revista la mandrágora y el pirata núm. 10

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Revista de viajes imaginarios de la década de 1980

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  • Este artculo ha sido p atroc inado po la Jun ta Municipat del Distrito d e R etiro del Excmo. Ayuntam ien to d e Madrid.

    Ta les ex pediciones presentaban lospeligros propios de una con dicin denavegacin que dejaban mucho al azary a la valenta de todos cuantos se su -maban a la aventura . La presencia entierras americanas de botnicos comoHip lito Ruz, Pavn , Mutis, Sess ,Cullasr supuso enormes sufrimientosy sacrificios, pero dot al jardn de unimportante patrimonio de plantas nue-vas y un caudal de dibujos y escritosso bre el mundo vegetal del otro lad odel ocano.

    El ms inmediato antecedente loencontramos en el reino de Felipe II .Por entonce s ya se conoca el tabaco ,el sasafrs y la llamada coca de los In-cas, a la qu e se daba una procedencialegen daria atribuida al hijo del solManco Capac, que la llev a la Tierrapara combatir el cansancio y la afli c-cin .

    Durante el siglo XVIII , que fuecuan do se reanudaron las expedicio-nes, se conocan en Espaa el caucho,el curare , el guayacn y la ipecacuana ,y se tenan noticias de la quina, aun-que sin saber de sus propiedades. Sloa fines del siglo XVIII se descubri qu esu corteza , pulveri zada y disuelta en vi-no para disimular el amargor, tena po-deres curativos ; as na ci el vino deQuina . Tambin por entonces se supoya que la planta de cuyas hojas se traala cocana era la Erythroxy lon coca .La araucaria y un buen nmero de di s-tintas orqudeas llegaron con ella .

    En 178 3, Carlos III concede el per-miso para el viaje a Nueva Granada(Colombia) a Jo s Celest ino Muti s, bo-tnico , as tr nomo y mdico. La icon o -grafa de la Flora de es te terri tori o fue

    de las cuales se ha ca distribucin gra-tuita hasta hace po co tiempo (en losltimos aos, las mujeres en con traronen el cornezuelo del centeno un susti -tuto de la pldora contraceptiva, en-tonces prohibidsima) .

    Todo el conjunto con verga ade-ms hacia un pun to direccional que erael pabelln hoy conocido como de Vi-llanueva , en el que instal la ctedrahacia finales de siglo Antonio Jos Ca-vanilles. Dos fontines a ambos ladosdel paseo central, frente al edificio , ha -can resaltar est e alarde de simetra .

    En 1857 se instala en el recinto unparque zoolgico que hasta do ce aosdespus no ser trasladado al Retiro .En el intervalo, concretamente el 12de mayo de 1886, un cicln arrasa eljardn y destroza ms de 500 rboles.Todava , antes de que termine el siglo ,se van a producir dos importantes se-gregaciones de terreno : de una de ellasse obtiene la calle Granada, hoy Al-fonso XII , resultando gravemente da-ada la cap a fretica que se extiendedesde ' El Retiro hasta el Paseo delPrado ; la otra , mucho ms grave(2 ha.) aportar el solar para el enton-ces Ministerio de Fomento , actualmen-te de Agricult ura, y la lnea in clinadade la Cues ta de Claudia Mo yano ,

    El esfuerzo de ha cer llegar hastaAmrica numero sas expediciones decarcter ex clusivamen te botnico , enun momento en el que la economa es-paola no era precisamente muy prs-pera , nos sirve como ndice de la pa-sin que despertaban las cien cias ennu estro pa s .

    Herborizar Amrica

    y el ncleo inicial del jardn- corres-ponde el mrito de introducir en nues-tro pas las reformas lin nean as y de ha-cer 'que el mejor discpulo de Lnneo,Loeffling, viajara a Madrid con instruc-ciones precisas del gran cientfico sue -co para la organizacin del nuevo cen-tro . En una de las 17 cartas originalesque se conservan de la correspondenciamantenida se habla de Espaa como"el jardn del orbe", y parece ser queLinneo estimaba en muy alto grado losconocimientos y estudios que sobrebotnica se tenan en n uestro pas .

    Por fin , el 25 de julio de 1774 Car-los III concede el permiso para qu e secree el actual Jardn Botnico del Pa-seo del Prado, siendo su director Casi-miro Gmez Ortega . En la puerta prin-cipal se fija la piedra desde la que toda-va se brinda su uso para SO/lidy de/ei-te de todos los ciudadanos [civiumsalucti e t o blec tamen to}.

    Durante algn tiempo puesta en -duda, pare ce ho y indiscutible la pater-nidad del arquitecto Juan de Villa -nueva de un proyecto que su pon a, deacuerdo con el auge de las ciencias y labotnica en el siglo XVIII , una nuevaconcepcin urbanstica de la llamada"Colina de las Cien cias". Dicho pro -yecto inclua el Museo del Prado (des-tinado primero a Museo de Cien ciasNaturales) y el Observatorio Astro n-mico y Geo dsico, adems del jar d n .El conjunto lo completaba el Casn delos Monjes.

    Se ha de deducir, pues , que el Jar-d n Botnico fue en su totalidad obradel mismo arquitecto. Su estructu rarefleja el racionalismo de un siglo quegustaba de las matem ti cas y el orden.El corte neocl sico de sus pro por cio-nes se resuelve en una aso mbrosa sime -tra a cuya elegancia contrib uye la cui-dada distribucin de las plan taciones yun cierto air e renacentista en la dispo -sicin en darnero de los cuadros, rema-ta do en el centro cada uno de ellos porun fontn de piedra .

    El plan o original presentaba aproxi-madamente 9 ha . divididas por un ejetranversal (hoy paseo de Carlos I1I) Po-nien te-Saliente , qu e constit ua la " l-nea de razn" en relacin a la cual lo sdis tin to s caminos paralelos y per pendi-culares tenan un carcte r sec un dario yconformaban el orden de plantacinde Linneo .

    Debido al desni vel del terreno , sehizo pre ciso di vidirl o en tres planos se-parados entre s po r una diferencia es-calona da de 0 ,90 cen t me tros . Segnla clasificacin linnean a, los 16 cua-dros del plano inferior ms 8 del planomed io albergaban la Escuela Prctica ;los 6 cuadros restantes del plano me-dio se de dicaron a plantas medicinales,

    La " Co lina de las Ciencias"

    dines como el qu e el rey Naser mandoponer en Guadix . Este es, por tanto ,un profundo y remoto antecedente, re -flejo de la tradicin de un pueblo quein corpora ba el jard n a su ciudad conla misma naturalidad y belleza con qu elo haca apare cer en todas sus manifes-taciones art sticas.

    Siglos despus, otro rey , Felipe 11 ,dejaba en manos del naturalista Lagu-na un encargo similar, movido por undesconcertante amor a las plantas qu eno parece estar muy de acuerdo con laausteridad que presidi todo su reina-do , espe cialmen te los ltimos a os . Ellugar esta ba pr xim o a los ja rdines deAranjuez y en l tuvo cabida un impor-tante con tingente de plantas medicina-les.

    Pero el verdadero auge de est e tip ode proyectos se produjo en e sigloXVIII, en consonancia con el gran im-pulso que tuvo el estudio de las cien -cias y , concretamente, de las cienciasnaturales. Los monarcas de toda Euro -pa se haban convertido en entusiastaspatrocinadores del naturalismo.

    En tan propicio ambiente se sit a lainiciativa de algunos botnicos de crearun jardn que ya empezaba a resultarimprescindible para sus investigaciones.Fernando VI firm la Real Orden el 17de octubre de 1755 , y en seguida pasa habilitarse la Hue rt a de Migas Calien -tes, en el so to de La Florida, cedidapor Riqueur para tal fin .

    Este an teced en te directo del actualjardn tien e especial importancia porcuanto, pese a su modestia , adquiriuna enorme proyeccin naci onal e in -ternacional de la q ue fu eron prin cipa-les artfices botnicos de la ta lla deGmez Ortega , Barnads , Minuart oQuer. A este ltimo - cuya propia co-leccin de plantas cult ivadas consti tu-

    .JAnDI N BOTAN IC O Di M~~R"I~" EN su ESTADO ACTUA Ll .~. ~ D I ,,. t ".. c o

    18 15 .

    Antecedentes

    Azafrn quiere decir amarillo enrabe . Ellos fuero n los que trajeron deOrien te su planta y su flor , la ro sa delazafrn , adems de muchas o tras qu ese nat uralizaron en la Pen nsula en jar -

    El proyecto de reapertura del Bot-ni co, despus de siet e aos 'desde queun desgraciad o ac ciden te pre cipitara suclausura , levan t un a espinosa po lmi-ca que provoc sucesivos retrasos.Hoy , no se puede decir qu e los pro ble -mas hayan desaparecido en su totali-dad, pero , por fin, desd e el 2 de Di-ciembre de 1981 , las puertas estnabiertas de nuevo para todos aquellosque se in teresen por la Botnica o sim-plemen te quieran pasear por sus cami-nos de arena dis frutan do del asombro-so silencio qu e enc ierra su recinto .

    P LANO OEL J A.RDlN BOTAN ICO DE M"DR ID INAUGUR....OOEtI 178 1._._-..,.... ....._...-_..-

    .....,..--"""- ..,......_ _ -.t "'.........~ _ ,.._..... ,..oi_... _._,.._...__....,.. ........,-- ...- .._-..-.- .... __...-.........._-_..f"'-_....... ..._~-,

    _ _ OI_N_

    ~"'--_ _ q..-"J'1'-_""

    INTRODUCCIONPata los que recordamos el Jard n

    Botnico como la selva rnsteriosa yproh bida de nuestra niez, al otro la-do de las verjas del paseo del Prado , nopuede por menos de desencantarnos suactual asp ecto invernal , extremada-mente ralo de arbustos y plantas, con-trastando con la antigua exhuberanciaverde que el sol bata de blanco en losdomingos de primavera .

    Pero no debemos dejarnos llevarpor el re cuerdo a la hora de ju zgar suestado actual, porq ue parte de aquellaexhuberancia salvaje era producto de labandono y deterioro sufridos por eljard n ya desde el siglo pasad o , y suat rac tivo rad icaba ms en lo insli to desu ubi caci n urbana qu e en el pro piofin que anim su creacin casi doscien-to s aos antes.

    Los criterios de resta ura cin se hanor ientado a respe tar, en la me dida delo posible, sus caracte r sticas origina-les , pero con la flexibilidad sufi cien tepara qu e pueda evolucionar ya en fun -cin ' de las ne cesidades de nuestrotiem po .

    Foto 1: Pan la lolies? Aunq ue SU prop ia a n-tiguedad le lleva casi al ano nimato , s te po-dr a ser el fa moso " pan talones " . qu e algu-nos co nfu nde n co n "E l Ab uelo", hacindo-los uno solo. Los matoj illos q ue co ntornea nlos cuadr os so n futuros se tos d e boj .Foto 2: Fo ntin. Proporcin, or den. clarida d.Todo conduce . Las l neas se entrecruzan enel pun to exac to trazand o las calles y confo r-mando la cuadrcula. En el centro d e cadacuadro.:et inevitabl e fo nt n de piedr a yagua.Foto :J: Pab elln Villanueva. El d et erioro/Iel Pabelln Villan ucva, lleg hast a el ext re-mo d e convert irlo en inslit o escenar io depelc ulas d e vam piro s de du dosa calidad . Larecuperaci n d el tra zado original exigi,adem s de una costosa rest aura cin, la elimi-nacin d el de safortunado postizo de unsegundo piso.

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  • realizada con pigmentos naturales des-cubiertos por el propio Mut is, utilizan -do un sistema de dibujo por fases paraevitar que se marchitase 'la planta antesde ser copiada. Algunas de estas lmi-nas se encuentran expuestas en el Pa-belln VilIanueva.

    La ex pedicin a Nueva Espaa co -rona el siglo en importancia, si bien nofue la ltima: Montevide o , la Patago-nia , las islas Malvinas, Per , Acapulco ,Lima, Filipinas, Cuba ... Durante elXIX, el no mbre del ja rd n se ver to-dava unido a det er minadas a ctividadesrelacionad as con la investigacin , co-mo la Co misin Cientfica del Pacfi -ca , in tegrad a por botn icos, zologosy antroplogo s de dentro y fuera delpas .

    Desidia y pol ticas de a bsu rdos

    El 14 de oc tubre de 194 2 el Jar-dn Botni co es declarad o por decre-to " Ja rdn Artsti co" , clasificac i neq uivalen te a la de Monumento His-trico Arts tico. Treinta y dos aosdespu s, un a ra ma de rb ol se des-pre nde sobre el coche de un o de lostrabajad ores del jar d n y el hecho seconsidera suficien te me n te sin tomti-co de l lame n tab le estado en q ue seencuen tra n todas sus instalacio nes.Se procede de modo in mediato a suclau sura bajo pretexto de limpieza,am pliacin y mejora, dan do co mien-zo aqu un o de los perod os ms os-curos y tristes de su historia.

    En efec to , las con diciones cr ticashered ad as del siglo an te rior no encon-traron so luci n a comienzos del pre-sen te, y fueron ac umu lndose as, so-bre la superficie ence rra da por las ca-lles Espalte r, Alfon so XII , ClaudiaMoy an a y Paseo del Prad o , los efec-tos devastadores del ti em po y el des-cuido, tristemen te agravados por lafalta de pres up ues to y las con dicio nesparticularmente difciles de la po sgue -rra .

    El mismo ao de la clausura , seaprob un presupuesto para afrontarlas reformas ne cesarias ; an no se sa-be con certe za que uso se hizo de l mis-mo . En una improvisada rue da deprensa al aire libre en junio de 1979,a la que asistierion algunos miembrosde ADELPI-IA , e l entonces dire ctor delja rdn Salvador Rivas hubo de hacerfrente a series acusaciones formuladasen este sentido contra l e indirecta-men te con tra el di rec tor general delMedio Ambiente , Daniel Linos, q uienexcus su au sencia a los po cos minu-to s, e vita ndo el bochorno.

    Tales acusacion es ex igan respon sa-bilidades por algunas barbaridad es co-metidas en calidad de reformas . S losu enumeracin resulta escandalosa :tala de gran can tidad d e rboles, que sesacaban a escondidas al amparo de la

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    noche, con el fin de crear una praderainglesa en la parte superior, asombro-samente contraria a la lnea y objetivosdel resto del jardn ; construccin deuna prgola metlica en un estanque yuna cascada artificial de veintiseis me-tros de altura a base de plan chas y me-ta crilato ; acceso con rotura de verjapor la calle Espalt er; creacin de uncentro pedaggico infantil subterrneoaprovechando un antiguo quemaderode hojas ; asfa ltado de tennis-quick ensustitucin de le s tradicionales cami-nos de arena. Obras to das e lla clandes-tinas y vandlicas , con un coste no in-ferior a los cien millones de pesetasq ue los respon sables negaron una yo tra vez.

    La elim inacin de todos est os ele-mentos introducidos entre los aos1974 y 1977 fu e uno de los requisi-

    to s para la reapertura de l Botnico . Aellos se uni el famoso proyecto deampliacin de l Museo del Prado a cos-ta de los terrenos de l jard n , instalan-do en ello s una Casa de Gaya . La cues-tin lleg a articularse median te de-cre to , pero fue ta l el aluvin de protes-tas desde la prensa y amplios se ctoresde la sociedad , q ue los responsables delproyecto, y en tre ellos el marqus deLozoya, se retractaron de una idea queen principio haban apoyado con entu-siasmo. Su ejecucin h ub iera significa -do un aluvi n diari o de tu rist as y un amerma considera ble en las plan ta cio-nes. De cualq uier forma , los rbo les ta-lad os par a tal fin ya no pudieron serrestin tu ido s, como tampo co lo fue-ro n los desaparecidos en la desafor-tunada construccin del actual edifi -cio de in vestigaciones .

    En definitiva, los cri te rios de fideli -dad con respecto al plano originalaprobado por Carlos 111 son los que sehan impuesto , en una lucha contra laignorancia , la corruccin y el mal gus-to de la que han sido ejec utores en laprctica el arquitecto Fernndez Albay el paisajista Leandro Silva , ademsde todos cuan tos levantaron la vo zen su momento a favor del jardn .

    El de spertar del bosque

    Los gast os de las o bras ejec utadassegn los n uevos crite rios de recons-tr uccin han ascendido a un tot al dedoscientos millones, re part idos entre elConsejo Superior de InvestigacionesCien t ficas (a ct ua l propietario del jar-dn) , el Ayuntamiento y l Ministeriode Cult ura , por va de la Direc cin Ge-neral de Bellas Artes .

    La nueva plan ta presenta una es-tru ctura similar a la orig inal, pero a fa l-ta de dos cuadros en el lat eral izq uier-do que correspo nden a lo qu e ocup laCuesta de Cla udia Moyana . Parece serque su recupera cin s lo ex iga un a le-ve modificacin de la verja , sin per-juicio para la po pular calle de los libre -ros salvo en su esq uina con el Paseo delPrado . .

    Los dos plan os in fer io res repro du-cen con fidelidad el estilo neo clsicodel trazad o original, mientras q ue en elter cero se ha conservado la tra nsfor-ma cin al es tilo romn tico isa belin oqu e reali z Co lme iro a finales del sigloXIX .

    La d ist ribu cin de las plantas se ha-ce segn distin tos cri te rios y con' unsiste ma de viveros de' apoyo est rat gi-came n te sit uados , En el plano in ferior ,la Te rra za de los Cuadros presen ta 14cuadros que alte rna n las fo rma s cua-dradas y redo nda, albergando plantasornamentales , medicina les, aromti cas,alimenti cias , de utilidad human a y es-pecies en peligr o de ex tinci n. ade msde una buena co leccin de ro sas,h bri-das entre las que se enc uen tran varie-dades procedentes de la poca del rei -nado de Abderramn 1I qu e todavaconservan sus caractersti cas originales.La cole ccin es una dona cin de Blan-ca Urquijo ,

    En el plano medio se encuentra laTerraza de las Escuelas, segn el ordenfilog netico (girnnosperrnas, palmceasliliceas) y el plano superior, el Plan dela Flo r. A es tos se a ade e l e mparradosobre un pre cioso arm az n de hie rroforjad o en Gu ipzcoa, co n algunas delas plan tacion es de vid origin aria s, laRocalla de pied ra de Guadarra macon flora alpina , lo s in vernaderos y laest ufa fr a del Pabelln Villan ueva .

    En tre los rboles ms an tiguos secuenta e l " Pan talon es" , po r su curiosa

    disposicin semejante a unos pantalo-nes tendidos boca abajo, y el "Abue-lo " , un impresionante o lmo plantadoen tiempos de Carlos 111. Ambos enca-be zan la numerosa poblacin arbreadel jardn : sequoia , Sofora de l Japn ,Arbol del cielo, Jabonero de la China,Gingko, Arbol de las pe lucas...

    Todo el conjunto est drenado pornueve kilmetros de tuberas q ue ali-mentan tambin las treinta fuentes deljard n y cuen tan con un cir cuito de re-cogida de aguas. Aunque tiene pozopropio , e xiste un ac uerdo con e l Canalde Isabel 11 para el sum inistro gratu tode l agua, a cambio de lo cual los tcni -cos de l Bo tnico colaboran en los t ra -bajos del Cana l orienta dos a encon tra respecies vegeta les adecuadas para la ab-sorcin de n utrie n tes - fsforo y nit r -geno - en los embalses .

    Las instala ciones de los labora toriosdel Jardn Botnico cuentan con mto-dos rnodernos para la investigacin . Esuna lstima qu e el edificio que los alo-ja rompa el entorno verde de la olmedadonde est ubi cado y qu e no sea , nimucho menos , un edificio atrayentedesde el punto de vista arquitect nico.

    Exis te una bibliote ca d e libre acce-so don de se pueden encon trar libros yrevist as especializa das, as como lo seje mplares de la o bra " Anales del Jar-d n Botn ico" , que sigue publicndo-se de fo rma peridica . El archivo deherbarios, qu e incluye valiosas colec-cion es de botni cos ilustres, est, igual-mente , a disposicin de los in teresados,

    En cuan to al re construido PabellnVillan ueva, un ac uerdo con el Ay un ta-miento es ta blece su utiliza cin en rgi -men compar tido para actividades cul-turales y aq uellas otras relacio nadascon la Botni ca , co mo la magnfica ex-posicin de plantas tin treas clausura-da recie n te men te.

    Para terminar , conviene decir que ,si bien es cier to qu e el jardn no podrrecobrar nun ca, con la mism a pure zade en to noes, el valor ldico , so cial ycien t fico que se la atribua en el si-glo XVllI, podemos recuperar partede ese valor por otra va ms actual , lade su reivindicacin frente a la con ta-minacin del ambiente y la lenta des -truccin que de lo natural se est pro -duciendo en nuestra ciudad .

    N O TA : 1.0 .1 dat o s histricos es tn ex -traido s preferentem ente del cat logo de lMus eo Municipal Jardines Clsicos Madrile-os, aunque est ago tado y es difcil de 10-calizar. Para el resto he u tilizado noticiasapare cidas en pre nsa estos 0110.1 anteriores:Agra d ezco la co laborac in de Carm en CO Il -de l' Esth er Hach iller, docu men talista de laDetegac on de R claclon d el Museo Munic i-poi de Madrid.

    Madr id 6 - 2 . 1983

    PELICULAS QUE QUEREMOS VERUna noche en Arabia

    (l.ubitsch t

    Como t me deseas((ieorge Fitzmaurirc)

    Prfido encanto(A nton Giulio Bragaglia )

    HomnculustA lbcn N(, II.1'.I' .l' ouo Ri)('I'[j

    Hoja s del libro de Satans(Drcycr)

    El espejo de tres caras(J('(III Epstcin)

    Historias de terror(Rog('l' COI'/I /(( 11 )

    Todo Mack SennetLos vampiros

    (Fcuilludc)

    37

    ,

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    ET. no podra andar por encima. Y solicito al inventor quecaza monos en la selva con un cohete, que venga con esecohete, y aprese en la red desplegada a tantos enanos oetes como pueda de los que pululan sueltos po r esta ciudadredimindose. Porque ese enano q ue Po e, Blackwoody Lovecraft hubiesen despreciado juntos con todas sus fuer-zas, es la pesadilla de un idiota, de un enano disfrazado, eldolo de un Fof'it o, El incesto de lo s muecos. .

    mgica, de aplicacin tan inslita como ha tenido. Pero queun tipo como E.T. se dedique a imitar a Peter Pan ! Qusu poder mgico, en ese descarado remake subliminal, que-de por debajo de su poder real- tcnica, ciencia, imagen!

    Monstruos como Frankenstein nacen de las diferenciasque tenemos que saldar con una realidad dada. Bufonescomo E.T., al contrario, de la necesidad que alguien porlo visto tiene de generar en nosotros las mismas respuestas,de robo tizarnos, de concentrar nues tra atencin en id nt -co fenmeno , de igualarnos. Pero se suscita adems hipo cri-tam ente un amor por E.T. que es radicalme nte falso. Algocomo E.T. - supongo que como el mismo seor que ibadentro y que se ha muerto no ha mucho- inspira en rea li-dad una aversin natural, aqu transfo rmada por medio dela propaganda,de ciertos retoques en el mueco, y de la ade-cuada sofistificacin argumental. E .T. debera haber sidohumano . tipo hombre elefante-, porque es muy fciladorar a un E.T . que adems se va a ir a los cielos, peroy si no se hubiese podido ir a lo s cielos? y si adems hu-biese pe rdido sus poderes al caer a la tie rra? Entonces E.T.hubiese resulta do enojoso, su glo tonera, algo inadmisible,y su rostro, escarnecido, y qui z hubisemos te nido unapelcula, en la que hubiese aparecido un autntico senti-miento humano: el ho rror y el desprecio qu e sen tim os poraquello qu e no es igual que nosotros, el horror que no s ns-piran los autnticos monstruos. Pero E.T. es tan normal, co -mo que al parecer, en alguna galaxia lejana, existe n millonesde ET S y todos ellos, capaces de hacer las misma s cosasque este.

    En vez de chupar sangre E.T. es un vampiro qu e chupabuenos sentimientos. Trastornado tiene el bueno de E.T.- como Drcula a sus queridas- al simptico Eliot, su telo-nero, haciendo exactamen te todo aquello que l hac e. Slol - o la pelcula, o los fans de esta- es toda una au ten-tica Liga para La Decencia que reali zara excu rsiones peridi-cas a Harlem en busca del negrito bueno. En cambio, losmonstruos de antes, posean estilo, clase qu e se dice . No sevendan ta n facilm ent e a las revistas de corazn. No estabandi spuestos a hacer de institutriz de sus menores. Preferanmorir en la altu ra solitaria de los rascacielos - all mu erensiempre los au tnticos monstruos- antes de abandonar a labella, que les part a el corazn, como una oscura imaqe 1 desus insaciables anhelos . Ant es qu e nada eran ello s mismos,y no una imagen trucada en el laboratorio de nues tro insu-ficiente - para captarnos enteros- sen time ntalismo, de ta n-ta bondad inseminada artificialmente, como un culo qran -de rebosante de hormonas. Eran diferentes, y se aceptabanunicamente con la previa condicin de admitir sus diferen-cias. Pero en general: se les mataba, se les negaba cu alquierposibilidad de ser ellos mismos. Ahora se nos niega a no so-tras porque, despu s de tantos aos se sabe ya con certe za,qu e los monstruos ramos no sot ro s.

    La farsa del aspiridrama - con resurreccin includa,toca a su fin . Por eso yo, contra los buenos sentimientos deE.T . que asfixian espectadores, reivindico la maldad de lo s L-- --- - - ....-lhombres y el papel de los villanos, que no es ni el de los po-licas ni el de los m dicos qu e salen en la pe lcu la. Me refie-ro a la maldad qu e se inventan los bu eno s. Reivindico a losrinocerontes y reverencio la selva, y cru zo mis brazos sobreel pecho contra esa tripa occidental , incomparable , nica- y que jams fue exce siva- del jefe de Hatari y de tantasotras pelculas en las que intervino. Se abomba el pi-so de madera de mi casa - como si tratara de empujarlo unmonstruo desde dentro- y tambin lo reivindico, porque

    El- ;HflTflR% ~centra

    objetarn algunos, la familia ha muerto, y los robots sontan divertidos! -Porque se habr olvidado todo el mundode que E.T. es un robot? O peor aun el disfraz de un ena-no? Por eso es que E.T . ha desc ub ierto la au tntica vir tudde un ro bot: no fregar platos, ni an dar graciosamente, nirecordarnos la hora de las pastas y el t, sino comunicarbuenos sentimientos. En verdad, yo prefera Love Story ,a este incesto de muecos.

    La escena en que E.T. se eleva con Eliot por los aires enla bicicleta es, no obstante, el autntico sacrilegio de la pe-lcula, al convertir lo que de mgico tiene esa escena conPeter Pan , por ejemplo, en lo habitual-cursi-coazo que dehecho sera con un E.T . entre nuestras piernas. Lo peorpues, no es haber robado la escena a Las Mil y Una Noc hescon sus alfombras mgicas o a Peter Pan seguido de su fielCampanilla, sino el haberle arrebatado el carcter mgicoque posea en esos santos lugares, transformando un deseomtico del hombre - como es volar - en uria vulgar filiqra-na de extraterrestre , en un truco de prestidigitacin de lasciencias de la imagen. A la gente, sin embargo, se le cae lababa con esa escena, como al indio capaz de trocar su me-jor cochino por una aspirina efervescente . Por fin , la ima-gen m tica se ha transformado en simple 'trastorno audiovisual. Porque E.T. no s convence de que semejan te hazaaes posible , pero justamente cuanto ms posible nos pa receeso con E.T. ms inverosm il nos resu lta . Y la inverosimili-tud se debe sin duda a qu e ex iste una exp licac in. Un mis-terio cuando resulta perfectamente posible , lo mismo qu ecua ndo nos lo explican, deja de ex istir . Qu dist inta es dees ta mgia hecha tcnica , trucos prodigados de E.T.S, aque olla escen a de Hatari, en que el personaje gen ial de la pel culahace fu ncionar u n cohete en la selva pa ra cazar, de splegan -do de manera milagro sa una red enorme, una tribu enterade monos. Aqu la tcnica, al contra rio, se ha vuelto casi

    Godard admira mucho HAT ARI,Tessa Duncan admira mucho a Godard,y yo admir o mucho a Tessa Duncan

    Es hora de proponer a E.T. como mascota de los JuegosOlmpicos de 1984 que se han de celebrar en Los Angeles.A cau sa de que... lo s rinocerontes nunca habran hecho tanbuen papel como ese enano intergalctico en Ama, Semana,Hola y otras revistas que se ocupan de su pornogrfico coralzn volante . HATARI!

    Antes admirbamo s a John Wayne. Su simplicidad no spareca grand iosa. Pero haba que tener cuidado con dejar" su corazn al de snudo". No existe ese peligro con E.T. , re-lleno de buenos sentimientos donde los haya. Detergentes,donuts. Nadie lava ms blanco que el mismsimo E.T .: " Micasa, telfono ...". St even Spielberg sen ta pesadumbre, Ha-b a sido contra tado para un anuncio , y ahora : Nadie pagaa los traid ores, le han dicho! Pues el favor estaba hecho.

    A pesa r de todo hay que tener cuidado con E.T. Sumorfologa es falaz (hasta el pun to de que tal vez fuerasacado de un test de Rorschach). Parece una tortuga, dicemi hijo . Habramos dicho eso alguna vez de John Wayne?

    Necesitamos dist raernos co n el tecno-pop y los androides,

    TEXTO: Cols PaplinDIBUJO: F Vent ura

  • an lisis. as como las propias co nsideracionesso bre esas obras . me resu lta n poco convin -ce ntes. Ha y qui en q ue alabar es a Co leridgey a los telogos qu e forjaron el concep to de lopretenatural "para designar lo q ue pa reca es-capa r a la naturaleza. pe ro sin eleva rse po rello hasta lo sobreoa tu ra l, ya q ue. co mo elpro pio Lou is Vax dice ms ade lante: "La ideaele lo fantstico se empa renta, ms qu e con 1

  • 43

    "S uper f{l/I/OSO prim er p lanode Psicosis".

    "Esperp l/tico e irrepct ibteespejo COI/ las carcajadas

    de Perk il/s-lVelles:el Proceso ".

    -

    " El pro ceso"

    CI " El loco asesino"

    " Psicosis"

    Intentos fallidos por hbridos:"F edra" "D eseo bajo los o lmos"y "Mansiones verdes".

    "C hampagnc para un asesino".

    Naci en Nueva York, pero perte-nece a la peculiar Fa milia de los ameri-canos-europe os, que comenz en Poe yIsadora Duncan.

    Sin Fa milia, descastado , desclasado,desnaturalizado, desconcert ante y des-lumbrante. Un asesino slo para mino-ras capaces de soportar su mirada.

    Aquella tarde en la calle L'Harpc,despus de haber visto Psicosis, romp i-mos nuestras copas en las aceras empa-padas, mord sus labios apre tados y lresbal sus manos rodendome el cabe-llo. El whisky corr a sin control arte-rial y compart imos el cuchillo caminode la ducha.

    y una pelcula inslita con cl agudoO. Wells: " La dcada prod igiosa" .

    Un prncipe azulT ESSA DUNCAN

    e "T Y simpata " (cn Broadway)

    sa na contundente y viva, entre nu rne-I:OSOS personales y/ o actores-t teres .

    e " Un maravilloso veneno"

    "No me digas adios"

    "Adorable idiota"

    "Conversacion encan tadora CO I/ Sil vlct ima inmediata, pOCO al/ tes d e acuchillartu el/ la ducha ".

    Su soledad es majestuosa, como co-rresponde a la sangre azu1, y su cncie-rro misterioso cn Par s cn cierto apar-la mento digno dc Polanski, lo pod ahaber rodado Wcll es, en lugar de "Elproceso" .

    Su boca ado lescente y hura a, sue-a constan temente, negndose a besara cualquicra. Su mirada por el contra-rio , siempre fue cl primer sn to ma desu acc in. Un fe lino dispuesto a saltar,no ronro neante e impenetrable comoun Brando, sino con la furia del t igrcherido. Pero antes dc atacar , sola mos-trarse desvalido y anhelante. Los ttu -los de sus pelculas, son una buenamuestra dc la esquizofrcnia con qu e leven los directores. Nunca hubo ningu-no, que pudiera verle entero .

    ANTHONY PERKINS

    Lc descubr siendo una nia y rpi-darne ntc, me idcntifiqu con su miraday con sus labios. Desdc entonces, le es-pcro y Ic busco.

    Su mirada era la de un au t n tico re-belde . Es decir, el que tiene razo nesperso nales c intransferib lcs para serlo yno gencracion alcs-nebulosas, como Icocurra al "rebelde sin causa", [amesDcan .

    Anthony conoca el odio y, por esemotivo, sus gestos eran a veces comple-tarnen te encantadores. Su orfandad tootal (hurfano a los S alias, tra nsformesa trgica situaci n cn su pedesta l ysu ventaja), le hizo construir un mu n:do hecho de sentidos y valores nica-ment e suyo, slo para l accesible yhabitado por fantasmas (la gente nor-mal) y por clubs secretos (cualquicrade aquellos de los que sc dice que esmiemb ro), ya sean gays, masnicos oterr iblemente indescript ibles, como loshubiera defin ido Lovccraft .

    En sus pelculas, l, como le ocurrea Greta Garbo, parcce ser la nica per-

    42

  • 1

    CA~t JULIAAMANECl!R

    PIRACOLADA- .- - - - ". AGUA DELCARl'fl!ll

    AGUA De VALeHCIAAGUA Pf CASTELLON

    QUe!50.!5 y PATe!~

    ISADORAIRLANPESPACHARANC",'PIRINHAMARGA RITAn qtJlLATlOMAffOLO

    rrwlozia2~ -rJuXk.bd.e~-~-a.ca

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    ~ -cim1iJ.J., -~ -~.~-~...

    e/. P/IJllfO 'ASTOR , ,+ (& "io de M81...~)

    twnek F~ c1Ine vidwConfeccionamos todo tipo de diapositivaspara conferencias, enseanza, exposiciones,etc.

    Le d ig o q ue s, que tiene razn, que c omo siempre tie-ne razn, que nos v amos inmediatamente a dormir y quemaana la llevar a cenar a un sitio donde se come muybi en . Me hace seales de dudosa aquiescencia, sugere qu e s e relame y despus de tres o cuatro torcedurasde cara accede p or l ti mo a dejarme un ra to ms escri-bie ndo.

    Pza . CARLOS CAMBRONERa, 2 MADR ID - Te lf. 23277 77

    Joaqun AJ'niz

    Extenda su mano con habilidad, era un gesto que de-ba saber hacer; al menos esa fue la impresin que obtu-ve. Deb dejarla entonces, pero ahora s que me hubierasido imposible. Ella me haba atrapado. Fue suficiente elverla avanzar entre las mesas de la cafetera y su gestoal acercarse a la barra, con seguridad animal y al mismotiempo como pidiendo auxilio, para que me s nt era muyprximo a ella. Esa fue la primera vez que nos vimos.Tuvo que pasar algn tiempo antes que supiera su nom-bre, Africa, y fuera fabricando toda una mitologa acer-ca de su n ombre, de un continente que suele tener paralos europ eos la imagen de selvas, calor y fieras ocultasy acaso traicioneras.

    Me parece que aquella primera vez, todava descono-cidos, mantuvimos alguna conversacin. No s lo queme dijo, me es imposible recordar nada, pero estoy segu-r o de que sus palabras me sugirieron una comunidad deintereses o sentimientos que me inclinaron a verla yacomo algo propio, ntimo, tan cercano a m que si yo lec omu nicab a mis pensamientos casi sera como una con-versacin conmigo mismo, con la maravillosa diferenciade hallar un margen donde un instrumento carioso es-cribiera implacables notas aclaratorias.

    Ahora que ya no est conmigo me es muy f cil pensaren la especi al textura de sus labios, su pelo de reflejosr ubios o sus manos que siempre pretenda esconder ala s miradas aclarando que no le parecan n ada bonitas.A lo que yo repli ca b a naturalmente con el ac os tu mbrad omovimiento de besarle las uas. Eran, a l fin, lo s r it os dedos personas solas.

    y segn estoy escribiendo lo anterior, me doy la vuel-ta, miro fijamente a Clara y le pregunto: Te acuerdas dec m o s onrea Africa ? T a veces la imitabas un p oco.Clara leva nta la vista de la s eccin de horscop os d elperidico sensacionalista qu e oje a con descuid o y mur-mura:

    - No me interesa en absoluto recordar aquellos das.T te admir as de c asi todo lo que no p uedes dominar. Ycomo siem pre has sid o tan intil, p u es cl aro ella te pare-ca como menos que una di osa, o c om o t la calificabas,no s yo si con tu tonta irona, de tu "pr inc esa . Djameen paz.

    Clara sabe cmo hacerme dao. Yo la quiero y la ne-cesito, pero a veces la go lpeara hasta quitarle ese des-precio que me tiene. Estoy seguro que entonces de suc ara de lavandera se desprendera una tranquilizadoramirada de admiracin. Tan slo el pensamiento de lo anoterior me bloquea totalmente, y no soy capaz de ningunarplica. Tiene razn: ella es la prueba evidente de mims completa estupidez.

    Me inclino de nuevo sobre estas notas y sigo con mitema favorito. Es certo que mi obsesin con Africa notiene mayor sentido, pero no podra resistir mi vida ac-tual si dejara mi ms querido mito. Lo he hecho yo mis-mo y a mi medida. Como una tela plagada de dibujos,cuyos contornos son trabajados con esmero y donde lasfigura se realizan cuidando hasta los menores detalles, yque posiblemente signifique tanto para su constructorque termine por esconderla de todos los posibles com-pradores, y la lleva siempre enrrollada en su cintura,debajo de la ropa de diario, hasta que un accidente ouna desgracia le deja desmayado y sin auxilio, y sloentonces ser posible ver, con la mayor sorpresa aque-lla otr a ropa debajo, el verdadero vestido descubiertopara los extraos, e igual que ese coloreado traje inte-rior llevo yo el recuerdo y la ima gen de Africa.

    Noto en mi brazo las uas de Clara y su chirriante vozdiciendome:

    - Anda, vamos a la cama. Tengo mucho sueo. No si-gas es cribiendo esas tonterias. Maana estars cansado,y total para nada. Ms te vali era ocuparte de verdad detus asuntos. Eres imposible.

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    4445

  • ,

    TESSA DU NCAN

    47

    Mi agresida d aqu , se so portar a ma-la men te , pero desde lu ego, n o ser a en-tendida. Po r tan to . de cido salir a la ca-

    eq uilibra da y ele gan te, qu e subi a n tesconmigo en el ascensor. Fl ynn se deba-te , pensando nervi o so si e l ,na ll co apa -rec er por all e sa tarde . La sec re ta ria,en el le nb'tl aje form al y en las co ndicio-nes de pro ducci n de.. . cualquier cosa.Tambi n , en aco starse puntualme nteco n el rock ero que conoc i anoche ,para no par ecer e strec ha . Debe cu idarsu im agen . Creo que es la clase de c hi-ca que se mer ecen lo s tip os d espi st ado sen cua lq uier jungla de id eas.

    lu gar en que esp era mos, es u na o ficinamodern a, con lu z , to q ues ar t s ticos ymu ch o vario flotando en el aire . Pero ,tengo qu e esta r seria. Nos hacen un fa-vor dej ndonos m ontar aq u nu estraguard a .

    Cua ndo acaba la m sica , un re flejolu min oso m e hie re e n lo s ojos. Miro e ledific io de enfre n te y all, en el ltim opiso , u n hombre me indic a con gest o ym irada q ue vaya a su enc uentro . En sum an o izquierda, aso ma la punta , negr-sima, de un revolver.

    F lyn n encien de un cigarri llo tr sotro . En u na mesa bl an ca, la sec re taria,

    CR~NlCA DE

    Un so l de invie rn o, re sba la sin to-cad a so bre mi mano helad a ; sobre elres pa ldo del sof ana ra nja do , que meac u na como un a migo imp osibl e.

    Si vuelvo la ca beza, s lo un poq ui -to , mi p elo ceniza ro za el cris ta l delventan al enorm e. Mir o la ca lle que , enrea lidad, es un fr o ca llejn sin salida .Oi go . te nue. m i re spiraci n.

    Vigilo con Fl ynn, uno de mis so-cio s, la po sibl e aparicin del tip o qu en o s ha ro ba do u n gu i n or iginal: "Vi-da secre ta e n una pelcu la muda" . Mu ycerca de m, su ena " Dama de me dia-n och e" del Co he n m s primitivo, y el

    MAFlA Y WHlSKYEN AQUELLA EXTRAA,TRlSTE ClUDAD

    MUSICA.EN VIVO

    JAZZ

    TERT ULIAS:

    AGUSTIN

    GARClA CALVO

    SUBASTAS:

    Ma NCHO ALPUENTE

    San Vicente Ferrer, 86 (esq uina c/Amaniel) - Te lf. 232 25 19 - MADRID

    Fotos: Luis Encinar.

    L08 8IETE JAQOINE8

    EL ARTE

    DELA

    COCINA

    EN UN EXQ VISITO

    AMBIENTE

    MODERNISTA

    San Vicente Ferrer, 29 (Malasaa) MADRID

    LA

    IMAGINACION

    Y LA

    ARTESANIA

    EN LA

    COMIDA

    46

  • Lu z me tlica de color ve rde manza -na. Fra njas b lancas e n e l a ire de u n d aen volven te e irr eal, q ue es a n ata rde-ce r. O de nuev o , atarde cer. Porque

    esta te mporada . sien to to dos losm inutos. unid os y acabad os en un la r-gUsilll o e in soportable at ard ecer. As .mi hora de desp ertar va sie ndo ca dave z m s ce rca na a la noche. Y hoy.ahora , siento e n e l vie nto y e n es ta a t-m sfera brillante . hiriente, la inmedia -ta ca ida del so l. Soy clandestina.

    Ad em s, m e provoca n lo s o lmosblancos, la tie rr a em papada por las l-timas llu via s y el ro ta n cerc ano .. . Ha yju ncos de punta afilada, can to s rod a-do s bajo el agu a, rama s peladas, llan u-ra s rccta s, un puente roto y u n ga tone gro re cortando su pe rfil so b re la n i-ca y peque a co lina .

    He llegado co n Max e n un autob sdes tar talado. T e nsi n : m iedo , m iste -rio , deseo. Evita mirarme, e lude mipre sencia de sde anoche , pero tene m os

    []

    da n a n , restos d e c ham pagne. Lo dejocaer le n tamen te so bre las pgin a sa b iert as de " A este lado del p araso"de Fitzgera ld y la ro m p o co n fu erza

    en el cu ello -co lla r d e la chica imitado-da . Precioso el rojo de la sangre so breel blanco . Max , m e m ira, se cree alu ci-nando. Na d ie co mp re n de nada y p aram , e s su ficie nte .

    Llego p o r f n junto al te lfo no yall recu erdo qu e, co mo sie m pre , nom e ap etece llam ar a nadie. Sue na e n-to nce s, e l ti m bre de la p uerta y u n tip i-110 m uy excitado, m e mu rmu ra que, d eu n m omento a o tro , Van a llegar Jean -Lu c y Fern an do . Y, e n efe c to, el as-cen sor se d et iene y aso man t im id am en-

    te do s p aJ"es d e ga fas negras. Se p o nenen lnea y se las quito , m e la s qu ita n ,se cae n escaleras a bajo . Aturdid os , in -ten tan de nuevo , vo lver a su s due o s,Pero s lo logra regresar u n PaJO. En to n-ces s tjue el v ien to , so pla fue rte e n laca lle .

    Entonces, de scu bro a Max , que , p o rsu pues to , nunca sabr q u i n es ni q u siente p o r m . Su la rgo pa u elo dor adore sbala so bre su hom br o de p ana ne-gra . Sus ojo s so n alt ivos y no ble s, segu -ra me n te se r Leo . Pe ro su b o ca , expre-sa ta nto desp recio como la m a , tantase n su alida d reservada p ara lo s m om en -to s esc asos y tju e merec en la p e na. Es-t co n u na c hica con p elo , m aq u illaj e ycolla r a lo "En manu e j]e " . Es la v ctim aideal de ,.El d oc to r Yeckill y Mr.Hyde ". Alguie n su be el vo lumen de lam sica, qu e desgarra co nversac io nesvac ias, an helos p eque o s y su aves sim -pa tas. Es una m sica que cast iga todolo que no sea el " Ha y" y las ra ic es.Pero aqu, no la s tie ne casi nad ie . Meapodero de un a bote lla , e n la ljlle que-

    miracin. T odo m e p a rece dep rim ente

    literatura ... 1. intenta q ue le m ire, qu ele esc uc he, y c uando mis ojos ex pre sanm s odio , cor ta n do en d os s u s p up ila s,el p er fil de u nos de mis so cio s, se vu el-ve le n tam ente y com ienza a im agin arso bre nosotro s.

    Es ta noch e me sie nto particular-m ente agr esiva y en vez d e so n reir conirona , le llamo es t p ido co n la sufi-cie n te suavidad p ara que se sie n ta d o-blem ente herido . Desp us le beso yoy a m m anera y , e n segu ida, co rro ha-cia el tel fono. E n el ca m in o, m e en -vu elv en las lu ces de d os p ue r ta s a bier-tas, En la prim era , re uni n lit er ar iadonde se defi ende, p o r boca de l clsi-co tip o vu lga r, que la n ovedad es t enla fam a ; e n la segu n da , y ya co n ganasp or co m p le to inevitables d e asesina r d enu evo , m is soc ios m e o bse rva n de reo -j o y tam bi n ent re e llo s. Algo debe pa-sa r.

    V amos a casa de Ez ra .

    Y e n la habit acin espa r tana denu est ro socio . e nc u en tro tam bi n a L..que se deja ar re ba tar su vaso largo , lu ego

    su m an o . p or m i m an o herid a . Le sacoal pasillo , m e besa bu scando la so m braco mo lo s n ios precoces. Yo no sie n-to absolu ta m en te na da, p ero busco al-go especial en a lg n rincn de su rid-cu la pe rso na, q ue , p or sup uesto, noex iste . Me h ab la de la c u rva de mi soj os rasgad os, de mi pode r, de su ad-

    decir, seg n " toro sen tado " y E dga rAllan Poe , in qu ie tan tem en te sin ies tr a.Es tambin la hora en qu e em p ieza n ade sap arece r lo s ni os de las call es .

    E l b ar don de G alla rd se ha metidoes mu y p eculiar. Te ch o y su elo rojosco m o u n cre pscu lo de Hollywoo d ypar edes ne gras, como su ca pa . E n labarra , d iscuten. Un ho m bre de im -perm eab le gris, co loca suavem e n teel vaso vacio e n su m an o , luego en lamesa . Gallard , llega entonces a su lad oy la primera bala se in crusta e n el p ia -no , muy cerca d e m. En seg u ida, o trocuerp o cae a m i lado . Est mu ert o . Nos q ui en es. Ruedo so bre la alfo m brahu yendo de los d isp aro s hast a que misdedos rozan u n crista l. La luz se haapagad o y apare ce e l sile nc io .

    Paso s, respiracin cerc ana, un vasoroto y u n ltimo disp aro. En mi o id ola voz d e F ly n n. Nos a rr astram os en-tonces h ast a la puer ta y tropiezo , devez en cu ando, co n rostros y mano stodav a calie n tes . Me ir ri tan . Le s o dio.

    Ya e n la calle y a n te la ev ide ncia deq u e Gallard se ha la rgado , no s m e te-m os en un p o rt al a e ncender un cigarri-llo .

    - Vam o s, 110 S ha vist o .

    Ga lla rd , e n efe cto, ya ha dado me-dia vuel t a y cam ina a p res u rado p o r laca lle . En cua n to a mi nuevo amigo , nole h e d ado tiemp o a reaccion ar. cua n-do ya F ly n n y yo , h em os co rrido haciala sa lida. Est am os decidid os a p er se-g u irle to do e l t iemp o de l m un do .

    La d ece pcin, ha e nvu elto ya a l chi-co del revo lve r com o un girn de te r-cio pelo y en c ua n to a m , s lo recorda-r de l, ese se ntimie nto ta n d esolad o.

    - En to n ce s, te esp ero aq u - re s-pondo.

    Al regre sar junto a l, le sorp re ndoso a ndo... ya .

    - Eres una ch ica m u y especial.

    - Eso sign ific a q ue vas a escrib irm eun p oe m a n o ?

    De be co nsiderar terrible s m is p ala -bras, po rqu e inten ta sa lvar el tip o pi-diendo d os copa s a l ca marero . y es en-to nces, en el m omento e n que ya heco m enz ado a observar co n triste za e lge sto re sign ad o y efic iente d el ca m are-ro a l desta par la bote lla , c ua ndo sien tola m ano de F lynn e n m i hombro , e n traGa llard en e l bar y ace rco e l c rista l ami s labio s. Todo un coc k tel.

    ex alta. Colo co e l arm a co n dulce c uida -do , j u n to al r ostro del cad ve r, y jun-to s, bajam os a la calle . Cuando m iro suexp res i n ya sentados en la bar ra deun bar frec uentado p or el manco , so lom e so rp ren de e n l, un a p eque a pecajunto a la nariz , y, a n tes de q ue diga al-go , tele foneo a F ly nn, qu e m e resp o n-de co n vo z ch ispean te, q ue ya le hanlocalizad o .

    ** ** * 1Ga llard, parece el ce re bro de una

    banda de "apaches" parisina . versio nFanto ma s- lo cos a os 20 . N o ha vuel -to en ning n m om en to la vista atr s.per o su ca pa negra se agita ca da vezm s viva. Por fin, le ve mos de te nerse ysacar p au sadam en te u na pit ille ra. No -so tro s, nos p ar am o s junto al esca para-te de un a tie nda de d iscos . El fugazmomen to en tlue di rigo mis ojos de -tr.is de l c rista l, se llen a de agresivo yamb iguo desafio por c u lpa de ojo sgrise s - im p en etra b les- Dyla n. Es lapo rtada de " volvien do a la au topista6 1". Pero r.ip idam cn tc , te nem os tl'l evo lver a camina r. Ga lla rd de sapare cetras u na puerta oscura, bajo u n gra nne n rojo. Por e ncima. e l cie lo es va deun inten s sim o a i], La lu na , ta l~ b i nes t a ll, pero e n cuarto m en guan te . Es

    lle e n busca del ch ico de la ve n ta na, ysu revolver.

    Al lle'g'H a l p asillo de l lti mo pi so ,l, co n la p ue rt a en to rna da m e est es-pe ran do . Me de te ngo un os segu ndospa ra mirarl e, p~ ro l , se m ete rp ida -m en te en e l inter ior de la casa )' o igosu " Ve n" n tido y de cidid o.

    Es u n a pa rta m ento p eq u eo y de-cora do e n p la n sta ndard . Pa rada enme dio de la ha b itaci n , es pero sus p a-la bru s.

    - No so y capaz de apretar el ga ti-llo . Qu ires hacerm e ese favo r? -

    Se re fiere a un ti po co n barba de to-da la vida, ga fa s de toda la vida y ro p ade toda la vida, que du er m e vest ido so-bre la cam a de la ha bi tacin co nt igua.Visto desde m i p osicin , a travs de lapu erta a bie rta , me recue rda a un pro -fesor de u n iversidad, u n periodis ta , oalgu ie n p o r e l es t ilo . T an sta n dard co-m o lo s mu eb les y e l apartamento. Megus ta tlue l, n o haya inte n ta do justifi-cu rse n i exp licarm e nad a. No d udo ena bso luto, 1" so nr io y tiendo la m an o .El, ec h n dose h acia a tr s u n m ech nde p e lo infa nti l, me coloca e n la p alm aextend ida, un p ar de gua ntes de anteazu l. Luego. la pisto la .

    El ruido de l d isparo m e re laja y me

    Le ex p lico a F ly nn q ue da r unavuelta por lo s alre dedore s p ar a am p lia rla observa cin. Y, e n re alidad, mis p a-so s tambin quieren encontra r a elI ll anco . Un p oco de todo h ay en m ide cisin. Pero , eso s, es dem asiado la -be rn tic a en sus ca u sas y te ngo m ie dode su s e fec to s. Q uiz s, llegu e un m o-me n to en qu e no pueda co n tro lar lacade n a. Esta vez , adem s , sie n to e limpu lso de actuar en el esto mago. Co-m o sie m pre que m e invade una se nsa -ci n o u n sen ti mie n to fue r te o decisi-

    . va , lo sie n to a ll , e n la m ism a z o na q uesc ala n lo s negro s y lo s a n tiguos eg ip-cio s. Pu ed e q ue le pase igual a t o dos.Oja l !. Sera recon fo r tan te .

    El ascen so r es t ro to y a la alt uradel segu ndo piso , m e cruzo co n e l ti-po q ue v a arreglarlo. Me so nrie di -ci ndo me, po r casu alidad , la nost lgi-ca fr ase de " adios, mu eca" . So lo po rella , le p er d on o e l exam en y e l j uicio .

    E l fro es c ru el. Me za ran dea, m ien -tras levan to la ca bez a para encontra r e lp ortal corre cto. Elevar la vista buscan -do u n nm ero , u n nombre d e ca lle, ...ese ges to lo he hecho dem asiada s ve-ces, tantas, que em pieza a d ominarm eel deseo de q ue sta ocasi n , sea la de-finitiva.

    48 49

  • 5 1

    Du en , se qued a ju n to a m cu ando yato do s se h an ido . Las lt im as mirada s

    El ai re con tra la ve nta nilla , go lp ea m isensac i n tan mat ina l, cerra ndo e l cr-cu lo de espejos e n ' Iue me sie n to y as ,de un a maner a ta n envo lven te co rnoagrietada, bajo del coche q u e no s de-vuelve a la ciudad, a u na ace ra estre -c ha, inclin ada , perfectamente fam iliar,sa lpica da de ne n y enredade ra s decarne.

    * * * * *

    La lin tern a ha caido so bre la paja ilu -m in ando e n u n crc u lo de ca ba re t. lo sza pa tos de F. , llen o s de bar ro . In stin -tivam ente m iro lo s mi o s y lo s de Max .No lo e st n ,

    - Vam os a l c oche. Irem os a l pue bloa to m ar un a c opa- Mi voz sue na mu yro nca, mu y baj a, pero s que e llo sacepta r n porq ue desean h ui r de a ll .

    Y as, se desliza una nueva sec u enc iade p laz as, peq u e o s fa ro les , mi radascu riosas q ue n os co nden an, carre tera,m i sile nc io en mi viej a ha bitaci n, y ade vu el ta , c o n e l cue rp o de Flynn a milado... y la im age n imborrable de nues-tr o s tres cue rpos e n la pa rte dela n ter adel coche, m irn donos desear.

    En es te m omento am anece o tro di aco rta n te y lim pio , co n fuerte o lo r apin o )' un p eso e n mi es t mago de tan-to sen tir qu e h e co m p ren did o p ero n ohe sa b id o algo nuevo. No p regu ntar n ad a po rqu e siem p re es in til y e n e lm ejor d e lo s caso. su perfluo.

    Su s ojos se han vuelto claro s. m et li -cos, co m ple tam e nt e m ar ino s. Ti enenmiedo. Espero h ast a el ltim o segu ndoan tes de dej a rm e ver por F ., y e n to n-ces , su exp re si n se tra nsform a ta nt oco mo la d e Max, s lo (Iue Max, ya sa-b a que yo es ta ba a ll . Es ex tra o , por-que ape na s se de sliza nada ha cia la ac-c i n y y o acab o de inte rfer irl a de nue-vo . T ambin te ngo mi edo , mied o a 10co no cido.

    Empujo m u y sua vem en te y es sufi-cie n te p ar a ver la m an o de Max m ete r-se en u n bolsillo , la ca beza de F. tandecid id a e n su q uietu d, tan o bsorvidaen lo s ojos de Max . Un o de los d ossie n te o dio , per o , realm en te , p odra nse r am bos.

    Max , m e descubre ; F., n o y su in mo-vilida d , s que est a p un to de acabar.V a hacer a lgo e n el p rx imo minuto .es toy segu ra . Mi du da, e st anclada. sinem bargo . en el tiemp o transcu rridodesd e su d esaparici n ; en lo ' Iue no h evis to .

    les dej ara so lo s. o puede q ue , por elcon tra rio, desear an a lgu na acc i n o de-ci si n ma. No lo s , pero s q ue algoest oc u rr ie ndo en la hab it acin (Iu eacabo de a ba ndonar. y so bre todo, alldonde quiera q ue est n F . y Max , jun-to s.

    Cierro lo s ojo s , de cido gu iarm e po rmi intuicin. y la respuesta es di rigir -m e hacia el pa tio p rin ci pal , h acia el ex -terio r.

    Luna nueva ; tamp oco hay nube s nivien to . El c ielo es d e u n negro brillante)' n tido , como de m r mo l. Al b aj ar la

    ultim a esca linata , lo hago rTI

  • -~ ...... .... - - ...... ,... -- .....- ... ...... -

    * * * * *Pero la sensac i n de t ram pa. me

    pe rsigu e . Y es qu e. m is deseo s se vancumplie nd o inq uietanteme nte. comoen u na carrera que tuviera p o r m eta al-g n disimulado prec ip ici o. Duen de sa-pareci como u na som bra c hine sca co nel ma letn apretado. y ya en el taxi.encie nd o u n cigarr illo co n e l que mepremio )' me consu elo a m m isma .

    Do y al taxi st a, la di reccin de Ezru ,all . co n tin an espe ra ndo. Me sien tom s t ranqu ila m irando por la ve nta ni-lla . Pien so en e l cham pag ne de nue str apo sib le vic to ri a. si Duen apare c ier a in -tacta e ilesa, con tagiando su so nrisa.En la p osible fie sta que so brevendr ainevitablem ente . porque al!i , s lo es-peran . Todos. Tengo ganas lo cas dediv ertirm e, pero te mo al mi edo ra cio -nal q ue provoca el peo r de lo s aburri-m ien to s y que sue le arr as trarse en trem is p es ta as dc fie st a en fiesta . cntremi s labi o s for zad os para m, n o paranadie, e n gesto ab iert o y anhelan te .

    Es p oco de spus de medioda y sinembargo . ha y ya mu y p oca lu z . Pa re-ce ra pr xim o el a ta rdecer. pcro anfaltarn un as tres hor as. Se tr at a deuna tar de inve rn ar hasta la mu ert e .Antes de par arse el taxi. d istin go u naluz db il y ana ra nja da en e l balcn ydo s manos di stin tas que , apa rtan y de -jan caer ' la cort ina so bre el c rista l.Aq u i , ahora, to da va no pu ed e se r dcnoche . y lo p rimc ro que esc uc he d c la-bio s del prim ero m e da r n gana s de n ore sp o nder. Es decir. p uede qu e so nr a .

    Po r consigu icn tc . y segn se rec o r-d ar en e l futuro . aqu estn todos reu-nido s.. . es pe ra ndo. Algo sobrevuela ,to rna las bue na s no ticias cn te nsi nindeseable, e l an helo e n ansicdad y. noes lgico .. . todava. An no ha llegad oel m omento en que regre se Duen .

    No s lo q ue con te ndr a e l maletnde l metro , pero no quise mi rarlo . Se a

    antes y puede q ue Du en, ha ya decid i-do esperar u n poco m s de lo co nveni-do . Le dara en e se caso , e l ma letn yyo coger a un taxi.

    lcn cio revo lo tea so bre nu est ras ca be-zas , se le percibe.

    Y de rep en te, in terru m pe su z um bi-. d o la pre senci a de algu ien delan te de.no so tro s. Se ace rca desp acio , m e mira,

    co rtan te .

    - Qu icro ir con vo sotros- nos dic een un mu rmu llo .

    Le rc con ozco. Le co noc ha ce ya a l-g n tiempo , y s q u in e s. Yo su elo pa -gar a lo s tra id ores, pero l, es u n de ser -tor. No no s sirve. As que, le deja m o sa trs y observo de reoj o , c mo se in cl i-na co nt ra la p are d y se le acerca u nachica vest id a de b rillante az ul. Q uie re nhacer el am or co n tra e l muro , m ientrasllue, len t sim am en te , una ara lia avanzaha cia e llos desde la esq ui na de l tech o.

    Al en trar en u na nueva ga leria,oi mo s el sonido prximo y ba stantentido de una mo neda cay en do al su e-lo . Debe ser mu y cerca dc la e squina;p rec isa m ente. hac ia do nde cam inamos .De esta fo rm a com ienza u n ju ego deesco ndite. u n ta nto ridc u lo . j a lon adopor desp ist es, silenc ios , vue lt as at rs .vue lta s en red ond o, mu rm ull o s agres i-vo s, ra tas desb ocadas, y al f n . las de-seables carreras, q ue co nsigu en q ue m cponga a re corda r muy ino portuname n-te, las de "Banda aparte" de Go dard.

    En vista , de q ue por es a caus a, e s-toy perdie nd o fac u ltades prctica s, lepaso el m alet n a mi acompaante , yal en con trarno s, inesp eradam en te ,o tr a vez en e l a nd n , re cag o la fotoq ue vi cn e l suc io . Y a veo en la os -curidad. T iene varia s figu ras y es enblanco y nc gro .. . Me p are ce im p ort an-te para a lgo o p ara a lgui en, quizs pa -ra m, p o seer esa foto; y ms an,adueliarme de e lla. Es in st intivo : sinembargo, al descubrirla, hace tan so-lo un os mi nu to s. no h aba se n tid o elmen or inter s, so lo cu rios ida d .

    Llega ento nce s u n metro y ese rui-do n os protege; no s di buja con clari-dad , sus lu ce s. Pe ro ya est am o s aba-jo , ju nto a las vias y por este mot ivo,es ms pr o ba ble ' iue c om ienc en a clis-p arar. Al ca m inar y.o de lantc , sien to ,en efecto, la ca id a de mi silenciosoacompaan te que, sin saberlo, ha sidopara m un m agnfico escudo . Re cuer-do co n cierta no sta lg ia su pelo m itadnegro , m itad roj o . Er a en ca ntador, p e-ro ya entro en la estaci n ilu mi nada ym e siento emerger d el in fiern o . No ha-b a nad a terrible , p er o todo era di ab-lico . Avanzo pe gndome a lo s gruposde gen te , lo m s cerca po sibl e de lapa re d. Pue de qu e hayan m andad o aalgu ien a la salida . Pu ede que yo llegu e

    No s m ctem o s a l aza r p or uno de lo spasillos, u n " vez ya cn e l an dn . Bus-cando y huyen do . La bsq ue da es in -til ; la huid a, parcce quc n o. En el in s-ta nte en que qu iero relajarme y bro-meo : .Llevas e l pelo co rno Cruell a deVil . T en rojo , ella en b lan co" , d ivi-sarnos a nu est ro pe rse guidor, o quiz s lo nuestro espa ~y a no lo sabem os),en la en tr ad a del p asillo , (a n .en elan d n ). Inmed ia tam en te no to quc sucu erp o toma u na ex tr aa po stura. Sevuelve ge cara a no sotro s y se qued ain m v il co n las m an os cn lo s bo lsillo s.La dedu ccin de q ue quieren ac o rra-lam o s, n os llega en un seg u ndo y , des-de lu ego , es lo ms senc illo q ue p o-dra n h acer. Est n en sus dom inios.

    Torcemos a la izquierda y all se di -buja, borrosa en tre un a n ube de polvogr is y su ave , u n rnalct in de cuero ne -gro . Sin de ten ern os. lo recogo a l p asarju n to a l. Bus ca mos alguna for ma devolv er al andn por alg n p asillo, pe-ro . dudam o s. Mi silenc ioso aca m pa- an te y yo, te ne mos mi ed o . Por m iparte, a ad ir a irre al idad , rabia con-te nida y cxaltaci n.

    Sombras que se mu even , franjas r -pidas d e luz de lin terna, piedras queruedan, el polv o que se agita desp a-cio ... p ero , n o o mos a nadie co rrer , yeso, s lo pu ede sign ific ar que se sien-tc n segu ros de su poder y su situ a-ci n... Pie n so q ue ser m ejo r in ten ta resc uc ha rles, sen ti rles a ello s claramen-te , asi qu e, nos in m ovilizam os y e l si-

    su ram os cl paso . Temo que dispa re nan te s de q ue llegu emos. Pero no su ce-de nada y , po r eso mi sm o , lo s pasosqu e nos siguen me pa recen m s in te li-gen te s y la situ aci n d ist inta , basta n tem s p eligro sa. De to das fo rmas, la es ta -c i n so lita ria dej a ya adivina r su granhu eco por u na ligera va riac i n de luz ,ya no tota lme n te negra sino te ndien doal gris. So n dos gigan tesc os zarpaz os acad a lad o d el t nel. Fa lta n r tu lo s in-dicadore s de cu alq uier tipo , pero acam bio, su id entid ad es in su ltante atra vs de lo s esco mbros y lo s es pac iospu blici ta rio s don dc se ad ivina n m an-chas de co lo r nadan do en co l!ages tu r-bad orc s que p arc cen n o es ta r m uert o ssin o espe ra ndo; f rag ua ndo ame nazasy mu nd os po r las galcrias cortadas ad iferente a ltura. las escale ra s in esp era-da s y en la ve locidad de lo s vagonesque siemp re pasa n de largo . dej an do aldescubierto en u no de lo s cua d ros lu-minoso s so bre el su elo , u na foto am ari-llen ta y un b ille te pa rtido por la m itad,dcsd e h ace 20 aos,

    un os paso s perfectam en te disti ngui-bles de l resto de lo s sonidos , se dirigenhacia nosotro s desde una di stan ciaaproxima da de d iez metro s, asi que , r-pidam en te , bajo las esca leras 'lue lle-va n a las va s y digo en voz baja:" O sea que es verda d . El asu n to es t enla estaci n a ba ndo nada ". Po r com ple-to ingenio so pero impo sible, a lgo , q ueso lo tendr a so lid ed en la rruis co rta n-te realidad : u n sue o ,

    Co n tinua m os ca m inando ca si a tien -tas hacia el and n fa nt asm a, la es tac i nmu erta borrad a de las nu evas lnea sdesde h ace basta n tes a o s. En este in s-ta n te, n o s aler tan lo s faros del m et ro ybu scam os con ra pid ez un hu eco en la

    pa red hm ed a. La velocidad llue nosroza, m e hace ce rra r lo s ojos y apretarmi s m an os co ntra la p icdra en negreci -da . A la luz dc los vago nes di stin goo tra figura escond ida no mu y lejos denoso tr os. y en cua n to podcmos. apre-

    Me ace rco de sp aci o , di str ayendo mimi ruda en rin cones y grandes le trasne bu losas. Cu and o llego a su lado m ede ten go y l lad ea su ca ra, so lo u n po-co . S que m e ha recono cido y qu e es-t ne rvio so . No h ay nadie en la cab inade empleados. Lo s de m s, no importa n.Aunque s , porque sien to ento nce s laurnc uuza en mi espa lda. En segu ida .

    Ya e n e l and n rep leto , busco un ros-tro conocido que debera es pe rarme y,e fec t ivam ente, di st ingo sus mechonesrojo y negro en e l ex tre m o izquie rd o ,m irando la boca de l t nel p or la qu e ,en ese in stante , se deja ve r u n tr en .

    baja r las esca le ras del m e tro. Ella sequeda apoyada en la ba ra nda de le-rr o , pero ya, sin mirarm e. Sient o qu che llegado a tiem po de inte rru mp ir a l-go que desconozco ; pi en so , sin sabe rla razn, en la esce na n oc turn a co nMax y F ., en la p eq u eii a cua d ra .

    Romp o el m om en to co m cnz ando a

    con Ezra y F., em papa da s de lab erin to ,te rm inan de sit uarme en m is m scar a sm ejore s. Per o Du en , es inesperada tam-bi n est a vez , au nque en o tra d irec-c i n, de sco nocida pa ra m . Su s ojosm e p arecen m s oscuros, co n fina s l -neas negras d ibujando su conto rno.u na exp res in imp asib le y d evo radora ,e l cu erp o suelto; en te nsin , sin em -ba rgo. An chas so m bras se ex tie n de nent re su fre nte y sus sienes, el labi o in-fe rior pl egado im perce ptiblement e so-bre s m ism o y una reso luci n tr ad uci-da n o en decisi n a lgu na, sino cn es ta -do e x tra o que hu ele a oscur sima yfa lsa co m plici dad . La o bservo co n te-m or al sen tir q ue , sea lo qu e sea , so loyo conozco la fa lacia d e ese sen tim ien-to o Me veo a m en ella y u na reacc i nsu b te rr nea. can bal. rad ical se produ -cir a en Du en si llegara a so spechar mi scert ez as.

    :5153

  • Hay u nas peque as bur bujas co lo r e s-rnera lda ,

    El ja zz ha id o e nro nquec iendo. va-de and o po r nuestro s puen te s p rohibi-do s. cavando tu m bas, dese nt errand oaque l a n tro de New Orlean s. No p uedom overm e. Veo uno s ojos fel in os. del-gados co mo espad as. q ue rasgan m i fo-llaje. Y es qu e. a lgu ien. separa lo s ca be-llo s enre da dos q ue resbalan y cu bre nm is p rpad os, la na riz y lo s lab io s. Pe-ro yo quiero segui r viendo las llamas;se restr iegan o nd ulan te s so bre lo s tr o n-cos . se deshacen en brill o. apa re ce ce-lllza.. .

    y la llu via qu e y a es m s rtmica.fci l. ritu al. m on tona. me lle va a o troex trem o invirtiendo mi s la tido s. Peroel vien to me devu elve al fue go. Pasanso m bras de am igos j u nto a m . pro nun -cia n mi nombre. me acar ician la s pes-ta lla s.. . No im port a. aca bo de m orir.Soy cla nd est ina .. .

    qu es t s viendo en m ? - Iere spon do con leve irritacin , en el fo nodo indifer ente. Para evitar nuevas pr e-gu n tas le dejo a trs en el pasillo , y mesiento jun to a l gru po que parece m sanim ad o. El co lo r de lo s vaso s q uecu bren la alfo mbra es ver de oscuro. Elcr ista l. incoloro. desaparece bajo la nu -be verd e. el halo fant asmal ta n in ten-samen te den so de su licor. A lgu iendesde la cocina se re hi str ieamente.De all . llega u n olo r a pan to stado yo pio . Creo ' Iue llam o sin xito a Hau-delair c. Lo s espritu s que acu de n a millam ada. deben de co nstitu ir la ente rafala nge de los dem oni o s sard nicos . Yyo. com ienzo a ca mi n ar den tro de l t-nel deseado.

    Me tumbo en la c hime nea e nce ndi-da . de Cara a lo s tron cos qu e chispo-rrotea n y ard en velo z men te . Parecende vorarse a s mi sm o s: co mo yo . In s-tin tivame nte me e ncojo de hom bro s yme apo dero d e u n vaso lleno . l.\u sco e nla ca iia de mi s bota s y vie rt o e l so bre .

    ltigo , los co che s al ro dea r las cu rvasde las es q u in as, so n co mo rayos bla n-co s y negr os. Lo s (aro s vacilan . reco-rr en , rasgan, de slu mbran.. . Estoy p re n-d ida al a ire de esta noch e q ue se hizopara m . Salgo de mi inm ovilid ad m uyde sp acio , a or ndo la en ca da nu evopaso. Cua ndo Max me abre la pue rta ,es ya inso po rtab le.

    - dnde est aba s? ha pasadoalgo ?

    Y co n e stos cu rios sim os y m istcri o-so s pe nsamie ntos. me enc uent ro ya ado s pasos de l parra l de Ez ra , Se o ye lam sica de la fiest a en las esc alera s in-vad idas de so m bra . La llu via sue na a

    Pido u n carncl a una enca n ta do ra yabu rrida p ar eja y co nt inuo vaga nd o de-safian te y so litaria c omo cu alqu ie r di fi-cil ado lescen te co n bri llo m om en t-neo. Esto au me nta mi sensac i n de in -di fe re nci a, c om o si estu viera su friendop or to do lo Sa ll ado . por todas las sell a-les. sign os y sm bolos qu e so lo yo per-c ibo.

    Vuelvo so bre m is paso s d isp ue sta areviv ir tod o p or ltima vez . Las ca llesme esco lta n. me acarician. me ac u na n .Creo es tar en un dulce valle d e afi la.do s p ica chos y lad er as in clin ad as hacialo alto. En la calle so lo ex iste n do s di -recciones; hacia arr ib a: tej ad os y llu -via. hacia abajo: ado qu ines, bo tas. a l.ca nta rillas. Porqu e al llover. co mo enes te insta n te . se fo rma barr o en lasaceras de arraba l per fum ad o . y trope-zando . breve y fu gaz segu ndo . co n u ncos tado perdid o. evoco cierta s im ge-nes de m i hu ida. aquella s que corre n am i lad o so brepasando cua lq u ier de seo.Quie ro o lvid ar. Ab solutamen te to do:desem boca r en u n osc u ro t nel. e nuna noch e d e gato negro.

    De cido, {u na vez m s. debo elegir ).no pe nsar e n lo s lt imos d ias, n i en sushe cho s. ni en sus zcnit s. Bay , bay obab y .

    S, rea lme nte todo.estruendoso' SUpe 'oolvidar la espera . na ve me pI'ron e n una fiesta qu senta rn ienbailaba y no supe responder. Ahora s,es lo mism o cl ue sie nto a hora: me ex-preso comp letamente como en ningu-na otra (arma. y la so ledad es abrumadora.

    es cJue no tengo n ad a que decirte- le respondo con la lti ma sonrisa deun viejo pisto lero. Luego . llego hastala puerta de la ca lle y bajo la esca lerapensan do en los palacio s in exi sten tes.En e l bo squ ecill o de o livos y ra mas se-cas (suelo cruj iente ), ju nt o a la ciudadde Olimpia en ruinas.

    En un templo de n en color vio le-ta, envue lvo un pi t illo . Se ac erca uncoche, se deti ene. Me acerco a la ven-tanilla ...

    - Fuego - Y sigo percibiendo unplacer desu sad o a l cam inar, al m overlos p ies despacio y firm emen te so bre laacera retorcida en mil cu rvas il,'t1a les.Un tipo pe rd ido hace descansar susombrero gr is so bre la m esa de mrmolne gro . Parece un lu gar animado a tra-v s d el c ristal. as q ue, entro buscandoun a pe lcu la. Han acabado todos lo speligros.

    Le pi do qu e m e invite a u n Bloody-Mary y como estaba aburrido, me son -rie sin desfigurar su imagen. ' p ero senota la satisfacci n y el alivio en susdedos rpidos en buscar al camarero,su reacomodaci n en po se. su relaja-cin inmed iata . Me pregunta, acompa- ando su s frase s cortas con todo tip o d eex presio nes faciale s. Cua ndo llega mivaso , lo bebo despacio. amando el cris-tal y el fre scor del lquido roj o , p er ono p ue do responder. Ning n deseoac u de en mi a yuda y la lejan a es so be-ran a m ajestuosa de mi no che. Siem p reso n cortas mi s noch es.

    Me lar go en seguida de ese sitio q uem e p ro duce un V'lgO ca nsa nc io irr ita-do. Y un p oco . conduce la desespera-ci n mi s ges to s dulcem ente brusco s a lcruzar la calle. sen ta rme e n el capot d eun bello mercedes blan co . di stingui r a ltip o que sale a la puerta del local bus-c ndo me con la mirada , sent ir cl ue nin -gu na ch ica baila com o yo. ama co rnoyo, sien te co mo yo, seduce como yo .uea como yo, acaricia como yo . ase -

    sin a com o yo, juega co mo yo, v loque veo yo , y cmo , precisamente poreso. a todas les sirve para algo su ca rc -ter . cualqu ie ra qu e ste sea . A m so lome e s til p ara saberme nica.

    * * * * *

    nos. sobre la piel de oso envuelta enhu m o .

    El aire cargado es magn fico, casienervante. pero an se ven demasiadobien los contornos de las cosas. Suena .de repente un a ca nci n de j azz, un S-IO. de tro mpeta, ln gui do y tre me nda -mente tctil. sensual. Luego, surge unpiano ro tu ndo, de nso, n ost lgico . ysie nto ' Iue para m es dem asiad o.

    E la , la c hica con el ma letn , no lle-gar n unca. Pero lo ms fat dico de e s-ta se nsaci n es 'Iu e v aco m pa ada de

    .o tra n o m en o s fuerte: yo soy la nic aque lo s, q ue lo percibe en cada m inu -to de mi creciente so ledad.

    Deambulo vagame n te entre lo s coji-nes de raso, e l sof de pi e l negra, lo scrcu los rosados de las la rnp ariras. lasmanos que lo s cruzan trazan do m ill-neas sin dest ino, y decido dej arme caerco n lo s prp ad os casi unid o s en m ediode todos. All esc uc ha r las vo ces es-pectante s q ue suele n acompaar a la sfa lsas certezas.

    Ya me v envo lviendo el viento dela ca lle. porque e llos hablan a una so m-bra. evitando e l lugar donde sigo espe -rando que. alguien, a lgu na vez, se diri-ja a m directamente. Soy Alicia alotro lado de l espejo, co ntem plando alo s otros m irar dubitativo s y temerososla im agen que aparece en la su per fic iedel c rista l. Nunca de scubrirn mi de seode que sa lten . Nunca sabrn que lo queven es mi brillan te su perfic ie , porquetampoco en tien den el sen tid o de mibrillo . Tambin ignoran qu e soy opaca.

    Acep tando en mi m an o un vaso qu em e van llen ando de w hisky sin decir"basta" , observo lo s ojos de Bernie tanciego s. tan falsos , ta n in g n u o s.. . Yju nto al m argu il , perfecto . artific ial yequvoco simbolo de m is viajes, Ez radeja cae r su c ue rpo, aba ndona do a unde lir io q ue n un ca d ese.

    S que estoy p en sando un poema.Que es toy viviendo un poema m alditoe in com pr en sibl e. Qu e n adie qu e lo learomper su es t ructu ra cort ndose lasven as para q ue le p en etre d irectam entey restall e un re lmpago de a to lla ensus poros a bie rto s, sus lab io s extend i-do s. su pelo de efebo, su s ojos puros,su laberinto interno... reconoc indome.

    - bebes demasiado ? - me pr egun-tan mu y cerc a. Y a l mirarl e , s qu e senota lo extraa que me sien to es ta no-che.

    - a t te lo parece ?

    lo que ea, supe que era algo nuestro einevi table.

    Por fn . h a aparecido la noche . Nose ha hech o esperar demasiado. Es gli-da ... Pero me sie nto arropada en es tahabitaci n tan gra n de y estos co loresta n puros. En sus pe rfumes y voces,bromas y tonos graves. Siempre est nen gt UpO, por alg n meca nism o quedesconozco y adm iro.

    Mc dan la bien venida. Ezra . se h a fi-jado en la foto qu e a n co nservo en laman o ha cindome recordar que to da -v a 110 la he visto bien. Y decido hacer-lo con l.

    - Me estoy arrie sga ndo co ntigo,ahora - le digo a su ge sto desc on fiad o .qu e me responde :

    - est s jugando o tra vez ?

    Este tip o de di logo s de be cortarse 'en ese in sta nte o no co rt arse nunca.Dirige mi mirada a la fotografa y elmomento ya est mu ert o. Par ece es-tar hecha en u n lugar pblico, un tea-tro . u n m useo ... Vari as personas borro -sas al fondo. ju n to lo que podra serun cu ad ro . En primer t rm ino , tres fi-guras m ini nd ose desd e ngulo s d istin-to s: u na puerta entornada , el pr imerplan o de la fo to y en perfil , y una bu-ta ca de co lor tierra (su tono de gr is,m e rec u erd a al de la tie rra ).

    - c onoces a algu no? -vrne p regu n- 'ta Ez ra.

    Entonces pe rci bo, in tu yo la explica-c i n de ca si todo . El bar ro en lo s z apa-to s de F .. en la cua dr a; Ma x, fingien- '

    do no hab erm e visto all : y ahora ..s ta fotog rafa .

    Ez na , compre nde casi al mi sm otiem po , qu e y a es to y en te nd ien do . Selevan ta , y de pie j unto a m . me ofre-ce un a co pa. Sera de lic io so m orirenvenen ad a al co mie nzo de una fie s-ta , pero du do ' Iue sta s sea n las in -ten ci on es de Ez ra , De todas fo rmas. seha id o frag uando . len ta y su ti lme nteuna aut nt ica fie sta. Ap arece una chi-ca huesuda y reptante que cu le breaha sta insta lar se en las ro dillas de F .Max, que les observa , so nre a la escena .Ez ra , por el co ntra rio . ca mina n do h a-cia m . ya de vue lta co n una esbeltacopa en la man o, so nr ie a su propiainl age n reflejada e n el espejo situado ami espa lda . Le cojo la copa rozan d osus de dos .

    T res tipos en un rincn , sobre laalfombra verde, int en sa, de revu eltopel o largo. j uegan al streep-poker .Una parej a. extremadamente seria, semtra detenida y tristerncn te . las rna-

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