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1 XI. EL CASO DE MÉXICO A. Dimensiones y contexto 1. Población a) Habitantes Su espacio geográfico es de casi dos millones de kilómetros cuadrados y una población cercana a los 100 millones de habitantes. El programa de conteo realizado en 1997 arrojó resultados de 93,7 millones, colocándose en la posición 11, entre todos los países, con un índice de natalidad del 1.4 % anual, que contrasta con el 2.4% de los años sesenta. En cuanto a su composición, el 48.7% son hombres y el 51.3% son mujeres. Hay mayor natalidad y mayor mortalidad de varones y la población en general se puede considerar como joven. Se destaca en ese contexto que en las edades más jóvenes es mayor la proporción masculina, revirtiéndose la situación conforme se pasa a grupos de edad mayor. Así, en 1997, la proporción de menores de 15 años era de 34.9%, en tanto que en 1970 la cifra fue de 46.2%. Asimismo, la edad media en 1997 fue de 22 años, frente a 16 en 1970. Por el contrario, la proporción de personas de 65 años y más es reducida, del orden de 4.9% en 1997; sin embargo la cifra es superior a la de 1970, cuando fue de 3.7%. México cuenta con una importante población indígena. De acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional Indigenista (INI), realizadas con base en cifras del XI Censo General de Población y Vivienda de 1990 y del Conteo de población de 1995 del INEGI, en la actualidad dicha población supera los 10 millones de indígenas, en 24 estados de la República, quienes hablan más de 80 lenguas y variantes dialectales. Dicha población se agrupa además en 62 etnias, cada una de las cuales representa una cultura milenaria. Sin embargo, como resultado en buena medida del aislamiento y la dispersión de la mayoría de sus asentamientos, los pueblos indígenas padecen graves rezagos que disminuyen su bienestar y limitan su desarrollo -el 83% de los 803 municipios cuya población es predominantemente indígena fueron clasificados como de marginación alta o muy alta. 2. Aspectos Económicos En 1998, el Producto Interno Bruto (PIB) de México ascendió a 414,986.4 millones de dólares. La participación por sectores fue: el agropecuario 5.4%; el industrial 29.1%, donde las manufacturas constituyen el 75.3% de su valor; y el sector de los servicios 65.6%, sobresaliendo comercios, restaurantes y hoteles con un 31.9%. Por otra parte, la producción de petróleo crudo fue de 3 millones de barriles diarios.

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XI. EL CASO DE MÉXICO A. Dimensiones y contexto 1. Población a) Habitantes Su espacio geográfico es de casi dos millones de kilómetros cuadrados y una población cercana a los 100 millones de habitantes. El programa de conteo realizado en 1997 arrojó resultados de 93,7 millones, colocándose en la posición 11, entre todos los países, con un índice de natalidad del 1.4 % anual, que contrasta con el 2.4% de los años sesenta. En cuanto a su composición, el 48.7% son hombres y el 51.3% son mujeres. Hay mayor natalidad y mayor mortalidad de varones y la población en general se puede considerar como joven. Se destaca en ese contexto que en las edades más jóvenes es mayor la proporción masculina, revirtiéndose la situación conforme se pasa a grupos de edad mayor. Así, en 1997, la proporción de menores de 15 años era de 34.9%, en tanto que en 1970 la cifra fue de 46.2%. Asimismo, la edad media en 1997 fue de 22 años, frente a 16 en 1970. Por el contrario, la proporción de personas de 65 años y más es reducida, del orden de 4.9% en 1997; sin embargo la cifra es superior a la de 1970, cuando fue de 3.7%. México cuenta con una importante población indígena. De acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional Indigenista (INI), realizadas con base en cifras del XI Censo General de Población y Vivienda de 1990 y del Conteo de población de 1995 del INEGI, en la actualidad dicha población supera los 10 millones de indígenas, en 24 estados de la República, quienes hablan más de 80 lenguas y variantes dialectales. Dicha población se agrupa además en 62 etnias, cada una de las cuales representa una cultura milenaria. Sin embargo, como resultado en buena medida del aislamiento y la dispersión de la mayoría de sus asentamientos, los pueblos indígenas padecen graves rezagos que disminuyen su bienestar y limitan su desarrollo -el 83% de los 803 municipios cuya población es predominantemente indígena fueron clasificados como de marginación alta o muy alta. 2. Aspectos Económicos En 1998, el Producto Interno Bruto (PIB) de México ascendió a 414,986.4 millones de dólares. La participación por sectores fue: el agropecuario 5.4%; el industrial 29.1%, donde las manufacturas constituyen el 75.3% de su valor; y el sector de los servicios 65.6%, sobresaliendo comercios, restaurantes y hoteles con un 31.9%. Por otra parte, la producción de petróleo crudo fue de 3 millones de barriles diarios.

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Según los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo para 1997, el 56.6% de la población de 12 años y más, pertenece a la Población Económicamente Activa (PEA), la cual asciende a 38.344.658 personas. 3. Educación a) Matrícula De la población de 15 años y más en el ciclo escolar septiembre de 1997 a agosto de 1998, se registró en México 10.6% de analfabetas. No se tienen datos sobre analfabetismo funcional. En el mismo ciclo 1997-1998, el 92.2 % de la población de 6 a 14 años asistía a la escuela; por otro lado, en el ciclo escolar 1997-1998 la matrícula de alumnos de preescolar ascendió a 3,3 millones; a 14,6 millones la población en las escuelas primarias; a 4.9 millones en las secundarias básicas. El número de egresados fue de 1.9 millones en el nivel básico; 2.6 millones en el nivel medio superior y 1.5 millones en el nivel superior. Respecto a la Educación Media Superior, ésta se duplicó en los últimos 20 años y ahora rebasa los 2.345.000 estudiantes; el 90 % de los mismos estudia en planteles públicos. Se calcula que durante el ciclo 1998-1999, que el porcentaje de participantes en capacitación para el trabajo alcanzó el 3% del total de la matrícula del Sistema Educativo Nacional, la cual fue de 28,5 millones de educandos, mientras que la educación media superior alcanzó el 10%.

Gráfico No. 1México. Distribución de la PEA según sector de actividad

económica.1996

4.515.1

58.4

22.3

PatronosAsalariados sector públicoAsalariados sector privadoTrabajadores por cuenta propia

3

407.000 estudiantes de educación media superior cursan opciones terminales; más de 200.000 de estos estudiantes lo hacen en el CONALEP que tiene distribuidas 262 escuelas en todo el territorio Nacional. b) Población Económicamente Activa, PEA, y Educación Con base en a Encuesta Nacional de Empleo Urbano (ENEU), a enero del 2000 la tasa de desempleo abierto (TDA) se ubicó en 2.3% de la PEA total, que es el nivel más bajo registrado desde 1985. En México, durante el período estudiado y a pesar del repunte verificado desde principios de 1995, los niveles de desempleo han permanecido relativamente bajos si se les compara con los observados en algunos otros países; la Tasa de desempleo abierto1 solamente en una ocasión ha superado el 7% de la población económicamente activa y en general ha oscilado en torno al 3.5% (excepto durante los meses de la crisis). Por sexo, se tiene que la TDA de las mujeres fue del 2.5% en enero del 2000, mientras que para los hombres alcanzó el 2.2%. Los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que en 1999 la actividad económica permitió la generación de 488.071 empleos permanentes netos y 212.479 empleos eventuales, a diciembre de ese año. De modo tal que al 31 de diciembre de 1999 el total de afiliados al IMSS se ubicó en 10.628.931 asegurados permanentes. Los datos reportados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) indican que la Industria maquiladora de exportación presentó durante 1999 una tasa de crecimiento anual del 15.2%. En 1997 se estimaron 36,5 millones de trabajadores en el mercado laboral mexicano de los cuales el 74% de los mismos no tiene estudios de secundaria terminados; otro dato interesante es que sólo el 15% han recibido cuando menos un curso de capacitación en el transcurso de su vida laboral. El 70% de los trabajadores activos tiene menos de 40 años; eso significa que en 15 o 25 años no habrá una movilidad significativa de la fuerza de trabajo. Por otra parte la población menor de 18 años es de 46.304.782 personas, ello obligará a que en los próximos 10 años se tomen acciones para fomentar el empleo, ya que se calcula, que aproximadamente 27 millones de personas, la gran mayoría de ellos jóvenes, demanden empleo. Esto también implica un gran reto educativo, pues de acuerdo a las tendencias no solo es formar para un determinado puesto de trabajo sino que se está exigiendo mayor plurifuncionalidad y más calidad en la formación de las nuevas generaciones. Eso implica cambios sustantivos en el sistema educativo correspondiente, otro gran reto educativo es elevar la eficiencia terminal en todos los niveles educativos; por ejemplo, de cada 100 niños 1 Estimada conforme a los criterios de la OIT, resulta de dividir el total de personas desocupadas, pero que buscan activamente un empleo entre la población económicamente activa.

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que ingresaron a la educación primaria en 1981-1982, sólo el 3.7% logró concluir una educación superior, la educación media básica y media superior también tiene sus grandes problemas a resolver. En 1997 los egresados de licenciaturas sumaron 134.053 contra sólo 25.800 de egresados técnicos, incluyendo a los de CONALEP. Esto no concuerda con las necesidades de formación de técnicos medios demandados en años anteriores y recientes. Otro problema en la eficiencia terminal es que 58 de cada 100 estudiantes de bachilleratos técnicos concluyen sus estudios, observándose los más altos índices de deserción en el primero y en el segundo semestres; este problema se agrava si se considera que en los dos primeros semestres hay más materias de formación general o básica que de formación ocupacional. Esto también tiene un fuerte despilfarro económico si se considera que aproximadamente el costo por año por estudiante es de $12,000.00 (US$1,350); otro problema a resolver en la formación de los recursos humanos es que los alumnos egresados del bachillerato tienen problemas para ingresar al nivel superior; en 1997 de 1.344.747 egresados sólo obtuvo un lugar el 53%. A nivel nacional, la tasa de analfabetismo se redujo a menos del 10%, mientras la escolaridad promedio de la PEA alcanza los 7.7 años, mientras que en 1960 era de apenas 2.6 grados (cuadro no. 1). A pesar de esto, persisten grandes disparidades entre las regiones de mayor población y las zonas más alejadas del centro del país. De esta manera, mientras en el Distrito Federal la cantidad de años promedio de la PEA alcanzó los 10.2 para 1999 y en Nuevo León 9.5, en regiones como Chiapas y Oaxaca se mantienen en 5.7, muy por debajo de la media nacional.

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Cuadro No. 1 Grado de escolaridad promedio de la población de 15 años y más

Entidad Federativa 1960 1970 1980 1990 1999e/

Promedio Nacional 2.6 3.4 4.6 6.5 7.7 Aguascalientes 3.0 3.5 4.7 6.7 8.2 Baja California 3.8 4.3 5.4 7.6 8.7 Baja California Sur 3.4 4.1 5.3 7.4 8.4 Campeche 2.6 3.2 4.1 5.8 7.2 Coahuila 3.5 4.1 5.2 7.3 8.3 Colima 2.7 3.3 4.9 6.6 7.8 Chiapas 1.2 1.8 2.5 4.2 5.7 Chihuahua 3.3 3.9 4.9 6.8 7.7 Distrito Federal 5.0 5.8 7.0 8.8 10.2 Durango 2.8 3.4 4.3 6.2 7.0 Guanajuato 1.7 2.2 3.3 5.2 6.6 Guerrero 1.0 1.9 2.9 5.0 6.2 Hidalgo 1.6 2.3 3.4 5.5 6.4 Jalisco 2.5 3.4 4.5 6.5 7.4 México 2.0 3.3 5.0 7.1 8.2 Michoacán 1.6 2.2 3.4 5.2 6.5 Morelos 2.4 3.8 4.6 6.8 8.1 Nayarit 2.3 3.0 4.4 6.1 7.2 Nuevo León 4.1 4.8 6.0 8.0 9.5 Oaxaca 1.2 1.9 2.8 4.5 5.7 Puebla 1.9 2.7 3.7 5.6 6.7 Querétaro 1.4 2.3 3.8 6.1 7.6 Quintana Roo 2.4 3.0 4.1 6.3 7.9 San Luis Potosí 1.8 2.6 3.7 5.8 7.1 Sinaloa 2.4 3.2 4.5 6.7 8.2 Sonora 3.3 4.1 5.2 7.3 8.3 Tabasco 1.9 2.8 3.9 5.9 7.7 Tamaulipas 3.4 3.9 5.0 7.0 8.1 Tlaxcala 2.1 3.1 4.2 6.5 7.8 Veracruz 2.0 2.7 3.6 5.5 7.0 Yucatán 2.6 3.0 3.8 5.8 6.8 Zacatecas 1.9 2.6 3.8 5.4 6.8 Fuente: Las cifras de 1960, 1970, 1980 y 1990 corresponden a los Censos de Población respectivos. e/Cifras estimadas. La distribución de la PEA ocupada por el nivel de escolaridad, indica que los mayores porcentajes se ubican en los niveles de primaria completa y secundaria o prevocacional (cuadro no. 2). Por sexo, los hombres se ubican principalmente en los dos niveles anteriores, mientras que en el caso de las mujeres, llama la atención el hecho de que el porcentaje más alto se ubica en el nivel de carreras subprofesionales (22%) en contraste con los hombres (6%), lo cual es indicativo de que éstas son más valoradas por las mujeres.

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Cuadro No. 2 Educación de los trabajadores ocupados con edades de 12 a 65 años,

distribución por nivel de escolaridad, porcentajes* México, segundo trimestre de 1993

Hombres Mujeres Nivel educativo (punto medio años) Todos Jefes Todas Esposas Sin instrucción (0) Primaria incompleta (3) Primaria completa (6) Secundaria o prevocacional (8) Carreras subprofesionales (11) Preparatoria o equivalente (11.5) Carreras profesionales-medios (14) Carrera profesional o superior (15.5) Capacitación para el trabajo* Total

5142124

611

118

1

100

6162218

691

211

100

5 11 17 17 22

7 2

16 3

100

313171323

62

194

100Fuente: Estudio sobre la Situación Ocupacional y Niveles de Ingreso de los Trabajadores en Relación con su Educación y Capacitación. STPS, 1997. *Trabajadores que no especificaron correctamente una educación formal. En el siguiente gráfico se aprecia mejor la distribución de la PEA, según nivel de instrucción:

Gráfico No. 2México. Distribución de la PEA según nivel de

instrucción (datos en porcentaje). 1997

9.4

39.6

29.4

21.6

Sin instrucciónEducación primariaEducación secundariaEducación superior

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En la interpretación de las tendencias recientes es importante tener como telón de fondo la crisis económica que se inicia en el país a principios de los ochenta y se agrava a fines de 1994, después de un corto periodo de recuperación parcial de algunos indicadores económicos. Entre 1982 y 1986 la economía mexicana presentó varios síntomas de crisis y recesión: reducción del crecimiento del producto interno bruto (PIB), devaluación de la moneda, inflación elevada y fuerte contracción salarial. Para enfrentar la crisis se adoptaron políticas de estabilización y ajuste orientadas a disminuir el déficit fiscal, promover las exportaciones y controlar la inflación. Asimismo, hacia finales de los años ochenta se pusieron en marcha en forma más sistemática diversas medidas de política económica que han llevado a reorientar el modelo de desarrollo mexicano hacia el mercado externo; entre 1989 y 1992 se logró un crecimiento de 3% del PIB y un cierto control de la inflación. Sin embargo, a partir de fines de 1994 se reinician las dificultades económicas, con resultados aún más drásticos que en los ochenta: crecimiento negativo del producto, repunte de la inflación, reducción de los salarios reales y aumento del desempleo2. Se puede dividir el periodo 1987-1993 en tres fases: recesión, recuperación y crisis3. Fase I: 1986 y 1987 fueron años de una profunda recesión enmarcada en la incertidumbre del éxito de los programas de estabilización y reforma. La crisis de la balanza de pagos a mediados de 1985 condujo a medidas extremas de contracción que fueron socavadas con la caída de 50% en los precios del petróleo en 1986. El PIB cayó en 3.8% y los salarios en la manufactura cayeron otro 5.9%. Antes de que se diera la recuperación, los salarios reales habían caído 39% acumulado desde el principio de la crisis. La recesión tuvo un efecto depresivo sobre los ingresos durante 1987, los cuales, en todos los sectores, muestran una gran flexibilidad a la baja. Durante este período, México se embarcó en un primer oleaje de una drástica liberalización comercial: desde 1985 a 1990 las tarifas máximas de importación cayeron 50% mientras que las licencias de importación lo hicieron a la cuarta parte de los niveles previos. Sin embargo, la depreciación del peso y los salarios deprimidos proveyeron, inicialmente, alguna protección. Fase II: el crecimiento económico inició una moderada recuperación de 1.86% en 1987, que llegaría a un máximo de 4.46% en 1990. En diciembre, con el Pacto de Solidaridad Económica, una concertación entre gobierno federal y representantes de los sectores obrero y empresarial, fue implementada una política integral de ingresos apoyada en la reducción del déficit fiscal, una estricta política monetaria y la liberalización comercial. El Pacto redujo con éxito la inflación a 1.2% mensual en el segundo semestre de 1988. Aunque el crecimiento del empleo fue moderado y estuvo fuertemente concentrado en el sector de la construcción, en 1990 el desempleo abierto cayó a 2.6%, su nivel más bajo desde 1976.

2 Durante 1995, el producto interno bruto disminuyó en casi 7%, el peso se devaluó en 44%, y la inflación alcanzó cifras cercanas a 52%. El desempleo abierto urbano fue de 7.6% en agosto del mismo año y los niveles de ingreso de la población activa se mantuvieron a niveles extremadamente reducidos (27 y 42% de la fuerza de trabajo masculina y femenina, respectivamente, era no remunerada o recibía ingresos por debajo del salario mínimo). 3 Maloney William F. Estructura del mercado de trabajo en los países menos desarrollados. Evidencia de series de tiempo sobre diferentes perspectivas. En: Memoria del Seminario de Investigación Laboral. El Sector Informal. Programa de impulso a la Investigación Laboral 1996-2000.

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Como lo muestra la gráfica 3, desde 1988:1 a aproximadamente 1990:3, los ingresos en todos los sectores crecieron concomitantemente con la contracción del mercado laboral, especialmente en los sectores de autoempleo y contractual en los que se elevó por encima del 30%. En 1990 el gobierno inició pláticas para un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos de América. Fase III. La economía comenzó a debilitarse de 1992 a 1993 con tasas de crecimiento demasiado lentas de 0.45% en 1993, sostenidas Únicamente por el continuo crecimiento en los sectores no manufactureros. La medida oficial del desempleo se elevó nuevamente a 3.4% a medida que las manufacturas expulsaron trabajadores y se redujo la creación de empleos en los sectores de la construcción y el comercio. Los salarios en todos los sectores informales disminuyeron en términos absoluto y relativo con respecto a los salarios del sector formal, los cuales se estancaron. En la década que abarca los años de 1985 a 1995 ocurrieron tres sucesos que afectaron al mercado laboral en forma crucial: la liberalización de la economía, principalmente con la apertura comercial, pero también la desregulación y la privatización; la serie de planes de estabilización macroeconómica con sus grandes ciclos de tipo de cambio real y, en consecuencia, de salario real; y el incremento en los impuestos a la nómina. Es en particular este último aspecto el que tiene las mayores implicaciones para la seguridad social debido a que está estrechamente vinculado con el mercado laboral. 4. Cambios previos a los ochenta Un rasgo distintivo del mercado de trabajo en México hasta 1970 fue la escasa presencia de las mujeres en comparación con los varones. La expansión de las actividades industriales y de servicios -durante dos décadas de desarrollo estabilizador- llevó principalmente a la ampliación de las oportunidades de empleo asalariado para la población masculina. En 1950, únicamente 13% de las mujeres mexicanas de 12 años y más se declararon como económicamente activas. En esta época, la Ciudad de México presentaba los niveles más elevados de participación económica femenina en el país, y las mujeres de 15 a 19 años de edad eran las que tenían mayor presencia en el mercado de trabajo. Entre 1950-1970, la participación femenina sólo asciende ligeramente y alcanza 16% en 1970. Todavía es elevada en la Ciudad de México y también gana importancia en las otras dos grandes áreas metropolitanas (Guadalajara y Monterrey) y en algunas localidades del sistema urbano capitalino. La reducida participación económica femenina en esta época era resultado, tanto de las menores oportunidades de empleo disponibles para las mujeres, como de la baja escolaridad y alta fecundidad de la población. Asimismo, los niveles salariales de la mano de obra en los años de expansión del proceso de industrialización permitían que una familia pudiera mantenerse con más frecuencia con un solo salario por hogar. En este contexto, las mujeres -en especial las madres y las esposas- pertenecientes a los sectores populares se dedicaban principalmente a las labores del hogar y a la crianza de los hijos. Las mujeres jóvenes (15 a 24 años) presentaban mayores niveles de participación en la economía, pues eran las que

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tenían una escolaridad más elevada y mejores posibilidades de ingresar a los empleos asalariados que se creaban en la industria y en los servicios modernos en expansión. En contraste con las décadas de los cincuenta y sesenta, en los años setenta las mujeres empiezan a acelerar su entrada al mercado de trabajo: la tasa de participación económica femenina se eleva a 21.5% en 19794. En ese mismo año, la participación masculina se mantiene en niveles cercanos a lo alcanzado en 1970. En lo que respecta a los contextos urbanos, las mujeres presentan mayores tasas de participación en aquellos con una demanda específica de fuerza de trabajo femenina y no necesariamente en las ciudades con economías más dinámicas y con mayores niveles de participación masculina. Esto se debe a la expansión de actividades económicas muy heterogéneas que han tenido importancia en distintos momentos históricos: producción familiar y artesanal en pequeña escala, expansión de industrias tradicionales intensivas en mano de obra y procesos de subcontratación de trabajo a domicilio por parte de medianas y grandes empresas. También hay que tener en cuenta la expansión del comercio y de los servicios, resultado de la urbanización e industrialización del país, y la instalación de empresas maquiladoras de exportación, en especial a partir de mediados de los setenta. Hacia 1980, las áreas metropolitanas del centro (Ciudad de México y Guadalajara) se reafirmaban como contextos de gran expansión económica y por tanto de elevada presencia femenina y masculina en los mercados de trabajo. Asimismo, otros centros comerciales y turísticos del sur y sureste del país se caracterizaban por tener elevados niveles de participación laboral femenina. Sin embargo, los más altos niveles de empleo para las mujeres se presentaban en algunas ciudades norteñas, sobre todo en las fronterizas con un importante desarrollo de empresas maquiladoras (Ciudad Juárez y Matamoros). 5. El trabajo femenino en los ochenta y principios de los noventa La década de los ochenta -años de crisis y reestructuración económica- se caracteriza por una creciente presencia de las mujeres en la actividad económica, la cual sigue en aumento en lo que va de los años noventa. Estudios sobre varios países de América Latina también apuntan en la misma dirección. a) Diferencias por sexo Como se aprecia en la gráfica no. 1 y su cuadro respectivo, en México, al igual que en la mayoría de las economías del orbe, existe una tendencia creciente en la participación relativa de la mujer en el mercado de trabajo, y decreciente en el caso de los hombres.

4 Esta cifra muestra un incremento de casi 35% en relación con 1970, aunque hay que tener en cuenta que se trata de una estimación alta, proveniente de una encuesta, en comparación con los niveles más bien bajos registrados por el IX Censo de Población.

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Gráfica No. 1

Distribución porcentual por sexo de la PEA ocupada asalariada,1987-1993

0

10

20

3040

50

60

70

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993

AÑOS

%hombresmujeres

Fuente: Elaborada con datos del INEGI. Encuesta Nacional de Empleo Urbano, 1987-1993, terceros trimestres.

Cuadro No. 3

Distribución porcentual por sexo de la PEA ocupada asalariada, 1987-1993 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993

Hombres 66.3 66.5 65.8 65.2 64.8 64.2 63.6 Mujeres 33.7 33.5 34.2 34.8 35.2 35.8 36.4

Total 100 100 100 100 100 100 100 Fuente: Elaborado con datos del INEGI. Encuesta Nacional de Empleo Urbano, 1987-1993, terceros trimestres.

La participación femenina se elevó del 21.5% en 1979 al 31.5% en 1991 y 34.5% en 19955. El aumento de la presencia femenina en el mercado de trabajo se da en casi todas las edades (cuadro no. 3). Es importante destacar que en los ochenta se registró un cambio en el perfil de la participación femenina por edades que se mantiene hacia mediados de los noventa. En 1970 y 1979, la presencia femenina en la actividad económica presentaba el nivel más elevado entre los 20 y 24 años; en 1991 entre los 35 y 39 años, y en 1995 entre los 25 y los 39 años de edad. Este cambio indica que las mujeres mexicanas no están abandonando el mercado de trabajo después de unirse o tener sus primeros hijos, como lo hacían en años anteriores. Más bien, las unidas conyugalmente y con hijos han recurrido a diferentes estrategias para desempeñar actividades laborales además de sus responsabilidades domésticas. Este proceso ha sido estimulado en parte por la mayor necesidad económica que se ha agravado con las crisis y reestructuraciones de los últimos lustros; el resultado ha sido la incorporación de integrantes adicionales de los hogares al mercado de trabajo. El incremento de la participación femenina en los años de crisis de los ochenta estuvo vinculado tanto a la expansión de las actividades no asalariadas en el terciario como a la ampliación de la demanda por mano de obra femenina en las industrias maquiladoras en la frontera norte del país. 5 La participación económica masculina pasa de 71 en 1979 a 77.7 y 78.2% en 1991 y 1995, respectivamente.

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En cambio, en la segunda mitad de la década, los aumentos en la presencia económica de hombres y mujeres se concentran en las grandes áreas metropolitanas del país y en unas pocas ciudades en la región norte. En los años noventa, la presencia femenina en los mercados de trabajo sigue siendo más elevada en las grandes ciudades (localidades de 100 mil y más habitantes), las cuales ofrecen mayores oportunidades de trabajo extradoméstico para las mujeres. Esta alta participación se da entre las mujeres de 20 a 54 años de edad y se mantiene independientemente del estado civil y de la presencia de los hijos. En síntesis, durante la primera mitad de los noventa sigue el aumento de la participación económica de las mujeres con baja escolaridad, unidas conyugalmente y con hijos que se inició desde los ochenta; pero todavía son las solteras, sin hijos y con mayores niveles de escolaridad, las que presentan mayores niveles de incorporación laboral. Lo anterior se debe a las tendencias seculares de modernización y urbanización del país -que se siguen manifestando en cierta medida aun en épocas de crisis-, así como a la prevalencia del credencialismo en el desempleo de muchas ocupaciones, y a las políticas empresariales de preferencia por la contratación de mujeres solteras. 6. La presencia femenina en la actividad industrial En los años cincuenta y sesenta tiene lugar una clara expansión del proceso de industrialización mexicano, el cual fue muy dinámico en términos de absorción de mano de obra. En estos años el empleo en el sector manufacturero creció a tasas más elevadas que las correspondientes al sector terciario en su conjunto. En cambio, en la década de los setenta se presentaron los primeros síntomas de agotamiento del modelo de desarrollo por sustitución de importaciones, y se rompió el curso sostenido y estable del crecimiento económico en el país. La ocupación en el sector manufacturero siguió aumentando, pero el terciario se expandió a ritmos superiores a los del secundario. En los años ochenta la industria nacional ha sido especialmente afectada por la desactivación económica. Entre 1980 y 1988 la producción industrial tuvo un panorama global errático, con momentos de estancamiento y retroceso, seguidos por años de débil recuperación que no alcanzaron a devolver a dicha producción su nivel inicial. A excepción de la industria maquiladora, las ramas orientadas hacia el mercado externo hasta ahora no se han caracterizado por absorber fuerza de trabajo de manera acentuada. Análisis basados en los censos económicos son claros al señalar el escaso papel de la industria en la generación de empleos en los ochenta. Asimismo, datos de los asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) confirman el estancamiento del sector industrial en los años ochenta. Las encuestas de empleo confirman esta tendencia. Según esta fuente, en los ochenta y noventa ha habido un claro descenso en el peso relativo de la manufactura dentro de la población activa: pasa de 21.1 en 1979 a 17.0 en 1991 y 15.9% en 1995; la tendencia en los

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noventa es aun más acentuada para la población activa femenina, la cual disminuye su presencia en la manufactura de 18.6% en 1991 a 14.5% en 19956. En las grandes áreas metropolitanas también ha disminuido la importancia de la industria en la población económicamente activa (PEA) desde los años ochenta. El impacto de este proceso sobre la mano de obra femenina y masculina fue diferencial al inicio del periodo. La fuerza de trabajo femenina contó con algunos espacios en la industria en la primera parte de los años ochenta; su participación relativa aumentó en varias ciudades ubicadas en el norte del país con una importante presencia de la industria maquiladora (Matamoros, Nuevo Laredo, Chihuahua, Tampico, Torreón) y en León, tradicional área industrial del centro. En contraste, en estos mismos años la población activa masculina fue más afectada; redujo claramente su presencia en el sector industrial en varias de las principales áreas metropolitanas. En resumen, a partir de la información analizada queda claro el proflando impacto de la reorientación del modelo de desarrollo sobre la planta y fuerza de trabajo industrial femenina y masculina. Posiblemente la única excepción en este sentido haya sido la industria maquiladora; sin embargo, el impacto de esta industria sobre el empleo global es limitado (alrededor de 700 mil empleos en 1995, en relación con una PEA de 35 millones de personas aproximadamente -Avances de Información Económica, INEGI). En los noventa, en un contexto de mayor crisis económica, la tendencia de disminución de la PEA industrial se ha mantenido a nivel nacional y es probable que se haya acentuado para la población femenina en las localidades menos urbanizadas. 7. La expansión del sector terciario y la participación económica femenina En los años setenta, en un contexto de agotamiento del modelo de desarrollo por sustitución de importaciones, el sector terciario se expandió a ritmos superiores a los del secundario. Análisis basados en los censos económicos y en la Encuesta Continua de Ocupación (ECSO) de 1979 ponen de manifiesto la expansión de actividades asalariadas en el terciario en estos años, la cual indica la penetración capitalista en el comercio y otros tipos de servicios. Rendón y Salas (1987 y 1992) han insistido en este aspecto del crecimiento del terciario en los setenta y han apuntado que se trata de una tendencia conocida de la expansión del sistema capitalista en muchos países. Este proceso se ilustra con la ampliación de los grandes almacenes y supermercados que tuvo lugar en esos años. Otros autores ratifican la ampliación mayoritaria de las actividades asalariadas en el terciario en los setenta, pero también hacen hincapié en el alza de las actividades no asalariadas a medida que se expanden las actividades no agrícolas. En los años ochenta y noventa, se registra de igual manera un aumento del peso relativo de la población activa en el terciario: de 43.1 en 1979 a 49.5 en 1991 y 53.2% en 1995. En los

6 Habría que tomar con cuidado esta tendencia para las mujeres, la cual se debe en gran medida a lo que ocurre en las áreas menos urbanizadas (menos de 100 mil habitantes). En efecto, en estas áreas las mujeres presentan una reducción en su participación en la industria de 18.4% en 1991 a 11.7 en 1995. Diferencias tan importantes en un periodo tan reducido pueden deberse a variaciones muestrales. Sin embargo, no contamos con suficientes elementos de análisis para hacer afirmaciones contundentes en este sentido.

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ochenta, la terciarización de la población activa es más marcada entre los varones que entre las mujeres, debido en parte a que estas últimas ya se concentraban en muy importante medida en ese sector; sin embargo, en los noventa tanto unos como otros incrementan de manera relevante su presencia en el terciario. Un desglose del terciario por ramas específicas para los años noventa muestra que, tanto entre la población femenina como la masculina, el comercio y los transportes mantienen la mayor representación dentro de este sector; le siguen en importancia los servicios personales, y por último los sociales (educación, salud y administración pública) y al productor (instituciones de crédito, seguros y finanzas, alquiler y bienes raíces, comunicaciones, servicios prestados a las empresas). En las grandes ciudades, el crecimiento de la participación femenina en el terciario también se ha concentrado en los servicios distributivos (comercio y transportes), y, en el caso de la población masculina, tanto en los servicios distributivos como en los personales. La creciente presencia de las mujeres en la actividad comercial en ciudades como Monterrey, Guadalajara y Ciudad Juárez, se debe en gran parte a la expansión de las actividades no asalariadas que continúan siendo un espacio privilegiado para la actividad económica femenina. Por su parte, los servicios al productor y los sociales no han ampliado su capacidad de absorción de mano de obra. Este resultado es sin duda reflejo del freno de la inversión pública y privada en ramas que antes habían recibido atención prioritaria. Seguramente el capital continúa encontrando espacios rentables en el comercio, a la vez que la población diversifica sus estrategias de sobrevivencia en este sector. En los noventa, la participación de la PEA femenina en el terciario en las grandes ciudades (100 mil y más habitantes) se mantiene a niveles muy altos, cercanos a 80%; además se incrementa en forma importante en las localidades menores de 100 mil habitantes, sobre todo en el comercio. Los varones siguen aumentando su presencia en el terciario en las áreas más y menos urbanizadas (datos de la ENE, 1991 y 1995). 8. Evolución del trabajo femenino no asalariado En los años de desarrollo estabilizador (1950-1970), la creciente urbanización e industrialización del país contribuyó a un marcado proceso de salarización de la mano de obra; las actividades no asalariadas perdieron en ese entonces importancia relativa en una forma considerable. A partir de los setenta, la salarización de la mano de obra no ha avanzado a los ritmos que tuvieron lugar en años previos y, especialmente durante la recesión de los ochenta y los noventa, los trabajadores no asalariados (por cuenta propia y no remunerados) se han incrementado de manera continua. Su peso relativo en la estructura ocupacional pasó de 31.6 en 1970, a 33.7, 36.6 y 38.3% en 1979, 1991 y 1995, respectivamente. Entre la población femenina, el incremento registrado fue mucho más acentuado: las trabajadoras no asalariadas aumentaron de 28.0 en 1979 a 40.5% en 1995; las cifras correspondientes para la población masculina fueron de 35.4 y 37.3%. La presencia de

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hombres y mujeres que desempeñan actividades no asalariadas es especialmente elevada en las ramas agropecuaria y en el comercio. En los ochenta y noventa, los incrementos más importantes de los trabajadores por cuenta propia se ubican fuera de la industria: en el comercio y servicios en el caso de las mujeres; en la construcción y en los servicios entre los varones. El incremento de la población masculina que desempeña actividades por cuenta propia en los servicios llama la atención. A diferencia de lo ocurrido en los años setenta, se han multiplicado en los años de menor dinamismo económico las opciones de autoempleo en el terciario para los varones que no pueden o no desean ocupar puestos asalariados con remuneración sujeta a serias restricciones por las políticas de ajuste. En lo que respecta a la dimensión espacial de este fenómeno, las actividades femeninas no asalariadas se incrementaron en las principales áreas urbanas del país desde el inicio de los años ochenta. Esta tendencia fue más acentuada en las áreas urbanas de la región centro (Ciudad de México, Puebla, San Luis Potosí), del sureste (Mérida, Orizaba y Veracruz), y en Chihuahua en el norte del país. Ya para la segunda mitad de los ochenta, se expandieron las actividades no asalariadas tanto entre la población femenina como la masculina. En los noventa, se mantiene la tendencia de incremento de los trabajadores no asalariados en las grandes ciudades7. 9. Evolución de la fuerza laboral en México 1950-19948 La fuerza laboral mexicana se ha caracterizado por un incremento rápido desde mediados de siglo. La principal razón de éste ha sido el poblacional. De 1950 a 1970, la población creció 3.1 % en promedio anual, mientras que la fuerza laboral lo hizo 2.3 %. Las altas tasas de natalidad de este periodo comenzaron a caer durante los años setenta y la población registró tasas menores. Por este motivo, en el periodo siguiente las tendencias de la fuerza de trabajo y la población se invirtieron: de 1970 a 1990, la tasa anual promedio de crecimiento de la población fue de 2.6, mientras que entre 1970 y 1991 la fuerza laboral total creció 4.2%9. En contraste, durante los años ochenta, la población de Estados Unidos se incrementó menos de un punto porcentual, y la fuerza laboral creció tan sólo un poco arriba de esa cifra.

7 Es relevante puntualizar que los trabajadores no asalariados siguen siendo más importantes numéricamente en las localidades menores de 100 mil habitantes, sobre todo en el comercio y la agricultura (García y Oliveira, 1994b; ENE, diversos años). 8 Gonzalo Hernández Licona. Capítulo 11: ¿El sexo débil? : participación y flexibilidad laboral de las mujeres en México. En: Memoria del II Seminario de Investigación Laboral. Participación de la mujer en el mercado laboral. Programa de impulso a la investigación laboral 1996-2000. 9 Las cifras para 1950, 1970 y 1990 provienen de los censos, y la cifra de 1991 proviene de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE). Si tomamos las cifras del censo de 1990, la tasa anual de crecimiento promedio de la fuerza laboral entre 1970 y 1990 es de 3.0% solamente.

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Cuadro No. 4 Población y fuerza laboral

Tasas anuales de crecimiento promedio (%)

Población 1950-1970 1970-1990 1991-1995 Población total 3.1 2.6 2.0 Población de 12 años o más 2.9 3.3 2.3 Fuerza laboral 2.3 4.2/1 3.3 Fuente: 1950 y 1970, Censos Generales de Población, Secretaría de Industria y Comercio; 1990, Censo General de Población, INEGI; 1991 y 1995, Encuesta Nacional de Empleo, STPS-INEGI. /1 Se refiere al período 1970-1991.

La explicación más importante del incremento de la fuerza laboral en México desde los años setenta, es que el crecimiento de la población en edad de trabajar-aquellos que tienen 12 o más años de edad-, está rezagado respecto al poblacional. El crecimiento anual de la población experimentó un máximo en los años sesenta (3.4%), mientras que la población en edad de trabajar alcanzó su tasa máxima de incremento durante los años setenta. De 1991 a 1995, el crecimiento anual promedio de la población decreció hasta alcanzar 2.0% de acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo (ENE)10. El incremento anual en promedio de la fuerza laboral durante ese mismo periodo fue de 3.3%, mismo que se encuentra dentro de los límites de las proyecciones sobre la fuerza laboral estimadas por B. García (1995). Puede afirmarse por tanto, que la reducción en el crecimiento poblacional de los años anteriores es la causa principal de la reducción en la fuerza laboral durante entre 1991 y 1995, ya que la tasa general de participación ha aumentado desde 1979. A pesar de la disminución del crecimiento de la fuerza laboral desde 1991, se presenta un aumento sostenido de la participación de las mujeres en el mercado laboral desde mediados de siglo. En 1995 la tasa de participación femenina era de 33.0%, mientras que en 1950 era de 13. 1 % solamente. Sin embargo, este incremento no fue suficiente para contrarrestar la tendencia a la baja en las tasas de participación masculinas durante los años setenta, mismas que cayeron de 88.2% en 1950 hasta 73.0% en 1970. La tasa general de participación se redujo de 49.5 a 44.9% en el mismo periodo, como es posible apreciar en el cuadro no. 5. La caída en las tasas de participación masculinas durante el periodo 1950-1970 se concentró en el grupo muy jóvenes y en el de edad avanzada, mientras que todas las mujeres incrementaron su participación, salvo las mujeres mayores de 65 años. Es posible que la caída en la participación de la gente de mayor edad se debió a la disminución en la edad de retiro y al incremento en el nivel de las pensiones proporcionadas por el Estado. Por otro lado, la elevación en los niveles de escolaridad durante esos años puede ser la causa de la caída en las tasas de participación de los más jóvenes. 10 Es importante notar que con base a la Encuesta de la Dinámica Demográfica 1992 (INEGI), el crecimiento promedio anual de la población fue de 2.7% entre 1992 y 1990, mucho mayor que el que obtuvimos al tomar los datos de la ENE.

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Cuadro No. 5 Tasas de participación, 1950-1991

Período Total Hombres Mujeres 1950 49.5 88.2 13.1 1960 46.5 78.7 15.4

1970/1 44.9 73.0 17.6 1979 45.7 71.3 21.5 1991 53.6 77.7 31.5 1993 55.2 78.9 33.0 1995 55.6 78.2 34.5

Fuente: 1950 y 1970, Censo General de Población, Secretaría de Industria y Comercio; 1960, 0. Altimir (1974); 1979, Encuesta Continua de Ocupación, INEGI; 1991, 1993 y 1995, Encuesta Nacional de Empleo, STPS-INEGI. /1 Esta cifra fue ajustada por P. Gregory (1986), debido a una subestimación de miembros de la fuerza laboral, estimada en 419 mil individuos.

No obstante, durante los años ochenta y noventa la tasa de participación masculina se incrementó, excepto para el periodo 1993-1995, y dado que la participación femenina aumentó mucho durante este periodo, se revirtió la tendencia que la tasa general de participación experimentó durante los años anteriores. a) Participación laboral y características personales Si el comportamiento de las áreas urbanas es representativo de la totalidad del país, la evaluación de la tasa general de participación desde 1987 fue causada principalmente por el crecimiento de la fuerza laboral de hombres y mujeres jóvenes y mujeres de edad madura, como podemos apreciar en los cuadros 3 y 4. Es importante notar que las mujeres entre los 26 y los 55 años de edad aumentaron su tasa de participación durante el periodo mencionado. El incremento sostenido de la participación laboral femenina durante varios años, mismo que también se ha observado en otros países, ha tenido diversas explicaciones. La reducción de las tasas de fertilidad y, por tanto, del crecimiento poblacional, han afectado la tasa de participación femenina, aunque la causalidad no sea clara en todos los casos. En México, entre 1930 y 1970, la tasa de fertilidad oscilaba alrededor de los 6.5 hijos por mujer, y para 1986 se redujo hasta 3.8, lo cual se refleja en el comportamiento de la tasa de participación de largo plazo, como ya hemos visto. De acuerdo a la ENE 1991, la tasa de participación femenina promedio para mujeres con hijos era de 29.3%, mientras que para aquellas sin hijos era de 34.7%.

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Cuadro No. 6 Tasas de participación por edad y sexo

Areas urbanas. 1- 1987 y 1- 1994 a. Primer trimestre 1987 Segundo trimestre 1994 Edad

Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres 12-15 11.2 15.5 6.9 11.2 14.0 7.4 16-20 43.0 53.4 32.6 46.4 58.3 35.0 21-25 65.7 82.3 49.9 65.9 84.9 48.2 26-35 68.6 96.9 43.8 70.9 97.1 47.8 36-45 67.4 97.4 40.1 70.8 97.5 46.6 46-55 59.7 92.8 30.1 63.7 92.3 37.0 56-65 45.7 77.5 18.8 44.3 72.3 21.8 66-75 26.9 43.3 13.2 26.2 45.8 11.4 76+ 13.0 23.2 6.1 12.8 23.7 6.4

Total 51.0 71.1 32.6 54.6 74.6 36.4 Fuente: INEGI (1987, 1994), Encuesta Nacional de Empleo Urbano. /1 En I-1987, la ENEU cubría 16 áreas urbanas y 3 7 en 1- 1994.

La tasa de participación es afectada por el género, el estado civil y la posición dentro del hogar. Las mujeres casadas participan menos en el mercado laboral que las que no lo están. Por otro lado, las divorciadas tienen una probabilidad de 67.3% de estar trabajando, mientras que para las solteras es de 41.3%. Las mujeres casadas tienen una participación menor (30.7%), así como las viudas (29.3%). La posibilidad de que una jefa de familia esté trabajando asciende a 53.7%, pero disminuye a 38.0% en el caso de las hijas del jefe y aún más (3 0.6%) para la esposa del jefe del hogar. Por el contrario, los hombres casados trabajan mucho más que los hombres solteros. Mientras que el 92.0% de los casados trabajan, sólo el 53.6% de los solteros participan en el mercado laboral. La tasa de participación de los divorciados también es alta y la de los viudos es la más baja, posiblemente por su edad avanzada promedio. b) Participación laboral regional El crecimiento de la tasa de participación laboral femenina está también muy ligado a la urbanización del país. La evolución del sector industrial primero, y el crecimiento del sector servicios después, ha movilizado el empleo hacia las zonas urbanas. La movilidad del factor trabajo ha contribuido a cambios en la composición de la población del país. En 1940 la población urbana11 representaba tan sólo 35.1% de la población total. Para 1990, esta cifra había ascendido hasta 71.3%.

11 Una localidad se considera urbana si su población es mayor a los 2.500 habitantes.

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La urbanización y el tamaño de las localidades tienen un fuerte impacto sobre las tasas de participación femeninas, tal y como puede observarse en el cuadro no. 7. Mientras que la tasa de participación para los hombres no tiene una relación clara con el tamaño del municipio, las cifras para las mujeres se incrementan al aumentar el tamaño de la localidad, hasta llegar a las ciudades con más de un millón de habitantes.

Cuadro No. 7 Tasas de participación por tamaño de localidad y sexo, 1990.

Tamaño del Municipio (miles de habitantes)

Total Hombres Mujeres

Menos de 2.5 38.7 69.5 7.9 2.5-4.99 38.7 66.4 12.4 5-9.99 39.7 66.8 15.0 10-14.99 40.7 66.5 16.9 15-49.99 42.1 66.8 19.6 50-99.99 44.5 67.9 23.1 100-499.99 46.1 67.5 26.8 500-999.99 48.3 69.3 29.1 1000 o más 45.7 67.3 25.9 Fuente: INEGI (1990), Censo de Población.

Aunque muchas otras variables influyen sobre la participación laboral femenina, puede decirse que las comunidades urbanas tienen mayor porcentaje de mujeres que trabajan que las rurales. La gran ciudad ofrece más puestos de oficina y de servicios, y en estas ocupaciones han entrado las mujeres durante los años recientes. Por esta razón, pueden verse también diferencias regionales en las tasas de participación femeninas. En los estados del sur, por ejemplo, en donde la población rural e indígena es relativamente alta, las mujeres le dedican poco tiempo a las labores de trabajo formal. En el cuadro 6 se aprecia que la tasa de participación en la región norte, que incluye a los estados fronterizos, aumentó en forma considerable entre 1970 y 1990, un incremento mayor que el del promedio nacional. Junto con el Distrito Federal, los estados del norte llevan a cabo una buena parte de la actividad económica nacional, medida por el producto interno bruto (PIB)12. Mientras que el PIB per cápita fue de 59.8 mil pesos, los estados fronterizos generaron cerca de 71.5 mil pesos en 1988. El Distrito Federal (162.0 mil) y Tabasco (96.3 mil) generaron el mayor PIB per cápita en ese año.

12 INEGI (1970-1990), Sistema de Cuentas Nacionales.

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Cuadro No. 8 Tasa de participación femenina por región, 1970 y 1990

(%) Región 1970 1990 % Distrito Federal 24.7 30.7 24.3 Norte (N) 16.8 22.0 31.0 Norte-Centro (NC) 14.2 15.6 9.6 Península (P) 13.3 16.6 25.3 Centro C 15.4 17.9 15.7 Pacífico-Sur (SP) 14.5 12.9 -11.1 Total 17.6 19.6 11.2 Nota: Las regiones comprenden: (N) Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua y Durango; (NC) Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas; (P) Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Campeche; (C) Colima, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Veracruz; (SP) Chiapas, Oaxaca, Guerrero. Fuente: 1970, Censo General de Población, Secretaría de Industria y Comercio; 1990 Censo General de Población, INEGI.

El cuadro no. 9 muestra que la participación laboral masculina disminuyó en todas las regiones, como se había mostrado en el cuadro no. 7. Aparentemente pudo haber existido una sustitución de hombres por mujeres, en algunas ramas y ocupaciones. El importante incremento de las tasas de participación femeninas en los estados fronterizos revela que el programa de maquiladoras13 aceleró el desarrollo de la región desde los años sesenta. La proximidad de Estados Unidos y el salario relativamente bajo de los trabajadores mexicanos -en especial, de las mujeres- ha atraído a muchas empresas del otro lado del río Bravo a realizar parte de sus procesos en los estados del norte mexicano; en 1990, 86% de las maquiladoras se encontraban en estados fronterizos. Según el INEGI, entre 1973 y 1990, hubo un aumento de 591.5% en el número de maquiladoras y un increíble 687.3% de incremento en el número de trabajadores de esa industria. En 1994 el número de trabajadores aumentó en promedio un 6.5% anual durante los primeros nueve meses, y en 1995 el crecimiento anual fue de 9.3% durante el mismo lapso. Estos resultados muestran que la industria maquiladora aún florece y que es una de las pocas industrias que siguen creciendo durante la crisis económica, debido a la caída del salario real medido en dólares. 13 Las maquiladoras son empresas en México con participación de compañías estadounidenses en el proceso productivo. La mayoría de ellas son subsidiarias de empresas de Estados Unidos.

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Cuadro No. 9 Tasa de participación masculina por región, 1970 y 1990

(%) Región 1970 1990 % Distrito Federal 70.6 66.8 -5.3 Norte (N) 69.1 68.2 -1.3 Norte-Centro (NC) 69.9 65.9 -5.8 Península (P) 74.2 70.6 -4.9 Centro C 70.3 68.0 -3.3 Pacífico-Sur (SP) 69.4 68.8 -1.0 Total 70.1 68.0 -3.0 Nota: Las regiones comprenden: (N) Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua y Durango; (NC) Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas; (P) Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Campeche; (C) Colima, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Veracruz; (SP) Chiapas, Oaxaca, Guerrero. Fuente: 1970, Censo General de Población, Secretaría de Industria y Comercio; 1990 Censo General de Población, INEGI.

La mayoría de los trabajadores poco calificados en las maquiladoras era mujeres, de acuerdo con la misma fuente, aunque a últimas fechas el número de hombres se ha incrementado rápidamente. En 1974 había 45.3 miles de mujeres y 12.6 miles de hombres en toda la industria maquiladora; en 1993, 59.5% de los obreros eran mujeres y 40.5% hombres. Por otro lado, las mujeres con las más bajas tasas de participación en el mercado laboral mexicano se encuentran en la región Sur Pacífico. Los estados menos desarrollados de México (Oaxaca, Guerrero y Chiapas) generaron en 1988 un PIB per cápita de solamente 24.5, 27.7 y 29.2 mil pesos, respectivamente, muy inferior al del promedio nacional. Si muchos estudios están en lo correcto al concluir que las principales causas del incremento en la tasa de participación femenina han sido los mayores salarios, la caída en la tasa de fertilidad, el aumento en el número de puestos de oficina y de servicios, la eliminación gradual de la división del trabajo entre sexos, la urbanización de la localidad y el cambio en patrones culturales, parecería que ninguno de estos aspectos ha fructificado aún en esta parte de México. La probabilidad de detectar a una mujer empleada en un trabajo de medio tiempo es relativamente grande si trabaja por cuenta propia o si trabaja para un negocio familiar sin recibir pago directo. Solamente el 2.0% de las mujeres empleadas pueden ser dueñas de una empresa, ya que ello requiere de una cantidad de capital considerable, y por tanto las opciones reales de empleo pagado son como empleado (en una empresa o negocio) y el autoempleo. En promedio, las empleadas en empresas trabajan 37.7 horas a la semana, lo cual es típico de un empleo de tiempo completo, pero la diferencia en horas trabajadas de las empleadas y las autoempleadas es de sólo 20.0%. Esta brecha entre empleos de tiempo completo y de tiempo parcial es aparentemente pequeña, si la comparamos con la diferencia en el trabajo doméstico entre ambos grupos, que es de 54.3%.

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c) Distribución sectorial del ingreso Entre 1987 y 1994 hubo un crecimiento en el empleo femenino mayor al masculino en las zonas urbanas, como se puede ver en el cuadro no. 10. Es importante mencionar el crecimiento en los servicios financieros y en el comercio, los sectores que más mujeres atrajeron, aunque hubo crecimientos importantes en todos, con excepción del sector gobierno.

Cuadro No. 10 Empleo por sector. tasa de crecimiento anual promedio

1-1987/1-1994 16 áreas urbanas/a (%)

Sector Total Hombres Mujeres Manufacturas/b 1.6 1.3 2.5 Construcción 3.5 3.5 3.8 Comercio 4.7 4.2 5.4 Comunicaciones y transporte 3.8 3.9 3.3 Servicios 3.4 3.4 3.3 Servicios financieros 5.4 5.2 5.8 Gobierno -0.5 -1.0 0.6 Total/c 3.1 2.8 3.6 Población en edad de trabajar/d 1.8 1.8 1.8 a. Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey, Chihuahua, León, Mérida, Orizaba, Puebla, San Luis Potosí, Tampico, Torreón, Veracruz, Ciudad Juárez, Matamoros, Nuevo Laredo y Tijuana. b. Incluye minería, electricidad, agua y gas. C. El total excluye agricultura y petróleo. d. Población de 12 años de edad y mayores. Fuente: INEGI Q-1987,1-1994), Encuesta Nacional de EmpleoUrbano.

Entre las ocupaciones que más atrajeron mujeres están los niveles ejecutivos, los profesionistas y técnicos, los servicios personales y de vigilancia y los obreros calificados y poco calificados en los sectores industrial y artesanal (cuadro no. 11). Por el lado de las remuneraciones, nuevamente las mujeres a nivel ejecutivo tuvieron un crecimiento importante (11.2%), seguido de las artistas y trabajadoras de la comunicación (8.6%), maestras (5.6%) y profesionistas y técnicas (4.6%).

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Cuadro No. 11 Empleo por ocupación. tasa de crecimiento anual promedio

1-1987 y 1-1994. 16 áreas urbanas/a (%)

Ocupación Total Hombres MujeresProfesionales y técnicos 5.5 4.9 6.6 Maestros 1.0 1.2 0.8 Artistas, trabajadores del deporte y la comunicación -0.4 -1.7 4.4 Ejecutivos sector público y privado 3.8 3.1 7.6 Oficinistas 1.9 2.0 1.8 Comerciantes y vendedores ambulantes 3.9 3.7 4.2 Trabajadores en servicios personales y servicio doméstico 0.7 0.6 7.5 Miembros en servicios de protección y fuerzas armadas/b 0.7 0.6 7.5 Capataces y trabajadores calificados 5.7 5.5 6.3 Trabajadores semi y poco calificados c/ 2.1 1.6 5.3 Total 3.1 2.8 3.6 Población en edad de trabajar /d 1.8 1.8 1.8 a.Véase cuadro 14. b. Incluye bomberos, policías y servicios de vigilancia. C. Incluye obreros, choferes, trabajadores en el sector primario y trabajadores de maquinaria. d. Población de 12 años de edad y mayores. Fuente: INEGI (I-1987, I-1994), Encuesta Nacional de Empleo Urbano.

El cuadro no. 12 muestra el marco poblacional de la encuesta; en el período 1988-1993 la población total creció 1.9% anual, resultado de la proyección en la que se asumía que la población estaba creciendo a ese ritmo. Sin embargo, el crecimiento de la población menor de 12 años, que es de 0.7% anual en 88-91, y 2.5% en 91-93, resulta con una disparidad imposible de creer. Los grupos de jóvenes son los que están creciendo con menor rapidez por el efecto de la disminución de la tasa de fecundidad en el país, por lo cual es más lógico el crecimiento de 1.4% para el periodo 88-93. Por el contrario, el grupo de 12 años y más creció 2% anual, que de alguna manera refleja el alto crecimiento de la población total en la década de los sesenta. La PEA crece 3.3% y los ocupados 3.8% en el periodo 1988-1991.

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Cuadro No. 12 Población por condición de actividad económica

Localidades de 100.000 y más habitantes 1988, 1991 y 1993

Miles de personas Tasa media de crecimiento anual

Condición de actividad

1988 1991 1993 1988/91 1991/93 1988/93 Población total 35.115,4 37.137,0 38.534,5 1.9 1.9 1.9Menor de 12 años 9.290,8 9.496,8 9.976,1 0.7 2.5 1.4De 12 años y más 25.824,7 27.640,2 28.558,4 2.3 1.6 2.0PEA 13.342,4 14.706,0 15.705,2 3.3 3.3 3.3Ocupados* 12.848,1 14.353,9 15.214,3 3.8 3.0 3.4Desocupados 494,3 352,1 490,0 -10.7 18.1 -0.1PEI 12.482,2 12.934,2 12.853,2 1.2 -0.3 0.6Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STyPS e INEGI Nota: Incluye iniciadores de un próximo trabajo

10. El sector informal14 a) La informalidad en México. Características y tendencias i) Estimaciones del tamaño del sector informal en México En cuanto al sector informal urbano en localidades de 100.000 y más habitantes, en el cuadro no. 13 se presentan las distintas mediciones: si se mide por salario y se mantiene, por ejemplo, el límite del salario mínimo, entonces el sector informal va disminuyendo, igual que la pobreza, pero eso es absolutamente falso, dado que el salario mínimo es una definición de política externa que no tiene que ver realmente con el comportamiento de la economía. En la medida que el salario va perdiendo poder adquisitivo, los trabajadores lo superan, de ahí que no sea un buen indicador para medir informalidad.

Cuadro No. 13 Distintas estimaciones del sector informal urbano

Localidades de 100.000 y más habitantes 1988,1991 y 1993

Miles de Personas Tasa*(%) Criterio operativo de medición 1988 1991 1993 1988 1991 1993

Por salario 3.686 2.504 2.490 28.9 17.6 16.5 Por tamaño del establecimiento 4.989 5.512 6.169 39.2 39.0 40.9 Por situación en el empleo 3.060 3.205 3.492 24.0 22.5 23.1 Definición especial 4.788 5.153 5.781 37.6 36.1 38.2 Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STyPS e INEGI. * Tasa: está calculada con respecto al total de la población ocupada en cada área.

14 Programa de Impulso a la Investigación Laboral 1996-2000. Memoria del Seminario de Investigación Laboral.

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La otra medición es por tamaño del establecimiento es una de las más usadas. En este caso, se tiene que en 1993 el sector informal representó 40.9% de la ocupación urbana en las localidades de 100.000 y más habitantes. Por situación en el empleo -usada históricamente- da una medición muy baja de 24% en 1988, después desciende a 22.5% en 1991 y luego se eleva a 23. 1 % en 1993. La definición especial nos lleva a que aproximadamente 38% del empleo en localidades de 100.000 y más, se encuentran en actividades informales.

Cuadro No. 14 Crecimiento del sector informal urbano Localidades de 100.000 y más habitantes

1988,1991 1993 Tasa Media de Crecimiento Anual (%) Criterio operativo de medición

1988/1991 1991/1993 1988/1993 Por salario -12.1 -0.3 -7.5 Por tamaño del establecimiento 3.4 5.8 4.3 Por situación en el empleo 1.6 4.4 2.7 Definición especial 2.5 5.9 3.8 Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STyPS e INEGI. En las tasas medias de crecimiento del cuadro no. 15, también se observa que el tamaño del establecimiento y la definición especial tienen un comportamiento parecido, con crecimientos fuertes en el período 91-93. Cuando crece más el sector formal no crece tanto el informal y viceversa: en el período 88-91 se presentó una tasa de crecimiento del 4% del empleo formal y del 2.5% del informal; en cambio en el período 91-93 el empleo formal creció 3.4% y el informal 5.9%.

Cuadro No. 15 Tasas medias anuales de crecimiento de los sectores

Formal, informal y agropecuario Localidades de 100,000 y más habitantes

1988, 1991 y 1993 1988/1991 1991/1993 1988/1993 Sector

% % % No agropecuario 3.8 3.0 3.5 Formal 4.0 3.4 3.8 Informal 2.5 5.9 3.8 Agropecuario -4.3 -17.7 -9.9 Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STyPS e INEGI.

En resumen, se estaría hablando de alrededor de 12 o 13 millones de trabajadores en la informalidad, ya que los 5.781.000 trabajadores que indica el cuadro no. 15 para 1993, representan sólo 45% de los trabajadores en informalidad.

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b) Características de los ocupados en actividades informales En la estructura por sexos de los ocupados en actividades informales no parece haber gran diferencia respecto a los ocupados en actividades formales, en 1993, 65.9% son hombres y 34.1 mujeres en el formal, y en el informal, 63.2% son hombres y 36.8% mujeres (cuadro no. 16).

Cuadro No. 16 Tasas medias anuales de crecimiento de los sectores

Formal, informal y agropecuario Localidades de 100.000 y más habitantes

1988, 1991 y 1993 1988 1991 1993 Sector % % %

Sector Formal 100.0 100.0 100.0 Hombres 68.8 65.4 65.9 Mujeres 31.2 34.6 34.1 Sector Informal 100.0 100.0 100.0 Hombres 61.8 64.4 63.2 Mujeres 38.2 35.6 36.8 Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STyPS e INEGI.

Por grupos de edad lo notable es que el sector formal utiliza esencialmente trabajadores jóvenes activos en el nivel más alto de su productividad. El grupo más importante dentro del sector formal es el de 20 a 29 años, que representa casi 35%, en tanto que en el sector informal destacan particularmente los grupos jóvenes de 12 a 19 años, y la población en edad avanzada; lo que significa que es un sector de refugio para estos grupos de población (cuadro no. 17).

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Cuadro No. 17 Sectores formal e informal por grupos de edad

Localidades de 100.000 y más habitantes 1988,1991 y 1993

1988 1991 1993 Grupos de edad % % %

Sector Formal 100.0 100.0 100.0 12-19 años 9.2 9.8 9.7 20-29 años 37.0 35.8 35.4 30-39 años 28.0 28.1 28.4 40-49 años 15.3 16.0 16.6 50 y más años 10.5 10.3 9.9 Sector Informal 100.0 100.0 100.0 12-19 años 19.3 16.5 16.6 20-29 años 24.5 25.3 25.0 30-39 años 21.0 21.2 22.6 40-49 años 16.1 17.2 17.5 50 y más años 19.1 19.8 18.4 Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STyPS e INEGI.

La población con más años de estudio se ubica en el formal; de este modo, casi 48% del sector informal no alcanza el sexto año de primaria, en tanto que esto es sólo una cuarta parte del sector formal; o sea, hay claramente un mayor uso de los cuadros formados en la educación dentro del sector formal respecto del informal (cuadro no. 18).

Cuadro No. 18 Sectores formal e informal por escolaridad

Localidades de 100.000 y más habitantes 1988, 1991 y 1993

1991 1993 Grupos de edad % %

Sector Formal 100.0 100.0 Sin instrucción 1.6 1.7 1 a 3 años 4.9 4.4 4 a 5 años 3.0 2.9 6 años 18.4 17.6 7 a 9 años 36.0 36.1 10 y más años 36.1 37.3 Sector Informal 100.0 100.0 Sin instrucción 8.1 7.7 1 a 3 años 12.4 11.8 4 a 5 años 7.4 7.0 6 años 26.9 27.1 7 a 9 años 29.8 31.2 10 y más años 15.4 15.2 Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STyPS e INEGI.

A continuación se presenta la distribución por actividades económicas. En el cuadro no. 19 es importante destacar que de los ocupados en el sector informal menos de 30% está en

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industria; el resto esencialmente está en comercio. El sector servicios absorbe casi el 50% del informal. Inclusive la composición por actividades de los sectores es distinta, por ejemplo, en el formal predomina el comercio al mayoreo y en el informal esencialmente el comercio al menudeo. Seguramente por la forma de "operacionalizar" el concepto, al tomar como criterio básico el tamaño de los establecimientos, resulta que el comercio es el que presenta la mayor tasa de informalidad. En la industria de transformación el Sector Informal Urbano (SIU) es representativo en la producción de alimentos, textiles, madera y papel y lo podemos ver en el siguiente cuadro, donde están calculadas las tasas de informalidad por ramas de actividad.

Cuadro No. 19 Evolución de los sectores formal e informal por rama de actividad

Localidades de 100.000 y más habitantes 1988,1991 y 1993

Tasa de informalidad*

Tasa anual de crecimiento 1988/1993

Grupos de edad

1988 1993 Formal Informal Total 38.6 38.7 3.7 3.8Minería 0.0 4.1 -26.4 --Industria 23.7 28.1 2.0 6.8Alimentos 27.4 31.6 2.4 6.6Textiles 20.6 26.9 -0.2 7.1Madera y papel 34.1 35.2 4.0 5.0Química y hule 7.6 15.4 5.4 23.6Metálica 12.8 2.6 -37.6 -55.6Otras industrias 27.4 16.8 38.1 21.8Construcción 41.3 45.8 4.7 8.7Electricidad -- -- -2.5 --Comercio 62.0 58.3 6.3 3.1Mayoreo -- -- 5.5 --Menudeo 74.2 70.5 7.0 3.1Servicios 38.5 36.9 4.7 3.3Hoteles y restaurantes 63.4 36.8 7.5 -13.5Transporte 47.9 52.4 4.6 8.4Comunicaciones -- -- 2.7 --Servicios 42.9 42.0 5.8 5.0Admón. Pública y defensa -- -- 1.1 --Trabajadores en EE.UU. n.d. 18.9 n.d. n.d.No especificado 38.6 9.0 -30.8 -52.1Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STyPS e INEGI. * Tasa: está calculada como sector informal/(sector formal + sector informal) para cada rama.

La tasa de informalidad en 1993 para la industria es de 28% y esencialmente es alimentos en donde 31% de los establecimientos son informales, en textiles es 27%, en madera y papel

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35%. En cambio en el comercio al menudeo 70% está en la informalidad, en el transporte 52% y en los servicios 42 %. Otro dato interesante: el tipo de local en que se desarrollan las actividades formales y las informales. El domicilio es un lugar de trabajo importante, casi 40% de las actividades informales se realizan ahí; 21% en pequeños establecimientos de comercio de abarrotes y 14% en talleres. En cuanto al formal, casi todo se concentra en comercio e industria mediana y grande.

Cuadro No. 20 Sectores formal e informal por tipo de local

Localidades de 100.000 y más habitantes 1988,1991 y 1993

1991 (%) 1993 (%) Tipo de local Formal Informal Formal Informal

Domicilio 2.7 37.7 3.1 38.3 Abarrotes 3.4 19.4 3.5 21.0 Taller 5.8 14.0 5.5 14.8 Improvisado 0.1 7.7 0.0 6.4 Puesto fijo 0.1 6.5 0.1 5.9 Taxi 0.1 5.1 0.1 5.8 Lonchería 0.2 2.6 0.2 2.4 Vehículo 0.2 1.7 0.1 1.7 Comercio med. Y gde. 70.9 2.2 71.8 1.6 Motocicleta 0.0 0.8 0.0 0.9 Cantina 1.1 1.2 0.8 0.7 Despacho 3.8 0.7 3.7 0.6 En el extranjero 0.7 0.3 0.5 0.2 No especificado 0.1 0.0 0.1 0.0 Oficina gubernamental 11.0 0.0 10.4 0.0 Otro 0.0 0.0 0.0 0.0 Fuente: Elaborado con base en la ENE 1988,1991 y 1993. STYPS e INEGI.

c) Actividades típicas en el sector informal Para construir una tipología de las actividades comprendidas en la informalidad, tomamos en cuenta los siguientes criterios: mercado al que atienden, evolución de la tecnología de producción, forma de organización y viabilidad. A partir de estos criterios, pueden dividirse en seis las actividades que componen el SIU: �� Actividades tradicionales con tecnología elemental, en donde no habían experimentado

cambios importantes desde el punto de vista tecnológico, que atienden principalmente a consumidores de bajos ingresos o al mercado turístico, y se refieren fundamentalmente a artesanías y a las tortillerías. Se trata de actividades tradicionales, artesanales, que se realizan en pequeña escala y generan poco ingreso, utilizan poco capital y mucha mano de obra.

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�� Actividades tradicionales en proceso de transformación, sujeta a cambios tecnológicos en la organización y en la propiedad; como por ejemplo, el caso de las panaderías de barrio que cada vez hay menos, ya que ahora las absorben los grandes supermercados; lo mismo ocurre a últimas fechas con las tortillerías. Es decir, se trata de pequeños establecimientos de venta y producción de bienes de consumo cotidiano, que en este momento están sujetos a una presión tecnológica, de cambio en la organización y de creciente concentración de la operación, por lo que seguramente están expulsando a muchos trabajadores, inclusive de la informalidad.

�� Actividades que atienden necesidades de los consumidores de ingresos bajos y medios, ofrecen productos y servicios de menor calidad y más baratos; estas son las actividades que se empezaron a crear desde los setenta y que se ubicaban en nichos de consumidores de bajos ingresos -típicamente la producción y venta de alimentos-. Todos los establecimientos o puestos que se crearon en tomo a las fábricas para vender tacos, tortas y antojitos tenían que ver con una necesidad del trabajador industrial urbano de acceder a alimentos de bajo precio; lo mismo sucedió con los servicios de reparación de automóviles, del señor se ofrece para hojalatear un golpe, cambiar aceite o pulir un auto en la vía pública. Es decir, son actividades necesarias que constituyen una oferta alternativa de bajo costo para consumidores de menores ingresos.

�� Actividades prescindibles que extraen ingresos de los sectores medios y altos. En esta categoría están los cuidadores de vehículos, limpiadores de cristales, tragafuegos, mimos y en general, artistas callejeros, a quienes se les pasa el sobrante de ingresos del estrato medio y alto, muchas veces por temor o a modo de limosna, pero que son actividades totalmente prescindibles.

�� Actividades de servicio vinculadas al ingreso de los estratos medio y alto. Comprende los servicios personales, que surgen cuando hay excedentes de mano de obra por una parte, y de ingresos en ciertos estratos de población, por la otra. El servicio doméstico, masajistas, pedicuristas, jardineros, etc. que trabajan a domicilio, de manera muy informal, cuyo mercado lo constituyen esencialmente las unidades familiares.

�� Actividades lucrativas encubiertas bajo la modalidad de informalidad, que son las utilizadas por empresas o empresarios de altos ingresos para evadir impuestos, costos laborales y, en general, los costos de la regulación y que se encubren bajo modalidades de informalidad. Es el caso de grandes importadores entre los que se encuentran varios que inclusive operan empresas formales importantes, pero que tienen una línea lateral en este ámbito, en el que emplean vendedores ambulantes. Dos ejemplos muy interesantes de esta categoría son la empresa que tiene una cadena de vendedores de tamales que los ubica todas las mañanas en lugares definidos y la que maneja la cadena de vendedores de jugos. Esta forma de operación surge de empresarios que inician así sus negocios o bien, de empresarios exitosos del sector informal que reproducen sus establecimientos con trabajadores por pago; como son personas que pusieron un puesto de comida en un tianguis con mucho éxito, entonces pone otro y otro más y en poco tiempo ya tiene una cadena de puestos de comida.

11. Características generales de la industria manufacturera Antes de derivar indicadores tecnológicos de la industria manufacturera es preciso subrayar algunas características de ese sector.

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Primero, la industria manufacturera en México se caracteriza por su dualidad. Es decir, por un lado existe un reducido número de empresas con adelanto tecnológico y alto volumen de producción, mientras que en el extremo opuesto se tiene un número muy grande de empresas pequeñas y microempresas con un marcado rezago tecnológico y volúmenes muy reducidos de producción. Como acertadamente se subraya en el Plan Nacional de Desarrollo (SHCP [1995]) "...esto significa que hay una gran dispersión en la eficiencia productiva entre empresas y sectores de la economía. México no está haciendo un uso eficiente del enorme potencial que significan las nuevas tecnologías en informática, en nuevos materiales y en biotecnología". (pág. 155). Así, por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación en el Sector Manufacturero de 1992, en adelante ENESTYC (STyPS-INEGI [1995]), del total de empresas en la industria manufacturera, sólo 1.5% son empresas consideradas grandes, es decir, con más de 250 trabajadores. En el extremo opuesto, el 87% son microempresas que cuentan con entre 1 y 15 trabajadores, y el restante 11.5 por ciento está constituido por empresas pequeñas y medianas15. Las empresas grandes, a pesar de su reducido número, registran volúmenes muy altos de producción, en tanto que el numeroso conjunto de microempresas tienen poca participación. Medido en valor agregado, de acuerdo con la ENESTYC (STyPS-INEGI [1995]), en 1991 las empresas grandes contribuyeron con el 61.6%, en tanto que las microempresas lo hicieron con apenas el 7.6%. El restante 30.8% representó la aportación de las empresas pequeñas y medianas. La segunda característica es que las ramas con empresas más grandes y presumiblemente más avanzadas en tecnología, están constituidas por empresas cuyo origen de capital es extranjero. En general, la mayoría corresponde sobre todo en químicos y productos metálicos, maquinaria y equipo. Es claro que son pocas las ramas mayoritariamente de origen extranjero, aunque su peso relativo es importante. Las que rebasan el 50% de capital extranjero son: productos lácteos, alimentos para consumo humano, farmacéuticos, hule, procesos informáticos, industria automotriz, fabricación y ensamblaje de aparatos de comunicación (radio y TV) y equipos de precisión. En lo que respecta a la presencia de empresas con tecnología de punta o empresas dinámicas, su presencia es relativamente reducida. Del gasto en IyD (Investigación y Desarrollo) ejercido en el país, casi el 80% es gasto de gobierno, en tanto que el 20% restante proviene del sector privado. Esto contrasta con los países desarrollados en los que los gastos en IyD son mayoritariamente ejercidos por el sector privado16. Es decir, el grado de avance tenológico en México es tal que el gasto en IyD no es todavía una actividad rentable, por lo que la presencia gubernamental es la que prevalece.

15 Mediana, de 101-250 trabajadores; pequeña de 16-100 trabajadores. 16 En el caso de Japón, por ejemplo, el gasto gubernamental en IyD en 1991 representó el 18.2 por ciento del total. Es decir, el sector privado contribuyó con más del 80 por ciento (ver CONACYT-SEP, 1994).

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Si se analiza la composición del gasto gubernamental en IyD y se le compara con la respectiva composición en un país desarrollado, es evidente que el esfuerzo tecnológico en México se concentra en la educación, más que en actividades de desarrollo tecnológico. En 1995, esta proporción fue de 68%. A pesar de que en 1994 el gasto en educación absorbió aproximadamente el 50% del gasto en IyD, la infraestructura de personal dedicado a actividades en IyD fue muy reducida. Por ejemplo, en 1991 había 9 científicos e ingenieros por cada 10 mil trabajadores, en tanto que en países como Estados Unidos el número ascendía a 76. Esto en buena medida obedece a que el mayor esfuerzo educativo en México se ha concentrado en la educación básica e intermedia. En 1995, el 77% del gasto federal educativo fue destinado a la educación básica y media, en tanto que la educación superior absorbió el 22.4 %. Del gasto para educación superior, sólo el 26.9% fue canalizado a la llamada educación tecnológica, y el 73.1% restante tuvo como fin la educación universitaria que, en su mayoría, no está necesariamente asociada con la aplicación y el desarrollo de tecnología17. Parecería pues que, con mucho, la fuente principal de avance tecnológico en México ha sido y seguirá siendo la asimilación de tecnología desarrollada fuera del país, por lo que los esfuerzos en materia tecnológica sin duda tendrán que privilegiar la formación de capital humano, como pre-requisito para adaptarse con rapidez a los cambios tecnológicos. En 1997, la Secretaría de Trabajo emprendió un estudio sobre los modelos de industrialización en México18. En el estudio, solamente se analizó la industria manufacturera conforme a la definición que de ella proporciona el INEGI. El análisis se hizo en 14 zonas industriales relevantes: Aguascalientes, Tijuana, Hermosillo, Guadalajara, Querétaro, Tlaxcala, Puebla, Orizaba, Veracruz, Mérida, la delegación Iztapalapa del D.F., Mexicali, Norte de Sonora y Saltillo19. De acuerdo con las principales conclusiones ofrecidas por el estudio, en términos generales no pueden detectarse fuertes encadenamientos productivos regionales ni zonas industriales con dinámicas de tipo endógeno que pudieran hacer pensar en la figura de los distritos industriales. Por el contrario, se pueden observar fuertes dependencias de proveedores extranjeros y de otras regiones del país; así como de clientes nacionales, pero localizados fuera de la propia zona industrial considerada. La vinculación comercial intrafirmas, por otro lado, es un fenómeno muy poco frecuente, al igual que la maquila y la subcontratación. Otra conclusión general, es que la zona parece ser mucho más importante para determinar el tipo de encadenamientos que se presentan, que el tamaño, el tipo de propiedad o el carácter 17 Datos del 1er Informe de Gobierno. Presidencia de la República (1991). 18 Enrique de la Garza Toledo (Coord.) et al. Modelos de Industrialización en México. Cuadernos de trabajo. Nº 15, STPS, 1997. 19 Se captó toda la información para el año de 1994. La metolodogía y la técnica de investigación estuvo centrada en el levantamiento de una encuesta con una muestra al azar según tamaño de establecimiento, sin incluir las micros, en las zonas mencionada.

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exportador o no exportador de los establecimientos. Lo anterior, a menos que se agrupen dichas variables independientes. Si esto se hace, es entonces posible distinguir dos tipos de establecimientos dominantes. El primero de ellos, conformado por los de tamaño pequeño, nacionales no exportadores y de baja productividad. El segundo, por los de gran tamaño, extranjeros, exportadores y de alta productividad. Cabe señalar que mientras los primeros muestran, al tiempo que importantes características comunes, una gran dispersión en al menos dos perfiles típicos, los segundos presentan una fuerte tendencia concentrarse en un sólo perfil característico. El proyecto modelos de Industrialización en México permitió obtener información muy valiosa acerca de la estructura de la industria mexicana en un sentido territorial. A continuación se presentan algunas de sus principales conclusiones: En el nivel de la acumulación de capital la gran transformación se inició en la década pasada. Sin embargo, el nuevo patrón no ha logrado tasas estables ni altas de crecimiento en más de 10 años y, por el contrario, ha tenido su primera gran crisis en diciembre de 1994. Asimismo, la estructura sectorial por grandes divisiones de la economía prácticamente no ha cambiado; pero al interior del sector manufacturero es notable la caída de los textiles y el dinamismo de productos químicos, derivados del petróleo, plásticos y caucho, así como de productos metálicos, maquinaria y equipo. La acumulación de capital en este período ha tenido un comportamiento muy heterogéneo por clases en la manufactura; la productividad disminuyó en el período de 1980 a 1985 y aumentó entre 1985 y 1988. En la década de los ochenta al parecer la transformación en el nivel de la acumulación se inició a partir del segundo quinquenio. El sostenimiento de la tasa de ganancia se baso todavía en este mecanismo extensivo de acumulación en los ochenta. Vista la acumulación de capital por estratos de tamaños de establecimientos se puede concluir que entre 1980 y 1988 su distribución no cambió en la manufactura; en cambio entre 1988 y 1993 hay una polarización en número y valor de la producción de los establecimientos hacia los de menor y mayor tamaño, con disminución de los pequeños y medianos. Entre 1980 y 1988 las remuneraciones reales por trabajador cayeron en todos los estratos, pero más en los grandes; en cambio la productividad creció más en estos últimos, así como la intensidad del capital. También se concluye que la apertura de la economía y en los años anteriores a diciembre de 1994 la sobrevaluación del peso no propiciaron el establecimiento de cadenas productivas y el aprovechamiento de ventajas zonales; por el contrario, parece que aumentó la desarticulación y sobre todo el uso de insumos importados. En cuanto al nivel tecnológico, la investigación mostró que en general la tecnología elevada se relaciona con grandes empresas y de alta productividad; sin embargo, la heterogeneidad zonal es grande y salta a la vista que la capacidad exportadora no se correlacionó positivamente con la alta tecnología, ni tampoco la propiedad extranjera del capital.

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En la línea de organización del trabajo los resultados apuntan en el sentido de que, excepto las empresas de alta productividad, entre más grandes la división del trabajo por categorías obreras es mayor y en todas se mantiene la separación entre producción, mantenimiento y control de calidad. Otro tanto sucede con la formalización del trabajo, es en las grandes donde más se práctica a diferencia de las pequeñas, una excepción es nuevamente la empresa de alta productividad. En cuanto a la movilidad de los trabajadores dentro del proceso es en general baja, excepto en las grandes de alta productividad; sin embargo, en los casos en los que se práctica es sobre todo debido a picos en la producción o para suplir ausencias, más que como nueva concepción de organización del trabajo. Asimismo, el involucramiento de los trabajadores resultó bajo y poco practicadas las formas grupales de trabajo. En resumen, el polo moderno en organización queda reducido a las empresas de alta productividad, en tanto que en las pequeñas predomina una organización tradicional caracterizada por la no planeación y arbitrariedad; se dan mezclas o aplicaciones parciales del Justo a Tiempo y la Calidad Total y cabe destacar el bajo involucramiento de los trabajadores. En general sigue privando el autoritarismo en el trabajo, el desinterés sindical por involucrarse, las culturas obreras instrumentalistas y no es clara la relación entre bilateralidad y competitividad (excepto con productividad) en parte porque es probable que se trate de una bilateralidad defensiva más que propositiva, de sindicatos y trabajadores. En cuanto a la fuerza de trabajo, su perfil sociodemográfico muestra las diferencias más importantes en género y edad y estas diferencias son por zonas; en lo laboral predomina la fuerza de trabajo estable, con capacitación baja y especializada; y, en lo salarial el perfil es muy chato, salario bajo y poco bonos. En pocas palabras, a pesar de tener cambios en otros factores sociotécnicos, sobre todo en empresas grandes y de alta productividad, esto no se ha reflejado en cambios importantes en el perfil de la fuerza de trabajo, excepto en género y edad que no se relaciona con tecnología y organización sino con determinantes zonales. En este último sentido, la variable zona es posible que esconda diferencias en mercados externos de trabajo y protecciones contractuales diferenciadas, así como en estilos de gestión de recursos humanos. En conclusión, la clase obrera se ha transformado parcialmente en México, pero no con los perfiles que se supondrían frente a la revolución tecnológica, organizacional y la flexibilidad, sino entre una antigua clase obrera (masculina, con calificaciones tradicionales, de edad madura, estable en el trabajo) y una nueva clase obrera no calificada, joven, mejor repartida entre hombres y mujeres y de poca antigüedad. Esta nueva clase obrera es mayoritaria en zonas norteñas o participa junto a la antigua en los trabajos menos calificados en zonas antiguas. Hay un polo moderno constituido por empresas grandes, de alta productividad, sin articulaciones zonales importantes, con tecnología media-alta y aplicaciones parciales de la Calidad Total y el Justo a Tiempo, con flexibilidad media y ligera bilateralidad, aunque sin un claro perfil de una fuerza de trabajo con calificaciones nuevas y compartiendo con el otro polo los bajos salarios. Posiblemente los más distintivos en este polo sean las Nuevas Formas de Organización del Trabajo y la flexibilidad, pero con poco involucramiento, es decir, con autoritarismo y el Control de Calidad Total aplicado más como técnica administrativa que como concepción de cambio en las relaciones laborales, que se refleja también en escasa descentralización de las decisiones, salario bajo y pocos estímulos.

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El polo atrasado está constituido por dos sectores: el tradicional (pretaylorista) y el taylorista. Pero ambos comparten la característica de la poca articulación zonal, tecnología baja, menor aplicación de nuevas formas de organización, poca bilateralidad, poca flexibilidad (excepto en la forma primitiva del sector tradicional), perfil masculino y maduro de la fuerza de trabajo, bajo salario sin bonos por productividad. En el sector tradicional priva la arbitrariedad patronal mezclada con autoritarismo y paternalismo, en el taylorizado una organización más formalizada y burocrática. En esta polarización del apartado productivo cabe mencionar nuevamente las diferencias zonales que pueden esconder tres grupos principales de variables; las de políticas de personal; las de las políticas sindicales y de contratación; y las de las culturas laborales. Estas tres aunque no están aisladas de la economía (sufren por ejemplo la presión del mercado) puede tener otros determinantes que mantengan las diferencias zonales frente a contextos de competencia semejantes. Las políticas de personal se acuñan desde la formación profesional de los responsables de diseñarlas y establecerlas, hasta las que vienen de las casas matrices, pasando por las modas gerenciales, pero sin duda se entremezclan con las culturas gerenciales. Las diferencias sindicales zonales pueden tener implícitas el peso de la tradición y lo legítimo en el manejo de las relaciones laborales, que a veces queda plasmado en modelos diferenciados de contratación colectiva; las culturas laborales pueden tener componentes regionales que en México pueden ser importantes en valores, normas, tradiciones, costumbres, pero también sentidos estéticos, formas de razonamiento y discursos con respecto al trabajo, las relaciones laborales y las empresas. En el aspecto específico de la competitividad la investigación no mostró clara relación con el nivel tecnológico y es posible que coexistan dos modelos exitosos hasta ahora, cada uno de ellos con sus propias limitaciones; primero, el que utiliza tecnología, organización, relaciones laborales y fuerza de trabajo convencionales y basa su competitividad en el bajo costo de la fuerza de trabajo, y el uso intensivo de ésta. El segundo, fundado en las nuevas formas de organización, tecnologías más altas, flexibilidad pero también con bajo salario. El primer modelo tiene como limitación el reducir el mercado interno y que el uso intensivo de la fuerza de trabajo como base de la competitividad tiene límites físicos y sociales. El segundo, presenta más potencialidades, su punto flaco es estar asociado, también al bajo salario a la escasa capacitación. Descuida también el mercado interno como economía nacional, además de frenar el involucramiento y las potencialidades de las nuevas tecnologías y formas de organización. Si se trata de combinar el diagnóstico al nivel de unidades socioeconómicas de producción con el macroeconómico habría que destacar que a pesar de que el período de vigencia del nuevo Patrón de desarrollo creció tanto las exportaciones como las importaciones, se generó finalmente un importante déficit en la balanza comercial, siendo responsables principales las importaciones de insumos. En otras palabras, el aparato productivo no fue capaz de compensar con sus exportaciones el flujo creciente de insumos importados; el equilibrio se consiguió provisionalmente en cuenta corriente a través del flujo de capitales, principalmente en cartera. La inversión extranjera directa creció pero no en forma suficiente como para apuntalar el crecimiento del producto. El énfasis en el control de la inflación como eje de la

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política económica introdujo distorsiones importantes en el aparato productivo, al limitar las exportaciones con la sobrevaluación del peso, al encarecer el crédito para atraer capitales y desviarlos hacia la inversión no productiva y, por otro lado, con la reducción en el gasto público por habitante en términos reales y con los topes salariales se mantuvo contraída la demanda interna. Todo esto jugó en contra del sector productivo y ayudó a que su reconversión fuese polarizada e insuficiente. Por tanto, no se puedo transitar a una palanca claramente diferente de la acumulación del capital que no fuese la intensificación del trabajo y el bajo salario, excepto en el polo moderno en el que se combinó lo anterior con el incremento de la productividad en sentido estricto. El resultado está a la vista a partir de 1995, tasas de crecimiento inadecuadas, gran heterogeneidad de las bases sociotécnicas e incapacidad de aprovechar nichos y ventajas comparativas locales (excepto la mano de obra barata). La crisis de 1995 no sólo cuestionó la política económica y el enfoque monetario de la balanza de pagos, sino al Patrón de desarrollo de manera más profunda.

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B. El modelo mexicano de la Formación Profesional México ha tenido una política coherente y sostenida en las últimas dos décadas en la dirección de mejorar la calificación de la fuerza de trabajo e innovar cualitativamente la educación técnica y los programas de formación profesional, siendo el país que cuenta con el liderazgo regional en los dos últimos aspectos.

Cuadro No. 21 Cambios en el nivel de instrucción de la población Económicamente Activa.

1991 Y 1997 NIVEL DE INSTRUCCION 1991 Porcentaje 1997 Porcentaje

TOTAL 31,229,048 38,344,658SIN INSTRUCCION 3,614,390 11.6 3,466,680 9.01-3 AÑOS DE PRIMARIA 4,902,880 15.7 4,783,526 12.44-5 AÑOS DE PRIMARIA 2,479,274 7.9 2,552,581 6.5PRIMARIA COMPLETA 6,619,375 21.2 7,953,701 20.7SECUNDARIA INCOMPLETA 1,721,643 5.5 2,252,990 5.9

SECUNDARIA COMPLETA 4,008,293 12.8 6,107,276 15.9

SUBPROFESIONAL 2,483,659 7.9 2,907,585 7.61-3 AÑOS DE PREPARATORIA 2,082,187 6.7 3,206,658 8.4

PROFESIONAL MEDIO 278,918 0.9 554,346 1.4PROFESIONAL SUPERIOR 3,035,315 9.7 4,549,128 11.8

NO ESPECIFICADO 3,114 0.0 10,187 0.0Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI. México tiene una PEA sin instrucción bastante baja (9%) y con tendencia a reducirse (entre 1991 y 1997 descendió en 2.6%). También tiende a disminuir la PEA con solamente tres años de escuela primaria. Esta descendió de 15.7% a 12.4%, la PEA con 4-5 años de escolaridad (bajó de 7.9% a 6.5%) y la PEA con primaria completa. Por otro lado, tiende a aumentar la PEA con secundaria incompleta y secundaria completa. Globalmente ambas categorías pasaron del 26.2% al 29.4%. También tiende a aumentar la PEA con formación profesional y con educación superior. Esta pasó de 17.3% a 21.6%. Como conclusión general, la PEA en México presenta un nivel de instrucción de mayor calidad, pues casi la mitad tiene educación secundaria o superior, mientras un 20% tiene primaria completa. Por sexo, se tiene que en general los hombres tienen mejores niveles educativos que las mujeres (cuadro no. 1 en anexo). A esto agrega el hecho de que la PEA activa presenta niveles de instrucción mayores a los de la PEA desocupada (cuadros no. 2 y 4 en anexo). Por otra parte, entre las mujeres tiene mayor importancia la categoría de subprofesionales que entre los hombres (cuadro no. 3 en anexo).

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La PEA desocupada se compone principalmente por personas ubicadas en los niveles de primaria completa y secundaria completa, subprofesionales y con uno a tres años de preparatoria y profesionales de nivel superior (cuadro no. 4 en anexo). Esto puede deberse a que las personas ubicadas en estos niveles tienden a cambiar de trabajo con mayor frecuencia. En el caso de los hombres es más alta la categoría de secundaria completa, mientras en el caso de las mujeres es la categoría de subprofesional. De 1991 a 1997 la PEA activa que ha tomado cursos de capacitación ha aumentado en casi un 53% en términos absolutos (cuadro no. 5 en anexo). En 1991 el 18.6% de la PEA total realizó actividades de capacitación, en 1997 la proporción ascendió al 23.1%. Los datos de 1997 indican que el 60% se capacitó en el lugar de trabajo, mientras el 30% lo hizo en alguna institución de capacitación. Por sexo se tiene que el 60.7% del total de capacitados son hombres y el 39.3% son mujeres. En el caso de los hombres, la cantidad de capacitados aumentó en un 53.3% en términos absolutos en 1997 respecto a 1991, mientras que la cantidad de mujeres aumentó en un 51.7% (cuadro no. 6 en anexo). En 1997 el 23.1% de la PEA ocupada se involucró en actividades de capacitación, lo que indica que no existe diferencia con respecto a la PEA total, de lo que se infiere en apariencia que la capacitación no está teniendo incidencia significativa en la empleabilidad. Al analizar los datos sobre la PEA desocupada que ha tomado cursos de capacitación, llama la atención el hecho de que para 1997 la proporción de mujeres desempleadas que ha tomado cursos fue del 55.6% en contraste con el 44.4% de los hombres, a pesar de que ellas constituyen el 38.3% de dicho segmento de la PEA (cuadro no. 7 en anexo). Esto indicaría que la capacitación no está mejorando la empleabilidad de las mujeres. En cuanto a la PEA ocupada que ha tomado cursos por ocupación, se tiene que los grupos con mayor porcentaje son: oficinistas con el 15.8%, artesanos y obreros 13.6% vendedores y dependientes 12.2% (cuadro no. 8 en anexo). En el caso de los hombres, los mayores porcentajes están en el grupo de los artesanos y obreros con el 16.2% y los oficinistas con el 12.2%, en el caso de las mujeres los mayores porcentajes corresponde al grupo de las oficinistas con el 34.9% y el de los artesanos con el 28.4%. Según el puesto en el trabajo, se tiene que la categoría que ha experimentado el mayor aumento ha sido la de los trabajadores a destajo con el 90.5%, aunque son un grupo pequeño, le siguen los trabajadores por cuenta propia, los cuales aumentaron un 60.9% en términos absolutos de 1991 a 1997, le siguen los asalariados con el 55.0%, los empleadores con el 16.1% y los trabajadores sin pago en apenas el 10.8% (cuadro no. 9 en anexo). De 1989 a 1994 la cantidad de trabajadores manufactureros que recibieron capacitación aumentaron en un 25.8% en términos absolutos (cuadro no. 10 en anexo). Por tamaño de establecimiento se tiene que las grandes empresas son las que capacitan la mayor cantidad de trabajadores, 51.4% en 1994. En el caso de las medianas empresas, se observa un declive,

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mientras que las pequeñas empresas aumentaron un 50.2% y las microempreas cuadruplicaron su esfuerzo de capacitación. El subsector con mayor crecimiento absoluto en el número de trabajadores capacitados fue el de productos alimenticios, bebidas y tabaco para alcanzar el 27.2% del total en 1994 y el de productos metálicos, maquinaria y equipo con el 26.4%. Los sectores que experimentaron un descenso fueron: industria de la madera y productos de madera, industrias metálicas básicas y productos metálicos, maquinaria y equipo. De acuerdo con el nivel ocupacional, se tiene que el nivel directivo y el de los obreros generales fueron los de mayor crecimiento con el 73% y el 33.1% respectivamente (cuadro no. 11 en anexo). Llama la atención el que los obreros especializados sea el sector con menor crecimiento 15.6%. Con respecto al resultado de dicha capacitación, se tiene que en al menos seis de los nueve sectores de la industria manufacturera se valoró en mayor medida el aumento en la calidad del trabajo, en segundo lugar otros aspectos, en tercer lugar el aumento de la productividad y por último, el desarrollo de nuevas habilidades (cuadro no. 12 en anexo). En resumen, en la última década México dio un paso importante de la capacitación en la fuerza laboral. La PEA ocupada en 1997 fue de 37,3 millones, de los cuales recibieron capacitación 8.6 millones, aproximadamente un 25% ese año. Este interés por la capacitación contrasta con lo que ocurre en Centroamérica, donde se carece de planes definidos al respecto. La tendencia en México es hacia un incremento de las oportunidades de capacitación en hombres y mujeres. En la industria manufacturera se incrementó en 88% el número de establecimientos que ofrecieron capacitación a sus trabajadores. El aumento en la calidad del trabajo aumentó en un 114%, no así el aumento de la productividad que prácticamente tiene un estancamiento en los años considerados. Las ramas de actividad que más aumentaron la capacitación fueron las de productos alimenticios, bebidas y tabaco, por un lado (con un 188%) y las industrias de productos metálicos, maquinaria y equipo. Con las excepciones de la industria de la madera y de metales básicos, todas las ramas de actividad manufacturera tuvieron un crecimiento en la capacitación de trabajadores, empleadores y trabajadores por cuenta propia.

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Cuadro No. 22 Establecimientos manufactureros que proporcionaron capacitación a sus trabajadores

por subsector de actividad y principal resultado de dicha capacitación

SUBSECTOR DE ACTIVIDAD Y PRINCIPAL RESULTADO 1992 1995

INCREMENTO 92/95

(Porcentajes) TOTAL 18,573 35,072 88

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 4,960 5,047 1.7AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 7,669 16,457 114DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 2,645 2,218 - 14OTRO 3,299 11,350 PRODUCTOS ALIMENTICIOS, BEBIDAS Y TABACO

3,433 9,888 188

TEXTILES, PRENDAS DE VESTIR E INDUSTRIA DEL CUERO 3,029 5,480 81

INDUSTRIAS DE LA MADERA Y PRODUCTOS DE MADERA 1,557 1,191 - 24

SUSTANCIAS QUIMICAS, PRODUCTOS DERIVADOS DEL CARBON, DE HULE Y DE PLASTICO

2,805 3,456 23

PRODUCTOS MINERALES NO METALICOS 1,159 2,143 85INDUSTRIAS METALICAS BASICAS 343 144 -58PRODUCTOS METALICOS, MAQUINARIA Y EQUIPO 3,951 8,101 105

OTRAS INDUSTRIAS MANUFACTURERAS 149 835 460Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.

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C. Secretaría del Trabajo y Previsión Social 1. Servicio Nacional de Empleo, Capacitación y Adiestramiento Las acciones del Servicio Nacional de Empleo (SNECA) se dirigen a vincular a los demandantes de trabajo con las necesidades de mano de obra del aparato productivo, promoviendo la inserción productiva de los trabajadores y la oportuna interacción entre ellos. Busca además, reducir los tiempos y costos de la colocación de trabajadores mediante el desarrollo y la coordinación de los diversos agentes que intervienen en el mercado de trabajo y promover la capacitación y reentrenamiento a fin de favorecer la incorporación de la población desempleada al sector productivo e incrementar la productividad laboral. El SNECA opera bajo un esquema descentralizado fortalecido a través de la coordinación con los gobiernos de los estados para operar los Servicios Estatales de Empleo (SEE) y los Centros Delegacionales Promotores del Empleo, la Capacitación y el Adiestramiento (CEDEPECA) en el Distrito Federal. El SNECA inició sus actividades en 1978 y con la puesta en marcha del Programa Becas de Capacitación para Desempleados (PROBECAT), a mediados de 1984, su cobertura se amplió hasta alcanzar 38 oficinas, cantidad que ha ido incrementando hasta llegar a su estructura actual de operación con la que son atendidas 1,200 localidades en todo el país, a través de una red de 99 oficinas ubicadas en 83 ciudades de los 31 estados y el Distrito Federal. La Dirección del Servicio Nacional de Empleo (DSNE), tiene como responsabilidad normar el desarrollo y operación de los Programas del SNECA en todo el país, en forma homogénea y congruente a los criterios que enmarcan su ejecución. 2. Servicios Estatales de Empleo (SEE) y Centros Delegacionales Promotores del Empleo,

Capacitación y Adiestramiento (CEDEPECA) Los SEE y los CEDEPECA en el Distrito Federal, representan la parte operativa del SNECA, tienen como objetivo promover directamente por medio de acciones de orientación, información, concertación, capacitación y reentrenamiento, la colocación productiva de los trabajadores desempleados en los puestos de trabajo que ofrecen las empresas. Con el fin de asegurar una vinculación adecuada y oportuna el SNECA dispone de un Sistema de Información sobre los mercados de trabajo regionales, estatales y locales. Asimismo, coordina sus acciones con los diferentes agentes que intervienen en el mercado de trabajo como agencias privadas y bolsas de colocación. Los SEE y Cedepeca tienen bajo su responsabilidad directa la operación y desarrollo de las Acciones y Programas del SNECA. a) Acciones de vinculación entre agentes productivos El entorno del mercado laboral se caracteriza por una continua reorganización del empleo, al tiempo que desaparecen puestos de trabajo en actividades poco competitivas se crean nuevas

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plazas en sectores más dinámicos, lo que genera problemas de vinculación entre los agentes productivos. Por una parte, las personas que ingresan a la población económicamente activa y los trabajadores que quedan desempleados carecen de información suficiente y oportuna que les permita ubicar con rapidez las oportunidades de empleo existentes y conocer las habilidades que deben poseer para tener acceso a éstas. Por otra, las empresas enfrentan dificultades para encontrar personal con la capacitación y el perfil adecuados. En este contexto se ubican los esfuerzos de coordinación del Gobierno Federal con los Gobiernos estatales, municipales y del Distrito Federal, para difundir en forma oportuna y veraz, información sobre el mercado laboral, captar y vincular a los oferentes con los demandantes de empleo, y apoyar a las personas desempleadas para que adquieran nuevos conocimientos, habilidades y aptitudes que les permitan colocarse en un empleo y elevar su productividad. b) Orientación El Servicio Nacional de Empleo lleva a cabo acciones de orientación a buscadores de trabajo para realizar una búsqueda adecuada que los acerque a las alternativas de colocación acordes a sus conocimientos, habilidades e intereses. Durante 1997, los SEE y Cedepeca realizaron esta acción a través de 2,294 Talleres para Buscadores de Empleo en los cuales se atendió a más de 30.000 solicitantes de trabajo. c) Talleres para Buscadores de Empleo Constituyen un apoyo para los solicitantes de empleo que acuden a los SEE o CEDEPECA, los cuales pudieran presentar desventajas en cuanto a la manera de enfrentarse a una entrevista y ofrecer sus habilidades y conocimientos adquiridos en su vida personal y profesional. En estos Talleres se orienta sobre la elaboración de antecedentes escolares y laborales, la manera de enfrentar una entrevista, cómo deberá cuidar su arreglo personal, la actitud que se debe tomar frente a las pruebas de selección, identificar los diferentes medios que existen para buscar empleo, definir su búsqueda, y cómo conservar éste cuando ha logrado contratarse. Asimismo, se proporcionan las técnicas y habilidades necesarias para ampliar las probabilidades de obtener un empleo, es por ello que cada uno de estos aspectos que se mencionan son desarrollados de la siguiente manera:

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i) Modulo 1 Entrevista y Selección Los Buscadores de empleo: Determinan sus conocimientos, habilidades y destrezas para enseñar a sus futuros empleadores que es lo que saben hacer y que ellos necesitan. Se preparan para su entrevista de empleo, considerando lo que habrá de realizar antes, durante y después de ésta. ii) Módulo 2 Documentación requerida Los Buscadores de empleo: Identifican y preparan la documentación que con mayor frecuencia solicita un empleador. Elaboran una solicitud de empleo que les servirá como modelo para llenar otras y para sus entrevistas. Diseñan un curriculum vitae que informe a los empleadores su disponibilidad e interés de trabajar en su empresa. iii) Módulo 3 Dónde conseguir empleo Los buscadores de empleo: Consiguen información sobre los puestos vacantes. Investigan las empresas o instituciones que cubran sus intereses. Elaboran una agenda de trabajo en la que organizan todas las actividades para la búsqueda de empleo. iv) Módulo 4 Cómo conservar el empleo Los buscadores de empleo: Identifican los principios básicos que ayudan a conservar el empleo, tales como: actualizar sus conocimientos, ser discretos, ser creativos, etc. Identifican las conductas que son perjudiciales para no conservar el empleo, tales como: descuido en el trabajo, pereza, negligencia, etc. d) Vinculación directa El SNECA canaliza a las personas que se encuentran desocupadas, de acuerdo a sus conocimientos, habilidades e intereses, a las vacantes que han sido reportadas por las empresas, lo cual implica llevar a cabo procedimientos de entrevista y preselección de solicitantes. Durante 1999 el SNECA atendió a 455.282 solicitantes de empleo, detectó 488.434 vacantes, envió 323.538 personas a cubrir plazas desocupadas y colocó a 160.358 desempleados. Esto implica que al menos el 49.6% de las demandas atendidas fueron satisfechas. e) Sistema de Información El SNECA tiene como base para sus acciones de vinculación, la utilización de medios electrónicos que le permiten contar con un banco de información en relación a las

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necesidades de los buscadores de empleo y los requerimientos de personal que manifiesta el aparato productivo. Esta base de datos garantiza una mejor y oportuna inserción de los trabajadores a las oportunidades de empleo que captan los SEE. En este sentido, el Sistema de Información es una de las principales herramientas de la vinculación de los trabajadores con las oportunidades de empleo; ya que permite la captura y el procesamiento de la información necesaria para la selección de candidatos a ocupar los puestos vacantes ofrecidos por los empleadores; de este modo, se agiliza el procedimiento de selección de trabajadores para su inserción en el aparato productivo. Por otra parte, la sistematización y difusión oportuna de la información sobre la oferta y demanda de mano de obra a nivel local y regional, además de inducir a una mayor transparencia en los mercados de trabajo, permite junto con otros indicadores, contar con un marco integral de información sobre las características y tendencias de la incorporación de la población a dichos mercados. f) Sistema de Empleo En su esquema de operación, el SNECA busca incorporar y encausar los diversos intereses de los actores sociales que intervienen en el mercado de trabajo a través de la definición de objetivos conjuntos y acciones concertadas que permitan mejorar el funcionamiento y organización de dicho mercado. La coordinación de los servicios públicos y privados de colocación de trabajadores da lugar a la conformación del Sistema de Empleo, entendido éste como el ámbito en el que es posible concertar y potenciar las acciones que habitualmente se realizan de manera dispersa y se evite la duplicidad de esfuerzos. Los agentes del mercado tales como bolsas de trabajo o agencias de colocación, tendrán acceso a través del Sistema a una red regional de vacantes y solicitantes de empleo a la cual podrán acudir para lograr una mayor y más rápida cobertura de sus vacantes y una más rápida colocación de sus solicitantes. g) Apoyos de capacitación para la vinculación de personas desempleadas y empresas En 1984 se creó el Programa Becas de Capacitación para Desempleados (PROBECAT). Dicho Programa es administrado a través del Servicio Nacional de Empleo (SNECA), su objetivo es proporcionar capacitación a quienes se encuentran desempleados porque sus habilidades no satisfacen las demandas de calificación de las empresas. Las especialidades que cubre el PROBECAT atienden a la demanda del sector productivo, así también, facilitan el desarrollo de actividades laborales bajo la modalidad de autoempleo o mediante la constitución de pequeñas unidades productivas. A través de la modalidad mixta del PROBECAT se capacita al personal que necesitan las empresas para ocupar sus plazas vacantes.

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h) Operación Los SEE y Cedepeca son las instancias encargadas de efectuar las tareas de reclutamiento y selección de los becarios, así como de realizar la detección de las necesidades de capacitación en cada entidad o región. Con esto se procura que sea la demanda de la planta productiva la que determine las características de los cursos que habrán de ser impartidos. i) Impacto de las Acciones de Capacitación La STPS a través del Programa Becas de Capacitación para Desempleados (PROBECAT) otorga apoyo mediante cursos de capacitación para facilitar la colocación de las personas desocupadas en un puesto de trabajo. Los estudios de evaluación efectuados demostraron que el PROBECAT es un instrumento eficaz para facilitar la inserción o reincorporación de la población al trabajo. Algunos de los beneficios que ha demostrado el Programa son: �� La reducción en los tiempos de búsqueda de empleo de los becarios con respecto a los

desempleados que no recibieron capacitación. �� Mayores posibilidades de encontrarse ocupados después de la capacitación. �� En la mayoría de los grupos sociodemográficos aumentó sus niveles de ingreso y

jornadas de trabajo semanales. El Programa apoya a los participantes con una beca equivalente al salario mínimo regional durante el período del curso; proporciona además, el material didáctico, ayuda para transporte y servicios médicos básicos. j) Modalidades El PROBECAT ofrece capacitación para la formación de mano de obra calificada mediante las siguientes modalidades: i) Capacitación Mixta Consiste en la realización de cursos a petición expresa y en coordinación con el sector empresarial, para satisfacer requerimientos específicos de personal calificado. Su duración es de uno a dos meses, en los cuales las prácticas ocupan entre 60 y 70% del tiempo total del curso. �� Requisitos �� Ser buscador activo de empleo �� Tener entre 16 y 55 años de edad �� Ser sostén económico �� Saber leer y escribir �� Escolaridad máxima de preparatoria o equivalente

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En esta modalidad, las empresas participan en el diseño de los contenidos temáticos del curso de acuerdo a sus requerimientos, cubren los honorarios de los instructores, adquieren un seguro contra accidentes de trabajo para los becarios, proporcionan material didáctico y apoyo para transporte; asimismo, se comprometen a contratar por lo menos al 70% de los egresados. �� Beneficios �� Beca �� La empresa asegura la disponibilidad de personal capacitado �� El becario eleva sus posibilidades de ocupación ii) Capacitación Escolarizada Incluye la impartición de conocimientos teóricos y prácticos en centros y planteles educativos. Los cursos que se concertan responden a la demanda de los sectores productivos. Su duración es de uno a tres meses aproximadamente. Requisitos �� Ser buscador activo de empleo �� Tener entre 18 y 55 años de edad �� Ser sostén económico �� Primaria terminada �� Escolaridad máxima de preparatoria o equivalente �� Tener una experiencia laboral mínima de tres meses. Beneficios �� Beca �� Apoyo para transporte �� Servicios médicos básicos �� Material didáctico �� El becario eleva sus posibilidades de capacitación Planteles �� Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica �� Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial �� Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios �� Instituciones de los gobiernos estatales y centros privados, entre otros iii) Capacitación Mixta en Micro y Pequeñas Empresas Esta modalidad se orienta a proporcionar capacitación inicial en planta a personas jóvenes desempleadas. La capacitación se efectúa en establecimientos de las micro y pequeñas empresas, de acuerdo a las necesidades de personal capacitado de dichas empresas. Requisitos �� Ser buscador activo de empleo �� Tener entre 16 y 25 años de edad o mayor de acuerdo con las necesidades de la empresa

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�� Saber leer y escribir �� Escolaridad máxima de preparatoria o equivalente �� Los becarios pueden ser familiares del dueño de la empresa, excepto hijos o hermanos Características �� La capacitación se proporciona en la empresa �� La capacitación es supervisada por un instructor monitor quien además complementa el

proceso de aprendizaje en una sesión de tres horas una vez a la semana �� La duración de los cursos es de dos a tres meses Beneficios �� Los buscadores de empleo al participar en esta modalidad recibirán una beca

equivalente al salario mínimo regional �� Se capacitarán en la propia empresa, taller o negocio según la ocupación u oficio de su

interés �� Contarán con asesoría personalizada por parte del instructor monitor �� Adquirirán experiencia laboral y tienen la oportunidad de obtener empleo en la empresa

en que se capacitan, o bien, aumentan sus posibilidades de encontrar empleo en otras empresas

�� Tendrán derecho a servicio médico de primer nivel (consulta externa), a través del IMSS o de las Instituciones de Salud del Gobierno del Estado.

iv) Iniciativas locales de empleo A través de las Iniciativas Locales de Empleo (ILE), se capacita a desempleados o subocupados organizados en proyectos productivos, con el propósito de que constituyan o fortalezcan su propia fuente de empleo. Requisitos �� Tener entre 16 y 65 años de edad �� Saber leer y escribir �� Escolaridad máxima de preparatoria o equivalente Beneficios �� Beca �� Se mejoran las condiciones de ocupación de los becarios v) Capacitación para el autoempleo Se trata de cursos que se imparten con el propósito de promover alternativas de ocupación mediante el trabajo por cuenta propia. Los cursos tienen una duración de 1 a 3 meses. Requisitos �� Prioridad a los buscadores de empleo que tengan experiencia laboral por cuenta propia. �� Saber leer y escribir. Escolaridad máxima de preparatoria o equivalente. �� Tener 16 años como mínimo y 55 como máximo.

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Beneficios �� Beca y ayuda de transporte �� Recibe capacitación teórica y práctica en un centro o plantel �� Se le otorga orientación para que pueda instalar su propio taller �� Eleva sus conocimientos teóricos y habilidades prácticas sobre la ocupación que ya

conocía de manera empírica k) Fomento a la capacitación Para enfrentar el entorno actual de creciente globalización y constante cambio tecnológico, las empresas requieren incrementar permanentemente su competitividad, para lo cual deben de crear un ambiente de trabajo que incentive el esfuerzo creativo y productivo de los trabajadores, facilitando así su adaptación y su participación responsable en los cambios en la organización del proceso productivo. En este marco, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social tiene como una de sus principales estrategias de política laboral la promoción de las ventajas que representa la capacitación y el mejoramiento de la productividad en los centros de trabajo. Las acciones se han dirigido a los siguientes objetivos principales. �� Orientar a las empresas para desarrollar acciones de capacitación, de mejoramiento de la

productividad y de las condiciones de trabajo, así como de implantación de sistemas modernos de remuneraciones.

�� Otorgar asistencia técnica y apoyos económicos a las empresas o grupos de ellas, para realizar programas de capacitación y de mejoramiento de la productividad. En este caso se ha procurado orientar las acciones a la micro y pequeña empresa, donde se genera más del 70% de la ocupación en el país.

3. Programa de Becas de Capacitación para Trabajadores Desempleados (PROBECAT) El PROBECAT nació a principios de los ochenta en el marco de políticas emergentes de empleo, a raíz de la crisis de 1982-83, como programa del ministerio de trabajo. En un principio se manejó como un programa de corta duración bajo la idea de que al pasar la crisis, dejaría de existir. Sin embargo, los desequilibrios en el mercado de trabajo perduraron cuando se reactivó la economía, indicando la profundidad de los desequilibrios estructurales en el mercado de trabajo. El programa continuó y de un número de 50 mil becarios al año en 1986, pasó a 500 mil anuales desde la crisis de 1995. El programa ha contado con financiamiento externo, primero del Banco Mundial y ahora del BID. El programa no capacita, sino asigna recursos para que las personas desocupadas o en riesgo de ser desocupadas, pueden ser capacitadas, ofreciendo al educando un salario mínimo por la duración del curso, que generalmente no rebasa los tres meses. Durante 1999, el PROBECAT otorgó 552.186 becas distribuidas en 24.197 cursos de capacitación. Con respecto a 1998, el Programa experimentó un crecimiento del 8.99% y del 12.05% respectivamente.

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a) Apoyos a la Capacitación Con la finalidad de llevar a cabo los procesos de capacitación y productividad, se han elaborado las Guías técnicas, las cuales le permitirán utilizar los recursos con los que ya cuenta de una manera más eficiente a través de metodologías y otros instrumentos fáciles de aplicar. El Programa CIMO impulsa la capacitación de los trabajadores en la micro, pequeña y mediana empresa, mediante la asesoría, consultoría y asistencia técnica. Además se realizan eventos y seminarios que difunden las mejoras logradas mediante el programa. El Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral (CONOCER) tiene como misión el fomentar el desarrollo competitivo de la fuerza laboral, al promover y coordinar el establecimiento de normas y procesos de evaluación y certificación de competencia que fortalezcan el sistema de educación y capacitación nacional. 4. Programa Calidad Integral y Modernización El Programa Calidad Integral y Modernización (CIMO) es un programa de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social mediante el cual se proporciona asistencia técnica y apoyos financieros a programas de capacitación y productividad en micro, pequeñas y medianas empresas, a fin de incrementar la productividad de las empresas para mantener y aumentar el empleo, desarrollar sus recursos humanos y mejorar las condiciones de trabajo, al tiempo que, con la difusión de las experiencias, se pretende producir un efecto multiplicador en otras empresas con características similares. De acuerdo con las necesidades del aparato productivo, el programa CIMO se ha orientado a aspectos tales como el desarrollo de habilidades múltiples, la participación de los trabajadores en la toma de decisiones dentro del proceso productivo y al desarrollo de capacidades para el aprendizaje continuo. Asimismo, se ha dado gran importancia a proyectos que contemplan la interacción de micro, pequeñas y medianas empresas de una misma rama o que son proveedoras de empresas más grandes, a fin de desarrollar estrategias de mejoramiento. El programa CIMO nace en 1987-88 en el seno del ministerio de trabajo. Primero como parte del Proyecto de Capacitación de Mano de Obra y posteriormente como parte del Proyecto de Modernización de los Mercados de Trabajo, cofinanciados ambos por el Banco Mundial hasta 1997; después el BID retomará ese proyecto. El CIMO surge como un proyecto piloto para atender a las micro, pequeña y mediana empresas (MPyME). "(..) los programas que instrumenta no se estructuran en torno a la determinación de las necesidades de los trabajadores en lo individual. Para el programa CIMO la unidad mínima de referencia es la empresa en su conjunto, de tal suerte que la considera como sujeto de capacitación y desarrollo autosostenido."(CIMO, 1995).

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El programa ha crecido rápidamente en los últimos años: Mientras que entre 1988 y 1993 asisitieron un total de 305 mil trabajadores a cursos apoyados por el CIMO, en 1994 el número ascendió a poco más de 150 mil, en 1995 a 368 mil y en 1996 a casi 550 mil. a) Apoyos proporcionados bajo el programa

�� Orientación y asistencia técnica para implementar programas de capacitación y de mejoramiento de la productividad y de las condiciones de trabajo.

�� Diagnóstico integral en todas las áreas de su empresa, identificando, en su caso, las necesidades de capacitación y de áreas para el mejoramiento de la productividad y las condiciones de trabajo.

�� Financiamiento parcial para la realización de programas de capacitación a todos los niveles ocupacionales de su empresa y para el desarrollo de programas de mejoramiento de la productividad y la calidad, conforme a la siguiente tabla.

Tabla No. 1

TIPO DE EMPRESA MONTO DEL APOYO Microempresa Capacitación y consultoría de procesos Pequeña y Mediana Capacitación y consultoría de procesos

Hasta 60% del costo Hasta 50% del costo

Fuente: CIMO, 1995.

�� Enlace con otros servicios institucionales de apoyo. Durante 1999 se brindó atención a 640.777 trabajadores de las micro, pequeñas y medianas empresas. Con respecto al año anterior, el crecimiento fue del 10.7%. b) Operación del programa CIMO opera a través de 60 Unidades Promotoras de Capacitación (UPC) localizadas en todos los Estados de la República Mexicana y en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Una vez establecido el contacto con la UPC ésta realiza, junto con la empresa, un diagnóstico básico y ambas elaboran un programa de apoyo. Sobre esta base, se proporcionan los apoyos financieros para el desarrollo de los programas de capacitación y consultoría, mismos que involucran, estratégicamente, a los distintos niveles ocupacionales y áreas de la empresa y son llevados a cabo por consultores o capacitadores seleccionados por el empresario. El promotor de la UPC realiza una labor de asistencia técnica y seguimiento a lo largo de todo el proceso.

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D. Secretaría de Educación Pública 1. Capacitación de los trabajadores y educación tecnológica en México20 La importancia de la capacitación del trabajo en el proceso de modernización económica del país ha sido señalada por el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 y el Programa Nacional de Desarrollo Educativo 1995-2000. Ambos documentos reconocen la urgencia de establecer un sistema nacional acorde con las necesidades del aparato productivo; ampliar la capacidad instalada para atender la demanda potencial de este servicio, y establecer una política clara en la materia. Sin embargo, aún no existe una estrategia nacional que conjugue las acciones de las distintas instituciones que intervienen en la formación de recursos humanos. Los documentos citados establecen un conjunto de políticas que tienden a impulsar el incremento en la productividad del trabajo, pero los planes y programas propuestos carecen de integración, además de que no abordan cuestiones de implementación y evaluación. La capacitación de los trabajadores puede adoptar diversas formas. En este apartado se considerarán dos tipos: capacitación para el trabajo y capacitación en el trabajo. La Ley Federal de Educación norma la capacitación para el trabajo, mientras que la Ley Federal del Trabajo norma la capacitación en el trabajo. Los resultados estadísticos indican que la capacitación es altamente rentable en ganancias de productividad si los que la reciben tienen niveles educativos por encima de las categorías básicas. Por otro lado, la inversión en educación en los niveles de medio-superior y de carreras subprofesionales tienen rentabilidades más altas que las del aprendizaje mediante la experiencia y la antigüedad. a) Estructura actual de la oferta educativa tecnológica en México El Gobierno mexicano atiende lo referente a la educación e investigación tecnológica a través de la Subsecretaria de Educación e Investigación Tecnológicas (SEIT) la cual forma parte de la Secretaria de Educación Pública (SEP). La SEIT se crea en 1976 con el fin de atender las necesidades sobre educación tecnológica existentes y tiene a su cargo la coordinación del Sistema Nacional de Educación Tecnológica (SNET). En este se encuentran suscritas instituciones de educación en cinco niveles: Capacitación, Medio Básico, Medio Superior, Superior, Postrado. En suma, los niveles educativos en los que se ha encontrado una mayor rentabilidad de la inversión, de ahí su importancia. A través de distintos programas y modalidades, el SNET transmite conocimientos, destrezas y habilidades que facilitan la integración de los egresados a los mercados de trabajo. El sistema ofrece salidas terminales en cada uno de los niveles escolares, lo que permite a los alumnos la posibilidad de abandonar el sistema educativo e integrarse al trabajo, o bien, continuar en el nivel de estudios superior. El objetivo de las salidas terminales es permitir la formación desde un obrero semicalificado hasta la de un investigador de alto nivel. 20 Con base en Mélendez Barrón, Jorge. "Situación Ocuapacional y Niveles de Ingreso de los trabajadores en relación con su Educación y Capacitación", STPS 1997.

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La secundaria técnica capacita a los jóvenes para la realización de actividades productivas industriales, agropecuarias, pesqueras y forestales. En la educación media superior �bachillerato� se forman técnicos para las actividades industriales, agropecuarias, pesqueras, comerciales y de servicios. Al término de este nivel educativo, el egresado recibe un diploma de bachiller y uno de técnico. La oferta educativa en este nivel está diversificada.

Tabla No. 2 Oferta educativa según niveles

Niveles Educativos SNET Modalidades Educativas Capacitación Capacitación Formal

Capacitación No Formal Medio Básico Secundaria Técnica

Capacitación No Formal Medio Superior Estudios Terminales

Bachillerato Tecnológico Fuente: SEP. 2. Capacitación no formal Dentro del Sistema Nacional de Educación Tecnológica (SNET) existe la opción de capacitación no formal, tanto en el trabajo como para el trabajo. Consiste en cursos de corta duración dirigidos a la capacitación de adultos (se considera fuera del sistema formal y regular a aquella persona que teniendo más de quince años no ha logrado terminar su formación básica, primaria y secundaria) para su mejor desempeño en el trabajo. Estos cursos no requieren de antecedentes escolares y se dan por medio de los Institutos de Capacitación para el Trabajo, los Organismos Descentralizados de los Gobiernos de los Estados con participación Federal (ODE), las Secundarias Técnicas y la educación tecnológica agropecuaria, siendo esta última la institución más importante, ya que esta durante el ciclo 95-96 representó el 88% de la oferta generada. En materia de presupuesto se destinó en 1996 a la educación media superior el 48% del gasto total para el SNET mientras que a la capacitación tan solo se le asignó el 5.6 %. El SNET se conforma por once instituciones; existen otras, descentralizadas del gobierno Federal y asignadas a los gobiernos estatales y por tanto no se encuentra dentro de la estructura de la SEP. Los centros educativos pertenecientes a este nivel son creados a partir de las necesidades y posibilidades específicas de los estados, generalmente existe participación del gobierno Federal para su creación. En estos se oferta educación a nivel básico, formal y no formal, media superior y superior. Para el ciclo escolar 1995-1996 el SNET contaba con 1.629 planteles en todo el país, aunque es de destacar que el 21 % de la oferta se concentra en el área metropolitana del Distrito Federal y el Estado de México(SEP, 1996). Para este mismo ciclo la matrícula de alumnos inscritos era de 1.337.781 concentrándose en el área metropolitana y el Estado de México el 32 % de éstos.

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Gráfico No. 1 Sistema Nacional de Educación Tecnológica

Fuente: idem. 3. Capacitación en el trabajo La Ley Federal del Trabajo señala que la capacitación en el trabajo es un medio para: (a) la movilidad de los trabajadores cuando se les adiestra para ocupar las vacantes de puestos superiores; (b) preparar a los trabajadores para ocupar las vacantes que se generan por la creación de nuevos puestos de trabajo; (c) mejorar y actualizar los conocimientos y habilidades de los trabajadores; (d) elevar la productividad y el nivel de vida de los trabajadores. Asimismo, la Ley establece que la capacitación es una obligación patronal. Para cumplir con ella, los patrones pueden valerse de sus propios recursos o contratar instituciones especializadas. El Sistema Nacional de Capacitación y Adiestramiento (SNCA) regula la capacitación formal en el trabajo. El SNCA opera a través de las Comisiones Mixtas de Capacitación y Adiestramiento (CMCA), las cuales se constituyen en las empresas con representación del

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patrón y de los trabajadores. Las CMCA vigilan la realización de los planes y programas de capacitación. En 1985 se registraron en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social 85.618 comisiones, las cuales representaron el 23% de las empresas y el 63% de los trabajadores asalariados del país. Las empresas de mayor tamaño son las que mejor cumplieron con la obligación de capacitar a los trabajadores. Así, el 64.5% de las empresas grandes, con más de 100 trabajadores, registraron programas de capacitación, frente al 52.8% de las empresas medianas, con rangos de 20 a 99 trabajadores participantes y sólo el 19.4% de las empresas chicas, con entre 1 y 19 trabajadores. En un estudio sobre capacitación en el trabajo en el Area Metropolitana de Monterrey (Garro y Llamas, 1995) se encontró que el porcentaje de trabajadores capacitados era mayor entre los sindicalizados �44%� que entre los no sindicalizados �19%. Probablemente, la explicación de esta diferencia reside en la mayor presión ejercida por los sindicatos para que los empresarios cumplan con la obligación de capacitar a los trabajadores. En un estudio de la STPS, llevado a cabo en 1986, se llegó a las siguientes conclusiones: (a) los empresarios tienen poco interés en capacitar y no cumplen con lo establecido por la Ley Federal del Trabajo; (b) sólo el 40% de los empresarios le atribuyen a la capacitación en el trabajo un efecto positivo en la productividad de la empresa; (c) más del 50% de los empresarios no cuentan con infraestructura que les permita realizar una capacitación en el trabajo adecuada y eficaz; (d) casi la totalidad de los trabajadores beneficiados por algún programa de capacitación pertenecen a mandos medios y superiores, mientras que los obreros calificados y semicalificados se capacitan sobre la marcha del proceso productivo, bajo la supervisión de trabajadores con mayor experiencia; (e) las empresas pequeñas carecen de infraestructura para capacitar, tienen limitaciones financieras y algunas de las exigencias de registro y autorización de planes y programas de capacitación también limitan las actividades de capacitación; (f) los trabajadores de las empresas medianas y pequeñas desarrollan habilidades y destrezas productivas a través de la práctica, las cuales son capital productivo para las empresas grandes, ya que al contratarlos ahorran los costos de capacitación. 4. Capacitación para el trabajo Este tipo de capacitación se brinda, por lo general, antes de que los jóvenes ingresen al mercado de trabajo. La Secretaría de Educación Pública es el órgano normativo de los planes y programas de estudio, creación de planteles educativos, acreditación, certificación y evaluación académica. La capacitación para el trabajo escolarizada se realiza en planteles educativos cuyos procesos de enseñanza-aprendizaje y contenidos curriculares tienen como finalidad orientar a los alumnos hacia el trabajo. Esta capacitación es promovida por el gobierno federal, por medio del Sistema Nacional de Educación Tecnológica (SNET)21.

21 Sin embargo, debido a que no es responsabilidad exclusiva del Estado, el sector privado también participa en esta actividad.

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Gráfico No. 2 Estructura Académica del Sistema Nacional de Educación Tecnológica

Fuente: Idem. La educación primaria �la más rentable socialmente� como opción terminal se realiza en los Centros de Enseñanza Ocupacional (CEOS), los cuales se localizan en la mayoría de los estados del país. En los centros, se procura que el alumno reciba la formación necesaria para desempeñarse como operario calificado; al terminar, el joven puede optar por continuar estudios de secundaria o incorporarse al mercado de trabajo �para esto último, deberá tener más de catorce años de edad.

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La capacitación para el trabajo no escolarizada se diferencia de la escolarizada por la menor duración de los cursos ofrecidos y su enfoque práctico. Las instituciones que la imparten son el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF); el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA); la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP); y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), a través del Servicio Nacional de Empleo (SNE) y de los Servicios Estatales de Empleo (SEE). Estos organismos capacitan, con especial énfasis en el autoempleo, a las personas en diversas áreas tecnológicas, la artesanía, carpintería, instalaciones eléctricas, corte y confección, mecanografía, manejo de equipo de pesca. b) Los Centros de Estudios Tecnológicos Industriales, Centros de Bachillerato Tecnológico

Industrial y de Servicios y Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos de los Estados

La principal fuente de la oferta pública de capacitación laboral en el sector educativo la constituyen los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (CECATI), los institutos descentralizados estatales de formación para el trabajo -que administran el funcionamiento de las Unidades de Capacitación de los estados-, los Centros de Estudios Tecnológicos Industriales (CETIS), los Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS), los Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos de los Estados (CECyTE) y el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep)22. Con excepción de los dos primeros, que se concentran exclusivamente en los programas de capacitación laboral, las otras instituciones ofrecen, además de los cursos de capacitación para y en el trabajo, servicios de educación profesional técnica y bachillerato tecnológico23. Se estima que de los egresados de esta modalidad bivalente, sólo el 10% se integra al mercado de trabajo. El sistema CECATI es la ofertante más significante de formación de mano de obra para el trabajo industrial a nivel de operarios. Su esfera de influencia se concentra en los jóvenes, los nuevos entrantes en el mercado de trabajo, y en aquellos que quieren especializarse en una determinada ocupación. Se puede postular que son los solicitantes particulares u individuales que inciden mayormente como referente de demanda de cursos, inscribiéndose en determinadas materias. Si bien, el sistema incluye a otras modalidades de formación, como son los cursos "a la medida" de la empresa, su incidencia en la oferta total ejercida es muy reducida. En cada uno de los casos, la integración de las propuestas curriculares responde a un conjunto de factores, tales como las diferentes necesidades educativas, las características regionales y locales de la demanda de capacitación, así como las aspiraciones personales de quienes se benefician con los cursos. Como consecuencia de todo ello, estas instituciones atienden segmentos distintos de la población, aunque en ocasiones se presentan ciertas coincidencias. 22 No se incluye la formación técnica que reciben los jóvenes en algunas escuelas de nivel medio, a pesar de que en estos casos, paralelamente a la educación básica, también se les enseñan conocimientos y habilidades que les permitirán, si así lo desean, incorporarse al mercado laboral. 23 La formación profesional técnica y el bachillerato tecnológico se incluyen como parte de la oferta de educación media superior, la cual se aborda en el apartado correspondiente a este tema.

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Aquellas personas que necesitan incorporarse con prontitud al mercado de trabajo para cumplir funciones de tipo operativo y que poseen habilidades mínimas de lectoescritura pueden tener acceso a los programas de capacitación que imparten los CECATI y los institutos descentralizados de capacitación para el trabajo en las entidades federativas. En estos espacios educativos también se proporciona apoyo para resolver las necesidades de pequeñas empresas, grupos de trabajadores y personas que ya realizan una función en los centros de trabajo pero necesitan contar con una calificación que les permita mejorar su desempeño24. Por su parte, los planteles que ofrecen servicios de educación media superior tecnológica también abren sus puertas a la población que participa en cursos breves de capacitación. La coordinación entre las secretarías de Educación Pública y del Trabajo y Previsión Social para el desarrollo del Proyecto para la Modernización de la Educación Técnica y la Capacitación (PMETyC) ha permitido avanzar hacia una oferta más adecuada de formación para el trabajo y un sistema de reconocimiento y acreditación de las competencias laborales de las personas. En general, la adquisición expedita de conocimientos y habilidades y los aprendizajes prácticos encauzados hacia el empleo son elementos distintivos de los servicios de formación laboral. Éstos se complementan con el soporte teórico que en cada caso se requiera. Al conjunto de servicios públicos se agrega la capacitación que ofrece el sector privado, el cual complementa adecuadamente los esfuerzos que desarrolla el Estado en este ámbito. Cuando así lo estimen conveniente, los particulares pueden obtener la autorización de validez oficial de estudios; para ello, deben acreditar sus planes y programas de estudios ante la Secretaría de Educación Pública25. Es importante destacar que conforme el país siga avanzando hacia la generalización de sistemas de producción modernos que exigen niveles de competencia cada día más altos, la oferta de servicios de capacitación para el trabajo deberá ir adecuándose a estos requerimientos. Resulta clara también la necesidad de articular mejor los esfuerzos que se realizan actualmente y propiciar una oferta cuyo dinamismo y flexibilidad respondan a los nuevos tiempos y a los retos que se prevén en este campo. c) El Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) En el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) los jóvenes se preparan como profesionales técnicos, mediante programas de estudio vinculados con los 24 Los requisitos de ingreso a los cursos pueden ir desde el dominio de la lecto-escritura y nociones básicas de matemáticas, hasta antecedentes académicos de niveles más avanzados, de acuerdo con el grado de complejidad de las habilidades y conocimientos considerados en los diferentes cursos, aunque la mayor parte de la población que se atiende se encuentra en el primer caso. 25 Tal como se explica en el apartado correspondiente a la matrícula del Sistema Escolarizado Nacional, en el capítulo sobre "Cobertura de los servicios educativos" de este informe, la SEP analiza los proyectos de acuerdos específicos para la incorporación de las instituciones particulares que imparten educación (excepto primaria y secundaria), proceso en el cual se busca el consenso con los sectores social y privado.

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problemas, necesidades y características socioeconómicas de las diferentes regiones del territorio nacional. Además de vincular los sistemas de enseñanza con la estructura económica del país y proporcionar formación técnica especializada, también ofrece preparación humanística que enriquece el desempeño laboral de sus egresados. El enfoque y la estructura de las carreras que ofrece el CONALEP le han permitido satisfacer gran parte de la demanda de servicios escolares y ofrecer nuevas opciones educativas. Como parte de la actividad educativa del CONALEP se han desarrollado opciones flexibles de formación que permiten brindar educación técnica y servicios de capacitación para el trabajo a las personas que no cuentan con recursos y que habitan en localidades marginadas. A estas comunidades se les ofrece asimismo, servicios de apoyo social para la atención de aspectos que mejoren sus condiciones de vida. Los servicios de capacitación para y en el trabajo que ofrece el CONALEP se asocian, en el primer caso, a la operación del PROBECAT, mientras que en la segunda modalidad se incluyen cursos que se desarrollan principalmente en los planteles y en los Centros de Asistencia y Servicios Tecnológicos (CAST). Debido en parte a la situación económica que prevalecía en el país a mediados de esta década, al principio de la actual administración la mayor demanda de capacitación se concentraba todavía en la modalidad para el trabajo. Sin embargo, esta situación se ha modificado gradualmente y ahora la impartición de los cursos en los propios centros laborales, con personal y materiales del CONALEP, ocupa un lugar destacado. Como resultado de acciones como la consulta para definir la oferta educativa del CONALEP, en 1996 se logró definir conjuntamente con los sectores social y productivo de los estados la oferta de capacitación que se requería, a partir de lo cual se avanzó en la revisión y actualización de los contenidos de los cursos, apoyándose en la nueva metodología de normas de competencia laboral. Todo ello ha influido de manera importante en la composición de la propuesta de capacitación del CONALEP y ha contribuido a fortalecer la vinculación de las iniciativas educativas con los requerimientos del aparato productivo nacional. Así, mientras que en 1995 se atendió a 47.515 personas que necesitaban adquirir conocimientos y habilidades para incorporarse al mercado laboral -lo que equivale a 60 por ciento de la matrícula que había entonces-, durante 1998 se ofreció capacitación para el trabajo a 43.405 individuos, lo que representó 39% del total de personas en cursos de formación laboral inscritas ese año.

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Cuadro No. 23 Estudiantes y trabajadores atendidos en los cursos de capacitación impartidos por el

colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, 1995-1998

Modalidad 1995 1996* 1997** 1998 Para el trabajo 47.515 77.087 55.426 43.405 En el trabajo 16.741 24.200 48.007 67.284 Total 64.256 101.287 103.433 110.689

Fuente: Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica. *Se incluyen 25.087 personas que recibieron capacitación en el marco del Programa de Atención a Zonas Marginadas (PAZM). ** Se agregan 37.318 capacitados por el PAZM. Los cursos de capacitación para y en el trabajo que el CONALEP ofrece se concentran básicamente en nueve áreas del sector industrial y de servicios: Procesos de Producción y Transformación; Metalmecánica y Metalurgia; Automotriz; Electrónica y Telecomunicaciones; Instalación y Mantenimiento; Informática; Administración; Salud y Turismo. Mediante la aplicación del Programa de Atención a Zonas Marginadas (PAZM) se avanza en esta tarea26. Así, se imparten cursos y asesorías técnicas para la generación de proyectos productivos que facilitan y promueven el autoempelo y por medio de servicios que alumnos que cursan la carrera de enfermería, se proporciona asistencia técnica a la población para mejorar sus condiciones de salud.

Cuadro No. 24 Atención en los cursos de capacitación social mediante el PAZM

1995-1998 Concepto 1995 1996 1997 1998 Total Cursos impartidos 171 1.357 1.513 2.076 5.117Personas capacitadas 5.775 30.533 37.378 44.908 118.590Comunidades atendidas 113 615 1.588 2.891 5.207

Fuente: CONALEP. Citado en el Informe de labores 1998-1999. SEP. Para llevar a cabo las acciones del programa, previamente se acuerda con las comunidades que lo demandan, la atención de necesidades específicas de capacitación o de asistencia social de los alumnos. Con este motivo, se realizan estudios sobre las condiciones económicas, geográficas y socioculturales de los grupos de la población que corresponden. Los esfuerzos para impulsar esta alternativa de capacitación en las zonas más marginadas del país, han permitido cuadruplicar el número de unidades móviles utilizadas por el PAZM; de las 23 que funcionaban en 1995 se pasó a 101 en 1998. Este incremento se ha reflejado, asimismo, en el crecimiento notable del número de personas capacitadas en ese período

26 Secretaría de Educación Pública. Informe de labores 1998-1999. Pp. 119.

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(700%) y en la mayor cobertura de las distintas regiones, lo cual significó atender 26 veces más comunidades en 1998. En ese mismo lapso, los servicios comunitarios también se han elevado, al igual que el número de alumnos involucrados en estas actividades. De 5.693 de estos apoyos en 1996, se pasó a 8.887 en 1998, período durante el cual 116.484 estudiantes más participaron en las acciones de asistencia social.

Cuadro No. 25 Servicios comunitarios en el marco del PAZM

1996-1998 Concepto 1996 1997 1998 Total Comunidades atendidas 4.414 4.246 7.241 15.901Personas beneficiadas 441.295 710.101 1.038.926 2.190.322Alumnos participantes 76.795 118.027 193.279 388.105

Fuente: Idem. Los Centros de Asistencia y Servicios Tecnológicos (CAST) son espacios creados por el CONALEP para dar servicios de capacitación y apoyo técnico a las empresas, con lo que se contribuye al desarrollo regional y al incremento de la productividad. Como resultado de los esfuerzos realizados en los últimos años, estos centros cuentan hoy día con equipos de tecnología avanzada y personal altamente calificado. Actualmente existe una red de ocho CAST que se localizan en las regiones de mayor actividad industrial del país: Ciudad Juárez, Chihuahua; Coatzacoalcos, Veracruz; Cuautifián Izcalli, Estado de México; Guadalupe, Nuevo León; León, Guanajuato; Matamoros, Tamaulípas; Tijuana, Baja California, y Zapopan, Jalisco. Durante la presente administración se ha impulsado el equipamiento de los centros y la promoción de los servicios al tiempo que se ha vinculado mejor su oferta de capacitación con los requerimientos de la industria local. Ello ha permitido que en la actualidad los CAST gocen de un amplio reconocimiento en las comunidades en las que se encuentran instalados. Además de los servicios de capacitación, los CAST han sido acreditados como laboratorios de pruebas y verificación, lo que permite un mayor aprovechamiento del equipo de alta tecnología de estos centros. Mediante esta iniciativa, además, se satisface una demanda no satisfecha del mercado, dado que la inversión y el tiempo de recuperación de la misma que se requieren en el establecimiento de estos laboratorios especializados son factores que han desalentado una más amplia participación de los particulares en este mercado. En este sentido, cabe destacar la acreditación del CAST de Cuautitlán Izcalli como Laboratorio de Pruebas Físicas ante el Sistema Nacional de Acreditamiento, por lo que está en condiciones de efectuar pruebas de tensión y verificación con reconocimiento oficial de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial. Durante 1998 en los ocho CAST del país fueron capacitados un total de 19.997 personas mediante 1.717 cursos, lo que representa un incremento de 260 por ciento en el número de

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cursos y de 254 por ciento en el de personas capacitadas respecto de 1995. Asimismo, en ese año se brindaron 939 servicios tecnológicos, lo que equivale a un aumento de 233% respecto de 1997. 5. La Educación media superior La educación media superior comprende tres subsistemas: el bachillerato general, el bachillerato tecnológico y la educación profesional técnica. La formación que cada Línea imparte a los alumnos se diferencia por los propósitos educativos que persigue, la estructura curricular que responde a diferentes enfoques y necesidades educativas, características regionales y expectativas de los jóvenes y por la organización y gestión escolares que proponen. Las instituciones que integran estos subsistemas han trabajado en el mejoramiento cualitativo de la enseñanza y los servicios que ofrecen y han avanzado en la estructuración de un perfil más definido de este tipo educativo, con el fin de proporcionar una educación integral y pertinente que permita desarrollar en los estudiantes los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para que continúen con éxito sus estudios de educación superior o se desempeñen adecuadamente en el ámbito laboral de su elección. Durante el año lectivo 1998-1999, las diversas modalidades que imparten educación media superior centraron su operación en la revisión y adecuación de sus planes, programas de estudio y materiales educativos; la promoción de actividades orientadas a apoyar la profesionalización y actualización de los docentes; el equipamiento de laboratorios y talleres; el fortalecirniento y ampliación de su infraestructura, y en el establecimiento de mecanismos de vinculación con los sectores productivo y de servicios. Desde 1990 se observa un incremento en la matrícula de este nivel superior al 35% (cuadro no. 26). Este aumento es el resultado del interés creciente de los jóvenes por mejorar sus niveles de preparación y de los esfuerzos realizados por la SEP y los gobiernos estatales para ampliar la oferta educativa para los egresados de secundaria. En relación con la cobertura de cada subsistema, merece destacarse el crecimiento registrado en el transcurso de esta década por el bachillerato tecnológico, el cual fue de 79%, en tanto que el bachillerato general y la educación profesional técnica crecieron 27.1% y 3.7%, respectivamente, en el año lectivo que se informa.

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Cuadro No. 26 Matrícula de la educación media superior por subsistema

Ciclos 1990-1991 a 1999-2000e/ (miles de alumnos)

Ciclo escolar

Bachillerato general

% Educación Técnica profesional

% Bachillerato tecnológico

% Total %

1990-1991 1.291.664 61.5 378.894 18.0 429.962 20.5 2.100.520 100.0 1991-1992 1.267.588 59.3 410.900 19.2 457.706 21.5 2.136.194 100.0 1992-1993 1.278.080 58.7 410.205 18.8 488.940 22.5 2.177.225 100.0 1993-1994 1.307.010 58.2 406.479 18.1 530.645 23.7 2.244.134 100.0 1994-1995 1.352.881 57.7 407.079 17.4 583.517 24.9 2.343.477 100.0 1995-1996 1.409.948 57.8 387.987 15.9 640.741 26.3 2.438.676 100.0 1996-1997 1.507.028 57.8 383.760 14.7 715.311 27.5 2.606.099 100.0 1997-1998 1.579.519 58.2 390.828 14.4 743.550 27.4 2.713.897 100.0 1998-1999 1.642.700 58.5 392.800 14.0 770.000 27.4 2.805.534 100.0 1999-2000 1.695.400 59.2 387.000 13.5 778.100 27.2 2.860.474 100.0

Fuente: DGPPP, SEP. e/ estimado. Actualmente, la matrícula de la educación media superior supera los 2.8 millones de estudiantes, y para el ciclo 1999-2000 se espera atender a 100 mil estudiantes más. Los indicadores apuntan a que, de mantenerse el ritmo de crecimiento observado a lo largo de la presente administración, hacia fines del año 2000 se habrá alcanzado la meta de atender a más de tres millones de estudiantes en este nivel educativo. Sin embargo, la cobertura de los servicios resulta insuficiente todavía: el 46% de la población entre los 16 y los 18 años cursa la educación media superior, lo que señala la necesidad de intensificar los esfuerzos para que un mayor número de jóvenes termine la secundaria y se matricule en la modalidad de la educación media superior que mejor convenga a sus intereses. a) Educación Profesional Técnica La educación profesional técnica ofrece la formación de personal técnico calificado en diversas especialidades o técnico básico, según la institución y tipo de programas que haya cursado y prepara recursos humanos que en el área laboral desempeñarán funciones de supervisión, control y evaluación de los procesos de producción. La oferta de los servicios educativos en este subsistema se basa en estudios de la demanda permanente del aparato productivo que requiere personal preparado en las áreas administrativas, de salud, industrial y de servicios, tanto en el ámbito regional como en el nacional. En consecuencia, los planes y programas de estudio articulan en forma equilibrada la teoría y la práctica, lo que permite a los estudiantes egresar como técnico profesional o técnico básico e incorporarse con facilidad al trabajo productivo27. Los Centros de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (CETIS), los Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) y los Colegios de Estudios 27 La obtención del grado está en función de la institución y tipo de programas que cursen los estudiantes.

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Científicos y Tecnológicos del Estado (CECyTE) forman personal técnico calificado orientado hacia los sectores de bienes y servicios en los niveles de mandos intermedios que dan respuesta a las necesidades regionales del país en materia de educación tecnológica. Estas instituciones ofrecen las carreras de técnico básico, técnico profesional y bachillerato tecnológico. Los Institutos de Capacitación para el Trabajo (ICATE) y los Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos de Estado (CECyTE) son servicios estatales con participación federal con personalidad jurídica y patrimonio propios. Por medio de estos se fomenta la participación de los estados en la creación, mantenimiento y la expansión de los servicios educativos en los niveles de capacitación y educación media superior y educación superior. En los ICATE se ofrece la formación de técnico básico, en tanto que en los CECyTE las personas se egresan como técnicos profesionales.

Tabla No. 3 Modalidad profesional técnica de la educación media superior

Principales instituciones educativas que Imparten la carrera de profesional técnico

Subsistema

Federal, Estatal, Autónoma, Secretaría de la Defensa Nacional (SDN), Secretaría de Salud, Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)

- Escuelas de Estudios Técnicos

Federación - Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), con opción de continuar estudios de tipo superior.

Instituto Politécnico Nacional - Centros de Estudios Tecnológicos (CET) Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI)

- Centros de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (CETIS) y Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS)

Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) - Centros de Estudios de Arte Fuente: Dirección General del Bachillerato, SEP. Los programas de carácter bivalente están agrupados por áreas ocupacionales, las cuales se definen a partir de las actividades productivas que se desarrollan en cada entidad federativa o en la región en la que se encuentran instalados: electrónica, electricidad, máquinas de combustión interna, máquinas-herramienta, confección de ropa, construcción, entre otras. Estas opciones educativas propician el arraigo de sus egresados en la región. Los programas de estudio incluyen materias con contenidos teóricos y prácticos que satisfacen los requerimientos del sector productivo y en las que los estudiantes adquieren las capacidades y habilidades necesarias para desempeñarse en el mercado laboral, mediante la puesta en marcha de estrategias integrales que favorecen la prestación del servicio.

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Mediante su articulación con los Programas de Becas a los Trabajadores Desempleados (PROBECAT) y de Calidad Integral y Modernización (cimo) -ambos coordinados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social-, los Centros de Estudios Tecnológicos Industriales, los Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios, así como los Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos de los Estados están presentes en la oferta de capacitación para y en el trabajo, además de lo cual también ofrecen estos servicios a la población en general. Durante el ciclo 1998-1999, un total de 19.884 beneficiarios del PROBECAT recibieron instrucción en 898 cursos de diversas especialidades.

Tabla No. 4 Principales especialidades de atención en los cursos

De capacitación para el trabajo* Ciclo 1998-1999

Especialidad Capacitandos Actualización Secretarial 779 Actualización Secretarial con Computación 1.736 Afinación de Motores de Gasolina 368 Auxiliar Contable 2.281 Auxiliar de Programador 359 Cocinero 621 Instalaciones Eléctricas 981 Instalaciones Eléctricas Industriales y Residenciales 414 Operador de Paquetería 2.890 Serigrafía 290 Total 10.719

Fuente: Dirección General de Educación Tecnológica Industrial, SEP. Incluye sólo las especialidades que tienen mayor demanda, las cuales concentran 54% del total de capacitandos. A las empresas que buscan apoyo para la actualización del conocimiento y las destrezas de su personal y que están incorporadas al programa CIMO, se les proporcionó ayuda capacitando a 119 trabajadores en cinco cursos en las especialidades de Metrología Dimensional, Auxiliar de Instalaciones Eléctricas, Auxiliar de Mecánica y Mantenimiento Electromecánico. b) Bachillerato tecnológico El bachillerato tecnológico busca que el egresado domine alguna área tecnológica y adquiera los fundamentos propios del bachillerato general para que pueda continuar -si así lo desea- con estudios de tipo superior o incorporarse al sector productivo y laboral. De ahí surge el carácter bivalente de este subsistema. Al estudiar el bachillerato tecnológico los alumnos desarrollan la capacidad de aplicar las bases científicas, culturales y técnicas en la solución de problemas que se presentan en el campo laboral. Este enfoque educativo propicia el desarrollo de habilidades que fortalecen el pensamiento lógico de los estudiantes y los acerca a la comprensión y explicación de los

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fenómenos científicos y tecnológicos; es por ello que al egresar pueden incorporarse con rapidez a la actividad productiva como técnicos profesionales. En las instituciones que imparten el bachillerato tecnológico el plan de estudios está integrado por un tronco común y materias específicas de carácter tecnológico, según el área de estudio y carrera seleccionadas. Ofrecen, además, capacitación para y en el trabajo y educación basada en normas de competencia laboral. Estas instituciones basan la prestación de sus servicios en proyectos de atención a la demanda y de planeación de la oferta educativa, que se han desarrollado en los últimos años. Desde hace unos años la educación media superior tecnológica ha consolidado los servicios que han demostrado efectividad y reorientado los que no son congruentes con las necesidades del desarrollo nacional. Las reformas curriculares emprendidas se basan en el avance del conocimiento y el desarrollo en las ciencias naturales, sociales y tecnológicas. Los Centros de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) y los Centros de Bachillerato Tecnológico Forestal (CBTF) ofrecen una formación de carácter bivalente, lo cual permite a los estudiantes cursar el bachillerato y al mismo tiempo los prepara para mejorar y elevar la producción en el agro mexicano y en el sector de producción de alimentos, tanto en actividades extractivas (primarias) como en las de transformación (secundarias) y de servicios (terciarías), apoyando el desarrollo integral en las zonas rurales del país. En las entidades costeras y en las que cuentan con cuerpos de aguas interiores se ubican los Centros de Estudios Tecnológicos del Mar (Cetmar), los cuales forman cuadros especializados en la exploración, explotación, conservación, cultivo y administración de los recursos del mar, lagos, lagunas, ríos y otros acuíferos del país. Los egresados de estas dependencias desarrollan actividades de extracción, operación, administración y producción en industrias pesqueras, empacadoras, armadoras, astilleros, granjas acuícolas y centros de servicio electromecánico. En los Centros de Estudios Tecnológicos Industriales y de Servicios y los Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios, se ofrece también la opción de realizar estudios de bachillerato tecnológico. Así, los estudiantes tienen la posibilidad de cursar el bachillerato, cuyo valor es propedéutico, al mismo tiempo que la carrera de técnico profesional. Al concluir, los egresados pueden incorporarse al mercado laboral o proseguir estudios superiores. Otra de las opciones vigentes para cursar estudios de bachillerato tecnológico son los Centros de Enseñanza Técnica Industrial (CETI), los cuales se crearon con el objetivo de formar cuadros altamente calificados en el nivel medio superior y superior. El Instituto Politécnico Nacional coordina los Centros de estudios Científicos y Tecnológicos y los Centros de Estudios Tecnológicos. Estos ofrecen el bachillerato tecnológico bivalente en sus planteles del Distrito Federal. La estructura curricular de los planes y programas de estudio de esta modalidad permite a los egresados incorporarse a empresas públicas o

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privadas, desempeñando funciones en alguna de las áreas de ingeniería, ciencias físico-matemáticas, medico biológicas o sociales y administrativas. Cabe destacar el crecimiento de la matrícula de este subsector en la última década: mientras el bachillerato general aumentó un 28% y el total del tipo educativo en poco mas del 35%, el bachillerato tecnológico incrementó su matrícula en 81%. Como resultado de esta evolución, su participación en el total de la educación media superior paso del 20.5% en 1990 al 27.4% en 1998. c) Educación media superior a distancia La educación media superior a distancia28 en su modalidad de bachillerato general atiende a comunidades lejanas en las que existe baja densidad de población o por ser zonas marginadas, no cuentan con otra opción educativa, así como a personas que por diversas razones no pueden incorporarse al sistema escolarizado29. Esta modalidad tiene la función de ser formativa y de preparación para el trabajo. En el período que se informa, esta modalidad se impartió en 27 centros de servicio, beneficiando a 1.268 estudiantes de 11 entidades federativas, incluido el Distrito Federal. Respecto del ciclo 1997-1998, la cobertura actual representa un incremento de 207%, lo que equivale a 873 estudiantes más incorporados a este servicio. Desde el inicio del proyecto, la apertura de las sedes en que se proporciona esta enseñanza es el resultado de la planeación que las autoridades educativas de cada entidad realizan mediante las Coordinaciones para la Plantación y Programación de la Educación Medía Superior (CEPPEMS). En noviembre de 1998, tres Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos iniciaron sus actividades en esta modalidad y durante el primer trimestre de 1999 lo hicieron dos centros de servicio más: Valle Hermoso, Quintana Roo, y Caleta de Campos, Michoacán. En el periodo académico 1999-2000 iniciará sus actividades otro centro ya autorizado en Coixtlahuaca, Oaxaca. Las sedes que imparten la educación media superior a distancia ofrecen el servicio generalmente de lunes a sábado y se han ubicado en las instalaciones de escuelas secundarias generales, técnicas, telesecundarias, casas ejidales, presidencias municipales y escuelas del nivel medio superior, en las cuales se ha instalado tanto el equipo de cómputo como el equipo necesario para la recepción de la señal Edusat. Los alumnos y alumnas acuden regularmente a recibir asesoría grupal e individual y apoyan su aprendizaje con materiales impresos, multimedia, videos, audiocintas y programas de computación. De acuerdo con las necesidades de la comunidad y de la infraestructura disponible, los horarios de atención se ofrecen en turno matutino, vespertino o mixto.

28 Como se verá más adelante, en el ámbito de la educación tecnológica se cuenta con algunas variantes de esta modalidad. 29 En el Distrito Federal, Tlatlahuitepec, Tlaxcala, y El Centenario, Baja California Sur, no existe baja densidad de población, pero sí una importante demanda por estos servicios.

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Tabla No. 5 Asignaturas que integran los diferentes bloques de la educación media superior a

distancia, agrupados en campos de conocimiento Primer bloque Segundo bloque Tercer bloque Cuarto bloque Quinto bloque Sexto bloque Matemáticas I Química I Biología I Introducción a las Ciencias Sociales Taller de lectura y redacción I Lengua adicional al español I Informática I

Matemáticas II Química II Biología II Historia de México I Taller de lectura y redacción II Lengua adicional al español II Informática II

Matemáticas III Física I Historia de México II Filosofía I Comentario de textos I Lengua adicional al español III ---

Matemáticas IV Física II Estructura socioeconómica de México Metodología de la investigación Comentario de textos II Lengua adicional al español IV

Formación propedéutica Formación propedéutica Formación propedéutica Capacitación para el trabajo Capacitación para el trabajo Capacitación para el trabajo Capacitación para el trabajo

Formación propedéutica Formación propedéutica Formación propedéutica Capacitación para el trabajo Capacitación para el trabajo Capacitación para el trabajo Capacitación para el trabajo

Fuente: Dirección General del Bachillerato, SEP. 6. Acciones para aumentar la pertinencia de los planes, programas y materiales de

estudio El conjunto de instituciones que integran los tres subsistemas de la educación media superior continuaron con la revisión y adecuación de los servicios que ofrecen con el fin de que los planes y programas de estudio sean más pertinentes y respondan a las exigencias sociales y del desarrollo nacional. En este apartado se exponen las acciones más relevantes que en este ámbito se efectuaron durante el ciclo escolar 1998-1999. En materia de control escolar mediante el Sistema Integral de Control Escolar y por medio de la automatización de los procesos de inscripción, reinscripción y certificación, se logró abatir el tiempo para la expedición y entrega de certificados de terminación de estudios a los sistemas coordinados. Actualmente el tiempo de entrega de esta documentación, es de 20 a 30 días, a diferencia de los 90 que se empleaban con anterioridad. Por otra parte, en el ciclo lectivo 1998-1999, los 260 planteles del CONALEP30 atendieron a 248.462 alumnos, cifra superior a la del año lectivo anterior en dos por ciento. Con el fin de consolidar el nuevo modelo académico denominado llacia una educación profesional técnica competitiva -iniciado en 1995- y mejorar la calidad educativa de la institución, el CONALEP logró la transformación de los servicios que ofrece al establecer 185 módulos ocupacionales basados en el modelo de normas de competencia laboral que, 30 El número de planteles (edificios escolares) no coincide con el de escuelas, puesto que algunos trabajan más de un turno.

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sumados a los existentes, alcanzan un total de 421 en 29 carreras. Sobre esta misma base, durante el año lectivo que se reporta el colegio continuó con la operación de diversas iniciativas, entre las que destacan: el Programa de Actividades Académicas Compensatorias, para los alumnos de reciente ingreso que obtuvieron entre 31 y 45 aciertos en los exámenes -examen de admisión aplicados por el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL)- y el Programa de Complementación de Estudios para Ingreso a la Educación Superior, mediante el cual 149.822 alumnos buscaron obtener su certificado de equivalencia con el bachillerato, entre los que se incluyen 31.514 egresados de la institución inscritos en dicho programa31. Adicionalmente, el Colegio elaboró 155 programas de estudio; coeditó cinco libros --cuatro para las asignaturas de la formación básica del cuarto semestre y uno para el Programa de Actividades Académicas Compensatorias- y adquirió 26.244 libros de apoyo para los módulos del segundo y tercer semestres. En los últimos años el CONALEP ha identificado la necesidad de fomentar en los alumnos valores éticos y actitudes constructivas que faciliten su integración y adecuado desempeño en el entorno laboral y social; en consecuencia, en el lapso que se informa se incorporó dentro del mapa currícular la asignatura Desarrollo Humano y Calidad, la cual se impartirá de manera regular a todo el estudiantado a partir del ciclo académico 1999-200032. En el período que se informa, los CETIS, los CBTIS y los CECyTE atendieron a más de 580 mil jóvenes en los 647 planteles que operan33. Mediante el Sistema Abierto de Educación Tecnológica Industrial se atendió la demanda de quienes por diversas circunstancias no cursaron el sistema escolarizado. En esta modalidad los casi 30 mil alumnos de 207 planteles recibieron asesorías y fueron evaluados en forma permanente, según el avance que registraron en cada materia. En el caso de los CECyTE, a partir del ciclo de 1997-1998 se ofrecen 17 especialidades en esta modalidad. Cada una tiene carácter propio, enfocado en el aprendizaje de la tecnología que configura una rama, más que en el dominio de alguna técnica específica. Con el propósito de responder a la creciente demanda de los egresados de educación básica por cursar especialidades que años atrás ofrecían estas instituciones, se reincorporaron, a partir del ciclo que se reporta, 19 especialidades de bachillerato tecnológico adicionales a las 16 que se impartían hasta el año lectivo 1997-1998, con lo cual se ofrecen actualmente 35 en esta modalidad. En el mismo lapso se crearon cinco carreras de técnico básico: asistente en Computación, Construcción, Industria del Vestido, Turismo y Mantenimiento Electromecánico; y se encuentran en proceso de creación las carreras de Bachillerato Tecnológico en Mercadotecnia; Técnico Básico Policía Preventivo, en la Rama Comunicaciones; y Técnico Básico Policía Auxiliar. 31 Con la incorporación de este programa el Conalep ofrece la modalidad bivalente desde el año escolar 1997-1998. 32 Esta asignatura comenzó a impartirse en marzo de 1996, operando corno prueba piloto en 12 planteles. 33 La Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI) opera 168 CETIS y 261 CEITIS, y para atender la creciente demanda por estos servicios opera también 218 CEcyrE, por un convenio establecido con 28 gobiernos estatales.

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Los CETIS, CBTIS y CECyTE han cuidado que su acervo bibliográfico se apegue al currículo vigente y al modelo educativo basado en normas de competencia laboral. Por ello, durante el ciclo académico 1998-1999 revisaron los textos con que cuentan y programaron la adquisición de nuevos materiales. En el lapso que nos ocupa, su inventario alcanzó cuatro millones de libros. Los planteles del subsistema tecnológico pusieron especial atención en la búsqueda de información sobre los avances científicos y tecnológicos que permitan adecuar o actualizar los contenidos curriculares en planes y programas de estudio y desarrollar la creatividad en los estudiantes. Desde 1992 se celebra anualmente la Exposición Nacional de Prototipos Didácticos y Tecnológicos en la que se presentan ejemplos de productos y artefactos didácticos desarrollados en las instituciones del subsistema tecnológico. Es un foro que ha impulsado el desarrollo de la tecnología aplicada, producto del trabajo de docentes y estudiantes. Las instituciones que ofrecen el bachillerato tecnológico agropecuario y forestal -CBTA y CBTF- por su parte continuaron formando recursos humanos en las áreas Quírmeo-biológicas, Físico-matemáticas, Económico-administrativas y Sociales por medio de 13 carreras técnicas: Agropecuario, Forestal, Agroindustrias, Horticultura, Administración de Ejidos Turísticos, Rehabilitación y Mejoramiento Ambiental, Informática Agropecuaria, Mantenimiento de Equipo Agroindustrial, Administración Agrosilvícola, Administración y Contabilidad Rural, Agronegocios, Desarrollo Comunitario, y Explotación Ganadera, Con la finalidad de mantener la pertinencia y calidad de las opciones educativas que estas instituciones imparten, se promueve la participación colegiada de los docentes en reuniones de academia, a fin de fortalecer con orientación académica a los estudiantes, en las áreas básicas y tecnológicas. Durante el año escolar 1998-1999, la cobertura de los 198 CBTA y seis CBTF ascendió a 107.422 estudiantes; de ellos 13.488 cursaron sus estudios mediante el Sistema Abierto de Educación Tecnológica Agropecuaria, el cual comenzó a operar en febrero de 1997 con 2.574 alumnos. En el período que se reporta se registró un incremento de 76,0% en la cobertura de este servicio en relación con el ciclo lectivo previo, lo cual manifiesta el creciente interés de jóvenes y adultos del medio rural por cursar estudios del nivel medio superior en esta modalidad e incorporarse productivamente a las actividades agropecuarias y forestales34. Los planes y programas de estudio del sistema se han estructurado por módulos y con una metodología propia para los 608 asesores del servicio. En la actualidad el bachillerato tecnológico agropecuario abierto se imparte en las áreas Químico-Biológica, Físico-Matemática y en la carrera de Técnico Agropecuario, en 87 planteles de 26 entidades federativas.

34 La población atendida por medio de este sistema proviene de estratos laborales: campesinos, ejidatarios, productores, jornaleros, obreros, maestros, amas de casa, enfermeras, instructores comunitarios, artesanos e indígenas (mayos, yaquis, purépechas y coras, entre otros).

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En el período que nos ocupa se otorgaron paquetes didácticos a la totalidad de los planteles y se impulsó la adquisición de 54 títulos y 30.388 ejemplares bibliográficos, con temas que facilitan la comprensión de los contenidos temáticos de mayor complejidad en las áreas básicas, tecnológicas y, con especial énfasis, en la formación de valores. Con el apoyo de la Red Edusat se proporcionó ayuda a las personas que cursan la modalidad abierta y se llevó a cabo una campana nacional de promoción sobre los servicios que prestan estas instancias educativas. En este sentido cabe señalar que todos los planteles que imparten educación agropecuaria forestal cuentan con antenas y el equipo necesario para la recepción de la señal. Por otra parte, los 30 Centros de Estudios Tecnológicos del Mar (CETMAR) y los dos Centros de Estudios Tecnológicos de Aguas Continentales (CETAC) atendieron durante el ciclo 1998-1999 a 20.329 estudiantes en sus modalidades escolarizada y abierta, y para el ciclo lectivo recién iniciado se estima un incremento de 12.6 por ciento en la matrícula35. En el periodo que se informa los planteles adscritos a este subsector revisaron, evaluaron y actualizaron todos los programas del tronco común de las cinco carreras genéricas y las opciones que ofrecen desde el año escolar 1993-1994: Técnico en Actividades Pesqueras, Técnico en Electrónica Marina, Técnico en Servicios Industriales Navales, Técnico en Recursos Acuáticos y Técnico en Administración, las cuales pertenecen a las áreas Físico-Matemática, Químico-Biológica, Económica y Administrativa. Paralelamente la planta docente relacionó los contenidos programáticos con la infraestructura, equipos y materiales existentes en los planteles e impulsó, sobre esta base, la publicación de manuales y las prácticas de laboratorio. Una preocupación constante de las escuelas que imparten educación profesional técnica y del bachillerato tecnológico ha sido elevar la eficiencia terminal. A este propósito se han dirigido los programas de desarrollo institucional y algunos de carácter específico que buscan la recuperación académica de los estudiantes irregulares. Entre las acciones realizadas cabe destacar las siguientes: actualización pedagógica a los docentes, cursos de nivelación académica, seguimiento de materias con mayor índice de reprobación, asesorías permanentes a alurrinos con problemas de reprobación, cursos de recuperación académica y reconocimientos al desempeño de los estudiantes. Durante el ciclo 1996-1997, se inició la reestructuración del plan y los programas de estudios. El Programa de Complementación de Estudios para el Ingreso a la Educación Superior (PROCEIES) del CONALEP, iniciado en el mismo período, ha permitido a sus alumnos y egresados realizar estudios de nivel superior, previa acreditación de seis asignaturas complementarias. En agosto de 1998 se inició el proceso por el cual los gobiernos estatales serán los encargados de la operación de los diversos servicios que ofrece el CONALEP, en tanto que la SEP mantiene una función normativa y de apoyo. Por esta vía se crea un sistema nacional de

35 El Sistema de Educación Abierta se imparte en 14 de los 32 planteles.

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colegios que responde de manera más eficiente y oportuna a las necesidades locales en materia de educación profesional técnica y de capacitación36. Los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial y las Unidades de Capacitación, dependientes de los Institutos Descentralizados de Capacitación en los Estados, promueven acciones diferenciadas que atienden necesidades específicas de capacitación laboral. Por medio de cursos regulares que habitualmente duran poco tiempo y tienen un perfil previsto en un catálogo de especialidades y cursos se intenta satisfacer los intereses de formación de las personas que acuden a estos centros. Durante el ciclo escolar 1995-96 se inscribieron 335 mil alumnos, de los cuales el 78% correspondía a cursos regulares; del 22% restante, el 10% correspondía a la capacitación acelerada específica, el 8% a cursos de perfeccionamiento y sólo el 1% al reconocimiento de la competencia ocupacional adquirida fuera del centro educativo. De los cursos regulares, el 10% de los alumnos estuvieron inscritos en el Programa de Becas de Capacitación para Trabajadores Desempleados (PROBECAT). En cuanto a la posición en el mercado de trabajo y los motivos de capacitarse a través de los CECATIs, aproximadamente el 50% lo hacía por querer emplearse en el mercado de trabajo o bien, autoemplearse, cuando sólo el 20% buscaba mejorarse en su trabajo actual. El 60% de los alumnos tienen una edad entre los 15 y 19 años, y sólo el 8% es de 30 años y más. En el periodo 1998-1999, mediante estos servicios, se atendió a un total de 480.210 personas, casi 10 mil más que en el ciclo anterior. De ese total, 87.1% -es decir, 418.238 estudiantes y trabajadores- se beneficiaron de los cursos para el trabajo, mientras el 12.9 por ciento restante -61.972 personas- recibió servicios de capacitación en el trabajo. Como en el ciclo anterior, las especialidades que mayor demanda tuvieron fueron Operación de Microcomputadoras, Confección Industrial de Ropa, Servicios Secretariales, Mantenimiento Automotriz, Servicios de Belleza, Inglés, Electricidad, Electrónica, Máquinas Herramientas y Carpintería. En ellas se concentró 57.3% de la matrícula total.

Cuadro No. 27 Atención a la demanda de formación para y en el trabajo

En centros de capacitación para el trabajo industrial e institutos descentralizados de capacitación para el trabajo

Ciclo 1998-1999 Instituto Cursos

regulares Otros cursos

Total Porcentaje de atención

CECATI 255.389 105.082 360.471 75.0Institutos descentralizados 68.821 50.918 119.739 24.9Total 324.210 156.000 480.210 100.0

Fuente: Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo, SEP. 36 Este proceso implicó la transferencia de 234 planteles en los que estudian 242 mil alumnos. Los 28 planteles del Distrito Federal no fueron transferidos.

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En el curso de la administración anterior los institutos descentralizados han ampliado su cobertura de manera significativa. De 28.948 personas atendidas al inicio de la misma, la matrícula aumentó a 119.739 capacitandos en el ciclo lectivo que se reporta, lo que significa que durante este periodo el número de estudiantes y trabajadores en los cursos se cuadruplicó. Ello es parte de la respuesta educativa a las necesidades del desarrollo regional y se refleja en la continua expansión de los servicios de capacitación laboral. Con el fin de vincular más estrechamente los programas de capacitación laboral impartidos por los CECATI con las necesidades regionales de la planta productiva, se han constituido 159 Comités Técnico-Consultivos de Vinculación en los que están representados empresarios y autoridades educativas. Los comités tienen atribuciones para participar en la revisión y actualización de los planes y programas de estudio de las diferentes especialidades que se ofrecen a la población trabajadora. Estos órganos pueden también concretar acuerdos y convenios para la promoción de los servicios con empresas, instituciones u organismos de los sectores privado, público y social. Durante el periodo que abarca este informe, como resultado de las gestiones de los comités, 28.973 capacitandos recibieron apoyo para efectuar sus prácticas ocupacionales en centros laborales. Otros 57.052 realizaron visitas escolares a las empresas, mientras que más de 250 docentes instructores cumplieron con sus estancias en el sector productivo de bienes y servicios. Actualmente se avanza en un sistema de información que permitirá contar con datos confiables acerca de la oferta educativa de los CECATI y las demandas locales de capacitación. Hasta ahora se han diseñado algunos de sus principales componentes y se han formado comisiones coordinadoras que permitirán promover el sistema en los estados de Aguascalientes, Baja California, Campeche, Colima, Chiapas, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas. Los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (CECATI) son una modalidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Es la oferta educativa-formativa "más cercana a la población obrera y también, a quienes, no han concluido estudios formales y que se han transformado en ‘excluidos’ de una educación formal adicional y complementaria" (entrevista). La inscripción a los cursos o especialidades básicas no exigen antecedentes académicos; están dirigidos a cualquier persona, que sepa leer y escribir y que tenga nociones de aritmética y geometría; sin embargo, existen cursos que por su complejidad o norma de mercado laboral, requieren de conocimientos de otro nivel académico. A petición expresa de las empresas, así como de grupos de trabajadores que requieren capacitación, también se diseñan cursos para ser impartidos en los propios centros de trabajo, Asimismo, con la finalidad de apoyar a quienes cursaron sus estudios en los CECATI y requieren actualizar la formación adquirida en estas instituciones, se integran otro tipo de cursos. Mediante las Acciones Móviles de capacitación se moviliza el personal docente y equipo a

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los lugares que lo solicitan, con el fin de atender las necesidades de capacitación de las personas. La única condición para llevarlo a cabo es que en esas localidades no operen servicios regulares de formación para el trabajo. Dispone de 198 planteles, 34 unidades móviles de capacitación y 16 unidades móviles de apoyo a la capacitación. Ofrece cursos modulares agrupados en 52 especialidades, con una duración que varía entre 40 y 600 horas, impartidos durante un período de 3 a 5 meses. Muchos de los 3.451 instructores provienen de y trabajan en la práctica, en adquirir habilidades, representando aproximadamente el 80% de lo impartido. La formación se imparte mediante cursos regulares y no regulares. Los primeros se caracterizan por estar sujeto a una clasificación, programación y duración predeterminada. Los segundos incluyen una variedad de modalidades de capacitación: a) cursos organizados de acuerdo a los requerimientos de las empresas o de los propios trabajadores (Capacitación Acelerada Específica); b) cursos de perfeccionamiento de los egresados de los CECATI; c) sistema de capacitación a distancia; d) reconocimiento oficial de la competencia ocupacional, adquirida fuera del centro educativo. El incremento en las acciones móviles obedece al mayor énfasis en los esfuerzos de concertación con las autoridades municipales y locales y con los diferentes grupos sociales que requieren los servicios, a quienes se les solicitan los espacios para las actividades de capacitación. Con el propósito de dar capacitación a mujeres, hombres y jóvenes artesanos de comunidades marginadas, se ha puesto en marcha el Proyecto de Formación Integral para la Producción Artesanal en la Educación Técnica. Mediante esta iniciativa se busca contribuir a mejorar las condiciones de vida de estos sectores al tiempo que se alienta la producción de objetos que enriquecen y refuerzan sus raíces culturales. Hasta el momento se ha avanzado en la construcción de modelos didácticos y en la capacitación a instructores para la producción de los mismos. Igualmente, se impartió instrucción a artesanos en la especialidad de Herrería Artística y Diseño Creativo, haciendo uso intensivo de la computadora. Fuente: CECATI (sin fecha); Entrevista. Secretaría de Educación Pública (SEP). Informe de Labores 1998-1999. Empezó como sistema desde hace más de 30 años, en artes y oficios, cubriendo en la actualidad a 52 especialidades, derivadas del análisis ocupacional, mismas que se encuentran en un proceso de revisión, a partir de la aplicación del análisis funcional, propuesto por el CONOCER, para desarrollar competencias. Para darse una idea, de las 52 especialidades ofertadas, 9 son las más demandas y estas cubren más del 80% de los cursos ejercidos, a saber: 1) secretarial; 2) inglés; 3) computación; 4) electricidad; 5) electrónica; 6) mecánica automotriz; 7) máquina herramienta (CNC); 8) confección industrial de ropa; 9) servicios de belleza. Llama la atención que cursos típicos de 'oficio' y de dominio de habilidad manual, como son zapatería y relojería, no han tenido demanda durante los últimos 3 años. No por

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falta de interés en el oficio, sino porque los aspirantes consideran que dichos oficios se aprenden mejor directamente en la práctica, junto al y dirigido por el 'maestro'. Los cambios recientes en el sistema CECATI se inscriben en el marco de la reforma educativa de 1992, así como de los lineamientos de CONOCER que en el transcurso de 1996-97 vinieron desarrollándose. Ambos han tenido como consecuencia un nuevo enfoque acerca de la descentralización y el rol del sector privado en la capacitación para el trabajo. d) El Programa de Modernización de la Educación Técnica y la Capacitación (PMETYC) El PMETYC se implementa a partir de 1995 en forma coordinada por las Secretarías de Educación Pública (SEP) y del Trabajo y Previsión Social (STPS), las que con el apoyo y participación de los sectores empresarial, laboral y educativo pretenden transformar los procesos de formación y capacitación, impulsando una nueva relación empresa-trabajador-escuela. El PMETyC surge como una estrategia para renovar los servicios de formación técnica y capacitación laboral. Es una experiencia innovadora orientada hacia el mejoramiento de la productividad. En un entorno de creciente transformación de los mercados y de nuevas exigencias para que las personas actualicen continuamente conocimientos y competencias que les permitan desempeñarse adecuadamente en el ámbito laboral y profesional, es cada vez mayor la necesidad de conformar una oferta de educación técnica y de capacitación para el trabajo que acompañe más estrechamente los esfuerzos de mejoramiento de la planta productiva de nuestro país, y que apoye las iniciativas de superación de los trabajadores. Con la puesta en marcha del PMETyC se introducen elementos novedosos que buscan cumplir con estos propósitos. Se impulsa la operación de esquemas modulares que dan flexibilidad a las propuestas educativas y se establecen mecanismos que alientan a las personas a capacitarse a partir de normas de referencia que han sido acordadas por los principales agentes de la producción -empresarios y trabajadores- con el apoyo de expertos que aseguran que éstas sean equiparables con los parámetros internacionales. Esta fórmula se enriquece con la incorporación del nuevo enfoque que promueve el reconocimiento y revaloración de la experiencia, los conocimientos y capacidades que las personas han adquirido a lo largo de su vida ya sea en la escuela, el trabajo o mediante cualquier otra vía. De esta manera, se facilita la interacción de las muy diversas formas de aprendizaje presentes a lo largo de la vida de las personas. Se define como la respuesta de trabajadores, empresarios y gobierno para cubrir los requerimientos de calificación de los trabajadores mexicanos, mejorar los niveles de productividad y competitividad de las empresas y de la economía nacional en su conjunto, así como ampliar las posibilidades de incorporación, desarrollo y permanencia de los individuos en el empleo.

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El objetivo fundamental del PMETYC es impulsar un proceso de cambio capaz de convertir a la formación de los recursos humanos en el eje central del aumento de la productividad y competitividad de las empresas mexicanas y del progreso personal y profesional de los trabajadores. Este cambio se basa en el enfoque de competencia laboral. El PMETYC se desarrolla a través de cinco componentes que son: el sistema normalizado de competencia laboral; el sistema de certificación de competencia laboral; la Transformación de la Oferta de Capacitación; los estímulos a la demanda; y la información, evaluación y estudios. Corresponde al Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral (CONOCER) el desarrollo de los dos primeros componentes; a las Secretarías de Educación Pública y del Trabajo y Previsión Social los siguientes dos, respectivamente, y el último corresponde a los tres en su conjunto. El PMETYC propone que el sector productivo (trabajadores y empresarios) definan normas que expresen los requerimientos para el correcto desempeño de funciones productivas, a partir de las cuales se pueda evaluar el nivel de competencia de los individuos y, en su caso, certificar dicha competencia, independientemente de la forma en que se adquirió. Igualmente, que las instituciones educativas y de capacitación adecuen sus planes y programas para que su oferta sea modular, flexible y pertinente a los requerimientos de los individuos y las empresas. Componentes del proyecto para la modernización de la educación técnica y la capacitación (PMETyC) a) Sistemas Normalizado y de Certificación de Competencia Laboral. El primero tiene

como propósito alentar al sector productivo para que defina y establezca normas de competencia laboral de carácter nacional por rama de actividad productiva. El segundo busca establecer mecanismos de evaluación y certificación de conocimientos, habilidades y destrezas de los individuos, independientemente de la forma como los hayan adquirido y con base en normas de carácter nacional.

b) Transformación de la oferta educativa. Su finalidad es organizar un sistema de educación

técnica y capacitación que se oriente por resultados y esté basado en normas de competencia laboral, de modo que facilite a los individuos el tránsito entre educación y trabajo a lo largo de su vida productiva. Adicionalmente, se pretende ofrecer a las empresas servicios educativos de calidad que satisfagan sus requerimientos y que permitan aumentar su productividad y competitividad.

c) Estímulos a la demanda de capacitación y certificación de competencia laboral. Se

estimula el mercado de la capacitación y la certificación de competencia laboral mediante el otorgamiento de apoyos económicos a desempleados y trabajadores en activo y a las empresas para que participen y promuevan los procesos de normalización y certificación.

d) Información, evaluación y estudios. Su objetivo es establecer los sistemas de información

y coordinar la realización de estudios e investigaciones que permitan dar seguimiento, evaluar y retroalimentar la realización del proyecto.

Fuente: Coordinación de Proyectos Estratégicos, SEP.

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e) Transformación de la oferta de capacitación Para su desarrollo se realizan experiencias piloto en instituciones educativas y de capacitación a cargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), las que permitirán generar experiencia institucional en cuanto a diseño de contenidos educativos con base en Normas de Competencia, probar metodologías, desarrollar materiales didácticos, mejorar equipamiento y formar personal docente conforme a los principios pedagógicos del enfoque de educación basada en competencia laboral. Con ello, se pretende elevar la calidad y pertinencia de la formación y capacitación que se ofrece a la población trabajadora y a la planta productiva. Las experiencias piloto se realizan en las siguientes instituciones: el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo (DGCFT), la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (DGETA), y la Unidad de Ciencia y Tecnología del Mar (UECYTM) de la SEP. Proyecto Generación Año 2000 Opera en los Centros de Estudios Tecnológicos Industriales y de Servicios, Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios y Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado. Su propósito central es elevar la eficiencia terminal a partir de la, generación 1997-2000, mediante el diagnóstico general de las causas que influyen en el bajo rendimiento escolar de los estudiantes. Se pretende que a partir de su Identificación se apoye a éstos y se les canalice a las instancias operativas y normativas que correspondan. Programa Orienta 2000 Los Centros de Estudios Tecnológicos del Mar y los Centros de Estudios Tecnológicos en Aguas Continentales impulsaron este programa con la finalidad de reducir y evitar la deserción y reprobación escolares a partir de la generación 1995-1998. La identificación de las causas que originan el ausentismo o deficiencias en el aprovechamiento han permitido elaborar estrategias de trabajo personal y colectivo con el estudiantado, mejorar su rendimiento y garantizar su permanencia dentro de los planteles.

Fuente: Se elaboró con infomación de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial y de la Unidad de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar.

PROYECTO PILOTO PARA UNA FORMACIÓN PERTINENTE Además de seguir fortaleciendo los diferentes subsistemas y modalidades de la educación media superior, la Secretaria de Educación Publica inició, durante al año lectivo 1998-1999, un proyecto piloto encaminado a identificar los componentes de un modelo de bachillerato que mejore su utilidad social, laboral y académica. El propósito central del proyecto es desarrollar conjuntamente con 10 instituciones principales del bachillerato general y propedéutico del país (seis universidades públicas, tres colegios de bachilleres y un centro de estudios del bachillerato) una formación de carácter general que también incorpore conocimientos técnicos básicos para asegurar que los egresados de este ciclo se desempeñen responsablemente en una sociedad democrática; adquieran conocimientos, habilidades y destrezas útiles que le permitan a los egresados aprovechar las oportunidades del mercado de trabajo de una economía globalizada; y que facilite a quienes así lo deseen continuar sus

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estudios en la educación superior hasta su conclusión exitosa. Durante un año, autoridades y docentes de la SEP y de las 10 instituciones participantes revisaron la estructura curricular de sus respectivos planes y programas con el fin de concurrir en el diseño de cinco estrategias compartidas para: producir nuevos materiales didácticos; vincularse con el mundo adulto y del trabajo; establecer un trabajo colegiado docente centrado en el seguimiento de alumnos y en proporcionar evaluaciones en tiempo real; asegurar la capacitación de profesores y la planeación escolar en los periodos intersemestrales y contar con una organización ágil capaz de responder rápidamente a los problemas y desafíos típicos del quehacer escolar, Mediante estas estrategias se están reorientando y reforzando los contenidos de las siete materias básicas del bachillerato (Matemáticas, Física, Química, Biología, Español y Literatura, Historia y Ciencias Sociales, e Inglés) sin modificar los marcos curriculares normativos o estatutarios vigentes. Adicionalmente, se incorporan cuatro asignaturas aplicadas que son obligatorias para los primeros cuatro semestres, y con una especialización en alguna de ellas en los dos últimos semestres: prácticas civicoeconómicas, máquinas y motores, tecnologías de información y comunicación, y tecnologías quimicobiológicas aplicadas a la salud y para cuidado del medio ambiente. El tiempo destinado a las signaturas aplicadas se divide entre actividades en el aula y prácticas en las organizaciones en las que habitualmente se desarrolla este tipo de trabajo. Este modelo aprovecha no sólo lo mejor de la experiencia nacional, sino que también está informado por los avances logrados en el ámbito internacional, al proponer como referentes los estándares internacionales de habilidades para la vida, para cada materia básica y para la especialización en el área aplicada, que contará con alrededor de 400 horas de trabajo escolar y de capacitación durante los seis semestres. Los resultados del Proyecto Piloto se están aplicando en el Programa de Formación Pertinente en el que participan las mismas 10 instituciones, mediante la incorporación gradual de 259 grupos con 11 mil alumnos, y un esfuerzo intensivo con mil estudiantes, todos ellos de primer semestre, en nueve entidades del país. El inicio de clases, en todos los casos fue agosto de este año. A medida que se consolide la propuesta de Formación Permanente, se difundirá a otras instituciones y planteles interesados mediante un plan maestro de diseminación. Con el fin de que las asignaturas aplicadas cuenten con el equipo necesario para brindar una formación a la altura del desarrollo tecnológico actual, y buscando maximizar estos beneficios se establecerán centros regionales multitecnológicos con aparatos, máquinas, simuladores y paquetes didácticos producto del estado del arte internacional que servirán a planteles de varias instituciones. Estos centros funcionarán mediante la cooperación interinstitucional y contarán con el apoyo de la SEP.

Fuente: Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica, SEP. Durante el ciclo académico 1998-1999 se evaluaron 22 de los 56 planes de estudio vigentes en el nivel de licenciatura y se actualizaron 23; adicionalmente se reestructuraron 1.101 programas, buscando con ello responder con pertinencia a las necesidades de crecimiento y desarrollo regionales. En el nivel de postrado, asimismo, se actualizaron 21 programas, se

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aprobó la creación de seis y se incorporaron dos maestrías más al Padrón de Programas de Excelencia del Conacyt, con lo que el Politécnico llega a 72 postrados en dicho padrón. Esta cifra representa 15 por ciento del total de programas registrados en el ámbito nacional. Además, se contó con 14 centros de investigación, además de los espacios que dedican las escuelas superiores del Instituto a esta actividad, en los que 1.800 especialistas desarrollaron 1.194 proyectos de investigación básica y aplicada, vinculados con necesidades específicas de los distintos sectores. Al respecto cabe señalar que se obtuvieron seis títulos de patente de invención otorgados por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Durante el mismo periodo, como apoyo a la formación de la comunidad estudiantil, se editaron 300 títulos y se puso en marcha la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología, diseñada como una biblioteca digital que incorpora los principales avances de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones.

Tabla No. 6 Institutos descentralizados de capacitación para el trabajo. 1999

Unidades de Instituto capacitación* Instituto de Capacitación para el Trabajo M Estado de Aguascalientes (ICTA) 3 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Campeche 5 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Coahuila (ICATC) 5 Instituto de Entrenamiento en Alta Tecnología del Estado de Chihuahua (Inaltec) 1 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Guanajuato (ICATG) 16 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Hidalgo (Icathi) 11 Instituto de Formación para el Trabajo del Estado de Jalisco 3 Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial del Estado de México (lcati) 26 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Michoacán (Icathi) 13 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Morelos (Icatmor) 3 Instituto de Formación para el Trabajo del Estado de Nayarit 2 Instituto de Capacitación y Educación para el Trabajo del Estado de Nuevo León (1CET) 4 Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo del Estado de Oaxaca (lcapet) 7 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Puebla (1CATP) 16 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Querétaro (1CATQ) 4 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Quintana Roo (1CATQR) 4 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de San Luis Potosí (ICATSLP) 3 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Sinaloa (ICTS) 12 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Sonora (Icatson) 5 Instituto de Capacitación Técnica de Altamira en el Estado de Tamaulipas (ICATTA) 1 Instituto Tamaulípeco de Capacitación para el Empleo (ITACE) 5 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Tlaxcala (Icatlax) 9 Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Veracruz (Icatver) 15 Total 173

Fuente: Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo, SFP. Incluye once unidades móviles de capacitación. Debe, sin embargo, continuarse explorando nuevas fórmulas que permitan una vinculación más efectiva entre los requerimientos de formación y capacitación de la población trabajadora del país y la oferta de servicios que atienden esta necesidad.

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Para mejorar y reforzar la vinculación entre el sector productivo y el SNET que incluye los niveles educativos más efectivos para incrementar la productividad laboral, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y la Secretaría de Educación Pública establecieron en el marco del PMETyC se crean los sistemas Normalizado, y de Certificación de Competencia Laboral (SNCL) cuyo Consejo Nacional comenzó a operar en agosto de 1995. El SNCL tiene como meta regular la oferta de competencias y la formación para el trabajo de los jóvenes y de los trabajadores en activo, de acuerdo con las necesidades del sector productivo. Al SNCL se asocia un Sistema de Certificación de Competencia Laboral, el cual certificará las competencias independientemente de sí el trabajador las adquirió con la práctica o en forma escolarizada. Por medio de los Comités de Normalización -que se establecen como figura principal del Sistema Normalizado de Competencia Laboral-, trabajadores, empresarios y especialistas de una rama de actividad económica específica se reúnen para diseñar las normas de competencia laboral que deberán cumplir las personas para realizar adecuadamente su labor en los sectores industrial y de servicios. Durante el ciclo 1998-1999, con este propósito, se promovió la creación de siete Organismos Certificadores -con lo cual ya suman 57 Centros de Evaluación, los cuales se encargan de la actividad de acreditación y certificación de competencias laborales de los trabajadores. Hasta el momento se han emitido por este medio certificados que acreditan el dominio de 698 unidades de competencia laboral. El trabajo de los Comités de Normalización ha permitido establecer 262 calificaciones de competencia laboral en diversas ramas y actividades de la economía nacional. En el corto plazo, la labor continua de los comités permitirá obtener mayores logros en este rubro. f) Sistema Normalizado de Competencias Laborales (SNCL) y Educación Basada en

Normas de Competencia (EBNC) Es uno de los cinco componentes del Proyecto de Modernización de la Educación Técnica y la Capacitación ya descrito anteriormente. Tiene como propósito que el sector productivo defina y establezca Normas Técnicas de Competencia Laboral de carácter nacional por rama de actividad productiva o área de competencia, las cuales serán la base para el desarrollo del sistema de Certificación de Competencia Laboral. Este sistema permite otorgar reconocimiento formal de las competencias adquiridas por los individuos a lo largo de su vida, independientemente del modo como hayan sido alcanzadas. Sus objetivos son: �� Promover la generación, aplicación y actualización de Normas Técnicas de

Competencia Laboral que propicien la vinculación eficiente entre trabajadores, empresarios y prestadores de servicios de formación y capacitación, asegurando la correspondencia entre las normas y las necesidades de calificación.

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�� Conformar un sistema de información de Normas Técnicas de Competencia Laboral que apoye la realización de diagnósticos sobre necesidades de personal de las empresas, oriente la aplicación o adaptación de los programas de capacitación de centros de trabajo e instituciones educativas hacia el enfoque de competencia laboral y facilite la toma de decisiones en el mercado nacional.

�� Facilitar la formación integral y continua del individuo, de manera que le permita progresar en su competencia laboral, adquirir y desarrollar habilidades para el desempeño eficiente de distintas funciones laborales y para contribuir a la identificación y solución de los problemas que afectan a los procesos productivos, fortaleciendo su capacidad de adaptación y su autoestima.

Y las acciones que desarrolla son las siguientes:

�� Desarrollar la metodología del Sistema, de acuerdo con las Reglas Generales y Específicas del Sistema Normalizado de Competencia Laboral.

�� Instalar Comités de Normalización, con la participación de representantes de los sectores productivos por rama de actividad económica o área ocupacional.

�� Generar Normas Técnicas de Competencia Laboral de carácter nacional, que faciliten la toma de decisiones en el mercado laboral y que vinculen de manera eficiente a trabajadores, empleadores y prestadores de servicios de formación y de capacitación.

�� Coordinar Casos Piloto en empresas, que permitan probar metodologías y documentar su desarrollo, con efectos demostrativos.

Dentro de sus ventajas se destacan las siguientes:

�� Integrar en un solo sistema los esfuerzos y programas de formación y capacitación de recursos humanos, para atender con oportunidad las necesidades de calificación de trabajadores y empleadores.

�� Establecer un lenguaje común entre las empresas y las instituciones de formación y capacitación, fortaleciendo su vinculación.

�� Facilitar que las personas con distintos niveles de formación accedan al Sistema, independientemente de los programas regulares que desarrollan las instituciones educativas, favoreciendo la movilidad de los individuos en todo el sistema de formación, así como la planeación de su trayectoria de aprendizaje.

�� Favorecer la transferencia de la competencia laboral de una función productiva a otra, dentro de una misma empresa, de una industria a otra o, inclusive, entre distintas regiones, con lo que no sólo se amplían las oportunidades de empleo y mejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores, sino que también se facilita a las empresas contar con recursos humanos calificados que atiendan sus necesidades particulares de calidad y competitividad.

�� Incrementar los niveles de productividad, al permitir a las empresas contar con indicadores sobre la calificación de sus recursos humanos.

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Los beneficios se pueden clasificar de la manera siguiente: Beneficios para las empresas:

�� Asegurar el desarrollo de una mejor calidad en el desempeño laboral a todos los niveles, incluyendo el gerencial.

�� Permitir evaluar el nivel de calificación de la planta laboral y de posibles candidatos a ocupar un puesto en la empresa, lo que facilita y reduce costos en la contratación, y apoya las acciones de capacitación de sus trabajadores en activo.

�� Mejorar la productividad y competitividad al contar con personal mejor calificado. �� Informar a los oferentes educativos y trabajadores sobre las necesidades de las

empresas. Beneficios para los trabajadores: �� Permitir identificar el nivel personal de calificación, a fin de mejorarlo y facilitará la

incorporación y desarrollo en el mercado de trabajo. �� Incrementar la seguridad de empleabilidad de los individuos. �� Fomentar la mobilidad laboral de los individuos dentro y entre sectores. �� Promover la formación progresiva y apoyará al individuo a adaptarse más fácilmente a

los cambios tecnológicos y de organización del trabajo. �� Facilitar a los individuos el tránsito entre educación y trabajo a lo largo de su vida

productiva. Beneficios para el sector educativo: �� Permitir asegurar la congruencia entre los planes de estudio y los requerimientos de los

sectores productivos. �� Brindar información que asegure la pertinencia de sus servicios. �� Ofrecer a las empresas servicios educativos de calidad que les permitan atender sus

requerimientos de productividad y competitividad. El funcionamiento del SNCL no implica crear nuevas instituciones ya que operará conjuntamente con los sistemas de educación tecnológica existentes. A los tres sistemas tradicionales de educación tecnológica: el formal, el no formal y el informal, se agrega el SNCL sin ninguna interferencia. Entre los principales efectos del SNCL hay que mencionar que se revaluarán las competencias adquiridas en la práctica, lo que beneficiará a los grupos sociales de menores ingresos, pues sus miembros podrán certificar los conocimientos que adquirieron a través de la experiencia, aunque no se debe olvidar que esto nunca podrá sustituir la eficacia de las escuelas para incrementar la productividad del trabajador y, por lo tanto, su ingreso, tal como se vio en los resultados estadísticos �la protección de la experiencia no debe ser tan prioritaria como la inversión en educación escolarizada. De todas formas, con este programa se revalúa también el lugar de trabajo como espacio de transmisión de conocimientos, lo que

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beneficia a familias cuyos hijos tienden a abandonar la escuela a temprana edad. El SNCL representa de esta manera un acto de equidad social (STPS, 1997). g) Información, evaluación y Estudios Actualmente el Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral trabaja en el desarrollo e implementación de un Sistema Integral de Información que: �� Permita el registro y consulta de las Normas Técnicas de Competencia Laboral, así

como el seguimiento al proceso de elaboración de dichas normas. �� Coadyuve en el proceso de certificación y en la conformación de una matrícula de

trabajadores certificados. �� Se constituya en una interface entre éste y los sistemas de información desarrollados por

los sectores educativo y laboral que participan en el Proyecto, y que apoye en los procesos de orientación vocacional, de capacitación y de colocación de trabajadores, permitiendo el cruce de información de la oferta de mano de obra calificada, la demanda de empleo y la oferta de capacitación de Educación Basada en Competencia Laboral.

�� Proporcione la información necesaria para monitorear y evaluar la operación del PMETYC y su impacto en los sectores educativo y productivo.

En cuanto a estudios, el CONOCER concluyó el Estudio de Análisis Ocupacional (EAO), el cual identifica los comportamientos laborales básicos y genéricos requeridos en la fuerza de trabajo mexicana. Adicionalmente, éstos comportamientos laborales han sido relacionados con conocimientos, habilidades y destrezas correspondientes a niveles de desempeño, funciones productivas y grupos ocupacionales. El EAO también identifica los comportamientos laborales asociados a empresas de alto desempeño. Por último, se lleva a cabo un diagnóstico del nivel de dominio de la fuerza laboral mexicana. Con el propósito de guiar las acciones de normalización y certificación, el CONOCER desarrolla una serie de estudios. Estos se denominan Estudios Marco, al abarcar ya bien sea a todas las ramas de la economía y la población, o estudios sectoriales; estos muestran un análisis sobre la producción, el empleo, las ocupaciones y el nivel de calificaciones de la fuerza laboral por rama económica. A la fecha, se cuenta con los siguientes estudios: �� Caracterización General de la Estructura Sectorial y Ocupacional de la Economía

Mexicana. �� Diagnóstico y Perspectivas de la Formación de Recursos Humanos. �� Análisis Sectorial de las Industrias del Cuero y Calzado. �� Análisis Sectorial de la Industria Maderera y Mueblera. �� Análisis Sectorial de las Industrias del Papel, Imprenta y Editoriales. �� Análisis Sectorial de la Industria Química y del Plástico. Cabe mencionar que el CONOCER participa en otros estudios que son coordinados por otros ejecutores del PMETYC. Estos estudios se dividen en tres grupos: aquellos referidos a la evaluación integral del PMETYC, los que se enfocan a los procesos y resultados de la transición de planes y programas tradicionales a modelos de competencia laboral, y los que

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se centran en evaluar el impacto de los estímulos orientados a la normalización, capacitación y certificación de competencia laboral. d) Organismos Certificadores La certificación de competencia laboral es realizada por los Organismos Certificadores. El Organismo Certificador es una entidad que actúa de tercera parte, es decir, no tiene participación funcional ni jerárquica en la capacitación y la evaluación de los individuos a quienes certifica. El Organismo Certificador puede atender la demanda de certificación en una o más áreas de competencia laboral, cuando cuente con la infraestructura necesaria para ello. Para realizar la certificación el Organismo Certificador debe acreditar a Centros de Evaluación y a Evaluadores Independientes, quienes realizarán las funciones de capacitación y evaluación de la competencia laboral. Las responsabilidades de los Organismos Certificadores son: �� Asegurar y garantizar la calidad de la acreditación de entidades de evaluación; �� el proceso de evaluación que realicen las entidades acreditadas a través de la

Verificación Externa. �� a certificación de los individuos. �� Coadyuvar a que la certificación alcance credibilidad y reconocimiento social. �� Realizar verificaciones externas a las entidades de evaluación que acredite. Para acreditarse como Organismo Certificador, la entidad interesada, debe demostrar el cumplimiento de los siguientes requisitos: �� Ofrecer Garantías de Imparcialidad de los Procedimientos de Evaluación y

Certificación. �� Tener Capacidad Técnica y Personal Competente. �� Contar con Infraestructura Administrativa y Física Suficiente. �� Ofrecer Garantías a los Usuarios del Servicio y a la Sociedad en General. Los Centros de Evaluación y los Evaluadores Independientes son instituciones o personas físicas, respectivamente, que demostraron ante el organismo certificador que poseen la capacidad técnica y al personal competente, para realizar la evaluación de la competencia laboral y en consecuencia, son acreditados para realizarla. Estos organismos son independientes de las instituciones que tienen a su cargo las labores educativas y de capacitación, a fin de asegurar la calidad de las competencias validadas. Normalización y Certificación de Competencia Laboral que cumplen los requisitos señalados, para realizar la certificación de la competencia laboral y en consecuencia, son acreditados para realizarla.

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En diciembre de 1998, los organismos certificadores establecidos entregaron los primeros certificados de competencia laboral a los trabajadores. A finales de 1999 existían ocho Organismos Certificadores. Estos Organismos deberán asegurar que actuarán con independencia de los procesos de la evaluación y la capacitación y de la relación jerárquica de los individuos que buscan la certificación, así como demostrar capacidad técnica, contar con personal competente e infraestructura administrativa y física para el control y manejo de los procesos de certificación de competencia laboral. La evaluación de competencia laboral es realizada por los Centros de Evaluación y por los Evaluadores Indepentientes. El Centro de Evaluación y el Evaluador Independiente pueden atender la demanda de evaluación en una o más áreas de competencia laboral, cuando cuenten con la infraestructura necesaria para ello. Para acreditarse como Centro de Evaluación o Evaluador Independiente, los interesados deben demostrar el cumplimiento de los siguientes requisitos: �� Ofrecer garantías de imparcialidad de los procedimientos de evaluación. �� Tener capacidad técnica y personal competente. �� Contar con infraestructura administrativa y física suficientes. �� Ofrecer garantías a los usuarios del servicio y a la sociedad en general. Las responsabilidades del Centro de Evaluación y del Evaluador Independiente son: �� Asegurar y garantizar la calidad de las actividades realizadas durante el proceso de

evaluación que realicen. �� Coadyuvar a que la certificación alcance credibilidad y reconocimiento social. �� Realizar verificaciones internas al proceso de evaluación que realicen. Las instituciones y organizaciones que pueden solicitar acreditación como Centro de Evaluación son: �� Instituciones educativas oficiales. �� Instituciones educativas incorporadas. �� Empresas. �� Centros de capacitación. En todos los casos, se deberán cumplir los requisitos que el Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral (CONOCER) establece. En su primera sesión extraordinaria de 1996, celebrada el día 13 de marzo de ese año, el CONOCER emitió la resolución número CNCCL01-96, mediante la cual se expidieron las Reglas Generales y Específicas de los Sistemas NORMALIZADO y de CERTIFICACION

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de Competencia Laboral. Fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación el día 3 de septiembre de 1996, y pueden ser consultadas por las autoridades federales, estatales y municipales, así como por cualquier interesado, en el domicilio del CONOCER. h) Normas Técnicas de Competencia Laboral Una Norma Técnica de Competencia Laboral es un documento elaborado por un Comité de Normalización de Competencia Laboral en consulta con el sector productivo correspondiente, aprobado por el Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral y sancionado por los Secretarios de Educación Pública y del Trabajo y Previsión Social, que establece para uso común y repetido en todo el territorio de los Estados Unidos Mexicanos las características y las directrices para la evaluación de la competencia laboral. La Norma Técnica de Competencia Laboral debe reflejar: �� La competencia para realizar la actividad referida por la función. �� La competencia para administrar los recursos requeridos para el trabajo y el trabajo

mismo. �� La competencia para trabajar en un marco de seguridad e higiene y de protección al

medio ambiente. �� La competencia para desempeñarse en un ambiente organizacional, para relacionarse

con terceras personas y para resolver situaciones contingentes. �� La aptitud para transferir la competencia de un puesto de trabajo a otro. �� La aptitud para responder positivamente a los cambios tecnológicos y en los métodos de

trabajo. Una Norma Técnica de Competencia Laboral se expresa generalmente como Calificación Laboral. Las Calificaciones Laborales se integran en un Sistema Nacional de Calificaciones estructurado con base en una matriz de Calificaciones definida por áreas, subáreas y niveles de competencia. La Calificación Laboral estará integrada por Unidades de Competencia y éstas a su vez por Elementos de Competencia. Para propósitos del Sistema Normalizado de Competencia Laboral se considerará como Elemento de Competencia el conjunto integrado por el título del Elemento de Competencia y los componentes siguientes: �� Criterios de desempeño �� Campo de aplicación �� Evidencias por desempeño Este componente desarrolla el mercado de la capacitación y la certificación de competencia laboral, mediante el otorgamiento de apoyos económicos tanto a la población desempleada y trabajadores en activo, como a las empresas que participen y promuevan estos procesos.

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Contempla el desarrollo de experiencias piloto en empresas que permitan estimular la demanda de capacitación y certificación de competencia laboral y apoyar la capacitación a trabajadores desempleados, a través de los programas Calidad Integral y Modernización (CIMO) y Becas de Capacitación para Desempleados (PROBECAT) a cargo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Por medio de estas experiencias, se aplica un sistema de becas para población desempleada, y se canalizan apoyos a empresas y grupos de empresas que requieren adaptar sus sistemas de capacitación o contratar servicios de instituciones que ofrezcan cursos de capacitación basados en competencia laboral. Se persigue que estas experiencias permitan identificar los factores críticos sobre los que es necesario poner especial atención para asegurar la adopción y desarrollo exitoso de la formación basada en competencia, así como generar casos demostrativos que provoquen efectos multiplicadores entre los trabajadores y las empresas. �� Evidencias por producto �� Evidencias de conocimientos �� Evidencias de actitudes �� Lineamientos para la evaluación �� El glosario (opcional). �� Las condiciones físicas relevantes del candidato (opcional). Hasta el mes de julio de 1999, el Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral (CONOCER), había aprobado 265 calificaciones de Competencia Laboral, desarrolladas por 34 Comités de Normalización. Del total de Calificaciones, 161 han sido publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y las 42 restantes se encuentran en proceso de sanción por los Secretarios de Educación Pública y del Trabajo y Previsión Social. Las calificaciones aprobadas se dieron en los siguientes ámbitos: industrias azucarera y alcoholera, ferroviaria, farmacéutica, del calzado, de la televisión por cable, del vestido, del mueble, de artes gráficas y minera; sectores de comercio al menudeo, autotransporte de carga, mantenimiento electromecánico y turismo. Las estrategias de implementación del sistema por parte de CONOCER son (CONOCER, 1997-3): �� Promoción y organización y constitución de Comités de Normalización; �� Realización de pruebas piloto; �� Promoción, constitución y operación de Organismos Certificadores; �� Generación de capital humano en normalización, certificación y educación en

competencia laboral; �� Capitalización de la experiencia internacional. i) El Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral Esta es una institución muy interesante del proceso de innovación conceptual y técnica en México. De importante referencia para el caso centroamericano.

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El Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral (CONOCER), fue instalado el 2 de agosto de 1995. Está integrado por: �� 6 Representantes del Sector Empresarial �� 6 Representantes del Sector Social (5 del obrero y 1 del agropecuario) �� Los titulares de las 6 Secretarías de Estado. Sus Objetivos Centrales son: �� Planear, organizar y coordinar los Sistemas Normalizado y de Certificación de

Competencia Laboral, asegurando la calidad, transparencia y equidad de los mismos. �� Promover y apoyar técnica y financieramente la constitución y funcionamiento de

Comités de Normalización por rama de actividad económica o área de competencia, a fin de impulsar la definición de Normas Técnicas de Competencia Laboral de carácter nacional.

�� Promover y apoyar técnica y metodológicamente la creación y operación de Organismos Certificadores y Centros de Evaluación.

El CONOCER cuenta con Reglas Generales y Específicas, que son los documentos que establecen las bases conceptuales y metodológicas para el desarrollo de los Sistemas, y que definen sus lineamientos de operación y atribuciones. El CONOCER es co-ejecutor del Proyecto de Modernización de la Educación Técnica y la Capacitación, y se encuentra abierto a la participación de la comunidad empresarial, laboral y educativa, que desee participar en el desarrollo de los Sistemas Normalizado y de Certificación de Competencia Laboral. Como se puede concluir, en México, sobre todo en la segunda mitad de los años noventa del siglo recién pasado, se da un salto cualitativo en el concepto, el diseño y la puesta en marcha de instrumentos que favorecen la modernización de los contenidos y los instrumentos de la educación técnica y la formación profesional, en gran medida debido a los nuevos desafíos que plantea la urgencia de mejorar la productividad y la competitividad. En forma simultánea a las acciones de normalización y certificación, se ha avanzado para transformar la oferta educativa de las instituciones en las que se imparte educación técnica y capacitación para el trabajo. En esta actividad participan el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI) y la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo (DCGFT). A partir de 1998, se incorporaron formalmente al proyecto la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (DGETA) y la Unidad de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar. Las instituciones educativas iniciaron la reforma de los programas de estudios de nueve especialidades: informática, Hotelería, Electrónica Industrial, Mecánica y Mantenimiento Automotriz, Telecomunicaciones, y Alimentos y Bebidas; éstas funcionan ahora como cursos

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modulares basados en normas de competencia. En 1998, la modalidad se amplió a los sectores agropecuario y pesquero. Desde que el PMETYC se puso en marcha, poco más de 48.000 trabajadores han sido capacitados bajo la nueva metodología de la educación basada en normas de competencia laboral. Otros aspectos que han influido en el proyecto son los estímulos a la demanda de capacitación y certificación de competencia laboral entre los trabajadores, así como la realización de sistemas de información, estudios y evaluaciones que apoyan su mejor funcionamiento A la par, el Programa de becas de Capacitación para Trabajadores Desempleados (PROBECAT) y el Programa de Calidad Integral y Modernización (CIMO) apoyan la capacitación de trabajadores en activo o desempleados. Con el propósito de adecuar el marco del control escolar al modelo de educación basada en normas de competencia, se trabaja en la elaboración de un certificado único oficial que se entregará a quienes se acrediten en las normas técnicas de competencia laboral y en la definición de los mecanismos para su expedición y control. El modelo de Educación Basada en Competencia (EBNC) establece, por un lado, los procedimientos o acciones que deben seguirse para adquirir y certificar una competencia y, por el otro, define la norma o el estándar; esto es, el resultado que debe obtener cada trabajador para certificar la competencia �establece el criterio de veracidad. La EBNC opera en países de Europa Occidental y de la Cuenca del Pacífico: Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Japón, Reino Unido y Suecia, entre otros. En México, el modelo se está implantando en programas piloto, con pruebas realizadas en 1994 y 1995. Para 1997, en el país se capacitaron con el modelo EBNC alrededor de 10.000 personas, en 9 grupos ocupacionales, en 24 planteles. Entre los argumentos a favor de esta cooperación estrecha entre el sistema educativo y el sector productivo se cuentan: (a) se piensa que los empleadores conocen mejor las clases de competencias y habilidades productivas que deben adquirir los jóvenes que esperan incorporarse al mercado laboral; (b) al aceptar los empresarios el acceso de los jóvenes en formación a las plantas y espacios productivos, permiten que al realizar las prácticas adquieran la experiencia, los hábitos y actitudes adecuados para su desarrollo como futuros trabajadores; (c) la participación de los empresarios en la certificación de competencias facilitará la transición de los jóvenes entre la escuela y el trabajo; y (d) se revalorizará el desempeño de los trabajadores en activo. Asociado con los esfuerzos que se realizan en materia de normalización y certificación de competencia laboral, con el respaldo del PMETyC, se continúa avanzando para conformar una oferta de educación técnica y capacitación para el trabajo que integre a su propuesta los principios de este enfoque. Para ello, las instituciones educativas que participan en el proyecto siguen probando esta metodología de aprendizaje y la concretan en nuevos programas de estudio y cursos modulares, cuyos contenidos están orientados por las

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especificaciones de las normas de competencia laboral. Mediante esta iniciativa se busca dar respuesta a la demanda de un currículo flexible que facilite el tránsito de las personas entre el trabajo y el estudio y, a la vez, asegure la mayor correspondencia entre los aprendizajes escolares y su aplicación práctica en el medio laboral. Actualmente este modelo se desarrolla en 22 especialidades de los sectores industriales y de servicios, agropecuario y pesquero, que se ofrecen en planteles del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial, la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo, la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria y la Unidad de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar; la Coordinación General de Universidades Tecnológicas está en proceso de incorporar este esquema. Al mismo tiempo que se rediseñan los contenidos curriculares y se conforma una nueva estructura modular, se llevan a cabo acciones diversas para lograr las condiciones que permitan a estas instituciones ofrecer mejores y más eficientes servicios de capacitación37 para jóvenes en formación y trabajadores en activo. En el ciclo que se reporta se equiparon talleres y laboratorios de 196 planteles que se benefician con recursos del proyecto. Asimismo, mediante el Fondo para Desarrollo Curricular y Materiales de Capacitación (Fudecum) -creado en el ámbito del PMETyC- se desarrollaron cuatro paquetes de materiales didácticos en apoyo a las nuevas metodologías de enseñanza. Una actividad central respecto del establecimiento y fortalecimiento de los nuevos enfoques, es la formación de los distintos agentes educativos que participan en este proceso, Así, durante el periodo que se informa poco más de 5.300 individuos, entre docentes, administrativos y personal directivo de los planteles, han sido capacitados en los principios pedagógicos de la educación basada en normas de competencia laboral y otros temas afines. De 1995 a la fecha, 11.800 personas han recibido este beneficio. Los principios en que se funda el proyecto han sido puestos a prueba de manera integral en varias empresas del sector productivo, las cuales han comprometido recursos financieros y humanos considerables para este propósito. Estos casos piloto arrojan interesantes lecciones que permitirán enriquecer los contenidos de los programas de formación en los centros educativos y que contribuirán a una mejor vinculación entre escuelas y lugares de trabajo. Como parte de la estrategia de federalización impulsada en todo el sector educativo, se ha promovido la adhesión de las entidades federativas a los sistemas Normalizado y de Certificación de Competencia Laboral, en los términos en que lo dispone el artículo 45 de la Ley General de Educación. De esta forma, son ya 13 los estados que han signado con el Conocer y con las autoridades federales convenios mediante los cuales se asegura la aplicación de los principios del PMETyC a nivel local. De esta manera se fortalece la

37 En el marco del proyecto se ha avanzado también en la actualización de las normas, procedimientos y formatos de control escolar, con el propósito de adecuarlos paulatinamente al modelo de educación basada en normas de competencia que se está implantando en los servicios de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo (DGCFT) y la Comisión Nacional del Deporte (Conade).

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participación de los servicios educativos y de los sectores productivos locales en este proyecto. En los próximos años será necesario intensificar las acciones para la transformación de los diversos sistemas de capacitación de la fuerza laboral en el país, para lo cual la consolidación y ampliación del PMETyC será de gran importancia. El proyecto constituye un esfuerzo innovador que ha rebasado las fronteras nacionales y que se inscribe en una corriente de transformación mundial de la educación vocacional y la capacitación. En la región latinoamericana, algunos países como Argentina, Colombia, Costa Rica, Perú, República Dominicana y Uruguay están recibiendo asistencia técnica relacionada con la experiencia adquirida en la implantación y el desenvolvimiento del PMETyC. Las similitudes lingüísticas y culturales que unen a México con estas naciones facilitan la identificación con el modelo mexicano. Con el propósito de reforzar la construcción del proyecto y de asegurar mejores resultados en su operación, se han realizado diversas investigaciones y estudios. Sobresalen el Estudio de análisis ocupacional, mediante el cual se obtuvo información importante respecto de las características y la conducta ocupacional de los trabajadores mexicanos y permitió identificar las competencias básicas que éstos han desarrollado; los estudios sectoriales para la instalación de los Comités de Normalización, mismos que contienen datos relevantes sobre la integración y el comportamiento de distintas ramas de actividad económica; la Evaluación del inicio de operación del sistema de certificación, que arrojó información para afianzar la constitución de estos mecanismos; el estudio de Cambios en las instituciones educativas en la implementarían de la educación basada en normas de competencia, el cual permite conocer el avance y profundidad de las modificaciones introducidas con este enfoque; y la Evaluación de medio camino del PMETyC, que aporta nuevos elementos para mejorar el funcionamiento del proyecto y reorientar sus acciones. Estas investigaciones representan, adicionalmente, bienes de información que pueden ser aprovechados no sólo por el proyecto, sino por el conjunto de instituciones del subsistema tecnológico y otras áreas y organismos del sector educativo. En el futuro inmediato, el PMETyC enfrenta el desafío de promover una transformación de gran alcance en la forma como se relacionan la educación y el mundo del trabajo. En la medida en que las normas de competencia laboral reflejen adecuadamente las expectativas de las fuentes de empleo, entonces los servicios de educación técnica y de capacitación servirán mejor a los intereses de los trabajadores y de los jóvenes en etapa de formación para el trabajo. La extensión de las prácticas de certificación de competencia laboral permitirán a muchos mexicanos adultos acreditar, mediante documentos de aceptación nacional, los conocimientos y habilidades que han, adquirido a lo largo de sus vidas, muchas veces de manera empírica. Ello hará posible eliminar una de las barreras que buena parte de la población trabajadora enfrenta hoy día para acceder a una mejor preparación y, de esa manera, a trabajos mejor remunerados y que respondan más adecuadamente a sus aptitudes e intereses. El bienio 1999-2000 será decisivo para el futuro de este ambicioso proyecto, dado que en este periodo la oferta de formación basada en normas de competencia y la de servicios de

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certificación deberán alcanzar una presencia nacional, de modo que un número significativo de estudiantes y trabajadores podrá valorar mucho más directamente su apoyo. Se trata, sin embargo, de un proyecto de lenta maduración, por lo que habrá que esperar unos años más para que sus beneficios se manifiesten en toda su potencialidad.

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Tabla No. 7 PARTICIPACIóN EN LOS COMITÉS DE NORMALIZACIóN DE COMPETENCIA LABORAL

Agosto de 1999 COMITÉS DE NORMALIZACIóN EMPRESAS ASOCIACIONES ORGANISMOS INSTITUCIONES INSTITUCIONES DE COMPETENCIA LABORAL* ESTABLECIMIENTOS EMPRESARIALES SINDICALES EDUCATIVAS SECTOR PúBLICO AGROEQUIPAMIENTO 28 11 1 3 3 CAFÉ 25 50 14 22 2 CAPACITACIóN Y CONSULTORIA AGROPECUARIA 25 7 3 19 5 GRANOS Y OLEAGINOSAS 4 16 4 5 1 EMPRESAS FAMILIARES RURALES 0 20 5 7 15 PESCA Y ACUACULTURA 7 20 2 10 3 FORESTAL, Y SILVICULTURA 39 72 0 25 13 PRODUCCIóN E INDUSTRIALIZACIóN DE CARNE 0 13 0 4 3 SECTOR HORTOFRUTíCOLA, 16 19 0 6 7 PRODUCCIóN E INDUSTRIALIZACIóN DE LECHE 7 12 0 14 5 SECTOR APíCOLA 22 4 1 7 4 ORGANISMOS OPERATIVOS DE AGUA Y SANEAMIENTO 1 3 0 6 30 INDUSTRIA MINERA 20 2 2 2 0 INDUSTRIA SIDERúRGICA 12 1 1 1 0 INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIóN 16 10 10 9 0 MANTENIMIENTO ELECTROMECÁNICO 13 7 0 4 6 INDUSTRIA DE T.V. POR CABLE 71 6 4 16 0 TELEFONIA 18 0 2 17 0 INDUSTRIA DE CONSERVAS ALIMENTICIAS 37 2 1 2 0 AGUA PURIFICADA 6 3 0 0 0 SUBSECTOR DE CHOCOLATES, DULCES Y SIMILARES 5 1 1 1 0 INDUSTRIAS AZUCARERA Y ALCOHOLERA 48 2 4 2 0 CADENA PRODUCT, CUERO CALZADO-PROVEDURÍA 23 12 3 19 0 INDUSTRIA ELECTRóNICA 7 1 1 3 0 INDUSTRIA FARMACÉUTICA 37 3 0 2 0

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INDUSTRIA HULERA 18 5 14 3 0 INDUSTRIA DEL MUEBLE 57 16 2 16 0 INDUSTRIA DEL PLÁSTICO 16 10 1 7 0 INDUSTRIA QUíMICA 24 2 3 9 0 INDUSTRIA TEXTIL 0 14 9 3 2 INDUSTRIA DEL VESTIDO 72 29 4 25 0 SECTOR CERÁMICA 31 9 2 4 1 INDUSTRIA DE LA JOYERÍA Y ORFEBRERíA 7 11 2 3 0 AUTOTRANSPORTE DE CARGA 42 8 4 6 3 INDUSTRIA FERROVIARIA 11 5 3 8 8 COMERCIO 8 33 0 3 4 COMITÉS DE NORMALIZACIóN EMPRESAS 0 ASOCIACIONES ORGANISMOS INSTITUCIONES INSTITUCIONES DE COMPETENCIA LABORAL* ESTABLECIMIENTOS EMPRESARIALES SINDICALES EDUCATIVAS SECTOR PúBLICO SEGURIDAD PRIVADA 9 3 0 2 0 SECTOR TURISMO 35 23 3 4 2 SERVICIOS COMUNALES Y SOCIALES 0 7 4 5 14 ADMINISTRACIóN DE RECURSOS HUMANOS 8 19 0 9 0 SECTOR CONSULTORíA 4 9 0 3 6 SERVICIOS DE INFORMÁTICA 3 3 0 6 0 TRABAJO DE OFICINA 9 9 4 7 2 SEGURIDAD, SALUD OCUPACIONAL Y MEDIO AMBIENTE 5 9 1 3 11 SERVICIOS DE SALUD 0 1 0 2 7 SERVICIOS DENTALES 1 15 0 2 1 SECTOR ÓPTICO 26 10 1 4 0 SEGURIDAD PúBLICA 0 0 0 1 7 INDUSTRIA DE ARTES GRÁFICAS 34 5 2 6 2 SUBCOMITÉ DE GESTIóN DE SERVICIOS EDUCATIVOS 0 0 0 30 0 SUBCOMITÉ DE INSPECCIÓN VEHICULAR 0 4 0 0 3 SUBCOMITÉ DE SERVICIOS PORTUARIOS 7 4 2 3 1 TOTAL 914 560 120 380 171 Se avanza en la promoción del Comité Automotriz. Fuente: Consejo de Normalización y Certificación (Conocer).

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7. Programas y servicios de Educación para Adultos El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) ofreció alfabetización, primaria, secundaria y capacitación no formal para el trabajo a 2.6 millones de adultos en 199838. Poco más del 21% de estas personas se benefició con cursos de alfabetización, más de la mitad recibió educación primaria y secundaria y casi una cuarta parte fue atendida por los cursos de capacitación no formal para el trabajo. Cabe señalar que, a partir de 1996, inició la articulación curricular de los programas de alfabetización, primaria y secundaria en un solo nivel de educación básica para adultos. En la actualidad, cuando los adultos certifican su alfabetización, en forma simultánea están realizando su primer examen de primaria. Por las dificultades y retos que presenta la alfabetización de los grupos indígenas, dada la diversidad de lenguas y la dispersión de sus comunidades, en 1997 se estableció una nueva estrategia para su atención. Entre los elementos centrales de la propuesta deben desatacarse la elaboración de una nueva metodología de aprendizaje; la capacitación especializada a las figuras docentes en lengua indígena y en español, así como el incremento de sus percepciones económicas; la formación y el entrenamiento de equipos técnicos en los Estados para dar una mejor atención a estos grupos y el diseño de materiales de apoyo que incluyen contenidos regionales. De los 99.800 indígenas atendidos en el período 1997-1998, el 40% fueron alfabetizados. En los últimos años se han impulsado cambios importantes en el ámbito de la formación y la capacitación para el trabajo y la educación de los adultos. Estas iniciativas están dirigidas a ampliar la cobertura de los servicios y a proporcionar a las personas las herramientas que les permitan enfrentar más ventajosamente las condiciones de su entorno, así como mejorar sus niveles de competencia para la vida, incluido el aspecto laboral. Como respuesta a todo esto, el gobierno de México está desarrollando una oferta educativa dirigida a la población mayor de 15 años que desea mejorar sus conocimientos y habilidades esenciales. Como parte del mismo esfuerzo, impulsa fórmulas operativas para ampliar los alcances del Sistema Educativo Nacional (SEN) y se promueve la descentralización de las funciones del Instituto a Educación de los Adultos (INEA), organismo que ha sido bastión de los servicios en todo el territorio nacional durante 18 años, para responder más adecuadamente a las necesidades de formación de las personas adultas Por otro lado, continúa en curso la transformación de la oferta de formación laboral. Para ello se fortalecen y consolidan mecanismos como el sistema normalizado y de certificación de competencias laborales, en el que personas que así lo desean pueden capacitarse de acuerdo con patrones que definen conjuntamente empleadores, trabajadores y expertos pueden acreditarse saberes y destrezas adquiridos por medios diversos de carácter formal e informal. En 1998 se puso en marcha una nueva estrategia de operación del INEA que, entre otras cosas, premia la eficiencia y las iniciativas de los asesores educativos que apoyan el aprendizaje de los adultos, retribuyendo su servicio en función del número de personas que 38 "Perfil de la Educación en México". Secretaría de Educación Pública, 1999.

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certifican su educación. Además, involucra el trabajo de las autoridades de los diferentes niveles de gobierno y el compromiso de empresarios, organizaciones y personas de la sociedad civil en este esfuerzo. El establecimiento de los puntos de encuentro, espacios en los que se busca atender a los adultos en forma permanente y en horarios flexibles -en lugares como escuelas, universidades, iglesias y centros de cultura- ha contribuido también a los resultados positivos que la nueva estrategia ha alcanzado en su etapa inicial. Se observa que con mejores ingresos y una justa valoración del esfuerzo, personas con un mayor nivel educativo están colaborando en esta propuesta. El esquema esta siendo probado en 12 entidades federativas que lo han adaptado a sus necesidades particulares. Con la finalidad de avanzar en la renovación del modelo educativo para la atención de los adultos, en el último año se diseñaron nuevos contenidos curriculares y materiales didácticos. A partir de la reflexión sobre la realidad y el entorno en que se desenvuelven los adultos, se construye el conocimiento que se les ofrece en los diversos módulos, lo cual hace que los aprendizajes sean significativos y despierten el interés de las personas. En 1998, dio inicio en una primera etapa que comprende seis entidades del país una nueva versión del Sistema Automatizado de Seguimiento y Acreditación (SASA), a fin de adaptarlo a las estrategias de operación recientemente implantadas, así como a los criterios de la educación modular para los adultos. Este sistema permite asegurar la confiabilidad del registro y seguimiento educativo de las personas que ingresan en los programas de alfabetización, primaria y secundaria. En noviembre de 1998, se firmó con los gobiernos de 12 estados el convenio mediante el cual se establecen las bases para la transferencia de los servicios de educación para adultos en cada entidad. Ello significa que, una vez cumplido el objetivo de los convenios, a mediados de 1999, serán las autoridades locales las responsables de su operación y de los recursos necesarios para cumplir con esta tarea. Durante 1999, se espera que más estados se sumen a esta iniciativa. La federalización de estos servicios educativos permitirá mejorar sus alcances en beneficio de los habitantes de las distintas entidades. El Programa Sedena-SEP-INEA se inició en 1997 con el objetivo de impulsar a los jóvenes que cumplen el servicio militar a que realicen o completen sus estudios de educación básica. Con el apoyo de más de 39 mil conscriptos que se desempeñaron como asesores en ese año, casi 19 mil jóvenes terminaron sus estudios de alfabetización primaria y secundaria; otros más continuaron preparándose en los círculos de estudio de los programas regulares. En 1998 se capacitó a 36 mil jóvenes asesores, en apoyo de 80 mil conscriptos, de los cuales 30 mil lograron concluir sus estudios básicos. Al momento de empezar su servicio militar, el promedio de escolaridad de los conscriptos que recibieron instrucción básica era de poco más de cinco grados y al terminarlos había aumentado a siete grados. Cabe mencionar que como complemento de los estudios básicos que los jóvenes realizan en este programa, también se les orienta en diversos aspectos que favorecen la convivencia y refuerzan valores vinculados con temas de Educación para la Vida. Esta experiencia ha

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permitido apoyar el diseño de los materiales que respaldan el trabajo del nuevo currículo modular de la educación para jóvenes y adultos a los que se hizo referencia antes. Por conducto de los Centros de Capacitación para el trabajo Industrial (CECATI) y los Institutos Descentralizados Estatales de Formación para el Trabajo, se ofrecen servicios de capacitación en y para el trabajo a las personas que requieren incorporares rápidamente al mercado laboral o aquellas quienes ya empleadas necesitan de calificación en áreas laborales específicas. La instrucción que se les proporciona está orientada a preparar a los individuos para desenvolverse en puestos operativos dentro del sector productivo de bienes y servicios. Por este motivo, los aprendizajes prácticos son componentes importantes de los cursos de capacitación, los cuales se complementan con los fundamentos teóricos de la especialidad o rama de que se trate. Más de 470.000 personas fueron atendidas por estos servicios en 199839. Los servicios de formación para el trabajo se han venido adecuando para dar respuesta a las demandas de la sociedad, además de avanzar en su creciente descentralización. Así, ese año comenzaron a dar servicio 30 unidades de capacitación que dependen directamente de los estados. Al analizar la gestión de la Secretaría en materia de educación para el trabajo, se tiene que desde el ciclo 1989-90 al ciclo 1999-2000, la matrícula pasó de unos 436.200 alumnos a unos 817.200, con lo cual casi se duplicó en el término de una década (cuadro no. 25). Por tipo de control, se tiene que los centros administrados a nivel estatal y autónomo, cuadruplicaron su matrícula en el mismo período, mientras que a nivel federal casi se triplicó y en el caso de los centros privados aumentó apenas un 18%. Sin embargo, al analizar la cantidad de maestros por tipo de control, se tiene que la cantidad de maestros en el sector privado supera en más del doble a la de los centros bajo administración federal y a la de los centros bajo administración estatal y autónoma combinados (8.582 centros públicos frente a 20.034 centros privados en el ciclo 1999-2000). Esto indica que la cantidad de alumnos por maestro en los centros privados es mucho menor, lo que permite una enseñanza más particularizada en contraste con una mayor masificación de la enseñanza en los centros públicos. En éste sentido, en el ciclo 1999-2000, el promedio de alumnos por maestro en los centros bajo administración federal fue de 69.8, en los estatales y autónomos de 39.4 y en los particulares de 17.2. En cuanto al número de escuelas, ocurre una situación similar a la anterior, ya que la proporción de escuelas particulares supera ampliamente a la de las públicas (4.029 escuelas privadas frente a 1.058 públicas). El promedio de alumnos por establecimiento fue de 579.2 en el caso de los federales, de 311.6 en el caso de los estatales y autónomos y 85.1 en los

39 La oferta estatal de educación en este ámbito se complementa con los cursos que ofrece el sector privado, tanto en las escuelas como en las empresas.

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privados, lo cual indica que estos últimos basan su gestión en el manejo establecimientos pequeños y con grupos relativamente reducidos. En el caso de la Educación profesional media o educación técnica, el dato más significativo es el descenso de la matrícula, la cual pasó de 413.500 estudiantes en el ciclo 1989-90 a 387.000 en el ciclo 1999-2000, lo que representa un descenso del 6.5% (cuadro no. 26). Por dependencia, los datos indican que los únicos centros que experimentaron algún crecimiento en su matrícula en el período de referencia fueron los centros bajo administración federal y los administrados por el CONALEP. Además de lo anterior, se registró descenso en el número de maestros, mientras que el número de escuelas no sufrió variaciones significativas. En cuanto a las relaciones de atención, se tiene que la relación alumnos/maestro se mantuvo en alrededor de 11; la relación alumno/grupo se mantuvo entre los 24.8 y los 30.1, mientras que la relación alumno/escuela estuvo entre los 197.7 y los 228.8 con tendencia al descenso. Por último, el gasto federal por alumno se multiplicó en 7.14 veces al pasar de 1.312 pesos a precios corrientes en el ciclo 1989-90 a 9.372 en el ciclo 1999-2000. En el ámbito de la educación extraescolar, se tiene que en el caso de la educación de adultos ha habido un aumento significativo de la matrícula, pasando de 2.758.805 alumnos en 1989 a 3.260.100 en 1999, lo que representa un 18.2% de crecimiento (cuadro no. 27). Dentro de dicha modalidad, la Educación Básica para Adultos experimentó un crecimiento del 29.3% a lo largo del período, pasando de 1.273.779 estudiantes a 1.646.661. La educación primaria muestra una notoria tendencia a descender, de manera inversa al nivel de secundaria que creció 223%. En lo que respecta los sistemas abiertos y semiescolarizados, la educación media superior o bachillerato experimentó un crecimiento de casi siete veces entre 1989 a 1999, evidenciando la importancia creciente que ha venido ganando dicha modalidad. Por su parte, los datos sobre la educación extraescolar dirigida a los grupos indígenas, muestran que la cobertura de dicha modalidad sigue siendo baja, tomando en cuenta las dimensiones de la población indígena (cercana a los 10 millones). A pesar de esto, se ha registrado un gran crecimiento del personal docente destinado a atender dichas comunidades. A nivel general, la población atendida bajo la modalidad de educación extraescolar, experimentó un crecimiento del 40.7% de 1989 a 1999, pasando de 3.519.633 a 4.950.681. Por último, se tiene que el gasto por persona atendida se multiplicó 7.2 veces durante el período, pasando de 1.096,2 pesos a precios corrientes a 7.914,8.

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Cuadro No. 25 Matrícula, maestros y escuelas de capacitación para el trabajo por tipo de control 1/

(Ciclos escolares) Concepto 1989-90 1990-91 1991-92 1992-93 1993-94 1994-95 1995-96 1996-97 1997-98 1998-99 1999-2000 e/

MATRICULA (miles de alumnos)

436.2 413.6 407.3 402.6 391.0 428.0 463.4 498.8 763.6 791.0 817.2

Federal 2/ 106.3 105.8 107.9 117.2 135.2 148.8 160.0 172.2 301.3 305.9 312.8Estatal y autónomo 41.5 40.2 41.2 42.2 41.7 58.2 72.3 77.8 138.7 153.4 161.4Particular 288.4 267.6 258.2 243.2 214.1 221.0 231.1 248.8 323.6 331.7 343.0MAESTROS (número)

22,153 22,799 23,499 23,987 23,743 24,655 26,099 27,543 27,341 28,323 28,616

Federal 2/ 3,313 3,474 3,416 3,682 3,702 3,862 4,018 4,240 4,188 4,338 4,482Estatal y autónomo 2,069 1,979 2,073 2,245 2,272 2,505 2,781 2,935 3,818 3,955 4,100Particular 16,771 17,346 18,010 18,060 17,769 18,288 19,300 20,368 19,335 20,030 20,034ESCUELAS (número)

3,240 3,379 3,583 3,669 3,644 3,864 4,287 4,710 4,676 4,844 5,087

Federal 2/ 403 404 396 364 406 399 414 455 408 423 540Estatal y autónomo 241 236 244 248 258 286 357 392 485 502 518Particular 2,596 2,739 2,943 3,057 2,980 3,179 3,516 3,863 3,783 3,919 4,029Fuente: Secretaría de Educación Pública. 1/ Los cursos de capacitación para el trabajo tiene en algunos casos una periodicidad y una duración diferente al resto de los niveles educativos, por lo que a partir del ciclo 1997-1998, en el cual se observa un incremento considerable, se reporta la matrícula de todos aquellos cursos que inician actividades durante el ciclo escolar correspondiente, a diferencia de los ciclos anteriores en los cuales únicamente se reportaba la matricula de los cursos que iniciaban al mismo tiempo que el resto de los niveles educativos. Por lo anterior solo se cuenta con cifras estimadas para el periodo que se informa. 2/ Incluye la información de los Centros de Capacitación, Centros de Enseñanza Ocupacional y otros. e/ Cifras estimadas

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Cuadro No. 26 Educación profesional media 1/

(Ciclos escolares) Concepto 1989-90 1990-91 1991-92 1992-93 1993-94 1994-95 1995-96 1996-97 1997-98 1998-99 1999-2000 e/

MATRICULA (miles) 413.5 378.9 410.9 410.2 406.5 407.1 388.0 383.8 390.8 392.8 387.0Federal 216.4 200.4 221.4 220.0 235.1 243.1 244.8 245.1 260.3 265.2 263.4 CONALEP 2/ 152.4 141.9 165.1 165.8 180.7 194.3 200.3 198.0 218.9 223.3 221.9 Otros 3/ 64.0 58.5 56.3 54.2 54.4 48.8 44.5 47.1 41.4 41.9 41.5Estatal 29.0 29.0 33.1 30.2 27.5 26.6 21.4 20.2 17.7 14.6 12.0Particular 134.9 118.2 118.2 126.5 113.5 108.2 94.4 92.8 88.7 90.2 90.7Autónomo 33.2 31.3 38.2 33.5 30.4 29.2 27.4 25.7 24.1 22.8 20.9MAESTROS (numero)

37,303 35,382 35,051 35,730 36,506 37,570 38,559 36,131 36,248 35,613 34,857

Federal 20,833 18,334 17,834 17,890 19,254 20,629 21,557 21,265 22,141 21,135 21,129 CONALEP 14,678 12,802 12,734 13,545 14,738 15,612 16,986 16,882 17,384 16,706 16,713 Otros 3/ 6,155 5,532 5,100 4,345 4,516 5,017 4,571 4,383 4,757 4,429 4,416Estatal 2,205 2,235 2,354 2,280 2,123 2,431 2,520 2,491 2,106 2,277 1,884Particular 11,492 11,783 11,533 12,548 11,673 11,195 10,257 9,326 9,114 9,131 8,948Autónomo 2,773 3,030 3,330 3,012 3,456 3,315 4,225 3,049 2,887 3,070 2,896ESCUELAS (número)

1,807 1,816 1,864 2,021 2,016 2,021 1,963 1,900 1,847 1,830 1,848

Federal 633 622 611 605 615 612 608 604 610 607 607 CONALEP 406 406 404 412 430 431 433 434 429 430 431 Otros 3/ 227 216 207 193 185 181 175 170 181 177 176Estatal 86 86 92 92 88 96 100 104 98 92 100Particular 1,022 1,038 1,089 1,256 1,248 1,243 1,184 1,126 1,073 1,065 1,075Autónomo 66 70 72 68 65 70 71 66 66 66 66RELACIONES DE ATENCIÓN Relación alumno-maestro

11.1 10.7 11.7 11.5 11.1 10.8 10.1 10.6 10.8 11.0 11.1

Relación alumno-grupo 30.1 27.7 28.6 27.1 25.2 25.1 24.8 24.4 25.5 27.0 27.0Relación alumno-escuela 228.8 208.6 220.4 203.0 201.6 201.4 197.7 202.0 211.6 214.6 209.4GASTO FEDERAL POR ALUMNO 4/

1,312.0 1,677.2 2,147.6 2,767.0 3,352.6 3,256.2 4,355.2 5,852.2 6,788.6 7,949.4 9,372.3

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(pesos a precios corrientes)

Fuente: Secretaría de Educación Pública. 1/ Se refiere a la educación técnica. 2/ A partir del ciclo 1997-98, el CONALEP se ofrece tanto en la opción terminal como en la opción de continuar estudios universitarios. 3/ Incluye a los Centros de Estudios Tecnológicos, Centros de Educación Técnica Agropecuaria, Centros de Educación Técnica del Mar y Centros de Educación Técnica coordinados por la Dirección General de Educación Técnica Industrial, el INBA, la SDN y el IMSS. 4/ Incluye el gasto federal por alumno atendido en el control federal. La información del ciclo escolar 1998-1999 es estimada. e/ Cifras estimadas.

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Cuadro No. 27 Educación extraescolar

Concepto 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 e/

Educación para Adultos 1/ 2,758,805 2,605,324 2,864,278 3,377,986 3,962,272 3,594,343 2,752,175 2,499,617 2,811,555 2,848,516 3,260,100

Servicios de alfabetización 550,780 488,919 541,792 513,611 669,034 664,671 481,837 535,448 340,992 277,958 543,400 Educación básica para adultos 1,273,779 965,113 1,072,631 1,587,106 1,848,591 1,764,569 1,416,588 1,326,971 1,523,450 1,545,246 1,646,661 - Primaria 989,659 707,756 750,351 1,053,353 1,142,027 1,042,997 835,684 763,689 768,911 694,721 727,858 - Secundaria 284,120 257,357 322,280 533,753 706,564 721,572 580,904 563,282 754,539 850,525 918,803Capacitación no formal para el trabajo 2/ 816,456 1,035,181 1,134,334 1,163,374 1,318,026 1,045,433 853,750 637,198 854,619 862,869 878,647

Sistemas abiertos y semiescolarizados 253,676 356,386 451,146 539,382 305,267 429,046 548,058 528,999 632,214 1,713,688 1,757,062 Profesional media 1,783 1,834 2,415 2,370 2,285 1,748 3,795 1,433 2,308 1,636 2,188 Media superior (Bachillerato) 251,893 354,552 448,731 537,012 302,982 427,298 544,263 527,566 629,906 1,712,052 1,754,874Educación extraescolar para indígenas Población atendida 3/ 507,152 507,152 322,671 317,824 277,534 81,744 81,531 87,363 127,010 105,980 124,911 Personal docente 4/ 1,022 1,022 1,022 1,069 1,057 1,038 1,059 1,080 1,089 5,341 6,308Población atendida en las modalidades indicadas (personas)

3,519,633 3,696,521 3,638,095 4,235,302 4,545,073 4,105,133 3,381,764 3,606,571 3,478,285 4,505,741 4,950,681

GASTO POR PERSONA ATENDIDA 5/

(pesos a precios corrientes)

1,096.2 1,867.7 2,735.2 2,905.7 3,142.1 2,897.6 3,537.1 5,503.6 6,159.7 6,595.7 7,914.8

Fuente: elaboración propia con base en datos de la Secretaría de Educación Pública. 1/ Servicios proporcionados por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) y los Centros de Educación Básica para Adultos (CEBAs). 2/ Se refiere a la capacitación impartida por el INEA y los CEBAs en los estados, las Misiones Culturales, el CONALEP, la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria, la Unidad de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar y la Dirección General de Institutos Tecnológicos. 3/ Considera a las personas atendidas en Centros de Integración Social (CIS), procuradurías de comunidades indígenas y brigadas de desarrollo y mejoramiento. A partir de 1994 se excluye a la población total de las procuradurías, considerando sólo a la población realmente beneficiada en brigadas, centros y procuradurías. 4/ Se refiere a instructores, personal docente y asesores, entre otros. A partir de 1996 corresponde a brigadas, procuradurías y Centros de Integración Social. 5/ La información del ciclo escolar 1998-1999 es estimada. e/ Cifras estimadas.

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8. Modernización y adecuación de la educación de adultos Para avanzar en el propósito de elevar la calidad de la oferta educativa y aumentar la efectividad de los servicios que se proporcionan a los adultos que carecen de escolaridad básica completa, es necesario convocar el esfuerzo de distintas instituciones y organismos gubernamentales, así como de otros agentes de la sociedad interesados en el tema, bajo la coordinación de las autoridades federal y estatales. Con este fin se han alentado diversas iniciativas que, en el marco de la federalización de los servicios que proporciona el INEA, están en proceso de prueba y adecuación40. a) La nueva estrategia de operación Los estímulos al desempeño del personal docente constituyen un factor central de la nueva fórmula de operación del INEA, la cual se desarrolla actualmente en 16 entidades federativas con resultados alentadores. Los asesores educativos y otros agentes incorporados al proceso de enseñanza de las personas adultas reciben gratificaciones de acuerdo con los resultados que se obtienen41, los cuales se valoran en función de la acreditación de los adultos de los distintos cursos de alfabetización, primaria y secundaria. Es decir, los estímulos se proporcionan una vez que los educandos certifican alguna materia, terminan satisfactoriamente un nivel o concluyen sus estudios básicos. En el sistema tradicional, por el contrario, las retribuciones al personal voluntario se asocian con el número de personas atendidas y no con los resultados que se logran, lo que no contribuye a elevar los índices de certificación o terminación de estudios. Este nuevo sistema de gratificaciones prevé compensaciones diferenciales, de manera que las actividades centrales en los distintos procesos educativos reciben una retribución mayor, lo que contribuye a mejorar su efectividad. Por otro lado, los estímulos a los alfabetizadores, particularmente los que trabajan en poblaciones lejanas y dispersas o de habla indígena, son más altos.

40 El proceso de descentralización del INEA se aborda en el capítulo de 'Tederalismo educativo y participación social". 41 A cada "punto de encuentro" -sitio donde se reúnen los adultos y asesores para el trabajo educativo también le corresponde una gratificación por resultados, la cual puede emplear, por ejemplo, para hacer pequeñas reparaciones a sus instalaciones.

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Tabla No. 8 Nueva estrategia de operación

Gratificaciones por productividad*

ALFABETIZACIóN Hispanohablantes Población monolingüe Punto de encuentro Asesor o promotor Asesor Promotor Cuando se registra el Cuando se registra el adulto y se le aplica adulto y se lo aplica una una evaluación inicial evaluación inicial o diagnóstíca $l0 $20 o diagnóstica $20 $40 Cuando el adulto Cuando el adulto presenta cada una de presenta cada una de las evaluaciones del las evaluaciones del aprendizaje 1 y 11 $50 $10 aprendizaje 1, 11 y 111 $150 $10 Cuando el adulto Cuando el adulto aprueba cada una aprueba cada una de las evaluaciones de las evaluaciones del aprendizaje del aprendizaje 111 y IV $100 $10 IV, V y VI $100 $10 Cuando el adulto Cuando el adulto aprueba un módulo de aprueba un módulo la primaria Español 2, de la primaria Español 2, Matemáticas 1 o los que Matemáticas 1 o los que se refieren a las Vidas se refieren a las Vidas Familiar, Comunitaria, Familiar, Comunitaria, Laboral o Nacional $100 $30 Laboral o Nacional $100 $30 Total del costo de las Total del costo de las gratificaciones $500 gratificaciones $1000

Este esquema de pago es propuesto a los estados con el fin de que ellos lo adopten o lo modifiquen según sus requerimientos. ** Las gratificaciones son entregadas al alfabetizador y al punto de encuentro o al promotor en zonas rurales de alta dispersión. Fuente: Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA). Los "puntos de encuentro" representan otro componente esencial de esta iniciativa. Se trata de espacios de fácil acceso para la atención de los adultos, tales como escuelas, universidades, bibliotecas, iglesias y centros ejidales, entre otros. Por sus condiciones fisicas y de equipamiento, estos sitios permiten brindar un servicio más adecuado y de carácter integral a las personas que lo requieren y a los asesores que los apoyan. En ellos se organizan los círculos de estudio, se ofrece asesoría a educadores y educandos, se proporcionan los materiales de apoyo y se pueden aplicar exámenes, además de realizarse la acreditación y certificación de quienes concluyen sus estudios. De este modo los adultos y sus asesores no se desplazan a lugares distantes y poco apropiados para el cumplimiento de estas tareas.

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Tabla No. 9 Pago por productividad*

Primaria y secundaria Asesor Punto de encuentro Concepto Monto Concepto Monto Cuando el adulto aprueba una Cuando el adulto recibe su certificado, materia el asesor recibe. $40 por cada materia aprobada de primaria y secundaria, al punto de encuentro se le proporcionan. $10 Por cada materia con calificación mayor a 8 que el adulto aprueba, el asesor obtiene. $10 Cuando el adulto concluye nivel, el asesor recibe por cada materia en la que le dio apoyo. $10 Este esquema de pago es propuesto a los estados con el fin de que ellos lo adopten o modifiquen según sus requerimientos. Fuente: INEA. El establecimiento de los "puntos de encuentro" ha significado una estrecha colaboración de las instancias gubernamentales de los tres órdenes de gobierno y de las autoridades de los lugares donde se imparte la instrucción, así como la participación de empresarios, organizaciones e integrantes de la sociedad civil. Todo ello fortalece los vínculos con la comunidad y alienta un mayor compromiso de la sociedad en la atención de estos grupos de la población. Con la implantación de la nueva estrategia de operación comienzan a modificarse algunos de los factores que inciden en la calidad de los servicios y permiten lograr mejores resultados. En los estados donde el esquema empezó a operar se ha elevado el perfil profesional de los asesores y éste es ahora más adecuado al tipo de funciones que desarrollan, lo cual se traduce en una mejor atención de las personas; ello, a su vez, se refleja en el crecimiento del número de adultos que terminan sus estudios. En 1998, las 11 entidades federativas que aplicaron esta fórmula operativa concentraron 59% del total de los certificados emitidos de primaria y secundaria.

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UNA EXPERIENCIA DE CONCERTACIÓN En el estado de Jalisco se ha puesto en marcha una estrategia que involucra a todos los ayuntamientos de la entidad en la promoción y mejoramiento de los servicios de educación para adultos. En reuniones periódicas, se informa a las autoridades municipales y a otras instancias directivas en estas demarcaciones sobre la dimensión e implicaciones que tiene el número de personas que no cuentan con escolaridad básica completa en las diversas localidades de la entidad, así como las actividades que se realizan para proporcionarles atención; en estas sesiones también se les da a conocer el avance y los problemas en el cumplimiento de las metas. Entre los resultados de este esfuerzo destaca un nuevo compromiso y una mejor disposición de los ayuntamientos para apoyar la operación de los servicios, así como el desarrollo de iniciativas de los propios municipios que fortalecen la atención de las personas adultas. Las autoridades de los ayuntamientos han donado terrenos y equipo, además de proponer nuevos espacios para la operación de un mayor número de "puntos de encuentro". Esta modalidad de la nueva estrategia permitirá fortalecer la participación de las autoridades locales y de la propia comunidad en este ámbito, además de favorecer una federalización más a fondo de los servicios. Nota: En las sesiones participan el secretario de educación del estado, los presidentes de los municipios, los directores de educación y de otras instituciones educativas, así como los regidores de educación de los ayuntamientos y la representación de los Comités de Educación Municipal, además del personal de las delegaciones del INEA en la entidad. Fuente: INEA.

Entre los resultados de la nueva estrategia destaca también la mayor cobertura de los servicios en los estados que progresivamente adoptaron el sistema. Poco más de 44% de los adultos atendidos el pasado año en los programas de alfabetización, primaria, secundaria y capacitación no formal para el trabajo residían en estas entidades. Los estados que han adoptado la nueva estrategia aprovechan la flexibilidad que ofrece esta propuesta para incorporar sus propias innovaciones, lo cual les ha permitido adecuarla a los entornos locales. Dos de las entidades federativas en las que opera el programa -Aguascalientes y Campeche- complementan la inversión que realiza el gobierno federal con recursos propios. La participación de los estados y municipios ha sido de suma importancia para lograr buenos resultados.

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Cuadro No. 28 RESULTADOS DE LA NUEVA ESTRATEGIA DE OPERACIóN

Certificados expedidos de educación primaria y secundaria* 1996-1998

(miles de certificados) 1998 Nivel 1996 1997 Total

Entidades que operaron con la nueva estrategia 1/

Estados que operaron en la forma tradicional

Primaria 115.000 125.000 185.000 109 (59%) 76 (41%) Secundaria 158.000 172.000 272.000 160 (59%) 112 (59%) Total 273.000 297.000 457.000 269 (100%) 188 (100%)

Fuente: INEA. *Las cifras pueden no coincidir con las que se reportan en el capítulo de "Cobertura de los servicios educativos" corresponden a los certificados emitidos durante el año calendario. 1/Se incluye a los estados de Coahuila, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, México, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. El resto de las entidades funcionaron en 1998 mediante la vía de operación tradicional. b) Los mecanismos de seguimiento y acreditación Con el propósito de asegurar registros más confiables de los adultos que ingresan a los programas que imparte el INEA y de mantener un seguimiento más riguroso de sus avances, en 1997 se puso en marcha el Sistema Automatizado de Seguimiento y Acreditación (SASA). El sistema concentra la información sobre los adultos sin escolaridad en los estados y sus municipios y cuenta con datos sobre las características de las personas y su localización específica en cada demarcación, lo que lo convierte en una herramienta eficiente para la planeación y el mejoramiento de los servicios. Para su implantación ha sido necesario capacitar a distintos agentes educativos, así como distribuir equipos de cómputo a las entidades federativas. En 1998, con el fin de adaptarlo a los nuevos esquemas para la atención de los adultos y a los cambios curriculares en este ámbito, se realizaron algunos ajustes en el sistema, mismos que concluirán en septiembre del presente año. Actualmente su operación está permitiendo que las entidades federativas se constituyan en núcleos autónomos en donde se realizan directamente los procesos de registro, acreditación y seguimiento de los educandos, lo cual da mayor agilidad a la prestación de estos servicios y genera nuevos productos de información que cada estado, al igual que la Federación, puede emplear en su beneficio. Ahora los usuarios que lo solicitan cuentan con información oportuna sobre la acreditación y certificación de sus estudios. Así, por ejemplo, se les dan a conocer sus avances académicos y pueden consultar las respuestas a los exámenes que han presentado, En el futuro se espera continuar con la consolidación de este mecanismo para introducir nuevos elementos que permitan al adulto saber cuáles son los aspectos de su proceso de aprendizaje en los que deberá esforzarse más. Con el apoyo del SASA, es posible también dar continuidad al

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servicio de los adultos que emigran, dado que a petición del estado receptor la entidad de origen puede enviarle, por este medio, los expedientes respectivos. Con la puesta en marcha de este sistema se ha logrado eliminar el sobrerregistro que prevalecía en la estadística de la institución hasta hace poco tiempo. Esta es una de las razones por las cuales se ha observado una caída en la población atendida por el INEA en los últimos años. Sin embargo, el número de personas que certifican estudios se ha incrementado, lo que a su vez es consecuencia de las nuevas estrategias de operación, a las que se hizo referencia en el apartado anterior.

Tabla No. 10 Sistema automatizado de seguimiento y acreditación (SASA)

Procesos automatizados 1999 Inscripción Acreditación Certificación • Registro de datos - Emisión y registro de Información de usuarios generales de los la solicitud de examen. Que concluyen nivel para adultos, - Determinación de la iniciar el proceso de • Registro de demanda de exámenes. emisión de certificados. documentos - Calificación de exámenes entregados. - Actualización del kardex • Emisión de la Clave del adulto. única de Registro de Emisión de reportes de Población (cuPP). resultados de aplicación. • Emisión de credenciales. Fuente: INEA. c) El nuevo modelo académico La renovación del modelo académico, iniciada hace algunos años, permitirá ofrecer una alternativa educativa a los adultos más vinculada con sus necesidades de aprendizaje para la vida. Con este propósito se han diseñado nuevos contenidos curriculares que se desarrollan de acuerdo con los diferentes contextos en los que se presentan los requerimientos de aprendizaje. A partir de la reflexión sobre la realidad y el entorno donde se desenvuelven se construye el conocimiento que se ofrece a los adultos, de tal manera que la oferta educativa despierte su interés y se vincule estrechamente con su vida cotidiana. Mediante oportunidades educativas más pertinentes se busca que los adultos satisfagan necesidades básicas de aprendizaje, al tiempo que desarrollen competencias que les permitan superarse y enfrentar con mayores ventajas los retos cotidianos. Si bien este modelo ha sido diseñado para atender a las personas que nunca cursaron o no terminaron su enseñanza básica, quienes podrán por esta vía acreditar los niveles correspondientes, se espera, con el tiempo, ofrecer también esta modalidad a todos aquellos adultos que desean reforzar o adquirir algún conocimiento o competencia de utilidad práctica para su vida.

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NUEVO MODELO ACADÉMICO Fundamentos pedagógicos

Necesidades básicas de aprendizaje, La lengua, la expresión y el cálculo constituyen herramientas esenciales en el proceso de aprendizaje de las personas adultas, las cuales permiten el desarrollo de capacidades que favorecen su más adecuada integración a los distintos ámbitos de la vida, Son la base de apoyo para una acción consciente y la toma fundamentada de decisiones, además de conformar la base de aprendizajes posteriores. Competencias genéricas, La adquisición y mejoramiento de competencias y habilidades se vincula necesariamente con el desarrollo de los aprendizajes básicos, En el marco del nuevo modelo académico de educación para los adultos se buscará que las personas se adentren en la comprensión y práctica de competencias como el razonamiento, la comunicación, la solución de problemas y la participación activa, los cuales son fundamento para su superación personal y para la convivencia pacífica de la sociedad. Competencias específicas. Adicionales a las competencias básicas que todo adulto debe adquirir para integrarse más armoniosamente a su entorno, las competencias específicas permiten agregar valor a su desempeño personal, además de que amplían sus posibilidades para mejorar su calidad de vida. El marco de referencia, En la propuesta académica del nuevo modelo se entrelazan diversas intenciones educativas que se entretejen con enfoques que promueven principios fundamentales para el ser humano. Así, se considera esencialmente el derecho a la educación de que éstos deben gozar, la responsabilidad sobre su propia vida -encauzada en una visión específica del futuro-, así como el sentido de pertenencia local, regional y nacional. Se agrega a ello la valoración de la identidad y diversidad cultural y el enfoque de género.

Fuente: INEA. Además de atender las demandas que se derivan de los ambientes que rodean a las personas, el nuevo modelo considera factores como la edad y el género para determinar su oferta, en virtud de que a hombres y mujeres de diferentes edades corresponden necesidades distintas. De esta manera se integran contenidos específicos destinados a la atención particular de los diversos sectores de la población. Para dar flexibilidad a esta propuesta educativa se ha conformando una estructura modular que permite a los adultos transitar por diferentes rutas educativas, de acuerdo con sus preferencias.

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Tabla No. 11 Módulos de la educación para adultos*

BÁSICOS OPTATIVOS Lengua y comunicación Familia Para empezar Ser padres: una experiencia compartida Leer y escribir La educación de nuestros hijos Comprensión de lectura, Matemáticas para el hogar Vamos a escribir Un hogar sin violencia Hablando se entiende la gente Nuestra vida común Para seguir aprendiendo Jóvenes Matemáticas Ser joven Matemáticas para empezar Sexualidad juvenil Los números Jóvenes y trabajo Cuentas útiles Aguas con las adicciones Figuras y medidas Campo Imbricación y gráficas Números, y operaciones avanzadas Maíz, nuestra palabra Fracciones y porcentajes Producción en el campo Matemáticas en el campo Ciencias Trabajo Vamos a conocernos Ser mejor en el trabajo Vivamos mejor Matemáticas en el comercio Nuestro planeta Microempresa México Cultura ciudadana Somos mexicanos Valores y derechos Ciudadanía Protegernos, tarea de todos Nuestros documentos Propedéuticos para Educación Media Superior

Fuente: INEA. *Este esquema modular sigue consolidándose de acuerdo con las necesidades cambiantes de aprendizaje de las personas. Cada módulo cuenta con libros y materiales de apoyo destinados a los adultos y con textos para el asesor y materiales de auxilio para los "círculos de estudio". Este esquema distingue niveles diferentes de conocimiento y grados distintos de complejidad en su desarrollo, de ahí que se deba practicar una evaluación previa de los aprendizajes y saberes adquiridos por los adultos, con el fin de determinar su ubicación más adecuada en este entramado académico. En la definición de los nuevos contenidos curriculares se ha contado con la experiencia de otras áreas del sector educativo, así como con la colaboración de dependencias y organismos gubernamentales, además de especialistas de nuestro país y del exterior.

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A principios del próximo año el nuevo modelo académico será implantado en el estado de Aguascalientes, a partir de lo cual se impulsará su adopción en otras entidades federativas. d) Experiencias interinstitucionales en la atención de los adultos Con el fin de ampliar los alcances en la atención de las personas adultas sin escolaridad completa, se han desarrollado diversas iniciativas en las que converge el esfuerzo de distintas dependencias y organismos gubernamentales. Sobresale, por su importancia, el programa Sedena-SEP-INEA, en el marco del cual los jóvenes que realizan su servicio militar y que no realizaron o concluyeron la educación básica pueden efectuar simultáneamente sus estudios; para ello reciben el apoyo de otros conscriptos que sí culminaron su educación y que previamente se capacitan para acompañar el aprendizaje de sus compañeros. En 1998 más de 36 mil jóvenes conscriptos recibieron capacitación para asesorar a un total de 79 mil jóvenes (dos mil en alfabetización, 19 mil en primaria y 58 mil en secundaria), así como a 10 mil adultos de la población abierta que lo requerían. Ello se llevó a cabo en 1.152 Centros de Adiestramiento, 1.004 ubicados en planteles del sistema educativo y 148 en instalaciones militares. Entre los avances del programa en el último año destaca la mayor eficiencia en la certificación de estudios. En relación con 1997, casi 11 mil personas más terminaron su educación en 1998, lo que equivale a un incremento de 58 por ciento; a estas cifras se agregan 4.674 adultos de la población abierta que también concluyeron algún nivel educativo. Asimismo, en este periodo se observa que la escolaridad media de todos los conscriptos pasó de 5.2 a poco más de siete grados, es decir, menos de un grado por debajo del promedio nacional. En el presente año, casi 63 mil conscriptos se han capacitado para apoyar a 75 mil de sus compañeros, quienes se benefician actualmente con los cursos de educación para adultos. Por su parte, el Programa de Atención a Comunidades Mexicanas en el Extranjero ofrece atención a los conciudadanos que radican en Estados Unidos. En este contexto se ha capacitado a promotores y asesores de los servicios en distintos estados de la Unión Americana y se ha proporcionado material didáctico de apoyo al aprendizaje de las personas. Hacia junio de 1999 se había atendido a más de 4.500 adultos en "círculos de estudio" que operan en los consulados mexicanos establecidos en aquel país.

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Cuadro No. 29 PROGRAMA Sedena-SEP-INEA

Conscriptos que concluyeron sus estudios básicos Nivel 1997 1998 Variación (%) Alfabetización 535 1.069 99.8 Primaria 4.810 5.288 9.9 Secundaria 13.617 23.527 72.8 Total 18.962 29.884 57.6

Fuente: INEA. El INEA proporciona también educación básica a jornaleros agrícolas migrantes y sus familias. Estos servicios están siendo objeto de una refórmulación integral que busca mejorar su efectividad y se vincula con la atención que se brinda a la población infantil y juvenil en los campamentos en los cuales se establecen temporalmente estos trabajadores.

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E. Colocación de los capacitados para el trabajo42 1. La capacitación para el trabajo en los sistemas de educación nacional y de educación

tecnológica En la década de los treinta se organizó en forma integral el sistema de educación tecnológica. El propósito fundamental fue preparar trabajadores calificados para facilitar el desarrollo industrial del país. En 1932, se emprendió una reforma educativa general. Era época de crisis económica, de redefinición del papel del Estado en la economía y del papel de la educación en la sociedad. Como consecuencia, la educación técnica se reestructuró para integrarse como sistema y se orientó a satisfacer las necesidades del sector productivo. Una de las principales características de las reformas a la educación tecnológica fue la escolarización de la capacitación para el trabajo, con ello se eliminaron, en gran medida, los programas que promovían los gremios y las organizaciones laborales. Otro hecho importante en la historia de la educación tecnológica del país fue la creación de la Subsecretaría de Enseñanza Técnica y Superior en 1958, la cual tuvo la responsabilidad de coordinar y desarrollar el sistema de educación tecnológica en el país a través de sus direcciones generales. Así, se creó la Dirección General de Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial. Al finalizar los ochenta, se inicia la reforma del sistema de educación tecnológica para responder a las grandes transformaciones de la economía mundial y a la apertura de la economía a la competencia externa. Estos fenómenos hicieron necesaria la reforma de las instituciones que preparan y capacitan a los trabajadores mexicanos, debido a que la formación y la capacitación se consideran un medio para elevar el nivel de competencia y productividad laborales, la competitividad del país y su nivel de desarrollo económico. Específicamente: a) se aceleró el proceso de descentralización de la educación, incluyendo la tecnológica en sus niveles de capacitación, nivel medio superior y superior; b) las instituciones de nivel medio superior de estudios terminales, orientadas a formar técnicos profesionales, CETIS de la DGETI y el CONALEP, revisaron sus planes y programas de estudio para transformar su oferta de estudios en bivalentes; c) las instituciones dedicadas a atender el nivel medio superior revisaron sus planes y programas de estudios para compactar las especialidades y carreras; d) el gobierno federal, a través de la SEP y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social elaboraron un proyecto para establecer un sistema nacional de certificación de la competencia laboral, como proyecto integrador, en el ámbito de formación de dicha competencia, del mosaico de instituciones de educación técnica que forman recursos humanos en el país. La filosofía y la orientación de las reformas están expresadas en documentos que norman las principales políticas de la actual Administración. Así, en el Programa de Desarrollo Educativo se establece como una de las prioridades del gobierno impulsar la capacitación de

42 Ignacio Llamas Huitrón y Eloy Gonzaléz Marín. Colocación de los capacitados para el trabajo. Programa de Impulso a la Investigación Laboral 1996-2000. Memoria del Seminario de Investigación Laboral. Capacitación para el trabajo.

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los trabajadores, como medio para crear competencias productivas en los trabajadores y elevar los niveles de vida de la sociedad. Las reformas que afectan el funcionamiento de las instituciones de capacitación son la creación de los Sistemas Normalizado y de Certificación de Competencia Laboral mediante los cuales se sientan las bases para la formalización del aprendizaje de los oficios, con participación de los empleadores en el proceso de certificación y la descentralización de parte de la administración del sistema desde la Federación hacia los estados. En el ciclo escolar 1995-1996, las instituciones de capacitación para el trabajo atendieron 1.7% del total de la matrícula del (Sistema Educativo Nacional) SEN. La cifra incluye, al menos parcialmente, a los desempleados que se capacitaron en el PROBECAT y a los capacitados que tienen un trabajo y cuyos cursos de capacitación fueron totales o parcialmente pagados por la empresa. 2. Evolución del sistema de capacitación para el trabajo43 La matrícula del Sistema Educativo Nacional (SEN) creció 7% entre los ciclos 1985-1986 y 1995-1996, o sea, una tasa promedio de 0.7% anual. Sin embargo, durante este periodo, el crecimiento no fue constante ni uniforme para todos los niveles educativos. La matrícula nacional se mantuvo constante o decreció entre los ciclos escolares de 1986-1987 y 1989-1990, y creció en el resto del periodo (cuadro no. 30). El SEN se expandió más lentamente que la población cuya tasa anual promedio fue de 1.8%, entre 1990 y 1995 Por su parte, el crecimiento de la matrícula de los niveles educativos respondió, en parte, al de la población por grupos de edad, pues mientras la población de 5 a 14 años creció a menos de 0.2% anual promedio en el quinquenio, la de 15 a 24 años lo hizo a 1.6% promedio anual. Esto provocó que la demanda por educación básica creciera poco, sólo por la demanda insatisfecha, mientras que la correspondiente a niveles superiores, siguió creciendo como consecuencia del aumento poblacional. En el periodo 1985-1995, la educación básica creció (0.4% anual promedio), así como sus componentes, preescolar (3.1) y secundaria (1.2), mientras la de primaria se redujo (0.33) (cuadro nº 33). Estas cifras reflejan un avance en la cobertura de la demanda insatisfecha de educación preescolar y de secundaria y la reducción en la demanda de primaria, ya que está prácticamente satisfecha y la población infantil está decreciendo. La matrícula de capacitación para el trabajo presentó tasas altas de crecimiento al principio y final del periodo, pero decreció entre los ciclos 1988-1994, lo que ocasionó un crecimiento anual promedio de sólo 1.3%. 43Idem.

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Cuadro No. 30 Sistema Educativo Nacional: matrícula, estructura porcentual

por nivel educativo y tasa media de crecimiento anual Ciclos escolares de 1985-1986 y 1995-1996

1985-1986 1995-1996 Ciclo escolar Concepto Abs. % Abs. %

Tmca de 1985-1986 A 1995-1996

Matrícula total (miles) 25,253.7 100.0 26,981.1 100.0 0.66 Preescolar 2,381.4 9.4 3,235.4 12.0 3.11 Primaria 15,124.2 59.9 14,623.4 54.2 -0.34 Secundaria 4,179.5 16.6 4,687.3 17.4 1.15 Capacitación 407.7 1.6 463.4 1.7 1.29 Media superior terminal 359.1 1.4 388.0 1.4 0.78 Bachillerato 1,538.1 6.1 2,050.7 7.6 2.92 Superior (Licenciatura) 1,263.7 5.0 1,455.1 5.4 1.42 Postrado* nd 77.8 0.3 6.94

*tmca para los ciclos 1986-1987 al 1995-1996. nd. No disponible. Fuentes: Poder Ejecutivo Federal, Primer informe de Gobierno. Anexo, septiembre de 1995. Estadística Básica del Sistema Educativo Nacional. Inicio de cursos 1995-1996, tomos 1 y 2, sep. Estadística Básica de Educación Superior. Inicio de cursos 1995-1996, sep. La matrícula en el nivel de bachillerato, tanto tecnológico como general, creció en forma regular a 2.9%. En los niveles de educación media superior terminal y licenciatura, la matrícula creció a un ritmo menor a tasas anuales promedio de 0.8 y 1.4%, respectivamente. Por último, el nivel con mayor crecimiento en la matrícula fue el de postrado, con un 6.9% anual promedio durante el periodo considerado. En capacitación, el número de planteles, docentes y grupos, en especial este último, crecieron más rápidamente que la matrícula, lo que implicó una reducción en los promedios de alumnos por docente y por plantel, así como en los grupos por docente y en el tamaño de los grupos (cuadros no.34 y 35).

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Cuadro No. 31 Capacitación del Sistema Nacional de Educación Tecnológica

Ciclos escolares Concepto 1990-1991 1993-1994 1995-1996

Matrícula 110,628 108,017 128,143Planteles 196 247 282Docentes 2,567 4,019 4,737Egresados* 57,852 47,739 37,425Grupos 4,730 4,784 7,306Tamaño medio de plantel 564 437 454Matrícula/docentes 43 27 27Tamaño medio del grupo 23.4 22.6 17.5

*Se refiere a los egresados del ciclo inmediato anterior, 1989-1990, 1992-1993 y 1994-1995, respectivamente. Fuente: Estadística Básica Sistema Nacional de Educación Tecnológica. Inicio de cursos 1990-1991, 1993-1994 y 1995-1996, sep. Es probable que se haya dado una mayor diversidad de cursos y de horarios, pues el número de grupos por docente se disminuyó menos que el de alumnos por docente. Respecto a los egresados, destaca el hecho de que su número se reduce considerablemente en el periodo quinquenal de 1990 a 1995, con una aceleración de la caída en los últimos años del periodo.

Cuadro No. 32 Variación quinquenal de indicadores

de infraestructura educativa 1990-1995 (en porcentajes)

Tasa quinquenal de crecimiento Nivel educativo Tamaño medio

de plantel Tamaño medio

de grupo Alumnos/Docentes

Grupos/ docentes

Egresados*

Capacitación -19.5 -25.0 -37.2 -16.3 -35.3Media superior terminal

71.0 26.3 72.3 36.4 9.2

Bachillerato tecnológico

-10.5 -19.9 1.9 27.3 41.2

Educación superior 18.4 10.5 18.4 7.2 53.3Snet 9.1 -12.7 20.7 38.2 13.2Fuente: Estadística Básica Sistema Nacional de Educación Tecnológica. Inicio de cursos 1990-1991, 1993-1994 y 1995-1996, sep. */Incluye los datos corregidos del CONALEP para la educación media superior terminal. La reducción en el número de egresados en capacitación es discordante con la tendencia creciente que muestra la matrícula entre los ciclos de 1993-1994 a 1995-1996. Tal vez lo anterior refleje una disminución de la eficiencia terminal del sistema de capacitación que, además, se habría presentado durante todo el quinquenio, pues la caída de la matrícula en el periodo 1990-1993 fue considerablemente menor a la de los egresados y no puede explicar esta última.

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En capacitación disminuyó significativamente la participación de las instituciones privadas en la matrícula y, consecuentemente, aumentó la de las instituciones estatales. La educación tecnológica y capacitación que imparten las instituciones particulares incorporadas al SNET cobró importancia en el periodo, tanto en planteles como en grupos, aunque la matrícula apenas aumentó. Ello muestra la proliferación de instituciones que se distribuyeron una población escolar que creció poco. En parte, las diferencias entre el crecimiento de la matrícula y de la infraestructura se explican por el aumento sustancial que tuvo la matrícula en el bienio 1993-1994 a 1995-1996, aunque había decrecido en el trienio anterior. Este crecimiento coincide con un aumento importante de planteles y grupos (cuadro no. 36).

Cuadro No. 33 Capacitación para el trabajo del Sistema Educativo Nacional. Estructura porcentual y tasa promedio de crecimiento en matrícula, docentes y escuelas por tipo de control Tipo de control

Estructura porcentual del ciclo 1995-1996

Tasa promedio de crecimiento 1985-1995

Matrícula Docentes Escuelas Matrícula Docentes Escuelas Total 100.00 100.00 100.00 1.4 2.8 4.2 Federal 34.5 15.6 9.6 6.9 2.8 -1.1 Estatal 15.6 10.7 7.7 9.7 7.5 5.7 Particular 49.9 73.5 82.7 -2.4 2.3 4.9 Fuente: Poder Ejecutivo Federal, Primer Informe de Gobierno. Anexo, septiembre 1995. Estadística Básica del Sistema Educativo Nacional. Inicio de cursos 1995-1996, tomos 1 y 2, sep. La capacitación para el trabajo del SEN se ofrece en forma importante por las instituciones privadas, las cuales abarcaron el 70% de la matrícula en 1985-1986 y 50% en 1995-1996. El mayor crecimiento en este periodo se observó en el plano estatal, acompañado de una reducción en el nivel particular. La identificación de las instituciones del SEN que imparten cursos de capacitación, tanto formal como no formal, así como su importancia, puede hacerse a través de las personas que han recibido capacitación en ellas. Así, en 1995, 36% de la población que había recibido alguna capacitación había tomado el último curso en una institución del SEN.7 El 12.3% fue capacitado por una institución pública de educación; 47.6% en una institución privada o autónoma, y el resto por alguna dependencia pública no educativa (32.4%) u otro tipo de organización (7.7%) (cuadro no. 34). Aunque no se refieren al mismo universo, estas cifras son congruentes con la distribución de la matrícula entre instituciones de capacitación para el trabajo del SEN por tipo de control.

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Cuadro No. 34 Población de 12 años o más que ha tomado algún curso de capacitación,

por especialidad técnica según la institución donde tomó el último curso 1995 Total Institución

Especialidad técnica Instituciones educativas públicas del gobierno federal, estatal y municipal

Secretarías de Estado y dependencias de los gobiernos federal, estatal y municipal

Instituciones privadas

Instituciones autónomas

Instituciones del sector social

Abs. %

11 Producción en general, agrícola, pecuaria, silvícola, pesquera, acuacultura, minera, petrolera y de gas natural

1,177 40,945 8,460 6,013 3,029 59,624 1.62

12 Producción industrial, preparación y conservación de alimentos, refrescos, cervezas, bebidas alcohólicas y tabaco

16,382 48,147 19,285 5,237 6,095 95,146 2.59

13 Hilados, tejidos, prendas, cuero y tapicería

45,894 208,232 105,787 8,731 16,999 385,643 10.49

14 Madera, celulosa, papel,

impresión, petróleo, petroquímica básica, química, farmacéutica, hule, plástico, vidrio, alfarería, cerámica, fundición, soldadura, pailería, operación de máquinas herramientas, diseño industrial, joyería y artesanías

71,287 69,766 50,343 4,093 27,293 222,782 6.06

15 Construcción, electricidad, electromecánica, electrónica y tratamiento de aguas

44,683 30,086 44,785 10,826 16,411 146,791 3.99

21 Turismo, hotelería, restaurantes, conducción de vehículos, almacenistas, correo, telégrafos, telefonía, equipo de comunicación, finanzas, servicios bancarios y seguros

9,078 58,669 36,309 4,211 4,689 112,956 3.07

22 Educación, comunicación e información

39,907 148,200 36,319 9,802 11,740 245,968 6.69

23 Médicos, enfermeras, paramédicos y salud animal

14,533 175,114 64,440 17,714 37,156 308,957 8.40

24 Servicios de belleza 18,577 94,549 148,466 65 12,942 274,599 7.47

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31 Administración general, apoyo a la operación administrativa, apoyo a la calidad, recursos humanos, productividad y contabilidad general

42,227 83,271 170,005 17,707 35,381 348,591 9.48

32 Computación general 49,696 31,115 391,673 25,642 19,841 517,967 14.0840 Mercadotecnia,

promoción y publicidad, ventas, comercio internacional y aduanas

3,386 5,488 48,576 3,094 8,769 69,313 1.88

50 Mantenimiento y

reparación de maquinaria, equipo en general, automóviles, camiones, aeronaves, barcos y ferrocarriles, electrodomésticos, servicios de limpieza industrial y doméstica, control de plagas en industria y hogares

54,443 30,548 63,325 2,427 11,602 162,345 4.41

60 Seguridad industrial, bancaria, pública, higiene y seguridad en el trabajo, integración por equipo, otras supervisiones

5,628 28,297 8,200 15,774 2,848 60,747 1.65

70 Relaciones humanas y familiares, actividades culturales, artísticas y deportivas cursos humanísticos

14,427 100,584 141,547 23,800 19,492 299,850 8.15

80 Idiomas 16,818 17,113 240,282 1,903 32,871 308,987 8.4090 Capacitación política y

sindical y organización comunitaria

258 4,164 1,081 0 4,296 9,799 0.27

99 No especificado 3,650 17,648 12,466 2,444 11,213 47,421 1.29

Total 452,051 1,191,936 1,591,349 159,483 282,667 3,677,486 100.00Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Capacitación y Educación 1995, inegi y stps. La oferta educativa de capacitación en el sistema de educación tecnológica ha crecido más que la demanda por dicho servicio. El impulso a la oferta se origina en la política educativa de los últimos dos gobiernos, los cuales vieron en ella un medio para aumentar la productividad de los trabajadores y la competitividad de la economía. Pero, ¿cuál ha sido el comportamiento de la demanda? Existen dos factores que afectan a la demanda por capacitación. Primero, el aumento en el nivel de escolaridad de la población económicamente activa crea la necesidad de que dicha población se capacite y actualice, lo cual tiende a aumentarla. Segundo, existe evidencia de que el premio monetario a la capacitación escolarizada y con el empleador previo en México es cero (cuadro no. 35). Este factor deprime la demanda por capacitación.

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El resultado ha sido un predominio de la demanda sobre la oferta, que se refleja en el lento crecimiento en la demanda por capacitación y sobre todo en una caída en la eficiencia terminal. Este último factor señala probablemente que las personas se inscriben en los centros de capacitación mientras se colocan y dejan de asistir cuando encuentran un empleo.

Cuadro No. 35 Premio monetario a la capacitación en el empleo actual

y previa al empleo actual Tipo de capacitación en el empleo actual

Premio salarial %

EUA 4.4 – 11 Reino Unido 3 – 7 Australia 8 México (A)* 21.6 México (B)** 28.6 Previa al empleo actual EUA 0 Reino Unido 5 – 8 Australia 0 México 0

Fuente: Lynch, L., "Payoffs to alternative training strategies at work" en Freeman, R. (comp.), Working under different rules. Russel Sagel, F. Nueva York. Llamas, I. y Garro, N., "El rendimiento de la escolaridad, la capacitación y la experiencia laboral de los trabajadores del Área Metropolitana de Monterrey", Ensayos, anual, mayo, pp. 79-106. ** Garro, N., Meléndez, j. y Gómez, M., Situación ocupacional y niveles de ingreso de los trabajadores en relación con su educación y capacitación, Cuaderno del Trabajo 12, México, STPS, 1997. Los desempleados capacitados en el programa se han visto beneficiados con una colocación más rápida que los desempleados que no asisten al programa. Ello se debe a que a los primeros se les promueve por medio de los servicios del empleo, lo que reduce su periodo de búsqueda. Además, quienes reciben capacitación mixta cuentan con un mecanismo adicional de colocación, pues muestran a los empleadores potenciales sus habilidades en la práctica, lo que les permite la promoción directa. Así, al reducir más el tiempo de búsqueda de empleo, los capacitados en la modalidad mixta aumentan su nivel de ingresos por encima de los capacitados en la modalidad escolarizada y éstos obtienen un nivel superior al de los desempleados que no asisten al programa. a) Colocación por ocupación y por rama La relación entre la educación formal de los individuos y el tipo de empleo que llegan a desempeñar es crucial para la planeación de la educación tecnológica, pues ésta, más que ninguna, está orientada a formar recursos humanos para el aparato productivo. La información que permite definir la orientación de la planeación de la educación y la

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capacitación se encuentra relacionada con la ocupación y la rama de actividad económica en las que se espera se desempeñen los egresados. En 1995, la población de 12 años o más con nivel máximo de estudios de capacitación representó sólo 1%. El grupo de edad de 35 a 49 años fue el que tuvo la proporción mayor en este nivel de escolaridad, con 2 por ciento. Se observó que en la población que tiene capacitación como nivel máximo de escolaridad, predominan los de mayor edad, de 35 y más años, con casi 72% (cuadro no. 36).

Cuadro No. 36 Distribución de la población de 12 años y más

capacitados por grupo de edad 1995

Edad Capacitados Total 100.00 12-19 4.3 20-24 5.4 25-34 18.5 35-49 42.4 50 y más 29.4

En 1995, la población que contaba con estudios máximos de capacitación estaba concentrada, en un 69%, en cuatro grupos ocupacionales: administrativos y oficinistas (26%), comerciantes (21), industriales de transformación (17), empleados en servicios al público (9) y técnicos (7). Otros cuatro grupos ocupacionales: domésticos, ambulantes, educadores y artistas, y funcionarios concentraron, cada uno, entre 2 y 5% de la población con capacitación (cuadro no. 37). La rama de actividad productiva en donde se emplea el egresado de educación tecnológica y capacitación establece las bases para el vínculo entre los sectores educativo y productivo. Además de las ocupaciones que desempeñan o pueden desempeñar los egresados, es importante determinar en cuáles actividades productivas se emplean.

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Cuadro No. 38 Distribución de la población de 12 años y más capacitada1 por grupo ocupacional

1995 Grupo de ocupación Capacitación01 Profesionales 0.0302 Técnico en arquitectura, ingeniería y operación de equipos de grabación de imagesonido

2.09

04 Técnico en medicina humana 1.8705 Técnicos laboratoristas químicos, biólogos y farmacólogos 0.0507 Técnicos en ciencias sociales y económico administrativas 2.9508 Personal de nivel técnico ocupado en actividades religiosas 0.0810 Trabajadores de la educación 2.5111 Trabajadores del arte, los espectáculos y los deportes 0.3912 Funcionarios y directivos de los sectores público, privado y social 2.4113 Trabajadores en actividades agrícolas 1.2416 Trabajadores en actividades silvícolas y forestales 0.2123 Supervisores, inspectores, contratistas y otros trabajadores de control en producciartesanal o fabril en la industria de transformación

1.48

24 Artesanos y trabajadores fabriles en la industria de transformación y trabajadores actividades de reparación y mantenimiento

13.40

25 Operadores de maquinaria fija de movimiento continuo y equipos en el proceso dproducción industrial

2.89

26 Ayudantes, peones y otros trabajadores no calificados en el proceso de producciónartesanal o fabril en la industria de transformación

1.76

27 Conductores y ayudantes de conductores de maquinaria móvil y equipos de transp 1.3628 Trabajadores administrativos y oficinistas de nivel intermedio e inferior 26.1929 Comerciantes, empleados de comercio y agentes de ventas 20.5230 Vendedores ambulantes 3.8731 Trabajadores en servicios al público y servicios personales, excepto trabajadores domésticos

8.81

32 Trabajadores en servicios domésticos 4.6033 Trabajadores en servicios de protección y vigilancia, y fuerzas armadas 1.29Total 100.00

1/ Se refiere a toda la población, ocupada o no, que tiene asignada una ocupación, esté especificada o no. Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Capacitación y Educación 1995, inegi y stps. El 90% de la población con nivel escolar de capacitación se empleó principalmente en tres sectores de actividad (cuadro nº 41). En orden de importancia fueron: servicios comunales, sociales y personales (39%), entre los que destacan alquiler de bienes muebles y reparación y educación (16 y 9), respectivamente, comercio, restaurantes y hoteles (32), y en todas las ramas de las manufacturas se concentró el 18%, entre las que destacan productos metálicos, maquinaria y equipo (6), alimentos, bebidas y tabaco, y textiles, ropa y cuero (5 cada una).

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Cuadro No. 39 Distribución de la población de 12 años y más por rama de actividad asignada1

1995 Rama Capacitación 01 Agricultura 1.3602 Ganadería 0.4906 Extracción de petróleo y gas 0.0608 Minería de metales no ferrosos 0.3712 Preparación de frutas y legumbres 0.2813 Molienda de trigo y otros cereales 1.2314 Molienda de nixtamal 0.2715 Beneficio de café y envasado de té 0.10Rama Capacitación 16 Azúcar 0.0217 Aceites y grasas comestibles 0.0018 Alimentos para animales 0.1919 Otros productos alimenticios 0.4121 Cerveza y malta 0.0222 Refrescos y aguas purificadas 0.8826 Otras industrias textiles 0.2327 Ropa y artículos de punto 2.0228 Artículos de piel 1.2729 Aserraderos, triplay y tableros 0.1330 Otros productos de madera y corcho 0.3831 Papel y cartón 1.1332 Imprenta y editoriales 0.8733 Industria de petróleo 0.2537 Resinas sintéticas y fibras 0.0238 Productos farmacéuticos 0.1539 Jabones, detergentes y cosméticos 0.2242 Artículos de plástico 0.6043 Vidrios y productos de vidrio 0.0644 Fabricación de cemento y concreto 0.0745 Productos de minerales no metálicos 0.0647 Industrias básicas de metales no ferrosos 0.1048 Muebles metálicos 0.3349 Productos metálicos estructurales 1.5450 Otros productos metálicos excepto maquinaria 0.6051 Maquinaria y equipo 0.3752 Fabricación y ensamble de maquinaria, equipo y aparatos eléctricos 0.0953 Aparatos electrodomésticos 0.3454 Equipos y aparatos electrónicos 1.2155 Equipos y aparatos eléctricos de uso general 0.4957 Carrocerías metálicas, motores, partes y accesorios para automóviles 1.0658 Equipo y material de transporte, excepto para automotores 0.0559 Otras industrias manufactureras 0.4360 Construcción 1.6961 Electricidad, gas y agua potable 0.7762 Comercio 27.6963 Restaurantes y hoteles 4.4064 Transportes 1.7665 Comunicaciones 1.7966 Servicios financieros 1.87

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67 Alquiler de inmuebles 0.5568 Servicios profesionales y técnicos especializados 3.4569 Servicios de educación 8.6970 Servicios médicos de salud y asistencia 3.6971 Servicios de esparcimiento, recreativos y deportivos 1.36

72 Servicios de alquiler de bienes muebles, servicios de reparación y otros servicios personales

15.49

73 Administración pública y defensa 6.2574 Trabajadores en los EUA 0.81Total 100.00

Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Capacitación y Educación 1995, inegi y stps. 1/ Se refiere a toda la población, ocupada o no, que tiene asignada una rama de actividad, esté especificada o no. Por su parte, los individuos con educación media superior terminal se concentran con 82% en los siguientes sectores: comercio, restaurantes y hoteles (25%), servicios educativos (15), servicios médicos, de alquiler de bienes muebles y administración pública (8 cada una). En las manufacturas, se concentra 18%. b) Crecimiento de la demanda de trabajo por ramas de actividad, 1987-1993 De acuerdo con el estudio: "Situación ocupacional y Niveles de Ingreso de los Trabajadores en Relación con su Educación y Capacitación", publicado en 1997, por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (stps), Subsecretaría “B”, CGPEET44, como se indica en el cuadro siguiente, resulta aparente que las ramas de actividad económica que incrementaron más su demanda de trabajo en el período estudiado fueron las de: Agropecuario; Restaurantes y hoteles; Comercio; Servicios de Educación, médicos y profesionales, y Construcción. Definitivamente que no se puede afirmar que hubo una expansión de los sectores que eran los que empleaban proporciones mayores de trabajadores con alta escolaridad -quizá con la única excepción del sector de servicios profesionales. Por otro lado, las proporciones de trabajadores que dentro de cada rama contaban con niveles educativos más altos crecieron de una manera mucho más uniforme entre sectores: si eliminamos los dos valores extremos -Agropecuario y Servicios profesionales- en todas las áreas de actividad económica se incrementó el porcentaje de la fuerza laboral con escolaridad profesional en un mínimo de 22% y un máximo de 65%. También es cierto que algunos de los sectores que tienden a emplear proporcionalmente más trabajadores con poca educación se cuentan entre los que más expandieron su demanda de trabajo: Construcción, Comercio, Restaurantes y hoteles, Transporte y Agropecuario45. Es

44 El estudio utiliza los bancos de datos de la Encuesta Nacional de Empleo Urbano 1993; su módulo, la Encuesta Nacional de Educación, Capacitación y Empleo 1993; y la Encuesta Nacional de Empleo Urbano -de varios años. 45 Siempre hay que ver con cautela los resultados referentes a la rama de actividades agropecuarias, por que se debe recordar que la muestra de trabajadores es urbana, en realidad, las inferencias no son extrapolables al campo mexicano.

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importante destacar que un sector que tiene un gran peso en el empleo de trabajadores poco calificados es el de Manufacturas, y éste se contrajo fuertemente en el período. Los datos analizados por separado para hombres y mujeres arrojan resultados similares, que se reportan en los cuadros siguientes. En resumen, no hay una correspondencia estrecha entre el patrón de crecimiento del empleo por ramas de actividad económica y el uso intensivo de trabajadores con mayor escolaridad. Las causas del incremento en la demanda de una alta escolaridad es una de las causas de la creciente desigualdad en la distribución del ingreso a lo largo del período, no deriva de una expansión relativa de los sectores que ocupan trabajadores altamente calificados. Esto quiere decir que, o bien la mayor demanda de trabajo educado es causada por un fenómeno generalizado de cambio tecnológico -una mayor tecnificación en los procesos productivos, que vuelve más valiosos para las empresas a los mejor educados y que no es exclusiva de algunos sectores económicos en particular- o que el crecimiento del empleo se presenta en las ramas en que hay premios salariales más altos a la educación, por razones de incentivos sobre la productividad. La hipótesis sería que, donde se paga relativamente mejor a los que tienen escolaridad profesional en relación a los pocos calificados, quizá esto ha favorecido el crecimiento del sector, pues al atraerse mejores trabajadores -en términos de su productividad- se crea una relación de mejores trabajadores-más productividad-expansión de las empresas. Después analizar la distribución de los incentivos o premios a la educación, es necesario concluir entonces que la evidencia no sustenta la idea de que el incremento en la rentabilidad de la educación, que en estos años es una de las causas de la creciente desigualdad de los ingresos laborales, sea una consecuencia de la expansión de la demanda de trabajo de algunos sectores económicos específicos. Más bien, el fenómeno obedece a desplazamientos en las funciones de producción, ya sea por mejoras tecnológicas o por un fuerte incremento en el acervo de capital del país en estos años; o bien, al ya mencionado efecto de una mayor demanda de trabajadores con mayor grado de escolaridad debido a las exigencias de un medio cambiante de rápidas transformaciones y en el que, como consecuencia, la productividad de los más calificados se incrementa. Una mayor tecnificación de las labores que tiene que realizar el trabajador o un entorno extremadamente dinámico implican una demanda más elevada de fuerza de trabajo altamente calificada por parte de las empresas. Esto plantea el reto de seguir incrementando los niveles educativos de la población trabajadora para poder satisfacer los requerimientos de estos nuevos procesos productivos y además abre, como nunca, el campo de acción del Estado en materia de política educativa: si el apoyo público es dirigido a los que provienen de familias en peores situaciones socioeconómicas y se mantiene la elevada demanda de trabajo altamente calificado, los

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programas públicos cumplirán un muy importante y efectivo papel redistributivo, además de que contribuirán fuertemente al crecimiento de la economía mexicana. c) Prioridades de política económica en la promoción del capital humano De acuerdo con el estudio citado anteriormente, haciendo una lista, por orden de rentabilidad46 a nivel social, las inversiones en capital humano que habría que promover mediante el apoyo del sector público serían: �� La educación básica en general �primaria y secundaria.

�� Los programas de capacitación entre los trabajadores hombres con niveles de educación de profesionales medios.

�� La educación de nivel medio-superior y superior, especialmente las carreras subprofesionales, que tienden a ser de estudios técnicos.

�� La protección de la experiencia laboral de los hombres puede ser tan rentable como la promoción de su educación superior.

�� La experiencia laboral y la antigüedad en el empleo de todos los trabajadores jóvenes, especialmente la antigüedad en el caso de las mujeres.

�� La capacitación de los grupos de trabajadores con niveles educativos distintos a los del punto 2.

Es decir, en general, se encuentra que lo primero debe ser contar con bases sólidas: un sistema de educación básica de amplia cobertura y alta calidad. Pero una vez cumplido este prerrequisito, emergen importantes campos de acción para las agencias públicas, como la capacitación de personas con cierto nivel educativo en la que el modelo de Educación Basada en Normas de Competencia es bastante relevante, y los programas que busquen vincular la educación media superior y subprofesional con el sector productivo. Esto se desprende de la conclusión de que los premios en el ingreso por inversiones en capital humano más altos se observan, después de los niveles de instrucción básica, en la capacitación �cuando la persona tiene cierto mínimo de educación� los estudios de nivel técnico y de preparatoria, la educación superior y la experiencia laboral �especialmente de los jóvenes. En el caso de los cursos de capacitación, no todas las modalidades son igual de efectivas. Tienen un mayor impacto elevando la productividad laboral: Entre los hombres, las que imparten instituciones capacitadoras privadas; maestros especializados; cuando no constituyen un requisito; y en especialidades de Administración, contabilidad y computación; Idiomas; Comercialización, y de Servicios.

46 Estos órdenes corresponden a los de los premios en el ingreso reportados en los cuadros 5.6 y 5.1, en orden descendente.

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En el caso de las mujeres, la capacitación recibida en el lugar de trabajo; de los superiores; que no sean por requisito; y en especialidades de Seguridad; Administración, contabilidad y computación; Idiomas; Servicios; Comercialización, y Desarrollo social, personal y familiar. Da la impresión de que los cursos de capacitación que más pagan en términos de incrementos en el ingreso son los de Cómputo e Idiomas. Es importante enfatizar que los resultados de este trabajo coinciden con los hallazgos internacionales. d) Influencia de la educación formal, la capacitación y la experiencia laboral y antigüedad

en los ingresos de los trabajadores, prioridades de inversión La inversión en estas tres formas de capital humano tiene un fuerte efecto sobre las percepciones de los trabajadores, pues incrementan su productividad. Se estiman medidas del incremento porcentual en los ingresos mensuales a que conduce un año adicional de escolaridad, capacitación, experiencia laboral y antigüedad en el empleo. Esto se hace comparando los ingresos laborales de trabajadores idénticos en edad, nivel de educación alcanzado, sexo, horas de trabajo a la semana y parentesco dentro de la familia, pero que difieren en un año en sus indicadores de estas variables de capital humano. La información utilizada en este ejercicio proviene de la Encuesta Nacional de Empleo 1993 y su módulo, la Encuesta Nacional de Educación, Capacitación y Empleo, 1993. Las estimaciones de estos vínculos con los ingresos se pueden interpretar como “tasas de rendimiento” para guiar la asignación de recursos para la inversión pública en éstas. Por el orden de importancia del incremento de salarios a que conducen, se debe dar prioridad a las inversiones en: �� La educación básica en general. Los premios en el ingreso por completar un año

adicional de escolaridad en los niveles de primaria y secundaria fluctúan entre 13.8% y 34.9%, en el caso de los hombres, y entre 11.0% y 25.4% en el caso de las mujeres.

�� Los programas de capacitación entre los trabajadores hombres con niveles de educación de profesionales medios, con rendimientos de entre 6.44% y 15.91%.

�� La educación de nivel medio superior, especialmente las carreras subprofesionales, que tienden a ser de estudios técnicos, donde se observan premios por escolaridad adicional de entre 10% y 7.1% para los hombres, y de entre 8% y 7.6% en el caso de las mujeres.

�� La protección de la experiencia laboral de los hombres puede ser tan rentable como la promoción de su educación superior, pues las inversiones en estas formas de capital humano tienen tasas de ganancias en el ingreso de aproximadamente 3.5 por ciento.

�� La experiencia laboral y la antigüedad en el empleo de todos los trabajadores jóvenes, especialmente la antigüedad de las mujeres, con rendimientos de aproximadamente entre 1 y 2.5 por ciento.

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�� La capacitación de los grupos de trabajadores con niveles bajos de escolaridad.

En pocas palabras, después de cumplir el objetivo con la más alta prioridad, a saber, brindar educación básica de amplia cobertura y alta calidad, emergen prioridades para la política pública, como la capacitación de personas con niveles de educación media superior �en la que el modelo de Educación Basada en Normas de Competencia es bastante relevante� la educación a nivel medio superior y subprofesional �en los que el Sistema Nacional de Educación Tecnológica es relevante� y el reconocimiento, mediante la certificación, de las competencias laborales adquiridas con la práctica. Esto se desprende de la conclusión de que los premios en el ingreso por inversiones en capital humano más altos se observan, después de los niveles de instrucción básica, en la capacitación �cuando la persona tiene una educación inmediatamente inferior a la universitaria� la educación media superior y la experiencia laboral �especialmente de los jóvenes. En general, la capacitación es altamente complementaria de la escolaridad. Ahora bien, en el caso de los cursos de capacitación, no todas las modalidades son igual de efectivas. Tienen un mayor impacto elevando la productividad laboral: Entre los hombres, las proporcionadas por instituciones capacitadoras privadas; por maestros especializados; cuando no constituyen un requisito; y en especialidades de Administración, contabilidad y computación; Idiomas; Comercialización, y Servicios”. En el caso de las mujeres, cuando la capacitación es recibida en el lugar de trabajo; proviene de los superiores; no es sólo un requisito; y en especialidades de Seguridad; Administración, contabilidad y computación; Idiomas; Servicios; Comercialización, y Desarrollo social, personal y familiar. La educación y la capacitación no son los únicos determinantes importantes de las remuneraciones. Los resultados indican entonces que, aunque en promedios, la educación y la edad o experiencia laboral son dos de los más significativos determinantes de las percepciones de los trabajadores. Existen muchos factores idiosincrásicos no observados, ni captados por las encuestas que tienen una gran influencia en la productividad del trabajador y, por lo tanto, en su ingreso. Incluso, estos factores individuales no observados se correlacionan no sólo con la educación y la edad, sino con casi todas las variables de la encuesta. Siendo ésta una problemática tan compleja y dado que los resultados estadísticos indican que las variables de capital humano más importantes, como educación, capacitación, experiencia y otras características laborales, pueden explicar hasta la mitad de la variación en la productividad de los trabajadores, no se pretende en esta sección de conclusiones hacer propuestas para defenderlas como irrebatibles, sino tan sólo provocar la discusión con algunas conclusiones que tienen sustento en lo encontrado en las secciones estadísticas.

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3. Situación ocupacional y participación laboral y su relación con la educación y la capacitación

También se buscó identificar, cuantificar y contrastar los factores estadísticamente relevantes en el estudio de la probabilidad de participar en el mercado laboral �pertenecer a la PEA. Al respecto, el factor explicativo más importante, en el sentido estadístico es sexo, el cual no es independiente de los factores estado civil, escolaridad y edad. Otros factores, como la capacitación, no tienen un peso significativo. Además, se observa una tendencia general: el valor de la probabilidad de pertenecer a la población económicamente activa (PEA) tiende a incrementarse a medida que aumenta la escolaridad de la persona. Finalmente, los datos muestran que el nivel de escolaridad más alto reduce las grandes diferencias en el comportamiento de la PEA que se observan en la población con niveles educativos bajos. Por otro lado, en cuanto a los factores que afectan la probabilidad de tener una ocupación o quedar desempleado se concluye que, en general, la variable más importante es el estado civil, el cual no es independiente de los factores sexo, escolaridad y capacitación. Se observa que el valor de la probabilidad de estar empleado es sistemáticamente mayor para personas con pareja que sin ella. Finalmente, los datos indican que la capacitación es más efectiva �en el sentido de ayudar a evadir el desempleo� para hombres que para mujeres, solamente cuando se tiene pareja. a) Niveles educativos de los trabajadores, demanda de trabajo y distribución del ingreso,

1987-1993 Utilizando los datos de la Encuesta Nacional de Empleo Urbano �terceros trimestres de cada año� se encuentra que al igual que en otros países del orbe, la desigualdad en la distribución del ingreso entre los trabajadores asalariados en México parece haber empeorado en los últimos años �1987-1993. Destaca una tendencia observada: cambios en los salarios y oportunidades de empleo a favor de los trabajadores más educados y capacitados; es decir, ha aumentado la rentabilidad de estudiar los niveles escolares superiores. Esto implica que la desigualdad intergrupos educativos se ha incrementado, lo que es uno de los factores causantes del deterioro observado en la distribución del ingreso. Asimismo, los menos educados, en especial los jóvenes, han visto disminuir sus ingresos reales y enfrentan una mayor probabilidad de desempleo. La desigualdad salarial intergrupos de edad también se ha incrementado. Este es otro factor de incidencia sobre la distribución del ingreso. Este incremento en el salario relativo de los más educados y de los mayores se ha dado a pesar de un aumento en el porcentaje de trabajadores con más elevados niveles de escolaridad y con mayor edad. Esto indica que hay fuerzas por el lado de la demanda de trabajo que han ocasionado esta creciente desigualdad del ingreso.

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Ahora bien, al realizarse un análisis por ramas de actividad, la evidencia no sustenta la idea de que el incremento en la rentabilidad de la educación sea una consecuencia de la expansión de la demanda de trabajo de algunos sectores económicos específicos que sean empleadores intensivos de fuerza laboral altamente capacitada. Más bien, el fenómeno es generalizado y pudiera obedecer a: (i) desplazamientos en las funciones de producción, ya sea por mejoras tecnológicas o por un fuerte incremento en el acervo de capital del país en estos años; (ii) o bien, a que en un entorno que cambia rápida y continuamente, se revalora la habilidad que la educación proporciona para �utilizando la terminología de Schultz� “enfrentar el desequilibrio”. Una mayor tecnificación de las labores que debe realizar el trabajador o un entorno extremadamente dinámico implican una demanda más alta de fuerza de trabajo altamente calificada por parte de las empresas. Por un lado, esto plantea el reto de seguir incrementando los niveles educativos de la población trabajadora para poder satisfacer los requerimientos de estos nuevos procesos productivos. Pero, también, si se tiene cuidado en no favorecer con apoyos públicos a quienes parten de una posición social más ventajosa y se mantiene la elevada demanda de trabajadores altamente calificados en los próximos años, surge una posibilidad bastante importante para que la acción del Estado promueva la equidad de manera sumamente efectiva, generando movilidad social intergeneracional, además de favorecer el crecimiento económico del país.

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CUADRO No. 1 POBLACION DE 12 AÑOS Y MÁS POR SEXO Y NIVEL DE INSTRUCCION

SEXO Y NIVEL DE INSTRUCCION 1991 1993 1995 19961/ 1997

TOTAL 58,317,249 61,000,194 63,982,096 66,037,955 67,702,002SIN INSTRUCCION 7,634,058 8,069,285 7,787,087 7,012,862 6,961,8511-3 AÑOS DE PRIMARIA 8,951,595 8,956,471 8,400,600 8,337,776 8,462,3574-5 AÑOS DE PRIMARIA 5,605,807 6,014,661 6,023,993 5,712,250 5,755,327PRIMARIA COMPLETA 12,636,771 13,469,979 13,891,625 14,617,223 14,631,529SECUNDARIA INCOMPLETA 4,724,948 4,993,822 5,330,968 5,316,216 5,649,131

SECUNDARIA COMPLETA 6,634,824 6,735,449 8,231,607 9,026,599 9,386,232SUBPROFESIONAL 3,942,147 4,024,596 4,236,402 4,214,527 4,422,5911-3 AÑOS DE PREPARATORIA 3,663,729 3,903,309 4,615,856 5,307,724 5,614,248

PROFESIONAL MEDIO 373,184 457,465 692,898 680,163 771,732PROFESIONAL SUPERIOR 4,138,265 4,354,532 4,738,378 5,804,578 6,031,158NO ESPECIFICADO 11,921 20,625 32,682 8,037 15,846HOMBRES 27,825,284 29,464,982 30,840,071 31,692,298 32,376,767SIN INSTRUCCION 3,088,391 3,295,685 3,152,141 2,855,665 2,834,4121-3 AÑOS DE PRIMARIA 4,306,707 4,384,223 4,115,674 4,001,062 4,054,0014-5 AÑOS DE PRIMARIA 2,710,774 2,921,321 2,935,798 2,745,057 2,705,868PRIMARIA COMPLETA 5,596,502 6,109,922 6,370,542 6,674,977 6,579,360SECUNDARIA INCOMPLETA 2,541,421 2,767,870 2,885,581 2,832,294 3,053,786

SECUNDARIA COMPLETA 3,525,939 3,658,727 4,412,286 4,690,920 4,936,292SUBPROFESIONAL 1,065,929 1,147,696 1,086,744 1,114,097 1,230,2521-3 AÑOS DE PREPARATORIA 2,190,979 2,284,677 2,679,717 3,030,291 3,088,241

PROFESIONAL MEDIO 182,256 234,743 370,084 324,929 378,854PROFESIONAL SUPERIOR 2,607,835 2,650,406 2,818,527 3,418,095 3,510,324NO ESPECIFICADO 8,551 9,712 12,977 4,911 5,377MUJERES 30,491,965 31,535,212 33,142,025 34,345,657 35,325,235SIN INSTRUCCION 4,545,667 4,773,600 4,634,946 4,157,197 4,127,4391-3 AÑOS DE PRIMARIA 4,644,888 4,572,248 4,284,926 4,336,714 4,408,3564-5 AÑOS DE PRIMARIA 2,895,033 3,093,340 3,088,195 2,967,193 3,049,459PRIMARIA COMPLETA 7,040,269 7,360,057 7,521,083 7,942,246 8,052,169SECUNDARIA INCOMPLETA 2,183,527 2,225,952 2,445,387 2,483,922 2,595,345

SECUNDARIA COMPLETA 3,108,885 3,076,722 3,819,321 4,335,679 4,449,940

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SUBPROFESIONAL 2,876,218 2,876,900 3,149,658 3,100,430 3,192,3391-3 AÑOS DE PREPARATORIA 1,472,750 1,618,632 1,936,139 2,277,433 2,526,007

PROFESIONAL MEDIO 190,928 222,722 322,814 355,234 392,878PROFESIONAL SUPERIOR 1,530,430 1,704,126 1,919,851 2,386,483 2,520,834NO ESPECIFICADO 3,370 10,913 19,705 3,126 10,469Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI. 1/ La variable nivel de instrucción se capta a través de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) pero se vincula con la ENECE donde se trata con mayor detalle y se liga con otras variables sociodemográficas, económicas y ocupacionales. En 1996 no se aplicó el módulo de Educación, Capacitación y Empleo.

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CUADRO No. 2 POBLACION ECONOMICAMENTE ACTIVA POR SEXO Y NIVEL DE INSTRUCCION

SEXO Y NIVEL DE INSTRUCCION 1991 1993 1995 1996 1/ 1997

TOTAL 31,229,048 33,651,812 35,558,484 36,580,746 38,344,658SIN INSTRUCCION 3,614,390 3,873,023 3,849,508 3,339,739 3,466,6801-3 AÑOS DE PRIMARIA 4,902,880 4,916,624 4,607,754 4,597,457 4,783,5264-5 AÑOS DE PRIMARIA 2,479,274 2,721,421 2,817,034 2,573,352 2,552,581PRIMARIA COMPLETA 6,619,375 7,398,347 7,602,526 7,907,745 7,953,701SECUNDARIA INCOMPLETA 1,721,643 2,031,114 2,026,724 1,983,905 2,252,990

SECUNDARIA COMPLETA 4,008,293 4,276,816 5,206,758 5,591,682 6,107,276SUBPROFESIONAL 2,483,659 2,619,476 2,690,923 2,621,570 2,907,5851-3 AÑOS DE PREPARATORIA 2,082,187 2,228,017 2,649,229 3,067,242 3,206,658

PROFESIONAL MEDIO 278,918 346,514 530,598 492,040 554,346PROFESIONAL SUPERIOR 3,035,315 3,230,748 3,566,818 4,401,521 4,549,128NO ESPECIFICADO 3,114 9,712 10,612 4,493 10,187HOMBRES 21,630,013 23,243,466 24,127,000 24,627,936 25,340,173SIN INSTRUCCION 2,532,287 2,705,659 2,496,030 2,241,846 2,228,2771-3 AÑOS DE PRIMARIA 3,732,344 3,794,082 3,444,132 3,329,756 3,396,6084-5 AÑOS DE PRIMARIA 1,807,416 2,016,571 2,031,948 1,812,651 1,733,459PRIMARIA COMPLETA 4,503,642 5,056,757 5,206,879 5,377,272 5,307,551SECUNDARIA INCOMPLETA 1,370,718 1,585,242 1,573,394 1,493,529 1,687,847

SECUNDARIA COMPLETA 2,941,383 3,043,678 3,765,837 3,974,012 4,302,722SUBPROFESIONAL 872,074 1,003,025 929,303 962,798 1,081,5501-3 AÑOS DE PREPARATORIA 1,551,776 1,617,694 1,965,861 2,243,486 2,266,231

PROFESIONAL MEDIO 160,553 203,361 331,520 292,373 340,689PROFESIONAL SUPERIOR 2,154,920 2,207,685 2,375,859 2,896,059 2,990,570NO ESPECIFICADO 2,900 9,712 6,237 4,154 4,669MUJERES 9,599,035 10,408,346 11,431,484 11,952,810 13,004,485SIN INSTRUCCION 1,082,103 1,167,364 1,353,478 1,097,893 1,238,4031-3 AÑOS DE PRIMARIA 1,170,536 1,122,542 1,163,622 1,267,701 1,386,9184-5 AÑOS DE PRIMARIA 671,858 704,850 785,086 760,701 819,122PRIMARIA COMPLETA 2,115,733 2,341,590 2,395,647 2,530,473 2,646,150SECUNDARIA INCOMPLETA 350,925 445,872 453,330 490,376 565,143

SECUNDARIA COMPLETA 1,066,910 1,233,138 1,440,921 1,617,670 1,804,554

132

SUBPROFESIONAL 1,611,585 1,616,451 1,761,620 1,658,772 1,826,0351-3 AÑOS DE PREPARATORIA 530,411 610,323 683,368 823,756 940,427

PROFESIONAL MEDIO 118,365 143,153 199,078 199,667 213,657PROFESIONAL SUPERIOR 880,395 1,023,063 1,190,959 1,505,462 1,558,558NO ESPECIFICADO 214 0 4,375 339 5,518Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI. 1/ La variable nivel de instrucción se capta a través de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) pero se vincula con la ENECE donde se trata con mayor detalle y se liga con otras variables sociodemográficas, económicas y ocupacionales. En 1996 no se aplicó el módulo de Educación, Capacitación y Empleo.

133

CUADRO Nº 3 POBLACION OCUPADA POR SEXO Y NIVEL DE INSTRUCCION

SEXO Y NIVEL DE INSTRUCCION 1991 1993 1995 19961/ 1997

TOTAL 30,534,083 32,832,680 33,881,068 35,226,036 37,359,758SIN INSTRUCCION 3,588,611 3,824,593 3,775,272 3,300,787 3,442,2451-3 AÑOS DE PRIMARIA 4,815,735 4,874,345 4,462,521 4,509,347 4,730,9724-5 AÑOS DE PRIMARIA 2,421,944 2,672,518 2,724,373 2,521,387 2,523,963PRIMARIA COMPLETA 6,513,764 7,273,647 7,297,280 7,658,761 7,789,391SECUNDARIA INCOMPLETA 1,683,166 1,951,326 1,895,466 1,898,589 2,187,648

SECUNDARIA COMPLETA 3,856,820 4,117,509 4,872,785 5,288,767 5,910,743SUBPROFESIONAL 2,382,944 2,515,741 2,491,678 2,471,384 2,770,9931-3 AÑOS DE PREPARATORIA 2,017,835 2,136,799 2,489,332 2,906,573 3,053,340

PROFESIONAL MEDIO 269,740 330,531 484,597 468,867 534,631PROFESIONAL SUPERIOR 2,980,410 3,125,959 3,377,152 4,197,081 4,406,734NO ESPECIFICADO 3,114 9,712 10,612 4,493 9,098HOMBRES 21,256,913 22,748,037 23,026,756 23,767,187 24,795,486SIN INSTRUCCION 2,508,364 2,670,122 2,440,179 2,212,209 2,218,4891-3 AÑOS DE PRIMARIA 3,704,467 3,765,755 3,327,339 3,260,128 3,361,4094-5 AÑOS DE PRIMARIA 1,782,105 1,982,636 1,963,272 1,773,758 1,715,273PRIMARIA COMPLETA 4,442,996 4,980,436 4,992,358 5,201,233 5,213,609SECUNDARIA INCOMPLETA 1,343,910 1,542,401 1,482,953 1,430,474 1,646,557

SECUNDARIA COMPLETA 2,858,724 2,939,993 3,532,624 3,776,064 4,166,865SUBPROFESIONAL 828,326 966,366 853,053 912,739 1,045,7191-3 AÑOS DE PREPARATORIA 1,509,696 1,553,626 1,860,500 2,140,287 2,181,125

PROFESIONAL MEDIO 158,327 193,198 306,961 280,387 330,412PROFESIONAL SUPERIOR 2,117,098 2,143,792 2,261,280 2,775,754 2,911,359NO ESPECIFICADO 2,900 9,712 6,237 4,154 4,669MUJERES 9,277,170 10,084,643 10,854,312 11,458,849 12,564,272SIN INSTRUCCION 1,080,247 1,154,471 1,335,093 1,088,578 1,223,7561-3 AÑOS DE PRIMARIA 1,111,268 1,108,590 1,135,182 1,249,219 1,369,5634-5 AÑOS DE PRIMARIA 639,839 689,882 761,101 747,629 808,690PRIMARIA COMPLETA 2,070,768 2,293,211 2,304,922 2,457,528 2,575,782SECUNDARIA INCOMPLETA 339,256 408,925 412,513 468,115 541,091

SECUNDARIA COMPLETA 998,096 1,177,516 1,340,161 1,512,703 1,743,878

134

SUBPROFESIONAL 1,554,618 1,549,375 1,638,625 1,558,645 1,725,2741-3 AÑOS DE PREPARATORIA 508,139 583,173 628,832 766,286 872,215

PROFESIONAL MEDIO 111,413 137,333 177,636 188,480 204,219PROFESIONAL SUPERIOR 863,312 982,167 1,115,872 1,421,327 1,495,375NO ESPECIFICADO 214 0 4,375 339 4,429Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI. 1/ La variable nivel de instrucción se capta a través de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) pero se vincula con la ENECE donde se trata con mayor detalle y se liga con otras variables sociodemográficas, económicas y ocupacionales. En 1996 no se aplicó el módulo de Educación, Capacitación y Empleo.

135

CUADRO No. 4 POBLACION DESOCUPADA ABIERTA POR SEXO Y NIVEL DE INSTRUCCION

SEXO Y NIVEL DE INSTRUCCION 1991 1993 1995 19961/ 1997

TOTAL 694,965 819,132 1,677,416 1,354,710 984,900SIN INSTRUCCION 25,779 48,430 74,236 38,952 24,4351-3 AÑOS DE PRIMARIA 87,145 42,279 145,233 88,110 52,5544-5 AÑOS DE PRIMARIA 57,330 48,903 92,661 51,965 28,618PRIMARIA COMPLETA 105,611 124,700 305,246 248,984 164,310SECUNDARIA INCOMPLETA 38,477 79,788 131,258 85,316 65,342

SECUNDARIA COMPLETA 151,473 159,307 333,973 302,915 196,533SUBPROFESIONAL 100,715 103,735 199,245 150,186 136,5921-3 AÑOS DE PREPARATORIA 64,352 91,218 159,897 160,669 153,318

PROFESIONAL MEDIO 9,178 15,983 46,001 23,173 19,715PROFESIONAL SUPERIOR 54,905 104,789 189,666 204,440 142,394NO ESPECIFICADO 0 0 0 0 1,089HOMBRES 373,100 495,429 1,100,244 860,749 544,687SIN INSTRUCCION 23,923 35,537 55,851 29,637 9,7881-3 AÑOS DE PRIMARIA 27,877 28,327 116,793 69,628 35,1994-5 AÑOS DE PRIMARIA 25,311 33,935 68,676 38,893 18,186PRIMARIA COMPLETA 60,646 76,321 214,521 176,039 93,942SECUNDARIA INCOMPLETA 26,808 42,841 90,441 63,055 41,290

SECUNDARIA COMPLETA 82,659 103,685 233,213 197,948 135,857SUBPROFESIONAL 43,748 36,659 76,250 50,059 35,8311-3 AÑOS DE PREPARATORIA 42,080 64,068 105,361 103,199 85,106

PROFESIONAL MEDIO 2,226 10,163 24,559 11,986 10,277PROFESIONAL SUPERIOR 37,822 63,893 114,579 120,305 79,211NO ESPECIFICADO 0 0 0 0 0MUJERES 321,865 323,703 577,172 493,961 440,213SIN INSTRUCCION 1,856 12,893 18,385 9,315 14,6471-3 AÑOS DE PRIMARIA 59,268 13,952 28,440 18,482 17,3554-5 AÑOS DE PRIMARIA 32,019 14,968 23,985 13,072 10,432PRIMARIA COMPLETA 44,965 48,379 90,725 72,945 70,368SECUNDARIA INCOMPLETA 11,669 36,947 40,817 22,261 24,052

SECUNDARIA COMPLETA 68,814 55,622 100,760 104,967 60,676

136

SUBPROFESIONAL 56,967 67,076 122,995 100,127 100,7611-3 AÑOS DE PREPARATORIA 22,272 27,150 54,536 57,470 68,212

PROFESIONAL MEDIO 6,952 5,820 21,442 11,187 9,438PROFESIONAL SUPERIOR 17,083 40,896 75,087 84,135 63,183NO ESPECIFICADO 0 0 0 0 1,089Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI. 1/ La variable nivel de instrucción se capta a través de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) pero se vincula con la ENECE donde se trata con mayor detalle y se liga con otras variables sociodemográficas, económicas y ocupacionales. En 1996 no se aplicó el módulo de Educación, Capacitación y Empleo.

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CUADRO No. 5

POBLACION ECONOMICAMENTE ACTIVA QUE HA TOMADO CURSOS DE CAPACITACION POR SEXO Y LUGAR DONDE TOMO EL ULTIMO CURSO

SEXO Y LUGAR DONDE TOMO EL ULTIMO CURSO 1991 1993 1995 1997

TOTAL 5,800,853 6,633,464 7,684,489 8,857,625EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 3,504,731 3,831,431 4,351,669 5,347,140

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 1,758,926 1,927,766 2,343,251 2,742,964

OTRO 524,770 864,711 982,335 767,521NO ESPECIFICADO 12,426 9,556 7,234 0HOMBRES 3,534,333 4,129,521 4,694,922 5,418,395EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 2,374,825 2,534,875 2,881,051 3,453,827

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 916,308 1,099,387 1,303,011 1,553,000

OTRO 232,850 489,679 509,300 411,568NO ESPECIFICADO 10,350 5,580 1,560 0MUJERES 2,266,520 2,503,943 2,989,567 3,439,230EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 1,129,906 1,296,556 1,470,618 1,893,313

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 842,618 828,379 1,040,240 1,189,964

OTRO 291,920 375,032 473,035 355,953NO ESPECIFICADO 2,076 3,976 5,674 0Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.

138

CUADRO No. 6 POBLACION OCUPADA QUE HA TOMADO CURSOS DE CAPACITACION POR SEXO Y LUGAR DONDE TOMO EL ULTIMO CURSO

SEXO Y LUGAR DONDE TOMO EL ULTIMO CURSO 1991 1993 1995 1997

TOTAL 5,642,793 6,425,574 7,350,529 8,616,644EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 3,454,930 3,716,552 4,184,573 5,234,544

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 1,680,037 1,853,759 2,217,487 2,635,089

OTRO 495,400 845,707 941,235 747,011NO ESPECIFICADO 12,426 9,556 7,234 0HOMBRES 3,464,877 4,011,868 4,501,446 5,311,503EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 2,347,886 2,462,248 2,776,229 3,402,804

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 886,913 1,060,652 1,235,337 1,508,867

OTRO 219,728 483,388 488,320 399,832NO ESPECIFICADO 10,350 5,580 1,560 0MUJERES 2,177,916 2,413,706 2,849,083 3,305,141EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 1,107,044 1,254,304 1,408,344 1,831,740

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 793,124 793,107 982,150 1,126,222

OTRO 275,672 362,319 452,915 347,179NO ESPECIFICADO 2,076 3,976 5,674 0Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.

139

CUADRO No. 7 POBLACION DESOCUPADA ABIERTA QUE HA TOMADO CURSOS DE CAPACITACION POR SEXO Y LUGAR DONDE TOMO EL ULTIMO CURSO

SEXO Y LUGAR DONDE TOMO EL ULTIMO CURSO 1991 1993 1995 1997

TOTAL 158,060 207,890 333,960 240,981EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 49,801 114,879 167,096 112,596

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 78,889 74,007 125,764 107,875

OTRO 29,370 19,004 41,100 20,510NO ESPECIFICADO 0 0 0 0HOMBRES 69,456 117,653 193,476 106,892EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 26,939 72,627 104,822 51,023

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 29,395 38,735 67,674 44,133

OTRO 13,122 6,291 20,980 11,736NO ESPECIFICADO 0 0 0 0MUJERES 88,604 90,237 140,484 134,089EN EL LUGAR EN QUE TRABAJA O TRABAJABA 22,862 42,252 62,274 61,573

EN UNA INSTITUCION DE CAPACITACION 49,494 35,272 58,090 63,742

OTRO 16,248 12,713 20,120 8,774NO ESPECIFICADO 0 0 0 0Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.

140

CUADRO No. 8 POBLACION OCUPADA QUE HA TOMADO CURSOS DE CAPACITACION POR SEXO Y GRUPOS DE OCUPACION

SEXO Y GRUPOS DE OCUPACION 1991 1993 1995 1997

TOTAL 5,642,793 6,425,574 7,350,529 8,616,644PROFESIONALES 446,404 421,108 455,130 609,158TECNICOS Y PERSONAL ESPECIALIZADO 326,302 512,922 531,182 602,025

MAESTROS Y AFINES 626,234 674,381 817,517 956,180TRABAJADORES DEL ARTE 113,183 65,995 68,545 123,260FUNCIONARIOS PUBLICOS, GERENTES DEL SECTOR PRIVADO

269,467 336,489 379,103 480,752

OFICINISTAS 1,032,289 1,207,005 1,219,956 1,362,684VENDEDORES, DEPENDIENTES 683,889 761,937 850,533 1,052,819

VENDEDORES AMBULANTES 88,524 114,845 125,822 118,831EMPLEADOS EN SERVICIOS 360,163 308,052 415,418 448,030TRABAJADORES DOMESTICOS 71,980 87,134 124,436 115,949

OPERADORES DE TRANSPORTE 242,058 289,035 363,836 382,539

PROTECCION Y VIGILANCIA 134,940 176,348 203,439 303,757AGRICULTORES 286,539 269,110 286,223 353,602SUPERVISORES Y CAPATACES INDUSTRIALES 105,148 204,876 259,260 330,357

ARTESANOS Y OBREROS 740,671 860,222 1,070,667 1,175,627AYUDANTES DE OBREROS 113,719 136,115 178,527 200,875NO ESPECIFICADO 1,283 0 935 199HOMBRES 3,464,877 4,011,868 4,501,446 5,311,503PROFESIONALES 331,987 304,491 332,502 394,686TECNICOS Y PERSONAL ESPECIALIZADO 137,521 283,756 286,306 309,313

MAESTROS Y AFINES 246,374 252,520 304,613 375,688TRABAJADORES DEL ARTE 98,264 48,193 51,426 96,064FUNCIONARIOS PUBLICOS, GERENTES DEL SECTOR PRIVADO

233,026 270,207 300,527 396,513

OFICINISTAS 476,925 582,342 552,219 648,795

141

VENDEDORES, DEPENDIENTES 349,139 419,010 429,724 590,447

VENDEDORES AMBULANTES 55,322 63,057 67,190 65,722EMPLEADOS EN SERVICIOS 138,152 148,455 204,235 202,781TRABAJADORES DOMESTICOS 1,753 15,466 17,784 10,226

OPERADORES DE TRANSPORTE 238,237 288,398 363,102 381,421

PROTECCION Y VIGILANCIA 132,785 163,709 187,101 279,417AGRICULTORES 240,587 233,661 240,479 266,180SUPERVISORES Y CAPATACES INDUSTRIALES 87,162 179,162 202,347 274,312

ARTESANOS Y OBREROS 588,443 658,894 824,012 861,205AYUDANTES DE OBREROS 108,004 100,547 137,333 158,534NO ESPECIFICADO 1,196 0 546 199MUJERES 2,177,916 2,413,706 2,849,083 3,305,141PROFESIONALES 114,417 116,617 122,628 214,472TECNICOS Y PERSONAL ESPECIALIZADO 188,781 229,166 244,876 292,712

MAESTROS Y AFINES 379,860 421,861 512,904 580,492TRABAJADORES DEL ARTE 14,919 17,802 17,119 27,196FUNCIONARIOS PUBLICOS, GERENTES DEL SECTOR PRIVADO

36,441 66,282 78,576 84,239

OFICINISTAS 555,364 624,663 667,737 713,889VENDEDORES, DEPENDIENTES 334,750 342,927 420,809 462,372

VENDEDORES AMBULANTES 33,202 51,788 58,632 53,109EMPLEADOS EN SERVICIOS 222,011 159,597 211,183 245,249TRABAJADORES DOMESTIC. 70,227 71,668 106,652 105,723OPERADORES DE TRANSPORTE 3,821 637 734 1,118

PROTECCION Y VIGILANCIA 2,155 12,639 16,338 24,340AGRICULTORES 45,952 35,449 45,744 87,422SUPERVISORES Y CAPATACES INDUSTRIALES 17,986 25,714 56,913 56,045

ARTESANOS Y OBREROS 152,228 201,328 246,655 314,422AYUDANTES DE OBREROS 5,715 35,568 41,194 42,341NO ESPECIFICADO 87 0 389 0Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.

142

CUADRO No. 9 POBLACION OCUPADA QUE HA TOMADO CURSOS DE CAPACITACION POR SEXO Y POSICION EN EL TRABAJO

SEXO Y POSICION EN EL TRABAJO 1991 1993 1995 1997

TOTAL 5,642,793 6,425,574 7,350,529 8,616,644EMPLEADORES 388,593 296,445 326,050 452,179TRABAJADORES POR SU CUENTA 746,001 962,989 1,042,677 1,200,287

TRABAJADORES ASALARIADOS 3,929,587 4,504,634 5,262,049 6,090,457

TRABAJADORES A DESTAJO 276,592 417,087 431,768 526,921TRABAJADORES SIN PAGO 293,388 234,073 282,936 325,037OTROS TRABAJADORES 8,632 10,346 5,049 15,751NO ESPECIFICADO 0 0 0 6,012HOMBRES 3,464,877 4,011,868 4,501,446 5,311,503EMPLEADORES 348,280 255,019 291,889 385,753TRABAJADORES POR SU CUENTA 498,773 619,463 656,043 742,930

TRABAJADORES ASALARIADOS 2,349,762 2,744,899 3,129,673 3,663,786

TRABAJADORES A DESTAJO 166,584 310,277 335,891 383,884TRABAJADORES SIN PAGO 93,179 74,406 85,962 122,375OTROS TRABAJADORES 8,299 7,804 1,988 7,345NO ESPECIFICADO 0 0 0 5,430MUJERES 2,177,916 2,413,706 2,849,083 3,305,141EMPLEADORES 40,313 41,426 34,161 66,426TRABAJADORES POR SU CUENTA 247,228 343,526 386,634 457,357

TRABAJADORES ASALARIADOS 1,579,825 1,759,735 2,132,376 2,426,671

TRABAJADORES A DESTAJO 110,008 106,810 95,877 143,037TRABAJADORES SIN PAGO 200,209 159,667 196,974 202,662OTROS TRABAJADORES 333 2,542 3,061 8,406NO ESPECIFICADO 0 0 0 582Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.

143

CUADRO No. 10

NUMERO DE TRABAJADORES MANUFACTUREROS QUE RECIBIERON CAPACITACION POR SUBSECTOR DE ACTIVIDAD Y TAMAÑO

SUBSECTOR DE ACTIVIDAD Y TAMAÑO 1989 1991 1994 TOTAL 984,386 1,105,010 1,238,090

GRANDE 598,464 695,559 636,351MEDIANO 172,729 185,534 168,156PEQUEÑO 168,931 164,887 253,817

MICRO 44,262 59,031 179,764PRODUCTOS ALIMENTICIOS, BEBIDAS Y TABACO 175,578 204,553 336,984

GRANDE 109,118 131,992 188,621MEDIANO 27,762 32,231 35,034PEQUEÑO 23,091 23,169 52,692

MICRO 15,608 17,160 60,636TEXTILES, PRENDAS DE VESTIR E INDUSTRIA DEL CUERO 142,033 154,190 164,064

GRANDE 68,309 72,984 77,947MEDIANO 34,564 39,464 26,743PEQUEÑO 34,561 32,956 36,426

MICRO 4,599 8,785 22,947INDUSTRIAS DE LA MADERA Y PRODUCTOS DE MADERA 32,909 45,870 29,488

GRANDE 11,057 18,627 6,180MEDIANO 9,403 9,952 5,808PEQUEÑO 10,326 11,737 15,263

MICRO 2,124 5,555 2,236PAPEL Y PRODUCTOS DE PAPEL, IMPRENTAS Y EDITORIALES 44,830 48,155 67,347

GRANDE 17,586 18,352 31,730MEDIANO 10,812 12,018 12,437PEQUEÑO 10,657 11,819 15,575

MICRO 5,775 5,966 7,604SUSTANCIAS QUIMICAS, PRODUCTOS DERIVADOS DEL CARBON, DE HULE Y DE PLASTICO

150,834 156,498 196,724

GRANDE 79,633 87,464 81,605MEDIANO 31,620 32,728 35,387

PEQUEÑO 34,004 29,787 58,189

144

MICRO 5,577 6,518 21,542PRODUCTOS MINERALES NO METALICOS 53,035 56,626 77,318

GRANDE 30,770 31,920 38,442MEDIANO 6,960 6,987 9,817PEQUEÑO 12,340 13,262 14,268

MICRO 2,966 4,457 14,790INDUSTRIAS METALICAS BASICAS 42,895 63,334 19,424

GRANDE 33,404 53,692 14,694MEDIANO 4,254 4,913 2,683PEQUEÑO 4,228 3,801 2,005

MICRO 1,009 928 40PRODUCTOS METALICOS, MAQUINARIA Y EQUIPO 333,669 366,255 327,206

GRANDE 244,675 275,463 192,389MEDIANO 44,606 44,999 37,317PEQUEÑO 37,782 36,639 54,278

MICRO 6,606 9,154 43,220OTRAS INDUSTRIAS MANUFACTURERAS 8,602 9,529 19,532

GRANDE 3,913 5,065 4,740MEDIANO 2,747 2,242 2,926PEQUEÑO 1,942 1,716 5,118

MICRO 0 507 6,746* La suma de los parciales puede no coincidir con los totales debido al redondeo. Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.

145

CUADRO No. 11

NUMERO DE TRABAJADORES MANUFACTUREROS QUE RECIBIERON CAPACITACION POR SUBSECTOR DE ACTIVIDAD Y NIVEL OCUPACIONAL

SUBSECTOR DE ACTIVIDAD Y NIVEL OCUPACIONAL 1989 1991 1994

TOTAL 984,386 1,105,010 1,238,090DIRECTIVOS 22,861 24,319 39,534EMPLEADOS 256,763 297,515 304,155OBREROS ESPECIALIZADOS

249,628 271,718 288,575

OBREROS GENERALES 455,134 511,458 605,825

PRODUCTOS ALIMENTICIOS, BEBIDAS Y TABACO 175,578 204,553 336,984

DIRECTIVOS 3,986 3,996 11,316EMPLEADOS 44,370 55,307 87,060OBREROS ESPECIALIZADOS

39,793 46,367 77,507

OBREROS GENERALES 87,429 98,883 161,099

TEXTILES, PRENDAS DE VESTIR E INDUSTRIA DEL CUERO 142,033 154,190 164,064

DIRECTIVOS 2,385 2,542 3,232EMPLEADOS 26,665 28,693 25,889OBREROS ESPECIALIZADOS

41,575 41,273 34,093

OBREROS GENERALES 71,408 81,682 100,849

INDUSTRIAS DE LA MADERA Y PRODUCTOS DE MADERA 32,909 45,870 29,488

DIRECTIVOS 462 747 716EMPLEADOS 5,338 7,312 2,802OBREROS ESPECIALIZADOS

5,602 6,921 9,494

OBREROS GENERALES 21,507 30,890 16,475

PAPEL Y PRODUCTOS DE PAPEL, 44,830 48,155 67,347

146

IMPRENTAS Y EDITORIALES DIRECTIVOS 1,493 1,783 2,468EMPLEADOS 11,602 13,289 24,629OBREROS ESPECIALIZADOS

13,761 13,733 13,265

OBREROS GENERALES 17,974 19,350 26,984

SUSTANCIAS QUIMICAS, PRODUCTOS DERIVADOS DEL CARBON, DE HULE Y DE PLASTICO

150,834 156,498 196,724

DIRECTIVOS 4,195 4,399 6,827EMPLEADOS 50,186 54,176 64,431OBREROS ESPECIALIZADOS

43,289 43,122 43,624

OBREROS GENERALES 53,164 54,801 81,841

PRODUCTOS MINERALES NO METALICOS 53,035 56,626 77,318

DIRECTIVOS 923 1,045 2,095EMPLEADOS 13,339 14,629 16,058OBREROS ESPECIALIZADOS

14,183 14,770 15,714

OBREROS GENERALES 24,590 26,182 43,449

INDUSTRIAS METALICAS BASICAS 42,895 63,334 19,424DIRECTIVOS 978 1,136 322EMPLEADOS 14,409 21,554 4,899OBREROS ESPECIALIZADOS

14,532 19,309 5,011

OBREROS GENERALES 12,976 21,335 9,190

PRODUCTOS METALICOS, MAQUINARIA Y EQUIPO 333,669 366,255 327,206

DIRECTIVOS 8,243 8,458 11,628EMPLEADOS 88,586 100,100 72,821

OBREROS ESPECIALIZADOS

75,416 84,548 84,308

147

OBREROS GENERALES 161,424 173,149 158,447

OTRAS INDUSTRIAS MANUFACTURERAS 8,602 9,529 19,532DIRECTIVOS 197 214 926EMPLEADOS 2,265 2,455 5,562OBREROS ESPECIALIZADOS

1,478 1,674 5,555

OBREROS GENERALES 4,662 5,186 7,487

* La suma de los parciales puede no coincidir con los totales debido al redondeo. Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.

148

CUADRO No. 12

NUMERO DE ESTABLECIMIENTOS MANUFACTUREROS QUE PROPORCIONARON CAPACITACION A SUS TRABAJADORES POR SUBSECTOR DE ACTIVIDAD Y PRINCIPAL RESULTADO DE DICHA CAPACITACION

SUBSECTOR DE ACTIVIDAD Y PRINCIPAL RESULTADO 1992 1995

TOTAL 18,573 35,072AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 4,960 5,047AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 7,669 16,457DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 2,645 2,218

OTRO 3,299 11,350PRODUCTOS ALIMENTICIOS, BEBIDAS Y TABACO 3,433 9,888

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 785 1,352AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 1,170 4,249DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 869 786

OTRO 609 3,501TEXTILES, PRENDAS DE VESTIR E INDUSTRIA DEL CUERO 3,029 5,480

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 806 232AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 1,516 2,554DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 157 147

OTRO 550 2,547INDUSTRIAS DE LA MADERA Y PRODUCTOS DE MADERA 1,557 1,191

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 530 180AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 350 588DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 85 62

OTRO 592 361PAPEL Y PRODUCTOS DE PAPEL, IMPRENTAS Y EDITORIALES 2,152 3,830

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 468 657AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 1,420 1,910DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 152 121

OTRO 112 1,142SUSTANCIAS QUIMICAS, PRODUCTOS DERIVADOS DEL CARBON, DE HULE Y DE PLASTICO 2,805 3,456

149

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 831 887AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 1,232 1,566DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 351 414

OTRO 391 589PRODUCTOS MINERALES NO METALICOS 1,159 2,143

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 221 541AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 226 683DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 510 336

OTRO 202 583INDUSTRIAS METALICAS BASICAS 343 144

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 68 40AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 112 63DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 15 13

OTRO 148 28PRODUCTOS METALICOS, MAQUINARIA Y EQUIPO 3,951 8,101

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 1,194 799AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 1,589 4,744DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 504 336

OTRO 664 2,222OTRAS INDUSTRIAS MANUFACTURERAS 149 835

AUMENTO LA PRODUCTIVIDAD 57 356AUMENTO CALIDAD DEL TRABAJO 56 96DESARROLLO DE NUEVAS HABILIDADES 2 2

OTRO 34 381* La suma de los parciales puede no coincidir con los totales debido al redondeo. Fuente: Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación. STPS-INEGI.