saint yves d'alveydre - arqueómetro parte 1

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  • 8/14/2019 Saint Yves D'Alveydre - Arquemetro parte 1

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    SAINT - YVES D' ALVEYDRE

    El ArquemetroCLAVE DE TODAS LAS RELIGIONES

    Y DE TODAS LAS CIENCIAS DE LA ANTIGEDAD

    Reforma sinttica de todas las Artes Contemporneas

    ACOMPAADO DE 5 LAMINAS EN COLORESDE 10 RETRATOS Y DE 100 FIGURAS Y CUADROS

    BIBLIOTECA UPASIKAwww.Upasika.com

    http://www.upasika.com/http://www.upasika.com/
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    LIBRO I

    INTRODUCCION AL ESTUDIO DEL ARQUEOMETRO

    EL ARQUEOMETRO2. SU RECONSTITUCION OBJETIVASOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS DE LA PALABRA DEL VERBO

    4. ARQUEOMETRIA DE LAS RELIGIONES COMPARADAS EN LO INCOMPARABLE5. EL BRAHMANISMO, INVERSION DEL ISHOA-RISMO

    6. LA PROTESTA DE PHO-Y, DE ZARATHOSTRA, DEL PROTO-BUDHISMO GAYNA7. EL IOHANISMO DE LOS SOBBHAS Y EL MAHOMETISMO

    DEDICATORIA

    Mi querido Maestro.

    El implacable destino que ha puesto fin bruscamente a vuestros das terrestres, nos ha valido elpeligroso honor de reemplazar, por la unin de vuestros amigos, la unidad de vuestra inteligencia, parala publicacin del Arquemetro. Si hubieseis vivido para asistir a este nacimiento de vuestra obraintelectual. la dedicatoria de esta obra hubiese sido hecha por vos al Angel que ha presidido, del otrolado, a su edificacin. Es a vuestra querida mujer, es a este espritu anglico descendido sobre la tierrapara iluminar con toda la irradiacin de su belleza y de su espiritualidad nuestro pobre infierno de aquabajo, es a ella que vuestra obra habra rendido homenaje.

    As pues, es un deber para nosotros evocar, a la cabeza de esta publicacin que viene de undoble plano, la memoria de aquella que ha sido su inspiradora en el Mundo de la Palabra viviente.Dedicamos pues el Arquemetro a Madame la Marquesa de Saint-Yves d'Alveydre, que est ahoraunida eternamente a vos en el nombre de Nuestro Seor Jesucristo, y por la bondad de Maria. la Virgende piedad y de luz.

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    ADVERTENCIA

    Hace dos aos apenas que nuestro venerado Maestro, abandonando el mundo visible, hafranqueado la Puerta de las Almas, para unirse por siempre en el Verbo divino al Alma anglica, quefue siempre, aun invisible, su sostn y su vida aqu abajo.

    La desaparicin de este luminoso genio le ha hecho surgir de todas partes una cantidad de

    discpulos, y no podramos sino estar dichosos por ello, si ciertos de estos convencidos de ayer,exagerando un poco su celo de nefitos, no intentasen persuadirse a s mismos, y persuadir a otros, deque son verdaderamente los depositarios de las confidencias supremas del Maestro, y de sus msntimos pensamientos. Es intil aadir que todos conocen a fondo el Arquemetro, cuya descripcinexacta, que nosotros tenemos de la mano misma de su Inventor, es sin embargo enteramente inditatodava.

    Algunos no vacilan en dar interpretaciones cabalsticas de este Instrumento de interpretacin.Otros, que no se sonrojan de afirmar conocer los ltimos secretos de la Ciencia arqueomtrica,prometen iniciaciones grandiosas y fantasmagoras que no existirn jams, a Dios gracias, ms que ensu imaginacin exaltada. Otros, en fin, apelando a Saint-Yves, libran por todo pasto, a sus lectores,elucubraciones de un anticlericalismo y de un antipapismo verdaderamente demasiado rudimentarios e

    infantiles, dignos a lo sumo de un subcomit electoral de pueblo o de una Logia de dcimo orden delG.'. O.'., y que hubiesen valido a sus autores, en vida del Maestro, para ser clavados en la picota poruna de estas fustigantes palabras de las que l tena el secreto.

    Entre los espritus que leyeron y apreciaron sinceramente a Sant-Yves, algunos han podidopreguntarse por qu sus Amigos parecan poner tan poco empeo en defender su memoria. La razn deello es simple. Un ser como el que no echaremos nunca lo bastante de menos, no tiene necesidad de serdefendido; an cuando muerto en la Tierra, es lo bastante poderoso para defenderse solo, habiendodejado tras de s suficientes obras inditas para cerrar la boca a todos los impostores. La quepublicamos hoy es una magnfica prueba de ello. Ella llega en su momento, en el momento querido yescogido por el Maestro, y responde como un trueno a todas las demencias propaladas desde hace dosaos bajo el abrigo de su nombre.

    Complemento y sello final de las "Misiones", este libro es la verdadera Introduccin al Estudiodel Arquemetro. Nunca, en ninguna de sus obras anteriores, ha desvelado Saint-Yves, como aqu, elfondo de su pensamiento intimo; nunca, en ninguna, han sido los Misterios tan audazmente escrutadospor l; nunca, como aqu, se ha revelado l tan completamente.

    No es solamente el genio cristiano, el Renovador inspirado de la Sinarqua el que reconocere-mos; es el verdadero sucesor de los Nabis antiguos, el ltimo Profeta. Una Dama terrible corre en suobra de Isaas moderno, tan severa para los Fariseos y los Escribas contemporneos como el hijo deAms lo fue para los Letrados y los sacerdotes de Jud. Tan aterradoras son sus visiones tocantes alporvenir de Francia y de Europa, recadas hoy en la peor Anarqua pagana; muchas, ay!, se hanrealizado ya, otras estn en vas de cumplimiento, y, si nosotros no hubisemos escuchado, de la bocamisma del Maestro la lectura de estas profecas hace ms de siete aos, ante el infinito de la Mar, que

    les daba, si es posible, an ms amplitud y majestad, podramos creer que fueron escritas despus.Mas, al mismo tiempo que muestra las catstrofes inminentes para los Pueblos sometidos a las

    Leyes implacables de los Ciclos histricos, su corazn se desangra ante esta Fatalidad que pareceinevitable y que podra sin embargo no serio. Y exhorta a sus hermanos los humanos a abandonar lafalsa va para seguir la Va verdadera, aquella que les ha indicado, desde hace ya veinte aos, aquellaque todava les indica. Les suplica, en fin, que quieran hacer el ensayo leal de los nicos medios quepueden todava oponerse al Destino y salvar a la Humanidad. Y en esto es verdaderamente hombre,hombre a quien "nada de lo que es humano le es extrao", y se no es el menor de sus ttulos en nuestraveneracin y en nuestro afecto profundos.

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    Es hacia 1903, tal como lo indican ciertas alusiones a los acontecimientos de entonces, que fuecompuesta la Obra que libramos hoy en da al pblico. Notas dispersas y partes completas, lasrecolectamos piadosamente, y no quisimos ser de ellas, estrictamente, ms que los simplesordenadores. Advertimos de ello al lector, que comprender as por qu hemos tenido que rechazar enapndice, un fragmento escrito sobre un modo y en un estilo del todo diferentes al conjunto de la obra.Y si hemos conservado y publicado este fragmento inacabado, es en la conviccin de que ser ledo con

    placer por todos aquellos que han conocido al Maestro y que le han frecuentado un poco; pues loreconocern ah por entero con esta fina irona, este espritu chispeante y esta exquisita mezcla de salesatica y gala que ponan tanto encanto, originalidad, y a veces lo imprevisto, en sus conversaciones mselevadas y ms serias.

    En cuanto a la forma y a la divisin de la obra, no hablaremos de ella; es lo bastante clara, sobretodo ahora que ciertas planchas del Arquemetro han sido difundidas y reproducidas un poco por todaspartes.

    23 mayo 1911

    LOS AMIGOS DE SAINT-YVES

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    EL ARQUEOMETRO

    DE SAINT-YVESPREFACIOLos estudios clsicos: su influencia. - Las jerarquas de los Pueblos. - La astronoma humana. - Atenienses y Romanos; sucarcter anrquico. - Origen de los Griegos. - Los Ciclos antiguos. - Las Metrpolis. - La Proto-Sntesis verbal. - ElPaganismo mediterrneo. - Las Invasiones. - Aparicin de Ptgoras. - La poca actual comparada con la de Pitgoras. - Porqu hemos escrito este libro.

    Hace cinco siglos que han nacido los estudios clsicos, tres que usurpan cada vez ms lasDirecciones europeas y las conducen a su prdida sucesiva, en provecho de Amrica y de Asia. Desdelos prncipes herederos, hasta los becarios de colegio, se entra cada vez menos cristiano en estascatacumbas al revs, y se sale cada vez ms pagano.

    Falta pues demasiado en ellas alguna cosa a la segunda salida de este descenso a los infiernos, ala salida de este pas de las Sombras del que las jvenes generaciones, que se hunden rosadas, vuelvena salir plidas. Lo que falta es una comparacin, un juicio, una iniciacin en plena vida, una cura deverdadera Humanidad, de aire celeste, de luz divina.

    Al salir de estos estudios, tenamos ya su espritu en sospecha. Nuestros altos estudios nos hanhecho descubrir a continuacin, por encima de esta anarqua, las Enseanzas, el Principio universal delConocimiento y de la Sociologa, de las que la Ley de Estado ha constituido ms tarde el objeto denuestras demostraciones histricas.

    Hay jerarquas entre los pueblos; sobre todo entre sus guas, segn su Esencia original y elinjerto que estos pueblos puedan portar.

    Como regulados por una Astronoma humana, estos guas reaparecen de edad en edad, de pueblo en pueblo, iluminando las tinieblas, las oleadas, los escollos y la direccin de lasColectividades. Desembrollan de ellas, por un tiempo ms o menos largo segn la naturaleza de losmedios, las deformaciones enredadas, dndolas un sentido general y una recrudescencia de destinos.Vienen en su momento, a cumplir una de las funciones que hemos descrito (1), y que se atraen y searrastran todas, como un sistema de gravitacin.

    Siendo la Teocracia el ms alto grado, los pueblos son siempre visitados a tiempo, por uno delos tipos del primer Orden, que tambin tiene sus grados: Orfeo, Numa, Pitgoras. Son convidados asal mximo de la Vida social y de la civilizacin, para su propia paz as como para ejemplo de laHumanidad.

    Nuestras "Misiones" prueban que nadie ha admirado ms que nosotros a los grandes hombresde todos los tiempos, y en consecuencia los de la Antigedad greco-latina. No podemos por ello decirlo mismo de los Atenienses y de los Romanos, opositores municipales de estas notablesindividualidades.

    Entre todos los medios histricos, en efecto, no los hubieron nunca ms refractarios a esteOrganismo supremo, que los Atenienses y los Romanos. Nunca la calidad humana tuvo que vrselas

    1Nota de los Amigos de ST.-Y.: VerMisin des Juifs (La Misin de los Judos).

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    con cantidad ms catica, ms incoherente, ms anarquista por esencia, ms individualista en masabanal, y en consecuencia ms rebelde a la individualidad.

    Nunca la atomicidad trepidante fue menos susceptible de una cohesin molecular que no fueraotra que la compresin bajo la fuerza de las cosas, desnuda en la fuerza armada.

    Es el atolladero civil permanente, dedicado al reglamento militar o a la invasin.Es entonces que, para la salvaguarda momentnea de estos medios, reaparece un tipo del

    segundo Orden, una estrella secundaria de la Astronoma humana. Se llama Alejandro y Csar; y, paraque el desorden civil no se devore l mismo, su jefe de Estado Mayor le hace devorar al Mundo.El primer Orden era social, el segundo es poltico. Uno crea, el otro conserva lo que existe, pero

    no lo modifica sino exteriormente. La podredumbre intelectual y social permanece adentro.Es por esto que todo se desploma en el Bajo Imperio romano-bizantino; es la continuacin de

    los ajetreos de Babilonia. Europa est enfeudada a este recuerdo anciano pero no antiguo, animadocomo una novela de aventuras y de escndalo. A Dios gracias, no es sta la Norma de la larga Historiauniversal, sino la serie evolutiva de una sucesin de decadencias, su ondulacin de serpiente. LosAtenienses y los Romanos no eran ellos mismos, desde el origen, ms que decadentes refugiados, casiextranjeros en estas ciudades, con ms fuerte razn en Grecia y en Italia.

    La Arqueologa entre los modernos, la Mitologa entre los antiguos, ya que sobre el orden de lasUniversidades Sacerdotales indo-egipcias la Historia, as como las otras Ciencias, no era escrita msque en enigmas; los Libros sagrados, en fin, nos han permitido abrir por otra parte los velos de lasedades remotas (2).

    No se tendr jams la suficiente veneracin por las dos Pennsulas que atraen a nuestroContinente las cadenas de los Balcanes y de los Alpes. Es a cada paso que podemos decir: Sta viator,heroem calcas!" Pero el viajero no holla ah solamente un pobre hroe esparcido de la Historia anciana,casi reciente; son las necrpolis de las Edades heroicas y, ms an, las Metrpolis de los Ciclospatriarcales quienes yacen bajo sus pies.

    Cuando Filipo de Macedonia responda con una dulce irona a la petulancia de los embajadoresdel Pe1oponeso: Cuntos verdaderos Griegos hay entre vosotros?", les daba, sin aparentarlo, unapequea leccin de historia, sabiendo mejor que ellos que los Graios, o Totemistas de Gruya, eranCelto-Eslavos epirotas y que la Grecia antigua misma era Eslava y Pelasga, hasta la invasin de losexplotadores revolucionarios de Asia: Yonijas y Yavanas de Man, Yavanim de Moiss. Un Lartoetrusco, un Numa, habra podido igualmente decir a los Levantinos del Tber: Cuntos verdaderosItalianos hay entre vosotros?

    En efecto, los verdaderos Griegos eran Eslavos de los Balcanes; los verdaderos Italianos eranCelto-Eslavos descendidos tambin de las montaas, Alpes occidentales y orientales. Todos formabanparte de la inmensa confederacin de los Pelasgos de Harakala, antes de ello del Rama de Moiss y delos Brahmines, el, Baco de los Greca-latinos, y antes todava del primer Ciclo de los patriarcas.

    Estos enderezadores de ros, de mares, de tierras inundadas, estos domadores de la animalidad yde la naturaleza salvaje, eran sacerdotes sabios, ingenieros militares, labradores y fundadores deciudades como ya no se han vuelto a ver.

    Sus Aryas, agrupadas en dodecpolis, se extendan desde Italia hasta Grecia, desde los Balcaneshasta el Cucaso, desde la Turida hasta las planicies de la Tartaria, desde el Irn de los Ghiborim hastael Hebyreh de los Nefilim, y de todo el Aryavarta.

    "Oh Hebyreh, residencia de la Ley pura en el Aryavarta."As habla el primer Zoroastro, veintiocho siglos antes de nuestra era, doce siglos antes de

    Moiss. Este ltimo seala fielmente el Heber del Hebyreh. Lo cita en su rango entre los Patriarcas queatribuye por ancestros a sus Hyksos, a los que Maneton llama los Pariahs de Egipto. Los Brahmines, enlo que concierne a la India, dicen la misma cosa que Maneton, pero Zoroastro lo explica todo.

    2Nota de los A. De St. Y: Saint Yves dAlveydre, loc. cit.

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    Slo en Italia. se pueden citar las Metrpolis de estos zodiacos de ciudades, las Argytas, tangrandiosamente bellas como Tebas y Memfis, tan antiguas como Babilonia y Nnive, y que testimonianla misma ciencia que ilumina las ciudades universitarias del norte de la India, tales como Kali, cara alos Caldeos, y Tirohita, la bienamada de los sacerdotes egipcios. As, en Europa misma, el declivesocial antediluviano cae como un velo cada vez ms opaco, hasta el advenimiento del Redentor.

    Pero si se levanta pliegue a pliegue el velo desgarrado por Jess, Verbo Encarnado, se atena y

    deja transparentar, y despus resplandecer, la luz de la civilizacin primordial, el Imperio universal delos Aryas y de los Rutas, la Teocracia indo-europea y egipcia de Ishva-Ra y de Oshi-Ri, de Jess,Verbo-Creador; Jess Rex patriarcarum, dicen con razn nuestras letanas.

    "En el comienzo era el Verbo", dice el discpulo que Jess amaba y para el cual el Maestro notenia nada oculto. No se puede designar ms claramente el Ciclo de la Proto-Sntesis gubernamental, laera primordial en la que el Verbo-Creador, adorado bajo su verdadero nombre, fue profetizado como elVerbo encarnado, como Salvador del Estado social decado.

    Y cuando se produjo el Paganismo mediterrneo, el sabbat de los Burgueses esclavistas, lasSociedades regulares de Europa, de Asia, de Africa, sus Universidades, sus Templos, no dejaron deprotestar contra los Sofistas, los falsos demcratas, los polticos, los retricas rebeldes a todo orden y atoda paz social,

    Roma y Atenas han sido desterradas de la Humanidad, como Babilonia, Tiro, y toda lapodredumbre intelectual y moral de la Jonia.

    Druths celto-kmricos, Droths celto-eslavos, Volas escandinavos, Vells germnicos, Lartos deItalia y de Iberia, Profetas de Egipto, Nabis de Israel, Magos de Persia y de Kaldea, Brathmasmanvicos, Rshis vdicos, Lamas del Thibet, Chamanes trtaros y mongoles, por todas partes elmismo anatema contra el Edom y el Yavan de Moiss, contra los Yavanas y los Mlektas de Man.

    Finalmente se levanta el justiciero del Norte, el gran Ase de Asgard, Frighe hijo de Fridolf, y elfuror secular de los Pueblos grue en l. Mitad druida, mitad buddhista, se eleva sobre su pavs Vodnportado sobre las doce espadas de sus Apstoles. Toma el nombre de Trismegisto boreal, para reunir, ensu deismo militante, toda la Europa del Norte, del Centro, del Este y sus reservas: Og, Gog y Magog,hasta el corazn de la Alta Asia.

    Despus, estos diluvios de hombres, lentamente amontonados, ruedan sobre la civilizacin deSatn. Realizando la profeca de Cristo, la Roma pagana, sin saberlo, ha vengado al cielo devorandoJerusaln: Europa venga a la Tierra dando Roma vaca a los Pontfices de Jesucristo.

    Queda Bizancio, en donde todas las pestilencias de Roma y de Atenas se funden para viciar aBrbaros y Cristianos. Entonces surge el Vodn del Sur, y Mahoma alienta el Korn, la Sunna y elDjehd en las trombas humanas del Islam. Lo que la raza de las nieves no ha podido acabar, escumplido por la de las llamas y los tizones: Arabes, Turanianos, Turcomanos y Osmanlis.

    La Europa actual se expone a los mismos destinos. Los provoca todos a la vez, desde querechaza al Espritu viviente por el espritu muerto, el Espritu cristiano por el pagano.

    Y si las energas humanas no bastan para conducirla a su Principio, Jehovah soltar las de loselementos sobre este nuevo Adamah y sobre su Atlntida.

    De grado o por fuerza, por el Hijo o por el Padre, la Cristiandad volver al Espritu Santo.Seis siglos antes de N. S. Jesucristo, en la sombra tiniebla del Paganismo mediterrneo, que

    sucede a la celeste claridad de la sntesis Orfica; en el periodo anrquico consecutivo a la revolucin delos Sudras en provecho de la Burguesa esclavista y de la Clereca agnstica; con toda la altura de unEpopte, se erige un hombre, Pitgoras, que recuerda a un Patriarca del Antiguo Testamento; quienmerece ms an y algo mucho mejor que todo lo que se ha dicho de l, y que, por esta razn,inscribimos a la cabeza de este libro, destinado a preparar la inteligencia a la comprensin y a lautilizacin del instrumento de precisin que vuelve experimental la Revelacin universal del Verbo, laSabidura divina.

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    Sucede que, a veinticinco siglos de distancia, nuestra poca, en cuanto al estado mental ygubernamental europeo, presenta una identidad notable con la de Pitgoras. En el momento, en efecto,en que Pitgoras emprendi la Misin de Europa, la Sntesis rfica, recuperacin de la Proto-Sntesispatriarcal o verbal, haba desaparecido o casi, anegada por la ola invasora del Paganismo de losLetrados asiticos y jnicos. Del mismo modo, en nuestros das, el cristianismo obnubilado desde elConcordato del siglo IV, y completamente privado de su Maestra, desde el Renacimiento, cede por

    todas partes al Humanismo neopagano.Pitgoras, su poca, su obra y las conclusiones que comporta, nos ofrecen pues una base slidapara el estudio que hemos emprendido, y la exposicin de los medios cientficos a emplear, paralevantar el Estado social decado, y restablecer la sntesis que el gran filsofo emprendi vanamentereconstituir.

    Ahora bien, desde nuestro vigsimo ao, habamos resuelto ser el Pitgoras del Cristianismo,suplantado desde el Renacimiento por el Espritu pagano. De ah, veinte aos despus, nuestras cuatromisiones entre los gentiles modernos, y nuestra accin en Paris, en Bruselas, en Roma y otros lugares,y, en este testimonio rendido a la verdad, contamos slo con Dios, y con su ayuda de campo, el Tiempo.

    Y ahora, en plena vejez, arrojando una mirada retrospectiva sobre la larga trayectoria de nuestrodeber cumplido, vemos, con una gran paz de espritu y de conciencia, que no se ha desviado ni ennuestros libros, ni en nuestros actos pblicos o privados. Ella planea sobre el desconocimiento y sobrela calumnia, ms alta que el desdeo, tan alta como la piedad divina, para estos desgraciados ciegos,conducidos por cegados al Infierno humano que va a engullirlos.

    Es esta misma Caridad que, pese al ms cruel de los duelos, pese a la edad, pese a laenfermedad, nos hace terminar la obra que habamos prometido al divino Maestro emprender, y darcumplimiento con su ayuda.

    La gloria de ello no debe volver sino a Jesucristo solo, y en El, al alma anglica a la que nos haunido y de la que ha querido que la muerte misma no pueda separarnos. As, antes de tener el indeciblegozo de clavar sobre este planeta nuestra tarjeta de visita con P. P. C., estamos encantados de saludar lagloriosa memoria de Pitgoras con el mismo respeto que en nuestra juventud.

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    que la personificacin de los tres Poderes de un solo y mismo Dios Creador, Transformador yConservador. y esta Trada misma no era ms que la inversin deseada de la Trinidad anterior, abajadadel Principio eterno al Origen temporal de los Seres y de las Cosas; del Universo divino al Universoastral; de la Biologa a la Fisiologa; del Mundo de las Especies a la Embriogenia de los Individuos; dela Involucin a la Evolucin.

    La mentalidad de esta tercera casta usurpadora, de los Sudras, no corresponda ms que a la

    Enseanza primaria antigua y a algunos desechos de la secundaria. Su codicia homicida haba invadidoy aniquilado el Estado social de las dos pennsulas, sus metrpolis contemporneas de Ninive y deBabilonia. la Alianza Templaria de los Eslavos Arianos, Argianos, Aqueos y de los Pelasgos hindes.reconstituida por Orfeo, el Ribhou de los Vedas. Ella se haba pues cerrado, tanto en Derecho religiosocomo en Ontologa, los sentidos correspondientes a los grados superiores de la Revelacin. nicamentelas excepciones raras iban a expiar, de metrpoli en metrpoli, al precio de las ms rudas pruebas. susanatematizados orgenes de Yavanas, de Mlechtas, de Pinkshas, de Sudras y de Hyksos revolucionarios.Esto es lo que hizo Pitgoras, durante ms de veinte aos, otros dicen que cuarenta: E incluso entonces,despus de todas las purificaciones fsicas, morales, intelectuales, espirituales, los Cuerpos eruditosreligiosos los mantenan en larga observacin antes de reabrir en ellos los Sentidos ntimos de la Graciay de su vida de lo Alto. En la mayor parte de los casos no revelan ms que los internos.

    En cuanto a la masa letrada, degenerada del Verbo Orfico en su propia chchara, estaba maslejos de la Verdad, que es la Vida, que sus ltimos esclavos. Es as que no vio nunca en la Filosofa msque su propia Filomana de porfa, de casustica, de dialctica sin fin, de anarqua mental ygubernamental. Y pese a todo, esta plebe intelectual erigida en clase dirigente permaneci siemprecuriosa tanto como profanadora de la Sofa perdida.

    De Pitagoras a Hierocles se extiende casi toda la lnea de horizonte de los Estudios grecolatinossecundarios y superiores, once siglos sobre sesenta que cuenta la Historia mejor documentada denuestra Humanidad terrestre, ya que ella, salvo en los Libros sagrados, no va ms all de seis mil aos.

    Hace cuatro siglos que este milenario de Paganismo esclavista, de Burguesa antisocial, es elnico modelo mental y gubernamental de todas las Universidades europeas, tanto sacerdotales comolaicas.

    El Clero y la Instruccin, de los que haremos en otro lugar la diferencia, sacan este mismoclich de Anarqua en tantos ejemplares como educandos. Estos; a su vez, ponen su firma en todo:Ciencia, Arte y Vida, Legislacin, Poltica y Costumbres. Pero, cuanto ms lejos se va, ms rebaja elmoldeado la imitacin, ya estril y mortal, del genio cristiano de nuestras razas.

    Cada letrado diplomado de esta manera, desde el prncipe heredero de un trono hasta el ltimobecario de seminario o de liceo, tiene la misma instruccin vulgar, la misma mentalidad banalizada.Slo la educacin difiere un poco, all donde existe el hogar cristiano, y si le es posible a este hogardarla. Pero esta posibilidad deviene cada vez ms rara, excepcional incluso, gracias al parcelamiento delas fortunas, al desarraigo de las existencias, a la anarqua econmica, frutos de este mismo sistemaclsico incapaz de regir el mundo que pretende gobernar. En todo caso, la instruccin y la educacinreligiosas se detienen para todos, indistintamente, en la catequizacin pura y simple.

    Estos hechos arrojados en la balanza muestran un peso enorme en favor del Paganismo y unaenorme disminucin en detrimento del Cristianismo. Es pues la demagogia cristiana quien se asientasobre los tronos europeos. como sobre todas las ctedras de Instruccin, comprendidas en ellas las delos Altos Estudios y de las Religiones comparadas, punto culminante de esta Anarqua.

    No hace falta ser un gran clrigo para ver, en el resultado, que la Luz de los Misterios del Padrey del Espritu Santo brilla. por su total ausencia, de arriba abajo de estas jerarquas laicas. Pero delmismo golpe, la misma Luz contenida en los Misterios del Hijo, Pontfice y Rey del Universo, Verbo

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    creador, Encarnado, Resucitado y Glorificado, es completamente obnubilada por este Paganismomental y gubernamental.

    Sin embargo, la Instruccin est hecha para la Vida y no al contrario, igual que la Ley esthecha para el Hombre y no el Hombre para la Ley, segn la palabra de san Pablo.

    Es siempre el mtodo del Verbo que formula en todas las cosas la Vida, y se trata aqu de laVida social. La educacin prima pues sobre la instruccin, porque la primera apunta al Ser Y la segunda

    al Tener. Una es esencial, la otra es auxiliar. Mas el carcter del Espritu clsico es el de substituir consu chchara al Verbo, Y suplantar lo espiritual para usurpar lo, temporal. Quiere ser a la vez Raznenseante y Razn de Estado, cabeza y brazo secular. Es pues exclusivo de la Educacin, porque laimitacin poltica de los paganos es exclusiva del Ser, y no conduce ms que a una posesindemonaca.

    Se pueden tenerbillones y nosernada. Se puede no tener nada yserde un valor sin precio. Lainstruccin no vale, pues, ms que segn el uso que se hace de ella, como la fortuna, el talento, labelleza.

    Cuando los helenistas del Arepago absuelven a Frin de todos sus crmenes, porque ella hacecaer su camisa hasta los pies, Temis marca en la espalda estos verracos de la Venus terrestre para elcarro de triunfo del chacinero romano. Es el sistema penitenciario que suple la ausencia de educacin.Tal es el Misterio: es preciso que la Vida social devore la muerte o toda causa de mortalidad colectiva.Es as que, mil aos despus de Zoroastro, Moiss repite: "Nuestro Dios es un fuego devorador". Lahistoria militar, desde Babilonia hasta nuestros das. no es sino el largo y penoso comentario de esta nomenos terrible palabra.

    La observacin prctica y la experiencia directa del Paganismo estn cada da ante nuestrosojos. Es la infancia y la adolescencia que pasa de la familia. bajo el balancn del Estado polticousurpador del Estado social y de su poder de Enseanza. La Instruccin pblica as desarraigada es elrbol de la Muerte, races en el aire; su espritu marcha con la cabeza baja. Toma a la Sociedadrepresentada por la Familia una buena y verdadera moneda de oro viviente, marcada J. C., JessCristoy, por una transmutacin a la inversa, rinde una falsa medalla en cobre marcada J. C., Julio Csar,Pontfice y Emperador de los paganos.

    El, nio es una pgina blanca sobre la que puede escribirse todo. el Cielo o el Infierno. Es unquerido arbolillo salvaje humano sobre el que se pueden injertar todas las flores de los rboles delParaso. A su derecha, invisible, hay un Angel de Luz, pero a su izquierda hay un negro Demonio. ElAngel aporta los siete Dones que irradian del Espritu Santo. el Universal; el Demonio aporta..'"

    El nio es una pgina blanca sobre la que puede escribirse todo, el Cielo o el Infierno. Es unquerido arbolillo salvaje humano sobre el que se pueden injertar todas las flores de los dos rboles delParaso. A su derecha, invisible, hay un Angel de Luz. pero a su izquierda hay un negro Demonio. ElAngel aporta los siete Dones que irradian del Espiritu Santo, el Universal; el Demonio aporta los sietepresentes tenebrosos del Auto-Espritu individual. Hay pues. desde la cuna, lucha entre la RevolucinCristiana y la Reaccin pagana, y esta invisible batalla entre la Luz y las Tmieblas es visible en, el niopequeo.

    Apenas sobre sus proyectos de pies, es el tipo encantador del verdadero sans-culotte*. El nicobueno y al que se puede amar. Hace ya, a su manera, la declaracin de los derechos del hombre... in-dividual. Esto significara pronto en su joven entendimiento que los deberes son para los padres; peroel Angel est ahi!

    Cun arrebatador ver eclosionar estas hermosas floraciones de la primera edad, estos rannculosdel libre pensamiento de la libre conciencia, de la libre accin con todas sus consecuencias, desde elpote de confituras secretamente absorbido, hasta el clico y los calcetines estropeados. Pero el Angel

    *N. Del Tr.: Patriota de la Revolucin Francesa.

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    hace un signo: la Religin y la Sociedad estn ah! Jess es representado por el Padre, la Iglesia por laMadre! pues la profundidad del lazo conyugal mide toda la altura de la Vida eterna. As,bienaventurada la madre, pues el santo Espritu de Jess vive en ella, gozosa de asumir todos losdeberes de amor que ordenan todos estos jvenes derechos nacientes. Y su amor no quiere ya alas,cun pesadas!, no quiere ya libertad, ni pensamiento, ni conciencia, ni accin, sino todas sus cadenas,todo su yugo, cun ligero!

    Igual que el divino Maestro lavando los pies de sus Apstoles, ella se dedica por entero a suceleste servidumbre, al injerto del arbolillo salvaje bienamado. Jess dijo: "El que quiera ser el primeroentre vosotros, sea primero vuestro primer servidor". Palabras de gran seor del Cielo que slo lasmadres pueden comprender porque ellas tienen el entendimiento celeste, el del Corazn.

    Insuflndole su espritu y su alma con su vida, ella quiere que su rannculo devenga la msbella de las rosas del Paraso humano y divino. Pero, en el alboroto actual de este mundo y sobre todode su espritu, cun pocas jvenes mujeres pueden librarse a esta serfica esclavitud, cun pocaspueden, saben, guardarle su clarividente amor con la venda de su propia idolatra. Es ah que comienzael peligro que teme el Angel y que espera el Demonio.

    La cuna y despus el pequeo lecho son el centro de la epopeya eterna, la de la Vida. Estepequeo ser sonriente es la ms grande y la ms grave cosa que pueda interesar a la vez al Cielo Y a laTierra, todo el presente, todo el porvenir terrestre y celeste, no solamente de una familia sino de unaSociedad.

    Es por esto que el divino Maestro quiso que se dejasen venir a l a los nios, y es por esto quedijo; "E1 Reino de los Cielos es para los que se les parecen". Parecrseles es escuchar y entender. Elnio, como la mujer, tiene el entendimiento verdadero: el del corazn; escucha todo lo que se dice, bajopena de instruir sin educarlo que es peor que dejar en la ignorancia. Peor, pues la Escuela de la Vida esla nica verdadera; todas las Universidades reunidas no valen lo que su humilde leccin.

    El pequeo obrero tiene esta escuela entre sus pobres padres, y por este motivo el obrerosobrepasa corazn a todas las clases letradas de fbrica universitaria. De los siete dones negros delAuto-Espritu, apenas tiene los dos ltimos, y es por esto que no tiene nada propio, o pocas cosas, salvosus afectos que son bienes de Ser, ms que de Tener, y los nicos Verdaderos.

    Pero la educacin no debe limitarse a saber vivir en el Mundo, pues entonces sera simplementeel saber de parecer y no el de Ser, que es el verdadero saber de la Vida. El ltimo sin el primeroembalsama las ltimas profundidades; el primero sin el segundo es un tarro de pomada que, perfumadoen la superficie. no es por debajo ms que husmos.

    Se encuentra hoy en da esta esencia, este espritu de la Vida? Raramente en el alma de losletrados; todava un poco entre los seres de dedicacin o de disciplina voluntaria, sacerdotes y soldadosde vocacin; mucho entre las gentes pobres, entre los que portan el peso del da, sin seguridad delmaana, entre los caballeros del trabajo, sobre las espaldas de los cuales carga tan pesadamente todo elPaganismo contemporneo. Pero esto mismo no durar largo tiempo. gracias a los letrados mendicantesdel sufragio universal, estos caballeros de industria polticos.

    "Le es ms difcil a un rico entrar en el Reino de Dios, que a un camello por el Hueco de laAguja", dijo Jess. (El Hueco de la Aguja era una de las puertas bajas de Jerusaln.) La riqueza es todolo que se tiene de propio, comenzando por la instruccin; y, cuando ella es falsa, cuando uno no se creeel simple detentor de ella responsable ante Dios, ms vale nada, no sirviendo la riqueza, en este caso,ms que para cargar de peso al Yo y volverlo ventrpeto. Cuando el Seor recomienda la simplicidaddel espritu, entiende la disponibilidad de la reflexin a la Vida, del corazn a la cabeza; pero s lacabeza est escombrada de cosas intiles o nocivas. es la ms grande de los protestatarios y suReflexin est cerrada a la Incidencia.

    Es por esto que, o nada de Instruccin salvo la elementaria, o toda la Instruccin posibleconducida a la simplicidad, a la unidad, a la humildad de la razn individual ante la incidencia delVerbo-Dos en la reflexin universal del hombre.

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    No se referirn as ms que las tres razas de la verdadera jerarqua terrestre y celeste; pero nonos anticipemos sobre lo que debe seguir, y volvamos al pequeo nio mimado, al que la entrada alReino de los Cielos le es difcil. La mujer en la Iglesia es la nica educadora, el hombre en el Seor esel nico educador. El nio que no siente este Seoro de amor y de sabidura, deviene el amo de laidolatra paterna y materna. Poco a poco la pequea razn subordina a la grande, la pequea voluntad ala mediana, la pequea suplantacin a toda la jardinera y el jardinero del Edn conyugal. De ao en

    ao, la mente del nene se har dentro de una caja de juguetes defendidos, un arca de No llena dedolos, toda una filosofa pagana para su empleo, y habr rpidamente transformado esta filosofa enquerencia gubernamental, cortsmente primero, a continuacin rompindolo todo. El presente seensombrece, el porvenir es negro. El Demonio re, la mam llora, pierde cada vez ms la firmedireccin y no sabe a qu recurrir. En vano invoca el brazo de justicia paternal; azotes, disciplinas,bofetones, todo el Arsenal de la Sabidura de Salomn se muestra impotente ah donde la sabiduradesarmada del Evangelio habra conducido ya todo a la perfeccin.

    El ngel ora; corifeo de las siete virtudes sociales, la piedad religiosa es la madre dela piedadfilial. El sacerdote viene al socorro de la sacerdotisa maternal. Tiene de ella la ternura, pero le aadeesa gravedad dulce de las dos primeras razas, las del sacrificio, la sacerdotal y la regia. Irradia de s unaliento del Espritu Santo que exorciza al Auto-Espritu y en el que se rectifica la mentalidad del niorebelde. De las rodillas de la madre sobre las de su modelo la Iglesia, la catequizacin retoma la obraindecisa si es que no comprometida. Comienza el injerto divino en el punto en que habra podido tenerxito cuando el Verbo, a travs de los labios maternales, enseaba la Palabra en su fuente divina: laOracin, y daba l mismo, a travs de la joven mujer, la respuesta del Dios Vivo: sonrisas, caricias,besos, luz y calor de la Vida.

    El catecismo es la Enseanza primaria del Evangelio, la mejor que puede existir. Mas, dndeest, ay!, la secundaria, la de la segunda raza; la superior a la primera? Son sin embargo indispensablesa las edades viriles, a las fases iniciticas de la vida, a la iniciacin y a la conduccin de los individuos,y, por sus Fraternidades, como por las Ordenes de sus razas, a la conduccin de las Sociedades.

    El Evangelio no tiene ms que una sola Luz, la de la Vida eterna, pero esta luz tiene muchosgrados, de la mariposa a la lmpara, de la lmpara a la Luna, de la Luna al Sol viviente de lasexistencias y de sus espritus.

    Apenas cumplida la primera comunin, apenas el infante sale de las puertas de oro de la Iglesiaabiertas sobre la Ciudad de Dios, las puertas de bronce del Universo se abren, le engullen y se vuelvena cerrar. Acabada la educacin de la Vida. Apenas est ella comenzada cuando la instruccin de lamuerte va a soplar encima. Tras de las rejas que vigila Cerbero, el nio va a descender nuevamente elgrado que acaba de ascender, a cambiar de alma y de espritu. Despus los otros grados del abismo seabren ante el hombre joven; de la pubertad hacia la virilidad, la mente del alma siente poco a pocopesar sobre ella el Espritu glacial, la muerte, la poltica que ensea los mercenarios del Gobierno, enlugar del espritu clido de la Vida, lo social de todas las dedicaciones gratuitas. El injerto de nuevo semarchita, el arbolillo salvaje retoma sus derechos, la savia de los sentidos usurpa la del corazn, y, nosiendo ya exorcizado, el joven espritu se alza en la rebelin o se debilita en la constriccin.

    Mas he aqu la linterna mgica del Paganismo que comienza sus proyecciones, sus evocacionesy, ay!, sus reencarnaciones mortuorias, sobre un atento tropel de jvenes mdiums, almas vivientes.Hornero, Horacio, Virgilio, Demstenes, Cicern, y despus todas las saturnales del individualismofilosfico y de los polticos, de los sofistas y de los retricos, toda la licantropa burguesa de la Lobaromana. toda la Aigotropa medicrata del Macho Cabrio griego.

    Qu posesin infernal se abate sobre los nios! Y cmo resistirian ellos, ya que tiene la raznde los hombres hechos, falta de una educacin completa, falta de una enseanza integral, que controleuna a una cada doctrina, para constatar de ella los errores o las verdades a la luz de los dos criteriosobjetivos de los que nos ocuparemos en la segunda parte de este libro.

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    No he citado aqu ms que los jefes de los Templos de la proto-Grecia, la Orfica, la Eslava,trazos de unin de todas las Federaciones celto-eslavas y pelasgas que se remontan a la Iglesia patriar-cal que Man y Moiss designan. bajo los hombres de Koush y de Rama.

    Pero sigamos a Pitgoras en las metrpolis iniciticas de Africa y de Asia. Sus maestros sacer-dotales son, en Sais, el profeta de Oshi; en Om, Helipolis, en el templo en el que Moiss, bajo el

    nombre de Oshar-Sif, haba sido el profeta de Oshi-Rish y el iniciador de arreo, es el profeta Hn Ofi.En Babilonia es Nazarath (y este nombre es sugestivo, siendo entonces el profeta Daniel, el nazareno,el Gran-Maestre del Sacro Colegio de los Magos). En Persia es el jefe de los Neo-Zoroastrianos, elGheber Zarothosh. En Nepal, visitado tambin por Lao-Tse, es el primer pandit del Sacro Colegio deBrahma despus de Krishna, y antes de este ltimo de IShVa-Ra.

    Detengmonos aqu para sealar algunas etapas importantes de la antigua Unidad religiosa.Contaba con numerosas Sntesis y Alianzas superpuestas, y helas aqu:1. La Universal de IShVa-Ra;2. La India de las razas morenas y doradas, la del Bharat de IShVa-Ra;3. La Aria conquistadora, la de Pavan, del Hanouman escita de Rama;4. El sistema de Nareda adherido a la Protosntesis;5. Llt Brahmnica concordataria, la de Krishna, fuente del Abrahamismo de los Cashidim,

    siendo estos ltimos una rama de los Iyotishikas de Ca9i, Cashi. El Egiptianismo concordatario siguelos Pouranikas de Tirohita.

    Esta superposicin de los sistemas ante y postdiluvianos, de sus Ciclos y de sus doctrinas, escasi imposible de captar en razn de la inversin del Sello de AMaTh, que, llevada a cabo por Krishnacerca de 3.000 aos antes de Pitgoras, entraa la de la Palabra del Verbo BRA-ShITh, de su ShMa yde su SPheR. Pero, con el Arquemetro, es relativamente fcil reconocerlo y la superposicin indicadaaqu .arriba deviene entonces muy neta.

    Moss llama a la Protosntesis y la primera alianza: Adam, en veda AD-Am, Unidad-Universalidad; y ella se multiplica en tantas Iglesias tnicas como Moiss, siguiendo a los Egipcios, losCaldeos, los Brahmines, los Magos, el Kouo-Ts-Kien del Extremo Oriente y los Votnidas delExtremo Occidente, menciona de Patriarcas hasta No.

    Entonces comienzan la Deutosintesis, y la segunda Alianza universal. Si tuviramos que citaraqu todos los documentos histricos de estas dos Iglesias catlicas, este libro bastara apenas para ello.Moiss, que los tena todos bajo los ojos, registra de ellos entre otros, con su exactitud habitual, los queconciernen, y que interesan hoy en da ms que nunca, a las vanguardias de la raza blanca en Asia, elNepal y en Persia. He aqu la traduccin de sus palabras, extremadamente misteriosas y veladas con ungrandsimo arte, porque su fondo es muy simple, muy real sobre todo, sin metfora, ni filosofa.

    Bereshith, c. VI, verso 1, 2, 3, 4.

    l. "Habindose pervertido la Iglesia del Patriarca Adam en razn de la multiplicacin de lasrazas y de su mezcla, sobre la faz visble (PhaNa-I), de la Tierra espiritual (ADa-MaH), result de elloque se formaran ahi numerosas cofradas de Virgenes.

    2. "Los hijos de los Alhim celestes amaron a estas bijas de Adam. Tomaron por esposasespirituales, por inspiradas, por Nashim, aquellas cuyo Amor les baba cautivado ms en espiritu:(B'HaROu, inversin de Ba-ROu-aH).

    4. "Pues los Nephilim existan en lo sucesivo sobre la Tierra astral de estos Ya-Mim, Epocas yOndas luminosas del Ya. En efecto, desde que los Hijos de los Alhim haban frecuentado las cofradasvirginales de la Iglesia de Adam, la Alianza gruborea, la gran Boreal haba nacido de esta Inspiracin y

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    haba fundado, desde la Antigedad ms remota, el Anosh-Ya, la corporacin viril del Ya, el EstadoMayor sagrado de Ha-Sbem, del Shema celeste de la Gloria divina."

    He ah la antigua Alianza llamada hoy en da aria, fundada por una reaccin de Vrgenesinspiradas contra una decadencia universal. Pitgoras no olvidar, como jefe de Ordenes, rendir alfeminismo verdadero toda su Misin, toda su parte legtima de influencia.

    Adems de la Alianza de arriba, pero muchos siglos despus, tenemos que mencionar la que

    data del Patriarca Koush antes de la Revolucin Nemrdica. Las metrpolis orientales, cuyos SacrosColegios tenan por correspondientes todos los otros centres ms o menos adheridos al Anciano Orden,eran: la capital del Jana-Cadesha, Mithili, para la seccin de las Ciencias divinas y humanas llamadasPurnicas, o Humanidades santas, y Kashi, para la seccin de las Ciencias llamadas positivas oiyticas, porque la Astronoma nevada hasta la fisiologa csmica era considerada como la Sntesis deestas Ciencias.

    Es de estos estadios histricos que datan, mucho antes de Moiss, las relaciones sacerdotales dela India con el Oriente y el Extremo Oriente de una parte, el Norte de Asia y Europa, comprendidas enella Grecia e Italia, por la otra. Y, en fin, con Egipto y Etiopa. Es de Kash, hoy en da Benars, quevino el Colegio de los Kashidim (palabra por palabra: dados por Kashi), los Caldeas. Es ah tmbin,que los Magos del anciano Irn iban a acabar sus Altos Estudios Iyticos. Mas, despus del primerZoroastro, y su reputacin del culto de los Devas que consideraba como contrario a la ancianaOrtodoxia, se abstuvieron de Mthil, el gran colegio purnico frecuentado por los sacerdotes egipcios,clquidos, dlficos y otros.

    Pitgoras era pues un religioso, un piadoso peregrino de la Unidad y de la Universidadpatriarcales, un fiel de su doble Revelacin y de su doble criterio que estudiaremos ms adelante: laVida y la Ciencia. La Vida, vida eterna, pues sin ella, el Thanatismo, que es la finalidad. de todo ser,seria el Principio de ella, lo que es absurdo. La Ciencia, y no la del hombre, sino aquella que antes de lestaba ya escrita en todos los hechos, desde el infinitamente grande hasta el infinitamente pequeo. LaBiologa, en fin, del Universo invisible y la Fisiologa del Universo visible.

    Por lo dems, escuchmosle a travs de sus discpulos y l nos dir si los criterios de laVerdad son objetivos o subjetivos, reales o metafsicos, vivientes o muertos, universales o individuales.

    "La razn humana no tiene, por s misma, ms que un valor de conjetura. La Ciencia y laSabidura no pertenecen ms que a la Divinidad y no tenemos poder de tomar conocimiento de ellas,sino segn nuestro grado de receptividad."

    Estas palabras que nos refiere Prodo exhalan olor a incienso, a los altares del Verbo, suCristianismo uno y universal, su Revelacin indiscontinua desde los primeros Patriarcas hasta los denuestro tiempo.

    Comencemos por los Altares del Verbo.Es bien cierto histricamente que Pitgoras reconstituy, gracias a la documentacin de los

    templos, uno de los libros de Orfeo: EI Verbo hiertico". Lo dedic a la memoria de este profetaeslavo, renovador de la Grecia y de la Italia patriarcales. No es menos seguro que los sacerdotesegipcios conservaban, bajo el nombre de Thoth, libros provenientes de la Protosntesis, laantediluviana del Verbo, y bajo el de Thoth, los de la Deutosntesis, la postdiluviana. Est fuera de dudaque el fondo de estos libros era comn a las Universidades religiosas de Europa, de Africa, de Asia eincluso de Amrica, hasta la revolucin filosfica politicia que en el 3100 antes de la Encarnacinquebr esta Santa Alianza y la forz a velarse. Es indiscutible que entre los titulos mirinimos delVerbo, diseminado en estas dos Sntesis, figura desde toda la antigedad su Nombre directo o invertido:en Etiope ShOu-I, en Zend IOSh, en Caldeo ISho, en Veda IShVa, en Snscrito ISOua, en Chino ShOuIy SouI Es el IeShU, Rey de los Patriarcas de nuestras letanas. Este mismo nombre es el de Moiss,escrito tal como el Infante Thermouthis se lo dio: M'OShI, dedicado a OShI.

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    Los Qaobalistas tienen pues. razn, cuando dicen por rutina de tradicin: el Nombre de Diosest dentro del de Moiss; pero no pueden dar la prueba de esto: ella est en lo que precede.

    Tendremos que volver en detalle sobre todos estos puntos; pero lo que notamos aqu prueba queel punto de apoyo tomado por Pitgoras sobre el Verbo en los Templos de Europa y de Asia es religiosoy no filosfico. Pertenece a la Revelacin una, universal e indiscontinua de la Iglesia y de las Iglesiaspatriarcales. Del mismo golpe, Pitgoras no pudo dejar de haber repudiado el Paganismo Jnico, su

    politeismo ateo, su anarqua mental, su poltica antisocial. Y en ello no ha hecho ms que seguir lashuellas de Numa y de Xenfanes en Occidente, de Lao-Ts en China, de Daniel en Caldea, de Zaratasen Persia. Mucho ms an, es el Invisible mismo quien le habra mandado.

    Sus bigrafos, Griegos y Alejandrinos, dicen en efecto que recibi la gracia de su primeraTeofana, si no su vocacin, en Creta, hacia el ao 550 o 553. Haba entonces alcanzado e inclusosobrepasado el trigsimo ao. Estaba as en una de las condiciones rituales impuestas por las Iglesiaspatriarcales al segundo nacimiento, el espiritual, a la apertura de los sentidos fisiolgicos en la Biologadivina, a la entrada, por la Puerta de la Muerte, hacia la experiencia de la Inmortalidad.

    Llevando el Verbo Encarnado a cumplimiento en todo su propia Ley, como Verbo Creador,observar este rito en su retiro en el desierto,

    Es as que Pitgoras habra visto el Cielo y el Infierno por primera vez, y en los Crculos msespantosos de este ltimo, los dos corifeos del Paganismo, los dos Magos del Jonismo mediterrneo:Hesiodo y Homero, cuyos admirables cantos haban arrullado su elegante juventud, en casa de supadre, el rico banquero de Samos. Desolado, no osando creer en ello a sus ojos, miraba a estos esprituspresa del Espiritu de las Tinieblas, de la turba de los Demonios, de su luz negra y roja. "Por qu?", lesgrit. Y ellos le respondieron: "Ay!, por haber mancillado a Dioses y hombres: a los Dioses, dndoles por maestro el Ateismo, calumnindolos, mostrndolos viciosos como nosotros; a los hombres,deificando sus vicios,"

    He ah pues una antinomia bien zanjada, cortada por lo sano, de la primera clase de Pitgoras,De un lado, Orfeo profeta y el Verbo divino santamente velado en su celeste Majestad: de otro lado, lachchara humana en la prestigiosa desnudez de todo su arte tomado en prstamo al Arte sagrado, de supantesmo en donde todo es Dios, salvo Dios mismo. de su Teosofismo en donde todo es divinamenteverdadero, salvo la Verdad, Amath, el Sello del Verbo eterno y El mismo.

    El Orfismo, mil aos antes de Pitgoras, haba sido, en Europa, uno de los supremos esfuerzosde la Alianza templara contra la invasin de la Revolucin asitica, de sus retricas, de sus sofistas, desus explotadores, de sus polticos suplantadores y esclavistas.

    En la poca de Moiss y de arreo, la Creta de las cien Ciudades habia sido reafiliada a la SantaAlianza de los Templos de Man y de Menes. Los Curetes eran una misin sacerdotal de los Kouroscelebrados en los poemas hindes. La Minoa de Minas les haba visto renovar uno de los Nudosgordianos, smbolos del Orcos y del Orcus rficos, del juramento de alianza en Dios, La filosofa y lapoltica les cortan fcilmente estos nudos sagrados, para desgracia de los pueblos: slo la Religinpuede rehacerlos para su paz.

    Estos nombres: Minoa, Minos, Menes, Man, significan en la lengua del Bereshith: Na-NoaH,la Regla, la Ortodoxia de No. Durante este tiempo, el O-Rifeo, el Ribhou de los Vedantas, el hijo delos reyes Srmatas de la Tracia: arreo, renovaba el mismo plazo en el santuario Eslavo y Pelasgo deDelfos. Es la Daliph egipcia, la Dalipha snscrita. En devanagari, Dalapha o Dalapa expresa uno deestos lugares santos, neutralizados, y tambin uno de esos tesoros sagrados de la Alianza. La mismaobservacin para Dodona, una de las Dyomnas del Dan vdico y de los Dodonim de Moiss.

    La Gran Soberania Noaquides, renovando la Admica, ha sembrado de Dalaphas semejantes sumarcha sacerdotal de un extremo al otro del planeta.

    En Europa existan siringos de este gnero desde el Cucaso hasta los Pirineos, y el catlogo deestas bibliotecas subterrneas no era posedo ms que por los Soberanos Pontfices metropolitanos. La

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    Clquida tambin tena su Dalipha, que motiv la expedicin rfica de los Argonautas. Este ltimonombre designa una de las antiguas pocas de la Alianza llamada Arga o Arka. Su consejo de vigilanciase llamaba Argus, el perro de Pan, de Phans y del Gran Pan.

    A Orfeo, pues, le haba encargado ser, en Europa, el renovador de la Amfictiona Celto-eslava yPelasga, datante de Krishna, en lo que concierne al culto de los Dioses, de los Devas, de los Alhm,fruto pagano de la Revolucin de las burguesas asiticas.

    Detrs de este neo-concordato, haba salvaguardado la antigua ortodoxia de los OSI-o, de laque los Pontfices de Delfos conservaron, sin embargo, el santo Nombre. Haba asimismo ligado a lapaz sagrada en Clquida, en Grecia, en Turida, en Italia, y hasta en Espaa y en la Galia, a losinvasores revolucionarios, contenidos de siglo en siglo sobre Europa, por el dique oriental de losMagos y despus de los reyes de Persia. Sus enseanzas, grabadas en la lengua deva, y despus dricasobre placas de cobre, eran, en cada ciudad central, guardadas por familias autctonas que, incluso enAtenas, gozaban todava de grandes prerrogativas, en tiempo de Pitgoras. Con mayor razn, estascostumbres subsistan en Grecia y en Italia.

    La obra destruida de Orfeo fue, como hemos dicho, reconstituida por Pitgoras, quien, paramejor sellar la impersonalidad de su pensamiento, la sumisin de su propia razn a la Razn suprema,desdeando recolectar los fciles laureles de los Jnicos, no escribi o destruy sus propias obras, parano confiar la esencia de ellas ms que a la memoria de sus adeptos. Este desdn de toda doctrina, detodos los xitos individuales, reunido a muchos otros signos, hace de Pitgoras un Griego nico; leaproxima a los Sacerdotes patriarcales tanto como le aleja de los filsofos.

    Esta manera de comprenderle es la cristiana, la verdadera, la que hemos desarrollado en nuestraprimera "Misin".

    II

    Los Sucesores de Pitgoras -Los Versos dorados

    Manuscritos comprados por Platn. - Los Pitagricos perseguidos. - Lysis y los Versos dorados. - El Gran Pan. - Los tresCredos. - El juramento de Orco y la triple certidumbre. - Fundacin del Estado social universal.

    No habiendo dejado Pitgoras, por las razones de aqu arriba y quiz tambin por otras,impuestas stas por las Iniciaciones templarias, otra documentacin que la memoria cada vez menoscierta de sus discpulos, su Enseanza superior permanece en reserva bajo un velo impenetrado pero noimpenetrable.

    Tres manuscritos comprados por Platn han escapado felizmente a la cruel disciplina. Edipo ySfocles digno de una Esfinge tal, el autor del Timeo es pues, tanto en fecha como en rango, el primerode los comentaristas de las notas mismas, si no de los resmenes de Pitgoras.

    El titulo que el amigo de Arquitas y de Timeo de Lacres da a su admirable dilogo, indica sufiliacin. Vistas las circunstancias, la Orden no tenia dudas en aquello que Platn pona ms enevidencia, como seguidor de Pitgoras. Los apoyos independientes eran necesarios a esta Orden; laenvidiosa burguesa que l haba diezmado y dispersado continuaba aborrecindole como una amenazaa sus usurpaciones. Ella senta detrs de l y de su Fundador, la Sntesis sagrada resucitada por el regiohijo de Eagro a quien Pitgoras, en lo que concierne a Europa, refera, como todo el resto, su teologacosmolgica que nos ha transmitido el Timeo.

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    Entre las reliquias fragmentarias de las enseanzas de la Escuela itlica, una de las msconocidas es ciertamente los Versos dorados, que fueron escritos por Lysis en el siglo V antes denuestra era, y que formulan el esoterismo, la enseanza primaria de la Orden semi-rfica de losPitagricos dispersados.

    Estos versos, en efecto, son el catecismo del Gran Pan, mas no del Pantesmo. Pan es uno de losnombres csmicos del Verbo, el Pastor csmico de las Estrellas, de las Potencias que las guan, de las

    Almas que las pueblan. Esta palabra viene del snscrito Pana, el Tutelar. Este smbolo expresa tambin,desde el punto de vista terrestre, la Alianza universal de los Templos en este mismo Verbo, de la queArgus significa la Vigilancia. Lo que precede esclarece lo que va a seguir.

    Los dos primeros versos son un Credo, y este credo, en su oposicin de los trminos, es anlogoa los dos hierogramas de Moiss: ALHIM, los Dioses o las Potencias de Dios, y IHOH, el Ser absoluto.Y mientras que el Epopte egipcio dice: "Escucha, Israel, Dios, tus dioses, el Ser absoluto, Uno", arreodiscpulo de Moiss, Pitgoras renovador de arreo, Lysis redactorde Pitgoras, dicen:

    Rinde el homenaje legal a los dioses de las naciones.Y guarda su juramento a su Dios legitimo.

    Todos los cultos antiguos derivan, en efecto, ms o menos fielmente, de una misma fuente una

    y universal: la Revelacin primordial, la Protosntesis o Religin cristiana de los Patriarcas: "Religiovera", dice San Agustn, y este hecho culminante, clave de bveda de la Ciencia de las Religionescomparadas, mina todos los sistemas anticristianos que presiden hoy en da el doble grado de lasenseanzas clsicas y de su consecuencia: los Altos Estudios.

    En el Imperio de los Patriarcas, antes de Krishna, el acto de fe era: "Om, Sas, Tat, IShOua-Ra,Hamo!" - Om, Sas, Tat; en IeShU-Rey, Gloria! Glorificaba de esa suerte al Verbo, bajo el nombreconforme a la Alianza. Despus de Krishna fue: "Om, Sas, Tat, BRA-Ma, Hamo!" IShVa expresaba elSer existente por El mismo, BRA-H-Ma expresa su imagen reflejada en las Ondas del Tiempo sinlmites, su energa creadora obrando en la substancia y para la subsistencia de los Seres.

    Leyendo los primeros Slokas del Manava-Dharma-Sastra, se comprender que lo que precedees su clave. Es as, en efecto, que el Vyasa Krishna, al refundir las Leyes de Man, ha indicado la

    filiacin de la Deutosintesis hind, la de No, Ma-NoaH, a la Protosntesis de los primeros Patriarcas,la Universal, la Admica del Hedn, la Cristiano-Catlica.

    Mil quinientos aos despus de Krishna, ochocientos aos despus de A-BRA-HaM, Moiss,haciendo volver todo a la Unidad primordial, subordina los ALHIM, no a BRA-H-Ma, sino a BRA-ShITh, el Verbo de la Hxada genesiaca: "BRA-ShITh BRA ALHIM", Y el nombre de IHOH no espronunciado ms que en el cumplimiento del sptimo 10M csmico. El credo que impone a los pariasindo-egipcios, de los que hace un pueblo shemtico, es: "SheMWa IShRAL! IHOH ALHI (M)-NO,IHOH AHD." - Escucha, Israel! Dios tus dioses; el Ser absoluto, Uno.

    Para el Judio, no para Moiss, no para los Profetas, Israel es l solo; para los hijos de Jafet, es laHumanidad en su Zodiaco u Organismo universal. En Veda, Israel ledo a la Europea es la inversin deRAShI, el Zodiaco; L es el smbolo monoltero de Indra, el Cielo astral divinizado.

    Tras Moiss, Pitgoras y Lysis.Los diferentes cultos tnicos surgidos de la religin universal no acordaban ms que a los

    mejores, y en su trigsimo ao solamente; como lo hemos visto para el epopte Samien, la temibleRevelacin del Invisible, la reintegracin de la existencia humana en la Vida absoluta, por y en esteestado de arrebatamiento tan poco conocido de los Europeos modernos como la validez de todos losotros misterios religiosos. Incluso en las iniciaciones ms o menos de los tres ramales de laDeutosntesis, el dos veces nacido del Evangelio, el Dwija de las Thorahs patriarcales, refera del otroMundo en ste las tres certidumbres fundamentales siguientes: la Existencia de Dios, de su Verbo y desus Potencias; la Inmortalidad del Alma, dicho de otro modo de la Existencia humana; y en fin, su

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    Responsabilidad ante el Tribunal de este mismo Verbo y de estas mismas Potencias: el Osiris delAmenti decan los sacerdotes egipcios; el Mahadeva Ishvara, decan los sacerdotes arios. Es en estegran Juicio en el nombre del cual est encerrado el de Jess, que, durante su doble nacimiento, elIniciado prestaba el Juramento: el Orcos, ,el Orcus de los Orficos, de la Grecia y de la Italiapatriarcales. Y este nombre, Orcus, designaba asimismo al gran Juez, el Seor del Triloka vdico.

    Es sobre la triple certeza que precede, que ha sido fundado el primer Estado social universal, y

    todas las veces que se ha intentado o que se intente retirarle esta triple base sagrada, se ha retornado ose retornar al Espritu de la Bestia, a su ley de guerra y de Anarqua y a todos los castigos del Mundoinvisible.

    Lysis no ha dejado de registrar este arcos en su segundo verso, que, reunido al primero, seexplica as: "Respeta la diversidad de los Cultos, la Potencia y el papel del Nome, y s fiel al Orcos, esdecir, a la Religin una y universal que ha recibido tu juramento."

    III

    El falso Pitgoras anciano y moderno Las tres Razas mentales

    Los versos dorados inclinan al Pantesmo. - Los principales comentaristas de Lysis. - Las tres Conclusiones: lastres Razas mentales y sus relaciones con el Cristianismo. - El Eclecticismo Alejandrino. - Hierocles. - Los telogosconcordatarios. - Dacier. - El neo-Paganismo. - Giordano Bruno. - Fabre d'Olivet. - Reservas sobre los ltimos Versosdorados. - Empdocles. - La Raza blanca pura. - Peligros resultantes del compromiso con el Paganismo.

    Pese a esta reserva de primersima importancia. pero que no era accesible ms que a lasmentalidades de los dos grados superiores nicamente, los Versos de Lysis, por el hecho de este niveldeseado, pero peligroso. de enseanza primaria, no podan dejar de arrastrar hacia un filosofismopagano de tendencias pantestcas, a los que hicieron de l su cdigo filosfico y religioso.

    Esto es lo que les sucedi a la mayor parte de sus comentaristas. a la mayor parte de los que sedicen, y de buena fe pueden creerse, verdaderos Pitagricos.

    Entre estos comentaristas, hay que retener tres: Hierocles, Dacier, Fabre d'Olivet; pues ningunomejor que ellos puede hacer observar claramente esta derivacin de la verdadera Doctrina de Pitgoras:del Cristianismo universal y eterno hacia el Paganismo, ni sintetizar ms exactamente para losfervientes de los Estudios paganos, las tres conclusiones que comportan estos Estudios con respecto alCristianismo y la Cristiandad, y que son:

    1. Conclusin: la Eclctica. tipo Marco Aurelio:2. Conclusin: la Concordataria, tipo Constantino:3. Conclusin: la Pagana pura, tipo Juliano el Apstata.

    Estas caractersticas no tienen por fin sino facilitar el discernimiento de las razas de espritus

    correspondientes. Para hacemos comprender mejor, llamaremos negro al Paganismo, blanco alCristianismo teologal, inseparable de su forma verdadera que es el Catolicismo. En consecuenciaDama

    remos mulata a la raza Eclctica, cuarterona a la Concordataria, negra a la Pagana pura: Nigrased pulchra. naturalmente. Pues, si reservamos, como Pitgoras, nuestra fe a una cuarta, a la totalmenteblanca velada que es la Sabidura misma, razn de ms para cubrir de flores las tres Gracias a las querehusamos la manzana.

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    Estas tres conclusiones no nos interesan ms que en sus relaciones con el Cristianismo. Desdeeste punto de vista el tipo de la primera es Marco Aurelio. Es el liberalismo de M. Prudhomme: esbueno apoyarse sobre las bayonetas, pero es malo asentarse en ellas. Este liberal no es menos

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    perseguidor de ellas, en nombre de la Raz6n enseante del Imperio, y en nombre de la Razn deEstado. Pero los tiempos han cambiado desde Constantino. Las bayonetas de entonces pasan poco apoco al Cristianismo, y la Filosofa esconde las uas, porque los obispos muestran garras que defiendenvigorosamente los fieles.

    La segunda conclusi6n merece el nombre de Concordataria entre la autonoma teologal y estamisma filosofa. De una parte y de otra se hace que las garras vuelvan a entrar, dejadas para salir de

    tiempo en tiempo, segn que las direcciones polticas se operen por el flanco derecho o por el flancoizquierdo.La tercera conclusin es la de Juliano el Apstata; en pleno flanco izquierdo. Este personaje

    bien parisino durante su vida, pues deca mi cara Lutecia, ha tomado una parte considerable en laEnciclopedia del siglo XVIII y en sus amables consecuencias tanto polticas como antisociales.

    Volvamos a la primera que, devenida la Eclctica aIejandrina hace quince siglos, fue revisada ycorregida por un admirable profesor de filosofa oficial: Hierocles. Esta no es en el fondo ms que laImperial romano-greca, la raz6n enseante de los filsofos que esposan la razn de Estado al Panten eincluso a la Santa Sophia, desde Augusto hasta los Augstulos. Ms o menos impregnada, sabindolo ono, del doble Cristianismo anterior y posterior a la Encarnacin del Verbo, desconoce la esencia divinay el alcance humano, creyendo poder, sea eliminarla, sea subordinarla a su criterio y a sus mtodos.

    Nombrado para pacificar una terrible guerra civil pagano-escolar y eclesial, Hierocles es dignode la eleccin del emperador bizantino. Se siente, en la dulce belleza y en la profundidad de susenseanzas, que el Perodo concordatario va a nacer. Es un telogo rfico como todos los Pitagricos.No es un filsofo en el sentido ordinario de la palabra. Sin duda Pitgoras sigue siendo, despus deOrfeo, el mayor unitario que el politesmo eslavo y pelasgo, despus greco y romano, haya producidonunca; pero desde el fundador de la Academia hasta Hierocles, la tendencia del pitagorismo inicial sevuelve a encontrar tanto ms cuanto que los sistemas individuales fundan cada vez ms sus bandas,formando una ltima gloria exttica a la puesta de la Luna de la Doxia de los Templos. Podemos seguircon el pensamiento a Hierocles en Alejandria, en el Bruchium que haba sobrevivido a la destruccindel Serapeum. Las tradiciones sobre Pitgoras estn ah esparcidas en ms de cuarenta autores y desesenta volmenes. Sucesor de Hypatia, tras un largo interregno al que puso fin la muerte de san Cirilo,el elegante maestro, de cabellos blancos como su tnica, tenia adems por amigos todos estosinnumerables libros amontonados de estante en estante. En un alma semejante, en una inteligenciaparecida, todos estos tesoros ms o menos contradictorios entre ellos, se buscan, por una suerte deatraccin, hacia la Unidad perdida, hacia el acorde perfecto de la Lira. Cuntas meditaciones en estehombre desde cerca de medio siglo; cuntos dilogos con los misteriosos afiliados de la Liga de losfilsofos y de los sacerdotes de los dioses irremediablemente vencidos por la Iglesia, tras haberintentado en vano aplastarla bajo el brazo justiciero de los Emperadores.

    Ay!, los misterios degenerados de su poca no le haban dado una Epifana real, como la quetenan todava tantos cristianos, sin lo cual Pitgoras le hubiese dicho: Ve a Jess! pero supo guardarsobre la carne profana una simple y muy real majestad de enseanza. Ni la sombra, no slo de unaexpresin, sino de un movimiento de alma indicador de un resentimiento cualquiera contra el triunfodel Cristianismo: como Pitagrico no se aflige en nada de la derrota del Paganismo, al contrario, quiz,y con toda su alma que est en el Helenismo, besara la Cruz si hubiese sido plantada sobre el monteOlimpo y no sobre el Glgotha.

    Las tinieblas se amontonan cada vez ms, y desde todos los horizontes el diluvio de losBrbaros viene a sumergir a esta civilizacin, hija decadente de una madre por el contrario bella y pura,inmortalizada por los Libros sagrados de todos los pueblos. As, la voluntad de Hierocles no essolamente conducir a la ancestral Unidad de Pitgoras una anarqua de enseanzas ya armonizadasdesde Plotino, sino hacer rivalizar con el Evangelio este helenismo ideal y devenido nuevamentereligioso, y hacerlo sobrevivir luminoso pese a esta Luz de las luces.

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    Quiere que su encantadora Feba sea la hermana mayor de este deslumbrante Apolo, y que sultima sonrisa, iluminando toda vi a las generaciones por venir, arrodille su inteligencia ante el pasadode las glorias ms raras de su raza. Es por esto que sus comentarios, vivificados sin saberlo por losEvangelistas y por los Padres, tienen un acento de adis, una majestad de ltimo suspiro de Almanacional rendida al Alma de la Humanidad. Es un legado social que de las manos de Fidias se elevahacia el incomparable Testamento de N. S. Jess-Cristo; algo bello, piadosamente recogido, casi

    divino; una suerte de Testamento tambin, el de una Hlade transfigurada, puesta artsticamente en supunto de inmortal perspectiva, con Orfeo por Moiss, Pitgoras por Elas, Lysis por Eliseo.

    Es con esta noble raza de espiritus, tan bien representada por Hierocles, que la segunda es neo-concordataria, desde 1648 sobre todo; pero sin dominada cientficamente con la invencible potencia desus reservas y de su Principio. Esta segunda raza es la Tomista, despus la oportunista de Loyola, laluteriana de la Confesin de Augsburgo, la calvinista, pasando por las Ortodoxias nacionales grecas yotras, y por la Anglicana, que clasificaremos como hermanas y como primas de la Iglesia romana desdeeste punto de vista de intereses comunes.

    En su modesto papel de traductor, el buen Dacier representa muy dignamente esta segunda raza,y tiene mucha ms importancia de lo que lo haran creer su falta de carcter, su humildad, y sobre todosu pobre ropaje. Qu ropaje!, qu saco de interminables periodos deshilachados, qu estilo!... s, peroqu conciencia y qu bella luz cristiana en esta pobre linterna que honr la Academia. Se ha dicho de ly de su mujer que era el matrimonio del Griego y del Latn, matrimonio de amor y cun prolfico!Dacier es el padre Gigogne (*) de las traducciones. Toda una nube de eruditos han trabajado ah con laespiocha sin agotarlo.

    Pero hay ms que esto en la obra que nos ocupa. Aparte de su erudicin siempre tan sagaz,aparte de su valor real de fillogo y de escoliasta, es un apasionado en fri. Cmo ama a su Hierocles,cmo sabe aadir, sin tener el aire de aqul, piedras preciosas a su rosario! Cun serios sus estudioscristianos, que su admiracin para los comentarios de Hierocles no le hicieron nunca olvidar! Qudiscreto cuidado tiene de prevenir a la juventud estudiosa contra el descarrilamiento que arrastra portodos lados a maestros y educandos. Es por esto que en sus notas se encuentran, diseminadas, suspropias conclusiones que conducen el Renacimiento pagano al Renacimiento patritico, al punto justodel Concordato.

    Se guarda bien, en esto, de engaarse con la hora histrica. No regula su reloj de bolsillo con lasestrellas de la Escolstica, ni con la Luna de la Suma. Va, si no al Sol teologal, al menos al de susadoradores, que despus de los Apstoles, lo fueron ms de cerca. Es un buen catlico, un honestocristiano de la Enseanza religiosa primaria, de la Catequizaci6n. Este grado de instrucci6n religiosa espuramente teologal; pero los otros dos son de la misma naturaleza: el grado secundario y el gradosuperior faltan desde Constantino.

    Esta sagacidad real fue tambin, desde el siglo XIV, uno de los mritos de Petrarca. Sin dudaSanto Toms de Aquino sigue siendo, a justo titulo, el maestro telogo del Clero; pero no requieremenos la Instruccin, para defenderse, que el Gran Maestro mismo, San Agustn, aqul, de todos losPadres, cuya comprensin es la ms pr6xima a la Suprema Maestra, la del Verbo Creador y del VerboEncarnado, la del doble Cristianismo anterior y posterior a la Encarnaci6n. Pero, qu diferencia entrela fe de Dacier y la de Petrarca! Petrarca es la fidelidad de los Letrados catlicos enamorados delintelecto pagano, dndole toda su razn y reservando su corazn al sentimiento cristiano. Es eladulterio menos el ltimo acto. Dacier, al contrario, mucho ms slido en su doble erudicin pagana ycristiana, no libra toda su razn a los atractivos de la Filosofa. Ms an, la monomana de la gloria, elatavismo, el patriotismo necropolitano de la Repblica y del Imperio romanos, el desencadenamiento

    *N. del Tr.: Con esta expresin designan los franceses una paternidad abundante.

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    sordo de la posesin pagana en el amor de s y en todos los instintos, son rechazados sin esfuerzo, y noalcanzan .la moral del buen Dacier.

    Como nunca hemos tenido la vocacin tan extendida de volar en socorro de los vencedores, noshacemos el honor de aadir que la conclusin que se acerca ms a la Reina de las Inteligencias, a laPerfecta inmaculada, es la noble vencida de hoy en da: la Concmdataria, en el sentido mental ygubernamental del trmino. Pagana por la cabeza, si, he ah su debilidad atvica, su falta clsica, y en

    ello solamente recuerda a sus dos hermanas Atridas, de las que no tiene ms que la pequesima lnulanegra en el blanco nacarado de las uas. Pero es cristiana por el corazn, y esto basta para estar segurosde que este fuego viviente se cambiar de nuevo en divina luz cerebral.

    Mas an, y esta vez en tanto que sacerdotal, ella es la depositaria nica de la Tradicin sagraday de la Promesa. A este titulo, ella es la madre por siempre venerable de todos los cristianos, lasalvaguardia de la Cristiandad, y la Europa pagana de hoy en da no supone ms todo lo que la debe,que todo lo que tiene que recibir todava de ella.

    En Fabre d'Olivet, en fin, tenemos el anticristianismo clsico, el laicismo pontificante de losfilsofos y de los letrados, que opone las Enseanzas secundarias y superiores greco-latinas, a laEnseanza religiosa primaria del Catecismo, la Filosofa pagana, a la Teologa de los Concordatarios.

    Se ve ya despuntar esta raza, que es muy propia en la persona de Fabre d'Olivet, el Neo-Pitagrico del siglo XVIII, entre los inmundos Secretarios apostlicos de los que hablaremos en otraparte, que explotaban el Papado en la primera mitad del siglo XIV. Su tipo moderno ms verdadero esel pobre Pitagrico Giordano Bruno, desarmado del catolicismo por el Humanismo, para caer primeroen el Protestantismo, rebotar a continuacin fuera del Cristianismo de la revelacin, para finalmenteecharse de cabeza con el Pitagorismo. Se le dio el fin de Pitgoras, una hoguera, cuando una ducha yalgunas buenas palabras habran podido ser suficientes para conducirle a Jesucristo. En cuanto a Fabred'Olivet, se apual. No se reniega en vano del Cristianismo: y este gnero de Humanismo es el deJuliano el Apstata, una verdadera posesin infernal. Fabre d'Olivet sufri esta posesin: pero tieneesto de curioso entre otras cosas: que eleva deliberadamente altar contra altar. Es el espritu mssistemtico de la Franc-Masonera de entonces, que sobrepasaba en cien codos a la de hoy. Entre losPontfices laicos que tomaban la erudicin por una tiara, se podran citar muchos y no de los menores:Court de Gbelin, Boulanger, Dupuis, Volney; en Alemania, Schelling y muchos otros, amigos delcomentarista de Lysis. No olvidemos La Reveillere-Lepeaux, el famoso teofante, el famosoteofilntropo que nadie conoce ya hoy da, y que pontificaba tambin, con sonmbulos por Pytias.

    Es cierto que Fabre d'Olivet fund un culto neo-greco de este gnero, que felizmente no lesobrevivi. Como muri en 1824, y yo nac en 1842, me sera difcil hablar de l directamente, y lanica persona que me pudo platicar sobre l con conocimiento de causa, velaba tristemente este sujeto.Pero un manuscrito que me ha sido comunicado por M. Rosen, en 1885, me prueba que es rendirservicio a la memoria de este gran clsico. dejar su culto ah donde est, en las mazmorras de laHistoria. Ello no quita por otra parte nada al valor de sus Comentarios, bello y paciente mosaico decitas donde nos presenta como una novedad su conclusin anticristiana de los Estudios secundarios ysuperiores.

    Antes de dejar Lysis, debemos hacer las ms expresas reservas con motivo de las ltimas lneasde los Versos Dorados, las que consideran al Superhombre intelectual, caro a la mentalidad pagana, elHomnculo filosfico que se autoadministra los honores de la deificacin. Iamblico, documentado deun modo muy distinto a como lo estamos hoy en da, nos advierte caritativamente de que esta apoteosises de Empdocles. Este ilustre filsofo, no nos permitiremos decir filmano, es el Nietzsche del sigloXV antes del nuestro. La Cofrada, encontrndole demasado comprometedor, le haba discretamenteconsignado a la puerta. Pero, creyendo sin duda que el da de la gloria haba llegado, continu suparada al aire libre. Ridculamente vestido con una tnica prpura, los cabellos sueltos, corona en la

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    cabeza como la Pitia, cantaba en las calles su propia divinidad, en Versos que evocan involuntariamentelas Cantatas de la diosa Razn y de los Teofilntropos, en la catedral de Paris.

    En el seno de los Inmortales, deviene un Dios t mismo.

    Nada menos que eso!... Consejero municipal, diputado, senador, ministro, presidente delConsejo, presidente de la Repblica, maniqu en los Palacios, estatua en las encrucijadas, todo aexpensas de la Economa social, pase todava; pero, Dios!... Esta suerte de Griegos, prototipos denuestros Jourdains y de su profesor de Filosofa, no dudaban de nada, y de ellos mismos menos que deninguna otra cosa.

    Mas, cun lejos estaba del pensamiento de Pitgoras y de su carcter la mana de estos Griegospor la gloria fornea, su bsqueda de la opinin, y su gusto por medrar!

    Para resumir, y elevar las menores dudas sobre nuestro pensamiento respecto a las tres Razas,nos falta aadir esto: toda nuestra Fe, lo hemos dicho y lo repetimos todava, va, por encima de lasColoreadas a la Blanca pura, a la Teologal autnoma, exclusiva de toda mezcla; mas la segunda, laTeolgica concordataria, no tiene por ello menos nuestro respeto. Lo que criticamos, en la Teologacristiana, es todo coqueteo de compromiso sinalagmtico con la pagana, con el negro-blanco ms omenos mitigado. No hay que olvidar nunca que ste es antisocial, medicrata, suplantador, esclavista.Cuando ofrece los bienes de este Mundo, o ms bien de su Mundo, lo hace siempre de maneraobligatoria pero no gratuita. Caboteador, pero tambin, ay!, Farsante (*) de la Antigedad patriarcal, nola da nunca ms que alterada. Es su baratillero filosfico y politicio. Su Estado mental tiene siempreuno gubernamental detrs de la cabeza y nada de ortodoxia: Repblica romana o griega, Cesarismoromano o bizantino, con Razn enseante y Razn de Estado; siempre, en todo caso, antisocial. Susoberana puede dejar subsistir un poco de Cristianismo sentimental en el corazn; pero expulsa todoCristianismo del cerebro. Ahora bien, es ste, unido al otro, el nico que puede conducir al dominio delmundo actual y volver a poner al negro en su rango.

    El negro es Mefistfeles, pues Fausto no es ms que su Polichinela. El concordato, incluso men-tal, es la escena de las joyas, cualquiera que sea su msica entrometida. Queremos ser tiernamente

    respetuosos por aquella de las tres Gracias clsicas a la que ms amamos, sin por ello aborrecer lasotras, a las que nos querramos convertir asimismo. Pero no hemos dejado ignorar a Margarita que estassuertes de historias renovadas de Constantino el Grande terminan siempre deplorablemente conFulanos cualquiera. Es el adulterio sacerdotal, dicen severamente los Profetas a los Judos dirigentesdevenidos Telogos concordatarios. La Raza que ha resultado de ello nos ha valido como la de Esdrs asu Judea, como golpes de Jehovah, entre los cuales se encuentran el Islam y los Mongoles, que nopiden sino recomenzar su Sabbatms bello y ms fuerte que nunca. Pero estas moxas, estas puntas dehierro y de fuego, son benefactoras comparadas a los males interiores pasados, presentes y futuros,ocasionados a la Cristiandad por la imprevisin de la misma raza.

    Sucede asi porque ella es sacerdotal? Si! vocean los negros-blancos. Nosotros decimos: no loes lo bastante!

    Es porque ella es teologal? S! gruen los Demonios de Juliano el Apstata. Nosotrosdecimos: sucede as porque ella es Teolgica Concordataria.

    *N. del Tr.: He aqu un juego de palabras, que slo se aprecia en la lengua francesa: Caboteur, mais aussi hlas!, Cabotin.

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    CAPITULO TERCERO

    LA MUERTE ESPIRITUAL

    El Renacimiento y el Triunfo del Paganismo por el Humanismo moderno

    Nacimiento del Humanismo en el siglo XIV. - Su Espritu. - Su accin sobre el Estado social cristiano. - Sus consecuencias.- Papas e Iglesia enseante ante el Humanismo. - Peligros de los estudios paganos. - Utilidad de la catequizacin. - El Clero

    poda evitar el peligro; su punto vulnerable. - El Renacimiento pagano acogido sin temor por los Regulares. - Los Estudiospaganos y la Instruccin. - Eclosin infernal entre los Letrados del Renacimiento. Los Secretarios apostlicos: Petrarca,Boccaccio, Coluccio Salutati, Pogg, Laurent Valla, l'Artin, etc. - Su influencia sobre los siglos siguientes. - Resultado

    pagano del Humanismo; es inevitable? quin lo ha hecho tal? - Los Papas. deban recibir a los Orientales? - El verdaderoHumanismo. - Los dos Espritus de la Hstoria - Los Hechos y las Leyes. - El Principio de la Sociologa; su Clave. - Leyesreguladoras del Humanismo. - Los tres Ordenes sociales, y los tres grados de Enseanza.

    Es en el siglo XIV, en la Corte pontificia, que nace el Humanismo. De Italia a Francia, ydespus de Avignon a Roma, preconizado por Letrados laicos que lo anticipaban ya, explotando y

    haciendo que lo celebren prncipes temporales y espirituales, el Renacimiento ha sorprendido,deslumbrado, sobornado a la Iglesia enseante en su ms alta representacin humana: Papas yCardenales.

    Cul Renacimiento? Pues hay dos de ellos: la forma y el fondo, la carne y el Espritu. El delEspritu, y este espritu es mortal a todo estado sinttico y viviente, religioso y social. Se Dama la raznmental y gubernamental pagana. En su origen, en su huevo, es, ya lo hemos dicho, la Razn individualerigindose exclusivamente en Principio, en Ley, en Criterio del espritu humano; y el ltimo va aldiablo sin el primero. Es la Soudra semiletrada, renegada, quien desmembr la Iglesia y el Estadosocial de los Patriarcas, hace cinco mil aos; es la apstata Soudra moderna quien mat, hace ms deun siglo, la verdadera Burguesa, y la Economia social de nuestra nacin.

    Ella desmembr tambin la Iglesia y los Estados generales de N. S. Jesucristo; pues, en todos

    los tiempos, su marcha es la misma: trastornado todo para ocuparlo todo; hacerse el intermediarioilegtimo, parasitario de toda la Economa pblica para subyugarla a su venal voracidad. Su verdaderonombre es la Anarqua, el Individualismo, la Envidia y la Cupdez, hasta la locura colectiva delhomicidio y la pitanza. Su pensamiento viene siempre del vientre, incluso cuando tiene el aire deemanar del cerebro. Lo marca todo con este signo ventrpeto que hace que se la reconozca por todoslados y en todas las cosas. Cogitando con el estmago, acta con el colon, y todo lo que ella usurpa ytoca es casi irreparablemente manchado: Enseanza, Justicia, Economa; Fe, Leyes, Costumbres;Ciencia, Arte, Vida. Monstruo humano, hecho por ella misma a imagen de Satn, se entrega a losvicios, ciega, en todos los rayos de la luz de Dios.

    Es la Seora "Qutate t de ah, que me ponga yo" la Seora "Corta la cabeza", en caso denecesidad; la Seora "Banasta" siempre, pero slo para ella y para su bando.

    Esta madre de todos los cracs, y de los siete pecados capitales, no es pues la Eva, sino la Lilithdel Espritu humano. Es tambin Madame Jourdain, loca por la Serpiente, su profesora de Lgica, ymatando para ella a su bravo hombre de marido que la hubiese hecho baronesa y arrendataria general,como tantas otras cosas. Tras haber aneado el pao con una falsa medida, lo somete todo al mismofraude, todo, hasta los Tabores y los Calvarios; llama a esto la Exgesis la suya; y se hace con ellaprebendas a expensas nuestras. Hoy en da su clericalismo de instruccin nos cuesta tantos millares porao, como el del clero en diez siglos.

    Segn los tiempos, es la tejedora, y despus la golosa de guillotina. Este era su sueo: devieneas princesa de la sangre a su manera. Esta mentalidad comienza y termina por dos pronombres; su

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    entendimiento firma: M, y su voluntad: Yo, con maysculas a la inglesa. Nacida Pickpocket, bizqueasiempre hacia un portamonedas cualquiera, y para escamotearlo, se titula, segn las circunstancias:atea, f1isofa, filntropa, tesofa, teofilntropa, humanista concordataria, todo lo que se quiera, exceptocristiana. Tiene horror a las reliquias de los santos, a los altares consagrados y, desde que ve uncrucifijo, poseda de los peores demonios, echa espuma. Acaba de arrojar uno en el Monte Pelado y larespuesta del fuego central no ha acabado.

    La Revolucin babilnica, que provoc un segundo diluvio de sangre y de lodo, la habaotorgado los honores, no solamente imperiales sino divinos, bajo el nombre de Seora Nemrod: larazn del ms fuerte. Sin Moiss que lo reconstituy, hubiese aniquilado el testamento de lospatriarcas, pues, aullando contra el Verbo Creador, gritaba ya: "Muerte al infame!"

    La Revolucin antifrancesa, la suya, retorno de Roma, tambin ha hecho de ella un dolo rojosangre, arrojando la misma blasfemia, pero contra el Verbo bajo todos sus aspectos: Creador,Encarnado, Resucitado, Pontfice y Rey de la Vida eterna. En la persona de una prostituida, laCarmaola filosfica la ha asentado sobre el Altar mayor de Notre Dame, bajo el nombre de DiosaRazn, como en Babilonia.

    Lutero, como hombre del Norte, haba conservado ms moderacin y mesura. Se haba limitadoa preparar esta apoteosis diciendo: "Todo hombre dotado de razn es intrprete nato de la Escritura." Lainterpretacin de la arpa ha consistido en asentarse sobre la Escritura y sobre Lutero.

    Esta razn tiene pues por ltima palabra: Sit pro ratione voluntas! Mea, entendmonos bien!Es el facineroso de los Estudios clsicos. De ah sus conchas de ostra que proscriben toda perla susodiosos ostracismos, este remonte infernal de condenados, patriotas necropolitanos, fanticos, paganos,medicratas rencorosos en alpargatas o en coturnos, rastacueros de Roma y de Atenas, sofistas delAgora, retricos del Foro, que pagana su clientela electoral en novedades circenses a sus expensas,tomndola panem bajo forma de impuestos. De ah todos esos monasterios violados y vacos, todasesas escuelas despanzurradas y viudas, todos esos asilos sagrados profanados y desiertos. De ah, estamuchedumbre lamentable y sin nmero de exiliados, mujeres y hombres, hermanas celestes de laspobres gentes, Angeles de la verdadera Democracia, Religiosos de todas las Ordenes, que insuflaronsobre este Occidente el Espritu militante de la Vida cristiana, la responsabilidad de los grandes hacalos pequeos, la disciplina siempre presta a la dedicacin, al sacrificio de s". Adelantan al extranjero laIglesia episcopal de Francia, y sus ltimos fieles, en esta execrable expatriacin que expulsa de nuevocon ellos al Alma de este cuerpo nacional. No dejar ya pronto ah, para guiarla, ms que la Legin deSatn que ya la ha posedo. Cree en vano escapar as al terrible castigo que la aguarda; pero la Guerrasocial, como en tiempos de la Roma pagana, la devorar, pues su poltica la desencadena, igual queabre la puerta a la invasin extranjera.

    La mala razn es en efecto, al mismo tiempo, la mala voluntad, que no tendr jams la paz, nidentro, ni afuera. No la tendr jams porque no se la deja a nadie, desde Can hasta la Torre de Babel,desde el Sabbatfilosfico y poltico de los Griegos y de los Romanos esclavistas, hasta la enciclopediay la Anarquia de las Enseanzas actuales.

    Cmo, pues, se han dejado llevar Papas y Cardenales al vrtigo del Abismo del que tocamoshoy en da el fondo? Su santidad no vea el mal; su fe crea la del mundo laico tan slida como la suya;muchos otros mviles no menos nobles les animaban.

    Hay que reconocer, por otra parte, que sus estudios paganos ofrecan un peligro mucho menorpara el Clero que para la Clereca, en razn del Concordato intelectual firmado en el 313, bajo elnombre de Teologa escolstica. Este tratado bilateral no era ciertamente la perfeccin. Dejaba subsistirel paganismo aliado del cristianismo: la Enseanza cristiana de una parte, la filosofa pagana por laotra. Rebajaba lo Teologal; institua una inevitable confusin entre las razas, y es por esto que vemosperpetuamente a la Concordataria tender hacia la Pagana; mas, tal como era, mantena y mantienetodava una disciplina mental que fijaba por la catequizacin primaria y la teologa secundaria. As

  • 8/14/2019 Saint Yves D'Alveydre - Arquemetro parte 1

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    pues, y lo repetimos, es a esta raza concordataria que, pese a sus desfallecimiento s e imperfecciones,van todava todos nuestros respetos.

    Estos estudios podran incluso no haber entraado peligro alguno para el Clero, bajo lacondicin de que la Seglar rec1utase en la Regular toda la Iglesia enseante, la Episcopal, y la remojaseperidicamente en un bao de vida intelectual, moral y espiritual, absolutamente puro de toda mezclamundana. En estas condciones de medio, el sacerdote de N. S. Jesucristo tena, para defender su

    dominio, todas las armas directas e indirectas del Evangelio: una fuerte educacin cristiana aseguradorade la invulnerabilidad del corazn y de la vida; una poderosa instruccin no solamente teolgica, sinoteologal y cientfica, empapando la inteligencia y volvindola soberana sinttica de todo anlisis; elcontrol mutuo y