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ORGANIZACIóN MUNDIAL DE LA SALUD SERIE DE INFORMES TÉCNICOS No. 31 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL Informe de la Segunda Reunión PUBLICACIÓN NO. 267 Diciembre, 1952 OFICINA SANITARIA PANAMERICAN Oficina Regional de la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD

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ORGANIZACIóN MUNDIAL DE LA SALUD

SERIE DE INFORMES TÉCNICOS

No. 31

COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

Informe de la Segunda Reunión

PUBLICACIÓN NO. 267 Diciembre, 1952

OFICINA SANITARIA PANAMERICAN

Oficina Regional de la

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD

Organización Mundial de la Salud

Serie de Informes Técnicos

No. 31

COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

Informe de la Segunda Reunión

Ginebra, 11-16 de septiembre de 1950

INDICE

PAÁG.

1. Introducción .......................................................... 1

2. Definiciones . ......................................................... 2

3. La Higiene Mental en la Práctica de la Salud Pública .................. 3

4. Servicios de Maternidad ............................................... 5

5. El Lactante y el Niño Pre-escolar ..................................... 9

6. Separación del Niño Pre-escolar de la Madre ........................... 11

7. Higiene Escolar ....................................................... 17

8. El Niño Lisiado ....................................................... 23

9. Enfermedades Transmisibles ........................................... 25

10. Cuidado de los Ancianos ............................................... 30

11. Educación Sanitaria del Público ....................................... 33

12. La Inmigración ........................................................ 35

13. Estadísticas Sanitarias y Estudios Epidemiológicos ..................... 36

14. Administración de Salud Pública ....................................... 37

15. Adiestramiento en Higiene Mental para el Personal de Salud Pública... 40

OFICINA SANITARIA PANAMERICANAOficina Regional de la

Organización Mundial de la Salud1501 New Hampshire Avenue, N. W.

Washington 6, D. C., E.U.A.

Traducido al español por laOficina Sanitaria Panamericana

ypublicado con cargo al presupuesto de la

Oficina Regional para las Américasde la

ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD

COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

SEGUNDA REUNIÓN

Miembros:

DR. W. C. MENNINGER, The Menninger Foundation, Kansas, Estados Unidosde América (Presidente)

DRA. ELSA B. NORDLUND, Directora, Departamento de Higiene MentalInfantil, Hospital Norrtull, Estocolmo, Suecia

DR. T. F. RODGER, Profesor de Medicina Psicológica, Universidad de Glasgow,Gran Bretafa (Relator)

SRA. J. ROUDINESCO, Médica del Hospital Ambroise Paré (Servicio de Psi-quitría Infantil) París, Francia (Relator)

DR. TH. H. DE RUYTER, Director del Departamento de Salud Mental, ServicioMédico Municipal, Amsterdam, Paises Bajos

DR. A. C. PACHECO E SILVA, Professor de Psiquiatría Clínica, Universidad deSao Paulo, Brasil

DR. K. SODDY, Sus-DIRECTOR, Federación Mundial de Salud Mental, Londres,Reino Unido

DR. K. ZIMMERMAN, Jefe, Servicio de Salud Mental, Departamento de SaludPública del Estado de California, San Francisco, California, Estados Unidosde América

Secretario:

DR. G. R. HARGREAVES, Jefe, Sección de Salud Mental, OMS

COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

Informe de la Segunda Reunión'

El Comité de Expertos en Higiene Mental celebró su segunda reuniónen Ginebra del 11 al 16 de septiembre de 1950. La sesión fué abiertapor la Dra. Martha Eliot, Sub-Directora General de la OrganizaciónMundial de la Salud.

1. Introducción

En el informe de su primera reunión2 el comité afirmó que consideraba"que el principio único más importante a largo plazo para el futurotrabajo de la OMS es el fomento de la salud mental"-en contraposiciónal tratamiento de trastornos psiquiátricos-"es el de estimular la in-corporación, en los programas de salud pública, de la responsabilidad parala promoción de la salud mental de la comunidad del mismo modo que lade la física." El comité toma nota de que el Consejo Ejecutivo, en suscomentarios sobre este informe, también subrayó la importancia deltrabajo preventivo de salud mental en los servicios de salud pública, asícomo la necesidad de proveer facilidades para la formación de un perso-nal de salud pública' para desempeñar este trabajo.

En su segunda reunión, que se ha dedicado a una discusión más amplia deestos asuntos, el comité ha tenido la ventaja de contar entre sus miembrosa psiquíatras quienes están personalmente colaborando con los serviciosde salud pública, ya sea en el desarrollo de la práctica de higiene mental odirigiendo la formación en higiene mental del personal de salud pública.

' El Consejo Ejecutivo, en su 7a. reunión, adoptó la siguiente resolución:El Consejo Ejecutivo,Habiendo considerado el informe del Comité de Expertos sobre la Salud Mental

en su segunda reunión,(1) Agradece a los miembros del comité su trabajo;(2) Autoriza la publicación del informe; y(3) Recomienda su distribución;(4) Llama la atención del Comité de Expertos en Educación Profesional y

Técnica del Personal Médico y Auxiliar, al ler. párrafo de la sección 15.3del informe;

(5) Toma nota de la recomendación en el 20 párrafo de la sección 15.2.3; y(6) Ruega al Director General estudiar, dentro de la provisión del presupuesto

actual, los experimentos existentes en la formación de especialistas de salud públi-ca en la higiene mental y a colocar este tema en la agenda de una reunión futuradel Comité de Expertos en Salud Mental.(Resolución EB7.R64, Actes Off. Org. mond. Santé, 32)

2 Org. mond. Santé: Sér. Rapp. Tech. 1950, 9, 7' Por "personal de salud pública" se entiende toda persona encargada de servi-

cios de salubridad: médicos, higienistas, personal de enfermería, trabajadoressociales, etc.-Red.

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COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

2. Definiciones2.1 Salud mental

Ya que existen tantas definiciones de salud mental, el comité creeimportante declarar qué concepto de este estado tuvo presente durantesus discusiones. Es evidentemente poco satisfactorio definirlo negativa-mente como un estado en el cual el individuo no sufre de ningún trastornopsiquiátrico abierto; pero si mantenemos que la adaptación al ambientees en todos los casos un fenómeno mental sano, no tenemos en cuentaque un ambiente puede ser tal que la reacción saludable sea intentarcambiarlo. Sin embargo, aunque el impulso para adaptarse a cualquierambiente no es una característica de la salud mental, la capacidad deestablecer relaciones armoniosas con otras personas sí lo es.

La salud mental, tal como la comprende el comité, es influenciada porfactores tanto biológicos como sociales. No es una condición estática, sino

.sujeta a variaciones y fluctuaciones de cierta intensidad; el conceptodel comité implica la capacidad de un individuo para establecer relacionesarmoniosas con otros y para participar en modificaciones de su ambientefísico y social o de contribuir en ello de modo constructivo. Implicatambién su capacidad de obtener una satisfacción armoniosa y equili-brada de sus propios impulsos instintivos, potencialmente en conflicto;armoniosa porque culmina en una síntesis integrada, más bien que enla abstención de la satisfacción de ciertas tendencias instintivas, comofin de evitar la frustración de otras.

Implica, además, que un individuo ha logrado desarrollar su perso-nalidad de modo que le permita hallar para sus impulsos instintivos,susceptibles de hallarse en conflicto, expresión armoniosa en la plenarealización de sus potencialidades.

2.2 Higiene mental

Es igualmente necesario explicar en qué forma se usa en este informe eltérmino "higiene mental," pues la palabra se emplea a menudo en sentidoeufemistico para designar el tratamiento psiquiátrico temprano, pre-sumiblemente para evitar el estigma que aún se le imputa con frecuenciaa los trastornos psicóticos establecidos y, a través de éstos, a la palabra"psiquiatría." En este informe el término se emplea en un sentidoestricto y literal, análogo al modo en que se usa el término general de"higiene" en la práctica de salud pública. Para el comité, entonces, lahigiene mental consiste en las actividades y técnicas que promueven ymantienen la salud mental. Su práctica requiere que grupos e individuosexaminen y vuelvan a valorizar las modalidades de las relaciones inter-personales, a la luz de su influencia sobre el desarrollo de la personalidady la salud mental. Para conseguir esto, la sola educación teórica esinsuficiente. Debe ser acompañada de métodos prácticos de enseñanza através de experiencias concretas, individuales y de grupo, que fomentanla autocomprensión emocional y modifican la conducta en las relaciones

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INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

personales y en una evolución de la personalidad más sana. Las ex-periencias de un individuo en sus relaciones de grupo e individualesinfluyen sobre su personalidad y llegan a formar parte de ella. En todaslas sociedades, los individuos tienen la posibilidad de participar en lasactividades de grupos como la familia, el vecindario, y el grupo detrabajo; pero las sociedades difieren mucho en la variedad de oportuni-dades que ofrecen para la participación en otras relaciones de grupo. Eldesarrollo de las escuelas, por ejemplo, no sólo proporciona a los indi-viduos la oportunidad de adquirir instrucción sino que ofrece unaexperiencia nueva e importante de relaciones de grupo.

3. La Higiene Mental en la Práctica de la Salud Pública

En la mayoría de los paises e] servicio de salud pública al principiose preocupó sobre todo del control de las enfermedades trasmisibles,pero en el curso de su desarrollo se ha interesado más y más en todos losaspectos de la vida de los individuos y de la comunidad.

La psiquiatría, por su parte, evolucionó como un servicio personal alindividuo enfermo, y es sólo recientemente que los psiquiatras estáncolaborando en la medicina preventiva. Las situaciones en que la genteacude al servicio de salud pública en busca de ayuda y atención com-prenden una serie de acontecimientos normales desde el nacimiento deun niño hasta los desastres familiares como la tuberculosis del jefe defamilia. En todas estas situaciones pueden surgir tensiones, y en generalcuant.o mayor es la tensión en la familia, tanto más necesarios son losservicios de salud pública. La contribución indirecta de los trabajadoresde salud pública a la higiene mental ha sido muy considerable pormucho tiempo; el mero hecho de su existencia acrecenta el sentido deseguridad de la familia o del individuo y contribuye efectivamente a lasolución eficaz de sus problemas.

La tarea del comité ha sido la de discutir cómo se pueden aplicarconceptos y en algunos casos hipótesis, derivados de la experienciaclínica de la psiquiatría, a la práctica de la salud pública, teniendo encuenta los fines, prácticas y tradiciones de esta última. El comité se dacuenta de que muchos conceptos derivados de la psiquiatría clínica debenaún ser puestos a prueba, modificados y adaptados antes de poder tenervalor para la práctica y filosofía de la salud mental, pero está convencidotambién de que ya existen conocimientos comprobados que deberíanser aplicados por el trabajador de salud pública.

El comité no ignora que en algunos países las actividades de higienemental formales ya constituyen parte integrante de los programas desalud pública. Aun cuando no haya un programa definido de higienemental, ésta está implícitamente incluída en gran diversidad de activi-dades de salud pública. Este es el caso cuando, en el cumplimiento desu deber, un trabajador de salud pública entra en contacto personal conun paciente o con otro empleado. En entrevistas y al dar consejos, el

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COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

trabajador de salud pública ejerce una influencia directa en la higienemental, al reducir la angustia, inspirar confianza y proporcionar lascondiciones a base de las cuales el individuo puede encontrar por símismo la solución de sus problemas emocionales y sociales.

La influencia indirecta del trabajdor de salud pública en la higienemental no es menos importante y puede, en efecto, alcanzar a unaproporción mucho mayor de la población. Por ejemplo, las institucionesresidenciales pueden ser organizadas de modo a satisfacer, en lugar defrustrar, las necesidades psicológicas básicas de los niños o adultos queresiden en ellas, contribuyendo así esencialmente a su salud mental.Si la administración es buena y competente, las relaciones interpersonalesen el departamento de salud pueden ser tales que eleven la moral personaly engendren espontáneamente en los trabajadores de salud pública unaactitud mental que fomente las buenas relaciones personales entre elpersonal y los pacientes y también entre el servicio de salud pública yotras organizaciones de la comunidad.

El incremento de actividades de higiene mental en el campo de lasalud pública comprende la valorización del efecto que tienen sobre lasalud mental ciertas tradiciones y prácticas de las que habitualmenteno se hace un estudio objetivo. Muchas innovaciones de importanciaen la salud pública han requerido justamente este tipo de revalorizaciónde formas aceptadas de vivir. Por ejemplo, ha surgido una ciencia de lanutrición y hubo que informar al público respecto a los conocimientosderivados de ella. Los nuevos conocimientos científicos sobre la nutri-ción a veces se encontraban en conflicto con hábitos alimenticios basadosen la tradición y la religión y, en dichos casos, los trabajadores de saludpública tuvieron que encontrar maneras para cambiar dichos hábitosa!limenticios, pese a un11n resistencia! a menudo muy intensa.

La higiene mental, que se ocuDpa de temas como los métodos de crianzade los niños, el desarrollo del carácter y de la personalidad y la modifi-cación de la conducta, necesariamente invade campos en que rigensanciones derivadas de ideas religiosas, sistemas éticos y convencionessociales. Por lo tanto, pueden surgir resistencias emocionales extraordi-narias a pesar de que las filosofías en que se basan las grandes religionesincorporan principios de higiene mental. La salud mental se encontrarátambién a menudo en conflicto con prejuicios derivados de la experienciaindividual. La incorporación eficaz de la higiene mental en las prácticasde salud pública depende, en parte, de la comprensión de estas actitudesadquirida por los trabajadores de salud pública y en su deseo de parti-cipar en las valorizaciones objetivas de las mismas.

Hasta que se haya desarrollado un cúmulo mayor de conocinientostécnicos y una práctica adecuada a la formación y las capacidades delpersonal interesado, la contribución en higiene mental que el trabajadorde salud pública puede hacer en su trabajo diario, puede ser descrita agrandes rasgos como una apreciación humana de problemas humanos,

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INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

apreciación para la cual los sistemas actuales de educación médica nosuelen suministrar una preparación suficiente. Una gran parte de esteinforme trata precisamente de este principio fundamental.

El comité reconoce plenamente la necesidad de que los expertos enpsiquiatría estudien las causas de las enfermedades mentales y nerviosas;de ellos debe ser la responsabilidad principal de divulgar los conoci-mientos etiológicos que puedan ser aplicados en higiene mental; y elpersonal de salud pública debe saber cuándo debe solicitar su ayuda.Incumbe igualmente a los psiquíatras reconocer su responsabilidad enla práctica de la salud pública. Relativamente pocos de ellos han demos-trado interés en la oportunidad para un trabajo preventivo de saludmental que ofrecen los servicios de salud pública. El trabajador de saludpública necesita la ayuda del psiquiatra no s61o para tratar los problemasque están más allá de su competencia, sino también para integrar losprincipios de salud mental en sus prácticas.

El comité considera que algunas de las oportunidades más importantespara mejorar la salud mental de la comunidad están ahora al alcancede los trabajadores de salud pública. En las siguientes secciones de laprimera parte de este informe el comité ha tratado de describir, comoejemplos, la naturaleza de algunas de estas oportunidades, proporciona-das por diversos aspectos de la práctica de salud pública para su aplica-ción en la higiene mental. No es posible, dentro de] marco de un informecomo éste, enumerar todas las oportunidades que podría ofrecer unservicio de salud pública altamente desarrollado, ni discutir en detallelas implicaciones de higiene mental de cualquiera de las oportunidadesmencionadas. El comité ha tenido que limitarse a una exposición brevede aquellas que considera las más importantes, basándose principal-mente en la experiencia personal de sus propios miembros, o aquella queles es familiar en sus propios países. Espera con esto estimular a lostrabajadores de salud pública y a los psiquíatras a estudiar en suspropios países las oportunidades que se les presentan.

4. Servicios de Maternidad

El grado de atención provista para las mujeres embarazadas en losprogramas de salud pública varía notablemente de un país a otro.Con demasiada frecuencia el procedimiento se enfoca en términos denutrición, anatomía, fisiología y química, sin llegar a reconocer elacontecimiento como de gran significado emocional.

Los aspectos emocionales son numerosos; las diversas actitudes haciael niño por nacer, la anticipación de cambios fundamentales en el modode vivir de la madre y de su esposo, modificación de las relaciones conpersonas en el ambiente inmediato, y los peligros reales o imaginadosque acompañan los cambios físicos. Estas reacciones varian muchocon la madurez emocional de cada mujer, con la amplitud de sus conoci-mientos, con factores económicos y estructuras culturales. El aconte-

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COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

cimiento puede ser muy feliz; sin embargo, la atención inadecuada opoco apropiada puede ser el factor que precipite un grave trastornoemocional, tanto para la mujer como para su familia.

Como todo acontecimiento de importancia vital, e] primer embarazode una mujer está lleno de "cosas desconocidas," de preocupacionesnaturales pero inesperadas, de sensaciones y emociones nuevas. Estosfactores dan lugar a que se desarrollen formas "normales" de angustia.La futura madre, mentalmente sana, reacciona constructivamente antesu angustia, cuidándose en forma especial y haciendo preparaciones parala comodidad y el futuro del niño. Con el desarrollo de la gestaciónsurje un sentimiento creciente de logro biológico y de cumplimientocomo mujer. Esas actitudes emocionales, ante la expectativa detener un niño, pueden promover una relación más sana entre la madrey el padre, en que cada uno aprecia más completamente el papel biológicodel otro; o también pueden constituir una amenaza para esta relación.Además, en la mayoría de las culturas, el nacimiento de un niño aumentael prestigio social de los padres.

Para ayudar a solucionar problemas como éstos, los trabajadores desalud pública responsables de asistir y cuidar a la madre durante elperíodo de gestación y del parto deben tener en cuenta su propia relaciónpersonal con la madre. El experto en salud mental subrayará la necesidadde un enfoque positivo. Conociendo la normalidad de estas reacciones,el personal médico y de salud pública aceptarán con tolerancia las acti-tudes emocionales expresadas hacia ellos por los futuros padres. Estaactitud, en las relaciones profesionales, implica la necesidad de atendercon comprensión y tolerancia todas las preguntas y ansiedades de losfuturos padres, sin demostrar ninguna clase de menosprecio o desdén.Es necesario precaverse contra la tentación de usar el propio juicio y lapropia experiencia como único criterio para ayudar a una paciente aresolver sus problemas emocionales.

Las responsabilidades del médico o de la enfermera hacia la madreembarazada incluyen el suministro de información sobre la gestacióny el parto en forma que la paciente pueda aceptar emocionalmente.Tales conocimientos científicos, bien dados, serán un sostén psicológicoque modificará la dependencia de la paciente en creencias tradicionales,y son un factor importante para disipar angustias que provienen de laignorancia o de la mala información. En momentos apropiados, duranteel embarazo, la información debe abarcar temas como:

la fisiología de la gestación y del parto,los cambios físicos y afectivos durante el embarazo,las relaciones sexuales durante el embarazo,la explicación de la finalidad de los procedimientos de examen,la preparación física y psicológica para el parto,el apoyo afectivo y la explicación respecto a ocurrencias poco comunes

durante el embarazo,

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INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

la información a los hermanitos,el cuidado físico y psicológico del recién nacido.Este proceso educacional sirve como vehículo para la evolución con-

tinuada de una relación personal entre la madre y el padre, y el conse-jero profesional.

Los problemas emocionales del embarazo ponen de relieve las relacio-nes de ambos padres entre sí, con sus propios padres, y con los otroshijos, todas las cuales pueden ser modificadas radicalmente por la ex-periencia.

El trabajador de salud pública debe, pues, comprender estas relacionescambiantes y sus implicaciones para la salud mental de la mujer y de sufamilia. Las reacciones patológicas son frecuentemente provocadas por:

la desaprobación por parte de los futuros abuelos,los celos del padre,la falta de aceptación del niño,la ignorancia o el resentimiento por parte de los hermanitos.Una angustia patológica puede surgir en la futura madre por varias

causas, como la ignorancia, la mala información, la amenaza de posiblesrechazos o desaprobaciones, un sentimiento de incompetencia personalpara la maternidad, o un sentimiento de culpa por tener un hijo contra-riamente a la voluntad del marido o porque el embarazo no era inten-cional. El trabajador profesional tiene la responsabilidad de ofrecer unarelación amistosa, comprensiva e indulgente, que la estimule a hablarsobre problemas de este tipo. La tolerancia, el apoyo afectivo y lainformación ayudarán a la futura madre a sobreponerse ella misma a suangustia. Tal actitud por parte del trabajador de salud pública es, en sf,psicoterapéutica.

Otro aspecto del embarazo en que a menudo no se repara, o bien quees notado con cierta sorpresa, es lo que se llama técnicamente la ambi-valencia normal de los futuros padres. Aun en familias donde los hijosson muy deseados y los padres emocionalmente maduros, tanto la mujercomo su marido pueden tener durante el embarazo sentimientos variablesacerca del niño que está por nacer. Además de sentimientos de bienestar,alegría, y cumplimiento, hay a menudo dudas sobre la propia aptitudpara hacer frente a los requerimientos de ser padres, hay también otrostemores y aprensiones y a veces hasta un deseo de rechazar toda la ex-periencia. El ambiente emocional en la familia en la cual ha de nacer elniño refleja la angustia de estas emociones opuestas. Por ejemplo, siel embarazo no ha sido deseado por uno de los futuros padres o por am-bos, en algún período del mismo predominarán frecuentemente lossentimientos de duda, angustia y culpabilidad. Pero, al mismo tiempo,el trabajador de salud pública descubrirá comunmente sentimientoscoexistentes de bienvenida para el nuevo hijo. Cuando el niño es deseado,los sentimientos preponderantes suelen ser favorables, con mucho menoshostilidad latente.

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COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

Esta ambivalencia emocional hace que las mujeres embarazadas necesi-ten la asistencia médica durante el embarazo. El personal de saludpública puede ofrecerles el apoyo de profesionales eminentes que lasayude a resolver estos nuevos problemas emocionales. Algunos serviciosde salud pública frustran esta necesidad, impidiéndoles formar duranteel embarazo una relación personal estable con un médico, una enfermera,o una partera. Por otra parte, los trabajadores de salud pública encuen-tran a menudo difícil aceptar las actitudes ambivalentes que hallan ensus pacientes. Sus propias actitudes hacia embarazo y parto puedenestar trastornadas porque sus filosofías personales se han desarrolladoen ignorancia de tales fenómenos.

Durante todo embarazo y parto, pueden ocurrir problemas especialesde gran importancia emocional, cada uno de los cuales necesita untratamiento psicológico especial. Por ejemplo: el niño no deseado, losmellizos o nacimientos triples no diagnosticados, la ilegitimidad, el abortoprovocado o espontáneo, la malformación, la sección cesárea, etc. Amenudo uno de estos problemas, o el aumento de las tensiones familiaresimplicadas, se encontrará por debajo de síntomas desfavorables comoel malestar y los vómitos excesivos al principio del embarazo. Es inevi-tablemente la responsabilidad del trabajador de salud pública ayudar ala madre a hacer frente a estos problemas emocionales.

Podríamos quizás resumir toda esta sección enumerando algunos delos criterios por los cuales se podrá juzgar un servicio de cuidado pre-natal:

(1) El personal deberá tener un conocimiento adecuado de las emo-ciones normales del embarazo y de la maternidad.

(2) El tiempo disponible y la actitud, al respecto, de los trabajadoresprofesionales y de la administración deberán alentar y fomentar eldesarrollo de una verdadera relación personal entre el trabajador desalud pública y la embarazada.

(3) El servicio deberá fomentar y proyectar una relación continuade la paciente con un solo médico, enfermera o partera.

(4) Cuando el servicio prenatal constituye un departamento distintodel que asistirá el parto, o del que atenderá el cuidado postnatal delniño, debería haber un contacto interdepartamental efectivo. Este de-bería funcionar prácticamente a través del trabajo realizado con cadacaso y no sólo en teoría.

(5) El trabajador de salud pública deberá disponer de tiempo para ladiscusión de los problemas y actitudes familiares de la paciente.

(6) El personal deberá recibir enseñanza especial y asesoramiento com-petente sobre el cuidado de las angustias y ambivalencias normalesobservadas durante el embarazo.

(7) El servicio deberá suministrar individualmente o en grupos, a lasmujeres embarazadas de que se ocupa, información sobre la fisiologíay psicología normales del embarazo. Deberá proporcionar, tanto en el

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INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

consultorio externo como en visitas a domicilio, una atmósfera que esti-mule a las pacientes a hacer toda clase de preguntas al personal duranteel embarazo.

(8) En el caso de problemas especiales como el falso embarazo, elaborto, la aversión franca contra el embarazo y las complicaciones médi-cas graves, el personal de salud pública deberá poder disfrutar de laenseñanza y asesoramiento esenciales que les permita asistir a las pa-cientes a su cargo a lograr la readaptación afectiva necesaria.

5. El Lactante y el Niño Pre-escolar

5.1 Primer año

Los conocimientos de asepsia, higiene de la alimentación y de epi-demiología adquiridos en los últimos años del siglo XIX han contribuidoen algunos países a un sistema de higiene para los lactantes y niños,que subordina las necesidades psicológicas del ser humano joven a suscondiciones fisiológicas. El equilibrio debe ser restablecido, y no correrel riesgo de salvar la vida de los niños a costa de una atrofia permanenteen el desarrollo de su personalidad. Muchas prácticas actuales en elcuidado de los lactantes son perjudiciales para el desarrollo del niño y,asimismo, para la salud mental del adulto de mañana: los horariosrígidos de alimentación y sueño, el trato impersonal del niño, el entrena-miento de limpieza prematuro o intolerante, la restricción del movi-miento infantil y la hospitalización evitable y prolongada.

Hay un serio peligro de que estas prácticas nocivas sean introducidasen los paises que ahora empiezan a establecer sus servicios de saludpública. Las reglas de la higiene física deben ser aplicadas flexiblemente,recordando que se aplican a seres humanos, a fin de no afectar, al evitarlas amenazas físicas contra la salud humana, las aptitudes en que sebasa la salud mental.

El niño puede desarrollarse armoniosamente en el curso de su primeraño solamente si existen buenas relaciones entre él y su madre o la per-sona que la reemplaza. Cualquier interrupción en esta relación durantela primera infancia y especialmente durante el primer año, puede tenerconsecuencias serias y permanentes para el futuro del niño.

Por consiguiente, los trabajadores de salud pública (médicos, enferme-ras, trabajadores sociales) deben tratar de conservar, fortalecer y es-tabilizar esta relación. Aun si el niño nace en una familia normalmenteconstituida, los consejos que se le dan a la madre acerca del cuidado dela salud física del niño deben permitirle adaptar las reglas de la higienea su propio ambiente y al medio cultural en que vive. Debe evitarseuna disciplina demasiado estricta. Sólo así se evitarán problemas comolas irregularidades en los hábitos alimenticios, hábitos de sueño y otrospatrones de la conducta que se están desarrollando. Si un hogar se hallaquebrantado por razones sociales, psicológicas, o económicas, o si lamadre debe criar a su hijo sola, los servicios de salud pública deben

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evitar toda separación del niño de la madre. Una razón adicional paramantener la relación entre madre e hijo es el hecho, a menudo olvidadopor los administradores de la legislación social, que el cuidado de unniño separado de su madre resulta a la larga mucho más costoso que laayuda económica directa a la madre.

Por ejemplo, el establecimiento de salas y casas cuna para niños meno-res de un año que separan al niño de la madre debería ser consideradocomo una medida de emergencia impuesta solamente-por la incapacidadde la comunidad de ayudar a las madres a cuidar ellas mismas a sushijos.

Pero las razones en favor de tal politica no son s61o de orden económico,pues es precisamente en casos de un hogar quebrantado que la madrenecesita ayuda psicológica que le permita continuar una relación emo-cional satisfactoria con su hijo.

5.2 Segundo año

Las primeras tentativas de independencia son una característica delsegundo año de la vida del niño. El niño camina y empieza a hablar,pero debe someterse a los requerimientos que le imponen sus padres enel interés de su seguridad y salud; en sus relaciones con los mayoresempieza a encarar las exigencias crecientes de la vida social.

Los problemas del entrenamiento de limpieza y de los requerimientossociales son resueltos de muchos modos distintos según el medio culturaldentro del cual nace el niño y, a su vez, esos diversos requerimientosinfluyen sobre la personalidad creciente del niño y a través de él, cuandoadulto, sobre las características culturales de la comunidad.

Durante el segundo año, los adelantos principales, especialmente enla enseñfanza de háhbitos de limpiea personal, estRn limitados por edesarrollo del sistema nervioso del nifio. AlgInas teorlas eduicacionalesevidentemente exigen del niño más de lo que el desarrollo fisiológico per-mite. El método del entrenamiento de limpieza puede a menudo sermenos importante que el tipo de la relación madre-niño dentro del cualse imparte a menos que, desatendiendo los hechos biológicos, ese entre-namiento se emprenda, por ejemplo, antes de la mielinación de las fibrasnerviosas necesarias para el control voluntario de la micción.

5.3 Tercer año y años subsiguientes

Alrededor de los tres años, el niño debería estar listo para tomar parteen los juegos y la vida de otros niños, ya sea en el pueblo, la escuela depárvulos o parques públicos, y debería ser capaz de hacer una adaptaciónemocional satisfactoria al nacimiento de un nuevo niño en la familia.

Durante este período se desarrolla el sentido de reciprocidad social.La conducta del niño es configurada por su experiencia previa y por elambiente familiar, pero si puede ir a una escuela de párvulos, la maestra

INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

pronto empieza a desempeñar un papel importante en la adaptacióndel niño a las nuevas exigencias de la vida de la comunidad.

En los primeros cinco años de vida surgen muchos problemas emocio-nales que pueden requerir medidas especiales. Tales problemas provocanuna diversidad de síntomas, entre ellos la dependencia excesiva de lamadre, dificultades de alimentación, problemas del entrenamiento delimpieza, ataques de rabia, atrasos en la adquisición de habilidadesmotrices y del lenguaje, tics, temores infundados y succión excesiva delpulgar.

Los criterios siguientes permiten juzgar en qué grado se satisfacenlas necesidades psicológicas del niño como resultado de la organizaciónde centros de salud para madres y niños, así como la de servicios médicosen las escuelas de párvulos:

(1) Los médicos y enfermeras deberán familiarizarse con el desarrollonormal del niño, en cuanto afecta a funciones como actividades motrices,inteligencia, lenguaje, desarrollo afectivo y aptitud para establecer rela-ciones sociales. Deben también estar familiarizados con los problemasemocionales que surgen normalmente durante los primeros cinco añosde vida.

(2) Deberán conocer también las necesidades emocionales básicas delniño en los primeros años de su vida.

(3) Dispondrán de tiempo suficiente para ayudar y aconsejar a lasmadres en sus dificultades, y la administración los alentará en ese sentido.

(4) Los mismos trabajadores de salud pública deben gozar de unabuena posición social, tanto material como moral, para permitir unabuena selección de candidatos para ese trabajo.

(5) Deberá haber cooperación entre las instituciones tales como lasescuelas de párvulos y los servicios médicos.

(6) Los trabajadores de salud pública deben tener, hacia la madresoltera y el niño ilegítimo, una actitud libre de hostilidad y prejuicio.

(7) Deberá haber una continuidad efectiva entre los servicios de saludinfantil y los que son responsables del cuidado de niños que sufren detrastornos serios en su desarrollo emocional e intelectual.

(8) Finalmente, y esto es quizás el principio más esencial, la prácticade salud pública debe estar basada en un verdadero respeto por la per-sonalidad y el significado individual de cada niño a quien trata de ayudar.

6. Separación del Niño Preescolar de la Madre

En la sección anterior de este informe se hizo referencia a los efectosque tiene sobre el niño preescolar la separación de la madre. Este asuntotiene, sobre todo en los primeros tres años, implicaciones tan vastas parala práctica de salud pública que merece que se trate de modo más amplio.

No es posible en este informe detallar la naturaleza del daño psicoló-gico al niño que resulta de esta experiencia de separación. El comité

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12 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

alaba la iniciativa del Director General de estimular una investigacióncompleta de este asunto y recomienda, en conexión con el tema de estasección, el estudio del informe preparado por un consultor de la OMS,sobre "Cuidado maternal y salud mental". 4

Hay muchas situaciones en que una separación temporal o permanentede un niño pequeño de su madre parece ser una solución conveniente ydeseable de un problema familiar. Pero esta solución aparentementeobvia produce comúnmente profundas dificultades emocionales paramadre y niño, tanto en el momento de la separación como más tarde.Las situaciones en que tal solución puede considerarse buena suelen sercrisis de familia, perturbaciones en la vida social, desastres económicoso enfermedades que pueden hacer deseable internar a la madre o alniño en un hospital.

Pero aun cuando la razón de la separación proviene de factores socialeso enfermedad, o de la incapacidad evidente de la madre de cuidar a suhijo, la separación misma puede pronto llegar a constituir el factor másgrave en la experiencia del niño. En algunos casos se pretende, mediantela separación, resolver el problema de incompatibilidad en la familia.Sea cual fuere el origen de la perturbación es evidentemente imposibleresolver el problema separando a madre e hijo, ya que esta medida creapor sí sola problemas para ambos y para el niño problemas con repercu-siones permanentes. A la luz de los conocimientos modernos, muchoscasos en que antes la separación hubiese sido considerada como buenapráctica de salud pública, ésta es de hecho altamente indeseable. El in-forme antes mencionado trata este asunto en gran detalle.

Sabemos ahora a ciencia cierta que la separación de un niño de sumadre, aunque sea por un periodo relativamente corto, puede crearangustias on efectos profundos sobre el niño. Esto ocurre especialmenteentre las edades de 6 y 30 meses. Por lo tanto, cuando la separación pa-rece deseable, debería hacerse s61o después de haberse comprobado comoesencial a base de un cuidadoso análisis de la situación. Será necesarioevaluar, en cada caso particular, las necesidades contradictorias delniño; por un lado, su deseo de estar con la madre, y por otro, el de recibirenseñanza o tratamientos especiales para niños enfermos o lisidados.

Cuando se decide que la atmósfera psicológica dañina de un hogar esdestructiva para un niño, y cuando es imposible mejorar las condicionesantes de que hayan causado daños irreparables, la separación deberátener lugar. Sin embargo, no deberá hacerse a menos de ser perfectamenteevidente que, aunque sea permanentemente perjudicial para el niñopreescolar, es menos nociva que cualquier alternativa posible.

El personal de salubridad responsable de intervenir en tales casos

4 Publicado en inglés en el Bull. Org. mond Santé, 1951, 3, 355; publicado tam-bién en dos ediciones separadas en inglés y francés en Org. Mond. de la Santé: Seriede Monografías, No. 2.

INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

debe comprender el significado emocional de la situación y ser capaz dellegar a conclusiones basadas sobre el problema individual del niño.Además, debe disponer de una información completa sobre el nuevohogar al que el niño ha de ser enviado. Hay muchos tipos posibles decolocación para un niño separado de la madre. Los siguientes son losque encontrarán con mayor frecuencia los trabajadores de salud pública:

(1) Sala cuna o "créche";(2) Hogar de vacaciones o de convalecencia;(3) Hogar pensión (hogar substituto);(4) Cuidado institucional;(5) Hospitalización;(6) Escuela especial;

(a) para niños físicamente débiles,(b) para niños mentalmente atrasados,(c) para niños emocionalmente trastornados.

6.1 Sala cuna o "créche"

La razón más común para enviar a un niño menor de dos o tres añosa una sala cuna es para que la madre pueda salir a trabajar. En tal caso,la separación entre madre e hijo es un hecho diario, que algunos niñosno pueden tolerar, que los perturba y hace llorar casi todo el dia. Lamadre, por su parte, irá probablemente al trabajo poseida de un senti-miento de culpabilidad.

El trabajador de salud pública debería comprender el significado deesta separación diaria, y ser capaz de dar sostén a madre y niño en estaexperiencia traumática. Si el niño no puede adaptarse rápidamente ala situación, la separación no debería continuarse. Existe también unpeligro opuesto; el trabajador de salud pública deberla reconocer queun niño intranquilo que se calma rápidamente y adopta un comporta-miento dócil y apacible puede estar sufriendo daños psicológicos aunmás serios que el niño que permanece agresivo y desafiante.

Hay otro aspecto de este problema sobre el cual el comité consideraun deber señalar. Actualmente la politica social y fiscal de muchas na-ciones se inclina hacia estimular a las madres de niños preescolares aemprender un trabajo relacionado con la producción nacional, fuera delhogar. La existencia de "créches" y salas cuna es a menudo uno de losmedios de que se vale la politica gubernativa para estimular esta tenden-cia. Evidentemente, sólo los gobiernos nacionales son capaces de evaluarla importancia relativa de la productividad industrial; no obstante, lafirme convicción del comité es que, en muchos casos que requerían unaevaluación entre las necesidades de los niños y las de la producción na-cional, se han tomado decisiones en completa ignorancia del precio queha de pagar la generación futura en daños permanentes al desarrolloemocional. Deberia ser el deber de las administraciones nacionales de

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14 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

salud pública de asegurarse que tal decisión se tome sólo con pleno co-nocimiento de todas sus implicaciones.

6.2 Los hogares de vacaciones o de convalecencia

Un hogar de vacaciones puede ser muy útil en algunos casos, perodebe recordarse que no siempre beneficia psicológicamente a un niñode edad preescolar el dejar un hogar pobre en una población urbanapara vivir entre otros niños en un ambiente sano con sol y aire fresco;ese cambio significa la separación de una madre cariñosa para vivir enun ambiente en el cual no tiene a nadie que se ocupe personalmente deél.

En general, puede decirse que un hogar de vacaciones para familias omadres con sus hijos pequeños es mucho más provechoso y que los ho-gares de vacaciones que separan a los niños de edad preescolar de susfamilias pueden hacer más daño que bien.

6.3 El hogar pensión

Un buen hogar pensión puede ser un substituto para la vida familiarnormal; pero, si el niño ha de permanecer en él por más de un breveperiodo, la madre real debe permitir a la madre pensionera estableceruna relación estrecha con el niño. En la selección de un hogar pensión,el ambiente emocional de la nueva familia y la comprensión de la madrepensionera hacia las necesidades de un niño normal son consideracionesmás importantes que las comodidades físicas provistas.

La misma madre pensionera necesita ayuda para comprender ladifícil situación emocional del niño separado de su familia. Por maloque haya sido el hogar que el niño ha dejado, el dejarlo pesa gravemente.hobre s-s emoriones, y además, el problema de a.daptaei<n del niño sp.relaciona no slo s o n los padres pensioneros sino, probablemente también,con una nueva comunidad y con todo lo que esto implica. La madrepensionera necesita toda la información posible sobre el niño y su am-biente que le pueda ayudar a disminuir la desventaj a que surge de la faltade relación previa con él.

6.4 Cuidado institucional

En todas las instituciones para el cuidado de niños preescolares deberíainsistirse en el adiestramiento del personal en los aspectos psicológicosdel cuidado de niños, y particularmente en la relación madre-niño. Esmuy importante que el niño esté todo lo posible bajo el cuidado de lamisma niñera si su relación con ella ha de suplir a su propia madre demodo tolerable. Los cambios frecuentes de personal, aunque a vecesinevitables, ponen al niño de nuevo frente al problema de la separación.Un ambiente psicológico, social y físicamente semejante al de un hogares una característica esencial de una buena institución.

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6.5 Hospitalización

Cuando un niño se enferma su relación normal con su madre difiere enmuchos respectos de la de un niño sano, y el trabajador de salud públicadebe comprender esto. El niño enfermo tiene mayor necesidad de sumadre, mayor dependencia de ella, y en la madre aumenta la angustia.La angustia del niño enfermo puede exteriorizarse en otras formas quepor las manifestaciones ruidosas de temor, agresión y rebeldía. El niñobien criado que no perturba la rutina de la sala (comportamiento quelas enfermeras consideran con frecuencia deseable), puede tener unaangustia mayor que el niño mal criado. Las personas al cuidado deniños pequeños en los hospitales deben comprender la tendencia naturalde algunos niños de ocultar sus sentimientos agudos de inseguridad o dedisimular su profundo resentimiento hacia sus madres por haberse sepa-rado de ellos.

Debe, pues, hacerse todo esfuerzo para conservar una relación emo-cional viva entre la madre y el niño preescolar durante el período dehospitalización. Este objetivo debería ser considerado por el personaldel hospital como parte integral del tratamiento médico, sea cual fuerela razón de su hospitalización. La presencia frecuente de la madre en elhospital debe ser considerada como una necesidad positiva para la saludmental del niño. Sus visitas deben ser bien acogidas por el personal, apesar de la inconveniencia que puedan ocasionar en la rutina hospitala-ria, y a pesar de la perturbación emocional que puedan producir en elniño.

El trabajador de salud pública comprensivo puede reducir el "shock"psicológico de la separación, ayudando a la madre a preparar al niñopara ir al hospital. Es particularmente importante no hacer al niñoninguna promesa que no puede ser cumplida.

Para disminuir la preocupación de la madre, el hospital debe propor-cionarle información adecuada y rápida acerca de la condición del niño.El tipo rutinario de respuesta, que se acostumbra todavía dar en tantoshospitales a toda pregunta sobre el estado del paciente, aumenta laaprensión considerablemente. Toda pregunta debería ser objeto de unarespuesta personal y no de formulas impersonales.

6.6 Escuelas especiales

Las escuelas especiales deben prestar tanta atención a las necesidadesemocionales de los niños como al tratamiento de su incapacidad específica.El niño oligofrénico, por ejemplo, necesita del amor maternal tanto comoel normal, y el cieguito necesita quizás aun de mayor comprensión paravencer a su severa desventaja sensorial.

Las instituciones en las que los niños residen permanentemente pre-sentan graves peligros inherentes para el desarrollo psíquico. Ademásde la falta permanente de una relación maternal, el niño puede muy bien

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16 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

sufrir una privación adicional por la ausencia de los contactos socialesnormales. La vida social de los niños es un proceso de crecimiento con-tinuo, y un periodo largo de aislamiento institucional puede afectar alniño considerablemente respecto a sus reacciones ulteriores a las exi-gencias de una vida social normal. Por consiguiente, las institucionesdeben esforzarse por crear los mejores substitutos posibles de la vidafamiliar y comunal normales.

El traslado de una institución a otra hace revivir en el niño, hastacierto punto, todos los problemas anteriores de privación materna ori-ginal. Estos traslados deberán evitarse en lo posible, mediante la buenaselección de la primera colocación del niño.

6.7 Adopción

Las consecuencias de la adopción son vastas tanto para los padresadoptivos como para el niño. En cada caso es esencial comprender losmotivos de los padres adoptivos, pues sus actitudes para con el niñodependerán en gran medida de esos motivos. El deseo de una parejasin hijos de tener un sentimiento de plenitud es el motivo más sano parala adopción, siempre que este deseo sea compartido igualmente por am-bos conyuges, pero el consentimiento pasivo de uno al deseo de adopcióndel otro trae consigo el peligro de problemas para el niño en sus futurasrelaciones con sus padres adoptivos.

Cuando los motivos principales para la adopción son neuróticos-odificultades matrimoniales para las cuales la adopción podría ser conside-rada como una solución neurótica-no es aconsejable encomendar a unniño a tal madre adoptiva. Es difícil que esta clase de persona satisfagalas necesidades emocionales del niño. Otro inconveniente serio es laed.d de 1os padres adontivos; pules las personas viejas no suelen ser losuficientemente flexibles y adaptables para asimilar en la familia alrecién llegado. Desde el principio de la adopción debe hacerse todo es-fuerzo por aplicar los conocimientos sobre las necesidades interioresdel niño.

Los padres adoptivos necesitan ayuda en la educación de sus hijos y,particularmente, en el difícil problema de cuándo y cómo decirle alniño la verdad sobre su origen. El descubrimiento de la verdad a menudoperturba las relaciones entre el niño y sus padres adoptivos; ambas partesnecesitarán ayuda para restablecer la relación perturbada por esta revela-ción.

Un punto final debe ser subrayado en la discusión de la adopción. Lasactuales leyes sobre adopción están destinadas esencialmente a protegerlos intereses de los adultos, ya sea de la madre natural o de los padresadoptivos. El trabajador de salud pública puede desempeñar un impor-tante papel educativo, insistiendo en que es menester tener en cuenta lasnecesidades del niño al elaborar nuevas leyes. Desde el punto de vista

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del niño, por ejemplo, es sumamente deseable que la adopción se efectúe,en lo posible, durante los primeros seis meses de vida a pesar de quelas leyes sobre adopción de ciertos países parecen estar destinadas es-pecíficamente para impedir esto.

7. Higiene Escolar

Las prácticas de salud pública varían considerablemente respecto alalcance de sus responsabilidades por la salud de los niños escolares. Condemasiada frecuencia esa responsabilidad se limita al examen físicoperiódico; aun cuando estos exámenes ofrecen oportunidades para aplicarprincipios de higiene mental. Si se dedica suficiente tiempo para elexamen, la utilidad de éste puede aumentarse de varios modos. Paraaprovechar tales oportunidades en lo posible, el médico escolar debeponerse en contacto efectivo con maestros y padres para discutir losproblemas que atañan la salud mental de los niños. El examen mismodeberá hacerse con la debida consideración por la sensibilidad de] niño.Esto aplica no solamente a los exámenes médicos de niños que entran ala escuela, sino especialmente también para niños que están experi-mentando los efectos psicológicos de la pubertad. La enfermera escolar,que visite más frecuentemente la escuela, tiene oportunidades aunmejores para ayudar a maestros y padres a resolver los problemaspsicológicos de la infancia. Tanto el médico como la enfermera, empero,deben darse cuenta de que en ciertos casos necesitan la ayuda delespecialista. Los servicios de salud pública pueden tomar la iniciativallamando la atención sobre la necesidad de centros de orientación infan-til. 5 Cuando se han establecido tales centros, los trabajadores de higieneescolar deben, en los intereses del niño, desarrollar con ellos una relacióntan estrecha como la que deben desarrollar con el maestro.

Más importante aun que el examen médico escolar es la oportunidadque se le ofrece al trabajador de salud pública de colaborar con el maestroen la creación de un ambiente escolar favorable para la salud mentalpresente y futura del niño. Algunos de los aspectos de este ambiente,que el higienista mental considera de significado muy especial, se exponena continuación:

7.1 Personalidad individual de cada niño

La mayoría de las instituciones sociales organizadas para proveer a lasnecesidades de grupos están planeadas para el individuo "promedio"más bien que para el "excepcional". En muchos paises esto es todavía

6 Esta es la traducción del inglés de "child guidance clinic", que se aplica acentros destinados a ayudar a los nifos a lograr un equilibrio mental durante losperíodos normales difíciles de su desarrollo. El vocablo "guidance" es un neolo-gismo, pues la idea de "guiar" sobreentiende que un buen guía no impone ningunapresión sino que más bien obtiene la confianza de los niños encomendados a sucuidado.

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una realidad en demasiadas escuelas. Ninguna personalidad puede jamásconsiderarse como "promedio" en todos sus aspectos. El trabajador desalud pública deberá, por lo tanto, insistir en aquellos rasgos excepcionalesde la personalidad que necesitan corrección o estímulo. El sistema escolarideal proveerá una flexibilidad suficiente como para aceptar a cadaniño como individuo, con sus propios problemas, sus disposiciones ysus necesidades especiales.

7.2 Iniciación de la educación escolar

El comienzo de la educación escolar es un acontecimiento importan-tísimo en la vida de todo niño, que trae consigo muchos riesgos emocionalespotenciales, de los cuales el trabajador de salud pública deberá estarconsciente.

(1) Salida del hogar: Para un niño, empezar a ir a la escuela sueleser la primera salida mayor del hogar; significa un nuevo régimen devida bajo nueva dirección y con nuevas exigencias sociales, todo lo cualle requiere nuevas adaptaciones psicológicas. Esta experiencia no sola-mente es importante en sí misma, sino que también puede reactivar an-gustias que tienen su origen en adaptaciones insatisfactorias anterioreshechas por el niño cuando la exigencia de su crecimiento había requeridouna disminución en su dependencia de la madre.

(2) La escuela es comúnmente la primera experiencia del niño encuanto a relaciones sociales dentro de un grupo de niños de la mismaedad. Esta presenta, por consiguiente, muchos problemas nuevos parala solución de los cuales su pasado suministra pocos antecedentes.

(3) La maestra que pasa con el niño de 4 a 6 horas por día llega a ser,después de los padres, la persona más influyente en la vida del niño.A través de su personalidad y su conducta hacia él y sus compañeros,ella modela y modifica la personalidad del niño. Llega a ser consideradapor él como una especie de madre adicional, que comparte con los padresreales la autoridad y jurisdicción sobre él durante un período plásticode su desarrollo. Es normal que ella deje impresiones indelebles que sonincorporadas en la personalidad y la conducta del niño.

(4) El único sostén que el niño tiene para ayudarlo en su adaptacióna la nueva situación es el que provee su experiencia previa en el hogar.Ya que tanto niños como hogares varían, los niños que comienzan laescuela mostrarán diversos niveles de desarrollo social y una gran varie-dad de actitudes. Algunos se habrán hecho demasiado dependientes;otros estarán limitados en su capacidad de establecer nuevos contactosafectivos, y los hijos únicos podrán tener dificultad en compartir conlos demás sus propias experiencias o la atención de su maestra. Todosestos factores pueden desempeñar un papel en la creación de un problemapara cuya solución se requiere la ayuda del trabajador de salud escolar.

(5) La reacción de la maestra hacia el niño, que a su vez influye sobre

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la reacción del niño a la maestra, depende en grado considerable de suspropios rasgos personales y capacidad. Sus reacciones serán determinadasen parte por los motivos personales que la condujeron a hacerse maestra.Estarán influenciadas por su filosofía de vida y por sus problemas per-sonales. Puede ser que use su relación con el niño para satisfacer sus pro-pias necesidades psíquicas inconscientes. El niño tratará, de todos mo-dos, de usarla inconscientemente del mismo modo. La personalidad ylos problemas propios de la maestra son, pues, factores a considerarse encualquier diagnóstico o problema terapéutico.

7.3 Métodos de enseñanza

El limite potencial de la capacidad de aprender del individuo es unacaracterística innata y hereditaria que varia mucho, aun entre los niñosde una misma familia. Hasta qué punto se alcanza este limite, dependesin embargo en gran parte de la personalidad del niño, que desde luegoha derivado mucho de su educación. Demasiadas veces el fracaso escolarse atribuye a diversos factores como pereza, testarudez, perversidad onegativismo, y a veces, a estupidez. Demasiado raramente se hace unestudio objetivo para determinar las causas psíquicas, físicas y emociona-les del fracaso escolar. En muchos casos, los servicios de salud públicapor mucho tiempo han sido lerdos en reconocer la ayuda técnica que, eneste respecto, podrán suministrar a la maestra y es por eso que las autori-dades educacionales son las que han tomado la iniciativa de establecercentros de orientación infantil.

El trabajador de salud pública deberia estar alerta a ciertos factorescomo los siguientes:

1) Motivación: El niño "promedio" comprende que va a la escuelapara hacer y aprender cosas. Se puede esperar por consiguiente queparticipe activamente en el trabajo escolar, pero sus razones para estaparticipación pueden variar mucho. Sus motivos pueden ser sanos omalsanos. Entre los segundos se podría mencionar el impulso a aprender,derivado de un deseo anormalmente ansioso de satisfacer a los padreso a la maestra. En tal caso el niño depende de la aprobación en ungrado malsano. La motivación puede también ser derivada del miedo-un motivo muchas veces estimulado por situaciones de rivalidad conotros alumnos o por los antecedentes de un hermano o hermana mayor.La motivación ideal, que debe ser estimulada por los esfuerzos combina-dos de padres y maestra, debe ser la de obtener satisfacción personal enel logro y el progreso, así como de la aprobación de los mayores.

2) El objeto de la educación: Para muchos, el objeto de la educaciónes simplemente el de impartir información, habilidades vocacionales, yal mismo tiempo de desarrollar en el niñio las facultades de pensar, ra-zonar y discernir. Para otros educadores, el objeto de la educación noes sólo preparar al niño a ganarse la vida, sino, más importantemente

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aun, ayudarlo a labrarse su vida, para lo cual hay que tener en cuentalos factores del presente y del futuro. Un método educacional basadoen estos principios fomentará la capacidad de establecer relaciones so-ciales felices y satisfactorias, y la adquisición de las técnicas socialesnecesarias para formar un hogar y para llegar a ser un miembro contri-buyente de la comunidad. El especialista en higiene mental apoya sinreparos el segundo punto de vista, que contribuye valiosamente al desa-rrollo mentalmente sano del niño.

3) Inferioridades de orden educacional: Ciertas condiciones físicas yorgánicas pueden afectar al niño de tal modo que den lugar a inferiori-dades de orden educacional que exigen una atención especial si el niñoha de conservar una buena salud mental. Especificamente, estas inferiori-dades incluyen la zurdería, las dislexias, muchos tipos de dificultades deexpresión, y la capacidad intelectual subnormal. El niño zurdo, porejemplo, es fisiológicamente normal, pero una mayoria intolerante dediestros lo considera a menudo como inferior. En algunas actividades supreferencia lateral puede ser usada favorablemente (fútbol, tenis, di-bujo). Deberia permitírsele de hacer con su mano izquierda cualquiercosa que prefiera hacer así. El obligarlo a escribir con la derecha puedemuy bien aumentar la dificultad, originalmente debida a una variaciónneurológica, de aprender el hábito convencional de la mayoría diestra.Más importante aun, puede crear un fuerte sentimiento de inferioridado de oposición al ambiente escolar, especialmente si la preferencia aluso de la mano izquierda es muy marcada. Todas estas inferioridadesespecíficas de orden educacional proporcionan importantes oportuni-dades para la colaboración entre trabajadores de salud y los maestros.

7.4 Relaciones familiares

La familia del niño participa también en un alto grado en la expe-riencia educacional. El niño lleva sus problemas emocionales del hogar ala escuela, y de la escuela al hogar. En muchas ocasiones, su soluciónno será posible sino mediante los esfuerzos combinados de los padres,de la maestra y del trabajador de salud pública. Los puntos específicosque tienen que ver con estos problemas y para los cuales el trabajadorde salud pública deberá estar alerta son, por ejemplo:

(1) La necesidad de relaciones estrechas entre padres, maestra ytrabajador de salud pública, para facilitar entre ellos una unión suficiente-mente efectiva como para permitirles un intercambio frecuente de in-formación, y un planeamiento conjunto. Sin esto muchos niños sufrirán.

(2) Los casos especiales de niños en cuyas familias la madre trabajafuera del hogar, o donde la familia ha sido quebrantada por muerte odivorcio.

(3) El significado de la posición del niño dentro de la familia; porejemplo, el hijo único enfrenta problemas especiales de adaptación social;

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de modo similar un hijo menor puede ser incapaz de igualar los antece-dentes de un hermano mayor y es seriamente perjudicado por repetidascomparaciones mal orientadas.

7.5 Higiene mental y personalidad de la maestra

Desde que la maestra tiene una influencia importante sobre la forma-ción de la personalidad del niño, su propia personalidad, en términos desalud mental y madurez emocional, se hace muy significativa como in-fluencia sobre la salud mental del niño.

1) Selección de maestras: la selección de la maestra debería incluiruna atención especial a su personalidad. Esto significa hacer uso de todoslos conocimientos y técnicas disponibles y aplicables a la selección delpersonal.

2) El examen médico de la maestra deberá incluir también los proble-mas de su salud mental. La maestra puede tener muchos problemas queresolver, tanto personales como relacionados con ciertos aspectos de sutrabajo. Debería tener oportunidad de recibir consejo sobre estos proble-mas cuando sienta la necesidad.

3) A toda maestra, durante su formación profesional, se le deberlainformar sobre el desarrollo y la estructura de la personalidad, la psi-copatología y los métodos aplicables a los problemas elementales de lapersonalidad.

4) La maestra deberá poseer toda la información posible sobre cadaalumno, a fin de poder comprender los problemas personales de cadaniño individualmente. A través de sus otras actividades el servicio desalud pública obtiene un conocimiento intimo de muchas familias; estainformación deberla ser compartida con la maestra siempre que afectea sus alumnos.

5) Las actitudes de los padres hacia cuestiones sexuales dependeránen grado considerable de las que predominen en la sociedad en que viven.En muchas sociedades dichas actitudes hacen sumamente difícil paralos padres enfocar los problemas sexuales que pueden estar inquietandoa sus hijos. La actitud personal de los trabajadores de salud pública hacialos hechos fisiológicos universales puede ser un factor significativo parasimplificar, dentro de dichas sociedades, las reacciones de rigidez emocionaly a fomentar mayor sencillez y sinceridad.

7.6 Servicios de salud mental para el alumno

El consejo experto sobre problemas psíquicos debería estar a la dispo-sición del alumno que lo solicite por su propia iniciativa o por indicaciónde la maestra o de los padres. A menudo el servicio de salud públicanecesita, para proporcionar dicho consejo, los recursos especializados deun centro de orientación infantil donde muchos problemas pueden serresueltos: el del alumno timido que por su apacibilidad se le puede con-

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22 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

siderar como alumo "modelo"; los trastornos de la conducta; el delalumno cuyo trabajo de clase no es satisfactorio; el del alumno quefracasa en sus relaciones sociales.

7.7 La adolescencia

Entre los 11 y 15 años ocurren desarrollos psíquicos mayores, muchosde los cuales pueden producir problemas emocionales serios. Si estánsuficientemente enterados de la naturaleza de los problemas potenciales,el maestro, el trabajador de salud pública y los padres, conjuntamente,pueden ayudar muchisimo al niño a enfrentar las tensiones de esteperíodo, algunas de las cuales anotamos a continuación:

(1) La emancipación de la infancia y, en grados variables, del hogarfamiliar, que se caracteriza: por una independencia aumentada, nega-tivismo hacia los padres, dudas, controversias, rebeldía de menor omayor grado, y desafio.

(2) Transferencia del interés emocional de miembros del mismo sexoa los del sexo opuesto.

(3) La maduración fisiológica de la pubertad, a menudo difícil porignorancia, miedo o un sentimiento de inseguridad.

(4) El despertar de intereses y actividades sexuales.(5) Inclusión, al dejar la escuela, en la actividad productiva de la

familia y de la sociedad. Una transición demasiado brusca de un estadopasivo o de dependencia económica a un estado en el cual él ejerce res-ponsabilidades de orden social somete al adolescente a una tensiónintensa.

7.8 Discípulos internos

Los discípulos internos presentan problemas especiales. En la mayoríade los países, los niños menores de 10 años de edad no son enviados a uninternado, sino en casos de circunstancias familiares o sociales desfavora-bles (como una familia quebrantada o inadecuada, o debido a seriosproblemas de vivienda).

En tales casos, el ir de discípulo interno es para el niño mismo el re-sultado de experiencias traumáticas, que terminan en el trauma adicionalde la separación de sus padres. Reacciones agresivas dirigidas contralos padres o contra la escuela dificultan, por tanto muy a menudo, laintegración del niño dentro del nuevo grupo. Los médicos y enfermeras,así como los maestros y superiores en estas instituciones, deberían estarespecialmente preparados para comprender tales problemas psíquicos.

En muchos países, se han establecido y se están estableciendo inter-nados o instituciones residenciales especiales con la finalidad especial deocuparse de niños emocionalmente trastornados que no pueden ajustarsea los regimenes educacionales normales de la comunidad. Frecuente-mente, dichos niños son considerados por su propia comunidad como más

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o menos ineducables, emocionalmente enfermos o mentalmente trastorna-dos, o como delincuentes o criminales. Un estudio especial de los proble-mas de higiene mental, necesariamente complicados, que surgen endichas instituciones debería hacerse con la cooperación de expertos entodos los aspectos de su vida.

Los adolescentes, por otra parte, van comúnmente a escuelas deinternos para recibir una educación especializada o superior que no pue-den obtener en la comunidad en que vive su familia. Por lo tanto, sepuede esperar de ellos una reacción mucho más sana. Pero aun así losproblemas de la pubertad tienen probablemente en estos casos una acui-dad especial, y debería haber un médico o un psicólogo experimentadoa la disposición de aquellos que sientan la necesidad de hacer preguntassobre las diferentes etapas de la vida sexual.

7.9 Perspectivas al dejar la escuela

El dejar la escuela y empezar el trabajo de adulto requiere nuevasadaptaciones psíquicas en cuyo éxito influyen muchos factores. Es unperíodo de severas tensiones psíquicas durante el cual el trabajador desalud pública puede prestar su apoyo y sus consejos. En casos en que elalumno es sumariamente expulsado de la escuela por un fracaso esco-lástico, se puede tener la seguridad de que existe un problema de saludmental. Lo mismo puede también ser cierto cuando presiones familiareso económicas obligan al estudiante a dejar el colegio.

Los servicios de salud escolar tienen también el deber de cooperar, ofre-ciendo una orientación acerca de la ocupación o de la educación futura.La elección de trabajo provoca indecisión e inseguridad en muchos estu-diantes.

Desde el punto de vista del higienista mental, toda la experienciaeducacional debería aspirar a proporcionar al individuo una vida ricay satisfactoria y, al mismo tiempo, prepararlo para vivirla. Con s61oadquirir información no se conseguirá esto. Es, pues, con viva satis-facción que sée observa la creciente importancia que muchos sistemasescolares dan a la educación práctica para la vida, ofreciendo educacióndoméstica, oportunidades de experiencia vocacional, cursos de pueri-cultura y desarrollo infantil, proyectos de relaciones comunales de-pendientes de la actividad cooperativa, y la oportunidad de discutirlibremente sobre los problemas mayores de la vida.

8. El Niño Lisiado

En muchos casos los servicios de salud pública tienen una responsa-bilidad hacia los niños lisiados, para su tratamiento, la provisión deaparatos protésicos y la vigilancia general sobre su condición. Todotrabajador de salud pública consciente de las probabilidades psicohi-giénicas deberá a menudo decidir entre las exigencias opuestas de lo

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que más conviene para la condición fisica del niño, y lo que más favorecea su salud mental.

La hospitalización prolongada, que facilita los tratamientos médicosy quirúrgicos altamente especializados, debe ser evaluada de acuerdocon la importancia del daño permanente que la separación del niño desu madre hará al desarrollo de su personalidad y a su salud mental comoadulto.

El ambiente artificial de una institución priva al niño de las muchasoportunidades y estímulos para el desarrollo que suministran los muchosy variados contactos sociales de una familia y de una comunidad nor-males. Además, durante la edad escolar su retiro de la escuela, inte-rrumpiendo el curso normal de sus estudios, puede causarle una in-capacitación permanente.

La mutilación psicológica que el amor propio del niño puede sufrirdurante sus primeros años, a través de la realización creciente de suimpedimento, puede llegar a ser más grave que el mismo impedimentofísico, a menos que el personal de salud pública responsable de su cuidadoesté consciente de la necesidad de dar igual importancia a los problemaspsicológico y físico.

Desde el punto de vista de la higiene mental, el problema del niñolisiado no es s61o del niño sino también de toda su familia. El impedi-mento físico presenta graves repercusiones emocionales no s61o para elniño, sino también para su madre y el resto de la familia. Una anormali-dad congénita tiene a menudo un serio efecto psíquico sobre la madreaun antes de que empiece a impedir e] desarrollo del niño. Su reacción,respondiendo a las angustias de su madre, puede ser tal que impida alniño alcanzar la actitud mental hacia su impedimento que le permitahacer el mejor uso de sus poderes de compensación y de su prótesis.

El rechazo maternal se reconoce, indudabiemeiiLe, comlo una reacciónnociva para el niño. La protección maternal exagerada, ya sea desarro-llada por la madre para disimular sus sentimientos iniciales de rechazo ocomo resultado exagerado de un deseo maternal de compensar al niño porel cual siente tan grave responsabilidad, es mucho más difícil de recono-cer como reacción peligrosa. Esta segunda actitud, debilitando los es-fuerzos del niño de adaptarse a su incapacidad, puede tener efectosigualmente nocivos aunque al principio menos obvios.

Es importante reconocer que la protección maternal exagerada es unfenómeno variable, y que algunas clases de impedimentos provocanreacciones de protección mucho más agudas que otras. La ceguera es,probablemente, el impedimento que causa más compasión. Los niñosciegos son casi siempre sobre protegidos y los niños sordos generalmentesubprotegidos. La mayoría de la gente se puede imaginar lo que significala ceguera, pero pocos tienen un concepto claro de la sordera. El trabaja-

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dor de salud pública tiene una fuerte responsabilidad de velar para quelos niños que sufren de impedimentos menos llamativos reciban pro-tección suficiente, y que los otros no reciban demasiada protección.

Al empezar la escuela, en la pubertad, y en realidad en cada una de lasfases normales de tensión emocional que inevitablemente enfrentan atodos los seres humanos durante su crecimiento, el niño lisiado con-fronta un nuevo estado de inferioridad en su esfuerzo de adaptarseemocionalmente a la nueva situación.

Así como la madre, el niño puede a veces mostrar reacciones que porerror pueden ser consideradas como favorables. Una desatención aparen-temente impasible, de parte del niño, hacia un impedimento grave puedetal vez despertar admiración, pero indica en realidad a menudo unaincapacidad de admitir las implicaciones del impedimento. Esa reacciónpuede, de hecho, ser una forma de evadir un problema emocional queel niño se siente incapaz de encarar. Es una defensa frágil contra elquebranto psíquico que tarde o temprano puede producirse. Aun si estaactitud evasiva continúa, deformará el desarrollo emocional del niño.Lo lamentable es que esta actitud sea frecuentemente estimulada por lostrabajadores de salud pública que por error la consideran como sana.

El trabajador de salud pública tiene la oportunidad de proporcionargran auxilio al niño y a su familia, ayudándoles a resolver de modopráctico los problemas emocionales que los enfrentan a cada paso deldesarrollo del niño. Para que pueda aprovechar esta oportunidad, altrabajador de salud pública debe proporcionársele cierta comprensión dela naturaleza de las reacciones emocionales del niño y de su familia frenteal impedimento y de las reacciones mutuas entre ellas. Es igualmenteimportante, aunque frecuentemente menos reconocido, ayudar a losmismos trabajadores de salud a comprender sus propias reacciones másprofundas hacia los incapacitados y malformaciones físicas; ya que suacción, si se basa s61o en una comprensión intelectual, puede hallarsecomprometida por las reacciones emocionales no reconocidas hacia elniño y hacia su familia.

9. Enfermedades Transmisibles

Aunque a primera vista el control de las enfermedades transmisiblespuede parecer remoto del campo de la higiene mental, hay una serie deprihcipios importantes que deben observarse, tanto para la protección dela salud mental del individuo como en beneficio de la eficacia de lasmedidas de control.

Las enfermedades contagiosas imponen a menudo a los enfermos, a susfamiliares y a las personas en contacto con ellos, la restricción obligatoriade su libertad; los trabajadores de salud pública deben por consiguiente,en este respecto, obtener la cooperación de las personas con quien traba-

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jan y evitar así su hostilidad. Además de estos problemas, es precisocitar aquellos que son el resultado del temor que puedan provocar lasenfermedades transmisibles o peligrosas.

9.1 Aislamiento de individuos enfermos

En países que tienen una administración sanitaria bien organizada,todo caso de una de las enfermedades transmisibles más serias debe sernotificado inmediatamente y, de acuerdo con la ley, el paciente debe sertrasladado a un hospital de aislamiento. El "shock" emocional de esteprocedimiento para el paciente se deriva no sólo del miedo a una enferme-dad peligrosa y a menudo fatal, sino también de la pérdida repentina dela libertad y de los derechos humanos normales, de su alejamiento delambiente familiar y del apoyo de su familia. Además de su angustianormal acerca de su existencia, de su situación económica y del bienestarde sus dependientes, el individuo tiene frecuentemente también unaconciencia clara de que su enfermedad es una fuente de peligro para sufamilia. Puede acusarse por el peligro que siente haber infligido sobreotros.

Si los trabajadores de salud pública están conscientes de estas reac-ciones humanas comunes y si han adquirido la costumbre, no s61o de-jarán al paciente en las mejores condiciones para combatir su enferme-dad, sino que encontrarán también menos oposición en el cumplimientode sus deberes estatutorios. De este modo estarán capacitados paradescubrir la presencia de una enfermedad y de actuar frente a ella conmayor celeridad.

El paciente hospitalizado necesita igual comprensión de parte delpersonal hospitalario para las tensiones que está sufriendo. El pacienteatemorizado y solitario puede no reaccionar con energía, lo cual dismi-nuye su resistencia a la enfermedad. Hay evidencia que sugiere que unpaciente tal es más susceptible a las complicaciones mentales de unaenfermedad aguda, como los estados confusionales y el insomnio, y queéstas a su vez pueden afectar su nutrición y, de manera general, suestado somático. Debe recordarse la posibilidad de daños mentales máspermanentes, por ejemplo, las secuelas nerviosas y mentales ocasionadaspor infecciones virales.

Estudios estadísticos fidedignos, hechos en instituciones para niños,demuestran que las epidemias son menos frecuentes, menos severas, ymenos difundidas, si la institución está organizada de un modo quesatisface a las necesidades psíquicas de los niños, aun cuando tales insti-tuciones pueden ser, desde el punto de vista de la higiene física, menosperfectas que las que ignoran consideraciones psicológicas.

Los efectos psíquicos del aislamiento de pacientes gravemente enfer-mos son especialmente significativos entre los niños. En una secciónanterior de este informe se hizo hincapié en el significado de la separación

INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

de niños pequeños de su familia, y en las necesidades psíquicas de losniños hospitalizados. En muchos países los reglamentos que gobiernanel aislamiento han sido elaborados sólo desde el punto de vista epide-miológico, con el fin de alcanzar un máximo de control de la enfermedaddentro de un mínimo de tiempo. Tales reglamentos, especialmente cuandose trata de niños, deben ser revisados. Con varias enfermedades transmi-sibles, la prolongación de la enfermedad puede, en efecto, ocasionar menos.riesgos que el daño que una politica rigurosa de aislamiento puedeproducir en el bienestar futuro de los niños afectados. Más adelante setratarán varios otros aspectos más serios del aislamiento en cuantoafectan a enfermedades como la lepra y la tuberculosis.

9.2 Medidas generales de control y cuarentena

Se ha observado, hace tiempo, la importancia de la cooperación activadel público en pro de las medidas generales para combatir las epidemias.En muchos paises se requiere que toda persona en contacto con casosdeclarados de una enfermedad peligrosa se someta al aislamiento hastaque el periodo de peligro ha pasado. La aceptación por la poblaciónde tales medidas legislativas variará naturalmente mucho de un paísa otro. En todos los casos, será probablemente considerada como unaprivación de la libertad, y en algunos quizás hasta fuertemente resistida.Cualquier falta de cooperación disminuye la rapidez de las medidasnecesarias.

En principio, es probable que sean menos resistidos aquellos procedi-mientos que mantienen a la familia unida como grupo, y que proporcio-nan no sólo el mínimo necesario para mantener la vida, sino que dantambién al grupo segregado una oportunidad de continuar en actividadconstructiva. Por difícil que esto sea administrativamente, el trabajadorde salud pública deberá tener en cuenta este aspecto del problema. Lasautoridades sanitarias tienen la responsabilidad de hacer comprender ala población la necesidad de la segregación.

La clase de publicidad que se da a estallidos importantes de enferme-dades afecta directamente el grado de la cooperación pública. Ha habidoen el pasado muchos ejemplos de reacciones de pánico, especialmentecon respecto a enfermedades como el cólera y la poliomielitis. En ambas,una publicidad muy difundida que acentúa el peligro para el públicopuede resultar en un caos administrativo debido a un abalanzamientopánico sobre las facilidades provistas. Por otra parte, aminorar la impor-tancia del estallido conducirá a una falta de apoyo por el público. Por lotanto, el trabajador de salud pública necesita estudiar los diversoselementos de los cuales se compone la población, para estimar la reacciónprobable en todas los segmentos de la comunidad.

Un dilema similar se presenta en el curso de campañas que se efectúanen forma de medidas preventivas en masa-desinfección, vacunación,

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COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

e inoculación. El público necesita una campaña educacional continuaque exponga los hechos que están en favor de todos estos procedimientos,teniendo en cuenta que puede haber una oposición que se basa en experi-mentos que pueden parecer como no razonables. Puede verse un ejemplode tal objeción en la oposición casi religiosa a la vacunación que se haencontrado en muchos países.

9.3 Ciertas enfermedades crónicas prevalecientes y que afectan la integri-dad personal

Ciertas enfermedades contagiosas revisten una importancia particularpara la higiene mental, por su prevalecencia o cronicidad, o por sussecuelas: mutilación, ataque a la actividad vital y estigmas; así sucede enparticular con la lepra, la tuberculosis y las enfermedades venéreas.Sin embargo, los puntos especiales anotados en esta sección se aplican engrado variable a muchas otras enfermedades.

9.3.1 Lepra. La lepra reviste considerable importancia epidemiológicaen muchas regiones. Tiene también serias implicaciones en la higienemental. Desde el punto de vista psicológico, su característica mássaliente es el horror que inspira tanto al paciente como a la comunidaden que vive. Esta actitud contribuye a retardar grandemente el mo-mento en que el paciente recibe la atención de los servicios de saludpública.

Las colonias de leprosos presentan problemas de higiene mental parti-cularmente serios. En una época se creía que había una psicosis espe-cífica originada en la lepra, pero sería más verídico hablar de este fenó-meno como de un femómeno de tensión, originado en la situación de losleprosos en la colonia. Además de cualquier afección cerebral que puedesobrevenir en la lepra, asunto que queda abierto a ia discusión, losfactores que conducen a la enfermedad psiquica parecen ser: ei Ubocik"emocional y la depresión derivada del descubrimiento de la enferme-dad; el miedo de haber contagiado a la familia; la falta de adaptaciónal aislamiento; el contacto con pacientes más seriamente afectados, yespecialmente con aquellos que tienen deformidades graves. La inci-dencia de trastornos psíquicos en las colonias de leprosos es tan alta quese ha tenido que proveer a las más grandes de hospitales psiquiátricos.

Una forma frecuente de enfermedad psíquica en las colonias de lepro-sos se debe a la experiencia común de todos los internados de haber sidorechazados por sus propias comunidades. La colonia tiende a ser influen-ciada por sus miembros más paranoicos y todo el grupo puede desarrollaruna actitud de rebeldía. Esta situación puede conducir a tentativas dehuir en masa o a exigencias en grupo de ser liberados, creándose asíproblemas muy serios tanto del punto de vista del tratamiento médicocomo del de la prevención del contagio. Su profundo resentimiento

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INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

contra la sociedad que los ha rechazado puede conducir a algunos pa-cientes a estar obsesionados con el temor de comunicar la enfermedad aotras personas.

El personal médico necesita, por tanto, una comprensión suficiente delos problemas psicológicos de sus pacientes para poder tratarlos inteli-gentemente. S61o descubriendo y tratando las causas de las reaccionespsíquicas individuales y de grupo, y proporcionando a los pacientesactividades creativas en las cuales la posibilidad de la curación figuracomo un rasgo esencial, puede cumplir la colonia con su objetivo tera-péutico. Para alcanzar este fin, debe obtenerse la cooperación de sacerdo-tes y clérigos, de psiquíatras, trabajadores sociales y personal de saludpública. La ayuda psicológica se considera necesaria después del alta dela colonia. La opinión pública permanece hostil al leproso dado de alta,pues no cree en la realidad de su curación. Tiende a ser excluido, a noencontrar empleo, y su sentimiento de estar rechazado por la sociedadhasta puede aumentar después de habersele dado de alta. Un cuidadoposthospitalario debe ayudarle a resolver estos problemas.

9.3.2 Tuberculosis. Mucho de lo que se ha dicho en los párrafos anterioressobre la lepra se aplica, aunque en general en menor grado, a los pacientestuberculosos. Es probable que no haya reacción psíquica específica aesta enfermedad, sin embargo en todos los sanatorios se pueden ver losefectos producidos por la segregación prolongada, la separación de lasociedad y la pérdida de un sentimiento de propósito en la vida. El tipode reacción psíquica parece depender más de la personalidad previa delpaciente que de la severidad de la enfermedad.

El ambiente general de un sanatorio influye considerablemente sobrelos resultados obtenidos. Por lo tanto, no se deberá descuidar la impor-tancia que tiene una actividad creativa y una estructura constructiva derelaciones sociales. Será, además, mucho más importante para los pa-cientes el encontrarse, desde su admisión, en presencia de una tradiciónde mejoría y de volver a la vida normal. Al paciente deberá explicárselecada etapa del tratamiento, y los trabajadores de salud pública deberáncomprender los aspectos psíquicos de la enfermedad.

Si se ha de ayudar a los pacientes, es preciso comprender y apaciguarsus angustias especificas, como sus temores de comunicar la enferme-dad a su familia, el temor de tener que abandonar las esperanzas decasarse y tener hijos, etc. Otro problema psicológico importante es elprejuicio social contra el ex-paciente de un sanatorio. La preparaciónpsíquica para el alta y el cuidado posthospitalario son partes esencialesdel servicio que los trabajadores de salud pública deben suministrar.

9.3.3 Enfermedades venéreas. En el campo de las enfermedades venéreasel problema esencia] de la higiene mental es sobre todo la psicología de la

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promiscuidad sexual. Es probablemente cierto que en países donde lapromiscuidad sexual es relativamente poco común, la responsabilidadprincipal por la propagación de estas enfermedades corresponde a ungrupo pequeño dentro de cada comunidad. La tarea principal del traba-jador de salud pública consiste esencialmente en la identificación de estegrupo y en poner en práctica todas las medidas terapéuticas posiblescontra el trastorno de la personalidad que sufre generalmente estaclase de personas. Esto implica el estudio y tratamiento psiquiátricos detodos los trastornos de la personalidad que se puedan presentar. Unimportante campo de acción e investigación se abre así a la práctica de lasalud pública. Este informe no tiene nada que ver con los efectos fisicosde la adquisición de estas enfermedades ni los detalles de su tratamiento,s61o se puede decir que, del punto de vista psicológico, las medidascurativas deben incluir un escrupuloso respeto del enfermo, y que sedebe cuidar para que el tratamiento de jóvenes de ambos sexos se hagade manera a evitar el contacto con los enfermos crónicos o con los quehan sufrido infecciones repetidas. Tales individuos, como ya se ha indi-cado, sufren comúnmente de serios trastornos de la personalidad.

La reacción emotiva de los trabajadores de salud pública a las enfer-medades venéreas y a los que sufren de ellas es en sí misma de impor-tancia considerable. Su contribución a los aspectos de higiene mentalen el control de las enfermedades venéreas puede ser frustrada por suspropias actitudes y prejuicios inconscientes, a menos que el servicio,reconociendo este peligro, le ofrezca la oportunidad de discutir esteaspecto de su trabajo.

El éxito de las medidas antivenéreas depende también claramente de ladifusión en toda la colectividad de un sano conocimiento de la higienesexual. En el pasado se han emprendido trabajos educacionales en estecampo, sin tener en cuenta las implicaciones psicológicas. Es ésta unaactividad en que el higienista mental puede ofrecer una ayuda fructíferaal trabajador de salud pública.

10. Cuidado de los Ancianos

Los problemas de salud pública respecto al cuidado de los ancianos ypersonas débiles aumentan conforme a la mayor expectativa de vida.Otros factores contribuyen también, por ejemplo, la postergación de laedad de casarmienlto y la reducción del número de niños en cada familia.En algunos países la expectativa probable de vida casi se ha duplicado enlos últimos 100 años, y los servicios de salud pública en esos países puedenhacer una contribución importante a la higiene mental de los ancianos.Los cambios físicos y fisiológicos que vienen con la edad avanzada sonbien conocidos por todos, pero los cambios psicológicos son general-mente mucho menos comprendidos. No es probable, por lo tanto, quesean tratados adecuadamente, a no ser que el personal profesional de

INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

salud pública tome la iniciativa en este respecto. Los principales proble-mas psicológicos que se presentan con la ancianidad se pueden resumircomo sigue:

10.1 Actitud hacia los ancianos

Esta actitud varia mucho en los diferentes paises. En algunos casos,ésta contribuye a crear dificultades suplementarias a los ancianos asícomo a las personas que cuidan de ellos. El sistema más y más en bogaactualmente en muchos paises del retiro obligatorio del trabajo a unaedad determinada implica que la sociedad considera a los ancianos comoinútiles. Tal actitud les crea un gran riesgo mental. Este riesgo se agrega alas muchas dificultades naturales, tales como la inevitable soledad almorir el esposo o esposa, y la conciencia de depender de otros para elsustento. Las consecuencias de esta dependencia crea a menudo enaquellos que cuidan de los ancianos un resentimiento tanto conscientecomo inconsciente contra ellos. Todos estos factores afectan no sólo a lapersona anciana sino a toda la familia con quien vive, y pueden dar lugara tensiones serias entre los ancianos y la generación subsiguiente de sufamilia.

Estas tensiones de familia, si no son resueltas, pueden ser el factorprincipal que conduce a los parientes a colocar a la persona anciana en unainstitución, porque piensan que deben considerar los intereses de sus pro-pios hijos antes de los de sus padres. Sin embargo, si se puede llegar aapaciguar esas tensiones, viejos y jóvenes pueden sacar provecho de sumutua compañía.

10.2 Asistencia económica

En muchos paises existen seguros o pensiones para la ancianidad, perodesgraciadamente a menudo se cree que esto es lo único que es necesariopara el cuidado de los ancianos, cuando en realidad esto es sólo un modode tranquilizar la conciencia de la sociedad, pues el dinero no substituyenunca para los ancianos lo que significa para ellos formar parte integrantede la sociedad. Necesitan por lo tanto las dos cosas.

10.3 Oportunidades sociales

La edad avanzada inevitablemente aísla en diversos grados a laspersonas ancianas. El número de sus amigos disminuye por la muerte, ylos achaques físicos empiezan a limitar sus actividades. El anciano, yapermanezca con su familia o viva en un asilo de ancianos u otra institu-ción, necesita contactos sociales con personas de diferentes edades.Cuanto más estos puedan ser suministrados dentro del programa generalde recreo de la comunidad tanto mejor será. Los ancianos necesitan tam-bién la oportunidad de gozar de la compañía de sus contemporáneos.Satisfacer estas necesidades en una institución de ancianos se hace

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32 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

más difícil cuanto más grande sea la institución y cuanto más alejadaesté de la comunidad. El refrán que dice: "Muchos coches fúnebres perojamás una cuna" describe sucintamente el ambiente que es preciso evitara las personas de edad.

10.4 Oportunidades para actividades productivas

No debe imponerse un limite arbitrario de edad para la capacidadproductiva de un individuo. Para la mayoría de las personas de edad elsentirse inútil e insignificante en la sociedad constituye un sentimientode pesar, que es devastador para su amor propio. Todo programa proyec-tado en este sentido debe por tanto incluir una oportunidad para que elindividuo pueda hacer uso máximo de su capacidad productiva. Laexperiencia ha demostrado que programas de esa clase no s61o puedentener valor psicológico para el individuo, sino también una recompensaeconómica.

10.5 Los fisicamente débiles

Los problemas de salud mental de los ancianos físicamente débiles sonmucho más serios por el estado de su dependencia y por la soledad que lescircunscribe la vida en una institución. El trabajador de salud públicapuede hacer una contribución importante, ayudando a crear, dentro dela institución, el ambiente deseado. Las relaciones sociales y la actividadcreativa son tan importantes para el bienestar del paciente como el buencuidado físico.

10.6 Los mentalmente débiles

Es esencial que las personas que son responsables de decidir si losancianos mentalmente débiles deben ser colocados en una institucióncomprenUdar las grandes iUIUctUaeioiues rUU nei^,,es de losa

périda repentina de las capa-cidadeSs mentale- no es necesaialiente

permanente. Pocas semanas después de un estado de marcada confusión,por ejemplo, el anciano puede recobrar, a un grado considerable, suscapacidades mentales para su vida normal. Sin embargo, se hace evidenteque, si la desvalidez mental demuestra ser irreversible y permanente,la hospitalización en una institución adecuada es inevitable. En algunospaíses, estos casos constituyen ahora casi el 50% de las solicitudes deadmisión en los hospitales mentales. Desde que estos casos pasan a ser laresponsabilidad de la psiquiatría más bien que de la salud pública no setratarán en este informe los problemas clínicos correspondientes.

En resumen, el técnico de salud pública que desee evaluar la contribu-ción de los servicios de higiene mental a los problemas de la ancianidadpodrá considerar las siguientes necesidades:

(1) El personal de salud pública debe comprender los problemaspsíquicos normales que presenta la ancianidad, tanto para los ancianoscomo para sus familias.

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(2) El servicio de salud pública debe usar su influencia para crear paralos ancianos la oportunidad de mantener contactos sociales en su vidadiaria.

(3) Los medios de asistencia a los ancianos deberán facilitarles laoportunidad de que mantengan una actividad productiva en el seno de lacomunidad, hasta el máximo de sus capacidades.

11. Educación Sanitaria del Público

La higiene mental tiene una influencia importante sobre la educaciónsanitaria del público.

11.1 Técnicas individuales y colectivas

Los trabajadores de salud pública reconocen unánimemente que laeducación sanitaria constituye una parte esencial de su tarea, que nopuede ser considerada como una disciplina aislada, que debe ser uno delos aspectos de todo servicio de salud pública. Por cuanto su aplicaciónestá estrechamente ligada a la práctica general de salud pública, estála educación sanitaria íntimamente relacionada con el aspecto de lahigiene mental de estas prácticas.

Los especialistas en este campo están ahora de acuerdo que la educa-ción sanitaria en general es más eficaz si se imparte individualmente o agrupos pequeños. Es igualmente preferible que el educador tenga nosólo un conocimiento intimo de la comunidad en que está trabajando,sino también que sea bien conocido y respetado por ella. Por lo contrario,una educación emprendida por personas desconocidas o no aceptables enla comunidad puede no sólo ser ineficaz sino hasta peligrosa; puede en-gendrar resistencias capaces de contrarrestar el programa educativo.Estosprincipios aparentemente se aplican a la educación en higiene mentaldel público, como también a cualquier otra actividad educativa pública.

En resumen, la educación tiene mayor probabilidad de éxito si seestimula a individuos y grupos a tomar parte activa en el estudio y solu-ción de sus propios problemas. Los individuos están mucho más dispues-tos a modificar su conducta si toman parte activa en el planeamiento delos cambios necesarios. Si esto es así, el mejor sistema de educación enhigiene mental resultará de la práctica de los principios de esta disciplinapor el personal de salud pública en su trabajo cotidiano. La solución deproblemas individuales constituye uno de los factores educativos máspotentes. Las discusiones por grupos pequeños de personas que enfrentanlos mismos problemas, conducidas por un trabajador de salud públicaexperimentado en el manejo de grupos, problemas de organización y susolución, constituyen quizás una de las mejores técnicas educativas.

Como en todas las actividades educativas, los departamentos de saludpública deben considerar en la educación en higiene mental del públicoel efecto de la personalidad del trabajador sobre el individuo o el grupo.Además de un conocimiento sólido de los principios pedagógicos, el

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trabajador de salud pública debe tener una comprensión clara de losmecanismos psicológicos básicos que rigen la aceptación o el rechazo deideas nuevas, para los efectos de la crítica y de la alabanza, de la autori-dad y de la autoeducación.

Los métodos y materiales audiovisuales como películas cinemato-gráficas y otros elementos ilustrativos pueden tener una importantefunción en la educación sanitaria de individuos y grupos. Como en todaeducación, estos medios de enseñanza deben tener relación directacon los intereses, necesidades, cultura y nivel de comprensión de losindividuos y grupos implicados. Una utilización juiciosa de esos procedi-mientos pedagógicos puede servir para reforzar y suplementar la ense-ñanza individual o colectiva.

11.2 Técnicas de la educación de masas de población

En general, la educación de masas de población tiene menor aplicaciónuniversal respecto a la higiene mental por presentar cierto peligro. Losmétodos de educación de masas de población pueden evitar estos peligrossólo si rechazan los medios de propaganda comerciales y se concentranexclusivamente a la difusión de información fidedigna. Lo mismo aplica alas campañas de educación sanitaria general contra ciertas enferme-dades o prácticas antihigiénicas. Es un hecho, por ejemplo, que lascampañas de educación colectiva en favor de la limpieza contribuyen acrear niveles más altos de limpieza personal; sin embargo, es precisoestar consciente del peligro que puede crear una sobreestimación hipo-condríaca del valor de la limpieza en ciertas ramas como, por ejemplo,el cuidado de los niños.

La eficacia de la propaganda periodística o de panfletos especialmentepreparados parece depender considerablemente de la autoridad y de lapopularidad del autor o de la organización que produce los panfletos.

El cine, como medio de educación sanitaria, está todavía en un estadoexperimental y, en temas de higiene mental, tropieza frecuentemente conseveras dificultades para librar barreras culturales aun dentro de gruposnacionales. Se han hecho, sin embargo, bajo la vigilancia de expertos en lamateria algunas películas muy interesantes sobre higiene mental.

En dos aspectos de la educación sanitaria las técnicas de masa tienenun valor especial: primero, en campañas de información sobre la preven-ción de accidentes; y segundo, para contrarrestar la propaganda comercialde ciertos medicamentos populares que, en muchos países altamentedesarrollados, tiende a crear una actitud hipocondríaca exagerada conrespecto a males psicosomáticos menores, como dolores de cabeza, indi-gestión y estreñimiento. Esta presión comercial es en algunos paises tanintensa y penetrante que requiere contra-medidas vigorosas.

La radio, aunque se la considera comúnmente como medio de informa-ción colectiva, puede sin embargo convertirse en un medio de comunica-

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ción más personal. Un orador familiar, que a través de un período detiempo ha desarrollado una relación personal con sus oyentes, puede sermucho más eficaz en hacerles comprender los problemas de higiene mentalde lo que podría hacerlo a través de la palabra escrita.

Para terminar, se puede agregar una palabra final sobre las implica-ciones en la higiene mental de ciertas otras actividades de la educaciónsanitaria. En la sección sobre las enfermedades trasmisibles se men-cionan las profundas angustias psíquicas despertadas por ciertas enfer-medades. El comité se cree obligado a expresar su opinión que, comoresultado de ciertas campañas educativas de masa, tales angustias hanaumentado más bien que disminuido. Esto ocurre particularmentecuando se tratan de combinar los fines educativos sobre la enfermedadcon los objetivos económicos, pues esa actitud puede repercutir demanera desastrosa sobre el aspecto educativo. Se puede, por ejemplo,citar el caso de la poliomielitis. El dinero para financiar la investigacióny el tratamiento puede muy bien haber sido recaudado o costas de daral público una concepción enteramente falsa de la incidencia de laenfermedad y de su peligro para la comunidad. Por beneficioso que estosea para el tratamiento y estudio de la enfermedad en cuestión, losbeneficios pueden ser contrarrestados por los efectos nocivos para lasalud mental como resultado de ese énfasis exagerado.

Este ejemplo constituye una lección para todos aquellos que empleanmétodos de masa en la educación sanitaria: el objeto de su campaña noles debe nunca hacer olvidar el peligro que corren de crear nuevos pro-blemas, particularmente en el campo de la salud mental. Las campañasdeben ser planeadas de modo a evitar este peligro.

12. La Inmigración

La politica que debe seguir el trabajador de salud pública en el exa-men de los individuos que quieren inmigrar dependerá en gran parte de laliberalidad de la política de inmigración, la cual no es la responsabilidadde su servicio; sin embargo, no deberá perder de vista las implicacionesen la higiene mental de esa política.

Una vez que la inmigración ha tenido lugar, sin embargo, el serviciode salud pública tiene una oportunidad importante de ayudar en laadaptación de los inmigrantes mediante la higiene mental. Las raíces dela familia humana se internan profundamente en la comunidad en quevive. Por profundo, sincero y unánime que sea el deseo de emigrar, ypor unida que pueda estar una familia en tal decisión, el arrancar esasraíces es siempre una fuente de gran tensión psíquica. Aunque a primeravista es sorprendente, pero no por eso menos cierto, esto ocurre aúncuando los individuos o familias dejan un país del cual tienen recuerdossumamente deprimentes. Es por eso que al principio la vida de unafamilia de inmigrantes en un país nuevo es un periodo de tensión emo-

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cional para todos sus miembros. Cuanto más j óvenes son los miembros dela familia, tanto mayor es su capacidad de adaptarse al nuevo ambiente;pero esa capacidad misma puede crear nuevos problemas, debilitandolos lazos de unión con los padres que no pueden adaptarse tan fácilmente,y por consiguiente empiezan a perder el respeto y afecto de sus hijos.Esta perturbación de las relaciones de familia crea problemas parapadres e hijos. El trabajador de salud pública, por consiguiente, puedeestar seguro de encontrar en todas las ramas de la práctica de salud pú-blica, una incidencia más alta de problemas psíquicos entre los inmi-grantes de todas las edades que entre la población autóctona. Encontraráigualmente que la mayoría de estos problemas responden fácilmente altipo de enfoque recomendado por el comité. La actitud del trabajador desalud pública hacia el descontento y la dependencia puede muy bienconstituir para una familia el punto decisivo para lograr integrarseemotiva socialmente en su nuevo país.

Por consiguiente, en cualquier comunidad en que haya un gran númerode inmigrantes, el personal de salud pública deberá adquirir una compren-sión plena de los problemas psíquicos normales que entraña el traslado einstalación permanente en un nuevo país.

13. Estadísticas Sanitarias y Estudios Epidemiológicos

En muchas actividades de salud pública, los estudios epidemiológicosanteriores son los que han suministrado los conocimientos esenciales enloscuales se basa el trabajo preventivo. En el pasado, esos estudios teníanpor objeto, ante todo, adquirir conocimientos sobre los factores queafectan a la incidencia de las enfermedades contagiosas; sin embargo,muchos de los métodos y conceptos empleados se aplican igualmente alestudio de lo que se podría llamar "epidemiología de los trastornospsiquiátricos." Actualmente, se sabe relativamente poco sobre la inci-dencia, en distintas comunidades, de psicosis y psiconeurosis y problemaspsiquiátricos asociados con la deficiencia mental. En la mayoria de lospaíses la única información disponible es la que se deriva de los procedi-mientos legales de internación, certificación de los casos de psicosis odeficiencia mental.

En algunas poblaciones se han hecho, a manera de prueba, ciertonúmero de estudios clinicos parciales que han proporcionado evidenciasuficiente para formular las observaciones siguientes: el número y modali-dades de los trastornos psiquiátricos varia considerablemente entre lasdistintas comunidades, así como también respecto a factores como edad,sexo, nivel ocupacional y económico-social, etc. Hay también evidencia,aunque no comprobada, que la incidencia y distribución de todos lostrastornos psiquiátricos son fuertemente influenciciados por las caracte-rísticas culturales de las distintas sociedades, y que el desarrollo econó-mico va acompañado de un aumeñto en la morbilidad.

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Se recomienda en este respecto, la nomenclatura adoptada por laOMS que aparece en el "Manual de la Clasificación Estadistica Interna-cional de Enfermedades, Traumatismos y Causas de Muerte."6 El uso deuna clasificación común para grupos diagnósticos relativamente homo-géneos facilitará las comparaciones relativas a la incidencia de la en-fermedad entre los distintos grupos de población. El desarrollo de siste-mas nacionales de seguro social suministrará otra oportunidad parainvestigaciones valiosas de los factores que afectan la incidencia de lasenfermedades. Pero las estadísticas basadas en los ingresos al hospital oen certificados administrativos tienen uso limitado como método paracomprobar el valor de hipótesis etiológicas. Sólo mediante la combina-ción de los métodos del estudio clínico de la personalidad con aquellos deestudios epidemiológicos se podrán determinar las repercusiones quetienen sobre la personalidad los diferentes factores como: métodosutilizados en la educación de los niños, hábitos higiénicos y religiosos,como la circuncisión o los distintos sistemas educacionales (coeducación),para citar sólo algunos ejemplos.

Para que la higiene mental alcance plena aplicación en la práctica dela salud pública, se deberá conocer a fondo la influencia de la familia,del ambiente social, y de muchos otros factores sobre la "epidemiología delos trastornos psiquiátricos." Los estudios de genética son por supuestoindispensables para el establecimiento sólido de la higiene mental alnivel de una ciencia práctica; no obstante, los estudios de esa naturalezapresentan tantas dificultades que deben proyectarse más bien para elfuturo que como asunto de urgencia. Los psiquíatras, como resultado desus trabajos clínicos, han formulado muchas hipótesis acerca de la etio-logía que no pueden ser completamente comprobadas por la terapéutica.El servicio de salud pública puede, empero, emprender la comprobaciónde estas hipótesis en el campo de sus actividades. Es importante estimu-larlo en este sentido si se han de extender los conocimientos de los factoresetiológicos de los trastornos psiquiátricos, que deben formar parte de lapráctica de la salud pública.

14. Administración de Salud Pública

Este informe se ha ocupado principalmente de la higiene mental en lapráctica de la salud pública, pero quedaría incompleto si no se hicieramención de la relación que tiene la organización de la higiene mental conla administración del servicio de salud pública. La mayor parte delinforme será inútil si la administración no se interesara en los objetivosesenciales de la higiene mental y no hallará necesario el incorporarlos ensu labor administrativa.

La administración deberá proporcionar un ambiente favorable a lasbuenas relaciones interpersonales y a las finalidades armoniosas del

6 Bull. Org. mond. Santé, Suppl. 1, 1950, 1

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COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

trabajo diario; de modo que no sólo obtenga un rendimiento superior sinoque estimule al personal para que adopte con sus pacientes una actitudde tolerancia y de comprensión.

Una buena higiene mental hace que el trabajador se sienta que parti-cipa plenamente en una actividad creadora que contribuye al bienestargeneral de la comunidad. El apoyo del equipo del que forma parte leserá indispensable para lograr este fin. El se atendrá a los fines y pro-pósitos que gobiernan los trabajos del servicio, expresadas en las directi-vas que reciba; su trabajo reflejará netamente la capacidad de la adminis-tración en darle las directivas correspondientes. Todo detalle administra-tivo es importante a este respecto, no sólo por sus efectos directos sobreel personal, sino también porque la conducta de éste afectará la actitudde los pacientes que solicitan ayuda del servicio de salud pública. Latelefonista o recepcionista puede tener un papel bastante importante enla higiene mental, por cuanto afecta el estado de ánimo inicial en que elpaciente forma su primera impresión del servicio. Ciertos aspectos de laadministración pueden ser considerados como particularmente impor-tantes desde el punto de vista de la higiene mental. Los puntos siguientessirven de ejemplo:

14.1 Relaciones interpersonales

Una atención especial deberá ser prestada al novicio. Como ha sido de-mostrado por la investigación hay, para cualquiera que entra en un nuevoempleo, un período de aprensión inicial, que puede durar varias semanas.Durante este período, los trabajadores suelen ser sensibles, reaccionandonegativamente a pequeños desalientos, y con resentimiento a cualquierindicación que les haga suponer que no son enteramente aceptados por elgrupo profesional. Por otra parte, son igualmente susceptibles a lasexpresiones de estímulo y a la demostración de que se les acoge comomiembros del equipo.

Como las actitudes iniciales del trabajador de salud, positivas o nega-tivas, son con frecuencia persistentes, el personal deberá reconocer laexistencia de la aprensión inicial y estar preparado a hacer todo lo quepuede para sobrellevarla. Por otra parte, para todos los trabajadores desalud, novicios o no, surgen con frecuencia angustias por motivo de mo-dificaciones en las prácticas administrativas, especialmente si éstas lesparecen enigmáticas y arbitrarias.

Los problemas personales, como una enfermedad del trabajador desalud pública o de un miembro de su familia, les hacen necesario el apoyoe interés de parte de los colegas. La administración deberá asegurarse queeste principio sea comprendido por todo el personal de supervisión.

14.2 Comunicaciones

El modo de transmitir instrucciones de un miembro del personal aotro o de la administración a su personal afectará en grado considerable

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INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

la naturaleza de las relaciones interpersonales en la unidad. Siempre quesea posible las formas de comunicación personales deberían preferirse alas impersonales. Una conversación personal es mejor que una llamadatelefónica, una llamada telefónica es mejor que una carta, y una carta esmejor que una circular. Cuando se trata de un cambio de política o de laelaboración de un nuevo proyecto, el mejor medio de comunicación paraobtener la colaboración del personal es la de discutirlos con ellos. Lasdiscusiones y las reuniones de personal pueden servir también comométodos excelentes para la formación en el servicio, mediante las cualesel trabajador puede adquirir una comprensión más definida de las acti-vidades en las que él participa.

Lo mismo es cierto para las relaciones de todo el servicio con otrosgrupos médicos o servicios sociales en la comunidad. Esas relacionespueden muy bien ser de tal naturaleza que impiden el buen trabajo delservicio, a menos que se haga un esfuerzo para fomentar la cooperación através de discusiones personales sobre problemas comunes en todos losniveles jerárquicos de ambos grupos más bien que por comunicacionesformales entre las respectivas autoridades.

14.3 Historiales

El trabajador de salud pública deberá tratar los asuntos de sus pacien-tes con el mismo grado de discreción profesional que demuestra la admi-nistración al tratar los asuntos personales de él1 mismo. Es prácticademasiado común en muchos departamentos de salud considerar la confec-ción de historiales como rutina sin darse cuenta que el historial consti-tuye, en primera instancia, un instrumento médico y administrativo parael bienestar del paciente. En demasiados casos el historial de saludcorriente es confeccionado y usado en tal forma que no se conceptúaal paciente como persona, y en consecuencia inclina a los trabajadores desalud a pensar automáticamente en la enfermedad más bien que en elpaciente que la sufre. Se comienza apenas a reconocer que esos historialesimpersonales de salud no suelen contener la información sobre el pacientecomo persona, y que tales historiales pueden insensiblemente inducir alpersonal de un departamento de salud pública a que no considere nunca asus pacientes como seres humanos.

14.4 Organización

He aqui algunos de los principios que deben tener en cuenta, en bien dela higiene mental, los que dirigen unidades individuales de un serviciode salud pública:

(1) Los miembros del personal deben poder llegar a conocer a sus co-legas como personas.

(2) Cada miembro del personal debe conocer las obligaciones, fun-ciones y problemas de los otros trabajadores en el servicio. Los cursos deadiestramiento profesional deberán prepararlo para que se forme una

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40 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

idea exacta del trabajo del servicio en conjunto. En este adiestramientose deben incluir a los oficinistas, telefonistas, recepcionistas así como alos miembros del personal profesional.

(3) Todos los que están en contacto con los pacientes deberán tenercierta comprensión de las necesidades psicológicas que el servicio estállamado a satisfacer. Todos los trabajadores de salud pública debendisponer de tiempo para escuchar a la gente con quienes tratan, siempreque la administración considere esto como una parte importante de susobligaciones. Esto puede muy bien requerir una reorientación en laeficiencia del servicio; pues nada contribuye más a un mal entendimientoque el establecimiento de un índice de rendimiento basado en el número depacientes atendidos por cada trabajador o en el número de serviciosprestados.

Estas observaciones se aplican tanto a los trabajadores de salud pú-blica en particular como al conjunto de los servicios mismos.

(4) El sistema de fichas individuales debería permitir la inclusión dedatos relativos a los problemas familiares y personales en forma confiden-cial.

15. Adiestramiento en higiene mental para el Personal de SaludPública

15.1 Introducción

Por "adiestramiento en higiene mental" el comité entiende la presen-tación de los principios y métodos que darán a los trabajadores de saludpública conocimientos adecuados sobre la estructura y el desarrollo dela personalidad, que los ayude a comprender y modificar la conductahumana. Para tener éxito, esta disciplina formativa debe ayudar altrah.i.dor doe salud públi.a a comprender sus propios motivosr y acti-tudes, especialmente en cua!nto afectan sus relaciones con otras personas.Le ayudará igualmente, mediante la comprensión y la actitud a aceptarciertas clases de conducta que, de otro modo, le parecerían irracionales,inexplicables o ilógicas.

Al momento de preparar este informe el comité se da cuenta que esapreparación está aún en su estado experimental, sin embargo cree que esimportante estimular nuevos experimentos en este sentido. Aunque esmuy limitada la información disponible sobre los experimentos hechos,el comité considera justificado presentar algunos de los principiosbásicos. El presente informe se limitará a exponer los principios generalesque el comité estima aplicables a varios tipos de adiestramiento encualquier país que cuente con personas suficientemente competentes paraasumir su dirección.

15.2 Tipos de formación

Hay tres tipos generales de adiestramiento para los trabajadores desalud pública en los cuales se incluyen los principios de higiene mental.

INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

15.2.1 Para los que ya trabajan en servicios de salud pública. A este tipode adiestramiento se le llama a menudo "formación en la práctica" o"formación en el servicio." La experiencia demuestra que varios méto-dos diferentes pueden tener éxito.

(1) Presentación breve e intensa del tema por un período de uno ados días. Este método se puede usar ventajosamente cuando los trabaja-dores vienen de muy lejos y no pueden disponer de un período más largo.

(2) Cursos de perfeccionamiento o de estudio por un período que variade una a seis semanas. Este método se usa cuando se da una formacióncentralizada al personal con responsabilidades especiales en higienemental, y especialmente cuando es necesario considerar el factor dis-tancia.

(3) Seminarios o grupos de discusión, semanales o mensuales, consesiones de una a cuatro horas. Este método, que abarca un periodolargo, favorece más la adaptación emocional y progresiva, y por estarazón es preferible cuando las circunstancias lo permiten.

La instrucción a grupos mixtos en todas las disciplinas de la saludpública es particularmente recomendable para el adiestramiento en elservicio, aunque puede igualmente impartirse a grupos específicos delpersonal de salud pública. La experiencia demuestra también que lostemas enseñados en dicha ocasión deben tener relación directa con laactividad profesional del trabajador de salud pública rPepectivo.

15.2.2 Inclusión de la higiene mental en la formación bdsica de todas lascategorías de personal de salud pública. Dos principios generales se despren-den de los experimentos que se han hecho. En primer lugar, el adiestra-miento en higiene mental debe proporcionar al trabajador de saludpública una comprensión vasta de la conducta humana y no deberáconsistir de un curso de psiquiatría teórica. En segundo lugar, todomaterial presentado será más eficaz si está integrado a los diversoscursos ya establecidos en el currículo en vez de ofrecerla como un cursoespecial.

15.2.3 Adiestramiento en higiene mental para especialistas en salud pública.Algunos paises han iniciado el adiestramiento de especialistas en saludpública que dedicarán todo su tiempo a la higiene mental. Esa formacióncomprende generalmente un curso intenso y prolongado en una insti-tución (universidad, hospital, etc.) adecuada para la enseñanza de psi-quiatria social, psicología clínica, y cuidados psiquiátricos, seguida luegode un estudio intenso de la higiene mental en su aplicación a la saludpública.

La preparación en higiene mental de especialistas en salud pública esnecesaria, por lo menos en los paises más adelantados. En la mayoría delos países, sin embargo, no es tan necesaria como los otros dos tipos de

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42 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

formación mencionados anteriormente. Antes de que un país puedadesarrollar una formación especializada de higiene mental para sustrabajadores de salud pública será necesario que desarrolle la práctica dela psiquiatría, y la aplicación general de los principios de higiene mental ala salud pública. Solamente sobre la base de esas dos disciplinas se podrárealizar la formación ulterior de trabajadores especializados. Sin em-bargo, el comité recomienda que' el Director General estudie los experi-mentos que se han hecho hasta ahora en la formación de este tipo y queconvoque en una fecha posterior una reunión de expertos para discutirlos métodos de aplicación.

15.3 Problema bdsico de la educación en higiene mental

En su sesión actual el comité no pudo tratar adecuadamente cada unode los tres tipos de formación antes mencionados. El comité estima quede los tres tipos de formación el de los trabajadores de salud pública yaen práctica es el que tiene la mayor importancia inmediata, puesto quetiene una aplicación más amplia. Por eso hace particular hincapié en esetipo de formación en esta sección de su informe, y urge, no obstante,recurrir al Comité de Expertos en Educación Profesional y Técnica delpersonal médico y auxiliar cuando éste revise la formación básica de lostrabajadores de salud pública, pues sería útil que diera a conocer endetalle sus opiniones sobre la integración de la higiene mental en dichaformación básica.

La experiencia ha indicado claramente que, desde un principio, lainstrucción en higiene mental o psiquiatría presenta, por la naturalezamisma del tema, un problema emocional para el estudiante, aparte decualquier dificultad intelectual que pueda tener para comprender loshehos. F,1 impaceto emocional de esta formaei(Sn es mucho mayor que elde la sala de disecciones u operaciones.

Además, en este campo de la salud hay muchos conceptos erróneos einformación falsa. Muchos individuos inteligentes están convencidos deque el sentido común puede explicar toda conducta. Por el contrario, elestado actual de los conocimientos científicos indica muy claramenteque aun el origen de gran parte de la conducta "normal" no puedeexplicarse sin tener conocimientos especializados. La preparación enhigiene mental es inevitablemente una experiencia más subjetiva que elestudio de cualquiera de las otras ciencias hacia las cuales el estudiantepuede conservar una actitud objetiva y emocionalmente impasible. Elestudio de las ciencias físicas y químicas, por ejemplo, no provocacomúnmente una reacción emocional, como suele suceder con el estudiode los problemas de la personalidad.

La conservación de la salud generalmente se enforca aún en términosexclusivos de anatomía, fisiología y de bioquímica, y la comprensión delas enfermedades en términos de patología orgánica. Por lo tanto, pocos

INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

trabajadores de salud pública han aprendido a considerar las emocionesy la buena o mala conducta como aspectos de la salud. Además, elindividuo promedio (y en este punto, el trabajador de salud públicapromedio no es excepción) se considera "normal" y tiene poca auto-comprensión respecto a las peculiaridades de su propia conducta, aunquepuede estar muy consciente de las excentricidades y "rarezas" de otros.Una buena preparación en higiene mental disipará en parte las ilusionesque tiene de sí mismo, y le proporcionará una oportunidad para darsecuenta de sus propios motivos y relaciones. El adiestramiento en higienemental no es, por lo tanto, un proceso meramente intelectual, sino másbien inevitablemente una experiencia emocional.

En el adiestramiento en higiene mental de los trabajadores de saludpública, se puede esperar una resistencia inicial hacia ciertos temas.Esta es una defensa "normal" y sana de la propia personalidad de partede cada estudiante. Sin embargo, si la instrucción tiene éxito, el estu-diante se dará gradualmente cuenta de que los principios se aplican nos61o a los pacientes sino también a él mismo. Finalmente, la formacióndebería conducir al individuo a aceptar sus propias "diferencias" y adarse cuenta de que sus propias aptitudes y características constituyenlos rasgos de su personalidad que lo individualizan.

En este sentido, el estudiante descubre que la "normalidad", aparte desu sentido estadístico, no es más que una ilusión, a no ser que en suconcepto de "conducta normal" incluya una amplia gama de reaccionesy de conducta que son normales en individuos mentalmente sanos y ensus reacciones a las tensiones.

15.4 Principios bdásicos del adiestramiento

Hay ciertos principios generales que se aplican a todos los tipos deeducación en higiene mental del personal de salud pública, cualquieraque sea el número de estudiantes y de sus disciplinas, o la extensión y elcontenido del programa.

15.4.1 Experiencia emocional durante la formación. Como ya se ha indi-cado, toda preparación en higiene mental, cualquiera que sea la natura-leza del grupo, es inevitablemente para el participante una experienciaemocional, algunos aspectos de la cual se presentan a continuación:

(1) Angustia. Toda nueva experiencia imprevista evoca en el individuoun estado de natural preocupación. Esta sensación se denomina técni-camente "angustia" normal, y es la que provee la energía que, aplicadaa la acción, es la fuerza impulsora para la realización de toda nuevaempresa. Durante la preparación en higiene mental esa sensación seproducirá en el personal de salud pública así como suele producirse enlos médicos durante su formación psiquiátrica, o aun en los pacientesque acuden al trabajador de salud para la solución de sus problemas.

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44 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

(2) Ambivalencia. La preparación en higiene mental se acepta a me-nudo con cierta reserva porque provoca inquietudes. Se puede por tantoesperar que el estudiante manifieste sentimientos contradictorios haciael maestro y al tema. Se observarán fases alternativas de aceptación yde rechazo. El vocablo técnico "ambivalencia" se usa para describirestas dos actitudes contradictorias pero inseparables-una de las cualeses conscientemente expresada, en tanto que el observador puede almismo tiempo descubrir evidencia del sentimiento opuesto. La coexis-tencia de actitudes contradictorias será probablemente menos aparenteen las primeras etapas de la formación técnica.

(3) Motivos. El adiestramiento en higiene mental puede ser altamentefructífero si se imparte a aquellos que se han percatado de la necesidadde adquirir dicha formación. El reconocimiento de esta necesidad puedesurgir de los problemas clínicos que el trabajador de salud pública debeafrontar o bien de un sentimiento de frustración en su trabajo. Puedetambién surgir de las fricciones en sus relaciones con el público, con otrosmiembros del personal o con otras organizaciones fuera del servicio.Cuando existen esas situaciones, el trabajador de salud pública compren-derá más fácilmente el partido que él puede sacar de la preparación enhigiene mental, al constatar sus diversas aplicaciones a los problemasactuales que le preocupan.

(4) Utilización de la experiencia previa. Durante su formación el estu-diante comienza inevitablemente a aplicar a sí mismo lo que esta apren-diendo. Empieza a poner a prueba sus conceptos a la luz de sus propiasexperiencias y de su filosofía. La formación debe proporcionarle altrabajador de salud pública una base sobre la cual puede reinterpretar,y por consiguiente comprender mejor sus previas experiencias profe-sionales y personales. En la mayoría de los casos, pondrá a prueba susnuevos conocimientos a base de sus observaciones cotidianas en su ra-bajo y sus relaciones sociales.

(5) Resultado. Si la formación es eficaz, el estudiante obtendrá de ellaun sentimiento emocional positivo y estará consciente de haber ad-quirido una nueva y más sólida comprensión de sus emociones y conductahumanas, como los que ocurren en sus pacientes y en 1él mismo.

15.4.2 Consideración del contenido del curso en relación con el nivel educa-cional básico del grupo. Cuando la preparación en higiene mental seintroduce, por primera vez, como una materia nueva para el servicio desalud pública, será conveniente presentarla conjuntamente a todo elpersonal de la unidad de salud pública a quien el tema interesa. El hechode compartir esta experiencia inicial conjuntamente por los trabajadoresdel servicio resulta muy ventajoso porque todos pueden comprender loque significa su aplicación a sus actividades personales y a las del servicioen general.

INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

Al proyectar el contenido del curso deberá tenerse en cuenta el nivel deeducación y de conocimientos básicos de los miembros del grupo al cualse imparte la enseñanza. Por lo tanto, cuando se imparte al personal ensu totalidad, el contenido debe estar a un nivel comprensible por aquellosque tienen la preparación profesional o educacional más reducida.

La formación inicial puede, sin embargo, estar seguida de cursos cuyocontenido ha sido planeado especificamente para distintos tipos depersonal de salud pública. Así pueden proyectarse cursos específicamentepara médicos, enfermeras, ingenieros sanitarios, trabajadores sociales yotrs grupos.

15.4.3 Continuidad de la enseñanza. La experiencia ha demostrado quese obtienen los mejores resultados de la educación en higiene mentalcuando los estudiantes tienen la oportunidad de recibir la enseñanza deun mismo profesor o grupo de profesores durante todo el curso. Por esoes preferible que todo el curso esté bajo la dirección de una sola personao grupo permanente de personas más bien que de una serie de profesorescon quienes los estudiantes están en contacto sólo por breves intervalos.Siempre que exista este elemento de continuidad, se puede muy bienrecurrir a expertos para temas especiales.

15.4.4 Identificación del profesorado con el grupo. La experiencia ha de-mostrado claramente la necesidad de que el profesor de higiene mentalpara el personal de salud pública debe estar bien familiarizado con eltrabajo y problemas de dicho personal. Independientemente de todacompetencia técnica individual, es imposible que el profesor imparta unaenseñanza adecuada y eficaz si no tiene igualmente suficientes conoci-mientos de la práctica de salud pública para adaptar sus cursos a lasresponsabilidades individuales y al trabajo de los estudiantes. El pro-fesor debe, por lo tanto, poder apreciar los problemas técnicos de lostrabajadores de salud pública, de las interrelaciones entre los miembrosdel personal, y de las frustraciones tan comunes de su trabajo. Necesitatambién conocer las relaciones de trabajo existentes entre la organiza-ción de salud pública y otros servicios públicos.

15.4.5 Presentación progresiva del material. En la enseñanza de higienemental, más que en cualquier otra materia, el profesor debe tomar nota delas reacciones emocionales de los estudiantes hacia los temas presentados.Un material que tiene fuertes implicaciones emocionales debe ser pre-sentado a un compás que permita a los estudiantes el aceptarlo y asi-milarlo. Por ejemplo, la discusión de los problemas de las relaciones conla comunidad puede preceder la de los origenes psicológicos de la pro-miscuidad sexual o de las tensiones internas del personal de saludpública.

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46 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

15.4.6 Planeo en conjunto. Cualquier tipo de educación en higiene mentalpara los trabajadores de salud pública debe ser proyectada por el profesoro los equipos de enseñanza, en colaboración con los diversos tipos detrabaj adores de salud pública que tomarán parte en el curso. Este métodono sólo permite compartir la responsabilidad, sino que también le facilitaal profesor obtener mayores conocimientos de los problemas existentes yde especial interés para el personal.

15.4.7 Método de enseñanza. Independientemente del contenido del curso,se ha comprobado que los resultados obtenidos eran superiores cuantomás oportunidades se les ofrecía a los estudiantes de participar individual-mente en él. Por lo tanto, si algunos temas pueden presentarse por mediode conferencias, la discusión posterior del material es esencial. En elcaso de cursos breves e intensos, a excepción de algunas palabras deintroducción y de explicaciones metodológicas, no se necesita la ense-ñanza por medio de conferencias. En cursos más largos, sin embargo, esventajoso presentar mucho del material teórico mediante conferencias.

15.4.8 Adiestramiento en pequeños grupos. Los mejores resultados en lapresentación de problemas de higiene mental se obtienen dividiendo ungrupo grande en unidades pequeñas de 6 a 10 personas para fines dediscusión y experiencia clínica. Cada grupo pequeño debería tener un soloprofesor que actúe de mediador en la discusión.

15.4.9 Relación con la psiquiatría. La higiene mental consiste en laaplicación de conocimientos preventivos derivados de la psiquiatría.Es sobre la base de la práctica psiquiátrica que se ha podido adquirir uncúmulo de conocimientos relacionados con la prevención de los proble-mas emocionales y de patología mental; no obstante la formación enhigiene mental del trabajador de salud pública no debe consistir enningún sentido de un curso de psiquiatría. No es forzoso discutir losestados psicopatológicos graves, ni tampoco recalcar esos problemas. Sedeberá hacer más bien hincapié en los factores que favorecen la saludmental (en el sentido de la definición dada en el capitulo 2 de esteinforme) o que provocan las reacciones psicológicas observadas frecuente-mente.

15.5 Contenido del curso

Aunque la experiencia disponible no permite determinar dogmática-mente el contenido detallado de la formación en higiene mental, síjustifica hacer, al respecto, las recomendaciones generales siguientes:

15.5.1 Adaptación a las necesidades prácticas del personal de salud públicapromedio. El contenido del curso debe proyectarse con miras a satisfacer

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las necesidades prácticas del grupo que ha de recibir la instrucción. Semodificará, por consiguiente, de acuerdo con la naturaleza, nivel educa-cional y cultural, y los problemas peculiares del grupo. Los cursos ten-drán por base los principios siguientes:

(1) Insistencia en la comprensión de las reacciones normales más bienque de las anormales.

(2) Esfuerzo por facilitar una comprensión de las fuerzas emocionalesdinámicas que gobiernan las relaciones interpersonales.

(3) Consideración del papel que desempeña la angustia normal en lamovilización de la energía emocional necesaria para motivar todas lasfases del comportamiento; es esta la fuerza impulsora que conduce a lospacientes a solicitar la ayuda del departamento de salud pública, asícomo la colaboración ulterior de éste en la solución de sus problemas.

(4) Explicación de los mecanismos que ayudan a sobreponerse a laangustia. Es preciso explicar los distintos modos en que el individuopuede tratar de contrarrestar su angustia, ya sea eficazmente o no. Seexaminará igualmente la naturaleza de esas reacciones que permitentransformar la angustia en una actividad constructiva; se estudiarán, porotra parte, aquellos mecanismos que provocan trastornos emocionales,de la actitud y del comportamiento.

(5) La dinámica de la entrevista. El trabajador de salud le parece alpaciente que solicita su ayuda como una figura profesional y autoritativa.Si no se halla conveniente enseñar a los trabajadores de salud pública lastécnicas rígidas de la entrevista, es altamente recomendable enseñarleslos principios fundamentales de toda entrevista satisfactoria.

(6) La relación entre el trabajador de salud pública y el paciente. Yasea en contactos casuales o en entrevistas formales, el trabajador desalud pública y el paciente inconscientemente forman una relación queserá hasta cierto punto determinada por las necesidades emocionales decada uno de ellos. El paciente puede tener una tendencia a recurrir altrabajador de salud pública como a alguien con quien puede adoptar denuevo una actitud de extrema dependencia, cuyo origen se remonta a lainfancia, o a oir de él declaraciones de autoridad, necesidad que provienede un origen similar. De igual modo, el trabajador de salud pública tiendeinconscientemente a satisfacer sus propias necesidades con respecto alpaciente, y algunos crean inconscientemente en sus pacientes una de-pendencia exagerada. Los trabajadores de salud pública necesitan descu-brir hasta qué punto esos factores no reconocidos en ellos mismos influyenen su actitud hacia sus pacientes, y viceversa, en la actitud de los pa-cientes hacia ellos.

(7) Las actitudes psíquicas anormalmente exageradas. El trabajadorde salud pública debe comprender el origen y el significado de ciertasactitudes patológicas frecuentes en los pacientes, como por ejemplo, laagresividad o suspicacia, dependencia o pasividad.

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48 COMITE DE EXPERTOS EN HIGIENE MENTAL

15.5.2 Factores socio-dindmicos. Además de los puntos mencionados másarriba, expresados en su mayor parte en términos de fenómenos intra-psIquicos, al trabajador de salud pública se le imparte una comprensiónde los factores externos relacionados con las condiciones de vida y sus-ceptibles de presentar repercusiones sobre la salud mental. Estos de-berían incluir:

(1) La familia. Es preciso comprender el significado emocional de lafamilia como unidad que varia según las sociedades y los países diferentes,y los modos que el quebranto en ella o cualquier cambio psíquico radicalen alguno de sus miembros, afecta a todos sus otros miembros. Sea cualfuere la estructura de la familia en un país dado, su importancia funda-mental está en el hecho de que es el escenario donde se ponen en juegolas fuerzas intrapsfquicas de las relaciones emocionales interpersonales ylos factores sociales.

(2) Fuerzas sociales. El estudiante deberá comprender las fuerzas quedentro de la comunidad afectan positiva o negativamente la salud men-tal, entendiéndose por esto las consideraciones económicas, ocupaciona-les, religiosas, educativas, y recreativas; como asimismo, las influenciassociales inevitablemente nocivas, como los prejuicios y los efectos de lamala vivienda. El estudiante deberá estudiar igualmente los fenómenossociales tales como el crimen, la delincuencia, el divorcio, la prostitución yla guerra.

(3) Ambiente cultural. La formación no deberá proporcionar solamenteuna comprensión de las diferencias existentes entre la gente de distintasrazas y nacionalidades; así como en cuanto a su personalidad y costum-bres individuales, sino también las diferencias existentes entre la gentede distintos ambientes que viven en la misma comunidad. Las cienciassociales aclaran estos puntos.

15.5.3 Contenido de la formación en higiene mental. Sin detallar el conte-nido de la formación el comité considera que deben tratarse los temassiguientes:

crecimiento y desarrollo psicológicos del niñodinámica psicológica, inclusive los mecanismos mentalesestructura de la personalidad y factores que influyen en ellaorientación en la psicología clínica, inclusive las pruebas mentalesdinámica de las relaciones de grupos, de sus trastornos y de la terapia

de los trastornosproblemas psicopatológicos comunes.

15.6 El profesor

El profesor, ya sea que tenga la responsabilidad para la formación oactúe como miembro de un equipo de disciplinas mixtas, debe tener laexperiencia previa en la formación del personal de salud pública. Las

INFORME DE LA SEGUNDA REUNION

cualidades personales que debe poseer son esencialmente las requeridasen todo buen pedagogo que pueda impartir conocimientos con claridad,estimular un sano interés de aprender, y establecer buenas relaciones entrey con los estudiantes. Además, debe tener las cualidades siguientes:

(1) Interés en la dinámica de las fuerzas psíquicas que influyen en lapersonalidad. Por ejemplo, si es psiquiatra, probablemente no mostraráesta actitud si su experiencia o interés se han limitado a las psicosis. Laexperiencia demuestra que aquellos, cuya experiencia psiquiátrica ha sidoadquirida en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de comporta-miento de los niños, son particularmente adecuados.

(2) Una aptitud para expresarse fácil, clara y concisamente tanto alenseñar como en la conversación; y deberá poder expresarse en el lenguaj edel estudiante y evitar la terminología técnica de la psiquiatría.

(3) Demostrar suficiente interés en el trabajo de los otros para gran-jearse la atención personal y el respeto de los trabajadores de saludpública.

(4) Una experiencia que le permita utilizar como material pedagógicolos problemas cotidianos de los trabajadores de salud pública en su tra-bajo casuístico y en sus relaciones personales con los pacientes y entreellos mismos.

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ORGANIZACI6N MUNDIAL DE LA SALUD

Serie de Informes Técnicos(Ediciones en español)

No. 24 Enfermería, Comité de expertos en,Informe de su primera reuniónPublicación de la Oficina Sanitaria Paname-ricana.

No. 10 Saneamiento ambiental, Comité de expertos en,Informe de la primera reuniónPublicación de la Oficina Sanitaria Paname-

ricana.

No. 30 Higiene escolar, Comité de expertos en servi-cios de

Informe de la primera reuniónPublicación de la Oficina Sanitaria Paname-

ricana.

Número Fecha

259 Octubre 1951

263 Mayo 1952

265 Diciembre 1952

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