murmis y portantiero - los origenes del peronismo

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ESTUDIOS · LOS ORIGENES DEL PERONISMO! (JO MIGUEL MURMI JUAN CARLOS PORTANTIER ' SKj<J ventU>o eótores '·-"r)·ico i SPANA r:OIOMRIA

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Page 1: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

ESTUDIOS SODRB~ · LOS ORIGENES

DEL PERONISMO!

(JO

MIGUEL MURMI

JUAN CARLOS PORTANTIER

I~ ' SKj<J

ventU>o eótores

'·-"r)·ico i SPANA

ARG~NTIN/I.

r:OIOMRIA

Page 2: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

1.

.: ·.

l'nmera edidón, 197 ¡. ©SIGLO XXI ARGENTINA S.A. Cuarta edición (Argentina) 1984 ©SIGLO XXI EDITORES S.A.

ISBN: 950-9374-07-5

flecho el 1.kp6s1to que in~rcJ la ley. Impreso en Argentina. Pnnlcd in Argcntme.

INDICE

ADVEHTENCIA

PfUMER:\. PARTE:

CRECIMIENTO lNOUSTfilAL Y J\LlANZA DE CLASES EN LA AllGENTINA (1930-1940)

l. Introducción ~ Las condiciones de la 'alianza de clases 3. La düerencíación ínterna en el sector agropecuario

IX

3 9

y los grupos de oposición 25 4. Agrarios e industriales frente al "Plan Pineda" 33 5. El papel del Es1ado: alianu úe clases y hegemonía' 4 2

SEGUNDA PAflTL

El. MOVlh1lENTO OIJKEllO EN LOS OlllGENES DEL PE­llONl.SMO

1. Heterogeneidad obrera y nacionalismo popular 59 'l. Clase obrera y sindicatos en la génesis del pero-

nismo 74 3. Desarrollo industrial y orien raciones obreras 106

Page 3: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

1 •

, .. { ADVERTENCIA ,. ' ' '

Este tomo incluye dos trabaJOS, redactados en difcren1es épocas, que enfocan. aspectos significa11vos para el an~lis1s de los orígenes del peronismo.

Creemos firmemente que el análisis tic un 111ov1micnto .social de tanta importancia no puede.ser el resultado úc una suma de enfoques parcíales. Ellos, en Indo caso, podran incorporar infonnación útil, pero nu habrán de librarse úe las limitaciones inherentes a la carencia tle una v1si1\n de conjunto, que ilumine el fenómeno a a11ali7a1 como una totalidad estructurat.la.

El libro no t.lebc ser leít.lo. pues, ni comn una historia t.le los orígenes ni como una visión intégradora del pcronisrno, sino como un intento de plantear y discutir algunas úc las condicionantes económicas, sociales y poli\ icas que facilita­ron, a comíenrns de la década del 40, su surgimiento como alternativa de poder.

Los artículos incluidos en este lomo busc;rn enfocar, desúe el punto de vista de las relaciones de ciase, las cunse· cuencias sociales del proceso de industrialización abierto. bajo control de las élites conserv;iduras, durante la década del 30 en la Argentina. Dichas consecuencias son. sucesiva· mente analizadas en dos niveles: el de la ;ilian?.a de cbscs domin;intes, por un lado, y el del movimiento sindical, por el otro, durante el período prc·peronista. La hipótesis h:ísi­ca es que, tanto en uno como en otro nivel, el proceso so-, cial argentino asumió en los años posteriores a la cmis de 1929 características diferenciales con respecto a otras socie­dades latinoamericanas dependientes del imperialismo y que ellas habrían de tener una fuerte significación para la úcfi. nición del pcronismo como un caso peculiar dentro de lu

Page 4: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

J.

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1

X LOS ORIGENES DEL PERONISMO.

genérica categoría de "populismo" a la que suele adscribirlo, -índiferenciadamente, la literatura sociológica y polítíca más corriente. .

Ambos artículos-no son inéi..licos. E~ tiraúas reducidas fueron ya publicados como Documencos de Trabajo por el Centro de Investigaciones Sociales del [nstituro Torcuato Dí Tella, én los años J 969 y 1970, e inicialmente fueron con­cebidos como parte de un proyecto más vasto, .que debió interrumpirse bruscamente. La actual rei:dición reproduce, sin modilicaciones, la versión original. Ambos trabajos, pese a estar desde hace tiempo agotados, han sido utilizados como material bibliográfico en cursos dictados en distintas facultades y ese hecho es el que motiva, básicamente, su reproducción textual: es interés especial de los autores incorporar más ampliamente los dos estudios al deba te sociológico y político, como un estímulo importante para una reelaboración de ciertos aspectos pardales, actualmenle en proceso de discusión.

Buenos Aires, diciembre de J 97 !

M.M. J.C.P.

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t·t¡.: 1. 71 . 11 .

11· .¡Primera Parte

1 :: .: CRECWJENTO INDUSTRIAL Y ALIANZA DE CLASES

~! i.EN LA ARGENTINA (1930-1940)

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Page 5: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

.

l. INTRODUCCION*

Durante la década del 30 tienen vigencia en Ja Argentina políticas y reagrupauúentos de fuen:as sociales centrados en el intento de dar respuesta a ese hecho nuevo que es el

.acelerado crccímien to industrial y sus consecuencias so-cialcs 1• Examinar estos reagrupamientos, sus alcano:s y sus limitaciones constituye un marco central, a nuestro en', tender, para analizar la fórmula alternativa que el peronismo .

. Y los gobiernos que sucedieron a este movimiento fueron poniendo en práctica.

El supuesto de ,nivel más general es que todo proceso de industiializ.ación por sustitución de importaciones o de

\ "industrialización sin revolución industrial'', como d gue_ se dio en la Argentina, del mismo modo que plantea caracterlstícas diÍerentes a las de los modelos clásicos en la ·estructura económica, promueve también alternatiVlls par-tículares en la dimensión socíopol ítica, sea en el tlpo oe estra lificación, en los reagrupamientos y ·arranz.as oe la.s clases orooietarias en la lonna ae moVIGz.ac16n ile las ciiises [!O 12ro12ielarias, en el 12a12el del Estado i'. de Jos grupos políticos, etcétera.

•Este tr.ibajo forma parle de una inveslig'lciÓn más vasta, reícridJi • los orígenes del peronismo. En l.2nlo este movimiento puede .l'er categorii.ado como una re;puesl.3 a \oi problemas que p!:tntCll un.a estructura económico-social en la que ya C)(.Í>le un signilicalrvo pr=io de la industria, pensamos que el eltudio de Ja década del JO

.. rcsultorá pertinente, pues puede servir pua mostrar cuál fue la primer respucsl.3 al proceso, en el momento en que é~te comien.u a lomar caracter"" significativos.. ..

Page 6: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

4 LOS OH.JGENES UEL PERONISMO

Afirmar, por lo tanto, que el período abierto en 1930 representa una primera respuesta a ese proceso puede t.ener co11si:cuencias tanto para el análisis específico de la sima­ción argt:ntina, cuanto para Ja aplicación de modelos teóricos para el análisis de los procesos sociales durante el crecirrutnto industrial.

u teoría más .habitual propone, en este sentido, un presunto modelo clásico descriptivo de la orientación de las clases y los grupos sociales frente al crecimiento industrial, cuyos componentes polares serían ¿stos: l. Los propíetarío& agropecuarios, genéricamente calificados·

como la "oligarquía", terratenientes latifundistas cuyo interés objetivo y subjetivo esta en el mantenimiento de la preeminencia di: la tierra como fuente de ingresos, stHus y poder, con ~cútud;;:s tradicionales y opuestos al fortalecimiento de nuevas actividades productivas y al a­fianzamiento de nuevos grupos vinculados a ellas, sus posi­bles contendores en lo económico, lo político y lo social;

2. Los propietarios industriales, cuyo interés objetivo y subjetivo reside en el crecimiento de las nuevas activi· dades y en la conquista del poder po11tico y el estable, cimiento de su hegemonía social, con orientacíone.s modernas y rechazando las situaciones "feud;Jes" im· productivas. En un primer paso, retengamos de esta caracterización

sólo ia aceptación o el rechazo de las actividades industriales. Diversas modificaciones de este modelo simplificado apare­cen en la literatura: a) Se mantiene el ·modelo en cuanto a Ja identificación de

las opos1dones dé estos dos contendores, pero se supone que d sector ir.dustrial no tiene conciencia clara de sus interesés. Se mant::::::!:;'.-. ~;; ::te caso a los terratenientes

, \como enemigos de la industria y a Ju; industríales como '"objetivamente" opuestos a los terraten;.:'ltes 2 • El de­sarrollo de la oposición exige la actuación de :>tras gru­pos, unos. poseedores de es.a conciencia de la que ca•ecen los propios industriales -el Ejército-, y otros, m:ís dispuestos a la lucha que el propío grupo en cuestión, la clase obrera.

r ' ¡ . Cllf.Clhlll:'.NTO JtlllUS'J lllr.L 'i' ALIANZA Dl:'. CLASE.'.: 1

5

i ' 1

Aparecen tambi¿n nucvus grupDs aliut.los u lu.s té,rratc· 1., nientes: secrures de IJ clas•: inedia, •)Uc cu 1egonzar1amos 1 como .. terciarios" t.le Jos proµiet;,rius lalifunt.listas. Puede incluso, en r.l modelo, Jarsc ur.:i tlis~oniinu1dad en rl ,cctor indusui~l. pcw la uµ1:sicion btl>ic~ tli! 1nter.:.sc; Y Ja línea t.le tend~ncia dd Jcsarrollo litstórico $~mantiene: Ja contradicci0n principal .1ig11c siendo la que $.:para !:i economía agr:iria de ia ei:onorn1'a in<luslrtai. Jo.:g~-. .:'.2.bc· Jartlo Ramos repr~scn!~rí:i_ ¡;~~¡ literalmentc.c~tu. pus1c1on. \ aunque Slf .• ~~.ª!!1.eíl.I!() .~~ agutn Cll !.IS rcJa:1u'.lCS ll~tcm~s de las cl:ises, sín~ . _!!\.!~ q1corpor:i l:i l 1gnon e on .. 1 ext~·rior-de· 1·~-~éoñomía agrucxponadora 3 • • •

b) Otra versión·mantiene el nw<lclo en cua111u a lu 1<lcnt1r1· cación de Jos contendores y sus urk111nc1oncs, P.!:.!.Q en este caso scrj~n.Jgs tcrrate11i.:ntcs q11icnts, in_ad~ertiua· ¡ ,

"ñ1c'ntc," liiib~ían favorecido al seciur inuustnal. En. es~c caso parecería suponerse una rnincidencía 1rans1rona t.Je intereses muy espi:cíficos en mcJidas tales como el controi uc cambios, pero una oposición u.e fundo, :a1Hu en int.:rcses como en actitud1:s. El tratam1~ntu tic Gu1Jo Di Tella y Manuel Zymclman y <l de Walter lkvcragg1 Allende se acerca a ~sta posición, así conw la lllll!rprc· tación dada por Alt.lo f.'errer al pcriudu". No ob.stant.c, a veces, dentro de esta variante, se supone tamb1c11 baio gra<lu de conciencia de los industr.ialcs. .

e) M:ís nos alejamos del modelo clas1co cuando, aun_ m:in­teniendo Ja imagen del corte, se postulan cit!rtas dis~on· únuida<les de'ntro de cada uno de los sectores. As1, se admite qµe el sector terratenii:nte pasu ya a acepta~ cierto tipo de industrialiución limllada, liviana y tlepend1ente 7 que en esa medida consigue aliarse con el sector. mas concentrado de los indus:riales, pero que submtcn dentro de" los · propietariós de industria grupos no monopolistas que aspiran a un t.lesarrnllo n'.anufacturero independiente, con crecimiento lle industn~s, _de base_ Y expandido t:n el mercado interno. fata pos1c10n podr1a­mus encontrarla en los trabajos Je -!_a!!!l:'..X_u_:hs, ~n los qt•e se enfatiza la oposición entre un gr;1Pº. donunante \ ~ .n. :n;nJo !,;•)1 I· •:. 1cr::1tcmeptes v los granues industnales, •

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6 1 LOS ORIGENES DEL PERONISMO

ambos unidos a trávés de su común dependencia con el capital financiero internacional, y oli:.~f~ITl]~d.~:por.Jos

I industriales_ J'. propictari?~ ruraks me_dian_O~)'. p~i;¡~eños, cuyo ~[i:idu natur;il, aunque transitorio, sería la clase 0-

1( ..

brern 5 .

d) El alejamiento del modelo irJcial es más neto cuando se postula que, en efecto, la oposición se ha redéfinido, en cuanto a sn cQntenido, en Ja forma que .el enfoque anterior señala, pero que lanlo los terratenJentes como los industriales en bloque se bene!lcian con ei mmteriimien· tu del desarrollo dependiente de la induslrializa:ión, no _q11c~ando .n!ngú_~1. grupo de .. oíigen manufa;cturero e.11írentand~_!;i posíciún .. del .bloque..Qominante. ¡~ql},e

/ se poslula en ~ste modelo es una virtual íusk1n de intc-1 . - "· .

/" 1 r:se~ x.i1~.-?~ci1_laci.unc~ ~i:~r.~)e_ct\),r.es terr~ le!li,~ntes e industriales, sólo enfrentados por la clase obrqa. Esta s~ri;i la ro~ición tlesmollada por t.Ülcía des l'eña 6 ~ Nuestro examen tic la actuación de entidades corporati·

vo-grcmíales, pürlidos políticos y gobierno dur~nte el pcrí0úo que anali1.amos. nos lleva a presentar una Íimagcn del proce$o que :~~hna_Jodas las versiones del moil,eJo que se centran sobre una oposíción más o menos expre~~ entre

) gr~~U,::.i:.r.ale_l}j91teS: y· ~~~.~~s .. ~ª. _indus~rial, inclµyendo aquella según la cual no se daría.una aüanz.a sino una¡ coinci-dencia coyuntural entre ambm grupos. .. ,

Con Íos enfoques c) y d) compartiríamos, en ca111bio, lz imagen de una comunidad de intereses entre ambos s,ectores en esta etapa y también la suposición acerca de las1 !ímita-. donf:'.s que prcsentab;i su propuesta de industrialización.

Nos acercaremos a rl) en lo que se refiere a la apsencia de un proyecto alternativo de industrialización más profun­do dentro de las clases dominantes, pero diferiremos. de este enfoque en t;mto señalaremos que, ÍJ!.~Jlls.o este proyec·

¡ to limitado, no era percibido desde un .. ~omienzo como el ' p~Óycc~éi li.~gcin~nico indis~Ü~idp_.cl.~_ la clase domi.rante 7 ,

enfrentado sólo por proyectos de mayor alcance y ¡en ma­nos de la. clase dominada, sino,_gue ROr el contrario, S!l-1ª propia clase dominante se daba una o osición un ho ue.

prnceso no podría, por lo tanto, cunc~ptualizad c~lno

~· CRECIMIENTO INDUSTRIAL Y ALiAN7.A IJt: CL,\SF.S

f: de fusión de intereses, SlílO de alianza mire Í1acc1ones¿

ri::· de clase. · En ese sentido, a diíerencía de c1'.!rtos sup11cs1os acerca

de \a propensión hacia el desarrollo del mer<:Jdo í11tern~1

¡l. que sería propia' de los tcrraten1entes no incluido:; rn el sector hegemónico de la clase, encontraremot, precisarnen-

1 te, la __ oposi~i~n _más. decitlida al proyecto indus,triali1~Jur 1 ~ en un sector sutiord1nado de los tcrraten1cn.t~.s ). u_n;¡_ dar~ ~ "expresión ae esta actitud en un grupo pohllCO cons1dcr3do l ciPréSeñ1iíñt~ de la .ciase me<lia y la trnrgvcrn p1od 1Jcl1va :, f. lá Unibn Cívica Radi~Í.-··· - . i Nuestra imagen es, entonces, la de un proyecto que, ,1 Ji bien concita apoyo dentro de la cl:ise domínanle, no es el :f proyecto indiscutido de la misma. Su puc$la en marcha Y su Í posterior mantenimie11to exige la constitución de aliJ111.as ·f, . entre sectores de la clase dominante y poJrá, incluso,, :~ 'rcquerir la alianza de sectores aíenos a ella. No se lrat;1ria, l entonces, de una situación en -la que la clase dominante, '~.· unificada, quiere comprar la pasividad de la clase dominada, ~ sino de una situación en la cual la prcmínencia de uno u ~ otro proyecto está aún en cuestión y puede dar lugar a un ~ corte transversal dentro de la misma clase domin3ntc. 1 En de!lnitiva, lo que nos parece importante cxplor3r es ~· una línea que, tomando como punto de partida un proceso ~1\ económico de crecimiento ligado a la sustitución de impor· ¡J taciones, al proyectarlo al plano de los intereses y orienta· f¡. ·clones de las clases, nos permita conceptualiz:ar sus car;icte· f,· rísticas en ese nivel como disímiles de las formas "puras" \f de enfrentamiento propias del modelo dás1cc. ~~'-t~~t~ .. el U tipo de crecimiento tardío parece requerir la conltguram1_ ~ de alianzas entre sectores de ropietarios. agrarios e indus ~ lriales, mas qui: su en rentamiento global. . l• ·' En nuestro examen nos encontraremos con que 1

~ , terratenientes no sólo no evidencian el rechazo ahsolutci d f. las actividades industriales que el modelo clásico les a tribu i ye, sino que incluso aceptan ciertas formas de industnaliz.a ~ ción. Pero como señalamos al presentar el modelo ·clásico { éste último supone, además que la orientación hacía Ja ¡; industria es solidari:i de un conjunto de orienl~cione. V lí i

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.8 LO!:i ORJU!WES DEL PERON!SMO

sc,ciaks en general vaJ oradas también corno "progresis­tas". Lo que el análisis de esta decada pone de manifiesto es, precisamente, que el apoyo a Ja industria n_o puede iden­tificarse ingenuarnén te con la adopción simultánea de orientaciones sociales y polítícas también .. progresistas", negadoras de privilegios tradicionales, y partidarias, por lo. tanto. de un mayor igualitarismo y de una extensión de la pnrtícipnción política. O sea que, en los recesos de cre­cimiento rardío, el corte en cuanto a apoyo o rechazo a la industria no coincide neces:lríamente con el corte er.ti-e fucrus representantes de un orden nuevo. globaLñente upro-

i gres1sta" y un viejo orde'.n globalmente retar"datario, sino

r· l l

lCREC!MJENTO !ND!.JSTRIAL Y ALlANZA DE CLASES !

9

·!2. las condiciones qu~ Jo hicieron. posible y los pasos pau· ) . latinos de su configuración; . . 3. los alcances. y las !imitaciones de esa ahanz.a, vin_cu.ladas l a la~ limitaciones propias de un proyecto de crecmuento ! basado en la sustitución de importaciones. j El análisis· del í.ntento de aceptación y can;.liución de 'este proceso de industfializ.:ición, corutiluirá el JT.arw <len· 'tro del cual analizaremos, en trabajos posterioie~.las nuevas ·formas de res¡rni:sta al PfOCeso confi!;uradas por ei peroni.s­'mo como estructuración distinta de Ja aliunz.~ di: cla:,es, cu;o rasgo más peculiar está dado pM la pa;·ti.dpación de un

.. sector de las clases dominadas dentro ae la misma.

1 que dentro de los· partidarios de la industriali:z.ación y .. 1 clcntro de los sectores favorecidos por ella se darin eones. · · ·2. LAS CONDICIONES DE L.\ ALIANZA DE CLASES / fundamentales en cuanto a orientaciones sociopolíticas, 1 cortes gue obligan a complicar el modelo símple de \ enfrentamíénto social mediante la introducción del canee to

\. de alianza de clases, como condición ara hacer os.ible el

cstuJio de las relaciones de fuerza en la sociedad y de la ' heg~monia en el Estado.

Desde el punto de vista de Ja teoría, este-concepto de alianu de clases, que nos parece productivo para el análisis de las rdac1ones entre estructura económico-social y poJér poi ítíco, surge como central en la tradición marxista, aun­que no siempre se lo encuentra suficientemente precisado, en su status teórico sino más bien ref~rído al análisis de situaciones concretasª.

En la teoría socíológíca más corrlente, por su parte, el mismo no tiene virtualmente vigencia: tal corno en lo hab1tuaJ es conceptualiz.ad:i la relación entre estratificación y pudc:r, surge corno central la discriminación detallada de sectores de clase. pero no el estudio de las condiciones que hacen posible su alian<-a.

El caso argentino, a partir de los años 30, nos servirá como ejemplo de configuración temprana de esta línea de alianz:is de clase. En lo que s.igue, pues, trataremos . de mostrar: l. La existencia de un proceso de alianza de clases-en la

Argentína Jurante b d¿cada·dcI 30, y su contenido;

;En la década del 30, más concretamente a partir dt ¡r:1 1 .h · la industria argcntína entra en una eta¡:a de crcci1:ui:nto j / 'durante la cual, de una situación postergada, se transfurma· ¡· ·;rá en un decenio, en sector liJer de lo r.c011ornia. Rostcw ,e; su difwidido trabajo ubica el "despe~ue" de la ínüustm• ~! ·liz.ación en 1935 y Jos cbtos censales, por Sl~ parte, indican · 'que el crecimiento de la manuiar:tura en la ~rgentina, <'ntr.e . .1935 y 1937, iguala aproximadamente las cifra:; compren di· das entre 1914 y. 1935 9

• .

, . Este objetivo crecimiento de las fi.e1us ;)[oaudv~~ ~., \ podría haberse producido de haber mediado la upofü1:• 1

1 ·

.Je políticas gubernamentales. En. el dllá~i~í5 dt:I dc:sarrGUo económico de los paises de Arnenca Latina se: ha señalado \ va muchas veces ·la coíncidencia entre orien:aciones del Estado y crecimiento industrial a partir de 1930, expli-· c,ándola corno un producto del ascenso de las i:a?as medias que, ai participar aunque fuera de forma cor;i.partida en la e:1.tructura de poder, tiénden a superar la pultt1ca conserva- . dora de los sectores "oligárquicos" 10 •

Dentro de esa tónica aparentemente común para América · Latína, la "originalidad" del caso argentino consiste en que, precisamente a partir de 1930, quienes crontrolan el aparato del Estado son indiscutiblemente, las tuerzas conservado-• '

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! 2 L.US O~.IGl:.N<::; DJ:L PC:RON1$MO

· :J.:::::.1::,~us~r1~ prcc:mtent~ m;is que en el fomenlu deliberado ·-·, , ~~i_a_ divrnificación que hubiera debido apoyarse- sobre

-.--,' un~ cuhereme política Je ír1nrsío11cs 13. Estas, además. se 1•n~ritaro11 a la p[\)Juc.::íón de bienes de consumo. "La

1 prn:cipaJ caractcrlslJca de la inversión durante el pcri.odo

!:(\ J..: ~rec1m1cnto au1?generJJn rue un cambio de composición .·.!J mJs que Lle magnHud" (_ .. )"Dentro del sector industríal

,:'..1

(. . J las in1·er>iones se volcaron principalmente hacia ]as ~1·:;tdcs, mctalúrgie<!s, productos alirnenticíos y bebidas" 14.

i

La; tr:insforrnacioncs, además. se operadn solo en el sector · 111J¡;strial, manteniéndose inmoJificada la estructura ag' rar1·a

- 1 -;¡j d • :_,, rJ,gv ;en a o como característico de la induslríalización ·

~u.,11lut1Ya de unportacíones·is_

En sintc>is, el crecimiento i11duslríal, corno proyecto , :untrvbdo por J;,. "oligarquía", se limitad a cubrir un vacío

; i l!c1 1u<lo an terit1rmente por bienes úe consumo importados, ··> · füb1.c todo en lo> rubros alimentación y texiiles.

bt~s car;ictcrisliCJs rese!ladas implicaron. como Ií~ite ¡JJra el proc~rn. el csc:aso interés en ampliar y diversificar ti mc.rc:adu imerno de consumo en t:i.nto .se partía de la p1cex1Stenc1a del mismo. al cual sólo se buscaba devolverle b .:;;p:ic1dad adquisitiva anterior a Ja crisis de 1929~ la po-11bilJCbd de hacer rendir al máximo la capacidad ya instalada

. >;n . necesidad de grandes inversiones en maquinarias y' equipos, aumentando solamente Ja ocupación de mano de obra; Y la concentración del crecimiento en aquellas ramas yue elaboraban materias primas nacionales. • ·

Durante el per1'odo, además se intensificaron las 'inver-. swnes ex.tranjeras, especialmente norteamericanas, en acti­~1dades de transformación, lo que aseguró a· los grupos 1ndustr·1ales locales, al menos en principio, una "protección" e~pec1al de sus mtcreses frente a eventuales medidal de gob~erno que pudieran tender a frenar el proceso de crC:: c1m1tnto 16.

~ora bien, ese tipo de industrialización ¿debe nece­sanamente entrar en conílicto con los intereses de las cla~es p rop1e ta nas rurales? N.uestr? hipótesis es que eu Jos a1ses ex ortadores de materias runas como !a Ar entina

el crec1m1ento mdustrial limitado no perjudica necesada-

CllECIMtt::NTO tNDUSTl\lAL Y ALlAN:LA t;ll' CLASES

' <mrnle a los grupos agropecuarios en S\litotalitlad, en espe· -, .. ; cial cuandg. éiCsqüeiñ; clasicÓ 'de. divísipn del trabajo deja i .::) r de funcionar µjustadamentc. 1

Corno se ha señalado much•s ve.:cs la crisis de 19 2')

. marcará para la Argentina un cambio irascenderÍtal en su ; siluación. económica, al afectar su pri~ilegiado status de 1 país agroe:-:porlador, dcsnudamlo las ¡ilusiones del cr~t'Í­¡ miento ilimitado hacia afuera forjadas :a partir del oG. El . modelo dejará ya de tener vigencia frente a las respuestas 1 proteccionJstas que los países cenlra!cq:iondrán en pnícllca (como alterna \iva a la crisis. Un ciclo parecía clJncluiJo.: el

• . . d 1 1 l : ue la econom1a pnmana exporta ora wmo exc uy~11 e ; núcleo dinámico de la cconom ía argentifia. i Es entonces, cuando esos mccanisnios se quiebran, que ; el mercado interno deb.: corncni.ar a cumµlir u11 pJp1:l 1nás ~ central en el crecimiento. En meJío: d~ una t:risis que : ilunúna crudamente la vul~crabilidad ci<I 1 .:rna de la e cono­; mía argentina frente al exterior, las élit'.cs lraúicionalc~. qutJ ; han recuperado el contrnl del Estado, s~ ven favorcddi:! p1.1r ; la posibilidad de una limitada indusl(i~li .. aci1."n. en 1;0·::"

¿ el desarrollo de ciertas ramas de la rna[\ul'a.:tur:i es l:•Pilt. Je ~ permitir -sin modificaciones proíuni.;las en l.i cstn•.:tura ¡ económica- un reajuste del .sistem? a ¡l?;, ¡;11.:·10,s lenni11t:s ,; en que se plantea el comercio mund1ai. ¡J:n !a n11:u1l;~ :.:• ·;'"'

desciende la participación de las economías Jt:C»l!':¡JlnlJ-• doras en el mercado mundial, se h:ic¡; !H!•·crn:io. par:i .- nJvdar la situación a los nuevos térmi;10~. qui: lu~ i111pu1 til-• 1

cionés desciendan a Ja altura de las exponacioncs. , Este es el primer signo para la nuc1va alian~a que h'aln.i : e.le estructurarse; su limitada condjción. , !.a :.i;w:.:.:ión

principal qut enfrentaba a agrarius e i¡1Ju,tn:ilc> ·mcJ.:1l>1( , de las políticas de libre cJmbio o Je p1ol<:c~iu11is111u, pasa

a 1ener una importancia secundaria pha la fracc!ón do1,d­naote de los lerrateníenles que no r~cha:i:ará k~ mcdiJas tendientes a controlar las i111portacio1'ies, íavuredcndo asi el crecimiento de ciertas ramas JI! Ja, manufactura. En u11

punto en el que anteriormente se ubicaba el centro dd conílicto se establece una posibíjidaJ Je coincidencia.

Hasta la crisis del comercio mu11Jíal esa contraJicción

Page 10: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

. ' '·

IV LOS ORIGENES DEL PERON!SMO'

.. ras "oligcirc¡uicas". tras el intervalo abícrto en J 9 J 6 por el ra­dicalismo y a ellas deben atribuirse, por lo tanto, las medidas y propuestas estatales que favorecieron, de hecho, el progreso de la industria .. Esas fuerzas conservadoras no variaron. por ello, su con tenido de clase: siguieron siendo rcprcsenlativas de los hacendados más poderosos, tradicicr nales beneficiarios dé la economía agroexportad9ra.

Una alternatin para esta constatáción seiía que, aun controlando ei ap3íato administrativo las fuerzas conserva­doras, éstas no hubiesen podido resistir lás presiones de una oposición marcadamente favorable a los cambios de direc­ción industrialista. Como nos proponemos demostrar ·en 'el trnbajo, ello no sucedió en el período comprendido entre

,~ 1933 y 1943; duranle esos años, ningún grupo social o po­lítico poderoso agitó un programa de crecimiento incJ.ustrial más radical que el de la élite oficia lista 11 .

La consideración de estos hechos que a primera ;isla relacionan a una élite conservadora, vinculada con intereses ganaderos, con el progreso de. la industrialización operado en esa década en la sociedad argentina, abre un interroganie acerca de si el crecimiento industrial fue· concientemente'

li:i:_p_~ls_~d_o por_ la élite con.s.e~vador. a o si .sé desaí-r"oiió ~

. . pesar tle ella, como consecuencia no deseada de medidas que buscaban otro fin. · : · ·

Suponiendo la primera de las dos alternativas, es decir, la existencia de una orientación clara de sus fines -al menos en parte de la élite política- cabe preguntarse cual fue; entonces, el contenido de la industrialización promovida, a Jin de determinar si la misma afectaba de por sí privilegios 1

fundamenlales de los propielilrios terratenientes. En e.ste' caso se hubiera planteado una contradicción entre orienta­ciones de la élite política e intereses de la clase dominante, posibilidad no descartahle a priori, pero que no parece co­rresponder al desarrollo real del proceso, teniendo en cuenta que la única fuente de legitimidad para el poder político de esa élite estuvo én el consentimiento expreso de la "oligar­quía" tradicional.

El núcleo de este trabajo tiende a presentar el supuesto de que no lwho en el periodo contradicción entre una orieñ-

~ Cii:ECIHIENTO lNDU~TfZIAL Y ,\LJ.\N2A DE CLASL::< 1' ;,...

't~.ción pro crecimiento ind~stria'. expresada en el Estad~P .. ·y. los intereses de la fracc1on mas poderosa de l0s tcrratc·

0

nientes, aunque si la hubo con los de un grupo subordin;ido

~·de propietarios rurales.· . . . '· Por el conmrio, consideram~Lque_c~a.fraccwn, Ja __ i:nas podero_:;~ den~ro_ d_e .. la ~'.OiigarqÜía'~ •. e~..Ja.,quc mantuvo el con_trol _ _J_1~ge!119.nico:_2 • dentro_ de .una .. aiJanza de :!uses propietarias en la que se incluían, por primera v.ez, los mlc·

~ reses de los grupos industriales, y la qu: omnto la implan­~ tación de polític;is de gobierno tendientes a annonizar ~'intereses partiéufares hasta hacía poco antagónicos, con el !i? · objc'to de asegurar el equilibrio del sistema en su c0niun10.

~ La posibilidad de esa articulación de inte;eses, para. una

'socied;id más compleja y para un Estado mas hetcrogenco, " requeria cíert;is fonnas limitadas de industrialirncíó~ .Y .

~~ ellas· fueron promovidas a través de una coherente poi~ t1ca ~: oficial que hizo crecer enormemente las esferas de act1v1dad .. '' 'del Estado en la estructura social. j · El marco que hace posible la intcgraéión de los sectores ·' l i~dustriales a la alianza de clases estructurada con hegerno-¡ nía "oligárquicas" está dado por las propias propuestas de la

elite dominante que permiten la consolidaéión y expansión t- del grupo manufacturero. Ese marco limitado es el del

"crecimiento industrial sin revolucJOn industrial". A partit:: r' de- la abund~-nte literatura que la CEPAL ha dedicado al } iema existe consenso en los economistas en señalar que. e.( /,,.

proyecto de industrializ.:ición promovido_!~ la Argent in~ / -~ duraDlt-la -.a~~;da -del 30 es un eiemPlo claro de crec1

~iento a · artir de la sustitución de im ortaciones. Su resul iado será una economia·industria ero "no ínte rada" ba,

l sada en· una industria liviana, productora de bienes de

··.: consumo no -durables. Du.rañie e¡· perÍÓdo no apareccn1

~'! propüesfas orgánicas, ni por parte del gobierno ni por Pª.r.te '· de los industriales mismos, que profundicen esa oríentac1on

,·:

l.:· hacia la sustitución de importaciones de bienes de consumo } y productos intennedios, exigiendo, además, el d.es.arrollo. ?e ~; una industria de base o la ruptura de la subordinac1on r;. económica a los centros internacionales. , t _E! .. ~roc~~~_;_e_b...?_~.ará_. _:~pec.l:"!m.:.nte, en_la expansión de . ._

l ¡

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1)

14 LUS üRIGENF.S IJl::L PEROt-llSMO

\"OY\llllurc ;1111cr111r, Esl:! 1;:; la micnlac1,'1n prr.dn1;i111anle e~ entre intereses de grupos de propietanos agrarios e indus- ·IJ ~·.ili ti\'.a ~c,_,n('mÍ<.:a ba¡1J rl r,11bicrnu pro\·is1onal de Uriburu triales ap;irccia como central en la relación de fuerza~ entre. v· bajo 1:1 lllinister10 d~ Alberto ll11cvo, ya duran le la las clases dominantes y daba lugar a situaciones. de tensión presidencia Lle Justn. hastJ ag"sto de J<JJJ. . . . y enfrentamiento. Frente a un modelo de crecimiento !:¡asado . El propio Hueyo, (it1;hr tic ll:ic1cnua. trnar;i la s1ntesis en las exportaciones de artículos primarios, toda tentativa ue Jns objetivos ue su pl:i"itkil: "rl i:-4uilibr10 del presu­dc llevar más ;illá el proceso de industrialización ya existente puesto -dice - y el pago ¡iunl ual Lle los ,:qmprom1sos e~t:r· significaba un inconveniente contra la fluidez de un domer- nos e internos forman las h:ise,; rn q11c descanso la polit1ca do internacional bas;ido en los costos comparativos. J nnanciera del gohicmo" 10. ~or_~~-p_a_r_t_r,yn. 1de(~l.ogo, del

Pero la crisis. al quebrar ese modelo, sólo abri.a dos .scclor industrial. ,\kjandrn Bunge, rcc;ipitulará as1 la allernativns: 1) reducir Ja participación de la orer¡? gl\¡bal y pÜlftica ccnnómic·a-.. de ese

0

pri1;;cr periodo: "El :cmedio condenar a la cconom1:a a una paralización virtual en ~spera :iplic:idn a Ja conlr;1ct:ión económica íu~. alrededor de 1933, de una coyuntura mas favorable ·para .aumentar i;n ese ,l;1 rcducdón intcina de los consumos, de las inversiones Y momento su cocficicnle de integración en el mercadolmun- ucl personal obrero y comercial empleado. Y esas ccon0-dial; 2) modificar en parle la estructura productiva,!redu- mías agravaron la cuntrncción arrastrando al país al circulo

'.' cien do cicrlos itcms de las importaciones y sustituyéndolos vicioso que originaba la desocupación, agotrndo la rapacidad 1 ,·, por medio de la producción local. . 1, {de resistencia y dcsnnecicndo las esperanl.as de la reacción I'.· ' 1 1 •

sic u timo camino que [11e el Gnalmenle impulsad'o por ·por los me<lius legales y normales. P.er_o hay. -:Jgrcg:i- una!' 1., 1 las políticas gubernamentales, es el. de la industrializiación 'economía r¡uc no se hiw y que es, q1117.as, la uruca realmente : SUS(HUtJVa de 1mportacjones . , deseable: la supresión ue aquellas importaciones a que llOS \

Pero los cambios en las orientaciones de la élite domi· obliga un bloqueo que ha sido el impulso inicial de esla nante no serán, sin embargo, súbitos, y necesitarán un pe· cslrangulación progresiva" 19 _ Bungc define la primera ríodo de :idccuamicnto: la primera respuesta a la crisis, en alternativa gráficamente, como cle "reajuste hacia abajo". efecto, se planteó en términos de la alternativa recesionista. · : Esta "orientación comenzará a ser abandonada desde

/ El desarrollo más o menos sostenido de una nueva EºI íti- ·:igoSTo-de 1933, -·cuando Federico Pi ne do y Luis Duhau ': ca solo puede t1bjciffü líiiciií dnafes de Í931 con eJ a;enso ucupañ· respecii~amente los inlñiSieríos '(li:-Hacienda y de : ~ 1.

ª;:l,....i:..:,º.:.d .:.e r:,....;d:.::c~u.:.:n=-e=:u7i"::..:'o......c:.:eO-'-'I Íc:.11:..:' c"'o"-'e'-'-n'"'ca"'""'b""e"'za,,_,d,._,,__,,.,..._......,,.e""'i·~><><-;: lii A gr]~~ j Íu ra, Su g1:s ti ó·~ mar ca rá 1 as pa u t; s in i e ia 1 es para Pinedo, que influirá decisivamente hasta 1943 y gu~ pro- .. c;;:ñ-bi~s· en la política que el Estado propone a las clases longará, incluso, su ravitación en los rimeros actos del ·.'dominantes y abrirá, específicamente, un periodo en el que, 51.o~b~1~· e::_rn::o~m~i l:.!..il~a:.!..r..is!.!:u!..!.r~· do;oL.!Jds,.eLU.l-'l..:UJ.J.~u.ul..JJ"'-'-.>t....ll.t:.-;lil~".""-~-i. aunque no sin ui ficu Ita des, habrán de ar\ icu la rsc n ucvas

El derrocamienlo del radicaLismo significó el ascenso al : oiientaciones que S\lperartln los marcos de un eníren\amien· poder de los grupos económicos, sociales y pol'ítico; más ¡0 simple c111re sectores rurales y sectores industriales, estrechamente ligados con lo que se conoce corrio la · cstablecicndu nuevas bases para un reagrupamiento de "oligarquía". La primera respuesta de esos grupos repuestos fucri.as. en el poder a la situación de crisis no diferirá de la xisión ".: El propio .~!:lt1gc, a qu1;n lomamos_ como buen les timo- · tradicional: equilibrarlas finanzas, aun a costa de la recesión ' . -J·-r . ( . s <le los i:rupos industriales por sus econo.m1'ca, cumpl1"r con las deudas en el exter1'or y agu.~rdar · m_ll __ e· ~s o~icn ~c10ne_ · "d ·1· ~ d 1 u1 · · 1 d t · 1 -~· • . funciones de asesor e 1 eo ogo e a . mon n us na rnomcnlos mejores. la Situación era percibida como "tran• tÚgcn!ina reconocerá, én 'el "ya citado lrnb_aJO.~e 1940, que sitoria y el supuesto básico indicaba que tras un período de ~--;;;c-ii:i- hc~hÓ ·mas én es los últimos diez anos que en los ajuslc la cconomí:t argentina volv.:ría naturalmente ia la ~

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16

JO precedentes, con un balant:c muy fovorui)le. ~11tre los aciertos y los errores"."El momento Je mayor acc1C·1.1 -agre· gJ-· con actus rumfam~nt:iks, correspond~ J] pcr'.odo en que ,Jesempeñó ti minbtcrio de Hacil'núa el ~r: l·~Jenco Pin~uu, Jd 2'1 ue a~Oilü de. l 933 al 30 ¡k J1<:1<:111br~ de 1935" 20 .

P:irl la d..:íinkión Je esl:l nu.:va poli11ca el llan1aJo P;ictu ~oca-Runciman, susi:ripto por el guhicrno argentínu t:on el Je Gran l.lrctai1a .:11 J9JJ, atlqu1rir:i una inlluen~ia deter­minante cuma nu<.lu ctntral que cundicionartl la posibilitlau Jd cambio en las uricntacíones tk una fr:icci011 de los . prupic1arius tcrra1e111c11tcs, ;i la ve.! que provoc~rá un clivajl! p1oíuntlu e11 lm grupos rurales. . . · A partir de su llm:a, el sector agrario mris poJcrnso por ser d más ligado al comerciu mundi:il, definirá s~. nuevo *istt frtntc a la irrev~r>ibl~ situación creatla por e.I 1 r;itadll Je Uttaw~. que íirm~run lnglJJtcrra y sus uom11uos Y que amenazaba pcrjutlicar gravcm.:111e a Ía> cxpnrt_:icíunes Je ca 1ncs arllc111i11as, y puJd corno ~or.s.:cuc11i:1a de ellu, a..:eptar una poi itíca de mayores alcance: y ~1ás utirnbcb

l que b trazaua hasta entonces. Cumcnwra JSI' a u:fi111~se u~ nuevo bloque de po<.ler, a partir de nue\as lormas 1.k. ali:;r.:z.:¡ entre l~s clases propict:.rias, en las 4ue d Stctur• industrial comcni.ará a 1umar partidpación, casi siempre a tr:ivcs i.Jcl rul equilibradur 4ue en l:l estru.:turJ cc~n6mka cum1cnza a jugar el :apital finandero, con10 med1:iuor ue las í11versío11es en el ag~o y en la ini.Justría. faLa nueva

· 1 J ·' I E 1 J ' a la vez, mjs

1 siluación hara que_ .e p~pc ue .b a u ,ea, í111purt:inte y tarnb1en mas complejo. ,

El pacto Roca-Runcíman se firm:i rn mayo ue. 193.J. Brevemente, el rnismu g~rantiz..a nue,_"cl Re1110 U111r.ln no unpundrá res! rit:don..:s a la impunadón J~ .:ame vacuna enfr1aJJJ proccJc11tc de la Argentina, 4ue rtJuzcan es~s

unportac1oncs a una cantidad inferior a la irnportad:i e1'. .el trimestre com:spondie11tt! del año 193::'.". Esta concesion uiglesa a los proJuctorcs uc c:irne cnfriaJa ("chiller.J"), el SéCtl.lr mas 1mportan1e de los hacendados, importaba, U!l:l

serie Je obligaciunes paraldas para la Argentina. En pruner lugar, que ti 85% de las. liccnci:is de 1mpor1Jdón Je la

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c.1111e :H¡;::ntinJ en ln¡;luierra u.:biu. ser di.s1rilrnii.Ja P•H l'i ·~-·hkrno británko. lo que signiÍícüba cuns11lidar el lfus1 ·lr1i;orífico y u los eanadcrus lig:1dus u d. Nada m:is que el ¡ ~% Je esn cuota quei.J;ib;i a J1sposició11 t.lc! ,::;:,1·:11;1· ·11 · g,,111ino, peru sólo en carn que ~stc o los ¡;;111:idcr11; ill'.'l~r:;11

la .. propiedai.J. control o ü<.lministrilcíón de c.111p1c;;.s:, ."" 1if1ws) que rw persigan fines Lle bc11cl1c1u 11_' 1v;"J" , Además, el gobierno argc111i11u s~ co111pru111lJl1J, e11:.e otras obligaciones: 1) a mantener libre; Je 1k1c•lius d .::irbón y todas lüs otras mercancías 41.1e rnl•rn•;c; '"

1111portaban libres de derechos;:!) respecl!J .¡,. :.,, : ... , ..• 111:1· ri,111es ut: productos ingkses sobr~ rnyus Jcrcd10~ ;•1.h: ... ,,;·

r•·~ Gran !3retaña géslíon~ba una rc<.lucción. 'lllv.,· a l:n> !Jt1s v aforos vigentes en 1930, <.11111¡;• 1111c1ié.,d.t••· .:! : h1rn1~ ;irgeniino a no i111¡:.011.:r 1ungun nllL'\'u tlért'd1u 111 ::11mcn1ar los· existentes 21 •

~ El cunvenío Sl!;llific:ilrn la accptucíúi:: fHlr pu1 le Jcl Eaauo aq;enlinu, <.le las rcglu~ Je juego 1111pucs1as pt>r 1•1' i11µkscs para m:inlcner el! fu11dwia:11icnlu el i11lérc~nil.p1 bila1tr:il. Es:is nuevas reglas obligurían a una adapra..:1011 uc la política econ6micn d!! las dases do111í11¡¡11lcs argl.!1ll111a~. a i111 <.le n1antrncr la prosper1dud de! seclur gun:iucru 111a:. privilcgiai.lo, no sin qut: 0tros grupos rurales íllélHJS puJ~­rusus :;ufriernn inténsa111eolc ese reajuste. Cumcnl:i llalpcrll\ Dung.hi: "E"n la ganndcria, sobre todo, esa situación estaba t.lcs1inatla a· provocar vivas prorcsta>, pues era un s~i:ltir d.:

nuestros grupos <.lirígentes 1ra<.licion:ilcs el brut:ilmcnte ·apartado Jcl nucJco privilegiado por la nueva polit1ca ei:onómíca. Esta diferenciación entre los haccnu:i<.los ( ... ) se transformaría en el resulta Jo deliberaJo Je un:i poi itic¡¡ econiímica oficial" 22 .

i AnJ!izaremos más aJcl;intc l:is ~i~r.:nc~~1':1~~~~--qui: se pro<.l~~!!_!!~JL~!flse_ ganadcr;t_cu1no cunsecucnda de la ímp"iantaci6n de 1~1 mcditlas tslipulJdas c_n el P~cw Ruca-Runciman, diferenciaciones que marcaran d cJiv¡¡ic 'más importante .dentrn de l:is clases prup1etarias durüntc el periodo considerado, d~r.!ilEill~-º .uel .e Je del. conllicto,...;, el enfrentarnirnlO.'.'puro ... entrc agrarios e ínuustrrnles. / - f:."í"c~-nve-;;-10 Roca-Ru11cí111an trula aparej;idu el prec.Jumi-

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18 LOS ORIGEN ES lJEL PEROlilSM(l CRECIMIENTO INOUSTRIAL Y ALl.·\N/ .. ~ 111·. CL,,<;1'.. \l.I

11111 del ~íll!JI' r.:i11adcrn 111;i, privilcgíado rn b orienl·di:i6n de Las argumentaciones dcsarrollad;i< en el nrnn'm •ct1i í''" · la cconiiml:i ;irgcnlína. Se trataba de l;i consnlidació11 de l;i el íngeñiero Bunge-ticnen especial interés por su c;iraclcr ; . supremaci;1 del grupn sor.ial que h:ibía sitio desplazado del prograrnfocó y-¡iorqüC e!ÍÚ ... r.eaparéccf3il,cils1-1e.x111al11Íciik.' poder pnl íl Í\:o en 1916. en boca de ·p¡fiédo y buha1lpócos meses des pues.

Es1:1 siluacíó11 $\lscitó, en un principio. grandes recelo; - "La Argentina -in::inifestó- es una nación dcucfora con en la Unión lnduslri::il. El temor m¡js serio deri\'aba tk lll. ·obligaciones públicas y privadas por valor t.le )00 millonrs rnmpro111ísm ;icerca de rebaJ3 de aranceles para la fmport;i· de pesos al año. Es para nosotrns una cuestión t.lc ho1l<lr ción t.le manuf;ictur::is inglesas, que amc.naz.aban echar por . procurar que el saldo de.1 comercio externo mi sea 1nfcrn1r lierra con el aumenlo del l 00/o de impuesto a las importado- a esa suma a fin de que podamos cumplir con 11ueslr\ls nes, cst;iblccido por el gobierno de Uriburu. sagrados compromisos. Mientras descienden hJ$ prcciv> de

Entre m:iyo y diciembre de ! 933 la Ul/\ de$arrolló una nuestros productos y disminuye fuerlerncnle el v;ilor lo q11o: ag.it:ida c;i111raii;i en dcrens;i de los intereses de los industri;i- el mundo nos compra, como ahora ocurre. nomtru.1 c.11.1mos les que cul111i11ó con una suerle de pacto tácito con el go- :aumentando nuestras importaciones. con lo c1wl el saldo u~I biermi. ·intercambio declina rápidamente a menos de la mi1acl'

F.n m:iyu. un manifiesto de h1 UI/\ advertía, alannJdP ·Es .un deber de honradez n:icional rcdu..:ir las cnmpr:" , sobre u11;i '"1ende11cia ecunómica que sólo contempla lm ''que no podríamos pagar sino a rie.1p,o tk una m1HJtorra. :i,.,.,.

intereses agrnpccuarios" (y que llcg;i) '"al arbitrio de propu· riesgo de la suspensión del pago de nuestras ohli¡;ad1111rs ner y prestigiar el .1acrifit.:io de la industria manu[:acturcra privadas con aqudlos miles de ciudadanos iri¡:bci y uc como linico medio de mejoramic111u del comen:i~ de ¡;a· '.otras naciones, que invirtieron sus ahorros y clep1i>ilarnn s11 nadus y rcreaics argentinos" 23 • ' . confianza en este país y en sus humbres"" 25 .

Un mes después. organiza un acto público int1cnlando .; La ofensiva de la Ul/\ prov\Jca una respuesl a del prcsi­

ampliar las bases para un frente en derensa de la ir1dustria. dente Justo. No se trata de perjudicar ;i la ind11slna .. tlic~ / f'..!!,!r:iJ.o...s..9.radores, a~emás de. Luis Colombo, p:es~p~~~~ de . que "):\a adquirido ya en algunos de sus aspectos un:1 impm·

(/.)1 la UI/\ y tlcl asesor llungc, figuran representantd "de lm ·tanela evidente". Pero -agrega- '"sí q:.ieremos vender nu - ·oh re ros y de IÓs eñi.plcatlos". Es la última vez -y !creemos :·podernos negarnos a ser, razonablemente, comrr~tl\Jrcs dc:

que la \mica- en que la Ul/\ postula una alianza con los lo· que pueda adquirirse con ventaja"'. Y cQncl•;yc: '"F.I sectores subordinados d.el área industrial para op

1onerla a .·problema de esta dificil materia tlc gnbir.rno y. ~Pl'rc 111J\J,

los intereses agropecuarios en conjunto, y que· efectúa sus ·en momentos tan turbios de la cc:unomía univcrsJI. está rn reclamos no en nombre exclusivo de los intereses empresa· "encontrar el necesario equilibrio. la justa mdit.la .. 20

rios, sino del sector industrial de la sociedad, considerado · · Las demandas de la UlA eran limítad;is y esa Iimí!J(Í!111 • 1 •

como un lodo. .· 'era uno de los punió? centrales que ha ria pusihle el acucnl". Los reclamos son sintetizados así por Colombo:. "Quere-.. En efecto, frente a las consecuencias que pod1;i acurear C'I

mos que la s;ilvcdad que se hiciera en el protocolo: f1.1111ado . convenio Roca-Runciman, ¿qué se reclamaba'! ··se r1dc en Londres por el eminente ciudadano Dr. Roca ~ca cum· solamente -responde una nota de la l.11;\ u Justt> que 11(~ plida con toda !idclidatl por los que han de con;certar el se. disminuyan los aranceles aduan.eros en todtl k1 que µurd:1 acuerdo definitivo, en cuanto aquél estableció que :1a rcd.uc- afectar al trabajo industrial. No hablamos ya dei pnrvc111• ción de los dcrec.hos aduaneros alcanI.ará hasta ?onde lo ' de las industrias, no estamos dercndient.ln su pmgreso ;iµr~· permitan las necesidades fiscales y el intcrcs de la~ i~du~lrias , ga el memorial- estamos sólo dcfrnJiendu su cxislrnl'rn nacionales" 24

, ;· actual" 2 7 •

Page 14: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

21 LO!:i OHIGENJ::S DEL PERONISMO • l ~RECIMIENTO INDUSTRIAL Y ALl.-\NZA llE CLASE!:i

.. . . . . 'a través de representantes directos de sus iiiter~>t!s 4ue 1 bcia lincs de J 933, un esbow d.: ru.l111ca or~an1ca ocupan importantes funciones de gobierno- las 111cuidas

cun11c11za a se.r ciJboradu pur .d nuevo equipo c_conom1co Oficiales que, indirectumente tienen co11s.:cue11cias 111J11s-qJue ,;ecmplno a .r.lucyE .. º· En d.1c1cmlbri: 7e anuncia u~ Planl lrialistas como el control d~ ca111bius o el "u111~111:; ,ic r "ecstru::turac1011 cunomH:3, e pnmc.ro posterior a . . . . . . . . . . , , , . . . .. e

rc•pbn!to ublig:iJo pur el Pacto Roc:i-Runrnnan. El mismo grav~enes._ achli.:adas !Js ¡xpuflac.1oncs, deben acl11cars 111duyc, básu:a1:i.:11t(, el Contrnl de C:imbius, la creación de lambien.las 1mport~c1ont!s. Juntas Rcguladon1s de l:r Pror.iuc1:ión y d desarrollo de un Esta teoría fue expresada con tutlu cbritlad pur los pl;in dt: obras públicas. l.a> mcJidas propuestas motivan de Ja representantes de la élite poli1ka. In ter.:;~ :,1.•·--•::J.i,.:¡¡tc UIA "su más wruial apoyo y uuspicio a esa política, en cunnJo es el min.ís!ro Duhau quien la f'.lr·'lu!.: pu1 1r~:Gf't.:

.:uantu 1rasunt:i signifh.:ativamrnle el deciJitlo propósito de u~ vocero c.lirc1:to de los h:..:cnJac.l"s más puui.:rus1JS. Je 1.kfcnder y estimular el trabaí<l del pais" 2 ª. Dv!rnu era un gran "invcrnadur'' y lkgé a la prcsicki:t:1.1 de

El Plan traía aparejada una devaluadón del peso argc-n- la Soc:etbd Rural Argentina cuant.lo e:1 ella cunsu:i.iJ :u tíno, pero junto a esa medida se instrumenraba un control dumrnio, a line~ d11 Ja déi::ada del :'.íl, d :_:wq11 ":" 1.:1c-:i;d;·d1:s tle l~s dirnas p:ira la impo1_1ación. La devaluación -una ·ilnc.ibdos al ¡11gorífico y por lo tan tu al c:omemo int~·r­n1d1da que favorc..:c exclusivamente a los exportadores- 'nac'onal nu 1mpiJió la adhesión de la UIA. Esta, "defraudaría las

1 ·

.. En un discurso pronunciado en uic1c111b1 e d·: l '.i'\ 1 :il !l'f finalidades que fueron propósito Je su constitución ... si por rnnsidtrar qui: ~stas mediuas no atañen directamer.t: a inaugurada la E.xpos1t:ión !11duslfi:.il 1J.['.::1:í;:al];1 l'''r :" UL\,

, l:.i industriu fabril se mostrara indifercnlc. Muy lejos de ello D;ih~u ddinió el nuevo ciclo que se abría pa1.1 la -=~unumiú '-, \ y aunque para mud10s induslrinlcs que ucbcn adquirir ~15t!'nli11a: "!la concluido la etapa histéirka de 11ucSir') ., 111:.itcri:.is primas cll d extranjero la rct.luceiún que ya se ha prodigioso desenvolvimiento baju el ..:sti11111lu J1rcclt• ck la

ins111uat.lu en d v:.ilor de nuestra insignia monetaria puede econumin europea", dice. El punto di: pJrlí-J" 1.kl ;;.:1llliio serles perjuJicial, entendemos que se trnta de salvar las es la nueva situación del c.imcr•.io 111undi;i¡: "::'. . ., .. •· act1~1uaJ.:s v1lalcs para d país y que d relativo sacrilicio: demasiado pequeños en el conji1i\lu Jd 111 ·_,r,-:" ,1;i1~ ;.;,.;,:r que ellas pueden demandar es, no sólo una contribución las corrientes tle la política econ(lmica mundial, n11e11'.rus indíspensublc pura el beneficio de la coiectJvidad, sinu, I

as grandes potencias se empeñan en pu11cr nu!'V:;> 1rab:1; :11.km:is, parn los propios intereses fabriles, cuyo desarrollo ~'· seria utóp1cu .:un un mercado ínterno a¡;utado en su capa- al inlercambio". Refiriendose al p:.isauo, aJireg:.: ''l.J Arscn· ~ cid'1LI Je ¡,1t.Jqui!:iki6n y en sus recursos" .29. Aquí, como t!n ·tina podía obtener buena p:i:~c de his 1nanur2ctur::; q1.rc

/ ·::::· eJ texto Lle U unge ya citado, :.1parecc dJra una caracteriz..a- requería ya sea pruúuciéndolas Ui1t.!t:l¡JJnt:11lt! u y¡1 obtc1111.!11-

.:ió11 e.le l'n nccesidat.l de la 11idustria, a la que no se postula dolas en los paises extranjeros mcdiame el canj~ con sus comn cnfrentatla a !J hegemonía ·'olig:irquk:i": antes b-íen, pruductos agrarios. Lo más económico, lo más provech()'" el upe! de IJ industria aparece justific~~o -en o inión para el país, resul1aha wn frecuencia el liltiino prú~~úi-

c us ro 1 · . _____ ·- _ ·--· -·---·: · ¡njenlO, el procedimiento del ÍJ~tercambio". Y luego Je del sistema en su t:0niunto. señalar la compresión de la capaddac.l tlc compra en el

Dur:intc touo el período que arranca a fines de 1933 y exlerior "por razMes ajenas a la voluntad Je b Argcn!tna", .:ulniina cun el c.lerrucur~1ien1ll ck los conservadores diez concluía: "A la industira nacional le tocará, pues, rcs~r~ir 1

. a1\os ucsµués, est:r solidaridad de orienlacjqnes entre_los a la economía argentina de las p¿rdit.las incalculahles que¡.,,

. ¡ \. incJust_r __ la_ .. lc_s_. v el E_- s_iado, s1.i111~1Ído ·.¡-la hc•;cmonía de¡ ~~ctor . r· - -' . . o provienen de la brusca contract:ión de su comercio ex-¡·

·. ganaut'ro mas pnvtle~ado, se mantiene. Los grandes hacen- lerior" 30 • ,

tl;ic:Í1~s~bligados ·por b situa.:ión externa, modifican su or1.:11taci1\n librco111bist·a tradicional y avalan -¡¡ menudo

-· 1 , .

Sera a partir de esta t:llni;cpci611 q11c s~ forjud 1111:i IJ:i;1:

Page 15: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

,' 2

~n11 11111 U\ ''rir.ntarH,•Jc'5 entre lus ~c:toP:s a¡;,rarios domi· 11 ;111fe~ , lu:: ir1d11>rri;ile:;, Potlria argumcntar_s_c -y se ha ¡-,,c:11,i. · e¡•;~· la cui11c 1drni:i~ ;ería me:ai11e11te coy;i_i_l_!~ral: n"• '.:~ b rn,(1·s1dad de cierta ind11slrializ;iciói'i el punto de c:ui:ílv•:llda s1111~. <.:irrnmla11ci~Jmcnlc, alg:1nas medidas _de t1pc i'isc;il que i11tr1r~a11 :d gub1erno y a los grupos agrarí_us para \11'.llllcncr c·I ~lal11-q11v. sometido a fuertes presiones pr~r el Jcsmc¡ura1nio:11!0 úe bs relacioncA comerciales, 111ed 11:bs que lus inJ11stmlcs :iµrovcchan para desarrollar s1:s pr11p11r; intereses.

El pu:iln .;rntral >er1':i, siguicndrJ ese rnunamiento, la pc1~1Ción d~l ll''biemu. ner.e~iclad de evil<Jr ;;J déficit ,de divl':ns, el cklic11 dr !a bal<n'la Lle pago5. Los sectores agra' ri1;s :1rcpla1 ían morncnl<inearnr.ntc Ja nucv;i oríentaci9n: pc·r..i >er,111r1an nia11lcnicndo $U uplisiciún a lodo proceso que co11sr.Jlidara en f(1rrn<1 pem1ancnle un crccimicntu de1 la induslri:i.

Nuestra hipótesis Y¡J más allá, üllll accplanun el c.1rác¡cr d~ prccípíla111c inicial úe los cambios r¡uc pudiera tener dic:1a oricnlaci611 !al como acabamos de resumirla: los ~rn¡rns ng1 arius nnÍó privilr.giados, uua vez resue\I~ su in,tc­grndún en rl mcrcatlo mundiul --y esto es lo que conscg\ii­rán ;¡ truvi:s del !'acto Roca-Runciman- se ven favorecido~ por el pr(lccso de ::ustilución de importaciones. !

be hcnefkin compartido por los ganaderos más podero­sos puELI~ ser conccptualizado de distintas maneras, p~rticn­d·J $Íemprc del carácter limit~do dei proyecto industri~li-1.:idor: · ,

1) r.n lJnlo hubie>cn cumem.ado a inverlir directamente en ínufütrias o cstU\'Íesen vinculados a ellas a trayés uc grupos financieros: 1

2) r:n tanlu, a11nq11e nu tuviesen inlcr~ses tlirccto~ en ese scctt>r tle la economía, advierten que Ja exist~ncia¡de cicrtíl indumiali1.aci6n permite un mejor funciona· miento del conjunto de la actividad económica, que pennanccc bajo s11 hegcmun ía.

La primern hipótesis provee, sin duda. un firme funpa­m~nlo cxplic:1livP para 13 coincidencia enlre ambos sectores, a 1rav1!s Je una vi11(ulación varias veces señalada y que

1

ÍÚ:C-JMIENTO 1Nl11JSTRl.'\L Y ALIJ\Nl.A OF. CJ..ASF.S .1 .• ,r;·.•

e;¿~e mayor exploración para establecer >U intcnsiü~d. es ~¿ir, para establecer hasla que punto más que anlc una . Ji~nza de.clases 110~ hallariamos ante una fusión. Nu ohslan.;.; r.~·la; sq~unda hipótesis ofrece por sí sola base suficrcnlc · 'rirá ·explicar, en ¡;rincip"io, 1:1 rnhcrcncia ele una políl1ca .;;

'"\;bernamental en manos de una élite conscrvatlora dr base ; :: graria que, a partir de 1933, n~i2!_~~2rcc_e _ _a_la indmtnD ·.·;¡:· f~dircctamcnte sino que intcnla hacerlo a travc$ de ~u.:c· ·~· ivos prny:~~¡cg,;~E~S. '.._C~Q1_1Üc!c.~.9~~~Jl-~'._?tl~i q~e '(__,;_ :,;. ierto grado llc-íiiduslnalización es funcmnal al s1 :lc111J. :: TY~s ~ipüfi:i1iic- subrayar· qi1c. inClúso. ¡iaítlcl1d,1" (V'!a ,,; fiipúlcsís de Ja vinculación dirccla o la fusión, la ba~c dr "!; ~oincidcncia rxplidtada en Ja segunda hipólesis si~u.,; ,_ .. 'ícndu relevante para rnracterizar el prnce>o no wrnn un biso en el cual la c:1iste.11Cia de un cenlro únirn de rnnlr~1 I dé'1actividadl'S diver"1s pennite !'<lcriíicJr 11tilidatle' c11 1111 {éttor para a11menlarlas en otro, sinc1 como 1111 c~:;1i en ,.; tjüe rcrnlla po5iblc favorecer al mismo licmpo J "mh 1s ·ectores. ~¡:ts probable que hasta 1 CJJJ las mcclid;is pr0l.:cdon1S1;;;; que se atlopl;irun, coJ110 el cunlrul dl' crn1bius, no 1UvirrJ11"

otro fin que ''la dclerminación de rnntin11ar cscn1puln~J­rni:nlc al secvido de la tleuda pública externo". \:.'.]'~ro a medida que la perspcc1iva de retrotraer la siluJ•.

c1ón ·al esquema vi¡;cnle con an1crior1Jad a la nis1s se· akjaba, la promoción de la induslriali7.acit'n s11~1i1111i"a dejaba de ser· una consecuencia secunda ri<l de mcd;J;is tendientes a satisfacer otros fines, para lr:msfnrnwrsc en algo ai:lonomo, pern integrar.le de un plan coli.~1e11lc.

:;_Este plan cncuenlra su sislcm~tización más complcl¡¡ en 1940, en oporlunídad de f;is mcdiuas clab11ra1fas por f'~~kri~ o Pincdu en su segundti paso pur el 1mnislcriP de Hac1cnd:i. e.ro se hall;i antidpauo por proyectos anleriurcs tic 111 rus cpresenlanles del oficialismo.

·,_. !;'.n l9JJ, pur ejemplo, Matías S:ínchc7. Surondn prnp11nc '·ii 'Plan de Rccslrucluración Nacional en el Scnaun. l'I

isnio· incluye, enlrc otras medidas, éstas, rei'cmbs al régimen aduanen> y a la producción Industrial: "conlrul t.le las· impurlaciones, establecimiento de derechos a<licionak$

'·· .,·

:.;

Page 16: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

24 LOS .::llUGENES P!::L PERONIS~ -i.:~1'CIMlf.NTU INUUSTl1.IAL ., ,\Lj,'.!";:/. llt:. CLA~ES 2)

que ncutrnlicen d efecto de cuaJquit:r fonna de dumpin Lrwres 1ndus1rh;lcs, qu·:· r,L• •1;•11 111iis ¡¡JJ¡j ucl 111a1d~111· 1101mas de 'drnw back', supresión de las liberaciones !inícnto de cicrws barrer~" pWl•::cinn;>lilS. E11 IL·~ hcr.!111>, derechos, preforencfo en las licitaciones del g.oblerno ~- dio ~1! limitará el rcspillJo ,,;1:J1al pu.:>, pur Jivcr,;;,s producto tkl país, creación del Banco Industrial"

3¡ ~iawncs. ios planes mas intc¡;r;1ks w1110 el Je Siind1.:L

Punto por punto, este proye.ctu recog.c lodos los red• !Sorondo en 1933 y el de Pinedü e11 1940 11u lkgan a ser

1

mos, demorados desde hacía décadas. de la UlA. Es, adema!iaprobaJos en el Parlani.:1110. 't. un anticipo casi textual ?el Plan Pi_neúo ~e 1:40. . . · 1¡ Lu i]Ul! in.1acsa dcstucar. en prn:c;J'"" '' qu.: en la

Ninguna de esas medidas parec1a chocar ~on la ?P~sició ·¡cestmcturadon t•pcruJ:i en la ccuno1n1a a1w:1111n.1, iras la de los grandes ganaderos, si lomamos como buen m~cad 'l:risis n1undrnl de t~~~J, y como 1ra11slcií111 ih: 1111a ~lapa tk de las acllludcs de éslus a la Sociedad Rural Argentrn~. E l•crccuni.:1110 l!acia af;,¡cr;," a otra t.Jc '"crt:cimi01110 ha•:i:t julio de 1933 el presidente de dic~a institución, H~ra~i ldc:itro", SL'n h1> ~rupos trnuic1011aks quienes i.1111un la Bruzzone, decl:iraba, luego de senaJar que no eXJsti lnicbtiVJ para el rssaje en el marco dt: una c'~!ratc¡>.1a .:u:•'..J antagonismos entre el agro Y la industria: ''.Es verdad q . fon1eriidu trazara cn11 toda claridad F~dcrico l'incLiu en in>,·. nosotros siempre hemos conceptuado contraproducente .e d~b3 11:s JI! J 9'10: "La vida económica del país !!ira alrcJt·d1Jr \ proteccionismo aduanero para .ciertas. clases de ind:istr ·de una g.run 1 L•cda maestra 4t1•! ~~ el corncr.:in cxpür1aJ..ir. \ que sólo pueden vivir e~ aquel 1nver:naculu a;ancel_anu. ~o ~usotros no est~in..is en cu11Liiciont.:s. de fet:n1pla:i.:1. "·"'

1 ..

cuanto carecen de cond1c1ones propias de eXJs!encia soh .rucd~ m:iestra, p~ro estamos en ,:,1nd1c1nr1·~~ Je c:t:"'· ..,¡ , / en el clima de nuestra economía, pero ahora nos encontn laJo de e~~ n1e::arnsmo, alguna~ rut:uils nm1u1~s que ¡;ern1í1:rn mos todos de acuerdo en la necesidad de ayudar ª ~ierta círculat::ón Lle b riqueia, cicna ilt:liv1ú4d ccr,nó1111ca, organización Je industnas que puedan pro~perar. transfoi la suma de b cual manlcnga el nivd J<! v1Ja Jet pudilu :1

mando las m:iterias primas tan varias y cuantiosas q cierta ulrur~"34 . . d l n 33

nuestra tierra produce y !:inn a grnero;amen e · . •. Ni las org¡¡11Jzac1uncs emprcsJrias ni 1u111~u11 p:1rl1>1•1 Á partir de la década del ~O se advierte, P.ues, q;ue la: ~olíticn, dentro dt: las c!a::cs p1upíc1un:10, .is1:• . .i .. 1 •11ro:

1/ argumentaciünes de! prole~c1orustas. ~ !1brec:un~istas P!erd proyecto !r.du~ trialisra que reiormu:c u ! ,¡,;i ,_,,.Ji •. : • ""'.

· 1 vigencia y como centro de la opo~1c1~n entre md~st:iale_s. programa de ]a élite domín:rntc. Al cu1~1ra11 .. : '"""" '" '"1:1

agrarios. Por el contrarío: una llimtad.a industrial.ixa_ci_o con el principal partido opositor --el rauiru 1i:.111u··· 13> tiende! a formar parte de Ja eslr.iteg.¡.a de los s.ectores agran discr~pancias en este punto Sé fu11dan1c111nrá11 n p:•rtír ut: dominantes que, a través de sus represe'ntantes, tratan d los ·:~xruru.:· de la indus!riuU2!:!2!.!_Jl.!2P.llt:S.!!! .. Pl.'.I.S! l"J articular políticas en esa dirección. 0ficiulismo. ----

L:l cr;s1s del comercio mundial y el descenso de 1 ¡;- ---··-participación argentina en-él mismo dcterm~.ª un "vacío J. LA DlrERENCJACION lNTERN.·\ rn ;:, .;l L l'UR en la oferta de bienes que puede ser cubierto por un AGllOl'ECUÁRlO Y LOS GRUPOS 01: Ül'0:,1CJüN industria nacional preexistente, lo que permite_ un n:ej , funcíonamíenlO dd sistema sin obligar a modificacion tkmps diseñado la posibilidad de que, a p~rltr Lle: la~ nuevas

¡,.¡ profundas en la estructura económica. Esa ind.:1'5t!i~iza~ió• conJiciunes asumidas por el comercio munuial, los intereses ' a1 menos en su pnmera etapa, bajo control oligarquico articulares de hacendados e industriales cncuentre!l un 1 no altera t.:lmpoco .la.s estructuras de dominación tradici !ano d<: coincidencia en las orieolaciones hacia una \ nales. · dustríalización limitada, formuladas por el EstacJo.

A esto se suma el carácter limitado de los reclamos del ' ¿Qué sigllificaci0n tiene 'esta po~il.Jiliúad i:omo caus~ de

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26 LOS OR!GENES OEL PERONJSMO ;fRECIMIENT\J INDUSTRIAL Y /\l.IANZA DE CLASES

~: '

27 I·¡; '

diferenciaciones inlern~s dcnlro de las propias clases do .Estos son -sc~ún sus palabras- los g.an~deros por excrlenci;i¡, mlnanlcs·! Nuc:l1:1 hipók'>ls r:~ rp1e, (li 11H'i10S h:i:;t;i l;f:~~ lt)$ :l'Ji,.;¡;fir:i~s p;.-- .. ::\ ii~:T~. ¡ q;: ":.,,,. .... ~::; !:i; -,:·. ::-n CJrnbin, segunda guerra 11p111dial, no se prod11cen fr;ig.¡11c11l~cionc~ cs\ar1;i:i · ·' •:u< .,, :· ".,,_.; ;:;' ·-, ·:s: .. ci:rn\e que significativas en el 1c11n de lus induslrinlc.> y que, en cas1ll1J;.p,cl veruaucru gan;idcr,o", Son quienes venden d¡¡cclamente de haberlas en gérrnen, los industriales pequeños y mediano ·.a los frigoriíicos y en ese sen lid o constítuyen la capa concentran tan p.uco poder eéonómico y tan escasa fuerz privilegiada de los hacendados. Giberti comenta la nueva de presión, que la hegemonía dentro del bloqut industria , ~it~~cion en estos ténnjnos: "Se erige entonces en casi se manlíene, sin alteraciones, en poder de los industriale :rueño de la situación el invernador,, que ya no es tal por más grandes y tradicionales, vinculados con el capíla 'rnc.ontrarse cerca de Buenos Aires, como en la época del financiero nacional e internacional, cuya r.epresentació : saladero, sino por disponer de buenos pastos en invierno y corporativa inviste la UlA 35 . Es probable que esta uftlfica ;en verano. Tal tipo de ganadero resulta esencial para el ción concluya a partir de la década del 40, lo que agr,egarí .:.frigorífico por ser el único capaz de asegurarle entregas· un dato de suma importancia para el reagrupamier¡tq d ifonstantes y voluminosas. En consec11encía, los invernadores fuerzas y la rcdcfiní¿ión de las 'alianzas de clase que está !pasan a gozar Lle tratamiento especial y a diferenciarse en la base uel surgimiento del peronismo. ' '~clamente de los demás ganaderos (criadores) que vienen a

El supuesto de una indiferenciación,, durante la décad 'qucd<1r sub\lrdinado~ a ellos por constiiuir la única via para.·' considerada, explicaría Ja ausencia de un proyecto alterna 'llegar aJ frigorífico" 40 ,

livo de industrialización, más radical que el contenÍdo e ' :~ En .!_927, los "invcmadores" logran el control de la ~. · las orientaciones del Estauo, el cual, en todo caso, quedó ,.Sociedad Rural Argentina, rubricando institucionalmente cargo de algunos grupos militares, de declaraciones progr2 .lo que YJ era un dato de la realidad económica: el predo­máticas de la izquierda, en especial del Partido Com~rústi mirúo de sus intereses sobre los de otras capas ganaderas4l. y de algunas Y.occs poi\ticas aisladas, y no de otro¡secto ,!:, A partir de ese momento, la subordinación de Jos industrial poslergaúo 36

, El pliego de reivindicacio?es d <"criador.es'' no hará más que acentuarse. La crisis, y sus los industriales es el que agita la U,IA y tiende a Cl??segui ·consecuencias para el comercio exterior argentino rubri­que la legislación sancione más efic~ces ns;mnas de protec , -cadas en los Tratados de Otlawa y en el Pacto Roca-Run­ción. como reaseguro frente a la eventualidad de Cilmbi ~-címan, agravarán todavía la diferenciación: mientras la en la conducción económica 37 • ' cuota de exportación anual de "cl1illed" se estabilizará

En el sector agrario, el panorama es otro. AlÚ sí s : .. alrededor de las 350.000 toneladas, la exportación de carne produce una diferenciación o, más adecuadamer:ite, s . congelada descenderá entre 1925-29 y 1930-34 de 269.000 :icenlúan los términos de una división de intereses ya ant' toneladas a 56.000 42.

cipada en la década anterior. Algunos autores atrib~irán . .. El supuesto principal que penniliría que los grandes. esa diferenciación directas repercusiones, ·en el nív~I de 1 : hacendados agrupados en l.a Sociedad Rural Argc.ntina ~ política ya duran le los ai\os anteriores a la crisis: lo '.apoyase -y aun promoviese, si tomamos como indicador hacendados "criadores" serán el respaldo social del xngoyc :: ?e eUo a las actitudes del ministro Duhau- al proyecto de rusi;;o y l~s "inverna dores''.. rodearán al. "antiper.;.· onali. mdu_st.riaJi_i-,ación .l~it~da, era que ese grupo lograse una ~ mo alveansta 38

, ~ . .. . partrc1pacion privilegiada en las restringidas cuotas de.¡ La presentación clásica de los términos de esa diferen exportación ganadera. .

ciación la realizó un ganadero, Horacio V. Pereda) en. u •Los "invernadores", ligados al frigorífico y dependientes libro destinado a asumir la defensa de los "criado'res" 39 de la venta de "chiJled" a Gran Bretaña, consiguen estos

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LOS ORIGEN ES DEL PERONISMO CRECIMJErffO INDUST!'1.AL Y ALIANZA Llf. CLASES 29

p:ivi!egios a través del Pacto Roca-Runciman. que les asegura una cuota estable e.Je exportación y los mantiene así iHteg¡ac.Jos a su tradicional fuente de recursos. !'ero este reajuste -como hemos seiblaJo- no se produce sin el bru~co desplazamiento dc:l gnipo de los "criadores" que ckben subordinarse 101almentt a los acuerdos a qué llegan los "invcrnadores" con los mercados tradicionaks 4 3 •

Un dirigente político oposittir, 4ue se conviene ~n vocero dé este grupo despl:iz:iJo, Lisandro de la Torre, resumiría a.~i la posición dd gobierno y de Jos grandes hJcendados: "La teoría asume más o menos esta forma:

' lc!nemos una cuora limitada e.Je exportación; guardémosJa

1 p•ra las .carnes más vaiiosas •. es decir, guarJemos la cuota y

v los relativamente altos precios que pueda representar, para ~J.I l

1 os gr,,ndes productores de ".:hilleJ" y que corran su suer.k 1 los pec¡ueñus prcduccores que venJen tn Líniers la ganaJc-

,!~ ría de Entre Ríos, la de Corrienles, la del norte de Santa Fé y IJ dél Chaco"~".

.Estús intereses serán, dentro de l:is cl:isi:s pr0píetarÍlls, los que más violentamente habrán de eníri:ntarse con la política económica del gohkrno, tal wmo lo eJemplifican las 3rgumentaciones parlamentanas del citaJo de la Torre (en l 934 y 1936, espc~1almcntc), las de los lcg:lsladores de la UCR en 1940, .:amo lu.:go veremos ~l analizar Jos debates Sllbre el Plan Pineda en 1940, y los íiletnorial~s presentaJÓs

i por la asociación que rwnia a esto; ganaderos desplazados, ! la Confederación de Asoc1ac10ncs l<uialcs <le Uuenos Aíres .\,I y La Pampa (CARBAP) y, en gene1al, por las sociedades \rurales del interior.

~ Ningún otro grnpo, durante la época, expre,;a con más • s ; claridad que este su rechazo a codo proyecto de crecimiento ~ ::,: . ( llldustrial y su voluntad de mantener a toda costa el esquema S~I , del '\:recímíenco hacia. afucra". . 0:' r"- Pm ellos, ~_ind~:.'.r.i~. es u11 sector..ªnific;¡aJ, n.o dinámico, \ ~ 4ue no crea riqueza. Mieñtriis"i<i"SRA aun reconocl°eñcfo ·la .r~ iiñportiiiciii ·decisiva que para la ec;o~omia argentina tiene '<.. ~;. e.l comercio exterior, no se opone a una industrialización '); ·~ limitad~, la CARBAP rech;iu cualquier medid.a de tipo in-~ ... dustnalista.

Esto se advertirá plena.mente dura~te Ja Jiscu$i011 t.!l!i Plan Pineda, pero en d programa m:is grner:il t.!c quien aparece como principal vocero de este ;:rupo g.111uJcru,

.Nemesio <le Oiariaga, presiJc1:lc de CARDAP, esos k111;is >aparecen como unu conJtnnte. · ', "El sistema de au!;irquía implnnt:i<lu cumu consccucnc1:1 :·de las obli¡;aciun..:s ínjusl3s irnpucstas por el Tra.aúo de .Yersailles -dice- obligó a muchos país., europeo, ~ 111u­;difi7ar su política económica rducibdwla :.i un c:'.:11110 cerrado interno con la pretensión úc bastarse ~ sí mis1pr.

)'.uu romper con las ley~s 1wwrales de !os pueblos h1J.i·:1!1,

:m del munJo. por la cual lo lógico y racwnt..11 eru prwuclr }ºque la naturaleza le había vbsequiaJu 1wt11raimt11!c y ¡con elfo, pagar lo que orro.s pnbios producian eco11J111ii:.a­' mellle y, a la vez, aquél necesitaba" 45.

\ fata reivindicación inllanrada del libre c:.imbiu 'f ucl 1modelo de "crecimiento hada :1fucra" .. :¡;w .;.,ede :.:r '.contrastada, por ejt0111plo, con l<!s cita, ..!d .. ;i11b:':o ])111,Jú

ilrans.:dpt:is en 13 sección nntefior- coint:it.!i:i .:"11 11.1~

~orientación de tipo populista frente a los probkm~s í11t.:1110s ;y de tipo nacionalista en la relación con PI ~xt~11Gr. ; fa interesn!Ile acot:ir la coindd..:ncia J.., ·!r~.J.11.:.: ... :','•11 ,.entre :tlgunos de lus voceros princii.alcs J~ :·:;e • 11.· ,. ·: 'ciertos ensayistas y poi iticos naciona:is1:!; ~· <i•Ji::ii~s J;, )a época. El pinna de conílucm:1:i n:.rec<.' ~star en una .orienta~ión de tipú trad1cio11alis1a, ba,.;da eu !; ídcali:i.ac:An :.de las relaciones soc1;;h:s en la campaña, ~11 Ja pn•se!wJci0n de una image11 úel "viejo estanciero" ¡:a:~rn;.'.'.slu c•.,11u

.~s~1nbolo t!e b nacionalidaJ y en una visión egl(1gica J., la

1y¡da argentm:i anterior al crecimier.lo industrial v a ta '.división de los ganaderos por influencia de Ju, frígo.rilicos 'extranjeros. i,¡

t "El productor ,ganadero argentino -dice Olarfaga- no ,tenía prácticamente problemas hasta poco despues de la guerra mundial de 1914.18. VenJia sus carne> y los subproductos a precios que compensaban ampliamente sus necesidades y l satisfechas las necesidades del consumo . lntemo, lo ·exportaba en su totalidad a Gran I3retai'ia. El ,?.ajo costo de producción, jníluencinJo por la radicación tkl

l

Page 19: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

30 LOS ORIGENES DEL PERONISMO ~ ·~RECIMIENTO INDUSTRIAL Y ALIA.,'17.A DE CLASF.S 31

gauaaero en su esla11c1J, el :;ístem¡¡ de trabaío de medianería, los bajos salario' qHe en esa época tenían mayor poder adqu1sílivo que el de hoy, siendo actualmente el doble en la provincia de lluen{ls Aires, el bajo valor de los campos y los presupuestos publicas relativamente moderados facilita· ban la explotación .gJnadera en forma conveniente para lm intereses de los productores'' 46 •

L:i oposición a cualquier medida de fomento indu1trial por p3rtc Je c:.los haccndaJcis es constante durante la décarfa y eóa oricnt:1ciún abarca, incluso, los años 9e la segunda guerra. "La polílica económica en los úllimos¡aílos -comenta Olariaga en l t/43- ha estado al serYicio de los sectoreo rentísticos, comerciales, industriales y de la distri· hución de la pr1Jduct.:ión que actúan en una ¡:crmarjente expluladéin fi11andcra úc 'la rnisrna, con un total olviqo de los produc!ures" 47 . ,

Conceptu;di:r.Júa a~í la política llevada a cabo Pl'í e) Go­bierno, lodos los congresos y asambleas realizadas: por C1\Rl31\I' y lao socicd:idcs rurales del in tenor insisten :en la

1 oposición a cunlquicr rneúida que pudiera. constituirse en 1ma traba p<1ra el comcn:io de exportación, en tJnlo el mismo es percihidl1 corno la salida natural para ios produc­tores, a quienes cllus representan corporativamente.

Desalojados Je la posibilidad de comerciar con :Gran Bretafü1 primero pujaran por tratar de modificar esa ~itua· ciún o, al menos. por ns~gurarse una participación restri'ngiúa 111cdi:i11tc la utili1.aciún a su favor de la cuota del l S°!o qu~ el Pacto Roca-Ru11drna11 autoriza para ser administrada lncah11e11lc.

}

Cuando fracasan cn cslc objetivo, porq.ue la CAP -i.hstru· ,

1 mento creaúo para aúrninislrar esa parle restringida 1·le la

· cuota- ~s durnin<Jda por los ·"invcrnadores" "5 , se !abren nuevos niercadu:; pnra la exportación de cames cong~ladas y r.11 conserva, como los EE.UU., Italia y Alemania, cxpan-

aumento del intercambío obra como acelerador de ;u cerrad.¡ .;: oposíción a todo tipo de industrialización que sustituya . ¡.importaciones. :·; En lugar de la vieja divisa de los gr.indes haccndJdos ·:ligados a Inglaterra que definían los circuitos necesanos del ·.·comercio e~terior argentino a partir del "co¡np_r_•!.!._ ~en -: ..!lºs,_c.cimpra., el grupo subordinado de los ganaderos levanta :;Luna alternativa: "vender a quien nos vende", poniendo el 1 •eje de sus objetivos en la ampliación del comercio a nuevos

:>mercados, especialmente los EE.UU., quien podría transfor- '­.:; marse en el proveedor del consumo nacional de manuíac-Ji. · turas. ··

"Hemos conceptuarlo siempre un error -dictado por el egoísmo del privilegio- conl'undir la ganadería argentina con

, : !a producción de un solo tipo de carne vacuna, el "chillcd", "~;<duyendo el tipo .v~c~no_ .~º!1SerYa y el ovino", dice L;

; · Olariaga 50• Esas carnes pueden entrar eri"lós EE.UU. y, por

. lo tanto, la expansión del comercio con ese país se trans- '' ¡ .. forma en un objetivo central. La conclusión -obvia- es de . alcance generalizador y está contenida en esta cita de

." Olariaga que defo1c un modelo de crecimiento: "La Argen- , ''.tina, país productor extraordinario con g.randes saldos ; de expo,.rtación, debe mantener la política· del libre cambio,

¡ hoy niás que nunca, ante el proceso de los proteccionismos · que se traducen en la guerra, económica primera v bélica : · después, entre los pueblbs" s 1. · '

El principal enemigo para este ílujo natural del comercio .internacional es el crecimiento industrial, Refiriéndose a un . proyecto de ley, presentado por el Poder Ejecutivo, ten­diente a impedir las prácticas del "dumping", dice Olariaga:

dicn<lose así la :;alida de ous productos 49 • 1

Su orientación. entonces, es hacia una ampliació~ cae.Ja • vez mayor úc e:;11s posibilidades de intercambio, cerrada para los prnc.l1Jctorc~ de "chiUe.d" porque !os EE.U,U. no accp tan d in¡;r~so úc ese tipo rle carne. Esa tt;:'.iencia al

"Esta es la legislación más avanzada que hemos visto, es un proyecto del más crudo proteccionismo industrial, que no podremos regularlo sin exponemos ( ... ) a las grandes represalias de los países consumidores de carne y trigo y. a Ja vez, productores de artículos manufacturados. El proble­ma siempre es el mismo: no teniendo capacidad de absor· ción de toda o la mayor parte de la producción rural en el orden interno (para lo cual) debemos tener poder adquisitivo y l.uego mayor población en nuestro territorio, todo lo que

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3~ WS OIUGl::NES DEL PEllONISMO

i 1

'! CRECIMIENTO INDUSTRIAL Y ALIANZA UE CLASES 1

33

se haga en el senrído de p~oteger limitadamente a la indus- ~recimitnto económico el que, creemu\ no putde ser rria provocará fa guerra comercia/ con los pai'ses que nos comprend1Jo como mtra •·¡·n;;dverlencfa" o "descuido" de compran hoy y los posibles compradores de m.añana"52. la élite tradicional.

En el juego de presiones económicas sobre el Estado, los hacendados subordinados inclividualiz.an a los induwiales · 4. AGRARIOS E !NDUSTRJALES f.H.ENTE AL "PLAN

. al al PINEDO" como s~s pnnc1p es riv es, quitncs "tienen en la metrópoli la suficiente fuerza para pesar en las decisiones del gobierno" provocando así el cierre de "los mercados extranjero~ fucia fines de 1937, Jos íntliccs de la econcm1ia ~1gc11tin3 1 naturales y en potencia de la producción rural, a quienes no que parecían indicar un restablecünlc11in d1:1 •·:i· •1!il~rrn se les p~rmitiría cobrar el precio de su trab3jo, aunque fuer¡¡ en el nuevo nivel propuesto por la r.Jilc ht:gcmó11it:a, con art1culos supert1u~s importados"53. wmenz.aron a caer nuevamcr.te.

A di :ercncia de los h~cendados privilegiados en cuyas, ; "! ... :JS i:o~tcha~ ~xcep.::ionaJnicn te malas Jd vcrn110 J !l3 7 / onent.ac1oncs parece cernral l;i idea de la. iuncionalid.ad de 1938 -comenta Bevcf~sgi Allende- .::1usaron u;ia bi:: de cieno crecimiento indus1rial, este grupo suborclinado recha- casi un '.>O°k en el volumén físic0 1k las- c:-:¡::•HtJcie1:~,;s z.a por completo toda exp:insión posible de: la manufactura. d.urante el año 1938 con relación al p1•,1:1:.l·:,;1, :.: ,.,,.;:i•11

1

Este es, cíenamente, su (mico punto de. diferenciación: Mllen:1_Pº que Jos_ precio: de los .P'.odt:;: .. ;: ;;i_:' 'P~'~'J.ic>s ambos sectores siguen dependiendo del comt!rcio exkrio; ~ ~~cu~aban en • l mc1, ado_ tra_d1cmnaf c11 un 8,2% en y eso vincula. en última instancia, sus intereses: pero mien-1 rtb~ión _co'1 Jos de ~ 937. ~n rnJte_s1$, el v~lu1 towl Lle las

1

tras los intereses. p3 nicuíarcs dé unos -tras el status.satis- exportaciones argentmas d1smmuyo c.'ll .·11:1~ "" ¡ !11·• .•. , factoría obtenido luego delos acuerdos con lnglaterr:i- -Uones de pesos entre 1937 y 1938, o sea una tkdi11ai.:ió1 1

. no s~ e~~ trndicen básicamente i;on los proyectos de indus- relativa del 44 ºk" s~. tnal.1:4c.1on que propone Ja élite política en nombre del· . ~-fines ~e 1938 la bala~w tic pag''" e:' c~cn1a c~mcnlc equi11br10 gcner:il dd sistema de dominio, los otros encuen- . arrOJO un _d~fic1t de .3 79 millones d~ pésc·,.· ,.,, ,,_,..,,,,,.,,,,,.;, tr.in en -esa perspectiva una oposición ci:ntral a los suyos de la cns1s parec1an volvt:r a rr,ne'l:, ... ,... ,,, 1, ... ::.L.

orientJdos hada una exp:ms:ión sostenida de los intercam'. ela~orada entonce_s por la éli!e puede servir como Ull nuevo bíos. Indicador del sentido de su estrategia.

~sí, mientras el grupo más privilc~ado -la "oligarquía" · Pur un lado, se ~evalúa nuevamente el pC:\ú argc 11 Lino . tradJCJonal- acompaña, aunque con distintos grados de y, en ese caso, la actitud se encuadra absolu,a:.icnte de:ltro

adhesión, las orientacío~es más modernizantes, el .grnpo .~e los mar~.os de una o_rient.ación eslrechamente "a~o­dcsplaz.ado, que encontro eco político·en los sectores más . exportadora . Pero, ademas, se establece, por prirncia vez, "p.rogremta.s" del Parlamento, se fr:insfonnó en la fuerz.¡ el ;equis.ita del pemúso de cambio previo para las impor­mas decididamente opositora a los c:imbios que se operaban 'l.aciones. en Ja estructura económica. Esta expresa restricción cuantitativa a las importaciones

' Esta diferendación en sectores dentro de las clases · _rlgn.ificaba el paso más decidido dado por Ja élite d~ntio d~minantes rurales junto con el crecimiento y complejiza- :de una estrategia proteccionista. Para algunos autores; ]a

~1or. de las funciones del Estado, serán los datos de mayor agudización del sistema de control de cambios a fines de unponanc1a, duran1e la tlécada, para la caractenzación de 1938 "representa la supresión de los últimos v::.stigí.:is Jt!l las relaciones 9e fuerza dentro de las clases dominantes v comercio libre" 55

. para la explicación de los estúnulos instilucion.ales ~ \, Ahora bien: el punto de "partida se halla nuevllmeP.te en

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1

LOS OHJ\jcNES lJEL rt.RONISMO

una situ;ición diíícil en la b;ilan7.a de pagos, en la necesidad ofit:íal de Mhitrar recursos para equilibrar un déficit. Pero caúa vc1. er;i 111~s advertiblc que esa política incluía la ¡¡ccpiJ(iiin 1.kl crecimiento industrial. Una estrategia p~ra

la s1iper~ción de las diíicultaclcs íinancier;is suponía, en b intención de !J. élite he¡;cmónica, cierto desarro.\lo industrial para llenar d vacio crcadu por la oferta extranjera.

/\ccplnr la industria no es, ciertamente, un íin en ,sí mismo sino 1111;1 cuuúición para otros íines, pero esa cón­dit:ión se hace expresa para el mantenimiento de 1 la ltc¡;c111011ia "nlig.~rq11ic;i", Ll diferencia entre una orien,ta­dón a la que ~ólo le preocupa salvar los intereses "privadc¡s" de los ltaccmlados y otra en la que se trata, concientemen,le, de inte&rar esos intereses con los de los industriales, se ha-

. Id lla e11 c¡ue el Est:idt' yn no pueúc resolver, sino al precio! e una r1,cesi(H1, de 1111 "reajuste hacia abajo", el problema jdc un déli.:it en la bah111<.a de p<ti!,OS con meLlidas puramci;ite monelarias: necesila, a la vez, mantener la actividad econó­mica interna en un cierto nivel, dc;n lro de una socieqad cach1 ve7. m~s diferenciada, en I~ que la manufactura liéne 1111 rol de ere cien le importancia. Salvar la industria, entonces, -supone contribuir a mantener el sistema. Este car;Íc!cr permisivo con qu~ la élite ampara el crecimiento 111duslml. sin poner en discusión el control del proceso; es la base ubjetiva de Ja alianza en la que. se in legra una cl~se inLlus.ln~I que no reclama mucho más que su supervivencja.

Co111cnlando las consecuencias deseadas por el Poocr Ejecutivo· de las medidas cambiarías de fines de 1938! el IJ;inco Central traza así sus perspectivas: "Esta med\da, aplicada con ílc:dbilidad y eíicacia pcrmitira adecuari las 1111port<1cío11es a la capacidad real de pagos del país y al c1nplco prudente úe l;1s reservas monetarias. Es lógico eipe­rur q11c, como está suceclic11do, el poder adq11isitívo que dcl1ídu a ello 110 ¡mcde ya estlm11/ar desproporcio11adomenre a la í111porració11 . se dcsPÍnrti en gran parre hacia! la ·Í•1d11stria" ~ 5 .

T1as una apreciable di~mínución.del déíicit en 1939, el ano 40 ~e prcscnlabJ, olra vez, particularmente difícil por, d cierre de los m~rca<l.os europeos a las exportáciones

:.}

iCRECIMIENTO INlJt;STRIAL Y ALl.~N7.A DE CLASE:; JS

'r ·' . . d i :argentinas, ucnv;ido e a guerra: er. es~ aílo, la bi1la117.;i út· • .'pagos en cuenta corrienlc acusó un Jescq11ilibr10 Lle 1 JK ;inilloncs de pesos. fl· En esas condiciones ,,-y cuando todo parecla indi·~.ir ciuc

Ja: crisis se agravaría progresivamente.- el Ministcnc> dr l la- J-/ ;denda elabora un Plan de Reactiva.ci~n Económio y In pr::::.,..'2Q"i}C' .scnta al Senado, en donde.el oficialismo 1cn1a may,!rí;i 51 •· . e/J ~.~ ·Desde setiembre de ese año, fedenco l'incdo. rcd;iclur ~S 'del proyecto. ocupaba otra ve7. el mimslt:r;u. :·"·En sus fundamentos, el ·pian hJcÍa referencia ~ b s11ua· · dón del país y a la alarma que dcbt'a suscitar lm .. ,cnus 'extremos" a que ella se aproximaba. "Grandes c:xccdc11 tcs "de'' productos invendibles -resumia Pinedo- s1¡;1111!c<i11 .intenso male.;tar en la campaña, crisis industrial. dcsCTc1111a­ción y Z.07.obra en las ciudades, postración ¡;eneral en ¡,,J;1s

. las actividades del país, con repercusiones soc1~lcs de imprevisible alcance" sa. ~ El plan articulaba una serie úe medidas para super:lí I~

"recesión. "Dirigido especialmente a contrarrestar los te1111do efectos de la guerra -comentan Di Tclla y Zymelman-· contenía disposiciones para la dcíensa clcl scclur 1mh1s­lrial" 59. ·

.; .. , En efecto, entre las medidas propuestas se hallaban, virtualmente, lodos los proyectos legislativos reclamaúos desde hacia decadas, por la ÜIJ\: leyes de "draw back'". . isposic1ones contra e umping e los paises cenlrJlrs, créditos a largo plazo p;ira la industria. reajuste de la 311ti­

. cuada legislación de tarifas. , .. ·El objetivo del plan era mantener a un nivel sati>f;ictoríu la actividad económica. Su punto de partida era la con1prJ ROr el Estado de los excedenles agricol;is que no podiiln colocarse, medida reclamada unánimemente por la> nrga· nizaciones de los propietarios rumies.

,Pero no concluia allí, en ia limitad;¡ i'ron tcrJ de k1s in te re;; es corpura 1 ivos agropecuarios. '"Es indispcns;1 hlc

·agregar otros estímulos"", señalaba el proyect\l en s11s !un· <lamentos, y esos estímulos eran Jos de la 111dustri:1. cuya existencia era inequivocamente percibid~ por lus re· daclores como requisílu del statu-quo.

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f 36 LOS ORIGEN ES Ll!:'.L PERONIS!"!O CRECIMIENTO INLlUSTRIAL y ALIANZA DE CLASES 37

En primer lugar, la industria d.: Ja w11strucción; luego, las Jctividades manufactureras. "Que la industrialización dél país conspira contr:i · nuestras exportaciones es un argumento que se presenta con frecuencia en la discusión de esta materia", dice el proyecto. Y agrega: "Es un hecho sabido que desde antes de la pasada depresión mundial, lJ.s exportaciones argentinas -medidas por su volume.n fisico­ha11 permanecido en un nivel prácticamente esracionarío. Nuestro pais 110 ha !~nido, pues, como en tíempos más favorables de su híswria económica la alternativa de dedl­:::use preferentemente a la exporJación de cantidades cá.da vez mayores de productos agrarios, importando en cambio productos manufacturados o la de desenvolver intensamente la industria sacrificando las posibilidades de su exporta­ción" 60.

"Por el momc:nto -agrega- el país no tiene es:i opción en su pol iuc;:i económica y no sabría decirse en este instan te con alguna seguridad de acierto si la tendrá o no después de la guerra". Y concluía: "Mientras llegue ese momento el país necesitJ recurrir decidicfarnente a su industria para. suplir en lo que sea posible lo que no puede importar o pagar y evitar el grave mal Je 13 dt!socup;ición".

Aqui vuelve a resumirse con suma precisión el sentido de una polí11cu, que mantenifodose dentro de los marcos· hegemó01cos d~ la "oligarquía" tradicional convoc:iba a una ampliación de sus limites para permitir la incorporación de IJ industria.

El "Plan PineJo", intentando legislar sobre todo aquello que el grupo representativo de los industriales reclillDaba sin haber sído oído, aparece como el mejor testimonio de ese proceso de moviliución de la manufactura bajo control de la élite tradicíonal que sé produce entre 1933 y 1943.

El proyecto estaba 'absolutamente marcado por una orientación que tendía a salvaguardar, en primera mstancia, los mtereses de los grandes propietarios rurales. Su "radi­calismo" residía en la percepción de que una adecuada de­Ít!nsa de esos intereses abarcaba, por imperio de las nuevas c1n:unstancías mundi¡¡Jes y nacionales, la necesidad de que la industria no fuera dcs'1ru1da. De 1al 111odo este Plan, que

' , "

:·incluía lus reivindic.:urioncs largamente .reclamadas por !u> '.industriales y que lu ll!A hilhia de saludar como rnyo, s1g­'nilicalia én realidad un luciuo i11te11to tic rcfori~n1iw:fl <fo '1a h~gemonfoi "o!igarqulc:i". Fon11u\:1tlo pnr l., é:i1c 11ad;. cio1.:il,.el mismo no SÍ[.\nific·iba el menor t.!coplaza1:11·:11tu en !G; centros de déc1>ió11 eco11úmica. ':icial o po1i11c:i.

' Su importancb rnuicu en que pcrmi!~ l'~I, 1k 1111 ó(dü

; golpe, la compli·~adJ :ir1nnéi11 <k ias ali:i112;;:; :k .:l<.s~ en ~se · n1llmento; l:i 1L,.11t;,du vocad6n hcg~rno111.:.1 Lh: lu <:Ja,.; 1: 1•

· uuslrial v el contenido Je las 11ri~111uc1011c> dd :.,1,·:~11 1 ~1 'partido ¿positor, lu UCR, que s~ ubican t:tiICd 1c>:Hies1;1 oUll :más "tradicicnal" frente a la p~rsp~·;tiv.:: Je l¡i ~ri>i:. que l.1 sos1eniJa por lu~ grupos cu11,crv:idúrc.; dd ]'uucr ticc1:11~0

:y dd Parlamento. .,. . El .. Plan Pine<lo" se discutió c11 el ,~1wi·· iu~ .. '. .. 1; 1 1 1· 18 1

tle didcmbré de l 9-10. l'ur el se. k, ,,:· ...... !:~. · ::.,!• ·"'·'· ~n ·s11 1.kfc1:s:1 t.i~ 1 1as S~m:hc2 Sll:.i11d" '.' J•:·~ :i.:1:b•!flu ~!:ir­: tínci. La oposkión frontal al 111ís111u, por 1:1 .11,,:i;r_í.!, ~"tuvo ·en boca del rt.:present¡¡111e Je: la UCR. ·' !'Jll~~íu l.:¡;111¡;111c,;,

f-inal111enlc el plan fu:: aprouadu por l 7 ;1.1L;:; ~\l!l~··' ~'.. p~ro jam:is llegó a ser síquicra 1rata'1" "" ¡,. l.':i1,;~1:1 ,le. Diputados, donde el uílcialismo era minoría. "\::: J'iall 110 se ;iprobó -dicen Di Tellu y Zy1nclrnan- ·¡ior c<.;1.,:dc1.:;~dc

' cle1ua;;1.1do 'radical' por parte úc liJ\' grnµo;; 1c1 •al rn íc:d .'..~ · " 1. l:i actitud de las orgaHiza..:io11éS tcunó111k;i~ 11c111c ¡¡I

proyecto reproduce un cspeclru ya anteriorn1cn1e 111"11c10-nado: sólo Ja UIA lo aprueba e11tus1astamente, mientras la SRA, sin rechazarlo, manifiesta algunas rctícc:ncias Y la CARBAP y las sociedades rurales Lid 111terior Jo rtchnan agresivamente.

· El B de diciembre de J 9'10, la UlA envía una nota a l'inetlo otorgándole su mrls "caluroso áplauso" por el pro­yecto, en la que afinna: "En el plan Je V.E. se contc111pla, qui2.ás por primera vez, una orjent'ación clara y definida en materia económica. lJ U!A no puede sino sentirse compla­cida ;il observar la coincidencia Lle esa orientación con su préilica tesonera manteniua duranle mud1os uños y que los hechos y las círcunstanc1as actuales justiíican __ pltn:i­mcntc" 6 '

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38 LOS ORIGF.:Nf::S DEL Pf.RON!SMO

La Sociedad Rural Argentina, por su parte, no rechaza el pl;rn, pero considera necesario refirmar la premisa de que "la prosperidad de nuestro pais está supeditada a la marcha de los negocios agropecuarios". Lo principal entonces, p;¡ra la SRA. es la compra de las cosechas. En cuanto a lo demás, "el fomento de las industrias transformadoras que utilicen materias primas del país puede contribuir a mantener: h prospcrinad económica, pero este fomento debe estar su· bordinado fundamentalmente a la consideración de nuestro intercambio; no debemos fomentar artiflcíalmente industríai que en un momento de normalidad nos obliguen a recurrir a trabas artificiales para mantenerlas, trabas 4ue dificultaran la reanudación de nuestro intercambio" 63 .

En rcalidnd, esta "rct icencia" no se alejaba demasiado1 de la actitud de fondo del propio Poder Ejecutivo. El plan, que tanto entusiasmo motiv;ira en la Ul/\ y que, objetivamente, recogía los puntos fundamentales del programa de 1lm industriales, concordaba en su valoración del margen con· cedido a la expansión de la manufactura, con la opinión que el mismo merecía de los hacendados más poderosos.

Efectiv~mente, el mensaje oficial aclaraba el sentido programático de las intenciones del Poder Ejecutivoj én derensa de la industria, con estas palabras: "Ello no signi· ílea, desde luego, que toda industria deba ser fomentada. Debemos precavernos del error de promover aquellas pro­ducciones que tiendan a disminuir las importaciones de:los países que sigan comprando nuestros productos el\ la medi­da suficiente para permitimos pagar esas im¡íortaciones.IDe lo contrario crearemos nuevos obstáculos a las cxporla,do­ncs: hay que importar mientras se pueda· seguir expOr· !ando" 64 • •

Si los industriales aplalldían el proyecto y los grar¡dei hacendados coincidían, finaimente.:con ·él; si Ja Bolsá de Comercio opinaba que "el fomento industrial responc)e. i una verdadera necesidad" 55 , ¿en qué grupos económieo1 de las clases propietarias radicaba la oposícíóri?· ¿Quiénci eran los que lo consideraban excesivamente "aTinz.ádó,tt?,

1 Del mismo modo que rrcnte a cada una de las med:idái /proyectadas desde 1 '133, eran esta vez: las organíz.acionci ! '

.I CRECIMIENTO INPUSTRJAL Y ALIANZA !JE CLASl:S 39

1

l rcprescntJt1ns del secto1 g.:rn3dcro rnhorúimd'J las már; enconadamcntr 11p'Js1roras. Este gnipri era el ú;i1co que

r frente a cualquier in:c11to de i11duslrializaciú11 lo pcn;il!ia r como un;1 valla par;i 511 sup~rYÍV\'llCia~cn tanlo pcr¡udii.:aría J el intcn:;;mbí0 cxtcr10r. al que se postulaba como núcleo ! dinümírn cxcluycnlc de la cconomin argentina. La orícnla·

.¡ dón ~ favor dd0"cfredn1icnto hací;i af'ucra

6'6' tenían en estos

ganaucrn~ a sus e cnsorcs más "rtt>doxo~ .

1 Dedu la CARlli\l' en un nmnorial de dicio~mbn: de l 'MO,

1 referido al "Plan Pincdo" v a lus medidas de prctc,ciún a

¡ la ind11s1ria que inclufo: "Se dice rn el informe que la 1 industria nari•mal no.cnnspira actualmente cm1tra h1s cxpor· 1 la~il>ncs. llaccr cst;i afi1m:iciún es olvidarse de todo el J:ii'\o .. ~. j . que ha hecho a la proch1cci•·m rural con el cierre de nil·rcJdos 1 naturales cumo resvl!Jdf) dL· la politica aduanera i11cnnve-

?~~· .l nicn le,. impucótJ desde el ·año J 2, a la que se a¡;rq•a hJ el ;e,'.

.1 adicional del 10% para saciJr las arcas riscales del b;tado. .., ! l'rclendcr, como dil:f e! informe, esrabilizar industrias •1; .mrgidas t'11 medio tic soluciones de emergencia es plantear

un problema trágicr1 para d f11ruro dd paú después de la ! guerra; es estimular una lucha que no la descamo> entre la 1 industri~ y las fuentes básicas de la p1oducción rural, pero i . 1 s1 el o .'\\tcede debemos declarar que estamos resueltos a· 1 dcfcndcrno; en todos los terrenos porque tenemos la

completa seguridad que mientras una mayor población no· absorba ius considerables saldos exportables agrnpecuanos, conspir;i contra la rra11qui/iclaJ social del país cualquier medirla que no /r;s contcmfJ/e como fundnmentales"67.

Ni siquiera se trala., como en el caso de la SR/\ r.le alertar contra la promoción deliberada de industria~ "artificiales"; para los ganaderos ~ubordinados la mera esrabi/ización de las industrias ya existentes era vista corno un perjuicio.

.El diario "La Prensa" coincidía con este punto de vista. "L, habilitación de empresas industriales es olra invención con pretexto de urgencia y que, con justa razón, alarma a los productores rurales por cuanto su resultJdo puede ser la adición de nue"as dificultades para nuestras exportaciones al reanudarse el interCJmbío después de la guerra", afirma el 19 lle diciembre en un editorial s1g1tifica-

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LOS OR!GENES DEL PERONISMO-

tivamente titulado "Li reactivación econórníca radica en el campo" 68 •

En el terreno de los grupos políticos, esta argumentación, feromiente anti-industrial, será la bast de Ja actitud út! la UCR·durante el debate.

En efecto, ¿cuáles son las ra:i.ones que el raelicaiismo desarrolla contra los capilulos reforidos a ia industría del "Pian Pineda'"~ No la insatisfacción por los limites que el proyecto se fijaba en cuanto apoyo a la manufactura, sino todo lo contrario. "Sin hacer análisis se puede afirmar que al país le cuesta mucho dinero el lujo vanidoso de muchos. · artículos Uamac.los de ia industría nacional que siempre tie­nen la consabida defensa de los brazos que se emplean", expresa en un documento referido al proyecto oficialísta el ComHé Nacional <k la UCR. "Podrán caerse todas las chimeneas -agrega- pero mientras el campo produzca y exporte, el país seguirá comprando lo que necesite, segura­mente a prec10·mforior que el determinado por la Aduana pnra favorecer intereses creados" 69.

La respuesta ele los radicales írente a la grave situación que creaba el descenso de las exportaciones no trasponía los límites de los más estrechos intereses rurales: l:J compra de las cosechas por el Estado. Pero si el papi!I del Estado se JWtiJ1Cllba en ese caso, "no puede cons1daarse con igual criterio cuando la solución deja de abarcar ramas medulares e importantes de ía producción para extenderse en forma paul~tina a otros aspectos de b economía general, sin tomar resoluciones por anticipado de modificar fundamentalmente los sistemas fradicíonalcs clásicos, vamos a uná econom ia dirigida totalmente por el Estado" 7o.

En este scntídu, la coincidcn'éiu .con los grupos rurales! dcsplaz.ados es absoluta. Si el ra<liCJlismo in ten taba expre­s:ir a sectores a1enos a la élite de poder. como lo sei'\ala una . copios:i bibliogr;ifia, no serían éstos las capas medias urba­nas ligadas al crccuníento industrial, sino Jos grupos rurales marginados violentamente por la "oligarqu1'a" tradicional. Así, en relación con las medielas propuestas en el "Plan Pineda" aceptan su preocupación por el ptobkma ele los excedentes pero, a diferencia de 1:1 élite hegemónica. no

1•

¡ • !11·.L'l~tlENTO lNíJUSTIUAL Y •.l.l.'\NZA tlt-: Cl.:\St·:-S 4 l

. ::111. 11.i. un pJSll .:n'.í.s :dld. T0Jo .. lu .. q11e.1'.í?cre esa !'rontc<J ,cfl.1 cst:ilismo , ~1111s1u111smo , 1nllacw11" 7 l.

!; l·1rntc n b 1áci1~ uli:tnz:i 1:n1re l~s ga11mkros pril'ik'.::iauos y r [,,, ;11du.'tn:iks, cuyus 111le1éSt!:; el EstoÚO í11tenla ar1nuniiar, la

.¡ :1:1.:ri1:1tiYa que parét.:~ ¡.iromover la LIC:R él h Je 1111a :iliani;i L-1 .. ·11 l.1 c;11é part1t.:1pe11 los grupos ag1aríus suhun.li11:11.J<1; ·;la•; t.::i·

'r I'ª' llh!.dius urbanos nn ligaelas a la imli1slm' >C.:l.i:..:s (St•h : "_,;11fümidores" 1wb que .. prnel:1e1orcs", cuyu:; i111~r·:>v> 1.01

dq1c11dcn d~ la industria,;1110 d.: lo~ ::erv1-i"º· :·a 1¡111 .... : :.1 .: tiu11\tr1ali2:i.t.:!Ú11lc~1:11.::irct.:ería lus m1:rc:i11<.i.:-. 11dc d.:111:.n11:i11.,. · ,\sí, el eje ..:wtral de l:is crí11cus u~ 1;¡ 111.·1< .. ; · <!.1" !

1

.... :. l1i11cdo" c~t:í i;cntrat!11cn !u q11~ este 1ic11e Lle prut1·:;~11J111stJ. ··Anntua111os -Jice <!I d11~:11:-icn10 .111 Comité Na::i<)11;il,­·llll' ti proyeclO dél Poder Ej.;1-1:: ... e .. ' ... ;11l.1r ili: l'i.1a11t.:1aci'.'.f11

j ~'.~1~:;;~~:i: 1"~ 111~: sen:~~i~~~c~ u1~::r:~s~ 1 /;';~ ~.~.'; .::~.'.':~ 1';'.: ::s1

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': 1· 1 p:.Ha que n1J queden Ju<lus~ a{1adc: ··Y:i ,J41h~dl';!i I:' ·.:dL"

rnc>l:i ul pucblq consumidor ~: pu.!.i"~1, il~ la 111<11;:.1'. i~ ;,m11dal que pcrLiura a t:ll\l:i t!..: ::11 g!•J·.•:rü ¡.irci1i::cc11i111rnll1 ;p¡r ii..:nc li.:ia a uno pura perjuel1<.:Jr a m1!" ::

f:i;¡¡~ llpini0n 110 era súln la Ji.: b lllu.i t.:1H 1111.:· 1.1 ~ .:· .••

dir1¡;rn!c del partii.lo. 1\flli1tléo .Sabattiní, u1: lic1i:úe1u ,, . j:;

iraJidún yr1goycnista y líder 1kl :il:i p;_i¡1uiis1a 1.k l.1 l!C.'IZ. ·, 11?ín:•ha ~;j s.ibrc.cl ir1evitablc i.Jos11no rural uc l:i Ar¡;en1111::: J "PJls ag_rii:ola y g:inaelcru, no elc¡ar:i Je serli. ¡;a;J cu.1"er· ¡· l:rsc en 111Justríal liasla que b poblaciún y los úlO> 11:itu1.il· 1 rnrntc lo exijan" 73,

! Fr~nte a la ptr>pernva de la crim, l:i resriuesla 1.k l11s 1r11;J1..lurcs raelic:iles en la úi'icusiún parbn1c;1taria Je l<Js plllyc·(tos ofidalistas es simple: comprur las cosccll:is; cu11s-11111r .:a1ninos,in1cnsilicar un prog1am:i de obr:is públicas. En un plazo no inmcdiill11, fomentar la construcción de viv1en· UJS. Y algo más: ··11ay otro rumbo 1111portan 1e que nuestro pion, el de los lcg1sl:1dorcs radii::ilc:>. In cc.ntcmpla y que dejó completamente ele bdu el plan del l'uelcr Ejecu11vo: nosotros crtcmos qut es necesano rtact1v:ir nuestras in· dustnas maures, las elu,; grandes industnus vitales: la ~anaucria y l:i agricultura e intensificar l:i l!l111ería que va lomando un incremento cJ\gnt1 de cu11mJeraci6n" 74

.

Page 25: Murmis y Portantiero - Los Origenes Del Peronismo

' 42 LOS ORJGENES DEL PEHONISMr:

!·lacia principios de la década del 40, el dilema en que S•' moví;in las clases propietarias acerca de los pioblcmas ceo· nómicos crJ este: o estabilií.ar un cambio producido casi '·'esponl:incamcnlc" a fin de mantenerlo baj0 el control hcg.emónico tk los sccl ores más podcro;os de la "oligarqu íf', o rr.chnar todo cambio y promover el mantcnimicnio di? la siluat:ión previa a la crisis. Si la primera alternativa crac l;i r¡uc inteniab;i estructuror la élite conservadora, con diíic'ul­l;ides in lemas y sin homogeneid;id total, la segundas~ tral1s· forma en el progr;i1na de los radicales. Una tercera alternalíya: la del programa de ciccimíenlo por iniciativa autúnuma ,de sectores rncl.l:os cmcrgenW; <le origen industrial --<'S decir. el modelo cl~sico de condicionan tes sociales del drs~rrollo­no alcanzó formas institucionales permanentes. E' esta falencia, seg\111 nuesira hipótesis, una de las C<J\l~Js que dctcrrnin;id r¡ue los cambios hegemónicos en la cslruclura de poder en la Argentina asuman, pocos años después, fDr· m;is en las que dr.sempeiíadn un rol privilegiado la b;1.ro· cracia estatal y el Ejército, dentro de un proceso al-qi:c se i11corporar~11 las clases 110 propietarias. '

5. EL PAPEL DEL ESTt\DO: ALIANZA DE CL·\SES Y HEGEMONIA

Uno de los rasgos >alirntes ue la etapa es ci crecimiento: de, los roles asumidos por el Estado en la estructura sociai.I El Estado pasará a ser expresión de la creciente complejidad de las relaciones eco116micas, reílejando así la diferente articulación de la estructura de éstas, a partir cid créd· miento de la industria.

L1 homogeneídau de la anligua estructura de poi.Jef:, ~ trnvés de la cual se expresaban los intereses de l;¡s capas agrarias dominantes, beneficiarias de la renta diferendal que proveÍ<l el comercio internacional tiende a quebrarse des­pués del JO, nrrastrnda por las modificaci1mcs que el equi· librio del sistema requiere en el 1úvel de la estrucl'ura económica. como cunse1:ucncia de la crisis.

fcREClMIENTO INDUSTRIA l. Y Al.IANZA DE Cl.ASES ,. 43 I; r· ', La complejidad desplegada en esta dimc~sión. :erucr?.a~·

.i las tendencias del Estado hacía la aulonom1J, en tan tu su ¡·rol principal no es ya traducir al nivel de las decisiones

'\políticas los intereses .de una clase dominante de cirigen \agrario (o los intereses de una fracción de esa clase domi-~ nante), sino la relación de esos inrereses con los de las airas} ¡capas prop1ecarws estructuradas alrededor de la arnrn11/ación

'·,de capital industrial : · 'El Estado se rc•liz;¡ .así como equilibrador dentro de un blo- ue de oder m:ís complejo; como moderador de una alianza objetivamente estructurada alrededor de os intereses· comunes de distintas clases.

·; Esta percepción de la éx.istencia de intereses comunes, '.cuyo compromiso como tales surge a partir de los cambios ¡ que es necesario promover en la estructura económica, no se ·configura "espontáneamente". sino a través de la mediación

de un fáctor, en apariencia externa a esos intereses, que armoniz.a las orientaciones particulari~tas. Ese factor cons· titutivo de una orientación "univcrsalista" que sintetiz.a tendencias parcia les, es el Estado, controlado por la élite

· política tradicional que sustituye el yrigoyenismo. Los mecanismos de esa proyección "universa lista" que

puede sót?ar el bloque de poder operan en dos dimensiones:, en primer lugar, a través de Ja instrumentación de políticas de corto plazo, reservadas á Ja iniciativa directa del Poder Ejecutivo y cuya dirección es _hada la viabilización de cierto crecimiento industrial, en tanto acenlüa barreras de tipo proteccionista. En segundo lugar, por medio del intento de implementar políticas de largo plazo, más integrales (como el Plan Pinedo y sus antecedentes) que, necesitan el com· plicado apoyo legislativo.

Este crecimiento del .poder de iniciativa del Estado (que en la realidad económica asume formas intervencionistas no practicadas· hasta entonces en la Argentina) le pcrm1le estructurar un área de actividad aparentemente autónoma, marcándose un "decalage" enlre intereses económicos privados y políticas de gobierno, cuyo origrn está en el hecho de_ que el Poder Público. como instrnmentador de una política de largo plazo en s~lvaguarda del ~lstcma, iba

,; ..

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, 1

1.u:l ÜlllGt:Nt:s l)l·:L PEHONISMCI. JCl\l'.CIMIC:NTO INllVSTlll1\L \" ,·-t.HN7.1\ llF. CL1\SES ~7 q11e CllCUlllrÚ /:¡ é/itC ru/it1ca parn poner en práctica pro- ;¡·;~ciamos de put1c1p;1ci{;n directa por p.3rtl' ÚC /os IJJdl!'<lrn·

. puestas d.: largo pb1Zú. Mientras los proyectos económ1cm · les, quienes parrccn, t'n c:1mbio, Jccptar la rcpres~!1t:1cion · nJ:is 111tcgralrs del l'uucr Ejecutivo encontrJba11 casi siempre, 'ruc sus intereses que les ofrece el g0b1rrno. En su rclacii'in '¡

el apoyo entusiasta de la U/1\, la SRA, sin rechaz.;irlos, .¡con el Estado iratan ue ulili1arlo como estrato protector ' ··Clllll<l ill hacía la C/\Rll/\I', por <!Jernplo-· m3nifestabá, ¡más que cfecttiar rrdamns dr hc·genwnia. c11 r.Jmhir,, mayor reticencia. : · Por otra p:1rte. no se ;1dvítrtcn intentos de estructurar

Esla triple oricnt:iciún -acept;ición, reticenciil, rechno- "'J.un;i f11en.a politica 1ndepe11dicnte. cl¡¡ramcntc representali· ucntro uc las organizacin11es·c,\rp0r;i]vas·CI;·¡;;-s cims-pro- ·, 1va de sus ir.tcrescs. El objetivo ccntr;il parece ser 1nílu1r pietarias. se manifestó claramente, como hemos visto, · Jsobre personalidaúcs de b élilc lr:i.licillnal a las que rc•1tcra-uur:intc la ui:;cusiún del l'/an l'ineuo. : ¡damcnte se !lace p:1rtic1par de tribun;i~ en las que se defiende

l~sq11ep1;Hic:i111e11tc, /¡¡s /íncns de rcpr~scnl?.ci.:in pulitica 1c! programa e.le /ns 1nd11slrwles. Oiro intento de inílue11.:1a de las clases ¡irnpíclarías pueden ser ras:r~adJs, durante ese jera en tlircccitin de los jci'es de bs fuerzas armJdas, ;¡

pcríndo, en estas direcciones: ·¡quienes se visu3Ji7.3bJ como los 111~s probables part1da1ws I \La S11cir.dau RurJ/ coincide en general con la orienta- :de la industria úenlru de la élite domin:111le.

ci1'i11 de !;; élite po/ílí.:a, cuyJ Jcgillmiuad, por 01ra \ También en esta f;illa de agrcsivi.J;,d en relación cu11 "' ;i:111>:. s~ fu11d:i en el apoyo que le c011ceu~. pero se ¡autonomía política pueden ser advcrtíu:1< las li111it;iciu11cs reserva Phscrvacionrs cuando pre~1::;;c qu~ los p1oyec· ;uc las expect:itivJs de /os inciuslrialcs. q11>~ no iban 1ms ;1llá te» •::in 1n:ís al:~ de los li1;1í!es fijadcs por el stJtu-qu,1: ·'.de b exigencia Je g:;irJniías institucion:ilcs que ratific:ir:11i,

2) 1~1 Uni1\11 índuslr1:il no maniíic>tJ virti.Ji1:1é•1:e :esrr- ·:por vía de !J legisl:iciún, Jos beneficios del pmtccclOnísmo vas s»t;¡c ius proyectos y; en lodo caso, sus criticJs . >·espontá!lev" con que el Poder Ejernlivo h:ihí:i íacditatl11 , .. rk1c<'ll rnntru el P;irbm:ntn -en donde el oficiJ!is· ·\u expansión. Y esto podía lograrse sín nece.siJ;rd de J'h· al d1:w11lirse el i'/;¡,1 l'inedo no 1ie11c :n;iyoria- al ·desplazar a la élite política: :mtes birn, con1rihuyrndo ;1

qac ;1>:u<an uc traha: i:i "acciér consC:t•c1<;:," del rcfor7~1f sl.js,pnsicioncs frente a J:1s trabas qtk, fi¿sic;i111cntc. l'u:i:r Fjcu1til'0; /e impon fo'~ Jos grupos opositores.

<¡ l.a :·,,n/'r:Jer;icir1n de 1\<nciario11es Rurales de Duenos La élite politic:i, por su parte. no 1ntcn1aha cuntr;idcc1r : .. ;( v t.:: nª"'I'ª· "!·e:• I~ ·~1g:i1uz..i::í~::i :¡ue represen la las presiones de los industri;iles, porque ellas no si¡.:nífir:ih;111 .1/ p,rn¡;n g:in;1dcro snh0rdi11ado, rer.ha11 l;•s ori:ntacio- modificaciones en el slalu-quo. Al contrario: sí el 1:staJl1 11< .. : ,1,,¡ ht:idn, m1triendo /;1s bases de las argumenta- intenta ha cxpres;ir lúcidamente el nucvn punto de equilibrio ·:i,.,'<e> di! ia oposición . .:a1110 se ~dvícrtc en b :ictua- social dcriv:ido dt la mayor cnmplcjicbd del sistema Je ,.;,;:! p:1rl:•111e·1ta1i:i de Lisandrn d~ la Torre y en /Js dominio. las orient;;cíunes menos tr;idicionales de los r .. r .Pt:l;1ciuni:; de la UCR J1·ran!e la discusión del industri:ilcs en relación con las de los hacc11daJ11s. co111bi· !'Jan I'int•·lv. nadas con el c:ir~cter no disruptivo de rns rct:lam<>s, se

Si 1111 curte m:is o mc1lt1s elemental que busque vincular convertían en el e1e posibic del pn>ycL·tn de t::imh1m. ToJa intc1c:sc> ccon1'.>111icos ..:un or1cntac:i•Jnes políticas nos permite b JclivídaJ persuusív;¡ de la élite pl1iítica ·)' cs11 e> co1npatihiliz.;ir ;1 los h;rccndauos 111~~ potÍerosc!: c011 los par!icu/Jrmcntc claro en b discusiiin Je/ PIJn l'incJu , 1:ru¡hJS conscrv:idorcs y al grupo suboruin;ido d~ los g,unatlc- tiende :i convencer al grupo de los haccnJ;idos tpre J11s ;"s rnn el rauic:ilismo, 1:1 rel:iciún índuslri::ics-núc/cos poi i- cambios lJUC se proponrn -y que los 1ndJJsfrí:ilcs apoy~n tit:11s scr:i 1ncnus líne:i/. cnlusiastamcnte · no ;irncngu;irfo su hcgcmnn1':i en el hloquc

En pritH'Í'.1i(l, durJnlc tod11 l'l pcr1'odo es dificil cnco111r:ir de poder. Pinedu In ui1á cxprcs;imcntc en Jo; debutes de

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f: !" . 1

1 1

,¡,; LO:-i (¡¡q(;¡:N!·.S 1>1:1. n:1wNtsM;.i 1rnECIMIENTO lNDU!iTIUr\L y ALIANZA J).E CLAS!::S 45 . '

·· 111.is ;.\l:i" ,j~ i.i> nr1~11t:Jl'lül"ICS p3rtÍt:llbr1stas úe caúa !iCClor [c Las condiciones CS.líUCl~ralcs que p~9scnlÓ el dcsarrullO 1 d. .1 "b'l"l ) ljUC el Clllllrlll ue l:1s t:bs.:s p;1111ic1:i11as. · mdustr1al durante esa ecaua, pos1 11 qn n ·.

El Estado J~bcriÍ a,u:111r 1J lul\·b úc u11;1 ;:li:ll1:La enlrc · uel proceso se ma 11 t 11 vkra, a· nivel cc1111ó111icn .• en rr..ii:'.iS u~ ínlcré~cs pJrti..:ulJ!'<!S . quc'. aunque lulbvia upucslbos par: Jus grandes haccmbdos y a ntl'd puli

1'.11-:u 1 ,~ll las

1 Ul' !~1 ~ .: •• \

d:d111rnLc, han d1:1;;do y:i J.: ser cu111ratli.:1orios-· Y uscara mí~mi.JrJs de la élilc 1rauidoni1l. o~ t.11

mu, ll, s1 <= 11111:·: · 11nifi>;:ar en su s..::;•J lus ..:u1nprun:ís1J> incs1:ihks cntr~_cl:iscs, bloque de poder puede s~r dciiníúo, .:~ t:in•.u ul•Jd";:t:1n11. prnp10:; iJ~I tipu d.: crcc11nicnto prüpu~:Ho \prnp1us, en ,Je intereses, com;, una alianza de c/ases¡c11 la q11.: .;u1:1:cl' a

g. cn.:r.;l, de 1oJo_ l"rnc~s~ .u~ ind_l~srriali1.'.ici611. sus1ilu11va_,de. ·:a participar el sector inuu.·5 tri~d •. lJ /¡'.•gc'.i.111111Í,1 1kl '.l'-'~'_1~1.' s~)

, \: unplHl~<.:Ju!l\!S, t1~1·nJ11stnaliz;1l..I011~.111 rcvuh1\.,;n1n industnal) · m;intuvo i.:01nu i\..:~:1 !1"11,: i,·: ;. .. , "iw! 11· ..• d\ f .... u., J.

:<:en .:-1 qu-:: 1111 C1érlu -crr..:i1111c11w ue la rnanufo.::tura aparece pí;)ñiedi·ar-bCiúad·a ·Jei' :.JD c:aa rd1c'ii11: Je 1:.ii;1:.1: c1111c jUg~ndo un rJl n11por1a1dc co1111.l rq11~:;1tu d"l ~laW·quo. !Js clases propiet~ria;; iuralí.!s e inuu.,1ri

1;1:cs \'! ;il1c1.";1, 1•111

b po~ibílilbd Je p.:ri.:1brr csus •;a111lHfi> no i.:omq disrup- 13 ¡Jil"crenciaciún que c\H\icnz~rn a opc11arsc 11~11tr11 1:c lo'

}:.1 l1Vlls sinu co111n 1111::gnnkircs del >1sle1.11:i de tlümin10 r queda . nopictarios industriuks, por la 111uvili-1.:i.:1(11; d.: l.:.> ·! .. ,~"~

rat)i..:aJa ~11 la é!itc pnlí1kJ, que se lra11sfonna en fa.:1or 1

ri ulares y pur el fortalecimienlo ad,¡1)1nd" I"" •. 1 i·,::,.'.· 1•

cr:.11>lilui1vu, ~ 11:v•:l in>ti1ui;iona!, úe una nueva l1egemonia, ; ~a\'és. ~sr~dainicntc. d:: ;:1 :irr.:1 ;:1(; !"'' ··'..;,.· ;1 , .' :1.

cuy~ función es l'cHn¡Jalibilizar d uesarrollo de las fu~rz.a~ aiilunomización: d ~j~r, ¡¡,,_ '.)•"!•' cn\o:'(' ~ ::• h:'~:11roP11 .. 1k _Rrod1:ctiv;¡, .:u1, b; 11ucvas rcb~1uncs entre las clases !us l:accndadus se rcplcg;.irá, .. bri~r:1h•>C la ¡><1,1hil1Ll:1d p:11:1 •

prupictari:i~. _ .. . , 1111 inovimicnln i.:umu fue el pcfl)ni;la. ! El -:uni:~¡l!P Je: "d.1sc uCJn1111an1c . e11 la dc~~da del 30, : !'ero la hegc111u11í:1 quc la ulig::1.¡11r:; ¡ .. .Jii:11 .. 1.;l 1.1.1:i!!•""·

tl1:br ser. asi, ;,J1Jrn111lJJu, e11 1~n10 la Jom111acron Y~ no es · rn el sistr.ma de nlianzas uur:rnlc .:1 :p1:r iodo. '"·' ·I· 11"·::

ejercida .:11 1H1111brc <.le la uniJad uc in;acses 1nme?1atos Y exclusivamente, de la mayur 1:nhcic:t..:.i.1¡dc ~u 1.::::;1 •. ,.,, ... : .. , r11edi:itos de U!l;i clase. sino de los inlcrcses de un.a alianza de. tbcit.l:i rn el predominio de d..:tcrmin~dm l'~l:>••:S u "1 :.:111;;. d¡¡;,·s. Si le Jamns al 1~n11íno· "oligarquía" su signifi..:.ª?º 'cionc~ en el rc.slo del bluqm: de pot.1~1, +ll• J,, llllJ ¡m-:1el'.•11. clús1-:u de 111011upuliu del poJcr c1~ mall!JS de ~~n :lite : iodaví:i privilcgia<,la, en la esHuclura c.:pnór111.:~ y so(¡;,!. l.a reslring1da, dura11:c la u.!i.:ad:i cons1dc'.a~a s~ 1~1c1ara. u~ !'posihíiidad d.e los c:w1bios csltl 111~11cj?tla 1,or 111; •ntcr1:s«:; l..:niu proc.:so por el cual cs.:: núcleo "olig.arqu.ico ampliara · ce lus hacendaúos rntls poucrosliS, de modu que scra11 1:s11 1s su; ·bases: de una ho11h1g¿nea dt:lcrminación agraria ira intereses los que marcar:in h1s lí11111~!s ud ,proy1:<.:tu. ia' pasanuo ;i un.u comhin:nuria agro-indust'.ial en la que opera· . rrontcrns que cl niisniu no pucuc lr:isp:uncr: 1HJ habiénú1>sc rá comu i'a..:tor aglutinante el capital finani.:1ero, nacional 1 rolo la úencnúcn..:ia radical de In~ c.c1HrDs cx1ernns. ~I

j y e.xtranJeru. " , 1 comercio C~terior;igue sienuu la pri11dpal fu~n(t: UC a..:tlllli'.· ToJa aliam.:i .d,, clases, todo nuevo bloque ue poder. no : IJción y las posibilidades uc i:r\'cirni.:n¡u ucl sis1cma s.: m1·

supone 1nJiferc11c1aciún e_nlre sus panes. A partir u~ la den en los. términos t1jatl,1s por él. y p~1r l~s dascs q11..; J~ éj perci:p~ion lk una comuniJau uc intereses, la part1culan.daú

11btcnían sus rentas. 1

de esto~ nos~ b~rr_": La alianza, e11 l~ r_ncdida en ~u~. es tal Eslo no si¡¡nifica, sin crnharg,o, q11c los proyc~llJs del cüsa y no unu 1 us1u11, supone la pos1c1on hege.moni:a p~r Esiadó, aunque ciiini.:idculcs cun los i11lcrcscs generales Llcl parle Jt: uno de sus c~mponentes. La hcgcn1on 1~, as1, se~ ; grupo hegemónico, fueran si<:mprc cxa'cla111cnlc rcpn·sc111;_1·

+.1 potenc1~l1uad iegnunrzadJ que adquiere un grupo para ¡ livos de sus orient:iciones ui lampoco Je sus 111tcrcscs c~ono· ¡;uiJr un sisl~mn de alranzas. para lipr lu> 11m11es de las j mrco-corporalivus r::ás .-siredrn:í. or1.:11tac10n.:s di:l nu0vu blayui.: de poder. l, Esla tliscontinuit.lad c>:¡,li,-;i el por qué de !as dillculladcs

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48 LllS OlliGF.NES llkL l'EllONISMO

t ll..JO: .. No i:rc:cmos que .;e:i pusihlc ni rn11vcniente carnbi3r las h:i~cs ei:onómii::is 1.kl p;,iis. No p·~ns:i1110s l!ll 0swbh!cer J;,i ¡¡u1:irquia. T~11g0 dkhas s1.1brc e.I punto palahr:is.clnrísi· mus y c:i l~górit·:is: nn neo qu1.~ i111poí1Jr sc:i un mal, 110 :cngo nin~u·:J prcvcnci~•n por lu que se l!;inw el c;;dcrcr :i~rarin Je 11u.:;t(I) país, nn ere•.• que eso sr.~ <lcsdorusn, aun·.¡uc ~11 algu11:i p:1rtc de la litrratur:: econ6n1i:a univc1s:tl SL' ~t"1nsiJi.:rc 4u1: IJ~ rnas;;s ítgr¡¡nas L'un r~spci.;tu a las 1n<lustríaks cslfo 1.·11 un;,i situ:icilin 1.k infcriorii.la<l". Y cnncluía: ··Nu pcns:in1u3 110g;.ir :i u11:i industrí:iliLación lota!,

.(masiva, del pHÍ>, pero no li3)' por qu~ ;.iha11d1.1nar algunas prnduccionc~ i1_1tlu~!riJ_lcs !ut:ilm_~nte sunas, lu11 s:ma~ ..:u.mu la de fabricar iflg>.i po111c11<lo scmdlas en lus sur..:os n lahric.ur ~;,im~s li;,i..:i,·11dü pH..:cr hlY. pastu~ por el r,a1wJo" 75 .

I" NOTAS 1 ¡ 1

La referencia c~nlr.il al crecimicnlo de .Ja induslrin en l.t dcca<.!a del 30 no significa ig11orar I~ cx1slcncia de un proceso prcv1u de desarrollo de la inanufaclura, que en lu Argcnlina nrrnnca tksdc rines del si~lo diecinueve. Un an:Ílis1s lle csla prtmcra e1ap:. podría. iluminar liimbién -como nos propon:.!mos en este lr:.iU:.tJO para el período l 93G-J 9•1J- Ju put11culuridad úe lus rel:Jciuncs entre grupos de:. propict.a.1Jos ruraJc~ e inc.luslrtalcs en ti!1mtnO!i de fu:;ión, oposición o allauza de •:lasc'-

1 1 Un alejamiento más r3dical Jcl modelo se advierlc cuaudu,

admitiendo la validez de Ja descripción de la nrirn1ación de Ju; lerralcnienlcs, se supone que, o no huy ~rupos burgueses <n general o induslrialcs en pa.nicular u son muy limilaJas sus urlividades y dcpendicnles tlcl sector tcrrutcnicn1c. En cSlc 1.-asn, bs orienlaciones de Jos grupos burguc:;..:s o de los scc!JJrcs mctlius loi=ilcs se asimilan a bs oricntncionos de los lcrrulcnicntcs y se' señala que todo cambio debe oríginar;c en influcndas c;..tcri,;is.. Cfr. St)'mour Lipscl "Elites, cduCJdón y función empr":Urial en Améri.:a b1ína"' en S.M. L1psc1 y A. E. Solari (compilauurcsJ Elites y dcUJrm/ln en Am<'rira J.tHÍ11c, Il~. Aucs, 1967 y !len Hnsi!litz.1 ºEl desarrollo ecunVmico en ..-tmérit:a La1111iJ", en Desarrollo Eronómfro, vol. 2 Nº ), o.:tullr<>-Jk1c111llro ! %2, Ver, en t:speciaf 1 Revalució11 y lUntran•\·ufu::iém eu f11·Ar~cnt111a, Buenos Aires, l96l.

4 Cuido Di Ti:Jla y ~bnucl Zymolrnun, L.as ~tu¡>or ¡/e} ,J1·;arrollo ecu11ómico argentino, Bueno, Air~s. 1967; \\';1ltt:r 8.ivcragg.i Allende, El sr:rvício del en piral exrranír:ro y d cv111rol de cu111hws. Méxica 1 195-1~ Aldu Fcrn:r, Lu cco1wn1ía arJ:&:JJJÍIJU, f,tCxku, 1963. Cfr. ArgenJína: su de:wrro/lo cnpi1alista, Buenos Aucs, 1965. I~ Ver, en especia~ ···Rasgos b1ográlicos de la famosa burguesía ·industrial argentina·'. en Es1ra1~gra, Buc:no."i Aires, si:ticmi.HI.' l 957. Las t~sis de Peña se encuentran tlesarroll:ldas en Ficluis 1fr im·cslígación económica y social, número clcl)l¡;;¡do a la ""Evohi· ción índustríal y la clase cmprcl..'lna arg<'ntma"', l, 1, abril Je 1964.

7 En la expresión "clase domin.an1e"'. englobamos sólo a qu1crws controlan medios do produ,;ción. seon ellos terratenientes o industriales, dejando de lado u los prnp1eta.rio.1 de capllal comorcial y rmancioro, pes~ u que en nuestra hipótesis. duruiuc la déc:ida de! 30, el control que ;ubre b economía argentina ejerce el capital rmanciero, principolmcnte e.xtranjcro. es ya decisivo. Nuestro análisis simplific::irá, cn1onccs, las rcl.idonc, de fuerza cnfocrndo solo a propietarios a~rícola; e induslnalc, y

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5

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1 :~.:~N:noa ::u~:,5

:::sA~o:: ~¡~: :0~ ·:: ~6:::~;a'b:1tocinn :: ' llcvJ a 110 an;ili7.:lr iotl.ivÍ:J c:..:plícll;1mcnit: las or1cntacioncs ~t CtJndm.:lorc'li cléctrlc;o!:, de apnralos para radio1clcíoni:1, pn.1<luc-Jo~ grupos luofc~ c\lmO fundún di: l:i inrlucnch.1 de las fJ\Jl_~n~1a1 . ·.lo!' fa.rmacCuticos. galvaniz.ación de chap;1s de hierro, :ise\:n~orc::~, impcríalisl:is 0 úc Jos 1:onilk10s cnlrc c5:is po~cnc1as, P.•ryculdl· ele." Adolro Dorrman, Lo evolución i11durrria/ ar¡:enr1t1a, !Juenos mente signirícalivo,, en el t:a<o úc Gran !Jrclana ,Y los l·.E.UU ..• • Aires, l 9J8. p. 259. El mayor número de las inversionc' pr1,·adas partir úc 1930, parn Ja Argentina.. • , '. vino, duranlc la ép0c:r. de los Estados Unidos. Cfr. Di Tclla )'

e Para los fines úc nucslro lraba¡o, como se vera. sena m~s Zymclman, o¡;. cil., p. 443. · i prrlmcnk hablar de :ilianz¡¡ cnlre sectoresº rrnccíonc• de .1:iso. 17, 11asl• º'tubrc de 1943 ruc mimstro de fl:icicnda del ~"b1crno l dndo el corle que ,e produce en el grupo •grano. /\ pe'3r de ello, milit"r Jc>rgc Sa111amarína, que durnnte los gotnerno; C'Jn,crv•·

mantenemos el termino en su vcr,Jún más gen~rica. ! dures ocupal!a el <Argo de titular del llaneo d.: la Noción. Oiro 9 Di Tella y Z)'melman, Dp. cit.. p:íg. 4)6. . ' miembro uel equipo que acompañó a Frdcncn Pinedo, el Dr.

10 Li versión dá,ko úr cslc liro de análisis sigue siendo el conocido Ernc.<to M"laccorto, fue en lus primero' me;es del gob1nno libro de John J. Johnson, /.a rransformoción política de AmáiÍa miliLar. >ubsccrclario uc Hacie11da. Latina, llucnos Aires, 1962. · lB Lo Ar¡:cnrma en lo depresión nr11nJia/, D<.. A'. l9JR. p. 1~3. ··

11 Un enfrcnlomicnlo "hicrlo entre proyeclos ofici;ilcs Y aspirado- 19 Una nuri"1 Ar¡:rnrino, lh. As., 1940, p. 244. ne' de los industriales .<Ólo porece produdrse -como vercmm 20 lbid. p. 271. l'n 1940, Luis Colombo, presidente de L1 llnií1n In-.:;,";' m:Ís ;idcbntc- en los primero~ meses del gobierno de Juslo, anlt:5 dustrial deda: "Rec<.rnocemo.< que de.Oc J 931 los golH~rnc" que.,,;:•. de que Fcdenr.n Pincilu desplornse del ministerio de llaci~nd.~' se han <U cedido han procl!rado mejorar la ~iluación indu1lr1;ib;/,;. /\lherlo ll11eyo. Pero olln· en e:;a opo!lunidad la contradiccmn del país". Rcv1sra de /::conornío Ar¡:~nrino, lomo 39. Nº 208;.c":t;.(,. enlre rn1ha.1 pcrspccl1vo.< no dur:ir:Í mucho tiempo: los reclamos oclubre de 1940. ·· .. ..;.e-::.:···· de Ja UI A hubrñn dr enconlrar rápida coincidencia con lm 21 1::1 le~lo del convenio puede hallarse rn Traradvs de Comcrnn da.'::'·>!·· proyecto< del scclor de b élile polític:i que asumirá l;¡ conduc- lo Rcpúhlica Ar~c1111no, Facullad de Ciencias Económic1', Bk;..,"S riírn de lo crnnomfo o fine' de 19JJ. ' Aire.<, 1938, pp. 25 y siguicn1rs. En general, lo Ulcrnlura sot>n:.':¡;::.

12 U1ilí1.umo; el conceplu de "he~emoní3' en fa dirección que .10 c'te temn ;ÓJo hace hinc:ipié en lo; a;pcc1os leoninos clcl cc.nv.,...: hoce 1\nlonio Gramsci. Cfr., en e'peeial, /1 Ri.rnrgimenro. Turin, nio, manife.<tado; a través de Ja; concesiones que la /\íj!rntina 1954 y Nota.1 snhrc Maq111avclo, sobre la polírica .Y d .l::srada como nación, har.ia a Gran Brclaiia par:i ~1tisracer los interese~

1

111odcrno,.lls. As., 19GI, aun cuando nucslro uso en este trabajo de la élite de µnadcro::. Sin desconocerlo;, nos parece más ~e rircuns~rib: n I~ hegemonía ~uc una da5c o fr:1cci~~ ?e clase ~igrHnC-ativo, en función de la.1' rcl::icit.1nc~ d<" f11crz.a de las da5cs

) cjcrt·e en el íntertor de una alianza Y no a la ~ostbihdad de loco Ir.•, annli7.arlo de"1<: la pcrspecl!'1a úe hJ divi<ión que la firma "consenso" 111ctiiantc la CU:tl la clase Úominanle 1ntegra en SUl del pacto p.roduce en el 5e1:lor gai:i~cr':,J'.!....C~~~g_u_!:_n.l.cmcn1,, valores~ la riasc dominaúa, de ~posibd_í_d_ad._".Pª'"'.'l.°m.~nt~ pa!..:1.il?pi, que. abre par• una

l J De 58.000 cslohlcdmícnlos industriales imcriplos en l 941 cn'cl afian7.l, eonvoc:ida dr.~c el poder, que. incluya a los induslrialc:.. Rc~i,tro de la Dirección 1_;cneral de Esiadístíca, las empresas f'·fue\i¡¡¡ij\:ñfc'li:ñor'í:imci,·-qúc repetir lo ·afirm•do en página' indu,trialc5 funúatias.anlcs de 1930 ocupaban el 70"/odel lotaJ onteriorc; acerca de que la promoción del crr.cimicnlo indu,trial de Ja mano de obra emplearla y rabricaban más del 80% del no adquiere. rlcnuo úcl encuadre leÓr1cn en que c,t:í concebido valor de Ja producdón. Sobre un total de 23.000 cmprc-"l! este trahaío, una valuroci:m hi;túrkamcntc pc:mtiva en,¡ mbma, cen'3da.<, el 60% habí;in siúo fundadas anles de l9JO. Cfr. e~ .. L:!11_0_\'l _dilcma. [undame111al de la rncicdaú argentino no/ Rcrisla de E:conom ia Ar¡:e111i11a, lomo 4 J, Nº 307, enero de 1944. parece cnccrrar.<e en b estrecha alierrra tiva úe "modcrnu:a ción" r

l 4 Di Tella y Zymclman, op. cit., pág. 116. o·"lrádii:ion:lfü.mó": · · 15 \.fr. Maria Conccii;ao Tav;ircs, "Auge y declinación del proce,s.o 2Z ilri:i:iiiliw iiñ el i:a//ejón, ~lunlcvidco, 1964, p. J l.·

de su>tiludón de in•portacioncs en Drasil". en Boletín E::con,o- 23 Anales de la UIA, Nº 77], mayo de l 9JJ, p. 23. nuco de Amhim l.01111n, Cl·:PAL, Vol IX, Nº l, marzo· de 196.4. 24 lb. Nº 774. p. 27.•

16 En 1'!38 más ud 50°lodcl t'apilal lolal de Ja industria c>laba en 25 Jbid. p. 28. nHlll<r< de e111prcso; rxlronjrrns. "F.stos capitales dominan en 2G lbicJ. p. 36. forma monopoli.<w vanas rama., de ia actividad industrial del 27 fbicJ. p. 40. puís rnmo por ejemplo fri~orírkos, 11.>cina.1 clédrÍI~:· compa~tas 2S Nula a Agu<tÍn r. Justo. en .411al~s de lo lllA, Nº 780. die1rmlJrc~::1,., de µ:is. t:cmcnto, armad~' .de aulomotorc . .<, c~abor:ic1on .dnrtrn_u· 1933, p. 4, ·· .. :~~ .. Jos de roucho, ~cda ;irl1f1c1al.Y olros, c¡erc1cnrlo una mílucn1t1 29 ll:>id. p. Y.

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51 LOS ORJG~NES DEL l'ERONlSMO

30 Rev/Sln de Econom in Arge111úw, torno 32, N ° l 8 7, enero l 9 34. 31 lJcve'"g¡;i Allende, up. cit., p. 15 7. 32 Revwa de Ecunnmiu Argentina, torno 32, Nº 187, enero 1934. 33 A110/cs do la UIA, Nº 775.¡ulin de 19)3, p. 32. 34 ';:¡ Plnn de Rea,·11WJciÓn t:co116111ica ante el Hnr11:irable Se11aclu,

Mí1u;tecio de Hacic11Ja, ll>. A>., 19~0. p. t56. 35 Señala ílorfrnan: "El pro¡,;rcso inJusuial se ha hecho pasando

;obre los cad5vcresdc las cm¡>rbas ntásauasadas. pero prepar.11.!as para afro11tu la elevación del 111vd p10J11c11vo s1.i.1al, quó han sucumbido p_ara tlcjar el <":Jrnino a llls más ~an~c; Y rn.cio.r re,;p:iltladJs por polencialidat.l financiera y conocimientos ltCIU·

)

co;". Op. cit., p. 158. !On 1937, d 57,6°loJel 101.al dt la ¡iroduc-i .:ión 111tlum1al c.orrc'1'º!1día .;d l,4%dti loLal de l:Js_i;nipres:u.

Cfr. Adolfo Dorfin;in "El proceso d~ cun.:cn1rac1on en b 111duS1ri:t argentina", e11 Revwa úe liJ Facu/rad úe Ciencias Físico ,\/acerruiticu>, sene segunda, Unívcrs. dé La Plata. oc-tubre l 940.

' ''

36 Enue c:;a,; voces incluímo>, esp1.·.:btme111c. a algunos integrantes de f'OlUA nudco disidente do 1;; UClt do 011gtn rr¡goycni11a. La opuúón° Jd Patlido Cornuni>l:i a favor de la ~nJusLr.1:1lizución puedo encontrarse en un folleto pro¡:ramat1cu, L1berrad • Í11dcpe1ulencw de lü patria. Buenos Aires, 1941. Incluso con posterioridad a 1940 lus f'lantcos fuvorablcs al ccccimien10 Uldustri.al en las Ub1.:u!aiu11cs parlumcnl:.üia:1 eran c:sca:süs.. La. exc.:pción m:Ís notoria esLaba dada por un dipu¡nuo radic:;il ant1pcrsonalista por SJnLa F.!, Francisco Scarabino, qut en lodos 10~ dcb:.itc~ subci: po!{uc:i cconómtca exigía, sulitariamcntl!. mcJidas de apuyo a la 1ndusuia. Cfr., entre ouos, Dwrio do S"s1011er de la Cám:uadc Diputados de t. Nación, Tomo 2, 19.:t l p .• 140 y ss.; Torno J, 1941, pp. 256 y 55 3; Tomo 2, l 942, p. 916 y SS.

37 Los reclamo> de los índustrrnlcs pueden hall.use en mnumcr.ibles documento~ prcscntac1onl!!i y me.murtales de ta UlA, así como en lo> discursos anuales de Luis Colombo, pronunciado> en ocasión del Día d~ !ll · 1nuusuia. El Jos de setiembre de 1941 Culomuo resume así las exi~encía> de los industriales: ley antídurnping; .. draw back"; ley de lic11a.:1one>, pasa favorecer a lvs cmpre~1os n::i.c1onak'i frente 2 las inUu;;¡trfa~ <:xt;anJcras; 1c-vi>ÍÓr. de 1;¡, w.rif"s ldu.:ineus.. En rnah!fÍJ de lcg1slaclun socml se rodamaua Ja. reformo de l:J ley l J. 729 y t.lo Ja ley l l.3 l 7,. que prohibía el traba¡o a lo; menores .. p&ra que puedan · 1raha¡ar y h"ccrsc hombre< ú111cs, aportando sal;irios de aproo-\ dices en vez de ocrvcrursc en };is c"lles y convernr~ en vagos O

ddineuente;". Cfr. R<visJo Je Eco110111 in rlr¡;wtina, 1omo 40, : Nº 279, seucmbrc 194 l, p. 188.

38 R1carJo M. Ortiz, lfistoria i::co11óm1ca Argentuw, tomo 2, p. 114.

Bs. Aucs. 1954. 1 39 L.:: gafl/Jderia Argen/Jna <S una sola, Bs. Air«, 1939.

CHECiM lENTO JNDUSTIUAL Y ALl:\NZA DE CLASES 53

40 Horado Giberti, El clesarrollv ag¡ano ar¡;e111i110, !;s. :\ir•:l,

1964, p. l 2. La Liase lecnológic.1 p;ira el p:.-cJu111in10 de I" 1."J¡>U de los "inYl::'rn::u.J(\res" ~sel JJfogri.;;i.u di! In indu:.tri::i f11gv1Ífil·:.i que permilc la export,ción de cune cnfr.i:td" ("rhilktl"), lli 11"" supera en i.;a!idaJ a la cungl.!bda, por ser vin1:;:l1111.!11il:' sirni'.;ir a b c-.irnc fu.:sca. El uucva sisti.;tn;i comcnt.Ó :t ;.ipti~r!:lc ;..d rmoliz"r Ju primcru tlé.caJ;¡ Jcl s1glu, pero '" ~ra11 cxp::1"í'1" arra11l2 de los año::¡: 20 1 en el t1an~.i.:ucsu t.k lns t:u .. k; el '"c.:hiUcú" dcs.::ilup <k !ns prit1h.:/u;. p11··:.t•.J~ Ji; :·1 i.. .. qk.1 t.·1.1 ,~¡ pt.·t:u:uia a la c:irnc ruugl!l:.itla, L.1 prnJlJCL:U:1 d\,: 'rl11llv.l" 1~·

~Uli!fC animz.lc~ dt.• bui.·•rn r:.iz.u y c::.µci.:1:.d r1rrp:11 .... 1i'.>11. t\Ji:111.;.,, como debe consumírs.c entre lns 40 ó ~5 11ÍJS pt!.,)l\'.!1· .. •1\,;' .. 1'

sacrificio drl ganado c~i!;c unJ uferi.'.l ru~1~1;1111~ (J ..... 1ii· la ncccdda'd Ll!! contar t~on bue.nas p;..istur:1s t1ulu ·:\ ... H.J, o;-~pci.:1:.d­

mcntc dur.inlt! hh m..:scs Út! ín\·lcrno) µm:.t ~ tisfiici.:r u liJ úcmJntl:i, a difercncía del cnngdado, 'i"" ;iuctl• ·'"·"l"ccr" una dcmarn.h con.:ltante con una p1oJui.:t..1::>11 '.:SlJ..:l•1u.1; !~\·.~ ::. 1 .. ríJ· li.z;idón. esta división úcl twllaju c11tc1.! lu!) p1.,Ju •. l.;n:.: . .' !1.;;.i..;

ros. estructurará l:i~ lnis:cs Je un:.i tliícn;: .. r1»1u1. ~···.1- ....

po1ibilituh! ai gruro 1'i11vi.:rnudt.11" C"l vir111:.il mfu1upuhu t..11.!I comcrdo ch: carnc) con l nglil ll!rra.

41 f.n la> elecciones n.:ali1.uuas e."' uno "n b Sociei!utl 1!11rJI !a lhl" con la que s.<! it.h:ntifi~J.biJl1 los .. L'fii.!LltHl.'::r." cril !.J cnl·:1bl't.utb p•.f Pedro Pagé:> .. La list..i vi!nCt!dora fCfHt.:Scnta1ÍvJ Uc: lus 111k1\ :.L·,

de lúS "'invc1n:idurcs'º cstul>a citeahc7.!JJ;; 11or l. 111;,. DuhJ11 y 1J

inlc~rabJ.n 1 adcm:ís. EtluJ.1do G. Drabbk, f\i1gu1:: Ali!,!tl (".Írr i11L1,

Philip A. S. Da\l'ncy, lluraciu U1uuonc, llc<:li.;1 M. l;o1c1,.·10, Carlos Pucyrrcdón. Enrit.¡ut! $ant::iJJurina, ).'t:lkrit:o M.1rt:'11c.:: de lloz " Enriyuc Sanloin:irina (h). CumcnÚnd.:i. p11r."buhuu, b mayÜri;;ocüpo .:ár~OS

0

pÚbliGOS tlc;pu.!s Jci )0. SoL•c j¡¡ acl.i.I· rión de Plgcs, vor Pctcr H. Smíth .. L<» rudi:.::ilcs y lus ínl"ro:sc' pnaderos". en Di:,;arrallo l:."conó111icCJ, vol. 7, Nº :!5. ub1il·Ju1110 de 1967.

42 Giber1i, op. cll., p. 47. 43 Sobre l:ls con>Ccucnc1os del Parto, opinaba así l'eúro Pag~,; "be

ha sido el ~ran triunfo Je lns JJ01111nio; en U11nwJ, qu~ obtic11c11 elevando los porccntJjcs dé sus c>.p·o1t¡11..:ioncs a cx.pcns.:is nucs~ j. Ira>, en ovínu y rongcludo bovino. l'uc\!e olJ>ervu1>.e que en lu 4u~ nos afecta en mayur ~at.lo I~ Conlcrcnciu tl~ Onawa <'"i

en la ,-Jrnc l'On~dadu O\•ina y búvina y en 111enur grado la "d1iUct.l-becr'. Cit. en Ncmc>1u ·de (llar1:1gJ, C:J rurulirnw Df[<lllllllJ, p. 137, lJs. A>., l 9<fJ.

44 Ubras, 101110 11, p. 92, lh. As., 1951. 45 OlariJgn, op . .;ll., p. LJ tcl 'ubrayado e> nucs1ruJ. 46 !bid. p. 99. 4 7 1 bítl. p. 338. 48 AccrCJ de la lucha por el cl1n1roJ t.h: lJ f:.'/\P puctl..: cunsu/tur.>l.!,

c.n11c 1H:os, Rutloli'u Puir:;rPs, Nacw11alizcci1)11 y lihre emprcsu

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54 ... os' OR IGENE.S DÉ'L Pt:RVN l::>MÚ

e11 la i11dus1ria de la carne, ns. As., 1957, y Jo;é Y. Liccap, /,nr comes en la eco110111ÚJ argenrina, Bs. /\s., 1952. f)j TcUa y Zymdman, op. cil., pp. 4Jl y 432. Olari;ig:i, op. cil., p. 384. lbid. p. 389. '

52 C/\RDAP, Tercer Congrcro Rural Ar¡;et11ino, (ago$lo de 1942), p. 57 (el subrJyndo r.> nuestro).

53 C/\RD 1\P, XXº Co11grcro Rural, La Plata, 1942, p. JO. S 4 [lcvcrag.gí /\llcmlc, op. cit. p. 186. 55 lbid. p. l 96. . ·. 56 [\aneo Ccnlrul de la f\cpúblic;¡¡ /\rgcnlína, Memono Anual, 1938.

p. 22 (el subray;1tlo es nuestro). 57 En In Cámara d~ Díputndo.1, sobre 158 legisladorc,,, 76 peri\'

nccían a la UCf\, y 56 u la suma de comcrvadores y anliprr>': naUsras. Los socialistas crrnlabun con 5 repre~nlantes y hah1a 2J rcprcscnlanles de núcleo; rndit.::1le• provinciales.

58 {/cchor e Ideas, añn VI, Nº 38/39, Bs. As., enero de 1941, p. 25 J.

59 Di Tella y Zymelman, op. c1L, p. 475. 60 /lechos e fdcar, di. p. 2.58. Gl Di Tclla y Zymt'lman, np. cil., p. 535. 62 Ar¡;cotina Fabril, aiio Llll, Nº 86J, noviembre óc 1940. p. f·

Lo Ref'l.lfa de I::cn110111ia Ar¡:c111i1w eolifka al Pian comu ''>con-. lcdmicnlo histórico en la vida del paí,"; Tomo 39. Nº 27p. tlicicmbrc 1940. ·

GJ ;1110/cs de la Sudcrlüd Rural Ar¡:rntinc, Nº 12, dicieníbrc 194Q, p. 979. 1

5,¡ //cchá.t e Ideas, cit.. p. 25 8. ' 65 En l.a f'rensa. 12 de dicicmlirc de J 940. 66 Otrc- baslión del lib1c cambio era 1:1 \rnlro de lmporladorcs.

En un memorial ckvado u In C:ámura de DipulJdos d 24 tic novicmiJre de 1941, reclama ia dcrn~ación del impu~slo del 1 Q% " la.1 impnrloc1u11cs c.1ta1Jleddn por el gobierno de Llriburu: y monlcnido po.1lerior111cnle pese a qur. se· In había dcc\ara1u "provisorio". El m::inlcnimicnto dt." cslc ,impuesto. que en vn principio lrnlló juslifiración en meras rar.oncs de tipo fiscal per\1 que luego sobrevivió a pc1'Jr, incluso, de las expresas rcr.omenda­dones pn.ra su derogación contenidas en el Pacto Roc:i-Ruucima'.n. es un buen ind.ir.atlor del compromi.w de la élite dominante cpn los industria le,;. ,

67 El Plan de Reacrivatió11 Económica del Poder Eiccurivo Nadon'al. E.,posicián de CARíl.\P en el VIº Con~rcsci de Sociedades Rumies de Cnneoirlia, diciembre 1940, p. l 2 (los subrayados son nu~stros ).

6 8 f.Jidón del 19 üc diriemb1c de 1940. 69 Jnformr de la Comisiún l.'.spccial del Comité Nacional de la UCR

dádo a conocer ~I 19 de diciembre.de 1940. En Hechos e Ideas. rd. cil •• p. 307. ' 1

'CRECIMJtNTO INDUSTRIAL Y ALIAN7.A DCC:LASf:S. .; SS " '.;o Proyecto de ley de financiación de la co;ccha pre.l<'n L,do a la :: Cámara de Dipuwdos por los repre.l<'nlunles de la UCR. En

71 Hechos e Idear, ed. eil., p. 285,

7'2. Hechos e idear, cd. dl., p. 235. l bid. p. J07.

73 lbíd. p. J29. las opiniones de Sabaltmi pueden ser colc¡adas <:on las de otros dirí~entcs radicales que participan de una cncue.•w: lodos combalen al Plan por su md11slnalismo o por su "estatismo··.

74 Hechos e /de.os, cd. cit., p. 41 J. 75 El flan de Rcacr11·ación Econó1111ca ante el l/onorahlc Senado

de la Naciú11, Minhtcrm de Hacienda, Bs. As., 1940, pp. 14) y 156.