autoridades - buenos aires · 2015. 1. 6. · la naranja mecánica, estado de sitio, Último tango...

40

Upload: others

Post on 29-Jan-2021

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • Voces Recobradas2

    AUTORIDADES

    Jefe de GobiernoDr. Fernando de la Rúa

    Vice Jefe de GobiernoDr. Enrique Olivera

    Secretaria de CulturaLic. María Sáenz Quesada

    Subsecretaria de Desarrollo CulturalTeresa Anchorena

    Subsecretario de Acción CulturalDarío Lopérfido

    Directora del Instituto Históricode la Ciudad de Buenos Aires

    Lic. Liliana Barela

  • Voces Recobradas 3

    Editorial por Liliana Barela

    Los setenta. Una mirada crítica desde los noventa.

    Los setenta. Militancia, participación, compromiso y violencia

    La mirada de los Otros

    Historias detrás de la puerta

    La historia oral en las escuelas

    Memorias poco confiables. Uso y abuso de la Historia Oral

    Dónde y quiénes hacen Historia Oral?

    Correo de opinión

    Marginalia reflexiva

    Agenda

    Presentamos este Nº 1 con la alegría de la buena aceptación del Nº 0 y con laresponsabilidad de enfrentar el desafío de sostener una continuidad en el tiempo eneste proyecto de editar una revista, tarea novedosa para nosotros acostumbrados,hasta ahora, a publicar libros o boletines y no este tipo de material que supone unritmo y una estructura distinta y sobre todo tiempos diferentes.

    En este punto creo que lo primero que cabe es pedir disculpas por los errores delNº 0, el apuro y la inexperiencia son las razones que llevaron a que no resultara talcual lo esperábamos, no obstante estamos contentos porque nos gusta nuestra revistay la posibilidad de contar con un medio que les sirva a ustedes y a nosotros comocanal de comunicación y divulgación.

    En este número presentamos tres trabajos que tienen que ver con la década de1970, uno de ellos referido a la militancia de base, otro a la mirada de otrasgeneraciones sobre esa juventud de los 70 y por último, un trabajo sobre los silenciosy las historias de la época de la dictadura.

    Esta es una década que durante el año pasado hemos estudiado mucho en elInstituto dando lugar a varias iniciativas, entre ellas la muestra “Los setenta. Unamirada crítica desde los noventa”, que concretamos en junio de 1997 y cuyos detallesles contamos en uno de los artículos.

    Con estos trabajos intentamos unir historia con memoria, dos temas queaparecen en nuestra sociedad muchas veces disociados. Con la ayuda de la memoriacada individuo no sólo evoca sino también se define y participa del proceso social.

    Este período -como todos en historia- es motivo de nuevas investigaciones ynuevas interpretaciones. Pero aquí como nunca olvido ymemoria constituyen un juego conflictivo y especial parala historia oral: sus protagonistas están vivos y lastimados.De todas formas sólo si analizamos qué nos une y qué nossepara podemos mantener la cadena del recuerdo de lasgeneraciones presentes con las generaciones futuras.

    La construcción de esas memorias deberá ser grabadaaún cuando las identidades sean protegidas. El tema esdemasiado serio como para no tener registros de lo que sediga. Los trabajos que aquí aparecen dan cuenta de estaforma de hacer historia oral. L.B.

    347

    1522272831353638

    Sumario

    EDITORIALVOCES RECOBRADASVOCES RECOBRADASVOCES RECOBRADASVOCES RECOBRADASVOCES RECOBRADAS

    Revista de Historia Oral

    Abril 1998 - año 1 - nº 1

    Es una publicaciónEs una publicaciónEs una publicaciónEs una publicaciónEs una publicación

    del Instituto Históricodel Instituto Históricodel Instituto Históricodel Instituto Históricodel Instituto Histórico

    de la Ciudadde la Ciudadde la Ciudadde la Ciudadde la Ciudad

    de Buenos Airesde Buenos Airesde Buenos Airesde Buenos Airesde Buenos Aires

    Córdoba 1556, CCórdoba 1556, CCórdoba 1556, CCórdoba 1556, CCórdoba 1556, C.P.P.P.P.P. 1055. 1055. 1055. 1055. 1055

    Tel: 813-9370Tel: 813-9370Tel: 813-9370Tel: 813-9370Tel: 813-9370

    Telefax: 813-5822Telefax: 813-5822Telefax: 813-5822Telefax: 813-5822Telefax: 813-5822

    D i r e c c i ó nD i r e c c i ó nD i r e c c i ó nD i r e c c i ó nD i r e c c i ó n

    Liliana Barela

    S e c r e t a r i o sS e c r e t a r i o sS e c r e t a r i o sS e c r e t a r i o sS e c r e t a r i o s

    de Redacciónde Redacciónde Redacciónde Redacciónde Redacción

    Daniel Paredes

    Mercedes Miguez

    R e d a c t o r a sR e d a c t o r a sR e d a c t o r a sR e d a c t o r a sR e d a c t o r a s

    María Cecilia Alegre

    Lucía Inés Dorin

    D i s e ñ oD i s e ñ oD i s e ñ oD i s e ñ oD i s e ñ o

    y Comunicación Visualy Comunicación Visualy Comunicación Visualy Comunicación Visualy Comunicación Visual

    Jorge Mallo

    Bernardo Servi

    Patricio Giacomino

    Verónica Farías

    S u p e r v i s o r e sS u p e r v i s o r e sS u p e r v i s o r e sS u p e r v i s o r e sS u p e r v i s o r e s

    de Ediciónde Ediciónde Ediciónde Ediciónde Edición

    Lidia González

    Rosa De Luca

    Colaboraron en este númeroColaboraron en este númeroColaboraron en este númeroColaboraron en este númeroColaboraron en este número

    Liliana Barela

    Mercedes Miguez

    Daniel Paredes

    María Cecilia Alegre

    Lucía Dorin

    Carlos Ferrera

    Luis García Conde

    Enrique Gleizer

    María Mastrocesare

    Patricia Ibáñez

    Hebe Clementi

    Graciela Browarnik

    Marina Demarchi

    Grupo Totem

    F o t o sF o t o sF o t o sF o t o sF o t o s

    Gabriel Vignolo

    Admin i s t rac iónAdmin i s t rac iónAdmin i s t rac iónAdmin i s t rac iónAdmin i s t rac ión

    Graciela Kessler

    Roxana Madrid

    T r a d u c c i o n e sT r a d u c c i o n e sT r a d u c c i o n e sT r a d u c c i o n e sT r a d u c c i o n e s

    Adolfo Balbi (Inglés y Francés)

    Elsa Scalco (Portugués)

  • Voces Recobradas4

    Por qué hacer un análisis histórico de la décadadel setenta ahora?

    Desde hace unos pocos años el materialbibliográfico especializado en el período comenzó acaracterizarse por su discurso testimonial. Es decir,generalmente sus autores habían participado de formaactiva en el período ya sea como militantes, periodistas,etc. Por lo tanto, estos libros (muchos de ellosrápidamente se transformaron en best-sellers) carecíande un análisis histórico. No es que no existan trabajosde este tipo, pero hasta ahora no ha sido un materialmuy abundante. Las causas se deben al prurito dealgunos historiadores por la proximidad temporal entreel presente y la década del setenta. Hoy a más de veinteaños del golpe de 1976, pareció oportuno hacer unprimer acercamiento a aquellos acontecimientos desdela historia.

    Los orígenes de la exposición “Los setenta. Unamirada crítica desde los noventa” están en un grupo dehistoria oral del IHCBA que se dedica a investigar lamilitancia de los ́ 70. La intención del grupo era recu–perar el discurso de los militantes de base ya que el dela dirigencia está muy difundido y estructurado.Además, vislumbrar las coincidencias y divergenciasde estos dos discursos.

    Del debate grupal surgieron, con muchasdificultades, los conceptos que más carac–terizaron la época, entre muchos otros:participación, compromiso y violencia. Estosguiaron el armado de la muestra y se transformarontambién en los ejes de las mesas de debate.

    El grupo de investigación decidió hacer un corteen la historia: 1966-1976. El recorte se debe a que no setoman los ´70 como unidad, además que en la décadarecortada hay hechos significativos -como el golpe del´66 y el del ́ 76- donde el perfil de la militancia se definecon más fuerza.

    Una mirada crítica desde los noventaLOS SETENTA

    por Lucía DorinLucía DorinLucía DorinLucía DorinLucía Dorin

    ¿

  • Voces Recobradas 5

    La muestra se realizó en la semana del 18 al 22 dejunio de 1997 en el Centro Cultural General San Martín.Fue un proyecto multimediático:·En la entrada del Salón Naranja del CentroCultural, una instalación hecha por el Grupo Totem ala manera de una manifestación, re–presentaba los movimientos masivos,donde desde el anonimato, se parti–cipaba del curso de la historia. Lasconsignas de la muestra: partici–pación, compromiso y violenciafueron enarboladas por banderas. Yaen el interior de la sala, un grupo demilitantes realizado por el mismoequipo de artistas plásticos en tamañonatural hace de acompañante al restode la visita.·Los textos y las fotos se presen–taron en once paneles autoportantescon la técnica de ploteado. La pane–lería estaba ordenada cronológicamente con losacontecimientos sucedidos en el país, y tenía comoprincipal, el eje sociopolítico, que estaba acompañadopor el eje cultural y el internacional.·Los afiches políticos que se exhibieron, formabanparte tanto de la campaña electoral de 1973 como otrosmuy significativos del período. La mayoría fueroncedidos por el Museo de La Casa Rosada y algunos porla Biblioteca Radical.

    ·El Museo Nacional de la Historia del Trajeproporcionó los modelos característicos, que circun–daban las recreaciones del bar típico (Bar La Paz) y dela librería (Fausto) -donde además de libros habíarevistas-, ambos representantes de la avenida Corrientes

    y, fundamentalmente, de la culturade la época.·También se recreó un microcineambientado con afiches de películas,pertenecientes al Museo del Cine. Allíse proyectaron dos videos sobredistintos aspectos de la década y unvideo institucional donde seexplicaban los fines y objetivos queperseguía la muestra, escenas delmontaje y una encuesta callejerasobre lo que se recordaba de la época.·Un espacio para la interacciónmultimediática donde el públicopodía seleccionar temas de su

    interés: se instalaron cuatro computadoras con el CDArgentina Medio Siglo, editado por el Diario Clarín.·La ambientación sonora no sólo reproducía lamúsica sino también el “sonido de los hechos”, congrabaciones de discursos, la llegada del hombre a laLuna, etc.·Todo esto se acompañó con una publicación delIHCBA a modo de guía y la proyección de films hechosen el período: “Nosotros los monos” y “Los traidores”,por ejemplo.

    Al mismo tiempo, se realizaron cuatro mesas dedebate: Política, Medios, Cultura, Teatro y Espectáculos(estas dos últimas organizadas por el Depto. de Arte dela Facultad de Filosofía y Letras de la U.B.A.), abriendootro modo de acercar al público la década a través deprotagonistas y estudiosos de la misma.

    Lo llamativo de estos “encuentros” fue el modo enque los expositores hablaron de la época: primó laexperiencia personal, el recuerdo particular de losacontecimientos, la alusión a las utopías, los exilios,etc. Pero también se despertaron las viejasdiscusiones -que al parecer se habían olvidado,no solucionado- como la de peronistas yantiperonistas, academia y antiacademia, etc.

    En cuanto al público, tuvo, además de los debates,un libro donde expresar sus opiniones. Hubo críticas:lo que faltó como la foto de Silvio Frondizi o la delasesinato de la hijita del Capitán Viola. Hubofelicitaciones: por “actualizar”, “rescatar” un “tematabú”. Están los que hablaron del “dolor del recuerdo”pero que prefieren “no olvidar”. También están los querevivieron la época al pie de la letra, posicionándose enprotagonistas de ese momento pero como un ahora:los graffittis reproduciendo pintadas de la época como“Perón o muerte” o “Patria si Colonia no”, o lasdivergencias sobre los hechos, como el caso de Ezeiza.

    Del debate grupalDel debate grupalDel debate grupalDel debate grupalDel debate grupalsursursursursurgiergiergiergiergieron,on,on,on,on, con muchas con muchas con muchas con muchas con muchas

    dificultades, losdificultades, losdificultades, losdificultades, losdificultades, losconceptos que másconceptos que másconceptos que másconceptos que másconceptos que más

    carcarcarcarcaracteracteracteracteracterizarizarizarizarizaron laon laon laon laon laépoca,época,época,época,época, entr entr entr entr entre muchose muchose muchose muchose muchosotrotrotrotrotros:os:os:os:os: par par par par participación,ticipación,ticipación,ticipación,ticipación,

    comprcomprcomprcomprcompromiso yomiso yomiso yomiso yomiso yviolencia.violencia.violencia.violencia.violencia.

  • Voces Recobradas6

    El resultado fue satisfactorio: asistieron más de5.500 personas. Asimismo la muestra repercutió tantoen la prensa escrita como en algunos programas decable, de televisión abierta y radios.

    La muestra en Mar del Plata

    Otro de los objetivos de “Los setenta. Una miradacrítica desde los noventa” es hacer de ella unamuestra itinerante. Los primeros pasos por este caminose hicieron en Mar del Plata.

    Las actividades se realizaron en el Centro CulturalVictoria Ocampo “Villa Victoria” del 19 de septiembre al5 de octubre junto con el Ente de Cultura de Mar del Plata,presidido por el señor Nino Ramella. La exposiciónquedó inaugurada con la participación del CuartetoCedrón que interpretó algunos temas.

    A la muestra original se incorporaron losacontecimientos locales y objetos representativos de ladécada en la ciudad: fotografías del Festival Internacionalde Cine, automóviles -un torino 380W, un citroen 3CV,un Peugeot y un convertible-, tablas de surf de la época,una rockola, revistas, un winco, un juego electrónico, etc.La indumentaria, a diferencia de Buenos Aires, fue cedidapor particulares.

    El Grupo Totem realizó una nueva obra en la queaparecían personajes famosos del período, como losBeatles, Olmedo, etc. La estructura estaba ubicada en elexterior de la casa.

    En las mesas-debate hubo tanto expositoresmarplatenses como porteños. Los temas fueron: Medios deDifusión y política, Vida Cotidiana, Vida Institucional, RelatoIdeológico. En ellas también primó la experiencia personal.

    También se desarrolló un ciclo de cine con películas dela década. Se proyectaron 10 films: Marat/Sade, Juan Moreira,La Naranja Mecánica, Estado de Sitio, Último Tango en París,Busco mi destino, Los Demonios, Medea, Memorias delsubdesarrollo y Alicia en las Ciudades. Asimismo, seorganizó una muestra de pintura de artistas marplatensescuya mayor actividad se realizó en los años analizados. Lospintores elegidos para ello fueron: Antonio Berni (1905-1981),Juan Carlos Castagnino (1908-1972), Domingo Gatto (1935),Rogelio Polesello (1939), Mario Pucearelli (1928) y LuisSeoane (1910-1979).

    Para honrar a nuestra anfitriona Victoria Ocampo sepuso de manifiesto su participación en la década y en especialsu conflictiva relación con el Doctor Arturo Jauretche, quepodía entreverse a través de su correspondencia.

    El público marplatense reaccionó positivamente: casi3.000 personas acudieron a la exposición. Especialmentelos alumnos secundarios que recibieron visitas guiadasademás de una guía de lectura y comprensión de lapublicación.

    El equipo del Ente de Cultura de Mar del Plata también

    editó una publicación que se centraba en los acontecimientosde su ciudad en el período expuesto.

    “Los setenta. Una mirada crítica desde losnoventa” no pretende ser una exposición cerrada,por el contrario, esperamos que sea una muestraabierta, que en cada uno de sus puntos itinerantesvaya ampliándose, es decir, que no pretendemosque la muestra inicial permanezca intacta sino queaceptamos las diferentes interpretaciones de unperíodo tan controvertido como 1966-1976."

  • Voces Recobradas 7

    militancia, participación, compromiso y violencia

    LOS SETENTA

    Luis García Conde, Enrique Gleizer,Patricia Ibáñez, María Mastrocésare,Mercedes Miguez y Daniel Paredes

    Los autores realizaronentrevistas a militantes de base

    que actuaron políticamenteentre los años 1966 y 1976.

    Se analizan similitudesy diferencias de ese discurso con

    el que era sustentadopor los cuadros dirigentes.

    n el marco del IIIº Encuentro Nacional de HistoriaOral, realizado en octubre último, organizado por elInstituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires en elCentro Cultural General San Martín, un equipointegrado por investigadores de este Instituto, con laparticipación de miembros de otras instituciones,presentó un trabajo titulado “Los setenta:militancia, participación, compromiso yviolencia”.

    Nuestra hipótesis de trabajo podría ser sintetizadaasí: consideramos que en la década del sesenta, debidoa una pluralidad de factores, tiene lugar una profundacrisis de los espacios simbólicos, que se expresó en uncuadro de “anomia social” y en una tensión entre loinstituido y lo instituyente. Es en esta tensión en la queel proceso instituyente encontró su voz fundamen–talmente en una generación: la juventud, y en un sectorsocial: la clase media y la “aristocracia obrera”. Lajuventud encarnó, en el proceso cultural del períodocitado, un movimiento emergente, en el que la militanciay los planteos políticos constituyeron sólo unaexpresión, una instancia.

    Siguiendo a Raymond Williams, analizamos estemovimiento emergente como “estructuras del sentir” ypor lo tanto, como algo distinto de la cultura dominante,así como de la residual. Las estructuras del sentir,pueden ser definidas como “experiencias sociales ensolución”1 y nos remiten a un tipo de conciencia socialcuyo elemento fundamental es la conciencia práctica“casi siempre diferente de la conciencia oficial (culturahegemónica); es un tipo de sentimiento y pensamientoefectivamente social y material, aunque cada uno deellos en fase embrionaria, antes de convertirse en un

    E

    Los setenta: militancia, participación, compromiso y violencia

    Liliana Barela

    Integrantes Integrantes Integrantes Integrantes Integrantes

    Dirección Dirección Dirección Dirección Dirección

  • Voces Recobradas8

    intercambio plenamente articulado y definido ...pensamiento tal como es sentido y sentimiento talcomo es pensado; una conciencia práctica de tipopresente, dentro de una comunidadviviente e interrelacionada”2.

    En la Argentina, al igual que enel resto del mundo, este movimientoemergente se caracterizó por unadiscursividad y una práctica cuestio–nadoras de los saberes instituidos entodas las instancias y se presenta enla primera mitad de la década (1958/66) como un movimiento politizado,precisamente porque, de diversasmaneras, estaba expresando unacrisis de conciencia e hizo pasar laideología por la vida cotidiana. Pero,a partir del 66, con la RevoluciónArgentina, la “conciencia oficial”(cultura hegemónica) cierra no sólo la vida político-institucional, sino todos los ámbitos en los cuales estas“estructuras del sentir” pudiesen encontrar formas deexpresión. Se va generando un proceso al interior deeste “movimiento emergente” en el que lo político y laacción política se constituyen en la única premisa detodo cambio. Cambio que, según los modelos adoptadospor esa generación (Lenin, Trotsky, Mao, el Che, elperonismo y el cristianismo) debía ser “revolucio–nario”. La lucha armada adquiere legitimidad y laacción política se traducirá en participación-compromiso-violencia.

    Paradójicamente, al interior de estamilitancia se reproducirá un espacio simbólicoen el que tendrán cabida muchos aspectosautoritarios de aquella sociedad a la quepretendía cambiar.

    Método de trabajo

    aproximarnos a un análisis comparativo con lostestimonios obtenidos en las historias de vida.

    Militantes de base���� �

    En el interior deEn el interior deEn el interior deEn el interior deEn el interior deesta militancia seesta militancia seesta militancia seesta militancia seesta militancia se

    rrrrreprepreprepreproducirá unoducirá unoducirá unoducirá unoducirá unespacio simbólicoespacio simbólicoespacio simbólicoespacio simbólicoespacio simbólicoen el que tendránen el que tendránen el que tendránen el que tendránen el que tendrán

    cabida muchoscabida muchoscabida muchoscabida muchoscabida muchosaspectosaspectosaspectosaspectosaspectos

    autoritarios deautoritarios deautoritarios deautoritarios deautoritarios deaquella sociedadaquella sociedadaquella sociedadaquella sociedadaquella sociedad

    a la que pra la que pra la que pra la que pra la que pretendíaetendíaetendíaetendíaetendíacambiarcambiarcambiarcambiarcambiar.....

    � � � � �

    Realizamos entrevistas a militantes políticos queactuaron entre los años 1966 y 1976,buscando el testimonio de aquellosque participaron en niveles de baseo intermedios. Focalizamos lostestimonios de quienes participaronen lo que genéricamente se conociócomo “izquierda peronista” en losaños 1970 a 1973, analizando dete–nidamente los correspondientes a lamilitancia proveniente del cristia–nismo.

    Tomamos una muestra de losdocumentos de las conducciones deFAR y Montoneros y de los produci–dos por la Iglesia (Movimiento deSacerdotes para el Tercer Mundo,

    Pastoral Social, Teología del Pueblo, etc.) a fin de

    Si bien el proyecto de investigación encarado tienecomo intención abarcar a todos los grupos políticossiempre en la instancia de base- que tuvieron actuaciónen este período, en el presente trabajo, como quedódicho anteriormente, el análisis quedará restringido ala militancia de base de la JP (Juventud Peronista) degrupos que provenían de sectores cristianos de clasemedia. El corpus documental sobre el que hemostrabajado comprende: fuentes orales, historias de vida(basadas en testimonios con reserva de identidad) ydocumentos de la Iglesia, período 1965-1973. El análisisseguirá las líneas generales planteadas en laintroducción, considerando, dentro de este marco, a laIglesia Católica como una institución que es atravesadapor esta profunda crisis cultural que recorre la década.Esta tensión entre lo instituido y lo instituyente alinterior de la Iglesia, quedará expresada en la síntesisde las “líneas de fuerza” del Encuentro que tuvieralugar el 28 de junio de 1965 en lo que se denominóReunión de Quilmes: “1.- En primer término se constatóque hay una apertura ‘algo nuevo’, a lo quedifusamente llamamos ‘Mundo’. Hoy el sacerdotesumergido en el mundo valora de otra manera eltrabajo, la técnica, las relaciones humanas y las cosasen general. Paralelamente enfrenta ‘algo viejo’ quepodríamos llamar Iglesia-mundo en lo que tiene depasado o anacrónico. Ante este hecho, el hombre-sacerdote reacciona de distintas formas: quiere salir deese ‘algo viejo’ para entrar en ‘lo nuevo’ o se defiendede ‘lo nuevo’ para permanecer en ‘lo viejo’. Es en estepunto donde se produce una pronunciada tensión (...).

  • Voces Recobradas 9

    En general, puede señalarse una gran ‘admiración’ porlas cosas nuevas y un ‘deseo de estar presente’ en todasellas para lograr la realización personal y autenticidaddel trabajo pastoral”.

    Los entrevistados en todos los casos se presentaroncomo pertenecientes a la clase media y con niveles deeducación terciaria. Rastreando el concepto de militan–cia, se observa que la misma es presentada como unacuestión del “ser”, no como un medio para lograr unobjetivo sino que suponía una transformación personal,una vida militante tenía que ver con unacuestión relacionada con lo ético, los valores, lasolidaridad, pensar en el otro y por el otro, dejando delado las ambiciones individuales.

    “...el pueblo es solidario, el pueblo esrevolucionario, el pueblo es la gente mássencilla, pobre, nosotros no estábamos encondiciones de sentirnos pueblo, quisiéramosser pueblo, quisiéramos tener esos valores,pero uno iba al pueblo a aprender”, dice unentrevistado.“...era amor a la gente...y ¿qué era querer ala gente? y...entregarle la vida, no entregarla vida ...era vivir para generar vida...yo loque rescato profundamente de ese tiempo eseso, la ética que había, una profunda éticade compartir, de solidaridad, de amorverdadero, sin conocer al otro” (Adriana)

    En la lectura de las entrevistas se puede observaruna correspondencia entre las formas de entender ysentir la militancia con conceptos de orden religioso,más precisamente de lo conceptualizado por el Mo–vimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Unejemplo es la fe vista como el encuentro con Cristo queda sentido a la vida, que cambia la vida, una conversióny la conversión como una liberación, salir de un estadomalo para vivir de otra manera.

    Esta relación entre la militancia como una cuestióndel ser y la conversión, podría pensarse como labúsqueda de una nueva identidad, de alguna manerael pasaje de burgués a pueblo. Esto hablaría de una cri–sis previa de los espacios simbólicos, de los espaciosde pertenencia y referencia, un corte transversal,generacional, de ruptura con una continuidad históricaen tanto a los ideales, normas, convenciones, conductasde una clase, la clase media, con la consiguientenecesidad posterior de incluirse en una historia que nole es propia y le otorgue identidad.

    Los nuevos vínculos que se crean son de índoleafectivo y se establecen a partir de la ilusión decompartir un ideal en común que podría describirsecomo el anhelo de integrarse a un pueblo visto comodepositario de los valores que se aspira alcanzar,portador de una historia caracterizada como de luchay con la potencialidad intrínseca de promover elcambio que posibilite un mundo diferente descripto entérminos difusos como patria socialista, liberación,justicia social, etc.

    Esta ligazón afectiva presupone la renuncia a lasambiciones personales en beneficio del conjunto, laanulación de las particularidades de los otros a fin deconsiderarse iguales entre sí.

  • Voces Recobradas10

    Adriana, una de las entrevistadas, manifestaba quemás allá de la propuesta política, que podría serdiscutida, lo que había era el amor a la historia de unpueblo que venía de 18 años de lucha, que se sentíanparte de una historia, que no había diferencias, queeran todos del prójimo, que a pesar de que proveníande diferentes estratos, de distintas clases, no habíadiferencias, eran todos juntos porque lo que los juntabaera una historia en común.

    “... más allá de la propuesta política, quebueno, eso se puede discutir, pero era un amora la historia, a una historia de un pueblo quevenía... como se decía “estos 18 años delucha”, eran 18 años de lucha, donde uno sesintió parte de una historia y un país... Erasactor de la historia, sentías que estabasviviendo la historia... y con un sentido de tuvida... No había diferencia entre yo te doy...este... sino que éramos todos juntos, éramostodos el prójimo, todos partes de unproceso... a pesar de que éramos de distintosestratos, clase media baja, clase pobre, noera digamos una diferencia, éramos todosjuntos, porque lo que nos juntaba era unahistoria común...” (Adriana)

    En este punto cabe hacer mención, someramente, ala versión de “pueblo” para el MSTM.

    Para ellos el pueblo es una comunidad de valores,estilos de vida, actitudes, convicciones y aspiracionescompartidas y que sólo existe y subsiste en las personasque lo forman, que no es sólo la comunidad existenteen un momento dado sino que es una realidad másamplia y trascendente que comprende el pasadohistórico y también de algún modo el futuro; tiene porello la responsabilidad de conversar y ser fiel al pasadoy abrir el camino a las futuras generaciones cumpliendoel mandato histórico que recibieron.

    Los pobres por estar enfrentados a las necesidadesprimarias y a la vida, la muerte, la dependencia y la

    libertad, estarían en mejores condiciones para percibiry conservar los valores humanos que constituyen unacultura que busca rescatar a todo el hombre y a todoslos hombres, son los que van a la delantera de lasaspiraciones comunes. Los pobres son el corazón delpueblo.

    Cabe mencionar uno de los párrafos de “¿El pueblodónde está?” (Publicaciones del Movimiento deSacerdotes para el Tercer Mundo, Buenos Aires, 1975.)y que tiene una correspondencia casi textual con lo queaparece en las entrevistas. “Sin embargo formantambién parte del pueblo quienes “acceden a él”mediante una opción concreta por la cual hacen suyoslos valores, convicciones últimas y aspiracionescomunes de los pobres, insertándose, por lo tanto, en lalucha por la liberación de toda la nación, que es elproyecto común de los pobres”.

    La militancia política es sentida por losentrevistados como la consecuencia natural de lavivencia de un cristianismo real. Para todos ellos huboun descubrir de un nuevo cristianismo, más humano,no limitado a normas y preceptos. Ser seguidores de unCristo encarnado en su pueblo es lo que los llevabainexorablemente a un compromiso con el otro y acompartir la experiencia de la liberación, ésta entendidacomo integral en todos los sectores donde hay opresión:el jurídico, el político, el cultural, el económico y social.

    “... el grupo tomó la decisión... que el grupoiba a ser un grupo de reflexión del trabajopersonal de cada uno en su frente -unosestábamos en la universidad, otros en barrios,otros en gremios, en grupos parroquiales- endistintos frentes, pero trabajábamos leyendoartículos y revistas, en una metodología queellos llamaban de revisión de vida con el ver,juzgar y actuar donde íbamos revisando elcristianismo viendo, juzgándonos y viendoqué se podía modificar o hacer desde lopolítico en cada uno de los frentes.” (Josefina)

    “... en este avance, o en este ir creciendo enlo que llamábamos el compromiso, si sequiere religioso, apareció como clara einevitable la pregunta por un compromisomás amplio...... el compromiso político se vivió como unaconsecuencia natural a un proceso... decariño, y de amor y de búsqueda de vida...”( C a r l o s )

    La opción por el peronismo se presenta noen términos ideológicos sino como algoinevitable, la única opción posible es el lugar al queadhiere el pueblo, ese pueblo que es pobre y que tieneuna historia de lucha por la liberación y ese pueblopobre es el pueblo peronista.

  • Voces Recobradas 11

    La fe como mera creencia individual no bastaba, lafe debía ser plasmada en actos, en acción trans–formadora de una realidad injusta y por lo tanto nocristiana. Si la historia pasaba por el peronismo, si elpueblo era peronista, la acción no podía realizarse desdeotro lugar.

    “... era el lugar por donde pasaba la historia, lahistoria argentina de ese momento” (Laura)“...entre Quilapayun,Viglietti, el cristianismo,el peronismo, se hizo todo un licuado, uncóctel en donde uno tuvo que hacer unaopción...” (Adriana)

    “... tratando de hacer una síntesis entrenuestra fe y nuestra acción.” (Josefina)

    Perón es apenas mencionado y cuando se lo hacees referido a su retorno como hecho significativo, erauna nueva forma de ser peronista, se lo resignificaba apartir del bagaje con que se llegaba al mismo y del tiempoque se vivía, eran “peronistas 1970”, que eran un tipode peronistas, casi como un nuevo hecho fundacional.

    “Y... bueno, todo esto llevó a ingresar alperonismo más bien por un canal cristianomarxista, en esa época no había espacio parahacer otra cosa. más allá de las voluntadesindividuales había una corriente que tellevaba para ahí. Había un sólo espacioposible. También había espacio para nocambiar...” (Brunati)

    compromiso para la liberación. Si no es así, no esconcientización sino manutención del sistema. No hayposición neutra: equivaldría a dominación disfrazada.”

    C.M.: “Esto fue ya en el año 72, este... dónde,bueno en general por el clima que había en lasociedad en líneas generales, y por haberconocido por medio del colegio a profesoresy sacerdotes que nos empezaban a planteary un poco a abrir los ojos al mundo de losocial, de lo político, a plantear interrogantes,a generar cuestionamientos, a este... producirpor ahí, ciertas reflexiones de por qué unoestaba en una vida, o en una forma de vidadigamos, instalada, seguro, y con ciertospatrones de vida y bueno y porquesimultáneamente había otra gente la cual seencontraba este... y bueno, fue como empezara descubrir todo un mundo que hasta ahorano se había presentado ¿no? Esto se datambién con algunos sacerdotes, que no sé siforman parte, o que empiezan a consolidarseen lo que fue el MSTM. Este... se presentabala religión de otra manera, es decir, dejabade ser vista como una serie de preceptos onormas que debían cumplirse sin granfundamento, y empezaba a hacerse unplanteo mucho más vivencial de la cuestiónreligiosa y fundamentalmente apuntando aque la dimensión religiosa lleva directamentea un compromiso con los que uno tiene allado ¿no? Pero, bueno, eso fue algo que mefue impactando.”

    U.F.: “Yo empiezo a sufrir una crisis en elmundo del pensamiento, muy fuerte, cuandotenía 16 años, 17 años (aproximadamente año1964) donde me conmovía fuertemente lainequidad manifiesta en el terreno social. Yosentía una conmoción muy fuerte, no sé siesto tenía que ver con el propio contornofamiliar (...) y nosotros veíamos, noobstante... digamos el no tener inseguridadesen cuanto la alimentación, la salud (...) a unolo hacía sentir seguro, pero veía que estaseguridad no se manifestaba en los sectoresque no eran como nosotros o en condicionesmucho más centradas de carencias...”

    ���� �

    Visión esta que tiene su correlato por oposición enla opinión de los entrevistados de líneas peronistasortodoxas, donde los integrantes de la JP-Montoneroseran vistos como infiltrados, los zurdos, aquellos quepodían pensar lo impensable, un peronismo sin líder, omás bien, un peronismo que trascendía al líder.

    Influencia de la IglesiaLa idea de una realidad distinta a la conocida,

    que surge e irrumpe repentinamente, se presenta entodos los entrevistados.

    En la Conferencia Latinoamericana del MIJARC(Mov. Internacional de la Juventud Agraria y RuralCatólica) llevada a cabo en Chile en julio de 1969, seexpresa:

    “Concientizar es el caminar conjunto del pueblo(agente de transformación) mediante el cualalcanzamos poco a poco clara conciencia de la situaciónde vida. Al conocer esta realidad que antesdesconocíamos, llegamos a criticarla, problematizar lapara poder enfrentarla, decidiendo una acción (opción)y luchando organizadamente. La concientización esreal en la medida que nos lleva a una opción de

  • Voces Recobradas12

    Integración y oposiciónde los discursos

    Comparten la valoración positiva del peronismo.El peronismo parece constituir una base en y sobre lacual operar una acción revolucionaria que permita laconstrucción de una sociedad socialista. El sujeto

    El testimonio de U.F. corresponde a un militantede la Nueva Izquierda, proveniente del radicalismo. Suincorporación tiene la intención de señalar aspectosque fueron comunes a esta generación. Respecto a lapercepción de ruptura generacional (ya indicada en laintroducción) transcribimos un párrafo del testimoniode un militante “tradicional” del peronismo y su visiónrespecto a Montoneros y el cambio en la praxis política:

    J.R.: “...de alguna manera nos sorprendió elhecho de que la gente lo festejara / alsecuestro de Aramburu /, claro que no hubomanifestaciones de alegría por las calles, perose notaba en la gente, en el colectivo, en elsubte, en el café; y... si “está bien” “Hay quehacer lo que hacen los jóvenes”. Los jóvenesempezaban a ser los Montoneros (...) Empiezaa cambiar el discurso (...) pero entonceshablaban las armas. Los dirigentes gremialesestaban armados, los Montoneros estabanarmados, los militantes, los empresarios,estaban armados, entonces ahí, de algunamanera, todos estábamos siendo juguetes deestas circunstancias, costaba mucho ser unmilitante sensato y buscar acuerdo, porquepelaban los fierros y la cagaban a tiros.”

    La Iglesia mostraba elcamino de la militancia

    Documento de San Miguel (1969): “...como lavocación suprema del hombre es una sola: la divina, lamisión de la iglesia es también una sola: salvar integral–mente al hombre. En consecuencia, la Evangelizacióncomprende necesariamente todo el ámbito de lapromoción humana” (Parte justicia IV - 2, p.29 )

    “...La Iglesia ha de discernir acerca de su acciónliberadora o salvífica desde la perspectiva del Pueblo yde sus intereses, pues por ser éste sujeto y agente de lahistoria humana, que está vinculado íntimamente a laHistoria de la Salvación, los signos de los tiempos sehacen presentes y descifrables en los acontecimientospropios de ese mismo pueblo o que a él afectan.”

    “...por lo tanto, la acción de la Iglesia no debe sersolamente orientada hacia el pueblo, sino también, yprincipalmente, desde el pueblo mismo.” (VI -Conclusiones 4 y 5, p. 39)

    ���� �

    histórico es la clase obrera. La clase obrera es peronistay es pueblo, en consecuencia es la prota–gonistaprincipal de cualquier cambio histórico que se quieragenerar; surge así una profunda necesidad de integrarsea su historia y ser parte de ella.

    En el corpus documental de la cúpula se apreciaun discurso que halla más correspondencia con ladimensión política. Se utilizan términos que estánausentes en el discurso de los militantes de base, porejemplo: nacionalismo revolucionario, sistemacapitalista, clase obrera, clase trabajadora, peronismoburocrático, peronismo revolucionario, estrategiarevolucionaria, interés de clase, contradicciónfundamental, guerra integral, etc.

    No hay valoración de la democracia. Toda vez que

    ���� �

  • Voces Recobradas 13

    1 Williams, Raymond: “Literatura y marxismo”, pág. 1532 Ibidem

    Conclusiones

    Del recorte estudiado pudimos obtener las siguientes conclusiones:

    -La tensión entre lo instituido y lo instituyente encontró su voz fundamental en la juventud y en un sectorsocial: La clase media.

    -En este contexto la militancia constituyó una expresión, una instancia. Este movimiento emergente seráalgo diferente a la cultura dominante y a la residual y se presentará con un discurso y una prácticacuestionadoras; como un movimiento politizado que hace pasar la ideología por la vida cotidiana.

    -A partir de 1966 se produce el cierre de todos los ámbitos posibles de discusión y en el interior de esemovimiento emergente lo político y la acción política se constituyen en la única premisa.

    -Encontramos diferencias sustanciales entre los cuadros de la conducción y los niveles de base: en tanto losprimeros definieron su proyecto revolucionario y su ideología con una estrategia de poder y un programade gobierno, los militantes de base se manejaron con términos difusos y globales más cercanos a losdiscursos del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.

    es mencionada aparece calificada: democracia demasas, democracia popular, etc.

    El corpus documental de los militantes de base dela JP (provenientes del cristianismo) permite observaruna discursividad más próxima a la dimensión éticamoral que a la dimensión política. Así lo confirmaríanlos conceptos asociados a la idea de militancia: opciónde fe, solidaridad, amor, actitud de servicio, sacrificio,abnegación, entrega, etc.

    La palabra participación en cada uno de los casosestá estrechamente vinculada a la idea de la necesidadde formar parte de..., de estar inserto en...

    El proyecto político y los aspectos ideológicos delos mismos parecen cobrar una importancia secun–daria. Lo esencial estaría constituido por elcompromiso, que surge de un acto de fe, y la opción porlos pobres que aquél implica, de acuerdo a los preceptosdel cristianismo. Militancia y compromiso constituyendos conceptos que se fusionan en una unidad:militancia - compromiso; compromiso - militancia.

    La discursividad de los testimonios se encuentramás próxima a los preceptos emanados de losdocumentos de la Iglesia (Documento de San Miguel,Encuentros del Movimiento de Sacerdotes para el TercerMundo y Documentos y escritos del MSTM) que deaquellos que surgen de la cúpula de Montoneros. Ental sentido, los testimonios revelan la utilización detérminos vinculados al lenguaje cristiano: reflexión,flagelo, metodología de revisión de vida, ver juzgar yactuar.

  • Voces Recobradas14

    O presente trabalho é umadiantamento de uma investigaçao que seleva a fim no Instituto Histórico da Cidadede Buenos Aires.

    O tema abordado se relaciona como sentido do conceito da militancia nadécada comprendida entre os anos 1966-1976 na Argentina, e sua abordagem serealizó a partir de entrevistas orales amilitantes de base em todos os espectrosociopolítico (partidos políticos,organizaçoes armadas, religiosas oubairriales, etc).

    O político é um médio. Em realidade,uma forma de definir a militancia é precisaras causas que levaram na mesma. Nocaso de este grupo, e durante este período,a procura de identidade e participaçaoestava contido na militancia.

    Do recorte estudado podemosobtener as seguintes conclusoes:

    -A tensao entre o instituído e oinstitugente encontró sua voz fundamentalna juventude e em um sector social, aclasse media.

    -Neste contexto a militancia constituióuma expresao, uma instancia. Estemovimento emergente será um poucodiferente da cultura dominante e no residuale se apresentará como um discurso e umaprática questionadora; como um movimentopolitizado que faz passar uma ideologia pora vida cotidiana.

    -A partir de 1966 se produz ofechamento de todos os espaços possiveisde discussao, e no interior destemovimento emergente o político a açaopolítica se constituem na única premissa.

    -Encontramos diferençassubstanciais entre os quadros deconduçao e nos de nível de base. Osdirigentes tinham definido seu projetorevolucionário, sua ideología, e tinham umaestrategia de poder e um programa degoverno; em troca os milantes de base seconducirom com términos difusos eglobaies mais perto dos discursos doMovimento de Sacerdotes do TerceiroMundo.

    The present work is a part of aresearch that is carried out in the InstitutoHistórico de la Ciudad de Buenos Aires.

    The studied subject is related to thesense of the concept of militancy in thedecade that ranges from 1966 to 1976, inArgentina, and it was approached startingfrom oral interviews to militants of base ofall the social and political spectrum (parties,military organizations, religious andneighborhood organizations, and so on).

    The political subject is a way. Actually,a way to define the militancy is determiningthe reasons that led to it. In the case of thisgroup, and during this period, the searchfor identity and participation was containedin the militancy.

    From the studied sample, we couldarrive to the following conclusions:

    The tension between the«established» and the «institutor» foundits fundamental voice in young people andin a social sector: the middle class.

    In this context the militancy was anexpression, an instance. This issuingmovement was somewhat different fromthe prevailing culture and from the residualculture and introduced itself with acontestant speech and method; as amovement with political nature that makesideology pass by everyday life.

    Starting from 1966, all the possiblescopes of discussion were closed and inthe inside of this emergent movement thepolitical subject and the political actionbecome the only premise.

    We found substantial differenciesbetween the hierarchy and the base level.Whereas the former defined therevolutionary project and the ideology witha strategy of power and a program ofgovernment, the latter used diffuse andglobal words, nearer to the speech of theMovement of Priests for the Third World.

    Le présent travail fait partie d’unerecherche effectuée par l’Instituto Históricode la Ciudad de Buenos Aires.

    Le sujet étudié est en rapport avec lesens du concept de militantisme dans ladécade 1966-1976, en Argentine, et il a étéabordé à partir des entrétiens oraux auxmilitants de base de tout le spectre social etpolitique (partis, organisations armées etreligieuses, organisations de quartiers, etc.).

    Le sujet politique est un moyen. Enréalité, une façon de définir le militantismeest déterminer les raisons qu’y conduisent.Dans le cas de ce groupe-ci, et pendantcette période, la recherche d’identité et departicipation a été contenue dans lemilitantisme.

    De l’échantillonage étudié, on a puarriver aux conclusions suivantes:

    La tension entre l’institué et celui quiinstitue a trouvé sa voix fondamentale parmiles jeunes gens et dans un secteur social:la classe moyenne.

    Dans ce contexte, le militantisme a étéune expression, une instance. Cemouvement émergent a été un peu différentà la culture dominante et à la culturerésiduelle, et il s’est présenté avec undiscours et une méthode contestataire;comme un mouvement politisé qui faitpasser l’idéologie par la vie de tous le jours.

    A partir de 1966, toutes les ambiancespossibles de discussion ont été fermées età l’intérieur du mouvement émergent le sujetpolitique et l’action politique sont devenus laseule prémise.

    Nous avons trouvé des différencessubstantielles entre la hiérarchie et le niveaude base. Pendant que la premiére a défini leprojet révolutionnaire avec une stratégie depouvoir et un plan de gouvernement, lesecond a employé des mots diffus et globals,plus proches du discours du Mouvementde Curés pour le Tiers Monde.

    Os Setenta:Os Setenta:Os Setenta:Os Setenta:Os Setenta:

    Militancia,Participaçao,Compromissoe Violencia.

    The seventies:The seventies:The seventies:The seventies:The seventies:

    Militancy,Participation,Compromiseand Violence

    Les annéesLes annéesLes annéesLes annéesLes annéessoixante-dix:soixante-dix:soixante-dix:soixante-dix:soixante-dix:Militantisme,Participation,Compromiset Violence

  • Voces Recobradas 15

    e propuse investigar la década del 70 en Argentinatomando como eje a la lucha generacional. Partiendode esa base, el escenario del conflicto se amplía (elmundo occidental), su inicio es anterior (al finalizar laSegunda Guerra Mundial) y no concluyó con la derrotade los proyectos alternativos (aún continúa). Lejos deconsiderarlo como único eje válido, mi intención esdesarrollar una mirada distinta sobre el período, queaporte algunos elementos que -normalmente- no sontenidos en cuenta.

    Sobre el telón de fondo de la Guerra Fría, la luchageneracional atravesó distintas etapas y se expresó demanera diferente en cada lugar. Esbozaré mi hipótesissintéticamente marcando cada uno de los períodos ysus características en Europa, en EE UU y en Argentina.Luego, expondré, mi trabajo: LA MIRADA DE LOSOTROS, que consiste en un pequeño esbozo sobre cómovieron a la generación del 70 las otras generaciones.

    LA MIRADADE LOS OTROS

    1 LA DIFERENCIACIÓN

    En este trabajo de investigación sobre la década delsetenta se ha tomado como eje a la luchageneracional. "La mirada de los otros" es la visión de esaetapa convulsionada de aquellos que no formaronparte de la juventud setentista.

    La mirada de los otros

    Carlos Ferrera Autor Autor Autor Autor Autor

    M

    �����En este trabajo de investigaciónsobre la década del ’70se ha tomado como ejea la lucha generacional.“La mirada de los otros”es la visión de esa etapa

    convulsionada de aquellos queno formaron parte

    de la juventud setentista.

    EUROPA: La caída del nazismo abrió la puerta aun severo y profundo cuestionamiento a la culturadominante a la que -por acción u omisión- se la habíahecho responsable de la tragedia. El inicio del procesode descolonización y la gran difusión que alcanzó elexistencialismo fueron reflejo y retroalimentadores deesa crisis. Francia fue -quizás- el ejemplo arquetípico.La ocupación nazi y la actitud cómplice o colabo–racionista de una buena parte de la sociedad quebró lamirada respetuosa de los hijos para con sus padres. Elplanteo existencialista de libertad y elección sepresentó como la opción más clara para losjóvenes franceses. En las décadas posteriores estacorriente filosófica adquirió una influenciadeterminante.

    EE UU: El papel hegemónico que los EE UUejercieron tras la Segunda Guerra Mundial llevó alconflicto generacional a su territorio. Con laintervención militar en Corea, propia del nuevo rol degendarme mundial, los jóvenes americanos comen–zaron a cuestionar un sistema que -según sospechaban-los veía más como soldados que como individuos. Elclima represivo inaugurado por el maccarthismoimpidió que el cuestionamiento tuviera unamanifestación política. Afloró, entonces, a través dedistintas expresiones culturales: el comic, el cine (ElSalvaje, Rebelde sin causa, Semillas de maldad) yfundamentalmente el surgimiento del rock & roll. Elcomic de terror y el rock & roll, fueron las primerasmanifestaciones culturales hechas por jóvenes y parajóvenes. Marcaron el ingreso de un amplio sector de lasociedad al mercado.

    ARGENTINA: En nuestro país la brechageneracional se abrió a partir de un hecho polí–tico: la caída del peronismo. El bombardeo sobrela Plaza de Mayo y los fusilamientos de 1956 fueron los

  • Voces Recobradas16

    �����

    «hechos bisagra» que inauguraron una nueva época.Lejos de producir el escarmiento deseado, laclandestinidad inauguró un nuevo tipo de peronismo.Una generación de militantes y dirigentes sindicaleshizo sus primeras prácticas políticas en ese clima. Porotra parte, la brutalidad del antiperonismo provocó elinicio de un largo proceso en el que muchos hijos de«familias gorilas» se acercarían al movimiento odiadopor sus padres.

    LA REVOLUCIÓN CUBANA:EL CONFLICTO ESTE-OESTE EN AMÉRICALATINA: La entrada de los guerrilleros en La Habanainauguró la década del 60. Entre los muchos procesosque abrió podrían mencionarse:

    - Un punto de inflexión en la Guerra Fría, ya quetrasladó la lucha a un terreno hasta entonces «seguro»para los EE UU.

    - Una renovación del pensamiento marxistacontemporáneo, ya que -junto a la Revolución China-marcó el desprestigio del determinismo stalinista. Ladosis de «voluntarismo» que agregó la ligabadirectamente a la corriente existencialista que, porentonces, buscaba acercarse al marxismo.

    -La nacionalización del marxismo latinoame–ricano: a partir de Cuba, se abrió el camino para unanueva ideología que sería vital en la formación de laNueva Izquierda. La difusión del castrismo entre losjóvenes latinoamericanos, en medio de los planes eco–nómicos desarrollistas, daría otra vuelta de tuerca a lapolitización del conflicto generacional.

    En Argentina, la Revolución Cubana provocaríaun fenómeno que sería crucial en los años posteriores.Por un lado acercó a un importante sector delperonismo al nuevo marxismo y a un importante sectorde la izquierda hacia el nacionalismo.

    2 LA MOVILIZACIÓN DISTENDIDA

    EE UU: Tras la Revolución Cubana y los picos detensión que significaron la crisis de los misiles y el em–plazamiento del muro de Berlín, la administraciónKennedy buscó reformular la Guerra Fría. Lacoexistencia pacífica implicó reducir al mínimo posiblelos aspectos militares del conflicto y poner el centro enlo político social. En ese marco se encuadraron lacreación de cuerpos especializados en la guerra contra–insurgente (boinas verdes) y de los cuerpos de paz quedebutaron en Vietnam. Para ello Kennedy convocó a lajuventud a una lucha por la libertad, quitándola del rolde enemigo interno que había adquirido en los años 50.

    El cambio modificó profundamente el clima internodel mundo occidental. En los EE UU comenzaron lasluchas por los derechos civiles. Grandes movilizacionesde jóvenes negros y blancos reclamaron pacíficamentepor sus derechos. El pop art fue la expresión artísticade aquel clima distendido.

    EUROPA: El punto más alto del pop se desarrollóen el rock inglés, con la beatlemanía. Sonido distendido,masividad inédita expresada en las calles, universa–lización de una determinada imagen juvenil fueronalgunas de las características del período 1963-1965.

    ARGENTINA: La coexistencia pacífica enArgentina estuvo marcada por la presidencia de Illia,que aportó el clima liberal en el que se desarrollaron elDi Tella y la mejor época de la Universidad de Bs As. ElClub del Clan le puso música «alocada» a la distensión.

    3 LA POLITIZACIÓN

    �����

    EE UU: Tras el asesinato de Kennedy y el envíomasivo de tropas a Vietnam, la Guerra Fría volvió arecalentarse. Si el maccarthismo había contenido lapolitización ante la guerra de Corea, la movilizaciónde los primeros 60 generó un rechazo masivo ante la deVietnam.

    Los jóvenes norteamericanos cuestionaron laguerra y el sistema que la había generado. Elaboraronun proyecto alternativo de sociedad a través de movi–mientos como el hippismo, basado en la contracara delos valores del mundo adulto. La respuesta de losmayores incluyó la represión y la asimilación.

    EUROPA: El cuestionamiento al sistema explotóen los grandes movimientos de 1968. El mayo francésfue el punto más elevado del existencialismo sartreano.

    ARGENTINA: El recalentamiento de la GuerraFría en Argentina se llamó Revolución Argentina. El

  • Voces Recobradas 17

    dictador Onganía, se mostró particularmente interesadoen encuadrar política y culturalmente a los jóvenes. Laintervención en las universidades, la censura, los ope–rativos moralistas de Margaride y el cierre de todas lasvías de participación política y social apuntaban enesa dirección.

    El nacimiento del rock nacional fue la respuestahippie de los jóvenes argentinos. El cuestionamientopolítico explotó con el Cordobazo.

    4 LA DECEPCIÓN Y LA OFENSIVA

    5 LA CRISIS Y LA CONTRAOFENSIVA

    EE UU: Entre 1968 y 1969 quedó en evidencia elfracaso de los proyectos alternativos. Los asesinatos deMartin Luther King y Bob Kennedy mostraron la deci–sión de ir a fondo de los grupos de poder norteame–ricanos.

    El festival de Woodstock (1969) marcó el punto deinflexión del hippismo. A partir de allí, la asimilación alos valores del sistema avanzaría casi sin escollos.

    Aparecieron nuevas actitudes juveniles queimpulsaban la radicalización de la lucha (PanterasNegras) o la decepción (rock de las cloacas, glam rock,etc). En EE UU la decepción ante los proyectos fraca–sados sería la actitud dominante. El rock de los pri–meros 70 expresó la rebeldía despolitizada y la acep–tación por parte de los músicos, de un nuevo rol: el desuperestrellas.

    EUROPA: Tras el fracaso de los movimientos del68, los jóvenes europeos tomarían actitudes similares alos norteamericanos. Por una parte comenzó elrepliegue político. En Inglaterra el rock sinfónico (com–binación de rock y música clásica) y la aparición desuperestrellas reflejó la asimilación al mundo de losmayores. Por otra, en las regiones «marginales» del viejocontinente surgieron expresiones radicalizadas a partirde la incorporación juvenil a viejos movimientosguerrilleros (IRA en Irlanda, ETA en España, BrigadasRojas en Italia).

    ARGENTINA: En Argentina y en general enAmérica Latina, la decepción no tuvo lugar. Entre1970 y 1973 se desarrolló la ofensiva juvenil,tendiente a disputarle el poder a sus mayores através de nuevas organizaciones políticomilitares. Las características propias del país, y sueterno dilema pendiente, el peronismo, hicieron que lalucha fuera orientando su ubicación hasta centrarseprácticamente en ese movimiento.

    La disputa de poder entre los viejos dirigentessindicales y de la derecha y los jóvenes de izquierdaparecería inclinarse hacia el sector juvenil. Como enlos años 50, la política fue el escenario central en el quese desarrolló el conflicto generacional.

    �����

    �����EE UU: La crisis del petróleo (1973) puso en

    evidencia la crisis del fordismo. Casi al mismo tiempola retirada de las tropas de Vietnam y el casoWatergate remarcaron la decadencia del imperioamericano. La situación no regeneró proyectosjuveniles, sino que profundizó la decepción. Con la crisisdel fordismo, por ejemplo, grandes capitales que anteseran invertidos en la industria pasaron a alimentar elnegocio del rock. En 1970, ante la separación de LosBeatles, Lennon había declarado «el sueño terminó».En 1974 Alice Cooper, un exponente de la decadencia,grabó «Bienvenido a mi pesadilla». La música discofue el reflejo más descarnado de ese proceso. El mundode los mayores impuso su propio modelo juvenil con elmuchachito de «Fiebre de Sábado por la Noche», queintentaba recuperar el sueño americano. Señalaba elcamino para aquellos que quisieran adaptarse. Paralos que decidieran seguir con la rebeldía, podrían versu futuro en «Los Perros de Paja», donde el cineretomaba el argumento de Semillas de maldad, aunquecon otro final.

    La crisis económica impulsó a EE UU a fomentarlos golpes de estado en Latinoamérica.

    EUROPA: Inglaterra fue el país que más rápidorespondió a la crisis. Allí comenzaron las recetasneoliberales que se extenderían por el globo en los años80. El ajuste generó un nuevo sujeto social: el joven hijode desocupado y excluido del mercado de trabajo y deconsumo. De ellos surgió la última rebelión juvenil delsiglo: el punk. Un estilo de hermanos menores, que nosólo cuestionaron al sistema, sino que extendieron sucrítica hacia aquellos que habían intentado cambiarlo.Una reacción antihippie cuyo único lema fue NO HAYFUTURO. Un movimiento aparentemente sin raíces,pero que involuntariamente retornaba a los años 50.«Vive rápido, muere joven y tendrás un cadáver hermo–so» había profetizado James Dean. La muerte joven fuela única propuesta punk para no ser asimilado por «elsistema». El cadáver hermoso, se perdió en el camino.

    ARGENTINA: La contraofensiva de los mayoresse inició en Ezeiza, con el retorno definitivo de Perón.De allí en más, los jóvenes perdieron terrenoaceleradamente. La década del 70 fue el punto másálgido del conflicto generacional. La represión adultafue más sangrienta allí donde los jóvenes habíanllegado más lejos. La dictadura del 76 reinstaló el ordena partir de la eliminación de toda una generación y suuniverso. Le prohibió al resto del país todos aquelloselementos culturales que habían formado a lossetentistas.

    Malvinas fue el último hecho de la década del 70en Argentina. Reaparecieron aquellas consignas quehabían caracterizado al período (Patria o Muerte, Ven–cer o morir, etc.) sólo que esta vez, el poder se las había

  • Voces Recobradas18

    apropiado. Los protagonistas de la guerra fueron lageneración punk en Argentina.

    6 LA PASIVIDAD

    LA MIRADA DE LOS OTROSPartiendo de ese marco teórico me propuse estudiar

    la opinión que se formaron las otras generaciones acercade la experiencia militante de los años setenta.

    Para ello estoy trabajando con dos talleres (perso–nas mayores de 70 años en uno y mujeres de entre 55 y65 años en otro) y entrevistas individuales a treinta–ñeros.

    1• LOS MAYORES DE ENFRENTE

    ����������

    �����

    EE UU: En los años 80 retornó el viejo orden. Elrecrudecimiento de la Guerra Fría y los valoresconservadores del reaganismo, que prometía recuperarel orgullo americano, aplastaron definitivamente lossueños sesentistas. Los 80 fueron la contracara de los60. La década se inauguró con las muertes de Lennon ySartre. EE UU ganó la guerra de Vietnam con Rambo.Freddy Kruegger en sus 8 Pesadillas asesinó a cientosde adolescentes que hacían el amor y fumaban mari–huana. El SIDA reemplazó al amor libre y las multitudesse refugiaron en la individualidad del walk-man, lavideo casettera y la Computadora Personal. El modelojuvenil reaganiano fue el yuppie, un joven empren–dedor, individualista y preocupado por ascendersocialmente a cualquier precio a través del capitalfinanciero.

    El Travolta de fines de los 70 pasó de moda. Fuevisto como símbolo de la decadencia y el mal gusto. Elyuppie de los 80 también se enriquecía gracias alesfuerzo individual, pero provenía de otro estrato socialy bailaba otra música.

    EUROPA: Después del punk (que se agotó en unaño) no quedó lugar para la rebeldía juvenil. Surgieronvarios estilos post punk entre los que se destacó el dark.Ropas negras, rostros cadavéricos, letras oscuras, másdepresión. Si el punk había propuesto la muerte joven,los darkies eran conscientes de que «había que seguirviviendo» en un mundo en el que -como todos sabían-no había futuro...

    ARGENTINA: La guerra de Malvinas y la res–tauración democrática retrasaron el proceso pasivo-conservador en nuestro país. Entre 1982 y 1987 la«generación punk» vivió su protagonismo político. Trasel Juicio a las juntas y el alzamiento de Semana Santase impuso el dark.

    LA INCÓGNITATras la caída del muro de Berlín y la expansión de

    medios de comunicación casi universales (TV por cable,Internet, etc.) las actitudes juveniles parecieron entraren la misma homogeinización que el mundo de losmayores. Muy por el contrario, en estos tiempos, lajuventud se transformó en un valor al quequieren acceder los adultos.

    El primer taller se lleva a cabo en un asilo de Burzacoy está financiado por la Biblioteca Popular y Municipalde Adrogué.

    En él, los talleristas comenzaron hablando de suinfancia. Mientras comentábamos los castigos corporalesen las escuelas se me ocurrió preguntarles acerca de lavisión de sus padres. Uno de los entrevistados respondió:«Uno trataba de que no se enteraran, porque si llegaban asaber le decían «por algo habrá sido» y cobraba denuevo....». Educados en esa concepción en los años 30,serían quienes más usarían esa frase con la represiónhacia los jóvenes en los años setenta.

    Cuando hablamos de los cambios culturales (enlas escuelas y en la crianza de los hijos) marcaban unabisagra histórica en el fin de la Segunda Guerra Mundialy manifestaron -en general- que ellos ‘’no habían podidovivirlos», pues ya habían sido criados. Posiblementeesa sea una de las causas del rechazo que manifestaronhacia el rock & roll («un asco”, «dónde se ha visto bailarasí...?», «eso está bien para los zulúes, porque semanejan por instinto, pero para la gente civilizada...»,etc.) y con respecto a los hippies («un asco...», «unproducto de la crisis de la posguerra», «jóvenes de clasemedia empobrecida que como los padres no tenían paramantenerlos los dejaron irse por ahí...»)

    En el terreno político fue muy notorio el quiebredel discurso al referirse a hechos posteriores a 1955.Los recuerdos aparecieron bastante bien estructuradoscuando se hablaba del peronismo o de gobiernos ante–riores, pero cada vez que tocamos hechos más recientesel discurso tuvo características caóticas (confusión defechas y personajes, mezclas de hechos, evasivas, etc.).Al referirnos concretamente a la generación del setenta«la época de la guerrilla” según su definición, losmayores manifestaron -fundamentalmente- «temor»,«inseguridad», «miedo» y una suerte de incomprensiónmuy grande ante todo lo que pasaba a su alrededor. Esnotable, pero cuando en un momento hablamos de lasgrandes huelgas, los mayores mencionaron a laSemana Trágica (ninguno de ellos la había vivido) y engeneral no mostraban la misma aprehensión hacia losanarquistas que hacia las organizaciones guerrillerasde los setenta. Algunos de los entrevistados habló derespeto hacia los maximalistas de principios de siglo,elemento que no apareció ni cercano al referirse a losjóvenes setentistas.

  • Voces Recobradas 19

    2• LAS SESENTISTAS AHÍ CERQUITA 1974, en el medio un atentado de 1973 o Ezeiza, etc.,etc. Todas reconocían haber depositado algunaesperanza en el regreso de Perón (aún aquellas que nolo votaron) y una posterior decepción ante la dere–chización del gobierno. Según sus testimonios preveíanel enfrentamiento interno del peronismo, pero nuncacon la magnitud con que se dio.

    1973-1976 parece ser el momento «en que se perdióel rumbo». La inseguridad y el terror, la locura, eran lascaracterísticas más mencionadas. Luego, con ladictadura, fue peor. Todas reconocieron tener algún tipode conocimiento acerca de la represión instalada en elpaís y manifestaron haber recurrido a algún tipo de«mecanismo de defensa» mental contra «eso» quesabían.

    3• LOS TREINTAÑEROS (LA ÑATACONTRA EL VIDRIO)

    En el caso de las mujeres entrevistadas en el CentroCultural Fortunato La Cámera del barrio de San Telmo,los contrastes entre su visión del mundo y la de losjóvenes de los setenta fueron menores.

    En general eran adolescentes en 1955. La mayorparte de ellas provenían de familias antiperonistas yen algunos casos vivieron en carne propia una profun–da transformación que culminaría en el peronismo («loque me llamó la atención fue ver los festejos en el barrioNorte y la gente que era delegada de fábrica llorando.Allí yo hago mi...catarsis...») Otras vivieron laproscripción del peronismo como algo tan «normal»como había sido la lectura obligatoria de «La Razón demi vida» en la escuela primaria.

    El rock & roll fue visto, en general, con simpatía yhasta con entusiasmo «fue como una liberación... loprimero que escuchaba diferente a lo que escuchabanmis padres». En otros ámbitos, más cercanos a lamilitancia de la izquierda tradicional, mostraron des–confianza («pensábamos que era penetracióncultural»).

    En su mayoría ingresaron a la vida política con losenfrentamientos entre Laica o Libre de 1959, vividosmás como elemento fervoroso de la vida estudiantil quecomo militancia orgánica. La mayor parte de lastalleristas tuvo alguna participación política en lossesenta (en la UCR, en el PJ o en el PC) .

    Formaron parte de las primeras argentinas quevistieron minifaldas, usadas con orgullo y placer.

    El azar hizo que entre ellas hubiera quienes pudie–ran dar testimonios directos de algunos de los hechosmás importantes del período. Una de las talleristashabía estado presente en el Cordobazo (sin ser militante),otra era estudiante universitaria en Rosario durante elRosariazo y una tercera vivía en Trelew en agosto de1972, en el momento de la fuga de Rawson.

    Los tres hechos fueron vividos con mucho temorpor la represión policial y militar, pero todas tuvieronpostura tomada contra esa represión y en favor de losmilitantes.

    Con cierto pudor (y hasta arrepentimiento)reconocían alguna simpatía por los primeros hechosarmados (Aramburazo, La Calera, Garín) fundamen–talmente por la espectacularidad y la precisióndemostrada. Los militantes de todas las organizaciones(armadas y no armadas) eran vistos como luchadorescontra la dictadura.

    Esta opinión cambió al tratar el período 1973-1976.Como detalle importante menciono que resultaba muydifícil hablar sobre ese momento histórico. Solía sucederque se hablara de Onganía e inmediatamente de Videla,sin detenerse en el período intermedio. Cuando conse–guimos que se tratara el tema, fue fascinante oír cómoel discurso se tornaba caótico. 1975 aparecía antes que

    En el tercer caso organicé, distintas entrevistascon personas que hoy tienen entre 29 y 38 años (en lasque aún sigo trabajando).

    La mayor parte de ellas estaba en la escuelaprimaria en 1973, los recuerdos del períodoaparecieron muy vívidos y totalmente mezclados conla niñez y con la televisión (la muerte de Perón y ver a«los grandes llorando», los 3 días de asueto escolarpor esa muerte, el primer retorno de Perón y Rucci conel paraguas, etc.).

    Algunas referencias mostraron la granpolitización de la época. Un entrevistado que tenía 6años en 1973 contó: «una vez me había caído de labicicleta y anduve todo raspado, tenía marcas en todoel cuerpo. En el barrio me decían Rucci...». Otromencionó haber «jugado a los Montoneros» entre sus«juegos de guerra». Y hubo quien evocó discusionespolíticas con sus compañeros de 3er grado acerca desi estaba bien elegida Isabel Perón como candidata a

  • Voces Recobradas20

    la vicepresidencia. Los atentados y los días sin clasesen 1975 también formaron parte de los recuerdos másfuertes.

    Ese vínculo entre niñez y política se cortóabruptamente con el golpe.

    Una entrevistada afirmó «para mí el golpe fuesilencio, haber dejado de oír cosas que antesoía» y tenía muy presente su confusión cuandoescuchó que «Cayó Isabel», ya que imaginaba algúntipo de derrumbe del balcón que daba a la Plaza deMayo.

    Noté una gran diferencia entre aquellos queprovenían de familias que tenían algún tipo demilitancia y los que venían de hogares no militantes.En el primer caso se hablaba más abiertamente de polí–tica, mientras que en el segundo todo parecía mencio–narse entre líneas. El silencio hacia «el afuera» era unaexigencia en ambos casos.

    Otra de las diferencias se notó entre aquellos queiniciaron su secundaria antes de la dictadura y quieneslo hicieron durante. En el segundo caso, por ejemplo,desconocían el hecho de que alguna vez habían existido«centros de estudiantes».

    La represión fue vivida más en la escuela que enotro sitio. El corte de pelo, la exigencia de camisas ycorbatas, las medias levantadas para las mujeres, la

    prohibición del jean, etc. Las razzias y la permanenteadvertencia familiar «llevá los documentos» fueronotros de los lugares comunes.

    Con respecto a la generación de los 70, se llegó aestablecer una relación que podría definirse como de«fruto prohibido». Algo que estaba, pero que no. Untiempo que había existido pero que no se lo mencionabao se lo intentaba silenciar. La «subversión» pasó a seruna palabra con la que el gobierno definía a «los malos»en las publicidades televisivas.

    Esa relación de fruto prohibido, de realidad negaday -quizás por ello- buscada se manifestó no sólo a travésde la cultura política, «buscábamos los discos de rocknacional de aquella época y nos costaba muchoconseguirlos. Estaban fuera de catálogo», «Teníamoscomo idealizados a los grupos de aquella época,decíamos estaba Manal, después La Pesada, PescadoRabioso... Como que había sido mejor esa época que laque nosotros vivíamos»

    Para la mayoría la política apareció a partir deMalvinas, o muy poco tiempo antes. Y 1983 primero yel juicio a las juntas después significó el descubrimientode aquello que les había estado negado. La militancia yel encuentro con algún militante de los 70 (ya propio,ya de algún amigo que les contó que...) les sirvió parareencontrarse con ese pasado.

    Conclusiones

    Hasta el momento pude determinar que:-El análisis del conflicto desde el punto de vista generacional es válido, al menos como elemento a tener encuenta.-En algunas ocasiones parecería que dicho conflicto supera a la «tradicional» lucha de clases. De hecho, lascoincidencias ideológicas que escuché, tienen mucho más que ver con la edad que con el origen social de losentrevistados.-Con respecto a la militancia de los 70 tuvieron mucha más afinidad aquellas personas que -por su edad-vivieron experiencias cercanas.-Determinados hechos políticos muy fuertes (el peronismo y el fin de la Segunda Guerra Mundial, la caídadel peronismo, el enfrentamiento Laica o Libre y la Revolución Cubana, el golpe de Onganía, la guerra deMalvinas) sirvieron como «parteros políticos» de distintas generaciones. Las características de esos hechos(y de la etapa que abrían) marcaron distintas «culturas políticas» muy diferentes entre sí.-El conflicto generacional tuvo su punto más álgido en la década del 70 y en Argentina una generación pagómuy caro su intervención en esa lucha. Pero no está resuelto. Simplemente se sigue manifestando bajootras formas.

  • Voces Recobradas 21

    O presente trabalho faz uma análiseda Década do 70 na Argentina tomando aluta geracional como centro de todo oconflito para intentar desenvolver umaolhada distinta sobre este período.

    Partindo desta base, o conflito teveum cenario muito maior (praticamente todoo mundo occidental), se inició antes (naposguerra) e continuo mais além da derrotados projetos alternativos (talvez, aindacontinúa).

    Logo de dar um marco teórico dasdiferentes etapas que atravesó a lutageneracional sobre o telón de fundo daGuerra Fría, se estudará a opiniao que seformarom nas outras geraçoes sobre aexperiencia militante dos anos setenta.Para isto se trabalho com dois seminários(pessoas maiores de 70 anos no primeiroe mulheres entre 55 e 65 anos no outro) eentrevistas individuais aos de 30 anos.

    A modo de conclusao, se a podidodeterminar que o análise do conflitogeneracional é válido, em algumasocasioes supera à tradicional luta declasses. A afinidade generacional namilitancia do 70 está condicionada por asdiferentes culturas políticas que nasceramde fatos políticos muito fortes (o peronismoe o fim da Segunda Guerra Mundial, acaída do peronismo, o enfrentamento daeducaçao laica o livre, a Revoluçaocubana, o golpe de Onganía, a Guerra dasMalvinas).

    O conflito generacional teve seuponto mais álgido em mencionada década.

    A Olhada DosOutros

    The present work makes an analysisof the decade of the 70’s. in Argentina,taking the generations struggle as thecentre of all the conflict, to try of developinga different look on the period.

    Starting from that basis, the conflicthad a much larger scene (practically allthe Western World), it started before (inthe postwar period), and it continuedbeyond the defeat of the alternative projects(perhaps it still continues).

    After giving a theoretical frame to thedifferent stages that the generationsstruggle went through, with cold war as aback-curtain, other generations’opinionabout militant experience in the 70’s. will bestudied. For that, we work with twoworkshops (persons above 70 years inone of them and women aged between 55and 65 in the other one) and individualinterviews to persons in their thirties.

    As a conclusion, it could bedetermined that the analysis of thegenerations conflict is valid and that insome occasions it exceeds the traditionalclass struggle. The affinity of generationsin the militancy of the 70’s. is conditionedby the different political cultures that wereborn from very strong political facts ( theperonismo and the end of the Second WorldWar, the fall of the peronismo, theconfrontation Laica or Libre and the CubanRevolution, Onganía’s coup d’état, the warof Malvinas). The generations conflict hadits most algid point in that decade.

    Le présent travail fait une analyse dela décade des 70' en Argentine et prend lalutte de générations comme le centre detout le conflit pour essayer de développerun regard différent sur la période.

    A partir de cette base, le conflit a euune scéne beaucoup plus grande(pratiquement tout le monde occidental), il acommencé auparavant (dans l’après-guerre) et il a continué au-delà de la défaitedes projets alternatifs (peut être, il continueencore).

    Après avoir donné un cadre théoriquedes différentes étapes traversées par la luttede générations, sur le rideau de fond de laguerre froide, on étudiera l’opinion forgéepar les autres générations à propos del’experience militante des années 70'. Pourcela on travaille avec deux atéliers (despersonnes de plus de 70 ans dans un d’eux,et des femmes entre 55 et 65 ans dansl’autre) et des entrétiens avec despersonnes dans leur trentaine.

    Comme conclusion, on a pu déterminerque l’analyse du conflit de générations est valideet dans quelques occasions il surpasse latraditionnel lutte de classes. L’affinité desgénérations dans le militantisme des 70' estconditionée par les différentes cultures politiquesqui sont nées de faits politiques très forts (leperonismo et la fin de la deuxième guerremondiale, la chute du peronismo, l’affrontementlaïque ou livre et la Révolution Cubaine, le coupd’état d’Onganía, la guerre de Malvinas). Leconflit de générations a eu son point le plusalgide dans cette décade.

    The look of theothers

    Le regard desautres

  • Voces Recobradas22

    escatar las huellas del complejo entramado derepresentaciones construidas a partir de las memoriasdel Proceso1 en Argentina -período en el cual lasupresión de las garantías individuales y el abandonode las vías legales institucionalizó una situación yavigente desde el anterior gobierno peronista (1973-1976)- implica sumergirse en ununiverso de secretos, de silencios,medias palabras, de mitos, deprejuicios, intolerancias mutuas,temores...

    A partir de su reconstrucción,emerge una historia conformada porla acción de múltiples elementos quese entrecruzan en una realidad tantomás compleja que un simple juegoentre demonios rivales como seexpresa en el prólogo del “Nunca más”, Informe de laComisión Nacional de Desaparición de Personas,CONADEP 2

    Esta historia, afectaba las estructuras propias delámbito íntimo: las relaciones interpersonales, lasmarcas en el legendario familiar3 , las interrupcionesen la transmisión intergeneracional, la existencia detemas y personas considerados tabú. Sin embargo, nose desenvolvía en forma autónoma, sino en un lugarde frontera entre el espacio público y el privado,territorio de nexos o fracturas, puertas o muros, sepa–raciones o posibilidades de encuentro, una fronteraambigua, espacio también de la conciencia opaca 4 ,un lugar de angustias y deseos, de secretos, un lugarguardado para la imaginación y lo no permitido.

    Allí en la puerta, en las fronteras del escenariopúblico, podemos detenernos y repensar lo que no nos

    atrevemos a expresar en público, pero tampoco en elespacio no invadido, allí donde nos encontramos connosotros mismos, donde nos enfrentamos con la crudezade los valores absolutos sin circunstancias atenuantes.

    Ese no-lugar, aparece aquí simbolizado por lapuerta, posibilidad de apertura o aislamiento frente alotro, espacio de responsabilidad y de interpretaciónmoral pero también de circulación, espacio fértil para elhistoriador, que tiende a divulgar los secretos a fin derescatar los hilos del entramado que sostiene la relaciónhistórica de la memoria.

    Abrir la puerta sería enfrentar la configuración delotro, cerrarla y cerrarse, recluirse en los silencios; dejarlaentreabierta, ver y no ver detrás de ella las huellas de lapenetración del Estado en los lugares reservados a laslibertades individuales. Como sujetos de estas acciones

    podemos incluir tanto a quienesabrieron sus puertas a la acción deun Estado concebido como ordenadory protector como a aquellos que resis–tieron detrás de la puerta, se pro–tegieron e intentaron permanecerfuera del control del Estado.

    Frente al secreto, la sociedadtiende a crear mecanismos queimpiden abrir aquellas puertas:pudor, reserva, miedo, que

    hacen que éste no se exprese en forma trans–parente, sino por medio de signos, símbolos,códigos propios, etc.

    Desde esta perspectiva, nuestro objetivo es analizaresos signos y símbolos para comprender la manera enque las irrupciones y modificaciones en los ritualespropios del mundo de lo cotidiano, ocasiones socialesde encuentro, afectaron el curso de vida de dichos sujetose impactaron en los modos de construcción de lasmemorias individuales y colectivas para comparar,cruzar miradas, contraponer interpretaciones.

    Este trabajo es una exploración a través de losdiferentes relatos de actores sociales no calificados, esdecir, aquellos que no eran sujetos pasibles de serincluidos en la definición de ninguno de los dos demo–nios, los que no participaron del “terrorismo de Estado”,ni pueden ser tampoco calificados como “terroristas”.

    R

    HISTORIAS DETRAS DE LA PUERTA

    Una exploración a través del universode los secretos, los silencios, las medias palabras

    1976-1982

    Por Graciela Browarnik y Marina DemarchiPor Graciela Browarnik y Marina DemarchiPor Graciela Browarnik y Marina DemarchiPor Graciela Browarnik y Marina DemarchiPor Graciela Browarnik y Marina DemarchiPrograma de Historia Oral, Museo Roca.Programa de Historia Oral, Museo Roca.Programa de Historia Oral, Museo Roca.Programa de Historia Oral, Museo Roca.Programa de Historia Oral, Museo Roca.

    “T“T“T“T“Todas las penasodas las penasodas las penasodas las penasodas las penaspueden soportarsepueden soportarsepueden soportarsepueden soportarsepueden soportarsesi las ponemos ensi las ponemos ensi las ponemos ensi las ponemos ensi las ponemos en

    una historiauna historiauna historiauna historiauna historiao contamos unao contamos unao contamos unao contamos unao contamos una

    historhistorhistorhistorhistoria sobria sobria sobria sobria sobre ellas”e ellas”e ellas”e ellas”e ellas”Isak DinesenIsak DinesenIsak DinesenIsak DinesenIsak Dinesen

  • Voces Recobradas 23

    No se trata de reconstruir acontecimientos sinoalgunas significaciones, que van conformando elimaginario social, y también aquellas que no aparecen,se ocultan, se callan, se silencian, adentrándonos en elterritorio de lo que llamamos patrimonio intangible: elentramado de los vínculos interpersonales, los sistemasde ideas y creencias, los silencios y sus lenguajes, elmundo de las metáforas.

    Trabajamos basándonos en entrevistasindividuales e intensivas partiendo de preguntas am–plias y muy similares en cada una de ellas, como porejemplo

    “¿ Qué recuerdos tenés del día del Golpe?” u otrasacerca de la percepción del antes y el después, el ordeny el desorden, etc.

    Se realizaron doce entrevistas intensivas de variashoras de grabación a hijos de desaparecidos, entre loscuales algunos conocieron a sus padres y otros nacierondespués de la desaparición, a esposas, abuelas, es decirquienes sufrieron las consecuencias del terrorismo deEstado, y a otros actores sociales que no fueron afectadospor la problemática del período, que no detentaron cargosoficiales ni pertenecieron a instituciones de la esferapública ligada al proceso militar. En todos los relatosaparecen fuertes diferencias en cuanto a:

    a) El uso de las palabrasTérminos como subversivo, guerrillero, militante,

    compañero, proceso, dictadura, milico, militar, aparecencomo cargados de significado, de acuerdo a la posicióndentro de la problemática del período, el lugar depertenencia y el grado de implicancia.

    b)Las diferentes percepciones de larealidad, presentadas como dicotómicas.

    Alivio y aceptación, tolerancia e ilusión, vacío ydesconsuelo son algunas de las sensaciones que apa–recen en los relatos en los cuales se perciben fuertesconfusiones en el plano temporal, en especial respectoal antes y el después del Golpe. Algunos vieron conalivio el golpe militar, que significó el regreso del “ordenestablecido”, la vuelta a la seguridad, el fin del miedo,del desconcierto; para otros representaba un ordenimpuesto pero no del todo extraño a los demásordenamientos anteriores y para otros, el verdadero caosfue producido por la destrucción de los lazos familiareslo que implicó la pérdida de modelos y transfor–maciones de los rituales que conforman la estructurade lo cotidiano. La irracionalidad estaba instalada enla sociedad y se manifestaba bajo la forma de des–consuelo, intolerancia, desesperación, rechazos y odiosque condicionaban y aún dificultan el tenor de lasmiradas.

    Vivi, de 34 años, hija de un desaparecido actor ydirector de teatro marplatense. (Entrevista 13/6/96),relata su experiencia a partir de la desaparición de supadre el 19 de junio de 1976.

    “Para mí era un caos tener que cuidarme de todo...uno siempre estaba adentro, aún cuando pudierahacerse el tonto, pero que cuando llegaba a casa papino estaba, no estaba... ¡Una película de terror!”

    Gloria, docente, 42 años, (entrevista 26/10/96)opina:

    “El recuerdo que yo tengo era como si estuvieraviendo una película, como afuera de la cosa... noparecía real...”

    M. esposa de un estudiante universitariodesaparecido, (entrevista 9/11/96) recuerda:

    “El día del golpe veníamos de San Bernardo.Estábamos en el auto escuchando el golpe, como quesí, era cantado.

    G- ¿Pero no se asustaron?M- No.G- ¿Era como un día más?M- No me acuerdo, porque Carolina era una beba

    de tres meses, ¿entendés?Estábamos en un lío de mudanza de bebesit, la

    cuna, era como que estábamos muy inmersos ennuestro mundo familiar...”

    Héctor, su esposo, desapareció en 1977. Todavíano hay razones, todavía no hay noticias...

    Juan, psicólogo dedicado a la actividad empre–sarial, de 54 años (entrevista 20/8/97) recuerda elperíodo 75-76:

    “En esa época ambos bandos se exacerbaban... lafantasía era: esto es un caos, está totalmente fuera decontrol. Había un desborde de violencia política y deviolencia social muy fuerte.”

    c)La interpretación de los “órdenes”morales enunciados.

    El sistema represivo implementado por losmilitares, se montó sobre la aceptación de un sector dela sociedad que se sentía amenazado por la violenciadesatada desde fines de los años ’60, la tolerancia y elsilencio de otros y el rechazo de quienes recibieron elimpacto directo del terrorismo de Estado. Esto implicóuna toma de posición respecto a las violaciones a losderechos humanos fundamentales. En algunos casos,los medios fueron justificados por el fin último: “elorden moral de la Nación”, en otros, se colocó el malfuera del grupo de pertenencia; así la violencia coti–diana no era un problema de toda la sociedad sino unalucha entre dos demonios; en otros la interpretaciónmoral está condicionada por la pérdida de los lazosfamiliares, allí el peso de la pérdida sobrepasa todointento de interpretación moral.

    Elina, mediana propietaria rural, de 53 años,(entrevista 20/5/97), opina:

    “¡ Que reprimían lo que tenían que reprimir, yono tenía dudas! Yo pienso que no te planteabas siestaban haciendo las cosas bien, te da terror... preferísno saber... porque además no podías hacer nada. Yo

  • Voces Recobradas24

    no conozco a nadie que no haya estado metido en naday que le haya pasado algo, pero habrá habido... entoda guerra también mueren inocentes, pero si era unaguerra, el gobierno no estuvo a la altura de lascircunstancias porque el guerrillero no era la autoridady el otro sí. Entonces que haga las cosas como Diosmanda y que se comporte como autoridad actuandoabiertamente.”

    T., miembro de una familia tradicional, de 74 años,(entrevista 20/8/97), comenta sobre la represión militar:

    “A mí siempre me impresionó, ¡cómo no te va aimpresionar!. Por más zurdo que fuera, es un ser hu–mano, y cuando te contaban lo de la ESMA, ¡cómo note va a impresionar! Había mucha represión porqueponían bombas, estaban muy violentos.”

    Elsa Pavón, Abuela de Plaza de Mayo, nos cuentasobre su hija desaparecida:

    “Querían cambiar el mundo, ellame dijo: -Mami, yo no quisiera quehaya más gente como vos que vivistetoda la vida, siempre faltándote eldinero, porque yo no quisiera que esehombre tenga que estar trabajando,que tenga una jubilación digna paraque no tenga que estar trabajando,para que el día en que Hugo se jubile,puedan vivir tranquilos con esedinero y para que todos los chicostengan las mismas oportunidades deestudiar, no tiene por qué haberdiferencias.”

    d) Las transformaciones enel mundo de lo cotidiano.

    Los cambios en los rituales del mundo de locotidiano aparecen expresados en los relatos de losactores sociales que fueron afectados por el terrorismode Estado y no aparecen en los relatos de los actoressociales que permanecían alejados de la problemáticade la época, la cual era conocida pero formaba parte delafuera