teología vol iv tratado iv libro ii extremauncion

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  • 8/2/2019 Teologa Vol IV Tratado IV Libro II Extremauncion

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    SUMA DE SAGRADA TEOLOGIA

    VOLUMEN IVTRATADO IV

    DE LOS SACRAMENTOS DE LA REPARACIONDESPUES DE LA CAIDA. DE LA PENITENCIA DE LA

    EXTREMAUNCIN

    LIBRO IIDE LA EXTREMAUNCIN

    por el Rev. P. Francisco Sola, S. I

    INDICE

    Bibliografa general

    CAPTULO I .- LA EXISTENCIA DE LA EXTREMAUNCIN

    TESIS 1.La Extrema Uncin es verdadero sacramento de la Nueva LeyEscolio 1. Del valor del texto de S. Marcos (6, l3)Escolio 2. De la institucin de la Extrema UncinCaptulo II.- De la esencia de la Extrema UncinTESIS 2.La materia del sacramento de la Extrema Uncin es la uncin hecha conleo bendito; la forma sin embargo consiste en las palabras con las que se realizala deprecacin en favor del enfermo

    CAPTULO III.- DE LOS EFECTOS DE LA EXTREMAUNCIN

    TESIS 3.El efecto primario de la Extremauncin es la colacin de la gracia habitualcon las gracias actuales necesarias para salvar el alma aliviando al enfermo, losefectos en verdad secundarios son la limpieza de los pecados y de los residuos. deaquellos y la salud condicionada del cuerpoEscolio 1. Condiciones para la remisin de los pecados mortales en la Extrema UncinEscolio 2. Del momento en el que es conferida la gracia en este sacramento

    CAPTULO IV.- DEL SUJETO Y DEL MINISTRO DE LA EXTREMAUNCIN

    TESIS 4. El sujeto de la Extrema Uncin es el adulto bautizado que enferma

    gravemente, que alguna vez tuvo uso de razn; el ministro es todo y sin embargo elsacerdote

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    Escolio 1. Del nmero de sacerdotes para consumar la Extrema UncinEscolio 2. Sobre la aplicacin de la Extremauncin a los muertos aparentes

    CAPTULO V.- SOBRE LA APLICACIN DE LA EXTREMA UNCIN A LOS MUERTOSAPARENTES

    LIBRO IIDE LA EXTREMAUNCIN

    por el Rev. P. Francisco Sola, S. I

    222. A la doctrina del Sacramento de la Penitencia hay que unir segn el ConcilioTridentino la doctrina que se refiere al Sacramento de la Extremauncin, porque ha sido

    considerado por los Padres como el trmino no slo de la penitencia, sino tambin detoda la vida cristiana (D 907), No obstante puesto que gran parte de la doctrina de estetratado pertenece a la Teologa Moral, slo estudiaremos lo que se ver que concierne ala Teologa Dogmtica.

    CAPITULO IDE LA EXISTENCIA DE LA EXTREMAUNCION

    TESIS 1. La Extremauncin es un verdadero sacramento de la Nueva Ley.

    323. Nexo. As como en los otros sacramentos, en primer lugar debemos estudiar si el ritoque la Iglesia llama Extremauncin, es verdadero sacramento de la Nueva Ley entendidoen el sentido pleno, que ha sido explicado en los anteriores tratados.

    324. Nociones. LA EXTREMAUNCION puede definirse: El rito de la Iglesia por el que,mediante las unciones y la oracin del sacerdote, se les ayuda a. los que estngravemente enfermos,

    Este sacramento se llama Extrema uncin porque es la ltima uncin que debe seradministrada de entre todas las sagradas unciones, que el seor Salvador nuestroencomend a su Iglesia.

    Sin embargo tambin es designado este sacramento con otros nombres, segn seconsideren las distintas funciones, o efectos, o ritos. As:

    a) por la materia remota se llama: leo santo, funcin del leo santo;

    b) por la materia prxima: Sagrada Uncin, Sacramento de la sagrada uncin, bendicindel sagrado leo, , ; ;

    c) por la materia con la forma de splica: oracin de fe, ;

    d) por el efecto: medicina del alma y del cuerpo, sacramento del alivio, aceite de salud,leo de la sagrada reconciliacin, ;

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    e) por el sujeto: sacramento de los moribundos, uncin de los enfermos, extremauncin;

    f) por la relacin can la penitencia: consumacin de la penitencia, complemento de lapenitencia, perfeccin de la penitencia.

    Con stos y otros nombres semejantes se designaba este sacramento en la Iglesia

    Occidental antes del siglo XII, tiempo desde el cual ya comenz a incrementarse elnombre de Extremauncin. Entre los orientales incluso en nuestros das suele llamarseSanto leo.

    VERDADERO SACRAMENTO DE LA NUEVA LEY. Es, por tanto, signo sensible ysimblico, eficaz de la gracia, instituido de, modo perenne por Jesucristo.

    225. Adversarios. Los primeros adversarios de este sacramento parece que fueron loswaldenses y los albigenses, a los cuales posteriormente se adhirieron los wicleffitas y loshusitas, los cuales sin embargo menospreciaban ms bien que negaban el sacramento (D424 y 669).

    Los protestantes unnimemente niegan la sacramentalidad de la Extremauncin, sinembargo por distintos motivos; LUTERO, porque afirma que solamente son sacramentoslos que estn contenidos de modo expreso en el Evangelio; ahora bien acerca de laExtremauncin no encuentra mencin expresa. CALVINO interpreta el texto de Santiagocomo que se trata de curaciones carismticas y dice que fue introducida la nocin desacramento en la Iglesia en el siglo V por Inocencio I; por lo cual llama a la Extremauncinhipocresa cmica.

    Los protestantes histricos pretenden explicar de distintas formas el origen de estesacramento y en general admiten que solamente se hizo comn a partir del siglo XII. Losritualistas y anglocatlicos admiten ciertamente la sacramentalidad de la Extremauncin,no obstante del modo como ellos mismos explican la nocin de sacramento. Los msmodernos no se atreven a retrotraer la Extremauncin al siglo XII, sino que dicen que yaen el siglo VIII estuvo en uso sin embargo solamente como remedio de una enfermedadcorporal; en el siglo IX ya se relacion con las enfermedades del espritu, a saber enorden a borrar los pecados; y por ltimo en el siglo XII los telogos la incluyeron entre lossacramentos.

    Los modernistasaplican a este sacramento su teora de la evolucin dogmtico-ritualista ypretenden encontrar en el paganismo el origen de este rito, en el Avesta (S. REINACH),

    en los ritos de los agnsticos (RENAN), o en los ritos de los judos. Otros derivan la santauncin de la opinin, que falsamente atribuyen a los judos y a los cristianos de la pocade Santiago, segn la cual todas las enfermedades vendran del pecado; por lo cualSantiago habra instituido la Uncin para perdonar los pecados y de este modo sanar lasenfermedades. LOYSI afirma que Santiago no quiso promulgar el sacramento deJesucristo, sino solamente recomendar una cierta piadosa costumbre. Por ltimo GIBSONdice que la uncin que antes se llamaba extrema, por el hecho de que era la ltima que sedaba despus del bautismo y de la confirmacin, posteriormente se llam as porque fueadministrada a los enfermos que estaban en peligro de muerte. Ahora bien explica estepaso por medio de una simple evolucin ritual.

    226. Doctrina de la Iglesia. INOCENCIO I, al tratar del ministro de la Extremauncin,despus de decir que no solamente el presbtero sino tambin el obispo puedeadministrar la Extremauncin, pasa a tratar la cuestin acerca del sujeto; y excluye de la

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    Extremauncin a los que hacen penitencia pblica, sobre todo por esta razn: porque esuna clase de sacramento. En efecto a quienes se les niegan los otros sacramentos,cmo se piensa que puede ser concedido una clase de sacramento? (D 99).

    Estas mismas palabras las repite el Concilio Ticiense despus de encomendar que estesaludable sacramento... fuera dado a conocer a los pueblos por medio de una inteligente

    predicacin CD 315).

    En la profesin de fe prescrita a los waldenses INOCENCIO III cita tambin entre lossacramentos, despus de la penitencia y antes del matrimonio, la uncin de losenfermos con el leo consagrado (D 424).

    Del mismo modo INOCENCIO IV, al tratar de los errores de los griegos, prescribe: Y alos enfermos, segn las palabras de Santiago se les d la Extremauncin CD 3042; ed.28,451).

    La profesin de fe de Miguel Palelogo ensea que son siete los sacramentos de la

    Iglesia, a saber el primero el bautismo...: otro la extrema uncin, la cual segn la doctrinadel bienaventurado Santiago, se les administra a los enfermos (D 465).

    Del mismo modo se les propone a los seguidores de Wicleff y de Huss como sacramentoque debe ser admitido (D 669); y se le describe con ms detalle, as como cada uno delos siete sacramentos, en la instruccin dada a los armenios (D 700).

    El Concilio Tridentino ya haba citado la extrema uncin entre los siete sacramentos de laNueva Ley (D 844); mas posteriormente propuso de un modo especial la doctrina de estesacramento en cuatro cnones, dirigindose directamente contra los errores de losprotestantes. Cn.1; Si alguno dijere que la extrema uncin no es verdadera ypropiamente sacramento instituido por nuestro Seor Jesucristo y promulgado por elbienaventurado Santiago Apstol, sino que es solamente un rito admitido por los Padres ouna ficcin humana, sea anatema. (D 928).

    Cn.2: Si alguno dijere que la uncin sagrada de los enfermos no confiere la gracia niperdona los pecados ni alivia a los enfermos, sino que ya ha cesado, como si en otrotiempo hubiera sido solamente una gracia curativa, sea anatema (D 927). Los otros doscnones se refieren al rito y al ministro de la extremauncin (D 928-929, vase tambin enel captulo, D 907-910).

    S. PIO X conden a los modernistas que afirmaban: Santiago en su epstola no intentapromulgar un sacramento de Jesucristo, sino recomendar una piadosa costumbre y si enesta costumbre tal vez ve un medio de gracia, este medio no lo toma en el rigor, con quelo tomaron los telogos, los cuales establecieron la nocin y el nmero de lossacramentos (D 2048).

    Valor teolgico. De fe divina y catlica definida. Y debemos tener en cuenta que es defe definida el que en este texto se promulga el sacramento de la Extremauncin.

    227. Prueba de la sagrada Escritura. En el A.T. este sacramento no estaba prefiguradocon ningn sacramento; y S. Toms indica que la razn de esto es porque se trata de una

    cierta preparacin inmediata para la entrada en la gloria, cuyo acceso todava no estabaabierto en la Antigua Ley, por no haberse todava pagado el rescate.

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    En la Nueva Ley segn el Concilio Tridentino, el sacramento de la Extremauncin fuepromulgado por Santiago. El texto clsico de la Epstola Catlica se expresa en estostrminos: Est enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbteros de la Iglesia, queoren sobre l y le unjan con leo en el nombre del Seor. Y la oracin de la fe salvar alenfermo y el Seor har que se levante, y si hubiere, cometido pecados, le sernperdonados (Sant 5,14s).

    228. Exgesis del texto. Los protestantes y racionalistas negaron la autenticidad de estaEpstola1; pero esto lo hacen errneamente, ya que est contenido en el canon de lasagrada Escritura y aunque han desaparecido los comentarios patrsticos a esta Epstola,consta sin embargo que estos comentarios fueron hechos por Clemente Alejandrino,Didimo, Cirilo de Alejandra y Agustn.

    La Epstola de Santiago se encuentra ya en el fragmento Muratoriano, en Orgenes y enJernimo; y directamente se refiere a los cristianos convertidos del judasmo (a las docetribus que estn en la dispersin), sin embargo lo que dice conviene absolutamente atodos los cristianos. Aunque haya distintas sentencias por parte de los intrpretes acerca

    del tiempo en que fue escrita la epstola, sin embargo no puede retrasarse ms del alo 61ni podemos situarla antes del ao 40. El autor haba ledo, segn parece, la Epstola deSan Pablo a los romanos en la cual el Apstol de las Gentes ensalza la necesidad y laexcelencia de la fe en orden a la justificacin y se dedica totalmente a demostrar lainutilidad de las obras de la ley a causa de la ineficacia de las obras legales en orden aalcanzar la justificacin.2 Ahora bien puesto que algunos cristianos haban entendido malla Epstola de

    San Pablo, interpretando que slo la fe justifica prescindiendo de las obras, Santiagoquiere mostrar en contra de stos que la fe sin obras es muerta, Por ltimo exhorta a losfieles a que soporten la persecucin, y ejerzan la caridad, la misericordia y la limosna.

    Al texto en su c.5 y v.14-15 le preceden inmediatamente unos preceptos ms generales:cmo hay que comportarse en el gozo y cmo hay que hacerlo en la tristeza... De estecaso ms general pasa el . Apstol a un caso ms particular sobre la tristeza por motivode enfermedad; y as como respecto a la tristeza general recomend la oracin Sufrealguno entre vosotros? Que ore), ahora frente a la enfermedad recomienda de nuevo laoracin pero juntamente con la uncin: Est enfermo alguno entre vosotros? Llamen alos presbteros de la Iglesia que oren sobre l y le unjan con leo en el nombre delSeor...

    Est enfermo; suele oponerse a , pero en este texto se opone a y en todos los lugares del Nuevo Testamento donde se emplea ,significa una enfermedad grave, no una enfermedad leve.3 Despus en el v.15 usa el

    1 En las anteriores ediciones del Nuevo Testamento realizadas por los protestantes sola omitirse estaepstola como deuterocannica que es; en cambio las ediciones ms recientes casi todas la admiten.2 Pueden compararse: Sant 6,1 con Rom 7,23; Sant 4,4 con Rom 14,4; y especialmente Sant 4,14.20ss canRom 3,28ss.4,lss. Si se admite esta conexin entre la Epstola de Santiago y la de San Pablo a losromanos, al haber sido escrita en Corinto hacia el ato 56 57, debera mantenerse el ato 61 para la Epstolade Santiago.3 Con este significado se encuentra muchas veces en el N.T: Lc 7,2-10 (acerca del hijo del centurin) Jn4,46 (el hijo del rgulo estaba enfermo y en el v,47 estaba a punto de morir), Jn 11,1 (De Lzaro,que incluso lleg a morir), Hch 9,37 (sucedi que Tabhita en Joppe habiendo cado enferma muri), en F1p 2,26 (Epafrodito, por cuya enfermedad estaba triste San Pablo),

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    Apstol de la palabra (salvar al enfermo), que significa estar aquejado deenfermedad, a manera de luchar con la muerte4.

    Alguno entre vosotros, a saber alguno de los discpulos del Sefor, esto es de loscristianos a los que se dirige la Epstola.

    229.Llame a los presbteros de la Iglesia. (mande llamar) confirma lainterpretacin anteriormente dada acerca de una enfermedad grave, pues no es elenfermo mismo el que va junto a los presbteros, sino que son ellos lo que deben llegarsehasta el enfermo, por haber sido llamados por ste. Por presbteros se entiende en losEvangelios los magistrados del pueblo judo, pero en los Hchs y en las Epstolas del N.T.son los sacerdotes tanto del primer orden como del segundo 5, lo cual se ve ms claroen nuestro texto cuando se aade de la Iglesia, pues en la Iglesia catlica presbterosson los que desempean la funcin sacerdotal. As interpretan todos los Hchs 20, 17.6

    Y oren sobre l. Los vocablos , segn los helenistas significan unaoracin litrgica o los recintos mismos donde se rezan las preces litrgicas; y

    se emplea para significar la efusin de la gracia sobre aqul enfavor del cual se ora. Sobre l puede o bien significar sencillamente en favor de l o bieninclinado sobre l; este ltimo sentido se entiende mejor en el sentido sacramental,cuando se imponen las manos sobre el enfermo mientras se hace la splica.

    Y le unjan con leo. No se concreta el modo de ungirle, porque esto no concerna alpropsito de la Epstola, la cual no va dirigida precisamente a los presbteros. El tiempogriego aoristo en participio parece indicar que la oracin y la uncin ce realizaban almismo tiempo.

    En el nombre del Seor. Algunos exegetas unen esta percopa con la expresin orensobre l, y en este caso significa: oren sobre l invocando el nombre del Seor, estoes, a la manera como suelen terminar las oraciones litrgicas por Cristo nuestro Seor.Otros en cambio prefieren unir esta percopa con el vocablo y le unjan. De modo queresulte: y le unjan con leo en el nombre del Setter, esto es por mandato y autoridaddel Seor7

    4 LEOPOLD (Lexicon graeco-Iatinum) traduce as: me fatigo, estoy cansado, me fatigo de trabajar, estoyenfermo, estoy aquejado de enfermedad. En la forma de ( designa a losmuertos. Esta palabra se encuentra solamente das veces en el N.T., en este texto y en Heb 12,3 donde

    expresa una grave enfermedad espiritual.5 As p.ej. en Hchs 11,30; 14,23; 20,17; Tim 5,17-19; 1 Pe 5,1... Vase lo que despus se dir en el tratadodel Orden. Acertadamente hace notar tambin PUIG en el texto citado nota 7: La tesis no depende delmodo como pueda entender alguno el vocablo "presbtero", pues aqu no tratamos acerca del ministro de laExtremauncin; pero si alguno pensara que con este vocablo se dan a entender los mayores en edad (en elcual sentido se emplea en alguna ocasin en el N.T.), no podra explicar por qu son llamados lospresbteros precisamente para salvar y aliviar a los enfermos y en concreto para orar sobre ellos y paraperdonar los pecados de stos, las cuales funciones consta por otra parte que son exclusivamentesacerdotales y tendra quien as opinara tambin en contra de s a la Tradicin y al Magisterio de la Iglesia(D 908,910 y 229).6 Se ha escrito y se ha discutido mucho acerca de este texto, pero por lo que atae a nuestro propsitotodos admiten unnimemente que se trata de los presbteros por lo menos de los sacerdotes (se discute sitambin son los obispos). El resumen de las sentencias pueden verse en PUZO, S.I., Los obispos

    presbteros en el Nuevo Testamento Estudios Bblicos 5 (1945) 41ss.7 Que significa Jesucristo est claro por todo el N.T., y especialmente por el mismo Santiago 1,1; 2,1;5,7,8; y si bien en este mismo autor alguna vez significa Dios, sin embargo en este texto el sentido y elcontexto (v.11) exigen la significacin dada.

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    230.Y la oracin de la fe. responde al vocablo v.14; as pueses una oracin litrgica de splica. Se llama oracin de la fe no porque sea una oracincuya eficacia se deba a la fe del enfermo (segn pretenden los protestantes), pues no setrata de la oracin del enfermo, sino de la del presbtero 8; por el contrario oracin de lafe responde ms bien al objeto o fundamento de la oracin sacramental. En este sentidoel bautismo suele ser llamado por S. Agustn palabra de fe y la Eucarista es llamada

    tambin misterio de fe.

    Salvar al enfermo. Aunque el verbo . en muchos textos del N.T. se usa al hablar dela salud corporal, sin embargo no siempre se usa en este sentido, Ms an Santiagoemplea esta palabra cuatro veces (1,21; 2,14; 4,12; 5,20) y siempre en sentido espiritual;luego parece que tambin en este texto significa salud espiritual. Lo cual se confirmatodava ms por el hecho de que poco despus (v.16) al hablar de la salud corporal usa elverbo . As pues el sentido versa acerca de la liberacin de todas las molestias dela enfermedad, las cuales no solamente son materiales, sino tambin, y en verdad confrecuencia, espirituales, como son las angustias, el temor al juicio de Dios por estarinminente la muerte, etc. Sin embargo de ningn modo se excluye la salud corporal.

    231. Y el Seor har que se levante. El verbo en el N.T. tiene distintossignificados: a) despertar del sueno (Mt 8,25; Lc 8,24); b) sanar de una enfermedad (Mt1,31; 9,27; Hch 3,7); c) resucitar de la muerte (Mt 10,8; Jn 5,21; 12,1ss; Rom 4,24; 8,11; 1Cor 5,12; Hebr 11,9).

    Tambin tiene sentido espiritual: Rom 13,11; Ef 5,14 (ora es ya de despertarse delsueo... despierta t que duermes...).

    Estas palabras guardan paralelismo con las de la oracin de la fe salvar al enfermo.Hay sin embargo exegetas catlicos que en estas palabras suelen ver expresado el efectomaterial de la Extremauncin. Comoquiera que sea, si no se prueba positivamente locontrario, no pueden tomarse en sentido exclusivo.

    Y si hubiera cometido pecados, le sern perdonados. '. significa perdonarpropiamente pecados, segn ya ha sido probado en el tratado de la Penitencia. 'de suyo se dice del pecado grave. Estio y unos pocos autores juzgan que se trata de lospecados veniales9 y forzosamente quitan la forma condicional empleada por, Santiago, afin de que siempre se alcance el efecto. Existe una gran controversia acerca de ladisposicin sintctica de esta expresin; uno, en efecto, la unen con el contexto anterior, yotros con el contexto siguiente. Pero parece mucho ms cierto que debe aceptarse la

    unin con el contexto anterior, lo cual lo pide el sentido mismo y la estructura gramatical;pues se trata de tres proposiciones principales unidas por la conjuncin copulativa y: yla oracin de la fe... y el Seor har que se levante... y si hubiere cometido pecados....10

    232. Argumento. Sacramento es un signo sensible y simblico eficaz de la gracia,instituido a perpetuidad; es as que tal es el rito del que habla Santiago, y al cual

    8 Nada se indica acerca de la fe u oracin del enfermo y de los asistentes. La fe del enfermo se suponeevidentemente (l mismo es el que debe llamar a los presbteros) pero se supone como condicin odisposicin no como causa del efecto que vamos a describir.9 En 4 dist.23,4 (Pars 1662) 4.E Vase PUIG n.978. Estos autores hablan as porque piensan que el efectode la Extremauncin es el perdn de los pecados veniales.10 Expresiones semejantes se encuentran en. el N.T. v.gr. en Hch 8,17: les imponan las manos Y reciban elEspritu Santo, donde la conjuncin y tiene valor causal o de conjuncin causal.

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    llamamos Extremauncin; luego la Extremauncin es un verdadero sacramento de laNueva Ley.

    La mayor est clara por el tratado de los Sacramentos en general.

    Prueba de la menor. Es evidente que el rito del cual tratamos es la Extremauncin; ya que

    se trata de la uncin a un enfermo, el cual est gravemente enfermo o en peligro demuerte. Este rito es:

    a) Un signo sensible y simblicopues se realiza con la oracin y la uncin sensible; staguarda ciertamente alguna semejanza con la reconfortacin y salud espiritual; la cualproduce (segn diremos en seguida); ya que los atletas ungan sus miembros antes de lalucha para tener flexibilidad y fortaleza en sus msculos.

    b) Eficaz de la gracia: lo cual se expresa con las palabras el Seor har que selevante...; se le perdonarn [los pecados]...; la oracin de la fe salvar al enfermo, todolo cual ya hemos dicho antes que debe entenderse principalmente en sentido espiritual.

    Adems, el perdn de los pecados (ciertamente de los mortales) de los cuales se trata eneste texto, solamente se realiza por la gracia santificante. Y si no hubiere pecadosmortales, tambin se le otorgar la gracia; pues la eficacia de la uncin se pone como porrazn de s misma ya que puede perdonar los pecados, esto es infundir la gracia. Porconsiguiente tambin conferir la gracia cuando no haya pecados mortales, as como lapenitencia produce la gracia santificante tambin en aquellos que se acercan a ella, unavez borrados los pecados por la contricin. Ahora bien este efecto se produce ex opereoperato; porque se atribuye al rito mismo, y de ningn modo alguna disposicin (la cualciertamente se da por supuesta en el que recibe esta uncin; as como para el bautismo ypara los otros sacramentos, aunque el efecto se produzca en virtud del sacramentomismo, se requiere sin embargo en el que lo recibe la disposicin o accin de apartar losimpedimentos que obstaculizan la gracia).

    c) Instituido a perpetuidad:pues no se indica ningn lmite de tiempo, sino por el contrariose recomienda que el rito debe ser usado en general en casos semejantes. Ahora bien,siempre habr enfermos graves. Y el que emita institucin proviene de Jesucristo, constapor el hecho de que no puede ninguna potestad humana instituir algn rito que tengaeficacia para perdonar los pecados y para conferir la gracia ex opere operato. Adems el Apstol mismo tal vez manifest que fue instituida la Extremauncin por Jesucristo aldecir: y le unjan con leo en el nombre del Sellar, la cual expresin puede significar

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    A) Antes del siglo VIII. Siglos I-II. Hemos de confesar que no poseemos testimoniosexplcitos de esta poca acerca de la Extremauncin11; pueden darse como explicacinde este hecho las razones siguientes:

    1. Si exceptuamos unos pocos y muy cortos fragmentos, no quedan comentarios de los

    Santos Padres a la Epstola de Santiago; acerca de la existencia de los cuales tenemosalgunos indicios.

    2. Tampoco tenan por costumbre los Padres componer sistemticamente un sermn detodo lo que concierne a la vida cristiana, sino que enseaban las distintas doctrinas ydogmas cuando se presentaba la ocasin. No haba tantas ocasiones de hablar acerca dela Extremauncin (y esto incluso en nuestra poca no ocurre con frecuencia): y al ser. elcomplemento de la penitencia y administrarse al fin de la vida, haba que insistir ms en elsacramento de la penitencia mismo y en los sacramentos que son necesarios a lo largode todo el curso de la vida.

    3. Probablemente, por distintas dificultades, principalmente en la poca de laspersecuciones, en los primeros tiempos no fue tan frecuente el uso de este sacramento,sobre todo siendo as que deba ser administrado en presencia de los paganos; y muchasveces los cristianos se bautizaban al fin de la vida.

    4. Algunos autores recurren tambin a la disciplina del misterio para mostrar el silencio eneste tema.

    235. Siglos III-V. Se hallan muchas alusiones con mayor o menor claridad, las cuales, sise unen en un solo conjunto, muestran que estuvo en uso la uncin de los enfermos comoun rito eclesistico para alcanzar la salud del alma y del cuerpo. As se expresanTERTULIANO, S. ATANASIO, DIDIMO, S, HILARIO, S. GREGORIO NACIANCENO, S. AMBROSIO, S. AGUSTIN, POSIDIO, CASIANO, S. OPTATO, TEODORETO, VICTORDE ANTIOQUTA, ARNOEIO IUNIOR, ARATOR. Ms claros y manifiestos de entre loscuales pueden servir de ejemplo los siguientes:

    ORIGENES, al tratar de los distintos modos, como pueden ser perdonados los pecados,escribe: Todava hay una clase de perdn de los pecados, que es la sptima, aunquepenosa y que exige esfuerzo por medio de la penitencia, cuando el pecador bata enlgrimas su lecho y sus lgrimas son para l el alimento da y noche, cuando no tienerubor en manifestar al Sacerdote del Seor su pecado y buscar la medicina, segn aquel

    que .dice: He dicho: manifestar al Seor en mi contra mi justicia y t has perdonado laimpiedad en mi corazn. En lo cual se cumple tambin lo que dice el Apstol Santiago: Ysi alguien est enfermo llame a los presbteros de la Iglesia y pondrn sobre l las manosungindole con el leo en el nombre del Seor y la oracin de la fe salvar al enfermo y sihubiere cado en pecados se le perdonarn. Orgenes no excluye en este texto laPenitencia, pero tampoco se refiere exclusivamente a ella, segn pretenden losprotestantes, Pues al ser la Extremauncin el complemento de la Penitencia y al quererOrgenes mostrar cuantas clases hay de perdn de los pecados, no es extrao el queuna en un mismo texto ambos sacramentos.

    11 No faltan autores que hallan' ya alguna alusin a la Extremauncin en la Didach(R ?), donde despus

    de las oraciones que se haban de recitar con ocasin de la comunin en el lugar donde se halla despusen algunos libros litrgicos la oracin del leo de los enfermos, se lee en la versin copta: En cuanto alungento dad las gracias as: Te damos gracias, Padre nuestro, por el ungento que nos has indicado porJess tu hijo. Gloria a ti por todos los siglos, Amn.

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    AFRATES habla acerca de los distintos usos del leo sagrado y dice: Duplicaron losfrutos del aceite resplandeciente, en el cual est el signo del sacramento de la vida, por elque se perfeccionan los cristianos y los sacerdotes y los reyes y los profetas: ilumina lastinieblas, unge a los enfermos y reconcilia a los penitentes por medio de su sacramentomisterioso. El sabio persa cita esta uncin de los enfermos entre las unciones

    sacramentales (bien en sentido estricto o en sentido lato), como son el Bautismo, laConfirmacin y la Penitencia. Luego da por supuesto tambin que la uncin de losenfermos es un rito especial, realizado por cualquier cristiano no a guisa de devocin, sinosegn el modo ritual o sacramental.

    S. JUAN CRISOSTOMO habla dos veces acerca de la uncin de los enfermos: En eltratado Sobre el sacerdocio 3,6 compara a los Sacerdotes con los padres y a fin deensalzar la autoridad y la potestad de los sacerdotes, dice: Es tan grande la diferenciaentre ambos, cuanta es la diferencia entre la vida presente y la futura. Pues aqullos, lospadres, engendran ciertamente a los hijos para esta vida, stos, los Sacerdotes,engendran a los cristianos para la vida futura; y aqullos, los padres, ni siquiera pueden

    apartar de sus hijos la muerte corporal, ni pueden rechazar una enfermedad quesobrevenga, en cambio stos, los Sacerdotes, han salvado muchas veces al enfermo y alalma que estaba a punto de condenarse, a unos dndoles como pena el perdn, a otrosno permitiendo que cayeran en absoluto en el pecado; y esto no slo a base deenseanzas y advertencias, sino tambin auxilindoles con oraciones. Pues no solamentecuando nos regeneran, sino tambin despus de la regeneracin pueden perdonar lospecados cometidos. En efecto: Est enfermo, dice, alguno entre vosotros? Llame a lospresbteros de la Iglesia, y oren sobre l ungindole con el leo en el nombre del Sellar. Yla oracin de la fe salvar al enfermo y el Sellar har que se levante y si hubiera cometidopecados se le perdonarn. Tambin se refiere a la Extremauncin, la cual los griegos laconservaban en una lmpara, el Santo Doctor cuando compara a la Iglesia con una casaparticular: Pues qu no es aqu grande, no es aqu extraordinario? Puesto que estamesa [la del altar] es mucho ms digna de honor y mucho ms suave que la tuya y estalmpara mucho ms tambin que la tuya, Y esto lo saben cuantos con fe habiendo sidoungidos con el leo a su debido tiempo han sido liberados de las enfermedades.

    INOCENCIO I en carta a Decencio, despus de tratar acerca de la confirmacin, aduce eltexto de Santiago y contina: Porque no hay duda de que debe interpretarse oentenderse acerca de los fieles que estn enfermos, los cuales pueden ser ungidos con elsanto leo del crisma12, el cual confeccionado por el obispo, puede ser usado en orden ala uncin en caso de necesidad propia o de los suyos no slo por los sacerdotes, sino

    tambin por todos los cristianos. Adems estimamos que no tiene razn de ser el,discutirse acerca de los obispos lo que no hay duda que est permitido a los presbteros,Pues en el texto de Santiago se cita a los presbteros, por el hecho de que los obisposimpedidos por otros quehaceres no pueden acudir a todos los enfermos. Por lo dems siel obispo, al cual le pertenece el confeccionar el crisma, o bien le es posible o bienconsidera digno el visitar a alguien, puede sin duda alguna bendecirle y ungirle con elcrisma. Pues a los penitentes no puede administrrseles esto, porque es una clase desacramento: Ahora bien a quienes se les niegan los otros sacramentos, cmo se piensaque pueda concedrseles una clase de estos sacramentos? (D 99). Por estas palabras seve claramente que la uncin de la cual se habla en la epstola a Decencio y que seemplea en la Iglesia segn las palabras de Santiago, es la uncin sacramental (una

    clase de sacramento), cuya materia es el leo bendecido por el obispo, sin embargo12 Con el nombre del crisma entiende el Sumo Pontfice en general la uncin, pues por aquella pocatodava no se haba fijado el uso de este vocablo.

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    puede tambin ser administrado por los presbteros, el sujeto de este sacramento son losenfermos y debe ser negado a los penitentes porque tambin .a ellos se les niegan otrossacramentos.

    A estos testimonios podran aadirse: EUSERIO DE CESAREA, S. CIRILO DE ALEJANDRIA, ISAAC DE ANTIOQUTA, el autor de la obra Acerca de las promesas y

    predicaciones da Dios, el Evangelio de Nicodemo, CESAREO ARELATENSE.

    236. Siglos VI-VIII. Aparte de los textos particulares ya ms abundantes, a partir de estesiglo aparece mucho ms el uso histrico13 sirvan de ejemplo:

    CASIODORO: Despus de estas advertencias [Santiago> da a los fieles una reglasaludable al decir: de ningn modo hay que jurar sino que el cristiano debe decir que es loque es y que no es lo que no es; y si alguno es malherido por injuria de otro o se sienteenfermo por enfermedad natural, dice que se llame a un presbtero, para que stehaciendo uso de la oracin de la fe y por la uncin del santo leo salve a aquel, queparece abatido: prometiendo tambin que les han de ser perdonados los pecados a

    aquellos que hayan sido visitados con una de estas dos oraciones.

    PRIMARIO interpretando las palabras del Apocalipsis no causes dao al aceite y al vino(Apoc 6,6) dice: As pues en el vim prohbe que se haga dao a la virtud de lossacramentos en el vino y en el leo, en cuanto uncin y sangre preciosa. De aqu queleemos en el Libro de los Salmos: Y el vino que recrea. el corazn del hombre para quelustre su rostro con aceite (Sal 103,15).

    Ahora bien se encuentran narraciones acerca de la administracin de la Extremauncin:en la vida de S. Mauro, de S. Launomaro, de S. Eutiquio, de S. Laobano, de Tresano, deS. Eugenio obispo Ardarcense.

    B) Despus del siglo VIII. Ya pueden presentarse muchos textos tanto extrados de losdecretos de los Concilios como de la prctica que ya resulta frecuentsima as comofinalmente de testimonios explcitos. Quedan de esta poca los comentarios a la Epstolade Santiago, los cuales entienden acerca de la Extremauncin el texto 5,14,

    237.De entre los Conciliosbasta con citar: el Concilio Cabilonense II (a.813): Segn eltexto del bienaventurado Santiago Apstol, con el cual tambin estn en armona losdecretos de los Padres, los enfermos deben ser ungidos por los presbteros con el leoque es bendecido por los obispos. Pues dice as: si alguno est enfermo... As pues no

    debe ser tenida en poco esta medicina, que cura las enfermedades del alma y delcuerpo.

    El Concilio de Aquisgrn(a.836): Para que segn la definicin de los Santos Padres, sialguno est enfermo, sea ungido con prontitud por los sacerdotes con el leo santificadojuntamente con las oraciones.

    Tambin se ha establecido que por lo menos una vez al alo, esto es el jueves que secelebra la Cena del Seor, no se descuide a lo largo de todas las ciudades por parte delos obispos como se ha descuidado hasta ahora la uncin del santo leo en el cual seconfa la salvacin de los enfermos, sino que se realice con toda devocin segn la

    13 Ya haba sido narrado por Posidio el ejemplo (vase anteriormente la nota 51). Y tambin acerca de S.Hipacio, coetneo de S. Crisstomo, narra su discpulo Colnico que le fue administrado este sacramento(Act. Sanct., 1? de junio, p251).

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    tradicin apostlica y los estatutos de los decretales aquello, en lo que existe unordenamiento acerca de este tema.

    Ahora bien si [el fiel] se encontrara gravemente enfermo, que no carezca a causa de lanegligencia de un presbtero de la confesin ni de la oracin sacerdotal ni tampoco de launcin del leo sacrificado [igual a consagrado]. Por ltimo si viere inminente el bito del

    enfermo, encomiende el alma cristiana a Dios nuestro Seor segn la costumbresacerdotal juntamente con la recepcin de la sagrada comunin.

    El Concilio I de Maguncia (a.847): ...segn la autoridad cannica, para que no parezcaque tienen cerrada la puerta de la piedad ellos (los penitentes) sean reconfortados segnlos estatutos de los SS. PP. con la comunin por vitico una vez vivificados con lasoraciones y las consuelos eclesisticos juntamente con la sagrada uncin del leo (igual ade Dios].

    El Concilio Ticiense (a.850): Tambin aquel saludable sacramento, que recomienda elApstol Santiago con estas palabras: si alguno est enfermo... debe ser dado a conocer

    con predicacin clara: que es en verdad un gran misterio y muy digno de ser deseado, porel cual, si se pide con fe se perdonan (los pecados] y consiguientemente se restituye lasalud corporal. Pero puesto que frecuentemente sucede, que algn enfermo o bien ignorala virtud del sacramento, o teniendo por poco peligrosa su enfermedad, no presta atencina procurar su salvacin o bien se olvida ciertamente de la gravedad de la enfermedad,debe el presbtero del lugar avisarle de modo conveniente y hasta indicar tambin a lospresbteros prximos para que le ayuden en este ministerio espiritual segn sus propiasposibilidades. Sin embargo hay que tener en cuenta, que si el que est enfermo, estsometido a penitencia pblica, no puede obtener la medicina de este sacramento, a. noser que antes, alcanzada la reconciliacin, se le haya permitido recibir en la comunin elCuerpo y la Sangre de Jesucristo. Pues a quien le estn prohibidos los otrossacramentos, no se le concede usar de ste de ningn modo; ahora bien si el modo de.ser del enfermo es tal, que el obispo le Juzga digno da que l personalmente se lleguehasta l y le unja, puede hacerlo l personalmente con toda competencia, ya que elcrisma mismo es consagrado por l y puesto que a ste se le ha concedido la potestad deperdonar los pecados por su ministerio privilegiado.

    De modo parecido se expresan el Concilio Papiense (hacia el 850), y el ConcilioWormatiense (a.868).

    238. Con brevedad puede expresarse el argumento extrado de los Padres bajo las

    siguientes conclusiones:1. Desde el siglo VIII los testimonios son totalmente evidentes.

    2. En cuanto a los siglos anteriores:

    a) No faltan textos no tan claros en los cuales sin embargo aparece el pensamiento de losPadres acerca de este Sacramento, o por lo pueden indicar la existencia de la uncin enorden a perdonar los pecados o a curar las enfermedades. As la Didach, HILARIO,TEODORETO, ARNOBIO, AMBROSIO, POSIDIO:

    b) Nombran claramente la uncin d los enfermos, y ciertamente trayendo a colacin eltexto de Santiago. As ORIGENES, CASIODORO, AGUSTIN, JOSE NESTORIANO, etc.

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    c) Al citar el texto de Santiago conceden a la uncin el perdn de los pecados:ORIGENES, CESAREO ARELATENSE, CRISOSTOMO, HESIQUIO, CASIODORO...

    d) Al mismo rito le atribuyen la eficacia de curar enfermedades: PROCOPIO GAZEO,ISAAC ANTIOQUENO, CRISOSTOMO, CIRILO DE ALEJANDRIA.

    239. Prueba por los libros litrgicos. Solamente presentaremos los documentos msantiguos.14

    Los cnones de Hiplito (antes del siglo IV) hablan por lo menos dos veces sobre laExtremauncin: Cn.219: Por lo dems por lo que se refiere a los enfermos, la medicinapara stos consiste en que acudan a la Iglesia con frecuencia y gocen de la oracin,excepto aquel que est aquejado de una enfermedad grave: ste que sea visitado a diariopor el clero, los cuales le harn conocedor de su enfermedad. Estas palabras estninterpretadas con ms claridad en la edicin que hicieron Riedel y Sarrazy: Los enfermosencuentran la curacin si acuden con frecuencia a la Iglesia, a fin de participar del agua ydel leo de la oracin , excepto aquel que est aquejado de una enfermedad

    grave; ste debe ser visitado por el clero, que le conoce. En estas palabras el sentido escon toda evidencia el siguiente: Los enfermos pueden procurarse la salud, por medio del, pero si alguno est aquejado de alguna enfermedad peligrosa o grave, al nopoder acercarse por s mismo a la Iglesia, ser visitado por los Sacerdotes, los cualesungirn a ste. Igualmente en el cn.199 estos enfermos son encomendados al cuidadoespecial del Dicono el cual juntamente con el Obispo debe acercarse a los enfermos.

    Se encuentra en la Constitucin Egipcaca una frmula antiqusima de la bendicin delleo de los enfermos: Oh Dios, as como concedes santificando este leo la salud a losque lo usan y reciben, leo con el que ungiste a los reyes, sacerdotes y profetas, delmismo modo que tambin este leo otorgue la fortaleza a los que gustan de l y la salud alos que lo usan15.

    El Sacramentarlo o Eucologio de Serapin (s. IV) presenta dos oraciones para labendicin del leo de los enfermos: Te invocamos a Ti que tienes todo poder y virtud,salvador de todos los hombres... y Te suplicamos que enves desde el cielo sobre esteleo la virtud propia de Tu Unignito de conceder la salud, a fin de que aquellos que sonungidos con estas creaturas tuyas o las reciben, les sirva para expulsar toda debilidad ytoda enfermedad, y sea tambin para ellos remedio contra toda clase de demonios,rechazo de todo espritu inmundo, juntamente con todo espritu vicioso, extirpacin detoda fiebre, escalofro y de toda debilidad, gracia saludable para el perdn de los pecados,

    remedio de vida y de salvacin, salud e integridad del alma y del cuerpo y del espritu,sirva en fin para ellos de estado perfecto. Bendecimos por el nombre de Tu UnignitoJesucristo estas creaturas, pronunciamos el nombre de Aqul, que padeci, fuecrucificado y resucit y est sentado a la diestra del Increado, sobre esta agua y esteleo: concede la virtud de ejercer la salud a estas creaturas, a fin de que se aparte pormedio de su bebida y uncin toda fiebre y toda posesin demonaca y toda enfermedad, yvenga a ser remedio de curacin y de integridad la recepcin de estas creaturas en el

    14 Nos llevara mucha espacio el citar los textos incluso los principales de los autores anteriormenteindicados. Pues en esta poca ya hay ejemplos y testimonios explcitos acerca de la sacramentalidad de laExtremauncin. En KERN y DTC se encuentran reunidos los textos y los nombres de muchos autores.15 E.HAULER, Fragmentos veronenses de la Didascalia de los Apstoles; se agregan a stos los quereciben el nombre de Restos de los cnones de los Apstoles y de los egipcios 1,108, Vase.TH.SCHERMANN, Ein Weiherituale der rdmischen Kirche am Schlusse des ersten Jahrhunderts (Munich,1941).

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    nombre de Tu Unignito Jesucristo, por el cual te es dada la gloria y el imperio en elEspritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amn.

    Acerca de stos y de otros documentos litrgicos advierte de modo acertado Umberg:Los documentos litrgicos ms antiguos muchas veces solamente presentan frmulas dela bendicin del leo y en stas expresan tambin los efectos que van a ser alcanzados

    por la uncin. Es verdad que la salud del alma y el perdn de los pecados muchas vecesno aparecen de ningn modo y muchas otras veces aparecen del mismo modo que en lasbendiciones de otros objetos, que pertenecen a lo simplemente sacramental. Sin embargoaunque el efecto espiritual no se hubiera expresado de ningn modo, ms an aunque(por hiptesis supuesta) no hubiera sido conocido de ningn modo, no por eso hubierasido menos autntico sacramento de la Nueva Ley de un modo objetivo la uncinrealizada con este leo supuestos el legtimo ministro y la forma de vida, con tal que elministro tuviera la intencin de realizar aquella uncin de la cual habla Santiago en elc.4,14, pues por este mismo hecho hubiera obrado reductivamente en nombre deJesucristo. Luego de la dificultad de probar irrebatiblemente por las frmulas litrgicas (ypor las palabras de los Padres) que la Uncin de los enfermos haya sido tenida como

    remedio eficaz de curacin "ex opere operato", de ningn modo se sigue que no fueadministrado en los primeros tiempos de la Iglesia el sacramento de la Uncin.

    240. Objeciones. 1. En el texto de Santiago se trata de un don de curacin, no de launcin sacramental.

    Respuesta. Niego el antecedente. En efecto el carisma de las curaciones ni se restringeexclusivamente a los presbteros (1 Cor 12,28-30), ni solamente a los enfermos graves nial uso del leo.

    2. En el texto de Santiago el perdn de los pecados solamente se promete de un modocondicionado; es as que los sacramentas alcanzan su efecto de un modo absoluto; luegosquese la consecuencia.

    Respuesta. Distingo la mayor. El perdn de los pecados se promete de un modocondicionado por razn del rito, niego la mayor; por razn del sujeto, concedo la mayor ycontradistingo la menor y niego la consecuencia. Todos los sacramentos conceden lagracia ex opere operato supuestas las disposiciones del sujeto, y en este sentido puededecirse tambin que todas los sacramentos alcanzan siempre el efecto de un modocondicionado. Ahora bien los sacramentos que han sido instituidos en primer trmino paraperdonar los pecados, pero que aparte de la gracia primera confieren tambin la gracia

    segunda, pueden ser recibidos tambin por aquellos que no necesitan de la graciaprimera; y de este modo estos sacramentos se dice que confieren la gracia primera de unmodo condicionado, esto es, si el que recibe estos sacramentos se encuentra en pecadomortal, el cual se pretende que sea borrado.

    3. El alivio del alma puede alcanzarse con las gracias actuales; es as que lossacramentos confieren la gracia habitual; luego no se prueba que la Extremauncin seaSacramento.

    Respuesta. Esta objecin da por supuesto que el efecto de la Extremauncin essolamente el alivio 'del alma del enfermo, lo cual es falso, segn diremos despus; de

    donde distingo la mayor de esta forma: el alivio del alma es el nico efecto de laExtremauncin, niego la mayor, es algn efecto, que puede alcanzarse separadamentedel efecto total, concedo la mayor y concedida la menor distingo la consecuencia. Si el

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    alivio del alma fuera el nico efecto o el efecto completo de la Extremauncin, concedo laconsecuencia; al no ser as, niego la consecuencia.

    241. Escolio1.Del valor del texto de S. Marcos(6,13). El Concilio Tridentino al tratar dela institucin dala Extremauncin: Ha sido instituida por Jesucristo nuestro Seor estasagrada uncin de los enfermos como autntica y propiamente sacramento del N.T., sin

    duda insinuado en S. Marcos, y preceptuado y promulgado a los fieles por SantiagoApstol y hermano del Seor (D 908). Por ello no faltaron telogos que afirmaron quepoda probarse la existencia del sacramento de la Extremauncin por el texto citado de S.Marcos. Entre stas por su denuedo y por su nombrada sobresale Maldonado; Dice, yoquisiera que por este solo texto tuviera yo que refutar a los herejes; marchara contra ellossolos sin miedo alguno. Mas ahora reconociendo a alguno de nuestros autores en elcampamento de los herejes tengo miedo de que, al lanzar mis dardos contra los herejes,tal vez caiga herido algn catlico. Paso por alto a aqullos un poco ms antiguos, a losque el respeto me impide nombrarlos y a los que les excusa de hereja el no haber vividola poca actual. A cuento de qu vena, estando ya pujante la hereja de los luteranos yde los calvinistas, el que catlicos y doctos varones dijeran y escribieran que este leo

    haba sido usado por los Apstoles no como sacramento para sanar las almas sino comomedicina para curar los cuerpos, y que aqu no se trataba del sacramento de laExtremauncin, que ahora usa la Iglesia? Esto mismo lo ensean los luteranos ycalvinistas. Sin embargo dicen, no negamos el que sea sacramento. Ahora bien, dndeest el sacramento si no se encuentra aqu? En efecto el que niega que aqu se trata delsacramento de la Extremauncin, da un paso para quitar totalmente este sacramento obien por maldad si es hereje, o bien poca sensatez si es catlico.

    Sin embargo si estudiamos atentamente los textos de S. Marcos, no se ve que deba serinterpretado ese texto forzosamente acerca de, un sacramento o un rito sacramental.Pues dice el Evangelista: Y, yndose de all [los Apstoles], predicaron que seconvirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungan con aceite a muchos enfermos ylos curaban. Ahora bien, segn advierte acertadamente Surez, en el texto citadosolamente se hace mencin de una uncin para curar enfermedades milagrosamente y aesto solamente haban sido enviados los Apstoles (Mt 10,2; Lo 9,2); y los Apstoles nopodan administrar el sacramento de la Extremauncin puesto que todava no eransacerdotes; y tambin porque la uncin la administraban los Apstoles a cualesquieraenfermos, y los sacramentos solamente pueden ser administradas a los fieles.

    Por ella concluye rectamente Knabenbauer: Con toda razn esta sentencia ha sidoabandonada y hay que sostener juntamente con Bellarmino, Estio, Lapide, Ians, Calm y

    todos los autores ms recientes que esta uncin fue solamente una cierta figura ybosquejo del sacramento, o como dice el Tridentino, en este texto el sacramento estinsinuado.

    242. Escolio 2. De la institucin de la Extremauncin. Consta por el tratado acerca de lasSacramentos en general que todos los sacramentos han sido instituidos por Jesucristo yestn de acuerdo todos [los telogos] que despus de la definicin Tridentina (D 844), yano le es lcito al telogo poner en tela de juicio la institucin inmediata por Jesucristo detodos los sacramentos,

    Sin embargo no vean esto tan claro los Doctores ms antiguos. DIONISIO CARTUSIANO

    deca: Algunos dicen que la Confirmacin y la Extremauncin, puesto que contienen laplenitud de la gracia, no haban sido instituidos antes de la venida del Espritu Santo. Dedonde segn estos autores, Cristo no instituy estos sacramentos por s mismo, sino que

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    confi la institucin de ellos a los Apstoles. Ahora bien puesto que los sacramentosconciernen a los fundamentos de la ley, otros afirman con ms probabilidad que losinstituy el legislador mismo, nuestro Seor Jesucristo, aunque los promulgaron los Apstoles. En cuanto a la primera sentencia se citan Hugo de San Vctor, PedroLombardo y S. Buenaventura; en cambio siguen a Cartusiano S. Toms, S. AlbertoMagno, Escoto.16 Nunca se ha discutido speramente acerca de este tema. En general

    los telogos han defendido la institucin por Jesucristo, aunque no emplearon unaterminologa concreta ms que despus del Concilio Tridentino, donde con ocasin de loserrores protestantes fue definida y defendida con claridad la doctrina catlica.

    Puesto que en el Evangelio no hay un texto donde consta en qu ocasin ha instituidoJesucristo este sacramento, podemos referir su institucin a los das posteriores a laresurreccin y anteriores a la ascensin, cuando Jesucristo hablaba con los Apstoles delo que concerna la reino de Dios. (Hchs 1,3).

    CAPITULO IIDE LA ESENCIA DE LA EXTREMAUNCION

    TESIS 2. La materia del sacramento de la Extremauncin es la uncin hecha con elleo bendito; y la forma consiste en las palabras con las que se ruega por elenfermo.

    243. Nexo. Puesto que todos los sacramentos constan de materia y de forma, despusque hemos tratado de la existencia del sacramento de la Extremauncin, pasamos a trataracerca de su esencia o constitutivos intrnsecos. Ahora bien de los distintos elementosque conciernen a este asunto, hay muchos que entran propiamente dentro de la TeologaMoral, como la bendicin del leo que debe ser realizada por el obispo, la renovacinanual de este leo, etc., de los cuales nosotros os vamos a abstener de tratar.

    244. Nociones. La MATERIA y la FORMA la entendemos en el sentido propio explicadoanteriormente en el que se determinan los constitutivos intrnsecos de alguna cosa.

    Materia remota es aquella substancia material que se usa para este sacramento. En laExtremauncin no se da una materia acerca de la cual se instituye la accin sacramental,sino solamente una materia de la cual se realiza el Sacramento (as como el agua en elBautismo y el crisma en la Confirmacin). En la Iglesia Latina se usa leo puro de olivas(cn.937); entre los Orientales a este leo se le pueden aadir diversas mezclas,

    Segn el mismo cn.937 el leo para la Extremauncin debe estar debidamente bendito yen verdad se requiere para la validez, segn diremos despus (n.248); ahora bien labendicin debe ser hecha por el obispo o por un presbtero, que haya alcanzado de laSede Apostlica la facultad de bendecir el leo (cn.945). En la Iglesia Oriental lossimples presbteros tienen permiso, bien expreso bien supuesto, del Romano Pontficepara bendecir este leo17. La bendicin requerida, segn parece debe ser especial en

    16 Sobre S.Buenaventura no est clara su sentencia, puesto que el Santo Doctor no mantieneconstantemente una terminologa fija. Pero el P. Toms de Villanueva Gerster a Zeil, O.M.Cap., dice que laltima sentencia del Doctor Serfico es que la Extremauncin fue instituida por Jesucristo (Sacramento de la

    Extremauncin. Tratado teolgico sobre todo segn el pensamiento de S.Buenaventura [Turn 19361 pgs.7-12.17 Vase BENEDICTO XIV en la Bula Etsi Pastoralis del 27 de mayo de 1742; CLEMENTE VII, Instruccinacerca de los ritos talo-griegos del 30 de agosto de 1595.

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    orden a la Extremauncin; pero esto ms probablemente no afecta a la validez sino a lalicitud.

    Materia prximaes la uncin misma o aplicacin de la materia remota; esta uncin debehacerse en el orden y modo prescritos en los libros rituales... ms en caso de necesidades suficiente una sola uncin en un slo sentido, esto es ms rectamente en la frente con

    la frmula prescrita ms breve, quedando a salvo la obligacin de suplir cada una de lasunciones, una vez que cesa el peligro (cn.947,1). Antiguamente fue muy distinto el uso dela uncin, segn veremos en el argumento; ms ahora para la Iglesia Latina el ritualRomano ordena cada una de las unciones en cada uno de los sentidos en este orden: enlos ojos, en los odos, en las narices, en la boca, en las manos, en los pies.

    La FORMA de este sacramento es la oracin solemne, que el sacerdote pronuncia encada una de las unciones. El ruego u oracin se entiende aqu en sentido propio, y enlos casos ordinarios es: Por esta santa uncin y por su piadossima misericordia teperdone Dios, todo lo que has pecado por la vista o por el odo,,, Amn. Y en caso denecesidad: Por esta santa uncin te perdone el Seor todo lo que has pecado. Amn,

    Segn se ve por la frmula de la uncin, la frmula parece que debe ser deprecativa.

    La frmula recibe el nombre de formalmente deprecativao indicativa(esto es imperativa)segn que las palabras expresen formalmente una splica o un mandato; as, v, gr.:Unge, Seor, a este tu siervo..., Yo te unjo . Sin embargo pueden las palabrassonar ciertamente a splica, sin embargo tener formalmente (explcita o implcitamente)un sentido indicativo; as v. gr., cuando expresan que el efecto sacramental se obtiene pormedio del ministro, a causa de la autoridad recibida de Jesucristo, etc. Por tanto estasforma: Santifica, Seor, por mi uncin a este tu siervo, o bien Oh Seor, queentregaste a tus presbteros por el bienaventurado Santiago el poder de ungir... se llamamaterialmente deprecativa y formalmente indicativa de un modo explcito. Es tambinmaterialmente deprecativa y formalmente (de un modo implcito) indicativa la forma debendecir que se usa generalmente: Dios omnipotente os bendiga,.. esta frmula laemplea el sacerdote, pues segn la costumbre eclesistica se usa para la verdaderabendicin sacerdotal; si por el contrario fuera usada por un laico, no sera sino una formamaterial y formalmente deprecativa. Lo mismo hay que decir acerca de la formamaterialmente/ indicativa y formalmente deprecativa bien implcita bien explcitamente.

    245. Sentencias. 1. Acerca de la materia:

    a) remota, nadie ha negado jams que debe ser el leo de las olivas; los problemassurgieron acerca de la necesidad de la bendicin: unos, como Victoria, Juening, DeSainte- Eeuve, Drouwen, niegan sencillamente que sea necesaria bendicin alguna, a noser precepto; otros, como Surez y Estio afirman que debe ser bendecido el leo por elobispo de forma que ni siquiera el Sumo Pontfice puede conceder a los simplespresbteros la facultad de bendecirlo; los restantes telogos afirman comnmente que labendicin es ciertamente necesaria, pero puede ser realizada esta bendicin por unsimple presbtero, si obtiene la potestad apostlica. Acerca de esto ya nadie puede dudarhoy da a tenor del cn. 945 del anterior Cdigo de Derecho Cannico. Por ltimo nadieniega que la se requiere la bendicin por lo menos para la licitud.

    b) materia prxima, todos admiten que son las unciones en el cuerpo del enfermo; ladiscusin versa acerca del lugar y el nmero de las unciones:

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    1) se requiere la uncin de cada uno de los sentidos, pues en ellos est el origen de todoslos pecados. As la Instruccin a los armenios, S. TOMAS, S. ALBERTO MAGNO,ESCOTO, RICARDO DE MEDIAVILLA, S. BELARMINO. Ahora bien estos autores noprofundizan en la esencialidad. BILLOT juzga que esta sentencia es probable.

    2) Es suficiente una sola uncin. As piensan SUAREZ, VAZQUEZ, LUGO, UMBERG, y

    todos los modernos.

    II. Acerca de la formahay tantas sentencias cuantas clases de forma:

    a) Algunos antiguos negaban la forma en el sacramento de la Extremauncin porque launcin con este leo es la forma para s misma.18 Sostenan esto de este modo porqueadvertan una gran variedad en las frmulas de este sacramento.

    b) La forma debe ser deprecativa. As se expresan S. ALBERTO MAGNO, S.BUENAVENTURA, S. TOMAS19, ESCOTO, SUAREZ y comnmente todos los modernos.Esta opinin est fundada en el texto de Santiago: REZANDO sobre l... y la ORACION

    de la fe...

    c) Ese suficiente la frmula indicativa (sin embargo es vlida .la deprecativa), porqueexpresa ya de un modo suficiente el efecto de la Extremauncin. As piensa RICARDODE MEDIAVILLA, PALUDANO, AUREOLO, etc.

    Todava se discute esta cuestin. En el Ritual Romano se usa la frmula deprecativa, a lacual parece que pueden reducirse las frmulas indicativas, sobre todo si se admite lacausalidad moral en los sacramentos.

    246. Doctrina de la Iglesia. Puesto que el argumento est formado precisamente a basede documentos eclesisticos, baste citarlos aqu:

    El Concilio Tridentinodice: En efecto, la Iglesia ha entendido que la materia es el leobendecido por el obispo...; y que la forma son las palabras: por est uncin, etc. (D 908).Estas palabras prcticamente han sido tomadas casi en su totalidad de las que propuso elConcilio Florentino a los armenios: El quinto sacramento es la Extremauncin, cuyamateria es el leo de oliva' bendecido por el obispo... La forma de este sacramento es lasiguiente: Por esta santa uncin... (D 700).

    El anterior Cdigo de Derecho Cannico en el cn.937 dice: El sacramento de la

    Extremauncin debe conferirse por las unciones sagradas, usando leo de olivasdebidamente bendito y por las palabras prescritas en los libros rituales aprobados por laIglesia.

    Cn.945: El leo de las olivas, que se ha de usar en el sacramento de la Extremauncin,debe ser bendecido con este fin por el obispo, o por un presbtero que haya obtenido de laSede Apostlica la facultad de bendecirlo.

    18 Dijeron algunos que este sacramento no tiene una forma fuera del mismo sacramento: puesto que launcin misma con este leo es la forma para s mismo; y para probar esto aducen las siguientes razones...(S. ALBERTO MAGNO, En 4 d.23 q.1). Y poco despus manifiesta este juicio: Hay que decir sin prejuicio,que, segn pienso, la primera opinin aducida es una novedad presuntuosa en contra de la observancia y

    de la sentencia de todos los antiguos; y por ello juzgo que esa opinin no es sensata y que no puedesostenerse sin peligro de error. Lo mismo dice S. TOMAS, Suppl. q.29 a.7.19 Suppl. q.29 a.8. Donde respecto al punto 3 dice: las frmulas indicativas. son disposiciones para la formaen cuanto la intencin del ministro se determina en orden a este acto por estas palabras.

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    Cn.947: Hganse con cuidado las unciones con las palabras, orden y modo prescritos enlos libros rituales; ahora bien en caso de necesidad es suficiente una sola uncin en unsolo sentido o mejor en la frente con la forma ms breve prescrita, quedando a salvo laobligacin de suplir cada una de las unciones, una vez que cese el peligro.

    247. Valor teolgico. a) La primera parteen cuanto que afirma que la materia remota dela Extremauncin es el leo y que la materia prxima es la uncin misma, es de fe divina ycatlica definida20. En cuanto afirma que para la validez del sacramento debe ser el leobendecido por el obispo o por un sacerdote con facultad apostlica, es comn y cierta; yas est exigido en los documentos; y en cuanto afirma que debe ser bendecido conpreces especiales en orden a este sacramento, es doctrina mas probable y comnmenteadmitida. En cuanto dice que la materia prxima es la uncin en los sentidos del enfermoo en solo sentido en caso de necesidad, es doctrina cierta.

    b) La segunda parte, en cuanto sostiene que la forma es la oracin sobre el enfermo, estambin de fe divina definida,21 (n(nota ver pg. 412) y en cuanto no requiere

    necesariamente la frmula deprecativa sino que admite que la indicativa .se reduce a ladeprecativa, es con mucha ms probable y comn.

    248.Prueba de la primera parte; I. La materia remota es el leo bendito. Nota. Puesto queen Satiago la palabra leo se entiende clararuente sacado de los frutos de los olivos, ypuesto que de modo manifiesto lo enseban el Concilio Florentino

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    para la validez del sacramento de la Extremauncin de un leo bendecido por l,responde negativamente.24

    El Santo Oficio de nuevo el afn 1878 afirm: El leo bendecido por el presbtero esmateria totalmente no apta para el sacramento de la Extremauncin.

    El Concilio de Aquisgrntao 836) : Tambin ha sido establecido que por lo menos unavez al ato, esto es, el Jueves Santo, no sea echada en olvido por los obispos a lo largo detodas las ciudades del orbe cristiano la uncin del Santo leo, en el cual est confiada lasalvacin de los enfermos,.. sino que se realice con toda devocin segn la tradicinapostlica y los estatutos de los decretales en lo que est preceptuado acerca de esteasunto.

    El Concilio Cablonense II Cao 813) decret: Segn las palabras del bienaventurado Apstol Santiago, con las cuales estn en armona tambin los documentos de losPadres, los enfermos deben ser ungidos por los presbteros con el leo, que es bendecidopor el obispo.

    El Concilio Florentino en la Instruccin a los armenios cita como materia de laExtremauncin el leo de oliva bendecido por el obispo (D 700), y el Concilio Tridentinoconfirmando esto declara: Pues la Iglesia ha entendido que la materia es el leobendecido por el obispo (D 908).

    Sin embargo est claro por la Instruccin de Clemente VIII acerca de los ritos de los talo-griegos que puede el Sumo Pontfice conceder la facultad de bendecir el leo de laExtremauncin a un simple presbtero: No deben ser obligados los presbteros griegos arecibir de los obispos latinos diocesanos los leos santos, a excepcin del crisma, ya queestas leos son confeccionados o bendecidos por ellos en la presentacin misma de losleos y de los sacramentos, conforme a un antiguo rito (D 1806). Benedicto XIV, el ao1742, confirm esta declaracin. Por ltimo el anterior Cdigo de Derecho Cannicodefendi expresamente esta facultad en el cn.945.

    Luego por estos documentos consta que la Iglesia ensea que el leo debe ser bendecidopor el obispo, Y ciertamente en orden a la validez; en otro caso la Congregacin del SantoOficio no podra afirmar que el leo bendecido por un simple presbtero es materiatotalmente no apta; de aqu tambin que el cn.937, donde dice: el leo... debe serbendecido para este fin por el obispo... debe ser interpretado acerca de la validez, no dela licitud.

    249.2. Por el muto acuerdo de los telogos. Antes del siglo XVI los telogos de grantalla profesaron de modo manifiesto esta doctrina. As el Maestro de las Sentencias, S.ALBERTO MAGNO, S. TOMAS, ESCOTO, S. BUENAVENTURA. En el siglo XVI es yadoctrina totalmente comn: y el que fuera defendida entre algunos telogos como doctrinaprobable el. que la bendicin episcopal del leo para la Extremauncin era solamentenecesaria por precepto; no para la validez, esto en realidad no impide el que podamosacudir al mutuo acuerdo moralmente unnime; sobre todo por el hecho de que esostelogos no deben ser tenidos en grandes ni por su talla ni por su nmero ni por su

    24 Segn el decreto del Santo Oficio del 14 de septiembre de 1842. Puesto que el Sumo Pontfice responde:Negativamente a la forma del decreto del Jueves Santo en presencia de SS. del da 13 de enero de 1611y en el citado decreto se niega la proposicin bajo la calificacin de temeridad y de proximidad de error(temeraria y prxima a error) estamos obligados a dar la misma calificacin a esta opinin.

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    autoridad ni por otra parte los argumentos en los que apoyan su opinin son argumentosfuertes.25

    250.II. La materia prxima es la uncin del cuerpo del enfermo.

    Por la sagrada Escritura y la prctica de la Iglesia. Santiago no exige otra cosa sino la

    uncin del enfermo, sin embargo no determina absolutamente nada acerca del nmero yel lugar de las unciones. Ni tampoco hablan de modo ms explcito los SS. PP. msantiguos. Ahora bien la Iglesia ha empleado distintos ritos, segn las distintas pocas ylas diversas condiciones de lugares y personas.

    Entre los distintos rituales, que actualmente conservamos, parece que el ms antiguo elusado en Espata hasta el siglo XI, llamado con el nombre de Libro de las Ordenes. Por loque se refiere a la Extremauncin, parece que es del siglo V. As pues prescribe acercade este sacramento lo siguiente: Entrando el sacerdote junto al enfermo, le hace la sealde la Cruz en la cabeza con el leo bendito, diciendo: En el nombre del Padre y del Hijo ydel Espritu Santo, que reina por los siglos de los siglos. Amn. Y siguen unas antfonas

    y oraciones con las que se alcanza de Dios la salud del alma y del cuerpo.

    El ritual de Miln(s. XIII, pero en el que se refieren ritos antiqusimos, tal vez de los siglosVI-VII o incluso ms antiguos) ordena en cuanto a las rbricas: En primer lugar ngeleen el pecho, despus las manos, despus los pies, con el leo bendito. Casi las mismaspalabras al pie de la letra se dicen en el Libro de los Monjes de San Ambrosio, del sigloXI.

    En el antiqusimo Libro de los Sacramentosatribuido a Gregorio el Grande, se lee: Haren l [el enfermo] el signo de la cruz en la cabeza con el leo bendito diciendo: En elnombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo, te sirva esta uncin del leo consagradopara purificacin de tu alma y de tu cuerpo.

    El antiguo cdice de la Iglesia de Catalua indica las unciones que hay que hacer en elpecho y por detrs en las espaldas y en la cabeza y tambin en las manos para la parteinterior y en la planta de los pies.

    En el Sacramentario Gregoriano (s. VIII) despus que prescribi algunas oraciones,aade: Y as unja al enfermo con el leo consagrado, realizando cruces en el cuello y enla garganta y entre las espaldas y en el pecho o en el lugar donde sienta ms dolor. Ydespus de las ceremonias advierte: Pues muchos de los sacerdotes ungirn a los

    enfermos [as] adems en los cinco sentidos del cuerpo, esto es, en las cejas de los ojos,y en las narices por dentro y en la parte alta de las narices o sea exteriormente, esto es,por fuera, y en los labios exteriormente y en las manos exteriormente, esto es, por fuera...En efecto hagan esto con el objeto de que si hubo alguna mancha en los cinco sentidosdel alma y del cuerpo, sea curada ya par la medicina de Dios.

    Esta rbrica un tanto modificada se encuentra despus en muchas Ordenes, como sepuede ver en Martne. De entre stas la Orden II Cs. IX) prescribe: Haga con el leosobre l [el enfermo] doce seales de la cruz, esto es, la primera una gran cruz entre las

    25 No fijndose en la tradicin de la Iglesia, ellos suelen argir bien por el hecho de que Santiago no dice

    nada acerca de la consagracin del leo, o bien por la semejanza con el Bautismo, para cuya validez no serequiere el agua consagrada; sin embargo se ve fcilmente con claridad que ninguno de los dos argumentostiene ningn valor, ya que en este asunto el ltimo criterio de verdad es 'el sentido de la Iglesia misma(OTTEN, n.277s).

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    sea lo que dice Bernato de Coptos: cita una sola uncin, la cual hay que hacer la frente. YTambin Vanslebio habla de una sola uncin, la cual tiene que ser hecha por unsacerdote provecto. Ahora bien segn el ritual del Patriarca Gabriel en Renodocio y segnEucologio. Tuquiano y el Cdice Vaticano 78 todos lo sacerdotes ungen, ahora bien no seindica si en distintas partes y por ello no parece que deba admitirse. Segn Arcangelsquiel ritual griego no tiene ninguna rbrica acerca de esto, sino que los sacerdotes realizan la

    uncin segn han aprendido a hacerlo.

    Entre los orientales modernoslas unciones se realizan bien en los cinco sentidos, bien enla frente, en las narices, en las mejillas, en la boca, en el pecho, en las manos por dentroy por fuera, o bien en la frente, en las mejillas, en las manos, en el mentn, o en otrossitios similares.

    Por ltimo, respecto a la Iglesia Romana, el Ritual Romanoordena la uncin en los cincossentidos, y en casos de necesidad, segn hemos dicho antes, concede una sola uncinen un solo sentido o mejor en la frente, quedando a salvo la obligacin de suplir cadauna de las unciones una vez que cesa el peligro (anterior Cdigo de Derecho Cannico

    cn.947,1.)

    Luego por todo esto consta que para la validez es suficiente una sola uncin (en otro casonunca estara permitido>, y que para la licitud se requiere en la Iglesia Romana la uncinen los cinco sentidos, y entre los Orientales distintas unciones segn los distintos ritos.

    251. Prueba de la segunda parte. I. La forma de la Extremauncin consiste en laspalabras con las que se ora por el enfermo.

    1. Por la sagrada Escritura. Santiago al tratar de la Extremauncin dice: Est enfermoalguno entre vosotros? Llame a los presbteros de la Iglesia, que OREN sobre l... y laORACION DE LA FE salvar al enfermo. Ahora bien, segn se ha dicho antes (n-229) laoracin, es la oracin propiamente dicha, la cual no la recita elenfermo, sino los presbteros hechos venir con este fin para que ungiendo al enfermo conel leo y orando sobre l alcancen de Dios la salud.

    Ahora bien que esta oracin es una frmula sacramental, est claro por el nexo queguarda con la uncin

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    despus se aaden tantas frmulas u oraciones, cuantas son las unciones que seprescriben. A fin de aducir algunos ejemplos, baste citar los documentos ms antiguos:

    Libro de las Ordenes (s. V): Entrando el sacerdote al lugar en que se encuentra elenfermo hace sobre l signo de la cruz en la cabeza, con el leo bendito diciendo: En elnombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo, que reina por los siglos de los siglos.

    Amn. Y dice las tres antfonas ordenadas debajo, y por ltimo en orden la oracinAntfona: Sname, Seor, mis huesos estn agitados y mi alma est muy conturbada. T,Seor, vulvete a m y llvate mi alma. Versculo: Seor no ests enojado.

    Esta antfona se dice, cuando se tratare de muchos enfermos: Antfona: Sana, Seor,todas nuestras enfermedades, aleluya: libra de la muerte nuestra vida, aleluya, aleluya.Versculo: Para que te confesemos.

    Antfona: El Seor habl a sus discpulos: Recibid el Espritu Santo: en mi nombreexpulsad demonios y poned sobre los enfermos vuestras manos y sanarn. Versculo: ElSeor Dios de dioses.

    [Antfona]: El Seor levanta a los abatidos, el Seor liberar a los impedidos. El Seorsana a los enfermos. Versculo: El Seor que sana a los contritos,

    Imploremos [la misericordia] de Dios omnipotente, a fin de que se digne propicio curar ysanar las heridas de su siervo (de sus siervos). Oracin. Jess, salvador y Seor nuestro,T que eres verdadera salud y medicina y por quien y de quien existe la verdadera salud yla verdadera medicina, que nos enseas por medio de las palabras de tu Apstol a quetocando con el leo a los enfermos, imploremos tu misericordia piadosa; mira propiciosobre este tu siervo (estos tus siervos). III. Desde aquella admirable sublimidad de loscielos; a fin de que a quien Ca quienes) la enfermedad inclina hacia el fin de esta vida y lafalta de fuerzas ya les arrastra hacia su ocaso, el remedio de tu gracia le restituyapurificado (los restituya purificados)..., etc.

    El ritual de Midln, juntamente con la uncin tiene esta frmula: Te unjo con el leoconsagrado, a fin de que ungido a manera de soldado y preparado para la lucha, puedasvencer a, los ejrcitos infernales. Obra con la creatura del leo. En el nombre del Padreomnipotente y del Hijo y del Espritu Santo: a fin de que aqu no est oculto esteespritu inmundo ni en sus miembros ni en sus entraas ni en ninguna contextura de losmiembros de este hombre (de esta mujer); sino que obre en l la virtud de Jesucristo, elHijo Altsimo, el cual con Dios Padre eterno... Cuando has ungido en el pecho, di: Todo lo

    que has pecado por el pensamiento de tu corazn te lo perdone Dios. Despus cuandohas ungido en las manos, di: Todo lo que has pecado por obra de tus manos te lo perdoneDios. En tercer lugar cuando has ungido en los pies, di: Todo lo que has pecado por lospasos (as) que han dado tus pies te lo perdone Dios. Otra oracin. El Seor a vosotrosEtodos'los sacerdotes dicen al mismo tiempo esta oracin]. Oh Dios de los ngeles, etc..

    En las treinta y tres Ordenes transcritas por Martne, se encuentra la forma ms o menoscomo en el actual Ritual Romano, aunque se observan algunas modificaciones, comoveremos inmediatamente. Por tanto la forma de la Extremauncin consiste en estaspalabras, las cuales acompaan siempre a la uncin o siguen a sta inmediatamente, ycon las cuales se suplica en favor del enfermo.

    despus aadidas ciertamente otras unciones con sus propias oraciones, permaneci sta como oracingeneral.

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    252. II. La forma de la Extremauncin es formalmente deprecativa, sin embargo puede sermaterialmente indicativa o imperativa.

    Por los documentos y la prctica de la Iglesia. Tanto en las Iglesias Orientales comoen la Iglesia Romana la forma de este sacramento es deprecativa, sin embargo en loslibros rituales se encuentran algunas formas mixtas (.en parte deprecativas y en parte

    indicativas), y tambin algunas que a primera vista parecen simplemente indicativas oimperativas algunos ejemplos: y otras desiderativas. He aqu

    a) Formas deprecativas. El Libro de los Sacramentos atribuido a Gregorio Magno, dice:,Ungirs a ste tal enfermo] con leo santo y dirs: Dios omnipotente, Padre de nuestroSeor Jesucristo, en la virtud del Espritu Santo, oh Dios trinitario, compadcete de este tusiervo y otrgale el perdn de todos sus pecados y la recuperacin de la enfermedad quese cierne sobre l por esta santa uncin y nuestra oracin suplicante. T que vives.

    La Orden XI dice: Tan pronto como el sacerdote comience a ungir al enfermo, dgaleesta oracin.,,: Suplicamos tu clemencia, Dios omnipotente, para que a este siervo tuyo,

    al cual confiando nosotros en tu misericordia comenzamos a ungirle con la efusin delleo consagrado, le aproveche este leo de tu don celestial para la enmienda saludablede su alma y para el bienestar de su cuerpo, a fin de que con la proteccin de la uncindivina pueda vencer con el siempre victorioso poder de tu virtud todos los engaos de lasacechanzas del enemigo mortal. Por nuestro Seor Jesucristo.... Despus, una vezrecitadas otras dos oraciones por dos sacerdotes distintas, se hace la uncin en cada unode los sentidos o miembros con una oracin tambin al hacer la uncin en cada sentido.Sirva sta de ejemplo: En la uncin en el pecho. Oh Dios escrutador de los ntimo delcorazn, que no cesas de proteger con coraza inexpugnable el interior de tus fieles; terogamos que protejas con esta uncin salvfica lo ntimo del corazn de este tu siervo, afin de que desechados los deleites de las curiosidades carnales y las invencionespestilentes de todos los espritus inmundos, pueda apoyarse siempre en la mediacin detu poder divino. Por nuestro Seor Jesucristo.

    En la Orden XV, antes de ungir cada uno de los miembros y sentidos, dice la rbrica: Aspues mientras el sacerdote unge al enfermo, diga esta oracin ungindole con bastantelentitud: Te rogamos, Seor, que acudas a nuestros humildes obsequios y que asistascomo cooperador benigno a stos; a fin de que los que imponiendo las manos en esteenfermo como justificacin de tus mandatos, presentamos la uncin del leo sagrado,sintamos que t intervienes en este nuestro acto de servicio; en cuanto que acompaandoa los deberes de nuestra accin la gracia del Espritu Santo, se aparte toda enfermedad y

    debilidad de este tu siervo y en su lugar se d la plenitud de todo vigor y salvacin; yabandonado el lecho de su debilidad, levante su vista y su pensamiento a ti, mdicocelestial, y a causa de haberle sido restituida la salvacin tribute a tu nombre eternamentealabanzas adecuadas. Por nuestro Seor Jesucristo.

    En el Eucologio de los Griegos la forma es la siguiente: Padre santo, mdico de lasalmas y de los cuerpos, que enviaste a tu hijo unignito nuestro Seor Jesucristo paracurar toda enfermedad y para liberarnos de la muerte: sana tambin a tu siervo al que letiene retenido la enfermedad corporal y vivifcale por la gracia de t hijo Jesucristo, con laintercesin especialmente de nuestra santa Seora madre de Dios y siempre virgen Mara[siguen los nombres de otros santos]... y de todos los santos. Amn. Porque t eres la

    fuente de la salud, Cristo Dios nuestro y a ti referimos la gloria, al Padre y al Hijo y alEspritu Santo: ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

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    b) Indicativas o imperativas. La mayor parte de las formas o frmulas, que se hayan en lasOrdenes, pertenecen a la forma indicativa, as la Orden I: Te unjo con el leosantificado,, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo... a fin de que no quedeoculto en ti el espritu inmundo... En la uncin de los ojos: Unjo tus ojos con el leoconsagrado, a fin de que todo lo que has pecado con miradas no permitidas, quedeexpiado con la uncin de este leo. Por nuestro Seor Jesucristo... Casi del mismo modo

    son las Ordenes III, V, XII, XV, XVI, XVIII, XIX, XX, XXI, XXII, XXIII, etc., las cualesexpresan la forma del modo indicado o este otro modo: En el nombre del Padre y delHijo y del Espritu Santo te unjo (tus manos, tus odos...) con el leo consagrado, a fin deque todo lo pecaminoso que has consentido con el deleite del odo, (del tacto, delolfato...), la medicina espiritual lo arroje de ti. Y otras frmulas a este tenor.

    Bajo la forma imperativa no es tan frecuente la uncin, sin embargo se dan algunosejemplos, como en la Orden XIII: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo,que reina por los siglos de los siglos. Recibe la salud del cuerpo y el perdn de todos tuspecados. En el antiguo ritual de la iglesia suesionense: En el nombre del Padre y delHijo y del Espritu Santo, recibe la salud eh el nombre del Seor. Amn. Y en la uncin

    de los pies: Recibe la salud en el nombre de nuestro Seor Jesucristo, levntate y anda.Amn.27

    c) Optativas. La forma optativa se usa en el Ritual Romano moderno: Por esta santauncin y su piadossima misericordia te perdone el Seor todo lo que has pecado por lavista (el odo, el olfato, etc.). Amn. Sin embargo ya antiguamente se usaba una formasemejante. Tal forma aparece en las Ordenes III, X, XVIII, etc.: Por esta uncin del leoconsagrado y la bendicin de Dios te perdone el Seor todo lo que has pecado por lavista. De modo semejante por todos los sentidos. Alguna vez se expresa la formaoptativa ms bien en la oracin que en las palabras mismas de la uncin, como sucedemuchas veces en las formas indicativas.

    d) Mixtas. La forma mixta aparece alguna vez en una sola y misma oracin, de la cualparte es indicativa u optativa, y parte es deprecativa. As la Orden 1 contiene la uncin delos ojos completada de este modo: Unjo tus ojos con el leo consagrado, a fin de que loque has pecado con miradas prohibidas, quede expiado por la uncin de este leo. Pornuestro Seor. Socorre, Seor, a este enfermo y adminstrale la medicina espiritual, a finde que restituido por ti a su antigua salud, te tribute una accin de gracias, Las OrdenesV y VI tienen esta forma: Te unjo con el leo santo, en el nombre del Padre y del Hijo ydel Espritu Santo: suplicando la misericordia del mismo nico Seor y Dios nuestro, a finde que ahuyentados todos los dolores y molestias de tu cuerpo, se recobre en ti la fuerza

    y la salud: en cuanto que por la obra de caridad cristiana de este misterio y por estauncin del leo consagrado y nuestra splica, cuidado o favorecido por el poder de lasacrosanta Trinidad, merezcas recibir la salud antigua y mejorada. Por el Seor Diosnuestro salvador, que es la verdadera salud...

    La Orden XI al presentar las distintas oraciones que se han de recitar en la uncin decada uno de los sentidos, unas las propone como optativas y otras como deprecativas:En la uncin del cuello: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo, esta

    27 DE SAINT-BEUVE, Sobre el sacramento de la Extremauncin de los enfermos d,4 a.2. BENEDICTO XIV(Acerca del Snodo 1,3 c. 2 n. 2) dice: No sabemos de qu modo puede hallarse la deprecacin en otras

    formas, de los muchsimos antiguos rituales presentados por Menardo y Martne, en los cuales slo seemplea la palabra UNJO sin ninguna adicin, de la cual pueda deducirse o imaginarse la deprecacin. Enrealidad estas formas no se hallan en ninguna parte en Martne y en Menardo ni, que sepamos nosotros, enninguna Orden o Ritual antiguo o moderno. Tal vez un autor las recit de memoria y hubo alguna confusin.

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    uncin santificadora sea para ti purificacin de nacimiento sagrado... En la uncin delpecho: Oh Dios, escrutador del interior del corazn, que no cesas de custodiar la intimidadde tus fieles con coraza inexpugnable; te rogamos que protejas con la uncin salvfica lontimo del corazn de este tu siervo, a fin de que.... La Orden XIV une la forma indicativae imperativa juntamente con la optativa: Te unjo con el leo santo, invocando lamajestad del gran Creador, el cual mand al profeta Samuel ungir a David como rey.

    Obra, creatura del leo, en el nombre del Dios Padre omnipotente y del Hijo y del EsprituSanto; a fin de que no quede oculto el espritu inmundo ni en los miembros ni en lasmdulas ni en ninguna contextura de los miembros; sino que habite en l la virtud deCristo altsimo y la santificacin del Espritu Santo. Por el mismo Jesucristo...

    Por estas distintas frmulas, se ve claramente que la frmula indicativa y la optativapueden reducirse facilsimamente a la deprecativa, sobre todo puesto que muchas vecesvan unidas con otras oraciones deprecativas o se usan en ellas las frmulas: En elnombre del Padre, etc.; o bien: Te unjo... suplicando misericordia de Dios mismo... Encuanto a las formas imperativas, hay que tener en cuenta en primer lugar que son muypocas y adems, segn parece no pertenecen sino a un cierto como resumen o extracto

    de los libros litrgicos y siempre despus de una frmula muy breve viene alguna oracingeneral en la cual se pide a Dios la salud del enfermo. Por tanto en realidad todas lasfrmulas pueden reducirse a la frmula deprecativa.

    253. Objeciones. 1. En la Instruccin a los armenios se dice que el enfermo debe serungido en los cinco sentidos y en los riones; luego no es suficiente una sola uncin.

    Respuesta. Distingo el antecedente. Estas unciones se indican de forma preceptiva, niegoel antecedente; a manera de instruccin, concedo el antecedente. Ningn autor admiteque sea necesaria la uncin en los riones, la cual sin embargo se propone en laInstruccin citada que debe ser hecha as como las otras cinco unciones, segn lacostumbre de aquel tiempo.

    2. Si cesa la necesidad, las otras unciones hay que hacerlas, y sin duda de un modoabsoluto; luego segn el Decreto del Santo Oficio no puede deducirse que sea suficienteuna sola uncin.

    Respuesta. Distingo el antecedente. Hay que suplir las unciones para la validez delsacramento, niego el antecedente; para la integridad, concedo el antecedente. Ahora bienest claro que se suplen absolutamente; pues en otro caso se haran condicionadamenteen tanto en cuanto pudiera haber duda acerca del valor del sacramento., Ahora bien, en

    cuanto a la validez del sacramento, no hay ninguna duda. Esto tambin ocurre en otrossacramentos, v.gr. en el Bautismo y en el Orden, los cuales son sacramentos que no sepueden repetir y si por necesidad o por negligencia (incluso voluntaria) se omiti algo delos ritos accidentales, debe ser suplido cuando haya ocasin.

    CAPITULO IIIACERCA DE LOS EFECTOS DE LA EXTREMAUNCION

    TESIS 3. El efecto primario de la Extremauncin es la accin de conferir la graciahabitual juntamente con las gracias actuales necesarias. para salvar el almaaliviando al enfermo; y los efectos secundarios son la desaparicin de los pecados

    y de sus restos y la salud condicionada del cuerpo.

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    254. Nexo. Es esencial a los sacramentos el que confieran la gracia ex opere operato yciertamente la gracia habitual juntamente con otras gracias en orden a obtener el propioefecto del sacramento. As pues puesto que la Extremauncin se cuenta entre lossacramentos y ya hemos probado su existencia y su esencia, queda que expliquemos losefectos. Ahora bien este sacramento, segn las palabras deSantiago, consta que no slocausa la gracia, sino tambin que produce muchos otros efectos. Es necesario por tanto

    que expongamos la naturaleza y la gradacin o principalidad de estos efectos.

    255. Nociones. Los EFECTOS del Sacramento, unos son comunes y otros especiales.Efectos comunes son la gracia considerada en s misma; y efectos particulares oespeciales son aquellos dones de la gracia actual, los cuales se confieren en cadaSacramento en orden a obtener el fin peculiar del Sacramento.

    Hay que hacer notar especialmente que no se deben identificar los trminos en primerlugar, per se, propiamente, en segundo lugar, "per accidens", impropiamente. Puespuede suceder que se intente algo per se pero no en primer lugar. As en nuestro caso,la Extremauncin confiere la gracia- segunda en primer lugar y per se pues es un

    sacramento de vivos; sin embargo en segundo trmino, pero tambin per se confierealguna vez la gracia primera, a saber cuando el enfermo, impedido para recibir elsacramento de la confesin, haya hecho un acto de arrepentimiento de los pecados ydispuesto de este modo recibe la Extremauncin.

    JUNTAMENTE CON LAS GRACIAS ACTUALES NECESARIAS... Las gracias actualessuelen unirse a la gracia habitual y son conferidas especialmente para cada uno de lossacramentos. En la Extremauncin se dan aquellos auxilios especiales que sonnecesarios para el enfermo en orden a alcanzar la vida eterna. Estos auxilios los describeel Concilio Tridentino del siguiente modo: La uncin hace desaparecer los pecados, sitodava hubiere que expiar algunos, y hace desaparecer tambin los restos de lospecados, y restablece el alma del enfermo, y le da fuerza, avivando en el enfermo unagran confianza en la misericordia divina, con la cual se le ayuda a ste y le son msllevaderas las molestias y las penas de la enfermedad, y resiste ms fcilmente a lastentaciones del demonio que le acecha con su aguijn (D 909).

    EFECTO SECUNDARIO es aquel que pretende el Sacramento mismo, pero no con talprincipalidad que deba ser obtenido forzosamente. Sin embargo no es un efecto peraccidens (pues ste no se pretende per se, como sucede en aquellos sacramentos devivos, como la Eucarista, los cuales pueden per accidens perdonar los pecados).

    LA DESAPARICION DE LOS PECADOS Y DE LOS RESTOS DE ESTOS. LaExtremauncin perdona los pecados tanto mortales como veniales, si los hay, y ademstodo -aquello, que de algn modo impide el que el hombre dotado de la gracia no se unaplenamente con Dios. De esta clase son los pecados veniales no perdonados por lapenitencia, el reat de la pena temporal, la debilidad moral por la que el hombre cedefcilmente a las pasiones, la indignidad especial respecto a aquella providencia divina,con la que el Seor gobierna a sus siervos, en una palabra: todo lo que impide que laofensa de Dios pueda decirse totalmente extinguida.

    Y LA SALUD DEL CUERPO CONDICIONADA. La Extremauncin alcanza a veces,cuando conviene a la salvacin del alma, la salud del cuerpo (D 909), as lo afirma el

    Concilio Tridentino explican