nacar colunga sagrada biblia 03 sapienciales

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  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

    1/99

    SAGRADA BIBLIA

    V E R S I Ó N D I R E C T A   D E

    L A S L E N G U A S O R I G I N A L E S

    POR

    E L O Í N O N Á C A R F U S T E R ( t )

    C A N Ó N I G O L E CT O R AL D E LA S . I .

      C.

      D E

      SALAMANCA

    Y

    A L B E R T O C O L U N G A , O . P .

    P R O F E S O R D E S A G R A D A E S C R I T U R A E N E L C O N V E N T O D E S A N

    E ST EB A N Y E N LA PO N T I FI C I A U N I V E R S I D A D D E SAL AM AN CA

    PRÓLOGO DK S. JCMCIA, RVDMA. El* CARDENAL

    G A E T A N O C I C O G N A N I

  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

    2/99

    NihU obstat:

      P r . E . Cue r vo , O . P . , Ba c . S . T he o l .

    l ' r , K. ilt> Tu ya , O. P . , S . Theo l . L ec t .

    Imprimí potes :

      l ' r . A. l ' i - rnande z , O. P . Pr io r Provin c ia l i s .

    NIMl obstat:

      Dr . I

    v

    . T ur r a do , Ce nsor .

    Imprimatur:

      t F r . F r a n c i s c u s , ü . P . , E p i se . S a l m a n t .

    Sa loiant icae , 30 oc tobr is 1960.

    Begistro núm. 5.786-1960

    Depósito legal M 4.180-1961

    Í N D I C E G E N E R A L

    Págs.

    P r ó l ogo de S . Bmc i a . Rvd t na . e l Ca r d . G a e t a no C i c ogna n i , a n t i guo

    N un c i o de S . S . e n E sp a ña i x

    E nc í c l i c a «D i v i no a f i l a n t e S p i r i t u» , de S . S . P í o X I I x x m

    P r ó l ogo de l os t r a duc t o r e s :

    A la i .

    a

      e d i ci ó n x x x i x

    A la 2.

    a

      y 3 .

    a

      e d i c ió n x u

    A la 4.

    a

    , 5 .

    a

    , 6 .

    a

    , 7 .

    a

    , 8 .

    a

    , 9 .

    a

    , io .» y 11.

    a

      e d i c i ó n x u v

    Conse j os de S a n A gu s t í n a l o s l e c t o r e s de l a S a gr a da E sc r i t u r a . . . x u v

    S i g l a s x u v

    I n t r odu c c i ón ge ne r a l a l o s l i b r os de l a S a g r a da E sc r i t u r a 1

    Int r od ucc ión espec ia l a los l ibros his tó r icos 12

    ANTIGUO TESTAMENTO

    P e n t a t e uc o 20

    Génesis 24

    É xodo 84

    I /eví t ico 131

    N úme r os 161

    D e u t e r onomi o 201

    Josué 238

    Jueces 262

    Rut 286

    S a mue l 290

    I Sam uel 291

    I I Sam uel 322

    Re ye s 348

    I Rey es 349

    I I Re yes 384

    P a r a l i p óm e nos o Cr ón i c a s 414

    I Crón icas 415

    I I Crón icas 439

    E s d r a s y N e h e m í a s 4 69

    E sdr a s 470

    N e he mí a s 480

    Tobías 493

    Judi t 503

  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

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    ÍNDICE GENERAL VI

    PÍÍS

    Ester 516

    I Maca beos 527

    I I Macab eos 556

    Libro s sapien c ia les 576

    Job 578

    Sa lm os .' 601

    P r ove r b i os 67a

    E c l e s i a s t é s 694

    Bl Can tar de los Can tares 702

    S a b i dur í a 711

    Ecles iás t ico 727

    I/ibros  profé t icos 767

    Isa ías 772

    Je r e mí a s 819

    I / a me n t a c i one s 869

    Barnc 874

    Ezequie

    1

    . , 881

    Danie l 926

    Oseas 946

    Joel 952

    Amos 956

    Aibdías 961

    Jonás 962

    M i que a s 964

    Na hu rn _. 969

    H a ba c uc 971

    Sofonías 973

    Aigeo 975

    Zacar ías 977

    Malaquías 985

    NUEVO TESTAMENTO

    I n t r oduc c i ón ge ne r a l a l N ue v o T e s t a me n t o 989

    I n t r oduc c i ón ge ne r a l a l o s E va n ge l i os 999

    San Ma teo 1000

    San Marcos 1041

    S a n

      i/ucas

      1063

    San Jua n 1103

    Hec hos de los Apó stoles 1136

    Ep ís tol as de San Pablo 1167

    A los Ro man os 1170

    I a los Co rintio s 1185

    I I a los Cor int ios  ¡.  1199

    VII ÍNDICE GENERAL

    Págs.

    A los Gála tas 1207

    E pí s t o l a s de l a c a u t i v i da d 1213 ,

    A los Efe sios 1214

    A los Fi l ip ens es 1219

    A los Colos enses 1223

    Epí s to las a los Tesa loni cens es 1227

    I a los Tesa lon icen ses 1228

    I I a los Tes a lon icen ses 1231

    Epí s tol as pas tora le s 1232

    I a T im ote o 1233

    I I a T im oteo 1237

    A Tit o 1240

    A Fi le mó n 1241

    A los Heb reos 1242

    Sant iago 1253

    E pí s t o l a s de S a n P e d r o 1257

    I de San Pe dro 1258

    I I de San Ped ro 1261

    E pí s t o l a s de S a n Jua n 1264

    I de San Jua n 1265

    I I de San Ju an 1268

    I I I de San Jua n 1269

    San Jud as 1269

    Apocal ips is 1271

    índ ice bíbl ico doc t r ina l 1296

    Mapas 1333

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    4/99

    LIBROS SAPIENCIALES

    i .

      Tenemos que empezar por explicar lo que es la sabiduría para los hebreos.

    No es, como para Aristóteles, la ciencia de las últimas causas, sino cierta agudeza y

    prontitud de ingenio para hallar una salida en casos apurados. Ta l era la sabiduría

    de la mujer de Tecua (2 Sam 14,2 ss.), de la mujer de Abel  (ibid.  20,16 ss.) y la

    de Salomón (1 Re 3,12 ss.). Análoga a ésta es la agudeza para hallar solución a

    los enigmas y acertijos de que tanto gustaban los orientales. Véase en Jue 14,10 ss. el

    enigma de Sansón a los filisteos, y en 1 Re 10,3 ss. los de Salomón y la reina de Soba.

    2.  Extiéndese esta sabiduría a la observación de la naturaleza, de los instintos

    de los animales, del obrar del hombre, para sacar de todo esto enseñanzas útiles a la

    dirección de la vida humana; pues Dios, al crear las cosas, derramó en ellas los ricos

    tesoros de su sabiduría. Pero más que en la naturaleza, depositó Dios su sabiduría en

    la Ley, que, al decir de Moisés, viene a ser para los israelitas la sabiduría y la inteli

    gencia que los haga célebres entre todos los pueblos (Dt 4,6 ss.). Apoyados en este

    doble principio, los sabios de Israel se levantan al conocimiento de aquella sabiduría

    que asistió a Dios en la creación del mundo y que se derramó en las cosas creadas,

    sobre todo en el hombre.

    Otra forma más modesta de sabiduría era el ingenio artístico para ejecutar obras

    de orfebrería, para componer poesías y para cantarlas con acompañamiento de ins

    trumentos.

    Todas estas manifestaciones de la sabiduría, así como podían ser naturales o

    adquiridas, así también pueden ser infundidas por Dios, como se dice de José, Salo

    món y Daniel.

    3.   Conforme a esto, los sabios de Israel nos han dejado libros, como el de Job,

    el Eclesiastés y la Sabiduría, en que se debate el grave problema del proceder de Dios

    co n  los justos y los impíos. En el Salterio no s han legado una riquísima colección de

    cantos, los cuales, en artística forma, exponen los misterios de Dios reflejados en la

    naturaleza, su providencia con Israel, la que guarda con los justos y los malvados, etc.

    577

    SAPIENCIALES

    En los Proverbios y el Eclesiástico, los sabios de Israel nos han dejado

     el

     fruto de sus

    meditaciones, que nos enseñan a gobernarnos según la voluntad de Dios. Finalmente,

    el Cantar de los Cantares es obra de sabiduría por su exquisita forma poética y por

    su pensamiento, que es la idea m esiánica, contenida en los profetas y expuesta en una

    serie de cantos que giran en torno de una imagen también profética, la del matrimonio,

    aplicada a las relaciones de Dios con su pueblo.

    4.   Como de lo dicho se colige, el principio de la sabiduría de Israel, más que su

    ingenio, es la revelación divina. Por eso debieran colocarse  los libros sapienciales des

    pués de los profetas. A la luz de las enseñanzas de éstos meditaban los sabios sobre

    la naturaleza y sobre la vida de los hombres, y de aquí se levantaban a escudriñar los

    misterios de la sabiduría divina. A esta consideración, que pudiéramos llamar teoló

    gica, de la naturaleza creada y de la providencia y misterios divinos, basada en la Ley

    y los Profetas y en la historia de Israel, se añadía en los sabios qu e escribieron  los libros

    sagrados la iluminación del Espíritu Santo, que, al mismo tiempo que elevaba su mente,

    daba valor a sus enseñanzas.

    5.  Decíamos que el arte de la poesía era una de las manifestaciones de la sabi

    duría hebrea. Porque es de saber que existe en la Biblia hebrea un arte poético. San

    Jerónimo y algunos antiguos asimilaron el verso hebreo al griego y al latino. Era, sin

    duda, una equivocación. Pero los esfuerzos hasta ahora realizados para definir la natu

    raleza del verso hebreo sólo han dado de sí una mu ltitud de opiniones, que muestran

    en su misma m ultitud la dificultad del asunto y la imposibilidad de llegar hasta ahora

    a conclusiones ciertas. U na cosa es clara: que además de ese artificio poético, el ritmo

    tónico, hay en la poesía hebrea un ritmo lógico del pensamiento, que se ha llamado

    paralelismo de los miembros. A una línea o verso se añade otro que expresa el mismo

    pensamiento (paralelismo sinónimo),  o  un pensamiento que desarrolla y completa el

    primero (paralelismo sintético), o un pensamiento contrapuesto al primero (paralelis

    mo antitético)

    ,

      Véanse los siguientes ejemplos:

    No prevalecerán los impíos en

     el

      juicio,

    Ni  los pecadores en la congregación de los justos (Sal 1,5).

    Bienaventurado el varón que no anda en consejo de impíos,

    Ni camina por las sendas de los pecadores,

    Ni se sienta en compañía de malvados (Sal 1,1).

    Siéntate a mi diestra,

    En tanto que pongo a tus enemigos

    Po r escabel de tus pies (Sal 110,1).

    Extenderá Y ave desde Sión tu poderoso cetro:

    «Domina en medio de tus enemigos»  (Sal 110,2).

    Una respuesta blanda calma la ira,

    Una respuesta áspera la enciende.

    La boca del sabio hace amable la sabiduría.

    La del necio sólo profiere sandeces (Prov 15,1-2).

    6.   Estos versos paralelos se agrupan con frecuencia formando estrofas. El nú

    mero de los versos de cada estrofa puede variar hasta en un mismo poema. La distin

    ción de las estrofas supone, por lo general, un nuevo aspecto del tema que el poema

    desarrolla. Mas este principio no suele ser en la práctica norma segura para distin

    guir las estrofas. Lo es el alfabetismo de algunos salmos ( g-10.111.112), de las La

    mentaciones, del cántico de Habacuc, etc., o algún refrán, verso o estrofa intercalada

    que al fin de cada estrofa se repite, verbigracia, salmos 42-43, y el signo

     sela,

      que se

    halla  con frecuencia en los salmos, aunque muchas veces fuera de lugar. Nótase tam

    bién, a veces, la asonancia de las palabras y la repetición regular de ciertos vocablos

    o expresiones, y otros artificios literarios que muestran el ingenio de los poetas y su

    propósito de embellecer con ellos sus poemas.

    7.   Es muy digno de notar que no son sólo los libros sapienciales los que están

    escritos en forma métrica: son numerosísimas las partes d e otros libros, sobre todo los

    proféticos, que nos ofrecen la misma forma y emplean idéntico lenguaje. Isaías habla

    Nácar-Colunga 18

    http://g-10.111.112/http://g-10.111.112/http://g-10.111.112/

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    5/99

    JOB

    578

    casi siempre en verso; en Jeremías y Ezequiel abunda también la forma poética; y

    los oráculos de Joel, Nahum y Habacuc son modelos maravillosos de poesía. La lite

    ratura eclesiástica nos ofrece un ejemplo análogo, qu e conviene a dvertir. San Efrén,

    en su lengua siriaca, com puso infinid ad de sermones y tratados en forma poética, que

    luego enseñaba al pueblo para que los cantase. Por este medio le adoctrinaba en los

    dogmas de la fe y en las normas de la vida cristiana. De igual modo los profetas com

    ponían en verso sus oráculos para que mejor corriesen entre el pueblo.

    8.   Son siete los libros comprend idos en esta categoría de sapienciales: Job, los

    Salmos, los Proverbios, el Eclesiastés, el Cantar de los Cantares, la Sabiduría y el

    Eclesiástico. Algunos apócrifos de la última época del judaismo podrían servirnos

    también para estudiar este género literario.

    J O B

    i . Se discute en  el  l ibro  de Job una cuestión que hallamos muchas veces planteada,

    o por lo menos indicada, en el Antiguo Testamento, y que es el tormento de todos los

    ingenios de la literatura sagrada precristiana : el problema del infortunio del ju sto.

    La Escritura repite muchas veces, como un axioma, que Dios da a cada uno según

    sus obras. T odos aceptam os este principio, que es de elemental justicia, como la cosa

    más natural, porque responde enteramente a los sentimientos de equidad imp resos en

    el corazón del hombre. Pero cuando se miran las cosas de tejas abajo parece qu e tal

    principio flaquea no pocas vece s, pues se ven justos en la miseria e impíos e n la pros

    peridad. Y al flaquear el principio es como si la misma justicia divina se tambalease ,

    viniendo a poner a dura prueba la fe de los creyentes en Dios.

    Los Salmos nos ofrecen con frecuencia el cuadro desgarrador que se desarrolla

    en el corazón de los fieles; y es, a nuestro juicio, la mejor prueba de su gran fe el verlos

    sobreponerse a esta tentación en medio de la obscuridad en que vivían respecto a las

    sanciones de la vida futura. Ni es este problema sólo del pueblo heb reo. La literatura

    caldea nos presenta una lamentación del justo que expresa a nte sus dioses sentimientos

    análogos a los del salmista. El autor de nuestro libro quiso estudiar el problema con

    toda la amplitud que el estado de la revelación en su tiempo le permitía; y para ello

    acudió a este personaje, Job , que, a juzgar por la mención de Ezequiel (14,14),

    había pasado a la posteridad como modelo de justicia y de paciencia.

    2.

      El libro consta de tres partes: un prólogo (1 -2) y un epílogo en prosa (42,7-16),

    y el cuerpo de la obra en verso. E l prólogo nos da a conocer las pruebas a que Job fue

    sometido por Dios y los motivos por que a ellas le sometió.

    Sigue lu ego la disputa. Tres amigos de Job, al saber las calamida des que de re

    pente habían caído sobre él, vienen a visitarle y a condolerse con su amigo. Al verle

    sentado en la ceniza, rayéndose con un tejón, la estupefacción se apodera de ellos, y

    por espacio de siete días y siete noches se están miran do sin hablar palabra. Al fin

    prorrumpe Job en un monólogo (3), en que expresa la grandeza de su dolor. Sus

    palabras parecen una amplificación de las que en caso análogo profirió Jeremías

    (20,14 ss.). Esta queja de Job es la señal de ataque por parte de los amigos. Los que

    habían v enido a consolarle se convierten en acusadores, aunque con la sana intención

    de reducirle a penitencia. No tienen prueba alguna concreta d e la culpabilidad de

    Job, pero les basta verle de aquel mod o herido de Dios. Era ésta una prueba que no

    admitía réplica, a menos de negar la justicia divina. Por espacio de once capítulos

    van los tres amigos repitiendo en variadas formas el mismo argumento, y Job respon

    diendo a cada uno (4-14). No contentos con esto, vuelven todavía a la carga y con

    sumen un segundo turno, respondiendo Job a cada réplica (i$-2i). Todavía insisten

    con una réplica los amigos. Job les responde (22-31). Antes de esta respuesta se inter

    cala un elogio de la Sabiduría que parece despren derse del resto, pues no sabem os

    siquiera en boca de quién se pone (28). Los tres amigos desisten por fin de acusar a

    Job al ver cómo él persiste en declararse justo. Entonces aparece un cuarto acusador,

    que, irritado, ataca a Job y a los tres amigos. Empieza en un tono ampuloso, expo-

    5 7 9

    JOB 1

    niendo la doctrina de que los castigos impuestos por Dios tienen un valor educativo.

    Es la nueva idea que nos aporta Eliú— así se llama el nuevo orador— en los cuatro

    discursos que pronuncia, sin que el acusado profiera una palabra de respuesta (32-3 7).

    3 .  Finalmente, del seno de la tempestad, como en otro tiempo en el  Sinaí,  se

    aparece el Señor, que hace oir su voz (38-1-42,6 ). El lector creerá que viene co mo

    maestro soberano a definir la cuestión, poniendo en claro el valor d e los argumen tos

    con tanta insistencia repetidos. Pero no es así, porque el Señor, dirigiéndose a Job,

    intenta aplanarle con la descripción de las obras en que se descubre la grandeza de su

    poder y de su sabiduría, para q ue Job entienda que los juicios de Dios son inescruta

    bles. Y así termina el cuerpo de la obra. En el epílogo, Dios se muestra irritado

    contra los tres amigos por no haber hablado según

      verdad,

      como su siervo Job, y

    les manda ofrecer un sacrificio de siete toros y siete carneros y que Job ore por ellos.

    Y termina el epílogo diciendo que Job recibió la

      salud,

      y los bienes que antes p oseía se

    le duplicaron; que vivió ciento cuarenta años y murió harto d e días.

    4 .  Del autor del libro nada podemos decir sino que era un altísimo poeta. De

    su época algo nos indica la comparación con Jeremías y con algunos salmos en que

    se expone el mismo prob lema. El libro de Job sería posterior a estos otros escritos,

    del tiempo, por tanto, de la cautividad o inmediatam ente posterior a ella.

    C TTTV r

      A P T O

      Prólogo histórico  f i - 2 j .  Prime r debate entre Job y sus ami-

    O U l V l ü . - r U - V ;

      gQS

      (

    yl4

    )_ Segundo debate (15-21). Tercer debate (22-31).

    Intervención de Eliú (32-37). Aparición de Dios (38,1-42,6). Epílogo (42.7-16).

    J o b , v a r ó n r e c t o y j u s t o

    1

    1 Hab ía en t ierra de Hus un varón

    l la ma do J o b , ho mb r e r e c to y jus to ,

    teme roso d e Dio s y apartado del mal . *

    2

      Naci éronl e sie te hijos y tres hijas;

      3

      y

    era su hacienda de sie te mil ovejas, tres

    mi l c a me l lo s , qu in i e nta s y unta s de b ue

    yes, quinientas asnas y siervos en gran

    número , siendo grande aquel varón entre

    to do s l o s o r i e n ta l e s .

    4

      A c o stumb r a b a n sus h i jo s a t e ne r b a n

    quetes en sus casas, cada uno en su día ,

    invitando a sus tres hermanas a comer y

    b e b e r c o n e l l o s ;

      5

      c ua ndo se c o mple ta b a

    la rueda de los días de convite , iba Job y

    los purificaba, y levantándose de madru

    g a da , o fr e c ía po r e l l o s ho lo c a usto s se g ún

    su núme r o ; pue s de c ía J o b : « N o se a que

    ha y a n pe c a do mis h i jo s y ha y a n b e nde

    c ido a Dios * en su corazón». Así hacía

    siempre.

    J o b ,

      p r o b a d o p o r l a a d v e r s i d a d

    6 Vinieron un día los h ijos de Di os a

    presentarse de lante de Yavé , y vino tam

    bién entre e l los Satán, *

     7

      a quien pregun

    tó Y a v é : « ¿ D e dó nde v i e ne s? » R e spo ndió

    Satán: «Vengo de dar una vuelta a la

    tierra y pasearme por e l la».

      8

      Y dijo Yavé

    a Satán: «¿Y has reparado en mi siervo

    Job, que no lo hay como é l en la t ierra,

    v a r ó n ín te g r o y jus to , t e me r o so de D io s

    y apartado del mal?»

      9

      R e spo ndió Sa tá n

    a Y a v é : « ¿ A c a so t e me J o b a D io s e n

    b a lde ?

      10

      ¿No le has rodeado de un va

    l lado protector a é l , a su casa y a todo

    cuanto t iene? Has bendecido e l trabajo

    de sus manos y ha crec ido así su hacienda

    sobre la t ierra.

      u

      Pero anda, extiende tu

    mano y tócale en lo suyo , a ver si no

    te vuelve la espalda».

      12

      Enton ces dijo

    Y a v é a Sa tá n: « M ir a , to do c ua nto t i e ne

    lo dejo en tu man o, pero a é no le toques» .

    Y sal ió Satán de la presencia de Yavé.

    1 3

      Estaba n un día sus h ijos y sus hijas

    c o mie ndo y b e b ie ndo v ino e n l a c a sa de

    su he r ma no pr imo g é n i to ;*

      l 4

    y l legó a

    Job u n mensajer o , que le dijo: «Es taban

    arando los bueyes y pacían cerca de e l los

    l a s a s n a s ,

    1 5

      y de repente se echaron sobre

    el los los sábeos y los cogieron, y a los

    siervos los hir ieron a f i lo de espada. Yo

    solo he podido escapar para darte la

    notic ia». '

    6

      T o da v ía e s ta b a é s te ha b la nd o ,

    c ua ndo l l e g ó o tr o , que d i jo : « Ha c a ído

    1

    1 No se conoce la patria precisa de Job. Sólo podemos asegurar que fue árabe, pues en el

    v.3 se dice de él que era grande «entre todos los orientales».

    5 Bendecir  aquí es un eufemismo por maldecir, blasfemar u otro verbo.

    6

      Esta representación que aqui se nos hace de la corte divina, en que los ángeles, «los hijos de

    Dios»,  vienen como a presentar a Dios sus respetos en día solemne, y entre ellos Satanás, es de lo

    más

      atrevido que hallamos en el Antiguo Testamento, sólo comparable al cuadro que nos ofrece

    Miqueas

      de Jimia en i Re 22,18-23-

    J8 Después del cuadro de felicidad que nos trazó el autor en el v.3 ss., ahora, en un instante,

    para

      que la impresión en Job sea más fuerte, se ve

      privado

      de

      cuanto

      poseía, con excepción de

      la

    mujer, guardada para  mayor tormento suyo.

  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

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    JOB 1-3

    580

    d e l c i e lo fu e g o d e D io s , q u e a b ra só a l a s

    o v e j a s y a l o s m o z o s , c o n su m ié n d o lo s .

    Só lo h e e sc a p a d o y o p a ra d a r t e l a n o t i

    c i a » , i ' T o d a v í a e s t a b a é s t e h a b l a n d o ,

    c u a n d o v in o o t ro , q u e d i j o : « Lo s c a ld e o s ,

    d iv id id o s e n t r e s t ro p e l e s , h a n d a d o so b re

    lo s c a m e l lo s , a p o d e rá n d o se d e e l l o s , y a

    lo s s i e rv o s l o s h i r i e ro n a f i l o d e e sp a d a .

    Y o so lo h e p o d id o e sc a p a r p a ra t r a e r t e

    l a n o t i c i a » .

      ls

      M i e n t r a s h a b l a b a é s t e t o

    d a v í a l l e g ó o t ro , q u e d i j o : « Es t a b a n t u s

    h i j o s y t u s h i j a s c o m ie n d o y b e b i e n d o

    v in o e n l a c a sa d e su h e rm a n o e l p r im o

    g é n i to , 1

    9

     y v in o d e l o t ro l a d o d e l d e s i e r t o

    u n t o rb e l l i n o y c o n m o v ió l a s c u a t ro e s

    q u in a s d e l a c a sa , q u e c a y ó so b re l o s

    jó v e n e s , y t o d o s h a n m u e r to . Y o so lo

    h e e sc a p a d o p a ra d a r t e l a n o t i c i a » .

    F i d e l i d a d d e J o b

    2 0

      L e v a n t ó s e e n t o n c e s J o b , r a s g ó s u s

    v e s t i d u ra s , r a su ró su c a b e z a y , e c h á n d o se

    e n t i e r r a , a d o r ó , d i c i e n d o :

      2i

      « D e s n u d o

    sa l í d e l v i e n t r e d e m i m a d re y d e sn u d o

    to rn a ré a l l á . Y a v é m e lo d io , Y a v é m e

    lo h a q u i t a d o . ¡Se a b e n d i to e l n o m b re

    d e Y a v é » *

      2 2

    E n t o d o e s t o n o p e c ó J o b

    n i a t r i b u y ó a D io s i n s ip i e n c i a .

    M a y o r e s p r u e b a s

    2

    1 V in i e ro n o t ro d í a l o s h i jo s d e D io s

    a p re se n t a r se a n t e Y a v é , y v in o t a m

    b i é n Sa t á n e n t r e e l l o s , p re se n t á n d o se a n t e

    Y a v é ,

      2

      y d i j o Y a v é a Sa t á n : « ¿ D e d ó n d e

    v i e n e s ? » R e s p o n d i ó S a t á n a Y a v é : « V e n

    g o d e d a r u n a v u e l t a p o r l a t i e r r a y p a

    se a rm e p o r e l l a » .

      3

      Y d i j o Y a v é a Sa t á n :

    « ¿ Y h a s r e p a ra d o e n m i s i e rv o Jo b , q u e

    n o h a y c o m o é l e n l a t i e r r a , v a ró n í n t e

    g r o y j u s t o , t e m e r o s o d e D i o s y a p a r t a d o

    d e l m a l , y q u e a ú n p e r se v e ra e n su p e r fe c

    c ió n a p e sa r d e q u e t ú m e i n c i t a s t e c o n t ra

    é l para que en vano le a fl ig iese?»

      4

      R e s

    p o n d ió l e Sa t á n a Y a v é : « ¡P i e l p o r p i e l

    C u a n t o e l h o m b r e t i e n e l o d a r á g u s t o s o

    p o r su v id a .

      5

      A n d a , p u e s ; e x t i e n d e t u

    m a n o y t ó c a l e e n su h u e so y e n su c a rn e j

    a ver si no te vuelve la espa lda».

      6

      Y a v é

    d i jo e n to n c e s a Sa t á n : « A h í l e t i e n e s ; e n

    t u m a n o le p o n g o , p e r o g u a r d a s u v i d a » .

    7

      Sa l i ó Sa t á n d e l a p re se n c i a d e Y a v é

    e h i r i ó a Jo b c o n u n a u l c e ra c ió n m a l ig n a

    d e sd e l a p l a n t a d e l o s p i e s h a s t a l a c o ro

    ni l la d e la cabeza . *

      8

     R a s c á b a s e c o n u n

      (

    2 1

      Admirable expresión de la fe de Job y de su conformidad con la voluntad divina, cuando

    en un instante se ve despojado de sus bienes y de sus hijos.

    2

    7

      El texto no permite concretar la enfermedad de Job; lo que si nos pone bien de manifiesto

    es la paciencia y la plena conformidad con el querer de Dios. La mujer viene aquí como auxi

    liar de Satanás para aumentar el dolor de Job.

    10

      El texto dice: «Bendice a Dios y muérete», o por ironía o por un eufemismo, como en 1,5.

    1

    1 La llegada de los tres amigos anuncia la proximidad del debate. Pero el autor lo retrasa sietedías con sus noches, en las que, a la vista del cambio verificado en su amigo, meditan sobre las

    causas de él, que serán luego la materia de sus discursos.

    3

    1

      Este monólogo de Job es una expresión de la grandeza de los dolores que padece, a que la

    naturaleza se resiste, no obstante la resignación en la voluntad de Dios.

    t e j ó n y e s t a b a se n t a d o so b re c e n i z a .

      9

      D í -

    j o l e e n to n c e s su m u je r : « ¿ A ú n s ig u e s t ú

    a fe r ra d o a t u i n t e g r id a d ? 1 0 ¡B e n d ic e a

    D i o s y m u é r e t e » E l le r e s p o n d i ó : « H a s

    h a b l a d o c o m o h a b l a l a m u je r n e c i a . ¿ N o

    re c ib im o s d e D io s l o s b i e n e s? ¿ Po r q u é

    n o v a m o s a r e c ib i r t a m b ié n l o s m a le s? »

    En to d o e s to n o p e c ó Jo b c o n su s l a b io s . *

    V i e n e n a c o n s o l a r a J o b t r e s d e s u s

    a m i g o s

    11 Tre s a m i g o s d e Jo b : E l i f a z , t e m a n i t a ;

    B i ld a d , su h i t a , y So fa r , n a m a t i t a , c u a n d o

    su p i e ro n t o d a s l a s d e sg ra c i a s q u e l e h a

    b í a n s o b r e v e n i d o , v i n i e r o n c a d a u n o d e

    s u l u g a r , h a b i e n d o c o n v e n i d o e n j u n t a r s e

    p a r a c o n d o le r se y c o n s o l a r l e . * i

    2

      Y a d e

    l e jo s a l z a ro n su s o jo s y n o l e r e c o n o c i e

    ro n ; se p u s i e ro n a l l o ra r a v o z e n g r i t o ,

    r a s g a n d o c a d a u n o s u s v e s t i d u r a s y e s

    p a rc i e n d o a l a i r e p o lv o so b re su s c a b e z a s .

    13

      Es tu v i e ro n c o n é l se n t a d o s e n t i e r r a p o r

    e sp a c io d e s i e t e d í a s y s i e t e n o c h e s , y

    n i n g u n o h a b l ó p a l a b r a v i e n d o c u a n g r a n

    d e e ra su d o lo r .

    L a m e n t o s d e  J o b

    3

    1 D e sp u é s d e e s to a b r ió Jo b su b o c a

    p a ra m a ld e c i r e l d í a d e su n a c im ie n

    to ,

      *

      2

      y t o m a n d o l a p a l a b r a , d i j o :

    3

      Pe re z c a e l d í a e n q u e n a c í

    y l a n o c h e e n q u e se d i j o : H a s i d o c o n c e -

    [b id o u n n iñ o .

    4

      C o n v ié r t a se e se d í a e n t i n i e b l a ,

    n o se c u id e d e é l D io s d e sd e e l c i e lo ,

    n o r e sp l a n d e z c a so b re é l u n r a y o d e l u z .

    5

      A p o d é r e n s e d e é l o b s c u r i d a d y s o m -

    [b ra s d e m u e r t e .

    En c o b e so b re é l n e g ra n u b e ,

    l l é n e lo d e t e r ro re s l a n e g ru ra d e l d í a .

    6

      H a g a n p re sa d e a q u e l l a n o c h e l a s t i -

    d e sa p a re z c a d e l a ñ o , [n i e b l a s ,

    n o se a c o n t a d a e n l o s m e se s .

    7

      Se a n o c h e d e so l e d a d ,

    n o h a y a e n e l l a r e g o c i j o s .

    8 Ma ld íg a n l a l o s q u e sa b e n m a ld e c i r e l d í a ,

    l o s q u e sa b e n d e sp e r t a r a l Le v i a t á n .

    9

      H á g a n se t i n i e b l a s l a s e s t r e l l a s d e su c re

    p ú s c u l o .

    Q u e e sp e re l a l u z y n o l e v e n g a

    y n o v e a l o s p a rp a d e o s d e l a a u ro ra ,

    i " p o r n o h a b e r m e c e r ra d o l a s p u e r t a s d e l

    [ s e n o m a t e r n o

    581

    J O B  3-5

    y n o h a b e r su b s t r a íd o a m i s o jo s t a n t a

    [miseria ,

    n ¿ Po r q u é n o e x p i ré e n e l se n o d e m i

    [m a d re ?

    ¿ Po r q u é n o p e re c i a l sa l i r d e su s e n t r a ñ a s?

    l

    2

    ¿ Po r q u é h a l l é ro d i l l a s q u e m e a c o -

    y p e c h o s q u e m e a m a m a n t a r o n ? [ g i er o n

    1

    3

      P u e s a h o r a , m u e r t o , d e s c a n s a r í a ,

    d o rm i r í a y r e p o sa r í a

    1

    4

      c o n l o s r e y e s y l o s g ra n d e s d e l a t i e r r a ,

    q u e s e c o n s t r u y e n m a u s o l e o s ;

    1

    5

      c o n l o s p r í n c ip e s r i c o s e n o ro ,

    q u e l l e n a n d e p l a t a su s m o ra d a s .

    16

      O n i h u b i e ra e x i s t i d o , c o m o a b o r to

    [secre to

    o c o m o lo s q u e , c o n c e b id o s , n o l l e g a ro n

    [a ver la luz .

    1

    7

     A l l í n o p e r tu r b a n y a l o s im p ío s c o n su s

    [p e rv e r s id a d e s ,

    a l l í d e sc a n sa n l o s q u e c o d i c io so s se a fa -

    [n a ro n ,

    1

    8

      al l í e s t á n e n p a z l o s e sc l a v o s ,

    a l l í n o o y e n y a l a v o z d e l c a p a t a z ,

    1

    9

      a l l í so n i g u a l e s g ra n d e s y p e q u e ñ o s

    y e l e sc l a v o n o e s t á so m e t id o a l a m o .

    2 0

      ¿ A q u é d a r l u z a l d e sd i c h a d o ,

    d a r v i d a a l d e a m a r g a d o c o r a z ó n ,

    2 t

      a l o s q u e e sp e ra n l a m u e r t e y n o l e s

    [llega

    y l a b u sc a n m á s q u e s i m a lh i r i e se n u n

    2 2

      l o s q u e sa l t a r í a n d e j ú b i l o [ t e so ro ;

    y se l l e n a r í a n d e a l e g r í a s i h a l l a se n e l

    [ se p u l c ro ;

    23

      a l h o m b r e q u e n o s a b e p o r d ó n d e i r ,

    a q u i e n l e c i e r r a D io s t o d a sa l i d a ?

    2 4

      So n l o s su sp i ro s m i c o m id a

    y m i s r u g i d o s s e d e r r a m a n c o m o a g u a s .

    2 5

      Lo q u e t e m o , e so m e l l e g a ;

    l o q u e m e a t e m o r i z a , e so m e c o g e .

    2 6 N o t e n g o t r a n q u i l i d a d , p a z n i d e sc a n so ;

    s e h a a d u e ñ a d o d e m i l a t u r b a c i ó n .

    R e p r o c h e s d e E l i f az

    4

    1 To m ó l a p a l a b ra E l i f a z , t e m a n i t a ,

    y d i j o :

    2

      T e e n f a d a r á q u e t e h a b l e m o s ;

    p e ro ¿ q u i é n e s c a p a z d e c o n t e n e r l a p a -

    3

      Tú a n t e s e n se ñ a s t e a m u c h o s , [ l a b ra ?

    c o n f o r t a s t e m u c h a s m a n o s d é b i l e s .

    4

      C o n t u p a l a b ra so s tu v i s t e a l o s v a r i

    l l a n t e s

    y fo r t a l e c i s t e ro d i l l a s q u e se d o b l a b a n .

    5

      Y ¿ a h o ra q u e h a v e n id o so b re t i d e c a e s?

    C u a n d o t e h a t o c a d o , ¿ t e t u r b a s ?

    6

      ¿ N o e s y a e l t e m o r d e D io s t u c o n -

    [f ianza?

    ¿ N o e s l a r e c t i t u d d e t u s c a m in o s l a e s -

    [p e ra n z a t u y a ?

    7

      R e c u e rd a b i e n : ¿ Q u é i n o c e n t e fu e j a lm a s d e s t ru id o ? |

    A

      7

      Aquí está contenida toda la argumentación de Elifaz contra Job. Nunca vimos perecer un

    " inocente ni un impío que no recogiera el fruto de sus obras. Aprovéchese Job del castigo para

    volverse a Dios, y se verá colmado de bienes.

    ¿ Q u é j u s to s fu e ro n j a m á s e x t e rm in a d o s? *

    8 Po r l o q u e s i e m p re v i , l o s q u e a ra n l a

    [ i n iq u id a d

    y s i e m b ra n l a i n ju s t i c i a so n l o s q u e c o se -

    [c h a n su s f ru to s .

    9

      U n so p lo d e D io s l o s d e s t ru y e ,

    e l a l i e n to d e su s n a r i c e s l o s a b a t e .

    i " Lo s ru g id o s d e l l e ó n , l o s b ra m id o s d e l

    [ ru g i e n t e ,

    l o s d i e n t e s d e l o s c a c h o r ro s d e l e ó n so n

    [ q u e b r a n t a d o s .

    11 Perec e e l león fa l to de pres a ,

    y se d i sp e r sa n l o s c a c h o r ro s d e l a l e o n a .

    A p a r i c i ó n n o c t u r n a

    1 2

      L l e g ó m e c a l la d a m e n t e u n a p a l a b r a ,

    m i s o re j a s p e rc ib i e ro n só lo u n m u rm u l lo ,

    1

    3

      a l t i e m p o e n q u e a g i t a n e l a lm a l a s

    [v i s i o n e s n o c tu rn a s ,

    c u a n d o d u e r m e n l o s h o m b r e s p r o f u n d o

    [su e ñ o .

    1 4

      A p o d e ró se d e m í e l t e r ro r y e l e sp a n to ,

    t e m b l a r o n t o d o s m i s h u e s o s ,

    • 5 u n v i e n to a z o tó m i ro s t ro ,

    u n t o rb e l l i n o e r i z ó e l p e lo d e m i c u e rp o .

    16  Es t a b a u n o a n t e m i s o jo s , p e ro n o l e c o

    e s t a b a a n t e m í u n f a n t a sm a , [n o c í a ;

    y o í u n a v o z q u e b l a n d a m e n t e m u r m u -

    [ r a b a :

    1

    7

      ¿ H a y m o r t a l q u e p u e d a t e n é r se l a s c o n

    [D io s?

    ¿ Se t e n d rá n a d i e p o r i n o c e n t e a n t e su

    [ H a c e d o r ?

    18 M i ra : a u n a su s m in i s t ro s n o se c o n f í a ,

    a u n e n su s á n g e l e s h a l l a t a c h a .

    1

    9

      ¡ C u á n t o m á s e n l o s q u e h a b i t a n m o r a -

    [d a s d e b a r ro

    y d e l p o lv o t r a e n su o r ig e n

    Q u e s o n a p l a s t a d o s c o m o u n g u s a n o ,

    2 0

      so n a c a b a d o s d e l a n o c h e a l a m a ñ a n a ,

    d e sa p a re c e n p a ra s i e m p re s i n d a r se c u e n t a

    2

    i se ro m p e e l h i l o d e su v id a [n a d i e ;

    y m u e re n s i n sa b e r se c ó m o .

    5

    1 Y a p u e d e s g r i t a r : ¿ q u i é n h a d e o i r t e ?

    ¿ A c u á l d e l o s sa n to s ( á n g e l e s ) t e v o l -

    2

      A l i n se n sa to l e m a ta su i r a ; [v e rá s?

    a l l o c o , su d e sp e c h o .

    3

      V i a l n e c io e c h a r r a í c e s ,

    p e ro a l i n s t a n t e m a ld i j e su m o ra d a .

    4

      N o p ro sp e ra n su s h i j o s ,

    y e n e l j u i c io so n c o n d e n a d o s s i n d e fe n sa .

    5

      D e v o r a n l o s h a m b r i e n t o s s u s c o s e c h a s ,

    y a u n e n t r e l a s e sp in a s l a s r e c o g e n ,

    y e l se d i e n to c h u p a su j u g o .

    6

      Q u e n o b ro t a d e l a t i e r r a l a d e sv e n tu ra

    n i e s el su e lo el q u e p ro d u c e e l i n fo r tu n io :

    7

      d e l h o m b re e s d e q u i e n v i e n e ,

    c o m o d e l fu e g o v u e l a n l o s c h i sp a z o s .

  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

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  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

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    JOB 9-11

    584

    estremécense sus columnas.

    7

     El manda al sol, y el sol no brilla.

    El guarda bajo sello las estrellas.

    8

      El solo tiende los cielos

    y camina sobre las crestas del mar.

    9

      El creó la Osa, el Orion y las Pléyades,

    y las cámaras del cielo austral.

    10

     El obra cosas grandes e incomprensi-

    maravillas sin cuen to. [bles

    11

     Pasa ante m í, y yo no le veo;

    se aleja de m í, y no lo advierto.

    12

      Si coge una presa, ¿quién se la arreba

    t a r á?

    ¿Quién podrá decirle: Qué es lo que ha

    tees?

    12

      La cólera de Dios no hay quien la re

    t en g a ;

    bajo El se encorvan los más soberbios.

    14

     ¡Cuánto menos podría yo responderle

    y rebuscar razones contra El

    15

      Aun teniendo razón, no podría respon

    der le ,

    y habría de implorar misericordia para

    [mi causa.

    16

      Aunque le hablara yo y El me respon

    diese,

    no osaría creer que había oído mi voz.

    17

      El es quien cual torbellino me acomete

    y multiplica sin motivo mis heridas,

    18

      que ni respirar me deja

    y me harta de amarguras.

    19

     Si quisiera recurrir a la fuerza, el fuerte

    [es El.

    Si al juicio, ¿quién podrá emplazarle?

    2 0

     Aunque creyera tener razón, su boca

    [me condenaría;

    aunque me creyera inocente, El probaría

    [mi culpabilidad.

    2 1

      Si me creyera inocente, es que no me

    [conocería a mí mismo,

    y yo mismo tendría que renunciar a mi

    [justificación.

    22

     Esta es la varda d; por eso lo digo:

    que consume al inocente y al culpable.

    23

     Cuando de repente una plaga los mata,

    El se ríe del tormento de los inocentes.

    2 4

      La t ierra es entregada a las manos de

    [los impíos

    y El tapa el rostro de los jueces de ella.

    Que si no es El, ¿quién va a ser?

    25

     Mis días pasaron más veloces que un

    huyero n sin gustar la felicidad, [corre o;

    26

      volaron como lancha de papiro,

    como águila que se lanza sobre la presa.

    27

     Si me digo: Voy a olvidar mis gemidos,

    voy a alegrar mi rostro, a regocijarme:

    28

      temo tod os mis dolores,

    conozco que tú no me perdonas.

    29

      Si soy ciertamente tenido por culpable,

    ¿a qué fatigarme en vano?

    3° Aunque me lavase con agua de nieve

    y purificase mis manos con lejía,

    31

     todavía me hundirías en el lodo,

    y mis vestidos me aborrecerían.

    32

      No es El un hombre como soy yo, no

    Vamos los dos a juicio, [puedo decirle:

    33

      No hay entre nosotros arbitro

    que entre los dos pueda interponerse.

    34

     Que retire su vara de sobre mí,

    que no me espante su terror.

    35

      Entonces hablaré sin temor,

    pues de mi parte no tengo de qué.

    •|

     n

      l Estoy hastiado de mi vida,

    *• "

      voy a dar libre curso a mis quejas,

    a hablar con la amargura de mi corazón.

    2

      Quiero decir a Dios: ¡No me condenes

    Dame a saber por qué me afliges así.

    3

      ¿Es decoroso para ti oprimirme,

    desdeñar la obra de tus manos

    y favorecer los designios de los perversos?

    4

      ¿Tienes tú acaso ojos de carne

    y miras como mira el hombre?

    5

      ¿Son tus días los de un mortal,

    son tus años los años del hombre

    6

     para que tengas que inquirir mi culpa

    y andar rebuscando mi pecado

    7

     cuando sabes que no soy culpable

    y nadie puede sacarme de tus manos?

    8

     Tus manos me hicieron y me formaron,

    ¿y de repente vas a aniquüarme?

    9

     Acuérdate de qu e me modelaste com o

    ¿y vas a tornarme al polvo? [al barro ,

    10

      ¿No me exprimiste como leche,

    no me cuajaste como queso?

    11

      Me revestiste de piel y de carne

    y con huesos y m úsculos me consolidaste.

    12

     Me diste vida y me favoreciste

    y tu protección me conservó.

    13

     ¿Y me guarda bas esto en tu corazón?

    Bien veo que esto entraba en tus desig-

    14

     Si peco, tu me ves [nios.

    y no me dejarás impune.

    15

     Si prevarico , ¡ay de mí [beza,

    Si soy inocente, no podré alzar mi ca-

    harto de amargura y colmo de miserias,

    i* Y si la alzo, me cazarás como león

    y volverás a m ostrarte terrible contra m í.

    17

     Renovarás tus pruebas contra mí,

    acrecentarás conmigo tus iras,

    como tropa s de refresco. [madre?

    18

      ¿Por qué me sacaste del vientre de mi

    Muriera yo sin que ojos me vieran.

    19

      Fuera como si nunca hubiera exist ido,

    llevado del vientre al sepulcro.

    20

      ¿No son cortos los días de la vida?

    Déme, pues, treguas; aparte de mí su

    21

      y déjeme ver un poco de alegría [mano

    antes que me vaya, para no volver,

    2 2

      a la región de las tinieblas y sombra de

    [muerte,

    tierra de espantosa confusión, donde la

    [claridad m isma es noche obscura .

    D i s cu r s o d e S o fa r

    H

    1

      Comenzó a hablar Sofar, nama-

    tita, y dijo:

    2

     La m ulti tud de las palabras, ¿no va a te-

    [ner respuesta?

    585

    JOB 11-13

    ¿Va a ser el hombre verboso quien por eso

    [tenga razón?

    3

     ¿Tus declamaciones v an a hac er callar

    [a los hombres?

    ¿Vas a burlarte sin que nadie te confunda?

    4

     Tú dices: «Mi doctrina es la verdadera,

    yo estoy limpio en su presencia».

    5

      ¡Ojalá hablara Dios

    y El abriera sus labios contigo

    6

     par a de scubrirte los secretos de la sa

    b idur ía ,

    y verías que Dios te ha condonado

    buena parte de tus culpas.

    7

      ¿Crees tú poder sondear a Dios,

    llegar al fondo de su omnipotencia?

    8

      Es más alto que los cielos. ¿Qué harás?

    Es más profundo que el abismo. ¿Qué en-

    9

      Es más extenso que la tierra, [tenderás?

    más ancho que el mar.

    10

     Cuando acomete, aprisiona y cita a

    ¿quién pod rá contra rrestarle? [juicio,

    11

     Conoce a los perversos.

    Ve la iniquidad donde nadie podría sos-

    12

     Así el necio se hace discreto [pecharla,

    y el estúpido onagro se humaniza.

    13

      Si tú dispusieras tu corazón

    y alzaras a El tus manos;

    14

      si limpiaras de tus manos la iniquidad

    y no dieras acogida en tu tienda a la injusticia,

    1

    5

      alzarías tu cabeza de la ignominia,

    te sentirías seguro y nada temerías,

    16

      te olvidarías entonces del dolor,

    de él te acordarías, como de agua que

    [pasó.

    17

      Sería esplendente tu vida como el mé-

    y tus tinieblas como la maña na, [diodía

    18

      Vivirías seguro de lo que te esperaba,

    y mirando en torno te acostarías tran-

    [quilo.

    19

      Mientras durmieras nadie te turbaría,

    y muchos, al contrario, buscarían tu ros-

    [tro.

    2

    0Pero los ojos del malvado se consu

    no habrá para él escape alguno [miran,y su esperanza será el último suspiro.

    R es p u es t a d e J o b a S o fa r

    •|

     n

      i Respondió Job, diciendo:

      2

     Cierto q ue sois vosotros la hu-

    [manidad toda,

    y con vosotros va a morir todo el saber.

    3

     También tengo yo, como vosotros, al-

    y no cedo ante vosotros. [gún seso,

    Esas cosas, ¿quién las ignora?

    4

     Ludibrio de los amigos soy, yo que cla-

    [mo a Dios para que me oiga;

    ludibrio el justo, el reeto. [dichoso.

    5

      Desprecio al desgraciado. Así piensa el

    Desprecio a aquel cuyos pies están para

    [resbalar.

    6

      Sin embargo, paz gozan las tiendas de

    [los devastadores

    y están seguros los que provocan a Dios,

    como si todo lo hubiera puesto Dios en

    [sus manos.

    7

      Pregunta a las bestias, y ellas te ense-

    a las aves del aire, y te lo dirán; [fiarán;

    8

      a los reptiles de la tierra, y te instrui-

    [rán,

    y te lo harán saber los peces del mar.

    9

      ¿Quién no ve en todo esto

    que es la mano de Dios quien lo hace;

    io de Dio s, que es el due ño de todo vi-

    [viente

    y del espíritu de todos los hombres?

    11

     ¿No se ha hecho la oreja para oir,

    como el paladar para gustar?

    12

      Está en las canas el saber

    y en la ancianidad la sensatez.

    13

     Pero en El están la sabiduría y el poder;

    suyo es el consejo, suya la prudencia.

    14

     Lo que El destruye no puede recons-

    [truirse;

    10 que El aprisiona, nadie lo liberta.

    15

      Si retiene las aguas, todo se seca;

    si les da suelta, devastan la tierra.

    16  De El vienen el poder y el consejo;

    El es el señor del engañado y del enga-

    [ñador;

    17

     El despoja de consejo al con sejero;

    entontece a los jueces,lü desciñe el tahalí de los reyes

    y ciñe una cuerda a su cintura;

    19

      despoja al sacerdote de su gloria,

    abate a los poderosos,

    20

      quita a los elocuentes la palabra

    y priva del consejo a los ancianos;

    21

      arroja sobre los grandes el desprecio

    y desciñe la cintura de los fuertes;

    22

      descubre lo más oculto en las tinieblas

    y saca a la luz lo más recónd ito;

    23

      eleva a los pueblos y los abate,

    dilata a las naciones y las abandona,

    24

      quita el sentido a los gobernantes

    y los hace errar en un desierto sin ca-

    [minos;

    25

     camina n a tientas en las tinieblas siny hace que como beodo s vacilen, [luz,

    l O ' Todo esto lo ven mis ojos,

    * •* lo ha oído mi oído y lo entendió.

    2

      Lo que vosotros sabéis, lo sé yo tam-

    no soy menos que vosotros. [bien;

    3

     Pero yo quisiera hablar con el Ó mni-

    [potente

    y quisiera venir a cuentas con Dios.

    4

      Pues vosotros sois fabricantes de inúti

    les remedios,

    sois médicos que nada curáis.

    5

      Si al menos os callarais,

    os sería contado com o acto de prud encia.

    6

      Oíd, pues, os ruego, mi querella;

    atended las razones de mi defensa.

    7

      ¿Queréis, para justificar a Dios, usar de

    defenderle con mentiras? [la falsedad,

    8

     ¿Queréis mostra ros com o parciales su-

    ser los aboga dos de su causa? [yos,

  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

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    JO B

      13-15

    586

    9

      Sería bueno que El os sondease.

    ¿Creéis poder engañarle como se engafla

    a un hombre?

    10

      El ciertamente os reprendería con seve

    r idad ,

    por más q ue pretendáis aparecer parciales

    11

     Su majestad, ¿no os aterra rá, [suyos.

    no os llenará de espanto? [polvo,

    12

     Vuestros apotegmas son verdades de

    vuestras defensas son defensas de barro.

    13

      Callad, y dejadme que hable yo,

    y venga sobre mí lo que viniere. [tes

    14

     Aunque l levara mi carne entre mis dien-

    y tuviera mi vida en las palmas de mis

    [manos,

    15

     aunque El me m atara, no me dolería,

    y defenderé ante El mi conducta,

    16

      y El vendrá a ser mi justificador,

    pues no hay impío que sostenga su pre-

    l' Oíd atentam ente mis palab ras, [sencia.

    fijad vuestra atención en mi razonamiento.

    i

    8

      ¡Ea Pronta está mi defensa.

    Persuadido estoy de que seré absuelto.

    19

      ¿Quién pretende litigar conmigo?

    Porque si resignado callara, moriría.

    20

      Asegúrame de dos cosas

    y no esquivaré tu presencia:

    21

      Que alejarás de mí tu mano

    y que tu indignación no me aterrará.

    22

     Entonces, pregúntame, y yo te respon-

    0 hablaré yo y tú me replicarás. [deré,

    23

      ¿Cuáles son mis delitos y maldades?

    Dame a conocer mi iniquidad y mis pe-

    24

     ¿Por qué esconderme tu rostro [cados.

    y tenerme por enemigo tuyo?

    25

     A una ho ja que a rreba ta el viento in-

    [fundes terror,

    una paja seca persigues, [gura,

    6

      ¿dictando contra mí sentencia de amar-

    imputándome las fal tas de mi mocedad?

    27

      Pones en el cepo mis pies,

    acechas todos mis pasos,

    señalas las huellas de mis pies.

    28

      Me deshago como leño carcomido,

    como vestido que roe la polilla.

    1 A

      'E l hombre, nacido de mujer,

    *•

     ™  vive corto tiemp o y lleno de mise-

    [rias,

    2

      brota como una flor y se marchita,

    huye como sombra y no subsiste.

    3

     ¿Y a un ta l le persigues con abie rtos ojos

    y le citas a tu tribuna?

    4

     ¿Quién podrá sacar pureza de lo impuro?

    Nadie.

    3

      Pues que tienes contados sus días,

    y definido el número de sus meses,

    "Id.

      13

    . ^

    s t e

     versículo parece expresar el deseo de volver a la vida una vez que pasara

     la

     cólera

     de

    * *

      Dios, que

     le

     privaría

     d e

     ella. Pero

     lo s

     versículos siguientes parecen

     no

     admitir

      la

     realización

    de tal deseo, porque el muerto no revivirá. Los caminos de  la vida aún estaban ocultos para nuestro

    autor.

    I R  *  Comienza  el  segundo turno. Las palabras de EHfaz no pueden  ser más graves. Todos los

    1

      **  razonamientos  de Job no tienen consistencia; si así  fuera, como é l dice, l a  piedad quedaría

    destruida.

    I

    y le pusiste un término que no podrá

    [traspasar,

    6

      aparta de él tu mirada y déjale

    hasta que, como jornalero, termine su

    [jornada.

    7

      Porque todavía para el árbol hay espe-

    cortado, reverdece [ranza;

    y echa nuevos retoños:

    8

      aunque haya envejecido su raíz

    y haya muerto en el suelo su tronco,

    9

      en sintiendo el agua, rebrota

    y echa follaje como planta nueva.

    10

     Pero el hombre, en muriendo, se acabó.

    En expirando, ¿qué es de él?

    11

      Se agotarán las aguas en el mar,

    secaráse un río y se consumirá;

    12

     pero el hombre, una vez que se acuesta,

    [no se levantará más.

    Cuanto duren los cielos, no se despertará,

    no se despertará de su sueño.

    13

      ¡Oh Si me escondiera en el seol

    y allí me ocultaras hasta que se aplacase

    [tu ira,

    fijando un término para volver a acordar

    le de  mí. *

    14

      Si muerto el hombre reviviera,

    esperaría que pasara el tiempo de mi mi-

    [licia,

    hasta que me l legara la hora del relevo.

    15

     Llamaríasme entonces, y yo te respon-

    [dería,

    y te mostrarías propicio a la obra de tus

    [manos.

    16

      Entonces seguirías, sí, mis pasos,

    pero no atenderías tanto a mis pecados.

    17

     Los encerrarías como en un saco

    y borrarías mi iniquidad. [pedazos,

    18

      Pero ¡ay , que el monte se deshace en

    y se remueve de su lugar la roca,

    19

      y el agua corroe las piedras,

    y se lleva la inundación los terrones,

    y por modo semejante destruyes la espe

    ranza del hombre;

    20

     le destruyes de una vez, y él se va;

    desfiguras su rostro, y le alejas.

    21

     Tengan honores sus hijos, él no lo sabe;

    sean despreciados, él no tiene noticia;

    22

      sólo siente los dolores de su carne,

    sólo sobre sí llora su alma.

    S eg u n d o d i s cu r s o d e E l i f az

    •i. C • Entonce s replicó Elifaz, temani-

    *

      «»

      ta, diciend o: *

    2

     ¿Es de sabios responder con vanos razo-

    [namientos,

    tener el pecho lleno de viento,

    587

    JO B

      15-16

    3

      defenderse con palabras vanas

    y con razones inconsistentes?

    4

      Pero es más: tú destruyes la piedad,

    socavas la plegaría que a Dios se hace.

    5

      Tu misma boca revela tu impiedad

    y hablas el lenguaje de los malvados.

    6

     E s tu boca, no soy yo, quien te condena ;

    son tus labios los que atestiguan contra ti.

    7

      ¿Eres tú, por ventura, el primer nacido?

    ¿Viniste al mundo antes que los montes?

    8

      ¿Fuiste admitido a consejo con Dios

    y te has apropiado toda la sabiduría?

    9

     ¿Qué sabes tú que nosotros no sepamos?

    ¿Qué entiendes tú que no entendamos nos-

    [otros?

    10

     También hay entre nosotros ancianos

    [encanecidos,

    de más edad aún que tu padre,

    ti ¿Tienes en poco los consuelos de Dios

    y las blandas palabras que te dirigimos?

    i

    2

     ¿Adonde te arrastra tu corazón

    y por qué centellean tus ojos?

    13

     Vuélveste sañudo con tra Dios

    y salen de tu boca dicterios contra El.

    1

    4

      ¿Qué es el hombre para creerse puro,

    para decirse inocente el nacido de mujer?

    1

    5

      Si ni sus santos gozan de su confianza

    y los mismos cielos no son bastante puros

    [a sus ojos,

    16

      ¡cuánto menos este ser odioso y co-

    [rrompido,

    el hombre, que se bebe como agua la im-

    [piedad

    1

    7

      Escúchame, que quiero enseñarte;

    te diré lo que sé por experiencia,

    i

    8

      lo que enseñaron los sabios,

    lo que no les ocultaron sus padres,

    1

    9

      aquellos que poseyeron su tierra,

    sin que por ella pasara el extranjero.

    20

     M ientras vive, el impío es atormen tado,

    por los pocos años que se le dan al opre-

    [sor.

    2

    1 Suenan siempre en sus o ídos gritos de

    [espanto,

    en t iempo de paz se ve asaltado por el

    [devastador.

    22

      No espera poder substraerse a las tinie-

    siempre espera el golpe de la espada, [blas,

    23

     Es dado en pasto a los buitres;

    sabe que le amenaza ruina,

    2 4

      El día tenebroso le aterra,

    la angustia y la tribulación le acometen

    como rey pronto al asalto,

    2 3

      porque extendió su mano contra Dios,

    y se hizo fuerte contra el Omnipotente,

    26

      y corrió contra El con erguida cerviz,

    protegido con yelmo y escudo.

    27

     Porque tenía el rostro abotargado

    de gordura, y de grosura sus lomos.

    28

     Y hab itaba ciudades derribadas,

    casas inhabitadas,

    destinadas a ser montón de ruinas.

    29

     N o prosperará, ni se mantendrá su opu-

    ni echar á raíces en la tierra. [lencia,

    30

     N o

      escapará

      a las

      tinieblas.

    Sus renuevos  lo s  devorar á  la  l lama,

    su flor caerá

      a

      impulsos

      de l

     viento.

    3 i

      No se fie de su vanidad, se equivoca,

    pues la vanidad será su recompensa,

    32

      y a destiempo será cortado su ramaje,

    y sus ramas no reverdecerán.

    33

     Será despojado, como de las uvas la vid,

    [aún en agraz,

    y como el olivo dejará caer sus flores.

    34

      La prole de los impíos será estéril,

    y el fuego devorará la casa del soborno.

    35

      Concibe el dolor y engendra la desven-

    y nutre en su seno el desengaño, [tura,

    R es p u es t a d e J o b a E l i f az

    I

      R

      ' Respondió Job, diciendo:

    2

      He oído ya muchos discursos se-

    [mejantes.

    Duros consoladores sois todos vosotros.

    3

     ¿Tendrán término los vanos discursos?

    ¿Qué es lo que a responder así te incita?

    4

     También podría yo hablar como vos-

    [otros,

    si vosotros estuvierais en mi lugar.

    Podría hilvanar palabras con que deslum-

    [braros,

    mover mi cabeza sobre vosotros.

    Os alentaría con palabras,

    y daría rienda suelta a mis labios.

    6

      Pero ¿qué hacer? Si hablo, no por eso

    [cesa mi dolor.

    Si callo, ¡qué se ha de apartar de mí

    7

      Ahora estoy abrumado;

    has destruido toda mi familia.

    8

      Y me has aferrado.

    Se ha alzado contra mí y contra mí ates-

    9

     Su furor me hace trizas, [tigua.

    se ha encarnizado contra mí.

    Me rechinan los dientes,

    y alza torvos sus ojos contra mi.

    1° Abren su boca contra mí,

    abofetean con afrenta mis mejillas,

    todos a una se lanzan contra mí.

    II Dios me ha entregado a los impíos,

    me ha arrojado en manos de los perversos.

    i

    2

      Feliz era yo, y El me arruinó,

    me cogió por el cuello y me estrelló.

    Púsome por blanco de sus saetas.

    13

     Me cercan sus arqu eros,

    me traspasan los ríñones sin piedad,

    derrama por tierra mi hiél.

    1* Me hace herida sobre herida,

    y me acomete como fuerte guerrero.

    15

     He co sido un sac o sobre m i piel,

    he hundido mi frente en la ceniza;

    16 está mi rostro h incha do p or el llanto

    y cubre mis ojos denso velo,

    1

    7

     aunque n o hubo en mis manos injus-

    y fue limpia mi oració n. [ticia

    i

    8

      No cubras, ¡oh tierra , mi sangre,

    no cese mi clamor. [tigo,

    19

      Ahora, pues, en los cielos está mi tes-

    allá arriba está mi fiador.

    20

      Mi oración l legó a Dios,

  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

    10/99

    JO B  16-19

    588

    las lágrimas  do mis  ojos corren ante  El.

    21

      ¡Oh,  si  hubiera arbi tro entre Dios  y el

    [hombre

    c o m o

      l e hay

      ent re

      e l

      h o m b r e

      y s u p ró -

    [jimo ,

    22

     pues pocos s on los a ñ o s  q u e m e  res tan,

    y  es sin vuelta  el  camino  p o r d o v o y .

    n

    i  Ya m i  vida  se   acaba,

    extínguense

      m is

      días,

    sólo me qued a el sepulcro. [junto  a m í

    2

      ¡Si  a l  m e n o s  n o  tuviera escarnecedores

    Pero  m is  ojos pasan  la  noche sumidos  en

    [la amargura.

    3

     D a m e ,  ¡o h  Dios , seguro cerca  de t i ,

    que entonces, ¿quién podrá apretarme?

    4

      Has ce r rado  su  mente  al  conoc imiento ,

    pe ro

      n o

      dejarás

      q u e

      prevalezcan.

    5

      Invita  uno a sus amigos  a la  presa,

    mientras desfal lecen  lo s o jos d e su s hi jos .

    6

     M e h a

      h e c h o

      la

      fábula

      de l as

      gentes,

    soy para todos objeto  d e  mofa.

    7

      Mis ojos  lo s c o n s u m e  la   tris teza,

    y  m is  m i e m b r o s  so n  t o d o s  u n a  sombra .

    8

     Y   pásmanse  d e  ello  lo s  buenos ,

    y los inocentes s e a l zan cont ra  el perverso.

    9

      Pero  el  justo persevera  en su  camino,

    y quien t iene l impias  la s m a n o s  se  afirma

    [siempre  m ás .

    10

     Pero ,

      en fin,

      volved todos, volved,

    q u e  n o  ha l l a ré ent re vosot ros  u n  solo

    [discreto.

    11

     Pasa ron  m is dias ,  se   desvanecieron mis

    l a s prendas

     d e m i

     corazó n. [proyectos ,

    12

     L a noche me  la convie r t en  en día [luz.

    y  de l as  t inieblas  m e  prometen próxima

    13

     ¿Qué pued o espera r?  E l  sepulcro será

    [mi morada ,

    en   la s  t inieblas dispondré  m i  lecho.

    1 4

    D i r é  a l  s epulc ro:  ¡T ú  eres  m i  p a d r e

    Y  a los g u s a n o s :  ¡M i  m a d r e  y mis her-

    15

      ¿Dónde es t á  m i  esperanza? [manos

    Mi fortuna, ¿quién  la  verá?

    16

      ¿Van a bajar detrás de mi al sepulcro?

    ¿Vamos a caer juntos en el polvo?

    S eg u n d o d i s cu r s o d e B i l d ad

    •i O ' R e p l i c ó B i l d a d , s u h i t a , d i-

    ** ' c iendo:

    2

     ¿C uándo pondrás

      fin a los

      v a n o s

      d i s -

    [cursos?

    Reflexiona primero  y  luego hablaremos.

    3

     ¿Por  q u é n o s  tomas como bes t i as  y

    p a s a m o s  a tus o jos  p o r  es túpidos?

    4

     Tú, que en tu furor te desgarras a ti

    [mismo,

    ¿crees acaso que sin ti quedará despobla

    ba la t ierra,

    y lanzarás de su lugar las rocas?

    5

      Sí ,  se  apagará  la luz de los  perversos ,

    no bri l lará

      la

     l l ama

      de su

      hogar.

    6

      Apagaráse

      la luz en su

      t ienda,

    se extinguirá  su   l ámpara .

    7

     E l  cepo impedirá  su s  pasos vigorosos

    y  s u  propio conse jo  le  precipi tará.

    8

     Se  enredarán  en red sus pies

    y caminará sobre  u n a  t r a m p a ;

    9

     u n  lazo  le  a t a rá  lo s tobil los ,

    se  le  enred ará fuertemente,

    10

      se le  ocul t a rá  la  cuerda  en la  t ierra,

    y  la   t rampa es t a rá  en su  mism a send a.

    11

     D e

      todas pa r t es

      le

      asa l t a rán t e r ror es ;

    le seguirán, pisando  su s  talones.

    1

    2

     S u  opulenc ia  se   t o r n a r á  e n  h a m b r e

    y  la  pe rdic ión  le  acompañará .

    13

     L a  enfe rmedad roerá  s u  piel

    y devora rá  su s m i e m b r o s  el  pr imogéni to

    [d e

      la

      muer t e .

    14

      Será a r rancado  d e l a p o y o  de su  t ienda

    y  le  ba ja rán  al rey de los  terrores .

    15

      Ot ros ,  n o é l ,  h a b i t a r á n  su   t ienda,

    l loverá azufre sobre  su   morada .

    16

     Secaránse  su s  raíces  p o r  debajo,

    cor t a ránle  p o r  a r r iba  s u s  ramas .

    17

     Desaparecerá  de l a  t ierra  su   recuerdo,

    no t endrá  y a n o m b r e  en la  extensión  del

    [desierto.

    18

     L e  l anzarán  de l a luz a l as  t inieblas ,

    l e exte rminarán  de l  m u n d o .

    19

     N o  tendrá famil ia  n i  pa rente l a  en el

    ni sobreviviente

      en su

      t ierra. [pueblo

    20 D

    e s u

      c a

    { ¿

    a

      s e

      espanta rán  lo s  occiden-

    y

      se

      hor ror i za rán

      lo s

      orie ntale s. [tales

    21

      Esa es la suerte del malvado,

    el destino del que desconoce a Dios.

    R es p u es t a d e J o b a B i l d ad

    | Q i Respondió Job, d iciendo:

    2

      ¿Hasta cuándo afl igiréis  m i  a lma

    y  m e majaréis  c o n  vanos discursos?

    3

      Y a m e

      habéis afrenta do diez veces

    y  m e  mal t ra t á i s  si n  avergonzaros .

    4

      Aun s i endo verdad  q u e y o haya e r rado,

    sobre  m í recaería  m i ye r ro .

    5

      ¿A q u é  a l za ros cont ra  mí ,

    aduc iendo como prueba  m is   oprobios?

    * Sabed, pues ,  q u e D i o s  m e h a  opr imido

    y m e h a envue l to e n sus redes , [respuesta;

    7

      Gr i to cont ra

      la

      opres ión,

      y n o

      obtengo

    pido just icia,  y n o l a h ay p a r a  m í ;

    8

     h a  ce r rado  m is  caminos ,  y n o  tengo

    [sal ida;

    ha l l enado

      d e

      t inieblas

      m is

      senderos.

    9

     M e h a

      despojado

      d e m i

      gloria,

    a r r a n c ó  d e m i  cabeza  la  corona .

    10

     M e h a  demol ido  d e l  t o d o ,  y  pe rezco;

    descua jó como á rbol  m i  esperanza.

    11

     Encendióse cont ra  m í s u  cólera

    y

      m e

      contó ent re

      su s

      enemigos.

    12

      Vinie ron cont ra  m í  t o d a s  s u s m il icias ,

    se  h a n  a t r incherado  en m i  camino

    y  h a n  a c a m p a d o  en  t o r n o  d e m i  t ienda.

    13

     Alejáronse  de mí mis  he rmanos ,

    y  m is amigos  s e m e h an  hecho extraño s.

    14

     Desaparec ie ron

      m is

      vecinos

      y

      c o n o -

    [cidos,

    m e  h a n  o lvidado has ta  lo s huéspedes  d e

    [mi casa.

    589

    JO B  19-21

    15

     Mis c r i ados  m e  reputan  p o r  ext raño;

    so y  a sus ojos  u n  forastero,

    i* Llamo  a m i  s iervo,  y n o m e  responde ,

    y tengo que suplicarle con  m i boca ,  [jer,

    1

    7

     Hízose  m i a l i ento repugnante  a m i m u -

    y  y o  fét ido  a los  hi jos  d e m i s  ent rañas .

    18

     H a s t a  lo s  n iños  m e  desdeñan,

    y

      m e

      insul t an

      si

      intento levantarme.

    19

      M e h a n

      aborrec ido todos

      m i s

      confi-

    [dentes ,

    lo s

      m á s

      ca ros amigos

      se

      vuelven

      c o n -

    [tra  mi .

    20 pégase

      m i

      piel

      a m i s

      huesos descar

    iñados ,

    y apenas  si  conservo  la   p ie l j unto  a mis

    [dientes.

    21

      Apiadaos , apiadaos  d e  mí, s iquiera vos-

    [ot ros , m i s amigos,

    p o r q u e  m e h a  he r ido  la   m a n o  d e  Dios .

    2 2

      ¿Por  q u é ,  c o m o D i o s ,  m e  perseguís

    [vosotros también,

    y

      n o o s

      ha r t á i s

      d e m i s

      carnes?

    23

      ¡Quién  m e d ie ra  q u e se escribiesen m i s

    y se consignaran en un l ibro, * [palabras

    24

      q u e  c o n  p u n z ó n  d e  h ie r ro  se   grabasen

    [sobre

      el

      p lomo,

    o e n la p iedra  se esculpiesen para s iem pre

    25

      P o r q u e  l o s é : m i  redentor vive,

    y

      al fin se

      erguirá com o fiador sob re

      e l

    [polvo:

    26 y  después  q u e m i  piel  s e  desprenda  d e

    [mi carne,

    e n  m i  ca rne contempla ré  a  Dios .

    2 7

      ¡Y o  le  veré, veránle  m is  ojos ,  n o  o t r o

    Abrásense  en m i  s eno  m is   ent rañas .

    28 S Í  decís : «¡Oh,  si  pudié ramos esc ru-

    [tarle,

    en   E l  ha l l a r í amos  la   raíz  de l a  causa »,

    29

      temed la espa da,

    pues la espada es la vengadora de la

    y sabed que hay un juez. [iniquidad,

    R ép l i ca d e S o fa r

    O A  1 Tomó Sofar, nam atita, la pala-

    &"

      bra, y dijo:

    2

     P o r e s o m e  hacen respon der  m i s  pen

    q u e  s e  agi t an dent ro  d e m í .  [samientos

    3

     H e  o í d o  t u  ignominiosa reprensión,

    y  la  indignac ión  m e impul sa  a  responder

    [según

      m i

      saber.

    4

      ¿No sabes  y a d e  s iempre,

    desde  q u e vive  e l  h o m b r e s o b r e  la  t ierra,

    5

     q u e e s breve  el  t i empo  d e l o s  malvados

    y dura  u n  ins t ante  la  alegría  d e l o s  per

    versos?

    6

     Si  h a s t a  el  cielo subiere  su  a r roganc ia

    y tocare  en las n u b e s  su  cabeza ,  [p r e ;

    7

      cual  u n  fantasma, desaparece para s iem-

    y  l o s q u e le  v ie ron di rán: ¿D ónde es t á?

    8

      Desaparecerá como  u n  s u e ñ o  y no le

    huirá com o vis ión noctu rna, [hal larán,

    9

      Los o jos  q u e le  vieron  no le ve rán m á s ,

    s u m o r a d a n o le pe rc ib i rá  y a m ás .

    10

      Sus hi jos tendrán  q u e  r e p a r a r  el  daño

    [d e

      lo s

     pobres ,

    sus propias manos res t i tu i rán  s u  riqueza.

    11

     S u s  huesos, l lenos a ú n d e  juvenil vigor,

    ba ja rán  con él a l  p o l v o  d e l  sepulcro.

    12 Aunq ue

      é l

      dulcificará

      la

      maldad

    y  la   ocul t a rá ba jo  su   lengua,

    1

    3

     l a  s aboreará antes  d e  t ragar l a ;

    re t eniéndola

      en su

      p a l a d a r ;

      [jar,

    1

    4

      s e cor romp erá

      en su

      vientre aquel man-

    hiel d e v íboras  se volverá en s u s ent rañas .

    15 Devoró riquezas, pero  la s  vomi ta rá ,

    d e  s u v ient re s e l a s  s acará Dios .

    16 C hu pa veneno  d e  áspides ,

    y lengua  d e áspid  le   mat ará . [acei te,

    1

    7

     N o  gozará  a la   vis ta  d e l o s a r r o y o s  d e

    de ríos  d e  leche  y d e  miel.

    18 Devolve rá

      la

      gananc ia ,

      q u e n o

      podrá

    el fruto  de su tráfico  n o gozará, [t ragar;

    1

    9

     pues opr imió violentamente  a los po

    r o t o c a s a s q u e n o cons t ru yó; [bres ,

    20 pues  n o  conoc ió ha r tura  en su  avaricia,

    no salvará  l o q u e  tanto codició.

    21

     Nad a escapaba

      a su

      vorac idad;

    f

    ior

      eso su

      bienestar

      n o fu e

      durable .

    2

     En el colmo de la abundancia todo le

    [es poco,

    y l e sobrevienen desventuras de toda

    [suerte.

    23

     C uan do es t é pa ra l l enar  su   vientre,

    m a n d a r á D i o s c o n t r a

      él la

      l l ama

      de su

    hará l lover sobre  él sus  saetas , [furor,

    2 4

      Si escapa  a l as  a r m a s  d e  h ie r ro ,

    le t raspasará arco  d e  bronce .

    25 Disp aró

      la

      saeta

      q u e le

      t raspasa

      y

      sale

    [por  su   espalda,

    cua l rayo

      p o r s u s

      ent rañas .

    26 Sobre  él  cae rán  lo s  t e r rores , [vadas ;

    toda suer t e  d e  t inieblas  le  es tán reser-

    le abrasará fuego  n o  encendido  p o r  h o m -

    [bre,

    y s e rá des t rozado cuanto

      d e

     su t ienda q ue-

    27

     Revelará al cielo s u impied ad [daré,

    y  la  t ierra  se  a l za rá cont ra  él .

    28

      Desaparecerá  de su  casa toda  su r i -

    ar rasada s e rá  en el d ia del furor, [queza,

    29

     Esta es la suerte que al perverso reserva

    [Dios,

    ésta es la parte que el Omnipotente le

    [adjudica.

    R es p u es t a d e J o b a S o fa r

    O I

      1

      Respondió Job, diciendo:

      2

     Escuchad a t en tamente  m is   pa la -

    dad me siquiera es te consue lo. [bras

    1

    Q 23 Este deseo de Job de ver grabadas sus palabras indica claro que va a decir algo muy

    " importante. Lo que sigue está obscuro y es objeto de diversas interpretaciones. La traduc

    ción bien conocida de la Vulgata expresa la esperanza de la resurrección; la nuestra, sin estar tan

    clara, todavía parece reducirse al mismo pensamiento. No obstante, todo el debate del libro se des

    envuelve en la antigua concepción de la justicia divina, que se realiza en la vida presente.

  • 8/17/2019 Nacar Colunga Sagrada Biblia 03 Sapienciales

    11/99

    J O B

      21-22

    590

    3

      T o le r ad que h ab le ,

    y c u a n d o h a y a t e r m i n a d o , b u r l a o s .

    4

      ¿E s de un hom br e de qu ien yo m e que jo?

    ¿P or qué no habr é de im pac ien ta r m e?

    5

      Volved a m í vues t r o s o jos y e s pan tao s ,

    poned e l dedo s obr e vues t r os l ab ios .

    6

      Yo , s ó lo de pens a r lo , m e h or r o r i zo

    y t i em blan todas m is ca r nes .

    7

      ¿Có m o es que v iven los im pío s , [ pode r ?

    s e p r o longan s us d ía s y s e a s egur an en s u

    8

      Su prole pers is te con ellos a su presencia,

    y t i enen an te s us o jos a s us r e toños .

    9

      S us ca s a s s on paz , no h ay en e l l as t em or ,

    no cae s obr e e l los l a va r a de Dios .

    10

      S us to r os f ecundan y no l angu idecen ,

    y s us vacas pa r en y no abor tan .

    11

      S acan f ue r a a s us pequeños cua l r ebaño ,

    y s us n iños s a l t an de con ten to ;

    12

      ba i l an a l s on de l t am bo r y de l a c í t a r a ,

    y sal tan al son de la flauta.

    13

      P as an s us d ía s p lacen te r am ent e ,

    y t r anqu i l am ente ba jan a l s epu lc r o .

    1 4

      Y e s o que dec ían a Dios : Apá r ta te l e jos

    [ de nos o t r os ,

    no que r em os s abe r de tus cam inos .

    15

      ¿Qué e s e l Om nip o ten te pa r a qu e l e

    [ s i r vam os ,

    y qué p r ovecho s acam os de r oga r le?

    16

      No e s tá en s u m a no s u f o r tuna .

    El consejo de los malvados es té le jos de él .

    " ¿ C u á n t a s v e c e s s e a p a g a l a l á m p a r a d e

    Tíos malos ,

    los coge l a m er ec ida des ven tur a ,

    y los cas tiga en su furor , [viento,

    1 8

      y s on com o pa ja a r r a s t r ada por e l

    y com o tam o que s e l l eva e l to r be l l ino?

    1 9

     Que D ios r e s e r va e l c a s t igo pa r a s us

    [h i j o s . . .

    Déle a é l m is m o s u m er ec ido , que lo

    [s ienta él ,

    2 0

      que vean s us p r op ios o jos s u r u in a ,

    y beba e l f u r o r de l Om nipo ten te .

    2 1

      ¿Qué l e im por t a a é l de s u ca s a pa r a

    [después de él ,

    cua ndo f ue r e cor tado e l núm er o de s us

    [días?

    2 2

      ¿Quién e s e l que pu ede ens eña r a Di os

    [ s ab idur ía ,

    a E l , que juzga a los m ás a l tos ?

    2 3

      Mu er e é s te en p lena p r o s pe r ida d ,

    cuando todo f lo r ec ía y e s taba en s egur o ,

    2 4

      cua ndo e s tab an s us lom o s cub ie r tos de

    [ gr os ur a

    y b ien r egada l a m ed ula de s us hues os .

    2 5

      Mu er e aqué l en m edio de l a am ar gu r a

    [de su alma,

    s in habe r gozado de b ien a lguno .

    2 6

      Y con todo , jun tam e nte yace r án en e l

    [ s epu lc r o ,

    y a uno y a o t r o los r ecubr en los gus anos .

    2 7

      B ien ad iv ino vues t r os p ens am ien tos

    y l o s i m p r o p e r i o s q u e c o n t r a m í m a q u i

    l á i s .

    2 8

      Vos o t r os dec í s : «¿D ónd e e s tá l a ca s a

    [del opresor ,

    qué f ue de l a t i enda en que m or aban los

    [ pe r ve r s os ?

    2 9

      ¿No s e lo habé i s p r egun tado a los ca

    r m inan te s ,

    y no habé i s conoc ido s u r e s pues ta?

    30 Q

    U

    e en el día de la ira se salva el mal-

    y en e l d ía de l f u r o r e s t á con t en to , [ vado ,

    31

      ¿Quién l e echa en ca r a s u m a lda d?

    ¿Quién l e da s u m er ec ido por s us in iqu i

    d a d e s ?

    3 2

      E s ll evado con acom pañ am i en to a l se

    p u l c r o ,

    y en s u s epu lc r o s e m onta l a gua r d ia ;

    33

      le son leves los ter rones del valle ,

    a r r a s t r a a los hom br es t r a s de s í ,

    y va de lan te de é l gen te s in núm er o .

    3 4

      ¿A qué , pues , m e da i s t an vanos con

    s u e l o s ,

    s i en vues t r a s r e s pues ta s no hay m ás que

    [ falacia?

    R é p l i c a d e E l i f a z

    O O

      l

      Volv ió a tom ar l a pa labr a E l i f az ,

    ~ « t e m a n i t a , y d i j o : [ D i o s ?

    2

      ¿Qué f avor pu ede e l hom b r e hace r a

    S ó lo a s í m is m o apr ovecha s u s ens a tez .

    3

      ¿Qu é l e im po r ta a l Om nipo ten te qu e tú

    [seas jus to?

    ¿Gana a lgo con que s ean l im pios tus

    [ cam inos ?

    4

      ¿S e r á por tu p iedad p or lo qu e E l t e

    y en t r a en ju ic io con t igo? [ ca s t iga

    5

      ¿No e s m ás b ien por tus m uchas cu lpas ,

    por tus pecad os s in núm er o? [ m ano s ,

    6

      E x ig i s t e in jus tam ente p r end a a tus he r -

    des po ja s te de s us r opas a l ha r ap ien to ,

    7

      no d i s t e de bebe r a l s ed ien to ,

    a l ham br ien to l e negas te e l pan . [ l a t i e r r a ;

    8

      Y de qu ien t en ía m a no f ue r t e , s uya e r a

    e l que s e hac ia t em er , é s e s e adueñaba de

    [ella.

    9

      Des p ed i s t e a l a v iuda con l a s m ano s

    [vacías

    y q u e b r a n t a s t e l o s b r a z o s a l h u é r f a n o .

    10

      P or e s o t e ha l l a s p r e s o en l azo s ,

    y t e s o r pr ende de im pr ov i s o e l t e r r o r ;

    11

      y t e r ode an l a s t in ieb la s y no ves ,

    y t e i n u n d a n a g u a s d e s b o r d a d a s .

    12

      ¿N o e s tá Dio s en lo a l to de los c i e los ?

    Mir a l a s e s t r e l l a s , ¡ qué a l t a s

    13

      Y tú d i r á s : ¿Qué s abe Dio s ?

    ¿P uede juzga r a t r avés de l a s nubes ?

    14

      L as nubes l e cubr en com o ve lo , y no ve ;

    se pasea por la bóveda de los cielos .

    15

      ¿Quie r e s s egu i r e l an t igu o s ende r o

    p o r d o n d e c a m i n a r o n l o s i m p í o s ,

    1 6

      que f ue r on a r r eba tados an te s de t i em po ,

    y u n a i n u n d a c i ó n a r r a n c ó s u s c i m i e n t o s ?

    17

      Q u e d e c í a n a D i o s : A p á r t a t e d e n o s -

    [o t ro s ,

    ¿ q u é p u e d e h a c e r n o s e l O m n i p o t e n t e ?

    18

      Y El l len aba sus casa s de r iquezas .

    P e r o e l cons e jo de los im píos e s taba l e jos

    [de El.

    1

    9

      Vié r on l o los jus tos y s e a l egr a r on ,

    591

    JO B  22-24

    los inocen te s s e r i e r on de e l los :

    2 0

      «¿No h a s ido an iqu i l ada s u f o r tuna ,

    y s us r e s iduos devor ados por e l f uego?

    2 1

      Reconc í l i a t e con E l y t endr á s paz ,

    y de e l lo t e vendr á b ien .

    2 2

      Rec ibe l a l ey de s u boca ,

    pon s us p r ecep to s en tu cor az ón . [ t en te

    2 3

      S i hum i l l ánd o te t e vue lves a l Om n ipo-

    y a le ja s de tu t i enda l a in iqu idad ,

    2 4

      t end r á s e l o r o co m o p o lvo ,

    y com o ch ina r r os de l to r r en te e l Of i r ;

    2 5

      s e r á e l Om nipo ten te tu t e s or o

    y p la ta a m ontones r e f inada pa r a t i ;

    2 6

      ha l l a r á s en e l Om nipo ten te tus de l i c i a s ,

    a l za r á s tu r os t r o hac ia Dios .

    2 7

      E l e s cucha r á tus r uego s

    y tú l e cum pl i r á s tus vo tos .

    2 8

      Ha r á s p r oy ec tos y t e s a ld r án b ien ,

    y b r i l l a r á l a luz en tu cam ino .

    2 9

      E l hum i l l a l a a l t ivez de l s obe r b io ,

    pe r o s a lva a los hum i ldes .

    3 0

      E l l ibe r t a a l inoce n te ,

    por l a pur eza de s us m anos s e r á l ibe r t ado .

    R e s p u e s t a d e J o b

    O O  1 J o b r e s pon dió , d ic ie ndo : [ que ja s ,

    2

      C ie r to qu e s on hoy ace r bas m is

    pe r o e s m ás pes ada s u m ano que m is

    3

      ¡ Oh , si s up ie s e cóm o ha l l a r l e , [ gem idos ,

    cóm o l l ega r ha s ta s u m is m o t r ono

    4

      E x p o n d r í a a n t e E l m i c a u s a ,

    t endr ía l a boca l l ena de r azones .

    5

      S abr ía lo que m e r e s p onde r ía ,

    o i r í a lo que m e d i r í a .

    6

      ¿ C o n t e n d e r í a c o n m i g o a l e g a n d o s u g r a n

    S egur o que no . Me a tende r ía . [ pode r ?

    7

      As í e l jus to p odr ía d i s pu ta r con E l ,

    y m i juez pa r a s i em pr e m e abs o lve r í a .

    8

      P e r o s i voy a l o r i en te , no e s tá a l l í ;

    s i a occidente, no le veo.

    9

      S i l e bus co a l nor te , no l e ha l ló ;

    s i a l m ediod ía , no l e de s cubr o .

    10

      Ma s ya que E l conoce m is m ar c has y

    [ m is pa r adas ,

    que m e e s cudr iñe y m e ac r i s o le com o e l o r o .

    11

      P o r s us hue l l a s m ar ch ó s i em pr e m i p ie ,

    s us cam i nos s egu í s in apa r ta r m e , [ l ab ios ,

    12

      no m e des v ié de los m and a tos de s us

    he gua r dado l a s pa labr a s en m i s eno .

    13

      P e r o cuando E l dec ide una cos a , ¿qu ién

    [ podr á d i s uad i r l e?

    L o que qu ie r e e s lo que hace .

    i 4

    As í cum ple hoy en m i s us des ign ios ,

    y todav ía m ucho m ás t i ene E l de s em e

    j a n t e e n s u p e n s a m i e n t o .

    15 P or e s o m e e s t r em ezco an te E l ,

    l e con tem plo , y t i em blo an te E l .

    16

      Dio s m e qu i t a toda m i f ue r za ,

    e l O m n i p o t e n t e m e a t e r r a ,

    17

      m ás que l a s t in ieb la s que m e envue lven ,

    m ás que l a obs cur idad que cubr e m i

    [ r os t r o .

    24

    1

      ¿P or qu é e l Om n ipo te n te no s e -

    [ ña la s us t i em pos ,

    y por qué deja a los que le conocen en la

    [ ignor anc ia de s u d ía?

    2

      L os m a lvados invaden los t é r m inos a je -

    r ob an los gana dos con s u pas to r ; [ nos ,

    3

      se l l evan e l a s no de l hué r f ano

    y tom an en p r enda e l buey de l a v iuda ;

    4

      e l pobr e s e apa r ta de l cam ino ,

    y s e e s conden los hum i ldes cam pes inos .

    5

      Co m o onag r os s a lva je s en e l de s ie r to

    t i enen que s a l i r en bus ca de s u p r e s a .

    L a bus can has ta l a t a r de ,

    pe r o no logr an pan pa r a s us h i jos .

    ° Du r an te l a noche s i egan los cam pos d e

    y vend im ian l a s v iñas de l im pío , [ o t r os ,

    7

      P as an des nudos l a s noches , s in r opa ,

    s in más abr igo en medio del f r ío.

    ' S e m ojan con los aguace r os en los m on-

    s in má s as ilo qu e las roc as . [ tes ,

    9

      Ar r ancan de los pechos a l n iño hué r f ano .

    10

      Van de s nud os , s in ves t ido ,

    y ham br ien tos aca r r ean l a s gav i l l a s .

    11

      E n s us l aga r e s expr im en e l a ce i t e ,

    y s ed ien tos p i s an l a s uvas . [ dos ;

    t 2

    D e la c iudad s a len g r i tos de m or ib un-

    c lam a por s ocor r o e l a lm a de los ve jados