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LOS ESTUDIOS DE POBLACIÓN- AMBIENTE-DESARROLLO SOSTENIBLE. Autor: Dr. Gilberto Javier Cabrera Trimiño La Habana, enero 2002

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LOS ESTUDIOS DE POBLACIÓN- AMBIENTE-DESARROLLO

SOSTENIBLE.

Autor: Dr. Gilberto Javier Cabrera Trimiño

La Habana, enero 2002

INDICE

INTRODUCCION /5

DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE Y CONSUMO /8

LOS ESTUDIOS DE POBLACION Y EL DESARROLLO SOSTENIBLE /19

IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LAS RELACIONES POBLACION-

MEDIO AMBIENTE-CONSUMO /33

EDUCACION AMBIENTAL Y TRANSFORMACION SOCIAL /55

LAS ESTRATEGIAS EDUCATIVAS PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE. SUGERENCIAS METODOLÓGICAS /64

MODALIDADES Y ESTRATEGIAS DE FORMACIÓN PERMANENTE EN

EDUCACION PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE /89

INTERRELACION CONSUMO, HUMANIDAD PLANETARIA Y COMUNIDAD LOCAL / 108

CIENCIAS SOCIALES, AMBIENTE Y CONSUMO /117

AMBIENTE, COTIDIANIDAD, CONSUMO Y CIENCIAS SOCIALES /131

IMPORTANCIA DEL SABER AMBIENTAL PARA EL ESTUDIO DE LA

RELACION POBLACION, CONSUMO Y DESARROLLO SOSTENIBLE /135

GLOBALIZACION DEL CONSUMO Y EDUCACION AMBIENTAL /144

POBLACION, SALUD, AMBIENTE Y CONSUMO: EL RETO DE LA

TOTALIDAD Y LA ECOINTERDEPENDENCIA /163

SANTA MARÍA DEL ROSARIO ASPIRA A COMUNIDAD SALUBLE /184

RESUMEN DEL PROYECTO DE INVESTIGACION Y DESARROLLO SANTA MARIA DEL ROSARIO ASPIRA A COMUNIDAD

SALUDABLE /207

ESTRATEGIA DE COMUNIDAD EN EL CONTEXTO DEL PROYECTO DE COMUNIDAD SALUDABLE /238

REFLEXIONES Y EXHORTANCION /244

BIBLIOGAFIA /251

ANEXOS /255

© Dr. Gilberto Javier Cabrera Trimiño

Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) Universidad de la Habana Avenida 41 No 2003, Playa. Ciudad de la Habana Cuba ISBN: 959-7005-10-7

INTRODUCCION Es imprescindible comenzar destacando, que para

cualquier análisis de la relación Población, Ambiente y Desarrollo Sostenible debemos tomar como premisa que la sociedad contemporánea se encuentra inmersa en el proceso de globalización económica neoliberal y mundialización capitalista. Los defensores de dicho proceso suelen potenciar solamente los grandes cambios en la estructura y la dinámica del intercambio de mercancías en el terreno de la ingeniería financiera y la desregulación para la mayor libertad de movimiento del capital económico planetario.

Todo ello ha tenido como consecuencia los grandes extremos de desigualdad en casi todos los países llamados en vías de desarrollo y de gran acrecentamiento de la pobreza y la infrasubsistencia de la mayoría de la población mundial., lo cual es un aspecto imprescindible a considerar dentro del estudio de las relaciones población, ambiente y desarrollo sostenible.

En fin, para poder hablar de sosteniblidad del desarrollo y de la equidad del consumo responsable de la población sin afectar al medio ambiente es necesario tener en consideración la impronta que se manifiesta mediante las evidencias de los nefastos efectos totalizantes y ecointerdependientes de la triste realidad de la globalización capitalista donde cada día crece el fenómeno de la pobreza urbana y rural. Debemos tener presente que, que casi la tercera parte de la población urbana del mundo vive en un estado de pobreza absoluta donde la preocupación no es por el consumo responsable, sino por consumir para poder sobrevivir.

Otro aspecto insoslayable que debemos tomar en consideración para el estudio de dichas relaciones, es que en la actualidad en el mundo existen más de 1 000 millones de

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personas analfabetas, lo cual posee un gran contraste con los tiempos de la supercarretera de la información. Asimismo, desgraciadamente alrededor de 600 000 asentamientos humanos no cuentan con energía eléctrica, poco más de mil millones de habitantes carecen de agua potable y 850 millones de personas tienen acceso insuficiente a la alimentación.

Por otro lado, en los países "en desarrollo", según cálculos de la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren 500 000 mujeres por deficiente atención médica durante el embarazo, el parto y el posparto, una de cuyas causas es la falta de un adecudo funcionamiento de los sistemas de seguridad social y del Estado de Bienestar. Uno de cada diez niños en el mundo "en desarrollo" muere antes de cumplir los 15 años; cada minuto mueren 30 niños por falta de alimentación, agua potable o asistencia médica; cada día fallecen 40 000 y, según la UNICEF, 25 000 de estas muertes podrían prevenirse. Además de lo anterior, en todo el mundo "hay aproximadamente 100 millones de jóvenes sin hogar o niños de la calle".

Somos del criterio de que para hablar de la relación población ambiente y desarrollo sostenible, tambíen es imprescindible reflexionar en como la creciente desigualdad a nivel mundial ha aumentado el trabajo infantil y femenino de forma alarmante. Esto es muy preocupante y ha sido reconocido por las Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo, al igual que ampliamente documentado por la prensa mundial, debido a las consecuncias vergonzosas por la explotación sexual de menores y las actividades relacionadas con la pornografía y drogadicción infantil y la pederastia o la venta de menores.

Es por todo lo anterior que este modesto libro nos invita a reflexionar de forma ecointerdependiente para poder tomar partido y valorar la relación población, medio ambiente y

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desarrollo en una sociedad donde las fronteras se nulifican o se anulan y donde las economías y las sociedades nacionales funcionan como una dimensión espacial territorial de la llamada sociedad global.

Es por todo lo anterior que pretendemos con este libro contribuir al surgimiento de reflexiones sobre el tema objeto de estudio para pensar y repensar en la necesidad de un razonamiento alternativo que busque la verdadera postura de cambio en nuestra manera de pensar y actuar en aras de sostenibilidad de la vida en los tiempos que nos ha tocado vivir. Todo ello debe conllevarnos a tomar partido frente a las consecuencias de la globalización neoliberal homogeneizante.

En fin, nuestro compromiso ético de supervivencia implica que tomemos consciencia de que la globalización genera más pobreza, hambre y exclusión de la mayoría de la humanidad y que es necesario la búsqueda de alternativas para luchar contra sus nefastos impactos. Ello implica que valoremos diferentes perspectivas para analizar a la dinámica globalizadora de las relaciones población ambiente, y desarrollo con una nueva conmoción mucha mas justa y objetiva.

En fin, este libro es un modesto acercamiento que admite y potencia la crítica y el enriquecimiento de nuestras reflexiones para que podamos estar muy conscientes de que es una primordial premisa para nuestra sobrevivencia como humanidad y para la defensa de la vida en el planeta, que tenemos que prepararnos cada día más para luchar contra la filosofía de maximización de ganancias a toda costa y contra el determinismo de las leyes del mercado, ya que ello pone en constante riesgo las fuentes fundamentales de la sostenibilidad de las relaciones población, ambiente y desarrollo y por supuesto la vida en el planeta.

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DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE Y CONSUMO

Todo lo anteriormente planteado conlleva a que nos preguntarnos ¿qué ha pasado en el siglo pasado convulsionado con respecto a la relación población, consumo, ambiente y desarrollo sostenible?. Ello nos obliga a detenernos y ponernos a pensar muy reflexivamente para realizar un profundo recuento de los hechos que han caracterizado el modelo de civilización que nos ha impuesto por el llamado crecimiento económico y el desarrollo basado en el consumismo y en la maximización de ganancias a toda costa.

Por ejemplo, no podemos olvidar que la última década fueron noticias de los medios masivos de comunicación las guerras, los asesinatos, los desastres naturales, la galopante corrupción, las penurias de gran parte de la población mundial que carece de una adecuada alimentación y que se encuentra sumergida en el círculo vicioso de Pobreza-Desesperanza por un modelo que tiene como base la inequidad, lo cual implica una injusta distribución y consumo de alimentos, etc. etc.

Tampoco debemos, ni podemos olvidar, que en la actualidad tenemos un sistema de valores, donde el tener más equivale a ser mejor y más respetado socialmente. Es necesario cambiar dicho sistema de valores por uno en que el término de calidad de vida se analice sobre la base de la sostenibilidad del desarrollo humano. Ello implica una nueva dimensión de la relación población, ambiente, consumo y desarrollo muy alejada de la mera acumulación de bienes para potenciar el consumismo desenfrenado en una parte de la población mundial, mientras la gran mayoria carece de medios para satisfacer sus necesidades más elementales para poder sobrevivir.

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No obstante, en la década pasada se ha habló mucho de Desarrollo Sustentable para algunos, o Desarrollo Sostenible para otros. Pero no importa el nombre que le demos, lo urgente es interiorizar la urgente necesidad de que cada uno de nosotros sea un verdadero agente del desarrollo partiendo de las características propias de cada unos de nuestros proyectos de vida. y actuar de forma cooperativa, solidaria y mancomunadamente de forma consciente en todas nuestras respectivas esferas de actuación en la cotidianidad de la vida en todos los niveles (individuales, familiares, laborales, sociales, etc).

Es por todo lo anterior, que debemos analizar como en el concierto político y científico ha ocupado un significativo espacio los términos sustentabilidad y sostenibilidad. Dichos términos son ampliamente usados para referirse al desarrollo de las naciones, a través del desarrollo de sus poblaciones. A veces, parece una ironía, una burla y en otras un cinismo oportunista.

Estos términos resultan finalmente difíciles de sintetizar, ya que justamente sus principales variables de afectación son sistemas complejos y ecointerdependientes que no siempre responden a patrones similares entre unos y otros actores. El tema de la sustentabilidad y de la sostenibilidad resulta casi universal ya que involucra y abarca una variedad de tópicos como ser desde la economía, la sociedad, pautas culturales hasta las relaciones con la naturaleza y la equidad generacional e intergeneracional.

En general se repite una problemática que surge de las demandas de bienes para satisfacer el desarrollo de la población. Este desarrollo puede analizarse desde la temática de satisfacer las demandas de alimentos como de las necesidades de materias primas para la elaboración de bienes de consumo. Los cuales se encuentran potenciados

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por estilos de desarrollo que se basan en la filosofía del tener y no del ser

Esta realidad nos permite reflexionar en como podemos ocuparnos de cada área en particular, de ubicar un determinado producto de consumo y analizar su ciclo de producción y establecer si dicho proceso es sostenible o no. Pero uno de los que realmente son primarios es la producción de alimentos, que se encuentra íntimamente ligado al crecimiento y desarrollo de la población.

Los cambios en este desarrollo de la población se dan tanto a nivel mundial y local, haciendo hincapié en el destino de la sociedad, del ser humano, cambios que comprenden también el bienestar de las futuras generaciones.

Los patrones de consumo, las necesidades de la población, el acceso a los diferentes bienes y su sostenibilidad, o sea, el aseguramiento de maximizar la obtención de dichos bienes para las generaciones futuras sin afectar el equilibrio del ambiente, plantean una serie de interrogantes sobre los diferentes tipos de economías que se están aplicando y sobre los patrones actuales de producción y consumo, que, además de resultar muchas veces irracionales, adolecen de considerandos tales como la equidad y resultan perjudiciales para la salud humana y para los recursos naturales, es decir, son insostenibles.

Es una necesidad de primer orden para alcanzar el desarrollo humano sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, que todos los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles y fomentar políticas de población integradas apropiadas y sobre todo equitativas.

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Ahora vale mencionar el concepto de Desarrollo Humano Sostenible (DHS), que se refiere al desarrollo que se produce producido por y para la población. Es decir el que parte de que la población es el objeto y el sujeto del desarrollo (Ver anexos1, 2 y 3).

El indicador de éxito de este DHS no es el de las tasas de crecimiento del Producto Bruto Nacional PBN, sino el del mejoramiento de la calidad de los diferentes niveles sociales de vida de dicha población, sin comprometer la vida, en sus más amplios aspectos, incluyendo de las generaciones futuras.

Vemos como este concepto en realidad resulta de la unión de diversos aspectos de la sociedad tales como la salubridad, la educación, la participación social y la equidad en la distribución.

Si bien el denominado Desarrollo Humano Sostenible resulta ser un concepto de fuerte carácter global, su manifestación se percibirá a través del Desarrollo Sostenible Local de cada grupo poblacional, porque estos resultan ser los ámbitos particulares en los cuales el ser humano se desenvuelve y desarrolla y donde se define el futuro de su gestión.

Este sistema de conceptos posibilitaría un ideal ciertas veces utópico en su declaración, pero centrado en el objetivo final: generación de formas de producción y consumo en equilibrio, en armonía con el ambiente del cual se provee, ya que es un potencial productivo.

De igual forma, es de destacar, que dichos conceptos sirven de marco de generación de las diversas políticas los principios acordados en la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo en El Cairo:

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“Los seres humanos son el elemento central del

desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida sana y productiva en armonía con la naturaleza. La población es el recurso más importante y más valioso de toda nación. Los países deberían cerciorarse de que se dé a todos la oportunidad de aprovechar al máximo su potencial. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido, vivienda, agua y saneamiento adecuados “.

Promover la equidad y la igualdad de los sexos y los derechos de la mujer, así como eliminar la violencia de todo tipo contra la mujer y asegurarse de que sea ella quien controle su propia fecundidad es Ia piedra angular de los programas de población y desarrollo.

El desarrollo sostenible, como medio de garantizar el bienestar humano compartido en forma equitativa por todos hoy y en el futuro, requiere que las relaciones entre población, recursos, ambiente y desarrollo se reconozcan cabalmente, se gestionen de forma adecuada y se equilibren de manera armónica y dinámica. Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todos, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles, así como promover políticas apropiadas.

Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de reducir las diferencias de niveles de vida y de responder mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.»

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Todo ello implica que ganemos consciencia en la necesidad y urgencia de que todos de forma real y no oportunistamente incluyamos en nuestro sistema de análisis y en los preceptos de decisión los principales factores de deterioro de los ecosistemas con una visión holística y no fraccionada de la relación sociedad-naturaleza.

En otras palabras, para valorar la interrelación entre consumo, desarrollo sostenible y ambiente es imprescindible analizar como los diversos grupos humanos no presentan una relación homogénea con el ambiente que los sustenta, debiéndose entonces considerar las diferentes presiones que ejerce cada población sobre los recursos naturales de los cuales se provee, sirviendo entonces de base a las políticas demográficas y económicas y de desarrollo en relación con el ambiente.

Aquí debemos detenernos y valorar dentro de las relaciones objeto de estudio, como los modelos de civilización y las campañas hacia el consumismo desenfrenado han jugado un papel crucial en el surgimiento y desarrollo de la crisis ecológica por la atraviesa el planeta, donde la generación de desechos es un grave problema de alcance mundial debido a sus serias implicaciones multicausales.

Asimismo, es necesario profundizar en la inequidad que se produce debido a las desigualdades que se presentan en los factores que generan el consumismo desenfrenado sobre la base de la maximización de ganancias, lo cual es un factor de primordial importancia para la generación de desechos que afectan el equilibrio de los recursos y la salud del ambiente, con idénticos considerandos respecto a la sustentabilidad.

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Aquí vale la pena detenernos para subrayar, que nos encontramos obviamente las diferencias respecto a los países industrializados y los no industrializados. En 1985, los países más industrializados que mantenían a un 25% de la población mundial fueron responsables de la generación de casi el 75% de los residuos del planeta.

Como anteriormente se señaló, se destaca que el monto máximo de población sostenible se encuentra íntimamente relacionado con el territorio que se requiere para satisfacer las exigencias de materia y energía y al mismo tiempo para la disposición de los residuos generados (capacidad de carga de los ecosistemas). Esta situación es mutable temporalmente a partir de los avances tecnológicos en la obtención de materia prima, del descubrimiento de nuevos recursos, cambios culturales v otros factores sociales.

Resulta entonces sumamente importante la cuestión económica ecológica de los patrones de producción v consumo insostenibles, tratado durante la Convención de Río y expresado en la Agenda de Río en el Capítulo 4:

"El cambio de los patrones de consumo», propiciando el estudio y análisis de los patrones insostenibles de producción y consumo para un nuevo desarrollo de políticas nacionales y la promoción de cambios en esos patrones".

En ese mismo orden de pensamiento, es importante recordar, que a partir de la década del cuarenta y hasta la del setenta el principal esfuerzo realizado por los países en desarrollo se centraba en alcanzar y mantener un crecimiento elevado, planificándose solamente o casi exclusivamente en función de promover el aumento de la acumulación de capital físico y financiero para lograr mayores niveles de consumo sin tener en consideración su impacto multicausal en el ambiente.

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A partir de la década del setenta se genera desde diversos sectores un fuerte cuestionamiento a los modelos de desarrollo existentes y aplicados, surgiendo nuevas alternativas y la búsqueda de nuevas fuentes de bienes y de capital.

En la gran mayoría de las convenciones, encuentros y organismos mundiales, dado el contexto económico y político mencionado, se hizo evidente la reacción de los países en desarrollo ante lo que se les presentaba como una postura "ecologista" de los países desarrollados, y por ello fue que la expresión: "ambiente" comenzara a englobar, además de aquellas cuestiones estrictamente ecológicas, a las diversas problemáticas sociales vinculadas directa o indirectamente con el desarrollo sostenible, tales como el hambre, la miseria, la vivienda, las enfermedades y las condiciones sanitarias.

En este sentido cabe mencionar la Conferencia de Estocolmo a través de la cual surgió la adopción del primer plan de acción global para el ambiente, quedando en clara evidencia los problemas tales como la pobreza, la no asociación obligatoria de que el crecimiento económico no garantiza el bienestar de la población y que las relación desarrollo-ambiente y sus implicancias son consecuencia de los problemas anteriores.

Precisamente, es allí donde se discute ampliamente y se perfecciona el paradigma y la metodología de la concepción del ecodesarrollo, planteando básicamente al ambiente como un bien de capital natural e igualándolo al institucional y cultural. Asimismo reconoce que su duración es normalmente superior al de una generación humana.

Esto determina por ende, que este bien no debe pensarse exclusivamente en explotarlo sino obtener de él el

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máximo valor agregado sin afectar el stock en existencia: desarrollo sostenible.

La sostenibilidad puede ser analizada desde diversos puntos de vistas y por ello utilizaremos a modo de ejemplos los siguientes criterios: El criterio restringido

Este contexto surge a partir del concepto técnico ecológico, que se define como la capacidad de un sistema o ecosistema de mantenerse temporalmente constante y asimismo mantener la vitalidad de sus componentes y sus procesos de funcionamiento.

Esto significa que la sostenibilidad se basa en la realización de las actividades de explotación que no deben violar ciertas leyes naturales de los recursos.

Si a estos sistemas naturales se los altera incorporándoles procesos de artificialización que se traducen en pérdidas ecológicas que pueden exceder su capacidad de carga, esto genera la necesidad de la incorporación de materia y energía para extender su sustentabilidad.

Un sistema natural puede denominarse que es sostenible en la medida que las actividades humanas que se sirven del mismo no alteran la capacidad de carga de dicho sistema, de forma tal que no afecten su estabilidad y durabilidad.

El desarrollo sostenible no debe ser entendido ni analizado desde un contexto de nivel micro-económico, ya que los diversos proyectos de desarrollo son principalmente dependientes de factores macro-económicos, nacionales e internacionales.

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La sostenibilidad es la expresión de las necesidades de la sociedad para satisfacer sus requerimientos -conservación de; capital de los recursos naturales y producción y consumo regulados por el primero.

Estos procesos o acciones humanas que se manifiesten como sostenibles deben formar parte integralmente de las políticas macro pero debemos estar claros que donde se materializan es en el nivel local. Ello implica que es una necesidad de primer orden que los gobiernos locales en sus diferentes planes y políticas de desarrollo local sostenible tengan como base orientadora para su gestión el cumplimiento del objetivo de mejorar la calidad de vida de la población y del ambiente, a través de un desarrollo en armonía con el ambiente de sustento desde sus más variados aspectos - económicos, políticos y sociales -, analizando el impacto ambiental generado y a generarse, tendiente a una situación justa de equidad en la distribución de los beneficios de dicho desarrollo, entre todos los grupos poblacionales de la localidad.

Asimismo, por su importancia es menester destacar la necesidad de que en la gestión de los gobiernos a todos los niveles ocupe un espacio de gran relevancia la educación ambiental para luchar contra el consumismo desenfrenado que ha generado el modelo de civilización actual.

En otras palabras, se considera que para lograr verdaderas gestiones sostenibles de los gobiernos, los mismos deben crear los mecanismos de información, capacitación y educación a la población para encontrar formas de consumo más racionales que no Afecten el ambiente. En ese mismo orden de pensamiento vale la pena destacar, que es imprescindible agregar como existe una

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gran necesidad de valorar como el consumo y estilos de vida merecen un análisis especial para poder abordar el contenido educativo de la relación población, consumo , medio ambiente y desarrollo.

Debemos estar conscientes de que el modelo de civilización actual basado en la cultura del tener para consumir y en la maximización de ganancias, ha implicado que se tome como premisa el consumo desenfrenado en relación directa con el sistema de desarrollo, y con el crecimiento ilimitado producido por la sociedad contemporánea.

El desarrollo sostenible implica realizar cambios en el actual sistema de valores, donde tener más para consumir más equivale a ser mejor, es necesario cambiarlo por un sistema en el que el término calidad de vida, cobre una nueva dimensión alejada de la sobredimensión de la acumulación de bienes.

Hemos comenzado este nuevo milenio con dicho sistema de valores a pesar de lo hemos esperado con un conjunto infinito de incertidumbres y de esperanzas, ya que el milenio que terminó se caracterizó en los denominados países del Sur por la idea de progreso constante de la humanidad ante una evolución en término de linealidad. Muchas generaciones de ciudadanos del Sur hemos nacido y crecido en la certeza de que todas las privaciones humanas y sinsabores del presente y del pasado serían largamente recompensadas y que el futuro sería mucho más justo, más equitativo, de abundancia hasta de felicidad.

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LOS ESTUDIOS DE POBLACION Y EL DESARROLLO SOSTENIBLE.

El estudio de las relaciones población-ambiente-desarrollo debe demostrar científicamente y argumentar de forma objetiva y bien fundamentada, que el crecimiento de la población no es la causa de la pobreza y que la asociación de dicho crecimiento con la crisis y con la necesidad de tener menos hijos, para tener un mayor bienestar familiar, es resultado de la incapacidad para incorporar a las concepciones de lo social, la complejidad de los diferentes procesos demográficos y para valorar de forma interdisciplinaria y sistémica sus relaciones con diversos factores multicausales.

Este enfoque permite adentrarse en la concepción del desarrollo ambientalmente saludable y sostenible, ya que partiendo de las necesidades de la población contribuye a través de las interrelaciones de la misma con el ambiente a mejorar la calidad de la vida de todos partiendo de la eliminación de la interpretación del crecimiento demográfico como factor negativo para el desarrollo. (Cabrera 2000)

En este contexto, hay que señalar, que el enfoque que se propone en este trabajo debe contribuir a viabilizar la comprensión de que es un imponderable del mundo de hoy, la necesidad de luchar por alcanzar el desarrollo sostenible, lo cual no implica en ningún caso, limitar las posibilidades del crecimiento demográfico ni subutilizar el potencial de los recursos naturales. Se trata entonces, de enfrentar con alternativas novedosas al reto ambiental que significa estimular modalidades de crecimiento que tengan como resultado un valor agregado en términos económicos, sobre la base del costo real de oportunidad de los recursos naturales, de las decisiones económicas y de los postulados de la equidad inter y generacional( ver anexo 1 y 4).

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Lo anteriormente expresado implica, aplicar alternativas donde los costos de producción tengan en consideración su impacto ambiental, y en que en las políticas públicas tenga un espacio de primer orden el desarrollo de la conciencia ambiental, la cual aliente la eliminación de la maximización de ganancias con daño ecológico y se priorice la eficiencia económica y energética.

Vale la pena recordar, que la eficiencia energética y económica son elementos básicos y prioritarios de las políticas ambientales, por lo que la aplicación de reformas que favorezcan el crecimiento de la economía con adecuadas reglamentaciones que impliquen acciones públicas para evitar el daño ecológico, es objetivo fundamental de estudio de las relaciones población, ambiente y desarrollo.

Al mismo tiempo, se considera importante reflexionar sobre, cómo en un mundo donde mil millones de personas viven en la pobreza absoluta, es inaceptable hablar de una sostenibilidad ambiental a largo plazo, sin considerar los problemas a corto plazo de la supervivencia de una porción tan grande de la humanidad.

Precisamente, dicha reflexión hace valorar la importancia de la erradicación de la pobreza a través de políticas para movilizar los recursos necesarios en aras de encontrar vías y métodos científicamente estructurados para satisfacer esta gran exigencia de gran parte de la población mundial.

En este sentido se considera imprescindible, que estas políticas deben concebirse teniendo en cuenta que las familias pobres habitan en lugares de mayor contaminación, cercanos a depósitos de desechos urbanos e industriales, cuentan con menor acceso al agua potable y alcantarillado, prácticamente no disponen de áreas verdes y son muy vulnerables a enfermedades infecciosas. Por otro lado, las familias pobres

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rurales, por su parte se ven obligadas por razones de subsistencia, a talar bosques y a trabajar suelos de menor fertilidad, con lo que agravan la erosión de los mismos.

En fin, es necesario destacar que se produce un círculo vicioso entre pobreza, crecimiento demográfico y deterioro ambiental y social, por lo que para lograr la sostenibilidad ambiental y el bienestar de la población se requiere de serios esfuerzos en el orden económico, social, tecnológico, científico e institucional que garantice la solución a corto plazo de los grandes y graves problemas de supervivencia que padece gran parte de la humanidad.

En ese mismo contexto, se considera que un factor de gran importancia dentro de dicho círculo vicioso, lo constituye la búsqueda de alternativas para la solución de la crisis de la deuda externa, cuyos efectos sobre la economía y el entorno de la vida de las personas de los países en desarrollo son cada vez mayores.

Asimismo, es importante subrayar, que ese círculo vicioso que conlleva a la degradación ambiental y social, presenta una gran influencia en a través del impacto-causa-consecuencia en la desnutrición y las tasas de defunción de la población, las cuales son dramáticamente ejemplificados en la terrible situación de los países subsaharianos:

"La disminución de la producción de alimentos per cápita ha contribuido a aumentar la subnutrición. La reciente sequía ha puesto en peligro la vida de unos 35 millones de personas en 1984-85, y aunque la sequía ha disminuido, unos 19 millones siguen sufriendo hambre. La malnutrición y el hambre han debilitado a buena parte de la población, reduciendo su productividad y haciéndola más vulnerable.... a enfermedades consuntivas y a una muerte prematura. La crisis ha invertido el

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progreso logrado en el suministro de agua potable y saneamiento" (Leff, 1992).

Por otro lado, se considera un aspecto de gran importancia a analizar en las sistémicas e interdisciplinarias relaciones población-ambiente-desarrollo, que casi la mitad de la población mundial es ya urbana, y que los pobres viven en aglomeraciones urbanas de rápido crecimiento, donde los entornos de la vida y de trabajo intolerables, y cada vez peores, tienen sus implicaciones en cuanto al sufrimiento humano, el empeoramiento de la salud y una esperanza de vida reducida.

Debido a lo anteriormente expresado, se considera, que el mejoramiento del entorno de vida y de trabajo de los pobres, debe ser una preocupación prioritaria de todos para poder alcanzar la erradicación de la pobreza, lo cual es una necesidad y una exigencia del mundo de hoy, y que debe ser objeto de especial atención y análisis a tratar en el estudios de la relación población-ambiente-desarrollo.

Los nuevos espacios de reflexiones sistémicas e interdisciplinarias de este enfoque hacen que se analice la responsabilidad que tienen que asumir los países desarrollados en dirigir el camino hacia pautas distintas de consumo y producción mediante la eficiencia energética, la utilización eficiente de otros recursos, la sustitución de los recursos no renovables por recursos renovables, y la minimización de la producción de desechos y la contaminación, si realmente aspiran al desarrollo medioambiental sostenible.

Como un aspecto de gran significación, por sus efectos y por la tendencia del crecimiento de la población mundial, se destacan las relaciones entre la población y especialmente las grandes aglomeraciones urbanas y el modo importante en que

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las mismas contribuyen a la degradación ambiental y al agotamiento de los recursos.

Al mismo tiempo a dichos asentamientos humanos no se les explotan sus potencialidades a través de una correcta política de desarrollo para aprovechar la creatividad, la comunicación, la accesibilidad para la transferencia de conocimientos y para la realización de un ataque eficiente y eficaz contra los desechos y la contaminación.(N.U. El pueblo y los asentamientos humanos 1990).

Dichas reflexiones, deben hacer pensar y actuar en la necesidad de que las implicaciones ambientas indeseables del crecimiento de los asentamientos humanos, pueden y deben invertirse. El análisis de las relaciones entre población-ambiente-desarrollo con un enfoque sistémico e interdisciplinario con una nueva concepción didáctica y científico-investigativa, permite contribuir al surgimiento de políticas para la administración ordenada y equitativa de los asentamientos humanos, mediante una planificación y administración participatoria y consciente de los recursos.

Este enfoque permite analizar todas las relaciones que se manifiestan en las funciones urbanas tales como la utilización del suelo, la construcción, el abastecimiento, el saneamiento de agua, la eliminación de desechos, el transporte y el recreo con una concepción holística y consecuente con las características y necesidades de la población.

Dicho enfoque tiene también como objetivo primordial, contribuir al desarrollo de convicciones sobre la necesidad de una mejor planificación de la administración de los asentamientos humanos que incluya el acceso a tecnologías ambientalmente sanas, su utilización y una demanda reducida de movilidad y transporte, lo cual puede producir importantes

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ahorros energéticos y por lo tanto puede contribuir a impedir el calentamiento de la atmósfera y el cambio climático global.

No está de más insistir, en que este enfoque debe tener en cuenta, que el explosivo proceso de urbanización que se opera en América Latina, supone también, la generación de tecnologías adecuadas en relación con el material disponible y los procesos manejados por la población para una mejora del habitat que hoy se encuentra altamente deteriorada.

Asimismo, es importante recordar, que el actual desarrollo tecnológico en la construcción de las grandes megalópolis, ha marginado a grandes sectores de la población que se ven obligados a desarrollar tácticas de subsistencia y de autoconstrucción de su habitat.

Merece especial atención el hecho, de que el patrón tecnológico actual en América Latina, en gran medida exógeno a la región, corresponde con un estilo de desarrollo donde las relaciones producción-consumo están orientadas por una racionalidad de máxima ganancia, y donde ciertos costos, como la degradación ambiental, son considerados como factores de externalidad, es decir, no son contemplados en la economía del ciclo productivo.

Esta racionalidad genera simultáneamente una aceleración de los flujos mercantiles, para incrementar las rentas, y una disminución de la vida útil de los objetos producidos, con el objetivo de mantener el dinamismo de los mercados y evitar su saturación.

Los efectos de esta lógica en el orden cultural son conocidos: consumismo desenfrenado y marginalidad de grandes sectores de la población, los cuales deben ser objeto de análisis al aplicar este enfoque a las relaciones objeto de estudio en este trabajo.

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Todo lo anterior indica, que una desaceleración de estos flujos ha de permitir generar nuevos procesos productivos más lentos que, al volverse desde un punto de vista físico menos irreversible, implicarían reducir los gastos energéticos por unidad producida y, por ende, disminuir la presión sobre los recursos energéticos del planeta.

Por otra parte, cada vez más los objetos producidos disminuyen su vida útil, permaneciendo la mayor parte de su total de vida en calidad de residuos. El alargamiento de esa vida útil y el reprocesamiento de los residuos, ya hoy factible tecnológicamente, significará también reducir la presión que la población ejerce sobre los recursos naturales.

Este nuevo tipo de relaciones promovidas entre la población y el ambiente, que en definitiva consisten en nuevas relaciones sociales, requiere de acciones variadas y convergentes de los diversos sectores de la comunidad internacional.

El estudio de la relación población-ambiente-desarrollo debe conducir a que desde distintos ámbitos legislativos nacionales y regionales, contemplando incluso reformas constitucionales, se realicen acciones concretas para un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y para la conservación del medio ambiente, sobre la base de la satisfacción de las necesidades de la población, a través de la aplicación de políticas liberadoras en las que el núcleo básico de funcionamiento sea la participación de la población en la conformación de un futuro mejor.

Otro aspecto de gran interés, dentro de las relaciones objeto de estudio en este trabajo, es la existencia del consenso internacional universal en el sentido de que un mejor equilibrio entre crecimiento y distribución de la población, debe formar parte necesariamente de una estrategia de supervivencia y

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desarrollo, por lo que en la citada declaración de Amsterdam se subraya que:

"La cuestión de la población es parte intrínseca del desarrollo económico y social general". (UNFPA 1991)

También resulta de gran importancia analizar cómo en la citada declaración se manifiesta una declarada preocupación por las siguientes situaciones que corresponden a problemas con que se enfrenta la sociedad actualmente: - El rápido crecimiento de la población mundial,

haciendo énfasis sobre todo en el mundo en desarrollo.

- Las migraciones incontroladas y el crecimiento de las ciudades.

- La creciente degradación del medio ambiente en todo el mundo.

Todos los problemas planteados anteriormente encuentran

una vía para buscar su solución, o al menos atenuar sus graves efectos si realmente aplicamos un análisis sistémico, con un enfoque holístico, con una verdadera base inter y trasdisciplinaria e interactiva, de las relaciones población-ambiente-desarrollo, que posibilite encontrar espacios que coadyuven a la búsqueda de verdaderas alternativas para invertir el proceso de degradación de la base natural de recursos y de pérdida de tierras productivas.

Una condición de primordial importancia para lograr lo anterior, es la imprescindible cooperación que debe ser el resultado de las alternativas que encuentre la sociedad actual para dar solución a los problemas que ha generado el desarrollo, y esto sólo se conseguirá mediante una mayor y más eficaz cooperación entre los países industrializados y los países en desarrollo. Dicha cooperación es una premisa de

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inestimable valor que debe repercutir en la obtención de una estrategia que dé como resultado, la obtención de un desarrollo industrial libre de riesgos ambientales que repercuta directamente en la estabilidad del crecimiento demográfico, sobre todo en la extensión de las megalópolis. A través del análisis histórico de las relaciones objeto de estudio en este trabajo se destaca, cómo el medio ambiente ha demostrado una capacidad extremadamente flexible para adaptarse a la presión de una población y unas demandas siempre crecientes, por lo que las relaciones entre la población, el medio ambiente y los recursos adquieren una nueva significación en la actualidad a causa de que la comunidad internacional y todos los sectores de la sociedad están tomando conciencia de la grave situación con que se enfrenta la generación actual.

Esta grave situación tiene dos puntos de análisis principales al respecto de las valoraciones concernientes a las relaciones que guardan los recursos, el ambiente y la población, las que se encuentran concebidas sobre bases contradictorias, una de extremado optimismo y otra de destacado pesimismo.

La tendencia que sustentan los extremadamente optimistas, tiene como base principal de interacción la confianza en la capacidad innovadora del hombre que le permitirá ir superando cualquier problema que se presente, merced de un continuo avance tecnológico que será la base principal para las soluciones esperadas.

Los representantes de la tendencia expresada anteriormente, asumen una posición donde realizan afirmaciones, tales como, que no existen problemas de población, dado que la Tierra es capaz de producir para un número de seres varias veces mayor que el actual. Dentro de

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este tendencia, también se encuentra la posición de otro grupo que tiene una concepción muy particular al plantear, que la preocupación por el deterioro del ambiente mundial carece de una sólida base, ya que la misma es un fantasma creado por los países desarrollados para distraer la atención mundial y que ésta no caiga sobre la necesaria lucha por un orden internacional más justo que el actual.

En contraposición con la tendencia analizada anteriormente se erige la de los pesimistas, los cuales plantean que la sobrepoblación y el sobreconsumo son las causas fundamentales y directas del deterioro ambiental, el cual afecta a todos los países del mundo de forma irremediable y sin distinción de fronteras.

Dentro de esta tendencia pesimista se le da un importante peso a la presión demográfica, ya que se le considera como la principal amenaza para el futuro del planeta y como causa fundamental del deterioro ambiental.

Al valorar y analizar las tendencias anteriormente planteadas se puede considerar que aunque todavía no es posible determinar con alta exactitud y precisión el papel que juegan los factores demográficos en condiciones específicas, sí se debe tener presente, que se cuenta en la actualidad con un determinado nivel de desarrollo de la información y conocimientos sobre una base científico-técnica que existe sobre las relación entre población, recursos y ambiente, lo cual hace que se pueda tener una comprensión mucho más realista de la situación actual de interacción de los factores demográficos con los recursos y el ambiente.

Sí es muy importante, que para cualquier análisis del ritmo de crecimiento de cada país, se tome en cuenta muy seriamente la actitud funcional de los ecosistemas, las particularidades y características socioculturales de la

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población y los diferentes estilos de desarrollo en que se produce dicho crecimiento. Además, al analizar la marcha del desarrollo del ritmo de crecimiento demográfico de cualquier país, hay que considerar los problemas asociados al mismo en los diferentes contextos locales y nacionales para poder realizar una verdadera valoración que implique un estudio profundo y objetivo de las características del ecosistema que incluya la incorporación del comportamiento de los factores ecológicos y de las particularidades socioeconómicas del estilo de desarrollo que lo impactan.

Se debe destacar, que el análisis de las relaciones objeto de estudio en este trabajo, permiten plantear que mientras que la sobrepoblación puede contribuir a mantener sumidos en la pobreza a los países menos desarrollados, la misma pudiera acentuar la degradación del medio ambiente y el uso exhaustivo de los recursos en las naciones desarrolladas.

También, es de gran importancia señalar, que una de las principales características de la época actual es, que los problemas de población y los ecológicos se producen de forma tal que trascienden las fronteras nacionales de los países, como anteriormente se señaló, por lo que esta particularidad debe convertirse en una de las premisas principales para la acertada búsqueda de soluciones a dicha problemática, la cual debe estar priorizada en el análisis la creciente interdependencia que cada día se incrementa entre los países.

Al analizar, por ejemplo, las características de la degradación ambiental de América Latina, se señala que es una necesidad de incalculable valor que esta problemática se enfoque en función de cómo esta degradación socio-ambiental afecta el mejoramiento de la calidad de la vida de los latinoamericanos, la cual se plantea como el más importante objetivo del llamado desarrollo social, económico y cultural, del cual forman parte de significativa relevancia las políticas y

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programas de población para la formulación de verdaderas estrategias de desarrollo económico.

Todo lo anteriormente expresado implica detenerse y realizar una importante reflexión sobre cómo esta característica del mundo de hoy es un reto para la sociedad, la cual debe de integrar de forma sistémica, armónica y equilibrada el enfoque global, regional y local de la problemática de las relaciones entre población, recursos y ambiente con una visión más amplia por parte de los países de la soberanía de cada nación, y que en el caso de América Latina, es un imponderable de esta época debido entre otras cosas a las dimensiones fundamentales de su degradación socio ambiental, lo cual debe contribuir a lograr la verdadera integración que demandan nuestros pueblos.

La oportunidad de esta exigencia de integración latinoamericana se ve reforzada por la relevancia que ha adquirido durante los últimos años la temáticas población, desarrollo y medio ambiente, las cuales se han incorporado a la agenda de reuniones internacionales del más alto nivel como partes indisolubles; los enfoques fragmentados y sectoriales de los problemas del desarrollo se han revelado incapaces de resolverlos. Sin embargo, se aprecia un auge de nuevas normas legales que estimulan un fuerte crecimiento de las inversiones ambientales; pero esas medidas de protección están en su mayor parte supeditadas al proceso de producción. Con ellas se consigue cuando mucho, utilizar filtros para reducir la emisión de contaminantes. Apenas se insinúa todavía la aplicación de un proceso innovador en el sentido de una estrategia de producción y consumo de acuerdo con la aptitud funcional del medio ambiente y ahorradora de recursos.

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En consecuencia, se debe destacar que es una necesidad básica que la Evaluación del Impacto Ambiental se convierta en un verdadero instrumento de dirección y orientación para lograr la elevación de la calidad de la vida de la población y del ambiente. Ello debe ser concebido para instaurar la protección integral del medio ambiente a través del protección ambiental y social en todo el mundo, y muy especialmente en los países en vías de desarrollo. Cada día gana un mayor espacio la conciencia latinoamericana para erradicar el falso dilema entre población, medio ambiente y desarrollo. Ello ha quedado superado, al menos teóricamente, pero es necesario continuar trabajando en aras de esclarecer el camino conceptual, teórico, metodológico y didáctico para contribuir al surgimiento y aplicación de verdaderas estrategias que conduzcan al desarrollo sostenible. Se debe tener muy presente que trabajar para la aplicación de los postulados y exigencias del desarrollo sostenible implica mayor educación y conciencia ciudadana sobre una relación armónica entre el hombre y la naturaleza y entre los hombres entre sí.

Este enfoque permite adentrarse en la concepción del

desarrollo ambientalmente saludable y sostenible, ya que partiendo de las necesidades de la población contribuye a través de las interrelaciones de la misma con el ambiente a mejorar la calidad de la vida de todos partiendo de la eliminación de la interpretación del crecimiento demográfico como factor negativo para el desarrollo. (N.U 1991)

En este contexto, hay que señalar, que el enfoque que se propone en este trabajo debe contribuir a viabilizar la comprensión de que es un imponderable del mundo de hoy, la necesidad de luchar por alcanzar el desarrollo sostenible, lo

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cual no implica en ningún caso, limitar las posibilidades del crecimiento demográfico ni subutilizar el potencial de los recursos naturales. Se trata entonces, de enfrentar con alternativas novedosas al reto ambiental que significa estimular modalidades de crecimiento que tengan como resultado un valor agregado en términos económicos, sobre la base del costo real de oportunidad de los recursos naturales, de las decisiones económicas y de los postulados de la equidad inter y generacional.

Lo anteriormente expresado implica, aplicar alternativas donde los costos de producción tengan en consideración su impacto ambiental, y en que en las políticas públicas tenga un espacio de primer orden el desarrollo de la conciencia ambiental, la cual aliente la eliminación de la maximización de ganancias con daño ecológico y se priorice la eficiencia económica y energética.

Vale la pena recordar, que la eficiencia energética y económica son elementos básicos y prioritarios de las políticas ambientales, por lo que la aplicación de reformas que favorezcan el crecimiento de la economía con adecuadas reglamentaciones que impliquen acciones públicas para evitar el daño ecológico, es objetivo fundamental de estudio de las relaciones población, ambiente y desarrollo.

Al mismo tiempo, se considera importante reflexionar sobre, cómo en un mundo donde mil millones de personas viven en la pobreza absoluta, es inaceptable hablar de una sostenibilidad ambiental a largo plazo, sin considerar los problemas a corto plazo de la supervivencia de una porción tan grande de la humanidad.

Precisamente, dicha reflexión hace valorar la importancia de la erradicación de la pobreza a través de políticas para movilizar los recursos necesarios en aras de encontrar vías y

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métodos científicamente estructurados para satisfacer esta gran exigencia de gran parte de la población mundial.

En este sentido se considera imprescindible, que estas políticas deben concebirse teniendo en cuenta que las familias pobres habitan en lugares de mayor contaminación, cercanos a depósitos de desechos urbanos e industriales, cuentan con menor acceso al agua potable y alcantarillado, prácticamente no disponen de áreas verdes y son muy vulnerables a enfermedades infecciosas. Por otro lado, las familias pobres rurales, por su parte se ven obligadas por razones de subsistencia, a talar bosques y a trabajar suelos de menor fertilidad, con lo que agravan la erosión de los mismos.

En fin, es necesario destacar que se produce un círculo vicioso entre pobreza, crecimiento demográfico y deterioro ambiental y social, por lo que para lograr la sostenibilidad ambiental y el bienestar de la población se requiere de serios esfuerzos en el orden económico, social, tecnológico, científico e institucional que garantice la solución a corto plazo de los grandes y graves problemas de supervivencia que padece gran parte de la humanidad. IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LAS RELACIONES POBLACION-MEDIO AMBIENTE-CONSUMO.¡Error! Marcador no definido.

Les propongo tomar como punto de partida que las complejas relaciones entre población, medio ambiente y consumo no están suficientemente estudiadas desde la perspectiva de la economía ecológica y de la demografía ambiental, por lo que no se conocen en toda su magnitud los diferentes matices de las mismas. Debido a esta situación es que una de las tareas prioritarias en la actualidad y en el futuro inmediato, es el estudio de estas relaciones desde una perspectiva multidisciplinaria y ecointerdependiente donde

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intervengan las ciencias sociales y las naturales de forma mancomunada y orientadas hacia la acción, con el propósito de que sirvan de guía objetiva para las políticas nacionales e internacionales con vista a lograr el consumo responsable y el desarrollo humano sostenible.

En consecuencia con lo anteriormente expresado es que tomamos como premisa el principio de que para realizar progresos en la comprensión de los vínculos existentes entre la dinámica demográfica, el cambio ambiental y el consumo de la población, es necesario considerar estas relaciones dentro de ecosistemas específicos y abordar el tema del medio ambiente imbricado a los análisis de las características geográficas, medioambientales, sociales y económicas de forma holística mediante enfoques totalizantes y ecointerdependientes.

Esta problemática posee una gran vigencia y un gran dinamismo en la actualidad debido a que la degradación de los recursos para el consumo insostenible ha puesto en evidencia en todos los continentes; sus importantes consecuencias económicas, sociales y políticas, las cuales no se han tenido en cuenta suficientemente, ni se han incorporado a los procesos de planificación nacionales e internacionales en los diferentes modelos económicos utilizados. Solamente una minoría actores sociales de protección al consumidor esta tratando de implementar algunas medidas tendientes a la recopilación de datos para la realización de tan importantes y necesarios análisis.

En ese mismo contexto, es importante señalar que el tema de la sostenibilidad del consumo de la población como derecho humano y el manejo de los recursos naturales adquiere cada día más urgencia, tanto por la acelerada degradación y contaminación de la tierra, como por los motivos de la seguridad alimentaria, ante una masa creciente de población

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que viven en extrema pobreza y con una salud precaria, especialmente en los llamados países en desarrollo.

En fin, los esfuerzos por definir e implementar aciones para alcanzar la sostenibilidad del desarrollo humano reflejan las preocupaciones ante la evolución del nexo existente entre la potencialidad de los recursos naturales disponibles, el medio ambiente, los crecientes niveles de consumo de la población y la calidad de la vida de la misma, donde un papel determinante lo ocupa la sostenibilidad de la producción social de la salud de forma holística (económica, ecológica y social).

En principio, la capacidad de un ecosistema debe responder a las demandas a las que lo somete la población, para lo cual deben realizarse acciones concretas para evitar y controlar los daños que la misma le pueda causar a dicho ecosistema. Por esto, para hablar de desarrollo sostenible es necesario reconciliar las dimensiones biofísicas del uso de los recursos agua, suelo, clima y biodiversidad con aspectos sociodemográficos, políticos, económicos, culturales, históricos y ambientales de forma ecointerdependiente y totalizante.

Es de destacar cómo en los países en desarrollo, donde sistemáticamente se causan los peores daños al medio ambiente por muchas razones, es extremadamente difícil conseguir datos fidedignos sobre la magnitud y gravedad de los problemas de la interrelación entre consumo, salud, medio ambiente y desarrollo.

También, se considera vital subrayar que el estudio de las interrelaciones de las variables de la población y las ambientales es uno de los medios por los que se trata de resolver los problemas que se crean a partir de las intrincadas relaciones de la población y el desarrollo. Una comprensión más amplia de las interrelaciones de la variable poblacional y de la variable ambiental facilitaría la formulación de estrategias

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para adoptar medidas correctivas donde existan condiciones de deterioro; a formular medidas preventivas que eviten mayor deterioro; y asistiría en la formulación de políticas de población y otras actividades para contribuir al fomento del consumo sostenible que conduzcan a lograr la producción social de la salud para viabilizar la sostenibilidad de la armonía entre las políticas ambientales y el bienestar de la población y sus tendencias. La transdisciplinaridad y la capacidad de sustento en los estudios de poblacion, ambiente, desarrollo.

La concepción actual del desarrollo sostenible, va más allá de su aplicación técnica sobre un objeto de trabajo o sobre un proceso productivo y de consumo, generando así un importante proceso de intercambios teóricos, metodológicos, conceptuales y terminológicos entre un conjunto de disciplinas involucradas en la problemática ambiental del desarrollo.

Indudablemente aún queda mucho por hacer, pero es evidente que el estudio de estos intercambios teóricos se ha convertido en un factor necesario para poder evaluar los efectos de conocimiento y desconocimiento que ha tenido ese proceso transdisciplinario sobre la capacidad de diferentes disciplinas para aprehender y resolver la problemática del estudio de las relaciones población- ambiente- desarrollo.

Por ejemplo, en el marco de la preocupación por el desarrollo sostenible, vale la pena examinar el concepto de capacidad de sustento debido a su carácter transdiciplinario. Este concepto, utilizado por los antropólogos para comprender las estrategias de ocupación territorial, figura en los estudios demográficos en el contexto del debate sobre el control de la población. En dichos enfoques a través de diversas publicaciones, la capacidad de sustento se utiliza casi siempre de manera simplista y a elevados niveles de agregación para

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llegar a la conclusión de que el crecimiento de la población es demasiado alto.

De esta manera, no se determinan los mecanismos de la relación entre población y recursos, especialmente porque se asume esta relación como evidente. La comunidad demográfica debe continuar profundizando en la importancia del concepto de capacidad de sustento debido a su base transdiciplinaria para su análisis y es necesaria una comprensión más amplia que permita abordar esta teoría con una definición general apropiada, que incluya números, recursos, tecnología y niveles de consumo sobre la base de los postulados del desarrollo humano sostenible en esta época de la galopante globalización neoliberal.

Precisamente, se considera necesario recomendar la valoración y aplicación de esta perspectiva de las relaciones población-ambiente-desarrollo tomando en cuenta la siguiente definición general que plantea la UNESCO de capacidad de sustento, la cual, por su funcionalidad es una herramienta de gran importancia para el estudio de dichas relaciones:

"La capacidad de sustento expresa el nivel de población que un país pude soportar a un nivel determinado de bienestar. Más exactamente, puede definirse como el número de personas que comparten determinado territorio y pueden, en un futuro previsible, mantener determinadas condiciones de vida utilizando recursos energéticos y de otro tipo( incluidos los recursos terrestres, aéreos, hídricos, y minerales) así como empresas, habilidades y organizaciones...[Se trata de]un concepto dinámico que puede ampliarse o restringirse de diversas maneras: mediante cambios en los valores culturales, descubrimientos tecnológicos, mejoras en la actividades agropecuarias o sistemas de tenencia de la tierra, cambios en el sistema de enseñanza, modificaciones de los mecanismos fiscales y jurídicos, descubrimientos de nuevos recursos

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minerales o la aparición de una nueva voluntad política. Nunca existe solamente una respuesta para resolver la ecuación población \recursos naturales, ya que no sólo la población determina la presión sobre los recursos( y los efectos ecológicos potenciales conexos), sino también el consumo personal, que a su vez se determina por sistemas de valores y percepciones del estilo de vida"(Hogan, 1992)

Luego, una definición general de capacidad de sustento que incluya dentro del consumo no sólo a los alimentos sino también otras necesidades humanas básicas y no esenciales según se determinen por la aplicación de criterios culturales que el progreso tecnológico puede ampliar o reducir, mediante una mayor igualdad social, mayores niveles de educación y salud, descubrimientos de nuevos recursos naturales o por fuerzas políticas e ideológicas, puede delinear el campo de las relaciones población, medio ambiente y desarrollo.

En consecuencia, se pude plantear que es una necesidad de primer orden el progreso de la capacidad para comprender estas relaciones con una visón mucho más amplia, para poder planificar un desarrollo sostenible, que exige la elaboración de estudios locales comparativos y específicos de los ecosistemas. No bastará con efectuar estudios de casos aislados ni contar con enormes informaciones globales a nivel nacional y continental. Para un estudio más satisfactorio que responda a las necesidades del momento actual, será preciso elaborar estudios exhaustivos y comparativos a nivel nacional con un eminente carácter multidisciplinario.

Luego, es menester destacar que interesan particularmente los avances teóricos, metodológicos y técnicos que han incorporado las ciencias sociales, naturales, y las tecnológicas o exactas, y sus aportes en la instrumentación de políticas alternativas de organización social y productiva ante la

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crisis ambiental y las exigencias del consumo responsable y en particular del desarrollo sostenible.

Un importante aspecto en que debemos reflexionar es en la falta de una vigilancia epistemológica sobre el proceso de dispersión y difusión de nociones y métodos, lo cual ha generado la demanda de una unificación terminológica dentro de la temática población-ambiente-desarrollo. Este reclamo se justifica desde el punto de vista de la "falta de comunicación interdisciplinaria" por la falta de conceptos unívocos.

Así, los estudios transdisciplinarios enriquecen el estudio de la articulación de procesos multicausales de la relación población-medio ambiente-desarrollo y son un fundamento necesario para la producción de conceptos prácticos interdisciplinarios y de indicadores capaces de servir como instrumento para la conducción y evaluación de una gestión ambiental de desarrollo, los cuales son imprescindibles para poder profundizar en la necesidad de los cambios de patrones de consumo actuales que nos impone el colonialismo posmoderno de la globalización neoliberal.

Por tal razón, es un reclamo de nuestra época que todos estemos conscientes en la necesidad de tomar partido para construir una nueva cosmovisión del desarrollo donde se potencie el propósito de construcción de una racionalidad ambiental para el logro de los objetivos del desarrollo sostenible, equitativo y perdurable, la cual abre nuevas temáticas y espacios de investigación científica con un carácter inter y trasdisciplinario, lo cual es imprescindible para lograr estilos de consumos responsables (Cabrera 2000).

Precisamente, para poder enfrentar los impactos de la globalización neoliberal debemos potenciar el conocimiento de la materialidad de los procesos discursivos (científicos e ideológicos) que han determinado la transdisciplinaridad de las

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relaciones población-ambiente-desarrollo es un requisito de s primer orden para la realización de un verdadero trabajo científico ya que implica un proceso de multiplicación e incluso de objetividad de los conceptos en sus funciones teóricas y prácticas.

Los estudios transdisciplinarios, partiendo de una perspectiva histórica de análisis de los intercambios realizados entre diferentes ciencias (sobre todo cuando éstas inciden sobre una problemática teórica o una práctica común, como en el caso del estudio de las relaciones población-ambiente-desarrollo), permitirían resaltar los puntos donde se ha podido efectuar la proyección de un concepto sobre otro, de fijar el isomorfismo que ha permitido una transferencia de métodos o de técnicas, de mostrar las vecindades, las simetrías o las analogías que han permitido las generalizaciones; en resumen, de describir el campo de vectores y de receptividad diferencial que, para juego de los intercambios, ha sido una condición de posibilidad histórica concreta.

También, permitiría definir el papel que juega el discurso estudiado en relación a aquellos que le son contemporáneos y vecinos. Es necesario estudiar entonces la economía de la constelación discursiva a la que pertenece el estudio transdisciplinario de las relaciones objeto de estudio en este trabajo.

En efecto, puede jugar el rol de un sistema formal del que los otros discursos serían las aplicaciones a diversos campos semánticos. El discurso estudiado puede estar también en relación de analogía, de oposición o de complementariedad con ciertos otros discursos.

En fin, se pueden describir entre los actuales y diversos discursos sobre población-ambiente-desarrollo, relaciones de delimitación recíproca, donde cada uno se da las marcas

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distintivas de su singularidad por la diferenciación de su dominio, de sus métodos, de sus instrumentos, de su aplicación tanto en las ciencias sociales, naturales como en las tecnológicas o exactas.

Así, se puede determinar las vías que de un dominio al otro aseguran la circulación, la transferencia, las modificaciones de los conceptos, la alteración de su forma o el cambio de su terreno de aplicación.

Por lo demás, el proceso de asentamiento, de especificación y asimilación de cada concepto en el terreno propio de cada disciplina dentro del estudio de las relaciones población-ambiente-desarrollo resulta del trabajo teórico de cada ciencia, independientemente de su adecuación homológica o de su definición ad hoc con el fin de incrementar la eficacia funcional de un proceso práctico de dichas relaciones.

Estos análisis también permitirían precisar el sentido de ciertos conceptos, que habiendo transitado por distintas teorías científicas, surgen ahora como conceptos para una práctica de planificación: los conceptos de valor, recurso, productividad, medio, mercado, racionalidad, etc.

Si bien el sentido práctico de estos conceptos, y sus reglas de utilización, están inscritos en la racionalidad del discurso de la planificación, no puede desconectarse de sus orígenes teóricos, en tanto que la planificación ambiental se apoya en teorías económicas, ecológicas o tecnológicas, y en tanto que las transformaciones ecosistémicas y productivas del desarrollo afectan los procesos que son materia de análisis teórico de dichas ciencias y, que se encuentran directamente relacionados con la dinámica poblacional.

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Así, los estudios transdisciplinarios enriquecen el estudio de la articulación de procesos tales como la interrelación entre dinámica sociodemográfica y ambiental para la producción de conceptos prácticos interdisciplinarios y de indicadores capaces de servir como instrumentos para la conducción y evaluación de una gestión ambiental de desarrollo y de una política de población. La objetividad de las relaciones poblacion, ambiente y desarrollo.

Resulta muy conveniente destacar, que la objetividad de las relaciones población-ambiente-desarrollo demuestra la importancia de entender las interacciones existentes en el planeta. Por ejemplo, las repercusiones de la destrucción de los bosques y la combustión del carbón y petróleo sobre el clima y el bienestar humano en todos los países, y a lo largo de varias generaciones; la interrelación, entre los patrones de distribución de la población y la contaminación atmosférica; entre la falta de tratamiento de las aguas cloacales, el cólera y la mortalidad, etc.

Se debe aplicar esta nueva estrategia con respecto a las interrelaciones entre población-ambiente-desarrollo con una nueva visión de futuro, ya que se poseen los conocimientos, la tecnología y los recursos disponibles ofrecen una ocasión sin precedentes para optar por decisiones sensatas.

Esta nueva estrategia implica, que las acciones que se realicen deben estar basadas en el análisis sistémico e interdisciplinario de la red de relaciones recíprocas, tanto de los estudios de los fenómenos poblacionales basados en la perspectiva demográfica, en la perspectiva económica y en el estudio de la relación población-desarrollo-ambiente, requiriendo por lo tanto una visión integrada de dichas

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relaciones que permitirá producir una estrategia altamente organizada (ver Bueno, 1991).

Es así, que el enfoque sistémico interdisciplinario que se propone en la relación población-ambiente-desarrollo, constitu-ye un marco de referencia dinámico, organizador de los conocimientos en la medida que se precisan las necesidades poblacionales desde la perspectiva de las relaciones entre la situación demográfica actual y perspectiva de la población, especialmente en el mundo en desarrollo, lo cual implica nuevas exigencias para la Demografía y para los estudios de población, donde se reflexione en la necesidad de cambiar su orientación para lograr que los factores ambientales entren en el análisis demográfico de la misma forma que se valoran los económicos y los sociales.

Como anteriormente se planteó, la objetividad del complejo sistema de las relaciones objeto de estudio en este trabajo implica tener en cuenta la necesidad de la integración y recomposición permanente de este marco, el cual estará en estrecha vinculación con los datos que proporcione la investigación de la realidad poblacional en sus aspectos macro y microsociales en estrecha vinculación con los ambientales y socioeconómicos.

El análisis de la objetividad de las relaciones población-ambiente-desarrollo permite también destacar cómo la contaminación atmosférica afecta más duramente a la población más joven que a las personas mayores, al favorecer la propagación de las infecciones respiratorias que cada año causan la muerte a más de 4,2 millones de menores de cinco años en países de desarrollo. (UNICEF 1991)

Por ejemplo, las comunidades indígenas ecuatorianas a través de diferentes vías han expresado que están muy preocupadas por la contaminación de la flora y la fauna de la

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Amazonia, ya que compañías petroleras han derramado crudo y otros desperdicios químicos que ponen en peligro la existencia de sus comunidades, por lo que han elaborado el documento "Lucha por la vida en Amazonia" que hace poco fue entregado a la Comunidad Europea para denunciar la destrucción de la flora, la fauna y de la calidad de la vida de la población de esa región ecuatoriana.

Este gran problema latinoamericano tiene su objetivo de análisis especial en la dinámica de la relación población- ambiente-desarrollo debido a su gran importancia para toda la humanidad, ya que a través del análisis sistémico e interdisciplinario de esa problemática se contribuye a la optimización del medio ambiente mundial.

La necesaria optimización del medio ambiente amazónico se refleja objetivamente a través de la relación población- ambiente-desarrollo, ya que la misma indica la necesidad de la aplicación de nuevos patrones tecnológicos de desarrollo ambientalmente sostenible que consideren la heterogeneidad potencial de los recursos naturales, en especial, la variedad biológica de la zona cuyas posibilidades de explotación racional son aún desconocidas, y constituyen un desafío en el plano tecnológico para elevar la calidad de la vida de la población y del ambiente.

Esta problemática implica la búsqueda de nuevas formas de integración regional, que garanticen la activa participación de los sectores involucrados con una clara y científica convicción de las interrelaciones sistémicas e interdisciplinarias de las relaciones población-ambiente-desarrollo.

Precisamente, la paradoja de América Latina es profunda: una región que no tiene, según la opinión generalizada, limitaciones en sus sistemas naturales que le impidan la satisfacción de las necesidades de sus pobladores, que

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dispone de una base educativa, cultural y tecnológica incipiente, pero bastante más sólida que la de las demás regiones del mundo en desarrollo, y que ha logrado en su conjunto avances democráticos innegables, se está viendo sometida a un proceso de deterioro social y ambiental sin precedentes.

En otras palabras, el desafío para la región consiste en revertir el proceso por el cual los recursos naturales se transforman en meros aportadores de materias primas a una estrategia, en esencia, exógena tanto de desarrollo como de alternativas tecnológicas. Es decir, se trata de que sobre la base del análisis de las interrelaciones población-ambiente-de-sarrollo se contribuya a la planificación que retome la potencialidad real de los recursos naturales y las necesidades de la población, para lo cual es necesario privilegiar la investi-gación multidisciplinaria de los ecosistemas latinoamericanos y el desarrollo de tecnologías apropiadas a sus características, acorde con las necesidades y particularidades de su población.

Este análisis permite visualizar el futuro a corto y mediano plazo de sistemas complejos como los ecológicos, de modo que las planificaciones no se limiten a considerar los recursos naturales en forma sectorial sino que analicen las múltiples relaciones entre los diferentes recursos de un ecosistema dado para obrar en consecuencia sobre la base de las características y necesidades de su población humana.

Desde esta óptica objetiva, interdisciplinaria y sistémica de dichas relaciones se aprecia que es imprescindible concebir tecnologías a aplicar en una íntima unidad con el sistema ecológico, el cual no siempre coincide con la división de los países por fronteras geográficas. Es indispensable, como anteriormente se planteó, valorar estas interrelaciones para visualizar de forma sistémica los conjuntos identificados por múltiples factores de tipo histórico, geográfico, cultural,

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demográfico, étnico, etc, como una precondición de importante significación para diseñar tecnologías que estén de acuerdo con las necesidades y características del subsistema poblacional dado.

En consecuencia, es que este enfoque eminentemente objetivo, interdisciplinario y sistémico de la relación población-ambiente-desarrollo, contribuirá al fomento de formas de integración subregionales transfronterizas como un aporte creciente al tejido de una trama regional latinoamericana de integración para poder alcanzar el desarrollo medioambiental sostenible.

Por esa razón, se considera importante profundizar en la conceptualización teórica y metodológica de las relaciones sistémicas e interdisciplinarias objeto de estudio en este trabajo. Además, es imprescindible valorar de forma integral y multidisciplinaria las complejas relaciones de "la situación agroalimentaria de América Latina, como un problema complejo, en el que participan un gran número de factores interrelacionados, tales como, las características del crecimiento de la población, propio de los países pobres, el aumento de la migración rural urbana, la dramática desigual distribución de la tierra y su fuerte concentración en unos pocos terratenientes, la persistencia y el aumento de la pobreza rural y una amplia degradación de los suelos. Todo ello en el marco de un contexto de aguda crisis económica que viene caracterizando a los países de la región latinoamericana" (N.U 1991).

En otras palabras, no se puede soslayar que en los últimos 30 años en América Latina y el Caribe unos 2 millones de km de bosques, que representan una superficie equivalente a la totalidad del territorio de México se deforestaron y que actualmente la tasa de deforestación en la región asciende a cerca de 50,000 km al año.

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También, es importante destacar que ecosistemas tales como lagunas, manglares y arrecifes coralinos son objeto de una gran destrucción causada por los deformantes modelos de desarrollo costeros, la contaminación de las fuentes terrestres y los derrames de hidrocarburos, con desastrosos resultados para su potencial productivo lo cual redunda en el comportamiento de la dinámica poblacional de los latinoamericanos.

Por otro lado, dentro de objetividad de la problemática objeto de estudio en este trabajo, merecen destacarse cómo las prácticas inadecuadas de conservación de suelos y la deforestación están afectando vastas áreas de la región con su correspondiente influencia en la población.

De gran interés resulta, destacar la connotación del invaluable potencial económico y científico que ofrece la diversidad biológica de la región para dar impulso a nuevos desarrollos en la industria, la agricultura y la medicina. La riqueza biológica de los trópicos, mayor en América Latina que en el resto del mundo, ofrece un campo insospechado para la búsqueda de nuevos alimentos y la superación de la dependencia agrícola.

Sin embargo, en América Latina se destruyen habitats naturales para abrir nuevas tierras a un cultivo precario, o para extender las áreas de ganadería extensiva, con la consiguiente pérdida de la biodiversidad.

Precisamente, el costo social, económico, ecológico y cultural de los modelos de desarrollo utilizados en América Latina es una temática de obligado análisis dentro de las relaciones objeto de estudio en este trabajo, debido a que el mismo pretende contribuir al diseño y gestión de estrategias de desarrollo sostenibles, mediante la valoración sistémica e inter

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y transdisciplianaria de las relaciones población-ambiente-desarrollo. La mujer y las relaciones poblacion, medio ambiente y desarrollo.

Es menester señalar, que el enfoque objeto de estudio en este trabajo, donde debe primar siempre la objetividad, permite destacar la importancia que se debe dar a la mujer, a la infancia y a la planificación familiar en los planes de desarrollo para salvaguardar el planeta. Ello es muy necesario e imprescindible, debido a que el efecto de la degradación del medio ambiente se ve enormemente complicada por el problema de la superpoblación, es decir, que el número de habitantes de nuestro planeta llegue a superar con creces la capacidad del mismo para sustentar a sus custodios humanos.

Los intentos de reducir la fecundidad deben tener un enfoque más amplio y con una visión más objetiva de las interrelaciones población-ambiente-desarrollo, ya que por bien planificados que estén no podrán triunfar plenamente si no van acompañados de programas básicos en favor de la salud, la supervivencia infantiles, la educación y el desarrollo ambientalmente saludable, ya que los padres sólo se deciden a tener menos hijos cuando saben que éstos sobrevivirán.

A través de dichas relaciones se puede observar cómo algunos de los factores claves para la determinación del número de hijos son: la situación social de la mujer, la atención de la salud materno infantil, el acceso a los servicios de la planificación familiar, el ingreso familiar, y la educación ofrecida a las mujeres.

Al profundizar en la interrelación de dichos factores en el marco de las relaciones población-ambiente-desarrollo se destaca lo difícil que resulta señalar cuál de esos factores tiene

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mayor influencia ya que tienden a reforzarse mutuamente. Por ejemplo en estudios recientes se pudo comprobar que las mujeres con instruidas disfrutan de una mejor situación social y presentan una mayor propensión a vivir en las ciudades, donde es más fácil el acceso a los servicios de planificación familiar; tienen menos hijos y estos son más sanos y tienen mayor probabilidades de sobrevivir.

Las personas pobres tienden a tener familias mas numerosas, ya que valoran que de esa forma aseguran la posibilidad de tener un mayor número de brazos que pueden ayudarle a obtener más dinero o alimentos y los costos son escasos. Los niños se reparten la comida, el techo, la ropa disponible. Pero toda esa situación trae como consecuencia que aumentan las probabilidades de que tanto las madres como los hijos estén subalimentados y tanto unas como los otros sean más vulnerables a las enfermedades .

Estas graves situaciones se observan en todo el mundo en desarrollo y traen como consecuencia una elevada mortalidad materno infantil que resulta un indicador muy fidedigno de su verdadera situación. (Ver FNUAP 1999)

Un aspecto de gran importancia que se debe analizar dentro de las relaciones que son objeto de estudio en este trabajo es que los resultados de la Encuesta Mundial de Fecundidad, realizada entre 1972 y 1984 en 41 países en desarrollo reveló una sorprendente demanda no satisfecha de programas de anticoncepción y de planificación familiar en esos países, lo cual claramente expresa la intrínseca relación entre población, medio ambiente y desarrollo al valorar las características socioeconómicas de esos países y su situación con respecto a la explotación del capital ecológico de los mismos y el comportamiento de sus dimensiones demográficas,

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Como señaló el ex-Presidente de la República Unida de Tanzania Julius Nyerere:

"El anticonceptivo más eficaz es saber que nuestros hijos sobrevivirán". (PNUMA. La Infancia y el Medio Ambiente 1990)

Sobre la base del análisis del planteamiento anterior es que es importante destacar cómo alrededor de 14 millones de niños menores de cinco años mueren anualmente en los países en desarrollo a causa de la ingestión de agua no potable, del saneamiento deficiente, de la contaminación del ambiente, de enfermedades comunes y de la desnutrición. Otros tres millones quedan gravemente incapacitados.

Si se analizan las interrelaciones entre población-ambiente-desarrollo con un verdadero enfoque sistémico e interdisciplinario, se aprecia que estas muertes podrían evitarse con medidas de bajo costo (lactancia materna, terapia de rehidratación oral, conservación adecuada de los alimentos e inmunización) mediante una mejor gestión de desarrollo ambientalmente saludable y sostenible. En otras palabras, este enorme saldo anual de víctimas se debe más a la carencia e interés por aplicar esa gestión que a la naturaleza del propio entorno humano.

Para alcanzar el futuro mejor que reclama la humanidad es muy importante que a través del análisis de las relaciones población-ambiente-desarrollo se estudie de forma más precisa el gran papel de la mujer, porque ellas además de ocuparse de la crianza y educación de los hijos, de la atención de la salud de la familia, de las tareas domésticas y de obtener ingresos en efectivo, en los países en desarrollo también desempeñan otro importante papel: el de administradoras de los recursos ambientales.

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Es muy importante destacar que las mujeres históricamente son las responsables principales de la provisión de alimentos, de combustible y de agua para los hogares rurales. También son las que se ocupan de realizar las importantes tareas tan necesarias de la protección del medio ambiente a su alcance; por ejemplo, en gran parte de América Latina y de Africa la mayoría de las tareas de la conservación del suelo la realizan las mujeres.

Las mujeres en los países en desarrollo producen más de la mitad de los alimentos. Las tareas de cultivo y de cosecha representan sólo la primera fase del proceso, pues la transformación y preparación de los alimentos les llevan el doble de tiempo.

A medida que se profundiza en las relaciones que son objeto de estudio en este trabajo, se aprecia que es muy necesario que se introduzcan políticas de desarrollo sostenible, donde probablemente recaerá en las mujeres una parte aún más importante de la administración de los recursos. Para tener éxitos dichas políticas, se debe asegurar la participación de las mujeres desde el primer momento, pero también deberán asegurarse, que el desarrollo no se convierta sólo en otra carga adicional para ellas.

Por todo lo anterior, es muy importante ante todo, reconocer el doble papel de la mujer como punto de partida para el desarrollo de cualquier política y proporcionarles una mejor nutrición, acceso a la salud, a la educación y una mejor atención en forma general.

Este enfoque, donde se destaca el doble papel de la mujer y sobre todo el relacionado con la administración de los recursos, es una parte fundamental objeto de estudio, al valorar las sistémicas e interdisciplinatrias relaciones entre la población, los recursos, el ambiente y el desarrollo.

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Dicho enfoque, como anteriormente se expresó, permite, con una visión más integral, ver cómo las mujeres desempeñan un papel fundamental en relación a la población y también a la conservación de los recursos de los países en desarrollo.

En su condición de cultivadoras y de encargadas del abastecimiento de combustible, de agua y de la preparación de los alimentos, como señalamos anteriormente las mujeres mantienen una íntima interacción con el microambiente. Por lo que en su condición de esposas y madres, el tamaño de las familias en forma muy directa las afecta.

En los países en desarrollo, ellas son a menudo los agentes económicos rurales más importantes. De ahí que se les debe dedicar una especial atención a las mujeres, ya que para que los programas de desarrollo obtengan resultados satisfactorios, ya sea en materia de población o de medio ambiente, es indispensable que se tome muy en cuenta la importante actividad de la mujer, y el destacado papel que la misma desempeña en la sociedad.

También las mujeres deben de ocupar un destacado lugar en las relaciones objeto de estudio debido a que es muy importante prepararlas para que desempeñen correctamente su papel en la gestión ambiental a escala local y como detentadoras del control sobre amplios sectores de la economía.

Es imprescindible señalar que el desarrollo integral de la mujer implica un aumento del nivel de satisfacción de las vidas, no sólo de las mujeres, sino también para sus familias, sus comunidades y sus países.

Todo lo anteriormente expresado impone reflexionar sobre el papel que debe ocupar la mujer en el enfoque de las

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relaciones entre población- ambiente-desarrollo para llegar a la conclusión de que debe prestarse mayor atención al papel productivo de la mujer y no sólo al papel reproductivo, a fin de que pueda tener una condición social independientemente de la maternidad.

No obstante, a pesar de los resultados positivos que se han alcanzado en diferentes países gracias al conjunto de factores políticos, económicos y sociales que garantizan las condiciones para la obtención de estos avances, aún es necesario continuar e incrementar el trabajo encaminado al perfeccionamiento de la información, comunicación y educación de la población para que la mujer ocupe feacientemente el papel que debe desempeñar.

La creación de condiciones para que las mujeres tengan una mejor educación, salud, vida y trabajo, no como una condición humanitaria, sino como un derecho que les brinda la sociedad es una exigencia de primer orden para alcanzar el desarrollo sostenible.

La reflexión y el análisis del correcto enfoque del papel de la mujer, implica valorar que es una cuestión de primordial importancia para cualquier país las inversiones que se hagan en la mujer porque esto repercutirá no sólo en el crecimiento más lento de la población, sino también en el progreso económico y social. Ello implica, que si un país, cualquiera que sea, quiere llegar al desarrollo, debe otorgar una prioridad elevada a la mujer en sus políticas y en los respectivos financiamientos.

Según la Conferencia Mundial para el Examen y Evaluación de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer, celebrada en Nairobi en 1985, la libertad en materia de reproducción es fuente para el resto de las libertades de las mujeres, por lo que a través de un correcto

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análisis de las relaciones población, medio ambiente y desarrollo se contribuye a garantizar el trabajo educativo en la población para que las mujeres tengan un mayor control de sus propias vidas y tengan el derecho de escoger el tamaño y espaciamiento de sus familias.

También, un problema que afecta considerablemente a las mujeres de los países en desarrollo, es la elevada incidencia de los embarazos en la adolescencia y los matrimonios precoces. Esto implica la realización de un trabajo informativo y educativo que redunde en la toma de conciencia para la puesta en práctica de verdaderos programas de Salud Reproductiva, que aseguren a la mujer la libertad en materia de reproducción y eviten la elevada incidencia del abandono escolar de las adolescentes que se produce en estos países.

Se considera importante insistir, en que dentro de las relaciones población- ambiente- desarrollo, un lugar muy importante lo ocupa la educación, y muy especialmente en el caso de las mujeres, resulta un factor fundamental realzar sus vidas. Pero realmente es alarmante como en el mundo actual en que vivimos se estima que el 60 % del total de los 105 millones de niños que no asisten a la escuela son niñas (PNUD, 1990).

Los objetivos efectos de la educación sobre el comportamiento demográfico, la necesidad de la intensificación de la alfabetización de la mujer, la importancia de la realización de un trabajo encaminado a lograr la matrícula universal de las muchachas en las escuelas primarias para el año 2000, al igual que la compleja situación de la educación en el mundo, hizo que esta problemática fuera un aspecto ampliamente debatido por 79 países participantes en el Foro Internacional sobre Población en Siglo XXI, celebrado en 1989 y que acordó por consenso reflejar todas estas cuestiones en un importante

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documento denominado Declaración de Amsterdam ( UNFPA 1991).

En este sentido, se puede plantear, que la elevación de la condición de la mujer, es un objetivo priorizado dentro de las relaciones objeto de estudio, y que esto obliga a reflexionar sobre como las inversiones que se hagan para el desarrollo de la mujer, y que por tanto, eleven la condición femenina, mediante el mejoramiento de las condiciones de vida, educación y trabajo es esencial para hacer más lento el crecimiento de la población, una utilización más racional de los recursos naturales y a su vez un factor decisivo para lograr el desarrollo sostenible. EDUCACION AMBIENTAL Y TRANSFORMACION SOCIAL. Todo lo anteriormente planteado nos debe hacer reflexionar en que hoy si de algo podemos estar seguros es que no sabemos si ese futuro sostenible existirá o no, que no es más que una hipótesis, una hermosa y deseable hipótesis y que su realización dependerá en mucho de la capacidad que tengamos los humanos de acertar, no sólo en la diagnosis de la realidad actual, sino también en las decisiones y los actos que tomemos y realicemos para transformarla.

Es por ello que entre los factores que pueden contribuir entre muchos otros a la construcción de la esperanza se encuentra el protagonismo de la educación ambiental para poder trasformar la realidad del mundo en que vivimos mediante su impacto en la formación de nuevas mentalidades y nuevas moralidades basadas en la cultura del ser y no la del tener. Ello nos permitirá contribuir a la construcción de la verdadera democracia ambiental donde se conjuguen de forma armónica y equitativa la sostenibilidad de

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los derechos y responsabilidades humanas dentro de la relación sociedad-naturaleza.

Ello nos introduce en la cuestión de “la relación ecointerdependiente gestión local, educación ambiental, consumo sostenible e identidad nacional, para a través de la primera lograr el perfeccionamiento de la de la segunda para lograr el reforzamiento de la tercera y la cuarta, mediante el respeto a la diferencia y a la diversidad sobre la base de la participación y la totalidad. Todo ello implica reflexionar en los accionares de la gestión municipal mediante la educación ambiental para indispensablemente trabajar y educar para construir y ampliar los espacios de coincidencias multiculturales, económicas-ecológicas y sociales sobre la base de potenciar el análisis holístico de la dimensión ambiental del desarrollo humano para lograr la integración en la lucha contra el consumo insostenible en la época de la galopante globalización.

Asimismo, es un imponderable del tema objeto de reflexión colectiva que les propongo, que nos detengamos a valorar como el impacto del ritmo de generación y difusión de conocimientos obliga a la reformulación paradigmática del enfoque del hecho educativo de forma inter y multidisciplinaria pero bajo una nueva cosmovisión. Pues en un mismo discurso y sobre todo en un mismo concierto científico y político conviven los impactos que se generan producto del espacio que ceden las certezas a las interrogantes y viceversa.

En fin, es por todo ello que la reformulación de los postulados de la gestión municipal mediante la educación ambiental como factor de integración en la lucha contra la pobreza y el consumo insostenible, y sobre todo como motor de impulsos del crecimiento humano implica valorar un conjunto de habilidades y conocimientos que constituyan un

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sistema de invariantes para desarrollar un pensamiento creativo capaz de contribuir a resolver las contradicciones que nos impone la construcción de un futuro con muchas más certezas que incertidumbres.

Debemos estar conscientes que ello es una necesidad que no podemos ni a nivel individual, familiar, comunitario ni en el de los gobiernos, o en el de sociedad civil eludir si de verdad queremos lograr la necesaria integración para luchar contra el consumo ilimitado y contra la pobreza sobre la base de la gestión sostenible de todos los niveles de organización de la sociedad.

Es por todo ello que el reclamo de la cultura de la sostenibilidad comienza a nivel de proyecto de vida, de célula básica (familia) para llegar hasta los gobiernos locales para convertirnos en verdaderos promotores de la democracia ambiental, lo cual es inherente a las exigencias que nos plantea la estrategia de supervivencia para lograr el desarrollo humano sostenible. Debido a la complejidad y al vasto alcance de la problemática sugiero que profundicemos en el siguiente postulado para poder llegar a conclusiones sobre cual debe ser nuestro papel para lograr mediante la educación ambiental contribuir a la integración de nuestro fraccionado pensamiento potenciando nuestras habilidades como gestores ambientales holísticamente en todas nuestras respectivas esferas de actuación Para ello es imprescindible partir de una base epistemológica ambiental para valorar de forma ecointerdependiente como la multivariedad de factores que convergen en la concepción de aldea global conlleva a detenernos en las siguientes situaciones que se presentan a continuación.

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La economía actual fundamentada en diversas causas estructurales, las cuales no internalizan las externalidades ambientales, hace que se relacionen crecimiento con población y economía. En esta concepción se necesita un ritmo que potencie que las cosas se consuman, se quemen, se gasten, se sustituyan y se desechen a un ritmo cada vez mayor. Es por todo ello, que para lograr un consumo coherente es imprescindible que desde los países del Norte se tome consciencia de la gravedad de la situación. Ello implica que desde nuestros respectivos países del sur tengamos que luchar cada vez con más tesón, tanto de forma individual, como colectiva para contribuir al cumplimiento de uno de los objetivos más importantes de la educación relacionado al educar a la población para la acción en contra del consumo insostenible. En fin, es por ello que es un objetivo fundamental de este trabajo el de contribuir a que la población tome consciencia en la necesidad de cómo productora y consumidora exija productos mejores y menos peligrosos, que sean más duraderos, reduzcan en consumo de energía, mejoren el uso y reciclaje de materias primas y eviten la producción de enormes cantidades de excedentes y desechos. De este fin se derivan diversos propósitos: . Contribuir a facilitar en la población la comprensión de los

procesos de producción y consumo, y sus consecuencias sobre salud y el medio.

. Promover acciones de consumo y uso consciente de bienes y servicios, desde el conocimiento de sus repercusiones socioambientales.

. Conseguir unos hábitos de consumo que tiendan a la reducción, reutilización, y al reciclado.

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. Contribuir a lograr una formación crítica y responsable en la población para poder participar en los procesos sociales de defensa de los derechos de los consumidores y consumidoras y en la protección del medio ambiente.

En fin, no podemos olvidar la necesidad e importancia del papel transformador de la educación en un mundo donde como anteriormente de plantó, el aumento espectacular de la población que se prevé para este siglo, en el que el mejor de los casos para el año 2050 tendríamos una población duplicada, ha provocado una justificada preocupación, los graves problemas sociales y ambientales que enfrentamos hoy, los cuales indudablemente aumentarían. Avanzando un poco más en este razonamiento, y si analizamos la capacidad de impacto que tiene cada individuo en el planeta, ésta estaría directamente relacionada con el promedio de consumo de energía y recursos que cada persona realiza, por lo tanto un ciudadano del norte ocasiona en el planeta un impacto, infinitamente mayor que uno de un país en desarrollo. Analizar los aspectos sociodemográficos en relación con los recursos, nos ayudará a comprender el doble reto al que se enfrenta la sociedad actual, ya que es imprescindible cambiar el injusto y no equitativo modelo de desarrollo económico internacional y crear las bases socioeconómicas y educativas para reducir el índice de crecimiento de la población en los países en desarrollo, y que a la vez se reduzcan los niveles de consumo insostenibles de recursos en los países ricos del norte. Valdría la pena entonces preguntarnos: .¿El consumo de recursos naturales supone el aumento

progresivo de la población ¿

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. ¿ Cual sería el resultado al comparar el uso de recursos en una comunidad local de un país del norte desarrollado y otra del sur en vías de desarrollo?.

La degradación humana Como se ha reiterado anteriormente, las consecuencias de nuestro modelo de desarrollo se han hecho sentir en muchos de los aspectos de la vida. No sólo ha ocasionado una degradación ambiental a los recursos del planeta, sino que también es el origen de un sin fin de problemas sociales como el hambre, la pobreza, la injusticia, la desigualdad, la guerra, el derecho a la salud, etc.

Este importante análisis de la relación causa-efecto-consecuencia posee un alto valor inter y transdisciplinario y la interrelación de todos sus componentes bajo la égida de la ecointerdependencia, lo cual exige un tratamiento sistémico. Es por ello que es imprescindible potenciar las amplias posibilidades de la educación ambiental dentro del estudio de las relaciones población, ambiente para contribuir al desarrollo sostenible.

Es por ello que al analizar la relación población, consumo, ambiente y desarrollo es necesario tomar en consideración aspectos como la salud entendida como un estado de completo bienestar físico, mental y social, la cual esta íntimamente ligada a dichas realidades. La profunda degradación del medio ambiente causada por el consumo insostenible es causa directa de muchos problemas de salud.

Recordemos lo planteado anteriormente relacionado a como la filosofía de la maximización de ganancias conjuntamente con la injusticia económica esta estrechamente vinculada con la desigualdad en el reparto de los recursos sanitarios, lo cual hace que se registren

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diferentes enfermedades en un lado y otro del planeta. No obstante, los grandes avances científicos de los países desarrollados han hecho que se incremente la esperanza de vida en los mismos, pero no han impedido el avance de enfermedades ligadas a una sociedad de consumo. El acceso a los alimentos es otra de las grandes desigualdades que potencia el sistema económico imperante, ya que mientras una gran parte de la población carece de las necesidades básicas de alimento, otra accede en exceso. En la actualidad existen recursos naturales, económicos y tecnológicos para abastecer a toda la población, por tanto las condiciones para que se erradique el hambre no solo dependerán de un aumento en la eficiencia en la producción, sino que se establezcan unas condiciones auténticas de cooperación y solidaridad sobre la base de un justo orden económico. Otro de los síntomas de la degradación ambiental ocasionada por la maximización de ganancias y por el injusto orden económico internacional lo representan los diversos tipos de violencia desde la doméstica hasta su máxima expresión: la guerra. La equidad, la paz y la solidaridad se presentan como las garantías básicas para la supervivencia y el progreso, una verdadera realización de la equidad con paz y solidaridad extendidas no sólo a estados y naciones, sino también entre pueblos, religiones, etnias y sexos, y en armonía con el ambiente es un requisito básico para la supervivencia de la humanidad. Por último la convivencia de la opulencia y el consumo desmedido e insostenible y la pobreza extrema en la que viven grandes grupos étnicos y sociales marginados, y la desigualdad de oportunidades entre diferentes sexos y grupos sociales, representan aspectos indispensables a resolver para poder aspirar a lograr un consumo sostenible.

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La degradación ambiental Aquellos recursos que se consideran renovables, como el agua, el suelo, el aire, aunque no se agoten, pueden convertirse en escasos en la medida que deterioremos su calidad, y de alguna manera, los incapacite para satisfacer nuestras necesidades. La contaminación del aire se presenta como un grave peligro para el equilibrio natural de la atmósfera. Sus efectos van más allá del ámbito local, la atmósfera no reconoce fronteras, y sus mecanismos de respuesta frente a las alteraciones, son imposibles de predecir. Así lo muestra el caso del efecto de los CEC ( clorofluorocarbonados), y otros agentes químicos sobre la capa de ozono, y el consiguiente aumento de las radiaciones ultravioletas, con sus consecuencias nefastas para la vida humana; o el efecto del aumento de las concentraciones de CO2, debido a la actividad industrial y agrícola, que está provocando un calentamiento global.

La tierra también es víctima de esta actividad desenfrenada, la deforestación se ha convertido en uno de los procesos que llevan consigo problemas ambientales de carácter irreversible. Las causas son diferentes en una y otra parte del planeta, en los países en desarrollo la necesidad de suelo para cultivar, y la demanda maderera entre otras, destruye los bosques de estas latitudes; mientras que en los países desarrollados las escasas superficies forestales se ven reducidas por problemas como la lluvia ácida y los incendios.

La deforestación lleva consigo una pérdida de biodiversidad, no sólo de especies vegetales, sino también de especies animales asociadas; también significa en

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muchos casos el principio de problemas como la erosión y la pérdida de suelos fértiles. La pérdida de suelo se ve agravada por el abuso abusivo de fertilizantes y el vertido de residuos.

El agua un recurso natural considerado hasta hace poco como abundante, hoy en día presenta problemas no sólo de calidad, sino también de abastecimiento. La sequía favorecida por problemas como el calentamiento global, la sobreexplotación de los acuíferos, mala gestión, y derroche, supone para parte del planeta grandes pérdidas. La contaminación de las aguas, por vertidos procedentes de la industria y de la agricultura, en los países del norte significa una pérdida de agua aprovechable, en los del sur donde la no disponibilidad de recursos financieros necesarios hace que las prácticas de potabilización estén menos extendidas esto llega a ocasionar problemas graves de salud.

El deterioro de los recursos es un precio que tenemos que pagar por el insostenible modelo de desarrollo que tenemos. Es imprescindible cambiarlo para que nuestra calidad de vida se no continúe afectando por su deterioro; del agua, del aire y del suelo depende la vida en el planeta y muy estrechamente nuestra especie y nuestra cultura. Los invito a que usted valore lo siguiente: . ¿Cuál es su comprensión y la de su familia de los

problemas para nuestro desarrollo derivados del deterioro de los recursos naturales.?

. ¿ Comprenden usted y su familia cual es la problemática

de carácter global relacionada con la atmósfera: agujero de la capa de ozono, efecto invernadero y lluvia ácida?.

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. ¿ Posee usted y su familia los conocimientos de las causas y los problemas derivados de la pérdida de biodiversidad, deforestación, erosión y pérdida de suelo fértil?.

. ¿ Que trabajo usted ha realizado en sus respectivas

esferas de actuación en aras de facilitar la comprensión de las causas y problemas de la escasez y contaminación de las aguas?.

. ¿ Como usted valora la relación directa entre sus hábitos cotidianos de consumo y el deterioro de los recursos naturales?.

. ¿ Se considera usted un Promotor de conductas que sean

más respetuosas de las relaciones sociedad-naturaleza?. LAS ESTRATEGIAS EDUCATIVAS PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE. SUGERENCIAS METODOLÓGICAS.

“Tanto la educación académica como la no académica son indispensables para modificar las actitudes de la personas de manera que éstas sean capaces de evaluar los problemas del desarrollo sostenible y abordarlos”. Capítulo 36. Agenda 21.

“La educación ambiental debe integrar conocimientos, aptitudes, actitudes y acciones. Debe convertir cada oportunidad en experiencias educativas para sociedades sustentables” Tratado sobre educación Ambiental. Foro Global.

A continuación exponemos algunos de los principios metodológicos básicos que pueden ayudarnos a trabajar desde una perspectiva metodológica holística concreta,

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acorde a los principios de la educación para el Desarrollo Sostenible. Interdisciplinareidad

La incorporación de este enfoque en la práctica educativa está muy de acuerdo con las actuales teorías sobre el aprendizaje que demuestra que el saber no se yuxtapone, sino que se construye progresivamente en un sistema en el que cada uno de los elementos necesita interactuar con todos los demás.

La interdisciplinareidad está estrechamente relacionada con la idea de un medio ambiente global. Este enfoque interdisciplinario implica que se considere en primer lugar el sistema en el que inscribe aquel aspecto de la realidad que constituye un problema; y a partir de este momento, y para explicar cualquier fenómeno, será preciso establecer un marco global de referencia, que integre la aportación concreta de las diferentes materias, destacando su interdependencia.

No hay que olvidar que vivimos en un mundo interdependiente, las relaciones e influencias son cada día más numerosas. Esta interdependencia semejaría un gran entramado donde todo está relacionado. Compromiso y acción local.

La educación enfocada a la resolución de los problemas concretos de medio ambiente, tiene necesariamente que centrar parte de sus esfuerzos en el entorno inmediato. La educación no sólo ha de incidir en el conocimiento de los hechos y conceptos, sino que se tiene que concretar en el programa a tomar decisiones y participar en acciones

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concretas, en aquel entorno en el que se sientan más próximos, donde las realidades son más cercanas.

Pero este compromiso de acción no debe quedar limitado a un entorno próximo, es importante que se emprendan actuaciones frente a los problemas de carácter más amplio, mediante por ejemplo la participación en campañas o proyectos de cooperación. Hacemos de nuevo alusión al principio de “ Pensar globalmente, actuar local y globalmente”. Cooperación

El aprendizaje cooperativo tiene que ser una práctica habitual a la hora de trabajar este tipo de educación. La cooperación no sólo debe ser un concepto que se debe aprender, también puede ser el elemento motivador que guíe nuestro aprendizaje.

Resulta interesante trabajar este aspecto en el marco del grupo, analizar a través de actividades cuales son las actitudes y mecanismos de cooperación del propio grupo, para luego trasladarlos a elementos de la realidad.

En la raíz misma de la cooperación está la diversidad, el respeto por la diferencia, y la resolución de conflictos de forma cooperativa. El conflicto, favorecedor del aprendizaje.

Entendiendo por conflicto una situación de incompatibilidad de metas, que un conflicto tiene causas, desarrollo y consecuencias; y por último que está relacionado que no es algo aislado y es positivo. Reúne las características apropiadas como elemento motivador para un proceso de aprendizaje.

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El aprendizaje significativo cuenta con la motivación como elemento fundamental del proceso de aprendizaje. El análisis, la crítica y la búsqueda de soluciones a los problemas, contribuye a esta motivación.

La utilización de técnicas de resolución de conflictos y la negociación de soluciones consensuadas constituyen una importante línea metodológica a seguir en la educación para el desarrollo sostenible Enfoque socioafectivo.

Para cambiar las actitudes y los hábitos es necesario experimentar, hay que contar con la vivencia. Este enfoque trata de potenciar lo afectivo y lo vivencial a la hora de afrontar socialmente cualquier problema y señala tres momentos: sentir, pensar y actuar.

Como factor de motivación, necesario para construir los aprendizajes significativos, basa sus cualidades en la participación y la actividad que refuerzan la vivencia del problema, indispensable para educar en valores.

Como factor de motivación, necesario para construir los aprendizajes significativos, basa sus cualidades en la participación y la actividad que refuerzan la vivencia del problema, indispensable para educar en valores.

El desarrollo y la aparición de muchas de iniciativas diferentes de EA tanto en los contextos de la educación formal como de la no formal, han suscitado una serie de cuestionamientos acerca de la efectividad de dichas iniciativas en la resolución de los problemas ambientales. Aparecen asimismo diferentes y heterogéneos objetivos, metodologías y programas que ponen en entredicho el concepto unificador de la EA. Se desconoce también hasta

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qué punto ciertos programas obedecen a intereses reales de concienciación y acción ambiental o a otro tipo de talante propagandístico, personal, institucional.

En este escenario es imprescindible continuar profundizando para poder perfeccionar y discutir los diversos resultados de diferentes experiencias educativas para lograr contribuir a su sistematización.

En fin, somos del criterio de que es muy necesario de que todos tomemos consciencia de la importancia de nuestro trabajo como educadores y educadoras ambientales. Ello debe ser el resultado de nuestra cultura ambiental en nuestros proyectos de vidas para poder con nuestra experiencia personal y colectiva aportar a la EA métodos de seguimiento y control de su eficacia.

Una de las principales preocupaciones que debe de asaltar es la encontrar indicadores para valorar la adquisición de conocimientos, el cambio de actitudes y la modificación de comportamientos. Para ello es que a continuación presentamos, sin el ánimo de agotar el tema, una serie de sugerencias que son el resultado de la sistematización de diversas experiencias educativas.

Requisitos para seleccionar indicadores. Es indispensable tener en consideración los siguientes aspectos para poder determinar que indicadores serán los que debemos utilizar. 1- Necesidad de poseer un Marco teórico de referencia de la EA, cuyo objetivo es ofrecer elementos de reflexión y análisis que faciliten el cambio conceptual, metodológico y didáctico.

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2- Catálogo de criterios para facilitar la reflexión sobre en qué medida un determinado programa o actividad es coherente con el marco teórico y unificador de EA. Las fuentes de las que se debe sistematizar dichos criterios son todos aquellos documentos que constituyen el marco definitorio de la EA: las diferentes recomendaciones de la Conferencia de Tbilisi, con especial coincidencia en el capítulo “La función, los objetivos y los principales rectores de la EA”; reuniones y congresos celebrados tanto a nivel estatal como internacional. 3- Metodología que debe usarse para la utilización de instrumentos evaluativos.

Antes de continuar es indispensable destacar, que para la elaboración de cualquier indicador, es imprescindible considerar a la EA en sentido amplio, sin restringirla al contexto escolar para contribuir a su valoración ecointerdependiente y no en actividades puntuales y muy específicas.

Es muy recomendable que los indicadores que se pretendan construir tomen como base criterios de fácil comprensión para profesionales de distintas disciplinas y ámbitos de trabajo, suficientemente amplios para comprender los contextos formal y no formal de la EA y relativos a cuestiones concretas acerca del programa que queremos desarrollar.

No podemos olvidar, que el objetivo fundamental de este trabajo modesto consiste en motivar a todos los profesionales y población en general para que trabajen mediante la EA, para lograr la sostenibilidad del consumo.

La importancia de interiorizar dicha necesidad debe convertirse en un valioso instrumento que les permite

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analizar y reflexionar de forma ágil sobre los planteamientos, metas y fines de sus actividades y proyectos de vidas. La utilización del catálogo de criterios de EA cumple una doble función: . Detectar planteamientos erróneos o aspectos de los que carece nuestro proyecto de vida con respecto a la relación ambiente y consumo, desde el planteamiento de una evaluación formativa y secuencial . Sistematizar un pequeño guión para la planificación y diseño de las distintas dimensiones que deben incluirse en una nueva actuación. La educación ambiental: fines y objetivos.

La necesidad de una Educación relativa al Medio Ambiente (EA) ha estado reconocida por la Comunidad Internacional desde la Conferencia de las Naciones Unidas celebrada en Estocolmo(1972) sobre el medio ambiente:

Los organismos de las Naciones Unidas, en particular la UNESCO, y las otras instituciones internacionales interesadas, adoptan de acuerdo. Las disposiciones necesarias para establecer un Programa educativo internacional de enseñanza interdisciplinar, escolar extraescolar, relativo al medio ambiente, cubriendo todos los niveles de enseñanza y dirigido a todos, jóvenes y adultos, con el objetivo de hacerles conocer la acción simple que ellos pueden realizar, dentro de sus limitaciones, para generar y proteger su medio ambiente.

Desde esta fecha histórica para la EA, han ido sucediéndose importantes reuniones nacionales e internacionales: Coloquio de Belgrado (1975), Conferencia de Tbilsi (1977), Conferencia de Moscú (1987), Jornadas de Sitges (1983), Jornadas de Valsaín (1987), las Navas

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del Marqués (1988), así como numerosos encuentros, Seminarios y jornadas de carácter automático, provincial o local. Todas estas reuniones han ido configurando esta modalidad educativa.

De todos estos encuentros fue la CONFERENCIA DE TBILISI la que proporcionó de manera global las finalidades de la EA y que consideraremos como los FINES EXPLICATIVOS DE TODO PROGRAMA de EA. Entre los más importantes se destacan: . Deben permitir a los hombres y las mujeres comprender la

estructura compleja del medio ambiente, tal que resulta de la interacción de los aspectos físicos, biológicos, sociales y culturales.

. Toma de conciencia de la importancia de la conservación

del medio ambiente en los esfuerzos de desarrollo. Se deben difundir informaciones sobre distintas alternativas de desarrollo acordes con el medio, promoviendo la adopción de estilos de vida que posibiliten un equilibrio más armónico.

. Adquirir conciencia de las interdependencias económicas,

políticas y ecológicas del mundo moderno, desarrollando un espíritu de responsabilidad y solidaridad entre países y regiones.

. Desarrollo de todas las personas miembros de la

colectividad de una amplia gama de destrezas científicas y técnicas para interpretar racionalmente el medio ambiente.

. Necesidad de un análisis crítico de los problemas del

medio ambiente, introduciéndose en los diferentes contextos educativos las modificaciones necesarias. Necesidad de reconstruir la cadena causal de un problema

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determinado, investigando las causas inmediatas y también las lejanas.

Educación ambiental y sostenibilidad del consumo.

Es imprescindible la búsqueda constante de alternativas para precisar las características de la EA, referidas a la concepción y estructuración del contenido educativo, las estrategias educativas y la organización del proceso de enseñanza y aprendizaje para potenciar la sostenibilidad del consumo. Para ello se recomienda tener en consideración lo siguiente: . Tener definido claramente el sector de la población a la

que va dirigido el Programa de EA. . Si el programa se dirige a un amplio espectro de la

población, deben existir adaptaciones particulares a los diferentes grupos que configuran dicho espectro.

. Deben considerarse en el diseño el nivel socio-cultural, la

identidad, el marco vital de los sujetos, el sexo, y otros factores que puedan influir en su desarrollo.

. Debe abordar la calidad y problemática ambiental en las

que están insertas las personas a las que va dirigido. . Debe posibilitar la adquisición de una perspectiva regional

y mundial de los problemas ambientales pensando en el futuro.

. Prever la posibilidad de que los sujetos a los que va

dirigido realicen formulaciones de los conceptos y procedimientos programados.

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. Ayudar a clarificar e identificar los valores ambientales propios de las personas participantes con el fin de favorecer una auténtica toma de decisiones.

. Debe inducir a la creación de valores, sin temor a las

reacciones externas y de la comunidad. . Debe permitir a las personas participantes explorar y

alcanzar consciente y deductivamente sus valores ambientales.

. Estará abierto a que las y los participantes manifiesten una

actitud crítica hacia los conceptos que el programa desea que se alcancen.

. Motivar a las personas a interrogar e interrogarse sobre la

realidad que les rodea, y sobre ellas mismas. . Facilitar la confrontación de actitudes y valores entre las y

los participantes de diferentes niveles socioculturales. . Posibilitar la toma de conciencia de los problemas que

obstaculizan la calidad ambiental individual y colectiva. . Favorecer el análisis final y la toma de conciencia de los

diferentes factores que intervienen en una problemática ambiental.

. Recoger y potenciar la utilización de métodos de análisis

de la realidad, basados en una amplia diversidad de enfoques y perspectivas.

. Fomentar la creatividad para el descubrimiento de nuevas

vías que posibiliten soluciones nuevas a los problemas medioambientales.

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. Promover la participación en una definición colectiva de las estrategias y acciones tendentes a resolver los problemas que afectan a la calidad ambiental.

. Clarificar las causas de los problemas ambientales y los

medios adecuados para resolverlos. . Promover un sistema de valores tendentes a considerar

aquellas decisiones que sean útiles, buenas y bellas para el bienestar colectivo e individual.

. Facilitar las decisiones que se toman sobre la gestión del

medio y en función de que valores han sido tomadas. . Incitar a las personas a clarificar las intenciones que

subyacen a las diferentes decisiones. La educación ambiental: aspectos ambientales.

Debemos tener muy presente la importancia de la cultura, ya que la misma engloba a los diferentes conocimientos que se transmiten de generación en generación. Además, configura el modelo de intervención sobre el entorno de dicho grupo cultural sobre la base de su cosmovisión de la relación sociedad-naturaleza.

Hay que tener en consideración que las diferentes especies poseen unos mecanismos de regulación y control que preservan el equilibrio, haciendo posible su supervivencia, evitando el agotamiento de los recursos de los que depende.

En contraposición a ello, el hombre y la mujer con su capacidad tecnológica de adaptación, han podido hasta el momento sortear muchos de estos límites del sistema.

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Una de las soluciones a esta situación es la transformación de la concepción cultural de las relaciones persona- ambiente que posibilite un autocontrol y regulación del sistema humano. Por tanto, el objeto de la EA consistiría en transmitir a todas las personas una idea más adaptada del papel del hombre y la mujer en el ecosistema y fomentar un nuevo modelo de relaciones.

Un programa de EA válido debe situarse dentro de un modelo explicativo de la biosfera y dirigirse a corregir aspectos relevantes de los desajustes en el comportamiento de la especie humana de forma ecointerdependiente.

Precisamente, se considera importante presentar algunas recomendaciones que desde el punto de vista científico pedagógico y ambiental son muy útiles para poder elaborar un programa que redunde en el aumento de la cultura ambiental como factor de sostenibilidad del desarrollo humano. Algunas de ellas son las siguientes: . El contexto especial en el que se desarrolla el programa y

/ 0 los programas que aborda, determinan el interés y la competencia ambiental de la actividad educativa.

. Hacer referencia a las dimensiones fundamentales del sistema sobre el que actúa.

. El éxito ambiental de la actividad educativa se traduce en

una incidencia real y positiva sobre el medio. Puesto que esto no puede medirse con criterios subjetivos deberemos buscar unos indicadores adecuados. Debe contemplarse explícitamente que las actividades promueven un mayor respeto y defensa del medio ambiente, incidiendo en actuaciones concretas que produzcan una mejora tangible, aunque sea mínima, de algún aspecto ambiental del entorno de la persona.

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. Es importante no obviar los impactos ambientales negativos que las actividades desarrolladas pueden causar en el medio, valorando si los logros educativos programados justifican los desequilibrios provocados. Se pueden recoger una serie de medidas que minimicen los problemas ocasionados a los seres vivos, actuaciones económicas o actividades sociales sobre los que se va a actuar.

Se valorarán positivamente los programas que: . Induzcan una reducción del consumo excesivo y el

reconocimiento de los intangibles ambientales (agua, suelo, aire...) como bienes escasos.

. Faciliten el establecimiento de relaciones entre los

fenómenos naturales y sociales a escala local y global. . Consideren el conocimiento y desarrollo de efectos y

actitudes positivas hacia el propio entorno vital como valores educativos.

. Despierten el deseo de colaborar activamente en las

causas ambientales.

. Fomenten el análisis de la gestión ambiental de una manera crítica y objetiva.

. Eviten impactos ambientales negativos y desarrollen actividades con incidencia positiva en el paisaje.

. Busquen la conexión con la gestión real del medio

ambiente en el contexto social y geográfico en que se desarrollan.

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. Especifiquen para qué situaciones ambientales está redactado (espaciales y/o problemas).

. Señalen cuáles son los parámetros fundamentales del

aspecto ambiental sobre el que se pretende incidir. Cualquier situación ambiental es el resultado de un sistema de interacciones complejas. El programa educativo debe hacer referencia a las dimensiones fundamentales del sistema de interacciones complejas. El programa educativo debe hacer referencia a las dimensiones fundamentales del sistema sobre el que actúa.

La educación ambiental: aspectos psicopedagógicos. Analizando el estado actual de las acciones emprendidas en EA se observa la no explicación, en la mayoría de ellas, de un modelo didáctico ecointerdependiente y totalizante. Esto nos anima, sin el ánimo presentar un trabajo completo, a trabajar en definir los criterios para construir un programa dentro de los cuáles se tenga en cuenta: . necesidad de la elección de contenidos en

correspondencia con los objetivos . selección de la metodología o la forma más activa y

creativa en la que trabajamos dichos contenidos . la importancia del carácter educativo y transformativo del

tipo de evaluación a través del cuál analizaremos nuestros procesos educativos.

Todo lo anteriormente planteado nos indica que se

potencie la necesidad de trabajar en equipos para poder diseñar sus actuaciones. Ello implica, que es necesario reflexionar sobre cómo se produce el aprendizaje y se

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contribuye al desarrollo de la cultura ambiental. Esta propuesta que invitamos a valorar para que sea enriquecida con la práctica y se perfeccione está fundamentada en una concepción activa y constructiva del proceso enseñanza aprendizaje. Donde debe ocupar un espacio de significación extraordinaria el carácter holístico de la dimensión ambiental.

En fin, se recomienda que sobre la base de las características del objeto y el sujeto del programa se tenga en consideración la importancia de lo siguiente: . La caracterización sociocultural y el conocimiento de los

esquemas previos que posee la población que va a aprender tienen una gran importancia.

. Para encontrar un sentido a los contenidos debemos

establecer relaciones ecoiterdependientes. . Hay que utilizar alternativas que le permitan a las personas

que aprenden construir activamente sus significados sobre la base de la cotidianidad.

. Es imprescindible lograr que los y las estudiantes son

responsables de su propio aprendizaje.

No debemos olvidar a la hora de diseñar nuestras actuaciones educativas el nivel evolutivo, la presencia de información en su mente y las actitudes de la persona para relacionar la nueva información con la que ella posee.

Por otro lado vale la pena detenernos y valorar el marco

teórico de preferencia según los planteamientos de la CONFERENCIA DE TBILISI y la TEORÍA CONSTRUCTIVA DEL APRENDIZAJE.

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Este potencial metodológico que sirve de base orientadora para la acción es un camino que debemos estudiar para poder lograr mejores resultados. No obstante, es necesario que nos plantiemos como base orientadora la forma general de seleccionar los contenidos ( conceptuales, actitudinales y procedimentales) procediendo de lo concreto a lo abstracto, de lo local a lo regional; aumentando la complejidad de los contenidos progresivamente teniendo en cuenta la capacidad de la persona de relacionar y comprender las distintas interacciones ecointerdependientes de las partes que compete el todo de forma totalizante e integrada.

Debemos estar consciente de la necesidad de que nos convirtamos en verdaderos comunicadores que posibilitemos que las personas se acerca de manera vivencial a la realidad cotidiana, favoreciendo a través de las actividades programadas la percepción global de las mismas pero de forma integrada.

Los planteamientos anteriores tienen una serie de implicaciones: . Tratamiento intery transdisciplinario, partiendo de núcleos

conceptuales que integren de forma ecointerdependiente las diferentes áreas del saber. No debemos olvidar que todas las áreas de conocimiento poseen su dimensión ambiental.

. Contacto directo con la realidad de la propia persona, por

ello es importante tener en cuenta que fuera del local u área de aprendizaje encuentran una serie de intereses que le atraen afectiva e intelectualmente.

. Partir de lo cotidiano, de la realidad más cercana a la

persona, de su entorno más inmediato, teniendo en cuenta

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que la persona aprende relacionando lo conocido con lo desconocido, en un continuo juego de equilibrio-desequilibrio, orden -desorganización.

. La imprescindible necesidad de adaptarnos al nivel

evolutivo del sujeto. Se deben priorizar los contenidos y conceptos estructurales que sean capaces de propender hacia la integración de otros conceptos.

Metodología y Motivación . Es necesario partir de los centros de interés de las

personas, conectando con los problemas de su realidad, de la comunidad en la que se inserta y encauzando el proceso de trabajo hacia la solución de éstos, que motivarán intelectual y afectivamente a las personas participantes en el programa.

. La selección de sus centros de interés debe realizarse

mediante una discusión previa con los y las participantes en el programa.

. Potenciar el trabajo en equipo, la cooperación y

solidaridad, propiciando situaciones en las que se puedan exponer y contrastar las diferentes ideas de los y las participantes.

. Desplazar y hacer evolucionar las ideas de las personas,

sin considerarlas como meros errores, creando en ellas conflictos cognitivos que les motiven a reconstruir sus conocimientos y creencias.

. Incluir una fase de trabajo de relación de los

conocimientos con los que la persona ya poseía, así como su transferencia a contextos diferentes.

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Evaluación Todo modelo de evaluación parte de unos presupuestos teóricos implícitos o explícitos. Desde la posición del modelo constructivista la evaluación es un proceso evolutivo, que investiga el acto educativo, concibiéndose éste como hipótesis de trabajo y que revierte en él constantemente de manera que posibilite y promueve el cambio (A. Pérez, 1983).Se entiende el cambio como la modificación de concepciones, hábitos, actitudes y modos de interpretar de los que participan en el acto educativo y del entorno. Este modelo de evaluación es formativa, objetiva y cualitativa, pudiéndose convertir en cuantitativa en determinados momentos. Ante todo debemos preguntarnos ¿QUÉ ES EVALUAR? ¿ COMO YO EVALUO?

En la respuesta que nos demos es necesario que tengamos en consideración, que la misma abarca todos los elementos que intervienen en el proceso educativo: . Actitudes: del educador y educadora y de los participantes . Metodología . Recursos materiales y humanos . Relaciones sociales

Debe detectar tanto cambios en la adquisición de conocimientos, como en la modificación o reforzamiento de ciertas actitudes y posibles cambios en comportamiento ambientales.

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¿Quiénes han de evaluar? . Educadores y educadoras . Participantes . Instituciones

Rechazando los tipos de evaluación externa que se pueden vivir como enjuiciadora, imprenta y con una carga negativa. ¿Cómo se ha de evaluar?

La evaluación formativa ha de investigar toda la acción educativa, respetando las opiniones e interpretaciones que poseen los y las que viven la acción educativa, teniendo el derecho de conocer los resultados del proceso evolutivo.

Se debe garantizar la confianza de los resultados de la evaluación, precisando sus métodos, sus supuestos y su lenguaje específico, de manera que los resultados puedan entenderse, analizarse y contrastarse. La pluralidad y flexibilidad de métodos no deben impedir el rigor del proceso. Criterios para evaluar programas de EA

Los criterios se presentan a modo de preguntas que garanticen la reflexión colectiva. No se pretende obtener respuestas tajantes y concluyentes, sino más bien posibilitar la discusión sobre los motivos y el cómo de los programas ambientales. Para cada pregunta existen dos aspectos básicos: . ¿Está incluido este aspecto en mi programa?

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. ¿Cómo se lleva a cabo, con qué métodos se evalúan sus efectos?

La óptima utilización de este material depende de la

actitud abierta y sincera, proclive a un proceso de crítica constructiva y de autoevaluación de los diferentes implicados en el proceso de evaluación: destinatarios y destinatarias, educadores y educadoras e instituciones. Educacion ambiental y consumo sostenible.

Para el mejor entendimiento de la importancia del papel de la educación ambiental en como factor e instrumento de la sostenibilidad del consumo es necesario considerar la formación continua en Educación Ambiental (EA) como un proceso que en algunos países aún se denomina capacitación, pero en el que resulta recomendable adoptar el término de "formación" a fin de favorecer una mejor comprensión y alcance de dicho concepto.(ver anexo1)

Consideramos que es muy importante que cada uno de nosotros independientemente de su esfera de actuación profesional nos preguntáramos lo siguiente: .- ¿ Qué características generales debería tener la formación continua en EA para contribuir a la sostenibilidad del consumo ?

Entonces, vale la pena analizar la necesidad de la introducción de la EA en los sistemas educativos, lo cual pone en evidencia la lo imprescindible de lograr un nuevo perfil de profesorado, concienciado y formado para abordar la problemática ambiental holísticamente, donde ocupe un significativo lugar la importancia de la sostenibilidad del consumo. Ello les permitirá asumir conceptos, procedimientos y actitudes nuevas acorde con la filosofía del

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ser mediante enfoques ecointerdependientes; un profesorado capaz de reflexionar sobre su propio proyecto de vida y sobre todo sobre la sostenibilidad de su práctica educativa, para transformarla y convertirse en facilitador de aprendizajes productivos y creativos de alumnas y alumnos en correspondencia con la sostenibilidad del desarrollo humano sostenible.

Todo ello nos obliga a destacar, que esta preparación debe ser proporcionada al profesorado desde su formación inicial, entendiéndola como un proceso continuo en el que se ofrezcan itinerarios o vías formativas coherentes con sus necesidades y potencialidades, en los que se integren aspectos conceptuales, metodológicos, actitudinales y se relacione la teoría con la práctica de la cotidianidad.

Esta importante preparación se debe extender al profesorado de todas las disciplinas o áreas de conocimiento, y no solamente al de ciencias naturales u otras consideraciones afines a estos planteamientos, para superar el sesgo naturalista y adoptar una perspectiva integradora de los aspectos socioculturales y económicos., donde se potencie la importancia del consumo sostenible en el estudio de la relación sociedad-naturaleza.

En este mismo orden de pensamiento es necesario subrayar, que hay que integrar de forma armónica la formación enfocada hacia los centros educativos y hacia la comunidad, en los que el profesorado se entienda como miembro de un equipo docente que trabaja en proyectos integradores para lograr la sostenibilidad del desarrollo humano potenciando el desarrollo local. Para ello es imprescindible el perfeccionamiento continúo de los aspectos de organización, gestión y funcionamiento escolar acorde con la importancia de la sostenibilidad del consumo en la relación población, ambiente y desarrollo.

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Dicha formación en EA se debe extender también al profesorado en ejercicio y a los gestores educativos de formación técnica y/o profesional -enseñanzas integradas en el nivel medio en muchos países- y en la que los estudiantes se preparan para una profesión futura en la cual la responsabilidad hacia el medio ambiente es esencial.

Asimismo, es también imprescindible la formación de gestores educativos, supervisores, asesores pedagógicos y equipos directivos, vinculando esta formación a la del profesorado de los distintos niveles y modalidades del sistema educativo, promoviendo el intercambio permanente entre los distintos agentes del proceso, donde se destaque la importancia de los proyectos de vida sostenibles.

En fin, es una necesidad primordial que la formación en EA se extienda a otros profesionales de los ámbitos sociales, económicos y culturales vinculados a la relación producción, consumo, ambiente y desarrollo, profundizando en la importancia de la cultura ambiental de los diferentes empresarios y políticos.

De igual forma, es importante preocuparnos por el tipo de capacitación que se debe dar al profesorado acorde con las exigencias del consumo sostenible. Para ello es importante valorar: • La necesidad de atender tanto a los aspectos conceptuales

del medio ambiente y de la EA como a los metodológicos que deben orientar su praxis a partir de la necesidad e importancia de la sostebilidad del consumo en la filosofía del ser..

• Deberá propiciar el desarrollo de la capacidad para

descubrir relaciones entre los aspectos y contenidos que determinan el estudio e interpretación del medio ambiente y

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de la problemática ambiental que se genera a partir de las relaciones actuales de la globalización del consumo insostenible y de sus impactos económicos, ecológicos y sociales.

• Se debe trabajar en aras de fomentar la creación de redes

de acción y espacios de encuentro entre los aspectos y contenidos que determinan el estudio e interpretación del medio ambiente y de la problemática ambiental del consumo partiendo de la comunidad hasta llegar a la globalidad.

• Es imprescindible promover la capacidad de dinamización

y de acción del profesor en su práctica profesional y de compromiso ético de contribuir a la solución de los problemas ambientales que generan los patrones de consumo actuales, partiendo del aprovechamiento de todos los recursos e infraestructuras a su alcance.

• Es una condición básica la atención a la comprensión de

la diversidad cultural del país y sus implicaciones desde el punto de vista de la gestión y de la EA para contribuir a la formación de la cultura de la sostenibilidad.

• Es una condición sine quanon la formación para la

participación activa de los profesores y su integración en proyectos interdisciplinarios en el ámbito escolar y comunitario, pensada como inversión para el desarrollo de la creatividad y orientada al ser humano sobre la filosofía del ser y no en la del tener.

En fin, se debe priorizar la búsqueda de mecanismos y estrategias educativas que potencien el empleo del centro educativo y del aula como espacio de identidad y significado, así como de sus condiciones generales de organización y funcionamiento, que deben ser ambientalmente adecuadas a

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las características y exigencias de la sostenibilidad del consumo.

Si estamos de acuerdo con lo anteriormente planteado, debemos entonces preguntarnos: ¿Qué obstáculos o condicionantes habría que superar y/o qué errores evitar?:

La experiencia en diversos países sobre la puesta en práctica de diversos planes de formación en EA nos plantea, la importancia de potenciar a nivel regional algunos aspectos que suponen obstáculos al desarrollo de los procesos necesarios para obtener el impacto requerido en la EA en la lucha por la sostenibilidad del consumo. Es por ello que atendiendo a su conceptualización, a su metodología y a su formulación estratégica, vale la pena destacar, que entre estos aspectos se pueden señalar: • La falta de claridad en las competencias y

responsabilidades de los diferentes sectores, instituciones y actores comprometidos con la relación EA y consumo sostenible, y lo cual dificulta la construcción de mecanismos de interacción, elemento fundamental para el logro de propósitos comunes.

• La atomización de acciones, actividades y proyectos, y la

descoordinación interinstitucional para luchar contra la insostenibilidad del consumo. Ello ha conllevado a que se presenten serios problemas para sistematizar los procesos, de evaluar los impactos y de aplicar los correctivos y ajustes para avanzar en los propósitos de que la EA se convierta en un factor de lucha contra la insostenibilidad del consumo en los diferentes contextos educativos (hogar, comunidad, localidad, región, país).

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• La insuficiente formación de los gestores, directores, supervisores, asesores pedagógicos y coordinadores, en el campo de la EA, dificulta las relaciones de los actores y trae como consecuencia conflictos derivados de la falta de claridad de objetivos comunes y de roles que cada uno debe asumir en los procesos, y el poco apoyo que se brinda a los que ejecutan los proyectos y las acciones obstaculizando la negociación y la concertación.

• La escasa reflexión sobre la importancia que tiene la

cosmovisión de las diferentes culturas en las estrategias de formación, trae como consecuencia el divorcio entre los actores y los procesos de formación.

• La compartimentalización presente aún en los esquemas

de formación, dificulta la construcción de conceptos fundamentales sobre la importancia de la sostenibilidad del consumo en la EA, como son la integración y la interdisciplinariedad para el desarrollo de la visión sistemática de la relación sociedad-naturaleza.

• La persistencia que ha tenido la visión natural y ecológica

en las acciones y proyectos de la EA, dificulta la reflexión necesaria en lo referente a la cultura y la sociedad para la comprensión de la problemática ambiental del consumo en el marco del Desarrollo Sostenible y generan la incompleta construcción de los contextos.

• La existencia de un divorcio entre la formación inicial y la

formación continuada, impide la secuencialidad y sistematización de los procesos de la EA.

• La ausencia de la sistematización de los procesos de

investigación en EA y consumo sostenible obstaculizan los avances de las propuestas y proyectos para el logro de los objetivos pretendidos.

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MODALIDADES Y ESTRATEGIAS DE FORMACIÓN PERMANENTE EN EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE.

Debemos partir de la invariante, de que la formación permanente en EA para el desarrollo de la cultura de la sostenibilidad deben ser responsables todos los actores y/o agentes con base en una estrategia de concertación nacional que permita la adopción de estrategias multidisciplinarias, en el marco de la ecointerdependecia de la políticas educativas, comerciales, económicas, ambientales, desde el nivel local hasta el nacional, atendiendo a la importancia de los estudios de la relación población, ambiente, consumo y desarrollo sostenible (ver anexo 1, 4)).

De igual forma, es conveniente establecer convenios de formación entre diferentes instituciones públicas y privadas -Ministerios de Educación, Universidades, ONG, etc.) para su implementación con la participación de la sociedad civil. Ello implica la capacitación e Identificación de personas idóneas que garanticen la calidad de la formación, y utilizar estructuras e infraestructuras que permitan desarrollar actividades de formación optimizando los recursos humanos y la cultura comunitaria.

Asimismo, es importante que se considere como una de las modalidades más adecuadas el intercambio de experiencias prácticas y su adecuación según las necesidades y posibilidades de cada país, región y localidad creando vías de comunicación para la consulta permanente de las estrategias utilizadas que permitan recrearse en la importancia de la sostenibilidad del consumo dentro del estudio de la relación sociedad-naturaleza.

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Todo lo anteriormente planteado, nos indica que nos encontramos ante la necesidad de promover la formación institucional e interinstitucional para que la EA genere espacios que desarrollen nuevas actitudes y comportamientos ante el consumo dentro de los estudios de la relación sociedad-naturaleza. Para ello debemos elaborar proyectos de información, comunicación, divulgación y capacitación que permitan crear las bases para la sistematización de la formación en EA. A toda la población.

En dichos proyectos es indispensable la integración grupos de supervisión, de docentes, de representantes del estado y sociedad civil en general. Algunas formas de implementación podrían ser encuentros presenciales, semipresenciales y a distancia, entre otros, pero lo que debe primar es la participación consciente en la solución de los problemas de la relación sociedad-naturaleza..

Un requisito básico a tener en cuenta en dicha formación en EA para contribuir a la sostenibilidad del consumo es la consideración de la diversidad cultural para que dicha formación responda a diferentes realidades que posibiliten la construcción de una sociedad intercultural. Para ello es imprescindible adecuar la formación continua y sus estrategias a las necesidades de los diferentes destinatarios., lo cual permitirá evaluar de manera continua y formativa, la formación del profesorado, referida a conceptos, procedimientos, actitudes y valores, y formando parte de la investigación acción participativa.

No podemos olvidar, que la elaboración, difusión y aplicación de materiales didácticos específicos sobre la relación población,consumo-ambiente-desarrollo es un importante instrumento de formación ambiental. Para que sea eficaz es preciso un proceso continuo de revisión,

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actualización y evaluación adecuado a las nuevas necesidades a nivel local, regional, nacional e institucional.

Finalmente, a partir del reconocimiento de la interrelación entre los estudios de población, consumo-ambiente-desarrollo es una necesidad de primer orden la realización de esfuerzos encaminados de los diferentes países para incorporar en las propuestas de EA al sistema educativo la importancia de la sostenibilidad del consumo. Ello resulta imprescindible concretar y llevar a la práctica mediante acciones que, superando los obstáculos existentes, las hagan viable tanto en el centro educativo como en el resto de la comunidad para lo que es prioritario la formación continua del profesorado y la concientización de la necesidad de los cambios en los patrones de consumo de toda la población.

Es importante reiterar, que la perspectiva ambiental debe formar parte de la educación y formación profesional de todos los diferentes actores sociales, pero fundamentalmente de todos los que intervienen en la cadena de producción y de servicios.

Es fundamental también que la opinión pública y los interlocutores sociales puedan tener mucha más información con respecto a la relación consumo, ambiente y desarrollo mediante la educación ambiental, ya que todos tenemos el derecho a recibir la información correcta, para poder como consumidores elegir con conocimiento de causa. Ecointerdependencia : población, consumo, educacion ambiental, integracion iberoamericana y gobiernos locales.

Ante el consenso del concierto científico y político de América Latina y el Caribe sobre la situación actual y los desafíos que en el futuro no muy lejano enfrentarán nuestros

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pueblos surge la incertidumbre sobre que hacer para que los gobiernos locales utilicen las potencialidades de la educación ambiental como una verdadera herramienta para lograr la sostenibilidad de los procesos de producción y consumo potenciando el papel de la integración. Ello es condición indispensable para alcanzar el desarrollo humano en una época caracterizada por la globalización galopante, ya que los mismos presentan carencias y debilidades cuya superación no admite espera( ver anexo 3).

Por eso es que es importante que todos reflexionemos acerca de la relación Población, Consumo- Educación Ambiental como factor de integración iberoamericana y como instrumento de empoderamiento para lograr la sostenibilidad de la gestión de los gobiernos locales en un clima democrático y de respeto de los derechos humanos sobre la base de que la población es el objeto y el sujeto del desarrollo ( VER ANEXO 1).

Debido a la actualidad, importancia y vigencia de la temática es que nos sentimos altamente motivados a presentar un conjunto de reflexiones con el objetivo de contribuir al surgimiento de espacios interactivos que redunden en beneficio de la sostenibilidad del consumo potenciando el papel de la integración para contribuir al desarrollo humano sostenible a nivel local, regional e iberoamericano. De ahí lo oportuno de esta reflexión colectiva y el compromiso de los académicos, sociedad civil y de los gobiernos locales en promover y desarrollar todas las iniciativas que constituyan aportes al fortalecimiento de la Educación Ambiental como factor de sostenibilidad del desarrollo mediante la democracia ambiental holística y los derechos humanos, partiendo del nivel local hasta alcanzarlo en el nivel nacional y regional iberoamericano.

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Luego de valorar varios enfoques posibles sobre este importante y apasionante tema, opté por asumirlo bajo una mirada de predominancia socio-política y económica ecológica bajo la óptica de la ecointerdependencia y de los enfoques totalizantes, pero teniendo como idea rectora que la población es el objeto y el sujeto del desarrollo y que la participación consciente de la misma en todas las actividades como verdaderos actores sociales es una condición sine quanon para lograr el Desarrollo Humano Sostenible (ver anexo 4).

Asimismo, asumo que la "E A implica un proceso de reflexión y toma de conciencia por parte de toda la sociedad de que los procesos socioambientales emergentes movilizan la participación ciudadana en la toma de decisiones en todas las manifestaciones de la vida, junto con los métodos de investigación y formación con una mirada holística y de enfoques inter y multidisciplinarios partiendo de la localidad hasta la globalidad de forma ecointerdependiente y totalizante" (Cabrera, 1997 a).

De esta manera es que quisiera contribuir a la reflexión colectiva sobre la base de un contexto holístico (económico, ecológico y social) y de proyección hacia el futuro donde se valore de forma ecointerdependiente (multicausalidad, impacto, causa consecuencia) como nuestras dudas e interrogantes se han transformado en manifestaciones de la crisis de civilización. Una crisis de enorme repercusiones que nos coloca frontalmente en el paradigma emergente del cambio de seguridad nacional por seguridad ambiental y de la integración ante la globalización de todos los caminos de las esferas de la sobrevivencia y del bienestar humano.

Es importante reconocer, que hoy todo es posible a la misma vez y así debemos asumirlo: la destrucción demencial del planeta debido a la extraordinaria contaminación

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ambiental fundamentalmente de orden mental de la humanidad guiada por la utilización de modelos del llamado "desarrollo económico" que se erige en la cultura del tener y no del ser, y que tiene como base el consumismo sobre la base de la maximización de ganancias o su salvación mediante la racionalidad ambiental solidaria, la justicia social participativa e integracionista en cada país partiendo de la importancia de los gobiernos locales como verdaderos agentes del desarrollo y en el mundo entero o el oprobio de una sociedad bipolar de opulencia, exclusión, individualismo y miseria, el triunfo del autoritarismo homogeneizador y reduccionista o el respeto a la diferencia y a la democracia ambiental plural.

Un rasgo sobresaliente del perfil de esta época y del futuro es precisamente esta imposibilidad de certeza. Por ello, es un imponderable que todos debemos estar conscientes en que la cuestión ambiental implica estar preparado para lograr una visión renovada del saber que emerge pararelamente a los paradigmas de la complejidad y de la interdisciplinaridad; necesidad de un nuevo sistema de valores que conforman una nueva ética ambiental partiendo de la importancia de la localidad, y que tiene como efectos en el campo del saber la participación social en la construcción del conocimiento y en la pedagogía en cuento a la trasmisión de este saber en la formación de nuevas mentalidades, moralidades y habilidades.

Precisamente, ello hace que se potencie la necesidad de lograr que mediante la educación se contribuya a la protección de La población, potenciando la lucha contra el consumismo desenfrenando que afecta la salud del ambiente. Para ello es imprescindible que mediante la integración regional, y en especial como a través de la práctica de la educación ambiental en el nivel local se pueda educar para la democracia ambiental. Es por ello que desde

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nuestras respectivas esferas de actuación profesional, ya sea académica, gestores de políticas o sociedad civil en general, debemos procurar ampliar el ámbito del ejercicio democrático ambiental para actuar, para emprender nuevos rumbos sostenibles, y para tomar decisiones, sin la incertidumbre de que el futuro no estará de nuestro lado.

Debido a ello es que considero necesario destacar, que la Educación Ambiental Popular se inscribe en la tradición de la educación crítica de los modelos de desarrollo actuales, y se orienta hacia la construcción participativa de una democracia ambiental basada en una nueva racionalidad social y económica ecológica.

Educar para la democracia ambiental en este contexto de globalización e integración iberoamericana significa educar para la posibilidad del éxito de nuestras decisiones como país sobre la base del empoderamiento de los gobiernos locales como verdaderos gestores de desarrollo sostenible. Ello implica la formación de una nueva cultura del consumo y de la integración y de lucha organizada para enfrentar a la globalización, pero a la misma vez asumiendo como condición prioritaria el papel de la educación ambiental en la sostenibilidad del desarrollo y en la gestión sostenible de los gobiernos locales ( ver anexos 1 y 4), lo cual viabilizará como una buena fuente de enseñanzas la activa participación popular en la toma de decisiones.

Asimismo, es importante recordar, que "en el discurso político y científico actual hay consenso al argumentar de forma clara y precisa, que los cambios ecológicos económicos globales que nos exige la sostenibilidad del desarrollo tienen que comenzar por la concientización de la necesidad de la toma de medidas a pequeñas escalas, es decir a nivel local. Ello implica, por ejemplo, que todos debemos preocuparnos por preservar el Amazona, pero

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también, por el cuidado y conservación de todas las áreas boscosas, incluyendo la de la menor isla del Caribe, pero a su ves que todos debemos revisar nuestros patrones de consumo para que los mismos se encuentren en armonía con el ambiente" (Cabrera, 1997).

Por otro lado, al concebir a la educación ambiental como factor de lucha contra el consumismo, de integración iberoamericana y como base para el empoderamiento de los gobiernos locales debemos potenciar sobre todo el trabajar mancomunadamente en la vinculación sociedad, educación, ambiente y desarrollo para estar preparados para lograr la certeza ante la incertidumbre. Ello significa, aunque parezca paradójico, que como ya no es posible ver con certeza la relación globalización, integración, consumo, participación popular y gestión sostenible de los gobiernos locales, se hace más necesario que nunca prever de forma ecointerdependiente y mediante los enfoques totalizantes en tiempo y espacio qué es lo que ha de venir y cuál ha de ser el porvenir para lograr no sólo la sobrevivencia de la humanidad, sino también la satisfacción de las necesidades siempre creciente de la población, pero con equidad.

En otras palabras, la problemática de la mundialización de la sostenibilidad del desarrollo y la globalización de los patrones de consumo insostenibles existentes exigen un papel más activo a la Educación Ambiental y a los gobiernos locales para garantizar la integración iberoamericana sobre la base de sus aportes al fortalecimiento de la democracia y al respeto de los derechos humanos, tanto a nivel local, nacional, o mundial.

En ese sentido, potenciar a la Educación Ambiental como factor de desarrollo de la cultura ambiental que nos reclama la sostenibilidad de la relación producción-consumo, implica buscar entre todos la forma de construir estrategias

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democráticas que nos permitan profundizar en nuestras fortalezas y debilidades para lograr potenciar el papel de la integración regional para luchar de forma mancomunada por alcanzar cada día mejores niveles sostenibles de consumo.

Todo lo anterior implica, que se acreciente el papel de las técnicas y métodos de Educación Ambiental Popular, a la vez que amplía el ámbito de ejercicio democrático, sumándole nuevas aristas. Esto acarrea para cada país, y en particular para los gobiernos locales la exigencia de replantearse como hacer aproximaciones objetivas de sus realidades de forma holística sobre la base de la relación impacto, causa, consecuencia, multicausalidad y de la concatenación universal para contribuir de forma más eficiente y eficaz a la sostenibilidad de su gestión como agentes de cambio y promotores del desarrollo local.

Precisamente, el establecimiento y la consolidación de la Educación Ambiental como factor de integración y de sostenibilidad de los Gobiernos Locales ante el proceso de regionalización impulsado tanto «desde arriba» como «desde abajo», se enfrentan con una serie de desafíos. Algunos de ellos remiten a la dinámica exógena que en el marco de la perspectiva global y de la perspectiva hemisférica que la condicionan; otros, apuntan a un conjunto de factores que refieren a una dinámica endógena con sus propios rasgos, interrogantes y núcleos problemáticos. La articulación de ambas dinámicas, la global, la regional y la local, no impone un proceso unívoco y uniforme a la sostenibilidad y a la regionalización, sino que más bien genera, en el marco de un nuevo ámbito de articulación, nuevas rupturas y conflictos o confiere a la antigua nuevas modalidades.

En fin, estas rupturas y contradicciones son las que ayudan a identificar precisamente los desafíos de la Educación Ambiental como factor de desarrollo de la

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sosteniblidad del consumo mediante la integración iberoamericana a partir del empoderamiento de los gobiernos locales, los cuales en ocasiones deben superar y otras reactivar antiguas fragmentaciones y clivajes existentes en la localidad , bajo la presión de nuevos factores y variables y en el marco de la particular interacción entre la dinámica del mercado global, regional y local.

Antes de continuar es importante detenernos para poder tener en cuenta en nuestra reflexión colectiva, que dada la gran importancia de la temática, es necesario valorar como " la crisis de los paradigmas, el surgimiento de las ciencias posnormales y las mutaciones sin precedentes implican reflexionar en la relatividad, la transitoriedad de lo alcanzado, lo descubierto o lo inventado "(Cabrera, 1995). Esta situación se ha convertido en la ímpronta de la época. Es decir, ello es condición obligada a tener en cuenta y como base orientadora para la acción al valorar la cotidianidad y nuestros patrones de consumo, trátese de objetos con cimientos o pautas culturales, o de creencias y postulados que se consideraban pilares. Dicho de otra manera, esta situación implica reflexionar con una nueva cosmovisión en las nociones de lo cierto o lo incierto, de lo verdadero y lo falso, lo cual ha contribuido a que la Educación Ambiental también tenga que adquirir un ritmo mucho más acelerado en toda su dimensión holística.

De esta misma forma, es necesario reflexionar en que

estamos en los umbrales de un nuevo siglo, el cual esperamos con un conjunto infinito de incertidumbres y de esperanzas, ya que el siglo que termina se ha caracterizado en Iberoamérica y el Caribe por la idea de progreso constante de la humanidad ante una evolución en término de linealidad. Muchas generaciones de iberoamericanos hemos nacido y crecido en la certeza de que todas las privaciones humanas y sinsabores del presente y del pasado serían

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largamente recompensadas y que el futuro sería mucho más justo, más equitativo, de abundancia hasta de felicidad.

Hoy si de algo podemos estar seguros es que no sabemos si ese futuro existirá o no, que no es más que una hipótesis, una hermosa y deseable hipótesis y que su realización dependerá en mucho de la capacidad que tengamos los humanos de acertar no sólo en la diagnosis de la realidad actual, sino también en las decisiones y los actos que tomemos y realicemos para transformarla.

Es por ello que entre los factores que pueden contribuir entre muchos otros a la construcción de la esperanza se encuentra el protagonismo de la educación ambiental para poder trasformar la realidad del mundo en que vivimos mediante su impacto en la formación de nuevas mentalidades y nuevas moralidades basadas en la verdadera democracia ambiental donde se conjuguen de forma armónica la globalización, el consumo y la integración a partir del rescate de la identidad nacional sobre la base de la identidad local, donde el funcionamiento de los gobiernos locales como verdaderos agentes de la sostenibilidad del desarrollo humano es condición sine quanon.

En fin, el inicio de este milenio nos abraza (y nos abrasa con sus transformaciones radicales) nos impone el reto de la sostenibilidad de la vida mediante la integración si realmente queremos sobrevivir como especie ante la globalización. Esto, que incumbe a todos, es quizás sentido más hondamente por los grandes grupos poblacionales que se encuentran privados de disfrutar los bienes del desarrollo humano, y por los países latinoaméricanos y pequeños, por ejemplo los centroamericanos y los de las islas del Caribe.

Ello nos introduce en la cuestión de " la relación ecointerdependiente educación ambiental, consumo e

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identidad nacional, para a través de la primera lograr la sostenibilidad de la segunda y el reforzamiento de la segunda, mediante el respeto a la diferencia y a la diversidad sobre la base de la participación y la totalidad. Todo ello implica reflexionar en los accionares de la educación ambiental para indispensablemente trabajar y educar para construir y ampliar los espacios de coincidencias multiculturales, económicas-ecológicas y sociales sobre la base de potenciar el análisis holístico de la dimensión ambiental del desarrollo humano" (Cabrera, 1995a) para lograr la integración iberoaméricana en la época de la galopante globalización.

Es por todo lo anterior, que tanto la educación en general, como la educación ambiental en particular, así como los gobiernos locales deben estar claros en que el impacto multicausal de la ciencia y la tecnología mediante la revolución científico-técnica, motor de importantes y profundas mutaciones que hoy sacuden el planeta. Dichas mutaciones han transformado a éste en una aldea a través del desarrollo impetuoso de los medios de comunicación masiva, del transporte y de la globalización del consumo.

Asimismo, es un imponderable del tema objeto de reflexión colectiva que les propongo, que nos detengamos a valorar como el impacto del ritmo de generación y difusión de conocimientos obliga a la reformulación paradigmática del enfoque del hecho educativo de forma inter y multidisciplinaria pero bajo una nueva cosmovisión, pues en un mismo discurso y sobre todo en un mismo concierto científico y político conviven los impactos que se generan producto del espacio que ceden las certezas a las interrogantes y viceversa.

En fin, es por todo ello que la reformulación de los postulados de la educación ambiental como factor de

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desarrollo de la sostenibilidad del consumo mediante la integración iberoamericana implica desarrollar un conjunto de habilidades y conocimientos en nuestros pueblos que constituyan un sistema de invariantes para desarrollar un pensamiento creativo capaz de resolver las contradicciones que nos impone la construcción de un futuro con muchas más certezas que incertidumbres. Debemos estar conscientes que ello es una necesidad que no podemos ni gobiernos, ni sociedad civil eludir si de verdad queremos lograr alcanzar el cambio de los patrones de consumo que nos impone la sostenibilidad del desarrollo. Ello implica valorar la necesaria intregación sobre la base de la cooperación intra y multisectorial en la gestión sostenible de los gobiernos locales como promotores de la democracia ambiental para lograr el desarrollo humano.

Debido a la complejidad y al vasto alcance de la problemática sugiero que profundicemos en el siguiente postulado para poder arrivar a conclusiones sobre cual debe ser nuestro papel para lograr mediante la educación ambiental contribuir al desarrollo de patrones de consumo sostenibles potenciando a la integración iberoamericana sobre la base de la gestión ambiental holística de los gobiernos locales. Para ello es imprescindible partir de una base epistemológica ambiental para valorar de forma ecointerdependiente como la multivariedad de factores que convergen en la concepción de aldea global conlleva a detenernos en las siguientes situaciones que se presentan a continuación.

Primero, hay que estar bien claro, tanto los educadores, como los gestores de políticas, y sociedad civil en general, que la aldea global se encuentra en el macro ecosistema formado por el conjunto de ecosistemas que componen la biosfera. Ello implica valorar como dicha aldea no sólo está constituida por medios de comunicación, sino, que se

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encuentra habitada por una población total que emerge con conciencia de su unicidad; es nuestra humanidad planetaria. Humanidad que producto de la crisis de civilización y de los insostenibles patrones de consumo que ha traído como consecuencia las crisis económicas, ecológicas y sociales comienza a ganar conciencia de que no podrá sobrevivir sino cambia su concepción del mundo y construye una nueva civilización, no sólo para la presente generación, sino para las futuras y por ello tiene que actuar en favor del cambio integral necesario.

Es por todo lo anterior que es imprescindible que todos visualicemos a futuro la importancia de la educación ambiental para el cambio necesario que redunde en la verdadera concepción de la sostenibilidad de la relación producción-mercado-consumo-reciclaje sobre la base de la integración aprovechando todas las ¨ventajas ¨del proceso de globalización en su sentido conceptual y figurado.

En otras palabras, esta situación tiene que conllevarnos a interiorizar el verdadero sentido de la reemergencia de la importancia de la integración y cooperación para lograr el desarrollo local. No sólo es necesario, actuar y educar en y para resolver la contradicción entre certeza e incertidumbre, sino también para inducir a cada uno de nosotros en la motivación ciudadana para asumirse cabalmente en la necesidad del cumplimiento de su responsabilidad solidaria en correspondencia con la nueva ética de la supervivencia, donde la sostenibilidad de la relación producción- mercado-consumo-reciclaje es una condición sine quanon

La velocidad con que se producen nuevos y sofisticados productos de consumo y de los conocimientos científicos y técnicos y su contraparte ineludible: el cuestionamiento y/o la relativización de la correspondencia entre un aspecto de la realidad y el conocimiento que de ella se tenía, obliga a

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encarar el proceso de enseñanza/ aprendizaje bajo una nueva óptica ambiental holística, multicausal y ecointerdependiente.

En este mismo orden de pensamiento es necesario detenernos a reflexionar sobre como parte de la ineficacia de la educación actual radica en que en la misma ocupa un lugar destacado el fraccionamiento del conocimiento que ampara la maximización de la producción y el consumismo desenfado e insostenible y no se prioriza el papel de la educación ambiental para lograr la supervivencia de la humanidad mediante la integración de la relación población, ambiente y desarrollo (ver anexos 1, 5 y 6). Además, la educación ambiental como factor de desarrollo de la democracia ambiental debe contribuir a resolver de forma creativa las exigencias de la globalización para lograr la sostenibilidad partiendo de las responsabilidades y funciones de los gobiernos locales.

Por las razones expuestas y otras que veremos más adelante, nos adherimos a la idea de priorizar la aplicación de la Pedagogía Ambiental Iberoamericana en el proceso de la enseñanza/aprendizaje formal e informal, escolarizado y no escolarizado, y de educación permanente, para utilizar mecanismos creativos y participativos en la búsqueda de dotar al educando de la capacidad de acceder por sí mismo al conocimiento, posibilitando así el máximo desarrollo de sus potencialidades y su crecimiento humano. Es decir, dicha concepción implica una nueva base epistemológica que conlleve a una reformulación de los postulados de los paradigmas socioeducativos de la Pedagogía Ambiental Iberoamericana como base para aprender a aprender en una sociedad que no es lugar de armonía, sino de conflictos y confrontaciones de valores e intereses que ocurren en diferentes esferas de la política, la economía y las relaciones sociales( ver anexo 4).

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Es por todo lo anterior que exhortamos a todos los

iberoamericanos a participar y construir una reflexión colectiva sobre la necesidad de repensar en cómo lo anteriormente expuesto ha impactado de forma totalizante en todas las esferas de la vida de la población y del ambiente en los diferentes países, por lo que es imprescindible valorar el papel multicausal y ecointerdependiente de la educación ambiental para lograr formas más racionales de aprendizajes de la planetización de la economía, de los conocimientos, de la información y de las exigencias y postulados del desarrollo humano sostenible. Es por ello que debemos continuar profundizando en los logros y fundamentalmente en los avatares de nuestra civilización para introducirnos en una verdadera autopista del saber que potencie la concepción de la relación de la educación ambiental como factor de desarrollo de la cultura de la sostenibilidad de la relación producción-mercado-equidad-consumo-reciclaje y de la integración ante la globalización y la planetización. Y ¿podríamos preguntarnos también de la cultura del desarrollo de nuestros proyectos de vida, familiar, laboral y como parte de lo local, lo regional, lo mundial, lo generacional e intergeneracional? Interrelacion integracion regional, consumo, pedagogía ambiental iberoamericana y desarrollo local.

Para continuar me es muy grato recordar, que en el concierto político y científico actual se plantea una acentuada voluntad de integración regional en toda iberoamérica, lo cual se manifiesta en diversos tratados de integración firmados y otros que se planifican firmar. Tratados que quizás hasta ahora presentan más expectativas que realizaciones, con más interrogantes que respuestas, abiertos a nuevas incorporaciones de países y abiertos también a nuevos centros temáticos, en los cuales se debe fortalecer el papel

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de la Pedagogía Ambiental Iberoamericana como requisito indispensable para lograr la sostenibilidad de la relación población, consumo, ambiente y desarrollo mediante la integración (ver anexo 4).

Es por ello un reclamo que debemos plantear, que en todos los tratados de integración se deben realizar acciones objetivas para no sólo alimentar esperanzas de protección de las relaciones comerciales, sino para luchar contra el fomento del consumismo planteándose tareas concretas para avanzar mancomunadamente de forma realmente coherente, no sólo en lo económico, sino también, en lo educativo, lo cultural, lo científico-tecnológico y lo comunicacional, con las complejas y muy vastas interacciones que todo ello implica y se multiplica en la importancia y protagonismo de la educación y formación ambiental como factor e instrumento del desarrollo de la cultura de la integración y de la localidad para lograr la sostenibilidad del desarrollo bajo los principios éticos que nos reclama la sobrevivencia de la humanidad.

Es por todo lo anterior, que les propongo reflexionar en la necesidad de reforzar los mecanismos de acción y de capacitación para la gestión sostenible de los gobiernos locales a partir del estudio de los paradigmas teóricos y metodológicos que ubican a la educación ambiental como factor e instrumento de su gestión para el fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos en un proceso de integración regional-nacional-local. Esto implica interrogarnos nuevamente acerca de sus propios fundamentos y viabilidad en un nuevo contexto cuyas dimensiones se amplían mucho más allá de lo territorial. En ese sentido cobra una relevancia sustantiva la educación ambiental popular para lograr mediante la participación ciudadana una adhesión conceptual y práctica a la democracia y a los derechos humanos como exigencia ineludible para todos los países que deseen

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participar en los diversos ámbitos de integración existentes hoy en toda los ecosistemas iberoamericanos.

Asimismo, es imprescindible recodar, que el medio ambiente no puede utilizarse como una herramienta partidista para la obtención nada más de votos para las campañas de elecciones o para atacar a los adversarios políticos, ya que el mismo es de todos y para todos. De igual forma, es imprescindible subrayar, la importancia de la connotación del nivel de gestión de los gobiernos locales, ya que involucra todas las decisiones de carácter público o privado que afectan de algún modo el medio ambiente de un espacio geográfico determinado de forma ecointerdependiente. Ello es una condición sine quanon a tener en consideración para lograr un verdadero ambiente saludable a partir del concepto holístico de la salud (ver anexo 5 y 6).

Es por ello que debemos darle un mayor espacio para el reconocimiento de la necesidad de la utilización de nuevas técnicas y métodos de la educación ambiental, tanto formal como informal que conduzcan a que dichos gobiernos puedan mediante sus gestiones autosostenibles desarrollar acciones locales para la consecución de un medio ambiente más saludable en su sentido holístico (económico, ecológico y social) donde ocupa un lugar destacado la sostenibilidad de los patrones, hábitos de consumo y de reciclaje de la población. La importancia de dichas acciones locales estriba en que una correcta gestión generalizada en este nivel puede traer consigo una mejora del ambiente tanto a nivel regional como global. No podemos olvidar, que los problemas ambientales mundiales de mayor envergadura y los generados por el consumismo insostenible son el resultado de la acumulación de malas decisiones económicas-ecológicas-sociales tomadas a nivel local

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Tampoco podemos olvidar, que: "Paradójicamente, la globalización parece ser la suma de los procesos económicos que se originan a nivel local, y que se conjugan en la forma de mercados regionales para luego elevar a nivel internacional las relaciones entre diversos mercados. Como todo proceso, posee contradicciones a niveles específicos, nacionalismo versus regionalismo y localismo versus regionalización" (Seguinot, 1994).

Es por todo lo anterior que somos del criterio de que es un imponderable de la nueva ética de la seguridad humana que los gobiernos locales tengan conciencia de que nunca como hasta el presente, el ser humano ha tenido tantas posibilidades de modificar su entorno y sus patrones de producción y consumo, generando cambios tan drásticos en el medio natural, económico y social que hoy por hoy atentan contra la propia supervivencia de toda la humanidad.

De igual forma, es necesario que nos detengamos y que hagamos una reflexión colectiva sobre " la necesidad de que los gobiernos locales mediante la educación ambiental trabajen en aras de aumentar la conciencia económica-ecológica sobre la importancia del incremento de los presupuestos destinados a la protección del medio ambiente y sobre la utilización de mecanismos eficaces para lograr de forma sistémica sociabilizar la necesidad de internalizar las externalidades del proceso de producción, de bienes, servicios y consumo", potenciando la utilización de las metodologías de evaluación de impacto ambiental (Cabrera, 1996), (ver anexo 7). No podemos olvidar, que si la economía local pretende servir a la comunidad, es evidente que las variables ecológicas locales no pueden ser ajenas a los planteamientos de la gestión económica correcta.

Claro que ello implica abordar la enseñanza/ aprendizaje de nuestra economía local y en especial del consumo local

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con otros parámetros fundamentados en los paradigmas emergentes de la Economía Ecológica, los cuales son muy diferentes de los que han predominado hasta ahora, despojando a dicho abordaje de toda intencionalidad de manejo político o de juicios de valor que no respondan a la sostenibilidad del desarrollo humano, pues lo que importa es el rescate del derecho de cada comunidad a su vida y su identidad para crecer como seres humanos en un medio ambiente saludable. INTERRELACION CONSUMO, HUMANIDAD PLANETARIA Y COMUNIDAD LOCAL.

La necesidad de la sostenibilidad del desarrollo local ante la galopante y abarcadora globalización es condición determinate para el aumento de la conciencia y el sentimiento de un destino común por parte de la humanidad actuando en tanto tal, lo cual debe alcanzar, sin duda alguna, su máximo de expresión en el enfrentamiento del gran reto que presupone la imprescindible interacción planetaria en defensa de la seguridad humana y de una estrategia de supervivencia en correspondencia con la necesidad del equilibrio de la biosfera. En ella se conjuga el derecho al consumo sostenible como parte indispensable a la vida generacional e intergeneracional sobre la base del derecho a la vida de toda la humanidad en un medio ambiente saludable y con verdadera equidad y justicia social sostenible.

Vemos como este proceso de unificación de los humanos ante el consenso de la necesidad del cambio de paradigmas sobre supervivencia y seguridad humana encierra serios desafíos para lograr la generalización de las acciones en favor de la sostenibilidad del desarrollo humano sobre la base de las culturas e identidades nacionales o étnicas. Por ello no es casual ni fortuito, porque estamos ante una

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realidad que se expresa en el resurgimiento con pujanza de la necesidad de múltiples comunidades de volver a beber en sus raíces más profundas y auténticas, reivindicando, su sentido de pertenencia a una cultura local, a su singularidad .

De igual forma, es imprescindible analizar como a la vez -aunque no en relación mecánica esa necesidad de reivindicar el derecho a defender su identidad debe ser tomada muy seriamente mediante la educación ambiental popular para lograr la sostenibilidad de la gestión de los gobiernos locales y de la relación producción-mercado-consumo-reciclaje. Ello implica valorar la necesidad de perfeccionar los mecanismos y estrategias para fortalecer la participación ciudadana con el objetivo de reforzar la voluntad de autonomía, que reconoce una muy vasta gama de intensidades y multicausalidades económicas, políticas, socioambientales y multiculturales.

En general, debemos trabajar para lograr el fortalecimiento de los procesos de concientización popular de la cultura de la sostenibilidad ante la emergencia de la humanidad planetaria de lograr desarrollar la cultura de la integración potenciando la importancia de la sostenibilidad del consumo en la cultura y la gestión local sostenible ante la globalización. Ello implica la construcción de nuevos paradigmas que viabilicen el protagonismo que la educación ambiental debe jugar. En otras palabras, la cosmovisión de la cultura de la sostenibilidad y de la seguridad humana es condición sine quanon para que la educación ambiental pueda tener un papel más activo para que la misma contribuya de forma más acertada y sobre todo sostenible a la resurrección y a la revalorización, de lo local. La una y lo otro constituyen, pues, notas de una nueva cosmovisión del equilibrio, de la multicausalidad, de la armonía, de la democracia y de los derechos y deberes que está en los

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humanos, en su sabiduría, el poder de componerla de forma ecointerdependiente.

Es por lo anteriormente expresado, que le sugerimos a todos los gobiernos y en especial a los representantes de los gobiernos locales y a la sociedad civil en general que nos detengamos a valorar sobre la importancia de la educación ambiental para lograr contribuir mediante el desarrollo de la cultura de la sostenibilidad de la relación producción-mercado-consumo-reciclaje para lograr la integración de Iberoamérica potenciando el papel de los gobiernos locales para lograr la verdadera participación de la población en la realización de acciones concretas en aras de ser objetos y sujetos de esta composición. Esto permitirá a su vez saber vivir en la relatividad de esa armonía y de ese equilibrio multicausal y ecointerdependiente disfrutando y defendiendo sus beneficios.

En fin, todo esto implica un gran desafío y un importante y decisivo reto para los gobiernos locales para que mediante la educación ambiental se logre que en sus gestiones se tenga muy en consideración que esa demanda, entre otras dimensiones, implica educar ambientalmente para la solidaridad, para la tolerancia, para el respeto de la identidad del otro, para la elevación de la autoestima y para la responsabilidad del equilibrio ecológico como parte de nuestros deberes y derechos humanos y como parte de nuestra preparación para la enfrentar a la globalización de todas las esferas de la vida mediante la integración y la cultura de la sostenibilidad del consumo.

Se trata de contribuir desde nuestro proyecto de vida para que todas nuestras respectivas esferas de actuación contribuyan a cultivar en todos y cada uno el entendimiento y la conciencia de que es una responsabilidad de toda la humanidad, y en especial de los gobiernos locales, el

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desarrollo de los paradigmas y postulados de la Pedagogía Ambiental Iberoamericana para lograr la sociabilización de la cultura de sostenibilidad del consumo y de la integración en aras de prepararnos mejor para afrontar las contradicciones, impactos, causas y consecuencias de la globalización.

En fin, potenciando la cultura de la sostenibilidad del consumo y de la integración podemos poseer una valiosa arma que constituye una base orientadora para la acción la cultura de la localidad y de la identidad nacional. Ello implica potenciar el papel socioambiental y económico ecológico de la gestión de los gobiernos locales para trabajar de forma armónica para emprender la enrome y dignificante tarea de terminar con la afrenta que significa el consumismo desenfrenado mediante la polarización de la riqueza en una zona y la miseria en otra zona de la Tierra y muchas veces dentro de un mismo país y dentro de una misma comunidad.

En fin, es hora de que realmente valoremos de forma holística la educación ambiental tanto la formal como la no formal en su papel trascendente histórico y como instrumento de la sostenibilidad de la integración ante la desafiante globalización para desarrollar y cultivar el espíritu y la conciencia de la solidaridad, por un lado, y lo que refiere a la responsabilidad en y para las condiciones y las acciones locales, regionales y mundiales, por otro.

Educar Ambientalmente para lograr la sostenibilidad del consumo mediante la integración armónica sobre la base del respeto a la identidad del otro implica a su vez educar en la importancia de la autoestima y en la cultura de la identidad del género y del etnodesarrollo, lo que no constituye fuente de derecho alguno de superioridad, pero sí a lo que es propio, a lo auténtico.

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De igual forma, educar ambientalmente para la sostenibilidad del consumo mediante la integración implica potenciar la importancia de la democracia ambiental iberoamericana y de los derechos humanos globalmente considerados. Cuestión que en la actualidad exige ya, y lo exigirá mucho más en el futuro, educar para participar en la resolución de los diferentes problemas a nivel local pero con una perspectiva holística y ecointerdependiente de la realidad multicausal, tanto de la aldea global, como de la regional y de la local. La aldea global nos obliga a pensar globalmente, a integrarnos regionalmente y actuar localmente de forma ecointerdependiente y totalizante. Y nos obliga a pensar globalmente porque hoy, es posible, tenemos las herramientas, para conocer los problemas y los recursos de los seres humanos en su globalidad. Podemos pensar como humanidad y, en tanto tal, podemos pensar en nuestra relación con el resto de la naturaleza regionalmente y localmente.

A su vez, la gestión democrática ambiental de los gobiernos locales mediante una política coherente hacia la sostenibilidad del consumo mediante la integración funde de más en más su destino y su suerte a la democracia en lo social, lo cultural, en una palabra en el acceso y el disfrute de todos los bienes de y por la sociedad. Esto demanda una seria y sostenida gestión de los gobiernos locales sobre la base de los paradigmas emergentes de la Pedagogía Ambiental Iberoamericana para lograr involucrar conscientemente mediante una la amplia participación de la comunidad en la resolución de sus propios problemas, en la satisfacción de sus propias demandas. Es esa dirección la que se debe potenciar cada vez más en Iberoamérica.

Por ejemplo, hay que potenciar más la capacitación, información, comunicación y educación ambiental en consumo y reciclaje sostenibles en muchos casos, como por

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ejemplo, en la creciente importancia de los municipios saludables y de las organizaciones de la sociedad civil y en los trabajos de las Organizaciones No Gubernamentales para poder demostrar en la práctica cotidiana la interrelación entre consumo y reciclaje sostenibles y comunidad saludable. No obstante, es imprescindible el perfeccionamiento de lo logrado, ya que como se planteo al inicio del trabajo, aún se presentan carencias y debilidades para la gestión ambiental sostenible cuya superación no admita espera.

En otras palabras, debemos plantear, que sobre la base de la Pedagogía Ambiental Iberoamericana los gobiernos locales deben educarse, formarse y sociabilizar dicha educación ambientalmente sostenible para lograr la práctica equitativa de la democracia, lo cual implica ante todo potenciar la responsabilidad de los gobiernos locales para autoreeducarse ambientalmente. Ello implica potenciar la utilización de los paradigmas socioeducativos para educar la responsabilidad que entraña estar aportando a la búsqueda de las mejores soluciones desde el ángulo democrático y plural, es decir aquéllas que contemplen racional y solidariamente los intereses, los derechos y las responsabilidades de cada uno ante las exigencias y postulados de la sostenibilidad del desarrollo humano.

En fin, no podemos olvidar, que vivimos una época de emergencia de la humanidad planetaria, donde la gestión sostenible para lograr alcanzar los patrones de consumo que nos exige el desarrollo humano mediante la integración ante la globalización implica que los gobiernos locales sean verdaderos instrumentos gestores de la educación para la democracia y los derechos humanos en la localidad. Para esta importante tarea dichos gobiernos deben fundamentarse en la resignificación de la multicausalidad de dotar al hecho educativo ciudadano que implica la gorbernavilidad mediante nuevas formas ecointerdependientes de análisis de las

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esferas del bienestar sobre la base de la nueva ética de la seguridad y supervivencia humana. Ello implica que los primeros que tienen que aprender a ser respetuosos del otro, de su diferencia, de su identidad, de su género para afirmar sus valores propios y reconocer sus limitaciones son los propios gobiernos locales para que su gestión proporcione la viabilidad del accionar que conlleva a ser solidario con el éxito y la necesidad del otro, ser responsable en de las decisiones y las acciones de cada uno para evitar las consecuencias negativas sobre los demás, sobre la aldea, la global y la local.

A los gobiernos locales este fin de siglo les exige de forma inexorable una nueva forma de gestión atendiendo a los requerimientos y retos de la globalización y de la necesidad de la sostenibilidad de la relación producción-mercado-consumo-reciclaje y de la integración, ya que sus gestiones se originan sobre la base de un accionar que implique educar en la conciencia y el sentimiento de equidad, aportando soluciones desiguales para situaciones desiguales, en la búsqueda siempre de crear igualdad de oportunidades en el punto de partida. Este un reto que tienen que enfrentar para de forma democrática y solidaria lograr que su gestión sea más humana y basada en la equidad de la justicia social holística acorde con las características de su población, de su ambiente, de su cultura y de los niveles de desarrollo alcanzados.

En fin, los gobiernos locales deben capacitarse holísticamente sin predisposiciones e intereses políticos antagónicos con la economía política del medio ambiente y con el equilibrio ecológico-económico para actuar como verdaderos agentes del desarrollo.

En general debemos reflexionar sobre la necesidad de la concientización por parte de los gobiernos locales, de que

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ellos representan los primeros actores donde se concretizan las políticas del desarrollo humano sostenible y por ello deben potenciar el papel de la educación ambiental para educar para la democracia y los derechos humanos. Esto implica trabajar de forma armónica para que todos los grupos sociales puedan desarrollar sus potencialidades intelectuales, sus destrezas físicas, su dimensión ética en un ambiente saludable atendiendo a las exigencias de la cultura de la sostenibilidad del consumo y de la integración y tomando como premisa que la población es el objeto y el sujeto del desarrollo.

Debido a todo lo anteriormente planteado es que le sugerimos como una como una condición para lograr el éxito de la gestión sostenible de los gobiernos locales, la necesidad de que ellos mismos interioricen la imprescindibilidad de formular e instrumentar mediante la cooperación intersectorial un plan de autoformación ambiental, el cual les posibilite viabilizar el surgimiento de necesidades de generar un proceso de nuevos valores, patrones de consumo y conocimientos vinculados a la sostenibilidad de la gobernabilidad y el liderazgo ambiental de forma holística y en correspondencia con las exigencias y postulados del desarrollo humano sostenible.

En general, podemos concluir planteando, que entre los retos que tienen los gobiernos locales se encuentra, el que para mejorar la capacidad de gestión de nuestros países en la cultura de la sostenibilidad del consumo mediante la integración en correspondencia con los postulados y exigencias de la globalización mediante la educación ambiental deben de:

Reconocer que la democracia ambiental implica resolver la problemática de la necesidad de una mayor descentralización para que dichos gobiernos locales

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conjuntamente con la comunidad puedan asumir el protagonismo en la administración sostenible de sus capitales locales culturales, naturales y económicos de forma sostenible y sobre todo con equidad.

Como hemos visto hasta aquí, debido a los errores del pasado y a las enormes repercusiones de la extraordinaria y particular contaminación ambiental mental que padece la humanidad, lo que le pedimos a los gobiernos locales mediante la ejercitación sostenible de la educación ambiental como factor de sostenibilidad de su labor es bastante complejo y heterogéneo. No obstante, consideremos que la responsabilidad no es sólo suya, aunque su papel si es muy determinante en la identidad de una sociedad que no puede concebir plantear la existencia de la democracia y la vigencia de los derechos humanos sin su concurso, pues ello implica, ni más ni menos, que si los mismos quieren de verdad convertirse en verdaderos gestores del desarrollo humano sostenible tienen que ante todo basar su gestión en la importancia de la integración y cooperación solidaria que implica educar para aprender a ser y no para tener. CIENCIAS SOCIALES, AMBIENTE Y CONSUMO.

Este capítulo tiene como objetivo fundamental invitarles a transitar por los caminos de la naturaleza guiados por la brújula y el mapa de las Ciencias Sociales para contribuir al estudio de las relaciones población, medio ambiente y consumo Esta ruta es una muy rica en posibilidades teóricas y prácticas; tiene múltiples veredas, paisajes y caminos alternativos que nos llevan hacia la comprensión de las relaciones que las sociedades humanas establecen con el medio ambiente, es decir, con el entorno. Relaciones

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culturales, sociales, tecnológicas, económicas, y políticas, que transforman al medio-ambiente al mismo tiempo que contribuyen a transformarnos como sociedad. Por eso, las Ciencias Sociales han tenido en su agenda el estudio de la ecología humana, de la geografía, de la ecología política, del espacio y del medio ambiente en función de su relación con las sociedades y con las construcciones culturales.

En este capítulo utilizamos ejemplos para destacar la importancia de las ciencias sociales para contribuir al surgimiento de espacios reflexivos sobre la importancia de la sostenibilidad de las relaciones población, medio ambiente y consumo desde una perspectiva ecointerdependiente.

El estudio de lo ambiental y de la ecología ha sido extremadamente pertinente en las Ciencias Sociales. En la Sociología, el enfoque ecológico comenzó a gestarse con los estudios urbanos de la Escuela de Chicago. Para los estudiosos del fenómeno urbano como Robert Park y Emest Burgess, la ciudad funcionaba de la misma manera que operaban los sistemas ecológicos. Usando la metáfora de un bosque, las ciudades crecían por medio de procesos que incluían la competencia entre especies (grupos étnicos y de clase), la invasión (de un sector de clase, en el espacio de la otra), y la sucesión. El uso de estos enfoques, y el concepto de comunidad (especies de plantas y animales que comparten un hábitat) permitieron que las Ciencias Sociales emularan la precisión conceptual e investigativa de las Ciencias Naturales. Desde los años treinta

Es importante destacar, que hasta el presente, los estudios de Sociología urbana siguen muy de cerca los modelos de crecimiento de las ciudades basadas en premisas de la ecología.

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En la década de los setenta, los sociólogos Riley E. Dunlap y William R. Catton ofrecieron una nueva perspectiva al delinear los fundamentos de lo que debía ser la Sociología Ambiental. Para Dunlap y Catton la Sociología no tenía otra alternativa que ser una ciencia ambiental, concentrándose en la relación entre la sociedad y el entorno. Fiel a ese postulado, los sociólogos debían acercarse a asuntos tales como: el movimiento ambiental, los usos recreativos del entorno, las actitudes de la población para con el ambiente, los procesos sociales relacionados con los ambientes construidos (el espacio urbano y las comunidades), las respuestas organizacionales y gubernamentales a los problemas ambientales, los desastres "naturales", la escasez de recursos, el desarrollo y uso de fuentes alternativas de energía, y el problema de la adjudicación de recursos.

Dunlap y Catton plantearon que la interacción entre la sociedad y el entorno era crucial para las Ciencias Sociales, y que debía realizarse apartándose de los métodos y paradigmas de la sociología tradicional, buscando caminos que llevaran a esfuerzos interdisciplinarios. Recientemente, y más a tono con los avances de la ecología humana, vemos como la Sociología Ambiental se transforma en una Ambiental y Ecológica, en la cual se entiende más a fondo con los procesos físicos, ambientales, energéticos y sociales.

Por su parte, desde muy temprano en el siglo pasado, la Antropología encaminó su ruta por el sendero de las relaciones ecológicas. Julian H. Steward contribuyó al desarrollo de esta perspectiva con su modelo de la ecología cultural. Steward planteaba que el meollo de la cultura (cultura core), es decir, su estructura básica consistía de las relaciones tecnológicas y económicas que los seres humanos establecían con el medio ambiente y los recursos; relación que a su vez construía los elementos característicos de la cultura. Según Steward, sólo una visión integral de la

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organización social, los rituales, la demografía, los recursos, el entorno y la subsistencia nos permiten conocer con certeza a las culturas y sociedades.

A partir de los trabajos de Steward, los/las practicantes de la antropología han trabajado diversos aspectos de la relación entre la cultura y el medio ambiente, cada cual añadiendo precisiones y detalles a esta perspectiva: Leslie White estudió el papel crítico que desempeña la tecnología en la evolución de la cultura, John Bennett estudió las estrategias de adaptación individual y colectiva a condiciones ambientales, Andrew Vayda, Roy Rapapport y Bonnie McCay insertaron la noción de ecosistema en la antropología, y Marvin Harris desarrolló el paradigma del materialismo cultural.

Emilio Morán, antropólogo, es una de las figuras claves en el desarrollo de la ecología humana como un campo de trabajo en la antropología. El plantea, que la ecología humana tiene presente la relación entre el individuo, la sociedad y el entorno, tomando en consideración los procesos locales, regionales e internacionales. De acuerdo a Morán, la ecología humana descansa sobre una visión del ambiente como ecosistema, formado por componentes físicos y biológicos. No obstante, el ambiente se estudia dentro del contexto de los sistemas simbólicos, lingüísticos, valorativos, e inclusive, los procesos históricos.

Según Morán, para enfrentarnos a la relación entre la sociedad y el entorno se requiere de una perspectiva interdisciplinaria que enlace disciplinas de las ciencias sociales y de las naturales de forma ecointerdependiente y multicausal.

Dicha perspectiva interdisciplinaria debe contribuir a que las ciencias sociales puedan contribuir de forma sistemática

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a facilitar la compresión de los procesos de producción y consumo y sus consecuencias sobre la concepción holística de la salud y del ambiente.

Todo ello nos permitirá que las ciencias sociales puedan ser un factor e instrumento de promoción de acciones de consumo y uso consciente de bienes y servicios, desde el conocimiento de sus repercusiones socioambientales.

Somos del criterio de que aún debemos continuar profundizando en el protagonismo de las ciencias sociales para conseguir hábitos de vida y de consumo de la población que tiendan a la reducción, reutilización y al reciclado.( ver Bueno, 2001)

En fin, unos de los retos que las ciencias sociales enfrentan en la actualidad es el lograr una mayor contribución de las mismas en la nueva formación crítica y responsable necesaria para participar en los procesos sociales de defensa de la vida y de la equidad de los derechos y deberes de la población (ver Bueno 1994) El espacio urbano: notas sobre su dimensión ecológica.

La ciudad, y más que ella, el espacio urbano es una construcción social en el tiempo. Contenedor, tecnología, artificio, son varios de los términos que usamos para referimos a la ciudad. Al mismo tiempo, la ciudad forma y reconstruye espacios naturales por medio de la inserción de los paisajes naturales o elementos de este (parques, arboledas).

La presencia de la ciudad es, fundamentalmente, una intervención ambiental que establece relaciones ecológicas con la naturaleza que reemplaza, y con los habitats que la circundan. La presencia de la ciudad en la faz de la tierra ha

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sido uno de los eventos sociales, ambientales y tecnológicos más importantes de nuestra historia. La construcción del espacio urbano requirió de la tecnología de la agricultura (la domesticación de plantas y animales), la capacidad para producir excedentes, la metalurgia, la cerámica, la arquitectura e ingeniería capaz de erigir grandes monumentos, templos y edificios, los sistemas de escritura, la astronomía, y el conocimiento para estimar con precisión los tiempos de las estaciones y las crecidas de los ríos. Este conocimiento y su aplicación permitió y estimuló la presencia de altas concentraciones poblacionales en asentamientos nucleados en torno a un centro arquitectónico, social y económico. Socialmente, este fenómeno solo fue posible por la presencia de jerarquías sociales y el estado.

Otis D. Duncan desarrolló un modelo de análisis de lo urbano conocido como el “complejo ecológico", o P.O.E.T. compuesto por la combinación entre Población Organización social - Entorno y Tecnología. Según Duncan, la Sociología reconoce la interrelación entre estos cuatro factores en la evolución y desarrollo del espacio urbano a través del tiempo. Recientemente, ecólogos y especialistas en las Ciencias Sociales han subrayado la importancia ambiental de las ciudades. Herbert Girardet ha identificado con bastante claridad una serie de características urbanas de gran impacto ambiental. Según Girardet, y los estudios que cita en su síntesis, las ciudades y los espacios urbanos: .

“Son los centros de consumo de materia primas, recursos renovables (el agua por ejemplo) y energía más grandes del planeta Tierra. ·

Desarrollan sus propios "ecosistemas", relaciones entre especies y el medio ambiente, patrones de temperatura (generación de calor debido a los automóviles, y uso de electricidad), patrones meteorológicos (lluvias, flujo de

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vientos, y hasta patrones de rutas de tornados) y composición de la atmósfera (emisiones de gases).

En estos "ecosistemas" los humanos desarrollamos una variedad de relaciones interpersonales, ambientales y económicas que van desde el estrés, hasta la formación de comunidades y grupos de apoyo.” ( ver Herbert,1992)

Debemos tener presente, que las ciudades impactan y alteran, directa e indirectamente, a los entornos contiguos y distantes, ya que son centros de poder y ejes de economías regionales. Establecen relaciones de uso y explotación de las áreas silvestres y agrícolas en su periferia para garantizar el consumo de la población.

Una de las discusiones más importantes sobre la ciudad consiste en postular que puede establecerse de forma sostenible. El desarrollo urbano sostenible consiste entonces en articular sistemas urbanos donde: l) por medio de la planificación e implementación de política pública, y de la participación ciudadana, se respete y conserve el medio ambiente, 2) se utilicen los recursos para el consumo de manera tal que estos sean a la vez conservados para las generaciones venideras, y 3) tomemos acción para proteger el entorno. ¿Será posible? Conservación de la naturaleza y la conservación de la cultura. Importancia de la cultura de la sosteniblidad.

Debemos partir de la necesidad e importancia que tiene la invariante de la cultura de la sostenibilidad del dentro de la concepción de cultura. Víctor Toledo, etnoecólogo mexicano, ha propuesto que la defensa de la cultura es la defensa de la naturaleza, y viceversa. Este sencillo enunciado es el fundamento de toda una perspectiva que valora el papel que desempeña la relación de la cultura del consumo sostenible

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con la cultura en la protección de la biodiversidad (riqueza y variedad biológica y genética de las especies). Parte de la premisa de que las sociedades han establecido estrechas relaciones con su entorno, caracterizadas por décadas y siglos de experiencia, experimentación, manipulación de espacios, plantas y animales, selección de variedades provechosas, recopilación de información, inventarios de especies, trabados en la memoria colectiva, innovaciones tecnológicas para el aprovechamiento y conservación de los recursos, esquemas sobre los vínculos entre especies y espacios, y mapas mentales de los territorios recorridos.

Sobre esos procesos, las sociedades humanas han creado normas para el uso, consumo y la protección de los recursos, rituales, cosmologías, mitos, y conocimiento. La etnobotánica y el consumo.

Debemos partir de la interrelación entre biodiversidad, consumo y desarrollo para analizar como la biodiversidad botánica del planeta es riquísima, especialmente en las zonas tropicales, en donde el número de especies existentes es muy alto. Asimismo, es importante destacar, que desde hace muchos miles de años las sociedades humanas dedicadas a la cacería y la recolección de alimentos para su consumo desarrollaron amplios conocimientos sobre los hábitats y las propiedades de las diversas plantas que utilizaban para su sustento, sanación, y para extraer la materia prima básica para construir su cultura material. Todas las sociedades desarrollan un amplio sistema de clasificación de las especies, sus usos, y sus significados culturales, según quedan plasmadas en el conocimiento popular y sus formas de saber, los mitos, las historias, los inventarios y las clasificaciones.

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Hoy día, ante los embates del desarrollo en los ecosistemas de todo el planeta, hay una urgencia por recopilar información sobre esa diversidad de plantas y animales amenazados. Irónicamente, por razones políticas de justicia social y ambiental, así como por razones conservacionistas, numerosos e importantes científicos sociales y naturales han reclamado la importancia de la protección y conservación de culturas y especies al unísono.

Es decir, para poder proteger la biodiversidad de las políticas de producción y consumo insostenibles es necesario salvaguardar y proteger aquellas sociedades que conocen, clasifican y usan dicha biodiversidad para lograr un consumo sostenible en armonía con la naturaleza. Sociedades que incluso son responsables por parte de la misma debido al desarrollo de variedades de plantas por medio de la manipulación de las especies mediante la agricultura y horticultura.

Los trabajos de Kent Redford y Christina Padoch, entre otros, nos demuestran el reciente interés en la recopilación y análisis de la información que poseen las sociedades tradicionales que habitan las zonas de los llamados bosques neotropicales sobre la biodiversidad de esos biomás.

Antes de continuar, es necesario subrayar que, la etnobotánica.- el estudio de los sistemas culturales de clasificación y manejo de las plantas que usan las sociedades, es hoy día uno de los esfuerzos más importantes en la conservación de la naturaleza, y de las culturas. En las universidades se dictan cursos de etnobotánica para ser trabajados por especialistas en biología y en ciencias sociales, y organizaciones internacionales que producen manuales para la recopilación de datos etnobotánicos con el fin de contribuir a que las sociedades puedan trabajar en la construcción del

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conocimiento, asegurar la conservación de las especies y la cultura que las piensa y clasifica.

Los antropólogos/as han sido de los científicos sociales interesados en recopilar información sobre el mundo natural, y muy en especial sobre las plantas, las cuales se organizan en una sistemática --sistema de criterios para la identificación y clasificación de especies-basada en su experiencia y cultura,

Es muy importante destacar, que en los estudios de ambiente y consumo ocupan un papel básico los estudios de taxonomías populares (folk taxonomies). Asimismo, vemos como los antropólogos recopilan extensos inventarios sobre especies por todas las culturas que estudiaron. Para lograrlo han utilizado la observación partícipe (caminando por los bosques, trabajando en los huertos, urgando y tocando las plantas recolectadas) y diversas modalidades de entrevistas para obtener listados de plantas, la formar grupos de plantas con características similares, reordenar listas, y clasificar plantas y sus usos.

En la región del Caribe se llevan a cabo esfuerzos como el proyecto TRAMIL por Enda Caribe, en el que se ha recopilado información sobre el uso de plantas y sus compuestos químicos en 15 naciones caribeñas. En dichos estudios se documentan diversos aspectos del uso de las plantas medicinales y sus nombres, usos y efectos según narrado por sus usuarios. Por medio de las técnicas de investigación de las Ciencias Sociales (entrevistas y su fiel transcripción) se han realizado trabajos que describen todo un mundo social y cultural que se ha tejido en tomo al uso de las plantas en el Caribe. Aún con estos esfuerzos, queda un largo trecho por recorrer, y pensamos que todavía hay mucho por hacer en la etnobotánica para poder utilizarla

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como un instrumento fundamental para poder entender la relaciones producción-consumo.

Es necesario que se continúen haciendo estudios de forma ecointerdependientes donde se investigue como en los diversos pueblos y sociedades de América Latina y el Caribe han utilizado la relación biodiversidad-producción-consumo-desarrollo. La etnoictiología y el consumo.

Al igual que con las plantas, los pueblos que consumen los recursos marinos y pesquemos han desarrollado un extenso conocimiento sobre los habitats y los organismos marinos que capturan. Los estudios antropológicos y de biología marina (con enfoques interdisciplinarios) de Kenneth Ruddle han demostrado que es uno de los elementos fundamentales del manejo apropiado de los recursos pesquemos consiste en que éste esté basado en los conocimientos tradicionales que por siglos han venido produciéndose y transmitiéndose de generación en generación. Al estudiar el conocimiento local marino de los pueblos pesqueros encontramos un caudal de información sobre: el comportamiento de los peces, el entorno, los hábitats usados por los peces, complejas nomenclaturas y clasificaciones de peces y sistemas de conservación de los recursos.

Es por lo anterior que somos del criterio, que es imprescindible comprobar mediante la investigación científica cómo el conocimiento popular de los pescadores artesanales y comerciales de la costa juegan un papel fundamental en la relación producción y consumo de los recursos marinos.

No podemos olvidar, que los pescadores presentan un extenso conocimiento de los hábitats marinos y costeros que

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usan en sus actividades pesqueras. Por ejemplo, todo archipiélago de cayos e islotes tiene nombres, historias y referentes geográficos locales (adentro y afuera, el rabo y la cabeza de los cayos) que orienta a los pescadores en sus salidas y viajes de pesca.

Es importante profundizar en los sistemas de clasificación de peces que se encuentran basados en criterios ecológicos y no en criterios económicos (clases de pescado para la venta). Estos criterios ecológicos están fundamentados en: los comportamientos de los peces; los tipos de hábitats dónde viven y se alimentan; las áreas en las que se encuentran más frecuentemente durante la actividad pesquera; las áreas en dónde se agregan (para aparearse); o las "rutas" que transitan entre diversos habitats; y dónde viven en las diferentes etapas de su vida.

Debemos tener en cuenta, que al clasificarlos los pescadores usan también criterios más sutiles tales como, diferencias entre machos y hembras, tipos de movimiento (en escuelas, en combinación de escuelas, o solos). Es evidente que los pescadores, durante décadas y hasta siglos de observación y experimentación por medio de las capturas, van observando sus movimientos desde la superficie, o de manera submarina como buzos o zambulléndose sin equipo, conversando y comparando experiencias han consolidado un amplio conocimiento sobre los entornos marinos y costeros y los organismos que los habitan.

Debemos de aprovechar, que ese conocimiento popular es diferente al científico en su origen y forma, pero no por ello tiene que ser su antítesis. La información y las taxonomías empleadas por diversas sociedades contribuyen a nuestro conocimiento científico de las mismas y amplía nuestros horizontes para poder entender con más claridad la interrelación entre biodiversidad-producción-consumo.

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Hasta recientemente existía la tendencia de pensar que

los pescadores tenían conocimientos limitados sobre los procesos ecológicos y sobre las especies, y hasta una carencia de ética de conservación, razón por la que no se les incluía en decisiones sobre el uso de los recursos pesquemos. Hoy nuestra visión ha cambiado y las Ciencias Sociales han contribuido enormemente a ello. Sabemos que todas las sociedades tienen sus ideas y prácticas de uso y conservación y mientras más conozcamos sobre ello, estaremos en una más ventajosa posición para conservar la naturaleza y, propiciar el desarrollo de la cultura del consumo sostenible como parte de la protección de las culturas. Historia y naturaleza: una reflexión obligada para lograr el desarrollo sostenible.

La Historia, como disciplina, ya no es lo que pensábamos que era cuando éramos chicos. La nueva Historia se ha alejado del estudio de las fechas, los grandes eventos, las biografías de los grandes hombres, y la genealogía de las casas reales. La historia comprende la relación de la vida cotidiana de hombres y mujeres en diversos espacios y tiempos, aún los contemporáneos. Es una Historia que va más allá de las fuentes oficiales para penetrar en los discursos de la gente, su memoria colectiva evocada y narrada por las mismas personas que protagonizan los procesos sociales.

Es una historiografía que busca y desarrolla sus propias fuentes en fotografías, mapas, cartas personales, documentos de familia, escritos inéditos, íconos familiares, fotografía aérea y colecciones diversas de cultura material cargadas de signos y significados.

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La historiografía ha iniciado estudios sistemáticos de las alteraciones en los ecosistemas, y del impacto de las acciones humanas sobre el entorno. Para leer los documentos y las fuentes en esta dirección se ha requerido entender procesos físicos, ambientales, de la biología de plantas y animales, así como de los conocimientos geográficos e históricos. Entre los enfoques históricos recientes sobre el impacto humano en el entorno encontramos el trabajo de Alfred Crosby sobre el "imperialismo ecológico", o el impacto de las prácticas agrícolas del Viejo Mundo sobre las culturas aborígenes y los entornos de Oceanía, en especial de Nueva Zelandia, y los importantes trabajos de William Cronnon sobre procesos similares en el entorno de Nueva Inglaterra en el noreste de los Estados Unidos.

La agricultura es un proceso humano que provoca cambios drásticos sobre los ecosistemas existentes. Los sistemas agrícolas tienen el potencial de erradicar las relaciones ecológicas existentes sobre el paisaje para imponer otras de carácter provechoso para los humanos. Las "nuevas" relaciones de intercambio de energía entre plantas, animales, humanos y los recursos naturales renovables --aquellos que se renuevan por procesos naturales cíclicos -pueden emular a los sistemas, creando relaciones complejas, basadas en diversos cultivos, el uso de aves y otros animales para controlar pestes e insectos. Tales sistemas de cultivo son conocidos como agroecológicos. En contraste con estos, existen los sistemas de monocultivo, de carácter intensivo, que imponen grandes presiones de uso sobre el ambiente, transformando radicalmente el entorno y alterando dramáticamente el flu o de energía en los sistemas.

La historigrafía debe potenciar la destrucción del ambiente en las economía caribeñas basadas en la

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explotación de la caña de azúcar. Debido a ello es necesario destacar como la hacienda, como sistema de producción, requería grandes extensiones de tierra para el cultivo de la caña en los llanos costeros. Esta urgencia por espacio provocó el desmonte (deforestación) de grandes extensiones de terrenos para la siembra de la caña; proceso que construyó un nuevo paisaje de pastos para el ganado, esencial como fuerza de tiro (los bueyes) en las haciendas, así como para producir carnes y leche. El campesinado se vio atraído a la fuerza económica de la hacienda, y procedió a producir alimentos para el sistema, a desmontar para cultivar, y para ocupar las tierras en ganado, o simplemente para proveer maderas y leña para una economía hambrienta de insumos.

La fuerza e intensidad de estos procesos fue de tal magnitud que afectó grandemente el estado de los montes (los bosques) en la región. De la misma manera, los inventarios oficiales de bosques daban cuenta del triste escenario del paisaje devorado por las haciendas y la economía campesina integrada a la misma. Con la introducción de trapiches movidos por vapor, las haciendas aumentaron su consumo de leña y del agua de las quebradas y riachuelos.

El uso del agua trajo un sin número de conflictos entre ganaderos, agricultores de subsistencia y hacendados que habían alterado el paisaje debido al desmonte y la erosión, lo que causaba una disminución en el caudal de los cuerpos de agua. El delicado balance que habían establecido los campesinos con el entorno, basados en su técnica de desmonte (roza y quema) comenzó a alterarse con su inserción en la economía de mercado (que exigía mayor producción), el desmonte para actividades ganaderas, el aumento dramático en la población, y el auge de las haciendas.

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AMBIENTE, COTIDIANIDAD, CONSUMO Y CIENCIAS SOCIALES.

Los habitantes de este mundo urbano, industrial y post-industrial nos vemos cada vez más separados del medio ambiente, en función de nuestra posición en la globalización del consumo producto de la filosofía del tener y de la maximización de ganancias a toda costa. En dicha posición es muy importante valorar cual es el papel de los mercados de trabajo. Como asegura el historiador inglés E.P.Thompson, el advenimiento del orden industrial, con su ética de trabajo y crítica al ocio improductivo como obstáculo para llegar al cielo (ver a Max Weber, La Etica Protestante y el Espíritu del Capitalismo) nos quitó el control sobre el proceso de producir, y nos separó de la naturaleza como espacio social de producción y consumo. Perdimos para siempre, según arguye Thompson, la dirección de los caminos de la naturaleza, y perdimos esa profunda relación vida-trabajo, en la que los productores construíamos nuestra realidad. Trocamos el mar y la playa, los montes (bosques) y los campos de cultivo por el taller y la fábrica, las oficinas y los comercios. Cambiamos los ciclos y los rituales que demarcaban la transición de las estaciones los trabajos y los días, por las jornadas estandarizadas, que hoy se aproximan a las ocho horas.

El capital y la sociedad industrial provocó que fueran los ingenieros con sus cronómetros (por ejemplo, Federico Taylor y sus estudios de optimización de los movimientos de trabajo y el cronometraje de las tareas productivas, lo que hoy llamamos en las Ciencias Sociales, el Taylorismo) y su cadena de montaje (el Fordismo) los que decidieran el uso de nuestro tiempo y esfuerzo.

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La sociedad post-industrial, con su desarrollo del sector de los servicios potencia la capacidad de los trabajadores para usar ese tiempo libre en una diversidad de actividades. Como señala el sociólogo del ocio Robert Ditton, la recreación se convierte en una industria (una actividad económica concertada) en la que uno de sus espacios claves lo es el espacio natural.

En las sociedades industriales y post-industriales el uso (consumo, contemplación, apreciación estética-visual) de los recursos naturales para la recreación de fines de semana, usos diversos del tiempo de ocio para el turismo de naturaleza, o para el ecoturismo, se han tomado en actividades de gran importancia. Es decir, los espacios naturales, además de ser el objeto de usos económicos (materia prima), son también el objeto de usos y consumo, cada día más acuciantes, para satisfacer la demanda por amenidades y espacios en dónde ocupar el tiempo libre.

Por otro lado no podemos olvidar, que la relación de la gente con la naturaleza es una que depende de las formas culturales con que los individuos y los grupos perciben el medio ambiente, lo aprenden y lo manipulan. Fernando González Bernáldez, ha señalado que los seres humanos hemos desarrollado una adaptación afectiva con el entorno, la cual estructura las diversas maneras en las que sentimos, pensamos, e interpretamos todos los mensajes que recibimos del mismo. Los estudios de González Bernáldez han demostrado como los esquemas referentes a la naturaleza nos presentan una complejidad de procesos y construcciones sobre el medio ambiente: valores estéticos, emocionales y sentimentales. Una serie de variables entran en juego en la apreciación del entorno: la espontaneidad, la complejidad visual del paisaje (coherencia, legibilidad, diversidad), la coloración, las características de las superficies, y la relación con la cultura.

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Las personas que utilizan el entorno en actividades de

ocio entran en una compleja interacción cognoscitiva con el medio ambiente. Quienes manejan el recurso de manera oficial se interesan por saber qué modelos culturales traen los visitantes a las áreas protegidas, y de que manera establecen esa muy particular relación con el entorno, relación que también implica comportamientos de uso, abuso, o conservación del espacio natural.

Asimismo, vemos como una de las áreas de vital importancia para el manejo de los recursos naturales consiste de la construcción de un conocimiento apropiado sobre el ocio y su impacto sobre el entorno. El conocer las preferencias de la gente en términos de los lugares y áreas naturales a visitar, el estimar el dinero disponible para gastar en actividades de ocio, los obstáculos para el disfrute de la naturaleza, forman parte de la atareada agenda de los científicos sociales especializados en esta área. Nelson Meléndez, un especialista en estudios sobre el tiempo libre, señala que la tendencia en el uso del ocio es una dirigida hacia las actividades al aire libre, especialmente aquellas relacionadas con el disfrute de la naturaleza; actividades que podemos catalogar como no convencionales: viajes de aventura y expediciones en la naturaleza, el uso del recurso agua (kayacs, natación, surfing, tabla vela, botes de motor, embarcaciones de vela), el ecoturismo, y el turismo de la naturaleza, entre otras. Los estudios de Meléndez indican que el tiempo de ocio y el poder adquisitivo van en aumento en esta sociedad "post-industrial", por lo sumidos por la globalización del consumo insostenible hace que cada día aumente la demanda por servicios y mercancías para el disfrute del tiempo libre y las actividades al aire libre.

El aumento en el número de personas que participan de estas actividades, tiene como consecuencia un incremento

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en el uso y la presión ejercida sobre los recursos naturales. Ruperto Chaparro, especialista en la recreación y el manejo de recursos, ha alertado sobre el impacto negativo que tiene el aumento desmedido y descontrolado del número de usuarios sobre los recursos de la costa, especialmente las playas. Por ejemplo, diferentes estudios en el Caribe han apuntado hacia el marcado desarrollo de la "industria de la recreación", y el desarrollo de servicios e infraestructura en la zona costanera. Según dichos estudios, este aumento impacta de diversas maneras las actividades tradicionales de este entorno. El desarrollo del sector de la pesca recreativa y deportiva se ha encontrado en conflictos con los pescadores artesanales y comerciales. Ambos grupos entran en competencia por el recurso pesca, por el espacio de transito de las embarcaciones, por la implementación de leyes de conservación, por los bosques de mangle (o espacio de habitáculo de especies, o sitio para poner una marina), por el lugar en donde vivir, o en donde vacacionar; sencillamente, éstas son luchas entre la producción, el consumo y el ocio (ver, Pizzini,1993).

Las decisiones que tomamos sobre cómo administrar o gerenciar un recurso o un área natural dependen hoy día tanto del conocimiento científico natural del área y del recurso, como del conocimiento científico social que tenemos sobre su historia y usos. En las sociedades postindustriales, tenemos que ver con especial atención las actividades al aire libre dentro del contexto del uso del tiempo libre para conocer mejor la relación entre sociedad y la naturaleza. Es, sin duda, una nueva forma de interacción, la cual hoy día toma cierta prominencia, y hasta protagonismo económico y social.

Por otro lado, es muy importante que mediante las ciencias sociales todos podamos valorar en nuestra cotidianidad, como a partir de nuestras realidades locales en

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la administración o gerencias de los recursos podemos analizar las conexiones con la realidad del planeta.

Ello no debe incentivar para lograr la producción de conocimientos que nos permitan ser verdaderos actores de políticas, metodologías y prácticas educativas ambientales en todos los espacios de la educación formal, no formal y no formal.

En fin, todo lo anteriormente planteado debe conllevar a que en nuestra cotidianidad podamos contribuir a sensibilizar a toda la población, partiendo de nuestra familia, para promover un entendimiento de causas de hábitos consumistas y su repercusión en la relación sociedad-naturaleza. Todo esto debe promover a que se potencie el papel de las ciencias sociales para la incorporación consciente de los ciudadanos en su vida cotidiana de la perspectiva ambiental holística y ecointerdependiente que nos exige la sostenibilidad del desarrollo humano. IMPORTANCIA DEL SABER AMBIENTAL PARA EL ESTUDIO DE LA RELACIÓN POBLACIÓN, CONSUMO Y DESARROLLO SOSTENIBLE.

En este mundo globalizado donde cada día gana un mayor espacio el estudio de la relación población, consumo, medio ambiente y desarrollo vemos como en todos los discursos económicos, políticos y, sociales el saber ambiental se ha constituido en uno de los desafíos cognoscitivos y epistemológicos actuales más acuciantes dada la creciente envergadura de su problemática económica, social y política: convertido en uno de los grandes megatemas del debate intelectual y empresarial a todos los niveles de la sociedad. No obstante, aún adolece de una adecuada sistematización al interior de los ámbitos de los estudios de la relación población, consumo y desarrollo y

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por ello, es imprescindible proponer una agenda de tópicos para organizar una reflexión y debate que pueda ser críticamente contributivo a la reorientación de acciones en curso y/o a la programación de nuevos proyectos educativos de gestión de consumo sostenible para poder construir el desarrollo humano sostenible.

En la actualidad la reformulación de los postulados de la

gestión para el consumo sostenible o responsable mediante la educación ambiental como factor de integración ecointerdependiente de nuestra cosmovisión y cultura e instrumento para el desarrollo humano sostenible y sobre todo como motor de impulsos del crecimiento humano, implica valorar un conjunto de habilidades y conocimientos que constituyan un sistema de invariantes para desarrollar un pensamiento autóctono creativo capaz de contribuir a resolver las contradicciones que nos impone la construcción de un futuro con muchas más certezas que incertidumbres. Debemos estar conscientes que ello es una necesidad que no podemos ni a nivel individual, familiar, comunitario, ni en el de los gobiernos, o en el de sociedad civil eludir si de verdad queremos lograr la necesaria contribución de saberes para lograr el desarrollo humano sostenible sobre la base de la gestión sostenible de todos los niveles de organización de la sociedad.

Es por todo ello que el reclamo de la cultura de la

sostenibilidad y del consumo responsable comienza a nivel de proyecto de vida, de célula básica (familia), de comunidad para llegar hasta los gobiernos locales para convertirnos en verdaderos promotores de la democracia ambiental, lo cual es inherente a las exigencias que nos plantea la estrategia de supervivencia para lograr el desarrollo humano sostenible.

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Debido a la complejidad de la multiculturalidad y al vasto alcance de la problemática sugiero que profundicemos en el siguiente postulado para poder llegar a conclusiones sobre cual debe ser nuestro papel para lograr mediante la educación ambiental contribuir a la integración de nuestro fraccionado pensamiento potenciando nuestras habilidades como gestores ambientales holísticamente en todas nuestras respectivas esferas de actuación Para ello les propongo partir de una base epistemológica ambiental para valorar de forma ecointerdependiente como la multivariedad de factores que convergen en la concepción de aldea global conlleva a detenernos en las siguientes situaciones que se presentan a continuación.

Primero, hay que estar bien claro, de que todos somos consumidores y educadores y que debemos jugar nuestro papel como tal, desde la casa hasta en la empresa, que todos de una forma o de otra somos los gestores de políticas, desde nuestro proyecto de vida como miembros de una familia, o como miembros de un colectivo laboral, y sociedad civil en general.

Debemos valorar como productores y consumidores la concepción de que la aldea global se encuentra en el macro ecosistema formado por el conjunto de ecosistemas que componen la biosfera. Ello implica valorar como dicha aldea no sólo está constituida por medios de comunicación, sino, que se encuentra habitada por una población total productora y consumidora que emerge con conciencia de su unicidad; es nuestra humanidad planetaria. Humanidad que producto de la crisis de civilización que ha traído como consecuencia las crisis económicas, ecológicas y sociales comienza a ganar conciencia de que no podrá sobrevivir sino cambia su concepción del mundo y sus patrones de consumo y construye una nueva civilización, no sólo para la presente generación, sino para las futuras y por ello tiene que actuar

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en favor del cambio necesario partiendo de la necesidad de la nueva concepción ambiental holística de la sostenibilidad pero tomando como premisa el proyecto de vida de cada uno de los integrantes de esta gran humanidad.

Es por todo lo anterior que es imprescindible que todos visualicemos a futuro la importancia de la educación ambiental para el cambio necesario que redunde en la verdadera motivación ciudadana para exigir la integración en función del consumo sostenible que tome como premisa la sistematización de valores de forma ecointerdependiente aprovechando todas las ventajas de nuestros diferentes modos de actuación y sobre todo potenciando dicha concepción en nuestros proyectos de vida en su sentido conceptual y figurado.

En otras palabras, es imprescindible que todos estemos conscientes de esta situación, la cual tiene que conllevarnos a interiorizar el verdadero sentido de la reemergencia de la importancia del desarrollo sostenible de lo individual a lo colectivo, lo local, lo nacional y lo internacional. No sólo es necesario, actuar y reeducar en y para resolver la contradicción entre certeza e incertidumbre, sino también para inducir a cada uno de nosotros en la motivación ciudadana para asumirse cabalmente en la necesidad del cumplimiento de su responsabilidad solidaria en correspondencia con la nueva ética de la supervivencia y con la necesidad del consumo sostenible.

La fluidez con que se produzcan estos nuevos conocimientos y su análisis multicausal ineludible mediante el cuestionamiento y/o la relativización de la correspondencia entre un aspecto de la realidad y el conocimiento que de ella se tenía, obliga a que encaremos el proceso de enseñanza/ aprendizaje de la cotidianidad en nuestros proyectos de vida bajo una nueva óptica ambiental holística y

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ecointerdependiente para lograr proyectos de gestión de desarrollo y de producción y consumo sostenibles.

Dada la multivariedad de problemas ambientales de la relación población, ambiente, consumo y desarrollo es necesario que trabajemos para que en todas nuestras esferas de actuación para que cobre un mayor espacio la importancia de la cuestión ambiental, vista como construcción crítica relacional de saberes disciplinarios preexistentes, la cual abarca, desde el punto de vista epistemológico programático, tres aspectos: fenómenos, problemas y conceptos ambientales.

En fin, debemos tener muy presente e incorporar en nuestras esferas de actuación, que los fenómenos ambientales son los hechos de realidad en que se articulan elementos de sociedad y elementos de naturaleza: se trata de una expresión de la cultura histórica, según la cuál la humanidad define niveles de instalación más o menos compleja de grupos sociales en la naturaleza ecosférica, básicamente a partir de estrategias de adaptación/ transformación de dicho soporte.

Es necesario, detenernos para valorar como se plantea en el discurso ambiental actual que, desde cierto punto de vista, la fenomenología ambiental constituye un nivel de realidad social mediante la conceptualización desde diversas ópticas científicas y por ello, en tanto naturaleza histórica, no resulta económicamente pertinente que sea un campo cognoscitivo enteramente nuevo y/o que funde de nuevos campos de saber.

Asimismo es importante destacar, que los problemas ambientales son algunos fenómenos en los que la articulación de elementos sociales y naturales adolece de defectos de racionalidad (cualquiera que sea la definición

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que le demos: desde la racionalidad productiva a la sustantiva, desde la relativista/culturalista a la historicista). Tal defecto de racionalidad supondrá, mediata o inmediatamente, un grado relativo de afectación social, ya que la afectación natural siempre deviene en social. Podría decirse además que la entidad epistémica de problema (en la articulación sociedad/naturaleza) se congenia con la entidad social de conflicto (suscitado entre diversos sujetos del colectivo social).

De ahí la importancia de que todos nos preparemos científicamente para que la población, y en particular los productores y los gobiernos ganen mayor consciencia en que los conceptos ambientales son los instrumentos teóricos que debemos utilizar para permitir distinguir los problemas en los fenómenos, o sea, delimitar el campo de lo ambiental como un conjunto de fenómenos derivados en problemas: a esta construcción conceptual puede llamársela teoría ambiental. El fenómeno deviene en problemas mediando un proceso o transformación, temporalmente verificable: los procesos de problematización de fenómenos pueden ser acelerados o catastróficos y lentos o anastróficos. Además, es imprescindible que se tenga muy en cuenta para conocerlo y aplicarlo correctamente que, el concepto emerge como modo de lectura de esa procesualidad que transforma lo fenoménico en problemático, lo cual debemos tener bien claro para prepararnos con miras a su resolución.

Debido a todo lo anteriormente planteado, les propongo que tomando en consideración las características ambientales del mundo en que vivimos, reflexionemos en la importancia de las diversas manifestaciones espaciales de lo ambiental en nuestro planeta, las cuales son de vital importancia para poder contribuir a la sostenibilidad de la gestión para el consumo sostenible

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En fin, para poder contribuir ala sostenibilidad de la gestión ambiental del consumo responsable es necesario que nos detengamos y valoremos como una condición sine quanon la importancia de tener en consideración que, los fenómenos y los problemas revisten dos formas complementarias de manifestación: la espacialidad y la temporalidad. En rigor, todos son temporales - o vinculables con expresiones procesales, transformaciones, desarrollos - pero no todos son espaciales en su conceptualización, aún cuando siempre tengan expresión o consecuencia espacial. Por ejemplo, los procesos macroeconómicos vinculados a los flujos de capital financiero en el Caribe bajo los efectos de la globalización suelen modelizarse en una especie de condición a-espacial o territorialmente abstracta: en rigor, la denominada mundialización o globalización de la economía se apoya sustancialmente, en la maximización de la condición de abstracción espacial o territorial, no sólo en términos físicos sino además y sobre todo, neutralizando los tópicos inherentes a las expresiones espaciales o territoriales de poder (nacional, regional, local).

Es necesario que reflexionemos en esta característica histórica ya que - la globalización engendra una nueva dimensión de problemas ambientales los cuales se manifiestan y deben ocupar un mayor espacio en la relación población, ambiente y consumo - en el seno de la fenomenología de una absoluta circulación del capital financiero - cuya expresión dominante adquirirá cualidades espaciales, en tanto problemas específicamente localizados: en rigor, la lógica de la globalización, como expresión dominante de un grado de desarrollo del modo capitalista sin equidad y donde se potencia el consumo desenfrenado, plantea una fenomenología global ideal en la que busca diluirse o relativizarse una problemática local concreta: de allí la apuesta permanente a una discusión de los tópicos ambientales, en una escala unificadora y ecosférica, visible

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en las agendas globales de cambio climático, biodiversidad planetaria, controles agenciales supranacionales, etc.

De igual forma, es necesario reflexionar en la importancia de las manifestaciones temporales de lo ambiental en el estudio de la relación población, consumo y desarrollo como requisito indispensable para poder contribuir a lograr la sostenibilidad de la gestión del consumo responsable.

Por una gran variedad e factores vemos como en el estudio de la relación población, consumo y desarrollo actualmente se aprecia, que existe cierta dificultad en reconocer la dimensión espacial de lo ambiental dentro de la dinámica sociodemográfica - por ejemplo, la entidad localizada de un aspecto problemático de un fenómeno -, en cambio la dimensión temporal parece ser más nítida o visible en la medida que resulta posible discernir el proceso temporal por el cual un fenómeno deviene problema, por ejemplo, la aparición de erosión en un área productiva y su relación con la migración, en la cuál puede cotejarse empíricamente la modificación de carácter regresivo de ciertas variables (por ejemplo, cobertura vegetal o PH del suelo, pero también, cambios en la propiedad o dominio o en los procesos tecnológicos, etc).

Sin embargo, las dificultades en conceptualizar problemáticamente algunas manifestaciones temporales de lo ambiental en dicha relación objeto de estudio se ligan a la inespecificidad de cada fenómeno/problema analizado; esto es, a la cualidad complementaria o sustitutiva de innovaciones que la modernidad ha conceptualizado como elementos de neutralización de efectos negativos del desarrollo histórico; innovaciones inmersas dentro del término genérico de progreso. En este sentido, se valora una historicidad genérica, supuestamente garantizadora de mejoras globales - por ejemplo, el aumento de erosión

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localizada a los cambios de patrones de propiedad/tecnología -. El despliegue de la globalidad agudiza esta inespecificidad al postular valorativamente la condición teórica de un progreso global frente a la condición empírica de un retraso local.

En fin, no cabe duda alguna en la necesidad que tenemos de integrar de forma totalizante todos los conocimientos para lograr potenciar dicha integración ecointerdependiente con el objetivo de lograr la construcción de un saber histórico ambiental que potencie el estudio de la relación población, consumo y desarrollo, susceptible de articular lo histórico global con lo microhistórico local. Ello es imprescindible para reivindicar, por una parte como el espacio de conocimiento capaz de correlacionar lo espacial y lo temporal (o sea, de poner en evidencia la problematicidad ambiental de las transformaciones históricas, pero también el carácter localizado de tal problematicidad, cuya condición aguda adquiere una doble precisión en el tiempo y en el espacio en el mundo de hoy ), y, por otra, como el campo pertinente para generar una cierta conciencia tecnológica racional y no pasivamente catastrófica acerca del devenir humano moderno global y en tal caso, formular principios políticos alternativos, aún en términos preliminares de discursos utópicos para que la población tome consciencia de la necesidad del cambio que exige nuestra propia supervivenia como especie . GLOBALIZACION DEL CONSUMO Y EDUCACION AMBIENTAL.

En el marco del estudio de las relaciones población, consumo, medio ambiente y desarrollo es preciso clarificar el papel específico de la Educación Ambiental en la compresión de la complejidad y del carácter holístico de las realidades ambientales y de la población, particularmente en relación

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con el fenómeno contemporáneo de la globalización del consumo. Asimismo, es condición sine quanon que estemos conscientes de que si nos consideramos verdaderos agentes de desarrollo, es imprescindible que valoremos nuestras competencias de forma totalizante y ecointerdependiente parta construir nuestros paradigmas que permitan repensar la importancia de la relación sociedad, consumo y naturaleza para analizar los avances, perspectivas y retos de la educación ambiental para este nuevo milenio.

Debido a lo anterior es que los invito a que potenciemos el papel de la educación ambiental en un mundo globalizado para poder valorar y tomar partido en cual ha de ser nuestro deber en la construcción del consumo responsable y del desarrollo humano sostenible. Para ello les propongo que nos centremos entre otros aspectos en los siguientes temas principales: influencia de la globalización en relación población ambiente y desarrollo; la complejidad de los retos de la educación ambiental para el estudio de la relación población, consumo, pobreza y biodiversidad.; la educación ambiental y la gestión local; el saber ambiental, la defensa de la soberanía y la seguridad ambiental.

Mientras la burbuja financiera ha crecido fuera de control y fuera de la realidad, ajena a toda orientación productivista, hay áreas económicas completas que han sido devastadas como consecuencia de la globalización. El "Tercer Mundo" quedó sentenciado cuando EE.UU. estableció la flotación del dólar y puso fuera de juego a todas las monedas del tercer mundo. Esto, unido a la crisis del petróleo, aseguró el control de la energía y una inmensa acumulación de valores a favor del primer mundo y de las compañías transnacionales. A causa de la deuda de los países de la periferia, los países del centro succionan inmensos capitales en concepto de intereses de deuda que han servido para engrosar las bolsas de la gran banca transnacional. La lógica del beneficio

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representa los intereses de las grandes corporaciones y esos intereses no son precisamente intereses sociales o ambientales, sino exclusivamente monetarios. El progreso globalizante no implica un progreso del bienestar de los pueblos de este planeta -va contra el medio ambiente, los salarios y los derechos sociales- todos estos aspectos no sólo han quedado fuera de los objetivos perseguidos, sino que se pisotean a diario y para la racionalidad que prima actualmente -la racionalidad del mercado- no tienen la más mínima importancia. La búsqueda del beneficio conduce a un capitalismo en su fase más bárbara y salvaje, la explotación a muerte de los seres humanos y la naturaleza, capitalismo tercer milenio. Relación Globalización y Medio Ambiente: reflexión obligada.

“La mundialización de la economía y la aplicación sin contemplaciones de las recetas del llamado Consenso de Washington (liberalización,privatización y desregularización) han tenido efectos dramáticos para millones de seres humanos que han sido excluidos del empleo, la tierra, la vivienda, la educación, la comunicación, la salud y la justicia. La exclusión social afecta sobre todo a los pobres, los adultos mayores, las mujeres y los niños, los pueblos indígenas y negros, los trabajadores informales, los desempleados y subempleados y grandes franjas de la población rural." (Eduardo Tamayo, presentación del Grito de los Excluidos, Cumbre Social Alternativa en Ginebra, Suiza, 22 de junio de 2000)

En la actualidad existen serias diferencias y muchas divergencias entre los países del Sur y los del Norte sobre las vías de como enfrentar los problemas de la relación entre globalización neoliberal y el medio ambiente. Estas se han manifestado de forma muy aguda en el debate en torno al

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vínculo medio ambiente y desarrollo a partir de Río 92, lo cual tiene importantes dimensiones políticas, económicas, tecnológicas, ambientales y humanas. Este debate se ha internacionalizado dada la importancia que ha adquirido el tema ambiental en el proceso de toma de decisiones en muchas partes del planeta á partir de los años 80 y con mucho más fuerza a partir de los planteamientos y acuerdos de la Cumbre de Río 92. .

Sin embargo. los países industrializados persisten en su propósito de evadir sus responsabilidades ambientales y, salvo contadas excepciones, incumplen los compromisos adquiridos en la Cumbre de Río de 1992 y se presentan como los responsables de la protección del medio ambiente mundial, cuando los hechos demuestran que son los principales causantes de su degradación. “ El escritor Galeano ridiculizaba este lenguaje al plantear que “ Le hacia crecer la nariz a Pinocho “-. En este sentido, es tanta la retórica y la hipocresía de los poderosos en el análisis de los problemas ambientales globales, que el personaje infantil de CoHodi hubiera perdido el equilibrio de tanto crecerle la nariz.” ( ver cabrera 2001)

Las políticas que sustentan la globalización obvian el difícil consenso alcanzado en Río por todas las naciones para enfrentar el deterioro ambiental y pretenden reinterpretar los acuerdos allá tomados y promueven nuevas formas de dependencia de los países Subdesarrollados, enmascarados bajo la justa necesidad de proteger el entorno.

Precisamente, no podemos olvidar, que las bases de funcionamiento del sistema capitalista global se encuentran sustentadas en la maximización de ganancias a toda costa y a todo coste. Las mismas se fundamentan en la explotación de los recursos naturales y la mano de obra de los países

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lamentablemente llamados "pobres o subdesarrollados". Estos países llamados por algunos en vías de desarrollo constituyen las fuentes de materias primas y fuerza laboral para poder obtener una producción barata, lo cual hace que sean altamente codiciados y explotados por las compañías transnacionales que se adueñan de sus recursos naturales.

A continuación tomando como base algunos de los documentos compilados por el Dr. Eramis Bueno para la impartición del curso de posgrado población, desarrollo y globalización se presentan algunos comentarios que por su importancia deben contribuir al surgimiento de reflexiones para profundizar en la interrelación entre globalización , población y medio ambiente ( ver Bueno 2001),

Los países pobres debido al injusto orden económico internacional se ven obligados a vender sus materias primas, sus recursos y sus tierras a precios de saldo sin internalizar los costos holísticamente. Esta importante riqueza pasa a manos de compañías extranjeras que no miran por los intereses de las poblaciones y mucho menos la protección del medio ambiente local.

“Los países asiáticos no sólo han sido afectados por la crisis bursátil, sino que recientemente también han sufrido desastres ecológicos de dimensiones incalculables. Indonesia y Malasia a finales de 1997 se han visto azotadas por miles de incendios sin control que han devastado las selvas de Sumatra, Borneo y Java. El humo cubrió de cenizas y nubes tóxicas las principales ciudades y fueron las causantes de una serie de trágicos accidentes que segaron varias vidas humanas. Indonesia ya había visto reducida su selva húmeda en un 80 % desde los años 70. Estos desastres no son fruto de la mala suerte, ni de fenómenos climatológicos como El Niño, sino que tienen su origen en las deforestaciones masivas que se vienen produciendo en estos países, como en tantos otros, tal como exige un modelo

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basado únicamente en el beneficio económico” (ver Chusa Lamarca 2001 , Cabrera 2001).

En la actualidad en muchos países la poblacioón pobre esquilma sus bosques con el fin de usar la leña como combustible. No obstante producto de una falta de visión de una real polítca ambiental se presenta una constante sobreexplotación de sus recursos forestales y naturales para destinarlos a la exportación hacia los países ricos como pago por los intereses de la deuda externa. La mayor parte del patrimonio natural del planeta se encuentra en los bosques tropicales del sur, hoy sometidos a una grave degradación por los intereses económicos y comerciales del Norte. En los últimos 50 años se han perdido un tercio de los bosques. Desde los años 50 la utilización de madera se ha triplicado y la del papel se ha quintuplicado. Entre 10 y 17 millones de hectáreas de bosques son esquilmadas cada año. Millones de hectáreas de tierras cultivables también desaparecen cada año debido a la erosión y la sobreexplotación. Se calcula que hacia el año 2010, la cubierta vegetal del planeta habrá disminuido en más de un 40% respecto a la que existía en 1990 y que dentro de diez años habrán desaparecido entre un 15 y un 20% de todas las especies animales y vegetales existentes.

El sudeste asiático era, hasta ahora, la principal fuente de maderas tropicales, pero el progresivo agotamiento de sus bosques y selvas ha hecho que se comiencen a explotar a destajo las selvas tropicales de América Latina donde día a día se construyen nuevas vías de acceso y nuevos asentamientos mineros, industriales y urbanos. Según el Informe Anual del Instituto World Watch de Washington, las empresas extranjeras detentan los derechos de explotación maderera de 12 millones de hectáreas de la Amazonia. No hay que olvidar que los bosques son también el hogar de muchos pueblos, pero los gobiernos y las multinacionales no respetan los derechos territoriales, sociales y culturales de

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los pueblos indígenas, ni las formas de vida de las comunidades locales tradicionales.

Sin lugar a duda alguna debemos tener presente, que existen causas directas que contribuyen a la degradación de los ecosistemas: la promoción del comercio internacional y la liberalización económica cuyas reglas de funcionamiento se basan exclusivamente en la ampliación de los mercados, sin tomar en consideración sus funestas consecuencias ambientales y sociales. Para la "lógica" actual, el uso sustentable de los ecosistemas, la utilización colectiva de la biodiversidad, la protección del conocimiento, la preservación de la seguridad alimentaria y la existencia de sistemas justos y equitativos de distribución de la riqueza y los recursos son considerados como limitaciones al comercio, no importa que esta concepción nos conduzca a la autodestrucción.

Si de algo debemos estar conscientes es que, los problemas ecológicos y ambientales se encuentran interrelacionados de forma ecointerdependiente con los problemas del desarrollo de los pueblos y de las personas, un desarrollo desigual para las sociedades y los seres humanos y dañino para la naturaleza. La cuestión ambiental no puede ser vista como un obstáculo al desarrollo de un país, sino como una condición indispensable para y un potencial productivo para ese desarrollo, claro que habría que cambiar radicalmente el ya tan manido, confuso y vapuleado concepto de desarrollo que solamente ha servido para la explotación y destrucción de las funciones básicas del macrto ecosistema mundial.

El injusto orden internacional mediante las reglas del comercio internacional se deben subordinar al respeto de los ecosistemas, a la calidad ambiental y al sustento y consideración de los modos de vida de las sociedades afectadas. La racionalidad del mercado es una falacia, la racionalidad se define de acuerdo a unos objetivos y unos

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fines y estos no pueden basarse en el crecimiento económico per se, sino en la satisfacción de las verdaderas necesidades humanas con criterios de equidad y justicia y de respeto a la naturaleza.

En la actualidad vemos como los países pobres con sus nulas o bajas normativas ambientales y fiscales se convierten en paraísos para las transnacionales. Los intereses de las compañías mineras, petrolíferas, turísticas, de los terratenientes del lugar y de los políticos corruptos de turno, no dudan en aplicar políticas que afectan a indígenas y campesinos con el fin de obtener beneficios. Pero la nueva colonización posmoderna y conquista de los países "pobres" no se consigue sólo a través de las balas, a veces sus métodos son más refinados, aunque igualmente criminales.

En Latinoamérica, los ejércitos reclutan mano de obra para los cultivos destinados a la exportación, mientras la población nativa pasa hambre o padece enfermedades por las malas condiciones de vida y de trabajo, la contaminación sin control, el vertido indiscriminado de residuos tóxicos o el empleo de pesticidas. Todas estas prácticas, prohibidas en los países "desarrollados", están a la orden del día en los países de la periferia. En Guatemala, según ha denunciado Rigoberta Menchú, las mujeres tienen la leche contaminada a causa de los pesticidas empleados en las plantaciones. El Banco Mundial que sistemáticamente había considerado a las mujeres como sujetos "pasivos" a la hora de aplicar sus políticas, puesto que las otorgaba únicamente un papel reproductivo, les confiere ahora un papel destacado y considera que la contribución económica femenina es fundamental para el desarrollo. Ello se debe a que a partir de las crisis de los 80, se comienza a tener en cuenta su utilización como mano de obra barata, lo que produce mayores beneficios al capital.

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Como anteriormente se destacó, las mujeres han sido siempre las más perjudicadas por este sistema global de explotación y el abaratamiento de sus salarios ha traído como resultado un incremento de la pobreza femenina en las dos últimas décadas. Como siempre, su trabajo dentro del hogar, sin horario de cierre, sin descanso semanal, sin vacaciones y, sobre todo, sin salario, sigue sin contabilizarse en los libros de cuentas y balances macroeconómicos y sigue estando ausente de las mentes más preclaras de la ciencia económica, que suelen ser varones y del primer mundo, para más señas.

Los organismos económicos y financieros internacionales se encargan de llevar a cabo los dictados del "mercado global". La OMC intenta imponer un orden económico donde los países ricos exploten más y mejor a los pobres, agoten sus recursos y riquezas naturales, destruyan el medio ambiente y obtengan mayores beneficios sin pagar ningún tipo de impuestos o aranceles. Campo libre para el saqueo y la expoliación, colonización siglo XXI para la conquista de nuevos aires, aguas y tierras limpias, listas para contaminar.

De igual forma, no podemos olvidar, que la diversidad es la base del equilibrio y sustento de todos los sistemas biológicos y las comunidades locales tradicionales a lo largo de la Historia, han sabido mejorar y conservar la biodiversidad aumentando la base de los recursos disponibles. La población rural del "Tercer Mundo" depende directamente de los recursos biológicos para suplir el 90% de sus necesidades. Se calcula que un 60% de la población mundial depende de sus propios recursos para su alimentación, pero estos recursos están pasando a manos de compañías transnacionales. La mayor diversidad no se encuentra en los países ricos del Norte, sino en los llamados países del "Tercer Mundo", y a pesar de ello se les sigue denominando de manera hipócrita e injuriosa países "pobres". Los intereses mercantiles no sólo provocan que se

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pierda la diversidad genética: se pierden 100 especies al día, sino que usurpan los recursos y conocimientos de los pueblos y culturas tradicionales para su puesta en circulación en el mercado global. Las empresas transnacionales y los gobiernos de los países industrializados cuentan con el 95% de los derechos de propiedad y de las patentes biotecnológicas, el 99% de las patentes y derechos en el caso de los vegetales. Pero no sólo se comercia con los recursos y el saber que el primer mundo roba al tercero, también partes de seres humanos están siendo patentadas y vendidas. La privatización, monopolización y mercantilización de la vida conducen a un intercambio desigual que sólo beneficia a una minoría y condena a la mayoría de la población del planeta al hambre, la explotación y la muerte.

El Banco Mundial sigue imponiendo, mediante sus planes de ajuste estructural, políticas de liberalización del comercio que impiden la protección y la ayuda a los campesinos y productos locales, y obligan a los países pobres al cultivo y exportación de productos que servirán para alimentar el ganado, que será a su vez engullido por los habitantes de los países ricos. La cadena alimenticia no se interrumpe: el rico se come la carne del animal en forma de hamburguesa, el animal se come al vegetal y el vegetal se come al pobre. Si a esto añadimos el poder desmedido de las grandes multinacionales agroquímicas que controlan no sólo todos los sectores de la producción y distribución agrícolas, sino también la tecnología y las patentes sobre las semillas, no es de extrañar por qué en la India, en los últimos meses, más de 400 campesinos se hayan quitado la vida acosados por las deudas y por la humillación de haber perdido su único medio de subsistencia: la tierra.

El poder de las grandes compañías y corporaciones se ejerce de manera directa sobre los más indefensos: los pueblos y la naturaleza, pero también las huellas de sus garras se ciernen sobre políticos e instituciones

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supuestamente democráticos. En la Cumbre de Kioto, las grandes firmas petroleras y del motor presionaron a Clinton para que no firmara ningún acuerdo que pusiera en cuestión sus intereses. EE.UU. que con sólo el 4% de la población mundial es responsable del 23% de las emisiones de CO2, no ha ratificado el acuerdo de reducir sus emisiones en un 7%. A veces el disfraz es más sutil y las grandes compañías se esconden bajo unas siglas con apariencia de ONG, con el fin de participar en foros y acuerdos internacionales sin levantar sospechas.

Los países industriales con sólo el 21% de la población mundial, consumen el 75% de toda la energía producida en el planeta, mientras una quinta parte de la población mundial carece de agua potable. Esto parece no sorprender a nadie pues la lógica del mercado se va imponiendo como único catecismo. Se intenta mercantilizar todo, incluida la emisión de gases que producen el efecto invernadero. En la Cumbre Internacional del Clima de Buenos Aires, se abrirá la veda para pagar por contaminar ya que se concederán licencias de compraventa de emisiones, es decir, los países pobres se verán obligados a vender su cuota contaminante a los países "desarrollados", que a cambio de unas cuantas divisas que pasarán a engrosar los bolsillos de los gobernantes corruptos de turno o como una rebaja de su deuda externa, venderán el aire de sus poblaciones y los pulmones de sus habitantes. ¿Cuánto dinero costará en servicios médicos y farmacéuticos reparar la salud de las personas? Los pobres no tienen SS, ni ambulatorios, ni medicinas. Los pobres no tienen derecho a un aire sano, a la salud, ni a la vida. El precio de sus vidas lo cobran otros.

Los impactos sociales y ambientales que generan las prácticas sin control de las multinacionales, auspiciadas por las leyes liberalizadoras de algunos países y por los organismos económicos y financieros mundiales se pretenden "compensar" justificando que los daños sociales,

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económicos y ambientales ocasionados se pueden negociar, comprar o tasar. La vida, la salud y la dignidad de las personas, los bosques, el aire, la tierra, el agua, no tienen precio.

No sólo la contaminación se manda a los países de la periferia, también la basura nuclear se exporta a los pobres. EE.UU. pretende construir un vertedero nuclear en Sierra Blanca (Texas), a sólo 32 km. de la frontera con México, con el fin de almacenar allí los residuos de sus centrales nucleares. El terreno no ha sido elegido precisamente por sus especiales condiciones de seguridad, por el contrario, se trata de una zona con un alto riesgo sísmico –en 1995 se produjo un terremoto de 5,6 en la escala de Richter, sino por la "especial" composición de su población: es uno de los lugares más pobres de Texas y, además, 7 de cada 10 personas que habitan la zona, son mexicanos.

El que EE.UU. intente desviar el problema de los residuos de sus centrales nucleares hacia la frontera mexicana no es un hecho aislado, sino que sistemáticamente comete actos de racismo ambiental. La región de Sierra Blanca ya cuenta con un depósito de lodos contaminados procedente de la ciudad de Nueva York. EE.UU. coloca sus basureros en las reservas indígenas y en zonas habitadas por minorías étnicas o con bajos ingresos. Compran a sus políticos y gobernantes y se aprovechan de la miseria. Las industrias mineras, del petróleo y nucleares financian las campañas electorales de los políticos de turno para que estos les sirvan a sus intereses, mientras el pueblo se traga la mierda de la basura nuclear y los niños juegan, respiran, beben y se alimentan con los residuos tóxicos. Las minorías indígenas se ven impotentes ante esta nueva forma de racismo ecológico y lo más indignante es que a veces estos proyectos se presentan bajo la excusa del tan manido "desarrollo": crear empleos y generar ingresos en la zona.

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Y existen multitud de ejemplos similares. La multinacional alemana Basf, que se dedicó a fabricar pinturas y disolventes durante 20 años en la región de Morelos (México), cierra la planta dejando abandonados sus residuos tóxicos, el aire y los ríos contaminados. El saldo de su presencia ha sido el siguiente: enfermedades pulmonares y respiratorias, muerte de animales, contaminación de los canales de riego y del agua para el consumo, y la completa destrucción del entorno.

La doble moral de los países ricos es completamente inmoral. Mientras que los países "desarrollados" aprueban tanto moratorias a la energía nuclear como el cierre de centrales, la Agencia Internacional de la Energía Atómica, dependiente de la ONU, propone el uso de la energía atómica para desalar agua del mar en países secos. Aducen que alrededor de 80 países, en los que se concentra el 40% de la población mundial –países pobres, naturalmente- sufren sequía y esto estrangula su desarrollo. Está claro que la industria nuclear busca no sólo nuevas aplicaciones ahora que se le ha acabado el negocio de las grandes centrales en los países del Centro, sino también nuevos mercados en los países "no desarrollados", allí donde la conciencia pública ante el riesgo nuclear es escasa o donde o donde la represión no permite a la gente expresar su rechazo. Mientras que los combustibles fósiles se agotan, la ONU asegura que el gasto público en investigación y desarrollo en materia de energía se ha reducido en un tercio en términos reales desde comienzos de los años 80, el resto se destina al desarrollo de los combustibles fósiles y la energía nuclear. El Banco Mundial, enarbolando la bandera del desarrollo "sustentable" y para cumplir los objetivos de a Agenda 21 financió programas de reducción de CO2 en China por valor de 2 millones de dólares, mientras que destinó 310 millones para la construcción de centrales generadoras de energía en base a carbón o 1.000 millones de dólares para sistemas de transporte basados en combustibles fósiles. De los 46 préstamos concedidos a programas de energía, sólo dos

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incorporaba criterios de eficiencia energética o de conservación ambiental.

La estabilidad y la competitividad del mercado mundial exigen reducir los salarios y disminuir al máximo las medidas de protección social y ambiental, permiten que millones de personas carezcan de educación, vivienda, atención sanitaria, incrementan el paro y la marginación, destruyen miles de vidas y devastan la naturaleza. Esta es la racionalidad del actual sistema global. Los criterios de eficiencia económica conducen a una explotación irracional de los recursos naturales y son incompatibles con la equidad social y la justicia distributiva.

El caballo de Atila del crecimiento económico campando libre y a sus anchas por toda la superficie del globo, se alimenta de los recursos naturales que encuentra a su paso, bebe el sudor de los trabajadores, agosta la vida y, en su camino hacia ninguna parte, deja una estela imborrable: cambio climático, deforestación y pérdida de biodiversidad, desertización, erosión, agotamiento de los recursos no renovables, aumento de los residuos nucleares y tóxicos, contaminación de la atmósfera y de las aguas, incremento del consumo, cultura –o incultura- del usar y tirar, destrucción de los ecosistemas naturales y de las zonas rurales, expansión de la urbanización y de las infraestructuras para el transporte motorizado, pérdida de calidad en la alimentación, uso de agricultura química intensiva, liberalización de organismos genéticamente manipulados cuyas consecuencias son impredecibles, etc.

Los problemas del medio ambiente se encuentran directamente relacionados con los problemas de la desigualdad social. pobreza y deterioro ambiental se hayan indisolublemente ligados. Se trata de una lógica y un modelo perversos ya que los pobres a corto plazo se ven obligados a destruir sus recursos naturales que son precisamente, los

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que a largo plazo necesitarían para subsistir. Y todo para satisfacer las demandas insaciables de consumo de los países ricos. Los problemas ecológicos y ambientales son el resultado de disfunciones de carácter social y político, están determinados por la forma de relación de los seres humanos, por los patrones de consumo que siguen y por el tipo de organización que adopta la sociedad para satisfacerlos, en suma, son el resultado del modelo económico establecido. El empobrecimiento progresivo del patrimonio natural del planeta y la limitada capacidad de recuperación de los ecosistemas, esto es, la crisis ecológica y la crisis ambiental son, pues, el resultado del actual modelo globalizador, un modelo de producción y de consumo injusto, depredador con los seres humanos y la naturaleza.

El desarrollo sostenible no consiste sólo en un menor consumo de recursos y una mayor eficiencia en los procesos productivos, sino también en el desarrollo social y cultural de los pueblos, de las comunidades y de las personas, en una mayor equidad en el reparto y distribución de la riqueza y en una verdadera participación democrática.

Menos de una quinta parte de la población mundial consume cerca del 80% de las reservas del planeta y produce el 75% de las emisiones contaminantes. Hay quien ha llegado a afirmar que a estas alturas del proceso evolutivo, lo que distingue al ser humano del animal es su capacidad para producir desechos. La Tierra es hoy un estercolero. Toda la extracción de recursos debe ser reducida y es obligatorio disminuir el consumo y minimizar el transporte -principal fuente de contaminación-, así como cortar de raíz los intercambios comerciales que dentro de la actual "racionalidad económica" permiten que EE.UU. importe millones de galletas danesas, mientras Dinamarca hace lo propio con galletas norteamericanas. Alguien ya se ha preguntado ¿No sería más eficaz intercambiar recetas?

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Todo lo anteriormente planteado nos convoca para valorar que es imprescindible pensar y reflexionar en como desde nuestra esfera de actuación podemos contribuir de forma práctica a elaborar lineamientos y propuestas para el desarrollo de actividades dentro del marco del capítulo 36 de la Agenda 21, así como orientaciones para la actualización y renovación del campo de la perspectiva ambiental del desarrollo sostenible y en particular de la educación ambiental como factor y motor de cambio con miras a la Conferencia de Río+10.

A continuación tomando como base algunas de las ideas marco y principios para la acción analizadas en el tema de la Educación Ambiental (EA) ante la Complejidad y la Globalización que se discutieron en la Reunión de Expertos en Educación Ambiental: Nuevas perspectivas para la Acción, la cual se desarrolló en Santiago de Compostela, España del 20 al 24 de noviembre del 2000.(ver Formación Ambiental, 2000) para que las mismos sean enriquecidas con su experiencia y que podamos reflexionar para valorar sobre la importancia de la educación ambiental para determinar ¿cuál ha de ser nuestro papel como agentes de desarrollo en todas nuestras respectivas esferas de actuación?.

Teniendo en consideración lo anteriormente planteado, es necesario que tengamos bien definidos un buen marco conceptual que nos sirva de referencia para poder ubicarnos en una corriente de pensamiento que sea consecuente con nuestro papel como agente de desarrollo. Es por todo ello que les propongo que valoremos lo siguiente:

Es imprescindible que profundicemos en el concepto de globalización para que lo valoremos en su justo impacto totalizante, ya que el mismo trasciende los planos geográficos y económicos para integrarse en los planos

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cultural, social, político y psicológico. Debido a su impacto totalizante debemos tener muy presente que la globalización adquiere una dimensión histórica. Además, es imprescindible que visualicemos en como lo “global” se expresa simultáneamente en la esfera de las relaciones internacionales y en la vida cotidiana y que afecta al conjunto de la población mundial e implica a cada individuo en su proyecto de vida y a cada comunidad de forma singular.

En fin, tenemos que estar conscientes de que en la actualidad la globalización entendida en su impacto totalizante y multicausal, es uno de los principales rasgos de la realidad contemporánea que es preciso considerar para tenerlo presente en los modos de valorar el presente, tomar partido y anticipar el futuro, si queremos construirlo de forma sostenible.

Asimismo, es necesario que valoremos como en los discursos críticos sobre la globalización, en los cuales nos situamos, cuestionan la bondad de un mundo articulado por el mercado y en el consumo como principal elemento de cohesión. Consideramos muy importante que tengamos en cuenta, que las relaciones e interdependencias económicas, sociales y culturales establecidas entre individuos, comunidades y sociedades no responden en este nuevo orden a criterios de justicia sustantiva y por tanto carecen de equidad y solidaridad.

En general, hay que tener en cuenta y estar muy alertas sobre los impactos de la globalización, ya que la misma puede derivar en homogeneización cultural y alienación social. Debido a ello hay que valorar como la inoperancia de los gobiernos nacionales ante problemas que escapan al ámbito de su soberanía, junto con la falta de instancias de gobierno transnacional efectivas, está generando un vacío propicio para la violación de los derechos individuales y

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colectivos, para la explotación abusiva de los recursos naturales y para que la pobreza cada día sea más galopante en gran parte de la población mundial.

En ese mismo orden de pensamiento, vale la pena valorar como en la actualidad cada día gana un mayor espacio en el discurso de los defensores de la globalización neoliberal, la concepción de que el contexto de la globalización económica es imprescindible la concepción de que el ambiente hay que considerarlo solamente como una reserva de recursos al servicio de las necesidades humanas. Por tanto, es un gran reto para la Educación Ambiental (EA) que la misma insista de manera sistemática y demuestre fehacientemente la necesidad de destacar la ecointerdependencia que se manifiesta en otras dimensiones y valores del medio ambiente, particularmente sobre su valor intrínseco como sistema vital para la vida y patrimonio cultural de la humanidad.

Debido a todo lo anteriormente planteado es que los invitamos a considerar como condición sine quanon, que la EA ha de contemplar la globalización como una realidad a tener en cuenta en la promoción de los cambios necesarios para reconstruir las relaciones quebradas entre los seres humanos, entre las sociedades y entre los seres humanos y la naturaleza. Debe desvelar y poner en evidencia los efectos negativos que genera la globalización neoliberal planteando cómo afectan los mismos a la vida de las personas y de las comunidades, y señalando las responsabilidades que las personas y las comunidades tienen para luchar contra los problemas que generan o agravan. La EA debe mostrar las complejas relaciones que se establecen entre los problemas ambientales (económicos, políticos y ecológicos) y las vías para su solución de forma ecointerdependiente.

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Asimismo, es muy importante que analicemos como la EA debe reconocer que la crisis ambiental es también un problema de la construcción de los saberes. Dicha construcción debe crear un espacio para que valoremos como la creencia tecnocrática en que las ciencias acabarán por si solas ofreciendo soluciones definitivas a los problemas ambientales cada día se está demostrando falsa. Además, debemos tener presente, que la complejidad inherente al proceso de globalización neoliberal contribuye a ocultar y hacer incomprensible el papel que los individuos, las comunidades y las sociedades juegan en la generación de la problemática socioambiental.

En este contexto, es frecuente que las personas se sientan impotentes, ignoren su responsabilidad y se inhiban ante la posibilidad ensayar alternativas ante lo que perciben como una amenaza difícil de comprender y concretar. Es aquí donde debemos potenciar el papel de la EA para sobre la base de los problemas reales tener el poder de convocatoria inter y multidisciplinario para proponer marcos teóricos y éticos, y promover acciones para que los individuos y las comunidades puedan analizar críticamente lo que es ecológicamente insostenible y socialmente injusto en la globalización, y para promover cambios a diferentes escalas.

De esta manera estamos obligados a potenciar el papel de la EA para que la misma considere el problema de la globalización cultural del colonialismo posmoderno en su agenda de reflexión y trabajo. Especial énfasis se debe hacer para profundizar en como la homogeneización está simplificando la diversidad cultural y generalizando estilos de vida y de consumo insostenibles. Debido a ello la EA debe ser un instrumento y una herramienta de trabajo cotidiano que nos permita defender la soberanía nacional y favorecer la diversidad cultural como una forma de garantizar que los

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individuos y los pueblos puedan llevar a cabo sus proyectos singulares de construcción de la sostenibilidad.

Bajo este paradigma es necesario valorar que es un gran reto para la EA demostrar la importancia de la sostenibilidad, como uno de los marcos posibles e imprescindibles en los próximos años, lo cual implica que tengamos que hacer una permanente y crítica revisión de la misma con un doble fin: evitar su uso para enmascarar enfoques desarrollistas e insolidarios y evitar su aplicación indiscriminada en cualquier iniciativa que asocie educación y medio ambiente. En esta línea, es preciso traducir el valor “sostenibilidad” en valores intermedios: suficiencia, eficiencia, durabilidad, solidaridad, moderación, participación, responsabilidad, equidad, simplicidad voluntaria, comunitarismo, prevención, etc. Estos valores son más operativos para la construcción de una ética “práctica”, los mismo deben ser considerados como invariantes a tener siempre presente en la realización y base metodológica que guíe cualquier iniciativa de EA a cualquier nivel de organización de la sociedad, y como base metodológica para promover el consumo sostenible.

En fin, todo lo anterior nos hace que tomemos partido para situarnos ante la realidad de revisar el lema “actuar localmente, pensar globalmente y consumir sosteniblemente”, para indagar en cómo conectar lo local y lo global, tanto a través de la reflexión como de la acción potenciando siempre la sosteniblidad y el significado del consumo responsable. En este sentido, cualquier programa o proyecto estratégico de EA, local o regional, debe establecer conexiones entre las problemáticas territoriales que aborde y sus implicaciones globales, y viceversa. “Pensar y actuar localmente y consumir sosteniblemente ”, “pensar y actuar globalmente y consumir sosteniblemente ” pueden ser lemas complementarios. Lo local no puede aislarse de lo global, pero debemos estar muy conscientes en que lo global no

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debe imponerse a lo local y que la base orientadora para la acción debe ser nuestra contribución permanente a la sostenibilidad del consumo . POBLACIÓN, SALUD, AMBIENTE Y CONSUMO: EL RETO DE LA TOTALIDAD Y LA ECOINTERDEPENDEN-CIA.

La mundialización de la problemática de la salud ambiental producto d ela maximización de ganancias en aras del consumo insostenible es consecuencia lógica de la ecointerdependencia planetaria. Pero la pretensión de una gestión integrada del consumo responsable y del ambiente y de la salud a nivel mundial aunque es, hoy por hoy, todavía bastante incierta implica, sobre todo, una acción política para establecer un nuevo orden internacional justo para todos los pueblos que potencie la unidad sin renunciar a la diversidad sobre la base de la totalidad y de la equidad.

La magnitud y la complejidad de los problemas de la salud ambiental generados por la filosofía del consumo desenfrenado y avalada por la fragmentación del conocimiento que ha servido para lograr la maximización de ganancias sin tener en cuenta la perspectiva de la ecointerdependencia y de la totalidad han creado la necesidad de integrar un conjunto de conocimientos derivados de diversos campos del saber para su divulgación y para contribuir a erradicar dicha acción que es diametralmente opuesta a los postulados del desarrollo humano sostenible.

Precisamente, esta tendencia hacia la convergencia de conocimientos distintos en una problemática concreta y generalizada, como en el caso del consumo responsable para contribuir a la salud ambiental a través de la totalidad y de la ecointerdependencia implica analizar cómo afecta dicho

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impacto en todas las manifestaciones de la vida en la relación sociedad-naturaleza.

En consecuencia, es necesario tomar como punto de partida el carácter holístico del impacto ambiental de la ecointerdependencia bajo la égida de la totalidad para valorar el comportamiento de la interdependencia, la multicausalidad y la interconexión de los efectos producidos por dicho impacto ambiental. Ello implica, utilizar el enfoque de la relación causa-efecto y de la concatenación universal de los fenómenos a través de un importante proceso de intercam-bios teóricos, metodológicos, conceptuales y terminológicos entre un conjunto de disciplinas involucradas en la problemá-tica del estudio de la relación población, medio ambiente y salud ( ver anexo 7).

Asimismo, con la aplicación de las perspectivas de la totalidad y de la ecointerdependencia mediante la economía ecológica, la ecología humana, la bioeconomía, la energética social y la demografía ambiental al estudio del impacto del fraccionamiento del conocimiento a través de la aplicación de la metodología de la evaluación del impacto ambiental con un marcado carácter holístico (económico, social y medioambiental), se contribuye a la transferencia mimética y a la generalización de metodologías, al uso metafórico de nociones, a la importación analógica y la resignificación estratégica de conceptos entre diferentes teorías, siempre presentes en la historia de las ciencias, lo cual se manifiesta ahora más que nunca por la ecointerdependencia mundial y por la autodependencia colectiva que se refleja en el potencial aplicativo del conocimiento de la necesidad del consumo responsable para lograr la supervivencia global.

En fin, el estudio del impacto de la totalidad en el medio ambiente a través de estos intercambios teóricos entre las variables poblacionales, ambientales, económicas-ecológicas

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y el desarrollo sostenible se ha convertido en un trabajo necesario para poder evaluar los efectos de conocimiento y desconocimiento que ha tenido ese proceso transdisciplinario sobre la capacidad de diferentes disciplinas para aprehender y resolver una problemática poblacional-salud- ambiental concreta del mundo de hoy.

Asimismo, es particularmente importante tomar como punto de partida los avances teóricos, metodológicos y técnicos que han incorporado la agricultura sostenible, la economía ecológica, la ecología, la antropología ambiental, la sociología ambiental, la geografía del bienestar, el derecho, la agricultura orgánica, la planificación, etc., y sus aportes en la instrumentación de políticas alternativas de supervivencia y desarrollo.

Si bien la problemática de la salud ambiental generada por los estilos del llamado desarrollo que se basan en la filosofía del consumo desenfrenado para una minoría y privaciones extremas para una gran mayoría (económica, ecológica y social) implican valorar como el impacto de la totalidad ha reclamado una integración de conocimientos y una retotalización del saber. Ello hace necesario que analicemos como los acercamientos sintéticos, holísticos e interdisciplinarios, limitados a la reorganización del saber disponible pero disperso, son insuficientes para satisfacer esta demanda de conocimientos para contribuir a la sostenibilidad de la vida en nuestro planeta (ver Cabrera, 1994).

Precisamente, estamos en un escenario mundial donde la estrategia epistemológica de una articulación de las ciencias que estudian a la población, al consumo, a la salud ambiental y al desarrollo bajo la óptica de la ecointerdependencia planetaria permite analizar diferentes problemas teóricos resultado de la articulación de diferentes

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procesos materiales vinculados con la problemática del impacto ambiental de la totalidad.

Pero dicha estrategia requiere de una nueva cultura ambiental holística para poder pensar y actuar, la misma esta avalada por nuevos conocimientos teóricos y prácticos para su comprensión y resolución. Es así que desde una perspectiva ambiental holística con una fuerte base económica ecológica se ha generado un proceso incipiente y desigual sobre el desarrollo del conocimiento del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en distintas disciplinas científicas que abordan el estudio de la interdependencia con un marcado enfoque transdisciplinario en las relaciones población, salud , consumo y ambiente.

En otras palabras, es un imponderable del momento estudiar el impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia planetaria con un profundo enfoque transdisciplinario para lo cual es necesario conceptualizar a la transdisciplinaridad como un herramienta de trabajo imprescindible.

En consecuencia, la conceptualización de la transdisciplinaridad puede definirse entonces como un proceso de intercambios entre diversos campos y ramas del conocimiento científico, en los que unos transfieren métodos, conceptos, términos e incluso cuerpos teóricos enteros hacia otros mismos que son incorporados y asimilados por la disciplina importadora, induciendo un proceso contradictorio de avance/retroceso del conocimiento que es característico del desarrollo de los conocimientos científicos(Ver Leff,1992)

Los efectos más negativos de este proceso transdisciplinario en el estudio del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia planetaria en todas las esferas de la vida en el planeta a través de las relaciones población,

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salud, consumo y medio ambiente surgen del desconoci-miento de los objetos específicos de las ciencias y de la falta de enfoques holísticos. Además, dichos conocimientos poseen un carácter fraccionado de la realidad objetiva de las diferentes manifestaciones de la vida. Ello implica una gran limitación en los campos de aplicación de los mismos que afecta la transgresión de los significados teóricos y prácticos de sus conceptos, por un deseo de unificación de los niveles de materialidad de lo real, o por los objetivos de una eficiencia funcional, guiados por la racionalización tecnológica de la maximización de ganancias y por el consumo insostenible.

Dicha visión reduccionista para valorar el impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia planetaria en el estudio de la relación población, salud , consumo y ambiente ha conducido hacia la búsqueda de principios ontológicos o leyes generales de la materia, de ciertas bases fundamentales de sus génesis y evolución, de un lenguaje común y unívoco. Esto ha llevado a la transposición analógica de conceptos, métodos y teorías fuera del campo de lo real en donde producen sus efectos de conocimiento y su eficacia práctica, generando un uso retórico o ideológico del discurso científico sin tener en cuenta el carácter holístico del medio ambiente y que la población es el objeto y el sujeto del desarrollo.

En sentido opuesto y positivo, que el proceso

transdisciplinario del estudio del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en la salud, en el medio ambiente y en el consumo de forma holística, contribuye al avance del conocimiento en tanto que los conceptos y metodologías importadas de otras ciencias, así como ciertas categorías filosóficas y términos técnicos, son retrabajados por la ciencia importadora hasta adquirir un sentido propio en el tejido teórico que sirve para especificar su objeto de conoci-

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miento y para explicar los procesos materiales correspondientes de acuerdo con su manifestación objetiva y su interdependencia.

En consecuencia, es imprescindible tomar como punto de partida los efectos positivos de los intercambios conceptuales entre diferentes disciplinas científicas que abordan la problemática del impacto de la totalidad planetaria y de la ecointerdependencia y la "internalización de la dimensión ambiental" dentro de los paradigmas teóricos de la salud y del consumo. Ello puede contribuir para comprender mejor la articulación de los procesos económicos, políticos, ecosistémicos, geográficos, culturales y sociales que caracterizan a la problemática de la salud ambiental concreta y los estilos de consumo generados por el impacto de la totalidad.

Esta perspectiva de análisis de las relaciones interdependientes y transdisciplinarias abre un amplio campo de estudios sobre los intercambios realizados entre diferentes áreas del conocimiento para analizar las implicaciones de la ecointerdependencia planetaria en el capital humano, natural y económico del ecosistema planeta-rio. Aquí sólo indicaremos, a manera de ejemplo, algunos casos significativos. Entre ellos, cabe señalar la urgente necesidad de profundizar mediante los análisis ecosistémicos en la fuerte influencia que ha tenido el enfoque fraccionado y unidimensional de la vida en las pérdidas de la biodiversidad, el manejo sostenible de los bosques, el manejo de los suelos, la contaminación producida por la agricultura, el manejo de los recursos hídricos, el tratamiento a los desechos sólidos, etc.

Asímismo, es imprescindible utilizando la perspectiva de la totalidad bajo la égida de la economía ecológica, interrelacionada de forma sistémica y sistemática con las

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ciencias naturales y con otras ciencias sociales, valorar el impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en función de un análisis energético y de la racionalidad ecológica de las prácticas productivas que han tenido que desarrollar los países del Sur para poder sobrevivir y tratar desarrollarse al mismo tiempo.

Por otro lado, en el terreno de la economía, y específicamente en lo referido a la economía ecológica, la internalización del impacto de la totalidad en el ambiente implica realizar esfuerzos teóricos y metodológicos para conocer a través de métodos de análisis y de valoración los impactos ambientales generados por la ecointerdependencia, con el propósito de incorporar "funciones de daño" dentro de las funciones de producción. Más allá de esta respuesta de una teoría hacia las demandas "externas" de los problemas ambientales generados por interdependencia, se impone la necesidad de que sustentado en los avances de las ciencias físicas se realicen análisis, sin la base mecanicista y determinista de las teoría neoclásica, para proponer vías alternativas para la conducción y evaluación de los procesos generados por la falta del carácter holístico de los conocimientos ante el impacto de la ecointerdependencia planetaria (ver Georgescu-Roegen, 1975).

En otras palabras, la evaluación del impacto de la totalidad a partir del conocimiento generado por estos procesos transdisciplinarios sólo pueden hacerse desde los criterios de cientificidad de cada teoría y dentro de la especificidad de su práctica científica. De esta forma, cada disciplina impone sus condiciones de aceptación o rechazo, así como sus formas posibles de incorporación y asimilación de teorías y métodos externos pero sobre la base de la ecointerdependencia planetaria como condición sine quanon.

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Por ejemplo, en algunos casos, como en el del impacto de la ecointerdependencia en la organización y planificación de la producción agropecuaria en la salud de la población, se debe desarrollar una tendencia hacia la incorporación de la perspectiva ambiental y de la economía ecológica en la internalización de las externalidades producidas por dicho actividad en el estado de la salud ambiental. Además, en el caso de la antropología cultural se debe profundizar e interrelacionar el impacto de la totalidad con los análisis de la "ecologización" de las teorías culturales y aplicación en los estudios de la relación población, salud y ambiente (Vessuri, 1983; Sandoval, 1980).

De todas formas, somos del criterio de que la valoración del impacto de la totalidad en la salud ambiental no puede realizarce a través la economía neoclásica, porque ello implica la realización de evaluaciones más resistentes y muestran obstáculos metodológicos y conceptuales más fuertes al impacto de la problemática ambiental en su concepción holística.

Es importante destacar, que la orientación de las ciencias económicas hacia la valoración del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en el estudio de la salud ambiental partiendo de la internalización de las consideraciones ambientales, en su sentido holístico, propician también el enriquecimiento del pensamiento y de las categorías del análisis sobre las causas de las "crisis económicas y ecológicas" y sobre las perspectivas ambienta-les de los cambios de la nueva ética de la supervivencia que reclama el desarrollo humano sostenible.

Por otro lado, la problemática de la totalidad y de la ecointerdependencia no sólo introduce una nueva temática o un nuevo campo de estudio dentro del análisis de las ciencias naturales y las ciencias sociales en el estudio de la

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relación población, salud, ambiente y desarrollo, sino que obliga también a cuestionar, aplicar y especificar ciertos conceptos fundamentales para lograr la verdadera seguridad humana.

De esta forma, la consideración de los procesos ecológicos dentro de la dinámica del capital natural y humano que son empleados en la planificación de las políticas de salud frente a la amenaza constante del impacto del conocimiento fraccionado de la realidad objetiva obligan a repensar el concepto de salud ambiental dentro de las políticas de salud,. Ello implica considerar dentro de las mismas el potencial productivo de los ecosistemas (ver Leff, 1980a). A su vez enriquece el concepto de formación social al introducir la "dimensión" ambiental dentro de las formaciones ideológicas y las prácticas productivas de los modelos de desarrollo actuales ( Ver Meillassoux, 1977; Toledo, 1981).

En esta misma perspectiva, es importante destacar, que la falta de una vigilancia epistemológica sobre el proceso de dispersión y difusión de nociones y métodos, también ha generado la demanda de una unificación terminológica dentro de la temática del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en la salud ambiental. Este reclamo se justifica desde el punto de vista de la "falta de comunicación interdisciplinaria por la falta de conceptos unívocos y por el desconocimiento de la concepción holística del ambiente.

Los estudios transdisciplinarios sobre el impacto de la ecointerdependencia, partiendo de una perspectiva histórica de análisis de los intercambios realizados entre diferentes ciencias (sobre todo cuando éstas inciden sobre una problemática teórica o una práctica común, como en este caso de la salud ambiental), permitirían resaltar los puntos donde se ha podido efectuar la proyección de un concepto

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sobre otro, de fijar el isomorfismo que ha permitido una transferencia de métodos o de técnicas, de mostrar las vecindades, las simetrías o las analogías que han permitido las generalizaciones; en resumen, de describir el campo de vectores y de receptividad diferencial que, para juego de los intercambios, ha sido una condición de posibilidad histórica.

Asimismo, el estudio de la ecointerdependencia y de la conceptualización del impacto de la totalidad en el desarrollo humano sostenible de la humanidad, permitiría describir bajo la óptica de la relación población, salud y ambiente el papel que juega el discurso estudiado en relación a aquellos que le son contemporáneos y vecinos.

Es decir, es necesario estudiar y profundizar con un eminente enfoque transdisciplinario la influencia del impacto de la totalidad en la economía de la constelación discursiva en todas las esferas de la salud ambiental planetaria . En efecto, ello permitirá investigar el rol del sistema formal del que los otros discursos serían las aplicaciones a diversos campos semánticos. El discurso estudiado puede estar también en relación de analogía, de oposición o de complementariedad con ciertos otros discursos con los que en la actualidad se analiza el impacto de la ecointerdependencia en las relaciones entre población, salud y ambiente.

En fin, con este planteamiento el impacto de la

ecointerdependencia y de la totalidad de la salud ambiental sobre la el desarrollo humano sostenible, la economía y el medio ambiente como un todo único, aparecen no como posturas divergentes, sino que se complementan y se puede contribuir a determinar las vías que de un dominio al otro aseguran la circulación, la transferencia, las modificaciones de los conceptos, la alteración de su forma o el cambio de su

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terreno de aplicación en bien de las correctas políticas de la salud para la humanidad.

Por lo demás, el proceso de "asentamiento", de especificación y asimilación de cada concepto en el terreno propio de cada disciplina resulta del trabajo teórico de cada ciencia, independientemente de su adecuación homológica o de sus definición ad hoc con el fin de incrementar la eficacia funcional de un proceso práctico de planificación.

En general, estos análisis también permitirían precisar en función de la ecointerdependencia mundial el sentido de ciertos conceptos que habiendo transitado por distintas teorías científicas, surgen bajo la óptica de la ética de la supervivencia desarrollada por gran parte de la humanidad que padece de grandes privaciones humanas y que presentan una precaria salud. Ello implica reanalizar diferentes conceptos para una práctica de planificación: los conceptos de salud, salud ambiental, política de salud, valor, recurso, productividad, externalidad, internalidad, medio, etc.

Si bien el sentido práctico de estos conceptos, y sus reglas de utilización, están inscritos en la racionalidad del discurso de la planificación, no puede desconectarse de sus orígenes teóricos, en tanto que la planificación ambiental bajo los enfoques de la economía ecológica se apoyan en teorías económicas, ecológicas o tecnológicas, y en tanto que las transformaciones ecosistémicas y productivas del desarrollo afectan los procesos que son materia de análisis teórico de dichas ciencias.

Así, los estudios transdisciplinarios del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia sobre las relaciones población, salud, ambiente, economía y desarrollo deben contribuir a enriquecer el estudio de la articulación de procesos y son un fundamento necesario para la producción

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de conceptos prácticos interdisciplinarios y de indicadores interprocesuales capaces de servir como instrumento para la conducción y evaluación de la gestión de la salud ambiental del desarrollo que reclama la nueva ética de la supervivencia.

Por otro lado, es necesario subrayar, que el paradigma económico ecológico y la ecointerdependencia cuestionan fuertemente la cientificidad de lo postulados de los diferentes modelos utilizados por la economía convencional para explicar los impactos de la totalidad sobre la salud y el medio ambiente planetario. Ello se argumenta, en que dichos modelos no incorporan el concepto holístico de las salud, ni en sus concepciones y estrategias tienen en consideración las implicaciones correspondientes a la consideración del sistema económico como un sistema abierto al entorno, con el que intercambian materia, energía e información.

Lo anteriormente planteado pone en tela de juicio los fundamentos en los que se basan los análisis de la economía de salud y los postulados con que son explicados los problemas de la salud ambiental bajo la perspectiva de la teoría económica convencional, en especial la de los que se dedican al estudio del saneamiento ambiental.

Precisamente, el proceso de superación de la humanidad de la actual etapa de transición limitada por los recursos disponibles reclama una reorientación de los principios económicos tradicionales, para lograr un desarrollo planetario estable y justo.

En fin, sobre la base de la ecointerdependencia planetaria y de la totalidad se presenta la urgente necesidad de que todos los cientistas sociales y naturales de forma mancomunada se ocupen de la búsqueda de alternativas que permitan la implementación de una estrategia adecuada de salud ambiental en correspondencia con los postulados del

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desarrollo humano sostenible donde no tiene cabida la cosmovisión fraccionada de la realidad objetiva con el objetivo de justificar la maximización de ganancias a corto plazo. Ello reclama transformar y enriquecer una serie de conceptos teóricos provenientes de un conjunto de campos científicos, así como de producir nuevos conceptos prácticos interdisciplinarios e indicadores procesuales necesarios para normar, conducir y evaluar el impacto de la ecointerdependencia y de la totalidad en la concepción de la salud, al igual que en todas las esferas de la vida de forma inter y multidisciplinaria. Esto contribuirá al proceso de planificación y gestión sostenible de la salud ambiental orientado hacia el manejo integrado de los recursos del medio ambiente planetario que tome a la población como objeto y sujeto del desarrollo.

Los resultados de la incorporación de las consideraciones ambientales al estudio del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia de las relaciones población, salud y ambiente contribuirá al proceso de producción y la construcción de una racionalidad productiva fundada en el concepto de productividad ecotecnológica. Ello implica que se realice un proceso de reconceptualización de las relaciones entre naturaleza y sociedad, y entre economía y ecología en función de los retos y perspectivas del enfoque holístico de la salud ambiental para lograr la verdadera seguridad humana.

Es menester recordar, que la naturaleza no sólo aparece como objeto de las ciencias naturales; para acceder a un conocimiento concreto de la dinámica de transformación de los sistemas ecológicos, es necesario considerar la sobredeterminación que sobre ellos ejercen las prácticas productivas generadas por una cierta racionalidad económica. Más aún, los procesos ecológicos y los fenómenos naturales emergen como fuerzas productivas, lo

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que implica la articulación de sus condiciones de productividad y regeneración y de todo un conjunto de legalidades naturales en el proceso social de desarrollo, así como su integración en los instrumentos de planificación, incluyendo las políticas de salud .

Esto tiene una serie de consecuencias en la reelaboración de conceptos teóricos y prácticos asociados a la construcción de una racionalidad alternativa de producción en un modelo social que tiene una extraordinaria presión externa como es en el caso de los países del Sur producto del injusto orden económico internacional imperante, lo cual repercute directamente en el estado de la salud ambiental.

Por otro lado, siempre tenemos que tener presente en todo análisis del impacto de la totalidad, que las fuerzas productivas de la sociedad, dentro de la racionalidad capitalista, se fundan en el predominio de las fuerzas naturales incorporadas en los procesos tecnológicos que se han constituido en un proceso marcado por una extrema división del trabajo, así como por una centralización económica y una concentración del poder.

Sin embargo, tanto en la Cumbre de Río, como la Conferencia del Cairo, como en la de Copenhague se ha aspirado porque se desarrolle una racionalidad ecotecnológica, donde el desarrollo de las fuerzas producti-vas incorpore las condiciones ecológicas de producción y regeneración de recursos, así como los valores culturales y las motivaciones sociales en el reconocimiento, valoración, defensa y puesta en producción de recursos sociales potenciales. Estos procesos, especifican y delimitan a las fuerzas productivas de una formación social.

En fin, en la actualidad para lograr una verdadera concepción holística de la salud ambiental, es imprescindible

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que en los análisis del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia cada día ocupe un mayor espacio la convicción sobre la importancia y urgente necesidad de incorporar las condiciones ecológicas y socioambientales como bagaje analítico, descriptivo y de predicción para estudiar la relación entre población, ambiente y salud. Ello abre nuevas vías teóricas y metodológicas para la aplicación de la perspectiva de la economía ecológica a los estudios sobre la nueva ética de la salud.

De ese modo se plantea el problema de conocer, interrelacionar y valorar el impacto de la ecointerdependencia y de la totalidad en la salud ambiental desde el punto de vista de la economía ecológica, a través de la determinación de los procesos que afectan e inciden negativamente en la formación de los recursos naturales, en los equilibrios ecológicos que sutentan a los procesos productivos, su relación con la calidad de vida de población y con el comportamiento de las variables socioeconómicas y demográficas.

Asimismo, en los momentos actuales, el impacto de la totalidad sobre la salud, el desarrollo y el medio ambiente aparecen indisolublemente unidos sin los rasgos de contradicción de épocas anteriores y ligados a conceptos tales como el de ecointerdependencia mundial, autodependencia colectiva, supervivencia global, etc, que, en definitiva, están consolidando nuevos paradigmas estratégi-cos y estilos de desarrollo alternativos, en los cuales la economía ecológica, la ecología humana y la demografía ambiental son importantes factores de gestión e instrumentos de desarrollo para lograr la ansiada salud ambiental que busca la sociedad perdurable.

Precisamente, frente al paradigma convencional del conocimiento fraccionado de la realidad objetiva de la salud

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ambiental debido a la prioridad de la maximización de ganancias que imponen los centros del poder, emerge un nuevo concepto holístico de multicausalidad para interrelacionar dichos impactos en las esferas ecológicas, culturales, ambientales, sociodemográficas y económicas. Ello hace que las consecuencias de dicho impacto adquieren un protagonismo esencial para conocer la realidad de las relaciones población, ambiente y salud.

Asimismo, es importante recordar, que estamos ante un nuevo consenso de desarrollo global para lograr un marco mundial más equilibrado, equitativo y sobre todo más justo. Ello implica, reconocer como premisa básica, que la ecointerdependencia, económica y ecológica, es de alcance universal y su enseñanza es que la seguridad, el progreso, sostenido y la supervivencia planetaria no pueden conseguirse sin tener en cuenta los múltiples y variados impactos de la totalidad en el desarrollo humano sostenible. Esto debe ser una preocupación de todos, ya que dichos impactos mantienen vínculos estructurales con la degradación del medio ambiente, la salud de la población y el progreso socioeconómico planetario.

No obstante, es imprescindible destacar, que a pesar de los avances obtenidos internacionalmente en la lucha en contra del fraccionamiento del conocimiento de las relaciones sociedad naturaleza, aún no se ha establecido con claridad suficiente la importancia del impacto negativo del mismo en el campo propio de la relación salud, economía ecológica, ecología humana, ni en el de la relación demografía ambiental y salud ambiental, y es necesario profundizar en el debate teórico y metodológico tan importantes paradigmas.

Precisamente el objetivo fundamental de este trabajo es contribuir al surgimiento de reflexiones sobre la importancia de la incorporación de las perspectivas de la economía

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ecológica, de la ecología humana y de la demografía ambiental en los estudios sobre el impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia a los estudios sobre la relación entre población, salud y ambiente utilizados en la actualidad.

Es decir, se trata de destacar la importancia de dichas perspectivas de forma interrelacionadas con un marcado carácter multidisciplinario en el impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en la satisfacción de las necesidades básicas humanas de gran parte de la humanidad que hoy padece de grandes privaciones de salud.

Asimismo, se pretende, que este trabajo contribuya a incentivar el surgimiento de espacios de reflexiones inter y multidisciplinarias para vincular dichas concepciones con la necesidad de igualdad, justicia social, autonomía, participación de la población en el desarrollo, y la importancia del equilibrio ecológico, ya que todos, ricos y pobres, cientistas sociales y naturales, tenemos intereses interdependientes, compartimos una responsabilidad única, vivimos una crisis común, dependemos de un seguridad común, y nos enfrentamos a un futuro común.

Por último, es menester recordar que el medio ambiente es patrimonio de toda la humanidad y constituye un marco reducido y limitado para la vida, haciendo inaplazable su reconsideración desde una nueva perspectiva ética universal con un marcado carácter holístico y multidisciplinario.

Precisamente, lo anterior hace que se valore la importancia de algunas de las diferentes opciones teóricas para estudiar el impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en la relación población, salud y ambiente a través de los paradigmas emergentes de la demografía ambiental, ecología humana y de la economía ecológica, entre las cuales podemos plantear las siguientes:

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a) Analizar a través de la metodología de la evaluación de impacto las consecuencias de la ecointerdependencia en la incorporación de la estructura y funcionamiento de la base ecosistémica de los recursos naturales, de la dinámica ecológica a la dialéctica económica y sociodemográfica a través de diferentes estudios comparativos de la salud ambiental. b) Valorar las afectaciones producidas al ambiente centroamericano y caribeño, a nivel micro y macro, como un potencial productivo basado en la articulación de procesos productivos de diverso orden (natural, cultural, multicultural, económico y tecnológico) y en los procesos ecológicos como codeterminantes de la relación producción-salud, llevando a una reformulación paradigmática, no sólo de los estudios de los impactos de la ecointerdependencia en la esfera de la economía y de la población, sino de todo el proceso de las relaciones entre población, salud, ambiente y desarrollo.

Por otro lado, es menester señalar que a través de la economía ecológica y de la demografía ambiental se han destacado las funciones de la naturaleza como condiciones de soporte, límite o potencial del proceso productivo. Ello conlleva a valorar las posibilidades de estudiar el impacto de la totalidad en la incorporación de los principios de la racionalidad energética y ecológica al proceso de estudio de las relaciones población, medio ambiente, economía y salud.

El estudio del impacto de la totalidad con esta dimensión nos permitirá analizar su influencia a través de la interconexión e interdependencia de dichas relaciones, lo cual implica valorar como actúa la ecointerdependencia en el comportamiento de la dimensión social de la salud de la población que, ligada a la problemática económica y del medio ambiente afecta la convivencia comunitaria. A su vez,

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la dimensión social, económica y ambiental de la totalidad genera una problemática muy compleja en la población y provoca un impacto individual en su salud.

En fin, es necesario hacer un esfuerzo por plantear los problemas que genera el impacto de la totalidad sobre la salud y el ambiente desde una nueva perspectiva integradora, multidisciplinaria, con un marcado carácter de cooperación sectorial, intersectorial, local, regional, nacional e internacional e intergeneracional, abarcando todas las dimensiones del ser y el conocimiento como eje de cambio en la perspectiva de análisis y comprensión para afrontar el reto que nos impone la nueva ética de sobrevivir y desarrollarnos.

En consecuencia con lo anteriormente planteado, se considera como condición sine quanon, que es imprescindi-ble la ampliación de la cultura ambiental para conocer profundamente que significa el impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en la salud para construir un futuro con mas certezas que incertidumbres , lo cual implica una nueva forma de pensar y de actuar para salvar a la humanidad y al medio ambiente planetario.

A continuación se presentan un conjunto de reflexiones y experiencias de la puesta en la práctica de un proyecto de investigación y desarrollo comunitario donde se toma como premisa la ecointerdependencia entre cultura ambiental, salud integral y participación popular. Se potencia la perspectiva holística y sostenible de la educación ambiental popular para la producción social de la salud tomando a la población local como objeto y sujeto del desarrollo.

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SANTA MARIA DEL ROSARIO ASPIRA A COMUNIDAD SALUDABLE.

Este estudio de caso que se presenta es en Santa María

del Rosario, comunidad periférica situada al noroeste del Municipio Cotorro y al suroeste de Ciudad Habana. El programa se enmarca a nivel global en la iniciativa internacional de Comunidades Saludables" acordado por el asamblea Mundial de la Salud, y a nivel local surge como una iniciativa del Poder Popular de Santa María del Rosario para actuar sobre el deterioro de la salud ambiental, e insertar a la comunidad como verdaderos actores en esa experiencia de Comunidad Saludable. Se trata de interrelacionar los factores ambientales, culturales y de participación social con la salud pública (comunidad sana económica, ecológica y socialmente).

En este proyecto de investigación y desarrollo comunitario se ha conjugado la vinculación universidad-socedad mediante la participación de estudiantes y profesores universitarios en la activación de las potencialidades presentes en la comunidad y el territorio desde el punto de vista educativo, cultural, paisajístico y de la salud pública. Ello ha conllevado a lograr una participación constructiva de la comunidad en el uso racional y sostenible del ambiente, potenciando, como parte básica de los programas de esta naturaleza, las esferas de la información, capacitación, formación y educación para el desarrollo de la cultura ambiental aprovechando las potencialidades de la identidad y cultura local.

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SANTA MARÍA DEL ROSARIO ASPIRA A COMUNIDAD SALUDABLE. Santa María del Rosario Aspira a Comunidad Saludable

es un lugar, es una postura en educación y cultura y puede ser, un gesto de liberar la creatividad, de dejar fluir las emociones libremente y explorar situaciones con una nueva cosmovisión, experimentar la expresión mediante diferentes lenguajes y modos de actuación, encontrarse a si mismo, a los otros y estar en el grupo y en su ambiente.

Santa María del Rosario Aspira a Comunidad Saludable

es el hacer Solidario, justo y equitativo de cada uno mediante su proyecto de vida, individual, familiar y comunitaria, expresado en su modo de ser y de estar en el mundo, a través de deberes y derechos mediante el color, el sonido, el silencio, del hablar, la escritura, la música, el juego, la dramatización, el reciclaje, el movimiento corporal, el amor y su sentido de pertenencia e identidad local.

y acaba por ser, un descubrir permanente de transformaciones, placer e integración de la población local, para mediante la cultura del ser lograr la producción social de la salud y la sostenibilidad de su desarrollo humano.

Como anteriormente se destacó, es necesario considerar como punto de partida que las complejas relaciones entre población, ambiente, cultura y producción social de la salud no están suficientemente estudiadas desde la perspectiva de la economía ecológica y de la demografía ambiental, y la ecología política, por lo que no se conocen en toda su magnitud los diferentes matices de las mismas. Debido a esta

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situación es que una de las tareas prioritarias en la actualidad y en el futuro inmediato, es el estudio de estas relaciones desde una perspectiva multidisciplinaria y ecointerdependiente donde intervengan las ciencias sociales y las naturales de forma mancomunada y orientadas hacia la acción comunitaria, con el propósito de que sirvan de guía objetiva para las políticas nacionales e internacionales con vista a lograr el desarrollo humano sostenible.

En consecuencia con lo expresado es que en este proyecto de investigación y desarrollo se toma como premisa el principio de que para realizar progresos en la comprensión de los vínculos existentes entre la dinámica demográfica, el cambio ambiental, la producción social de la salud, la cultura comunitaria y la calidad de la vida de la población, es necesario considerar estas relaciones dentro de ecosistemas específicos y abordar el tema del ambiente imbricado a los análisis de las características geográficas, medioambientales, sociales y económicas de forma holística mediante enfoques totalizantes y ecointerdependientes.

En ese mismo contexto, es importante señalar que el tema de la sostenibilidad de la salud de la población mediante su producción social como derecho y responsabilidad humana y el manejo de los recursos naturales adquieren cada día más urgencia a nivel mundial, tanto por la acelerada degradación y contaminación de la tierra, como por los motivos de la seguridad alimentaria, ante una masa creciente de población que viven en extrema pobreza y con una salud precaria, especialmente en los llamados países en desarrollo.

Es una necesidad de primer orden continuar realizando esfuerzos por implementar aciones para alcanzar la sostenibilidad del desarrollo humano,. Ello debe ser motivo de preocupación de todos ante la evolución del nexo existente entre la potencialidad de los recursos naturales disponibles, el

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medio ambiente, los crecientes niveles de privaciones humanas de la población y la calidad de la vida de la misma, donde un papel determinante lo ocupa la cultura de la sostenibilidad como basamento del empoderamiento comunitario y como instrumento y factor de la sostenibilidad de la producción social de la salud de forma holística (económica, ecológica y social).

También, se considera vital subrayar que en este estudio de caso se ha caracterizado por la valoración sistémica de las interrelaciones de las variables de la población y las ambientales como un instrumento básico para tratar de resolver los problemas que se crean a partir de las intrincadas relaciones de la población, la cultura y el desarrollo. Una comprensión más amplia de las interrelaciones de la variable poblacional y de la variable ambiental nos ha facilitado potenciar el papel de la cultura la formulación de estrategias para adoptar medidas correctivas donde existan condiciones de deterioro; a formular medidas preventivas que eviten mayor deterioro; y asistirnos en la formulación de políticas de población y otras actividades que conduzcan a lograr el desarrollo de la cultura comunitaria como instrumento de gestión para lograr comunidades saludables donde la participación popular en la producción social de la salud es condición sine quanon.

Precisamente, la tendencia hacia la convergencia de conocimientos distintos en una problemática concreta y generalizada, como en el caso de la cultura ambiental y comunidades saludables a través de los enfoques totalizantes y de la ecointerdependencia implica analizar cómo afecta dicho impacto en todas las manifestaciones de la vida.

En consecuencia, fue necesario realizar un amplio trabajo de preparación metodológica y de capacitación para

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convencer a todos los actores factores sobre la importancia de tomar como punto de partida el carácter holístico del impacto ambiental de la ecointerdependencia bajo la égida de la totalidad para valorar el comportamiento de la interde-pendencia, la multicausalidad y la interconexión de los efectos producidos por dicho impacto ambiental. Ello implicó, utilizar el enfoque de la relación causa-efecto y de la concatenación universal de los fenómenos a través de un importante proceso de intercambios teóricos, metodológicos, conceptuales y terminológicos entre un conjunto de discipli-nas involucradas en la problemática del estudio de la relación población, medio ambiente, cultura y salud.

En fin, el estudio del impacto de la totalidad en el ambiente a través de estos intercambios teóricos entre las variables poblacionales, ambientales, económicas-ecológicas y el desarrollo sostenible para lograr el desarrollo de la cultura ambiental en función de obtener comunidades saludables se ha convertido en un trabajo necesario para poder evaluar los efectos de conocimiento y desconocimiento que ha tenido ese proceso transdisciplinario sobre la capacidad de diferentes disciplinas para aprehender y resolver una problemática poblacional-salud-ambiental concreta del mundo de hoy.

Asimismo, es particularmente importante destacar que en la preparación metodológica para la motivación y dinamización comunitaria se tomó como punto de partida los avances teóricos, metodológicos y técnicos que han incorporado la agricultura sostenible, la economía ecológica, la ecología, la antropología ambiental, la sociología ambiental, la geografía del bienestar, el derecho ambiental la agricultura orgánica, la planificación, etc., y sus aportes en la instrumentación de políticas alternativas de supervivencia y desarrollo local.

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Precisamente, la aplicación de una estrategia epistemológica de articulación de las ciencias que estudian a la población, a la salud ambiental y al desarrollo comunitario bajo la óptica de la ecointerdependencia nos permitió analizar diferentes problemas teóricos resultado de la articulación de diferentes procesos materiales vinculados con la problemática de la cultura en Santa María del Rosario y su impacto ambiental en la totalidad.

Pero dicha estrategia requirió un serio trabajo multisectorial y transdisciplinario encaminado a lograr una nueva forma de pensar y de actuar avalada por nuevos conocimientos teóricos y prácticos para su comprensión y resolución. Es así que desde una perspectiva ambiental holística con una fuerte base económica ecológica se generó un proceso de desarrollo del conocimiento del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia en distintas disciplinas científicas y en diferentes sectores del gobierno local, los cuales nos permitió abordar de forma conjunta el estudio de la interdependencia con un marcado enfoque transdisciplinario en las relaciones población, salud, cultura y ambiente en la comunidad Santa María del Rosario y su impacto en el Municipio Cotorro.

Vale destacar que, la conceptualización de la transdisciplinaridad que trabajamos en este proyecto de investigación y desarrollo la definimos como un proceso de intercambios entre diversos campos y ramas del conocimiento científico holísticamente, en los que unos transfieren métodos, conceptos, términos e incluso cuerpos teóricos enteros de forma ecointerdependiente y totalizantes hacia otros mismos. Los cuales son incorporados y asimilados por la disciplina importadora, induciendo un proceso contradictorio de avance/retroceso del conocimiento que es característico del desarrollo de los conocimientos científicos (Ver Leff,1992).

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Por consiguiente, es imprescindible destacar, que tomamos como punto de partida los efectos positivos de los intercambios conceptuales entre diferentes disciplinas científicas y sectores de la administración local que abordan la problemática del impacto multicausal de la totalidad y de la ecointerdependencia y la "internalización de la dimensión ambiental" dentro de los paradigmas teóricos de la importancia de la cultura para lograr la sostenibilidad de la salud integralmente Ello contribuyó a que todos los actores sociales y los gestores de políticas locales comprendieran mejor la articulación de los procesos económicos, políticos, ecosistémicos, geográficos, culturales y sociales que caracterizan a la problemática de la salud concreta generada por el impacto de la totalidad en la comunidad objeto de estudio y en el municipio Cotorro.

Esta perspectiva de análisis de dichas relaciones nos abrió un amplio campo de estudios sobre los proyectos de investigación y desarrollo que se realizan para lograr comunidades saludables.

Es por todo lo anterior que nos proponemos continuar este interesante proyecto de investigación y desarrollo para perfeccionar la sistematización de las acciones realizadas en el Proyecto Santa María del Rosario Aspira a Comunidad Saludable.

En fin, en la actualidad para lograr una verdadera concepción holística de la salud y de la cultura, es imprescindible que en los análisis del impacto de la totalidad y de la ecointerdependencia cada día ocupe un mayor espacio la convicción sobre la importancia y urgente necesidad de incorporar las condiciones ecológicas y socioculturales como bagaje analítico, descriptivo y de predicción para estudiar la relación entre población, ambiente, cultura y salud. Ello abre nuevas vías teóricas y

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metodológicas para la aplicación de la perspectiva de la economía ecológica a los estudios sobre la nueva ética de la salud y la cultura.

De ese modo nos plantemos el problema de conocer, interrelacionar y valorar el impacto de la ecointerdependencia y de la totalidad en la salud y la cultura desde el punto de vista de la economía ecológica, a través de la determinación de los procesos que afectan e inciden negativamente en la formación de los recursos naturales, en los equilibrios ecológicos que sustentan a los procesos productivos, su relación con la identidad, el sentido de pertenencia y los hábitos y costumbres de la población que inciden en su calidad de vida y con el comportamiento de las variables socioeconómicas, demográficas y ambientales en el territorio.

Por último, es menester recordar que el medio ambiente es patrimonio de toda la humanidad y que el saber ambiental constituye uno de los megatemas más importante del debate intelectual y político actual. Ello implicó que realizáramos un sistemático y mancomunado trabajo de vinculación universidad-sociedad para que dicho megatema se considerará dentro del proyecto como uno de los más acuciantes desafíos cognoscitivos y epistemológicos dada la creciente envergadura de su problemática política, la cual potenciamos desde los fundamentos de la cultura del ser y no la del tener con un marcado carácter holístico y multidisciplinario.

Debido a lo anteriormente planteado es que este proyecto de investigación y desarrollo pretendió contribuir a estudiar dicha dimensión ambiental para analizar su influencia a través de la interconexión e interdependencia de dichas relaciones, lo cual implicó valorar como actúa en la cotinianidad de la comunidad la ecointerdependencia en el comportamiento de la dimensión sociocultural de la salud de

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la población que, ligada a la problemática económica y del medio ambiente afecta la convivencia comunitaria. De igual forma, no podemos olvidar, que a su vez, la dimensión social, económica, cultural y ambiental de la totalidad genera una problemática muy compleja en la población y provoca un impacto individual a nivel de proyecto de vida y por supuesto en la salud.

En fin, este proyecto de investigación y desarrollo ha potenciado la necesidad de hacer un esfuerzo por plantear los problemas que genera el impacto de la totalidad sobre la cultura, la salud y el ambiente en la comunidad de Santa María del Rosario desde una nueva perspectiva integradora, multidisciplinario, con un marcado carácter de cooperación sectorial, intersectorial, local, regional, nacional e internacional e intergeneracional, abarcando todas las dimensiones del ser y el conocimiento como eje de cambio en la perspectiva de análisis y comprensión para afrontar el reto que nos impone la nueva ética de sobrevivir y desarrollarnos sosteniblemente.

En consecuencia con lo anteriormente planteado, se consideró como condición sine quanon, que era imprescindi-ble la ampliación de la concepción de la salud integral dentro de la cultura como instrumento y factor del desarrollo humano sostenible. Salud integral.

No podemos olvidar, que hay limitada comprensión de la visión y noción del concepto de salud integral, centrando la acción en la biología del ser y en la atención de la enfermedad, con poca conciencia de derecho y deber humano universal a la producción de la salud.

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El proyecto se fundamenta en las formas de gestión cubanas, las cuales se basan en los principios y valores sociales en materia de salud y que se refieren a la igualdad en el derecho y el deber, la integralidad de los seres humanos como entes biopsicosociales y de las intervenciones sanitarias en la población y el ambiente en el cual vive, la universalidad en el acceso a la atención, la responsabilidad y participación social de la gente en su producción individual, familiar y comunitaria, la solidaridad del Sistema Nacional de Salud (SNS), la noción de salud en el desarrollo y la promoción de la bioética sanitaria.

Debido a todo lo anterior es que el proyecto pretende continuar contribuyendo mediante diferentes recomendaciones metodológicas a brindar una serie de sugerencias para lograr una mayor articulación entre los diferentes sectores de la comunidad en la oferta social del bien salud.

De igual forma, es importante recordar, que en el sector salud se integran aspectos poblaciones y ambientales, con acciones directas de provisión de atención a los problemas sanitarios y acciones de salud pública como vigilancia, regulación y la promoción integral de la salud. Esta red de servicios públicos se integra a la red social del sistema, que actúa con dinamismo propio y genera sus formas de organización y actuación en la producción social de salud. La red de servicios debe facilitar y fomentar esta participación consciente y afectiva en dicha producción.

De igual forma, la concepción holística de la salud y la importancia de su producción social ha implicado cambios técnicos, gerenciales, administrativos, financieros, jurídicos en la red de servicios y cambios organizacionales en la red social de orden nacional, regional y local.

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Marco teórico. - La salud un problema de carácter social y ambiental

En la actualidad, la sociedad atraviesa por un proceso acelerado de transformaciones de tipo tecnológicas, económicas, sociales y ambientales y América Latina y el Caribe no escapan de esta realidad. Dichas transformaciones han generado un sinnúmero de preguntas, reflexiones y debates sobre la manera como éstas afectan la vida nacional y de como los países enfrentarán los problemas que estos cambios generan. Los resultados de estos avances en Iberoamérica contrastan con las enormes inequidades sociales, que generan desequilibrios al medio ambiente y que comprometen a los recursos naturales existentes y la sustentabilidad del hombre en interacción con éste.

En la actualidad los problemas son cada vez más complejos y guardan estrecha relación, con las formas históricas de organización social, sus relaciones internas y la manera en que intercalamos con nuestro entorno natural; es decir, al relacionarnos con el mundo natural, se generan impactos ambientales que repercuten en los medios físico-biológicos y socio-económicos afectando positiva o negativamente el entorno y la salud humana.

De este modo, el concepto de salud incorpora elementos de carácter social y ambiental, por lo cual ya no es únicamente un problema de carácter sanitario y patológico; de hecho, se entiende como aquella situación deseable de pleno bienestar físico, mental y social a que se refiere la conocida definición de la OMS.

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La salud se constituye de este modo en una premisa del desarrollo social; es decir, la salud es esencialmente el resultado de las interacciones de la sociedad con su medio. Como se ha mencionado la salud poblacional y ambiental depende en gran medida de procesos económicos y sociales externos al sector salud. En este sentido, es necesario superar el concepto reduccionista, que entiende la producción de salud como la organización de servicios para el tratamiento de individuos enfermos como responsabilidad exclusiva del Estado, por uno integrador que involucre factores genéticos, medioambientales, socioeconómicos, de comportamiento y de atención médica. La otra creencia que es necesario superar tiene que ver con la excesiva importancia que ocupan los servicios sanitarios en la producción de salud, no existe evidencia de que mayores recursos sanitarios se traduzca en mejores niveles de salud. Sobre lo anteriormente expresado es importante tener en cuenta que, la concepción que se tenga de la salud, define la naturaleza del modelo de atención de la salud y sus alcances en la calidad de vida de las personas en un momento histórico, Hasta ahora en muchos países la hegemonía del paradigma biológico individualista, ha dictado la pauta para la formulación de políticas de salud, definición de estrategias de intervención, organización y oferta de los servicios de salud, definición de indicadores y la asignación de recursos desde el sector público. La necesidad de innovar el modelo de salud, se sustenta en la búsqueda de nuevas alternativas para abordar los problemas de salud holísticamente, y en principios éticos que recogen las nuevas aspiraciones de los pueblos que intentan alcanzar un desarrollo humano sostenible con equidad, así

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como superar las condiciones de pobreza que marginan del desarrollo socioeconómico a importantes segmentos de la población en el mundo de hoy. La importancia de un nuevo modelo que conciba a la producción de salud en su dimensión integral, caracterizada como un proceso social dinámico y variable de bienestar físico, psíquico y socioeconómico. Reconoce la determinación social del proceso salud-enfermedad en su relación con las condiciones de vida y el derecho a la satisfacción integral de las necesidades humanas, incluyendo éticas y culturales que surgen como resultado de las relaciones entre los individuos.

La utilidad del modelo de salud en su capacidad de representación abstracta de la inserción del proceso salud - enfermedad en el entramado de las relaciones sociales, es decir, un modelo de salud nos da una idea de cómo se desarrolla el proceso de salud - enfermedad (función descriptiva) y qué debemos hacer para mejorar los niveles de bienestar (función normativa). Ello implica que el modelo de salud comprenda y aprecie el profundo enraizamiento de los valores humanos en las diferentes culturas de una sociedad que sirven necesariamente de base a las políticas sanitarias.

El principio básico de un modelo de salud consiste en promover y alcanzar mejores niveles de organización y relación entre los grupos sociales que conforman una sociedad, de modo que mejore la relación con su medio natural. Es por ello que Cuba muestra con su modelo de salud de que es posible desarrollar propuestas que impliquen la reorganización de los servicios de salud con: equidad y justicia social, orientación a la promoción de la salud y a la medicina preventiva, adhesión a valores humanos potenciando la solidaridad y elevada calidad y eficacia en la prestación de atención sanitaria.

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- La salud y las ciudades: examen general de problema.

Es muy importante valorar, que en el caso de las ciudades, en particular, los aspectos físicos, económicos, sociales y culturales de la vida en el medio urbano tienen todos una importante influencia en la salud. Ejercen su efecto a través de procesos tales como los movimientos de población, la industrialización y los cambios de entorno arquitectural y físico y de la organización social. Del mismo modo, el clima, el terreno, la densidad demográfica, la disponibilidad de vivienda, las características de la actividad económica, la distribución de la renta, los sistemas de transporte y las oportunidades de ocio y recreo, entre otros influyen sobre el estado de salud de una sociedad.

El rápido proceso de urbanización, resultante en gran medida del crecimiento demográfico, influye de múltiples formas en las condiciones ambientales de las ciudades. En el caso particular de la muchas ciudades en América Latina y el Caribe, el rápido aumento de la población podría causar escasez de muchos de los elementos básicos que se necesitan para mantener un nivel de vida sano y decoroso, como es el agua, el aire puro, el saneamiento, los alimentos, la energía, la vivienda, el espacio, lugares de recreo, parques, entre otros. Además de que impacta, de modo significativo, la relación que el resto de las regiones de los países tienen con su medio natural. Estas regiones contribuyen con sus recursos humanos y naturales al sostenimiento y desarrollo de la ciudad. Por ejemplo, podría acelerar el proceso de deforestación al demandar una mayor producción de alimentos; materias primas para manufacturas; materiales de construcción como arena, madera, etc.

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Es importante recordar, que ninguna ciudad ha sido nunca, ni nunca podrá ser, económicamente autosuficiente. La maximización de ganancias que nos imponen este injusto orden internacional hace que las ciudades se encuentren vinculadas, por medios efectivos de transporte, con el área agrícola productora de alimentos en excesos basadas en la filosofía del tener y no en la del ser. Esta es la causa por la cual, en muchos países la población urbana ha rebasado el rendimiento sostenible de las tierras, los bosques y los sistemas hídricos que las rodean, con los efectos consiguientes en la degradación ambiental, el descenso de la población agrícola, las llamadas catástrofes naturales, la escasez de agua para la bebida, el saneamiento y la mayor escasez de tierras. El resultado es la pobreza y la mala salud, que afectan tanto a las poblaciones urbanas como a las rurales, lo que se asocia a las intensas presiones ecológicas ejercidas sobre el medio ambiente. Por ejemplo, un gran número de personas, que viven en comunidades urbanas, se ven obligadas a vivir en la miseria, apiñadas en barrios tugurios y viviendas improvisadas.

Además, las tendencias de crecimiento y la decadencia de las ciudades han ido acompañadas de modificaciones dramáticas de las estructuras sociales tradicionales: disminución de las familias trigeneracionales, cambio de las expectativas de la mujer y del matrimonio y numerosas variaciones en las expectativas y metas personales y sociales. Junto a esos cambios se han producido sociedades cada vez más injustas, donde convive la opulencia y la miseria en un mismo ecosistema.

En relación al actual crecimiento de las zonas urbanas, podemos concluir que está impulsado por la búsqueda de empleo, los cambios en las prácticas de producción y comercialización, los efectos directos e indirectos de las políticas de desarrollo y la búsqueda de un mejor modo de

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vida. Este rápido crecimiento urbano es el resultado de dos factores: el movimiento de las poblaciones rurales hacia las ciudades, por una parte, y el aumento natural resultante del exceso de los nacimientos sobre las defunciones en las poblaciones urbanas, por otra parte.

En este año 2000 la mayor parte de la población mundial vivirá en ciudades grandes o medianas. De ser así, para la mayoría de los habitantes de las ciudades, el medio urbano desempeñará una función primordial en la determinación de su nivel de salud.

De hecho, muchas ciudades tienen servicios públicos y sistemas de salud bien desarrollados que, convenientemente gestionados, pueden contribuir en forma significativa en la producción de salud en las ciudades, mejorando la calidad de vida y bienestar social de sus miembros. Desafortunadamente, esos servicios y sistemas son a menudo burocráticos e ineficaces y están compartimentalizados; basado, sobre todo, en un modelo de salud que puede ser descrito como medicalizado y patocéntrico. Además, de que dichos servicios y sistemas no establecen conexiones con otras organizaciones que podrían ser útiles, dejando de lado -en última instancia- a las personas a las que se suponen han de servir.

Estas formas de desarrollo y crecimiento de las ciudades genera consecuencias para la salud humana como son la alta incidencia de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares agudos ( y valdría la pena estudiar, para poder diferenciar las intervenciones, el peso específico de los factores individuales, estilos de vida, ambiente psicosocial en el desarrollo de estas patologías ) e1 cáncer, abuso de drogas y bebidas alcohólicas, accidentes, violencia y enfermedades de transmisión sexual, con inclusión de la infección por el VIH y el SIDA. En las ciudades del mundo en

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desarrollo existe una elevada incidencia de tales trastornos junto a los problemas de salud tradicionales, como son las altas tasas de mortalidad materna, perinatal, infantil y de niños pequeños, y de infecciones y parasitosis que han florecido en condiciones de miseria.

En este sentido nuestro proyecto de investigación y desarrollo se ha llevado a cabo en condiciones totalmente diferentes y por ello hemos podido realizar propuestas de intervención prospectivas en la construcción de escenarios futuros para enfrentar todos los retos que demanda Santa María del Rosario para que sea una Comunidad Saludable. La reforna y modernización del Sector Salud y sus causas.

La reforma del sector es uno de los temas que en últimas años ha dominado la agenda política de los países con diversos niveles de desarrollo.

Los procesos de reforma sectorial de salud surgen como respuesta a una serie de factores económicos, políticos, ideológicos y epidemiológicos y obligan a dichos sistemas a redefinir sus funciones dentro de un contexto social complejo y cambiante caracterizado por un injusto modelo de economía neoliberal y globalizado. Por otro lado, el proceso de democratización implica un aumento en la participación social y en las exigencias de la población en lo que respecta a los servicios de atención de salud.

Antes de profundizar en el proceso de reforma en América latina y el Cribe y sus causas, es importante valorar un marco general que nos permita entender la realidad interna del Sector.

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El sistema sanitario debe ocupar un lugar importante entre los servicios sociales que brinda el Estado, y para ello es imprescindible un aumento de dichos gastos en los Productos Internos Brutos en Salud conjuntamente con los otros sectores sociales. Esto debe ser un requisito básico de los PIB nacionales. Este hecho entre otros deben contribuir a que en América Latina y el Caribe tengan niveles de salud más aceptables.

Sin embargo es necesario entender que el proceso de reformas, en los modelos de gestión de servicios, que desarrollan algunos países tienen sus raíces en los problemas que muchos sistemas sanitarios presentan; y que tienen que ver por ejemplo con el aumento de los gastos, la inequidad, la poca eficiencia global del sistema, pérdida de control de las personas sobre su propia salud, insatisfacción de los ciudadanos, deshumanización de la atención y podríamos decir que lo más importante es la poca capacidad de la organización para adaptarse con rapidez a los cambios que están ocurriendo en la sociedad (violencia intrafamiliar. drogadicción, suicidios, homicidios, desintegración de las familias, perdida de valores solidarios) y en el medio ambiente (creciente urbanización descontrolada, crecimiento demográfico, industrialización, contaminación ) y que afectan por tanto a la salud de las personas así como la del medio ambiente.

A estos problemas se agregan como razones que justifican suficientemente la necesidad de cambiar los modelos de atención vigentes: la presencia de modelos fragmentados, incompletos, conflictivos, con accesibilidad desigual para la población, que cada vez son más ineficaces y que lucen agotados e incapaces de mejorar; la brecha entre necesidades de salud y recursos financieros; la tendencia a asignar la mayoría de los recursos al área curativa; la pasividad para fortalecer la atención primaria y

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combatir los efectos en la salud de la pobreza extrema; y la gestión deficiente en el sector con baja productividad de los servicios; la amenaza de un crecimiento en los costos de funcionamiento de los servicios, motivados por la ineficiencia en el sistema, así como por la incorporación de mejoras tecnológicas, mientras la cobertura de servicios debe aumentarse para cumplir con la meta Salud para Todos y con Todos en este año 2000, a la vez que debe mejorarse la calidad de la atención.

A todo lo anterior se le suma también la poca atención que se brinda a la salud del medio ambiente y el efecto negativo que sobre el mismo está ocasionando el avance del desarrollo económico e industrial. La redimensión del concepto de salud, el replanteo en los estilos de gerencia de los servicios de salud, el desarrollo de nuevos parámetros y metodología para la garantía de la calidad de los servicios y el requerimiento de encontrar nuevas modalidades de prestación de servicios con mayor participación social, sustentan también la necesidad y trascendencia de revisar los modelos de atención.

Describiremos a continuación las razones y causas de la reforma ubicándolas en tres niveles que permitan simplificar el análisis: nivel macro, nivel sectorial y nivel institucional:

A Nivel Macro: • La crisis económica mundial ocasionada por la

maximización de ganancias a toda costa, basada en la filosofía del tener y no del ser, y sus repercusiones en las economías nacionales nos ha llevado a una situación de profundo deterioro socioambiental :

• Existencia de grandes e injustas desigualdades económicas

y sociales entre los grupos de población.

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• Distribución desigual de los recursos e injusta concentración se agravan por el constante aumento de costos de los servicios de salud.

A Nivel Sectorial: • Duplicación en la entrega de servicios por parte de los

Ministerios de Salud y otras instituciones. • Poca coordinación operativa con las demás instituciones del

sector y otras. • Las entidades formadoras de recursos humanos continúan

produciendo personal para los sistemas tradicionales de servicios.

• Poca orientación de recursos para acciones promocionales y preventivas (entidades privadas y públicas).

A Nivel Institucional: • Poca orientación de los recursos para actividades

promocionales, preventivas, educativas y de comunicación en salud.

• Falta de capacidad gerencia e inadecuado desarrollo de un modelo de gerencia descentralizado de servicios de salud poblacional y ambiental.

• Persistencia de un enfoque curativo en el desarrollo de

las acciones, en relación con el medio ambiente y en los servicios de salud a la población. Insuficiente desarrollo del sistema de información y

vigilancia de la salud de las personas y el ambiente. Poco involucramiento activo y crítico de las instituciones

y la sociedad civil en la gestión, producción y evaluación de los servicios de salud. Aumento de los costos de los servicios médicos

reparativos

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Otros aspectos relevantes que justifican el proceso de reforma iberoamericana de prestación de los servicios de salud y que tiene que ver con el nivel institucional son: 1. Los indicadores sanitarios no revelan en los últimos cinco

años, transformaciones significativas, que denoten una mejor calidad de vida para la población del área y algunos indicadores incluso han reflejado un retroceso.

2. Crecimiento incontrolado de la población, debido a las constantes migraciones e incremento de la demanda de los servicios, a nivel, tanto de la población y del ambiente.

3. Alza en los costos de atención y reducción de la inversión nacional en salud como producto de la crisis económica mundial y su incidencia en las economías nacionales.

4. Necesidad de utilizar los escasos recursos existentes de la forma más eficiente.

5. Búsqueda de nuevas formas de financiamiento del sector público y privado

6. El actual modelo ha demostrado poca capacidad de resolver los viejos y nuevos problemas de salud y sobre todo de enfrentar nuevos retos para reducir las desigualdades en materia de salud de la población y del ambiente.

7. La necesidad de incrementar y diversificar la participación social en las acciones de producción de salud.

8. Es necesario extender la cobertura de los servicios de salud y mejorar la calidad de la atención en salud, tanto a la población como al ambiente e incrementar la satisfacción del usuario.

Es importante subrayar, que la degradación ambiental

actual, que es parte de un estilo particular de “desarrollo”, termina por afectar la salud de las personas, y es un aspecto al que se le presta poca atención en la estructura organizativa de los servicios de salud existente, al igual que a los problemas sociales que afectan a la población.

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El modelo que es necesario aplicar debe preocuparse

por las morbilidades en el contexto amplio de los procesos sociales, que estimulan las conductas sociales no saludables y contribuyen a la degradación ambiental, o sea, en su origen, más que en sus resultados

La concepción del modelo biopsicosocial de la salud se preocupa, de como la salud contribuye al desarrollo de los países, así como de la manera en que esas formas desarrollo de los países afectan la salud. No se ocupa sólo de curar y prevenir enfermedades, sino que promueve el bienestar social como un resultado de la transformación de las relaciones de la sociedad con su entorno natural y social, y por ende, como resultado de la transformación de las relaciones sociales mismas.

Por último, conforme a esta concepción, los servicios de salud que prestan los estados deben contemplar no solo las funciones de curación y rehabilitación de la salud, sino también, las funciones de prevención y promoción de la salud, entendida ella como la salud de la población y del ambiente. Tomando en cuenta para el logro de esto, la toma de conciencia, la participación social mediante la gerencia participativa y la formación del recurso humano son elementos fundamentales. Es muy importante aplicar dicha concepción holística de la salud y del ambiente para poder de forma ecointerdependiente valorar el proceso de reforma de los Sistemas Nacionales de Salud en tres niveles de intervención:

1.- Nivel macro: se visualiza a la salud como un componente fundamental del desarrollo sostenible nacional.

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2.- Nivel Sectorial: se visualiza a la salud como una acción integral y esclarecer el vínculo íntimo e inseparable de la salud humana con la salud del ambiente.

3.- Nivel Institucional: se visualiza la necesidad de

reestructuración y modernización de las instituciones que conforman el sector público y privado de salud tanto poblacional y ambiental.

La misión del sistema de salud es contribuir al desarrollo

humano sostenible de la población. Por lo mismo, la reforma del sistema requiere cambios en los modelos de atención, gerencial-administrativos, de roles en las instituciones y funcionarios y, sobre todo, en la propia gente, que debe asumir deberes y derechos en la vigilancia y autocuidado individual, familiar y social de la salud poblacional y ambiental potenciando la importancia del modelo de atención familiar, ambiental y comunitario

Todo esto hace necesario reorientar los Modelos de Atención dentro de las políticas de modernización y reformas del sector salud para que responda a las exigencias del desarrollo humano sostenible.

Es condición sine quanon que la equidad sea posible, con el acceso universal a la cobertura y a los servicios de salud. Por ello es necesario aumentar la eficiencia y la calidad, y establecer el sentido de responsabilidad mutua entre servicios de salud y personas, familias y conjuntos sociales, poniendo en práctica los mecanismos a través de los cuales la salud de cada individuo, en cada lugar, sea una competencia concreta que pueda reclamarse de quienes son responsables del cuidado de la salud.

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Si se persiste en el uso de un modelo medicalizado y patocéntrico este sistema podría representar un círculo vicioso en el que el Estado está condenado a utilizar sus recursos en salud a espaldas de la sociedad, con una ceguera frente a las interacciones con el entorno natural y social y con pocas posibilidades, de tener eficacia frente a los problemas de salud que se plantea resolver. Si la organización de los servicios de salud, tal como se orienta en los modelos actuales persiste, habría más gasto público en los servicios de salud y los niveles de salud y bienestar de la población no alcanzarían sus metas, por más elevadas que sean las asignaciones presupuestarias; en esto consiste hoy la ineficacia del gasto público en salud. Por lo cual la reorganización de los servicios de salud que presta el Estado es un imperativo para el mejoramiento de los niveles de bienestar social y para alcanzar las metas de desarrollo social que se plantean la sociedad y el Estado. La reorganización de los servicios de salud es parte de la reforma social en la que están empeñados Estado y Sociedad. La reorganización de los sistemas de salud debe tener como uno de sus ejes fundamentales el proceso de descentralización y la constitución de sistemas locales de salud donde los individuos dejen de ser apenas números para adquirir identidad como personas. Este cambio necesario en el sector salud y en el sistema de servicio de salud, no puede darse sino a través de la movilización de los que tienen la responsabilidad por el bienestar en general y por la salud en particular. No es una responsabilidad exclusiva de quienes “hacen salud”; es una responsabilidad de los gobiernos, de los que definen las políticas económicas y orientan el proceso productivo, de los que planifican, y de las personas, las comunidades y las familias. Esto significa solidaridad, integración social y cooperación.

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En el aspecto legal la propuesta de modelo de atención

integral busca cumplir con los lineamientos de descentralización que nos impone la sostenibilidad del desarrollo local. Dicho modelo se desarrolla en el contexto de la implementación de la carrera administrativa que vendrá a llenar los grandes vacíos de la legislación existente, para tratar de establecer una situación más racional para la administración del recurso humano, adjudicándose los criterios de promoción por méritos, concursos, estabilidad. Debe incluirse de manera legal en las normas institucionales cuales son las áreas de competencia geográfica correspondientes a cada Centro de Salud de forma ecointerdependiente. RESUMEN DEL PROYECTO DE INVESTIGACION Y DESARROLLO SANTA MARIA DEL ROSARIO ASPIRA A COMUNIDAD SALUDABLE.

En principio, la capacidad de un ecosistema debe responder a las demandas a las que lo somete la población, para lo cual deben realizarse acciones concretas para evitar y controlar los daños que la misma le pueda causar a dicho ecosistema. Por esto, para hablar de COMUNIDAD SALUADABLE Y DESASRROLLO SOSTENIBLE es necesario reconciliar las dimensiones biofísicas del uso de los recursos agua, suelo, clima y biodiversidad con aspectos sociodemográficos, políticos, económicos y ambientales.

Antes de continuar, es importante reiterar, que para realizar un programa de comunidad saludable es imprescindible aplicar una perspectiva holística, integral y sostenible del ambiente y de la salud pública, que tome a la población como objeto y sujeto del desarrollo.

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Precisamente, en el caso de Santa María del Rosario se recomendó a partir de la realización de un diagnóstico ambiental y de salud participativo emprender una serie de acciones de desarrollo comunitario en dicha comunidad periférica situada al noroeste del Municipio Cotorro y al suroeste de Ciudad Habana. El programa se enmarcó a nivel global en la iniciativa internacional de Comunidades Saludables" acordado por la Asamblea Mundial de la Salud, y a nivel local surge como una iniciativa del Poder Popular de Santa María del Rosario para actuar sobre el deterioro preocupante de la salud ambiental, e insertar a la comunidad como verdaderos actores en esa experiencia de Comunidad Saludable. Se trató de interrelacionar los factores ambientales, culturales y de participación social con la salud pública (comunidad sana). En el planteamiento estratégico del programa de desarrollo local comunitario se ha conjugado la activación de las potencialidades presentes en la comunidad y el territorio desde el punto de vista educativo, cultural, paisajístico y de la salud pública, con la participación de la comunidad en el uso racional y sostenible del ambiente, sin olvidar, como parte integrante de los programas de esta naturaleza, la esfera de la capacitación, la formación y de la educación. Además, de forma priorizada se consideró de forma fundamental valorar a la población local (relación población, salud y ambiente) como objeto y sujeto de desarrollo, teniéndose en cuenta su participación indispensable en la configuración y ejecución del programa, para ello se han realizado el siguiente sistema de acciones. La realización de este proyecto de desarrollo comunitario en una comunidad periférica que ha pesar de los avatares del llamado Período Especial Cubano ha continuado trabajando por lograr este objetivo de la Asamblea Mundial de Salud, tiene

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un alto valor demostrativo para otras comunidades tanto en Cuba como en el extranjero. La implementación de un programa de desarrollo comunitario con énfasis en la relación salud, medio ambiente y participación comunitaria (que tiene el objetivo último de conseguir un modelo de comunidad saludable, ecológicamente adaptable y socialmente justo) se pretende contraponer a otros modelos de desarrollo en asentamientos humanos que se han venido realizando. Se trata de demostrar, tomando esta comunidad como un laboratorio socioambiental, la posibilidad de potenciar el desarrollo y participación comunitaria para compatibilizar la conservación y uso sostenible de los recursos naturales, con la salud de la población y la calidad del medio ambiente. � Con esta acción se pretendió aportar enseñanzas para el planteamiento de estrategias de desarrollo en comunidades periféricas que tienen el fin de mostrar la compatibilidad entre participación popular, desarrollo comunitario y salud y medio ambiente. � Sobre la base de los resultados que se han obtenido, se pretendió brindar algunas recomendaciones metodológicas para el estudio de la relación entre cultura, salud, medio ambiente y desarrollo en comunidades periféricas que aspiren a ser declaradas Comunidades Saludables (tanto en Cuba, como en el extranjero) y su repercusión en la calidad de vida de la población y el medio ambiente, en el marco de distintos modelos de desarrollo. � Además, se ofrecieron elementos para la vinculación de la participación popular a la gestión socioambiental y de saneamiento ambiental (como factor indispensable para el desarrollo sostenible). Con esta acción se apoyaron una serie de actividades a realizar con la colaboración del Grupo Multidisciplinario

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Población, Medio Ambiente y Desarrollo del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) de la Universidad de la Habana, y que son las siguientes: * Diagnóstico inicial sobre población, salud medio ambiente y

desarrollo sobre la base de las fuentes de información secundarias e investigaciones disponibles.

* Evaluación ex-ante y a posteriori del impacto sociocultural,

ambiental, económico ecológico, en la salud ambiental y de la participación comunitaria en el programa.

Descripción sucinta del programa más amplio donde está inserto el proyecto.

En Cuba cada día ocupa un mayor espacio el estudio de la relación que establece el desarrollo comunitario, la salud y el medio ambiente por considerarlas determinantes para lograr el desarrollo sostenible a partir del complejo de relaciones naturaleza y sociedad.

La sostenibilidad en el desarrollo comunitario, como opción para lograr que las comunidades se consideren objeto y sujeto del desarrollo y que por tanto cumplan con los requisitos que se exige para ser declaras Comunidades Saludables y poder enfrentar y erradicar a los problemas que genera las dificultades en el saneamiento ambiental, la degradación y sobreexplotación de los recursos naturales, es un objetivo clave en las políticas ambientales, de salud y de desarrollo planteadas en Cuba.

Otro elemento de esas políticas es la prioridad dada a la elevación del nivel de salud de la población, lo cual redunda en un aumento de la calidad de la vida de la población local de las comunidades periféricas, garantizando la fuerza de trabajo

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necesaria para acometer la recuperación de las principales producciones locales, así como la protección medioambiental. Localizacion Detallada

El Programa se llevó a cabo en el término de la comunidad Santa María del Rosario perteneciente al municipio Cotorro (Provincia Ciudad Habana). Es una comunidad con una extensión territorial de 6.6 kilómetros cuadrados y una densidad de población de 586 hab/kilómetro cuadrado, con una población total de 3168 habitantes, de los cuales 1722 son de sexo femenino y 1446 del masculino. Se encuentra ubicada a unos 30 kilómetros de Ciudad Habana aproximadamente.

Esta comunidad tiene como rasgo distintivo de su historia, que fue la primera Ciudad Condal que fue fundada en el año 1739 por el conde de la casa Bayona. Su iglesia es más antigua que la Catedral de La Habana. Constituye una comunidad con claras señas de identidad y pertenencia bastante distintivas en el conjunto de la periferia habanera. Historia de la Acción Origen de la iniciativa La interrelación del impacto-causa-consecuencia de la crisis económica que afecta a Cuba, con sus correspondientes afectaciones en la salud de la población y en el medio ambiente, hace necesario la actuación demostrativa de la importancia de la concienciación de la población local de su protagonismo como objeto y sujeto del desarrollo. Ello hace imprescindible realizar acciones concretas para lograr a través de acciones prácticas y de la educación popular (ambiental y para la salud), potenciar los mecanismos de acción que impliquen una activa participación de la población local en el desarrollo comunitario. Por tal motivo, la premisa de partida del

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proyecto fueron los lineamientos globales y locales establecidos para las comunidades que aspiran a ser declaradas Comunidades Saludables y la estrecha relación entre salud, medio ambiente, participación comunitaria y desarrollo. En ese contexto es donde se inserta la colaboración del CENTRO DE ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS (CEDEM) DE LA UNIVERIDAD DE LA HABANA, EL CONSEJO DE ADMINISTRACION DEL MUNICIPIO COTORRO, EL CONSEJO POPULAR DE SANTA MARIA DEL ROSARIO Y EL INSTITUTO SONDICAL DE COOPERACION PARA EL DESARROLLO (ISCOD) DE ESPAÑA. Plan o programa de desarrollo existente en que se inserta la acción. El programa planteado para la comunidad Santa María del Rosario se insertó en la estrategia municipal para declarar a dicha Comunidad Saludable. Tiene como característica fundamental, que potencia la colaboración de una institución académica como el Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) de la Universidad de La Habana, al Consejo Popular y a la Organización No Gubernamental de España “ Instituto Sindical de Cooperación al Desarrollo (ISCOD)” . Además, este programa se encuentra imbricado dentro de las acciones formativas y de investigación-acción-desarrollo que se han llevado a cabo en el estudio de la relación población, desarrollo comunitario, salud y medio ambiente que realiza el CEDEM. Además, el presente programa de desarrollo se suma a otras iniciativas que las autoridades nacionales de salud pública y la Organización Mundial de la Salud que han implementado en otras comunidades, donde los recursos económicos estatales se han destinado prioritariamente.

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Estudios que se han realizado que han servido a de apoyo al proyecto. El programa de acción y la metodología de actuación en este espacio social enclavado en una comunidad de la periferia habanera tomó como antecedentes necesariamente las experiencias de las distintas instituciones que han incidido en el territorio, especialmente el Consejo Popular, las Direcciones de Salud Pública, Vivienda, Comunales, Recursos Hídricos y Educación Municipales, del Centro de Salud y Bienestar, del Grupo de Desarrollo de la Ciudad, del Instituto de Planificación Física y del CEDEM. Además, se han efectuado diversas investigaciones producto de trabajos de cursos de pregrado y de posgrados (maestrías). Entre esos trabajos investigativos realizados podemos destacar los siguientes: "La comunidad Santa María del Rosario: población, salud y medio ambiente". " Importancia de la Cooperación Internacional para Proyectos de Investigación y Desarrollo Sostenible”. “Dinamización comunitaria: factor de sostenibilidad de proyectos de desarrollo”. “Importancia de los Consejos de la Cultura Comunitaria en la Formación Ambiental de Dinamizadores Socioculturales”. “Características de la sexualidad de adolescentes de Santa María del Rosario”. Además, hay una serie de investigaciones realizadas por instituciones cubanas que sirvieron de punto de partida para incentivar la participación comunitaria como factor de gestión y

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de desarrollo socioambiental y de salud, y para la formación y capacitación de la comunidad para motivar la intervención popular necesaria en aras de que la comunidad Santa María del Rosario cumpla con los requisitos establecidos para ser declarada COMUNIDAD SALUDABLE: Beneficiarios del proyecto. Modo y Fases en que participaron en la acción El proyecto estuvo dirigido a la comunidad de Santa María del Rosario, en el municipio de Cotorro, con un total de 3168 habitantes. Dinamización de la Comunidad El principal beneficiario directo de esta acción fue la misma comunidad, ya que la realización del Diagnóstico Ambiental Participativo de la relación población, cultura, salud y medio ambiente ofreció una radiografía de sus principales problemas, necesidades y expectativas en estas áreas, a la vez que sirvió para insertarla como agente activo y protagonista del programa de desarrollo comunitario local para que dicha comunidad llegue a ser declarada Comunidad Saludable.

Para llegar a la determinación de los problemas ambientales del territorio estudiado se realizó un análisis del estado de un grupo de variables ambientales del territorio a través de diferentes indicadores. El abordaje de estos últimos se realizó tratando de mantener una visión de conjunto, en consecuencia del enfoque sistémico asumido.

Estas variables, en dependencia de sus posibilidades, fueron representadas cartográficamente, creándose un conjunto de mapas temáticos o parciales, estos últimos

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elaborados en dependencia de las posibilidades de asociación más directas entre algunas variables. Otro resultado es el Mapa de Problemas Ambientales, en el que aparecen sintetizados aquellos elementos espaciales que se vinculan a los problemas encontrados en el área de estudio.

Para la obtención de información de tipo subjetiva se emplearon varias técnicas sociológicas cualitativas entre ellas la Observación, la Entrevista, se realizaron entrevistas a líderes formales y a la población, el Test, se aplicó un Test para medir la existencia de estrés en la población en diferentes grados, etc. . Apoyo a la reparación de la Red de Distribución de Agua Esta acción estuvo dirigida en primera instancia a la comunidad, que se benefició con el incremento para todos sus habitantes a las mejoras en el abastecimiento de la calidad y la cantidad de agua que consumen. Apoyo a la reparación de alcantarillado principal . Esta acción también estuvo dirigida en primera instancia a la comunidad, que se benefició con la solución de los problemas que presentaba la red de alcantarillado, al eliminarse los problemas ambientales que originan focos de contaminación e insalubridad, los cuales influían negativamente sobre el medio ambiente y la morbilidad de la población local. Ello contribuyó a la eliminación de la alta incidencia en la población local de enfermedades diarréicas agudas y parasitarias. Asimismo, se eliminó la incidencia del rol negativo de los factores ambientales en los índices de morbilidad, de migración y de insatisfacción de la población comunidad. Todo ello contribuirá a que cambie positivamente la percepción ambiental de la población local.

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Apoyo a la Agricultura

Esta proyecto ha sido de vital importancia para potenciar las actividades de agricultura sostenible que vienen desarrollando en el territorio.

Atendiendo a la topografía accidentada de un gran por ciento de el terreno donde esta enclavado el Consejo Popular de Santa María, así como la mala calidad de los suelos con los que cuenta, no permite un desarrollo a gran escala de una Agricultura extensiva. Por lo que su aprovechamiento agrícola se ha basado fundamentalmente en la producción de frutales prioritariamente el mango y la producción Semi Intensiva de vegetales y otros cultivos varios. A partir de unidades productivas pequeñas. Donde los recursos materiales no constituyen el elemento fundamental de la cadena que concluye en la producción de alimentos.

Partiendo de los antecedentes descritos y teniendo como base los objetivos centrales del Proyecto Comunidad Saludable, la Delegación de la agricultura del territorio desarrolla un proyecto de inversiones las cuales se describen a continuación. - Se construyo una casa de producción de posturas de

sepellón con capacidad para producir 1 000 000 de posturas de Hortalizas y vegetales por año.

- Se construyó un umbráculo constitutivo de un Vivero

tecnificado de producción de posturas de frutales, capacidad para 30 000 posturas anuales.

- Se obtuvo material de construcción para mejorar las

condiciones de vida de los trabajadores de estas instalaciones.

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- Se obtuvo materiales de construcción para mejorar las condiciones de comercialización de los productos del Agro obtenidos.

Estas acciones se justifican a partir de que la producción

anual de un millón de posturas de sepellón garantiza un incremento productivo en todas las formas de poducción existentes a partir de el acceso libre al material inicial del cielo productivo con alta calidad y un 99% de garantía a todos los productores lo que redundará en mas calidad y cantidad en las Hortalizas y Vegetales obtenidos. Así como que permita centralizar y hacer mas científica una estructura varietal, adecuada a la época del año y las condiciones climáticas rectoriadas desde este centro que constituye referencia para todos los productores a partir de la utilización de este material vegetal en las áreas no ocupadas por las instalaciones referidas.

Además se pretende diversificar los frutales en la comunidad con la producción de posturas de 15 o mas variedades las que se ponen a disposición de la población de la Comunidad, así como los productores especializados de la misma.

Como complemento se desarrolla paralelamente un programa de capacitación consistente en Talleres, Conferencias, Actividades de campo y otros que establecen la comunicación de todos los productores con el Centro de referencia, constituido en la Finca escogida como sede principal de las inversiones.

Paralelamente se mejoran las condiciones de Comercialización para Extender al poblador de la comunidad los resultados concretos del Proyecto que serian una mayor producción con menos costos que implican un mayor acceso de la población a los productos agrícolas.

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Todo este ciclo descrito esta basado en principios de sostenibilidad económica, puesto que se basa en libre oferta y demanda entre los implicados y la sostenibilidad, esta garantizada pues todo el sistema que se extiende es orgánico (Agro Ecológico).

Resultados obtenidos a partir del financiamiento y perspectivas a corto y mediano plazo. Durante el año 1999 se obtuvo una producción total de 38 800 qq ellos. Hortalizas - 18 400 qq Viandas - 8500 qq Granos 5 100 qq Cítricos y Frutales - 8159 qq

Para materializar el logro de este incremento productivo se ha tenido en cuenta la recuperación de las áreas ociosas y la entrega de estas áreas a diferentes productores por las vías legales existentes, lo cual se ha venido chequeando de forma sistemática en la Comisión Municipal de Asuntos Agrarios.

Es necesario señalar que los productores con escasos recursos, haciendo un mayor esfuerzo han ido logrando años tras años un sostenido incremento de sus producciones, a pesar de las adversas condiciones climáticas que han estado afectando en los dos últimos años.

Para el presente año se pretende instalar un punto de venta de productos agrícolas en este Consejo Popular, representado por la Granja de Cultivos Varios, lo que contribuirá a disminuir los precios actuales, además se prevé continuar incrementando la oferta de productos por parte de los arceleros a precios de un 20% por debajo de los que se comercializan en el Mercado agropecuario.

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De igual forma está contemplada la realización de Ferias agropecuarias dentro de la localidad para facilitar la obtención de productos y la diversificación de las ofertas Impacto en la Educación

El Proyecto ha tenido un impacto muy positivo en todos los trabajadores, alumnos y padres de los centros educacionales en este consejo popular, pues sus proyecciones han motivado e interesado por el alcance de sus acciones.

A través de diferentes vías se divulgo el Proyecto entre la comunidad por los maestros de las diferentes escuelas y se realizaron diferentes actividades para poner en marcha su ejecución.

Las malas condiciones constructivas de los centros y la poca cultura ambiental del personal son aspectos que caracterizan la situación como diagnostico inicial. Manifestándose varios peligros potenciales, dificultades con la manipulación de los alimentos, gran deterioro del mobiliario y en general ambiente escolar desagradable. Beneficios: En las tres instituciones educacionales del consejo Santa María del Rosario se han recibido beneficios por la aplicación de este proyecto que han repercutido en mejorar el nivel de satisfacción de alumnos, trabajadores, padres y comunidad general. Desde el punto de vista material los centros recibieron: - Mobiliario escolar (sillas y mesas) 7 aulas. - Material gastable (libretas, lápices, hojas, plumas)

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- Material escolar (plumones, sacapuntas eléctricos, reglas etc).

- Juguetes.

Además de los beneficios materiales se realizo una reparación en el jardín “Mi soldadito”, mejorando sus condiciones constructivas, higiénicas y estéticas y por consecuencia las condiciones laborales de los profesores y de estancia de los niños.

Este proyecto ha propiciado la elevación de la cultura ambiental del personal, contribuyendo esto a un mejor cuidado del medio ambiente influyendo así en la protección de salud y la integridad física de todos aquellos que han participado en el niño lo que trae como consecuencia el mejoramiento de vida, al lograrse mejor satisfacción.

Para lograr el objetivo antes señalado en el marco del proyecto se realizaron varias acciones las cuales se materializan a través de: - Conversatorios sobre Mi Escuela Saludable. - Círculos de Interés de Salud Integral, de Medio Ambiente y

de vinculación escuela comunidad. - Seminarios e intercambios de experiencias con maestros y

padres. - Actividades Culturales. - Eventos Científicos, etc.

Ente proyecto permitió potenciar el trabajo de vinculación escuela-comunidad y se le dio la atención en el Balneario a niños asmáticos, mejorando su salud y así se garantizo un mejor por ciento de asistencia y como resultado mas aprovechamiento docente.

En los círculos de interés se logro involucrar un alto numero de alumnos lo que proporciono la elevación del

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acerbo cultural con relación al cuidado del medio ambiente, la salud y la educación sexual.

Consideramos que la ayuda brindada en el cumplimiento de este proyecto ha tenido mucha importancia para nuestros centros mejorando el nivel de vida de nuestros trabajadores y estudiantes. Educación Popular Ambiental y Educación para la Salud

Con esta acción se apoyó a las instituciones con competencias directas en medio ambiente, cultura y en educación para la salud, con la participación de las escuelas primarias, los consultorios del médico de la familia, el Museo de la Comunidad, la Casa de la Cultura, la Federación de Mujeres Cubanas, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, la Unión de Jóvenes Comunistas, conjuntamente con las cuales se organizaron los talleres educativos y diversas actividades de información, comunicación y capacitación comunitaria.

Uno de los objetivos de dicho plan de información, comunicación y capacitación fue la de realizar un sistema de acciones para formar a 40 Dinamizadores Ambientales y 20 activistas comunitarios en salud, ambiente y desarrollo comunitario, los cuales han realizado un amplio trabajo en los diferentes Consejos Populares del Municipio Cotorro.

El desarrollo del Proyecto de Investigación y Desarrollo: “Santa María del Rosario, aspira a Comunidad Saludable”, en lo que respecta a la Cultura Comunitaria significo un salto cualitativo para esta esfera de la vida de la comunidad rosareña.

Si analizamos los déficits que representaban las Instituciones Culturales Rosareñas para el ejercicio del

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trabajo cultural comunitario de la aplicación del Proyecto, encontramos entre los más influyentes: - Deterioro constructivo del edificio del Centro de Estudios

Hispánicos “José María Chacón y Calvo”. - Insuficiente e inadecuado mobiliario en la Casa de la

Cultura para el disfrute de espectáculos artísticos y de exhibición de filmes de vídeo así como el desarrollo de talleres, reuniones, charlas, conferencias etc.

- Carencia de papel, cartulina y materiales para el trabajo con

los aficionados a la plástica, particularmente de la pintura. También se afectaba la realización de concursos literarios y otras acciones relacionadas con la literatura y la propaganda gráfica.

- Carencia de instrumentos musicales para la conformación

de un grupo típico de música tradicional cubana así como de tela para vestuario de grupos danzarios.

- Necesidad de mejorar la calidad y potencia del equipo de

sonido de la Institución. - Insuficiente iluminación interior y exterior de la Casa de la

Cultura, siendo esta Institución del Centro de la vida cultural de la comunidad.

Como se puede apreciar estas limitaciones incidían en la

calidad del trabajo de promoción de la cultura artística y literaria en la localidad así como en el desarrollo de acciones que fomentaran la educación medioambiental a un nivel de sostenibilidad en la cultura popular y en la relación de las personas con su entorno.

222

El balance de aplicación del Proyecto resulta positivo en correspondencia con los objetivos propuestos. En términos generales, las aspiraciones de mejorar el soporte material para el trabajo cultural comunitario así como la movilización de amplios sectores de la población rosareña, fundamentalmente niños y jóvenes, en relación con las propuestas de participación e investigación que significaban las acciones desarrolladas durante la etapa, alcanzaron una dimensión cualitativa superior.

De modo general, podemos afirmar que la utilización racional del soporte financiero del Proyecto par impulsar acciones socioculturales, el despliegue de la experiencia y la iniciativa creadora de los dirigentes, técnicos y especialistas de la Dirección Municipal de Cultura y de las Instituciones Culturales Rosareñas así como la participación de Educación, Salud, Deportes, Servicios Comunales, entre otras, de las organizaciones políticas y de masas y del Gobierno local, y de la población rosareña de manera protagónica, hicieron posible la materialización de los siguientes logros: - La formación de Dinamizadores Socioculturales en función

de la Educación Medioambiental, como resultado de un ciclo de talleres (que se extendió a otros Consejos Populares del Municipio), que trabajan en función de la sostenibilidad de los presupuestos, esenciales del Proyecto.

- Una utilización mayor y más eficiente de la Casa de la

Cultura de Santa María del Rosario como sede de reuniones, talleres, exposiciones concursos, espectáculos artísticos, actividades festivas, exhibición de filmes de vídeo, etc., a partir de la adquisición de un nuevo mobiliario adecuado a estas demandas y de nuevos equipos de sonido para la Institución.

223

- Se mejoro el trabajo técnico con los aficionados a la música y la danza y la calidad del sonido en espectáculos artísticos y otras actividades de la Casa con los elementos técnicos de amplificación que se adquirieron, con lo que ha permitido también perfeccionar la divulgación local como Radio Base y la extensión de las actividades culturales a barrios y comunidades rosareñas.

- La participación entusiasta de la población rosareña, con

mayor preponderancia de niños y jóvenes, en los concursos convocados por la Casa de la Cultura cuyos temas centrales se relacionaban con el conocimiento, el sentido de pertenencia y el cuidado y la conservación de la población con su entorno. Estos Concursos se caracterizaron por una diversidad de obras en las distintas manifestaciones artísticas y de la literatura, y fueron premiados con diplomas y estímulos materiales de acuerdo a la edad y los intereses de los concursantes.

- Se conformo un grupo musical tradicional en le formato de

septeto (que se renueva actualmente en su integración) con instrumentos musicales acústicos adquiridos, que además han posibilitado mejorar la calidad del trabajo musical con los aficionados. Así mismo se conformo un grupo danzario de ritmos folklóricos y caribeños, cuyos vestuarios se hallan en proceso de confección a partir de la adquisición de las telas y accesorios correspondientes.

- La adquisición de materiales para la plástica (pinceles,

pintura) así como de papel y cartulina hizo posible mejorar y enriquecer el trabajo con niños y jóvenes, tanto en la pintura como en la literatura, sobre todo las obras relacionadas con los Concursos, la divulgación a través de la gráfica, carteles, exposiciones etc.

224

- La Casa de la Cultura mejoró la iluminación interior y exterior con la adquisición de lamparas y accesorios de acuerdo a las necesidades de la instalación, así como en materia de protección y seguridad, lo que ha posibilitado una mayor explotación de esta instalación cultural en función de los intereses comunitarios.

- El Centro de Estudios Hispánicos “José María Chacón y

Calvo” recibe los beneficios para la cubierta de su edificio con los recursos adquiridos para la restauración de las instalaciones adyacentes.

Concluyendo esta mirada generalizadora acerca del

impacto social del Proyecto en relación con las acciones de impulso a la Cultura Comunitaria, nos asiste la convicción de afirmar que el trabajo cultural ha adquirido una dimensión más abarcadora al incorporar los conceptos de la educación medioambiental y poder contar con multiplicadores en la comunidad, formados al calor del Proyecto.

Es necesario destacar que, mas allá del formidable impulso al soporte material para el trabajo cultural comunitario que ha significado el Proyecto en materia financieras, sus dividendos fundamentales están en las experiencias de sostenibilidad, de cooperación y de participación popular que ha revelado toda la labor investigativa y metodológica desarrollada en el mismo. Impacto en los Servicios Comunales

Esta proyecto de investigación y desarrollo ha contribuido grandemente a elevar los resultados de la actividad de Servicios Comunales en el Consejo Popular Santa María del Rosario, referente a las tareas que inciden en el Proyecto de Comunidad Saludable.

225

A partir de nuestra inclusión en el Programa de Comunidad Saludable en dicho Consejo y en coordinación con el CEDEM se realizaron un conjunto de actividades, talleres. Seminarios con la participación de los trabajadores de Servicios Comunales, profesionales de la Educación y Salud, alumnos, presidentes de Consejos Populares, representantes de organizaciones de masas, administradores, así como la mayoría de la población de Santa María del Rosario.

A partir de la preparación de los factores de la Comunidad y atendiendo a los hábitos y costumbres de la población y las acciones prácticas realizadas en el periodo que evaluamos se exhiben resultados altamente positivos tales como: 1- La mayor parte de la población conoce los objetivos del

Programa y participa activamente en su cumplimiento mejorando las condiciones medio ambientales.

2- Las experiencias aplicadas mediante la generalización ha

influenciado positivamente en la población de los Consejos Populares del territorio.

3- Por cuanto de la Asamblea Provincial del Poder Popular

se estableció su generalización en los Municipios de la Capital.

4- El Proyecto fue presentado en el FORUM Nacional de

Ciencia y Técnica del Sindicato de la Administración Pública como una acción mas de generalización en el país.

Como ya hemos señalado solo se han aplicado algunas

acciones considerándose experimentales, ya que no ha sido posible extenderse a todo el Consejo, pues como se conoce

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el Proyecto lo iniciamos y lo desarrollamos con los propios recursos financieros y materiales existentes por no haberse concebido al inicio del Proyecto Inicial de Santa María del Rosario. De ser posible en el futuro realizar las inversiones mínimas e indispensables entonces exhibamos las excelencias en la aplicación de las actividades y sus resultados. Impacto de género del proyecto

Este proyecto aunque no tiene una clara dimensión e intencionalidad de género sí trató de hacer énfasis en el importante papel de la mujer como factor de desarrollo comunitario y de gestión de salud y socioambiental.

Se le dio prioridad a la incorporación de las mujeres a las iniciativas en la esfera de la formación de activistas populares en salud, medio ambiente y desarrollo comunitario. Las mismas desarrollaron un trabajo muy importante ya que acometieron todo el trabajo de forma muy participativa y entusiasta. Es de destacar, que fue de gran importancia el trabajo desarrollado por las compañeras como dinamizadoras de grupos poblacionales, lo cual sin duda alguna contribuyó a fortalecer la posición de las mismas en la comunidad.

En este proyecto de investigación y desarrollo nos demuestra una vez más la necesidad de potenciar el papel de la mujer en los proyectos de desarrollo comunitario y de salud- ambiente, no sólo como objeto de las acciones, sino de forma importante como sujeto activo (activistas, gestores de recursos, protagonistas en la planificación de estrategias de desarrollo comunitario).

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A partir de los resultados obtenidos en las diferentes investigaciones que han servido como base metodológica para el desarrollo de este proyecto de investigación y desarrollo se considera de vital importancia el protagonismo de la mujer para lograr la sostenibilidad de la gestión socioambiental que reclama una comunidad que aspira ser Comunidad Saludable. La promoción de la salud y la estrategia de Comunidad Saludable.

La Promoción de la Salud es de vital importancia para la sostenibilidad de la misma, por ello en nuestro proyecto de investigación y desarrollo Santa María del Rosario Aspira a Comunidad Saludable hemos priorizado tres aspectos fundamentales: Educación en Salud, Participación Social y Comunicación en Salud, Ambiente y Desarrollo Humano. Esto implica que ha potenciado la necesidad de enfatizar, no sólo en funcionarios de salud, sino en toda la población y en los gestores de políticas, la importancia, relevancia y el alcance de las acciones de promoción, como estrategia prioritarias e indispensable de las intervenciones que le corresponde liderear al Ministerio de Salud, incorporando a la sociedad civil en su papel protagónico en la producción de la salud.

Sus principales objetivos son: • Diseñar estrategias comunitarias para impulsar proyectos

de promoción de la salud. • Facilitar la coordinación interinstitucional e intersectorial del

ámbito local. • Orientar el desarrollo de las actividades de Promoción de

la salud en la programación del ámbito local. • Mantener comunicación estrecha, continua y permanente

con los Consultorios Médicos de Familia de los niveles locales y la Dirección Municipal de Salud.

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• Desarrollar sistemas de monitoreo y evaluación de las actividades de promoción y participación social del ámbito local.

• Desarrollar procesos de comunicación socioambiental para la promoción y participación social para la producción de salud en el ámbito local.

Unidad de análisis y tendencias para Comunidad Saludable (UATCS). La UATCS está dirigida por la Dirección del Proyecto y asesorada por el Consejo Científico del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana. La UATCS esta conformada por el Comité Gestor del Proyecto, por profesionales del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de la Habana, por los médicos de la familia y por profesionales de la Dirección Municipal de Salud del Cotorro de las áreas de Estadística, Epidemiología, Vigilancia de las enfermedades transmitidas por alimentos y animales con la responsabilidad de recopilar, analizar, interpretar y divulgar en forma sistemática y constante la información sobre la situación de la población, del ambiente y de los servicios de salud para utilizarlos en la planificación, ejecución y evaluación de los de las diferentes tareas del proyecto para lograr que Santa María del Rosario sea una Comunidad Saludable.

Sus objetivos principales son:

Conocer la situación de salud poblacional, ambiental y de

los servicios de salud y su tendencia en el ámbito local. Analizar e interpretar la situación de salud poblacional,

ambiental y de los servicios del ámbito local. Reestructurar e implementar un sistema de información

único en el ámbito local.

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Apoyar el proceso de monitoreo y evaluación del ámbito local. Recomendar las estrategias de acción para la prevención

y control de agentes biopsicosociales que afectan la salud, tanto de la población como del ambiente. Divulgar la información obtenida a los distintos niveles de

decisión para su utilización. La UATCS tomó como premisa los resultados obtenidos en el Diagnóstico ambiental del Consejo Popular Santa María del Rosario y el banco de problemas para trabajar conjuntamente con el Poder Popular y evaluar de forma objetiva y sistemática los resultados obtenidos en este proyecto de investigación y desarrollo. Desarrollo integral del recurso humano e investigación:

El proyecto ha potenciado las actividades de diagnóstico para identificar las necesidades de capacitación y formación de los recursos humanos de salud y ambiente en la comunidad orientados al modelo de Comunidad Saludable. Debido a ello se han realizado múltiples acciones dirigidas a: • Orientar y brindar la capacitación de los recursos

humanos y la comunidad con énfasis en las áreas de promoción y prevención de la Salud.

• Realizar estudios e investigaciones que permitan identificar problemas y factores de riesgo en las áreas de salud poblacional, ambiental, servicios de salud y participación social para diseñar mejores estrategias de intervención.

• Coordinar, elaborar y ejecutar proyectos de investigación en los aspectos biológicos, psicosociales, culturales, epidemiológicos, operativos y administrativos.

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A continuación se refiere la totalidad de variables e

indicadores abordados en la investigación realizada como parte del proyecto por y el tipo de fuente de información de estos últimos ( Ver Lantigua 2000 ). Tabla No. 1. Variables e indicadores utilizados en el Diagnóstico Ambiental. Variable

Indicadores

Tipo de fuente de información

Agua

- Tipos de fuentes de abasto. - Frecuencia del suministro. - Calidad del agua en las Fuentes

de abasto. - Percepción de la calidad del

agua de las fuentes de abasto. - Calidad del agua en las

corrientes superficiales.

I.S. I.S. I.S. I.P.(Entrevista) I.S.

Evacuación de residuales.

- Evacuación de residuales líquidos.

- Evacuación de residuales sólidos

I.S. I.S.y I.P.(Observación)

Aire

- Contaminación atmosférica. - Radio de Protección Sanitaria

Industrial - Percepción de Olores Molestos - Percepción del Ruido

I.S. Calculado a partir de I.S. I.P.(Entrevista) I.P.(Entrevista)

Suelo

- Uso de la tierra - Afectaciones de los Suelo

I.S. I.S. y I.P.(Observación)

Flora y Fauna

- Vegetación - Fauna

I.S. I.S.

Vivienda

- Tipología de la vivienda - Estado técnico

I.S. I.S.

- Distribución de la Población I.S.

231

Población

- Evolución de la Población - Migraciones y Movilidad - Estructura de la población por

sexo y edad. - Natalidad - Endogamia - Contexto Económico y

Ocupación - Escolaridad

I.S. I.S. I.S. I.S. I.S. I.P.(Entrevista) I.S. I.S.

Salud

- Infraestructura y personal de Servicio de salud

- Riesgo sanitario - Estrés - Morbilidad - Mortalidad - Salud Reproductiva

I.S. I.S.y I.P.(Observación) I.P.(Test) I.S. I.S. I.S.

Infraestructura De los servicios

- Unidades de servicio existentes - Percepción de la calidad del

Servicio de Transporte - Percepción de la calidad del

Servicio de Recreación - Percepción de la calidad del

Servicio de Educación - Percepción de la calidad del

Servicio de Salud - Percepción de la calidad de los

Servicios Gastronómicos - Percepción de la calidad de los

Servicios Personales

I.S. I.P.(Entrevista) I.P.(Entrevista) I.P.(Entrevista) I.P.(Entrevista) I.P.(Entrevista) I.P.(Entrevista)

- Religiosidad - Valores históricos y

Tradicionales - Identificación de los vecinos con

su lugar de residencia.

I.S. y I.P.(Entrevista) I.S. y I.P.(Entrevista) I.P.(Entrevista)

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Es muy importante destacar, que en la organización de la

forma de ofertar servicios, ya sean de provisión directa, vigilancia, regulación o promoción de la Salud en el nivel local, se potencia la importancia de la producción social de la salud mediante la participación comunitaria en el denominado: “Modelo Sostenible Saludable: Familiar, Ambiental y Comunitario”.

De igual forma es importante destacar, que el proyecto ha incrementado los niveles de desarrollo humano sostenible, mejorando las condiciones de salud y bienestar de toda la población, potenciando la relación salud-ambiente-participación popular y ofertando un conjunto integral de servicios de salud poblaciones y ambientales de alta calidad, con eficiencia técnica y administrativa a un costo que pueda ser afrontado por la sociedad en conjunto. Asimismo se ha tenido como idea rectora la necesidad de desarrollar actividades que garanticen la salud poblacional y ambiental a través de la participación social con la finalidad de lograr integrar al ser humano en sus aspectos biológicos, psicológicos con el medio natural y social de Santa María del Rosario. Dichas actividades han tenido como objetivos específicos los siguientes: Brindar atención integral, tanto a la población, como al ambiente. Promover actividades que garanticen el compromiso de los diferentes actores sociales en el proceso de producción de salud. Fomentar la promoción de la salud y la participación social y comunitaria.

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Ejercer las funciones de rectoría y vigilancia de la salud con apoyo intersectorial y comunitario. Orientar el uso de los recursos de salud en la búsqueda de la eficiencia, eficacia y equidad de los Servicios de Salud. Fomentar la capacitación, tanto del personal de salud, como de la comunidad.

En este proyecto de investigación y desarrollo se tomó como premisa la estructura del conjunto de servicios que el sistema produce y brinda a la población y su ambiente, como parte del modelo de salud nacional. Asimismo, se destacó la importancia de la producción social de la salud para potenciar la gestión local, la interinstitucionalidad y la participación social. De significativa relevancia ha sido la orientación hacia el desarrollo de acciones de salud integral al percibir a la persona en su contexto familiar, en la comunidad de donde proviene y en su ambiente. También ha contribuido ha concienciar a los miembros de la comunidad de que la salud es un derecho, pero también involucra deberes, tanto en su mantenimiento como en su recuperación. No podemos olvidar, que este proyecto que ha sido dirigido por el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana y por el Instituto Sindical de Cooperación para el Desarrollo de España, ha sido posible debido a los grandes logros del sistema de salud cubano y se fundamenta en el real acercamiento y la equidad de los servicios de salud a la comunidad. Para su mejor estudio en el proyecto se ha dividido a la comunidad en sectores bajo la orientación de la Dirección Municipal de Salud y los Médicos de la Familia de la comunidad, los cuales cuentan con un equipo básico que incorpora a la población local y a las organizaciones políticas

234

y de masas como un elemento indispensable para el desarrollo de sus acciones. El proyecto además permitió ampliar y ejecutar otros roles de responsabilidad del sector salud, articulando los esfuerzos de los servicios municipales para la organización y ejecución de las acciones de salud. Las acciones fundamentales en el sector han sido de promoción, prevención, vigilancia de la salud poblacional y ambiental. El apoyo sistemático del Partido y el Gobierno del Municipìo Cotorro ha contribuido enormemente conjuntamente con la Organizaciones de Mamas (CDR, FMC, UJC, Asociación de Combatientes) a potenciar a la Participación Social como eje central de esta forma de trabajo. Ello ha garantizado la irreversibilidad y la sostenibilidad de las acciones de salud holísticamente para lograr que Santa María no sólo aspire a comunidad Saludable, sino que trabaje conscientemente por lograrlo y por mantenerlo. Atención y Vigilancia de la Salud Integral de la Familia

El proyecto ha desarrollado un amplio sistema de actividades para destacar la importancia de la salud integral de la familia rosareña. Se ha tomado como premisa que la familia es la fuente primaria de educación donde se lleva a cabo el proceso de desarrollo de maduración de la personalidad de sus miembros. Es por ello que el proyecto ha ejecutado diversas actividades con el objetivo de realizar un necesario trabajo organizado y sostenido hacia la promoción y autocuidado, que le permita a las familias guiar y orientar adecuadamente en las distintas etapas de la vida, sus acciones para la prevención de la salud física, psíquica y social, promoviendo convivencias solidarias en el grupo familiar.

235

El proyecto fundamento su estrategia de investigación y desarrollo en la Familia como unidad viviente que pasa por un ciclo vital o etapas, en la cual presupone una serie de cambios en cada uno de sus miembros en los aspectos biopsicosociales, con diversas características y crisis normales de vida que requiere flexibilidad en la adaptación, así como el desempeño de una serie de tareas que permitan a los miembros su realización y la consecución de metas.

El ciclo de vida o etapas de la familia donde se produce el desarrollo humano, en las cuales el proyecto realizó diversas acciones educativas son las que a continuación describimos:

l. Noviazgo/Formación de la Familia II.Procreación/Familias con niños (as) pequeños(as). III. Familias con niños(as) preescolares. IV.Familias con niños(as) en edad escolar.

V. Familias con hijos(as) adolescentes. VI.Familias en dispersión.

VII Familias de parejas en edad madura/Nido vacío. El abordaje de dichos ciclos de vida o etapas de la familia se abordó mediante un enfoque integral, considerando todas las dimensiones tales como el ámbito: biológico, psicológico, social-estructural y cultural. La sostenibilidad de los estudios comunitarios en el territorio con la visión integrada de todos los ámbitos operando sobre los individuos y familias de Santa María del Rosario en los procesos de interacción cotidianos y en la satisfacción de sus necesidades, ha sido una necesidad inherente a la realización de este proyecto de investigación y desarrollo sostenible.

236

Debido a ello es que una vez finalizado el proyecto se han formado los recursos humanos locales para mantenerse en la práctica dichos análisis con un enfoque de género, que los lleve a detectar las necesidades y problemas concretos de hombres y mujeres, de manera de contribuir en el crecimiento y buen funcionamiento social de las familias de la comunidad. El Centro de Estudios Demográficos asesorará al Consejo Popular de Santa María del Rosario para que el mismo pueda guiar sus acciones hacia la promoción, prevención, la atención y rehabilitación del individuo y la familia que presenta o no algún problema en la Comunidad. Dentro de las actividades de promoción y prevención que el proyecto ha estado realizando hacia la familia, se pueden señalar los siguientes temas: Preparación en salud reproductiva prematrimonial, para

la vida familiar, en adolescente, adultos, jóvenes y familias establecidas. Desarrollo de la independencia de sus familias de origen. Rol en relación a parejas. Conocimiento, aceptación y adaptación del

comportamiento aseo, ronquido, otros). Preparación para el embarazo. Desarrollo de la interacción mutua para la satisfacción

sexual. Deberes y derechos en el sistema marital. Aceptación, reincorporación de la red familiar ( parientes,

amigos). Aceptación y comunicación padre, madre, hijo. Salud reproductiva con enfoque de género. Relación e

interacción familiar.

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Autoestima. Autocuidado y estilo de vida. Educación sanitaria. Educación nutricional. Economía familiar. Consejería legal. Relaciones sociales. Otros.

ESTRATEGIA DE COMUNIDAD EN EL CONTEXTO DEL PROYECTO DE COMUNIDAD SALUDABLE. Para el logro de un desarrollo sostenible de la comunidad se requiere fundamentarse en una metodología educativa participativa partiendo del “principio de que en todo proceso de trabajo (sea capacitación, investigación, seguimiento, etc) se debe partir de una concepción de los participantes como actores, como co-gestores de su propia realidad. Es decir, se les concibe como sujetos activos del proceso” (UNICEF, 1988),(Rodríguez, 2000) . La experiencia cubana en materia de salud esta llena de trabajos positivos, modelos del médico de la familia, campañas de vacunación, construcción de acueductos, huertos comunitarios, campañas y capacitación en educación para la salud, capacitación de activistas en salud comunitaria, etc. Cada una ha demostrado su valioso aporte en mejora de los indicadores de salud. Debido a lo anterior es que el proyecto toma como invariante la importancia de la sostenibilidad de la producción socioambiental de la salud y se apoya en diversos procesos metodológicos como el Diagnóstico Ambiental Participativo Comunitario.

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La aplicación de este sistema de métodos investigativos participativos ha potenciado el papel de la información, divulgación y formación de la comunidad para abordar la búsqueda de solución de sus problemas de salud de forma holística.

La concientización de la población local de la importancia de lograr que Santa María sea una Comunidad Saludable mediante este proyecto de investigación y desarrollo ha contribuido al perfeccionamiento de la organización de los servicios de salud. Ello ha posibilitado definir la necesidad de lograr la organización de la comunidad y estructurarla a partir de la importancia de la Red de Participación Social en la producción de la salud para lograr comunidades saludables. El proyecto analizó la capacidad de liderazgo de los grupos y no impuso estructuras que provocasen la desmovilización de la comunidad, sino todo lo contrario, ya que a partir de los diferentes Consejos Populares y las organizaciones políticas y de masas se logró la dinamización comunitaria. Por eso, se propuso como parte fundamental del componente investigativo del proyecto (Ver Rodríguez, 2000) la Metodología Participativa como una herramienta que busca la participación del hombre y la mujer en cualquier esfera de la comunidad, de forma razonada y critica, cuyo proceso reflexivo se basa en tres principios básicos. l- Partir de la realidad, estamos refiriéndonos a partir de la

práctica real y cotidiana de los grupos. Aquí no se trata que un agente externo les enseñe su realidad, sino que la población local aprenda procesos para que ella misma le defina, la redescubra y la conceptualice.

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2- Reflexión Teorización. Una vez defina su realidad por la comunidad han sido ellos quienes por medio de una reflexión, promovido por técnica educativas participativa (activas) han logrado involucrar a la población en que existen alternativas para no seguir viviendo así como hasta ahora y lograr que Santa María pueda ser declarada Comunidad Saludable.

3- Nueva Práctica enriquecida. Esta nueva práctica enriquecida busca la transformación de la realidad integral de la Comunidad de Santa María del Rosario. Dentro de esa realidad esta inmersa la estructura social y los elementos de poder que han logrado el desarrollo de políticas que han tenido como resultado los destacados índices en salud que muestra el territorio.

Es importante destacar, que la aplicabilidad de este

proceso participativo ha estado llamado al respeto, la dignidad, la justicia y al fomento de un pensamiento crítico a pesar que seamos nosotros parte de esa crítica, pero enfrentando con honestidad y sin demagogia la transformación de esa realidad. Es necesario subrayar que el proyecto ha fomentado la realización de actividades de Promoción, Educación y Prevención para lograr contribuir al desarrollo de los estilos de vida saludables. Algunas de dichas actividades han sido las siguientes. Promoción de la lactancia materna. Educación en salud a la comunidad y apoyo a las ferias

de la salud y el ambiente. Olimpiadas Populares en Ambiente y Salud Capacitación en la prevención de enfermedades y manejo

de desastres.

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Capitación, organización y capacitación de líderes comunitarios. Organizar de los planes de trabajo a nivel de Consejos

Populares sobre Mi Consejo Saludable. Capacitación en los requisitos para el expendio y

manipulación de alimentos. Educación en la toma de temperatura. Promover la autosugestión y manejo de proyectos. Concientización a la población de la importancia del

ambiente en la salud Importancia de la vacunación y cuidados a los animales

domésticos. Fomentar jornadas de saneamiento básico. Fomentar la íntersectorialidad y el reciclaje popular. Educar sobre las leyes sanitarias vigentes. Educación sobre la importancia del control de higiene

social.

Es importante destacar, que la ejecución de proyectos de investigación y desarrollo, conlleva de manera general la planeación de un conjunto de acciones, a partir de un diagnóstico previo de aquellas necesidades y problemáticas fundamentales de una localidad. Lógicamente este proceso está demarcando carencias desde el punto de vista material y/o organizativo. Sin lugar a dudas un adecuado diagnóstico y ejecución posterior estará asegurando el éxito del proyecto en cuanto a beneficio para la comunidad. Sin embargo, si a este proceso se le adicionan componentes investigativos desde el punto de vista académico, se estará contribuyendo no solo a la continuidad del proceso de transformación, sino a la trascendencia del mismo.

Asimismo, es necesario subrayar, que la realización de tesis de maestría y de trabajos de cursos vinculados con este proyecto ha sido una experiencia de un alto valor en este sentido. A la par que se ejecutaban las diferentes etapas

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del Proyecto: “Desarrollo comunitario, salud pública y medio ambiente: Santa María del Rosario aspira a comunidad saludable”, parte del equipo de trabajo realizaba investigaciones sobre la localidad que contribuían al desarrollo y retroalimentación de dicho proyecto.

Este proyecto de investigación y desarrollo nos muestra la prioridad que se le presta a la concepción integral de la salud en Cuba. Debido a ello es que tomamos como premisa los grandes esfuerzos que se realizan en el país para mantener los altos índices de salud.

Es importante destacar de que independientemente de los impactos del Bloqueo Norteamericano, los cuales afectan extraordinariamente el buen desarrollo del saneamiento ambiental, el país prioriza la aplicación de medidas que garanticen una gestión integral en salud comunitaria.

Asimismo es necesario subrayar, de que a pesar de las dificultades que acarrea la falta de recursos económicos y de la influencia de los factores ambientales en la salud de la población: la disminución brusca de la factura importadora de medicamentos, en el contexto de un modelo desarrollado sobre el uso altísimo de medicinas no tradicionales, ha frenado no solamente el desenvolvimiento de las exportaciones de medicamentos y en la de los materiales necesarios para el desarrollo de la medicina preventiva. De forma repentina, el sector de la salud pública se ve abocado a afrontar el reto de garantizar la calidad de la salud de la población con equidad y con muy pocos recursos y de desarrollar un amplio y profundo trabajo de educación ambiental y para la producción social de la salud.

En este escenario, es donde la vinculación universidad, sociedad, ambiente y desarrollo ha sido una tarea básica para de forma mancomunada trabajar para que cada día ocupe un

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mayor espacio la convicción de la necesidad de la búsqueda de alternativas de desarrollo comunitario ecológica, económicamente y socialmente sustentables, lo cual es condición sine quanon para el desarrollo de comunidades saludables.

No obstante, es menester destacar que la materialización de dicho propósito se convierte en una tarea tremendamente difícil, lo cual hace que se valore altamente la posibilidad de llevar a cabo experiencias de desarrollo comunitario en la esfera del ambiente y la salud en el marco de comunidades periféricas. En fin, este paradigma nos ha planteado un reto que se hace necesario e imprescindible acometer.

Debido a todo lo anterior es que este proyecto potencia esta iniciativa de participación de la población local como verdaderos objetos y sujetos del desarrollo comunitario a través de la comunidad de Santa María del Rosario.

Por otro lado, los estudios realizados sobre los asentamientos humanos periféricos en Cuba han demostrado que estos tienen un potencial propio que sirven de base para elaborar propuestas de desarrollo, ya que en ellos existe un conocimiento práctico, valores culturales, instituciones sociales y una manera muy propia de conceptualizar y enfocar la relación sociedad-naturaleza.

En este marco es imprescindible seguir trabajando por la sostenibilidad de la continuación y perfeccionamiento de las acciones que proyecto ha realizado. Debido a ello es que vemos, como este proyecto de investigación y desarrollo debe continuar trabajando por un lado, en la necesidad de abrir espacios para el surgimiento de iniciativas que hagan posible cumplir el objetivo de desarrollo social y económico de las comunidades enclavadas en la periferia. Por otro lado, hace falta continuar profundizando en el estudio de la relación

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población, ambiente, cultura y salud desde la óptica de la ecointerdependencia y de la totalidad, elementos que se ponen de manifiesto en el desarrollo comunitario sostenible con un enfoque más holístico.

En fin, se trata de que una vez finalizado el financiamiento del proyecto se pueda continuar el fortalecimiento de los mecanismos de la relación universidad-sociedad-poder popular para que este proyecto pueda continuar logrando interrelacionar de forma sistémica y sistemática todos aquellos recursos existentes en dichas comunidades, tanto materiales como culturales, para potenciar la participación comunitaria y hacer el desarrollo compatible y sostenible tanto socialmente como ecológicamente.

Asimismo, hay que continuar buscando alternativas para que una vez que ha finalizado el financiamiento externo para el proyecto se logre continuar el fortalecimiento de la voluntad de que este proyecto debe continuar brindando sugerencias para integrar ese fin de desarrollo comunitario, participación social y saneamiento ambiental con el objetivo más amplio de dinamización social y cultural de la comunidad donde ocupe un destacado espacio la formación y capacitación de la población local y de los gestores de políticas en la interrelación entre comunicación social, economía, salud y desarrollo para que el proyecto pueda continuar contribuyendo sosteniblemente a lograr que Santa María del Rosario sea una Comunidad Saludable. REFLEXIONES Y EXHORTANCION

Las Ciencias Sociales tienen la oportunidad de desempeñar un papel protagónico en el estudio de la relación población, consumo, ambiente y desarrollo. Por ejemplo en manejo o gerencia de los recursos naturales y de las áreas protegidas es de suma importancia el estudio de dicha

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relación con una perspectiva mucho más interdisciplinaria. Hasta recientemente, el manejo de los recursos naturales realizado por el estado (y algunas organizaciones no gubernamentales) era considerado una parcela exclusiva de

los científicos naturales, especialmente de los biólogos. Cuando las Ciencias Sociales participaban era sólo a través de la Economía (para estudiar la oferta y demanda de los recursos, y su valor en el mercado) y en ocasiones como planificadores para organizar los planes de manejo (documentación técnica y guías para administrar los recursos).

Afortunadamente, cada vez aumenta el número de cientistas sociales quienes han planteado abiertamente que el manejo de los recursos es, esencialmente, manejo o administración de personas, de gente. Cuando manejamos recursos, fundamentalmente los adjudicamos a unas personas y a otras no, prohibimos su uso, permitimos su utilización, regulamos la extracción, uso, consumo y disfrute, los protegemos y conservamos de las acciones humanas, y controlamos los efectos antropogénicos (de origen humano, social y económico) como la polución o destrucción de los habitats (esto, además de proteger especies, reproducirlas, restaurar habitats). Así el manejo de los recursos, es esencialmente pertinente a las Ciencias Sociales.

Asimismo, vemos como mediante la legislación ambiental es mandatorio incorporar el conocimiento social, económico y cultural en el análisis del uso y consumo de los recursos naturales. A través de la investigación científica, la participación ciudadana y la acción (y movilización) comunitaria, los/as científicos sociales pueden insertarse en los procesos de formulación e implementación de la Política Pública Ambiental de los diferentes países.

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En la actualidad vemos como uno de los temas de mayor relevancia es el proceso mediante el cual las comunidades participan en la gestión ambiental. Existen diversas maneras en las que dichas comunidades "participan" en el proceso de manejo de los recursos naturales. Las sociedades estatales han tenido como objetivo trasladar la gestión ambiental de la comunidad al aparato estatal basado en el manejo científico y las fuerzas del estado. No obstante, en los últimos años se han abierto oportunidades para que el estado establezca relaciones formales para compartir la responsabilidad y autoridad en el manejo de los recursos; una nueva posibilidad o utopía se le conoce como el co-manejo.

Este camino que hemos recorrido parece no tener final en este momento. La relación entre la sociedad y el entorno mediante la relación producción, consumo y desarrollo apenas comienza a levantarse como una agenda de estudio y trabajo consistente e importante de forma ecointerdependiente. Hoy, más que nunca, los/las científicos sociales debemos prepararnos ambientalmente para aportar los conocimientos necesarios para la comprensión de las diversas maneras en las que se relacionan las comunidades humanas con el medio ambiente, información con la que se empieza a conservar los recursos, las áreas naturales y hasta las culturas.

De igual forma, mediante los postulados de la economía ecológica vemos como el interés y el compromiso con esta área de estudios que aquí reseñamos también potencia la capacidad para lograr la justicia ambiental, cuando practicantes de disciplinas como la Psicología Social Comunitaria, la Antropología, el Derecho y la Pedagogía, armados con los conocimientos de la ecología humana, logran internalizar la perspectiva ambiental para entender los contextos sociales holísticamente , y movilizan las comunidades para la acción social y ambiental, a favor de la

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sostenibilidad y el uso apropiado de los recursos. Estos valiosos conocimientos pueden ser de provecho a estudiosos y practicantes de otras disciplinas, tales y como Ingeniería, Arquitectura, la Geografía y la Biología, en su afán de

organizar e implementar proyectos de carácter sostenible. Quienes se dedican a una de las muchas disciplinas de las Ciencias Sociales tienen diversas oportunidades en los caminos de la naturaleza para profundizar mediante la relación producción, consumo y desarrollo en los diferentes paradigmas de la relación sociedad-naturaleza.

Vemos como en la actualidad los planificadores, científicos naturales y sociales parecen entender que existe un vinculo entre el viejo paradigma industrial, la maximización de ganancias a toda costa, el consumismo insostenible, la pobreza, la injusticia, la inequidad y el deterioro ambiental. La agenda de todos los países y sociedades debe convocar hacia la resolución de dichos problemas de forma mancomunada sobre la base del respeto a la diversidad y potenciando la globalización de la solidaridad humana.

No podemos olvidar, que gran parte de los problemas mundiales en materia de medio ambiente y desarrollo tiene su origen en un orden económico mundial basado en la producción y el consumo siempre crecientes.

En fin, las ciencias sociales deben demostrar que la calidad de vida no debe depender del aumento del consumo de bienes materiales no básicos, y que el crecimiento demográfico del Norte, por sus elevados índices de consumo per cápita, es una amenaza ambiental mucho mayor que el crecimiento y la población del Sur,

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De igual forma, vale la pena destacar que, este proyecto de investigación y desarrollo en la comunidad de Santa María del Rosario que hemos analizado nos muestra la prioridad que se le presta a la concepción integral de la salud en Cuba. Debido a ello es que tomamos como premisa los grandes esfuerzos que se realizan en el país para mantener los altos índices de salud.

Es importante destacar de que independientemente de los impactos del Bloqueo Norteamericano, los cuales afectan extraordinariamente el buen desarrollo del saneamiento ambiental, el país prioriza la aplicación de medidas que garanticen una gestión integral en salud comunitaria.

Asimismo es necesario subrayar, de que a pesar de las dificultades que acarrea la falta de recursos económicos y de la influencia de los factores ambientales en la salud de la población: la disminución brusca de la factura importadora de medicamentos, en el contexto de un modelo desarrollado sobre el uso altísimo de medicinas no tradicionales, ha frenado no solamente el desenvolvimiento de las exportaciones de medicamentos y en la de los materiales necesarios para el desarrollo de la medicina preventiva. De forma repentina, el sector de la salud pública se ve abocado a afrontar el reto de garantizar la calidad de la salud de la población con equidad y con muy pocos recursos y de desarrollar un amplio y profundo trabajo de educación ambiental y para la producción social de la salud.

En este escenario, es donde la vinculación universidad, sociedad, ambiente y desarrollo ha sido una tarea básica para de forma mancomunada trabajar para que cada día ocupe un mayor espacio la convicción de la necesidad de la búsqueda de alternativas de desarrollo comunitario ecológica, económicamente y socialmente sustentables, lo cual es

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condición sine quanon para el desarrollo de comunidades saludables.

No obstante, es menester destacar que la materialización de dicho propósito se convierte en una tarea tremendamente difícil, lo cual hace que se valore altamente la posibilidad de llevar a cabo experiencias de desarrollo comunitario en la esfera del ambiente y la salud en el marco de comunidades periféricas. En fin, este paradigma nos ha planteado un reto que se hace necesario e imprescindible acometer.

Debido a todo lo anterior es que este proyecto potencia esta iniciativa de participación de la población local como verdaderos objetos y sujetos del desarrollo comunitario a través de la comunidad de Santa María del Rosario.

Por otro lado, los estudios realizados sobre los asentamientos humanos periféricos en Cuba han demostrado que estos tienen un potencial propio que sirven de base para elaborar propuestas de desarrollo, ya que en ellos existe un conocimiento práctico, valores culturales, instituciones sociales y una manera muy propia de conceptualizar y enfocar la relación sociedad-naturaleza.

En este marco es imprescindible seguir trabajando por la sostenibilidad de la continuación y perfeccionamiento de las acciones que proyecto ha realizado. Debido a ello es que vemos, como este proyecto de investigación y desarrollo debe continuar trabajando por un lado, en la necesidad de abrir espacios para el surgimiento de iniciativas que hagan posible cumplir el objetivo de desarrollo social y económico de las comunidades enclavadas en la periferia. Por otro lado, hace falta continuar profundizando en el estudio de la relación población, ambiente, cultura y salud desde la óptica de la ecointerdependencia y de la totalidad, elementos que se ponen

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de manifiesto en el desarrollo comunitario sostenible con un enfoque más holístico.

En fin, se trata de que una vez finalizado el financiamiento del proyecto se pueda continuar el fortalecimiento de los mecanismos de la relación universidad-sociedad-poder popular para que este proyecto pueda continuar logrando interrelacionar de forma sistémica y sistemática todos aquellos recursos existentes en dichas comunidades, tanto materiales como culturales, para potenciar la participación comunitaria y hacer el desarrollo compatible y sostenible tanto socialmente como ecológicamente.

Asimismo, hay que continuar buscando alternativas para que una vez que ha finalizado el financiamiento externo para el proyecto se logre continuar el fortalecimiento de la voluntad de que él mismo debe continuar brindando sugerencias para integrar ese fin de desarrollo comunitario, participación social y saneamiento ambiental con el objetivo más amplio de dinamización social y cultural de la comunidad donde ocupe un destacado espacio la formación y capacitación de la población local y de los gestores de políticas en la interrelación entre comunicación social, economía, salud y desarrollo para que el proyecto pueda continuar contribuyendo sosteniblemente a lograr que Santa María del Rosario sea una Comunidad Saludable.

En fin, los exhorto a motivarse e incorporar esta perspectiva ambiental en todas nuestras esferas de actuación con entusiasmo sobre la base del compromiso ético de la sobrevivencia que nos reclama la sostenibilidad del desarrollo humano. Para ello les sugiero tomar como idea rectora la importancia de la relación cultura, ambiente, salud y desarrollo, y en particular la cultura del ser ( ver anexos 9 y 10).

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