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Descripcion de los tipos de drogas y efectos

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INDICE

1 ¿Qué es la adicción?

2 ¿Por qué es una enfermedad?

3 La coadicción. Efectos y causas.

4 Claves para detectar una adicción

5 A donde lleva

6 El craving un componente esencial en la abstinencia

7 Riesgo por mezcla de alcohol con otras drogas

8 Drogas

9 Reflexión

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1 - ¿QUE ES LA ADICCIÓN?

La adicción es una enfermedad bio-psico-social, progresiva, crónica y

mortal si no se pone remedio con profesionales expertos y dedicados.

Incapacita a la persona y provoca daños en muchos casos

irremediables.

Esto implica el deterioro en el entorno familiar, laboral y social.

Normalmente asociada a un problema de paternidad como padres

divorciados, ausencia paterna, etc. Algunas personas se imaginan al

adicto como un “delincuente” que busca drogarse las 24 h del día

todos los días.

El criterio que se aplica es el siguiente, si uno lo hace todos los días

entonces es adicto.

Existe una falsa creencia inversa que dice: si uno no lo hace todos los

días, entonces de ningún modo es adicto.

La verdad es que el hecho de que algo se haga o no a diario no

constituye un criterio acertado para determinar si una persona es

adicta o no. Una gran parte de los adictos, en efecto, no consumen a

diario la droga en cuestión si no que hacen un abuso esporádico de

ella, alternando periodos de consumo diario con periodos de

abstinencia o consumos continuados.

Es importante comprender esto, porque partiendo de éste criterio

erróneo, muchas personas que son adictas suelen persuadirse, y

convencer a otros, de que no tienen ningún problema.

Con algunas drogas y actividades, hasta es teóricamente posible (si

bien improbable) que una persona incurra en ellas a diario y no sea

adicta.

En el caso de muchas sustancias, sin embargo (nicotina, cafeína,

azúcar, cocaína y alcohol entre ellas), el consumo diario a menudo

conduce a la adicción.

Tampoco lo es la cantidad empleada. Una persona puede ser

alcohólica, por ejemplo, y solo tomar un par de copas al día, si está

ejerciendo un severo control sobre el impulso de beber más.

No es tanto la cantidad ni la frecuencia lo que cuenta, si no como le

afecta la droga a uno.

El otro factor distintivo clave es para que se está usando la droga o

actividad en cuestión. Si bebe para atenuar una tensión interior, lo

más probable es que no se trate de una mera costumbre social. En

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síntesis si uno incurre en algo para cambiar su estado de ánimo por

que este le resulta intolerable, eso lo llevará por el camino de la

adicción.

EXTRAIDO DEL LIBRO: QUERER NO ES PODER, ARNOLD M.WASHTON &

DONNA BOUNDY

Entonces

El Alcoholismo o adicción al Alcohol y por extensión la adicción a

drogas, es una enfermedad psicológica reconocida en la OMS

(Organización Mundial de la Salud) como enfermedad mental, crónica,

progresiva, y a la que si no se le pone freno con un tratamiento

efectivo es mortal.

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2 - ¿Por qué es una enfermedad?

Es una enfermedad, no es un vicio ni un mal hábito, porque con fuerza

de voluntad el paciente no puede dejar de consumir, hace falta un

tratamiento eficaz. Al ser una enfermedad crónica no hablamos de

“curación” sino de “recuperación” del paciente.

La adicción es una enfermedad muy grave, lo más importante es

reconocer primero la situación y después dar los pasos necesarios para

su solución, su tratamiento. No basta con dejar de consumir, es

necesario un trabajo de cambio de hábitos, comportamientos y

actitudes; así como de estilo de vida. La recompensa es vivir bien y

afrontar los problemas de la vida con equilibrio.

Al adicto en tratamiento, se le enseña a enfrentarse a los problemas

que trae la vida, pues la adicción es la “Enfermedad de las Emociones”

y si no es capaz de cambiar los pensamientos que le llevan a las

emociones negativas volverá a anestesiarlas con el consumo de drogas

legales (Alcohol, Psicofármacos o Tranquilizantes, inhalables) o

ilegales (Cannabis, Cocaína, Drogas de Síntesis o de Diseño y Heroína).

Los principales síntomas de la adicción son:

1. Pérdida de control en la vida del adicto por la droga legal o ilegal.

2. Persistencia en el consumo a pesar de las consecuencias adversas o

negativas (perder el trabajo, accidentes de tráfico, peleas y

agresiones, a veces hasta perder la tutela de un hijo, problemas con la

justicia,…)

3. Manipulación a todas las personas que rodean al adicto por esa

necesidad imperiosa de consumir, que para el adicto es necesaria y no

puede controlar.

4. Autoengaño, cuando el enfermo que quiere dejar las drogas y

promete que no va a volver a consumir, realmente lo cree así, aunque

sin un tratamiento efectivo y con fuerza de voluntad, es imposible.

También la falsa creencia del consumo controlado, el adicto piensa y

cree que controla, que la próxima vez no se le irá de las manos el

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consumo.

5. Negación del problema, el adicto minimiza los desastres de sus

consumo, “yo no tengo un problema, bebo o consumo lo normal”.

No hace falta que la persona enferma consuma desde por la mañana o

todos los días, para tener una dependencia al alcohol y demás drogas.

“El enfermo no consume porque tiene problemas

sino que tiene problemas porque consume”.

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3 - La coadicción. Efectos y causas.

¿Qué es la coadicción o codependencia a un adicto?

Llamamos coadicción a una forma específica de dependencia

emocional que se produce en algunas personas que tienen una relación

importante o muy estrecha con una persona víctima de cualquier tipo

de adicción (drogas legales o ilegales o adicciones comporta mentales

como compras, juego, sexo, nuevas tecnologías,..etc.).

La definición más obvia de codependencia, es ser compañero de una

dependencia. El concepto de codependencia, ¿qué definición es la

adecuada? Todas lo son. Algunas describen la causa, otras los efectos,

el dolor, los síntomas, los patrones. Para no divagar demasiado,

podemos utilizar la definición de la autora Melody Beattie:

“Una persona codependiente es aquella que ha permitido que la

conducta de otra persona le afecte, y que está obsesionada con

controlar la conducta de esa persona”

La otra persona puede ser un adulto, un niño, un amante, un abuelo,

un cliente, un amigo, un hermano,… Es importante aclarar, que aunque

hablaremos de la codependencia a un paciente drogodependiente, es

decir la coadicción, estas personas hacia las que se crea la

codependencia, pueden ser desde un enfermo físico o mental, una

persona depresiva, o cualquier otra tipo de persona con las

característica de insana, a quien cuidar, proteger o curar.

Inicialmente se utilizó el término “codependencia”, que empezó a

aplicarse al comportamiento que se observaba en las parejas de

personas alcohólicas.

Esta tarea, que cada vez le ocupaba al coadicto más tiempo, no le

permitía el desarrollo de sus actividades personales, produciendo

graves carencias en su vida, apartándola de las relaciones con otras

personas y produciendo a la larga un gran resentimiento hacia el

enfermo de adicción y un estado emocional de desesperanza, que no

pocas veces desembocaba en depresiones más o menos graves.

Así como el adicto va perdiendo el control de su vida, condicionado por

su necesidad de consumir, el coadicto, va perdiendo también el control

de su vida, condicionado por su necesidad de controlar al adicto,

convirtiéndose en un “adicto al adicto”, de ahí el término de

coadicción.

La adicción es una enfermedad que pocos considerarían como un

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contagio familiar, que puede afectar emocional, espiritual y a menudo

físicamente a varias o a todos los miembros de un hogar o familia.

Con lo cual, es un grave problema que deviene de estar involucrado en

los problemas del adicto. El coadicto se caracteriza por estar

preocupado y absorbido por rescatar, proteger o curar al adicto, hasta

tal punto que el adicto tiene una adicción al adicto.

Al conocerse mejor la problemática del adicto, se ha ampliado la

perspectiva sobre el coadicto, observándose esta patología en otros

miembros de la familia, y no solamente en la pareja: padres, madres,

hijos e incluso en algunos amigos.

Algunos de los familiares que van se habitúan a este tipo de relación y

a su vez se ven abocados a relaciones personales y sociales de ayuda,

relacionándose con personas necesitadas de algún tipo de apoyo y

ayuda, a las que ellos “deben salvar” prolongándose así la patología

indefinidamente, víctimas de unas reglas que se han ido imponiendo

en este entorno de relaciones insanas.

¿Qué tipo de conductas muestra un coadicto?

- Una intensa necesidad de controlar a los otros, y en concreto al

adicto

- Elige parejas irresponsables o insanas que invitan a hacerlo.

- Comienza a negar la realidad de la relación “Todo está bien”.

- Posee sentimientos de culpa por no poder curar al adicto.

- Aumenta la concentración en la conducta de su pareja, amigo, o

familiar adicto.

- A menudo muestra sensaciones de fracaso por no cumplir su objetivo

de control y ayuda.

- Elude sentimientos dolorosos y se centra en el adicto.

- Pierde interés por todo, se olvida de cuidar de sí mismo.

- Aparecen problemas en el trabajo.

- Se invade de resentimientos irracionales.

- Sus estados de ánimo dependen de la conducta del adicto.

- Manifiesta alteraciones nerviosas.

- Tiende a aislarse de su entorno y a centrar su vida en el adicto.

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- Se olvida de él y centra su vida en el adicto.

- Su tolerancia hacia los comportamientos del adicto, provocan que

tolere conductas cada vez más graves.

Así pues una persona coadicta se ha convertido en víctima del

comportamiento de otra persona y vive obsesionada por controlar ese

comportamiento y hacer que la otra persona cambie. En consecuencia

se encuentran con que ha ido asumiendo las responsabilidades del otro

y perdiendo la responsabilidad de dirigir su propia vida. Sabe

entregarse a los demás, pero se vuelve incapaz de recibir, por lo que

va agotándose y cargándose de ira. Se convierte en una persona

experta en ayudar a otras, pero pierde la capacidad para cuidar de sí

misma.

Estudia, observa, vigila, controla y conoce a los demás, pero se va

alejando de sí misma, desconociéndose y dejando de percibir sus

propios sentimientos, perdiendo poco a poco la confianza en sí misma

así como la capacidad de percibir y resolver sus propios problemas.

La coadicción no se detiene cuando el adicto inicia su abstinencia.

El diagnóstico y tratamiento de un (a) paciente coadicto (a) debe ser

considerado de una forma muy particular, ya que la neurosis o el

trastorno de la personalidad que subyace a este padecimiento se torna

inmanejable en un proceso terapéutico individual o grupal en el que la

coadicción puede ser el mejor pretexto o resistencia al cambio.

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4 - Claves para Detectar una

Adicción

Estos signos de alarma se presentan muchas veces temprano en la

evolución del proceso adictivo, aún antes de que exista una adicción propiamente hablando. La familia, los amigos o los profesionales de la

salud, están expuesto a poder detectarlos. De esta manera esto es una

oportunidad para detener un problema de salud de manera temprana.

Cambios en el aspecto físico Los estados de ánimos alterados son cambios tempranos en el avance de

la adicción ya sea química o conductual. Algunos de esas señales son:

deterioro del aseo personal

disminución o aumento de peso

cara de agotamiento deterioro de la vestimenta

aparición de infecciones en la piel

ojos enrojecidos sin causa aparente nariz frecuentemente congestionada

sangrados nasales

Cambios en el estado de ánimo

Los estados de ánimos alterados son cambios tempranos en el avance de

la adicción ya sea química o conductual. Algunos de esas señales son:

ansiedad flotante depresión

irritabilidad

impaciencia intolerancia

rigidez de pensamiento

Cambios en el desempeño laboral o escolar

La persona que desarrolla una adicción comienza a invertir más tiempo y

energía de lo que puede en el proceso adictivo, por lo que la participación en el trabajo o estudios tiende a mermar. A continuación algunos de estos

signos de peligro.

ausencias y tardanzas frecuentes

discusiones o conflictos en el trabajo disminución del índice académico escolar

fallar para completar asignaciones o tareas

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Cambios en las relaciones familiares

El sistema familiar es uno de los primeros sistemas impactados por el

desarrollo de una adicción en uno de sus miembros. Se produce estrés y

reacciones codependientes. Algunos de los cambios más frecuentes son:

estrés y tensión en las relaciones familiares

desconfianza

comunicación evasiva discusiones frecuentes

aislamiento del resto de la familia

disminución del tiempo compartido

Cambios en las relaciones sociales

El sistema de contactos sociales cambia definitivamente en el desarrollo de la adicción debido a las exigencias del proceso adictivo. Algunas de

estas señales son:

deterioro de las relaciones habituales sanas

aislamiento aparición de nuevos contactos cuestionables

frecuentar sitios peligrosos

participar en actividades ilícitas

Cambios en las pertenencias

Las pertenencias pueden mostrar el efecto de una adicción de manera

temprana. Algunas de estos cambios son:

posesión de papeles de armar cigarros

posesión de pipas para fumar

ropa manchada de sangre o fluidos dinero que no parece tener origen lógico

perdida inexplicable y frecuente de joyas u otras posesiones de

valor

aparición de envoltorios conteniendo polvos blancos, hierba u otros materiales

Inclusive el cultivo de plantas y hongos

Cambios en las rutinas diarias

Las rutinas diarias muestran cambios que son signos del progreso de la

adicción en la vida de la persona. A saber;

cambios en los hábitos de defecar

episodios de insomnio alternando con periodos de somnolencia

extrema

falta de apetito alternando con periodos de hambre en exceso

falta sin explicación a compromisos familiares importantes

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Estos cambios pueden usarse como herramientas útiles en el proceso de

detectar una adicción en progreso. Sin embargo ninguno de estos signos

por sí solo, puede ser considerado como suficiente para el diagnóstico. Además muchos de estos signos se presentan en otras crisis o

patologías sin que sean exclusivos de la adicción.

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5 - A donde lleva

Primero:

El hospital psiquiátrico.

Segundo: La cárcel.

Tercero: La

indigencia.

Estos tres caminos desembocan en un único

final, la muerte.

El cuarto camino es la recuperación.

La desintoxicación.

QUERER ES PODER.

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6 - El craving, un componente esencial en

la abstinencia.

RESUMEN

Esta revisión pretende definir el concepto de craving, o deseo por el

consumo de drogas, como componente esencial en una dependencia y

su papel en el mantenimiento de la abstinencia. Existen básicamente

dos modelos para explicar este fenómeno, uno basado en mecanismos

de condicionamiento clásico y otro basado en mecanismos cognitivos.

Existe un tercer modelo, que sería el modelo neuroadaptativo, el cual

formaría parte de los dos anteriores.

Informe completo

Se podría afirmar que el craving forma parte de una adicción, que

existe una intensificación del deseo ante señales asociadas al

consumo, que este anhelo es una sensación principalmente subjetiva

para cada individuo y que es importante enseñar a los pacientes a

analizar, afrontar y utilizar sus deseos y a observar cómo desaparecen

sin necesidad de consumo. La importancia del mejor conocimiento de

este fenómeno radica en las posibilidades de medición y futuro

tratamiento del mismo, mejorando de manera significativa la

asistencia en las drogodependencias, con una mayor eficacia en el

mantenimiento de la abstinencia.

Introducción

Dentro del tratamiento integral de los trastornos por abuso y

dependencia de drogas, el mantenimiento de la abstinencia para el

consumo ocupa una parte muy importante de los recursos

farmacológicos y clínicos destinados a la atención de las

drogodependencias. La consecución del estado de no consumo en un

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adicto se convierte en el objetivo primero del tratamiento, y su

mantenimiento se puede asemejar a la permanencia del sujeto en un

extremo de una balanza, en la que a cada uno de los extremos se

sitúan respectivamente la abstinencia y la recaída. En este equilibrio

intervienen múltiples factores, siendo uno de ellos el llamado craving,

que proviene del inglés “crave”: ansiar, anhelar. Existe un interés

creciente en definir con exactitud las características de este concepto,

su papel en una adicción y la posibilidad de modificación del mismo, en

el cual radicaría el posible efecto terapéutico tan ansiado por el clínico.

La importancia atribuida al craving para el consumo, viene definida por

algunos autores que lo consideran como el factor más importante del

abandono terapéutico y es el causante de las recaídas después de

largos periodos de abstinencia, sobre todo porque reaparece durante y

después del tratamiento. Posteriormente se ha especulado con esta

última posibilidad, y se ha visto que no es el único factor determinante

en el mantenimiento de la abstinencia, sino que forma parte de un

conjunto de causas que predisponen al individuo con una adicción a

recaer en el consumo. Es importante actualizar la definición del

craving, haciendo un pequeño recorrido por la evolución del concepto,

exponer los modelos explicativos propuestos, mencionar los diferentes

métodos de medición y actualizar los tratamientos farmacológicos

existentes para este fenómeno.

Evolución histórica del concepto de craving

En 1948, Wikler lo definió como la urgencia intensa y agobiante para el

uso de opiáceos durante la abstinencia. La Organización Mundial de la

Salud, en 1955, englobó dentro del paraguas del craving las siguientes

conductas: recaída, establecimiento de un uso excesivo de droga,

pérdida de control y consumo diario excesivo. Así, propuso que el

deseo o craving explicaba el consumo que aparecía de la necesidad

psicológica y física, y de la necesidad de eliminar la abstinencia. En

1955 Isbell diferenciaba dos tipos de craving: a) el físico o no

simbólico, precipitado por el síndrome de abstinencia, que aparecía en

personas que habían bebido en grandes cantidades durante largos

periodos de tiempo. Éste se manifestaba por síntomas de abstinencia y

estaba atribuido a alteraciones fisiológicas, poniendo de manifiesto un

concepto hoy estudiado, como es el hecho de si el síndrome de

abstinencia contribuye a la aparición del craving; y b) el psicológico,

posterior al síndrome de abstinencia, que ocurriría en personas que

han estado abstinentes durante un tiempo y después de que los

síntomas abstinenciales desaparecieran. Más tarde, Myerson en 1957,

lo incluyó como uno de los componentes mayores de la dependencia

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del alcohol, junto con la pérdida de control y las consecuencias físicas

y psíquicas de la ingesta. Edward y Gross en 1976, lo definieron como

un deseo irracional o conciencia subjetiva de compulsión, entendida

como necesidad imperiosa, significando un conflicto entre el querer

consumir y la abstinencia. Reconocieron la importancia de los

estímulos medioambientales, el estrés y los estados afectivos como

factores de influencia en el craving. Hovarth en 1988, distinguió entre

craving e impulso. Así, la realización de un deseo y el paso a la

consumación del mismo, dependían del acto consumatorio, del cual

formarían parte el craving, como sensación subjetiva de deseo,

necesidad, arousal físico y emocional para conseguir el estado

psicológico inducido por las drogas, y el impulso como determinante

conductual de búsqueda y consumo de la sustancia. El impulso sería la

consecuencia instrumental del craving, o sea, la intención conductual

de verse implicado en una conducta consumatoria. Así, el objetivo del

impulso sería el de reducción del estado que lo ha instigado, es decir,

el craving. Además, proponía que el craving y los impulsos tienden a

ser automáticos y llegan a ser autónomos, y son capaces de continuar

aunque la persona intente suprimirlos. En 1992, Pickens y Johanson,

confirmaron su carácter subjetivo, reconociendo lo poco conocido

hasta ese momento en lo que concernía a sus determinantes, las

relaciones con el consumo y su medición. Aparte de intentar definir el

concepto en sí, se han intentado agrupar los diferentes tipos de

respuestas que presenta el craving y desglosarlo en diferentes tipos.

Así, varios autores proponen que el craving se podría dividir en cuatro

tipos dependiendo de su etiología:

a) como respuesta a los síntomas de abstinencia: los individuos con un

consumo importante, suelen experimentar reducciones del grado de

satisfacción que encuentran en el uso continuado de la droga, pero con

un aumento del malestar cuando dejan de consumirla. Así, el craving

adquiere la forma de “necesidad de sentirse bien de nuevo”.

Representaría una forma de refuerzo negativo, como alivio de los

síntomas de abstinencia.

b) como respuesta a la falta de placer: comprende los intentos del

paciente para mejorar el estado de ánimo de la manera más rápida e

intensa. Sería una forma de “automedicación”, actuando como

refuerzo positivo para el consumo futuro.

c) como respuesta condicionada a las señales asociadas a la sustancia:

la asociación de estímulos neutros con la intensa recompensa del

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consumo, provocaría que finalmente estos estímulos indujesen al

craving de una forma automática.

d) como respuesta a deseos hedónicos: así se experimenta el inicio del

craving cuando se desea aumentar una experiencia positiva, que

previamente se había asociado al consumo, por ejemplo la asociación

de una droga determinada con el sexo, precipitándose el craving como

respuesta a ese condicionamiento previo.

Early conceptualiza y distingue cuatro tipos de deseo o querencia de

droga:

1. Por uso reforzado, que aparecería durante la fase de consumo y

desaparecería al abandonar el mismo.

2. Interoceptivo: en el mes posterior al final del consumo,

desencadenado por síntomas corporales o pensamientos.

3. Encubierto: hasta dos meses después del fin del consumo.

Caracterizado por inquietud y un falso sentido de confianza de que ya

no se desea el tóxico.

4. Condicionado a señales externas e internas: permanece hasta dos

años después del inicio de la abstinencia y estaría desencadenado por

estímulos externos (señales visuales, olfativas, sonidos,…) o internas

(pensamientos, sensaciones,…).

Aunque existen diferentes conceptualizaciones, que han ido

apareciendo durante todos estos años, se podrían definir una serie de

elementos comunes en las diversas definiciones del craving; así se

podría afirmar que:

a) el deseo o craving forma parte de la adicción

b) existe una intensificación del deseo ante señales asociadas al

consumo

c) es importante el enseñar a los pacientes a analizar, afrontar y

utilizar sus deseos y, a observar cómo desaparecen sin necesidad de

consumo (1).

En el momento actual todavía no se han definido claramente los

mecanismos de formación del craving, ante todo porque consiste en

una sensación principalmente subjetiva para cada individuo.

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7 - Riesgos por mezcla de Alcohol con otras

Drogas.

La mezcla de alcohol con otras sustancias psicoactivas o drogas tiene

efectos aún más perjudiciales que tomarlas por separado, las drogas

depresoras del sistema nervioso central, es decir aquellas que

ralentizan o inhiben una o varias funciones de la actividad cerebral.

Las drogas depresoras son: alcohol, barbitúricos, benzodiacepinas

ósea psicofármacos o tranquilizantes, heroína y morfina, marihuana o

maría o THC. Las drogas estimulantes del sistema nervioso central,

aquellas que aumentan la actividad cerebral. Las drogas estimulantes

son: tabaco, cocaína, anfetaminas, drogas de síntesis o drogas de

diseño como el éxtasis, MDMA, etc.

La mezcla de sustancias depresivas del sistema nervioso central

(alcohol y psicofármacos o benzodiacepinas o tranquilizantes) entre sí

o de drogas estimulantes del sistema nervioso central (cocaína y

éxtasis) entre sí, tienen un efecto sinérgico, es decir, sus efectos no se

suman sino que se multiplican y los riesgos de sobredosis aumentan y

pueden ser impredecibles e incontrolables entre los consumidores.

También al mezclar dos sustancias de grupos diferentes, estimulantes

con depresores, en el caso de éxtasis con alcohol, se pueden potenciar

los efectos depresivos del alcohol.

Vamos a ver los efectos del alcohol mezclado con otras drogas:

Alcohol mezclado con:

MARIHUANA: El alcohol mezclado con Marihuana o María o THC o

Cannabis, a bajas dosis son manejables, a dosis altas de ambas hay

riesgos de vómitos, mareos y paranoias. Es la peor combinación para

manejar o realizar actividades complejas o que requieren de altos

niveles de concentración o para la conducción.

TRANQUILIZANTES: la mezcla de alcohol con tranquilizantes, conlleva

un alto riesgo de potenciación de efectos depresivos, enlentecimiento

del sistema cardíaco, depresión respiratoria y pérdida del

Page 19: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

conocimiento. Serio riesgo de muerte. Incluimos benzodiacepinas,

pastillas para dormir o barbitúricos. Ambas sustancias sin un buen

proceso de desintoxicación, debido a su gran dependencia física,

pueden causar la muerte por síndrome de abstinencia. Alcohol y

benzodiacepinas juntos son las drogas más peligrosas pues se

multiplican sus efectos. Es necesario un buen proceso de

desintoxicación, es muy peligroso dejarlos por cuenta propia, cuando

hay un abuso, pueden provocar una parada cardio-respiratoria.

COCAÍNA: La mezcla de cocaína y alcohol hace que se contrarresten

los efectos de ambas sustancias, una droga es excitante y el alcohol es

depresor, lo que da deseos de consumir más y expone a mayores

riesgos. Se provoca con el consumo un aumento de toxicidad sobre

hígado y cerebro. Producen consumidas juntas aceleración a la vez que

enlentecimiento del corazón, riesgo de parada cardio-respiratoria y un

alto riesgo de hemorragia cerebral.

ÉXTASIS: El consumo de alcohol y éxtasis, aumenta el riesgo de

deshidratación. Ambas drogas combinadas provocan mayores riesgos

de ataques de pánico y acaloramiento. El bajón después del consumo

tras los efectos del éxtasis es mucho más intenso y desagradable, con

el alcohol.

KETAMINA: Alcohol y Ketamina juntas pueden producir náuseas y

vómitos. Aumentan las posibilidades de pérdida del conocimiento, paro

cardíaco y depresión respiratoria.

ANFETAMINAS-SPEED: La mezcla de alcohol y anfetaminas o speed,

disminuye las sensaciones de los efectos del alcohol, aumentan los

efectos adversos y la resaca. Ambas drogas consumidas juntas

provoca pérdida de inhibiciones y aumento de la agresividad.

OPIÁCEOS: el consumo de alcohol junto con heroína o morfina, ósea

opiáceos, potencia los efectos depresores, enlentecimiento de la

respiración y del ritmo cardíaco. Ocasionan un serio riesgo de muerte.

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8 - Drogas

SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

Las drogas han sido clasificadas según múltiples sistemas de

categorización, predominando, en la actualidad, las clasificaciones en

función de sus efectos farmacológicos. La clasificación de las drogas

según los efectos que producen a nivel del sistema nervioso central

constituye el sistema de clasificación más aceptado en la actualidad.

Según éste las distintas sustancias podrían clasificarse en una o varias

(drogas mixtas) de las siguientes categorías:

ALUCINÓGENOS

Ácido Lisérgico (L.S.D), Peyote, Mezcalina, alucinógenos sintéticos

M.D.A, M.D.M.A (éxtasis).Provocan alteraciones psíquicas que afectan

a la percepción y varían la noción de la propia identidad. Evocan

imágenes sensoriales sin la existencia de estímulos reales. Sus efectos

son muy variables, y suelen persistir entre siete y doce horas.

Producen despersonalización y autismo. Su consumo puede provocar

graves alteraciones mentales como esquizofrenia, alucinaciones,

estados de paranoia y ataques de pánico.

En lo referente a las drogas de síntesis, se consideran, por los efectos

que producen en el organismo, substancias mixtas alucinógeno-

estimulantes.

DEPRESORES

Reciben también el nombre de psicolépticos. Su función es relajar el

Sistema Nervioso Central (S.C.N.) inhibiendo la actividad nerviosa y el

ritmo de las funciones corporales. En dosis bajas tienen propiedades

estimulantes, produciendo euforia, pero a dosis altas producen sopor,

somnolencia, sedación, pudiendo incluso producir la muerte del

individuo al paralizar la actividad cerebral que controla el aparato

respiratorio. Muchos de ellos se utilizan con finalidades médicas como

tranquilizantes. Muchas veces se usan inadecuadamente para tratar

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estados depresivos. Este uso solamente enmascara el verdadero

problema y no soluciona las causas. Utilizados de esta manera, a la

larga sólo agravan los estados depresivos y terminan por producir

adicción. Dentro de este grupo encontramos:

ALCOHOL

-OPIÁCEOS y sucedáneos sintéticos: Heroína, morfina,

codeína, metadona. Los opiáceos se presentan como polvo para fumar

o solución inyectable. Este narcótico produce un estado de ensoñación

y éxtasis que se acorta rápidamente a causa de la alta tolerancia que

provoca desde el primer consumo.

-NEUROLÉPTICOS o tranquilizantes mayores: Antipsicóticos. Se usan

terapéuticamente en el tratamiento de trastornos psicóticos, como por

ejemplo la esquizofrenia. Producen quietud emocional, retraso

psicomotor e indiferencia afectiva.

-ANSIOLÍTICOS o tranquilizantes menores: Medicamentos

psicotrópicos que actúan sobre el S.N.C produciendo efectos

relajantes, anticonvulsivos, amnésicos y sedantes. Se usan en

medicina para tratar básicamente los estados de ansiedad. Los

consumidores de drogas estimulantes los utilizan para calmar su

estado anímico. También se usan para tratar los estados de pánico

causados tras la ingesta de alucinógenos.

-SOMNÍFEROS O BARBITÚRICOS: Drogas que actúan sobre el S.N.C,

produciendo desde sedación hasta anestesia en función de la cantidad

ingerida.

-GRANDES NARCÓTICOS o anestésicos generales: Ketamina, P.C.P

(Polvo de Ángel), Popper. Inicialmente desarrollados como anestésicos

en cirugía, producen en el consumidor una disociación del medio y de

sí mismos, así como una distorsión de las percepciones visuales y

auditivas.

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ESTIMULANTES

También llamados psicoanalépticos. Tradicionalmente usados para

combatir la fatiga y el desánimo, su función consiste en estimular el

Sistema Nervioso Central, dando lugar a un incremento de las

funciones corporales. En este grupo encontramos:

-ESTIMULANTES MENORES o de origen vegetal: Cafeína, teína.

-ESTIMULANTES MAYORES: Estimulantes químicos como la cocaína,

Crack, Speed, anfetaminas, etc. Este tipo de estimulantes provocan un

estado de estimulación física y psicológica, anulan el cansancio, el

sueño y el hambre, aumentan la concentración y la agresividad, y

disminuyen la temperatura corporal. Su consumo provoca un intenso

placer inmediato debido a que activa rápidamente la producción de

dopamina y serotonina. Desarrollan tolerancia rápidamente, lo que

significa que el consumidor necesitará aumentar la dosis

progresivamente para conseguir el mismo efecto. Son substancias que

destruyen rápidamente el S.N.C. La sobredosis puede resultar fatal.

ALCOHOL

Se consideran bebidas alcohólicas todas aquellas que

contienen alcohol etílico o etanol. Las bebidas alcohólicas se pueden

clasificar en dos grupos:

. Bebidas fermentadas, obtenidas por fermentación de un mosto rico

en azúcar. Las más conocidas son el vino, la cerveza y la sidra.

. Bebidas destiladas, elaboradas a partir de los aguardientes o

alcoholes obtenidos por destilación. En este grupo tenemos los

aguardientes (brandy, ginebra, ron, anís), los licores y también

determinados aperitivos. Las bebidas destiladas suelen contener

mayor graduación en alcohol que las fermentadas.

El grado de alcohol varía según el tipo de bebida entre unos límites

muy amplios. El contenido de alcohol viene indicado en la etiqueta de

las diferentes bebidas. El grado de alcohol es el porcentaje de alcohol,

en volumen, que contiene una bebida, es decir, los mililitros

Page 24: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

de alcohol puro contenidos en 100ml de la bebida. Así, por ejemplo, un

vino de 12º contiene 12 ml de alcohol puro por cada 100 ml de vino.

El alcohol se ingiere por vía oral. El tiempo que pasa desde la última

ingesta hasta que se alcanzan las concentraciones máximas en sangre

varía de 25 hasta 90 minutos. Cuando el etanol alcanza el cerebro

actúa como un depresor primario y continuo del Sistema Nervioso

Central. La estimulación aparente es en realidad un resultado de la

depresión de los mecanismos de control inhibitorio del cerebro. Como

ocurre con la mayoría de las drogas, sus efectos dependen de la dosis.

Los centros superiores se deprimen primero afectando el habla, el

pensamiento, la cognición y el juicio. A medida que la concentración

alcohólica aumenta, se deprimen también los centros inferiores

afectando la respiración y los reflejos espinales, hasta llegar a la

intoxicación alcohólica que puede provocar un estado de coma.

El marcado carácter social que presenta esta droga y la gran

aceptación de la que goza permite que se cataloguen como normales

patrones y formas de consumo que, en verdad, son claramente

patológicos.

DEPENDENCIA AL ACOHOL

El consumo inmoderado de alcohol provoca una dependencia física

intensa. El proceso de creación de dependencia, independientemente

de su duración, es el mismo: al principio se produce una gran

tolerancia al tóxico en la que el bebedor parece tener una infinita

capacidad para metabolizarlo sin que su organismo se vea afectado.

Con el tiempo surge la necesidad de beber más como consecuencia del

proceso de dependencia. El deterioro bio-

psico-social es cuestión de tiempo. El efecto

de la supresión alcohólica puede presentar

diversas manifestaciones que van desde

ansiedad y temblores, irritabilidad e

hiperactividad crecientes, hasta el delirium

tremens: una psicosis orgánica grave que

usualmente se manifiesta entre las 24 y las

72 horas posteriores a la ingestión de la

última copa, aunque en ocasiones puede ocurrir hasta 7 o 10 días

después. Se caracteriza por confusión mental, temblores,

hiperagudeza sensorial, alucinaciones visuales (por lo general de

insectos), deshidratación, trastornos de la presión sanguínea,

convulsiones y anormalidades cardiovasculares. Cualquier paciente

Page 25: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

alcohólico crónico que presente este síntoma deberá ser atendido

hospitalariamente. Paradójicamente, el alcohol, aún siendo una droga

legal, muestra el síndrome de abstinencia (al igual que los ansiolíticos)

más peligroso de todos. El Delirium Tremens conduce a la muerte si no

recibe tratamiento hospitalario.

EFECTOS DEL ALCOHOL EN EL ORGANISMO

La intoxicación por consumo de alcohol puede ser de dos tipos: aguda

o crónica.

La intoxicación aguda se presenta como resultado de un consumo

elevado de alcohol en un corto intervalo de tiempo. Según la

concentración de alcohol en sangre, el individuo presentará unos

trastornos más o menos importantes. Las dosis bajas (a partir de 0,5gr

de alcohol por litro de sangre) producen la sensación de elevar el

estado de ánimo y relajar a la persona. A nivel físico, aumenta la

frecuencia cardiaca, dilata los vasos sanguíneos, irrita el sistema

gastrointestinal, estimula la secreción de jugos gástricos y la

producción de orina. Las dosis medias (a partir de 1gr/L) alteran el

habla, el equilibrio, la visión y el oído, disminuyen los reflejos y se

pierde de la coordinación motora. En dosis altas, los síntomas

anteriores se agudizan y se alteran las facultades mentales y del

juicio. A partir de los 3gr/L se presenta un estado de apatía que puede

derivar en un coma a partir de los 4 o 5gr/L. Por encima de los 5,5gr/L

se produce la muerte.

La intoxicación crónica es consecuencia del consumo regular (más de

56gr de alcohol puro al día) durante un período prolongado de tiempo.

La intoxicación crónica es causa de múltiples lesiones orgánicas. En

términos acumulativos, el consumo inmoderado irrita el estómago y

produce gastritis, daña el corazón al producir trastornos del ritmo

cardiaco e incluso insuficiencia cardiaca; daña también el hígado

provocando cirrosis, una enfermedad causada por la pérdida de células

hepáticas que disminuye la producción de bilis.

En lo que se refiere al Sistema Nervioso Central y Periférico, el abuso

de esta droga puede ocasionar serios trastornos mentales como

pérdida de la memoria, deterioro del aprendizaje, e incluso el

llamado síndrome de Korsakoff, un estado psicótico caracterizado por

la pérdida de conciencia de la realidad. También puede provocar

impotencia en el hombre y neuritis óptica (un tipo de ceguera

irreversible).

Ingerido por mujeres embarazadas el alcohol puede dar lugar al

Page 26: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

Síndrome Alcohólico Fetal (S.A.F) produciendo malformaciones en el

feto o retraso mental irreversible.

La exclusión social y la indigencia son consecuencias sociales muy

graves del consumo abusivo de alcohol. A nivel psicológico, la

depresión suele ser habitual en este tipo de pacientes; el alcohólico se

aísla paulatinamente de su entorno social, adquiriendo poco a poco un

carácter más depresivo. El suicidio es una salida bastante habitual en

este tipo de enfermos.

FALSAS CREENCIAS RELATIVAS A LOS BENEFICIOS DEL CONSUMO

DE ALCOHOL

. La oxidación del alcohol supone un valor

calórico de alrededor de 7 Kcal/gr. El

consumo de bebidas alcohólicas aporta

estas calorías a la dieta alimentaria aunque

no son aprovechables para el organismo.

El alcohol no es, por lo tanto, ningún

alimento.

. Contrariamente a lo que la mayoría de las

personas creen, el alcohol no es un estimulante, sino un depresor del

sistema nervioso central. Las personas que suelen atribuirle al alcohol

un aumento en su capacidad mental verificable en su capacidad de

hacer mejor ciertas cosas como hablar, bailar o crear, están

equivocados. Lo que ocurre en realidad es que bajo los efectos del

alcohol, estas personas gozan de un lapso de desinhibición provocada

por la depresión de mecanismos inhibitorios. Al disminuir la inhibición,

los mecanismos de control momentáneamente ceden paso a la

excitación.

. Existe la creencia popular que el consumo de bebidas alcohólicas

puede mejorar las relaciones sexuales. La realidad demuestra que el

alcohol, como depresor del S.N.C, puede conllevar problemas de

erección e impedir unas relaciones sexuales adecuadas. Por lo tanto, el

alcohol no es ningún afrodisíaco.

. Contrariamente a lo que se piensa, el alcohol no da fuerzas. Son

igualmente falsos otros tópicos según los cuales el alcohol combate el

frío y estimula el apetito.

Page 27: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

TIEMPOS Y VELOCIDAD DE ELIMINACIÓN DEL ACOHOL.

La capacidad para metabolizar el alcohol depende de factores

personales, sexuales y raciales. Las mujeres, por ejemplo, lo toleran

mucho menos que los hombres por tener un hígado más pequeño y

más grasa corporal.

El alcohol ingerido se absorbe principalmente a través del intestino

delgado i pasa a la sangre. El organismo lo elimina básicamente a

través del hígado por un proceso de oxidación, y una pequeña parte

por eliminación directa a través de los riñones.

METADONA

La metadona es un agonista opiáceo puro de origen sintético

desarrollado en Alemania hacia los años cuarenta del siglo XX. Su

potencia es ligeramente superior a la morfina, tiene mayor duración de

acción pero menor efecto euforizante. La metadona está indicada en

dolores intensos de cualquier etiología; postoperatorios,

postraumáticos o por quemaduras, cuando el paciente no responde a

analgésicos menores. Su uso también está indicado como sustitutivo

en la adicción a opiáceos, dentro de un programa de mantenimiento

con control médico y conjuntamente con medidas de tipo médico y

psicosocial. Esta estrategia terapéutica no se utiliza como indicación

primaria de todos los adictos a la heroína, sino sólo en aquellos que a

juicio de los profesionales sanitarios puedan beneficiarse de ella.

En algunos casos este tratamiento resulta exitoso, pero en la mayoría,

el paciente acaba desarrollando una gran tolerancia a la metadona,

convirtiéndose posteriormente en dependiente de esta substancia.

Actualmente existen avanzados tratamientos de desintoxicación de

metadona que actúan sobre las causas principales de la adicción.

LA METADONA EN EL MERCADO NEGRO

Como hemos dicho, la metadona es un opiáceo de uso legal que se

receta como tratamiento para la adicción a la heroína. Su uso está muy

extendido puesto que se dispensa de forma gratuita, permite continuar

consumiendo otras substancias y rebaja sentencias pendientes –por

tratamiento de desintoxicación-, pero su gran defecto es que genera

más dependencia que la propia heroína, razón por la cual poquísimos

pacientes son dados de alta. Actualmente se dispensa en las U.A.D y en

Page 28: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

farmacias acreditadas.

El clorhidrato de metadona se comercializa en emulsiones, ampolletas

y pastillas, y no existe la adulteración al procesarse industrialmente.

La poca flexibilidad ante las necesidades de cada paciente favorece la

existencia de un creciente mercado negro de esta substancia, puesto

que es mucho más barata que la heroína. Debido a la fama que tiene

de ser una droga segura, muchos drogadictos se vuelven

sorprendentemente descuidados al consumirla. Los expertos

recuerdan que no es ni mucho menos inofensiva, sino tan peligrosa

como la heroína.

RIESGOS DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE LA METADONA

Como en todos los opiáceos de prescripción y en los ilegales como

la heroína, el consumo de metadona conlleva un alto riesgo de

provocar dependencia. La inmensa mayoría de personas que en un

momento determinado desarrollan este tipo de dependencia, ya están

familiarizadas con la adicción, ya que han comenzado a

consumir metadona precisamente para combatir las consecuencias de

su adicción a la heroína. En este sentido, es muy frustrante tanto para

el paciente como para su entorno, el encontrarse con que el intento

por deshabituarse de la heroína ha degenerado en la dependencia de

otra droga como la metadona, producto de un tratamiento

de desintoxicación supuestamente orientado a recuperar al paciente

de su adicción a la heroína.

Con el consumo prolongado de metadona, el cerebro deja de

producir endorfinas, es decir, los neurotransmisores opiáceos

producidos por el Sistema Nervioso Central y que actúan como

analgésicos naturales. De esta forma, el cerebro sufre un cambio

estructural i funcional en su circuito, de tal manera que sólo podrá

funcionar con aparente normalidad si hay presencia de metadona el

flujo sanguíneo cerebral.

El paciente debe entonces reemplazar estas endorfinas naturales por

la ingesta de metadona para sentirse bien, pero como el cerebro se ha

adaptado a la metadona, se vuelve cada vez menos sensible a esta

substancia, con lo cual deberá aumentar gradualmente su consumo

para obtener los mismos efectos. Este proceso de tolerancia conduce

siempre a la dependencia.

El síndrome de abstinencia que produce la interrupción brusca del

consumo de metadona es muy grave. La tolerancia provocada por la

metadona es muy alta y se desarrolla con rapidez. Provoca

Page 29: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

dependencia física y un síndrome abstinencial que tarda más en

aparecer que el de otros opiáceos, pero tiene una duración mayor –

alrededor de dos semanas- y es más severo debido a que las

concentraciones del psicofármaco en sangre permanecen en el

organismo durante más tiempo. La evidencia de los casos de adicción a

la metadona sugieren que esta substancia es tan adictiva como la

heroína, aunque no esté presente la atracción psicológica que supone

inyectarse una dosis.

Los riesgos que conlleva el consumo de metadona son más severos

que los de otras drogas. Los efectos a largo plazo incluyen sudoración

excesiva, estreñimiento, problemas del aparato reproductor – las

mujeres pueden ver interrumpido su ciclo menstrual-. Las dosis

terapéuticas de metadona se individualizan en función de la tolerancia

del paciente en los programas de mantenimiento. A dosis altas aparece

sedación, aturdimiento y debilidad general. Las dosis muy altas

pueden desembocar en daños cerebrales o paro respiratorio. Las dosis

letales son de 100mg en pacientes sin tolerancia. Un tercio de las

intoxicaciones letales se dan al principio del tratamiento y suelen

producirse por su asociación con otros opiáceos, alcohol, barbitúricos y

benzodiacepinas, o bien por su administración en pacientes con baja

tolerancia.

ANFETAMINAS, METANFETAMINAS Y DROGAS DE SÍNTESIS

La anfetamina (alfa metil fenil etil amina), es un agente adrenérgico

sintético, potente title="Estimulante">estimulante del Sistema

Nervioso Central, de fórmula química estructural muy parecida a la

adrenalina. La expresión anfetaminas se usa para referir la tríada

formada por las sustancias: anfetamina, dexanfetamina y

metanfetamina, así como también a los estimulantes de tipo

anfetamínico, denominados también ATS (Amphetamine-Type

Stimulants). Los ATS son la familia farmacológica integrada por

compuestos con estructura química análoga o derivada de la molécula

de anfetamina, con propiedades clínicas similares, y con grado de

actividad farmacológica comparable.

FORMAS DE ADULTERACIÓN DE LA ANFETAMINA

Adquiridas en establecimientos farmacéuticos se encuentran puras. En

el mercado negro pueden estar adulteradas con efedrina, cafeína o

Page 30: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

fenilpropanolamina, acompañadas de talco, etc. Su aplicación

intravenosa es casi un suicidio teniendo esto en cuenta.

FORMAS DE CONSUMO Y EFECTOS SOBRE EL ORGANISMO DE

LA ANFETAMINA

Aunque lo más común es su administración oral o nasal,

la anfetamina también puede ser inyectada por vía intravenosa. Si ha

sido ingerida oralmente sus efectos comienzan alrededor de los 30

minutos y pueden prolongarse hasta por 10 horas; si ha sido inhalada

o inyectada los efectos son prácticamente inmediatos aunque duran

menos.

Esta droga se absorbe bien a través del tracto gastrointestinal y se

distribuye rápidamente por todos los tejidos y líquidos orgánicos

alcanzando altas concentraciones en el cerebro y el líquido

cefalorraquídeo. Al ser una amina simpaticomimética actúa como

agonista en los receptores de adrenalina y noradrenalina inhibiendo su

recaptura y provocando un efecto prolongado de estimulación en el

SNC. Afecta el hipotálamo, sitio donde se localizan los centros

reguladores del hambre y la saciedad ocasionando falta de apetito, y

se cree que interactúa también con los transportadores responsables

de la captación de dopamina.

RIESGOS PARA LA SALUD Y DEPENDENCIA DE LA ANFETAMINA

Las dosis bajas provocan aumento de la actividad, agitación,

nerviosismo e intranquilidad, pérdida de apetito, sequedad bucal,

aumento de la presión sanguínea, aceleración del ritmo cardíaco y

midriasis (dilatación de las pupilas). A dosis altas se producen

náuseas, sudoración, verborrea, visión borrosa y dolores de cabeza.

Aumentan y desincronizan la actividad cerebral. Agresividad.

El uso prolongado de anfetaminas puede ocasionar desnutrición,

problemas cardíacos y pulmonares, renales y hepáticos. También

puede ocasionar psicosis anfetamínica, numerosas veces seguida de

actos de violencia irracional y repentina, acompañada por delirios

paranoides. La mayor parte de las anfetaminas que circulan

actualmente en el mercado negro, derivan mayoritariamente de la

Page 31: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

metanfetamina. Dentro de este grupo los más conocidos son el Speed,

el Éxtasis y el Cristal.

El Speed apareció en 1938. Sus propiedades ambiguas dificultan su

clasificación puntual dado que sus efectos navegan entre los de las

anfetaminas y de los alucinógenos. Cuando se consume oralmente o

bien inhalado, inyectado o fumado, produce un intenso placer, debido

a que libera el neurotransmisor de recompensa; la dopamina, y otro

neurotransmisor, la serotonina. El Speed, como cualquier

otra anfetamina, provoca un estado de estimulación física y

psicológica, anula el cansancio, el sueño y el hambre, aumenta la

concentración y reduce la temperatura corporal. Estimula

peligrosamente la agresividad. Su consumo prolongado puede

desencadenar la aparición de alteraciones psicopatológicas de tipo

psicótico que se prolongan en síndromes depresivos difíciles de

diferenciar de la esquizofrenia (psicosis anfetamínica). El Speed puede

causar ataques cardíacos i muerte por sobredosis.

El Éxtasis es una droga sintética técnicamente conocida como MDMA,

las siglas que responden a su composición química, la

metilendioximetanfetamina. El Éxtasis convencional se presenta en

forma de pastilla que recibe todo tipo de nombres (mitsubishis,

supermanes.). La liberación de radicales libres que produce el

consumo frecuente de Éxtasis puede generar un trastorno psicótico

grave. Este estado se caracteriza por delirios persecutorios, excitación,

estupor y miedo intenso. A causa de las visiones psicodélicas, se

pueden generar cuadros de esquizofrenia y paranoia transitorios que

se incrementan si se continúa con el consumo. También se pueden

producir alteraciones auditivas y visuales. La eliminación de las

barreras psicológicas que genera el consumo de esta substancia,

puede desenmascarar profundos dolores ocultos y recuerdos

deprimentes, cuya liberación puede conducir a actitudes

autodestructivas. Esto forma parte de los llamados “malos viajes”, en

los que se destapan emociones negativas ocultas en el subconsciente.

El Cristal no es más que la tradicional pastilla de Éxtasis (MDMA), sólo

que presentado en polvo y en una bolsita de plástico. Se le atribuye

mayor pureza y resulta más caro que las pastillas. También conocido

como Eme, Adán, TXC, droga del abrazo o droga del amor, su consumo

empezó a popularizarse hacia los años noventa y actualmente está

barriendo a la actual pastilla de éxtasis. La producción de Cristal es

sencilla, ya que se obtiene en muchas menos fases que otras

substancias, es más fácil de camuflar y concentra mejor el principio

activo. Suele fabricarse en laboratorios clandestinos en Holanda, pero

también se sintetiza en España. El mayor problema que presenta este

Page 32: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

tipo de tóxico es que al ser en polvo puede provocar una sobredosis

con más facilidad que si se consume en pastillas. Evidentemente, los

efectos sobre el organismo que pueda producir el Cristal son los

mismos que se han anotado para el Éxtasis.

CANNABIS- HACHÍS- MARIHUANA

El cannabis sativa es un arbusto silvestre que crece en zonas

templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura de seis metros,

extrayéndose de su resina el hachís. Su componente psicoactivo más

relevante es el delta–9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC),

conteniendo la planta más de sesenta componentes relacionados. Los

mayores méritos de la marihuana como agente terapéutico en la

medicina occidental están en la inhibición de los cuadros de náuseas,

vómito, pérdida de apetito y dolor en pacientes con cáncer que reciben

quimioterapia o en pacientes con V.I.H. De forma experimental

también se está utilizando con bastante éxito en los cuadros de

esclerosis múltiple, principalmente para suprimir los espasmos

sintomáticos.

El hachís es la droga ilegal que más se consume en España, sobre todo

entre los más jóvenes. El hachís y la marihuana tienen una presencia

considerable entre la población escolar, hasta tal punto que uno de

cada tres de ellos consume. Este consumo empieza a disminuir a partir

de los 13- 16 años, puesto que esta substancia funciona como puente

hacia otro tipo de consumos. El peor problema que presenta el uso del

cannabis es que se trivializa, y todavía aparece asociado a la ecología,

la solidaridad y la búsqueda de la espiritualidad, mientras se

minimizan sus devastadores efectos para la salud.

FORMAS DE ADULTERACIÓN DE LA MARIHUANA

En términos generales, esta es la droga menos expuesta a sufrir

adulteraciones. No obstante, los cultivos ilícitos de marihuana, al no

estar sujetos a controles de calidad, pueden rociarse con herbicidas

tóxicos que son corrosivos para el esófago y llegan a producir fibrosis

pulmonar.

Page 33: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

FORMAS DE CONSUMO DE

LA MARIHUANA

Las hojas y principalmente las

floraciones (los cogollos) de la planta

hembra se desecan, se trituran y se

fuman en pipas comunes, pipas de

agua, vaporizadores o cigarrillos.

También pueden mezclarse con harina

para preparar pasteles, galletas, etc.

Los efectos de la hierba fumada o

inhalada a través de un vaporizador

comienzan entre cinco y diez minutos

después de su administración pulmonar y duran entre una y dos horas.

Los efectos de la ingestión oral comienzan después de media; son más

fuertes y más duraderos, pudiendo prolongarse hasta cinco horas

máximo.

RIESGOS PARA LA SALUD Y DEPENDENCIA DE LA MARIHUANA

Un dato revelador y ciertamente poco conocido

acerca del peligro de los canabinoides es que

siguen siendo detectables en el plasma

sanguíneo hasta 30 días después de su ingesta

debido a que las moléculas de sus compuestos

activos son absorbidas por los tejidos grasos y

se liberan de manera muy lenta en comparación

con otros psicofármacos. El consumo diario del

hachís ralentiza el funcionamiento psicológico

del fumador. Produce pérdida de la memoria

inmediata, dificultades del aprendizaje y

esquizofrenia. También disminuye la producción

de testosterona en los hombres y produce

alteraciones hormonales que afectan al ciclo

menstrual y a la libido en las mujeres. Aumenta

el riesgo de padecer esterilidad tanto en hombres como en mujeres. Se

ha informado de casos de infarto de miocardio en jóvenes

consumidores aparentemente sanos. El poder destructivo de la

marihuana en relación a las neuronas de ciertas áreas específicas del

cerebro es devastador, más aún si tenemos en cuenta que muchos de

Page 34: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

los consumidores están en edad escolar, y por lo tanto en pleno

crecimiento.

COCAÍNA

Es un polvo blanco que se extrae del arbusto de la coca. Es cristalino e

inodoro, pero de sabor bastante amargo. Fue utilizada inicialmente

como anestésico local en ciertas intervenciones quirúrgicas, pero

cuando se descubrió su gran potencial adictivo, fue reemplazada como

anestésico por otro tipo de fármacos que no creaban dependencia.

La cocaína se aisló por vez primera en 1859, y pronto se comercializó a

gran escala. Su publicidad fue aún más intensa que la de la morfina o

la de la heroína, pues pasaba como producto o "alimento para los

nervios" y "forma inofensiva de curar la tristeza". Sigmund Freud,

creador del psicoanálisis, fue la primera autoridad mundial sobre esta

droga, que, según algunos, consumió a diario durante muchos años.

Hacia 1890, ya hay en el mercado un centenar de bebidas que

contienen extractos muy condensados de coca o cocaína pura. La más

célebre será el French Wine of Coca, Ideal Tonic, un espumoso

alcohólico de base cocaínica, registrado y comercializado como Coca-

Cola en 1885. Al año siguiente, viendo que empezaba a gestarse la Ley

Seca, se le suprimió el alcohol, se le añadió nuez de coca (que contiene

cafeína) y esencias de agrios para realzar el sabor, lanzando al

mercado la Coca-Cola como "remedio soberano" y "bebida

desalterante". Los posibles riesgos que contenía la coca aconsejaron

suprimirla de la bebida en el año 1904. En Estados Unidos se ilegalizó

en 1914. Tras algunas disputas, la cocaína sugiere a principios del s.

XX tres actitudes básicas: Unos creen que su capacidad para producir

estados dulcísimos la hace mortífera; otros pretenden que es una

panacea terapéutica rara vez abusada, y otros piensan que resulta tan

útil para algunas finalidades y personas como inútil para finalidades o

personas distintas.

Dependiendo del tratamiento químico que reciba, la cocaína puede

extraerse en forma de hidrocloruro, clorhidrato o hidroclorito. En el

argot de las drogas, los encargados de procesar la cocaína reciben el

apelativo de "cocineros". Un buen cocinero puede convertir un quilo de

pasta en casi el mismo peso de cocaína. Para hacerlo, se necesitan los

siguientes precursores: permanganato de potasio para suprimir los

alcaloides que no son esenciales mediante la oxidación; disolventes

Page 35: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

orgánicos como acetona, éter, benzol o tolueno y algún ácido como el

clorhídrico que reacciona con el alcaloide de la cocaína formando una

sal cristalina. Un riesgo añadido al consumo de cocaína es la facilidad

con que se puede adulterar.

En el argot de la droga, se la denomina "nieve" o "raya", porque en

efecto, se trata de un polvo blanco que da la idea de nieve. "Raya" es

la denominación que hace referencia a su forma de consumo. Cuando

se esnifa se coloca en forma de raya para que con una inspiración

fuerte por la nariz pueda absorberse el polvo. De todos modos, hay que

distinguir las distintas formas de cocaína que llegan a utilizarse. Por

ejemplo; sulfato de cocaína, pasta base, etc., es el resultado de la

maceración de las hojas de coca con diversos productos, entre ellos el

ácido sulfúrico. Es fumable. Y es la base de la que se parte para

elaborar el clorhidrato de cocaína, que es lo que llamamos

normalmente cocaína para ser esnifada o inyectada. Esta es la forma

habitual de coca que se esnifa. No se fuma, porque se descompone por

el calor.

Cocaína free base es la cocaína clorhidrato liberada de los iones Cl H o

sal, quedando la cocaína alcaloide libre. Se fuma. En realidad se

reserva esta denominación cuando el proceso se hace con solventes

volátiles –en general éter- lo que induce a confusión con el Crack, que

es una cocaína free base amalgamada con bicarbonato sódico.

Cabe señalar que ninguna droga estimulante de diseño, ha alcanzado

tanto renombre como el Crack. Fumado en pipas, o aspirando el humo

derivado de calentarlo sobre papel de plata, el crack produce una

euforia superior a la cocaínica, aunque aún más breve, con lo cual, el

riesgo de generar dependencia es muy rápido y elevado. El usuario

tipo de este tóxico, tiene muchos rasgos en común con el

heroinómano; es incapaz de dosificar el producto y –como el

alcohólico- sigue tomando hasta que la droga se agota o le rinde la

fatiga, a veces tras no dormir durante días.

FORMAS DE ADULTERACIÓN DE LA COCAÍNA

Hay dos tipos de "cortes" o adulterantes para la cocaína. Los cortes

inactivos sirven para dar peso: lactosa, talco, bórax, o cualquier otra

substancia que se parezca a la cocaína y no tenga efectos colaterales

perceptibles de manera inmediata. Para compensar la potencia perdida

en la adulteraciones, se le añaden también cortes activos, que pueden

Page 36: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

ser de dos clases: excitantes (anfetaminas en polvo) para que tenga

una subida fuerte y congelantes (novocaína o benzocaína) para imitar

el efecto característico de adormilar la boca de la auténtica cocaína. La

prueba más efectiva para detectar adulterantes se realiza a nivel

térmico: la cocaína se funde entre los 192 y los 197 grados

centígrados, por lo tanto, cualquier ingrediente que llegue a fundirse

antes o después, no puede ser cocaína. Empíricamente se puede

realizar con ayuda de un pedazo de papel aluminio o de los

metalizados que vienen en las cajas de cigarros. Se coloca la muestra

de cocaína encima del papel y por debajo se calienta con un

encendedor. Si es pura, hace burbujas y deja una película marrón

claro; si no lo es se ennegrece y deja grumos. La inmensa mayoría de

los consumidores no sabe reconocerla por la sencilla razón de que

nunca la ha visto ni la ha probado pura. Algunos aficionados a la

cocaína están tan habituados a las anfetaminas y otros adulterantes

que son en todos sentidos y para todos los fines, adictos al corte que

pagan muy por encima de lo que éste vale en el mercado legal.

FORMAS DE CONSUMO DE LA COCAÍNA

La vía de administración más frecuente es la nasal; pero también se

inyecta intramuscular, subcutánea e intravenosa; o se administra por

conducto oral, rectal, o vaginal, o se fuma sola o mezclada con

heroína. Si viene en grumos, la cocaína se pulveriza con cualquier

navaja o tarjeta plástica. El polvo se coloca sobre una superficie plana

formando "rayas" que mediante una cánula o un billete enrollado como

tal, se van aspirando por una fosa nasal, mientras la otra se tapa con

la mano. El polvo previamente disuelto en agua destilada sólo puede

inyectarse a nivel subcutáneo o intravenoso si se está seguro de que

tiene una pureza mayor al 80%, de otra manera puede estar cortada

con sustancias que no sean hidrosolubles (ver formas de

adulteración). El polvo de cocaína también puede fumarse "en base"

siguiendo este procedimiento: se llena con agua una cuchara hasta la

mitad, se vierte una porción de cocaína por dos de bicarbonato o

amoníaco y se calienta con un encendedor hasta que se forman unas

piedras que pueden fumarse en una pipa común o en alguna

improvisada con latas, por ejemplo.

Page 37: Crecer sin drogas (Daniel Celli).pdf

RIESGOS PARA LA SALUD Y DEPENDENCIA DE LA COCAÍNA

La cocaína es una de las drogas más peligrosas que existen

actualmente. Puede ser aún más dañina que la heroína. Los grandes

riesgos que comporta su consumo no han sido todavía reconocidos

tanto por el público en general como por muchos médicos.

Las dosis bajas de cocaína pura rondan entre los 50 y los 100 mg; las

medias entre 150 y 200 mg; y las altas entre 250 y 500 mg. En

consumidores no habituales, sobrepasar el gramo puede ser letal. El

consumo de cocaína ocasiona midriasis (dilatación de pupilas),

disminución de la sensibilidad al frío, aumento de la temperatura

corporal, de la presión sanguínea y aceleración de la frecuencia

cardiaca. Como resultado de la acción supresora en los centros

reguladores de apetito en el cerebro, también se experimenta falta de

apetencia. Como la cocaína es un vasoconstrictor, su inhalación

constante provoca la degeneración del tejido local dañando las

mucosas nasales.

En caso de ser fumada habitualmente, ocasiona infecciones en las vías

respiratorias e incluso puede llegar a provocar un edema pulmonar.

Los síntomas de abuso comienzan pareciéndose a los de un resfriado

crónico combinado con insomnio y pérdida de peso. En casos graves de

abuso, se experimentan mareos, vómitos, irritabilidad, convulsiones y

alucinaciones con temas recurrentes como insectos que circulan bajo

la piel; además de perforación del tabique nasal en caso de inhalarla,

infecciones cutáneas en caso de inyectarla o hemorragias pulmonares

en caso de fumarla. La exposición a la cocaína durante el desarrollo

fetal es altamente susceptible de producir daños irreparables en los

recién nacidos. Los daños sobre el Sistema Nervioso Central son a

menudo irreparables.

HEROÍNA

En 1883,el químico alemán Heinrich Dreser aisló un opiáceo nuevo

gracias a la acetilización del clorhidrato de morfina, con lo cual obtuvo

diacetilmorfina, nombre científico de la heroína. La heroína apareció

en el mercado de la mano de unos reconocidos laboratorios

farmacéuticos como medicamento para tratar la tuberculosis. La

acción de esta nueva droga sobre las vías respiratorias inhibiendo el

reflejo de la tos era tal, que se creyó que había sido vencida

definitivamente la tuberculosis, por lo que se le dio el nombre de

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heroína (Heroish, remedio enérgico). Pronto se vio que, aunque su

efecto anestésico era muy similar al de la morfina, la heroína era más

activa, por lo que podía utilizarse en dosis menores logrando el mismo

efecto con las consiguientes ventajas a nivel de acumulación en los

tejidos. Sin embargo, ciertos efectos estimulantes y no sólo

analgésicos la diferenciaban de la morfina, por lo que durante mucho

tiempo se recomendó como cura para el hábito producido por ésta. En

poco tiempo se demostró que la dependencia que generaba

la heroína era mucho más intensa que la de la morfina.

FORMAS DE ADULTERACIÓN DE LA HEROINA

Como todos los opiáceos de venta ilícita, la heroína puede adulterarse

con quinina, lactosa, azúcar, almidón, leche en polvo, etc, y otros

fármacos depresores del SNC como barbitúricos y sedantes. Se han

encontrado algunos casos de sustitución total de heroína por

pentazocina más el antihistamínico tripelenamina. La droga

llamada Speedball no es más que cocaína mezclada con heroína.

Diversas leyendas urbanas dicen que la heroína de la calle también

puede ser cortada con estricnina u otros venenos, extremos que no

están documentados con precisión. Debido a que los consumidores

de heroína desconocen la fuerza real de la droga o su verdadero

contenido, corren el riesgo sufrir un envenenamiento por adulteración,

o una sobredosis letal.

FORMAS DE CONSUMO DE

LA HEROINA

Desgraciadamente, la vuelta al

consumo de la heroína, es una

realidad palpable. Actualmente

la heroína resulta más barata que la

cocaína, de ahí que vuelva a

introducirse en el mercado del

consumo. Tradicionalmente se ha

consumido por vía intravenosa, pero

el temor al contagio por compartir la

jeringuilla ha hecho que muchos de

los adictos prefieran consumirla

fumándola en “chinos” (especie de

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cigarrillo fabricado con papel de aluminio). El “rebujao” o “mezcla” es

otra de las vías por la que se está introduciendo, sobre todo entre los

consumidores más jóvenes puesto que es muy barata. Consiste en una

mezcla de heroína con base de coca. Es de muy bajo costo y de un

poder adictivo enorme. A dosis altas es letal.

RIESGOS PARA LA SALUD DE LA HEROINA

Los efectos que produce la administración de heroína se producen a

los 3-5 minutos del consumo, y

duran alrededor de las 3 o 4 horas.

Si bien las primeras veces que se

utiliza acostumbra a provocar

náuseas, vómitos y rechazo, los

efectos que produce son de euforia y

bienestar. Muchos consumidores

dicen que la sensación que reciben

es parecida a la de un orgasmo. A

nivel físico produce miosis

(contracción de las pupilas),

insensibilidad al dolor, disminución

de la presión arterial, del ritmo

respiratorio y del deseo sexual, e incoordinación muscular. Adictiva y

destructiva, el abuso de la heroína está asociado a graves

consecuencias para la salud, incluyendo sobredosis mortal, aborto

espontáneo, obstrucción de las venas y, particularmente en el caso de

los usuarios que se la inyectan, enfermedades infectocontagiosas

como el VIH y la hepatitis. Entre los riesgos psiquiátricos que plantea,

graves alteraciones de la personalidad, problemas de memoria,

trastornos de ansiedad y depresión. La dependencia que genera hace

muy difícil abandonar su uso.

BENZODIAZEPINAS

Las benzodiazepinas (BDZ) son los tranquilizantes menores más

comúnmente prescritos por los médicos para calmar la ansiedad. Son

medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el S.N.C, con efectos

sedantes e hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y

miorrelajantes (relajantes musculares). Por ello se usan

las benzodiazepinas en medicina para la terapia de la , insomnio y

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otros , así como las, abstinencia alcohólica y espasmos musculares.

Tienen también aplicación en ciertos procedimientos invasivos como la

endoscopía o dentales cuando el paciente presenta ansiedad o para

inducir a sedación y anestesia. Las benzodiazepinas poseen

propiedades anti-ansiedad y pueden ser usados para el manejo

temporal de la ansiedad severa. Las BZD, por lo general, se

administran por vía oral, aunque se pueden administrar por vía

intravenosa durante un ataque de pánico. Un panel internacional de

expertos en la farmacoterapia de la ansiedad y la depresión definieron

el uso de las benzodiazepinas, especialmente en combinación con

antidepresivos, como las principales drogas en la terapia de los

trastornos de la ansiedad.;

Los consumidores de drogas estimulantes con frecuencia se

administran benzodiazepinas para calmar su estado anímico. A

menudo se usan benzodiazepinas para tratar los estados de pánico

causados en las intoxicaciones por alucinógenos.

RIESGOS PARA LA SALUD Y DEPENDENCIA DE LAS BENZODIACEPINAS

Los efectos sedantes de estos psicofármacos se inician con un suave

trastorno de la atención y la capacidad de concentración.

Las BDZ afectan al individuo a nivel físico, mental y emocional: actúan

sobre el cerebro inhibiendo la actividad del SNC., disminuyendo así la

velocidad de transmisión neuronal., la velocidad de reacción y la

coordinación muscular. Pueden producir también distintos grados de

amnesia al bloquear la transferencia de información. Por su efecto

depresor, alivian la tensión y la

ansiedad, así como también inducen

sensaciones de calma y relajación.

En función de la persona y la dosis

administrada, las BDZ pueden

provocar excesiva sedación,

generando somnolencia, dificultades

de concentración, debilidad a nivel

muscular, dificultades en la

coordinación, etc. Como efecto

secundario esta sustancia puede

producir también el efecto

paradójico: aumenta el nivel de

excitación y la persona puede mostrarse más agresiva. Esto se puede

dar en pacientes con problemas psiquiátricos asociados.

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Las BZD tienen un gran potencial para generar tolerancia y adicción.

Con el uso prolongado de estas drogas el cerebro deja de producir su

propia sustancia GABA (ácido gamma amino butírico, el principal

neurotransmisor inhibitorio cerebral) y las BZD empiezan a manejar

las funciones de este químico natural del cerebro. Por eso cuando se

abandona el consumo de BZD, y sin las sustancias naturales que ha

dejado de producir durante el consumo de la droga, el organismo sufre

alteraciones que conforman un síndrome de abstinencia muy severo

.La tolerancia y la dependencia de las BZD se crea con rapidez entre

los usuarios de estos medicamentos, demostrando síntomas de

abstinencia de las BZD en tan solo 3 semanas de uso continuo.

La sobredosis de benzodiacepinas, en particular cuando se mezclan

con alcohol, pueden llevar a un estado de coma.

El síndrome de abstinencia de BDZ, al igual que el síndrome de

abstinencia del alcohol, requieren siempre asistencia hospitalaria,

puesto que pueden provocar la muerte del paciente.

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9 - Final

Es tiempo de reflexionar como el uso de drogas, puede ser una fuente

de evasión de una realidad la cual no hay que escapar, sino que hay

que enfrentar porque es primordial para el desarrollo de la vida

humana la reflexión consciente y despierta, el estado de alerta y la

capacidad creativa y de esfuerzo.

En efecto, la tarea que tenemos los padres y consecuentemente los

profesionales de la salud contemporáneos es, ni más ni menos, que

comenzar desde cero, autoformarnos y tomar conciencia de la realidad

que nos rodea y en la cual estamos inmersos para poder sembrar

semillas de un nuevo ideal.

Con el poder de un Estado sin conciencia, la tarea que nos toca es

colosal, solo caben aquí la creatividad, la reflexión, el esfuerzo y la

puesta en común de estrategias, experiencias y aprendizajes en un

entorno sano. No podemos picar el anzuelo, es el Estado el que

permite el consumo de drogas a través de la despenalización de las

mismas. Antes que luchando, nos quieren ver drogados, y sumidos en

una vorágine de autodestrucción.

A menudo, hay personas que opinan que promover la abstinencia de

las drogas es algo reaccionario, se nos acusa de moralistas, ¿hay algo

más revolucionario que pretender mantenernos conscientes? ¿Hay

algo más reaccionario que mermar nuestras capacidades y aptitudes

autodestruyéndonos con el consumo de sustancias de las cuales el

“grupete” que rodea al Estado saca ingentes beneficios económicos?

Defendemos la libertad individual no es nuestro propósito prohibir

nada a nadie, sino llamar a la reflexión sobre el problema de las drogas

en nuestra juventud, ser conscientes y luchar por solucionarlo.

Muchas personas argumentan que puede existir una relación con las

drogas más “responsable”, que no se base en excesos, que se haga de

forma consciente, etc. Nosotros respondemos que hacer apología de

un uso “responsable” de drogas en pos de pretendidas virtudes de

dichas sustancias no es nuestra labor, pues el problema que vemos en

la realidad es el abuso y la alienación, la autodestrucción y el

aletargamiento. No vemos a gente consumiendo sustancias de forma

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responsable, ya que esto no existe, por lo tanto no vamos a hacer

apología de algo que ha destruido, y destruye. Este es el problema que

vemos y éste es el problema que combatimos; no estamos dispuestos a

promover un uso “responsable” de las drogas, queremos promover la

abstinencia porque no vemos que se esté dando un uso responsable (si

es que se puede denominar responsabilidad al hecho de introducir a

sabiendas tóxicos en el organismo), vemos autodestrucción,

alienación, aletargamiento y casi la total ausencia de raciocinio,

sentido crítico, reflexión y creatividad; virtudes todas ellas

imprescindibles para la tarea de construir un mundo mejor rescatando

los valores para construir generaciones libres y sanas.

Este es el tiempo de sumar para servir, servir para construir, construir

para existir.