muestra de poesía joven

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MUESTRA DE P OESIA JOVEN (Inédita hondureña) ´

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  • MUESTRA DE P OESIA JO VEN

    (Indita hondurea)

  • El nico sentimiento que nos une es la inconformidad.

    ISBN: 978-99926-98-48-8Diseo y Diagramacin: Magdiel MidenceCorrecciones: Frin Lpez Solrzano

    maladiveditores.wix.com/[email protected]://www.facebook.com/pages/Maldive

  • ya estn abriendo sus flores, las severas violetasen la hondonada de la noche, murmura la onda cristalina.

    Georg Trakl

  • Este trabajo no representa un estudio exhaustivo, sino un reflejo de la nueva literatura hondurea; un canon de calidades y cualidades.Es slo una invitacin a dar una ojeada al sacrificio intelectual de aquellos que han sido vctimas de un sistema que no acepta el senti-do propio como forma de vida.

    Estas pginas tienen el poder de mostrarnos lo maravilloso que puede llegar a ser la inconformidad, el desencanto, el amor y la sinrazn, como mtodo de viaje entre un da y otro, entre un grupo de personas y otro, entre el encanto y la desdicha.

    Cabe mencionar que hacen falta algunos que no quisieron o no pudieron enviar sus trabajos y que son parte importante de este nuevo hato de escorpiones, por suerte hay otras personas llevando a cabo tareas similares y seguro llegarn a ponerlos entre las pgi-nas de la historia, para que otros puedan contenmplar con perpleji-dad la hermosura que puede chorrear de un par de manos cuando escriben.

    Magdiel Midence

    * Isidore Ducasse

    * El corazn del hombre es un libro al que aprend a esti-mar...

  • Ana Lu(Tegucigalpa, 1990)

  • 14

    Me gustas cuando callas porque ests como ausente.Pablo Neruda

    No me callo ni me ausento, Pablo estoy aqususurrndote a gritosque no hay comidano hay cigarros ni fsforosno hay nada.

    Estoy aqu desangrndome en la regaderaescupiendo hijo de la vaginay a vos slo se te ocurre decirme melancola.

    No me callo ni me ausento, Hernn estoy aqutratando de ser notadapor un besoestoy aqu respirando tu aireviviendo tu vidaentonces yo

    Yo no me ausentoslo me pierdo.

  • 15

    Dejame que hoy quierodeclararme ninfmana aunque las estadsticas de mi cama digan lo contrario.

    Dejame ser la puta del balcnque le escribe cartasa los amores ficticios.

    Dejame amor.

    Dejamepor un momento que sea el tiempo que se encargue de profanar mis alas de cipota enamorada.

  • 16

    Hay das que quisiera estar en el vientre de una oruga transparente.

    Una oruga con caf y cigarros doblados por el peso del olvido.

    A dnde se van los vasos rotos despus de los suicidios de las dos de la tarde?

  • Daro Clix(San Pedro Sula, 1988)

  • 18

    Maull la puta

    Daro Clix muri y ahora no queda ms que el personaje de fic-cin,una triste caricatura de algo que nunca fuipero que hicey as me qued.

    Daro Clix ya no est en mse fuey ya no existe ms que como un personaje de ficcin,borroso/una caricatura triste,borroso/desperdigado en las cabezas de las personas que alguna vez lo co-nocierony no.

    Lo hice. Se borr.Bye bye, blackbird. Vaya con Dios.

    Daro Clix is now defuncty ahora es Jess, tiene los ojos bien azulesy sufre porque debe multiplicar los panes.Qu fastidio, Sosa. Me oiste?

    Y ahora es Alfred Jarry y le da por andar en bicicleta,bien armado,diciendo que es Ub.

  • 19

    Mierda...

    Y ahora es Van Gogh y se corta dedosporque afirma que 10 son ms que 2.Y si se malea ya fueron 20,la muy puta de la esquina maull.Hermano Tho, dame dinero.

    Y es tambin Carlvert Caseyy su madre actual es Felicidad Blanc, la mujer que en la vida anterior lo mat:para recompensar los daos

  • 20

    le pasa dando leche de sus tetas que es una vaca de encanto.Saludos a Wallace, por cierto, que tambin est muerto.

    Daro, Daro Clix no soy yo.Que no ven acaso cmo caricatureo?Que no ven acaso cmo me voy borrando?

    Miren.Miren.Miren.Miren.Miren.

    Ah hay 5.Y si me maleo ya fueron 20, el buen hijo de puta maull

  • 21

    Lo que quiero decir es que le tengo miedo a los sostenes

    Sabs que ands mal cuando empezs a ver en el sexo algo grotesco,desagradable.

    Cuando el arrancamiento de las ropaste parece deshonroso.Cuando el roce de los labios es una trampa.Cuando en el acto ltimo de remover el sostn a la mujer,en esa pausa, penss:ojal no estuviera pensandoporque follar es de un animal

    Follar es de un animal, penss,y ya se la ests metiendo eres un cerdo.

    Y luego la violencia.Y los ojos cerrados, para qu?Para no ver cmo tiembla la carnees para no ver cmo tiembla la carnees para no ver.

    El semen huele a veneno,a algo que nunca deb haber puesto en tu boca.Y sin embargo lo hice.

    Sabs que ands verdaderamente mal cuandodespus del acto ltimo de acabar, penss:

  • 22

    s que Dios existe por la tristeza post-coital.A l no le gusta que hagamos esto, claro,porque follar es de un animal.

    Porque follar es de un animal, penss, mientras le decs:Mi muy amor mo, la prxima vez que vengsno deberas de ponerte sostn. Bye.

  • 23

    He aqu este tu balde de agua, objeto de oscuro deseo

    Viniste ac buscando algo que habas visto antes.No te vays si lo encontraste.Si ya no estaba aquests mintiendo.

    Yo te abr la puerta con los brazos abiertosy te dije:qu demonios sabe nadiey tembl,no s si de miedo o de deseo o de amor.

    La vida no es dura sino confusa,la vida es que cada cancin te lleve a otray poder perder la cabeza de vez en cuando(es necesario)y que uno est con su mujery que vos ests con este hombreque con los mismos brazos que te abrazabien te ahorca,que te muerde,que te toma del peloy te arranca la ropay baja dando besos por tu vientreno para lamerte el sexo, no,sino para lamerte el espritu

    He lamido tu alma, mujer.

  • 24

    Y no necesariamente para que vos despus chups la ma.

    No la chups pero tampoco me digslo que Conchita le dijo al viejo:ay, Mateo, Mateo

  • Manuel Castaeda(Comayagua, 1983)

  • 26

    Hotel de infieles

    donde el cuerpo amanece rpido,y el ombligo del pensamientorompe el silencio de un gemido

  • 27

    Ventanas

    Llega la lluvia de la maanacon la influencia del zorzal y la cigarra.Por las ventanas entra nieblaturbada de horizontes perdidosen su continuo gotear.

    Buen tabaco, caf humeantey un latir de recuerdos copulanEl sonar de lgrimasse pierde en el viejo tejado.

    Queda en la inquieta lejanael relmpago y la gutural troniza, sealando que el alegre banquetepara rboles, hierba y campesinos,volver a la hora que el arco colorido indique.

  • 28

    Recuerdo ruso

    Sendero del desvaro inclemente.A dnde me llevas?Quiero quedarme.Djame aqu,no quiero caminar en el asombro.Djame aqu, en el apunte del alma.

    Ese camino de suave aroma a cardosno es ternura si te toca en una cariciaHaces la bruma diligente.Traes un recuerdo de tierra helada,la fiebre y una frase de PushkinMi amor se enardeca con el aislamientoy se volva cada vez ms doloroso.

    Alegras en los camposnadando en marescon serpientes de amaneceres colgados en el camino.He visto en los cielos imponentes la lluvia,el fuego,la nieve en la piel de la mujer que amo.Presto una larva de sonrisaun letargo y el retazo de un sudario

  • 29

    permanecer perenne. Quedarme aqu.

    Sendero del desvaro inclemente.

  • Euclides Valds (Tegucigalpa, 1984)

  • 32

    Prometeo enfurecido

    No seas el buitre de ningn Prometeo.Juan Ramn Molina

    Les traje la verdad que desgarra.La luz no era para crear sombras.Buscaron la gloria y rodaron cabezas,perdieron la inocencia para ser adultos.

    Diversifican el caos primitivo,la caja de Pandora no les bast.Ustedes devoran mi sacrificio,mi entraa es un big bang incesante.

    La historia es la roca de Ssifo,el sistema es un minotauro,la libertad son vuelos de caroque intentan cada da.Las sirenas buscan a nadie,clandestino en medio de ustedes.Los buitres burlones oteanel absurdo laberinto social.

    Prefiero mi suplicioa vivir este presente que construyerony los destruye.

  • Sigan errando,seres oscurecidosen busca de otro fuego.

  • 34

    Va crucis

    Tegucigalpa,ciudad de espejos rotos,rastro de juventudes.

    Aqu la parca vende peridicos,comulga en misas negrasy deja su firma en cada barrio.

    Las casas acumulan sillas,camas y cuartos vacos.Los gritos se vuelven silencios,el sol perece en el horizonte.

    Los que otean mantienen la nochepor tiempo indefinidopara que los sonmbulossigan dormidos.

    La droga anestesia por instantes.

    Estudiamos la retrospectiva de la muerte,la resta y la divisin.La ciencia todava esperala fotosntesis de la iglesia.

    San Miguel sigue creyendoque el pueblo es el demonio.

  • 35

    Exordio

    Silencio:Te regalo este espaciopara que rompas los espejos que quieras.

    Acrcate al prjimo sin desfallecer.Observa la vida fluir en cada mirada.No puebles sus ojos con insomnios.Descubre el milagro de cada alboradaen el asombro de quienes pudierondespertar del piso al da siguiente.

    Dulete de las plantas que nunca florecieron,bota las plumas de sueos cados,sumrgete en el misteriosin preocuparte por la muerte,djala que te busque a ciegas.

    Reconcete en ese rostro esquivo al escrutinio,en esas preguntas sin retorno,en ese vaco lleno de ambigedades.

    Silencio:no abandones este poemani los que siguen.

  • Gabriel Iglesias(La Ceiba, 1995)

  • 38

    Nubes grises

    Algunas nubes son blancas y contienen almas vibrantes y felices, otras nubes son grises y lloran tormentas y depresiones tropicales, estas grises slo contienen almas melanclicas con cuerpos de an-droides paranoicos que se desplazan a la velocidad de la muerte, yo me siento en una de esas nubes grises, veo como pasan las maripo-sas y por ms bellas que sean no me fijo en su hermosura, slo me doy cuenta qu tan poco viven sus colores, slo siento qu tan poco dura su vuelo armonioso en mi corazn.

  • Conjuro de mariposas

    Vuelo entre flamas de neutrones sobre una hoja seca tratando de buscar luz pero lo nico que encuentro son faroles de luz invertida donde mis emociones se reflejan en un mar inmenso de melanco-la, un dragn con escamas de mariposas atraviesa mi alma para invocar un eclipse en mi corazn, as la luz de la luna ser ms clara y mi esquizofrenia ser purificada, cristalizada en neurosis.

  • Carlos Padilla Roiz(Managua, 1984)

  • 42

    Quiero ascender hacia la Gloria: /Trpode de la imaginacin humana, forjado a imagen y semejanza del olvido.quiero poseer el da: /Bisagra de los corazones que vespertinamente se sumerge en tiempo.

    La gente se desborda de caparazones...y nada nos salva del naufragio nada nos salva de la arrugada abreviatura de los aos.

  • Aqu estoylleno de sombras, almadentro.Soy la hiena que no resoy un ngel de alas prematuras: un vuelo hecho mun.

    Quin me puso como respuesta mudaen los prpados de un ciego?Porque vengo del ciego ms grande del mundo:

    soy esa obscenidad que nunca ha dicho Dios.

  • 44

    Donde hubo fuego...

    (un piromanaco expuso un corazna la expansin trmica de los abrazos)

    ...alguien se revuelca entre cenizas.

  • Yelenia Rodrguez(San Pedro Sula, 1991)

  • 46

    Encuentros

    En el diseo de un camino errante, comenc por apostarle al miste-rio pues no hay nada ms cierto que lo incierto. Decido con eufri-ca presencia de dama negra, matar la utopa.

    Encerrando al ideal tras cuatro paredes que encierran los sistemas dentro de cdigos adyacentes.

    Voy tras un sueo entre bisagras en el que el verde es el color de un da ventoso en el que las sombras se liberan hacia la superficie de donde caen las cenizas que algn da tendr que liberar sobre el lago de tu destino.

    En el pasillo infinito bordeado de infinitas puertas de metal, me encuentro con el manojo de llaves, as pues me aviento a entrar en todas ellas, pasearme de un momento a otro momento y recorrer el cuarto que conserva el olor a humedad, desempolvando el tiempo, busco entre las pginas de antiguos versos rescatar la flor que con tinta negra dibuj entre rasgos agresivos.

    Porque los paisajes desaparecieron ya y las hojas de los arboles cayendo estn, el mar muerto est en peligro de extincin, pue-de decirse que hacemos lo posible para darle honor y accin a las palabras.

    Entre tanta odisea te recuerdo, reducindote a un simple no, un fro no, un asfixiante no, pues nunca ms me abandon esa imagen.

  • 47

    Ciclos

    Repelo vida humanoide, voy desenfrenada y agitada a romper las cadenas de este cielo con mis alas de murcilago.

    Establecido no creo en ninguna filosofa o postura de pensamiento o psicosis religiosa, creo que el ser humano es un maldito complejo creativo intelectual por ende racional, que se las ingenia con los mundos en su cabeza.

    Hay infinidad de personas en el tiempo, cada una de ellas es su mundo.Subo a la montaa, grito: Soy semidiosa y dios de mi mundo!Acaso todo termina siendo tan slo un juego de la energa?Aqu en el planeta tierra el todo se reduce a nada, pero tambin se transforma.Cuando se enciende un fsforo ocurre un proceso conocido como combustin, me gusta mucho su color, es el azul, alto punto de calor.

  • 48

    Episodio moscas

    Siempre hay moscas, moscas existenciales y moscas que comen sobre la mierda Qu puede pasar? Qu puedo hacer ya en este lugar? Es triste entrar a tu cuarto arrastrndome aqu hacia la me-lancola que no cambiar, que slo se desarrollar entre tus paredes manchadas de mi recuerdo, ms impregnadas de un aroma diferen-te, tan dulce tan dulce como el nctar de las flores, tan dulce como cuando una abeja fornica una flor, un aroma a limpio, a desinfec-tante.

    Se ha ido el olor a hierba as como el impregnante olor a lquidos que desbordan sobre mi rostro, la humedad desapareci junto al incienso que dej hace unos das pero que ya se quem y apenas se ve el rastro a cenizas.

  • Moiss Maccarthy(Tegucigalpa, 1989)

  • 50

    Los doce trabajos del abuelo

    Cuando emprendiste tu viaje para buscar otro len de Nemea toda-va eras un nio a tus setenta aos, recostado sobre aquel viejo sof estilo Luis XV. Desde ah partas todas las tardes a cumplir tus faenas en los es-tablos de Augias desviando el curso de los ros y cauterizando las heridas de viejas quimeras. Caas de repente en lo profundo del olvido, cerrabas los ojos y decas otro da seguimos.

  • 51

    Tegucigalpa, visin estridente nmero 2

    Flotando entre la basura qued la dignidad escarbando otro almuerzo con sabor a vergenza y enfermedad.Un mundo nace ante nuestros ojos de cartn y plstico Nio amamantado por la miseria, abriste los ojos a un mundo feroz. La vida es sueo con deuda eternaLas calles del olvido con sus rostros lavados susurran entre si el recuerdo de las glorias pasadas, ahora caravana de la indigencia.Un hroe imponente e impotente, llora desde el amargo bronce

    Alta es la noche y Morazn vigila El qu?...

    Tegucigalpa muere cada noche, como una puta vieja entre sus Dolores resignada a no poder ms y alquila sus despojos al Aqueronte

  • 52

    I Desfilamos, y desfila con nosotros el mundo atareado entre las almas de los hombres, que se despiden y ceden su puesto

    William Butler Yeats.

    Nos hemos parado muchas veces en la orilla del abismo Contemplando con espanto el final de una generacin -hasta los dioses le temen al final- Mientras todo en nosotros se marchita Las fuerzas, el fuego y hasta el alma Aplastada por la ira de la miseria que nos golpea y pulveriza la voluntad Escupindonos al rostro que todas nuestras luchas han fracasado Que hasta nuestra vida fue en vano siendo ahora slo dos cosas comida de gusanos y mierda mientras tanto lo bello y lo digno de ser admirado se pudre haber nacido y haber amado es lo mismo que nunca haberlo hecho Cuando la huesuda merodeadora toca a nuestra puerta no hay marcha atrs todo lo pensado y lo vivido no es ms que polvo.

  • Ludwing Varela(Tegucigalpa, 1984)

  • 54

    La primera piedra

    Es sencillotira la primera piedra y desfigura mi camino.Ahora llama al pueblo para que tambin se crea librepara que con su canto de fracasos amortige mi tormento-ahora que estoy libre de pecado ser el verdadero verdugo-lnzame otra piedrayo nac para cargar con su pesomasticarlay del polvo levantar mis ciudades interiores.

    Ya no confas en los hombres, muchachaporque te han encerrado en la habitacin donde nacen las pesadi-llaspero esta vez descansa, shazlo como los que duermen sin saber que estn despiertoscomo si la luz no fuera una blanca roca golpendote los parpados.Tira la primera piedraarranca la duda de tus manospara que con ella edifiquemos mi ciudad perdida.

  • 55

    Ambigedad de lo que se eleva

    Sembr un pjaro en la oxidada jaula de mi pechoLo aliment con lo que tena a manoUn poco de dolor, un poco de fuego, un poco de hambreLe di a beber del agua oscura de la mentira y del odioUn da que lo acariciaba se escap de mis manosPude ver que al escaparse maldeca con un mpetu demoniaco A todo lo que estaba bajo su vueloPareca un poema ms que un pjaroPero era difcil diferenciarlo por la altura que haba alcanzado.

  • 56

    El trfico es una bomba de clxones a punto de estallar

    Hay una manada de carros siguiendo a un pastor con chaleco verde que les dirige amorosamente al matadero.entonces para salir del trfico tens que bajar las ventanasy subir poco a poco, poco a poco el volumen entre tanto encends un cigarrillomientras la cancin llega como un boxeador entrenando con tus tmpanos.

    Love me two times babysusurrs pensando que ella no creer en tu tardanza de pez en tierralove me two timesdecs por esas dos horas que oxidan el metlico tiempo.

    Y al salir de todo estolas calles ahora te invitan a correr a 80, 100, 170 kilme-tros por horay pasan lentas las horas en ese vuelo de animal sin alas.

    Y pasan lentas las horas y al llegar al siguiente da le decs a tu mujerque todo fue culpa del trfico.

  • 57

    Ella te da un besopasa su mano por tu cabeza despaciosamenteconsiderando el trfico de tus pensamientosy comienza a insultar al gobierno y a los policaspor la manzana podrida de su organizacin por encerrar a los dems en el laberinto de su estupidez.

    Y le decs que te amey te ama, una, dos vecesy as sucesivamente hasta que el trfico se termine algn dacon la esperanza que ese da nunca llegue.

  • Miguel Acosta(Tegucigalpa, 1990)

  • 60

    No ms silencio: dec, mejor, mariposa y asom ese ptalo que te adorna la boca.

    - Por cul de tus puntas, estrella, comienza el alba?

    - Y si de tu sonrisa hacs un mapa donde pueda recostarme?

    Sos tan hermosa como esa tempestad que te afila el rostro, incluso la noche es una espiga en tus ojos.

    No te cansa tener la sonrisa tan henchida? No te cansa que la muerte sea bsica en tus besos?

  • 61

    Tens las pestaas listas para emprender el vuelo, y repito:sos hermosa como esos pjaros que distribuyen la noche, sos hermosa en cada suspiro con que pobls el horizonte.

    Todo lo que tu mano toca tiene los hbitos perfectos; como esos llanos donde decids plantar la ternura, tu aliento est acostumbrado a dominar la ausencia: hasta el universo es ms largo bajo tus pasos, ms distendido.

  • 62

    La eternidad slo momentapropio en las pupilas,tramonta esa densidad que una estrella tiene de ptalo,una soledad que lagrima con mesura de ola,un corazn que tras s se ahoga en albas.Hay algo de sonrisacuando una manada de fretros se erige: hay el infinito que se leeal pronunciarte los labios.Y todo acaba.Acaba como si con soplar el da consiguiramos apagarlo, como si consiguiramos hacer humanidades a cada suspiro.Entre la inmortalidad de mi cuerpo slo saeta la muerte:una clepsidra que hiere desiertos

  • 63

    y la piel que desploma:las calles elsticas

    como la sonrisa que te afila la bocadeciden parir astros dislminos. Estas pestaas no palabran sino la muerte que les nace de borrasca.

  • 64

    Parntesis

    Cuidado:tengo un pual bajo la sonrisa;por eso mi precisin de colepterocuando de felicidad se trata.Envidio la suerte del payasoque se burla por corregir su muerte:ese paracadas con turbulencia de ave,la cada de una lgrima con todo ymiradacomo quien sortea el abismoque trae en las venas.(Mis venas, en cambio, muerdencon silencio de herbvoro;mis venas son un corazn hechoaicos.El pual bajo mi sonrisatiene filo de lgrima.)Como quien corta una amapolacon slo las pestaas,mi sonrisa es un amanecertras la puerta.

  • 65

    Cuidado:tengo un pual bajo la sonrisay pienso usarlo.

  • Franco Lagos(Tegucigalpa, 1989)

  • 68

    Porno para Gustavo

    Quiero besarte con una boca distintacon dos o tres cucharadas de luna a la mitady que se muera el aire,y que se muera el silencio.

    Con el silencio se desvaca uno del otroy se va quedando en tu bocaalgo que te dice que estamos solos.

    Yo no lo s en verdad.Pero yo no quiero vertey que me mirsslo en tu memoria.

    Es ms, quiero que me halls pens que lo sabs todo, que sos mujery que te ves desnuda y que lo s todoque nos matamos uno a otro.

    De todos modos, donde quiera que estseste es mi cuarto, y todo se hace en un silencio.

    Pero mejor:quiero que me ves y quiero verte.Pero siempre a solas y vos primero.

  • 69

    Confesin

    Yo vi llorar a una puta en un convento,y decid ser poeta.

    Pero tambin Beatles,por una hermosa juventud que daba el trasero.Yo vi sentir los cuadros de Dalen una esquina rota con papel,latas de plstico de leche, protectores de solparaguas amarillos y 2, 3 libros azules.Yo quera construir una casa con poesaordenar mi cuarto y que tuviera parte de mi pas.Pero con un ataque de nervios, a media nocheso con una mujer,se dibujaron los nmeros en un pecho blanco,y desde entoncesel humor de la poesa me salv del suicidioy decid ser mejor humano.

  • 70

    Para despus de nacer en Honduras

    Amar como un cuchillo,porque se sabeque no vale la pena dormir el da cuando ests desocupado,no vale la pena herir a nadieni morderse la lenguapara creerse diferenteal cielo,sin una boca. Escupir arriba sin razn,retar a los sabios cuando somos hipcritas,eyacular,y vivir el da como si no fuera un instante. No vale la pena creer que respiramos,cuando no somos los malos,porque el amor es el trastornoque nos da el aviso de clausurar el detalle, sin equivocarnos. No vale la pena vivir creyendo que estamos obligadosa eyacular,y pedir perdn,para reconocer que tambin los perros se ponen tristes,que la luna no puede ser tuya,

  • 71

    porque somos ladrones que nunca arrebataron nada,ni una lgrima.

    No vale la pena creer incluso que estamos soloscuando no se tiene la certeza del lugar en que nacimos,porque siempre ser la fe que se ofrenda a las mujeres:escuchar el latido de nuestro primer partocuando faltaba un pulmn. Hacer el amor mil veces sin una cama parecidaal sueo de ella,y poder dormir juntos y estar desocupados. Y permitirse entoncesel derecho a respirar en los cuartos de pases y de mapas,arrebatarle toda la fuerza al fusil y dejar de hacer el ejercicio de la mentira,porque siempre ser ms barato amar como un cuchillo. Y as crecer y morir, creyendo que nunca cometimos el error.

  • Rafael Mendoza(Tegucigalpa, 1990)

  • 74

    Lunar de Muerte

    Debo tener un equipaje de asombrospor destino.

    La vida es abismosobre la muerteen este desenfreno soy mediador de dos suertesque exigen mi cuerpo y el diluvio de mi respirarvengo de muerte o de vidavoy al desconocido mar donde reposan las gaviotas y cuervos inciertos de sangre

  • 75

    Inanicin

    He tenido hambres anormales casi mutantes olvid todo principio moraltodo conocimiento tico llegu a confundir las piedras con granitos de arroz en el plato

    fui carnvoro herbvoro cuando faltaban escombros en la mesaera el hambre y su delirio mi mayor alimento

    hambres enormes y feroces hambres como cobras agitadas en mi cuerpo

    inmensurables despiadadas malditas inagotables hambres susurraban su veneno sobre m

  • 76

    en forma de cactus alucin banquetes de rey y en el reino de los hambrientos fui coronado

    tuve hambrelo s

    pero el desearteduelehasta el desequilibrio de mis voces

    la inedia de mi almaes crticainaguantableirreversible

    muero de tiy ya no eres alimento eres fruta en mal estado turbia masa en descomposicin

  • 77

    Delirio

    Esta cabrona ausenciasigue bailando cuando no ests,cuando tu dulce y espordico beso se apaga se apaga se apaga...

  • Gabriela Chvez(Comayagua, 1993)

  • 80

    SI MIS MANOS NO BAILAN

    al ritmo de mis ideasy el lpiz sufre la arritmia de ambosla armona no ser capaz de erigirse en el poemaque se cohbe detrs de un pentagramay que aguarda su xodoen el crescendo de algn comps

  • 81

    HOY DECIDO EXTRAARTE

    no quiero hacer lo verstilni huir de la nostalgia me quedar en la sombra en Chopin y su tristesseen la pluma que delinea tu efigiecon versos cantbilesy tinta llorosa.Buscar pentagramaspara plasmar el dumtaf de tu palpitaren clave de Fay la meloda de nuestras anastomosis en clave de Sol,sers la sinfona en La menorpara mis noches;estars all te ejecutar hasta saciarme.Hoy decido extraartesintiendo a mis entraasgritar tu nombre y araar las paredes de mi vientre,reclaman de tu riego, se secan;

  • 82

    se marchitan las flores de tu entradaansan la humedad de tu presencia

    Hoy, decido extraarte habitar la ausenciaque exigetu llegada.

  • David Pacheco(San Pedro Sula, 1984)

  • 86

    Momento de Intimidad

    En este momento me vale verga la fama,no me interesa ganar dineroen este momento, precisamente ahoritamientras aprieto, hasta me vale verga el sexoey, vendo la familia en este momentito!Porque la mierda viene, sin preguntar, sin anunciar ms que 3 pedos,se viene el alumbramiento, me despido a mi momento ms ntimoy donde mejor represento gobierno, moralidad y mi poesaslo yo, mi cigarrillo y Dios morboseandoy mi ceo fruncido mientras paso los ojos por otro libro de mo-mento de cagada.A veces pienso que es lo mejor que hagoprocesar lo que aprend, com y discern este da y desecharlo por la noche:soy defecador nocturno, slo yo, mi filosofa y mi mierda,a veces no s diferenciar de ambas.

    Pero ya me siento alivianado.

  • 87

    Tijeras de la razn

    Nunca pierdas la cabeza, el corazn no lo puede reemplazarel poema que queda en palabras y no salva, matate con balas de salvabsame a lo lejos,bsame de cerca, aqu, ahora, en el momento pero nunca pierdas la cabezapuedes perder todo,el apetito, la tristeza o la pantaleta pero nunca, mi amor, pierdas la cabeza.

  • Heidy Alachn(San Pedro Sula, 1992)

  • 90

    Digo Vaco

    Hay en la espera, un rumor a lila rompindose.Alejandra Pizarnik

    Despus de vos, el vaco, la bsqueda, la soledad del me-dioda. El olor a espera intil que envuelve mi habitacin. Los suicidios recurrentes en los libros. Los versos gasta-dos desfilando en la poesa que descansa en mi librero.El intento desesperado de arrancar de mis entraas lo que arde y no se escribe. La forma de plasmar mis soledades sin que asome tu nombre. Lo disfrazo y digo: vaco, sole-dad, medioda, pero nunca tu nombre.El ruido del mundo estallando en mis odos. La necesidad urgente del hueco en una piedra donde guardar mi cora-zn.

    Despus de vos, los domingos.

  • 91

    ella se desnuda en el parasode su memoria.Alejandra Pizarnik

    Busco el silencio. Busco la luz. Busco un espejo. Busco el resplandor de mi alma. Beso las huellas que han dejado mis pies. Me abrazo. Me acurruco. Me susurro acordes sin tiempo al odo. Me palpo. Existo. Vivo, respiro. El mundo tambin existe. El mundo transcurre ajeno, sin tocarme. La msica, el silencio. Tengo un hueco en el estmago, el pasado en tiempo presente me besa los labios.La tristeza desciende de golpe, son las cuatro. Pero no es tristeza, es slo eso, la hora, las cuatro de la tarde. La noche lleg temprano.Me levanto. Cuelgo recuerdos en el tendedero. Obser-vo, no hay nadie. La casa vaca, como mi propia casa, tambin vaca. No existen palabras, por eso no hablo, no miento. El silencio absoluto lo dice todo sin decir nada. Afuera la vida. Pero la vida no duele, la vida no re, la vida permanece esttica como la fotografa de mi to en la mesa de espera junto al telfono al que nadie llama, nadie nunca llama.

  • 92

    Catarsis

    Yo no s qunombre besanmis lgrimas.

    Slo sdel desiertoy la madrugadaDe este huspedantiguo que me poseeDe los matices oscurosque animan la nochetrs la ventana.

    Qu importanlos rostros ahora?Tengo la piel laceradaincompleta y el odiorondando mi habitacin

  • 93

    Ahora,esta hora no es ningunahe salido de mno volver.

    Voy a vaciarme a limpiarme las ropasde rostros y amores luego vendr el olvidoa salvarme de este hasto

    Dir que no duelen los dasque no duele la espera aunque la tristezame queme los labiosaunque la vida vuelvaa escurrirse en mis palabrasy el insomniome traiga tu aroma

  • 94

    Ir a naceren otra parteen otro sitioen otro cuerpo lejos de las manosque supieron leerlos versos de mi cuerpo.

  • Armando Torres(La Lima, 1993)

  • 96

    El ltimo poemaYo que todo lo prostitu, an puedoprostituir mi muerte y hacerde mi cadver el ltimo poema.

    -Leopoldo Mara Panero.

    a: M., que no te abarcarn nuncamis pobres palabras.El ltimo poema que decid escribirte,es un nima de polvo en mi garganta,una matriz estrilllena de rboles deshojadosy criaturas como sueos, alimentando de luto las racesdesde su propia muerte.

    Veo mis espacios ahora vacos yfros de lejana,enfermos de una ausencianacida en el momentoque entend quin era yo,retorcindome en el dolor de una de tus miradas.

  • 97

    Es la flor de la agona,quin se come mis pulmones, al saber que no recordars haber llorado con mis ojos,y que las moscas de mi cadverno tocarn nunca tu corazn.

    Derramarme desde tu clavculahasta tu omplato, soando;y nunca haberte hecho el amores la nica humanidad que me queda.

    Debo hundirme en el tiempoen las hebras oscuras de la memoriaen la maldad que naceen los ros fangosos de mi cuerpo,en las venas y sus cogulos con nombre de mujer.

    Sern entoncestus favores rseos y divinos,privilegios de otro.

  • 98

    Sern tus suspiros y tus risas,una promesa de esperanza,para alguien ms.Tendrs entoncesal amigo que merecas.

    Ya ves, bella el ltimo poema, los ltimos aullidos,las ltimas sbanas que conocern mi sangre,y sigo sin hacerle justicia,al amor que no logr despertarte nunca.

  • 99

    Contraluz

    cuando la ltima sanguijuela abra su vientrey derrame su calidezen la cuchilla que tirita por abandonar las costillas del mundo,estarn mis miedoscolndose en tus sueos.

    cuando se queme el pecho de la ltima mujer sacra,ver un mar de ptalosy lgrimas cristalizadas abrir las piernas para darte a luz.

    cuando tus suaves vaporestensen la atmsfera de licor y humo, se caern de mis manoslos esqueletos aladosque te robaron las ganas de vivir.

  • 100

    llegarn entoncesla luz y el despertar,callar de horrorel germen de mi descarneal saberque tu pacfico ahogoen aquel esternn,que tus convulsos ruegos oscurosa aquel dios-piel, consecuencia del silencio se anudaron a la cadena de culpasque arrastro desde este lado del poema.

  • Gracias a todos los que han he-cho posible este proyecto. Desde el que prest la suite de Adobe (Cindy Vega), hasta el que no quiso que su nombre saliera en las pginas de este libro. Pero se le agradece sobre todo a Arman-do Maldonado, Martn Clix y SubVersiva. Sin ellos sto habra sido ms difcil.

    maldive editores

    Agradecimientos

  • Ana Lu.....................................................................................................13Daro Clix..............................................................................................17Manuel Castaeda..................................................................................25Euclides Valds........................................................................................31Gabriel Iglesias........................................................................................37Carlos padilla Roiz.................................................................................41Yelenia Rodrguez...................................................................................45Moiss Maccarthy...................................................................................49Ludwing Varela.......................................................................................53Miguel Acosta.........................................................................................59Franco Lagos...........................................................................................67Rafael Mendoza......................................................................................73Gabriela Chvez......................................................................................79David Pacheco........................................................................................85Heidy Alachn........................................................................................89Armando Torres.....................................................................................95Agradecimientos...................................................................................101

    ndice

  • Adentrarnos en un texto potico es ser partcipe del choque, de la reivindicacin de una realidad posible, instantes que se vuelven intemporales.

    Esta muestra de poetas jvenes nos ensea las aristas de un cmulo de escritores jvenes que escriben en una Honduras que cada da se desangra en una cultura de consumismo y de olvido al gusto esttico.

    Ser poeta, es por antonomasia ser iconoclasta, un ser en constante bsqueda que rompe con todos los vnculos tangibles de la realidad para realizar una autopsia solidaria con todos los seres del planeta, lejos de lo rutinario y el rechinar del mundo actual.

    Esta juventud le canta a un mundo en llamas, donde el amor toda-va es una posibilidad, donde el odio es un juego de mesa, donde la imaginacin es el nico camino a la realidad.

    Armando Maldonado

    Sobre la Muestra