dilemas del vecino contemporáneo

7/25/2019 Dilemas Del Vecino Contemporneo

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Dilemas del vecino contemporneoZygmunt Bauman. En este ensayo exclusivo, el socilogo compara los vnculos reales en elbarrio con los virtuales de la Web. Concluye ue vivimos en un multiculturalismo ue debeapostar a la !"usin#.

PORZYGMUNT BAUMAN

Imgenes
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Ro de Janeiro. Ftbol rodeado de viviendas y con el respaldo de los dolos en la favela Tavares Bastos.

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Clarn 70 aos

Vivimos en un mundo total y verdaderamente politesta: un mundo de interdependencia global ydisporas que se entremezclan, cada una llevando una tradicin diferente, una memoria histrica yuna herencia cultural !anto corporal como espiritualmente, esas disporas viven en una cercana

vecindad entre ellas, inevitablemente ntima: al azar, en los aleda"os, en el contacto y lacomunicacin recprocos #o pueden sino darse cuenta de la presencia de la otra$ no pueden sinointeractuar, en la calle, en el lugar de traba%o, en las escuelas

&a idea de vecino se asocia por lo general con la persona que vive en la puerta contigua o por lomenos a una distancia corta de donde vivimos nosotros 'l hablar de vecindario, normalmenteconsideramos un rea relativamente chica, poblada por gente que conocemos o de la que sabemosalgo, y que tambi(n, probablemente, nos conoce o al menos puede saber de nuestra e)istencia:personas con las que podemos encontrarnos al salir, verlas cuando pasan por la calle yendo a laparada del colectivo, quizs hablar con ellas y que alguna vez nos golpean la puerta paraintercambiar informacin o pedir ayuda *l vecindario es una zona gris que separa+une el espaciodel anonimato y el de la familiaridad *s tambi(n una etapa de trnsito desde el primero de esosespacios hasta el segundo &a noticia de que alguien se ha mudado a aquella casa dispara elproceso

#o elegimos a nuestros vecinos ni los deselegimos *stn donde estn, pueden llegar e instalarseo irse, arraigarse o arrancarse de raz del vecindario por iniciativa y voluntad propias -es decir, nonuestra voluntad. *stn all, se da as, y nos guste o no, nos parezca lo que nos parezca, es poco loque podemos hacer para cambiar la cuestin /on un con%unto diverso$ algunos parecen agradables

y divertidos, otros sospechosos, ruidosos, molestos o directamente repulsivos #os alegra quealgunos sean vecinos nuestros, podemos aceptar que otros est(n por aqu, y al resto preferiramossacrnoslos de encima 0ero la composicin del vecindario est fuera de nuestro alcance !melo od(%elo$ no hay alternativa /i no le gusta, m1dese a otro lado: a otro vecindario /in embargo, una
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vez que se muda y se establece en un vecindario que eligi, se convierte en reh(n del destino 2a seaveredicto del destino o producto de mi eleccin, el vecindario es el territorio poblado por lossignificativos otros que define 3eorge 4erbert 5ead$ el espacio de la confrontacin, oposicin yreconciliacin del yo y el m 678, y el escenario donde se representan los dramas de la autoidentificacin y la b1squeda de reconocimiento

/in embargo (sta no es la 1nica forma en que podemos trazar la lnea entre cercano y remoto,pro)imidad y distancia, aqu adentro y all afuera: de hecho, entre nosotros y ellos Vivimosen la era de la compresin tiempoespacio -fenmeno que destac primero y articul en 799 elgegrafo social ;avid 4arvey 6ilmetros, sino por el tiempo necesario para cubrirlas$ y gracias a la tecnologa electrnica

ms reciente las diferencias entre esos lapsos son cercanas a cero$ con cualquier intencin ypropsito, las distancias geogrficas, por grandes que sean, no son obstculo para la comunicacininmediata 0uede desestimrselas, o incluso borrrselas por completo de la lista de factores aconsiderar cuando se trata de determinar el grado de pro)imidad entre personas ;ebido a esacualidad pueden satisfacer por medios electrnicos los criterios de los vecindarios fsicos, con unasalvedad: a diferencia de los vecindarios terrenales en los que los integrantes tienen que caminarcon las piernas, en los electrnicos se via%a con los dedos

4ay, no obstante, una diferencia tremendamente importante entre los dos tipos de vecindario &osterrestres, sin pedir permiso a quienes residen en ellos, e)traen una especie de fraccindomesticada, habitual, de familiaridad relativamente bien mapeada de entre las vastas reas de

e)tran%eridad no frecuentada, pobremente mapeada, sin asimilar &os vecindarios electrnicos,conocidos como redes, hacen lo mismo, pero ba%o dise"o y supervisin de supropietario+administrador$ es mi red, yo la arm(, la hice e)istir y sigo manteni(ndola, siendo a la

vez capaz de modificar su composicin a voluntad$ yo ?unin personal de dise"ador, propietario,administrador y supervisor? soy quien otorga o rechaza el permiso de admisin, y tengo la potestadde cambiar mi resolucin seg1n mi deseo y mi gusto /i, sin que se me lo pregunte, soy alguien deun n1mero indefinido de ob%etos humanos que pertenecen al vecindario terrestre donde ocurre queresido en este momento, soy el compositor y n1cleo central de mi propio vecindario electrnico$ dehecho, somos esa piedra basal en su fundacin cuyo retiro est forzado a causar el colapso de toda laestructura y por eso me siento como el sol en torno al cual rotan todos los dems, los planetas0ertenezco al vecindario, mientras que la @ed me pertenece a m: yo he seleccionado a sus

miembros, tengo poder para determinar -y modificar a voluntad. su grado de importancia y leasigno a cada uno de ellos el rol que espero que desempe"e 'l azar, alegremente o haciendorechinar los dientes, debo someterme a las reglas e)plcitamente mencionadas o no escritas ?tcitas, aunque firmemente observadas? impuestas a los miembros de un vecindario terrenal$ encuanto a las redes, soy yo el que articula las leyes a las que los miembros, ya sea invitados comosimplemente aceptados para incorporarse, deben someterse


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0uedo sentirme en mi vecindario como en casa, pero no obstante el vecindario sigue siendo dominiodel deber$ seg1n la falta de atencin y el desinter(s civil de los vecinos, o lo estricto y molesto dela vigilancia vecinal, mi condicin puede oscilar entre unas pocas restricciones ligeras, inocuas ytolerables al e)tremo de la falta total de privacidad &a @ed, por el otro lado, es territorio de lalibertad absoluta: por lo menos queremos y esperamos que sea as

Redes y veredas

&as redes seducen con la promesa de inmunidad de las severas e)igencias y problemticas notoriasde los entornos terrestres /i nos hemos encerrado dentro de una red podemos inclusoe)perimentar realmente esa inmunidad 5ientras estamos confinados dentro de las fronteraselectrnicas de la @ed, podemos sentir que somos libres genuinamente$ pero no porque hayandesaparecido, se hayan anulado, vaciado, y hayan perdido su poder coercitivo las limitaciones y laspresiones para conformar y la necesidad de hacer frente a opciones difciles, sino porque han sido,por as decirlo, mantenidas a distancia o suspendidas temporalmente: separadas en una hornallalateral o espl(ndidamente ignoradas, despu(s de haber sido e)iliadas de la mente y el corazndurante un tiempo Aomparadas con las incomodidades y los inconvenientes ineludibles en el

vecindario real -esto es, no susceptibles de hacer a un lado o que desaparezcan con slo desearlo.,

las redes parecen proporcionar un refugio atractivo y cmodo /e lo siente como un respiro, pero noacerca a su resolucin los problemas que inspiraron la b1squeda de refugio !ransitoriamente

barridos deba%o de la alfombra, no pierden nada de su veneno y estn perpetuamente listos parareemerger, con una venganza Auando lo hacen ?ya que deben hacerlo? encuentran a quienes sefugaron menos equipados para hacerles frente que como lo estaban antes de la estadaencantadoramente tranquila ?paralizantemente tranquila? en el refugio que los protega de laalborotada vida offline

*l mundo offline ?el vecindario real? en unos pocos aspectos es lo contrario al mundo online de la@ed &os dos pueden estar saturados de incertidumbre, pero la falta de certeza en la variante onlinees mane%able y razonablemente controlable, mientras que la de tipo offline es inmane%able y est

fuera de control$ por esas razones, el primero es fuente de acciones gratificantes, placenteramenteoperativo y se percibe como enriquecedor, mientras que el segundo es desalentador, desconcertante

y se lo percibe como factor de invalidez Aada uno de nosotros vive hoy, de manera intermitenteaunque muy a menudo simultnea, en dos universos: online y offline 'l segundo de los dos se lodenomina con frecuencia el mundo real, aunque la cuestin de si esa etiqueta le queda me%or queal primero se vuelve ms cuestionable da a da

&os dos universos difieren ntidamente, por las cosmovisiones que inspiran, las capacidades querequieren y los cdigos de comportamiento que amalgaman y promueven /us diferencias puedenser, y de hecho lo son, negociadas: pero difcilmente conciliadas Bueda en cada persona inmersa enesos dos universos -y eso involucra a todos y cada uno de nosotros. resolver los choques entre ellos y

trazar los lmites de aplicabilidad de cada uno de los diferentes cdigos, a menudo recprocamentecontradictorios 0ero la e)periencia derivada de un universo no puede sino afectar el modo en quevemos el otro, lo evaluamos y lo transitamos$ tiende a haber all un trfico fronterizo constante,legal o ilegal pero siempre abundante, entre los dos universos

Cna manera de narrar la historia de la era moderna -manera cuya pertinencia y relevancia sehicieron particularmente significativas por la recepcin entusiasta y la espectacular carrera de latecnologa de la informtica a la velocidad del relmpago. es presentarla como crnica de unaguerra declarada a todo malestar, inconveniente o displacer, y de la promesa de pelear esa guerra


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hasta la victoria final *n esa historia, la migracin masiva de almas cuando no los cuerpos delmundo offline hacia las tierras online recientemente descubiertas puede verse como la 1ltima y msdecisiva entre sus numerosas partidas y desarrollos$ despu(s de todo, la batalla hoy en marcha hasido librada en el campo de la relaciones entre seres humanos, territorio hasta ahora muy resistente

y desafiante respecto de todos los intentos de nivelar y empare%ar sus rutas y enderezar sus tramos

torcidos *l ob%eto de esta batalla es despe%ar aquel territorio de las trampas y emboscadas con lasque hasta ahora fue notoriamente cubierto /i se la gana, la batalla librada en la actualidad puedevolver infantilmente sencillas las arduas y molestas tareas de atar y romper los vnculos humanos,luego de haberlos liberado del peso inhabilitante de los compromisos a largo plazo y las obligacionesno negociables 5uchos piensan, y muchos ms suponen literalmente, que =nternet es el armamaravillosa con la cual esta batalla en desarrollo est forzada a ganarse, y se ganar

@oberto *sposito, filsofo italiano, desentra"a la dial(ctica end(mica de las relaciones decomunidad versus individualidad, dependencia vs autonoma y restriccin vs libertad /i biencondenados a perdurar en conflicto irresoluble, ambos lados de dichos pares opuestos se necesitanmutuamente para su propia constitucin$ de hecho, cada uno se constituye en referencia a suadversario *n cuanto a vecindario -categora que en t(rminos generales se superpone con la

entidad que *sposito analiza ba%o el nombre de communitas. el factor definitorio es la con%uncinentre el deber de hacer regalos y el derecho a esperar reciprocidad *se deber y ese derecho soninseparables uno del otro *l deber puede parecer repulsivo e inhibitorio, a diferencia del derechoque se e)perimenta como algo agradable, que empodera$ pero uno no puede desligarse del deber,por molesto y pesado que sea, sin resignarse a perder el derecho ;e all la inevitable cone)in de laatraccin y el rechazo por la pertenencia comunal, as como de la tentacin y el temor a la salida -oel relegamiento. de la comunidad &a inmunidad que resulta de e)cluirse en forma voluntaria oser e)pulsado es por esa razn una mezcla de bendicin y maldicin *n versin de !imothyAampbell, int(rprete de las ense"anzas de *sposito, inmune es ?y en los e%emplos de la @omaclsica que cita *sposito el g(nero de la inmunidad es claramente masculino? aquel que ese)onerado o ha recibido una e)imicin de la reciprocidad de hacer regalos Buien ha sido liberado

de las obligaciones comunitarias o goza de una autonoma original o una liberacin sucesiva de unadeuda contrada previamente posee la condicin de inmunitas &a relacin que mantiene lainmunidad con la identidad individual surge aqu con claridad &a inmunidad connota el medio porel cual se defiende al individuo de los efectos e)propiadores de la comunidad, protegiendo al quela tiene del riesgo de contacto con quienes no la tienen -siendo el riesgo precisamente la p(rdida dela identidad individual. 6D8 Eeneficios y molestias estn mezclados en ese caso por partes iguales!omando a la inmunidad como lo opuesto a la pertenencia a la comunidad, podemos decir que el

beneficio de la inmunidad es la libertad de autoconstituirse, mientras que su precio se paga en lamoneda de los riesgos y los temores que aparecen sin esperarlo a lo largo del proceso incompleto ysiempre sin terminar de la autoafirmacin: las preocupaciones contra las cuales se esperaba y seconfiaba en que la comunidad nos protegiera

Nuevas condiciones humanas

*n el libroPulgarcita 6F8, 5ichel /erres sugiere que sin siquiera darnos cuenta, en el breveperodo que nos separa de la d(cada de 79GH naci un nuevo tipo de ser humano /erres proponeuna larga lista de las diferencias profundas que actualmente separan a los adultos de los %venes-formateados como tienden a serlo por los medios de comunicacin y la publicidad mucho ms quepor lo que queda de siglos de vie%a escuela, que (l compara con estrellas cuya luz recibimos, peroque la astrofsica calcula que han muerto hace mucho tiempo, viviendo en una conectividad que


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ha sustituido sigilosamente las colectividades de anta"o, y actuando ba%o el supuesto de lacompetencia, en vez del de la incompetencia necesitada de una educacin conducida en un marcoinstitucional que result de un tiempo que ya no reconocen. &os %venes de hoy tienen acceso atodo con su tel(fono celular$ con su /istema de 0osicionamiento 3lobal, acceso a todos los lugaresAon =nternet, a todo el conocimiento *n el inventario de /erres el lugar de honor -o deshonor,

dependiendo de la postura a)iolgica que uno tenga. en cuanto a cambios cuyas consecuencias, ensu opinin, slo comenzamos a advertir y a1n no hemos comenzado a estudiar con seriedad, estreservado a desentra"ar la pertenencia !odo el mundo habla de la muerte de las ideologas, perolo que est desapareciendo son las pertenencias reclutadas por esas ideologas -. &os adultos nohemos inventado ning1n vnculo social nuevo$ en cambio, nuestra tendencia generalizada hacia lasospecha, la crtica y la indignacin ha llevado a su destruccin

*l aura pintada en el estudio de /erres augura un cambio profundo en la condicin humana y elmodo de vida, tal vez sin precedentes en su radicalidad y e)tensin: pero es un cambio que ocurresin ideologas, movimientos polticos masivos, oficinas de planeamiento, politburs y personalgeneral$ no es un cambio planeado, dise"ado, supervisado, administrado y controlado, sino queemerge por su propia lgica e impulso de actos difusos, dispersos, mal coordinados de actores

difusos, dispersos$ un cambio ms seme%ante a la evolucin natural que a un proceso administrado ysupervisado Aon vnculos entre los seres humanos de disolucin rpida, con creciente fluidez de suspertenencias y su resultado inevitable, la ausencia discordante y testaruda de un agente colectivocapaz de enca%ar en un su%eto colectivo de accin sostenida, el cambio inminente est siendoprovocado por masas de solitarios interconectados: por agentes solitarios en contacto permanente

&o que sucede en la actualidad, lo que presenciamos, y cuya particularidad necesitamos a%ustarrete%iendo las redes conceptuales en las que intentamos entender nuestras realidades socio polticoeconmico psquicas, no es slo otra vuelta de tuerca, sino una forma novedosa en la que se esthaciendo historia

Cno de los numerosos problemas generados a nivel mundial que las autoridades locales y lasgrandes ciudades en especial han estado enfrentando directamente y se han encargado desolucionar son las consecuencias socioculturales de la diasporizacin masiva del territoriourbano &a moderna poltica de asimilacin ya no es posible ni deseable, los migrantes que lleganactualmente a ciudades densamente pobladas -por primera vez en la historia, la mayora de los sereshumanos reside en lugares urbanos. no estn dispuestos, ni presionados ni obligados a asimilarse:es decir, a renunciar a sus identidades y estilos de vida particulares+peculiares, pero manteniendosus diferencias 0or esa razn, la migracin contempornea crea islas de identidades culturalesdispersas aunque estrechamente relacionadas *sta migracin actual es masiva y tiende a crecer,pese al ruido de los polticos interesados en beneficios electorales 5ichel 'gier, el investigador msimportante de la naturaleza y las consecuencias de la migracin masiva, advierte que las

estimaciones actuales presagian un billn de desplazados en los pr)imos cuarenta a"os;espu(s de la globalizacin de capitales, commodities e imgenes, finalmente ha llegado el tiempode la globalizacin de la humanidad 6I8 0ero los desplazados son personas sin un lugar propio ysin lugar para reclamar legtimamente$ como se"ala 'gier, el mismo via%e, emprendido sin un puntoclaro de llegada, hace que su lugar indefinidamente perdurable sea Jning1nlugarK: carecen, pordecirlo as, de un lugar en el mundo com1n *n cuanto a los nativos de las tierras que intentandescuartizar, una reaccin muy com1n es la e)igencia de probar la integracin a ?no laintegracin con? una nacin*stado en tanto comunidad pseudo(tica imaginada 6L8$ para


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decirlo sin rodeos, la e)igencia de someterlos a un todo predefinido mientras despo%an y destrozansus propias identidades: algo que no desean hacer o que muy a menudo los propios nativos lesimpiden hacer &a cercana diaria a diferentes etnias, religiones, lenguas, recuerdos colectivos ymodos de vida histricamente formados crea un ambiente de inquietud y suspicacia mutua

*)tran%ero, por definicin, es un ser insuficientemente familiar y, por ese motivo, portador deincertidumbre y, como consecuencia, de una amenaza vaga, insuficientemente definida, difcil deidentificar: e)tran%ero es a priori una criatura sospechosa, culpable hasta que se haya demostrado -oms bien que (l mismo demuestre ser inocente y que su prueba haya sido aceptada. su inocencia*n nuestra sociedad lquida moderna, irritada por el temor permanente a perder el lugar propio enla sociedad, a la e)clusin, a quedar fuera o al destierro, los migrantes ?nmadas por necesidadaunque sedentarios en sus sue"os e intenciones? son, adems, distopas ambulantes que acercanel fantasma del desarraigo impuesto a hogares ya inseguros *l efecto psicolgico combinado es lami)ofobia ?el horror a mezclarse y una urgencia por la separacin territorial, que como reglaadquiere un impulso propio que se regenera: cuanto menos se asocien y comuniquen entre ellos losmiembros de diferentes comunidades diasporizadas, menores sern la capacidad de dialogar, lacapacidad de entender y la voluntad de conocerse, asociarse y %untarse que posean$ un estado de

nimo y emociones que, a su vez, fortalecen el miedo y la desconfianza mutuos y los impulsa ae)pandirse y a aumentar &a oportunidad de la mi)ofilia ?tendencia a un encuentro cara a cara,sin rodeos, aut(ntico y sincero que conduzca a un dilogo significativo y la comprensin recproca,la fusin de horizontes y el enriquecimiento espiritual mutuo? corre, por lo tanto, peligro dedesperdiciarse 0eligro, aunque no necesidad, ba%o ninguna condicin 5ezclarse con lo diferentetiene, de hecho, m1ltiples atractivos y posee numerosas promesas tentadoras

&as tendencias mi)oflicas, estimuladas por el hecho de compartir las calles, los lugares de traba%o,las escuelas, los espacios p1blicos de la ciudad, nunca se reprimen por completo$ slo es posible quepermanezcan ocultas en momentos de inflamaciones similarmente ocasionales de desconfianza yagravios mutuos &os impactos de las dos respuestas psicolgicas a la misma condicin de vida

urbana se encuentran delicadamente equilibrados$ es virtualmente imposible presagiar cul de lasdos habr de prevalecer y durante cunto tiempo #os enfrentamos a riesgos y oportunidades en unpaquete de compromiso 1nico e indivisible 'qu est: tomalo o de%alo

Planeta plural

*n la actualidad vivimos, probablemente de manera irrevocable e irreversible, en un mundomulticultural, producto de la migracin masiva de ideas, valores y creencias, como as tambi(n desus portadores humanos &a separacin fsica, si a1n es concebible -una cuestin discutible., ya noasegura la distancia espiritual *l ;ios de ellos y el nuestro tienen sus respectivos templosconstruidos cada uno en el vecindario contiguo del otro, aunque en el interior del universo onlinedonde todos pasamos un lapso de nuestro tiempo productivo ya considerable y sin embargo rpido

de digerir, todos los templos estn ubicados a una misma distancia o, ms concretamente, en lamisma pro)imidad espacio temporal #o obstante, debemos tener cuidado de separar las nocionese)hibidas enga"osamente y con demasiada frecuencia de manera intercambiable en el vocabulariop1blico: multiculturalidad y multiculturalismo &a primera denota realidades -de alrededores,escenas de la vida real, ambiente. &a segunda se refiere a una actitud, una poltica, o estrategia vitalde eleccin *n su obra ms reciente, uno de los ms slidos filsofos polacos, 0iotr #oMa> 6G8,somete a una e)haustiva viviseccin la crtica hecha por /tanley Nish, el enfant terribledel sedadoestablishment de la erudicin, del segundo de los pares: actitud y+o programa multicultural 68


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Nish distingue dos variedades de multiculturalismo: boutique y fuerte &a primera est marcadapor la discordante contradiccin entre el polticamente correcto encantamiento de principios ?que-en palabras de #oMa>. enfatiza la importancia de las relaciones adecuadas entre culturascoe)istentes as como el respeto y la simpata que supuestamente se les otorga$ por otra parte, sinembargo, acelera la ira y la alegra suscitadas por diferencias genuinas consideradas irritantes y

ofensivas 2, dedicado como insiste estar a los principios de tolerancia, neutralidad, imparcialidad,apertura de espritu y equidad y convencido -equivocadamente. de su universalidad, elmulticulturalismo boutique no consigue comprender a los que tratan seriamente sus convicciones yrutinas vitales ?por idiosincrsicas y repulsivas que sean? y de este modo se aferran a ellas de unmodo realmente devoto, rgido y firme &a segunda, fuerte versin del multiculturalismo, pordecirlo de alguna manera, recorre todo el camino: concede a toda cultura un derecho intangible eirrefutable a practicar cualquier cosa que considere correcta y adecuada, as como a prohibir todacrtica e)terna, para no mencionar la interferencia de las prcticas que promueven (sta o aquellacultura 'mbas versiones, sin embargo, comparten el mismo pecado original: un gesto a lo 0oncio0ilatos, lavndose las manos ante los aut(nticos conflictos, fricciones y diferencias, permitiendo quese cocinen en su propio caldo ?impulsen y adquieran su propia mrbida y a largo plazo

catastrfica dinmica? todo ello derivado de la negativa a reconocerlos y enfrentarlos sin rodeos,participando en un dilogo inclinado hacia la comprensin recproca y la negociacin de un moduscovivendi mutuamente aceptable

&as estrategias pueden ser, y son, muchas y diferentes, pero una cosa est clara como el agua: lapoltica de separacin recproca, manteniendo distancia, construyendo paredes en lugar de puentes

y resignndose a aceptar la instalacin de ecocmaras estrictamente aisladas en cuanto al sonidoen vez de lneas telefnicas de emergencia con comunicacin en tiempo real ?y en generalmanifestando la indiferencia propia ante el disfraz de la tolerancia? no conduce sino al pramo deldistanciamiento y la irritacin *nga"oso proveedor de confort -porque aparta de la vista el desafo.en el corto plazo, almacena ?de manera miope? e)plosivos para detonaciones futuras 2 as quedaigualmente clara como el agua una conclusin: el 1nico camino para salir de las preocupaciones

actuales y las angustias futuras conduce a rechazar las tentaciones traicioneras de la separacin$ dehecho, hacer impracticable esa separacin desmantelando los puestos fronterizos y poniendo lasirritantes diferencias, discordancias y distanciamientos autoimpuestos en un contacto cercano, cada

vez ms ntimo y cotidiano, que con suerte d( como resultado una fusin, en vez de laautopropulsada y autoe)acerbada fisin de horizontes

Traduccin: Romn Garca Acrate

678 34 5ead, 5ind, /elf, and /ociety Ahicago 0ress

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6G8 4odoManie troglodytM -Ereeding !roglodytes., Nundac%a 'ugusta 4rabiego Aiesz>oMs>iego.$68 Ver / Nish Eoutique 5ulticulturalism, or Qhy &iberals 're =ncapable of !hin>ing about 4ate/peech, en Aritical =nquiry, Vol

dilemas del vecino contemporáneo

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