1. lyotard, la condición posmoderna(1)

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  • 8/2/2019 1. Lyotard, La Condicin Posmoderna(1)

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    . ~ II~t ,l lf .

    .-LA CONDIC IONPOSTMODERNAJean-Francois Lyotard

    CATEDRA

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    1EI campo:EI saber en las sociedadesinformatizadasNuest ra hipotesis es que e l saber cambia de esta tuto al mis-mo tiempo que las sociedades entran en la edad Ilamada post in-dustria l y las cul turas en la edad llamada postmodema J. Estepaso ha comenzado cuando meno s desde fines de los afios 50,que para Europa se fialan e l fin de su reconstrucci6n. Es mas 0menos rapido segun los paises, yen los paises segun los sectoresde ac tividad: de ahi una disc ronia genera l que no permite faci l-mente la vision. de conjuntos. Una parte de las desc ripciones

    no puede dejar de ser eonjetural. Y se sabe que es imprudenteotorgar un credito exces ivo a la futurologia>,Mas que de trazar un cuadro que no puede ser completo, separt ira de una carac teri st ica que dete rmina inmedia tarnenteJ A. Touraine, La societe postindustrielle, Paris, Dencel, 1969 (trad. esp., Lasociedad postindustrial, Ariel , Barcelona, 1973) ; D. Bel l, The Coming ofPost-Industrial Society, Nueva York, 1973 ; Ihab Hass an , The Dismembermen t o fOrpheus: Toward a Post Modem Literature, Nueva York, Oxford U. P., 1971;

    M. Benamou & Ch, Caramello Eds., Performance in Postmodern Culture, Wis-consin, Center for XXth Century Studies & Coda Press , 1977; M. Kohler, Pes-modernism us: ein begriffgeschichtlicher Ueberblick, Amerikastudien, 22, I,1977.2 Una expre si on lit er aria ya cl as ic a de e sto l a da M. Bu to r, Mobile. E/udepour line representation des ESlaIS- Unis. Paris, Gallimard, 1962,3 Jif Fowles Ed., Handbook of Futures Research, Westport, Conn., Green-wood Press, 1978.

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    . J

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    nuestro objeto. EI saber cienti fico es una c l~se de di~curso. Puesse puede decir que desde haee euarenta an os las ~lenclas y lastecnicas llamadas de punta se apoyan en eI lenguaje: la fonolo-gia y las teorias l inguis ticas- , los problemas .de la c?municaci6ny la cibe rneti ca>, las algebras modernas y la mfo rmat l~~6, los or-denadores y sus lenguajes ', los problemas de traduccion de loslenguajes y la busqueda de compatibil.ida~~s entre lenguajes-maquinas", los problemas de la rnemonzacion y ~osban~os ~edatos", la telematica y la puesta a punto de term males inteli-gentes 10, la paradojologia !': he ahi testimonios evidentes, y [alista no es exhaustiva.La incidencia de esas transformaciones tecnologicas sobre elsaber pa rece que debe de ser conside rable . E l sa~er se en~uent~ao se e ricon trara a fectado en dos principales func iones: la mvesti -gacion y la transmisi6n de conocimientos .. P ara la pri~efa, une jemplo accesible at profano nos 10 proporc iona la genetica, quedebe su paradigma teo r ico a la cibernetica, Hay otros cientos.Para la segunda, se sabe que al normalizar, miniaturizar y co-mercializar los aparatos, se rnodifican ya hoy en dia las opera-

    ciones de adquisicion, clasificacion, posibilidad de disposici6n yde explotacion de los conocimientos 12. Es razonable pensa r quela mul tipl icacion de las maquinas de informaci6n afecta y afec-tara a la circulacion de los conocimientos tanto como 10 ha he-cho el desarrollo de los medios de circulaci6n de hombres pri-mero ( transpor te), de sonidos e imagenes despues (media) 13.En esta transformaci6n general, la naturaleza del saber noqueda intac ta. No puede pasa r por los nuevas cana les, y conver-tirse en operativa, a no ser que el conocimiento pueda' ser tra-ducido en cant idades de informacion i-. Se puede, pues, estable -cer la prevision de que todo 10 que en el saber constituido no est raducible de ese modo sera dejado de lado, y que la orientacionde las nuevas investigaciones se subordinara a la condicion detraduc ibil idad de los eventua les resul tados a un lenguaje de rna-quina. Los productores de l saber, 10m ismo que sus util izado-res, deben y debe ran poseer los medios de traducir a esos lengua-jes 10que buscan, los unos al inventar, los otros al aprender. Sinembargo, las inves tigaciones refer idas a esas maquinas interpre-

    4 N. S. Trubetzkoy, Grundziige der Phonologic. Praga, T.C .L.P., VII , 1939,(Trad. esp. Principios de fonologia. Madrid. Cincel,' 1976.) .s N. Wiener, Cybernetics and Society. The Human Use o] Human Beings,Bost on , Houg ton Mi ffl in , 1949 ; W. R. Ashby, An Introduct ion to Cybernetics .Londre s, Chapman and Ha ll, 1956.

    b Vease laobra de Johannes von Neumann (1903-1957) .7 S. Bellert La formali sa tion des sys temes cybernetiques, en Le conceptd'information (Iarls la science contemporaine, Paris, Minuit,. 1965. , .8 G. Mounin, Les problemas theoriques de la, traduction, Pans, Gallirnard,1963 (trad. esp., Problemas teoricos de la traduccion. Madnd, Gr edos, 1977) . Sefecha en 1965 la revolucion de los ordenadores con la nueva generacion decomputadores 360 IBM; R. Moch, Le toumant i~fc;nnat~que, Documents COl-/ribuli/s anexo IV. L'informaiisaiion de la societe. Pans, La Docurnentationfran~ais~, 1978; R. M. Ashby, La seeonde generation de la micro-electronique,La Recherche, 2 , j un io 1970, pags, 127 y 58. . ,.'9 C. L. Gaudfcrnan & A. Tha'lb, Glossaire, en P . Nora & A. Mine, L infor-matisation de la societe. Paris, La Documentation f rancai se , 1978 ( trad. esp., Lainformatizacion de la sociedad, Madrid, F.C.E., 1980); R. Beca, Les.banques .dedonnees, Nouvelle informatique et nouvelle croissance, anexo 1, L informatisa-

    lion .... lac. cit. .10 L Joyeux, Les applications avancees de I'informati"ue, Documents CO~I-tributifs, foe. cit . Los terminates dornest icos ( Integrated VIdeo Terminals) serancomer ci al iz ados ante s de 1984, al p re ci o de unos 1. 400 do la re s U.S . . s egun un in -tonne del International Resource Development, Til>! Home Terminal. Conn.,I.R.D. Press, 1979.IIWatz lawick, J. Helmick-Beavin, D..Jackson, Pragmat ic s o fHuman Com-municat ion. A Study ofLnteractional Pat terns, Pathologies , and Paradoxes , Nue-va York . Nor thor n, 1967 .

    12 J. M. Treil le , del Grupo de anali si s 'i de prospectiva de los s is temas econo-rnicos y tecnologicos (G.A.P.S.E.T. ), declara : No se habla bas tante de las nuevasposibil idades de diserninacion de la memor ia , en par ti cular gracia a los semicon-ductores y a lo s l as er s (... J Cada uno podra muy pronto almacenar a bajo preciola informacion donde quiera, y d isponer de un aumen to de la capaci dad d~ t ra ta -miento autonorno (La semaine media, 16, 15 de febrero de 1979). Segun unaencues ta de l a Na ti onal Sc ientif ic Founda ti on , mas de un a lumno de higtr schoolde cada dos uti li za cor rienternente los servicios de un ordenador . l as ins ta lacionese scola re s posee ran todas el ia s uno desde comienzos de l os a fi os 80 (La semainemedia, 13, 25 de enero de 1979).

    13 L. Brunel Des maeliirles t'l des hommes, Montreal, Quebec Science, 1978;J . L. Missika &'D. Welton, Les reseaux pensants, Par is , Libra ir ie technique etdoc 1978. EI uso de la videoconferencia entre Quebec y Francia va camino deconver tir se en una costumbr e: en novi er nbr e y d ic iembre de 1978 ha t en ido l ugarelcuar to cic io de videoconferencias en directo (a t raves del satel it e Symphonic) en-tre Quebec y Montreal por una par te , y Pads (Universidad Pads Nor te y CentroBeaubou rg) pa r ot ra (La semaine media. 5, 30 de noviembre de 1978) . . Otroe jempl o, e l periodisrno electronico. Las t re s grandes cadenas norteam~~canasA.B.C., N.B.C. Yc .B.S . han mult ip lic ado tant o sus e st ud io s de p roduccion po rt odo e l mundo que casi todos l os a con te cimiento s que s e p roduc~n pueden a~? raser tratados electronicamente y r ransmi tidos a l os Est ados Un idos po r s at e l it e.S610 la redaccion de Moscu continua trabajando con pelicula, que manda aFr ankfu rt para su d if us ion v ia s at el it e. Lond res se ha convert ido en e l g ran pac-king point (La semaine media. 20, 15 d e rnarzo de 1979).

    14 La un idad de in formac ion e s e l b it. Para sus de fi ni ci ones, ver Gaud feman& Thaib, Glossaire, loc. cit. Discusi on en R. Thorn , Un prot ee de l a s emanti-que: I 'informatior (1973), en Modeles mathematiques de la morphogenese, Pa-r is , 10/18, 1974. La tr an scr ipci on de mensa je s a un c6digo d ig ita l pe rm ite e spe-cialmente eliminar las arnbivalencias; ver Watzlawick et al.. op. cit . . 98.14 15

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    tes ya estan avanzadas'>. Con la hegemonia de la informatica, seimpone una cierta logica, y, par tanto, un conjunto de prescrip-ciones que se refieran a los enunciados aceptados como de sa-ber,

    Se puede, por consiguiente, esperar una potente exterioriza-,c ion del saber con respecto al sabientea.en cualquier punta enque este se encuentreen el proceso de conocimiento. El antiguoprincipio de que 1a adquisicion del saber es indisociable de laforrnacion (Bildung) del espiritu, e incluso de la persona, cae ycaera todavia mas en desuso. Esa relacion de los proveedores yde los usuarios del conocimiento con el saber tiende y tenderacada vez mas a revestir la forma que los productores y los consu-midores de mercancias mantienen con estas ultimas, es decir, laforma valor. El saber es y sera producido para ser vendido, y es ysera consumido para ser valorado en una nueva produccion: enlos dos casos, para ser cambiado. Deja de ser en si mismo supropio fin, pierde su valor de uso 16.Se sabe que el saber seha convertido en los ultimos decenios

    en la principal fuerza 'de produccion 17, 1 0 que ya ha modificadonotablemente la cornposicion de las poblaciones activas de los

    15 Las f irmas Craig y Lex icon anunc ian e ll anzam ient o a l rner cado de traduc -tores de bolsi llo: cuatro modules en idiornas diferentes aceptados s imul tanearnen-t e, c ada uno con 1. 500 pa lab ra s, con memori a, La Weidner Communication Sys-tems Inc. produce un Multilingual Word Processing que permite alcanzar la ca-pacidad de un traductor medio de 600 a 2.400 palabras a la hera. Com porta unat riple memor ia : diccionar io bil ingi le , diccionar io de s inonirnos, indice gramatica l(La semaine media, 6, 6 de di ci er nbr e de 1978 ),16 J. Habermas, Erkenntnis und Interesse. Frankfurt , 1968.17 La base (Grundpfeiler) de la produccion y de la r iqueza ( o o . ) se convierteen la inteligencia y la dominacion de la na tu ra lez a en la exis tenc ia del hombre entanto que cuerpo social, de modo que el saber social general, el knowledge. seconv ie rte en fuerz a de p roduccion in rnedi at a , es cr ibe Marx en lo s Grundisse del 'Kritik del ' polit ischen Oekonomie (1857-1858) , Ber lin, Dietz Ver lag, 1953, pagi-na 594, de la t raduccion f rancesa de Dangevi ll e, Fondements de L 'economie pol it i-que. Paris , An thr opos, 1968, hay una ver si on en ca ste ll ano: Fundamentos de facri ti ca de fa economia pol it ica, La Habana, I ns ti tu to del L ib ro , 1970 , No obstan-te, Marx concede que no es en la forma del saber, sino como organa inmediatode Ia p raxi s soc ial , e l modo en que e l conocimiento s e conv ie rt e en fuerz a; e sde-c ir , como rnaqui na s: es ta s son or denes de l c erebro humane f or jados po r l a manodel hombr e, f uer za de s aber obje tivada, Ve r P. Mat tick, Marx arid Keynes. TheLimit s of the Mixed Economy, Boston, Sargent , 1969. Discusion en J. F. Lyotard,La p la ce de I' ali enation dans Ie r et oumement marxi st e ( 1969) , en Derive a par-tir de Marx et Freud. Par is , 10118, 1973, Hay edic ion ca ste llana, A partir deMarx y Freud, Madrid, Fundamentos , 1975,

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    paises mas desarrollados!", y que es 10 que constituye el princi-pal embudo para los paises en vias de desarrollo, En la edadpostindustrial y postmoderna, la ciencia conservara y, sin duda,reforzara mas aun su importancia en la bateria de las capacida-des productivas de los Estados-naciones. Esta situacion es unade las razones que lIeva a pensar que la separacion con' respectoa los paises en vias de desarrollo no dejara de aumentar en elporvenir 19.Pero este aspecto no debe hacer olvidar el otro, que es com-plementario. En su forma de mercancia informacional indispen-sable para 1a potencia productiva, e1 saber ya es, y 10 sera aunmas, un envite mayor, quiza el mas importante, en la competi-cion mundial por el poder. Igual que los Estados-naciones sehan peleado para dominar territorios, despues para dominar ladisposicion y explotacion de materias primas y de mana de obrabarata, es pensable que se peleen en el porvenir para dominarlas informaciones. As! se abre un nuevo campo para las estrate-gias industriales y comerciales y para las estrategias militares ypoliticasw,Con todo, la perspectiva as! aislada no es tan simple como se

    acaba de expresar. Pues la mercantilizacion del saber no podradejar intacto el privilegio que los Estados-naciones rnodernosdetentaban y detentan aun en 10 que concierne a la producciony difusion de conocirnientos, La idea de que estos parten de esecerebro 0 de esa mente de la sociedad que es el Estado se

    18 La com posicion de la categoria trabajadores (labor force) en los EstadosUnidos se ha modif icado como sigue en veinte afios (1950-1971):

    1950 1971Obreros industr ia les de servicios 0 agricolas "., ,'" 62,5%Profesionales liberales y tecnicos , , . , , , , .. , , , , , , ' 7,5%Empleados "',.,., ..... , .. ,', .... , ... ,',., ,.,' 30 %(Statistical Abstracts.

    51,4%14,2%34 %1971)19 En razon de la duracion del tiempo de fabricacion de un tecnico supe-

    rior 0de un cientifico medio con respecto al tiempo de extraccion de l as mat e-rias primas y de la transf er enc ia del c ap ita l rnoneda. A fi nes de l os af io s 60, Ma t-tick evaluaba 1atasa de inversiones netas en los paises subdesarrollados del 3 al 5por 100 del P.N, 8.; en lo s p is es des ar ro llados, del 10 al 15 por 100 top. cit.)20 Nora. & Mine, op. c it .. en especial la primera parte: Los desafios;Y. Stourdze, Les Etats -Unis la guerre et des communications, Le Monde, 13-15de d ic iembre de ' 1978, Val or de l rner cado mund ial de l os apara to s de t el ecornuni -cacion en 1979: 30 mil millones de dolares; se estima que en diez afios llegara alos 68 mil mil lones (La semaine media, 19, 8 de marzo de 1979).

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    volvera mas y mas caduca a medida que se vaya reforzando elprinc ipio inverso segun e l cual l a sociedad no exi ste y no progre-sa mas que si [as rnensajes que circulan son ricos en informac io-nes y faciles de descodificar. El Estado ernpezara a aparecercomo un factor de opacidad y de ruidr para una ideologia dela transparencies comunicacional, la eual va a la par con la co-mercia lizacion de los saberes. Es desde este angulo desde e l quese corre el riesgo de plantear con una nueva intensidad el pro-blema de las re lac iones entre las exigencias econornicas y lasexigencias estatales,

    Ya en los decenios p recedentes, la s primeras han podido po-ner en peligro la estabilidad de las segundas gracias a formasnuevas de circulacion de capitales, a las que se ha dado el nom-bre generico de ernpresas mult inac ionales, Estas formas impli -can que las dec isiones relativas a la inversion escapan, al menosen parte, a l cont rol de los Estados-naciones. Con la tecnologiainformac ional y telernat ica , esta cuestion amenaza con conver-tirse en mas espinosa aun, Admitamos, por ejemplo, que unafirma como IBM sea autorizada a ocupar una banda del campoorbital de la Tierra para colocar en ella satelites de comunica-ciones y/o de banco de datos. i.Quien tendra acceso a ellos?(.Quien definira los canales 0 los datos prohibidos? ('Sera el Esta-do? (,0bien este se ra un usuario entre ot ros? Se plantean as! nue-vos problemas de derecho y a traves de ellos Ia cuestion: i.quiensabra?La transformacion de (a na turaleza del saber puede , por tan-to , t ener sabre los poderes publ icos establecidos un efecto de re-ciprocidad tal que los obligue a reconsiderar sus relaciones deheche y de derecho can respecto a las grandes ernpresas y masen general con la sociedad civil, La reapertura del mercado~undial, la reanudacion de una cornpetencia econ6mica muyVIva, la desaparici6n de la hegernonia exclusiva del capital ismoamericano, el declive de la altemativa socialista, la apertura pro-bab le del mercado chino a l comercio, y bastantes ot ros fac tores,yahan venido, en los ult imos afios delos 70, a preparar a los Estadospara una seria revision del papeJ que habian adquirido Ia cos-tumbre de interpretar a partir de los afios 30, y que era de pro-

    tecc ion y de conducc ion, e inc luso de planificacion de las inver-siones. En ese contexto, las nuevas tecnologias, dado que ha-cen que los datos utiles para las decisiones (y por tanto los me-dios del control) sean todavia mas moviles y sujetos a la pirate-ria, no vienen sino a agravar la urgenc ia de ese reexamen.

    En lugar de ser difundidos en virtud de su valor formativeo de su importancia polit ica (administra tiva , diplorna tica, mili -tar), puede irnaginarse que los conocimientos sean puestos enc irculacion segun las mismas redes que la moneda, y que la se-paracion pertinente a ellos deje de ser saberlignorancia paraconvertirse, como para [a moneda en conocimientos de pago/conocimientos de inversion, es decir: conocimientos intercam-biados en el marco del mantenimiento de la vida cotidiana (re-const itucion de 1a fuerza de trabajo, supervivencia), versuscreditos de conocimientos con vis tas a optimizar las actuacionesde un programa.

    En ese caso, este tendria la t ransparenc ia del libe rali smo. Loque no impide que en los flujos de dinero, unos sirvan para deci-dir mientras que los otros s610 s irvan para adquirir. Se imaginanparalelamente flujos de conocimientos que pasan por los mis-mos canales y de la misrna naturaleza, pero de los que unos es-tar ian reservados a los decididores, mientras que los otros ser-viri an para pagar la deuda perpe tua de cada uno con respecto allazo social.

    21 F. de Cornbret, Le redeploiernent industriel, Le Mende. abril de 1978;H. Lepage, Demain It! capitalisme. Paris,1978 (trad, esp. en Alianza, 1979);Alain Cotta, La France et I 'imperatif mondial, Paris, P.U.F.. 1978.22 Se (rata de debi li tar a la adminis tracion, de l legar a l Estado minirno.Esel declive del Wt!/jare SIal". concornitante a lacri si s iniciada en 1974.

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    2E1 problema: La legitimacionTal es, pues, la hipotesis de trabajo que determina el campo

    en el que pretendemos plantear la cuestion del estatuto del sa-ber. Este planteamiento, pariente de aquel llama do informati -zac ion de la sociedad, aunque propuesto con un espiri tu tota l-mente di st into, no tiene la pretension de ser original, ni siquierade ser verdadero. Lo que se Ie exige a una hipotesis de trabajo esuna gran capacidad discriminadora. EI planteamiento de la in-formacion de las sociedades mas desarrolladas perrnite sacar aplena luz, ine luso arriesgandose a exagerarlos excesivamente,c iertos aspec tos de 1a transformacion de l saber y sus efectos so-bre los poderes publicos y sobre tas instituciones civiles, efectosque resultarian poco perceptibles desde otras perspectivas. No espreciso, por tanto, concederle un valor provi sional con respectoa la realidad, sino estrategico con res pee to a la cuestion plan-teada.

    Con todo, su credibi lidad es considerable, y en ese sentido laeleccion de esta hipotesis no es arbitraria. Su descripcion ya hasido ampliamente elaborada por los expertos, y dir ige ya cier-t as decisiones de la administrac ion publica y de las empresasmas directamente implicadas, como las que controlanIas teleco-municaciones. Ya forma parte del orden de las rea lidades obse r-vables. En fin, si a l menos se excluye e l caso de un estancamien-to 0 de una recesion general debida por ejemplo, a una ausencia

    23 La nouvelle informatique et ses utilisateurs. anexo III, L'informatisation,etc., l o c . c i t.21

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    una revolucion tanto si se la desea como si se la terne, como fuefrecuentemente el caso; el curso de las cosas de la civilizaci6npostindustrial no sera cambiando de un dia para otro. Pero esimposible no tomar en conside racion este componente mayor, laduda de los cientificos, cuando se trata de valorar el estatutopresente y futuro del saber cientifico. _Tanto mas, cuanto que en segundo lugar interfiere con elproblema esencial, que es el de la legitimacion. Tomamos aquila palabra en un senti do mas amplio que el que se Ie confiere, enla discusion de la cuestion de la autoridad por parte de los teon-cos alemanes contemporaneos". Sea una ley civil: se dicta: talcategor ia de ciudadanos debe realizar tal .t ipo de accion, La legi-timacion es el proceso por el eual un legislador se encuentra ~u-torizado a prornulgar esa ley como una norma. S~a un en uncia-do cientifico; esta sometido a la regla: un enunciado debe ~re-sen tar tal conjunto de condiciones para ser aceptado como cien-tifico. Aqui, l a l egitimacion es e l proceso por e l eual un Iegisl a-dor que se ocupa del discurso cientifico esta autorizado a pres-cribir las condiciones convenidas (en general, condiciones deconsistencia intema y de veri ficac ion experimenta l) para que unenunciado forme parte de ese diseurso, y pueda ser tenido encuenta par la comunidad cientif ica.La comparacion puede parecer forzada. Se vera que no 10 e s.Desde Platen 1a cuestion de la legitimacion de la clen~l~ se ~?-cuentra indisolublemente relaeionada con la de la legitimaciondel legis lador. Desde esta perspectiva, el derecho a ~ecidir 10quees verdadero no es independiente del derecho a decidir 10que esjus to , incluso si los enunciados somet~dos respectivamente a unau otra autoridad son de naturaleza diferente. Hay un herrnana-miento entre el tipo de lenguaje que se llama ciencia y ese .otroque se llama etica y politica: uno y otro proceden .~e una ~llSmaperspectiva 0 si se prefiere de una misma eleccion, y esta sellama Occidente.Examinando el actual estatuto del saber cientif ico, se consta-t a que incluso cuando este ul timo parec ia mas sU,bordinado quenunea a las potencias, y con las nuevas tecnologias se expon~ aconvertirse en uno de los princ ipales e lementos de sus confli c-tos, l a cuestion de la doble legitimacion, lejos de difuminarse, no

    persistente de solucion al problema mundial de la energia, eseplanteamiento t iene bas tantes oportunidades de imponerse: puesno se ve que otra orientacion podrian seguir la s tecnologias con-temporaneas que pueda ofrecerse como altemat iva a la informa-tizacion de la sociedad,Y 10 mismo decir que la hipotesis es banal. Pues 10 e s soloen la medida en que no pone en tela de juicio el paradigm a ge-neral del progreso de las ciencias y de las tecnicas, al eual pare-cen se rvi r de eco tota lmente natura l el creci rniento econornico yel desarrollo de l poder soc icpoli tico. Se admite como evidenteque el saber eientifico y tecnico se acumula, todo to mas que sediscute es la forma de esta acumulac ion; unos la imaginan regu-lar, continua y unanime, otros per iodica, discontinua y confhcti-va>.

    Esas evidencias son engaiiosas. En principio, el saber cientif i-co no es todo el saber, siempre ha estado en excedencia, en com-pe tencia, en conflic to con otro tipo de saber, que para simpl ifi-car llamaremos narrativo y que sera caracterizado mas adelante.Lo que no quiere decir que este pueda irnponerse, aunque sumodelo este ligado a ideas de equil ibriointe rior y de convivia li-dadz5 , en cornparacion con las cuales e l saber c ienti fico contem-poraneo queda descolorido, sobre to do si debe someterse a unaexteriorizaci6n con relacion al sabientes y una alienacion ensus usuarios todavia mas fuerte que ayer. La desmorali zacion delos investigadores y de los enseriantes que resulta es tan pocodespreciable que ha estallado como se sabe entre los que se des-tinaban a ejercer esas profesiones, los estudiantes, durante losafios 60, en todas las sociedades mas desarrolladas, y ha podidofrenar sensiblemente durante ese periodo el rendimiento de loslaboratories y de las universidades que no habian sido prese rva -das de su contaminacionse. No se trata, ni se trataba, de esperar

    24 B. P. Le cuyer , Bi la n et p er sp ec ti ve s de l a s oc io lo gi c de s sc ie nc es d an s l espays occidentaux, Archives de sociologic', XIX (1978) (bihliog.), pags, 257-336_Buena informac ion sobre l as co rr ie nt es an glos ajon as : h eg emon ia d e l a e sc ue la d eMer to n h as ta p rinc ip io s d e los af ios 7 0, d isp er sion a ctua l. es pe ci al men te b ajo elinflu jo de Kuhn; poca informacion sobre la soc io logla a lemana de lac iencia.25 EI terrn ino ha sido acreditado por Ivan lll ich, Tools/or Conviviality, NuevaYork. Harper & Row, 1973_ (Trad . e sp ., La convivencialidad, Barcelona, Barral,1975).26 Sobre es ta de srno ra li zac io n , v er A J auber t y 1 . M_ Levy-Leblond Eds .iAu tn lc ri tique de la c ience, Pa ri s. S eu il , 1 973. p ar te L 27 1_ Habermas, Leguimauonsprobleme im Spiukapitaltsmus. Frankfurt,Suhrkamp, 1973.

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    puede dejar de plantearse con mayor intensidad. Pues se planteaen su forma mas completa, la de la reversion, que hace aparecerque saber y poder son las dos caras de una misma cuestion:~qujen decide 10 que es saber, y quien sabe 10 que conviene deci-dir? La cuestion del saber en la edad de la informatica es masque nunea la cuest i6n del gobiemo.

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    1 1La investigacion y su legitimacionpor la perfonnatividadVolvamos a la ciencia y examinemos en primer lugar lapragmatica de la investigacion, Seencuentra afectada hoy en susregulaciones esenciales por dos importantes modificaciones: elenr iquecimiento de las argumentaciones, la complicacion de la

    administracion de pruebas.Aristoteles, Descartes, Stuart Mill, entre otros, han intentadofij ar las reglas por medio de las cuales un enunc iado con va lordenotat ivo puede conseguir la adhes ion del dest inatar iout . Lainvestigacion cientifica no tiene demasiado en cuenta esos meto-dos. Puede usaf, y de hecho usa, l engua jes, como se ha dicho,cuyas propiedades demostrativas parecen desaf ios a la razon delos clasicos, Bachelard ha hecho un balance de ellos , que ya re-sulta incompietons.EI uso de esos lenguajes no es, sin embargo,indiscriminado.Esta sometido a una condicion que se puede llarnar pragmatica,la de formular sus propias reglas y pedir a l destinatario que lasacepte ..AI satisfacer esta condici6n, se define una axiornatica, laque comprende la def inicion de los s imbolos que seran ernplea-

    13 7 Aristoteles en las Analiticas (alrededor del 300 a. C.); Descartes en las Re-gulae ad directionem ingenii (hacia 1628) y los Principios de lafilosofia (1644);Stuar t Mil l en el Sistema de logica inductiva y deduct iva (1843).13 8 G. Bachelard, Le rationalisme aplique, Par is , P.U.F., 1949; M. Ser res.

    La reforme et les sept peches, Arc. 42 (rnirn. especia I Bachelard), 1970.79

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    dos en el lenguaje propuesto, la forma que deberan respetar lasexpresiones de ese lenguaje para poder ser aceptadas (expresio-nes bien [armadas), y las operaciones que se permitiran con esasexpresiones, y que definen los axiornas propiamente dichos 139.Pero, ( .como se sabe 10 que debe contener 0 10 que contieneuna axiornatica? Las condiciones que se acaban de enumerarson formales. Debe existir un metalenguaje determinante si unlenguaje sat isface las condiciones fonnales de una axiornatica:este metalenguaje es el de la logica.Una precision se impone aqui de pasada. Que se comiencepor fijar la axiornatica para obtener a continuacion enunciadosque sean aceptables dentro de ella, 0 que, por eJ contrario, elcientffico cornience por establecer hechos y por enunciarlos, ybusque a continuacion la axiomatica del lenguaje de la que se haservido para enunciarlos, no constituye una altemativa logica,sino solamente empirica. Tiene, sin duda, una gran importanciapara el investigador, y tambien para el fi losofo, pero la cuest ionde la validacion de los enunciados se plantea de modo paraleloen los dos casos!.Una cuestion mas pertinente para la legitimacion es: Lpormedio de que criterios define el logico las propiedades requeri-das par una axiornatica? LExiste un modelo de lengua cientifica?l.Ese modelo es unico? ('Es verificable? Las propiedades requeri-das en general por la sin taxis de un sistema formal 141 son laconsistencia (por ejemplo, un sistema no consistente con respec-to a la negacion admitiria en si paralelamente una proposicion ysu contraria), la completud sintact ica (el sistema pierde su con-sistencia si se le aiiade un axioma), la decidibilidad (existe unprocedimiento efectivo que permite decidir si una proposicioncualquiera pertenece 0 no a) sistema), y la independencia deaxiornas unos can respecto a otros. Pues Godel ha establecido demodo efectivo la existencia, en el sistema aritrnetico, de una

    139 D. Hilbert, Grundlangen del"Geometric. 1899; N. Bourbaki, L'architec-lure des rnathernatiques, en Le Lionnais ed. , Les grands courant s de fapenseemathematique, Paris , Hermann, 1948; R. Blanche, L 'axiomatique. Paris, P.U.F.,1955.140 Ver Blache, op. clt., capitulo V.141 Seguimos aqui a R. Martin, Logique contemporaine etformalisation, Pa-ns, P.U.F., J 964; pags, 33-41 y 122 ys s.

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    proposicion que no es ni demostr~b)~ ni refutabl~ en el sistem~;10 que entrafia que el sistema antrnetico no satisface la condi-cion de completud 142. ..Puesto que se puede generalizar esta propiedad, es precise,por tanto, reconocer que existen limitaciones intemas a,l~s for-malismos 143. Esas Iimitaciones signif ican que, para el 10gICO,. lametalengua utilizada para describir un leng~a~e artif icial (axio-rnatica) es la lengua natural, 0 lenguacotldlana; e~ta lenguaes universal, puesto que todas las dernas lenguas se dejan tradu-cir a ella; pero no es consistente can respecto a la negacion: per-mite la forrnacion de paradojas!".A causa de esto la cuestion de la legitimacion del saber seplantea de otro modo. Cuando se declara que un enunciado .decaracter denotativo esverdadero, sepresu pone que elsistema axro-matico en el cual es decidible y demostrable ha sido formulado,es conocido par los interlocutores y aceptado por ellos como, t.anformal mente sat isfactorio como sea posible. Es en este espmtudonde se ha desarrollado, por ejemplo, la maternatica del g.rupoBourbaki 145. Pero otras ciencias pueden hacer observacionesanalogas: deben su estatuto a la existencia de un lenguaje cuyasreglas de funcionamiento no pueden ser demostradas, smo queson objeto de un consenso entre los expert.os. E~as reglas son ext-gidas al menos por ciertos de ellos. La exigencia es una modali-dad de 1a prescipcion. .La argumentacion exigible para la aceptacion ?e un enuncia-do cientifico esta, pues, subordinada a una prirnera acepta-cion (en realidad constanternente renovada en virtud del prmci-

    142 K. Godel Ueber formal unentscheidbare Satze der Principia Mathernau-ca und verwandter Systerne , Monatschrift fih Murt hemat lk und .. Physik. '. 3&(1931). Para una exposicion accesible al profano del teo~eIl la .de Godel , vel. D.Lacombe, Les idees actuelles sur la s t~cture. des !l1athem~tJqu~s.; en Van os,Notion

    ro-febrero, 1977).145 Les elements des mathematiques. Paris , Hermann,. 1940 y. S5. Los puntosde par tida l ejanos de est e t rabajo se encue~tral l en 105 pnrneros mtentos de de~rnostrar ciertos postulados de la geometna euclidiana. Ver L. Brunschvicg, Lesetapes de la philosophie mathernatique. 3.>ed., Pans , P.C.F .. 1947.

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    pia de recursividad) de las reglas que fijan los medios de la argu-mentacion. De ahi dos propiedades destacables de ese saber: laflexibilidad de sus medics, es decir, la rnultiplicidad de sus len-guajes; su caracter de juego pragmatico, la aceptabilidad de lasjugadas que se hacen (Ja introduccion de nuevas proposicio-nes) que depende de un contrato establecido entre los cornpa-f ieros, De ahi tambien la diferencia entre dos tipos de progre-so en el saber: uno correspondiente a una nueva jugada (nuevaargumentacion) en el marco de reglas establecidas, otro a la in-vestigacion de nuevas reglas y, por tanto, a un cambio de jue-go 146.A esta nueva disposicion corresponde, evidentemente, undesplazamiento de la idea de la razon. EI principio de un meta-lenguaje universal es reemplazado par el de la pluraJidad de sis-temas formales y axiornaticos capaces de argumentar enuncia-dos denotativos, esos sistemas que estan descritos en un meta-Ienguaje universal , pero no consistente, Lo que pasaba por para-doja, 0 incluso por paralogismo, en el saber de la ciencia clasicay modema, puede encontrar en uno de esos sitemas una fuerzade conviccion nueva y obtener el asentimiento de la comunidadde expertos!". EI metoda para los juegos de lenguaje que hemosseguido aqui se considera modestamente incluido dentro de esacorriente de pensamiento..Se sigue una direccion completamente dist inta con eJ otro as-pecto importante de Ia investigacion, el que concierne a la ad-ministracion de la prueba. Esta es, en principio, una parte de laargumentacion destinada a hacer aceptar un nuevo enunciadocomo el testimonio 0 la prueba en el caso de la retorica judi-cia1148. Pero plantea un problema especial: con ella el referente(la realidad) es convocado y citado en el debate entre cientif i-cos.Hemos dicho que la cuesti6n de la prueba presenta preble-mas, en 1 0 que se refiere a que debe probar la prueba, Se puedenal menos publicar los medias de 1a prueba, de modo que losotros cientificos puedan asegurarse del resultado repitiendo el

    146 T. Kuhn, The structure .... lac. cit.147 Se encontrara una clasificacion de las paradojas Jogico-maternaticas enFP. Ramsey, The Foundations of Mathematics and Other Logical Essays, NuevaYork, Harcourt, Brace & Co., 1931.148 Ver Aristoteles, Retorica, II, 1393 y 5S.

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    proceso que ha lIevado a 6 1 . Queda que administrar una pruebaes hacer constatar un heche. Pero, l ,qu.ees una constatacion? l ,EIregistro del hecho POT el ojo, el oido, un organa de los senti-dos? 149. Los sentidos confunden, y estan limitados en alcance, enpoder discriminador,Aqui intervienen las tecnicas. Estas, inicialmente, son prate-sis de organos 0 de sistemas fisiol6gicos humanos que tienen porfuncion recibir los datos 0 actuar sobre el contexto I50 . . Obedecena un principio, el de Ia optimizacion de actuaciones: aumentodel output (inforrnaciones 0 modificaciones obtenidas), disrninu-cion del input (energia gastada) para obtenerlos lSI . Son, pues,juegos en los que la pertinencia no es ni la verdadera, ni la justa,ni la bella, etc., sino la eficiente: una jugada tecnica es bue-na cuanda funciona mejor y/o cuando gasta menos que otra.Esta definicion de la competencia es tardia, Las invencionest ienen lugar durante largo tiempa por sacudidas con ocasion de in-vestigaciones al azar 0 que interesaban mas 0 1 0 mismo a las ar-tes (technai) que al saber: los griegos clasicos, por ejernplo, noestablecen relacion solida entre este ultimo y las tecnicas!'e. Enlos siglos XVI y XVII, los trabajos de los prospectores procedenaun de la curiosidad y de la innovacicn artistica!. Y siguen asihasta fines del siglo XVIII 154. Y se puede mantener que en nues-tros dias todavia hay actividades salvajes de invencion tecnica,a veces emparentadas con e] bricolage, que persisten indepen-dientemente de las necesidades de la argurnentacion cientifica 155,

    14 9 Tarnbien es el problema del testimonio y de la fuente historica: leI hechese conoce de oidas 0 de visu? La distincion aparece en Herodoto. Ver F. Hartog,Herodote rapsode et arpenteur, Herodote , 9 (diciembre de 1977), pags, 56-65.150 A, Gehlen, Die Technik in der Sichtweise der Anthropologie, Anthro-polosgische Forschung, Harnburgo, 1961,15 1 A. Leroi-Gourhan, Milieu et techniques, Albin-Michel, 1945; id.. Le

    gest e e1 f a parole, I,Technique ill langage, Albin-Michael, 1964,152 J. P. Vemant, My/ltd dl pensee chez ies Grecs, Pans, Maspero, 1965, espe-cialrnente la seccion 4: Le travail et la pensee technique (trad, esp.: Barcelona,Ariel, 1974),I S3 J. Baltrusaitis, Anamorphoses, all magic anificiell des < ' l f e l S merveilleu.x,Paris, 0. Perrin, 1969 (trad, esp. en preparacion).154 L. Mumford, Technics and civilizauon, Nueva York, Harcourt, Brace &World, 1934; hay trad. esp.: Tecnica y civilizacion, Madrid, Alianza, 1971,15 5 Un ejernplo sorprendente 10estudian M, J, Mulkay & D.0, Edge, Cog-nitive, Technical and Social Factors in.the Growth of Radio-astronomy'), SocialScience Information, (1973), pags, 25-61: utilizacion de radio-aficionados paraverificar ciertas implicaciones de la teoria de la relatividad,

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    Sin embargo, la necesidad de administrar la prueba se haeenotar mas vivamente a medida que la pragmatica del saber cien-tifico ocupa el puesto de los saberes tradicionales 0 revelados, AIfinal del Discurso, ya Descartes pide pruebas de laboratorio. Elproblema se plantea entonces asi: los aparatos que optimizan lasactuaciones del euerpo humano con vistas a administrar la prue-ba exigen un suplemento de gasto. Pues no hay prueba ni verifi-cacion de enunciados, ni tam poco verdad, sin dinero. Los juegosdel lenguaje cientifico se convierten en juegos ricos, donde elmas rico tiene mas oportunidades de tener razon. Una eeuaci6nse estableee entre riqueza, eficiencia y verdad.Lo que se produce a fines del siglo XVIII, cuando Laprimerarevolucion industrial, es el descubrimiento de la reciproca: nohay tecnica sin riqueza, pero tampoco riqueza sin tecnica. Undisposit ivo tecnico exige una inversion, pero, dado que optimizala actuaci6n a la que se aplica, puede optimizar tambien la plus-valia que resulta de esta mejor actuacion. Basta con que estaplusvalia se realice, es decir, que el producto de la actuacion sevenda. Y se puede cerrar el sistema de la manera siguiente: unaparte del producto de esta venta es absorbido por el fonda de in-vestigacion destinado a mejorar todavia mas la actuacion. Es enese mom en to preciso en el que la ciencia se convierte en unafuerza de produccion, es decir en un momenta de 1ac irculaciondel capital.Es mas el deseo de enriquecimiento que el de saber, el queimpone en principio a las tecnicas el imperative de mejora delas actuaciones y de la real izaci6n de productos. La conjugacionorganica de la tecnica con la ganancia precede a su union conla ciencia. Las tecnicas no adquieren importancia en el sabercontemporaneo mas que par medio del espiri tu de performativi-dad general izada. Incluso hoy, la subordinacion del progreso delsaber al de Ia investigacion tecnologica no es inmediata!.

    156 Mulkay desar ro ll a un modelo manejable de la independenc ia rel~ tiva .dela s t ecnicas y del s aber c ient lf ico: The Model of Branching, The SociologicalReview, XXXIII (1976), pags. 509-526. H . Brooks, presidente del Science andPubli c Commi ttee de la Nat iona l Academy of Sciences, co-autor del Rappor tBrooks (O.C.D.E. , j unio del 1971) , a l hacer l a c ri ti ca del modo en que hizo susinversiones la R. & D. en e l cursu de los a iios 60, dec la raba : Uno de los e fec tosde laca rrera hac ia l a Luna ha s ido e laumento del cost e de las innovac iones t ee-nologicas hasta que aquella se hizo.,dem,as_iadocara (...J La inyes~igaci6n es unaact ividad a largo plazo: un aceleracion rapida y una dece. l~ra~lOn implican gastosno confesados y numerosas incompetencias. La produccion intelectual no puede8 4

    Pero eI capitalismo viene a aportar su solucion al problemacientifico del credito de investigacion: directamente, financiandolos departamentos de investigacion de las empresas, donde losimperativos de performatividad y de recomercial izacion orien-tan priori tar iamente los estudios hacia las aplicaciones; indi-rectamente, par la creacion de fundaciones de invest igacion pri-vadas,estatales 0mixtas, que conceden creditos sobre programasa departamentos universitarios, laboratorios de investigacion 0grupos independientes de investigadores sin esperar de sus traba-jos un provecho inmediato, sino planteando el principio de quees preciso financiar investigaciones a fondo perdido durantecierto tiempo para aumentar las oportunidades de obtener unainnovacion decisiva y , por tanto rentable 157. Los Estados-naciones, sobre todo en el momenta de su episodio keynesiano,siguen la misma regla: investigacion aplicada, investigacion fun-damental. Colaboran con las empresas por medio de agencias detodo tipo 158. Las normas de organizacion del trabajo que preva-lecen en las empresas penetran en los laboratorios de estudiosaplicados: jerarquia, decision del trabajo, formaci on de equipos,est imulacion de los rendimientos individuales y colectivos, ela-boracion de programas vendibles, biisqueda del cliente, etc. 159.

    superar un detenninado ritrno (

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    Los centros de investigacion pura estan menos contaminados,pero tambien se benefician de menos creditos,

    La administracion de la prueba, que en principio no es masque una parte de una argumentacion en S 1 misma destinada aobtener el asentirniento de los destinatarios del mensaje cientifi-co, pasa asi bajo el control de otro juego de Ienguaje, donde 10que se ventila no es la verdad, sino la performatividad, es decirla mejor relacion input/output. El Estado y/o la empresa aban-dona el relato de legitimaci6n idealista 0 humanista para justifi-car el nuevo objetivo: en la discusion de los socios capitalistas dehoy en dia, el unico objetivo crefble es el poder. No se compransavants, tecnicos y aparatos para saber la verdad, sino para in-crementar el poder.La cuesti6n es saber en que puede consistir el discurso del

    poder, y si puede constituir una legitimaci6n. Lo que a prirneravista parece impedirlo es la distincion hecha por la tradicion en-tre la fuerza yel derecho, entre Iafuerza y la sabiduria, es decir,entre 1 0 que es fuerte, 1 0 que esjusto, y 1 0 que es verdadero. Pre-cisamente a esta inconmensurabilidad nos hemos referido ante-riormente, en los t e r m inos de la teoria de los juegos de lenguaje,al distinguir eljuego denotativo donde la pertinencia pertenece a10 verdadero/falso, el juego prescriptive que procede de 10 jus-to/injusto, y el juego tecnico donde el criterio es eficiente/inefi-ciente. La fuerza no parece derivarse mas que de este ultimojuego, que esel de la tecnica. Seexceptua el caso en el que operapor medio del terror. Ese caso se encuentra fuera del juego delenguaje, pues la eficiencia de la fuerza procede entonces parcomplete de la amenaza de eliminar al cornpafiero, y no deuna mejor jugada que la suya. Cada vez que la eficiencia, esdecir, la consecucion del efecto buscado, tiene por resorte unDi 0haz eso, si no no hablaras, se entra en e[ terror, se des-truye el vinculo social.Pero es cierto que la performatividad, al aumentar la capaci-

    dad de administrar la prueba, aumenta la de tener razon: el cri-terio tecnico introducido masivamente en el saber cientifico nodeja de tener influencia sobre el criterio de verdad. Seha podidodecir otro tanto de la relaci6n entre justicia y perfonnatividad:las oportunidades de que un orden sea considerado como justoaumentarian con las que tiene, de ser ejecutado, y estas con laperformatividad del prescriptor. Asi es como Luhman creeconstatar en las sociedades postindustriales el reemplazamiento86

    de la normatividad de las leyes por ta performatividad de proce-dimientos 160. EIcontrol del contexte, es deeir, la mejora de [asactuaciones realizadas contra loscompafieros que constituyenese ultimo (sea este la naturaleza 0 los hombres) podria valercomo una especie de legitirnacion 161. Se trataria de una legitirna-cion por el hecho.EI horizonte de este procedimiento eseste: la realidad alser 1 0 que proporciona las pruebas para la argumentacion cienti-fica y los resultados para lasprescripciones y las promesas de or-den juridico, etico y politico, se apodera de unos y otras al apo-derarse de la realidad, cosa que permiten las tecnicas. AI re-formar estas, se refuerza la realidad y, por tanto, las oportuni-dades de que sea justa y tenga raz6n. Y, reciprocamente, se re-fuerzan tanto mas [as tecnicas que se pueden disponer del sabercientifico y de la autoridad decisoria.As! adquiere forma la legitimacion par el poder. Este no essolamente la buena performatividad, tarnbien es [a buena verifi-cacion y el buen veredicto. Legitima la ciencia y el derecho pormedio de su eficacia, y esta par aquellos, Se autolegitima comoparece hacerlo un sistema regulado sobre la optimizacion de susactuaciones 162. Pues es precisamente ese control sobre el contex-to el que debe proporcionar la informatizacion generalizada. Laperforrnatividad de un enunciado, sea este denotativo 0 pres-criptivo, seincrementa en proporci6n a las informaciones de lasque se dispone al respecto de Sil referente. As! el incremento delpoder, y su autolegitirnacion, pasa ahora por la produccion, lamernorizacion, la accesibilidad y la operacionabilidad de las in-formaciones.La relacion de la ciencia y de la tecnica se invierte. La com-plejidad de argumentaciones 'parece entonces interesante sobre

    !60 N. Luhmann, Legitimation durch Verfahren, Luch ter hand, 1969 .161 C. Miiller comentando a Luhman, escribe: En las sociedades industria-

    le s des arr ol lada s, ' la l eg it imaci6n lega l- ra ciona l es r ee rnpla zada por una legi tima-c ion te cnocr atic a, que no concede n inguna import ancia (signifiance) a las creen-eias de los ciudadanos ni a la moraLidad en sf misma (The Politics of Communi-cation, lac. cit., pag, 135). Ver una bibliografia alernana sobre la cuesti6n tecno-cratica en Haberrnas, Theorie et pratique, II, lac. cit.. pags, 135-136.162 Un analis is li ngu is ti co del con tro l de 1aver dad 10propo rci ona G. Faucon-nier, Comment controler la verite? Remarques illustrees par des assertions dan-gereus es e t pe rn ici eu se s en t ou t genre, AClt!S de la recherche t!nsciences sociales,

    25 (ene ro, 1979 ), pags. 1 -22.87

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    todo porque obJiga a sofisticar los medios de probar, y porque laperfomatividad se beneficia de ello. La gestacion de los fondosde invest igac ion por parte de los Estados, las empresas y las so-ciedades mixtas obedece a esta logica del incremento del poder.Los sectores de la investigacion que no pueden defender su con-tribucion, aunque sea indirecta, a la optimizacion de las actua-ciones del si st ema, son abandonados por e lflujo de los cred itos ydestinados a la decrepitud, El eriterio de performatividad es in-vocado exp lic ita rnente por los admini st radores para justifi car l anegativa a habi lit ar cualqu ier cent ro de invest igac iones 163.

    163 Es pa r 10que se p id io , en 1970 , al Un iver si ty Gr an ts Commit te e b rit an icoque desempefiara un papel mas positive en el dorninio de la productividad, de13 especializacion, de la concentracion de temas y control de los edificios limitan-do el cos te de estos ult imos- t Th P o lu ic s o f E du ca ti on : E. BOY/I?& A . C r os sl a ndparlent d M . Kogan, Penguin Education Special, 1971). Eso puede parecer encontr ad ic ci on con decl ar aci ones como l as de Brooks , ante ri orment e c itadas ( not a156 ); pe ro : I) l a est ra tegia s puede s er l iber al y l a tact ica autor it ar ia , 10que,por otra parte, dice Edward; 2) la responsabilidad en el seno de las jerarquias del os pode res publi co s s e cor np rende con fr ecuencia en e l s ent ido mas e st ri ct o quees la capacidad de responder ala performatividad calculable de un proyecto; 3)lo s poder es pub li co s s eco rnprenden con fr ecuenci a en e l senti do mas e stri ct o, quecri terio de per format ividad es inmedia tarnente atosigante. Si las oportunidades deinnovacion en la investigacion escapan al calculo, el interes publico parece serayudar a toda inves tigacion, bajo otras condiciones que la eficacia est imable ,88

    12La ensefianza y su legitimacionpar la performatividadEn cuanto a la otra vertiente del saber, la de su transmision, es

    decir, la ensefianza, parece adecuado describir la manera en queel predominio de l cri terio de perfonnatividad la afec ta.

    Adrnitida la idea de los conocimientos establecidos, la cues-tion de su transmision se subdivide pragrnaticamente en una se-rie de preguntas: Lquien transmite? Lque? La qui en? (.con queapoyo? i . , y de que forma? icon que efecto?164. Una politica uni-versit aria esta const ituida por un conjunto coherente de respues-tas a esas preguntas.

    Cuando el criterio de pertinencia es la performatividad delsistema socia l admit ido, es decir, cuando se adopta 1a perspec ti -va de 1a t eoria de sistemas, se hace de la enserianza superior unsub-s is tema del s istema social, y se aplica el mismo criterio deperformatividad a la soluc ion de cada uno de esos problemas.

    El efecto que se pretende obtener es la contribucion optimade 1a ense fianza superior a la mejor performatividad de l sistemasocial. Una ensefianza que debera formar las competencias quele son indispensables a este ultimo. Son de dos tipos. Unas estandestinadas de modo mas concreto a afrontar la competicion

    164 Fue du rante l os semina ri es del P ri ncet on Radio Resear ch Cente r di ri gi dospo r Lazar sf el d, en 1939 -1940, cuando Laswel l def in io el p roceso de comun ica-c ion por la formula: Who sa ys w ha t to w ho m in w ha t ch an nel w ith w ha t effea? VerD. Morrison, an. cii .

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    mundial. Varian segun las especialidades respectivas que losEstados-naciones 0 las grandes insti tuciones de formacion pue-den vender en el rnercado mundial. Si nuestra hipotesis generales verdadera, la demanda de expertos, cuadros superiores y cua-dros medios de los sectores de punta indicados al comienzo deeste estudio, que son el objetivo de los afios venideros, se incre-men tara : todas las disciplinas referentes a la formacion telema-t ica ( informaticas, ciberneticas, l ingiiist icas, maternaticas, logi-cas . .. ) deberian ver que se les reconoce una prioridad en cuestio-nes de ensefianza, Y tanto mas, cuanto que la multiplicacion deesos expertos debe ria acelerar el progreso de la investigaci6n enlos demas sectores del conocimiento, como se ha visto para lamedicina y la biologia.

    Par otra parte , Ia ensefianza superior, siempre segtin la mis-rna hipotesi s general, debera continuar proporcionando al siste-ma social las competencias correspondientes a sus propias exi-gencias, que son el mantenimiento de su cohesion intema. Ante-riormente, esta tarea implicaba la formacion y la difusi6n de unmodelo general de -vida, que bastante a menu do legitimaba el re-lato de la ernancipacion. En el contexto de la deslegitimacion,las universidades y las instituciones de ensefianza superior sonde ahora en adelante solicitadas para que fuercen sus competen-cias, y no sus ideas: tantos medicos, tantos profesores de tal 0cual di sc iplina, t antos ingenieros, t antos admini stradores, e tc. Latransmision de los saberes ya no aparece como destinada a for-mar una elite capaz de guiar a la nacion en su ernancipacion,proporc iona a l sistema los jugadores capaces de asegura r con-venientemente su papel en los puestos pragmaticos de los quelas instituciones tienen necesidad 165

    Si los fines de Ia ensefianza superior son funcionales, i,quie-nes son los destinatarios? El estudiante ha cambiado y deberacambiar mas atm. Ya no es un joven salido de las elites Iibera-

    165 Es 10 q ue Parsons def ine como activismo inst rument al hacienda su elo-gio hasta el punt a de conf undi rlo can el conocimiento r acional: La orienta-cion haeia el conocimient o r acional est a implicita en la cult ura comun del acti -visrno inst rumental , per o solo se haee mas 0 meno s expl ic it a y e s mas ap re ci adae nt re l as categorias so ci al es mas inst ru id as Que l a u ti li zan mas evidentemente ensus act iv idades pro fesionales - (T. Parsons & G, M. Platt, Consi derat ions on t heAmerican Academic Sys tems, Minerva, VI ( verano de 1968) , pag, 507; cit adopor A. Touraine, Univers ite e t soc ie te . .. , loc . c it . . pag, 146).90

    les!66 Ymas 0menos afectado por la gran tarea del progreso so-cial entendida como emancipacion. En ese sentido, la universi-dad democratica, sin seleccion a la entrada, poco costosa parael estudiante y para la sociedad si se considera el coste-estudiante per capita, sino acogiendo gran numero de solicitu-desl67 cuyo modelo era el del humanismo emancipacionista,apare~e hoy como poco performativatse. La ense?anza supe~~resta ya afectada por una refundicion de irnportancia, ala ve7 diri-gida por rnedidas administrativas y por una demanda .en SI mrs-rna poco controlada que emana de los nuevos usuanos,. ~ quetiende a dividir sus funciones en dos gran des tipos de servicios.Por su funcion de profesionaJizaci6n, la ensefianza superiorse dirige todavia a jovenes salidos de las elites liberales a las quese transmite la competencia que la profesion considera necesa-ria' vienen a afiadirse, por un camino U otro (por ejemplo, losinsti tutes tecnologicos), pero segun el mismo modelo didac tico,destinatarios de nuevos saberes Jigados a las nuevas tecnicas ytecnologias que son tarnbien jovenes aun no actives.

    Aparte de estas dos ca tegorias de estudiantes que reproducenla intelligentsia profesionab y la intelligentsia tecnica 169, losdernas jovenes presentes en la Universidad son, en su mayorparte, parados no contabil izados en las estadi st icas de dema~dade empleo, Son, en efecto, excedentescon respecto a las salidas

    1M Lo que MUl ie r l lama professional intelligentsia oponiendola a la technicalintelligentsia. Siguiendo a 1. K. Galbrai th , des~, :,be las lI1qu le~udes y la resistenciad e Ia pr imera f re nt e a l a l eg it imacion t ec noc rat ic a (op. cu., pags, 172-! 77). _167 A cornienzos de los ali os 1970-' 97', en la clase de los de diecinueve anosde edad, la proporcion de rnatr iculados en ~a ensei'i,m1Za superior era del 30 al 40por 100 en Canada, Estados Unidos, Union Sov~e ttca 1; Yusgosla~~a; alrededordel 20 por i 00 en Alemani a, Francia, Gran Bre t~na , Japan y los .~alses Baios , Entodos esos paises hab ia dob lado 0 tri pl icado su numero can relacion a I?s tasas d:1959 Segun la m isma Fuen te (M, Deve ze , H istoire contemporaine de 'lIn/llt!rsll~,Par is; SEOES, ' 976 , p ag s. 4 39-440) , l a r el acion e stud ian ti l/ pob la elon tot al h ab iapasado entre 1950 y 1970 de hacia el 4 por 100, a un 10 par 100 en Europa Oc-cidental; y del 6, I, al 21,3 en Canada, y del l S, I, al 32,S en Estados Unidos. .168 En F ra nc ia, de 1968 a 1975, el p re su pu es to tot al d e l a el lse i' ian za s up er io r

    (sin el C.N,R.S.) ha pasado (en millares de francos) de 3.075 a 5.454, a sea, al-rededorde un 0.55 por 100 a un 0,39 par 100 del P.N.B. Los aurnentos observa-dos en c ifra s absolutas interesan a las partidas: .Rem,uneraClones, Fu~clona~len-to, Beca s; l a pa rt ida Subve nc io ne s pa ra mve st iga cion h a _p ennan ec ldo se n. sl bl e~mente estancada (Deveze, op. cit., pags, 447-450) . En los anos 70, E. E. I?avld decl ar aba que no se necesitaban mas doctores en filosofia que en el decemo prece-dente (art. cit.. pag, 212).

    169 Segun l a terminol ogia de C. Muller, op. c it .9 1

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    correspondientes a las discipl inas en las que se los encuentra (le-tras y ciencias humanas), Pertenecen en realidad, a pesar de suedad, a la nueva categoria de destinatarios de la transmision delsaber.Pues, al lado de esta funcion profesionalista, la Universidadcomienza 0 deberia comenzar a desempefiar un nuevo papel enel marco de la meiora de las actuaciones del sistema: el del reci-claje 0 la educacion permanente 170. Fuera de universidades, de-partamentos 0 insti tuciones con vocacion profesional , el saberno es y no sera transmitido en bloque y de una vez por todas, ajovenes antes de su entrada en la vida activa; es y sera transmiti-do a la cartai a adultos ya aetivos 0 a la espera de serIo, en vis-tas ala rnejora de su competencia y de su prornocion, pero tam-bien en vista a la adquisicion de inforrnaciones, lenguajes y jue-gos de lenguaje que les permitan ampliar e1 horizonte de su vidaprofesional y articular su experiencia tecnica y etica!".EI nuevo curso tornado por Ia transmision del saber no dejade resultar conflictive. Pues 10 mismo que interesa al sistema, y,par tanto, a sus decididores, alentar la promo cion profesional,puesto que puede mejorar las actuaciones del conjunto, tarnbienla experimentacion can los discursos, las insti tuciones y los va-lares, acornpafiada de inevitables desordenes en el curricu-lum, el control de conocimientos y de la pedagogia, sin hablarde recaidas soeio-politicas, aparece como poco operacional y ve

    170 Es 10 que M. Rioux y J. Dofny incluy cn ba jo l a nibr ica Fo rm ac io n c ul -tural: J. Dofny y M. Rioux, Inventaire et b il an d e qu elque s e xp er ie nc es d 'i nt er -ve nt io n d e l'universite, en L 'universite dans son milieu: action et responsabilite(Co loqu io de la A.U.P .E .L .F .) , Universidad de Mont real , 1971, pags. 1.55162.Los autores hacen la critica de 10 que lIaman los dos tipos de universidad deAmerica del Nort e: l os liberal art colleges, donde e nse fi anz a e inve st ig ac io n e st anent er amente disoci adas de la demanda soci al ; y la multiuniversity, di sp ue st a a di s-pensar todas l as ensef ianzas de las que la comunidad acepte asurnir los costos. So-b re es ta u lt ima formu la , v er C. Kerr, The Uses ofthe Univers ity. With a Postcript(1972), Cambridge (Ma), Harvard U. P., 1972, En un sentido analogo, pero sin elintervencionismos de la universidad en la sociedad que preconizan Dofny yRioux, ver la descripcion de la universidad futura dada por M. Alliotdurante elm ismo co lo qu io , E st ru ctur es op timales de l 'i ns ti tut io n unive rsi ta ir e ,j ibid. , pa gi -nas 14Ll 54. M. All iot concluye: Creernos en las est ructuras, mientr as que en elfonda debiera de haber las menos estructuras posibles. Tal es la vocacion delCen tro e xp er imental , de sp ues Univer sida d d e Par is , VI II (Vince nn es ), de cl ar ad acuando su fundacion en 1968. Ver al r espect o el inf orme Vincennes au le desird'apprendre, Al ai n Mor eau, 1979.

    171 El autor se convierte aqui en testigo de la experiencia de gran ruimero dedepartamentos de Vincennes .

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    que se Ie niega el menor credito, en nombre de la seriedad delsistema. Sin embargo, 10 que se adivina ahi es una via de salidaaparte del funcionalismo y tanto menos despreciable cuantoque es el funcionalisrno quien la ha trazado 172. Pero se puedeimaginar que la responsabilidad sea confiada a redes ex.tra-universitarias 173.De cualquier modo, el principio de performatividad, inclusosi no permite decidir clararnente en todos los casos la politica aseguir, tiene por consecuencia global la subordinacion de las ins-t ituciones de ensefianza superior a los poderes. A part ir del mo-mento en que el saber ya no tiene su fin en sf mismo, como rea-lizacion de la idea 0 como ernancipacion de los hombres, sutransmision escapa a la responsabilidad exclusiva de los ilustra-dos y de los estudiantes. La idea de franquicia universi taria eshoy de otra epoca. Las autonomias reconocidas a las universi-dades despues de la crisis de finales de los afios 60 tienen pocopeso en cornparacion can el hecho masivo de que los consejosde enseiiantes earecen de casi cualquier poder para decidir quevolumen de inversiones revierte a su institucion 174; no disponenmas que del poder de distr ibuir el volumen que se les atribuye, yhasta eso solo de modo limitado 175

    172 La ley de orientacion de la ensefianza superior del 12 de noviembre de1968 cuenta la lormacion permanente ( entendida de manera pr of esionali sta) en-t re l as rnisiones de l a ensefi anza superior . est a debe est ar abi ert a a los ant iguosest udiant es as; como a personas que no han t enido l a posibil idad de pr oseguir susest udios a fi n de permi tir les, segun su capacidades, mejorar sus opor tunidades depromocion 0de convertir su actividad profesional,

    17 3 En una entrevista concedida. a Tele-sept-jours. 981 (17 de marzo de1979), el rninistr o fr ances de Educacion, que habi a r ecomendado oficialme~te laserie Holocausto, di fundida por la segunda ca de na, a los a lumnos d e l a e nse _na nz apublica (iniciativa sin precedentes), declara que el i nt ento de l s ec to r educative decrear Ull u ti l a ud io -v is ua l au to nomo ha f ra ca sa do y que la pnrnera de la tareaseduca ti va s e s en sef iar a los n in os a el eg it s us p ro gramas d e t el evi si on .

    174 En Gr an Br etafi a donde La part icipacion del Est ado en l as inver siones decapital y en el funcionamiento de las universidades ha pasado del 30 al 8.0 por100 entre 1920 y 1960, es la University Grants Com.mittee, agregado al mm ,.ste.ri o para Ja ci enci a y las uni versidades, el cual , despues de exarmnar las necesi da-des y l os planes de desar rollo pr esentados por las univer si dades, di st ribuye ent reel ias l as subvenciones anual es. En Est ados Unidos, l os Trus te es so n todopod e-rosos.17 5 Es decir, en Francia, ent re 105 d ep ar tamentos p ara los ga stos de fun cion a-miento y equ ipamiento. Las rernune raciones 110 son su r esor te, salvo par a. el per -sonal contratado, EJ financiamiento de proyect os, tr ami tes nuevos, et c. , se hacesobre Ia envoltu ra pedagog ica que rev ie rte a la Unive rs idad .

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    Entonces, lque es 10 que se transmite en la ensefianza supe-rior? Tratandose de profesionalizacion, y ateniendose a un pun-to de vista estrictarnente funcionaIista, 1 0 esencial de lo que sedebe transmitir esta constituido por un conjunto organizado deconocimientos, La aplicacion de nuevas tecnicas aese conjuntopuede tener una incidencia considerable en el soporte comuni-cacional. No parece indispensable que este sea un curso dado deviva voz por un profesor ante estudiantes mudos, mientras elmomenta de las preguntas tiene lugar en sesiones de trabajodirigidas por un ayudante. Pues 10 mismo que los conocimientosson t raduc ibles a un lenguaje informatico, y 10 mismo que la en-sefianza tradicional es asirnilable a una memoria, la didacticapuede ser confiada a maquinas relacionadas con las mernoriasclasicas (bibliotecas, etc.), as! como a bancos de datos de termi-nales intel igentes puestos a dispos ici6n de los estudiantes.

    Lapedagogia no se veria necesariamente afectada, puessiempre habria alga que ensenar a los estudiantes: no los conte-nidos, sino el uso de terminates, es decir, de nuevos lenguajespor una parte, y por otra, un manejo mas sutil de ese juego delenguaje que es la interrcgacion: l.ad6nde dirigir [a pregunta? Esdecir, icomo formularla para evitar los erro res? , etc. 176. Desdeesta perspectiva, una formulacion elemental informatica y, enconcreto, telematica debiera formar parte obligatoriamente deuna propedeutica superior, al mismo titulo que la adquisicionde la practica de un idiorna extranjero, por ejemplo 177.

    So lo desde [a perspectiva de grandes relates de Iegit imacion,vida del espiritu y/o ernancipacion de legrtimacion de [a hum a-nidad, el reemplazamiento parcial de ensefiantes por maquinaspuede parecer deficiente, incluso intolerable. Pero es probableque esos relatos ya no constituyan el resorte principal del interespor el saber. Si ese resorte es el poder, este aspecto de la didacti-ca clasica deja de ser pertinente. La pregunta, explicita 0 no,planteada por el estudiante profesionalista, por el Estado 0 porla institucion de ensefianza superior, ya no es: les eso verdad?,sino lpara que sirve? En el contexto de Lamercantilizacion del

    176 M. Mcl.uhan, D'oeil a oreille, Par is , Denoel-Gonthier , i1977; P. Antoine ,Comment s'inforrner?, Projet. 124 (abri l de 1978) , pags, 395-413.In Se sabe que.el usa de te rmi nal es in te ligen tes se ensena a lo s e scola re s ja -poneses. En Canada, centres uruversitanos y estudiantes aislados hacen corriente-men te usa de el ia s.

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    saber, esta ultima preguma, las mas de las veces, significa: isepuede vender? Y, en el contexte de argurnentacion del poder:les e ficaz? Pues Ia d isposicion de una competenc ia performat ivaparecia que debiera ser el resultado vendible en las condicionesanteriorrnerrte descri tas, y es e fieaz por definicion. Lo que dejade serlo es la competencia segun otros criterios, como verdade-ro/ fal so, justo/in justo, etc ., y, evidenternente , la debi l performa-tividad en general.

    La perspectiva de un vasto mercado de competencies opera-cionales esta abierta. Los detentadores de este tipo de saber son yseran ob jeto de o ferta s, y hasta de poli ticas de seducc ion 178. Des-de ese punto de vista, 1 0 que se anuncia no es el fin del saber, alcontra rio. La Enciolopedia de manana son los bancos de datos.Estos exceden la capacidad de cada utilizador. Constituyen lanaturaleza para el hombre postmoderno 179.

    Se notara, sin embargo, que la didactica no consiste solo enla t ransmision de informacion, y que la cornpetencia, inclusoperformativa, no se resume en la posesion de una buena memo-ria de datos 0de una buena capacidad de aeceso a mernorias-rnaquinas, Es una ban a Iidad subrayar la importancia de la capa-cidad de actualizar los datos pertinentes para el problema quehay que resolve r aqui y ahora y de ordenarlos en una estrate-gia eficiente.En tanto el juego sea de informacion incompleta, la ventajapertenece al que sabe y puede obtener un supJemento de infor-macion. Tal es el caso, por definicion, de un estudiante en situa-cion de aprender. Pero, en los juegos de informacion cornple-tal80, la mejor performatividad no puede consisti r, pa r hipotesi s,en la adquisicion de tal suplernento. Resulta de una nueva dis-posicion de datos, que constituyen propiarnente una jugada.Esa nueva disposicion se obtiene muy a menudo conectando se-ries de datos considerados basta entonces como independien-

    178 Esa fue l a polit ic a s egu ida par l os centr es de inves ti gac ion no rte ame ric a-nos desde ante s de la Segunda Guer ra Mund ial .

    179 Nora y Mine escriben top. cit pag. j 6): EI des afi o p rincipal, en lo s dece-nios venideros, ya no esta, para los polos avanzados de la humanidad, en la capa-c idad pa ra dominar la ma te ria . Esta e s adqu ir ida. Res ide en la d if ieultad de cons -tr urr la red de v incu lo s que hagan p rogre sa r conjuntamcnt e la in formaci on y laorganizacion.180 A. Rapoport, Fighss, Games and Debates, Ann Arbor, Un. of MichiganPress, 1960.

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    teslSI . Se puede Ilamar imaginacion a esta capacidad de art icularen un conjunto 1 0 que no 1 0 era. La velocidad es una de sus pro-piedades 182.

    Pues esta permi tido representa r e l mundo del saber postmo-demo c~mo regido por un juego de informacion completa, y enese sentido los datos son, en principio, accesibles a todos los ex-per tos: no hay secretes cientif icos. EI incremento de performati-vi dad, a igual competencia, en la produccion del saber y no ensu adquisicion, depende, pues, f inalmente de esta imaginaciorque permite, bien realizar una nueva jugada, bien cambiar lasreglas del juego.

    Si la ensefianza debe asegurar no solo la reproduccion decornpetencias , s ino su progreso, ser ia preciso, en consecuencia,que la transmision del saber no se Iimitara a la de informacio-nes , sino que implicara el aprendizaje de todos los procedimien-tos capaces de rnejorar la capacidad de conectar campos que laorganizacion tradiciona l de los saberes ai sl a con celo. EI santo yseri a de la interdisciplina ridad, di fundido despues de la cri si s de l68, pero pregonada bastante antes, parece ir en esa direccion. Haescapado a los feuda lismos universit arios, se dice. Ha escapado amucho mas .

    En el modelo humboldiano de la Universidad, cad a cienciaocupa su lugar en un sistema coronado par la especulacion. Unausurpacion por parte de una ciencia del campo de otra solo pue-de provocar confusiones, ruidos, en el sistema. Las colabora -ciones no pueden tener lugar mas que en un plano especulativo,en la cabeza de los f ilosofos .

    Por el contra rio, l a idea deinterdi sc iplinaridad pertenece en~ropiedad a la epoca de la des ligi timacion y a su urgente ernpi-nsmo. La relacion con el saber no es la de realizacion de la vidadel espiritu 0 la de ernancipacion de la humanidad: es 1a d e losuti lizadores de unos uti les conceptuales y materiales complejosy la de los beneficiarios de esas actuaciones. No disponen de unmetalenguaje ni de un rnetarrelato para formular l a final idad y

    181 Ese l Branching Mode l de Mulkay ( ve r la nota 156 ). G. Del euze ha anal i-zado elaC~Jnteclmienlo en terminos de ent rec;uzamientos de ser ies en Logique duSens. Pans, Minuit, 1968 (hay trad. esp. , Logica del sentido Barcelona Barral1 9 7 1 ) , yen Difkrence et repetition, Paris, P.U.F., 1 9 68 . . . ' ,18 2 EI t iempo , e s una var iabl e que i nt er vi ene en la de te rmi naci on de l auni dad~~,f~~';t.n d inar ni ca . Ver t amb ien P . Vir il io , Vitesse et poiitique, Paris, Gali-

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    el usa adecuado. Pero cuentan con el brain storming para refor-zar las actuaciones.

    La valoracion del t rabajo en equipo pertenece a esta imposi-cion del criteria perfonnativo en el saber. Pues, en 1 0 que se re-fi ere a deci r 1 0 verdadero 0 a prescribir 10 j usto, el numero notiene nada que ver; no sirve de nada a no ser que justicia y ver-dad sean pensadas en terminos de resultado mas probable. Enefecto, las actuaciones en general son mejoradas por el trabajoen equipo, bajo unas condiciones que las ciencias sociales hanprecisado hace tiempotv. A decir verdad, estas han fundamenta-do especia lmente su prestigio gracias a la performatividad en e lmarco de un modelo dado, es decir, a la realizacion de una ta-rea; la mejora parece menos segura cuando se trata de irnagi-nar nuevas modelos, es decir, de la concepcion. Hay, parece,ejemplos 184. Pero resulta dif icil separar 1 0 que corresponde aldispos it ive en equipo y 1 0 que se debe al genio de los que for-man el equipo.

    Se observara que esta orientacion se refie re mas a 1a produc-cion del saber ( invest igacion) que a su transmision. Es abs tracto ,y probablemente nefasto, separa rlas por completo, incluso en e lmarco del funcionalismo y del profesionalismo. Sin embargo, lasolucion hacia [a que se orientan de hecho las instituciones delsaber en todo el mundo consiste en disociar esos dos aspectos deIa didactica, el de la reproduccion simple y el de la reproduc-cion arnpl iada, al di st inguir entidades de todo tipo, sean estasinstituciones, niveles 0 ciclos en las instituciones, reagrupamien-tos de inst ituc iones, reagrupamientos de discipl inas, de las queunas estan destinadas a la seleccion y a la reproduccion de com-petencias profesiona les, y otras a la promocion y puesta enrnarcha de espiritus irnaginativos. Los canales de transrnisionpuestos a disposicion de las primeras podrian ser simplificados ymasi ficados; las segundas ti enen derecho a pequefios grupos que

    _.1831. L. Moreno, Who shall Survive? ( 1934 ),2 ." ed ., Nueva York , Beacon,1 9~3 ; l a t rad. esp., Fundamentos de fa sociomettia. Paidos, Buenos Aires, 1 9 72(incluye ese trabajo),I 4 The Mass Communication Research Center (Princeton), Tilt! Mental Re-search lnstiune (Palo Alto), The Massachussetts Institute 0/ Techonology (Bos-ton), lnstiiut fur Sozialforschung (Frankfurt), entre los ma s conocidos. Una partede laargurnentacion de C. Kerr en f avor de 10que el llama ldeopolis reposa sabreel principio de ganancia en inventiva obtenido por las inves tigaciones colectivas( op . c u .. pags, 91 y S5.).

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    funcionan segun un igualitarismo aristocratico 185. Que estos ulti-mos fonnen parte 0 no oficialmente de universidades, importapoco.Pero 10 que parece seguro, es que en los dos casos, la deslegiti-macion y el dominio de la performatividad son el toque de ago-nia de la era del Profesor: este no es mas competente que las re-des de mernorias para transrnitir el saber establecido, y no esmas competente que los equipos interdisciplinarios para imagi-nar nuevas jugadas 0 nuevos juegos.

    18 5 D. J. de Sella Price (Liule Science, Big Science. loc. cit.) intenta constituirla ciencia de la ciencia. Establece leyes (estadisticas) de la ciencia tom ada comoobjeto social. Hemos sefialado la ley de separacion no dernocratica en la nota131. Otra ley, la de los colleges invisibles, describe c I cfecro que resulta de lamultiplicacion de publicaciones yIa saturacion de los canales de informacion enlas ins ti tuciones cient if icas : los aristocratas- del saber tienden par reaccion a es-tablecer redes estables de contactos interpersonales que agrupan un maximo deun centenar de rniernbros. D. Crane ha dado de esos colleges una interpreta-c ion socio rnetri ca en Invisibles Colleges, Chicago y Londres . The Un, of ChicagoPress , 1972. Ver Lecuyer , an cit98

    13La ciencia postmodernacomo investigacion de inestabilidadesSe ha indicado anteriormente que la pragmatica de la inves-

    tigacion cient ifica, especialmente en su aspecto de busqueda denuevas argumentaciones, traia a primer plano la invenci6n dejugadas nuevas e incluso de nuevas reglas de juegos de lengua-je, Ahora importa subrayar este aspecto, que es decisivo en elactual estado del saber eientifieo. De este ultimo se podria decirparad6gieamente que est a a la busqueda de vias de salida de lacrisis, siendo Ja crisis Ia del determinismo. EI determinismo esla hipotesis sobre la que reposa la legitirnacion por medio de laperformatividad: definiendose esta por una relacion input/out-put, es preciso suponer que el sistema en el cual se haee entrar elinput esta en estado estable: abedece a una trayectoria- regularde la que se puede establecer la funcion continua y derivableque perrnitira anticipar adecuadamente el output.

    Tal es la filosofia positivista de la eficiencia. AI oponerleaqui algunos ejemplos relevantes, se trata de facilitar la discu-sion final de la legitimacion. Se trata, en suma, de mostrar conalgunos elementos que la pragmatica del saber cientifico post-modemo tiene, en sf misma, poca afinidad can la busqueda de laperformatividad.

    La expansion de la ciencia no se haee por medio del positi-vismo de la eficiencia, Es 10 contrario: trabajar can la prueba esbuscar e inventar el contra-ejemplo, es decir, 10 ininteligible;trabajar con la argurnentacion, es busear Ja paradoja y Iegiti-

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    marla con nuevas reglas del juego de razonamiento. En los doscasos, la eficiencia no se busca por si misma, viene dada POTanadidura, a veces tarde, cuando los socios capitalistas se intere-san al fin por el casol86 Pero 10 que no puede plantearse conuna nueva observacion es la cuestion de la legitimidad. Pues esla propia ciencia la que se plantea esta cuestion y no la filosofiala que se la plantea.

    Lo que ya no tiene vigencia no es preguntarse 10 que es ver-dadero y 1 0 que es fa Iso, es representarse la ciencia como posit i-vista, y con d en ada a este conocimiento sin legitirnar, a estesemi -saber que Ie atribuian los ideali st as alemanes. La pregunta :D que sirve tu argumento, de que sirve tu prueba? forma de talmodo parte de la pragrnatica del saber cientifico que asegura lametamorfosis del destinatario del argumento y de Ia prueba encuestion, en destinador de un nuevo argumento y de una nuevaprueba y, por tanto, la renovacion a la vez de los discursos y delas generaciones cientificas. La ciencia se desarrolla, y nadiecontesta que se desarrolla desarrollando esta pregunta. Y estapregunta en S I misma, al desarrollarse, conduce a la pregunta, esdecir, a la metapregunta 0 pregunta de la legit irnacion: /D quesirve tu de que sirvf:!?187.

    Ya se ha dicho, el rasgo mas Ilamativo del saber cientificopostrnodemo es la inmanencia en sf misma, pero explicita, deldiscurso acerca de las reglas que Ie dan validez 188. Lo que ha po-dido pasar a fines del siglo XI X por perdida de legit irnidad y ca idaen el pragmatismo filosof ico 0 en el positivismo logico no hasido mas que un episodio, del cual el saber surge por la inclu-sion en el discurso cientifico del discurso ace rca de la va lidez de

    186 B. Mandelbrot (Les objects franctals. Forme, hasard et dimension, Paris.Flamrnarion, (975) proporciona en su Apendice (172~ 183) un (resumen oiolio-grafico de mvest igadores en maternaticas y en f is ica reconocidos tardiamente 0que permanec ie ron de sconoci dos a causa de 10 extrafio de sus intereses a pesar dela fecundidad de sus descubrimientos.1.87 Un e je rnplo celebr e 10p roporc iona !a d is cusion acer ca del det ermin ismasusc it ada par I amecani ca cuan tic a, Ve r, par e jempl o, la pr es en tac i6n a la co rr es -pondencia entre N.~am y A. Einstein (1916-1955) realizada por J. M. Levy-Leb lond , i :e g rand deba t de la mecanique quan ti que, La recherche, 20 (febrerode .t 972), pags, L3?-144. La historia ~e las ciencias humanas desde haec un sigloesta. Ilena de ese tipo de pasos del discurso antropologico a l ni ve l de l me ta len-guaje,188 1. Hassan ci a una imagen de 10 que el llama inmanencia en CultureIndetenninaey and Immanence, lac. cit. '

    1 0 0

    enunciados con valor de leyes, Esta inclusion no es una opera-cion sencilla, ya se ha visto da lugar a paradojas- asumidascomo eminentemente serias, y a limitaciones del alcance delsaber que, de hecho, son modificaciones de su natura leza.

    La investigacion maternatica que desemboca en el teoremade Godel es un autentico paradigma de ese cambia de naturale-za 189. Pero la transformacion de la dina mica no es menos ejem-plar del nuevo espiritu c ient ifico y nos interesa particularmenteporque obliga a corregir una nocion que hemos visto esta masi-vamente introducidaen la discusion de la actuacion, particular-mente en materia de teoria social: la nocion de sistema.

    La idea de actuacion implica la de sistema de fuerte estabili-dad porque reposa sobre el principia de una relacion la relacionsiempre calculable en princ ipio entre calor y t rabajo, entre fuen-te caliente y fuente fria , entre input y output. Es una idea queprocede de la termodinamica, Esta asociada a la representacionde una evolucion previsible de las actuaciones del sistema, acondicion de que se conozcan todas sus variables. Esta condi-cion es expresada con claridad a titulo de limite par la ficciondel dernonio de Laplace 190: en posesion de todas las variablesque determinan el estado del universo en un instante t, puedeprever su estado en el instante t' > t. Esto es sostenido por el pri n-cipio de que los sistemas fisicos, incluido el sistema de sistemasque es el U11lverSO,obedecen a regula ridad, y, por consiguiente,su evolucion traza una trayectori a previsible y da lugar a funcio-nes continuas norrnales (y a la futurologia ... ).

    Can la mecanica cuantica y la fisica atornica, la extension deese principio debe ser limitada. Y eso de dos maneras, cuyas im-plicaciones respectivas no tienen el mismo alcance. Primero, ladefinicion del estado inicial de un sistema, es decir, de todas lasvariables independientes, para ser afectiva exigiria un consumode energia al menos equivalente a la que consume el sistema quehay que definir. Una version profana de esta imposibilidad derealizar la rnedicion completa de un estado del sistema la daBorges: un emperador quiere hacer un plano perfectamente pre-

    1&9 Yer nata 142.190 P. S. Laplace, Exposition du systeme du monde, I y II, 1976,

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    ciso del imperio. EI resultado es la ruina del pais: toda 1a pobla-cion dedica toda su energia a 1a ca rtogra fla!st .Con el argumento de Brillouin 192, la idea (0 l a ideologia ) de lcontrol perfecto de un sistema, que debe permitir mejorar sus

    actuaciones, aparece como inconsistente con relacion a la con-tradiccion: disminuye la performatividad que pretende aumen-tar. Esta inconsistencia explica en particular 1a debilidad de lasburocracias estatales y socio-economicas: ahogan a los sistemaso a los sub-sistemas que controlan, y se asfixian al mismo tiem-po que ellos (feedback negativo), EI interes de tal explicacion esque no tiene necesidad de recurrir a otra legitimacion que la delsistema; por ejemplo, a la de la libertad de los agentes humanosque los levante frente a una autoridad excesiva, Admitiendo quela sociedad sea un sistema, su control, que implica la definicionprecisa de su estado inicial, no puede ser efectivo, porque estadefinicion no puede ser rea li zada .

    Pero esta Iimitacion todavia no pone en cuestion mas que laefectividad del saber preciso y del poder que de el resulta. Su po-sibilidad de principio sigue intacta, EI determinismo clasicocontinua constituyendo ellimite, excesivarnente caro, pero con-cebible, del conocimien to de los sistemas 193.

    La teo ria cuantica y la microfisica obligan a una revisionmucho mas radical de la idea de trayectoria continua y previsi-ble. La busqueda de la precision no escapa a un limite debido asu coste, sino a la naturaleza de la materia. No es verdadero que[a incertidumbre, es decir, 1a ausencia de control humano, dis-minuya a medida que aumenta la precision: tarnbien aumenta.Jean Perrin propene el ejemplo de la medida de la densidad ver-dadera (cociente masa/volumen) del aire contenido en una esfe-ra. Varia notablemente cuando el volumen de fa esfera pasa de1.000 m3 a I cm-: varia muy poco de 1 em! a 111.000 de tnm>,pero ya se puede observar en este intervalo 1a aparicion de va-

    191 De l ri go r de la c ienci a, Historia universal de la infamia. Madrid, Alianza,1971 (entre otras ediciones). La nota en cuest ion es atr ibuida POT Borges a SuarezMiranda, Viajes de varones prudentes, IV, Lerida, 1658, pag. 14. EI r esumen quese hace aqui es en parte infiel.

    192 La informacion cuesta energia, la negantropia que constituye suscita Iacntropia, M. Serres hace referencia frecuente a este argurnento, por ejern plo enHermes 1 1 1 . La traduction, Paris, Minuit, J 974, pag, 92.

    193 Seguimos aqui a L Prigogine y 1. St engers , La dynamique, de Leibniz aLucrece, Critique, 380 , (num, e specia l Serr es ) ( enero de J 979 ), pag , 49.102

    riaciones de densidad del orden de la mil millonesirna, que seproducen irregularmente. A medida que el volumen de la esferase contrae, 1a importancia de esas variaciones aumenta: para unvolumen del orden de 1110 de micra cubica, las variaciones lle-gan a la milesima; para 11100 de micra cubica, son del orden deun quinto ..Disrninuyendo aun mas el volurnen, se Ilega al orden del ra-dio molecular. Si la esferula se encuentra en el vacio entre dosmoleculas de aire, la densidad verdadera del aire es nula. Sinembargo, aproximadamente una vez de cada mil, el centro de laesferula caera en el interior de una molecula y la densidadmedia en ese punto es entonces comparable a 10 que se llama ladensidad verdadera del gas. Si se baja hasta dimensiones intra-a tomicas, la esferula t iene todas las oportunidades de encon trar-se en el vacio de nuevo con una densidad aula. Un vez de cadaun millen de cases, sin embargo, su centro puede encontrarse si-tuado en un corpusculo 0 en el nucleo del atorno, y entonces ladensidad sed. muchos mill ones de veces superior a la del agua.Si la esferula se contrae mas (...), probablemente 1a densidadmedia volvera a ser nula en seguida, asi como la verdadera den-sidad, salvo para ciertas posiciones muy raras don de alcanzaravalores desmesuradamente mas elevados que los precedentes 194.EI conocimiento referente a la densidad del aire se resuelve,pues, en una multiplicidad de enunciados que son incompara-bles absolutamente, y no se vuelven compatibles mas que si sonrelativizados con respecto a la escala elegida par el enunciador.Por otra parte, a determinadas escalas, e[ enunciado de esta me-dida no se resume en una afirmacion simple, sino en una afir-macion modalizada del tipo: es plausible que la densidad seaigual a cero, pero sin excluir que sea del orden de J U n , siendo nmuy elevado.Aqui, la relacion del enunciado del estudioso con 10 quedice la naturaleza parece proceder de un juego de informa-cion no completa. La modalizacion del enunciado del primeroexpresa el hecho de que el enunciado efectivo, singular (el to-ken) que exterioriza la segunda no es previsible. Lo que es cal-culable es la oportunidad de que ese enunciado diga esto mas

    194 J. Perrin, Les atomes (1913), Paris, p.u.r., 1970, pags. 14-22. EI rexto escitado par Mende1brot en la Introduccion a Objets fractals. loc. cu.103

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    que aquel lo. En un plano microfi si co, una mejor informac ion,es decir, mas performante, no se puede obtener. La cuestion noes saber 10 que es el adversario (la naturaleza); es saber a quejuego juega. Einstein se rebelaba ante la idea de que Dios juegaa los dados195 . Es, sin embargo, un juego que permite establecerregularidades estadisticas suficientess (tanto peor para la ima-gen que se tenia del supremo Detenninante). Si jugaba al bridge,los azares primaries que encuentra la ciencia deberian setimputados, ya no a la indiferencia del lado con respecto a suscaras, sino a la astucia, es decir, a una eleccion en S I misma deja-da al aza r entre mult iples est rategias puras posibles 196.

    En general, se admite que la naturaleza es un adversario in-diferente, pero no astuto, y se distingue a las ciencias de la natura-leza de las ciencias del hombre basandose en esa diferencia 197.Eso significa en terminos pragrnaticos que Ia naturaleza en elprimer caso es el referente, mudo, pero tan con stante como undado lanzado un gran numero de veces, con respecto aJ cual loscientificos intercambian enunciados denotativos que son las ju-gadas que se hacen unos a los otros; mientras que en el segundocaso, al ser el hombre el referente, es tarnbien un cornpafieroque, al hablar, desarrolla una estrategia, incluida la rnixta, frentea la del estudioso: el azar al que este escapa entonces no es deobjeto 0 de indiferencia, sino de comportamiento a de estrate-gia 198, es decir, agonistico,

    195 Citado por W. Heisenberg, Physis and beyond, Nueva York, 1971; trad.esp., Madr id , Ed. Cat olic a, 1974 .

    19 6 En una comunicacion a la Academia de ciencias (diciernbre de 1921 ) Bo-rei .sugeria q.~e en los juegos donde no existe la mejor rnanera de jugar (juegosd~ mfonna~,on incompleta), no se puede preguntar si no es posibie, a falta de un~Odlg0 elegido de una vez per todas, jugar de una manera ventajosa varian do eljuego. Es a partir de esta distincion, como demuestra von Neumann. como estaprobabilizacion de la decision es en 51 misrna en deterrninadas condiciones lamejor manera de jugar. Ver G. T. Guilbaud, Elements de fa theorie mathemati-que, des jeux, Pari s, Dunod, .1 .968 , pags. 17-21. Y 1 . P . Seri s, La ThJorie des ieux.Pans, P. U. F., 1974 (coleccion de textos). Los artistas postrnodernos hacen co-rnenremente uso de esos conceptos; ver, par ejernplo, J. Cage, Silence, y A Yearfrom Monday, Middletwon (Conn.) , Wesleyan U. P ., 1961 Y 1967; del segundohay tr ad , e sp , en Edic iones Er a, Mexico, 1974 , tit ulada : Del lunes en un aiio.

    197 I. Epstein, Jogos, Ciencia t' Filosofia. Revista Interdisciplinar, Universi-dade de Sao Paulo, I (1979).198 La probabilidad reaparece aqui, no ya como principio constitutive deuna estructura de objeto, sino como principio regulador de una estructura decornportamiento (G. G. Granger, 1960, pag, 142). La idea de que los dioses jue-gan, digamos, a l bridge ser ia mas bien una hipotesis griega preplatonica.

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    Se did que esos problemas conciernen a [a microfisica, y quepermiten el establecimiento de funciones continuas suficiente-mente cercanas como para permitir una buena prevision proba-bilista de la evolucion de los sistemas. As! los teoricos del siste-ma, que tarnbien son los de la legitimacion por la actuacion,creen recuperar sus derechos, Sin embargo, se ve dibujarse en lamatematica contemponinea una corriente que pone en cuestionla medida precis-a y la prevision de cornportamientos de objetosa escala humana.Mandelbrot situa sus investigaciones bajo [a autoridad deltexto de Perrin que hemos comentado. Pero extiende el alcanceen una dir ecc i6n inesperada . Las func