f7000062.ferozo.comf7000062.ferozo.com/antologia/antologia_ii.pdf · 2020. 5. 21. · antonio...

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  • Antonio Rodríguez Villar Nació en Buenos Aires, Barrio del Abasto, el 16 de julio de 1935. Realizó estudios primarios en la Escuela Número 3 General Bartolomé Mitre de Villa Ballester, provincia de Buenos Aires, ciudad donde pasó su niñez y adolescencia. Realizó estudios secundarios en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe de Buenos Aires. Comenzó estudios de abogacía en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, que dejó para dedicarse a pleno al ejercicio del periodismo profesional. En 1956 ingresó como Reportero en el diario “La Prensa” de Buenos Aires En 1958 ingresó como Redactor a “La Nación” de Buenos Aires. En 1960, obtuvo por oposición una beca para realizar estudios de periodismo en The World Press Institute, Macalester College, St. Paul, Minnesota, Estados Unidos. Finalizados estos estudios, se radicó en la ciudad de New York donde fue Redactor de la agencia de noticias “Associated Press” y posteriormente Redactor de la revista “LIFE International” y luego de la revista “LIFE en Español”. Realizó estudios universitarios de posgrado en New York University y en Columbia University de Nueva York. Realizó cursos especiales de “Periodismo Cultural” en el Instituto de Cultura Hispánica, Madrid; “Bases para el Desarrollo Económico”, en el Banco Interamericano de Desarrollo, Washington D.C., EEUU. “Economic problems in Latin America”, (“Problemas económicos de América Latina”) en el Banco Mundial, Washington D.C., EEUU. En 1967 regresó a la Argentina y se reincorporó a “La Nación” como Redactor. En 1972 ingresó como Redactor a “Clarín”. Por concurso de antecedentes fue designado en 1976 Director de las Ediciones Iberoamericanas de la revista “Selecciones del Reader’s Digest”, con oficinas centrales en la ciudad de México, DF, México. Retornó a Buenos Aires en 1983. Fue corresponsal en la Argentina de las revistas “Cambio 16” de Madrid, España y “Veja” de Río de Janeiro. Diversos diarios y revistas de América, América Latina y Europa publicaron artículos con su firma.

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    Entre otros, “El Mercurio” de Santiago de Chile; “ABC Color” de Asunción, Paraguay, “El Comercio“ de Lima, Perú, “El Telégrafo” de Guayaquil, Ecuador; “El Comercio” de Quito, Ecuador; “La Nación” de San José, Costa Rica; “El Nacional” de Caracas, Venezuela, “El Tiempo” de Bogotá, Colombia, “The Miami Herald”, Miami, Estados Unidos; “O Globo” y “Jornal do Brasil” de Río de Janeiro, Brasil; “Folha de Sao Paulo”, y “O estado de Sao Paulo”, San Pablo, Brasil; “ABC” de Madrid, España, “Diario 16” de Madrid, España; “La Vanguardia” de Barcelona, España; Fue Profesor Titular de “Práctica Periodística” en la Facultad de Periodismo y Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Salvador. Fue Director del Fondo Nacional de las Artes con responsabilidad sobre temas de Folklore y Tango. En la actualidad está jubilado y dedica todo su tiempo a la Academia Nacional del Folklore,. Ha escrito libros sobre Política Internacional y sobre temática folklórica: “Marxism and revolution in Latin America” (“Marxismo y Revolución en América Latina”); “Freedom of the press and dictatorships in Latin America”, (“La Libertad de Prensa y las dictaduras en América Latina”), “La Flor de la Canela. Antología Poética de Chabuca Granda”; “Práctica periodística” (Texto universitario); “La poesía gauchesca en el Río de la Plata”; “Antología de la Canción Criolla” y “Antología de la Canción Criolla”, Volumen I y II La “Antología de la Canción Criolla” fue declarada “De interés cultural” por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Autor y compositor. Algunas de sus obras de Folklore y Tango han sido grabadas en la Argentina y otros países de América Latina, Europa y Japón. Por su iniciativa, se creó en 2007 la Academia Nacional del Folklore de la República Argentina de la que es Presidente. Es Miembro Fundador y actual Académico Consulto de la Academia Nacional del Tango. Ha pronunciado conferencias sobre Política Internacional, así como temas de Folklore Argentino en diversas instituciones académicas de Argentina y del Exterior. Es miembro de la Academia Nacional del Folklore, de la Academia Nacional del Tango, de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores, SADAIC. Ha asistido y participado en un gran número de Congresos nacionales e internacionales y Encuentros de Periodismo, Política Internacional y de Folklore en la Argentina y en países de América Latina, Estados Unidos de América y Europa. En 2011 fue designado “Personalidad destacada de la Cultura” por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Está casado con Marinieves Mac-Veigh Martínez de Lecea y tienen cinco hijos: Javier, Nicolás, Macarena, Juan y Sonsoles; y quince nietos: Pablo, Justo, Inés, Tomás, Martina, Clara, Sofía, Juana, Felipe, Santiago, Félix, Nicolás, Carola, Jaime y Alfonso. Es hincha de Chacarita Juniors

  • A mis padres,

    Pacífico Rodríguez Villar y Elvira Carrique Iriarte,

    que me enseñaron a conocer y querer la Música Criolla.

    A Marinieves, mi mujer,

    que es española y conoce y quiere la Música Criolla

    como pocos argentinos.

    A nuestros hijos,

    Javier, Nicolás, Macarena, Juan y Sonsoles,

    que aprendieron a quererla y conocerla.

    A nuestros nietos,

    Pablo, Justo, Inés, Tomás,Martina,Sofía,

    Juana, Clara, Felipe, Santiago, Félix, Jaime,

    Nicolás, Carola y Alfonso

    en la esperanza –que aunque lejos muchos de

    ellos-

    sigan la tradición familiar.

    A la Academia Nacional del Folklore

    y a sus miembros, que comparten conmigo el amor,

    el respeto y la pasión por nuestras tradiciones.

    A.R.V.

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    ANTOLOGÍA DE LA

    CANCIÓN CRIOLLA II

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    ANTOLOGÍA DE LA CANCIÓN CRIOLLA II

    Antonio Rodríguez Villar

    Colección

    «Páginas Bonaerenses»

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    ISBN: 978-987-1245-34-5

    c

    Instituto Cultural

    Gobierno de la Provincia

    de Buenos Aires

    Dirección de Bibliotecas y Promoción de la Lectura

    Fondo Editorial de la Provincia de Buenos Aires

    www.ic.gba.gov.ar

    Coordinación: Carina Burcatt

    Diseño: D.C.V. Celina Barattini

    Ilustraciones: Julián Althabe

    Agradecemos las fotografías facilitadas por el Archivo General de la Nación (AGN)

    Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

    Impreso en Argentina – Printed in Argentina.

    Rodriguez Villar, Antonio

    Antología de la canción criolla II - 1a ed. - La Plata : Inst. Cultural de

    la Provincia de Buenos Aires, 2007.

    v. 2, 530 p. : il. ; 15x22 cm.

    ISBN 978-987-1245-34-5

    1. Cancionero. I. Título

    CDD 782.42

    http://www.ic.gba.gov.ar/

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    8

    Agradezco a Celina Barattini, Carina Burcatt, Rafaela Vera, Alberto Bravo de Zamora, Hernán Figueroa, Luis Montenegro, Ramón Navarro y Julio Lleral por su ayuda y colaboración.

    Antonio Rodriguez Villar

    autor Autores

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    Prólogo

    El libro de las aguas y el agua de los libros.

    Los cancioneros nos llevan al tiempo de 1880, cuando el pueblo comenzó a componer con estructuras poéticas del romancero español, sus propias canciones. Así aparecieron los decires sobre intensas batallas, coplas de las Invasiones Ingle- sas y de la Independencia, sobre Manuel Dorrego, Juan Facundo Quiroga, Juan Manuel de Rosas, Ángel Vicente Peñaloza, Felipe Varela y otros tantos cantos épicos que nos fueron llevando de la mano, tratando de hacernos sentir el fuego de la contienda desde el mismo lugar por donde venía creciendo la patria. Por enton- ces fue que un sentimiento forjaba la idea de una tierra posible y se configuraba el sentido de la palabra que hoy nos hace sentir muy cerca de la identidad nuestra; Criollo, lo criollo, es decir, lo autóctono, propio, distintivo de un país hispano- americano. Feliz hallazgo del autor, al elegir este fonema para denominar a sus volúmenes I y II, «Antología de la Canción Criolla», ya que, «ese es el sentido» que da a los géneros de su folk y comparto, que en su más ancha acepción, el término define a quienes habitan el mundo de la creación en la música popular.

    Aún a sabiendas que la elección de las canciones para esta obra es tarea mayor y aunque el autor subraye que «fue un trabajo mucho más difícil y complejo de lo que hubiese imaginado», digo que él, como pocos visionarios dejó ver la luz de las melodías, el eco de palabras escondidas, y así nació un nuevo cancionero criollo. Desde luego, fue minuciosa y vasta la búsqueda. Lo imaginamos desandando por los laberintos de la memoria, recordando un sinnúmero de canciones, anotándo- las y dejando de lado -por cuestiones de espacio- melodías y palabras amadas, que hacen a una época, a un lugar, como alguna añeja vidala, o ese modo zamba de los antiguos patios o la dulce tonada cuyana.

    Creo que así, como recuerda el autor con la memoria borrosa, el tiempo de una guitarra «en la sala de la vieja casona» de sus abuelos, digo, que por allí, le vino el agua de los pueblos. Después llegó el crecer al costado de tantos grandes de la música popular nuestra -lo vemos reflejado en estas páginas- sus largas lecturas, su canto y esas anécdotas, hoy «tesoros» con los cuales, recrea y condimenta pala- bra y melodía de los precursores. Ese caminar con pie firme en la palabra, armo- nizando su equilibrio en melodías populares, es lo que permite aseverar, que disentimos con el antólogo en lo «difícil». Podríamos decir como él, que los «pri- meros recuerdos» de un rabdomante son borrosos, es más, se puede no haber conocido a don Juan Alfonso Carrizo, a Juan Draghi Lucero, al señor Carlos Vega, pero sí, fuimos acercándonos al agua de los pueblos, por esas manos, por la luz que Isabel Aretz Thiele nos ofreció con sus investigaciones. De esa forma el saber regional comenzó a ser una costumbre a imitar, a palpar y desarrollar. Con el volumen II del cancionero de Antonio Rodríguez Villar, el encantador de aguas, no es un «recuerdo borroso», está a nuestro lado, dándonos el cauce a seguir sobre un agua que nos eleva y seguramente, aquellos que se acerquen a esta antología criolla, podrán vibrar con las canciones que el autor propone, «las que canta o las que quisiera cantar». Abarcará el lector, regiones del país con los modos tradicio- nales y los de la “nueva horneada”.

    Bienvenidos sean aquellos que como Rodríguez Villar pueden, clasificar y clarificar la sustancia de los pueblos. Siga usted encantando las esencias primigenias, pues, este Libro de las Aguas, el agua de este libro, es memoria y presente. Guar- dará las aguas.

    Pancho Cabral

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    A don Ata Aire de chacarera

    Letra y Música de Mario Álvarez Quiroga

    Editorial Peermusic Argentina «Dedicada a

    Miguel Ángel Gutiérrez y a Julio Márbiz»

    El autor

    I

    Por el “Camino del indio” el ánima de Don Ata, en su alazán montado, lo vio pasar la vidala. El aire del cerro, las flores del valle, se le enredan en el alma ay, ay, ay, a Don Ata.

    Una “Luna tucumana” alumbra “Piedra y camino” y junto a “La pobrecita” lo lloran montes y ríos. Por Tafí del Valle, campos de Acheral, también por la Bomba ‘i Lules igual por Amaicha.

    La “Criollita santiagueña” para aliviarlo del frío le teje un poncho pampa al “Payador perseguido”. Allá por Barrancas y por Salavina “La humilde” con “La olvidada” le buscan guarida.

    Ahí anda Don Atahualpa por los caminos del mundo con una copla por lanza marcando los cuatro rumbos. Que Dios lo bendiga, lo tenga en la gloria por tantos recuerdos lindos y por sus memorias.

    II

    Un arriero solitario pasó por Altamirano con un silbo nostalgioso en busca de sus hermanos. Arriando su pena por no encontrarlos se fue yendo despacito del pago entrerriano.

    Se “Viene clareando” el día por el Cerro Colorado y en las espinas del churqui se estrella un Rayo Cortado. Despierta “La añera” con “La huanchaqueña”, San Francisco del Chañar también Santa Elena.

    Un aire de Buenos Aires le dio su canto del viento y se durmió en una huella en un estilo sin tiempo. Allá en Pergamino, tal vez Santa Rosa lo llora La Pampa en una bordona.

    Ahí anda Don Atahualpa por los caminos del mundo con una copla por lanza marcando los cuatro rumbos. Que Dios lo bendiga, lo tenga en la gloria por tantos recuerdos lindos y por sus memorias.

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    A Juan Carlos Saravia Zamba

    Letra y Música de Facundo Saravia Editorial Lagos

    Facundo y Juan Carlos Saravia

    I

    Por fuera es la ternura, es la sonrisa pura como pocas grandezas que acercan su sol, por dentro los dolores de tantos quebrantos guardados muy callados en su corazón. Ejemplo de madre y padre con sus cinco semillas solito quedó.

    Mimaba a Carolina por ser la única hija, después venían Facundo, Santiago y Don Juan, no pudo contenerse en su afán de ser padre y al cabo de los años nació Sebastián. Chicos no van a pelearse, para desenojarse besos se darán.

    Dulces mares de amor navegan su interior, siempre serás el reflejo de aquel viejo secreto de amor y amistad. Si hay grandes entre los grandes padres como mi padre tienen un lugar.

  • 13

    II

    Quiso rehacer su vida trayendo a Margarita, llegó con San Antonio y con su suavidad y aunque ya la cigüeña estaba descansando un lindo colorado nos vino a dejar, que tiene sus mismos gestos, te compra con un beso y te quiere imitar.

    Quisiera agradecerte yo particularmente, por encender tus luces en mi oscuridad, por sentirme tu amigo, por darme el abrigo, por no dejarme solo en la adversidad y guitarra de por medio me hiciste “Chalchalero”, qué orgullo me da.

    Dulces mares de amor navegan su interior, siempre serás el reflejo de aquel viejo secreto de amor y amistad. Para Juan Carlos Saravia con cariño su hijo hoy le quiere cantar.

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    A la abuela Emilia Chamamé

    Música y Letra de Teresa Parodi

    Editorial Lagos

    Desde Buenos Aires le escribo estas líneas quisiera que sepa que pienso en usted con esa paciencia infinita cuidando las flores, los pájaros que suele tener. Aquí la esperanza no me ha abandonado pero ando extrañando charlar con usted recuerdo que el día que nos despedimos la oí repetirme que todo irá bien.

    Señora, me digo, cómo es que se vive con esta nostalgia tan grande, no sé, a veces parece que no me resigno pero otras me ayuda acordarme de usted. Si ahora pudiera iría volando a verla y quedarme a su lado otra vez y oír que me cuenta de nuevo los cuentos junto a la ventana como en la niñez.

    Mi madre me ha dicho que mucho ha cambiado, que todas las cosas se olvida y también que apenas camina, por eso le escribo a ver si se alegra y mejora otra vez. Recuérdeme abuela, no olvide que espero que riegue sus plantas y vuelva a coser, aquí mi nostalgia se cura tan sólo si yo la imagino tal cual la dejé.

    No importa si atiende mis muchas razones lo único cierto es que quiero saber si riega las plantas, si cuida las flores, si espera mis pasos al atardecer. Y bueno, la dejo, recuérdeme un poco aquí en Buenos Aires empieza a llover los niños llegaron recién de la escuela la extraño, ya sabe, escríbame usted.

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    A Monteros Zamba

    Letra de El Chango Nieto

    Música de Pedro Favini

    I

    A ella que le gusta que todos la nombren con una guitarra y un bombo legüero, a ella que le gusta que le enciendan coplas, por eso te nombra mi canto Monteros.

    A ella que me viera de chango mirando el ingenio tibio, corazón y hierro, a ella que las cañas la visten de verde, por eso te nombro en mi canto Monteros.

    Y más dulce que tus guarapos son las niñas que hay en tu pueblo. Sé que por tus venas de azúcar despierta toda la alegría mi linda Monteros. Lai lai laralalailalailaralala. toda la alegría mi linda Monteros.

    II

    A ella que el poeta la vio tempranera tarareando duendes de vinos pateros, y dejó en su cielo la rosa galana, por eso te nombra mi canto Monteros.

    A ella que en noviembre le pide a los grillos otra vez el canto del hombre zafrero, a ella que le gusta que le enciendan coplas, por eso te nombra mi canto Monteros.

    Y más dulce que tus guarapos son las niñas que hay en tu pueblo. Sé que por tus venas de azúcar despierta toda la alegría mi linda Monteros. Lai lai laralalailalailaralala. toda la alegría mi linda Monteros.

    El Chango Nieto

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    A una novia Canción chamamé

    La luna que es caprichosa debe haber amanecido con ganas de untar de plata la gracia de tu vestido. Tu figura se hace fruto de noche en el naranjal, mis manos ramas y espina para cobijártela. Mis manos ramas y espina para cobijártela.

    Qué verde magia pone en tu alma el Paraná, que hasta en tus ojos se hace vida el Litoral. Con mi canoa jugueteando llegaré hasta la orilla de tu amor remando así en mi chamamé.

    Ahí viene flotando un junco buscando morir tranquilo, se enamoró de una rosa que la enrojeció el Destino. Hoy ha pasado llorando desprendido del juncal, esa lágrima que lleva es mía, con él se va. Esa lágrima que lleva es mía, con él se va.

    Qué verde magia pone en tu alma el Paraná, que hasta en tus ojos se hace vida el Litoral. Con mi canoa jugueteando llegaré hasta la orilla de tu amor remando así en mi chamamé.

    Letra de Juan Carlos Mareco

    Música de Alfredo Alfonso

    Editorial Julio Korn

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  • 18

    Adentro del pozo Chamamé

    Letra y Música de

    Aldy Balestra

    Trío Laurel Aldy Balestra, Carlos Escobar y Alejandro Sanz

    I

    “’Ta fea la cosa” te dicen los diarios, te dice la radio y la televisión. Toditos queremos salir de este pozo, un poco apretados y muy resbaloso, está todo oscuro, me pisan los callos permiso señora, ¡¡¡no empuje, patrón!!! Por eso...

    Corrientes te va a ayudar, si gotea… Corrientes te va a ayudar, aunque llueva… Corrientes te va a ayudar, si se inunda… Corrientes te va a ayudar. Bajame los precios, subime los sueldos, mirá que ¡Corrientes te va a ayudar!

    II

    Un día dijeron “Agriana, te adoro, rejuntando los chanchos me acuerdo de vos”. Te digo “Argentina, te quiero, te adoro, rejuntando las coimas, los sueños, los loros, curreros, cuatreros y algún inodoro, rejuntando todito me acuerdo de vos”. Por eso...

    Corrientes te va a ayudar, si hay miseria... Corrientes te va a ayudar, que no se note... Corrientes te va a ayudar, como siempre... Corrientes te va a ayudar. Bajame los precios, subime los sueldos, mirá que ¡Corrientes te va a ayudar!

  • 19

    III

    Yo tengo un vecino acá adentro del pozo está siempre sentado y no quiere empujar. Se queja del agua, del aire, del otro, del sol, de la luz, pero nunca un poroto. Le dije un buen día: “¡empujá pué’ chamigo que afuera del pozo está mucho mejor!” Por eso...

    Corrientes te va a ayudar. A ese tipo... Corrientes lo va a ayudar, si trabaja... Corrientes lo va a ayudar, y si paga... Corrientes lo va a ayudar. Si ese tipo amargado canta un chamamé, entonces ¡Corrientes lo va a ayudar!

    IV

    Griterío que sale de adentro del pozo, cayeron las deudas, llegó el fin de mes. -“Te pago si puedo”, empiezan los locos, -¡“A vos no te debo, yo no te conozco!” -¡“Cuidado ese dedo, me pone nervioso, esperá que respiro y te cuento por qué!”. Por eso...

    Corrientes te va a ayudar, con las uñas... Corrientes te va a ayudar, con “el” diente... Corrientes te va a ayudar, con parientes... Corrientes te va a ayudar. Si empujamo’entre todos salimos del pozo, por eso ¡Corrientes te va a ayudar!

  • 20

    Ahí andamos, señor Canción

    Letra y Música de

    Atahualpa Yupanqui Editorial Musical Korn S.A.I.C.

    Ahí andamos, Señor…

    Vengo de los cerros ande muere el sol guapeando y guapeando por la vida voy.

    Vengo de los cerros ande muere el sol guapeando y guapeando por la vida voy.

    Ahí andamos, Señor…

    Hilacha, los sueños en el pedregal, hecho a los rigores y a la soledad.

    Hilacha, los sueños en el pedregal, hecho a los rigores y a la soledad. Ahí andamos, Señor…

    Si al morir se alcanza la serenidad, de juro a la vida la voy a extrañar.

    Si al morir se alcanza la serenidad, de juro a la vida la voy a extrañar.

    Ahí andamos, Señor… Vengo de los cerros ande muere el sol...

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    Ajhá potama (Ya me estoy yendo)

    Chamamé sobre un motivo popular

    Letra y Música de

    Evaristo Fernández Ruda

    I

    Adiós Colonia Florencia, Guillermina y El Rabón, adiós che gente porá Don Rogelio Lamazón, adiós don Luisito Bentos, Villa Ana y Tartagal, adiós ingenio “Las toscas” y la zona forestal.

    Adiós capataz de playa perdoná che despedida, usted sabe que una guaina se fue llevando mi vida. De luto quedó en los campos muy tristón el malezal y algunas noches en los montes hasta le sentí llorar.

    II

    Le conté de mi desgracia a la Virgen de Itatí, a la cruz Francisco López que es milagro guaraní. Opaitema che esperanza, ocañí che linda moza imposible son los santos y la Virgen milagrosa.

    Dejé que pasara un año, dejé que pasara el tiempo… adiós mi Sargento Aranda arecó un pensamiento… Adiós para siempre adiós que llore el que me ha querido y aquel que me tuvo antojos que no me tire al olvido.

    Che gente porá: gente linda, gente buena Guaina: señorita Opaitema che esperanza: se terminó mi esperanza Ocañí che linda moza: se perdió mi linda moza

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    Al cimbrar de la vida Tonada

    Letra y Música de Félix Dardo Palorma

    Desandando caminos voy sin asombro, nada me lleva; el hombre es un retoño del árbol vida frutal de penas.

    Dios recibe a los buenos, compadre, y no “la descarnada”, cuando deje este infierno, compadre, llevaré una tonada.

    Al cimbrar de la vida vadeamos ríos hondos y pandos hasta aprender un día del ave cisne y morir cantando.

    Dios recibe a los buenos, compadre y no “la descarnada”, cuando deje este infierno, compadre, llevaré esta tonada.

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  • 24

    Al dejar mis montañas Zamba

    Letra y Música de Rodolfo «Polo» Giménez

    Glosa:

    Como duendes gigantes se ven los cerros. Va amaneciendo… y los brazos en alto de los cardones con su flor blanca, semejan un “Adiooooós…” dicho de lejos con el pañuelo, al que se va del pago, lleno de un gran vacío porque todita su alma queda en el cerro.

    La noche se ha quitado su manto negro y se ha puesto otro verde, bordao de helechos: perfumao de jarilla, menta y poleo. Cantan las reinas moras… bala la oveja… suena el cencerro de la madrina que va camino de la represa…

    Y todos esos cantos… y esos balidos… y los cencerros; esos verdes del campo y los perfumes que hay en el cerro, se juntan y…hacen fuerza, cuando nos vamos, por retenernos….

    I

    Cuesta debajo de la montaña un arroyo corriendo va; oigo, al chocar del agua contra las piedras, el remedo de un llorar.

    Es el lloro del que se ausenta para nunca ya retornar. Así como el arroyo se queja mi alma mis montañas al dejar.

    Montañitas catamarqueñas donde el bombo suena mejor, porque el eco de tus quebradas de las quenas, le da el sabor. Yo moriré muy triste, si muero lejos de tu luz y tu color.

    Amichada: junta, inseparable

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    II

    Catamarca tiene una luna más hermosa que las demás, porque el azul del cielo es tan brillante que le da más claridad.

    “Amichadas” llevo en el alma una pena y una ilusión; la pena de estar lejos de mis montañas, regresar es la ilusión.

    Montañitas catamarqueñas donde el bombo suena mejor, porque el eco de tus quebradas de las quenas, le da el sabor. Yo moriré muy triste, si muero lejos de tu luz y tu color.

  • 26

    Albahaca, menta y verdeo Chacarera trunca y doble

    Letra de Juan Falú Música de Oscar Alem

    I

    “Hierba mala nunca muere” siempre se escuchó decir, yuyos de sobrevivir quiero yo si me dan la suerte.

    Suerte verde que atropella cogollito del cantar, vino del jardín de allá por el mar a aromar mi tierra.

    Fresco y claro mi cantar quiere ser mar a mar un barco acunando el lento peregrinar de los yuyos mansos. Fresco y claro mi cantar quiere ser mar a mar un barco.

    Yuyos de sobrevivir quiero yo si en aromas vuelven a contarme el sueño nunca final del paisano ausente. Albahaca, menta, verdeo: yuyos del amor con suerte.

  • 27

    II

    No se abusen pastizales tres verdores son nomás, perfumando eternidad en la piel del paisano errante.

    Albahaca, menta y verdeo yuyos del jardín de allá, alentando mar a mar la ilusión del abuelo viejo.

    Fresco y claro mi cantar quiere ser mar a mar un barco acunando el lento peregrinar de los yuyos mansos. Fresco y claro mi cantar quiere ser mar a mar en barco.

    Yuyos de sobrevivir quiero yo si en aromas vuelven a contarme el sueño nunca final del paisano ausente. Albahaca, menta, verdeo: yuyos del amor con suerte.

    En más de una oportunidad he tenido la suerte de saborear algunos de los platos árabes que cocina el amigo Juan Falú, por lo que llegué a la conclu- sión que como músico es un muy buen cocinero.

    Para hacerlo breve, decidí dedicarle un tema al «baisano» que llevara por título, los ingredientes más usados en la cocina tradicional de nuestros ancestros, y puntualmente en el keppe. De ahí lo de albahaca, menta y verdeo (así también lo cocino yo).

    Al poco tiempo de conocer el tema, chacarera trunca y en parte doble y trunca, Juan decidió ponerle letra, muy hermosa por cierto y que habla de «nuestros baisanos».

    Oscar Alem

  • 28

    Alegrías de mi pago Zamba

    Letra de Victorio Pérez

    Música de Feliciano Pérez Ediciones Musicales

    Tierra Linda

    Esta es una zamba muy bella, de música muy airosa, especial para bailarla. Incluyo aquí dos versiones de la letra. La primera me la enseñó René Ruiz que la había gra- bado –y tengo el disco de 78rpm- con el Trío Ruiz-Gallo-Pérez Cardozo. La segun- da versión es la que figura en la partitura de la editorial.

    ARV

    I I

    Noches que ya no han de volver, como en mi pago, Tucumán y el repique de las chinelas a los coyas ya no se oirán.

    Tengo en mi fe una ilusión de volver ¡Ay, mi coyita! Te recuerdo con las canciones que cantaba a ti solita.

    Otra vuelta y terminará pero mis penas no se van, noches que ya no han de volver como en mi pago Tucumán.

    II

    Siga la moza su querer, téngase fe que ganará la alegría que en esta zamba el cariño le guardará.

    Da la vuelta mi chiquita que la última nos faltará, pañuelito que revolea como ave al cañaveral.

    Otra vuelta y terminará pero mis penas no se van, noches que ya no han de volver como en mi pago Tucumán.

    Noches que ya no han de volver como en mi pago, ¡Oh, Tucumán…! tus cerros, tus bellas quebradas al cielo parecen llegar.

    Bombo… guitarra y un violín toda la vida hacen sonar los changos, también las chinitas bien churitos para bailar.

    Así es la vida, sí señor, tanta alegría que sentí, en el Cerro del Aconquija si vieran lo lindo que es vivir.

    II

    Cuna de amor en la ciudad que yo la admiro con pasión, las flores y el campo que sueño siempre están en mi corazón.

    Alto el pañuelo con fervor que revolean sin cesar, igual que palomas perdidas allá junto al cañaveral.

    Pago que un día se firmó con el clamor de libertad, eternos serán los laureles del gran jardín de Tucumán.

  • 29

    Allá por San Rafael Cueca

    Letra de Ramón Manuel Lareu

    Música de Jorge Viñas

    Editorial Musical Korn S.A.I.C.

    I

    Allá por San Rafael, casa vieja, patio ‘e tierra, al compás de una cuequita se hace hilacha una pareja.

    “Soy de este pago, señor”, me dijo un criollo tomero y cuando debo nombrarlo lo hago de pie y sin sombrero.

    El sol bajó despacito, la luna se fue asomando, pero en el patio de tierra la cueca siguen bailando. Porque la farra seguía allá por San Rafael.

    II

    Ya puso el dueño de casa un chivatito a las brasas y con el humo se mezcla en el aire una tonada.

    De pronto se oyó al cantor decir con voz plañidera, “Páseme un trago, compadre, antes que de sed me muera”.

    El sol bajó despacito, la luna se fue asomando, pero en el patio de tierra la cueca siguen bailando. Porque la farra seguía allá por San Rafael.

    Tomero: empleado provincial que trabaja en las tomas de agua para regular el flujo y derivarlo hacia las tierras cultivadas

  • 30

    Dúo Coplanacu Julio Paz y Roberto Cantos

    Alma challuera (Alma de pescador)

    Chacarera

    Letra de Cristóforo Juárez

    Música de Carlos Carabajal

    Editorial EMI Melograf

    I

    Me voy camino del río para sentarme en la arena y gozar de la frescura de la mañana serena.

    Quiero ver a los pescados brillando al sol mañanero palpitando las agallas… y oler el viento challuero.

    Los dorados relucientes son los rastros de la aurora, que en la arena de la playa mi corazón atesora.

    Sangre y espuma en la arena, corazón del mismo río, escamas de plata y oro blasones del amor mío.

    II

    Me voy camino del río cantando esta chacarera y llevo dentro mi pecho todas mis ansias challueras.

    Quiero ver a las challueras con las faldas a la rodilla cuando espantan las mojarras chimpando cerca del río.

    Quiero ver a flor de agua nadando al bagre moreno y sentirme dentro el agua a mis dolores, ajeno.

    Sangre y espuma en la arena, corazón del mismo río, escamas de plata y oro blasones del amor mío.

    Challua: pescado Challuero/a: pescador/a Chimpando: cruzar aguas cortas

  • 31

    Amor tucumano Triunfo

    Dúo Vera -Molina Nelly y América Vera Molina

    I II

    Letra de Manuel Acosta Villafañe

    Música de Carlos A. Gallo

    Ediciones Musicales Tierra Linda

    Caramba q’está linda la María Rosa,… ¡ay! la María Rosa…

    Pero me anda gustando la Sinforosa… ¡ay! la Sinforosa…

    M’enamoré de Juana, quiero a la Rita… ¡ay! quiero a la Rita…

    Es mucho más hermosa la Margarita… ¡ay! la Margarita…

    La que me da consuelo toda la vida… ¡ay! es la Ernestina.

    Dame un besito Carmen, yo te doy cuatro… ¡ay! yo te doy cuatro…

    porque quiero que me hagas un adelanto… ¡ay! un adelanto…

    Un abrazo y un beso me dio Josefa… ¡ay! me dio Josefa…

    Casi casi nos pilla María Teresa… ¡ay! María Teresa…

    La que me da consuelo toda la vida… ¡ay! es Valentina.

  • 32

    Amor viejo vale más Tonada

    Letra y Música de Manuel Acosta Villafañe

    Editorial Buccheri Hermanos

    Dúo Acosta Villafañe Carlos y Manuel Acosta Villafañe (AGN)

    I

    Mi bello Santa María, mi bello Santa María qué lejos me encuentro yo; he de volver algún día, he de volver algún día porque allí dejé mi amor.

    Amor, amor que no sé olvidar porque, porque me enseñó a querer. Amor, amor viejo vale más y es muy, muy difícil de olvidar.

    II

    Cuando salí de mis valles, cuando salí de mis valles salí pensando el volver, pero ya pasé diez años, pero ya pasé diez años distante de mi querer…

    Querer, querer que nunca olvidé. porque, yo sólo quiero una vez… Amor, amor viejo vale más y es muy muy difícil de olvidar.

  • 33

    Ampisunaas amorani (Para curarte he venido)

    Remedio

    I II

    Letra popular Música de

    Don Sixto Palavecino

    Onqos sirisqaykit yachas ampisunaas amorani tra la la la la la la la, tra la la la la la la.

    Remediuta mana apenqa nispa noqa apamorani tra la la la la la la la, tra la la la la la la.

    Maver chaqayman tirakuy. Imaykitaq nanasunki, tra la la la la la la la, tra la la la la la la.

    Akina cha warmi bruja. Nunitay na brukia sunki tra la la la la la la la, tra la la la la la la.

    Cuerpoykita chamkachiay maa yaqeta rupasunki sapa may tinkusuptin chiri chiri ina qosunki tra la la la la la la la, tra la la la la la la. Sapa may tinkusuptin chiri chiri ina qosunki.

    Sabiendo que enferma estabas para curarte he venido, tra la la la la la la la, tra la la la la la la.

    Pensando que no tendrías remedio, te lo ‘i traído, tra la la la la la la la, tra la la la la la la.

    Hacia aquel lao date vuelta en que te duele mi vida, tra la la la la la la la, tra la la la la la la.

    Seguro esa mujer bruja ya también te brujiaría tra la la la la la la la, tra la la la la la la.

    Haceme tocar tu cuerpo mucha fiebre habías tenido. Cuando te rozan mis manos te vienen escalofríos. Tra la la la la la la la, tra la la la la la la. Cuando te rozan mis manos te vienen escalofríos.

  • 34

    Angélica Zamba

    Letra y Música de Roberto Cambaré

    Editorial Lagos

    I

    Angélica, cuando te nombro me vuelven a la memoria, un valle, pálida luna en la noche de abril y aquel pueblito de Córdoba.

    Si un águila fue tu cariño, paloma mi pobre alma. Temblando, mi corazón en tus garras quedó y no le tuviste lástima.

    No olvidaré cuando en tu Córdoba te vi y tu clavel bajo los árboles robé. Mis brazos fueron tu nido; tu velo, la luz de la luna entre los árboles.

    II

    Tus párpados, si por instantes te vuelven los ojos mansos, recuerdan cuando en el cielo de pronto se ve que nace y muere un relámpago.

    La sábana que sobre el suelo se tiende cuando la escarcha, no es blanca como la tímida flor de tu piel, ni fría como tus lágrimas.

    No olvidaré cuando en tu Córdoba te vi y tu clavel bajo los árboles robé. Mis brazos fueron tu nido; tu velo, la luz de la luna entre los árboles.

  • 35

    Anocheciendo Estilo

    Letra y Música de Domingo Nocera Netto

    Ricardo Güiraldes y Don Segundo Sombra

    Desfallecido en la loma (bis) como un gigante dormido, quedó el sol bien escondido y al ver que la luna asoma, soltó el macachín su aroma, se largó el tero al bañao y en vuelo desenfrenao cruza una blanca paloma.

    Viene un paisano tranqueando (bis) fatigao de su labor y hasta el cuzco ladrador su llegar va festejando. Mientras va desensillando arde el cardo en el fogón y el olor al chicharrón los campos va perfumando.

    Y después de una bañada (bis) que en el lomo dio al bagual, le atracó con el bozal un sogazo a la pasada. Y oyó la pampa callada los relinchos del oscuro que relinchaba, le juro, por llegar a la manada.

  • 36

    Apadrinando Vals criollo

    Letra de

    Enrique Gaudino Música de

    Víctor Braña Editorial Musical Melodía

    ¡Déjese ‘e pavadas!… ¡Dele puerta libre, que chinas como esas no son pa’ el palenque, bien sabe qu’el bruto que nace con mañas no lo duebla el fiero rigor del rebenque!

    ¡No se diga un gaucho..! Parece mentira que al primer chirlazo se me ande quejando y eso qu’es apenas carretiya lisa y recién el bozo le viene asomando…

    ¡Perderse p’una hembra que no vale un pucho! ¡Pudrirse entre rejas p’un bicho dañino! Asujete el pingo, se lo dice un viejo que ha echao muchas malas por causa ‘el destino.

    Yo también de joven quise como quieren los gauchos senciyos que cráin muchas cosas… El amor, muchacho, m’encajó anteojeras pa’ que confundiese los cardos con rosas…

    ¡Cuando abrí los ojos quise hacerme el gusto y en cuatro machazos l’escrebí en la cara… dispués, a lo potro le corté las crines y le abrí la puerta pa’ que disparara!

    Luego, la justicia m’encajó diez años, porque el comesario m’encontró culpable, áhi ricién comienza l’arrepentimiento al verse uno solo, triste y miserable.

    Nueve años anduve purgando esa pena… cuando me largaron sólo era un espectro; ayí dejé tuito… pero en cambio truje ¡esta tos maldita que me ruempe adentro!

    Por eso le digo, que asujete el pingo, que chinas como esa no son pa’ el palenque, qu’el bruto que nace con malos instintos

    no lo duebla el fiero rigor del rebenque…

  • 37

    Aquí estoy Vals

    Autor desconocido Versión que cantaba

    Alejandro González Palau

    I Aquí estoy otra vez porque te quiero porque pienso en ti como en la gloria, y el cariño de tu amor que fue el primero aquí lo traigo bien grabado en la memoria.

    Aquí estoy otra vez vengo a cantarte, vengo a decirte llorando que me muero, que no he tenido valor para olvidarte que aquí estoy, otra vez, porque te quiero.

    II

    Yo poeta quisiera ser un día para poder en mi verso así expresarte y lo primero, mi bien, que te diría si en un abrazo pudiera yo estrecharte.

    Aquí estoy otra vez vengo a cantarte, vengo a decirte llorando que me muero, que no he tenido valor para olvidarte que aquí estoy, otra vez, porque te quiero.

    Este vals lo aprendí de tanto oírselo cantar a Alejandro González Palau, muy amigo y compañero de correrías juveniles de mi hermano Emilio, «El Negro». Lo cantaba maravillosamente y lo cuidaba con mucho celo. No sé quién es su autor. Con amables excusas, Alejandrito siempre evitaba pasar la letra a otras personas ya que este vals era parte fundamental de su repertorio exclusivo. Sé que me perdonará esta infidencia…

  • 38

    Ashpa Sumaj (Tierra linda)

    Chacarera doble

    Letra de

    José Antonio Faro Música de

    Miguel Ángel Trejo Editorial Lagos

    I

    Desde lejos he llegado, de la tierra del mistol, estoy quemao por el sol y curtido por el viento, yo canto con este acento ¡Santiagueño soy señor..!

    Me gusta el patay, la añapa y el arrope de chañar, “agua muerta” pa’ tomar; mate, tortilla y chipaco y unas hojas de tabaco con chalas para pitar.

    Cuando me quiero alegrar yo me voy a las trincheras, a bailar las chacareras debajo de los itines, con arpa, bombo y violines y unas cajas vidaleras.

    Pa’ lo que guste mardarme soy seguro servidor, regular zapateador y bueno pa’ la tabeada, del pago de los Taboada ¡Santiagueño soy señor!

    II

    Canto vidalas del monte y zambas del salitral, las que nunca he de cambiar por cantares de otro suelo, he’i cantar como mi abuelo pa’l tiempo del carnaval.

    No tiene mi tierra oro, ni trigales, ni ganados, ni tampoco verdes prados ni otros signos de riquezas, pero tiene por grandeza el alma que Dios le ha dado.

    Es el alma de mi tierra la que florece en canciones, leyendas y tradiciones que bien pudo conservar, y que siempre han de guardar santiagueños corazones.

    Entre todas la mejor, quizá en el mundo entero, y según yo considero y aquí lo digo a conciencia, es mi pago, mi querencia, es Santiago del Estero.

  • 39

    Así soy Palito

    Letra y Música de Julio A. Jerez

    Editorial Buccheri Hermanos

    I

    Suena guitarra querida con tu dulce vibración, ¡ay, ay, ay!, que esta noche quiero darle rienda suelta al corazón…. ¡viditay!

    Para qué yo habré aprendido esta guitarra tocar… ¡ay, ay, ay! si me he de pasar la vida sin dormir ni descansar… ¡viditay!

    No me quejo de mi suerte, aunque desdichado soy; ni ambiciono un imposible… ¡fíjense cómo yo soy!

    Si me quieren yo los quiero, si me aborrecen, me voy, ¡Así soy!

    II

    La luna en el firmamento desparrama claridad… ¡ay, ay, ay! y se detiene, curiosa, viendo a esta moza bailar… ¡viditay!

    Las flores en los jardines las cuidan con devoción... ¡ay, ay, ay! a las del campo ninguno las riega y qué bellas son… ¡viditay!

    No me quejo de mi suerte aunque desdichado soy; ni ambiciono lo imposible ¡fíjense como yo soy!...

    Si me quieren yo los quiero, si me aborrecen me voy... ¡Así soy!

  • 40

    Ay, Catamarca Canción

    Víctor Heredia

    Letra y Música de

    Víctor Heredia Editorial Lagos

    Ay, Catamarca, madre del canto por estas venas arde tu sol, por estas venas arde tu sol.

    Ay, Catamarca, cómo soñaban los ojos míos poderte ver, poderte ver…

    Ay, Catamarca, cómo soñaban los ojos míos poderte ver, poderte ver…

    Fuiste la cuna de mis abuelos, tu claro cielo los vio renacer, tu claro cielo los vio renacer.

    Y allí mi madre, gracioso mimbre, moreno pelo, se hizo mujer, moreno pelo, se hizo mujer.

    Ay, Catamarca, cómo soñaban los ojos míos poderte ver, poderte ver…

    Ay, Catamarca, ay, Catamarca, catamarqueño debiera ser… catamarqueño debiera ser… catamarqueño debiera ser…

  • 41

    Ay, paloma Zamba

    Letra y Música de Félix Dardo Palorma Editor Blas Buccheri

    I

    Hay amores, amores que suelen ser, cadenas, si, y cárcel de padecer.

    Ay,… paloma, paloma dónde te has ido, no me pagués con la plata del olvido.

    La primera, la primera vez no fuera, que el que se va sin que lo llamen volviera...

    II

    Cuando aclara canta el gallo en la enramada, pensando en vos me pilla la madrugada…

    Ay,… paloma, si volaste a otro nido, no pienses no, no pienses que te he querido.

    La primera, la primera vez no fuera, que el que se va sin que lo llamen volviera...

  • 42

    Ayayitay Chacarera

    Letra y Música de Mario Arnedo Gallo

    I

    Pa’ la primavera, cuando besa el sol, silba el pajarito su canción. Ayayitay, corazón.

    Suave corre el agua que peina el sauzal, llega con su amor al arenal. Ayayitay, mi tunal.

    Viene el río crecido, toro en su bramar y a la luna roba su platear. Ayayitay, mi polear.

    Chacarera arisca, fruto del chañar, para tus requiebros mi cantar. Ayayitay, mi cantar.

    II

    Un bombo lejano quema su golpear y el salitre aflora en el tierral. Ayayitay, mi pencal.

    Vino hay en las penas, sangre en el color y una cruz de palo en el dolor. Ayayitay, Luis Billaud.

    Bailan las estrellas, crece su brillar, y derraman coplas al pasar. Ayayitay, mi soñar.

    Chacarera arisca, fruto del chañar, para tus requiebros mi cantar. Ayayitay, mi cantar.

  • 43

    Azul provinciano Canción

    Pancho Cabral

    Letra y Música de Pancho Cabral

    A la nostalgia… El autor

    I

    ¡Ay!, este azul, que les quiero contar como fue, por momentos se queda en mi piel ilustrándome el paisaje aquel.

    ¡Ay!, este azul, golondrina que vuelve otra vez, musicando mi zaguán de ayer a esperarme de barco en la sed.

    ¡Ay!, este azul provinciano se quiebra en mi voz, como antigua vidala en adiós, como un breve puñado de sol.

    II

    ¡Ay!, este azul, que ha llegado a iniciarme en la luz, con campanas de asombro tal vez habitando lo que nunca fue.

    ¡Ay!, este azul, este azul es un verde también, resolana brillando en el pez con un silbo enredado en la piel.

    ¡Ay!, este azul sólo quiere quedarse en mi voz como un duende mojando mi envés este azul es un niño tal vez. ¡ay este azul!... ¡ay este azul!...

  • 44

    Bailarín tucumano Gato

    Letra y Música de Eduardo «Negrín» Andrade

    I

    Como don Ramón Espeche nadie bailó zamba o gato le brillaban esos ojos con aquel pañuelo en alto.

    Y al sentirse en esas vueltas de su compañera, dueño, la hundía en la Salamanca de su corazón norteño.

    Gran bailarín tucumano con estampa de quebracho.

    Y al sentirse en esas vueltas de su compañera, dueño, la hundía en la Salamanca de su corazón norteño.

    Como don Ramón Espeche nadie bailó zamba y gato.

    II

    Para las danzas del campo otro igual nunca se ha hallado enseñaba baile criollo como antaño se ha bailado.

    Y siempre tendrá un recuerdo en el alma del paisano la pureza de su estilo, ¡Gran bailarín tucumano!

    Aunque algunos pa’ olvidarlo los bailes mistificaron.

    Y siempre tendrá un recuerdo en el alma del paisano la pureza de su estilo, ¡Gran bailarín tucumano!

    Como don Ramón Espeche nadie bailó zamba o gato.

  • 45

    Bajo el sauce solo Zamba

    I

    A veces te recuerdo mirando el río; dentro de la espuma, lejos, anda el olvido.

    Bajo este sauce solo yo te he querido y se ha quedado el sauce más pensativo.

    Dónde andará mi amor que se fue, penando por este olvido, me vuelve con la zamba, arrepentido.

    II

    No sé porqué desando dulces caminos, sabiendo que son otros nuestros destinos.

    Ya me voy con la tarde triste, dolido, nuestro amor es recuerdo: lo lleva el río.

    Dónde andará mi amor que se fue, penando por este olvido, me vuelve con la zamba, arrepentido.

    Letra de Manuel J. Castilla

    Música de Rolando Valladares

    Editorial Lagos

  • 46

    Balsa de recuerdos Canción

    Julio Márbiz

    Letra y Música de Waldo Belloso y

    Julio Márbiz Editorial Lagos

    I

    Sobre las tibias y cristalinas aguas del viejo río Uruguay, voy con la balsa de mi guitarra, rumbo a la dulce tierra del Gran Capitán.

    Y mi canción quiere encontrar el corazón del naranjal. Tenga mi voz tierna nostalgia regional, para llegar, hasta el paisaje vegetal. Sea mi voz faro de luna para alumbrar a Yapeyú. Que esta canción, sobre las aguas de cristal, suene a clarín para cantar a San Martín.

    II

    Mientras la quieta noche morena arroja sombras en el ceibal, sigo en la balsa de mi guitarra, llevo recuerdos hacia el alma litoral.

    Y mi canción quiere encontrar el corazón del naranjal. Tenga mi voz tierna nostalgia regional, para llegar, hasta el paisaje vegetal. Sea mi voz faro de luna para alumbrar a Yapeyú. Que esta canción, sobre las aguas de cristal, suene a clarín para cantar a San Martín.

  • 47

    Bañado norte Chamamé

    Letra de Idilio Godoy

    Música de Tránsito Cocomarola

    I

    Quiero mi bien que esta canción llegue a tus oídos, quizá recién comprendas que no te olvido. Ven junto a mí que mucho tiempo yo he sufrido lejos de ti sólo penando yo he vivido.

    II

    Ven pronto junto a mí, dueña de mi ser, que en Bañado Norte tengo el rancho que te ofrecí. Allí juntos los dos en mi Taragüí volverá a renacer el cariño que te di.

    III

    Si me dejas me ausentaré bella morena, donde tal vez he de morir con tantas penas. Recordarás el día aquel que me jurabas cariño fiel y entre tus brazos me estrechabas.

  • 48

    Bienhaiga el pobre «El Pedigüeño»

    Vidala montañesa

    Priéstame el burrito ‘e carga leña p’al horno tengo que buscar, te lo’i de traer unas ramas bienhaiga el pobre no tengo en qué andar.

    El choquito quirquinchero p’al día entero te vengo a pedir, bienhaiga el pobre no tengo siquiera un perro, por así decir.

    Dame un charqui de la soga bienhaiga el pobre, pobreza mayor, dame un chala pa’ la oreja otro pa’ pitarlo y después me voy… y después me voy… y después me voy.

  • 49

    Bombo legüero Zamba

    I

    Desde muy lejos se escucha alegre repiquetear es el tun-tun de mi bombo marcando la zamba que quiero cantar.

    Hizo su caja mi abuelo de un viejo sauce llorón, sauce que verde lloraba y dando la vida llorando cantó.

    Como suenan esos parches parecen ser el latir de un corazón hecho zamba ¡que canta y que canta su viejo sentir!

    II

    Si en una tarde cualquiera solo comienzo a cantar, todos los criollos se acercan mi bombo legüero los hace llegar.

    Como se alegra mi canto todo es bailar y reír y entre guitarras y canto mi bombo legüero parece vivir.

    Como suenan esos parches parecen ser el latir de un corazón hecho zamba ¡que canta y que canta su viejo sentir!

    Letra y Música de Fernando Portal y

    Oscar Valles Editorial Lagos

  • 50

    Boquita de miel Chamamé

    Letra de Osvaldo Sosa Cordero

    Música de José Esculies

    Editorial Fermata

    I

    Luego de gustar en tu boca en flor de un beso de amor la divinal miel, yo logré olvidar todo el amargor que volcara en mí otra boca cruel… Jhe-é te nepá pe nde yurú mi, capullo de amor que sabe brindar toda la emoción, todo el frenesí a quien su dulzor se acerque a libar.

    Desde que pude posar mi boca sobre tu boca raras visiones alucinadas mi mente ve y enamorado como un demente, con ansia loca, busco tus labios para morirme besándote…

    II

    Tu boca es coral sangriento de amor ñangapiry-mi, que invita a morder, llama de pasión, fuego abrasador que ha de calcinar todo mi querer… Es fuente de amor que incita a besar, infierno y edén color carmesí, tu boca es panal que me hace exclamar jhe-é te nepá pe nde yurú mí…

    Desde que pude posar mi boca sobre tu boca raras visiones alucinadas mi mente ve y enamorado como un demente, con ansia loca, busco tus labios para morirme besándote…

    Jhe-é te nepá pe nde yurú mí: es muy dulce tu boquita Ñangapiry-mi: fruta correntina

  • 51

    Bordoneando Milonga

    Letra y Música de Atahualpa Yupanqui

    Me gusta de vez en cuando perderme en un bordoneo porque bordoneando veo que ni yo mesmo me mando. Las cuerdas van ordenando los rumbos del pensamiento y en el trotecito lento de una milonga campera va saliendo campo afuera lo mejor del pensamiento.

    Siempre en voz baja he cantao porque gritando no me hallo grito al montar a caballo si en la caña me he bandeao. Pero tratando un versiao ande se cuente quebrantos apenas mi voz levanto para cantar despacito que el que se larga a los gritos no escucha su propio canto.

    Si la muerte traicionera me acogota a su palenque háganme con dos rebenques la cruz pa’ mi cabecera. Si muero en mi madriguera mirando los horizontes no quiero cruces ni aprontes ni encargos para el eterno ¡tal vez pasando el invierno me de sus frutos el monte!

  • 52

    Cada vez que te nombro Mendoza Tonada

    Letra de Ismael Guerrero

    Música de Jorge Viñas

    Editorial EMI-Melograf

    Cada vez que te nombro Mendoza, hay un algo de fiesta en mi sangre, es la suma de todas las cosas que vendimian de amor tu paisaje. Cogollito de nieves eternas y de tierra fecunda en los valles, de esperanza labriega que siembra la canción que tus frutos reparten.

    En racimos se va la vendimia a soñar su milagro de vino al lagar. Y Mendoza está en flor, madurando el parral en guitarras que salgo a cantar.

    Si estoy lejos me voy guitarreando, corazón de cuyano incurable y entre cuecas, tonadas y gatos me regreso de nuevo a tus calles. A tus patios de sol emparrados, que de obligo hacen siesta en la tarde y en la noche amanecen cantando pata en quincha los viejos compadres.

    En racimos se va la vendimia a soñar su milagro de vino al lagar. Y Mendoza está en flor, madurando el parral en guitarras que salgo a cantar.

    Un murmullo de acequias te nombra, melodía de agüita su anhelo, y cogollo se vuelve mi sombra de vivir a la luz de tu cielo. Y Ricardo Giudice que viva recorriendo el azul de su sueño, que la hilera de todos sus días tenga siempre cosecha en el tiempo.

    En racimos se va la vendimia a soñar su milagro de vino al lagar. Y Mendoza está en flor, madurando el parral en guitarras que salgo a cantar.

  • 53

    Cambá Caridá Chamamé

    Aclaración:

    Aunque parezca ironía, por amor a la verdad, aún vive en Perugorría… Vive… tira todavía

    angá Cambá Caridá…

    Recitado:

    ¿Qué dijo? ¿Fatalidad? Perdóneme, buen señor, pero está usté en un error; le va a doler la verdad más por su comodidad no se olvide, buen señor, ese su hermano menor está durando nomás…

    I

    Parece cuento y no es… angá Cambá Caridá, Cornelio Fernández cué perdió la vista y no ve pero no dijo ni a.

    Hay que ver para creer, angá Cambá Caridá… Ya tiene cincuenta y seis, perdió trabajo y mujer, pero no dijo ni a.

    Hablá, Cambá Caridá, contá catú que el destino de ser pobre y correntino te dejó tal como estás

    Gritá, Cambá Caridá, tomá este vaso de vino y gritá: ¡Soy argentino! que alguno te escuchará.

    Letra de Julián Zini Música de

    Edgar Romero Maciel Editorial Melodía

    II

    ¡Y ahora qué se puede hacer angá Cambá Caridá! Con tres hijo, sin mujer, sin trabajo y sin tener coraje pa’ mendigar.

    A ver señor, dígame: ¿de ser Cambá Caridá, cómo haría pa’ comer, cómo haría, dígame? ¡Contésteme la verdad!

    Hablá, Cambá Caridá, contá catú que el destino de ser pobre y correntino te dejó tal como estás

    Gritá, Cambá Caridá, tomá este vaso de vino y gritá: ¡Soy argentino! que alguno te escuchará.

  • 54

    Cambá-cuá Polca candombe

    Letra y Música de Osvaldo Sosa Cordero

    Ediciones Musicales Román Gómez

    I

    Festeja los 6 de Enero su función San Baltasar, el santo más candombero que se pueda imaginar. Por ser los de este santito la función de los cambá, ya armaron el bailecito los del barrio Camba Cuá.

    Camba-Cuá pe ayú Camba-Cuú pe aimé y hasta ti llegué, porque rho jhaijú. Con el mbaracá va mi corazón. ¡Viva la función de mi Camba-Cuá!

    II

    Debajo de la enramada se entrevera el pelotón lo mismo que novillada de potrero charabón. En tanto que don Falucho cuida del chipá mbocá, ña Rita o mo timbó i pucho mientras bailan los cambá.

    Camba-Cuá pe ayú Camba-Cuú pe aimé y hasta ti llegué porque rho jhaijú. Con el mbaracá va mi corazón. ¡Viva la función de mi Camba-Cuá!

    Cambá: negro Camba-Cuá: cueva de negros Camba-Cuú pe aimé: vengo al Camba-Cuá y en el Camba-Cuá estoy Rho jhaijú: te amo Mbaracá: guitarra Chipa-mbocá: torta-escopeta Ña Rita o mo timbó i pucho: Doña Rita fuma su pucho

  • 55

    Camino a los valles Canción norteña

    Letra y Música de Atahualpa Yupanqui

    Editorial Musical Buccheri Hermanos

    I

    Cargueritas guapas marchando adelante; piedras en la senda, cantos en el aire.

    En los apeaderos se aflojan las cinchas, mientras en el cerro va muriendo el día.

    Canta que te canta camino a los valles… ¡Que esta pena mía no la sabe nadie!

    II

    Pasamos la noche rodeándolo al fuego. luces de esperanza… sombras de recuerdos…

    La aurora, sangrando como un corazón.. ¡A ensillar de nuevo que falta un tirón!

    Canta que te canta camino a los valles… ¡Que esta pena mía no la sabe nadie!

  • 56

    Camino de Santa Ana Chamamé

    Letra de Juan Genaro «Cacho»

    González Vedoya Música de

    Carlos Hernández Editorial EMI Melograf

    Cuando voy a Santa Rosa por el camino la tierra roja se hilvana en el pastizal y viene tocando el hombro de todo el monte un viento que zapatea en el arenal. El guácara a grito baja de las lomadas en crines de redomones hilos de luz y en verde cresta florece en el horizonte como una señal piadosa la Cruz del Sur.

    Laguna Soto se ve más allá del arenal, un espejismo de luna enharina su cristal.

    Cuando voy a Santa Rosa por el camino la tarde trepa lapachos antes de arder, si suben los lagunales a las estrellas son un remiendo de cielo al atardecer. Saludan los pastizales al viento norte, agosto carga colores en su pincel, el tiempo está detenido sobre el paisaje y es joven hasta su muerte el atardecer.

    Laguna Soto se ve más allá del arenal, un espejismo de luna enharina su cristal.

    Guácara: tribu guaraní habitante de la zona de Santa Ana, Corrientes

  • 57

    Campanitas Zamba

    Letra y Música de Carlos Gardel y

    José Razzano Editorial CRISMAR

    En un pueblito de Salta la gente de baile está. En un pueblito de Salta la gente de baile está. Con chicha y pata de cabra hasta el alba seguirán, en tanto que un pobre mozo cantando triste esta zamba va: Campanitas de mi pueblo que están tocando, tocando están. Campanitas de mi pueblo que están tocando, tocando están.

    Se casa la niña linda de la estancia “El Gavilán”. Se casa la niña linda de la estancia “El Gavilán”. Con un pueblero buen mozo que vino del Tucumán. Por él al gaucho ha dejado quién canta triste para olvidar: Campanitas de mi pueblo que están tocando, tocando están. Campanitas de mi pueblo que están tocando, tocando están.

    Al ver su prenda perdida montó en su flete alazán. Al ver su prenda perdida montó en su flete alazán. Ató su guitarra al tiento para no volver jamás y mientras se iba alejando cantando triste esta zamba va: Campanitas de mi pueblo que están tocando, tocando están. Campanitas de mi pueblo que están tocando, tocando están. Campanitas de mi pueblo que están tocando, tocando están.

  • 58

    Campo afuera Chacarera

    Letra y Música de Carlos Di Fulvio

    Ediciones Musicales RELAY

    Fue allá por Tulumba en el verano del ’64 cuando en horas de la tarde me encontraba «guitarra en mano» velando la aromada promesa de un cabrito. Llegó de a caballo, montada a lo hombre, con una hija en ancas y una nietita

    en brazos hasta el mismo guarda patio donde se apeara preguntando por la hora en que comenzaría el baile...

    «Cuando usted quiera», dije, suponiendo que se trataba de una pregunta jocosa ...

    De ahí en más, todo fue un permanente revoleo de flores con que adorna- ba sus elegantes zarandeos en las cretonas de su vestido; y, de vez en cuando, como para darme ánimo, sin darle tregua al compañero de baile (que nunca supe si sabía bailar pero doy fe que aprendió) me decía a modo de halago: ¡Muy lindo el gatito, niño!.. ¡Muy lindo!..

    Cuando el aroma del asado ya decía que estaba a punto, cansado de tocar, con el pretexto de guardar la guitarra, me gané al rancho y me quedé dormido. Al día siguiente, mi anfitrión, ofreciéndome un mate me dijo: «Le dejó muchos saludos doña Dominga y me pidió que le avise cuando usted vuelva por que lo ha pasado ‘demasiado’».

    Fue entonces cuando me enteré de su nombre y cómo acostumbra aque- lla gente decir cuando se divierte en demasía.

    Carlos Di Fulvio

  • 59

    I

    Hace tiempo y buscando por ahí una chacarera, allá en los montes que hay en mi pago campo afuera...

    Campos de “La Rudita” monte adentro’e Tulumba la he d’encontrar linda su bata de percal

    baila doña Dominga la chacarera.

    Abajito de un tala la vi por ser montaraza y unos tizones de leña mansa l’aromaban…

    L’aromaban con su olor unos gajos de tala que supo cortar mi amigo don Vivas al caer

    el invierno pasado para su corral.

    En la tierrita suelta al barrer de las alpargatas, d’entre los montes subió la luna p’alumbrarla.

    Como nube en el aire quedó el polvaderal... hojita’i tala, flecos de luna’i la chacarera…

    II

    Con su bata de puro percal va doña Dominga, todas las flores que hay en el monte se la envidian…

    Se la envidian porque no hay un color más hermoso que’l de su percal, ni moza que sepa regalar

    el donaire que tiene su buen zarandear.

    Y las niñas quisieran bailar como lo hace ella, la trenza’l viento y una manito’en la cadera...

    Su cadera es un vaivén parecido al del sauce y al mimbre también “esa es mi abuela” se saben decir

    los changos del monte en cuantito la ven.

    Si a los setenta la baila así, ¡lo que ha sido en antes!... una corzuela lujosa de ágil deje nomás…

    Como nube en el aire quedó el polvaderal, hojita’i tala, flecos de luna’i la chacarera…

  • 60

    Canción de cuna costera Canción litoraleña

    I

    Noche calma sobre el río. sueño, trabajo, querer ya va el pescador curtido recorriendo el espinel.

    Allá en el rancho la madre mece con tierna emoción una cunita de sauce entonando esta canción

    Letra y Música de Linares Cardozo Editorial Musical

    Korn Intersong S.A.I.C.

    Gurisito costero… duérmase… Gurisito costero… duérmase… Si se duerme, mi amor, le daré chalanita de ceibo collar de caracol… collar de caracol…

    II

    El niño ya se ha dormido, la luna salió a mirar, hamacándose en las aguas por entre el camalotal.

    La brisa juega y el canto parece que viene y va en eco dulce se pierde por el río Paraná.

    Gurisito costero… duérmase… Gurisito costero… duérmase… Si se duerme, mi amor, le daré chalanita de ceibo collar de caracol… collar de caracol…

  • 61

    Canción de la palliri Huayno

    Letra de Manuel J. Castilla

    Música de Ramón Navarro Editorial Lagos

    Qué trabajo más simple que tiene la palliri. sentada sobre el cáliz de su propia pollera, elige con los ojos unos trozos de roca que despedaza a golpes de martillo en la tierra.

    (Un silencio nocturno le trepa por las trenzas y oscurece la arcilla de sus manos morenas).

    Qué inútil que sería decir que en sus miradas hay un pozo de sombra y otro pozo de ausencia: que pudo ser pastora de las nubes y se quedó en minera, que pudo hilar sus sueños por las cumbres viendo bailar la rueca. Y se quedó en minera, que pudo hilar sus sueños por las cumbres viendo bailar la rueca.

    La palliri no canta ni tampoco hila sueños. La mirada en la tierra y en la cabeza el cielo de mañana y de tarde busca sólo el silencio, y cuando está a su lado lo quiebra contra el suelo.

    Y no sabe que a ratos, entre sus brazos recios, se le duerme el martillo como un niño de hierro.

  • 62

    Canción de simples cosas Canción

    Letra de Armando Tejada Gómez

    Música de César Isella

    Editorial Lagos

    Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas, lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño se queda sin hojas. Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas, esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.

    Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas. Por eso, muchacha, no partas ahora soñando el regreso, que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo.

    Demórate aquí en la luz mayor de este mediodía, donde encontrarás, con el pan al sol, la mesa tendida. Por eso, muchacha, no partas ahora soñando el regreso, que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo.

  • 63

    Canción de lejos Zamba

    I

    Me voy, amor. si soy motivo para el olvido decime adiós, decímelo; que la paloma de tu pañuelo me diga no, me diga adiós.

    Me dices no, pero tus ojos se van conmigo por donde voy; huellita soy que va y que vuelve como dos veces del río a mí, del cielo a vos.

    Letra de Armando Tejada Gómez

    Música de César Isella

    Editorial Lagos

    Qué sencillo modo tuvo el cariño entre vos y yo; tan sólo un pañuelo adonde el cielo se me olvidó, se te olvidó.

    II

    Humito azul que sube y sube desde la leña quemándose, quemándome como la luna que con tu ausencia me sale a ver, quemándome.

    Ausente soy. Como paloma herida en un ala penando estoy. Me suelen ver a medio vuelo de tu pañuelo buscándote, buscándome…

    Qué sencillo modo tuvo el cariño entre vos y yo; tan sólo un pañuelo adonde el cielo se me olvidó, se te olvidó.

  • 64

    Canción de luna y cosecha Canción

    Letra de César Perdiguero

    Música de Eduardo Falú

    Editorial Lagos

    Ya se hacen las nueve lunas canciones al viento quisiera cantar. Linda la sombra de mi algarrobal, morenita de mi sangre a mí y a la tierra te parecerás.

    Dulce semilla que madurará.

    Una lluvia guitarrera sobre mi morena se puso a cantar. Siembra y destino, después esperar. Sobre sus ojos de lluvia regaba esperanzas en mi soledad.

    Dulce semilla que madurará.

    Ya se hacen las nueve lunas canciones al viento vamos a cantar. Quién siembra estrellas, debe cosechar. Changuito cuando me nombres seremos dos coplas en mi algarrobal. Seremos dos coplas en mi algarrobal. Seremos dos coplas en mi algarrobal.

  • 65

    Canción para Carito Chamamé

    Letra de Antonio Tarragó Ros

    Música de León Gieco

    I

    Sentado solo en un banco en la ciudad con tu mirada recordando el litoral, tu suerte quiso estar partida mitad verdad, mitad mentira, como esperanza de los pobres prometida.

    Andando solo bajo la llovizna gris, fingiendo duro que tu vida fue de aquí ¿porqué cambiaste un mar de gente por donde gobierna la flor? Mirá que el río nunca regaló el color.

    Carito, suelta tu pena se haga diamante tu lágrima entre mis cuerdas. Carito suelta tu piedra para volar como el zorzal en primavera.

    II

    En Buenos Aires los zapatos son modernos, pero no lucen como en la plaza de un pueblo. Deja que tu luz chiquitita hable en secreto la canción, para que te ilumine un poco más el sol.

    Cualquier semilla cuando es planta quiere ver, la misma estrella de aquel atardecer que la salvó del pico agudo refugiándola al oscuro de la gaviota arrasadora de los surcos.

    Carito yo soy tu amigo, me ofrezco árbol para tu nido. Carito suelta tu canto que el abanico en mi acordeón

    lo está esperando.

  • 66

    Canción para mi ñaño Vals

    Diciembre de 1999

    Letra y Música de

    Juan Falú

    Hay un camino sin zamba, hay una tonada, cogollo sin voz, sueña la zafra enlutada y un cielo en maloja velando su adiós.

    Juan Falú

    Hay un Arana sin yapa y los simples nombres sin su nombrador, no me reclames changuito porque tu lamento ya tiene canción.

    Mi viejo amigo, Usted sabe, su paso es mi vida, su riego mi flor.

    Vamos hermanos del brazo, cantando bajito la misma canción.

    Deme su brazo, mi ñaño, reciba un antojo de mi corazón.

    Este vals es es en este

    del de en letra de

    el de en

    del del

  • 67

    Canción para Verónica Canción

    Teresa Parodi

    Letra y Música de Teresa Parodi

    Hija mía, mi amor, qué linda estabas cuando fui a despertarte esta mañana. Tantas cosas pensé y no dije nada, qué crecida te ví, mi amor, qué larga.

    Las palabras, ya ves, jamás alcanzan si lo que hay que decir desborda el alma pero atiéndeme bien, cuando haga falta, a tu lado estaré por si me llamas, pequeña mía, por si me llamas.

    El país que soñé que tu habitaras aún nos cuesta dolor, sudor y lágrimas pero existe, mi bien, con tantas ganas, en tus ojos lo ví esta mañana.

    No lo olvides jamás, pequeña, y canta. Es hermoso vivir con esperanzas, el amor puede más que lo que pasa, eso quise decir, no hallé palabras, pequeña mía, no hallé palabras.

  • 68

    Candombe para José Candombe

    Letra y Música de Roberto Ternán Editorial Musical

    Korn Intersong S.A.I.C

    En un pueblo olvidado no sé por qué su danzar, un moreno me dejó ver. En el pueblo lo llamaban Negro José, amigo Negro José.

    Con mucho amor candombea el Negro José, tiene el color de la noche sobre la piel. Es muy feliz candombeando, dichoso de él, amigo Negro José.

    Llena de amor las miradas cuando al bailar el tamboril de sus ojos parece hablar. Y su camisa endiablada quiere saltar, amigo Negro José.

    Perdoname si te digo, Negro José, que eres diablo pero amigo, Negro José. Tu futuro va conmigo, Negro José. Yo te digo porque sé.

    No tienes ninguna pena, al parecer, pero las penas te sobran, Negro José, que tú en el baile las dejas yo sé muy bien, amigo Negro José.

    Ya vendrán tiempos mejores Negro José. sigue tu danza de fuego sin perecer, que el fuego rompa las nubes y haga llover, amigo Negro José.

    Perdoname si te digo, Negro José, que eres diablo pero amigo, Negro José. Tu futuro va conmigo, Negro José. Yo te digo porque sé.

  • 69

    Cantale chango a mi tierra Zamba

    Letra de Atuto Mercau Soria

    Música de Rodolfo «Polo» Giménez

    Editorial Lagos

    I

    Cantale chango a mi tierra con todita tu alma, con toda tu voz, con tu tonadita bien catamarqueña cantale changuito, lo mismo que yo.

    Que se oiga el cantito tuyo allá, donde nace o se pierde el sol; que se vuelva zamba toda Catamarca en cada latido de tu corazón.

    A todos los changuitos catamarqueños que sienten

    impulso de cantar. Los autores.

    Cantá, changuito, cantá con todita tu alma, con toda tu voz, que el viento cumbreño se lleve tus coplas, cantale a mi tierra lo mismo que yo. Que se vuelva zamba toda Catamarca en cada latido de tu corazón.

    II

    Cantale chango a mi tierra, a esa tierra mía que es tuya también, a la que llorando dejamos un día y la que llorado nos hace volver.

    Aquí te dejo esta zamba y en ella prendidos, mi canto y mi voz; con tu tonadita bien catamarqueña cantale changuito, lo mismo que yo.

    Cantá, changuito, cantá con todita tu alma, con toda tu voz, que el viento cumbreño se lleve tus coplas, cantale a mi tierra lo mismo que yo. Que se vuelva zamba toda Catamarca en cada latido de tu corazón.

  • 70

    Cantalicio vendió su acordeón Chamamé

    Letra y Música de Mario Bofill

    I

    Se puso a escuchar por primera vez su viejo acordeón, que guardó el abuelo en sedas del 30 al primer varón.

    Aprendió a tocar, recorrió los pueblos musical bagaje y vió Cantalicio que la vida crece y que dura el vino que ya se bebió.

    El talar se dobla sobre la laguna en blanco garzal crece la picada, recreando un compuesto Cantalicio va.

    Anda sin saber que al atardecer un yará guazú pasará en sus manos en un cosquilleo quedando en sus dedos manso un chamamé.

    Mientras suene mi acordeona tengo todo para vivir si en la noche de bailanta se convierte en cabure-í. Mientras suene mi acordeona las parejas bailarán y al compás del dos hileras Io co vene che pïa.

    Hablado:

    Aquí está tu pueblo, Cantalicio, esperando, sabe que regresarás, por sus calles de arena y al sonar de las espuelas escucharán sobre el cojinillo otra vez, Cantalicio, tu acordeona de estrellas.

  • 71

    II

    Era ese acordeón toda identidad en su deambular, caballito caigüé, pero se aprendió adonde parar.

    Buscando un alivio, por unos remedios vendió el dos hileras que envolvió en las sedas como quién despide al último amigo y se fue con él.

    El sol se perdió, y al monte llegó quejoso el chiflón yuyaral y horcón, rancho carapé, pequeño fogón.

    Y una sombra ya, con brazos tendidos sobre sus rodillas Cantalicio amaga, angaú que tiene su vieja acordeona y empieza a tocar…

    Hablado:

    Oh che tiempo añamenbüí, jhai pú porá que sea che acordeoncito e jhendú que upeicha ipú. Y bueno chamigo, ya estamos sabiendo que la gente pobre así nomás vamos a morir. Y bueno…

    Yará Guazú: sacar una porción grande de una cantidad mayor Caburé-í: ave pequeña nocturna Caigüe: desganado, aburrido Yuyaral: lleno de yuyos Carapé: de baja estatura Angaú: supuestamente (teatrealizando) Aña menbí: hijo del diablo Jha -ipú porá que sea che acordeoncito: suena lindo mi acordeoncito E jhendú que upeicha ipú: escucha, asi suena

  • 72

    Cañada Fragosa Chamamé

    Letra de Julio R. Chapo

    Música de Eustaquio Miño

    I

    En el cofre de mis recuerdos guardadita llevo una estrella que alumbró con su luz la huella que tanta dicha me deparó. Era noble aquel “Mala Junta” que así llamaba a mi pingo doradillo, el flete más lindo que en la comarca supe lucir.

    Por eso yo canto acá los cuatro amores que tuve: la guaina, el potrillo aquel, Cañada Fragosa en Mburucuyá.

    Recitado:

    Por la Cañada Fragosa mi potrillo “Mala Junta” era de menta famosa y bueno de punta a punta. Era noble el parejero en la cancha mano a mano y muy guapo y baqueano para cruzar el estero.

    II

    Distraía mis pensamientos más felices mi bien amada, y fue entonces que la cañada con sus encantos me cautivó. ¡Ah! cañada de mis recuerdos que a mis años mozos enseñaste que es más bello aún el paisaje cuando se piensa sólo en amor.

    Por eso yo canto acá los cuatro amores que tuve: la guaina, el potrillo aquel, Cañada Fragosa en Mburucuyá.

  • 73

    Cañaveral Zamba

    Letra y Música de Saúl Salinas

    I

    Debajo de un sauce verde donde el agua no corría, donde el agua no corría, vidita mía, tuyo es mi amor.

    Yo he visto un pájaro verde bañarse en agua de rosa, bañarse en agua de rosa vidita mía, tuyo es mi amor.

    Cañaveral, cañaveral, yo por tu culpa pago mi mal, caña cortita del Tucumán.

    II

    Debajo de un sauce verde donde el agua corría fuerte, tus ojos me cautivaron tu amor me dará la muerte.

    Yo he visto una niña linda cual si fuera mariposa dentrarse en lo más profundo de un clavel que se deshoja.

    Cañaveral, cañaveral, yo por tu culpa pago mi mal, caña cortita del tabacal.

    Esta zamba me la enseñó René Ruiz. Me dijo que era de Saúl Salinas. Hay otra versión de esta zamba que se incluye en esta antología. Se llama «La cañaveral» y figura Andrés Chazarreta como autor. Está editada por Ricordi. Ver página 224

  • 74

    Cañera tucumana Zamba

    Letra y Música de Félix Dardo Palorma Ediciones Musicales

    Tierra Linda.

    «A don Avelino Muñoz, el decano de los broadcasters norteños,

    este testimonio de afecto cordial». El autor

    I

    Cuando el sol cae sangrando en su puesta entre bayonetas del cañaveral, sobre un verde poncho de maloja pisan mis ojotas en duro traquear.

    De nochecita junto a la boyuna carreta cañera me pongo a cantar, y pensando en tu boca dulzona se me vuelve zamba todo Tucumán.

    ¡Ay, tucumana! Esos ojos tuyos si ellos son tu orgullo mío lo son más. Y en mis noches parecen cocuyos chispeando sus luces en la oscuridad.

    II

    En cada atado de caña rosada que estrechan mis brazos procurando atar, me parece sentir que abrazara tu propia cintura, ¡mi palomitay!

    Cuando me vaya sin buscar la huella llegaré a tu rancho que está en el sauzal y en un hilo de luna cumbreña atar los luceros que hay en tu mirar.

    ¡Ay, tucumana! Esos ojos tuyos si ellos son tu orgullo mío lo son más. Y en mis noches parecen cocuyos chispeando sus luces en la oscuridad.

  • 75

    Caraicho Chamamé

    Música y Letra de Mario Millán Medina

    Editorial Lagos

    I

    Si vengo arrastrando el poncho agárrenla como quieran, soy criollo y tengo plata no tomo copas ajenas. A ver ché gringo bolichero servile a todos la vuelta que le tiro por la cara al gente “aigüé” que me desprecie.

    Soy criollo pa’ lo que gusten y tengo plata aquí ande quiera aunque venga con revólver el más mentao “gorra caldera”. No le temo a las “porás”, ni le temo a las “angüeras” si habré corrido fantasmas y también a los “gorras queseras”.

    II

    Soy criollo trabajador, sirva gringo a quién le guste que si me doy vuelta el cinto no será por charamuscas. Soy Caraícho Ledesma el que grita y las aguanta y si tengo gana ‘e pelar ha’ e ser porque tengo plata.

    Soy criollo pa’ lo que gusten y tengo plata aquí ande quiera aunque venga con revólver el más mentao “gorra caldera”. No le temo a las “porás”, ni le temo a las “angüeras” si habré corrido fantasmas y también a los “gorras queseras”.

    Aigüé: despreciativo, de mal genio Gorra caldera: Policía Porás: ánimas Angüeras: esqueletos Gorras queseras: policías

  • 76

    Carnaval en La Rioja Chaya saltada

    Letra y Música de Chacho Olivera Editorial Lagos

    Las cajas ya están templadas, los bombos bien “estirau” porque ya llega la chaya riojana con el Pujllai.

    Los changos y las chinitas las calles ya han adornao con ramilletes de albahaca con el muñeco ladeao.

    Las pacotas a caballo recorren por la ciudad entonando vidalitas y coplas pa’l carnaval.

    Coronación en los barrios salen todos a jugar; agua falta pa’ beberla pero sobra pa’ chayar.

    Así es la chaya riojana, como ella no hay igual; el que quiera conocerla que llegue pa’l carnaval.

    Ya verán lo que es mi tierra y su modo de chayar, mas después saldrán cantando esta copla popular.

    Final:

    Vamos pa’ la plaza, ¡ay vidalita, que hay mucho que ver! Que se casa un hombre ¡ay vidalita, con una mujer! Con una mujer ¡ay vidalita, por el carnaval! Por el carnaval ¡ay vidalita, que se va a acabar!...

    Pujllai: dios del carnaval

  • 77

    Carpa salteña Zamba

    Letra y Música de Juan José Solá

    Editorial Melodía

    I

    Carpas de Salta las vuelvo a recordar. Bandoneón y guitarra, zambas para bailar.

    Chicha y aloja, vinito pa’ tomar. Ramas de albahaca verde, olor a carnaval.

    Carpas de La Silleta, Campo Quijano y La Merced. Toda Salta de fiesta, ¡quién pudiera volver!

    II

    Agua florida, harina pa’ jugar. Canastillas de flores, todo pa’l carnaval.

    Ellas alegres, airosas al bailar. Ellos se hacen hilachas de tanto zapatear.

    Carpas de La Silleta, Campo Quijano y La Merced. Toda Salta de fiesta, ¡quién pudiera volver!

  • 78

    Casas más… casas menos… Chacarera

    Letra y Música de Los Hermanos Abalos

    I

    Buenos Aires tierra hermosa, Nueva York, grandioso pago, ¡Casas más… casas menos…, igualito a mi Santiago!

    En Italia está la Gina, en USA la Marilyn, en Santiago está mi Juana, vive cerca de Mailín.

    El avión es cosa buena cuando se anda con apuro, claro que carro con mulas también llega y es seguro.

    Lara, lara, lara, lara, lara, lara, lara, lara ¡Casas más… casas menos…, igualito a mi Santiago!

    II

    En la pesca todo vale: la ballena, el bacalao, los de veinte y los de treinta del río Dulce y del Salado.

    Son el Dulce y el Salado nuestros ríos santiagueños, como el Eufrates y el Tigris, ríos mesopotameños.

    De regreso por los Andes incendiados de alboradas, reviví mis años changos en las Lomas Coloradas.

    Buenos Aires tierra hermosa, Nueva York, grandioso pago, ¡Casas más… casas menos…, igualito a mi Santiago!

  • 79

    Cerro ‘e la gloria Cueca

    Letra de Cirilo Allende

    Música de Ercilio C. Escudero Riquelme

    Ediciones Musicales Tierra Linda

    Alfredo Pelaia (segundo desde la izquierda) y su conjunto (AGN)

    Recitado:

    Suelo de emancipación, patria de noble destino, hoy te cantan argentinos que te aman de corazón.

    I

    Camino de Mendoza que para Chile va, atravesando el parque llega hasta el cerro donde él está.

    Montao en su caballo rumbo al poniente va, lo acompañaba Pringles, el gran Lavalle y fray Beltrán.

    Señor del continente, alerta del clarín, en cerro de la gloria, viva memoria de San Martín.

    Recitado:

    Que florezcan las praderas borboteando el manantial y muy alta la bandera del pabellón nacional. Atención mi cuartelera, la segunda va a empezar.

    II

    Cuando Alvarez Condarco ángel de guía fue, llegaron hasta Chile los granaderos de Don José.

    De la batalla ‘e Maipú pasaron al Perú gloriando a los peruanos, nuestros hermanos de latitud.

    Señor del continente, alerta del clarín, en cerro de la gloria, viva memoria de San Martín.

  • 80

    Chacarera del 55 Chacarera

    Laura Albarracín

    I

    Letra de

    José Antonio Nuñez Música de

    Rafael Gerardo Nuñez Editorial Lagos

    Del cincuenta y cinco es la chacarera que mordiendo sueños nos roba la noche entera.

    Para los cantores, para los coqueros, pa' los quemadores, que brotan en mostradores.

    Ha nacío pa'l grito de los guitarreros. Que venas de vino florezcan en los gargueros.

    De adentro 'e la noche vuelve el ciego Pancho; madurada aloja que vuelva desde una copla.

    Que me nombre el vino que viene lento, que me nombre el hombre que está contento; ¡Que me saque todo el dolor de adentro!

  • 81

    II

    Soñador sin pena, arriador de olvido, vino del 'taicinco, emborrachador antiguo.

    Para el Chacho Díaz, para Maldonado, seguidores churos de la noche enamorados.

    Cantame borracho, robame tu sueño, sosegame el vino antes que me salga un dueño.

    Ya me estoy solito angustiando estrellas, velando la macha sencilla de los que quedan.

    Que me nombre el vino que viene lento, que me nombre el hombre que está contento; ¡Que me saque todo el dolor de adentro!

  • 82

    Chacarera del cantor Chacarera

    Letra y Música de Mario Arnedo Gallo

    Editorial Sinfonía

    I

    Quién canta de madrugada canta ya por no llorar, yo canto de puro gusto, por el gusto de cantar.

    Por dicha nace el canto y no es cuestión de confundir la tristeza de la copla que nos nace del sentir.

    Cuando la gente no canta y ni "mos" deja cantar me da ganas de emprestarles el corazón de un zorzal.

    Chacarera, chacarera, chacarera de mi flor, y mi bombo sumameño regalo de Luis Billaud.

    II

    Canta el sapo, canta el grillo, el coyuyo y el crespín, canta el aire, canta el río por los pagos de Mailín.

    Por la acequia el agua canta con alegre burbujear, así cantan las chinitas pa' dejarse enamorar.

    Quién mal ande en los amores cante siempre sin penar, que otra prenda h'ai venir sola p'al martes de carnaval.

    Chacarera, chacarera, chacarera de mi flor, y mi bombo sumameño recuerdo de Luis Billaud.

  • 83

    Chacarera del finado Chacarera

    Letra de Marcelo Ferreyra

    Música de Marcelo Ferreyra y Bailón Peralta Luna Ediciones Musicales

    Tierra Linda

    I

    El día que yo me muera que nadie me haga velorio, que toditos mis amigos chupen y canten a coro.

    Que amanezcan junto a mí rezando y contando cuentos, que nadie se ponga luto no lloren ningún momento.

    Que repique fuerte el bombo pa' que se escuche en el cielo, así sabe Tata Dios que el que llega es santiagueño.

    Eso es todo lo que pido a mis queridos amigos, cuando muera prendan cohetes y han de rociarme con vino.

    II

    A San Pedro cuando llegue le haré que me abra una peña, le enseño a tocar el bombo, jugar al truco con señas.

    He de abrir varios boliches para el carnaval trincheras, reñidero, cancha 'i taba, también carreras cuadreras.

    Nombraré de comisario al agente que me traiga, detenido al tomador que toma vino y no paga.

    Pienso hacer eso en la Gloria el día que sea finado, acomodar santiagueños, meter preso a tucumanos.

  • 84

    Dúo «Los Nachos» Ignacio García Balcarce e Ignacio Larralde

    Chacarera del patio Chacarera

    Letra de

    Pablo Raúl Trullenque Música de

    Carlos Carabajal Editorial Musical

    Korn Intersong

    I

    Pintao de sol y luna, techaditos de estrellas, lindos son en mi pago esos patios de tierra.

    Patio cara de viejo donde tendía mi mama el pan que en la batea lavando lo ganaba.

    Y pa' los carnavales con cuetes y chacarera embarrando chinitas armábamos trincheras.

    Chacarera de tierra luna color de chango, sol lleno de coyuyos son patios de Santiago.

    II

    Siestas chamuscadoras de hombres, bichos y plantas, en patios arbolados se hacen agua y tinaja.

    Si habré bebido estrellas, que a mi vaso bajaban en las noches de amigos, patio, copla y guitarra.

    Tucu-tucus alumbran las noches de concierto, de grillos trovadores en los patios desiertos.

    Chacarera de tierra luna color de chango, sol lleno de coyuyos son patios de Santiago.

  • 85

    Chacarera del sufrido Chacarera

    Letra y Música de los Hermanos Abalos Ediciones Musicales

    Tierra Linda

    I

    ¡Adonde quiera que vaya la mala suerte se arrima! ¡Para mí no hay rosas..! ¡Para mí todo es espina!

    ¡Para qué decir que sí si el soncoy dice que no! ¡Para qué pedir al río el agua que pasó..!

    A Tata Dios yo le pido que baje hasta Salavina, que me indique cual es el sendero de mi vida.

    ¡Muchas noches he pasado cantando esta chacarera! ¡Cuántas noches pasaré buscando compañera!

    II

    Bailando esta chacarera se me hace que estoy de fiesta, ¡es como rayito 'i luna en noche de tormenta..!

    A mí no me compadezcan ya tengo el alma sufrida, soy como el cacuy que anda penando por la vida.

    Yo me parezco al quebracho: soy fuerte como sus fibras, que se vuelve piedra cuando el tiempo lo castiga.

    ¡Muchas noches he pasado cantando esta chacarera! ¡Cuántas noches pasaré buscando compañera!

    Soncoy: palabra quichua. Sonco: corazón. Soncoy: mi corazón

  • 86

    Changuito lustrador Chacarera

    Letra de Marcelo Ferreyra

    Música de Leo Dan

    Editorial Lagos

    A mi cumpa Lulo Noriega. Marcelo Ferreyra

    I

    Changuito, manos teñidas, carita triste, morena, haciendo bombo 'el cajón endulzas tus largas penas.

    "Chujchalo", patita al campo, "huahuita" humilde del pago, grillito, cantor dolido, de la plaza de Santiago.

    De ande sos, a nadie importa, ni ande comes, ni ande duermes, qué camino haces, ¡quién sabe! Tampoco a la hora que vuelves.

    Me estoy mirando pasar desde el fondo de los años, io también lustré zapatos en la plaza de Santiago.

    II

    Te criaste, como el utu-tu, entre el monte y el camino, sobre un caballo de palo galopabas tu destino.

    Destino de niño pobre y de viento campesino; changuito de los mandados pa' cuando quiera el vecino.

    Total tu tata no está; lejos se fue conchabado, y vos te quedaste solo con un cajón en la mano.