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Las marismas cantábricas son vitales para las aves acuáticas migratorias de la ruta del Paleártico occidental. Para la espátula común destaca la importancia de Txingudi y Urdaibai, en el País Vasco, y Santoña, en Cantabria. Ofrecemos los datos del seguimiento del paso postnupcial de la especie en esos tres humedales, donde se deberían regular mejor las actividades profesionales y recreativas para evitar molestias a las espátulas. por Rafael Garaita, Juanjo Aja, Luis García Usillos, Xabier Garate y José Luis Gómez Quintas MARISMAS CANTÁBRICAS: DATOS DE SEGUIMIENTO DE LA ESPECIE EN TXINGUDI, URDAIBAI Y SANTOÑA vitales en la migración de las espátulas Una gota de agua resbala por el pico de una espátula común po- sada en el interior de un hume- dal (foto: José Pesquero).

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  • Las marismas cantbricas son vitales para las aves acuticasmigratorias de la ruta del Palertico occidental. Para la esptulacomn destaca la importancia de Txingudi y Urdaibai, en el PasVasco, y Santoa, en Cantabria. Ofrecemos los datos delseguimiento del paso postnupcial de la especie en esos treshumedales, donde se deberan regular mejor las actividadesprofesionales y recreativas para evitar molestias a las esptulas.

    por Rafael Garaita, Juanjo Aja, Luis Garca Usillos, Xabier Garate y Jos Luis Gmez Quintas

    MARISMAS CANTBRICAS:DATOS DE SEGUIMIENTO DE LA ESPECIE EN TXINGUDI, URDAIBAI Y SANTOA

    vitales en la migracin de las esptulas

    Una gota de agua resbala por elpico de una esptula comn po-sada en el interior de un hume-dal (foto: Jos Pesquero).

  • www.revistaquercus.es16 Quercus 343 - Septiembre 2014

    La esptula comn (Platalea leucorodia)es una especie de amplia distribucin pa-lertica, que nidifica en unos pocos pun-tos desde Europa hasta China, la India, elmar Rojo y el norte de frica. La actualdistribucin en pequeas poblaciones dispersases el resultado de una reduccin de su rea primi-tiva de cra, que presentaba muchas ms colo-nias, debido principalmente a las perturbacionescausadas por el hombre y a la prdida de hbitaten dcadas pasadas. De hecho, para conservado-res, responsables de la gestin de espacios natu-rales, cientficos y ornitlogos esta ave acuticaes todo un smbolo de la proteccin de las zonashmedas. Especie colonial, anida a menudo en colonias

    mixtas con otras especies acuticas como garzas,garcetas, cigeas, cormoranes o gaviotas. Nidifi-ca en rboles o a ras de suelo entre vegetacin demarisma o de dunas. Su dinmica reproductivaest muy condicionada por las inundaciones o laescasez de agua que se da algunos aos en suszonas de cra, especialmente en el mbito medi-terrneo. El xito reproductor tambin dependede la disponibilidad de alimento, la depredacin ycondiciones climatolgicas como pueden ser laslluvias intensas o las granizadas en primavera. La poblacin mundial se ha estimado en

    65.000-142.250 ejemplares, de los cuales el 50-75% se localiza en Europa. En la actualidad se re-conocen tres subespecies de las cuales la nomi-nal, P. l. leucorodia, es la que est presente ennuestro continente, repartida en dos poblacionesdiferenciadas.Una de estas poblaciones es la atlntica u occi-

    dental, que cuenta con unas 4.700-6.300 parejas,presente en dos ncleos reproductores muy im-portantes: uno localizado mayoritariamente en elsur de Espaa principalmente en Andaluca ytambin con algunas colonias de cra en Portugal yMarruecos; el otro en Holanda y pases cercanoscomo Francia, Blgica, Dinamarca, Alemania yGran Bretaa. Inverna principalmente en los hu-medales de la costa oeste norteafricana, siendolas zonas ms importantes para ello el Banc dAr-guin (Mauritania) y el delta del Senegal. Algunas lohacen en el sur de Francia y la pennsula Ibrica. La segunda poblacin corresponde al centro y

    sureste europeo, con un nmero estimado deunas 2.750 a 4.167 parejas nidificantes repartidaspor pases como Italia, Hungra, Austria, Croacia,Ucrania, Rumana, Repblica Checa, Eslovaquia,Bielorrusia, Grecia, Turqua, Moldavia, Montene-gro, Serbia y Rusia. Esta poblacin muestra unatendencia negativa e incluso la especie se ha ex-tinguido en los ltimos aos en Bosnia-Herzegovi-na, Repblica de Macedonia y Albania. En cuantoa su migracin, sigue dos rutas, una a travs delAdritico y otra por el este del Mediterrneo. Se

    conocen slo algunas reas de invernada en T-nez, en Italia, en el delta del Nilo, en el Mar Rojo,en el Lago Chad y en el delta del Nger. En los ltimos aos, debido a la proteccin y res-

    tauracin de los humedales, la poblacin atlnticau occidental de esptula muestra una tendenciapositiva generalizada, aunque con importantesfluctuaciones anuales dependiendo de las condi-ciones meteorolgicas. Desgraciadamente el restode las poblaciones y subespecies repartidas en elmundo se encuentra en declive.

    Puerta de apenas 175 kilmetros Las esptulas de las colonias de la poblacinatlntica que cran al norte de la pennsula Ibrica,es decir, las de Holanda, Alemania, Dinamarca,Blgica y Francia, aparecen de forma regular du-rante su migracin postnupcial en el estuario deTxingudi (Guipzcoa), en el estuario de Mundaka-Gernika, dentro de la Reserva de la Biosfera de Ur-daibai (Vizcaya) y, ya en Cantabria, en el estuariodel Parque Natural de las Marismas de Santoa,Victoria y Joyel y en la baha de Santander. Tam-bin se observan algunos ejemplares en los panta-nos alaveses, en el humedal de Salbura, ubicadoen la periferia de la ciudad de Vitoria y, ya ms aloeste, en la ra cntabra de San Vicente de la Bar-quera (Cuadro 1). Estas esptulas del norte occidental europeo si-

    guen dos estrategias de viaje diferentes: algunas

    Varias esptulas,algunas con anillasde colores, descan-san en Urdaibai(Vizcaya) durantesu viaje migratorioentre Europa y fri-ca (foto: Rafael Garaita).

    Un gran bando deesptulas sobre-vuela Urdaibai (Viz-caya) a mediadosde septiembre de2011, das en losque se produjeronlas llegadas msespectaculares ymasivas de ejem-plares de esta es-pecie a los tres es-tuarios cantbricosdonde recalan (fo-to: Rafael Garaita).

    realizan desplazamien-tos considerables, cer-canos a los mil kilme-

    tros en una misma etapa, lo que les obliga a des-cansar y alimentarse durante varios das en lasparadas intermedias; otras hacen movimientosms cortos, de entre doscientos y cuatrocientoskilmetros, por lo que necesitan menos tiempopara recuperarse y continuar su viaje.

    El Cantbrico oriental es la puerta de entrada ala pennsula Ibrica para las esptulas en su mi-gracin postnupcial. Una puerta de apenas 175kilmetros de anchura, donde Txingudi y la bahade Santander seran sus mrgenes exteriores.Aunque desde una perspectiva geogrfica deta-llada y administrativa nuestros humedales es-tn diferenciados, a una escala un poco mayor seaprecia que conforman y funcionan como una

    ESPTULA paso migratorio

    Cuadro 1

    PRINCIPALES HUMEDALES CANTBRICOS UTILIZADOS POR LAS ESPTULAS

    Con los crculos ms grandes se resaltan los tres humedales cantbricos que msimportancia tienen para la migracin de la esptula y que son objeto de estudio en elartculo: el estuario de Txingudi en la desembocadura del ro Bidasoa (Guipzcoa), elestuario de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai (Vizcaya) y el estuario en el ParqueNatural de las Marismas de Santoa, Victoria y Joyel (Cantabria).

  • unidad coherente receptora del flujo migratorioproveniente del norte, que es hacia donde miraesta fachada costera.Por ello, las paradas en el Cantbrico oriental re-

    presentan un punto crtico en la ruta migratoria deesta especie, al permitirle realizar una ltima es-cala antes de cruzar la pennsula Ibrica, en la queapenas efecta paradas intermedias.

    Ms de diez aos de seguimientosEl seguimiento de la migracin postnupcial de laesptula que desde el ao 2000 llevamos a caboen tres de los humedales cantbricos ms impor-tantes para la especie Txingudi, Urdaibai y Santo-a nos ha permitido obtener y confirmar informa-cin de relevancia sobre el ciclo vital de la espe-cie. En primer lugar, digamos que se puede consi-

    derar que el paso abarca el periodo comprendidoentre mediados de agosto y mediados de octubre,aunque normalmente el mayor flujo migratorioacontece a lo largo de septiembre. Las de Santoa son las ms extensas de las tres

    marismas objeto de seguimiento, con unas 1.300-1.400 hectreas, por lo que ofrece amplias zonaspara que las esptulas puedan descansar o ali-mentarse. Urdaibai brinda a estas aves unas 250-300 hectreas, mientras que la marisma de Txin-gudi, la ms pequea, no alcanza las cien hectre-as, pero es el primer humedal de la pennsula Ib-rica que encuentran las esptulas y en l aconteceun importante paso, aunque son muchas menoslas que llegan a detenerse en este punto.Aunque la intensidad y duracin del censo en

    cada humedal ha sido desigual en funcin del es-fuerzo que han podido aportar los distintos equi-pos de trabajo, las cifras obtenidas reflejan unosvalores orientativos que dan una idea de la impor-

    tancia de cada lugar y del flujo migratorio corres-pondiente a cada ao. El esfuerzo de muestreo hasido ms intenso en Urdaibai, al haber abarcadotodas las horas de luz en el periodo del 20 deagosto hasta el 20 de octubre. En Santoa normal-mente se ha muestreado durante el mes de sep-tiembre. En Txingudi el esfuerzo ha sido desigual,pero desde 2010 se ha cubierto prcticamente to-do el periodo migratorio. Los estudios en Urdaibai recogen los valores

    ms exactos de la migracin de la esptula. EnSantoa quedan un poco subestimados al no cu-brir el principio y el final del periodo migratorio, al-go similar a lo que ocurre en Txingudi durante losprimeros aos, desde 2000 a 2009, mientras quedesde 2010 lo que pasa es que no se llegan a cu-brir todas las horas da, pudiendo quedar movi-

    Los estuarios deTxingudi, Urdaibaiy Santoa (fotos 1,2 y 3, respectiva-mente) son los hu-medales cantbri-cos ms importan-tes para las esptu-las en su migra-cin, ya que ofre-cen zonas dondereposar y alimen-tarse antes de cru-zar la pennsulaIbrica (fotos: Xa-bier Garate y Ra-fael Garaita).

    ESPTULA paso migratorio

    www.revistaquercus.es Quercus 343 - Septiembre 2014 1918 Quercus 343 - Septiembre 2014

    mientos sin registrar en este tercer humedal.Tambin se han podido determinar otros parme-tros como el tiempo de permanencia de las esp-tulas, los problemas que encuentran y cules sonsus patrones generales de comportamiento en lasparadas. Adems, con el fin de contribuir al estu-dio de su biologa migratoria, el seguimiento se hacomplementando con el control de las anillas delectura a distancia de las aves marcadas, cuya in-formacin se ha remitido a los responsables de sumarcaje.

    No se suelen mover entre estuariosEn el Cuadro 2 se resumen los censos registradosanualmente para cada humedal objeto de estudio.Puede verse que son las marismas de Santoa lasque recogen un mayor nmero de aves, quedandoen segundo lugar las de Urdaibai y siendo Txin-gudi el humedal con valores ms discretos. En elcenso de 2013, ltimo disponible, se han regis-

    trado 1.271 esptulas que han pa-rado a descansar o alimentarse enSantoa, 1.189 en Urdaibai y 469en Txingudi. En el Cuadro 3 (en lapgina siguiente) se muestra la fe-nologa migratoria en los tres hu-medales para este ltimo censo delao pasado.Las esptulas que paran en

    nuestros estuarios son normalmen-te aves que van flaqueando en susfuerzas y encuentran en estos hu-medales zonas adecuadas dondereponerse. As, se ha observadoque en muchas de las paradas re-calan ejemplares que slo se dedi-can a descansar o dormir mientrasque en otras llegadas se centranactivamente en buscar alimento, loque evidencia su estado fsico enese momento. La mayora suele

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    Cuadro 2

    ESPTULAS CENSADAS EN MIGRACIN POSTNUPCIALMigracin postnupcial de esptula registrada en los estuarios de Txin-gudi, Urdaibai y Santoa desde el ao 2000. Los datos del periodo2000-2009 para Txingudi estn tomados de un estudio de otro equipode trabajo (Luengo, A. 2011), que estima una parada de aves de entreun 10% y un 15% de flujo migratorio detectado. Para realizar la grficase ha tomado el valor intermedio de dicho intervalo estimado. A partirdel ao 2010 son datos propios.

    Hemeroteca

    Quercus 339 (mayo 2014)Ref. 5301339 / 390 15.500 esptulas usan lacosta oeste de Cdiz paramigrar. Javier Ruiz y otrosautores. La poblacin invernantede esptula sobrepasa los1.500 ejemplares en 2013. Quercus 335 (enero 2014)Ref. 5301335 / 390 2013: Buena temporadapara las colonias repro-ductoras de esptula comn. Quercus 201 (noviembre 2002)Ref. 5301201 / 390 Futuro optimista para lasesptulas de la marismade Santoa. Juan JosAja, Juan Gmez y FelipeGonzlez.Quercus 174 (agosto 2000)Ref. 5301174 / 390 La conservacin de la es-ptula en las marismas delOdiel. Claudine de le Courty otros autores.

    Peticin de nmerosatrasados:

    [email protected] o en el telfono 902 931 836

    continuar viaje hacia el sur o suroeste y pocas sonlas que van de un humedal a otro. La lectura deanillas en los distintos humedales parece confir-mar dicho comportamiento, ya que apenas hayaves anilladas que se detectan en un humedal yluego en otro. Tambin se ha observado que si las condiciones

    meteorolgicas empeoran, irrumpen ms esptu-las en las marismas en busca de refugio de emer-gencia ante intensas lluvias, tormentas, graniza-das o vientos contrarios. Pero en condiciones favo-rables parece que prefieren recorrer mayores dis-tancias y prolongar su viaje para detenerse en lasmarismas de Santoa, o bien, continuar hacia elsur, siendo pocas las que realmente llegan a pararen Txingudi o Urdaibai. Las llegadas o salidas de las esptulas pueden

    suceder en cualquier hora del da. No se concen-tran en una determinada franja horaria (como porejemplo pudiera ser el amanecer o el anochecer),hecho que se ha podido comprobar en los exhaus-tivos censos realizados en Urdaibai a lo largo deestos aos. La mayora suele descansar unas ho-ras y slo una pequea parte permanece en la zo-na varios das. En Santoa se suele quedar un pe-queo grupo de aves a invernar entre quince ysesenta aves, segn aos y desde 2010, ao enel que se restaur una pequea laguna en Urdai-bai, tambin han empezado a quedarse algunosejemplares en dicho humedal.

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    Nmero de esptulas paran en Urdaibai Nmero de esptulas paran en Santoa Nmero de esptulas paran en Txingudi

  • En 2013 ha destacado el Pantano del Ebro, ma-sa de agua compartida por Cantabria y Burgosdonde se produjo una importante parada de avesa lo largo del mes de septiembre de ese ao. Entan slo siete das se llegaron a contabilizar unas1.400 aves, destacando el 29 de septiembre,cuando se observaron ms de 700 ejemplares es-perando que cesara el fuerte viento sur para conti-nuar con su periplo migratorio (Manuel Estbanez,comunicacin personal). Recordamos tambinque en 2011 se concentr prcticamente toda lamigracin entre los das 16 y 18 de septiembre,periodo en el que se produjeron las llegadas msespectaculares y masivas de esptulas en los tresestuarios cantbricos, hecho no acontecido enaos anteriores, dando como resultado un espec-tculo inolvidable.

    Un ncleo de cra cantbrico?Las molestias que ms afectan a las esptulas enmigracin son las que tienen un carcter invasivo,principalmente la navegacin de embarcaciones opiraguas y la entrada de mariscadores que se re-parten por toda la marisma. Tambin les perjudi-can los cohetes de las fiestas locales y los pasean-tes que se acercan inadvertidamente. En Txingudise aaden dos fuentes principales de molestias: laactividad del aeropuerto que flanquea la marismay la de las instalaciones deportivas enclavadas enel interior de Plaiaundi, pequeo humedal restau-rado de la zona donde se ubica el Parque Ecolgi-co homnimo. Las esptulas que sufren molestias

    en Txingudi o en Urdaibai normalmente abando-nan el humedal sin haberse alimentado o descan-sado lo suficiente. Mientras, en Santoa, por sumayor extensin, normalmente se limitan a cam-biar de sitio. Las actividades profesionales y recreativas que

    tienen lugar en las marismas deben ser reguladasadecundose a la fenologa migratoria de la esp-tula. Es esencial la creacin de zonas de accesorestringido, el control de la navegacin y la regula-cin de la actividad del marisqueo, al menos du-rante el mes de septiembre. Y es urgente erradi-car ciertas prcticas en algunos de los humedales,como es el esqu acutico o la irrupcin de motosde agua, entre otras, adems de evitar la instaura-cin de usos potencialmente poco respetuososque pudieran aparecer en el futuro.Sera deseable la recuperacin o restauracin

    de nuevas zonas de las distintas ras con el fin deampliar la oferta o disponibilidad de hbitatsadecuados para las esptulas. Tengamos en

    cuenta que su pobla-cin atlntica est enexpansin. En Holandaparece haber alcanza-do la mxima capaci-dad de acogida de ni-dificacin, pero el au-mento se est regis-trando en las coloniasms prximas: Dina-marca, Blgica, Alema-nia e incluso Francia,donde ya cra en hu-medales a pocos kil-metros de la pennsulaIbrica. Es posible quesi se crean o restauranhbitats adecuados,en unos pocos aos se

    Una esptula per-manece posada enuna zona de maris-ma de Txingudi(Guipzcoa) duran-te la marea baja(foto: Xabier Garate).

    ESPTULA paso migratorio

    www.revistaquercus.es Quercus 343 - Septiembre 2014 2120 Quercus 343 - Septiembre 2014

    pudiera asentar un ncleo reproductor en algunode nuestros humedales cantbrico. El reto que tie-nen las distintas administraciones es que, cuandoesto ocurra, dichos estuarios puedan ofrecer zo-nas tranquilas de reproduccin para una especietan recelosa y sensible. La esptula comn es una de las especies fau-

    nsticas presentes en las marismas y humedalescantbricos sobre la que existe un alto nivel decompromiso para su conservacin, de proyeccinadems internacional por tratarse de un ave mi-gradora. Por su sensibilidad ante la contaminaciny la alteracin del medio natural, est ademsconsiderada como una especie bioindicadora de lasalud ecolgica de los ecosistemas. La proteccin de los humedales cantbricos es

    un objetivo importante que podra contribuir a lasupervivencia de la especie al proporcionarle unrea de descanso y alimentacin en sus largos via-jes migratorios y, quizs en un futuro no muy leja-no, tambin una zona de reproduccin.

    BibliografaAja, J. J. y otros autores (2014). La esptula comn (Platalea leucorodia) co-

    mo emblema de la conservacin del P.N. de las Marismas de Santoa, Vic-toria y Joyel. Locustella , 8: 4-15.

    De le Court, C. y otros autores (2003). Esptula Comn Platalea leucorodia.En Atlas de las aves reproductoras de Espaa: 126-127. Ramn Mart y JuanCarlos Del Moral (eds.). Direccin General de Conservacin de la Naturale-za-Sociedad Espaola de Ornitologa. Madrid.

    De le Court, C. y Feria, E. (2009). La esptula en Andaluca. Bases para su con-servacin. Manuales de Conservacin de la Naturaleza, 5. Consejera deMedio Ambiente. Junta de Andaluca. Sevilla.

    Del Villar J.; Garaita, R. y Prieto, A. (2007). La esptula en la Reserva de laBiosfera de Urdaibai: diez aos de seguimiento. Gobierno Vasco, Vitoria.

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    Luengo, A. (2011). La esptula comn (Platalea leucorodia) en las marismas deTxingudi. Gobierno Vasco. Departamento de Medio Ambiente, Planifica-cin Territorial, Agricultura y Pesca.

    Navedo, J. G. (2013). Proceedings of the Eurosite VII Spoonbill Workshop (del 25al 30 de septiembre de 2012, en Arnuero, Cantabria).

    Triplet, P. y otros autores (2008). International single species action plan forthe conservation of the Eurasian Spoonbill Platalea leucorodia. AEWATech-nical Series, 35. Bonn, Alemania.

    Las actividadesms invasivas den-tro de los estuariosson las que msmolestias ocasio-nan a las aves. En-tre ellas destacanla navegacin deembarcaciones opiraguas. En la fo-tografa, una z-diac pasa cerca deun grupo de esp-tulas (foto: RafaelGaraita).

    De izquierda a derecha, JuanjoAja, Xabier Garate,Jos Luis GmezQuintas, Rafael Ga-raita y Luis GarcaUsillos, duranteuna reunin cient-fica en Bermeo(Vizcaya).

    Rafael Garaita Gutirrez, bilogo, lleva desde 1996 realizando el segui-miento migratorio de la esptula en Urdaibai (Vizcaya). Juanjo Aja Aja y Luis Garca Usillos, ornitlogos de la asociacin natu-ralista Grusec, se encargan de los seguimientos de esta especie en las ma-rismas de Santoa (Cantabria) y en la Baha de Santander. Xabier Garate Echarri y Jos Luis Gmez Quintas ornitlogos deSEyLA se encargan de los seguimientos en Txingudi (Guipzcoa).

    AgradecimientosAl Patronato de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, cuyos gestores hancomprendido y apoyado el estudio de la esptula comn. Tambin aSEO/BirdLife y al Departamento Medio Ambiente de la Diputacin Foral deBizkaia, que han contribuido a dar continuidad al estudio de la especie enUrdaibai en los ltimos aos. A todos los colaboradores y amigos de SEyLAque nos han ayudado en las jornadas de campo.

    Direcciones de contacto: (1) Para Txingudi: SEyLA Errotazar, 11 20305 Irn, Guipzcoa Correoelectrnico: [email protected](2) Para Urdaibai: Rafael Garaita Fernndez del Campo, 6 (5 C) 48010Bilbao Correo electrnico: [email protected](3) Para Santoa: Grusec Fernando VI, 17 (3 izda.) 39008 Santander,Cantabria Correo electrnico: [email protected]

    Ms informacin, en observaciones-de-esptula.blogspot.com.es y en se-y-la.blogspot.com.es

    Autores

    Cuadro 3

    MIGRACIN POSTNUPCIAL EN 2013Fenologa de la migracin postnupcial de las esp-tulas en Urdaibai, Txingudi y Santoa durante elao pasado. Las lneas verticales punteadas rojasdefinen el intervalo del mes de septiembre.

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