chalupa 04 el público del arte

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En este número decidimos trabajar los mitos, las percepciones, los temores que giran alrededor de el público del arte. Increíbles trabajos de historietistas, escritores e ilustradores que se unieron en esta cuarta entrega del fanzine (segunda realizada con el apoyo de la Beca de Creación en Artes Plásticas y Visuales del Idartes). Para más información: https://www.facebook.com/todoslosrugidos http://todoslosrugidos.blogspot.com/ [email protected]

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Partamos de que todos somos público, incluso los productores culturales,―y no solo los independientes que hacemos fanzines, también esos tipos famosos que usted admira y que lo inspi-ran a crear. El pensarse a uno mismo como emisor y receptor es una experiencia global que genera una gran variedad de reflexiones.

Es difícil superar el pánico escénico. Sea consciente o incons-cientemente, nos aterra la idea de someter al juicio externo nuestras creaciones. Hay quienes incluso se detienen antes de terminar, o antes de empezar: “¿seré lo suficientemente bue-no?”. Del mismo modo, nos rehusamos a dejar nuestros trabajos en el olvido, muy pocos artistas viven tranquilos con la idea de que su obra jamás será observada… Todos estos problemas tie-nen que ver con algo externo: la relación público-artista, pero surgen desde nuestros monstruos y demonios internos.

“¿Y qué importa si la entienden o no?”. Nos decimos luego. Al fin y al cabo sabemos que como público pensamos lo que nos da la gana de lo que vemos y lo leemos desde nosotros mismos. En definitiva el público crea la obra: es el espectador el que le da sentido… Y si de verdad quieren saber cuál es el proceso inter-no del artista, pueden averiguar… O, tal vez la obra se entienda en sí misma. Las posibilidades están abiertas.

Tuvimos en cuenta además, la presencia del público como par-te activa de la construcción de una escena y de la posibilidad de hacer sustentable la labor artística. Porque, ¿de qué vive el artista si nadie consume lo que produce?, ¿debe entonces tener en cuenta al posible observador para crear?, ¿hasta qué punto traciona su voz si tiene en cuenta las exigencias del público?

Resumiendo un poco, en este número de Chalupa decidimos preguntarnos por la obra y el creador dentro de ese proceso de emisión/recepción/juicio. Sin más preámbulos, les presenta-mos, querido público de Chalupa, el cuarto número de esta em-barcación fanzinera (segundo realizado en el marco de la Beca de creación editorial del IDARTES).

Como siempre, ¡bienvenidos a bordo!

Público del ARTEEL

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Yo disfruto mucho esto. Quizás ya hayan visto el experimento: cojan una feria artística (mejor si es de renombre y mejor aún si venden obras caras), mezclen con el resto de la exhibición cuadros pintados por niños, esculturas hechas por chimpancés e instalaciones ideadas por la aleatoriedad de un computador, y pregúntenles a los asistentes qué piensan de lo que ven (pero sin contarles quienes son los autores, claro).¿Y qué dice la audiencia? Unos dirán que no entienden nada, otros que no ven cómo «eso» puede ser considerado «arte», pero los mejores (los que sirven si están planeando escribir un artículo en SoHo mofándose del arribismo de la ciudad) son los que dirán cosas como “se nota que la intención del autor era explorar los vacíos del alma humana”, “se evidencia la evolución desde las corrientes locales actuales”, “encuadra muy bien con el resto de la obra de este pintor”.Ya los conocen, ya nos hemos burlado de ellos, ya nos hemos sentido mejores personas por no aventurar opiniones demasiado descabelladas en exhibicio-nes y galerías. Pero, aunque Lola la chimpancé no haya pensado en los huecos del alma humana, ¿no podríamos pensar que doña Adelaida, la señora que propuso esta posibilidad, de hecho, sintió los vacíos de su alma humana al contemplar esta obra?Claro que sí. Pero eso también lo sabíamos. Los autores llevan muertos un buen rato. La comunicación es, en esencia, imposible, y todo depende del re-ceptor o, en este caso, de la audiencia que contempla. Ahí está el valor de la obra, en quien la mira. Y ya saben que hay quienes se precian de mirar más obras y ser capaces no sólo de juzgar valores, sino de imponerlos. Por eso nos reímos cuando la “audiencia especializada” le otorga valor a los manchones hechos por niños de jardín infantil como actividad de recreo, como si eso im-portara, como si la hechura le quitara algo al resultado de la obra.Pero el problema real es que a ese valor está asociado el dinero, ¿y cómo se le va a ocurrir a alguien pagarle a esos niños-chimpancés? ¿y qué van a hacer con la plata? ¿y más bien por qué no le pagan a algún artista de verdad (a uno hambriento, mejor)? Pues porque la obra realmente es de la audiencia, ¿qué importa el artista? Si solo lo conoceremos como el protagonista de una biogra-fía nunca abierta y solo usada como decoración de mesa.

Apreciando altalos salonesestablecido

Por Pablo Medina Uribe

de la culturay el ARTE

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“Fuera que tomaran lo que sirve. Pero las ciudades son expertas es en aislar ingredientes activos, para dizque ‘enriquecer la vuelta y que quede más potente’. Y el resto lo botan… ¿Qué es el tal folc popular? ¡Un com-primido ahí pa´l público promedio! Que cree estar viviendo toda una experiencia naturalista, comunita-ria (encima cuánto le dura)… ¿Y qué?, ¡el vacío sigue ahí! Ay, entonces busquemos otra. En ésas se la pasan. Mientras tanto, los contextos folclóricos, ya pasados de moda varias veces, ni se han enterado. Y siguen. A su ritmo”.

“Que no, no estoy haciendo un performans. Váyanse, no me jodan”.

“Todo bien con el arte y sus manifestares, y la gorrita y el rebusque, pero a veces el día ha estado o pinta jo-dido y resulta que de improvisto te tocó asistir a toda una función (buena y todo, pero…) que dizque ‘en espacios –yo diría también momentos– no convencio-nales’. Y usted saque fuerzas pa´ apreciar. Porque igual te la van a cobrar, y ay donde no les des. Y usted con ese cansancio y más encima le montan la escena en la jeta… uf, es que ya ni la distancia”.

“No no no. No te las vengas a dar de artista. Al pú-blico no le interesa reafirmar ninguna raíz ni ninguna identidad, ni cultivar ideas transgresoras o conceptos abstractos. El público no vino por mensajes. No nece-sita que le enseñes nada. El público lo que quiere es que lo droguen”.

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El Público sale de ese público radical que asiste a to-das las fases del proceso (no solo a las exhibiciones o presentaciones públicas), convirtiéndose así, no solo en parte de, sino en parte fundamental. Las veces que falta genera un insospechado vacío que molesta y no deja. Llega un momento en el que tiene que estar.En nuestro caso la relación ya era formal desde el co-mienzo, el compromiso existió siempre. Ambas partes –“ambas partes” nunca hubo, en la práctica, pero como para que se entienda– sabíamos de su función y de su importancia (también sería porque queríamos, ¿no?). No hubo que decirnos nada para asegurar su presen-cia permanente.Y permanente es en todo proyecto que hagamos. El Público es una constante. Habrá casi siempre otro pú-blico, claro, que no sea de El Público. Pero ese va cam-biando, la idea de El Público es que casi no varíe. Y no es “nuestro propio público”. No. El Público es neutro, solo está ahí, asistiendo a. También, en caso de no ha-ber público, el Público se encarga –comodín de emer-gencia– de que haya. Ahí, sin dejar de ser El Público, hace de público, ocupando también auditorio (sin pre-tender nunca llenarlo, tampoco, también chévere que queden los huecos de no-público). Pero nos gusta más cuando hay público y El Público está haciendo de sí mismo en escena, ahí es cuando agarra viaje. Porque en el auditorio no viene siendo tan tan público, ahí también hace de, actuado (se ve igual, pero no), no es total el reemplazo. Y hacerlo sin actuar, como al co-mienzo, ya no puede. Ya no le sale.

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Lau lao (Colombia)lau-lao.blogspot.com

Manuela Fajardo (Colombia)flickr.com/manuisquity

Pablo Medina Uribe (Colombia)pablomedinauribe.tumblr.com/pablomedinauribe

Alejandro Henao (Colombia) flickr.com/azameth

Razz (Argentina)razzilustra.com

Marta Postigo (Perú) [email protected]

Sylvia Gómez G. (Colombia)sylviagomez.net

Criollan Brothers (América Latina)criollanbrothers.blogspot.com

Keki unpuntito (Argentina)cargocollective.com/unpuntito

Catalina Bodoque (Chile) flickr.com/catalinabodoque

Jim Pluk (Colombia)plukart777.blogspot.com Ilustración portada y contraportada

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Tabla decontenido

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Esta publicación es beneficiaria de la beca de estímulos para proyectos editoriales en artes

plásticas y visuales del Instituto Distrital de las Artes, Idartes.

En alianza con:

Editado y producido por:

Con el apoyo de:

Publicado en marzo de 2014,Bogotá, Colombia.ISSN: 2357-5182

Información y contacto: ¡RUGE!todoslosrugidos.blogspot.comtodoslosrugidos@gmailFacebook:todoslosrugidos

Equipo editorial:Manuela FajardoRafael OliverSylvia Gómez G.

Audiovisual:Laura Mickanvimeo.com/lrmckn

Impresión de carátula en Serigrafía: Rattrapfacebook.com/rat.trap.98

Este trabajo está licenciado bajo Creative com-mons Atribución-Compartir igual 3.0 Unported.

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