renuncia benedicto xvi

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La primera dimisión en seis siglos Lo decidió en México ANTE UN CONSISTORIO ordinario el sumo pontífice anunció que el 28 de febrero deja su cargo; “ ya no tengo fuerzas para ejercer la enorme tarea que se pide a un Papa”, expresó Por Lizeth Gómez De Anda > [email protected] L os cardenales estaban reunidos en el Consistorio ordinario y anunciaban las próximas beatificaciones y canoniza- ciones. De pronto el desconcierto se apoderó de los purpurados al escuchar las 25 palabras que empezaron a cambiar la historia. “Siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renun- cio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro”, anunció ayer Benedicto XVI, en un hecho que no ocurría desde hace casi 700 años, cuando dimitió Gregorio XII, en 1415. Un rumor de asombro recorrió la sala. el Papa quería informarles personalmente que así lo ha- bía resuelto hacía ya casi un año, durante su vi- sita a México y a Cuba, en marzo de 2012. Y así lo confirmó el editorial de L’Osservatore Romano. Ya antes había insinuado que podría dejar el papado. En 2010, en una entrevista con el pe- riodista alemán Peter Seewald, para el libro La luz del mundo, dijo: “Cuando un Papa alcanza la clara conciencia de que ya no es física, men- tal y espiritualmente capaz de llevar a cabo su encargo, entonces tiene en algunas circunstan- cias el derecho, y hasta el deber, de dimitir”. Pero el padre Federico Lombardi —vocero del Vaticano— dijo que no. Que aun- que Benedicto XVI aceptó la viabilidad de una renuncia, también dejó claro entonces que “un pastor nunca huye de los lobos y ni deja el re- baño solo”. Pero ayer el Sumo Pontífice leyó el texto en latín —como lo dicta el canon pontificio— de la Declaratio escrita de su puño y letra. Su voz firme y serena cortaba el silencio irreal, cuando explicó las razones de su decisión. Al concluir las palabras del Papa, en medio de un ambiente de tristeza, el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio cardenalicio, tomó inmediatamente la palabra a nombre de todos los purpurados. “Santidad, amado y venerado sucesor de Pe- dro, como un relámpago en el cielo sereno ha resonado en este aula su conmovido mensaje. Lo hemos escuchado con sentimiento de estu- por, casi del todo incrédulos”, dijo. Además de la edad —tiene 84 años, la mis- ma que Juan Pablo II cuando murió— y los pro- blemas de salud, Benedicto ha sido vencido por el Vaticano: su pontificado ha transitado entre luchas internas para atacar sus intentos de limpiar la Iglesia de pederastia y corrupción. Tras su renuncia, Ratzinger se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo hasta que sea elegido su sucesor y se terminen las obras de rehabilitación de un convento de monjas. Ayer las palabras del Papa resonaron en las paredes del Vaticano, el mismo lugar en el que casi ocho años atrás inició su pontificado. Un cargo para el que, varias veces confesó, preferi- ría no haber sido elegido. “Queridísimos hermanos, los he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avan- zada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministe- rio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacu- dido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi in- capacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de for- ma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y de- berá ser convocado, por medio de quien tiene competencia, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice. Queridísimos hermanos, les doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que han llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuida- do de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”. La Razón|Martes 12.02.2013 Renuncia Benedicto XVI

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Renuncia Benedicto XVI

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Page 1: Renuncia Benedicto XVI

La primera dimisión en seis siglos

Lo decidió en MéxicoAnte un Consistorio ordinario el sumo pontífice anunció que el 28 de febrero deja su cargo;

“ ya no tengo fuerzas para ejercer la enorme tarea que se pide a un Papa”, expresóPor Lizeth Gómez De Anda >[email protected]

Los cardenales estaban reunidos en el Consistorio ordinario y anunciaban las próximas beatificaciones y canoniza-ciones. De pronto el desconcierto se

apoderó de los purpurados al escuchar las 25 palabras que empezaron a cambiar la historia.

“Siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renun-cio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro”, anunció ayer Benedicto XVI, en un hecho que no ocurría desde hace casi 700 años, cuando dimitió Gregorio XII, en 1415.

Un rumor de asombro recorrió la sala. el Papa

quería informarles personalmente que así lo ha-bía resuelto hacía ya casi un año, durante su vi-sita a México y a Cuba, en marzo de 2012. Y así lo confirmó el editorial de L’Osservatore Romano.

Ya antes había insinuado que podría dejar el papado. En 2010, en una entrevista con el pe-riodista alemán Peter Seewald, para el libro La luz del mundo, dijo: “Cuando un Papa alcanza la clara conciencia de que ya no es física, men-tal y espiritualmente capaz de llevar a cabo su encargo, entonces tiene en algunas circunstan-cias el derecho, y hasta el deber, de dimitir”.

Pero el padre Federico L ombardi —vocero del Vaticano— dijo que no. Que aun-que Benedicto XVI aceptó la viabilidad de una renuncia, también dejó claro entonces que “un

pastor nunca huye de los lobos y ni deja el re-baño solo”.

Pero ayer el Sumo Pontífice leyó el texto en latín —como lo dicta el canon pontificio— de la Declaratio escrita de su puño y letra. Su voz firme y serena cortaba el silencio irreal, cuando explicó las razones de su decisión.

Al concluir las palabras del Papa, en medio de un ambiente de tristeza, el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio cardenalicio, tomó inmediatamente la palabra a nombre de todos los purpurados.

“Santidad, amado y venerado sucesor de Pe-dro, como un relámpago en el cielo sereno ha resonado en este aula su conmovido mensaje. Lo hemos escuchado con sentimiento de estu-

por, casi del todo incrédulos”, dijo.Además de la edad —tiene 84 años, la mis-

ma que Juan Pablo II cuando murió— y los pro-blemas de salud, Benedicto ha sido vencido por el Vaticano: su pontificado ha transitado entre luchas internas para atacar sus intentos de limpiar la Iglesia de pederastia y corrupción.

Tras su renuncia, Ratzinger se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo hasta que sea elegido su sucesor y se terminen las obras de rehabilitación de un convento de monjas.

Ayer las palabras del Papa resonaron en las paredes del Vaticano, el mismo lugar en el que casi ocho años atrás inició su pontificado. Un cargo para el que, varias veces confesó, preferi-ría no haber sido elegido.

Benedicto xvi, ayer, cuando anunció su renuncia al papado.

“Queridísimos hermanos,los he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.

Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avan-zada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministe-rio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.

Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacu-dido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi in-capacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.

Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de for-ma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y de-berá ser convocado, por medio de quien tiene competencia, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, les doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que han llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.

Ahora, confiamos la Iglesia al cuida-do de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”.

La Razón|Martes 12.02.2013

Renuncia Benedicto XVI

Page 2: Renuncia Benedicto XVI

Momentos favorablesrazon.com.mx

02 La Razón|Martes 12.02.2013

Renuncia Benedicto XVI

la dimisión de Ratzinger posibilita que su sucesor no sea europeo; el brasileño Braz de aviz es uno de los favoritos; también se menciona a los africanos Turkson y arinze

Gianfranco Ravasi

Ha sido ministro de Cultura del

Vaticano desde el 2007, popular

ante los ateos. País: Italia

Edad: 70 años

Peter Turkson Es el princi-pal candidato africano. Jefe de la oficina de justicia y paz del Vaticano.País: GhanaEdad: 64 años

Christoph Schoenborn El arzobispo de Viena figura como papable desde los 90, cuando editó el catecismo.País: AustriaEdad: 67 años

Luis Tagle Colaborador de Benedicto XVI luego de trabajar con él en la Co-misión Teológica Internacional.País: FilipinasEdad: 55 años

Jaime Ortega AlaminoMáxima autori-dad de la Iglesia católica en la isla, fue elevado a cardenal en 1994.País: CubaEdad: 76 años

Angelo Scola Arzobispo de Milán espe-cializado en la promoción del entendimiento entre cristianos y musulmanes. País: Italia Edad: 71 años

Timothy Dolan Arzobispo de Nueva York, po-pular por su sen-tido del humor y ser personaje mediático.País: Estados UnidosEdad: 62 años

Odilo Pedro Scherer

Es el candidato latinoamerica-no más fuerte.

Arzobispo de Sao Paulo.

País: BrasilEdad: 63 años

Leonardo Sandri

Tuvo el tercer puesto en impor-

tancia en el Va-ticano, como su jefe de gabinete

en 2007.País: Argentina

Edad: 69 años

Marc Ouellet Es el jefe de la

Congregación de Obispos. Alguna

vez dijo que convertirse en

Papa “sería una pesadilla”

País: Canadá Edad: 68 años

Joao Braz de Aviz

Líder del depar-tamento vatica-no de Congrega-

ciones Religiosas, basado en la

teología para la liberación.

País: BrasilEdad: 65 años

Francis Arinze

Cardenal cerca-no a Juan Pablo

II; condena el divorcio, el abor-to y las uniones homosexuales.

País: Nigeria Edad: 81 años

Se abren puertas para el primer Papa americano

italianos, para completar los 120 carde-nales electores, lo que no quita peso a la decisión del país peninsular por el nuevo Papa, pues el 25 por ciento de 62 votan-tes europeos es de ese país. El resto de los integrantes se dividen en 21 latinoame-ricanos (entre ellos tres mexicanos); 14 de Norteamérica; 11 de África; 11 de Asia y sólo uno de Oceanía.

Además, los grandes electores cobran fuerza en el proceso, pues además de papables, pueden persuadir a sus homó-logos para sufragar por su favorito, como ocurrió con Cristoph Schoenborn, en 2005, cuando se eligió a Ratzinger.

En unos veinte días los cardenales se deberán encerrar en la Capilla Sixtina hasta proclamar: “habemus papam!”, para tener al líder católico que dirija las homilías de pascua.

BrasilOdilo SchererJoao Braz

CanadáMarc Ouellet

GhanaPeter Turkson

ArgentinaLeonardo Sandri

AustriaChristoph Schoenborn

FilipinasLuis Tagle

Los papablesNombres que se difunden de los posibles sucesores:

CubaJaime Ortega

EUTimothy Dolan

NigeriaFrancis Arinze

ItaliaAngelo ScolaGianfranco Ravasi

Protocolo»La Santa Sede convoca al Cole-gio Cardenalicio para el cónclave.

»Los cardenales se encierran en la Capilla Sixtina para la votación.

»A medida que se cuentan los votos se colocan en un hornillo para su incineración.

»El cardenal con dos tercios de los votos será el sucesor.

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2005 El 19 de abril el alemán, Jose-ph Ratzinger es elegido Papa; adopta el nombre de Benedicto XVI. Participa en los cónclaves de los Papas Juan Pablo I y Juan Pablo II.

En agosto, el Sumo Pontífice visita la sinagoga de Colo-nia, Alemania, y condena el nazismo. Seis años después publica la segunda parte de su libro Jesús de Nazaret.

En octubre, Proclama los primeros cinco santos de su pontificado, entre los elegidos se encuentra el jesuita chileno Alberto Hurtado Cruchaga.

2006El 1 de marzo, el Papa renuncia al título de Patriarca de Occidente, con este gesto intenta eliminar la rivalidad con-tra el Oriente. Y de esa manera estimular el camino ecuménico.

El primero de diciembre un viaje del Papa a Turquía se convierte en una visita conciliadora, al orar con el Gran Mufti de Estambul en dirección a la Meca, en la Mezquita Azul.

2005En un documento prohíbe a los seminarios admitir a hombres con “tendencias homosexuales”. Asociacio-nes de gays y lesbianas conside-ran este paso una “señal fatal”.

2006Exige al mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, que renuncie “a todo ministe-rio público” al ser investigado por supuestos abusos sexuales.

El 9 de septiembre en su ciudad natal, Bavaria, cita a un empera-dor bizantino del siglo XIV, que dijo que el Islam sólo había traído maldad al mundo, en su discurso.

El 28 de mayo viaja a Polonia y visita el campo de exterminio nazi de Auschwitz. El discur-so que da defrauda a los judíos porque no menciona el antisemitismo cristiano.

2008Profesores de la Univer-sidad La Sapienza, en Roma, se oponen a la conferencia que dictaría el Papa, por considerar-se ofendidos y humillados como científicos ante su visita.

Momentos delicados

Por Anabel Clemente Trejo >[email protected]

La renuncia de Benedic-to XVI abre el debate, como ocurrió en el pa-sado cónclave, sobre si

el Vaticano está listo para elegir a su primer Papa latinoamerica-no o africano.

Latinoamérica tiene casi la mi-tad (42 por ciento) de los católicos del mundo y es, por tanto, el grupo mayori-tario entre los mil 200 millones de fieles; mientras que Europa, por ejemplo, tiene apenas el 25 por ciento.

De ahí que los papables más mencio-nados para suceder a Benedicto XVI sean el brasileño João Braz de Aviz, Leonardo Sandri, de Argentina, Peter Turkson, de Ghana, o Francis Arinze, de Nigeria, son nombres que también se mencionan para ocupar la silla de San Pedro.

Vaticanólogos también hablan de una tercera opción que no sería ni la la-tinoamericana, ni la africana, sino la nor-teamericana, con representantes como el estadounidense Timothy Dolan, Ar-zobispo de Nueva York, o el canadiense Marc Ouellet prefecto para la Congrega-ción de Obispos.

No obstante, las figuras italianas (salvo Juan Pablo II y Benedicto XVI, en los úl-timos tiempos) han predominado como vicarios de Cristo.

Angelo Scola, Arzobispo de Milán, es la gran esperanza de los italianos para re-gresar a esta nacionalidad al Santo Padre. Entre sus atributos se encuentran su lí-nea ratzingeriana y su estatura teológica.

Sin embargo, en la reunión del Colegio Cardenalicio, en noviembre pasado, se incorporaron seis miembros que no eran

Page 3: Renuncia Benedicto XVI

Twitter@Diario_La_Razon Renuncia Benedicto XVIMartes 12.02.2013|La Razón 03

Ratzinger entra al cónclave como el papable Nº 1

Fue el único cardenal que habló públicamente antes del encierroSe presentó como candidato de la continuidad de Juan Pablo II

Fue negra la primera fumarola

Por Pablo HiriartEn el Vaticano *

Después de la misa de hoy en la Basílica de San Pedro, en la que fue el centro de atención de la prensa mundial y sobre todo de sus 114 colegas cardenales que lo acompañaron en la liturgia, se puede decir sin sombra de dudas que el alemán

Joseph Ratzinger entró al cónclave como el papable número uno.

Al final del día, sin embargo, una fumarola negra que esca-pó por la estrecha chimenea de hojalata que sale del tejado de la Capilla Sixtina avisó a la multitud congregada en la Plaza del Vaticano que “la voluntad del espíritu santo” no era tan expedita y que nadie gana a la primera.

Sin demérito de lo que ocurra en las siguientes horas, este cónclave inició bajo el sello rudo del prefecto de la Congrega-ción de la Doctrina y de la Fe, Joseph Ratzinger.

Es el decano del Colegio cardenalicio. Es de los pocos que ha participado en la elección de un Papa, y sabe mejor que muchos cómo se da ese proceso en que los cardenales optan por uno de ellos para sentarlo en el trono de San Pedro. Es vis-to como el candidato de la continuidad de uno de los Papas más queridos de la historia, Juan Pablo II.

Además, tuvo el privilegio de ser el único cardenal al que sus 114 colegas electores escucharon hoy dar su visión de la Iglesia en el mundo antes de entrar al cónclave. Cuando ingre-saron a las votaciones, la última palabra que oyeron sobre su misión en la Tierra fue la de Joseph Ratzinger.

En su homilía de esta mañana, Ratzinger pintó en dos cuar-tillas y media un retrato de lo que sería su papado. Rechazo a la modernización bajo el lema de una Iglesia adulta. “Iglesia adulta no es la que sigue una moda ni la última novedad, sino la que tiene una fe profundamente arraigada en la misericor-dia de Cristo”, dijo.

Quedó claro que hoy Ratzinger le dijo al mundo y a los car-denales presentes que él es el candidato de la continuidad de Juan Pablo II.

En punto de las diez de la mañana inició la procesión de cardenales en la Basílica de San Pedro rumbo al altar para la misa que marcó el inicio del cónclave y, gracias a una confu-sión fortuita con unos Legionarios de Cristo, fue posible en-trar hasta la mitad de la nave central y permanecer pegados al pasillo por donde iban pasando uno a uno los cardenales electores.

Vimos a Norberto Rivera Carrera avanzar con expresión serena, y a otros sonrientes pero con movimientos faciales nerviosos, como el cardenal hondureño Andrés Rodríguez Madariaga. La tensión andante era el Vicario de Roma, Ca-milo Ruini, la segunda carta de la curia romana en caso de que Ratzinger sea frenado por los cardenales que quieren la renovación de la Iglesia.

Al final de los 115 cardenales que iban dejando tras de sí un familiar olor a ropa recién planchada, entró Ratzinger con su estampa de Papa medieval y la mirada fija pero muy distante de todos los presentes. Mientras caminaba, fue posible reco-nocer la inconfundible mirada del poder, clavada en el trono de San Pedro.

Luego de la misa, quedó abierta al público la Basílica con sus 500 columnas, sus treinta cúpulas, sus 430 estatuas y sus 40 altares menores.

Afuera de la Basílica todo es espera, especulación y en-tusiasmos nacionalistas de los que llegan con banderas a la explanada de la Plaza de San Pedro. Toluqueños con una bandera de México comenzaron a corear el futbolero “Mé-xi-co-Mé-xi-co” frente a un grupo que venía con la bandera de Portugal, mientras los hondureños hacían ondear la suya junto a un contingente de africanos que saltaba con su ban-dera verde y blanca.

Y allá arriba, del lado derecho si se mira de frente a la Ba-sílica, está el Palacio Apostólico, donde viven los Papas. Ese edificio principal de la ciudad del Vaticano tiene 12 mil 523 ventanas, pero poco más de una docena miran hacia la Plaza de San Pedro, Y de esas pocas ventanas, una es la importante: la habitación y el despacho de los Papas de la cristiandad.

Hoy, sólo esa ventana tenía las persianas abiertas. Por ahí el Papa imparte la bendición los domingos. Y por ahí se han asomado los Pontífices no sólo a bendecir al pueblo católico, sino a cuestiones más terrenales como Pío XII, que a las seis de la mañana con dos minutos salía a su ventana a respirar “el aire vivo y helado de la desierta Plaza de San Pedro” y dos minutos después desaparecía en el interior de su recámara, como lo apuntó hace casi medio siglo un reportero colombia-no de nombre Gabriel García Márquez.

A esa ventana con persianas abiertas que teníamos enfren-te de nosotros, Paulo VI le abría el pestillo para ventilar su es-tudio al cabo del cigarrillo número diez que se fumaba todos los días de su pontificado. Bastante menos que la cajetilla que fumaba diario antes de ser elegido Papa.

Esa ventana, la única abierta el día de ayer, era la que casi siempre tenía la luz encendida durante el papado de Juan XXIII.

El grueso y bonachón Pontífice se acostaba a las diez de la noche y dormía únicamente tres horas, pues su despertador sonaba a la una de la madrugada porque a esa hora le gusta-ba leer y escribir. A las seis reposaba media hora y proseguía su trabajo en alguna de las mil 400 habitaciones del Palacio Apostólico o despachaba citas en paseos prolongados por al-gunos de sus 20 patios interiores.

En eso estábamos hoy buena parte de los tres mil 500 pe-riodistas acreditados para cubrir el cónclave: observando la

Plaza que se llenaba de fieles y de curiosos. Unos, los de las grandes cadenas de televisión apostados en tiendas de cam-paña en la loma de la Universidad Urbaniana, espacio por el que pagan diez mil dólares al día a fin de tener la instantánea del humo blanco.

En la Plaza de San Pedro, otros contingentes de fotógrafos menos presuntuosos esperan con paciencia de pescadores re-costados en el obelisco que está en el centro de la explanada.

Ese obelisco, de 23 metros de altura y 320 toneladas de peso no tiene inscripciones antiguas que le dé algún valor vi-sible a su desabrida longitud. Pero tiene su historia: Calígula lo trajo de Egipto y luego Nerón lo puso en su circo, ahí en la colina vaticana, donde fueron sacrificados cristianos, some-tidos a suplicios inhumanos, pues el emperador los acusó del incendio de Roma.

Ahí, presumiblemente delante de ese obelisco fue sacrifi-cado Pedro. Y por eso remata con una cruz en la punta: es la victoria de los cristianos sobre la persecución de ese empera-dor sanguinario que se clavó la espada no muy lejos de aquí, donde ahora se levanta el altar de Santa María del Popolo.

De pronto, a las ocho de la noche con cinco minutos, luego de una hora y quince minutos de votación, se oyen gritos y la gente corre hacia las pantallas gigantes porque de la chime-nea de la Capilla Sixtina sale un hilo de humo que no se sabe si es blanco o es negro.

Por todos los lados de la Plaza se siente el alborozo y los gritos de emoción ante la fumarola que empezó blanca y al cabo de una confusión de diez segundos se puso negra como el carbón.

Nada por hoy. Y las banderas se recogen mientras la multi-tud se retira en un mar de especulaciones sobre si la oportu-nidad de Ratzinger se había quemado al no ganar a la primera, con todo el impulso que traía.

“No todo está perdido para quienes desean una Iglesia más cercana a las preocupaciones de los fieles, que se abra al mun-do moderno, que recuerde que fue fundada por el hijo de un carpintero y la estructuró en la Tierra un humilde pescador galileo”, nos dice un laico que nos acompaña de manera oca-sional en el trayecto de regreso al hotel.

“Ningún favorito pierde a la primera”, nos había dicho un sacerdote español en el centro de la Plaza.

Y ahí se quedó vacía la Plaza de San Pedro, esa que tiene el obelisco que recuerda a los cristianos que con su muerte triunfaron, como Pedro y Pablo, cuyas estatuas permanecen ahí.

Vacía se quedó la Plaza de San Pedro, esa que en 1492 fue escenario de una corrida en la que se lidiaron cinco toros bra-vos por órdenes del Papa Alejandro VI para festejar la expul-sión de los moros de España.

*Por el valor histórico que tiene (y por haber merecido el Premio Nacional de Periodismo 2006) publicamos este reportaje de Pablo Hiriart, escrito durante su cobertura como enviado especial del periódico Crónica al cónclave en que fue elegido Joseph Ratzinger. Esta historia aparece en el libro “Algo se desvanece: reportajes por medio mundo”, editado por Cal y Arena

PremIo NacIoNal de PerIodISmo 2006

Page 4: Renuncia Benedicto XVI

razon.com.mx

04 La Razón|Martes 12.02.2013

Renuncia Benedicto XVI

Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, cuyo carisma es la palabra, con la clari-dad y honestidad que le han caracteri-zado durante su vida, se constituyó en vocero de sí mismo y comunicó su re-nuncia en un mensaje sin dobleces. No existe una sola razón para no creer en sus palabras. Su pequeño texto se sinte-tiza en dos ideas: coherencia y humildad. Recomiendo, antes que nada, la lectura atenta de lo que Ratzinger en efecto dijo.

Su renuncia es producto de un largo y sereno proceso de oración y discerni-miento por el cual llegó a la convicción de que ya no está en plena capacidad para enfrentar las responsabilidades que implica el Papado. Su salud se ha deterio-rado con rapidez en los últimos meses, según explicó.

Acorde a sus palabras, el ministerio de San Pedro es un servicio (eso quiere decir ministerio) de naturaleza espiritual, que requiere de un gran vigor “del cuerpo y del espíritu” para anunciar el Evangelio con obras y palabras, también sufriendo y rezando. Es decir, no es un hueso polí-tico, ni debe ser entendido como el ejer-cicio del poder cual si fuera el trabajo de un gobernante de un Estado cualquiera. La teología que subyace al mensaje va muy acorde a las razones del Evangelio: se sirve donde Dios manda, cuando Dios llama y mientras Dios quiere. Se requiere de inmensa humildad para darse cuenta de esto. Se confirma una vez más que la grandeza de un hombre es del tamaño de su humildad.

La decisión, explica en su mensaje, la ha tomado con “plena libertad”. En esto consiste la tan llevada y traída libertad de los hijos de Dios, de la cual nos habla el Nuevo Testamento, y no en el cum-plimiento de caprichos personales a la moda. Con la misma libertad termina su mensaje agradeciendo por el amor y el trabajo de quienes le han apoyado en el ejercicio del Ministerio.

Empiezan las especulaciones sobre el futuro de la Iglesia. Las cosas que se

La renuncia de Benedicto XVI ha despertado diversas especulacio-nes. Por decirlo de alguna mane-ra, el chisme se apoderó de Radio Pasillo. Es indispensable salir al

paso de la conseja mediática para escuchar al emisario del mensaje y comprender las con-secuencias para la Iglesia Católica.

Twitter: @trasjor

un rayo cayó ayer sobre la Basílica de San Pedro, tras la renuncia del Papa.

“Gracias a la renun-

cia, se podrá llevar a cabo una sucesión pontificia muy ordenada, fue-ra de especula-ciones, evitan-do la pausa de incertidumbre causada, de manera natu-ral, cuando el Sumo Pontífice va perdiendo sus facultades”

“Su dimisión es producto de

un largo proceso de discernimiento por el cual llegó a la con-vicción de que ya no está en capacidad para enfrentar las responsa-bilidades que implica el Papado”pueden leer son en verdad sorprenden-tes. Ni la Iglesia se encuentra al borde del abismo, ni la renuncia implica un radical cambio dentro la catolicidad. Antes bien, consolida una herencia y mete orden a la sucesión pontificia. Me explicaré.

La herencia de Benedicto es múltiple entre lo cual cabe destacar, en primer lugar, su magisterio, es decir, que en el te-rreno de las palabras le devolvió a la Igle-sia el habla y, con ello, claridad en su mi-sión y mensaje. Es imperativo decir bien las cosas llamando siempre a la razón, sin

ocultar identidades, sin negociar el Evan-gelio. Tal y como nos dijo en su viaje a México, es necesario meterle inteligencia a la religión para que entren en contacto fe y razón. Católicos descafeinados, inca-paces de transmitir el mensaje con clari-dad, no le quitan el sueño a nadie.

Benedicto XVI deja una Iglesia en mucho mejor condición que hace ocho años. Emprendió reformas disciplina-rias y litúrgicas de gran calado que pu-sieron a la Iglesia dentro de la ruta co-rrecta; pero sobre todas las cosas llevó a buen término el legado del Concilio Vaticano II. Sus últimas acciones se aso-cian directamente a la celebración del año de la fe y el sínodo ordinario de obispos para la Nueva Evangelización. La Iglesia recuperó su palabra, está co-rrigiendo lo que en disciplina y liturgia era necesario y tiene clara su misión para el tercer milenio.

Nada más fuera de la lógica que esos escenarios catastrofistas que más pare-cen expresiones de malos deseos que análisis serenos. Antes bien, sucede lo contrario a una tragedia. Gracias a la re-

Foto

> EFE

Un acto de confianza en Dios, por amor a la Iglesia

SalyTierraPor Jorge E. Traslosheros

Ni la iglesia se encuentra al borde del abismo, ni la renuncia implica un radical cambio dentro de la catolicidad. Antes bien, consolida una herencia y mete orden a la sucesión pontificia

nuncia, se podrá llevar a cabo una suce-sión pontificia muy ordenada, fuera de especulaciones, evitando la pausa de in-certidumbre causada, de manera natural, cuando el Sumo Pontífice va perdiendo sus facultades. El Papa Ratzinger no deja en manos ajenas el gobierno de la Iglesia. Renuncia cuando aún puede decir su pa-labra fiel al ministerio de san Pedro.

Algo muy digno de ser considerado. El Colegio de Cardenales que elegi-rá al nuevo Papa está formado, en su mayoría, por personas nombradas por Benedicto y formadas ya dentro de los lineamientos del Concilio. Si los electo-res comprenden bien el mensaje de la renuncia, entonces elegirán un hombre con gran capacidad de gestión, juven-tud y vigor. La Iglesia, es muy probable, contará con el primer Papa ya pertene-ciente a las nuevas generaciones. Un dato de la mayor relevancia.

La razón que explica la renuncia de Benedicto XVI me parece contundente: es un acto de confianza en Dios por amor a la Iglesia. El presente y futuro de la Igle-sia es claro y cierto.

Page 5: Renuncia Benedicto XVI

Twitter@Diario_La_Razon

05Martes 12.02.2013|La Razón

Renuncia Benedicto XVI

Más allá del carisma teológico-inte-lectual de Benedicto XVI, muy distinto del carisma de líder social de Juan Pablo II, pero no menos valioso y oportuno, la noticia ha recorrido todos los medios de comunicación con una movilización his-tórica. De repente el teólogo, el intelectual, el panzer cardinal, rompía los esquemas y nos llevaba a una dimensión nueva y humilde del papado, mostrando que la sucesión de Pedro sigue caminando en el tiempo, pero a las personas que la de-tentan les pueden llegar la enfermedad y el cansancio, y renuncia observando con claridad que el mundo está sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, en el que él ya ha llegado al límite.

Después de la renuncia de Celestino V, en el año 1295, no se había producido una decisión personal de estas dimen-siones por parte de un Papa. 718 años son mucho tiempo para un hecho de por sí insólito. Es cierto que ha habido otras renuncias, pero ninguna con esta fuerza histórica y una repercusión mediática tan impactante. A sus 86 años el Papa parece dar un claro mensaje de haber cumplido su misión y haber cerrado un ciclo. Sus encíclicas, sus libros, sus viajes, su deter-minación en el tema de la pederastia, su trabajo por la unidad de los cristianos y su catequesis continua son la clara muestra de haberse entregado durante 7 años al papado en cuerpo y alma, pero las fuer-zas ya no dan más. ¿Hay algo más normal?

Para toda la opinión pública el mo-mento es tan relevante que permite dife-rentes valoraciones. Para los que hablan continuamente de la perpetuidad del poder en la Iglesia es un signo de revita-lización. Para los que consideraban que el papado sobrepasaba las realidades hu-manas es una llamada al realismo. Para los que tildan de conservador al Papa, una innovación. Para los católicos, un

Joseph Ratzinger volvió a sorprender al mundo al anunciar su retiro como Obispo de Roma. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi con-ciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avan-zada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente

el ministerio petrino. Inesperado, sorprendente. Un signo de sensibilidad y sensatez difícil de ver en el riguroso protocolo vaticano.

Joseph rATZINGer, ayer en el Vatica-no al pronunciar su mensaje, después de una reunión con los cardenales.

“Es cierto que ha habido otras

renuncias pero nin-guna con esta fuerza histórica y una reper-cusión mediática tan impactante. A sus 86 años, el Papa parece dar un claro mensaje de haber cumplido su misión y haber cerrado un ciclo”

Foto

> AP

“Es precisamen-te Joseph Rtzin-

ger, el que parecía nunca cambiar de opinión, el que apor-ta esta nueva lección a la historia de la Iglesia, porque quizá también para un gran pontífice del pensa-miento lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos… y dejar una imagen de la Iglesia más humana”

Papa y hombre

Para los que hablan continuamente de la perpetuidad del poder en la Iglesia es un signo de revitalización. Para los que consideraban que el papado sobrepasaba las realidades humanas es una llamada al realismo

Columna InvitadaPor Carlos Herrero

signo más de los tiempos en los que se descubren las perspectivas humana y divina de la Iglesia. Para el Vaticano en general, un testimonio de humildad se-rena. Para muchos, una pérdida de poder o una cesión ante la enfermedad.

El hecho y la inesperada forma en que se ha comunicado tomaron por sorpresa a todos, incluido al director de la oficina de prensa del Vaticano, Federico Lombar-di. Benedicto XVI lleva meditando esta decisión mucho tiempo porque no es un hombre precipitado. Parece que la deci-sión se tomó después del viaje a México y Cuba. Difícil de determinar. Interpretacio-nes caben muchas, pero la más lógica es la

que él mismo expone, la falta de fuerzas para seguir adelante, sin más.

Es fácil pasar la página rápidamente para ver los siguientes capítulos, los pro-cesos previstos en estos casos, la lista de papables, las impresiones de propios y extraños, el lugar de retiro, su condición eclesiástica futura, si él votará o no en el cónclave. La información es hoy rápida e inmediata y con frecuencia se deja poco tiempo para la reflexión, pero esta deci-sión lo exige sin lugar a dudas. La Iglesia se debe repensar a sí misma y Benedicto XVI es el primero en hacerlo. Dios es eter-no, pero lo demás tiene límites.

El 28 de febrero dejará la sede de Pedro e iniciará un cónclave. Todo pen-sado, todo estructurado, sin sobresaltos ni pesares, sin aderezos ni rebuscamien-tos. La Iglesia no se quedará sin cabeza ni antes ni durante ni después. Un paso histórico que se realiza con sencillez y agilidad en el tiempo.

Es precisamente Joseph Ratzinger, el que parecía nunca cambiar de opinión, el que aporta esta nueva lección a la his-toria de la Iglesia, porque quizá también para un gran pontífice del pensamiento lo nuestro es pasar, pasar haciendo cami-nos… y dejar una imagen de la Iglesia más humana, más cercana, más “sin fuerzas”, capaz de acercarse a cada ser humano con una sensibilidad nacida del realismo.

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06 La Razón|Martes 12.02.2013

Renuncia Benedicto XVI

Mil archivos de complots, pederastia, corrupción…Paolo Gabriele, el hombre que ayudaba a desvestirse al Papa, filtró informes que cimbraron la iglesia

Por Lázaro González >[email protected]

Paolo Gabriele, el mayordomo de Benedicto XVI, tenía en su casa más de un millar de documen-tos privados del máximo jerarca

de la Iglesia católica. Había de todo: In-formes sobre un complot para asesinar al Papa; denuncias contra sacerdotes mexicanos por delitos sexuales; anoma-lías en compras y obras de la Santa Sede; corrupción en el Banco del Vaticano…

Joseph Ratzinger estaba rodeado de lobos y ahora todo se sabía.

El escándalo, llamado Vatileaks, es-talló en mayo del año pasado. Gianluigi Nuzzi publicó el libro Su santidad, las cartas secretas de Benedicto XVI. En él reveló las intrigas de la Santa Sede y los líos sexuales del cura mexicano Marcial Maciel. Era una filtración inédita.

El libro describía además las manio-bras y confabulaciones en Roma e incluía informes internos enviados al Papa sobre políticos italianos, como Silvio Berlusco-ni, y el presidente de la República, Giorgio Napolitano. Todo estaba en misivas con-fidenciales dirigidas a Benedicto XVI y a Georg Gänswein, su secretario personal.

Gänswein, un alemán de 57 años, 1.80 de estatura, cuerpo de atleta, pelo rubio y ojos claros, era desde hacía nueve años el asistente particular de Ratzinger y su único antídoto contra el aire envenenado en la Santa Sede.

Cuando Georg vio publicadas las car-tas más confidenciales intercambiadas entre él y Benedicto XVI, supo enseguida que el traidor era alguien muy cercano. Alguien de la familia, la familia pontificia, la del Papa...

Ahí estaba Paolo Gabriele, quien des-de hacía seis años le daba los buenos días al Papa; lo ayudaba a vestirse y a celebrar la misa; lo acompañaba además en todas las audiencias públicas y privadas; le ser-

El VatileaksÉstos son los seis personajes involucrados en el robo de documentos.

vía el café, el vino...; lo acompañaba en sus paseos por el jardín y al caer la noche le ayudaba a desvestirse para irse a la cama. “Buenas noches, Santidad”, le de-cía siempre antes de salir de la habitación del Pontífice. Pero la noche del martes 22 de mayo fue la última de Paolo Gabriel en aquella habitación.

Al día siguiente la Gendarmería del Vaticano lo detuvo. Él era el cuervo, el traidor. De su casa tres policías se lleva-ron todo en 82 cajas de cartón, incluso el Playstation de su hijo. Según la declara-ción de los tres oficiales, Paolo guardaba más de un millar de documentos priva-dos del Papa. Había papeles reservados y firmados por Benedicto XVI: desde los

asuntos de la banca de la Santa Sede has-ta misivas sobre la masonería, el esoteris-mo, el cristianismo, el yoga, el budismo…

El viernes 25 la noticia se supo. “El mayordomo del Papa fue detenido por filtrar documentos secretos”, titularon los diarios impresos y digitales de todo el mundo.

Luego los periodistas buscaron imáge-nes del traidor. No fue difícil. Bastó mirar las fotos del Papamóvil. Ahí, en todas las impresiones, estaba Paolo. Mientras el Papa repartía bendiciones, el “fiel” mayordomo estaba atento, listo, con un gesto serio, para cualquier petición del Santo Padre; y por la noche decirle siem-pre: “Buenas noches, Santidad”.

18meses de cárcel recibió Paolo por el hurto, pero fue

perdonado por el Papa

Secretos al descubierto

»Infor-mes de un complot

para asesinar a Benedicto XVI

»Corrup-ción en com-pras y obras

en la Santa Sede»Denuncias a sacerdotes mexicanos

involucrados en delitos sexuales.

»Preocupa-ción por el manejo del

Banco del Vaticano »Hechos de nepotismo y de tráfico de

influencia»Intrigas en el ejercicio del poder in-

terno y para definir la sucesión del Papa

»Rechazo a un pedido de ETA sobre el

fin de la violencia

Benedicto XVI

Papa Afectado por las revela-

ciones

Ettore Gotti

TedeschiPresidente del Banco

del Vaticano. Es acusado de filtrar

documentos Tarcisio Bertone

Secretario de Estado del Vaticano

Criticado por las cartas revela-

das

Georg Gänswein

Secretario per-sonal del Papa. Detectó la vul-nerabilidad de

Ratzinger

Paolo GrabrieleMayordomo

Acusado de filtrar correspondencia

confidencial

Gianluigi Nuzzi

Autor del libro Su santidad, las cartas

secretas de Benedic-to XVI.

2007 Durante una misa celebrada en marzo pasado en Roma el Sumo Pontífice afirma que “el infierno existe y es eterno para los que cierran el corazón al amor de Dios”.

El 26 de junio suprime la elec-ción de Papa por mayoría sim-ple. Ahora el sucesor debe ser elegido por mayoría de dos tercios en todas las votaciones.

El 28 de octubre aprobó la mayor beatificación en la his-toria de la Iglesia, al proclamar beatos a 498 españoles asesinados en la Segunda República y la Guerra Civil.

2008El 5 febrero el Papa cambia una oración en latín para la misa tradicional del Viernes Santo. Borra una referencia en contra de los judíos y los llama a aceptar a Jesús.

2009En el tradicional encuentro de Navidad los cardena-les, arzobispos y obispos destacan la necesidad de vivir y trabajar por la reconciliación en todos los rincones del mundo.

2009En enero el Papa provoca molestias al levantarle la excomunión a 4 obis-pos ultratradicionalis-tas, incluido uno que negó el Holocausto.

2010En su quinto años de pontificado la Iglesia enfrenta los casos de pederastia. Advierte que serán castigados los responsables.

Del 17 a al 23 de marzo realiza su primer viaje a África, en que levanta polémica al afirmar que el sida “no se combate sólo con dinero, ni con la distri-bución de preservativos”.

En octubre el Vaticano aprueba una Constitución Apostólica para acoger en la Iglesia católica a los anglicanos que así lo deseen. Los conserva-dores se pronuncian en contra.

El 6 noviembre Benedicto XVI arriba a España y muestra su desacuerdo con el aborto y los matrimonios gay, que habían sido legalizados recien-temente en el país.

el PaPa, en mayo pasado, con su mayordomo (enfrente).

Involucrados en las filtraciones

Afectados por los informes

momentos favorables

momentos delicados

Foto

>AP

Page 7: Renuncia Benedicto XVI

Twitter@Diario_La_Razon

07Martes 12.02.2013|La Razón

Renuncia Benedicto XVI

Por Nancy Escobar >[email protected]

No hay papado que no haya dejado asuntos pendientes, “pero aquí, en México, Ratzin-ger se enfrentó a un problema

terrible: la cerrazón en temas de pederas-tia”, expresó en entrevista la doctora en historia María Luisa Aspe Armella.

La especialista se refirió con ello al escándalo que sacudió la estructura de los Legionarios de Cristo, encabezados por el fallecido, y antes destituido, padre Marcial Maciel, acusado de abuso sexual de menores, incluidos sus propios hijos.

“Los tiempos de la Iglesia son otros, pero creo es vital el compromiso con las víctimas, que han sido doblemente vic-timizadas”, indicó la también presidenta del Instituto Mexicano de Doctrina So-cial Cristiana.

Desde que BenedictoXVI asumió el cargo, en 2005, atendió las denuncias por las violaciones a menores por parte de religiosos mexicanos, “y el caso que más tocó fue el de la congregación de Maciel”.

En mayo de 2010, durante ocho me-ses, cinco obispos realizaron indagacio-nes sobre dichas denuncias y concluye-ron: “Los comportamientos inmorales de Maciel se configuran, a veces, como verdaderos delitos y manifiestan una vida carente de escrúpulos”.

“Pendientes, aquí: las víctimas de abuso sexual”

Por Daniela Wachauf >[email protected]

Dos cardenales mexicanos podrán votar y ser elegidos como sucesor de Benedicto XVI, en el cónclave a

celebrarse a finales de marzo o a principios de abril. Se trata de Norberto Rivera, de 71 años, Arzobispo Primado de México, y José Francisco Robles Ortega, de 64 años, presi-dente del Consejo Episcopal Mexicano.

El arzobispo emérito Juan Sandoval Íñiguez, de 80 años participará, pero podría perder su derecho a votar por su edad, vedada en las reglas del proceso.

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Euge-nio Lira, dijo que la renuncia de Joseph Ratzinger, de 85 años, será el 28 de fe-brero a las 20:00 horas en Roma, “dando inicio a lo que se llama sede vacante para que los cardenales preparen todo lo ne-cesario y se tenga la elección de un nuevo Sumo Pontífice”.

Agregó que la dimisión fortalece la fe y se le reconoce por no haber sido un encubridor de pederastas y “también tomó decisiones muy claras en el caso de la filtración de documentos, actuando también como un hombre coherente con la fe”, expresó en conferencia el también obispo auxiliar de Puebla.

El Arzobis-po de México,

Norberto rive-ra, y el carde-

nal Francisco robles ortega

son elegibles al puesto de

sucesión

Tres mexicanos, en el cónclave

La especialista manifiesta que en el caso de esas víctimas “se les intentó ca-llar con dinero y otras cosas, como la op-ción por el silencio”.

Sin embargo, reconoce la valía del Pontífice de haber sido el primero que se hizo cargo de “temas intocables”.

Y pese a los intentos del líder del Va-ticano, en México el Episcopado incluso impidió un encuentro de perdón entre las víctimas y el Papa, en marzo de 2012.

El argumento de las autoridades eclesiástiscas mexicanas fue que los afectados ”no pidieron audiencia con antelación”.

2010En septiembre hace visita pastoral y de Estado al Reino Unido. Es la primera que efectúa un Pontífice, desde que en 1534, el entonces rey Enrique VIII repudió la jurisdicción papal en el Estado.

El 20 de noviembre inviste cardenales al español, José Manuel Estepa, al ecuatoriano Raúl Eduardo Vega, y el brasileño Raymun-do Damasceno Assis.

Promulga a motu proprio , la Ley para la prevención y lucha del blanqueo pro-veniente de actividades criminales y del financiamien-to del terrorismo en Vaticano.

2012El 6 enero Benedicto XVI nom-bra 22 nuevos cardenales, que se unen a la Santa Sede, lo que incrementa las posibilidades de que el nuevo Pontífice sea un europeo de corte conservador.

Del 23 a 28 de marzo se reúne en México con víctimas de la violencia del narcotráfico, después de hablar con firmeza contra el “mal” que significa el comercio de drogas.

2011En julio El Vaticano retira a su emba-jador de Irlanda tras una crítica sin precedentesdel Parlamento irlandés por una ola de reportes que acusaron a la Iglesia de encubrir los abusos sexuales.

2012Declara en su discurso de año nuevo al cuerpo diplomático ante El Vaticano que el matri-monio homosexual es una de las varias amenazas que enfrenta la familia tradicional.

El portavoz, Federico Lombardi, revela filtraciones de docu-mentos que hablan desde un complot para asesinar al Papa hasta denuncias de altos cargos por corrupción.

El 6 octubre un tribunal estatal encuentra al ex mayordo-mo del Papa, Paolo Gabrie-le, culpable de robar documen-tos sensibles, y lo sentencia a año y medio de prisión.

En mayo destituye al presi-dente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), Ettore Gotti Tedeschi, tras el escándalo por falta de transpa-rencia dentro de la Curia.

La Doctora María Luisa aspe declara que aunque ratzinger fue el primero en discutir sobre pederastia, en México enfrentó la cerrazón

Cardenal Norberto Rivera Carrera Arzobispo de MéxicoEs una decisión muy

valiente y llena de amor por la Iglesia; al Papa le asiste el derecho de dimitir y

estoy seguro de que él reflexio-nó largamente esta decisión en

la oración y en la intimidad”

Pido a todos los fieles cristianos que desde

ahora nos vayamos preparando en la oración para la realización

del próximo cónclave, donde los cardenales tendremos que

elegir al nuevo Pontífice”

Un Pontífice que ha sabido guiar con prudencia, hu-

mildad y fuerza a la Iglesia en momentos de crisis, viendo los problemas a la luz de la fe y con

la esperanza de que al final lo que vence es el bien, y no el mal”

benedicto XVi, el 23 de marzo de 2012, en su recorrido por las calles del Guanajuato, en su visita a México.

Enrique Peña Nieto@EPNEl Papa Benedicto XVI siem-pre ha sido amigo de México y portador de mensajes de paz y reconciliación.

Miguel Ángel Mancera@ManceraMiguelMXSin duda la renuncia de Benedicto XVI, es sorpresiva y respetable. En Marzo se elegirá Papa. Se dice pudiera ser latino su sucesor #mm

ReaccionesEl Presidente y el Jefe de Gobierno se ex-presaron en Twitter sobre la dimisión.

Foto

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rtos

curo

Page 8: Renuncia Benedicto XVI

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1. S a n

P e d r o , Roma, 33 a 67;

2. San Lino, Tosca-na, 67 a 76; 3. San ana-

cLeto, Roma, 76 a 88; 4. San cLemente, roma, 88 a 97;

5. San evariSto, Grecia, 97 a 105; 6. San aLejandro i, Roma, 105 a 115; 7. San Six to i, Roma, 115 a 125; 8. San teLeSforo, Grecia, 125 a 136; 9.

San Higinio, Grecia, 136 a 140; 10. San Pío i, Aquilea, 140 a 155; 11. San ani-ceto, Siria, 55 a 166; 12. San Sotero, Campania, 166 a 175; 13. San eLeuterio, Epiro, 175 a 189; 14. San víctor i, África, 89 a 199; 15. San ceferino, Roma, 199 a 217; 16. San caLixto i, Roma, 217 a 222; 17. San urbano i, Roma, 222 a 230; 18. San Ponciano, roma, 230 a 235; 19. San antero, Grecia, 235 a 236; 20. San fabián, Roma, 236 a 250; 21. San corneLio, Roma, 251 a 253; 22. San Lucio i, Roma,

253 a 254; 23. San eSteban i, Roma, 254 a 257; 24. San Sixto ii, Grecia, 257 a 258; 25. San dioniSio, Grecia, 259 a 268; 26. San féLix i, Roma, 269 a 274; 27. San eutiquiano, Luni, 275 a

283; 28. San cayo, Dalmacia, 283 a 296; 29. San marceLino, Roma, 296 a 304; 30. San marceLo i, Roma, 306 a 309; 31. San euSebio, Grecia, 309a 311; 32. San meLquiadeS, África, 311 a 314; 33. San SiL-

veStre i, Roma, 314 a 335; 34. San marcoS, Roma, 336; 35. San juLio i, Roma, 337 a 352; 36. Liberio, Roma, 352 a 366 37. San dámaSo i, Roma, 366 a 384; 38. San Siricio, Roma, 384 a 399; 39. San anaStaSio i, Roma, 399 a 401; 40. San inocencio i, Albano,

401 a 417; 41. San ZóSimo, Grecia, 417 a 418; 42. San bonifacio i, Roma, 418 a 422; 43. San ceLeStino i, Campania, 422 a 432; 44. San Sixto iii, Roma, 432 a 440; 45. San León i eL magno, Toscana, 440 a 461; 46. San HiLario, Cerdeña, 461 a 468; 47. San SimPLicio,

Tívoli, 468 a 483; 48. San féLix iii, Roma, 483 a 492; 49. San geLacio i, África, 492 a 496; 50. anaStaSio ii, Roma, 496 a 498; 51. San Símmaco, Cerdeña, 498 a 514; 52. San HormiSdaS, Frosinone, 514 a 523; 53. San juan i, Toscana, 523 a 526; 54. San féLix iv, Samnio,

526 a 530, 55. bonifacio ii, Roma, 530 a 532; 56. juan ii, Roma, 533 a 535; 57. San agaPito i, Roma, 535 a 536; 58. San SiLverio, Frosi-none, 536 a 537; 59. virgiLio, Roma, 537 a 555; 60. PeLagio 1, Roma, 556 a 561; 61. juan iii, Roma, 561 a 574; 62. benedicto i, Roma, 575 a 579; 63. PeLagio ii, Roma, 579 a 590; 64. San gregiorio i eL magno, Roma,590 a 604; 65. Sabiniano, Toscana, 604 a 606; 66. bonifa-cio iii, Roma, 607; 67. San bonifacio iv,Abruzos,608 a 615; 68. San adeodato i, Roma, 615 a 618; 69. bonifacio v, Nápoles, 619 a 625; 70. Honorio i, Campania, 625 a 638; 71. Severino, Roma, 640; 72. juan iv, Dalmacia, 640 a 642, 73. teodoro i, Jerusalén, 642 a 649; 74. San martín i, Todi, 649 a 655; 75. San eugenio i, Roma, 654 a 657; 76. San vitaLiano, Segni, 657 a 672; 77. adeodato, Roma, 672 a 676; 78. dono, Roma, 676 a 678; 79. San agatón, Sicilia, 678 a 681; 80. San León ii, Sicilia, 682 a 683; 81. San benedicto ii, Roma, 684 a 685; 82. juan v, Siria, 685 a 686; 83. conón, Sicilia, 686 a 687; 84. San Sergio i , Siria, 687 a 701; 85. juan vi, Grecia, 701 a 705; 86. juan vii, Grecia, 705 a 707; 87. SiSinio, Siria, 708; 88. conStantino, Siria, 708-715; 89. San gregorio ii, Roma, 715 a 731; 90. San gregorio iii, Siria, 731 a 741; 91. San ZacaríaS, Grecia, 741 a 752; 92. eSteban ii, Roma, 752 a 757; 93. San PabLo i, Roma, 757 a 767; 94. eSteban iii, Sicilia, 768 a 772; 95. adriano i, Roma, 772 a 795; 96. San León iii, Roma, 795 a 816; 97. eSteban iv, Roma, 816 a 817; 98. San PaScuaL i, Roma, 817 a 824; 90. eugenio ii, Roma, 824 a 827, 100. vaLentín, Roma, 827, 101. gregorio iv, Roma, 827 a 844, 102. Sergio ii, Roma, 844 a 847, 103. San León iv, Roma, 847 a 855, 104. benedicto iii, Roma, 855-858, 105. San nicoLáS i eL magno, Roma, 858 a 867, 106. adriano ii, Roma, 867 a 872, 107. juan viii, Roma,

872 a 882, 108. marino i, Toscana, 882 a 884, 109. San adriano iii, Roma, 884 a 885, 110. eSteban v, Roma, 885 a 891, 111. formoSo, Ostia, 891 a 896; 112. bonifacio vi, Roma, 896; 113. eSteban vi, Roma, 896 a 897; 114. romano,

Toscana, 897; 115. teodoro ii, Roma, 897; 116. juan ix, Tívoli, 898 a 900; 117. benedicto iv, Roma, 900 a 903; 118. León v, Ardea, 903; 119. Sergio iii, Roma, 904 a 911; 120. anaStaSio iii, Roma, 911 a 913; 121. Landon, Sabina,

913 a 914; 122. juan x, Bolonia, 914 a 928, 123. León vi, Roma, 928; 124. eSteban vii, Roma, 929 a 931; 125. juan xi, Roma, 931 a 936; 126. León vii, Roma, 936 a 939; 127. eSteban viii, Roma, 939 a 942,

128. marino ii, Roma, 942 a 946; 129. agaPito ii, Roma, 946 a 955; 130. juan xii, Roma, 955 a 964; 131. León viii, Roma, 963 a 965; 132. benedicto v, Roma, 964 a 965; 133.

juan xiii, Roma, 965 a 972; 134. benedicto vi, Roma, 973 a 974; 135. benedicto vii, Roma, 974 a 983; 136. juan xiv, Pavia, 983 a 984; 137. juan xv, Roma, 985 a 996; 138. gregorio v, Sajonia, 996 a 999; 139. SiLveStre ii, Aquitania, 999 a

1003; 140. juan xvii, Roma, 1003; 141. juan xviii, Roma, 1003 a 1009; 142. Sergio iv, Roma, 1009 a 1012; 143. benedicto viii, Roma, 1012 a 1024;

144. juan xix, Roma, 1024 a 1032;145. benedicto ix, Roma, 1032 a 1044;146. SiLveStre iii, Roma, 1045; 147. benedicto ix,

roma, 1045; 148. gregorio vi, roma, 1045-1046; 149. cLemente ii, Sajonia, 1046-

1047;150. benedicto ix, Roma, 1047-1048; 151. dámaSo ii, Tirol, 1048; 152. San León ix, Alsacia, 1049-1054; 153. víctor ii, Alema-nia,1055-1057; 154. eSteban ix, Lorena, 1057-1058; 155. nicoLáS ii, Borgo-ña, 1059-1061; 156. aLejandro ii, Milán, 1061-1073; 157. San gregorio vii, Toscana, 1073-1085; 158. víctor iii, Benevento, 1086-1087; 159. urbano ii, Francia,

1088-1099; 160. PaScuaL ii, Ravena, 1099-1118; 161. geLaSio ii, Gaeta, 1118-1119; 162. caLixto ii, Borgoña, 1119-1124; 163. Honorio ii, Imola, 1124-1130; 164. inocencio ii, Roma,

1130-1143; 165. ceLeStino ii, Umbría, 1143-1144; 166. Lucio ii, Bolonia, 1144-1145; 167. euge-nio iii, Pisa, 1145-1153; 168. anaStaSio iv, Roma, 1153-1154; 169. adriano iv, Inglaterra, 1154-1159;

170. aLejandro iii, Siena, 1159-1181; 171. Lucio iii, Lucca, 1181-1185; 172. urbano iii, Milán, 1185-1187; 173. gregorio viii, Benevento, 1187; 174. cLemente iii, Roma, 1187-1191; 175. ceLeStino iii, Roma, 1191-1198; 176. ino-

cencio iii, Roma, 1198-1216; 177. Honorio iii, Roma, 1216-1227; 178. gregorio ix, Anagni, 1227-1241; 179. ceLeStino iv, Milán, 1241; 180. inocencio iv, Génova, 1243-1254; 181. aLejandro iv, Roma, 1254-1261; 182. urbano i v ,

Francia, 1261-1264; 183. cLemente iv, Francia, 1265-1268; 184. gregorio x, Piacenza, 1271-1276; 185. inocencio v, Saboya, 1276; 186. adriano v, Génova, 1276; 187. juan xxi, Lisboa, 1276-1277; 188. nicoLáS iii, Roma, 1277-1280; 189.

martín iv, Francia, 1281-1285; 190. Honorio iv, Roma, 1285-1287; 191. nicoLáS iv, Áscoli, 1288-1292; 192. San ceLeStino v, moLiSSe, 1294; 193. bonifacio viii, Anagni, 1294-1303; 194. benedicto xi, Treviso, 1303-1304; 195. cLemente v, Francia, 1305-1314; 196. juan xxii, Francia, 1316-1334; 197. benedicto xii, Francia, 1334-1342;

198. cLemente vi, Francia, 1342-1352; 199. inocencio vi, Francia, 1352-1362; 200. urbano v, Francia, 1362-1370; 201. gregorio xi, Francia, 1370-1378;202. urbano vi, Nápoles, 1378-1389; 203. bonifacio ix, Nápoles, 1389-1404; 204. ino-

cencio vii, Sulmona, 1404-1406; 205; gregorio xii, venecia, 1406-1415; 206. martín v, Roma, 1417-1431; 207. eugenio iv, Venecia, 1431-1447; 208. nicoLáS v, Sarzana, 1447-1455; 209. caLixto iii, España, 1455-1458; 210. Pío ii,

Siena, 1458-1464; 211. PabLo ii, Venecia, 1464-1471; 212. Sixto iv, Savona, 1471-1484; 213. inocencio viii, Génova, 1484-1492; 214. aLejandro vi, España, 1492-1503; 215. Pío iii, Siena, 1503; 216. juLio ii, Savona, 1503-1513; 217. León x, Florencia, 1513-1521; 218. adriano

vi, Utrech, 1522-1523; 219. cLemente vii, Florencia, 1523-1534;220. PabLo iii, Roma, 1534-1549; 221. juLio iii, Roma, 1550-1555; 222. marceLo ii, Lazio, 1555; 223. PabLo iv, Nápoles, 1555-1559; 224. Pío iv, Milán, 1559-1565; 225. San Pío v, Alessandría, 1566-1572; 226. gregorio xiii, Bolonia, 1572-1585; 227.

Sixto v, Áscoli, 1585-1590; 228. urbano vii, Roma, 1590; 229. gregorio xiv, Cremona, 1590-1591; 230. inocencio ix, Bolonia, 1591; 231. cLemente viii, Florencia, 1592-1605; 232. León xi, Florencia, 1605; 233. PabLo v, Roma, 1605-1621; 234. gregorio xv, Bolonia, 1621-1623; 235. urbano viii, Florencia, 1623-

1644; 236. inocencio x, Roma, 1644-1655; 237. aLejandro vii, Siena, 1655-1667; 238. cLemente ix, Pistoia, 1667-1669; 239. cLemente x, Roma, 1670-1676; 240. b.inocencio xi, Como, 1676-1689; 241. aLejandro viii, Venecia, 1689-1691; 242. inocencio xii, Spinazola, 1691-1700; 243. cLemente xi, Urbino, 1700-1721; 244.

inocencio xiii, Roma, 1721-1724; 245. benedicto xiii, Bari, 1724-1730; 246. cLemente xii, Florencia, 1730-1740; 247. benedicto xiv, Bolonia, 1740-1758; 248. cLe-mente xiii, Venecia, 1758-1769; 249. cLemente xiv, Rímini, 1769-1774; 250. Pío vi, Cesena, 1775-1799; 251. Pío vii, Cesena, 1800-1823; 252. León xii, Spoleto, 1823-1829;

253. Pío viii, Ancona, 1829-1830; 254. gregorio xvi, Belluno, 1831-1846; 255. Pío ix, Senigallia, 1846-1878; 256. León xiii, Carpineto romano, 1878-1903; 257. San Pío x, Treviso, 1903-1914; 258. benedicto xv, Génova, 1914-1922; 259. Pío xi, Milán, 1922-1939; 260. Pío xii, Roma, 1939-1958; 261. b.juan xxiii, Bérgamo, 1958-1963; 262. PabLo

vi, Brescia, 1963-1978; 263. juan PabLo i, Belluno, 1978; 264. juan PabLo ii, Polonia, 1978-2005; 265. benedicto xvi, aLemania, 2005-2013.

La Razón|Martes 12.02.2013

Renuncia Benedicto XVI08

San Clemente I, de Roma (88 al 97)antecesor: San AnacletoSucesor: San EvaristoPapa número: 4

motivo: renunció a su cargo debido a que fue arrestado y condenado al exilio y

dejó su poder a Evaristo, para que los católicos no se quedaran sin un guía

espiritual.

Gregorio VI, de Roma(1045 a 1046)

antecesor: Benedicto IXSucesor: Clemente II

Papa número: 148motivo: Benedicto IX

quería recuperar el papado, Silvestre III no había renun-

ciado a él y Gregorio quería mantenerlo, pero fue acusado

de haberlo adquirido ilegal-mente y prefirió dimitir.

San Ponciano, de Roma(230 al 235)

antecesor: San Urbano ISucesor: San AnteroPapa número: 18

motivo: fue el primer obispo de Roma que no terminó su

papado con su muerte, pues abdicó el 28 de septiembre de 235 debido a una discor-

dia con Hipólito, que mandó a ambos al exilio a Cerdeña.

Benedicto IX, de Roma (tuvo tres periodos, pero abdicó en el se-gundo, de abril a mayo de 1045)antecesor: Silvestre IIISucesor: Gregorio VIPapa número: 145, 147 y 150motivo: fue expulsado de Roma en su primera etapa como Papa; recu-peró su cargo en 1045, pero renunció a él y lo vendió por 1500 libras.

Celestino V, de Molisse(agosto a diciembre de 1294)antecesor: Nicolás IVSucesor: Bonifacio VIIIPapa número: 192motivo: su pontificado duró menos de 5 meses, pues reconoció no estar preparado para esa responsabilidad. Fue el primer Papa que dimitía por motivos personales.

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La Razón de México. Nueva época, Año de publicación 4

Gregorio XII, de Venecia(1406 a 1415)

antecesor: Inocencio VIISucesor: Martín V

Papa número: 205motivo: vivió el Cisma de

Occidente, en el que coinci-dieron tres Papas en un año:

él, Benedicto XIII y el llamado “antipapa”, Juan XXIII. El

emperador Segismundo obligó a dimitir a los tres Pontífi-

ces, pero sólo Gregorio XII obedeció.

En la historia de la Iglesia, 7 dimisionesEn 2 mil años intrigas palaciegas y divisiones en la Iglesia han pro-vocado la dimisión de tres Papas: Benedicto IX, Gregorio VI y Gregorio XII. Dos exilios llevaron a la renuncia de Clemente I y de Ponciano. Ayer, Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, se convirtió en el segundo Pontífice en dejar el trono de San Pedro por mo-tivos personales: su edad, su salud y la falta de fuerza fueron sus razones. El otro que abandonó por decisión propia fue Celestino V, quien admitió que no estaba preparado para esa responsabilidad.

Por>Antonio Ortega

Todos los Papas1(número de PaPado). nombre, Origen, periodo;Concluyeron su encargo

SimboLogía

2(número de PaPado ). nombre, origen, Periodo; dejarón eL cargo