La Montaña, 11 de enero de 2016.

“La piedra preciosa”

Mis queridas semillas,

En medio de otra ciudad, vivía una familia muy rica y su hijo quiso ser joyero, orfebrería, quiso hacer joyas, con piedras preciosas y le dijo a sus padres: “Voy a ir a la escuela, la mejor” porque quiero fabricar esas joyas que llevan las reinas, que llevan las artistas, el oro es un metal noble y las piedras preciosas son inigualables, me gustaría tanto, es lo que más deseo, sus padres le dijeron: “Piensa que en esa escuela se necesita mucho tiempo y no todos llegan” y les dijo: “No importa, es lo que quiero, trabajar, los metales preciosos, con esas joyas las mujeres eran felices, los emperadores los han llevado, los faraones, los reyes”. “Bueno”.

Se decidió y fue al taller del joyero más grande y más nombrado y cuando entró le dijo: “Me presento, soy fulanito de tal y quiero ser joyero, aquí estoy para aprender”, el joyero le escuchó y le dijo: “Muy bien” y continuó a dar órdenes y todo el taller estaba tallando los diamantes, una ágata, la piedra de luna, todas esas gamas, todas esas piedras que son una maravilla; y después de un buen momento, le dijo: “Disculpe, estoy aquí esperando a aprender”, “Ah sí, sí, si sí, ven” y cogió una piedra de las que había allí y se la puso en la mano, dice: “Toma” se la puso en la mano y le cerró la mano y le dijo: “Ahora cierra esta mano” y la cerró y dijo:”¿Qué hago?”, “No la abrirás hasta que pase un año, hasta que pase un año no abrirás tu mano”, le había puesto una piedra de jade, y la cerró,

“Es una piedra de jade, ciérrala bien, no la pierdas, ten cuidado, cuando te vayas a dormir, duerme con la mano cerrada, cuando te hagas la toilette hazlo con la mano cerrada, si te vas a bañar, duerme con la mano cerrada y te bañas con la mano cerrada, no la abras nunca durante un año”, se puso muy rabioso y le dijo: “No, yo no he

venido para llevar una piedra en la mano, yo he venido para trabajar el

oro, la plata y las piedras preciosas, lo que quiero es aprender a trabajar, quiero hacer cadenitas, quiero hacer anillos, quiero hacer coronas, collares para las reinas”, “Te he puesto un jade en la mano, lo llevarás un año y ya te puedes ir”.

Estaba rabioso, rabioso, rabioso, llega a su casa y le dice: “Me ha pasado esto”, “¡Qué raro, no puede ser!, lo joyeros empiezan por trabajar y saber cómo moldear el oro, cincelar el oro, cómo hacer un montado en turquesa para el diamante, la esmeralda, la turquesa, el diamante…”. “No, me han dicho que guarde este jade en mi mano y que no la abra”, estaba negro, rabioso y dijo: “Yo no he venido para llevar una piedra en la mano, yo quiero ser un artista, un joyero”, estaba: “No me lo merezco, estoy injustamente tratado, por qué y no sabe quién yo soy”.

Pasó un mes, dos meses, tres meses y pasó un año, por fin ha llegado, “Hoy es el último día, voy a ir, me voy a liberar”. Entonces cogió y llegó al joyero y le dijo: “¡Por fin ya estoy aquí, ya estoy harto, ahora vengo a devolverle la piedra! –la piedra de jade- y me va a enseñar a trabajar el oro y todo lo que es el material para las joyas”. Abrió la mano, el joyero le cogió la piedra y corriendo le puso otra y le dice: “Ciérrala y vas a estar…”, y dice:“¡No! Esta piedra no es jade, esta es una piedra de la calle”, “¡Siéntate! Ahora te voy a enseñar”.

Mis semillas, cuando entráis en la Enseñanza, en el Primer Nivel empezáis ese Despertar, en el Segundo Nivel, empezáis a crecer más, el Tercer Nivel ya habéis crecido, pero después tenéis toda una vida para alimentar vuestra alma y sabéis muy bien distinguir, el bien del mal,

como el joven del joyero se dio cuenta, si no la hubiera tenido esa piedra preciosa en la mano un año, no se habría dado cuenta que a piedra que le dieron no era una piedra preciosa, me gustaría tanto que me comprendierais mis estrellas, no es suficiente con tener el Tercer Nivel y dar cursos, no es suficiente hacer

tratamientos, es alimentar vuestra alma y estar consciente, que evolucionando, preparáis la Nueva Vida.

¿Qué os ha parecido? Nunca más engañarán al que quería ser joyero, igual que a vosotros, sabéis que tenéis ese diamante dentro, cuidar mucho vuestra alma y aprovechar de esos rayos que brillan sea cual sea la piedra preciosa para estar siempre vivos y crecer. Así prepararéis la próxima vida, siendo una piedra auténtica y de valor.

Feliz Día mis Semillas.

Con todo mi amor,La Jardinera