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Dinámica demográfica de Quintana Roo y sus localidades: el surgimiento de sus ciudades intermedias y pequeñas Demografía regional Justo Rojas López 1 , Oscar Frausto Martínez 2 , Javier Tun Chim 3 , Thomas Ihl 4 Palabras clave: Dinámica demográfica, cambio demográfico, ciudades, Quintana Roo, Resumen La dinámica demográfica de las ciudades intermedias en México es intensa, una acelerada transición demográfica que guarda particularidades frente al modelo clásico acompañado de un crecimiento poblacional superior al acontecido en las grandes ciudades, está reconfigurando la concentración territorial y la estructura poblacional del país. Este fenómeno es de especial atención en ciertas urbes como son las situadas en el provincia de Quintana Roo, en el Caribe Mexicano, las cuales con el turismo como telón principal, han y están atravesando un alto crecimiento población junto con profunda transformación de sus factores demográficos. Se analiza la dinámica demográfica de las ciudades de Quintana Roo con la finalidad de atestiguar sus tendencias 1 Instituto Politécnico Nacional; [email protected] 2 Universidad de Quintana Roo, Unidad Académica Cozumel; [email protected] 3 Observatorio de la vivienda, Gobierno de Guanajuato 4 Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental, Universidad Nacional Autónoma de México

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Dinámica demográfica de Quintana Roo y sus localidades: el surgimiento de sus

ciudades intermedias y pequeñas

Demografía regional

Justo Rojas López1, Oscar Frausto Martínez2, Javier Tun Chim3, Thomas Ihl4

Palabras clave: Dinámica demográfica, cambio demográfico, ciudades, Quintana Roo,

Resumen

La dinámica demográfica de las ciudades intermedias en México es intensa, una

acelerada transición demográfica que guarda particularidades frente al modelo clásico

acompañado de un crecimiento poblacional superior al acontecido en las grandes

ciudades, está reconfigurando la concentración territorial y la estructura poblacional del

país. Este fenómeno es de especial atención en ciertas urbes como son las situadas en el

provincia de Quintana Roo, en el Caribe Mexicano, las cuales con el turismo como telón

principal, han y están atravesando un alto crecimiento población junto con profunda

transformación de sus factores demográficos. Se analiza la dinámica demográfica de las

ciudades de Quintana Roo con la finalidad de atestiguar sus tendencias dominantes. Se

observa una transición rápida de su mortalidad (de 22.22 defunciones infantiles en 1990

a 10.8 en 2009), en menor medida de su fecundidad (de 3 y medio hijos a 2.55 hijos por

mujer), acompañada por una alta inmigración (que tiende a disminuir) y un

envejecimiento notable (7 años de 1990 a 2010). El crecimiento todavía es intenso, la

entidad en los últimos 20 años ha duplicado su población, a pesar de que el incremento

mayor de se dio en los 70s debido al surgimiento de Cancún; en la actualidad persiste un

rápido crecimiento en muchos de sus asentamientos, incluyendo los no turísticos, que en

algunos casos (Playa del Carmen, Tulum, Puerto Morelos) han triplicado sus

poblaciones. La inmigración interna representa la principal causa del crecimiento

población (1.45% en 2010), a pesar de que la fecundidad se resiste a bajar a niveles bajo

el reemplazo. Como consecuencia han surgido nuevas ciudades pequeñas (Cozumel, 1 Instituto Politécnico Nacional; [email protected] Universidad de Quintana Roo, Unidad Académica Cozumel; [email protected] Observatorio de la vivienda, Gobierno de Guanajuato4 Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental, Universidad Nacional Autónoma de México

Tulum, Puerto Morelos) y medianas (Playa del Carmen y Chetumal), algunas más

rápido que otras, y se espera que este proceso siga hasta reconfigurar por completo una

concentración poblacional.

Introducción

La población mexicana, como la de Latino América, está recomponiéndose. México

está enfrentado desde hace ya algunas décadas un proceso de cambio demográfico,

caracterizado por una disminución de su fecundidad y su mortalidad, que ha empezado a

transformar su estructura de edad, principalmente llevándola hacia el envejecimiento. A

la par de estos cambios, el país se presenta una recolocación de su población; una

tendencia al abandono de las ciudades megalópolis, el surgimiento de algunas de las

ciudades medias y un aumento de la migración internacional. Este proceso se atestigua

desde 1990 y se ha extendido hasta la actualidad con la disminución del crecimiento de

la población de las grandes zonas metropolitanas, primero, a favor de las localidades

urbanas localizadas en su área de influencia, y segundo, ante las ciudades medias o

intermedias que se caracterizan por ser los nuevos centros urbanos de mayor

crecimiento demográfico (Graizbord, 1992; Aguilar, 1996; Sánchez, 2001; Anzaldo,

2006), así como poseer una mayor atracción para la población migrante que propias

zonas metropolitanas.

Sin embargo, estos cambios no se dan con la misma intensidad entre las diferentes

regiones de México. En el país, se observan algunos territorios donde el proceso de

cambio demográfico es avanzado, en las cuales la fecundidad está ya por debajo del

reemplazo poblacional (menos 2.1 promedio de hijos por mujer) y la mortalidad es muy

baja (una tasa de mortalidad infantil menor a 20), otras, que se encuentran en la etapa

intermedia donde la mortalidad y la fecundidad se encuentran disminuyendo pero aun

no alcanzan los umbrales mencionados; y otras que se encuentran en un estadio inicial,

en el que aun tienen una alta fecundidad y mortalidad. Al mismo tiempo, respecto a la

recolocación se observa que algunas regiones se caracterizan porque han sido

expulsoras de población, otras por esencialmente receptoras y otras más que se

mantienen en equilibrio.

En Quintana Roo los datos indican que existe desde los 80s un alto crecimiento de

poblacional, entre el 2005 y el 2010, el estado se colocó como el estado que más creció

(INEGI, 2010), principalmente, originado por una migración de otros estados

(migración interna); lo que la ha convertido en un estado esencialmente receptor

(Corona, 1993). Al mismo tiempo, a partir de los 80s el estado empieza a un proceso de

transformación caracterizado por una elevación constante de su esperanza de vida, de un

envejecimiento y una fuerte disminución de la fecundidad, esta última que es ejemplar a

nivel nacional.

Esta fenomenología que muestra Quintana Roo y sus ciudades frente a la del país, es

pretexto para estudiar cómo han avanzado, en los últimos 30 años hasta el último

registro, en su proceso de transición y en el rápido surgimiento de sus ciudades

pequeñas y medianas, con el propósito de mostrar como una región se transforma de

manera casi instantánea por el impulso de una bogante actividad económica.

Marco referencial

El análisis de este trabajo se enmarca en dos contexto teóricos, el primero, enraizado en

la teoría de la transición demográfica la cual da entendimiento a los cambios en los

factores de fecundidad y mortalidad que se suceden en el área de estudio y el segundo

dentro de las ideas alrededor de la concentración y dispersión espacial que explican los

movimientos en el territorio, marcados por la migración, que dan origen al poblamiento

y despoblamiento de ciudades.

La transición demográfica

La teoría de la transición demográfica en su primera versión tiene una serie de debates

acalorados que complejizan su comprensión. Sin embargo, su lógica básica trata de

describir y explicar la ocurrencia, en las diversas poblaciones, de la caída de la

mortalidad y posteriormente de la fecundidad que han modificado el panorama

poblacional de las sociedades. Como Livi Bacci (1994) lo establece la transición

demográfica es el paso de un modelo social de desgaste de alta energía, ya que se

necesitaba una gran cantidad de nacimientos para cubrir la gran cantidad de muertes que

ocurrían, hacia un modelo de baja energía con una mortalidad controlada en la que se

necesitan pocos nacimientos para cubrir el reemplazo poblacional. Sin embargo, es

necesario tomar en cuenta que la teoría de la transición se funda en el primer tercio del

siglo pasado primero como descripción (Thompson 1929, 1946; Davis, 1945) y después

como explicación (Notestein 1945) de este comportamiento en Europa y por ello tiene

ciertas particularidades. Además que con el tiempo se le han venido añadiendo

preceptos que incluso contravienen lo inicialmente planteado. Hasta el momento se

puede decir que en líneas generales la transición en su primera versión y de forma

esquemática se explica por:

Una sucesión consuetudinaria de fases históricas a través de las cuales cada

población pasa hacia la modernidad. Según el grado de detalle de cada

presentación, se distinguen tres o cinco fases sucesivas.

Con tres fases: Pre-transición (equilibrio sostenido de alta mortalidad y

fecundidad), transición (desestabilización), post-transición (equilibrio moderno

caracterizado por baja mortalidad y fecundidad)

En este primer enfoque se describe una dinámica interna de las poblaciones,

basado en la influencia de la mortalidad sobre la fecundidad

Con cinco fases la transición se conforma por: un antiguo régimen demográfico

(tasa de natalidad y de mortalidad muy altas lo que provoca un crecimiento

natural muy lento); el comienzo de la transición (La mortalidad disminuye con

una fecundidad que se mantiene muy alta lo que provoca un crecimiento

importante de la población), una fase mediana de la transición (La fecundidad

tiende a descender mientras que la mortalidad sigue hacia la baja); una fase

avanzada o régimen demográfico moderno (la mortalidad se estabiliza en un

nivel muy bajo mientras que la fecundidad alcanza a la mortalidad a niveles muy

bajos lo que provoca un crecimiento poblacional prácticamente nulo); y una fase

posterior o de crecimiento cero (donde la fecundidad se mantiene baja mientras

que la mortalidad aumenta ligeramente debido al envejecimiento de la

población, en este caso se espera un crecimiento negativo de la población).

Respecto a este esquema meramente descriptivo de las etapas de la transición son pocas5

las discusiones o la polémica al respecto; en cambio en la posición explicativa, es decir,

en el análisis del origen de los cambios es donde la teoría de la transición muestra los

mayores cuestionamientos, sobre todo en las causas sobre la disminución de la

fecundidad. Para la mortalidad existe un relativo consenso acerca de que una mayor

provisión de servicios de salud, salubridad y educación, originaron su disminución. En

5 Dentro de estas se encuentra las argumentaciones de Weir, D. (1984) que señalan que el descenso de la fecundidad en muchas localidades relativamente pequeñas de Francia precedió al descenso de la mortalidad

este caso la premisa principal es que la provisión de estos servicios eliminó muchos de

los patógenos que generaban enfermedades lo cual aumentó la sobrevivencia.

En cambió para la fecundidad existen posiciones de diversas índoles que se pueden

aglomerar en tres grupos: aquellas con una visión económica, otras con una visión

cultural-sociopolítica y unas terceras que combinan las dos anteriores. En el primer

grupo como sucede con la mortalidad existe una posición que correlaciona el logro de

los servicios con la disminución de la fecundidad, un ejemplo es la teoría del umbral de

Naciones Unidas (1965) en la que ciertos escalones de “bienestar”, que se conforman a

partir de una mayor provisión de servicios y bienes. cuales, se vinculan con la

disminución de la fecundidad, es decir, el logro de cierto umbrales de servicios y bienes

acarrea la descenso de los nacimientos. Otra tesis que vincula la economía con la

fecundidad son las de Easterlin (1978), que aplican una lógica de mercado a la

fecundidad, en ella la transición se iniciaba en un contexto en el que la demanda por un

hijo es mayor que la oferta y donde los costos por reducir este diferencia son la práctica

anticonceptiva. A la par de acuerdo con Becker (1981) y Shultz (1986) la disminución

de la fecundidad se presenta cuando el costo de los hijos se convierte mayor, no

únicamente la inversión directa en ellos sino en el tiempo de crianza para las madres

aumenta, por lo que tener descendencia resultaba menor redituable que no tenerla.

Por su parte las posiciones culturales y sociopolíticas, en respuesta a la posición

económica, apuestan por un cambio en las costumbres, en los estilos de vida y en las

normas sociales como los elementos que empujaron al cambio en las tendencias de la

fecundidad. En estas posiciones autores como Lesthaeghe, R. y J. Surkyn (1988),

McNicoll G. (1978) señalan que son las costumbres reproductivas relacionadas con las

uniones, el celibato y el retraso del embarazo que se originan en un contexto y en

condiciones político sociales las que acarrean el cambio en la fecundidad.

Por otra parte, las posiciones que unen ambas posturas plantean que son los cambios

tanto económicos como sociales combinados los que desencadenaron el descenso de la

fecundidad. Esta visión dual de acuerdo con Chesnais (1993) incluso fue establecida por

Laudry y Nosteisnten en los primeros planteamientos de la transición. La idea básica es

que el advenimiento de una lógica económica junto existentes patrones culturales y

sociales existentes lo que desencadenó el descenso de la natalidad. Una de las claras

posiciones a este respecto es la de Cadwell (1977) que relaciona el surgimiento del

estilo de vida urbano junto con una revaloración de los hijos, que ya no son vistos como

mano de trabajo sino como una población a cuidar, que elevaron el costo de la

descendencia por lo cual es necesario reducir su número.

Ahora bien existen constataciones (Livi Bacci, 1984; Zavala de Cosio, 1995) de que el

proceso de transición ha mostrado diferencias sustanciales en su comportamiento entre

Europa y América Latina. Para esta última sus singularidades son las siguientes:

-Un inicio de la transición mucho más reciente que el europeo dentro del primer tercio

del siglo XX

-Un proceso de transición con un desarrollo a corto plazo en menos de 100 años frente

al europeo que ha durado por lo menos 100 años

-Un nivel de mortalidad que baja mucho más rápido que el europeo que se origina más

en la transferencia de tecnología que en la provisión de servicios

-Un nivel de fecundidad pretransicional muy superior al europeo y con un descenso que

se resiste a bajar a los niveles de Europa sobre todo en las sociedades con menores

niveles de desarrollo y entre las mujeres más jóvenes

-Un crecimiento poblacional desorbitante al disminuir la mortalidad, superior a todo lo

visto en la historia de la humanidad al duplicar de manera holgada su población en tan

solo 30 años.

Además la variedad de etapas que en Latinoamérica se presentan que dependen en

muchos de los niveles de acceso a la anticoncepción más que en los patrones de

nupcialidad que existen entre las sociedades incluso intra-nacionales.

La concentración y dispersión espacial

En los últimos 50 años la localización de la población en México junto con la de

América Latina y el Caribe ha sufrido tanto de fenómenos de concentración como de

expulsión de forma combinada, esta fenomenología ha sido explicada en algunos

marcos analíticos que estudian sus causas y consecuencias próximas. Por un lado, está

la postura que la localización espacial se da en una dualidad de fuerzas centrípetas, de

atracción, y centrífugas, de expulsión poblacional, que configuran la población en el

territorio. En el primero de los casos, las fuerzas de atracción, hacen referencia a los

procesos de aglomeración de la población en ciertas urbes, en América Latina sobre

todo las capitales o las ciudades industriales, las cuales han pasado por un acelerado

crecimiento poblacional y con ello se han transformado muchas de las veces en

metrópolis y megalópolis. En el segundo de los casos, las fuerzas de expulsión, se basan

en una progresiva expansión del “poblamiento”, lo cual de acuerdo con (Delgado, J.,

2003) se presenta debido al avance de las fronteras internas de recursos, es decir, con

una utilización más intensiva y extendida del espacio dada la diversificación de la

necesidad de recursos productivos, lo que ha devenido en la ocupación cada vez mayor

de los otrora “espacios vacíos” o poco poblados. En este marco surgen poblaciones

nuevas de la nada dados los recursos preciosos que se ubica en su territorio, tal como

sucedió en la ciudad de Cancún en los 70s, o se presentan crecimientos pujantes en un

corto tiempo en las localidades históricamente pequeñas como son los casos de Playa

del Carmen o Cozumel en los 90s.

Por otro lado, dentro la teoría de la urbanización difusa, que en cierto sentido

complejiza la posición anterior, se distinguen tres procesos que enmarcan el fenómeno

del cambio urbano hacia su entorno. En primer lugar, está la relocalización o difusión

económica que se caracteriza por el cambio masivo de uso de suelo, la coexistencia de

lo rural con lo urbano, y la densificación de áreas diseminadas, al mismo que tiempo

que aumenta la dispersión y fragmentación de actividades (Banzi y Linck, 1996).

Debido a esa relocalización de las actividades económicas, principalmente industriales

aunque también caracterizado por el sector de los servicios, se da el surgimiento de

nuevos poblamiento como polos de desarrollo económico o se presenta el crecimiento

de localidades, de histórica baja población, que tienen una reconfiguración en sus

actividades productivas.

En segundo lugar está la difusión social, relacionada con la migración, los llamados

commuters, que se entenderían como las personas que viajan de manera frecuente una

distancia larga para realizar una actividad, que en este caso se vinculan con el

aprovechamiento de los recursos naturales regionales para la recreación, y la

construcción de una segunda vivienda. En dicho proceso de difusión social los flujos

migratorios cambian del clásico destino principal que era el centro y la periferia

conurbada de las ciudades principales, por los traslados hacia municipios y localidades

no urbanas, e incluso, rurales. Estos procesos tienen efectos espaciales identificados

como: la relativa densificación de áreas no urbanas que reciben migrantes permanentes

y temporales, el aumento desmesurado de pequeñas localidades rurales, el abultamiento

del segmento de localidades en “transición” rural-urbana, y la formación de ejes de

migración y corredores de transporte que utilizan principalmente la población

commuter.

Por último, la difusión urbana tiene que ver con el poblamiento en ámbitos periurbanos,

misma que es visible en la construcción de vivienda, de equipamientos recreativos y de

esparcimiento, de grandes infraestructuras y en la mejora de los medios de transporte

disponible. Con esto se presentan conurbaciones de localidades que previamente eran

independientes hacia ciudades centrales con una importancia económica o política

fundamental.

Métodos

El método de trabajo de este proyecto es mediante el análisis de indicadores

demográficos a nivel estatal y (tasas de mortalidad y fecundidad, esperanza de vida,

saldo neto migratorio) y de los municipal así como de las ciudades (edad mediana de la

población, fecundidad, crecimiento poblacional) que muestran los avances en la

transición demográfica en los últimos 20 años (1990 a 2010) y de indicadores

demográficos (crecimiento poblaciones y población total) que señalan el eminente

surgimiento de nuevas ciudades intermedias.

Las fuentes de recolección de datos son diversas, se usan principalmente los datos

censales, los obtenidos de la encuesta nacional de la dinámica demográfica y los

resultantes de las estadísticas vitales.

Se generaron para ello estimaciones poblacionales con base en la ecuación logística de

crecimiento poblacional que surgieron como insumos de una proyección por

componentes.

Los tres primeros capítulos muestran los resultados de Quintana Roo en el proceso de

transición demográfica, mientras que la última parte se enfoca en los indicadores que

muestran como se está dando la distribución y concentración espacial de la población

hacia ciertas ciudades.

Resultados

Se dividen los resultados en cuatro apartados básicos: la fecundidad, la mortalidad y

envejecimiento, el crecimiento poblacional y el surgimiento de ciudades. Además se

incluye un apartado final de consideraciones finales.

Fecundidad

La Tasa Global de Fecundidad (TGF), cual representa el número de hijos promedio que

una mujer tendría en el año de ajustarse a los patrones de fecundidad, muestra con datos

de las estadísticas vitales que Quintana Roo en 1990 una mujer entre 15 y 49 años tenía

un promedio 3.3 hijos, que significaban 1.2 hijos más que el reemplazo poblacional (2.1

hijos promedio por mujer), además de que era menor a lo observado para ese año en el

país que promedio era de 3.43 hijos, ahora bien, con datos de la ENADID de 1992 para

el periodo 1987- 1991 la TGF cambia ligeramente, ya que en la entidad era de 3.7 y en

este caso se encuentra sobre el promedio nacional, que según esta misma encuesta es de

3.5. Para el año 2000 la TGF con registros administrativos disminuye casi medio hijo

(2.8 hijos por mujer), aunque aun se encuentra sobre el reemplazo poblacional, aunque

no se tienen datos de las encuestas para ese año, es claro que en la ENADID de 1997 la

TGF para el periodo de 1992 a 1996 es inferior a la de estadísticas vitales por medio

hijo (3.20) . Para el año 2010 la TFG, con datos censales llega a 2.55 hijos por mujer, es

decir, 0.25 menos que con datos administrativos en el 2000, sin embargo, permanece

sobre del reemplazo población; por su parte la TGF de la ENADID del 2009 muestra

que para el lapso de 2006 a 2008 esta tiene un nivel de 2.3, es decir 0.2 hijos menos que

la censal.

En términos generales se encuentra que la fecundidad viene disminuyendo pero aun no

llega al nivel del reemplazo ni en las fuentes con más bajos niveles. En realidad se

proyecta que aunque siga bajando la fecundidad, lo haga cada vez menos, hasta que en

los próximos 20 años se estabilice en alrededor del reemplazo (CONAPO 2010). Esto

señala que se tendría un modelo típico latinoamericano de transición en el que la baja de

la fecundidad es fuerte pero no alcanza los niveles europeos.

Utilizando TGF por tamaño poblacional para el 2010 se encuentra que, en promedio, las

ciudades mayores de 100,000 como son Cancún, Playa del Carmen y Chetumal tienen

una fecundidad de 2.47; las localidades que se encuentran entre 15 y 99,999 habitantes

(Cozumel Tulum y Felipe Carrillo Puerto) tienen una fecundidad 2.58 y el resto de

localidades con menor población van de 2.82 a 2.86, es claro que entre más pequeñas

son las localidades del estado su TGF es mayor.

Al tomar, con las mayores reservar, las estadísticas vitales de 1990 a 2008 para calcular

las TGF de cada municipio se observa que, no sin fluctuaciones e incluso con

elevaciones esporádicas, la fecundidad, en los últimos 20 años, en todos los municipios

va en descenso. Además se encuentra que en la mayoría de los casos (a excepción de

Lázaro Cárdenas) los municipios preponderantemente urbanos, con las mayores

concentraciones poblaciones y con el turismo como su actividad económica dominante

(Benito Juárez, Cozumel, Isla Mujeres, Tulum y Solidaridad) se encuentran por debajo

de la fecundidad mostrada por los municipios preponderantemente rurales, con

localidades dispersas y con sus actividades económicas principales en la agricultura y

ganadería (José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto y Othon P. Blanco).

Figura 1. TGF de los municipios de Quintana Roo entre 1990 y 2008

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

0.00

1.00

2.00

3.00

4.00

5.00

6.00

7.00

COZUMEL

FELIPE CARRILLO PUERTO

ISLA MUJERES

OTHON P. BLANCO

BENITO JUAREZ

JOSE MARIA MORELOS

LAZARO CARDENAS

SOLIDARIDAD

TULUM

BACALAR

Fuente: Elaboración propia con base en estadísticas vitales (SINAIS 2010)

Analizando la edad a la fecundidad por medio de le edad media a la fecundidad se

encuentra que para los registros administrativos en 1990 es de 26.92 y en 1991 es de

27.05 años es decir ronda los 27 años, sin embargo, se encuentra que tiende a disminuir

hasta que en el último registro disponible 2009 es 26.40 años. En la ENADID de 2009

que registra el periodo de 2006 a 2008 la edad media del estado es incluso inferior ya

que alcanza los 25.5 años, que es poco más de un año inferior a la edad nacional que

registra las misma encuesta (26.6 años).

Utilizando los mismo datos de las estadísticas vitales se logró calcular le edad media a

la fecundidad para los últimos 20 años de cada municipio de la entidad. Con ello se

encontró que en tendencias generales en todo el periodo las edades a la fecundidad

fluctúan en un rango de 24 años a casi 29 años, aunque la concentración mayor estaría

entre los 25.5 y los 28 años. Sin embargo se observa que este rango tiende a hacer más

angosto a partir del 2004, lo cual podría ser inicio de una tendencia, ya el grueso de las

edades medias a la fecundidad en los municipios se hace cada vez más angosto al

disminuir el límite inferior, a poco menos de 26 años, y el límite superior, de los 27 y

medio a los 27 años, es decir, las mujeres tenderían a disminuir ligeramente su edad a la

fecundidad, lo cual podría estar influenciado por la incidencia de la fecundidad

adolescente en la entidad (9.3% de las mujeres con un hijo son menores de 19 años de

acuerdo al censo 2010, lo que representa el séptimo mayor porcentaje entre los estados

del país y 9.5% para 2000).

Figura 2. Edades medias a la fecundidad de 1990 a 2008 en los municipios de Quintana

Roo

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

24.00

24.50

25.00

25.50

26.00

26.50

27.00

27.50

28.00

28.50

29.00 QUINTANA ROO

COZUMEL

FELIPE CARRILLO PUERTO

ISLA MUJERES

OTHON P. BLANCO

BENITO JUAREZ

JOSE MARIA MORELOS

LAZARO CARDENAS

SOLIDARIDAD

TULUM

Fuente: Elaboración propia con base en estadísticas vitales (SINAIS 2010)

Mortalidad y envejecimiento

La mortalidad está descendiendo en la entidad. La Tasa de Mortalidad Infantil (TMI),

que es la de menores a un año, calculada con registros administrativos muestra que en

1990 de una intensidad de 22.4 muertes por cada 1000 hijos nacidos vivos ha bajado a

10.8 por cada mil en 2009, es decir, poco más de la mitad e incluso es inferior a la

proyectada por CONAPO (2005) que predecía que para esta último año sería de 12.6‰.

Mapa 1. Tasa de Mortalidad Infantil por Municipio, 2005

Fuente: Elaboración propia con base en el conteo 2005

En tanto que algunos municipios (mapa 1) la tasa es mucho menor, tal es el caso de

Cozumel y Benito Juárez, que se ubican la costa norte del estado, cuales tienen

defunciones de menores de 9.73 y 11.19 por cada mil nacidos vivos o por contrario muy

superior al promedio como sucede en Felipe Carrillo Puerto (32.34), Lázaro Cárdenas

(28.25) y José María Morelos (26.33) que se encuentran en el centro norte del estado.

Por otro lado, la esperanza de vida, que son los años de vida promedio que espera vivir

una persona, de Quintana Roo para el año de 1990, con datos censales, se encontraba en

71.02 años, que en el contexto nacional se consideraba por encima de la esperanza de

vida nacional por 0.6 años. En el año 2000 en Quintana Roo la esperanza se eleva a

74.18 años, es decir, crece 3.06 años, en tanto que la diferencia con el país disminuye a

0.2 años; finalmente, en el año 2010, no sin altibajos, la esperanza de vida en el estado

llega a 76.50 años, que representa una ganancia de más de 2 años con respecto a 2005 y

más de 5 años en referencia a 1990. Este progreso de la esperanza de vida muestra que

existe una disminución sustantiva en la mortalidad en el estado, lo cual es compatible

con un proceso de transición y con lo mostrado en el indicador de la Mortalidad Infantil.

En cuanto al envejecimiento para el 2010, con datos censales, el estado tiene una

mediana de 25 años y lo municipios más envejecidos son Cozumel con una media de

26.15 años, Isla Mujeres con 25.77 y Benito Juárez 25.67 años (los tres municipios

turísticos). Respecto a los ritmos de crecimiento de edad, el estado pasa de una edad

mediana de la población de 18.29 años en el año 1990 a 25.23 años en el año 2010, lo

que representa casi 7 años de envejecimiento, esto en términos de los umbrales (Vinuesa

2000), representa que en 20 años la población de Quintana Roo pasa de considerarse

preponderantemente joven a una población eminentemente adulta. En este

envejecimiento de los últimos 20 años algunas ciudades sobresalen: Chetumal de tener

una mediana 17.72 años en 1990 llega a 25.57 años en el año 2010, es decir, envejece

en 7.85 años y Cozumel envejece 6.07 años al pasar de 20.08 en 1990 a 26.15 años en

1990.

Figura 3. Pirámides poblacionales de Quintana Roo de 1990 a 2010

De 5 a 9 añosDe 10 a 14 añosDe 15 a 19 añosDe 20 a 24 añosDe 25 a 29 añosDe 30 a 34 añosDe 35 a 39 añosDe 40 a 44 añosDe 45 a 49 añosDe 50 a 54 añosDe 55 a 59 añosDe 60 a 64 añosDe 65 a 69 añosDe 70 a 74 añosDe 75 a 79 añosDe 80 a 84 añosDe 85 a 89 añosDe 90 a 94 añosDe 95 a 99 años

De 100 y más años

20 15 10 5 0 5 10 15 20

Quintana Roo 1990-2010

Mujeres 2010 Hombres 2010 Hombres 2005 Mujeres 2005 Mujeres 2000 Hombres 2000Mujeres 1995 Hombres 1995 Mujeres 1990 Hombres 1990

Fuente: Elaboración propia con base en los censos 1990, 2000 y 2010 y conteos 1995 y

2005

Es claro, a partir del censo de 1990 en adelante, este proceso de envejecimiento en el

estado. En la figura 3 es claro como la base se hace cada vez más angosta al pasar de

alrededor del 15% en 1990 a aproximadamente el 10% en 2010 y como las edades a

partir de los 30 años hasta los 64 años se empiezan a ensanchar en más del 3%.

En cuanto los indicadores de la expansión de las ciudades y de la distribución de la

población se observan los siguientes resultados

Crecimiento poblacional

El estado en términos de crecimiento, medido por la tasa de crecimiento exponencial,

muestra que entre 1990 a 1995 aumento en 7.10% su población; entre 1995 a 2000

aunque crece, lo hace en menor medida, 4.36%; entre 2000 a 2005 aumenta en 5.21% y

finalmente entre 2005 y 2010 aumenta en 3.10%. De una población de 493,277

habitantes al inicio de la observación pasa a 1,325,578 habitantes es decir que entre1990

y 2010 el estado aumento su población casi en 3 veces (2.7 veces), tiendo su

crecimiento más alto en los primeros 5 años de observación. Además a pesar de que se

observan crecimiento en cada lustro, existe una tendencia decreciente de la tasa de

crecimiento poblacional del estado.

Tabla 1. Tasa de crecimiento exponencial para el estado de Quintana Roo y sus municipios en los quinquenios entre 1990 y 2010

Tasa de crecimiento entre Quinquenios Multiplicador2005-2010 2000-2005 1995-2000 1990-1995 1990 a 2010

Quintana Roo 3.10 5.21 4.36 7.10 2.7Cozumel 1.57 3.74 4.27 6.90 2.3Felipe Carrillo Puerto 3.58 2.98 2.43 5.14 2.0Isla Mujeres 2.52 2.12 3.72 4.31 1.9Chetumal 2.00 2.36 1.09 4.03 1.6Cancún 3.53 5.64 5.80 11.44 3.7José María Morelos 2.39 1.97 1.96 5.58 1.8Kantunilkin 2.27 1.98 2.64 2.22 1.6Playa del Carmen 8.02 16.67 18.13 34.77 48.4Tulum 4.19 15.74 12.51 10.69 8.6

Fuente: Elaboración propia con base en los censos 1990, 2000 y 2010 y conteos 1995 y 2005

A nivel de las ciudades también se observa esta tendencia a disminuir su crecimiento.

Sin embargo, algunas de las ciudades tienen un comportamiento a destacar: Playa del

Carmen crece 34.77%, entre 1990 a 1995 y hasta 2005 su crecimiento superaba el 16%

y aunque desciende al 8.02% entre 2005 y 2010, con todo ello para último año datos

2010 aumentó su población 48.4 veces desde 1990, la mayor tasa observada en todo este

trabajo, Cancún entre 1990 y 1995 crece 11.44% y para el quinquenio 2000 a 2005 lo

hace en 5.6% y para el 2005 al 2010 3.53% con lo que multiplicó su población por 3.7

desde 1990 y Tulum crece 10.69% entre 1990 y 1995 mientras que entre 2000 a 2005 se

eleva en 15.7% y entre 2005 y 2010 lo hace en tan solo 4.19% con lo que multiplica por

8.6 su población desde 1990. Lo cual indica que más allá de lo que sucede en el estado

en ciertas ciudades el crecimiento sigue acelerado, al punto de que multiplican su

población original en corto tiempo (seis de las 9 principales ciudades multiplicaron su

población por más del doble entre 1990 y 2010).

Al observa los componentes de su crecimiento es notable que en Quintana Roo desde

1990 hasta el 2010 su crecimiento es principalmente originado por el crecimiento social

(inmigración) la ENADID señala que en 1992 se tenía un saldo neto migratorio de 318

mil personal que representaban el 55.1% de la población del estado, aunque la

diferencia cada vez se acorta más, lo cual, está originado fundamentalmente por una

disminución constante de la tasa de inmigración interestatal (de 4.65% en 1990 a 1.45%

en 2010). En 1990 de un crecimiento de 6.14%, 3.67% es por crecimiento social y

2.47% es por crecimiento natural, en el 2000 de un crecimiento de 5.05% 2.72 es social

y 2.33 es natural; finalmente para el 2010 de un crecimiento de 3.54%, 1.88% es social

y 1.65% es natural.

Al observar el factor de los orígenes de los habitantes del estado se encuentran algunos

elementos que revelan la dinámica de este crecimiento social.

Año Población Numero de Porcentaje de migrantes de la

Distribución de migrantes por rangos de años de permanencia

Censal Total Inmigrantes

población total 0 a 10 años

Más de 10 años

No especificado

1970 88,150 39,678 45.01 49.03 23.64 24.281980 225,985 93,971 41.58 67.02 21.09 11.891990 493,277 92,895 18.832000 874,963 123,574 14.122005 1,135,309 100,783 8.882010 1,325,578 143,899 10.86

Se encuentra que en 1970, se consideraban inmigrantes a cerca de 39 mil personas, de

las cuales un mayoría relativa (49.03%) tenía entre 0 y 10 años de residencia en el

estado y el 23.64% tenía más de 10 años de vivir en la entidad, sin embargo, una

cantidad importante de inmigrantes su tiempo de estadía era no especificado;

posteriormente en 1980 el número de migrantes términos absolutos se multiplicó, por

cerca de 2 veces (2.37), con lo cual llegaron a ser 93,971 inmigrantes en el estado, más

que población total de la entidad en 1970; en términos relativos esta cantidad representa

poco menos que los encontrados en 1970, aunque con una diferencia fundamental, casi

7 de cada 10 habitantes llegaron al estado en la última década. En los siguientes años

censados crecieron los inmigrantes en términos absolutos, no obstante, ante el

crecimiento poblacional estos disminuyeron su participación. En 1990 se encontraron

92,895 inmigrantes 0.99 veces más que en 1980, en 2000 pasaron a 123,574 inmigrantes

1.33 veces más que en 1990, en 2005 el conteo registra 100,783 advenedizos, 1.30

veces más que en 1990 y finalmente, en 2010 se reportan 143,899 personas que

llegaron a vivir al estado que representan 1.43 más que 2005. En términos generales

estos datos muestran el crecimiento de los migrantes pero a la vez una pérdida en su

ritmo de incremento y la disminución de su participación en el total de la población.

Ahora al analizar los orígenes principales de los migrantes aunque dominados por una

unos cuantos estados han cambiado de preponderancia. En los 90s los migrantes eran

principalmente de las entidades: Yucatán, el Distrito Federal, Veracruz y Chiapas; en

los dos mil a aunque sigue dominando Yucatán lo hace en menor medida y aumentan

sus participaciones Tabasco, Veracruz y Chiapas mientras el Distrito Federal se

mantiene igual que el decenio anterior, finalmente, en los 2010 Yucatán, Tabasco,

Distrito Federal y Chiapas prácticamente igualan su proporción de orígenes de los

migrantes. Con ello se encuentra que al principio es claro que la región recibe una gran

afluencia de población de la ciudad más grande del país ubicada en el Distrito Federal,

la Ciudad de México, solo superada por la entidad vecina, Yucatán, con fuertes lazos

culturales. Esto luego cambia y Quintana Roo se vuelve más bien un receptor de la

región sur-sureste del país. Esto indica que probablemente la entidad de estudio y sus

ciudades fueron en gran parte de la desconcentración poblacional de la metrópolis

central.

Surgimiento de ciudades

Como consecuencia de lo anteriormente descrito y a pesar de los descensos en sus

ritmos, los crecimientos demográficos vertiginosos han provocado que algunas ciudades

menores empiecen a volverse centros urbanos de peso, lo que ha provocado suficiente

presión para se conviertan en municipios, ya sucedió con Solidaridad en los 90s y

Tulum en los dos mil, ahora en 2010 Bacalar (antes del municipio Othon P. Blanco) se

convirtió en el decimo municipio y existen proclamas de los habitantes de Puerto

Morelos, perteneciente a Benito Juárez, hacia la conformación de su propio municipio.

Al observar la concentración de población en 1990 esta mayoritariamente (60%)

habitaba en los municipios de Benito Juarez (donde se ubica Cancún) y Othon P. Blanco

(donde se encuentra Chetumal), aunque principalmente en el primer municipio, sin

embargo, el crecimiento de Benito Juárez provocó, en los siguientes 15 años, una

concentración de población, hasta que ya en 2010 un tercer municipio, Solidaridad,

surge como un concentrador de la población al tener el 12.02% y Tulum, con su

crecimiento, empieza figurar en el panorama con el 2% y junto con otras localidades

como Puerto Morelos, Bacalar y Mahaual, amenaza en volverse una ciudad con un

importante peso poblacional debido a su crecimiento poblacional.

En 1990 en el estado solamente Cancún era una ciudad media (entre 100,000 y un

millón de habitantes); Cozumel y Chetumal eran ciudades pequeña (15,000 a 99,999

habitantes) y el resto eran comunidades rurales (aunque 5 eran superiores a 2,500

habitantes). Para 1995 Chetumal alcanza la categoría de ciudad mediana y Playa del

Carmen y Felipe Carrillo puerto se convierten en ciudades pequeñas. A pesar de los

crecimiento señaladas para 2000 la clasificaciones de ciudades se conservan. En 2005

Playa del Carmen se convierte en una ciudad mediana y Tulum está muy cerca de

considerarse una ciudad pequeña. En 2010 aun no es posible asegurar clasificación

alguna pero Isla Mujeres y, por fin Tulum es muy probable que se hayan convertido en

ciudades pequeñas. Adicionalmente, de acuerdo con estimaciones propias con la tasa de

crecimiento exponencial, se calcula que de mantenerse sus crecimientos, Tulum y

Cozumel se sumarán a las ciudades medianas entre 2019 y 2025 respectivamente y

Kantunilkin y José María Morelos alcanzaran ser ciudades pequeñas para 2040 y 2023

respectivamente, aunque se espera que localidades como Puerto Morelos, Bacalar y

otras alcancen poblaciones urbanas en relativamente corto tiempo.

Otra manera de ver esta concentración de la población es mediante el siguiente cuadro,

en el que se observa entre 1970 y 2010 en la distribución por tamaño de localidad.

Población por tamaño de localidad (límites de tipos de ciudades) 1970 y 2010

1970 % 2010 % 1 a 2499 (poblados) 55 944 63.46 157,058 13.502500 a 99,999 (ciudades pequeñas) 32 206 36.54 77,236 6.64100,000 a 999,999 (ciudades medias) 0 0.00 929,472 79.871000000 y mas (ciudades grandes) 0 0.00 0 0.00

88 150 100.00 1,163,766

100.00

Fuente: Elaboración propia con base en los censos 1990, 2000 y 2010

De esto es notorio que en 1970 la mayoría de la población se encontraba habitando

localidades menores a 2500 habitantes y que ninguna de las localidades sobrepasaba los

100, habitantes. La situación cambia radicalmente en el 2010 donde sol el 13.50% de la

población habitaba en localidades menores a 2500 habitantes y la gran mayoría el

79.87% vive en localidades mayores a 100,000 habitantes pero menores a un millón.

En el siguiente mapa se muestra la distribución de las ciudades por tamaño poblacional

en la geografía de la entidad, con lo cual se observa la dispersión territorial.

Mapa 2. Localidades por tamaño poblacional

Fuente: Elaboración propia con base en el censo 2010

Con este mapa queda claro que los grandes núcleos poblacionales del estado se

encuentran en el norte del estado, con la excepción de la localidad de Chetumal y sus

alrededores que se encuentran en el extremo sur. Otro rango característico es que en el

sur del estado se concentra una mayor cantidad de localidades menores a 2500

habitantes que en el norte, lo que señalaría que es en esa zona sur es donde existe una

mayor dispersión espacial de la localización de los lugares donde habitan las personas.

Una característica relevante más es que en el norte las concentraciones poblacionales se

ubican en su mayoría en las costad mientras que en el sur es están ocupan la parte

central y oeste del estado.

Consideraciones finales

El estado de Quintana Roo se encuentra en estadio donde viene de un alto crecimiento

poblacional que empieza a descender, pero que en su dinámica demografía pueden

rastrearse ciertas características clave:

- La fecundidad en la entidad aunque está en franco descenso no llega a estar debajo

del reemplazo poblacional, lo cual podría estar explicado fundamentalmente por la

fecundidad adolescente que en términos generales se ha mantenido en los últimos 10

años, lo que además, podría estar explicando porque la edad a la fecundidad está

descendiendo. Sin embargo existen al menos tres municipios que podrían estar ya por o

muy cerca al reemplazo lo cual indicaría que el estado podría estar más cerca que las

proyecciones indican.

- La mortalidad va bajando lo que se refleja en el aumento de la esperanza de vida, en

el envejecimiento y principalmente, sin descartar por completo la influencia de la

migración, en el estrechamiento del peso de las edades más jóvenes de la población y

del ensanchamiento principalmente de las edades entre los 30 a los 64 años

principalmente.

- Esta disminución más fuerte de la mortalidad y menor de la fecundidad es

característica del modelo de transición demográfica latinoamericana. Además esta

diferencia provoca crecimiento poblacional del llamado natural.

- A la par de este comportamiento se observa un alto crecimiento poblacional que

aunque viene a la baja aun se puede considerar mayor al que tiene la mayoría de los

estados de la república. Este crecimiento, aunque en parte se debe a la mencionada

diferencia entre la mortalidad y la fecundidad, en realidad se origina en un gran saldo

neto migratorio positivo. El saldo es más fuerte en algunas ciudades que otras, como ha

sido el caso de Playa del Carmen, Cancún o en los últimos tiempos en Tulum, en las que

se ha multiplicado la población por más de 3 veces en los últimos 20 años.

- Todas estas tendencias empujan el surgimiento de ciudades en la entidad. En los

últimos 20 años el dominio de Cancún como ciudad principal ha venido menguando.

Ciudades como Playa del Carmen han pasado de ser pequeñas localidades a ciudades

intermedias, otras como Chetumal o Cozumel se han consolidado como ciudades

medias y pequeñas respectivamente y otras más como Tulum o Puerto Morelos están

creciendo a ritmos que auguran que en relativamente poco tiempo se volverán ciudades

con un peso importante en el estado.

- Al final se observa un proceso de concentración-dispersión, en el que por un lado, se

concentran los habitantes en una cantidad menor de localidades urbanas, generalmente

en el norte de la entidad, y por el otro lado se multiplica el número de localidades

pequeñas, generalmente en el sur.

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