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MONOGRAFIA - -----J( L a región paisa se ha ca- racterizado por mante- ner una fuerte vinculación sentimental con la música ciuda- dana. Hasta exagerados calificati- vos se han acuñado: "Medellín capital del tango" ,suelen decir al- gunos fanáticos que no compren- den la carga que esta aseveración conlleva. Pero es sin duda un he- cho que el tango y sus géneros hermanos como el vals y la milon- ga, tienen aceptación y difusión entre los habitantes de Antio- quia, del gran Caldas y de todas las áreas que, por diversas emi- graciones y desplazamientos, re- ciben influencias de los paisas. ¿De dónde provienen esos gustos y tendencias musicales que se en- tremezclan con la música criolla y con las norteñas de origen mejica- no? Explicaciones del fenómeno han dado estudiosos como Her- nán Restrepo Duque, Luciano Londoño López y otros amigos. Pero además de los discos que, prensados en el exterior por en- cargo de los comerciantes de Me- dellín en las primeras décadas del siglo, reproducían música colom- biana y porteña (porteña de Bue- nos Aires) para victrolas, esos aparatos asombrosos y endemo- niados de la época, otras caracte- rísticas formarían el caldo de cul- tivo para asentar el tango entre nosotros. En la década del veinte Mede- llín comenzó a transformarse en ciudad. La vieja villa congelada del siglo anterior se convierte en lo que hoy llamaríamos una ciu- dad intermedia. Aparecen servi- cios públicos como el tranvia, el comercio mayorista, el ferrocarril y las fábricas de cervezas, cigarri- llos y textiles. Con los artesanos, que fueron el motor de tantas transformaciones culturales y po- liticas, y la atracción que rápida- mente cundió en los sectores agrícolas hasta llevarlos masiva- mente a la ciudad, se produjeron condiciones que modificaron pro- fundamente la antigua poblacion- cita en el Valle de Aburrá. Los ba- rrios obreros comenzaron a ex- pandirse o simplemente a tomar su propia fisonomía: Manrique, Aranjuez, Buenos Aires, el centro 54 El tango en Medellín y Guayaquil, hervidero del comer- cio minorista con su Plaza de Mer- cado, del comercio mayorista con sus abarroteros y, ante todo,la es- tación terminal del tren y sus ho- teles y cantinas. Todas las formas de transporte culminaban en ese sitio y la Plaza de Cisnero~, hoy arrasada por doce canales de vías en forma de avenida, era el lugar de tránsito lento y de estaciona- miento vehicular. En aquellos lu- gares comenzaron los hombres solos, primero, a bailar tangos y milongas. Años después las muje- res lo asumirían sin miedo alguno y aparecerían las parejas precur- soras de la danza. En los bailade- ros populares el tango arraigó. JAIME JARAMILLO PANESSO Además de los cafés de Guaya- quil, el tango era rey en el Bosque de la Independencia, lugar de re- creación municipal en las maña- nas de los domingos para los ni- ños y sus padres; en la tarde y en la noche para los adultos que bai- laban y refrescaban sus gargan- tas con cerveza, cerveza que to- maba el nombre popular de cas- quimona o casquiverde según el color de los envases de vidrio. Li- cor y pareja participaban en los concursos de baile, mientras en los terminales barriales del tran- vía o de los camiones de escalera que los unía con el centro y Gua- yaquil se difundía en las cantinas, con billares, el tango canción. Café del desconcierto Revista Universidad Nacional

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Page 1: MONOGRAFIA- -----J( L Eltango en Medellín · PDF filesolos, primero, a bailar tangos y milongas. Años después las muje-res loasumirían sin miedo alguno y aparecerían las parejas

MONOGRAFIA- -----J(

La región paisa se ha ca-racterizado por mante-ner una fuerte vinculación

sentimental con la música ciuda-dana. Hasta exagerados calificati-vos se han acuñado: "Medellíncapital del tango" , suelen decir al-gunos fanáticos que no compren-den la carga que esta aseveraciónconlleva. Pero es sin duda un he-cho que el tango y sus géneroshermanos como el vals y la milon-ga, tienen aceptación y difusiónentre los habitantes de Antio-quia, del gran Caldas y de todaslas áreas que, por diversas emi-graciones y desplazamientos, re-ciben influencias de los paisas.¿De dónde provienen esos gustosy tendencias musicales que se en-tremezclan con la música criolla ycon las norteñas de origen mejica-no? Explicaciones del fenómenohan dado estudiosos como Her-nán Restrepo Duque, LucianoLondoño López y otros amigos.Pero además de los discos que,prensados en el exterior por en-cargo de los comerciantes de Me-dellín en las primeras décadas delsiglo, reproducían música colom-biana y porteña (porteña de Bue-nos Aires) para victrolas, esosaparatos asombrosos y endemo-niados de la época, otras caracte-rísticas formarían el caldo de cul-tivo para asentar el tango entrenosotros.

En la década del veinte Mede-llín comenzó a transformarse enciudad. La vieja villa congeladadel siglo anterior se convierte enlo que hoy llamaríamos una ciu-dad intermedia. Aparecen servi-cios públicos como el tranvia, elcomercio mayorista, el ferrocarrily las fábricas de cervezas, cigarri-llos y textiles. Con los artesanos,que fueron el motor de tantastransformaciones culturales y po-liticas, y la atracción que rápida-mente cundió en los sectoresagrícolas hasta llevarlos masiva-mente a la ciudad, se produjeroncondiciones que modificaron pro-fundamente la antigua poblacion-cita en el Valle de Aburrá. Los ba-rrios obreros comenzaron a ex-pandirse o simplemente a tomarsu propia fisonomía: Manrique,Aranjuez, Buenos Aires, el centro

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El tangoen

Medellín

y Guayaquil, hervidero del comer-cio minorista con su Plaza de Mer-cado, del comercio mayorista consus abarroteros y, ante todo,la es-tación terminal del tren y sus ho-teles y cantinas. Todas las formasde transporte culminaban en esesitio y la Plaza de Cisnero~, hoyarrasada por doce canales de víasen forma de avenida, era el lugarde tránsito lento y de estaciona-miento vehicular. En aquellos lu-gares comenzaron los hombressolos, primero, a bailar tangos ymilongas. Años después las muje-res lo asumirían sin miedo algunoy aparecerían las parejas precur-soras de la danza. En los bailade-ros populares el tango arraigó.

JAIME JARAMILLO PANESSO

Además de los cafés de Guaya-quil, el tango era rey en el Bosquede la Independencia, lugar de re-creación municipal en las maña-nas de los domingos para los ni-ños y sus padres; en la tarde y enla noche para los adultos que bai-laban y refrescaban sus gargan-tas con cerveza, cerveza que to-maba el nombre popular de cas-quimona o casquiverde según elcolor de los envases de vidrio. Li-cor y pareja participaban en losconcursos de baile, mientras enlos terminales barriales del tran-vía o de los camiones de escaleraque los unía con el centro y Gua-yaquil se difundía en las cantinas,con billares, el tango canción.

Café del desconcierto

Revista Universidad Nacional

Page 2: MONOGRAFIA- -----J( L Eltango en Medellín · PDF filesolos, primero, a bailar tangos y milongas. Años después las muje-res loasumirían sin miedo alguno y aparecerían las parejas

Principales intérpretes del tan-go canción fueron los artistas es-pañoles que hacían parte de lascompañías de comedias, esas querecorrían el continente con revis-tas musicales y con cancionesdramatizadas. Por eso el tangotomó un aire zarzuelero, un ciertosabor cupletero del estilo propiode sus cantores como Juan Puli-do, Pilar Arcos o José Moriche.Esa es la razón para que el tangono sólo cupiera en los gustos de lafranja popular de obreros, coterosy choferes, sino también en lasclases medias de artesanos, em-pleados del estado y los servicios,amas de casa, profesionales y aúnen la'pequeña nata culta, algunosde cuyos miembros practicaban labohemia.

El disco de 78 r.p.m. y la radio,que se echara al vuelo en la déca-da del treinta y se consolidara enla siguiente, terminó de hacer elresto. Por eso a la llegada de Car-

los Gardel en 1935, cuando Mede-llin tenía ciento sesenta mil habi-tantes, estaban dadas las condi-ciones para su articulación con elgusto y la simpatía popular. Elcine también habría colaboradoen la apertura de un camino altango y a Gardel, filmes que toda-vía se repiten en junio cuando seconmemoran los aniversarios desu muerte, en un ritúal que noestá excento del impacto que cau-só su muerte accidental en aquel24 de junio.

No es Gardel sin embargo, elcantante más amado por el pue-blo; aunque el más respetado sí.Otros nombres calaron profunda-mente: Magaldi, Alberto Gómez,lrusta, Corsiní, Libertad Lamar-que. Con el tiempo y los Festiva-les anuales del tango, otros artis-tas se apoderarían del alma popu-lar: Lanoca, Valdés, Godoy-Man-ciní, Armando Moreno, Famá.

Efecto de este peregrinaje del

tango entre nosotros es el surgi-miento de cantantes, bailarines ymúsicos dedicados a los génerosciudadanos. Desde el legendarioGordo Aníbal Mancada hasta vo-ces muy jóvenes como Ovidio Ba-rreiro o Enith Palacio. Disminuidacomo está la amplia coberturaque alcanzó durante tantos años,el tango se conserva en lugaresespecializados, en bares de viejatradición, entre coleccionistas yen los festivales que se progra-man con embajadores itinerantesvenidos desde Buenos Aires yque se combinan con artistas lo-cales. Quizás el hecho que másentusiasmo despierta es la "tan-go-vía". Así se denomina el es-pectáculo de amplia participaciónpopular en la avenida Carlos Gar-del, arteria central del barrio Man-rique, que se dedica una noche almes, exclusivamente, a la recrea-ción de sus habitantes alrededordel tango y de manifestacionesartísticas similares.

Rack Nacianal

Bogotá, Mayo-Junio 1989

EDUARDO ARIAS

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