teoria sociologica

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  • 1. cultura Libre TEDRIA SOCIOLOGICA CONTEMPORANEA No est permitida la reproduccin total o parcial de este libro. ni su tratamiento informtico, ni la transmisin de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrnico, mecnico. por fotocopia, por registro u otros mtodos. sin el per- miso previo y por escrito de los titulares del Copyright. DERECHOS RESERVADOS ~) 1993 respecto a la primera edicin en espaol. por McGRAW-HILLilNTERAMERICANA DE ESPAA, S. A. Edificio Oasis-A, 1.' planta Basaun. 11 28023 Aravaca (Madrid) Traducido de la tercera edicin en ingls de CONTEMPORARY SOCIOLOGICAL THEORV Copyright t,MCMXCll, por Mctjraw-Hilltnc. ISBN: 007-052972-8 ISBN: 84-481-0179-0 Depsito legal: M. 25.499-1993 Cnmpucsrocn Puntographic. S. A. L. 3456789012 L.1.96 9086543217 Impreso en Mxico Prlnted In Mexlco Esta obra se termin de imprimir en Septiembre de 1997 en litogrfica ingramex Centeno Nm. 162-1 Col. Granjas Esmeralda Delegacin lztapalapa C,P. 09810 Mxico, D.F. Se tiraron 900 ejemplares

2. PERMISOS Y AGRADECIMIENTOS Captulo 3: Pasajes de Robert K. Merton: Remembering the Young Talcott Parsons, American Sociologist, 15 (1980). Utilizados con permiso de la Aso- ciacin Americana de Sociologa. - Resea autobiogrfica de Robert K. Merton, 1981 de Robert Menen. Utiliza- da con su permiso. Figuras 3.1 y 3.3 reimpresas con permiso de los editores de The American Uni- versity de Talcott Parsons y Gerald Platt, Cambridge, Mass.: Harvard Universi- ty Press, 1973 del Presidente y Pellows de Harvard College. Figura 3.2 de Talcott Parsons: Societies: Evolutionary and Comparative Pers- pectves, 1966. Adaptada con permiso de Prentice Hall, Englewood Cliffs, New Jersey. Capitulo 5: Pasajes de George Herbert Mead: Espritu. persona y sociedad, editado e introducido por Charles W. Mon-is. 1934 de la Universidad de Chicago. 1962 de Charles W. Moms. Utilizados con permiso. Pasajes de Leonard S. Cottrell, Jr.: George Herbert Mead: The Legacy ofSoeial Behaviorism. en Robert K. Merton y Matilda White Riley, eds.: Sociologtcal Traditions from Generation lo Generation: Glimpses 01the American Experence, 1980. Utilizados con permiso de Ablex Publishing Corp., Norwood, NJ. Captulo 6: Pasajes de Charles Goodwin: Notes on Story Structure and the Or- ganization of Participation, en J.M. Atkinson y J. Heritage, eds.: Structures 01 Social Action, 1984. Utilizados con permiso de Cambridge University Press. Captulo 7: Pasajes de Social Behavior: lis Elementary Forms, de George Caspar Homans. 1974 de Harcourt Brace Jovanovich, Inc., reimpreso con permiso de la editorial. Pasajes de Peter Blau reimpresos con permiso de MaemiJIan Publishing Com- pany, divisin de Macmil1an, Inc, de Exchange and Power in Social Life de Peter Blau. 1964 de John Wiley & Sons, Inc. Resea autobiogrfica de George C. Homans utilizada sin objeciones por parte de Nancy P. Homans y W. Lincoln Boyden de Ropes y Gray (Boston), albacea de George C. Homans. Pasajes de George Homans: The Socio1ogical Relevance of Behaviorism y Figuras 7.1 y 7.2 de Don Bushel1 y Robert Burgess, Sorne Baste Principies of Behavior, todo ello en Robert Burgess y Don Bushell, eds.: Behaviorai Socio- logy, 1969. Utilizados con permiso de Columbia University Press. Captulo 8: Pasajes de Patricia Madoo Lengermann y Ruth A. WaIlace: Gender in America: Social Control and Social Change. 1985, pgs. 141-144. Reim- preso con permiso de Prentiee Hall, Englewood Cliffs, New Jersey. v 3. Captulo 10: Figura IDA adaptada de lames Coleman: Social Theory, Social Research, and a Theory ofAction, en American Joumat ofSoctotogy 91 (1986). Utilizada con permiso de University of Chicago Press. Figura 10.5 de Al1en E. Liska: Tbe Significance of Aggregate Dependent Va- riables and Contextual lndependent Variables for Linking Macro and Micro Theories, en Social Psychology Quarterly 53 (1990). Utilizada con permiso de la Asociacin Americana de Sociologa y del autor. Captulo 12: Figura 12.1 de lohn Baldwin: George Herbert Mead: A Unifying TheoryofSocology, Q 1986. Reimpresa con el permiso de Sage Publications, Inc. Captulo 13: Figura 13.2 adaptada de Ronald Burt: Toward a Structural Theory 01Actton: Network Models ofSocial Structure, Perception and Action, 1982. Utilizada con permiso de Academic Press y del autor. Fotos Pgina 8: Culver Pictures Pgina 16: Culver Pictures Pgina 19: The Bettmann Archive Pgina 25: The Granger Collection, Nueva York Pgina 34: The Granger Collection, Nueva York Pgina 39: National Library of Medicine Pgina 40: The Granger Collection, Nueva York Pgina 47: Culver Pictures Pgina 62: Cortesa de la Universidad de Chicago Pgina 69: Cortesa de la Asociacin Americana de Sociologa Pgina 78: Cortesa de Howard Press Pgina 113: The Granger Collection, Nueva York Pgina 131: Cortesia de Robert K. Merton Pgina 180: UPIIBettmann Newsphotos Pgina 185: Laurent Maous/Gamma-Liaison Pgina 203: Cortesa de Immanuel Wallerstein Pgina 220: Cortesa de la Universidad de Chicago Pgina 248: Cortesa de la Asociacin Americana de Sociologa Pgina 270: Cortesa de Evelyn S. Lang, albacea de Alfred Schutz Pgina 326: Cortesa de Christopher Johnson Pgina 370: Cortesa de Jessie Bernard Pgina 386: Cortesa de Dorothy E. Smith Pgina 446: Cortesa de Peter M. Blau Pgina 479: Cortesa de Randall Collins Pgina 531: Cortesa de JefTrey C. Alexander Pgina 558: Cortesa de la Universidad de Washington Pgina 600: Cortesa de George Ritzer 4. SOBRE EL AUTOR GEORGE RITZER es profesor de sociologa de la Universidad de Maryland. Sus principales reas de inters son la Teora Sociolgica y la Sociologa del Trabajo. Fue director de las secciones de Teora Sociolgica (1989-1990) y de Organizaciones y Ocupaciones (1980-1981) de la Asociacin Americana de Sociologa. El profesor Ritzer ha sido nombrado Alumno y Profesor Distingui- do de la Universidad de Maryland y ha recibido el galardn de la Teaching Excellence. Ha disfrutado de una beca Fulbright-Hays y ha sido profesor visi- tante en el Instituto Holands de Estudios Avanzados y en el Colegio Sueco de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales. En 1992 MacGraw-Hill public las terceras ediciones de los textos bsicos de teora sociolgica del profesor Ritzer -s-Sociologica Theory y Contempora- ry Sociological Theory- que han sido adoptados en Estados Unidos y Canad, as como en otros muchos pases, para cursos de licenciatura en teora social. Los principales intereses tericos del Dr. Ritzer son la metateora y la teora de la racionalizacin. Sobre metateora su libro ms reciente es Metatheorizing in Sociology (Free Press, 1991). Entre sus anteriores libros sobre este tema se encuentran Sociology: A Multiple Paradigm Science (1975, 1980) Y Toward and lntegrated Sociologica/ Paradigm (1981). Ha escrito varios ensayos sobre la racionalizacin y un volumen que se publicar prximamente con el ttulo Big Me Attaek: The MeDona/dization ofSoctety (Lexinton Books, 1992). vII 5. A Jeremy, con amor 6. CONTENIDO Indice de reseas biogrficas xix Prefacio xxi PRIMERA PARTE. INTRODUCCION ............................................ 1 1. Esbozo histrico de la teora sociolgica: primeros aos 3 Introduccin........................................................................................... 4 Fuerzas sociales en el desarrollo de la teora sociolgica 6 Revoluciones polticas 7 La revolucin industrial y el nacimiento del capitalismo 7 El nacimiento del socialismo 8 Urbanizacin 9 Cambio religioso 9 Crecimiento de la ciencia lO Fuerzas intelectuales y surgimiento de la teora sociolgica lO La Ilustracin y la fundacin de la sociologa en Francia I 1 El desarrollo de la sociologa alemana 23 Los orgenes de la sociologa britnica........................................... 43 Principales figuras de la sociologa italiana 49 Desarrollos del marxismo europeo a la vuelta del siglo 51 2. Esbozo histrico de la teora sociolgica: aos posteriores........... S3 La primera teora sociolgica estadounidense 54 La orientacin poltica de la primera sociologa estadounidense.. 54 Cambio social, corrientes intelectuales y primera sociologa esta- dounidense 55 La Escuela de Chicago 61 La teora sociolgica hasta la mitad del siglo 68 El nacimiento de Harvard, la Ivy League y el funcionalismo es- tructural 68 La decadencia de la Escuela de Chicago 74 Desarrollos de la teora marxista 75 xl 7. xii CONTENIDO La teora sociolgica desde la mitad de siglo 76 Funcionalismo estructural: auge y decadencia 76 La sociologa radical en Amrica: C. Wright Milis 77 El desarrollo de la teora del conflicto 80 El nacimiento de la teora del intercambio 81 Anlisis dramatrgico: la obra dc Erving Goffman 83 El desarrollo de las sociologas creativas 84 Teora de sistemas 88 La influencia de la sociologa marxista -................................. 88 El reto de la teora feminista 90 Estructuralsmo y posestructuralsmo 92 La teora sociolgica en los aos noventa 93 Integracin micro-macro .. 93 Integracin accin-estructura 94 Sntesis tericas 95 Metaleorizacin en sociologa 97 SEGUNDA PARTE. LA TEORIA SOCIOLOGICA: LAS GRANDES ESCUELAS 101 3. El funcionalismo estructural y la alternativa de la teora del conflicto............................................................................................ 103 Consenso y conflicto 104 Funcionalismo estructural................................................................ 106 Races histricas 107 La teora funcional de la estratificacin y sus crticos 109 Prerrequisitos funcionales de la sociedad 111 El funcionalismo estructural de Talcott Parsons 116 El funcionalismo estructural de Robert Merton 128 Principales crticas 135 La alternativa de la teora del conflicto 139 La obra de Ralf Dahrendorf 140 Principales crticas 144 Esfuerzos para reconciliar el funcionalismo estructural y la teora del conflicto 146 Hacia una teora del conflicto ms marxista................................... 149 4. Variedades de teora sociolgica neomarxista 155 Determinismo econmico 157 Marxismo hegeliano 158 Georg Lukcs 158 Antonio Gramsci 161 8. CONTENIDO xiii Teora crtica l62 Principales crticas 163 Principales contribuciones 167 Crticas a la teora crtica 171 Las ideas de Jurgen Habermas 172 Marxismo estructural 176 Crticas de otras teortas marxistas 176 Principios del marxismo estructural................................... 17R Reanlisis de Marx: la obra de Louis Althusser 179 Nicos Poulantzas: economa, poltica e ideologa 183 Reacciones criticas al marxismo estructural............... 188 Sociologa econmica neomarxista 188 Trabajo y capital. 189 Fordismo y posfordismo 198 El marxismo de orientacin histrica 20 I El moderno sistema mundial........................................................... 201 Los estados y las revoluciones sociales 207 5 Interacciontsmo simblico.................................................................. 213 Principales races histricas . Pragmatismo . Conductismo .. Entre el reduccionismo y el sociologismo . Las ideas de George Herbert Mead . La prioridad de 10 social .. El acto . .. Gestos . Smbolos significantes. . . Los procesos mentales y la mente . El self , .. La sociedad . lnteraccionismo simblico: principios bsicos .. Capacidad de pensamiento . Pensamiento e interaccin . Aprendizaje de significados y smbolos .. Accin e interaccin . Eleccin . El self .. Grupos y sociedades . Principios metodolgicos . Blumcr sobre los mtodos . Crticas .. 214 214 216 217 219 219 220 223 225 226 230 235 237 238 238 239 241 241 242 253 255 256 259 9. xlv CONTENIDO 6. Sociologia fenomenolgica y etnometodologa 263 Semejanzas y diferencias 264 Sociologa fenomenolgica 267 Las teoras de Alfred Schutz............................................................ 268 La construccin'social de la realidad : 282 Etnometodologa 287 Definicin de la ctnometodologa 287 Diversificacin de la etnometodologta 291 Ejemplos de emometodologia 293 Crticas a la sociologa tradicional.................................................. 306 Presiones y tensiones de la etnometodologla 308 7. Teora del intercambio y sociologa conductista............................. 313 Skinner y el conductismo 316 Sociologa conductista 319 Conceptos bsicos 319 Modificacin de la conducta 322 Teora del intercambio . 324 Homans y Durkheim 324 Homans y Lvi-Strauss 328 Homans y el funcionalismo estructural........................................... 330 Proposiciones bsicas de Homans 332 Criticas a la teora de la conciencia de Homans 340 Criticas a la teora de la sociedad y la cultura de Homans 340 Teora integrada del intercambio de Blau....................................... 342 Crticas a las teoras conductistas y rplicas 347 8. Teora feminista contempornea por Patricia Madoo Lenger- mann y Jill Nlebrugge-Brantley 353 Principales cuestiones tericas 355 Principales races histricas ..~............................................................... 357 Feminismo: 1600-1960 ; : 357 Sociologa y feminismo: 1840-1960 358 Variedades de teoria feminista contempornea................................... 364 Teoras de las diferencias de gnero 366 Teoras de la desigualdad entre los gneros 369 Teorias de la opresin de gnero..................................................... 379 Teora sociolgica feminista 392 Sociologia feminista del conocimiento 393 Orden macro-social 396 Orden micro-social v.. 399 Subjetividad 403 Sntesis macro-micro 406 10. CONTENIDO XV 9. Teoras sociolgicas estructurales 411 Estructuralismo 412 Races en la lingstica 412 Estructuralismo antropolgico: Claude Lvi-Strauss 413 Marxismo estructural................................................................ 417 Barreras para su aceptacin 420 Posestructuralismo 420 Las ideas de Michel Foucault 422 Antiestructuralismo .....,....................................................................... 431 Sociologa existencial..................................................................... 431 Teoria de sistemas 434 Variantes sociolgicas 438 El estructuralismo de Erving Goffman 439 Teora estructural............................................................................ 440 Teora de redes 447 TERCERA PARTE DESARROLLOS RECIENTES EN TEORIA SOCIOLOGICA: INTEGRACION y SIN- TESIS 453 10. Integracin micro-macro 455 Extremismo micro-macro 456 Movimiento hacia la integracin micro-macro 458 Ejemplos de integracin micro-macro 461 George Ritzer: paradigma sociolgico integrado 461 Jeffrey Alexander: sociologa multidimensional.......................... 464 Norbert Wiley: niveles de anlisis.............. 466 James Coleman: el modelo desde lo micro a lo macro y los Fundamentos de teora social................................................... 468 Randall Collins: Los microfundamentos de la macrosociologfa. 476 Teora del interactor -........................ 480 Algunas direcciones prometedoras 482 Integracin micro-macro: lo que queda por hacer 483 11. Integracin accin-estructura 489 Introduccin 490 Principales ejemplos de integracin accin-estructura 492 Anthony Giddens: teora de la estructuracin 492 Margaret Archer: cultura y accin 497 Pierre Bourdieu: habtus y campo 500 Jurgen Habermas: la colonizacin del mundo de la vida 506 11. xvi CONTENIDO Principales diferencias en la literatura sobre la accin-estructura 512 Relacin entre accin-estructura y micro-macro 514 Semejanzas bsicas 514 Diferencias fundamentales 515 Clarificacin de las diferencias entre EEUU y Europa 517 12. Sntesis de la teora sociolgica: l 523 Neofuncionalismo 527 Teoria del conflicto. 534 Teora ncomarxista 540 Interaccionismo simblico 541 Rcdcfinicin de Mead y Blumer 542 Integracin del interaccionismo simblico y la teora del inter- cambio.. 545 Hacia un intcraccionismo simblico ms integrador 547 Fenomenologa y etnometodologa 549 13. Sntesis de la teoria sociolgica: 11.................................................. 555 Teora del intercambio.... 556 Hacia una teora del intercambio ms integradora: Emerson y Cook 556 Teora de redes 562 Teora de la eleccin raciona! 564 Teora sociolgica fcminista.. 565 Posmodernismo.; 566 Teora posmarxista.. 570 Marxismo analtico 571 Teora marxista posmodema ,............ 576 Otras teoras posmarxistas 580 Conclusin 582 Apndice Metateorizacin sociolgica y esquema metaterlco para el naJisis de la teora sociolgica 585 La mctarcorizacin en sociologa 586 Ventajas de la metateorizacin 592 Criticas a la meta teorizacin 594 La explosin actual del inters por la merateorizacin 595 Las ideas de Thomas Kuhn 596 12. CONTENIDO xvii La sociologa: una ciencia multiparadigmtica . 598 Los grandes paradigmas sociolgicos 602 Hacia un paradigma sociolgico ms integrado 604 Niveles de anlisis social: una revisin de la literatura 605 Niveles de anlisis social: un modelo 609 Referencias bibliogrficas 613 lndice de nombres 658 lndtce analtico............................................................................................ 668 13. INDICE DE RESEAS BIOGRAFICAS Abdel Rahman Ibn Jaldn 8 Auguste Comte 16 Emile Durkheim 19 Karl Marx "'"' 25 Max Weber 34 Sigmund Freud 39 Georg Simmel . 40 Herbert Spencer 47 Robert Park 62 Pitirim A. Sorokin 69 C. Wright Milis............................................................................................. 78 Talcott Parsons 113 Robert K. Merton: Resea autobiogrtica 131 Louis Althusscr 180 Nicos Poulantzas 185 Immanuel Wallerstein 203 George Herbert Mead 220 Erving Goffman 248 Alfred Schutz 270 George Caspar Homans: Resea autobiogrfica 326 Jessic Bernard 370 Dorothy E. Smith 386 Peter M. Blau ' n.................... 446 Randall Collins: Resea autobiogrtica 479 Jeffrey C. Alexander: Resea autobiogrfica............................................. 531 Richard Emerson 558 Gerge Ritzer: La autobiografia como herramienta metaterica 600 xix 14. PREFACIO LA TERCERA edicin del presente libro, Teora sociolgica contempornea, se deriva de la tercera edicin de Teora sociolgica, libro que ha sido publicado simultneamente y que est dedicado por entero a la historia de la teora de la disciplina. tanto clsica como contempornea. Si bien el presente libro habla algo de historia. su principal inters es el anlisis de la teora contempornea. La teoria sociolgica est experimentando en la actualidad cambios radicales, lo que se refleja en la reestructuracin sustancial de la tercera edicin de este libro. El cambio ms obvio de esta edicin es la estructura general del libro. La anterior edicin se divida en dos partes: la introduccin y las principales teo- rias contemporneas. En esta edicin hay tres partes: la introduccin, las princi- pales escuelas de teora sociolgica y los desarrollos ms recientes en teora sociolgica, analizados bajo el ttulo de integracin y sntesis. La Primera Parte, la introduccin, prcticamente no ha sido modificada. Presentamos dos capitulas sobre la historia de la teora sociolgica. En el se- gundo captulo se analizan los desarrollos ms recientes en el campo de la teo- ra sociolgica. La Segunda Parte, La teora sociolgica: las grandes escuelas. examina las principales escuelas de teora sociolgica. Todas ellas siguen teniendo impor- tancia en la actualidad, pero comienzan a quedar ensombrecidas por los desa- rrollos analizados en la tercera parte. El tercer captulo contiene un anlisis del funcionalismo estructural (que incluye a su vez un amplio anlisis de la obra de Talcott Parsons), as como de la alternativa de la teora del conflicto. El captulo cuarto examina las principales variedades de la teoria neomar- xista: el determinismo econmico, el marxismo hegeliano. la teora critica, el marxismo estructural. la sociologa econmica neomarxista (incluido un nuevo anlisis del debate sobre el fordismo y el posfordismo), y el marxismo histori- cista (con un anlisis del ltimo trabajo de Immanuel Wallerstein sobre la teora de los sistemas mundiales). El quinto captulo. sobre el intcraccionismo simblico, contiene una pre- sentacin mucho ms elaborada de las ideas de George Herbert Mead. El sexto captulo (1a sociologa fenomenolgica y la etnometodologa) in- cluye un anlisis detallado de la obra de Alfred Schutz, as como un cambio sustancial de perspectiva sobre la etnometodologa basado en los trabajos re- cremes que se han hecho en este rea. xxi 15. xxII PREFACIO El sptimo captulo analiza la teora del intercambio y la sociologa conduc- tista y ha sido ligeramente modificado en esta edicin. El octavo captulo, sobre las teoras feministas, ha sido revisado y actuali- zado por sus dos autoras, Patricia Madoo Lengermann y JiU Niebrugge-Brant- ley. El captulo noveno es un nuevo captulo dedicado a una amplia serie de teoras sociolgicas estructurales y a las perspectivas tericas que se presentan como crticas a estas teoras. La Tercera Parte, desarrollos recientes en teora sociolgica: integracin y sntesis, es totalmente nueva. Los cuatro capitules de esta parte reflejan el he- cho de que durante los ltimos aos la teora sociolgica ha comenzado a alejar- se de la estrechez de miras de las teoras analizadas en la Segunda Parte, y ha empezado a seguir una orientacin ms integradora y sinttica. La integracin implica el esfuerzo de aunar niveles o dominios diferentes del anlisis social. La sntesis supone el intento de unir ideas extradas de una serie de teoras diferentes. El dcimo captulo analiza principalmente la literatura estadounidense so- bre la integracin micro-macro. Adems de un anlisis general sobre esta cues- tin, se analiza en detalle la obra de Ritzer, la de Alexander y la de Wiley sobre los niveles de anlisis, la contribucin de Coleman a la integracin micro-ma- cro a travs de la teora de la eleccin racional, los microfundamentos de la macrosociologia segn Collins y la teora del interactor. El undcimo captulo se ocupa de la literatura europea sobre la integracin accin-estructura. En l se analiza la relacin entre esa literatura y la dedicada a la integracin micro-macro y se ofrece tambin una idea general del trabajo sobre la accin y la estructura. Este captulo examina con cierto detalle la teora de la estructuracin de Giddens, el trabajo de Archer sobre la cultura y la ac- cin, la integracin de Bourdieu de habitus y campo, y las ideas de Habermas sobre la colonizacin del mundo de la vida. Los captulos duodcimo y decimotercero analizan los esfuerzos de sntesis en sociologa. Se revisa en ellos la mayora de las teoras analizadas en la Se- gunda Parte, esta vez desde el punto de vista de los esfuerzos de sntesis que se derivan de ellas. Adems de esta revisin, contienen anlisis de nuevos e im- portantes desarrollos de sntesis como el neofuncionalismo, la teora de la elec- cin racional, el posmodernismo y la teoria posmarxista. El libro termina con un Apndice que incluye una revisin profunda de la metateorizacn en sociologa, lo que refleja el creciente inters por esta cues- tin en la actualidad. Incluye tambin un estudio sobre el enfoque metaterico especfico que gua todo el libro. A lo largo del libro presentamos varias reseas biogrficas tomadas de la anterior edicin: Ibn Jaldn, Auguste Comte, Sigmund Freud, Karl Marx, Emile Durkheim, Max Weber, Georg Simmel, Herbert Spencer, Robert Park, Pitirim Sorokin, C. Wright Milis, Erving Goffman, Talcott Parsons, Robert Merton, Louls Althusser, Nicos Poulantzas. Immanuel Wallerstein, George Herbert Mead, 16. PREFACIO xxIII Alfred Schurz, George Caspar Homans, Jessie Bernard, Dorothy Smith, y Peter Blau. Adems presentamos nuevas biografas de tericos contemporneos: Randall Collins, Jeffrey Alexander, Richard Emerson y George Ritzer. Me complace expresar mi agradecimiento al personal de Mcfiraw-Hill, es- pecialmente a Phi] Butcher, Sylvia Shepard e Ira Roberts por su revisin y ayu- da. A mi hijo Jeremy, que hizo el ndice de este libro. Tambin expreso mi agradecimiento a los siguientes tericos por ofrecerme comentarios tiles para la realizacin de este libro: Robert Antonio, Universidad de Kansas; John Bald- win, Universidad de California, Santa Brbara; Deirdre Boden, Universidad de Washington; Ira Cohen, Universidad de Rutgers; Paul Colomy, Universidad de Denver; Karen Cook, Universidad de Washington; James Farganis, Vassar Co- llege; Gary Fine, Universidad de Georgia; Robert A. Jones, Universidad de lI1inois; Stephen Kalberg, Universidad de Harvard; Frank J. Lechner, Universi- dad de Emory; Donald N. Levine, Universidad de Chicago; Whitney Pope, Uni- versidad de Indiana; George Psathas, Universidad de Boston; Sreven Seidman, SUNY en Albany; y Jonathan H. Turner, Universidad de California, Riversde. Mi ayudante, Joanne DeFiore me ha proporcionado una ayuda inestimable en esta revisin. George Ritzer 17. PARTE I INTRODUCCION 18. CAPITULO 1 ESBOZO HISTORICO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA: PRIMEROS AOS INTRODUCCION FUERZAS SOCIALES EN EL DESARROLLO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA Revoluciones pollticas La revolucin industrial y el nacimiento del capitalismo El nacimiento del socialismo Urbanizacin Cambio religioso Crecimiento de la ciencia FUERZAS INTELECTUALES Y SURGIMIENTO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA La Ilustracin y la fundacin de la sociologa en Francia El desarrollo de la sociologa alemana Los orgenes de la soctoloqra britnica Principales figuras de la sociologa italiana Desarrollos del marxismo europeoa la vuelta del siqlo 3 19. 4 lEORIA SOCIOLOGICA CONlEMPORANEA El presente es un libro de teora sociolgica contempornea. El grueso del volu- men se ocupa de las teonus firmemente establecidas que siguen siendo relevan- tes en nuestros das y de las nuevas teoras que estn en camino de serlo. Pero para comprender adecuadamente las teoras de hoyes preciso conocer la his- toria de la teora sociolgica. Por tanto dedicamos este capitulo y el siguiente a las principales teoras y a los ms destacados tericos de la historia de la so- ciologa. Aunque se pueden encontrar ideas sociolgicas en la historia temprana de la humanidad, la sociologia como disciplina distintiva tiene poco ms de un SIglo de edad. As. SI bien el material que estudiamos en el primero de los dos captulos no es contemporneo, tampoco puede afirmarse que pertenezca a la historia antigua. Desde un punto de vista muy general. la teora sociolgica es relativamente moderna. El material que vamos a analizar tambin es contemporneo en otro senti- do: 1,1S teoras y los tericos que estudiamos aqui son. en 10fundamental, aque- llos que siguen siendo relevantes en nuestros das. Por ejemplo, las ideas de grandes pensadores tales como Max Weber. Karl Marx y Emite Durkhcim son an muy tiles y ampliamente usadas aunque se desarrollaran en el siglo XIX y principios del :x, Es preciso hacer un breve resumen de la historia de la teora sociolgica porque nosotros hemos sigo testigos del desarrollo de muchas teoras contem- porneas. y p el sistema poltico, para empaar lo que en realidad est ocurriendo. Adems de estos intereses culturales, la Escuela Crtica tambin se preocupa por los actores y su conciencia, y por lo que les sucede en el mundo moderno. Laconciencia de las masas est controlada por fuerzas externas (como la indus- tria de la cultura). A resultas de lo cual son incapaces de desarrollar una con- ciencia revolucionaria. Lamentablemente, los tericos crticos, como la mayo- ra de los marxistas y los socilogos, no suelen diferenciar con claridad entre conciencia individual y cultura, ni tampoco suelen especificar los muchos y variadosvnculos que existen entre ellas. En buena parte de su trabajo se trasla- dandel nivel cultural al individual, o viceversa, sin percatarse de ello. En relacin con esta cuestin es harto relevante el esfuerzo realizado por los crticos, en particular Marcuse (1969) que pretende integrar las ideas de Freud acerca de la conciencia (y el inconsciente) en su interpretacin de la cultura.Friedman (1981) seala que los tericos crticos derivan tres perspecti- vas de la obra de Freud: 1) una estructura psicolgica para el desarrollo de sus teoras; 2) una concepcin de la psicopatologla que les permite entender tanto la influencia negativa de la sociedad moderna como su incapacidad para desarro- llar una conciencia revolucionaria; y 3) determinar las posibilidades de libera- cinpsquica. Uno de las ventajas que proporciona este inters por la concien- ciaindividual es que representa un correctivo al pesimismo de la Escuela Crtica y de su enfoque sobre las constricciones culturales. Aunque la gente est con- trolada, anestesiada y llena de falsas necesidades, en trminos freudianos tam- bin disponen de una libido (energa sexual) que proporciona la fuente bsica deenerga para la accin creativa orientada hacia la destruccin de las principa- les fuerzas de dominacin. Dialctica. La segunda preocupacin positiva de la teora crtica es su inters por la dialctica (para una crtica de esta idea desde un punto de vista marxista, vase el Captulo 13) en general, as como por varias de sus manifestaciones especficas. En trminos generales, un enfoque dialctico implica un enfoque sobre la totalidad 2 social. Paul Connertcn resume de manera muy adecuada el enfoque crtico sobre la totalidad social: Ningn aspecto parcial de la vida social y ningn fenmeno aislado puede comprenderse a menos que se lerelacione con la historia, con la estructura social concebida como una entidad global 2 Jay (1984) considera que la totalidad: se encuentra en el ncleo de la teora marxista en general, no slo de la teora crtica. Por otra parte, los marxistas posmordernos rechazan esta idea (vase el Captulo 13). 182. 170 TEORIA SOCIOLOGICA CONTEMPORANEA (1976: 12). Esto entraa un rechazo del anlisis de cualquier aspecto especfico de la vida social, especialmente el sistema econmico, fuera de su contexto general. Esta modalidad de anlisis tambin implica una preocupacin por la interrelacin entre los diversos niveles de la realidad social, y lo que es ms importante, entre laconciencia individual, lasuperestructura cultural y laestructura econmica. La dialctica supone tambin una prescripcin metodolgica: no puede estudiarse un componente de la vida social aislado de los dems compo- nentes. Apreciamos en esta idea una perspectiva sincrnica y otra diacrnica. La perspectiva sincrnica nos lleva a preocuparnos por la interrelacin entre los componentes de la sociedad dentro de una totalidad contempornea. La pers- pectiva diacrnica entraa un inters por las races histricas de la sociedad contempornea, as como por su forma futura (Bauman, 1976). La dominacin sobre las personas por parte de la estructura social y cultural -la sociedad unidimensional, en trminos de Marcuse--, es el resultado de un desarrollo histrico especfico y no una caracterstica universal de la humanidad. Esta perspectiva histrica se contrapone a la idea generalizada de quienes viven bajo el capitalismo de que el sistema es un fenmeno natural e inevitable. Para los tericos criticas (como tambin para otros marxistas), las personas llegan a ver la sociedad como una segunda naturaleza; la sabidura del sentido comn la percibe como un poder ajeno, intransigente, exigente y desptico: precisamente como si tuviera una naturaleza no humana. Para cumplir las reglas de la razn, para comportarse racionalmente, alcanzar el xito y ser libre, el hombre debe acomodarse a la "segunda naturaleza" (8auman, 1976: 6). Los tericos crticos tambin se orientan hacia el futuro. Sin embargo, en la lnea del propio Marx, rechazan la utopa; antes bien, se centran en la critica y el cambio de la sociedad contempornea. Sin embargo, en lugar de ocuparse de la estructura econmica de la sociedad, como hizo Marx, se concentran en su superestructura cultural. Su enfoque dialctico les compromete con el anlisis del mundo real. Esto significa en primera instancia que no quedan satisfechos con la simple bsqueda de la verdad en los laboratorios cientficos. Pero la prueba ltima de sus teoras es el grado en que son aceptadas y utilizadas en la prctica. Denominan este proceso autentificacin, que se prduce cuando las personas que han padecido una comunicacin distorsionada adoptan las ideas de la teora crtica y las utilizan para liberarse de ese sistema (Bauman, 1976: 104). Esta nocin nos lleva a otro aspecto de las preocupaciones de los pensadores crticos: la liberacin de la humanidad (Marcuse, 1964: 222). En trminos ms abstractos, puede afirmarse que los criticas se preocupan por la interaccin y la relacin entre teora y prctica. La Escuela de Frankfurt afirma que en la sociedad capitalista han sido separadas (Schroyer, 1973: 28). Es decir, un grupo se ocupa de desarrollar teoras en virtud de que se le ha otorgado ese derecho o, lo que es ms frecuente, se lo ha tomado, mientras la prctica corresponde a otro grupo menos poderoso. En la mayora de los casos la obra de los tericos no refleja lo que ocurre en el mundo real, lo que les lleva 183. VARIEDADES DE TEOAIA SOCIOLOGICA NEOMARXISTA 171 adesarrollar un cuerpo pobre y muy irrelevante de teora sociolgica marxista. Espreciso unificar teora y prctica y restaurar la relacin entre ellas. La teora debedar forma a la prctica, y la prctica a la teora, pues en ese proceso se da un enriquecimiento tanto de la teora como de la prctica. A pesar de reconocer este objetivo, la mayor parte de la teora crtica ha fracasado totalmente en su intento de integrar teora y prctica. De hecho, una de las criticas ms famosas que se dirigen a la teora crtica es que adopta for- mas de expresin tan complejas que las masas no pueden acceder a ella. Ade- ms,comprometida con el estudio de la cultura y la superestructura, aborda una seriede cuestiones sumamente esotricas y apenas se ocupa de las preocupacio- nes pragmticas y cotidianas de la mayora de las personas. Uno de los focos de inters dialctico ms conocidos de la Escuela Crtica es el que se asocia a Jurgen Habermas (1970, 1971). Su inquietud por la rela- cinentre el conocimiento y los intereses humanos constituye un ejemplo de la orientacin dialctica general hacia la relacin entre los factores objetivos y subjetivos. Pero Habermas tuvo la precaucin de especificar que los factores subjetivos y los objetivos no podan analizarse aisladamente. Para l, los siste- masde conocimiento existen en el nivel objetivo, mientras los intereses huma- nosson fenmenos ms bien subjetivos. Habermas distingui entre tres sistemas de conocimiento y sus correspon- dientes intereses. Los intereses que yacen y guan cada sistema de conocimien- to son generalmente desconocidos para los profanos, y descubrirlos correspon- dea los tericos crticos. El primer tipo de conocimiento es la ciencia analtica o los sistemas cientficos positivistas clsicos. Para Habermas, el inters subya- cente a esta suerte de sistema de conocimiento es el control tcnico, que puede aplicarse al entorno, a otras ciencias o a quienes forman la sociedad. En opinin de Habermas la ciencia analtica se presta con facilidad al aumento del control opresivo. El segundo tipo de sistema de conocimiento es el conocimiento huma- nista, y su inters es la comprensin del mundo. Opera desde el punto de vista general de que la comprensin de nuestro pasado generalmente nos ayuda a comprender lo que ocurre en la actualidad. Incluye un inters prctico por la comprensin y el entendimiento mutuo. No es ni opresivo ni liberador. El tercer tipo es el conocimiento crtico, con el que comulga la Escuela Crtica en general y Habermas en particular. El inters asociado a este tipo de conocimiento es la emancipacin humana, pues se espera que el conocimiento crtico generado por Habermas y otros aumente la autoconciencia de fas masas (mediante mecanis- mos expuestos por los freudianos) e impulse un movimiento social que dar como fruto la ansiada emancipacin. Crticas a la teora crtica Existen varias crticas a la teora crtica (Bottomore, 1984). Primera, la teora critica ha sido acusada de ser altamente ahistrica, de analizar una diversidad de eventos (por ejemplo, el nazismo de los aos treinta, el antisemitismo de los 184. 172 TEORIA SOCIOLOG1CA CONTEMPORANEA cuarenta, y las revueltas estudiantiles de los aos sesenta) sin prestar atencin a sus contextos histricos comparados. Es esta una dura crtica para cualquier teora marxista, que debe ser inherentemente histrica y comparada. Segunda, por lo general la Escuela Crtica, como ya hemos visto, ignora la economa. Finalmente y en relacin con la segunda crtica, los crticos han tendido a afir- mar que la clase trabajadora haba desaparecido como fuerza revolucionaria, una postura que se opone radicalmente al anlisis tradicional marxista. Crticas como estas han llevado a marxistas tradicionales tales como Botto- more a concluir que: La Escuela de Frankfurt, tal y como se fund, ha muerto como escuela de marxismo o de sociologa (1984: 76). Greisman expres una opinin similar al referirse a la teora crtica como el paradigma que fracas (1986: 273). Pero si como escuela ha muerto, eso se debe a que muchas de sus ideas bsicas han encontrado su camino en el marxismo, en la sociologa neomar- xista e incluso en la corriente principal de la sociologa. As, como seala 80- ttomore en relacin con Habermas, la Escuela Crtica ha emprenddo un movi- miento de aproximacin hacia el marxismo y la sociologa, y simultneamente se han conservado o desarrollado algunas de sus ideas distintivas (1984: 76). Si bien es posible que la teora crtca haya experimentado una cierta deca- dencia, Jurgen Habermas y sus teoras disfrutan an de aceptacin. Hasta ahora hemos analizado slo algunas de sus teoras, pero terminaremos este apartado sobre la teora crtica con un anlisis ms detallado de sus ideas (volveremos a estudiar su pensamiento en el Captulo 11). Las ideas de Jurgen Habermas Una buena manera de comenzar nuestro anlisis de las ideas de Habermas es examinar sus opiniones acerca de las teoras de Karl Marx. Como Habermas especific, su meta durante aos ha sido desarrollar un programa terico que para m supone una reconstruccin del materialismo histrico (1979: 95). Ha- bermas adopta el punto de partida de Marx (el potencial humano, el ser genri- co, (da actividad sensual humana). Sin embargo, Habermas (1971) afirma que Marx no distingui entre dos componentes analticamente diferentes del ser genrico: el trabajo (1a accin racional intencionada) y la interaccin (o accin comunicativa) social (o simblica). Para Habermas, Marx tenda a ignorar esta ltima y a reducirla al trabajo. De acuerdo con l, el problema de la obra de Marx es la reduccin del acto autogenerattvo de la especie humana al traba- jo (1971: 42). A lo largo de sus escritos, Habermas atiende a su distincin, pero prefiere utilizar los trminos accin racional intencional (trabajo) yac- cin comunicativa (interaccin). Bajo el trmino accin racional intencional, Habermas distingue entre la accin instrumental y la accin estratgica. Ambas implican la persecucin cal- culada del propio inters. La accin instrumental atae a un slo actor que calcula racionalmente los medios ms adecuados para alcanzar un determinado objetivo. La accin estratgica implica a dos o ms individuos que coordinan 185. VARIEDADES DE TEORIA SOCIOLOGICA NEOMARXISTA 173 su accin racional intencional para alcanzar un objetivo. La meta tanto de la accin instrumental como de la estratgica es el dominio instrumental. A Habermas le interesa ms la accin comunicativa, en la que las acciones de los agentes implicados en ella se coordinan no mediante clculos egocntricos del xito sino medianteactos para lograr la comprensin. En la ac- cin comunicativa los participantes no se orientan principalmente hacia su xito; persiguen sus metasindividuales con lacondicinde que seancapacesde armoni- zar sus planes de accinsobre la basede definiciones comunes de las situaciones. (Habermas, 1984: 286; cursivas aadidas) Mientras el fin de la accin racional intencional es alcanzar una meta, el objetivo de la accin comunicativa es lograr la comprensin comunicativa. Es evidente que hay un importante componente lingstico en la accin co- municativa. Sin embargo, tal accin incluye ms componentes que los actos lingsticos o las expresiones no verbales equivalentes (Habermas, 1984: 278). La cuestin clave que alej a Habermas de Marx es su idea de que la accin comunicativa. no la accin racional intencional (el trabajo) es el ms cracters- tico y generalizado de los fenmenos humanos. Esa accin (y no el trabajo) constituye el fundamento de toda vida sociocultural, as como de todas las so- ciedades humanas. Mientras Marx se centr en el trabajo, Habermas lo hizo en la comunicacin. Marx no slo se centr en el trabajo, sino que tomo el trabajo libre y creati- vo (el ser genrico) como punto de referencia para analizar crticamente el trabajo en varias pocas histricas, especialmente en el capitalismo. Habermas tambin adopt su punto de referencia, pero lo situ en el reino de la accin comunicativa en lugar de en el de la accin racional intencional. El punto de referencia de Habermas es la comunicacin no distorsionada, la comunicacin exenta de compulsin. Sirvindose de este punto de referencia Habermas pro- cede a analizar crticamente la comunicacin distorsionada. A Habermas le pre- ocupan las estructuras sociales que distorsionan la comunicacin, del mismo modo que Marx se interes por las fuentes estructurales que distorsionan el trabajo. Aunque ambos utilizan puntos de referencia diferentes, tienen puntos de referencia que les permiten evitar el relativismo y expresar opiniones acerca de diversos fenmenos histricos. Habermas critica a aquellos tericos, espe- cialmente a Weber y a los pensadores crticos anteriores a l mismo, que care- cen de un punto de referencia y caen en el relativismo. Existe otro paralelismo entre los puntos de referencia de Marx y Habermas. Para los dos autores estos puntos de referencia representan no slo su punto de partida analtico. sino tambin sus objetivos polticos. Es decir, mientras Marx ansiaba una sociedad comunista en la que el trabajo apareciera por vez primera como algo no distorsionado (el ser genrico), el objetivo poltico de Habermas es una sociedad de libre comunicacin (accin comunicativa). En lo tocante a los objetivos inmediatos, Marx anhelaba la eliminacin de las barreras (capita- 186. 174 lEORIA SOCIOLOGICA CONTEMPORANEA listas) al trabajo no distorsionado, y Habermas la eliminacin de las barreras a la libre comunicacin. Igual que otros tericos crticos, Habermas (1973), inspirndose en Freud, identifica muchos paralelismos entre lo que los psicoanalistas hacen en el nivel individual y lo que l cree que debe hacerse en el nivel societal. Considera el psicoanlisis como una teora de la comunicacin distorsionada cuyo objeto es que los individuos se comuniquen de una manera no distorsionada. El psicoana- lista intenta encontrar las fuentes de la distorsin en la comunicacin indivi- dual, es decir, en los bloqueos de la comunicacin. Mediante la reflexin, el psicoanalista intenta ayudar al individuo a superar estos bloqueos. De parecida manera, a travs de la critica teraputica, una forma de argumentacin que sirve para clarificar la autodecepcin sistemtica (Habermas, 1984: 21), el terico crtico (y el partido comunista [Habermas, 1973]) se esfuerza por ayu- dar a las personas a superar las barreras sociales a la libre comunicacin. As, encontramos una analoga (que muchos crticos creen ilegtima) entre el psi- coanlisis y la teora crtica. Los psicoanalistas ayudan al paciente del mismo modo que los crticos sociales ayudan a los grupos oprimidos de la sociedad. Como para Marx, la base de la futura sociedad ideal de Habermas existe en el mundo contemporneo. Es decir, Marx pensaba que hay elementos del ser genrico en el trabajo caracterstico de la sociedad capitalista. Y Habermas cree que hay elementos de la comunicacin no distorsionada en todo acto contempo- rneo de comunicacin. Esto nos lleva a la cuestin central de la racionalizacin en la obra de Ha- bermas. Habermas recibe la influencia no slo de la obra de Marx, sino tambin de la de Weber. En su trabajo acerca de la racionalizacin, la distincin de Habermas entre accin racional intencional y accin comunicativa es de suma importancia. Para l, una buena parte del trabajo previo se ha centrado en la racionalizacin de la accin racional intencional, que ha provocado un desarro- llo de las fuerzas productivas y un incremento del control tecnolgico sobre la vida. (Habermas, 1970). Esta forma de racionalizacin, como para Weber y para Marx, es un problema importante, quizs el ms importante, del mundo moderno. Sin embargo, el problema es la racionalizacin de la accin racional intencional, no la racionalizacin en general. De hecho, para Habermas, la so- lucin al problema de la racionalizacin de la accin racional intencional reside en la racionalizacin de la accin comunicativa. La racionalizacin de la accin comunicativa conduce a la liberacin de la dominacin sobre la comunicacin, a una comunicacin libre y abierta. La racionalizacin implica aqu emancipa- cin, (da destruccin de las barreras a la comunicacin (Habermas, 1970: 118; vase tambin Habermas, 1979). Es en esta cuestin donde se enmarca el trabajo anteriormente mencionado de Habermas acerca de las legitimaciones y, ms en general, de la ideologia. Es decir, estas son las dos causas principales de la distorsin de la comunicacin, causas que deben eliminarse si se desea lograr una comunicacin libre y abierta. En cuanto a las normas sociales se refiere, esta racionalizacin entraa una 187. VARIEDADES DE TEORIA SOCIOlOGICA NEOMARXISTA 175 menor represin y rigidez normativa, que conduce al aumento de la flexibilidad y la reflexin individual. El desarrollo de este nuevo sistema normativo, menos restrictivo o no restrictivo se ubica en el ncleo de la teora de la evolucin social de Habermas. En lugar de un nuevo sistema de produccin, para Haber- mas (1979) la racionalizacin conduce a un nuevo sistema normativo menos distorsionador. Muchos han acusado a Habermas, crtica que l ha interpretado como una comprensin errnea de su postura, de haber roto con las races mar- xistas en el cambio del nivel material al normativo. Para Habermas, la fase final de esta evolucin es una sociedad racional. Aqu la racionalidad supone la supresin de las barreras que perturban la comu- nicacin y, en trminos ms generales, implica un sistema de comunicacin en el que las ideas se exponen y se defienden abiertamente frente a las crticas; en el curso de la argumentacin se desarrolla un acuerdo carente de constriccio- nes. Pero para comprender mejor esta idea es preciso que el lector conozca ms detalles acerca de la teora de la comunicacin de Habermas. Habermas distingue entre la accin comunicativa, estudiada anteriormente, y el discurso. Mientras la accin comunicativa se produce en la vida cotidiana, el discurso es esa forma de comunicacin alejada de los contextos de la experiencia y la accin cuya estructura nos asegura: que la condicin de validez de las afirmaciones, reco- mendaciones o advertencias constituye el objeto exclusivo de la discusin; que los participantes, temas y aportaciones no conocen otro limite que el que se refiere a la meta de [a comprobacin de la validez en cuestin; que no se ejerce fuerza alguna salvo la de un argumento mejor; y que se excluyen todos los motivos excepto el de la bsqueda cooperativa de la verdad. (Habermas, 1975: 107-108) En el mundo terico del discurso se encuentra, aunque escondida y oculta tras las acciones comunicativas, la situacin discursiva deal en la que ni la fuerza ni el poder determinan la victoria de un argumento; es el mejor argumen- to el que gana. El peso de la evidencia y la validez de la argumentacin determi- nan lo que es vlido o verdadero. Los argumentos que surgen de tal discurso (y con los que estn de acuerdo los participantes) son verdaderos. As, Habermas adopta una teora consensual de la verdad (ms que una teora de la verdad como copia [erealistaaj). Esta verdad forma parte de toda comunicacin, y su expresin plena es la meta de la teora de la evolucin de Habermas. Como Thomas McCarthy seal: En ltima instancia, la idea de la verdad hace refe- rencia a una forma de interaccin exenta de cualquier influencia distorsionado- ra. La "vida buena y verdadera", la meta de la teora crtica, es inherente a .la nocin de la verdad; est implicada en todo acto comunicativo (1982: 308). El consenso surge tericamente en el discurso (y pretericarnente en la ac- cin comunicativa) cuando se dan cuatro condiciones de validez aceptadas por todos los participantes. Primera, la exposicin del hablante ha de ser aceptada- 188. 176 TEOAIA SOCIOlOGICA CONTEMPOAANEA mente comprensible. Segunda, las proposiciones ofrecidas por el hablante han de ser verdaderas; es decir, el hablante ha de ofrecer un conocimiento fiable. Tercera, el hablante ha de ser veraz en sus proposiciones; el hablante es fiable. Cuarta, el hablante ha de disponer del derecho a expresar esas proposiciones. El consenso surge cuando se dan y se aceptan estas cuatro condiciones de validez; se rompe cuando se ponen en cuestin una o varias (por ejemplo, cuando se cuestiona el derecho del hablante a expresar ciertas proposiciones). Volviendo a algo que ya hemos planteado antes, en el mundo moderno hay fuerzas que distorsionan este proceso, que impiden la emergencia del consenso, y que de- ben ser eliminadas para alcanzar la sociedad ideal de Habermas. As, Habermas ha desarrollado por s mismo una importante variante de la tradicin de la teora crtica que, aunque se enmarca dentro de la teora crtica y, en trminos generales, de la tradicin marxista, tiene una serie de elementos bastante distintivos. Adems, Habermas sigue desarrollando su teora y recien- temente (1984, 1987) se ha movido hacia nuevas e interesantes direcciones que llevan su teora ms all de la teora crtica y marxista. Analizaremos estos desarrollos recientes de la teora de Habermas en el Captulo 11 de este libro. MARXISMO ESTRUCTURAL El marxismo estructural suele relacionarse con un grupo de pensadores france- ses (por ejemplo, Louis Althusser, Nicos Poulantzas y Maurice Godelier), por lo que a veces se le denomina estructuralismo francs. Sin embargo, como tiene tambin numerosos seguidores fuera de Francia, llamamos a esta escuela de pensamiento marxismo estructura. Como su nombre sugiere, el marxismo estructural representa la fusin de dos escuelas: el marxismo y el estructuralismo. El estructuralismo se ocupa del anlisis de las estructuras ocultas y subyacentes a la vida social. Ms adelante veremos que el estructuralismo incluye una amplia serie de complicadas ideas. En el Captulo 13, adems de un anlisis detallado del estructuralismo, estudia- remos la relacin entre el estructuralismo, en general, y el marxismo estructural en particular. Comprobaremos que, aunque las dos orientaciones tienen varias cosas en comn, hay importantes diferencias entre ellas. De lo que se trata aqu es de analizar el marxismo estructural como una variante del marxismo; en el Captulo 9 lo estudiaremos como un tipo de estructuralismo. Crtica de otras teoras marxistas Un buen punto de partida para estudiar el marxismo estructural es comenzar por analizarsus crticas aotras teoras marxistas. En general, los marxistasestructurales se consideran a s mismos como los ms fieles a la obra de Marx, especialmente a su obra madura. Adems de cuestionar la pureza de otros tericos marxistas, los marxistas estructurales les hacen crticas ms especficas (Burris, 1979). 189. VARIEDADES DE TEOAIA SOCIOLOGICA NEOMARXISTA 177 En primer lugar, los marxistas estructurales critican la tendencia de muchos marxistas a acentuar los datos empricos en sus anlisis. En opinin de marxis- tas estructurales como Godelier (1972a), las realidades verdaderamente impor- tantes de la vida capitalista se encuentran en su estructura subyacente y no en los hechos observables que, con frecuencia, oscurecen la verdadera naturaleza de esa estructura. En segundo, los marxistas estructurales rechazan la tendencia de muchos marxistas hacia la investigacin histrica porque, para ellos, el historicismo se centra tambin en los datos empricos e ignora la estructura subyacente. Recha- zan tambin el historicismo porque creen que la tarea primordial del marxismo es el estudio de la estructura contempornea. Slo tras la comprensin de la estructura bsica del mundo contemporneo podemos comenzar a entender los procesos histricos. Curiosamente, esta idea recuerda la postura de un crtico destacado de la teora marxista, Talcott Parsons, que tambin sealaba que el estudio de la estructura constitua un prerrequisito para cualquier teora de la historia y el cambio social. En tercero, los marxistas estructurales critican duramente el determinismo econmico reduccionista que caracteriza a algunas teorlas marxistas. Aunque los marxistas estructurales perciben la importancia de la economa, e incluso la consideran determinante en ltima instancia, tambin dan importancia a otros sectores del mundo social, en especial a la poltica y la ideologa. Poulantzas, por ejemplo, rechaz la idea de que el estado es un mero reflejo de la economa, ya que consideraba que posea autonoma relativa. Ms especficamente, se opuso a los deterministas que afirmaban que el desarrollo econmico se segui- ra de cualquier tipo de estado que existiera. En otras palabras, criticaba a los que afirmaban que no habla diferencia alguna entre el fascismo y la democra- cia. Poulantzas conclua: Aqu, como en todas partes, las formas que adopta la dominacin burguesa distan de ser indiferentes (1976: 21). Poulantzas se destac por su crtica a la postura pasiva de los tericos mar- xistas que afirmaban que el fascismo se desmoronaria a resultas de sus propias contradicciones internas y que no haba necesidad alguna de actuar contra las sociedades fascistas. Tambin criticaba a los que sostenan que el imperialismo constitua simplemente un fenmeno econmico. Para l se trataba de un proce- so mucho ms complejo que implicaba aspectos econmicos, polticos e ideol- gicos. Aunque Poulantzas (y otros marxistas estructurales) reconocan la im- portancia de la economa, sealaba que en cualquier momento otras estructuras sociales podan desplazarla de su posicin dominante. Finalmente, los marxistas estructurales critican la tendencia de muchos marxistas (especialmente de los tericos crticos) a subjetivizar y humanizar su campo de estudio. Como lay seal, los marxistas estructurales rechazan alti- vamente la concepcin humanista y subjetivista del marxismo (1984: 388). Para los estructuralistas, lo importante son las estructuras objetivas de la socie- dad --la economa, la poltica y la ideologa-e- y no los actores humanos que componen esas estructuras. Asl, los cstructuralistas rechazan la interpretacin 190. 178 TEORIA SOCIOlOGICA CONTEMPORANEA humanista de la teora de Marx; el esfuerzo por recuperar las preocupaciones histricas de Marx; el inters por las obras ms humanistas de Marx (por ejem- plo, LO!!; manuscritos de lN44); el nfasis en las raices hegelianas de la teora marxista; y el acento en los actores voluntaristas, sus sentimientos. sus relaciones mterpersonales, o incluso sus esfuerzos conscientes por la autoorganizacin (Appelbaum, 1979). Por ejemplo. en lugar de ver las clases sociales compuestas de actores voluntaristas.Ios estructuralistas las ven como relaciones objetivamente antagonistas (Burris, 1979: 14). Althusser describi la importancia de las es- tructuras y el hecho de que los actores estn determinados por esas estructuras: La estructura de las relaciones de produccin determina las posiciones que ocupan y lasjimciunes que desempean los agentes de produccin, los cuales son, exclu- sivamente, ocupantes de esas posiciones, en la medida en que son soportes... de las funciones. Los verdaderos sujetos (en el sentido de sujetos constituyentes del proceso) no son, por tanto, estos ocupantes o funcionarios... sino las relaciones de produccin (y las relaciones sociales polticas e ideolgicas). {Althusser, citado en 8urris, 1979: 8) En suma. el rechazo del marxismo humanista expresa claramente el inters central de los estructuralistas por las estructuras de la sociedad capitalista. Expondremos ahora las premisas del marxismo estructural en trminos ms positivos. Principios del marxismo estructural Los marxistas estructurales se orientan hacia el estudio de las estructuras ocul- tas subyacentes a la sociedad capitalista. Aunque su preocupacin bsica no son las estructuras reales, piensan que hay estructuras reales en el mundo que constrien o determinan la accin y el pensamiento de los actores. Los marxis- tas estructurales aceptan la importancia de la economa. pero tambin les pre- ocupan otras estructuras. Es ms, aun aceptando la idea de la economa como elemento determinante en ltima instancia, rechazan la reduccin de otras es- tructuras y su consideracin como meros reflejos de aqulla. De hecho. los marxistas estructurales no slo dan importancia a la poltica y la ideologa. tambin las creen dotadas de una autonoma relativa. Estas estructuras pue- den seguir procesos de desarrollo bastante independientes y pueden, en un mo- mento determinado, convertirse en fuerzas dominantes de la sociedad. Cualquiera que sea la estructura de la que se ocupen, los marxistas estructu- rales consideran que los actores constituyen meros ocupantes de las posiciones de esas estructuras, es decir, que estn constreidos por esas estructuras. A pesar de las implicaciones pasivas de este punto de vista, los estrucruralistas se niegan. como marxistas que creen en la prctica, a concluir que (as personas deben sentarse a esperar que llegue el desmoronamiento del sistema estructural. Como Poulantzas seal: Si nos limitamos a esperar. jams llegaremos a ver el 191. VARIEDADES DE TEORIA SOCIOlOGICA NEOMARXISTA 179 gran da, sino slo los tanques durante algunos momentos de la maana (1976: 133;. La idea de la ruptura de las estructuras de la sociedad refleja otra preocupa- cin central de los marxistas estructurales: las contradicciones del sistema. Es- tos tienden a ocuparse de las contradicciones entre las estructuras, ms que de las contradicciones a las que se enfrenta el actor. Los marxistas estructurales acentan la investigacin terica frente a la emprica. Evidentemente, como las estructuras son invisibles, presuponen que slo pueden reconocerse tericamente; por tanto, la investigacin emprica es incapaz de desvelarlas. En parte por la misma razn los marxistas estructurales se centran en la sociedad contempornea. Dan escaso crdito a los datos histricos o a la inves- tigacin histrica yjuzgan prioritario el estudio de las estructuras estticas frente al de los procesos histricos; la historia slo puede entenderse y conocerse una vez comprendida la estructura contempornea. Reanlisis de Marx: la obra de Louis Althusser El trabajo de Louis Althusser se define principalmente por la naturaleza de su enfoque sobre la obra de Marx. Althusser crea que la mayoria de los marxistas nohaba interpretado sus ideas adecuadamente; de hecho pensaba que las hablan violentado. Y se propuso remediar este problema desarrollando lo que l creia una lectura correcta de la obra de Marx. La mejor manera de analizar el trabajo de Althusser es ubicarlo en el contexto del debate en torno a la obra de Marx. Uno de los aspectos del debate es si Marx adopt una postura intelectual coherente durante toda su vida (Veltmeyer. 1978). Esta cuestin guarda rela- cin con la de si Marx es un pensador determinista o un pensador estructural, humanista o dialctico. Los marxistas que consideran a Marx un estructuralista se centran en su obra madura, particularmente en El capital (1867/1967), Otros se centran en lo que consideran una perspectiva ms humanista que se encuen- tra en la continuidad esencial entre El capital y Los manuscritos de economa y jilosojia de 1844 (1932/1964). De hecho, es posible encontrar numerosas prue- bas en la obra de Marx que respaldan ambas interpretaciones. 3 A1thusser participa en el debate sobre los (1976: 103-104). El inters terico principal de Poulantzas, y el de la mayora de los marxis- tas estructurales, era la interrelacin entre los tres componentes fundamentales de la sociedad capitalista. Por ejemplo, vincul el estado y la ideologa afirman- do que a la larga el estado no puede ejercer su funcin de dominacin mediante la represin exclusivamente; sta siempre va acompaada de cierta dominacin ideolgica (Poulantzas, 1976). Poulantzas tambin vincul la ideologa y la economa. El ms importan- te papel de la ideologa, que se expresa en el proceso de socializacin, es for- mar a las personas para que ocupen diversas posiciones y ocupaciones en el sector econmico. Aunque daba importancia a la socializacin, tuvo la pre- caucin de sealar que una sociedad capitalista no slo debe producir (socia- izar) personas para que ocupen posiciones, sino tambin debe producir cons- tantemente las posiciones para que sean ocupadas por esas personas. Para subrayar su orientacin estructuralista, Poulantzas estableci claramente que lo ms im- portante eran las posiciones estructurales y no los actores y su socializacin: Aunque es ciertoquelosagentesmismos debenreproducirse