teología vol iv tratado iii lib ii misterio eucarístico

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  • 8/2/2019 Teologa Vol IV Tratado III Lib II Misterio eucarstico

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    SUMA DE SAGRADA TEOLOGIA

    VOLUMEN IV

    TRATADO III

    DEL SACRAMENTO DE LA UNIDAD CRISTIANA DE LASANTSIMA EUCARISTA

    por el P. Jos A. Aldama S.J.

    LIBRO IISOBRE LA REALIDAD DEL MISTERIO EUCARSTICO EN LA

    IGLESIA

    CAPTULO I .- SOBRE LA PRESENCIA REAL DE CRISTO EN LA EUCARISTA

    Artculo 1.-. Del hecho de la presencia realTESIS 7. En la Eucarista se contiene verdadera, real y substancialmente el Cuerpoy la "Sangre de Nuestro Seor Jesucristo, con la misma Alma y Divinidad, y por lotanto a todo CristoEscolio. Forma exterior, representacin, semejanza

    Artculo II.- Del acto por el cual se realiza la presencia real o de latransubstanciacinI. El hecho de la transubstanciacin

    TESIS 8. En la Eucarista no permanece la misma substancia de pan y de vino juntocon el Cuerpo y la Sangre de Cristo sino que se realiza aquella admirable y singular

    conversin de toda la substancia del pan en el Cuerpo, y de toda la substancia delvino en la Sangre; esta conversin llama aptsimamente la Iglesia catlicatransubstanciacinEscolioII. Sobre las especies eucarsticas

    TESIS 9. En la Eucarista, las especies objetivas de pan y de vino permanecenrealmente, las mismas que estaban en la substancia de pan y vino antes de laconsagracin, pero permanecen sin sujeto algunoEscolio 1. De la explicacin escolsticaEscolio 2. De la actividad de las especies

    Escolio 3. De la relacin entre las especies y el Cuerpo de CristoIII. De la naturaleza de la transubstanciacin

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    Artculo III.- Del modo de la presencia real

    TESIS 10. Cristo en la Eucarista est todo presente bajo ambas especies y bajocualquier parte de aquellas especies, tanto una vez realizada la separacin comoantes de la separacinEscolio 1. De la frmula "por virtud de las palabras y por virtud de la concomitancia"

    Escolio 2., De la presencia sacramentalEscolio 3. De la presencia permanente de Cristo en la Eucarista

    CAPTULO II.- DEL SACRIFICIO EUCARSTICO

    Artculo I .- Sobre la verdad del sacrificio eucarstico

    TESIS 11. En la Misa se ofrece a Dios un verdadero y propio sacrificio

    Artculo II.- Sobre la naturaleza especial del sacrificio eucarstico

    TESIS 12. El sacrificio de la Misa es esencialmente la representacin y renovacindel sacrificio de la CruzEscolio 1. Sobre la unidad del sacrificio eucarstico y del sacrificio de la CruzEscolio 2. Sobre la unidad del sacrificio de la Misa y del sacrificio de la Cena

    Artculo III.- Sobre la vctima y el oferente del sacrificio eucarstico

    TESIS 13. La vctima del sacrificio de la Misa es el mismo CristoEscolio 1. Sobre la oblacin del pan y del vinoEscolio 2.D-la oblacin de la Iglesia y de los fieles

    TESIS 14. Cristo es el principal oferente en el sacrificio de la MisaEscolio 1. En qu sentido Cristo sea el principal oferente en la MisaEscolio 2. Sobre la Iglesia que ofrece el sacrificio d la Misa

    Artculo IV.- Del acto sacrificial del sacrificio eucarstico

    TESIS 15. La representacin del sacrificio de la Cruz en la Misa tiene lugar en laconsagracin de ambas especies; en ella sola por tanto debe ponerse de nuevoesencialmente el acto sacrificial de este sacrificio

    TESIS 16. El acto sacrificial del sacrificio de la Misa se tiene formalmente en aquelloque por la doble consagracin es figurado de modo incruento la cruenta separacindel Cuerpo y de la Sangre de Cristo y de tal suerte que la misma vctima de la Cruzes ofrecida e inmolada por el mismo oferente principal mediante las distintasseales de aquella muerteEscolio. Sobre la doctrina de Santo Toms

    Artculo V.- Sobre el fin del sacrificio eucarstico

    TESIS 17. La Misa es sacrificio de latra, eucarstico, propiciatorio e impetratorioEscolio 1. Sobre la extensin de los frutos de la Misa

    Escolio 2. Sobre el modo y la razn de la eficacia en el sacrificio de la MisaEscolio 3. Del valor infinito de la Misa

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    CAPTULO III.- SOBRE EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTA

    Artculo 1.- Sobre la existencia del sacramento de la Eucarista

    TESIS 18.La Eucarista es verdadero sacramento permanente de la Nueva LeyEscolio: Sobre la adoracin de Cristo en la Eucarista

    Artculo II.- De la esencia del sacramento de la Eucarista

    TESIS 19. El sacramento de la Eucarista consta esencial e intrnsecamente deespecies de pan y de vino con las palabras moralmente permanentes de laconsagracin, y del Cuerpo y Sangre de Cristo realmente presentesEscolio 1. Del sacramento de la Eucarista, en cuanto a "sacramento y cosa","cosa ysacramento"Escolio 2. De la unidad del sacramento de la EucaristaEscolio 3. De la materia del sacramento de la EucaristaEscolio 4. Sobre la forma de la Eucarista

    Artculo III.- Sobre los efectos del sacramento de la Eucarista

    TESIS 20. La comunin sacramental produce la unin con Cristo, ya que aumenta lagracia y excita la caridad, con las que es realizada aquella uninEscolio 1. Del tiempo en que estos efectos son producidosEscolio 2. De la unin de nuestro cuerpo con Cristo en la comunin

    TESIS 21. Por la comunin sacramental somos liberados de los pecados veniales, ypreservados de los mortales, tambin nuestra concupiscencia es disminuidaEscolio 1. S alguna vez el sacramento de la Eucarista produce la gracia primeraEscolio 2. De la remisin de las penas, como efecto del sacramento de la Eucarista

    TESIS 22.El sacramento de la. Eucarista es sacramentalmente aquella prenda devida eterna para los que lo reciben

    TESIS 23. Por la comunin sacramental es acrecentada la mutua unin entre losmiembros de la IglesiaEscolio. Sobre los efectos del sacramento de la Eucarista, en cuanto que es sacramentopermanente

    Artculo IV.- Sobre la necesidad del sacramento de la Eucarista

    TESIS 24. El sacramento de la Eucarista no es necesario con necesidad de medio,ni en cuanto a s misma, ni en cuanto a su deseo, para obtener la salud espiritual,sin embargo, es necesario con necesidad moral latamente dicha, para perseverarpor mucho tiempo en estado de gracia

    EPLOGO

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    LIBRO II

    SOBRE LA REALIDAD DEL MISTERIO EUCARSTICO EN LAIGLESIA

    73.- Hemos visto que Jesucristo en la ltima Cena complet una accin sagrada, que fueal mismo tiempo la transubstanciacin del pan y del vino en su Cuerpo y en su Sangre y laoblacin del mismo Cuerpo y Sangre en verdadero sacrificio a Dios. Pero adems, segnhemos visto, Jesucristo quiso que esta misma accin sagrada perdurara en la Iglesiahasta el fin de los tiempos; y de este modo cumpli su promesa anterior y las antiguasprofecas de instaurar un nuevo culto en el tiempo mesinico.

    De aqu se sigue inmediatamente que existe en la Iglesia esta accin sagrada porinstitucin de Jesucristo (con la potestad ministerial necesaria para realizarla); y que porello bajo las especies de pan y de vino est realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo, el

    cual se ofrece en sacrificio a Dios y el cual lo comen los fieles para alimento espiritual.Ahora debemos estudiar de qu modo se realiza esto en la Iglesia.

    El fundamento de todo el tratado es la presencia real de Jesucristo bajo las especies depan y de vino. Pues ni podra ofrecerse el sacrificio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, sino estuvieran realmente presentes bajo las especies este Cuerpo y esta Sangre; nipodran ser tomados en comida y en bebida el mismo Cuerpo y la misma Sangre deJesucristo, si en realidad no estuviera realmente presente Jesucristo bajo las especies depan y de vino.De aqu proviene el orden de nuestro tratado.

    CAPITULO IDE LA PRESENCIA REAL DE JESUCRISTO EN LA EUCARISTIA

    74.- La doctrina de la Iglesia acerca de la presencia real de Cristo en la Eucarista seencuentra propuesta muy acertadamente por el Concilio Tridentino, sobre todo en lasesin 13 cn, 1-4. Los puntos principales de esta doctrina son los siguientes:

    a) Cristo en la Eucarista est contenido verdadera, real y substancialmente (cn. 1).

    b) Cristo en la Eucarista est presente bajo las solas especies de pan y de vino, pues enla Eucarista ya no existe la substancia de pan y de vino (cn. 2).

    c) De donde Cristo se hace presente en la Eucarista por una accin, que se llamaacertadamente transubstanciacin (cn. 2).

    d) Jesucristo todo entero est presente en la Eucarista bajo cada una de las dos especiesy bajo cada una de las partes de cada especie (cn. 3).

    e) Esta presencia de Jesucristo en la Eucarista es permanente (cn. 4).

    En estos puntos se ensea principalmente tres cosas acerca de la presencia eucarsticade Jesucristo: lo primero es el hecho mismo de la presencia real; lo segundo es la accinpor la que resulta la presencia real (a saber la transubstanciacin), cuyo efecto adems esque desaparezca la substancia del pan y del vino, quedando solamente las especies; lotercero es el modo especial de esta presencia real, a saber, en la que Cristo est todo

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    entero en cada una de las especies y en cada una de las partes de stas, y ciertamentede un modo permanente.

    Cada uno de estos apartados los estudiaremos en seguida.

    Artculo I

    Del hecho de la presencia real

    TESIS 7. En la Eucarista est contenido verdadera, real y substancialmente elCuerpo y la Sangre juntamente con el alma y la divinidad de nuestro SeorJesucristo y por tanto est contenido Jesucristo todo entero.

    75.- Nociones. EN LA EUCARISTIA, a saber bajo las especies de pan y de vino, despusque han sido consagrados el pan y el vino. Prescindimos ahora de la cuestin, sobre si seda tambin all la substancia de pan y de vino y sobre si las especies, que aparecensensiblemente, se dan en la realidad.

    ESTA CONTENIDO, esto es, est presente; de cualquier modo que en ltimo trmino estpresente, acerca de lo cual no decimos nada en esta tesis.

    VERDADERAMENTE, esto es, no solamente en seal; REALMENTE, esto es o sea no enfigura; SUBSTANCIALMENTE, esto no slo en poder o dinmicamente.

    JESUCRISTO TODO ENTERO: todos los elementos que constituyen a Jesucristoresucitado ya de entre los muertos.

    76.- Adversarios. 1. En el siglo XI BERENGARIO. Segn ste, Jesucristo estverdaderamente presente en la Eucarista, pero de modo espiritual o inteligible; en cuantoque el sacramento visible se entiende que es una semejanza del verdadero Cuerpo deCristo. En la comunin, dice, Cristo es recibido por el pensamiento, no por la boca. Ahorabien puede decirse que Cristo est presente tambin corporalmente, en cuanto que lanaturaleza divina habita corporalmente en la naturaleza humana de Jesucristoespiritualmente presente.

    2. En los siglos XII-XIII los Berengarianos posteriores, segn los cuales Cristo estpresente en la Eucarista no esencial ni verdaderamente sino slo sacramentalmente y ensignificacin. Puede decirse verdaderamente presente, en cuanto que es significadoverdaderamente, as como es llamado verdadera vctima. Negaban tambin la presencia

    real los Ctaros y los Albigenses.3. En los siglos XIV-XV ciertos Armenios, que admitan la presencia slo en semejanza yen figura: vase D 544.

    WICLEFF, segn el cual Cristo no est en la Eucarista verdaderamente en su presenciacorporal, idntica, real, esencialmente; substancial o corporalmente; sino slo de modofigurado y metafrico, sacramental y virtualmente. A saber de este modo Juan fue enfigura Elas y no personalmente, as como el pan es en figura el Cuerpo de Jesucristo. Dedonde se dice este es mi Cuerpo, as como se dice Juan es Elas. Este modo depensar sigue sencillamente la doctrina de Berengario.

    HUSS tiene la misma concepcin que Wicleff.

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    77.- 4. En el siglo XVI los Protestantes, a excepcin de Lutero (el cual siempre admiti lapresencia real, aunque no la presencia permanente) y a excepcin de los Luteranos. Asaber los Sacramentarios (CARLOSTADIO, ZWINGLIO, ECOLAMPADIO) sostenan queCristo estaba en la Eucarista slo en figura, esto es metafricamente. Pues la Eucaristaes slo sacramento, signo, smbolo o memorial de Cristo. La comunin se realizamediante la fe en Cristo. Algo semejante, si bien un tanto atenuado, dijo BUCERO.

    CALVINO sostuvo que Cristo estaba presente en la Eucarista no slo en signo o enfigura, sino mediante un poder especial, qua fluye. del. Cuerpo de Cristo que est en loscielos hasta la tierra, en virtud del cual, el que come la Eucarista se hace por la fepartcipe del Cuerpo de Cristo, El error de Calvino lo sostuvieron tambin los Anglicanos,a excepcin de los Ritualistas.

    5. En los siglos XIX-XX todos los Racionalistas y Modernistas niegan la presencia real,segn se desprende de sus palabras.

    78. Doctrina de la Iglesia. 1. Antes del Concilio Tridentino.

    a) Contra Berengario el Concilio Romano del afro 1079 (D 355). Esta frmula, cuyo origenest en otra frmula romana del apio 1059 (la cual la subscribi Berengario y despus laretract) y en una frmula del ato 1063, ensea lo siguiente: en la Eucarista est elverdero Cuerpo y la verdadera Sangre de Jesucristo; el mismo Cuerpo ofrecido en la cruzy la misma Sangre derramada del costado; y esta propia y verdaderamente, esto es, noslo espiritual o inteligiblemente.

    b) INOCENCIO III (D 414> condena a los Berengarianos posteriores.

    c) INOCENCIO III contra el error de los Ctaros, de los Albigenses y de ciertos Waldenses(D 424). De modo semejante el Concilio IV de Letrn (D 430).

    d) CLEMENTE VI contra los errores de los Armenios CD 574s). Prescindiendo de lacuestin discutida acerca de una posible definicin es ctedra en este documento, en lse contiene por lo menos, la fe de la Iglesia Romana, la cual es impuesta para ser credaa los Armenios.

    e) Contra Wicleff y Huss el Concilio de Constanza (D 586 y 666). La condena de Wiclefffue mltiple. En el snodo de Londres (ao 1382) la proposicin de que Cristo no est enel sacramento del altar idntica, verdadera y realmente en la propia presencia corporalfue condenada como hertica. En otro snodo de Londres (ao 1397) la proposicin as

    como Juan fue en figura Elas... es condenada igualmente como hertica. 45proposiciones (D 581-625) fueron condenadas primeramente por la Universidad de Praga(el ato 1403). Se sacan de los libros de Wicleff; las 24 primeras ya haban sidocondenadas en el primer snodo de Londres. Posteriormente son condenadas por elConcilio de Constanza (ao 1415) en la sesin 8; la cual' condena fue confirmada porMARTIN V en la Bula Inter cunctas (ato 1418). Aunque el Concilio no diera unasentencia particular acerca de cada una de las proposiciones (vase D 661), sin embargoaquella tercera proposicin (D 583) fue tenida como hertica por todos los telogoscalificadores en el Concilio y ya antes.

    79.- 2. En el Concilio Tridentinosesin 13. La presencia real es definida expresamente en

    el cn.1 y en el correspondiente captulo 1; y se da por supuesta en toda la sesin (cn. 2. 3.4; c.3.4.8).

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    a) Sentido del canon primero (D 883). El primer error de los herejes haba sido propuestoa los telogos: en la Eucarista no est realmente el Cuerpo y la Sangre de nuestroSeor Jesucristo, sino que est slo como en signo al igual que el vino se dice que esten un crculo delante de una taberna, el cual se deca que era el error de Swinglio, deEcolampadio y de los Sacramentarios. La misma frmula permanece en el primero y en elsegundo esquema del decreto, propuestos al examen de los PP. Conciliares. En las

    disertaciones de stos parece que tuvieron idntico valor los trminos en realidad,realmente, verdaderamente, verdadera y realmente. Despus de estas disertaciones elcanon fue reformado del siguiente modo: si alguno dijere que en el santsimosacramento de la Eucarista no se contienen verdadera y real y substancialmente elCuerpo y la Sangre juntamente con el alma y la divinidad de nuestro Seor Jesucristo ypor consiguiente Jesucristo todo entero; sino que solamente est como en signo o enfigura o en poder, sea anatema. El vocablo en poder fue aadido para condenar deun modo ms claro las proposiciones de los herejes. De aqu que parece que debedecirse que el Concilio guiso en primer trmino hacer hincapi en la realidad de- lapresencia de Jesucristo; a saber, en que Cristo est presente segn su propia substancia(no segn su poder, solamente), y que est presente verdadera y realmente (no solo

    como en signo o en figura). Con estas determinaciones y frmulas quedan condenados deun modo ms claro los Sacramentarios (verdadera y realmente, esto es, no en signo y enfigura) y los Calvinistas (substancialmente, esto es, no en poder).

    b) El sentido del captulo primero (D 874). Los captulos han sido compuestos en estasesin despus de la redaccin y del examen de los cnones, para completar laexposicin de la fe catlica. El primer captulo ensea la presencia real verdadera, real ysubstancialmente, como el canon primero; a esta presencia la llama despussacramental. Pero adems el Concilio ensea en este captulo el origen de la Eucarista yel sentido de las palabras de la institucin; de todo lo cual ya hemos hablado antes.

    80.- 3. Despus del Concilio Tridentino. a) En la profesin tridentina de fe (D 997) serepiten las mismas palabras del canon primero: igualmente en la profesin de fe prescritaa los Maronitas(D 1469).

    b) PIO XII recientemente conden la doctrina moderna, segn la cual la presencia realde Jesucristo en la santsima Eucarista queda reducida a un cierto simbolismo, en cuantoque las especies consagradas solamente., son signos eficaces de la presencia espiritualde Cristo y de su unin ntima con los fieles, miembros del Cuerpo Mstico.Valor dogmtico. De fe divina y catlica.

    81.- Prueba de la sagrada Escritura. La tesis puede probarse por una doble va. Laprimera es una va indirecta, a saber por lo ya probado. En efecto Jesucristo en la ltimaCena estaba presente bajo las especies de pan y de vino despus que El mismopronunci las palabras de la consagracin. Ahora bien Jesucristo quiso y mand, segnhemos visto, que esto mismo se realizara perpetuamente en la Iglesia. Pues bien, estavoluntad y este mandato de Jesucristo necesariamente fue eficaz, ya que se trata de algoque pertenece a la constitucin de la Iglesia. Est por tanto en la Iglesia. Jesucristorealmente presente bajo las especies de pan y de vino. Ahora bien,' puesto que enninguna otra parte puede estar presente de este modo a excepcin de la Eucarista, luegoJesucristo en la Eucarista est realmente presente.

    La segunda va es directa y se saca de la 1 Cor c. 10 y 11.

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    82.- 1 Cor 10.14-22. a) PRENOTANDO. Se trata de objetos ofrecidos a los dolos esto esde comer carnes, que haban sido sacrificadas a los dolos (8,1-11,1). En esta parte de laepstola, a fin de resolver un caso de conciencia, en primer lugar el Apstol aduce losprincipios de la solucin (8,1-13); despus seala los motivos para que acepten lasolucin prctica que l da (9,14-10,13); por ltimo ordena el modo de obrar (10,14-11,1).En esta ltima parte manda tres cosas: primeramente, no est permitido participar en los

    convites sacrificiales de los gentiles (10,14-22); en segundo lugar, est permitido comertodo lo que se vende en el mercado (10,23-26); en tercer trmino, se puede comer todo loque los gentiles. ponen a sus invitados, a no ser que se siga escndalo de alguien (10,27-30). Nuestro texto se halla en la primera de estas prescripciones.

    El Apstol ordena severamente en l que se abstengan de la idolatra, esto es, departicipar en los convites sacrificiales de los gentiles (10,14-22). Y aduce el motivofundamental: los cristianos tienen otra comida y otra bebida. Esta comida y esta bebida noson otras sino el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Por consiguiente el que comulga conel Cuerpo y la Sangre del Seor (en efecto, la comunin se realiza con las vctimas ymediante stas con Dios en virtud de la accin de comer las vctimas), cmo tendr

    tambin comunin con los demonios? Adems desaparecera aquella unidad, que se daentre los cristianos que participan- de un mismo pan. Esta unidad, de la cual se trata en elversculo 17, la exponen los exegetas de un doble modo. Unos: pues nosotros en nuestramultitud somos un solo pan, un solo cuerpo, ya que todos participamos de un nico ymismo pan. Otros: puesto que el pan es uno, por ello nosotros, aunque seamos muchos,formamos solamente un nico cuerpo, pues todos participamos de un nico y mismopan. Esta segunda exposicin parece ms adecuada.

    b) ARGUMENTO. Los cristianos, por el hecho de comer y beber un determinado pan yvino, participan del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo en sentido propio; es as que.esto no puede ser si Cristo en la Eucarista no est realmente presente; luego Cristo estrealmente presente en la Eucarista.

    La mayor. Esta participacin realiza la unidad de la Iglesia ya que el pan esnumricamente uno solo y el mismo (); es as que tal unidad numrica nopuede darse a no ser por la identidad del Cuerpo indivisible de Jesucristo; luego squesela consecuencia.

    83.- 1 Cor 11,28-32. a) PRENOTANDO. Trata el Apstol de las faltas que cometen loscorintios en los convites de los cristianos a los cuales acuden (11,17-34). Describe y

    recrimina estos defectos de unidad y de concordia (11,17-22). Ahora bien, aduce el motivosupremo basndose en la Eucarista, cuya institucin narra (11,23-26), para deducir dequ modo debe ser tratada santamente (11-27,32).

    En cuanto al texto mismo tngase en cuenta: este en el vers. 27 no se encuentra en eltexto griego, pero se da por supuesto evidentemente; es en efecto es el pan del que sehabla en los versculos 26 y 23s (vase tambin 10,20). Ser reo (e ), esto es, seracusado de profanar el Cuerpo y ,la Sangre del Seor. Examnese a s mismo (..),esto es, haga examen de su propia disposicin interna (vase 2 Cor 13,5). Y as (o)esto es, despus que conozca esta propia disposicin conveniente. Indignamente noparece que est en el original, pero refiere muy bien el sentido: el que no distingui entre

    el Cuerpo de Cristo y otro pan corriente (sin discernir) y por tanto no tribut el honordebido a aquel Cuerpo, por ello cuando come y bebe, recibe la sentencia de su propiacondenacin.

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    b) ARGUMENTO. El pan, que comen los cristianos, es el pan consagrado por Jesucristoen la ltima Cena, y el vino que bebe, es el vino tambin consagrado en la ltima Cena:de aqu que aquellos que comen indignamente este pan y beben indignamente este vinoson acusados de profanar el Cuerpo y la Sangre del Seor; porque recibirlosindignamente no es otra cosa que no atender a la realidad del Cuerpo del Seor; es as

    que todo esto supone que Jesucristo est realmente presente en la Eucarista; luegosquese la consecuencia.

    84.- Prueba de la tradicin. Tambin en este argumento puede procederse por vaindirecta, por lo ya probado antes, de modo semejante a como se ha procedido en elargumento de la Sagrada Escritura. Pero adems tenemos un argumento directo muyclaro segn lo exige la importancia del tema. En efecto atestiguan con evidencia la fe dela Iglesia en la presencia real de Jesucristo en la Eucarista: 1) el consentimiento de losSS.PP. a lo largo de toda la edad patrstica; 2) todas las liturgias hasta las ms antiguas;3) otros documentos antiguos; 4) las controversias eucarsticas de la Edad Media.Veamos unos pocos datos acerca de cada uno de estos captulos,

    85.- 1. Los Santos Padres.

    a) Entre los Padres Apostlicos tenemos: La Didach (R 6s); donde el cliz y el panfraccionado, los cuales son llamados eucarista, no pueden entenderse sin unaconexin histrica con la narracin evanglica y paulina. La Eucarista exige unadisposicin moral (vase 1 Cor), es llamada. comida y bebida espiritual, que da la vidaeterna (vase Jn 6). S. IGNACIO a los de Esmirna (R 64); donde aparece la verdad delCuerpo de Cristo en la Eucarista por oposicin, a l.- doctrina de los docetas. Y en laepstola a loa de Filadeifia (R. 56) ; donde a no ser que se trate de la verdadera carne deJesucristo, el argumento en favor de la unin no tiene ningn valor.

    b) Entre los Apologetastenemos a S. JUSTINO (R 128), que arguye desde la verdad de laencarnacin a la verdad del Cuerpo de Jesucristo en la Eucarista.

    86.- c) Entre otros Padres anteriores al Concilio de Nicea tenemos a S.IRENEO, testigode las Iglesias del Asia Menor, de las Galias y de Roma (R 249), el cual de la verdad delCuerpo de Cristo en la Eucarista (como de algo conocido) arguye a la verdad de laEncarnacin (vase tambin R 234).

    Por la Iglesia Romana hay que citar tambin a S.HIPOLITO, el cual escribe: Recibimos

    Su Cuerpo; y Su Sangre es prenda de vida eterna para todo el que se acercahumildemente a l.

    Por lo que se refiere a la Iglesia de Alejandra tenemos a CLEMENTE ALEJANDRINO quedice: Escucha por tanto al Salvador... Yo soy tu nutricio; que me da a m mismo el pan,que nadie que lo haya probado recibir peligro de muerte; que da a diario la bebida deinmortalidad.

    ORIGENES en la misma Iglesia indica el cuidado, que tenan los cristianos inclusorespecto a las migas de pan consagrado (R 490); y ensea la verdad del Cuerpo de Cristoen la Eucarista en oposicin a las figuras de ste (R 491). Est de acuerdo en la misma

    Iglesia S.DIONISIO: Pues al que oye la Eucarista y al responde con los dems AMEN yal que asiste a la mesa y al que extiende sus manos para la recepcin del alimentosagrado y al que recibe este alimento y al que participa durante largo tiempo del Cuerpo y

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    de la Sangre de nuestro Seor Jesucristo, a ste yo no osara renovarlo por segundavez.

    Por la Iglesia Africana tenemos que citar en primer lugar a TERTULIANO, el cual enseade modo manifiesto la presencia real en la Eucarista. Dice en efecto: La carne sealimenta del Cuerpo y de la Sangre, a fin de que el alma se sacie de Dios (R 362);

    muchas veces habla del Cuerpo del Seor que debe ser recibido y tambin reservado(R 310 y 368), del cual si algo es tirado al suelo, sufrimos angustiosamente (R 367),etc. Los textos que parece que dicen lo contrario, como si sostuvieran que se trataba deuna figura del Cuerpo de Cristo (R 343), o representa el pan o que se considera elCuerpo de Cristo (R 333), en realidad no dicen eso. Pues hay que atender al modoespecial de Tertuliano en stas as como en otras cuestiones. Por figura indica como elantiguo smbolo del Cuerpo de Cristo (a saber el pan), el cual ahora le contieneverdaderamente. Y representar es hacer presente, riostrar. Considerarse no es otracosa sino ser. En la misma Iglesia frica S.CIPRIANO habla de la violencia queintroducen en el Cuerpo de Cristo les que comulgan sacrlegamente (R 551), y cita de unmodo obvio el cap. 6 de San Juan (R 559).

    87.- d) De entre los Padres del Siglo IV deben citarse: por la Iglesia Romana,AMBROSIASTER escribe: Pues ya que hemos sido librados por la muerte del Seor,acordndonos de este hecho al comer su Carne y al beber su Sangre, expresamos elNuevo Testamento persistiendo en esto, lo cual es la Nueva Ley. S.JERONIMO, alabandoal obispo Exuperio el cual daba todo a los pobres, aade: Nada de ms valor que aquelque lleva el Cuerpo del Seor en un cesto de mimbre y la Sangre del Seor en un vaso.Tambin tenemos testimonio de otras Iglesias de Italia. As S. AMBROSIO: Cristo es micomida, Christo es mi bebida; la Carne de Dios es para mi comida y la Sangre de Dios esbebida para m... Se me sirve a diario Jesucristo. Y S.GAUDENCIO: As pues el mismocreador y seor de la naturaleza, el cual produce el pan de la tierra y a su vez convierte elpan en su propio Cuerpo porque puede y as lo ha prometido; y el que ha hecho del aguavino y convierte el vino en su Sangre.

    En la Iglesia de las Galias S.HILARIO PICTAVIENSE (R 870). En la. Iglesia EspaolaGREGORIO DE ILIBERI, que prcticamente transcribe las: palabras de Tertuliano: Lacarne se alimenta y se impregna del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo, a fin de que elalma se sacie de Dios. En la Iglesia Africana S. OFTATO MILEVITANO: Pues qu es[el altar] sino la ctedra del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.

    La Iglesia Alejandrina nos ofrece muchas testimonios. S.ATANASIO (R 802). MACARIO:

    En la Iglesia hay que ofrecer el pan y el vino, tipo o figura de Su Carne y de Su Sangre.DDIMO: Nosotros celebramos la Eucarista todo el alo, todos los das, por mejor decir atoda hora, participando en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo. Saben lo que estoydiciendo aquellos que han sido encontrados dignos del supremo y eterno misterio.TEFILO: Aquella Sabidura subsistente que edific para s el templo de Dios y delPadre no hecho por manos de hombres, distribuye Su Cuerpo como pan y regala SuSangre vivificante como vida. Debiera ser leda toda esta homila de Tefilo.

    La Iglesia de Palestina nos ofrece los testimonios de EUSEBIO: Ahora bien nosotroshombres del Nuevo Testamento al celebrar nuestra pascua todos los domingos, somossaciados siempre con el Cuerpo del Salvador y participamos siempre en la Sangre del

    Cordero. Muchos testimonios tiene tambin S.CIRILO DE JERUSALEM (R 840, 842,844, 845, 846, 448, 850).

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    En la Iglesia de Antioqua sobresale S.CRISSTOMO CR 1192, 1194, 1195). Tambinhay que citar a MACARIO MAGNES (R 2166).

    En las Iglesias de Capadocia S.BASILIO (R 916), S.GREGORIO NICENO (R 1062) yS.GREGORIO NACIANCENO: Mas, oh adorador santsimo de Dios, no te retraces eninterceder y en realizar tu misin en favor de nosotros cuando hayas atrado con tu

    palabra al Verbo, cuando hayas fraccionado incruentamente el Cuerpo y la Sangre delSeor, empleando la palabra en vez de la espada.

    En la Iglesia de Siria estn APRATES (R 689), S. EFREM (R 707s) y CIRILONAS: Aqul[Jesucristo] es el racimo que Se exprimi a S Mismo en el cenculo y Se entreg a losdiscpulos en el cliz como testamento de la verdad.

    88.- e) De entre los Padres del Siglo V hay que citar: por la Iglesia Romana a S. LENMAGNO

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    89.- f) De entre los Santos Padres del Siglo VI citemos en primer lugar en Roma aS.GREGORIO MAGNO: El Buen Pastor dio su vida por sus ovejas, a fin de poner SuCuerpo y Su Sangre en nuestro sacramento y a fin de saciar con el alimento de su carnea las ovejas que haba redimido. En las Galias S.CESREO ARELATENSE (R 2231). Enfrica S. FULGENCIO (R 2237). En la Iglesia de Antioqua EUTIQUIO: As pues cada

    uno toma el santo Cuerpo todo entero y toda entera la Sangre preciosa del Seor aunquehaya tomado solamente parte de estas especies; pues se reparte entre todos de modoindiviso, ya que l Mismo est dentro sin mezcla.

    90.- E) De entre los Padres de los Siglos VII - VIII la Iglesia Espaola nos presenta aS.ISIDORO: Jesucristo nuestro Seor y maestro instituy el sacrificio que ofrecen loscristianos a Dios, cuando encomend a sus Apstoles Su Cuerpo y Su Sangre.... En laIglesia de Antioquia MXIMO CONFESOR: Cristo llegando a ser Pontfice de los bienesfuturos, al inmolarse como vctima escondida, entreg tambin juntamente con Su CarneSu Sangre a aquellos, que a causa de la perfeccin del alma tienen los sentidosdispuestos para discernir el bien y el mal. En la Iglesia de, Palestina S.SOFRONIO:

    Pues entonces respondiendo a los sacerdotes, mientras ellos distribuyen el Cuerpo y laSangre vivificantes y saludables de Dios, decimos la palabra Amn, dando con nuestravoz testimonio y profesando que es verdad y que se dice con verdad lo que nosdistribuyen para comida espiritual y para remisin de los pecados. S.JUAN.DAMASCENO (R 2371).

    91.- 2. Las liturgias. Todas las liturgias, hasta las ms antiguas, contienen en el canon lanarracin de la institucin de la Eucarista. Con frecuencia tienen la invocacin del EsprituSanto a fin de que convierta el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo.Emplean en la comunin las palabras, que sealan a Jesucristo presente.

    3. Otros documentos antiguos. Existen muchas representaciones simblicas (v.gr. lafraccin del pan) y algunos documentos epigrficos (vase R 187), los cuales testifican lafe eucarstica,

    92.- 4. Controversias eucarsticas de la Edad Media. Hubo en aquella poca doscontroversias acerca de la Eucarista. En la primera (siglo IX-X) se trataba de la identidadentre el Cuerpo eucarstico de Cristo y el Cuerpo de Cristo en el cielo. Tanto aquellos queafirmaban la identidad (PASCASIO RADBERTO), como aquellos que la negaban(RABANO MAURO, RATRAMNO), admitan la presencia real, Discutan ms bien acercadel modo de aquella presencia.

    En la segunda controversia (siglos XI-XII), a causa de la falsa nocin de conversinBerengario y sus discpulos negaban la presencia real. Y por ello hubo una reaccin muyfuerte tanto en las mltiples condenas conciliares, como por parte de muchos escritorescatlicos (ADELMANO, HUGO, ASCELINO, DURANDO, LANFRANCO, GUTMUNDO,BERNOLDO, etc.).

    93.- Razn teolgica. Est claro que no puede probarse por la razn la presencia real deJesucristo en la Eucarista. Sin embargo Santo Toms. en 3 q,75 a. l explica laconveniencia de: esta presencia real de Jesucristo en virtud de la perfeccin de la nuevaley, la cual aportaba la verdad a las figuras; en virtud de la caridad de Jesucristo para con

    nosotros, ya que la amistad quiere gozarse con la presencia de los amigos; en virtud de laperfeccin de la fe, la cual versa acerca de lo que no se ve y deba ejercitarse tantorespecto a la divinidad de Jesucristo (en la Encarnacin) como respecto de Su humanidad

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    (en la Eucarista), Todo esto lo desarrolla Surez amplia y elocuentemente, reuniendomuchos argumentos de esta mltiple y suma conveniencia.

    94.- Escolio. Figura, imagen, semejanza. En los SS. Padres se hayan algunos textosdifciles, que parecen negar la real presencia, no admitiendo en la Eucarista sino la figurao la semejanza del Cuerpo de Cristo. Acerca de estos textos hay que aadir algunas

    palabras.

    a) Usa de tal modo de hablar S.Cirilo de Jerusalem: Pues en la figura () de pan se te dael Cuerpo; y en la figura de vino se te da la Sangre.... Y.Gelasio: Y ciertamente laimagen y la semejanza del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo se celebran en la accinde los misterios. De modo semejante hablan Eusebio, Macario, S.Gregorio Nacianceno,Eutiquio.

    b) Este modo de hablar se saca de la liturgia misma. As en la Tradicin Apostlica deS.Hiplito se deca: Y entonces ya sea ofrecida por los diconos al obispo la oblacin yd gracias y d en verdad el pan como trasunto (en griego dice antitipo) del Cuerpo de

    Cristo; y el cliz con vino a causa del antitipo (en griego dice semejanza) de la Sangre.Eulogio de Serapin: Te hemos ofrecido este pan, semejanza del Cuerpo del Unignito.Este pan es semejanza del santo Cuerpo; porque Jesucristo Dios en la noche en que....Expresiones semejantes se encuentran en las Constituciones Apostlicas en la LiturgiaAmbrosiana, en la Anfora de S.Basilio, en la Liturgia Mozrabe.

    c) Consta que en estos textos no se niega la presencia real, puesto que estos autorestienen otros textos claros, de los cuales algunos a han sido citados en la tesis; lo cual valelo mismo para las liturgias. Ms an, en el contexto anterior o siguiente a estos mismostextos muchas veces se afirma claramente la presencia real.

    d) San Damasceno da la explicacin de estas frmulas (R 2371). Y en realidad el pan y elvino se llaman en estos textos figura (tipo), imagen (), semejanza () del Cuerpo deCristo antes de la consagracin; se llaman tambin despus de la consagracin . delCuerpo de Cristo, en cuanto que responden a la figura precedente (al pan escueto), y portanto contienen ahora el Cuerpo mismo y la Sangre misma. De donde los textos citados,lejos de negar, por el contrario suponen positivamente la presencia real.

    e) Sin embargo estas frmulas, sobre todo en un medio ambiente menos inclinado a lasalegoras, podan fcilmente no interpretarse bien; lo cual de hecho parece que sucedialguna vez, como atestigua Macario Magnes (R 2166; 52,452). Por ello el Concilio II de

    Nicea act. 6 proscribi el uso de stas.95.- Objeciones. Las principales que han sido tratadas de antemano en la tesis y en elescolio. Sin embargo debemos fijarnos en general que muchos Padres hancondescendido con las alegoras, sin que sin embargo negaran por ello la presencia real,segn hemos visto. En efecto, la Eucarista que contiene a Jesucristo realmente presentepero de un modo invisible bajo las especies, es en realidad smbolo y signo del Cuerpo deCristo ofrecido en otro tiempo por nosotros en la cruz y tambin del Cuerpo de Cristo queest en el cielo (pues es para nosotros prenda de la gloria), y de Jesucristo mismo que seune de modo invisible con su Cuerpo mstico. De aqu que no puede extraar el que losPadres aludan a veces a todo esto.

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    Articulo IIDe la accin por la que se realiza la presencia real

    o sea, de la Transubstanciacin

    96.- Una vez establecida la verdad de la presencia real de Cristo en la Eucarista,tratamos ya acerca de la accin por la que se realiza esta presencia. Ahora bien esta

    accin es un, determinado cambio, que se llama transubstanciacin. Acerca de sta hayque establecer en primer lugar el hecho dogmtico, a saber, su existencia y verdad. Mscomo quiera que de aqu se sigue de hecho (sea lo que quiera acerca de la necesidadmetafsica) la permanencia de los accidentes de pan y de vino una vez llevada a cabo latransubstanciacin, acerca de esta cuestin se tratar despus. Por ltimo estudiaremosuna explicacin ms ntima de este misterio.

    I. EL HECHO DE LA TRANSUBSTANCIACION

    TESIS 8. En la Eucarista no permanece la substancia de pan y de vino juntamentecon el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, sino que se realiza aquella admirable y

    singular conversin de toda la substancia de pan en el Cuerpo y de toda lasubstancia de vino en la Sangre; a la cual conversin la Iglesia Catlica llama de unmodo ciertamente muy apropiado transubstanciacin.

    97.- Nociones. CONVERSION es el cambio de una cosa en otra. Conversin es unaclase de cambio. Cambio es el paso de una cosa de un estado o modo de ser a otro.

    El cambio se divideen generacin (paso de una cosa de un estado negativo a un estado.positivo), corrupcin (de un estado positivo .a un- estado negativo) y conversin (de unestado positivo a otro estado positivo). De aqu que la conversin requiere un trminopositivo "a quo" y un trmino 'positivo "ad quem".

    El trmino en la conversin puede ser total (toda la cosa que cesa o que empieza) yformal (aquello segn lo cual la cosa cesa o empieza).

    La conversinrequiere adems un nexo entre el cese de lo uno y la accin de poner lootro. El cese de lo uno es la causa de la accin de poner lo otro; o lo que es lo mismo louno cesa de ser porque lo otro comienza a ser.

    Se discute si para la nocin de conversin se requiere adems el que permanezca algodel trmino total "a quo".

    98.- DE TODA LA SUBSTANCIA DE PAN Y DE VINO A saber el trmino total"a quo"son la substancia y los accidentes de pan y de vino, esto es, el pan y el vino segn se danen la naturaleza de las cosas. El trmino formal"a quo"es toda (y sola) la substancia depan y de vino. El trmino total "ad quem" es el Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo lasespecies de pan y de vino. El trmino formal "ad quem" es el Cuerpo y la Sangre deCristo.

    ADMIRABLE Y SINGULAR CONVERSION. Se llama as porque el trmino formal "adquem" no comienza a ser "simplcita", sino que comienza a ser solamente de una nuevamanera. Y adems porque la conversin se hace de una substancia entera en otra

    substancia entera; de donde es ms substancial que las otras conversionessubstanciales. De aqu que se llama TRANSUBSTANCIACION.

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    99. Adversarios. BERENGARIO lleg a dar en la negacin de la presencia real por ladificultad de entender la conversin eucarstica. Segn l, tal conversin real es imposible,tanto por parte del trmino "ad quo", como por parte del trmino "ad quem". Sin embargose da en la. Eucarista alguna "verdadera conversin", pero por medio, de. la"consagracin"; esto es, la substancia de pan no se destruye, sino que permaneceelevada a un grado superior. Esta conversin es inteligible, no sensual (real); en

    cuanto que se dice que el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo espiritualmente, ya quese entiende la naturaleza humana de Cristo en el pan.

    WICLEFF, segn su concepcin de la presencia de Cristo no real sino figurativa se ponaen camino de defender tambin que la substancia de pan y de vino permaneca despusde la consagracin, como de hecho as lo ense.

    Aquellos protestantes, que admitan la presencia real, negaban no slo la palabratransubstanciacin, sino tambin la verdad de la transubstanciacin. Defendan en efectoque la substancia de pan estaba juntamente con el Cuerpo de Cristo en la Eucarista,aunque ni todos explicaron del mismo modo ni siempre con claridad la relacin entre

    ambas substancias coexistentes. LUTERO propuso la teora de la ubiquidad, segn lacual la naturaleza humana de Cristo, en -cuanto unida a la divinidad, est en todas partesy por tanto tambin en la substancia de pan. OSIANDER defiende la impanacin, esto es,cierta unin hiposttica entre la humanidad de Cristo y la substancia de pan; casi como seune la divinidad con la humanidad en la Encarnacin.

    En nuestros das ciertos telogos han pretendido que la doctrina de latransubstanciacin, en cuanto apoyada en una nocin filosfica de substancia anticuada,deba ser corregida (D 3018).

    100.- Doctrina de la Iglesia. 1. Antes del Concilio Tridentino.

    a) S.GREGORIO VII (D 355) en contra de Berengrio. Ya antes en el Snodo de Ruel (ao1063) haba sido dicho: En la consagracin misma por el poder inefable de la divinidadse conviertela naturaleza y substancia de pan en la naturaleza y substancia de la Carne[de Cristo]...; de modo semejante el vino se convierte verdadera y esencialmente enaquella Sangre, que man por la lanza del soldado.... Y despus en el Snodo Placentino(ao 109) se dijo: que el pan y el vino, cuando se consagran en el altar, se conviertenenel Cuerpo y en la Sangre del Seorno slo de un modo figurado sino tambinverdadera yesencialmente. Berengario entendi que las palabras de la frmula romana seconvierten substancialmente significan en el pensamiento de la Iglesia el cese de la

    substancia de pan y de vino y la accin de poner el Cuerpo y la Sangre de Cristo, aunqueel mismo de un modo consciente desvi aquellas palabras a otros sentidos para tratar desacar a flote su hereja.

    b) INOCENCIO III CD 414 y 416). Aqu se lee por primera vez en un documento pontificiola palabra transubstancial, la cual juntamente con la palabra transubstanciacin yaera muy frecuentemente usada por la 'teologa a partir de la mitad del siglo XII.

    c) El Concilio IV de LetrnCD 430) usa la palabra transubstanciados.

    d) Concilio II de Lion: en la profesin de fe de Miguel Palelogo CD 465) se dice se

    transubstancia verdaderamente. Esta profesin de fe, que es casi la misma frmulaenviada a Constantinopla por Clemente IV, consta de dos partes. La primera (desde elcomienzo hasta esta es la verdadera fe...) coincide con el smbolo de la fe de Len IX

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    (D-343-348). La segunda se aade a causa de los nuevos errores. El valor dogmtico deesta definicin de fe, aunque no admitido por algunos en el Concilio Vaticano I,ciertamente est fuera de toda duda y fue reconocido por los Padres del mismo Concilio.

    e) Contra Wicleff el Concilio de Constanza CD 581). Esta primera proposicin fuecondenada por los calificadores y ya antes como hertica.

    f) El Concilio Florentinoensea la doctrina de la Iglesia Romana en el decreto dado a losarmenios (D 698) y en el decreto referente a los jacobitas CD 715).

    101.- 2. El Concilio Tridentino sesin 13 cn. 2 y c.4 CD 884 y 877). El error tercero,presentado al examen de los' telogos menores, fue: En la Eucarista ciertamente estnel Cuerpo y la Sangre de nuestro Seor Jesucristo, pero juntamente con la substancia depan y de vino, de tal modo que no haya transubstanciacin, y se cita expresamente aLutero. Esta fue la ocasin del canon.

    a) En el canon se ensean tres casas: desaparece la substancia de pan y de vino, de los

    cuales quedan slo las especies; esto se realiza por la conversin de una substancia enotra substancia; esta conversin se denomina de modo muy adecuadotransubstanciacin. Po VI ensea en contra de los pistorienses (D 1529) que no essuficiente admitir el cese de la substancia de pan y de vino, sino que debe retenerseadems absolutamente la verdad de la conversin, ms an incluso la palabra misma detransubstanciacin. De donde la expresin y negare debe entenderse o negare. Sinembargo por lo que se refiere al dogma es suficiente la nocin corriente de conversin yno hay por qu hacer hincapi en todas las condiciones de una ulterior elaboracincientfica; ya que consta que el Concilio en este asunto no quiso dirimir las cuestionesescolsticas.

    b) En el captulo cuarto, adems de lo que hay en el canon, se ensea la fuente de estadoctrina, que se encuentra en las palabras de la institucin eucarstica.

    Vase adems la profesin tridentina de fe (D 997).

    3. Despus del Concilio Tridentinohay que hacer mencin de la condena por PIO XII delreciente error acerca de la necesaria correccin de la doctrina sobre la transubstanciacin(D 3018).

    102.-De donde la doctrina de la Iglesia es sta:

    a) El Cuerpo y la Sangre de Jesucristo se hacen presentes en la Eucarista de tal modoque en ella- no permanece la substancia de pan ni la substancia de vino.

    b) La substancia de pan y la substancia de vino no permanecen porque se convierten enel Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo.

    c) De donde el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo comienzan a ser presentes en laEucarista: en virtud de una verdadera conversin, cuyos dos extremos son el pan y elvino por una parte, y el Cuerpo y la Sangre de Cristo por otra.

    d) Esta conversin se denomina de una modo muy apropiado transubstanciacin; sinduda porque se cambia de toda la substancia del pan y del vino a toda la substancia delCuerpo y de la Sangre de Jesucristo.

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    e) Esta doctrina se desprende de la verdad de las palabras de la institucin.

    Valor dogmtico. El hecho de la transubstanciacin, a saber el cese de toda lasubstancia de pan y. de vino y su conversin en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo,es de fe divina y catlica definida. Y es doctrina catlica que hay que retener como muy

    apropiada la palabra misma de transubstanciacin.

    103.- Prueba de la sagrada Escritura. Por las palabras Esto es mi Cuerpo; Este es elcliz de mi Sangre.

    a) Una vez realizada la consagracin, ya no hay substancia de pan ni de vino; elpronombre esto

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    substancia) ; queda algo comn del trmino a quo total y del trmino ad quem total

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    hecho de que el pan se convierte en El mismo; luego debe darse tal conversin; -es asque si se da esta conversin, ya no hay pan; luego...

    La menor. Aquello que ya existe, no empieza a estar en alguna parte a no ser o bien porun movimiento local o bien por conversin; es as que el Cuerpo de Jesucristo, que yaexiste en el cielo, no puede estar presente en la Eucarista por un movimiento local; luego

    lo est por conversin.

    La menor subsiguiente. Lo que se: convierte en: otra cosa, una vez realizada laconversin, ya no existe; pues esto es convertirse en otro.

    Acerca del valor de este argumento y de su sentido en Sto. Toms, no todos los telogosestn de acuerdo.

    109.- Objeciones. 1. El pronombre esto puede designar solamente el Cuerpo deJesucristo, aunque se d al mismo tiempo la substancia de pan, porque puede prescindirde sta; luego por el hecho de que el pronombre esto designe solamente el Cuerpo de

    Jesucristo no se sigue que est ausente la substancia de pan.

    Respuesta.Niego el antecedente, porque el pronombre esto designa todo lo que haybajo las especies visibles.

    2. El pronombre esto no designa los accidentes de pan, aunque se den juntamente conel Cuerpo de Jesucristo; luego a par tampoco designa la substancia de pan, aunqueest juntamente con el Cuerpo de Jesucristo.

    Respuesta.Niego Ia paridad, porque los accidentes no son aquello que se designa por elpronombre, sino aquello bajo lo cual se designa la substancia; por el contrario lasubstancia de pan, si estuviera, podra ser designada enteramente por el pronombre,puesto que es una substancia. As cuando decimos esto es dulce, el pronombre nodesigna el color o la cantidad de aquella cosa que es dulce, sino solamente la substanciaque se dice dulce y est bajo un determinado color y una determinada cantidad.

    3. Los Padres dice el pan se hace Cuerpo de Cristo; luego del mismo modo podramosdecir con verdad el pan es el Cuerpo de Cristo; luego se mantiene la identidad entre elsujeto y el predicado, aunque permanezca la substancia del pan,

    Respuesta. Concedo eI antecedentey niego el primer consiguiente. Pues la cosa que se

    hace otra cosa, en el trmino de este movimiento cesa de ser lo que era antes del mismomovimiento. As cuando digo el agua fra se hace caliente en el trmino de esta accinde calentarse el agua deja de ser fra. De donde si el pan se hace el Cuerpo deJesucristo, deja de ser pan. Hay que confesar no obstante que la expresin msapropiada sera no el pan se hace el Cuerpo, sino del pan se hace el Cuerpo, comoensea Sto. Toms, 3 q.75 a.8. Y este es el verdadero sentido de aquella expresin delos Padres.

    4. Es propio de la esencia de la conversin el que permanezca un sujeto comn a ambostrminos; es as que en la transubstanciacin no permanece este sujeto comn; luego latransubstanciacin no es verdadera conversin.

    Respuesta. Distingo la mayor. Es propio de la esencia de la conversin formal

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    distingo: es propio el que permanezca algo comn, pase la mayor; el que permanezca elsujeto propiamente dicho, niego la mayor y contradistngo la menor. No permanece elsujeto comn propiamente dicho, concedo la menor; no permanece nada comn, niego lamenor e igualmente distingo la consecuencia. No es una verdadera conversin forma,concedo la consecuencia; no es una verdadera conversin simplcita, niego laconsecuencia,

    110.- Escolio. De algunas falsas explicaciones de la transubstanciacin Antes de queentremos en una explicacin ms ntima de la transubstanciacin, hay que presentar unasexplicaciones que no pueden sostenerse en catlico, porque no salvan los elementosmismos del dogma ya probado.

    a) Explicacin de Durando. La conversin eucarstica, segn l, se explica por el hecho deque, permaneciendo la misma materia, se corrompe la forma del pan y del vino y en vezde ella le substituye la forma del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo. Esta teora no salvala verdad de la transubstanciacin; porque segn la cual en realidad no desaparece algode la substancia de pan y de vino, a saber la materia. De aqu que, por lo menas, hay que

    decir que es un error en materia de fe.

    b) Explicacin de Rosmini. As como el alimento se transubstancia verdaderamente ennuestra carne y en nuestra sangre porque se hace trmino de nuestro principio quesiente, del mismo modo el pan y el vino se transubstancian porque se hacen trmino delprincipio que siente de Jesucristo y son santificados por la vida de El mismo (D 1919s).Esta teora, condenada por Len XIII, no salva la conversin de toda la substancia de pany de vino en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo.

    c) Explicacin de Descartes. As como con la transubstanciacin del alimento permanecenlas mismas partculas numricamente pero son informadas por el alma, as en laEucarista el pan y el vino se dice que se transubstancian porque las partculas de pan yde vino, quedando numricamente las mismas, comienzan a ser informadas de un modomilagroso por el alma de Cristo. Est claro que en esta teora permanecen la substanciade pan y de vino en contra del dogma catlico

    Todas estas explicaciones, que mantienen algo de pan, no parece que puedancompaginarse con la doctrina tridentina: permaneciendo solamente las especies. Unaantigua teora, sacada a luz de nuevo recientemente (aunque por diverso motivo), segnla cual cuando la substancia de pan se convierte en el Cuerpo de Jesucristo, permanecela existencia de pan, parece todava menos conforme con la misma definicin tridentina.

    111.- d) Explicacin de Bayma. Puesto que la ndole formal de substancia es ser en s yno ser sustentada actualmente en otro, si en alguna parte esta ndole formal desaparece,por ello mismo deja de ser substancia. Por consiguiente en la Eucarista Cristosubstancialmente presente sustenta la naturaleza de pan y de vino, la cual por el hechomismo de ser sustentada en otro deja de ser substancia, aunque no experimente enrealidad ningn cambio. As pues se mantiene toda la naturaleza de pan y de vino, estoes, la materia y la forma; pero ya no es substancia. Ms bien hay que decir, que lanaturaleza de pan y de vino tienen en la Eucarista ndole de accidente sobrenatural. Estateora pretende mantener la definicin tridentina, deja de ser substancia de pan, slopermanecen los accidentes; sin-embargo mantiene la definicin tridentina de palabra, no

    de hecho, ya que en..esta ,teora en realidad permanece el pan y el vino, De aqu que nopuede admitirse a la luz de la doctrina catlica (D 1843ss).

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    e) Explicacin de Sanders. Debe mantenerse en pie la doctrina tridentina permaneciendosolamente las especies. Pero despus de la consagracin permanece la materia primade pan y de vino juntamente con los accidentes y a este compuesto el Concilio lo llamaespecies. La materia, determinada de este modo por los accidentes, exige serinformada por la forma substancial de Cristo. Sin embargo: puesto que esto no puede ser,se suple esta informacin ya que, las especies (esto., es la materia de pan y de vino

    juntamente con los accidentes) existen ya par la existencia del Cuerpo de Cristo.Tampoco esta teora, que tiene otros muchos inconvenientes, salva de hecho la doctrinadel Tridentino; parque segn esta doctrina no queda nada de pan, sino slo losaccidentes; luego tampoco la materia de pan.

    II. DE LAS ESPECIES EUCARISTICAS

    112.- El Concilio Tridentino, cuando ensea la conversin total de la substancia de pan yde vino en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo, afirma que sin embargo, permanecenlas especies de pan y de vino. Al tratar ahora esta cuestin, debemos decir que hay treselementos que conciernen a la doctrina de la Iglesia

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    En el siglo XII en la escuela de Abelardo algunos sostuvieron que los accidentes de pan yde vino permanecan en el aire despus de la consagracin.

    WICLEFF sostuvo que los accidentes no permanecan sin sujeto despus de laconsagracin. Y esto como consecuencia de su negacin y de la transubstanciacin y dela presencia real. Ms an para l tal existencia de los accidentes sin sujeto de inhesin

    es imposible, incluso con el poder absoluto de Dios.

    Algunos cartesianos. A finales del siglo XVII y en el siglo XVIII algunos telogos,pretendiendo explicar la Eucarista segn las teoras del cartesianismo, y por ello mismoencontrando una dificultad enorme a causa de la identidad cartesiana entre la esencia delcuerpo y su extensin actual, se dividieron en estas dos tendencias, las cuales ya hababosquejado el mismo Descartes, Unos sostuvieron que las especies eran meramenteintencionales, a saber sensaciones subjetivas producidas en nosotros por Dios o por elCuerpo de Jesucristo, de tal modo que nos parezca que permanecen las mismas quehaba antes de la consagracin. As MAIGNAN, SAGUENS, NAJERA entre los Mnimos.Otros por el contrario sostuvieron que las partculas del pan son informadas mediante la

    consagracin por el alma de Jesucristo y que de este modo se convierten en el Cuerpo deJesucristo, en el cual por tanto son especies. As DESGABBETS, FOUQUET, LEGALLOIS entre los Benedictinos; CALLY, VARIGNO, y otros.

    Segn los PP. S.I. TONGIORGI y PALMIERI, las especies son fenmenos, nociertamente puramente subjetivos, sino objetivos; sin embargo no son entitativamente lasmismas que eran antes, sino en cuanto a los efectos. Desaparecida la substancia de pan,Dios hace que en el lugar donde antes estaba esta substancia y dentro de los mismoslmites, se d una resistencia del mismo modo como la realizaba la substancia de pancuando estaba. De este modo permanecen los mismos fenmenos objetivos (en cuantoque proceden de una causa que existe en la realidad fuera de los sentidos). Ahora bienest claro que esta identidad no es entitativa sino sensible.

    SANDERS propuso una nueva concepcin de las especies. Las especies, segn l, sonun cierto compuesto de la materia de pan (o de vino) y de los accidentes. Los accidentesdeterminan una materia de suyo indeterminada. Y la materia determinada de este modomediante los accidentes exige verdaderamente ser informada por la forma substancial deCristo. Esta exigencia no se cumple en realidad (porque no puede cumplirse a causa delactual estado glorioso del Cuerpo de Jesucristo); sin embargo es la razn de por qu lamateria de pan existe por la existencia de Jesucristo y de por qu conserva susaccidentes.

    115.- Doctrina de la Iglesia. INOCENCIO III, al proponer la doctrina de la IglesiaRomana, habla de las especies (D 414), las cuales son visibles (D 415), y del mismomodo de los accidentes (D 416).

    El Concilio IV de Letrndice que el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo estn contenidosverdaderamente bajo las especies de pan y de vino (D 430); este modo de hablar suponeevidentemente que las especies son algo objetivo.

    El Concilio de Constanza condena el error de Wicleff (D 582). Esta proposicin estacondenada como distinta de la proposicin 1. ; lo cual puede probarse histricamente con

    certeza por las enseanzas de Wicleff mismo y por las dos censuras de los telogos delConcilio. Por consiguiente hay que defender segn la doctrina catlica la permanencia delos accidentes de pan y de vino sin sujeto. Sin embargo no consta por el Concilio mismo

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    con qu censura est condenada aquella proposicin (vase D 661); aunque por lascondenas precedentes del mismo Wicleff o por las censuras citadas de los telogos hayque decir que est condenada por lo menos como errnea. Muchos telogos antiguossostuvieron que esta proposicin haba sido condenada como hertica.

    El Concilio Tridentino en la sesin 13 cn.2 (D 884) dice que se realiza la

    transubstanciacin permaneciendo solamente las especies. Estas especies, quequedan solas, no son otra cosa sino los accidentes sin sujeto, los cuales se encontrabanen la doctrina unnime de la Iglesia desde el siglo XIII. Acerca de esto no parece quepueda histricamente dudarse. La permanencia de las especies se ensea tambin demodo cierto en aquel canon. Sin embargo no es cierto el que esto se defina en l, aunqueno faltan razones que aboguen ms bien por esto.

    La realidad objetiva de las especies se supone siempre en el modo de hablar del Concilio.As el Cuerpo de Cristo existe bajo la especie de pan (D 876), las especies tienen partesque pueden separarse (D 885), las especies son signos visibles

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    escuela de Abelardo. As en el Comentario del Maestro se expresan S. ALBERTO, STO.TOMAS, S. BUENAVENTURA, ESCOTO.

    b) Los nominalistaspor encontrarse con una gran dificultad al admitir la distincin real dela cantidad respecto de la substancia, proponen la teora de las especies intencionales(HOLCOT, PEDRO DE ALIACO); sin embargo no se atreven a defenderla a causa de la

    clara doctrina de la Iglesia.

    c) Tan pronto como aparecen las enseanzas de Wicleff los telogos tienen estasenseanzas como contrarias a las determinaciones de la Iglesia. Ahora bien estas teoras,rechazadas muchas veces por el Magisterio Eclesistico, son condenadas definitivamentepor el Concilio de Constanza.

    d) Desde entonces hasta Descartes la doctrina de los accidentes que quedan sin sujetono solamente la defienden los telogos de todas las escuelas como conexionada con eldogma, sino que es tenida en general como doctrina de fe (TOLEDO, VALENCIA,SUAREZ, BECANO, LUGO, VAZQUEZ, y otros).

    e) Los intentos de explicacin propuestos por los cartesianos unos ciertamente fueronrechazados inmediatamente por los telogos ya que no salvaban la verdad de latransubstanciacin, en cambio otros solamente porque no salvaban la objetividad de lasespecies. De forma que fueron elucubrados nuevos sistemas para defender estaobjetividad, dentro de las teoras de la fsica ms reciente (Tongiorgi, Palmieri).

    f) Pero tambin estos ltimos sistemasfueron rechazados comnmente por los telogos,ya que no salvaban suficientemente la doctrina de los Concilios de Constanza y deTrento, segn puede determinarse por las circunstancias histricas.

    Es as que todos hechos, a lo largo de tantos siglos, despus de tantas dificultades,incluso habiendo cambiado la concepcin filosfica, prueban muy bien que lapermanencia objetiva de las especies de pan y vino sin sujeto est conexionada con eldogma; ya que tal y tan grande tradicin teolgica no podra explicarse de otro modo;luego consta no slo que se da consentimiento teolgico , sino que este consentimientoes verdaderamente dogmtico.

    118. Objeciones. 1. Admitida la tesis, habra que admitir accidentes que existen sin sujetode inhesin; es as que esto no puede admitirse; luego la tesis es falsa.

    Respuesta. Distingo la mayor. Que existen sin exigencia de sujeto de inhesin, niego lamayor; que existen sin actual sujeto de inhesin, subdistingo: sobrenaturalmente, concedola mayor; naturalmente, niego la mayor. Y contradistingo la menor. No pueden admitirseaccidentes sin exigencia de sujeto de inhesin, concedo la menor; no pueden admitirseaccidentes sin actual sujeto de inhesin, subdistingo: naturalmente, concedo la menor;sobrenaturalmente, niego la menor.

    2. Es as que implica contradiccin un accidente sin sujeto actual de inhesin; pues esteaccidente debera ser sustentado por Dios; es as que no puede ser sustentado por Dios;luego implica contradiccin tal accidente.

    Respuesta. Distingo la mayor. Debera ser sustentado por Dios en el gnero de causamaterial, niego la mayor; en el gnero de causa eficiente, concedo la mayor ycontradistingo la, menor. Implica contradiccin que un accidente sea sustentado por Dios

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    en el gnero de causa material, concedo la menor; en el gnero de causa eficiente, niegola menor. A saber Dios no puede ser sujeto de inhesin para aquellos accidentes, porquetal sujeto queda modificado por los accidentes que se adhieren a l, lo cual implicacontradiccin respecto a Dios que es inmutable. Sin embargo Dios, en el otro gnero decausa, a saber de causa eficiente, suple aquello mismo que hara una substanciasustentando a los accidentes como verdadero sujeto de inhesin.

    3. Pero la tesis supone que la cantidad se distingue realmente de la substancia; es asque esto no queda probado en la fsica moderna; luego la tesis no puede admitirse ahora.

    Respuesta. Concedo la mayor y distingo la menor. Esto es, la fsica moderna no pruebapositiva y evidentemente la distincin de la cantidad respecto de la substancia, concedopase la menor; esto es, la fsica moderna prueba positivamente que impliquecontradiccin tal distincin real, niego la menor e igualmente distingo la consecuencia. Nodebe admitirse la tesis, si la fsica moderna no puede probar aquella distincin real, niegola consecuencia; si la fsica moderna probara positivamente que no se distinguerealmente, concedo la consecuencia pero niego el supuesto. Sea lo que quiera acerca de

    la fsica bien la ms reciente o bien la antigua, de nuestra tesis se sigue que la doctrinacierta de la Iglesia exige la real distincin de la cantidad respecto de la substancia. Portanto una vez supuesto esto, es imposible que la ciencia fsica pruebe verdaderamentejams el que implique contradiccin o el que no se d esta distincin real.

    119.- Escolio 1. Acerca de la explicacin escolstica. Hemos visto en la tesis qu es loque hay que sostener segn la doctrina de la Iglesia en el tema de las especieseucarsticas. Una explicacin ms ntima de este hecho puede investigarse libremente,con tal que queden a salvo los elementos anteriormente indicados.

    La mejor explicacin se encuentra en la teora escolstica de los accidentes absolutos.Segn esta teora las especies son o bien cantidad o bien cualidades. Estas cualidadesestn fundadas inmediatamente en la cantidad y en ella se encuentran como en sujeto deinhesin. En cambio la cantidad, realmente distinta de la substancia corprea, puede estarseparada de ella y existir separada por el poder divino sin sujeto alguno de inhesin. Portanto en la transubstanciacin, faltando la substancia de pan, permanece la mismacantidad numrica de pan, supliendo Dios la causalidad material de la substancia (elsujeto de inhesin) por medio de su causalidad eficiente. Esta cantidad, conservada as,es a manera de sujeto de inhesin de otros accidentes o cualidades. Ahora bien laproposicin condenada de Wicleff no debe entenderse de otro modo,. ya que consta queas la entendieran los telogos del Concilio de Constanza: Esto es falso y errneo y

    entendido de modo universal tiene sabor a hereja, esto es, si se entiende de todos ycada uno de los accidentes, entre los que est ciertamente la cantidad que permanece sinsujeto de inhesin.

    Sin embargo esta explicacin escolstica, aunque es la mejor y debe aceptarseabsolutamente, la doctrina de la Iglesia no la impone. Pues pueden darse otrasexplicaciones, que salven de otro modo aquellos tres elementos dogmticos. As porejemplo la teora dinmica del Cardenal Franzelin, segn la cual despus de latransubstanciacin permanece la misma resistencia y atraccin que haba antes en elpan, como acto transente conservado par el poder de Dios. Esta teora tiene unadificultad filosfica al explicar la permanencia de la accin transente sin el sujeto; pero

    teolgicamente salva lo que hay que salvar.

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    Recientemente se ha discutido acerca del sentido en que debe interpretarse el trminosubstancia cuando se trata de la transubstanciacin. Est claro que la substancia depanes un cierto conjunto de substancias. De donde se ve, segn el dogma, que, en latransubstanciacin todo el conjunto de aquellas substancias: que constituyen el pan y elvino, se convierten totalmente en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo, permaneciendolas especies de aquellas substancias, Pera se pregunta ulteriormente, si aquella

    substancia debe entenderse slo metafsicamente, como algo distinto de la realidadfsica que indica naturalmente las especies sensibles (COLOMBO), o por el contrariofsicamente, en cuanto es esta realidad misma (SELVAGGI). En la primera hiptesis todoaquello, que puede alcanzarse por medio de la ciencia fsica, permanece enteramente.Sin cambio en la transubstanciacin, habiendo cambiando slo la substanciametafsica; en la segunda hiptesis la transubstanciacin es realmente un cambio de larealidad fsica misma, permaneciendo solamente las especies. En verdad, prescindiendode las cuestiones conexas, sobre el modo de hablar sobre el objeto y la posibilidad de laciencia fsica, parece ms probable la concepcin fsica de substancia.

    120. Escolio 2. Acerca de la actividad de las especies. Las especies consagradas tienen

    la misma actividad de la que gozaban antes de la consagracin, experimentan la mismaalteracin y corrupcin, nutren del mismo modo. Ahora bien para nutrir debencorromperse; y una vez que se han corrompido las especies y ya no contienen el Cuerpode Jesucristo, se produce connaturalmente aquella misma substancia que se hubieraproducido debajo de las especies si no hubiera tenido lugar la transubstanciacin.

    121.- Escolio 3. De la relacin entre las especies y el Cuerpo de Cristo. Segn el modode hablar de la Iglesia, como hemos visto, el Cuerpo de Cristo existe bajo las especies, yes contenido bajo las especies. Se da por tanto una relacin de presencia y de contenido.Est claro que hay que negar cualquier unin fsica formal, bien substancial (la cualimplica contradiccin entre la substancia y los accidentes), bien accidental (la cualsupondra, en contra de la doctrina de la Iglesia, que los accidentes estn en l Cuerpo deCristo como en sujeto de inhesin). Por tanto el Cuerpo de Jesucristo no se rompe, no estriturado por los dientes, no es masticado. Este ltimo modo de hablar parece que seafirma en la profesin de fe de Berengario el ario 1059 en el Concilio Romano. Ahora bienall se trata slo de expresar la presencia real de Jesucristo sin ninguna ambigedadposible. De aqu ciertas expresiones tal vez demasiado reales, las cuales sin embargoexpresan el sentido verdadero. As entendieron aquella frmula los contemporneos.

    Por consiguiente aquella presencia y contenido de Jesucristo bajo las especies pareceque debe explicarse principalmente por una cierta accin del Cuerpo de Jesucristo, por la

    que conserva los accidentes de pan y de vino supliendo la sustentacin en el gnero decausa eficiente. Hay quienes piensan que esto solo no es suficiente; sino que se requiereadems una como ligadura del Cuerpo de Jesucristo a las especies, esto es, un estadoindisoluble de presencia ntima; el cual surge de una fuerza dada por Dios a las especiespara llevar consigo ntimamente el Cuerpo de Jesucristo. Sin embargo a otros no lesparece que sea esto necesario.

    Vase en Surez cmo y en qu grado pueden predicarse del Cuerpo de Cristo loscambios de las especies.

    III. DE LA NATURALEZA DE LA TRANSUBSTANCIACION

    122.- Segn la doctrina de la Iglesia consta que la transubstanciacin lleva consigo noslo la presencia del Cuerpo de Jesucristo y la accin de cesar la substancia de. pan, sino

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    adems tambin una conversin. Ahora bien esta conversin no puede explicarse comolas otras conversiones naturales, las cuales son conversiones formales; en las cualespermanece el sujeto y se cambian las formas. En efecto en esta singular conversin hayesto de especial, el que el sujeto no permanece, ya que la conversin es substancial, estoes, de una substancia toda entera en otra substancia toda entera. De aqu que al explicarla transubstanciacin parece que debe establecerse una especial dificultad sobre todo en

    el nexo necesario entre el trmino a quo y el trmino ad quem. Se aade ademsuna nueva dificultad por el hecho de que en la transubstanciacin el trmino ad quempreexiste ya a la conversin misma y no es hecho simplemente por ella.

    Se ha intentado un gran nmero de soluciones, cuyas tendencias fundamentales pareceque pueden reducirse a stas, que siguen.

    123.- I. Teoras. 1. Teora de la aniquilacin. La substancia de pan se aniquila y lasubstituye bajo los mismos accidentes el Cuerpo de Jesucristo. Esta teora, queequivocadamente se atribuye a Escoto, no mantiene el concepto de conversin. En efectola sola suspensin de la accin conservadora (en la cual consiste la aniquilacin

    propiamente dicha> no est ordenada a la accin de poner el Cuerpo de Jesucristo; sin lacual ordenacin no se salva la conversin.

    2. Teora de la reproduccin. As la expone SUAREZ: a) En la transubstanciacin se dauna accin real, que versa acerca del Cuerpo de Jesucristo, en cuanto que por ella elCuerpo de Jesucristo se constituye bajo las especies. Esta accin en realidad penetra dehecho el ser substancial en el. Cuerpo de Jesucristo y de: aqu que es una accinsubstancial; la cual se dice ahora: que es a manera de conservacin, porque por otraparte se supone que el Cuerpo de Jesucristo ya existe en otro lugar. Y de este modoaquella accin podra decirse la produccin suficiente del trmino, si ste no estuviera enotro lugar; ms ahora de hecho slo tiene la naturaleza de conservacin. Por ltimo estaaccin no es un cambio propiamente dicho, sino slo una accin o dependencia real.

    b) Se da adems otra accindistinta, positiva y real, por la que los accidentes del pan seseparan de la substancia y quedan constituidos per se (por ello mismo). Esta accinper se realiza en primer trmino en los accidentes un nuevo modo de existir per se,el cual implica contradiccin formal con la inherencia actual y con la unin de losaccidentes en el sujeto. Y por ello en virtud de esta accin quedan separados estosaccidentes de su sujeto. Ahora bien separados los accidentes de la substancia, sta por lanaturaleza de la cosa cesa naturalmente de ser; porque de este modo desaparecen lasdisposiciones necesarias para conservar la unin de la forma con la materia; y por ello al

    instante se deshace aquella unin y consiguientemente deja de existir la formasubstancial que depende de la materia; y al no introducirse una nueva forma, enconsecuencia deja de existir la materia, que no puede darse sin forma. Ahora bien estaaccin de cesar la substancia del pan de ningn modo es aniquilacin; ya que se realizaen virtud de una accin positiva o fsica, no por una simple suspensin del concurso deDios.

    c) Entre ambas acciones se da una conexin no fsica sino solamente por institucindivina. A saber, una est ordenada a la Otra y se realiza a causa de esta otra segnintencin del agente; puesto que las palabras no tienen fuerza para poner un trmino sinorechazando a otro; y ya que no puede ser rechazado este otro trmino a no ser por una

    accin distinta, por ello una accin no puede obrar a no ser presentando otra o en orden aotra. Y por ello se trata de una verdadera conversin. As se expresan LESIO, ARRIAGA,PICCIRELLI, FRANZELIN, PUIG.

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    124.-3. Teora de la aduccin. La expone S. BELARMINO del siguiente modo: a) El panen la sagrada Eucarista no se aniquilapor que la aniquilacin se dirige a la nada; encambio la accin por la que el pan deja de ser, no se dirige a la nada, sino al Cuerpo deJesucristo.

    b) Sin embargo para una verdadera conversin no se requiere que se produzca de nuevoun trmino ad quanti);es suficiente que un trmino substituya a otro, bien se produzcaentonces aqul, bien sea trado de otra parte, o bien suceda de otro modo. De aqu queen la Eucarista, puesto que el Cuerpo de Cristo preexiste antes de la conversin pero nobajo las especies, la conversin solamente hace que empiece a estar bajo las especies.

    c) Esta accin se llama aductivaporque hace sin un movimiento local el Cuerpo de Cristo,que antes slo estaba en el cielo, est tambin bajo las especies; no slo por una simplepresencia o coexistencia, sino tambin por una cierta unin, cual es la que se da entre lasubstancia de pan y entre los accidentes, exceptuada la inherencia.

    d) Esta accin, en cuanto es conversiva, es recibida en el pan; en cuanto es aductiva, esrecibida en el Cuerpo mismo de Jesucristo. Por consiguiente Jesucristo en tanto no secambia, en cuanto no pierde nada; pero se cambia ciertamente en cuanto adquiere algoque no tena, a saber el ser sacramental.

    De este modo se expresaron ya en tiempo anterior ESCOTO y TOLEDO; tambinVAZQUEZ, PESCH y LERCHER.

    125.- 4. Teora de la constitucin de Cristo bajo las especies. Esta teora no es sino unamayor aclaracin de la precedente, sin recurrir al nombre de aduccin: As la expone, elCardenal Lugo:

    a) En la transubstanciacin se da una sola accin la cual se llama acertadamenteconstitutiva de Cristo bajo las especies, connotando la accin de cesar la substancia depan.

    b) Esta accin (la cual, en cuanto conversin, tiene como trmino formal el Cuerpo deCristo; sin embargo en cuanto produccin, tiene como trmino producir la unin delCuerpo. de Cristo con los accidentes) realiza. la unin: del Cuerpo de Cristo con losaccidentes1 Esta unin lleva consigo dos cosas. En primer lugar la funcin substancialde sustentar los accidentes en el gnero de causa eficiente, no material; y esto quiere

    decir el que el Cuerpo de Jesucristo sea el soporte de los accidentes. Lo segundo es unacierta ligadura del Cuerpo de Cristo a los accidentes; la cual es una fuerza, por la que losaccidentes pueden por obra de Dios llevar consigo el Cuerpo de Cristo a dondequiera quesean llevados dichos accidentes.

    c) Una vez puesta aquella funcin substancial de ser soporte de los accidentes, por ellomismo por la naturaleza de la cosa cesa la substancia de pan, ya que sta se ve privadade su funcin substancial; en otro caso se dara una doble causalidad adecuada acercadel mismo efecto, aunque sera en un doble gnero de causa.

    1 Fijmonos que aquella nica accin, en cuanto es conversin, es substancial porque su trmino formal esla substancia del Cuerpo de Cristo; en cambio en cuanto es produccin, no hay por qu llamarla substancial.Por consiguiente es una conversin substancial, pero no es una accin substancial; ms an en su entidades totalmente accidental.

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    d) De donde se da verdaderamente conversin; porque cesa la substancia de pan por laaccin de poner el Cuerpo de Jesucristo bajo los mismos accidentes y en orden a lamisma funcin substancial, que realizaba antes la substancia de pan.

    e) Por tanto no se da aniquilacin: porque la accin de cesar la substancia de pan notiende a la nada sino a algo, a saber al Cuerpo de Cristo en el cual se convierte.

    As tambin se expresaba recientemente MANYA.

    126.- 5. Teora de la simple conversin. As la expone BILLOT: a) La transubstanciacinno es la destruccin de una substancia y la substitucin de otra por la va de lareproduccin o de la aduccin; sino que es una accin simple, por la que Dios (el cual,como autor del ente, domina en todo ente) cambia inmediatamente todo lo que de entidadhay en la substancia de pan en aquello que hay de entidad en la substancia del Cuerpode Cristo.

    b) El sujeto de esta accin es solamente el pan, de ningn modo Jesucristo, el cualpermanece sin cambio alguno. Jesucristo nada padece, nada recibe, no se repliega; se

    hace presente donde antes no estaba, por el solo hecho de que en virtud de la conversinlos accidentes de pan adquieren el hbito real de contener el Cuerpo de Cristo.

    c) Nada deja de ser por la va de la aniquilacin, sino por la va de la conversinpropiamente tal de una substancia individual en la substancia individual del Cuerpo deCristo.

    Esta teora es presentada como una autntica vuelta al genuino pensamiento de STO.TOMAS y de los grandes Escolsticos del siglo XIII. Esta misma teora la siguen muchosautores ms recientes, como DE LA TAILLE, D'ALS, LEBRETON, LEPICIER, VANHOVE, VAN NOORT, ALASTRUEY, FILOGRASSI, GARRIGOU, LAGRANGE, PIOLANTI.

    127. II. Nuestra sentencia. En un asunto verdaderamente muy difcil, vamos a exponerbrevemente qu es lo `que nos parece ms acertado.

    a) La teora de la conversin parece que no expresa mas que el dogma de latransubstanciacin, cuya explicacin es por la que ahora preguntamos; sin embargoparece que no da una ulterior investigacin escolstica. Responden que por esta teora sedice absolutamente ms que lo que se enuncia en el dogma, puesto que la teora excluyeexpresamente la aniquilacin, la aduccin y la reproduccin. Esto sin duda es verdad,pero se pregunta precisamente cul es aquella accin conversiva, en la cual todos

    admitimos que es conversiva y la cual se dice que no es reproductiva o aductiva oconstitutiva bajo las especies. A saber esto es lo que se pregunta, cul es el nexointrnseco por el que, cesando la substancia de pan, se pone el Cuerpo de Jesucristo.

    Adems no se comprende suficientemente, cmo el Cuerpo de Jesucristo en virtud deesta accin empieza a estar donde no estaba, sin que tal accin se dirija de ningn modoa ella. Este Cuerpo de Jesucristo empezara a tener una nueva relacin sin ningn nuevofundamento.

    Por ltimo esta accin nada obrara, nada producira; lo cual parece que implicacontradiccin. Y si se dice que esta accin no hace otra cosa sino convertir, esto es

    precisamente lo que se pregunta, qu es convertir una cosa en otra segn la substanciatoda entera.

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    128. b) Parece que debemos retener la unicidad de la accin. En efecto en el caso de unadoble accin, se explica menos la conversin propiamente dicha. Principalmente si laconexin entre ambas acciones es solamente extrnseca en virtud de la mera intencindivina.

    c) La accin sin duda se dirige al Cuerpo de Cristo. No ciertamente porque Cristo pierda

    algo, sino porque adquiere un nuevo modo de ser, a saber bajo las especies. Y no debedecirse en absoluto que esto vaya en contra del criterio de Sto. Tos. Pues afirma el SantoDoctor: es menester que esta conversin se dirija; al Cuerpo de Jesucristo, y por ello noes aniquilacin C4 d.11, a.2); la substancia del Cuerpo de Cristo, a la cual se dirige estaconversin, no recibe ms ni menos (3 q.75, a.?); porque la conversin del pan sedirige directamente a la substancia del Cuerpo de Cristo... (3 q.76 a.3 ); la conversin,que se realiza en este sacramento se dirige directamente a la substancia del Cuerpo deJesucristo (3 q.76 a.4).

    129.- d) Tal modo nuevo de ser de Jesucristo en la Eucarista entraa una nueva actitudrespecto a las especies; la cual no es una simple presencia en ellas, sino un a modo de

    estar contenido debajo de ellas. Esta actitud no parece que se explica de modoinadecuado mediante la funcin substancial de sustentar las especies en el gnero decausa eficiente. Por tanto Jesucristo se hace presente teniendo sin ningn movimientolocal todo lo que tendra mediante un movimiento local; y adems se da a Su Cuerpo elinflujo efectivo en los accidentesde pan, por el cual influjo se suple en cuanto al ser deaqullos lo que antes la substancia de pan realizaba en la lnea de verdaderasustentacin y de verdadera inherencia. Todo esto lo realiza la accin de latransubstanciacin.

    e) Pero puesto que, una vez realizado esto, la substancia de pan no puede estar bajo losmismos accidentes, desaparece la substancia de pan en virtud de la sola y misma accinde la transubstanciacin. La cual es verdadera conversin, porque bajo los mismosaccidentes cambia las substancias; no por una simple sucesin de substancias, sinopor la incompatibilidad de stas, causada por una sola accin.

    f) Esta admirable y singular accin, cuya ntima naturaleza no podemos penetrar, es tal ens misma que realiza todo esto porsu propia fuerza intrnseca, no por la mera intencindivina extrnseca. Ahora bien las palabras de la consagracin nos muestran que es, tal lanaturaleza intrnseca de esta accin; las cuales palabras, segn afirman, todas, expresanuna verdadera incompatibilidad de la substancia de pan con el Cuerpo de Jesucristobajo los mismos accidentes. Y puesto que aquellas palabras no slo son verdaderas, sino

    que tambin son activas, causan en realidad tal incompatibilidad. Y no hay ninguna raznpara negar que estas palabras causen esto por su propia fuerza, en cuanto que Dios, laseleva instrumentalmente.2

    130.- Se dice en contra del fundamento de esta explicacin: de este modo la substanciade pan no es aquello que pasa al Cuerpo, sino lo que es rechazado por el Cuerpo; luegono se da una verdadera conversin de pan en el Cuerpo de Jesucristo. Respondemos

    2 Tal vez no intenta otra cosa Surez. En efecto l mismo dice expresamente: Toda esta necesidad estfundada en la necesidad de las palabras (de la institucin), a la cual est acomodada la eficacia de estaspalabras; pues son palabras prcticas, las cuales tienen virtud de hacerse verdaderas en su significacin

    ms simple; y para esto fue necesaria la conversin substancial (en 3 q.50 s.8 n.5>. De donde la conexinno es meramente externa, sino por una virtud que tienen las palabras prcticas mismas. Por tanto si diceque para la razn de conversin no se requiere que la conexin sea intrnseca, trata acerca del poderabsoluto de Dios.

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    negando el antecedente. La substancia de pan es lo que pasa al Cuerpo de Jesucristo yaque, puesto el Cuerpo, la substancia de pan deja necesariamente de ser.

    Pero tal vez el objetante insista: de este modo se da la aniquilacin de la substancia depan. Respondemos que la substancia de pan no se aniquila con una aniquilacinpropiamente dicha, porque no deja de ser por una accin que tienda a la nada, sino por

    una accin que tiende a constituir el Cuerpo de Jesucristo bajo los mismos accidentes,bajo los que estaba la substancia misma de pan. Por otra parte puede admitirse que lasubstancia de pan es aniquilada con una aniquilacin impropiamente tal; en cuanto queen virtud de esa accin es causado tal modo de ser bajo los accidentes, que esincompatible con la permanencia de la substancia de pan, y por ello Dios retira su influjoque mantena a sta.

    Articulo IIIDel modo de la presencia real

    131.- Despus que hemos tratado acerca del hecho de la presencia real y hemos

    estudiado la accin por la que Jesucristo se hace presente en la Eucarista (la cual es unaaccin que constituye a Cristo presente bajo las especies que quedan de aquellasubstancia de pan y de vino que dejan de existir), preguntamos ahora cul es el modoespecial de esta presencia singular.

    TESIS 10. Jesucristo en la Eucarista est presente todo entero bajo las dosespecies y todo entero bajo cualquier parte de stas, tanto una vez hecha laseparacin cono antes de la separacin.

    132.- Nociones. JESUCRISTO TODO ENTERO, a saber Su Cuerpo y Su Sangrejuntamente con Su alma y dignidad. Jesucristo todo entero se entiende con una totalidadesencial e integral, del mismo modo que existe en el momento de la consagracin.

    Se dice que algo est PRESENTE BAJO LAS ESPECIES de una doble manera: a) envirtud de las palabras est presente todo lo que queda significado directa einmediatamente por las palabras de la consagracin y sin lo que las palabras no seranverdaderas; b) en virtud de la concomitancia est presente todo lo que no quedasignificado directa e inmediatamente por las palabras, sin embargo est realmente unidocon aquello que es puesto en virtud de las palabras As pues atendemos a la conexin enla cosa misma.

    Decimos que Jesucristo todo entero est realmente presente tanto en virtud de laspalabras como en virtud de la concomitancia.

    Se llaman ESPECIES el conjunto de accidentes sensibles, con los que se designannaturalmente el pan y el vino.

    Las PARTES resultan de la fraccin del pan o de la distribucin de la Sangre contenida enel cliz. ANTES DE LA SEPARACION, puesto que todava no son formalmente partes, seentiende que se pueden designar como partes en la sagrada hostia entera o en el cliz.

    133.- Doctrina de la Iglesia.El Concilio de Constanza (D 626) ensea que es de fe el

    que estn bajo cada una de las especies ntegros el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.

  • 8/2/2019 Teologa Vol IV Tratado III Lib II Misterio eucarstico

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    El Concilio Florentino en el decreto referente a los armenios, ensea la doctrina de laIglesia Romana, a saber, que Jesucristo todo entero est contenido bajo cada una delas especies, ms an, tambin est contenido bajo cualquier parte separada del pan ydel vino consagrados (D 698).

    El Concilio Tridentino en la sesin 13 cn, 1 (D 833) explica qu se entiende por

    Jesucristo todo entero. Lo cual se explica ms ampliamente en el c.3 (D 876). A saberen virtud de las palabras se entiende el Cuerpo y la Sangre; en virtud de la naturalconexin y concomitancia (a saber por la unin substancial de Cristo viviente), seentiende el Cuerpo y el Alma bajo la especie de vino, y la Sangre y el Alma bajo laespecie de pan; en virtud de la unin hiposttica se entiende la divinidad bajo ambasespecies. Por consiguiente esto significa J