promocion de la salud una antologia

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  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

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    Cubierta: Cancin de primavera

    Grabado en linleo de la destacada artista brasilea Heloisa H. Tigre

    Coleccin privada de la Dra. Helena Restrepo, Washington, D.C., Estados Unidos de Amrica. Se repro

    duce con permiso.

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    Promocin de la salud: una antologa

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    Promocin de la salud:

    una antologa

    Publicacin Cientfica No. 557

    Organizacin Panamericana de la Salud

    Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la

    Organizacin Mundial de la Salud

    525 Twenty-third Street, N.W.

    Washington, DC 20 03 7, EUA

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    5/409

    Se publica tambin en ingls (1996) con el ttulo:

    Health Promotion: An Anthology

    Scientific Publication No. 557

    ISBN 92 75 11557 5

    Catalogacin por la Biblioteca de la OPS

    Organizacin Panamericana de la Salud

    Promocin de la salud: una antologa.

    W ashington, D.C.: OPS, cl996

    xii,

    404 p.(Publicacin Cientfica; 557)

    ISBN 92 75 31557 4

    I. T tulo . H. (Series)

    1. PROMOCIN DE LA SALUD-tendencia.

    2.

    POLTICA SOCIAL. 3. DESARROLLO DE LA

    COMUNIDAD

    NLM WA590

    LaOr gan izac in Panamericana de la Salud dar consideracin m uy favorablealas solicitudes de auto riza

    cin para reproducir o traducir, ntegramente o en parte, alguna de sus publicaciones. Las solicitudes y las

    peticiones de informacin debern dirigirse al Programa de Publicaciones, Organizacin Panamericana de

    la Salud, W ashington, D.C., Estados Unidos de A m rica , que tendr sumo gusto en proporcionar la informa

    ci n ms recientesobrecam bios introducidosenla

    obra,

    planes de re edici n, y reimpresiones y traducciones

    ya dispon ibles.

    Organizacin Panamericana de la Salud, 1996

    Las publicaciones de la O rganiza cin Panamericana de la Salud estn acogidas a la proteccin prevista

    por las disposiciones sobre reproduccin de originales del Protocolo 2 de la Convencin Universal sobre

    Derecho de Autor. Reservados todos los derechos.

    Las denominaciones empleadas en esta publicacin y la forma en que aparecen presentados los datos

    que contiene no implican, por parte de la Secretara de la Organizacin Panamericana de la Salud, juicio

    alguno sobre la co ndicin jurdica de pases, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, n i respecto

    del trazado de sus fronteras o lmites.

    La m enc in de determinadas sociedades mercantiles o de nombres com erciales de ciertos productos no

    implica que la Organizacin Panamericana de la Salud los apruebe o recomiende con preferencia a otros

    anlogos. Salvo error u omisin, las denominaciones de productos patentados llevan en las publicaciones

    de la OPS letra inicial mayscula.

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    CONTENIDO

    Prefacio vii

    Lista de colabo radores viii

    Introduccin ix

    PRIMERA SECCIN. DESARROLLO DE LA ESTRUCTURA

    El concepto de "campo de la salud": una perspectiva canadiense

    Marc Lalonde

    3

    Despus de Lalonde: la creacin de la salud

    Carol Buck

    6

    Promocin de la salud: una perspectiva mundial

    liona

    Kickbusch

    15

    Lograr la salud para todos: un marco para la promocin de la salud Jake Epp 25

    Conceptos de la promocin de la salud: dualidades de la teora de la salud

    pblica

    Milton Terris

    37

    SEGUNDA SECCIN. CONSTRUCCIN DE UNA POLTICA DE SALUD PBLICA

    Bsqueda de beneficios econmicos con la promocin de la salud

    Nancy Milio

    47

    Promocin de la salud por medio de polticas pblicas saludables: la contribucin

    de los m todos com plemen tarios d e investigacin

    John B. McKinlay

    60

    Australia: planificacin para una salud mejor

    Don Nutbeam y Marilyn Wise

    76

    Cuando la promocin de la salud funciona, la oposicin empieza: una opinin

    personal James Cowley 85

    TERCERA SECCIN. FORTALECIMIENTO DE LA ACCI N COM UNITARIA

    Estrategia basada en la comunidad para prevenir las cardiopatas isqumicas:

    conclusiones de los primeros 10 aos del Proyecto de Carelia del

    Norte Pekka Puska, Aulikki Nissinen,Jaakko Tuomilehto,JukkaT. Salonen, Kaj

    Koskela, AlfredMcAlister, ThomasE. Kottke, NathanMaccobyyJohn

    W.

    Farquhar

    99

    Tendencias de veinte aflos de los factores de riesgo coronario en Carelia del Norte

    y otras zonas de Finlandia

    Erkki Vartiainen,Pekka Puska,PekkaJ ousilahti,

    HeikkiJ. Korhonen,Jaakko Tuomilehtoy Aulikki Nissinen

    140

    Estrategias para la promocin de la salud en la comunidad

    Ronald Labonte

    153

    Enfoques de la promocin de la salud basados en la comunidad: gua para la

    movilizacin comunitariaS.

    MarkPanceryGeoffrey Nelson.:

    166

    La evaluacin en la educacin para la salud. Una revisin de sus progresos,

    posibilidades y problemas

    Don Nutbeam,ChristopherSm ith yJohn Catford

    183

    Mantenimiento de los diseos de evaluacin en los programas comunitarios de

    promocin de la salud a largo plazo: estudio del caso de Heartbeat de

    Gales

    Don Nutbeam,

    Christopher

    Smith, Simn Murphy y

    John Catford

    196

    Algunos aspectos metodolgicos de la evaluacin de los programas de promocin

    de la salud y prevencin de las enfermedades basados en la

    comunidadT.

    D.Koepsell, E. H.Wagner, A. C.Cheadle, D. L.Patrick,D. C.

    Martin,

    P.

    H.Diehr, E. B.

    Perrin,

    A. R.Kristal,C. H. Allan-Andrilla y L.J. Dey 209

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

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    CUARTA SECCIN. DESARROLLO DE HABILIDADES EN RELACIN

    CON LA SALUD PERSONAL

    El autocuidado en la promocin de la salud

    liona

    Kickbusch

    235

    Cambio de conducta de la poblacin: un enfoque con base terica

    Alfred

    L.

    M cAlister

    246

    Perspectivas epidemiolgicas de la modificacin del estilo de vida y la promocin

    de la salu d en la investigacin del cncer

    David D.

    Celentano

    258

    Comercializacin social: su lugar en la salud pblica

    Jack

    C.

    Ling,

    Barbara

    A. K.

    Franklin,

    Janis

    F.

    Lindsteadt

    y Susan A. N.

    Gearon

    266

    Publicidad para todos en el ao 2000: implicaciones de salud pblica para los

    pases menos desarrollados

    Lawrence

    Wallack

    y

    Kathryn

    M ontgomery

    286

    Abogaca en los medios de comunicacin: una estrategia para potenciar a personas

    y comunidades

    Lawrence

    Wallack 300

    Validez de la autonotificacin del mdico en la investigacin de los objetivos de

    educacin de los pacientes

    Debra L.

    Roter

    y N ancy K. Russell

    312

    QUINTA SECCIN. PROMOCIN DE LA SALUD PARA GRUPOS ESPECFICOS

    Los programas para la juventud de Carelia del Norte

    Erkki Vartiainen, Kerttu

    Tossavainen,

    Liisa

    Viri,

    Erja Niskanen

    y

    Pekka

    Puska 325

    El concepto de promocin de la salud y la prevencin del sida. Una base integrada

    y general para la accin en los aos noventa

    Don Nutbeam y

    Virginia Blakey 339

    Dim ensio nes d e la prom ocin d e la salu d ap licadas a la actividad fsica

    Kenneth

    E.

    Powell,Marshall

    W.Kreuter,

    Thomas

    Stephens, Bemard Marti y

    Lothar Heinemann 35

    ANEXOS

    Carta de Ottawa para la Promocin de la SaludConferencia

    Internacional sobre

    Promocin de la

    Salud, Ottawa, Ontario,

    Canad,noviembre

    de 1986

    36

    Promocin de la salud y equidad

    Declaracin de la

    Conferencia Internacional

    de

    Promocin de la

    Salud,

    Santaf

    de

    Bogot, Colombia,

    noviembre

    de

    1992

    3

    Carta del Caribe para la Promocin de la Salud

    Primera

    Conferencia

    de

    Promocin

    de la Salud

    del

    Caribe,

    Puerto

    Espaa,

    Trinidad

    y Tabago, junio de 1993

    37

    Glosario de Promocin de la Salud Don Nutbe am 383

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    PREFACIO

    Por muchos aos he credo que si nosotros, como organizacin internacional de

    salud, nos remitimos a una visin estrecha de salud y reconocemos solamente los

    factores determinantes de la enfermedad, estaremos cometiendo una gran injusticia

    con la gente a cuyo servicio estamos. Nuestra primera obligacin debe ser rechazar

    por com pleto el concepto m ecanstico d e la salud, qu e se remo nta al reduccionismo de

    Descartes y Newton. Debemos hacer hincapi una y otra vez en la bsqueda de la

    salud como un aspecto integral de la eterna lucha por el desarrollo humano.

    Esta antologa m uestra que la promo cin d e la salud, m s q ue limitarse a la prev encin

    y el control de las enferm edad es, tiene un a visin holstica d e la salud , y pu ed e definirse

    como el proceso que permite a las personas y a las comunidades mejorar y mantener

    su bienestar fsico, mental y espiritual. Adems contribuye y estimula la creatividad,

    productividad y safisfaccin espiritual y las buenas relaciones entre las personas, y,

    por supuesto, vela por la paz. Vista as, la promocin de la salud rebasa el mbito

    exclusivo de ciertos grupos o sectores especficos ^profesionales de la salud, polticos,

    educadores, periodistas, funcionarios pblicos, especialistas del medio ambiente o

    empresas pblicas y privadas y pasa a ser un asunto de inters general. De esta

    forma, la promocin de la salud se transforma en la herramienta que refuerza los

    ideales y las prcticas dem ocrticas, en el enlace entre la verd ad cientfica y la sab idu ra

    popular sobre la condicin humana, y en la receta indispensable para extender la

    bsqueda perenne de la felicidad de los individuos y las sociedades.

    A partir del momento en que se adopt la Carta de Ottawa para la Promocin de

    la Salud e n1986y su mensaje comenzara a difundirse po r el m un do , hem os prese nciado

    en toda la Regin el despliegue de un movimiento encaminado a promover la salud

    en los mbitos comunitario, municipal, provincial y nacional. Tanto la declaracin de

    Santaf de Bogot emitida en 1992 como la Carta del Caribe para la Promocin de la

    Salud sellada en Puerto E spaa, Trinidad en 1993 fueron testimon io de u n entusia sm o

    explosivo de este movimiento y de apoyo al mismo. La potencia de estos mensajes y

    la magnitud del movimiento para producir cambios en la voluntad poltica y en el

    compromiso de las personas han dado nueva vida a la meta de salud para todos y han

    contribuido a renovar nuestra fe en la capacidad para alcanzarla.

    Por ltimo, deseo hacer una reflexin sobre el propsito de esta antologa. Puesto

    en lenguaje sencillo, esta obra es un veh culo para la informacin: recurso tran spo rtab le

    e indestructible que se transmite a los individuos , quienes la asimilan y la integran con

    otra informacin para llegar a un conocimiento ms profundo de las sensaciones y el

    pensam iento. Del conocimiento refinado se deriva la sabidu ra, y tenemos la es peran za

    de que la sabidura que se obtenga de esta coleccin gue las acciones encaminadas a

    mejorar la salud. Porque, como dijera en el Neiching u n m inistro al Em perador Am arillo

    sobre el tema de la unid ad, "cua ndo la m ente de las person as est cerrada y no perm ite

    el paso a la sabidura, permanece atada a la enfermedad".

    George A. O. A lleyne

    Director

    Vil

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    LISTA DE COLABORADORES

    La Divis in de Prom oci n y Protec cin de la Salud a grad ece a las s igu iente s pe rson as

    por haber colaborado en la se leccin de los ar t cu los contenidos en es ta obra .

    Dr. Carlos Alvarez Dardet

    Departamento de Salud Pblica

    Universidad de Alicante

    Alicante, Espaa

    Dr.Alfonso C ontreras

    Consultor, Organizacin Panamericana

    de la Salud/Organizacin

    Mundial de la Salud

    Washington, DC

    Estados Unidos de Amrica

    Dr.JohnW .Farquhar

    Director, Centro de Stanford para la

    Investigacin y Prevencin d e

    Enfermedades

    Palo Alto, California

    Estados Unidos de Amrica

    Dra. Lise Gravei

    Cooperacin Internacional

    Ministerio de Salud y Servicios Sociales

    Quebec, Canad

    Dr. LawrenceW. Green

    Director, Instituto de Investigacin de

    Promocin de la Salud

    Vancouver, C anad

    Dr. Tremor

    Hancock

    Consultor en Salud Pblica

    Kleinburg, Canad

    Dra. liona Kickbusch

    Directora, Divisin de Proteccin de la

    Salud y Comunicacin, Organizacin

    Mundial de la Salud

    Ginebra, Suiza

    Dr.Ronald Labonte

    Consultor en Salud Comunitaria

    Toronto, Canad

    Dr.Real Lacombe

    Ville et Villages en Sant

    Quebec, Canad

    Dr.Alfred McAlister

    Profesor Adjunto de Ciencias del

    Comportamiento

    Director, Centro Colabo rador de la OM S para

    la Investigacin, la Promocin de la

    Salud y el Desarrollo

    Universidad de Texas

    Au stin, Texas

    Estados Unidos de Amrica

    Dra. Amelle Ram rez

    Directora, Centro de Investigacin de la

    Salud del Sur de Texas

    San Antonio, Texas

    Estados Unidos de Amrica

    Dr.

    fean Rochan

    Ex-Director de Promocin de la Salud

    Organizacin Mundial de la Salud,

    Ginebra, Suiza

    Dr. Milton Tenis

    Editor,

    Journal qf Public Health Policy

    Burlington del Sur, Vermont

    Estados Unidos de Amrica

    Colaboradores de la Divisin de Promocin

    y Proteccin de la Salud

    Dra. Gloria Coe

    Asesora en Comunicacin para la Salud

    Dr. Julio Gonzlez

    Asesor en Promocin de la Salud

    Mxico, DE, Mxico

    Lucia M.

    Hoffenberg

    Especialista en Informacin Tcnica

    Dr. Guillermo Llanos

    Ex-Coordinador, Programa de Promocin de

    la Salud y Comunicacin Social

    Dra.Helena E. Restrepo

    Directora, Divisin de Promocin y

    Proteccin de la Salud

    vn i

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    INTRODUCCIN

    La Divisin de Promocin y Proteccin de la Salud (HPP), como la unidad de la OPS

    que tiene la mayor responsabilidad en cuanto a ejecutar programas de promocin de

    la salud, se ha propuesto el desafo ambicioso de reunir, en un mismo ttulo, algunos

    de los artculos ms impo rtantes pu blicados sobre la promo cin d e la salud. Se espera

    que esta publicacin oportuna de las teoras, mtodos y prcticas de la promocin de

    la salud ayude a los colegas de la OPS y a aquellos que trabajan en los pases y la

    comunidad a llevar a cabo programas que favorezcan la salud y el bienestar.

    Los artculos contenidos en esta Antologa se identificaron y seleccionaron en tres

    etapas. En primer lugar, se solicitaron por escrito y se recopilaron las sugerencias de

    los expertos de la Organizacin y de los ajenos a ella. A continuacin, se investig la

    bibliografa para identificar los artculos sobre promocin de la salud ms citados. De

    este modo se localizaron 120 artculos que fueron revisados por cuatro miembros del

    personal de HPP

    1

    . Para seleccionar los 26 trabajos presentados en este volumen se

    establecieron d os objetivos: difundir una am plia gam a d e informacin p ublicada en la

    literatura sobre promocin d e la salud, y presentar ob ras clave en cua nto al crecimiento

    y evolucin de la promocin de la salud como estrategia mundial. No se incluyen

    captulos de libros, aunque s se han aadido, en forma de anexos, las declaraciones

    consideradas fundamentales para el trabajo de la Organizacin, y un glosario de

    trminos.

    Los trabajos seleccionados ilustran la naturaleza diversa de los temas relacionados

    con la promocin de la salud. Los artculos se presen tan en cinco secciones, organizad os

    segn su fecha de publicacin. Puesto que el conocimiento es un pro ceso que se p rod uce

    en pe que os incrementos, creemos que , con este formato, el lector pod r conocer mejor

    la evolucin histrica de la promocin de la salud, fenmeno que, despus de todo,

    solo se ha producido durante los ltimos 10 a 15 aos.

    La primera seccin.Desarro llo d la estructura, presenta las obras que precedieron

    a la Carta de Ottawa para la Promocin de la Salud (1986). Con excepcin del ltimo,

    todos son trabajos de canadienses publicados en Canad, pas que ha hecho una de

    las contribuciones ms gra nde s y durad eras a la formulacin de los elementos esenciales

    de la Carta de Ottawa. La seccin se abre con el artculo "El concep to de cam po de la

    salud: una perspectiva canadiense" que destaca pasajes escogidos del informe Una

    nuevaperspectiva de la salud de loscanadienses del ex-Ministro Nacional de Salud y

    Bienestar, Marc Lalon de. Ese trabajo con stituy el prim er a nlisis hech o po rungobierno

    nacional en el que se reconoca q ue el estado de s alud de u na poblacin tiene m ltiples

    causas y, especficamente, que es consecuencia de las relaciones m ut ua s entre la biologa,

    el medio ambiente, el estilo de vida y la atencin de la salud. El segundo artculo,

    "Despu s de Lalonde: la creacin de la salud", por Carol Buck, Profesora de Epidem io

    loga y Bioestadstica de la Universidad de Western Ontario afirma que "ni el Informe

    [de Lalonde] ni las decisiones polticas subsecuentes han lograd o que se trate correcta

    men te el entorno". Buck pro pon e crear amb ientes sociales que favorezcan la salud. Si

    Dres.

    Helena E. Restrepo, Guillermo Llanos y Glora Coe, y Sra. Lucia M. Hoffenberg.

    IX

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    x Introduccin

    bien su artculo no se public hasta 1986 se present en la Conferencia sobre Polticas

    de Salud Pblica celebrada en Toronto en 1984 y sus ideas fueron un elemento clave

    de la Carta de Ottawa. liona Kickbusch, ex-Asesora de Educacin para la Salud de la

    Oficina Regional de la OMS para Europa con sede en Copenhague, es autora del tercer

    trabajo prese ntad o en esta seccin, con el ttulo "Prom ocin d e la salud: un a perspectiva

    mundial". Esta obra se present en la reunin de la Asociacin de Salud Pblica del

    Ca nad en junio de 1986. En su trabajo, Kickbusch se refiere a la Conferencia M undial

    sobre Promocin de la Salud que deba tener lugar en Ottawa en noviembre de ese

    ao y analiza su punto de vista en relacin con "la promocin de la salud como el

    enfoque de la nueva salud pblica". El cuarto artculo, "Lograr la salud para todos:

    un marco para la promocin de la salud", corresponde al discurso inaugural de la

    Conferencia de Ottawa, dictado por el Ministro Nacional de Salud y Bienestar de

    Ca nad , excelentsimo Jake

    Epp.

    En su ponencia,elMinistro analiza los desafos p lantea

    dos a la salud nacional y la promocin de la salud como respuesta, y resume las

    estrategias posibles para afrontar cada uno de los retos. La primera seccin se cierra

    con el artculo "Conceptos de la promocin de la salud: dualidades de la teora de la

    salud pblica" de Milton Terris, editor deJournal ofPublic Health Polio/, en el cual el

    au tor relata la evolucin de las ideas cuy o origen d ata d e los ao s

    1820

    y que culminaron

    con la Carta de Ottawa en 1986.

    Las tres secciones siguientes.Construccin d e una poltica de salud pb lica. Fortale

    cimiento de la accin comunitaria y Desarrollo de habilidades en relacin con la

    salud personal, corresponden a tres de los cinco componentes fundamentales de la

    Carta d e Ottawa. La segund a seccin.Construccin de una poltica de salud pblica,

    comienza con el artculo de Nancy Milio "Bsqueda de beneficios econmicos con la

    prom ocin de la salud" , en el cual la autora afirma que la promocin d e la salud tiene

    su mayor efecto en la esfera normativa pblica, en la que es posible hacer y defender

    las elecciones colectivas. En el trabajo siguiente, "Promocin de la salud por medio

    de polticas pblicas saludables: la contribucin de los mtodos complementarios de

    investigacin ", John M cKinlay, director d el Cen tro par a la Salud y d e Es tudios Polticos

    Avanzados de la Universidad de Boston, plantea un argumento similar. Segn el Dr.

    McKinlay, la "nueva salud pblica" est pasando del campo individual a la esfera

    colectiva constituida, por ejemplo, por las organizaciones y comunidades; por lo tanto,

    seala que a los mtodos de investigacin cuantitativa, que hasta ahora se han dado

    a basto para analizar los cambios de comportamiento individuales, debern aadirse

    m to do s cualitativos para evalua r el efecto o las consecuencias d e las polticas sociales

    y el estudio simultneo de los com portam ientos colectivos. Los dos artculos que com

    pleta n esta seccin refieren experiencias relacio nada s con el establecimiento de polticas

    saludables en Australia. De estos trabajos, "Australia: planificacin para vina salud

    mejor" de Don Nutbeam y Marilyn Wise, describe la estructura, el proceso, marco y

    los retos relacionados con la elaboracin del programa normativo nacional "Metas y

    dianas para la salud de Australia en el ao 2000 y despus" basado en la Carta de

    Ottawa. El ltimo artculo, "Cuando la promocin de la salud funciona, la oposicin

    empieza: una opinin personal" de James Cowley, quien fuera director de los servicios

    de Promocin de la Salud de la Comisin para la Salud de Australia del Sur de 1980

    a 1985, describe el proceso, organizacin y estrategias utilizados para transformar las

    declaraciones de polticas en programas de promocin de la salud. Tambin trata de

    los intereses, estrategias y argumentos que utilizan quienes se oponen a la ejecucin

    de tales programas.

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

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    Introduccin xi

    La tercera seccin.Fortalecimiento de la accin comu nitaria,comprende un conjunto

    de trabajos sobre el desafo que p lantean la transformacin de polticas en pro gram as

    y la evaluacin de la eficacia de estos. Las dos primeras contribuciones fueron escritas

    por el equipo finlands que trabaj desde comienzos de los aos 1970 en el Proyecto

    de Carelia del Norte. Los artculos "Estrategia basada en la comunidad para prevenir

    las cardiopatas isqumicas: conclusiones de los primeros 10 aos del Proyecto de

    Carelia del Norte" y "Tendencias de 20 aos de los factores de riesgo coronario en

    Carelia del Norte y otras zonas de Finlandia", presentan la historia del proyecto y la

    organizacin de la comunidad, el marco terico y los componentes comunitarios, y

    analizan los resultados ms importantes. Las dos obras siguientes, "Estrategias para

    la promocin de la salud en la comunidad" de Ronald Labonte del Departamento de

    Salud Pblica de Toronto, Canad, y "Enfoques de la promocin de la salud basados

    en la comunidad: gua para la movilizacin comunitaria" de los psiclogos Pancer y

    Nelson, prosiguen la discusin iniciada por Cowley sobre el proceso de convertir las

    polticas de salud en modelos de planificacin y ejecucin de proyectos comunitarios

    de prom ocin d e la salud. Los tres ltimos trabajos d e esta tercera par te, dos de Nu tbea m

    et al. y uno de Koepsell et al. tratan distintos aspectos relacionados con la evaluacin

    de los comportamientos de salud tras mltiples intervenciones comunitarias, muchas

    de ellas a largo plazo; se hace hincapi en la evaluacin de resultados.

    La cuarta seccin. Desarrollo de habilidades en relacin con la salud personal,

    comienza con un trabajo de liona Kickbusch, "El autocuidado en la promocin de la

    salud", que busca el origen del autocuidado en los movimientos de bienestar y femi

    nismo de los aos 1970. Kickbusch entiende que el autocuidado comprende "todas

    aquellas medidas tomadas por la mujer para cuidar de s misma y de su entorno

    inme diato" y postula, adem s, que "el autocuidado debera entenderse como una parte

    integral de la prom ocin de la salud ".Losdos artculos siguientes, "Camb io de con ducta

    de la poblacin: un enfoque con base terica" de Alfred McAlister y "Perspectivas

    epidemiolgicas de la modificacin del estilo de vida y la promocin de la salud en la

    investigacin del cncer" de D avid Ce lentano, mue stran como el uso de la teora y de la

    epidemiologa son indispensab les para planificar e strategias que contribuyan a ad op tar

    comportamientos personales saludables. McAlister alega convincentemente la im

    portan cia de la Teora del Aprendizaje Social de Ban dura p ara elab orar mensajes m ed ia

    tizados, mientras que Celentano defiende que la perspectiva epidemiolgica social

    pod ra ser de gran valor para co mp render los patrone s de comp ortam iento y su posible

    modificacin. Las ltimas cuatro obras incluidas en la seccin se refieren a distintos

    aspectos de la comunicacin en el campo de la salud. El primero, "Comercializacin

    social: su lugar en la salud pblica", escrito por Ling et al., presenta una revisin

    bibliogrfica exhau stiva sob re las estrategias de com ercializacin social que utilizan los

    especialistas en salud pblica. El siguiente, "Publicidad para todos en el ao 2000:

    implicaciones para la salud pblica de los pases menos desarrollados", de Wallack y

    M ontgomery, analiza cuidado sam ente las consecuencias negativas de la mercadotecnia

    comercial para la salud pblica de los pases en vas de desarrollo. Wallack prosigue

    su estudio sobre el efecto de los medios de comunicacin sobre la salud en el trabajo

    en su artculo "Abogaca en los me dios de comun icacin: una estrategia para potenciar

    a personas y com unida des"; en l defiende el uso de los m edios d e comunicacin para

    promover las iniciativas de salud pblica. Subraya que "la abogaca en los medios de

    comunicacin hunde sus races en la abogaca de la comunidad y tiene como meta la

    promocin de las polticas pblicas saludables". El ltimo de los artculos, "Validez de

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    13/409

    xii Introduccin

    la autonotificacin del mdico en la investigacin de los objetivos de educacin de los

    pacientes" de Roter y Russel, contribuye a los temas de evaluacin, y autocuidado en

    relacin con las dificultades que presenta la medicin de las metas de educacin de

    los pacientes incluidas en "Gente Sana 2000: Objetivos Nacionales para la Promocin

    de la Salud y la Prevencin de la Enfermedad" de los Estados Unidos.

    La quin ta seccin de esta Antologa,Prom ocin de la salud para grupo s especficos,

    presenta programas de promocin de la salud dirigidos a sectores especiales de la

    pob lacin o a prob lem as especficos. El pri m ero , escrito tamb in por el eq uip o finlands

    con el ttulo "Los programas para la juventud de Carelia del Norte", resume cuatro

    estudios efectuados para promover comportamientos beneficiosos para el corazn en

    los nios y adolescentes de Finlandia. A ese, sigue el trabajo de Nutbeam y Blakey, "El

    concepto de promocin de

    la

    salud y la prevencin del sida. Una base integrada y general

    para la accin en los aos noventa", que trata de la prevencin de esa enfermedad en

    la poblacin general. El ltimo artculo "Dimensiones de la promocin de la salud

    aplicadas a la actividad fsica" de Powell et al., analiza las estrategias utilizadas con

    xito en los programas de promocin de la actividad fsica de Alemania, Canad, los

    Estados Unidos y Finlandia.

    Comprendemos, naturalmente, que esta modesta contribucin no cubre el peso de

    la bibliografa sobre el amplio espectro de la promocin de la salud. Sin embargo,

    esperamos que despierte el inters y el deseo de seguir leyendo sobre el tema.

    La transformacin que se pretende lograr a travs de la promocin de ambientes

    propicios para la salud exigen un compromiso profesional basado en principios

    "salutgenos" positivos y orientado a obtener equidad. Creemos que esta Antologa

    presenta un resumen cuyos ejemplos favorecern el establecimiento de medidas con

    cretas destinadas a mejorar la salud y el bienestar de nuestra gente. Esos son los frutos

    de la promocin de la salud.

    Helena E. Restrepo, Directora

    Sep tiem bre 1995 Divisin de Prom ocin y

    W ashin gton D.C. Proteccin de la Salud

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    14/409

    PRIMER SECCIN

    DES RROLLO

    DE LA

    ESTRUCTUR

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    15/409

    EL CONCEPTO DE CAMPO DE LA SALUD :

    UNA PERSPECTIVA CANADIENSE

    Marc Lalonde

    1

    El anlisis del campo de la salud ha pre

    sentado un problema fundamental que con

    siste en la carencia de un marco conceptual

    com n que permita separar sus componentes

    principales. Sin ese marco ha sido difcil

    comunicarse adecuadamente o desmenuzar

    el campo de la salud en segmentos flexibles

    que se presten al anlisis y la evaluacin. Se

    percibi que exista una necesidad aguda de

    organizar los miles de fragmentos en una

    estructura orde nad a, qu e fuera

    a

    la vez intelec

    tualmente aceptable y suficientemente sen

    cilla, de modo que permitiera ubicar rpida

    me nte casi todas las

    ideas,

    problem as o activi

    dad es relacionadas con la salud:senecesitaba

    un a especie de m apa del territorio de la salud .

    Este concepto contempla la descomposi

    cin del camp o de la salud en cuatro am plios

    componentes:

    biologa

    humana,

    medio

    am biente,

    estilo de vida y organizacin de laatencin de

    la

    salud.

    Estos componentes se identificaron

    mediante el examen de las causas y los fac

    tores bsicos de la morb ilidad y la m ortalidad

    en el Canad, y como resultado del anlisis

    del modo en que cada elemento afecta el

    grado de salud en el pas.

    Fuente:Boletn Epidemiolgico

    1983;4(3):13-15. Resme

    nes reproducidos con permiso de

    ANexv Perspectiveon

    theHealth of Canadians. A Working Documenl,

    Ottawa:

    Informacin de Canad; 1974.

    'Ex-Ministro de Salud y Bienestar Nacional, Canad.

    Biologa humana

    El componente debiologa humanaincluye

    todos los hechos relacionados con la salud,

    tanto fsica com o men tal, qu e se man ifiestan

    en el organ ismo c omo consecuencia d e la bio

    loga fundamental del ser humano y de la

    constitucin orgnica del individuo. Incluye

    la herencia gentica d e la persona , los proc e

    sos de maduracin y envejecimiento, y los

    diferentes aparatos internos del organismo,

    como el esqueltico, el nervioso , el mu scular,

    el cardiovascular, el endo crino y el d igestivo,

    por ejemplo. Dad a la complejidad del cue rpo

    humano, su biologa puede repercutir sobre

    la salud de maneras mltiples, variadas y

    graves, adems de que puede fallar de mil

    mo dos. Este elemento contribuye a la m orta

    lidad y a toda una gama de problemas de

    salud, entre otros, muchas de las enferme

    da des crnicas (artritis, diabetes, aterosclero-

    sis y cncer y otras), los trastorno s g enticos,

    las malformaciones congnitas y el retraso

    mental. Los problemas d e salud cuyas causas

    radican en la biologa humana producen

    indecibles desdichas y el costo de su trata

    miento es de miles de millones de dlares.

    Medio ambiente

    El medio ambienteincluye todos aquellos

    factores relacionados con la salud que son

    3

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    16/409

    4 El concepto de campo de la salud

    extem os al cuerpo hu m an o y sobre los cuales

    la persona tiene poco o ningn control. Los

    individuos, por s solos, no pueden garanti

    zar la inocuid adnila purez a de los alimentos,

    cosmticos, dispositivos o abastecimiento de

    agua, por ejemplo. Tampoco est en sus

    m ano s el control de los peligros para la salu d

    que representan la contaminacin del aire y

    del ag ua, ni los ruido s am bientales, ni la pre

    vencin de la diseminacin de enfermedades

    transmisibles. Adems, individualmente, no

    se pu ede garantizar la eliminacin ade cuad a

    de los desechos y aguas servidas, ni que el

    medio social y sus rpidos cambios no pro

    duzcan efectos nocivos sobre la salud.

    Estilo de vida

    En cuanto al concepto de campo de la

    salud, el com ponenteestilo de vidarepresenta

    el conjunto de decisiones que toma el indivi

    du o con respecto a su sa lud y sobre las cuales

    ejerce cierto grado d e control. Desde el pu nt o

    de vista de la salud, las malas decisiones y

    los hbito s personales perjudiciales conllevan

    riesgos que se originan en el propio indivi

    duo .

    Cuando esos riesgos tienen como con

    secuencia la enfermedad o la muerte, se

    puede afirmar que el estilo de vida de la

    vctima contribuy a ellas.

    Org anizacin de la atencin de salud

    La cuarta categora del concep to, la

    organi

    zacin de laatencin desalud, consiste en la

    cantidad, calidad, orden, ndole y relaciones

    entre las persona s y los recursos en la pr esta

    cin de la atencin de salud. Incluye la prc

    tica de la medicina y la enfermera, los hos

    pitales, los hogares de ancianos, los medica

    mentos, los servicios pblicos comunitarios

    de atencin de la salud, las ambulancias, el

    tratam iento d ental y otros servicios sanitarios

    como, por ejemplo, la optometria, la quiro-

    prctica y la pediatra. Este cuarto com

    pon ente d el campo d e la salud se define gene

    ralmen te como sistema de atencin d e salud.

    Ha sta ah ora, casi todos los esfuerzos de la

    sociedad encaminados a mejorar la salud, y

    la ma yor parte d e los gastos directos en ma te

    ria d e salud, se han concentrado en la organi

    zacin de la atencin sanitaria. Sin embargo,

    cuando se indentifican las causas principales

    de enfermedad y muerte actuales en el

    Canad, se llega a la conclusin de que su

    origen est en los otros tres componentes

    del concepto, es decir, la biologa humana,

    el medio ambiente y el estilo de vida. Por

    consiguiente, es evidente que se estn gas

    tando grandes sumas de dinero en tratar

    enfermedades que, desde un principio, po

    dran haberse prevenido. Con el fin de

    seguir reduciendo la discapacidad y las

    defunciones prematuras debe dedicarse

    m ayo r atencin a los primeros tres elementos

    del concepto de campo de la salud.

    Caractersticas del concepto de campo de

    la saBud

    Este concepto tiene muchas caractersticas

    que lo constituyen en un potente instrum ento

    para el anlisis de los problemas de salud, la

    determinacin de las necesidades de salud

    de los canadienses y la seleccin de los me

    dios para satisfacer esas necesidades.

    Una de las consecuencias obvias del con

    cepto fue que se diera a los com ponentes de

    biologa hu m ana , medio ambiente y estilo de

    vida un grado de importancia comparable al

    de la organizacin de la atencin de la salud.

    Ese hecho es, de por s, un cambio drstico,

    dada la prioridad absoluta otorgada en los

    conceptos antiguos del campo de la salud a

    la organizacin de la atencin de la salud.

    Otro rasgo del concepto es su amplitud,

    su capacidad de abarcar el todo. Cualquier

    problema de salud puede ser causado por

    uno de sus componentes o por una combina

    cin d e los cuatro. En consecuencia, esta carac

    terstica del concepto es importante porque

    garantiza que se considerarn debidamente

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    17/409

    Lalonde 5

    todos los aspectos de la salud. Asimismo,

    exige que todos los que contribuyen a la

    salud, ya sea individual o colectivamente

    pacientes, mdico s, cientficos y gobierno

    tengan conciencia de sus funciones y de su

    influencia en el nivel de salud.

    Una tercera caracterstica del concepto es

    que permite instaurar un sistema de anlisis

    con

    el

    cual es posible examinar cualquier pro

    blema con respecto a los cuatro co mp onen tes,

    a fin de evaluar su importancia relativa y su

    interaccin. Por ejemplo, pu ed e determ inarse

    que las causas bsicas de las defunciones por

    accidentes de trnsito se deben, principal

    mente, a los riesgos a que se exponen los

    individuos, con lo cual se asigna menor im

    portancia al diseo de los automviles y de

    las carreteras y a la disponibilidad de servi

    cios de urgencia. En este caso, la biologa

    hum ana tiene mu y poca o ninguna importan

    cia. En consecuencia, el estilo de vida, el

    me dio am biente y la organizacin d e la aten

    cin de salud contribuyen a la mortalidad

    po r accidentes de trnsito en

    75%,

    20%y 5%,

    respectivamente. Este anlisis permite a los

    planificadores de programas concentrar su

    atencin en los factores contribuyentes de

    ms

    peso.

    En forma similar, se pu ed e estable

    cer la impo rtancia relativa d e los factores con

    tribuyentes de muchos problemas de salud.

    La cuarta caracterstica del concepto con

    siste en la posibilidad de desmenuzar, a su

    vez, los mismos componentes. Si se retoma

    el ejemplo de las defunciones por accidentes

    de tr nsito, bajo la categora d e estilo de vida ,

    los riesgos a que se exponen los individuos

    pu ed en clasificarse como poca habilidad para

    conducir, desc uido , rechazo del uso d el cintu-

    rn de seguridad y exceso de velocidad. Se

    podra decir entonces que, en gran medida,

    el concepto permite elaborar un mapa que

    seala las relaciones ms directas entre los

    problemas de salud y sus causas bsicas, as

    como la importancia relativa de los diversos

    factores que contribuyen a ellas.

    Por ltimo, el concepto de campo de la

    salud ofrece una nueva visin de la salud,

    visin que libera la creatividad para recono

    cer y explorar aspectos que hasta ahora se

    han ignorado. Como ejemplo, un resultado

    que se podra obtener al utilizar el concepto

    como instrum ento an altico es la impo rtancia

    que

    los

    canadienses, individualmente, atribu

    yan a sus comp ortamientos y hbitos en rela

    cin con su propia salud.

    Uno de los principales obstculos que se

    presentan para mejorar la salud de los cana

    dienses es qu e el po de r p ara lograrlo se halla

    ampliamente disperso entre los individuos,

    los gobiernos, los profesionales y las institu

    ciones de salud. Esa fragmentacin de la res

    ponsabilidad a veces ha llevado a utilizar

    enfoques dese quilibrad os, en los cuales cada

    participante en

    el

    campo d e la salud ha pro cu

    rado soluciones limitadas a su propia esfera

    de inters. El concepto d e cam po d e la sa lud

    unifica todos los fragmentos y permite a los

    individuos descubrir la importancia de todos

    los componentes, inclusive aquellos bajo la

    responsabilidad de otros.

    Probablemente, una de las contribuciones

    principales del concepto al mejoram iento del

    nivel de salud sea esa visin unificada de

    campo de la salud.

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    18/409

    DESPUS DE LALONDE: LA CREACIN

    DE LA SALUD

    1

    Caro / Buck

    2

    Hace diez aos que se public el Informe

    Lalonde

    (1).

    Se justificaban sus reco m end a

    ciones? H em os aplicado las mejores? La res

    pue sta es no . Ni el Informe ni las decisiones

    pol t icas subsecuentes han logrado que se

    trate correctamenteelentorno. Considero qu e

    el ento rno es el ms imp ortan te de los cuatro

    elem entos del concepto de camp o de la salud

    de L alonde: si el entorno no es adecuado , tam

    poco lo sern la biologa humana, el estilo de

    vid a y la organizacin de la atencin san itaria.

    Co nvien e saber cules son los mo tivos de

    preocupacin delagente, puesto que as ser

    posible valorar si comprende la naturaleza

    de su prob lem a. Qu esloque preocupa hoy

    a los ciu dad an os de este pas? Les preo cup a

    la guerra nuclear, la contaminacin, el de

    sempleo, la pobreza y el crimen Les preo

    cupa la salud? S, y sobre todo el cncer, la

    enfermedad de Alzheimer, el sida y la es

    casez de rg anos para trasplante. Puesto qu e

    la gente tiene preocupaciones muy especfi

    cas en el campo de la salud, no puede com-

    Fuente:

    CanadianJournal of Public Health

    1985; 76

    (suppl. 1, May/June) Se publica con permiso de la

    Asociacin Canadiense de Salud Pblica, Ontario,

    Canad.

    'Pre sent ado en la Conferencia sobre Polticas de Salu d

    Pblica celebrada en Toronto, Canad, 7 a 12 de o ctubre

    de 1984.

    depar tamento de Epidemiologa y Bioestads tica ,

    Univ ersidad de Western Ontario, London, Canad.

    pre nd er los estrech os lazos que existen entre

    la salud y sus otras inquietud es. Mientras n o

    se establezca esa relacin, no se tom arn las

    medidas necesarias para la creacin de la

    salud.

    An alizar ahora los factores que habra qu e

    modificar para mejorar la salud. Al elegir

    tales factores me ha influenciado el concep

    to de coherencia como base de la salud de

    Antonovsky. Este autor defini la coherencia

    como "una orientacin general que expresa

    la magni tud del profundo sent imiento de

    confianza constante pero d inmico, de que los

    entornos interno y extemo de cada uno son

    predecibles y de que hay grandes probabili

    dades de que todo vaya tan bien como es

    razonable esperar" (2). Este concepto no es

    utpico.

    En nuestra sociedad, pueden identificarse

    distinto s factores del ento rno que con stituyen

    gran des obstculos para la salud.

    FACTORES DEL ENTORNO

    Entornos peligrosos

    La

    violencia sigue siendo un a de las causas

    ms importantes de morta l idad. Por cada

    mu erte que se produce , hay muchos super

    vivientes con minusvalas permanentes. La

    6

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    19/409

    Buck 7

    mayor parte de estas muertes se clasifican

    como accidentes, pue sto que no resultan de

    actos deliberados; sin embargo, en sentido

    amplio no son accidentales, ya que su causa

    radica en las condiciones peligrosas que to

    lera nuestra sociedad. Nuestras carreteras,

    nuestros au tom viles, nuestros ferrocarriles,

    nuestros aviones y nuestros edificios po dra n

    ser muc ho m s segu ros. Casi todas las trage

    dias que ocurren en las minas, en la cons

    truccin y en muchas otras industr ias se

    deben a negligencia y no a la voluntad divi

    na. El hundimiento de la plataforma petro

    lera Ocean Ranger frente a las costas de

    Terranova es un ejemplo evidente. En mu

    chos casos, y an te el mied o al desem pleo, los

    trabajadores se ven obligados a aceptar

    condiciones d e riesgo man ifiesto. Ello es pa r

    ticularmente cierto en las zonas m s po bres

    de Canad. Los mineros de Nueva Escocia

    op inan que un trabajo peligroso es mejor q ue

    no tener trabajo. Cmo pu ed e tener sen tido

    de la coherencia una persona que expresa se

    mejante opinin?

    En el centro de las grandes ciudades, las

    agresiones se han hecho tan frecuentes que

    las personas ya no pueden moverse l ibre

    mente en su entorno. Ese entorno carece de

    coherencia. Au nq ue po r ahora este problem a

    afecta sobre todo a algunas poblaciones de

    los Estados Unidos, debemos comprender

    que formar parte del futuro de Canad.

    Algunos d e los causan tes de la violencia ur

    bana son a su vez vctimas d e la incoheren

    cia de su entorno.

    La contaminacin tambin po ne en peligro

    el entorno, pero de una forma menos llama

    t iva. Aunque no comprendamos todos los

    efectos que la contaminacin del aire y del

    agua ejercen en la salud, es evidente que

    podemos combatir los riesgos manifiestos,

    como la contaminacin por mercurio o por

    plomo.

    El problem a de la contaminacin exige

    estudios de previsin, puesto qu e una vez qu e

    esta se produce no puede cerrarse como un

    grifo.

    Es especialmente importante recordar

    esto siempre que tratemos el tema de la dis

    posicin de los residuos nucleares.

    Necesidades bsicas y falta de amenidades

    Se dice que las necesid ades bsicas del h om

    bre soncomer,a rroparse y cobijarse. De he cho,

    la ropa es, primero, una forma de cobijarse y

    des pu s, una especie de arte. A veces se cree

    que es solo en los pases del Tercer Mundo

    do nd e no se satisfacen esas necesida des bsi

    cas.

    Desde luego, en ellos esto es 100 veces

    ms frecuente, pero n o es exclusivo. En nue s

    tro pas hay muchas personas que t ienen

    una ingesta alimentaria deficiente y viven en

    condiciones deplora bles.

    Ello

    suceda ya antes

    de la ltima recesin econmica. Esta ha

    sacado a la luz una nue va ola de desoc upad os

    que ya no puede n pagar por una alimentacin

    y un alojamiento adecuados. Se han creado

    refugios y comedores para atender a esta

    poblacin. Resulta evide nte, sin emb argo , que

    mu cho s de los que hoy rec urren a estos servi

    cios desde hace ya muc ho tiem po h an recibido

    salarios

    o

    subsidios sociales insuficientes pa ra

    satisfacer sus necesida des bsicas .

    Qu efectos tiene una n utricin insuficiente

    en la salud? Todos sabemos que las dietas q ue

    no satisfacen por completo las necesidades de

    caloras,vitam inas y min erales influyen desfa

    vorablemente en el crecimiento fsico y la re

    sistencia a las infecciones. Lo que no todo el

    m un do sabe es que cu ando so n los lactantes y

    nios pequ eos los que reciben estas

    dietas,

    su

    desarrollo intelectual queda irremediable

    me nte afectado(3).

    Es

    una lstima que

    se

    hable

    tanto de la dieta d e las sociedades o pulentas y

    de sus efectos nocivos para el corazn y tan

    poco acerca de los efectos d e las die tas caren

    ciales en

    el

    m s importante de los atributos del

    hombre. La otra necesidad bsica, la de cobi

    jarse,

    apenas necesita comentario. Los proble

    mas de los vagabundos son evidentes para

    todos.

    Algo menos evidentes son

    los

    efectos de

    vivir en un lugar d em asiado fro en invierno y

    demasiado caluroso en verano, do nde sus habi

    tantes se encuentran hacinados y d ond e ape

    nas es po sible refrigerar y cocinar los alimentos .

    Estas son

    las

    caractersticas de los barrios ma r

    ginales. Puesto que habitar uno de estos ba

    rrios no gu ard a un a relacin manifiesta con el

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    20/409

    8 Despus de Lalonde: la creacin de la salud

    desarrollo del cncer, el sida, la enfermedad

    de Alzheimer yotrasenferm edades de actuali

    da d, tend em os a olvidar que causa y perpeta

    otros problemas de salud mucho ms impor

    tantes, pero q ue no estn de m oda.

    Me he referido a las necesidades insatisfe

    chas. Ahora debo referirme a la falta de

    amenidades. Una amenidad es algo que con

    tribuye a facilitar y hacer agradable la vida.

    Req uerimo s algunas, tales como el transporte,

    el espar cim iento , la belleza y la distraccin, para

    poder desarrollar nuestro potencial humano.

    Hay pruebas fisiolgicas y psicolgicas de que

    las actividades, los sonidos y las imgenes p la

    centeros favorecen un funcionamiento ptim o

    del cuerpo y de la mente. Por ejemplo, en un

    estud io reciente con pacientes quirrgicosseha

    comprobado que aquellos que podan ver el

    paisaje desde la ventana de su habitacin se

    recuperaban m s pronto(4).

    La necesidad de transporte no era tan

    importante en la poca en que casi todos

    vivamos en comunidades pequeas . Un

    paseo de kilmetro y medio era ocasin de

    recreo y placer. La cosa es m uy distinta en los

    gran des centros urbanos d e hoy, en los que el

    paseo ya no es ni posible ni idlico. El trans

    po rte se ha vue lto costoso y difcil, en pa rticu

    lar para los trabajadores menos privilegiados,

    obligados a marcar sus tarjetas en elreloj,lle

    var a sus hijos a la guardera, buscar alimen

    tos baratos, lavar la ropa en lavanderas

    pblicas

    y,

    m uy a menud o, acudir a un centro

    de salu d alejado d e su lugar de residencia. Para

    los desempleados que deben buscar trabajo

    cada da, el transporte resulta un gasto pro

    hibit ivo; disponen del t iempo, pero no del

    dinero.

    El espa rcim iento es difcil d e conseg uir en

    e l en to rno u rbano moderno . Las ins ta la

    ciones para jugar tenis, golf o squash y los

    gimn asios son caros y pocas personas t ienen

    acceso a ellos. Ad em s, es difcil que el tra

    bajador m an ual , que ha estado haciendo es

    fuerzos todo el da, comprenda la necesidad

    de seguir ejercitndose, por muy sano que

    pu ed a resultar. En cuan to a los nio s, el bis

    bol y el hockey han dejado de ser p asatiem

    pos agradables y se han t ransformado en

    compet ic iones depor t ivas . De hecho, e l

    hockey se ha convertido en un deporte san

    guina rio. Por todo ello, son much os los qu e

    prefieren ver los deportes en la televisin,

    m s qu e practicarlos.

    Algunos delosfactores qu e dificultaneles

    parcim iento fsico estorban tamb in el recreo

    intelectual. La televisin ha pasado a ser el

    m ed io fundam ental de acceso a la literatura,

    al arte y a la msica. El objetivo de la tele

    visin com ercialesla venta de pro duc tos. Por

    tanto , e l contenido de sus programas se

    orienta hacia el potencial de consumo del

    espectador y no hacia su enr iquecimiento

    intelectual o emo cional.

    En lo que a la belleza se refiere, la urbani

    zacin industrial nos ha privado de ella. La

    que queda se concentra en algunos lugares

    cntricos ms visitados por los turistas que

    por los residentes. Muchos ciudad anos viven

    en barrios anodinos y trabajan en sitios sin

    ven tana s, don de rara vez les llega la brisa o el

    tr ino de los pjaros. En las ciudades ms

    grandes, se desplazan de un si t io a otro a

    travs de heles.Elruido, daino paraelodo

    y perturbad or para la mente, ha susti tuido a

    la belleza.

    El trabajo estresante, no gratificante y

    despersonalizado

    La revolucin industrial elimin algunos d e

    los trabajos m s agotadores de la hu m anid ad,

    pe ro trajo consigo otroproblema:para mu chos,

    el trabajo no supone ya una satisfaccin crea

    tiva.La contribucin del trabajador al pr odu cto

    acabado se limita y consiste solo en procesos

    repetitivos hasta la saciedad. El alivio de la

    monotona puede conllevar el riesgo de ser

    reemplazado por un robot. Para mejorar la

    eficiencia, el cambio de turno ha pasado a

    ser habitual, sobre todo la rotacin peridica

    semanal q ue altera permanentem ente el ritmo

    circadiano natural del organismo

    (5).

    U n

    estudio hecho en trabajadores industriales ha

    dem ostrado que el cambio de tum o y el trabajo

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    21/409

    Buck 9

    en cadena, sobre todo, tienen efectos nocivos

    para la salud fsica y mental (6).El problem a

    laboral resulta an ms complejo a causa de

    la amenaza constante del despido. Poca co

    herencia puede haber en una vida que oscila

    entre el trabajo no gratificante y el desemp leo.

    Samuel Butler dijo que un pollo era solo

    el mtodo que usaba el huevo para hacer

    otro huevo. La filosofa de nuestro sistema

    econmico es que una persona es solo el

    m todo que usa un d lar para hac er otro dlar.

    Aislamiento y alienacin

    El hom bre

    es

    gregario por naturaleza

    y

    tiene

    que tener la oportunidad de dar y recibir

    afecto, ayuda e informacin. Se ha creado el

    trmino apoyo social para describir la satis

    faccin d e esta nece sidad . Hay cada vez m s

    pruebas de que las personas aisladas y con

    insuficiente apoyo social tienden a sufrir

    ms enfermedades (7).Hay m uchas personas

    aisladas en nues tra sociedad, particu larm ente

    entre los ancianos, los viud os , los padr es sin

    pareja y los trabajadores desarraigados que

    buscan em pleo.

    An ms angustiosa que el aislamiento es

    la experiencia de vivir al margen de la so

    ciedad, don de las opo rtunid ade s, valores, ex

    pectativas y costumbres del in dividuo no son

    los de la sociedad. Eso es la alienacin, que

    afecta a

    las

    minoras tnicas, a los in migran tes

    recientes, a los trabajadores migratorios y a

    todos

    los

    que son rechazados o dislocados por

    el cambio cultural. El famoso estudio de

    Cassei sobre los efectos d e la llegada de la in

    dustria a una poblacin de los montes

    Apalaches dem ostr el profu ndo efecto de la

    alienacin en la salud (8).

    Pobreza

    He situado a la pobreza en ltimo lugar

    porq ue esta trae consigo todo s los obstculos

    para la salud qu e he descrito en los p rrafos

    anteriores. Ms qu e nad ie, son los pobres los

    que viven en entornos peligrosos, los que no

    pueden satisfacer sus necesidades bsicas y

    carecen de amenidades, los que ocupan

    puesto s de trabajo, cuand o los ocup an, estre

    santes y no gratificantes y los qu e estn aisla

    dos de las fuentes de informacin y de

    estmulo. Ade m s de todo esto, la pobrez a es

    intrnsecamente degrad ante y alienante. Esto

    es part icularmente cierto cuando el que la

    sufre sabe que la pobreza no es el destino

    obligado del ser humano, y no puede dejar

    de al ienarse cuando ve en los medios de

    comunicacin cmo vive la mayora p ud iente .

    Rollo

    Walter Brown describi e locue ntem ente

    el fenmeno: " . . . La pobreza embrutece al

    hombre como una inyeccin continua de

    veneno. Adormecindolo poco a poco, lo

    incapacita para darse cuenta de las mejores

    cualidades de su carcter, le roba su sentido

    de propsi to, mina su confianza e impide

    que extienda partes esenciales de s mismo

    hacia la vida del mundo que lo rodea. Le

    desva del camino correcto, llenando su vida

    de las inevitables consideraciones en que

    consiste la limitada y mezquina perspectiva

    del perdedor" (9). Brown se refera a la in

    digencia crnica, no a la pobreza tem po ral del

    estudiante o de otras personas con aspira

    ciones. Los qu e han sido pobres alegan q ue la

    austeridad obliga a fortalecer el carcter; los

    pobres perm anen tes callan.

    En todos los pases en que se ha estu diad o

    la relacin q ue existe entre estrato social y en

    fermedad, se han com probado elevadas tasas

    de mortalidad y discapacidad en los sectores

    m s pobres d e la sociedad. As ocu rre inclus o

    en los pases que disponen de sistemas de

    salud de financiacin pblica(10-12).

    EL EN TO RN O Y OTRO S ELEMENTOS

    Has ta aq u he descrito los efectos de los e n

    tornos desfavorables en la salud. No ser

    posible mejorar

    los

    otros elementos del ca m po

    de salud de L alonde sin cambiar el entorn o,

    puesto que todos el los estn inseparable

    men te unid os a l.

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    22/409

    1

    0 Despus de Lalonde: la creacin de la salud

    El entorno y la biologa humana

    Las clulas, los tejidos y los rganos del

    cuerpo h um an o responden al entorno. Si el en

    torno es peligroso, pue den resultar destruidos

    a causa de una lesin. Si el entorno no pro

    porciona la nutricin adec uad a, no se desa rro

    llarn correctamente. Sin embargo, el efecto

    delastensiones del entorn o enlosreguladores

    principales del organismo, el s is tema

    nervioso ce ntral ylasglndu las endocrinas

    es mu cho m s sutil. Cassei ha revisado los es

    tudios qu e dem uestran que la accin de tales

    factores consiste en au m enta r la prope nsin a

    todas las enfermedades, tanto fsicas como

    mentales

    (13).

    El entorno y el estilo de vida

    Solo es posible adoptar un estilo de vida

    sano cu an do se cuenta con los conocimientos,

    las oportunidades y la voluntad de hacerlo.

    Un entorno empobrecido crea mlt iples

    obstculos a l conocimiento y a la oportu

    nida d, au nq ue tal vez lo m s importante sea

    la erosin d e la volunta d. N o es fcil la nzars e

    a la bsqueda positiva de la salud cuando se

    necesita toda la energa disponible solo para

    enfrentarse a los retos de cada da. Al con

    trario, la mayor tentacin consiste en buscar

    el olvido en los hbitos menos saludables.

    House ha comprobado que los trabajadores

    indu striales con tum os peridicos y trabajo en

    cadena son los mayores consumidores de al

    cohol y de tabaco

    (6).

    El entorno y la atencin de salud

    Las desiguald ades d e acceso y calidad d e la

    atencin d e salud provocadas por el entorno

    se dan hasta en los pases en que dicha aten

    cin est financiada con fondos pblicos. En

    los Estados U nidos, el pago m edio per c pita

    de M edicaid es mucho m ayor en los blancos

    que en los negros

    (14).

    En la G ran Bretaa e s

    bien distinta la atencin de salud que reciben

    los ricos y los pobres. As, se ha com proba do

    que los ingresos al hosp ital de los nios de las

    clases sociales m s bajas se produ cen m s p or

    urgencias qu e por intervenciones planificadas

    de diagnstico y tratamiento

    (15).

    Rundle y Wheeler rechazan la opinin de

    qu e los pobres reciben una atencin d e salud

    insuficiente por falta de sofisticacin

    (16).

    Para ellos,lospobre s son dirigidos con mayor

    frecuenciaaprovee dores q ue no favorecen las

    prestaciones preventivas.

    Efectos acumulados

    Por ltimo, conviene destacar que el dao

    que hace a la salud un entorno desfavorable

    es acum ulativo y tiene un en orm e efecto m ul

    tiplicador. El recin nacido de una madre de

    clase social baja y des nu trida tiene ms pro

    babilidad es d e presenta r u n bajo peso al nacer.

    El bajo peso al nacer incrementa el riesgo de

    sufrir un a am plia gam a de lesiones nerviosas,

    des de parlisis cerebral hasta retraso m ental.

    Pero el bajo p eso al nacer au m enta

    mucho ms

    el riesgo cuando el lactante pertenece a una

    familia pobre

    (17).

    Como dice Blaxter, el en

    torno social crea una desventaja potencial y

    luego refuerza sus efectos

    (18).

    El aspecto m s

    pernicioso de la acumulacin es que persiste

    a lo largo de generaciones. La pob reza d e un a

    generacin reduce las probabilidades de un

    nacimiento saludable y empeora el entorno

    del nio que nace. Los miembros de la se

    gunda generacin, ms afectados en lo refe

    rente a la salud, la educacin y el empleo,

    crean un entorno an ms desfavorable para

    la tercera. En ltima instancia, las cond iciones

    nos parecen tan desesperadas que no nos

    creemos capaces de ayudarles.

    SOLUCIONES

    He tratado hasta aqu los problemas con

    cierto detalle. Ahora me referir a las solu

    ciones. No debe sorprender que tenga ms

    confianza en los rem edios ten diente s a corre-

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    23/409

    Buck 11

    gir el entorno que en los dirigidos hacia los

    otros elementos del campo de la salud de

    Lalonde. Mi objecin al Informe Lalonde se

    basa en que sus recomendaciones para mejo

    rar el entorno son dem asiado dbiles, aunq ue

    no es el nico con este defecto. Drap er y sus

    colegas observaron fallas similares en el

    Informe de la M errison Royal Com mission de

    Inglaterra, que no subraya ba la necesidad de

    influir continua y constructivamente en los

    entornos insalubres en lugar de aceptarlos de

    forma pasiva (19).La mayor parte de las de

    claraciones oficiales en el campo de la salud

    pblica aceptan el ento rno tal y como

    es,

    como

    un conjunto de problem as a los que hay q ue

    ada ptarse . El nfasis del cam bio se sita e n el

    individuo, a menudo expresando la convic

    cin de que podran ahorrarse millones de

    dlares del presupuesto asignado a salud si

    las personas abandonan sus malas costum

    bres.

    No cabe du da de qu e ciertos hbitos, en

    particu lar el tabac o y el alcohol, son el orige n

    de numerosos problemas de salud graves que

    producen grand es gastos de atencin m dica.

    Sin emb argo, la correccin d e estos hbitos n o

    basta para curar nuestros males. Tampoco

    podemos esperar que se corrijan gracias

    al mero esfuerzo de los individuos. Como

    sealan Drap er y colaboradores, es necesario

    enfrentarse a los aspectos ms am plios del en

    torno que mo delan la eleccin individua l pe ro

    que escapan al control del indiv iduo (20).Para

    que las personas gocen de mejor salud, ser

    preciso proporcionarles un medio que no les

    cause da o ni fsico nipsicolgico.En

    ese

    caso

    seran mucho menores el deseo y la oportu

    nidad de adoptar malos hbitos.

    Se

    ha dad o dem asiada importancia a la res

    ponsabilidad del individuo en cuanto a su

    propia salud, lo que ha provocado un au

    me nto del sentido d e alienacin en los qu e ya

    se encu entran en las mrgenes d e la socieda d.

    Con esto, en realidad, se ha aadido insulto

    a la agresin. No pu ed e esperarse qu e las per

    sonas que a cude n a los servicios de bienestar

    social

    se

    vean m otivadas a incrementar

    el

    con

    tenido proteico y vitamnico de sus dietas

    cuando su mayor problema es satisfacer el

    hambre que tienen. Ahora bien, claro que es

    posible, si se com pran y cocinan los alim entos

    de forma inteligente, incremen tar el valor nu

    tritivo de una dieta barata. Pero para ello la

    perso na debe dispon er de conocimientos culi

    narios, persistencia, t iempo y una buena

    cocina, caractersticas qu e no son p rop ias de

    la mayor p arte de

    los

    que reciben subs idios de

    beneficencia. Ciertas actividades de promo

    cin de la salud en el cam po de la prev enci n

    de accidentes resultan igualmente poco rea

    listas.Los accidentes en el ho ga r y en la calle

    son una causa importante de muerte y dis

    capacidad de los nios pequeos. Sin em

    bargo, qu sentido tiene centrarse en la

    capacidad de vinas mad res qu e estn crian do

    a sus hijos en entorn os que facilitan estos ac

    cidentes? Como seala Blaxter:

    " . . . Se busca la solucin en la educacin

    general o en la supervisin, ms especfica,

    que ofrecen a las familias las enfermeras de

    salud pblica. Sin embargo, parece evidente

    que el remedio depende sobre todo de las

    polticas pblicas tendientes a mejorar el

    entorno

    de las

    familias

    pobres:

    la

    provisin de

    espacios seguros para jugar, el control del

    trfico en los barrios de viviendas multi-

    familiares, la eliminacin de los edificios que

    constituyen verdaderas trampas en caso de

    incendio,

    las

    m edidas tendientes

    a

    garantizar

    que las familias pobres no se vean obligadas

    a recurrir

    a

    formas peligrosas

    de

    calefaccin y

    el diseo de viviendas pblicas para familias

    jvenes de forma que las madres puedan

    vigilar a sus hijos de distinta edad al mismo

    tiempo. No cabe duda de la responsabilidad

    de la

    conducta individual,

    pero esta

    conducta

    es inevitable en algunos entornos" (18).

    Recordemos que resulta mucho menos efi

    ciente operar u n cambio en el indiv iduo que

    en el entorno. Puede uno imaginar la pre

    vencin de la fiebre tifoidea instando a la

    gente a hervir el agua? Como seal Symes,

    el cambio de las personas es una tarea que

    nunca termina, mientras que el cambio del

    entorno es ms duradero (21).Este efecto se

    ve claramente en la prevencin de la caries

    dental. La fluoruracin del agua potable es

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    24/409

    12 Despus de Lalonde: la creacin de la salud

    mucho ms eficiente que los programas de

    cam bio diettico y limpieza de los dientes.

    El Informe Lalonde fue un documento

    poltico y su autor, min istro en el gabinete del

    gobierno federal de Canad. Por lo tanto, no

    es nada raro que formulara pocas recomen

    dacion es que obligaran econmicam ente a ese

    gobierno, aunque manif ieste preocupacin

    po r los distinto s aspectos de la salud. La am

    plia aceptacin de este informe refleja que en

    cualquier luga r del m un do prevalece el deseo

    de no enfrentarse a la amplia gama de obs

    tculos que se oponen a la salud.

    Para a lgu no s, la solucin radica todava en

    un a m ejor atencin de salu d. "Mejor" en este

    caso implica tanto un ma yor acceso al tipo d e

    atencin q ue ho y se ofrece como un a um en to

    de la capa cid ad tecnolgica d e la medicina. Si

    un o pierde un brazo o una pierna en un acci

    dente, la solucin consiste en una micro-

    ciruga ms avanzada capaz de volvrselos a

    colocar. Si u n conjunto de factores p erso nale s

    y ambientales dan lugar a una enfermedad

    vascular, la respuesta es una mejor ciruga de

    trasplantes. Sin embargo, los remedios tec

    nolgicos est n llegando al lmite econm ico

    y logstico. Po r tanto, es casi inconcebible q ue

    puedan coexistir un mayor acceso a la aten

    cin de salud y unos cuidados cada vez ms

    sofisticados.

    Alg uno s de los que se opo nen a la solucin

    tecnolgica propon en en su lugar dar m ayor

    nfasis a los aspectos de cuid ado d e la m ed i

    cina, prestando ms atencin al refuerzo de

    los apoy os sociales de los sujetos vu lnerables.

    Por m uy atractivo que pu eda ser este enfoque,

    contiene un elemento de riesgo. Los apoyos

    sociales son importantes, pero el peligro

    radica en dejar que sustituy an a las reformas

    esenciales. Pudiera ser que los habitantes de los

    barrios marginales fueran tratados con ms

    afecto po r los m dico s y trabajadores sociales

    y que se les apoyara para que se ayudaran

    unos a otros. Con eso podran mitigarse sus

    du ras condiciones de vida, pero no se erradi

    caran las causas de las m ismas. El apoy o so

    cial , para ser verdaderamente eficaz, debe

    basarse en u n grad o tal de respetoalindividuo

    de m od o qu e este no tenga acceso a las condi

    ciones que predispo nen en la enferm edad y a

    la lesin. Se trata fundamentalmente de un

    asunto moral, como reconoci en 1983 el

    Mensaje de Ao Nuevo de la Conferencia

    Episcopal Catlica C anad iense.

    Por ltimo, debemos considerar los obs

    tculos que se opo nen al logro de un entorno

    capaz de crear salud. Estos obstculos son

    grandes y estn profundamente enraizados.

    Sin embarg o,

    si

    llegamos

    a

    entend er lo que son

    y comenzamos a a tacar los s in pausa, po

    dram os conseguir el triunfo.

    Quizs la ms profunda de todas las ba

    rreras sea de natu raleza filosfica, la creencia

    de qu e cierto elemento de sufrimiento forma

    parte de la condicin humana. Hasta cierto

    pu nto , es una creencia justificada, pu esto que

    el dolor, la afliccin y la soledad nu nca po dr n

    eliminarse por completo. Ah ora

    bien,

    otra cosa

    es admitir como inevitable una parte impor

    tan te del sufrimiento. La incitacin bblica " da

    de comer al hambriento" no debe ser consi

    derada una excusa para tolerar la pobreza

    crnica.

    La

    idea de que hay ganadores y perde

    dores cierra el paso a la reforma. Ese paso

    que dar cerrado definitivamen te si la idea se

    refuerza con el argum ento errn eo de q ue los

    perdedores son aquel los cuyo dest ino de

    pen de de haber heredado u n conjunto m alo de

    genes. Aun queescierto que un solo gen pu ed e

    jugar m uy m alas partidas, esos genes son m uy

    raros.

    Casi todas las cualidades hum anas de

    penden de una multi tud de genes que deter

    m inan el potencial del hom bre para desarrollar

    su cuerpo y su mente.Elpotencial de algun os

    es inferior al de otros, pero al men os en u n en

    torno favorable tod os pod rn desarrollar ple

    nam ente su potencial. Un buen e ntorno pu ede

    reducir la distancia entre ganadores y perde

    dores. Adem s, la mejora d e algunos aspectos

    del entorno ayuda a todos los que habitan en

    l,

    cualquiera sea su herencia gentica. La

    purificacin del agua previene la fiebre

    tifoidea y el clera, ind epe nd iente m en te d e la

    inteligencia de la persona que beba el agua.

    La inercia es el siguiente obstculo que

    debemos considerar. El mero esfuerzo de in-

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    25/409

    Buck 13

    troducir una reforma bsica es un im po rtan te

    argumento disuasivo. Tendemos a sentimos

    satisfechos con los remedios ms sencillos.

    Por desgracia, estos remedios suelen llegar

    dem asiad o tarde como para resultar eficaces.

    El dar un subsidio al pobre cuando puede

    demostrar qu e es pobre es un b uen ejemplo

    de

    lo

    que me refiero. Pode mo s pensar qu e este

    enfoque desapareci cuando las leyes de

    beneficencia de la poca victoriana fueron

    sustituidas en

    el

    siglo

    XX

    por los subs idios so

    ciales, pero esto es cierto solo hasta cierto

    pun to. El problema de los prog ram as finan

    ciados con nuestras aportaciones es su dis

    continu idad. Se ha traz ado u na lnea rgida e

    inhu m ana entre los pobres qu e trabajan y los

    que n o lo hacen.

    Se

    ha creado un abismo en tre

    ambos, do nde debera existir un pue nte.

    Tambin existe inercia, aunque distinta,

    cuando emp rendem os un program a de refor

    mas poco ambicioso o demasiado brev e para

    lograr todos los efectos que se p reten den . As

    sucedi con el programa Headstart de los

    Estados Unidos. Este programa estaba desti

    nad o a propo rcionar enriquecim iento intelec

    tual y emocional a los nios p reescolares con

    carencias culturales. Se esperab a q ue incluso

    algunos meses de tal enriquecimiento seran

    suficientes.

    Todos

    los que han ev aluado

    el

    pro

    grama coinciden en afirmar q ue las ganancias

    fueron proporcionales a la perm anen cia d e los

    nios en el mism o (22),lo que no es so rpren

    dente. Los resultados del program a He adstart

    demuestran que un esfuerzo incompleto es

    una forma de inercia.

    Otra barrera a la reforma es la estru ctura frag

    me ntada del ap arato poltico y burocrtico. La

    salud, la educacin, el trabajo, el medio am

    biente, la seguridad y el bienestar social de

    penden de jurisdicciones diferentes, lo que

    limita la posibilidad de una accin c oordin ada.

    En consecuencia, nadie tiene un a visin d e con

    junto de lo que est m al y de lo que ha y que

    hacer para remediarlo. Dudo que la solucin

    del problema radique en crear nuevos depar

    tamentos gubernamentales de enlace. Por el

    contrario, la respuesta a la fragmentacin de

    bera buscarse en mejorar la comunicacin

    entre

    los

    organismos qu e comparten la respon

    sabilidad del entorno hu m ano. Debera haber

    mejor comunicacin a nivel central, donde se

    establecen las polticas, y tam bin a n ivel pe ri

    frico, donde los funcionarios se enfrentan a

    los

    complejos problema s de cada ind ividuo . En

    los ltimos decenios se han hecho m uch os es

    tudios tericos sobre organizacin y comuni

    cacin. Ha llegado el momento de que estos

    cono-cimientos se apliqu en a resolver la frag

    mentacin. El obstculo que esta supone tam

    bin podra resolverse de otra mane ra. Cu an do

    muchos grupos independientes hacen planes,

    cada uno de ellos debe pregun tarse: cmo in

    fluir nuestro plan en la salud de las personas

    hacia las que va dirigido? La salud deberafor

    mar pa rte de cualqu ier planificacin.

    He dejado para el final la barrera ms

    poderosa, la de los intereses individuales.

    Para los patro no s, propietarios de edificios, in

    versores y contribu yentes en gen eral, el costo

    de la reforma sup on e u n fuerte ob stculo a la

    accin. Nu estros c orazones tal vez sean blan

    dos, pero se endurecern si nos tocan la

    cartera. No obstante, es mu y posible que gran

    parte del dinero que gastamos en redes de se

    guridad pudiera destinarse con mayor efica

    cia a implantar reformas bsicas. Lo ms

    eficaz n o es siemp re lo m s caro. Pero inc luso

    aunq ue lo sea, en nuestra sociedad p odrapro

    ducirse una importante t ransferencia de

    dinero sin que nadie perdiera demasiado

    bienestar. La acumulacin de dinero por el

    hecho de acum ularlo es una carga que a lguno s

    se sentiran contentos de abandonar si no se

    vieran adoctr inados continuamente en la

    creencia de q ue la adquisicin de riqu ezas es

    el fin ltimo del h om bre.

    Es saludable comprender que la reforma

    podra ser la red d e seguridad de todos los que

    tenemo s intereses opu estos a esa reforma. La

    existencia de un grupo indigente supone un

    riesgo para la may ora pu dien te. En este con

    texto,

    convendra reflexionar sobre las obser

    vaciones de Geoffrey Vickers: "Se necesita

    algn desencadenante para convencer al oc

    cidente, ocu pad o y protegid o, de la inestabili

    dad que es bien evidente para los desv alidos.

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    26/409

    14 Despus de Lalonde: la creacin de la salud

    impotentes , desi lusionados y desesperados

    de sus propios pases"

    (23).

    En el proceso de mejorar el entorno h um ano

    resu ltarn tiles dos ideas. La primera es qu e

    las reformas m uy inno vadoras deben ser im

    plantadas de forma experimental

    (24).

    La in

    troduccin de una reforma a pequea escala,

    con m edid as meticulosas para determinar sus

    efectos positivos y negativos, es una forma

    prudente de aprender de la propia experien

    cia. La aplicacin del m tod o cientfico a la re

    forma no supone falta de humanidad. Por el

    cont ra r io , nos impide hacer dao cuando

    queremos hacer el bien. Sin embargo, el en

    foque experimental no s pue de arrastrar por el

    resbaladizo camino de la inercia si creemos

    que un experimento afor tunado supone un

    logro definitivo.Espreciso alcanzar el xito a

    la mayor velocidad posible.

    La otra idea es el establecimiento d e m etas

    para medir el progreso de la reforma. La

    medicin del progreso es el antdoto de la

    inercia. Terris ha sub raya do la imp ortancia de

    establecer metas que especifiquen no solo lo

    que se desea conseguir, sino tambin el mo

    m ento en qu e deben alcanzarse

    (25).

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  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    27/409

    PR OM OCIN DE LA SALUD: UNA

    PERSPECTIVA MUNDIAL

    1

    l iona Kickbusch

    2

    En

    1981,

    Robert Anderson y yo em prendi

    mo s un viaje de estud ios a Canad con el fin

    de comprender lo que estaba sucediendo all

    con la prom ocin d e la salud en lo que respecta

    a programa y polticas. Canad era entonces

    el nico pas qu e contaba con un a Direccin

    General de Promocin de la Salud, haba mo s

    odo hablar de proyectos que, como "PAR-

    TICIPACTION", haban tenido xito y

    queramos saber de qu iba todo aquello.

    En

    1980,

    laOficina R egional de laOMSpara

    Europa me haba ped ido qu e elaborara u nb o

    rrador de propuesta de educacin para la

    salud para el programa de trabajo de 1980-

    1984.

    Resultaba eviden te que la prom ocin de

    la salud era

    algo

    m s que una seccin de la ed u

    cacin pa ra la salu d y la Oficina Regional d e

    seaba crear un programa nuevo (con la

    aprobacin de los Estados Miembros), l la

    m ad o Promocin de la Salud, a partir de 1984.

    La idea no consista en dar otro nombre a la

    educacin pa ra la salud, sino en crear un p ro -

    Fuente:

    Canadian Journal of Public Health 1986;77(9-10).

    Se publica con permiso de la Canadian Public Health

    Association, O ntario, Can ad.

    'Discurso inaugural de la 77

    a

    Conferencia Anual de

    la Asociacin Canadiense de Salud Pblica, Promocin

    de la SaludEstrategias para la Accin, Vancouver,

    Colum bia Britnica, 16 a 19 de junio de 1986.

    'Oficial Regional, Un idad de Educacin pa ra la Salud,

    Oficina Regional de la OMS para Europa, Copenhague,

    Dinamarca.

    grama adicional con su propio personal ,

    presupuesto, filosofa y estrategias. Por

    tanto,

    vinimos a Canad; escuchamos, vimo s

    y aprendimos mu cho.

    Por esta razn, d uran te los ltimo s 5 a os

    cada un o de nosotros se ha sentido a gusto con

    el trabajo del otro. Los contactos con Ca nad

    han sido regulares y estimulantes y se ha pro

    ducid o un intercambio de ideas y p rogram as

    en ambas direcciones.

    EL PROYECTO

    REGIONAL/INTERREGIONAL DE

    PR OM OC IN DE LA SALUD

    Me referir a la promocin de la salud en un

    sentido mun dial, aunqu e no empleo la palabra

    "m un dia l" en su sentido ms literal. Hablar

    des de la aventajada perspectiva d e la Oficina

    Regional delaOMS para Europa, don de se m e

    ha pedido que dirija un "proyecto regional/

    interregional de promocin de la salud"

    creado p or el Director Gen eral de la OMS, Dr.

    Hafdan Mahler, a fin de dilucidar la impor

    tancia de la promo cin d e la salud e n todo s los

    Estados Miembros y en todas las Regiones.

    Este program a se ha d iseado en varias eta

    pas.

    La primera consisti en desarrollar un

    trabajo bsico (lo que a nivel nacional se lla

    mara un libro verde) para aclarar el signifi

    cado de la prom ocin d e la salud .

    15

  • 7/26/2019 Promocion de La Salud Una Antologia

    28/409

    16 Prom ocin de la salud: una perspectiva m un dia l

    En la Oficina Regional se haba hec ho ya u n

    enorme trabajo de preparacin, part icular

    mente con la produccin de un "Documento

    de discusin sobre el concepto y los princi

    pios de la promocin de la salu d" (al qu e casi

    todo el mu nd o llama el libro amarillo), red ac

    tado en1984para marcarelcomienzo del pro

    grama de prom ocin d e la salud d e la Oficina

    para Europa . Esta "cosa" nueva llamada pr o

    mocin de la salud, que estaba adquiriendo

    una im portanc ia cada vez mayor, tena que se r

    definida con claridad. Desde entonces, el

    Documento ha sido difundido ampliamente,

    reimpreso y traducido a unos10

    idiomas.

    Est

    siendo objeto de un gran debate y es citado

    con frecuencia; se emplea pa ra planificar p ro

    gram as y pa ra definir enfoques.

    El Docu mento de discusin define la pro

    mocin de la salud com o el proceso que per

    mite a las personas adquirir mayor control

    sobre su propia salud y, al mismo tiempo,

    mejorar esa salud. Esta perspectiva d eriva d e

    un conce pto de "sal ud " que la define com o la

    magni tud en que un individuo o grupo

    pueden, por una parte, realizar sus aspira

    ciones y satisfacer su s necesida des y, po r o tra ,

    cambiar su en torno o afrontarlo. Por tan to, la

    salud se considera un recurso aplicable a la

    vida cotidiana y no como el objetivo de esa

    vida; es un concepto positivo que se apoy a en

    los recursos sociales y personales y tambin

    en la ca pa cid ad fsica.

    Se adelantan cinco principios fundamen

    tales de la promoci n d e la salud:

    1.

    La promocin de la salud afecta a la

    poblacin en su conjunto en el contexto

    de su vida diaria y no se centra enlasper

    sonas que corren el riesgo de sufrir de

    terminadas enfermedades.

    2.

    La promocin de la salud pretende in

    fluir en los determin antes o causas de la

    salud.

    3.

    La promocin de la salud combina mto

    dos o enfoques distintos pero comple

    mentarios.

    4.

    La promocin de la salud se orienta es

    pecficamente a conseguir la partici

    pacin concreta y especfica de la po

    blacin.

    5. Los profesionales de salud (particular

    mente en el campo de la atencin pri

    maria) deben desempear un papel de

    gran importancia en la defensa y facili

    tacin de la promo cin d e la salu d.

    Se sealan cinco reas temticas:

    1.

    Acceso a la salu d.

    2. Desarrollo de un entorno facilitador de

    la salud.

    3. Refuerzo d e las red es y apo yo s sociales.

    4.

    Promocin de los com portamientos po

    sitivos para la salud y d e las estrategias

    de afrontamiento ad ecu ada s, un objetivo

    esencial para la prom ocin de la salud.

    5.

    Aumento de los conocimientos y di

    fusin d e la informacin relacion ada con

    la salud.

    Poda aplicarse este enfo que a los pases en

    desarrollo o era solo adecuado para los industr ial izados? Para responder a esta pre

    gunta creamos un grupo internacional de

    estudio q ue se reuni en Cop enh ague en 1985

    y del que formaban parte representantes de

    todas

    las

    partes del mun do . Esta reunin tuv o

    un doble resultado:

    En primerlugar,

    se acept que

    el

    documento

    bsico poda aplicarse a pases mu y diferentes

    de los industrializados. Se tena la sensacin

    de que, en lo que a la promocin de la salud

    se refiere, podra estar ocurriendo lo que

    habamos vivido al comenzar los debates

    sobre la atencin primaria de salud , solo que

    al revs: al principio se dijo que la atencin

    primaria solo era aplicable al mundo en de

    sarrollo, que era una a