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TESIS DE LA MAESTRÍA EN GÉNERO, SOCIEDAD Y
POLÍTICA
TÍTULO:
Los emprendimientos de la economía social
desarrollados por mujeres:
¿Constituyen una salida frente a la situación
pobreza?
ALUMNA: RUTH M. RODRIGUEZ
DIRECTORA: PROF. ELENA DÍAZ
FLACSO PRIGEPP
2010
1
INDICE:
- INTRODUCIÓN. Pág. 1
- CAPÍTULO 1: MARCO TEÓRICO Pág. 3
1- Qué entendemos por pobreza pág3
1- La crisis económica en argentina pág5
2- Qué entendemos al hablar de economía social Pág. 6
3- Los emprendimientos de la economía social Pág8
4- Género y economía. Pág. 10
Bibliografía del capitulo. Pág13
- CAPITULO 2. DISEÑO METODOLOGICO. Pág15
• tema de la tesis Pág. 15
• Población objeto de estudio Pág. 15
• Problema de investigación Pág. 16
• Interrogantes a los cuales la tesis pretende dar respuestas: Pág. 16
• Objetivos: Pág. 16
• Diseño metodológico Pág. 17
• Matriz de desarrollo metodológico Pág. 18
- CAPITULO 3: RESULTADOS Pág. 21
Eje 1: trayectoria y características de las emprendedoras Pág. 22
- composición familiar de las mujeres emprendedoras: Pág. 26
- oficio y habilidades propias Pág. 29
- representaciones de género en las emprendedoras Pag3
Eje 2: calidad de vida, pobreza y economía de subsistencia Pág. 33
Tiempo disponible para educación, ocio, recreación Pág. 37
Eje 3 red de relaciones Pág. 38
2
Derecho al trabajo. Pág. 41
Condición de actividad Pág. 43
Propiedad de los medios de producción Pág. 45
Relaciones interpersonales y de género Pág. 46
Eje 4: contenidos y orientaciones de las políticas públicas (programas) en relación a las
mujeres emprendedoras Pág. 48
Conclusiones del capítulo pag50
Anexo 1 Pág. 52
Anexo 2 Pág. 55
Anexo 3 Pág. 55
Bibliografía del capítulo Pág. 57
- CAPÍTULO 4:
GÉNERO Y ECONOMÍA SOCIAL. PROPUESTAS DE POLÍTICAS PÚBLICAS Pág. 58
1- Política de economía social: Pág. 58
a- Breve recorrido histórico de las políticas de economía social Pág. 58
b- Hacia una nueva conceptualización de economía social Pág. 59
c- Las políticas públicas para la economía social: Pág. 61
d- Sobre el plan manos a la obra: Pág. 62
e- Análisis de las políticas de economía social desde la asociatividad de los/as
emprendedores/as Pág. 64
Mujer y economía social Pág. 67
2- Conclusiones y propuesta del capítulo: Pág. 69
3- Bibliografía del capítulo Pág. 73
CONCLUSIONES GENERALES DE LA TESIS: Pág. 75
3
Agradecimientos…
A mi querida directora de tesis profesora Elena Díaz, y a todas aquellas mujeres emprendedoras que me han acompañado, enseñado y enriquecido en este proceso…..
Muchas gracias!
Ruth
4
INTRODUCCIÓN :
El trabajo con mujeres en situación de pobreza y economía social lo realizo con gran
entusiasmo desde hace varios años, precisamente desde mi época de estudiante de la carrera de la
licenciatura de trabajo social. Momento en que el país comenzada un período muy crítico a nivel
social, al que luego haremos una breve referencia.
Mis primeros trabajos en economía social fue con grupos de mujeres del Bª Lihue, el cual
alberga mujeres en una grave situación de marginalidad y vulneración de derechos, y muchas de
ellas se encuentran doblemente excluidas por su situación de migrantes bolivianas. La vida me fue
llevando en relación a esta temática, y al graduarme de trabajo social me surgió la posibilidad de
trabajar en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación también abordando la temática de género
y economía social.
Esta pequeña referencia me permite explicarles el motivo por el cual me propongo realizar un
análisis de los emprendimientos productivos desarrollados por mujeres, orientados a la economía
social y que surgen desde contextos de pobreza y marginalidad, como respuesta a la situación
socioeconómica.
Me inspiro en estas mujeres para realizar mi trabajo de tesis, en ellas que trascienden las
barreras de su hogar, que salen a trabajar y participan en numerosos espacios vinculados con la
producción, tales como las huertas comunitarias, en el campo, en las fábricas recuperadas, a través
de lo que se denominan “grupos productivos”, asociaciones, cooperativas o empresas familiares,
iniciando recorridos hacia proyectos productivos para resolver su autonomía económica.
Demostrándonos las reconocidas estrategias que las mujeres implementan ante las
situaciones críticas, participando de las protestas en las calles, buscando estrategias económicas
tales como los emprendimientos productivos, y fundamentalmente promoviendo la organización
comunitaria como vía para recuperar la dignidad del trabajo.
Es este espíritu de lucha femenina, el que pretendo que sea mi eje orientador, revalorizando
las estrategias de los emprendimientos como alternativa para mejorar las condiciones de vida de las
familias que viven en la pobreza. Destacando que esta fuerza de iniciativa debe ser acompañada por
política sociales que favorezcan y acompañen los procesos de cada emprendedora, eliminando los
obstáculos legales y regulatorios, que estimulan más la inamovilidad y menos la creatividad.
5
Dentro de las propuestas de economía social decido centrarme en emprendimientos
productivos liderados por mujeres ya que estos presentan un especial interés en tanto constituyen
estrategias donde se combinan de manera sinérgica componentes educativos, económicos y de
género, con el resultado de transformaciones profundas en las personas, en los colectivos que
integran y, al interior de éstos, en el vínculo inter-generacional y en muchos casos inter-parental, así
como en las relaciones que llegan a establecerse a nivel de las comunidad y, en algunos casos, en
ámbitos sociales mucho más amplios.
Con la finalidad de adentrarme en esta imbricada relación entre género y economía social
decido que las mujeres emprendedoras inscriptas en el monotributo social 1de la provincia de
Mendoza, sean mi campo de estudio, así como la composición de sus familias, las estrategias de
adaptación laboral, la organización del tiempo, las relaciones familiares, laborales e institucionales
e impactos socio-ambientales que dieron origen a la actividad, a fin de explorar si el desarrollo de
estos emprendimientos se constituyeron en una alternativa de superación de la situación de pobreza.
Interrogantes a los cuales la tesis pretende dar respuestas :
1- ¿Los emprendimientos productivos desarrollados por este grupo de mujeres fueron constituidos
como una estrategia para favorecer una mejor calidad de vida desde un contexto de pobreza y
desempleo?
2- ¿Cuáles fueron las motivaciones que originaron los emprendimientos?
3- ¿Cuáles son las actividades que prefieren las emprendedoras para realizar sus actividades? Se
dedican a actividades relacionadas con tareas domésticas, o más bien aprovechan ésta instancia
para actividades innovadoras?
4- Estos emprendimientos permitieron una mejora en la calidad de vida? ¿En qué sentido?
5- Desde esta experiencia concreta, ¿Cuál puede ser el aporte desde una mirada de género para las
políticas sociales orientadas a la economía social?
Objetivo general
- Analizar los emprendimientos productivos relacionados con la economía social desarrollados por
mujeres en situación de pobreza.
- Explorar si estos emprendimientos contribuirían a resolver la situación de pobreza
- Analizar las políticas públicas dedicadas a la economía social proponiendo estrategias que
favorezcan la situación de las mujeres emprendedoras que viven en condiciones de pobreza.
Objetivos específicos:
1. Desarrollar una caracterización socio demográfica de las mujeres emprendedoras.
2. Explorar las motivaciones y las causas que dieron origen al emprendimiento.
1 Programa perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en el cumplo funciones como responsable en la provincia de Mendoza desde el año 2006.
6
3. Conocer en qué medida el emprendimiento ha permitido un desarrollo personal y social.
4. Analizar si estos proyectos promueven la participación comunitaria y la creación de redes.
5. Conocer cuál es la interpretación de las políticas públicas destinadas a la economía social
que tienen las emprendedoras.
CAPÌTULO I
7
MARCO TEORICO
En el marco teórico propongo realizar un análisis teórico de los emprendimientos
productivos desarrollados por mujeres, orientados a la economía social y que surgen desde
contextos de pobreza y marginalidad, como respuesta a la situación socioeconómica. Analizaré
teóricamente y desde una mirada de género las variables: pobreza, economía social, y
emprendimientos productivos.
En primer lugar realizare un análisis de la pobreza en Argentina, y la alternativa de los
emprendimientos productivos como una estrategia de abordaje de ésta situación socioeconómica.
Para lo cual me remito a una breve referencia histórica desde la crisis del 2001 en Argentina,
acontecimiento que significó un aumento de pobreza, el desempleo y la marginalidad, como así
también un aumento de estrategias de supervivencia, por las cuales muchas mujeres salieron a
trabajar fuera de sus hogares, participando en numerosos espacios vinculados con la producción,
tales como los talleres familiares, las huertas comunitarias, las fábricas recuperadas, a través de lo
que se denominan “grupos productivos”, asociaciones, cooperativas o empresas familiares,
iniciando recorridos hacia proyectos productivos para resolver su autonomía económica.
Una vez mas la experiencia nos muestra las reconocidas estrategias que las mujeres
implementan ante las situaciones críticas, vale destacar que las mujeres fueron, antes que los
hombres, las que comenzaron a enfrentar el hambre y la desocupación participando de las protestas
en las calles, buscando estrategias económicas tales como el trueque, y fundamentalmente
promoviendo la organización comunitaria como vía para recuperar la dignidad del trabajo.
Es este espíritu de lucha femenina, el que pretendo que sea mi eje orientador de mi tesis,
revalorizando en este marco teórico las estrategias de los emprendimientos como alternativa para
mejorar las condiciones de vida, promover la autogestión y generar procesos de ciudadanía.
Destacando que esta fuerza de iniciativa debe ser acompañada por políticas sociales que favorezcan
y acompañen los procesos de cada emprendedora, eliminando los obstáculos legales y regulatorios,
que estimulan más la inamovilidad y menos la creatividad.
1- QUE ENTENDEMOS POR POBREZA
Como eje orientador y conceptual se entiende la pobreza desde su carácter es complejo,
relacional y multidimensional. En la actualidad, se está tratando de incluir las dimensiones tanto
materiales como no materiales de la pobreza, dimensiones relacionadas con el aumento y
fortalecimiento del capital social de la población pobre por medio de su participación en las redes
8
sociales de intercambio educación, trabajo, información, poder político. Este mejoramiento de sus
niveles de participación aumenta la cultura democrática y solidaria en la sociedad.2
Se considera a la pobreza como la privación de activos y oportunidades esenciales a los que
tienen derecho todos los seres humanos, relacionada con el acceso desigual y limitado a los recursos
productivos y con la escasa participación en las instituciones sociales y políticas.
La situación de pobreza en la que se encuentran inmersos cada uno de estos
emprendimientos desarrollados por mujeres deriva de un acceso restrictivo a la propiedad, de un
ingreso y consumo bajo, de limitadas oportunidades sociales, políticas y laborales, de bajos logros
en materia educativa, en salud, en nutrición y del acceso, del uso y control sobre los recursos
naturales y en otras áreas del desarrollo.
La pobreza está directamente relacionada con los patrones de empleo, así como con las
desigualdades y procesos de discriminación existentes en la sociedad. Las diferencias regionales, el
ser residente urbano o rural, la edad, la pertenencia a una minoría étnica y la condición de hombre o
mujer son ejes donde se manifiesta la desigualdad y que contribuyen a perpetuarla.
A fin de poder ampliar más la visión y el impacto de los emprendimientos económicos
productivos se debe replantear la medición que nuestro país realiza de la pobreza. Debido a que la
medición de la pobreza y de la exclusión en muchos casos no nos permite acercarnos a la realidad.
Si bien los datos pertinentes a la medición de la pobreza puede expresar la cara más visible de la
exclusión, es evidente también la capacidad de las mujeres emprendedoras para integrarse a la
economía y a la autogestión comunitaria.
Según Arriagada los principales enfoques en la medición de la pobreza son: el enfoque de la
pobreza absoluta y el enfoque de la pobreza relativa. El primer enfoque basado en la dimensión
biológica, parte de lo que los seres humanos requerimos como mínimo para sobrevivir y se refiere a
los hogares o a las personas que no pueden satisfacer las necesidades alimentarias mínimas para
subsistir, cualquiera sea el contexto en que vivan. El método de medición se realiza por medio del
ingreso y de líneas de pobreza o de necesidades básicas insatisfechas, según la autora la
combinación de ambos métodos se conoce como el método integrado de medición de la pobreza. La
mayor dificultad encontrada en este enfoque es que no permite medir las diversas formas en que se
distribuyen al interior del hogar los recursos en términos de edad y sexo de sus integrantes.
El enfoque de la pobreza relativa se basa en la posición de personas o familias en
comparación o relación con otras de una misma comunidad. Esta medición tiene la ventaja de tomar
en consideración la carencia relativa: esto es las condiciones que no están a la altura de los niveles
preponderantes de consumo en un país determinado. Dada la dificultad de establecer un estilo de
2 Arriagada, Rosario. Pobreza, Globalización y Género: Avances teóricos, de investigación y estrategias. PRIGEPP. FLACSO.2008
9
vida compartido y aprobado por la comunidad, es difícilmente operacionalizable pero presenta la
ventaja de introducir el elemento de contexto en el que se produce la pobreza.
Remitiéndose a Figueroa en el Informe de Desarrollo Humano del Perú, Arriagada
menciona que “Lo que llama la atención en América Latina es la capacidad de los excluidos para
ocupar espacios modernos de empleo y de ingresos, conseguir servicios básicos y convertirse en
actores sociales con capacidad emprendedora. En efecto, la situación en que los nuevos pobladores
viven no puede analizarse sólo en términos de carencia, sino también como procesos de
acercamiento hacia el margen de la vida moderna”3.
1. a – LA CRISIS ECONÓMICA EN ARGENTINA
La situación económica, social e institucional de Argentina se tornó cada vez más crítica, lo
que desembocó en la crisis financiera, el estallido social y la consiguiente crisis político-
institucional de fines de 2001, obteniendo como resultado más visible un enorme crecimiento de la
pobreza y la exclusión social, como principal consecuencia de la distribución regresiva del ingreso
y el incremento del desempleo, la subocupación y la precarización del trabajo.
Ante este estallido social, se acuerda en la necesidad de abandonar gradualmente las
políticas sociales compensatorias, con la finalidad de reinsertar productivamente a los sectores
afectados por la exclusión social, re- descubriendo un nuevo actor social existente que se
encontraba desestructurado, disperso y desvalorizado. Y dotar a este actor de herramientas que
permitan el desarrollo de identidad, creatividad, y trabajo, superando la lógica de la pasividad de la
espera de soluciones asistenciales
Es aquí donde juega un rol importante la economía social, organizada desde la figura de los
emprendimientos productivos, los cuales tienen como función ayudar a construir o reconstruir
circuitos de producción y circulación de bienes y servicios, enriqueciendo el entramado social,
sirviendo de punto de incorporación de los sectores marginales y excluidos, ampliando el acceso al
trabajo, captando y potenciando las capacidades y energías sociales existentes, colaborando en la
emergencia de nuevas fuerzas emprendedoras, facilitando la autonomía de las personas al producir
promoción laboral auto sustentable, mejorando la formación para el trabajo en equipo, produciendo
lazos de solidaridad y cooperación.
Esta situación contribuye a su vez a “generar ciudadanía” en las personas involucradas. En
este sentido es que pretendo orientar mi tesis, en la propuesta de los emprendimientos productivos
conceptualizados desde la economía social no solo como un instrumento de reducción de la
pobreza, sino como un espacio generador de inclusión social a través del trabajo.
3 Arriagada, Irma y Carmen Torres (editoras). NUEVAS DIMENSIONES DE GÉNERO Y POBREZA: UNA INTRODUCCIÓN. Santiago de Chile. 2005
10
2- QUE ENTEDEMOS AL HABLAR DE ECONOMIA SOCIAL:
En la bibliografía actual escrita hay una amplia variedad de definiciones de economía social,
entre las conceptualizaciones teóricas que podemos mencionar me remito fundamentalmente a la
propuesta de J.P. Coraggio, quien propone una concepción que pretende superar la opción entre el
mercado capitalista (al que asocia con la Economía “a secas”) y un Estado central planificador y
regulador de la economía (al que asocia con las variantes del socialismo y la Economía Política).
Utilizando el término de “Economía Social”, por su estatus teórico ya alcanzado, para contraponerlo
a las vertientes de la Economía “a secas” y la Economía Política (Ver anexo 1).4
Por lo cual la economía social supone que el mercado capitalista debe ser superado porque
es alienante en sí mismo y máxime por estar dominado por el poder de los grupos monopólicos, que
manipulan los valores, necesidades y formas de socialización a través de su control de la
comunicación social y además ahora tiende a excluir ingentes mayorías del derecho mismo a ser
consumidor y productor. Planea que el Estado centralizado debe ser superado, porque sustrae poder
de la sociedad y asume la representación de un bien común nacional, actuando como delegado que,
en ausencia de una democracia sustantiva, fácilmente cae en la tentación de obedecer a los intereses
de los grupos económicos más concentrados, haciendo “gobernable” un sistema injusto y
socialmente ineficiente.
Esa doble superación se lograría evitando la separación entre economía y sociedad que
caracteriza al paradigma neoliberal, pero a la vez evitando la intrusión de la política. Tal vez así se
entienda su denominación expresa de “Economía Social”. 5
La economía social toma como eje principal procura analizar los agentes económicos
insertos en una identidad social, una historia y en un mundo simbólico e institucional que
denominamos cultura. Al ver la economía como inseparable de la cultura, la Economía Social la
mira como espacio de acción constituido no por individuos utilitaristas buscando ventajas
materiales, sino por individuos, familias, comunidades y colectivos de diverso tipo que se mueven
dentro de instituciones decantadas por la práctica o acordadas como arreglos voluntarios, que actúan
haciendo transacciones entre la utilidad material y valores de solidaridad y cooperación, limitando
(no necesariamente anulando) la competencia.
Se trata de poner límites sociales al mercado capitalista y, si es posible, construir mercados
donde los precios y las relaciones resultan de una matriz social que pretende la integración de todos
4 Para situar mejor lo que vamos a llamar “Economía Social”, el anexo presenta muy esquemáticamente -para aquellos lectores no economistas interesados en el tema- la contraposición entre tres formas de pensar lo económico: la neoclásica y la keynesiana, referidas como “economía a secas” y la economía política.
5 Coraggio, José Luis. La Economía Social como vía para otro desarrollo social. Urbanred. 2007.
11
con un esfuerzo y unos resultados distribuidos de manera más igualitaria. Para esta visión, el
desarrollo de la vida de las personas y comunidades es favorecido por la acción colectiva en
ámbitos locales, donde los conflictos de intereses y la competencia pueden ser regulados de manera
más transparente en el seno de la sociedad, donde las relaciones interpersonales fraternales puedan
afianzarse sobre vínculos productivos y reproductivos de cooperación, generando asociaciones
libres de trabajadores antes que empresas donde el trabajo es subordinado al capital autoritario por
la necesidad de obtener un salario para sobrevivir. Por lo cual lo local, lo cotidiano, permitiría
superar la alienación que implica la concentración de poder en el Estado Nacional.
Esta economía es social porque produce sociedad y no sólo utilidades económicas, porque
genera valores de uso para satisfacer necesidades de los mismos productores o de sus comunidades
–generalmente de base territorial, étnica, social o cultural- y no está orientada por la ganancia y la
acumulación de capital sin límites. Porque vuelve a unir producción y reproducción, al producir
para satisfacer de manera más directa y mejor las necesidades acordadas como legítimas por la
misma sociedad. Pero para ser socialmente eficiente no le alcanza con sostener relaciones de
producción y reproducción de alta calidad. Su fundamento es, sin duda, el trabajo y el conocimiento
encarnado en los trabajadores y sus sistemas de organización, pero la base material de la economía
exige contar con medios de producción, crédito, tener sus propios mercados o competir en los
mercados que arma el capital.
Las organizaciones de la economía social pueden ser denominadas “empresas”, pero no son
empresas capitalistas “con rostro social, o humano”. Su lógica es otra: contribuir a asegurar la
reproducción con calidad creciente de la vida de sus miembros y sus comunidades de pertenencia o,
por extensión, de toda la humanidad. Su gobierno interno se basa en la deliberación entre miembros
que tienen cada uno un voto, pero admite la división del trabajo, sistemas de representación y
control de las responsabilidades. No están exentas, sin embargo, de desarrollar prácticas que
conspiran contra los valores trascendentes o los objetivos prácticos declarados, pero desde el inicio
se autodefinen como “sin fines de lucro”, lo que no las vuelve anticapitalistas, pero si no-
capitalistas.
2.1- LA ECONOMIA SOCIAL Y LOS PROCESOS DE INCLUSIÓN SOCIAL
Hay otra diferenciación dentro de las corrientes de economía social que nos parece
importante: la amplitud social o la focalización en los pobres. Ante la exclusión masiva generada
por el sistema socioeconómico dominante, individuos, familias, grupos, y comunidades han
desplegado múltiples iniciativas de sobrevivencia, innovando o volviendo a viejas prácticas. En
parte han sido ayudados a esto por organizaciones que han canalizado recursos para la
sobrevivencia e impulsado la asociación, la formación de redes o determinados modelos de acción.
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Esas intervenciones han estado en gran medida focalizadas en los sectores más golpeados, los
indigentes, los pobres, los excluidos.
Sin embargo, el sistema ha generado también otro fenómeno que debe encontrar respuesta:
la polarización social y la estigmatización de la pobreza y la indigencia, condiciones para sostener
social y políticamente el modelo asistencialista como la cara buena (política) de la globalización del
capital (economía). Se ha asociado pobreza con delincuencia, con droga, con ilegalidad, con
irracionalidad, con incapacidad. Cuando ya logramos dejar de hablar de “discapacitados” y
hablamos y actuamos en relación a personas con capacidades especiales, el proyecto conservador
requiere etiquetar como discapacitados a los pobres, y someterlos a procesos de ghetización,
separación, saneamiento social.
La visión de economía social que estoy planteando es mucho mas amplia de lo que
popularmente se cree, cuando hablamos de Economía Social no nos referimos a una economia para
los más pobres, sino que debe ser una propuesta para todos los ciudadanos que además se asegura
de lograr la inclusión de los pobres, de los excluidos. No se trata de una mirada asistencial hasta que
se reactive la economía y el empleo, porque no se van a reactivar al punto de reintegrar a los hoy
excluidos, al menos no en varias décadas y, mientras tanto, las pérdidas de vidas humanas
biológicas sociales e intelectuales serán irrecuperables. Se trata de activar ya las capacidades de
todos los ciudadanos excluidos del trabajo, y propiciar el desarrollo de lazos sociales vinculados a la
satisfacción de una amplia variedad de necesidades materiales, sociales y de la recuperación de los
derechos de todos.
3- LOS EMPRENDIMIENTOS DE LA ECONOMIA SOCIAL:
Decido centrar mi tesis en los emprendimientos productivos liderados por mujeres ya que
estos presentan un especial interés en tanto constituyen estrategias donde se combinan de manera
sinérgica componentes educativos, económicos y de género, con el resultado de transformaciones
profundas en las personas, en los colectivos que integran y, al interior de éstos, en el vínculo inter-
generacional y en muchos casos inter-parental, así como en las relaciones que llegan a establecerse
a nivel de las comunidad y, en algunos casos, en ámbitos sociales mucho más amplios.
Estos emprendimientos producen la satisfacción de un conjunto de necesidades como la
integración social y económica de sectores seriamente afectados por el sistema económico,
preservando y promocionando formas y tecnologías productivas tradicionales, así como la
diversidad cultural. Los mismos pueden estar vinculados a uno o varios programas estatales que
proveen de recursos en menor proporción, o ser independientes de esos programas. Entre los
primeros están las huertas orgánicas familiares y comunitarias, algunos comedores comunitarios,
algunos servicios de salud, algunas empresas recuperadas. Entre los segundos, están las múltiples
13
actividades emprendidas por las organizaciones de la sociedad civil, los mercados sociales,
emprendimientos de transporte, cooperativas de trabajo y de producción; organizaciones de base
nucleadas alrededor de emprendimientos específicos como hornos de pan y de ladrillo, algunos
servicios de salud, escuelas cooperativas; agrupaciones de vecinos con fines específicos.
Más allá de la actividad productiva a la que se dediquen, los emprendimientos de la
economía social tienen características comunes, algunas de las cuales son:6
- Participación voluntaria
- Promoción de la satisfacción de necesidades de actores sociales involucrados, por fuera de los
emprendimientos de la economía del capital, y de la economía pública.
- Estructura de toma de decisiones democrática, basadas en la gente y no en los recursos.
- Promoción de la autogestión.
- Tendencia a trabajar en redes.
- La distribución se realiza con un criterio de equidad, definido por consenso. Estos criterios, en
general, son tres: el trabajo realizado, medido en horas, muchas veces consideradas en forma
diferencial, pero también consideradas en forma uniforme (con el criterio de cooperativa de
trabajo); la producción (con el criterio de cooperativa de producción).
- la autogestión, aunque puedan recibir recursos del Estado, o de alguna persona vinculada a la
actividad privada.
- la apertura hacia el sistema social donde están insertos, tanto para recibir como para transferir
bienes, servicios y conocimiento.
- transmisión de los oficios de forma interparental e intergeneracional
Para la conceptualización de los emprendimientos de ESS, es necesaria la consideración de
las características comunes señaladas. No así la inclusión del lucro y el excedente, a pesar de
utilizarse profusamente el término “organizaciones sin fines de lucro”, no está claro que es lo que se
define por lucro; o lo que es más preocupante, lo que se define no implica necesariamente claridad
ni característica de agrupamiento.
Asociación sin fines de lucro es una expresión que habitualmente se utiliza para decir que
sus integrantes no buscan beneficios pecuniarios privados, y que no habrá distribución de
excedentes pecuniarios entre sus asociados; a veces, se va más adelante, y se dice que son sin fines
de lucro aquellas organizaciones que no distribuyen beneficios entre sus asociados, sin definir que
se entiende por beneficio. Y esto no alcanza para definir que un emprendimiento es de la economía
social.7
6 Tomado de la observación personal y de Coraggio (2002) y García Delgado y De Piero (2002). Boavita, Liliana y Lowy. Los emprendimientos de la economía Social.
7 Bonavita, Liliana y Lowy, Claudio. - Emprendimientos de Economía social en el Desarrollo Local – “14
Consideramos que la equidad en la distribución define mejor, con más precisión, si se trata
de un emprendimiento de la economía social, que el lucro o la distribución del excedente. De todos
modos, no es suficiente, por ello se incluyen también las otras características para definir este tipo
de emprendimiento.
Los emprendimientos a los que nos referimos están insertos en la lógica de la economía
social y el desarrollo local, dado que ambos ponen de relieve y valorizan la satisfacción de las
necesidades con recursos escasos, gestionando saber hacer y las capacidades de cada uno de los
sujetos, promoviendo la organización democrática, participativa, autogestionada y equitativa de la
producción y distribución de bienes y servicios.
Promoviendo la autogestión comunitaria, proponiendo la formación de redes, desde los
emprendimientos de economía social, en redes sociales y económicas, en asociaciones de segundo y
tercer grado; y desde la economía social y el desarrollo local, proponiendo las micro regiones
cuando las dimensiones de las jurisdicciones de los municipios son pequeñas, así como las
vinculaciones entre micro regiones y localidades.
El desarrollo de emprendimientos de economía social, permitirían a la vez que satisfacer
necesidades de actores sociales locales, incrementar los recursos disponibles por el gobierno local;
aun en el caso de que no fueran recursos dinerarios, permitirían la satisfacción de las demandas de
los actores sociales locales.
4- GÈNERO Y ECONOMÌA:
La situación de la mujer en el terreno social en general, y en el ámbito económico y laboral
en concreto, es objeto de creciente atención científica, la progresiva incorporación de la mujer al
mundo del trabajo y los consecuentes cambios en la relaciones familiares y sociales, de ello
derivados, han multiplicado los esfuerzos científicos y políticos a favor de la igualdad en hombres y
mujeres.
Durante años las mujeres han luchado permanentemente para transformar las estructuras
familiares y el papel que en ellas se les asigna, rompiendo prejuicios sociales derivados de su
incorporación al mundo laboral. No obstante, vemos permanentemente las continuas experiencias
de discriminación y de desigual consideración entre los géneros constatables en una menor
participación laboral fuera del ámbito doméstico, mayor inestabilidad en el empleo, inferior
remuneración y mayores índices de paro por parte de las mujeres, ello sin olvidar las grandes
dificultades que supone para éstas combinar las responsabilidades laborales y las obligaciones
familiares y personales.
La situación laboral discriminatoria y desigual de la mujer se hace presente, por un lado en
la concentración de determinados oficios y profesiones, bajo el trasfondo de prejuicios sobre
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capacidad, respecto de, y por parte, de los hombres. Se trata de la denominada segregación
horizontal, que tiende a relegar mayoritariamente a las mujeres a actividades relacionadas con los
servicios personales y de atención de las personas (hotelería, docencia, limpieza, servicios sociales).
La mujer encuentra grandes dificultades para acceder a cargos mejor remunerados, de alta
responsabilidad y dirección. A esta situación la denominamos “segregación vertical” la cual viene
vinculada al tópico de la mayor capacidad de liderazgo por parte de los hombres. Resulta indudable
que en la cuestión biológica y en el tema reproductivo se determina una mayor implicación de la
mujer que le ocasiona dificultades para mantener la disponibilidad total que estas cuestiones
laborales presentan (horarios ilimitados, viajes frecuentes, etc.).
El análisis de Coraggio que ya hemos presentado complementa los aportes de la economía
feminista, acerca de la “naturaleza” cultural de las prácticas económicas, al observar que las
economías, (no hay una sola) son sistemas culturales que están insertos en cosmologías y esquemas
de valor particulares8.
Por lo tanto la economía no es un segmento aislado de la sociedad, sino que era “incrustada”
en ella, y por tanto las prácticas económicas que se desarrollan en diversos espacios de la sociedad
son generadoras de relaciones sociales y están determinadas por las dinámicas simbólicas que
ocurren dentro de esos espacios. Esto significa además que la cultura desempeña un papel
fundamental en la definición de categorías económicas y en la construcción y definición de las
relaciones de poder y por lo tanto los análisis de prácticas económicas deben ser vistos a través del
sistema de representaciones de cada grupo específico, de acuerdo a sus pautas culturales. Por lo cual
la función de la economía como un sistema cultural, es el de “resolver el conjunto de necesidades de
sus miembros, incluyendo la construcción social de las necesidades (que no son pre-sociales) junto
con el modo de resolverlas” 9
No obstante, esta visión deja de lado la importancia simbólica de las prácticas económicas,
que adquieren especial relevancia en un contexto de globalización, fenómeno en que se transforman
identidades pero a la vez se profundizan y anulan posibilidades de vida con dignidad para los
sectores excluidos del sistema.
En la práctica cotidiana de las mujeres que trabajan en los emprendimientos productivos, su
labor no es solo para ellas una “red de circulación de recursos materiales” sino también un sistema
simbólico; que proporciona maneras de ordenar la realidad, y de encontrar alternativas a la situación
de pobreza, va mas allá de “un trabajo”, de generar un ingreso para satisfacer sus necesidades
básicas, es una actividad que da sentido a sus vidas.
8 Ferraro, Emilia 2002 “Reseña del libro Carolina Humphrey y Stephen Hugo- Jones (comp) 1997. Trueque intercambio y valor: un acercamiento antropològico”, en Revista Iconos (Quito) nª14.9 Coraggio, JL. “hacia una proyecto de economía social centrada en el trabajo: contribuciones de la Antropología Económica”. 2002.
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Coraggio aboga por la dignidad que merecen los emprendimientos familiares como formas
auténticas de economía, por su propio derecho. “Estos no son simples apéndices del sistema
capitalista, (…) indicando que el capitalismo los ve como formas retrógradas, como son
“cooperativas de ahorro y crédito, o los emprendimientos familiares, vistos como microempresas
atrasadas porque no objetivan las relaciones de trabajo ni separan la “economía de la empresa” de la
“economía del hogar”. (Coraggio 2002).
La diferencia estructural entre un sistema de empresas capitalistas, cuyo objetivo es la
acumulación de las ganancias de sus propietarios y que para ello manipulan el sistema de
necesidades y contribuyen a satisfacer solamente las demandas solventes, y un sistema de
emprendimientos de economía popular, cuyo objetivo es la satisfacción de las necesidades de sus
miembros y que acumula sólo como condición de la mayor eficiencia en el logro de ese objetivo.
Siendo que la mayoría de los emprendimientos de la economía social son llevados a cabo por
mujeres, se observa un vínculo entre la esfera del comercio y la esfera del comercio (informal) –
consumo a través de los roles tradicionales de género y los bienes y las prácticas relacionados, en
donde esta última es considerada como una extensión de la primera.
Según Coraggio “la economía social es una extensión que se adquiere en la unidad
domestica, y allí la mujer es la que juega el papel cantante, es la jefa de hogar.
Así es como las mujeres perciben el rol de ama de casa de la mujer de manera asociada a la
oportunidad de realizar su emprendimiento (elaboración de dulces, costura, pan, etc.), otros
interpreta este rol como una antitesis del trabajo (asalariado), como un no-trabajo, como un
“hobbie”, en donde el hombre es el que trabaja, porque se ausenta todo el día de la casa, mientras
que la mujer tiene “hace arreglos de costura”, (o la actividad que realice, sin ser nombrada como un
trabajo).
El autor reconoce la coexistencia de valores en los emprendimientos de la economía social:
“se propone un sistema de valores dirigido a reforzar o extender los valores de la unidad doméstica,
de la reciprocidad, la ayuda mutua, etc. Que debe coexistir junto con otros valores propios de la
economía capitalista: el individualismo, la competencia, el desencanto con el mercado, etc, y en
general con las propuestas de acción colectiva. Según el autor las diferentes instituciones que
conforman la economía social, en especial lo emprendimientos, se relacionan con las diferentes
actividades que se realizan en la unidad domestica. En una organización mas compleja de
producción, ahí entran los hombres, entra la acumulación, entra el capital, entra el patriarcado, (…)
constituyéndose la unidad domestica como el punto de partida de una nueva organización de la
economía.” 10
10 Coraggio, J. “Las redes del trueque como institución de la economía popular” En: economía popular urbana.Cartillas del Programa de Desarrollo Local. (Buenos Aires nº1) 1998
17
Considerando los cambios demográficos que actuales, donde las mujeres tienen un
protagonismo importante, las unidades domésticas se han diversificado, incrementándose el número
de hogares nucleares y unipersonales, y hogares con jefatura femenina, todos estos cambios son
importantes analizados desde esta nueva organización de la economía a través de las unidades
domésticas.
BIBLIOGRAFIA DEL CAPITULO:
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en http/: www.campus-oei.org/bancoseyt
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Local y Economía Social” – FLACSO 2002 – Buenos Aires.
• Bonavita, Liliana y Lowy, Claudio. - Emprendimientos de Economía social en el Desarrollo
Local – “Emprendimientos de economía social solidaria en el desarrollo local ”. Buenos
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lucro en Argentina" .1995
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2002
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popular urbana. Cartillas del Programa de Desarrollo Local. (Buenos A
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1997. Trueque intercambio y valor: un acercamiento antropológico”, en Revista Iconos
(Quito) nª14.
• García Delgado, Daniel y De Piero, Sergio. “Economía social y la Crisis. Una aproximación
inicial”. Mimeo texto del área de Estado y Políticas Públicas, FLACSO. Buenos Aires.2002.
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Cooperativismo y Desarrollo Sostenible - Alternativas de Diversificación Productiva” -
Grupo de Investigaciones del Sector Socio agropecuario - Instituto de Investigaciones
Socioeconómicas – Facultad de Ciencias Sociales - Universidad Nacional de San Juan.
• Lipsey, Richard (1979). “Introducción a la economía positiva”. Editorial Vicens – Vives.
S.A. Barcelona. Décima Edición.
18
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Social y Económica” – Revista Realidad económica Nº 174, Agosto/Septiembre 2000 –
IADE – Buenos Aires.
• Samuelson, Paul A(1973). “Curso de Economía Moderna”. Editorial Aguilar. Madrid.
Decimoséptima Edición.
• Sajardo, Antonia y Bakaikoa, Baleren. “Economía Social y Género”. CIRIEC. Revista de
Economía Pública, Social y Cooperativa. CIRIEC. España. 2004
• Stegman Carolina, (2002) “La Argentina que puede” Revista Tercer Sector. Año VIII Nº 39,
Octubre 2002. Buenos Aires.
• Valsecchi, Francisco (1979) – “Que es la economía” -. Editorial Columba. Buenos Aires.
Duodécima Edición.
CAPITULO 2
19
DISEÑO METODOLOGICO:
• Tema de la Tesis
A fin de desarrollar la temática de la tesis Los emprendimientos de la economía social: ¿Una
salida frente a la pobreza?, se define como campo de estudio a los emprendimientos productivos
liderados por mujeres, y que surgen en un contexto de pobreza y desempleo.
Si bien estos emprendimientos no permiten generar un salto cuali y cuantitativo respecto al
contexto del que surgieron, están orientados con roles domésticos, manteniéndose en una economía
de subsistencia; presentan un especial interés en tanto constituyen estrategias donde se combinan de
manera sinérgica componentes educativos, económicos y de género, con el resultado de
transformaciones profundas en las personas, en los colectivos que integran y, al interior de éstos, en
el vínculo inter-generacional y en muchos casos inter-parental, así como en las relaciones que
llegan a establecerse a nivel de las comunidad y, en algunos casos, en ámbitos sociales mucho más
amplios.
Población objeto de estudio:
Con la intención de vincular las categorías de género y pobreza, me parece adecuado
remitirme al colectivo de mujeres emprendedoras de la provincia de Mendoza inscriptas al Registro
Nacional de Efectores del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, bajo la categoría de
personas físicas desde 01/01/ 2007 al 31/12/2008, así como la composición de sus familias, las
estrategias de adaptación laboral, la organización del tiempo, las relaciones familiares, laborales e
institucionales e impactos socio-ambientales que dieron origen a la actividad.
De la base de datos de enero del 2007 a diciembre del 2008, se puede constatar que al
Registro Nacional de Efectores se inscribieron 1226 personas físicas en la provincia de Mendoza,
de ese total 671 son mujeres emprendedoras, este el colectivo de mujeres con los que
trabajaremos.11
11 UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LA PROVINICIA DE MENDOZA, ARGENTINA Mendoza es una de las provincias de la República Argentina, localizada en el centro oeste del país y abarca lo que se denomina la Región de Cuyo del país. Limita al este con la provincia de San Luis, al norte con San Juan, al oeste posee límites con Chile y hacia el sur con La Pampa y Neuquén .La capital administrativa es la ciudad de Mendoza y es uno de los centros urbanos más importantes del país Emplazada a su vez al pie de la Cordillera de los Andes, tiene 110.993 habitantes, que en conjunto con el denominado Gran Mendoza asciende a casi 900.000 habitantes. Sus coordenadas son Coordenadas: 32°52'57" Sur y 68°49'19" Oeste. Su actividad económica está ligada con la industria del vino, entre otros alimentos, la extracción del petróleo y es un importante centro universitario y turístico, muchos de ellos situados a orillas de los ríos Tunuyán y Mendoza.
20
TOTAL DE EMPRENDEDORAS
45%
55%
mujeres varones
Ilustración 1 Total de mujeres emprendedoras
inscriptas en el Registro Nacional de Efectores en Mendoza
Problema de investigación: las mujeres emprendedoras de la provincia de Mendoza desarrollan
emprendimientos productivos a fin de resolver la situación de pobreza y desempleo, sin embargo
sufren informalidad y desigualdad en sus condiciones laborales. No son asesoradas y acompañadas
en este proceso, dificultando sus posibilidades para desarrollar tareas innovadoras, generar un salto
cuali y cuantitativo, y permanecer en el tiempo.
Interrogantes a los cuales la tesis pretende dar respuestas:
¿Los emprendimientos productivos desarrollados por este grupo de mujeres fueron
constituidos como una estrategia para favorecer una mejor calidad de vida desde un contexto de
pobreza y desempleo?
¿Cuáles fueron las motivaciones que originaron los emprendimientos?
¿Cuáles son las actividades que prefieren las emprendedoras para realizar sus
actividades? Se dedican a actividades relacionadas con tareas domésticas, o más bien
aprovechan ésta instancia para actividades innovadoras?
Estos emprendimientos permitieron una mejora en la calidad de vida? ¿En qué sentido?
Desde esta experiencia concreta, ¿Cuál puede ser el aporte desde una mirada de género
para las políticas sociales orientadas a la economía social?
Objetivos:
A. Objetivo general
Analizar los emprendimientos productivos relacionados con la economía social desarrollados
por mujeres en situación de pobreza.
Explorar si estos emprendimientos contribuirían a resolver la situación de pobreza
21
Analizar las políticas públicas dedicadas a la economía social proponiendo estrategias que
favorezcan la situación de las mujeres emprendedoras que viven en condiciones de pobreza.
Objetivos específicos:
Desarrollar una caracterización socio demográfica de las mujeres emprendedoras.
Explorar las motivaciones y las causas que dieron origen al emprendimiento.
Conocer en qué medida el emprendimiento ha permitido un desarrollo personal y social.
Analizar si estos proyectos promueven la participación comunitaria y la creación de redes.
Conocer cuál es la interpretación de las políticas públicas destinadas a la economía social que
tienen las emprendedoras.
Diseño Metodológico
El diseño metodológico de este trabajo propone el estudio de las mujeres que desarrollan
emprendimientos en el marco de la economía social, y se encuentran en condiciones de pobreza y
precariedad laboral. La temática de investigación se orientará en las características de estos
emprendimientos, en la modalidad de trabajo, y en la opción y temática elegida para los mismos,
generalmente relacionada con roles domésticos, manteniéndose en una economía de subsistencia.
Desde estas categorías me propongo realizar un recorrido de las experiencias de las mujeres que
trabajan en emprendimientos socio productivos, inscriptas en el Registro Nacional de Efectores del
Ministerio de Desarrollo Social de la Nación de la provincia de Mendoza, para luego dimensionar el
universo de análisis, identificar los diferentes actores que se pueden observar y entrevistar,
identificar patrones de comportamiento e imágenes dignas de registrar.
Considero importante tomar esta base de datos de todas las inscriptas siendo que la misma
representa distintos sectores de la provincia de Mendoza, y por tanto de las distintas realidades de
las emprendedoras, viviendo en zonas urbano marginales, rurales, y rural- marginal.
Creo también importante trabajar desde este grupo objeto de estudio a fin de poder observar la
influencia de las políticas públicas estatales en la economía social, siendo que este grupo de mujeres
comienza su actividad sin estar vinculada con ningún tipo de ayuda estatal para luego vincularse de
distintas formas a ellas. Realizando un análisis comparativo entre el antes y el después se puede
observar la influencia de estas políticas.
El proceso de investigación pondrá el acento también en el análisis crítico de las relaciones de
poder en que se hallan involucradas cada una de las mujeres.
22
A continuación en la Tabla 1 se incluye la Matriz del Desarrollo Metodológico que seguirá el
proceso de investigación:
23
MATRIZ DE DESARROLLO METODOLÓGICO
EJES
PRINCIPALES
CATEGORÍAS TÉCNICAS INSTRUMEN
TOS
FUENTES TIPOS DE RELACIONES
Trayectoria y
características de
las emprendedoras
Caracterización
general: edad,
escolaridad
Entrevista estructurada Guía de entrevista Mujeres emprendedoras
Análisis descriptivo
Composición familiar
de las mujeres
Entrevista estructurada
Registro fotográfico
Guía de entrevista
Cámara fotográfica
Grabador
Mujeres emprendedorasAnálisis descriptivo
Situación socio
ambiental
Hacinamiento
Entrevista
semiestructurada
Visitas domiciliarias
Levantamiento de
notas de campo
Mujeres emprendedoras
Informantes claves en la
comunidad
Interpretación diagnóstica
Análisis de relaciones de poder
Análisis comparativo de género
Oficio y habilidades
propias
Entrevista semi
estructurada
Historias de vida
Guía de entrevista
Grabador
Registro escrito
Mujeres emprendedorasAnálisis relacional temporal
Historia y
experiencia laboralEntrevista
semiestructurada
Guía de entrevista Mujeres emprendedoras Análisis relacional temporal
Representaciones de
género en las
emprendedoras
Participante como
observador
Talleres grupales.
Encuesta
Mujeres emprendedoras
Informantes clave
Análisis de relaciones de poder
24
- Uso del tiempo:
jornada de trabajo
reproductivo y
productivo
Encuesta uso del tiempo
Talleres grupales
Guía de entrevista
Encuentros grupales
Mujeres emprendedoras
Familiares
Interpretación diagnóstica
Análisis comparativo de género
Calidad de vida de
las emprendedoras
desde su realidad
socioeconómica
Ingreso per cápita
familiar
Entrevista
semiestructurada
Guía de entrevista Mujeres emprendedoras Interpretación diagnóstica
Análisis comparativo de género
Análisis de relaciones de poder
Dependencia
Económica
Entrevista
semiestructurada
Participante como
observador
Guía de entrevista
Levantamiento de
notas de campo
Mujeres emprendedoras
Informantes clave
Interpretación diagnóstica
Análisis comparativo de género
Línea de pobreza Entrevista
semiestructurada Guía de entrevista Mujeres emprendedoras Análisis de datos
Línea de indigencia Entrevista
semiestructurada
Observación
Visitas domiciliarias
Guía de entrevista Mujeres emprendedoras Análisis de datos
Tiempo disponible
para educación, ocio,
recreación
Encuesta uso del tiempo
Talleres grupales
Guía de entrevista
Encuentros grupales
Mujeres emprendedoras Interpretación diagnóstica
Análisis comparativo de género
25
Red de relaciones
Vínculos sociales,
comunitarios e
individuales
Participante como
observador
Levantamiento de
notas de campo y
diarios de campo
Mujeres emprendedoras
Informantes claves
Conceptualización y sistematización metodológica
Derecho al trabajo Participante como
observador
Levantamiento de
notas de campo y
diarios de campo
Mujeres emprendedoras
Informantes clave en la
comunidad
Análisis comparativo de género
Políticas Públicas
(programas) en
relación a las
mujeres
emprendedoras
Percepción de la
ayuda recibida
Entrevista
semiestructurada a
representantes de
Instituciones y grupos
focales e individuales
Guía de entrevista a
instituciones
Mujeres emprendedoras
Equipo de Economía
Social del Ministerio de
Desarrollo Social de la
Nación de Mendoza
Municipios
Interpretación diagnóstica
Análisis comparativo de género
Apoyo de las
políticas públicas a
las emprendedoras
Entrevistas a las
emprendedoras
Guía de entrevista
Encuesta
Responsables de las
políticas, y
emprendedoras
Interpretación diagnóstica
Análisis comparativo de género
26
CAPITULO 3
RESULTADOS:
Los resultados de este trabajo de campo constituyen un producto del trabajo realizado con las
mujeres emprendedoras de la provincia de Mendoza inscriptas al Registro Nacional de Efectores del
Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, fruto de las continuas entrevistas, de conversaciones
informales, de compartir su espacio de trabajo, de visitarlas en sus viviendas, de conocer sus familias, su
comunidad, sus historias, sus luchas, de compartir un mate12, de reírnos, de preocuparnos, de poner el
hombro juntas cuando las cosas no salían como las esperamos, y fundamentalmente de soñar día a día
con ese emprendimiento, y con un futuro mejor.
A fin de poder organizar tanta información obtenida, los resultados del trabajo de campo se presentan
según cada una de las categorías propuestas en el capítulo de diseño metodológico.
En una primera instancia realizamos un recorrido por la trayectoria y características de las
emprendedoras, analizando las siguientes variables:
• Caracterización general de las micro emprendedores
• Composición familiar de las mujeres
• Oficio y habilidades propias
• Historia y experiencia laboral
• Representaciones de género en las emprendedoras
• Historia y experiencia laboral
Luego se analiza la situación de pobreza y desempleo, que da origen a este emprendimiento,
explorando si el mismo permitió trascender la economía de subsistencia en la cual surgió, permitiendo
una mejora en su calidad de vida, para lo cual se toman en cuenta las siguientes variables:
• Ingreso per cápita familiar
• Dependencia Económica
• Línea de pobreza
• Línea de indigencia
• Tiempo disponible para educación, ocio, recreación
Por último, y considerando que la pobreza es un fenómeno multicausal, se analiza en que medida el
emprendimiento permitió generar una Red de Relaciones que permitan sostener y apoyar a la incipiente
emprendedora que se encuentra en ese contexto de vulnerabilidad social. Categorías a desarrollar en este
eje:
• Vínculos sociales, comunitarios e individuales
• Derecho al trabajo
12 Bebida típica argentina.27
• Relaciones interpersonales y de género
• Relaciones con el Estado
EJE 1: Trayectoria y características de las emprendedoras:
Variables a analizar en este eje:
1- Caracterización general de las micro emprendedores
2- Composición familiar de las mujeres
3- Oficio y habilidades propias
4- Historia y experiencia laboral
5- Representaciones de género en las emprendedoras
6- Historia y experiencia laboral
1- Caracterización de las micro-emprendedoras
Atendiendo a las características de las emprendedoras, se estudiaron algunos aspectos personales, que
permiten ahondar en el perfil de los mismos.
Edad
Edad %
Hasta 25 años 17,7
de 26 a 33 años 26,0
de 34 a 41 años 19,4
de 42 a 49 años 15,8de 50 a 57 años 14,1
de 58 a 65 años 5,9
Más de 66 años 1,1
Total 100
0,0
5,0
10,0
15,0
20,0
25,0
30,0
Hasta 25
años
de 26 a
33 años
de 34 a
41 años
de 42 a
49 años
de 50 a
57 años
de 58 a
65 años
Mas de
66 años
EDAD
28
En cuanto a la edad de las emprendedoras, podemos decir que la mayoría de los casos se
encuentran en el rango de edad de 26 a 33 años y en segundo lugar de 34 a 41 años, es decir que sumando
ambos rangos estamos hablando del %45,4. En cuanto a los estratos de menores de 25 años, entre 42 y 49
años y de 50 a 57 años, las proporciones son similares, por lo cual no podemos hablar de una tendencia
clara o significativa. Es llamativa la proporción de mujeres mayores de 58 años, esta tendencia puede
deberse a que parte de esta población no percibe una jubilación, ya que la mayoría no ha realizado
aportes, por lo cual, pese a su edad deben continuar trabajando.
Escolaridad:
42,9
42,9
14,1
0,1
0 10 20 30 40 50
escolaridad
Escolaridad
univ inc
hasta univ inc
hasta sec inc
hasta prim inc
Ilustración 2 escolaridad
Analizando los datos podemos decir que observamos en general una concentración en los primeras
dos categorías es decir hasta secundario incompleto, en igual proporción en “hasta primario incompleto”
como en “hasta secundario incompleto” (%42,9), lo cual nos remite a una situación de vulnerabilidad
social, en cuanto al nivel de escolaridad de las emprendedoras.
Nivel educativo %Hasta prim incompl 42,9Hasta sec incompl 42,9Hasta universit incompl 14,1Universit completo 0,1Total 100
29
-. CARACTERÍSTICAS DE LA VIVIENDA
Ilustración 3 material de los pisos
Características del baño:
Vivienda: ¿El baño tiene...? %Inodoro con arrastre de agua 68,0Inodoro sin arrastre de agua 24,3Sin inodoro 4,5No tiene baño/ letrina 3,2Total 100
0,010,020,030,040,050,060,070,0
Inodoro conarrastre de
agua
Inodoro sinarrastre de
agua
Sin inodoro No tiene baño/letrina
VIVIENDA: Baño
Ilustración 4 características del baño a analizar en este eje
Analizando las frecuencias es claro que la mayoría de las casas de las emprendedoras cuentan con
inodoro con arrastre de agua, dato que relacionado con la variable anterior, calidad de los pisos de la
vivienda, da cuenta de una buena caracterización general de las mismas. Sin embargo, es importante
destacar que el %24,3 no tiene baño/ letrina y el %4,5 no tiene inodoro, situaciones que dan cuenta de una
condición habitacional crítica.
- Condición de ocupación de la vivienda:
0,0
10,0
20,0
30,0
40,0
50,0
Mosaico,
medera,
albombra, etc
Cemento o
ladrillo fijo
Ladrillo suelto o
tierra
VIVIENDA: Material de los pisos
30
Condición de ocupación de la vivienda:
poseción de la vivienda
23%
17%
13%1%
38%
8%
prop viv y terreno
prop viv sola
inquilino
benefico laboral
préstamo/cesión
ocupante de hecho
Ilustración 5 ocupación de la vivienda
Un 23,2% de las emprendedoras son propietarias de la vivienda y el terreno, mientras que el %17
es propietaria de la vivienda solamente, tratándose en general de viviendas que se construyen en terrenos
fiscales. Por otro lado, el %37,9 ocupa la vivienda en condición de préstamo o cesión, debido a que esta
variable hace referencia al núcleo familiar, es decir al conjunto de personas del hogar que forman
unidades conyugales y/o tienen relación de dependencia económica entre sí, por lo tanto la vivienda
puede ser de alguno de los integrantes del hogar pero no de la unidad conyugal, caso en el cual estarían en
situación de préstamo. El %12,8 de las emprendedoras son inquilinas, y el %8,3 es ocupante de hecho, es
decir que el núcleo familiar utiliza la vivienda sin la autorización del propietario.
La realidad habitacional de las emprendedoras varia considerablemente respecto al porcentaje total
(varones y mujeres) ya que en el caso especifico de las mujeres los valores son para el caso de las mujeres
propietarias de la vivienda y terreno de 23,2 (siendo para el total de 37,1). Sucede también una diferencia
importante en el caso de las emprendedoras (8,3%) que son ocupantes de hecho, mientras que en el
porcentaje total la cifra se reduce casi a la mitad. (4,2%)
Vivienda: Condición de
ocupación
%
Propiet. vivienda y
terreno
23,2
Propiet vivienda sola 17Inquilino 12,8Otorg benef lab 0,8Préstamo / cesión 37,9Ocupante de Hecho 8,3Total 100
31
Hacinamiento:
Hacinamiento %Sin hacinamiento 93,2Con hacinamiento 6,8Total 100
hogares con hacinamiento por cuarto7%
93%
conhacinamientosinhacinamiento
Ilustración 6 Hacinamiento
Este indicador se forma por el cociente entre la cantidad de habitaciones de uso exclusivo del hogar y
la cantidad de personas que lo habitan, considerando que un hogar está en situación de hacinamiento
cuando lo habitan más de tres personas por cuarto. El criterio para la definición de las categorías es
tomado del INDEC en su medición de hacinamiento como indicador de NBI.
Según datos del censo 2001 el %8,81 de la población del total país está en situación de
hacinamiento, observamos que las condiciones de las emprendedoras es menos crítica, ya que él %6,8
vive en hogares que cuentan con más de tres personas por cuarto.
2- COMPOSICIÓN FAMILIAR DE LAS MUJERES EMPRENDEDORAS:
TIPO DE HOGAR
Tipo de hogar %Nuclear 49,7Unipersonal 9,3Mono parental 18,9Ampliado 17,4Pareja sin hijos 3,0Otro 1,7Total 100
32
49,7
9,3
18,917,4
3 1,705
101520253035404550
tipo de hogar
nuclear
unipersonal
monoparental
ampliado
pareja sin hijos
otro
Ilustración 7 tipo de hogar
Podemos decir que casi la mitad de los hogares son nucleares (%49,7). También observamos un %17,4 de
los hogares ampliado, es decir cuando conviven bajo un mismo techo y comparten los gastos de
alimentación más de dos generaciones, por ejemplo una pareja con hijos, un tío, un sobrino y los abuelos,
conformación que se basa en la estrategia de supervivencia del hogar.
Es significativo el número de hogares monoparentales (18,9%), situación que nos muestra que un gran
porcentaje de hogares a cargo de emprendedoras viven únicamente de los ingresos del proyecto.
Hijos/as y/u otros menores de edad a cargo de la emprendedora:
Menores a cargo %Ninguno 14,1Uno 29,0Dos 27,2Tres 14,0Cuatro 6,5Cinco 5,7Más de Seis 3,5Total 100
33
14,1
29
27,2
14
6,5
5,7
3,5
0 5 10 15 20 25 30 35
ninguno
uno
dos
tres
cuatro
cinco
mas de seis
hijos
Ilustración 8 menores de edad a cargo de la emprendedora
En esta variable se registra la cantidad de hijos/as menores de 18 años que están a cargo económicamente
de la emprendedora, exista o no lazo sanguíneo y ya sea que vivan o no bajo el mismo techo.
En la tendencia general observamos que la mayoría tiene uno (29%)o dos hijos (27,2%) es decir que en
general no se trata de familias numerosas en cuanto a cantidad de hijos o menores a cargo.
- DISCAPACIDATOS/AS A CARGO
Se considera que una persona es discapacitada cuando tiene limitaciones originadas en una
deficiencia física o mental de carácter permanente (ceguera, sordera, parálisis, deformación o ausencia de
miembros, etc.). No se consideran discapacitados los que están afectados temporalmente por una
limitación física. Tampoco son considerados discapacitados los que tienen hipertensión o diabetes, o
problemas cardiacos, siempre y cuando estos problemas no le impidan realizar las actividades comunes
(trabajo, estudio, etc.).
El %11,1 de la población estudiada (no variando mucho esta cifra del total) cuenta con al menos
una persona discapacitada en el hogar, este dato resulta llamativo considerando que es superior al
compararlo con porcentaje de discapacidad del país, que en la Primera Encuesta Nacional de Personas
con Discapacidad 2002-2003 es de %7,1 13. Podemos afirmar que la población con la que trabajamos
presenta mayores riesgos con respecto a la discapacidad, lo cuál podría estar atravesado por las
situaciones de pobreza y vulnerabilidad que la caracterizan.
13 Fuente: INDEC. Primera Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad 2002-2003. Complementaria Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.
Discapacitado
en el hogar
Porcentaje
Si 11,1
No 88,9
34
11%
89%
si
no
Ilustración 9 emprendedoras con discapacitados a cargo
3- Oficio y habilidades propias
ACTIVIDADES %
Elaboración de conservas, dulces, mermeladas y salsas 13,1Fabricación de prendas de vestir y prod textiles 13,9Elaboración de alimentos (viandas) 9,3Venta al por menor de productos varios (lencería,
cosmética, etc)
6,8
Venta al por menor alimentos y bebidas (almacén) 5,9Venta de prendas de vestir y/o productos textiles 9,7Peluquería y cosmética 8,5Producción y servicios agrícolas 3,0Trabajos con madera y construcción de muebles 1,2Venta de golosinas y cigarrillos (kiosco) 3,6Artesanías 5,8Elaboración de tejidos e hilados 2,1Cría de animales p la venta de carne y leche 1,2Cosmetología y manicura 2,0Apicultura 1,0Servicios de limpieza en forma independiente 2,3Servicios sociales y de la salud (cuidado de personas,
ancianos y niños)
3,1
OTROS 7,5Total 100
En cuanto a las actividades de producción se observa un predominio de las actividades vinculadas
a roles domésticos e históricamente “femeninos” tales como la elaboración de conservas (13,1%) y la
fabricación y arreglo de prendas de vestir (13,9%,) etc. Entre las actividades de comercialización
predomina la venta de prendas de vestir (9,7%) Respecto a las actividades vinculadas a servicios hay un
fuerte predomino de las actividades de peluquería y cosmética (8,5%)
En conclusión observamos que todas estas actividades están relacionadas con roles que
socialmente “se esperan de las mujeres”.
35
3- REPRESENTACIONES DE GÉNERO EN LAS EMPRENDEDORAS
Con la finalidad de conocer las motivaciones que llevaron a las emprendedoras a realizar su
trabajo, la encuesta se realizo en base a dos posiciones centrales: una de ellas pretende explicar la
expansión del fenómeno de los emprendimientos como reacción frente a la crisis económica y como una
estrategia familiar para luchar contra el desempleo, y la otra plantea, en cambio, un enfoque basado en
motivaciones relacionadas principalmente con factores personales que hacen a la realización del
individuo y su espíritu de progreso.
De acuerdo a las encuestas realizadas los resultados del trabajo indican que, para las mujeres
encuestadas, los siguientes factores fueron importantes a la hora de tomar la decisión de iniciar el
emprendimiento:
1- “COMPLEMENTAR OTRA ACTIVIDAD CON ESTE INGRESO” (19.8%),
2- “NECESIDAD DE INDEPENDIZARSE ECONOMICAMENTE (16,5%)
3- “COMO UNA SALIDA FRENTE A LA SITUACIÒN DE DESEMPLEO (27%),
4- “CONTINUAR O UNIRSE A UN EMPRENDIMIENTO FAMILIAR (16%,2).
5- “LOGRO DE UNA REALIZACIÓN PERSONAL” (9,3%),
6- “PONER EN PRÁCTICA LOS CONOCIMIENTOS ADQUIRIDOS” (11,2%)
motivaciones de las emprendedoras
20%
17%
27%
16%
9%
11%
1 2
3 4
5 6
Ilustración 10 motivación para comenzar su emprendimiento
Las respuestas de las encuestadas parecen avalar la primer posición, ya que las motivaciones
mencionadas están relacionadas fundamentalmente con el estado de desempleo, en tanto que el deseo de
progreso económico, el de realización y el de puesta en práctica de los conocimientos adquiridos fueron
escasamente mencionados.
36
En la sección de ANEXOS14 se puede observar el modelo de la encuesta en el cual se le solicitó a
las entrevistadas marcar solo una respuesta, y en el último ítem podían expresar sus opiniones. Y en esta
instancia expresaron que “si bien sus opciones se complementaban entre las dos posiciones, consideraban
de mayor prioridad la que eligieron”.
También podían agregar otras motivaciones que originaron su proyecto, sin embargo no
mencionaron ninguna, expresando que las mismas estaban incluidas en las ya mencionadas.
Uso del tiempo: jornada de trabajo reproductivo y productivo
Las Encuestas de uso del tiempo nos han demostrado que constituyen una herramienta de valiosa
importancia para analizar las posibilidades de dedicación diferencial de los integrantes de un hogar al
trabajo remunerado y al trabajo doméstico, generando indicadores de calidad de vida y de contratos de
género.
De acuerdo a las encuestas realizadas15 en los encuentros con las emprendedoras, son las mujeres
que perciben menos ingresos las que mayor tiempo dedican a las tareas domésticas y de autoconsumo, las
de voluntariado, cuidados familiares y subsistencia, y a su vez quienes tienen una mayor “culpa desde el
grupo familiar” al momento de no poder cumplir con esta responsabilidad.
La aplicación de la encuesta provocó un resultado muy interesante en las emprendedoras, dejando
de entender a la Familia como un todo armónico y comenzar a ver y medir sus conflictos interiores y
reparto de poder, y reflexionar sobre el complejo proceso de de-construcción y re-construcción de la
femineidad y la masculinidad.
En el taller las emprendedoras realizaron su propia encuesta y aplicaron la misma a su pareja, hijo
u otra persona de sexo masculino. Los resultados que obtuvieron fueron muy significativos ya que las
emprendedoras dedicaban un mínimo de 5 hs, a TDNR, en cambio en los varones la diferencia es
abismal… ya que ninguno de ellos superó 2 h 40 minutos de TDNR.
Al finalizar el taller las mujeres concluyeron, respecto a las entrevistas que habían realizado,
acerca de la desigualdad de rutinas, tareas y responsabilidades que pesan sobre ellas, situación que se
reiteraba al interior de sus propios hogares entre sus hijos varones y mujeres , y esta diferencia era
sostenida en muchos casos por la misma madre.
Me interesa contextualizar estos resultados con un aporte de Irma Arraigada16: quien afirma que
"Efectuar diagnósticos que tengan en cuenta el hecho que la familia es una construcción histórica y social,
en permanente cambio junto con la diversidad de situaciones en América Latina y al interior de los países.
Avanzar en instrumentos de medición de la calidad de vida y encuestas de uso de tiempo que
recojan la interacción entre sus miembros, que permitan evaluar la dinámica intrafamiliar, y examinar las
14 VER ANEXO 315 VER MODELO DE ENCUESTA EN EL ANEXO 4.16 Arriagada, Irma y Carmen Torres (editoras). NUEVAS DIMENSIONES DE GÉNERO Y POBREZA: UNA INTRODUCCIÓN. Santiago de Chile.
37
inequidades de género, generación, clase y etnia. Evaluar sistemáticamente los impactos que las políticas
tienen sobre las familias, reconociendo que en su conjunto implican una trama institucional (políticas
económicas, sociales, institucionales, de derecho y cambios legislativos) en la que intervienen múltiples
actores. Se precisa también sensibilizar a los prestadores de servicios y funcionarios de programas,
respecto a los cambios y a las distintas necesidades de familias que están en diferentes fases y coyunturas.
En la evaluación es preciso considerar la distancia que media entre las propuestas conceptuales,
los principios orientadores de políticas y los procesos de implementación de las mismas. En este último
proceso participan diferentes actores, con intereses diversos y contradictorios, y la dinámica de la puesta
en práctica puede conducir a resultados inesperados y perversos.”
La distribución intrafamiliar del tiempo trasciende la dinámica familiar, por lo cual es necesario
mejorar la gestión y coordinación de políticas que atañen a las familias, de tal manera de hacerlas más
eficaces y convergentes al bienestar de la familia y de sus integrantes. Esto supone superar los tipos de
gestión caracterizados por el centralismo, la verticalidad y el autoritarismo.
Para finalizar este tema, rescatamos el aporte de Arriagada, la” tarea de enfrentar los desafíos para
las políticas sociales requiere de un crecimiento económico estable y sostenido así como también de
acuerdos políticos básicos en la sociedad, que expresen cambios culturales que permitan colocar el
bienestar de todas las personas por sobre los intereses de grupos privilegiados y que apunten a una
integración social mayor, que permita avanzar en la reducción de la exclusión social en la que vive una
gran proporción de la población latinoamericana."
EJE 2: Calidad de vida, pobreza y economía de subsistencia
Variables a desarrollar en este eje:
- Ingreso per cápita familiar
- Dependencia Económica
- Línea de pobreza
- Línea de indigencia
- Tiempo disponible para educación, ocio, recreación
Ingreso per cápita familiar por décil:
IPF por decil Escala de ingreso %Decil 1 $3 a $160 28,9Decil 2 $160 a $250 23,2Decil 3 $250 a $338 17,0Decil 4 $338 a $443 13,2Decil 5 $433 a $530 10,5Decil 6 $530 a $670 6,0Decil 7 $670 a $835 1,2Decil 8 $835 a $1.100 0Decil 9 $1.100 a $1.600 0Decil 10 $1.600 a $41.300 0
38
Total 100
28,9
23,2
17
13,210,5
6
1,2
0
5
10
15
20
25
30
decil 1
decil 2
decil 3
decil 4
decil 5
decil 6
decil 7
Ilustración 11 ingreso per cápita familiar
La construcción de estructuras decílicas según el INDEC, consiste en ordenar a la población o a
los hogares por los montos de ingresos de menor a mayor según la variable de ingreso definida, para
luego agruparla en subconjuntos que contengan cada uno el 10% de las unidades (población u hogares). A
partir de este ordenamiento quedan determinados los intervalos de ingreso correspondiente a cada uno de
los diez subconjuntos conformados.
En este sentido vemos, con respecto a los datos de la población analizada, observamos que el %
82,3 de las emprendedoras se encuentran por debajo del decil 4 (es decir, con un ingreso per cápita
familiar inferior a los $443). Por otro lado, observamos que el 52,1 % se encuentra entre el decil 1 y 2 de
ingreso, deciles por debajo de la Línea de Pobreza, ya que el valor de la Canasta Básica Total, fijado por
el INDEC en setiembre 2009 es de $ 447,36.
Tasa de dependencia económica:
Tasa de dependencia
económica
%
Menor a 3 pers x miembro
ocup
71,1
De 3 a 6 pers x miembro ocup 24,6Mas de 6 pers x miembro ocup 4,3Total 100
39
71,1
24,6
4,3
0
10
20
30
40
50
60
70
80
tasa de dependencia
menor a 3
de 3 a 6
mas de 6
Ilustración 12 tasa de dependencia económica
Esta variable está formada por el cociente entre la cantidad de miembros ocupados del hogar y la
cantidad total de miembros del hogar. Este cociente es un indicador de la carga económica que soporta
cada trabajador, es decir, cuantas personas que no trabajan deben ser sostenidos por cada persona
ocupada. El criterio para la definición de las categorías fue tomado de una serie de trabajos del BID,
CEPAL y el programa MECOVI. 17
En general podemos decir que un hogar está en situación crítica cuando tres o más personas
dependen de una ocupada, en este sentido en el %24,6 de los hogares de las emprendedoras observamos
que entre 3 a 6 personas dependen de cada miembro ocupado al momento de la inscripción, y más grave
aún, en el %4,6 de los hogares son más de 6 personas por miembro ocupado.
Línea de pobreza:
Línea de pobreza %Si 58,
5No 41,
5
17 Algunos de estos trabajos son:
Ministerio de economía- Programas MECOVI- BID- DIGESTYC. (2003) Resumen de la encuesta de hogares de propósitos múltiples. Ciudad Delgado, República de El Salvador c.a.Nina, Osvaldo; Rubio, Mónica (2000) Bolivia: Desempeño Económico y Pobreza. Banco Interamericano de Desarrollo. División de Programas Sociales Región 1. Bolivia.Sauma Fiatt, Pablo (1997) Mejoramiento de las encuestas de condiciones de vida en América Latina y El Caribe. Programa MECOVI. BID-BM-CEPAL-INEI. Lima, Perú
40
Total 100
Situación de pobreza:
58,5
41,5
si
no
Ilustración 13 línea de pobreza
Esta variable da cuenta de la situación económica de las emprendedoras y de los miembros que
habitan el hogar. Las categorías y su ponderación fueron definidas en base a la Canasta Básica Total y la
Canasta Básica Alimentaria, elaboradas por el INDEC para definir Línea de Pobreza y Línea de
Indigencia. El Ingreso per cápita familiar es construido por el ingreso total familiar mensual (laboral y no
laboral) sobre la cantidad de adultos equivalentes del hogar. Para ello se utilizó la tabla de equivalencias
de necesidades energéticas y unidades consumidoras según sexo y edad (Extracto de la tabla de Morales,
Elena (1988). Canasta básica de alimentos- Gran Buenos Aires. Documento de trabajo N º3.
INDEC/IPA).
Para trazar las Líneas de Pobreza e Indigencia se tomaron en cuenta los valores de la Canasta
Básica Alimentaria y Canasta Básica Total por región estadística, publicados por el Indec en marzo del
2007, ya que los casos trabajados en el presente informe fueron relevados entre septiembre de 2007 y
agosto de 2008.
De acuerdo con los Resultados del Informe de Prensa del Segundo Semestre de 2006: Incidencia
de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos, publicados por el Indec en marzo de 2007; el
%26,9 de las personas se encuentra bajo línea de pobreza, mientras que el %8,7 se encuentra bajo la línea
de indigencia.
Analizando los resultados observamos que más de la mitad de las emprendedoras, es decir el
%58,5, se encuentra bajo la línea de pobreza; cifra muy superior a los datos del total país mencionados en
el párrafo anterior.
Este es un punto clave para las emprendedoras, ya que se trata de personas que no alcanzan a
cubrir su Canasta Básica Total, definiéndose claramente como “pobres por ingresos”, característica de
41
nuestro país; ya que las condiciones estructurales en los últimos años han ido mejorando (%27, 7 de NBI
en censo 1991; y %17,7 de NBI en el censo 2001), mientras que las condiciones coyunturales como el
ingreso y la situación ocupacional han ido oscilando y golpeando a amplios sectores de la población.
- Línea de indigencia:
Línea de
indigencia
%
Si 20,0No 80,0Total 100
Situación de indigencia:
20%
80%
si no
Ilustración 14 línea de indigencia
Similar a lo analizado en el punto anterior, podemos decir que una importante proporción de
emprendedoras se encuentra en situación crítica con respecto a sus ingresos, ya que el %20 por cierto no
alcanza a cubrir los gastos de la canasta básica de alimentos. Situación aún más grave que en el total país,
ya que, como mencionamos anteriormente, de acuerdo con los resultados publicados por el INDEC en
marzo de 2007; el %8,7 de las personas se encuentra bajo la línea de indigencia.
Tiempo disponible para educación, ocio, recreación
Esta variable se abordó desde entrevistas con las emprendedoras y desde talleres grupales que
permitieron la reflexión acerca de cual era la incidencia del emprendimiento respecto al tiempo
disponible para educación, ocio, recreación.
42
Las conclusiones manifestadas fueron muy interesantes, ya que la 93% de las emprendedoras
manifestó encontrarse mucho mas ocupada que antes de comenzar a trabajar en el emprendimiento, “el
trabajo en el proyecto me insume todo mi tiempo libre”, “trabajo a tiempo completo”, siempre hay que
estar buscando nuevos clientes”, “lo que ganamos es muy poco por lo que debemos aumentar nuestra
producción”.
Si bien todas las emprendedoras deben hacerse cargo de una multiplicidad de tareas y funciones y
perciben injusto las diferencias en cuanto al trabajo productivo y reproductivo entre varones y mujeres al
interior del hogar, tal como lo manifestamos anteriormente. Resultan muy interesante los resultados
obtenidos de las entrevistas a las emprendedoras, ya que el 63% de ellas manifestó que durante el tiempo
que desarrolla su emprendimiento ha podido posicionarse desde otro lugar en su familia, y generar una
nueva distribución de roles que le permitirían optimizar su tiempo.
Con referencia a esta articulación de sus roles dentro y fuera del ámbito doméstico, el 63% señala
haber logrado una mejor distribución del tiempo y una creciente valoración de la familia sobre el trabajo
que realizan fuera del hogar. Del resto, el 18% cuenta con algún tipo de ayuda para la realización de las
tareas domésticas y/o del emprendimiento, quedando un 19% sin resolver estos problemas, y viendo cada
día más afectada su necesidad de ocio y recreación.
incidencia del empredimiento en la distribución del tiempo
63%18%
19%
distribución ayuda sin resolver
Ilustración 15 distribución del tiempo
También fue significativa la valoración que le dieron las emprendedoras a la necesidad de tener
más tiempo para capacitarse, no dándole tanta prioridad a la necesidad de tiempo de ocio y recreación. La
mayoría manifestó la necesidad de realizar talleres de capacitación, como también tener la posibilidad de
ir a perfeccionar su oficio.
Quería compartir una expresión muy valiosa de una de las emprendedoras y que sintetiza lo que
venimos sosteniendo…” si bien ahora tenemos más ocupaciones, tareas y obligaciones que cumplir con
nuestro proyecto (emprendimiento) y con nuestros maridos e hijos, lo más importante es que ahora nos
animamos a pensar que podemos estudiar y capacitarnos, antes ni siquiera nos imaginábamos yendo a los
43
cursos de la escuela, ahora nos sentimos como dueñas de nuestras empresas y queremos ser buenas en lo
que hacemos”.
Por último, las emprendedoras refieren desde distintos términos una mejora en su calidad de vida
debido al desarrollo de su emprendimiento, expresando que además de lo que significa el beneficio
económico, se sienten más seguras de sí misma, y con el derecho de reclamar un espacio para la
capacitación, el ocio y la recreación.
EJE 3 RED DE RELACIONES
Categorías a desarrollar en este eje:
Vínculos sociales, comunitarios e individuales
Derecho al trabajo
Relaciones interpersonales y de género
Relaciones con el Estado
- Vínculos sociales y comunitarios de las emprendedoras:
En esta sección realizaremos un análisis acerca de si el emprendimiento permitió mejorar o no los
vínculos sociales y comunitarios de las emprendedoras, siendo una variable importante en el cambio de la
situación de pobreza.
En las entrevistas realizadas resulta significativa la percepción de las entrevistadas acerca de su
nuevo posicionamiento en cuanto a los vínculos sociales generados desde el comienzo de su actividad. Y
según sus propios comentarios, éste cambio habría incidido directamente sobre un mejoramiento de su
calidad de vida. Dice Tiburcia: “entre el grupo de las chicas que estamos en lo de la peluquería nos hemos
unido la mayoría, y ahora nos organizamos para ir hasta la ciudad a comprar las cosas, o nos juntamos
para ir a los cursos, o para ir a la municipalidad, lo que siempre hice sola ahora lo hago con las chicas, y
nos sentimos mejor y más fuertes”
El 79% de las emprendedoras refiere percibir cambios positivos tras su participación en el
emprendimiento, el14,5% visualiza estos cambios no son significativos por el momento, y tan sólo el
2,5% no advierte haber vivido transformación alguna.
44
cambios en su red de relaciones
83
2,5
14,5
percibió cambios
no hubo transformación
cambios no signif
Ilustración 16 cambios en la red de relaciones
Tal como lo expresamos en la sección anterior los cambios en la esfera familiar presentan un perfil
aún más fuerte, con referencia a la articulación de sus roles dentro y fuera del ámbito doméstico, logrando
en muchos casos una adecuada distribución del tiempo y una creciente valoración de la familia sobre el
trabajo que realizan fuera del hogar.
Respecto al espacio público, aproximadamente el 40% de ellas indica que, a través del proceso
vivido, ha mejorado su relación con las municipalidades y del estado, advirtiendo, además, que han
obtenido un reconocimiento por parte de la comunidad. Cabe destacar que si bien ellas expresan que ha
mejorado la relación, y que actualmente poseen un conocimiento mucho más amplio de los recursos
institucionales, afirman insistentemente que el estado con sus distintas instituciones, debería estar más
presente aún en el acompañamiento y fortalecimiento de sus proyectos.
En cuanto a la red de relaciones generadas entre las emprendedoras, podemos concluir que las
mujeres mayores se vinculan "por vivir en la zona" o por "tener amigas en el grupo", mientras que las más
jóvenes comienzan ayudando a su madre lo que les permite aprender el oficio y vivir tempranamente la
experiencia de la organización grupal.
Las emprendedoras enfatizan considerablemente la importancia de la red de relaciones entre ellas
como una fortaleza para el desarrollo de su actividad, como un espacio para acompañarse, encontrarse,
acompañarse. Y a su vez, como una opción que les permite mejorar su producción. En este sentido, son
varios los casos destacables, por ejemplo un grupo de tres mujeres que realizan pan, quienes se iban
turnando y horneaban el pan cada día en una casa distinta. O por ejemplo grupos de mujeres que
realizaban desde su propia motivación encadenamientos productivos, (la apicultora entregaba la miel, otra
realizaba las galletas, etc.).
Según lo expresado por las mujeres el espacio de desarrollo de su emprendimiento es un espacio
de empoderamiento que constituye un satisfactor – en el sentido que le otorga Max Neef- de necesidades
prácticas y estrategias de género18.
18 Max Neef, Manfred.”Desarrollo a Escala humana”. www.max-neef.cl45
Lo expresado por las emprendedoras demuestra que los emprendimientos son un espacio de
transformaciones en tanto constituye un espacio social que actúa según Bordieu 19 para “organizar las
prácticas y las representaciones de los agentes (…) contribuyendo de esta forma a modificar su
estructura“. El trabajo en el emprendimiento generó redefiniciones de los conceptos público, privado,
poder y empoderamiento. Este es un espacio donde ejercen poderes que se expresan en negociación de
espacios y toma de decisiones que les afectan a ellas y a terceros y adquieren recursos políticos
Las mujeres se sienten protagonistas de su emprendimiento, su propia empresa, y de lo que
implica (monotributo social, y recursos vinculados) cuestionando “los términos en los que ellas están
incorporadas, o las relaciones de poder involucradas” en cada situación particular.
Podemos afirmar, según lo observado, que el emprendimiento les ha permitido a la mayoría de las
emprendedoras generar una red de relaciones desde su trabajo con el oficio, acercándolas a distintas
experiencias como una aproximación de reconstrucción del sistema de relaciones objetivas en el que se
desenvuelven cotidianamente. Cabe recordar que la intención primera de comenzar con el
emprendimiento estuvo relacionada fundamentalmente con un beneficio económico ante la situación de
pobreza e indigencia, y no así – al menos no expresado verbalmente como tal- como un mejoramiento de
su calidad de vida. El mismo se da en cuanto a la seguridad social, ahora poseen obra social y aportes
jubilatorios. Expresan un cambio de actitudes, sentimientos y creencias que operaban (y actualmente
siguen haciéndolo) como barreras pico-sociales: la desvalorización personal, el desconocimiento de los
derechos -y por lo tanto, su falta de ejercicio-, la escasa o nula participación social, todo lo cual
retroalimenta y perpetúa la pobreza.
Es de destacar, que el nivel de capacitación al que pueden acceder, el dominio del oficio, las
relaciones sociales que se posean (como forma de inserción en la sociedad) son partes fundamentales de
un patrimonio de bienes y cualidades de indudable importancia. Prueba de ello es cómo este patrimonio
(o la ausencia del mismo), condiciona decisivamente la capacidad productiva, la participación en el
sistema económico y la cuota de poder con que la misma se realiza.
_ Derecho al trabajo:
Historia y experiencia laboral
Seguridad social:
¿Le descuentan o aporta por si mismo jubilación?
19 Bordieu, Pierre. Razones prácticas: sobre la teoría de la acción. Barcelona. Ed. Anagrama. 1997
¿Aporta jubilación? %Si 2No 98
46
aportes jubilatorios2%
98%
si no
Ilustración 17aportes jubilatorio
El 98% de las emprendedoras analizadas no realizan aportes jubilatorios en el momento de
solicitar la inscripción al monotributo social, tratándose de personas que realizan alguna actividad
económica, generalmente de subsistencia (es decir para cubrir sus necesidades básicas), y sin ninguna
protección social.
Su trabajo es…
duración del trabajo
40,5
31,5
13,5
15,2permanente
temporario
changas
durdesconocida
Ilustración 18 estabilidad laboral
47
A los efectos del presente estudio se considera que la permanencia según la actividad que
desarrolla:
Permanente / fijo: Cuando el solicitante realiza una misma actividad laboral en forma regular, con
continuidad en el tiempo.
Temporario: Cuando el solicitante tiene un contrato para trabajar por un tiempo determinado o una
actividad independiente con una duración definida.
Changas: Cuando el solicitante hace trabajos de breve duración, su estrategia laboral se basa en la
realización de trabajos cambiantes y escasa calificación. Ejemplo: pintar una habitación, descarga de
camiones, cortar el césped, pequeñas refacciones en viviendas, etc.
Duración desconocida: Cuando el solicitante realiza una actividad en forma independiente no permanente,
por lo cual desconoce cuando va a finalizar.
Es importante destacar que las emprendedoras consideran su actividad como permanente (%40,5),
es decir, que no es una salida provisoria, sino que refleja la intención de generarse y sostener su propio
empleo. Pero por otro lado, si sumamos las demás situaciones (temporario, changas, duración
desconocida) alcanzamos el 59,5% de personas que realzan su actividad de manera inestable.
- Búsqueda de trabajo:
¿Durante el mes de referencia, buscó trabajo?
¿Buscó trabajo? %Si 85,4No 14,6Total 100
¿Busca trabajo?
85%
15%
si
no
Ilustración 19 búsqueda de trabajo
Analizando los datos podemos decir que claramente la mayoría de las emprendedoras buscaba
trabajo en el momento de la inscripción. Como veremos en detalle en el punto siguiente, algunas son
desocupadas y en mayor proporción otras son subocupadas.
Los datos son llamativos en tanto que la mayoría de ellas considera su trabajo como permanente,
por lo cual no se correspondería con los datos que reflejan que la mayoría busca trabajo. Esto puede
deberse a que siendo actividades independientes, la búsqueda laboral fue interpretada como búsqueda de
nuevos clientes.
48
Condición de actividad:
Condición de actividad %Desocupado 0,9Subocupado precario 69Subocupado no precario 11Ocupado precario 19,1Ocupado no precario 0,0Total 100
0,9
69
11
19,1
0
10
20
30
40
50
60
70
condición de actividad
condicón en la actividad
desocupado
sub. Precario
sub. No prec
ocupado prec
Ilustración 20 condición de la actividad
Los criterios para la definición de las categorías (Ocupados, Subocupados y Desocupados) se han
tomado de las definiciones conceptuales y metodológicas asumidas por el INDEC en la EPH para la
caracterización del Mercado de Trabajo. Considerando que una persona es desocupada cuando en la
semana de referencia no trabajó, y buscó activamente trabajo; es su ocupada cuando trabajó pero a su vez
buscó trabajo; y ocupada cuando en la semana de referencia trabajo y no buscó trabajo.
A su vez las categorías de esta variable se subdividen en relación a la precariedad laboral. Los
criterios para definir condiciones de precariedad en el empleo están relacionados con la seguridad social,
es decir aportes jubilatorios, y con la estabilidad laboral (trabajo permanente, temporario, changas,
duración desconocida, etc.) De este modo, se consideran “no precarios” aquellos empleos que son de
carácter permanente y, además, cuentan con aportes jubilatorios. Por el contrario, cualquier situación
laboral que no reúna ambas características, se considera “precaria”.
Analizando los datos, observamos que la mayoría de las emprendedoras tiene una ocupación
precaria (el %69) es decir, que trabajan sin realizar aportes (en la mayoría de los casos) o con
inestabilidad, y que a su vez buscan otro trabajo.
Por otro lado, observamos que solo un %0,9 de la población es desocupada; se debe a que las
emprendedoras que se inscriben al monotributo social tienen la necesidad de facturar. La situación laboral
49
de los emprendimientos de la economía social ha ido mejorando en los últimos años, fortaleciéndose
luego de las políticas neoliberales de los 90 y la gran crisis argentina del 2001, con la consiguiente
dramática situación social de crecimiento de la pobreza, precariedad laboral y desempleo.
Programas tales como el monotributo social, el plan manos a la obra, plan ahí, talleres familiares,
etc.20, buscan mejorar la calidad del empleo, favoreciendo las estrategias ocupacionales por parte de la
población y las organizaciones sociales relacionadas con el trabajo autogestivo y asociado, tales como la
recuperación de empresas y fábricas recuperadas por los trabajadores, surgimiento de nuevas cooperativas
y mutuales, empresas sociales y multiplicación de micro emprendimientos.
Sin embargo, y como lo demuestran estos datos se puede decir que una de las deudas de la
economía social con las emprendedoras es la formalidad de empleo, su estabilidad laboral, la seguridad
social, etc. Es decir se ha avanzado mucho en que existan estos programas mencionados, pero la realidad
nos demuestra que se debe llegar a un sector mucho mas amplio de población.
Es necesario reforzar el trabajo de las organizaciones y entidades locales, a fin de fortalecer la
economía social como política del empleo, y favorecer el desarrollo y el fortalecimiento de redes
asociativas territoriales con el sector público, promoviendo procesos de formación entre el saber
científico - técnico y el saber popular.
- Propiedad de los medios de producción:
Otra de las variables que también nos dan un diagnóstico acerca de las condiciones de trabajo y
del ejercicio del derecho al trabajo es la propiedad de los medios de producción.
Máquinas y herramientas
Monto Porcentaje
Hasta $1000 31,7
$1000 - $5000 37,2
$5000- $10000 24,1
Mas de $10000 - 7
Total 100
20 Información detallada: www.desarrollosocial.gov.ar
50
31,7
37,2
24,1
7
0
10
20
30
40
hasta $1000 $1000 - $5000 $5000- $10000 mas de $10000
propiedad de máquinas y herramientas
hasta $1000 $1000 - $5000 $5000- $10000 mas de $10000
Ilustración 21 propiedad de los medios de producción
En los datos observamos claramente la escasa propiedad de máquinas y herramientas de las
emprendedoras, ya que el 38,9 % de ellas tienen herramientas que no superan a los $5000, un monto
extremadamente bajo, el cual es llamativo siendo de acuerdo al nivel de ingresos de la población. Esta
información nos daría la pauta de emprendimientos que se encuentran en la línea de pobreza e indigencia,
y por otro lado de emprendedoras que recién comienzan con una actividad, por lo cual tendrían un monto
de facturación tan bajo.
Por último considero pertinente citar a Coraggio, uno de los autores mencionados en el marco
teórico, al decir que “la economía es social porque produce sociedad y no sólo utilidades económicas,
porque genera valores de uso para satisfacer necesidades de los mismos productores o de sus
comunidades -generalmente de base territorial, étnica, social o cultural- y no está orientada por la
ganancia y la acumulación de capital sin límites. Porque vuelve a unir producción y reproducción, al
producir para satisfacer de manera más directa y mejor las necesidades acordadas como legítimas por la
misma sociedad. Pero para ser socialmente eficiente no le alcanza con sostener relaciones de producción
y reproducción de alta calidad,(…) sino que su fundamento es el derecho al trabajo”21.
Si bien su fundamento es, sin duda, el derecho al trabajo y el conocimiento encarnado en los
trabajadores y sus sistemas de organización, pero la base material del ejercicio de este derecho exige
contar con medios de producción, crédito, tener sus propios mercados o competir en el mercado. Para eso
debe competir por las voluntades que orientan las decisiones económicas individuales y también competir
con las organizaciones capitalistas en sus mercados, pero sin para ello caer en la objetivación propia de la
empresa capitalista.
21 Coraggio, José Luis. “La Economía Social como vía para otro desarrollo social”. Urbanred.200451
Las organizaciones de la economía social pueden ser denominadas "empresas", pero no son
empresas capitalistas "con rostro social, o humano". Su lógica es otra: contribuir a asegurar la
reproducción con calidad creciente de la vida de sus miembros y sus comunidades de pertenencia o, por
extensión, de toda la humanidad.
- Relaciones interpersonales y de género :
Como bien lo mencionamos, en la mayoría de los casos, las emprendedoras coinciden que el
emprendimiento les permitió generar un espacio de empoderamiento, de poder contar con un dinero que
antes no lo tenían, y de generar un red más amplia de relaciones. Sin embargo, todas ellas coinciden que
aún queda mucho por avanzar en la economía social desde una mirada de género.
Entre las distintas conclusiones que surgen de las entrevistas podemos sintetizar:
o Refieren que es muy escasa la oferta de capacitación laboral en las escuelas y barrios.
o Falta de comunicación adecuada y de difusión de información, en instancias gubernamentales y de
organizaciones.
o Sensación de no ser tenidas en cuenta, y subestimación de su trabajo, fundamentalmente cuando la
tarea es considerada socialmente “masculina”. Este tema fue muy comentado por las mujeres
albañiles, en las cooperativas de construcción de vivienda, donde el 70% son mujeres.
o Discriminación laboral, situación que se sufre en otros trabajos, no solo en el ámbito de la
economía social.
o Insuficiente participación de la mujer en los cargos de conducción y de toma de decisiones.
En este caso, ellas refirieron que por un lado les cuesta mucho más poder llegar a un cargo así, y en otros
casos, por la misma subestimación cultural, las mujeres no nos sentimos capaces de asumir tal lugar. Dice
Florencia: “aun cuando nosotras llevamos años trabajando con nuestro proyecto, y empieza a mejorar la
producción, cedemos las tareas de dirección a nuestros esposos o hijos mas grandes porque no nos
sentimos capaces de tomar decisiones más importantes, esto es preocupante”.
o Escasa participación de mujeres en cooperativas de trabajo
o Exigencia mayor de tener que demostrar la capacidad en el oficio que realizan.
o Necesidad de capacitación.
o Capacidad para ganarse un lugar con saberes.
o Tener que trabajar más para ganar el espacio.
o Necesidad que el grupo familiar reconozca el emprendimiento como un trabajo, y con los
requerimientos de tiempo que esto implica
o Desarrollar políticas desde el Estado para acompañar y fortalecer los emprendimientos,
fundamentalmente en la etapa de su comercialización...
o Generar espacios para el reclamo de Igualdad de Oportunidad y de Equidad.
52
o Reconocimiento de Derechos.
o No a la naturalización de roles.
o Revertir el “Rol tradicional” de la mujer en la economía
o Hay una reproducción del modelo machista que se critica.
o Erradicar las prácticas de discriminación de género del interior de las organizaciones de economía
social, a fin de transformar los patrones culturales discriminatorios.
o Colocar el problema de Género en las agendas del Sector de la Economía Social.
o La mujer a lo largo de nuestra historia ha salido del ámbito privado para incursionar en el público.
o Existencia de numerosas familias donde la mujer es cabeza de familia.
o Incluir la perspectiva de Género permite ampliar la red de relaciones, y mejorar la calidad de los
vínculos.
o El valor del asociativismo es clave un mejor trabajo.
o Exigir el cumplimiento del derecho al trabajo en la Economía Social
o Fortalecer los Programas de subsidios con salida económica y actividad laboral, facilitar aún más
el desarrollo de emprendimientos y micro emprendimientos.
o Favorecer el asociativismo, la capacitación y la sustentabilidad a través de más Programas de
Desarrollo Local
o Desde los programas gubernamentales, impulsar el pasaje del Asistencialismo que favorece la
pasividad, al reconocimiento de la mujer como sujeto de Derecho.
o El emprendimiento como un espacio certero para lograr el empoderamiento por parte de las
mujeres.
o Generar más espacios de encuentro entre las mujeres emprendedoras
o Hay diferencia de trato y de oportunidades para las mujeres.
o Se registra mayor informalidad en el empleo y hay mayor cantidad de trabajo no remunerado.
o Hay obstáculos culturales y aún los subjetivos tienen una raíz cultural y no se debe reculpabilizar
a la mujer.
o Favorecer la participación para lograr el fortalecimiento de los espacios políticos, económicos y
sociales.
o Participar activamente en los distintos espacios de economia social confiando en nuestras
capacidades.
o Apoyarnos en esas capacidades de resistencia para contribuir a construcción de un futuro más
justo, con mayor inclusión y más solidario.
o Desarrollar y fortalecer las capacidades de las mujeres para construir y defender sus espacios.
EJE 4: 53
CONTENIDOS Y ORIENTACIONES DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS (PROGRAMAS) EN
RELACIÓN A LAS MUJERES EMPRENDEDORAS
Variables a analizar en este eje:
- Apoyo de las políticas públicas a las emprendedoras
- Percepción de la ayuda recibida
En relación a las políticas sociales, es necesario reiterar que nos situamos desde el contexto de las
políticas sociales implementadas por el ministerio de Desarrollo Social de la Nación, institución de donde
depende el Registro Nacional de Efectores y por ende la población con la que hemos realizado el trabajo
de campo. Es decir, que generalmente nos remitimos a un contexto de población tal como lo hemos
definido en este capítulo: emprendedoras con ingresos escasos, bajo nivel de escolaridad, escasas e
insuficientes maquinarias y herramientas, informalidad laboral, bajo nivel de clientela, bajo nivel de
capacitación en el oficio y en capacidades de comercialización y marketing, comprendidas en la línea de
pobreza, etc.
Si bien todas las emprendedoras están inscriptas en el Programa del Registro Nacional de
Efectores del Ministerio de Desarrollo social de la Nación, en esta sección analizaremos el perfil de las
mismas analizando cuántas de ellas han recibido algún tipo de subsidio para la realización y/o
mejoramiento de su emprendimiento, y si el mismo fue suficiente.
Para tal fin, se construyó una variable tomando en cuenta tres aspectos:
si recibe o recibió apoyo para el proyecto,
si el apoyo recibido es suficiente,
y, en caso de ser insuficiente, si representó o no una limitante para el desarrollo del
emprendimiento.
54
¿recibió ayuda?
67%
33%
si
no
Ilustración 22 subsidios recibidos
Analizando el porcentaje de población que recibió ayuda (67,3%) analizaremos cual es la percepción que
tienen las emprendedoras que recibieron ayuda institucional.
respecto a la ayuda recibida…
43%
21%
36%
es suficiente
no es suficiente, pero norepresento limitante en eldesarrollo del proyecto
representó una limitante
Ilustración 23 percepción de la ayuda
Del porcentaje de población que recibió ayuda estatal (67,3%) el 43,5% refirió que la misma
resultó suficiente para comenzar con su actividad y/o poder mantenerla; 21% refirió que no fue
suficiente sin embargo que ésta no habría sido una limitante en el desarrollo del proyecto y el 35,5%
refirió que necesita una ayuda mayor para poder desarrollar su actividad.
En la mayoría de los casos, tanto de las que recibieron como las que no recibieron ayuda, las
emprendedoras referían que necesitaban otra ayuda económica para la compra de máquinas y
herramientas para mejorar su emprendimiento. Esa ayuda también debería ser acompañamiento y apoyo
del emprendimiento, fundamentalmente en la fase de comercialización.
El total de emprendedoras encuestadas, tanto de las que recibieron como de las que no recibieron
subsidio para la compra de maquinas, refirieron no haber percibido ningún tipo de ayuda referida a
capacitaciones en la aplicación de innovaciones en el desarrollo de nuevos procesos productivos, el
control de calidad, y en nuevas técnicas de marketing y organización.55
Este dato nos está remitiendo a la falta de acompañamiento que sufren las emprendedoras, quienes
con un bajo nivel de capacitación y todo un contexto de pobreza, desempleo o precariedad laboral ya
explicitado, reciben o no, una máquina, deben ponerla a trabajar, y competir en el mercado con otras
empresas, que si perciben estos beneficios.
De la experiencia podemos expresar que el asesoramiento y acompañamiento en la fase de
comercialización debería ser fundamental en la cadena de la economía social para no generar experiencias
frustrantes en las mujeres.
Por último, nos remitimos a Matta (2008) quien observó que “la estrategia de las políticas
públicas seguidas por el estado en la Argentina se halla condicionada habitualmente por los vaivenes de
los intereses políticos coyunturales; lo cual genera entre las instituciones y los destinatarios finales
incertidumbre acerca de la continuidad de las políticas y una sospecha generalizada en cuanto a los
criterios aplicados en la distribución de los fondos públicos22.”
CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO:
La crisis económica, social e institucional de Argentina fue tornándose cada vez mas crítica a
finales del 2001, significando un aumento de la pobreza, del desempleo y de la marginalidad en el
contexto de la crisis financiera, el estallido social y la crisis político institucional.
En este contexto caracterizado por el congelamiento de los depósitos bancarios que afectó a los
pequeños y medianos ahorristas, con una marcada caída de la capacidad de consumo general, se
sucedieron las protestas de movimientos de trabajadores desocupados (piqueteros), las manifestaciones de
trabajadores estatales en el interior del país y los saqueos a supermercados y comercios, a los que se
sumaron las manifestaciones espontáneas de los sectores medios y medios-bajos urbanos (“cacerolazos”).
La situación desembocó en masivas manifestaciones que condujeron a un recambio presidencial,
en medio de una brutal represión generando un período de altísima inestabilidad política, llegando a
asumir cuatro presidentes provisionales en menos de 10 días.
A partir de esta crisis, las ya de por sí duras condiciones de vida de la población tendieron a
empeorar cada vez más. La tasa de desempleo continuó creciendo hasta llegar en el tercer trimestre de
2003 hasta los 16,3 puntos, que se convierten en 21,4 si no se contabilizan como ocupados a los
perceptores del subsidio por desempleo Jefas y Jefes de Hogar desocupados.
Frente a este contexto, a nivel político, académico y técnico se debaten diversas estrategias para
superarla y revertir sus consecuencias. En primer lugar, se acuerda en la necesidad de abandonar
gradualmente las políticas sociales compensatorias, con la finalidad de reinsertar productivamente a los
sectores afectados por la exclusión social. En el plano teórico, las propuestas más completas plantean una
finalidad pluripropósito: no sólo enfrentar la pobreza, sino organizar un nuevo actor social existente pero
22 Matta A. “Políticas y Programas para la Promoción de la Microempresa en laArgentina y la Provincia de Córdoba”. 2008.
56
que se encontraba desestructurado, disperso y desvalorizado. Y dotar a este actor de nueva identidad por
la creatividad, el trabajo y su reconocimiento, superando la pasividad de la espera de soluciones
asistenciales.
Los emprendimientos productivos de la economía social tienen la función de ayudar a construir o
reconstruir circuitos de producción y circulación de bienes y servicios, enriqueciendo el entramado social,
sirviendo de punto de incorporación de los sectores marginales y excluidos, ampliando el acceso al
trabajo, captando y potenciando las capacidades y energías sociales, colaborando en la emergencia de
nuevas fuerzas emprendedoras, facilitando la autonomía de las personas al producir promoción laboral
autosustentable, mejorando la formación para el trabajo en equipo, produciendo lazos de solidaridad y
cooperación.
En este capítulo hemos podido analizar que, dichos emprendimientos se entienden desde la
multidimensionalidad de la pobreza, no como un simple instrumento de reducción de la misma, sino
como un espacio generador de conciencia ciudadana, de inclusión social a través del trabajo, en el marco
de una propuesta de cambio social, a través de lo que se denominan “grupos productivos”, asociaciones,
cooperativas o empresas familiares, en los que las mujeres tienen un rol muy importante iniciando
recorridos bastante innovadores hacia proyectos productivos para resolver su autonomía económica.
Los mismos presentan un especial interés en tanto constituyen estrategias donde se combinan de
manera sinérgica componentes educativos, económicos y de género, con el resultado de transformaciones
profundas en las personas, en los colectivos que integran y, al interior de éstos, en el vínculo
intergeneracional y en muchos casos interparental, así como en las relaciones que llegan a establecerse a
nivel de las comunidad.
Podemos afirmar, según lo observado, que el emprendimiento les ha permitido a la mayoría de las
emprendedoras generar una red de relaciones desde su trabajo con el oficio, acercándolas a distintas
experiencias como una aproximación de reconstrucción del sistema de relaciones objetivas en el que se
desenvuelven cotidianamente
Estos emprendimientos de la economía social se dan en conjunción con la proliferación de nuevas
experiencias que proponen soluciones originales y múltiples efectos positivos en cuanto a la organización
comunitaria, al empoderamiento, a generar conciencia ciudadana. En todos estos aspectos se he
demostrado que el emprendimiento ha sido altamente positivo.
Sin embargo, si bien han sido para muchos hogares un alivio económico, han permanecido en la
economía de subsistencia, siendo invisible, sin reconocimiento, sin la correspondiente retribución, sin
generar un salto cuantitativo ni cualitativo en materia económica ni en calidad del trabajo. Por lo cual,
podemos decir que constituyen soluciones parciales e improvisadas, que no han permitido trascender esta
multidimensionalidad de la situación de pobreza en que se hallan inmersas.
Me refiero a “calidad del trabajo” argumentando por un lado que las mujeres se ven sobrecargadas
en la distribución del tiempo, trabajando muchas más horas que los hombres, entre el trabajo productivo,
57
el trabajo reproductivo y el trabajo comunitario. Además de las actividades productivas las mujeres
cargan con la responsabilidad por el trabajo reproductivo que les ha sido delegada.
Por otro lado, me refiero a las condiciones laborales, siendo que estos trabajos están enmarcados
en la informalidad, sin poseer seguridad social y percibiendo bajos e inestables salarios. Según lo
observado, las mujeres emprendedoras trabajan muchas más horas que hombres, entre el trabajo
productivo, el trabajo reproductivo y el trabajo comunitario. Se responsabilizan en un alto grado por los
ingresos a sus familias. Aunque no son empleadas formalmente en igual grado que los hombres.
Desde las políticas públicas, se observa una ausencia en el asesoramiento y en brindar las
herramientas adecuadas que les permita trascender las barreras socioculturales ya que la mayoría opta por
desarrollar emprendimientos relacionados con tareas domésticas tales como la elaboración de salsas,
dulces, conservas, costura, entre otras, sin innovar en otras áreas en las que culturalmente son
denominadas como masculinas.
La paradoja es que las mujeres que hacen vivir la economía de numerosas familias, permanecen
excluidas de esferas de decisión, incluso sin reconocer su emprendimiento como una “empresa o un
trabajo”. Esto que se da en el ámbito familiar, se reproduce también a nivel país, donde observamos que –
si bien existen importantes mecanismos implementados en estos últimos años- queda mucho por trabajar,
para que el Estado le reconozca a las mujeres el lugar de poder y decisión que les corresponde en la
economía.
Estas mujeres protagonistas de la economía, llevan verdaderos proyectos de cambio social.
Resisten a este sistema garantizando recursos, equilibrio, formas de intercambio diferentes y gratuidad.
Lo que no significa nunca, opresión, aceptación de su alineación, puesto que definen un " precio justo ",
no tan solo intercambiable por dinero, susceptible de ser apropiado por todos/as.
Desde todos los actores, y especialmente las políticas públicas, es necesario articular el trabajo de
los movimientos feministas y/o de los movimientos de las mujeres con el análisis de la pobreza y de la
economía para construir nuevos modelos socioeconómicos.
La construcción de nuevos modelos que permitan la construcción de una economía social: una
economía al servicio de una sociedad inclusiva, y esa construcción creo que se da desde el análisis
feminista, ya que sabemos que todo recae en la vida cotidiana. Es en la vida cotidiana que las cosas
cambian. Hoy y ahora.
Anexo 1:
A CONTINUACIÓN SE PRESENTA EL FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN, INSTRUMENTO DEL CUAL SE OBTUVIERON LA MAYORÍA DE
LOS DATOS
58
FECHA DE SOLICITUD DIA MES AÑOARGENTINO / EXTRANJERO CON DOCUMENTO NACIONAL
APELLIDO / S:………………………………………………………………………………………………………………………………
NOMBRE / S:…………………………………………………………………………………………………………………………………
DOMICILIO PARTICULAR (CERTERO Y DONDE LLEGUE LA CORRESPONDENCIA):
2.1- Calle ……………………………………………………………..……… Nº………………….. Piso ………….….. Dto. ……………
Dato Adicional ……………………………………………………………………………………………………………………………….
2.2. Localidad …….…………………………… Código Postal ………………… Partido/Depart. …………………………………..
2.3. Provincia …………………………………………………………………………………………………………………….………….
2.4. TEL / CEL: …………………………………….……….. OTRO TEL O MAIL: ………………………………..…………………
3.1. OCUPACIÓN U OFICIO: ……………………………………………………………………………………………………………
DESCRIPCIÓN:..……………………………..………………………………………………………………………………………………… 3.2 CÓDIGO DE ACTIVIDAD
¿CUÁL ES EL INGRESO ANUAL PREVISTO POR LA ACTIVIDAD? $
Regimen Simplificado Pequeños Contribuyentes
Regimen Simplificado Pequeños Contribuyentes Eventuales
¿SE ENCUENTRA INSCRIPTO EN EL MONOTRIBUTO GENERAL? NO
SI ¿EN QUE SITUACIÓN? CON DEUDA
AL DIA
ACTUALMENTE ¿SE ENCUENTRA TRABAJANDO EN RELACION DE DEPENDENCIA POR ESTA U OTRA
ACTIVIDAD? SI NO
¿SE INSCRIBE COMO PROFESIONAL UNIVERSITARIO PARA EL EJERCICIO INDEPENDIENTE DE SU PROFESIÓN?
SI NO
OBRA SOCIAL ELEGIDA: …………………………………….. CODIGO Si ya cuenta con una obra social indicar cual: …………………………………………..…TITULAR ADHERENTE.
INFORME TECNICO SOCIAL:
9.1. CARACTERISTICAS DE LA VIVIENDA (circule el que corresponde)
DNI L.C. L.E.
Nº
3
5
2
4
1
6
7
8
9
9.1.1. ¿Cuál es el material predominate en los pisos de la vivienda?
1. Mosaico, madera, alfombra o baldosas plásticas
2. Cemento o ladrillo fijo3. Ladrillo suelto o tierra4. Otro
9.1.2. El baño / letrina tiene…
1. Inodoro con boton o cadena de arrastre de agua
2. Inodoro sin boton o cadena de arrastre de agua
3. Sin Inodoro4. No tiene baño o letrina
9.1.3. El núcleo familiar ocupa la vivienda en condicion de…
1. Propietario del terreno y vivienda2. Propietario de la vivienda
solamente3. Inquilino4. Otorgada como parte de
beneficios laborales5. Prestamo / cesión6. Ocupante de hecho
9.1.5. ¿Es propietario de otra vivienda o terreno? (en caso de 1 en punto 9.1.3)
SI NO
9.1.4. Cantidad de habitaciones de uso exclusivo del hogar… (sin contar baño ni cocina)
59
CARACTERÍSTICAS DEL NÚCLEO FAMILIAR Y COMPOSICIÓN DEL HOGAR
Identificación Documentación Fecha de nacimiento Educació
n
Trabajo Ingreso
s
Salud
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23En caso
afirmativo
responda
Pare
ntes
co c
on e
l titu
lar
Apellido/s Nombre/s
¿Tie
ne?
DN
I / L
C /
LE
Nº
Dia Mes
Año
Sexo
¿Asi
ste?
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lcan
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Dur
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timos
30
dias
bus
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a 5
4 añ
os)
¿Adh
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a la
Obr
a So
cial
?
1
10
1. Codigo de parentesco con el inscripto
1. Inscripto2. Conyuge3. Hijo/a hijastro/a4. Yerno/ nuera5. Nieta/o6. Madre/ padre7. Suegra/o8. Hermana/o9. Otro familiar10. Otro no familiar
12. ¿Cuál es el máximo nivel educativo alcanzado?
1. Nunca asistio2. Nivel inicial3. Primario / EGB incompleto4. Primario / EGB completo5. Secundario/ Polimodal incompleto6. Secundario / Polimodal completo7. Terciario Incompleto8. Terciario Completo9. Universitario Incompleto10. Universitario Completo11. NS/ NC
14. En su trabajo es…
1. Beneficiario de programa de ingreso social2. Patrón o empleador3. Trabajador por cuenta propia4. Obrero o empleado del sector privado (asalariado)5. Obrero o empleado del sector público (asalariado)6. Trabajador sin salario7. Otro
15. Su trabajo es…
1. Permanente / fijo2. Temporario3. Changa4. Duración desconocida5. NS /NC
20. ¿Qué cobertura de salud usa con mayor frecuencia?
1. Sector público2. Obra social3. Prepaga4. Servicio de emergencia5. Mutual6. Otra
60
Anexo 2:
se presenta el modelo de encuesta que se utilizó para obtener esta información.
anexo 3:
Modelo de la encuesta utilizada en los talleres grupales para obtener la información sobre uso del
tiempo
61
Motivación para crear tu emprendimiento. (Marcar con una cruz)
“COMPLEMENTAR OTRA ACTIVIDAD CON ESTE INGRESO”
“NECESIDAD DE INDEPENDIZARSE ECONOMICAMENTE”
“COMO UNA SALIDA FRENTE A LA SITUACIÒN DE DESEMPLEO”
“CONTINUAR O UNIRSE A UN EMPRENDIMIENTO FAMILIAR”
“LOGRO DE UNA REALIZACIÓN PERSONAL”
“PONER EN PRÁCTICA LOS CONOCIMIENTOS ADQUIRIDOS”
OTROS
Algo que desees expresar, sugerir o aclarar?
Muchas gracias!!
Información personal:
* Nombre de pila de la entrevistada o sobrenombre
* Edad
*Grupo familiar: sola, casada o con conviviente o pareja, número de hijos y ancianos a cargo. Edad de los menores y
adultos a cargo.
*Ocupación de otros adultos en el grupo familiar.
*Comentar si trabaja a no remuneradamente, si lo hace fuera o dentro del hogar
*Nivel de educación o estudios cursados
*Lugar de residencia: urbana ( zona céntrica o suburbana) o rural.
A continuación se incluye un listado de actividades a tener en cuenta al momento de las preguntas:
Actividades domésticas
Cuidados infantiles y familiares:
La grilla de actividades distribuida cada 30 minutos. Por razones de espacio no se copio completa
Hora Actividad Superposición
6:00 Despertar niños
6:20 Alimentar mascotas
La grilla debe extenderse hasta la hora en que la persona se acuesta a dormir.
Es preferible incluir primero todas las actividades realizadasy luego destacar las que se refieren a nuestra pequeña
investigación.
Al final de cada grilla debe indicarse lo siguiente:
Total de horas destinadas a tareas domésticas:
Total de horas destinadas a cuidados familiares:
Total horas trabajo no remunerado en el hogar:
Total de horas de trabajo superpuesto: (su utilidad es ver la densidad de tareas)
Comentarios adicionales.
BIBLIOGRAFIA DE ESTE CAPÍTULO:62
Arriagada, Irma y Carmen Torres (editoras). “Nuevas dimensiones de Género y Pobreza: una
introdución”. Santiago de Chile. 2005
Bordieu, Pierre. “Razones prácticas: sobre la teoría de la acción”. Barcelona. Ed. Anagrama. 1997
Coraggio, J. L. “La economía social como vía para otro desarrollo social” en De la
emergencia a la estrategia: más allá del “alivio de la pobreza”. Espacio Editorial, Buenos
Aires, 2002
Coraggio, JL. “De la emergencia a la estrategia”. Espacio Editorial, Buenos Aires. 2004
CTA-RAT-ANTA-FETIA, ICO-UNGS “Experiencias y Aprendizajes en la
Construcción de otra economía”. 2007
DE SOUSA SANTOS, BOAVENTURA “La Sociología de las Ausencias y la Sociología de
Las Emergencias: para una ecología de saberes”. 2006
HINTZE,S. DEUX, M.V. “La institucionalidad política de la economía social y solidaria”. 2008
INDEC. Primera Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad 2002-2003. Complementaria
Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001. www.indec.gov.ar
KIRCHNER, ALICIA. “La Bisagra” Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. 2008.
www.desarrollosocial.gov.ar
MATTA A. “Políticas y Programas para la Promoción de la Microempresa en la
Argentina y la Provincia de Córdoba”. 2008.
MAX NEEF, MANFRED.”Desarrollo a Escala humana”. www.max-neef.cl
MINISTERIO DE ECONOMÍA- PROGRAMAS MECOVI- BID- DIGESTYC. Resumen de la
encuesta de hogares de propósitos múltiples. Ciudad Delgado, República de El Salvador c.a. 2003
MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL DE LA NACIÓN: www.desarrollosocial.gov.ar
NINA, OSVALDO; RUBIO, MÓNICA. “Bolivia: Desempeño Económico y Pobreza”. Banco
Interamericano de Desarrollo. División de Programas Sociales Región 1. Bolivia. 2000
PALMIERI, JOELLE. FOUFELLE, DOMINIQUE “Feminismo y Economía Solidaria”. Revista
Ciudad de mujeres. Sábado, 6 de mayo de 2006
PASTORE, R. “Diversidad de trayectorias, aproximación conceptual y pluralidad de
Proyectos de la Economía Social”, en Documento del Centro de Estudios de Sociología del
Trabajo, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires, 2008
63
SAUMA FIATT, PABLO “Mejoramiento de las encuestas de condiciones de vida en América Latina
y El Caribe”. Programa MECOVI. BID-BM-CEPAL-INEI. Lima, Perú. 1997
SOLÍS,M. CARBONETTO,S. “La autogestión de los microcréditos”. 2005
CAPÍTULO 4:
GÉNERO Y ECONOMÍA SOCIAL. PROPUESTAS DE POLÍTICAS PÚBLICAS
Son necesarios nuevos planteamientos que expliquen por qué somos las mujeres quienes
mayoritariamente frente a una situación de pobreza y desempleo impulsamos nuevas formas de
economía, alternativas al modelo hegemónico de la economía neoliberal, de qué manera estos
proyectos plantean acciones innovadoras para un verdadero cambio social y como las políticas
públicas deberían favorecer y acompañar este proceso
4- Política de Economía Social :
a- Breve recorrido histórico de las políticas de economía social
En los capítulos anteriores hemos definido lo que se entiende por economía social, en
breves palabras podemos decir que se trata de un conjunto de experiencias asociativas y/o
empresas que producen bienes y servicios, en un proceso que no tiene exclusivamente como
objetivo la consecución del lucro –como es característica preponderante de la empresa privada-, ni
tampoco la producción de bienes colectivos –como lo es en el sector público-, sino la
autoinclusión y promoción de valores como cooperación, solidaridad, horizontalidad o
democracia, etc.
Uno de los autores que realiza un estudio histórico de la economía social es el profesor
Daniel Arroyo23, en este recorrido nos remitiremos a él, integrándolo con otros especialistas.
Si realizamos un breve recorrido en la historia de la economía social en la política Argentina
podemos decir que la misma tiene su máxima expresión en el cooperativismo, impulsado a fines
del siglo XIX por corrientes migratorias europeas que incorporaron en la constitución de sus
empresas tradiciones mutualistas y prácticas cooperativas. Estas experiencias involucraron a
pequeños productores urbanos, artesanos y trabajadores rurales quienes organizaron sus
actividades bajo formas empresariales impulsando, además, circuitos de asistencia dentro de sus
propias actividades, con el fin de resolver solidariamente la carencia de fuentes de financiamiento
para las actividades que realizaban.
Los primeros antecedentes en el año 1875 corresponden a cooperativas de producción y
consumo formadas por colonias de inmigrantes de filiación socialista y anarquista. Posteriormente
23 Arroyo, Daniel. Economía Social: un potencial sector de inclusión social. Capacitación institucional. Ministerio de Desarrollo Social
64
se expandieron a los servicios públicos, financieros y la vivienda, de modo tal que entre 1927 y
1929 las cooperativas registradas pasaron de 164 a 353.
En cuanto al mutualismo, su inicio también estuvo estrechamente relacionado a la
inmigración europea de fines del siglo XIX. A mediados del siglo XX se sancionó una ley
específica, rigiéndose las mutuales hasta ese momento por el Código Civil. En 1944, a partir del
Tercer Congreso Mutualista Argentino, nació el anteproyecto de ley de mutualidades.
Durante el peronismo y también el periodo pendular (1955-1973) nuestro país promovió las
cooperativas, que se vincularon al Estado en sus distintas funciones de asignación de servicios,
control de la economía y el bienestar de gran parte de la población.
Hoy la realidad nos muestra un gran aumento en materia de cooperativas, en la actualidad,
según el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social – INAES - existen 21.729
entidades cooperativas matriculadas y 7.396 entidades mutuales.24
b- Hacia una nueva conceptualización de economía social
Como lo hemos comentado anteriormente, hay un hito en la historia de la economía social
desde los años 90, cuando las tasas de desempleo y de subocupación alcanzaron y permanecieron
en valores muy altos, la sociedad comenzó a tomar el tema del empleo por su cuenta, muchos
sectores de la sociedad organizados en la denominada nueva economía social se constituyeron
como «contenedores » de la grave crisis social.
A pesar de los altibajos (e incluso la eventual declinación de algunas de estas experiencias)
las iniciativas socioeconómicas barriales (comedores, guarderías, panaderías, etc.); los clubes de
trueque; las fábricas recuperadas por los trabajadores; etc, muestran un camino, y el deseo
profundo de tomar el empleo como un eje vertebrador de la vida social y política. Inclusive,
diariamente surgen una infinidad de actividades llevadas adelante básicamente por los sectores
pobres y empobrecidos, como estrategia de supervivencia de personas, familias y grupos.
De cualquier forma, es una respuesta a la falta de empleo formal y a la necesidad de
generar sus ingresos o mejorar sus condiciones de vida. Se trata de acciones muy diversas que van
desde la comercialización en el propio barrio o en la calle; la producción y elaboración de
alimentos; la gestión de comedores escolares y comunitarios; la producción de bienes y servicios;
la auto-construcción de viviendas; etc.
Esta nueva economía social que surge en la Argentina se caracteriza por la heterogeneidad
de sus actores y protagonistas, entre los que podemos nombrar las organizaciones de base, las
organizaciones de apoyo, los trabajadores feriantes, las empresas recuperadas, y los
emprendimientos productivos.
24 Más información: www.inaes.gov.ar65
Las organizaciones de base tienen como objetivo prioritario la resolución de problemas de
orden local; pueden visualizarse en espacios territoriales, donde predominan diferentes estratos
sociales pero en todos los casos el objetivo es lograr mejoras en cada localidad. Estas
organizaciones tienen un entramado de relaciones muy cotidiano con el gobierno municipal y
generalmente aparecen bajo la denominación de uniones o juntas vecinales.
Las organizaciones de apoyo (que generalmente son las consideradas como ONGs) son
instituciones voluntarias formadas principalmente por profesionales que tienen por objetivo prestar
apoyo económico, asistencia técnica o capacitación a otras instituciones o a la comunidad. En
algunas situaciones, pueden interactuar en la implementación de políticas públicas. En muchos
casos estas entidades responden más a una lógica institucional general que a un problema
territorial.
Definimos como trabajadores feriantes a aquellas personas que por cuenta propia o
formando una empresa familiar ofrece sus productos o servicios en «ferias al aire libre» o en
espacios físicos cerrados, en forma rotativa, organizadas generalmente por los gobiernos
municipales, quienes además observan su fiscalización y reglamentación. Actualmente, este tipo
de actividades se han redimensionado en algunas localidades del país, principalmente a través de la
incorporación de nuevos feriantes, muchos de ellos auto-empleados de diferentes orígenes:
algunos organizados en torno a las ferias registradas; otros a través de la promoción de dichas
actividades por los gobiernos locales; en otras ocasiones por presión de productores y
comerciantes que han obtenido autorizaciones precarias para su implementación; y en ciertos
casos, organizadas por vecinos y productores sin autorización legal, pero aceptada implícitamente
por las autoridades ante la situación de emergencia laboral y social que vive el país.
Las empresas recuperadas, constituyen episodios que conforman un cuadro de deterioro de
su condición salarial por las dificultades operativas de las empresas. En algunos casos la
recuperación de las fuentes de trabajo se hace a partir de una negociación con los dueños, otras a
través de instancias judiciales, muchas veces después de la toma de las instalaciones o la guardia
en carpas frente a la empresa para evitar el retiro de maquinarias o de materias primas
indispensables para la continuidad de la producción.
Los emprendimientos productivos constituyen un sector heterogéneo de las distintas
realidades locales y esquemas de influencia de los actores sociales sobre el gobierno. La forma que
adquieran estas relaciones depende generalmente del tamaño de la población; las características y
grado de desarrollo de la economía; las características geográficas; el grado de desarrollo de las
organizaciones sociales; las configuraciones de la cultura local; el perfil de los liderazgos; etc.
Los emprendedores pueden estar vinculados a uno o varios programas estatales que
proveen de recursos en menor proporción, o ser independientes de esos programas. Entre los
66
primeros están las huertas orgánicas familiares y comunitarias, algunos comedores comunitarios,
algunos servicios de salud, algunas empresas recuperadas. Entre los segundos, están las múltiples
actividades emprendidas por las organizaciones de la sociedad civil, los mercados sociales,
emprendimientos de transporte, cooperativas de trabajo y de producción; organizaciones de base
nucleadas alrededor de emprendimientos específicos como hornos de pan y de ladrillo, algunos
servicios de salud, escuelas cooperativas; agrupaciones de vecinos con fines específicos. Todos
buscan producir la satisfacción de un conjunto de necesidades como la integración social y
económica de sectores seriamente afectados por el sistema económico, preservando y
promocionando formas y tecnologías productivas tradicionales, así como la diversidad cultural. En
consecuencia, la situación social en Argentina no sólo significa una situación con grandes bolsones
de pobreza, desigualdad y exclusión social, sino también gran fraccionamiento y heterogeneidad
de los actores de la Economía Social.
Considerando que esta “nueva economía social” que se da en la Argentina en estos últimos
años tiene como actores a aquellos que buscan superar su situación de pobreza y desempleo, y
teniendo en cuenta que el rol que desempeñan las mujeres en el liderazgo la mayoría de estas
nuevas formas de economía social; es de suma importancia pensar lineamientos de política social
asociados a la construcción de políticas públicas inclusivas desde una mirada de género, teniendo
en cuenta a los/as protagonistas realmente existentes.
c- Las políticas públicas para la economía social:
La llamada “crisis del 2001” evoca en los argentinos inmediatamente a un estado de
desempleo, pobreza, desigualdad, exclusión, siendo estos algunos conceptos que remiten a los
alarmantes indicadores de situación que atravesaba nuestro país. Estos indicadores fueron
acompañados por una serie de eventos que pese a sus diferencias tenían como común denominador
la acción colectiva y además promovían las economías de subsistencia permitiendo que la crisis
llegue a un piso y la situación no se deteriorara aún más.
Los movimientos piqueteros, las asambleas barriales, los clubes del trueque que se
desarrollan y toman fuerza en el 2001 y 2002 expresan dos elementos claves a la hora de
caracterizar los problemas y sus posibles respuestas: por un lado, la cooperación y el trabajo
organizado y por otro, la demanda de políticas integrales, que superen la falsa división entre lo
“social”, lo “político” y lo “económico”.
En esta línea de acontecimientos se suma, como parte del proceso de retroalimentación, la
evidente insuficiencia del “Plan Jefes y Jefas de Hogar” existente en ese momento respecto de la
demanda de políticas integrales. Cabe destacar que este Plan había surgido como una respuesta
social en la urgencia durante la presidencia de Rodríguez Saá y fue re definido como un programa
de “acceso universal” a partir del decreto 565/02 del presidente Duhalde25. Siguiendo esta línea de 25 Presidente argentino Eduardo Duhalde, años 2002-03.
67
sucesos se lanza en el 2003 el Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social «Manos a la
Obra»26 que para algunos autores – entre ellos Arroyo-, significó un cambio de paradigma en la
política social. Este plan se presenta como una política superadora de la visión estrecha de la
política social, incluso el presidente Kirchner en el lanzamiento lo señalará como el giro hacia
“esquemas de políticas sociales absolutamente integradoras”, donde “aparezca de vuelta no el
Estado benefactor, sino el Estado que promueve, la provincia que actúa y el municipio que
ejecuta”.
En este hilo de acontecimientos que se sucedieron, cabe destacar el fuerte impulso que el
éxito del Foro Social Mundial imprimió en los movimientos sociales que comenzaban a
manifestarse y constituirse en Argentina. Esto frente al desgaste de las fuerzas políticas
organizadas, representado por el eslogan “que se vayan todos” y contrarrestado desde el gobierno
de Duhalde por la convocatoria a la Mesa de Diálogo, plantea la posibilidad de que otras voces
tengan lugar en la definición de las políticas.
La Iglesia y el Frenapo27 con fuerza durante la transición y la consolidación de los Consejos
Consultivos en las políticas del gobierno kirchnerista, eran nuevos espacios de articulación que
pretendían revitalizar la construcción de las políticas ante la crisis de las fuerzas tradicionales de
representación.
La receptividad política de esta propuesta habilitó la “ventana de lanzamiento” de las
políticas ligadas al desarrollo de la Economía Social con tres pilares claves: el impulso de los
emprendimientos asociativos -vía fomento de cooperativas de trabajo o líneas de subsidios para
emprendimientos productivos asociativos-; el apoyo a organismos de microcrédito y el impulso a
la articulación de estas políticas en el marco de procesos de desarrollo local territorial.
d- Sobre el plan Manos a la Obra:
El plan manos a la obra constituye uno de los tres grandes planes de las actuales políticas
sociales del gobierno nacional, y el orientado a la economía social. El objetivo principal
básicamente es financiar a todos las personas que no son sujeto de crédito en la Argentina y se
encuentran en condiciones de vulnerabilidad social, a partir de la compra de herramientas,
máquinas, insumos, bienes de capital, capacitación y crédito no bancario, es la intervención
dirigida al fortalecimiento de emprendimientos productivos, permitiendo la generación de empleo
y la participación ciudadana en espacios comunitarios. Esta política pública le da un rol de
relevancia a los municipios, ya que su función es de efector y promotor de la Economía Social.
26 Más información: www.desarrollosocial.gov.ar
27 Frenapo (Frente Nacional contra la Pobreza)
68
El Plan ha contemplado espacios de articulación interinstitucional, a través del trabajo de
los equipos del Estado nacional con cada provincia y también con cada municipio, que definen
estrategias socio productivas y acciones a desarrollar. Dicha articulación se asentó teniendo en
cuenta los entramados institucionales locales correspondientes.
La gestión del Plan no ha resultado una iniciativa aislada y pequeña, sino que es sostenida
y masiva, con transferencia de recursos para aquellos que están fuera del sector financiero formal y
que tienen capacidades productivas asociativas o no. Por ello, “desde el año 2003 se han llegado a
financiar 66.735 unidades productivas en el ámbito urbano y rural con un total de 600.000
pequeños productores beneficiados, con una inversión total de $ 475.000.000. Además, se ha
intervenido en un total de 1.350 localidades chicas, intermedias y grandes de diversas
características”.28
Otro aspecto importante del Plan, es haber colocado en la agenda del Estado (en sus tres
niveles) el abordaje socioproductivo de las políticas sociales. Esto implica que la visión de la
política social no debe contemplar sólo asistencialismo y que es muy relevante que el Estado
nacional, junto con los municipios, promuevan y fortalezcan a los numerosos emprendimientos
productivos, incorporándolos a la economía formal y a la dinámica de crecimiento económico
sostenido.
La consolidación del Plan Manos a la Obra plantea una serie de desafíos importantes, por
un lado, terminar el proceso de descentralización iniciado con el fin de articular criterios,
infraestructura, recursos humanos y económicos. Esto se orienta a consolidar una toma de
decisiones, incorporando el conjunto de instituciones y espacios de concertación, asegurando la
participación de otros actores como, por ejemplo, las organizaciones de la sociedad civil y el sector
privado.
Por otro lado, apunta también a la necesidad de la disminución de la informalidad, ya que
hay múltiples productores y sectores asociativos que no tienen escala, o su producción es
discontinua; también, tienen bajos ingresos, no poseen registración, ni previsión y obra social. Ello
requiere propiciar la constitución de marcos de inclusión tanto vía jurídico-institucional;
impositivos (por ejemplo el monotributo social); de registración, créditos, de establecimiento de
marcas propias; como su incorporación en cadenas de valores con el sector formal y con las
Pymes.
28ARROYO, Daniel. “Economía Social: un potencial sector de inclusión social.” Capacitación institucional. Ministerio de Desarrollo Social.2004
69
e- Análisis de las políticas de economía social desde la asociatividad de los/as
emprendedores/as
Resultan muy interesantes los trabajos de investigación realizados por el equipo de
investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba 29 quienes analizan las políticas públicas de
economía social desde el grado de asociatividad de los emprendedores, abordando casuísticamente
las políticas que impulsan emprendimientos asociativos, analizando el funcionamiento asociativo
de las organizaciones, tomando en cuenta el conocimiento mutuo (previo y posterior a la
constitución del grupo), la división del trabajo, la comunicación, la toma de decisiones y la
resolución de conflictos.
Una de las principales conclusiones que obtuvo el equipo tiene que ver con el rol del
Estado como promotor de estas organizaciones de economía social. Ellos refieren que, de no haber
mediado la actividad estatal la gran mayoría de los grupos no se hubieran constituido. El estudio
del funcionamiento asociativo de los grupos beneficiarios del Plan Manos a la Obra reveló que
sólo 4 emprendimientos existían como tales antes de presentarse para la obtención del subsidio.30
Según nuestra base, corroboramos este dato y podemos afirmar que de estos 4 emprendimientos, 3
son emprendimientos familiares (o asocia a por lo menos dos personas de una misma familia).
En el caso de las cooperativas, aunque la “promoción” de la asociatividad se dio por vías
indirectas, es innegable la impronta de una matriz de surgimiento signada por el Estado en un
doble rol: como impulsor de la constitución del grupo y como regulador de la asociatividad a
través del marco legal al que se enfrentan los asociados una vez que deciden formalizar su
situación. La “inspiración” estatal operó en ambos casos de manera diferente.
Juan Pablo Martí31 analiza este fenómeno explicando “que en muchos casos las
cooperativas implican la persistencia de lógicas clientelares en relación con el Estado promotor y
la conformación de cooperativas de trabajo funciona de manera espuria encubriendo relaciones
laborales asalariadas.
Por su parte, la formalización se da de manera “oportunista” dada la limitada e inadecuada
oferta disponible en materia de “formas jurídicas” en la legislación argentina, por lo que la
elección de la cooperativa como marco jurídico no significó, en muchos casos, formalizar un
conjunto de relaciones consistentes con los principios cooperativos sino utilizar “lo que hay” en la
legislación para acceder a beneficios que sin un reconocimiento jurídico serían inalcanzables”.
29 Magnano, C., Orchansky, C. et al. “Estrategias Asociativas para micro y pequeñas empresas”. Área de Capital Social y Desarrollo Local. Instituto de Administración (FCE-UNC). 200730 El financiamiento estaba destinado a los proyectos presentados por grupos de más de tresmiembros pertenecientes a distintas unidades domésticas31 Martí, Juan Pablo (Coord.) “Cooperativas de Trabajo en el Cono Sur. Matrices de surgimiento y modelos de gestión”, en Revista UniRcoop, Volumen 3. 2002.
70
A su vez Magnano y su equipo, afirman que “Si bien la promoción de las formas
organizacionales asociativas es parte de las políticas públicas orientadas al desarrollo de la
Economía Social, lo interesante es analizar si esa acción significó la constitución efectiva de
grupos inspirados en los principios de la ES. Para ello es preciso retomar que las notas esenciales
de esta forma de comprender la asociatividad están en su carácter colectivo y voluntario, orientado
al largo plazo y sostenido sobre la confianza mutua, la transparencia y la democracia.32
Teniendo en cuenta lo expuesto es posible relativizar el carácter “voluntario” de esta
asociatividad impuesta como requisito para la obtención de subsidios, créditos, etc. Las
investigaciones mencionadas mostraron, además, que el funcionamiento asociativo estaba
vinculado a dos elementos que podrían considerarse “semillas de asociatividad”: los vínculos
familiares y, en el caso de las cooperativas, la lógica sindical.
En el caso de los grupos beneficiarios del Manos a la Obra, la asociatividad era mayor en
los grupos constituidos íntegramente por familiares que en los grupos formados por no familiares.
Dicho fenómeno también se da en las cooperativas donde el “núcleo asociativo” estaba
conformado sobre la base de relaciones familiares: padre e hijo en un caso, hermanos en el otro,
quienes son los que constituyeron el origen de las cooperativas y los “nodos” en las redes de
información y comunicación. Son ellos los que ocupaban los cargos de autoridad, quienes toman
las decisiones y quienes llevan adelante las relaciones con el Estado y otras organizaciones. En
ambos casos Razeto explica que “sin duda los vínculos familiares garantizan relaciones de
confianza previas, sin “presuponer” o “inventar” la asociatividad ya que es precisamente en la
familia donde por lo general prevalecen las relaciones de cooperación, comensalidad y donación,
articuladas por el principio de la reciprocidad, característico de la Economía Social”.33
La otra “semilla de asociatividad” presente claramente en las cooperativas e indirectamente
en los grupos asociativos es la inspiración sindical. En un caso, como consecuencia de continuar la
lucha sindical pero desde la condición de desempleados y, en el otro, en función de que los
objetivos por los que se constituye la cooperativa están más relacionados con los fines de aquel
tipo de organizaciones que con los de una cooperativa de trabajo (cobertura social, seguro, etc.).
En ambos casos la orientación hacia la lógica sindical podría responder a una socialización
vivida por los actores en el marco de la economía de mercado capitalista con escaso conocimiento
y desarrollo de una cultura ligada a la economía social o al movimiento cooperativo, pero con
valores claramente orientados en ese sentido que sostienen la aspiración a un funcionamiento
superador del individualismo propio del mercado capitalista.
32 Magnano, C., Orchansky, C. et al. 2007.33 Razeto, Luis. Empresas alternativas. Ed. Nordan, Montevideo. 2002
71
La asociatividad ha funcionado, en el marco de las políticas públicas para el desarrollo de
los emprendimientos de la Economía Social, como un medio para alcanzar otros fines. En ninguno
de los casos estudiados la promoción y desarrollo de la asociatividad pasó de ser un requisito a ser
un fin en sí misma: se requería la constitución de grupos asociativos, sin considerar las dificultades
que implica este tipo de funcionamiento en sociedades atravesadas por la lógica individualista del
capitalismo de mercado.
Esta situación permite advertir que para el Estado, la asociatividad podría haber funcionado
como medio para ampliar la escala de la política y para los emprendedores o socios de las
cooperativas, como un instrumento para acceder al subsidio, al trabajo, al crédito.
La elección de promover la asociatividad como una de las alternativas para desarrollar la
Economía Social debió ser coherente con los supuestos que la inspiran, es decir, propender al
establecimiento de relaciones de confianza mutua a largo plazo para lo cual creemos sería
necesario tener en cuenta tres elementos: la existencia de lazos previos; la asistencia psico socio
organizativa y la inserción de las organizaciones en redes económico-sociales ampliadas.
En relación al primer punto, es preciso que la política pública estatal apoye los
emprendimientos que ya funcionan en base a una dinámica asociativa. Sin embargo, dado que la
realidad es poco fértil en ese sentido, si la política se orienta a generar nuevos emprendimientos
que operen en esa lógica, es importante considerar las “semillas de asociatividad” tales como la
familia, la pertenencia a instituciones u organizaciones de base que se asienten en prácticas y
valores superadores del individualismo.
La asistencia psico-socio-organizativa debe orientarse a sostener a los grupos mientras
opera el cambio de subjetividad del individualismo a la cooperación.
Esto implica dotar a los actores de capacidades actitudinales y de gestión que permitan la
administración de las relaciones interpersonales, aceptando y manejando los conflictos, mejorando
la comunicación y ampliando la participación en la toma de decisiones. Para ello es necesario
reconocer y valorar como una inversión el tiempo que requiere el establecimiento de relaciones de
confianza, que se dan a través de actividades no directamente ligadas a la producción pero que
impactan directamente en la posibilidad del desarrollo de lazos sólidos a largo plazo.
Un último elemento de la asociatividad que se propone para la definición de estrategias
exitosas en el marco de la ES, es la inserción de los emprendimientos asociativos en el marco de
procesos de desarrollo territorial, lo cual estaba definido en el marco general de la política y sin
embargo no fue considerado al momento de la aprobación de los proyectos en el caso de los
beneficiarios del PMO, ni abordado como estrategia en el caso de las cooperativas. Para Coraggio
el impulso a la Economía Social, si es una estrategia genuina de desarrollo del sector y no una
72
mera política coyuntural para paliar la pobreza, implica avanzar en la integración de la economía
pública, la privada y la solidaria o social34
Mujer y economía social
Una vez mas la experiencia nos muestra las reconocidas estrategias que las mujeres
implementan ante las situaciones críticas, vale destacar que las mujeres fueron, antes que los
hombres, las que comenzaron a enfrentar el hambre y la desocupación participando de las protestas
en las calles, buscando estrategias económicas tales como el trueque, y fundamentalmente
promoviendo la economía social y la organización comunitaria como vía para recuperar la
dignidad del trabajo. Sin embargo, pareciera que en materia de políticas sociales esta relación no
es del todo conocida.
Creemos que son necesarios nuevos planteamientos que expliquen por qué somos las mujeres
quienes mayoritariamente frente a una situación de pobreza y desempleo impulsamos nuevas
formas de economía, alternativas al modelo hegemónico de la economía neoliberal, de qué manera
estos proyectos plantean acciones innovadoras para un verdadero cambio social y como las
políticas públicas favorecen y acompañan este proceso.
Explicando esta relación la economista feminista, Geneviève Azam, refiere que "en las
representaciones dominantes, se constata que, cada vez que la presencia femenina es importante en
una actividad económica, esta actividad se presenta como menor y despreciada. Esto ya viene de
tiempo atrás, cuando las actividades de producción y reproducción, femeninas, se vinculaban al
espacio doméstico, a un concepto de gratuidad, de ofrecer y dar, de reciprocidad. Es sobre todo en
el siglo XIX, con el nacimiento del capitalismo, cuando el dar y la gratuidad se relegan al ámbito
privado, y la producción comercial se desarrolla en el ámbito público, masculino".
Geneviève prosigue: "En nuestro mundo, el concepto de civilización y desarrollo se vincula
desde una óptica o con una historia de opulencia, de abundancia, que contrasta fuertemente con los
recursos naturales disponibles. El arraigo en la naturaleza, el mundo doméstico, femenino, no
entran en esta imagen del progreso. La representación dominante quiere que las mujeres sean las
especialistas del vínculo social: con la función de equilibrio en la familia, y de sus actividades
tradicionales de tejido haciendo "retales" del vínculo social. La economía solidaria sería pues una
finalidad natural para las mujeres35"
Según la eco feminista y economista alemana María Mies, "si nos preguntamos por qué las
mujeres son las principales víctimas de las reformas del neo-liberalismo, titubeamos. Es porque el
estatus de las mujeres es bajo en todas las partes del mundo: no tienen poder de negociación y no
pueden hacer crecer, aprovechar su "capital humano". Por eso se recurre a los Estados para que no
34 Coraggio, José Luis (2004b) “Prioridades en la política social y los planes de desempleo”, en Diario Página 12. 12 de abril de 2004.35 Azam, Genevieve. Una búsqueda de otro mundo. Agosto 2003.
73
haya más discriminación hacia las mujeres, y para que la igualdad de género sea una realidad, en
todos los ámbitos sociales y económicos"36.
Pero esta política de "alcanzar una posición más alta" propia del sistema capitalista actual es
algo que nunca se aplicó para las mujeres, ni en el Sur ni en el Norte. Sigue siendo un mito. Para
explicarse, la economista María Mies utiliza la metáfora de un iceberg, con una parte que aparece
sobre el agua, que representa únicamente el capital y el trabajo asalariado, y, otra parte, bajo el
nivel del agua, invisible, el trabajo doméstico gratuito de las mujeres. Se puede decir que todas la
teorías tradicionales sobre nuestra economía solamente tienen en cuenta la cumbre del iceberg,
limitándose a la venta de la fuerza de trabajo del adulto, generalmente masculino, por un salario...
o también a la prostitución, globalmente reservada a las mujeres, el único sector donde pasarían a
ser repentinamente legitimas de percibir un salario por un trabajo, el del sexo.
El trabajo de reproducción de la capacidad de trabajo, asegurado por la mujer o la madre del
trabajador, no aparece entonces ni en las estadísticas de los capitalistas, ni en las de los Estados, ni
en la teoría de Marx. De hecho, este trabajo de reproducción, se concibe como un "bien gratuito" y
"natural", que implica "la instrumentalización de las mujeres como complemento necesario para la
proletarización de los hombres", afirma Mies.
Lo que destaca la economista, es que la idea-misma de que las partes sumergidas del iceberg
salgan un día a la superficie para convertirse finalmente en trabajadores/as asalariados/as forma
parte del mito, ya que el liberalismo nos lleva justamente al camino opuesto. Ella refiere que: "Hoy
pedazos flotantes del iceberg cada vez más importantes son sumergidos. Se acepta que el pleno
empleo, incluso en los países ricos del Norte, sea un concepto de paso. La política neo-liberal de
"desregularización" y de "flexibilidad" no es más que otra expresión de lo que llamamos la
"domesticación" del trabajo". De hecho, las mujeres llevan el peso del liberalismo, o dicho de otra
forma, sin las mujeres, el liberalismo se hundiría.
La lucha para la igualdad de los derechos se convierte en una aberración o incluso en una
pérdida de tiempo. Las políticas desreguladoras no se preocupan apenas por los derechos.
Podemos afirmar, sin tener que recurrir a estadísticas, que la mujeres están sobre representadas
entre los más desfavorecidos, los pobres y los "sin voz" en todas partes en el mundo. Las mujeres
apoyan a sus familias en las regiones más devastadas, o en nuestros propios suburbios, cultivan la
tierra, mantienen a flote los pequeños comercios, producen la artesanía.
Cada vez más, se dedican a organizar este sector informal e invisible. La paradoja es que las
mujeres que hacen vivir la economía de numerosos países, permanecen excluidas de las esferas de
decisión, o incluso reducidas al estatus de menores, incluso por los representantes varones de este
36 Mies, Maria. El trabajo de las mujeres: el pilar de la globalización. Colonia, agosto de 2001.
74
movimiento, que no reconocen el carácter protagonista de las mujeres en estas nuevas formas de
organización.
Al hablar de economía, las mujeres hablan también de familia, de salud, de educación, entre
otros derechos. Por ello, valorar los conocimientos técnicos tradicionales, indispensables para la
vida pero a menudo despreciados -incluso por las propias mujeres-, es el camino más corto hacia la
reconquista del aprecio de una misma.
Como lo vimos en el capítulo anterior, las mujeres comienzan un emprendimiento enfrentadas
a las urgencias económicas que genera el desempleo, pobreza, y la exclusión. Estas mujeres, que a
menudo practican la economía social sin reconocimiento alguno, pretenden superar esta situación
de crisis, mejorar sus ingresos porque en la economia del hogar se sufre el desempleo y la
pobreza; y buscan crear su propio empleo porque son rechazadas por el mercado de trabajo.
Con sus competencias y sus conocimientos técnicos tradicionales crean herramientas de
producción, se agrupan, se estructuran y hacen fructificar sus iniciativas. Así, constatan que estas
competencias producen riquezas: al menos, la autonomía financiera (con relación al cónyuge y el
Estado) una expansión personal y una revisión al alza de su imagen como emprendedora; además
estas actividades tienen un impacto muy positivo en la vida de los hijos/as promoviendo un
intercambio intergeneracional de los saberes. Sin embargo es necesario y urgente que las políticas
públicas procuren apoyar el análisis y las prácticas solidarias de las mujeres, desarrollar
herramientas metodológicas para el reconocimiento de estas prácticas y volver visibles las
prácticas de las mujeres desarrollando prácticas in situ.
5- CONCLUSIONES Y PROPUESTA DEL CAPÍTULO:
Según lo expuesto, el contexto actual es el momento propicio para avanzar hacia la resolución
de los desafíos que plantea la economía social. Sin embargo los dispositivos que implican una
intervención estratégica de las políticas sociales, el fortalecimiento del sector de la economía
social y la mirada de género en esta construcción son centrales para pensar la inclusión social. Si
bien el surgimiento de la nueva economía social está relacionado con tendencias del capitalismo
global, en el caso particular argentino es un sector muy importante para la generación de empleo.
Potenciar una economía social y concebirla como una forma de inclusión social significa
orientarse hacia su fortalecimiento a través de numerosos mecanismos como el crédito, el
microcrédito, la asistencia técnica y la capacitación. No obstante, conformar valor agregado,
aglutinar actores, formalizar su producción y propiciar su sustentabilidad parecen ser los pasos
necesarios para su consolidación. De esta manera,
Consideramos que se debe incorporar el enfoque de género en las políticas públicas que
apuntan al fortalecimiento de la economía social, y de esta manera se lograría el propósito de
75
promover empleo, aumento del ingreso y el desarrollo productivo, y paralelamente reducción de la
pobreza.
Este enfoque de género que proponemos debería tener los siguientes ejes:
• La medición del impacto del emprendimiento en la reducción de la pobreza
Recoger y presentar la información desagregada por sexo, además de por otras variables
significativas, tales como edad, etnia, localización urbana/rural. Analizar la información desde un
enfoque de género
Promover metodologías de medición de que se adentren en los hogares con el fin de identificar
condicionantes de género en el acceso y el control de los recursos materiales y sociales y en la
participación en la toma de decisiones.
• El trabajo no remunerado
Medir y valorizar el trabajo no remunerado que principalmente desempeñan las mujeres, como
forma de reconocer, más allá del discurso, el aporte de las mujeres al desarrollo de los países. Y
como esta desigual distribución puede interferir en el desarrollo laboral.
Promover estrategias de sensibilización dirigida a revertir el actual reparto desigual de tareas en el
hogar y a promover la paternidad responsable.
• La autonomía económica de las mujeres
Impulsar programas específicos de apoyo para la creación o consolidación de los emprendimientos
productivos en los que participan las mujeres. Llevar a cabo estudios de mercado para la
identificación de áreas productivas rentables.
Incrementar la capacitación empresarial y técnica de las mujeres (individual colectivamente), su
acceso a tecnologías apropiadas y a la asistencia técnica de calidad.
Facilitar el acceso de todas las mujeres y fundamentalmente quienes están en una situación
socioeconómica vulnerable a los micro-créditos.
Aumentar la participación de las mujeres emprendedoras en los espacios de toma de decisiones.
Apoyar el fortalecimiento institucional de las organizaciones de mujeres y de las redes de apoyo
para la producción, gestión y comercialización de sus emprendimientos.
Promover el empoderamiento de las mujeres participantes en los proyectos de generación de
ingresos. Integrar en los programas de generación de ingresos acciones de sensibilización en
materia de género y derechos de las mujeres, dirigidas a todos los sectores involucrados.
• El acompañamiento, asesoramiento, capacitación y comercialización del
emprendimiento:Llevar a cabo estudios sobre qué capacidades y conocimientos está
76
demandando el mercado, y articular acciones de orientación y formulación de ofertas de
formación.
Promover programas de capacitación dirigidos a hombres y mujeres que rompan con los
estereotipos en materia de ocupaciones.
Promover campañas de sensibilización para modificar los estereotipos y actitudes discriminatorias
hacia las mujeres en el mercado laboral.
• El fortalecimiento de los mecanismos de denuncia de la discriminación laboral
Impulsar campañas de información sobre derechos de los y las trabajadoras y procedimientos a
seguir para hacer cumplir sus derechos bajo la legislación existente.
Promover la aprobación e implementación de políticas de conciliación de la vida laboral y
familiar.
• La inclusión de la dimensión macroeconómica
Promover el diseño de las políticas macroeconómicas - políticas laborales, política fiscal – desde
una óptica de redistribución de la riqueza y de justicia social, como medio para atacar las causas de
la pobreza y la desigualdad.
Poner en marcha iniciativas de presupuesto sensible al género, con el objeto de determinar qué
grupos se benefician del gasto público y si éste promueve u obstruye la equidad de género.
Proponemos evaluar el diseño, ejecución y evaluación de las políticas de economía social desde
una perspectiva de género
• Evaluar el impacto en el acceso y manejo de ingresos por parte de las mujeres
Determinar si las distintas líneas implementadas en la economía social han permitido el desarrollo
del emprendimiento, quiénes se han beneficiado y quiénes han sido excluidos, poniendo especial
atención en la identificación de las categorías de mujeres beneficiadas y excluidas.
Identificar si las actividades propuestas por el plan de economía social han generado un aumento
de empleo no remunerado (como trabajo familiar no remunerado, por ejemplo). En caso de que así
sea, cuál es el papel de las mujeres y los niños y las niñas.
Preguntarse si las mujeres han elevado sus ingresos económicos como resultado de las actividades
del proyecto.
Identificar a las mujeres que han tenido acceso a créditos para el desarrollo de su emprendimiento
y cómo ha afectado esto a su iniciativa económica.
Conocer el destino del gasto de estos mayores ingresos y quiénes se han beneficiado directa e
indirectamente de ellos.
77
• Evaluar en las políticas de la economía social el impacto en el uso del tiempo de las
mujeres
Los proyectos productivos suelen estar diseñados a partir de la idea de un trabajador libre de
responsabilidades familiares, olvidando que para las mujeres el trabajo productivo es siempre una
carga añadida al trabajo reproductivo.
Algunos criterios a considerar para no sobrecargar el tiempo de las mujeres son:
a) evaluar si las mujeres han tenido un incremento en su carga de trabajo, deterioro de salud o
restricción de oportunidades;
b) evaluar si ha habido una redistribución de tareas domésticas entre los miembros del hogar. En
caso de ser así, quiénes han asumido nuevas tareas;
c) preguntarse si entre las políticas de apoyo a la economía social se contempla también apoyos en
tareas reproductivas.
• Evaluar el impacto de la política en la participación de las mujeres en espacios de
toma de decisión
Considerando que una de las características de los pobres -especialmente de las mujeres pobres- es
la falta de poder, el empoderamiento, es decir, la creciente participación y control sobre las
instancias y decisiones que afectan a su vida y la de su comunidad, resulta vital en la lucha contra
la pobreza desde esta propuesta de economía social.
Algunos criterios para constatar avances en esta línea son los siguientes:
a) identificar el papel de las mujeres en la gestión formal del proyecto;
b) preguntarse si hay actividades de promoción de liderazgo femenino con proyecciones hacia la
comunidad u otras organizaciones;
c) evaluar el impacto del proyecto en términos de surgimiento o fortalecimiento de organizaciones
de mujeres;
d) determinar si se han contemplado mecanismos de apoyo a la organización, participación y
generación de agendas colectivas de las mujeres;
e) constatar si se contempla trabajar la temática de género, no sólo con grupos de mujeres sino
también con grupos mixtos o con grupos sólo de hombres
• Impacto en el bienestar de las mujeres y en sus relaciones con los miembros de la
familia y de la comunidad
Los proyectos de generación de ingresos pueden ser una excelente oportunidad para que las
mujeres participantes desarrollen una mayor conciencia e identidad como mujeres, eleven su
78
autoestima y amplíen su red de relaciones personales e institucionales. Esto incide directamente en
su calidad de vida.
Algunos criterios a considerar en este sentido son:
a) preguntar a las mujeres por su percepción del impacto del proyecto en su calidad de vida
personal y nivel de satisfacción consigo misma;
b) identificar la presencia de cambios en las relaciones familiares y de estatus a nivel de la familia
y la comunidad.
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CONCLUSIONES GENERALES DE LA TESIS:
El contexto histórico, social y económico de los países a finales de este milenio, y la forma como
se han implementado los modelos económicos centrados en la apertura comercial y financiera,
desencadenaron o aceleraron, en los comienzos de este siglo, procesos de exclusión del mercado
de trabajo incrementando la pobreza y la desigualdad social. Tales situaciones se desarrollaron en
grados y modalidades diferentes de acuerdo a los contextos nacionales.
Las acciones de los Estados Nacionales para superar la pobreza están estrechamente vinculadas a
la orientación del modelo de desarrollo, a la precarización del empleo, al acceso a las prestaciones
sociales y a los servicios públicos.
Frente a este contexto, a nivel político, académico y técnico se debaten diversas estrategias para
superar la pobreza y revertir sus consecuencias, acordando la necesidad de abandonar
gradualmente las políticas sociales compensatorias, con la finalidad de reinsertar productivamente
a los sectores afectados por la exclusión social.
La crisis del 2001 en Argentina significó un aumento de pobreza, el desempleo y la marginalidad,
como así también de estrategias de supervivencia, por las cuales muchas mujeres salieron a
trabajar fuera de sus hogares, participando en numerosos espacios vinculados con la producción,
tales como los talleres familiares, las huertas comunitarias, las fábricas recuperadas, a través de lo
que se denominan “grupos productivos”, asociaciones, cooperativas o empresas familiares,
iniciando recorridos hacia proyectos productivos para resolver su autonomía económica.
Los emprendimientos productivos de la economía social tienen la función de ayudar a construir o
reconstruir circuitos de producción y circulación de bienes y servicios, enriqueciendo el entramado
social, sirviendo de punto de incorporación de los sectores marginales y excluidos, ampliando el
acceso al trabajo, captando y potenciando las capacidades y energías sociales, colaborando en la
emergencia de nuevas fuerzas emprendedoras, facilitando la autonomía de las personas al producir
promoción laboral autosustentable, mejorando la formación para el trabajo en equipo, produciendo
lazos de solidaridad y cooperación.
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Estos emprendimientos se promueven teniendo en cuenta la multidimensionalidad de la pobreza,
no como un simple instrumento de reducción de la misma, sino como un espacio generador de
conciencia ciudadana, de inclusión social a través del trabajo, en el marco de una propuesta de
cambio social, a través de lo que se denominan “grupos productivos”, asociaciones, cooperativas o
empresas familiares, en los que las mujeres tienen un rol muy importante iniciando recorridos
hacia proyectos productivos con la intención de resolver su autonomía económica.
La experiencia de la economía social en nuestro país nos demuestra las reconocidas estrategias que
las mujeres implementan ante las situaciones críticas, vale destacar que en el 2001 las mujeres
fueron, antes que los hombres, las que comenzaron a enfrentar el hambre y la desocupación
participando de las protestas en las calles, buscando estrategias económicas tales como el trueque,
y fundamentalmente promoviendo la organización comunitaria como vía para recuperar la
dignidad del trabajo.
Comenzar un emprendimiento les permitió a la mayoría de las emprendedoras generar una red de
relaciones desde su trabajo con el oficio, acercándolas a distintas experiencias como una
aproximación de reconstrucción del sistema de relaciones objetivas en el que se desenvuelven
cotidianamente
Estos emprendimientos de la economía social se dan en conjunción con la proliferación de nuevas
experiencias que proponen soluciones originales y múltiples efectos positivos en cuanto a la
organización comunitaria, al empoderamiento, a generar conciencia ciudadana. En estos aspectos
se ha demostrado que el emprendimiento ha sido altamente positivo.
Sin embargo, siendo que si bien han sido para muchos hogares un alivio económico, en estos años
los emprendimientos han permanecido en la economía de subsistencia, siendo invisibles, sin
reconocimiento, sin la correspondiente retribución, sin contar con el apoyo necesario y
correspondiente por parte de las políticas públicas, en fin, sin generar un salto cuantitativo ni
cualitativo en materia económica ni en calidad del trabajo.
Considerando el origen de estas acciones, -superar la situación de pobreza y desempleo-, los
emprendimientos se constituyeron en la mayoría de los casos en soluciones parciales e
improvisadas, que no han permitido trascender la multidimensionalidad de la situación de pobreza
en que se hallan inmersas estas familias.
No pudieron dar un salto cuantitativo ni cualitativo en materia económica ni en calidad del trabajo
siendo que las emprendedoras se ven sobrecargadas en la distribución del tiempo, trabajando
muchas más horas que los hombres, entre el trabajo productivo, el trabajo reproductivo y el trabajo
comunitario. Además de las actividades productivas las mujeres cargan con la responsabilidad por
el trabajo reproductivo que les ha sido delegada.
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Existe una ausencia de espacios que permitan la reflexión y el asesoramiento para obtener las
herramientas adecuadas que les permita a las emprendedoras trascender las barreras
socioculturales. Observamos que la mayoría opta por desarrollar emprendimientos relacionados
con tareas domésticas tales como la elaboración de salsas, dulces, conservas, costura, entre otras,
sin innovar en otras áreas en las que culturalmente son denominadas como “masculinas”. Como así
también la mayoría desarrollan acciones sin previo conocimiento del mercado, sin poseer clientes
y sin tener la capacitación adecuada.
Si bien las mujeres que hacen vivir la economía de numerosas familias, permanecen excluidas de
esferas de decisión, incluso sin reconocer su emprendimiento como una “empresa o un trabajo”.
Esto que se da en el ámbito familiar, se reproduce también a nivel país, donde observamos que – si
bien existen importantes mecanismos implementados en estos últimos años- queda mucho por
trabajar, para que el Estado le reconozca a las mujeres el lugar de poder y decisión que les
corresponde en la economía.
Según la socióloga de Quebec Josee Belleau37, "cuando las mujeres hablan de economía hablan
también de salud, de educación, de cultura, alimentación, de custodia de hijos, de cuidados a los
abuelos, de profesiones no tradicionales, de poder, de violencia, de guerra, de terremotos, de rentas
escasas, de precariedad, de trabajo del sexo, de división de las tareas domésticas...".
Estas mujeres protagonistas de la economía, llevan verdaderos proyectos de cambio social, resisten
a éste sistema garantizando recursos, equilibrio, formas de intercambio diferentes y gratuidad. Lo
que no significa nunca, opresión, aceptación de su alineación, puesto que definen un " precio
justo", no tan solo intercambiable por dinero, susceptible de ser apropiado por todos/as.
Estamos de acuerdo que el contexto actual es el momento propicio para avanzar hacia la
resolución de los desafíos que plantea la economía social. Sin embargo los dispositivos que
implican una intervención estratégica de las políticas sociales, el fortalecimiento del sector de la
economía social y la mirada de género en esta construcción son centrales para pensar la inclusión
social.
Potenciar una economía social y concebirla como una forma de inclusión social significa
orientarse hacia su fortalecimiento a través de numerosos mecanismos como el crédito, el
microcrédito, la asistencia técnica y la capacitación.
Se debe incorporar el enfoque de género en las políticas públicas que apuntan al fortalecimiento de
la economía social, con el propósito de promover empleo, aumento del ingreso y el desarrollo
productivo, y paralelamente reducción de la pobreza. En este enfoque deberían estar presentes los
siguientes ejes:
37 Joelle Palmieri , / Dominique Foufelle “FEMINISMO Y ECONOMIA SOLIDARIA” Revista Ciudad de mujeres.
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• La medición del impacto del emprendimiento en la reducción de la pobreza
• Medir y valorizar el trabajo no remunerado
• La autonomía económica de las mujeres
• Acompañamiento, asesoramiento, capacitación y comercialización del emprendimiento.
• Fortalecimiento de los mecanismos de denuncia de la discriminación laboral
• La inclusión de la dimensión macroeconómica desde una óptica de redistribución de la
riqueza y de justicia social, como medio para atacar las causas de la pobreza y la
desigualdad.
• Evaluación del diseño, ejecución y evaluación de las políticas de economía social desde
una perspectiva de género.
• Evaluar el impacto en el acceso y manejo de ingresos por parte de las mujeres
• Evaluar en las políticas de la economía social el impacto en el uso del tiempo de las
mujeres
• Evaluar el impacto de la política en la participación de las mujeres en espacios de toma de
decisión
• Impacto en el bienestar de las mujeres y en sus relaciones con los miembros de la familia y
de la comunidad
Para finalizar se concluye en la necesidad del compromiso de todos los actores, apuntando a
políticas públicas que articulen el trabajo de los movimientos feministas y/o de los movimientos de
las mujeres con el análisis de la pobreza y de la economía para construir nuevos modelos
socioeconómicos que permitan la construcción de una economía social: una economía al servicio
de una sociedad inclusiva.
Una mirada de género que promueva la economía social desde un contexto de pobreza y
desempleo, requiere desarrollar una visión de conjunto de las formas de provisión del bienestar en
cada sociedad concreta y considerar los vínculos que se establecen entre los diferentes procesos
que tienen que ver con las desigualdades socioeconómicas, las discriminaciones y las exclusiones
a través de complejos mecanismos de causación circular.
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RUTH RODRIGUEZ
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