resumen de tesis: el posconflicto en colombia, coordenadas ... · civil afectada por el conflicto...

159
Resumen de Tesis: El posconflicto en Colombia, coordenadas para la paz. Este documento, busca hacer un llamado de atención a la comunidad académica, al sector privado y al Estado, respecto de los problemas y planteamientos del posconflicto en Colombia y tiene dos objetivos específicos, el primero es estructurar los fundamentos conceptuales del posconflicto a través de: 1) Las siete coordenadas del posconflicto: contexto, acción en las víctimas, rehabilitación institucional, cooperación internacional, avance, anticipación al problema y asistencia humanitaria, 2) brindando una distinción entre posconflicto parcial y posconflicto total y 3) definiendo cuatro conceptos cruciales para el posconflicto a saber: reconstrucción, rehabilitación, asistencia humanitaria y construcción de paz. El segundo objetivo es examinar en detalle lo que se ha querido denominar como posconflicto parcial, analizando la situación de los miembros combatientes de las fuerzas militares que dejan de participar de los enfrentamientos armados. Para poder llevar a cabo los objetivos antes mencionados, el texto se estructura en siete capítulos que pretenden recorrer paso a paso los temas propuestos de la siguiente manera: se establece un punto de partida el cual permitirá al lector darse una idea inicial del posconflicto y las dificultades que presenta al mostrarse las “patologías del posconflicto”. En el capitulo segundo, de bases teóricas del posconflicto, el lector encontrará los términos que fundamentan el posconflicto: reconstrucción, rehabilitación, asistencia humanitaria y construcción de paz. En los capítulos tercero a sexto, se habla específicamente de cuatro coordenadas: contexto, rehabilitación institucional y cooperación internacional y en el capitulo séptimo se concreta el escenario de posoconflicto parcial que incluye un trabajo de campo con infantes de marina. El trabajo de campo y en general el planteamiento de las bases teóricas del posconflicto, arroja como resultado la necesidad imperante de llevar a cabo un paquete de asistencia integral a las víctimas del conflicto armado en el cual se canalicen los recursos y las políticas en la atención no sólo de la población civil afectada por el conflicto sino también a los miembros de las fuerzas armadas que han dejado de combatir y que presentan patologías complejas como el estrés postraumático de guerra. De todos los planteamientos propuestos, se concluye que el posconflicto es una realidad que plantea una serie de problemas y situaciones que deben ser tratados adecuadamente, antes de la terminación del conflicto armado, en lo que constituye una verdadera construcción de paz. 1

Upload: others

Post on 08-Oct-2019

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • Resumen de Tesis: El posconflicto en Colombia, coordenadas para la paz. Este documento, busca hacer un llamado de atención a la comunidad académica, al sector privado y al Estado, respecto de los problemas y planteamientos del posconflicto en Colombia y tiene dos objetivos específicos, el primero es estructurar los fundamentos conceptuales del posconflicto a través de: 1) Las siete coordenadas del posconflicto: contexto, acción en las víctimas, rehabilitación institucional, cooperación internacional, avance, anticipación al problema y asistencia humanitaria, 2) brindando una distinción entre posconflicto parcial y posconflicto total y 3) definiendo cuatro conceptos cruciales para el posconflicto a saber: reconstrucción, rehabilitación, asistencia humanitaria y construcción de paz. El segundo objetivo es examinar en detalle lo que se ha querido denominar como posconflicto parcial, analizando la situación de los miembros combatientes de las fuerzas militares que dejan de participar de los enfrentamientos armados. Para poder llevar a cabo los objetivos antes mencionados, el texto se estructura en siete capítulos que pretenden recorrer paso a paso los temas propuestos de la siguiente manera: se establece un punto de partida el cual permitirá al lector darse una idea inicial del posconflicto y las dificultades que presenta al mostrarse las “patologías del posconflicto”. En el capitulo segundo, de bases teóricas del posconflicto, el lector encontrará los términos que fundamentan el posconflicto: reconstrucción, rehabilitación, asistencia humanitaria y construcción de paz. En los capítulos tercero a sexto, se habla específicamente de cuatro coordenadas: contexto, rehabilitación institucional y cooperación internacional y en el capitulo séptimo se concreta el escenario de posoconflicto parcial que incluye un trabajo de campo con infantes de marina. El trabajo de campo y en general el planteamiento de las bases teóricas del posconflicto, arroja como resultado la necesidad imperante de llevar a cabo un paquete de asistencia integral a las víctimas del conflicto armado en el cual se canalicen los recursos y las políticas en la atención no sólo de la población civil afectada por el conflicto sino también a los miembros de las fuerzas armadas que han dejado de combatir y que presentan patologías complejas como el estrés postraumático de guerra. De todos los planteamientos propuestos, se concluye que el posconflicto es una realidad que plantea una serie de problemas y situaciones que deben ser tratados adecuadamente, antes de la terminación del conflicto armado, en lo que constituye una verdadera construcción de paz.

    1

  • EL POSCONFLICTO EN COLOMBIA: COORDENADAS PARA LA PAZ

    JUAN DIEGO GARZÓN GALIANO ADELA DEL PILAR PARRA GONZÁLEZ

    ANA SELENE PINEDA NEISA

    PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS

    DEPARTAMENTO DE DERECHO PROCESAL CENTRO DE ESTUDIOS EN CRIMINOLOGÍA Y VICTIMOLOGÍA

    “JORGE ENRIQUE GUTIÉRREZ ANZOLA”

    BOGOTÁ 2003

    2

  • EL POSCONFLICTO EN COLOMBIA: COORDENADAS PARA LA PAZ

    JUAN DIEGO GARZÓN GALIANO ADELA DEL PILAR PARRA GONZÁLEZ

    ANA SELENE PINEDA NEISA

    Trabajo de grado en Derecho

    Director

    JULIO ANDRÉS SANPEDRO ARRUBLA Director Centro de Estudios en Criminología y Victimología

    PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS

    DEPARTAMENTO DE DERECHO PROCESAL CENTRO DE ESTUDIOS EN CRIMINOLOGÍA Y VICTIMOLOGÍA

    “JORGE ENRIQUE GUTIÉRREZ ANZOLA” BOGOTÁ

    2003

    3

  • A nuestras familias

    4

  • CONTENIDO

    Pág.

    INTRODUCCIÓN 1 1. EL PUNTO DE PARTIDA 6 1.1 ACERCAMIENTO AL POSCONFLICTO 6 1.2 HACIA LAS COORDENADAS DEL POSCONFLICTO 9 1.2.1 Patología del conflicto 10 1.2.1.1 Aspectos complejos de la etapa posconflicto 10 1.2.1.2 Algunos casos en concreto de la etapa posconflicto 10 1.2.1.3 Problemas gubernamentales 11 1.2.2 Las coordenadas del posconflicto 11 1.2.2.1 Contexto 11 1.2.2.2 Acción en las víctimas 11 1.2.2.3 Rehabilitación institucional 11 1.2.2.4 Cooperación internacional 12 1.2.2.5 Anticipación al problema 12 1.2.2.6 Avance 12 1.2.2.7 Asistencia humanitaria 13 2. BASES TEÓRICAS DEL POSCONFLICTO: POSCONFLICTO, RECONSTRUCCIÓN, REHABILITACIÓN, ASISTENCIA HUMANITARIA (CONTINUUM Y CONTIGUUM) Y CONSTRUCCIÓN DE PAZ 14 3. CONTEXTO: UNA MIRADA AL CONFLICTO COLOMBIANO 23 4. REHABILITACIÓN INSTITUCIONAL 32 4.1 SEGURIDAD 32 4.2 GOBERNABILIDAD Y DEMOCRACIA 35 4.2.1 Gobernabilidad democrática en Colombia desde el marco del PNUD 39 4.3 BIENESTAR HUMANO, ECONÓMICO Y SOCIAL 40 4.3.1 El Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia 43 4.4 VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN 44 5. COOPERACIÓN INTERNACIONAL 48 5.1 EUROPA: LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Y SU SOLIDARIDAD CON EL POSCONFLICTO ARMADO COLOMBIANO 48 5.2 LAS NACIONES UNIDAS 52

    5

  • 5.3 LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS 52 6. LAS VÍCTIMAS EN EL POSCONFLICTO 54 6.1 LAS VÍCTIMAS 54 6.2 PAQUETE INTEGRAL DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO 58 7. EL POSCONFLICTO PARCIAL: ACTORES ARMADOS EN ESCENARIO DE POSCONFLICTO ARMADO 67 7.1 ACTORES ARMADOS 67 7.2 CESE DEL CONFLICTO PARA MIEMBROS DE LAS FUERZAS MILITARES 71 7.2.1 Causas de la cesación en el combate 71 7.2.1.1 Oficiales y suboficiales 72 7.2.1.2 Soldados profesionales 74 7.2.1.3 Soldados voluntarios 75 7.2.1.4 Otros soldados 75 7.2.2 Presentación de algunos casos de militares fuera de conflicto 75

    7.2.2.1 El programa mediante el cual se conocieron los casos 76

    7.2.2.2 Algunos casos de cese de combate en infantes de marina 80

    7.2.2.3 Materialización de los casos en el marco del posconflicto parcial 84

    7.2.3 El posconflicto armado parcial o individualizado: análisis de los efectos de la pérdida de la condición de combatiente desde el Stress postraumático de guerra 85 7.3 UN MARCO JURÍDICO DEL CESE DEL CONFLICTO PARA MIEMBROS DE GRUPOS ARMADOS ILEGALES: LEY DE ALTERNATIVIDAD PENAL 91 7.3.1 Descripción del proyecto 91 7.3.2 Sobre el debate en torno al proyecto de ley 94 CONCLUSIONES 98 BIBLIOGRAFÍA 103 ANEXOS 109

    6

  • LISTA DE ANEXOS ANEXO 1: CARACTERÍSTICAS DE LAS GUERRAS MODERNAS ANEXO 2: DECLARACIÓN SOBRE JUSTICIA Y ASISTENCIA PARA LAS VÍCTIMAS ANEXO 3: REGLAMENTO CE 2258 DE 1996 ANEXO 4: LEY DE ALTERNATIVIDAD PENAL ANEXO 5: ASPECTOS DEL DESARROLLO DEL PROGRAMA CON INFANTES DE MARINA Y PERSONAL CIVIL DE LA ARMADA NACIONAL ANEXO 6: GRÁFICO DE LAS COORDENADAS DEL POSCONFLICTO ANEXO 7: GRÁFICO DEL PAQUETE DE ATENCIÓN INTEGRAL A LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO

    7

  • INTRODUCCIÓN

    En medio de una ausencia casi absoluta de iniciativas para consolidar una paz duradera en

    Colombia surge la tesis: “Posconflicto en Colombia, coordenadas para la paz” cuyo

    objetivo principal es llamar la atención de la comunidad académica, del sector privado y del

    Estado, con respecto a los problemas que plantea el posconflicto en Colombia y su

    tratamiento.

    Este documento se encuentra dividido en siete capítulos en los que se busca

    específicamente, estructurar los fundamentos conceptuales del posconflicto, a través de

    coordenadas que permitirán entender los aspectos que lo determinan, las cuales se

    presentan de manera genérica en el capítulo primero, y en forma más detallada en los

    capítulos tercero a sexto, dando nociones de suma importancia para el posconflicto como

    las de rehabilitación, reconstrucción y asistencia humanitaria que se presentan en el

    capítulo segundo.

    Una vez se tiene claridad sobre las coordenadas y las bases teóricas del posconflicto, se

    pretende examinar en detalle lo que se ha querido denominar como posconflicto parcial

    analizando la situación de los miembros combatientes de las fuerzas militares que

    dejan de participar de los enfrentamientos armados (Capítulo Séptimo). En este

    capítulo, se hace una descripción de las causas de cesación en el combate, las cuales

    permitirán saber cuando un Oficial y Suboficial, un Soldado Profesional o un Soldado

    Voluntario, deja de participar del enfrentamiento armado.

    Conociendo las causas de cesación, se muestran casos concretos de excombatientes, los

    cuales se recogieron de la experiencia del programa de apoyo a infantes de marina, que

    nació como una iniciativa del Centro de Estudios en Criminología y Victimología “Jorge

    Enrique Gutiérrez Anzola” - CECRIV, adscrito al Departamento de Derecho Procesal de la

    8

  • Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana, después de una

    solicitud de la presidenta de Acción Social Naval, Carmen Abril de Soto.

    Además de lo anterior, en esta parte, se ofrece un análisis psicológico de las consecuencias

    de la guerra para un individuo excombatiente.

    Estos tres elementos básicos: Causas de cesación del combate, casos concretos de

    excombatientes y aspectos psicológicos de la terminación de la guerra, permitirán

    estructurar el escenario de posconflicto parcial.

    A lo largo del documento también se plantea la necesidad de llevar a cabo planes

    estratégicos de atención y tratamiento del posconflicto para poder lograr una sociedad

    colombiana alejada de conflictos. Con esta intención toma importancia el derecho como

    instrumento que debe promover la solución de los mismos, y en ese sentido, será la

    herramienta que materializará todas y cada una de las propuestas que se encuentran en este

    documento el cual tendrá como norte darle aplicabilidad a los principios de la

    DECLARACIÓN SOBRE JUSTICA Y ASISTENCIA A LAS VÍCTIMAS1, ampliamente

    defendidos por el autor Antonio Beristain2, que fueron propuestos para su estudio al

    Séptimo Congreso Internacional de las Naciones Unidas “Sobre prevención del delito y

    tratamiento del delincuente” en 1985. Esto en el escenario del posconflicto: para

    reivindicar los derechos de las victimas y establecer formas y medios que aseguren su

    protección, tratamiento humano y compensarles por los daños sufridos, tal y como lo prevé

    el Artículo I de la misma Declaración.

    Con las anteriores consideraciones, se ha querido proponer un PAQUETE INTEGRAL DE

    ASISTENCIA A LAS VICTIMAS EN COLOMBIA de cara al posconflicto, el cual se

    presenta en el numeral 6.2., y pretende materializar los fundamentos conceptuales del

    posconflicto establecidos en los capítulos primero a sexto.

    1 Ver anexo 2. 2 BERISTAIN, Antonio, Victimología, Nueve Palabras Clave, Ed. Tirant Lo Blanch, Valencia, 2000. Pg 74- 80.

    9

  • La verdad, dada la complejidad del tema, y las innumerables variables que lo determinan,

    no es fácil lograr una cohesión absoluta de los contenidos del posconflicto, sin embargo, se

    ha hecho un gran esfuerzo en aras de sistematizar algunos componentes, y así se ha querido

    hacer a través de las coordenadas del posconflicto y de la diferenciación de dos tipos de

    posconflicto: posconflicto total y parcial.

    La estructura propuesta en este documento puede considerarse como un paso a paso que

    recorre el posconflicto y que comienza con un punto de partida, el cual ofrece un panorama

    general del mismo, su “patología” y una descripción de las coordenadas, y culmina con el

    análisis de los casos de posconflicto parcial anteriormente mencionados. Entre el punto de

    partida y el análisis de los casos de posconflicto parcial, se da una mirada al conflicto

    colombiano para entender sus características particulares lo cual permitirá que los planes

    estratégicos que se lleven a cabo para el posconflicto respondan a esas particularidades y a

    las necesidades específicas nacionales (Coordenada de contexto), también se muestra la

    importancia de un cambio en la forma en que el Estado debe actuar en un escenario

    posconflicto (en la coordenada de rehabilitación institucional); se examinan herramientas

    de cooperación internacional para la reconstrucción y rehabilitación en el posconflicto

    (Coordenada de Cooperación Internacional), y se establece el concepto de víctima que

    deberá regir en el posconflicto colombiano (Coordenada de Acción en las Víctimas).

    A continuación, se brindará una descripción general de cada capítulo, para que se observe

    de qué manera se recorren paso a paso, el posconflicto.

    El punto de partida permitirá al lector darse una idea inicial del posconflicto y las

    dificultades que presenta al mostrar las “patologías del posconflicto”. Hace una

    descripción inicial del tema propuesto y enuncia las coordenadas. Esto le permitirá

    familiarizarse con el concepto de posconflicto.

    10

  • En el capítulo segundo de Bases teóricas del posconflicto, el lector encontrará los términos

    que fundamentan el posconflicto: La reconstrucción, la rehabilitación y la asistencia

    humanitaria, los cuales junto con las coordenadas configuran las bases conceptuales del

    posconflicto.

    En los capítulos tercero a sexto, como se mencionaba anteriormente, se detallan las

    coordenadas de contexto (capítulo tercero), rehabilitación institucional (capítulo cuarto),

    cooperación internacional (capítulo quinto) y acción en las víctimas (capítulo sexto). Cada

    coordenada es muy importante ya que configuran el fundamento conceptual del

    posconflicto.

    Se quiso estructurar de esta manera, a través de coordenadas porque era una forma

    académica de sistematizar aspectos determinantes de la etapa posconflicto y que analizando

    a autores sobre la materia eran recurrentes pero no se concretaban en denominaciones

    específicas.

    Ya teniendo claro el panorama general del posconflicto, sus bases conceptuales y teóricas y

    sus coordenadas, el lector se encontrará en el capitulo séptimo con el escenario de

    posconflicto parcial, es decir, el escenario del individuo que ha combatido y ha tenido en la

    guerra su medio de vida, y que una vez deja de combatir por causas específicas, deberá

    enfrentarse a una realidad a la que no está preparado. Acá se observarán las causas de

    cesación del combate, se analizarán casos concretos de combatientes infantes de marina en

    un escenario de posconflicto parcial y además se expondrán las consecuencias psicológicas

    de la guerra, específicamente, lo que hace al Stress postraumático de guerra.

    Ya para finalizar, dentro de este capítulo, se quiso hacer mención a la ley de alternatividad

    penal, como un marco jurídico del cese del conflicto armado para miembros de grupos

    armados ilegales, en la medida en que los reinsertados, también se encuentran en un

    escenario de posconflicto parcial. Es importante reconocer y examinar alternativas que

    11

  • busquen la reinserción de actores armados y propicien la terminación del conflicto, en lo

    que constituye una construcción de paz desde antes de la cesación del conflicto armado.

    De esta manera se ha querido estructurar el tema propuesto. Claramente, el mismo no se

    agota con los planteamientos esbozados por lo que es fundamental que se siga

    profundizando y estudiando.

    12

  • 1. EL PUNTO DE PARTIDA

    1.1 APROXIMACIÓN AL POSCONFLICTO

    “El derecho no ha sido ni puede ser ajeno a estos fenómenos (La violencia

    armada), y en su afán de ordenador social, ha conocido dentro de sus

    contenidos normas del derecho a la guerra, así como el derecho de la guerra,

    con reglas sobre tratamiento de prisioneros y comportamientos debidos. Pero

    hoy lo que se reclama son aportes a las perspectivas de lo que se llamaría Ius

    Posbelli, derecho posbélico, el derecho del posconflicto. La crisis del Estado

    no es la crisis del derecho, sino un cierto derecho que espera su remozamiento

    frente a las nuevas circunstancias. Ahí radica su fuerza y tarea”3.

    El fin de la confrontación armada en Colombia, no implica el fin de las fuentes de conflicto,

    la terminación del mismo supone el comienzo de una nueva etapa, que de no ser estudiada

    y tratada a tiempo, puede resultar incluso más desastrosa que la anterior y constituir un

    círculo vicioso en donde las consecuencias de la guerra se vuelven causa de nuevas

    problemáticas sociales. De ahí la importancia de hablar del posconflicto en Colombia. Pese

    a que parezca una utopía4, el posconflicto es una realidad y plantea una serie de problemas

    que deben ser examinados detalladamente.

    Ciertamente, hablar de temas relacionados con el conflicto armado colombiano no es una

    tarea fácil. La complejidad de la coyuntura que se vive y las innumerables variables que la 3 ESCOBAR PEREZ, Billy, Ponencia introductoria, en el marco del seminario internacional, Preparar el posconflicto: Problemas sociales y jurídicos de la reconciliación. Universidad Central, Embajada de Italia, Instituto Italiano de Cultura, Universidad de Bolonia y Universidad de Udine, Bogotá, Septiembre 2 de 2003. 4 En el mismo sentido se pronunció el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo Ramírez, ibidem: “ Parecería utópico pensar en estos momentos, en Colombia, en el posconflicto y en los retos de la reconciliación, cuando todavía vivimos el dolor cotidiano de un conflicto armado, que durante muchos años ha dejado su huella de sangre, muerte y dolor en el espíritu de nuestros compatriotas, sin embargo, nada más sensato que prepararnos desde ya para transitar esa ruta del posconflicto y esa ruta de la reconciliación.”

    13

  • condicionan, obligan a que su tratamiento se haga con la mayor seriedad y responsabilidad,

    manteniendo el respeto por los diferentes puntos de vista que existen. Por eso, este

    documento no discute o define fórmulas para la solución del conflicto, ni juzga cuál de las

    alternativas para conseguirlo, es la más acertada. El punto de partida es la realidad y

    crueldad del conflicto armado colombiano (Contexto), el cual, para algunos militantes

    habrá terminado por diversas razones5, mientras que para la sociedad y quienes aún hacen

    parte del cuerpo armado que participa en la guerra, tendrá que llegar algún día a su fin, es

    así, como se pueden diferenciar dos momentos en que se presenta la etapa posconflicto. El

    primero se configura cuando un miembro de las fuerzas armadas deja de combatir. Para él y

    su familia el conflicto armado habrá terminado y dará comienzo a una nueva vida

    completamente diferente en lo que se podría denominar el posconflicto parcial. El segundo

    momento se presenta cuando se logra la solución del conflicto por un acuerdo de paz o

    porque una de las partes se impuso a la otra: posconflicto total. 6

    Para empezar a transitar la ruta de la reconciliación, en los términos propuestos por el Alto

    Comisionado para la paz, se deben establecer las coordenadas que fundamentan el

    posconflicto, partir de lo que implica socialmente estar en la etapa posterior a la guerra

    analizando las distintas concepciones doctrinales sobre la materia.

    La consecución de dichas coordenadas, constituye una herramienta para la paz pues tiene

    por objeto prevenir nuevos conflictos en Colombia, los cuales de persistir el descuido de las

    5 Cuando se habla de la terminación del conflicto para algunos militantes, se hace referencia concreta a la situación de ciertos miembros de los diferentes grupos armados, quienes han dejado de participar activamente en el enfrentamiento militar por diversas razones, entre las que pueden considerarse sanciones de tipo disciplinario como la destitución del cargo. El retiro en diferentes circunstancias constituye otra situación de posconflicto parcial para determinadas personas, lo mismo que las incapacidades temporales o permanentes derivadas de lesiones tanto físicas como sicológicas, ocasionadas en medio de las hostilidades. Sobre las causales que la Ley establece para separar de combate a un miembro de las Fuerzas Militares, se hace una explicación más amplia en el capítulo séptimo: “ El Posconflicto parcial: actores armados en escenarios de posconflicto armado” numeral 7.2.1. 6 La clasificación de posconflicto en parcial y total, es una propuesta conceptual que se ofrece en este documento, a partir del estudio teórico sobre posconflicto, desarrollado en el Capítulo Segundo sobre “Bases teóricas del posconflicto” y del análisis de la realidad de los infantes de marina luego de participar en el conflicto armado colombiano, a la cual se hace referencia en el Capítulo Séptimo sobre “El posconflicto parcial: actores armados en escenario de posconflicto armado” numeral: 7.2.2.2 “Algunos casos de cese de combate en infantes de marina”

    14

  • víctimas pasadas, la falta de atención a las víctimas presentes y el desinterés respecto de

    los factores generadores de víctimas futuras, traerán consecuencias sociales peores que las

    que se sufren en la actualidad.

    Sobre este aspecto, ha existido un descuido casi absoluto de los gobiernos. Hoy sólo se

    habla de guerra y los recursos se destinan en gran parte a financiarla (comprar helicópteros,

    armamento, dotar a la tropa), pero muy poco dinero se destina a la consecución de planes

    que puedan sopesar la “bomba social” que se avecina y también que atiendan

    inmediatamente el posconflicto parcial, proveyendo al soldado excombatiente, como lo

    anota Alberto Piris7, de raciones alimenticias, vivienda material, acceso a la tierra,

    productos agrícolas, créditos blandos para reconstruir su propiedad o poder crear

    microempresas brindándole cursos de altísimo nivel que lo capaciten en diferentes áreas y

    que le permitan defenderse en su nueva realidad8. También se debe plantear la discusión

    respecto de la creación de zonas9 que podrían denominarse “zonas filtro” a las que se lleven

    soldados que salgan de la confrontación armada para darles toda la atención, tanto física

    como psicológica. Así el Estado podrá entregar verdaderas herramientas académicas y de

    capacitación. Trascurrido un tiempo en esta zona, el excombatiente, tendrá por supuesto

    unas bases más sólidas para llevar una vida civil. Lo ideal es configurar estrategias viables

    de atención a los soldados excombatientes y sus familias que sirvan de contingencia de la

    realidad posconflicto para toda la sociedad.

    7 CIP, Centro de Investigación para la Paz, Después de la guerra, Capt. I Bases de la rehabilitación post Bélica, PIRIS, Alberto, Icaria Editorial, Pg. 34, Barcelona. 8 En este sentido ya se empieza a ver un clamor generalizado por no olvidar la realidad humana de la guerra. Incluso editoriales como la del periódico El Tiempo de Bogotá, de fecha Domingo 17 de agosto de 2003 Pg1-14, llaman la atención sobre este tema “ No se debe olvidar en qué tipo de guerra estamos, ni cómo está afectando a la población. En medio del campo de batalla, hay un país de millones de civiles indefensos y para el Estado es una obligación medir los resultados de la guerra también en términos humanos. Para ganarla de verdad no sólo hay que derrotar a la guerrilla y los paramilitares, sino lograr mitigar, aún en medio de las hostilidades la macabra crisis humanitaria que ha convertido a Colombia en centro de las preocupaciones internacionales.” “ La guerra es dura, ciertamente. Y vivimos tiempos de guerra en los que la preocupación del gobierno además de ganarla debe ser cómo preservar a la población civil de sus efectos. En la medida en que lo vaya logrando el balance es más completo.” 9 Idea tomada del texto, Después de la guerra, Capt I Bases de la rehabilitación post Bélica Icaria Editorial, Barcelona.

    15

  • Ya en un sentido mucho más amplio que supone la terminación absoluta de la

    confrontación armada, el posconflicto total debe ser una prioridad. Es fundamental que

    desde hoy se empiece a mirar cómo se movilizarán los recursos para ello, quiénes llevarán a

    cabo los programas de atención y cómo se definirán las tareas y funciones de los

    implicados en el proceso.

    Con esto, se busca hacer un llamado de atención a la academia, a la población civil y en

    general a toda la comunidad nacional e internacional, un llamado de atención sobre la

    importancia de construir el verdadero camino que nos lleve a la paz duradera y efectiva, el

    cuál debe recorrerse con la institucionalización de políticas desde el Estado y con una

    actitud decidida de toda la comunidad, tanto del sector privado como del público, cuyo

    norte sea no sólo una secundaria reconstrucción física y de infraestructura, sino

    especialmente una rehabilitación de los tejidos sociales colombianos resquebrajados por la

    confrontación que se vive en este momento.

    La estructuración de dichas políticas, tendrá que tener a las víctimas pasadas, presentes y

    futuras del conflicto, como el sujeto principal al cual se destinen los esfuerzos y se orienten

    los objetivos. Para ello es necesario puntualizar el concepto de víctima en concordancia con

    la Declaración sobre justicia y asistencia para las víctimas10, según la cual:

    Víctima es la persona que ha sufrido una lesión o daño físico o mental, una

    pérdida o daño material, o cualquier otro perjuicio social como resultado de una

    acción que:

    a) Este en violación con las leyes penales nacionales;

    b) Es un crimen catalogado bajo la ley internacional; o

    c) Constituye una violación a las normas de los Derechos Humanos

    internacionalmente reconocidos que protegen la vida, la libertad y la seguridad

    personal; 10 BERISTAIN, Antonio, Victimología, Nueve Palabras Clave, Ed. Tirant Lo Blanch, Valencia, 2000, pg: 74- 80.

    16

  • d) I. Constituye un abuso de poder ejercido por personas que, en razón de

    su posición política, económica o social ya sean oficiales políticos, o agentes o

    empleados del Estado o entidades comerciales, estén fuera del alcance de la ley;

    o

    II. Que aunque no este realmente proscrito por las leyes nacionales o

    internacionales causa daños físicos, sicológicos o económicos comparables a los

    causados por los abusos de poder, constituyendo de esta forma un delito dentro

    de la ley internacional o una violación a las normas internacionalmente

    reconocidas de los Derechos Humanos y cree serias necesidades en sus víctimas

    similares a las causadas por violación de esas normas.

    El término víctima incluye a toda persona que ha sufrido una pérdida daño o

    lesión ya sea como individuo o como integrante de un grupo o colectividad.

    Cuando corresponda, el término persona se referirá a entidades legales

    organizaciones, asociaciones, comunidades, el Estado o la sociedad en un todo.

    1.2 HACIA LAS COORDENADAS POSCONFLICTO

    Las características del posconflicto, la estructuración de su base o fundamento y el camino

    que debe seguirse en esta etapa, esta determinado por lo que se ha querido denominar

    “COORDENADAS DEL POSCONFLICTO11”, y que como se enuncia en el título de esta

    obra son coordenadas para la paz.

    Así las cosas, traspolando el concepto de coordenada12,para el posconflicto estas son siete,

    a saber: contexto, acción en las víctimas, rehabilitación institucional, cooperación

    internacional, avance y asistencia humanitaria. Se analizarán en detalle cuatro de ellas, por

    11 Ver Gráfico 1. 12 “Coordenado, a adj. y F. Dícese de las líneas que se utilizan como referencia para fijar la posición de un punto en el plano y el espacio”. PLANETA. Diccionario Planeta de la lengua española usual. Bogotá: Planeta, 1988. p.316.

    17

  • ser los más relevantes en el caso colombiano: contexto, rehabilitación Institucional,

    cooperación internacional y acción en las víctimas, aclarando que parte de la coordenada de

    asistencia humanitaria se tratará en el capítulo de “Bases teóricas del posconflicto”, y se

    verá también en el capítulo de “Cooperación internacional”, pues una y otra coordenada,

    guardan estrecha relación.

    1.2.1 Patología del posconflicto

    Las coordenadas responderán a la que se podría denominar “patología del posconflicto”

    cuyo diagnóstico, puede contemplar los siguientes tres elementos, conforme lo establece

    Alberto Piris13:

    1.2.1.1 Aspectos complejos de la etapa posconflicto

    • Como consecuencia de la guerra, los hábitos propios de la misma no desaparecen

    pues la violencia se convierte en una forma de vida y un medio económico.

    • Dificultad cultural, psicológica y económica de pasar de las armas al trabajo no

    violento.

    • Paso sociocultural de la imposición de la fuerza al consenso.

    • Paso de la huida y la clandestinidad a la libertad.

    1.2.1.2 Algunos casos en concreto de la etapa posconflicto

    • Guerrilleros y soldados que no saben trabajar.

    • Personas perseguidas y torturadas que temerán siempre por su vida.

    • Hombres que al volver a su espacio familiar ejercen violencia a sus hijos y su

    cónyuge.

    • Guerrillas que no encuentran un papel en la vida política.

    13 Después de analizar el texto: Centro de Investigación para la Paz, Después de la guerra, Capt I Bases de la rehabilitación post Bélica, PIRIS, Alberto, Icaria Editorial, Barcelona

    18

  • • Erradicación de las minas de los campos de cultivo: Implica una rehabilitación

    social, pues se protege el derecho a la vida y una reconstrucción económica toda vez

    que se favorece al agro.

    • Niños que militaron en la guerra.

    • Presencia de innumerables contingentes de excombatientes que amenazan la paz.

    1.2.1.3 Problemas gubernamentales

    • Falta de personal preparado a causa del exterminio o eliminación sistemática de los

    intelectuales, de la emigración de personas de mayor nivel cultural y del deterioro

    de los sistemas e instituciones educativos y de enseñanza.

    • Burocracia: En algunos eventos algunos gobiernos se encuentran con una

    sobreabundancia de departamentos, agencias y organizaciones paraestatales

    superfluas, creadas o reforzadas durante el conflicto para regular la producción, el

    comercio y la distribución de suministros a la población, o para controlar a esta

    misma

    • Durante la guerra se complica la eficiencia del estado y la transparencia.

    1.2.2 Las coordenadas del posconflicto

    1.2.2.1 Contexto. Cada país inmerso en el tipo de “guerra moderna”14, tiene su propio

    proceso de rehabilitación y reconstrucción. Hay que entender las características del

    conflicto interno particular y su sociedad, así como el escenario internacional que lo

    condiciona, para poder diseñar y ejecutar las estrategias de acuerdo a los elementos

    distintivos específicos de la confrontación.

    1.2.2.2 Acción en las Víctimas. Las víctimas constituyen el sujeto principal de la etapa del

    posconflicto, hacia ellas se dirige gran parte de la planeación estratégica de rehabilitación y

    reconstrucción. Por esta razón, la estructura jurídica (especialmente a lo que hace al

    derecho penal), las políticas del Estado y en general la cultura de la población, deben

    14 Ver anexo 1.

    19

  • volcarse decididamente a la atención de las victimas producidas por la confrontación,

    reestableciendo la verdad y estructurando paquetes de atención integral.

    1.2.2.3 Rehabilitación institucional. Esta coordenada implica repensar el papel y

    participación del Estado en el posconflicto. Las funciones básicas del mismo deben

    redefinirse ya que el escenario posterior a la guerra demanda de todo el aparato estatal

    acciones y políticas diferentes a las que venía desarrollando. En especial, la rama ejecutiva

    adquiere relevancia, en la medida en que comprende al Gobierno Nacional y a la Fuerza

    Pública. El primero traza políticas públicas a través de la gestión del Presidente, los

    ministros del despacho y los directores de departamentos administrativos15, concurre a la

    formación de leyes16, presenta el plan nacional de desarrollo e inversiones públicas y

    envía a la Cámara de Representantes el proyecto de presupuesto de rentas y gastos que,

    entre otras funciones, le permiten impulsar al Estado el paquete de atención integral a

    víctimas que se plantea en el capitulo sexto. En cuanto a la segunda, el cambio del

    escenario de conflicto armado interno por el de posconflicto total le impone un nuevo rol

    desde el punto de vista de la seguridad.

    1.2.2.4 Cooperación internacional. La participación de la comunidad internacional en la

    rehabilitación y reconstrucción de un pueblo después del conflicto armado, es un acto de

    responsabilidad. Así, por ejemplo, Europa se ha comprometido con este tipo de iniciativas

    en países de Centroamérica tales como Guatemala y El Salvador.

    Colombia deberá apelar a esta voluntad decidida de los países de la Unión Europea y de la

    comunidad internacional en general, obteniendo de ellos recursos políticos, económicos,

    logísticos y de asistencia humanitaria.

    1.2.2.5 Anticipación al Problema. Supone que la consecución de los planes estratégicos se

    presente desde el conflicto, como una manera de prevenir situaciones adversas en el futuro.

    15 REPUBLICA DE COLOMBIA. Constitución Política.Art. 208, inciso 1. 16 Ibid, Art. 200, numeral 1.

    20

  • Inmersos en un escenario puramente crítico y violento se debe visualizar y diagnosticar las

    consecuencias negativas del mismo, para empezar a aplicar de inmediato los correctivos

    más apropiados. El objetivo es romper el círculo vicioso en donde los efectos de una

    confrontación armada se vuelven causas de nuevas controversias sociales. Sólo

    anticipándose a los problemas, es posible construir paz.

    1.2.2.6 Avance. La rehabilitación de un país, no implica volver a traer las condiciones

    sociales e institucionales que existían antes del conflicto. Es necesario analizar

    detalladamente los factores sociales e institucionales que sirvieron de detonante para la

    generación de la guerra, con el objeto de no repetirlos. De hecho la existencia del conflicto

    pone en evidencia falencias no sólo del Estado, sino también de los ciudadanos. Deben

    proponerse alternativas en la relación de los colombianos entre sí y de ellos con el Estado,

    definiendo nuevas funciones para el sector privado especialmente en lo que se refiere a su

    responsabilidad en la atención de las víctimas.

    1.2.2.7 Asistencia humanitaria. El posconflicto, debe manejar planes de atención

    humanitaria, a corto y a largo plazo (emergencia y desarrollo). La asistencia humanitaria,

    guarda una intima relación con la cooperación internacional, pues la aplicación de esta

    coordenada en conflictos armados de carácter interno nació de las comisiones de la

    comunidad europea en proyectos de soporte a países en vía de desarrollo.

    El tratamiento de las “enfermedades del posconflicto” debe llevar necesaria y

    especialmente a la academia, a plantear nuevas alternativas en la consecución de la paz

    duradera, en lo que constituye un verdadero imperativo.

    “Sin lugar a dudas, si no nos preparamos con las herramientas adecuadas

    tanto de tipo jurídico, político y psicosocial para la superación de los

    conflictos entonces vamos a quedar perpetuamente atrapados en odios

    que ya durante muchas décadas han hecho mella en la conciencia de

    21

  • muchos colombianos y que nos han dificultado llegar a la tan anhelada

    reconciliación”17.

    17 Luis Carlos Restrepo Ramírez, Alto Comisionado para la Paz. Seminario internacional, Preparar el posconflicto: Problemas sociales y jurídicos de la reconciliación. Universidad Central, Embajada de Italia, Instituto Italiano de Cultura, Universidad de Bolonia y Universidad de Udine, Bogotá, Septiembre 2 de 2003.

    22

  • 2. BASES TEÓRICAS DEL POSCONFLICTO: POSCONFLICTO, RECONSTRUCCIÓN, REHABILITACIÓN, ASISTENCIA

    HUMANITARIA (CONTINUUM Y CONTIGUUM) Y CONSTRUCCIÓN DE PAZ

    Dar el paso firme y seguro hacia una paz duradera y presionar el fin de la confrontación, es

    la base que fundamenta cualquier proceso de construcción de paz antes de la terminación

    del conflicto armado18. Como se ha visto en la experiencia internacional, el fin del

    conflicto, ya sea a través de un acuerdo negociado o por la victoria militar de una de las

    partes, no constituye una garantía de paz a largo plazo, simplemente condiciona las

    características y retos de la etapa posconflicto, pues de las debilidades o fortalezas de la

    negociación, las circunstancias que rodearon la derrota de la parte vencida o del entorno

    mismo del conflicto, depende la forma como se abordará el proceso posterior que consolide

    la justicia y erradique por completo las fuentes generadoras de violencia o confrontación.

    Animarse a dar una definición exacta de posconflicto que aborde todos los aspectos que

    rodean el problema propuesto resulta complejo, sin embargo, se debe afirmar que es simple

    y limitado considerar el posconflicto como el mero período de tiempo que se inicia con el

    cese de hostilidades entre las partes previamente enfrentadas19, porque posconflicto no

    sólo contiene una variable temporal, sino que supone además una ubicación espacial

    condicionante, que responde a la pregunta, posconflicto ¿en dónde?, también depende del 18 Conforme se verá más adelante, existen varias perspectivas de construcción de paz, una minimalista, una maximalista y otra ecléctica. Esta última considera que el proceso de construcción de paz se debe iniciar durante las hostilidades y debe finalizar cuando una sociedad se ha recuperado del daño físico y ha consolidado un sistema político y económico a partir del fortalecimiento de la democracia. Esto de una u otra forma implica presionar, desde el conflicto la terminación del mismo, para poder lograr la consecución de la paz duradera y estable. 19 “En resumen, existe acuerdo acerca de que mientras el post-conflicto es aquel período de tiempo que se inicia con el cese de hostilidades entre las partes previamente enfrentadas, la construcción de paz prepara el terreno desde mucho antes”: FUNDACIÓN IDEAS PARA LA PAZ, Preparar el Futuro: Conflicto y Post-conflicto en Colombia, Pg, xix, Libros de Cambio.

    23

  • modo de terminación del conflicto y el tipo de guerra, (posconflicto ¿de qué?), e implica

    unas circunstancias que producen efectos a unos sujetos específicos, (posconflicto ¿para

    quién?). Por eso es importante distinguir dos situaciones: la del Posconflicto parcial y la

    del posconflicto total, en los términos descritos en el “punto de partida” .

    También, cuando se habla de posconflicto confluyen inmediatamente dos términos:

    reconstrucción y rehabilitación20. La reconstrucción, se circunscribe al aspecto de

    infraestructura física de la guerra, e implica levantar nuevamente las estructuras y

    arquitecturas devastadas por la confrontación. En el caso Colombiano significaría, entre

    otras cosas, rehacer nuevamente aquellas poblaciones que han quedado prácticamente

    destruidas tras los combates entre los actores armados, devolver al campesino un agro

    próspero saneado de minas o montar nuevamente los oleoductos y edificaciones. En este

    caso se trata de volver las cosas a su estado anterior, es decir, reconstruir es traer al

    presente nuevamente las condiciones físicas existentes con antelación al conflicto bélico.

    Por otro lado, el concepto de rehabilitación es mucho más amplio y aborda el aspecto

    humano, social, político e institucional. No supone como en la reconstrucción, volver las

    cosas al estado en el que se encontraban antes de la guerra sino, por el contrario, busca

    avanzar hacia nuevas formas de dirección del Estado y participación ciudadana.

    Para conseguir la reconstrucción y la rehabilitación, es fundamental que exista ayuda

    humanitaria, especialmente estrategias que consoliden la paz a futuro.

    Actualmente no se ha logrado un consenso con respecto a las acciones y estrategias que

    podrían implementarse con el fin de sentar las bases de una estructura social que logre en 20 Para elaborar el concepto de rehabilitación y reconstrucción se consulta: (CIP) Centro de Investigación para la Paz, Después de la guerra, Capt. I Bases de la rehabilitación post Bélica, PIRIS, Alberto, Icaria Editorial, Pg. 15, Barcelona y PEREZ ALONSO DE ARMIÑO, Karlos, Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto, Diez Argumentos Básicos de Reconstrucción posbélica. Ed. UNESCO. Disponible también en versión HTML en: Http://www.unescoeh.org/unescoeh/paz/reconstruccion_post_conflicto/manual_indice.html

    24

  • buena medida desplazar sus conflictos hacía espacios menos violentos, la discusión parece

    tomar cada vez más vigencia no sólo en el orden interno, sino incluso en el orden

    internacional, en donde se resalta la importancia de considerar, en medio de escenarios de

    conflicto, el análisis de hipótesis sobre el posconflicto como un paso fundamental, en lo que

    se ha denominado: “proceso de construcción de paz”21.

    Una perspectiva tradicional del posconflicto hace referencia concretamente a la ayuda

    humanitaria que mediante la cooperación internacional se brinda a las comunidades como

    respuesta “filantrópica espontánea, y en todo caso coyuntural”, para atender las

    consecuencias inmediatas derivadas, bien sea de un desastre natural o de un conflicto

    armado sobre la población. Esta ayuda es básicamente asistencialista, se concreta en

    asistencia médica, en el suministro de alimentos, de ropa, de carpas, de frazadas, en fin, en

    la ejecución de todas las acciones tendientes a salvar la vida de las víctimas del desastre o

    del conflicto.

    Sin embargo, desde mediados de los años 90 se ha empezado a hablar en el mundo de lo

    que se ha denominado: “el nuevo humanitarismo”, concepto mucho más global que la mera

    ayuda humanitaria, pues implica la consideración de etapas con miras al fortalecimiento de

    la paz y el desarrollo sostenible. Pero el desarrollo teórico de este reciente concepto, ha

    propuesto metodologías de trabajo diferentes en cuanto al momento en que deben

    implementarse las etapas antes mencionadas, estas etapas o fases son la emergencia, la

    rehabilitación y el desarrollo.

    Al respecto se ha discutido sobre la vinculación que debe darse entre emergencia y

    desarrollo mediante la propuesta de ideas como el continuum y contiguum. La primera ha

    sido entendida como la sucesión cronológica de las tres fases citadas, la segunda, por el

    contrario, se refiere a una conexión simultánea de las tres en el tiempo.

    21 RETTBERG, Angelika, CAMACHO, Álvaro, “Preparar el futuro: Conflicto y post-conflicto en Colombia. Libros de Cambio. Bogotá 2002

    25

  • Además, hay que considerar que la caída del muro de Berlín trajo como consecuencia una

    reformulación en la manera en que se abordarían las crisis mundiales, especialmente desde

    el punto de vista de la intervención. Esto supuso la comprensión del nuevo contexto de las

    problemáticas y de las causas de los conflictos, el correlativo planteamiento de posibles

    soluciones a los mismos y la responsabilidad en la prevención de nuevas confrontaciones.

    Es precisamente en este escenario: el posterior a la guerra fría, en el que nacen instituciones

    tales como el Grupo URD (grupo emergencia, rehabilitación y desarrollo)22, el cual se

    preocupó por entender los nuevos litigios internacionales, especialmente aquellos que se

    inscribían en el “nuevo género”, el género del Conflicto interno y que generaban la “nueva

    emergencia”, la emergencia compleja23, que se localizaba en diferentes zonas, algunas

    bastante deprimidas, como Somalia, Ruanda o Congo y que incorporaban diariamente

    nuevas variables y problemáticas tales como la vulnerabilidad de zonas petroleras,

    oleoductos o la puesta en marcha de técnicas terroristas, ataque a la población civil y

    fuentes de financiación ilícitas como el narcotráfico. Por eso se afirma que “el mundo de la

    posguerra fría es aún más inseguro que el que se vivía antes de ella24”, esto como

    consecuencia de la extrema pobreza, la vulnerabilidad social los niveles de desplazamiento

    y el recrudecimiento de la violencia.

    Así las cosas, una vez la humanidad pareció despertar y volcar su mirada hacia los

    conflictos internos, se empezó a cuestionar de qué manera intervenir en ellos y cuál era el

    momento idóneo para hacerlo. Las respuestas a estos interrogantes dan lugar a las

    concepciones del continuum y contiguum humanitario, que son indispensables para 22 “En este contexto nace en 1993 el grupo URD, concebido en sus inicios como un punto de encuentro entre las principales ONG de emergencia y desarrollo francesas. Poco tiempo después el URD invita a participar a otros actores, tales como el comité internacional de la cruz roja (CICR), el Overseas Develpment Institute (ODI), la Agencia de Cooperación e Investigación por el desarrollo (ACORD y el colectivo europeo VOICE” Tomado de: PIROTTE, Laire, Entre emergencia y Desarrollo cuestionamiento de las prácticas humanitarias, Barcelona, Ed. Icaria, pg. 11 23 Por emergencia compleja se entiende: “la situación causada por el hombre en la que hay víctimas por efecto de la guerra, los desplazamientos y las hambrunas y en donde la guerra, (en la mayoría de los casos una guerra civil no interestatal) se combina con un debilitamiento o colapso total de las estructuras económicas y estatales”: CURREA, Víctor, El debate humanitario, Editorial Icaria, Barcelona, julio 2002, Pg. 18 24 Ibid. p. 17

    26

  • entender el fundamento de los planes estratégicos que se llevarán a cabo para el

    posconflicto colombiano.

    El continuum humanitario, es un modelo lineal, que divide la situación de crisis en cuatro

    momentos estancos independientes, a saber: antes de la crisis, durante la crisis, salida de la

    crisis y desarrollo. Surge esta concepción como consecuencia de la pugna entre quienes

    abogaban por una intervención inmediata y quienes propugnaban por una estrategia de

    desarrollo a mediano y largo plazo ante situaciones de extrema dificultad como los

    conflictos o los desastres naturales.

    Muchas veces la aplicación a los conflictos de planes a corto plazo o a mediano y largo

    plazo, sin una coordinación clara, generaba antes que la solución, el recrudecimiento de los

    mismos. Por esta razón, organizaciones no gubernamentales (ONG´s) con la colaboración

    de instituciones oficiales idearon una nueva concepción en la que se rompiera esa dualidad

    sin lineamientos permitiendo una actuación coordinada. Así surge el concepto de

    continuum humanitario, impulsado por la Unión Europea en el marco de la propuesta de

    vinculación, de la ayuda, la rehabilitación y el desarrollo (conocida por las siglas VARD)25

    que apuntaba a una actuación coherente entre cada una de estas modalidades, teniendo muy

    claro que cualquier tipo de ayuda no sólo implica un suministro de bienes y servicios sino

    que también envuelve un mensaje ético: la ayuda humanitaria no puede discriminar a los

    destinatarios, tiene que ser imparcial y reivindicar la igualdad entre los seres humanos,

    comprendiendo por supuesto el contexto propio de cada conflicto y de cada cultura, pues de

    este contexto depende la identificación de los lazos conectores entre las comunidades en

    conflicto a las que deben destinarse la intervención y ayuda humanitaria, o los factores

    contrarios que generan el alejamiento de las partes.

    Pese a las bondades de este planteamiento en cuanto a la búsqueda de una actuación

    coordinada y coherente que entiende la realidad del conflicto, la gran mayoría de éstos no 25 REY, Francisco. Ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo en situaciones de conflicto: ante todo no dañar, Instituto de estudios sobre conflictos y ayuda humanitaria IECAH, Disponible también en versión HTML en: http://www.iecah.org/espanol/globaliza/accion/ayuda.html

    27

    http://www.iecah.org/espanol/globaliza/accion/ayuda.html

  • podían tratarse con base en esta estructura de fases de intervención separadas “al estilo de

    compartimentos estancos”26. Es así como se reconoce en junio de 1998 en la comisión

    económica y social de las Naciones Unidas, ECOSOC el concepto de contiguum

    humanitario que entiende que tanto la intervención inmediata como la intervención a largo

    plazo tendiente a un desarrollo sostenible pueden combinarse entre sí perfectamente en el

    mismo momento sin ser excluyentes. De ahí que la rehabilitación y a su vez el posconflicto,

    como quiera que tiene en la rehabilitación uno de sus principales elementos, deba manejar

    en forma armónica y coordinada asistencia inmediata y brindar, también prontamente,

    procedimientos a largo plazo de consecución del desarrollo para toda la comunidad.

    Utilizando esta misma lógica se ha entendido la construcción de paz a partir de dos

    perspectivas,27 estas son las siguientes: una minimalista: cuyo enfoque corresponde a la “

    (...) superación de las secuelas específicas del conflicto como, por ejemplo, la

    reconstrucción de la infraestructura destruida ( distingue entre paz y desarrollo)” , mientras

    que un enfoque maximalista implica “(...) parar la guerra y generar las condiciones para el

    desarrollo económico, político y social del país para superar las causas “estructurales” de

    los conflictos ( por ejemplo, la pobreza, la inequidad y la exclusión)”28. Una posición

    ecléctica ha surgido al paso de estas dos formas de entender la construcción de paz, la cual

    considera que esta se debe iniciar antes de que cesen las hostilidades y culmina ( y con ella,

    el periodo de posconflicto) cuando una sociedad se ha recuperado del daño físico, ha

    aprendido a jugar con nuevas reglas políticas y económicas y ha sanado sus heridas,

    individuales y colectivas, de tal manera que haya una expectativa generalizada de que las

    diferencias que persistan no van a exacerbarse hasta el punto de recaer en el conflicto

    26 PEREZ ALONSO DE ARMIÑO, Karlos, Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto, Diez Argumentos Básicos de Reconstrucción posbélica. Ed. UNESCO. Disponible también en versión HTML en: Http://www.unescoeh.org/unescoeh/paz/reconstruccion_post_conflicto/manual_indice.html 27 Es pertinente resaltar la estrecha relación que crea el nuevo humanitarismo en escenarios posbélicos con la edificación de estructuras que permitan abordar los conflictos mediante salidas no violentas; es decir que se consolide una paz más duradera lo que constituye un proceso de construcción de paz. 28Op Cit. RETTBERG, Angelika, Camacho, Alvaro, “Preparar el futuro: Conflicto y post-conflicto en Colombia. p. 2

    28

  • violento entre las partes.29 Si bien estas distinciones conceptuales pueden cobrar gran

    interés en un plano académico e incluso jurídico y burocrático, por los eventuales

    inconvenientes formales que se pueden presentar en el momento de implementar los

    programas de cooperación, lo cierto es que independientemente de la etapa en la cual se

    incluya, es de vital importancia atender el tema de la consolidación y el fortalecimiento de

    la paz, o más bien de escenarios de enfrentamiento no violentos en medio de condiciones

    menos excluyentes para los miembros de determinada sociedad.

    Teniendo claro el panorama general de la actual intervención humanitaria y su incidencia

    en el posconflicto, es pertinente analizar en conjunto el concepto de rehabilitación. Karlos

    Pérez de Armiño30 la define en los siguientes términos:

    La rehabilitación, como concepto general, podríamos definirla como un proceso

    de reconstrucción y de reforma después de un desastre (sea éste motivado por

    una catástrofe natural o por un conflicto), que sirve de puente entre las acciones

    de emergencia a corto plazo y las de desarrollo a largo plazo, con las cuales

    comparte algunos objetivos al tiempo que pueden solaparse parcialmente en el

    tiempo. El objetivo de la rehabilitación es sentar las bases que permitan el

    desarrollo, aprovechando la experiencia y los resultados del trabajo de

    emergencia previamente realizado (Pérez de Armiño, 2001:469).31

    29 Ibid. p. 2y ss. 30 Karlos Perez Alonso de Armiño: Profesor de Relaciones Internacionales en la UPV-EHU. Investigador asociado a HEGOA, Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional (UPV-EHU). Es Doctor en Ciencias Políticas y Licenciado en Geografía e Historia. Ha realizado varias investigaciones sobre la rehabilitación posbélica (con trabajo de campo en Mozambique, en 1996), seguridad y ayuda alimentaria (hambrunas en África) y ayuda humanitaria. Entre sus publicaciones figuran los siguientes libros: Guía de rehabilitación posbélica. El proceso de Mozambique y la contribución de las ONG, HEGOA, Universidad del País Vasco, Bilbao, 1997; y Diccionario de acción humanitaria y cooperación al desarrollo, HEGOA e Icaria, Barcelona, 2001: Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto, Diez Argumentos Básicos de Reconstrucción posbélica. Ed. UNESCO, Se puede consultar en la página de internet: Http://www.unescoeh.org/unescoeh/paz/reconstruccion_post_conflicto/manual_indice.html 31 Op. Cit. PEREZ ALONSO DE ARMIÑO, Karlos, Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto, Diez Argumentos Básicos de Reconstrucción posbélica.

    29

  • Esta definición parece no diferenciar claramente los conceptos de reconstrucción y

    rehabilitación en los términos mencionados anteriormente y muestra la rehabilitación como

    un puente entre acciones de emergencia y acciones de desarrollo, lo cual no es del todo

    apropiado, pues la rehabilitación antes de ser un puente o un punto medio, entre una y otra

    intervención es el marco atemporal (presente en el corto y el largo plazo) que determina los

    fines de dichas acciones, en otras palabras, la rehabilitación establece los parámetros

    generales, los fines y objetivos en los que deben moverse las intervenciones de emergencia

    a corto plazo y las intervenciones de desarrollo a largo plazo. Cuando Pérez de Armiño dice

    que el objetivo de la rehabilitación es sentar las bases que permitan el desarrollo,

    aprovechando la experiencia y los resultados del trabajo de emergencia previamente

    realizado, parece contradecir la concepción del contiguum humanitario pues se ven

    diferenciados compartimentos estancos sucesivos en el tiempo entre emergencia –

    rehabilitación (como puente) - y desarrollo como instancia final.

    Tal vez por esa razón, Armiño, en el mismo texto, afirma:

    Existe una cierta confusión conceptual, pues la definición de lo que es la

    rehabilitación no está plenamente consolidada, siendo la que hemos ofrecido antes

    una entre otras posibles. En efecto, para algunos la rehabilitación se limitaría a los

    aspectos sociales, culturales e institucionales, a diferencia del concepto de

    reconstrucción, que aplican al ámbito físico y económico. Otros, por el contrario,

    adoptamos una definición amplia de rehabilitación, abarcando todas las esferas.

    Otra posible distinción que algunos formulan entre ambos conceptos es no ya

    temática, sino cronológica: la rehabilitación sería el ámbito de trabajo

    inmediatamente posterior a un desastre, mientras que la reconstrucción vendría

    detrás de aquélla y tendría una mayor duración. Para muchos, no obstante, tal

    distinción no es pertinente y ambos niveles de actuación compartirían el mismo

    marco cronológico.

    30

  • Así las cosas, se puede definir la rehabilitación, acorde a los planteamientos propuestos,

    como el marco general que establece los objetivos y fines desde el punto de vista humano,

    social e institucional del proceso con el que se llevan a cabo los planes estratégicos de

    emergencia a corto plazo y los planes de desarrollo sostenible a largo plazo cuando tiene

    lugar un conflicto o desastre humanitario. Lo mismo se puede afirmar de la reconstrucción

    en lo que toca con los aspectos físicos y de infraestructura.

    También podemos definir el posconflicto, recogiendo los elementos mencionados en este

    capítulo, como el período de tiempo que procede a la terminación del conflicto armado en

    sentido parcial (para el combatiente que estando en curso la confrontación ya no participa

    de ella) y en sentido total (cuando hay una terminación total de la confrontación armada ya

    sea por la derrota de una de las partes o por un acuerdo de paz), determinado por las

    circunstancias mismas del conflicto, el origen, cultura e idiosincrasia de los sujetos

    intervinientes y en el cual se trazarán las metas de reconstrucción y rehabilitación, que

    se ejecutarán en planes estratégicos de emergencia a corto plazo y desarrollo a largo plazo,

    con el fin de detener la proliferación de conflictos y de atender en forma adecuada e

    integral a las víctimas generadas por la confrontación.

    31

  • 3. CONTEXTO: UNA MIRADA AL CONFLICTO COLOMBIANO

    Sin pretender una relación minuciosa de hechos, ni un análisis detallado de las causas

    remotas y próximas que se han propuesto del conflicto armado en Colombia, se considera

    necesario hacer un acercamiento al mismo, que permita contextualizar ciertos parámetros

    de pensamiento en el posconflicto (como el de la cooperación internacional y el

    tratamiento específico de las víctimas), escenario en el cual se deben concretar las acciones

    de ayuda, rehabilitación y desarrollo de las que se habló en el Capitulo I sobre las Bases

    teóricas del posconflicto.

    Considerado una manifestación normal de las comunidades humanas, de acuerdo con

    Alejo Vargas32, el conflicto debe ser entendido como una expresión de la diversidad y la

    complejidad que caracteriza a los individuos y a las relaciones que entre ellos se tejen,

    determinadas por los múltiples intereses, expectativas y perspectivas que los miembros de

    la colectividad tienen frente a diferentes causas de carácter económico, político, social,

    religioso o cultural, entre otras; favoreciendo en esta medida la configuración de espacios

    de oposición en los que se presentan diferentes alternativas para asumir y dirimir la

    controversia entre los grupos de presión que en mayor o menor medida se organizan en

    medio de la divergencia social.

    Comprendido de esta forma el conflicto, ha sido recurrente el empleo del recurso de la

    guerra, como una de las expresiones de la violencia para alcanzar mayor poder en el

    escenario político, en este sentido Alejo Vargas plantea: “[...] una distinción entre dos

    dimensiones de las relaciones sociales. Por un lado, la dimensión conflicto, que implica un

    campo de enfrentamientos sociales alrededor del cual hay posibilidades de arribar a la

    negociación entre los actores que se miran a sí mismos como adversarios. Por el otro, la

    dimensión contradicción, que hace referencia a ese campo de los enfrentamientos en torno

    a demandas y reivindicaciones políticas y sociales que, ya sea por las prácticas

    32 Vargas, Alejo, “Las Fuerzas Armadas en el Conflicto Colombiano. Antecedentes y perspectivas”. Bogotá-Colombia, Intermedio Editores, 2002

    32

  • antagonistas o por las imágenes que subyacen del otro (percibido como enemigo), hacen

    casi ilusorios los espacios de acuerdo y dan margen al enfrentamiento, caracterizado por

    la primacía de la coerción. Aquí la utilización de la violencia se convierte en un elemento

    fundamental.” 33

    El caso colombiano caracterizado por más de cuatro décadas de conflicto armado, que

    actualmente se encuentra en proceso de profundización, bajo el análisis propuesto por el

    mencionado autor, permite ser considerado bajo la perspectiva de la dimensión

    contradicción, pues resulta evidente que las partes involucradas en el conflicto no

    reconocen en el otro un contradictorio con el cual pueden reconciliar intereses opuestos en

    un escenario sociopolítico diferente de la confrontación armada, la cual se constituye

    aparentemente como la única herramienta posible para concretar sus propósitos de

    dominación e imposición sobre el otro.

    Con el fin de dar una idea clara y somera del conflicto armado colombiano y sus actores, a

    continuación se hace una descripción, siguiendo el estudio de Alejo Vargas en su texto El

    conflicto armado colombiano y sus perspectivas.34

    La confrontación armada en Colombia que surgió hacia los años 60, marcado por la

    Operación Marquetalia de 1964, y con gran influencia del bipartidismo y su violencia

    asociada, dada desde la década anterior. Ya en los 90 se dan particularidades que llevan a

    caracterizar a los grupos armados, los cuales, a lo largo del desarrollo del conflicto llegan a

    ser de tres tipos fundamentales: guerrillas, autodefensas y Fuerza Pública.

    Las guerrillas han tenido un proceso de expansión territorial, orientado a obtener control

    sobre poderes regionales y locales y alcanzando el dominio territorial, aún de manera

    transitoria. La expansión se ha venido dando hacia áreas estratégicas de confrontación,

    militarmente hablando.

    33 Ibid, p. 227 34 VARGAS. Alejo. El conflicto armado colombiano y sus perspectivas. Disponible también en versión HTML en : http://www. ub.es/solidatitat/observatori/esp/colombia/análisis/conflicto.htm#anchor636877

    33

  • Por su parte, las autodefensas han propendido por la legitimación en los territorios donde se

    encuentran, siendo líderes de reivindicaciones sociales, con sentido crítico hacia el Estado y

    sus Fuerzas Armadas.

    La Fuerza Pública sigue una táctica defensiva para proteger instalaciones fijas

    (especialmente de ataques terroristas), pero sin tener definido un ataque militar de manera

    que se configura como fuerza pasiva. El efecto de esto se da en dos sentidos respecto de la

    población: el acomodamiento con la guerrilla o al apoyo a las autodefensas como las únicas

    capaces de derrotar a la guerrilla.

    En el último Gobierno el fortalecimiento de la Fuerza Pública ha sido mayor en la medida

    que se ha considerado que su papel es indispensable en el marco de seguridad democrática

    propuesto por Álvaro Uribe Vélez.

    El crecimiento de las organizaciones de actores armados ilegales demuestra que el conflicto

    se está generalizando teniendo un determinante: lucha por dominio territorial consolidando

    el poder en los territorios conquistados y disputando los que están dominados por el

    adversario. Este fenómeno se ve en el área rural, pero además hay una tendencia a

    posicionarse en espacios urbanos, aquellos tradicionalmente aislados del conflicto.

    Además, se ha visto como el espacio electoral ha tomado otra connotación, pues si bien

    antes era protegido o, al menos, respetado por organizaciones tales como el ELN y las

    FARC-EP al punto de lograr treguas en período electoral para facilitar los comicios, hoy en

    día se han visto acciones para impedir que las jornadas se lleven a cabo o para intimidar a la

    población. De esta manera se afecta el ejercicio democrático que es básico en una

    rehabilitación institucional.

    Este panorama, al parecer, permite entender la estrecha relación que existe entre conflicto y

    violencia en el contexto colombiano, donde diversos conflictos por los que atraviesan los

    miembros de la sociedad son desplazados en buena parte al reducido plano de la violencia35

    física, lo cual limita la posibilidad de crear alternativas menos excluyentes que permitan 35 Cfr: RICHES. David. “El fenómeno de la violencia”. Madrid -España. Ediciones Pirámida, S.A. 1998

    34

  • asumir y encontrar salidas para avanzar en la solución de los problemas que subyacen a la

    reacción violenta, y que no pueden ignorarse sin que inevitablemente se sigan favoreciendo

    las condiciones para la reproducción y agudización de posteriores conflictos.

    Continuando con el acercamiento al conflicto armado nacional, es importante referir en

    síntesis a diversos factores considerados como detonantes de este fenómeno. De un lado, se

    cuentan actores que concurren en la utilización de la violencia como medio para conseguir

    sus objetivos opuestos. Por el otro, factores de carácter histórico relacionados con el

    recurrente empleo de la violencia para conseguir objetivos políticos, estructuras

    económicas y sociales excluyentes, una estructura democrática formal, pero utópica,

    representada en la práctica por una cultura autoritaria que generalmente se ha considerado

    dominada por los partidos políticos tradicionales, caracterizados estos últimos no por una

    ideología de colectividad necesariamente, sino por ciertas relaciones de poder a su vez

    condicionadas por una clase social concreta y los aspectos específicos relacionados con la

    aparición de las organizaciones de guerrillas en el territorio nacional. Finalmente y como

    factores que contribuyen a su reproducción, se encuentran el negocio del narcotráfico,

    como medio para financiar las actividades militares de las guerrillas, la crisis del Estado,

    patología compartida por las diferentes naciones latinoamericanas, representada en el

    colapso del aparato judicial, la corrupción administrativa y su débil autonomía política en el

    orden internacional, explicada esta última por la evidente autoridad hegemónica ejercida

    por Estados Unidos.

    La anterior perspectiva corresponde a un análisis del conflicto armado nacional que ha sido

    compartido por un número importante de violentólogos, historiadores e incluso politólogos,

    no sólo nacionales como Alejo Vargas o Alfredo Rangel36, sino extranjeros, que han

    producido una vasta literatura sobre el tema de la violencia política en Colombia,

    evidenciando una estrecha relación, directamente proporcional, entre la agudización de la

    36 Al respecto Alfredo Rangel afirma que el conflicto armado colombiano “ (...) se trata de una prolongada guerra interna que ha sido cruzada por una gran multiplicidad de factores de orden político, social, económico e histórico, los cuales han intervenido tanto en su gestación y permanencia como en su evolución reciente...” en RANGEL. Alfredo, “ Guerra Insurgente: conflictos en Malasia, Perú, Filipinas, El Salvador y Colombia” pág. 421. Bogotá-Colombia, Intermedio Editores. 2001

    35

  • crisis económica, política y social, y el correlativo aumento de la violencia armada en

    Colombia. Un planteamiento de este tipo resultaría alentador pues permitiría concluir que

    eliminando los factores estructurales del conflicto, desaparecería el enfrentamiento armado.

    Pero un análisis menos auspicioso que se presenta como una crítica a la perspectiva antes

    mencionada, (considerada poco profunda o inocente), desestima con fuertes argumentos la

    relación que se pretende establecer entre la crisis del actual sistema socio-político y

    económico y el recrudecimiento del conflicto armado.

    Al considerar un examen comparado de conflictos armados en el mundo, Malcom Deas,

    historiador inglés, experto en el tema de la violencia en Colombia, llega a conclusiones

    desconcertantes en cuanto a la complejidad del conflicto armado en Colombia y la

    dificultad de relacionarlo necesariamente con la crisis de legitimidad del Estado, de la

    democracia y de la pobreza como tradicionalmente han coincidido numerosos estudiosos

    del tema.

    Aunque no se brindan respuestas definitivas y por el contrario se invita a la reflexión sobre

    el complejo problema de la violencia política en Colombia, este análisis tal vez escéptico

    permite, como el mismo Malcom Deas afirma, que el estudio de la violencia, considerada

    no sólo desde la realidad actual, sino desde sus antecedentes y perspectivas, se presente

    como un reto intelectual sobre el cual no se ha dicho la última palabra, y que aun no ha

    agotado su análisis. Sin embargo, Deas no es el único que ha llegado a estas conclusiones,

    porque en un sentido similar se han pronunciado autores como Fernando Gaitán37,

    economista colombiano. Ambos, en sus investigaciones, también describen una Colombia,

    que ha tenido periodos de relativos índices bajos de violencia y con una realidad socio-

    política y económica38 compleja, pero en todo caso no muy diferente de la que han tenido

    37 DEAS, Malcom, GAITAN, Fernando, “Dos ensayos especulativos sobre la violencia en Colombia”, Tercer Mundo Editores, Bogotá –Colombia, 1995 38 “(...) se observa que la violencia no ha impedido el desarrollo económico. El promedio de crecimiento del PIB del 4.6 % en los últimos treinta años no muestra evidencia de que exista una restricción al crecimiento por parte de la violencia. Incluso los periodos de mayor crecimiento del PIB percápita ( 1950-1955 y 1970-1908) han estado acompañados de una tendencia fuerte al alza de la taza de violencia.” Al respecto ver :

    36

  • que padecer otras sociedades, no sólo latinoamericanas, sino incluso europeas como el caso

    de Irlanda del Norte, que paradójicamente no han desarrollado una guerra interna tan

    intensa y de tan largo aliento como la nacional.

    Un enfoque como este implica un análisis aun más complejo de un eventual escenario

    posbélico, porque cuestionando seriamente las que al parecer se muestran como las

    contundentes causas del conflicto colombiano, parecería que no es claro a qué o a quién

    responsabilizar de la prolongada violencia. En esta medida intentar adelantar el arduo

    proceso de rehabilitación que desde perspectivas como la del “nuevo humanitarismo”

    insisten en la trascendencia del análisis de las causas del conflicto, toda vez que se debe

    procurar su eliminación con el fin de disponer las condiciones que garanticen una paz

    duradera y la eliminación del caldo de cultivo de nuevas dificultades sociales y políticas,

    demanda un conocimiento mucho más profundo de este peculiar conflicto armado, por un

    lado, y de otro, un conocimiento de la forma en que se logre la terminación del

    enfrentamiento. En cuanto a este último aspecto, Roy Licklider afirma que el problema del

    fin de las guerras civiles no es simplemente lograr que la gente deje de matarse, si los

    actores involucrados en el conflicto continúan viviendo en el mismo Estado, (de acuerdo

    con las investigaciones sólo se han presentado cinco casos de separación política después

    de una guerra civil entre 1945 y 1994). El problema más complejo y a la vez interesante,

    será el de crear un Estado en el cual antiguos enemigos puedan trabajar juntos. 39 El mismo

    autor en su obra The Consequences of Negotiated Settlements in Civil Wars, se refiere a la

    hipótesis de R. Harrison Wagner, quien concluye con un análisis sofisticado que los

    acuerdos negociados tienden a crear situaciones de tensión en el poder, los cuales dificultan

    un trabajo eficiente del gobierno, mientras que la victoria militar, supone la eliminación de

    una de las estructuras organizadas, haciendo menos probable el resurgimiento de una guerra

    civil.40 En el mismo sentido, se presentan argumentos de otros profesionales en la materia,

    Juan Luis Londoño “Ante las cinco aperturas, Medellín abre su futuro”, en Medellín: Alternativas de futuro, Medellín, 1992 citado en Ibíd., p.400 39 LICKLIDER. Roy. “ The Consequences of Negotiated Settlements in Civil Wars, 1945-1993. American Political Science Reeview 89 (3), September 1995. p.684. –Traducción libre- 40 Ibid. p. 684 –Traducción libre-

    37

  • quienes afirman que los acuerdos negociados, que ponen fin a una guerra civil y reparten el

    poder, son más vulnerables, (dando lugar al renacimiento de la contienda), en comparación

    con el efecto de la victoria militar del establecimiento de poder.

    Bajo esta perspectiva, el diagnóstico del eventual escenario posconflicto, que puede

    considerarse dentro cualquiera de las siguientes dos probabilidades: un acuerdo conseguido

    a través de una victoria militar de cierto actor sobre otro, bien sea una victoria militar de la

    guerrilla, cualquiera que esta sea, sobre las Fuerzas Militares, o de estas últimas sobre las

    primeras. O en segundo lugar el silenciamiento de las armas como consecuencia de la

    superación política negociada del conflicto interno, determinará la debilidad o fortaleza de

    los diferentes actores al enfrentar la situación posterior al conflicto, especialmente en lo

    relacionado con el proceso de consolidación de la democracia, lo cual resultará

    determinante para la implementación de políticas para las víctimas resultantes del conflicto

    armado.

    Sin embargo, las características que han determinado a las guerrillas en Colombia no han

    permitido que se conviertan en una alternativa real de poder, incluso se habla de una

    “insurgencia crónica” para caracterizar “un movimiento o conjunto de movimientos

    insurgentes que, habiendo sobrepasado el estadio inicial de surgimiento, logran

    expandirse y consolidarse, sin que ello signifique una capacidad real para derrocar el

    poder instituido y constituirse como un nuevo régimen”41. Pizarro Leongómez al analizar el

    contexto en el que se ha desarrollado y se ha consolidado la insurgencia en Colombia,

    considera que el conflicto colombiano se encuentra en una situación de “empate negativo”

    que en sus términos consiste en que “uno de los dos actores enfrentados, en este caso el

    Estado, tiene una superioridad estratégica clara; pero, por diversos factores, no esta en

    capacidad de liquidar a su adversario”. 42 Por lo anterior, se considera que a pesar de la

    trascendencia que ha tenido la insurgencia en la historia política, económica y social de

    41 PIZARRO LEONGÓMEZ, Eduardo. “Insurgencia sin revolución”. Tercer mundo editores / IEPRI UN. Bogotá, 1996. Pág. 210. 42 Ibid., pág. 231

    38

  • Colombia, la prolongación del conflicto durante tanto tiempo, aunque ha puesto en

    evidencia no sólo una fuerte crisis de representatividad, además de una aguda crisis de

    autoridad y de legitimidad institucional, no permite concluir que la insurgencia no pueda

    ser derrotada militarmente por el ejército del Estado con todo y los altos costos que esta

    decisión conllevaría en vidas y en recursos gestionados a través de cooperación

    internacional e invertidos en gasto militar.

    Bajo este panorama de violencia, parece que sólo se podría empezar a hablar de la

    iniciación de un periodo de posconflicto después de que se logre la concertación de las

    partes en conflicto mediante la iniciación de un proceso de paz, o como consecuencia de un

    acuerdo que resulte de la disminución militar que consiga el ejército regular sobre la

    insurgencia, presionando de esta forma un acercamiento entre las partes y un posterior

    acuerdo, (estrategia que responde a la actual.política de seguridad democrática diseñada por

    el Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez43), que en cualquier caso deberá reflejar

    contenidos democráticos menos etéreos.

    Considerando que la salida al conflicto se puede asimilar a una transición entre un régimen

    político y otro, lo cual podría constituir una transición a la consolidación de una democracia

    menos formal y más concreta, de lograrse un acuerdo ya sea como consecuencia de una

    victoria militar o de un acuerdo negociado, según Felipe Agüero, citado por Alejo Vargas

    en su obra sobre Las Fuerzas Armadas en el conflicto armado colombiano, se estaría

    hablando de un periodo de transición entendido “como aquella situación en que una

    democracia, una vez establecida, es sustentada por la dimensión actitudinal de los

    ciudadanos, por el comportamiento efectivo de los principales grupos sociales y políticos

    organizados, y carece de impedimentos formales -enclaves autoritarios- que limiten la

    autoridad ejercida por representantes elegidos”44

    43 Al respecto ver la propuesta de Plan Nacional de Desarrollo PND, 2002-2004, Hacia un Estado Comunitario.y el Manifiesto democrático, los 100 puntos de Álvaro Uribe Vélez. 44 Op cit. VARGAS VELÁSQUEZ, Alejo, Las Fuerzas Amadas en el conflicto colombiano : antecedentes y perspectivas. p.383-387

    39

  • Es precisamente esa transición a una nueva construcción de democracia la que deberá darse

    en el escenario posconflicto, en el que se implementen programas integrales de asistencia y

    ayuda a las víctimas del conflicto, entendiendo como víctimas no sólo a los actores

    armados involucrados en el mismo, entre estos las Fuerzas Militares y de Policía, sino

    incluso a la sociedad civil que necesariamente se ha convertido en destinatario de la guerra.

    En todo caso hablar de posconflicto no implica de ninguna manera la eliminación total de

    los detonantes de la guerra, pero al menos implica pensar y generar espacios no violentos

    para la audición, confrontación y análisis de las diferencias entre grupos sociales

    considerados marginados por factores como la pobreza o la exclusión

    Pretender lo contrario, es decir; la consolidación de escenarios de convivencia en armonía

    social absoluta, antes de generar plena satisfacción debería traer desconfianza,

    especialmente entre quienes se empeñan en creer y fortalecer la democracia y el respeto por

    las diferencias de cada persona como parte integrante y determinante de la sociedad. Son

    precisamente regímenes dictatoriales y autoritarios en los cuales se pueden analizar

    periodos de tensa clama y una supuesta estabilidad en el orden social, conseguido con altos

    costos en cuanto a vulneración de derechos fundamentales.

    El profesor Boaventura de Sousa Santos45 en un escrito titulado Pluralismo jurídico,

    Escalas y Bifurcación, recogido por el Instituto Ser de Investigación e incluido en el libro

    Conflicto y Contexto, se refiere a los que él considera los “tres grandes elementos

    estructurales del derecho: la retórica, la violencia y la burocracia, -al respecto menciona

    cómo los sistemas jurídicos- mezclan cada vez más la posibilidad de que la retórica se

    convierta en violencia, y al mismo tiempo que la violencia se convierta en retórica. “ Sobre

    este particular Boaventura explica como hay argumentos que conducen al otro al silencio,

    45 Doctor en sociología de la Universidad de Yale. Profesor catedrático en la facultad de economía de la Universidad de Coimbra, director del Centro de Estudios Sociales y del Centro de Documentación 25 de Abril de la Universidad de Coimbra.

    40

  • como cuando “una argumentación conduce al gay al silencio o silencia al gay, la retórica

    es violenta”.

    En un país como el Colombiano en el cual se distingue una fuerte interculturalidad, en

    términos del profesor Sousa Santos, la retórica puede ser una forma de violencia simbólica,

    la conciliación puede ser la continuación de la violencia por otros medios46, lo que refleja la

    complejidad del análisis y la implementación de mecanismos alternativos en la resolución

    de conflictos, presupuestos de gran importancia al considerar políticas de Estado sobre

    reconstrucción y rehabilitación.

    46 DE SOUSA SANTOS. Boaventura, “Pluralismo jurídico, escalas y bifurcación”. En : Conflicto y Contexto, Resolución alternativa de conflictos y contexto social. Tm Editores/Instituto SER de investigaciones / COLCIENCISA, Programa de Reinserción. Bogotá, 1997. Pág. 63 y ss.

    41

  • 4. REHABILITACIÓN INSTITUCIONAL47

    La reconstrucción y la rehabilitación en el posconflicto no son conceptos nuevos, de hecho,

    han sido usados por el Banco Mundial desde 1995, significando la reconstrucción del

    marco socioeconómico de una sociedad.

    Sin embargo resulta necesario dar mayor alcance a la aplicación de estos conceptos ya que

    en un escenario de posconflicto armado se requiere de una estrategia clara y una capacidad

    que esté a la altura de las necesidades para poder llevar a cabo no sólo la reconstrucción

    física sino especialmente el proceso de rehabilitación que deberá integrar los siguientes

    ejes institucionales:

    4.1 SEGURIDAD

    Se trata ante todo de seguridad pública en sentido genérico, la cual comprende tanto la

    seguridad personal que brinda el Estado al garantizar derechos individuales, como la

    seguridad pública específica al mantener el orden público48.

    Esta seguridad pública puede atender a dos modelos49. Uno, el de la seguridad democrática

    que parte de los derechos de la persona y la persona como base de toda seguridad que antes

    de estatal es ciudadana, priorizando la necesidad de paz de los individuos y de vida en

    condiciones de dignidad humana. Otro, la doctrina de la seguridad nacional según la cual se

    busca preservar las instituciones públicas combatiendo al enemigo con base en la fuerza

    militar del Estado. Este enemigo, durante la guerra fría, se daba en términos de la relación

    47 Los deberes del Estado, se derivan de obligaciones legales, responsabilidad colectiva y solidaridad social: Artículo 3 Numeral 2 de la declaración sobre Justicia y Asistencia a las Víctimas. Ver Anexo 2. 48La Constitución, La Justicia y la Seguridad. Santa Fe de Bogotá: Universidad de los Andes, 1987. p.23. 49Cfr. BORDA MEDINA, Ernesto. Seguridad Ciudadana para la Paz En: Revista Javeriana Vol. 132 No. 651, 1999. p. 37-54.

    42

  • capitalismo-comunismo, pero ya en la posguerra y especialmente en Latinoamérica, se

    observa un enemigo interno.

    Resulta entonces pertinente considerar las anteriores nociones de seguridad para analizar las

    funciones de la Fuerza Pública:

    La Constitución Política de Colombia, en el Título correspondiente a la Rama Ejecutiva

    dedica el Capítulo 7 a la Fuerza Pública50, la cual está integrada de manera exclusiva por las

    fuerzas militares permanentes que comprenden el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, y

    por la Policía Nacional. A las fuerzas militares se asigna la finalidad de defender la

    soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional,

    mientras que la Policía Nacional tiene el fin de mantener las condiciones necesarias para el

    ejercicio de los derechos y libertades públicas, y para asegurar que los habitantes de

    Colombia vivan en paz. Es así como a este último cuerpo armado permanente de naturaleza

    civil se le encarga de la seguridad democrática, mientras que a las fuerzas militares se les

    orienta a la seguridad nacional.

    Pese a esta consagración constitucional, la realidad fáctica muestra qu