panacea. revista de humanidades, ciencia y sanidad

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Número #01 Humanidades, Ciencia y Sanidad NÚMERO UNO ENERO 2015 temas del mes VINOS BODEGAS MÁS QUE VINOS IBEROAMÉRICA LEGIONELOSIS LIBROS Un Centenario tras de otro. El Greco y Santa Teresa Especial La Rioja Especial mes Panacea Humanidades, Ciencia y Sanidad revistapanacea.com revista panacea Intervienen: Javier Puerto, Juan Esteva, Antonio González Bueno Eugenia Mazueco, Raúl Rodríguez, Federico Mayor Zaragoza, Carlos Lens, Enrique Granda, Tomas Mallo José María Ordóñez, M.ª Luisa Pita Toledo, Ignacio Para Mariano Avilés, José María Ventur, Maite Pedraza Guzmán, Margarita Arroyo, José María Martín del Castillo, Daniel Pacheco, Pedro López, Antonio del Castillo

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Panacea. Revista de Humanidades, Ciencia y Sanidad http://www.revistapanacea.com

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Número#01

Humanidades , Ciencia y Sanidad

Número UNo

ENERO 2015

temas del mes viNOS bOdEgaS MÁS QUE viNOS ibEROaMéRiCa lEgiONElOSiS libROS

Un Centenario tras de otro.El greco y Santa Teresa

Especial la Rioja

Especial mes

PanaceaHumanidades, Ciencia y Sanidad revistapanacea.com

revistapanacea

Intervienen:Javier Puerto, Juan esteva, Antonio González BuenoEugenia Mazueco, Raúl Rodríguez, Federico Mayor Zaragoza, Carlos Lens, enrique Granda, Tomas malloJosé María Ordóñez, M.ª Luisa Pita Toledo, Ignacio Paramariano Avilés, José maría Ventur, maite Pedraza Guzmán, Margarita Arroyo, José María Martín del Castillo, Daniel Pacheco, Pedro López, Antonio del Castillo

2 revista PANACEA. ENEro 2015

3REVISTA PANACEA. ENERO 2015

PUBLICACIÓN PANACEA. Revista de Humanidades, Ciencia y Sanidad

COLABORADORES EN ESTE N.º Javier PuertoJuan EstevaAntonio González BuenoEugenia MazuecoRaúl RodríguezFederico Mayor ZaragozaCarlos LensEnrique GrandaTomas MalloJosé María OrdóñezM.ª Luisa Pita ToledoIgnacio ParaMariano AvilésJosé María VenturaMaite Pedraza GuzmánMargarita ArroyoJosé M.ª Martíndel CastilloDaniel Pacheco

EMPRESAS PATROCINADORASGRUPO COFARESFUNDACIÓN RAMÓN ARECESLABORATORIOS CINFA

INSTITUCIONES COLABORADORASREAL ACADEMIA NACIONALDE FARMACIACONFEDERACIÓN NACIONAL DE FACULTADES DE FARMACIAFUND. CULTURA DE PAZFEFEADEFARMAAESEGCOIFFAFUNDACIÓN TEJERINAFUNDACIÓN BAMBERGASESORIA F. JOSÉ FLORES

SUSCRIPCIONES:[email protected]

DIRECCIÓN WEB Web: www.revistapanacea.com

EDITA: ADAPAF, S.L.iMPRIME: IMPRENTA TARAVILLA, S.L.

D.L.: M-9786-2015

Sumario

HumanidadesGilgamesh de Uruk, el primer alquimista,por Juan Esteva de Sagrera 08

Museos de la Ciencia: un futuro por escribir,por Antonio González Bueno 10

El uso de las imágenes en el entorno farmacéuticopor Eugenia Mazueco 12

El despacho de penicilina en la España: de las restricciones y el estraperlo, porRaúl Rodríguez 14

Derechos Humanos.Democracia y cultura de paz: un nuevo comienzo,por Federico Mayor Zaragoza 16

OpiniónMejor no hablar, por Carlos Lens 22

Biografías Parlamentarias. Parlamentarios Farmacéuticos, por Enrique Granda 30

EditorialPanacea, por Javier Puerto 04

Fotografías del Museo de la Farmacia Hispana de la UCM,por Enrique Dorado 06

CienciasLa actualidad de la legionelosis en España. Propuestas desde la Sociedad Española de Sanidad Ambiental,

por José María Ordóñez y M.ª Luisa Pita

Toledo 28

SanidadEconomía de la salud.El derecho de los ciudadanos a la protección de la salud,por Ignacio Para 36

Vísteme despacio que tengo prisa, por Mariano Avilés 38

Arte Exposición Armonia de Espacios,de Maite Pedraza Guzmán 48

Temas del mesUn Centenario tras de otro. El Greco y Santa Teresa.J. Mª Martín del Castillo 50

Libro del mesMargarita Arroyo 49

IberoamericaXIV Conferencia Iberoamericanade Ministras y Ministros de Salud, por Tomás Mallo 32

Vino del mes

Ercavio. Selección Limitada 2011,de Bodegas Más que vinos 40

MúsicaWagner y Barcelona,por José Maria Ventura 42

4 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Panacea

En la Grecia clásica, como es bien sabido, los dioses habitaban en el Olimpo. Los humanos tenían con ellos una relación especial-mente fluida, muy diferente a las

de otras civilizaciones arcaicas, por su identi-dad sentimental, aunque los seres divinos po-seyeran muchas cualidades y habilidades má-gicas vedadas a los mortales.

Con respecto a la enfermedad, cualquier divinidad podía convertirse en un problema si se enfadaba con un humano corriente; sin em-bargo había una serie de ellas especialmente sanadoras. El primero de todos es Apolo, con-siderado el dios de las plagas y de la enferme-dad, el que aparta y desvía el mal, dominador también de la profecía y el oráculo. Su herma-na, Artemisa, aunque virgen, era tenida por protectora de los partos y del crecimiento de los niños. Palas Atenea, protectora de las artes y de Atenas, fue tomada también por sanado-ra. Sobre todos ellos, el principal dios sanador fue Asclepio, el Esculapio latino, hijo de Apolo.

Los estudiosos de la mitología griega piensan que fue un héroe destacado en el ejer-cicio médico, posiblemente durante el asedio de Troya y luego lo divinizaron llegando a des-plazar a Apolo como dios sanador.

La leyenda dice que Apolo encomendó la educación de Asclepio al centauro Quirón, conocedor de las virtudes medicinales de las plantas del monte Citerón, en Tesalia. De él aprendió a ejercer la terapéutica farmacológi-ca, debido a su condición híbrida entre huma-no y caballo y por consiguiente la Medicina. El sanador no se contentó con curar a los vivos. Llevado por su vanidad intentó resucitar a los muertos mediante prácticas mágicas, lo cual estaba vedado, por anti natural, en el Olimpo. Enterado Zeus de su osadía se llenó de ira y le

mató con un rayo, convirtiéndolo en la conste-lación Serpentaria: “el que lleva serpientes”. De ahí la representación de Asclepio con un bas-tón en donde se enrollan dos sierpes, lo cual nos indica su condición de divinidad infernal, destruida por Zeus por transgredir las leyes naturales y posteriormente santificada en los santuarios dedicados a su culto.

De ahí, también, los símbolos de la Me-dicina y la Farmacia, en donde las serpientes recuerdan ese carácter de divinidad fronteriza entre el bien y el mal, de su potencia sanadora y de la necesidad de no traspasar jamás la lin-de entre lo bueno y lo malo; lo natural y lo que no lo es.

La leyenda no acaba aquí. Apolo, enfure-cido por la acción de Zeus hacia su hijo, des-truyó a los cíclopes, los constructores de los rayos jupiterinos y Asclepio, durante su heroi-ca estancia en el asedio troyano, tuvo cuatro hijos: los varones Macaón y Podalirio, médicos a su vez destacados durante aquella guerra y las hembras Higea, posteriormente conocida como diosa de la Higiene y Panacea, la que todo lo cura, relacionada con la terapéutica far-macológica. Panacea, en español, quiere decir exactamente eso: medicamento a que se atri-buye eficacia para curar diversas enfermeda-des.

Pues bien, con este título tan sugerente, Daniel Pacheco ha convocado en su entorno a sus mosqueteros; a los amigos de tantos

‘‘Panacea, la que todo lo cura, relacionada con la terapéutica farmacológica.’’

Javier Puerto

Editorial

5REVISTA PANACEA. ENERO 2015

años de profesión farmacéutica, de actividad cultural en el Ateneo científico, literario y ar-tístico de Madrid, de ilusiones humanísticas y científicas para, bajo su coordinación o di-rección, dar al mundo de internet, una pági-na web y una revista digital en donde tengan cabida todas las ilusiones acariciadas durante tanto tiempo.

Desde una perspectiva liberal, en don-de nada ni nadie reciba otra censura que no sea la de la calidad, y humanística, al estilo de Terencio, quien proclamaba: nada humano me es ajeno, pretende abanderar una empre-sa científico-cultural en donde la realidad sea analizada de manera poliédrica, tal y como él lo ha hecho, desde hace mucho tiempo, en muy diversos foros.

La misma analizará lo cotidiano, lo his-tórico y lo porvenir desde los aspectos huma-nísticos, científicos, sanitarios, lúdicos... De-

jará sólo fuera, de momento, la crónica de la actualidad rabiosa, que otras empresas llevan adelante con aplicación. Confeccionada por un abigarrado equipo de escritores y científicos de variadas procedencias profesionales, pretende ocupar un espacio dejado vacante hace años a consecuencia de la crisis económica. Un es-pacio que sirva para informar, entretener y re-flexionar, a los sanitarios y a quienes no lo son pero les interesa la sanidad.

Quienes por afecto por Pacheco, apego a los planteamientos intelectuales descritos, deseo de incrementar la cultura científico-sa-nitaria, de no crear brechas en las tradicionales “dos culturas” -la científica y la humanística- y espíritu aventurero nos embarcamos en esta singladura del número 1 de su revista y página web, le deseamos un muy feliz, longevo y exi-toso viaje a él y a sus acompañantes lectores que deseamos sean legión.

“De ahí, también, los símbolos de la Medicina y la Farmacia, en donde las serpientes recuerdan ese carácter de divinidad fronteriza entre el bien y el mal, de su potencia sanadora y de la necesidad de no traspasar jamás la linde entre lo bueno y lo malo; lo natural y lo que no lo es.”

Panacea

6 REVISTA PANACEA ENERO 2015

Museo de la FarmaciaHispana de la UCM

Integrantes de la revista Panacea

Editorial

7REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Fotos deEnrique Dorado

8 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Gilgamesh de Uruk, el primer alquimista

Juan Esteva de Sagrera

Humanidades

Gilgamesh

El primer texto épico de la historia y, en sentido amplio, la primera novela, es el texto mesopotámico Gilgamesh, escrito en doce tablillas de escritura cuneiforme1.

Un texto magnífico, de gran calidad literaria, que contempla los problemas que siempre han preocupado a la humanidad: la muerte y la posible inmortalidad, la relación con los dioses, los pesares o venturas del más allá, la amistad entre los héroes, el papel de la mujer, la oposición entre el bien y el mal.

Gilgamesh es un semidios que tiene una existencia complicada. Si fuera un dios sería inmortal y podría, como ellos, actuar según su voluntad y su poder, sin someterse a las leyes humanas. Si fuera simplemente un hombre, pocas cosas debiera preguntarse: la existencia humana es un ciclo que comienza en el nacimiento y acaba, inevitablemente, en la muerte. Sobre la vida de los hombres, la cultura mesopotámica no era muy optimista: la vida es dura, el justo no es necesariamente recompensado, nada garantiza que el injusto sea castigado y sobre el más allá es mejor no hacerse demasiadas ilusiones: es un mundo de polvo, dolor y desolación. Pero Gilgamesh no es hombre ni dios, es un híbrido con dos partes divinas y una humana, por lo que aunque en él predomine la divinidad es mortal y por tanto ha de interrogarse sobre el futuro después de su muerte. Sus poderes son muchos, pero habrá de morir, y eso le diferencia de los dioses, que son inmortales, pero no por ello clementes ni justos; antes al contrario, la impunidad les permite ser celosos, violentos y coléricos. No son dioses al modo cristiano, sino al pagano.

1 Lara Peinado, F.: Poema de Gilgamesh, Madrid, Tecnos 2007.

Los dioses mesopotámicos, como los griegos y romanos, hacen la guerra, se enamoran y son lascivos, raptan, seducen, violan y engañan. El cristianismo introduce la idea excepcional y hasta cierto punto extravagante de un Dios justo, protector y guiado por el amor, ideas ajenas al panteón clásico, donde los dioses tratan a los hombres con superioridad y desdén y los usan para sus propios objetivos y placeres, en especial a las mujeres de las que se enamoran o encaprichan, muchas veces con engaños, y de las que engendran semidioses.

Gilgamesh de Uruk es un buen ejemplo de las ideas mesopotámicas sobre los dioses y los hombres. Ha descendido del cielo y reina

9REVISTA PANACEA. ENERO 2015

en la ciudad de Uruk hacia el año 2650 a.C1. Gobierna su ciudad de forma tiránica y no se plantea obtener la justicia y la sabiduría sino más poder y en concreto la inmortalidad. El texto de sus peripecias estuvo muchos siglos desaparecido hasta que fue descubierto en unas excavaciones que se realizaron en el siglo XIX en Nínive.

Gilgamesh lleva una vida despreocupada sin plantearse el futuro y con su amigo Enkidu realiza varias proezas, pero Enkidu muere y su fallecimiento provoca un cambio radical en Gilgamesh, hasta entonces indiferente al dolor propio y ajeno. Como Buda cuando advierte el dolor que hay en el mundo, Gilgamesh se da cuenta de que la vida es destruida por la muerte, de que incluso un héroe como Enkidu es mortal y ha sido abatido y de que también él, Gilgamesh, morirá.

El héroe es puesto ante el dilema fundamental de la existencia, la muerte, y quiere obtener la inmortalidad, reservada a los dioses y a un único hombre, Utnapishtim, que obtuvo ese favor tras ser el único superviviente del diluvio2. Gilgamesh viaja hasta donde vive Utnapishtim, con la esperanza de que le revele su secreto y en el camino conoce a una tabernera, Siduri, que desempeña en el texto el papel de la sabiduría femenina, más terrenal que heroica y le dice que debe asumir su destino, vivir y morir como hombre. Su consejo es que apure los placeres de la existencia mientras todavía esté vivo y que se olvide del proyecto de inmortalidad.

Gilgamesh no hace caso y conversa con Utnapishtim, quien tampoco le concede esperanzas: la voluntad de los dioses es que todos los hombres mueran y Gilgamesh no puede ser una excepción. Ante su insistencia, el inmortal le demuestra la flaqueza humana y le somete a la prueba de estar despierto durante siete días y siete noches. Gilgamesh no lo consigue, y si no es capaz de hacer una cosa relativamente sencilla, ¿cómo podría aspirar a la inmortalidad?

1 Esteva de Sagrera, J.: El herbario universal de Guten-berg, en El herbario de Gutenberg.La farmacia y las letras, Madrid 2013, editorial Turner, coordinado por Guerra Garrido, R., pág. 303-307.

2 La historia es un claro precedente del mito bíblico del Diluvio Universal, incluso en sus detalles.

Y aquí es donde Gilgamesh se convierte en el primer alquimista de la historia, en la primera persona que ha buscado, con sus propias fuerzas, un remedio, en este caso, una planta, que le conceda la inmotalidad o al menos le prolongue la vida en estado de perpetua juventud. Busca la planta, desciende al fondo del mar para apoderarse de ella, lo consigue, retorna a la superficie, se duerme y cuando despierta la planta ha desaparecido, robada por una serpiente, que la ingiere, muda de piel y se rejuvenece, mientras que Gilgamesh queda condenado a envejecer primero y a morir después3.

Al héroe, como en las mejores tragedias griegas, todavía le queda vivir un último desengaño. Puesto que ha de morir quiere saber cómo es la la vida de los muertos, si el más allá es confortable. Se lo consulta a Enkidu y la respuesta es desconsoladora: la vida de ultratumba es angustia y desolación, un mundo polvoriento sin esperanza alguna4. Así lo han querido los dioses y la rebelión de los hombres es imposible, nadie puede forzar la voluntad divina. El hombre, como siglos más tarde afirmaría Heidegger, es un ser para la muerte5 y la alquimia es, entre otras muchas cosas, el intento de llevarle la contraria al pesimista Heidegger.

3 Aquí, el mito muestra su papel ejemplarizante, dis-eñado como lección moral sobre la tragedia y el destino, al más puro estilo griego. Obsérvese el papel usurpador de la serpiente que roba a Gilgamesh la planta de la eterna juventud, y la semejanza con el mito bíblico del Génesis, en el que la serpiente utiliza a Eva para hacer que Adán coma del árbol prohibido, del bien y del mal, tras lo que pierden la inmortalidad edénica y son expul-sados del paraíso.

4 Gilgamesh pregunta a Enkidu las reglas del infierno y Enkidu le responde: “Yo no puedo decírtelas, amigo mío, no puedo decírtelas. Si te dijera las reglas del infierno que he visto, te arrojarías a tierra y llorarías”

5 El texto, muy antiguo, tiene similitudes con la filoso-fia existencialista del s. XX. Una tablilla mesopotàmica, Poema del Justo doliente, plantea el problema de la rec-ompensa de aquellos que llevan una vida virtuosa y su conclusión no puede ser más pesimista: en la vida los hombres justos no son recompensados; antes al con-trario, muchas veces pagan cara su virtud, mientras que los hombres sin escrúpulos triunfan y obtienen poder y gloria. Nada indica, además, que en la otra vida las cosas vayan a cambiar, puesto que en la concepción mesopotámica los hombres justos no obtienen recom-pensa alguna en la vida de ultratumba.

10 REVISTA PANACEA. ENERO 2015 Humanidades

Antonio González Bueno

Museos de la Ciencia: un futuro por escribir

Desde mediados del siglo XIX, la demanda pública por acceder a la información científica encuentra una plasmación social en la organización de ‘exposiciones universales’, grandes eventos donde tienen cabida las

innovaciones industriales y tecnológicas de los países participantes, no carentes de una reivindicación de carácter nacional.

Estas magnas exposiciones fueron el preámbulo para el establecimiento de exhibiciones con contenido científico, en las que la participación del público es un elemento clave en la concepción del discurso museológico. Este modelo, en el que se logra la interacción del público con los investigadores, sus aportaciones, los instrumentos y los testigos materiales de su

trabajo, ha inspirado -desde entonces- una legión de instituciones dedicadas a la difusión de la ciencia mediante la participación activa del visitante; quizás el ejemplo más significativo sea el Exploratorium de San Francisco, instalado en 1969; este modelo se ha generalizado en el último tercio del siglo XX.

Estos centros interactivos, habitualmente conocidos por el té-rmino inglés science centers, disponen de medios tecnológicos que permiten un acercamiento lúdico y simplificado a los principios cientí-ficos. Las colecciones se integran en ellos como parte del lenguaje ex-positivo, quedando el valor patrimonial y científico de la pieza supedi-tado a su función educativa. Estos centros, y su considerable éxito entre el público infantil y juvenil, han propiciado una rápida evolución de los museos clásicos, temerosos de perder su hilo de unión con la sociedad.

Museo Nacional de Historia Natural. Santiago de Chile

11REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Museos de la Ciencia: un futuro por escribir

Los museos tradicionales han incorpo-rado a su organización, de manera paulatina, las secciones específicas de educación, exposi-ciones temporales, elementos interactivos, etc.; en definitiva, han ‘desdibujado’ el cristal de la vitrina para acercar el objeto al visitante; unos objetos que cada vez nos son más próxi-mos gracias al desarrollo de Internet y de los programas de digitalización, que permiten al museo ofertar, de manera virtual, los objetos que componen sus colecciones.

La definición de un modelo institucional accesible al público masivo tiene una evidente ventaja: el mayor espectro de difusión que alcanza la ciencia; pero también dos incon-venientes: a veces, el discurso orientado a un mayor número de personas supone la pérdida de calidad científica y el objeto –en ocasiones patrimonialmente relevante- se desdibuja en favor de la mayor presencia de la idea científica que materializa.

La difusión del conocimiento no es el único objetivo de los Museos de Ciencia; estos centros son custodios de bienes patrimoniales, en ocasiones materiales testigo de la investi-gación científica, y éstos deben ser conserva-dos como parte intrínseca de la actividad in-vestigadora. La parte expositiva y la división de conservación e investigación en un Museo de Ciencia son las dos caras de una misma mone-da. Ambas resultan imprescindibles en un museo moderno; no se puede obviar la com-ponente divulgativa del centro, su papel como promotor de conciencia social ycultural y como elemento de estímulo de la curiosidad intelec-tual. Tampoco se puede desconsiderar el com-ponente académico-investigador del mismo; la custodia de ejemplares, su uso responsable, su naturaleza como testimonio de investigación, etc. Un museo para el siglo XXI debe tener bien equilibradas estas dos extremidades sobre las que apoyarse, la hipertrofia de una sobre la otra impedirá que estas instituciones com-pleten, a buen ritmo, la senda que ha trazado su evolución histórica.

No cabe duda de que, en los últimos años, los Museos de Ciencia están en plena ‘mu-tación’; la sociedad en que vivimos es bien dis-tinta a la que fueron concebidos y –como ya nos enseño Darwin- sólo quienes puedan adaptar-se a los ‘nuevos tiempos’ tendrán garantías de supervivencia. La sociedad demanda un mayor conocimiento, y los Museos de Ciencia pueden

colaborar a ellos desde diversos frentes, que han de presentarse de manera conjunta: ade-cuación de espacios expositivos, diversidad de públicos, conservación y restauración de colec-ciones… todo ello bajo una premisa básica: la profesionalización de quien ha de ocuparse del desarrollo de estas actividades. El conservador no profesional suele primar el uso instrumen-tal de los fondos frente al principio –no sagra-do- de la conservación; esto es especialmente habitual en las colecciones de material biológi-co, donde no es infrecuente la intervención sobre la pieza -propiciando incluso su destruc-ción- cuando se deriva un resultado científico concreto. En estas situaciones se produce un conflicto de intereses entre la conservación, el respeto a la integridad de la pieza y su man-tenimiento, y la investigación.

Junto a la necesidad de profesionales formados, la otra exigencia del futuro parece centrase en el ‘público’ al que se enfoca las propuestas de difusión cultural. El público es diverso y sus intereses, formación, edad y con-dicionamientos sociales también lo son. Los modos de acercamiento entre el público y los museos son muy variados: visitas guiadas, programas educativos para escolares, con-ferencias, talleres, celebraciones especiales… todos válidos, pero en ellos se debe actuar en sentido bidireccional, de modo que el visitante se encuentre integrado en el museo, y que en él disponga de una opción adecuada a sus de-mandas.

Esta ‘necesidad’ de complacer al público no puede realizarse a expensas de merma alguna en las condiciones de conservación del patrimonio. Uno de los grandes retos del futuro se encuentra en lograr un equi-librio entre los aspectos expositivos y los de preservación de colecciones. Esta aparente contradicción abre interesantes perspectivas para el diálogo entre conservadores, museó-grafos y científicos de modo que pueda con-ciliarse la seguridad, el placer, la emoción, la comprensión y la conservación. Esta toma de conciencia, la de no ceder ante las tentaciones de lo espectacular en contra de los criterios de preservación, debe conducir a la búsqueda de nuevos materiales, nuevos equipos, nue-vas técnicas y –sobre todo- la introducción de nuevos comportamientos. El museo no sólo exhibe objetos del pasado, también desa rrolla la cultura del futuro.

12 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Si interpretamos el término “dise-ño” en un sentido amplio, como la adecuación entre forma y función en todo aquello que reviste carácter de uso y la aplicación de elementos

estéticos a los objetos de uso cotidiano, pro-bablemente no encontraremos una disciplina científica que, en su aspecto profesional, se haya servido del mismo tanto como la Farma-cia.

Los restos materiales que han llegado hasta nosotros, evidencian el uso indiscrimi-nado de imágenes en el entorno farmacéutico, utilizadas, bien como elementos decorativos por medio de la pintura, en la etapa preindus-trial, bien como instrumentos de información y comunicación a través del diseño gráfico en la publicidad farmacéutica, cambio funcional que vendrá determinado por el proceso de indus-trialización del medicamento.

Así pues, las relaciones Farmacia-Arte pueden establecerse desde dos puntos de vis-ta diferentes. De una parte puede constituir objeto de estudio la presencia de la farmacia y el farmacéutico en la literatura y el arte, de otra, puede seguirse el proceso inverso me-diante el análisis de los elementos estéticos y artísticos en el entorno profesional.

Los fondos del Museo de la Farmacia Hispana son un magnífico ejemplo de cómo la utilización de elementos decorativos en los ob-jetos de uso farmacéutico será una constante desde que, durante el Renacimiento, la oficina de farmacia queda sistematizada como lugar para la elaboración y dispensación de sustan-cias terapéuticas. A partir de ese momento, y de forma creciente, a medida que aumen-ta la consideración profesional y social de los boticarios, mobiliario y utensilios de trabajo, trascendida su inicial funcionalidad, llevarán

El uso de las imágenes en el entorno farmacéutico

Eugenia Mazuecos

Humanidades

asociado un componente suntuario en la bús-queda de una imagen que prestigiase al profe-sional y al dispensario.

En cuanto a los objetos susceptibles de decoración hasta el siglo XIX, las cajas de ma-dera y los botes de cerámica, constituirán el conjunto más numeroso dentro de las boticas como consecuencia de la necesaria conser-vación de simples y compuestos medicinales. Son el precedente de los actuales envases y constituyeron el soporte básico de las imá-genes hasta la etapa preindustrial. La indus-trialización del medicamento producida en los últimos años del siglo XIX y primeros del XX, supone un punto de inflexión en la historia de la terapéutica. La elaboración de fármacos, asumida ahora por la industria, modificará, de manera decisiva, la actividad farmacéutica en su conjunto, comenzando por la de la propia oficina de farmacia. La abundancia de espacios y recipientes para la conservación de produc-tos medicinales se convertirá en innecesaria y el enorme poder de sugestión del entorno farmacéutico comenzará a ser sustituido por conceptos más cercanos a lo comercial que a lo sanitario.

Nuevos envases, nuevas formas de pre-paración y, sobre todo, nuevos recursos de in-formación, provocarán un cambio conceptual en la utilización de las imágenes que, de ele-mentos decorativos destinados a embellecer los objetos que las soportan, pasarán a con-vertirse en portadoras de mensajes en sí mis-mas a través de la publicidad.

Con la llegada del medicamento industrial se produce, asimismo, un cambio en la icono-grafía. Si hasta entonces la Naturaleza había sido el motivo preferente, aunque no exclusivo, de las representaciones, en una alusión directa a la procedencia de las sustancias curativas, la

Editorial

13REVISTA PANACEA. ENERO 2015

“En cuanto a los objetos susceptibles de decoración hasta el siglo

XIX, las cajas de madera y los botes de cerámica, constituirán el con-

junto más numeroso dentro de las boticas como consecuencia de la

necesaria conservación de simples y compuestos medicinales”.

Caja para medicamentos (S. XVII)Madera policromada24,7 x 31,9 x 16,6 cm.Núm. Inv. MFH 1339

producción masiva de fármacos tomará como punto de referencia al destinatario de los mis-mos, el ser humano en sus distintas formas de padecer la enfermedad.

La caja de madera probablemente corres-ponda a una de las más tempranas formas de almacenamiento utilizadas por los boticarios. Su inocuidad física y química unida a la sim-plicidad del material le hacían especialmente idónea para la conservación, en seco, de plantas o materiales hidrófilos que se hubiesen visto al-terados por la cerámica o el metal. Hasta el siglo XIX constituyen parte fundamental del utillaje farmacéutico y en ellas se conservaron, princi-palmente, los simples de origen vegetal resis-tentes al tiempo y algunas partes de animales.

La pieza, de forma rectangular, se en-cuentra dividida interiormente en dos compar-

timentos iguales. En los extremos internos de los laterales más anchos aparecen dos hendi-duras con perfil biselado, a modo de raíles del sistema de cierre hoy desaparecido. La cara frontal queda decorada con la figura del uni-cornio inmerso en un sencillo paisaje, enmar-cado a cada lado por un árbol y una pequeña cascada en la que el animal parece introducir el cuerno, escena que responde a lo descrito por Vélez de Arciniega en su “Historia de los ani-males más recibidos en el uso de la medicina “ (1613): “Aguárdanle las demás fieras, para que venga a beber a los pequeños arroyos o rios (...) porque por causa de las muchas serpientes y animales ponzoñosos que allí se crían, están llenas sus aguas de ponzoña, y metiendo el cuerno las vuelve saludables”.

14 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Raúl Rodríguez Nozal

Humanidades

El despacho de penicilina en la España: de las restricciones y el estraperlo

El premio Nobel de Fisiología y Me-dicina de 1945 tuvo como destina-tarios de excepción a los científicos Alexander Fleming, Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey por

sus trascendentales aportaciones en el campo de la terapéutica antimicrobiana. La historia arrancaba en 1929, con el descubrimiento de la penicilina por el escocés Alexander Fleming; sin embargo, la constatación de la inhibición del crecimiento de cultivos de Staphylococcus en presencia de Penicillium notatum no tuvo gran repercusión hasta que, a comienzos de la dé-cada de los cuarenta, un equipo de la School of Pathology de la Universidad de Oxford, dirigido por Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey, consiguiera aislar y purificar este antibiótico. En marzo de 1942 se realizaron los primeros ensayos para producir penicilina de manera in-dustrial y, durante la II Guerra Mundial, se con-tinuó trabajando en este sentido; no fue hasta la finalización de esta contienda cuando ya se pudo generalizar la producción y comercio de este preciado antibiótico.

Las primeras partidas de penicilina que llegaron a España, al menos de manera legal, datan de 1944; en marzo de este año se re cibe el primer envío: doce ampollas inyectables que, procedentes de Brasil, tenían como misión curar a la niña Amparo Peinado, afectada de septicemia. Hubo otros tratamientos próximos en el tiempo, aunque el primer éxito de reso-nancia de la penicilina en España fue la cura-ción del médico Carlos Jiménez Díaz, enfermo de neumonía, que consiguió salvar la vida gra-cias a la penicilina conseguida de estraperlo en el madrileño bar de Perico Chicote.

Pese al interés de algunos científicos e industriales españoles por el estudio de esta droga, incluso por su producción autóctona,

la mayor parte de las existencias mundiales de penicilina estaba en manos de los Esta-dos Unidos. Por ello, en septiembre de 1944, España llegaba a un acuerdo con la potencia norteamericana para recibir periódicamente algunas partidas de este medicamento. Con el fin de regular la importación, distribución y empleo de eitliumsolicitantes de este medica-mento tenían que acudir a estas instalaciones, situadas en la madrileña Plaza de España, e ir provistos de un completo historial clínico, análisis de orina, de sangre y de líquido cefalor-raquídeo, curva de temperatura del enfermo y radiografía, si la enfermedad lo requería. Estos historiales se enviaban a los médicos del Com-ité Nacional de la Penicilina para su estudio e informe; caso de que éste fuera positivo, se emitían vales para que las farmacias deposi-tarias de la penicilina hicieran la entrega de la mercancía.

Ya fuera por motivos de organización, infraestructura o por sugerencia del colectivo farmacéutico, lo cierto es que las autoridades sanitarias acabaron centralizando la penicilina

Alexander Fleming dibujado por Fernando Gómez-Pamo del Fresno. Publicado en: Butinza Lachiondo, Florencio. Diez años de amistad con sir Alexan-der Fleming. Madrid: M.A.S., 1961; pág. 97

15REVISTA PANACEA. ENERO 2015

en un depósito central, ubicado en el Colegio Provincial de Farmacéuticos de Madrid, en lu-gar de hacerlo en las farmacias inicialmente autorizadas. Sin embargo, desde la prensa profesional se pensaba que esta solución no solventaba el desabastecimiento en zonas rurales y seguía manteniendo una serie de trámites burocráticos que, en la práctica, re trasaban los envíos de penicilina, a menudo demandada con urgencia.

En enero de 1947 el BOE publicaba una disposición anhelada por muchos farmacéuti-cos que confiaban en esta droga para mejorar su negocio y facilitar la expansión profesional; la Orden de 30 de diciembre de 1946 autoriza-ba la venta de libre de penicilina en las farma-cias españolas debidamente autorizadas. Sin embargo, lo que en principio pareció ser una buena medida para el colectivo farmacéutico, acabó en quebradero de cabeza para muchos profesionales; algunos no disponían de los me-dios necesarios para su correcta dispensación, otros –por su situación geográfica- no recibían con regularidad este producto, también los había que no daban salida al mismo e, incluso, estaban los que pensaban que, a fin de cuen-tas, era un negocio más propio de proveedores e importadores que de oficinas de farmacia. En definitiva, no parece que fuera un negocio muy lucrativo para la mayoría de las oficinas de farmacia, obligadas a realizar desembolsos importantes para un producto no sujeto a los márgenes comerciales habituales.

La mencionada Orden de 30-XII-1946 es-tablecía que sólo podrían despachar penicilina las farmacias que reunieran las debidas con-diciones de almacenaje y conservación; en la práctica, las inspecciones realizadas exigieron la conservación en frío de esta droga y, por lo tanto, la presencia de un elemento novedoso en estos establecimientos: el frigorífico. Otro de los asuntos que provocó el descontento entre los farmacéuticos fue el del reparto de la penicilina. Al parecer se realizó de manera igualitaria, en lugar de tener en cuenta el volu-men de venta de cada farmacia y, por lo tanto, la capacidad potencial de atraer posibles enfer-mos; en definitiva, algunos establecimientos madrileños agotaron la penicilina en cuestión de horas y otros la mantuvieron sin dispensar durante una semana.

A pesar de los esfuerzos del Régimen por llevar la penicilina a las farmacias, lo cierto es que seguía siendo un bien escaso, procedente

de importaciones legales muy controladas, aunque lo más habitual era el contrabando. Con el fin de acabar con esta situación, y en un afán por reafirmar el concepto autárquico del Estado, en 1948 se publicaba una disposición por la que se declaraba de “interés nacional” la fabricación de penicilina, a la vez que se abría un concurso para designar las dos entidades españolas que habrían de asumir, al 50%, este monopolio.

El concurso fue resuelto en favor de dos consorcios empresariales: Antibióticos, S.A. y Compañía Española de Penicilina y Antibióti-cos (CEPA). A los seis meses de iniciada la fa bricación de penicilina nacional, en un arrebato de optimismo, el gobierno acabó autorizando la venta de este producto en todas las oficinas de farmacia. Sin embargo la penicilina foránea siguió vendiéndose en España, ya fuera por el convencimiento ciudadano de que era me-jor que la de producción nacional, tal vez por su inmediatez y mejor precio o, simplemente, por desabastecimiento. Esta situación nueva-mente trataría de ser contrarrestada por las autoridades concediendo, en 1953, una nueva licencia nacional para elaborar penicilina al grupo farmacéutico Alter.

Bibliografía

Rodríguez Nozal, Raúl. Uriach – Cambronero – Gallego. Farmacia e Industria. La producción de los primeros medicamentos en España. Madrid: Nivola, 2004.Rodríguez Nozal, Raúl. ¿Fortuna o desdicha? La entrada de la penicilina en la España de la autarquía, un nuevo desafío para la farmacia y la industria farmacéutica. En: A. González Bueno et al. (ed.) Homenaje al Prof. Dr. José Luis Valverde: 515-550. Granada: SDUHFE / Universi-dad de Granada, 2011.González Bueno, Antonio; Rodríguez Nozal, Raúl & Pé-rez Teijón, Carlos José. La penicilina en España. Difusión, propiedad industrial y negocio, en clave autárquica (1944-1959). Estudos do Século XX, 12: 273-289. Coimbra (Portugal), 2012.González Bueno, Antonio & Rodríguez Nozal, Raúl. La penicilina en la España franquista: importación, in-tervención e industrialización. Eidon, 38 (diciembre): edición on-line -http://www.revistaeidon.es-. 2012.

Dibujos publicado en Farmacia Nueva,enero 1947

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Federico Mayor Zaragoza

Humanidades. Derechos Humanos

Democracia y cultura de paz: un nuevo comienzo

Quiero empezar con una frase de Albert Camus, quien en uno de sus libros termina diciendo: “les desprecio porque pudiendo tanto, se han atrevido a tan poco”. Esto

es lo que ahora tenemos nosotros que aplicar-nos, para que no nos desprecien las generacio-nes venideras, que no digan que no supimos ocuparnos de la habitabilidad de la Tierra..., que no supimos ocuparnos del porvenir desde el punto de vista conceptual y material, ni dar-nos un marco para que todos, todos, podamos inventar nuestro futuro, que todos los seres somos iguales, etc… Ésto es lo que nos dirán si no reaccionamos, si no utilizamos los pode-res que hoy ya tenemos. Hay “poderes” que no teníamos hace tan solo veinte años. Hace tan solo veinte años no podíamos expresarnos libremente, hace veinte años no sabíamos lo que pasaba más allá de nuestro entorno. Era muy difícil saber qué es lo que sucedía en su conjunto, en el mundo en tiempo real y, por tanto, no teníamos conciencia global, no éra-mos ciudadanos del mundo. Éramos súbditos, éramos obedientes, éramos personas invisi-bles, éramos personas atemorizadas…

El miedo ha sido tan relevante que en el primer párrafo del preámbulo de la Declara-ción Universal de Derechos Humanos se dice: “Estos Derechos son para liberar a la humani-dad del miedo”. Es lógico porque la humanidad ha vivido súbdita, la humanidad ha vivido te-merosa, ¿por qué? Porque estaba confinada en espacios muy reducidos intelectual y terri-torialmente. Los designios del poder debían cumplirse sin rechistar. Hace tan sólo unos años, teníamos que ofrecer nuestra vida. Ofre-cer nuestra vida, sin discusión… Todo esto ha cambiado muchísimo, en muy poco tiempo. Hoy podemos expresarnos, hoy sabemos lo

que sucede en el mundo, hoy sabemos lo que ha sucedido mucho mejor que antes… pero lo más importante, ya lo he mencionado, es el advenimiento de la mujer. Hace unos años -lo cuento muchas veces porque me impresio-nó mucho- en 1996, estando en Pretoria con el Presidente Nelson Mandela, me decía que no habrá una nueva era de convivencia en la que no se utilice la fuerza mientras exista el poder masculino absoluto, que viene desde el origen de los tiempos. “Si vis pacem, para be-llum”. Es lo que hemos hecho siempre. Hemos utilizado el músculo, siempre hemos utilizado la fuerza y, por eso, esos inmensos gastos en artefactos militares. Lo que importa es ser el país más poderoso de la tierra. Decía el Pre-sidente Nelson Mandela que la mujer, cuando no actúa miméticamente -que es muy lógico que lo haga- cuando actúa con los valores que le son inherentes, representa la piedra angular de este nuevo edificio que ahora ya se puede empezar a construir.

En el año 96 hicimos un estudio, muy aproximado, en la Unesco, sobre cuál era la influencia real de la mujer en la toma de de-cisiones, teniendo en cuenta quiénes eran presidentas, parlamentarias, ministras, pro-fesionales en el campo científico, en el campo

Transcripción de la conferencia pronunciada por Federico Mayor Zaragoza el 15 de octubre de 2014 en el Salón de Actos del Ateneo de Madrid

Nelson Mandela

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educativo, etc.,… No llegaba al 5%, es decir, el 95 % de las decisiones en el año 96 se tomaron por hombres. El año 2010 se hizo un estudio parecido y estábamos cerca del 16%. Fíjense: todavía el 84% sigue siendo “poder masculino”. Las cosas han cambiado mucho pero todavía tenemos pocas mujeres en el poder, pero ya son muchas las que están preparadas y con sus capacidades inherentes dispuestas a jugar el papel fundamental que les corresponde.

En suma, ya disponemos de ciudadanos del mundo, conocedores del mundo. Si se co-noce la realidad se puede transformar. Tene-mos los medios con la tecnología digital, po-demos expresarnos libremente y es evidente la progresiva influencia de la mujer. Hoy ya podemos. Hasta ahora no podíamos y ahora ya empezamos a tener un poder ciudadano que tenemos que ejercer. A mí me impresio-naron muchísimo aquellos días del 15-M en que veíamos a mucha gente, sobre todo, joven, que utilizando las nuevas tecnologías en el ci-berespacio eran capaces de transmitir men-sajes pacíficos, pero firmes, de que teníamos que cambiar el rumbo, de que era necesario un “nuevo comienzo”, como se proclama en la Carta de la Tierra. Les aconsejo vivamente, a todos los que puedan, que lean la Carta de la Tierra. Publicada en el año 2000, es un do-cumento que nos advierte que entramos en un nuevo siglo y en un nuevo milenio y que estamos capacitados para cambiar muchas cosas que antes no podíamos cambiar. El por-venir está por hacer. El pasado es ya pasado. Lo tenemos que describir fidedignamente, te-nemos que aprender las lecciones del pasado pero no lo podemos escribir porque ya está es-crito. Es apremiante tener presente el futuro porque podemos inventarlo. El futuro tenemos que inventarlo. No podemos seguir con un

presente en el que, como antes les decía, miles de personas mueren cada día, al tiempo que se gastan inmensas cantidades en artefactos militares… Un presente en el que 85 personas, según un reciente informe de Oxfam, tienen más medios económicos que la mitad de la hu-manidad…, ¡que 3.300 millones de personas!

No puede ser, no puede ser que haya esta profunda desafección progresiva a los que nos representan; no puede ser que haya mayorías absolutas -la palabra “absoluta” es la antíte-sis de la “democracia”- no puede ser que haya vinculación y hasta dependencia, a veces “sub-terránea”, entre los grandes poderes, el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial. Tenemos que cambiar muchas cosas, pero ahora ya po-demos hacerlo. Lo podemos hacer porque los jóvenes saben que tenemos un poder ciuda-dano en ciernes que puede ponerse rápida-mente en práctica. Es absolutamente indis-pensable para cumplir los Derechos Humanos. Los derechos humanos fueron redactados por personas occidentales pero que consultaron de una forma extraordinariamente amplia los borradores hasta llegar al texto de la Decla-ración, que es excelente. Sé que se consultó porque, en los años 90, encontré en los ar-chivos de la Unesco la respuesta que daba el Mahatma Gandhi al primer Director General de la Unesco, Julien Huxley. Los derechos hu-manos pueden y deben ser realmente base de comportamiento cotidiano, referente para el comportamiento cotidiano. Tenemos que tenerlos muy presentes, ser conscientes de que todos somos iguales en dignidad, todos tenemos que ser libres y, añade el artículo pri-mero, tenemos que comportarnos entre noso-tros fraternalmente. En castellano y, también en catalán, el plural de yo, es nosotros. Ya lle-vamos implícita esta relación con los demás…

“Les aconsejo vivamente, a todos los que puedan, que lean la Carta de la Tierra. Publicada en el año 2000, es un documento que nos advierte que entramos en un nuevo siglo y en un nuevo milenio y que estamos capacitados para cambiar muchas cosas que antes no podíamos cambiar.”

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“Fraternalmente” y “liberarnos del miedo”. El segundo párrafo del preámbulo advierte que si no se pudieran ejercer, los seres humanos pueden verse “compelidos a la rebelión”. Es decir, la propia Declaración nos dice que “no se callen, no estén permanentemente sumisos, no sean súbditos, pasen a ser ciudadanos ple-nos”…

“Podrían verse compelidos a la rebelión”. Creo que ha llegado el momento, de vernos compelidos de una forma pacífica pero firme a la rebelión, a expresarnos, a inundar el ci-berespacio de la opinión de los pueblos. “No-sotros, los pueblos…” como comienza la Carta de las Naciones Unidas. Pero los pueblos no han actuado nunca, ¿por qué? Porque inme-diatamente los más poderosos cambiaron el voto por el veto. Al empezar el siglo y el milenio añadimos nuevos referentes a la Declaración Universal destacando en particular el papel de la educación y el aprendizaje en cada gra-do educativo, de los Derechos Humanos. En el año 1993, siendo Director General de la Unesco, convoqué en Montreal, en Canadá, una gran reunión de maestros y maestras, de pedago-gos, de profesores, de sociólogos… ¿Por qué? Pues porque pensaba que era conveniente hacer un Plan Mundial para la Educación en Derechos Humanos y Democracia. Y ahí está el Plan Mundial… que no interesa, claro, a los que no quieren que haya un ejercicio pleno de los derechos humanos, ni quieren que sea-mos personas que actuemos en un contexto democrático. Personas educadas, personas que saben lo que significan estos principios democráticos tan bien enunciados en la propia Constitución de la Unesco: la justicia, la libertad, la igualdad y la solidaridad “intelectual y mo-ral”. Solidaridad no sólo en situaciones de so-corro, con bienes materiales, sino “intelectual y moral” especialmente relevante hoy debido a la mayor longevidad. Solidaridad en compartir la experiencia adquirida. La experiencia es el balance de los aciertos y de los errores de cada una de nuestras vidas, acumulando un valor formidable precariamente utilizado. Compartir experiencias, compartir opiniones y compartir una serie de vivencias personales que pueden ayudar a los jóvenes, que son los que tienen las alas fuertes, que son los que pueden volar alto.

¿Qué dice la Carta de la Tierra al empe-zar? Fíjense porque es muy importante: “Es-tamos en un momento crítico de la historia

de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro”. Ahora ya podemos. Hasta ahora, no podíamos. ¿Cómo íbamos a “elegir” si está-bamos confinados, aunque viviéramos en ciu-dades, en espacios muy limitados? “A medida que el mundo se vuelve más interdependiente y frágil, el futuro depara a la vez grandes ries-gos y grandes promesas. Debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida somos una sola fa-milia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible, fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz”.

“Todas las dimensiones de la vida económica deben hallarse subordinadas a la justicia social”

“La justicia económica”: fíjense bien por-que esta premisa figura en el borrador que hace unos cuatro años empezamos a elaborar con una serie de personas como Karel Vasak, el Presidente Mario Suárez, el ex Secretario General de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, el gran jurista Juan Antonio Carrillo Salcedo… En el artículo undécimo se establece que “todas las dimensiones de la vida econó-mica deben hallarse subordinadas a la justicia social”. Que nadie se engañe: si no es así, si esperamos a que de la economía se derive la justicia social, estamos equivocados. Lo sé por experiencia. En las Naciones Unidas, junto al Consejo de Seguridad, pusieron en marcha una gran Comisión que se llamaba ECOSOC, econó-mica y social. Quizá si hubiera sido al revés… pero al ser ECOSOC al “SOC” no le ha llegado nunca nada, todo se queda en el “ECO”. En el año 1995 llamé la atención porque iba a cele-brarse el 50 aniversario de las Naciones Unidas y nunca se había celebrado una reunión sobre desarrollo social. Sobre desarrollo económi-co, muy numerosas. Entonces planteamos una gran reunión en Copenhague que adoptó ocho “compromisos”… que no se han seguido –ya estaba el neoliberalismo en pleno auge- en absoluto. Pero ahí están las semillas… La justicia económica figura de forma destacada

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en el primer párrafo de la Carta de la Tierra. Otro capítulo se refiere al respeto y cuidado de la comunidad de vida. Y otro sobre integridad ecológica y otro sobre justicia social y econó-mica. Justicia social. Como ven, aquí el orden es social y económico, no económico y social. Justicia social y económica para concluir en democracia, no violencia y paz.

Y qué dice el último párrafo? Empieza así: “Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamamiento a buscar un nuevo comienzo. Por eso, cuando Victoria me dijo que le diera un título pensé en poner “un nuevo comienzo”. Tenemos que tener un nue-vo comienzo, tenemos que pensar en que hoy, con todos los conocimientos que ya tenemos, con todos estos faros que nos pueden orien-tar e iluminar los caminos del mañana, son precisos nuevos rumbos. Tenemos que estar convencidos, como en el verso de Miquel Martí i Pol -“todo está por hacer y todo es posible”…, pero ¿quién sino todos?”- de que las transfor-maciones no las realizarán uno cuantos sino todos, sino “Nosotros, los pueblos”… Tenemos que ser los ciudadanos, tiene que ser el poder ciudadano el que cambie las cosas. No pode-mos esperar nada que venga de arriba porque sabemos que han pasado siglos y siglos en los que sólo se ha utilizado la fuerza. Ahora ha lle-gado el momento de utilizar la palabra, y esta gran transición de la fuerza a la palabra per-mitiría que al menos una parte de estos in-mensos caudales que hoy se destinan al arma-mento y a los gastos militares fueran a parar a las grandes prioridades establecidas por las Naciones Unidas: la primera es la alimentación, la segunda es el agua. No puede ser que todos los días millones de mujeres tengan que ir -a veces haciendo equilibrios, casi circenses- a buscar un poco de agua, que después tienen que hervir. ¿Qué es eso? ¿Qué es eso?

Alimentación, agua y salud… Vemos aho-ra todo lo del virus ébola… ¡Qué es eso, qué escándalo, qué escándalo pensar que nos hemos especializado en no mirar hacia donde debemos… a los “efectos colaterales” del neoli-beralismo! No, no puede ser. Cuando uno tiene la oportunidad de ver éstas cosas, de vivir es-tas tragedias, créanme que lo que piensas es que es imprescindible que ir a contarlo todo. Y lo tenemos que contar dando soluciones. Te-nemos que contarlo a nuestros descendien-tes, tenemos que contarlo a las generaciones venideras y tenemos que evitar por todos los

medios que estas generaciones se encuentren con que el planeta ha disminuido su habitabi-lidad. Es muy importante tener siempre pre-sente al planeta Tierra. ¿Y qué está pasando con la Tierra? Pues que se está fundiendo el Ártico y se está empezando a fundir el Antárti-co, y está empezando a subir el nivel del mar,… y no debe aplazarse la adopción de medidas porque se trata de procesos potencialmente irreversibles. Precisamente porque durante muchos años trabajé en la prevención de la subnormalidad infantil, sé, que lo que intere-sa es un diagnóstico suficiente para aconsejar un tratamiento rápido. Porque, más tarde, ya no hay nada que hacer. Este niño, que podría ser totalmente normal si se le trata a tiempo, desarrollará daños neuronales irreversibles si se demora.

Esto es lo que tenemos que tener en cuenta también con la naturaleza: tantos in-formes, otro informe y otro informe… y cuan-do vamos a adoptar medidas, ya es tarde. No hay más que un diagnóstico “perfecto”: es ¡la autopsia!... Por tanto, no podemos esperar. Es una responsabilidad crucial: actuar. Por eso nos distraen y procuran que nuestra afición se vuelva adicción (al futbol, por ejemplo), se vuel-va obsesiva.

Otro aspecto que debe destacarse es la veracidad de las informaciones. Algunas son fidedignas pero la mayoría no lo son. Piensen, de los canales de televisión que hoy tenemos, cuáles son los que no están “condicionados”. Miren los periódicos que se publican. Incluso periódicos que eran antes más independien-tes… ahora ya lo son menos. No puede ser. La mayor parte de la prensa hoy es “la voz de su amo”. No puede ser: tenemos que saber lo que pasa para que no pase aquello que pensamos que no debe pasar.

Otro drama que estamos viviendo, que estamos tolerando, no sé por qué, es la ame-naza nuclear. ¿Por qué tenemos que vivir sa-

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biendo que en un momento determinado toda la civilización que hemos ido inventando y que ha ido haciendo posible el progreso actual pue-de destruirse en un instante? ¿Por qué? Pues por las bombas atómicas. Hay una amenaza nuclear que no debemos seguir tolerando. Hoy ya podemos unir nuestras voces en un gran clamor. El tiempo de la sumisión y del silencio ha concluido.

“Cada persona es única, cada persona es única y es capaz de crear, capaz de inventar su futuro”

Cada persona es única, cada persona es única y es capaz de crear, capaz de inventar su futuro. Como proclama la Carta de la Tie-rra: “Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reco-nocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana…”. Todos so-mos iguales en dignidad y no podemos aceptar seguir viviendo con tantas amenazas, viviendo con tanto olvido, con este deterioro, que pue-de llegar a ser irreversible, de las condiciones de habitabilidad de la Tierra. Me gusta mucho citar a un gran poeta español contemporáneo, José Ángel Valente, que escribía “desde un nau-fragio”… cuando no era posible mantenerse a flote. Ahora estamos viviendo un naufragio pero sabiendo que, por primera vez, podemos despegar, podemos remontar el vuelo. Valente dice: “Os escribo desde un naufragio, / desde lo que hemos destruido / ante todo en noso-tros. / Os escribo desde los niños infinitamen-te muertos…, pero os escribo también desde la vida, / os escribo de un mundo venidero”. Pues esto es lo que hoy podemos ofrecer, como ex-periencia y como legado, a la gente joven. Hoy les podemos decir que el futuro es suyo y que nos han demostrado que saben expresarse, reaccionar presencialmente y de forma digital. Ahora ya podemos decir que el futuro puede inventarse y que debe ser un cambio radical

de una cultura de violencia y de imposición a una de diálogo. De una cultura que se basa en el dominio y en la guerra, a una cultura de encuentro, de conversación, de conciliación, de alianza, una cultura de paz. Fíjense qué cosa más sencilla es pasar de la fuerza a la palabra, de la resolución por las armas y por el músculo a hablarnos, a entendernos. Cultura de paz y de no violencia, en lugar de la cultura de gue-rra. “Si vis pacem para bellum”, ha sido desde el origen de los tiempos lo que ha impuesto este domino masculino que siempre, al final, se in-clina por la fuerza.

Pues bien, tenemos una Declaración de Derechos Humanos; tenemos una Decla-ración y un Plan de Acción de una Cultura de Paz desde el año 1999, adoptada por la Asam-blea General de las Naciones Unidas. Y ahora ¿qué es lo que nos falta? Nos falta proclamar resueltamente que esta democracia que sólo nos cuenta cada cinco años pero que después no nos tiene en cuenta… debe mejorarse, debe reformarse, debe ser una democracia genui-na, una democracia en la que podamos decir “Nosotros, los pueblos”… “Nosotros, los pue-blos”… tomamos las riendas de nuestro des-tino en las manos… Después de treinta y cinco años de abstinencia, en cuanto veo una urna me fascino, pero tenemos que reconocer que solo las elecciones no llevan a una situación de democracia. Llevan, como ahora mismo, a un Parlamento donde una mayoría absoluta -la palabra absoluta es, como ya he subrayado, incompatible con la democracia- se impone a todo el resto. Se aprueban una serie de leyes en un parlamento teóricamente democrático, pero que no lo es porque no se tienen en cuen-ta las opiniones de todos los demás. Demo-cracia no es ser contado, democracia es contar como ciudadanos. Considero que es funda-mental que sea una democracia auténtica la que encauza este “nuevo comienzo”. Este nuevo comienzo que nos pide la Carta de la Tierra; que nos pide también esta Declaración magnífica de los Derechos Humanos; y que nos pide con apremio la transición de súbditos a ciudadanos. Será una inflexión histórica de la fuerza a la palabra.

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Carlos Lens

Humanidades. Opinión

Mejor no hablar

El siglo XXI arrancó con grandes ilusiones. Es probable que en los inicios de las centurias preceden-tes sucediera algo parecido pero, lamentablemente, no existían he-

merotecas antes del siglo XX, por lo que nues-tra memoria está limitada en lo referente a qué pensaba el común de los mortales cuando el calendario dejaba atrás los dos ceros finales en la numeración del año.

Atrás quedan calificativos como el Siglo de las Luces, el Siglo de Oro o el Siglo de las Revoluciones. No figura ningún apelativo simi-lar para el siglo XX, que bien podría haber sido denominado el Siglo del Fútboll, o de la Peni-cilina, o de los Genocidios o del Poder Nuclear. Han sucedido tantas cosas en el último siglo que nungún calificativo haría honor a cuanto la Humanidad ha hecho en esos cien años.

Dada la aceleración de los procesos hu-manos o generados por el hombre, a menudo contradictorios pero siempre vertebrados y concatenados, sería esperable que el siglo XXI discurriese por sendas cada vez más sofistica-das y benéficas. Se estaría así en el Siglo de la Mejora Continua o en el Siglo de la Superación. Es altamente probable que así suceda si el ser humano es capaz de dejar atrás las lacras del individualismo y, además de asumirlos, poner de una vez en marcha los motores de la su-peración del sinnúmero de obstáculos que él mismo pone ante sí cada día. Sí, sería intere-sante que el siglo XXI fuera bautizado como el Siglo de la Superación. Freud y Jung se agita-rían en sus tumbas y reivindicarían cambiar superación por sublimación y recordarían que estos conceptos figuraron en sus obras.

Para llegar tan lejos va a ser necesario algo más que palabras. Ningún profesional de la comunicación lo aceptará públicamente pero

el Siglp de la Difusión de las Mentiras ha sido el siglo XX. El análisis y la evaluación de cuán-to ha pagado la Humanidad por las falsedades vertidas en los medios de comunicación no fi-gura entre las prioridades de ninguna cátedra de Ciencias Políticas ni de Ciencias de la Infor-mación. Existen tesis doctorales sobre el eufe-mismo desinformación que casi se atreven a abordar de frente el reto pero termina impe-rando el corporativismo o la mano izquierda y las conclusiones quedan trufadas de toda cla-se de explicaciones sobre cómo y por qué se aupó Hitler al poder, o por qué la ideología co-munista, creada para aliviar las condiciones de vida de grandes masas de población dio paso a las dictaduras más sanguinarias de la Hitoria.

La desinformación, ese conjunto de téc-nicas desarrolladas para que las masas reciban el mensaje que les conviene a los gobernantes o a las élites que detentan el poder económi-co, está detrás de los fenómenos políticos que han cursado con involución o grandes trage-dias en el siglo XX. Es triste que en la centu-ria en que se han registrado mayores avances científicos y tecnológicos desde qye el Homo sapiens dio el primer paso sea la misma en que se constituye un cuarto poder y que el ejer-cicio de éste se acompaña con hitos tan poco recomendables como el apoyo a los regímenes totalitarios. Es mejor no hablar de ello, según se ha dicho en no pocas ocasiones, so pena de incurrir en las iras de los poderes fácticos.

Poniendo el foco sobre la Historia recien-te el fenómeno se repite con inquietante fre-cuencia. Algunos pueblos se rebelan contra los resultados de las crisis económicas o las relo-calizaciones de la riqueza por efecto de la glo-balización y buscan remedio donde no los hay. Una rápid mirada a esos pueblos y la inevitable comparación de cuál era su nivel de riqueza re-

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lativa hace treinta años y la actual demuestra de modo indiscutible que han empeorado y, peor aún, han destruído las instituciones que son fuente de futuro. Un segundo análisis de esas sociedades muestra un sistema de co-municación centralizado y censurado hasta el extremo, de modo que los flujos de informa-ción respondan mayoritariamente –la exclusi-vidad es imposible- a intereses oligárquicos. En esos países no es que sea mejor no hablar. Sencillamente, no se habla.

Cuando el individuo se enfrenta a la mesa donde se exponen las opciones políticas a la entrada del colegio electoral debería dedicar unos segundos a la reflexión, especialmente si pertenece a las capas desfavorecidas que han sacudido el desempleo y los recortes del Es-tado de Bienestar. Reaccionar contra los que respetan los mecanismos democráticos pue-de abrir la puerta a los políticos dispuestos a todo con tal de llegar al poder. Hitler fue uno de los primeros pero muchos le han seguido y no pocos han tenido éxito. A esos votantes exaltados por el infortunio imperante en sus entornos hay que pedirles reflextón pero, para ello, necesitan ante todo ser informados. Sería mejor tener conocimiento pero de este asunto es mejor no hablar

¿Están dispuestos los medios de comu-nicación del siglo XXI a ejercer de una vez su labor con fundamento ético o seguirán practi-cando ese mejor no hablar que está detrás de tantos fenómenos de involución en nuestro pasado reciente?

Es difícil sustraerse a las seducciones del poder establecido y el ejercicio de la comunica-ción no es ajeno a influencias. Lo mismo ha su-cedido en innumerables ocasiones a lo largo de la Historia. Cuando el ejército cartaginés avistó los Alpes, tras atravesar la Galia Transalpina, Mahárbal preguntó a Aníbal cómo podrían atravesar tan imponente obstáculo. El general, sin inmutarse, respondió a su lugarteniente:- Si hay caminos, Mahárbal, los encontraremos. Si no existen, los construiremos nosotros.Aníbal no fue el primero en arrostrar lo que pa-recía imposible pero fue reconocido por la His-toria. Los romanos, sus enemigos inclemente, erigieron estatuas en su memoria a pesar de que le persiguieron por todo el Mediterráneo hasta que pereció, acosado, en la costa del Mar Negro. Roma sabía que su supervivencia de-pendía de factores muy simples. Sus enemigos eran perseguidos y destruidos mientras que

sus instituciones crecían y se fortalecían. La cultura cristiana debe mucho a Roma, lo que es tanto como decir que la cultura que innova y mejora, arrastrando a la Humanidad a logros difíciles de predecir hace cien años, tiene pro-fundas raíces romanas.

¿Qué habría hecho Roma ante la desin-formación?

Probablemente la labor informativa ha-bría sido recogida en los códigos legales y las acciones en contra de los principios del Dere-cho romano que le fueran aplicables habrían sido severamente penadas. Se habrían acuña-do numerosas frases para proteger la veracitas y no pocos de ellos habrían pasado al Derecho contemporáneo como principios del Derecho y, por tanto, como fuentes de la legalidad.

En Roma no habría tenido cabida el pru-dente adagio mejor no hablar. Senadores, tri-bunos y cónsules, prohombres formados en la lex, aplicarían duramente los preceptos en contra de la desinformación y en sus procesos de decisión no tendrían valor excusas tales como la urgencia de informar redunda en me-nor calidad del mensaje.

Todos los sectores de la vida experimen-tan los nefastos resultados de la desinforma-ción y de las falsedades vertidas en no pocos medios. Los más estentóreos son los que se refieren a la Política pero, si se espiga un poco, se hallan ejemplos en cualquier sitio. De poco sirven los códigos estrictos que se aplican a la Biomedicina del siglo XXI si continuamente asistimos a situaciones en que se pretende saltarse los rigurosos procedimientos acuña-dos durante medio siglo para defender la Sa-lud Pública con fines espúreos. Una hábil –y onerosa- campaña de comunicación puede permitir saltarse las barreras e introducir en Terapéutica modalidades de tratamiento in-suficientemente investigadas y que, por tanto, comportan riesgos desconocidos para la salud de los ciudadanos. El elemento básico en esta estrategia es ofrecer esperanza en el plano pú-blico. Es mejor no hablar de cuanto subyace y los profesionales de la comunicación parecen desconocer.

Como siempre en democracia, es me-jor hablar de todo. Las sociedades pujantes, aquellas en que los controles de inmigración son más estrictos, no cambian la mirada ante los desafíos. Esa es la clave del ascenso en la pirámide del éxito social. Mejor debatir sobre todo y agotar cada tema.

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Enrique Granda

Parlamentarios Farmacéuticos

Álvaro Figueroa, Conde de Romanones y José García Prieto.

Intervenciones de carácter político. Ra-món Saiz de Calos tuvo numerosas interven-ciones de carácter político especialmente las que afectan a obras públicas del distrito de Vinaroz que es por el que había sido elegido, otras en la región valenciana e incluso en otras provincias.

Intervenciones Sanitarias: Aparte de alguna intervención rogando al Go-bierno que nombre a determinadas personas cualificadas para el Consejo de Sanidad, hay una intervención memorable del Ramón Saiz de Carlos en el conflicto que se planteó en 1914 con la interpretación de la Ley de Sanidad por la que se crean Cooperativas Mutualistas Far-macéuticas y que dan lugar a que las Coopera-tivas Obreras pretendan abrir farmacias para sus afiliados e incluso despachar al público en general.

Ramón Saiz de Carlos Nacido el 26 de enero 1858 en Santa María de Campo, provincia de Cuenca y fa-llecido en Madrid el 22 de noviem-bre de 1926).

Apunte Biográfico:Estudió el bachiller en el instituto de Noviciado en Madrid, graduándose el 21 de junio de 1877. El título de farmacia lo obtiene en la Universi-dad Central, el 21 de junio de 1877, y también estudia medicina y cirugía en la Universidad de Madrid, donde se licencia en 1884.

Ejerce su profesión de médico, primero en Requena, y después en Madrid, pero más aficionado al ejercicio de la Farmacia, se dedica a ella estableciéndose en la calle Serrano don-de logró una numerosa clientela y gran presti-gio profesional.

Pronto muestra aptitudes para la políti-ca profesional ya que accede a la Presidencia del Colegio de Madrid fomentando la unión de los profesionales y también es Vicepresidente de Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Capital y Corresponsal del Colegio de Farma-céuticos de Barcelona, una interesante figu-ra, hoy desaparecida en el ámbito profesional pero que se conserva en las Academias en la figura de los Académicos Correspondientes

Trayectoria Parlamentaria: Ramón Saiz de Carlos fue diputado ininterrum-pidamente en seis legislaturas, desde 1910 hasta 1923 por lo que vivió la primera contien-da mundial (1914 -1918) desde la privilegiada posición del Parlamento, interviniendo en nu-merosas cuestiones políticas y sanitarias. Su adscripción es al Partido Liberal liderado hasta su asesinato en 1912 por José Canalejas y a partir de ese momento por Segismundo Moret,

Biografías Parlamentarias

25REVISTA PANACEA. ENERO 2015

En este caso Ramón Saiz de Carlos pide que se actúe con reflexión ante esa cuestión ya que a partir de marzo del 1912 existía una Real Orden promovida por el Ministro de la Gobernación Sr. Barroso perteneciente tam-bién al Partido Liberal, que impide la farmacia libre.

En aquella ocasión dice Saiz de Carlos que los farmacéuticos no combaten a las coo-perativas Mutualistas para los obreros que están asociados. “el litigio está reducido a que las cooperativas obreras quieren establecer farmacias propias, sin limitación de número y lugar y especular con ellas, haciendo una com-petencia al farmacéutico libre en todas las po-blaciones en las que aquellas se establezcan y como no está autorizado por la Ley pretenden que se modifique por decreto; y a ello se opo-nen los farmacéuticos, pues no debe conceder-se por razones de ética profesional y porque la difusión de las farmacias obreras lleva apare-jada la ruina de la profesión farmacéutica es-pañola, previamente desprestigiada por la me-dida. Por ello protesta con toda la medida de que es capaz1 .Por cierto, en esta contienda in-tervino también Jaime Vera, médico, fundador del PSOE, manifestando también una postura conciliadora. Aunque las cooperativas obreras no llegaron a porque una Real

1 Diario de Sesiones Legislatura de 1914, Tomo 2, pá-gina 502.

Orden del Ministerio de la Gobernación impidió a laMutualidad Obrera llevara delante su pretensión2.

Actividad Profesional: Ramón Saiz de Carlos3 fundó un

laboratorio anexo a la farmacia en la calle Serrano de Madrid que permaneció en funcionamiento hasta los años setenta del pasado siglo XX. Tienen particular interés los diseños gráficos y publicitarios de algunos de los medicamentos comercializados por el Laboratorio Saiz de Carlos entre los que figuran el famoso Elixir estomacal Saiz de Carlos.

A medida que la actividad de fabricación de medicamentos en su farmacia fue ganando en importancia, Ramón Saiz de Carlos creó los laboratorios de su nombre, desde donde se lanzaron al mercado grandes cantidades de su Elixir estomacal, pero también productos nuevos como Neuranémico, Dinamogeno, Reumator, Purgantina y Quinofebrina, que se exportaron por todo el mundo4.

2 Granda, E. Farmacia al Día N. 9 -Diciembre 1986- 3 Guerrero, Roldán. (1976): Diccionario biográfico y bibli-ográfico de autores farmacéuticos españoles. 4 424-425. Madrid. Aime Lorén, José María de.

Publicidad del LaboratorioSaiz de Carlos

Parlamentarios Farmacéuticos

26 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

XIV Conferencia Iberoamericanade Ministras y Ministrosde Salud

Tomás Mallo

Iberoamérica

dades emergentes, reemergentes y a las cró-nicas no transmisibles como un reto creciente para los sistemas de salud, en el que están involucrados otros sectores cuyas acciones in-ciden en la salud de la población, por lo cual es imprescindible fortalecer el trabajo intersecto-rial en beneficio de políticas y programas que mejoren la salud de los pueblos y promuevan el desarrollo”.

Y en segundo lugar, se centran en ac-ciones conjuntas para garantizar el acceso a las TICs, solicitando a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que generen una red de expertos en el uso de innovaciones tecnológicas y que desarrollen una Web para facilitar el intercambio de información, conoci-miento, buenas prácticas y lecciones aprendi-das.

Al mismo tiempo se comprometen a fo-mentar las aplicaciones de la eSalud, intercam-biar experiencias exitosas de tele-educación, fomentar el uso de las redes sociales para la promoción de estilos de vida saludables o pro-mover el uso de las TICs, entre otras.

La XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Veracruz los días 8 y 9 de diciembre, en su artículo 21, ratifica las propuestas de la siguiente mane-ra: “Encomendar a la Secretaría General Ibe-roamericana y a la Organización Panamericana de la Salud la generación de una red de exper-tos en el uso de innovaciones tecnológicas, sis-temas de información y eSalud, así como, una plataforma Web que promueva y facilite el in-tercambio de la información y del conocimien-to, para la promoción de la salud, la prevención y la atención a las enfermedades, con especial énfasis en las crónicas no transmisibles, en

El día 28 de octubre ha tenido lugar en Veracruz (México) la XIV Confe-rencia Iberoamericana de Minis-tras y Ministros de Salud, una de las reuniones sectoriales previas

a la XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebra también en Veracruz los días 8 y 9 de diciembre de 2014 con el lema de “Iberoamérica en el siglo XXI: Educación, Innovación y Cultura”.

Las Cumbres Iberoamericanas comen-zaron en Guadalajara (México) en el año 1991, celebrándose anualmente hasta ésta de Ve-racruz, a partir de la cual serán bienales, cele-brándose la de 2016 en Colombia. Por su parte, las sectoriales de Salud se han ido celebran-do desde el año 2000 en los países en los que se celebraba la Cumbre. En dichas reuniones se ha ido acumulando un acervo político en el que se considera que la salud es un requisito esencial para el desarrollo y la equidad y que el Estado tiene la obligación de garantizar el ejer-cicio del derecho a la salud.

De acuerdo a este convencimiento plan-tean en esta reunión que “el incremento de las enfermedades emergentes y reemergentes, así como las crónicas no transmisibles constituyen un reto sanitario creciente para los países de Ibe-roamérica que afecta al bienestar y obstaculiza el desarrollo social y económico de la región”.

Al mismo tiempo consideran que las tecnologías de la información y de la comu-nicación (TICs) son herramientas valiosas que pueden contribuir al fortalecimiento de los sistemas nacionales de salud y de ahí la im-portancia de fortalecer dichos sistemas para el desarrollo sostenible de los mismos.

En consecuencia con lo anterior acuer-dan, en primer lugar, “reconocer a las enferme-

27REVISTA PANACEA. ENERO 2015

XIV Conferencia Iberoamericanade Ministras y Ministrosde Salud

estrecha coordinación con la Plataforma Re-gional sobre Acceso a la Innovación de Tec-nologías de Salud –PRAIS- de la OPS”.

Además los Jefes de Estado y de Gobi-erno decidieron reforzar el Programa de Cien-cia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED) y fortalecer la cooperación entre las autori-dades sanitarias iberoamericanas regulado-ras de medicamentos (EAMI), reconociendo su trabajo a lo largo de estos años para sal-vaguardar las garantías de los ciudadanos en

materia de eficacia, seguridad y calidad de los medi-camentos.

En conclusión, pienso que las propuestas se-ñaladas son un reto para la SEGIB y la OPS, en el que también pueden colaborar, por cierto, las so-ciedades iberoamericanas. ¿Estarían dispuestas empresas y asociaciones iberoamericanas de los sectores Salud y TICs a suscribir una alianza públi-co-privada para desarrollar dichas propuestas?

Si así fuera, no dejen de comunicármelo

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José María Ordóñez Iriarte y M.ª Luisa Pita Toledo

La actualidad de lalegionelosis en España. Propuestas desde la SociedadEspañola de Sanidad Ambiental

con neumonía y una enfermedad febril no neu-mónica producida por otras especies de Legio-nella que recibe la denominación de fiebre de Pontiac (5).

Legionelosis: una enfermedad de origen ambiental:a.-El agente

La legionelosis es una enfermedad que está causada por la bacteria Legionella, que es un bacilo Gram negativo del que se conocen 50 especies y 70 serogrupos, aunque se continúan describiendo nuevas especies. No tiene formas de resistencia (esporas) y presenta movilidad gracias a unos flagelos polares o subpolares 1,6. Puede crecer en un rango de tempera-turas de entre 20 y 50º C, con un óptimo de aproximadamente 35 a 37º C. El pH ideal de crecimiento se encuentra en 6,9. Además, el crecimiento se ve estimulado por la presencia de algunos aminoácidos (L-cisteína) y ciertos minerales como el zinc, hierro, manganeso, po-tasio, cobre o magnesio (7).

Legionella pneumophila comprende 16 serogrupos, siendo el serogrupo 1 el que apa-rece como patógeno principal para el hombre al causar alrededor del 70-90% de las infeccio-nes. Otras especies que se han identificado como causa de enfermedad en el hombre son: L. longbeachae, L. micdadei, L. bozemanii y L. dumoffii (6).

b.-Reservorio y modo de transmisión:Legionella es una bacteria que se en-

cuentra en todos los ambiente hídricos. Hay varios reservorios naturales que albergan a estos microorganismos como el barro, los ríos, helados, los manantiales calientes y el agua estancada de los lagos. En este medio se en-

Introducción:

En el año 1976, durante los meses de julio y agosto, se produjo un brote de neumonía severa entre los par-ticipantes de la Convención de la Legión Americana que se celebra-

ba en el hotel Bellevue-Stratford de Filadelfia. Este brote, al que se denominó, enfermedad del legionario, afectó a 221 personas y provo-có 34 fallecimientos (1). Descrito inicialmente como agente de la enfermedad del legionario, McDade et al. (2) evidenciaron que se estaba ante una nueva especie de bacteria a la que bautizaron con el nombre de Legionella pnue-mophila. La enfermedad producida por este agente pasó a denominarse legionelosis (1). In-vestigaciones posteriores efectuadas de forma retrospectiva, utilizando técnicas de serotipa-ción en sueros almacenados, identificaron bro-tes anteriores de neumonía, incluidos 20 casos de neumonía grave entre los asistentes a una Convención en el mismo hotel de Filadelfia, en 1974; también en julio de 1968, en 144 em-pleados y visitantes del edificio del Departa-mento de Salud, en Pontiac, Michigan, apareció una enfermedad que consistía en fiebre, mial-gias, cefalea y malestar que se curó espontá-neamente, y fue llamada fiebre de Pontiac. Posteriormente se reconoció que el brote de Pontiac estuvo causado por una especie dis-tinta del mismo género Legionella (L. micda-dei). Otros brotes que pudieron ser explicados datan de 1965, en un Hospital psiquiátrico de Washington y, en 1957, en una planta de em-paquetamiento de alimentos, en Filadelfia 1(4).

A día de hoy se pueden diferenciar dos síndromes: le enfermedad del legionario pro-ducida por Legionella pnuemophila que cursa

Ciencia

29REVISTA PANACEA. ENERO 2015

cuentra a bajas concentraciones. Ciertas al-gas suministran a L. pneumophila todos sus requerimientos nutritivos y de crecimiento. Algunas amebas y protozoos ciliados englo-ban Legionella y sustentan su multiplicación intracelular, protegiendo a las bacterias de los desinfectantes y otros factores adversos. Le-gionella no tiene reservorio ninguno en anima-les ni en el ser humano (1,7,8).

Para poder infectar a la población, Legio-nella necesita el concurso de dos elementos complementarios: los amplificadores y los di-seminadores (9-12).

Los amplificadores son instalaciones de agua de fabricación humana que favorecen el crecimiento de legionella. Su desarrollo está favorecido por las temperaturas altas (36 a 45 0 C), el aporte de hierro y nutrientes sencillos, y por la escasez de otras bacterias competi-tivas. Las instalaciones de agua caliente y los radiadores suelen estar contaminados debido al estancamiento, lo poco que se purgan y la formación de sedimento por corrosión de la fontanería, todo lo cual contribuye a que haya niveles subóptimos de cloro. La descomposi-ción de las juntas de goma y las arandelas de sellado puede favorecer la proliferación de es-tos microorganismos. Legionella se ha aislado en instalaciones de fabricación humana, que contienen ambientes húmedos, tan dispares como los suministros de agua potable, los re-frigeradores, radiadores y humidificadores.

Los diseminadores facilitan la transmi-sión de la bacteria hasta el aparato respiratorio del hombre, al originar aerosoles infecciosos. Son precisamente estos aerosoles contami-nados con Legionella los que, por inhalación, pueden colonizar el parénquima pulmonar. Los datos epidemiológicos, reproducidos des-pués por experimentación animal, apoyan la transmisión por vía aérea gracias a aerosoles generados en el ambiente. No se descarta la vía de aspiración en pacientes ingresados. L. pneumophila puede sobrevivir más de 2 horas, en función de las condiciones ambientales de temperatura, humedad relativa y radiación so-lar, en forma de aerosol y ha sido aislada casi a una milla de distancia de las instalaciones de aire acondicionado, empujada por el viento. Las partículas infecciosas del aerosol miden menos de 5 μm de diámetro y pueden ser inha-ladas directamente hasta los alvéolos pulmo-nares. En los brotes de enfermedad del legio-nario se han identificado diversas fuentes de

infección (instalaciones de riesgo) como torres de refrigeración, condensadores evaporativos, humidificadores, baños de burbujas, nebuliza-dores respiratorios, duchas y humidificadores de verduras que se emplean en los supermer-cados y en terrazas en verano, etc., todas ellas grandes generadoras de aerosoles (1,12..)

Un elemento muy importante a consi-derar en la supervivencia de la bacteria es el biofilm. Se entiende por biofilm a la acumula-ción de microorganismos y productos extra-celulares de tipo orgánico e inorgánico, que se encuentran adheridos a las superficies de las tuberías y otros elementos de las instalacio-nes de riesgo. Quizá haya que prestar mucha más atención al biofilm para llevar a cabo una mejor prevención de la legionelosis (1,8,13).

c.-Susceptibilidad:La enfermedad del legionario, con su ma-

nifestación típica de neumonía, tiene una pre-sentación en forma de casos esporádicos y de brotes epidémicos (en comunidad abierta, en centros hospitalarios y vinculados a viajes) (1), con una mayor afectación en inmunodeprimi-dos, individuos de edad avanzada, fumadores o con broncopatía crónica. En la comunidad, la gran parte de los casos son esporádicos sin re-lación con brotes conocidos (14), cuyas fuentes de infección raramente son identificadas. En la Figura 1 se recoge la cadena epidemiológica de la enfermedad del legionario.

La mejora en su diagnóstico de laboratorio está permitiendo empezar a valorar su magni-tudl (15), de tal forma que puede decirse que “la dificultad en llegar al diagnóstico ha sido deter-minante en la historia de la enfermedad de los legionarios hasta nuestros días” (15).

d.-Periodo de incubación:Es de 2 a 10 días. En algunos brotes se

han descrito casos con periodos de incuba-ción de hasta 14 días. En los casos de fiebre de Pontiac el periodo de incubación es de 5 a 66 horas (mayor frecuencia de 24 a 48 horas) (6).

Vigilancia de la legionelosis en España:El Ministerio de Sanidad y Consumo a

través del Real Decreto 2210 / 1995, de 28 de diciembre, por el que se crea la red nacional de vigilancia epidemiológica (RENAVE), incluyó la legionelosis como una enfermedad de notifi-cación obligatoria con declaración semanal y datos epidemiológicos básicos (16).

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Prevención de la legionelosis:La legislación es una de las herramien-

tas más importantes para poder abordar es-trategias de prevención de legionelosis. En España, fue la Comunidad de Madrid la que, como consecuencia del brote de Alcalá de Henares (septiembre 1996), publicó la primera normativa: Orden 1187/1998, por la que se re-gulan los criterios sanitarios que deben reunir las torres de refrigeración y los humectadores (20). Posteriormente el Ministerio de Sanidad y Consumo, tras el brote de Murcia (julio 2001) publicó el Real Decreto 909/2001, que actua-lizó dos años más tarde con el Real Decreto 865/2003, de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la preven-ción y el control de la legionelosis (21), que es el que actualmente está vigente y sirve de modelo para todas las Comunidades Autónomas (CCAA) de España. Esta normativa afecta al conjunto de instalaciones susceptibles de generar aero-soles, aunque con buen criterio, las segrega en dos grupos de riesgo, estableciendo para cada uno de ellos estrategias distintas de manteni-miento y control físico-químico y microbiológico del agua. Para facilitar su aplicación, el Ministe-rio de Sanidad y Consumo editó la Guía técnica para la prevención y control de la legionelosis en instalaciones (22).

Esta normativa de ámbito estatal, ha servido de referencia para las CCAA, algunas de las cuales, también han legislado con arreglo a sus necesidades. Otras, como la Comuni-dad Autónoma Vasca, ha editado una Guía en la que aplica los criterios de Hazard Analysis Critical Control Points (Análisis de Peligros y Puntos Control Críticos) habitualmente usados en la higiene alimentaria, a las instalaciones de riesgo de legionelosis (23).

El Real Decreto 865/2003, se ha desarro-llado con diferentes normativas relativas a la homologación de cursos de formación del per-sonal (empresas) que realiza el mantenimiento higiénico de las instalaciones.

Como complemento, existen otras nor-mativas que deben ser tenidas en cuenta, como son las normativas de biocidas, la de inscripción en el registro de las empresas de mantenimiento, la de sustancias y preparados peligrosos, la de agua de consumo humano y por último la de vertidos de aguas residuales industriales.

Todo este cuerpo legislativo ha permiti-do que las CCAA estén en disposición de poder

Para facilitar la labor de las CCAA, el Cen-tro Nacional de Epidemiología del Ministerio de Sanidad y Consumo diseñó los Protocolos de vigilancia epidemiológica de las enfermedades de declaración obligatoria (EDO) en el año 2000 y los ha actualizado a fecha de 2013 (6). En los protocolos se encuentra el Formulario de noti-ficación nacional de casos de legionelosis con datos epidemiológicos básicos. Esta declara-ción individualizada no exime de la notificación numérica en la semana que corresponda.

En la Tabla 1 ser recogen los casos no-tificados en cada una de las Comunidades y Ciudades Autónomas de España desde el año 1997 hasta el 2013 (17).

Como se puede apreciar, existen gran-des diferencias por Comunidades Autóno-mas lo que quizá se puede explicar por la di-ferente industrialización (y por ello distintos parques de instalaciones de riesgo como las torres de refrigeración, etc.), la desigual uti-lización de la antigenuria y el cultivo micro-biológico como métodos de diagnóstico, y las distintas coberturas de notificación de esta enfermedad (18).

Se calcula que los casos esporádicos re-presentan el 75 % del total de los casos decla-rados, excepto en el año 2001 en que los casos asociados a brotes supusieron el 50 % del total de casos declarados. Esto se debió a la elevada magnitud del brote que tuvo lugar en Murcia en ese año. En él se estimó que se habían pro-ducido alrededor de 650 casos (19).

La incidencia de la enfermedad ha des-cendido desde 2002, cuando alcanzó su máxi-mo con 1.461 casos declarados (tasa de inci-dencia de 3,54 por 100.000 habitantes), aunque en 2005 se produjo un pequeño repunte con 1.296 casos declarados. A partir de ahí parece que existe una cierta tendencia a ir descen-diendo. En la Figura 2 se han representado las tasas para el período 1997-2013.

Se pueden distinguir dos etapas: una de crecimiento que comprendería el periodo 1997-2002, que marcaría la consolidación de la notificación de los casos de legionelosis por las CCAA y el “tirón” que provocó el brote de le-gionelosis de Murcia en el año 2001. A partir del año 2003 los casos comienzan a disminuir y tenderían a estabilizarse en torno a la tasa de incidencia del 2-3 por 100.000, que parece-ría una cifra de legionelosis razonable para las condiciones y circunstancias de la salud públi-ca en España.

31REVISTA PANACEA. ENERO 2015

abordar estrategias preventivas y para ello han instaurado Programas de vigilancia y control en sus respectivos ámbitos geográficos.

No obstante, Legionella es una bacteria “joven” y el ecosistema de las instalaciones de riesgo es sumamente complejo. Variables como la temperatura del agua, la turbidez, la concentración de sales (cloruros, calcio, etc.), metales (hierro, etc.), las incrustaciones, el bio-film, la competencia con otras bacterias como algunas Enterobacteriaceas, y la presencia de amebas, como Acanthamoeba, hacen que le-gionella se amplifique o no. Pero además de la acción que este medio tenga sobre la bacteria, la “calidad” del mismo va a interactuar sobre el biocida elegido que puede ver moduladas sus propiedades bactericidas (o bacteriostáticas) resultando incluso inoperante (1,9).

La Sociedad Española de Sanidad Am-biental y la legionelosis:

La legionelosis sigue preocupando por-que no acaba de estar controlada. Algo se si-gue escapando. Por ello, la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) ha organizado ya dos Jornadas específicas sobre el tema, una en el año 2006 y la otra más recientemente, ade-más de programar ponencias y talleres en los distintos Congresos de Salud Ambiental.

Los pasados días 2 y 3 de octubre del 2014 tuvo lugar en el Ateneo de Madrid la 23ª Jornada SESA que organizaba la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, bajo el lema “Nuevas pers-pectivas en la prevención de la legionelosis”.

La Jornada se desarrolló con dos confe-rencias, la inaugural con la Dra. Susanne Sur-man-Lee, Director of Legionella Ltd and RSPH Professorial Fellow, Royal Society of Public Health, de Reino Unido que habló de “Normas de prevención de legionelosis en los países de Europa: aspectos positivos y negativos” y la de clausura por la Dra. Carmen Pelaz Antolín, res-ponsable del laboratorio de Legionella del Cen-tro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III que disertó sobre la “Situación actual de la Legionelosis en España”.

Asimismo tuvieron lugar dos sesiones técnicas denominadas “Instalaciones de ries-go” y “Control ambiental de la legionelosis”.

Tras el amplio debate producido tras la intervención de los ponentes el Comité Cien-tífico han asumido las siguiente Conclusiones:

1. De los resultados del Plan de Super-visión Sanitaria de las Instalaciones de Riesgo

llevado a cabo en Andalucía, y de las Auditorías efectuadas a las empresas de mantenimiento higiénico sanitario para la prevención de la le-gionelosis en la Comunidad de Madrid, en los que se vinculan las operaciones de tratamiento realizados por la empresa a la eficacia práctica del mismo en las instalaciones de riesgo, se evidencia la importancia de incorporar ambas metodologías a los procedimientos de trabajo de la inspección sanitaria.

2. Una vez más se pone de manifiesto que la mayor debilidad en la prevención de la legionelosis en las instalaciones de riesgo, sigue siendo la falta de coordinación y disper-sión de responsabilidades entre todos los in-tervinientes, desde el diseño de la instalación, su construcción, puesta en funcionamiento, el análisis de muestras, las operaciones de man-tenimiento diario o de rutina y los tratamien-tos realizados por empresas de servicios. Todo ello va en detrimento del trabajo llevado a cabo en la prevención de la legionelosis, tanto por estas empresas como por la inspección sani-taria, y en definitiva de la protección de la salud de la población expuesta a un riesgo evitable.

3. Este hecho es especialmente preocu-pante en aquellos hospitales en los que por ra-zones administrativas ha de convivir el perso-nal de mantenimiento del centro con distintas empresas de servicios, contratadas y subcon-tratadas, que llevan a cabo las tareas de man-tenimiento de las distintas instalaciones, sin ninguna relación entre ellas. Por consiguiente es necesario extremar la inspección sanitaria en estas instalaciones, y mantener una comu-nicación constante con los servicios de me-dicina preventiva de los hospitales, máxime cuando la notificación de casos de legionelosis nosocomial aun estando infradeclarada va en aumento.

4. El Real Decreto 865/2003 en su artí-culo 7 prevé la instalación de filtros en el agua de aporte de los sistemas de instalación inte-rior de agua fría de consumo humano para la retención de partículas de entre 80 y 150 mi-cras. Sin embargo, en las habitaciones o áreas hospitalarias de enfermos inmunocomprome-tidos, se considera necesaria la instalación de filtros con un diámetro de poro entre 0,45 y 0,22 micras, generalmente mal aceptados por su coste teórico económico, pero que instala-dos en los terminales de grifos y duchas, van a reducir considerablemente el riesgo de infec-ción nosocomial.

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de comunicación e información en materia de prevención de la legionelosis a través de las asociaciones profesionales de ingenieros y ar-quitectos.

8. La formación del personal que se ocupa de la ejecución de las operaciones de mantenimiento higiénico sanitario de las ins-talaciones de riesgo sigue siendo una de las cuestiones que preocupa a todos los sectores, empresarial y sanitario, conscientes de que el éxito o el fracaso en la prevención de la legio-nelosis va a depender sin ninguna duda de la eficacia del mantenimiento de las instalacio-nes de riesgo, por lo que la formación y profe-sionalidad del personal que se ocupa de estas tareas es primordial.

9. Finalmente, todos los intervinien-tes manifestaron su disposición incondicional para ofrecer al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el fruto de su experiencia y los conocimientos adquiridos a lo largo de más de veinticinco años de trabajo multidisciplinar en la prevención y control de la legionelosis, para la elaboración del nuevo real decreto. Se considera necesario revisar la clasificación por riesgo de las instalaciones, la inclusión de otras instalaciones, ampliar los anexos, la revi-sión y acreditación de la analítica y frecuencia de muestreo y su vinculación al resultado de la evaluación del riesgo, la introducción y va-loración de nuevas técnicas de análisis, la uti-lización de procedimientos físicos de probada eficacia previamente validados, la dosificación automática de biocidas que dispongan de mé-todos de control in situ de su nivel residual, la corrección y actualización de las Guías para la evaluación del riesgo, todo ello a través de una norma eficaz, inequívoca y armonizada con las Comunidades Autónomas.

Bibliografía:1.-World Health Organization. Legionella and the prevention of legionelosis. Disponible en http://www.who.int/water_sanitation_health/emer-ging/legionella.pdf. [Visitado en noviembre de 2014].2.-McDade JE, Shepard CC, Fraser DW, Tsai DR, et al. Legionnaires´ disease: isolation of a bacterium and demonstration of its role in other respiratory disease. N England J Med 1977; 297: 1197-203.3.-Greg MB, Berman B, Mallison W, Rhodes WW, Kassanoff I An epidemic of unknown etiology in a health department I. Clinical and epidemiologic aspects. Am J Epidemiol 1978; 107: 149-60.4.- McDade JE, Brenner DJ, Bozeman FM Legion-

5. Todos los intervinientes mostraron su acuerdo en la necesidad de que los laboratorios de análisis dispongan de la acreditación del mé-todo de ensayo para el aislamiento y determi-nación de Legionella. Así mismo, se planteó la necesidad de que los procedimientos de toma de muestras estén igualmente acreditados.

6. Las empresas de mantenimiento hi-giénico sanitario de las instalaciones de riesgo manifiestan su preocupación por el desconoci-miento de los titulares, gerentes y administra-dores de los edificios y empresas que albergan las instalaciones de riesgo, sobre su responsabi-lidad en el control ambiental de la bacteria y so-bre la importancia y la complejidad que entraña la ejecución de un buen programa de manteni-miento. Por ello consideran imprescindible que desde la administración se implanten controles que permitan detectar la calidad y solvencia técnica de las empresas de mantenimiento, de manera que la legítima competencia existente en el sector no vaya en detrimento de aquellas que realizan un mejor trabajo. En este sentido, la vinculación de la calidad del mantenimiento con la situación real de la instalación, verificada por la inspección sanitaria en las Comunidades de Madrid y Andalucía cuyos resultados se pre-sentaron en esta Jornada, puede ir en la misma dirección que la demanda formulada por el sec-tor empresarial.

7. Los profesionales de la ingeniería sa-nitaria han llamado la atención sobre el des-conocimiento u olvido de los proyectistas de todo lo relativo a la prevención de la legione-losis en la fase de diseño de las instalaciones y edificios, lo que da lugar a su ubicación en lugares confinados o inaccesibles, a la exis-tencia de aljibes compartidos con otros usos, el desconocimiento del trazado interior de las redes, acumuladores sin acceso para la lim-pieza y desinfección, imposibilidad de alcanzar los 60ºC en todo momento y de llegar a 70ºC, materiales inadecuados o incompatibles entre sí que no van a resistir el tratamiento térmico, que se van a ver afectados por la calidad del agua y por el tratamiento químico; cuestiones que van a condicionar la vida útil de la insta-lación, la eficacia del mantenimiento higiénico sanitario de la misma, y en definitiva la protec-ción de la salud de la población expuesta. Se propone incluir un anexo de criterios sanitarios de prevención de legionelosis en los proyectos técnicos de los edificios, tener en cuenta estas cuestiones en la redacción de la nueva nor-mativa, y como en el caso anterior, abrir vías

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naires´ disease bacterium isolated in 1957. Ann Intern Med 1979 ; 90 : 659-61.5.-Salleras L. la legionelosis: un problema de salud pública emergente. Med Clin (Barc) 2002; 119(Supl 2):1-3.6.-Centro Nacional de Epidemiología. Protocolo de vigilancia de legionelosis. Dsiponible en http://www.isciii.es/ISCIII/es/contenidos/fd-servicios-cientifico-tecnicos/fd-vigilancias-alertas/PRO-TOCOLOS_RENAVE.pdf. [Visitado en noviembre de 2014].7.-Prats G, Domínguez A Legionella. El microor-ganismo. Med Clin (Barc) 2002; 119 (Supl 2): 9-13.8.-Nehapetian K, Challemel O, Beurtin D, Dubrou S, Gounon P, Squinazi F.The intracellular multi-plication of Legionella pneumophila in protozoo from hospital plumbig systems. Res Microbiol 1991; 142:677-85.9.-Ordóñez Iriarte JM, Ferrer JB, Pelaz Antolín C; García Comas L., et al. Prevalencia de legionella en torres de refrigeración de la Comunidad de Madrid. Med Clin (Barc) 2006; 126(5):189-9510.-Ordóñez Iriarte JM. La legionelosis: ¿un pro-blema de salud pública o para la salud pública?. Rev Salud Ambient 2006;6(1-2):5-6.11.-Ordóñez Iriarte JM. La nueva normativa esta-tal frente a la legionelosis: entre la ambición y la realidad. Gac Sanit 2002;16(2):105-108.12.-Ordóñez Iriarte JM, Santa Marina Rodríguez L; Abad Sanz I. Legionelosis y salud pública. Viure en salut, 2006; 69(2):8-9. Disponible en http://www.sp.san.gva.es/biblioteca/publicacion_dgsp.jsp?cod_pub_ran=2538&tacc=17. [Visitando en noviembre de 2014].13.-Fleming HC. Results of the colaborative re-search Project “Biofilms in drinking water ins-tallations”. Biofilm Center. Annual Report 2013. Disponible en https://www.uni-due.de/imperia/md/content/water-science/ss14/annual_re-port_of_biofilm_centre_2013.pdf. [Visitado en noviembre de 2014].14.-Vaqué J. Epidemiología de la legionelosis. Med Clin (Barc) 2002; 119 (Supl 2): 14-24.15.-Sabrià M Legionelosis. Pasado, presente y fu-turo. Med Clin (Barc) 2002; 119 (Supl 2): 4-8.

16.-Real Decreto de 28 de diciembre, por el que se crea la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Real Decreto 2210/1995. BOE de 24 de enero de 1996.17.-Instituto de Salud Carlos III. Centro Nacional de Epidemiología. Enfermedades de declara-ción obligatoria. Series Temporales. Disponible en http://www.isciii.es/ISCIII/es/contenidos/fd-servicios-cientifico-tecnicos/fd-vigilancias-alertas/fd-enfermedades/enfermedades-de-claracion-obligatoria-series-temporales.shtml. [Visitado en noviembre de 2014].18.- Gómez-Barroso D, Nogareda F, Cano R, Pina MF, Del Barrio JL, Simon F. Gac Sanit. 2011;25(4):290–295.19.- García-Fulgueiras A, Navarro C, Fenoll D, et al. Legionnaires’ disease outbreak in Murcia, Spain. Emerg Infect Dis. 2003;9:915–21.20.- Orden 1187/1998, de 11 de junio, de la Con-sejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Co-munidad de Madrid, por la que se regulan los cri-terios higiénico-sanitarios que deben reunir los aparatos de transferencia de masa de agua en corriente de aire y aparatos de humectación para la prevención de la legionelosis. B.O.C.M. de 14 de julio de 1998.21.-Real Decreto 865/2003, de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanita-rios para la prevención y el control de la legionelo-sis. BOE número 171, de 18 de julio de 2003.22.- Ministerio de Sanidad y Consumo. Guía Téc-nica para la prevención y control de la legionelo-sis en instalaciones. Disponible en http://www.msssi.gob.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/agenBiologicos/guia.htm[Visitado en noviembre de 2014].23.- Santa Marina Rodríguez L, Borde Lekona B, Zaldua Etxabe I, et al. guía práctica para el dise-ño del plan de autocontrol de legionella. Servi-cio central de publicaciones del Gobierno Vasco. Disponible en http://www.osasun.ejgv.euskadi.net/r52-publ01/es/contenidos/informacion/sanidad_ambiental/es_1249/adjuntos/legio-nella/planAutocontrol_c.pdf. [Visitado en no-viembre de 2014]. Tabla 1.-Casos de legionelosis

Microfotografía electrónicade barrido (SEM), con magnificación de 8000X, con grupo de bacteriaGram-negativaLegionella pneumophila

34 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

35REVISTA PANACEA. ENERO 2015

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36 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

El derecho de los ciudadanos a la protección de la salud

El derecho de los ciudadanos a la protección de la salud, contempla-do en nuestra Constitución, obliga al Estado al empleo de los medios que garanticen este derecho.

En virtud de este derecho, el Estado debe rea-lizar las acciones necesarias para que esa pro-tección sea efectiva. Le obliga, por tanto, a re-gular la actividad de la sociedad en materia de salubridad, educación, higiene, alimentación, consumo, promoción de la salud y, finalmen-te, atención sanitaria. Y esta regulación debe afectar a todos los agentes productores, sean éstos públicos o privados.

El Estado debe utilizar los fondos públi-cos recaudados de los ciudadanos a través de impuestos y otras medidas extractivas, de la manera más eficiente y eficaz posible, asegu-rándose los servicios a los ciudadanos de ma-nera efectiva.

Pero el derecho a la protección de la salud no exige que necesariamente las prestaciones sanitarias deban realizarse por la provisión es-tatalista pública de los bienes y servicios que la comprenden. Provisión que conlleva el aumen-to del poder de los políticos al intervenir en la actividad productiva. Y esta intervención nor-malmente conlleva también la falta de aten-ción a la regulación de la actividad económica al actuar el Estado como mono u oligopolista.

En materia de asistencia sanitaria, el Estado, sin embargo, atiende a razones de eficiencia cuando concierta con diversas ase-guradoras privadas la prestación sanitaria de los funcionarios y del personal de los Ministe-rios de Defensa y Justicia. Lo que se viene en llamar “Modelo Muface”. Es tan eficiente que consigue un coste por persona asegurada mu-cho más barato que el que le cuesta esa misma atención cuando la presta directamente a tra-

vés de hospitales públicos. Y es tan eficaz que el 80% de los funcionarios eligen la tarjeta de las aseguradoras públicas, cuando tienen que elegir si prefieren el servicio de éstas o el de la Tarjeta sanitaria pública. Creo que cumple con su misión perfectamente.

El resto de los ciudadanos no tienen más remedio que aceptar la tarjeta sanitaria públi-ca y conformarse con el hospital que le toque en función de su lugar de residencia.

De manera generalizada, la prestación sanitaria es desarrollada hoy en día funda-mentalmente mediante la prestación directa, a través de los centros sanitarios públicos ges-tionados por los Servicios Regionales de Salud dependientes de las 17 Consejerías de Sanidad respectivas. Estos a su vez se apoyan margi-nalmente en conciertos con centros sanitarios privados.

Son dependencias sin entidad jurídica propia, sin contabilidad financiera ni cuenta de resultados y sujetos a la elemental contabili-dad presupuestaria pública. El personal de los centros es funcionario, con puestos de trabajo de por vida, y los gerentes tienen sus potesta-des muy limitadas. Son más bien administra-dores que gerentes. Es básicamente imposible el reconocimiento efectivo de aquellas perso-nas que trabajan más y mejor o que aportan más beneficios y ventajas al funcionamiento del centro.

Esta situación resulta agravada por la politización de la gestión de la sanidad. La dependencia de los centros sanitarios de las Consejerías ha provocado un relegamiento de los profesionales en la gestión de los mismos y que muchos cargos se nombren a políticos o personas afines al partido político en el poder.

La constatación de estas deficiencias en la gestión de los centros evidenció que la

Ignacio Para Rodríguez-Santana

36 Sanidad. Economía de la salud

Editorial

37REVISTA PANACEA. ENERO 2015

gestión mejoraría si se les proveyera de herra-mientas de gestión similares a los que cuenta una empresa. La prestación de bienes y ser-vicios sanitarios es una actividad empresarial productora. Eso sí, sujeta a regulaciones espe-ciales que garanticen la bondad de su práctica y respetando la independencia de los médicos a la hora de emitir sus juicios clínicos.

Esta experiencia se inició en la Comuni-dad Valenciana con la concesión del departa-mento de salud de La Ribera, en Alcira, y se fue perfeccionando en las sucesivas concesiones de Denia, Torrevieja y Elche, pagando una cá-pita sensiblemente inferior al coste per cápita de los departamentos gestionados por centros públicos. Lo importante era el modelo de ges-tión.

Pero dotar a los hospitales y centros de las herramientas de gestión, y las responsa-bilidades y circunstancias competitivas que tiene la actividad empresarial, no significa te-ner necesariamente que privatizar la gestión y, menos todavía la propiedad de los centro pú-blicos. Significa únicamente que el contexto de gestión no puede ser el mismo que el de una unidad administrativa compuesta por funcio-narios y sujeta a contabilidad pública presu-puestaria.

La sanidad es una actividad productiva generadora de empleo y riqueza. El gasto en salud tiene un efecto multiplicador en la activi-dad económica y, por tanto, el sector de la Sa-lud, es un sector motor del desarrollo económi-co. El sector de la Salud es un gran generador del I+D+i y empleo de calidad.

Como el resto de actividades económi-cas, culturales, científicas y sociales, la Sanidad está condicionada por la capacidad económica y, en este caso particular, de la del Estado.

Por ello, ante tan importante bajada de capacidad económica y financiera como sufre el Estado español, la Administración Pública debe racionalizar el gasto público, de manera que los recortes necesarios, incidan lo menos posible a las actividades productivas, al empleo y a los servicios sociales y, entre estos, los más importantes, junto con los de educación: los servicios sanitarios. Porque es de suma impor-tancia la salud de las personas que conforman nuestro país y porque la atención sanitaria, en su conjunto, es una actividad económica y so-cial de suma importancia. El grado de salud de la población es consustancial con el desarrollo del mismo.

Por eso entendemos que, a la hora de disminuir el gasto del Estado, lo primero que hay que hacer es bajar drásticamente el gas-to del funcionamiento de las administraciones públicas y órganos equivalentes como gobier-nos, parlamentos, consejerías, ministerios, partidos, sindicatos, fundaciones públicas, etc. Es decir, el gasto no productivo. Si ha de caer el empleo, que sea el no productivo, pero no el empleo industrial, que es el productivo, que es el generador de riqueza.

Hay que trabajar con detalle e implantar políticas de ahorro, no solo medidas.

Lo más importante, al igual que lo indi-cado para el gasto público, es comenzar por priorizar el gasto sanitario de manera que, con el ahorro de los gastos superfluos o las presta-ciones prescindibles, haya dinero para atender lo importante, lo vital, como son las enferme-dades oncológicas, el cáncer, y otras enferme-dades graves, con la mayor eficacia y calidad.

Es decir, minorar el gasto y el tiempo de-dicado a actividades burocráticas en favor de la actividad clínica y priorizar el gasto en pre-vención y en patologías graves como el cáncer. Racionalizando el gasto, no racionándolo.

Por ello, es necesario que los procesos de reforma, no se queden simplemente en re-cortes, y se realicen con la participación de los profesionales sanitarios y de todos los agentes del sector de la salud, definiendo claramente a donde ir, mediante el diseño de un modelo y el establecimiento de una hoja de ruta, evitando decisiones simplistas.

Es necesario por tanto definir el modelo sanitario al que queremos ir en el que se ga-rantice la excelencia de las prestaciones al me-nor coste y que genere innovación, garantizan-do la sostenibilidad económica y favoreciendo la mejora de la calidad de sus actividades.

En esta línea es en la que en la Funda-ción Bamberg, estamos trabajando: un modelo en el que el Estado actúe como financiador, en el aseguramiento sea universal y la provisión se realice en un marco de competitividad que induzca a la innovación y a la mejora de la cali-dad y en el que el profesional sea revalorizado y el paciente pueda elegir libremente en todo el Estado español con un marco de información y transparencia de la actividad sanitaria.

Y, una vez definido y asumido como el mejor objetivo, establecer una hoja de ruta que permita alcanzarlo en el menor tiempo posible.

Este es el reto.

38 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Vísteme despacio que tengo prisa

Cuando escribo este artículo acaba de entrar en vigor la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la infor-mación pública y buen gobierno,

todos los ciudadanos tenemos la sensación de que España es más opaca que nunca, qui-zás sea porque ahora tenemos más claro que nunca que no existe transparencia.

Esta norma que en sí mismo debie-ra ser un acontecimiento nos pilla un poco fríos, sabiendo como se sabe que España es poco transparente y que somos de los últimos países en promulgar una ley como esta, cuya entrada en vigor, según para que estrato ad-ministrativo se está demorando de uno a dos años; prisa, lo que se dice prisa no parecen te-ner mucha nuestros gobernantes en mostrar-se transparentes.

De cualquier forma y en el ánimo de ser realista y si cabe algo crítico, a la vista de la moratoria que se ha autoconcedido el legisla-dor ¿podemos albergar esperanza a que el tex-to sea papel mojado?; la actitud ante una ley como es esta, que afecta a quienes están en las administraciones y organismos públicos, parece mas bien relajada y sin mucho ánimo de aplicarla con prisa y rigor.

Indica el preámbulo de la Ley 19/2013 que la transparencia y el acceso a la informa-ción pública y a las normas de buen gobierno deben ser los ejes fundamentales de toda acción política. Pretende poner negro sobre blanco como se toman las decisiones y el ma-nejo de los fondos públicos, para que los ciu-dadanos podamos juzgar la capacidad de sus responsables públicos, porque hasta ahora la regulación existente era insuficiente y no sa-tisface las exigencias sociales y políticas del momento.

Mariano Avilés

‘‘Pretende poner negro sobre blanco como se toman las decisiones y el manejo de los fondos públicos’’

38 Sanidad Ley de Transparencia38

Todo lo anterior más parece una res-puesta o remiendo a lo que está sucediendo en materia de corrupción que voluntad política propiamente dicha de que los ciudadanos nos enteremos cotejando documentos y simple-mente aplicando el derecho a la información, cercenado desde siempre.

Importancia tiene la incidencia de esta ley a la hora de aplicar normas de derecho ad-ministrativo que son básicas, como es la Ley 30/1992 del Régimen Jurídico de las Adminis-traciones Públicas y del ProcedimientoAdmi-nistrativo Común; una vieja reivindicación de

quienes como es mi caso, aplicamos esta ley día a día y cuyas carencias se han denuncia-do hasta la saciedad, pues con el derecho de acceso a la información limitado se fomenta la aplicación arbitraria de este derecho funda-mental para la defensa de los ciudadanos; un serio agravio considerando que el mismo lleva implantado en los países de nuestro entorno desde hace más de diez años.

El próximo 10 de diciembre han entrado en vigor las disposiciones de transparencia de actividad pública para la Administración Cen-tral (el Título I de la ley: las obligaciones de proporcionar información, los principios de pu-blicidad activa, la creación del portal de trans-parencia, la regulación del derecho de acceso a la información y también el ejercicio del mismo para poder formular solicitudes a las institu-

ciones públicas) y el mandato del Consejo de la Transparencia (el Título III).

Aunque el Real Decreto 919/2014 de 31 de Octubre por el que se aprueba el estatuto del Consejo de Transparencia y Buen Gobier-no llegó con ocho meses de retraso, en el mo-mento de escribir este artículo aun se eviden-cia que el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (que debe tener plena independencia y autonomía), no se ha creado por desacuer-do entre las formaciones políticas, lo que hace imposible que el Reglamento para el desarrollo de la ley esté listo porque su texto debe pa-sar indefectiblemente por el Consejo; nuestra experiencia histórica nos dice que cuando se trata de poner de acuerdo a los partidos po-líticos podemos estar años pendientes de una decisión, como sucede con frecuencia con la re-novación del Tribunal Constitucional.

Pese a las dudas, lagunas, prisas y otras improvisaciones varias, teniendo como base

Editorial

39REVISTA PANACEA. ENERO 2015

la Ley 19/2013 ya existen Comunidades Au-tónomas que están debatiendo y aprobando sus propias leyes de transparencia como An-dalucía (Ley 1/2014 de 24 de junio), La Rioja (Ley 3/2014 de 21 de mayo) y otras aprobaron sus respectiva leyes aun no estando publi-cado el texto de la 19/2013 como son, entre otras, el caso de Baleares (Ley 4/2011 de 31 de marzo) o Extremadura (Ley 4/2013 de 21 de mayo).

Comentarios anteriores aparte, el éxito o fracaso de la Ley 19/2013, no depende, para nada, del nivel de exigencia de los administra-dos, que sin duda lo será, sino de la voluntad política de los administradores para cumplir con esta exigencia comúnmente aceptada desde hace años por los estados mas avanza-dos, a los que parece queremos seguir en su senda de transparencia, pero con tranquilidad. El tiempo nos irá diciendo.

“El éxito o fracaso de la Ley 19/2013, no depende, para nada, del nivel

de exigencia de los administrados, que sin duda lo será, sino de la vo-

luntad política de los administradores”.

BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADONúm. 268 Miércoles 5 de noviembre de 2014 Sec. I. Pág. 90451

I. DISPOSICIONES GENERALES

MINISTERIO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS11410 Real Decreto 919/2014, de 31 de octubre, por el que se aprueba el Estatuto

del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno.

La Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, crea en su título III el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, órgano que asume las competencias de velar por el cumplimiento de las obligaciones de publicidad y de buen gobierno previstas en la norma, así como garantizar el derecho de acceso a la información pública. A este respecto, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno se configura como el órgano que conocerá de las reclamaciones que, en materia de acceso a la información, presenten los ciudadanos en ejercicio de lo previsto en el artículo 24 de la ley.

El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno se crea como un organismo público de los previstos en el apartado 1 de la disposición adicional décima de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado, y de acuerdo con lo previsto expresamente en la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, actuará con plena independencia y autonomía en el cumplimiento de sus fines. En este marco, dicha norma, a la vez que configura la composición del Consejo a fin de garantizar la especialización y profesionalidad que el ejercicio de sus tareas requiere, recoge la obligación de aprobar su Estatuto, mandato que se cumple con la aprobación del presente real decreto.

El presente real decreto consta de un artículo único que aprueba el Estatuto del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, una disposición adicional referente al no incremento de gasto público, y una disposición final relativa a su entrada en vigor, insertándose a continuación el texto del Estatuto del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno.

El Estatuto se estructura en cuatro capítulos. El primero de ellos incluye las disposiciones generales sobre la naturaleza y régimen jurídico, objetivos, funciones, adscripción orgánica, sede, cooperación institucional y principios que deben regir el ejercicio de su actividad. En concreto, se dispone que el Consejo desarrolle sus funciones de acuerdo con los principios de transparencia y participación ciudadana.

El capítulo II regula la estructura orgánica del Consejo y desarrolla las funciones asignadas a cada uno de los órganos que lo componen. En concreto, la estructura orgánica del Consejo se articula en torno a su Presidente, la Comisión de Transparencia y Buen Gobierno y otros órganos jerárquicamente dependientes del Presidente: la Subdirección General de Transparencia y Buen Gobierno y la Subdirección General de Reclamaciones. El Estatuto define las funciones del Presidente del Consejo, las reglas que rigen su nombramiento y cese así como su régimen de suplencia. Igualmente, se detallan las funciones que corresponden a la Comisión de Transparencia y Buen Gobierno, el régimen de nombramiento de sus miembros y el funcionamiento de la Comisión. Finalmente, el Estatuto regula las funciones que desempeñan cada uno de los órganos que, dependientes directamente de su Presidente, desarrollarán el trabajo ordinario del Consejo. Así, la Subdirección General de Transparencia y Buen Gobierno, además de velar por el cumplimiento de las obligaciones de publicidad activa previstas en la norma, realizará una labor interpretativa de las disposiciones de Buen Gobierno que recoge el título II de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre. Por su parte, la Subdirección General de Reclamaciones tendrá como función principal el conocimiento de las reclamaciones que, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 24 de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, presenten los ciudadanos.

El capítulo III regula el régimen económico, patrimonial y del personal aplicable al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, detallando sus recursos económicos, cv

e: B

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40 CONTEMPORARY MAGAZINE MONTH 20XX40 REVISTA PANACEA ENERO 2015

ERCAVIO SELECCIÓN LIMITADA 2011

Variedades: Tempranillo 100%.

Viñas: Tempranillo. 20 años en vaso de secano.

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elegantes.

El retrogusto es sutil marcado por matices a vanilla y taninos

suaves.

Temperatura de servicio:16-18 º C.

Vino del mes

CATA

41CONTEMPORARY MAGAZINE MONTH 20XX 41REVISTA PANACEA ENERO 2015

Bodega Plazuela 1851

La vocación siempre ha sido elaborar vinos de las variedades autóctonas.

La gama de vinos está basada en las variedades Airén, Tempranillo (Cencibel) y Garnacha.

Se dedican también a recuperar variedades autóctona que se están perdiendo entre otras La Malvar.

Su filosofía de trabajo se basa en dar a conocer el gran potencial que alberga la Meseta de Ocaña.

Desde sus inicios sus vinos han recibido alto recono-cimiento por la prensa nacional e internacional.

www.bodegasmasquevinos.com

Bodegas Más que vinos

Bodegas Más Que Vinos surge de la inquietud del equipo enológico hispanoalemán formado por Margarita Madrigal, Alexandra Schmedes y Gonzalo Rodríguez.

La experiencia técnica, como asesores, se basa en años de trabajo en varias denominaciones de origen de España, así como en Francia, Italia, Sudáfrica, y Alemania.

En el año 1999 empezaron su propio proyecto bodeguero en el pueblo natal de Gonzalo, Dos Barrios ubicado en la Meseta de Ocaña en la provincia de Toledo.

Las viñas tienen hasta 80 años de edad y son de cultivo ecológico.

Música42 REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Wagner y Barcelona

En Barcelona existe una larga y an-tigua tradición wagneriana. Esta tradición empezó a finales del si-glo XIX, cuando el compositor era prácticamente desconocido en

muchos sitios y denodado en muchos de ellos.En 1862 los coros de Anselmo Clavé can-

taron la marcha del 2º acto de Tannhäuer y fue la primera vez que se oía algo de Wagner en Barcelona. A partir de aquí empezó a propa-garse poco a poco esta afición.

Realmente el primer teatro de España que estrenó una ópera de Wagner fue el Tea-tro Real de Madrid, que en 1880 estrenó Rienzi, pero posteriormente se empezaron inmedia-tamente en Barcelona las representaciones de las otras opera que pasaron a formar parte del repertorio del Liceo de Barcelona.

No solamente esto sinó que el catalán Isaac Albéniz estrenó en Barcelona unas selec-ciones de la tetralogía de Wagner interpretada al piano y también un joven periodista Joaquín Marsillach fue uno de los primeros escritores que habló de Wagner y que ensalzó su figura. A los 18 años escuchó por primera vez a Wag-ner y le cautivó de tal manera que, a pesar de que murió muy joven (24 años), desarrollo una amplia dedicación sobre el tema de Wagner, lo que hizo que fuera muy conocido en Barcelona durante esa época.

La admiración y el cariño hacia Wagner por parte de Barcelona se fue plasmando en varias cosas, llegando al punto de que en el año 1901 se creó la Asociación Wagneriana quien promovió la traducción al catalán de las ope-ras de Wagner, pero de forma que se pudieran cantar. Estas traducciones fueron realizadas por el Profesor Pena y la Asociación

Wagneriana las editó a principios del siglo XX, siendo reproducidas otra vez con posterio-

ridad, en los años 20; con una segunda edición de estas mismas obras y que hoy se pueden encontrar pero casi a nivel de coleccionista. El tenor Viñas, muy reconocido en su momento, cantaba las óperas de Wagner en esta versión catalana, mientras que los demás cantaban en alemán.

Otra de las formas de plasmar la fuerte tradición wagneriana en Barcelona la encon-tramos por ejemplo en el Circulo del Liceu que es un club privado que comparte instalacio-nes con el Gran Teatro del Liceo. La tradición wagneriana, que ya estaba presente en ese momento, hizo que en cada una de las cuatro vidrieras que guarnecen la entrada de este club privado, estén representadas las 4 operas de la tetralogía de Wagner.

José María Ventura

42

Cubierta de la opera Lohengrin editada por laAsociación Wagneriana

43REVISTA PANACEA. ENERO 2015

Vidriera 1

La segunda (Vidriera 2) que corresponde a la Val-quiria, se ve un momen-to en que Wotan, padre de Brunilda, la Valquiria que le ha desobedecido, ha dejado dormido y está cercando con fuego la roca donde la dejará eter-namente dormida hasta que un héroe la despierte.

La primera (Vidriera 1) que es la del Oro del Rhin, representa las hijas del Rhin guadando y custo-diando el oro del Rhin y el enano Alberich vigilando para poder robarlo.

Vidriera 2

44 REVISTA PANACEA. ENERO 201544

La tercera (Vidriera 3) co-rresponde a Sigfrido donde se puede observar cómo está escuchando el sonido y los murmullos de la selva y el sonido de los pájaros que él intenta imitar a tra-vés de una caña sin lograrlo y que está ensimismando precisamente delante de la cueva del dragón que está protegiendo el tesoro, pre-cisamente el oro de los Ni-belungos

Vidriera 3

En la cuarta, (Vidriera 4) se representa al Crepúsculo de los Dioses en la que se ve un Sigfrido muerto llevado en volandas por una serie de guerreros que corresponde al célebre fragmento “El fu-neral de Sigfrido”, obra mu-sical excepcional que incluso en Cataluña como muestra precisamente de la afición wagneriana que había, fue tocada orquestalmente en el entierro del Presidente de la Generalitat de Catalunya Francesc Macià en el año 1.933

Vidriera 4

45REVISTA PANACEA. ENERO 2015

nocido como la Cabalgata de las Valquirias el primer tema sería el viento, que lo tocan los instrumentos de cuerda y de percusión. Al cabo de un momento aparece el tema del ga-lope, al cual se añaden los instrumentos de madera.

Después aparecen los relinchos de los caballos, también con cuerda e instrumen-

tos de percusión y finalmente el tema de La Valquiria donde solo son instrumentos de metal. Esto se va repitiendo a través de unas líneas que van describiendo la duración. El tema musical se representa en mayúsculas y cuando es una variación sobre ese tema se representa en minúsculas. Incluyo también otro fragmento donde se puede apreciar esto, que es la 3ª escena del primer acto de La Val-quiria donde se ve como se van desarrollando estos temas con la transcripción en catalán y la traducción al castellano que he añadido al lado para que se pueda entender y seguir, y se pueda apreciar cómo se van juntando y entre-mezclando los temas. De esta forma se logra que haya un conjunto musical muy agradable y muy conocido, siendo una forma de oír mú-sica que produce una sensación completa-mente nueva.

La ópera de Parsifal, obra póstuma de Wagner, no se podía representar en ninguna ciudad fuera de Alemania hasta el día 1 de enero de 1914. Fue la afición wagneriana la que hizo que Barcelona tuviera interés en ser la pri-mera en ofrecer dicha representación, y pudo hacerlo con astucia, ya que la obra empezó a las 11’00 de la noche del día 31 de diciembre de 1913, pero dada la diferencia horaria que había con Alemania allí eran las 12’00 de la noche, con lo cual se adelantaron a todos los demás teatros operísticos del mundo consiguiendo ser la primera ciudad fuera de Alemania don-de se representó esta ópera. Esto acentuó aun más la tradición wagneriana y el acercamiento de Barcelona a Wagner.

Posteriormente en 1955 se logró conven-cer al festival de Bayreuth que vinieran duran-te 15 días a hacer sus representaciones en el Liceo de Barcelona. Barcelona fue una fiesta: grandes letreros en las calles, se decoraron los escaparates de las tiendas con motivos wag-nerianos, en fin, la ciudad vivió el evento como algo muy propio y tuvo una gran resonancia a nivel local. Fue una de las primeras veces que este festival salía de su recinto histórico. Se llegó a crear un curso patronato pro-festivales de Wagner.

Esto se ha repetido últimamente ya que hace muy poco tiempo, concretamente el año 2012, el teatro de Bayreuth trajo a Barcelona las 3 operas que se habían estado represen-tado durante los meses de julio y agosto. En septiembre realizaron con un notable éxito las audiciones, dado que técnicamente era muy difícil hacerlas representadas, y en la cual in-cluso participaron las codirectoras del festival de Bayreuth, biznietas del compositor y tam-bién la directora de escena del mismo.

Los libros que publicó la asociación wag-neriana, traducidos al catalán, que se han co-mentado anteriormente, tenían la particula-ridad de que podían ser seguidos fácilmente incluso por los no iniciados en la música, por-que constaban de unas claves que hacían ver exactamente como sería la música. De hecho los temas musicales que conocemos, en Wag-ner se van mezclando unos con otros y están representados en una página con el nombre de cada uno de los temas musicales.

Estos temas musicales además tienen al lado una anotación entre paréntesis con el tipo de instrumento. Por ejemplo si tenemos el preludio del 3er acto de las Valquirias, co-

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Hoy en día el Liceo de Barcelona continúa siendo un gran admirador de la tradición wag-neriana, prueba de ello es que no hay tempo-rada que no se represente al menos una ópera de Wagner o incluso más. Este año será el tur-no de la tercera ópera de la tetralogía, Sigfrido, después de haberse representado las dos an-teriores en los dos últimos años y el próximo año será el Crepúsculo de los Dioses, y suele haber también otras representaciones como la de esta temporada en la que habrá una audi-ción de Tristán e Isolda. Los wagnerianos esta-mos muy contentos con esta tradición que se mantiene en Barcelona gracias al Liceo y que nos ayuda a conocer expandir y profundizar cada día más con la tradición wagneriana.

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Exposición de Maite Pedraza“Armonia de Espacios”

Maite Pedraza

Su pintura impresionista sale de manera natural de su alma inquieta y versátil, consolidando sus señas de artista también en su vida personal. Prueba de ello es su participación en el espíritu creativo del Ateneo de Madrid, perteneciendo actualmente a la sección de Artes Plásticas. Ofrece en sus obras una agilidad cromática y una fuerte carga de intensidad al provocar emoción y acercamiento. Con un estilo fresco y vivaz, incita con sus gamas de colores, de luminosidades que florecen en protagonismo especial

desde el interior de sus cuadros.

Ver vídeo: www.maytepedraza.com

Editorial

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A la búsqueda de la verdad y la vida, poemario, de Ignacio Para Rodríguez-Santana

Libros del mes

La Poesía es la expresión, la descrip-ción de un sentimiento más allá de las palabras. Aquello que no se puede describir en un lenguaje con-vencional. Aquellas ideas que se es-

capan del corsé del lenguaje, tan limitado por lo preciso para expresar las angustias, alegrías, sueños, desesperanzas, amores…

Es un estado intermedio entre el lengua-je y la música, por eso la rima y la métrica, in-cluso la fonética asociada de las palabras y los silencios entre verso y verso, añaden un grado de musicalidad que acentúa la idea y favorece el sentimiento.

Expresarse mediante poemas, mediante versos, es a veces mucho más fácil que hacerlo mediante prosa. En dos versos, en uno incluso, se expresa más que en mil palabras; y con más profundidad y precisión.

Las poesías de Ignacio Para, expre-san ideas, sentimientos, sensaciones reales que pensamos, sentimos y vivimos todos los hombres. Si es posible, de una manera grata y positiva, indicativa y vitalista. Y lo hacen de una manera fácil, sincera y, en lo posible, ale-gre, aunque reflexiva, mostrando sin embargo cierta incertidumbre y, quizás por ello, también desazón al reflexionar sobre la paradoja de la vida.

En ellas prevalecen los mensajes indu-ciendo a la voluntad de superación, el heroís-mo, la belleza y el amor dirigidos al lector, que para él es lo más importante.

Al final, la poesía no es algo que se pue-da amarrar; cada vez que se lee se sienten y captan sensaciones diferentes, matices dife-rentes, en función de nuestro estado de ánimo o del contexto en que se leen, como tam-bién ocurre con la música, la sublimación del lenguaje, que solo se puede escuchar, sentir y gozar…

Os invito a sentir y gozar con su lectura. Podéis adquirir el libro en CEFIC 913 889 478

Margarita Arroyo

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En este año que camina hacia su fin estamos celebrando el cuar-to centenario de la muerte de el Greco, acaecida en 1614 en Toledo, y el año que viene celebraremos

el quinto centenario del nacimiento de Teresa de Cepeda y Ahumada, acontecido en 1515, en Ávila.

Transcurridos todos estos años, el diá-logo sobre la posible participación del misti-cismo español del siglo XVI en el cambio que en 1577 se produjo en la pintura de Domenico Teheotocopulos, nacido en Creta en 1541 y que se traslado a España en el citado año de 1577, buscando el mecenazgo del rey Felipe II, sigue vigente.

Cabe empezar diciendo que el primer español que afrontó estas cuestiones tras el redescubrimiento de el Greco a finales del s. XIX fue Manuel Bartolomé COSSÍO en su libro “El Greco”, publicado en 1908, que constituye el primer estudio histórico serio, fiable e informa-tivo sobre el artista, presentando la obra del autor como quintaesencia del espíritu español y en la que dice del pintor que su génesis es bizantina, su formación italiana y que se ahor-mó tan ajustadamente en Castilla, hasta llegar a ser su mejor hermeneuta y el primer nom-bre en el tiempo entre los maestros españoles. COSSÍO asoció la transformación artística de nuestro protagonista con los valores eternos de la cultura y de la historia española. No sólo fue innovador en estos planteamientos, sino que abordó la relación entre el pintor y los mís-ticos españoles de la época, pues nadie antes que él se planteó esta relación, en especial con Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz; y no hay que olvidar que el misticismo era consi-derado como una de las manifestaciones más

importantes y definitoria del peculiar espíritu español.

BARRÉS atribuía a la obra de El Greco precisamente este misticismo típicamente es-pañol, considerando que sus cuadros comple-taban los tratados de Santa Teresa de Jesús y los poemas de San Juan de la Cruz; presentan-do la cuestión como una contraposición entre este misticismo y el humanismo italiano.

Es cierto que este cambio en la concep-ción de su pintura supuso un paulatino ale-jamiento del naturalismo renacentista, para llegar a lo que UNAMUNO definió más tarde como “naturalismo espiritual”, en oposición al “naturalismo ideal”, en el que influyó el am-biente toledano que encontró a su llegada, que como el de toda España, estaba impregnado de una profunda espiritualidad; hasta el punto que BROWN opina que le llevó a una posición de visionario y místico, donde la mente y el co-razón podían encontrar refugio.

Un Centenario detras de otro. El Greco y Santa Teresa

José María Martín del Castillo

Fray Juan de la Miseria pintó el rostro de Santa Teresa sobre lienzo, que es el cuadro más parecido al aspecto original, por realizarlo con la protagonista delante de sus ojos, y con los pinceles en la mano.

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Teresa, 16 años mayor que él, estuvo en Toledo en varias ocasiones. La primera en 1562 por un periodo de seis meses, por obediencia a su provincial, para consolar a D.ª Luisa de la Cerda en su reciente viudez y alojándose en su casa-palacio, hoy sede de la Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Posteriormente regreso a la ciudad en 1568, 1570, 1579 y entre 1580 y 1581. Sin embargo, permaneció en la ciudad un año entre junio de 1576 y 1577.

La reformadora del Carmelo tuvo que afrontar diversas vicisitudes, tuvo que hacer frente a todo tipo de dificultades, incluso a in-justas penas como fue ésta de retirarse a un monasterio de su elección, eligiendo el de Tole-do fundado en 1569, por lo que la tenemos de nuevo en la ciudad en 1576, de manera que la personalidad más reveladora del florecimiento místico de España vivió en Toledo en los meses en los que habría empezado a producirse el cambio en el gran renovador del arte pictórico. Esta curiosa coincidencia ha puesto en boca de los historiadores estas insistentes preguntas: ¿se conocieron la renovadora de experiencias religiosas y el renovador del arte pictórico? ¿se influenciaron recíprocamente?

Opiniones hay para todos los gustos, pero dudo que tal posible encuentro se hubiese producido, a pesar de que durante algún tiem-po ambos trabajaron en la misma ciudad, pues de haber tenido lugar, teniendo en cuenta la forma de ser de la Santa, tal encuentro hubiera sido plasmado en cualquiera de sus escritos, especialmente en su rico y abundante episto-lario, salvo que se hubiera perdido como parece que así ha ocurrido con la mayoría de él.

Puede parecer curiosa la falta de noticias sobre un conocimiento directo entre la mística y el pintor. Sin embargo, hasta la fecha no se han encontrado pruebas al respecto, aunque se siguen llevando a cabo concienzudas in-vestigaciones. Continuar con ellas en todos los lugares y alrededor de todas las personas que Teresa y el Greco conocieron, podría conducir a qué lecturas, qué referencias y qué amistades hubieran podido constituir el nexo de unión o hilo de transmisión, hubieran hecho posible esta comunicación entre las dos personalida-des, y que hubieran podido facilitar un inter-cambio de ideas y criterios sobre sus respec-tivos ideales. Aún si los esfuerzos resultaran negativos, la investigación orientada a verificar

la existencia de contactos directos, quizá po-dría llevar al menos al apreciable resultado de localizar posibilidades y, a lo mejor, a la exis-tencia misma de contactos indirectos.

Para quien considera la existencia de un cierto grado de convergencia ideal y hasta es-piritual entre nuestros protagonistas, pruebas de contactos indirectos no parecen ser nece-sarios, pero serían útiles para un más claro co-nocimiento de páginas, por demás importan-tes, de la historia cultural, religiosa y artística de España principalmente, pero también de una Europa que avanzaba en su andadura por la Edad Moderna.

Sin embargo, si parece apreciarse una cierta convergencia, que deja la puerta abierta a los cronistas dedicados a la reconstrucción del curso de la historia, para seguir teorizan-do y establecer hipótesis sobre la influencia de la mística española en el artista cretense, de-jando a un lado aquellos temas de inspiración evangélica en los que se detuvieron tanto los pinceles del pintor como la pluma de la escri-tora. Así, María, exaltada por Teresa en sus es-critos e incluso en la acción de gobierno de sus

Carmelos, es también el centro de la ac-tividad pictórica de el Greco. La Anunciación del saludo, la Dolorosa de las crucifixiones, la Iluminada de Pentecostés, la Santificada de la Trinidad, la Coronada de las Coronaciones.

Cristo abrazado a la cruz. Óleo sobre lienzo, 108 × 78 cm. Madrid, Museo del Prado

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Teresa era amiga de tener delante repre-sentaciones que hicieran devoción para man-tenerse en presencia de Dios, de lo que deja testimonio en sus escritos y así es declarado en por personas que la conocieron, en particu-lar monjas de sus conventos, en los procesos de beatificación y canonización.

Muchas son las pinturas de el Greco de-dicadas a momentos de la vida de Cristo, que coinciden con idénticos momentos considera-dos por Teresa. Ella, después de haber visto al Señor cubierto de llagas y afligido amó la cruz, la abrazó y la deseó. Estas palabras del libro de

la Vida recuerdan un momento decisivo de la consagración de Teresa, pero al mismo tiempo recuerdan el cuadro de El Greco en el que Cristo abraza la Cruz.

UNAMUNO, de nuevo, dice que los cuadros de el Greco parecen “visiones, sueños de lo na-tural, más que copias o versiones de éste”. Esta afirmación bien podría confirmar la novedad del cambio toledano de el Greco y acerca sus pin-turas a las visiones descritas por Santa Teresa.

La cima de la convergencia entre los idea-les de Teresa y las pinturas de El Greco se po-dría pensar que se ha alcanzado en el cuadro de la Coronación de la Virgen, que se encuentra en el hospital de Nuestra Señora de la Caridad en Illescas. Este cuadro se inspira tanto en la visión intelectual de las tres personas de la Santísima Trinidad, que describe la abulen-se en la Séptima Morada del Castillo Interior1 , como en la otra visión relativa a la solemne acogida reservada en los cielos a la Asunción y

1 7ª M. I.7.

que la Santa describe en el capítulo 39 del libro de su Vida2 .

En la Asunción de el Greco3 , actualmente en el museo del Prado, EIZENSTEIN encuentra el eco de otra visión de la Santa descrita en el citado capítulo 39 del libro de su Vida, dedica-do a las grandes mercedes que le ha hecho el Señor, cuando al final del mismo describe la visión4 .

Además de las convergencias de compo-sición y de forma, como las que se han seña-lado brevemente, se han vertido hipótesis con otra más en lo que respecta a los colores.

Otro punto de hipotéticas convergencias es el de los temas. La predilección de Teresa por San José está en los orígenes del cuadroque, hacia finales del siglo XVI, fallecida ya la Santa, pinta el Greco para la capilla de aque-llos Ramírez que promovieron la fundación de un Carmelo en Toledo. Cuadro que por muchos aspectos compositivos y cromáticos, ha termi-nado no sólo por aclarar algunas elecciones del pintor, sino confirmar seguras afinidades espi-rituales entre el artista de Creta y la Santa de Ávila.

MARAÑÓN ha creído poder sostener que el pintor “tuvo conciencia de no haber llegado a expresar el misterio de su fervor con la pleni-tud que soñaba”. Y agrega: “los cuadros (espe-cialmente los de la última época) son señales desesperadas para entenderse con Dios”.

Justamente es este anhelo el que demos-traría que, al menos en las aspiraciones hubo convergencia espiritual entre el Greco y la Santa.

Por lo que se refiere a la cuestión deba-tida y que pretendo desarrollar, aunque sea brevemente en este acto, la influencia directa de Teresa de Ávila en la evolución de el Greco, pueden diferenciarse tres opiniones claramen-te distintas. La primera, representada por un grupo que se ha limitado a recordar que el mo-vimiento espiritual que sostenía Santa Teresa Y San Juan de la Cruz, contribuyó, pero sólo in-directamente, a alentar el cambio toledano de el Greco. La segunda, constituida por un otro

2 “...Decir cómo fue esto, yo no sabría. Fue grandísima la gloria que mi espíritu tuvo de ver tanta gloria. Quedé con grandes efectos, y aprovechóme para desear más pasar grandes trabajos, y quedóme gran deseo de servir a esta Señora, pues tanto mereció”. V. 39.26.3 También conocido por la Inmaculada.4 “Un día de la Asunción de la Reina de los Ángeles y Señora nuestra, me quiso el Señor hacer esta merced, que en un arrobamiento se me presentó su subida al cielo, el alegría y solemnidad con que fue recibida, y el lugar a donde está”. V. 39.26.

La coronación de la Virgen

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grupo, sin disminuir las características de este cambio, ha terminado por admitir que en su formación participó la espiritualidad teresiana. Y una tercera, formada por un grupo de estu-diosos, especialmente de la familia carmelita, ha sostenido abiertamente como indiscutible la convergencia ideal entre los escritos de Te-resa y las pinturas de el Greco.

Para explicar esta división, parece como si se partiera de una confrontación, por otro lado innecesaria, entre un buen conocimiento de la obra pictórica del artista y, por el contra-rio, un conocimiento superficial de los escritos de la Santa; o una fidelidad a las ideas tere-sianas particularmente acentuada en quienes sostienen solamente como indiscutible la con-vergencia ideal entre uno y otra.

Si los defensores de la primera y segunda de las posturas citadas no hubieran soslayado la necesidad de basar la confrontación entre las obras de las dos grandes figuras más que en la atenta consideración de las pinturas de los cuadros de una de ellas, relegando la aten-ta y detenida lectura de los escritos de la otra, habrían terminado por concordar casi todos en la conclusión de que terminaron por llegar a una gran convergencia espiritual, por la impor-tancia dada en las respectivas obras al objeti-vo evocador que habían escogido, así como la importancia instrumental dada a la luz, nitidez de los colores, esencialidad de las formas para alcanzar ese objetivo, Teresa en las visiones y el Greco en las representaciones.

Ha habido, incluso, autores como MA-RIAS Y BUSTAMANTE que sostienen la postura de que el pintor no elegía los motivos místi-cos, sino que estos se los imponía una clien-tela religiosa, clientela que, naturalmente, le exigía una temática acorde con las corrientes piadosas del momento. Pero estos temas no eran adecuados al sentido religioso del artis-ta. Les parece que al Greco le interesaba poco el “decorado” religioso y que, por el contrario, su preocupación se centraba en los problemas formales de composición de sus cuadros.

La mayoría de los investigadores rechaza posiciones tan extremas como la expuesta, e in-terpreta la obra del pintor desde una perspectiva más amplia, lo que abre un interesante campo de observación, vinculándola a los movimientos espirituales y al clima religioso de la época de la Contrarreforma y, ante todo, al humanismo cristiano, atribuyendo la exaltación religiosa del pintor a la estética espiritual del manierismo.

RAGGIANTI, en su libro “El periplo de El Greco” es, sin embargo, de la opinión que el cambio que se produjo en la expresión artística del cretense, se debe meramente al hecho de encontrarse dentro de una sociedad, que por cultura, ascetismo y riqueza podía ofrecerle una importante ventaja, una posición valiosa para dar cumplida prueba de su plena madu-rez artística.

Aún contando con las muchas exage-raciones de este punto de vista, es necesario reconocer que tanto los místicos españoles como el Greco eran fruto de un clima común, que se manifiesta en la semejanza de las for-mas, las ideas y el lenguaje.

HATZFELD llega a la conclusión de que el arte del cretense experimentó la influencia de la Gran Santa de Ávila, aunque considera que aquél realizó una interpretación libre de la misma. Sin duda sería exagerado y constituiría un despropósito afirmar, con él, que determi-nados textos teresianos permiten descifrar algunos secretos de el Greco. Aún así, existen puntos de analogía entre la obra del pintor y de los místicos. La analogía en el sistema me-tafórico de los cuadros de el Greco, en los que presentó fenómenos religiosos de la realidad suprasensible, y los símbolos de los místicos que expresaban su experiencia sobrehumana en el conocimiento de los misterios Divinos está fundada.

Conviene decir también que no se puede juzgar con absoluta e incontestable certeza cuán hondo era el conocimiento de la doctrina mística del maestro toledano, pues la influen-cia de los místicos no era directa sino que se manifestó a través de diversas influencias, bastante lejanas de la mística propiamente dicha. Pero como Américo CASTRO, en su obra “Teresa la Santa y otros ensayos” ha señalado: “...ascetas, pietistas, alumbrados, erasmistas y místicos están bañados por la misma ola, por la tendencia a afirmar su conciencia religiosa, en forma autónoma e individual.

Debo concluir estas líneas, y lo hago com-partiendo la opinión de que la obra de El Greco es fruto del mismo clima de la época, de una mentalidad cercana a la de los grandes mís-ticos, en tanto que el misticismo impregnaba el peculiar carácter español en aquel momento, del que no pudo ni quiso abstraerse, sino que se nutrió de él para legarnos una obra grandio-sa, cuya creación fue fruto indudable de esta relación.

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