remoja tu dedo del pie

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Remoja tu dedo del pie. Para disminuir el dolor y la hinchazón a causa de la uña enterrada, remoja el pie que tiene la uña enterrada por unos 10 a 15 minutos en agua tibia. Llena una tina con agua tibia y añade 1 o 2 cucharadas de sales Epsom o sulfato de magnesio. Coloca tu pie en el agua y relájate mientras lo remojas. Cuando termines de remojarlo, sécalo completamente. [3] [4] Las sales Epsom ayudan a disminuir el dolor y la inflamación. Puedes seguir este procedimiento varias veces al día si sientes que el dolor se vuelve más intenso. Nunca remojes tu pie en agua caliente. Siempre debes remojarlo en agua tibia. [5] Cuando remojes tus pies, puedes mezclar agua y jabón a la vez y dejar remojar tu pie en el agua con jabón durante unos 10 minutos. Levanta el borde de la uña hacia arriba. Para liberar la presión debajo del borde de la uña enterrada, en ocasiones los médicos recomiendan levantar ligeramente la uña hacia arriba. Hazlo poniendo un poco de algodón o hilo dental debajo del borde de la uña. Con esta técnica puedes separar la uña de la piel para que ya no esté adherida a esta. Si usas algodón, puedes bañarlo en antiséptico para ayudar a disminuir el dolor y evitar infección debajo de la uña. [6] Si la uña está infectada, esto también puede ayudar a absorber la humedad que queda atrapada debajo de la uña. Si usas hilo dental, asegúrate de que no tenga aroma ni cera. No insertes ninguna herramienta de metal debajo de la uña para intentar colocar el algodón o el hilo, ya que podrías dañar más el dedo. [7] Aplícate un ungüento antibacteriano. Los ungüentos antibacterianos son buenos para tratar una uña enterrada infectada. Antes de que te apliques la crema, sécate el dedo completamente. Cubre el área infectada con una crema

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Page 1: Remoja Tu Dedo Del Pie

Remoja tu dedo del pie. Para disminuir el dolor y la hinchazón a causa de la uña enterrada, remoja el pie que tiene la uña enterrada por unos 10 a 15 minutos en agua tibia. Llena una tina con agua tibia y añade 1 o 2 cucharadas de sales Epsom o sulfato de magnesio. Coloca tu pie en el agua y relájate mientras lo remojas. Cuando termines de remojarlo, sécalo completamente.[3][4]

Las sales Epsom ayudan a disminuir el dolor y la inflamación. Puedes seguir este procedimiento varias veces al día si sientes que el dolor se vuelve

más intenso. Nunca remojes tu pie en agua caliente. Siempre debes remojarlo en agua tibia. [5]

Cuando remojes tus pies, puedes mezclar agua y jabón a la vez y dejar remojar tu pie en el agua con jabón durante unos 10 minutos.

Levanta el borde de la uña hacia arriba. Para liberar la presión debajo del borde de la uña enterrada, en ocasiones los médicos recomiendan levantar ligeramente la uña hacia arriba. Hazlo poniendo un poco de algodón o hilo dental debajo del borde de la uña. Con esta técnica puedes separar la uña de la piel para que ya no esté adherida a esta.

Si usas algodón, puedes bañarlo en antiséptico para ayudar a disminuir el dolor y evitar infección debajo de la uña.[6]

Si la uña está infectada, esto también puede ayudar a absorber la humedad que queda atrapada debajo de la uña.

Si usas hilo dental, asegúrate de que no tenga aroma ni cera. No insertes ninguna herramienta de metal debajo de la uña para intentar colocar el

algodón o el hilo, ya que podrías dañar más el dedo.[7]

Aplícate un ungüento antibacteriano. Los ungüentos antibacterianos son buenos para tratar una uña enterrada infectada. Antes de que te apliques la crema, sécate el dedo completamente. Cubre el área infectada con una crema antibacteriana. Aplica una capa gruesa de ungüento sobre el área infectada del dedo. Envuelve tu dedo con un vendaje a modo de una bandita grande para evitar que los residuos penetren la herida y mantener el ungüento en su lugar.

Usa ungüentos antibacterianos como Neosporin.[8]

Page 2: Remoja Tu Dedo Del Pie

Visita a un médico especialista en pies (podólogo). Las uñas enterradas infectadas no se deben tratar en casa, como suele hacerse con la mayoría de las heridas infectadas. Visita a un podólogo que pueda recomendarte un tratamiento para tu infección. Si la infección y la uña están en muy mala condición, tal vez necesites una cirugía menor. Sin embargo, en la mayoría de los casos los médicos realizan un procedimiento que implica un agente de adormecimiento y tratamiento a la uña.

Tal vez te receten antibióticos orales para evitar infecciones posteriores. [9][10]

Síntomas – Mucho dolor en el dedo afectado.

– Un profundo enrojecimiento en el pliegue del dedo.

– Una hinchazón alrededor de la uña.

– Sensibilidad e inflamación.

– Se puede presentar infección.

Las personas que sufren de artritis, obesidad y trastornos circulatorios (o las defensas de cuyo sistema inmunológico están bajas) son las que tienen mayor riesgo de padecer de las uñas encarnadas.

Remedios caseros para tratar las uñas encarnadas – Colocar un ajo machacado sobre el dedo afectado. Lo dejamos durante toda la noche,

colocando una venda para que se mantenga en el puesto correcto. – Otro procedimiento que es posible realizar es remojar la uña afectada en un poco de

zumo de cebolla.

– También podemos remojar la uña enferma en agua caliente con sal. Luego dejamos el dedo tapado durante toda la noche.

– El remojo de la uña afectada es el remedio casero más utilizado. Es muy efectivo hacerlo con un poco de tintura de caléndula en medio litro de agua caliente. Se deja en remojo durante aproximadamente treinta minutos. Luego el dedo se envuelve en un trozo de tela limpio. Lo dejamos así durante toda la noche y al día siguiente ya notamos la mejoría.

Page 3: Remoja Tu Dedo Del Pie

– Partir un limón y calentarlo en la estufa. Ahuecarlo un poco de manera que se pueda introducir el dedo afectado. Dejar el dedo allí durante unos veinte minutos: el limón calmará el dolor.

– Finalmente, para que el dedo se desinflame y podamos extraer la uña enterrada con mayor facilidad, tenemos que pelar y lavar una zanahoria. Se ralla y se coloca un poco sobre el dedo enfermo. Dejar actuar por lo menos durante una o dos horas.

Remedio de limón y sal Si no nos ha funcionado la técnica anterior, podemos probar también un antiguo

remedio muy efectivo y económico, ya que sólo necesitaremos medio limón y un poco de sal. Haremos un agujero en el centro de nuestro medio limón, le echaremos un poco de sal marina e introduciremos el dedo afectado. Lo dejaremos así durante 20 minutos, y lo haremos diariamente hasta que el dedo esté curado.

Tanto el limón como la sal actúan también como desinfectantes y desinflamantes.