cuadernos de trabajo n° 1/ 2011 · producción y difusión intelectual, generada a partir de los...

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1 CUADERNOS DE TRABAJO N° 1/ 2011 MAGÍSTER EN DESARROLLO COGNITIVO FACULTAD DE EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES

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CUADERNOS DE TRABAJO N° 1/ 2011

MAGÍSTER EN DESARROLLO COGNITIVO FACULTAD DE EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES

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CUADERNOS DE TRABAJO N°1/2011 MAGISTER EN DESARROLLO COGNITIVO FACULTAD DE EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES <www.cdc.udp.cl> Fono (56 2) 676 8760 Fax (56 2) 676 8518 Grajales 1746 Código Postal 8370067 Santiago de Chile

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información sin la expresa autorización del Magíster en Desarrollo

Cognitivo. Cada artículo publicado es responsabilidad de su autor y

no refleja, necesariamente, la opinión del Magíster en Desarrollo

Cognitivo ni de la Facultad de Educación, UDP.

3

CUADERNOS DE TRABAJO N° 1/ 2011

INDICE

PRESENTACIÓN

Cecilia Assael / Natalia Salas …………………………………………………… 5

INTRODUCCIÓN

Alberto Labarrere………………………………………………………………….. 6

Incursiones Teóricas

AUTOMEDIACIÓN EN EL USO DE LAS

TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN

Y LA COMUNICACIÓN (Georgina Vivanco) …………………………………….. 12

LA MEDIACIÓN EN LA FORMACIÓN

DE LA AFECTIVIDAD Y LA AUTORREGULACIÓN

DE LA CONDUCTA (Lucía Henny Koller)………………………………………… 23

LA INTERVENCIÓN DOCENTE DESDE

LA PERCEPCIÓN SOCIOCUTURAL DEL

ESTUDIANTE COMO CONSTRUCTOR DE

SUS PROCESOS DE APRENDIZAJE (Daniela Vidal Fuentes)…………………… 29

ROL DEL EDUCADOR EN EL FOMENTO

DE DESARROLLO EN EL NIÑO ESCOLAR

Y SU ACCIÓN EN LA ZONA DE DESARROLLO

PRÓXIMO (Felipe Vergara Rojas)………………………………………………….. 39

Incursiones de acción diagnóstica

LEV VYGOTSKI: UN PIONERO DE LA

EDUCACIÓN INCLUSIVA (Ignacio Figueroa Céspedes)………………………….. 51

BASES CONSTRUCTIVISTAS PARA LA

EVALUACIÓN FONOAUDIOLÓGICA DEL

LENGUAJE EN ESCOLARES DE 1º A 7º

BÁSICO (Claudia Figueroa León).……………………….………………………….. 63

DESARROLLO Y APRENDIZAJE EN NIÑOS

SORDOS: BREVE PERSPECTIVA TEÓRICA

PARA UNA EXTENSA CRISIS

HISTÓRICA (René Barra Aeloíza)………………………………………………….. 83

4

Dispositivos PROYECTO “LEYENDO CUENTOS

CLÁSICOS INFANTILES” (Paulette Ytier Aguayo)……………………………….. 97

PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO

DE FUNCIONES COGNITIVAS Y

HABILIDADES METACOGNITIVAS

(Valeska Ananias Gómez)………………………………..………………………….. 120

BATERÍA DE EVALUACIÓN DINÁMICA

INFORMAL DE ESCRITURA CREATIVA

(BEDIPRO 9.1) (Lucía Vásquez Neira)………………….………………………….. 138

DISPOSITIVO ORIENTADO AL

DESARROLLO DEL PENSAMIENTO

CRITICO- REFLEXIVO EN EL ESTUDIANTE

DE OCTAVO BASICO (Juanita Ojeda y Loreto León)….………………………….. 147

5

PRESENTACIÓN

Desde el Magíster en Desarrollo Cognitivo buscamos generar espacios de discusión teórica-

empírica, en torno a la temática del Desarrollo Cognitivo, desde todas las aristas propuestas

en los diferentes módulos que se imparten en la malla curricular. Para ello, se promueve la

producción y difusión intelectual, generada a partir de los trabajos y evaluaciones de los

distintos módulos, con el objeto de aumentar los conocimientos en las áreas del Desarrollo

Cognitivo y generando espacios de discusión en torno a la temática de la Cognición

humana.

El módulo “LAS CONCEPCIONES DE PIAGET Y VIGOTSKY SOBRE EL

DESARROLLO DEL PENSAMIENTO Y SUS IMPLICANCIAS PARA LA PRÁCTICA

EDUCATIVA”, dictado por el Dr. Alberto Labarrere, tiene como objetivo general construir

una representación actualizada y a profundidad de las contribuciones de Jean Piaget y Lev.

S. Vigotsky en torno al desarrollo cognitivo. Así como, promover el replanteo del debate

acerca de los puntos de vista de estos dos grandes exponentes de la psicología, analizarlos

desde una perspectiva crítica, que pretende recorrer desde las fuentes de sus pensamientos

hasta las repercusiones que estos tienen para el quehacer pedagógico formativo.

Este modulo centra su atención en los modos en que ambos científicos concibieron y

abordaron la problemática del desarrollo, los presupuestos epistemológicos, la metodología,

las categorías y conceptos principales que elaboraron, como vía para describir y explicar el

desarrollo cognitivo. Dentro del mismo, un momento relevante del módulo se centra en

extraer las implicaciones para el desarrollo del pensamiento de los estudiantes,

planteándose los “encuentros y desencuentros” en las concepciones de ambos pensadores;

las limitaciones y los aportes factibles de identificar en la época en que ellos elaboraron sus

aproximaciones y los que pueden señalarse desde la contemporaneidad. Se aborda el

legado de Piaget y Vigotsky para la acción educativa que pretende fomentar el desarrollo en

los estudiantes, desde la perspectiva del “Aprendizaje para el desarrollo” y “los procesos

de intermediación” elaborada por el profesor del curso, e igualmente desde los

requerimientos de una aproximación sustentada en la epistemología de la complejidad.

Desde esta propuesta, el modulo promueve la creación de una evaluación constructiva que

se ve plasmada en estos cuadernos de trabajo. Esperamos con ello contribuir a la discusión

y difusión de conocimiento, desde lo que se hace en la sala de clase, y desde una

perspectiva socio cultural particular.

Cecilia Assael y Natalia Salas

Magíster Desarrollo Cognitivo

Abril, 2011

6

INTRODUCCIÓN

Desde hace tiempo soy partidario de que los cursos, talleres, etc. conducentes al grado de

Magíster, deberían concluir con ejercicios evaluativos que dieran lugar a trabajos con la

suficiente calidad como para ser publicados; es decir dados a conocer como parte del

proceso de producción y gestión de conocimientos científicos en las diversas disciplinas

objetos de atención. Desde esta perspectiva, la evaluación no es un mero ejercicio

académico, sino sobre todo un acto que continúa y une el aprendizaje y la preparación para

el desempeño profesional. Atrás deben ir quedando los ejercicios evaluativos, para la

formación de postgrado, que sirvan sólo al otorgamiento de una nota, lo cual posibilita,

además, que al concluir el proceso de aprendizaje, los y las estudiantes “se puedan llevar

algo bajo el brazo”; ese algo es precisamente, la creación individual o colectiva que se da o

que ellos mismos dan a conocer.

En esta obra se agrupan trabajos finales del curso “Las concepciones de Piaget y Vigotsky

sobre el desarrollo del pensamiento y sus implicancias para la práctica educativa” el cual

he venido impartiendo durante varios años en mi labor como profesor del Magíster en

Desarrollo Cognitivo” de la Universidad Diego Portales. En esta oportunidad, se observan

trabajos desde la primera hasta la quinta versión del magíster.

No es posible resumir en breves líneas la carga teórica y las repercusiones prácticas que

ellos contienen. Quiero por tanto referirme a los mismos no tanto individualmente como

aludiendo al significado de su conjunto. Debo decir, inmediatamente, que la selección no ha

sido fácil debido a la alta calidad de las producciones realizadas por cada uno(a) de los y las

estudiantes del curso; cualquiera de ellas podría haberse publicado y únicamente razones de

espacio han necesaria la selección, y originando que hayan quedado excluidos trabajos que

bien podrían formar parte de la obra dada a conocer.

Debe quedar claro, de que por la manera de trabajar en el curso todos, los que son

publicados y los otros, que tal vez en otra oportunidad vean la luz, no son tan sólo obras

individuales, sino que en ellas hay depositada buena carga del conocimiento y la

inteligencia de todos los estudiantes quienes siempre interactuaron muy productivamente:

criticando, sugiriendo enfoques, destacando fortalezas y debilidades en las ideas y

razonamientos. Hay, por tanto, una profunda imbricación de ideas, todas las mentes y

esfuerzos se mancomunaron para hacer que esta obra sea de todos.

Igualmente hay que resaltar que lo dicho vale no sólo para la actual versión; es menester

enfatizar que cada generación de estudiantes ha producido trabajos finales de alta calidad y

con méritos suficientes para su divulgación; no obstante eso no ha sido posible en todos los

casos por razones obvias.

7

Para esta publicación, los aportes han sido agrupados, como resulta evidente, en tres

secciones. La primera corresponde a las incursiones que pudieran denominarse más de

corte teórico; la segunda son trabajos dedicados fundamentalmente a la problemática del

enfoque y tratamiento de las dificultades en el aprendizaje, las denominadas Necesidades

Especiales , o Específicas, y la tercera a trabajos que contienen lo que denominamos como

dispositivos para el desarrollo. Esta expresión se desliza aquí y allá y quiero decir dos

palabras al respecto. Confieso que inicialmente el término se utilizó de una manera algo

“ingenua” para referir a cierto “objeto” que se manipula con algún sentido u objetivo, en

este caso producir transformaciones de fondo en estudiantes, profesores, contextos de

acción pedagógica, etc.. No lo empleé con toda la carga epistemológica, axiológica e

ideológica que sugiere, por ejemplo, el pensamiento de Foucault y de otros que se han

ocupado a profundidad del tópico; esta es una deuda que es necesario saldar y debe tenerse

en cuenta durante la lectura.

Ahora específicamente respecto a la agrupación de artículos en la publicación, la primera

de ellas intenta captar, teóricamente, el impacto y trascendencia de algunas de las

propuestas de Piaget y Vigotsky. Así, el aporte de G. Vivanco, situándose en un enfoque

desde la complejidad, hace una incursión sumamente interesante, actualizada y potente en

la teoría de R. Feuerstein. Ofrece un marco teórico epistemológico para analizar las ideas

de de Feuerstein y, sobre todo, para orquestar la acción educativa en la actualidad,

ofreciendo pautas sumamente productivas para el pensamiento y la acción educativa.

Aparece un tratamiento sumamente atractivo que incorpora el enfoque inter y y

transdisciplinar como eje para procesos de mediación, intermediación y transmedición. El

trabajo que incorpora Vivanco, nos señala una manera de pensamiento que se está abriendo

paso en las dimensiones teórica, epistemológica y metodológica.

En este sentido el trabajo de F. Vergara, por su parte es un análisis de las ideas de Piaget y

Vigotsky en torno al desarrollo de los estudiantes y el rol del profesor (el maestro), analiza

ambas concepciones y, ciertamente, con alguna inclinación hacia el pensamiento del

segundo autor, al posicionarse desde la zona de desarrollo próximo (ZDP), desliza puntos

de vista muy interesante y sumamente actuales, que evocan la metodología necesaria para

producir desarrollo en los estudiantes.

Otro de los trabajos incluidos en esta sección (L. Henny) aborda el tópico de la afectividad

y la formación de la autorregulación en los estudiantes; ambas afectividad y

autorregulación constituyen aspectos que suelen ser muy dejados en segundo plano en el

curso de la acción docente; sobre todo la segunda, que suele ser invocada más bien

retóricamente; pero que pocas veces es objeto específico y directo de la acción pedagógico

didáctica. Superando esta limitación el aporte de Henny es un importante aporte a la

actividad pedagógica.

Para completar las obras de esta sección, D. Vidal nos pone en presencia de la temática de

la acción del docente cuando esta toma en cuenta la perspectiva sociocultural en su

actuación en tanto que mediador de los aprendizajes y el desarrollo. Resalta aquí la

aproximación que hace a otros autores, como C. Coll y R. Feuerstein, quienes son

incorporados de manera muy inteligente y atractiva.

8

La segunda sección está compuesta por tres aproximaciones, las cuales refieren al

diagnóstico y tratamiento de lo que suele denominarse “discapacidad”. Puede considerarse

como una sección de “entrepaso” al combinar la aproximación teórica a la temática, con

interesantes insights en las formas y metodologías de tratamiento. El trabajo de I. Figueroa

aborda a Vigotsky como uno de los iniciadores de la perspectiva moderna del diagnóstico,

y recupera para la práctica las principales de sus ideas, que impactan no sólo por la

actualidad de sus aproximaciones sino también porque abren camino a la concepción actual

del déficit y su tratamiento. El trabajo resulta muy relevante en la medida que genera

marcos de orientación teórico metodológicos para la práctica.

De su lado, C. Figueroa, nos pone en presencia de una serie de ideas para la evaluación (y

tratamiento) en el terreno de la fonoaudiología del lenguaje en escolares. La creación de

estas bases como instrumento práctico conceptual en el tratamiento del lenguaje representa

un paso de avance para la atención de niños y jóvenes, considerando una detección

temprana y eficiente. Aquí la autora entrega bases de orientación que merecen ser

detenidamente estudiadas por su valor práctico-teórico.

Finalmente, R. Barra, con su aporte relativo al aprendizaje en niños sordos, nos devuelve a

la perspectiva teórico metodológica a partir de un recorrido por las concepciones al

respecto y pronunciándose por la necesidad de enfocar el aprendizaje de estos niños no sólo

como un hecho puramente instrumental, sino que debe estar fundamentalmente orientado al

desarrollo, para lo cual realiza una importante incursión en el desarrollo como finalidad

didáctico pedagógica, perspectiva que cruza transversalmente todos los trabajos y, que a su

vez fue asidero para el curso que les dio origen.

La tercera contiene documentos de producción creativa. No se trata de que la teoría haya

quedado sumergida, sino de que ella se expresa en metodologías, instrumentos y objetos

susceptibles de producir la reestructuración profunda de procesos, cualidades,

comportamientos, etc. que pudieran denominarse como expresiones o productos del

desarrollo. Al respecto es de resaltar de manera explícita el pensamiento de los autores

orientado a diseñar y, en algunos casos, implementar dispositivos creativos para el

desarrollo, sustentados en las perspectivas y orientaciones teóricas abordadas en el curso,

las cuales se concitan con los intereses, la experiencia y las necesidades del ejercicio

profesional de los/las autore(a)s. Estos instrumentos en función del desarrollo son o pueden

ser puestos directamente en función de la enseñanza y el aprendizaje.

Aparece así el trabajo de P. Ytier, que propone un proyecto o metodología para lograr

aprendizaje en los estudiantes que genere desarrollo de habilidades de pensamiento,

esenciales para el desempeño en prácticamente todos los contextos de actuación, como son

la planificación, el análisis y la síntesis, solución de problemas, etc. Mediante la actividad

de lectura de cuentos clásicos, la autora propone una metodología sumamente interesante y

útil al incorporar bases de orientación para el trabajo directo con los estudiantes y en

particular para la acción didáctica.

9

El programa de entrenamiento de funciones cognitivas y habilidades metacognitivas,

propuesto por V. Ananías, trata desde una perspectiva sumamente actualizad la

problemática del tratamiento de la metacognición y los modos a través de los cuales puede

accederse a un funcionamiento metacognitivo eficiente. Debe tenerse en consideración que

la actividad metacognitiva de los estudiantes constituye un aspecto dejado tras bambalinas

en la acción pedagógica corriente. A pesar del énfasis que se hace, relativo a que el

desarrollo cognitivo implica en buena medida el desarrollo de las habilidades y la

disposición para actuar sobre el propio conocimiento y para (auto)rregular la conducta, no

resulta muy común encontrarse con situaciones de enseñanza y aprendizaje donde la

metacognición sea tratada con detenimiento. De ahí el valor de contar con pistas para la

actuación consecuente en ese sentido.

Por su parte las autoras J. Ojeda y L. León, nos ponen en contacto con una interesante

propuesta destinada a fomentar, o desarrollar, el pensamiento crítico- reflexivo en el

estudiante de octavo básico. La reflexión y la crítica son componentes indispensables para

el pensamiento profundo, de alto orden, complejo, etc. Las autoras proponen una vía para

acceder al desarrollo de la crítica y la reflexión. Vale destacar tanto la incursión teórica que

realizan, como que aportan un conjunto de herramientas concretas, guías, que orientan la

manera de actuar de los educadores en esta área, que lo mismo que otras anteriormente

señaladas, y aún cuando se presentan comúnmente como objetivos de la acción formativa,

en la práctica resultan marginadas.

Y como último trabajo de esta breve reseña, pero no por el lugar menos importante, señalo

la propuesta de L. Vázquez: Batería de Evaluación Dinámica Informal de Escritura

Creativa (BEDIPRO 9.1), que constituye un apreciable trabajo de elaboración. BEDIPRO

está orientada a detectar la competencia para la escritura productiva de relatos personales;

es un importante instrumento para desarrollar la escritura, a la vez que incorpora

plenamente el desarrollo del pensamiento, la independencia y regulación metacognitiva, lo

cual hacen de ella un instrumento muy útil para la acción formativa de los estudiantes en la

escritura creativa y sobre todo, para los procesos de evaluación dinámica solidarios de la

formación de habilidades en este terreno

Hasta aquí el breve recorrido por los aportes que conforman la presente obra. Permítaseme

ahora, para concluir, hilvanar algunas reflexiones sobre quienes han sido los inspiradores de

la misma: Piaget y Vigotsky; Vigotsky y Piaget.

Durante la lectura se hará evidente la existencia de un ligero desbalance en los fundamentos

y desarrollo de los trabajos hacia la inclusión con mayor fortaleza de los puntos de vista

vigotskianos. Este desbalance puede deberse a diferentes causas, entre ellas que al parecer

las ideas de este autor tienen hoy mayor circulación, creo, que las de Piaget; al menos en el

momento actual y por razones que pueden ser accesibles. Sin embargo, es importante

recalcar que en la base de la producción ambos pensadores y sus ideas, en la medida, en

que hayamos logrado evidenciarlas, subyacen en la raíz de las producciones.

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Nadie pone en duda que tanto Piaget como Vigotsky son dos autores que siempre

concitarán nuestra atención, dejaron su profunda huella en la psicología porque de manera

explícita o implícita marcaron el pensamiento de su época y trascendieron hasta nuestros

días con un vigor tal en sus consideraciones que siguen siendo fuente de inspiración y

búsqueda teórica y metodológica, no sólo por las geniales soluciones que propusieron para

problemas cruciales del pensamiento, la formación y el desarrollo del ser humano, sino

sobre todo por las interrogantes que plantearon y los desafíos que situaron para el futuro de

las ciencias humanas.

Por sobre las polémicas, hoy lejos de la oposición raigal de los pensadores, propia de hace

más de una veintena de años, parece ser hegemónica la perspectiva de complementación

entre orientaciones y metodologías por ellos propuestas. En mi propia convicción hay más

proximidad que lejanía en su pensamiento. En algunos tópicos Piaget fue más claro que

Vigotsky, y viceversa. El tiempo y las condiciones de apertura y extensión trajeron a

América, desde los años sesenta, un Vigotsky clarividente, con un pensamiento que por acá

vimos como anticipador a la época. El tiempo y las condiciones tal vez nos traigan un

Piaget premonitor; cada día se conoce más de la genética… y quién sabe. ¿Volverá Piaget

con fuerza renovada a trazar caminos? ¿Se encontrará con Vigotsky para, desde el más acá,

terminar o continuar juntos la sinfonía del conocimiento y del desarrollo del ser humano.

Estoy convencido que entonces no seremos meros espectadores, sino que, como evidencian

los trabajos de esta compilación, habremos creado el escenario para que se produzca el

advenimiento de esa síntesis productiva.

Alberto F. Labarrere Sarduy

Santiago de Chile, Abril 2011

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Incursiones Teóricas

12

AUTOMEDIACIÓN EN EL USO DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA

INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN

Georgina Vivanco

Introducción

La sociedad contemporánea ha sido afectada/beneficiada por nuevos escenarios, nuevas

formas de relación, aprendizajes y vivencias, producto de la inserción/irrupción de las

nuevas tecnologías en nuestros contextos de vida. Parece existir un amplio consenso en

torno a la idea de que evolucionamos hacia lo que se ha denominado la sociedad del

conocimiento; aquella que, como nunca antes, es movida por la capacidad humana de

inventar y aprender, de desarrollar nuevas ideas, de comprender y modificar el medio en

que habita. Es decir, donde la información y el conocimiento son los factores claves para el

desarrollo.

Por lo tanto, es incorrecto limitar el papel de las nuevas tecnologías a meros instrumentos o

medios, ya que deben ser consideradas más bien como un nuevo escenario que incluye e

impacta todo dentro de sí, o como es expresado por Barbeto (2009) un nuevo entorno o

ecosistema comunicativo que está configurando nuestros modos de habitar el mundo y las

formas mismas del lazo social. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)

transformaron y siguen transformando de manera significativa nuestro lenguaje, nuestras

formas de pensar, aprender, comunicarnos, trabajar y decidir. También cuestionan las

nociones de espacio y de tiempo resultado de un nuevo sistema técnico a escala planetaria

que transforma el uso del tiempo al producir la convergencia y simultaneidad de los

momentos en todo el mundo (Barbeto, 2009), remplazan nuestras habituales formas de

pensamiento lineal por uno no lineal y multitarea. En fin, se caracterizan por su capacidad

de modificar el curso y funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. Es

justamente esa potencia disruptiva y sistémica lo que torna complejo, y al mismo tiempo

decisivo, el proceso de la integración de las TIC en la educación.

Por otro lado, la incorporación de las TIC está frecuentemente asociada a una mistificación,

como si ellas fueran automáticamente portadoras de nuevos contextos y oportunidades de

aprendizaje. En verdad, las TIC „per se‟ no necesariamente favorecen un aprendizaje real o

novedoso. A veces se trata solamente de un cambio de escenario, donde la escenografía

adquiere tanta importancia que los aspectos más simples y esenciales del aprendizaje

resultan diluidos, disimulados y - se podría arriesgar - excluidos, en un entorno

caracterizado esencialmente por un bombardeo (sin sentido) de estímulos. Las nuevas

tecnologías están colaborando con un crecimiento de la circulación de saberes y de

información. Sin embargo, también se constata que esta curva creciente es acompañada por

otra curva, también creciente, asociada a una sensación de saturación ante tanta

información y la imposibilidad de realizar las conexiones necesarias y pertinentes para

entender su sentido, significarla, criticarla, discutirla e interiorizarla.

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Este artículo propone una visión crítica a la incorporación de las TIC en nuestros contextos

educaciones, proponiéndose colaborar con la identificación de las necesidades actuales de

formación de los sujetos para lidiar con estos recursos, pero desde usuarios con un sentido

crítico, reflexivo y cuestionador. Se propone reflexionar las nuevas tecnologías en varias

dimensiones, desde una dimensión más abarcativa de la sociedad actual, pasando a

reflexionar desde una dimensión educacional y por último desde una dimensión del sujeto.

Para finalmente concluir con lo que se visualiza como necesidad actual: pasar de la

mediación a la automediación del proceso de interacción cuando se involucran las TIC en

los contextos de aprendizaje.

Sociedad y las TIC

Existe una irrupción de las tecnologías en innumerables áreas de nuestra sociedad, como

en la industria, los servicios financieros y administrativos, en los medios de comunicación,

en la salud, educación, etc. Este fenómeno genera cambios esenciales en las relaciones

humanas, económicas, culturales, de comunicación, lo que nos conduce a reflexionar sobre

nuestro posicionamiento o actitud frente a esta realidad de transformación. Más allá de los

aspectos positivos o negativos que este fenómeno genera, lo cierto es que hay un cambio

inexorable que debe ser reconocido para poder intencionar nuestras acciones. Estos

cambios se operan a una velocidad y fugacidad, en que sería una ilusión aspirar su dominio

como si se tratara de una realidad estática, parecería que la clave pasa por el entendimiento

de la esencia que rige la dinámica de los cambios, de las transformaciones, donde además,

los límites de la construcción de la realidad con los de la representación están difusos.

La relación de las nuevas tecnologías y la sociedad puede ser comprendida de varias

formas, como instrumentos del acto humano de trabajar que modifica el mundo del trabajo

y crea posibilidades para la producción de bienes materiales; así como instrumentos del

acto humano de pensar, o sea, que modifica la construcción del conocimiento, las formas de

razonar e interpretar (Sampaio y Leite, 2004). Pero se podría pensar en una tercera

comprensión, la cual hace emerger la relación de dialogo y complementariedad, que

modifica tanto el mundo del trabajo como el mundo de las representaciones y el

conocimiento, en el que ambos se interrelacionan, se necesitan y se afectan mutuamente.

Vigotsky (Kozulin, 2000) afirma que “los instrumentos materiales no existen como

utensilios individuales, presuponen un empleo colectivo, una comunicación interpersonal y

una representación simbólica”, y es este aspecto simbólico de la actividad mediada por

instrumentos que Vigotsky denomina “instrumentos psicológicos” que son los que median

los procesos psicológicos de los seres humanos, mientras que los instrumentos materiales se

orientan a los objetos de la naturaleza. Las nuevas tecnologías pueden ser utilizadas como

herramientas de trabajo que nos auxilian en la construcción del conocimiento y del

pensamiento, retornando este conocimiento hacia el mundo material y del trabajo,

preferentemente como una mejoría y crecimiento, por lo menos es lo que nos proponemos

como objetivo existencial, aunque no siempre es respetado.

14

Se constata también, que las nuevas tecnologías afectan significativamente las dimensiones

temporales y espaciales de eventos y relaciones construidos durante siglos, y en ocasiones,

las diluye en segundos. Las fronteras de los acontecimientos y de las culturas aparecen

menos legibles, acentuándose la conexión y la interrelación. Por otro lado, los medios de

comunicación potenciados por el avance de las tecnologías, han permitido generar nuevas

alternativas de creación del conocimiento, que aparecen con una fuerte dosis de trabajo

colaborativo, pero también con esencia difusa, donde no se justifica demarcar un punto

inicial y final. La característica actual es la de una gigantesca red de intercambio de

conocimientos, donde los inicios y finales se tejen y se funden.

Otro aspecto es lo relacionado a los nuevos lenguajes, el predominio de un lenguaje

audiovisual, ya sea en los juegos, videoclips, en la televisión, en los computadores. Una

modalidad que privilegia el entrelazamiento del sonido, la imagen y el movimiento,

estimulando otro tipo de lógica para la comprensión y representación del mundo. Babin

(1985) afirma que “asistimos a un cambio importante de lenguaje, o al menos, a su

nacimiento, con todo lo que un nacimiento lleva consigo de impuro y desordenado. Pero un

nacimiento es también la promesa de algo nuevo que la tarea educativa debería comprender

y desarrollar”. Posteriormente el autor se cuestiona: ¿Cómo conservar lo esencial de la

adquisición de Gutenberg y, a la vez, asumir los nuevos modos y valores del lenguaje

audiovisual? Éste es el desafío que debe aceptar nuestra sociedad”.

Este dinamismo y diversidad de los nuevos lenguajes favorece procesos de pensamiento no

lineales, esta exposición a múltiples informaciones en paralelo demanda un procesamiento

multitarea tanto en la forma de percibir, elaborar y expresar la realidad. El lenguaje

audiovisual desarrolla actitudes perceptivas múltiples y solicita constantemente la

imaginación, mientras que el lenguaje escrito desarrolla el espíritu analítico riguroso y

abstracto (Babin, 1985).

Esta idea nos orienta hacia la importancia de reflexionar acerca de las transformaciones que

estos nuevos contextos tecnologizados generan en los procesos cognitivos de los sujetos,

quienes han alterado significativamente sus formas de generar, organizar y distribuir la

información, resultando en una aceleración de la producción del nuevo conocimiento. Y si

se producen transformaciones en los procesos de pensamiento, la mediación de estos

procesos debe estar orientada a estas nuevas demandas.

Educación y las TIC

Después de reflexionar acerca de las transformaciones que resultan de la integración

tecnológica en los contextos actuales, resulta pertinente reflexionar sobre el papel de la

educación y la instrucción en estos nuevos escenarios; escenarios que demandan sujetos

con conocimientos, habilidades, actitudes y valores específicos para comprender y vivir en

la nominada sociedad de la información y el conocimiento.

15

Sin embargo, si bien esta irrupción ha sido fuerte y transversal en múltiples contextos -

educacional, comercial, familiar, etc.-, se constata que las nuevas tecnologías no fueron

concebidas ni imaginadas para la educación; no aparecen naturalmente en los sistemas

educacionales, como también, no responden a necesidades con intencionalidades

educativas. Es decir, el movimiento de su incorporación ha sido más bien desde el exterior

al interior del contexto educacional, y al no desarrollarse una fuerza en sentido contrario,

del interior al exterior, una fuerza que favorezca la posibilidad de

regular/complementar/colaborar con esta incorporación tecnológica, se establece una

relación no dialógica, sino más bien de imposición o sometimiento. Es así que me aventuro

a afirmar, que este puede ser uno de los problemas claves de la relación entre las políticas

de educación y las TIC; es decir, la dificultad para “implantar” en la educación elementos

que le son extraños, que no surgen ni se desarrollan en su seno y, por tanto, que no se

operan en ellos de manera “natural”.

Frente a los cambios antes mencionados, la educación opera de una forma más estática,

conservando ciertos patrones que no acompañan la dinámica del contexto actual. Es

necesario contribuir con propuestas de cambios y transformaciones en la educación para

que este acompañamiento sea implementado, pero desde una actitud activa y reflexiva,

destacando las competencias necesarias que deben ser foco de atención en los ambientes de

aprendizajes actuales; y al ser el sistema educativo la principal institución del Estado con

aptitud para disociar las diferencias, está llamado a cumplir un papel significativo; el

sistema educativo es la institución que puede asegurar un dinamismo productivo con

equidad social, y fortalecer democracias basadas en el ejercicio ampliado y sin exclusiones

de la ciudadanía.

Otro aspecto se refiere a que si bien es cierto que la accesibilidad al conocimiento aumentó

desde una visión técnica, lo inaccesible también aumentó en términos de comprensión

global, de la imposibilidad de comprender e interiorizar esa información tecnológicamente

disponible. Cabe al sistema educativo desempeñar un papel fundamental en la

sistematización del aprendizaje, en reflexionar en las posibles formas para canalizar ese

gran volumen de información, en favorecer que la información sea integrada en el

referencial del individuo, re-significando, reconstruyendo y produciendo un real

acontecimiento en cuanto a conocimiento.

Desde la educación debemos crear las posibilidades para capitalizar los beneficios, pero

teniendo conciencia que esto solamente es posible reconociendo las nuevas dificultades o

problemas que se han generado en estos nuevos contextos. Nos referimos al notable

incremento de la información, y los saberes, pero también al incremento de la

fragmentación del conocimiento. Este incremento, de los saberes y la fragmentación, nos

conduce a una incapacidad para procesar/relacionar esa cantidad de información de una

forma contextualizada, produciéndose entonces una pérdida del contexto global del

conocimiento.

16

Si establecemos un paralelismo entre los tiempos en que generalmente operan las TIC y el

tiempo que necesita un sujeto para interiorizar la información por ella disponibilizada,

podríamos reconocer que frecuentemente son tiempos diferentes, es decir, los tiempos

asociados a las tecnologías muchas veces no se relacionan con el tiempo humano para

poder interiorizar la información. Podríamos afirmar entonces, que cuando prevalece el

tiempo de la tecnología frente al tiempo del sujeto para interiorizar, se prioriza el enseñar,

el mostrar, en detrimento del aprender, interpretar, pensar.

De alguna forma, este problema nos orienta a reflexionar en la relación entre instrucción y

desarrollo cognitivo, es decir, qué tipo de instrucción es necesaria en estos nuevos

escenarios para orientarse al desarrollo de las habilidades del pensamiento, ya sea de

aquellas funciones psíquicas que serian prerrequisitos para operar con las nuevas

tecnologías, como de otras que podrían desarrollarse cuando operamos con mayores niveles

de conciencia del uso que estamos ejerciendo, es decir, las funciones psíquicas superiores.

El objetivo de la educación con respecto a las nuevas tecnologías, debería ser darle el

sustento a los individuos para ser usuarios activos, tanto en el manejo de las tecnologías,

como de su desarrollo cognitivo.

Desarrollo Cognitivo y TIC

Pero cómo educar para que el individuo sea un usuario activo en los dos sentidos, tanto en

la transformación del objeto como del sujeto. Por la naturaleza de cambio permanente de

las tecnologías, resulta casi imposible que el sujeto esté en un constante proceso de

instrucción o formación para poder lidiar con ellas. Los contextos de aprendizajes deben

apuntar al objetivo de preparar para autoaprender, automediarse, para desarrollar sus

capacidades mentales. Esta sería la esencia de las competencias necesarias para lidiar y

transformar la sociedad actual, donde el objetivo de la educación no sólo es educar al niño

en el sentido limitado de este término, sino también contribuir a su desarrollo (Kozulin,

2000, p.181)

Las tecnologías se presentan de las más diversas formas, con grandes recursos visuales y

auditivos, que logran una gran sensibilización en el nivel de la percepción y los sentidos, lo

que resulta de mucho agrado a los usuarios. A su vez vemos, que conceptos que

inicialmente eran adquiridos a través del aprendizaje formal por su naturaleza más

abstracta, hoy se adquieren fuera de los ámbitos de aprendizaje, se aprenden

espontáneamente. Pero se observa que existe una limitación en su uso: como son conceptos

esencialmente abstractos que comienzan a ser manipulados sin una real conciencia, es

como si no estuvieran correctamente enraizados, quedando “suspensos” o sin raíz, es decir,

fuera del sistema conceptual que lo sustenta.

Según Vigotsky los caminos recorridos por los conceptos espontáneos y los científicos se

desarrollan en direcciones opuestas, pero los dos están íntimamente conectados, donde cada

uno está preparando el camino - descendente para los científicos y ascendente para los

espontáneos - para llegar a un todo que conforma la comprensión del concepto y su

pertenencia a un sistema conceptual, en que existe un movimiento de lo abstracto a lo

concreto y viceversa.

17

Podríamos afirmar que el desarrollo de los conceptos espontáneos del niño se produce de

abajo arriba, y el desarrollo de sus conceptos científicos, de arriba abajo, hacia un nivel más

elemental y concreto. Esta diferencia se debe a los modos diversos que surgen las dos

clases de conceptos. El inicio de un concepto espontáneo se puede remontar habitualmente

a un encuentro cara a cara con una situación concreta, mientras que un concepto científico

implica desde el principio una actitud mediada hacia su objeto. (Vigotsky, 1993, p.184).

Cuando los conceptos científicos entran con esa característica de “suspensos” pierden su

mayor fortaleza, su carácter consciente y deliberado, provocando que el concepto no pueda

ser localizado dentro de la línea que indica el grado de concreción y abstracción. Y además,

como no es un concepto de naturaleza espontánea, resulta difícil realizar una clara

referencia a situaciones concretas de la realidad. Esto resulta en una pérdida de toda la

panorámica del concepto en su estructura.

Este tipo de manipulación conceptual la observamos frecuentemente en el uso de las nuevas

tecnologías, es decir, conceptos científicos suspensos sin un cimiento a los conceptos

espontáneos que lo enraízan. Pareciera que las conexiones que se realizan están dominadas

por las estructuras de la percepción, pero no logran los desarrollos posteriores que

conducen a un verdadero pensamiento por conceptos. La naturaleza de las tecnologías de la

información y la comunicación permite la exposición en paralelo a un gran volumen de

información, provocando una gran estimulación en los usuarios, pero parecería que esta

estimulación no ultrapasa un cierto umbral de profundidad y permanencia. Los conceptos

necesitan entonces, ser frecuentemente evocados (“refrescados”) porque no alcanzaron un

grado de generalización que permita su transferencia a otras situaciones de una forma

deliberada, intencionada y consciente.

Se podría tratar de una falta de conciencia, que Luria (2006) expresa como la habilidad para

evaluar las informaciones sensoriales, y responder a ellas con pensamientos y acciones

críticas y en retener trazos de memoria de forma que trazos y acciones pasadas puedan ser

usados en el futuro.

Para Vigotsky la instrucción juega un papel fundamental para hacer al niño consciente de

sus propios procesos mentales. Es a través de los conceptos científicos que el niño adquiere

la conciencia reflexiva. El autor piensa que el déficit de conciencia es producto de la falta

de sistematización de los conceptos espontáneos, o sea que el establecimiento de relaciones

de generalidad entre los conceptos conlleva el uso consciente y voluntario de los mismos

(Vigotsky, 1993).

Según Vigotsky el desarrollo de los conceptos espontáneos y la adquisición de los

conceptos científicos estarían asociados a la línea divisoria que pasa entre el desarrollo

espontáneo y la instrucción. De alguna forma la interrelación entre los conceptos

espontáneos y científicos refleja la interrelación entre instrucción escolar y desarrollo

mental del niño. (Vigotsky, 1993).

18

Ambos conceptos, espontáneos y científicos, se revelan con diferentes actitudes hacia el

objeto de estudio y diferentes modos de representarlo en la conciencia. Los conceptos

espontáneos centran la atención en el propio objeto, mientras que los conceptos científicos

establecen una relación diferente con el objeto - es de naturaleza conceptual - y este

concepto forma parte de un sistema conceptual.

Contextualizando para el caso específico del uso de las TIC para el desarrollo cognitivo, se

observa que la educación debería favorecer la instrucción desde una conciencia de la

tecnológica en sí, es decir mediar la conciencia de estos nuevos conceptos con una gran

esencia abstracta, y que sin embargo, son incorporados espontáneamente, mediar para se

pueda establecer relaciones de generalización que los integren en la estructura conceptual.

Esta sistematización y uso deliberado y consciente de los conceptos más abstractos

favorece la conciencia reflexiva.

Debemos preparar el sujeto desde una instrucción que le permita colocarse en la vanguardia

del uso de las tecnologías, permitiéndole controlar y regular la situación de acuerdo a sus

necesidades, y no que las tecnologías lo manipulen colocándolo en un papel de usuario

pasivo. Debemos favorecer la instrucción para el uso conciente de las TIC, donde el

objetivo sea transformar y reorganizar el pensamiento del sujeto, no solo para seguir

madurando y mantener el ritmo de su desarrollo, sino para precederlo (al desarrollo).

Labarrere lo expresa de la siguiente forma:

“De hecho, en las condiciones habituales de enseñanza y muchas veces en las propiamente

de investigación, los alumnos se ven insertos en situaciones que procuran su desarrollo,

pero su atención y su conciencia, si esto último puede decirse así, están “enfiladas” hacia la

solución del problema. En tales condiciones, la historia del desarrollo que se está tejiendo

se les escapa. Ocurre, dicho en términos tal vez no muy adecuados, algo así como una

alienación del alumno respecto su propio desarrollo y a las condiciones y vías por el que

este tiene lugar (Labarrere, 2001, p.29)”.

Es decir, que el objetivo mayor no es la solución de problemas utilizando las TIC. El

objetivo debe ser involucrar al sujeto en un acto consciente del proceso mental que necesita

desencadenar, reconociendo los recursos cognitivos disponibles en su repertorio y aquellos

que necesita desarrollar. Entonces, es fundamental que el sujeto desarrolle una conciencia

de la tecnología y una conciencia de la manera que actúa y representa el mundo cuando

utiliza los nuevos recursos tecnológicos. Es decir, es importante introducir al sujeto en un

proceso de metacognición que busque generar desarrollo cognitivo mientras utiliza las TIC

en la solución de situaciones o problemas, o sea, un sujeto que sea agente activo de su

propio desarrollo, en la construcción de su subjetividad.

...es común que se tome en consideración sólo lo que concierne al desarrollo en

el dominio operativo-instrumental de la solución de problemas y no lo que se

refiere al autoandamiaje o autoasistencia, ni al plano de las relaciones

interpersonales, los cuales resultan también básicos para afirmar que un

verdadero desarrollo ha tenido lugar (Labarrere, 1998, p.14).

19

De la mediación a la automediación con las TIC.

Es necesario pensar cómo viabilizar el pasaje de la mediación a la automediación, cómo

crear las condiciones para que el individuo construya “el andamiaje” necesario para, no

solamente resolver problemas utilizando las TIC, sino para desarrollar sus potencialidades

de autoaprender mientras las utiliza en la resolución de problemas.

Cuando la instrucción se propone este objetivo, el papel del profesor como mediador se

orienta hacia, además de trabajar un saber específico, mediar las capacidades de interpretar,

relacionar y contextualizar la información mientras construye su estructura de

conocimiento. Este debería ser el verdadero objetivo del profesor, ser el mediador en la

construcción del “andamiaje” del alumno. Tebar (2003) expresa que “el profesor puede ser

más creativo, seleccionando estrategias que se acomoden al estilo cognitivo del educando,

buscando estrategias de mediación ante las tareas más complejas y abstractas”. El autor

define un perfil del profesor mediador, enfatizando en los procesos cognitivos precisos que

permitan generar una interacción mediada eficaz. La decisión del docente de actuar como

mediador lo transforma en un interactor creativo, ingenioso e innovador con el educando,

independientemente del contenido, del lenguaje o del objetivo inmediato de la experiencia

mediada.

Por su parte, Moran (2000) afirma que “de un profesor se espera, en primer lugar, que sea

competente en su especialidad, que conozca la materia, que esté actualizado. En segundo

lugar, que sepa comunicarse con sus alumnos, motivarlos, explicar el contenido, mantener

el grupo atento, cooperativo, productivo”. Resulta importante reflexionar sí existe una

escala de prioridad entre estas dos expectativas que se tiene del profesor. Obviamente que

los contenidos son fundamentales, pero se presentan con una naturaleza fugaz y transitoria,

mientras que si un profesor establece una interacción de aprendizaje que despierte la

motivación del alumno, la curiosidad por ir más allá de la situación circunstancial, que

establezca relaciones de causa-efecto, medio-fin, identidad, similitud, que interprete y

atribuya significado a los estímulos; ese profesor está contribuyendo a potenciar los

aspectos que perduran en el tiempo, que una vez incorporados, permanecen.

Lo anterior estaría dentro de la idea vigotskiana de fomentar, no solamente la asimilación

del contenido de la experiencia cultural, sino también los medios del pensamiento cultural,

es decir la mediación, que es la que favorece el desarrollo de las funciones psíquicas

superiores, posibilitando de esta forma el desarrollo del sujeto. Es decir, se trata de mediar

para el aprendizaje de un contenido específico, pero también incorporar la mediación para

el desarrollo cognitivo del sujeto.

20

Es decir, que al objetivo de un “aprendizaje de contenido” se debe adicionar el “aprendizaje

de la metodología”, que Labarrere (2008) expresa como la transparencia metodológica y le

atribuye la posibilitad la apropiación por parte del sujeto de su aprendizaje autónomo. En

sus palabras:

“Desde mi punto de vista, en la base de los aprendizajes de mediación y para la

mediación, se halla lo que he denominado “Transparencia metacognitiva”

(Tmc). Esta noción la veo como los intentos conscientes de los sujetos por

revelar y penetrar (poner de relieve) los respectivos “códigos ocultos” de las

actividades, son esfuerzos conscientes por dar significado al qué, cómo, para

qué, etc., de los procesos de mediación pedagógica.”

La interacción de aprendizaje debe apuntar a varios focos de mediación, por un lado al

contenido o saber especifico que resulta de la experiencia cultural, por otro lado, a las

habilidades del pensamiento necesarias para interiorizar ese contenido especifico, y por

finalmente para el caso del uso de las TIC, mediar la conciencia reflexiva tecnológica.

La mediación del contenido o saber específico es la que encontramos habitualmente, existe

un consenso que la transmisión cultural de saberes y contenidos sería un foco indiscutible

de la institución educacional. La mediación de habilidades del pensamiento ha comenzado

a ser foco de discusión e interés frente a los actuales contextos, donde la abundancia de

información torna evidente la imposibilidad que los ambientes formales de aprendizajes

acompañen la demanda de formación constante, ya sea por el volumen de información,

como por la dinámica de la permanente evolución tecnológica, es aquí que se introducen y

justifican los nuevos objetivos de una educación con foco en aprender a aprender, en

aprender a pensar. Por último, la mediación a una conciencia reflexiva tecnológica se

desprende de la naturaleza de los nuevos contextos de aprendizajes, contextos con altos

niveles de estimulación sensoperceptiva que deben ser reconocidos y mediados con nuevas

intenciones de aprendizajes.

Con la conciencia reflexiva tecnológica se busca elevar los niveles de abstracción y

generalización de los procesos cognitivos asociados al uso de las TIC, logrando así, agregar

a la estimulación senso-perceptiva característica de los nuevos lenguajes audiovisuales, las

potencialidades de reflexión, análisis e abstracción de un lenguaje más tradicional. Si

volvemos a la relación de los conceptos espontáneos y científicos, sería penetrar en la

esencia conceptual de los conceptos tecnológicos espontáneos y encadenarlos a conceptos

mayores y más generales de la estructura conceptual.

Es vital que la instrucción visualice la importancia de realizar procesos de análisis de las

herramientas tecnológicas utilizadas: por qué su utilización, cuáles serían las alternativas

disponibles para solucionar un problema, generar criterios de selección, saber compararlas

resaltando sus diferencias y semejanzas. Pero una vez que se opera con una tecnología en

particular, incorporar dentro de los nuevos ambientes tecnologógicos momentos de

conciencia reflexiva, momentos en que se pueda crear una cierta distancia de la

sensibilización senso-perceptiva para poder establecer relaciones, favoreciendo una

21

comprensión relacionada de la realidade, la creación de generalizaciones, la autopercepción

permitiendo así la autorregulación del propio aprendizaje, la automediación.

Explicitar los 3 focos de mediación anteriores dentro de la idea de Labarrere de la

transparencia metodológica, permite que los sujetos desarrollen la capacidad de

automediarse, hacer emerger aquellas relaciones que son menos evidentes, aquellas que

están implícitas, permite que desarrolle autonomía en la utilización y aprendizaje de las

nuevas tecnologías, pudiendo establecer relaciones, nexos y conceptos que pueden ser

utilizados en situaciones y contextos diferentes, adquiriendo de esta forma la capacidad de

manipular sus conocimientos deliberadamente.

Concluyendo, en estos nuevos contextos sociales de irrupción de las tecnologías donde los

saberes son fugaces, la educación debe colocar su foco de atención en crear ambientes de

aprendizaje y desarrollo cognitivo, ambientes que agreguen al aprendizaje de los contenidos

culturales, el aprendizaje de las metodologías, es ese traspase de la metodología

mediacional la que determina la posibilidad de aprender a aprender, de la automediación,

de la autonomía.

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23

LA MEDIACIÓN EN LA FORMACIÓN DE LA AFECTIVIDAD Y LA

AUTORREGULACIÓN DE LA CONDUCTA

Lucía Henny Koller

INTRODUCCIÓN

Para Vygotsky, desde el comienzo de la vida humana el aprendizaje está relacionado con el

desarrollo, ya que el primero es “un aspecto necesario y universal del proceso de desarrollo

de las funciones psicológicas culturalmente organizadas y específicamente humanas”

(Vygotsky, 1984, citado en Castorina J. y otros 1996). Sin desconocer la importancia de

los procesos madurativos del organismo, los procesos internos de desarrollo necesitan el

contacto con un ambiente cultural para que aparezcan, es decir para que las funciones

psicológicas superiores se desarrollen dependen del aprendizaje dentro de un contexto

social específico y en interacción con otras personas. Por lo tanto las relaciones

interpersonales son absolutamente necesarias para la construcción de los procesos

psicológicos del individuo y la mediación es la forma en que el sujeto interacciona con el

mundo. Esta relación de aprendizaje, descrita por Vygotsky con la palabra rusa

“obuchenie” deja absolutamente claro que el proceso enseñanza-aprendizaje es indisoluble

y que siempre incluye al que aprende, al que enseña y la relación entre ambos.

“…este proceso está mediado por la construcción de una clase especial de

herramientas; a saber, las que permiten realizar transformaciones en los otros, o

bien en el mundo material a través de los otros. A estas herramientas las

llamamos “signos” y son proporcionadas esencialmente por la cultura, por las

personas que rodean y “construyen” al niño en desarrollo; en una palabra, por

los otros”. (Rivière, 1988 p. 42)

Las mediaciones externas, o sea los instrumentos que el medio cultural le da al niño, al

constituirse en medios de actividad interna, se transforman en signos que le permiten

regular su propia conducta y la de los otros. Esto es, que el individuo, a través de la relación

social, organiza conscientemente sus procesos y funciones internas, las que le posibilitan

actuar voluntariamente y autorregularse.

Muchas veces cuando se habla de educación se dejan de lado los primeros años de vida del

niño, ya que estos no están situados dentro de la educación formal (escuela), no tienen

programas rígidos que seguir y no están basados en el conocimiento científico, sin embargo

no podemos olvidar que “El aprendizaje y el desarrollo están interrelacionados desde los

primeros días de vida del niño.” (Vygotsky 1979, p. 131), por lo tanto, desde el momento

del nacimiento y mediante la crianza de los primeros años, el niño va aprendiendo

conductas, conocimientos espontáneos o cotidianos, emociones, lenguaje, etc. y todo esto lo

aprende en interacción con el medio que lo rodea.

24

LA MEDIACIÓN A TRAVÉS DE LA VIDA DEL NIÑO

En la vida familiar

Parece interesante discutir el proceso de mediación antes y durante la etapa escolar. Sí,

como expone Vygotsky, el aprendizaje impulsa el desarrollo, debemos pensar que esto

sucede desde que el niño nace, por lo que las interacciones del niño con sus padres son

absolutamente necesarias para su desarrollo. Si el aprendizaje se logra a través de la

interacción con los otros como expone Vygotsky (1979, p. 138) “… el aprendizaje

despierta una serie de procesos evolutivos internos capaces de operar sólo cuando el niño

está en interacción con las personas de su entorno y en cooperación con algún semejante.”,

la interacción del niño pequeño con sus padres o adultos que lo cuidan resulta de primordial

importancia, es por esto que el tema de la mediación y su influencia en lo que el niño

llegará a ser en el futuro es un tema de gran relevancia.

Aún cuando en el niño pequeño parecería difícil mediar, siempre es mediado, ya que la

mediación no se logra sólo a través del lenguaje sino a través de los gestos, acciones e

interacciones a que se ve sometido. Un niño que es cuidado por una madre o un cuidador

que se preocupa de satisfacer sus necesidades tanto afectivas, biológicas, etc., en un

ambiente relajado y de cariñoso cuidado, seguramente se convertirá en una persona más

tranquila y menos ansiosa de lo que sería un niño criado en un ambiente menos preocupado

de su bienestar. Por ejemplo cuando un niño llora y es atendido de inmediato en sus

necesidades, es probable que en el futuro tenga más confianza en el mundo que lo rodea y

por tanto cuando necesite recurrir a otras personas lo hará sin temor de ser ignorado. Aún

sin intención, el niño es mediado a través de las interacciones que desarrolla con otras

personas, y va formándose una visión del mundo y de las formas de relacionarse dentro de

él.

Durante el primer año, cuando el niño aún no ha desarrollado el lenguaje verbal, igualmente

está construyendo conceptos en interacción con los otros y una vez que comienza a hablar y

a desplazarse, las interacciones con el medio deben ser mediadas por los padres y/o los

educadores del nivel preescolar, para que el niño aprenda nuevos conceptos y desarrolle

nuevas habilidades.

Refiriéndose al desarrollo del niño Vigotsky dice que:

“En el desarrollo cultural del niño, cada función aparece dos veces: primero a

nivel social, y más tarde, a nivel individual; primero entre personas

(interpsicología) y después, en el interior del propio niño (intrapsicológica).

Esto puede aplicarse igualmente a la atención voluntaria, a la memoria lógica y

a la formación de conceptos. Todas las funciones superiores se originan como

relaciones entre seres humanos”. (Vygotsky, 1977, p. 94, citado en Rivière,

1988).

25

Esto nos da una pauta de que el niño es mediado constantemente y durante los primeros

años de forma no explícita, la madre no piensa en mediación, ella se relaciona con el niño y

le enseña cosas sin tener mucha conciencia de lo que está haciendo y a veces de forma que

los aprendizajes no resultan significativos para el niño, ya que muchas veces ella espera que

el niño repita ciertas conductas esperables pero al no estar intencionada la mediación y al

no ser explicitado el significado y la trascendencia, sólo logra que el niño cambie su

conducta por un tiempo corto pero no que la internalice como una parte de su aprendizaje y

desarrollo.

“Vygotsky llamaba “internalización” a la reconstrucción interna de una

actividad externa. Para él, la internalización implicaba una reorganización de

las actividades psicológicas sobre la base de las operaciones con signos y

suponía la incorporación de la cultura al sujeto al mismo tiempo que la

configuración del propio sujeto y la reestructuración de las actividades reflejas

del organismo” (Rivière, 1988, p. 43)

Un ejemplo de esto tiene que ver con situaciones cotidianas que suceden con los niños

pequeños: el niño hace un dibujo en la pared y la madre le dice que eso no se hace y lo reta,

el niño seguramente repetirá esa conducta unos días después, ahora si la madre le pregunta

al niño porqué lo hizo y en base a lo que el niño le conteste, le explica al niño las razones

por las cuales no debe pintar la pared y hace un acuerdo con el niño, a la vez que le muestra

lo que ha hecho, ej. “me gustan mucho tus dibujos pero no me gusta que los hagas en la

pared porque la casa no se ve bonita así, pero yo te voy a dar papel para que dibujes y

pondremos tu dibujo en el lugar de la casa que tú quieras”, seguramente el niño estará más

dispuesto a no seguir dibujando en la pared con lo que logrará una autorregulación de su

propia conducta a través de una pequeña negociación con su madre. En el ejemplo anterior

la madre explicita una intencionalidad (que dibuje en el papel) y busca una reciprocidad de

parte del niño, a la vez que le da una trascendencia a la acción del niño (que la casa se vea

bonita) y un extra significado, que es que a ella le gustan mucho los dibujos de él. Otro

ejemplo de este tipo de mediación es cuando el niño se acerca a un enchufe eléctrico y la

madre le hace explícito el peligro a que se expone, las consecuencias de tocar los enchufes,

no sólo para él sino también cómo se sentiría ella si a él le pasara algo malo.

Este tipo de interacción, hace que el niño comience a tomar conciencia de sus acciones y a

través de lo que va aprendiendo, se vaya haciendo responsable de sus actos, sea capaz de

tomar decisiones y de autorregular su comportamiento de acuerdo a cada situación.

En la vida preescolar

Una vez que el niño llega al jardín infantil, sigue estando sometido a la interacción con el

medio, en este caso los educadores, otros adultos, grupos de pares, etc., por lo que sus

procesos de desarrollo continúan progresando, es en este momento en el que el niño

comienza su aprendizaje formal, el que no sólo debería incluir la cognición, sino también la

afectividad y la autorregulación de la conducta. Para lograr que el niño vaya internalizando

los aprendizajes, los adultos que le rodean, en el caso del jardín infantil, las educadoras y

26

auxiliares, deben darse el tiempo para que, a través de las actividades de todos los días

intencionar los aprendizajes haciendo que los niños vean la trascendencia que tienen estos

aprendizajes para lo que vendrá luego. En este momento los niños aprenden hábitos,

conductas de auto cuidado, de orden, de planificación, de compartir, de respeto por el otro,

de tolerancia, las que les serán de utilidad más adelante en el periodo escolar y durante toda

la vida. El logro de estos aprendizajes debe ser intencionado por los adultos, no como una

obligación sino como un modo de vida, el que debe ser modelado dentro de la sala de clases

y que requiere la atención constante del adulto y su disposición para intervenir (mediar) en

los conflictos y dificultades que vayan surgiendo en la vida diaria. En visitas que he hecho

a jardines infantiles en pocas ocasiones se ven situaciones que trasciendan las actividades

planificadas, generalmente se le da más importancia a lo que la educadora planificó que a lo

que está pasando con los niños, si surge un conflicto entre ellos el adulto los separa o los

sanciona pero no se da el tiempo de conversar con los niños acerca del origen del conflicto

y las formas en que podrían solucionarlo, con lo que se pierde un aprendizaje mucho más

importante que colorear un dibujo sin salirse de los bordes.

Respecto a este último punto parece rescatable lo que expone Piaget acerca de la educación

moral de los niños, en este caso las conductas sociales que les permiten interactuar con sus

pares; él se refiere a una “relación de cooperación” que permite que las reglas que los niños

se dan entre ellos sean respetadas.

…. la cooperación desemboca en la constitución de la verdadera personalidad,

es decir, en la sumisión efectiva del yo a las reglas reconocidas como buenas.”

(…) hay dos tipos de reglas que van de la mano con los dos respetos: la regla

exterior o heterónoma y la regla interior; sólo la segunda desemboca en una

transformación real de la conducta espontánea. (Piaget, 1999, p. 32).

Asimismo, Piaget dice que estas reglas se aprenden activamente en el medio social:

“Sea cual sea el dominio encarado de la educación moral, el método activo, en

efecto, trata siempre de: 1) no prescribir por autoridad lo que el niño debe

descubrir por sí mismo, y 2) en consecuencia, crear un medio social

específicamente infantil, de modo que el niño pueda realizar en él las

experiencias deseadas. (Piaget, 1999 p. 50)

Piaget habla de un medio social específicamente infantil, donde hay interacción entre pares,

o sea las conductas de los niños son mediadas por otros, se negocian, se adquieren y se

internalizan, en consecuencia serán aplicadas en otras situaciones.

En la vida escolar

Una vez que los niños entran de lleno en la etapa escolar, el aprendizaje intencionado de

conductas afectivas va quedando de lado, privilegiándose los procesos de cognición, sin

embargo, aún sin intención y muchas veces sin darse cuenta el maestro provoca procesos

afectivos que no ayudan a la relación del estudiante con su aprendizaje (Labarrere, 1995),

lo que provoca desmotivación, inseguridad y poco interés por aprender, los alumnos

comienzan a ver la escuela como una pesada obligación más que como una oportunidad de

27

abrirse al mundo, tanto social como cognitivo. Tal como dice Daniels (2003), “…la

incertidumbre dificulta el aprendizaje. Cuando un estudiante se siente inseguro o está poco

familiarizado con las características relevantes de una tarea, se reducen la motivación, la

orientación hacia la tarea y el recuerdo de la tarea misma.” (p. 155).

La planificación del maestro en la escuela debe incluir la selección cuidadosa de los

contenidos y de las actividades que propondrá a los alumnos cuidando no sólo que la

comprensión de los temas les sirva para encarar nuevas actividades parecidas tanto en el

aula como en su vida personal, sino que también debe predisponer al alumno para enfrentar

nuevas situaciones de aprendizaje de manera independiente; esto es que el estudiante no

necesite necesariamente tener al maestro en frente para avanzar en su conocimiento sino

que aprenda a aprender (metacognición).

Para lograr esto el maestro debe estar atento a cuánta ayuda brindar al estudiante en cada

momento, no más de la necesaria pero tampoco menos; cada vez que el alumno realice un

avance el maestro debería reducir el nivel de control, si el estudiante comete un error el

nivel de control deberá aumentar (principio de contingencia de Word, citado en Daniels,

2003), al decir nivel de control nos referimos al nivel de apoyo que el educador da al

alumno en cada momento, lo ideal es que el alumno reduzca su nivel de dependencia al

apoyo a medida que avanza en su aprendizaje. Este tipo de interacción permite que el

alumno desarrolle su capacidad de aprender, se arme de andamios para nuevos aprendizajes

y a la vez se sienta satisfecho de sus progresos, lo que lo motivará a seguir aprendiendo y

permitirá su autorregulación tanto afectiva como cognitiva.

CONCLUSIÓN

Como hemos analizado, la interacción con el medio va formando al niño desde su

nacimiento, en algunas ocasiones intencionadamente y en otras ocasiones sin darnos cuenta

en como influimos en su desarrollo. Por lo anterior creo que los padres y sobre todo los

maestros debieran adquirir habilidades para mediar explicitando la intencionalidad, el

significado y la trascendencia de sus interacciones con el niño. Esto nos lleva a un tema

central en el desarrollo del niño, “la transparencia metacognitiva, como intento consciente y

explícito de que el alumno penetre en la lógica y la arquitectura de las acciones

formativas…”, ( Labarrere, 1997) ésta se logra a través de la mediación metacognitiva la

que “se refiere a la adquisición, por parte del niño, de instrumentos semióticos de

autorregulación, autoplanificación, autocontrol, autocomprobación y autoevaluación.”

(Karpov y Haywood, 1998 citado en Daniels, 2003). Para que esto se logre, la mediación

realizada por el adulto debe transparentar su intencionalidad, el niño debe saber que se

espera de él y tener confianza en sus capacidades y también en sus maestros lo que le

permitirá aprender de sus errores, revisar sus procesos y ser consciente de su “aprender a

aprender”.

28

Aunque el tema que se analiza es el desarrollo de la afectividad y la autorregulación en el

niño, no se puede dejar de lado, ya que el niño es uno sólo, el aprendizaje cognitivo. Como

se desprende del análisis un buen desarrollo afectivo y de autorregulación, se convierte en

un andamiaje para el desarrollo cognitivo, ya que posibilita una actitud de interés y de

apertura hacia la adquisición de conocimientos, la solución de problemas y el trabajo

cooperativo.

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29

LA INTERVENCIÓN DOCENTE DESDE LA PERCEPCIÓN SOCIOCUTURAL

DEL ESTUDIANTE COMO CONSTRUCTOR DE SUS PROCESOS DE

APRENDIZAJE.

Daniela Vidal Fuentes

La educación en Chile, se encuentra en un proceso de reestructuración enfocado a alcanzar

un mejor nivel de enseñanza y aprendizaje supeditado en los conceptos de equidad y

calidad.

Uno de los temas centrales de este desafío es la reformulación y renovación de las prácticas

pedagógicas. Los profesores han debido reorientar sus prácticas con las que

tradicionalmente acostumbraban a trabajar en las distintas áreas de la docencia.

Antes, el análisis se centraba en los estudiantes, hoy en día, se toma conciencia de la

intervención docente y los efectos que ésta genera. Sin embargo, aún tomando en

consideración lo expuesto, queda mucho por hacer, reformular, evaluar e incluso

comprender.

El presente artículo invita a reflexionar sobre las intervenciones pedagógicas, tomando en

cuenta los aportes de la teoría histórico-cultural en donde tanto el estudiante como el

profesor adquieren un rol fundamental, con especial énfasis en la interacción. Dentro de

este contexto, se pretende realizar un análisis crítico desde la concepción sociocultural,

considerando la relevancia de la autonomía en la construcción del aprendizaje.

Maestro ¿Cuál es su función desde la perspectiva sociocultural?

Durante mucho tiempo, las modalidades pedagógicas tradicionales predominaron las aulas

enfatizando conceptos como magistrocentrismo y enciclopedismo. Los alumnos eran

receptores pasivos de la información, y el orden y la disciplina eran considerados

esenciales. Sin embargo, dicha práctica se fue convirtiendo en un sistema rígido, poco

dinámico y que no propiciaba la innovación. Asimismo, se convierte en una situación

contradictora a lo que se ha estado buscando en los últimos años en la Reforma Educativa,

en la cual el énfasis está en construcción del conocimiento por parte de los seres humanos.

Según esta concepción el estudiante construye su aprendizaje a partir de sus interacciones

con el medio ambiente, por lo tanto, influye su experiencia, conocimientos previos,

motivación, significados e interpretaciones que realiza. De esta manera, el alumno se

transforma en un sujeto activo. Por esta misma razón, según Coll, Palacios, y Marchesi

(2001) se busca que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea dinámico, innovador,

flexible y de construcción de conocimientos activos gracias a la negociación de significados

y discusión en contextos de comunicación y comprensión.

30

De acuerdo a esto, los profesores han venido reestructurando su quehacer pedagógico desde

la acción individual hacia el trabajo en equipo, coordinación de acciones, debates y en lo

posible de cooperación. Todo esto bajo un concepto de aprendizaje entendido como “un

proceso distribuido, interactivo, contextual y que es el resultado de la participación de los

aprendices en una comunidad de práctica” (Coll y otros, 2001:154).

Tomando en cuenta lo anterior, para que el proceso de aprendizaje se enfoque en la

participación de los actores, supone que éste se realice mediante una participación guiada

(Rogoff, 1990 en Coll y otros 2001) del profesor para que el estudiante se apropie de los

recursos de la cultura. Desde este punto de vista el maestro constituye un factor

fundamental; pero la pregunta que surge aquí es ¿hasta qué punto el docente debe guiar al

estudiante activo en su proceso de aprendizaje? ¿Cuál es el límite de la mediación? ¿Existe

un límite? Son interrogantes que se intentarán responder a medida que se profundice en el

tema.

Desde la perspectiva sociocultural, los profesores son vistos como “coordinadores que

ayudan en la creación de sistemas de apoyo (en el sentido de andamiajes) y reconstruyen el

espacio de las zonas de desarrollo entre lo que los alumnos saben en ese momento y lo que

pueden llegar a dominar mañana” (Martínez, 1999:33). Resulta evidente que el autor hace

referencia al conocido concepto de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) propuesto por

Vigotsky (1979), en donde los fenómenos que ocurren implican procesos interactivos de

desarrollo y aprendizaje. Sin embargo, generalmente el desarrollo cognitivo se asocia a

respuestas finalizadas en la resolución de problemas (producto), más que a la capacidad de

producir desarrollo (proceso) como se analizará más adelante.

Vigotsky (1979), en su “Ley Genética del Desarrollo Cultural”, estableció que la función en

el desarrollo cultural de los niños y niñas aparece dos veces: en el plano social

(interpsicológico) y luego en el nivel personal (intrapsicológico). A través de las acciones

con signos, se puede dar paso a la interiorización, es decir, reconstrucción a nivel

intrapsicológico de una operación interpsicológica.

Al analizar estos aspectos contextualizados al ámbito escolar, destaca la importancia de que

los alumnos participen de actividades culturales, compartan conocimientos e instrumentos

desarrollados en la cultura (libros, soporte informático, etc.) y de esta forma interioricen

aquellos aprendizajes que sean relevantes para pensar y actuar.

A su vez, la apropiación de la cultura presupone el papel de otra persona como mediadora

de significados, entendiendo por una parte, que podría ser el profesor el que se interpone

entre el alumno y la cultura, o por otra parte, lo que defienden autores (Newman, Griffin y

Cole, 1989; en Coll y otros 2001) en que el rol activo de los aprendices es crucial en el

carácter dinámico de la ZDP. Las investigaciones de estos autores han demostrado que no

sólo las intervenciones de los más expertos producirán situaciones de aprendizaje, sino

también los alumnos son capaces de apropiarse de la situación, en casos no previstos por el

profesor.

31

En primera instancia, debido a la orientación de este artículo se enfatizará el rol del

mediador, quien es el que enriquece la relación con el medio ambiente. Feuerstein (2006)

establecería que para que esta relación con el entorno se brinde como experiencia de

aprendizaje mediado, se debieran considerar criterios imprescindibles, tales como, la

intencionalidad-reciprocidad, trascendencia y significado del aprendizaje, como se

explicarán a continuación.

Si lo llevamos a un contexto educativo, el profesor en su rol de mediador es quien debiera

preocuparse intencionadamente de seleccionar, organizar y planificar estímulos tendientes a

producir desarrollo en el alumno. Asimismo, mediar la interacción para que el alumno vaya

haciéndose consciente de sus propios procesos de aprendizaje y se involucre en éste. De la

misma forma, brindar una experiencia trascendental que implique que el estudiante sienta la

necesidad de profundizar y transferir a otras situaciones, otorgando una connotación

afectiva y significativa a su aprendizaje.

Estos serían los parámetros básicos que debiera tomar en cuenta el educador en su

intervención pedagógica, pero como analizaremos, estos aspectos no son tan sencillos como

parecen serlo, traen implícitamente una serie de características o habilidades que deben

desempeñar los profesores para realizar una adecuada mediación.

Actualmente, ya no se podría entender la construcción de conocimientos como una

realización individual, sino que un proceso de construcción con otros, con la ayuda de otras

personas, donde el profesor es la orquesta de actividades (Bruner, 1997). Las interacciones

se gestan en un contexto social y culturalmente organizado (herramientas y contenidos

culturales).

Por lo tanto, desde la perspectiva sociocultural, se destaca la interdependencia de procesos

individuales y sociales, donde se enfatiza la participación guiada. El profesor constituye

una guía para sus alumnos y le ofrece diversos tipos de ayuda: construir puentes desde el

nivel de comprensión y destreza, a niveles más complejos; estructurar la participación de

los estudiantes y, traspasar gradualmente el control de la actividad hasta que el alumno la

pueda realizar por sí mismo (Coll y otros, 2001).

Realidad de los profesores ¿cómo comprendemos la función docente desde postulados

socioculturales?

Desde esta perspectiva, los maestros se encuentran principalmente ante dificultad de

comprender cómo llevar a la práctica los postulados teóricos (concepto de mediación,

discusión auténtica, entre otros).

En primer lugar, ante esta cita “la construcción significativa de conceptos requiere de una

hábil intervención docente para posibilitar que se establezcan todas las interconexiones

necesarias a fin de que el concepto se convierta en un instrumento de comportamiento”

(Sanjurjo, 1994 en Opertti 2000:12). La intervención del docente es definida como

habilidad, es decir, se podría traducir que un profesor no hábil no estaría en condiciones de

realizar una adecuada intervención. Entonces, ¿cómo comprenden esta habilidad los

docentes? ¿Qué características debe tener esta persona hábil para mediar correctamente?

32

Al parecer, el profesor debe estar alerta en todo momento, en ningún caso puede ser pasivo,

debe estar alerta de no dirigir la búsqueda del alumno, no imponer ideas, no limitar su

libertad, creatividad, etc. Es decir, para una situación en contexto educativo, el docente

debe tener como finalidad promover en todo momento la investigación autónoma de los

alumnos y ser capaz de negociar la ayuda que se le brinda a éste.

En este sentido, los profesores efectivamente brindan ayuda a los alumnos, la dificultad está

en saber cómo y en qué momento negociarla. Los docentes se encuentran aquí ante una

encrucijada: deben ir en contra de lo que los alumnos están acostumbrados a esperar del

profesor y además ir en contra de su práctica habitual y realizada por años.

Una de las principales dificultades recae en el momento en que se negocia la ayuda y es lo

que se ha podido observar en distintos contextos de prácticas pedagógicas. Se comprende

que el proceso de mediación implica que el profesor debe apoyar a los alumnos, pero en el

intento de realizar esto, se ofrece una ayuda prematura (Labarrere, 1995). Es decir, el

profesor brinda apoyo al estudiante en el instante que éste no ha alcanzado a realizar un

análisis profundo de la situación que se le presenta, no sólo por falta de conocimientos o

habilidades, sino porque el análisis se encuentra en una etapa inicial.

Por lo tanto, el profesor puede realizar un desafío a un alumno, pero lo apoya

inmediatamente con preguntas a otros alumnos, comentarios, u otros, en el momento en que

el estudiante recién comienza un análisis temprano y no ha logrado realizar conexiones,

relaciones o profundizar su análisis. De esta manera, ese apoyo no podrá ser incorporado de

manera efectiva en el razonamiento del alumno y por ende, no podrá ser asimilado.

En relación a esto, Coll y otros (2001), establecen que al situarse desde la perspectiva

constructivista de los procesos de enseñanza y aprendizaje, pareciera que todo proceso de

construcción escolar, lleva a “entender la influencia educativa en términos de ayuda

prestada a la actividad constructiva del alumno; y la influencia educativa eficaz en términos

de un ajuste constante y sostenido de esta ayuda a las vicisitudes del proceso de

construcción que lleva a cabo cada alumno” (p.148).

Al analizar estas opiniones, se deja entrever que la intervención docente es lo fundamental

en el proceso de enseñanza y aprendizaje, sin embargo, el sentido primordial es que el

alumno mediante una negociación de la ayuda, logre construir sus propios procesos de

aprendizaje. En la práctica para muchos docentes estos postulados son una lectura

comprensiva que costará mucho tiempo descifrar. Tal como dice Lerner (1996) estamos

lejos de la no intervención docente (entendida como investigación autónoma de los

alumnos, no como pasividad del docente).

Dentro de este contexto, el rol del mediador debiera ser promover la investigación

autónoma por parte de los estudiantes. Para comprender mayormente esto, se podría hacer

referencia a lo que en didáctica se denomina devolución del problema. Este concepto tiene

como idea primordial que los alumnos tomen en sus manos el problema y sientan la

responsabilidad de resolverlo.

33

En este sentido, el profesor debe ser capaz de transferir responsabilidades. Asimismo, el

docente, además de comunicar el enunciado del problema, debe lograr que el alumno

acepte este desafío como si fuera suyo, no sólo porque el profesor lo quiere, sino por

motivación propia. Si toma esa convicción de necesidad de resolver el problema, es decir,

acepta participar de ese desafío intelectual y con éxito, se inicia el proceso de aprendizaje.

Se producirá una progresión del aprendizaje, que es un gran desafío pedagógico. En la

progresión del aprendizaje, intervienen variables que van a depender del educador (donde

la didáctica puede actuar) y otras que no.

Como hemos visto hasta el momento, el profesor debe tener varias características, además

de estar alerta en todo momento, cuidar de no otorgar ayuda prematura, debe comprender y

ser capaz de transferir responsabilidades, hacer que el alumno acepte el desafío de resolver

el problema como si fuera propio, y además de todo esto, tener claro que en esta evolución

de aprendizaje siempre pueden haber factores que interfieren (positiva o negativamente) el

aprendizaje y que no dependerán directamente de él.

La llamada “situación a-didáctica”, definida por Brousseau en 1986, implica que el alumno

trabaje independientemente sin ningún control directo del profesor. En otras palabras, el

alumno puede utilizar por sí mismo el saber que está construyendo, en cualquier

circunstancia, incluso cuando no esté el profesor (Vargas, 2000). Este concepto se

comprende dentro de un contexto didáctico, en el cual luego de una riqueza en el proceso

de mediación, el alumno es capaz de construir su propio conocimiento.

En este sentido es interesante lo que plantea Labarrere (1996) en relación a que el alumno

no sólo debe tomar conciencia y conocimiento de las propias acciones o control de la

conducta frente a un problema sino también debe tener conocimiento sobre la propia

situación de desarrollo que se ha generado. Esto es lo que el alumno generalmente

desconoce y que mencionábamos líneas más arriba al referirnos a la ZDP (que el desarrollo

cognitivo se asocia a solución de problemas más que a producir desarrollo).

Labarrere (1996), para referirse a este tema utiliza un concepto denominado “Transparencia

Metacognitiva”, es decir, el conocimiento, control y posibilidad de operar por parte del

estudiante (componentes esenciales de la situación global de desarrollo), procesos que

actualmente sólo son propiedad del profesor. Además enfatiza que la importancia de la

transparencia metacognitiva, de que el alumno tenga acceso y control de los medios (en un

sentido amplio), que propician el desarrollo en ZDP, reside en que esta es una de las vías

principales para que él alumno se convierta en artífice de su propio desarrollo y realice una

verdadera función protagónica en el aprendizaje. De esta manera el alumno comprenderá la

finalidad de su aprendizaje y así aprenderá a ayudarse solo, irá siendo consciente y

autónomo, ya no necesitará de una guía o pauta constantemente.

34

Para mayor comprensión de este concepto, se hará una breve referencia a una investigación

(Labarrere, 1997) que se realizó para observar la Transparencia Metacognitiva. Dentro del

contexto de un proyecto, realizaron una estrategia que corresponde a exponer directamente

las acciones de los profesores, intencionalidades y resultados, a los juicios de los alumnos.

Para esto, los profesores desarrollaron en las propias salas de clases, frente a los alumnos,

las discusiones metodológicas que se sostenían a espaldas de los estudiantes, de tal forma

que se abriera un espacio de interacción y fueran paulatinamente ocupando un rol activo.

Progresivamente los alumnos fueron incorporándose a las discusiones y esto indica que no

sólo estaban introduciéndose en las acciones de los profesores, sino que también en las

propias. “Aprendizaje y enseñanza aparecían en unidad y ellos estaban actuando como

agentes de su análisis” (p.43).

Con esta investigación se puede observar que al ser transparentes en los procesos de

enseñanza y aprendizaje, se generan efectos positivos en los estudiantes, comprometiéndose

la interacción, el proceso y la resignificación de roles.

Actualmente, esto que se propone es un tema complejísimo, debido a que la

responsabilidad del profesor es transmitir directamente el nuevo conocimiento, y “…Para

que un niño lea una situación como una necesidad independiente de la voluntad del

maestro, hace falta una construcción epistemológica intencional. La resolución del

problema se vuelve entonces responsabilidad del alumno, que debe hacerse cargo de

obtener un cierto resultado. No es tan fácil. Es necesario que el alumno tenga un proyecto y

acepte su responsabilidad” (Brousseau, 1994 en Lerner 1996).

Según esto, para autores como Lerner (1996) la primera intervención fundamental del

maestro (asumiendo que no es la única) radica en “delegar en los alumnos una parte de la

responsabilidad, es hacer devolución explícita de la situación problemática a partir de la

cual será posible construir el conocimiento” (p.93-94). Hay autores (Castorina 1996 y

otros) que han sido acusados por su propuesta como una “mínima intervención del

educador” (Braslavsky 1985 en Lerner 1996) entendida como aquellas que condenan al

maestro a esperar pasivamente que el niño construya su conocimiento. En este sentido

concuerdo con estos autores (Castorina 1996 y otros), porque sería una posición demasiado

simplista de la visión del educador, y como se ha analizado hasta aquí implica una serie de

criterios o características que distan mucho de un maestro pasivo.

Ahora bien, como estamos analizando este tema desde una perspectiva sociocultural y

tomando como referencia la importancia que brindan autores (Newman, Griffin y Cole,

1989; en Coll y otros 2001)a la construcción del conocimiento desde los pares, resulta

interesante analizar situaciones en que los alumnos son invitados a discutir entre ellos, en

contexto de enseñanza y aprendizaje.

35

En una situación didáctica en donde los alumnos deben discutir, se observan a la base

diversas habilidades que deben poner en juego, como por ejemplo: justificar su

interpretación frente a los demás, ver los puntos a favor y en contra, comunicación

asertiva, entre otros. En este caso, la tarea del profesor es sólo coordinar los intercambios.

Según Lerner (1996), el profesor “…pone de manifiesto contradicciones que los niños no

han tomado en cuenta, formula preguntas que plantean nuevos problemas, llama la atención

sobre aspectos del texto que pueden poner en duda algunas interpretaciones o que pueden

contribuir a superar conflictos planteados” (p.97).

Para esta misma autora (Lerner, 1996) tomar la enseñanza desde una perspectiva

constructivista además de plantear problemas, proveer información para que construyan

conocimientos, es “promover la discusión sobre los problemas planteados, es brindar la

oportunidad de coordinar diferentes puntos de vista, es orientar hacia la resolución

cooperativa de las situaciones problemáticas” (p.98).

Sin embargo, en la escuela existen dificultades para realizar discusiones auténticas, porque

según Leoni (1989, en Lerner 1996) cuando los alumnos están ante la presencia del adulto,

éste “desempeña un papel inevitable en las decisiones sociales y cognitivas del niño”

(p.102). Esto es algo que se ha podido constatar en las prácticas pedagógicas en que los

alumnos buscan constantemente la aprobación del profesor y esto limita la discusión,

porque la interrumpe, no la hace natural, propia de intercambio entre los alumnos.

Por esta misma razón, otra de las características que se debiera añadir al profesor es cuidar

ciertas intervenciones que pareciera que pasan inadvertidas pero no es así. Tal como Lerner

(1996) expone ciertos ejemplos “…Preguntar por qué sólo a aquellos que han dado una

respuesta incorrecta, llamar la atención del grupo sobre lo que ha dicho un niño sólo cuando

ese niño ha dado la respuesta correcta, dar la palabra exclusivamente a aquellos que están

más cerca de la verdad…” (p.102). Esto es algo que se puede observar cuando alumnos que

se notan más seguros, son aquellos que notan respaldo por parte del docente, y son los que

participan constantemente, repitiéndose siempre los mismos alumnos, dejando en este caso,

a los demás alumnos en un concepción tradicional del aprendizaje en que el rol del alumno

es pasivo.

Por lo tanto, la neutralidad del profesor (que no es lo mismo que pasivo) va a facilitar la

comunicación, promoverá que los alumnos propongan sus diferentes puntos de vista, hará

notar coincidencias y discrepancias, pondrá en evidencia cuando existe suficiente o

insuficiente información, ayudará a definir conclusiones, entre otros.

Otra característica interactiva de la situación de enseñanza y aprendizaje, es el trabajo en

grupo, el cual se apoya en conceptos constructivistas como es el aprendizaje colaborativo,

que corresponde a un modelo de aprendizaje participativo, que tal como señala Johnson

(1993), cada miembro del grupo es responsable de su propio aprendizaje, así como el de los

restantes miembros del grupo. El aprendizaje cooperativo, promueve la interacción de las

formas y del intercambio verbal entre los integrantes del grupo, lo que afecta finalmente a

los resultados del aprendizaje. En la medida en que se posean diferentes medios de

interacción, el grupo podrá enriquecerse, aumentar sus refuerzos y retroalimentarse.

36

De acuerdo a esto, la mediación del profesor es importante, debido a que pueden existir

alumnos (niños líderes) que asumen el rol protagónico y de dirección del trabajo y los

demás alumnos actúen pasivamente y se plieguen a sus ideas, conceptos, respuestas, etc.

Hay investigaciones (Lerner, 1996) sobre trabajo en grupo, en que revelan que mientras

menor sea el número de integrantes menos se diluirá la responsabilidad, también que podría

ser interesante que antes de juntarse en los grupos cada niño tenga la posibilidad de pensar

individualmente, para que posteriormente todos tengan algo que aportar y otras que

enfatizan que los grupos se vayan rotando para que todos los niños puedan interactuar con

todos.

En fin, son numerosos los cuidados que debe tener un profesor en el quehacer pedagógico

para poder realizar una adecuada intervención. Estos cuidados se podrían traducir a los

límites que hablábamos al comienzo (aunque convendría llamarlos cuidados ya que límites

posee una connotación de privación) y es que el profesor es el que debe estar atento hasta

dónde puede llegar con la intervención, es él quien conoce al niño y sus interacciones, es él

quien orientará a que el alumno se enfrente a un problema sin la ayuda que necesitaba

anteriormente, es él quien se fijará cómo el alumno se apropia del mecanismo en desarrollo

(para ponerlo en práctica solo), y en definitiva será él quien progresivamente le brinde la

libertad al alumno de construir su propio conocimiento y ser conciente de ello, tanto de su

proceso de desarrollo como de aprendizaje.

Consideraciones finales

Las aportaciones de la concepción constructivista, han permitido innovación en las

prácticas pedagógicas, enfatizando la importancia de la formación integral de los

estudiantes. Hoy en día se está buscando alumnos creativos, capaces de llevar a cabo sus

propios proyectos y alumnos conscientes de sus procesos de aprendizaje. Para todo este

discurso, se requiere un mediador eficaz, pero a la vez, como plantean autores (Labarrere,

1996), se debe dar espacio a la apropiación mutua y plural, dejando entrever que actuar en

la ZDP da lugar al aprendizaje y desarrollo tanto de profesor como alumno. Este punto es

algo que cuesta comprender en la actualidad, pero a la vez es muy importante de enfatizar,

porque de aquí se originan las dificultades de los maestros de comprender postulados

teóricos (concepto mediación, discusión auténtica, etc.).

En tanto, en una situación de aprendizaje resaltará la interacción entre los distintos agentes,

y en definitiva la relación con los significados culturales. En esta reflexión crítica, se debe

tomar en cuenta un elemento fundamental, que es el rol del profesor, pero más que

sustentos teóricos generales, se debiera tener en cuenta funciones específicas (criterios,

características) que se han ido analizando en este artículo y que en varias ocasiones, distan

bastante de lo que comprenden los profesores actualmente. En definitiva re-orientar

específicamente la labor de mediador situándose entre el niño y su entorno, modificando

las condiciones de interacción, para que se esta forma exista un intercambio efectivo de

significados, y así contribuir a la construcción del aprendizaje.

37

El educador debe tener clara su posición y de acuerdo a la perspectiva actual, considerando

la construcción como un proceso de interacción y propio, ser un mediador del proceso de

enseñanza según las características analizadas (no hacerse al margen, no imponer sus

conocimientos, etc.). Para todo esto, el profesor necesita reflexionar constantemente sobre

su práctica, y de esta manera explicarse sucesos que van más allá de sus sensaciones,

fundamentar sus posturas, decisiones y actuar. La meta educativa será que el alumno se

apropie de los recursos de la cultura, lo que supone incorporar el objeto de conocimiento,

darle sentido y significatividad, incluirlo en su práctica y compartir el uso con los demás.

Desde los aportes realizados por la perspectiva socio-cultural, se vislumbra el ser humano

que implica los alumnos que queremos formar, pero a la vez, un profesor que debe tener

claro su rol para formar tales alumnos.

En definitiva, la reflexión deberá enfatizar el proceso de relación entre sujetos más que

resaltar una asimetría entre profesor y alumno (con énfasis en el sujeto frente a la tarea),

porque más de alguno se habrá dado cuenta que el desarrollo y aprendizaje puede darse

tanto de profesor a alumno como viceversa, propio de una perspectiva socio-cultural.

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38

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Vigotski, L. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Madrid: Grijalbo.

39

ROL DEL EDUCADOR EN EL FOMENTO DE DESARROLLO EN EL

NIÑO ESCOLAR Y SU ACCIÓN EN LA ZONA DE DESARROLLO

PRÓXIMO

Felipe Vergara Rojas

Introducción

La discusión actual acerca de la relevancia del docente en el aula para lograr aprendizajes

de calidad y fomentar el desarrollo cognitivo de los alumnos, se puede iluminar a partir de

una revisión del debate teórico más amplio en torno a las relaciones entre aprendizaje y

desarrollo, así como de la acción que éste puede desplegar en la denominada “zona de

desarrollo próximo”.

Para que un aprendizaje dado ocurra ¿es requisito que el sujeto haya alcanzado de modo

natural el nivel de desarrollo mental que hace posible dicho aprendizaje? De ser así, ¿qué

aporta la enseñanza al desarrollo?

O bien, por el contrario, ¿es requisito que el sujeto reciba una enseñanza y aprenda de ella

para que el desarrollo mental ocurra? ¿Y cuál sería el tipo de enseñanza que fomenta

desarrollo mental?

¿Quién acarrea a quién? ¿El desarrollo al aprendizaje? o ¿el aprendizaje al desarrollo? La

respuesta intentada a este problema define en buena medida el rol y dignidad de la

enseñanza de los docentes en el marco de la instrucción formal.

Un modo de dar respuesta deriva hacia un rol docente más pasivo, de observador,

facilitador y acompañante de un proceso de desarrollo; el otro modo, dirige hacia un rol

más activo, de incitador, estimulador y guía del proceso de desarrollo.

La discusión relativa a la relación entre aprendizaje y desarrollo parece llevar a estas dos

polaridades como si fuesen poco o nada conciliables cuando en realidad tienen muchos

puntos en común (Castorina, 1996)

Aún a riesgo de extremar las diferencias sin considerar todas las sutilezas de cada autor,

analizaremos de modo grueso las posturas de Jean Piaget y Lev S. Vygotsky, sugiriendo,

desde este último, un foco para la actividad mediadora del educador.

40

Jean Piaget

Piaget (1969) postula que un nivel de desarrollo dado es la condición previa y necesaria

para que ocurra un aprendizaje, debido a lo cual correspondería entender y concebir a la

enseñanza como una ampliación de funciones, procesos o habilidades ya desarrolladas;

pudiendo concebirse como una consolidación de lo ya formado; como una ejercitación para

transformar algo ya adquirido en algo estable. El supuesto es aquí que una nueva

adquisición mental es frágil hasta que no se consolida.

“El desarrollo de la inteligencia, (…) implica procesos naturales o espontáneos;

en este sentido pueden ser utilizados y acelerados por la educación familiar o

escolar, pero no se derivan de ellas, sino que, por el contrario, constituyen la

condición previa y necesaria de toda enseñanza (…)

Sin embargo, una condición necesaria no es siempre suficiente y es fácil mostrar que la

maduración no es el único factor en juego en el desarrollo operatorio; la maduración del

sistema nervioso se limita a abrir posibilidades excluidas hasta ciertos niveles de edad, pero

falta actualizarlas y eso supone otras condiciones, la más inmediata de las cuales es el

ejercicio funcional ligado a las acciones” (op. cit. p. 65)

Refiriéndose de modo explícito a la transmisión educativa propia a la instrucción escolar,

Piaget afirma:

“Además de los factores de maduración y experiencia, la adquisición de los

conocimientos depende, naturalmente, de las transmisiones educativas o

sociales (…); en este proceso único ha soñado durante largo tiempo la escuela

tradicional. La psicología no trata de omitirla de ninguna manera, sino que se

dedica al estudio de los problemas que le conciernen y que se hubiera podido

creer que habían sido resueltos hace tiempo. ¿Depende el éxito de una

transmisión tal sólo de la mejor o peor presentación por el adulto de lo que

desea inculcar al niño, o supone la presencia en este último de instrumentos de

asimilación sin los cuales no podría comprender?

(…) se constata (…) que toda experiencia necesita una estructuración de lo real;

o, dicho de otra manera, que el registro de todo dato exterior supone

instrumentos de asimilación inherentes a la actividad del sujeto. Sin embargo,

cuando se trata de la palabra adulta, al transmitir o intentar transmitir

conocimientos ya estructurados por el lenguaje o la inteligencia de los padres o

de los maestros, se imagina que esta asimilación previa es suficiente y que el

niño no tiene más que incorporar estos alimentos intelectuales ya digeridos,

como si la transmisión no exigiera una nueva asimilación, es decir, una

reestructuración que depende esta vez de las actividades del auditor. En suma,

cuando se trata de la palabra o de la enseñanza verbal, se parte del postulado

implícito de que esta transmisión educativa proporciona al niño los

instrumentos de asimilación como tales, al mismo tiempo que los

conocimientos a asimilar, y se olvida que tales instrumentos sólo pueden

adquirirse mediante una actividad interna y que toda asimilación es una

reestructuración o una reinvención.” (Ib. p. 68-69)

41

Lo anterior puede considerarse una declaración de principios de tipo constructivista,

declarando que el conocimiento obtenido no es un espejo de la realidad (en este caso,

podríamos decir que no es un espejo de la formulación entregada por el adulto) sino que es

una reconstrucción a partir de la estructura y organización mental que el sujeto trae.

De acuerdo con Piaget, los instrumentos de asimilación los pone el niño; los contenidos a

asimilar los pone el ambiente, y estos últimos sólo pueden ser asimilados si el niño ha

desarrollado los instrumentos de un modo independiente a la acción del ambiente adulto.

De no estar preparados los instrumentos, la entrega de contenidos resulta en un esfuerzo

inútil.

Este planteamiento resulta obvio a primera vista y se avala en la experiencia cotidiana de

que hay contenidos y destrezas que no pueden ser enseñadas precozmente cuando el niño

no está preparado para ello, es decir, cuando no ha alcanzado un desarrollo suficiente. Pero,

al mismo tiempo, llevado a su extremo, plantea la infertilidad del acto de enseñanza como

promotor del desarrollo en tanto no se lo concibe como a quien compete la formación y

construcción de los instrumentos de asimilación propiamente tales. Tales instrumentos en

términos generales comprenden la estructura mental en un determinado momento

evolutivo.

Tal postura es consonante con la definición del mecanismo de asimilación, pero cabe

preguntar ¿los esquemas cognitivos sólo se acomodan como fruto de un ejercicio interno?

¿No habría acomodación y transformación estructural directamente a partir de la influencia

externa? Dado el ejemplo, se da a entender que el desarrollo y transformación de la

estructura mental (o de un esquema en particular) no ocurre primariamente por la influencia

medioambiental. De acuerdo con ello, la enseñanza tiene un papel secundario en relación a

la estructura mental presente al ser esta última quien transforma aquella, asimilándola

según el nivel alcanzado.

Como corolario, los docentes debieran esperar que se produzca dicho desarrollo y no

intentar enseñar algo para lo cual los sujetos no están preparados.

La obviedad de que no se puede enseñar a leer a un niño de dos años que aún no comprende

el lenguaje simbólico, o el concepto de “raíz cuadrada” a un niño de siete que recién

sistematiza las operaciones matemáticas básicas, lleva a la deducción de que para enseñar

algo a alguien se precisan ciertos prerrequisitos; vale decir, que es necesario un

determinado desarrollo ya alcanzado. Pareciera que ello valida la noción piagetiana de que

el desarrollo acarrea al aprendizaje.

Para Piaget la construcción de las operaciones mentales y el pensamiento ocurre en virtud

de la acción desarrollada por el niño y no del discurso externo del adulto. Al enfatizar así el

papel de la acción, opone a ésta la instrucción formal tradicional a través de dictar lecciones

verbalmente. De hecho, afirma el valor de la acción tanto a nivel individual como aquella

realizada en conjunto con iguales, pero tiende a excluir la colaboración con el adulto como

si esta no fuera fomentadora de desarrollo.

42

La propuesta de Piaget es una clara advertencia a los intentos de entregar una enseñanza en

forma precoz que pudiera orientarse por el supuesto falso de que el niño es un adulto en

miniatura: ambos tienen el mismo envase pero uno de ellos – el niño – le falta ser llenado

por el conocimiento ya adquirido por el adulto.

Ante tal supuesto, Piaget, distingue el funcionamiento mental de la estructura, señalando

que si bien el funcionamiento del niño y el adulto son similares (asimilación y acomodación

se complementan progresando hacia un equilibrio entre sí y con la realidad), sus estructuras

no lo son. Por ello, es preciso conocer y respetar el ritmo de evolución de las estructuras

mentales en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

El papel del adulto parece relegarse a disponer condiciones para el ejercicio funcional de la

asimilación y acomodación progresivas en el niño, pero no hace posible el cambio

estructural ya que éste se daría paulatinamente por el ejercicio funcional por si mismo.

El planteamiento de Vygotsky - citado por Kozulin (1996) – en cambio, postula que la

actividad del niño no constituye un ejercicio de interacción del niño con los objetos de la

realidad ocurrida en forma independiente de una mediación cultural: “debemos tener en

cuenta que el/la niño/a comienza sus relaciones con la situación no de manera directa sino

por medio de otra persona” (p. 95).

“Para Piaget el aprendizaje tiene lugar en una interacción no asistida entre los

esquemas mentales del niño/a y los objetos presentes en el mundo externo.

Como resultado de ello, el/la niño/a tiene sus propias ideas maravillosas. El

único requisito del contexto de aprendizaje es que sea lo suficientemente rico

para poder disponer de suficientes objetos y procesos para practicar sus

esquemas. Desde la perspectiva de Vygotsky, el aprendizaje tiene lugar en

colaboración entre el/la niño/a y los adultos que le introducen unas

herramientas-mediadores simbólicos y le enseñan a organizar y controlar sus

funciones psicológicas naturales a través de estas herramientas culturales. En el

proceso las funciones psicológicas naturales del niño/a cambian de naturaleza

convirtiéndose en social y culturalmente informadas y organizadas” (Kozulin,

ib., p. 96)

Vygotsky, acepta la necesidad de un desarrollo previo para que se produzca aprendizaje a

partir de una enseñanza, pero ello no implica esperar a que el desarrollo natural o

espontáneo alcance por sí sólo el nivel requerido para aprender lo que se pretende enseñar.

“en los niños normales, el aprendizaje orientado hacia los niveles evolutivos

que ya se han alcanzado resulta ineficaz desde el punto de vista del desarrollo

total del pequeño. Este tipo de enseñanza no aspira a un nuevo estadio en el

proceso evolutivo, sino que más bien va a remolque de dicho proceso. Así pues,

la noción de una zona de desarrollo próximo nos ayuda a presentar una nueva

fórmula, a saber, que el «buen aprendizaje» es sólo aquel que precede al

desarrollo” (Vygotsky, 2000)

43

Según Rivière (1988):

“… reducir la relación entre aprendizaje y desarrollo a una dirección única del

primero al segundo sería una simplificación. Es evidente que las posibilidades

de que el niño incorpore las herramientas y signos, que se construyen o

presentan en sus relaciones con los demás, depende a su vez del grado de

desarrollo anterior. Sería inútil, por ejemplo, que el profesor de EGB tratase de

lograr la apropiación e interiorización activa, por parte de sus alumnos, de los

instrumentos de cálculo infinitesimal. En esto no hace falta insistir: el

aprendizaje sólo se produce cuando los utensilios, signos, símbolos y pautas del

compañero de interacción son incorporables por el niño en función de su grado

de desarrollo previo.” (op. cit.,p. 59-60)

Tal interacción entre lo que el niño trae y lo que la cultura le presenta genera un desafío al

educador. Lo que el niño “trae” corresponde a aquello que ha alcanzado ya. Lo que la

cultura “propone” está situado más allá de lo que el niño ha alcanzado. Si la distancia entre

ambos es muy amplia (como el caso mencionado de proponer una lectura a un niño de dos

años) se dará la conclusión obvia de que el desarrollo aparece como condición previa al

aprendizaje. Pero si la distancia es menos amplia podría ocurrir un salto de nivel en el

desarrollo, en cuyo caso, la labor del educador es tender el puente que permita dar el salto,

ocasionando desarrollo a partir de su enseñanza y no sólo esperando que el niño de el salto

por sí sólo para recién entonces proporcionar el aprendizaje propio al nivel que el niño

independientemente ya alcanzó.

La diferencia parece sutil pero involucra enfoques diferentes en torno al hecho educativo

así como una distinción en la concepción de la génesis de los procesos mentales superiores.

Vygotsky y la Zona de Desarrollo Próximo

El concepto de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) de Vygotsky explicita la diferencia

entre ambas posturas, y lo define como “la distancia entre el nivel real de desarrollo,

determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y de nivel de

desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de

un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz” (Vygotsky, 2000, op. cit.);

(Vygotsky, 1986/1995)

Esta conceptualización distingue:

1. lo que el niño es capaz de hacer por sí solo, en un momento dado

2. lo que el sujeto es capaz de realizar con la ayuda y guía de otro

3. lo que el sujeto llega posteriormente a realizar de modo autónomo respecto de la ayuda

recibida (que pasa a constituirse – dinámicamente – en un nuevo “momento nº1”)

Lo que el niño puede realizar por sí solo, corresponde al nivel de desarrollo alcanzado, vale

decir, aquello realizable en función del grado de organización interna de la estructura

mental.

44

Lo que el niño es capaz de realizar con la ayuda y guía de otro, corresponde a procesos

presentes en el niño pero no plenamente desarrollados. No se refiere a que cualquier cosa

pueda ser internalizada a partir del apoyo externo. Comprende “aquellas funciones que

todavía no han madurado, pero que se hallan en proceso de maduración, funciones que en

un mañana próximo alcanzarán su madurez y que ahora se encuentran en estado

embrionario. Estas funciones podrían denominarse “capullos” o “flores” del desarrollo, en

lugar de “frutos” del desarrollo” (Vygotsky, ib., 2000)

Lo que el sujeto llega a realizar de modo autónomo respecto de la ayuda recibida,

corresponde a la internalización del proceso, habilidad, etc., que estaba en proceso de

maduración y ya ha logrado su pleno desarrollo.

En tanto la acción educativa se ejerce en esta ZDP, generaría desarrollo al ayudar a la

transformación de tales “capullos” o “flores” en verdaderos “frutos”.

Ello supone en el educador la capacidad para detectar “los capullos-flores” que

corresponden a un determinado “fruto”. No puede esperar que aparezca un durazno desde la

flor del limón.

¿Conocemos suficientemente los cambios sucesivos de semilla a flor y fruto en el

desarrollo mental?

Tal parece que conocemos los frutos y cómo se utilizan, sabemos de los diferentes sabores

que brindan cuando se combinan, pero tenemos escaso conocimiento de la interacción –

podríamos decir “injertos” – que ocurren en el transcurso del crecimiento evolutivo y que

dan lugar a esos frutos especiales que denominamos “procesos mentales superiores”.

Para Vygotsky, los procesos mentales inferiores tales como la percepción, la atención, la

memoria, que vienen dados por nuestra naturaleza biológica compartida con otros animales

siguen un curso de desarrollo inicial que es independiente de los procesos superiores

ligados a la adquisición de herramientas simbólicas y del lenguaje verbal, los que pueden

considerarse como modos específicos de comunicación de significados y de interacción

humanos.

“el desarrollo de las funciones superiores exigiría (…) la apropiación e

internalización de instrumentos y signos en un contexto de interacción. Y esto

es aprendizaje. Sólo que, como decía también Vygotsky «el aprendizaje

humano presupone una naturaleza social específica y un proceso mediante el

cual los niños acceden a la vida intelectual de aquellos que les rodean»”

(Rivière, ib, p. 59)

La adquisición de herramientas simbólicas y del lenguaje verbal como medios de expresar

significados comienza siempre como un acto externo e interpersonal que posibilita una

adaptación a los sistemas de interacción social en los que participa el niño. “Nuestro

estudio experimental ha demostrado que no sólo es posible enseñar a los niños a usar

conceptos, sino que esa «interferencia» puede influir favorablemente en el desarrollo de los

45

conceptos formados por el mismo estudiante. Pero ese mismo estudio demuestra que

introducir un concepto nuevo significa precisamente poner en marcha el proceso de su

apropiación. La introducción deliberada de conceptos nuevos no impide el desarrollo

espontáneo, sino que le traza nuevos caminos.” (Vygotsky, 1986/1995 op. cit., p.157)

El significado lo presta y lo impone el medio externo y paulatinamente se va interiorizando.

Vygotsky entrega un ejemplo clásico del gesto físico que hace el niño al estirar su mano

para alcanzar un objeto lejano, siendo esto significado por la madre como una “indicación”

de “deseo tomar ese objeto” que entonces la madre le acerca. En este caso, el significado

“indicador” del gesto ha sido puesto por la madre y no por el niño. Posteriores situaciones

similares derivarán en que el niño aprende a indicar con su mano y dedo algún objeto que

desea alcanzar transformando el acto físico de alargar su mano o dedo en un gesto con

verdadero valor simbólico, comunicacional y adaptativo.

Del mismo modo, los nombres de las cosas son concebidos inicialmente como atributos

propios a ellos más que como categorías conceptuales. Usa los conceptos de un modo

parcial: “mamá” significará su madre y no una categoría conceptual. Pero interacciones

sucesivas le irán mostrando un significado más amplio que empujará hacia una noción

formal del concepto que englobe “toda mujer que tiene un hijo”.

El lenguaje y otras herramientas simbólicas están fuera de la mente del niño, son

instrumentos que están en la cultura y son puestos a disposición del niño como

instrumentos de interacción y adaptación. En un largo proceso evolutivo, estos

instrumentos que primero son actividades interpersonales, se transforman en actos internos.

Una vez interiorizados pasan a transformarse en instrumentos mentales que controlan su

propio comportamiento como lenguaje interno.

Pero una vez interiorizados, cuando forman parte del bagaje mental, estos mismos

instrumentos interactúan de modos complejos con los procesos básicos ya presentes de la

percepción, atención y memoria, de modo tal que ahora los transforman a éstos. Así, la

atención puede ser dirigida ya no sólo por los estímulos externos de acuerdo con sus

características, sino que puede ser dirigida por el pensamiento. La memoria deja ya de ser

la huella de imágenes estáticas percibidas sensorialmente, sino que la recuperación es

guiada por procesos de razonamiento. La percepción ya no es una copia de coordinaciones

sensoriales sino compleja interrelación entre la entrada sensorial, pensamientos,

expectativas, etc.

El desarrollo de los procesos mentales elementales sigue un curso paralelo al de los

procesos superiores ligados al uso de significados culturales; su relación sigue un

determinado patrón mientras estos últimos no han sido interiorizados; una vez

interiorizados, esta relación cambia al modificarse la totalidad de la organización mental;

ahora, los procesos básicos comienzan un proceso de integración e interdependencia mutua

que les da cualidades antes ausentes.

46

Vygotsky concibe la organización mental con un desarrollo evolutivo que avanza desde

elementos desintegrados y diferenciados que cursan primero de modo independiente, luego,

paulatinamente se van integrando hasta formar una totalidad compleja que adquiere

características nuevas. Unos elementos proceden desde dentro hacia fuera (los procesos

elementales-básicos-inferiores) y otros proceden desde fuera hacia dentro (los procesos

superiores). Estos últimos se desarrollan como una apropiación e interiorización de los

instrumentos intelectuales presentes en la cultura que primero actúan desde fuera del niño a

partir de su interacción y que, al tornarse parte del funcionamiento interno, regulan y

modifican los otros procesos mentales ya presentes en el niño constituyendo una

organización nueva.

Para Vygotsky, lo que crea la ZDP “es un rasgo esencial del aprendizaje; es decir, el

aprendizaje despierta una serie de procesos evolutivos internos capaces de operar sólo

cuando el niño está en interacción con las personas de su entorno y en cooperación con

algún semejante. Una vez que se han internalizado estos procesos, se convierten en parte de

los logros evolutivos independientes del niño”

“Desde este punto de vista, aprendizaje no equivale a desarrollo; no obstante, el

aprendizaje organizado se convierte en desarrollo mental y pone en marcha una

serie de procesos evolutivos que no podrían darse nunca al margen del

aprendizaje. Así pues, el aprendizaje es un aspecto universal y necesario del

proceso de desarrollo culturalmente organizado y específicamente humano de

las funciones psicológicas”

“En resumen, el rasgo esencial de nuestra hipótesis es la noción de que los

procesos evolutivos no coinciden con los procesos de aprendizaje. Por el

contrario, el proceso evolutivo va a remolque del proceso de aprendizaje; esta

secuencia es lo que se convierte en la zona de desarrollo próximo.”(Vygotsky,

ibid, 2000)

¿De qué maneras la enseñanza escolar pone en marcha los procesos intelectuales? ¿Cómo

los procesos mentales estimulados por el aprendizaje escolar se van transformando en

procesos internos e independientes en el niño?, son preguntas que se hace Vygotsky – cuya

respuesta dejó sugerida más no acabada – advirtiendo que no tienen una respuesta

invariable o fórmula única dado que la relación entre aprendizaje y desarrollo es dinámica y

cambiante

“toda materia escolar posee su propia relación específica con el curso del

desarrollo infantil, una relación que varía a medida que el niño va pasando de

un estadio a otro. Ello nos conduce directamente a un nuevo examen del

problema de la disciplina formal, esto es, a la importancia de cada tema en

particular desde el punto de vista de todo el desarrollo mental. Evidentemente,

el problema no puede resolverse utilizando una fórmula, es preciso llevar a

cabo una investigación concreta, extensa y distinta basada en el concepto de la

zona de desarrollo próximo” (Vygotsky, ibid., 2000)

47

Dado que la emergencia de procesos mentales superiores corresponde a la etapa más

avanzada del progreso mental humano, la mediación en la ZDP debiera prioritariamente

corresponder a prestar al niño instrumentos simbólicos que son los que transforman los

procesos elementales tales como memoria, atención y percepción.

Desde esta perspectiva, considero útil distinguir entre aquellas mediaciones dirigidas a

modificar carencias interviniendo directamente en el funcionamiento de estos procesos

elementales, versus aquellas mediaciones dirigidas a intervenirlas indirectamente a través

de instrumentos simbólicos que el niño o no ha desarrollado o bien no utiliza ni pone en

juego al resolver un problema.

Por ejemplo, si un niño está frente a un problema que le exija recordar una serie de 20

objetos cotidianos dibujados en una hoja y no lo logra por sí sólo, podemos distinguir

mediaciones como las siguientes:

Directas sobre la atención indicar con el dedo o lápiz alrededor de los objetos

diciendo “estos son los que debes aprender”, “atiende a

estos objetos”

tomar su rostro para dirigir su mirada en la hoja y

objetos en vez de que la dirija hacia los ruidos que

vienen fuera de la sala que atraen su atención

Directas sobre la memoria “repasa los objetos en tu mente y luego dímelos”

¿estás seguro? ¿te falta alguno que no me hayas

dicho? ¿te acuerdas de algo más?

“Te faltan algunos, esfuérzate un poco más”

Directas sobre la percepción “me dijiste los que estaban a la derecha pero te faltan

dos de la izquierda”

“Fíjate primero en los de arriba y luego en los de

abajo”

Indirectas:

en éstas no se manipula directamente

la función en su nivel elemental, sino

que se afectan la atención, la memoria

y la percepción de modo simultáneo al

proponer una herramienta simbólica o

lingüística que el niño no pone en

juego: números, criterios de

comparación para elicitar el uso de

conceptos y establecer algún tipo de

relación y clasificación que permita

organizar elementos que son

presentados sin relación en una

totalidad organizada y con significado

Estrategia de contar como recurso auxiliar para

determinar si almacenó todos los objetos: ¿cómo

sabes si los aprendiste todos? ¿cuántos son? ¿Te

sirve contarlos? ¿Para qué?

Comparar y ordenar según algún criterio: “¿por

cuáles comienzas y cuáles dejas para el final?”

“¿hay algunos parecidos entre sí, en qué?”

Clasificar: “¿cómo llamarías al grupo de los que

se parecen entre sí?” “¿De qué te sirve agruparlos,

cómo te ayuda a recordar?”

48

Las mediaciones denominadas aquí “directas” no son necesariamente operaciones físicas

(como sería tomarle el rostro para dirigir su mirada) sino que pueden también ser

indicaciones verbales, de modo que no es la diferencia entre acto motor/acto verbal lo que

hace la diferencia en el tipo de mediación. La diferencia está en el tipo de instrumento

simbólico que se le está fomentando utilizar y que eleva el funcionamiento del proceso

elemental que está en juego. En el primer caso, denominado aquí “directo”, la mediación se

dirige a un aspecto básico del proceso involucrado, sea atención, percepción o memoria,

tratándolo como proceso elemental y aislado. En el segundo caso, denominado “indirecto”,

se utilizan estrategias que corresponden a operaciones cognitivas más complejas y que

exigen un funcionamiento abstracto y de carácter sistémico. “Contar” implica la noción de

cantidad, números que representan cantidades discretas y que se ordenan en el sistema

decimal de tal modo que al nombrar el último número (el cardinal de la colección) conozco

la cantidad total. El almacenamiento de ese número en la memoria resulta estratégico y

económico como medio de verificar si logro recuperar todos los objetos que me había

propuesto. “Comparar” entre sí los objetos identificando semejanzas y diferencias, es una

operación cognitiva que orienta la búsqueda de atributos – rasgos en los objetos a recordar

modificando la inversión en cantidad y calidad de atención, lo que a su vez, torna más

precisa la percepción de los mismos. Tomar conciencia de si acaso los criterios de

comparación siguen algún orden reconocible (por ej., de menor a mayor tamaño, el orden

en el abecedario de su primera letra, etc.) deriva en buscar relaciones y crear relaciones que

no vienen dadas de manera explícita. Orientar al sujeto a “clasificar” los objetos, formando

grupos de acuerdo a algún criterio común (“la letra con la que comienzan”, “el uso que se

les da”, “el lugar donde habitualmente se les encuentra”, etc.) disminuye el esfuerzo de la

memoria desde recordar “20 objetos” a “4-5 colecciones”.

En los ejemplos señalados, la característica común está dada por una mediación que facilita

la integración de una herramienta simbólica y conceptual (números, criterios, clases) que

estando disponible en el niño, eleva el funcionamiento del proceso básico de atención,

percepción o memoria.

No es el propósito fundamental de la mediación en la ZDP el poner una muleta al proceso

elemental, cuando se evidencia deficitario, para alcanzar un resultado o resolver un

problema. Puede ser necesario para adaptar su conducta a una situación determinada, pero

no implica una mediación que eleve el desarrollo.

Así, por ejemplo, sujetar a un niño para que no atraviese la calle por donde vienen autos es

útil y adaptativo; mostrarle que el acto de sujetarle se asocia a la señal del color del

semáforo, introduciéndolo en la comprensión de un símbolo cultural, que a su vez es

similar al signo “pare”, etc., si es una mediación, puesto que se entrena hacia dirigir su

atención a signos que de otro modo carecerían de significado.

49

Por otra parte, un niño con una muy buena memoria capaz de almacenar de modo

automático-natural una cantidad de información amplia, podría no tener la motivación de

elevar su nivel de desarrollo mental si nada lo demanda a ello, de modo que una mediación

apropiada a éste podría ser ponerlo frente a un problema con mayor cantidad de

información para forzarle a usar recursos mentales enriquecidos, es decir, poner en

interacción con su memoria los recursos simbólicos-conceptuales que ponen en

funcionamiento procesos superiores de pensamiento (establecer relaciones, comparar,

clasificar, seriar, deducir, razonar).

Educar de un modo que incorpore entregar mediación en la ZDP implicaría analizar cómo

cada actividad educativa, y contenido de aprendizaje fijado como objetivo, ofrece

posibilidades de resolver problemas que supongan poner en funcionamiento procesos

mentales complejos y estrategias que las exijan y tornen relevantes, procurando no sólo su

utilización sino también la toma de conciencia acerca de las mismas, lo que llevaría hacia

un nuevo nivel de desarrollo creando nuevas ZDP al ser capaz de reflexión acerca de los

procesos mentales mismos.

El trabajo conjunto de psicólogos y educadores en el diseño y evaluación de estrategias de

mediación en la ZDP dentro del marco definido de objetivos y contenidos curriculares de

la educación escolar podría generar avances en nuestro conocimiento de los mecanismos

para fomentar desarrollo desde la actividad de la enseñanza formal. Ello sería un modo de

desarrollar el rol del educador como mediador que al actuar en la ZDP promueva el

desarrollo cognitivo transformando las “flores - capullos” presentes en el alumno hacia

“frutos” que enriquezcan y nutran su aprendizaje.

BIBLIOGRAFÍA Castorina, J.A. (1996). El debate Piaget – Vygotsky: la búsqueda de un criterio para su evaluación. En

Castorina; Ferreiro; Kohl de Oliveira; y Lerner (1996).Piaget – Vygotsky: contribuciones para replantear el

debate. México: Paidós Educador.

Kozulin, A. (1996). “Individualismo epistemológico frente a una posición sociocultural: Piaget, Vygotsky y la

teoría del aprendizaje mediado”. En Páez, D. & Blanco, A. (eds.) (2006,1ª edición en 1996) La teoría

sociocultural y la psicología social actual. Madrid: Fundación Infancia y Aprendizaje.

Piaget, J. (1969). “Los progresos de la psicología del niño y del adolescente”. Capítulo 2, en Piaget (1969).

Psicología y Pedagogía. Madrid: Edit. SARPE (Edición de 1983)

Rivière, A. (1988). La psicología de Vygotsky. Editorial Aprendizaje Visor, Madrid. Cap. VII: “las relaciones

entre aprendizaje y desarrollo y la “zona de desarrollo potencial””.

Vygotsky, L. S. (1986 en inglés/ 1995, español). Pensamiento y Lenguaje. España: Paidós.

Vygotsky, L. S. (2000). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Editorial Crítica.

Capítulo VI: “Interacción entre aprendizaje y desarrollo”.

50

Incursiones de acción diagnóstica

51

LEV VYGOTSKI: UN PIONERO DE LA EDUCACIÓN INCLUSIVA

Ignacio Figueroa Céspedes

INTRODUCCIÓN

Cuando se habla del aporte de Vygotski a la psicología suele obviarse un área específica de

desarrollo en la esfera de la educación especial: la defectología o “ciencia general de las

deficiencias”. Su aporte en esta área no puede sino describirse, al igual que toda su obra,

como señero, tanto así que algunos estudiosos en la materia lo consideran como el fundador

de la Pedagogía y la Psicología Especiales Contemporáneas de raigambre auténticamente

científicas (Cole, Azcoaga, Bell, y Tsvetkova, 1998). Los conceptos fundamentales

elaborados inicialmente entre otros por Itard, Montesori y Adler, encontraron en unos casos

reflejos y en otros sistematización, análisis, elaboración ulterior y desarrollo en el arduo

quehacer científico de L. S. Vygotski (op.cit.).

Lev Semionovich Vygotski nació el 18 de noviembre de 1896, en Orsha, Bielorrusia. En el

campo de la preparación intelectual, Vygotski se formó en Psicología, filosofía y literatura,

obteniendo el titulo en leyes en la Universidad de Moscú en el año 1917. En 1924, en el

marco del Segundo Congreso de Psiconeurología en Leningrado, expuso el núcleo central

de su teoría, que manifiesta que sólo los seres humanos poseen la capacidad de transformar

el medio para sus propios fines, lo que nos distingue de otras formas de vida. Luego,

ingresaría al Instituto de Psicología de Moscú, donde escribió en extenso sobre la

mediación social en el aprendizaje y la función de la conciencia. Sus obras fueron

publicadas durante su breve existencia o en los años que siguieron después de su muerte.

Lamentablemente un clima político negativo reinaba en la entonces Unión Soviética; entre

otras cosas, el partido comunista censuraba las pruebas y publicaciones psicológicas.

Falleció de tuberculosis en el año 1934 (Rivière, 1988; Kozulin, 1983).

Las ideas de Vygotski se conocieron en un momento especial en el que la teoría de Piaget

estaba en su auge y se iniciaba el renacimiento de la psicología cognitiva en Estados

Unidos. La obra de Vygotski se vio, primero, como un factor correctivo necesario de la

teoría de los estadios cuasi-naturalista de Piaget; y en segundo, como un interesante intento

de reconciliar las perspectivas conductual y cognitiva sobre la base de la noción

socialmente informada de actividad humana. Lev Vygotski desarrolló un enfoque Histórico

-Cultural que postulaba que el desarrollo ocurre como resultado del aprendizaje de la

experiencia histórico-social y se produce gracias a la actividad y comunicación del niño con

el medio social, el que adquiere características distintivas en las diferentes etapas de su

desarrollo (García, 2002).

Uno no puede sino asombrarse que en una vida tan corta (38 años) y con apenas diez años

de trabajo en psicología (1924-1934), haya desarrollado una carrera tan fructífera y tan

adelantada a sus tiempos. Vygotski ha sido descrito por muchos como uno de los

pensadores más brillantes de todos los tiempos en la psicología, destacando por su

capacidad intelectual, así como su claridad conceptual para la época en que desarrolló sus

teorías. Lev Vygotski dejó un legado científico inestimable y extenso, que revisaremos a

continuación en su relación con la educación inclusiva.

52

Se considera el año 1924 como el comienzo del quehacer científico de Vygotski (1997)

dentro de las Ciencias Psicológicas Fue invitado a participar en la elaboración de los

principios de la educación especial y en la organización de la educación social de niños con

necesidades educativas especiales. Fundó el Instituto Experimental de Defectología, del

cual fue director científico. Al año siguiente asistió a la conferencia Internacional de

Enseñanza para los Sordomudos representando a la Unión Soviética. Realizó giras a

variados países (Alemania, Holanda, Francia) donde se acercó al trabajo de diferentes

instituciones defectológicas.

Para reconocer el aporte de Lev Vygotski (1997) a la Educación Inclusiva, se hace

necesario conocer sus escritos en el capítulo quinto de sus obras completas. Vygotski

realizó múltiples trabajos sobre distintos temas relacionados con la educación especial

(Principios de la Educación de los Niños con Defectos Físicos, 1924; El Defecto y la

Compensación, 1924; La Psicología y la Pedagogía del Deficiente Infantil, 1924: Principios

de la Educación Social de los Niños Sordomudos, 1925; La Infancia Difícil, 1928; Los

Fundamentos del Trabajo con los Niños Retrasados Mentales, 1928; Los Métodos de

Estudio del Niño Retrasado Mental, 1928; Problemas Fundamentales de la Defectología,

1929, entre otros).

Existen varios elementos a rescatar de la visión de Vygotski en relación a la educación para

la diversidad. En sus escritos el autor presenta un enfoque humanista, activo y optimista,

centrado en los recursos de los estudiantes, lo que lo hace desmarcarse de las visiones de su

propia época donde triunfaban las posturas eminentemente deterministas (biologicistas,

conductistas y psicométricas), en donde el diagnóstico más que ser útil para definir una

metodología de trabajo era una sentencia a formar parte de un grupo segregado, condenado

a contar con pocas oportunidades de desarrollo. Esta visión tiene absoluta sintonía con los

preceptos de la Educación Integrada más clásica, siendo definido como un proceso,

continuo y dinámico, que posibilita a la personas con necesidades especiales, normalizar

sus experiencias en las distintas instancias del quehacer humano, es decir: vida comunitaria,

vida escolar y vida laboral, con el apoyo especial que requiera cada caso (Manosalva, 1991,

en Araneda y Ahumada, 1991).

De acuerdo a la bibliografía revisada (Cole, et. Al., 1998; García, 2002; Rivière, 1988;

Vygotski, 1995, 1997 y 2000) y con una finalidad pedagógica, se han agrupados en 9

tópicos los principales aportes de Lev Vygotski a la educación especial actual. A

continuación se mencionan:

1) Carácter interactivo del desarrollo Psíquico.

2) El desarrollo psicológico regido por las mismas leyes y regularidades que los niños

comunes.

3) Teoría de la Zona de Desarrollo Próximo.

4) Unidad entre enseñanza y desarrollo.

5) Concepción de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo.

6) Compensación y Corrección.

7) Carácter bilateral de las consecuencias del defecto

8) Estructura del defecto.

53

9) Importancia de “los otros” en la enseñanza especial.

En los apartados siguientes se desarrollarán estos puntos y se asociarán con los paradigmas

actuales en educación especial, para finalizar en la propuesta de educación especial de

Vygotski y la asociación con la educación inclusiva.

1) Carácter interactivo del desarrollo Psíquico.

Vygotski en su enfoque Histórico Cultural parte de considerar el carácter interactivo del

desarrollo psíquico, haciendo hincapié en la interrelación entre los factores biológicos y

sociales. Entiende los factores sociales como determinantes del desarrollo del individuo,

mientras que los factores biológicos configuran la premisa para que pueda ocurrir ese

desarrollo. Vygotski consideró esta interacción como una unidad compleja, dinámica y

cambiante e identificó el condicionamiento social de las propiedades específicamente

humanas de la psiquis. Demostró que la influencia social en el sentido más general de la

palabra es la fuente de formación de los procesos psíquicos superiores.

Vygotski (en Luria, Leontiev & Vygotski, 1986) explica lo que denominó Ley Genética

General del Desarrollo Cultural de la siguiente forma: “Todas las funciones

psicointelectivas superiores aparecen dos veces en el curso del desarrollo del niño: la

primera vez en actividades colectivas, en las actividades sociales, o sea como funciones

interpsíquicas; la segunda en las actividades individuales, como propiedades internas del

pensamiento del niño, o sea como funciones intrapsíquicas” (p.36).

Indudablemente, el problema de lo biológico y lo social tiene en su base la definición del

Objeto de la Psicología, lo cual fue centro en los estudios que realizó, así como de la

determinación de lo psíquico (García, 2002). Para Vygotski, lo psíquico es social, ya que

lo biológico en el ser humano resulta también social. Como puede observarse, al orientar la

Educación Especial sobre la base de la unidad dialéctica entre lo biológico y lo social,

Vygotski brinda un enfoque optimista, positivo y esperanzador que hasta ese momento no

existía de forma sistematizada.

2) El desarrollo psicológico regido por las mismas leyes y regularidades que los niños

comunes.

Vygotski (1997) expresa que la historia del desarrollo cultural del niño normal y anormal

se transforma en un proceso único por su naturaleza y diferente por su forma de transcurrir.

Sobre esta base se puede establecer que de lo que se trata es que la Educación Especial

resulta entonces una esfera del conocimiento que tiene por objetivo conocer cuánto se

desvía el desarrollo de estos niños, cómo varía cualitativamente su desarrollo y cómo se

determina el mismo; sobre la base de las tareas teóricas y metodológicas propias del saber

en esta área (García, 2002). De ninguna manera consideró a las personas con necesidades

educativas especiales como una sumatoria de defectos, sino que insistía en el análisis

dinámico que se debía realizar al enfrentar esta tarea y mostró los aspectos positivos que

tiene la personalidad de estos sujetos.

54

Es en este punto particular donde surge con mayor fuerza la asociación con los principios

de la Educación Inclusiva, en el sentido de que deben plantearse para los niños con

necesidades educativas especiales objetivos pedagógicos vinculados con el currículum

general. Para esto las escuelas deben estructurar, coordinar y proveer de los medios

adecuados y distintivos para lograr los objetivos trazados (Adecuaciones Curriculares, por

ejemplo), y hacer de la escuela un espacio de diversidad, creación y desarrollo.

3) Teoría de la Zona de Desarrollo Próximo.

La teoría de la Zona de Desarrollo Próximo considera el desarrollo en dos planos

fundamentales: “La zona de desarrollo actual” (ZDA) y “La zona de desarrollo próximo”

(ZDP). Ambos conceptos resultan claves en la teoría de Vygotski, ya que, en unión de los

postulados pedagógicos anteriores podemos encontrar la base para el trabajo efectivo no

solo con los niños y niñas con necesidades educativas especiales, sino con los estudiantes

que no las presentan.

De acuerdo a Vygotski (2000), el nivel de desarrollo actual del niño define funciones que

ya han madurado, es decir, el producto final del desarrollo. ¿Qué es lo que define la zona de

desarrollo próximo, determinada por los problemas que los niños no pueden resolver por sí

solos, sino únicamente con la ayuda de alguien? Dicha zona define aquellas funciones que

todavía no se han completado, pero que se hallan en proceso de maduración, funciones que

en un mañana próximo alcanzarán su madurez y que actualmente se encuentran en estado

embrionario. Estas funciones son entendidas por Vygotski (op.cit.) como “capullos” del

desarrollo, en lugar de “frutos”. El nivel de desarrollo real caracteriza el desarrollo mental

retrospectivamente, mientras que la zona de desarrollo próximo caracteriza el desarrollo

mental prospectivamente.

Lev Vygotski (2000) definió la Zona de Desarrollo Próximo de la siguiente forma: “la

distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver

independientemente un problema y el nivel de desarrollo potencial determinado a través de

la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro

compañero más capaz” (p.133). Esta teoría proporciona un instrumento mediante el cual se

puede comprender el curso interno del desarrollo, permitiendo describir su estado evolutivo

dinámico y señalando no solo lo que ya ha sido completado evolutivamente (“frutos”), sino

también aquello que está en curso de maduración (“capullos”).

Lo que se encuentra hoy en la zona de desarrollo próximo, será mañana el nivel real de

desarrollo. Lo que un niño es capaz de hacer hoy con ayuda de alguien, mañana podrá

hacerlo por sí solo. Estos conceptos resumen la concepción sobre el desarrollo psíquico en

la conformación de las funciones psíquicas superiores. Puesto en el punto de vista de la

discapacidad, Vygotski (1997) señala que “el curso del desarrollo del niño con retraso

profundo pasa a través de la comunicación y la colaboración a través de otra persona” (p.

246).

55

La educación especial, bajo esta óptica debiera fortalecer en los niños la capacidad

psicológica de actuar, favoreciendo el conocimiento de su desarrollo latente, más que de su

discapacidad, averiguando lo que el estudiante puede lograr siempre a partir de la guía de

un mediador (que pueden ser adultos o pares más aventajados). Lo que un niño o niña

logra en la actualidad con ayuda, en un futuro lo podrá lograr solo, de forma independiente:

esto nos brinda el papel desarrollador la interacción y el carácter activo de lo psíquico.

Este aporte de la teoría de Vygotski resulta doblemente importante en tanto debe tenerse en

cuenta para llevar a cabo una evaluación inicial acertada y una posterior intervención

educativa exitosa. La Zona de Desarrollo Próximo es un concepto útil a la hora de abordar

la educación en la diversidad: las fuentes del desarrollo de los procesos psíquicos son

siempre sociales, sólo posteriormente van adquiriendo un carácter psicológico-individual,

al incorporar dichos aprendizajes a su patrimonio personal. Esta cuestión plantea un gran

desafío a quienes trabajamos en pro de una Educación Inclusiva y Cognitiva, en el sentido

de profundizar más en el estudio dinámico, cualitativo y de proceso de la zona de desarrollo

próximo de los niños (“capullos”), más que en el estudio de la zona actual (“frutos”),

herencia de la formación en el paradigma psicométrico clásico.

4) Unidad entre enseñanza y desarrollo.

Otro aporte fundamental de Vygotski fue su posición sobre la unidad entre la enseñanza y

el desarrollo, al postular la dependencia del desarrollo psíquico del contenido y del carácter

de la enseñanza. En otras palabras, la enseñanza dirige el desarrollo, preceptos que

convirtieron a la Pedagogía Especial en una ciencia optimista y alentadora, brindándole

mayor independencia al educando (García, 2002). Al adjudicarle el papel rector del

desarrollo a la enseñanza agregó que el niño tiene períodos sensibles en los cuales se

encuentra más receptivo a la influencia de la enseñanza.

Sobre esta base podemos afirmar que la única enseñanza eficaz es la que potencia y

aventaja el desarrollo. Vygotski (1997) definía a la educación como el dominio ingenioso

de los procesos naturales del desarrollo influyendo y reestructurando de la manera más

esencial, todas las funciones de la conducta. De este modo, la educación debe promover el

desarrollo del niño y de la niña, porque los procesos del desarrollo en última instancia no

son autónomos, la educación y el desarrollo están indisolublemente ligados, teniendo como

mediador al "otro" (adultos o pares más aventajados) quienes interactúan para transmitir la

cultura de una u otra forma.

Es en este punto donde las ideas de Vygotski se vinculan con los fundamentos de la

Educación Inclusiva, dado que para el estudiante que presenta necesidades educativas

especiales un entorno enriquecido y desafiante como el de una escuela regular puede

brindar mayores y mejores mediaciones de pares mejor capacitados, generándose ambientes

apropiados para la estimulación de los aprendizajes. Esto siempre y cuando se planifiquen

estos apoyos y mediaciones en un sistema regular funcional. Para Vygotski, la educación y

la enseñanza son las vías esenciales que tiene la propia cultura para promover, en la

dialéctica entre lo histórico, lo personal individual, el proceso de formación de lo psíquico

en el ser humano.

56

A partir de todo esto postula el papel activo tanto de la enseñanza, como del sujeto que

aprende, válido para todo tipo de educación, porque queda claro que Vygotski considera

que se debe tratar a los niños y las niñas con necesidades educativas especiales (ciegos,

sordos, etc.) desde el punto de vista psicológico y pedagógico de la misma forma que el

niño y la niña común, aunque el modo del desarrollo y de la educación de los primeros es

distinto, debe tener su peculiaridad.

Con ello quería argumentar la necesidad de crear un sistema especial de educación y de

enseñanza dirigido a los niños y niñas con necesidades educativas especiales. “El ingenuo

criterio según el cual, cuanto menos posee el niño, tanto menos necesita la educación, es

profundamente erróneo. Si el niño retrasado es valorado con la medida que le corresponde,

su avance con la ayuda de una educación especialmente organizada da, en los hechos,

resultados más significativos y palpables que la educación de un niño normal” (Vygotski,

1997, p. 241). Esta apreciación tiene una lógica sintonía con los enfoques ecológicos en

vigencia dados los paradigmas subjetivistas en educación especial. Invita a los educadores

y profesionales ligados a la educación especial a estructurar de una mejor manera esta

educación en la diversidad, para poder enriquecer el aprendizaje de los niños,

transformando las acciones, en interacciones y actos mentales, con la intención de brindar

herramientas para un mejor dominio del ambiente.

En este sentido cualquier sistema educativo, en este caso el de escuela regular, inclusiva,

especial o de integración educativa, debe propender organizadamente al adecuado

desarrollo de las funciones psicológicas en los niños, con la intención de corregir o

compensar la discapacidad del estudiante, generando mejores oportunidades y calidad de

vida.

5) Concepción sistémica de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo.

Vygotski en sus investigaciones realizadas con niños deficientes se dio cuenta que existe

una interrelación entre los procesos afectivos y los cognitivos, que no hay una separación

entre los mismos, sino todo lo contrario, es decir, que el desarrollo se da en su conjunto y

no separadamente (García, 2002).

Los procesos afectivos influyen en los cognoscitivos en el curso del desarrollo, mientras

que estos influyen en los primeros organizándolos. Vygotski (1997) pensaba que el

problema consistía en que el pensamiento y el afecto representan las partes de un todo

único, la conciencia humana. Así, los procesos afectivos e intelectuales representan una

unidad, pero la misma, no es una unidad inmóvil y constante. Esta varía. Y la variación de

las relaciones entre el afecto y el intelecto es precisamente lo esencial para todo el

desarrollo psicológico del niño. Por tanto, éste autor, prestó una atención peculiar a la

correlación que existe entre el intelecto y el afecto, observando que esta correlación resulta

cambiante, dialéctica, y esencial para el desarrollo psíquico del ser humano. Para que un

niño aprenda lo que tiene que aprender resulta fundamental que progrese integralmente

tanto en lo cognoscitivo como en lo afectivo, tanto en contenidos como en habilidades.

57

6) Compensación y corrección.

Lev Vygotski se refirió a los procesos de compensación y corrección como necesarios e

imprescindibles en la educación de los niños con discapacidad. Estos procesos los entendió

en oposición a la concepción biologicista, no como una sustitución mecánica de la función

afectada o perdida, sino como posibilidad de reestructuración de las mismas gracias a la

ejercitación y educación de los aspectos desviados de la personalidad del sujeto (García,

2002; Vygotski, 1997). Para el autor los factores sociales son los que precisamente

constituyen el sustento de lo que denominó “compensación” que resulta ser un complejo

mecanismo que le sirve de base al restablecimiento o sustitución de las funciones alteradas

o perdidas, todo regulado por el sistema nervioso central.

Todo ello queda argumentado en la siguiente cita de Vygotski (en García, 2002 p.4.):

"… en el proceso de desarrollo cultural en el niño, tiene lugar la sustitución de

unas funciones por otras, el trazado de vías colaterales, que abre posibilidades

completamente nuevas en el desarrollo del niño anormal. Si este niño no puede

alcanzar algo por la vía directa, en cambio, el desarrollo de caminos

colaterales deviene la base de su compensación. El niño comienza – siguiendo

estos rodeos - a lograr aquello mismo que no pudo alcanzar de manera directa.

Esta sustitución de funciones es realmente la base de todo el desarrollo cultural

del niño anormal, y la pedagogía terapéutica está llena de ejemplos de tales

vías de rodeo y de semejante significado compensatorio en todo el desarrollo

cultural”.

Vygotski (1997) afirmaba que la tesis central de la defectología era que todo defecto crea

los estímulos para elaborar una compensación. Por ello el estudio dinámico del niño

deficiente no puede limitarse a determinar el nivel y gravedad de la insuficiencia, sino que

incluye obligatoriamente la consideración de los procesos compensatorios, es decir,

sustitutivos, sobreestructurados y niveladores, en el desarrollo y la conducta del niño.

Por otra parte fue capaz de darse cuenta que el resultado de la compensación no depende de

la gravedad de la lesión, sino que es un mecanismo más complejo que debe tener en cuenta

toda una serie de indicadores importantes como la adecuación y eficacia de los métodos y

procedimientos utilizados al formar los procesos compensatorios y/o correctivos lo que

lleva a modificar la estructura del defecto.

7) Carácter bilateral de las consecuencias del defecto.

Vygotski (1997) señalaba que la influencia del defecto es doble y contradictoria dado que el

defecto, por una parte, debilita el organismo, siendo una discapacidad y, por otra, dado que

el defecto menoscaba al organismo, sirve de estímulo para el desarrollo elevado de otras

funciones y lo incita a intensificar la actividad para lograr compensar las deficiencias y

vencer las dificultades que plantea la vida cotidiana.

58

La condición de la discapacidad brinda la oportunidad para la estimulación y la

cristalización de la potencialidad del individuo. Citamos a Vygotski (1997 p.16) en

consonancia con Stern: “Aquello que no me mata me hace más fuerte…gracias a la

compensación, de la debilidad nace la fuerza, de las carencias nacen las necesidades”.

Esta visión lleva a considerar la plasticidad del cerebro humano para enfrentar dichos

procesos, la capacidad de rearmar conexiones neuronales al aparecer una lesión, por

ejemplo. De hecho, cuando Vygotski en sus textos habla de casos en los que se ha

compensado exitosamente el defecto se vienen a la mente los trabajos contemporáneos de

Howard Gardner acerca de las inteligencias múltiples en donde existirían diferentes

capacidades que los seres humanos desarrollan en función de la adaptación y estimulación

de su contexto, generando “compensaciones” excepcionales en determinadas áreas del

desarrollo humano que podrían ser consideradas como normales o defectuosas en otras

personas.

8) Estructura del defecto.

De acuerdo a Rivière Rivière (1988) Vygotski no concebía las deficiencias en términos de

disminución cuantitativa de determinadas funciones, sino de una organización

cualitativamente diferente de ellas. Sobre esta base propuso el concepto de estructura del

defecto al estudiar el defecto y sus consecuencias y lo consideró una forma de organización

para el estudio análisis y atención de los niños con necesidades educativas especiales.

Vygotski (1997) planteaba que el defecto no dice mucho al psicólogo, mientras no se

determine el propio grado de compensación, mientras no se demuestre qué línea sigue la

elaboración de las formas de conducta que se oponen al defecto, cuáles son las tentativas

del niño para compensar las dificultades que encuentra.

Vygotski (1997) postula que aquellos estudiantes que presentan alguna discapacidad, se

verían beneficiados de un sistema de enseñanza social que les ayude a compensar o corregir

su defecto. A partir de la comprensión dialéctica, que desarrolla el autor, de la relación

entre lo biológico y lo social en la conformación de la personalidad, se presentan mayores

posibilidades en torno a las mediaciones intencionadas que realiza la escuela hacia los

niños. Esta educación social, debe orientarse bajo la lógica que cualquier deficiencia,

provoca en el niño una dislocación social. El niño adquiere una posición especial en la

familia y sus relaciones con el mundo circundante empiezan a fluir por un cauce distinto al

de un niño normal.

9) Importancia de “los otros” en la enseñanza especial.

Vygotski (1995) plantea que el niño con mayor zona de desarrollo próximo obtendrá

mejores resultados en la escuela. Para poder imitar, el niño necesita poseer los medios para

pasar de algo que se conoce a algo nuevo. Con la ayuda adecuada de un “otro”

(mediación), todo niño puede hacer más de lo que puede por sí mismo, aunque sólo dentro

de los límites establecidos por su nivel de desarrollo. Donde más éxito tiene el niño es en

la resolución de los problemas que están más cerca de los que resuelve por su cuenta;

después, las dificultades crecen hasta que, al llegar a determinado nivel de complejidad, el

niño fracasa sea cual sea la ayuda que se le proporcione. La facilidad con que es capaz de

59

pasar de la resolución independiente de un problema a la asistida es el mejor indicador de la

dinámica del desarrollo.

Es así como debemos desembocar a una evaluación del papel de la imitación en el

aprendizaje. Vygotski (2000) criticaba el principio de la psicología clásica en el que

únicamente la actividad independiente de los niños, no su actividad imitativa, indica su

nivel de desarrollo mental. Al evaluar el desarrollo mental, solo se toman en consideración

aquellas soluciones que el niño alcanza sin la ayuda de nadie, sin demostraciones ni pistas.

Vygotski (op. cit.) se plantea en acuerdo con el postulado que una persona puede imitar

solamente aquello que está presente en el interior de su nivel evolutivo, planteando el

ejemplo narrado a continuación: si un niño tiene dificultades con un problema matemático

y el profesor lo resuelve en la pizarra, el pequeño podrá captar los procedimientos para

lograr la solución rápidamente. Pero si el profesor resolviera un problema de matemática

avanzada, el niño nunca podría comprenderlo por mucho que tratara de imitarlo. Los

apoyos para llegar a niveles de mayor complejidad se pueden entender de modo más

estructurado a través de la Teoría de la Modificabilidad Cognitiva propuesta por Reuven

Feuerstein, quien elabora los preceptos desarrollados por Vygotski respecto a la Mediación,

proponiendo estructuras particulares para que efectivamente se dé una Experiencia de

Aprendizaje Mediado.

Vygotski y su enfoque sobre la educación especial: Una visión muy contemporánea.

Los planteamientos realizados por Vygotski dentro de la psicología educativa nos muestran

cuan actuales son sus planteamientos con respecto a los enfoques en educación especial.

En sus artículos de defectología planteaba con bastante energía que la educación especial

debía ser social, orientada a la salud y profundamente humana. Creía en una educación

solidaria, pero exigente basada en el predicamento que todos los niños pueden aprender si

es que se busca la manera apropiada de acuerdo a su potencial.

Desde este punto de vista Vygotski creía en una pedagogía abierta a la diversidad dado que

postulaba que desde el punto de vista pedagógico y psicológico se debe y se puede encarar

al niño con discapacidad con el mismo patrón que a uno normal. Desde su visión Vygotski

(1997) critica el efecto que tiene en los niños la educación segregada de su época,

manifestando que “Ir a una “escuela para tontos” significa para el niño estar en una difícil

posición social” (p. 18). Coincide con Alfred Adler en el sentido de señalar que el punto

básico de toda educación es la lucha contra el sentimiento de inferioridad. En este sentido

según el autor la escuela especial por su naturaleza “educa la antisociabilidad. No debemos

pensar en como se puede aislar y segregar cuando antes a los ciegos de la vida, sino en

como es posibles incluirlos más temprana y directamente en la misma. El ciego tiene que

vivir una vida común con videntes para lo cual debe estudiar en una escuela común”

(p.84). Con esto nuestro autor se hace parte de uno de los fundamentos en los que se basa

la Educación Inclusiva: el concepto de dignidad humana explicitada en la Declaración de

los Derechos Humanos de los impedidos (1978, en Araneda y Ahumada, 1991).

60

Esta referencia nos hace vincular los aportes de Vygotski con el enfoque de la Educación

Inclusiva, en términos de favorecer la incorporación adecuada al currículum formal de los

niños que presentan necesidades educativas. Esta incorporación debe realizarse

considerando la diversidad particular que tiene la persona. La diversidad de género,

nacionalidad, cultura y nivel socio-económico son desafíos que debe asumir día a día el

sistema de educación general.

Vygotski (1997) profundiza en la concepción de educación a partir de la crítica hacia la

agrupación en colectividades homogéneas: “Al proceder así, no sólo vamos contra la

tendencia natural en el desarrollo de los niños, sino que (…) al privar al niño mentalmente

retrasado de la colaboración colectiva y de la comunicación con otros niños que están por

encima de él, no atenuamos sino que acrecentamos la causa inmediata que determina el

desarrollo incompleto de sus funciones superiores (…) El idiota que se encuentre entre

otros idiotas, o el imbécil que se haya entre otros imbéciles, se ve privado de esta fuente

vivificante de desarrollo” (p.225). Nuestro autor no sólo nos habla de derechos sino que se

refiere al hecho que al compartir el mismo espacio educativo en entornos diversificados,

existen mejores posibilidades de aprendizaje y desarrollo gracias a la experiencia de

mediación e interacción entre pares diversos.

Sobre la ortopedia psicológica y la cultura sensorial, Vygotski critica las metodologías

prácticas y manuales que hasta el día de hoy están vigentes (por ejemplo, dibujar letras,

arrojar aros, desarmar collares, comparar olores, etc.), diciendo que son metodologías

precientíficas que no persiguen ningún fin salvo transformar a un niño normal en retrasado.

Esta concepción de entornos “discapacitantes”, es criticada por nuestro autor, en particular

en lo que refiere al aspecto práctico de la intervención educativa: “las teorías pedagógicas

minimalistas y pesimistas (…) intentan en la práctica, reducir la educación del niño con

retraso profundo a un adiestramiento, es decir, que tratan de pasar del proceso de

formación del hombre al adiestramiento de un semianimal. La obediencia es la exigencia

fundamental que se plantea a ese niño” (p.244).

Con respecto a las escuelas especiales, criticaba su método pasivo y proponía una medida

extrema pero comprensible en su fin: “La otra medida consiste en derribar los muros de

nuestras escuelas especiales…Una amplia comunicación con el mundo que no esté basada

en el estudio pasivo, sino en la participación activa y dinámica en la vida” (Vygotski,

1997, p.85). La Educación Inclusiva persigue el objetivo de involucrar activamente a los

niños con necesidades educativas en la vida social, haciéndolos partícipes de sus escuelas

más próximas, proveyéndoles ahí los servicios requeridos de apoyo para que logren

herramientas de adaptación a la vida. Esta visión renovadora ha llevado a las escuelas

especiales a revisar sus prácticas y a los estados a fiscalizar este aspecto fundamental de

desarrollo.

Respecto al enfoque Lev Vigostky (1997) creía que era erróneo ver en la anormalidad

únicamente enfermedad. A propósito de su idea de educación especial orientada a la salud

dice que tratar al niño ciego del mismo modo que al vidente, implica enseñarle a caminar

en el mismo periodo que al vidente, darle la máxima posibilidad de jugar con todos los

niños. El autor nos permite fijarnos en la tensión entre el enfoque rehabilitador y el

61

pedagógico. En la actualidad el niño con discapacidad no es visto como un enfermo a

sanar, sino como un estudiante con una necesidad educativa especial a abordar que se

enfrentará con múltiples barreras, las que deben levantadas por nuestra sociedad y su

sistema educativo, facilitando su acceso al aprendizaje y la participación (Ainscow y

Booth, 2002).

Vygotski (1997) critica las concepciones egoístas como la del contagio psíquico del

“deficiente hacia el normal” y señaló que uno de sus grandes desafíos era poder organizar

un método de enseñanza conjunta de los niños con discapacidad y los niños considerados

como normales. Este dilema es absolutamente actual. Hoy en día, en muchas realidades la

educación inclusiva se ha transformado en un problema, dado que su implementación nos

muestra nuestras debilidades en tanto sistema educativo y en tanto sociedad. Vygotski

plantea el desafío señero haciendo suya la consigna de Grazer: “Debemos llegar al punto

en que cada maestro de primaria sepa enseñar también a sordomudos y, por consiguiente,

que cada escuela elemental sea, a su vez, una institución para sordomudos. Mientras no

lleguemos a esto, debemos acercar de todas las maneras posibles la escuela a la vida, la

escuela de sordomudos a la escuela común” (p.91). Con esta afirmación Vygotski rescata

el sentido último de la educación inclusiva, poniendo el acento desde una mirada ecológica

en los cambios que las instituciones educativas debieran promover para poder atender a la

diversidad de un salón de clases. Este punto resulta interesante de analizar en este espacio,

y lo formularé a modo de pregunta ¿estamos preparados en cuanto sociedad para aceptar la

diversidad? ¿y en cuanto educación?

A pesar que nuestro autor falleció hace ya 76 años, en la actualidad sigue siendo un

referente inevitable en la educación especial. El enfoque de Vygotski se transforma

entonces en subjetivo por excelencia, dado que enfatiza en la importancia de los procesos

sociales y vinculares en la educación. El mirar a la educación especial como una educación

social nos presenta a un autor preocupado por el carácter transformador de la pedagogía,

por los derechos de los niños y por su inclusión en las dinámicas interactivas que llevan al

aprendizaje y al desarrollo.

Desde la lógica de la “dislocación social”, debiera modificarse tanto la situación que genera

la dislocación como la dislocación misma. La situación que genera la dislocación puede

ser entendida desde una visión más contemporánea por Ainscow y Booth (2002) como

“Barreras para el aprendizaje y la participación” y puede ser descrita como aquellos

prejucios, actitudes discriminatorias o excluyentes, de raigambre eminentemente social que

dificultan el desarrollo integral del sujeto. Y la dislocación social puede ser descrita como

frustración, fracaso académico, aislamiento, bajo autoconcepto, entre otras.

Desde el enfoque de la educación inclusiva se enfatiza los apoyos del contexto sobre la

discapacidad. Este enfoque nos hace ver que las dificultades de aprendizaje nacen de la

interacción entre los alumnos y sus entornos. Es indiscutible que la educación inclusiva en

su aplicación ha tenido que sortear múltiples desafíos y aún está en proceso de desarrollo

como modelo educativo. En este sentido, al revisar los aportes de Vygotski en ésta área,

nuestras escuelas e investigadores podrán contar soporte teórico para sortear los dilemas

respecto al aprendizaje de los niños que presentan necesidades educativas especiales. Es

62

por esto que el aporte de Vygotski tiene mucha vigencia al momento de revisar nuestro

sistema de apoyos en Chile. ¿De qué manera estamos realizando como sociedad chilena

este proceso de inclusión educativa y social? ¿Creemos en la posibilidad de transformación

social a partir de la educación? ¿Estamos mirando “los frutos” o los “capullos” de nuestra

educación?

En sintonía con lo que hoy pasa con el desarrollo de la educación especial hacia una

educación inclusiva, la teoría de Vygotski estaba firmemente conectada a la tarea global de

crear una nueva psicología para una nueva sociedad. Así, la idea de la mediación cultural

de la conducta humana ha adoptado fácilmente la forma de una teoría de la mediación

social. La revisión de los aportes de Vygotski en esta área nos invitan a recuperar el

sentido transformador de la educación, incorporando a todos los niños en su diversidad,

generando menos distancia entre los sistemas educativos, promoviendo la integralidad del

desarrollo humano desde una perspectiva social y subjetivista.

REFERENCIAS Ainscow, M. y Booth, T. (2002). Index para la Inclusión. Bristol: CSIE. UNESCO.

Araneda, Patricia; Ahumada, Hernán (1991). “¿Integración o Segregación? Guía para integrar niños

discapacitados a la educación regular”. Ed. Interamericana. Santiago de Chile

Barba, M. , Cuenca, M. , Maza, R. (s/a) .“Implicaciones de la teoría Histórico –Cultural en la integración de

la plataforma teórica de la pedagogía cubana”. En http://www.monografias.com/trabajos22/pedagogia-

cubana/pedagogia-cubana.shtml

Cole, M., Azcoaga, J., Bell, R., Tsvetkova, L. (1998). “Vygotski a cien años de su nacimiento”. Fac. de

Psicología, Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

García, Ma. Teresa (2002). “La concepción histórico-cultural de L.S. Vygotski en la educación especial”.

Revista Cubana de Psicología. Vol.19, No.2.

Kozulin, A. (1983). “La Psicología de Vygotski” Ed. Alianza, Madrid.

Luria, Leontiev & Vygotski (1986). “Psicología y pedagogía”. Ed. Akal. Madrid.

Rivière, Angel (1988). “La Psicología de Vygotski”. Ed. Visor. Madrid

Van Steenlandt (1991). “La integración de niños discapacitados a la educación común”. OREALC, UNESCO,

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Vygotski, Lev (1995). “Pensamiento y Lenguaje”. Ed. Paidós. Barcelona.

Vygotski, Lev (1997). “Fundamentos de la Defectología”. Obras Escogidas Tomo V, Aprendizaje-Visor,

Madrid.

Vygotski, Lev (2000). “Los procesos psicológicos superiores”. Ed. Crítica. Barcelona.

63

BASES CONSTRUCTIVISTAS PARA LA EVALUACIÓN FONOAUDIOLÓGICA

DEL LENGUAJE EN ESCOLARES DE 1º A 7º BÁSICO

Claudia Figueroa León

INTRODUCCION

El lenguaje juega un papel fundamental en el proceso de aprendizaje del individuo desde

sus primeros años de vida. Es un sistema de signos, propio de una cultura, que permite al

hombre comunicarse con otros y consigo mismo, de manera convencional y consensuada.

Es por ello, que se constituye en un instrumento de pensamiento gracias al cuál ideas y

sentimientos se ordenan, desarrollan y son factibles de ser expresados a través del lenguaje

verbal (Acosta, 2003).

A diferencia de lo que se cree, el papel del lenguaje, como vehículo del pensamiento, se

acrecienta y complejiza. Ello es un elemento relevante, cuando el niño se enfrenta a la

formalización del proceso de aprendizaje en su ingreso al sistema escolar (Barrera, 2003).

Es en este contexto, donde el niño será requerido permanentemente en tareas que implican

manejar el lenguaje a nivel comprensivo y expresivo, en tareas comunicativas y que en

términos constructivista, por tanto, funciona como un mediador de su aprendizaje formal.

Si bien, el dominar un lenguaje, es entre otras cosas, manejar los componentes semánticos,

sintácticos, fonografemáticos y pragmáticos de su sistema y relacionarlos mutuamente

(Condemarín et al, 2003); es común encontrarse con la creencia de que un niño que “habla

bien” o “comprende dentro de rangos aceptables” en tareas escolares, es un niño con un

lenguaje adquirido y cualquier dificultad presente en el ámbito escolar es producto de una

falta o déficit en la adquisición de los contenidos requeridos dado exclusivamente por la

organización curricular de cada materia. Lo expuesto, puede ser en parte la causa de tales

dificultades, pero para poder evidenciarlo con claridad se debe contar con una adecuada

evaluación del desarrollo del lenguaje, pues no son pocos los estudios que apoyan la

hipótesis de que los déficit lingüísticos en el período escolar inciden en la adquisición de

otros contenidos. Un ejemplo, son los estudios que demuestran que el aprendizaje lector es

resultado de la continuidad entre el lenguaje oral y el escrito y aún más relevante, es el

hecho en cómo, su desarrollo, sería un factor predictivo del éxito o fracaso escolar, lo que

dada la etapa del desarrollo en que se encuentra un niño, ya no sólo se circunscribe a su

lenguaje oral o comprensivo concreto sino que a sus habilidades de abstracción (Barrera,

2003).

Junto a lo anterior, el hecho de cómo, nuestro sistema educativo actual busca y logra la

homogeneidad entre sus alumnos, suma un factor más a esta situación. Así pues, aquellos

niños que no cumplen con los parámetros de rendimiento establecido (entre variadas

habilidades ), en el mejor de los casos, son estigmatizados dentro del grupo curso,

formando parte de grupos “diferenciales” que propenden a la “superación de sus déficit”

por medio de cupos que tienden a las adaptaciones curriculares, pero que al ser cupos

limitados y de pocos establecimientos, en la mayoría de los casos, los niños quedan fuera

de las posibilidades de ingreso, a través de las pruebas (de ingreso o de evaluación

específica) diseñadas por el establecimiento, que no ahonda en el déficit sino que se basan

en resultados cuantitativos que ellos mismos proyectan como un factor nocivo a la hora de

64

tratar de mantener sus resultados de “eficiencia y eficacia” en instancias como el Simce o la

PSU; no permitiéndole a los padres, por tanto, la libre elección, de los establecimientos

educacionales para sus hijos y obligándolos, muchas veces a una búsqueda incesante del

mejor lugar que cuente con la disposición necesaria para acogerlos.

Es por estas razones, entre otras, que se transforma en un factor protector esperable, el que

un niño ingrese al sistema escolar con un adecuado nivel de desarrollo del lenguaje que le

permita enfrentar en óptimas condiciones este proceso de aprendizaje formal. Al respecto,

para amparar tal objetivo, es que los profesionales que se ocupan de estimular, reeducar,

rehabilitar o hacer terapia del lenguaje, desde siempre han tenido la preocupación por

contar con adecuados métodos de evaluación, de éstos aspectos, núcleo central, que

permitan la caracterización del lenguaje y determinación de la existencia o ausencia de

dificultades o desviaciones en su desarrollo para un abordaje temprano y preciso.

Sin embargo, las características actuales de la evaluación fonoaudiológica permiten dar

cuenta de los desarrollos presentes en el menor, a partir de procedimientos formales e

informales, standarizados y no standarizados, que se realizan por comparación de sus

rendimientos, generalmente, con normas preestablecidas según grupo etario que en general

no superan los 7 años y que, además, no dan cuenta de las habilidades o potencialidades

para desarrollar o adquirir los aprendizajes lingüísticos esperados. Lo expuesto, limita las

posibilidades de contar con una caracterización más global de las habilidades particulares,

así como también las estrategias que puedan o no facilitar la adquisiciones necesarios de un

niño en particular, pues el detallar tales aspectos podrían mejorar la entrega de estrategias

en la escuela, así por ejemplo, se podría lograr a detallar de mejor manera una relación

directa con los contenidos escolares esperados, que puedan verse perjudicado por tales

déficit.

Según lo expuesto, es entonces necesario precisar las características y cambios que presenta

el lenguaje en los niños escolares , así como también enriquecer la evaluación del lenguaje

actual valorando y enriqueciendo la mirada con una posición constructivista, que permita,

llevar a cabo evaluaciones a partir de métodos que logren hacer evidentes, tanto los niveles

manifiestos de lenguaje como los potenciales de aprendizaje de éste (nivel potencial del

lenguaje) y de ésta manera contribuir a desarrollar estrategias paralelas para la adquisición

de los contenidos escolares requeridos. Lo anterior, se pretende enmarcar en autores como

Vigotsky y Piaget que contando con perspectivas que podríamos mencionar como

“disímiles” han logrado, a partir del análisis de su enunciados, un avance importante en

temas como el desarrollo cognitivo y, el cómo entender, el modo en que los individuos

aprenden. Piaget, en líneas generales presenta, según Castorina et al (1996), una teoría del

desarrollo cognoscitivo como un proceso de construcción de estructuras lógicas, explicado

por mecanismos endógenos y para la cuál la intervención social externa sólo puede ser

facilitadora u obstaculizadora, el aprendizaje, en tanto es un derivado del propio desarrollo.

Por otra parte, se menciona a Vigotsky, como el precursor de una teoría histórico-social del

desarrollo, en que la formación de las funciones psíquicas superiores son una

internalización mediada de la cultura, y por tanto, el aprendizaje interactúa con el desarrollo

en la llamada zona de desarrollo próximo en que las interacciones sociales y el contexto

sociocultural son centrales.

65

Sin embargo, el fin del presente artículo no es buscar las diferencias o de manera particular

las similitudes que expresan ambos autores respecto a sus teorías y que podrían aplicarse de

modo particular en la evaluación del lenguaje en la etapa escolar, pues se entiende y apoya

la idea que las preguntas que motivaron a ambos en sus investigaciones, se encuentran en

distintos planos, muchas veces complementarias (o podrían mirarse como tales), sin

embargo muchas otras apuntan a objetivos distintos y discontinuos, por lo tanto lo que se

pretende es enriquecer con ambas, el sistema de evaluación del lenguaje escolar , utilizado

en el quehacer fonoaudiológico, para caracterizar el lenguaje en éste grupo etario de manera

global y detallada que permita un adecuada intervención y tratamiento, dada la

trascendencia de ésta aplicación para el logro de los aprendizajes posteriores en la escuela.

EVALUACIÓN FONOAUDIOLÓGICA DEL LENGUAJE Para poseer conocimientos generales que nos permitan una discusión específica del tema,

se requiere contar con la información pertinente respecto a las características y desarrollos

lingüísticos esperables en un niño en etapa escolar.

Desarrollo del Lenguaje en Escolares El desarrollo del lenguaje en la etapa escolar, es un tema del que se tiene poca información,

principalmente porque los cambios que se suceden en este período no suelen ser tan

notorios ni acelerados, en lo concreto como en etapas anteriores. Sin embargo, no se debe

olvidar que el hombre, tanto individual como socialmente, nunca pierde su habilidad de

crear lenguaje (Condemarín et al, 1996) y para esto existen desarrollos de los diversos

niveles lingüísticos, que se deben cumplir progresivamente.

De acuerdo a la información recopilada, se puede afirmar que el desarrollo del lenguaje en

la etapa escolar, se basa fundamentalmente en un perfeccionamiento de sus distintos

componentes (fonológico, morfosintáctico, semántico y pragmático).

Componente Fonético/Fonológico En este componente del lenguaje, el niño ha adquirido los aspectos básicos relacionados,

con logro de todos los sonidos del habla, el manejo de diversas estructuras silábicas y la

eliminación de la mayoría de los procesos de simplificación; Es al entrar a este período en

que sufre cambios más sutiles y de perfeccionamiento (Barrera, 2003).

Ingram, en 1976, estableció una serie de etapas generales en el proceso de adquisición

fonológica y las comparó, estableciendo un paralelismo, con las etapas del desarrollo

cognitivo planteadas por Piaget. A partir de él, se presentaría un paralelismo, entre el

desarrollo cognitivo esperable y las capacidades desarrolladas a nivel fonológico como son

el desarrollo morfofonemático, el aprendizaje de una estructura derivacional más elaborada

y la adquisición de las reglas morfofonemáticas del lenguaje así como aquellas habilidades

implicadas en el aprendizaje de la lecto-escritura (Acosta, 2003).

Es así que, alrededor de los seis años, el niño comienza a adquirir mayor habilidad para

producir y reproducir secuencias fonémicas que van aumentando en complejidad, tanto en

su estructura como en extensión. Lo anterior, se lograría gracias al desarrollo de la

conciencia fonológica (que se entiende como una habilidad metalingüística que permite la

66

representación de los fonemas, facilitando la organización, tanto a nivel oral como escrito),

lo cual podría ser mencionado como un hito de esta etapa, ya que tal como lo muestran

variadas investigaciones, el nivel de desarrollo de ésta sería un indicador de la

aproximación de un niño al aprendizaje inicial de la lectura (Barrera, 2003).

Componente Morfosintáctico En este componente, los cambios se refieren, entre otros, al desarrollo de la morfosintaxis

compleja. Ésta permite al niño un adecuado manejo de preposiciones y nexos, así como al

aprendizaje de estructuras sintácticas tales como las oraciones pasivas, las condicionales y

las circunstanciales. También se evidencia un perfeccionamiento de aquellas estructuras

con las que ya estaba familiarizado, pues logra una mayor complejidad de los enunciados

que produce y comprende (Barrera, 2003).

De igual modo, el uso de las conexiones adverbiales, al igual que la voz pasiva siguen

aumentando en complejidad hasta alrededor de los 7-8 años, edad en que se adquieren en su

totalidad. Se logra además la correcta utilización de adverbios y preposiciones de tiempo y

espacio; así como de tiempos verbales y el reconocimiento de las relaciones sujeto- objeto

dentro del contexto oracional que conforman finalmente un desarrollo discursivo,

conversacional y no conversacional.

Hacia los seis años se comienza a juzgar la correcta utilización del propio lenguaje (trabajo

metacognitivo de autovaloración y autoevaluación). Posteriormente, comienzan a

manifestase no sólo la conciencia metalingüística, sino también los efectos que tiene el uso

de la lengua sobre sus pares en tarea tales como: adivinanzas, chistes y códigos propios

para comunicarse, entre otras habilidades (Acosta, 2003).

Entre las adquisiciones más tardías en el desarrollo morfosintáctico, el cuál se extendería

hasta la pubertad, se pueden mencionar (Acosta, 2003):

El incremento en la producción de pronombres posesivos.

Uso correcto de los verbos con forma irregular.

La aparición del pluscuamperfecto y el condicional.

El uso de categorías gramaticales plurifuncionales.

Aparición de las oraciones de relativo.

Uso adecuado de tiempos verbales entre oración principal y subordinada.

Concordancia entre todos los elementos de la estructura principal y subordinada.

Cambio en el orden habitual de los elementos dentro de una frase para dar mayor

énfasis.

Componente Semántico Respecto a este componente y a diferencia del resto de los otros componentes descritos del

lenguaje, es difícil presentar marcos evolutivos para los primeros años, ya que ésto depende

de un gran número de variables que no permite establecer el desarrollo tipo para cada edad.

Sin embargo, no se debe perder de vista, que cuando los niños se incorporan a la escuela no

han culminado aún su desarrollo cognitivo, por lo que no debe extrañar que este

componente, dadas sus características, sea uno de los más escasamente dominados (Acosta,

67

2003) y por tanto, evidenciarse como “vulnerable” para mostrar los cambios y desarrollos

específicos que en él acontecen, con mayor visibilidad.

Es así, como se pueden realizar aproximaciones al respecto y plantear por ejemplo, que

durante este período se produce un gran aumento en el número de palabras que el menor

maneja activa o pasivamente (en cuanto a su significado), así como también existe un

incremento en la capacidad de asignar significado, lo que le permitirá desarrollar

habilidades en el manejo de asociaciones y relaciones verbales.

De esta manera, se plantean que a los seis años, el niño comprende una media de 3.000

palabras y es capaz de producir aproximadamente la mitad de ellas, construyendo así un

vocabulario pasivo de mayor magnitud que el activo (Acosta cit a Monfort y Juárez, 2003).

Si se intenta describir el tipo de palabras que utilizan los niños en la etapa escolar, se puede

afirmar que entre los seis y ocho años se es capaz de encontrar sinónimos y antónimos de

palabras conocidas, así como también clasificar palabras en función de algún rasgo

semántico común e ir asimilando los términos de parentesco. Además, entre los siete y diez

años hay un paso gradual hacia la economía de las expresiones para evitar los signos

redundantes en el lenguaje. De igual forma, es en esta etapa en que propende hacia el

desarrollo de la capacidad para entender el lenguaje figurado, lo que implícitamente

demanda destrezas para el manejo de niveles de abstracción verbal que se seguirán

desarrollando en los escolares, más marcadamente durante la adolescencia (Acosta, 2003)

Componente Pragmático

Dado el nivel evolutivo en que el niño en etapa escolar se encuentra y el aumento, en

cantidad y cualidad, de las interacciones comunicativas que comienza a vivir en la escuela,

se evidencian en este componente variados aprendizajes de habilidades particulares. Es así,

que los niños en este rango de edad, comienzan a nutrirse de nuevas experiencia que le

permiten un aumento en el manejo del tópico, toma de turnos, adecuación al interlocutor y

a los contexto comunicativo, todo lo que se constituye en un mayor y mejor desarrollo de

las habilidades conversacionales. Los niños pasan, poco a poco a situaciones de varios

interlocutores en contextos, muchas veces desconocidos o distantes (conversaciones

telefónicas) con referentes ausentes o incluso abstractos, y en turnos de habla largos y

desequilibrados (Acosta, 2003; Barrera & cols, 1981; Barrera, 2003).

Todo lo anterior, se ve favorecido por la mayor habilidad del niño para ponerse en el lugar

del otro, durante los intercambios conversacionales. Se evidencia, por tanto, una mayor

atingencia de las oraciones, desarrollados a partir de discursos, que los niños producen con

respecto al contexto en que las enuncian. Se observa, además una mejor y mayor destreza

del niño para persuadir (Barrera & cols, 2003).

En cuanto al desarrollo de las funciones comunicativas del lenguaje, este sistema se iría

perfeccionando con la edad, incrementándose poco a poco la presencia de todas ellas, salvo

la instrumental y reguladora que tienden a desaparecer al ir pasando progresivamente de

contextos cada vez menos concretos a otros totalmente abstractos donde, específicamente

entre los siete y nueve años, la función predominante es la imaginativa y a los 10 años, la

68

informativa propias de la etapa escolar y que propenden en conjunto a un desarrollo

narrativo acorde a los requerimientos escolares (Acosta, 2003).

Habilidades Metalingüísticas Estas habilidades, si bien, no se constituyen en un componente del lenguaje en particular,

son el resultado de los desarrollos logrados en la suma de ellos y un hito relevante en la

etapa escolar. Ellas tienen relación, principalemnte con el manejo consciente del lenguaje,

es decir, ser capaz de tratar con el lenguaje y adquirir conceptos relacionados con él; por

tanto, abarca todos los componentes del lenguaje, es decir, tales habilidades se desarrolla a

partir de aspectos Metafonológicos, Metasemánticos y Metasintácticos (Acosta, 2003)

Las habilidades metafonológicas, alcanzan un importante desarrollo en la edad escolar,

dadas las tareas que en este ambiente se comienzan a desarrollar, como el análisis y síntesis

fónico y/o silábico, que se encuentran directamente relacionadas con el aprendizaje de la

lecto-escritura (Acosta, 2003; Barrera, 2003).

Las habilidades metasemánticas, son una de las habilidades cognitivas más tardías y se

relacionan con la capacidad para reconocer o asignar significado a partir de un análisis no

literal de la información que se recibe. Más concretamente esto se evidencia con tareas de

lenguaje figurado, donde se destaca a los 7 años la comprensión de expresiones que

incluyen su uso, a partir del manejo de refranes, juegos verbales, elaboración de

adivinanzas, entre otras (Acosta cita a Rondal, et al y Monfort, et al, 2003).

Cabe precisar, que estas habilidades continúan en su profundización durante la adolescencia

en que se hace notorio el manejo de este tipo de lenguaje como parte de las características

propias a las demandas escolares y del entorno (Pavez, 1999).

Con respecto a las habilidades metasintácticas, éstas tienen que ver con el manejo de

estructuras cada vez más complejas y por ende, se encuentra en relación con todas las

anteriores. Ellas, se pueden evidenciar, por ejemplo con juegos de trabalenguas propios de

la edad escolar (Barrera, 2003)

Concepción Histórica de la Evaluación Fonoaudiológica del Lenguaje

En el quehacer fonaudiológico, la etapa del diagnóstico reviste una vital importancia dado

que, a partir de ella y según de los resultados que se obtengan, se establecen los criterios de

cómo enfrentar terapéuticamente al niño que consulta, definiendo las estrategias más

adecuadas para su intervención terapéutica (Acosta, 2003; Barrera, 2003).

Ahora bien, la evolución histórica que ha tenido como centro de interés la evaluación del

lenguaje, se guía a lo largo de variados criterios que intentan explicar el origen de su

desarrollo y/o aprendizaje en relación a sus componentes específicos. Éstos se inician, en

los cincuenta, con diferentes aproximaciones normativas que entregaban índices de las

distintas dimensiones y componentes del lenguaje, estableciendo puntuaciones medias para

las distintas edades del desarrollo; para luego bajo la mirada conductista, centrarse en la

descripción de los problemas de lenguaje en términos de conductas que se daban en

69

determinados contextos bajo situaciones de estimulación y reforzamiento específico. En

este contexto, es que se introduce, gracias a los trabajos de Osgood (de la mediación de

procesos internos) que entre el estímulo y la respuesta existen asociaciones internas,

logrando con ello avances que hacen aparecer, por ejemplo, el Test Illinois de Habilidades

Psicolinguísticas usado hasta nuestros días como un instrumento de una mirada más

globalizadora de no sólo los componentes del lenguaje sino de habilidades psicolingüísticas

concomitantes (Acosta, 2003.)

Posteriormente, se enfatiza en la evaluación lingüística, en cómo el niño adquiere el

lenguaje y cuáles son las reglas para lograr la adecuada competencia lingüística, aparece así

como relevante la postura de Chomsky, en relación directamente con el desarrollo de la

sintaxis (Bermeosolo, 2004).

En los setenta, el interés se desplaza desde la sintaxis a la semántica, que se asocia a la base

cognitiva, relacionado con Piaget en cuanto a cuáles eran los prerrequisitos cognitivos que

hacían posible la aproximación al lenguaje. Se diseñaron así, pruebas relacionadas con

habilidades cognitiva que permitían caracterizar el lenguaje, pero que no tuvieron gran

cobertura en nuestro idioma. Más contemporáneamente, se centra el interés en la

aproximación pragmática, pues se determina que las palabras y frases se modifican en su

significado, según los contextos. De aquí se derivan dos perspectivas la interaccional,

preocupada de los principios cooperativos que imperan en una situación conversacional y

otra, representada por Brunner, que se centra en la rutinas o eventos, relacionados con los

“Script” o formatos que el niño aprende para desarrollar su lenguaje, o sea un estudio de los

procesos que se dan en el contexto de interacción (Acosta, 2003).

Cabe señalar que es gracias al desarrollo histórico que se ha presentado en el campo de la

observación y evaluación, que conociendo el desarrollo del lenguaje y sus distintas etapas,

se han llegado a crear diferentes pruebas las cuáles evalúan distintos aspectos lingüísticos y

perspectivas teóricas relacionados con el mismo, pero que en nuestro país se han centrado

en la valoración cuantitativa principalmente de sus componentes: fonológico,

morfosintáctico, pragmático y/o semántico (Barrera & cols, 1996).

Evaluación Fonoaudiológica actual del Lenguaje en Escolares

La concepción histórica de la evaluación en el lenguaje, se ha relacionado histórica y

teóricamente, con el cómo entender y explicar la adquisición de éste en un grupo etario

particular. Tales concepciones, determinan cómo mirar el proceso de evaluación, en qué

aspectos se centrará ésta, entre otros que tiene que ver directamente con el proceso

terapéutico.

Es así que, no es suficiente contar con todo lo anterior si no se tiene conocimientos acerca

de cuáles son los propósitos de una evaluación en su integridad (Acosta, 2003). En este

sentido, se propone que para diseñar un plan de evaluación coherente se debe responder a

tres preguntas estructurantes:

70

¿Para qué evaluar? (relacionado con una propuesta sistematizada y un plan

jerarquizado que permita determinar aquellos niños que requerirán intervención, por

medio de una línea de base del funcionamiento lingüístico y posteriormente

determinar la evolución de un plan de intervención).

¿Qué evaluar? (relacionado con las bases anatómicas y funcionales que se

relacionan con la audición y fonación; así como también, lo que nos ocupa, las

dimensiones del lenguaje y sus componentes).

¿Cómo evaluar? (Da cuenta de aspectos que tiene relación a los procedimientos y

estrategias de evaluación utilizados por el terapeuta).

Cabe señalar, que en las escuelas de nuestro país actualmente y en el quehacer

fonoaudiológico en particular, los métodos más utilizados para la evaluación de escolares

son las pruebas Standarizadas que entregan un nivel cuantificado, es decir una “edad de

lenguaje” según rendimiento en la prueba en cuestión y de acuerdo a normas establecidas

por grupos controles de niños chilenos, cada una de ellas en general (las que contienen

normas de nuestro país y son las requeridas según decreto ley del Ministerio de Educación

1300/02 en los proyectos de integración). Tal como muestra la Fig 1, estas pruebas miden

componentes del lenguaje específicos (Figueroa, 2008).

De manera particular, es también posible la Observación Conductual, Pautas de cotejo u

otros instrumentos en los que se lleva a cabo como un registro y observación de la conducta

verbal del niño en una situación natural, no estructurada, a partir por ejemplo de una

actividad lúdica.

Por otra parte, las pruebas no standarizadas, si bien también son parte de la evaluación,

suelen tener una menor valoración por parte de los profesionales, a pesar de ser requeridas

principalmente en éste grupo etario dado que las pruebas standarizadas con las que

contamos en nuestro país, en general comprende rangos etarios que no sobrepasan los 6.11

años (Figueroa, 2008).

Si bien, entre las estrategias teóricas más difundidas se encuentran la recogida,

transcripción y análisis de una muestra de lenguaje, imitación provocada, producción

provocada y evaluación de la comprensión a partir de una interacción directa, son pocas las

instauradas fuera de una conducta dirigida (Figueroa, 2008).

Cabe mencionar, que menos difundidas se encuentran las Escalas de desarrollo, a pesar de

su existencia en la lengua hispana, las cuales pretenden estudiar el lenguaje del niño desde

una perspectiva madurativa proporcionando un perfil que permite la comparación a lo largo

de la reeducación (Acosta, 2003)

Es por todo ésto, que se requiere entregar y fortalecer una mirada constructivista para el

Cómo evaluar en este grupo etario, pues tal como se ha logrado evidenciar en el desarrollo

de este artículo, son variadas las consideraciones a tomar en cuenta, en relación a los

desarrollos esperados y sus características, y sin embargo, son numerosas las limitaciones

que se presentan al no considerar como fundamental contar con un “perfil” más menos

certero de las características dinámicas de un individuo. Es decir, lo que el niño puede o

71

podría llegar a conocer o realizar con ayuda de un “otro” para a partir de ello entregar las

estrategias pertinentes y no sólo centrarse en lo estático, es lo menos desarrollado. Prima en

nuestro quehacer lo que el menor realiza de manera particular e individualmente, que es lo

que muestran las pruebas standarizadas y lo que se tiende a considerar como registro de la

conducta, al tomar en cuenta solamente lo que se espera para esa edad en particular y no los

desarrollos próximos potenciales (Figueroa, 2008).

Fig 1: Síntesis de los medio de evaluación más utilizados en el quehacer fonoaudiológico chileno, para

evaluación del lenguaje en escolares.

Es en este sentido que la evaluación Fonoaudiológica no podría ser entendida en términos

absolutos y estáticos. Lo expuesto, no sólo no sería acorde a las características de desarrollo

y requerimientos en los aprendizajes, sino que junto a ello, no es concordante con la

intervención. Es así que se requiere contar con una actualización constante de los avances,

progresos o la falta de cambios durante la intervención terapéutica, aplicando

procedimientos de evaluación periódica denominada evaluación transterapéutica, que

permita guiar adecuadamente el tratamiento del niño, para dar cuenta en la escuela de los

avances o entregar periódicamente estrategias para el trabajo en el aula. Tal procedimiento,

no sería necesario de realizar como un ejercicio específico que rompa o se introduzca de

manera “camuflada” en la rutina de la terapia, como se realiza actualmente, si

consideráramos la evaluación como un proceso sin barreras entre ella misma y la

intervención, pues a partir de ésta fusión tales características de avances o estancamiento se

hacen evidentes en la misma acción y por tanto, pueden ser inmediatamente corregidos,

trabajados o potenciados, ya no sólo en la consulta sino también ( a partir de una guía

72

adecuada) en ambientes como el hogar y la escuela cuando existen los antecedentes

adecuados (Figueroa, 2008).

Bajo esta realidad, es que se requiere contar con medios que no sólo se ajusten mejor a las

características de éste grupo etario y potencie el trabajo fonoaudiológico, sino también que

permiten el enriquecimiento en la caracterización de las habilidades lingüísticas de los

menores no sólo en términos de niveles de desarrollo manifiesto, tal como surge como

resultado de las pruebas antes mencionadas, sino también que permitan evidenciar el

potencial de aprendizaje del lenguaje y en definitiva el potencial de lenguaje en ellos

(Figueroa, 2008).

LA EVALUACIÓN BAJO UNA PERSPECTIVA CONSTRUCTIVISTA

Concepciones Constructivistas: Jean Piaget y Lev Vigotsky

El paradigma constructivista asume que el conocimiento, es una construcción mental

resultado de la actividad cognoscitiva del sujeto que aprende. Es así que el conocimiento es

una construcción propia, que surge de las comprensiones logradas a partir de los fenómenos

que se quiere conocer. Del mismo modo, el paradigma constructivista pedagógico, está

entonces, centrado en la persona y en sus experiencias previas, a partir de las cuáles se

realizan nuevas construcciones mentales (Kouzulin, 2000).

El constructivismo cuenta con grandes pensadores como lo son, entre otros, los psicólogos

Jean Piaget, en Suiza y el autor, Lev Vigotsky en Rusia, a quiénes se debe la llamada

“revolución cognitiva y sociocultural” respectivamente, que significó un cambio drástico en

la teoría del aprendizaje y la educación. Ambos hicieron sus primeras aportaciones en los

años veinte, aunque no se hicieron conocidos en el habla inglesa hasta los sesenta, para

Piaget y en los ochenta, en el caso de Vigotsky. Sus teorías, abordan problemas

fundamentales del desarrollo y el aprendizaje del niño que han permanecido vigentes hasta

nuestros días (Kouzulin, 2000).

A modo general, Piaget considera que tanto el pensamiento como la inteligencia, como

procesos cognitivos que tiene su base en un sustrato orgánico-biológico determinado, van

desarrollándose de forma paralela con la maduración y el crecimiento biológico. La

inteligencia es adaptación y ésta es un equilibrio que se da entre dos mecanismos

indisociables, la adaptación y la acomodación (Piaget, 1969).

Es así entonces, que la asimilación y acomodación son básicas para el proceso de

adaptación del organismo a su ambiente. Un organismo conserva su estructura asimilando

el medio, es decir los datos de la experiencia y a la vez que acomoda su estructura a las

características de éste, es decir acomodando tales datos a las circunstancias que se derivan

de una realidad concreta. Por lo tanto, mediante la asimilación el organismo incorpora

información al interior de las estructuras cognoscitivas (esquemas), a fin de ajustar mejor el

conocimiento previo que posee y por otra parte, la acomodación es el ajuste del organismo

a las circunstancias exigentes, comportamiento inteligente que requiere incorporar la

experiencia de las acciones para lograr su desarrollo. En definitiva, un organismo frente a

73

un conflicto cognitivo, por medio de los procesos de asimilación y acomodación tiende al

logro de la adaptación, es decir, el equilibrio requerido (Piaget, 1969).

Tal binomio, asimilación /acomodación, según el Autor se encuentra confundido

inicialmente en el pensamiento infantil pues no existe una distinción clara entre la actividad

perteneciente al yo y el mundo exterior, no existiendo por tanto la separación entre la esfera

del sujeto y el objeto, sin embargo desde éste estado inicial el pensamiento va a

desarrollarse en el niño constituyendo una serie de estadios vinculados a tres grandes fases

(Piaget, 1969):

La inteligencia sensorio-motriz: desde el nacimiento hasta los dos años, para luego

entre los dos y cuatro años de la etapa preoperatoria pasar a los niños entre cuatro y

siete años, de la etapa intuitiva prelógica

La inteligencia operatoria concreta: y los niños de ocho a once o doce años de la

operaciones concretas propiamente tal.

La inteligencia operatoria formal: entre los once y catorce años.

Para fines del presente artículo se evidencian como relevante destacar la etapa operatoria

concreta correspondiente al grupo etáreo de interés. Ésta fase, que ligado a la anterior, que

el autor define conceptualmente como el período preoperatorio de carácter egocéntrico (en

que se tiende a confundir el objeto con el signo que lo representa) que alrededor de los siete

años pasa a ser un período intuitivo, en que tales características (egocéntricas) comienzan a

desaparecer en la percepción del niño, pero se mantienen en su pensamiento verbal más

abstracto; además se describe un estado prelógico, en que los conceptos aún no se

organizan de manera coherente predominando un pensamiento subjetivo y donde las

operaciones que se realizan son a partir de objetos manipulables, es decir manipulaciones

efectivas o inmediatamente imaginables por oposición a las operaciones que se dirigen a la

hipótesis o enunciados simplemente verbales entendida como lógica de las preposiciones

(Kouzulin, 1995). El niño de éste período comprende entonces el carácter reversible de

acciones, sólo con objetos concretos; lo cual le permitiría establecer relaciones de orden

temporal y su coordinación con la duración (Piaget, 1969).

Finalmente, se puede mencionar que desde las concepciones “Piagetanas” del conocimiento

y el desarrollo de la inteligencia, se habla, entonces que esta sería una teoría epitemológica-

genética, pues la génesis del conocimiento es el resultado de un proceso dialéctico de

asimilación, acomodación, conflicto y equilibración y sus raíces remotas, en la

fenomenalismo de Kant, quién postulaba, en términos generales, que la realidad en sí

misma no puede ser conocida, entonces sólo pueden conocerse los fenómenos o la manera

en cómo se manifiestan los objetos a la sensibilidad de un sujeto cognoscente. (Catorina et

al, 1996)

En otra perspectiva, a partir de un planteamiento socio-histórico-cultural, para Vigotsky el

aprendizaje es la resultante compleja de la confluencia de factores sociales, como la

interacción comunicativa entre pares y adultos, compartida en un momento histórico y con

determinantes culturales particulares. La construcción, por tanto se realiza no de manera

mecánica de una persona a otra sino que mediante operaciones mentales que se suceden

durante la interacción del mundo material y social. En ésta interacción, el conocimiento se

74

construye primero desde fuera, plano interpsicológico, al recibir la influencia de la cultura

reflejada en toda la producción material (las herramientas, los desarrollos científicos y

tecnológicos) o simbólica (el lenguaje, con los signos y símbolos) para luego pasar aun

plano intrapsicológico, cuando se transforma las funciones psicológicas superiores, es decir

ocurre la internalización de tal conocimiento (Castorina et al, 1996).

Es a partir de estas concepciones, que se enuncia la ley genética del desarrollo cultural del

niño, la cual, en términos simplificados, postula que cualquier función en el desarrollo

aparece en escena dos veces, en dos planos, primero como algo social, luego como algo

psicológico; primero entre la gente como algo interpsicológico y luego en el niño como una

categoría intrapsicológica (Cole et al, 1998).

Para Vigotsky, por lo tanto, el aprendizaje está relacionado con el desarrollo, definido por

procesos de maduración del organismo de la especie humana, pero es el aprendizaje lo que

posibilita el despertar de los procesos internos de desarrollo que no tendrían lugar si el

individuo no estuviese en contacto con un determinado ambiente cultural. Es así que, las

funciones psicológicas superiores dependen de procesos de aprendizaje, que siempre

incluye relaciones interpersonales. La interacción del sujeto con el mundo se establece por

la mediación que realizan otros sujetos, del mismo modo que el desarrollo no es un proceso

espontáneo de maduración, el aprendizaje no es sólo el fruto de la interacción entre el

individuo y el medio, la relación es esencial (Castorina, 1996).

Uno de los aportes más relevantes en éste sentido, se relaciona con el concepto de Zona de

Desarrollo Próximo (ZDP) que en términos generales se concibe como la distancia entre el

nivel de desarrollo actual o manifiesto, determinado por la capacidad de resolver

independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través

de la resolución de un problema con la guía o colaboración de un adulto o un par más

capacitado. El desarrollo psicológico, entonces se observa de una manera prospectiva, en

que el aprender se entiende como el hacerse autónomo e independiente, es en definitiva

necesitar cada vez menos de los otros para lograrlo (Cole et al, 1998). De esta manera, el

desarrollo cognitivo está determinado y regulado por el desarrollo metacognitivo, por la

adquisición e internalización de utensilios de autorregulación, es decir desde la postura

“Vigotskiana” el desarrollo cognitivo sería esencialmente desarrollo metacognitivo

(Riviere, 1995).

Una Nueva Perspectiva para la Evaluación Fonoaudiológica: La Visión

Constructivista en la Evaluación

Teniendo como propósito, fomentar una entrega enriquecida de la información respecto de

las habilidades lingüísticas que poseen los menores en cuestión es que la mirada

constructivista planteada por Piaget y Vigotsky se evidencia como una adecuada y

complementaria herramienta para tal cometido. Es así que bajo la visión constructivista, en

que el sujeto aparece construyendo su mundo de significados al transformar su relación con

lo real, es decir es el propio sujeto quien da significado y, en definitiva construye el sentido

de sus conocimientos, los niños por tanto, deben ser considerados como sujetos particulares

que aprenden de distinta manera y dan su propio sentido a lo aprendido (Wragg, 2003).

75

A partir de lo anterior y relacionándolo con el concepto de evaluación, al responder el para

qué, se podría plantear un acuerdo en que es para determinar si existe o no algún déficit en

el lenguaje de niños entre siete y doce años aproximadamente; por otra parte al responder el

qué evaluar, sabemos entonces de acuerdo al desarrollo del lenguaje en éste grupo etario

que es fundamental aquellos aspectos relacionados con la conciencia fonológica, aspectos

semánticos (en especial semántico-pragmático relacionado al desarrollo del discurso),

morfosintácticos y metalingüísticos.

Sin embargo, al intentar responder el cómo evaluar, es que nos encontramos con un dilema

a descifrar, centro de nuestro interés, pues sabemos que contamos con instrumentos que nos

entregarán análisis cuantitativos de los rendimientos particulares en diversos componentes

(con o sin normas), además de contar con conocimientos teóricos que nos permitirían

desarrollar instrumentos de registros de conductas esperadas para el grupo en cuestión, pero

la pregunta que debemos realmente resolver es ¿será todo esto suficiente en éste grupo,

para conocer sus significados en el aspecto lingüístico?, ¿bastará con sólo contar con

valoraciones numéricas o parámetros de rendimientos descendidos respecto de su edad para

lograr un adecuado programa de intervención que involucre el ámbito escolar y familiar? ,

por último ¿el cuantificar o registrar la existencia o no de una conducta esperable, nos

entrega de manera precisa un conocimiento a cerca de las habilidades o estrategias que un

menor posee para resolver una tarea?, sin ser pesimista podríamos decir al parecer “no lo

suficiente” y es por esto, que requerimos de visionarios como Piaget y Vigotsky que a partir

de sus planteamiento nos pueden entregar “senderos” por lo cuales guiarnos para solucionar

éstas preguntas.

Con Piaget vislumbramos una teoría universalista e individualista del desarrollo, capaz de

ofrecer un sujeto activo pero abstracto, epistémico, que hace del aprendizaje un derivado

del propio desarrollo, a partir del mecanismo de equilibración entre la asimilación y

acomodación (Castorina et al, 1996).

Cabe señalar, que las características, según el autor, respecto a las fases que nos interesa, se

relacionan como todas por definición con un equilibrio transitorio que dan lugar a un

desequilibrio como comienzo de la nueva fase; es así entonces que podemos entender que

un niño entre primero y séptimo básico tendría como características de la secuencia en su

desarrollo, ya que se encuentra en la fase de las operaciones concretas, un lenguaje que

sería, por lo menos en lo que respecta a su percepción, cada vez menos egocéntrico y al

incorporar el sentido de reversibilidad, podríamos además esperar que en éste se

evidenciaran capacidades para clasificar la información, determinar relaciones, etc. Es

entonces éste un período de socialización del lenguaje, es decir un instrumento de

intercambio verbal, instrumento del pensamiento que requiere de ser utilizado activamente

en la adquisición y entrega de los aprendizajes logrados en la escuela.

De la misma manera entonces, podríamos pensar que bajo ésta perspectiva, la evaluación

sería una entrega del rendimiento lingüístico manifiesto de un menor, todo lo cual podemos

evidenciar como algo no distinto a lo expuesto con anterioridad, en la presentación de

pruebas standarizadas y no standarizadas usadas actualmente, lo que es cierto, pero que no

por eso no puede ser enriquecida. Así el responder un test (con o sin norma) deja, muchas

76

veces un límite demasiado pequeño de evidencia respecto a lo que un niño posee como

estrategias o reflexiones respecto de la tarea a la cual se enfrenta, entregando con ello muy

poca información acerca de sus características particulares y sus potencialidades; sólo

somos capaces de conocer si fue o no capaz de responder ante una pregunta particular, pero

no el cómo llego a esa respuesta o cuál, de todas las habilidades puestas en marcha para la

resolución de la tarea, es la habilidad lingüística que está más desarrollada, descendida o

que, en definitiva, perjudica su desempeño global (Figueroa, 2008).

Entonces, se hace necesario transformarnos en un verdadero investigador, tal como lo

hiciera el mismo Piaget, para construir su teoría. Así entonces, durante la evaluación,

contando de antemano con las características consideradas como esperables para éste grupo

etario, respecto al lenguaje y sus distintos niveles, en relación a las habilidades cognitivas

aquí presentes, se requiere conocer de manera constante las hipótesis que se van

formulando los propios niños al enfrentar la realidad (en éste caso particular las tareas

relacionadas con el lenguaje). Ésto permitiría, dar cuenta de los procesos cognitivos

presentes, las habilidades lingüísticas puestas en marcha, las características de ellas, sus

deficiencias, etc. que en definitiva, nos orientarían hacia la caracterización del menor, su

rendimiento, y posteriormente nos entregaría concepciones (hipótesis) más precisas que una

vez enfrentadas con las del menor, nos permitan determinar las estrategias más útiles en el

proceso de intervención terapéutica.

Por lo tanto, una evaluación enfocada desde una perspectiva Piagetana tiene varios puntos a

considerar: las características esperables por la fase en curso, que tal como está enunciado

son “esperables” pero no se asegura que sean parte del repertorio activo de un menor y por

lo tanto, debiéramos ser capaces de dar cuenta de las características reales presentes en el

niño y de acuerdo a ésta concepción, debiera ser a partir de pruebas o instrumentos que nos

permitan registrar las respuestas de los niños frente a diversos problemas. Además,

debieran presentarse como tareas a realizar, aquellas que produzcan de manera potencial un

conflicto cognitivo en el menor, para dar cuenta real de sus habilidades para lograr el

equilibrio y por tanto, de las estrategias, en este caso lingüísticas que utiliza para ello. Por

último, bajo ningún punto de vista, puede dejarse de lado la observación de la conducta,

pues será ella (en sus distintas versiones: pautas de cotejo, hojas de registro, grabaciones o

videos, entre otras) la que nos entregue una información más enriquecida y específica desde

la cual enriquecer nuestras propias hipótesis como evaluadores.

En un caso hipotético relacionado específicamente con el lenguaje, esto debiera

relacionarse con tareas que le permitan al menor dar cuenta de sus características, por

ejemplo expresivas como puede ocurrir ante una situación lúdica de descifrar pistas para

encontrar un objeto, el niño se verá obligado a realizar un análisis o síntesis fónica de

palabras para obtener la información; lo cual nos permitiría, junto a otras, tener

conocimiento de su nivel fonológico, estrategias que utiliza para lograrlo, su desempeño

práxico relacionado, etc, pues contaremos además con las hipótesis que surgen de la

observación. Esto permite, entonces mejorar los parámetros comunes para evaluar, a partir

de una situación altamente estructurada en que el niño está determinado a responder, de una

manera previamente establecida, para obtener la puntuación máxima y lo cual no entrega

más información que la concreta, “el niño frente a la pregunta 1 responde bien” o por el

77

contrario “el niño en la pregunta 1 no supo responder” como un mero producto que no

permite lograr lo esencial, para la adecuada intervención que de acuerdo a lo descrito se

estructura en la caracterización detallada de lo que un niño posee como desarrollo, no sólo

en cantidad de habilidades lingüísticas sino en su calidad también, que permitan definir las

estrategias específicas para superarlo (Figueroa, 2008).

En definitiva, a partir de las ideas Piagetanas se redefine la importancia y valoración de la

observación clínica, como un instrumento efectivo que permite, a partir de los

conocimientos pertinentes complementar otros procedimientos necesarios para que

pudiéramos dar cuenta de modo preciso y claro, cómo es que un niño frente a una tarea que

ha provocado un conflicto cognitivo logra el equilibrio o conducta adaptativa (o inteligente)

necesario. Lo anterior, debiera darse en un formato descriptivo y en base al conocimiento

teórico respectivo (respecto a los desarrollos esperables) que nos permita las constantes

revisiones y adecuaciones.

En otra perspectiva, Vigotsky postula un sujeto social que no sólo es activo sino interactivo,

para él los procesos de desarrollo está estrechamente relacionado con el aprendizaje; así,

cualquier habilidad infantil involucra la instrucción de un adulto y donde la practica

enseñanza- aprendizaje incluye no sólo al que aprende sino además, al que enseña y la

relación social entre ellos. El aprendizaje, obliga al proceso de mediación y lo potencia

(Castorina et al, 1996).

Su concepto fundamental, es el de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) determinado por la

dimensión que se da entre las capacidades de un individuo para resolver de manera

independiente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la

resolución de un problema bajo la guía de un adulto o la colaboración de un compañero

más capaz. Para Vigotsky, la ZDP apunta hacia el carácter interactivo y eminentemente

cultural de los procesos de apropiación humana (Cole et al, 1998). Es así entonces, que en

el entendido de la concepción Vigotskyana aparece la Zona de desarrollo próximo como un

espacio dinámico en el que, lo que un niño no puede hacer por sí sólo sino con la ayuda de

otro, en el futuro podrá hacerlo el mismo siendo entonces parte de su dominio. Éste

concepto, se hace fundamental en el proceso de evaluación, pues se debe agregar a ello que

Vigotsky considera que las funciones psicológicas superiores son un producto de las

relaciones entre seres humanos, es decir, ellas son concebidas como transformaciones

interiorizadas de patrones de interacción social. Se constituyen en la historia, se modifican

dialécticamente en el desarrollo y son el resultado de la influencia de la cultura en la

interacción (Kozulin, 1995).

Por lo tanto, al ser el lenguaje una función psicológica superior sus características en un

determinado individuo se encontrarán directamente relacionadas con las características de

tales interacciones y la apropiación de tal intercambio (propio de una visión

constructivista), en éste caso del niño, pero que no deja afuera al mediador; es así que en

ésta zona de desarrollo, al ser los menores individuos con habilidades y desempeños

particulares los intercambios evaluador/menor no sólo permitirán dar cuenta de tal

desempeño, como lo hace la evaluación tradicional sino que permitirá conocer también lo

que él es capaz de realizar (y obviamente el cómo lo llego a realizar) con la mediación del

78

evaluador que, a la vez que hace evidente sus conocimientos (significados). Este a su vez,

deberá modificar la entrega de estrategias o habilidades, de acuerdo a cada menor y sus

cualidades, al ser mediado por las características del niño. Para Vigotsky, la mediación

constituía una categoría activa, sustentada en la idea de transformación del medio (y no de

respuesta) y de las funciones del propio sujeto (capaz de reobrar incluso sobre los reflejos

elementales) más allá del conductismo mediacional de esquema estímulo-respuesta

(Castorina et al, 1996).

Así entonces, éste autor en particular nos entrega un procedimiento no convencional, que

permite no sólo la evaluación, sino también la intervención constante, en un proceso de

características circulares y continuas. No podemos dejar de mencionar que el aprendizaje

no se asegura solamente a partir de cualquier tipo de mediación, sino aquella que permite el

cambio estructural, es decir, no sólo a partir de una resolución instrumental de un problema,

sino la reestructuración de la función que permite una manera distinta de interacción

cognitiva, en este caso particular de desempeño lingüístico que pasa a ser parte de su

dominio.

En síntesis, Vigotsky se basa fundamentalmente en un enfoque cualitativo, que intenta

capturar la organización de las funciones y la conducta, distinto a las tendencias actuales

que privilegian aquellos procedimientos que entregan visiones unidimensionales de carácter

principalmente cuantitativo, que sólo permiten “evidencias” parceladas y particulares de un

menor frente a un requerimiento específico, sin dar luces importantes de las estrategias para

llegar a tal conducta o las características de cómo enfrenta el menor un problema particular,

aspectos fundamentales de considerar en cualquier evaluación pues permitirían una

aproximación certera en cuanto a las estrategias más adecuadas para utilizar en ese niño

durante su intervención y los aspectos específicamente deficitarios a tratar. Por lo demás,

ésta concepción posiciona a la conducta con una acción transformadora bidireccionalmente,

pues el menor media a su mediador, a la vez que éste lo hace con él pues entrega sus

propios significados, orienta a partir de la entrega de estrategias necesarias para el logro de

los aprendizajes que serán andamiajes de otros y finalmente, le permiten al menor

progresivamente lograr la anhelada autorregulación, a la que él mismo debe también

propender.

Esto se grafica claramente al comparar por ejemplo 2 rendimientos en un test particular, en

el que dos niños que han obtenido 7 puntos de un total de 10 en una prueba de Conciencia

Fonlógica son catalogados como deficitarios en sus rendimientos respecto a su grupo etario,

sin embargo al poseer características particulares de los menores para enfrentarse a la

prueba, por medio de la mediación, podríamos darnos cuenta que uno de los niños, ha

tenido errores en las tareas de Conciencia Fonológica, pues no comprendía los conceptos de

sílaba que le permitían diferenciar entre palabras que comienzan con una sílaba dada y las

que terminan con otra en particular, lo cuál a partir de una mediación adecuada podría

haber sido logrado, pues el mediador conciente de aquello al entregar la información

pertinente le hubieran permitido adquirir adecuadamente los conceptos para la realización

de la tarea que era parte, por tanto de un nivel potencial para éste menor; Distinto es el caso

de otro niño, quien ha presentado dificultades con la tareas de conciencia no por falta de

habilidades o conocimiento sino que porque al momento entregar la instrucción no estaba

79

poniendo atención y no pudo realizar la tarea, lo cual podría quedar en evidencia al realizar

la mediación, ello hubiera arrojado como resultados que tales conceptos son en realidad

parte de su conocimiento manifiesto y no de un déficit real, que deba necesariamente ser

intervenido por algún especialistas sino que a partir de la regulación de su conducta o de la

nuestra respecto a él.

Esta tendencia nos orienta entonces, a evaluaciones que permitan caracterizar no solo los

niveles “cristalizados”sino que las posibilidades de desarrollo de éstos, para lo cual

debieran construirse instrumentos o medios que lo permitan. Así por ejemplo, se hacen

necesarias tarea que requieran de un desarrollo detallado para su realización, como la

descripción de una escena, la cuál por lo general solo es usada para determinar la capacidad

evidenciable o manifiesta para describir que tiene un niño, pero que nos puede permitir

medir aspectos niveles no sólo de expresión, sino también de abstracción, concordancia

gramatical, entre otras, si frente a ella relatamos historias, comentamos al respecto,

suponemos o imaginamos. En la medida en que tal tarea, sea potencial de ser realizada por

el menor podemos desarrollar las estrategias necesarias para que esto sea parte de su nivel

manifiesto, a través de una interacción directa.

En este sentido, otro aspecto relevante a considerar, es que la mediación puede facilitar la

percepción de progresos que va consiguiendo el mismo niño. Al trabajar de manera

dinámica entre lo que puede y no puede hacer por sí sólo, el niño se puede dar cuenta de sus

progresos, de cómo cada vez va necesitando menos apoyo, pasando de un nivel potencial a

un nivel manifiesto, lo cual definitivamente es un factor esencialmente motivador, que

puede repercutir directamente en la participación durante la intervención (en éste caso

intervención-evaluación) y su autoestima, de igual manera mejorar la sistematización de la

evaluación transterapéutica y la progresión en la complejidad de las tareas. En lo que

respecta a la autovaloración y autoestima, se debe señalar que ellas son difícilmente

logradas durante una evaluación formal si no es de manera paralela a ella, a partir de un

evaluador atento que éste constantemente reforzando o motivando a seguir, o por el

contrario es común un uso indiscriminado de tales refuerzos perdiendo toda eficacia que no

es lo esperable en la medida en que sea concordante con la actividad en progreso.

A pesar de lo anterior, no se puede olvidar que, querámoslo o no, se requiere contar con

mediciones cuantificables que permitan, por ejemplo determinar posteriormente el

rendimiento final de un programa particular, pero al parecer de la autora de este texto, en

ninguna de las perspectivas esto se hace imposible de manera complementaria. Con Piaget

y Vigotsky, esto es posible en la medida en que tengamos claro que lo cuantificable se

relacionará no sólo con los desarrollos esperables para ese grupo etario sino en cómo se

hace evidente su progresión y las características de ello; Así frente a un evaluador que logra

investigar, podemos también contar con uno que podrían cuantificar no sólo los logros

manifiestos y sus cualidades, sino también las conductas que pasaron de ser potenciales a

manifiestas o el tiempo que esto tomó o incluso calificar las estrategias requeridas, entre

otros aspectos a considerar.

80

CONCLUSIONES A partir de lo anterior, podemos concluir que el desarrollo del lenguaje es un proceso

continuo y dinámico, que se mantiene en el período escolar, entre 7 y 12 años con

características que le son particulares. En este sentido, los distintos componentes del

lenguaje presentan un desarrollo cada vez más complejo y no tan notorio como en etapas

anteriores.

Es así que los déficit que puede afectar tal desarrollo, pueden, a su vez comprometer el

rendimiento y obstaculizar el progreso en la adquisición de los aprendizajes requeridos en

éste período en el ámbito escolar, por lo que se hace necesario detectar y diferenciar de

manera precisa, oportuna y adecuada la presencia de tales dificultades para evitar un

compromiso y desmedro en el rendimiento y desarrollo que le son propios a los escolares

en esta etapa.

Por lo tanto, considerando que el individuo, como tal, se apropia de la realidad organizando

sus propios significados respecto a los aprendizajes logrados, estos deben ser evidenciados

de manera clara y precisa durante la evaluación fonoaudiológica (así como en otras) para

desarrollar al mismo tiempo, un programa de intervención terapéutica acorde a sus

necesidades. Ahora bien, dado que el desarrollo del lenguaje depende de variados factores,

entre ellos psicológicos, afectivos, cognitivos, etc, no basta entonces con conocer medidas

cuantitativas de su rendimiento para poder intervenir o estrategias específicas para

desarrollarlo o potenciarlo, sino que se requiere observar la interacción de los actores del

proceso en distintos contextos, sean éstos el individuo con su medio o éste con otros de su

misma edad.

La evaluación fonoaudiológica actual requiere ser modificada y enriquecida con nuevas

perspectivas. El constructivismo, a partir de autores como Piaget y Vigotsky, se presenta

como una visión viable y efectiva para éste cometido pues entrega directrices posibles de

ser aplicadas para lograr responder adecuadamente el cómo evaluar. Se debiera entonces,

propender al logro de una evaluación rica en información que no sólo se centre en los

productos, dados como las respuestas ante determinados requerimientos, sino el cómo un

niño aprende y/o las dificultades que evidencia ante ello. Por lo tanto, una evaluación

centrada más en los procesos progresivos que se van conjugando para el logro de la tan

anhelada adaptación, que en éste caso particular, no es otra cosa que la adquisición de

aquellas habilidades descendidas para una adecuada expresión y comprensión del lenguaje

en su desempeño escolar. En definitiva, el lenguaje es visto, como una herramienta que se

despliega como el uso de una serie de habilidades que permiten llevar a cabo tareas de

carácter lingüístico , más que como un objeto de características estáticas y definidas

universalmente entre los individuos (o un grupo) en toda su magnitud.

Más precisamente, se puede afirmar que desde una perspectiva Piagetana, debe desplegarse

una descripción a partir de las hipótesis que surgen desde los menores al enfrentar tareas

que le son poco familiares y que les permiten ir desarrollando estrategias cognitivas, a

partir de diversos procesos y su enfrentamiento con las del propio observador. El

diagnóstico, por tanto se evidencia como algo en constante revisión y que se debiera valorar

sin jerarquización de los procedimientos. Dando con ello tanto valor a la observación

81

clínica como cualquier otro procedimiento que dé cuenta de datos relevantes respecto al

menor y sus cualidades lingüísticas. De igual forma, los instrumentos desarrollados para

cumplir con tales características debieran estar basados en los períodos preestablecidos

(fases), por el mismo autor, según rango etario, pero sin olvidar los precedentes y

potenciales para una caracterización detallada de los desarrollos lingüísticos que permiten

el aprendizaje.

La perspectiva Vigotskiana enriquece la mirada de la evaluación fonoaudiológica a partir

de un proceso sin fronteras entre la evaluación y la intervención. En ella la conducta se

presenta como acción que transforma, pues el niño da señales que son captadas por el

mediador quién al modificar su propia conducta hace de la mediación un objeto de

apropiación por parte del niño. Las nuevas estructuraciones psicológicas son gatilladas por

el mediador por lo que podemos decir entonces, que para Vigotsky existiría una técnica de

testeo dinámico en que se intenta probar cómo las funciones pueden ser mejoradas. Con

esto se logra un impacto favorable en la motivación y el autoconcepto del menor, pues le

permitirá dar cuenta constantemente de los cambios y progresos en sus habilidades. Los

menores por tanto, obteniendo iguales puntuaciones pueden presentarse como distintos en

sus niveles manifiesto y potenciales, lo cual también determinaría diversas estrategias a

desarrollar en cada uno en particular.

Al ser un objetivo el lograr la autorregulación, en la evaluación de Vigotsky se le entrega al

niño, entonces un andamiaje fundamental y transversal para el logro posterior de cualquier

aprendizaje que puede impactar en ámbitos fundamentales como lo es la escuela. Al ser la

mediación un medio que puede realizar, con la guía adecuada cualquier individuo mayor o

más capaz, podemos concluir que contando con ella en ambientes variados la

generalización y transferencia de los aprendizajes si no más rápidamente, si será más

fácilmente lograda por el menor, a partir de ambientes enriquecidos.

Finalmente se requiere crear más y nuevos instrumentos o medios que permitan caracterizar

de manera detallada las habilidades y competencias lingüísticas presentes en este grupo

etáreo e informar masivamente a las familias, profesores y especialistas en contacto con

estos niños para evitar consecuencias tan nefastas como las frecuentes deserciones

escolares tempranas, frustraciones y apatía a la que nos estamos acostumbrando en nuestro

sistema escolar por falta de un manejo adecuado al intentar diagnosticar a un niño con bajo

rendimiento escolar.

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83

DESARROLLO Y APRENDIZAJE EN NIÑOS SORDOS

BREVE PERSPECTIVA TEÓRICA PARA UNA EXTENSA CRISIS HISTÓRICA

René Barra Aeloíza

INTRODUCCIÓN

Gran parte de lo que nuestra cultura, e incluso aquello que la raza humana ha ido

valorizando como un bien tanto comunitario como individual, es la creciente

tecnologización como herramienta en todos los niveles de nuestras vidas: medios de

comunicación, salud, profesiones, transporte, educación, etc. El conocimiento, por su parte,

“se ha convertido en el recurso principal de nuestra economía” (Seltzer, K., Bentley, T.,

1999).

La pertinencia de este concepto está dada por la observación del constante influjo de esta

“fuerza de transformación” en los modelos curriculares que permean las materias

educacionales en nuestro país. Vivimos un momento histórico tan veloz en cuanto al

manejo de la información que obliga la total atención a nuestros procesos mentales de

funcionamiento y comprensión del mundo. Sin “upgrade” mental, es posible frisar el error

o el fracaso, lo cual podría dejarnos fuera de la carrera del perfeccionamiento académico,

laboral o financiero.

Abordar el “Desarrollo Humano” desde este perfil, supone desde ya la disyuntiva de tener

que tomar posiciones epistemológicas que ayuden a una comprensión más global del

fenómeno del “aprendizaje”, tema al cual me referiré con posterioridad.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el concepto de

“desarrollo” como aquello que “se acrecienta, da incremento a algo de orden físico,

intelectual o moral. Progresar, crecer económica, social, cultural o políticamente”. Por

otra parte, se define “conocimiento” como “entendimiento, inteligencia, razón natural”.

Lo interesante, entonces, es plantearnos cómo los seres humanos nos desarrollamos,

preguntarnos si el aumento del conocimiento favorece nuestro desarrollo; ¿Dónde

encontramos ese conocimiento? ¿Qué rol juega el aprendizaje en este proceso? ¿Qué clase

de desarrollos queremos propiciar como sociedad? ¿Es completamente „humano‟ el

desarrollo que propiciamos en nuestra educación actual?

En el presente trabajo se planteará este cuestionamiento desde la perspectiva del desarrollo

cognitivo de los niños sordos y las implicancias que para el desarrollo tiene la pérdida de

audición, las dificultades para desarrollar lenguaje oral por esta vía y las consecuencias del

escaso desarrollo lingüístico signado entre niños sordos y sus familias oyentes.

84

TEORÍAS DEL DESARROLLO

JEAN PIAGET - LEV S. VYGOTSKI

Complejo resulta referirse a los trabajos y pensamiento de estos dos grandes genios de la

psicología moderna, sobre todo por la exhaustiva referencia que a ellos han hecho

importantes investigadores desde los años 60 en adelante y cuyos aportes conceptuales y

prácticos han redefinido los lineamientos educativos actuales.

Las investigaciones y la formulación de las teorías del desarrollo de Piaget y Vygotski –

entre otros estudios - plantean una interesante paradoja en esta época dominada por la

necesidad imperiosa de conocimiento científico comprobado. Al parecer, la genialidad de

estos autores sobrepasa el culto a la información “actualizada” que tan requerida es en la

investigación y en la praxis de las disciplinas. Aún hoy se siguen haciendo trabajos en torno

a los temas del desarrollo para refrendar o criticar los enunciados que Piaget y Vygotski

hicieran en los años 30 y posteriores.

A primera vista, los postulados de ambos autores parecieran presentar importantes

diferencias conceptuales, lo cual puede ser explicado parcialmente por las fundadas críticas

que realizara Vygotski a Piaget en gran parte de su obra. El autor suizo las acepta pero

efectúa una serie de comentarios y aclaraciones a estas críticas señalando que, los textos a

través de los cuales se le cita, son sus primeros trabajos que fueron debidamente corregidos

con posterioridad. Lamentablemente, Vygotski no llega a conocer esta obra piagetana

debido a su temprana muerte en 1934.

En el Apéndice del libro “Pensamiento y Habla” (1934), Jean Piaget realiza una suerte de

dialogo retrospectivo en el cual analiza su propio trabajo a través de los ojos de Vygotski.

Dice Piaget “…sobre determinados aspectos estoy más de acuerdo con Vygotski que lo que

hubiera estado en 1934, y sobre otros puntos creo que poseo ahora mejores argumentos

para responderle…” (p.167). De manera precisa, Piaget va revelando una serie de puntos

de encuentro entre sus planteamientos revisitados y los argumentos de Vygotski como

asimismo va subrayando diferencias claves para entender cada uno de sus postulados.

Respecto a la naturaleza adaptativa y funcional de las actividades del niño, Piaget dice

coincidir en lo fundamental; sin embargo, expresa: “todo lo que he escrito…me ha

permitido ubicar el comienzo del pensamiento en el contexto de la adaptación en un

sentido cada vez más biológico…Sin embargo, afirmar que cada cambio entre el niño y su

medio tiende hacia la adaptación no es decir que ésta resulta siempre exitosa desde el

comienzo; hay que ponerse en guardia contra el excesivo optimismo biosocial en el que a

veces parece caer Vygotski…”(idem).

En este comentario, Piaget postula que cada esfuerzo adaptativo puede sufrir dos

limitaciones:

1. el sujeto puede no haber adquirido o elaborado todavía los medios u órganos de

adaptación necesarios para llevar a cabo determinadas tareas.

2. la adaptación es un estado de equilibrio entre la asimilación de los objetos a las

estructuras de la acción y la acomodación de estas estructuras a los objetos. (p. 168)

85

Para Piaget, el concepto de Adaptación es un esfuerzo cognoscitivo del organismo para

hallar un equilibrio entre él mismo y su ambiente, lo cual depende de dos procesos

interrelacionados: Asimilación y Acomodación (Maier, J., 1965). Para él, asimilación

significa que una persona adapta el ambiente a sí misma y representa el uso del medio

exterior por el individuo según este lo concibe. Por su parte, acomodación es un proceso

directamente inverso a la asimilación y representa la influencia del ambiente real. Estos dos

procesos actúan siempre juntos. Se entrelazan e implican simultáneamente una fuerza

antagónica entre polos contrarios (op.cit., p.102).

En la formulación de la teoría del desarrollo, Piaget señala dos aspectos a la base de su

Teoría:

1. El crecimiento biológico apunta a todos los procesos mentales como continuación de

procesos motores innatos.

2. En los procesos de la experiencia, el organismo descubre la existencia separada de lo

que experimenta.

De esta forma – continúa Piaget – no es tanto la maduración como la experiencia lo que

define la esencia del desarrollo cognoscitivo. Este enunciado lo acerca sutilmente a las

concepciones de Vygotski al señalar la importancia del entorno como factor relevante en

las experiencias del individuo. Sin embargo, Piaget se apresura en comentar que “la

adquisición de sistemas humanos de organización no es puramente social ni enteramente

un resultado de la maduración. Estos sistemas se originan más bien en las pautas naturales

de vida de un individuo...son una Ley de la Naturaleza” (p.101).

Finalmente, Piaget plantea que la conducta cognoscitiva humana debe concebirse como una

combinación de las siguientes cuatro áreas: (p.102)

a. Maduración (diferenciación del sistema nervioso)

b. Experiencia (interacción con el mundo físico)

c. Transmisión Social (educación)

d. Equilibrio (el crecimiento mental progresa hacia niveles de organización cada vez más

complejos)

Es decir, el autor concibe el desarrollo como un proceso inherente, inalterable y evolutivo,

distinguiendo Fases de Desarrollo, cada una de las cuales posee sub-fases o Estadios. Con

relación a este postulado, Piaget indica que “las Fases constituyen instrumentos

indispensables para el análisis de los procesos de desarrollo…Cada fase refleja una gama

de pautas de organización que se manifiestan en una secuencia definida dentro de un

período de edad aproximado en el continuo de desarrollo. El completamiento de una fase

da lugar a un equilibrio transitorio, así como al comienzo de un desequilibrio que

corresponde a una nueva fase” (p. 108).

En 1956, Piaget enuncia que el desarrollo puede dividirse en tres fases:

1) Fase Sensoriomotriz (0 a 2 años)

2) Período de Preparación para el Pensamiento Conceptual (2 a 11-12 años)

3) Fase del Pensamiento Cognoscitivo (11 años en adelante)

86

Desde esta Teoría del Desarrollo se han desprendido conceptos notables que son

ampliamente utilizados y valorados en la instrucción escolar actual como referentes en la

comprensión de los procesos de aprendizaje o en aplicaciones educativas. Se señala,

además, que el aprendizaje sólo es posible cuando hay asimilación activa de parte de un

sujeto. Todo el énfasis se pone en la actividad del sujeto mismo y sin esa actividad no hay

pedagogía que transforme significativamente al sujeto.

L.S. Vygotski. El concepto de Desarrollo y Aprendizaje

Los planteamientos de Vygotski aparecen en un momento complejo y crítico de la

psicología. En relación al aprendizaje y el desarrollo, la oposición entre el Objetivismo

Reduccionista y la Psicología Descriptiva Idealista hacían que el debate de ese momento

histórico girara en torno a la discusión sobre qué factor precedía al otro o sobre cuáles eran

los factores exógenos y endógenos intervinientes en este proceso. Vygotski, con la fuerza

que caracteriza sus enunciados, señala que:

“…Nuestro concepto de desarrollo implica un rechazo de la opinión

generalmente sostenida de que el desarrollo cognoscitivo resulta de la

acumulación gradual de cambios independientes. Por el contrario, nosotros

creemos que el desarrollo del niño es un proceso dialéctico complejo,

caracterizado por la periodicidad, la irregularidad en el desarrollo de las

distintas funciones, la metamorfosis o transformación cualitativa de una forma

a otra, la interrelación de factores externos e internos y los procesos

adaptativos que superan y vencen los obstáculos con los que se cruza el

pequeño” (en Rivière, A., 1984)

En su libro “La Psicología de Vygotski” (1984), Rivière menciona que la concepción del

desarrollo en términos de cambios cuantitativos y cualitativos tiene consecuencias directas

en el análisis de las complejas relaciones entre aprendizaje y desarrollo. Es decir,

implicaba admitir la posibilidad de que, si bien el aprendizaje y el desarrollo no son

idénticos, el aprendizaje pueda convertirse en desarrollo. El aprendizaje – continúa Rivière

– sería una condición necesaria para el desarrollo cualitativo desde las funciones reflejas

más elementales a los procesos superiores.

Vygotski plantea que el aprendizaje humano presupone una naturaleza social específica y

un proceso mediante el cual los niños acceden a la vida intelectual de aquellos que le

rodean. En el caso de las funciones superiores, el aprendizaje no sería algo externo y

posterior al desarrollo ni idéntico a él, sino condición previa al proceso de desarrollo (p.59).

La maduración, por sí sola, no sería capaz de producir las funciones psicológicas que

implican el empleo de signos y símbolos que son originariamente instrumentos de

interacción, cuya apropiación exige, inevitablemente, el concurso y la presencia de los

otros.

87

El proceso de desarrollo de las conductas superiores consiste en la incorporación e

internalización de pautas y herramientas de relación con los demás. Solo es posible porque

el niño vive en grupos y estructuras sociales, y porque puede aprender de otros a través de

su relación con ellos. (op. cit.)

Sin embargo – dice Rivière – reducir la relación entre aprendizaje y desarrollo a una

dirección única del primero al segundo sería una simplificación… Las posibilidades de que

el niño incorpore las herramientas y signos, que se construyen o presentan en sus relaciones

con los demás, depende a su vez del grado de desarrollo anterior… El aprendizaje solo se

produce cuando los utensilios, signos, símbolos y pautas del compañero de interacción son

incorporables por el niño en función de su grado de desarrollo previo. Pero no solo eso. El

aprendizaje depende también del desarrollo potencial del sujeto. (p. 60). En este sentido,

Vygotski formula su concepto de Zona de Desarrollo Potencial, la cual define como “la

distancia entre el nivel actual de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver

independientemente un problema y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través

de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro

compañero más capaz” (Vygotski, 1978, p.133). Por lo tanto, para Vygotski “el

aprendizaje a través de la influencia era el factor fundamental del desarrollo” (Rivière, A.,

p. 61)

En definitiva, el autor ruso se centró en argumentar que los factores genéticos juegan un rol

menor en la génesis del desarrollo, mientras que los factores sociales son absolutamente

determinantes. El desarrollo es un proceso social que se inicia a partir del nacimiento y es

asistido por adultos u otros agentes considerados más competentes en cuanto al manejo del

lenguaje, habilidades y tecnologías disponibles en ese espacio cultural. (Vygotski, 1962 en

Vielma, E. y Salas, M., 2000).

En este punto, es donde se produce el distanciamiento más evidente entre Piaget y

Vygotski.

Si bien es cierto, Piaget reconoce su concordancia en algunos aspectos con Vygotski luego

de conocer su obra, hay diferencias ineludibles entre ambos. La gran obra de Piaget define

que el ser humano cursa un desarrollo propio de su naturaleza como individuo biológico en

una serie sucesiva de etapas que debe superar en la medida que crece. Para Vygotski, este

proceso es un continuo cuyo principal motor/gatillador es el entorno social, otros adultos

significativos o pares más competentes que acompañan la vida del niño considerado como

individuo social. Es en este proceso de interacción adulto-niño en que surgen las

competencias cognitivas, donde el lenguaje posee un rol fundamental en la interacción

social.

Piaget considera que el aprendizaje es el resultado de la maduración independiente de los

demás. Es decir, plantea que el aprendizaje depende en gran medida del desarrollo y,

particularmente, del desarrollo psíquico. Vygotski enfatiza que el aprendizaje es el factor

fundamental del desarrollo como internalización de la cultura a través de herramientas y

signos (lenguaje). Es decir, plantea que el conocimiento es un proceso de interacción entre

el sujeto y el medio social y cultural. Esto nos lleva a la comprensión de que Piaget

88

considera el potencial cognoscitivo del sujeto dependiente de la etapa de desarrollo en la

que se encuentre. Sin embargo, Vygotski define que la potencialidad cognitiva depende de

la calidad de la interacción social y de la zona de desarrollo potencial del individuo.

Finalmente, para Piaget el ser humano nace en un estado de desorganización que deberá

modificar a lo largo de las etapas que cursa en su desarrollo biológico. Vygotski cree que el

ser humano nace con una percepción organizada la cual debe dirigir hacia estímulos

humanos para establecer interacciones sociales. De esta forma, el desarrollo humano sólo

podía entenderse como síntesis producida por la confluencia de dos órdenes genéticas

diferentes: la Maduración Orgánica y la Historia Cultural (Rivière, A. p.73)

Existe otro aspecto relevante en los postulados de Vygotski que consiste en el hecho de

haber realizado gran cantidad de investigaciones con niños discapacitados, mostrando su

interés y participación activa en esta temática desde el punto de vista educativo directo,

como lo señala Rivière en el capítulo VIII de su libro. Vygotski no concebía las

deficiencias en términos de disminución cuantitativa de determinadas funciones, sino de

una organización cualitativamente diferente de ellas (p.63). Señala que los niños con

alteraciones y deficiencias del desarrollo pueden requerir una educación especial, debido a

que su funcionamiento psicológico es también especial y no simplemente menor (op. cit.).

Desde esta perspectiva, Rivière menciona que las nociones fundamentales sobre el

desarrollo que tenía Vygotski, le permitían ver con perspectiva de futuro, las posibilidades

de compensación con niños con distintas alteraciones pues el desarrollo no se concebía

como una vía única y unidireccional o como una simple evolución cuantitativa sino como

un camino dialéctico, complejo e irregular, con variaciones cuantitativas y metamorfosis

cualitativas, que implicaría la sustitución sistemática de unas funciones por otras y la

incorporación de mediaciones externas para convertirlas en internas.

DESARROLLO COGNITIVO DE NIÑOS SORDOS

El devenir educativo de los niños sordos es “la historia de una controversia” (Marchesi, A.

1987). No es fácil abordar el desarrollo cognitivo y lingüístico de estas personas sin referir

las concepciones que se tuvieron durante largos años acerca de la sordera. Parte de esa

responsabilidad estriba en el hecho de que las investigaciones en este campo no poseían

instrumentos de evaluación adecuados que aportaran datos de los procesos psicológicos

superiores, de su desarrollo y, especialmente, la legitimación de un sistema de

comunicación de modalidad visual-manual a través del cual los sordos se comunicaban.

Asimismo, las diferencias en el desarrollo y aprendizaje de los niños sordos, depende

además de otros factores determinantes tales como: tipo de pérdida auditiva, edad de

adquisición de la sordera, grado de pérdida auditiva, edad de detección e implementación

tecnológica y el rol fundamental que cumplen los padres y las familias en este proceso.

89

La complejidad y extensión de este tema rebasa por mucho los objetivos del presente

artículo. Sin embargo, es necesario mencionar algunos hitos fundamentales que faciliten

establecer relaciones entre los postulados de Piaget y Vygotski sobre el desarrollo y el

aprendizaje descritos anteriormente, y las consecuencias que tienen en el desarrollo de

niños sordos.

Tipos de pérdidas auditivas

Normalmente, se distinguen dos tipos de sordera que tienen repercusiones muy diferentes

en las posibilidades de desarrollo del niño: la hipoacusia conductiva y la hipoacusia

sensorioneural. La hipoacusia conductiva es aquella en la que los trastornos auditivos están

situados en el oído externo o en el oído medio (Marchesi, A., 1987). Estas dificultades son

tratables a través del uso de medicamentos o cirugías y presentan una condición transitoria

en la vida de la persona.

Las sorderas sensorioneurales son más graves y permanentes y con un pronóstico más

complejo. Los problemas que afectan al oído interno, la cóclea, el nervio auditivo o las

zonas auditivas del cerebro se incluyen dentro de esta categoría de sorderas (p.17). Posee

un carácter irreversible y requiere la implementación de ayudas técnicas (audífonos o

implantes cocleares) y atención especializada en lo auditivo y en lo educacional.

Edad de adquisición de la sordera

Este factor es una importante variable, ya que cuando la pérdida auditiva se produce

después de los dos/tres años, los niños han adquirido una cierta competencia en el lenguaje

oral y una extensa experiencia con los sonidos que influye posteriormente en el desarrollo

de sus habilidades lingüísticas (p.25). Ciertamente, se ha alcanzado a establecer un

intercambio social activo con su entorno inmediato el cual le ha entregado algunas claves

relacionales propias de su cultura.

La edad de adquisición define en gran parte las experiencias lingüísticas y cognitivas de los

niños sordos, pudiendo establecerse la definición de pre y post lingüísticos como elemento

clave en la toma de decisiones respecto al futuro educativo y de inserción social de estos

niños.

Grado de pérdida auditiva

Así como los anteriores, este factor influye decisivamente en el desarrollo de los niños

sordos, no solo en las habilidades lingüísticas sino también en las cognitivas, sociales y

educativas.

90

Los criterios para clasificar el grado de pérdida auditiva son los siguientes:

Pérdida leve: incapacidad para escuchar sonidos por debajo de 30 decibeles. El habla

puede ser difícil de comprender, especialmente si existen ruidos de fondo.

Pérdida moderada: incapacidad para escuchar sonidos por debajo de 50 decibeles. Es

necesaria la ayuda de un audífono.

Pérdida severa: incapacidad para escuchar sonidos por debajo de 80 decibeles. Los

audífonos pueden ser útiles en muchos casos pero inadecuados en otros.

Pérdida profunda: ausencia de la capacidad para oír o incapacidad para escuchar

sonidos de menos de 95 decibeles.

Factores Educativos

Marchesi (1987), señala que la posibilidad de recibir una atención educativa desde el

momento que fue detectada la sordera es, sin duda, una garantía de un desarrollo más

satisfactorio. La edad de escolarización se considera también una variable que produce

significativas diferencias en la evolución intelectual y lingüística de los niños deficientes

auditivos. Una doble influencia puede atribuirse a la escolarización más temprana en

relación con el desarrollo cognitivo: por un lado, amplía las experiencias del niño, le

enfrenta con situaciones y problemas nuevos y facilita la comunicación con niños en sus

mismas condiciones, todo lo cual contribuye a que adquiera una mayor capacidad de tomar

en consideración el punto de vista de los otros y a promover el desarrollo constructivo de la

inteligencia. Por otro lado, la escolarización temprana favorece el aprendizaje del lenguaje,

que a su vez va a incidir en el desarrollo de las habilidades cognitivas (p.31).

Ciertamente, el número de variables a considerar en cuanto al desarrollo cognitivo de los

menores sordos se amplía cuando se consideran factores tales como: hijos sordos de padres

oyentes o hijos sordos de padres sordos; escolarización en una escuela especial o

integración a la educación regular; elección de la modalidad de educación (oralista,

bimodal, bilingüe-bicultural), o inserción en un proceso de rehabilitación auditiva

utilizando audífonos o implante coclear.

DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA EN NIÑOS SORDOS

Los datos y explicaciones sobre semejanzas y diferencias entre el desarrollo intelectual de

los niños sordos y el de los niños oyentes ofrecían puntos de reflexión a las teorías que

abordaban las relaciones entre el lenguaje y el pensamiento. Moores (1978 en Marchesi,

1987), ha señalado tres etapas principales en la historia de los estudios sobre la inteligencia

de las personas sordas.

Una primera etapa se extiende hasta los años cincuenta y está representada principalmente

por la obra de Pintner, cuyos estudios son principalmente psicométricos a través de pruebas

de lápiz y papel. Sus resultados indicaban un menor rendimiento intelectual de los sordos,

concluyendo que los sordos tenían un menor nivel intelectual y una forma distinta de

razonar a la de los oyentes.

91

En los años sesenta, el psicólogo Myklebust (1964) con un carácter más experimental y

cognitivista, señala que los sordos obtienen resultados muy semejantes a los de los oyentes,

lo cual conduce a considerar que el desarrollo intelectual de los sordos presenta

características idiosincráticas, lo que da validez a elaborar una psicología de las personas

sordas. Dice Myklebust que uno de los rasgos más característicos de la inteligencia de los

sordos sería su mayor vinculación a lo concreto y observable y su dificultad para la

reflexión y el pensamiento abstracto.

La tercera etapa comienza a finales de los años sesenta, siendo Furth (1966) su más

destacado investigador. Se producen varios cambios importantes. La obra de Piaget se

presenta con gran potencia y comienza a modificar el pensamiento psicológico

contemporáneo. Su planteamiento de que el desarrollo del lenguaje depende del desarrollo

intelectual modificó radicalmente las hipótesis anteriores que sostenían que la privación

auditiva y lingüística era el origen de las limitaciones intelectuales de los sordos. Bajo estas

premisas, Furth concluye que la competencia cognitiva de los sordos es semejante a la de

los oyentes (Marchesi, p.34). Asimismo, señala que los retrasos observados en los niños

sordos y que aparecen como diferencias individuales tales como mayor lentitud y menor

flexibilidad en el desarrollo intelectual, se debe principalmente a las deficiencias

experienciales que el sordo vive, entre las que se encuentra la comunicación y la expresión

lingüística. Para Furth, la sordera no está necesariamente conectada con la falta de

inteligencia.

En la actualidad, estos postulados se han ido matizando e incluso rectificando. Se menciona

que el lenguaje ya no se considera exclusivamente determinado por el desarrollo

intelectual, ni que tampoco la inteligencia hunda solamente sus raíces en la experiencia

física con los objetos (op.cit.).

No cabe duda que las formulaciones de la obra de Vygotski han influido en el cambio de

mirada en la investigación acerca de los procesos de desarrollo cognitivo y lingüístico que

cursan los niños sordos.

El entramado de relaciones sociales del niño pequeño, ha vuelto a ser considerado uno de

los motores de la dialéctica cognitiva (p. 35). Actualmente, los estudios sobre inteligencia

en sordos tratan de analizar las estrategias cognitivas utilizadas, la representación mental

que construyen de la realidad, la forma de estructurar sus experiencias y sus recuerdos. Por

esta razón - dice Marchesi - el tema de la representación y la memoria han pasado a un

primer plano.

Relación lenguaje-pensamiento en los sordos

La controversial historia de la educación de personas sordas, ha estado marcada por la

permanente disputa entre quienes consideran la pertinencia de una modalidad de lengua u

otra (aural/oral o visual/manual) en el proceso de desarrollo, interacción y educación de

estos niños. Marchesi sostiene que existen procesos específicamente lingüísticos que deben

ser tenidos en cuenta para explicar cómo el niño utiliza un tipo de códigos para expresarse.

Las tesis de Vygotski vuelven a orbitar cuando se piensa que el lenguaje es también

92

impulsor y dinamizador del pensamiento. Las relaciones entre lenguaje y pensamiento no

se originan desde el inicio ni son invariantes, sino que se van construyendo y estrechando a

lo largo del desarrollo.

En el último capítulo de “Pensamiento y Lenguaje”, Vygotski facilita la comprensión de

estos planteamientos y formula la posibilidad de ampliar el campo de investigaciones

respecto al desarrollo de los niños sordos, señalando que “…la relación entre pensamiento

y palabra no es un hecho, sino un proceso, un continuo ir y venir del pensamiento a la

palabra y de la palabra al pensamiento, y en él la relación entre pensamiento y palabra

sufre cambios que pueden ser considerados como desarrollo en el sentido funcional. El

pensamiento no se expresa simplemente en palabras, sino que existe a través de ellas…”

(p.138)

CONCLUSIONES

Resulta extremadamente difícil concluir el presente tema considerando que, a pesar de la

cantidad de investigaciones realizadas en torno al desarrollo cognitivo y lingüístico de los

niños sordos, aún no ha sido posible elaborar conclusiones definitivas al respecto y sólo han

sido posibles algunas propuestas que han favorecido ligeramente los aprendizajes escolares,

la integración social y el pleno desarrollo de estas personas en nuestra sociedad, por lo

menos no en Latinoamérica.

Las experiencias educativas son extensas. Las sugerencias para mejorar la atención y

educación de estos niños sólo han permanecido dentro de los contextos regionales de cada

país y, aquellos estudios que han sido difundidos, no han tenido el impacto sustancial que

se formulaba en sus objetivos iniciales. Esto no menoscaba la importancia de estas

propuestas, las cuales han producido cambios y mejoras en el sistema educacional de cada

país. Cambios en las políticas públicas, incremento de las ayudas técnicas, apoyo del

Estado para disminuir la edad de detección de la sordera y acortar la gran brecha existente

entre los niveles socio-económicos, han marcado avances destacados en los últimos años.

En ninguna época anterior había existido tanto acceso al desarrollo tecnológico orientado a

mejorar la calidad de vida de las personas sordas como en la actualidad. Las posibilidades

de implementación de audífonos digitales o el acceso a costosas cirugías de implante

coclear con apoyo gubernamental, han ido modificando el panorama educativo de nuestro

país.

No obstante, la problemática del desarrollo cognitivo y lingüístico de niños sordos no reside

en lo tecnológico y el uso que de ello se haga, sino en la radicalización de los paradigmas

prevalecientes en relación a la persona sorda.

El Enfoque Médico enfrenta la sordera como una situación de salud que debe ser abordada

para su prevención y tratamiento (compensatorio), utilizando todos los medios tecnológicos

existentes. Por otra parte, el Enfoque Antropológico señala que la sordera es una condición

particular que genera una forma de vida diferente, argumentando que estas personas forman

comunidades con sus propias creencias y valores y, lo que es más importante, poseedoras

93

de una lengua propia (lengua de señas). Incluso, se han planteado diferencias étnicas de

estas comunidades con respecto a la mayoría oyente.

Esta es una de las más importante controversias de la historia. En 1870, en un congreso de

profesores de sordos realizado en Milán (Italia), se determinaba arbitrariamente que los

sordos debían ser educados para desarrollar habilidades de comunicación oral, donde la

lectura labiofacial era la herramienta de recepción del lenguaje y el habla debía ser

enseñada como modo de expresión. Esta corriente “oralista” prevaleció en Chile hasta

mediados de los años 80, momento en el que surgen los primeros movimientos sociales que

promovían tímidamente el respeto a los derechos de estas personas para utilizar la lengua

de señas.

Estos movimientos tuvieron su efectos y ya para fines de los 90, gran parte del modelo

educativo oralista había sido desplazado por esta nueva corriente filosófica llamada

“Comunicación Total”, que promovía la utilización de cualquier recurso disponible para

poder superar la incomunicación entre sordos y oyentes y promover un mayor acceso a la

información y educación de estas personas. Sin embargo, al interior de las aulas, el mensaje

mal entendido de esta filosofía comienza a redundar en la utilización prevaleciente de la

lengua de señas por parte de los profesores o una mixtura entre lo “oral” y lo “manual”

generando una comunicación oral señalizada. El siguiente hito surge a partir de la aparición

de un enfoque fuertemente social llamado “Bilingüe Bicultural”, el cual refuta la posición

hibrida de la mezcla signada/hablada, planteando una postura definida hacia el respeto

pleno de la lengua de señas sin ser alterada por la gramática oral, la validación de las

comunidades de sordos, la participación y opinión de estas personas para definir qué y

cómo querían ser tratados y educados. Este movimiento social destaca que la lengua

materna de todo niño sordo es la lengua de señas (L1) y que la lengua oral debe ser

enseñada solo en su modalidad escrita (L2).

Hace pocos meses se promulgó en Chile la “Ley que Establece Normas sobre Igualdad de

Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad”(*). En ella se plantean

dos artículos relevantes para la comunidad de personas sordas:

(*) Fuente: Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS)

En la actualidad, el Enfoque Médico y el Enfoque Antropológico coexisten con sus

planteamientos, estimulando que sean las familias de estos niños o los mismos jóvenes y

adultos sordos quienes opten por encontrar las mejores alternativas para mejorar su calidad

de vida. Se deben destacar los importantes avances tecnológicos de la medicina en cuanto a

la detección temprana de los problemas de audición, el constante crecimiento de las

Artículo 42.- Los establecimientos educacionales

deberán, progresivamente, adoptar medidas para

promover el respeto por las diferencias lingüísticas de

las personas con discapacidad sensorial, sean sordas,

ciegas o sordo-ciegas en la educación básica, media y

superior, con el fin de que éstos puedan tener acceso,

permanencia y progreso en el sistema educativo.

Artículo 26.- Se reconoce la lengua de señas como

medio de comunicación natural de la comunidad

sorda.

94

cirugías de implantes cocleares y la rápida y fructífera investigación otoneurológica que –

según el enfoque médico – logrará en el mediano plazo “erradicar la sordera”.

Como vemos, la generación de instrumentos, mecanismos o dispositivos para el desarrollo

cognitivo de los niños sordos dependen en gran medida del paradigma en el cual nos

situemos. Mientras para unos el desarrollo surge de la interacción social y el respeto de esta

“minoría étnica”, para otros el desarrollo se relaciona con el uso de la tecnología para

compensar la discapacidad sin distinguir grupos minoritarios.

En la actualidad, es responsable señalar que no existe un método mejor que el otro para

abordar la problemática de la sordera. Los enfoques radicales tienden a presentar una

característica común, que es la pérdida de foco respecto a sus objetivos, para quiénes se

generan estas visiones y el diseño de sus estrategias. Si perdemos de vista que lo que

estamos haciendo en ciencias o en educación apunta a mejorar la calidad de vida de los

individuos sordos, es probable que los métodos no respondan a las necesidades reales de los

usuarios en el contexto familiar, comunitario, social e histórico en el que se sitúan.

Debemos salir de nuestras certezas y observar qué necesidad tiene cada niño sordo. Esto ya

ha sido mencionado respecto a la cantidad de variables que intervienen en el proceso desde

la detección de esta problemática; variables que hacen diferencia desde el grado de pérdida

auditiva que posee cada individuo hasta la edad de adquisición del déficit. Lo que se pueda

hacer si el niño es detectado en los tres primeros meses de su existencia, si es

implementado tempranamente con ayudas técnicas o si pierde la audición después de

adquirir lenguaje presenta desafíos por mucho diferentes.

Incluso, en este análisis no estamos considerando si los padres son sordos u oyentes, en

cuyo caso la competencia lingüística será un factor de suma relevancia en el proceso de

desarrollo cognitivo del menor.

Vygotski plantea que el lenguaje es el instrumento de mediación semiótica que juega un

papel decisivo en el proceso de interiorización. Son los signos y los símbolos las

herramientas culturales que amarran o integran al individuo a la sociedad, y el principal

mecanismo de esta unión lo constituyen el lenguaje y otras propiedades simbólicas. Este

proceso puede ser entendido como el tránsito de una regulación externa social

(interpsicológica) de los procesos cognitivos, apoyada por el lenguaje de terceros, a una

regulación interiorizada individual (intrapsicológica) de los procesos cognitivos, mediante

el lenguaje interno. De esta manera, lo interpersonal es transformado en características

intrapersonales, estableciendo así las interrelaciones entre las influencias macro y micro de

la sociedad. (Vielma, E. y Salas, M., 2000).

No obstante, Furth señala a partir de sus investigaciones que el lenguaje no es directamente

responsable del éxito o el fracaso en resolver un amplio número de tareas; las deficiencias

experienciales, sociales, interactivas, etc., vividas por los sordos ocupan un papel

primordial en su desarrollo intelectual y están en el origen de gran parte de sus limitaciones.

Este mismo planteamiento nos conduce a señalar que el lenguaje y la comunicación están,

95

sin duda, en el centro de las deficiencias experienciales que la persona sorda vive en forma

permanente.

El lenguaje y la comunicación van estructurando una matriz social en la que se sustenta la

vida diaria del niño, la calidad de sus intercambios con el medio y la riqueza de sus

experiencias cotidianas. Este entramado social primitivo sustenta también el desarrollo

cognitivo (Marchesi, A., 1987).

La adquisición e interiorización de un código lingüístico por los niños sordos es un factor

fundamental no sólo para su comunicación e interacción social, sino también para su

desarrollo simbólico y cognitivo (op.cit.,p.61). Este código lingüístico puede ser oral,

signado o ambos, lo importante es que se establezca verdaderamente como un código que

otorgue competencia y sea la herramienta con la que los niños sordos puedan comprender e

influir en su entorno familiar/social y comprender de mejor manera sus propios procesos

internos de desarrollo psico-social.

REFERENCIAS DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA – 22ª edición- URL:

http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=desarrollar)

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MARCHESI, A. (1987). El Desarrollo Cognitivo y Lingüístico de los niños Sordos. Madrid: Alianza

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Traducción castellana (1979).

96

Dispositivos

97

PROYECTO “LEYENDO CUENTOS CLÁSICOS INFANTILES”

Paulette Ytier Aguayo

Introducción

El dispositivo planteado en este trabajo espera lograr aprendizaje en los estudiantes que

genere desarrollo de algunas habilidades del pensamiento tales como: planificación y

sistematicidad, análisis y síntesis, comparación, reconocimiento de un problema y la

solución del mismo, la fundamentación de ideas con argumentos coherentes y algún grado

de metacognición.

La formulación teórica de este trabajo se basa prioritariamente en las concepciones de

aprendizaje y desarrollo formuladas por el psicólogo ruso Lev Vygotski con sus nociones

de Zona de Desarrollo Próximo, Mediación y Trabajo Colaborativo como también en las

concepciones formuladas por sus seguidores a partir de la ampliación de sus ideas, entre

ellos.

El objetivo del dispositivo es incorporar métodos, signos o herramientas de trabajo que

permitan realizar a los alumnos una investigación de manera cada vez más autónoma,

puesto que en los cursos posteriores realizarán trabajos de Proyecto Integrado con temas

originados en los contenidos programáticos de diferentes sectores de aprendizaje, lo que se

relaciona con el concepto de trabajo colaborativo planteado por Vygotski.

Por lo tanto, la incorporación de las herramientas cognitivas o signos que permitan un

proceso sistemático y planificado para su realización debe, necesariamente, contemplar un

trabajo que impulse o fortalezca el desarrollo de aquellas funciones del pensamiento más

necesarias para su concreción; como asimismo la incorporación activa de la mediación

entre pares.

El dispositivo consiste en la Planificación del Proyecto “Leyendo Cuentos clásicos

Infantiles” a realizarse en el sector de aprendizaje Lenguaje y Comunicación con

estudiantes de Quinto año Básico.

Inicialmente, está pensado para el quinto básico de un colegio chileno, proveniente en su

gran mayoría del nivel sociocultural, educacional y económico alto, cuyas familias están

compuestas por padres profesionales liberales provenientes de las ciencias, el arte, la

medicina y la educación. Por lo que es un grupo de estudiantes con acceso a libros y

estimulados desde muy pequeños a la lectura bilingüe tanto en el colegio como en su grupo

familiar.

A pesar de lo anterior, se considera posible la aplicación de este dispositivo en otros cursos

si son realizados algunos cambios que respondan a las características de sus alumnos, ya

sea por diferente nivel de Segundo Ciclo Básico, colegios con familias de distinto nivel

educacional u otros estratos socioeconómicos a los ya referidos.

98

El tema elegido para este dispositivo es Cuentos Clásicos Infantiles, dado que desde la

práctica pedagógica se observa, en los alumnos, un conocimiento de ellos adquirido

usualmente a través de: el relato oral de familiares, la lectura de textos adaptados, algunas

películas animadas, coreografías de ballet basadas en sus argumentos o historietas animadas

las cuales generalmente incluyen modificaciones del cuento original e incluso en ocasiones

resultan tergiversados. A lo anterior, se agrega el hecho de que tanto en otros cuentos

infantiles como en otras películas de dibujos animados se hacen referencia a los cuentos

clásicos infantiles, puesto que constituyen parte del acervo cultural occidental y pareciera

existir la suposición de ser ampliamente conocidos por los niños y niñas del siglo XXI.

Por lo tanto, la práctica pedagógica y el contacto con niños y niñas revelan que los cuentos

clásicos son aprendidos generalmente de manera incompleta, a veces con tergiversaciones y

que no son leídos de manera sistemática en versiones cercanas a los originales. También

pareciera desde esta observación que la lectura de ellos en sus versiones originales no

siempre está incorporada como una necesidad desde la familia ni desde los alumnos,

aunque se caractericen por ser lectores habituales de diversos cuentos.

Es posible agregar a lo anterior, el hecho de que en el Programa Escolar del sector

Lenguaje y Comunicación en NB2 se plantea la lectura oral de los cuentos de autores

clásicos de literatura infantil: Perrault, Grimm y Andersen.

Desde los antecedentes expuestos se considera pertinente la temática de lectura elegida para

desarrollar habilidades del pensamiento, objetivos y contenidos específicos del sector de

aprendizaje Lenguaje y Comunicación NB3, para a través de este Proyecto lograr la

incorporación de herramientas de registro útiles en la realización de trabajos de

investigación, de acuerdo a lo planificado en este dispositivo.

El tiempo de trabajo sugerido para el desarrollo de esta planificación es de

aproximadamente dos meses; aunque es posible variarlo dependiendo de las características

del grupo curso al cual se aplique en cuanto se consideren las experiencias previas, los

aprendizajes anteriores, los desarrollos logrados y las potencialidades de sus integrantes, es

decir, la zona de desarrollo próximo de los alumnos. Como también dependerá de la

exigencia de cumplimiento de otros objetivos del sector y de las características del

establecimiento educacional al cual pertenezcan quiénes deseen modificarlo para aplicarlo.

Por eso, es posible postergar o incluso no realizar algunas de las actividades sugeridas para

el proceso, aunque manteniendo una metodología que genere reflexión como parte de la

acción para lograr potenciar aprendizaje y desde este proceso incrementar desarrollo del

pensamiento en los integrantes del grupo.

A continuación se definirán brevemente algunas conceptualizaciones teóricas contempladas

como fundamento para esta planificación, formulados por Vygotski y sus seguidores

99

Luego, se realizará un desarrollo de las fases planificadas para el Proyecto con su

descripción, el planteamiento de la metodología a utilizar, el desarrollo de los objetivos, las

actividades, los materiales necesarios para su realización, etc. Finalizando, con una

conclusión acerca de lo esperado con esta propuesta de Planificación.

Enseguida, se entrega un Cuadro Resumen de la Planificación que contempla: fases de la

planificación, habilidades del pensamiento a impulsar, objetivos del sector de aprendizaje

planteados en el programa NB3 Lenguaje y Comunicación, contenidos específicos,

actividades, materiales y metas a lograr por el profesor en cada una de las fases a

desarrollar.

Conceptualizaciones teóricas:

A la base de la metodología planteada en esta planificación están los conceptos formulados

por Lev Vygotski de Zona de Desarrollo Próximo, Mediación y Trabajo Colaborativo. A

continuación se definirán brevemente para, desde esta base, comprender las distintas

propuestas de acciones a realizar en la descripción de la Planificación.

Por Zona de Desarrollo Próximo, ZDP, se entiende, de acuerdo a la definición formulada

por el psicólogo ruso Vygostki: “la distancia entre el nivel de desarrollo, determinado por

la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo

potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto

o en colaboración con otro compañero más capaz” (Labarrere 2003, p.142).

Sin embargo, de acuerdo a lo planteado por Labarrere es posible ampliar esa definición de

ZDP a la idea de un “espacio interactivo,...de naturaleza social, en el que las personas que

interactúan se trazan finalidades, construyen significados relativos a la actividad, los

procesos y productos que resultan relevantes”(julio, 2003, p.142) y serán ambas ideas las

que fundamentan las propuestas de diálogo y la elección de actividades a realizar en este

dispositivo de planificación.

Asimismo, se tomará de Labarrere su definición de desarrollo: “modificación estructural y

funcional, profunda y sustantiva, que experimenta el sujeto en algunas áreas, lo que le

sitúa en mejores condiciones de accionar sobre el mundo” (2003, p.142), entendiendo

como lo plantea originalmente Vygotski que es “el aprendizaje lo que posibilita el

despertar de procesos internos de desarrollo que no tendrían lugar si el individuo no

estuviese en contacto con un determinado ambiente cultural” (Kohl de Oliveira, 1996,

p.47).

Respecto al concepto de mediación originado en los planteamientos de Vygotski, se

comprenderá como “la vía principal a través de la cual la cultura se transmite de una

generación a otra”(Lebeer, 2003, p.45); y desde allí se amplia al concepto de Experiencias

de Aprendizaje Mediado, es decir, “la calidad de la interacción con la que los seres

humanos, como…los profesores,…y también los compañeros se interponen entre un

estímulo del entorno y un individuo, para asegurar que el estímulo se perciba, se asimile y

se integre con un sentido” definido por Feuerstein (Lebeer, 2003, p.44).

100

Considerando, además, algunos criterios de mediación tales como “intencionalidad y

reciprocidad; individualización y diferenciación psicológica; búsqueda, planificación y

logro de objetivos”, entre otros, planteados por el profesor Reuven Feuerstein y que

permiten que una interacción sea considerada como “… interacción de aprendizaje

mediado” (Lebeer, 2003, p.46).

A través de la metodología de preguntas, de relato de experiencias y de resolución de dudas

generando interacciones con el profesor y entre los alumnos se incentivará un mejor

aprendizaje de la mediación entre pares (Labarrere, 2008); evitando ser el profesor la

autoridad de conocimientos y el guía permanente de las conversaciones, constituyéndose

más bien, en un integrante del colectivo.

La mediación del profesor propenderá hacia la habituación de los participantes del grupo a

buscar información entre sus compañeros, a preguntarse entre ellos, a entregar respuesta de

ellos a las dudas planteadas por otros, a atreverse a cometer errores y a formular preguntas

que permitan al otro construir el conocimiento de manera conjunta, evitando la

descalificación entre ellos, especialmente hacia el que muestra menor conocimiento de un

contenido.

Desarrollo de las fases planificadas para el Proyecto

Primera fase.- Conocimiento de los objetivos del proyecto y metas a lograr: En esta

primera fase de la planificación se espera que la conversación colectiva del profesor con

los estudiantes permita conocer la ZDP definido por Calero (1998, p.111) como “… un

espacio de interculturalidad en el cual usamos lo que el niño sabe, y de ahí lo vamos

introduciendo a nuevos códigos en un trabajo compartido” respecto de los objetivos y

contenidos a trabajar; es decir, cuáles han sido sus experiencias y aprendizajes en trabajos

de proyectos realizados en años anteriores, qué herramientas de trabajo han incorporado,

cuánto y qué conocen del tema específico Cuentos Infantiles Clásicos y cuánto conocen de

los contenidos específicos a incorporar: bitácora, fichas bibliográficas, resumen, editoriales

etc.

Durante esta conversación colectiva se comienza ya la mediación para la incorporación de

conceptos relevantes para toda investigación como son: fuente clásica de información,

fuentes originales de información, versiones y adaptaciones de una información, editoriales

y sus características institucionales.

Para esta conversación colectiva se pueden utilizar preguntas que se espera impulsen la

reflexión y apertura hacia los contenidos y el tema a trabajar. Las respuestas entregadas por

los estudiantes servirán al profesor para evaluar el nivel de desarrollo actual de las

habilidades del pensamiento que serán observadas en los estudiantes al participar.

101

Respecto de la experiencia anterior de los alumnos con Trabajo de Proyecto y la

metacognición que los estudiantes han realizado de ella, es decir, el “… conocimiento de

los mecanismos responsables del conocimiento” (Burón, 1997, p.10), o dicho de otra

manera a la posibilidad de “…que el estudiante pueda dar cuenta de lo que ha hecho y

cómo lo ha hecho, es decir, su acceso consciente a los procesos, los instrumentos y los

productos de la actividad cognoscitiva” (Labarrere, julio 2003, p146) se podrían plantear

las siguientes preguntas:

Conocimientos previos de la metodología: ¿Les gusta trabajar en un Proyecto? ¿Por qué?;

¿Qué trabajo de proyectos hicieron en cursos anteriores?, ¿Qué temas trabajaron?, ¿Qué

significa trabajar en proyecto?,

Comparación: ¿Lograron aprender del tema que investigaron en su Proyecto anterior?,

¿Cómo creen qué aprenden más?, ¿Trabajar en proyecto tiene algo especial y distinto de

otras formas de aprender?, ¿Qué actividades diferentes a otros trabajos se realizan en

Proyecto?, ¿Qué herramientas de trabajo o formas de trabajo se aplican cuando se trabaja

en Proyecto? ¿En qué se diferencian a otras actividades o formas de trabajo para aprender?

Planificación: ¿Cómo se organizaron para lograr hacer su trabajo en el Proyecto?

¿Dónde obtuvieron información para desarrollar ese Proyecto?

Autoconocimiento: ¿Cuáles son las dificultades que han tenido cuando trabajaron en

Proyectos?, ¿Qué necesitan aprender para realizar un Proyecto de manera más adecuada?,

¿Qué facilidades o fortalezas tienen para trabajar en Proyecto?

Mientras y basándose en las respuestas de los estudiantes, el profesor confeccionará en la

pizarra un organizador gráfico, es decir, “un esquema que estructurará la información en

categorías, relaciones o secuencias” (MINEDUC Programas de Estudio Cuarto año básico

NB2 Glosario p.128) permitiendo así a los estudiantes visualizar la comparación que

establecen a través de sus respuestas entre aprendizaje con la metodología de proyecto, es

decir, “…aprendizaje grupal que implica aplicación y síntesis”de contenidos (Carrasco B,

C. y Rodríguez F, R.,2005, p. 217) y aprendizaje con otras metodologías. La construcción

del organizador gráfico deberá incorporar la participación de los alumnos, para que

categoricen las ideas incluidas en sus respuestas

Respecto del conocimiento previo del tema a trabajar en este proyecto se podría dialogar

con los integrantes del grupo curso a partir de preguntas tales como las siguientes:

Conocimientos previos del tema: ¿Cuáles cuentos infantiles clásicos conocen?, ¿Cómo los

conocieron?, ¿Han visto alguna película basada en cuentos infantiles clásicos?, ¿Cuáles?,

¿Cómo definirían el término Cuento clásico infantil?

Aproximación al concepto referencia: ¿Saben lo qué significa una referencia?, ¿Pueden

crear una oración con la palabra referencia?, ¿Han visto una película o un juego en que se

menciona un cuento clásico?, ¿Han leído alguna vez un libro o un cuento en que se

menciona o se hace referencia a un cuento clásico infantil?

Aproximación al concepto fuente original: ¿Han leído diferentes versiones de un mismo

cuento clásico?, ¿Existirá una versión original de los distintos cuentos clásicos?, ¿Conocen

el término adaptación?, ¿Que será una adaptación de un cuento clásico infantil?

102

Conocimientos previos de editoriales y autores: ¿Recuerdan nombres de editoriales?,

¿Hay alguna editorial que les guste?, ¿Serán distintas las versiones de los cuentos en las

distintas editoriales?, ¿Será importante leer las versiones originales de los cuentos

clásicos?, ¿Por qué?, ¿Habrá autores de cuentos clásicos infantiles?, ¿Conocen algún

nombre de autor de cuento clásico infantil?, ¿Cómo o dónde conocieron su nombre?

A partir de la participación y las respuestas entregadas, el profesor podrá realizar una

estimación del nivel, grado y profundidad de desarrollo de los alumnos, tanto grupal como

individual, que constituirá la base de las mediaciones necesarias a ofrecer en las acciones

posteriores.

Al término de este diálogo se confeccionará colectivamente un papelógrafo titulado

“Listado de cuentos clásicos infantiles” que sintetizará lo conocido.

Enseguida, se dará a conocer el objetivo general del proyecto: “Leer y comparar distintas

versiones de un mismo cuento clásico infantil, utilizando diversas herramientas de registro

de investigación como son: las fichas, la bitácora y los organizadores gráficos, las que

servirán para preparar una presentación al grupo curso, basada en lo aprendido por cada

grupo”; a partir del cual se conversará con los estudiantes acerca de las dudas que les

genera, las acciones esperadas a realizar durante el proceso y lo que se espera logren

generar como producto.

En esta presentación del objetivo general del trabajo se mediarán la intencionalidad y

reciprocidad, es decir, “explicar nuestras intenciones y razones…con el fin de asegurar que

el alumno/a los asimile y asegurarnos de que…se implica en lo que queremos ofrecer como

experiencia de aprendizaje” y la trascendencia, es decir, “…ampliar el sistema de

necesidades” (Lebeer, 2003, p.46) respecto del objetivo general y las actividades que tendrá

el Proyecto.

Esta primera fase puede durar entre una o dos sesiones dependiendo de las características

del grupo-curso y de los tiempos de reflexión que lleguen a generarse.

Segunda fase.- Organización grupal inicial: Esta segunda fase de la planificación se

iniciará con la solicitud a los alumnos de organizarse en grupos mixtos de cinco personas

y elegir con fundamentación el cuento a trabajar, es decir, con búsqueda y entrega de

razones o justificaciones que los llevan a tomar una decisión determinada.

Es importante considerar un tiempo de organización autónoma para aprovechar de observar

las relaciones que se dan al interior del grupo curso y de los subgrupos existentes en él.

Esto permitirá al profesor observar la dinámica del curso y reconocer a los niños no

integrados a un grupo.

Lo anterior, constituye un primer problema a resolver por los estudiantes, en esta ocasión

de organización social. Este problema pondrá en evidencia las características de desarrollo

de los integrantes del grupo curso. Entendiendo que el desarrollo “debe ser visto como

proceso paulatino de control sobre el propio comportamiento”. (Labarrere, julio 2003,

103

p.143). Aparecerán muestras de las zonas actuales de desarrollo cuando se escuchen los

comentarios en sus interacciones y las soluciones que ellos entregan para este primer

problema a resolver en este proyecto. Por ejemplo: cambio en la cantidad de integrantes

propuesto por el profesor, preocupación por integrar sólo a los amigos, preocupación por

integrar a los sin grupo, preocupación prioritaria por la obtención de un buen producto o

calificación y no de vivir el proceso de aprendizaje de compartir conocimientos o viceversa,

etc.

En esta observación se podrá detectar a los niños o niñas con capacidad mediadora

desarrollada y es posible para el profesor realizar una breve referencia a su forma de mediar

cuando evalúe la resolución del problema aprovechando de compartir las formas de

mediación observadas en ellas, como una forma de mostrar como mediar entre pares.

Si luego de un tiempo prudente aún hay estudiantes no integrados el profesor mediará la

individualización (Lebeer, 2003, p.46) para apoyar la integración de ellos a través de

preguntas que permitan rescatar las cualidades o fortalezas que los identifican y que

podrían ser un aporte a su grupo. Asimismo la mediación de desafío, abriéndose a lo

inesperado (Lebeer, 2003, p.46) que puede significar constituir un grupo con integrantes no

conocidos ni elegidos voluntariamente. Finaliza este momento con la constitución de nuevo

grupo o la incorporación a un grupo ya constituido.

Durante el desarrollo del Proyecto será necesario observar el proceso vivido por estos niños

inicialmente no integrados, para mediar los funcionamientos cognitivos deficitarios de ellos

que podrían originar la causa de la dificultad en ser incorporados a un grupo de trabajo.

Mientras finaliza el período de organización grupal, se reiterará de manera colectiva al

grupo curso el segundo problema a resolver en esta fase de organización: la búsqueda de

fundamentación al tomar una decisión. Deberán elegir un cuento clásico infantil para

trabajar como tema de su proyecto y preparar grupalmente la presentación de una breve

exposición con las razones que fundamentaron su elección.

Para esto, se puede sugerir como estrategia cognitiva, que primero escriban una lista de las

razones y luego las ordenen por prioridades para exponerla de manera oral intentando evitar

leerla, impulsando de esta forma el desarrollo de la conducta planificada, la distinción de lo

relevante y la entrega de la respuesta de manera precisa y exacta (Feuerstein, 1980). Se

explicará que esta fundamentación permitirá, además de conocer los motivos de su

elección, decidir colectivamente cuando un mismo cuento sea del interés de dos o más

grupos.

Con la acción anterior se busca incorporar la concepción de fundamentar una petición,

elección o decisión, por medio de ideas desarrolladas lógicamente, evitando el hábito de

traspasarlas a terceros o al azar. Se busca habituar a la búsqueda de razones lógicas que

justifiquen una acción.

104

Luego del trabajo grupal, cada grupo expondrá al curso su decisión y sus argumentos. La

forma en que lo harán dependerá de la decisión reflexiva al interior del grupo (uno, dos o

todos los integrantes), pero el profesor registrará en su cuaderno las argumentaciones dadas

evitando calificar o intervenir durante las exposiciones. Si existe algún cuento muy

solicitado se decidirá en base a las razones dadas ya sean de orden práctico, afectivo o

previos conocimientos.

Finalizada las exposiciones de los grupos y definidas las elecciones de los diversos cuentos

clásicos a investigar se solicitará reagruparse para buscar una palabra clave como nombre

de su grupo. Esta palabra clave deberá estar relacionada de manera relevante con el

contenido que manejan previamente del cuento elegido para distinguirlo de entre los otros

grupos. Por ejemplo: Nombre de un personaje, nombre de un lugar, nombre de un vestuario

que sean distintivos del cuento.

Con esta acción se mediará la pertenencia a un grupo dada por un signo verbal. También,

una vez más al observar las dinámicas grupales se pondrán en evidencia los conocimientos

actuales que sus integrantes tienen del cuento, como asimismo detectar a aquellos alumnos

con mayor o menor conocimiento previo.

Cuando la palabra relevante sea expuesta al curso se solicitará una explicación o

comentario, es decir, una razón para la elección; en concordancia con la idea de habituar a

la búsqueda de fundamentación al realizar elecciones o tomar decisiones.

Finalmente, se anotará al lado del papelógrafo “Listas de cuentos”, la palabra relevante

dada como nombre del grupo.

Aquí se evidenciará que existen cuentos listados anteriormente que no serán trabajados en

este proyecto, como también puede suceder que aparezca un nuevo cuento para agregar a la

lista construida en la fase anterior. Se puede realizar una acción breve de comparación

cuantificadora de elementos: cuentos, grupos, números de integrantes de cada grupo en la

perspectiva de habituar a comparar elementos de un sistema.

La comparación es una operación mental necesaria de desarrollar; el ejercicio habitual de

buscar diferencias y semejanzas según distintos criterios, en este caso “cantidad”, genera el

hábito de hacerlo y prepara para acciones posteriores como es el establecimiento de

relaciones. (Feuerstein, 1993).

La actividad siguiente, de la segunda fase, será la incorporación de la herramienta de

registro llamada Bitácora, es decir, aprendizaje e impulso del desarrollo de la

sistematicidad y la planificación. La bitácora es el registro sistemático de cada sesión en

que los integrantes del grupo anotan de manera resumida los sucesos, las acciones

realizadas, los acuerdos del grupo y las tareas propuestas para cada uno de sus integrantes.

105

Se sugiere habituar a los niños a registrar en ella: fecha de la sesión, asistencia de los

integrantes, actividades realizadas, acuerdos tomados, tareas que cada integrante se asigna

para una próxima sesión y algún comentario pertinente respecto del cumplimiento de los

integrantes del grupo o del proceso realizado (metacognición).

La responsabilidad del registro puede tomar diversas formas, sin embargo, se sugiere que

cada integrante registre una sesión por turno. Asimismo se les recomienda a los estudiantes

que revisen la ortografía y el uso del espacio para que los que “más saben ayuden a los que

tienen aún dificultades”. De esta manera se propicia la mediación entre un compañero más

capaz y uno con menos habilidades en la actualidad.

El registro en la bitácora desarrolla la sistematicidad respecto de la planificación de un

trabajo, pues en algunas sesiones se revisa, de manera colectiva, el cronograma general del

proyecto, generándose la necesidad de revisar la bitácora para evaluar lo realizado y

organizar el trabajo pendiente considerando los tiempos futuros posibles para llevarlos a

cabo. Además al leer la sesión anterior, se genera para cada alumno la posibilidad de

autoevaluar el cumplimiento de compromisos y de recibir la retroalimentación de sus

compañeros más o menos sistemáticos que él y la posibilidad de mediar entre ellos

rescatando los desarrollos individuales.

La incorporación de la bitácora se realizará con la misma metodología de búsqueda de

conocimientos actuales respecto de ella, para guiar al planteamiento de la necesidad de

registrar lo sucedido en cada una de las sesiones del grupo. Considerando, respecto de la

ZDP, lo planteado por Zaldívar y Bispo (junio, 2007) basados en proposiciones de

Labarrere “la dimensión de la zona de desarrollo no depende solamente de los

conocimientos y habilidades previos sino….de sus necesidades, motivos e intereses; de la

implicación del que aprende en la actividad de aprendizaje……no queda completo el

conocimiento de la zona si no se toman en consideración aspectos volitivos y afectivos que

la dinamizan y la dibujan.”

Se finalizará esta incorporación de la bitácora con la formulación colectiva de los datos e

informaciones necesarias de registrar y enseñanza de la forma en que se utiliza

habitualmente esta herramienta. Iniciándose formalmente el uso de la bitácora, lo que

requiere la entrega de hojas cuadernillo para cada grupo.

Se puede aprovechar este momento para enseñar o recordar la forma habitual de organizar

el espacio de una portada con los datos generalmente solicitados por formalidad: nombre

de institución, curso, sector de aprendizaje; título del trabajo; nombre del grupo, nombre de

integrantes, fecha. Con esto se reitera la necesidad de sistematicidad en los registros como

también el habituar a una organización formal de los escritos que dependerá de la cultura a

la cual las personas pertenecen. Es necesario explicar esta formalidad y la necesidad de ella

como parte de la presentación de un trabajo, considerando que se escribe “para que otros

lean”, por lo tanto el evitar comportamientos egocéntricos es parte del aprendizaje y del

desarrollo. En esta fase la creatividad individual o grupal será promovida en la elección de

la ilustración, el color o el tipo de letras a utilizar en la portada.

106

Es importante considerar un lugar para evitar pérdidas de material, por ejemplo, una caja

especial para guardar los materiales del proyecto, puesto que mantener el material

permanentemente al acceso de los estudiantes posibilita generar autonomía en sus trabajos.

Tercera fase.- Registro de materiales recolectados y lecturas realizadas. En esta fase del

Proyecto se contemplan tres acciones de parte de los alumnos: recolección de libros, la

incorporación del uso de fichas bibliográficas y de resumen y la visita a una biblioteca

pública.

La recolección de libros es un problema a resolver por el grupo, pues deberán planificarse

para la búsqueda de ediciones diferentes del cuento elegido, ya sea en bibliotecas

personales de sus propios hogares, familiares o amigos, como también en la biblioteca del

colegio o públicas. Los que tienen experiencia en el uso de bibliotecas públicas podrán

compartir su aprendizaje con sus compañeros de grupo constituyéndose en mediadores de

ellos respecto de las normas habituales de solicitud de préstamo.

Los libros recolectados por cada grupo se guardarán en la Caja de Proyecto. Serán los

niños y niñas quienes se organizarán para decidir llevarlos a su hogar en el caso de lecturas

más extensas, realización de resumen u otra actividad planteada en el proyecto. Se

propiciará permanentemente el hábito del registro de estas situaciones, tanto en la bitácora

como en una hoja de registro de préstamo ubicada en la Caja de Proyecto y que se trabajará

propiciando el autoregistro, con la finalidad de fomentar la sistematicidad y la

planificación.

En esta fase, se contempla la posibilidad de realizar una visita guiada de todo el grupo

curso a una Biblioteca Pública, para lo cual será necesario realizar los pasos necesarios que

esto implica, en concordancia con las características de gestión del establecimiento

educacional: solicitar autorización a dirección, contactar a la bibliotecaria, fijar fecha de

salida, evaluar costos del transporte, solicitar autorizaciones a los padres, etc., etc.

La finalidad de contactar a personal de la biblioteca con anticipación, radica en lograr un

recorrido lo más amplio posible por todas las dependencias de la institución, acordar una

conversación con el bibliotecario y los estudiantes para que aprendan la simbología

utilizada en la clasificación de los libros, como también conseguir la autorización para

realizar un ejercicio de solicitud de libro.

Es importante conocer previamente los distintos criterios de ordenación de ficheros (autor,

títulos, editorial etc.), para en lo posible anticipar este conocimiento a los estudiantes. De

esta manera, los integrantes de cada grupo podrán buscar su cuento en los archivos,

comparar las editoriales que los han publicado e idealmente hojear las distintas

publicaciones.

107

Luego de esta visita, las acciones realizadas devengarán en aprendizajes que podrán ser

utilizados en esta u otra investigación; además de haber impulsado el desarrollo de

funciones psicológicas superiores, de acuerdo con lo planteado por Vygotski, dado que se

ha logrado intervenir apoyando la inmersión en el mundo letrado, en que la cultura resulta

fundamental (Kohl de Oliveira, 1996, p.58).

Durante esta fase, los estudiantes aprenderán a utilizar una nueva herramienta de registro de

investigación: las fichas bibliográficas y de resumen. La incorporación de las fichas

bibliográficas se realizará por medio de una conversación colectiva en que a partir de

preguntas se explorará nuevamente, aunque con mayor profundidad que en la primera fase,

la zona de desarrollo actual respecto de este contenido.

Durante la conversación colectiva, el profesor focalizará o centrará las preguntas e

intervenciones en los datos que se pueden obtener de un libro al explorarlo de manera

sistemática: título, autor, editorial, ilustrador, lugar de edición, pertenencia, etc.;

especialmente si con anterioridad no se ha trabajado este contenido.

Asimismo, se profundizará en las diferencias entre editoriales conocidas, la diversidad de

publicaciones que un mismo libro puede tener en una misma editorial. Si no se ha realizado

antes se buscará y mostrará ejemplos con algún libro de novela o cuento ya conocido por el

curso, pero que no sean parte necesariamente de esta investigación. La finalidad es lograr la

comparación buscando diferencias y similitudes entre los datos ya reconocidos.

Luego se mostrarán las fichas bibliográficas medianas y un modelo de registro similar al

siguiente:

Autor:____________________________________________________

Título:____________________________________________________

Editorial:__________________________________________________

Lugar y fecha de edición: ____________________________________

Colección: _________________________ Nº de páginas __________

Propiedad de Biblioteca: __________________________________

Inmediatamente y a partir de experiencias anteriores de ejecución de resúmenes, se

conversará con el grupo de manera colectiva acerca de: la importancia del resumen, las

habilidades que se ponen en juego, el significado de la síntesis.

En esta fase, se puede profundizar o incorporar el uso del diccionario como signo o

herramienta de apoyo a la comprensión lectora y a la ortografía adecuada de las palabras.

Es importante recordar la necesidad de tener esta herramienta cultural al alcance de los

estudiantes y fomentar permanentemente su uso, siendo el profesor quien recurra a ella, en

una modelación de hábito de uso.

108

Preguntas posibles a realizar en la mediación de las fichas resumen:

Conocimiento actual: conversación a partir de las características que recuerdan los niños

del resumen y la utilidad que presta.

Toma de decisiones: utilización de la ficha resumen ¿Les gustaría escribir el resumen en

estas fichas?, ¿por qué?; ¿Cuántas fichas creen que necesitarán?, ¿por qué?

Comparación: ¿De qué dependerá la cantidad de fichas que necesitarán?, ¿Cómo se

puede identificar una ficha resumen de otra?, Qué datos serán necesarios escribir en la

ficha resumen, ¿por qué? (se guiará la conversación a partir de las sugerencias de los

estudiantes para que la incorporación de los datos resulte significativa para ellos. Si las

respuestas no fluyen se pueden realizar preguntas tales como:¿qué datos se pueden colocar

en las fichas de resumen para que no se mezclen con otras del mismo cuento?, ¿Será

importante colocar el título del cuento?, ¿por qué?, ¿Es importante registrar la editorial?

¿En qué parte se podrá registrar cada elemento?, ¿Cambia el autor en las distintas

ediciones del mismo cuento?, ¿cuáles datos personales deberán escribirse en la ficha de

resumen?)

Escritura: ¿Las dudas acerca del significado de una palabra o su ortografía como las

pueden solucionar?, ¿Por qué se requiere una caligrafía clara?

Se elaborará colectivamente y en concordancia con las respuestas de los estudiantes una

posible ficha de resumen a utilizar. Luego se mostrará un modelo de ficha de resumen.

Finalmente, se propiciará la elaboración personal de la ficha de resumen en términos de

tipo de papel, tamaño, color, tipo de letra, etc. con la finalidad de ampliar el dominio de

autorregulación, sin dejar de generar el hábito de registrar datos que permitan el

reconocimiento del texto resumido y la relación con la ficha bibliográfica completada con

anterioridad.

Título del cuento:___________________________________________

Resumen:_________________________________________________

________________________________________________________________

__________________________________________________

________________________________________________________________

________________________________________________________________

________________________________________________________________

________________________________________________________________

________________________________________________________________

_______________________________________________________

Editorial_________________

Luego de la realización de las actividades de aprendizaje señaladas se dedicarán dos o tres

sesiones, al trabajo grupal de lectura individual y ejecución de fichas bibliográficas y de

resumen. En este periodo el profesor visualizará la necesidad de mediar el uso de la

bitácora, en cada grupo, de acuerdo al trabajo observado en los estudiantes.

109

Cuarta fase.- Construcción de organizadores gráficos: Los alumnos deberán resolver un

nuevo problema: confección del esquema del cuento. Primero, de manera colectiva la

profesora mediará el uso del espacio en el papelógrafo, los requerimientos del tipo (no

ligada) y tamaño de letra (grande) para ser vistos desde lejos y las distintas formas que

puede tener un organizador gráfico (secuencia horizontal, sol, vertical, descripción, etc.)

(Carrasco et al 2005, p.197; Mineduc, 2003, p.115)

Para la realización del esquema del cuento cada grupo leerá de manera autónoma en su

texto la siguiente tabla comparativa, que guían la exploración sistemática de los elementos

de una narración (Henseleit, Valenzuela, 2006,p. 33). Desde esta lectura decidirán y

organizarán los datos requeridos en el esquema del cuento.

En este caso, el mediador es un signo, un texto escrito. El objetivo es generar mayor

autonomía al interior de cada grupo y otorgar espacio para la mediación entre pares. Sin

embargo, el docente estará disponible para mediar focalizando verbal y visualmente, a

aquellos estudiantes que lo requieran o soliciten.

Preguntas al texto Elementos del cuento

¿Quiénes aparecen en la obra? Los personajes

¿A quiénes les suceden los hechos que

van desarrollando la obra?

Personajes principales

¿Quiénes acompañan a estos personajes

(ayudándolos, conversando con ellos o

simplemente estando ahí)?

Personajes secundarios

¿Dónde ocurre la obra?

¿Cómo son el o los lugares?

espacio

¿Quién cuenta la historia? ¿Cuánto sabe

de los personajes?

narrador

¿De qué se trata la obra?

¿Qué me enseña?

tema

Además, cada grupo deberá confeccionar un esquema descriptivo del personaje

principal: características físicas y psicológicas. Se promoverá la búsqueda de palabras

relevantes sintetizadoras, a partir de la caracterización de un personaje ficticio que sirva de

modelo, en un ejercicio colectivo cuando se muestren los diferentes tipos de organizadores

gráficos. Se solicitará para este segundo esquema la ilustración del personaje principal,

concordante con la imagen que los integrantes del grupo se formaron a través de la lectura

de las distintas publicaciones del cuento elegido, promoviendo la creatividad tanto en el uso

de materiales como al evitar la copia de ilustraciones de algunos de los libros leídos. Para

esto, resulta necesario generar una discusión colectiva respecto a la interpretación que

realiza el ilustrador sobre el contenido del cuento, mediando la intencionalidad y

reciprocidad respecto de la creatividad del dibujo en el esquema. Para esto se puede pedir a

los niños que comparen las diversas ilustraciones en las diversas publicaciones de un

mismo cuento.

110

Para la construcción de los esquemas los estudiantes buscarán o solicitarán los materiales

necesarios en concordancia con sus propios ritmos de trabajo y organización interna del

grupo de trabajo. Aquellos más lentos podrán estar en una fase anterior y los más

organizados los buscarán anticipadamente.

Los materiales a usar en esta fase serán papel kraf, plumones, tiza o lápices de colores u

otros surgidos desde la creatividad de los estudiantes y el texto o la tabla comparativa que

guiará la confección del esquema del cuento.

Quinta fase: Biografía del autor. En esta fase los alumnos investigarán la biografía del

autor usando las herramientas ya incorporadas tanto para la búsqueda como para el

registro. Esta fase es un problema de investigación a resolver autónomamente por el grupo.

Sólo en casos necesarios por falta de aprendizajes anteriores se trabajará este contenido con

la metodología ya expuesta. La mediación del profesor apuntará hacia la importancia de

conocer quién escribió el cuento, la época en que vivió y sus experiencias de vida en

relación al contenido del mismo.

Sexta fase: Presentación al curso: cada grupo decidirá de manera autónoma la forma en

que presentará al grupo curso el cuento, la biografía del autor y los esquemas

confeccionados. Este problema final llevará al grupo de trabajo a poner en juego algunas de

las habilidades desarrolladas en este proceso: planificación, síntesis, comparación,

expresión lógica, etc.

La forma de presentación del cuento elegido y trabajado en el proyecto puede ser una

dramatización, un cuenta-cuentos, títeres u otra forma que genere la creatividad del grupo,

con el menor uso de materiales no confeccionados por ellos. Además, presentarán

oralmente los elementos del cuento y la caracterización física y psicológica del personaje

principal utilizando como apoyo visual los organizadores gráficos confeccionados en el

proceso y los libros recolectados.

Será este el momento de entrega de las herramientas de registro aprendidas y utilizadas en

el proceso: bitácora, fichas bibliográficas y de resúmenes.

Se espera que los integrantes del grupo estén preparados para responder, tanto a la

profesora como a los compañeros del curso o a otra persona invitada, preguntas que

apunten a la síntesis de la información y a la comparación entre los elementos investigados.

Se rescatará la creatividad en la presentación y el uso de elementos simbólicos

representando los objetos del cuento más que el uso de escenografías realistas.

Respecto de la síntesis se promoverá la búsqueda de una o dos palabras que sinteticen el

tema del libro especialmente respecto de valores o sentimientos relacionados con él. Se

pedirá la justificación para elegir esa palabra basándose en los hechos relatados en el

cuento. Ejemplo: obediencia, discriminación, pobreza, astucia, etc.

111

De la misma manera, la comparación entre los libros encontrados apuntará tanto hacia el

relato, como a las ilustraciones, el tipo de letra y los datos formales del libro. Intentando

guiar con las preguntas hacia la idea de la pérdida de información que ocurre entre una

adaptación y un original.

Se rescatará en este momento la expresión de las habilidades que cada uno puso a

disposición del grupo como fortaleza y aquello que le es más dificultoso o debilidades y la

forma en que lo superó, como una aproximación hacia la metacognición del trabajo

realizado en este período.

Ejemplos de preguntas que guiarán el cierre del trabajo en la presentación:

Desde el contenido: ¿Cuál libro de los leídos por el grupo es el más completo? ¿Por qué?,

¿Cuál edición consideran es más cercana al original?, ¿Cuál les parece la más incompleta?

¿Por qué?, ¿Qué dirían del ambiente del cuento?

¿Qué aprendieron con este cuento?; ¿Qué palabra sintetiza la enseñanza del cuento?

Desde la toma de decisión: ¿Qué edición regalarían a un niño pequeño? Por qué?,

¿Cuál edición regalarían a un lector más exigente?, ¿por qué?

Desde lo formal: ¿Importa el tipo de letra usada en la impresión?, ¿Qué les anticipan las

ilustraciones de los libros leídos?

Al final de cada presentación, los estudiantes-espectadores participarán comentando,

preguntando y coevaluando el trabajo presentado, entregando retroalimentación a sus

compañeros expositores de manera directa, evitando hablar a la profesora acerca de lo

observado.

Séptima fase: Evaluación del Proyecto: Se solicitará a cada estudiante respuesta escrita a

las siguientes preguntas con el fin de generar metacognición del proceso realizado.

Desde lo personal: ¿Qué aprendiste con este proyecto?

¿De qué te servirá en el futuro este trabajo?

¿Cuál es la utilidad de la Bitácora, las fichas y los esquemas en una investigación?

Desde lo grupal: ¿Qué les facilitó el trabajo como grupo?

¿Qué dificultades tuvieron como grupo?

Desde las proyecciones: ¿Qué tendrían que mejorar para un próximo proyecto grupal?

¿Qué cambiarías o agregarías al proyecto?

Luego se pedirá a los alumnos que compartan sus respuestas escritas de manera individual

y conversen entre ellos acerca de lo aprendido, lo que deben superar como grupo e

individuos, reconozcan sus fortalezas y debilidades. Se solicita entregar un resumen de lo

conversado como grupo a modo de conclusión, a partir de las preguntas individuales.

112

Planificación del Proyecto “Leyendo Cuentos Clásicos”; Cuadro resumen.

Objetivo general:

“Leer y comparar distintas versiones de un mismo cuento clásico infantil, utilizando

diversas herramientas de registro de investigación como son: las fichas, la bitácora y los

organizadores gráficos, las que servirán para preparar una presentación al grupo curso,

basada en lo aprendido por cada grupo”

Fase Habilidades

del

pensamiento

Objetivos

del

programa

NB3

Metodología Actividades Materiales Metas

para el

Profesor

Primera fase:

Conocimient

o objetivos

del proyecto

y metas a

lograr

Comparación

Planificación

Metacognició

n

Categorizació

n

Síntesis

Expresarse

con

claridad,

precisión,

coherencia

y

flexibilidad

para

indagar,

exponer,

responder o

argumentar

, en

distintas

situaciones

comunicati

vas.

En diálogos

y

discusiones

, mostrar

una actitud

de respeto,

cortesía y

aliento a la

intervenció

n de otros.

Conversación

colectiva.

*Expresan

oralmente su

conocimient

o acerca de:

Metodología

de

Proyectos;

Cuentos

clásicos

infantiles;

*Incorporan

vocabulario

atingente:

editorial,

autor,

adaptación,

fuente

original,

ilustrador,

etc.

* Reconocen

herramientas

de registro

de

investigació

n: ficha

bibliográfica

, bitácora,

esquema,

organizador

gráfico,

ficha de

resumen,

etc.

*Confección

colectiva de

organizador

gráfico

comparativo

Papel Kraf

Plumones

Cartel con

objetivo

general del

proyecto

Conocer

zona de

desarrollo

actual de

los

estudiantes

respecto de

habilidades

del

pensamient

o y

conocimien

tos del

tema y de

los

contenidos

específicos

.

113

entre formas

de trabajo.

*Generan

preguntas a

partir de

conocer el

objetivo

general, las

actividades y

los

productos

planteados

para el

proyecto.

114

Fase Habilidad

es del

pensamie

nto

Objetivos

del

programa

NB3

Metodología Actividades Materiales Metas para el

Profesor

Segun

da

fase:

Organi

zación

grupal

inicial.

Análisis

Razonami

ento

lógico

Comparaci

ón

Distinción

de lo

relevante.

Síntesis

Metacogni

ción

Argument

ación oral,

a favor y

en contra,

en temas

de interés.

Conversación

grupal.

Exposición

oral de

alumnos.

Uso de

estrategias

*Se

organizan en

grupos

mixtos de

cinco

personas.

*Eligen

cuento con

fundamentaci

ón.

*Exponen al

curso su

decisión.

*Elección

grupal de

palabra

relevante

como nombre

del grupo.

*Inician uso

de Bitácora.

*Creación de

grupal de

portada de

bitácora

*Papelógra

fo “Listado

de Cuentos

Clásicos”

Plumones

de colores

*Cuadernill

os

cuadriculad

os de oficio

para

Bitácora.

*Caja del

Proyecto

Observar:

dinámicas

grupales;

-formas de

mediación entre

pares.

- expresión oral

de estudiantes.

Tercer

a fase:

Regist

ro de

materi

ales

recole

ctados

y

lectura

s

realiza

das.

Exploració

n

Sistematici

dad

Planificaci

ón

Clasificaci

ón

Análisis

Síntesis

Disfrutar

de obras

literarias a

través de

su lectura,

comentari

os y

transforma

ción, para

ampliar

sus

competenc

ias

lingüística

s, su

imaginaci

ón, su

afectivida

d y su

visión del

mundo.

Producir

Trabajo

grupal

autónomo.

Conversación

colectiva

Salida a

terreno

*Recolectan

libros de

distintas

ediciones.

*Visitan

biblioteca

pública

*Exploran

datos de los

libros

recolectados

*Inician uso

de fichas

bibliográficas

*Elaboran

formato de

ficha

resumen.

*Conversan

acerca del

apoyo que

brinda el

diccionario

Caja de

Proyecto

Bitácora

Libros de

cuentos

Fichas

bibliográfic

as

Diversos

tipos de

papeles

para fichas

resumen.

Diccionario

s

Gestionar visita a

Biblioteca Pública

Significar y

propender la

mediación entre

pares.

115

con estilo

personal,

textos

escritos,

con

sintaxis y

ortografía

adecuada

y

adaptados

a diversas

situacione

s

comunicat

ivas.

en la

comprensión

lectora y en

la ortografía.

*Leen y

resumen las

distintas

versiones de

los cuentos

de manera

individual.

116

Fase Habilidades

del

pensamiento

Objetivos del

programa NB3

Metodología Actividades Materiales Metas

para el

Profesor

Cuarta fase

Construcci

ón de

organizado

res

gráficos

Planificación

Síntesis

Distinción de

lo relevante

Anteriores Trabajo

grupal

autónomo.

*Conocen

diversos tipos

de

organizadores

gráficos.

*Reconocen

formas y letras

adecuadas para

esquemas y

carteles

*Confeccionan

esquema del

cuento

*Confeccionan

esquema del

personaje

principal

Crean

ilustración del

personaje

principal.

Muestras de

organizadore

s gráficos

ficha modelo

papel kraf,

plumones,

lápices de

colores

Caja de

proyecto

Bitácora

Fichas

completadas

Libros

recolectados

Apoyar

aquellos

grupos

que

requieren

focalizac

ión

Encicloped

ias

Diccionari

os

biográficos

(evitar el

uso de

Internet)

Anteriores Trabajo

grupal

autónomo

*Investigan

biografía del

autor en

diversas

fuentes

impresas.

Sexta fase

Presentaci

ón al

curso.

Organización

lógica

Síntesis

Creatividad

Lenguaje

simbólico

Desempeñar

diversos roles

en el proceso de

creación y

realización de

dramatizaciones

.

Expresarse con

claridad,

precisión,

coherencia y

flexibilidad para

indagar,

exponer,

responder o

argumentar, en

distintas

situaciones

comunicativas

Mostrar una

Exposición

grupal

Coevaluació

n

*Organizan

presentación

de lo

investigado

*Dramatizan

cuento

investigado

*Presentan

materiales

recolectados y

confeccionado

s

*Contestan

preguntas

respecto de lo

presentado y

aprendido

*Atienden

presentaciones

*Realizan

Esquemas

realizados

Bitácoras

escritas

Fichas

escritas

Libros

recolectados

Biografía del

autor

Materiales

para

dramatizació

n

Guiar

metacog

nición

117

actitud de

respeto, cortesía

y aliento a la

intervención de

otros

preguntas

respecto de lo

escuchado

*Coevaluan

presentación

de los

compañeros

Séptima

fase:

Cierre y

evaluación

del

proyecto

Conversació

n grupal

Contestan por

escrito ficha

evaluativo

Conversan

acerca de los

contenidos

aprendidos y

los

aprendizajes

realizados

Ficha

evaluativa

118

Conclusiones

Esta propuesta de Planificación para un Proyecto en un Quinto Básico, incorpora

intencionadamente las concepciones de aprendizaje y desarrollo planteadas por

Vygotski como son la Zona de Desarrollo Próximo y la Mediación entre pares en un

intento de impulsar aprendizaje para lograr desde allí el desarrollo de habilidades del

pensamiento tales como: planificación, sistematicidad, análisis, síntesis, comparación, a

través de la realización de una investigación en el sector de Lenguaje y Comunicación

Se propicia una metodología basada en la reflexión a través de preguntas

mediatizadoras, la fundamentación oral de las decisiones grupales, el ejercicio práctico

de las herramientas incorporadas ya sea por lectura o por aprendizaje colectivo y la

implementación de actividades que permitan el contacto con instituciones públicas

relacionadas con el tema. El objetivo final es permitir acciones de aprendizaje que

brinden la oportunidad de la incorporación de signos o herramientas de trabajo

necesarias para utilizar en investigaciones usuales en la vida de un estudiante y

consecuentemente desarrollo del pensamiento en los alumnos generando así el logro de

mayor autonomía en sus actividades y estudios posteriores.

La metodología propuesta apunta a conversaciones reflexivas realizadas entre el

profesor y el colectivo grupo-curso con el objetivo de conocer la ZDP de los

estudiantes, junto con crear, a través del diálogo, la necesidad de incorporar el uso de

herramientas de registro: lectura, fichaje, resumen, preparación de esquemas que

permitan habituar a la sistematicidad y la planificación en la realización de acciones

investigativas.

También pretende generar actividades que impliquen comparar, es decir, establecer

semejanzas y diferencias de manera frecuente, como asimismo aprender a enfrentar la

resolución de diversos problemas a través de la mediación entre pares.

Del mismo modo, se espera que la mediación del profesor incube el hábito en los

estudiantes de generación de preguntas que apunten a la creación y construcción

conjunta de la respuesta, promoviendo una actitud activa hacia el aprendizaje, evitando

responder por el otro que implica una actitud pasiva y dependiente.

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120

PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO DE FUNCIONES

COGNITIVAS Y HABILIDADES METACOGNITIVAS

Valeska Ananias Gómez

Introducción.

Hablar de procesos de enseñanza-aprendizaje, es hoy en día, un tema bastante

recurrente. Basta con revisar artículos y documentos correspondientes al área de la

educación y nos daremos cuenta que hay un sin fin de temas en relación a estilos de

aprendizaje, metodologías, curriculum, evaluación y muchas otras variantes que forman

parte, sin duda, del contexto educativo; sin embargo se puede pensar, analizando las

realidades que hoy se muestran en la educación chilena, que todas esas propuestas y

declaraciones se quedan más bien en el discurso y en la coherencia de sus enunciados, y

se olvidan de que en realidad hablar de procesos de enseñanza-aprendizaje tiene un

trasfondo cultural de enorme envergadura; considerar a los sujetos como seres

receptivos de información los cuales más que crear y construir solo deben recibir la

información, nos hace pensar en que remotamente formaremos a estudiantes con

pensamientos críticos, incapaces de construir conocimientos a partir de la interacción y

recepción con el medio, en donde el desarrollo cognitivo pasa a pertenecer a un segundo

plano, priorizando más bien la transferencia de información y no la construcción de un

desarrollo psicobiosocial.

Considerando estas declaraciones se hace necesario mencionar que el desarrollo tiene

muchas definiciones dependiendo el área a la que se refiere, y dentro del contexto que

nos convoca, se puede considerar que el desarrollo a nivel de estructuras mentales tiene

que ver con cambios en la estructura interna del sujeto, sumado a un cúmulo de

aprendizajes que en el proceso de adquisición de conocimientos, logra crear nuevas

estructuras, en donde se potencia el desarrollo (Labarrere, 2009).

Cuando hablamos de desarrollo, es inminente considerar que en los procesos de

aprendizajes, en la adquisición de conocimientos y en la formación del pensamiento

existen muchos procesos que forman parte fundamental en ello, y uno de esos, ligados a

los procesos de aprendizaje tiene que ver con la adquisición y desarrollo de habilidades

cognitivas básicas para emprender cualquier tipo de proceso de aprendizaje; ahora bien,

es importante mencionar que en todas las áreas de trabajo del ser humano, se consideran

ciertas habilidades cognitivas que son el motor y punto de partida para la adquisición de

nuevas construcciones mentales y desde ese punto de vista en donde el desarrollo de

habilidades, que si bien están incorporadas en la estructura genética de los sujetos, es

fundamental considerar que es necesaria la ejercitación y capacitación cognitiva de

ciertas habilidades que en el futuro del desarrollo del sujeto, serán la base para la

adquisición de nuevas etapas de aprendizaje, lo que para Vigotsky, en la continuidad de

esto sería desarrollo.

Las funciones cognitivas son consideradas como pre - requisitos para la adquisición de

la inteligencia; la adquisición de estas funciones y de los procesos cognitivos sirve para

la interiorización del aprendizaje, pilar básico del aprendizaje, de la adaptación y por lo

tanto de la inteligencia; Además, estas funciones permiten la autorregulación del

organismo, y en ese sentido la metacognición alcanza un rol protagónico en la

121

adquisición de nuevos aprendizajes, el cual a través de sus procesos de autorregulación

facilita y potencia la construcción de nuevos conocimientos lo que lleva a un mejor

desarrollo.

Considerando que, frente al aprendizaje y desarrollo como concepto existen diversas

teorías y postulados acerca de cómo se da y cómo se produce el desarrollo a nivel

cognitivo en los sujetos, cabe mencionar que hoy en día la teoría Socio-cultural de

Vigotsky se hace merecedora en este trabajo, ya que se han rescatado los postulados

más relevantes en torno al desarrollo y se ha construido un instrumento, basado en las

concepciones más cercanas a lo que se refiere aprendizaje, para luego poder potenciar

el desarrollo en los sujetos.

En el siguiente artículo trata de la creación y construcción de un instrumentoinstrumento

denominado “Programa de entrenamiento de funciones cognitivas y habilidades

metacognitivas”, el cual tiene por objetivo principal, la orientación y promoción del

desarrollo del pensamiento basado en la teoría de Vigotsky, el cual sea generador de

espacios de aprendizajes para luego promover el desarrollo en los sujetos. Es necesario

mencionar que este instrumento está basado en la interacción con el medio, en donde se

ponen en juego varias funciones cognitivas las que están relacionadas con sus

aprendizajes y con los procesos de metacognición que realiza cada uno de los sujeto en

forma interna, evaluando, autorregulando y organizando información para futuros

aprendizajes conllevadores de desarrollo.

Descripción del Instrumento.

El “Programa de entrenamiento de funciones cognitivas y habilidades

metacognitivas” está creado en base a las necesidades que hoy en día muestra la

realidad de educación. Centrarse primordialmente en la construcción de nuevos

conocimientos y de nuevas situaciones de aprendizaje que faciliten el desarrollo

metacognitivo en los sujetos aprendices, es de vital importancia si queremos crear a

estudiantes con un sello propio los cuales sean portadores de nuevos aprendizajes y

mediadores con el desarrollo tanto interno como externo en la relación con los demás.

Este Programa está basado en la originalidad y propuesta de su autor, creado en función

de las necesidades que hoy en día presentan los procesos de enseñanza- aprendizaje, los

cuales se han basado principalmente en la transferencia de información y la poca y nada

iniciativa de crear desarrollo cognitivo y metacognitivo. Este instrumento está destinado

a niñas y niños en periodo escolar, cuyas edades fluctúen entre los 7 y 11 años, lo que

Piaget denominaría, la etapa de las operaciones concretas (Flavell, 1989) periodo en el

cual las funciones cognitivas alcanzan su limite más alto en lo que se refiere a

estructuras intelectuales, por eso la importancia de poder generar espacios en donde

estas funciones sean trabajadas como parte importante del desarrollo cognoscitivo del

sujeto.

Este trabajo busca el entrenamiento de funciones cognitivas y habilidades

metacognitivas como parte ineludible de cada etapa del aprendizaje, las cuales a lo largo

del proceso de internalización crearán desarrollo o cambios de estructuras.

122

El instrumento está orientado al trabajo colaborativo de los alumnos en donde a partir

de cada individuo y en relación con el otro puedan resolver dicha actividad. Además es

considerado como una herramienta pedagógica de uso común, amigable e interesante

para el estudiante, el cual a través de su aplicación se convierta en un juego más que en

un recurso técnico para ellos. Consta de los siguientes elementos:

1 tablero del 30 cms x 40 cms (color amarillo).

El Tablero1, cuenta con 7 fichas, de las cuales:

* 1 corresponde a la Ficha Modelo (color rojo).

* 4 corresponde a las fichas del juego (color verde).

* 2 corresponde a las fichas de evaluación (color azul).

El tablero es creado en material concreto, es didáctico y muy lúdico. La finalidad

de esto es lograr la manipulación de ellos y así un acercamiento al instrumento.

Las fichas modelos tendrán una serie de imágenes2, la cuales tendrán una

equivalente en las fichas correspondientes a las del juego. Las 3 restantes serán

distractores para el alumno. Estas imágenes han sido creadas para este

instrumento y son elaboradas a partir de figuras geométricas simples y complejas,

las cuales en su conjunto pretenden ser un elemento novedoso para captar la

atención de los alumnos.

Las fichas son manipuladas sobre el tablero, es decir, se pueden sacar y poner las

veces que se quiera, ya que están hechas para ser sobrepuestas.

Las fichas de Evaluación tienen dos diseños diferentes: la primera (lado

izquierdo al tablero) tiene como significado el logro de la actividad, y la segunda

(lado derecho del tablero), significa que el logro está en proceso.

El tablero podrá ser utilizado por 2 alumnos en conjunto con el mediador, que en este

caso será el educador; la idea principal del instrumento, es que los alumnos puedan

interactuar entre ellos mismos y además con el mediador, quien facilitará y entregará las

orientaciones adecuadas del proceso y las estrategias a utilizar en la evaluación de dicha

actividad. El instrumento busca en su totalidad poder ser un entrenamiento de

habilidades cognitivas en donde la ejercitación y la práctica lúdica, en conjunto con la

participación de los sujetos como alumnos socializadores, puedan y logren desarrollar

habilidades y funciones básicas como la atención, concentración, figura y fondo,

memoria a corto plazo, posición espacial, relación espacial, discriminación y percepción

visual, aspectos y funciones cognitivas de gran valor y de notable importancia en el

proceso educativo, ya que la adquisición de estas habilidades son la base de los

aprendizajes posteriores. Las imágenes que aparecen en las fichas están creadas

exclusivamente para este instrumento y en ellas podemos encontrar una serie de dibujos

en las cuales se encuentran las funciones cognitivas enunciadas anteriormente, ya que la

idea central es poder captar la atención de los alumnos y poner en juego habilidades

cognitivas de uso común. Considerando esto, es necesario, además, destacar que el

instrumento tiene como finalidad desarrollar habilidades metacognitivas (conocimiento

del conocimiento, control de procesos cognitivos, planificación, autorregulación,

evaluación y reorganización de la información recibida) ya que parte fundamental del

aprendizaje tiene que ver con los procesos de metacognición. Podría decirse que

aprendizaje y metacognición son dos procesos que conceptualmente tienen definiciones

diferentes, pero que ambos son necesarios el uno para el otro, es decir, la metacognición

1 Ver formato de tablero y fichas del juego. Anexo nº 1.

2 Ver diseño de fichas en anexo nº 2.

123

como proceso evaluador de las propias cogniciones incide notoriamente en la

adquisición de aprendizajes y al mismo tiempo éste requiere de habilidades

metacognitivas para la internalización de conocimientos.

En base a esta descripción, se puede mencionar entonces, que el instrumento está

destinado a la ejercitación de ciertas funciones cognitivas que son motor del

aprendizaje, y cuando nos referimos al concepto de aprendizaje, estamos refiriéndonos a

cualquier área de éste, es decir, no solo a la adquisición de conocimientos

instrumentales, sino que además a los aprendizajes espontáneos y de cualquier otra

índole; pero para que estos aprendizajes a lo largo del tiempo sean internalizados y

además sean adquiridos en forma conciente y potenciando así la adquisición de nuevas

construcciones del pensamiento, es necesario que las habilidades metacognitivas

participen de dicho proceso, es por esto, que en el instrumento se busca trabajarlas de

manera ordinaria y muy didáctica en el juego cotidiano; sin duda la orientación de este

instrumento busca que en el largo plazo las funciones cognitivas sean un aporte y sean

habilidades de adquisición de aprendizajes, y que las habilidades metacognitivas sean la

estructura de cómo se puede lograr aprendizajes y construcciones del pensamiento más

concientes y que sean parte de la realidad adquisitiva de los conocimientos del sujeto.

Funcionamiento.

El desarrollo del “Programa de entrenamiento de funciones cognitivas y habilidades

metacognitivas”, está orientado a ser una actividad lúdica, el cual contempla un

espacio, en donde de manera divertida, trabajamos el pensamiento. Debe ser presentado

a los alumnos como una forma entretenida y didáctica de jugar, en el cual podrán, en

conjunto con sus compañeros y a partir del trabajo con el profesor (quien tomara el rol

de mediador), acceder a desarrollar y/o entrenar habilidades cognitivas, en donde

deberán poner en juego una serie de habilidades y funciones, que en su ejercitación y

desarrollo, serán de vital importancia para la adquisición de futuros aprendizajes,

considerando a este, como el que antecede al desarrollo, y que el desarrollo se logra a

partir de los cambios de estructuras a nivel cognitivo en los sujetos.

El funcionamiento de este instrumento debe iniciarse propiciando la motivación de

querer participar en un juego interactivo en donde cada uno de los integrantes será el

ejecutor de dicha actividad. Para comenzar dicha actividad se considera la participación

de todo el grupo curso (considerando un grupo de 20 alumnos por sala), en el cual se

incluirá 2 integrantes por cada tablero, es decir, los alumnos podrán jugar 2 veces con

diferentes series de imágenes.

El “Programa de entrenamiento de funciones cognitivas y habilidades

metacognitivas”, se realiza en presencia de todo el grupo curso, integrando así a todos

los participantes a poder observar y a evaluar intrínsicamente el ejercicio que realizarán

sus compañeros. En esta etapa y a medida que se va desarrollando la actividad, el resto

de los alumnos van poniendo en juego sus propias funciones cognitivas, las cuales le

permiten estar al tanto de el objetivo y anticipar la solución a la actividad; además

ponen en juego habilidades metacognitivas, en poder analizar los procedimientos y

formas de idear estrategias de cómo poder resolver el ejercicio; es en ese minuto, en el

de la observación, en donde el sujeto de manera individual se antepone a lo que vendrá

más adelante, y de manera casi inconciente busca y planea estrategias que le sirvan, para

124

que cuando sea su turno, sepa habilidosamente como resolver la actividad, que partió

como un juego, pero que en el desarrollo de ésta, pasa a ser una actividad de desarrollo

cognitivo. Todo lo anteriormente descrito será lo que antecederá a la operación misma

de la actividad.

Etapas de Aplicación

La primera actividad a realizar será la lectura de las instrucciones, las cuales guiaran

el proceso de la actividad, y entregaran las orientaciones necesarias para que los

alumnos obtengan información relevante y necesaria con respecto a los objetivos y

planificación de la actividad, aspecto importante a la hora de realizar procesos

metacognitivos.

Seguido de la lectura de las instrucciones los alumnos pasan a la conformación de

grupos de trabajo. La elección de los grupos debe iniciarse a partir de ellos mismos, es

decir, ellos serán los que elegirán a sus compañeros de juego, propiciando espacios de

autonomía y de motivación de querer jugar con sus pares con los que se sientan mas

identificados. El educador, ya en este minuto, mediador, debe dejar que los alumnos

sean capaces de tomar la iniciativa con respecto a decidir con quienes desean o quieren

jugar, mediando incluso, a los que les cueste más trabajo hacerlo, lo que no sería

aconsejable, como estrategia metodológica, sería imponerles reglas o limitarlos a poder

elegir o a decidir; sin embargo, en esta etapa de inicio del juego, es fundamental en la

labor del mediador, poder guiarlos y entregarles las herramientas y oportunidades

necesarias para su buen desarrollo, lo que además significará que en su rol de mediador

deberá procurar que la conformación de equipos sea igualatoria y criteriosa, es decir,

fomentar a que la elección entre ellos debe ser nivelada, lo que significa que deberá

haber un alumno con más capacidades que el otro, el cual sea capaz de potenciarlo

cognitiva y sea un facilitador de aprendizajes, incrementando su Zona de Desarrollo

Próximo, el cual se define como la distancia que existe entre el nivel actual de

desarrollo y el nivel de desarrollo potencial, bajo la guía o colaboración de un adulto, y

en ese sentido, la conformación de los grupos, de que uno potencia y facilite

aprendizajes en el otro, tiene que ver con este postulado que plantea Vigotsky, el cual

será revisado y reflexionado en el capítulo siguiente.

Lista la formación de grupos, se sortea aleatoriamente y con esto comienza la actividad.

Después de lo anteriormente descrito se procede a la realización de la actividad; esta

consiste en primer etapa en una interacción que tendrá a cabo el mediador en conjunto

con los 2 alumnos; los alumnos ya en la parte más visual de la sala esperan que se les

entregue la información; el mediador toma el tablero con sus respectivas fichas, saca la

ficha modelo y la superpone en el tablero; los alumnos deberán observar esa imagen

alrededor de unos 10 segundos; dispuesto eso, el mediador interviene con comentarios

como ¿observaron la imagen, recuerdan cómo era? ¿Qué elementos tenia?

Luego de la observación de la imagen, el mediador retira la ficha modelo, quedando

el espacio nuevamente vacío, y les entrega a los alumnos 2 fichas de juego para cada

uno. Ellos deberán manipularlas, observarlas y luego superponerlas en el tablero. Luego

aparece la intervención del mediador, ¿cómo son las fichas, qué tienen en común, que

tienen de diferentes? (estas preguntas tienen como objetivo la interacción entre alumnos

y mediador, y es aquí en donde éste, dirige y entrega las orientaciones necesarias para la

125

próxima etapa). Inmediatamente después de la interacción que se produce entre ambas

partes, el mediador, hace la pregunta clave, ¿cuál creen ustedes que es la ficha de juego

que tiene semejanza absoluta con la ficha modelo?, ¿recuerdan la imagen anterior?,

¡revisemos nuevamente las fichas del juego! Esas preguntas y comentarios orientaran a

los alumnos a poder elegir de forma más segura.

Luego de elegir la ficha del juego, los alumnos deberán desprenderla del tablero y

colocarla en el espacio de la ficha modelo, como una forma afirmar su respuesta; pero

para poder confirmar esta acción, o determinar si la actividad fue lograda, no será el

mediador quien les diga si esta bien o no, sino que serán ellos mismos los que al tomar

la ficha modelo que antes se había desprendido del tablero y colocarla en el lugar de la

ficha del juego (la que se eligió como correcta) podrán darse cuenta si está correcto, es

decir, la etapa de la comprobación de la actividad será cuando ellos mismos se den

cuenta de que la ficha elegida por ellos calza perfectamente en el lugar de la ficha

modelo; de ser así tendrán que colocar la ficha modelo en el lugar de la ficha del juego

elegida. Ahora bien, si al colocar la ficha modelo en el tablero (para la comprobación)

se dan cuenta que no es igual a la que ellos eligieron, deberán sacarla del tablero y dejar

el espacio vacío, lo que significara que no acertaron en la actividad. En la etapa de

comprobación siempre deben colocar la ficha modelo en el lugar de la ficha del juego

elegida como correcta, si no acertaron en el juego, ahí deberían retirarla.

En el caso de que los alumnos no alcancen el logro de la actividad, el mediador

deberá intervenir en la etapa de comprobación, y darles una oportunidad para poder

elegir nuevamente la ficha correcta, ya que es fundamental poder evitar situaciones de

frustración, considerando que el propósito de esto, es contribuir a la seguridad en la

toma de decisiones del sujeto y además lograr que queden motivados a buscar en la

próxima oportunidad el logro de la actividad.

Posteriormente a esto, el mediador les informa (independiente del logro que hallan

obtenido) que deberán evaluar su participación utilizando las fichas de evaluación. Es

en este espacio en donde los alumnos comparten criterios e información con respecto a

su participación y a la forma en cómo procedieron a la realización del juego, y además

es el mediador el que interviene en ocasiones para poder compartir aspectos de los

cuales los alumnos creen, piensan o afirman. Etapa en la que se busca propiciar espacios

para la metacognición, con la orientación del mediador.

Después de este espacio, los alumnos eligen la ficha que identifica el resultado del

juego, la superponen en el tablero, y es en ese instante en donde el mediador explica,

comenta e incluye al resto del curso en el análisis del juego.

Los alumnos tendrán la posibilidad de volver a jugar de nuevo con otra serie

diferente de fichas, luego de que todos los demás alumnos hallan participado de la

actividad; es por esto que se consideran 2 actividades por grupo, donde la elección de

fichas siempre es al azar.

126

Fundamentación.

La creación de este instrumento tiene como objetivo general, promover espacios en

donde se pueda dar la creación de desarrollo, pero es necesario poder discutir y

reflexionar acerca de qué se entiende por desarrollo. Este concepto que parece muy

simple en su definición, es mucho más amplio y complejo de lo que se pensaba.

Podríamos describir que desarrollo tiene que ver con cambios radicales que se producen

en determinados momentos de la vida, ya sea de tipo físico y/o psíquico. Estos cambios

que tienen que ver con cambios en la estructura cognoscitiva, determinan que el sujeto

se haga muy distinto a lo que era hasta ese entonces, y a su vez estas modificaciones lo

sitúan en otra posición, no solo ante él mismo sino que además ante el resto del mundo,

el que se le presentará de una forma diferente ante sus ojos (Labarrere, 2009).

Si bien Piaget y Vigotsky hablan a cerca del desarrollo y aprendizaje en los sujetos, y

comparten líneas de investigación, es preciso hacer notar su diferencia en la

construcción de este instrumento y rescatar los aspectos más importantes que se

plantean en este trabajo. Está creado, considerando las concepciones de desarrollo

según Piaget (Flavell, 1989, Santrock, 2002) en la etapa de las operaciones concretas,

debido a que esta etapa tiene que ver con las representaciones mentales reversibles; el

niño es capaz de razonar más lógicamente acerca de situaciones y clasificar objetos

según patrones y categorías; es en esta etapa en donde el razonamiento lógico reemplaza

al razonamiento intuitivo, pero solo en situaciones concretas y no a nivel abstracto, ya

que eso le resulta bastante más complicado (Santrock, 2002). Cuando nos referimos a

reversibilidad del pensamiento, quiere decir que el niño es capaz de identificar el estado

inicial, sufrir una modificación y volver a ese estado inicial, y en ese sentido, en el

instrumento se da cuando tiene que observar una imagen con diferentes estímulos, y

luego identificarla dentro de una serie de distractores, para poder volver a recocer e

identificar la misma figura.

Una operación concreta es una acción mental reversible con objetos reales y concretos,

en donde la información se introduce de manera concreta (en este caso el tablero y la

interacción que se da en él) y se procesa a nivel mental. A diferencia de la etapa

preoperacional, las operaciones concretas permiten al niño coordinar variadas

características o estímulos antes de enfocarse en una sola propiedad o característica

(Santrock, 2002). En ese sentido se hace referencia que el instrumento está orientado a

niñas y niños que se encuentren en la etapa de las operaciones concretas (desde los 7

años hasta los 11 años), ya que se encuentran en la etapa previa del pensamiento

abstracto, etapa a la cual deberían acceder con una serie de adquisiciones en las

funciones cognitivas y en el manejo de ciertas habilidades metacognitivas, las cuales

faciliten los procesos de adquisición de aprendizajes y de desarrollo como concepto

general.

Si bien la creación del instrumento esta situado en la etapa de operaciones concretas,

como concepción del desarrollo señalado por Piaget, es fundamental mencionar que

también considera aspectos de enorme connotación rescatado de la teoría de Vigotsky

(Castorina, 1996), el cual plantea que el desarrollo y aprendizaje están íntimamente

relacionados y que los procesos de aprendizajes ponen en marcha a los procesos de

desarrollo, además plantea que para que existan procesos de desarrollo en el sujeto

deben existir situaciones de aprendizaje que faciliten el progreso de éste. El programa

de entrenamiento que se está presentando en este trabajo, se basa esencialmente en la

127

idea de que el aprendizaje despierta y genera desarrollo. El objetivo de entrenar

funciones cognitivas en la etapa de operaciones concretas, tiene que ver con que en la

proximidad de etapas posteriores, la construcción de funciones psicológicas superiores

(aquellas como la conciencia, la intención, acciones voluntarias y deliberadas, y la

planificación) se centrará en la base de los procesos de aprendizajes, donde el desarrollo

tienen lugar necesariamente de afuera hacia dentro, y en ese sentido el instrumento

apunta al trabajo desde lo externo, en conjunto con el mediador, hacia lo interno, lo cuál

tiene que ver con los procesos mentales que se dan a nivel del sujeto.

Considerando estas afirmaciones, cabe destacar el rol del mediador, como parte

fundamental dentro de la adquisición de aprendizajes y de desarrollo. Vigotsky (Kohl de

Oliveira, 1996) plantea que el aprendizaje y desarrollo se dan en una mutua interacción

entre el aprendiz y el mediador, que en este caso pasa a ser el educador, pero siguiendo

la línea de la teoría podría ser cualquier elemento, desde una situación, objeto o persona.

La interacción que se produce entre el aprendiz y el mediador requiere ineludiblemente

hablar sobre el término citado por Vigotsky de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), el

cual se refiere a la distancia que existe entre el nivel de desarrollo real en la resolución

de problemas independiente y el nivel de desarrollo potencial determinado por la

resolución de problemas bajo la guía de un adulto o la colaboración de sus pares

(Riviére, 1988). Desde este punto de vista es fundamental poder argumentar que la

función del mediador es clave en la participación de los procesos de aprendizajes, ya

que con las intervenciones y orientaciones logrará que ciertos aprendizajes se den en

mejor adquisición. Lo que el niño hace hoy, corresponde a funciones que no han

madurado todavía, que se encuentran en pleno proceso de maduración, las cuales

maduraran mañana, y lo que el niño es capaz de logar en el futuro, tiene que ver con la

mediación y con la recepción de la información que recibe el sujeto desde lo externo

hacia lo interno, considerando además, las múltiples interacciones que se dan en función

del aprendizaje y del desarrollo. Para Vigotsky (Castorina 1996), el eje principal del

aprendizaje, desarrollo y práctica educativa tiene que ver con los aspectos sociales y con

las relaciones que se producen en él. Si bien ambos conceptos no son iguales, el

aprendizaje precede al desarrollo y sería, en planteamientos del autor, una condición

necesaria para el desarrollo en los sujetos. Teniendo en cuenta esta fundamentación, la

cual avalan la creación de este instrumento, cabe mencionar, cuál es el aspecto relevante

que cumple la metacognición dentro del aprendizaje y desarrollo planteado en este

trabajo. Si bien es cierto, la metacognición como termino general, tiene que ver con el

conocimiento del conocimiento (Burón, 1997), pero más específicamente y

contextualizado en este instrumento, tiene que ver con la capacidad que tienen los

sujetos de comenzar a entrenar habilidades metacognitivas en la solución de un

actividad, poder evaluar los procedimientos y operaciones mentales, de cómo se

producen ciertos aprendizajes, proceso clave en la adquisición de aprendizajes y de

desarrollo en etapas posteriores, lo que tiene que ver además, con lo que se planteaba en

la líneas anteriores, poder crear y formar sujetos autocríticos, capaces de evaluar y

determinar sus propias estrategias y procesos de aprendizajes.

La metacognición definida más teóricamente como el conocimiento y control que tiene

un sujeto respecto de su propio aprendizaje y de las actividades cognitivas que realiza,

así como también la toma de conciencia de sus procesos autónomos, de cómo funcionan

y de cómo hacer para optimizar su funcionamiento y control (Mateos, 2001). La

metacognición desde una mirada más centrada en los procesos que realizan los sujetos

128

de manera constructiva podría pensarse que son sólo procesos individuales en donde los

sujetos analizan sus propias cogniciones y no necesariamente requieren de las

interacciones con el medio. Aunque pudiese ser así, es vital considerar que el

aprendizaje como proceso de adquisición de constructos, incluye al que aprende, al que

enseña y la relación social entre ellos, y desde ese punto de vista la metacognición como

proceso activo del aprendizaje sí tiene relación cuando se evalúan o se ponen en juego

frente a un mediador, en donde cada uno de los sujetos participantes de una situación de

aprendizaje puede internamente y a partir del otro, hacer su propia metacognición como

evaluación de sus propios procesos de aprendizaje, los cuales en la constancia podrían

influir en la adquisición de desarrollo en futuras situaciones.

Las funciones cognitivas y habilidades metacognitivas, son consideradas como

elementos básicos dentro de la adquisición de cualquier tipo de aprendizaje. Lo

importante es poder señalar que desde la perspectiva de Vigotsky los procesos de

interacción con el medio, la mediación y los logros que se den con la ayuda del otro, son

la base teórica argumentativa en la creación de este instrumento, el cual tiene por

objetivo, crear espacios lúdicos a través del juego, en donde se puedan entrenar

funciones cognitivas y habilidades metacognitivas como base y sustento de los

próximos aprendizajes y de las futuras etapas de desarrollo, considerando a este, como

cambios de estructuras mentales que tienen que ver con la maduración de funciones

cognitivas, que precisamente es el enfoque del instrumento

Dimensiones

En este apartado organizaremos y clasificaremos las funciones cognitivas y

metacognitivas que se pretende desarrollar en este instrumento. El programa de

entrenamiento propuesto en este trabajo aborda ciertas dimensiones como son la

atención, concentración, memoria, discriminación visual, orientación espacial y

habilidades metacognitivas. El fin de este programa, es poder entrenar, a través del

juego y con una metodología didáctica, estas dimensiones claves para la adquisición de

futuros aprendizajes y de futuras etapas de desarrollo. El objetivo está en facilitar que

estas dimensiones sean trabajadas y a la vez adquiridas como parte integral del sujeto,

considerando además que en cada dimensión existen diversos indicadores que se ponen

en juego en la práctica de ellas. Todos estos indicadores están presentes a la hora de

ejecutar dicha actividad.

Para clarificar un poco estos conceptos, definiremos las dimensiones que están

involucradas en este instrumento.

Atención: es un pre-requisito para el funcionamiento de procesos cognitivos más

complejos, ya que no es posible evaluar la percepción, la memoria u otra actividad

mental sin tener en cuenta los procesos de atención. Además puede ser entendida como

el mecanismo que controla y regula los procesos cognitivos. Dentro de esta dimensión

se encuentran los indicadores de desarrollo como lo son, la atención focalizada

(implica detenerse y concentrarse en un solo estimulo) y la atención selectiva (requiere

la concentración en un estimulo, mientras se inhiben las respuestas a otros estímulos

distractores).

129

Concentración: es un estado mental que permite reflexionar sobre una sola cosa y

mantener la atención en ella, generalmente va en completa relación con la atención;

además se sostiene que la concentración es la atención sostenida en el tiempo, por lo

tanto implica un mayor esfuerzo a nivel cognitivo.

Memoria: es una habilidad ilimitada que permite al ser humano retener experiencias

pasadas, tiene que ver con la capacidad de poder ingresar, retener, almacenar y

recuperar información del cerebro para luego relacionarla con el aprendizaje y

pensamiento. El Indicador de desarrollo es la memoria a corto plazo, que se relacionan

con la habilidad de poder incorporar información y almacenarla por pocos segundos.

Percepción Visual: es la habilidad que se tiene para reconocer y discriminar estímulos

visuales o interpretar estos estímulos asociándolos con experiencias previas. La

interpretación de los estímulos se da en el Cerebro y no precisamente en los ojos, de ahí

la importancia de ser entrenada. Los indicadores de desarrollo son: Posición espacial

(se puede definir como la relación que existe entre un objeto y el sujeto como

observador, la posición de ese objeto en relación a ese observador.), Figura y Fondo ( es

la habilidad de poder discriminar la figura del fondo y el fondo de la figura; se necesitan

3 elementos para que se de esta habilidad, sujeto, luz o sobra y forma), Relación

Espacial (es la habilidad que tiene un sujeto como observador de percibir uno o más

objetos en relación a sí mismo y en relación a otros objetos), Constancia Perceptual ( se

refiere a la habilidad para percibir que un objeto posee propiedades que no varían, tales

como una forma específica, una posición o u tamaño, a pesar de la variabilidad de la

imagen frente a nuestros ojos).

Discriminación Visual: se refiere a la capacidad que tiene un individuo para

diferenciar un objeto o estimulo de otro a través de la vista. Poder discriminar

diferentes elementos dentro de una misma imagen o información, lo que se relaciona

íntimamente con la comparación y el establecimiento de semejanzas y diferencias.

Los indicadores de desarrollo en esta dimensión son, discriminación de formas

(habilidad para diferenciar la forma de diferentes estímulos a nivel visual, en este caso,

formas geométricas), discriminación de tamaño (diferenciar estímulos con diferentes

tamaños e igualdad o no de formas), y discriminación de colores (poner en juego la

habilidad de incorporar los colores blanco y negro como elementos en la discriminación

de formas y tamaño).

Orientación espacial: se refiere a la relación que existe entre el sujeto, como

estructuración interna, y el medio externo. Es considerada una de las habilidades básicas

más relevantes en relación al desarrollo de los aprendizajes de los sujetos y es la base de

la adquisición de aprendizajes como la lectura y escritura. Se relaciona con el sujeto y la

relación de él dentro de su medio externo.

Indicadores de desarrollo: delante-detrás; cerca-lejos; dentro-fuera; arriba-abajo;

derecha-izquierda.

Habilidades Metacognitivas: Es la capacidad que tenemos de aprende a conocernos y

controlar los procesos básicos que requerimos para un aprendizaje adecuado. Esta

capacidad nos permite planificar qué tipo de estrategias debemos utilizar en cada

situación, cómo emplearlas, controlarlas y evaluarlas, para así poder detectar posibles

fallos y así aprender de ellos. Forman parte de un conjunto de operaciones mentales que

130

tienen como finalidad enseñar al sujeto a controlar su propio aprendizaje y a darse

cuenta del grado de satisfacción que le proporciona lo que aprende.

Las habilidades metacognitivas deben ser entrenadas desde la niñez, ya que son un

elemento importante en la adquisición de aprendizajes y de futuros desarrollo

cognitivos; estas habilidades tienen que ver con cómo un sujeto es capaz de poder

organizar la información que recibe y poder determinar cuáles las mejores estrategias

para lograr ese conocimiento (Mateos, 2001).

Los indicadores de desarrollo son: Conocimiento del conocimiento (de la persona, de las

tareas y de las estrategia) y control de procesos Cognitivos, dentro de los cuales se

consideran los siguientes: Planificación (diseño de los pasos a seguir), Autorregulación

(seguir cada paso planificado), Evaluación (valorar cada paso individualmente y en

conjunto), Reorganización (modificar pasos erróneos hasta lograr los objetivos) y

Anticipación (avanzar o adelantar a nuevos aprendizajes).

Todas estas funciones cognitivas y habilidades metacognitivas son necesarias para el

aprendizaje y las deficiencias en el desarrollo de éstas, producen un aprendizaje

inadecuado o que está por debajo de lo esperado para las expectativas de madurez

mental de las personas, por lo que la implementación de este instrumento está

fuertemente orientado al entrenamiento de las funciones y habilidades anteriormente

mencionadas.

DIMENSIONES DE DESARROLLO

ATENCION

Atención Focalizada.

Atención Selectiva.

Atención Mantenida o Sostenida

CONCENTRACION

MEMORIA

Memoria Corto Plazo.

PERCEPCION VISUAL

Posición Espacial.

Figura Fondo.

Relación Espacial.

Constancia Perceptual.

DISCRIMINACION VISUAL

Discriminación de Formas.

Discriminación de Tamaños.

Discriminación colores (blanco - negro)

ORIENTACION ESPACIAL

Delante – detrás.

Cerca – Lejos.

Arriba - Abajo

Dentro – Fuera.

Derecha – Izquierda.

HABILIDADES METACOGNITIVAS

Conocimiento del conocimiento.

Control de los procesos Cognitivos

- Planificación.

- Autorregulación.

- Evaluación.

- Reorganización (feedback).

- Anticipación (forward).

131

REFERENCIAS

Arancibia, V., Herrera, P., Strasser, K. (2000). Manual de Psicología Educacional. Santiago: Impresos

Universitaria S.A.

Bermeosolo, J. (2005). Cómo aprenden los seres humanos. Mecanismos psicológicos del aprendizaje.

Segunda Edición. Andros Impresores.

Burón, J. (1997). Enseñar a aprender: Introducción a la Metacognición. España. Ediciones Mensajero.

Castorina, José., Dubrovsky, S. (2004). Psicología, cultura y educación. Perspectivas desde la obra de

Vigotsky. Buenos Aires-México: Novedades Educativas.

Castorina, J., Ferreiro, E., Oliveira, M., Lerner, D. (1996). Piaget-Vigotsky: contribuciones para replantear el

debate. Buenos Aires: Paidós.

Flavell, J. (1989). La Psicología Evolutiva de Jean Piaget. México. Paidós.

Leontiev, A. N. (1981). Actividad, Conciencia, Personalidad. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Mateos, Mar. (2001). Metacognición y Educación. Argentina: Aique Grupo Editor S.A.

Piaget, J. (1969). El nacimiento de la inteligencia en el niño. España. Aguilar.

Rivière, A. (1988). La Psicología de Vigotsky. Madrid. Visor.

Santrock, John .W. (2002). Psicología de la Educación. México, D.F.: McGraw-Hill Interamericana Editores,

S.A. de C.V.

Vigotsky, L. (1993). Pensamiento y Lenguaje. Barcelona. Paidós.

Wertsch, J. (1988). Vigotsky y la formación social de la mente. Barcelona. Paidós.

132

ANEXOS

Anexo n°1:

PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO DE FUNCIONES COGNITIVAS Y HABILIDADES METACOGNITIVAS

FORMATO DE TABLERO

Ficha Modelo

Ficha de Juego Ficha de Juego Ficha de Juego Ficha de Juego

EVALUACION

LO LOGRASTE FALTÒ POQUITO

133

Anexo nº 2:

TABLERO Nº 1

TABLERO Nº 2

134

TABLERO Nº 3

TABLERO Nº 4

135

TABLERO Nº 5

TABLERO Nº 6

136

TABLERO Nº 7

TABLERO Nº 8

137

TABLERO Nº 9

TABLERO Nº 10

138

BATERÍA DE EVALUACIÓN DINÁMICA INFORMAL DE

ESCRITURA CREATIVA (BEDIPRO 9.1)

Lucía Vásquez Neira

El ser humano conoce el mundo a través de las palabras y aprende de éste en conexión

con la lectoescritura. Hoy, saber leer y escribir es fundamental para desarrollarnos como

personas integrales, aprender de nuestro medio y relacionarnos con el mundo social.

Específicamente las competencias en la escritura nos permiten comunicarnos de manera

más fluida con el ambiente utilizando incluso nuevas formas de comunicación más

rápidas como Internet. Además, las competencias que tenga un sujeto en escritura

productiva, es decir, para componer un texto propio, y que se desarrollan

continuamente, transforman la manera de comunicarse del sujeto e influyen en su

manera de pensar y sentir.

En este contexto, la batería BEDIPRO en su versión experimental ha sido desarrollada a

partir de los aportes de destacados investigadores en el área de aprendizaje de la

escritura y el desarrollo cognitivo, como respuesta al desafío de predecir la competencia

en escritura productiva de un sujeto que cursa educación media y, a su vez, identificar

su potencial de aprendizaje, descubriendo junto al sujeto, las estrategias cognitivas que

le permitan el desarrollo en esta competencia.

Actualmente en Chile no contamos con instrumentos de estas características. Su

principal aporte es que junto con detectar la competencia en escritura productiva del

sujeto, entrega orientaciones claras y precisas acerca del tipo de ayudas necesarias para

progresar en su desarrollo y en las destrezas involucradas en el proceso de escribir sus

propios relatos. Además, al mismo tiempo, los sujetos se retroalimentan acerca de su

propia competencia, descubren y/o aprenden nuevas estrategias para potenciar su

desarrollo.

Específicamente, los objetivos de la batería es evaluar el desarrollo actual de producción

de textos, considerando la calidad del relato oral y el relato escrito; evaluar el grado de

modificabilidad cognitiva del sujeto, respecto de las destrezas implicadas en su

competencia en escritura productiva; determinar el grado de entrenamiento necesario

para producir efectivamente una modificación cognitiva estructural; y conocer las

estrategias del sujeto en cada fase del acto mental con el fin de definir las estrategias

más adecuadas en la intervención educativa, respecto de la producción escrita.

BEDIPRO, UNA EVALUACIÓN DINÁMICA

Este instrumento se enmarca en la línea de las evaluaciones dinámicas, pretendiendo

examinar el potencial de aprendizaje del sujeto, alejándose del sistema clásico de

psicometría.

De este modo, el evaluador que desea utilizar esta batería requiere considerar algunos

principios básicos para el examen psicopedagógico (Feuerstein, 1980):

139

(1) El evaluador se relaciona como un

mediador, estableciendo un tipo de

interacción con el evaluado enmarcado en las

experiencias de aprendizaje mediado.

(2) La situación de evaluación implica una

interacción entre el evaluador y el evaluado

para promover el aprendizaje de éste último.

(3) La estructura general de la administración

del BEDIPRO (pretest, entrenamiento,

postest), va dirigida a evidenciar la posible

ganancia lograda por el sujeto en la ejecución autónoma de las actividades tras la

mediación experimentada.

(4) Durante la etapa de entrenamiento se siguen pautas generales de mediación, donde el

evaluador dirige su atención a determinadas áreas relacionadas con la actuación

cognitiva del sujeto (control del comportamiento impulsivo, mejora de las funciones

cognitivas deficientes y entrenamiento en el uso de determinadas operaciones mentales

y estrategias de escritura productiva).

El BEDIPRO sigue los principios de progresión gradual de dificultad relativa de las

tareas y entrenamiento de las diversas competencias cognitivas (destrezas, operaciones

y funciones). Es por esto que se sugiere que quién utilice esta batería se capacite

previamente en el marco comprensivo elaborado por REUVEN FEUERSTEIN, para una

adecuada aplicación de la misma.

ESCRITURA CREATIVA

El concepto de escribir siempre se ha visto relacionado con la lectura y el habla. Si bien

son procesos que se han enseñado de la mano, es fundamental distinguir sus

competencias.

Entre lectura y escritura observamos una relación funcional, donde un proceso

constituyente se presenta de manera inversa en la utilización del código: al leer

decodificamos un mensaje y al escribir codificamos (Vidal, 2000). Si bien hablamos de

los mismos procesos cognitivos, la competencia en un proceso o en el inverso es

diferente, identificando dos actividades independientes.

Por otro lado, también es posible distinguir las diferencias entre escritura y habla. Los

sujetos tienden a desarrollarse de mejor manera en la expresión oral, más que en la

escrita. Esto puede explicarse por que en la primera el contexto de interacción y la

implicación influye en la autorregulación que el sujeto tiene sobre su discurso.

RUBIN (1989, en Vidal, 2000) destaca las diferencias entre expresión oral y escrita:

a) Respecto al medio de comunicación. La modalidad en la que se apoya el habla para

facilitar las estructuras lingüísticas son los rasgos prosódicos, en cambio, la escritura se

140

apoya en los signos de puntuación. En el lenguaje oral la interacción y al implicación

del sujeto es inevitable, lo que no ocurre necesariamente en el escrito. Y finalmente, el

contexto espacio-temporal que es consustancial para el lenguaje oral, debe ser recreado

por el escrito.

b) Respecto al mensaje que se transmite. En el lenguaje oral el tema es más informal y

la estructura no siempre es organizada y completa como en la escritura. Además, el

habla tiene funciones comunicativas más relevantes e inmediatas que la escritura.

Es así como, un sujeto puede crear un relato oral de una mayor riqueza que el relato

escrito; o viceversa.

Cuando nos referimos a la escritura productiva, hablamos de aquella que se realiza

como expresión de nuestras propias ideas, conocimientos o creencias. En este tipo de

escritura el sujeto requiere transformar sus pensamientos en signos gráficos

produciendo una composición escrita. Para VIGOTSKY (1973) esta escritura es creativa

e implica un mayor número de procesos cognitivos, estimulando el metapensamiento, y

por tanto, presenta más dificultades en los sujetos.

Según los planteamientos de VIGOTSKY toda función psicológica superior aparece en el

plano interpsicológico (encuentro entre mentes) y paulatinamente se interioriza al plano

intrapsicológico del sujeto. Este mecanismo explica el aprendizaje humano, el cual es

posible gracias a la utilización de mediadores o estrategias de control de los propios

procesos cognitivos, lo cual, en un primer momento se logra con la ayuda de otros más

capaces (exorregulación).

Aprender a realizar una composición escrita implica pasar de la expresión oral a la

escrita y, además, asumir una comunicación con una distancia física de la audiencia.

Esto implica un mayor razonamiento, donde el sujeto funciona autónomamente y es

quién responde a las preguntas inmediatas de su escrito.

La competencia que el sujeto tenga en producción de textos, dependerá de la capacidad

de organizar sus ideas y planificar sus composiciones; estableciendo una conexión entre

el lenguaje oral y el escrito (Chávez, 2006).

PROCESOS BÁSICOS EN ESCRITURA CREATIVA

Siguiendo a VIDAL Y MONJÓN (2000), existen algunos

procesos básicos involucrados en la escritura

productiva y que deben ser trabajados con los sujetos

aprendices. Éstos son incorporados en un modelo que

incluye seis rasgos analíticos para evaluar escritura,

elaborado por ULLOA-WEXMAN. Esta batería

considera estos procesos dividiéndolos en cuatro

etapas, consideradas en la fase de entrenamiento.

PASO 1. La planificación del texto, que implica la búsqueda y generación de ideas, y

luego, la organización de las mismas para darle el cuerpo de un texto escrito. En este

proceso es importante establecer metas y objetivos generales del texto (¿A quién me

141

dirijo?, ¿Cuál es mi intención?, ¿Cuál es el tema que quiero tratar?, etc.); generar ideas

o contenidos; y utilizar estrategias que se dirijan a la organización de la información

(progresión de los temas y tipo de estructura del texto).

PASO 2. La traducción es la producción del texto escrito, convirtiendo las ideas

previamente planificadas en un mensaje escrito. Este proceso incluye la actividad

motriz, la recuperación de elementos léxicos, los procesos sintácticos para estructurar

las palabras y las frases en forma adecuada, la integración de los componentes

semánticos, y también, prestar atención a los elementos formales de la escritura (Vidal,

2000).

PASO 3. En el proceso de revisión, el sujeto intenta mejorar su texto escrito hasta llegar

a la forma definitiva. Implica algunos subprocesos de relación dinámica:

(a) Revisión. Evaluar y revisar el texto ya escrito, analizando las metas e ideas que

todavía no se han trasladado al papel. Detectar y corregir los errores respecto de la

precisión y coherencia de las ideas o el grado de cumplimiento de los objetivos.

(b) Reescritura. El sujeto escribe nuevamente su historia, cambiando y corrigiendo

aquellos elementos que, en su revisión, consideró que no estaban del todo bien.

En este paso, el sujeto puede revisar todas las veces que él considere necesario.

PASO 4. La edición es la fase final. En esta etapa se revisan los errores en términos

ortográficos y de redacción. Una vez corregido el texto, éste ya está listo para la

publicación de la producción escrita. etapa final, donde la producción editada y

definitiva es llevada al papel o al formato web para que existan lectores que lean la

composición.

RASGOS ANALÍTICOS DE LA ESCRITURA

Para ULLOA-WEXMAN, los textos escritos deben cumplir con la presencia y calidad de

seis rasgos analíticos de la escritura. Para ello, elaboró una rúbrica de elaboración que

permite indagar acerca de la calidad de una composición, incluyendo los siguientes

rasgos analíticos:

1. Ideas y Contenidos. Las ideas son el corazón del mensaje, el contenido del texto, el

tema principal, junto con los detalles que enriquecen y desarrollan ese tema.

2. Organización. Es la estructura interna de un texto escrito, el hilo que conduce el

significado central, el patrón lógico, y a veces curioso, de las ideas.

3. Voz. Es el sentido personal del texto, el ingenio, junto con el sentimiento y la

convicción de la persona que escribe, que emergen a través de las palabras.

4. Elección de palabras. La elección de palabras es el uso de un lenguaje y vocabulario

rico, colorido y preciso, que emociona y hace pensar al lector.

5. Fluidez de oraciones. Es el ritmo y el flujo del lenguaje, el sonido de los patrones

lingüísticos, la forma en que el texto le habla al oído- y no solamente al ojo.

142

6. Convenciones. Las convenciones son la corrección formal del texto- ortografía, usos

gramaticales, párrafos, uso de mayúsculas y puntuación.

DESCRIPCIÓN DEL INSTRUMENTO

La versión experimental del BEDIPRO está diseñada para ser utilizada con sujetos que

cursen educación media y en una aplicación individual. La prueba no tiene tiempo

limitado, pero hay que animar al sujeto a que trabaje sin pausas y detenciones.

La batería contempla dos subtests (relato oral y relato escrito) desarrollados durante tres

etapas de la evaluación (pretest, entrenamiento y postest). Ambos tipos de relatos

realizados por el sujeto son motivados por láminas inductoras, las que tienen

características distintivas importantes de considerar a la hora de realizar una evaluación

cualitativa del sujeto a nivel psicológico (obtenidos de los estudios de Murray, 2004).

Por esta razón, las láminas inductoras utilizadas en la batería son fundamentales en el

proceso de evaluación cualitativa del evaluado. En la administración del BEDIPRO, el

evaluador presentará el set de láminas al evaluado y le solicitará seleccionar las cuatro

que más le agraden o llamen la atención (de manera progresiva) y dos que menos le

agraden o llamen la atención. El evaluador deberá consignar en su protocolo todo el

proceso de selección de las láminas permitiéndole distinguir las temáticas que reflejan

lo que el sujeto necesita, cómo se siente en su estado actual y lo que rechaza o le teme.

Ejemplificaremos esta aplicación con un caso:

Evaluador Te voy a mostrar unas láminas y quiero que me digas cuál de todas ellas

es la que más te agrada o llama la atención.

Sujeto La de la niña (lámina 7).

Evaluador Después de esa, cuál es la que más te agrada o llama la atención.

Sujeto Ésta (lámina 1).

Evaluador ¿Y después?

Sujeto Esta está como rara, pero hay animales y eso me gusta (lámina 3).

Evaluador ¿Después?

Sujeto El niño solo (lámina 5).

Evaluador Ahora, cuál es la que menos te agrada o llama la atención.

Sujeto De todas maneras ésta, es súper negra (lámina 4).

Evaluador ¿Después?

Sujeto … este paisaje, está como fome (lámina 6).

La elección del sujeto se anota de la siguiente manera en el protocolo:

Postest Pretest Entrena.

Elección de Láminas 7 1 3 5 2 6 4

Como se observa, la lámina de la quinta posición se obtiene por descarte. Es importante

anotar todas las verbalizaciones que realiza el sujeto mientras selecciona las láminas.

Ello, junto con la elección, permitirá clarificar las temáticas de los relatos que el sujeto

produzca, en un análisis cualitativo.

143

Con esta elección, se definen las tres láminas con que se trabajará (tal como se observa

en el cuadro) y se comienzan las etapas de evaluación.

ETAPA DE EVALUACIÓN INICIAL

En la primera etapa de pretest o evaluación inicial, se utilizará la lámina que cae en

posición 4 de la selección (cómo estoy). Esta es la primera etapa de evaluación donde el

evaluado se desempeña sin ayuda del examinador, y permite detectar el nivel de

competencia en la escritura productiva actual del sujeto.

El evaluado inicio con el primer subtest de relato oral, utilizando la lámina inductora

como base para crear una historia que pueda ilustrarse con ella. Se le solicita en la

consigna que imagine que pasó antes de esta escena y qué la produjo, qué piensan los

personajes de la lámina, cómo sienten y qué dicen, y qué va a pasar.

A medida que el sujeto comienza a relatar una historia, el evaluador la escribe en su

protocolo. También, es posible grabar dicho relato, siempre que se cuente con la

autorización del evaluado y esto no dificulte el proceso de evaluación. El evaluador no

realizará historias de ejemplo ni entregará antecedentes acerca de la lámina, para que el

sujeto realice su historia, de manera de no influir en su creación. En caso de que el

sujeto realice alguna pregunta acerca de la intención de algún elemento de la lámina, se

le indicará que puede ser lo que él quiera.

Al finalizar el relato oral, se realiza el segundo subtest de relato escrito, dónde el sujeto

escribe en una hoja de producción la historia que acaba de relatar. Esta será la primera

producción de la evaluación. Al finalizar, se le preguntará si revisó su relato y/o si desea

reescribirlo. Se anota en el protocolo su respuesta y las observaciones acerca de este

tema. Si el sujeto lo desea, puede reescribir este texto todas las veces quiera, hasta que

esté conforme con lo entregado.

En esta etapa es importante que el evaluador registre en su protocolo todo aquello que

observe de relevancia, indagando acerca del uso de estrategias propias para organizar su

trabajo. Cada producción desarrollada por el sujeto es evaluado por el examinador con

una Rúbrica de Escritura Productiva incorporada en la batería. Los resultados son

anotados en el protocolo del evaluador.

ETAPA DE ENTRENAMIENTO

En esta segunda etapa, correspondiente al entrenamiento, se aplicará la lámina que cae

en posición 7, de máximo rechazo dentro de la selección realizada (temor). Aquí el

evaluador media las funciones y procesos cognitivos que fueron detectados deficientes

en el sujeto, en la etapa anterior, junto con orientar el uso de estrategias para los

procesos básicos de la escritura productiva (planificación, traducción, revisión y,

edición y publicación) y estrategias de mediación elaboradas por FEUERSTEIN (1980).

144

Al igual que en la etapa anterior, el evaluado comienza con el primer subtest de relato

oral. Las mediaciones en esta etapa están orientadas al enriquecimiento de la expresión

oral, mayor utilización de vocabulario, mejores relaciones entre personajes, etc. Se

trabaja con las funciones cognitivas que permiten una mejor organización de los

elementos inductores, a saber, principalmente: exploración sistemática de la lámina,

instrumentos verbales, elaboración de un problema, razonamiento lógico, etc.

La mediación se realiza a través de preguntas poco estructuradas y generales, que

permitan al alumno resolver la actividad con la mayor autonomía posible. Se anota en el

protocolo aquellas ayudas que se realizan, junto con su objetivo y los resultados.

Luego, en el segundo subtest de relato escrito, el sujeto escribe el nuevo relato creado.

Aquí se mediarán los procesos básicos de la escritura productiva. Para ello, el evaluador

tendrá que explicitar muy brevemente el proceso de trabajo (las cuatro etapas). Es

importante que el evaluador registre en su protocolo todo aquello que observe de

relevancia, indagando acerca del uso de estrategias propias para organizar su trabajo.

Planificación. Se realizan preguntas inductoras acerca del tema a tratar (acerca de

los personajes, el tiempo y espacio del relato, los conflictos, etc.). Estos elementos se

organizan en una hoja de planificación y generación de Ideas, creada especialmente para

la batería. En la misma, el evaluador dirige al sujeto a anotar los elementos relevantes

de su relato y, luego, enumerarlos según la cronicidad que les da. Realiza este proceso

junto al alumno.

Traducción. El sujeto escribe su relato tal como lo planificó previamente, en una

hoja de producción. Si es necesario, puede utilizarse una hoja de producción para

mediación, incluida en la batería (que organiza la estructura de título y autor).

Revisión. El evaluado revisa si su producción cumple con los pasos que planificó

previamente, utilizando la hoja donde realizó dicho paso. Luego, reescribe el texto

corrigiendo aquello que no está adecuado. Este proceso lo realiza cuántas veces

considere necesario. Para cada producción, debe chequear con su planificación. Se

puede mediar el reconocimiento de la estructura de su texto (narrativo, argumentativo,

etc.) y ampliar sus instrumentos verbales.

Edición y Publicación. Escoge una de sus producciones (la que considere mejor) y,

junto al evaluador, revisa la ortografía puntual y acentual, así como la redacción en

general (uso de mayúsculas, usos verbales, etc.). Una vez finalizado, el sujeto reescribe

su texto para publicarlo, como por ejemplo en una página web gratuita, a modo de

motivación.

Tanto el proceso de revisión como el de edición pueden complementarse con listas de

cotejo para el alumno, elaboradas por GONZÁLEZ (2002).

ETAPA DE EVALUACIÓN FINAL

Para finalizar la batería, en la etapa de postest o evaluación final, el sujeto realiza un

nuevo relato oral y escrito con la lámina que ocupó la primera posición de elección

(necesidad). Esta aplicación de la batería tiene las mismas características que en la

145

evaluación inicial, y refleja el avance que el sujeto a tenido respecto de su competencia

en producción escrita, gracias a las estrategias utilizadas en el proceso de entrenamiento.

Se comparan las producciones oral y escrita, con aquellas realizadas en las etapas

anteriores, y se observan los cambios cuantitativos y cualitativos.

NORMAS PARA LA CORRECCIÓN Y PUNTUACIÓN

Todas las producciones que realiza el sujeto son evaluadas con la rúbrica elaborada para

dicho fin por Ulloa-Wexman, adaptada e incorporada en la batería. Cada uno de los

rasgos analíticos se puntúa de 0 a 5 puntos, doblando el puntaje obtenido en Ideas y

Contenidos3. Los resultados se interpretan en una escala de 21 a 35 puntos,

estableciendo categorías desde insuficiente hasta muy bueno.

Además, esta batería permite establecer un perfil gráfico de competencia en escritura

productiva, a partir de los datos cuantitativos obtenidos por el sujeto en la producción de

textos, recomendándose realizar en la etapa de postest. Este perfil puede

complementarse con otro desarrollado a partir de las listas de cotejo de González, las

que consideran ideas principales, organización-cohesión, y mecanismos de conversión

(González, 2002).

3 Este apartado puede complementarse con los criterios de evaluación de textos (narrativos,

argumentativos y descriptivos) elaborados por González (2002).

146

REFERENCIAS CHÁVEZ, J. (2006). Creación de Zonas de Desarrollo del Metapensamiento con la escritura productiva o

creativa. Revista de Investigación en Psicología. Volumen 9, N°1, páginas 101 a 108.

FEUERSTEIN, R.; RAND, Y.; HOFFMAN, M. B. & MILLER, R. (1980). Instrumental Enrichment: an

intervention program for cognitive modifiability. University Park Press. Baltimore, Estados Unidos.

GONZÁLEZ, R.M. (2002). Poder Escribir, Programa de Entrenamiento de los Procesos Cognitivos de la

Escritura. Editorial EOS. Madrid, España.

MURRAY, HENRY A. (2004). Test de apercepción temática TAT: manual para la aplicación. Editorial

Paidós, 1ra edición, 22va reimpresión. Buenos Aires, Argentina.

VIDAL, J.G. & MANJÓN, D.G. (2000). Dificultades de Aprendizaje e Intervención Psicopedagógica.

Volumen 2: Lectura y Escritura. Editorial EOS. Madrid, España.

VIGOTSKY, L.S. (1973). Pensamiento y lenguaje. La Pléyade. Buenos Aires, Argentina.

147

DISPOSITIVO ORIENTADO AL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO

CRÍTICO- REFLEXIVO EN EL ESTUDIANTE DE OCTAVO BASICO

Juanita Ojeda

Loreto León

Introducción: Especificando naturaleza de la actividad y del dispositivo

El dispositivo está dirigido al docente y alumno de Enseñanza Básica del Segundo Ciclo

en el subsector de Comunicación y Lenguaje, se ejecuta en cuatro clases, gira entorno al

Debate como herramienta didáctica. Se utilizan Planes y Programas de Lenguaje, de

octavo año básico (NB6), el foco del subsector se centra en la consolidación de las

competencias lingüísticas que alumnos y alumnas han estado desarrollando a lo largo de

la Educación Básica. El dispositivo puede ser utilizado en Establecimientos del sector

Municipalizado y Particular Subvencionado, del nivel socioeconómico medio bajo y

bajo, con resultados bajo el promedio nacional, que requieren por lo tanto desplegar

procesos de mejora educativa en el aula.

Descripción del dispositivo en qué consiste y con cuál o cuáles aspectos del

pensamiento se relaciona

El diseño del dispositivo se despliega a través de guías para el docente y guías para el

alumno que giran en torno a un Debate, los alumnos leen, buscan, analizan y piensan en

forma individual y colectiva para luego emitir su opinión con respecto a un tema, a la

misma vez evalúan en cada guía, su desempeño y el del docente. Por otro lado, la guía

del docente promueve que éste se percate si está promoviendo aprendizajes de calidad y

qué debe tener presente para llevar a cabo cada sesión.

El despliegue de cada sesión promueve el desarrollo del pensamiento crítico- reflexivo,

se busca que los estudiantes de octavo básico elaboren individual y colectivamente un

argumento en relación a un tema y fundamentan según su visión de los hechos,

considerando los contextos socioculturales del tema en cuestión.

Funcionamiento

El docente utiliza las guías en su clase, cada guía esta elaborada para cuarenta y cinco

minutos por cada sesión, se especifican los aprendizajes esperados y la metodología

para llevarla a cabo, para ello se requiere que el docente esté de acuerdo y en

concordancia con los desafíos que debe enfrentar; responder preguntas de orden

contingente al tema, dar concesiones, indicar tiempos, interrumpir en caso de que la

sesión pierda rumbo o control, además de otorgar los tiempos necesarios.

Para que los objetivos propuestos explícitamente se cumplan; desarrollo de

pensamiento crítico- reflexivo, se complementa la guía del docente con un apoyo para

mediar aprendizajes de calidad a través de un listado de características de acuerdo al

perfil del profesor mediador (Tébar 2003), se utiliza un esquema como efecto

recordatorio. Otro objetivo que persigue el dispositivo es demostrar que es posible

realizar un evento creativo desde los Planes y Programas de estudio, para fomentar el

desarrollo del pensamiento del estudiante.

148

Fundamentos y aspectos que argumentan el presente Dispositivo

Recordemos que para Vigotsky (1979), “Desde el comienzo de la vida humana el

aprendizaje está relacionado con el desarrollo, ya que es un aspecto necesario y

universal del proceso de desarrollo de las funciones psicológicas culturalmente

organizadas y específicamente humanas”.

El dispositivo así, se transforma en un camino de desarrollo del estudiante, permitiendo

el paso de los procesos internos de desarrollo del ser humano que no tendría lugar al

desarrollo si el estudiante no estuviera en contacto con un determinado ambiente

cultural.

A través del dispositivo, con el apoyo de las guías tanto del docente como del

estudiante, se despliegan continuamente objetivos, organización y evaluación de los

espacios de interacción, es decir, su desarrollo permite la transformación de los

estudiantes, del docente y los contextos de mediación, esto es un cambio radical en la

forma de pensar y actuar de ambos (mutua mediación).

Para Vigotsky (1979), la humanización se realiza en contextos interactivos en los cuales

las personas que rodean al niño no son objetos pasivos o simples jueces de su

desarrollo, sino compañeros activos que guían, planifican, regulan, comienzan,

terminan, etc., las conductas del niño. Por lo tanto los compañeros y el docente serian

los agentes del desarrollo.

Al conjunto de actividades que el alumno es capaz de realizar con la ayuda,

colaboración o guía de otras(s) persona(s) le llama Vigotsky el “Nivel de Desarrollo

Próximo», diferenciándolo del «Nivel de Desarrollo Actual», que es aquél que

corresponde a ciclos evolutivos llevados a cabo y que se define operacionalmente por el

conjunto de actividades, el alumno es capaz de realizar por sí mismo, sin la guía ayuda

de otras personas. En el despliegue del dispositivo, se visualiza este tránsito en el que el

alumno realiza una primera apreciación del tema en forma individual, y luego

paulatinamente con el proceso de las sesiones en forma colectiva va estructurando una

nueva mirada y al final del proceso tendrá nuevamente una mirada individual pero

construida en forma colectiva, abierta a complementar con nuevas experiencias de su

entorno, es decir, a través de estas sesiones promovemos en un principio, que el

estudiante sea guiado por el docente quien da los aportes bibliográficos, los

lineamientos estructurales del dispositivo y luego con la mediación el estudiante es

capaz de dar su punto de vista en forma individual, y desde ahí se genera el tránsito

desde lo individual a lo colectivo, dando forma al Debate, es decir el tema que

desarrolle el estudiante en forma individual será transformado y complementado con el

trabajo en equipo.

Según Vigotsky (1979), la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), la define a partir de los

esfuerzos individuales y grupales y luego en su conjunción con lo colectivo, dirigido a

solucionar determinados problemas. En concordancia con el desarrollo del dispositivo,

este viene a ocupar lo central de la actividad se visualiza la ZDP en la acción grupal que

busca a través de una acción colectiva, moverse a un nivel más complejo gracias a la

ayuda, a la guía y a la colaboración del grupo curso.

Realizar una mediación del pensamiento crítico- reflexivo con el debate permite que a

través de la participación los estudiantes se percaten de que sus representaciones, como

149

lo establece, Labarrere (2006), no sean aisladas, estas se constituyen como tales en los

contextos y que sus significancia son compartidas y construidas históricamente.

De acuerdo con el Autor el papel de la educación consiste en propiciar significaciones

que permitan una relación intercultural positiva, es decir, el debate tiene un sentido y

significado, en el cual el estudiante se reconoce interactuando con el otro en un contexto

cultural activo aprovechando los espacios que la clase le ofrece.

Incorporando el planteamiento de Labarrere, mencionado en el documento sobre la

Agenda Pedagógica, consideramos que a través del despliegue del dispositivo, se

obtiene a la mano una serie de acciones y actividades que al ejecutar en forma explícita

y sistemática el docente puede observar las modificaciones en sus estudiantes, dando la

intencionalidad en las intervenciones, hace que los estudiantes sean conscientes de su

proceso.

Se obtiene además, una transformación, una reestructuración en la personalidad de los

estudiantes en forma individual y colectiva. Se cumple lo que advierte Labarrere (2006),

una mediación guiada por la motivación que se desprende con el énfasis que le da cada

estudiante al defender su postura frente al tema, el objetivo para el estudiante es que

prevalezca su argumento y que el debate se incline a favor de uno u otro dependiendo de

la acción colectiva que realice cada grupo.

De acuerdo a lo expuesto por el Autor, observamos que en la instancia de debate se

puede encontrar la intermediación y transmediación entre el docente hacia los

estudiantes y desde los estudiantes al docente y desde éstos a sus contextos personales.

El dispositivo, no sólo desarrolla el pensamiento crítico, sino que también desarrolla el

dominio del propio comportamiento en el estudiante, esto se logra con un proceso

mediatizado por el docente y las guías que el estudiante debe desarrollar para evaluar su

desempeño y el del docente, para llevar a cabo la actividad.

El docente se encuentra frente a continuas pautas para evaluar de forma ordenada los

avances y retrocesos de los estudiantes, observar si en algún momento se produjo

mucha dependencia o no, rescatar resultados erróneos que guiaron a la respuesta, actitud

y pertinencia correcta, etc.

En Labarrere (2006), encontramos sintonía con el término de Globalización; en el

sentido que el debate se transforma en una herramienta, para que el estudiante entienda

los hechos actuales en un mundo con procesos complejos, contradictorios y cambiantes.

Para llevar a cabo el dispositivo, el docente debe ocasionar instancias en las que el

estudiante se apropie de variada información en torno al tema a debatir y estar abierto,

como dice Labarrere, a la descentralización del conocimiento. Por lo tanto, el docente

debe guiar desde la certidumbre al control de la incertidumbre.

A través del proceso llegar a la certeza del descubrimiento y la sensación de estar en el

origen del mundo, de que el estudiante se halla en comunión con el todo al ser parte de

él y puede oponérsele al mismo tiempo.

150

El proceso que conlleva el dispositivo, sitúa a los estudiantes en un contexto de

aprendizaje en donde las respuestas están abiertas y el desenlace no es definitivo ya que

prevalecen dos posturas o más para un mismo hecho.

El dispositivo, es un ejemplo exacto de un caminar sin métodos puesto que en el camino

para el docente así como para los estudiantes no habrá formulas fijas ya que el

aprendizaje es un camino de descubrimientos. Como ya se ha mencionado antes, la

complejidad será entonces el fuerte en el debate puesto que las soluciones nacerán en el

momento y se disolverán con el tiempo o la acción. No habrá una misma forma de

encauzar el debate para este curso de octavo que para otro.

Además en cada guía que utiliza el docente está un efecto recordatorio, apoyándonos en

Tébar (2003), en el perfil del profesor mediador, para que cada sesión se transforme en

espacios de aprendizajes de calidad, se explicitan las características de un buen profesor

mediador;”Es un experto y domina los contenidos curriculares, establece metas, tiene la

intención de facilitar el aprendizaje significativo, anima a la búsqueda de la novedad,

potencia el sentimiento de la capacidad, enseña que hacer, como y cuando, comparte las

experiencias de aprendizajes con sus alumnos, atiende las diferencias individuales,

desarrolla en los alumnos actitudes positivas”(págs. 23- 24).

Dimensiones, indicadores y criterios a partir de los cuales se promueve el

desarrollo del pensamiento crítico-reflexivo

En los Planes y Programas de Octavo Básico en el Subsector de Comunicación y

Lenguaje, encontramos los aprendizajes esperados que se relacionan con las habilidades

cognitivas que deben ser adquiridas por los estudiantes de este nivel, por lo tanto para el

desarrollo del dispositivo se promueven las siguientes habilidades:

La discusión, interpretación y evaluación de textos orales y escritos en relación con

su estructura, contexto social, cultural, histórico y político.

El estudiante; caracteriza y compara entre los diversos medios de comunicación de

masas y sus textos.

Desarrollo de inferencias, relaciones, comparaciones, análisis y extracción de

conclusiones, dar explicaciones y exponer consideraciones de ideas.

Obtener información desde diversas fuentes: libros, revistas, diccionarios,

enciclopedias, mapas, Internet y otros medios. Además de manejarlas de modo riguroso.

Estructuración clara de su discurso oral, juzgando el apropiado nivel de detalle y

usando una variedad de recursos.

El autor González (1994), explica que el enfoque crítico-reflexivo es una

transformación radical de la educación: la enseñanza, el aprendizaje y el conocimiento,

promueve que los roles a asumir por maestros y alumnos son asumidos como sujetos

responsables, razonadores críticos, reflexivos y creativos. Se enfatiza en la necesidad de

enseñar acerca de cómo pensar y no en qué pensar. Esto no significa que el

pensamiento se independiza del conocimiento. A continuación se verán criterios para el

desarrollo del pensamiento crítico-reflexivo:

151

Para González (1994), el conocimiento de un “contenido” es generado, organizado y

evaluado por el pensamiento, por tanto es imprescindible focalizar los contenidos

significativos, lo que se logra mediante el cultivo de temas vivos que estimulen al

estudiante a reunir, analizar y evaluar dichos contenidos.

Es imposible transmitir directamente a otro lo que se sabe; pero sí se pueden facilitar

las condiciones mediante las cuales las personas aprenden por sí mismas a pensar sobre

cosas. Es así como queda de manifiesto en nuestra herramienta “dispositivo orientado al

desarrollo del pensamiento crítico-reflexivo en el estudiante de Octavo Básico”, en la

cual se espera que el alumno enfrente un problema contingente y realice su propia

versión de los hechos.

El estudiante o persona educada es aquella que puede funcionar con estrategias,

principios, conceptos e Insight, imbricados en los procesos de pensamiento más que una

persona portadora de un gran cúmulo de información: hechos atomizados y datos

acumulados por adición unos tras otros.

El estudiante es un buscador, un explorador, un cuestionador; en lugar de un creyente

en verdades hechas, alguien capaz de reflexionar acerca de sus experiencias, de

analizarlas, organizarlas y evaluarlas por medio del pensamiento.

El docente indaga, confronta ideas, criterios, puntos de vista; acrecienta el interés de

los alumnos por aprender, contribuye a desarrollar motivaciones más profundas hacia el

aprendizaje (motivaciones intrínsecas) y una mayor implicación del alumno en el

proceso.

La concepción crítico-reflexiva (González, 1994) sostiene que el proceso

educacional comienza en el punto donde está el alumno, por tanto, éste necesita

distinguir por sí mismo lo que sabe de lo que no sabe, su propio funcionamiento para

dirigir el proceso de aprendizaje, pues para aprender sobre una materia en profundidad

debemos ganar comprensión acerca de cómo procesamos dicha materia en nuestra

condición de pensadores y aprendices.

152

GUION PARA EL DOCENTE

1º SESION: Propiciando el desarrollo de un Debate

Aprendizajes Esperados:

El estudiante; realiza inferencias, relaciones,

comparaciones, análisis y extrae conclusiones.

Da explicaciones y exponer consideraciones de ideas

en forma escrita.

Realiza predicciones y formula preguntas a medida

que va leyendo.

Metodología

Textos: Los alumnos leen los textos Nº1 y N°2;

La gripe humana

El docente establece los objetivos, enfatizando en la clase

lo cual persigue que cada estudiante realice una

lectura crítica de los textos, que sean creativos y originales

en las respuestas, cada alumno realiza lectura individual

de ambos textos y responde la guía con preguntas

específicas.

Luego de 20 minutos de trabajo individual el docente pregunta quienes optaron por el

texto N°1 y quienes optaron por el N°2 y los convoca a agruparse con aquellos alumnos

que contestaron en forma similar.

El docente explica la metodología que se debe considerar en un Debate, se apoya de un

esquema gráfico.( se adjunta en Anexo 1)

Establece metas para la próxima sesión, promueve la investigación para que cada

grupo refuerce sus planteamientos con información ya sea de diarios, Internet,

reportajes, etc.

Recuerde:

1. Potenciar el rendimiento de

los alumnos, con contenidos

claros.

2. Anticipar los problemas y

soluciones.

3. Cada alumno trabaja en

forma independiente.

4. Otorgar espacios para

consultas y sugerencias.

5. Fomentar la producción de

texto argumentativo

individual.

6. La intención es facilitar el

aprendizaje significativo, ya

que el tema propuesto es de

contingencia y a través de el

logra estimular el desarrollo

de pensamiento crítico

reflexivo.

153

GUIÓN PARA EL DOCENTE

2º SESION: fortaleciendo el desempeño de cada grupo

Aprendizajes Esperados:

El estudiante; caracteriza y compara entre los diversos

medios de comunicación de masas y sus textos.

Realiza una lectura crítica de textos de medios de

comunicación, especialmente de los argumentativos

e informativos.

Sea capaz de obtener información desde diversas fuentes:

libros, revistas, diccionarios, enciclopedias, Internet y

otros medios

y manejarla de modo riguroso.

Metodología

Primer Tiempo:

El docente estructura la clase en dos grupos, cada uno

trabaja en función de la guía que se desarrolla en forma

colectiva.

Establece los tiempos de trabajo para cada grupo.

Enfatiza el uso de varias fuentes de información en

relación al tema, para establecer en forma colectiva los

argumentos.

Segundo Tiempo:

Cada grupo escribe su argumento para el debate con el

Anexo 1.

Se designa un alumno por grupo para ser el mediador y

promueva el logro de los tiempos y el trabajo

El docente recoge las guías que desarrollaron en forma

individual y grupal respectivamente.

Recuerde

1. Cambiar la modalidad

metodológica, hacia un

trabajo cooperativo.

2. Reestructurar e

impulsar las experiencias

de aprendizaje.

3. Enriquecer las

habilidades básicas

superando las

dificultades.

4. Animar a la búsqueda

de la novedad.

5. Potenciar el

sentimiento de

capacidad.

6. Crear una dinámica de

interés por alcanzar

nuevas metas.

7. Estimule el

pensamiento hipotético,

como el alumno puede

realizar inferencias y

predicción de hechos a

partir de los ya

conocidos.

NOTA: Utilice las guías

de evaluación del

alumno y las propias

para cada sesión.

ANEXO 2 (RUBRICA)

154

GUIÓN PARA EL DOCENTE

3º SESION: Establecer los procedimientos del ensayo

del Debate

Aprendizajes Esperados

El estudiante estructura claramente su discurso oral,

juzgando el apropiado nivel de detalle y usando variedad

de recursos para ayudar al auditor; ver distintos puntos de

vista, seleccione lo que va a decir, resumir y destacar los

puntos importantes de una intervención oral, cite evidencias

y construya argumentos persuasivos.

De acuerdo con los roles que se toman en los grupos de

discusión, los estudiantes deben ser familiarizados con

los modos de negociar consensos.

Tenga buen manejo del lenguaje en el ámbito discursivo,

tanto en lo oral como en lo escrito.

Metodología

El docente promueve que cada grupo ejercite su

argumentación respetando los ritmos y los tiempos.

El docente en conjunto con los alumnos prepara el ambiente

de la clase en función de la estructura del debate para

ensayar en forma general.

El docente promueve que cada grupo realice una invitación

a compartir el debate con algún actor de la comunidad

para que asista como jurado (apoderado, director, enfermero,

carabinero, alcalde, concejal, etc.).

El docente promueve a que la sesión del debate sea

grabada con el propósito de ser evaluada en conjunto y

presentar a la familia si así lo quieren, en la próxima reunión.

Recuerde

1. Enseñe que hacer,

cómo, cuándo, y por

qué; ayuda a cambiar de

estilo cognitivo de los

estudiantes controlando

su impulsividad.

2. Comparta las

experiencias de

aprendizaje con los

alumnos; potencia la

discusión reflexiva y

fomenta la empatía con

el grupo.

3. Guíe para que en el debate cada grupo invite a un representante de la comunidad y sea parte del jurado. 4. Guíe el desarrollo de

estrategias, enriquece

las habilidades básicas

superando las

dificultades.

155

GUIÓN PARA EL DOCENTE

4º SESION: EL DEBATE

Aprendizajes Esperados:

El estudiante:

Utiliza un lenguaje que le permita disponer de él en toda su

riqueza y variedad: vocabulario, formas de expresión,

construcción de oraciones, comprensión y estructuración

de discursos.

Demuestra capacidad de hablar en público sobre

Problemas de interés para el país en vistas a l participación

en la vida ciudadana.

Desarrolla el lenguaje como instrumento de realización

personal y de construcción de un mundo solidario y

colaborativo, a través de su manejo correcto y

consciente en el plano oracional y discursivo.

Metodología

Ejecución del debate, el docente presenta al jurado invitado

a quien le corresponderá evaluar a cada grupo (anexo 3),

luego da el pase para que cada moderador despliegue el

debate, tomando los tiempos necesarios:

Primer Tiempo: Primer grupo presenta el tema y da a conocer su

argumentación.

Segundo grupo da a conocer su propia argumentación.

Segundo Tiempo:

El jurado se presenta y luego realiza preguntas alternadas.

El docente guía las preguntas del jurado para que agudicen un punto de acuerdo o en

desacuerdo.

Cada grupo en los tiempos acordados contraargumenta los puntos observados.

Tercer Tiempo:

El jurado realiza la votación y señala a aquel grupo que tuvo mejor desempeño.

El docente rescata ambas intervenciones, señalando la importancia de tener pensamiento

crítico frente a los hechos sociales y culturales de nuestra realidad.

Se realizará una autoevaluación final individual y grupal.

Conclusión: El docente refuerza que el resultado de ambas investigaciones se publicará

en el sitio Web (youtube.com) del colegio, independiente del resultado del jurado que se

haya inclinado por uno u otro.

Recuerde

1. Desarrolle en los

alumnos actitudes

positivas; haciéndoles

vivir valores para que

los hagan operativos en

su realidad social.

2. El potencial de sus

alumnos se ha

incrementado, y lo

puede medir por el logro

de mayores niveles de

complejidad y de

abstracción, se puede

observar mayor nivel de

reflexión, mayor sentido

crítico y un pensamiento

más efectivo.

3. el objetivo es que la Escuela y sociedad se entrelacen tanto en la búsqueda de los medios para aprender, como en el logro de los fines últimos de la educación que es la incorporación de los estudiantes a la vida social.

156

GUÍA DEL ALUMNO

Sesión 1

1.- Lee los textos presentados, son dos opiniones diferentes en relación a un tema, a

continuación contesta las preguntas. Cuentas con hojas de papel adicionales si quieres

extenderte sobre el tema.

Tienen 20 minutos para desarrollar el trabajo:

El mar 26-may-09, Osman Carcher [email protected] Date: Tue, 26, May 2009 05:15:12 +0200 Subject: Pandemia de Lucro From: [email protected]

PANDEMIA DE LUCRO

¿Qué intereses económicos se mueven detrás de la gripe porcina? En el mundo, cada año mueren dos millones de personas víctimas de la malaria, que se podría prevenir con un mosquitero. Y los noticieros no dicen nada de esto. En el mundo, cada año mueren dos millones de niños y niñas de diarrea, que se podría curar con un suero oral de 25 centavos. Y los noticieros no dicen nada de esto. Sarampión, neumonía, enfermedades curables con vacunas baratas, provocan la muerte de diez millones de personas en el mundo cada año. Y los noticieros no informan nada… Pero hace unos años, cuando apareció la famosa gripe aviar…los informativos mundiales se inundaron de noticias… chorros de tinta, señales de alarma… ¡Una epidemia, la más peligrosa de todas!... ¡Una pandemia! Sólo se hablaba de la terrorífica enfermedad de los pollos. Y sin embargo, la gripe aviar sólo provocó la muerte de 250 personas en todo el mundo. 250 muertos durante 10 años, lo que da un promedio de 25 víctimas por año La gripe común mata medio millón de personas cada año en el mundo. Medio millón contra 25.Un momento, un momento. Entonces, ¿por qué se armó tanto escándalo con la gripe de los pollos? Porque atrás de esos pollos había un “gallo”, un gallo de espuela grande. La farmacéutica trasnacional Roche con su famoso Tamiflú vendió millones de dosis a los países asiáticos. Aunque el Tamiflú es de dudosa eficacia, el gobierno británico compró 14 millones de dosis para prevenir a su población. Con la gripe de los pollos, Roche y Relenza, las dos grandes empresas farmacéuticas que venden los antivirales, obtuvieron miles de millones de dólares de ganancias. Antes con los pollos y ahora con los cerdos. Sí, ahora comenzó la sicosis de la gripe porcina. Y todos los noticieros del mundo sólo hablan de esto… Sólo la gripe porcina, la gripe de los cerdos… Y yo me pregunto: Si tras de los pollos había un “gallo”… ¿atrás de los cerditos… no habrá un “gran cerdo”? La verdadera pandemia es el lucro, las enormes ganancias de estos mercenarios de la salud. No negamos las necesarias medidas de precaución que están tomando los países. Pero si la gripe porcina es una pandemia tan terrible como anuncian los medios de comunicación, Si a la Organización Mundial de la Salud le preocupa tanto esta enfermedad, ¿por qué no la declara como un problema de salud pública mundial y autoriza la fabricación de medicamentos genéricos para combatirla? Prescindir de las patentes de Roche y Relenza y distribuir medicamentos genéricos gratuitos a todos los países, especialmente los pobres. Esa sería la mejor solución. Interesante, ¿Qué opinas, Thelma? Saludos.

157

SESIÓN 1: GUÍA DEL ALUMNO

Nombre: Fecha:

1. Toma hojas en blanco y responde las siguientes preguntas:

2. Te invitamos a compartir tu trabajo con tus compañeros y a agruparte según

afinidad de opiniones para que en la próxima sesión en forma colectiva preparen

un próximo debate frente al tema.

1. ¿Cuál es la opinión de Osman, frente al tema de la gripe porcina?, fundamenta tu

respuesta.

2. ¿Cuál es la opinión de Thelma, frente al tema de la gripe porcina?, fundamenta tu

respuesta.

3. ¿Qué sabes de la gripe porcina, y a través de qué medios de comunicación te has

informado?

4. ¿Cuál es tu posición de acuerdo al tema?

5.Da una razón a favor y en contra de la opinión del texto Nº1

6.Da una razón a favor y en contra de la opinión del texto Nº2

7. ¿Cuál te resulto más fácil y por qué?

8.Si tuvieses que defender una de las dos posturas, ¿cuál eliges?, da fundamentos

nuevos para apoyar tu posición

El mar 26-may-09, Thelma Rojas <[email protected]>

Responde: Date: Tue, 26 May 2009 20:15:12 +0200 Subject: Pandemia de Lucro

From: [email protected]

¡La Gripe humana es preocupante!

Creo que tus dudas con la gripe no tienen una real aproximación ya que según la OMS, los

confirmados ascienden a 25.288. La gripe A H1N1 contaminó a 25.288 personas en 73

países y causó 139 muertes, según el último balance de la Organización Mundial de la

Salud, OMS, publicado este lunes.

Y si tu hipótesis es que los Norteamericanos se financian con este tema te diré que el país

con más casos es Estados Unidos, con 13.217 infectados y 27 fallecidos; le sigue México,

con 5.717 casos y 106 muertos y Canadá, con 2.115 y 3 decesos.

Australia ya lleva 1.051 infectados y Japón 410. En Europa, el país con más casos es el Reino

Unido, con 517, seguido de España, con 291. No hay ninguna vacuna para evitar que el

actual virus de la gripe por A (H1N1) cause la enfermedad en el ser humano.

No se sabe si las actuales vacunas estacionales confieren algún grado de protección. Los

virus gripales cambian muy rápidamente.

Es importante desarrollar una vacuna contra la cepa del virus actualmente circulante, para

que confiera la máxima protección a las personas vacunadas.

Estimado amiga, de ahí la necesidad de que la OMS pueda acceder al máximo número de

virus posible, y seleccionar así los virus vacunales candidatos más apropiados, y solo así la

OMS podrá dar al servicio público el medicamento adecuado sin lucrar con la humanidad.

Espero que continuemos otro día esta conversación, ¿me invitas un café?...Saludos.

158

3. Ahora evalúa la sesión Nº1:

Chequeo mi Trabajo: -

He sido claro en mis respuestas.

Utilice más de una idea para reforzar mi opinión.

Propongo una nueva mirada.

Terminé el trabajo a tiempo.

Chequeo a mi Profesor: -

Me he sentido apoyado por el profesor.

Responde mis preguntas y me orienta.

El tema es desafiante y me motiva a buscar más información.

Acepta los tiempos y ritmo de cada uno.

159

SESIÓN 2: GUÍA DEL ALUMNO

Nombre: Fecha:

Fortaleciendo con argumentos la postura de mi grupo. Cuentan con hojas de papel

adicionales para extenderse sobre el tema

1.- Compartiendo mis primeros argumentos…

1. Resumimos las ideas principales del texto escogido.

2. ¿Con cuál o cuáles ideas del texto nos identificamos?

3. ¿Por qué no nos convence el otro texto?

4. ¿Cuáles ideas podemos desarrollar del texto para nuestros argumentos?

5. Qué ideas nuevas podemos aportar para desarrollar este argumento.

2.- Mis Argumentos y los de mi grupo:

3. Ahora evalúa la sesión Nº2:

Chequeo mi Trabajo: -

Utilizo diferentes fuentes para fortalecer el argumento.

Realizo consenso frente a los desacuerdos.

Tomo en cuenta la opinión del otro.

Estoy atento a cumplir con los tiempos.

Chequeo a mi Profesor: -

Me he sentido apoyado por el profesor.

Responde mis preguntas y me orienta.

El tema es desafiante y me motiva a buscar más información.

Acepta los tiempos y ritmo de cada uno.

160

SESIÓN 3: GUÍA DEL ALUMNO

Nombre: Fecha:

Ensayando el debate

I.- Orden de mis compañeros que van a discutir anotando sus nombres en primer

casillero y cuál es la idea que van a presentar en el segundo casillero:

Nombre Con la idea…

Nombre

Nombre

Moderador(a):

II.- Cada grupo expone para ensayar los tiempos y roles de cada integrante.

III.- Mi grupo prepara carteles, esquemas, afiches, power points para respaldar su

debate.

IV.- Cada integrante del grupo da ideas para escribir una invitación para hacer

participar a una persona externa a la clase como Jurado y el representante del grupo

realiza el consenso para elegir a los más importantes y coordinan quién hará llegar las

invitaciones:

Estimado señor o señora: __________________________

Esta Invitado a participar del Debate:_________________

El día _______________a las__________horas

Lo esperamos en nuestra escuela

161

3. Ahora evalúa la sesión Nº3:

Chequeo a mi Profesor: -

Enseña que hacer cómo, cuándo y por qué durante todo el proceso.

Está dispuesto a escuchar las diferentes ideas de cada grupo y trata de entenderlas.

Hace notar que nuestro trabajo será considerado por nosotros y por otros.

Chequeo mi Trabajo: -

Colaboro en la organización del debate.

Considero los tiempos necesarios para su ejecución.

Ayudo al grupo a establecer relaciones de buen comportamiento.

No impongo mi criterio por sobre los otros.

162

SESIÓN 4: GUÍA DEL ALUMNO

Nombre: Fecha:

El Debate

1. Tu grupo se dispone en el lugar apropiado para comenzar el debate y la persona

externa se prepara para grabar el debate.

Para comenzar:

1. Cada grupo con su moderador presenta una introducción del tema, indica su

importancia, en pocas palabras resumir las posiciones de los dos equipos y, luego,

controlar el tiempo de participación de cada equipo.

2. Cada equipo tiene entre cinco y siete minutos para plantear su posición.

3. Para las presentaciones cada equipo puede usar tablas o diagramas.

4. Primero un equipo e inmediatamente después el otro.

5. Una vez concluidas las presentaciones, cada uno de los miembros de cada equipo

podrá hacer una pregunta a uno de los miembros del otro equipo.

6. El/La moderador/ -a controlará que la respuesta no exceda el minuto.

7. Tras este diálogo, el moderador invitará al jurado a hacer preguntas.

8. El proceso no debe durar más de treinta minutos. Es responsabilidad del / la

moderadora / moderadora controlar el tiempo.

9. Cada grupo en los tiempos acordados contraargumenta los puntos observados.

10. El jurado realiza la votación y señala a aquel grupo que tuvo mejor desempeño.

163

2 .Ahora evalúa la sesión Nº4

Primero responde en forma individual y luego con tu grupo: Cuentan con hojas de

papel para extenderse sobre el tema

3. Ahora evalúa la sesión Nº4:

INDIVIDUAL GRUPAL

¿Cambió tú posición después de escuchar los

otros argumentos? ¿Por qué?

Como grupo, cambiamos de posición:

¿Qué aprendiste con este ejercicio? Que aprendimos :

¿Qué te gustaría haber hecho? Que nos gusto:

Ayudo a que el debate tenga un buen clima. Aportamos a un buen clima

Respeto la opinión de los otros Respetamos a los otros

Realizo aportes para concluir el debate Aportamos para concluir el debate

¿Te gustó la decisión final de los jueces? Nos gusto la decisión final

¿Cuál es tu conclusión final acerca del

debate?

Que concluimos como grupo

¿Que nota te pondrías de acuerdo a tu

participación en todo el proceso?

Que nota nos ponemos

“Siento que frente a un tema social puedo

formar mi propia opinión y considerar la de

los otros”

Estamos formando nuestra opinión,

porque;

“Siento que soy más participe de los

acontecimientos de mi sociedad”

Estás más participativos , porque;

Chequeo a mi Profesor: -

En estas clases el profesor nos ha ayudado a valorar la opinión de los otros

Me hace ver que las tareas desafiantes me ayudan a que piense en forma más crítica.

Propongo a mi profesor que: ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

164

REFERENCIAS González Valdés, A.- PRYCREA. Desarrollo multilateral del pensamiento creador.

Editorial Academia. La Habana, 1994.

Labarrere, A. (2001). Aprendizaje para el desarrollo, Revista cubana de Psicología, La Habana, PP.28-

30.

Labarrere, A. (2006). Aprendizaje, complejidad y desarrollo: agenda curricular para enseñar en los

tiempos actuales. En: Revista de Psicología, Universidad de Chile. Vol. 22, Nº2, pp.97-114.

Labarrere, A. (2008). Bases conceptuales de la mediación y su importancia actual en la práctica

pedagógica. Revista Summa Psicológica UST, Vol. 5, Nº 2, 87- 96

Tebar, L. (2003). El perfil del profesor mediador. Madrid: Santillana.

Vigotsky, L. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Critica.

Vigotsky, L. (1993). Pensamiento y lenguaje. Obras escogidas, T. 2. Madrid, Visor.

Educacion, U. (2000). Planes y Programas Comunicación y Lenguaje 8ºbasico. Santiago: Ministerio de

Educación.

Concordia College. (2009, 28 de Abril) Cómo organizar un debate, las reglas del debate, recuperado el 2

de Junio de 2009 de www.cord.edu/faculty/gargurev.htm

165

ANEXO 1 Preparando el camino…(www.cord.edu/faculty/gargurev/reglas.htm)

Cada debate tendrá un/una moderadora, cuya responsabilidad será hacer una presentación introductoria del tema, indicar su importancia, en pocas palabras resumir las posiciones de los dos equipos y, luego, controlar el tiempo de participación de cada equipo.

· Cada equipo entre cinco y siete minutos para plantear su posición.

Para las presentaciones cada equipo puede usar tablas o diagramas, pero sin leer nada. Primero un equipo e inmediatamente después el otro.

Se recomienda la siguiente distribución:

(a) Un estudiante debe iniciar la presentación con una revisión general de la propuesta principal y el anuncio de los puntos que tratarán sus otros dos compañeros. (b) Los dos compañeros siguientes hablarán sobre el tema anunciado por su compañero. (c) Uno de los estudiantes debe, finalmente, hacer una especie de resumen de lo dicho como lo dicho defiende la posición.

Una vez concluidas las presentaciones, cada uno de los miembros de cada equipo podrá hacerle una pregunta a uno de los miembros del otro equipo.

· El/La moderador/ -a controlará que la respuesta no exceda el minuto.

· Tras este diálogo, el moderador invitará al público a hacer preguntas.

· El proceso no debe durar más de treinta minutos. Es responsabilidad del / la moderadora / moderador controlar el tiempo.

mejor presentó la posición.

(b) los dos compañeros siguientes

hablarán sobre el tema anunciado por

su compañero

(c) uno de los estudiantes debe,

finalmente, hacer una especie de

resumen de lo dicho como lo dicho

defiende la posición.

166

ANEXO 2: Rubrica del Docente para evaluar cada Sesión:

Para cada sesión se utilizara un : o un

Aspectos Generales

Los estudiantes en general: 1° 2° 3° 4° Observ

Muestra(n) interés en el tema y lo

plantean como desafío.

Coopera(n) entre sí, se realizan preguntas,

infieren, predicen.

Desarrolla(n) la ideas o propuestas por el

profesor, las propias y la de los pares.

Busca(n) apoyo entre libros, diccionarios

e Internet

Llega(n) a acuerdos respetuosamente,

rescatan las ideas creativas.

Hay participación de todos los miembros

del grupo, se escuchan con respeto

Levantan hipótesis

Construyen nuevas preguntas

Total

Trabajo en Clase

Hace(n) preguntas específicas

No pierde(n) el tiempo en …

Tiene(n) su vocabulario listo

Desarrolla(n) la ideas o propuestas por el

profesor y/o compañeros en forma

creativa.

Ritmo adecuado de avance en la clase

Trabajo colaborativo

Trabajo individual

Total

Desarrollo de Actividad

Tienen sus actividades de grupo listas

como tareas, información buscada fuera

de la clase, ideas preparadas

Hay acuerdos claros

Tiene(n) material extra para presentar

Tiene(n) en cuenta detalles como tiempo o

duración

Originalidad

Hay silencio oportuno para dejar hablar a

su(s) compañeros

Otros

Otros

Total

DATOS PARA

167

ANEXO 3

Evaluación final para los Jurados Invitados

Instrucciones: A continuación usted va a hacer una valoración del debate que acaban de

hacer los alumnos señalando la casilla que mejor describa el desempeño de ellos en cada

uno de los aspectos siguientes:

Grupo

N°1

Grupo

N°2

Bien (7ptos) Regular (5 ptos) Necesita

mejorar (2 ptos)

Volumen

de la voz

durante

la

presentac

ión

El volumen

es lo

suficienteme

nte alto para

ser escuchado

por todos a lo

largo de toda

la

presentación.

El volumen es

medio pero puede

ser escuchado por

casi todos casi todo

el tiempo.

El volumen con

frecuencia es

muy débil para

ser escuchado

por todos.

Postura

corporal

y

contacto

visual

durante

la

presentac

ión

Se ve

relajado y

seguro de sus

argumentos.

Establece

contacto

visual con su

interlocutor

Algunas veces

titubea y establece

poco contacto

visual.

Se ve inseguro,

titubeante y no

hace contacto con

nadie.

Seguimie

nto del

tema que

expone

Se mantiene

en el tema y

es congruente

con lo que se

está

hablando.

Se mantiene en el

tema poco tiempo y

cambia de

argumentos con

facilidad.

Sus argumentos

fueron

insuficientes y

poco claros.

Claridad

y

contenid

o del

tema que

expone

Habla

claramente

todo el

tiempo y

demuestra un

completo

entendimient

o del tema.

Habla claramente

la mayor parte del

tiempo pero no está

seguro.

A menudo habla

entre dientes o no

se le puede

entender.

Demuestra no

entender el tema.

Compren

sión del

tema que

expone.

Puede con

precisión

contestar el

contraargume

nto planteado

sobre el tema.

Puede contestar

sólo unas pocas

contraargumentos

planteados sobre el

tema

No puede

contestar los

contraargumentos

planteados sobre

el tema.

Total

168