los sofistas y platón

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Descripción de su filosofía

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1Los sofistas.51.1La sofstica: caracteres generales51.1.1Quines son los sofistas?51.1.2Por qu surgen los sofistas?51.1.2.1Evolucin de la filosofa anterior.51.1.2.2Circunstancias polticas: la democracia ateniense.61.1.3El estilo y las intenciones de los sofistas.71.1.4pocas y autores.81.1.5Fuentes.91.2Los sofistas: su pensamiento.91.2.1Introduccin.91.2.2El convencionalismo.91.2.2.1Teoras sobre el origen y la naturaleza de las leyes.91.2.2.2Causas del convencionalismo.101.2.3El relativismo moral.101.2.3.1Causas del relativismo.101.2.3.2El conflicto entre physis y nomos.111.2.3.3Teoras defendidas por los sofistas.111.2.4Valoracin y conclusiones.152Scrates.162.1Introduccin.162.1.1La personalidad de Scrates.162.1.2Sus fuentes.172.1.3Scrates y los sofistas.172.2El antirrelativismo socrtico.182.3El mtodo socrtico: la induccin mayutica192.4El intelectualismo moral.212.4.1Intelectualismo y culpa.222.4.2Eudemonismo socrtico.222.5El concepto socrtico de virtud.233Platn.243.1Las coordenadas del pensamiento de Platn.243.1.1Crtica a la sofstica.243.1.2Evolucin poltica de la Polis ateniense.243.1.2.1Contexto histrico.243.1.2.2Preocupaciones e itinerario poltico de Platn: La carta VII.253.1.3El proyecto platnico.263.2Datos biogrficos.263.3Etapas y obras.273.3.1El estilo de la filosofa platnica: Los dilogos.273.3.2Sistema de numeracin de las citas.273.3.3Etapas y obras.273.3.3.1Dilogos de juventud (393-389 a.C.)273.3.3.2Dilogos de transicin (388-385 a.C.)283.3.3.3Dilogos de madurez (385-370 a.C.)283.3.3.4Dilogos crticos y poca de vejez (369-362 a.C.)293.4Metafsica y ontologa: La Teora de las Ideas.293.4.1La Teora de las Ideas: primera formulacin.303.4.1.1Exposicin alegrica: El mito de la caverna.303.4.1.2Exposicin sistemtica. Ontologa platnica: Idealismo.343.4.1.3El papel de la teora de las Ideas en la filosofa de Platn.353.4.2Revisin de la Teora de las Ideas: Estructura y naturaleza del mundo de las Ideas.363.4.2.1Tipos de Ideas.363.4.2.2Jerarqua de las Ideas y relacin de las Ideas entre s.363.4.3Gnesis y estructura del mundo sensible: la cosmogona y la cosmologa platnicas.383.4.3.1La cosmogona platnica.383.4.3.2La cosmologa platnica.393.5Teora del conocimiento.393.5.1Teora de la anmnesis o reminiscencia.403.5.2Grados del ser / grados del conocer: el smil de la lnea.423.5.2.1Opinin (doxa) y ciencia (episteme)433.5.2.2La opinin (doxa): imaginacin (eikasa) y creencia (pistis)453.5.2.3La ciencia (episteme): pensamiento (dianoia) e inteligencia (noesis)453.6Antropologa: concepcin dualista del ser humano.473.6.1El alma (psique) en los griegos.473.6.2Demostraciones de la inmortalidad del alma.483.6.3Teora de la metempsicosis.483.6.4El amor platnico.503.6.5Psicologa: aspectos o "partes" del alma.523.6.6tica.523.7Poltica.533.7.1El origen de la sociedad.533.7.2Divisin del trabajo y clases sociales: analoga individuo-sociedad.533.7.3Formas de gobierno.563.7.3.1Las formas de gobierno.563.7.3.2Evolucin de las formas polticas.573.7.4La poltica de Platn en "las leyes".57

Los sofistas.La sofstica: caracteres generalesQuines son los sofistas?Se denomina sofistas a un grupo de pensadores griegos que aparecen en la segunda mitad del siglo V a. C. Eran hombres de una vasta cultura, casi enciclopdica, que haban venido a Atenas atrados por su esplendor cultural. Por lo general eran todos extranjeros, metecos, es decir, no haban nacido en Atenas.Tienen en comn, al menos, tres rasgos:1. Entre sus enseanzas incluyen un conjunto de disciplinas humansticas: retrica, poltica, derecho, moral, etc.2. Son los primeros profesionales de la enseanza. Para ganarse la vida alquilan pequeos locales y se dedican a ensear a los hijos de los ricos y los acomodados - sobretodo comerciantes- pero cobrando, cosa inaudita en aquellos tiempos. Esto lleg a escandalizar a la gente culta y a ciertos sectores de la poblacin.3. Son crticos con la cultura y la educacin tradicional que resultaba inadecuada para las exigencias de la poca que vivan.Por qu surgen los sofistas?Inciden en su aparicin dos factores:1. La evolucin que haba seguido la filosofa desde sus inicios -en concreto el desarrollo de las distintas teoras fsicas-.2. Las circunstancias polticas que llevan a la instauracin de un sistema democrtico en Atenas.Evolucin de la filosofa anterior.En relacin con lo que es la Naturaleza, el universo, los filsofos han ido desarrollando distintas teoras que afirman cosas enfrentadas entre s: para unos hay un nico principio (milesios, Herclito y Parmnides), para otros hay mltiples (los pluralistas); para unos el movimiento es imposible (Parmnides), para otros la realidad est en continuo movimiento (Herclito); para unos el universo est regido por una inteligencia ordenadora (el Nous de Anaxgoras), para otros es fruto de una necesidad ciega y azarosa (Demcrito).Es un espectculo fascinante pero a la vez descorazonador: la filosofa de la Naturaleza se haba mostrado incapaz de producir un sistema aceptable para todos.Protgoras ejemplifica el clima intelectual generado por esta evolucin de la filosofa; clima que se refleja en la defensa del relativismo (no hay una verdad absoluta) y el escepticismo (si la hay es imposible conocerla).Al abandono de la investigacin natural no slo contribuy la circunstancia filosfica arriba descrita sino tambin las necesidades planteadas por la prctica democrtica de la sociedad ateniense.Circunstancias polticas: la democracia ateniense.1. La victoria frente a los persas y la extensin de la democracia.Las guerras mdicas han concluido con una clara victoria de Atenas sobre el rgimen tirnico de los persas, pero a ello han contribuido todos los ciudadanos: las clases no aristocrticas haban sido convocadas para el sangriento trabajo de la guerra. Consecuentemente, reclaman ahora, con todo derecho, un puesto un la sociedad ateniense.Hay una irrupcin de las clases populares en la vida pblica, es lo que hoy denominaramos una democratizacin de la sociedad. Esta se concreta de la siguiente manera:a) El gobierno de la ciudad se realiza a travs de la participacin de los ciudadanos libres - quedan excluidos los extranjeros, los esclavos y las mujeres -. Las decisiones se toman en la asamblea en el gora, donde reunidos los ciudadanos con derecho a voto, exponen sus distintas posiciones.b) Hay una gran identificacin de los ciudadanos con la Polis y el gobierno ya que participan por turnos - a veces por sorteo, a veces por eleccin- en todos los asuntos de la ciudad: administracin de justicia, cargos gubernativos, defensa, etc.A partir de ahora ya no es el factor herencia -el linaje- el valor predominante ni el nico que da derecho a participar en la vida pblica. sta est abierta a todos los ciudadanos.2. La necesidad de prepararse para el liderazgo: saber es poder.Con la democracia el liderazgo poltico no pasa por el linaje sino por la aceptacin popular. Cuando las decisiones las toma la asamblea, si se desea el triunfo, el poder poltico, el poltico debe ser un buen orador para manejar la masa. Para ello habr de prepararse y poseer ciertas ideas acerca de lo justo, lo conveniente, la ley, la administracin, el Estado, etc. Saber y saber expresarse se convierte en algo fundamental para tener xito en la vida poltica, y son precisamente estas enseanzas las que los sofistas ofrecen en sus escuelas.3. La importancia de la palabra: el poder de la asamblea."El que sabe y no se explica claramente, es como si no pensara" afirma Pericles. Se adquiere conciencia de la importancia y el poder de la palabra. La oratoria, la elocuencia, la retrica son instrumentos fundamentales tanto para convencer como para poder desenmascarar los intereses privados o de grupo que pueden esconderse tras los discursos y las leyes establecidas.La palabra es una gran dominadora, que con un pequesimo y sumamente invisible cuerpo, cumple obras importantes, pues puede hacer cesar el temor y quitar los dolores, infundir la alegra e inspirar la piedad... Pues el discurso, persuadiendo al alma la conduce convencida, a tener fe en las palabras y a consentir en los hechos... La persuasin, unida a la palabra impresiona al alma como ella quiere. La misma relacin tiene el poder del discurso con respecto a la disposicin del alma que la disposicin de los remedios respecto a la naturaleza del cuerpo.Gorgias, Elogio de Elena 8, 12- 1 114. Giro antropolgico y poltico: los asuntos del ser humano en la ciudad.De esta manera en la filosofa se produce un giro en sus preocupaciones temticas y se centra en las preocupaciones de los propios ciudadanos atenienses en sus discusiones en la plaza pblica.Los sofistas inician una reflexin sobre las estructuras polticas y jurdicas de la sociedad helnica y sobre los comportamientos morales de sus ciudadanos. Temas marginados hasta ahora - por los regmenes polticos anteriores- y que ahora son tema central y objeto de la crtica racional.5. De los problemas abstractos a la problemtica cotidiana.Ms que un saber universal o problemas de carcter abstracto interesa ahora estudiar lo cotidiano - de carcter poltico -. Interesan aquellos saberes que sirvan para la realidad problemtica que el ser humano vive cada da: qu educacin ha de darse a los ciudadanos, cmo se ha de organizar la sociedad, cmo se ha de distribuir el poder en ella, qu relacin debe existir entre la sociedad y el individuo, qu leyes han de regular esas relaciones, etc. Se busca lo mejor para la ciudad y el ciudadano.6. Los filsofos toman un papel pblico y activo.El sabio, el filsofo, hasta ahora recluido en crculos minoritarios y centrado sobre la especulacin terica, hace su entrada en la vida social como alguien que es capaz de prevalecer sobre el contrario gracias a su saber y la fuerza de su discurso -fruto de su dominio del arte de la oratoria -. Esto es lo que har que algunos sofistas sean temidos y criticados por la forma en que utilizan su saber.El estilo y las intenciones de los sofistas.Puesto que las decisiones se tomaban en la asamblea y en ella eran los mejores oradores los que conseguan xitos y el mejor reconocimiento social los sofistas aprovechan el momento eufrico para ofrecer su saber y las tcnicas para saber hablar bien.El arte sofstico es preciso considerarlo como una filosofa retrica. El sofista comienza sus discursos con frases como "yo s", "conozco", "ya hace mucho tiempo que he observado", "no hay nada seguro para el hombre". Algunos dicen que el modelo a imitar fue el mismo Pericles que dominaba el arte de la improvisacin, otros dicen que fue Gorgias porque cuando se presentaba en el teatro tena la osada de decir: "Proponerme un tema" y ninguno le ganaba a hablar y refutaba a todos. As pues, los antiguos denominaban sofistas a aquellos filsofos que saban exponer sus doctrinas con elocuencia. La ciudad de Atenas comenz a temerlos porque ganaban todos los pleitos, tanto si tenan razn como si no, ya que dominaban el arte de la improvisacin para saber defender el s y el no de una misma cuestin segn las circunstancias y las necesidades de los clientes.Filostrato, Vidas de los Sofistas, IEl discurso sofista es un tipo de discurso grandilocuente. Pero hablar bien no siempre quiere decir querer razonar para llegar a la verdad o defender causas justas. En muchas ocasiones la intencin es la bsqueda del aplauso, del reconocimiento social, la demostracin del poder y el dominio en el arte de convencer. Un ejemplo claro de esta utilizacin del saber sofstico es lo que se denomina el Doble discurso, ste consiste en saber defender el s y el no de una misma cuestin con el mismo poder de conviccin.Sobre lo bello y lo feo tambin podemos formular un doble discurso. Pues unos dicen que una cosa es lo bello y otra lo feo, que la diferencia, como en el nombre, tambin existe en la realidad; otros en cambio, mantienen que es lo mismo lo bello y lo feo. Pienso que si alguien, en un momento, diera la orden de que todo el mundo reuniera en un solo lugar aquello que cada uno considera feo, y despus mandara tomar de este montn aquello que cada uno considera bello, no quedara ni una sola cosa, sino que entre todos habran recogido todo. Esto es as porque ninguno piensa lo mismo.Annimo, Dobles razonamientosHubo sofistas con distintas actitudes, unos buscaron lo mejor para la ciudad pero otros simplemente se vendieron al mejor postor simplemente por dinero defendiendo, a sabiendas que lo eran, causas injustas.Su brillantez en los discursos y su xito les lleno las aulas de los jvenes de las mejores familias, todos ellos aspirantes a triunfar en poltica; pero tambin les proporcion un buen nmero de detractores ante la falta de honestidad y el ejercicio de manipulacin que algunos de ellos habitualmente practicaban. Otras veces sus detractores -como en el caso de Platn- lo que no les aceptan es la crtica que hicieron de los valores tradicionales.De la utilizacin manipuladora del lenguaje proviene el trmino sofisma. Con esta palabra se designa el argumento que reviste apariencia lgica y de verdad, a pesar de que quien lo formula es consciente de su falsedad.pocas y autores.Sus integrantes no defienden una postura unitaria. No se trata de una escuela homognea en sus planteamientos ni en sus soluciones. Si alguna nota comn cabe destacar, es la de constituir un movimiento intelectual, fruto y exponente de una crisis moral y social, de carcter crtico de la propia sociedad en la que nace y se desenvuelve.Se distinguen dos pocas:1. Primera sofstica: Sofistas de la cultura.Est formada por los ms destacados y autnticos creadores del movimiento sofista.Buscar dar una base racional a la sociedad y a los valores de su tiempo ms all de la aceptacin por tradicin. La ley y la moral son convencionales, pero cabe hacerlas acordes con la naturaleza.Sus representantes son: Protgoras de Abdera (480-410 a.C.), Gorgias de Leontini (s. IV a. C.), Hippias de Elis (s. V a.C.) y Prdico de Ceos (s. V a.C.).2. Segunda sofstica: Sofistas posteriores.Son menos creadores, reflexionan sobre ideas de los anteriores. La situacin poltica es mucho ms conflictiva. Muchos autores les atribuyen la degeneracin y la decadencia de la sofstica.Es en esta poca cuando "Sofista" adquiere una significacin peyorativa como aquel que da razones que sabe falsas, pero revistindolas de falso rigor lgico. No le importa el objeto que defiende, sino el juego intelectual con que pueda vencer al contrario, llevarlo a confusin.Acentan la oposicin entre naturaleza y leyes que son consideradas fruto de la voluntad de dominar mediante ellas a los otros. La mayor parte son contrarias a la naturaleza.Sus representantes son: Clicles, Polo, Traxmaco, Licofrn, Crtias, Antifonte y Alcidabas.Fuentes.Habiendo escrito mucho de ellos no se conserva casi nada. La reconstruccin de sus textos es difcil pues fueron censurados. Lo que queda lo conocemos a travs de sus antagonistas, fundamentalmente Platn.Los sofistas: su pensamiento.Introduccin.Vamos a ver aqu las reflexiones filosficas de los sofistas que se centran en el terreno de la tica y de la poltica. El buscar bases racionales sobre las que asentar la sociedad les llevar a indagar en el origen y la naturaleza de las leyes, ello enfocado desde el anlisis de la relacin entre el individuo y la sociedad, el papel que en ella juega la ley.Cuando aqu hablamos de ley (nomos) hacemos referencia a el conjunto de normas polticas e instituciones establecidas por las cuales se rige una comunidad humana.Las dos ideas fundamentales que aportan los sofistas son el convencionalismo de las leyes y el relativismo en el terreno de la moral.El convencionalismo.Teoras sobre el origen y la naturaleza de las leyes.Los griegos responden con tres modelos que se suceden en el tiempo:A. Teoras anteriores.1. El pensamiento mtico-religioso: origen divino.Las leyes e instituciones proceden de los dioses. En la explicacin mtica la aparicin de la ley se vincula a la intervencin particular de alguna divinidad que fundara tal ciudad en un pasado remoto.2. El pensamiento de los primeros filsofos: origen natural.En consonancia con su funcin racionalizadora la filosofa abandon pronto ese tipo de explicacin. Herclito vincula el orden de la polis al orden del universo: el orden de la polis es parte de un orden ms amplio, el orden del universo. Es una teora naturalista: tanto uno como otro se rigen por una misma ley o logos universal.B. El pensamiento de los sofistas: origen convencional.Abandonan la teora heracltea y llegan a la conviccin de que las leyes y las instituciones son el resultado de un acuerdo o decisin humana: son as pero nada impide que sean de otro modo.Causas del convencionalismo.La filosofa siempre se halla enmarcada en un contexto social, en un conjunto de experiencias de carcter socio-poltico. En tiempo de los sofistas hay tres factores, de este tipo, que influyen en su concepcin convencionalista de la ley:1. El contacto continuado con otros pueblos y culturas: que permiti constatar que las leyes y las costumbres son muy distintas en las comunidades humanas."Para los etopes, los dioses son chatos y negros y para los tracios, rubios y de ojos azules."Fr. 15-16; DK I, 132-32. La fundacin de las colonias: aunque a veces se importaba la constitucin de la ciudad de origen, en cada asentamiento nuevo se haba de redactar una nueva.3. Los cambios sucesivos en la constitucin de Atenas: que les permiti comprobar el convencionalismo en su propia experiencia poltica. (Recordar las reformas de Soln, las de Clstenes o las del propio Pericles)El relativismo moral.No slo defienden el convencionalismo de las instituciones polticas, tambin de las normas morales. Lo que se considera bueno o malo, justo o injusto, loable o reprobable, no es fijo, absoluto o universalmente vlido e inmutable.Causas del relativismo.Para llegar a esta conclusin los sofistas utilizaban un doble argumento:1. La falta de unanimidad acerca de lo que es justo o injusto,... Salta a la vista, no solo comparando unos pueblos con otros, sino comparando los criterios morales de los individuos y grupos dentro de una misma sociedad."Tras su coronacin, Daro se dirigi a los griegos que estaban presentes y les pregunt por cunto dinero aceptaran comerse los cadveres de sus padres. Ellos respondieron que no lo haran por nada del mundo. A continuacin, Daro llam a unos indios llamados calatios que se comen a sus muertos... y les pregunt por cunto dinero aceptaran quemar los cadveres de sus padres. Estos, a gritos, le pidieron que no dijera cosas impas. Son costumbres establecidas y creo que Pndaro acertaba al decir que la costumbre (nomos) reina sobre todos."Herodoto, III, 38, 3-42. La comparacin entre las leyes vigentes (nomos) y la naturaleza humana (physis) Pero como con relacin a este punto hay distintas posturas vamos a dedicarle un apartado especial.El conflicto entre physis y nomos.A partir de los sofistas aparece una oposicin entre estos dos trminos, que en ellos habrn de entenderse as:Nomos es el conjunto de leyes y normas convencionales. Son el fruto de un pacto entre las personas, son mudables y acomodaticias (segn las circunstancias) y relativas.Physis expresa lo natural, las leyes y normas ajenas a todo acuerdo o convencin. Tienen su origen en la propia naturaleza del ser humano. No son relativas, son inamovibles y absolutas.Teoras defendidas por los sofistas.A. Defensa del derecho positivo.Siendo difcil determinar que parte de las leyes y normas son por physis, son naturales, debemos atenernos sin ningn tipo de lmites al derecho positivo. Su postura se derivara de la crtica a la ley natural.Es mrito de los sofistas el haber realizado la primera crtica a la ley natural:1. La constitucin considerada hasta entonces de ndole casi sagrada aparece ahora, al menos en gran medida, como el resultado de factores histricos e intereses de grupo.2. No se puede aceptar sin ms, que las leyes estn basadas en la naturaleza humana. Se dan cuenta de que muchas leyes que se venan aceptando como originadas por un ley natural tenan mucho de convencionales.3. En las primeras reformas constitucionales se encontraban con que se haba de respetar determinadas leyes que por tradicin se consideraban naturales. Fundamentalmente leyes consuetudinarias (leyes no escritas y de prestigio) las ms difciles de reconocer como no naturales.Los sofistas realizan una labor crtica, se preguntan Qu es la ley natural?, Qu es la naturaleza humana? Cada sofista responder de distinta manera solucionando el conflicto entre physis y nomos de diferente forma.B. Teoras iusnaturalistas.Encontramos aqu dos posturas diferentes:1. Equilibrio entre Physis y nomos: Protgoras.Debe existir una armona entre physis y nomos: la ley no est en contradiccin con la naturaleza sino que es una especie de desarrollo o apndice de ella que la perfecciona.Las leyes no son de origen divino ni tampoco surgen espontneamente, son el resultado de la accin racional e inteligente de las personas que las realizan. Son la nica manera de regular la convivencia, sin legalidad surgira la tirana. La ley pone coto a esta posibilidad.En contra de una hipottica "Edad de Oro" -el punto de partida sera considerar la existencia en un principio de un ser humano en estado natural regido por una legislacin perfecta-, se parte de una sociedad anmica y se comienza un camino de perfeccionamiento de la justicia -dik- a travs de la razn. Habr mejores o peores legislaciones pero stas nunca son totalmente naturales o inmutables. Las leyes y normas ms correctas son las democrticas de la ciudad de Atenas.2. Predominio de la physis sobre el nomos.La moral vigente es antinatural. No slo es convencional -que puede serlo, si se adecua a la naturaleza no pasa nada- sino que adems es contraria a la naturaleza.Hay tambin dos posturas segn sean demcratas o de tendencia autoritaria.a) Igualitaristas.La naturaleza es igualitaria por lo que hay que defender al ms dbil.i. Antifonte y Hippias.Los semejantes son iguales por naturaleza y no estn emparentados por ley -nomos- sino por naturaleza -en contra de la discriminacin racial-.Solemos ensalzar y respetar a quienes proceden de familia ilustre y no ensalzar ni respetar a quienes no proceden de familia ilustre. En esto nos portamos entre nosotros como los brbaros, ya que todos somos por naturaleza iguales, tanto los brbaros como los griegos.Antifonte, DK II, 352-353Los seres humanos son iguales por naturaleza (tienen las mismas necesidades) pero todo lo dems (Lo que se considera bueno o malo, justo o injusto, loable o reprobable) es relativo segn las costumbres, la educacin y la condicin social.En contra de la teora de Protgoras afirman que la legislacin es algo necesario pero no es capaz de formar a los ciudadanos -hacerlos justos y razonables-. Hemos de ir ms all a la physis y fundamentar en ella nuestras leyes.La ley -nomos- no es el resultado de la naturaleza, como afirmaba Herclito, sino algo enfrentado a ella. Defienden la independencia del individuo frente a la polis legal. Ponen el acento sobre el aspecto represor de la legalidad intentando salvar al individuo de la presin de la polis."La justicia consiste en no transgredir los preceptos legales de la polis a que uno pertenece como ciudadano. Un hombre se servira de la justicia sacando el mximo provecho para s mismo si ante testigos defiende la soberana de las leyes, mientras que cuando est solo y sin testigos, defiende los dictados de la naturaleza. En efecto, las disposiciones legales (nomos) son artificiales, pero las de la naturaleza son necesarias. Las leyes existen por convencin y no son naturales, pero los dictados de la naturaleza son naturales y no convencionales.Si alguien que infringe los preceptos legales es capaz de ocultar su conducta ante quienes los han establecido, quedar libre de infamia y castigo; si no es capaz de ocultar su conducta, no. Por el contrario, si alguien se opone ms all de lo posible a las exigencias innatas impuestas por la naturaleza, el dao no ser menor porque sea capaz de ocultar su conducta, ni ser mayor porque lo sepa todo el mundo. Y es que en tal caso el dao no proviene de la opinin de los hombres sino de la verdad de las cosas. La investigacin acerca de todo esto tiene su razn de ser en que la mayora de las acciones justas segn la ley (nomos) son hostiles a la naturaleza (physis)"Antifonte, fr. 44, I-IIii. Licofrn y Alcidabas.Son demcratas radicales. Defienden la extensin de la democracia reclamando los derechos de la mujer, el derecho de ciudadana para todos los que vivan en la ciudad y la abolicin de la esclavitud.b) Defensa de la ley del ms fuerte: Calicles y Traxmaco.Es defendida por sofistas de la segunda poca de tendencia autoritaria.Puesto que el fundamento debe ser la naturaleza humana debemos saber cmo podemos conocerla: cul es el modo propio e intrnseco de comportarse de los seres humanos?. Esto no es fcil de saber puesto que nuestro comportamiento est condicionado por el aprendizaje, los hbitos y las normas que nos han ido inculcando a lo largo de nuestra vida.Qu es lo natural en el ser humano? : Aquello que queda si eliminsemos todo lo que hemos adquirido por las enseanzas que hemos recibido. Estos sofistas toman como ejemplo de naturaleza humana prescindiendo de los elementos culturales adquiridos al nio y al animal. De estos modelos deducen que slo hay dos formas naturales de comportamiento: La bsqueda del placer: el nio sonre cuando est feliz y llora cuando siente dolor. El dominio del ms fuerte: en los animales el macho ms fuerte domina a los dems. La naturaleza del fuerte impone su supremaca.En el trasfondo poltico es lo que est ocurriendo en la prctica: la constitucin de la confederacin helnica, el imperialismo ateniense y la destruccin de la isla de Melos.Tiene un antecedente en Gorgias: "El arte retrico tiene por objetivo dominar a los otros: el ms fuerte en el discurso subyuga al ms dbil".Clicles afirma que el nomos contradice a la naturaleza. La naturaleza hace a los seres humanos desiguales, de ah que prevalezca el derecho del ms fuerte. En cambio, la ley tiende a igualarlos, con lo que se opone a aquella favoreciendo a los ms dbiles. No ha de ser as, han de prevalecer los ms fuertes, hbiles y astutos, tambin en la vida de la ciudad."[Traxmaco]: En mi opinin, son los hombres dbiles y las masas los que establecen las leyes. Para s mismos, para su propia utilidad, implantan leyes, prodigan alabanzas y censuras: quieren atemorizar a los que son ms fuertes que ellos, a los que estn capacitados para tener ms, y, para evitar esto, dicen que es feo e injusto poseer ms y que la injusticia consiste en tratar de conseguir ms cosas que los dems. Pues, en mi opinin, consideran una felicidad el tener lo mismo, siendo inferiores."Platn, GorgiasEs lgico y consecuente con la naturaleza hacer prevalecer la propia opinin a base del discurso, haciendo aparecer como bueno lo que satisface al individuo. Es la hora de sacudirse el yugo de los dbiles. La razn est al servicio de cada uno, sirve en la medida en que garantiza el xito personal y la realizacin de las fuerzas irracionales en cada individuo. La comunidad se muestra como enemiga de ste."Calicles: ...A los de buen juicio para el gobierno de la ciudad y a los decididos, a stos les corresponde regir las ciudades, y lo justo es que ellos tengan ms que los otros, los gobernantes ms que los gobernados... Lo bello y lo justo por naturaleza es lo que yo te voy a decir con sinceridad, a saber: el que quiera vivir rectamente debe dejar que sus deseos se hagan tan grandes como sea posible, y no reprimirlos sino, que siendo los mayores que sea posible, debe ser capaz de satisfacerlos con decisin e inteligencia y saciarlos con lo que en cada ocasin sea objeto de deseo. Pero creo yo que esto no es posible para la multitud: de ah que, por vergenza, censuren a tales hombres, ocultando de este modo su propia impotencia; afirman que la intemperancia es deshonrosa, como ya dije antes, y esclavizan a los hombres ms capaces por naturaleza y, como ellos mismos no pueden procurarse la plena satisfaccin de sus deseos, alaban la moderacin y la justicia a causa de su propia debilidad. Porque para cuantos desde el nacimiento son hijos de reyes o para los que, por su propia naturaleza son capaces de adquirir un poder, tirana o principado, qu habra en verdad ms vergonzoso y perjudicial que la moderacn y la justicia, si pudiendo disfrutar de estos bienes, sin que nadie se lo impida llamaran para que fueran sus dueos a la ley, los discursos y las censuras de la multitud?. Cmo no se habran hecho desgraciados por la bella apariencia de la justicia y la moderacin, al no dar ms a sus amigos que a sus enemigos, a pesar de gobernar en su propia ciudad?. Pero, Scrates, esta verdad que t dices buscar es as: la molicie[footnoteRef:1], la intemperancia[footnoteRef:2] y el libertinaje, cuando se les alimenta, constituyen la virtud y la felicidad: todas esas otras fantasas y convenciones de los hombres contrarias a la naturaleza son necedades y cosas sin valor." [1: Aficin al regalo, nimia delicadeza, afeminacin.] [2: Falta de templanza]

Platn, Gorgias, 491 d-492Valoracin y conclusiones.Su crtica no pretende ser puramente destructiva (al menos en la primera poca), ms bien tiende a ser clarificadora, de someter toda verdad a una verificacin racional.1. Tienen un rasgo positivo: el impedir la absolutizacin de verdades que se pretendan tales. Se hace imposible seguir afirmando que la ley es de carcter sagrado e inamovible, slo cabe el establecimento de normas variables de conducta.2. En el lado negativo y contrapartida tenemos que el relativismo a que llev el abuso de la prctica como legitimadora de la verdad imposibilit el establecimiento positivo de unas bases sobre las que construir el orden nuevo que sustituyera al por ellos criticado. No existan valores comunes en que apoyar el convencimiento del comportamiento colectivo. La verdad se haba vuelto tan variable que lleva al individuo a actuar segn las circunstancias de forma tambin variable.Esto explica que la retrica, arte de la exposicin y comunicacin entre ciudadanos, se convirtiera en puro ejercicio dialctico para vencer al contrario.

4Los sofistas

Historia de la Filosofa 2014-2015 Victoria Hernndez

Scrates.Introduccin.La personalidad de Scrates.Scrates es un ciudadano ateniense nacido en el 470 a. C. y muerto en el 399 a. C. Coetneo de los sofistas -tiene unos cincuenta aos en tiempos de la sofstica- no es uno de ellos.Se nos lo ha descrito como "un hombre enamorado de su ciudad, poco escrupuloso con los deberes familiares, feo y segn dicen, de costumbres un poco dudosas, pero de una gran personalidad y originalidad; una mezcla entre pensador puro, poltico y lder carismtico pero controvertido, hecho que provoca la fascinacin de una parte de Atenas pero tambin el odio de otro sector""Pues es el caso que una vez Antifonte, queriendo arrebatarle los acompaantes, acercose a Scrates y, estando delante aquellos, habl as como sigue: Scrates, yo confieso que crea que los que se dedican a la sabidura tenan que venir a hacerse ms felices; pero lo que es t me parece que has sacado del filosofar los frutos ms contrarios de eso. A la vista, pues, est que vives de una manera que no habra un esclavo que tratado de ese modo por su dueo lo aguantara: manjares que comes y bebidas que bebes, de lo ms barato, y de vestido, andas envuelto en uno no ya slo barato, sino el mismo para verano y para invierno, y te pasas la vida descalzo y sin camisa. Y ms an, dinero, por supuesto, te niegas a tomarlo, cosa que ya slo de recibirla alegra y que, guardada en tu poder, te permite vivir ms libre y ms agradablemente. As que si, igual que en los dems oficios los maestros sacan a los aprendices imitadores de ellos mismos, t tambin por ese camino llevas a los que estn contigo, ve teniendo por cierto que eres maestro de miseria."Jenofonte, Recuerdos de Scrates, I 6, 1-3Scrates era un hombre con carisma, y con una excepcional capacidad de fascinacin, y que asume, espontneamente, la defensa de las costumbres y las instituciones de Atenas constituyndose en una especie de conciencia pblica que denuncia la corrupcin y fustiga el vicio a diestro y siniestro, lo que le hace merecer el sobrenombre del "tbano de Atenas".Una conspiracin de sus opositores le lleva a juicio bajo la acusacin de impiedad y de corromper a los jvenes. Es condenado a muerte o al ostracismo eligiendo la muerte pese a haber podido huir de la crcel. En el 399 bebe la cicuta, un veneno mortal como cumplimiento de la condena y muere. No huye porque no quiere abandonar su ciudad y como expresin de su obediencia y respeto a las leyes de la ciudad.Y si, adems, me dijerais: Ahora, Scrates, no vamos a hacer caso a Anito, sino que te dejamos libre, a condicin, sin embargo, de que no gastes ya ms tiempo en esta bsqueda y de que no filosofes, y si eres sorprendido haciendo an esto, morirs; si, en efecto, como dije, me dejarais libre con esta condicin, yo os dira: Yo, atenienses, os aprecio y os quiero, pero voy a obedecer al dios ms que a vosotros y, mientras aliente y sea capaz, es seguro que no dejar de filosofar, de exhortaros y de hacer manifestaciones al que de vosotros vaya encontrando, dicindole lo que acostumbro: "Mi buen amigo, siendo ateniense, de la ciudad ms grande y ms prestigiada en sabidura y poder, no te avergenzas de preocuparte de cmo tendrs las mayores riquezas y la mayor fama y los mayores honores, y, en cambio no te preocupas ni te interesas por la inteligencia, la verdad y por cmo tu alma va a ser lo mejor posible?". Y si alguno de vosotros discute y dice que se preocupa, no pienso dejarlo al momento y marcharme, sino que le voy a interrogar, a examinar y a refutar, y, si me parece que no ha adquirido la virtud y dice que s, le reprochar que tiene en menos lo digno de ms y tiene en mucho lo que vale poco. Har esto con el que me encuentre, joven o viejo, forastero o ciudadano, y ms con los ciudadanos por cuanto ms prximos estis a m por origen. Pues, esto lo manda el dios, sabedlo bien, y yo creo que todava no os ha surgido mayor bien en la ciudad que mi servicio al dios. En efecto, voy por todas partes sin hacer otra cosa que intentar persuadiros, a jvenes y viejos, a no ocuparos ni de los cuerpos ni de los bienes antes que del alma ni con tanto afn, a fin de que sta sea lo mejor posible, dicindoos: No sale de las riquezas la virtud para los hombres, sino de la virtud, las riquezas y todos los otros bienes, tanto los privados como los pblicos. Si corrompo a los jvenes al decir tales palabras, stas seran dainas. Pero si alguien afirma que yo digo otras cosas, no dice verdad. A esto yo aadira: Atenienses, haced caso o no a Anito, dejadme o no en libertad, en la idea de que no voy a hacer otra cosa, aunque hubiera de morir muchas veces.Platn, Apologa de Scrates 29c-30cSus fuentes.No escribi ninguna obra, tal vez porque consideraba que el dilogo, la comunicacin directa e interpersonal, es el nico mtodo vlido para la filosofa.Tanto la imagen que poseemos de l como su pensamiento nos ha llegado principalmente a travs de los dilogos escritos por Platn que fue ferviente alumno suyo. Adems de esta imagen, que est idealizada, tenemos otras ms crticas de contemporneos suyos. Jenofonte, que es un historiador griego, a travs de su obra "Recuerdos de Scrates" y Aristfanes a travs de su obra "Las nubes", una comedia donde se da una imagen de Scrates como un hombre ridculo.Scrates y los sofistas.Scrates fue un personaje perteneciente al mbito cultural de los sofistas pero los combati enrgicamente.Con ellos comparte. Su inters por el ser humano, por las cuestiones morales y polticas, por la vinculacin de stas al problema del lenguaje.De ellos se distingue. Fundamentalmente en cuatro aspectos:1. El modo de ensear. No cobra por sus enseanzas, ni lo hace en lugares cerrados sino que aprovecha los mercados, las casas de los amigos, el gimnasio, el gora o cualquier lugar donde haya gente que quiera escucharlo. No ensea slo a las elites sino a todo el que lo desea, aunque preferentemente a los jvenes.2. Adopta un mtodo totalmente opuesto. Los sofistas pronunciaban largos discursos y comentaban textos de autores antiguos. Scrates rechaza los largos discursos, porque impiden discutir paso a paso las afirmaciones del orador, y los textos antiguos, porque no es posible preguntar a sus autores, stos no pueden ofrecer aclaraciones de lo que escribieron. Scrates emplea la palabra y el discurso pero hace un uso diametralmente opuesto. A diferencia de los sofistas no emplear un discurso grandilocuente (la retrica), ni intentar seducir a las multitudes para hacerles cambiar de opinin o de intencin de voto. El nico mtodo vlido para Scrates es el dilogo (la dialctica), la pregunta y la respuesta con la intencin de que sea su interlocutor el que llegue a la verdad por s mismo.3. La finalidad de su enseanza. Su inters no se halla en hacer carrera poltica, conseguir el xito o la fama sino en indagar en aquellos temas que interesan a todos los seres humanos como por ejemplo, qu es la justicia, el bien o la virtud.4. Su pensamiento. Aporta en los temas polticos y morales unas soluciones diferentes. Es antirrelativista y defiende la teora que se denomina intelectualismo moral.El antirrelativismo socrtico.Scrates, como muchos otros atenienses, no est de acuerdo con el relativismo de los valores que tanto haba seducido a una parte de la juventud porque este relativismo, que pareca llevar a la conclusin de que todo estaba permitido, amenazaba de muerte su ciudad, uno de sus sueos ms preciados: "Estoy orgulloso de ser humano y no animal, y de ser ateniense y no ser brbaro" confesar.La obsesin de Scrates es la de eliminar el relativismo de valores que invade Atenas. El relativismo es fruto de la diversidad de opiniones que da derecho a creer a todos que su parecer vale igual o ms que el del resto.Si no existe ninguna verdad absoluta, el lenguaje se vuelve algo intil, ya no podemos hablar de nada. Cmo discutir si las leyes de la ciudad son justas o injustas si no tenemos antes una idea clara de la justicia en s? De la misma manera que un zapatero no puede hacer zapatos, si no sabe antes qu es un zapato (le falta el modelo) los seres humanos tampoco podrn ser justos, virtuosos o felices si ignoran qu quieren decir stas palabras.La ciudad ha perdido los papeles y se hace preciso volver a mirar la brjula que nos encamina hacia valores vlidos para todos, universales, e incluso, eternos como los dioses.La primera labor que se habr de proponer ser la bsqueda de la correcta definicin de estos conceptos, una definicin que sea universal y vlida para todos."Recuerda que no te he pedido que me muestres una o dos de las muchas acciones que son piadosas, sino que me muestres la forma misma a que nos referimos, aquella en virtud de la cual todas las acciones piadosas son piadosas. Acaso no has afirmado que las acciones impas son impas y las piadosas son piadosas en razn de una forma nica? O no lo recuerdas?-S, lo recuerdo.-Mustrame, pues, cul es esta forma para que poniendo en ella la mirada y usndola como paradigma, pueda yo decir de todo lo que concuerda con ella -lo hayas hecho t o cualquier otro- que es piadoso y de lo que no concuerda con ella que es impo."Platn, Eutifrn, 60eEs necesario encontrar un punto de referencia, la piedra de toque que fundamente no las opiniones personales sino la verdad. Scrates cree que esta piedra de toque es la razn humana. La claridad intelectual, aquello que la razn ve claro, ha de ser comn a toda la especie humana (racionalismo socrtico)El mtodo socrtico: la induccin mayutical cree que dentro de cada uno hay unas verdades innatas (innatismo) que es necesario alcanzar, hacer aflorar en nosotros - como una madre pare a su hijo desde lo ms ntimo de su cuerpo -. Ello se puede conseguir mediante la palabra pero no con el estilo de los sofistas la retrica- sino con el juego de la pregunta-respuesta, en definitiva, con el dilogo la dialctica -."Scrates: Esto te sucede mi querido Teeteto porque tu mente no es vaca ni estril. Sufres los dolores del parto.Teeteto: No s nada de eso. Scrates. Slo te estoy diciendo en que estado me encuentro.Scrates: !Qu extrao que nunca hayas odo que soy hijo de una partera, una apacible y saludable mujer, llamada Fenrates!.Teeteto: Lo he odo.Scrates: Te han dicho que yo tambin practico el mismo arte?... No divulgues mi secreto. No se sabe que yo poseo esa habilidad, y es as que los ignorantes me describen como un excntrico que reduce a las personas a una perplejidad sin esperanza. Quieres que te diga la razn?Teeteto: S, por favor.Scrates: Considera, entonces, lo que ocurre con todas las parteras. Logrars as comprender lo que quiero decir. Creo que sabes que ellas slo atienden a otras mujeres en sus partos, cuando ya no pueden engendrar hijos ni criarlos, puesto que estn demasiado viejas para ello. Mi arte mayutico es, en general, como el de ellas: la nica diferencia es que mis pacientes son hombres, no mujeres, y m trato no es con el cuerpo, sino con el alma, que est en trance de dar a luz. Y el punto ms elevado de mi arte es la capacidad de probar por todos los medios si el producto del pensamiento de un joven es un falso fantasma o est, en cambio, animado de vida y verdad. Hasta tal punto me parezco a la partera, que yo mismo no puedo dar a luz sabidura, y el reproche usual que se me hace es cierto: a pesar de que yo pregunto a los dems, nada puedo traer a luz por m mismo, porque no existe en mi la sabidura. La razn es la siguiente: el cielo me obliga a servir como partera, pero me ha privado de dar a luz. De modo que por m mismo no tengo ninguna clase de sabidura ni ha nacido de mi descubrimiento alguno que fuera criatura de mi alma. Algunos de quienes frecuentan mi compaa parecen, al principio, muy poco inteligentes, pero, a medida que avanzamos en nuestras discusiones, todos los que son favorecidos por el cielo hacen progresos a un ritmo tal que resulta sorprendente tanto a los dems como a s mismos, si bien est claro que nunca han aprendido nada de m: las numerosas y admirables verdades que dan a luz las han descubierto por s mismos, en s mismos. Pero el alumbramiento, en cambio, es tarea del cielo y ma. La prueba de esto es que muchos que no han sido conscientes de m asistencia, pero que gracias a m han dado a luz, creyendo que toda la tarea haba sido exclusivamente de ellos, me han dejado antes de lo que deban, ya sea por influencia ajena o por propia determinacin, por lo que fueron malogrando, en lo sucesivo, su propio pensamiento, al caer en malas compaas. Han ido perdiendo los hijos que yo les haba ayudado a tener, porque los educaron mal, al atender ms a los falsos fantasmas que a lo verdadero: y as, finalmente, tanto los dems, como ellos mismos fueron consecuentes de su falta de entendimiento."Platn. Teeteto. 148 e - 151 aConsidera que la verdad est en cada uno de nosotros y que podemos llegar a conocerla a travs de la induccin mayutica. As el punto de partida ser la mxima dlfica: Concete a ti mismo.Ahora es necesario profundizar en la bsqueda de la definicin del concepto que queramos hallar. Hemos de buscar en el interior de nosotros mismos y apoyarnos en nuestra razn. Cul es el camino a seguir?:1. En primer lugar eliminar de las mentes de los seres humanos todas las opiniones que son relativas o subjetivas. El mtodo socrtico utiliza para ello dos elementos:a. Reconocer la propia ignorancia: Slo s que no s nada[footnoteRef:3]. Antes de toda investigacin es necesaria una cura de humildad, un reconocimiento de la propia ignorancia. Es sta la base de la bsqueda de toda verdad porque slo el que tiene conciencia de su ignorancia est en disposicin de llegar a la verdad. Esta confesin tiene un carcter irnico y la hace Scrates siempre y repetidas veces ante sus contertulios en sus dilogos. [3: Una visin controvertida de esta famosa frase socrtica la tenemos de mano el filsofo italiano actual Giorgo Colli en uno de los pargrafos de su libro Despus de Nietzsche, aqul titulado: Scrates y el orculo:Nadie es ms sabio que Scrates, haba dicho la pitonisa. Pero Scrates quiso refutar al dios que est en Delfos, y se puso a buscar a alguien que fuese ms sabio qua l. De haberlo conseguido habra podido decir al dios, impamente: Este es ms sabio que yo, pero t dijiste que era yo. Su arrogancia habra triunfado: demostrando ser menos sabio, habra evidenciado ser ms sabio que el dios de la sabidura. Pero no lo consigui, y qued claro que Scrates tena razn, o sea que nadie era ms sabio que Scrates. Esta es la hybris griega. ]

b. La irona. Por medio de la irona finge ignorar las tesis del contrario pero lo acorrala mediante preguntas hasta que consigue hacerle negar su propia tesis.2. Una vez limpia la mente de errneos prejuicios y de falsas opiniones ya se puede aspirar a conocer las verdades absolutas, por un camino plano que parte de las pequeas cosas conocidas y mediante el uso de la induccin mayutica.Por ejemplo, para saber qu es la belleza, podemos comenzar dando su definicin (mtodo deductivo rechazado por Scrates y utilizado por los sofistas) o bien buscar cosas bellas -una flor, una persona, una puesta de sol, etc.- y ver entre todos en qu cosas coincidimos acercndonos al modelo de belleza que hay en nuestra mente. Este modelo ser en ltimo extremo universal y comn a todos los seres humanos. Lo mismo podemos decir de la justicia, el bien o la felicidad.Es el camino de lo deseado a lo deseable, de las cosas concretas y conocidas a las desconocidas y abstractas.Sus dilogos siempre comenzaban con la pregunta T qu sabes de tal o cual cosa?, o bien, cuando se deca de una persona que era buena o justa aprovechaba para preguntar Qu es la justicia?, Qu es la verdad?"La mayora de los dilogos socrticos de Platn suelen terminar sin que se alcance una definicin satisfactoria. El interlocutor de Scrates ve refutadas, una tras otra, todas las definiciones que propone y Scrates tampoco ofrece definicin alguna alternativa (cf. tambin Jenofonte, Recuerdos de Scrates, 4,4,9-10). Este proceder de Scrates resulta, de entrada, desconcertante: da la impresin de dedicarse exclusivamente a humillar a sus interlocutores refutando sus definiciones y poniendo al descubierto su ignorancia. Para comprender el sentido de este proceder socrtico es necesario conectarlo con ciertos aspectos de su personalidad: su confesin irnica de ignorancia a travs de la cual reconoce la limitacin y provisionalidad de su propio saber y est dispuesto a someterlo constantemente a revisin; su oficio mayutico, de partera, que no pretende adoctrinar dogmticamente a los dems, sino ayudarlos a librarse de las falsas opiniones y a ponerse en situacin de buscar por s mismos la verdad. En el dilogo, Scrates pone a prueba los conocimientos de los dems y pone a prueba tambin su propio conocimiento."CALVO, Toms: De los sofistas a Platn: poltica y pensamiento. Madrid, Ed. Pedaggicas, 1995. pg. 149El intelectualismo moral.Una vez descubierta la verdad ya no se puede dejar de desear el llevarlo a la prctica porque lo contrario significara violentar nuestra propia conciencia e ir en contra de nuestros intereses como seres racionales.La virtud, el obrar bien, no es otra cosa que saber lo que es el bien, lo que es la justicia, la libertad, las leyes, etc. Porque una vez ves claro que es cada una de esas cosas es tanta la fuerza que tienen estas verdades que todos las querrn alcanzar.En definitiva, "ser bueno" equivale a "saber": "No hay seres humanos malos, sino simplemente ignorantes". Esta es la tesis que defiende el optimismo antropolgico.La moral socrtica es intelectualista, es decir, se alcanza a travs de un proceso de clarificacin racional, mediante el cual se encuentra la verdad en el interior de nosotros mismos, o bien haciendo un buen uso de la razn, o bien con la ayuda del dilogo (mayutica) para ir de las cosas conocidas a las verdades absolutas.El ser humano virtuoso deja de actuar ciegamente y pasa a actuar por sabidura. Vemoslo:a) Actuar ciegamente. El que no accede al conocimiento del bien se conduce por instinto, deseo o tcnica particular. Espontneamente se obedece al instinto, se intenta satisfacer el deseo -esa es nuestra parte de naturaleza ciega-, por rutina se explota un saber. El artesano, el mdico, el poltico, etc. busca lo til unas veces para s mismos, a merced de sus impulsos y sus deseos egostas, otras para satisfacer las exigencias de su oficio. Todos buscan lo til pero nadie lo define en su universalidad, sino por un beneficio particular e inmediato. No lo obtienen ms que por la espontaneidad del deseo, la rutina del oficio, la prctica de un arte, los efectos de la retrica, etc. b) Actuar por sabidura. Equivale a dominar los movimientos de una naturaleza ciega y conducirse segn la ciencia del bien, resistir los impulsos particulares, que son egostas, para seguir los mandatos universales de la razn. Actuar por sabidura slo es posible tras el recorrido de la mayutica el cual nos define el deseo esencial de la razn humana. La razn tiende imperiosamente hacia el bien lo que puede ocurrir en ms de una ocasin es que otros bienes particulares desven su atencin. "Quien piensa correctamente, acta correctamente, luego la ignorancia es el mal"El mal es seguir un bien aparente y particular en contra del real y universal. Cuando el bien percibido no es aparente, sino real, ha de ser el mismo para todos los seres humanos (es lo deseable)Cuando, a travs de la induccin mayutica, hemos definido el bien como el deseo esencial de la razn humana, al volver a la prctica, por deduccin, ese bien no puede perder su universalidad para recaer en el particular deseo egosta: El sabio actuar por sabidura.Intelectualismo y culpa.Por la ecuacin "razn = virtud" el intelectualismo rechaza las ideas de pecado y culpa puesto que el que obra mal es en realidad un ignorante. Cuando obra mal el ser humano se engaa a s mismo. "Jams un injusto puede daar a un justo"Pues el injusto al obrar mal, este mal conlleva lgicamente consigo mismo su propio castigo. El malvado por su ignorancia desconoce que las consecuencias de su acto repercuten negativamente en l mismo.Eudemonismo socrtico.La virtud produce la felicidad:a) Al individuo. Dndole paz consigo mismo.b) A la sociedad. Proporcionndole la armona que evite los conflictos.As pues, para obtener la felicidad se ha de conocer qu es el bien (la virtud) a lo que llegamos slo a travs de la razn, es decir, indagando en el interior de uno mismo ("Concete a ti mismo")Razn = Virtud = FelicidadEs la ecuacin que resume la tica socrtica que adems es racionalista pues en ella encontramos:a) Una concepcin del bien como felicidad del alma y de lo bueno como lo til a esa felicidad.b) La virtud como conocimiento -universalmente vlido- y el vicio como ignorancia. El que obra mal es porque ignora el bien, por lo tanto "Nadie obra mal a sabiendas" (voluntariamente)El concepto socrtico de virtud.El rechazo del relativismo por Scrates viene fundamentado en una forma de considerar la virtud que le es propia. Hagamos un repaso de las diferentes formas en cmo sta se haba concebido:1. Para la aristocracia. Dependa del origen de sangre y por lo tanto la virtud se heredaba.2. Para los sofistas. La virtud o el bien no se hereda ni existen en un sentido absoluto. Hay slo acciones buenas o virtuosas que siempre tendrn un carcter relativo y convencional. Entre ellos, y segn los autores, la virtud se ejemplifica mayoritariamente en el xito y el reconocimiento social.3. Para Scrates. Ni se hereda, ni es convencional (no se establece por reconocimiento pblico) ni es relativa. Tampoco puede ensearse, es decir, no puede ser el resultado de seguir simplemente patrones o normas que otros nos han indicado. La virtud debe aparecer como el resultado de una bsqueda racional infatigable en el curso de la cual el ser humano se va adentrando en s mismo a medida que va desechando toda vana curiosidad, todas las falsas opiniones. Es la bsqueda de la definicin, del concepto a travs de la razn y la introspeccin. Al final la virtud consistir en resistir los impulsos particulares, que s son relativos y egostas, para seguir los mandatos universales de la razn.20ScratesPlatn.Las coordenadas del pensamiento de Platn.Platn, junto con Aristteles, significa la madurez y plenitud de la filosofa griega. Ambos marcan durante mucho tiempo las coordenadas de interpretacin racional del mundo y del ser humano. Son sin duda los autores ms influyentes y los interlocutores ineludibles de los filsofos hasta el siglo XVII-XVIII.Por primera vez nos encontramos ante un sistema completo de pensamiento en el que se plantean todas las cuestiones que han interesado a lo largo de la historia de la filosofa.Dos son las coordenadas que permiten entender los intereses y objetivos de la filosofa platnica:a) Su crtica al pensamiento de los sofistas.b) La evolucin poltica de la Polis ateniense.Platn las encuentra vinculadas entre s.Crtica a la sofstica.Su filosofa tiene como trasfondo la reaccin y el enfrentamiento al convencionalismo y el relativismo de los sofistas.Consideran a la sofstica como un elemento disgregador incapaz de ofrecer: Un substrato firme a la organizacin de la sociedad. (A causa del convencionalismo y del relativismo de la sofstica) Una base segura al conocimiento. (A causa del relativismo y del escepticismo de la sofstica)Evolucin poltica de la Polis ateniense. Contexto histrico.Platn no vive apenas la poca de esplendor que fue la Atenas de Pericles (479-431 a. C.). Crece en el contexto de las guerras del Peloponeso (hasta que tiene 23 aos) que acabarn con el poder de la ciudad de Atenas y que desestabilizarn su democracia de manera prcticamente irreversible. Es el tiempo de la segunda sofstica, del gobierno de los Treinta Tiranos, del restablecimiento de una democracia vigilada, de duros enfrentamientos polticos con las venganzas de unos y otros,...Las Guerras del Peloponeso (431-404 a.C.) haba sido el resultado de la lucha entre dos alianzas lideradas por dos grandes ciudades-estado que representaban, a su vez, dos modelos polticos enfrentados. Por un lado la Atenas de Pericles que haba liberado numerosas ciudades griegas del dominio de los Persas y a las que haba reunido entorno a s imponindoles su sistema poltico: la democracia. Por otro lado la ciudad de Esparta modelo de un estado aristocrtico y militarista, que vea con preocupacin las ideas democratizadoras que difunda Atenas. A ella se le unieron otras ciudades dominadas tambin por sistemas aristocrticos, as como otras que vean con desconfianza los impulsos cada vez ms imperialistas de Atenas.En el 404 a. C. Atenas cae derrotada perdiendo su poder y Esparta le impone un gobierno aparentemente democrtico: Los Treinta Tiranos. Es un grupo reducido de aristcratas, elegidos bajo la supervisin los espartanos, que llevan a cabo una poltica autoritaria y reaccionaria. Tal es as que no duran en el poder ms que un ao, una revuelta popular, liderada por Trasbulo restablece la constitucin democrtica. Preocupaciones e itinerario poltico de Platn: La carta VII.Esta carta expresa la preocupacin y el itinerario poltico de Platn en el marco de los acontecimientos descritos anteriormente. Siendo aristcrata no comparte el modo de gobernar que han tenido los Treinta tiranos, pero es un frreo detractor de la democracia. Para Platn, tanto la tirana como la democracia son fruto de las teoras de los sofistas.Siendo yo joven, pas por la misma experiencia que otros muchos; pens dedicarme a la poltica tan pronto como llegara a ser dueo de mis actos; y he aqu las vicisitudes de los asuntos pblicos de mi patria a que hube de asistir. Siendo objeto de general censura el rgimen poltico a la sazn imperante, se produjo una revolucin; al frente de este movimiento revolucionario se instauraron como caudillos cincuenta y un hombres: diez en el Pireo y once en la capital, al cargo de los cuales estaba la administracin pblica en lo referente al gora y a los asuntos municipales, mientras que treinta se instauraron con plenos poderes al frente del gobierno en general. Se daba la circunstancia de que algunos de estos eran allegados y conocidos mos, y en consecuencia requirieron al punto mi colaboracin, por entender que se trataba de actividades que me interesaban. La reaccin ma no es de extraar, dada mi juventud; yo pens que ellos iban a gobernar la ciudad sacndola de un rgimen de vida injusto y llevndola a un orden mejor, de suerte que les dediqu mi ms apasionada atencin, a ver lo que conseguan. Y vi que en poco tiempo hicieron parecer bueno como una edad de oro el anterior rgimen. Entre otras tropelas que cometieron, estuvo la de enviar a mi amigo, el anciano Scrates, de quien yo no tendra reparo en afirmar que fue el ms justo de los hombres de su tiempo, a que, en unin de otras personas, prendiera a un ciudadano para conducirle por la fuerza a ser ejecutado; orden dada con el fin de que Scrates quedara, de grado o por fuerza, complicado en sus crmenes; por cierto que l no obedeci, y se arriesg a sufrir toda clase de castigos antes que hacerse cmplice de sus iniquidades. Viendo, digo, todas estas cosas y otras semejantes de la mayor gravedad, lleno de indignacin me inhib de las torpezas de aquel perodo. No mucho tiempo despus cay la tirana de los Treinta y todo el sistema poltico imperante. De nuevo, aunque ya menos impetuosamente, me arrastr el deseo de ocuparme de los asuntos pblicos de la ciudad. Ocurran desde luego tambin bajo aquel gobierno, por tratarse de un perodo turbulento, muchas cosas que podran ser objeto de desaprobacin; y nada tiene de extrao que, en medio de una revolucin, ciertas gentes tomaran venganzas excesivas de algunos adversarios. No obstante, los entonces repatriados observaron una considerable moderacin. Pero dio tambin la casualidad de que algunos de los que estaban en el poder llevaron a los tribunales a mi amigo Scrates, a quien acabo de referirme, bajo la acusacin ms inicua y que menos le cuadraba: en efecto, unos acusaron de impiedad y otros condenaron y ejecutaron al hombre que un da no consinti en ser cmplice del ilcito arresto de un partidario de los entonces proscritos, en ocasin en que ellos padecan las adversidades del destierro. Al observar yo cosas como stas y a los hombres que ejercan los poderes pblicos, as como las leyes y las costumbres, cuanto con mayor atencin lo examinaba, al mismo tiempo que mi edad iba adquiriendo madurez, tanto ms difcil consideraba administrar los asuntos pblicos con rectitud; no me pareca, en efecto, que fuera posible hacerlo sin contar con amigos y colaboradores dignos de confianza; encontrar quines lo fueran no era fcil, pues ya la ciudad no se rega por las costumbres y prcticas de nuestros antepasados, y adquirir otros nuevos con alguna facilidad era imposible; por otra parte, tanto la letra como el espritu de las leyes se iba corrompiendo y el nmero de ellas creca con extraordinaria rapidez. De esta suerte yo, que al principio estaba lleno de entusiasmo por dedicarme a la poltica, al volver mi atencin a la vida pblica y verla arrastrada en todas direcciones por toda clase de corrientes, termin por verme atacado de vrtigo, y si bien no prescind de reflexionar sobre la manera de poder introducir una mejora en ella, y en consecuencia en la totalidad del sistema poltico, s dej, sin embargo, de esperar sucesivas oportunidades de intervenir activamente; y termin por adquirir el convencimiento con respecto a todos los Estados actuales de que estn, sin excepcin, mal gobernados; en efecto, lo referente a su legislacin no tiene remedio sin una extraordinaria reforma, acompaada adems de suerte para implantarla. Y me vi obligado a reconocer, en alabanza de la verdadera filosofa, que de ella depende el obtener una visin perfecta y total de lo que es justo, tanto en el terreno poltico como en el privado, y que no cesar en sus males el gnero humano hasta que los que son recta y verdaderamente filsofos ocupen los cargos pblicos, o bien los que ejercen el poder en los Estados lleguen, por especial favor divino, a ser filsofos en el autntico sentido de la palabra. Platn, Carta VII, 324b-326bEl proyecto platnico.Encuentra en Atenas, despus de las Guerras del Peloponeso dos defectos fundamentales:a) La incompetencia e ignorancia de los polticos. No hay profesionales de la poltica, son aficionados: la mayor parte de los cargos se eligen por sorteo. En vez de ser as, se habra de escoger al ms capacitado, al ms idneo.b) La lucha entre los partidos. Permiten que los intereses de grupo prevalezcan sobre las necesidades del Estado. Su objetivo es llevar a cabo una Reforma poltica: fundamentar la polis y sus instituciones en un orden de principios de carcter universal, que primero hay que descubrir y despus ensear.Datos biogrficos.Nace en Atenas en el ao 427 a. C. en el seno de una familia aristocrtica -algunos de sus miembros participan en el gobierno de los Treinta tiranos, en concreto sus tos Crmides y Crtias-. Su verdadero nombre era Aristocles, pero le llamaron as por lo ancho (Platys) de sus hombros o de su frente.Su formacin es la de un privilegiado: conoce a Scrates en el ao 407 a. C., a sus 20 aos, y se hace discpulo incondicional suyo hasta su muerte en el ao 399 a. C. Adems aprende todo tipo de materias: matemticas, geometra, arte, dialctica, etc.Muerto Scrates hace un viaje al sur de Italia donde entra en contacto con las doctrinas pitagricas y rficas.Viaja dos veces a Siracusa -ciudad de Sicilia- para intentar poner en prctica sus ideas polticas sin xito -con Dionisio I y Dionisio II)En el ao 388 a. C. regresa a Atenas y funda la Academia, su propia escuela, donde se da vital importancia a la enseanza de las matemticas, la geometra y la filosofa. La intencin de Platn al fundar esta escuela es la de formar a los polticos y gobernantes.Muere en el ao 347 a. C. con ms de 80 aos.Etapas y obras.El estilo de la filosofa platnica: Los dilogos.Sus escritos estn redactados casi todos en forma de dilogos en lo que tambin intercala numerosos ejemplos y mitos para intentar hacer ms sencilla y didctica la exposicin de su obra. Ahora, eso no quiere decir que no existan, tambin, pasajes oscuros y complicados.El personaje central de ellos es Scrates y entorno a l aparecen personajes de su tiempo: sofistas, filsofos, amigos y parientes de Platn.Cada dilogo se centra en un tema de investigacin, normalmente una virtud o una idea; pero en casi todos ellos aparecen los temas centrales de su filosofa: su concepcin del ser humano, de la sociedad, de la realidad, su teora del conocimiento, etc.Slo en los primeros dilogos se refleja fielmente el pensamiento que se supone que sostena Scrates. En los dilogos posteriores aunque aparezca la figura de Scrates, en realidad el pensamiento expresado es el de Platn.Entre dilogos y cartas nos han llegado 36 obras de Platn que tradicionalmente se ordenan de acuerdo con la clasificacin que damos en el siguiente punto.Sistema de numeracin de las citas.Para citarlo se toma como base la edicin greco-latina que hizo Henr Estienne en 1578. El nmero se corresponde con el nmero de la pgina, y la letra (a,b,c,d o e) se corresponde con una de las cinco secciones de extensin similar en las que siempre apareca dividida cada pgina en dicha edicin.Etapas y obras. Dilogos de juventud (393-389 a.C.)En ellos es fiel a los temas y las doctrinas socrticas: disputas sobre conceptos ticos, virtud y conocimiento. Apologa de Scrates: Es una defensa de su maestro, nos presenta el proceso de Scrates centrndose en el discurso ante los tribunales que le condenan a muerte. Critn: es un dilogo en la crcel dnde Scrates defiende las leyes y justifica su decisin de no huir de la crcel. Laques: Discute el tema del valor. Crmides: sobre la templanza. Lisis: sobre la amistad. Eutifrn: sobre la piedad. In: sobre la poesa de inspiracin divina. Protgoras: sobre si la virtud es enseable. Dilogos de transicin (388-385 a.C.)En ellos comienza a elaborar sus doctrinas originales, predominan los problemas polticos (Scrates enfrentado con los sofistas y la crtica de la democracia). Tras su primer viaje a Sicilia aparece claramente la influencia de elementos rfico-pitagricos como la idea de la inmortalidad del alma. Aparecen los primeros esbozos de la teora de las Ideas. Gorgias: crtica de la retrica y su papel en la decadencia de la democracia ateniense. Debate sobre la justicia. Incluye un mito sobre la inmortalidad del alma. Menn: retoma el tema de la enseanza de la virtud y presenta su teora del conocer como "reminiscencia". Crtilo: debate sobre la significacin de las palabras, se sirve de la dualidad sofista entre lo que es por naturaleza y lo que es convencional. Presenta algunos elementos de la teora de las Ideas. Hippias mayor: discute sobre la belleza. Hippias menor: sobre la eurstica. Menexeno: es una parodia de las oraciones fnebres, en concreto de la de Pericles. Dilogos de madurez (385-370 a.C.)Son los fundamentales pues presenta en ellos una concepcin completa de su teora de las Ideas, trasfondo para entender todos sus temas. Ofrece una teora de la Polis ideal (La primera utopa). Expone los mitos ms importantes y elaborados. El banquete: se exponen distintas concepciones del amor, entre ellas el amor platnico. Fedn: nos muestra a Scrates en el momento en que aguarda la muerte y dialoga sobre la inmortalidad del alma y de la filosofa como actividad que sirve de preparacin para la muerte. La Repblica: presenta su concepcin de la ciudad estado ideal, la importancia de la educacin y de la virtud. Se presentan todos los temas bsicos de su filosofa. Fedro: vuelve a tratar los temas del amor, la inmortalidad del alma y la belleza.Dilogos crticos y poca de vejez (369-362 a.C.)Su estilo se vuelve ms seco y ms difcil, se centra en problemas lgicos vinculados a su teora de las Ideas. Aborda cuestiones de cosmologa y de historia. Se manifiestan claramente las influencias pitagricas. Parmnides: es una exposicin crtica de los temas que la teora de las Ideas deja sin resolver plenamente, refleja los debates internos de la Academia (un anciano Parmnides derrota dialcticamente a un joven Scrates). Teeteto: aborda el problema del conocimiento. El Sofista y El Poltico: empieza a dudar de su concepcin del "filsofo-rey". Filebo: sobre el bien y el placer. Presenta, tambin, un proyecto de historia desde la formacin del cosmos. Timeo: recoge la concepcin cosmolgica de Platn y las teoras de otros autores. Critias: presenta parte del mito de la Atlntida y una descripcin de la antigua Atenas. Las Leyes: es su ltima obra, aborda cuestiones polticas, sobre la constitucin de una ciudad, ya no ideal, sino la mejor dentro de lo posible. Su visin es marcadamente pesimista sobre el ser humano y por ello la ciudad presentar una legislacin autoritaria y en muchos aspectos tradicional: adquiere gran importancia la religin y la censura, refleja sus reiterados fracasos polticos en Siracusa.Metafsica y ontologa: La Teora de las Ideas.Vemos como Platn intenta responder a las preguntas:a) Qu es la realidad? (Metafsica)b) Qu elementos la componen?, Qu caractersticas tienen stos? (Ontologa)La solucin la plantea a travs de su "Teora de las Ideas". En sta propone:1. Un dualismo metafsico, distinguiendo en la realidad entre el mundo sensible y el mundo inteligible. Pero esta forma dual de entender la realidad genera, a su vez,2. Un dualismo ontolgico. Segn de qu tipo de realidad estemos hablando, los elementos que la constituyen sern las Ideas (cuando hacemos referencia al mundo inteligible) y las cosas (cuando hacemos referencia al mundo sensible)Qu es la realidad?Qu elementos la componen?Qu caractersticas tienen stos?

Metafsica (Dualismo metafsico)Ontologa (Dualismo ontolgico)

Mundo SensibleCosasImita

Mundo InteligibleIdeas

La Teora de las Ideas: primera formulacin.La desarrolla en los dilogos de la etapa de madurez en el Fedn y en La Repblica fundamentalmente. Exposicin alegrica: El mito de la caverna.El filsofo debe llegar a comprender, y debe hacer comprender a los dems, la autntica realidad del mundo de las Ideas y su relacin con el mundo de los sentidos."Represntate hombres en una morada subterrnea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensin, a la luz. En ella estn desde nios, con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer all y mirar slo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Ms arriba y ms lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrs de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino ms alto, junto al cual imagnate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del pblico para mostrar, por encima del biombo, los muecos.-Me lo imagino.

-Imagnate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.-Extraa comparacin haces, y extraos son esos prisioneros.-Pero son como nosotros. Pues en primer lugar, crees que han visto de s mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna que tienen frente a s?-Claro que no, si toda su vida estn forzados a no mover las cabezas.-Y no sucede lo mismo con los objetos que llevan los que pasan del otro lado del tabique?-Indudablemente.

-Pues entonces, si dialogaran entre s, no te parece que entenderan estar nombrando a los objetos que pasan y que ellos ven?-Necesariamente.-Y si la prisin contara con un eco desde la pared que tienen frente a si,y alguno de los que pasan del otro lado del tabique hablara, no piensas que creeran que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos?-Por Zeus que s!.-Y que los prisioneros no tendran por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados?-Es de toda necesidad.-Examina ahora el caso de una liberacin de sus cadenas y de una curacin de su ignorancia, qu pasara si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras haba visto antes. Qu piensas que respondera si se le dijese que lo que haba visto antes eran frusleras y que ahora, en cambio, est ms prximo a lo real, vuelto hacia cosas ms reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, no piensas que se sentir en dificultades y que considerar que las cosas que antes vea eran ms verdaderas que las que se le muestran ahora?-Mucho ms verdaderas.-Y si se le forzara a mirar hacia la luz misma, no le doleran los ojos y tratara de eludirla, volvindose hacia aquellas cosas que poda percibir, por considerar que stas son realmente ms claras que las que se le muestran?-As es.-Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, no sufrira acaso y se irritara por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendra los ojos llenos de fulgores que le impediran ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos?-Por cierto, al menos inmediatamente.

-Necesitara acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar mirara con mayor facilidad las sombras, y despus las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuacin contemplara de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna ms fcilmente que, durante el da, el sol y la luz del sol.-Sin duda.-Finalmente, pienso, podra percibir el sol, no ya en imgenes en el agua o en otros lugares que le son extraos, sino contemplarlo cmo es en s y por s, en su propio mbito.-Necesariamente.-Despus de lo cual concluira, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los aos y que gobierna todo en el mbito visible y que de algn modo es causa de las cosas que ellos haban visto.-Es evidente que, despus de todo esto, arribara a tales conclusiones.-Y si se acordara de su primera morada, del tipo de sabidura existente all y de sus entonces compaeros de cautiverio, no piensas que se sentira feliz del cambio y que los compadecera?

-Por cierto.-Respecto de los honores y los elogios que se tributaban unos a otros, y de las recompensas para aquel que con mayor agudeza divisara las sombras de los objetos que pasaban detrs del tabique, y para el que mejor se acordase de cules haban desfilado habitualmente antes y cules despus, y para aquel de ellos que fuese capaz de adivinar lo que iba a pasar, te parece que estara deseoso de todo eso y que envidiara a los ms honrados y poderosos entre aqullos? O ms bien no le pasara como al Aquiles de Homero, y preferira ser un labrador que fuera siervo de un hombre pobre o soportar cualquier otra cosa, antes que volver a su anterior modo de opinar y a aquella vida?-As creo tambin yo, que padecera cualquier cosa antes que soportar aquella vida.-Piensa ahora esto: si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, no tendra ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol?-Sin duda.-Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, no se expondra al ridculo y a que se dijera de l que, por haber subido hasta lo alto, se haba estropeado los ojos, y que ni siquiera valdra la pena intentar marchar hacia arriba?-Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, no lo mataran, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?-Seguramente.-Pues bien, querido Glaucn, debemos aplicar ntegra esta alegora a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la regin que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisin, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplacin de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el mbito inteligible, y no te equivocars en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas or. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a m me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el mbito visible ha engendrado la luz y al seor de sta, y que en el mbito inteligible es seora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabidura tanto en lo privado como en lo pblico." Platn, La repblica, libro VII, 514a-517cNosotros somos como los encadenados de la caverna y as es nuestro conocimiento. La verdadera realidad no es la que nosotros creemos, ni tampoco nuestro conocimiento es el verdadero conocimiento. Platn para explicarlo utiliza este mito en el cual nos presenta su dualidad de mundos donde uno (el mundo sensible) - los objetos artificiales que portan al lado del fuego- no es nada ms que una burda copia o imitacin del otro: de la autntica realidad (el mundo de las Ideas) - los objetos naturales -. Grados del Ser y grados del conocer: En este mito se nos exponen los distintos grados posibles del ser y los distintos grados del conocer humano: las sombras de las cosas artificiales, las cosas artificiales, las sombras de las cosas reales, las cosas reales. Es una teora compleja en la que se nos describe cmo se puede ir ascendiendo en el terreno del conocimiento e ir accediendo as a la realidad de las cosas (que pueden tener ms o menos entidad)Exposicin sistemtica. Ontologa platnica: Idealismo.a) Las Ideas.Platn parte de los conceptos que buscaba Scrates pero va ms all y les otorga una existencia independiente y separada de la mente humana. Si decimos y nos parece que algunas cosas son "buenas", "bellas" o "justas" es porque existen el Bien, la Belleza y la Justicia. Es decir, adems de las cosas existen las Ideas. Las Ideas, del griego eidos (significa forma, aspecto o semblante) no son simplemente conceptos o representaciones mentales (como nos lo sugiere el significado actual de "idea"): Son realidades que existen con independencia de las cosas.Caractersticas: cada una es nica, eterna, inmutable, inalterable e inmaterial. Slo es captable por la inteligencia (no es una realidad sensible sino inteligible) Por lo tanto, poseen los atributos del Ser de Parmnides[footnoteRef:4]. [4: La diferencia es que el Ser es inmaterial, frente al Ser material de Parmnides, y aunque cada Idea es nica, Platn defiende la idea de un Ser mltiple (pluralismo) ya que las Ideas son muchas.]

b) Las cosas.Las cosas, en cambio, son mltiples, materiales, sometidas a un flujo de cambios permanentes; poseen menos realidad, no podemos decir que "son" (recordar a Herclito: son y no son, estn en continuo cambio), sino nicamente que "han sido" o "sern"; son captables por los sentidos, pero no son propiamente inteligibles (justamente, por su movilidad permanente)c) Valoracin ontolgica: idealismo platnico.Para Platn el mundo ideal tiene las caractersticas de unidad, realidad, permanencia y esencia frente al mundo sensible que posee los otros pares de conceptos descritos en la introduccin a los presocrticos: pluralidad, apariencia y cambio. Su apuesta metafsica queda claramente especificada:i. El Mundo inteligible y plenamente real de las Ideas: lo que realmente es, las esencias. Lo describe como: "lo divino, imperecedero, inteligible, cuya forma es una, indisoluble e idntico siempre y de la misma manera consigo mismo".ii. El Mundo sensible de las cosas: de lo que no es realmente, de las apariencias. Lo describe como: "lo mortal, ininteligible - sensible -, de formas mltiples, sometido a disolucin y nunca idntico a s mismo".d) Relacin entre ambos mundos.La relacin entre ambos mundos es descrita por Platn con el trmino de participacin o imitacin. (Recordar el mito de la caverna).Observamos, en esta relacin, la superioridad de las Ideas sobre las cosas:i. Dependencia ontolgica: Las Ideas explican el ser de las cosas sensibles. Las Ideas son la causa de las cosas, stas son en la medida que "intentan imitar" a las Ideas y participan de ellas. Por ejemplo, una cosa es bella porque imita o participa de la Idea de Belleza.ii. Dependencia gnoseolgica: Posibilitan nuestros juicios (conocimiento) de las cosas sensibles. Las Ideas son fundamento de todos los juicios que formulamos sobre las cosas. Por ejemplo, ante una cosa decimos y sabemos que es bella, en la medida que tenemos o no conocimiento exacto de la Idea de Belleza. Hay que observar que, de manera recproca, las cosas particulares son parecidas a las Ideas y por lo tanto nos las recuerdan.Se dice de la filosofa de Platn que es un idealismo, no en el sentido que hacemos coloquialmente de este trmino sino en el sentido de que la autntica realidad son las Ideas por encima del mundo sensible de las cosas. El papel de la teora de las Ideas en la filosofa de Platn.Es, sin duda, el tema platnico fundamental, punto obligado de referencia para todos los dems temas. Pero Qu intenciones tiene Platn al desarrollarla?, Qu funcin tiene?:a) Funcin tica: Superar el relativismo moral de los sofistas.Platn, siguiendo a Scrates, quiere fundar la virtud en el saber: intelectualismo moral. Para ser justo, por ejemplo, es preciso conocer qu es la justicia. Frente al relativismo moral de los sofistas, Platn - con Scrates- reclama la existencia de un conjunto de valores eternos e inmutables que sirvan de gua para la accin tica - en el caso del ejemplo anterior sera establecer la existencia de una Idea eterna e inmutable de Justicia -. Este es el tema de los primeros dilogos aunque en ellos no se llegue a formular expresamente la teora de las Ideas.b) Funcin poltica: Superar el convencionalismo de las leyes de los sofistas.La bsqueda de estos valores absolutos no tiene un mbito de aplicacin exclusivamente individual sino que tambin tiene una dimensin poltica. Los gobernantes han de ser filsofos que se guen no por su ambicin poltica, sino por ideales (las Ideas) transcendentes y absolutos. Aqu se ve lo unidas que van tica y poltica en Platn.c) Funcin cientfica (gnoseolgica): Superar el escepticismo de los sofistas.La ciencia (episteme) slo se puede versar sobre objetos estables y permanentes. Si queremos hacer ciencia, esos objetos han de existir. Y como todos los objetos sensibles estn sujetos a cambios continuos, habr que buscar otro tipo de objetos para la ciencia: Las Ideas. Las definiciones que buscaba tenan un carcter absoluto e inmutable, de ah que no se pudiesen corresponder con los objetos sensibles que son continuamente cambiantes.Revisin de la Teora de las Ideas: Estructura y naturaleza del mundo de las Ideas.Platn en sus dilogos de vejez (dilogos crticos) fundamentalmente en el Parmnides y en el Sofista se ve en la obligacin de aclarar y revisar su teora de las Ideas, probablemente debido a los debates que se suscitaban en la Academia. Se trata de superar las objeciones de Parmnides con relacin al problema de la relacin entre lo uno y lo mltiple, el problema de la pluralidad y el sentido del No-ser. Intenta ir respondiendo ms matizadamente estas preguntas. Tipos de Ideas.Platn se pregunta: De qu cosas puede haber Ideas?Si admitimos que a cada tipo de cosas corresponde una Idea, quiz existen tambin Ideas "de cosas ridculas, como por ejemplo, el cabello, el barro, la suciedad o cualquier otra cosa indigna y sin valor" (Parmnides 130 c)Hasta este dilogo Platn haba admitido sin dudar las Ideas de los objetos matemticos (Semejanza-Desemejanza, Unidad-Pluralidad, etc.), las Ideas de valores (el Bien, la Belleza, la Justicia, etc.) y haba dudado acerca de las Ideas de las cosas sensibles (Ser humano, fuego, agua, etc.) aunque se ocupa de ellas en su cosmogona en el Timeo admitindolas. Sin embargo le parece absurdo que puedan existir Ideas que correspondan con cosas vulgares como las citadas arriba. stas son producto de la imperfeccin del mundo sensible - en concreto del principio de indeterminacin, de caos, que es caracterstico de la materia que lo compone -. Jerarqua de las Ideas y relacin de las Ideas entre s.Platn se pregunta: Cmo se relacionan las Ideas entre s?, Es decir, Cul es la jerarqua entre las Ideas?. Aqu se enfrenta directamente con las objeciones parmendeas sobre el No-ser y la pluralidad. Lo desarrolla en el Sofista.a) Relacin de las Ideas entre s.Si queremos emitir juicios y razonar es imposible que lo hagamos sin relacionar unas Ideas con otras. Por ejemplo: "La Belleza es eterna"Aqu combino tres Ideas entre s para poder conocerlas: la Idea de "Belleza", la Idea de "Ser" y la Idea de "Eternidad".Platn rompe el aislamiento e incomunicacin de las Ideas, haciendo que stas se comuniquen entre s (sin perder su propia identidad) igual que ocurre en el razonamiento abstracto.Desde un punto de vista lgico las Ideas no pueden existir aisladas totalmente unas de otras pero Hasta qu punto pueden mezclarse?. Es evidente la imposibilidad de que cada una de las Ideas se mezcle con todo, en tal caso todo se identificara con todo. Las Ideas perderan su significacin. Se concluye que algunas de ellas pueden relacionarse estrechamente entre s, mientras que otras no pueden unirse en absoluto (por ejemplo las que son contrarias entre s como el movimiento y el reposo). Ocurre lo mismo que las letras para formar palabras. Por ejemplo, para formar slabas del castellano puedo unir las letras "c" y "l" en el orden "cl" - por ejemplo en la palabra "clase"- pero no puedo hacerlo en el orden "lc".b) Crtica a las objeciones de Parmnides sobre la pluralidad y el no-Ser.Si ste afirmaba que slo se poda hablar de Ser (y nada ms que del Ser), Platn piensa que se puede hablar de cinco Ideas fundamentales: Ser, Movimiento, Reposo, Identidad y Diferencia. stas poseen una significacin ms amplia que las dems.i. El Ser se combina con todas las dems Ideas, puesto que cada una de ellas es, de modo que este Ser es la realidad desde el punto de vista lgico.ii. Del mismo modo cada una de estas cinco es igual a s misma -identidad- y diferente de las otras -diferencia-, es decir, no es las otras. Frente al No-ser absoluto de Parmnides, Platn define el No-ser relativo, como alteridad, como lo otro. Tenemos as el No-Ser absoluto como no existir -existencial- y un No-Ser relativo como no ser otra cosa -predicado-. A partir de este momento no nos sentimos perplejos por el viejo problema de cmo una cosa puede ser y no ser: "Cada una de las Ideas contiene una cierta cantidad de ser junto a una cantidad infinita de no-ser" (ya que no-es otra cosa que ella misma).

c) Jerarqua de las Ideas.El Mito de la Caverna implica, cuando menos, que hay una cierta jerarquizacin de las Ideas y que son las ms fundamentales las de mayor amplitud predicativa quedando el puesto ms alto a la Idea de Bien -causa ltima de la verdad y del ser de las cosas del mundo sensible-.Sin embargo Platn establece distintas jerarquas de Ideas en funcin de los distintos puntos de vista desde los que enfoca la teora:i. En La Repblica en la que adopta un punto de vista tico - poltico es la Idea de Bien la que aparece como suprema, inmediatamente seguida por la Idea de Justicia y la Idea de Belleza.ii. En El Sofista, donde el punto de vista es lgico aparecen las Ideas de Ser, identidad, diferencia, Movimiento y Reposo.Gnesis y estructura del mundo sensible: la cosmogona y la cosmologa platnicas.La pregunta aqu suscitada es: Cmo se relacionan las Ideas con las cosas particulares? Platn intenta resolver el problema de la relacin existente entre los dos mundos. Lo desarrolla en el Timeo.La cosmogona platnica.Nos planteamos dos preguntas:1. Por qu hay ser en las cosas sin ser stas en un sentido pleno?2. Cul es el origen del mundo sensible?Puesto que slo puede haber ciencia verdadera de los objetos estables y permanentes, es decir, del mundo de las Ideas, su cosmogona aparece como una narracin verosmil llena de conjeturas y suposiciones. Se nota la influencia pitagrica en ella.A diferencia del mundo inteligible que "es eterno y no nace jams", el mundo sensible, que aqu denominaremos Cosmos, ha tenido que nacer "puesto que es visible y tangible, y porque tiene cuerpo". Cmo se ha engendrado? :A. Su cosmogona incluye los siguientes elementos:a) Una masa material preexistente - eterna -, mvil y catica. Es el principio fsico e indeterminado (al carecer de forma no es propiamente nada). El sustrato del mundo sensible.b) Las Ideas: que son el principio formal, el modelo - recordar que Idea, en griego eidos, significa forma o aspecto de una cosa- de acuerdo con el que se genera el mundo sensible. Las Ideas determinan, dan forma a la materia, surgiendo las cosas.c) No puede el azar ser el origen del Cosmos tal como afirmaban los atomistas (los movimientos de los tomos son impredecibles). El orden no puede ser el resultado azaroso del desorden, debe provenir de una inteligencia ordenadora (inspirada en el Nous de Anaxgoras). sta recibe en Platn el nombre de Demiurgo.B. Su cosmogona sigue el siguiente proceso:a) El Demiurgo acta sobre la materia eterna y catica dotada de movimientos desordenados como en el atomismo. El Demiurgo es la causa activa e inteligente.b) Las Ideas sirven de modelo al Demiurgo a la hora de constituir el mundo.c) La funcin del Demiurgo es la de plasmar las Ideas (esencias) en la materia lo ms perfectamente posible. La relacin entre las Ideas y las cosas es una relacin de modelo a copia.d) El Cosmos no es totalmente perfecto porque la materia introduce un factor de desorden y de indeterminacin.C. Interpretaciones del Demiurgo:a) Dios artfice que modela las cosas con las Ideas como modelo. No creador como el cristiano.b) Forma mtica de expresar la accin de las Ideas sobre la materia, como elemento configurador que impone a la materia una estructura y de esa manera proporciona inteligibilidad y consistencia a los seres del mundo fsico. Sera, en lnea pitagrica, la imposicin del lmite (ms o menos proporcin de Ideas, ms o menos participacin e imitacin de cada una de ellas) sobre lo ilimitado -indeterminado- (la materia) dando como resultado las cosas particularesD. Modelo teleolgico versus modelo mecanicista: la Idea de Bien y el Mal.a) El modelo platnico es teleolgico, de telos que quiere decir fin. Es un modelo finalista: todo cuanto sucede lo hace de acuerdo con un fin. Cul ser ste?, Cul ser su Idea rectora?b) El Demiurgo tiene como fin ordenar la materia en el espacio de acuerdo con el modelo eterno -no es un modelo mecanicista como en Anaxgoras, donde el Nous, lo nico que haca era imprimir el primer movimiento-.c) El Bien como Idea suprema. El Demiurgo "ha querido que todas las cosas fueran buenas" y por lo tanto ha hecho el mundo mejor y ms bello posible. Ha modelado el mundo por amor al Bien: el orden ha aparecido porque es mejor que el desorden. La Idea de Bien cspide del mundo inteligible es la rectora al actuar el Demiurgo.d) El origen del Mal. Hizo la obra ms perfecta posible animado por la Idea de Bien, el mal, lo negativo del mundo se debe a su elemento material, catico e ininteligible.La cosmologa platnica.El Cosmos es concebido como una totalidad en movimiento, una entidad animada, como un gigantesco ser vivo. Puesto que es un ser vivo posee alma: el alma del mundo -formada por el Demiurgo- que todo lo mueve.Tiene la figura ms perfecta: es esfrico. Es finito. En el centro est la Tierra (geocentrismo) inmvil (geoesttica), siguen alrededor, como muecas rusas, distintas esferas concntricas (homocentrismo) que giran entorno a la Tierra portando los distintos cuerpos celestes. Todo est rodeado por la esfera de las estrellas fijas -que Platn considera dioses siguiend