monumentos de mi tierra

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Entrega 3/12 de las páginas informativas que complementan la campaña Monumentos de Mi Tierra. Recortar y coleccionar Generalidades: Catedral Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá Catedral Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá Santa Rosa de Osos UBICACIÓN: Está en el municipio de Santa Rosa de Osos, en la subregión Norte del de- partamento, a 75 kilómetros de Medellín. FECHA DE CONSTRUCCIÓN: De 1866 a 1876. CONSTRUCTOR: Ingeniero Manuel Lopera Valencia. ÁREA TOTAL CONSTRUIDA: 1.391 m 2 NIVELES: Cinco. SUPERFICIE DEL LOTE: 1.624 m 2 . DESCRIPCIÓN: Edificación de estilo ecléctico. Con fachada de ladrillo a la vista y detalles en revoque, estuco y pintura. Los laterales y la parte trasera tienen terminado colonial y acabado en cal blanca, el zócalo es en piedra rústica. La cubierta es de tejas en cemento – asbesto. RELOJ: Data de 1889 y fue fabricado por la casa Collin Suce de Wagner en París. Funcio- na con cuerda y pesas que cuelgan desde lo alto en el interior de la torre. El significado que tiene este imponente mo- numento para los habitantes de Santa Rosa, se remonta a tiempos de la conquista, en el nacimiento de lo que Francisco Vallejo llamó el Valle de los Osos, con la llegada de los espa- ñoles en 1541 a un asentamiento indígena, a pocos kilómetros de lo que hoy es la cabecera del municipio y que llamaron "La Ranchería". Desde aquella primera visita se percataron de las riquezas que había en estas tierras, lo que los motivó a regresar en 1602 y a solicitar al Rey de España, Felipe IV, permiso para apro- vechar la zona para construir escuelas e igle- sias y fundar un pueblo. Pero el Rey se tomó 34 años en responder la carta a don Antonio Serrano, quien por concedérsele el permiso pasó a la historia como el fundador de Santa Rosa de Osos, aunque murió a los pocos me- ses de recibida la buena nueva. Para el año de 1659 el poblado había cre- cido considerablemente, así como las po- blaciones vecinas del Valle de los Osos, por lo que el Obispo de Popayán, arquidiócesis a la que pertenecía toda esta vasta re- gión, decidió crear una nueva parroquia en aquel caserío crecido, bajo el patronato de Nuestra Señora de Chiquinquirá, a la que llamó: Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Osos, nombre que le fue confirmado y declarado por escrito en el año de 1792, por el entonces obispo de Popayán, monseñor Ángel Velarde y Bustamante. Mucho antes de que, el entonces párroco de la iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá, Joaquín Guillermo González, iniciara la construcción de este gran templo, se alzaba en el marco de la plaza principaI de Santa Rosa de Osos, una iglesia sencilla, en tapia y teja de barro. Inicialmente el subdiácono Baltazar Del- gado Urnieta, primer sacerdote que tuvo aquella parroquia, atendió a su feligresía en el poblado "La Ranchería", zona par- ticularmente minera. La población fue creciendo tanto, que el párroco tuvo que abrir varias capillitas en los centros po- blados que se organizaban cerca a las minas, hasta que optó por construir una más grande en la plaza que quedaba en la parte alta del pueblo a pocos kilómetros de donde habitaba la gente acomodada, por lo general propietarios de las minas en donde trabajaban los esclavos y los indios. El sacerdote se había tomado su tiempo para realizar el traslado debido a que aquella zona, actual plaza -en don- de hoy es el atrio y la casa cural- servía de cementerio de negros esclavos, indios y suicidas, es decir, de aquellas personas que se consideraba para la época que ha- bían perdido el alma. Según se cuenta hoy en día, los muertos de aquel cementerio nunca fueron trasladados, sino que sobre él se construyó la plaza y la capilla. Todos los santarrosanos de la época parti- ciparon de alguna manera en la construc- ción del templo; entre los que se reseña en los libros de historia, a los señores Ale- jandro Botero Uribe y el general Joaquín P. Berrío (padre de Pedro Justo Berrío), quie- nes, entre otras cosas, incenti- vaban a los vecinos con vivos discursos. Aunque se tiene co- nocimiento de que el ingeniero que coordinó la construcción del templo fue Manuel Lopera Valencia, se desconocen deta- lles sobre su vida y otras obras que haya adelantado. Los la- drillos fueron elaborados en el tejar de don José María Ardila y los techos fueron hechos por el ingeniero inglés Ricardo Lewis Marshall. El cemento que se usó en la época, llamado "pega real", era una mezcla de cal con sangre de animales, pues se tenía la creencia de que la sangre le daba fortaleza a los muros, paredes que, de hecho en el caso de la Catedral, alcanzan a sobrepasar el metro de espesor. Junto con el nuevo templo se construyó en su parte alta, sobre el frontis y entre las dos torres laterales, una espadaña sobre la que se alzaban casi en vuelo dos águilas, elaboradas por el escultor santarrosano Waldo Rodríguez y que según las antiguas leyendas, representaban a Anacleto Marín y Manuel María Fernández, dos de los mi- neros más ricos de la región. Sin embargo, tanto la hermosa espadaña, como la cúpu- la original que se levantaba sobre el ábside, se desplomaron al parecer, en el terremoto de 1906, ya que en fotos posteriores a esta fecha, la espadaña ya no aparece y la es- tructura de la cúpula es diferente a la pri- mera. Los pobladores asombrados ante el desplome de las águilas empezaron a decir que las "águilas habían volado". Las dos campanas que cuelgan en lo alto de la torre derecha de la Catedral son llamadas popularmente Petra y Petronila. Aunque la creencia es que llevan el nombre de las personas que posiblemente las regalaron, llevan inscrito que fueron un regalo del “generoso pueblo de Santa Rosa” en el año de 1898. De "La Ranchería" a la plaza principal La construcción, se inició en el año de 1866 después de demoler la antigua capilla. Casi un siglo después se hicieron trabajos de renovación con el apoyo de los feligreses que participaron en los convites. Así lucen las torres de la Catedral después de sobrevivir a dos terremotos en el siglo XX. Joyas que la embellecen Los vitrales del templo que representan la vida de Santa Rosa de Lima y de la ciudad, fueron costeados por los fieles y mandados a hacer por el sacerdote Reynaldo Carvajal, entre los años 1958 y 1961.

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Catedral Santa Rosa de Osos

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Generalidades:

CatedralNuestra Señora delRosario de Chiquinquirá

CatedralNuestra Señora delRosario de ChiquinquiráSanta Rosa de Osos

UBICACIÓN: Está en el municipio de Santa Rosa de Osos, en la subregión Norte del de-partamento, a 75 kilómetros de Medellín. FECHA DE CONSTRUCCIÓN: De 1866 a 1876.CONSTRUCTOR: Ingeniero Manuel Lopera Valencia.ÁREA TOTAL CONSTRUIDA: 1.391 m2

NIVELES: Cinco.SUPERFICIE DEL LOTE: 1.624 m2. DESCRIPCIÓN: Edificación de estilo ecléctico. Con fachada de ladrillo a la vista y detalles en revoque, estuco y pintura. Los laterales y la parte trasera tienen terminado colonial y acabado en cal blanca, el zócalo es en piedra rústica. La cubierta es de tejas en cemento – asbesto. RELOJ: Data de 1889 y fue fabricado por la casa Collin Suce de Wagner en París. Funcio-na con cuerda y pesas que cuelgan desde lo alto en el interior de la torre.

El significado que tiene este imponente mo-numento para los habitantes de Santa Rosa, se remonta a tiempos de la conquista, en el nacimiento de lo que Francisco Vallejo llamó el Valle de los Osos, con la llegada de los espa-ñoles en 1541 a un asentamiento indígena, a

pocos kilómetros de lo que hoy es la cabecera del municipio y que llamaron "La Ranchería". Desde aquella primera visita se percataron de las riquezas que había en estas tierras, lo que los motivó a regresar en 1602 y a solicitar al Rey de España, Felipe IV, permiso para apro-vechar la zona para construir escuelas e igle-sias y fundar un pueblo. Pero el Rey se tomó 34 años en responder la carta a don Antonio Serrano, quien por concedérsele el permiso pasó a la historia como el fundador de Santa Rosa de Osos, aunque murió a los pocos me-ses de recibida la buena nueva.

Para el año de 1659 el poblado había cre-cido considerablemente, así como las po-blaciones vecinas del Valle de los Osos, por lo que el Obispo de Popayán, arquidiócesis a la que pertenecía toda esta vasta re-gión, decidió crear una nueva parroquia en aquel caserío crecido, bajo el patronato de Nuestra Señora de Chiquinquirá, a la que llamó: Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Osos, nombre que le fue confirmado y declarado por escrito en el año de 1792, por el entonces obispo de Popayán, monseñor Ángel Velarde y Bustamante.

Mucho antes de que, el entonces párroco de la iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá, Joaquín Guillermo González, iniciara la construcción de este gran templo, se alzaba en el marco de la plaza principaI de Santa Rosa de Osos, una iglesia sencilla, en tapia y teja de barro.

Inicialmente el subdiácono Baltazar Del-gado Urnieta, primer sacerdote que tuvo aquella parroquia, atendió a su feligresía en el poblado "La Ranchería", zona par-ticularmente minera. La población fue creciendo tanto, que el párroco tuvo que abrir varias capillitas en los centros po-blados que se organizaban cerca a las minas, hasta que optó por construir una más grande en la plaza que quedaba en la parte alta del pueblo a pocos kilómetros de donde habitaba la gente acomodada, por lo general propietarios de las minas en donde trabajaban los esclavos y los indios. El sacerdote se había tomado su tiempo para realizar el traslado debido a que aquella zona, actual plaza -en don-de hoy es el atrio y la casa cural- servía de cementerio de negros esclavos, indios y suicidas, es decir, de aquellas personas que se consideraba para la época que ha-bían perdido el alma. Según se cuenta hoy en día, los muertos de aquel cementerio

nunca fueron trasladados, sino que sobre él se construyó la plaza y la capilla. Todos los santarrosanos de la época parti-ciparon de alguna manera en la construc-ción del templo; entre los que se reseña en los libros de historia, a los señores Ale-jandro Botero Uribe y el general Joaquín P. Berrío (padre de Pedro Justo Berrío), quie-nes, entre otras cosas, incenti-vaban a los vecinos con vivos discursos. Aunque se tiene co-nocimiento de que el ingeniero que coordinó la construcción del templo fue Manuel Lopera Valencia, se desconocen deta-lles sobre su vida y otras obras que haya adelantado. Los la-drillos fueron elaborados en el tejar de don José María Ardila y los techos fueron hechos por el ingeniero inglés Ricardo Lewis Marshall. El cemento que se usó en la época, llamado "pega

real", era una mezcla de cal con sangre de animales, pues se tenía la creencia de que la sangre le daba fortaleza a los muros, paredes que, de hecho en el caso de la Catedral, alcanzan a sobrepasar el metro de espesor.

Junto con el nuevo templo se construyó en su parte alta, sobre el frontis y entre las dos torres laterales, una espadaña sobre la que se alzaban casi en vuelo dos águilas, elaboradas por el escultor santarrosano Waldo Rodríguez y que según las antiguas leyendas, representaban a Anacleto Marín y Manuel María Fernández, dos de los mi-neros más ricos de la región. Sin embargo, tanto la hermosa espadaña, como la cúpu-la original que se levantaba sobre el ábside, se desplomaron al parecer, en el terremoto de 1906, ya que en fotos posteriores a esta fecha, la espadaña ya no aparece y la es-tructura de la cúpula es diferente a la pri-mera. Los pobladores asombrados ante el desplome de las águilas empezaron a decir que las "águilas habían volado".

Las dos campanas

que cuelgan en lo alto

de la torre derecha de la Catedral

son llamadas popularmente

Petra y Petronila.

Aunque la creencia es

que llevan el nombre de

las personas que posiblemente las regalaron, llevan inscrito que fueron un regalo del “generoso pueblo

de Santa Rosa” en el año de 1898.

De "La Ranchería" a la plaza principal

La construcción, se inició en el año de 1866 después de demoler la antigua capilla. Casi un siglo después se hicieron trabajos de renovación con el apoyo de los feligreses que participaron en los convites.

Así lucen las torres de la Catedral después de sobrevivir a dos terremotos en el siglo XX.

Joyas que la embellecen

Los vitrales del templo que representan la vida de Santa Rosa de Lima y de la ciudad, fueron costeados por los fieles y mandados a hacer por el sacerdote Reynaldo Carvajal, entre los años 1958 y 1961.

Page 2: Monumentos de mi tierra

Hoy circula la Catedral nuestra Señora del Rosario de Chiquiquirá de Santa Rosa de Osos.Espera el miércoles 11 de abril la Casa de la Convención del municipio de Rionegro.

Textos e imágenes: Archivo periódico EL MUNDO Edición: Omaira Martínez Cardona

¿Ya identificaste las palabras nuevas en las páginas informativas que cuentan la historia de este monumento, patrimonio de la historia del departamento? Ahora lee lo que significa cada una.

Ecléctico: Que mezcla diversos estilos.Frontis: Fachada o parte delantera de una edificación.Espadaña: Muro con los espacios vacíos en donde se ubican los campanarios, diseñados particularmente en los antiguos templos.Cúpula: Bóveda semiesférica que se construye en las partes altas de los edificios.Ábside: Parte del templo situada en la cabecera o en el lugar donde esta el altar principal.Solio: Asiento en forma de trono en don-de se sienta el Obispo en las celebraciones eucarísticas.Presbiterio: Parte de una iglesia situada al fondo de una nave central.Pagoda: Cubierta similar a los diseños de los templos chinos.

"¿Para qué tanta iglesia, supe-rior a las necesidades de esta parroquia?", fue lo que le pre-guntó un vecino de Santa Rosa al padre Joaquín Guillermo González cuando emprendió la construcción del monumental edificio, quien sin dejar de mirar las obras le respondió: "déjenme que lo que estamos edificando no es una capilla sino una ca-tedral", frase que sin saberlo fue como una profecía porque en el año de 1917, el sueño de aquel sacerdote de extracción campe-sina, quien llegara a ser Obispo de Antioquia, se hizo realidad cuando la parroquia fue con-sagrada como Sede Episcopal. Nació en Marinilla y desde muy joven sintió la vocación sacerdotal mientras adelantaba sus estudios de secundaria y ayudaba a su padre en las labores del campo. Fue llevado a prisión en la época en la que en el país se dio la persecución contra la iglesia bajo el gobierno del general Mosquera, con medi-das como la expulsión de los sacerdotes de la Compañía de Jesús. El padre González se

fugó hacia las montañas donde se refugió durante más de un tiempo y años más tarde cuando ya era Obispo de Santa Fe de An-tioquia, también fue víc-tima de las persecuciones políticas al clero. Cansado de tanta vicisitud, des-pués de dos años de estar en Santa Rosa de Osos, renunció al obispado y se retiró a una finca en el municipio de Yarumal has-ta su muerte.

En 1923, con motivo del centenario de su nacimiento, la Academia Antioqueña de Historia en una publicación sobre su vida reseñó: "En la iniciativa de la obra de la igle-sia, hoy catedral, desplegó el padre González una actividad digna de aplauso, organizan-do y encabezando convites para el acarreo de piedra y aprovechando aun el trabajo de las señoras y señoritas. Los días festivos se colocaba bajo un humilde techo para la co-lecta de viandas de la parroquia, sin excusar sacrificio ninguno en provecho de la obra".

En constanterenovación

El proféticoMonseñor Joaquin Guillermo González

La construcción terminó aproximadamente hacia el año de 1876, cuando ejercía como párroco el padre Miguel Giraldo, quien junto con el sacerdote jesuita Nicolás Cáceres hi-cieron poner una cruz de madera en el nicho especialmente construido en la fachada del templo y que aún permanece allí. Para aquel entonces la iglesia no contaba con los vitrales de las ventanas laterales, ni con las bancas y el altar era en madera. No fue sino hasta el año de 1917, cuando al templo le fue concedido el título de CatedraI y el honor de ser Sede Episcopal.

Buena parte de la ornamentación en mármol que aún hoy en día puede apreciarse, data del período de gobierno del segundo Obispo de Santa Rosa, Monseñor Miguel Ángel Builes, quien estuvo entre 1924 y 1967.

De las celebraciones religiosas que se realizan en la catedral de Santa Rosa de Osos, la mayor convocatoria la sigue teniendo la Semana Mayor, así como es de gran tradición, la Adoración Nocturna, que se realiza desde 1909 y que consiste en la exposición del Santísimo los primeros jueves de cada mes para que sus fieles le adoren y acompañen en el transcurso de la noche.

Luego, la intervención más importante fue la que Monseñor Builes ordenó hacer en el año de 1936 y que incluyó la remodelación del presbiterio, el púlpito y los altares principal y de la Reserva (que está sobre el lateral derecho del templo) y que conserva el Sagrario. Para este trabajo el prelado contrató a la marmo-lería U.Luisi y Cía, Arquitectos y Escultores, procedentes de Pietra Santa, Italia, pero que tenían oficinas en Cartagena y Medellín. La firma encargó la misión al arquitecto y escul-tor italiano Ermenegildo Bibolotti, quien a su

vez, al llegar a la localidad contrató al arqui-tecto santarrosano Carlos Enrique Barrientos para que coordinara todo el trabajo. El púlpito, el solio y el altar central, original-mente en madera," fueron remplazados por mármol traído de Italia. Monseñor Builes di-rigió de manera especial la elaboración de la "bomba", o baldaquín, que se aprecia sobre el altar principal. El altar de la Reserva a su vez, también elaborado en mármol, plata y piedras preciosas, fue tallado por el escultor santarrosano Marco Tobón Mejía.

De las renovaciones también hace parte la cúpula que había sido

reelaborada en forma de pagoda por el año de 1906 después del

terremoto.

Años después, cuando el presbítero Rey-naldo Carvajal ejerció como párroco de Santa Rosa, entre marzo de 1958 y febrero de 1961, los techos originalmente de tejas de barro, fueron cambiados por tejas de asbesto-cemento y luego, el párroco suce-sor, Marco Antonio Tamayo, renovó la orna-mentación de los muros, columnas y pisos de la catedral, lo mismo que las bancas. Más adelante, en la década de los setentas, bajo la dirección parroquial del sacerdote Mario

Gómez, se tuvo que intervenir el presbiterio, pues las columnas y la base de la cúpula se vieron seriamente afectadas por otro terre-moto. En esta misma intervención se cambió el piso de baldosa por mármol y se reforza-ron las torres de los campanarios, también afectadas por el sismo y para finales de la década del ochenta y en 1990 se trabajó el frontis del templo, revocando y pintando las cuatro columnas y capiteles, las tres puertas y las dos torres del campanario.

Glosario:

Si quieres saber más sobre el municipio de Santa Rosa y la Catedral Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, puedes buscar en:• La Academia Antioqueña de Historia. “Re-pertorio histórico. El señor Obispo Joaquín Guillermo González. • “Huella histórica de Santa Rosa de Osos” del historiador Martín Alonso Medina R.• Archivo fotográfico e impreso Periódico EL MUNDO. Separatas “Monumentos de mi Tie-rra”, año 2000.

Bibliografía

Busto en honor a Monseñor Maximiliano Crespo, primer obispo de Santa Rosa, quien fue el primero que empezó a adornar la catedral, invirtiendo recursos de su propio patrimonio.