interior de cada sustancia se observa que por un lado, ha incrementado el consumo
alguna vez de mariguana y cocaína, mientras que el consumo de inhalables y drogas
médicas se ha mantenido estable con respecto al 2009.
Al analizar estos resultados según sexo, observamos incrementos en el consumo de
mariguana, cocaína, crack y alucinógenos, tanto en hombres como en mujeres, mientras que
las drogas médicas (tranquilizantes y anfetaminas) se mantienen estables en ambos sexos.
Adicionalmente, en los hombres el consumo de inhalables ha disminuido y en las mujeres, el
uso de metanfetaminas reportó un incremento significativo.
En este contexto, la preferencia por tipo de droga ha cambiado ligeramente en los últimos
tres años, de manera que en los hombres el primer lugar lo ocupa la mariguana (18.8%), le
siguen los inhalables (9.7%) y en el tercer lugar está la cocaína (6.0%). Las mujeres, también
prefieren la mariguana (12.9%), le siguen los inhalables (10.3%) y luego los tranquilizantes
(5.6%).
Las delegaciones más afectadas por el consumo total de drogas son: Azcapotzalco,
Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Gustavo A. Madero.
Otro dato importante es que en su mayoría los/as estudiantes consideran peligroso el
consumo de drogas como la heroína, cocaína (74.1% y 73.7%, respectivamente), los
inhalables (70.6%) y la mariguana (55.8%). Sin embargo, al analizar la percepción del riesgo
de consumir alcohol, encontramos una disminución importante, donde la mitad (49.2%) de
los/as estudiantes considera peligroso consumir alcohol frecuentemente y en el caso del
tabaco, sólo un 58.8% de los/as estudiantes percibe como muy peligroso fumar más de cinco
cigarros al día. Las mujeres mostraron tener mayor percepción del riesgo que los hombres de
los daños que producen las drogas a la salud. A pesar de que los estudiantes perciben poca
tolerancia social al consumo de sustancias por parte de padres y maestros, en el caso de
el/la mejor amigo/a reportan mayor tolerancia, lo cual junto con la baja percepción de riesgo
y el inicio temprano de consumo de alcohol y tabaco, podrían ser precursores importantes
para iniciarse en el consumo de otras drogas.
En cuanto a las conductas adicionales que se evaluaron, se presentaron incrementos en la
proporción de estudiantes que reportan abuso sexual, que presentan posible depresión y en
el caso de las mujeres, que ya han iniciado su vida sexual.