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TEMA 71: REVOLUCIÓN CIENTÍFICO-TÉCNICA EN EL SIGLO XX. IMPLICACIONES EN LA
SOCIEDAD.
0. INTRODUCCIÓN.
John Bernal, en 1954 acuñó el término de “revolución científico-técnica” para designar el fenómeno
de transformación social producido por la Ciencia y la Técnica en el modo de vida de los seres humanos. Este
concepto tiene dos características muy destacadas:
1º. Ciencia y técnica tienden a identificarse cada vez más. Es muy claro que todo adelanto científico
repercute en la técnica y a la inversa sucede lo mismo. Hay una tecnificación de la ciencia, de manera que
instrumentos muy precisos han permitido avances importantes en las ciencias.
2º. Han cambiado radicalmente los procedimientos de análisis e investigación. Es impensable un
científico aislado que consiga resultados brillantes, como por ejemplo, con Kepler o Einstein. Ahora la
complejidad del conocimiento científico es tan grande que son necesarios equipos que abordan distintas
disciplinas y que están relacionados entre sí.
1. EVOLUCIÓN EN EL SIGLO XX DE LAS CIENCIAS Y LA TÉCNICA.
La Revolución científico-técnica arranca del siglo XIX, cuando se producen rupturas de concepciones
de siglos anteriores. A partir del siglo XIX, el conocimiento se especializa. Lo que implica esto es una
profundización teórica y práctica muy grande en cada rama del saber científico. Y todo ello es debido a tres
factores: 1º. El Empirismo inglés, con Hume y Newton; 2º. El Positivismo francés, con Comte; 3º. El interés
de la industria porque se llegue a resultados prácticos y técnicos. Con ello, Ciencia y Técnica se acercan más.
A lo largo del siglo XX observamos una aceleración de los hallazgos científicos y técnicos y una
preocupación social desde el nivel político y económico de estos aspectos. Van a financiar sus investigaciones
las instituciones políticas y los grandes industriales. Con ello, el científico pierde el control total sobre los
resultados de su investigación, lo que implica un aspecto negativo. Pero este interés de las grandes esferas no
se limita a este ámbito. En todos los ámbitos sociales hay un interés por la ciencia y la técnica. Surgen así una
gran cantidad de revistas concretas especializadas, instituciones nacionales como el CSIC, instituciones
vinculadas a la UNESCO, como el Consejo Internacional de Uniones Científicas, o instituciones en la Unión
Europea, como la Comunidad Europea de la Tecnología, creada en 1985.
1.1. Física.
En el siglo XX, la Física es diferente a la de siglos anteriores. Newton, Galileo..., partían de un
conocimiento empírico, esto es, la observación de fenómenos comprobables y observables. En el siglo XX, la
Física parte de una deducción teórica a partir de un postulado matemático y metafísico para después observar
bajo prisma los fenómenos naturales. Hacen una teoría, no una ley. Dos son las teorías físicas que han
revolucionado esta técnica: la Teoría Cuántica de Max Planck (1901) y la Teoría de la Relatividad de Albert
Einstein. La Teoría de Planck es una teoría de la energía que parte de los planteamientos de Maxwell, para
quien la energía es continua y en forma de ondas. Según Planck, la energía se irradia de forma discontinua y
está formada por una partículas llamadas cuantas. Hubo que esperar a muchas investigaciones para que se
conciliaran ambas teorías: así, en 1924, Louis de Broglie presenta su teoría sobre la Mecánica ondulatoria,
donde afirma que la energía está formada por ondas discontinuas.
La teoría de Einstein revolucionó de manera más profunda la visión del Universo y la Naturaleza. En
1905, Einstein presenta la Teoría de la Relatividad Restringida y, en 1920, la Teoría de la Relatividad
Generalizada. Hasta Einstein, se pensaba que el Universo era infinito, tridimensional, esto es, basado en la
geometría del tridex, estático y que entre los objetos celestes había éter. En 1905, Einstein demostró que la
existencia del éter era falsa, además de que había otro elemento, la luz, que se movía a una velocidad
constante, cercana a los 300.000 Km. por segundo. Esta velocidad no podía ser alterada por ningún objeto, de
manera que era constante y uniforme. Estos planteamientos sirven de parámetro para explicar otros aspectos,
de manera que descubre la cuarta dimensión de espacio-tiempo, que rompía con la tridimensionalidad.
Asimismo, la Ley de la Gravedad no era una propiedad de los cuerpos, sino una fuerza de inercia debida a la
curvatura del espacio. Esta dimensión era relativa, porque el espacio se expandía por la cantidad de masa que
contenía. Pero además afirma que el Universo tenía unos límites precisos, de manera que era finito (no
infinito).
Es una posición teórica a la que Einstein había llegado con fórmulas matemáticas. Hubo que esperar a
los instrumentos adecuados y a un eclipse de Sol en 1919. posteriormente, el telescopio Hubble, puesto en
órbita en 1990, con el efecto doppler lo demostró. Otros ejemplos menos prácticos también lo demostraron.
En definitiva, el espacio y el tiempo eran relativos en función del observador, pues la constante es la luz.
Posteriormente vino el estudio del Big Bang. Esta implicaciones trascendieron a otras ciencias. A
partir de Einstein aparecen dos escuelas: los deterministas como Einstein o Louis de Broglie, quienes
afirmaban que la marcha del Universo físico se debe a un encadenamiento de causas-efectos, donde a unas
mismas causas le corresponden unos mismos efectos. Así, todo es previsible y no existe el azar, lo que se
resume en la frase de Einstein: “Dios no juega a los dados con el Universo”; la segunda escuela es la
concepción probabilística de Bohr, Born, Heisenberg y Pauli, de la escuela de Copenhague. Partiendo de los
cuanta, defienden que no existe una certeza a la hora de predecir un resultado de un fenómeno no observado.
Por tanto, hay una incertidumbre del conocimiento. En 1932, Heisenberg recibe el premio Nobel de Física por
su Principio de Indeterminación. Para Heisenberg, es imposible conocer la velocidad y la posición de un
electrón a la vez. Si se conoce exactamente su posición, no podemos saber su velocidad, porque para medir su
posición tenemos que emitir un longitud de onda que va a cargar su cuanta, obligándole a pasar por una
pequeña apertura. Existe una probabilidad, no un certeza y nunca va a pasar con la misma velocidad. El
observador influye en la realidad que observa y la causa de un fenómeno no tiene porque buscar el efecto. No
existe la certeza sin un margen de error. En la actualidad, entre los físicos que defienden esta postura se
encuentra Stephen Hawking, para quien “Dios tira los dados donde nadie pueda verlos”. Igualmente, los
paleontólogos demostraron que la evolución de la especie humana fue causa del azar, por lo que hay
probabilidades y hay que contar con el azar. Es la Teoría del Caos.
1.2. Biología o Ciencias Biológicas.
Las Ciencias Biológicas se han revolucionado a partir de los años 30, gracias al uso de nuevos
instrumentos técnicos mucho más precisos: isótopos radiactivos, computadoras o el microscopio electrónico,
ideado por Ruska y Knoll en 1928. Destaca la Citología, que estudia la estructura interna de las células; la
Fisiología, enfocada a los transplantes de órganos; o la Genética, que ha conseguido determinar las Leyes de
la Herencia Genética, consiguiendo completar el Genoma Humano en febrero de 2001.
Destaca igualmente la Biología Molecular, esto es, el estudio de macromoléculas como el ADN,
donde se reside o se localiza la información genética. James Watson y Francis Harry Compton Crick llegaron
a definir su modelo en 1952. Otro campo importante es la Bioquímica, que se ocupa del estudio de los
compuestos químicos que forman parte de los seres vivos. Estudia sus funciones y las transformaciones que se
producen durante los procesos vitales. En los últimos cuarenta años su desarrollo ha sido espectacular,
destacando los descubrimientos de Severo Ochoa. En los últimos años se ha centrado en el estudio de los
mecanismos de regulación del metabolismo. Asimismo destaca la producción de nuevos fármacos como
antibióticos, nuevos bactericidas o vitaminas.
1.3. Química.
También sufre un avance sorprendente a partir de los años 60, gracias a la moderna revolución
tecnológica. La aparición de nuevos materiales hace que los expertos hablen de la era de los plásticos, con la
invención de nuevos plásticos mucho más resistentes a las rupturas o las temperaturas, y que se usan en
diferentes campos. Destacan las fibras sintéticas como el caucho sintético, las siliconas, los materiales
acrílicos..., etc.
1.4. La Medicina.
La Medicina es el colofón que recoge los adelantos de las anteriores ciencias. Además se ha
beneficiado de técnicas nuevas y de nuevos artilugios como los rayos X, el láser o los isótopos radiactivos.
Entre los avances más importantes están: los avances en la Medicina Preventiva y Curativa, que permite
reducir la mortalidad; el descubrimiento de las vitaminas, que ha permitido curar las enfermedades
carenciales; el conocimiento de hormonas, para el tratamiento de las dolencias endocrinas; la lucha contra
infecciones con sueros, vacunas, la penicilina, descubierta por Alexander Fleming en 1928 (la penicilina, tal
como se conoce en la actualidad, fue el resultado de la aplicación de los trabajos de Fleming por el científico
australiano H. W. Florey, quien consiguió la cristalización de aquella sustancia en 1937), antibióticos y
nuevos fármacos.
También se han producido avances en Cirugía, con la intervención de órganos vitales como el
corazón, cerebro o hígado. Se pueden realizar transplantes y cirugía reparadora como las traqueas de silicona.
En Psiquiatría destaca el estudio de importantes trastornos psicológicos. Hay una fórmula revolucionaria que
arranca de Freud y sus discípulos: Alfred Adler y Carl Gustav Jung.
1.5. La Electrónica y la Informática.
La Electrónica tardó mucho tiempo en ser reconocida como una ciencia. Consiste en el uso y la
transformación de las corrientes eléctricas para generar, recibir, transmitir y almacenar información en forma
de sonidos, imágenes o datos. Debemos a la Electrónica el uso de la telegrafía, del teléfono (1876), la
radiodifusión (18995-1898), la televisión (1936), el microscopio electrónico (1937) o los satélites de
comunicación (el primero, el Sputnik, en 1957), y la nueva era de la electrónica a partir de los años 60.
Actualmente hay una revolución de la revolución con el estudio de la fibra óptica (los superconductores).
La Informática arranca de la II Guerra Mundial, concretamente de 1942, cuando Wiener, considerado
el creador de la Cibernética, descubrió la analogía que existía entre el cerebro humano y el cerebro
electrónico. Se construyó el MARK 1, de Aiken, un cerebro cuyos componentes eran todavía
electromecánicos. Después de la guerra, en los 50 se hicieron enormes computadoras con instrumentos
electrónicos. En los años 60, se trabaja en dos direcciones: reducir su tamaño y conseguir unos códigos y
lenguajes más precisos (basic y cobol?). Aumentó también la velocidad de cálculo. En los 70, llega la
revolución con los microprocesadores, con los que aparece el ordenador personal. Hoy en día existen
múltiples líneas de investigación, destacando la que va hacia el sistema de inteligencia artificial.
1.6. Ámbito práctico: soluciones a problemas concretos.
1.6.1. Carrera espacial.
Cobra impulso en el curso de la Guerra Fría. Al principio, toman ventaja los soviéticos. En 1957,
ponen en órbita el Sputnik I y II. Los norteamericanos crean al NASA. En 1959, los soviéticos llegan a la
Luna con el Lunik II (no tripulada). En 1961, usaron el primer astronauta, Gagarin. Los norteamericanos
pusieron en órbita al primer astronauta en 1962, que fue Glenn. En 1969, Armstrong y Aldrin fueron los
primeros hombres que pisaron la Luna (con el Apolo XI). A partir de ahí, se ha orientado a la construcción de
naves como el Discovery o el Challenger, que pueden reengancharse. Desde 1977-1979, se han enviado naves
hacia planetas más alejados. Acompañando a todo esto, hay adelantos importantes en el campo de la medicina,
pudiéndose elaborar determinados fármacos gracias a la ausencia de la gravedad: sería la exomedicina y la
exoquímica. También se han detectado adelantos en Geología, avances en el estudio de la atmósfera, de las
radiaciones del Sol y otras estrellas, y avances en telecomunicaciones.
1.6.2. La Física Nuclear.
Desde el punto de vista militar, arranca del proyecto Manhattan (1942). Hasta ese momento, la física
alemana había sido la más potente. Con Hitler, muchos físicos que eran judíos o contrarios al nazismo,
abandonaron Alemania, tal como sucedió con Einstein o Fritz, frente a otros que se quedaron con Heisenberg
en el país alemán. Estos físicos que abandonaron el país alemán, pidieron al presidente norteamericano
Roosevelt que investigara la bomba atómica. A la cabeza del proyecto nazi estaba Heisenberg, pero les
faltaban los medios y presupuesto para investigar. Los norteamericanos consiguieron la primera reacción en
cadena en 1942. En 1945, en los Álamos, explota la primera bomba atómica, lanzando otras dos más sobre
Japón en ese mismo año. A partir de ahí, la URSS y otros países intentaron dotarse de la bomba: en 1949 lo
consigue la URSS; en 1952, Gran Bretaña; en 1960, Francia. Actualmente hay una moratoria que restringe,
limita y prohíbe las pruebas atómicas. Pero China no ha firmado la moratoria, tampoco la India ni Pakistán.
En el campo civil, a partir de los años 60 se desarrolla la energía nuclear con las primeras centrales
nucleares. Actualmente se utiliza mucho en Medicina para, por ejemplo, la bomba de cobalto o los isótopos
radiactivos.
1.6.3. La Biotecnología.
Es la conjugación de varias disciplinas como la mecánica, la genética... Tiene múltiples campos de
aplicación: en Medicina, la Biotecnología produce de manera industrial vitaminas, antibióticos y hormonas; en
el campo de la Tecnología agropecuaria, se dedica a la manipulación de plantas para hacerlas más productivas
y resistentes. Son los alimentos transgénicos. También se ha iniciado la creación de variedades animales
mediante la manipulación genética (oveja Dolly), así como se ha desarrollado la Biotecnología ambiental para
el control de la contaminación, el reciclaje de residuos para fertilizantes, piensos o combustibles geológicos.
En el futuro, se abren tres campos fundamentales: los llamados bioordenadores, los cultivos celulares a gran
escala y la manipulación genética.
1.6.4. La Electrónica.
Los progresos a partir de los años 80 se deben a los superconductores. Su revolución ha dado lugar a
un desarrollo de los medios de comunicación, las nuevas tecnologías de seguridad viaria, transporte aéreo y
rodado en ciudades, electrodomésticos, cajeros, sistemas de telecompra, sintetizadores musicales... etc.
1.6.5. El Láser y otras aplicaciones.
Con el láser sucede algo semejante. Sus aplicaciones son múltiples. Se utiliza en topografía, para
medir distancias, en discos compactos, códigos de barras, en medicina (bisturí cauterizante)...etc.
Igualmente han progresado las investigaciones en el mar, para un mejor aprovechamiento de los
recursos marinos. Se han centrado en las plantas de salinización y potabilización del agua, las esponjas, peces,
así como la investigación con energías renovables (Solar, eólica, fotovoltaica...).
2. IMPLICACIONES SOCIALES.
No cabe duda de que toda investigación científica, cuando se aplica a la sociedad, produce efectos
directos e indirectos que pueden tardar muchos años en manifestarse. Hasta ahora ha resultado evidente que
esos efectos no se controlan. En muchos casos, se producen consecuencias inesperadas, incluso negativas. La
sociedad, por tanto, debería evaluar previamente antes de efectuar una innovación desde un punto de vista
tecnológico qué resultados o efectos va a tener esa aplicación. Esto es algo que hasta el momento no se ha
hecho.
Respecto a los efectos positivos, se ha alargado la esperanza de vida de las personas de un porcentaje
de la población y ha mejorado la calidad de vida de amplios sectores de la sociedad. La mejora de los
transportes ha facilitado el aumento de los contactos de las culturas y pueblos que habitan el planeta.
Pero también podemos mencionar los efectos negativos. Así, los antibióticos desarrolla, aumentan la
resistencia de las bacterias o favorecen la aparición de nuevas bacterias como el ébola. Los fertilizantes han
provocado la contaminación del ecosistema y efectos nocivos para la salud de las personas. La revolución
verde conlleva desigualdades entre los agricultores y una mayor susceptibilidad de las plagas entre los
cultivos. Los alimentos transgénicos están retirados en Europa hasta que no se evalúe si hay o no un riesgo,
fundamentalmente cancerígeno. Lo mismo sucede con el PVC. Respecto a la energía nuclear, los residuos
radiactivos no dejan de ser activos hasta que no ha pasado muchísimo tiempo. Se puede distinguir entre
residuos de baja, media y alta radiactividad. Generalmente, como suelen coincidir actividad baja y media con
vida corta (años o decenios) y actividad alta con vida larga (miles de años), el problema más importante en
cuanto a los riesgos potenciales para la salud los plantean los residuos de este último grupo. Asimismo, la
seguridad de las centrales nucleares tiene que ser máxima. Accidentes como Chernobil, en abril de 1986, han
abierto el debate sobre si compensa o no su explotación. El desarrollo de los medios de comunicación, de la
cultura de masas nos ha hecho mucho más manipulables y controlables por el poder central. Además, las
consecuencias de los max media es que producen una uniformidad cultural. Sobre la mejora de los transportes,
el automóvil genera ruido, contaminación, destrucción de los ecosistemas y el alto consumo de materias
primas muy importantes. La actual forma de vida favorece, desde un punto de vista psicológico, el desarrollo
de conductas individuales y violentas. Pero lo peor, es el modo de producción industrial masivo. Tenemos
unos niveles de bienestar mayores a cambio de la destrucción del medio ambiente, del agotamiento de las
materias, de mayores desequilibrios entre Norte y Sur y de una alineación total de los individuos: cada vez,
una cantidad mayor de personas quedan marginadas del progreso.
En definitiva, si utilizamos la revolución como un medio, será algo positivo; en cambio, si lo
consideramos un fin y el ser humano un medio, puede llegar a ser algo desastroso. En cualquier caso, y como
hemos podido observar a lo largo del tema, el siglo XX ha sido el siglo de la Ciencia, para bien o para mal.
3. BIBLIOGRAFÍA.
Douglas y Mc Kie: “Ciencia y tecnología”, Volumen 12 de la “Historia del Mundo Contemporáneo de
Cambridge”. Editorial Sopena, 1945.
Croucet: “Historia general de las civilizaciones”, Volumen VIII “Época contemporánea”. Editorial
Destino.
Stephen Mason: “La Ciencia del siglo XX”. Editorial Alianza de Bolsillo.
Barnes: “Sobre la Ciencia”. Editorial Labor.
Thomas y Derry: “Historia de la Tecnología”. Siglo XXI.
La bibliografía acerca de las interpretaciones que implica la revolución científico-técnica:
Hobsbawn: “Historia del siglo XX”. Editorial Crítica (Primer capítulo).
Barraclought: “Introducción a la Historia Contemporánea”. Editorial Gredos (Primer capítulo).
TEMA 66. INTERDEPENDENCIAS Y DESEQUILIBRIOS EN EL MUNDO ACTUAL. DESARROLLO Y SUBDESARROLLO. DESARROLLO SOSTENIBLE.
0. INTRODUCCIÓN.
En el mundo actual hay una fuerte dicotomía entre países desarrollados y subdesarrollados, en los que
podemos incluir los llamados países en “vías de desarrollo”. Corregir y reequilibrar esta situación es el gran
reto de la humanidad.
En el presente tema se analizarán las causas y orígenes de esta desigualdad, las teorías que la explican
y las consecuencias que se derivan, como las fuertes tensiones y situaciones de desequilibrio entre el área
desarrollada y la subdesarrollada, analizando las profundas diferencias que presentan.
Por último, se abordarán las líneas de una programática desarrollista, que aboga por reducir los efectos
perversos de un desarrollo desenfrenado, lo que implica una nueva manera de paliar las diferencias existentes.
1. DUALIDAD DEL MUNDO ACTUAL: DESARROLLO Y SUBDESARROLLO.
El final de la Guerra Fría en 1989 (caída del Muro de Berlín) ha dejado más claro el desequilibrio y la
desigualdad existentes entre unos países y otros, esto es, entre un Norte desarrollado y un Sur subdesarrollado
o en vías de desarrollo. Este desequilibrio y esta desigualdad empezaron a apreciarse tras la II Guerra
Mundial, pero tras 1989, estas diferencias han quedado más patentes entre países desarrollados y
subdesarrollados. Hay un injusto reparto de la riqueza que está provocando en la actualidad fuertes tensiones
entre países que van a más, al igual que las desigualdades entre ricos y pobres. Con esto, el fin de la Historia
preconizado por Fukuyama no es viable.
La demografía actual, con 6300 millones de habitantes, y el modelo consumista de capitalismo
occidental, triunfante en lo económico con la Globalización, ha llevado al planeta al llamado modelo de
“desarrollo-derrumbe”, que como denunció el Club de Roma (1972), es insostenible. De aquí ha surgido la
búsqueda de otro modelo que sea sostenible, que respete el medioambiente y que haga una mejor
redistribución de la riqueza mundial.
1.1. Desigualdades del Norte y del Sur.
Desde los años 60, el mundo desarrollado toma conciencia de la existencia de dos mundos, donde el
hambre es una más de las múltiples facetas que presenta el subdesarrollo, pudiendo incluirse la situación de
los derechos humanos, los aspectos económicos o los demográficos. Algunas de estas desigualdades que se
perciben desde la II Guerra Mundial y que se van ensanchando cada vez más son:
1.1.1. Desigualdades Norte-Sur económicas y en equipamientos.
El grado de desarrollo lo podemos medir a partir de parámetros cuantitativos y cualitativos. Hasta
1990, se utilizaban sobre todo los parámetros cuantitativos y, en concreto, el PIB de cada país. Desde 1990, se
miden más los parámetros cualitativos, esto es, la calidad de vida o grado de bienestar, a través del Índice de
Desarrollo Humano, indicador calculado anualmente por el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD). Aunque distingue cerca de 30 parámetros, por operatividad son tres los fundamentales: la
esperanza de vida al nacer, el nivel de renta o renta per cápita, y el nivel de instrucción o educación. Para el
cálculo del PIB por habitante, las Naciones Unidas utilizan el método de las paridades de poder adquisitivo
(PPA), que siendo equivalente el tipo de cambio ficticio al precio de la cesta de la compra, permite una
comparación más rigurosa del poder adquisitivo. Ahora bien, si hace años el IDH se guiaba fundamentalmente
por criterios sociales y asistenciales, posteriormente ha concedido más importancia a criterios económicos, de
forma que algunas naciones como EEUU ha escalado una decena de puestos en la lista final. En cualquier
caso, hay países como Arabia Saudí o China que, con un PIB muy alto, ocupando el puesto 29 (139383 $) y 6
(1079954 $) respectivamente en 2002, con el IDH descienden bastantes puestos en esa clasificación (puestos
68 y 87 respectivamente en 2002). Por lo tanto, no es lo mismo crecimiento que desarrollo.
La constatación de las desigualdades entre los países, a partir de los datos, se hace evidente si tenemos
en cuenta que 5 países del mundo suponen el 61% del PIB mundial; 15 países, el 24% del PIB mundial y 188,
el 15% restante del PIB mundial. De la misma forma, en el año 2004 y según su PIB PPA, hay 54 países no
llegan a los 1000 $ de renta y 17 que superan los 20000 $ de renta per cápita. Contrasta los 37930 $ al año de
renta per cápita de Suiza, con los 90 $ de República Democrática del Congo. Redondeando cifras, el 80% de
la riqueza mundial está controlada por el 20% de los países de la tierra, mientras el 20% restante se reparte
entre el 80% de los países del globo.
Por último, si tenemos en cuenta el IDH de 2003, podemos concluir que más de 1000 millones de
personas tienen menos de 1 $ diario para sobrevivir, que uno de cada cinco niños no termina la educación
primaria, que unos 800 millones de personas pasan hambre crónica y que 54 países son más pobres que en
1990. Aunque el G8 se comprometió en la cumbre de Evián a proporcionar más ayuda financiera (un 0´2% de
su ingreso nacional, salvo EEUU, con un 0´1%) a los países pobres con buena gobernabilidad, una
administración honesta y reformas económicas, las diferencias entre desarrollados y subdesarrollados son
abismales, incluso más al hablar de grados de equipamiento (sanitario, telecomunicaciones, etc).
1.1.2. Desigualdad Norte-Sur energéticas y de consumo.
Frente a un mundo desarrollado, explotador de recursos naturales y energéticos, se contrapone un
mundo subdesarrollado con escaso poder de consumo. El 83% de la energía mundial lo consumen los países
desarrollados, y sólo EEUU y Canadá, el 27% de la energía mundial, frente a un 2´6% de África. En gasto de
agua, un estadounidense consume 2185 m3 de agua al año, mientras que un ghanés, 80 m3. Incluso el número
de personas por automóvil es otro indicador de que hay una gran desigualdad tecnológica entre el Norte y el
Sur, lo que origina una fuerte dependencia tecnológica del Sur.
1.1.3. Desigualdades Norte-Sur demográficas.
Los datos demográficos nos muestran el mismo panorama desequilibrado. Si se analizan las variables
demográficas, se observa que, frente a elevadas tasas de natalidad, mortalidad y crecimiento vegetativo de los
países subdesarrollados, se contraponen dinámicas demográficas más moderadas en los desarrollados.
Mientras el Norte envejece, pues las tasas de crecimiento vegetativo no llegan al mínimo de reemplazo (2´1%
por mujer), quedándose en un 1´8% por mujer, el Sur sigue creciendo, con tasas más altas, en torno al 3% por
mujer. Esto es debido a que en el Sur, hay un exceso de población joven y reducidos volúmenes de población
mayor de 65 años, siendo estas diferencias demográficas reflejo de una desigualdad económica y cultural.
Aunque en los subdesarrollados han disminuido las tasas de natalidad, estos países siguen creciendo más.
Además, el tanto por ciento de habitantes que viven en países subdesarrollados aumenta, mientras en los
desarrollados sucede lo contrario. Si en 1988 había un 76´2% de la población mundial que vivía en el Sur; en
1990, un 77´2%, hoy casi el 80 % de la población vive en países subdesarrollados. Por otra parte, esta frontera
es movible, sobre todo con la caída del Muro de Berlín.
1.1.4. Desigualdades Norte-Sur sociales y políticas.
Otro factor importante es la distribución de la riqueza en los mismos países subdesarrollados, donde lo
más destacado es la misma desigualdad social (dicotomía), pues no hay un Estado que redistribuya la riqueza
con políticas sociales. En estos países existe una minoría con alto poder adquisitivo y una gran mayoría con un
elevado índice de pobreza; esta clamorosa polarización social, con ausencia de clases medias, es un rasgo
significativo. Frente a esto, en el Norte hay unas fuerte clases medias y unos regímenes democráticos estables.
Los subdesarrollados se caracterizan por los enfrentamientos civiles, por regímenes que o son dictaduras o
democracias vigiladas, esto es, regímenes teóricamente democráticos, pero con fallos en la separación de
poderes.
Todos estos desequilibrios provocan tensiones económicas, políticas y sociales a escala mundial con
graves consecuencias en el aspecto medioambiental y demográfico.
1.2. Orígenes y teorías explicativas del desequilibrio mundial.
Una de las causas que más se han defendido como origen del actual desequilibrio mundial hunde sus
raíces en el proceso de Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX, y en la expansión colonial europea de
los siglos XIX y XX. Pero no todo proceso colonial ha implicado necesariamente subdesarrollo, pues la
romanización supuso un progreso para los territorios conquistados. La Revolución Industrial y el colonialismo
europeo de los siglos XIX y XX sí generó países subdesarrollados tras el proceso descolonizador, pues la
Revolución Industrial provoca una desigualdad tecnológica entre Europa y el resto del mundo, lo que hizo que
los países industrializados explotaran los otros territorios (América del Sur y Central, Asia y África) en
función de los intereses de la metrópoli, sin una justa transferencia de tecnología, infraestructuras y rentas.
Tras la II Guerra Mundial, EEUU sustituye a Europa como centro del poder mundial y se inicia la
política de bloques con la URSS como potencia antagónica de EEUU en la Guerra Fría. En la segunda mitad
del siglo XX, se inicia un proceso de descolonización e independencia jurídico-política de los países
colonizados (con reconocimiento de la ONU), que es paralelo a un proceso de dependencia económica
denominada “neocolonialismo”. La descolonización trajo el nacimiento de una serie de países
subdesarrollados con fuertes deficiencias estructurales y dependientes de las antiguas metrópolis, lo que ha
marcado: la interdependencia entre países desarrollados y subdesarrollados; la diferencia en la tipología de los
subdesarrollados, en función de su propia evolución histórica de la descolonización y de la forma
colonizadora empleada. Se inicia así un fenómeno de desigualdad que lejos de desaparecer, tiende a ahondarse
más.
1.2.1. Teorías explicativa del fenómeno del subdesarrollo.
Ahora bien, esta causa no es la única que explica el subdesarrollo y no existe unanimidad a la hora de
definir este fenómeno, sino que su explicación entraña fuertes discusiones teóricas, encontrando diferentes
posturas ideológico-científicas, entre las que podemos destacar:
a) Teorías clásicas o keynesianas: Los autores liberales-keynesianos que defienden esta postura,
consideran que el subdesarrollo no es un predesarrollo, sino una situación permanente, por lo que no
incluimos en este apartado a Rostow. Colin Clark, en los años 70, postula que el subdesarrollo o pobreza se
debe a la escasa diversificación de la economía de estos países, que producen muy pocos productos; dependen
de 1 ó 2 productos básicos o materias primas, cuyos precios tienden a bajar porque son fijados por las
economías occidentales. Para Broke, son subdesarrollados porque conviven en esos países economías duales,
por un lado, un escaso o pequeño sector moderno más desarrollado, vinculado al comercio internacional, y por
otro lado, un amplio sector atrasado o subdesarrollado, vinculado a una agricultura de subsistencia y al
autoconsumo. Según Broke, estos dos sectores están separados, sin conexión alguna. Singer habla del círculo
vicioso de la pobreza, caracterizado por la escasa producción, el escaso ahorro y la escasa inversión. Nurkse
incide sobre todo en la falta de capitales, pues en muchos países subdesarrollados se produce una evasión de
capitales, cuyas élites no invierten allí los capitales generados en los propios países. Estas teorías clásicas
liberales serán contestadas por las teorías radicales.
b) Teorías demográficas, con mucho apogeo en los años 60 y 70, están ahora matizadas. Según estos
autores, la causa fundamental del subdesarrollo se debe al excesivo crecimiento demográfico (“son pobres
porque son muchos”), debido, sobre todo, a la disminución de la mortalidad. Pero no es la única causa, porque
la Historia ha desmentido esta situación en varias ocasiones, como por ejemplo, la Revolución Industrial en
Gran Bretaña. Más bien se trata de una consecuencia, reflejo del subdesarrollo, que con un proceso evolutivo
y de retroalimentación pasa a convertirse en un lastre que dificulta el progreso económico. Así, el problema es
el desequilibrio entre población/recursos, pues estos países necesitan una inversión fuerte que no pueden
cubrir. De ahí las políticas antinatalistas del propio país o inducidas por la ONU.
c) Teorías naturalistas-deterministas: Fueron desarrolladas sobre todo en el siglo XIX y podemos
diferenciar entre las geográficas y las raciales. Entre las geográficas, Ratzel es el originador de las mismas y
defienden que el subdesarrollo está relacionado con el medio natural adverso, señalando que son pobres
porque no disponen de recursos. Hoy estas teorías están descartadas totalmente, entre otras razones porque
hay ejemplos que desmienten esta tesis, como por ejemplo Japón o Suecia, y porque hay países
subdesarrollados que son muy ricos pero no disfrutan de sus recursos.
d) Teorías neoclásicas o neoliberales, donde se incluye a Rostow, quien expone una teoría ultraliberal,
avalada por la Escuela de Chicago. Establecen que el desarrollo es un proceso unidireccional y progresivo, de
manera que el subdesarrollo sería un estadio inicial y pasajero, esto es, un predesarrollo de un proceso que
finalizaría en el desarrollo. Así, todos los países habrían sido subdesarrollados. La teoría neoliberal más
importante es la que elabora Rostow en 1960, que habla de la teoría del crecimiento lineal y de las cinco
etapas del mismo, siguiendo el ejemplo de Gran Bretaña, que son: 1. Sociedades tradicionales; 2. Condiciones
o bases previas al despegue (que serían las mejoras en la productividad agrícola, la disminución de la
mortalidad, mayor infraestructura y mayor inversión); 3. Etapa del despegue o “take-off”, donde se da paso a
una sociedad industrial y a la tecnología. Esta es la etapa más conocida; 4. Etapa de madurez o de sociedades
urbanizadas, donde hay un predominio de la población en las ciudades; 5. Etapa postindustrial o de sociedades
de consumo de masas, en donde se observa una terciarización de la sociedad. Según Rostow, todos los países
van a llegar al take-off, lo único que hay es un desfase temporal o cronológico, de manera que el subdesarrollo
es una etapa superable. La realidad ha desechado esta teoría, a la que se ha criticado no tener en cuenta que el
punto de partida de Gran Bretaña en el siglo XVIII no es el mismo que el de estos países subdesarrollados,
pues su crecimiento y expansión depende más de los países desarrollados que de su propia evolución.
e) Teorías radicales: Defienden que el subdesarrollo existe como una consecuencia del desarrollo, de
los intercambios desiguales, de forma que desarrollo y subdesarrollo formarían un único sistema: la economía
mundial. En este sentido, Enmanuel señala que la economía mundial provoca la estructura dual, que se ha
originado por la incorporación de las colonias a los circuitos de la economía mundial. Sunkel, Furtado y la
Escuela Sudamericana plantean que hay una fuerte dependencia de las antiguas colonias con los países
desarrollados, pues mientras éstos tienen capacidad endógena para producir y generar riqueza (para crecer), el
subdesarrollo es dependiente por el carácter inducido que se hace desde fuera, desde la metrópoli. Se les
impone un sistema de producción que les es ajeno. El subdesarrollo no es un simple retraso, sino una pérdida
de autonomía de esos países, que se convierten en la periferia de las metrópolis.
d) Teorías marxistas de Lacoste, Wallerstein..., muy semejantes a las anteriores. Para estos autores, el
subdesarrollo deriva del sistema capitalista, donde primero hubo una dependencia colonial y posteriormente,
neocolonial. El subdesarrollo sería algo inherente al capitalismo, que mundializa una forma de producción
expansiva, una economía especulativa, buscando áreas donde obtener mayores beneficios. Lacoste, dentro de
los países subdesarrollados, distingue dos grupos: 1. Las periferias integradas, países con un cierto desarrollo
como Brasil, Tailandia o México, que interesan a las metrópolis (centro) por el volumen de población y
porque están dentro de los circuitos económicos; 2. Las periferias desintegradas, excluidas, que no interesan
porque no tienen nada que ofrecer al centro. Son los países más pobres y subdesarrollados como Etiopía,
Eritrea o Burundi. Wallerstein matiza la idea de centro y periferia, distinguiendo un centro policéntrico con
tres áreas desarrolladas: Japón, la costa Este de Norteamérica y la Unión Europea. Estas teorías también han
sido criticadas, pues no todo colonialismo implicó subdesarrollo, como sucedió con EEUU y Canadá. La
razón no es el colonialismo en sí, sino un tipo específico de colonialismo, creado a partir de 1870. Asimismo,
Benz y Graml dicen que estas teorías confunden dependencia con subdesarrollo, derivado de su visión
economicista. Tendrían que matizar estos conceptos, pues la UE es en gran medida dependiente
económicamente de EEUU, pero ello no implica subdesarrollo.
En cualquier caso, todas estas teorías explican un mismo fenómeno desde perspectivas diferentes, de
manera que su explicación pasa por una postura ecléctica, pudiendo decirse que la evolución histórica del
siglo XIX trajo consigo un fuerte desequilibrio económico, social, cultural y tecnológico, agravado en algunos
casos por condicionantes ambientales y demográficos.
1.3. Desarrollo y subdesarrollo: elementos interdependientes.
La Globalización actual (Braudel habla de mundialización con Felipe II) ha intensificado las
interdependencias entre los países del Norte y del Sur, reguladas por organismos dirigidos por el Norte, como
el FMI, la OMC o el BM (Banco Mundial), con una ideología liberal pero que blinda a los países del Norte. El
mundo actual se encuentra ante una bipolarización Norte/Sur que refleja dos realidades diferentes pero
complementarias como elementos contrarios en un mismo proceso. Los vínculos entre ambas realidades son
numerosos, y algunos flujos que la interconectan son:
1.3.1. Flujos de capital.
Se produce un flujo de capital de Norte a Sur en forma de inversiones, créditos, ayudas, etc., mientras
que del Sur al Norte, este flujo de retorno se realiza en forma de rentas, de beneficios de explotación o de pago
de intereses. Este flujo es negativo para los países del Sur. Clinton, en la reunión del G7 en 1998, dijo que por
cada dólar que daba el Norte al Sur, el Sur devolvía 1´3 dólares. En cualquier caso, este flujo supone para
algunos países, la única posibilidad de generación de riqueza, y es significativo que desde la Cumbre de Río
de Janeiro (1992), la inversión privada internacional y los préstamos a los países en vías de desarrollo se ha
disparado, al igual que las privatizaciones en estos países.
1.3.2. Flujo industrial.
La dirección de este flujo es, sobre todo, del Norte al Sur. Desde los años 70, se asiste a un nuevo
proceso de relocalización industrial, con la implantación de fases productivas en países subdesarrollados que
conocen un cierto despegue industrial. El objeto es intentar reducir los costes productivos, buscando una mano
de obra barata en los subdesarrollados, al carecer éstos de protección social, y ante la inexistencia de leyes
sobre contaminación industrial. Las consecuencias son el incremento del desempleo en los países del Norte y
una sustitución progresiva de la tradicional división del mundo subdesarrollado como productor de materias
primas, esto es, una industrialización exógena e inducida en el Sur.
1.3.3. Flujos de transferencia tecnológica.
Es un tipo de flujo que establece un lazo de dependencia mayor y que únicamente se realiza de Norte
a Sur. Así, existe un trasvase de tecnología obsoleta desde los países desarrollados a los subdesarrollados, que
supone unas cargas económicas en los países receptores y sirve como fuente de ingresos y como mercado de
“segunda mano” para una tecnología inservible en el Primer Mundo. En este apartado se incluirían las
patentes, entre ellas las farmacológicas, pues las presiones de las industrias farmacéuticas están paralizando la
elaboración de medicamentos genéricos para tratamientos como, por ejemplo, del SIDA.
1.3.4. Flujo comercial de materias primas.
Generalmente este flujo tiene una dirección Sur-Norte, cuyos orígenes arrancan de la etapa colonial.
Paralelamente existe uno de retorno de productos manufacturados desde el Norte hacia el Sur, donde el
beneficio económico juega a favor del Norte, debido al valor añadido de los productos elaborados. Ahora
bien, si este tipo de relación fue muy importante en los 60 y 70, a partir de los 80 comienza a ser sustituida por
otro tipo de relaciones más complejas.
1.3.5. Flujo demográfico.
Desde finales de los 60, se asiste a una fuerte presión demográfica en forma de corriente migratoria
desde Sur al Norte, debido a la falta de perspectivas laborales, problemas políticos-religiosos (refugiados),
mejor nivel de vida en los desarrollados, etc, desencadenando un movimiento migratorio Sur-Norte. Es
principalmente una población activa que el Norte requiere como mano de obra barata. Pero este fenómeno
tiene importantes consecuencias sociales y políticas en los países desarrollados, pues esta población de
importante mezcolanza étnica se asienta sobre todo en las grandes ciudades, pudiendo desembocar en
conflictos étnicos, tensiones explicadas por el desarraigo de estos inmigrantes, la desigualdad de
oportunidades o el choque cultural. Los países ricos intentan controlar el flujo migratorio, blindando las
fronteras y estableciendo leyes de extranjería restrictivas. La frontera entre el Norte y el Sur se convierten en
puntos calientes, como por ejemplo Gibraltar, Melilla, Ceuta o el Río Grande.
Por otro lado, el turismo de los países ricos al Tercer Mundo no puede considerarse un flujo
migratorio, pero es significativo porque producen en las poblaciones locales un efecto psicológico, al
comparar sus niveles de renta y nivel de vida.
2. MUNDO DESARROLLADOS: EL NORTE.
2.1. Características del Desarrollo.
El mundo desarrollado, si bien con menor peso espacial y demográfico, posee el poder político,
económico, técnico y cultural. Los rasgos que caracterizan al desarrollo son:
2.1.1. Características demográficas.
El Primer Mundo se caracteriza por tener bajas tasas de natalidad y mortalidad, sobre todo de
mortalidad infantil (inferiores al 10%). Las tasas de crecimiento vegetativo se sitúan cercanas al 0, e incluso
en algunos países son negativas. Ello se traduce en un envejecimiento de la población, con elevados
porcentajes de población mayor de 65 años.
2.1.2. Características sociales.
El Norte se caracteriza por alcanzar una mayor igualdad socio-económica, debido a la existencia de
una numerosas clase media. El sistema de protección social y jurídica, o el respeto a los derechos humanos
son características del Primer Mundo, lo que no puede ocultar la existencia de tensiones xenófobas,
desigualdad de oportunidades y miseria.
2.1.3. Características económicas.
Los espacios desarrollados se caracterizan por una densa red de infraestructuras, capacidad
productiva y autogestión de los recursos económicos. Además, el Norte es una sociedad terciarizada, con un
desarrollo grande del sector servicios, mientras que el sector primario ha superado la fase de autosubsistencia
y queda inmerso en el sistema económico.
2.1.4. Características espaciales.
Destaca el intenso grado de urbanización en el Norte, derivado de un crecimiento histórico y
sostenido, de manera que el reparto es mucho más equilibrado que en el Sur. La existencia de unas bandas de
transición suburbanas, que integran el campo con la ciudad y producen una ocupación más uniforme del
espacio, es algo típico del Primer Mundo. Además, dentro del territorio del Estado hay mecanismos de
compensación que suavizan las posibles diferencias territoriales, provocando una mayor distribución espacial
de los recursos y servicios básicos.
2.1.5. Calidad de vida.
En el Norte, la satisfacción de las necesidades primarias y los excedentes de renta posibilitan el
consumo de bienes inmateriales (ocio, salud, medio ambiente, culto al cuerpo...), algo impensable en los
países subdesarrollados. Igualmente, el Norte tiene en mayor o menor medida un sistema de protección social
(“Estado de Bienestar”), que garantiza unas mínimas condiciones de vida a los ciudadanos (Seguridad Social,
subsidio de desempleo, etc).
2.2. Regionalización del Desarrollo.
El cumplimiento de estas características determina la inclusión de un país en el grupo de los
desarrollados, pero esta visión no debe esconder una análisis más real, en el que se expongan los diferentes
grados del desarrollo. Por ello podríamos señalar como subgrupos en orden de menor a mayor grado de
desarrollo:
a) Los antiguos Estados comunistas, salvo las Repúblicas asiáticas de la antigua URSS. Ante los
recientes y profundos cambios económico-políticos, sus niveles de renta y de consumo se sitúan por debajo de
la Europa Occidental, a lo que se contrapone su poder industrial, técnico-científico y cultural, así como la
cobertura social de la población y las equilibradas estructuras espaciales.
b) Un segundo nivel de desarrollo, integrado por potencias medias europeas (España, Portugal, Irlanda
o Grecia), donde los niveles de renta y la capacidad productiva las convierten en países semiperiféricos
dependientes en gran medida de la tecnología punta de Estados más avanzados.
c) El resto de potencias europeas, con Alemania y Francia a la cabeza, junto con Australia y Nueva
Zelanda, formarían un grupo de grandes potencias.
d) La cúspide la encabezan EEUU y Japón, con elevados niveles de consumo y renta, siendo las
locomotoras directrices de la economía mundial, generando las dos juntas el 42% del PNB mundial.
Sin embargo, también hay Sures en el Norte, como lo evidencian las bolsas de pobreza, con 130
millones de pobres en todo el mundo desarrollado. En EEUU existen 40 millones de pobres y en España, 8
millones de pobres.
3. MUNDO SUBDESARROLLADO: EL SUR.
3.1. El concepto de Subdesarrollo: origen, definición y sinónimos.
La palabra “subdesarrollo” fue utilizada por primera vez de forma oficial en 1949 por el presidente
Truman, refiriéndose a los países que se encontraban a menor nivel que los países ricos. La toma de
conciencia respecto a la existencia de países subdesarrollados y de su situación económico-social derivó de la
constatación del hambre como fenómeno generalizado, la creación en el marco de la ONU de organismos
como la FAO (1945) o la OMS (1946) para la ayuda a los países subdesarrollados, o con iniciativas de los
propios países, como la Conferencia de Bandung (1955) y el nacimiento de los Países no Alineados.
El término subdesarrollo ha tenido muchos sinónimos como “Tercer Mundo”, vocablo de gran éxito
acuñado en 1952 por el geógrafo Alfred Sauvy, al hacer una comparación diacrónica entre la situación
francesa en vísperas de la Revolución y las demandas planteadas por el Tercer Estado, y la situación del
mundo a mediados del XX, que enfrentaba a unos países inmersos en la miseria frente a las posiciones
privilegiadas del Norte. Posteriormente han aparecido otras expresiones como “Cuarto Mundo”, “países en
desarrollo”, “países en vías de desarrollo”, “países menos avanzados” o “países pobres” entre otros. Los
términos “Cuarto Mundo” y “países pobres” se refieren a los países más desfavorecidos del grupo de los
subdesarrollados, con una renta per cápita inferior a 1000 $; “Países en desarrollo”, “países en vías de
desarrollo” y “países menos avanzados” son eufemismos impuestos por el lenguaje burocrático de la ONU y
significa subliminalmente que se trata de un país próximo a alcanzar el nivel de desarrollo, por lo que el
término subdesarrollo queda suavizado. Finalmente, otra expresión de gran aceptación es la polarización
Norte/Sur, que indica la coincidencia de casi todos los países desarrollados en el hemisferio Norte y describe
la situación de desequilibrio, completando la de Este/Oeste, derivada de la existencia de bloques ideológicos
militares enfrentados.
3.2. Características del Subdesarrollo.
Caracterizar este fenómeno es difícil por el dinamismo que contiene el término. Entre los indicadores
que se han utilizado para caracterizar el subdesarrollo están la subalimentación; el PNB por habitante, sobre
todo en los años 60 y 70; o la ausencia de industria. Sin embargo, estos indicadores se han mostrado inválidos
para definir este fenómeno tan complejo, por lo que se hace necesario incluir diversos factores (económicos,
culturales, políticos, sociales, etc). Ives Lacoste estableció 14 puntos definitorios, mientras otros autores
prefieren centrarse en aspectos más concretos. Intentando sintetizar las contribuciones más relevantes, las
diferentes características se pueden agrupar en cinco factores:
a) Factor demográfico, que incluye como variables: elevada mortalidad infantil, fuertes tasas de
natalidad y fecundidad; altos índices de analfabetismo; y fuertes procesos migratorios exteriores y de campo-
ciudad.
b) Factor socio-político, que incluye empleo infantil; elevadas tasas de paro; regímenes políticos
inestables (dictaduras, “democracias vigiladas”), dualidad social; escasa implantación de los derechos
humanos o marginación de la mujer.
c) Factor económico, que alude a la escasa industrialización o a la industrialización exógena
dependiente del exterior; la hipertrofia del sector servicios; predominio de la población activa en el sector
secundario y a los bajos niveles de renta y consumo. La dependencia económica es una nota común en los
países subdesarrollados.
d) Factor sanitario (condiciones de vida), refiriéndose a la insuficiencia alimentaria y a la
subnutrición, que son elementos diferenciadores del subdesarrollo y establecen niveles dentro de éste; y a las
enfermedades características del Tercer Mundo (paludismo, malaria, cólera o tuberculosis), en clara conexión
con el factor demográfico.
e) Factor espacial, pues el Sur se caracteriza por estructuras espaciales duales y disarmónicas, en el
que se contraponen grandes aglomeraciones urbanas y extensos vacíos demográficos o áreas rurales. Dentro
de la ciudad, coexisten barrios lujosos con anillos de miseria (“bidonvilles”, “favelas”).
3.3. Tipologías de modelos subdesarrollados.
Teniendo en cuenta los factores expuestos, se pueden diferenciar entre varios niveles de subdesarrollo,
pues los procesos coloniales, la evolución histórica postcolonial, los recursos productivos, el régimen político,
etc, son factores explicativos e interactuantes. Así, tenemos los siguiente modelos de subdesarrollo.
3.3.1. América Latina.
Incluye el espacio comprendido entre Río Grande y Tierra de Fuego, colonizado durante una larga
etapa por españoles y portugueses, en la que se formaron poderosas minorías criollas. Tras su independencia
en el siglo XIX, pasó a depender económicamente de las potencias anglosajonas, sobre todo de EEUU, lo que
ha implicado un neocolonialismo económico con fuertes inversiones de capital exógeno y un cierto desarrollo
industrial en regiones muy polarizadas (eje Río de Janeiro-Sao Paulo, Buenos Aires y México DF).
Se caracteriza por una relativa industrialización, un cierto mercado de consumo y un menor problema
sanitario y de subnutrición. Sin embargo, su dependencia económica, el volumen de su deuda externa, la
desvertebración territorial, las fuertes desigualdades socioeconómicas y los focos de tensión incluyen a este
territorio como área subdesarrollada, aunque en menor grado que el resto.
3.3.2. Nuevos Países Industriales.
Se incluyen Corea del Sur, Taiwán, Malasia y Tailandia, los “dragones asiáticos”, que están
experimentando un crecimiento en su economía. Así, Corea del Sur en 2004 tuvo un PIB PPA de 16480 $,
superior al de algunos países europeos como la República Checa (14500 $) o Polonia (10130 $). Ahora bien,
su industrialización es exógena y de carácter transicional, por la masiva llegada de capitales en busca de mano
de obra barata, ausencia de políticas medioambientales y de reivindicaciones sindicales. Además, la fuerte
desigualdad social, los sistemas políticos imperantes, la desvertebración territorial y la convivencia de un
sector industrial pujante con áreas rurales deprimidas hacen incluirlos dentro de los países en vías de
desarrollo.
3.3.3. Países Exportadores de Petróleo.
Lo conforman los países árabes del Golfo y norte de África, así como otros países africanos (Nigeria)
o asiáticos (Indonesia, Brunei), sin olvidar México y Venezuela, si bien éstos dos últimos se enmarcan dentro
del primer modelo. Presentan como notas comunes las elevadas rentas per cápita (EAU, con un PIB PPA en
2001 de 20530 $; Kuwait, de 18700 $; Brunei, de 19210 $); la dependencia del petróleo como fuente de
riqueza y la monoespecialización de sus economías; el valor añadido por el refinamiento y distribución del
petróleo es ganado por las multinacionales, lo que hace a estos países en meros exportadores de materia
prima; mínima inversión industrial y carencia de diversificación productiva; dependencia económica; dualidad
social; elevadas tasas demográficas y regímenes políticos incluso de corte feudal. Todo ello los incluye dentro
del subdesarrollado.
3.3.4. India y Sureste asiático.
En esta región viven más de 1500 millones de personas, la mayor parte en un estado de subnutrición y
analfabetismo, con tasas de mortalidad infantil enormes, graves problemas políticos, enfermedades endémicas,
etc. Atendiendo a las cifras macroeconómicas, estos países entran en el Cuarto Mundo o países pobres (PIB
per cápita en 2004: 480 $ en India; 360 $ en Bangla Desh; 430 $ en Vietnam; 310 $ en Laos; 230 $ en Nepal).
Igualmente presentan fuertes desigualdades sociales. Las razones de esto hay que buscarlas, entre otros, en el
pasado colonial europeo, que convirtieron a estas regiones en colonias y mercados de consumo, con la
desaparición de la industria local y la fuerte aculturación europea impuesta.
Por otra parte , debemos hacer referencia al tsunami sucedido el 26 de diciembre de 2004, que afectó a
Indonesia, Malasia, Tailandia, Birmania, Bangla Desh, Sri Lanka o India entre otros y provocó más de
160.000 muertos e ingentes daños materiales que tardarán mucho en estimarse, hablándose en el momento de
la tragedia de 1200 millones de euros en India o de 900 millones en Sri Lanka.
Igualmente se hace necesario un análisis más pormenorizado de India, con una población en 2001
(último censo realizado que costó 200 millones de dólares) de 1087 millones de personas. Para 2050 se estima
que será el país más poblado de la Tierra, creciendo a un ritmo de 1´8%, frente al 2´1% de 1991. Respecto a la
economía, ha crecido un ritmo anual de 8´1% en 2004 y el PIB PPA es de 3100 $ por habitante, frente a los
1681 $ de 1991. En cuanto a su población activa, se observa desde 1991 un incremento de la dedicada a los
servicios y un retroceso en agricultura e industria (población activa en 1991: agricultura, el 67´7% de la
población; industria, el 11´8%; servicios, el 20´5%. En 2004, estos porcentajes han sido de: agricultura, el
58,2% de la población; industria, el 4´2%; servicios, el 37´6%), si bien todavía el sector primario ocupa a más
de la mitad de la población. La inversión en Formación Bruta en Capital Fijo (FBCF = inversión en energía y
tecnología en función del PIB) es del 23´3% del PIB en 2004, frente al 10´9% en 1991. El porcentaje de la
deuda respecto al PIB es del 13%, frente al 30% de 1991. La deuda externa total es de 100´6 mil millones de
dólares, que se ha incrementado con respecto a 1991 (97´9 mil millones de dólares), siendo su PIB total de
3319 mil millones de dólares (en 1991 fue de 1800 mil millones de dólares). La balanza de pagos es del 0´8%
del PIB, mientras en 1991 fue de 0´1%. Además se observa una mayor inversión en educación y sanidad
respecto a 1991 (4´1% frente al 3´2% en educación; número de médicos: 2´3‰ habitantes frente a 0´4‰
habitantes), mientras hay una reducción de los gastos en defensa ((2´5% del PIB en 2004, frente al 3´4% en
1991). Con todos estos datos, podemos concluir que India está invirtiendo más a largo plazo, aunque ello
ralentice su crecimiento, debiendo tener en cuenta que es un país con instituciones democráticas y la
importancia que puede alcanzar tanto el sector servicios como el volumen comercial.
3.3.5. China.
Los 1300 millones de habitantes en China (22% de la humanidad), el sistema político, la distribución
de la riqueza generada (habiendo superado el problema del hambre) y el elevado nivel científico-técnico
alcanzado, explican su análisis individualizado.
Aunque el PIB chino fue de 6353´8 mil millones de dólares y su crecimiento anual en 2004 del 5´7%,
la fuerte presión demográfica puede anular ese crecimiento, por lo que las autoridades han realizado
importantes políticas de planificación para lograr el descenso de la natalidad, situándose el crecimiento de la
población en el 0´7%, contrastando con las dinámicas demográficas del subdesarrollo. También ha sido escasa
la penetración de capitales multinacionales y destaca la ausencia de una historia colonial que afectara a las
bases sociales y supusiera un dominio cultural. A comienzos del siglo XXI, parece que China está saliendo de
esta situación subdesarrollada por la relativa apertura al mercado exterior (China se adhiere a la OMC en
1999) y por su crecimiento económico, propiciando una mejora del nivel de vida de una gran parte de sus
ciudadanos. Incluso algunos especialistas ven en estas señales a una posible primera potencia mundial.
3.3.6. África.
La historia colonial africana marca una clara diferencia con el resto de conjuntos regionales
estudiados, incluyéndola en las más profundas simas del Subdesarrollo. África representa el Cuarto Mundo
más profundo donde las tasas demográficas se disparan, calculándose la población en 900 millones de
personas, superando 24 de los 52 países africanos el 100‰ de la mortalidad infantil en 2001 (Sierra Leona
llega al 182‰) y con una esperanza media de vida de 40/50 años. Económicamente las cifras son
apocalípticas y las situaciones sociales degeneran en frecuentes conflictos civiles. África representa un modelo
puro de subdesarrollo derivado de la política colonial y de su descolonización (las fronteras y las bases
económicas reflejan la herencia colonial), con consecuencias alarmantes que han cortado, en el momento
actual, de cualquier expectativa de futuro.
En definitiva, en África se sitúa el mayor número de países subdesarrollados del mundo y entre los
problemas que impiden su desarrollo están las altas tasas demográficas, con un incremento rápido de la
población por encima de sus recursos; la incapacidad de la agricultura; los conflictos bélicos y las catástrofes
naturales, provocando migraciones masivas (casi 7 millones se han visto obligados a abandonar sus hogares);
el bajo nivel de vida de la población, con servicios sanitarios y educativos deficientes, agravándose la
situación entre las mujeres; la deuda externa. No obstante, África experimenta grandes contrastes entre la
República Sudafricana y algunos países del Magreb, con una economía más desarrollada que el resto. La
situación más crítica la viven los países subsaharianos, donde la esperanza media de vida es de 46 años y hay
una 43% de la población que vive con menos de un dólar diario.
Los problemas más acuciantes de África son las guerras, la escasez de alimentos y enfermedades, que
hacen perdurar el subdesarrollo y una situación de emergencia en el África subsahariana. El África
subsahariana es escenario de más de la mitad de todos los conflictos armados del mundo (Angola, Burundi,
Chad, Liberia, Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sudán, etc, por guerras civiles; Costa de Marfil, Kenia, Nigeria
o Uganda, por otro tipo de conflictos), con las numerosas pérdidas humanas y la destrucción de
infraestructuras que acarrea. Asimismo, la principal causa de mortalidad en el África subsahariana es por el
SIDA, donde se calcula que viven unos 26 millones de enfermos (el 60% de los infectados por el virus del
SIDA del mundo). Respecto al hambre, se calcula que las personas que sufren desnutrición crónica y hambre
en esta zona es de 180 millones, debido a las catástrofes naturales (sequía), la falta de producción agrícola y
los conflictos armados.
Esta situación ha hecho que algunos estudiosos y organismos internacionales empleen el Índice de
Sufrimiento Humano (ISH), obtenido a partir de diez medidas del bienestar humanos (esperanza de vida,
suministro calórico diario, acceso al agua potable, inmunización infantil, matriculación en las escuelas
secundarias, PNB por habitante, tasa de inflación, tecnología de las comunicaciones, libertad política y
derechos civiles). Según estos datos, 34 de los 50 países del mundo con mayor sufrimiento son africanos y
cuatro, iberoamericanos. En los primeros puestos de la lista están Mozambique, Somalia y Sudán. La única
solución a esta situación pasa por la cooperación y solidaridad de los países desarrollados, pero también
porque estos países asuman su responsabilidad, algo que está comenzando a suceder en algunos países, al
concienciarse del despilfarro y corrupción de sus gobiernos.
4. EL DESARROLLO SOSTENIBLE COMO ALTERNATIVA.
El impresionante crecimiento de la humanidad desde 1900, acelerado a partir de 1950, ha supuesto la
aparición de dos grandes problemas y retos: la desigualdad y la crisis medioambiental. Para satisfacer las
necesidades primarias de la humanidad, los países subdesarrollados deberían tener unos crecimientos
económicos que, siguiendo los modelos clásicos de crecimiento, significarían la destrucción ecológica del
planeta. La solución no puede abordarse desde criterios tradicionales, y se hace necesaria una nueva actuación
económica y una profunda transformación de los modelos de vida y actitudes. Los desastres ecológicos en las
áreas subdesarrolladas son la respuesta ambiental a un problema económico, pues estos países sólo cuentan
con su capital ambiental para hacer frente a sus necesidades económicas y para satisfacer los intereses de la
deuda externa acumulada.
En 1972, el Club de Roma publicó un informe, “Los límites del crecimiento”, que supuso el primer
aldabonazo serio de la comunidad científica. En este informe, Dennis L. Meadows abogaba porque el actual
modelo de crecimiento era insostenible, fijándose sobre todo en el crecimiento demográfico. En 1992, se
publica “Más allá de los límites del crecimiento”, donde se afirma que el actual modelo de desarrollo es
derrumbe, insostenible, pues los límites que establecía el primer informe ya han sido rebasados, y el sistema
en su conjunto está sobrecargado. Por tanto, hay que abogar por un desarrollo sostenible. Señala cuatro causas
por las que considera que el actual modelo es de derrumbe: El crecimiento demográfico; El desigual reparto
de la riqueza; La existencia del hambre y la malnutrición; La destrucción del medio ambiente por el proceso
de industrialización y el modelo de consumo. La solución al problema sería el desarrollo viable o sostenible,
definido por la ONU como aquel que “satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de
las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias”, que se basa en dos principios que deberían
conjugarse con el desarrollo económico. Son: 1. La conservación del equilibrio ecológico; 2. El uso equitativo
de los recursos del Planeta. Este modelo se contrapone a los modelos clásicos de crecimiento ilimitado o su
antagónico de crecimiento cero. El Desarrollo Sostenible es una postura intermedia que intenta compatibilizar
dos variables hasta el momento separadas: medio ambiente y desarrollo económico.
Respecto al primer principio, la conservación del equilibrio ecológico, se conseguiría integrando la
política medioambiental en las políticas económicas de desarrollo regional, utilizando más eficazmente los
recursos disponibles, modificando los hábitos de consumo y cambiando radicalmente el sistema y la manera
de producción.
En cuanto al uso equitativo de los recursos del Planeta, se haría desarrollando una sociedad más justa
y consiguiendo un pacto global entre Norte y Sur. Se está trabajando para ello, si bien no se puede asegurar si
se conseguirá. Para esto habría que cambiar el modo de producción y el consumo masivo; asegurar el acceso
de la población mundial a unos recursos básicos; e inducir a reformas sociales, políticas y económicas en los
países del Sur. En este momento hay una crítica cada vez mayor a la organización económica mundial y al
liberalismo, concretamente a sus instrumentos básicos operativos: el BM y el FMI, desde el punto de vista
económico, y la OTAN, desde el punto de vista militar. En Seattle se dieron a conocer los movimientos
“antiglobalización”, movimientos que ahora muchos prefieren denominar de “globalización solidaria”. Según
estos movimientos, hasta el momento, la liberalización y la globalización tienden a ahondar las diferencias
entre Norte y Sur.
Se han producido una serie de avances como: la proliferación de las ONG, más eficaces que las
organizaciones gubernamentales y entre cuyas funciones están los proyectos al Tercer Mundo; el comercio
justo, que garantiza entre otros requisitos, no haber utilizado mano de obra infantil; el comercio triangular,
donde el Norte compra a países del Sur productos excedentarios para que el dinero recibido lo aplique en
infraestructuras; o el Diario Norte-Sur, cuyo fin es favorecer la igualdad entre territorios.
Entre las soluciones propuestas, cabe destacar: eliminar los aranceles de los productos agrarios, para
favorecer con ello a los Subdesarrollados, lo que se está intentando hacer a nivel mundial. El fuerte
proteccionismo de EEUU y la PAC de la UE, se están eliminando poco a poco; Condonar la deuda externa o
exterior, lo que supondría un alivio para sus economías y un freno al deterioro medioambiental, afrontando
una explotación lógica de sus recursos. A algunos países muy pobres o que han sufrido una catástrofe los
países desarrollados se la han condonado, mientras en otros se ha hecho pero en parte; el incremento de
ayudas a la cooperación. En 1967, la ONU estableció que los países desarrollados dieran un 0´7% de su PIB.
España contribuye en la actualidad con un 0´35%; no apoyar los conflictos armados, pero por la vía de no
favorecer la industria armamentística, lo que resulta complicado porque choca con fuertes intereses
económicos; favorecer ayudas para la educación y la sanidad, incluso intentando en los propios países un
cambio de mentalidad. En este sentido, también sería necesario frenar el crecimiento demográfico; pagar un
precio por la explotación de los recursos; en los países del Norte, un mayor ahorro de energía y el reciclaje de
los productos industriales, pues para ello existe tecnología suficiente.
5. CONCLUSIÓN.
Todas estas propuestas contemplan la satisfacción de las necesidades primarias de la humanidad y la
preservación del medio ambiente, conjugado con una gestión económica armónica con el sistema natural.
Todo ello exige, en definitiva, una nueva actitud internacional de colaboración que en ocasiones resulta muy
difícil de asumir, pues no debe ser entendido desde perspectivas competidoras, sino desde posturas solidarias
y globales. Sino, como señala Samir Amin, la única solución que tendrá el Tercer Mundo será desconectarse
del sistema mundial o aldea global, término que para muchos, como Tamames, es sinónimo de mercado
global. Colaboración, solidaridad y reparto parecen ser, por tanto, las claves de este desarrollo sostenible.
En conclusión, a lo largo del tema hemos expuesto la dicotomía que existe en el mundo entre Norte y
Sur, tratando las desigualdades existentes y las teorías que explican esta situación. A continuación se ha
analizado los conceptos de desarrollo y subdesarrollo, estudiando las diferentes áreas que integran el mundo
desarrollado y el subdesarrollado. Finalmente, hemos indicado las diferentes alternativas al actual modelo
económico, que se centran en el modelo de desarrollo sostenible.
6. BIBLIOGRAFÍA.
Amin, S.: La desconexión hacia un sistema mundial policéntrico. IEPALA.
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Fontanella, Barcelona, 1975.
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1987.
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Perez Esparcia: Pobreza y desigualdad en los países en desarrollo. Editorial Síntesis.
Rostow, W. W.: Las etapas del crecimiento económico. FCE, México, 1965.
Tamayo, J.J.: Diez palabras clave sobre la globalización. EDV, Navarra, 2002.
Wallerstein, I.: El capitalismo histórico. Siglo XXI, Madrid, 1988.