cultura - ugtportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · hasta la universalización...

19
62 D LA CRISIS DE LA POLíTICA EN ESPAñA D esde hace tiempo venimos observando como en España se alzan cada vez más voces aira- das contra todos los poderes públicos del Es- tado. Desde los medios de comunicación, a través de artículos de opinión, editoriales, tertulias, entrevistas, supuestos programas de investigación o pseudo bio- grafías, los ciudadanos reciben continuos mensajes que ponen en duda la credibilidad de la mayor parte de las instituciones sobre las que se sostiene nuestro sistema democrático. La Corona, la Justicia, el Tribu- nal Constitucional, la Función Pública, los Sindicatos, las Comunidades Autónomas, los Partidos Políticos, al socaire de una crisis económica feroz, son zarandea- das de manera inmisericorde como si fueran las res- ponsables colectivas de una situación en donde campa de forma generalizada la corrupción, el despilfarro, el amiguismo o la indolencia más absoluta. Tampoco la sociedad española escapa a estas críticas pues, cuando no es tachada de vivir por encima de sus posibilidades –como si el querer vivir bien fuera un peca- do intolerable–, es acusada de falta de productividad o competitividad, en unos términos que harían las delicias de cualquier calvinista anglosajón. Así los funcionarios consiguieron su puesto gracias a un pariente, los docen- tes acaban siendo unos ignorantes, los parados unos vagos redomados, los policías unos enredas al servicio de poderes oscuros, los médicos unos negligentes, los arquitectos unos megalómanos, los deportistas unos tramposos o los actores y actrices unos desahogados que viven del cuento. Solo los banqueros y los empre- sarios, eufemísticamente llamados emprendedores, pa- recen querer evadir esa condena social a pesar de que su anterior presidente esté imputado por estafa o que en general sus actividades financieras en el marco de la crisis hayan sido, cuando menos, de dudosa moralidad. Hasta los logros materiales del pasado son vilipendia- dos como si fueran el capricho de unos adolescentes derrochadores. De esta forma, el AVE, las autovías, los hospitales, los colegios, las universidades, las ca- sas de cultura o los polideportivos son furibundamente criticados como excesos intolerables. Cómo si no fue- ra intolerable, en sí mismo, que sostengamos que, en cuestión de servicios básicos, existan españoles de pri- mera o de segunda en razón del lugar donde residen. Del mismo modo, cualquier conquista social del pasado es incluida en el mismo saco de lo innecesario, de lo intrascendente o de lo sectario. Últimamente vuelve a ponerse en solfa la idoneidad de algunas decisiones, el matrimonio homosexual, el aborto, el lenguaje no sexista, la dependencia, los derechos del trabajador, la educación a la ciudadanía etc., como si fueran ocu- Reivindicando una forma de hacer política: La gestión de la cultura en Castilla-La Mancha Cultura CLARIDAD · PRIMAVERA/VERANO 2012 · CUARTA ETAPA Luis Martínez García* Miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos del Estado *Luis Martínez García fue Director del Archivo General de Simancas, Director de Archivo de Castilla-La Mancha y Director General del Libro, Archivos y Bibliotecas y Director General de Patrimonio Cultural en Castilla-La Mancha la pasada legislatura. 05CLARIDAD23.indd 62 20/06/12 13:42

Upload: others

Post on 22-Jul-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

62

D La crisis de La poLítica en españa

Desde hace tiempo venimos observando como

en España se alzan cada vez más voces aira-

das contra todos los poderes públicos del Es-

tado. Desde los medios de comunicación, a través de

artículos de opinión, editoriales, tertulias, entrevistas,

supuestos programas de investigación o pseudo bio-

grafías, los ciudadanos reciben continuos mensajes

que ponen en duda la credibilidad de la mayor parte

de las instituciones sobre las que se sostiene nuestro

sistema democrático. La Corona, la Justicia, el Tribu-

nal Constitucional, la Función Pública, los Sindicatos,

las Comunidades Autónomas, los Partidos Políticos, al

socaire de una crisis económica feroz, son zarandea-

das de manera inmisericorde como si fueran las res-

ponsables colectivas de una situación en donde campa

de forma generalizada la corrupción, el despilfarro, el

amiguismo o la indolencia más absoluta.

Tampoco la sociedad española escapa a estas críticas

pues, cuando no es tachada de vivir por encima de sus

posibilidades –como si el querer vivir bien fuera un peca-

do intolerable–, es acusada de falta de productividad o

competitividad, en unos términos que harían las delicias

de cualquier calvinista anglosajón. Así los funcionarios

consiguieron su puesto gracias a un pariente, los docen-

tes acaban siendo unos ignorantes, los parados unos

vagos redomados, los policías unos enredas al servicio

de poderes oscuros, los médicos unos negligentes, los

arquitectos unos megalómanos, los deportistas unos

tramposos o los actores y actrices unos desahogados

que viven del cuento. Solo los banqueros y los empre-

sarios, eufemísticamente llamados emprendedores, pa-

recen querer evadir esa condena social a pesar de que

su anterior presidente esté imputado por estafa o que

en general sus actividades financieras en el marco de la

crisis hayan sido, cuando menos, de dudosa moralidad.

Hasta los logros materiales del pasado son vilipendia-

dos como si fueran el capricho de unos adolescentes

derrochadores. De esta forma, el AVE, las autovías,

los hospitales, los colegios, las universidades, las ca-

sas de cultura o los polideportivos son furibundamente

criticados como excesos intolerables. Cómo si no fue-

ra intolerable, en sí mismo, que sostengamos que, en

cuestión de servicios básicos, existan españoles de pri-

mera o de segunda en razón del lugar donde residen.

Del mismo modo, cualquier conquista social del pasado

es incluida en el mismo saco de lo innecesario, de lo

intrascendente o de lo sectario. Últimamente vuelve a

ponerse en solfa la idoneidad de algunas decisiones,

el matrimonio homosexual, el aborto, el lenguaje no

sexista, la dependencia, los derechos del trabajador,

la educación a la ciudadanía etc., como si fueran ocu-

reivindicando una forma de hacer política: La gestión de la cultura en

castilla-La ManchaCul

tura

cLa

rid

ad

· p

riM

aVer

a/

Ver

an

o 2

01

2 ·

cu

ar

ta e

tapa

Luis Martínez García*Miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos del Estado

*Luis Martínez García fue Director del Archivo General de Simancas, Director de Archivo de Castilla-La Mancha y Director General del Libro, Archivos y Bibliotecas y Director General de Patrimonio Cultural en Castilla-La Mancha la pasada legislatura.

05CLARIDAD23.indd 62 20/06/12 13:42

Page 2: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

63

no podemos ignorar que la crisis econó-

mica y la crispación política ha agrieta-

do el imaginario español de una sociedad

modélica, tolerante y solidaria.

rrencias de una izquierda trasnochada.

Hasta la universalización y gratuidad de

la sanidad es puesta en duda por algunos

voceros que ponen a los Estados Unidos

como ejemplo a seguir, a pesar de que su

conocimiento sobre el mismo, en el

mejor de los casos, se limita a una

breve estancia de unos meses en

una universidad de medio pelo.

No dudamos en que se han come-

tido demasiados excesos, por otro

lado comprensibles en una sociedad

española en donde, por primera vez en su

dilatada existencia, ha entrado el dinero a

manos llenas. No seremos los que negue-

mos que el mundo del ladrillo también ha

generado mucha corrupción, aunque en

bastante menor medida que la que en su

momento trajo la mafia italiana, el hampa

rusa, los narcos hispanoamericanos o el

gansterismo estadounidense. No pretende-

mos ser tan ingenuos como para ignorar

que muchas de estas controversias son

meros fuegos de artificio. Falsas polémicas

creadas por distintos grupos de presión

cuyos intereses políticos o crematísticos

se desarrollarían mejor en el caldo de cul-

tivo de una sociedad desmoralizada, atri-

bulada por las penurias y debilitada ante

la inexistencia de unos poderes públicos

capaces de proteger a los colectivos más

desfavorecidos. En la Historia española hay

demasiados ejemplos de tales prácticas ig-

nominiosas, de alabanza de autoritarismos

y totalitarismos como panacea ante los de-

fectos de la política o de los excesos de la

masa, de utilización del miedo y la ignoran-

cia como freno al cambio social.

No obstante, no podemos ignorar que la

crisis económica y la crispación política ha

agrietado el imaginario español de una so-

ciedad modélica, tolerante y solidaria. Des-

de la Transición, los ciudadanos españoles

creyeron haber construido una sociedad

envidiada por el resto del mundo, más jus-

ta, más preocupada por quienes menos

tenían, con más derechos sociales y con

una riqueza mejor distribuida (Morán Cal-

vo-Sotelo, 1995). Solo el terrorismo, y en

menor medida el paro, representaban un

problema sistémico para la mayor parte

de los españoles; aún así, a principios del

siglo xxi, incluso el fin de ETA y el pleno em-

pleo empezaron a verse como una realidad

cercana. La creencia en la democracia y

en el europeísmo, como valores morales

que sustituían a una religiosidad apolillada

en el pasado, dotaron a nuestra sociedad

de una consideración demasiado favorable

de sí misma (Wert, 2012:64-67).

Además, aunque con matices, los múlti-

ples colectivos que la configuran mantie-

nen una fuerte dependencia social de las

estructuras políticas y administrativas del

Estado. Para los españoles las clases po-

lítica y burocrática deben ser los gestores

de la mayor parte de los servicios básicos,

ya sean las prestaciones por desempleo o

los gastos educativos, asistenciales o cul-

turales. De hecho, en estos últimos treinta

años se ha construido una curiosa dicoto-

mía mental en la que la mayor parte de la

sociedad diferencia claramente el alcance

de lo público o privado en razón de su cos-

te y de su interés personal. Los servicios

se reciben como un derecho sin cuantifi-

car, mientras que, según nos corresponda

dar o recibir, las retribuciones por el traba-

jo se perciben siempre insuficientes, o el

pago de impuestos desmesurado (Centro

de Investigaciones Sociológicas, 2011).

Aún más preocupante es la imagen que tie-

nen los ciudadanos de la clase política y de

los partidos políticos, a la que hacen respon-

sable de la mayor parte de los males actua-

les (Centro de Investigaciones Sociológicas,

2009), y aunque ciertamente es un

descrédito que han ido ganándose a

pulso legislatura tras legislatura, no

lo es menos el que, a fin de cuen-

tas, son una parte tangible y real de

nuestra sociedad. Es más, las élites

políticas emanan de la sociedad, son

un reflejo de la misma y su presunta

amoralidad y mediocridad es un espejo en

el que deberían reconocerse los españoles

(Gil Villa, 2008). En su cargo hay que seña-

lar su afán de perpetuarse –no menor que

el de cualquier otro profesional–, la escasa

transparencia utilizada en la gestión de los

asuntos que le conciernen, la construcción

de redes clientelares y de lazos de fidelidad

fundamentados en el favoritismo, su pre-

sunta facilidad para corromperse o para

corromper o su apego a los fastos y a las

obras “emblemáticas”. En su data, lo mal

retribuidos que están –sí, pésimamente pa-

gados para el presupuesto que gestionan–,

la actividad sin un horario fijo, las dificulta-

des para conciliar la vida familiar, la pena-

lización de los errores cometidos frente a

la escasa trascendencia de los numerosos

aciertos y la dificultad para reintegrarse a

su anterior “vida civil” al tener que pagar un

costoso peaje personal y profesional.

La sociedad española presume de recha-

zar y condenar cualquier acto delictivo que

suponga un menoscabo de lo público o un

comportamiento cívico deshonesto. Si hicié-

ramos caso de las encuestas los españoles

serían los menos corruptos, los más intole-

rantes con quienes defraudan a Hacienda o

los más intransigentes con quienes abusan

de las relaciones e influencias para obtener

un favor (Centro de Investigaciones Socio-

lógicas, 2009). Por ello, nos extraña que

05CLARIDAD23.indd 63 20/06/12 13:42

Page 3: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

64

un grupo social en crisis debe encontrar

su chivo expiatorio a quien acusar de to-

dos los males habidos y por haber.

existan jurados populares que absuelvan a

políticos de dudosa moralidad pública, que

dirigentes imputados ganen elección tras

elección o que el fraude fiscal español sea el

más alto de Europa. Incluso, circunstancias

sociales aparentemente positivas, como la

protección de las personas en el entorno

familiar, tienen cierto coste añadido pues

con tanto amparo parental promueven la

búsqueda de la recomendación, “enchufe”

o tráfico de influencias para garanti-

zar su supervivencia.

No obstante, un grupo social en

crisis debe encontrar su chivo ex-

piatorio a quien acusar de todos

los males habidos y por haber. La

búsqueda de un culpable ha dado lugar

a que todo aquello que está relacionado

en mayor o menor medida con lo político

sea rechazado y estigmatizado por una

sociedad en donde hasta los más jóvenes

empiezan a poner en duda las bondades

del sistema democrático, la utilidad de la

Constitución o la mera existencia de un fu-

turo (Wert, 2012:77-79). La precariedad

en el trabajo, acrecentada por una reforma

laboral brutal, el desempleo y la frustración

convierten a la sociedad en un colectivo

angustiado que busca insistentemente una

comunidad judía a quien realizar un “pro-

grom”. Sin embargo, ningún sitio como en

Castilla-La Mancha para ejemplarizar la ne-

gación de la política o para poner en duda el

mismo concepto de Comunidad Autónoma.

eL Laboratorio de La crisis:

castiLLa-La Mancha coMo

paradiGMa deL “despiLfarro”

autonóMico

El 22 de mayo de 2011 los castellano-

manchegos eligieron a M.ª Dolores de Cos-

pedal como nueva presidenta de Castilla-La

Mancha. Nada que objetar al triunfo del

Partido Popular que, con un diputado más

que el Partido Socialista, salía victorioso del

recuento definitivo de las urnas. Un resulta-

do que suponía un drástico cambio político

en una Región gobernada durante 28 años

por los socialistas, castigados duramente

por una supuesta pésima gestión pública

de la crisis económica que azotaba Espa-

ña. Rápidamente, este “feudo socialista”

se convertiría en un excelente “laboratorio

de pruebas” en donde magnificar un cierto

tipo de mensajes encaminados a desvirtuar

y distorsionar los logros del anterior Gobier-

no. La focalización mediática de Castilla-La

Mancha como Autonomía prototipo de to-

dos los males, y su elección como ejemplo

de una lamentable gestión de los recursos

públicos, solo es entendible en el marco

de la propaganda política que utilizaría el

Partido Popular hasta las Elecciones Gene-

rales del 20 de noviembre de 2011. Hay

que comprender que tampoco podía utili-

zar muchos más reclamos, pues el resto

de las Comunidades perdidas por el PSOE

–Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria,

Extremadura– o deberían ser gobernadas

por el PP en coalición con otros partidos o

su gestión anterior había sido determinada

por una coalición regionalista. En este pri-

mer año de gobierno popular, la presidenta

y los consejeros parecen dedicarse a hacer

“oposición a la Oposición” y no hay día que

no se nos recuerde la pésima gestión de

Barreda y sus acólitos, se les amenace con

llevarles a juicio y se les acuse de todos los

males, incluida la pertinaz sequía.

Términos como despilfarro, lapidación de

recursos públicos, lamentable herencia

recibida, gestión criminal, caos de las

cuentas públicas… se convertirían en un

sonsonete continuo en palabras de todos

los miembros del gobierno entrante. Inclu-

so, a pesar de la pérdida de credibilidad

financiera que esto acabaría supo-

niendo, durante el periodo de tran-

sición, futuros consejeros definirían

Castilla-La Mancha como la “Grecia

española”1. Ni siquiera el tiempo

transcurrido ha servido para diluir

este mensaje apocalíptico y catas-

trofista; sin ir más lejos, el propio respon-

sable de Educación, Cultura y Deporte nos

asegura, día tras día, que el actual Gobier-

no hará “más cultura y menos despilfarro

público” (Consejería de Educación, Cultura

y Deportes, 2011).

Este discurso negativo del pasado cerca-

no se agolpa en entrevistas, ruedas de

prensa, visitas institucionales o en interpe-

laciones parlamentarias. Sin apenas rigor

intelectual y sin ninguna mesura personal,

se fuerza su aparición omnisciente apro-

vechando cualquier tipo de comparecencia

pública. En el fondo, esta denostación del

pasado únicamente esconde la paralización

de una Administración incapaz de dar una

solución a los problemas del presente y que

oculta esa inanidad con hiperbólicas afirma-

ciones sobre “nuevos modelos de gestión

público-privados” o a cerca de imaginarias

“eficientes políticas de futuro”. (Consejería

de Educación, Cultura y Deportes, 2012).

Y es que difícilmente puede haber una so-

lución milagrosa para una Región abruma-

1. Palabras de Marcial Marín Hellín, actual consejero de Educación, Cultura y Deporte, y Leandro Esteban, consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, antes de la toma de posesión de la presidenta y que provocaría un durísimo artículo en el Financial Times.

05CLARIDAD23.indd 64 20/06/12 13:42

Page 4: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

65

hubo falta de análisis de las políticas pú-

blicas, de su impacto en la sociedad.

da por la caída de ingresos ordinarios y

extraordinarios. Una escasez de recursos

públicos que obligó al Gobierno anterior a

promover desde el año 2009 una econo-

mía casi de guerra para poder sostener

los servicios y prestaciones básicos en

materia de sanidad, educación y bienestar

social. No se trata de establecer un deba-

te fuera de lugar sobre si la gestión fue

buena, mala o regular o si hubo excesos,

dislates o falta de previsión en la toma de

decisiones, pero sí debemos señalar que, a

tiempo pasado, resulta muy sencillo respon-

sabilizar al Gobierno Regional de todos los

errores e inversiones erróneas o erráticas.

Por ejemplo, quién no recuerda las gravísi-

mas acusaciones contra el presidente Ba-

rreda por la construcción del aeropuerto

de Ciudad Real o por la quiebra de Caja

Castilla-La Mancha. Durante dos años en

los medios de comunicación nacio-

nales se inició una auténtica caza

de brujas por la que, parecía ser,

casi una criminal actuación del Go-

bierno socialista. En el primer caso,

el del aeropuerto, sin profundizar en dema-

sía, no hay duda que a la Comunidad hay

que acusarla de haber apoyado en exceso

un proyecto que diez años antes semejaba

ser viable, incluso podríamos criticar su

afán en buscar subvenciones y créditos

para una infraestructura construida para

complementar al aeropuerto de Barajas

entonces colapsado y que pretendía ser el

revulsivo empresarial para la Región. Todo

ello es cierto, incluido un presunto Casino

y un Parque Temático, pero lo que nadie

parece saber es que el proyecto era estric-

tamente privado, de un grupo de empre-

sarios e inversores españoles y extranje-

ros, no de la Junta de Comunidades. Nada

que ver con los aeródromos de Castellón

y de León construidos con dineros públi-

cos y avalados por las respectivas Cajas

de Ahorro de la zona. Por supuesto que

Caja Castilla-La Mancha emborronó sus

cuentas con inversiones arriesgadas en

el mundo del ladrillo pero, dos años des-

pués, ¿hay alguien que dude que tal cosa

sucedió, en mayor o menor medida, en to-

dos los bancos del país? La intervención

del Banco de España fue una actuación de

maquillaje político-financiero de carácter

ejemplarizante sobre una entidad bancaria

de pequeño volumen. Si era necesario in-

tervenirla, también deberían haberlo sido,

por su situación económica, algunas tan

grandes como Cajamadrid, la CAM valen-

ciana, las cajas catalanas u otras menores

hoy ya desaparecidas o fusionadas.

Por supuesto que hubo excesos. No nos

olvidemos que durante los años de opulen-

cia los precios se disparataron, no solo la

construcción incrementó sus precios, cual-

quier servicio o prestación costaba más,

mucho más. La contratación de cualquier

profesional de cualquier área resultaba

mucho más onerosa que antes, la adquisi-

ción de cualquier equipamiento era desme-

surada y las obras se encarecían a medida

que aumentaban los salarios y el precio de

los materiales. También hubo una falta de

consistencia en la gestión, pues hubo falta

de análisis de las políticas públicas, de su

impacto en la sociedad, y cierta morosidad

en cambiar las pautas de gobierno.

Pero lo importante es que en estos años

se construyeron hospitales, centros de

atención primaria, viviendas sociales,

guarderías, colegios, institutos, facultades

y campus universitarios, archivos, bibliote-

cas y museos, casas de cultura, centros

de investigación y formación, depuradoras,

autovías, carreteras, puentes, polígonos

industriales, residencias, centros ocupa-

cionales, centros de Internet, se restaura-

ron iglesias, castillos, palacios o viviendas,

se crearon cinco parques arqueológicos

etc. Se aumentaron las plantillas de cua-

lificados especialistas: arquitectos, inge-

nieros, médicos, enfermeros, sanitarios,

docentes, cuidadores, bomberos, agentes

medioambientales, mediadores sociales,

informáticos, archiveros, conservadores

de museos, bibliotecarios, restauradores

etc., etc. Se protegieron los colectivos

más desfavorecidos: mayores, discapacita-

dos, mujeres, inmigrantes, dependientes,

menores etc., etc., etc. Esta es la auténti-

ca herencia recibida, nada que ver con la

Fórmula One, con maquetas de Ciudades

de las Artes, con MUSACS, Cidades da

Cultura, Expos del Agua o Terras Míticas.

Y es que “la vara de medir” es muy distin-

ta según se imponga, a quién y en

dónde. Se critica furibundamente la

construcción de hospitales en pue-

blos de Castilla-La Mancha y parece

natural que en Madrid se erija uno

cada veinte kilómetros, a pesar de haber

heredado unos cuantos de épocas anterio-

res, y que encima se cedan a las empre-

sas privadas. Se critican algunas actuacio-

nes de los fastos del Quijote y se bendice

el oneroso gasto inútil de varias tentativas

frustradas para traer las olimpiadas. Se

pone el grito en el cielo por el número de

colegios e institutos públicos construidos y

se aplaude el modelo concertado a cargo

del erario público. Se maldicen las auto-

vías, o el tren de velocidad que para en

las capitales castellano-manchegas, y se

lanzan albricias cuando se plantea la cons-

trucción de un mega-casino fuera de la ley

y el orden.

Todo esto no tendría mayor trascenden-

cia si no supusiera el enésimo ataque y

descrédito a la política y al mismo tiempo

05CLARIDAD23.indd 65 20/06/12 13:42

Page 5: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

66

Las autonomías presentan problemas de

gestión derivadas de sus propias estra-

tegias así como de las herramientas y

medios utilizados para ejercerlas y desa-

rrollarlas.

a la existencia de las Comunidades Autó-

nomas, entendidas éstas como soportes

de una forma de gobierno democrática

y descentralizada base y fundamento del

modelo público español. Las Autonomías

se demonizan como causa de los males

hispanos, generadoras de corrupción,

deuda y despilfarro, morosas impenitentes

que arruinan nuestro tejido empresarial y,

en algunos casos, desleales con el Estado

por su nacionalismo separatista e insolida-

rio (Wert, 2012:17-22).

Déficit desbocado, duplicidad de servicios,

plantillas de funcionarios desmesuradas,

presupuestos inflados, proyectos mega-

lómanos, exceso de regulación, falta de

equidad y eficiencia en la gestión, son al-

gunas de las críticas habituales que

reciben las Administraciones Auto-

nómicas. Por el contrario, suelen

pasar desapercibidas los elementos

positivos que suponen los regíme-

nes descentralizados para sus ciu-

dadanos. La regionalización implica

en sí misma la generación de políti-

cas más cercanas a las personas,

más adecuadas a sus necesidades

y más coherentes con las peculiaridades

del territorio. En definitiva, la descentra-

lización conlleva una mejor redistribución

de los recursos entre los colectivos que

integran la Comunidad.

Por supuesto, todas las Autonomías pre-

sentan problemas de gestión derivadas

de sus propias estrategias así como de

las herramientas y medios utilizados para

ejercerlas y desarrollarlas. Sin duda, mu-

chas de ellas pecan de un excesivo inter-

vencionismo centralizador, de una ineficaz

imitación del modelo estatal de gestión, de

una desequilibrante influencia de las élites

políticas en la toma de decisiones de la Ad-

ministración y de cierta falta de rigor pre-

supuestario en la ejecución de las mismas.

Incluso, algunas han sido infectadas por el

virus de la corrupción.

Por el contrario, las bondades de la Admi-

nistración General se presentan como un

factor absoluto e incuestionable, siendo su

gestión un espejo de eficacia y eficiencia

en el que deberían mirarse el resto de los

poderes públicos. El problema es que son

dos tipos de Administración con diferentes

objetivos, distintos niveles competenciales

y con una más que complicada equipara-

ción en logros y resultados. Mientras que

las Autonomías son preferentemente or-

ganizaciones prestadoras de servicios di-

rectos y subvencionadoras de indirectos,

el Estado destaca, acción exterior, militar

y policial al margen, por su labor inversora

y por una gestión reguladora y redistribui-

dora dirigida a garantizar el equilibrio te-

rritorial. Por supuesto, hay muchos más

matices, competencias concurrentes, com-

partidas, etc. que imposibilitan una clara

delimitación de ámbitos de actuación entre

ambas. Aún así, nos gustaría saber por

qué en España se alaba hasta la saciedad

el modelo centralista a sabiendas de su

fracaso a lo largo de la Historia.

El autonomismo español lleva varios años

siendo ferozmente criticado debido a cau-

sas sobre todo políticas que en el fondo solo

ocultan una lucha de poder entre las élites

gobernantes. En primer lugar, los excesos

nacionalistas han dado pie a posturas exa-

cerbadas, llamémoslas españolistas, que

ponen en duda la lealtad institucional de

catalanes y vascos. A su entender, éstos

mantienen en crisis permanente la relación

con el Estado, poniendo en duda el sentido

de nación española o mediante un chantaje

permanente, violento o no. La imagen de

una Cataluña o un País Vasco agraviada por

el centralismo español o, por el contrario,

la de una España acosada por peticiones

sin freno de esas Regiones, transmite tan-

ta crispación a la opinión pública que ambas

partes acaban considerándose minorías en

indudable peligro de extinción.

Una segunda crítica, la de la mala adminis-

tración de los recursos, crece al vaivén de

la crisis económica. Desde hace un tiempo

escuchamos, o leemos, múltiples referen-

cias al déficit público, a la falta de

austeridad de los gobiernos auto-

nómicos y al despilfarro de sus fi-

nanzas. Si hacemos caso a lo que

nos transmiten los miembros del

Gobierno de la Nación los grandes

culpables de ese monstruoso déficit

son las Comunidades Autónomas

que han sido incapaces de contener

el gasto, embarcadas en proyectos

faraónicos o suntuarios. Por el contrario, el

Estado ha dado ejemplo de moderación con

políticas económicas acertadas, obtenien-

do la confianza de las autoridades europeas

y aplacando a los feroces “mercados”.

El problema de este discurso no es tanto

su simplicidad sino que solo cuenta una

parte de la situación o, mejor, que escon-

de una parte importante de la misma. Nos

olvidamos que el malhadado déficit público

español, causa aparente de todas nues-

tras desgracias, es bastante menor que

el de Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia

Francia o el de Alemania, por poner algún

ejemplo. Y es que nuestro gran problema

es la deuda privada, la procedente de fa-

milias y de empresas y cuya mayor parte

05CLARIDAD23.indd 66 20/06/12 13:42

Page 6: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

67

Los objetivos de reducción del déficit pú-

blico para el año 2012 también golpean

con mayor intensidad a las comunidades.

se encuentra en manos de los bancos, na-

cionales y extranjeros, y en las cajas de

ahorro. Así, que si hay algún colectivo des-

pilfarrador nos tememos que es nuestra

sociedad civil, nuestros emprendedores y

nuestro sistema financiero que sigue sin

dar nuevos créditos. Hay que recordar que

hace tres años España tenía superávit en

las cuentas públicas, incluidas las Autonó-

micas, y una deuda inferior a la de la ma-

yor parte de las democracias occidentales.

Además, tenemos la no tan inocente

costumbre de no saber diferenciar

los distintos tipos de déficit. No es

lo mismo el procedente de la inver-

sión del que es consecuencia de la

transferencia de gastos corrientes,

como tampoco es igual el derivado

del gasto social que el procedente del sun-

tuario (Sevilla Segura, 2011:32).

Tampoco es completamente cierto que las

grandes causantes del actual incremento

del déficit sean las Administraciones Auto-

nómicas. Este aumento viene motivado por

algo tan sencillo de entender como es la caí-

da de los ingresos y la necesidad que ha te-

nido España de obtener financiación median-

te la emisión de nueva deuda pública en los

mercados internacionales. Se trata de con-

seguir recursos suficientes para poder se-

guir manteniendo las prestaciones que son

las que proporcionan el equilibrio necesario

para que la sociedad española sea más jus-

ta y que el impacto de las desigualdades sea

menor y ocasione menos violencia social.

El 65% de los presupuestos autonómicos

se emplean en la gestión de la sanidad,

de la educación, del bienestar social y de

la promoción del empleo –el 70% en el

caso de Castilla-La Mancha (García Díez,

2009)– y, aún así, son de los más bajos de

la Unión Europea (Navarro, 2004). Por lo

tanto, hay escasa capacidad de maniobra,

más bien ninguna, para disminuir el défi-

cit ocasionado por la desaparición de los

ingresos y por la prohibición que, hasta la

llegada del actual Gobierno, han tenido las

Comunidades para endeudarse. El Estado

puede recortar sus presupuestos minimi-

zando la inversión, las obras públicas…

¿Las Autonomías? solo cerrando servicios

sanitarios, educativos y asistenciales.

Aún así, sigue siendo el Estado el más en-

deudado y el que más déficit genera. En

el año 2011, éste alcanzó casi un 8,51%

respecto al PIB nacional. El 5,1% corres-

pondió al Estado, el 2,94% a las Comunida-

des y el resto a Ayuntamientos y Seguridad

Social (Ministerio de Hacienda y Administra-

ciones Públicas, 2012). Para entendernos,

el 60% de la desviación del gasto le corres-

ponde al primero mientras que las Autono-

mías son responsables del 34,5% del total.

Los objetivos de reducción del déficit públi-

co para el año 2012 también golpean con

mayor intensidad a las Comunidades. No

solo por que el esfuerzo exigido a éstas es

proporcionalmente mayor que el solicitado

al Estado, sino porque parte de los ingre-

sos estatales se redistribuían entre los dis-

tintos territorios españoles. Precisamente,

una de las obligaciones más discutibles y

discutidas del Estado son los criterios em-

pleados para redistribuir y transferir los

recursos necesarios para el desarrollo

equilibrado de las regiones.

En estos últimos diez años hemos contem-

plado como las diferencias económicas

entre las denominadas Autonomías ricas

y pobres se iban ensanchando. Parte de

la responsabilidad recae en el sistema de

financiación pactado por el Estado con al-

gunas Comunidades, en donde se prima el

número de habitantes y se resarce a deter-

minados territorios por la falta de ingresos

procedentes de fondos europeos (Tránchez

Martín, 2009). El punto de partida de cada

Región, su nivel de infraestructuras, su si-

tuación geográfica o su disponibilidad de

recursos y estrategias empresariales han

ocasionado una brecha que el Estado ha

sido incapaz, no ya de llenar sino de

disminuir. Los pactos con determina-

dos grupos políticos, los intereses

de partido o las necesidades electo-

rales han obviado otros elementos

correctores emanantes de la idiosin-

crasia de cada territorio. Condiciona-

mientos cuya toma en consideración hubie-

ran paliado las deficiencias estructurales y

sistémicas de los lugares peor dotados en

medios, recursos y posibilidades.

Un claro ejemplo es la geografía de la Co-

munidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

Compuesta por cinco provincias, ocupa

una extensión de casi 80.000 km2 habi-

tada por unas 2.100.000 personas. Es

el territorio europeo, tras Castilla y León,

con menor densidad de habitante por kiló-

metro cuadrado (26,62); aumentada esta

situación por la dispersión de su población

en 919 municipios, de los cuales solo once

tienen más de 20.000 habitantes, cuatro

más de 50.000 y uno más de 100.000, y

en el que el 37% de sus residentes moran

en 863 localidades de menos de 5.000.

Su geografía explica las dificultades socio-

económicas actuales, agravadas por las

políticas del pasado que favorecieron el

crecimiento urbano en perjuicio de las co-

munidades agrarias. Abandono institucio-

nal de un territorio que ocasionó –desde

la década de los sesenta hasta principios

de los ochenta del pasado siglo– un flujo

emigratorio permanente dirigido hacia Ma-

05CLARIDAD23.indd 67 20/06/12 13:42

Page 7: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

68

el conocimiento de las necesidades de

las personas es fundamental para la rea-

lización de políticas adecuadas, diversas

y posibles.

drid, Valencia, Barcelona, Bilbao o al ex-

tranjero.

La regionalización ha sido positiva simple-

mente porque ha permitido tres cuestio-

nes básicas para la regeneración econó-

mica de su territorio. En primer lugar, la

mera existencia de un poder político capaz

de invertir en términos de microecono-

mía local ha supuesto una transformación

global de sus municipios en equipamien-

tos y servicios imposible de realizar bajo

la óptica de un gobierno centralizado. En

segundo lugar, el mismo “tempo” político

castellano-manchego ha obligado a la Jun-

ta de Comunidades a invertir en lugares

en donde difícilmente, por no decir

nunca, actuaría la empresa priva-

da. Lugares de escasa población,

de complicadas comunicaciones y

con escasos réditos económicos.

En tercer lugar, las necesidades

de la Región a corto y largo plazo

promueven políticas más adecua-

das a la gestión integral de su territorio,

actuaciones que favorecen la protección

del medio ambiente, la cultura del agua o

el rechazo a inversiones-basura que nadie

quiere, como la implantación de industrias

contaminantes o de residuos radioactivos.

El conocimiento de las necesidades de las

personas que la habitan es fundamental

para la realización de políticas adecuadas,

diversas y posibles. Imitar, emular o plagiar

actuaciones específicas de los grandes

núcleos urbanos o desconocer la impor-

tancia de las inversiones públicas, solo se

traducirá en más abandono, desertización

y emigración. Si Castilla-La Mancha es la

Comunidad donde más se ha incrementa-

do el paro el último trimestre de 2011 y

el primero de 2012 es, ante todo, debido

a la paralización de la inversión pública. Y

es que el 75% de la inversión efectuada en

Castilla-La Mancha es pública simplemen-

te porque la empresa privada no conside-

ra rentable implicarse en un territorio en

donde los costes son muchos y los réditos

pocos. ¿Alguien piensa que una compañía

privada llevaría Internet o gas a localidades

de menos de 5.000 habitantes si no es-

tuviera fuertemente subvencionada? ¿Se

encargarían las empresas de construir y

gestionar centros de salud, residencias y

colegios en núcleos de menos de 10.000

habitantes? ¿Tienen algún interés en la

gestión de la enseñanza universitaria de

la Región? ¿En Cultura?, mejor ni hablar2.

El “gran pecado” de la Comunidad ha sido

gastar en todo aquello de lo que se carecía.

A corto plazo en comunicaciones y en las

infraestructuras necesarias para integrar

un territorio amputado por tantos años de

desidia institucional. A medio, garantizando

las prestaciones sociales igualitarias. A lar-

go plazo en lo único que puede modificar

el futuro de esta Región: la educación y la

investigación científica y tecnológica. Inte-

gridad, solidaridad y formación son los tres

principios sobre los que descansa un mode-

lo realista que garantice su desarrollo eco-

nómico. Si queríamos que se invirtiera en

nuestra Autonomía era preciso promover el

valor de nuestro capital humano, preparan-

do profesionales cualificados; era impres-

cindible configurar una red de comunicacio-

nes que interrelacionara nuestros pueblos

para hacerlos competitivos en la prestación

de servicios y en el intercambio de produc-

tos; y era obvia la necesidad de crear las

mejores condiciones de vida para asentar

a la población evitando la huida de los más

jóvenes y los más emprendedores. La políti-

ca cultural realizada en Castilla-La Mancha

participa de estos supuestos previos

y es uno de los numerosos ejemplos

que poseemos de cómo adecuar

una forma de gestionar las necesi-

dades de las personas.

La poLítica cuLturaL de La

Junta de coMunidades de

castiLLa-La Mancha

La crisis económica también ha puesto en

duda la presunta importancia de la acción

cultural, tratándola de forma desconside-

rada como si fuera una mera diversión

para un grupo de ociosos durante el pe-

riodo vacacional o como una diletante afi-

ción para una exquisita minoría. El terrible

recorte sufrido por los departamentos de

Cultura, muy superior a la media del resto

de las políticas públicas3, así nos lo hace

entender. Por mucho que nuestros recto-

res actuales reiteren que su prioridad es

mantener abiertos archivos, bibliotecas y

2. A pesar de que la puesta en funcionamiento de un modelo económico de gestión público-privado la principal, por no decir la única, prioridad de la actual Conse-jería, las cantidades aportadas por las empresas privadas a las actividades culturales se limitan a las siguientes: 15.000 € de una cementera para el yacimiento de Carranque, una colaboración sin cuantificar de una entidad bancaria en la Red de Teatros, una mínima participación de una empresa eléctrica en la parte proporcional de los gastos de adquisiciones bibliográficas y de actividades culturales de un bibliobús en Cuenca y una ignota de otra entidad al proyecto Biblio-teca Solidaria. Las mayores aportaciones han sido a la Fundación Greco 2014 y eso poco tiene que ver con la Junta y menos con la Consejería. Por supuesto, pronto se nos anunciará la privatización de la venta de entradas en algún museo o en algún monumento, pero eso en el Antiguo Régimen se llamaba empeñar las rentas y oficios.

3. En el Estado frente a una reducción del 15% de media, la de Cultura era superior al 21%. En Castilla-La Mancha el recorte medio era de más del 25% y el de Cultura se prevé casi el 70%.

05CLARIDAD23.indd 68 20/06/12 13:42

Page 8: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

69

05CLARIDAD23.indd 69 20/06/12 13:42

Page 9: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

70

La inversión y el fomento del empleo cul-

tural en castilla-La Mancha tiene un ca-

rácter preferentemente público.

museos, a nadie se le oculta que la des-

aparición de una parte del tejido empre-

sarial cultural será un hecho real en muy

pocos años. Y es que, a veces, se nos

olvida que la Cultura alcanza el 4,1% del

PIB español, aún más si la relacionáramos

con el Turismo derivado del patrimonio;

que las empresas dedicadas a su

gestión generan más de 60.000

millones de euros anuales y con-

tratan al 3,6% de los asalariados

españoles; y que, por el contra-

rio, el sector público español tan

solo invierte el 0,20% del PIB en

la misma (Ministerio de Cultura, 2011).

Con estos datos la Cultura debería ser

el abanderado de las políticas ultralibe-

rales: magra inversión pública para tan

excelentes resultados económicos. Para

que podamos entendernos con un simple

ejemplo: la Cultura produce en porcentaje

del PIB más que la Agricultura española,

exporta por un valor superior, contrata

más personal cualificado, pero cuesta

bastante menos a los poderes públicos.

La política cultural realizada en Castilla-La

Mancha no puede, ni mucho menos, com-

pararse con esas cifras. En esta Comu-

nidad Autónoma, la incidencia económica

de las industrias culturales es inferior

a la media nacional ante la ausencia de

grandes editoriales o productoras audio-

visuales, la mayor parte de ellas sitas en

Madrid y Barcelona y en menor medida

en el resto de las Autonomías con lengua

propia. Incluso la más cuantificada, las ar-

tes gráficas, muestra su pujanza gracias

a la influencia directa de la capital de Es-

paña. En general, la inversión y el fomento

del empleo cultural en Castilla-La Mancha

tiene un carácter preferentemente públi-

co, con cierto impacto permanente en la

creación de empleo especializado en los

archivos y bibliotecas o a través de la res-

tauración y rehabilitación de bienes cultu-

rales, en el sostenimiento de pequeñas y

medianas empresas especializadas en la

gestación de actividades culturales, con

la contratación de empleo de carácter

estacional en pequeños núcleos rurales a

través de los planes de excavaciones ar-

queológicas y mediante la adquisición de

bienes y servicios de carácter cultural,

como la compra de libros o la transferen-

cia de tecnología. Sin el apoyo y la inver-

sión pública la Cultura en Castilla-La Man-

cha no existiría en localidades de menos

de 20.000 habitantes y mal sobreviviría

en el resto.

Ante todo, en una Autonomía con una si-

tuación de partida tan precaria, lo primero

que intentó el Gobierno castellano-man-

chego fue paliar el déficit estructural del

territorio mediante la creación de infraes-

tructuras, equipamientos, personal y servi-

cios culturales y educativos que mejoraran

la vida comunitaria en el ámbito rural. En

segundo lugar, la cultura se fomentó como

una herramienta instrumental que ayuda-

ba a cohesionar a la sociedad castellano-

manchega en un territorio tan diverso,

dándole elementos comunes de identifi-

cación e integración. Finalmente, intentó

crear las condiciones necesarias para que

la cultura fuera un elemento añadido del

desarrollo económico a través de la forma-

ción de un tejido empresarial que generara

empleo cualificado y cuantificado.

Tal vez resulte un tópico reiterado, pero las

diferencias entre el pasado y el presente

son tan enormes, y no solo económicas,

que es necesario insistir en compararlas.

A finales de los años setenta del pasado si-

glo el mundo cultural castellano-manchego

presentaba una situación bastante depri-

mente coincidente con la situación socio-

económica de las cinco provincias. Por su-

puesto, incurriríamos en una exageración

si la tacháramos de un auténtico páramo.

Pero no nos equivocaríamos dema-

siado en definirla como fragmen-

tada y descontextualizada, pues la

gestión cultural de esa época bene-

ficiaba a las capitales de provincia,

centralizando en ellas los pocos re-

cursos, y perjudicaba a los demás

municipios. La falta de infraestructuras y

equipamiento, la escasez presupuestaria,

la insuficiencia de personal cualificado y la

debilidad de la demanda de una población

con un altísimo porcentaje de analfabetis-

mo funcional, son algunas de las circuns-

tancias regionales más negativas. Pero

aún lo era más la inexistencia de una polí-

tica institucional coherente con cada pro-

vincia, más allá de la mera emulación de

las estatales o la promoción de una cultura

localista cercana al tópico y al tipismo. Es

una política hija de su tiempo agudizada

por las circunstancias económicas de una

sociedad rural, paupérrima, en donde ha-

bía una carencia grave de servicios bási-

cos y la emigración era una solución ante

tal abandono y penuria.

Aunque cada provincia tiene sus propias

características, en general, y salvo excep-

ciones, la actividad cultural se centraba en

las capitales en donde residen la mayoría

de las instituciones del ramo, casi todas

ellas públicas (Sanchís, 1983). Los archi-

vos, bibliotecas y museos provinciales del

Estado allí tenían su sede, al igual que Ins-

titutos o Academias normalmente ligadas

a las Diputaciones Provinciales. Del mismo

modo, las actividades culturales relaciona-

das con la edición, la literatura, el teatro,

la música o las artes plásticas también

05CLARIDAD23.indd 70 20/06/12 13:42

Page 10: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

71

solían centralizarse en ellas. No obstante,

existía una corriente cultural en algunas lo-

calidades de la Región, generadas en los

entornos de las casas de cultura y centra-

das en la lectura, los cine-clubs, los certá-

menes artísticos, el folklore o las bandas

musicales.

La financiación de la cultura es casi en su

totalidad de carácter público, y aunque

existen algunas editoriales, asociaciones

lúdicas y colectivos independientes, con

el tiempo, dada su estructura aso-

ciativa y voluntaria, su superviven-

cia solo sería posible mediante las

ayudas de las Administraciones.

Con estas premisas, la cultura se

aglutinaba en el entorno de ciertas élites

eruditas, relacionadas con las clases fun-

cionariales, y en pequeños grupos intere-

sados sobre todo por las artes plásticas.

Responsables de archivos, bibliotecas, mu-

seos, y miembros de profesiones liberales

y docentes, generaban la mayor parte de

una investigación de carácter local que se

programaba y publicaba en las páginas de

boletines y revistas, algunas de ellas sub-

vencionadas por Institutos de Estudios,

por Reales Academias o a través de los

servicios editoriales de las Diputaciones

Provinciales.

Las artes plásticas se configuraban en los

espacios de museos de carácter público,

con pequeñas exposiciones de artistas

locales, y en instituciones privadas, en

donde reconocidos autores4 crean funda-

ciones, financiadas con dinero público o

legan sus colecciones a ayuntamientos, en

un intento de que sean un revulsivo de ca-

rácter nacional e internacional. Tampoco

podemos olvidar las aportaciones de co-

lectivos de artistas y la promoción del arte

contemporáneo a través del los premios

patrocinados por algunos municipios o por

galerías privadas5.

La literatura y la historia se promovían a

través de revistas subvencionadas por los

organismos públicos6, mediante las edi-

ciones de las Diputaciones o a través del

impulso de algunos libreros7. El teatro se

limitaba a las programaciones de las locali-

dades más importantes aunque comenza-

ban a surgir grupos semiprofesionales en

distintas ciudades de la Región8; sin olvi-

darnos de los inicios del Festival Interna-

cional de Teatro Clásico de Almagro o de la

Semana de Teatro de Cuenca. La música

se centraba en el auge y desarrollo de las

bandas locales, pero ayuntamientos como

Toledo, a través del Conservatorio Jacinto

Guerrero, o el de Cuenca, con la Semana

de Música Religiosa, fomentaban la exis-

tencia de festivales y puntos de encuentro

anuales.

La actividad cultural de los pueblos era

más que precaria. En aquellos más privile-

giados por el acontecer de los tiempos, al

menos existían las denominadas Casas de

la Cultura (Requena Gallego, 2003:277).

Instituciones que poco tenían que ver con

las creadas por la Administración francesa

de Malraux, sino que eran una especial in-

terpretación del régimen franquista de las

antiguas “casas del pueblo” (Bouzada Fer-

nández, 2001). Una infraestructura esca-

samente dotada, en donde asociaciones y

vecinos se reunían en torno a una bibliote-

ca, una sala de exposiciones y de talleres y,

a veces, un pequeño teatro. Lugares con

una actividad comunitaria dirigida por las

autoridades que promovían una cultura tó-

pica y coherente con los roles sociales de

la época. En algunos lugares existían

locales con unos cuantos libros remi-

tidos por los Centros Coordinadores

Provinciales y en los que, por supues-

to, en casi ninguno había un bibliote-

cario encargado de su funcionamiento9.

En el resto de los municipios la cultura se

programaba en torno a las fiestas patrona-

les, a las festividades singulares y las acti-

vidades lúdicas. Música, toros, variedades

y actividades misceláneas en torno a unas

fechas muy concretas. Un conglomerado

difuso escondido bajo el velo del folklore, la

piedad y la religiosidad popular que recogía

festividades netamente cristianas como el

Corpus, la Semana Santa o las procesio-

nes patronales y otras que rememoraban

los festejos agrarios más lúdicos como el

carnaval, la recogida de las cosechas, las

actividades ganaderas singulares o la ven-

dimia (González Casarrubios, 2004).

El patrimonio fue siempre una de las debi-

lidades históricas de la Región. Es cierto

que en las décadas de los sesenta y seten-

ta del pasado siglo se iniciaría una política

4. Fernando Zóbel, Antonio Saura, Gustavo Torner, Benjamín Palencia, Antonio Pérez y Gregorio Prieto...

5. Grupo Tolmo en Toledo; Valdepeñas, Alcázar de San Juan y Manzanares; Fúcares en Almagro.

6. Al-Basit, Barcarola, Wad-al-Hayara…

7. Como Emilio Cobo en Guadalajara.

8. Albacete, Cuenca, Guadalajara, Hellín, Toledo o Villarrobledo.

9. Otros, más afortunados, recibían en las provincias de Toledo y Guadalajara la visita de un bibliobús.

Las artes plásticas se configuraban en los

espacios de museos de carácter público.

05CLARIDAD23.indd 71 20/06/12 13:42

Page 11: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

72

La mayor parte de los presupuestos se

han focalizado en actuaciones en el ám-

bito local.

de protección de algunos monumentos y

conjuntos históricos, tardía continuado-

ra de la iniciada por la II República, y con

actuaciones singulares en castillos, cate-

drales, cuevas, yacimientos y otros bienes

de interés cultural. Este afán protector no

se tradujo en un incremento de los pre-

supuestos acorde a las necesidades para

gestionar este amplio patrimonio. En un

principio, se limitó a una serie de guiños

institucionales propios de una Administra-

ción burocratizada, dirigista y obsesionada

con el desarrollo de una cultura nacional.

Frente a estos loables propósitos, el

Franquismo también ocasionó, en esas

mismas décadas, una de las mayores

destrucciones sistemáticas de los

centros urbanos de ciudades y

pueblos. Capitales como Albacete,

Ciudad Real y Guadalajara vieron

desaparecer la mayor parte de su

patrimonio artístico (Rivero Serra-

no, 2003:98-99).

Sin embargo, la Dirección General de Be-

llas Artes iniciaría un proyecto de rehabi-

litación del patrimonio en ciudades como

Toledo, y en menor medida en Cuenca,

aunque también encontramos referencias

a actuaciones en diversos recintos forti-

ficados o en singulares monumentos10.

Las mejor estudiadas son las efectuadas

en Toledo en donde destacan las múltiples

intervenciones realizadas en el casco his-

tórico11 (Peris Sánchez, 2009). En el cam-

po de la restauración de bienes muebles

la mayor parte de los trabajos realizados

por el Instituto Central de Conservación y

Restauración de Obras Artísticas también

se centrarían en Toledo (González Calero,

2007:101). La arqueología regional ape-

nas tuvo resonancia en el ámbito de la

investigación española. Esporádicas inter-

venciones al margen, hay que esperar a la

década de los años setenta para el inicio

de excavaciones con cierto carácter per-

manente, como en Segóbriga, y de espe-

cial importancia como las de Pozohondo.

(Sanz Gamo, 2010).

No se trata de debatir en estas páginas

si las citadas restauraciones fueron pro-

yectadas desde criterios poco adecuados

o si muchas de ellas pueden considerar-

se fallidas por su deficiente planteamien-

to, escaso alcance o discutible utilización

de los materiales. Lo más importante de

todo este movimiento es que en España se

crearía una corriente de opinión preocupa-

da por la destrucción del Patrimonio Monu-

mental y una cultura de revalorización de

la identidad local a causa no solo del Patri-

monio existente sino también del ausente o

perdido (Cornejo Valle, 2011).

La creación de la Junta de Comunidades

de Castilla-La Mancha supuso una trans-

formación radical de la gestión cultural

en la Región. El traslado del poder político

desde Madrid a Toledo trajo consigo una

profunda ruptura del modo de entender la

cultura, no tanto en las formas y fórmu-

las como en la finalidad y en el lugar en

donde aplicarla. El Gobierno autonómico

cambió las reglas de juego existentes has-

ta el momento implantando una descen-

tralización en el reparto de inversiones

y promoviendo, de esta forma, políticas

dirigidas a paliar los desequilibrios cultu-

rales existentes en las localidades de la

Región. Una modificación de este calibre

no podía ser completamente pacífica pues

fracturaba la, hasta entonces, situación de

privilegio de las cinco capitales y traslada-

ba la responsabilidad política a una nueva

clase dirigente. A pesar de opiniones ex-

cesivamente genéricas, sí ha existido una

política cultural de ámbito regional, al igual

que existe, con mayor o menor incidencia,

una política estatal, una provincial y una de

ámbito local. Igualmente, aunque bastante

más pequeña, débil y discontinua,

hay una política de índole privada,

en colaboración o no con los pode-

res públicos, realizada por algunos

colectivos, por grupos de acción

local, por fundaciones, por empre-

sas, por entidades bancarias y por

la Iglesia Católica.

La crítica que late entre las personas del

mundo cultural, y en el fondo esta es la

base de todas las controversias, es la falta

de solidez de la gestión cultural en el tiempo

y los múltiples altibajos sufridos al albur de

los distintos equipos de gobierno. Es cierto

que la mayor parte de los presupuestos se

han focalizado en actuaciones en el ámbito

local y esa decisión ha perjudicado durante

muchos años la situación de determinadas

instituciones culturales y las pretensiones

de una élite cultural y han limitado la inter-

vención autonómica en otras áreas como

las artes plásticas o la restauración del

Patrimonio de las localidades más grandes.

Pero, nadie en la actualidad puede poner

10. Por ejemplo: la Puerta de Santa María de Hita, Alarcón, Jadraque, Molina de Aragón, Torija, Atienza, Zorita de los Canes, Sigüenza, Brihuega, Torre del Alamín de Guadalajara, Calatrava la Nueva… la catedral de Sigüenza, el Monasterio de Uclés, el Corral de Comedias y el Convento de Santa Catalina de Almagro, la Plaza de Alcaraz, el Palacio Ducal de Pastrana, el Palacio del Infantado de Guadalajara o el Monasterio de Córcoles.

11. Con especial referencia a obras tan singulares como las del Alcázar y Plaza de Zocodover, las del Palacio de Fuensalida, del Museo de Santa Cruz, de las Sina-gogas del Tránsito y Santa María la Blanca, San Juan de los Reyes, Lorenzana, la Catedral, las murallas, etc., etc.

05CLARIDAD23.indd 72 20/06/12 13:42

Page 12: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

73

en duda, treinta años después, que la clara

apuesta de la Comunidad fue por la cultura

en el medio rural en consonancia con el res-

to de las políticas públicas regionales. Y las

diferencias entre dos formas de entender la

política, centralizada o no, se demuestran

simplemente en lo que había en el pasado

y lo que hay ahora en el presente, en dón-

de se actuaba antes y en dónde se actúa

hoy. No solo hablamos de cantidades, sino

de medios y oportunidad. Nos referimos a

principios como el de igualdad y el de solida-

ridad, de respeto a todos los ciudadanos al

margen del lugar donde residen.

También se cuestionan algunas decisiones

tomadas en el ámbito de las artes plásticas

y de la restauración del patrimonio históri-

co, así como las no llevadas a cabo

en el área de la promoción cultural

(González Calero, 2007:105-108).

Por ejemplo, se critica la inexisten-

cia de actuaciones de carácter ex-

tra comunitario, nacionales o inter-

nacionales, o la falta de una política

coherente en la difusión del arte

contemporáneo. Ambas cuestiones

son ciertas en parte, pero no reflejan toda

la realidad. Siempre ha habido intentos de

proyectar una imagen regional dentro y fue-

ra de las fronteras de Castilla-La Mancha

mediante exposiciones y acontecimientos

culturales de diversa índole aunque esta

política no fuera consecuencia de un único

plan. Se ponen como ejemplo algunas con-

memoraciones estatales12 y, sin embargo,

se obvian las realizadas por la Junta de

Comunidades, algunas tal vez lejanas en la

memoria pero otras demasiado próximas

para haberlas olvidado tan pronto13.

Tampoco son exactas las críticas a la inexis-

tencia de una política consistente hacia el

Arte Contemporáneo (Prodan, 2002). Ni

las numerosas exposiciones antológicas14

y monográficas15, ni el especial mimo que

han recibido colectivos de artistas, ni la

colección del servicio de publicaciones de

la Junta, ni siquiera certámenes y premios

internacionales, nacionales y regionales16

(Cadarso Vecina, 2003), han podido paliar

esa supuesta desidia institucional en ese

campo de las Artes Plásticas. Aún así, es

necesario constatar el esfuerzo realizado

desde la Junta de Comunidades para ir

creando una colección permanente, una

selección de la cual acabaría siendo ex-

puesta en el Museo del Convento de La

Merced de Ciudad Real, expresamente ad-

quirido y rehabilitado para ese fin.

Todavía más duras suelen ser las obser-

vaciones realizadas sobre la restauración

del patrimonio histórico. Por un lado, se

rechazan por ser propuestas en las que

se promueve en demasía la restauración

como reclamo turístico o como recurso

económico, más próximo a un parque te-

mático que a una labor intrínsecamente

cultural. Por otra parte, se insiste en una

serie de circunstancias, expresamente ci-

tadas como causa-efecto de una desma-

ñada política rehabilitadora, como la falta

de formación de las empresas encargadas

de restaurarlo, la inconsistencia técnica

de las escuelas-taller, un cierto desorden

programático o las “ocurrencias” de los

políticos de turno (González Calero, 2007).

La política patrimonial de la Junta de Comu-

nidades ha ido evolucionando a lo largo del

tiempo, mejorando sus actuaciones

gracias a una mejor planificación es-

tratégica, a una progresiva especiali-

zación, a un incremento de los presu-

puestos y a una mayor capacitación

y programación. En un principio, se

intentó paliar el deterioro urbano

de nuestros pueblos mediante la

concesión de ayudas directas a par-

ticulares y subvenciones a entidades loca-

les17; se difundió el modelo de Escuela-Taller

en diversas localidades18 (Peris Sánchez,

1995); y se creó y consolidó la figura de la

Comisión Mixta Iglesia-Junta, que continúa

año tras año rehabilitando templos por toda

la geografía castellano-manchega. A todas

ellas se añadiría una política de actuaciones

más cualificada en cantidad y calidad, me-

12. Como las de Carolus o Reyes y Mecenas.

13. Como las de Castilla-La Mancha y sus raíces en Madrid, el I Congreso de Historia y la Expo de Sevilla o algunas más cercanas como Visiones para un Nuevo Siglo, Celosías, La Lección del Tiempo, Hispania Gothorum, la Luz de la Mirada en Albacete, la Expo del Agua de Zaragoza, los Tapices de Pastrana o el Greco recorriendo media España.

14. Castilla-La Mancha y sus raíces; El otro arte de Castilla-La Mancha; la patrocinada por Caja Castilla-La Mancha: Castilla-La Mancha. Memoria y modernidad.

15. Por ejemplo: El Paso, López Torres, Canogar, López Villaseñor, Benjamín Palencia, Gregorio Prieto…

16. Como los de Valdepeñas, Caja Castilla-La Mancha, los premios de Castilla-La Mancha o el de Jóvenes Artistas.

17. Como los programas A plena luz en Almagro, Cuenca o Toledo.

18. Como en Alcaraz, Belmonte, Molina de Aragón, Moya, Ocaña, Toledo y Villanueva de los Infantes y una expresa de restauración de bienes muebles con sede en Toledo.

nos referimos a principios como el de

igualdad y el de solidaridad, de respeto a

todos los ciudadanos al margen del lugar

donde residen.

05CLARIDAD23.indd 73 20/06/12 13:42

Page 13: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

74

diante la realización de inversiones directas

financiadas completamente o en parte por

la Junta de Comunidades en colaboración

con el Estado o los Ayuntamientos. Se trata-

ría de una amplia lista de castillos, iglesias,

palacios, molinos, monasterios, conventos,

oratorios, yacimientos o programas integra-

les como el Románico de Guadalaja-

ra, el de arquitectura defensiva o el

de arte rupestre (Palomero Plaza,

2011). Muchas de estas obras vi-

nieron a solucionar los problemas

ocasionados por restauraciones

anteriores o a reparar el abandono

institucional de otras épocas ponien-

do en valor estos monumentos. También su-

puso un auténtico revulsivo la creación del

Centro de Restauración de Bienes Muebles

de Castilla-La Mancha que, a través de las

campañas denominadas “Herencia Recibi-

da”, restauraría con criterios científicos y

profesionales pinturas, esculturas, arteso-

nados, vestigios arqueológicos y documen-

tos gráficos (Centro de Conservación y Res-

tauración de Castilla-La Mancha, 2011).

Igualmente, la política de restauración de

bienes inmuebles y muebles del Estado ha

sufrido una importante transformación a

lo largo de estos años. Las primeras inter-

venciones, realizadas directamente dentro

de una programación sujeta al socaire de

decisiones coyunturales o esporádicas,

fueron sustituidas por actuaciones integra-

das en grandes planes nacionales financia-

dos en parte por el 1% cultural19.

Los consorcios creados en Cuenca y Tole-

do –de los que forman parte el Estado, la

Junta de Comunidades, las Diputaciones

Provinciales y los Ayuntamientos correspon-

dientes– han supuesto una gran solución

para la difícil conservación de las dos ciu-

dades patrimonio mundial de la Región20.

Su incidencia en el entramado urbano de

los dos cascos históricos, restaurando y

rehabilitando tanto bienes públicos como

privados, su política de concesión de ayu-

das y la puesta en valor de los elementos

culturales más significativos, promueven un

nuevo concepto de ciudad más adecuado a

las necesidades de sus habitantes, poten-

cian el empleo especializado –arquitectos,

restauradores y arqueólogos– y facilitan el

desarrollo económico y turístico. Toledo y

Cuenca son dos enclaves que los poderes

públicos han cuidado con especial mimo.

Hasta ministerios tan diferentes como De-

fensa, Interior o Vivienda han actuado algu-

na vez para restaurar alguno de sus inmue-

bles21. La misma Universidad de Castilla-La

Mancha también se ha significado en la re-

habilitación de alguno de los conjuntos his-

tóricos más singulares como la Fábrica de

Armas de Toledo (Peris Sánchez, 2003). Al

igual que el Gobierno Regional, con la cons-

trucción de una serie de edificios emble-

máticos como la Biblioteca Regional en el

Alcázar de Toledo, el Museo de las Ciencias

en Cuenca o el moderno Archivo de Castilla-

La Mancha. En los tres puede identificarse

un proyecto cultural de identidad regional

mediante una propuesta en que se conjuga

un continente diseñado por arquitectos de

prestigio22 y un contenido que abarca valo-

res propios y únicos de la Comunidad.

Las infraestructuras y equipamien-

tos culturales han sido el eje básico

de la política regional en los muni-

cipios de Castilla-La Mancha. Las

casas de cultura se convirtieron en

el “santo y seña” de la identidad de

la política cultural en los pequeños

municipios. El modelo de espacio

comunitario en donde las personas podían

intercambiar experiencias, promover el or-

gullo de su pasado, asistir a eventos y ac-

tividades antes vedadas y obtener informa-

ción y ocio a través de la lectura. Centros

que combinaban pequeños auditorios, una

biblioteca y espacios de reunión y exposi-

ción. La gran apuesta autonómica no solo

consistió en construir infraestructuras y

dotarlas de equipamiento, de subvencionar

salas de butacas, comprar mesas y estan-

terías o adquirir sistemas de iluminación

para exposiciones, sino de crear las herra-

mientas necesarias para que fueran autén-

ticas dinamizadoras de la sociedad. Esta

es la causa de la creación de la Red de

Teatros y Auditorios, de la Red de Bibliote-

cas Públicas de Castilla-La Mancha y de la

Red de Parques Arqueológicos. Todas ellas

funcionando de acuerdo a los principios de

coparticipación y de corresponsabilidad

entre la Comunidad y las Administraciones

Locales, las cuales financiaban una parte

de la inversión y participaban en su gestión.

19. Se han iniciado restauraciones sistemáticas en las cinco catedrales de la Región, en las murallas de Atienza, Toledo y Moya, en los castillos de Embid, Garci-muñoz, Torralba y en la Torre de Ribas de Saelices. Véase: Instituto del Patrimonio Cultural de España, Planes Nacionales. http://ipce.mcu.es/conservacion/planesnacionales.html.

20. Actuaciones en http://www.consorciotoledo.com/mcomunicacion/memoria.asp y http://ayuntamiento.cuenca.es/portal/lang__es-ES/tabid__9157/de-fault.aspx.

21. Museo del Alcázar; San Pedro Mártir; Palacio de Don Fernando de la Cerda.

22. José María Pérez González “Peridis”; Salvador Pérez Arroyo; Guillermo Vázquez Consuegra.

Las infraestructuras y equipamientos

culturales han sido el eje básico de la po-

lítica regional en los municipios de casti-

lla-La Mancha.

05CLARIDAD23.indd 74 20/06/12 13:42

Page 14: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

75

La Red de Teatros supuso en un momento

determinado la existencia de unas 2.000

producciones de teatro, danza, música y

variedades, circulando durante las tem-

poradas de otoño y primavera, repartidas

entre casi 250 localidades23. El impacto

de esta actividad no puede ser valorado

simplemente desde una visión netamen-

te economicista, sino que es preciso re-

conocerle una serie de valores añadidos.

Nunca podremos ser conscientes del todo

del profundo cambio de mentalidad

que supuso la universalización de

estas representaciones entre los

habitantes de las localidades a las

que históricamente se les había de-

negado ese tipo de ocio personal,

circunscrito antiguamente a las

grandes ciudades. Tampoco sabemos eva-

luar con indicadores fiables lo que supuso

la estabilidad de la Red para la profesionali-

zación de los actores, músicos, bailarines,

tramoyistas, escenógrafos, coreógrafos y

autores participantes en la misma, con la

consiguiente mejora en la calidad de las ar-

tes escénicas españolas. Ahora, que tan-

tos tienen en la boca lo de una nueva ges-

tión económica público-privada, sabremos

reconocer que su funcionamiento supuso

el desarrollo de un tejido empresarial que

conllevó la formación de compañías artísti-

cas estables en la Región.

Por otra parte, las 562 bibliotecas fijas y

los 10 bibliobuses existentes en 2010, y

que daban cobertura al 99,70% de los ha-

bitantes de la Región, reflejaban el cambio

social ocurrido en los municipios24. Presta-

ban una serie de servicios que no solo se li-

mitaban a fomentar la lectura, sino que sus

bibliotecarios actuaban como auténticos, y

a veces únicos, agentes socioculturales.

Sin duda, las bibliotecas han ayudado a

modificar los comportamientos sociales de

nuestros ciudadanos. Junto con la univer-

salización de la educación, han conseguido

que nuestra Región tenga los índices más

altos de lectura en el ámbito rural y entre

los menores de 14 años25. Las campañas

de animación a la lectura han promovido

que sea el segundo servicio público más

utilizado por los castellano-manchegos des-

pués de la sanidad, y el que con más socios

cuenta, más de 600.000. Y al igual que la

Red de Teatro, su financiación ha ayudado

a mejorar las circunstancias económicas

de libreros y editores de la Región.

Treinta años antes nadie podría imaginar

el número de yacimientos que son excava-

dos de forma sistemática, año tras año,

o que han sido puestos en valor para su

visita y disfrute por parte de los ciuda-

danos26. Aún más interesante resulta la

puesta en funcionamiento de los Parques

Arqueológicos de la Región27. Estas insti-

tuciones culturales tienen como finalidad

la dinamización económica de zonas depri-

midas mediante la gestión integral de un

yacimiento singular. La construcción de

centros de interpretación, conjugando la

difusión cultural y turística, la protección

medioambiental y paisajista del territorio

circundante y la creación de empleo esta-

ble para la conservación, mantenimiento y

utilización del mismo, son algunas de sus

características más señaladas.

Por supuesto durante esta etapa

han quedado asignaturas pendien-

tes de mejora: La Red de Yacimien-

tos todavía no ha alcanzado los

niveles de investigación científica

que a todos nos gustaría, ni todas

las perspectivas de desarrollo eco-

nómico que preveíamos; la rehabilitación

del patrimonio carece de una planificación

adecuada y de unos presupuestos suficien-

tes; todavía el servicio bibliotecario no llega

al 100% de los habitantes de la Región;

y la crisis económica nos demuestra que

una de las debilidades de las empresas

culturales, de las compañías de teatro o

de las editoriales es su fuerte dependencia

de los proyectos y ayudas públicas. Para

el futuro queda una de las tareas inconclu-

sas: la renovación y restructuración de los

museos, cuya situación actual deja mucho

que desear. Y, por supuesto, aprovechar

nuestra situación geográfica, nuestras co-

municaciones y nuestras infraestructuras

para fomentar la instalación de industrias

culturales relacionadas con las tecnologías

y con la producción audiovisual.

23. Información sobre gestores y compañías en http://sacm.jccm.es/gestionteatro/portal_red/asp/index.html.

24. Estadísticas en http://sacm.jccm.es/gestionteatro/portal_red/asp/index.html.

25. Estudio de hábitos de la lectura en Castilla-La Mancha 2009: http://ccta.jccm.es/pv_obj_cache/pv_obj_id_328B340A679AC56630C8ABA61F8BDF7134FF3400/filename/informeHabitos_09.pdf.

26. Por citar algunos destacados: yacimientos de fósiles, como los de Lo Hueco y las Hoyas; prehistóricos, como Cueva de los Casares o La Higueruela; prerro-manos, como el Cerro de las Cabezas, Libisosa, El Cermeño, Los Canónigos, o Motilla del Azuer; romanos, como Valeria, Ercávica, La Bienvenida o Noheda; visigodos e islámicos, como Vega Baja y Vascos. Información en http://www.patrimoniohistoricoclm.es/.

27. Cuatro son los Parques funcionando a pleno rendimiento: Alarcos, Carranque, Recópolis y Segóbriga; y todavía estamos a la espera que el actual Gobierno se plegue a inaugurar el del Tolmo de Minateda cuyas infraestructuras ya se terminaron hace un año.

Las bibliotecas han ayudado a modificar

los comportamientos sociales de nues-

tros ciudadanos.

05CLARIDAD23.indd 75 20/06/12 13:42

Page 15: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

76

La tecnología también ha servido para

promover el conocimiento del contenido

de estos centros entre un mayor número

de personas que jamás los visitarán.

La situación de partida de los archivos

de la Región, al inicio del proceso auto-

nómico, sí que podemos considerarla

desoladora (Martínez García, 2002). La

inexistencia de capital humano suficiente,

salvo honrosas excepciones que se pue-

den cuantificar con los dedos de la mano,

la pésima situación de los archivos de las

entidades locales y las deficientes insta-

laciones y equipamientos, son circuns-

tancias que nos ayudan a comprender

el gran retraso de esta Comunidad en

poner en marcha una política archivística

adecuada. Hoy la situación ha variado de

manera significativa; la construcción del

Archivo de Castilla-La Mancha, el impul-

so a los municipales, las políticas de las

Diputaciones Provinciales o la legislación

son ejemplo de ello.

En el ámbito de la Cultura, los Ar-

chivos Históricos Provinciales de

Castilla-La Mancha han esperado

a esta legislatura para poder dar

un salto cuantitativo y cualitativo

que les permitiera paliar las defi-

ciencias tecnológicas existentes. En el

2008 se inició un proyecto específico

denominado “Archivos Históricos Pro-

vinciales en Red” mediante la puesta en

entorno Web, en un único sistema, de

más de 800.000 registros accesibles a

los ciudadanos, pertenecientes a las nu-

merosas y muy distintas bases de datos

de los cinco Provinciales (Mas González,

2011:52).

La preocupación de la Junta de Comunida-

des por la adquisición, conservación y difu-

sión del patrimonio fotográfico28 tiene mu-

cho que ver con la expresión que a través

de las imágenes se puede percibir del pasa-

do de las gentes y del territorio castellano-

manchego. En Castilla-La Mancha resultaba

más coherente con el concepto de Región

la búsqueda de representaciones de la vida

cotidiana de las personas en vez de re-

crearla mediante hechos históricos singula-

res, políticos o culturales. En el año 2007

se inició un ambicioso proyecto de restau-

ración, digitalización y difusión universal de

estos fondos fotográficos, con el objetivo

de crear un repositorio digital al que fuera

posible acceder fácilmente a través de la

página Web (Mas González, 2011:54).

La tecnología también ha servido para

promover el conocimiento del contenido

de estos centros entre un mayor número

de personas que jamás los visitarán. Las

“Exposiciones virtuales” nos han permitido,

aprovechando efemérides, conmemoracio-

nes o con mero afán didáctico, mostrar

de forma simple y accesible los importan-

tes recursos patrimoniales existentes en

los archivos de la Región29. La capacidad

de asombro de todo aquello que podemos

hallar en un archivo no dejó de aumentar

cuando en los años 2009 y 2010 se ce-

lebrarían en Cuenca, Guadalajara y Toledo

tres conciertos con el título “La Armonía

Trovada”30. El colofón a este proyecto fue

la edición de un CD con una selección de

los fragmentos musicales más interesan-

tes (Junta de Comunidades, 2011).

concLusión

Hace mucho tiempo que una gran parte de

los españoles prefirieron dejar las “cosas

de la política” en manos de una casta espe-

cial. Una manera cómoda de liberarse de

cualquier responsabilidad sobre la acción

pública, obviando la necesidad de tener

que tomar algún tipo de decisión

más allá del legítimo ejercicio del

voto en las urnas. Este sistema tan

laso de intervenir en democracia ha

favorecido el desarrollo de actitudes

escasamente solidarias, el fomento

de un individualismo feroz dentro de

nuestra sociedad y la extensión de

posturas claramente indefinidas hacia la

corrupción o al bloqueo de las institucio-

nes democráticas. A cambio, el ciudadano

culpabiliza de todo lo que ocurre en su en-

torno a la clase política sin discernir entre

sectores, partidos e ideologías, como si

todos fueran iguales, si no de continen-

te al menos de contenido. Sin embargo,

los políticos son parte de la sociedad de

la que emanan, participan de las mismas

28. A la adquisición de fondos fotográficos, como el de Rodríguez en Toledo o Escobar de Albacete depositados en el AHP de Toledo, hay que añadir las fotografías del archivo de las Brigadas Internacionales y las de Juan Collado, sitos en Albacete, las de Vázquez Úbeda en Ciudad Real, las del fotógrafo Goñi en Guadalajara y las procedentes de los programas “digitalización del patrimonio documental” y “Los legados de la tierra” en colaboración con las entidades locales y con los particulares.

29. Desde el año 2009 se han publicado en la página Web de la Junta exposiciones tan diversas como: el 50 aniversario del triunfo de Bahamontes en el Tour de Francia; el X aniversario de la puesta en funcionamiento del programa de los Legados de la Tierra; el 75 aniversario del Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real; “Marañón en Toledo”, con motivo del 50 aniversario de su muerte; 1610. “Los moriscos en Castilla-La Mancha: convivencia y conflicto”; “Nos lo daban todo… y nada nos pedían: Las Brigadas Internacionales en el Archivo Histórico Provincial de Albacete”; “Enamorarse en Castilla-La Mancha”, con motivo del día de San Valentín; “Fotografía en femenino. Mujer y trabajo en Castilla-La Mancha (1900-1979)”, con motivo del día Internacional de la Mujer; “Un paseo por la Edad Media”, con motivo del día Internacional de los Archivos; “Globos y dirigibles en Guadalajara (1896-1936); y el “Pictorialismo”. Información en http://ccta.jccm.es/dglab/Cliente?id_aplic=66&seccion=Archivos&cp=4_1.

30. Interpretada por el grupo Schola Antiqua se trataba de música medieval inédita de los siglos xii y xii hallada en las guardas de pergamino de algunos protocolos depositados en los AHP de Cuenca, Guadalajara y Toledo.

05CLARIDAD23.indd 76 20/06/12 13:42

Page 16: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

77

05CLARIDAD23.indd 77 20/06/12 13:42

Page 17: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

78

contradicciones que el resto de los colecti-

vos, pero individualmente ni son iguales, ni

piensan de la misma forma, ni la mayoría

es deshonesta, ni son un conjunto de ig-

norantes e incapaces. Aparentemente la

corrupción es una de las grandes lacras

que atenazan a nuestros gobiernos, pero

ni ésta ni, por ejemplo, el maltrato a la mu-

jer, son acciones habituales en el conjunto

de la sociedad española. Sin embargo, en

mayor o menor medida, su existencia es

muy real. Ambas no se erradican simple-

mente con normas legales, sino con una

radical transformación de índole educativa

y cultural que nos haga considerarlas unas

lacras sociales inasumibles. No debemos

olvidarnos que, además, en la corrupción

es necesaria la intervención de varias per-

sonas, y la aquiescencia de muchas

más, pues no solo puede corrom-

per el político, sino que también él

puede serlo (Gil Villa, 2008). Como

tampoco la corrupción significa lo

mismo para un juez que para un

ciudadano; mucho más proclive

éste a ser condescendiente con la

actuación de ciertos políticos, puesto que

algunos de sus comportamientos no se

diferencian en demasía a determinadas

actitudes privadas a las que difícilmente

podríamos darles el epíteto de cívicas.

Esto explicaría por qué a los españoles les

preocupa mucho más la política en gene-

ral que la corrupción en particular (Wert,

2011:84).

Esta disociación entre lo que aparente-

mente es político y lo que no lo es, ha

dado lugar a un curioso “mazdeísmo”

mental sobre las profesiones buenas o

malas según su proximidad o lejanía a

la acción política. De ahí, la alta consi-

deración que tienen los españoles hacia

sectores tan indefinidos como los cientí-

ficos o aparentemente tan lejanos a las

decisiones políticas como los médicos, la

universidad, la policía, los intelectuales,

las ONG’s o los militares. Por el contrario,

todos los oficios supuestamente contami-

nados por aquélla, desde los medios a los

obispos, pasando por jueces y fiscales,

son inexorablemente anatemizados por la

opinión pública (Wert, 2012:90).

Esto explicaría la pésima percepción que

tienen los ciudadanos de los gobiernos re-

gionales y el descenso en su estima de las

bondades del sistema autonómico, acusa-

do éste de ahondar en las diferencias te-

rritoriales, de promover la desmembración

de España y de aumentar el gasto público

(Centro de Investigaciones Sociológicas,

2010). Precisamente, la crítica al despilfa-

rro autonómico ha sido la bandera de de-

terminados sectores mediáticos, utilizada

como fórmula magistral para debilitar al

anterior Gobierno nacional, a los partidos

nacionalistas y regionalistas y a los Gobier-

nos autonómicos en manos de la oposi-

ción. Un medio para depreciar determina-

dos valores constitucionales, inherentes a

la configuración del sistema democrático

español, poniendo en duda las bondades

de nuestro gobierno cuasi federal, así

como las organizaciones políticas e institu-

cionales que lo sostienen. El ejemplo más

claro lo hallamos en Castilla-La Mancha

en donde se pone en cuestión la honora-

bilidad de las políticas anteriores, se niega

la eficacia de determinadas instituciones,

suprimiéndolas o desnaturalizándolas, y se

estigmatiza la competitividad del sector pú-

blico minusvalorando la función pública, au-

mentando indiscriminadamente su horario

de trabajo, disminuyendo progresivamente

su sueldo y privatizando parte de los servi-

cios que prestaba.

Incluso la política cultural es puesta bajo

sospecha, no ya por sus debilidades, que

las tiene, sino por su carácter preferen-

temente público. Por mucho que se em-

peñen los pregoneros de las bondades de

la gestión privada, en un territorio con las

características socioeconómicas de Casti-

lla-La Mancha la inversión empresarial se

reduce a aquello que directamente

supone un beneficio mediato ya sea

económico, publicitario o en espe-

cie. O se privatiza un servicio cultu-

ral con posibilidades de obtener un

buen rédito económico (pocos hay),

o se participa en conmemoraciones

de gran prosapia (reducidas a las

capitales y grandes urbes), o se obtiene

cierta ductilidad en la normativa (con lo

que esto presupone). ¿En el resto del terri-

torio? pues, o hay inversión pública o hay

industrias que nadie quiere.

Esta es la causa del gasto de y en nuestra

Comunidad, la consecuencia directa del

tan vilipendiado déficit autonómico. Esta

es la auténtica “Herencia Recibida” en la

Región, la que es producto de la inversión

social sujeta a los principios de igualdad

y solidaridad. La que proclamaba que en

Castilla-La Mancha nadie podía obtener

una prestación de peor calidad en razón

del lugar en donde reside. Si esto es des-

pilfarro: bienvenido sea.

La política cultural es puesta bajo sospe-

cha, no ya por sus debilidades, que las

tiene, sino por su carácter preferente-

mente público.

05CLARIDAD23.indd 78 20/06/12 13:42

Page 18: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

79

Bouzada Fernández, xan: “Los espacios del consumo cultural colecti-

vo”, Reis. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, nº 96

(2001), pp. 51-70.

Cadarso VeCina, M.ª ViCtoria et alii: Historia del Arte en Castilla-La

Mancha en el siglo xx. 2 vol., Toledo: Junta de Comunidades,

2003.

Centro de restauraCión y ConserVaCión de Castilla-la ManCha: Herencia

Recibida. 2004-2010. Toledo: Junta de Comunidades de Castilla-

La Mancha, 2011.

Centro de inVestigaCiones soCiológiCas: “Ética y corrupción”, Estudio nº

2826 (17-dic.-2009), http://www.cis.es/cis/opencm/ES/2_

bancodatos/estudios/ver.jsp?estudio=10684.

Centro de inVestigaCiones soCiológiCas: “Barómetro autonómico (II)”,

Estudio nº 2829 (23-ene.-2010), http://www.cis.es/cis/

opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=10442&cu

estionario=12096.

Centro de inVestigaCiones soCiológiCas: “Opinión pública y política fis-

cal”, Estudio nº 2910 (11-jul.-2011), http://www.cis.es/cis/

opencm/ES/2_bancodatos/estudios/ver.jsp?estudio=12004&c

uestionario=14178&muestra=19599.

Consejería de eduCaCión, Cultura y deportes: “Marcial Marín: Hare-

mos más Cultura y menos despilfarro”, Notas de prensa (17-10-

2011), http:/www.jccm.es/web/es/CastillaLaMancha/index/

notaPrensa1212714815385np/1193043084902.html.

Consejería de eduCaCión, Cultura y deportes: “Cultura inicia contac-

tos con empresas privadas para que colaboren en grandes

proyectos culturales”, Notas de prensa (6-01-2012), http://

www.jccm.es/web/es/CastillaLaMancha/index/notaPren-

sa1212717263143np/1193041222825.html.

Cornejo Valle, MóniCa: “Nostalgia culturalista y modernidad tardía.

Persiguiendo la cultura en Castilla-La Mancha”, Gazeta de Antro-

pología, nº 27 (2011).

garCía díez, Miguel ángel: “Presupuestos de las Comunidades Autóno-

mas 2009 y deuda en circulación en 2008”, Doc. nº 16/09, Ins-

tituto de Estudios Fiscales (2009), http://www.ief.es/documen-

tos/recursos/publicaciones/documentos_trabajo/2009_16.

pdf.

gil Villa, Fernando: La cultura de la corrupción. Madrid: Maia Edi-

ciones, 2008.

gonzález Calero, alFonso (Coordinador): Cultura en Castilla-La Man-

cha en el siglo xx. Ciudad Real: Almud, 2007.

gonzález CasarruBios, ConsolaCión [Coordinadora]: Las fiestas popula-

res de Castilla-La Mancha: rituales destacados. Toledo: Servicio

de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Man-

cha, 2004.

Junta de CoMunidades de Castilla-la ManCha (2011): La Armonía Tro-

vada. Música recuperada en los Archivos de Castilla-La Mancha

(CD-ROM).

Martínez garCía, luis: “Archivos y políticas públicas en Castilla-La

Mancha. ¿Quo vadis?”, Revista d’Arxius. Informació i arxiu a

l’administració pública, nº 1 (2002), pp. 169-201.

Mas gonzález, Carlos: “Abriendo caminos digitales. Los Archivos de

Castilla-La Mancha y su incorporación a la red mundial”, Anaquel.

Boletín de Archivos y Bibliotecas de Castilla-La Mancha, nº 50

(2011), pp. 51-55.

Ministerio de Cultura: Cuenta Satélite de la Cultura en España. Avance

de resultados 2000-2009. Madrid: Secretaría General Técnica,

2011, http://www.mcu.es/estadisticas/MC/CSCE/index.html.

Ministerio de haCienda y adMinistraCiones púBliCas: “Las Administracio-

nes Públicas arrojan un déficit del 8,51% del PIB en 2011”, No-

tas de prensa (2012), http://www.minhap.gob.es/es/Prensa/

En%20Portada/2012/Paginas/Deficit_2011.aspx.

Morán CalVo-sotelo, María luz: “La cultura política y la interpretación

de las transiciones a la democracia. (Notas sobre el caso espa-

ñol)”, Política y Sociedad, nº 120 (1995), pp. 97-111.

naVarro, ViCenç [Coordinador]: El Estado del Bienestar en España.

Universidad Menéndez Pelayo de Barcelona (2004), http://sid.

usal.es/libros/discapacidad/6750/8-4-2/el-estado-de-bienes-

tar-en-espana.aspx.

bibLioGrafía

05CLARIDAD23.indd 79 20/06/12 13:42

Page 19: Cultura - UGTportal.ugt.org/claridad/numero23/p62.pdf · 2012-06-29 · Hasta la universalización y gratuidad de la sanidad es puesta en duda por algunos voceros que ponen a los

80

paloMero plaza, santiago y Vázquez gonzález, alFonso [Coordinadores]:

Guía de patrimonio cultural de Castilla-La Mancha. 3 vol., Toledo:

Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-

La Mancha, 2011.

peris sánChez, diego [Coordinador]: Castilla-La Mancha. Nuestro Pa-

trimonio. Toledo: Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha,

Servicio de Publicaciones, 1995.

peris sánChez, diego et alii: Dos siglos en construcción: de fábrica de

armas a campus universitario. Madrid: Grupo San José, 2003.

– La modificación de la ciudad: restauración monumental en Toledo,

siglos xix y xx. Toledo: Junta de Comunidades de Castilla-La Man-

cha, Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía de Castilla-La

Mancha, 2009.

prodan, gianna: “Artes plásticas y política cultural”, Añil, nº 15

(1998), pp. 29-30.

requena gallego, Manuel [Coordinador]: Castilla-La Mancha en el

Franquismo. Ciudad Real: Manifesta, 2003.

riVero serrano, josé: Arquitectura del siglo xx en Castilla-La Mancha.

Ciudad Real: Manifesta, 2003.

sanChís, niCasio et alii: “Situación cultural en Castilla-La Mancha”,

Almud. Revista de Estudios de Castilla-La Mancha, nº 7-8 (1983),

pp. 5-47.

sanz gaMo, ruBí: “Historia de la investigación arqueológica en Cas-

tilla-La Mancha” Actas de las II Jornadas de Arqueología en Cas-

tilla-La Mancha, vol. 1, Albacete: Diputación Provincial de Toledo,

Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 2010, pp. 19-54.

seVilla segura, jordi: Para desbloquear España. Madrid: Editorial Pa-

sos Perdidos, 2011.

tránChez Martín, josé Manuel; herrero alCalde, ana y garCía díaz, Mi-

guel ángel: “El sistema de financiación de las Comunidades Autó-

nomas aprobado en 2011: un diagnóstico de sus principales pro-

blemas”, Presupuesto y Gasto Público, 55 (2009), pp. 77-101.

Wert, josé ignaCio: Los españoles ante el cambio. Madrid: FAES.

Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, 2012. n

05CLARIDAD23.indd 80 20/06/12 13:42