profeta elías

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Elías, power point. En el año 874 a C. Ajab sube al trono de Israel. Sus desaciertos superaron los de sus antecesores. Casado con Jezabel, hija del rey de los Sidonios introduce los cultos paganos construyendo un templo a Baal. La corte decide cambiar de dios. Es entonces cuando aparece la figura de Elías. Anuncia una sequía devastadora en castigo por la idolatría. Nació en Tisbé situada en Galaad al este del Jordán en una región de fuerte tradición yavista que no se había infestado por el culto de Baal. No tenemos un libro con sus escritos. Su figura aparece en el 1º Re. Elías estaba lleno de celo por la gloria de Yavé. Aquel celo era necesario par enfrentar la avalancha de los cultos pagano promovidos por Jezabel. En el templo de Baal había centenares de falsos profetas encargados de propagar el culto idolátrico. (1 Re. 17 a 19). Elías es el predicador fanático que se entrega obsesivamente a la tarea de recordar al pueblo lo absoluto de Dios, que Yavé es el Señor absoluto y exclusivo. Este gran profeta también estaba construido de barro pues en su interior hay actitudes que nada tiene que ver con el Dios que proclama. El acontecimiento del Carmelo (1 Re 18,30-39) lo muestra pagado de sí mismo, nada respetuoso del pensamiento de los demás, con una piedad triunfalista. En ese momento buscaba su gloria más que la de Dios. Elías vive momentos de entusiasmo y victoria. Cree que su celo está motivado por el amor de Yahvé pero deberá ir aprendiendo que mucho de su celo está manchado de barro. Hay demasiado protagonismo en su vida.

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Elias

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Page 1: Profeta Elías

Elías, power point.

En el año 874 a C. Ajab sube al trono de Israel. Sus desaciertos superaron los de sus antecesores. Casado con Jezabel, hija del rey de los Sidonios introduce los cultos paganos construyendo un templo a Baal. La corte decide cambiar de dios. Es entonces cuando aparece la figura de Elías. Anuncia una sequía devastadora en castigo por la idolatría.

Nació en Tisbé situada en Galaad al este del Jordán en una región de fuerte tradición yavista que no se había infestado por el culto de Baal. No tenemos un libro con sus escritos. Su figura aparece en el 1º Re.

Elías estaba lleno de celo por la gloria de Yavé. Aquel celo era necesario par enfrentar la avalancha de los cultos pagano promovidos por Jezabel. En el templo de Baal había centenares de falsos profetas encargados de propagar el culto idolátrico. (1 Re. 17 a 19). Elías es el predicador fanático que se entrega obsesivamente a la tarea de recordar al pueblo lo absoluto de Dios, que Yavé es el Señor absoluto y exclusivo.

Este gran profeta también estaba construido de barro pues en su interior hay actitudes que nada tiene que ver con el Dios que proclama. El acontecimiento del Carmelo (1 Re 18,30-39) lo muestra pagado de sí mismo, nada respetuoso del pensamiento de los demás, con una piedad triunfalista. En ese momento buscaba su gloria más que la de Dios. Elías vive momentos de entusiasmo y victoria. Cree que su celo está motivado por el amor de Yahvé pero deberá ir aprendiendo que mucho de su celo está manchado de barro. Hay demasiado protagonismo en su vida.

Elías tuvo que huir para salvar su vida (1 Re 19,1-5). Siente el golpe de hastío de la existencia, el cansancio de la lucha, la tentación de la última retirada. A pesar de su victoria contra los sacerdotes de Baal el pueblo sigue dándole culto. Parece que no hubiera ganado nada y su vida está en peligro. Su fuga es en el fondo como una peregrinación de vuelta a los orígenes de su fe. La obra de Dios va actuando en su interior. El fracaso le hará conocer nuevas facetas del Señor. Ese Elías que se creía mejor que nadie ahora afirma que “no soy mejor que mis padres”. (19,4).

Viaja hacía el Horeb (Sinaí) hacia aquellos lugares sagrados donde se decidió la Alianza. Va huyendo por miedo pero también va como peregrino de la Alianza y de la fe.

Las etapas del viaje van a ser: la ciudad dejada, el desierto, las palabras del ángel, la montaña del Horeb, y la presencia de Dios. El ángel le dice: levántate y come porque el

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camino es demasiado largo para ti. (1 Re 19,5-9). Levántate porque no un ángel, sino Dios mismo quiere decir algo a tu corazón. Y lo que Dios quiere decirte es que no debes alimentarte de ti mismo, como lo habías hecho hasta ahora, que no podías seguir alimentándote de tus éxitos.

Ahora tienes que alimentarte de tu fragilidad, de tus límites y sobre todo de Dios. El camino que tienes que recorrer es el de tu soberbia a tu humildad Elías llegó al Horeb y vivió en una cueva Dios no estaba ni en el huracán, ni en el temblor de tierra, ni en el fuego, elementos en los que antes se manifestaba, (Ex 19,16). Ahora Dios se presenta no bajo el decorado deslumbrante y estremecedor sino bajo la dulzura de la brisa del atardecer tranquilo y sosegado.

Encontramos ahí un progreso en el concepto de Dios Que es muy importante. Yavé ya no es únicamente el Dios cósmico, aquel cuya potencia aterradora se manifiesta en medio de la naturaleza más violenta. Es también y sobre todo el que se encuentra con el hombre, como dos amigos que se encuentran al caer la tarde, y trata de establecer una delicada amistad con su compañero. Elías experimenta a un Dios distinto del que creía.

Solamente cuando va experimentando su propia debilidad, cuando es perseguido, es cuando tiene la posibilidad de descubrir al verdadero Dios. En el cerro Carmelo se había desarrollado el cruento desafío entre fanatismos opuestos. En el monte Horeb, Dios se manifiesta de manera completamente distinta. Elías sale del Horeb completamente cambiado. La revelación de Dios provoca en él una verdadera conversión, el profeta guerrero se ha convertido en un ser pacifico. Ahora puede hablar de Dios sin gritar ni invocar el fuego.

Entre las mayores figuras individuales de profetas están Elías y en cierto sentido Eliseo, (19,19). Elegido como profeta por Elías al regreso del desierto. Elías es arrebatado la cielo en un carro de fuego (2 Re. 2,11-13). Junto con Moisés figura en calidad de representante del antiguo pacto en el Monte de la Transfiguración siendo testigo de que Jesucristo era realmente el Hijo de Dios.