lewis-chafer: el hombre espiritual

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  • 8/3/2019 Lewis-Chafer: El hombre Espiritual

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    EIUn estudio clsico sobre ladoctrina de la espiritualidadHOMBRE~ p m I T U A LEIUn estudio clsico sobre ladoctrina de la espiritualidadHOMBRE~ p m I T U A L

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    EIUn estudio clsico sobre ladoctrina de la espiritualidadHOMBREESpmITUALLEWIS SPERRY CHAFER

    EDITORIAL PORTAVOZ

    EIUn estudio clsico sobre ladoctrina de la espiritualidadHOMBREESpmITUALLEWIS SPERRY CHAFER

    EDITORIAL PORTAVOZ

  • 8/3/2019 Lewis-Chafer: El hombre Espiritual

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    El hombre espiritual de Lewis Sperry Chafer, 1973 porSpanish Publications, Milwaukee, Wisconsin, y publicado conpermiso por Editorial Portavoz, filial de Kregel Publications,Grand Rapids, Michigan 49501 . Todos los derechosreservados.Los textos bblicos son tomados, en su mayora, de la VersinModerna.Traduccin: Gui llermo Walker, Presidente de Spanish

    Publications, 1959-1983.Redaccin: Ricardo Letona EstradaDiseo de la portada: Don EllensEDITORIAL PORTAVOZKregel PublicationsP. O. Box 2607Grand Rapids, Michigan 49501 USAISBN D-8254-1122-X

    6 7 8 9 10 edicin / ao 99 98 97 96 95Printed in the United States 01America

    CONTENIDO

    CAPITULO 1TRES CLASES DE HOMBRE 9El hombre ntural tIEl hombre carnal 15El hombre espiritual 17

    CAPITULO 2LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 20Relaciones varias del Espritu . . .. . . . . . . . . . . . 21

    1. El Espritu segn el Antiguo Testamento.. . . . . .. . . . . . 212. El Espritu segn los cuatro Evangelios y losHechos hasta 10:43 223. El Espritu segn el resto de los Hechos y lasEpstolas 28

    Los ministerios del Espritu 28l. El ministerio restrictivo del Espritu 282. El ministerio del Espritu al convencer al mundo 303. El ministerio regenerador del Espritu 3I4. El ministerio del Espritu como Morador delcreyente 325. El ministerio del Espritu en bautizar :: 386. El ministerio del Espritu en sellar 407. El ministerio del Espritu en llenar 40

    CAPITULO 3LA PLENITUD DEL ESPRITU, O LA VERDADERAESPIRITUALIDAD. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

    El hombre espiritual de Lewis Sperry Chafer, 1973 porSpanish Publications, Milwaukee, Wisconsin, y publicado conpermiso por Editorial Portavoz, filial de Kregel Publications,Grand Rapids, Michigan 49501 . Todos los derechosreservados.Los textos bblicos son tomados, en su mayora, de la VersinModerna.Traduccin: Gui llermo Walker, Presidente de Spanish

    Publications, 1959-1983.Redaccin: Ricardo Letona EstradaDiseo de la portada: Don EllensEDITORIAL PORTAVOZKregel PublicationsP. O. Box 2607Grand Rapids, Michigan 49501 USAISBN D-8254-1122-X

    6 7 8 9 10 edicin / ao 99 98 97 96 95Printed in the United States 01America

    CONTENIDO

    CAPITULO 1TRES CLASES DE HOMBRE 9El hombre ntural tIEl hombre carnal 15El hombre espiritual 17

    CAPITULO 2LOS MINISTERIOS DEL ESpIRITU 20Relaciones varias del Espritu . . .. . . . . . . . . . . . 21

    1. El Espritu segn el Antiguo Testamento.. . . . . .. . . . . . 212. El Espritu segn los cuatro Evangelios y losHechos hasta 10:43 223. El Espritu segn el resto de los Hechos y lasEpstolas 28

    Los ministerios del Espritu 28l. El ministerio restrictivo del Espritu 282. El ministerio del Espritu al convencer al mundo 303. El ministerio regenerador del Espritu 3 I4. El ministerio del Espritu como Morador delcreyente 325. El ministerio del Espritu en bautizar 386. El ministerio del Espritu en sellar 407. El ministerio del Espritu en llenar 40

    CAPITULO 3LA PLENITUD DEL ESpIRITU, O LA VERDADERAESPIRITUALIDAD. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

    ex libris eltropical

  • 8/3/2019 Lewis-Chafer: El hombre Espiritual

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    CAPITULO 5"NO APAGUIS AL ESPRITU" .

    La segunda condicin de la verdadera espiritualidadQu es lo que apaga al Espritu? .La vida ofrecida o rendida .Cristo, el modelo .

    Qu es la plenitud del Espritu? .Siete manifestaciones del Espritu .1. El Espritu produce un carcter cristiano .2. El Espritu produce servicio cristiano .3. El Espritu ensea .4. El Espritu promueve alabanza y accin de gracias .5. El Espritu gua .6. El Espritu da testimonio con nuestro espritu .7. El Espritu intercede po r nosotros .Lo que es y lo que no es la espiritualidad .La espiritualidad, un triunfo de la gracia .

    CAPITULO 4"NO CONTRISTIS AL ESPRITU SANTO" .

    La primera condicin de la verdadera espiritualidadQu es lo que contrista al Espritu? .El remedio de las consecuencias del pecado .Los siete pasajes principales .

    1. Slo Cristo puede limpiar de pecado (Jn. 13:1-11) .2. La confesin es la nica condicin de comunin,perdn y limpiamiento (1 Jn . 1:1; 2:2) .3. Juzgndose a s mismo se evita el castIgo

    (1 Ca. 11:31-32) . .4. El castigo constituye la correccin y la disciplina de suhijo pecador (He. 12:3-15) .5. Un ejemplo de arrepentimiento cristiano(2 Ca. 7:8-11) .6. El arrepentimiento, confesin y res tauracin de un santodel Antiguo Testamento (Sal. 51:1-19) , . . , .7. La triple parbola ilustrativa de los Evangelios(Lc. 15:1-32) .

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    161161162163164165

    Conociendo la voluntad de DiosQu es una vida de sacrificio? ...........................

    CONTENIDO

    CAPITULO 6"ANDAD SEGN EL ESPRITU" .La tercera condicin de la verdadera espiritualidadLo que significa Andad segn el Espritu .Tres razones por qu confiar en el Espritu .

    l. Las normas celestiales e inalcanzables de vida encontraste con las normas del mundo2. El cristi'ano afronta un adversario que ' d ~ ~ i ~ ~ ' .el mundo .3. La naturaleza admica

    La doctrina de la p e r f ~ ~ ~ i ~ ; n ' . : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :La doctrina de la santificacinLa doctrina de la naturaleza a d ~ i c ~ ' .1. De qu fuente procede el pecado e ~ ' ~ I ' .H i ! ' ~ ~ ; n ~ i o . s . : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :"E l hombre viejo ."Pecadm>La muerte d e ' l ' c ' r ~ ~ ~ ~ ; ; ~ ~ ~ . C ~ i ' s ; ~ ' : : : : : : : : : : : : : :Un resumen

    2. El remedio d i ; i ~ ~ ' : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :Dos teoras: la erradicacin, o elcontrol divino .............................Qu es la espiritualidad? .

    CAPITULO 7UNA ANALOGA Y LA CONCLUSIN . .Una analoga: La salvacin de la penal idad del pecadocon la salvacin del poder del pecado .' .l. El estado del que necesita ser salvo2. El objeto e ideal divinos en la s a l v a c i ~ ' .3. La salvacin es de Dios slo .4. Dios puede salvar n i c a m e n t e ' ~ ~ ; ~ ~ o ' d ~ .

    la cruz .5. La salvacin es po r la fe .

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    EL HOMBRE ESPIRITUAL

    CAPITULO 5"NO APAGUIS AL ESPRITU" .

    La segunda condicin de la verdadera espiritualidadQu es lo que apaga al Espritu? .La vida ofrecida o rendida .Cristo, el modelo .

    Qu es la plenitud del Espritu? .Siete manifestaciones del Espritu .1. El Espritu produce un carcter cristiano .2. El Espritu produce servicio cristiano .3. El Espritu ensea .4. El Espritu promueve alabanza y accin de gracias .5. El Espritu gua .6. El Espritu da testimonio con nuestro espritu .7. El Espritu intercede po r nosotros .Lo que es y lo que no es la espiritualidad .La espiritualidad, un triunfo de la gracia .

    CAPITULO 4"NO CONTRISTIS AL ESPRITU SANTO" .

    La primera condicin de la verdadera espiritualidadQu es lo que contrista al Espritu? .El remedio de las consecuencias del pecado .Los siete pasajes principales .

    1. Slo Cristo puede limpiar de pecado (Jn. 13:1-11) .2. La confesin es la nica condicin de comunin,perdn y limpiamiento (1 Jn . 1:1; 2:2) .3. Juzgndose a s mismo se evita el castIgo

    (1 Ca. 11:31-32) . .4. El castigo constituye la correccin y la disciplina de suhijo pecador (He. 12:3-15) .5. Un ejemplo de arrepentimiento cristiano(2 Ca. 7:8-11) .6. El arrepentimiento, confesin y res tauracin de un santodel Antiguo Testamento (Sal. 51:1-19) , . . , .7. La triple parbola ilustrativa de los Evangelios(Lc. 15:1-32) .

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    Conociendo la voluntad de DiosQu es una vida de sacrificio? ...........................

    CONTENIDO

    CAPITULO 6"ANDAD SEGN EL ESPRITU" . .La tercera condicin de la verdadera espiritualidadLo que significa Andad segn el Espritu .Tres razones por qu confiar en el Espritu .

    l. Las normas celestiales e inalcanzables de vida encontraste con las normas del mundo2. El cristi'ano afronta un adversario que ' d ~ ~ i ~ ~ ' .el mundo .3. La naturaleza admica

    La doctrina de la p e r f ~ ~ ~ i ~ ; n ' . : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :La doctrina de la santificacinLa doctrina de la naturaleza a d ~ i c ~ ' .1. De qu fuente procede el pecado e ~ ' ~ I ' .H i ! ' ~ ~ ; n ~ i o . s . : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :"E l hombre viejo ."Pecadm>~ muerte d e ' l ' c ' r ~ ~ ~ ~ ; ; ~ ~ ~ . C ~ i ' s ; ~ ' : : : : : : : : : : : : : :Un resumen .2. El remedio divino .Dos teoras: la erradicacin, o elcontrol divino .Qu es la espiritualidad? .

    CAPITULO 7UNA ANALOGA Y LA CONCLUSIN .Una analoga: La salvacin de la penalidad del pecadocon la salvacin del poder del pecado .' .l. El estado del que necesita ser salvo2. El objeto e ideal divinos en la s a l v a c i ~ ' .3. La salvacin es de Dio s s l o . . .4. Dios puede salvar nicamente ~ ~ ~ ~ o ' d .la cruz .5. La salvacin es po r la fe :

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    8 EL HOMBRE ESPIRITUALLa conclusin 167ndice de textos hhlicos 173 1

    TRES CLASES DE HOMBRE

    Entre el

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    14 EL HOMBRE ESPIRITUAL TRES CLASES DE HOMBRES 15ha causado mucho mal. El hombre natural contoda su erudicin y su sinceridad no hallar msque locura en las cosas que son reveladas porel Espritu. El conocimiento de la ciencia no puedesustituirse por la presencia y la ayuda del Espritude Dios. Sin el Espritu no puede haber regeneracindel alma, sin la cual las cosas profundas de Diosson incomprensibles. Cuando un maestro no regene-rado rechaza abiertamente las doctrinas fundamen-tales respecto a la salvacin, dichas doctrinas serndespreciadas y rechazadas por sus alumnos. Estaes la gran equivocacin que cometen muchos de losque, en nuestros das, t'studian en los colegios ylmivf'rsidadf's hnjo la direccin de profesorC's incr-dulos.

    Con demasiada frecuencia se cree que el profesoro pastor que es erudito en algn ramo o algunosde los ramos del conocimiento humano es igualmen-t e capacitado para discernir las cosas espiritualesen virtud de los conocimientos cientf icos que posee.Pero no es as. Una persona no regenerada (y quinda ms pruebas de que no ha sido regenerado queaqul que niega el fundamento y la realidad delnuevo fundamento'?) siempre st' r incapaz para re-cibir y conocer las verdades ms st'ncillas de la re-velacin.

    Dios no es una realidad parn PI hombre natural.No hay Dios en todos sus pensamientos. Por lotanto el hombre no salvo est afligido y agobiadopor librarse de lo sobrenatural. La infundada teorade la evolucin es su mejor respuesta al problemadel origen del universo. En cambio, para el hombreregenerado Dios es real y encuentra satisfaccin ydescanso en la confianza de que Dios t'S el Creadory Seor de todo.

    La capacidad para recibir y conocer las cosasde Dios no se adquiere en las escuelas, porque haymuchos sin letras que la tienen, mientras que haymuchos bien instru idos que no la tienen. Es una ca-pacidad engendrada por el Espritu Santo que resideen el corazn. Por tanto, el Espritu ha sido dado alos salvos para que ellos puedan conocer las cosasde Dios que les son dadas gratuitamente. Sin em-bargo, hay algunos crist ianos que su desarrollo eslimitado a causa de su carnalidad. Ellos son inca-paces de recibir el manjar slido debido a su car-nalidad ms bien que a su ignoranc ia .

    La Palabra divina no clasifica a los no salvos,porque todos son l lamados hombres naturales. Peroentre los salvos hay dos clases, y segn el pasajebajo nuestra consideracin, el hombre espiritual semenciona antes que el hombre carnal; de ese modose contrasta con el hombre no salvo. Tal contrasteconviene hacerlo porque el hombre espir itual es elideal divino. EL HOMBRE ESPffiITUAL es el cris-tiano normal, por no decir habitual. Pero hay cristia-nos carnales, y es menester considerar los.

    EL HOMBRE CARNALEl apstol (pablo) contina en el captulo trescon la descripcin del hombre carnal. Citamos acontinuacin los primeros cuatro versculos: y yo,hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sinocomo a carnales, como a nios en Cristo. Os ali-ment con leche, no con manjar slido; porque noerais capaces de ello,; y ni aun todava sois capaces;porque sois todava carnales: pues mientras hayaentre vosotros celos y contiendas, no sois carnales,andando segn el uso de los hombres? Pues cuando

    14 EL HOMBRE ESPIRITUAL TRES CLASES DE HOMBRES 15ha causado mucho mal. El hombre natural contoda su erudicin y su sinceridad no hallar msque locura en las cosas que son reveladas porel Espritu. El conocimiento de la ciencia no puedesustituirse por la presencia y la ayuda del Espritude Dios. Sin el Espritu no puede haber regeneracindel alma, sin la cual las cosas profundas de Diosson incomprensibles. Cuando un maestro no regene-rado rechaza abiertamente las doctrinas fundamen-tales respecto a la salvacin, dichas doctrinas serndespreciadas y rechazadas por sus alumnos. Estaes la gran equivocacin que cometen muchos de losque, en nuestros das, t'studian en los colegios ylmivf'rsidadf's hnjo la direccin de profesorC's incr-dulos.

    Con demasiada frecuencia se cree que el profesoro pastor que es erudito en algn ramo o algunosde los ramos del conocimiento humano es igualmen-t e capacitado para discernir las cosas espiritualesen virtud de los conocimientos cientf icos que posee.Pero no es as. Una persona no regenerada (y quinda ms pruebas de que no ha sido regenerado queaqul que niega el fundamento y la realidad delnuevo fundamento'?) siempre st' r incapaz para re-cibir y conocer las verdades ms st'ncillas de la re-velacin.

    Dios no es una realidad parn PI hombre natural.No hay Dios en todos sus pensamientos. Por lotanto el hombre no salvo est afligido y agobiadopor librarse de lo sobrenatural. La infundada teorade la evolucin es su mejor respuesta al problemadel origen del universo. En cambio, para el hombreregenerado Dios es real y encuentra satisfaccin ydescanso en la confianza de que Dios t'S el Creadory Seor de todo.

    La capacidad para recibir y conocer las cosasde Dios no se adquiere en las escuelas, porque haymuchos sin letras que la tienen, mientras que haymuchos bien instru idos que no la tienen. Es una ca-pacidad engendrada por el Espritu Santo que resideen el corazn. Por tanto, el Espritu ha sido dado alos salvos para que ellos puedan conocer las cosasde Dios que les son dadas gratuitamente. Sin em-bargo, hay algunos crist ianos que su desarrollo eslimitado a causa de su carnalidad. Ellos son inca-paces de recibir el manjar slido debido a su car-nalidad ms bien que a su ignoranc ia .

    La Palabra divina no clasifica a los no salvos,porque todos son l lamados hombres naturales. Peroentre los salvos hay dos clases, y segn el pasajebajo nuestra consideracin, el hombre espiritual semenciona antes que el hombre carnal; de ese modose contrasta con el hombre no salvo. Tal contrasteconviene hacerlo porque el hombre espir itual es elideal divino. EL HOMBRE ESPffiITUAL es el cris-tiano normal, por no decir habitual. Pero hay cristia-nos carnales, y es menester considerar los.

    EL HOMBRE CARNALEl apstol (pablo) contina en el captulo trescon la descripcin del hombre carnal. Citamos acontinuacin los primeros cuatro versculos: y yo,hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sinocomo a carnales, como a nios en Cristo. Os ali-ment con leche, no con manjar slido; porque noerais capaces de ello,; y ni aun todava sois capaces;porque sois todava carnales: pues mientras hayaentre vosotros celos y contiendas, no sois carnales,andando segn el uso de los hombres? Pues cuando

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    16 EL HOMBRE ESPIRITUAL TRES CLASES DE HOMBRES 17uno dice: Yo soy de Pablo; y otro: Yo soy deApolos; no sois como hombres mundanos?As es, que algunos cri st ianos se llaman carnales porque slo pueden recibr la leche de la Pala-bra, en contraste con el manjar slido; se entreganl los celos, a contiendas y a divisiones, y andan comohombres no regenerados, mientras que el verdaderohijo de Dios debiera andar segn el Espri tu (EL4:3). Aunque son salvos, los crist ianos carnales andan conforme al uso de este siglo. Son carnalesporque son dominados por la carne (comp. Rom. 7:14). Encontramos en Rom. 8:5-7 una descripcinmuy dist inta. En este pasaje se describe a un individuo en la carne, y por tan to no salvo; en cambio,el cristiano carnal no est en la carne pero tiene1a carne en l. Vosotros empero no esti s en lacarne, sino en el espritu, si es as que el Espritu deDios habita cn vosotro:, : mas si alguno no tiene elEspr itu de Cristo, el ta l no es de l (Rom. 8:9).El hombre carnab>, o sea el nio en Cristo,no es capaz de las cosas profundas de Dios. El noes ms que un nio; pero aun eso, es importantenotar, es una altura de posicin y realidad con laque no se puede compara r l a incapacidad total delhombre natural. El hombre carna], debido a queest t an poco ocupado con el verdadero manjar espir itual, se rinde a la envidia y a las contiendas, queproducen divisiones entre los mismos creyentes. Aqmno se se hace referencia al hecho superficial de lasdivisiones externas o de dis tintas organizaciones. Serefiere a la envidia y a la contienda las cuales tra-bajan para romper la preciosa comunin y amorde los santos. Puede ser que las distintas organizaciones t ienden muchas veces a causar diferencias decategora entre los creyentes , pero no es necesariamente as.

    El pecado indicado aqu es el del creyente que

    sigue los guas humanos. Este pecado no sera curadoaunque todas las organizaciones religiosas pudieranser barridas instantneamente de la tierra, o reunidas en una. En la iglesia de Corinto estaban presentes los pablistas, los cefistas, los apolistas,y los cristianos (Comp. 1:12). Todava no eran organizaciones rivales, pero eran divisiones dentro dela iglesia causadas por la envidia y la contienda. Lahistoria revela que tales divisiones terminan comoorganizaciones rivales. El hecho de la divisin noera ms que la manifes tacin exter ior del pecadoque estaba ms hondo, el de vidas carnales sin amor.Para un cristiano gloriarse en el sectarismo es elhabla de un nio, y revela la ms seria falta delverdadero amor cristiano que debiera fluir para todos los santos. Cuando los creyentes tengan amorel uno para el otro, las divisiones y su consiguienteofensa desaparecern.

    Pero el cristiano carnal se caracteriza tambinpor su andar al mismo nivel del andar del hombrenatural. No sois carnales, andando segn el usode los hombres? (comp. 2 COI'. 10:2-5). Los propsitos y los afectos del hombre carnal estn centrados en la misma esfera no espiritual del hombrenatural. En contraste con ese proceder de la carne,leemos: Digas, pues: Andad segn el Espritu, yno cumpliris los deseos de la carne. Esta es la verdadera espiritualidad.EL HOMBRE ESPIRITUAL

    La segunda clasificacin de los creyentes en estepasaje es la del hombre espi ri tua l. Un creyente eshombre espir itual cuando pasa la prueba referida ydemuestra que tiene capacidad para recibir y conocer la revelacin divina. El hombre espir itual lodiscierne todo.

    16 EL HOMBRE ESPIRITUAL TRES CLASES DE HOMBRES 17uno dice: Yo soy de Pablo; y otro: Yo soy deApolos; no sois como hombres mundanos?As es, que algunos cri st ianos se llaman carnales porque slo pueden recibr la leche de la Pala-bra, en contraste con el manjar slido; se entreganl los celos, a contiendas y a divisiones, y andan comohombres no regenerados, mientras que el verdaderohijo de Dios debiera andar segn el Espri tu (EL4:3). Aunque son salvos, los crist ianos carnales andan conforme al uso de este siglo. Son carnalesporque son dominados por la carne (comp. Rom. 7:14). Encontramos en Rom. 8:5-7 una descripcinmuy dist inta. En este pasaje se describe a un individuo en la carne, y por tan to no salvo; en cambio,el cristiano carnal no est en la carne pero tiene1a carne en l. Vosotros empero no esti s en lacarne, sino en el espritu, si es as que el Espritu deDios habita cn vosotro:, : mas si alguno no tiene elEspr itu de Cristo, el ta l no es de l (Rom. 8:9).El hombre carnab>, o sea el nio en Cristo,no es capaz de las cosas profundas de Dios. El noes ms que un nio; pero aun eso, es importantenotar, es una altura de posicin y realidad con laque no se puede compara r l a incapacidad total delhombre natural. El hombre carna], debido a queest t an poco ocupado con el verdadero manjar espir itual, se rinde a la envidia y a las contiendas, queproducen divisiones entre los mismos creyentes. Aqmno se se hace referencia al hecho superficial de lasdivisiones externas o de dis tintas organizaciones. Serefiere a la envidia y a la contienda las cuales tra-bajan para romper la preciosa comunin y amorde los santos. Puede ser que las distintas organizaciones t ienden muchas veces a causar diferencias decategora entre los creyentes , pero no es necesariamente as.

    El pecado indicado aqu es el del creyente que

    sigue los guas humanos. Este pecado no sera curadoaunque todas las organizaciones religiosas pudieranser barridas instantneamente de la tierra, o reunidas en una. En la iglesia de Corinto estaban presentes los pablistas, los cefistas, los apolistas,y los cristianos (Comp. 1:12). Todava no eran organizaciones rivales, pero eran divisiones dentro dela iglesia causadas por la envidia y la contienda. Lahistoria revela que tales divisiones terminan comoorganizaciones rivales. El hecho de la divisin noera ms que la manifes tacin exter ior del pecadoque estaba ms hondo, el de vidas carnales sin amor.Para un cristiano gloriarse en el sectarismo es elhabla de un nio, y revela la ms seria falta delverdadero amor cristiano que debiera fluir para todos los santos. Cuando los creyentes tengan amorel uno para el otro, las divisiones y su consiguienteofensa desaparecern.

    Pero el cristiano carnal se caracteriza tambinpor su andar al mismo nivel del andar del hombrenatural. No sois carnales, andando segn el usode los hombres? (comp. 2 COI'. 10:2-5). Los propsitos y los afectos del hombre carnal estn centrados en la misma esfera no espiritual del hombrenatural. En contraste con ese proceder de la carne,leemos: Digas, pues: Andad segn el Espritu, yno cumpliris los deseos de la carne. Esta es la verdadera espiritualidad.EL HOMBRE ESPIRITUAL

    La segunda clasificacin de los creyentes en estepasaje es la del hombre espi ri tua l. Un creyente eshombre espir itual cuando pasa la prueba referida ydemuestra que tiene capacidad para recibir y conocer la revelacin divina. El hombre espir itual lodiscierne todo.

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    18 EL HOMBRE ESPIRITUAL TRES CLASES DE HOMBRES 19El orden progresivo del contexto entero es muyevidente:Primero, la revelacin divina ha sido dada. Dicharevelacin concierne a las cosas que ojo no vio, niodo oy, y que jams entraron en pensamientohumano. Estas cosas son reveladas por el Espritu

    (1 Coro 2:9, 10).Segundo, la revelacin es de las cosas profundasde Dios, que ningn hombre puede conocer por smismo. No obstante, el Espritu las conoce (1 Coro2:10).Tercero , los creyentes han recibido al Esprituquien conoce estas cosas, para que ellos tambinpuedan conocer las cosas profundas de Dios ( l Cor.2:12).Cuarto, la sabidura divina est escondida en lasmismas palabras del Libro de Dios; pero el contenido espiritual de estas palabras se entiende solamente a medida que uno sea capaz para explicar lascosas espirituales con las espirituales (1 Cor. 2: 13).Quinto, el hombre natural no puede recibir lascosas del Espritu de Dios, porque le son insensatez,ni las puede comprender, porque se disciernen nicamente por el Espritu, y l no ha recibido al Espritu que es de Dios (1 Coro 2:14).Sexto, el cristiano carnal es nacido de nuevo y elEspritu reside en l; pero su carnalidad impide laplenitud del minis terio del Espritu (1 Coro 3:1-4).Sptimo, EL HOMBRE ESPIRITUAL disciernetodas las cosas . No hay ninguna limitacin para len lo que toca a las cosas de Dios. Puede recibirlibremente la revelacin divina y se gloria en ella.Tambin, puede entrar, como cualquier otro, en lasmaterias que son comunes a la sabidura humana.Discierne todas las cosas ; sin embargo, l mism noes discernido ni entendido por nadie. Cmo pudiera

    se r de otro modo siendo que l tiene la mente deCristo?Hay dos grandes cambios espirituales que los sereshumanos pueden experimentar: el cambio del hombre natural al hombre salvo, y el cambio delhombre carnal al ,hombre espiritual. Aquel seefecta por el poder divino cuando hay fe verdadera en Cristo; ste se realiza cuando hay un ajusteverdadero al Espritu. Experimentalmente puede serque la persona que se salva por medio de la fe enCristo se ent regue al mismo tiempo sin reserva aDios, y empiece de una vez una vida de rendimientocompleto. Indudablemente eso sucede con muchafrecuencia. De esta manera sucedi en la experiencia de Saulo de Tarso (Hech. 9:4-6). As que huboreconocido a Jess como su Seor y Salvador, dijotambin: Seor, qu quieres que yo haga? Nohay evidencia alguna de que j ams se hubiese cambiado de esta acti tud de rendimiento a Cristo. Noobstante, debemos recordar que muchos crist ianosson carnales, a los cuales la Palabra de Dios enseaclaramente cules son los pasos que tiene que darpara que lleguen a se r espirituales. Entonces se haceposible el cambio del estado ca rnal al estado espiritual.El hombre espiritual es el ideal divino en lavida y en el ministerio, en el poder con Dios y conlos hombres, en comunin ininter rumpida y en bendicin. El propsito de las pginas siguientes serdescubrir estas realidades juntamente con las condiciones reveladas por medio de las cua les dicho idealpueda ser realizado.

    18 EL HOMBRE ESPIRITUAL TRES CLASES DE HOMBRES 19El orden progresivo del contexto entero es muyevidente:Primero, la revelacin divina ha sido dada. Dicharevelacin concierne a las cosas que ojo no vio, niodo oy, y que jams entraron en pensamientohumano. Estas cosas son reveladas por el Espritu

    (1 Coro 2:9, 10).Segundo, la revelacin es de las cosas profundasde Dios, que ningn hombre puede conocer por smismo. No obstante, el Espritu las conoce (1 Coro2:10).Tercero , los creyentes han recibido al Esprituquien conoce estas cosas, para que ellos tambinpuedan conocer las cosas profundas de Dios (1 Cor.2:12).Cuarto, la sabidura divina est escondida en lasmismas palabras del Libro de Dios; pero el contenido espiritual de estas palabras se entiende solamente a medida que uno sea capaz para explicar lascosas espirituales con las espirituales (1 Cor. 2: 13).Quinto, el hombre natural no puede recibir lascosas del Espritu de Dios, porque le son insensatez,ni las puede comprender, porque se disciernen nicamente por el Espritu, y l no ha recibido al Espritu que es de Dios (1 Coro 2:14).Sexto, el cristiano carnal es nacido de nuevo y elEspritu reside en l; pero su carnalidad impide laplenitud del minis terio del Espritu (1 Coro 3:1-4).Sptimo, EL HOMBRE ESPIRITUAL disciernetodas las cosas . No hay ninguna limitacin para len lo que toca a la s cosas de Dios. Puede recibirlibremente la revelacin divina y se gloria en ella.Tambin, puede entrar, como cualquier otro, en lasmaterias que son comunes a la sabidura humana.Discierne todas las cosas; sin embargo, l mism noes discernido ni entendido por nadie. Cmo pudiera

    se r de otro modo siendo que l tiene la mente deCristo?Hay dos grandes cambios espirituales que los sereshumanos pueden experimentar: el cambio del hombre natural al hombre salvo, y el cambio delhombre carnal al ,hombre espiritual. Aquel seefecta por el poder divino cuando hay fe verdadera en Cristo; ste se rea liza cuando hay un ajusteverdadero al Espritu. Experimentalmente puede se rque la persona que se salva por medio de la fe enCristo se ent regue al mismo tiempo sin reserva aDios, y empiece de una vez una vida de rendimientocompleto. Indudablemente eso sucede con muchafrecuencia. De esta manera sucedi en la experiencia de Saulo de Tarso (Hech. 9:4-6). As que huboreconocido a Jess como su Seor y Salvador, dijotambin: Seor, qu quieres que yo haga? Nohay evidencia alguna de que jams se hubiese cambiado de esta actitud de rendimiento a Cristo. Noobstante, debemos recordar que muchos cristianosson carnales, a los cua les la Palabra de Dios enseaclaramente cules son los pasos que tiene que da rpara que lleguen a se r espirituales. Entonces se haceposible el cambio del estado carnal al estado espiritual.El hombre espiritual es el ideal divino en lavida y en el ministerio, en el poder con Dios y conlos hombres , en comunin ininter rumpida y en bendicin. El propsito de las pginas siguientes serdescubrir estas realidades juntamente con las condiciones reveladas por medio de las cuales dicho idealpueda ser realizado.

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    2LOS MINISTERIOS

    DEL ESPRITUEl cris tiano es cristiano porque est bien relacionado con Cristo; pero el hombre espir itual es espiritual porque est bien relacionado con el Espr itu,adems de su relacin con Cristo en la salvacin. Portanto, sguese que cualquier esfuerzo para descubrir

    el hecho y la s condiciones de la espiritualidad verdadera debe basarse sobre un entendimiento clarode la revelacin bblica concerniente al Espr itu ySus diferentes relaciones con los hombres. Parece quela invencin ms moderna de Satans es causar confusin tocante a la obra del Espr itu, y dicha confusin se encuentra entre los creyentes ms pos yfervorosos. La calidad de la vida del creyente es detrascendental importancia delante de Dios, y naturalmente el poder de Satans est dirigido en contradel propsito de Dios. Satans no podra hacer otracosa mejor para lograr sus fines que promover laenseanza de ciertas doctr inas que no aciertan conlos temas fundamentales , o que es tablecen el erroren una forma positiva, y de esta manera impedir elentendimiento correcto de la fuente de bendicinque Dios nos ha provisto. Esta confusin generalen cuanto a la s enseanzas de la Biblia sobre elEspritu se hace senti r en nuestros himnos. Los expositores de la Biblia estn de acuerdo al lamentar elhecho de que muchos de los himnos acerca del Espritu Santo no son conformes a la s Escrituras. Hoy,

    LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 21tambin se manifiesta esta confusin entre algunassectas que ensean teoras desequilibradas y antibblicas.RELACIONES VARIAS DEL ESPIRITU SANTO

    El propsito de este libro no es intentar una exposicin completa de las enseanzas bblicas concernientes al Espr itu de Dios, pero s hay ciertos aspectos de la revelacin total que deben entendersey recibirse antes de poder comprender y experimentar inteHgentemente la vida que Dios ha provisto y el andar conforme al Espritu. Las enseanzas de la s Sagradas Escrituras relacionadas con elEspritu pueden dividirse en tres aspectos generales:1) El Espr itu segn el Antiguo Testamento; 2) elEspr itu segn los cuatro Evangelios y los Hechoshasta 10: 43; 3) el Espritu segn el resto de losHechos y las Epstolas.1. El Espritu segn el Antiguo Testamento

    Tanto en el Antiguo Testamento como en todas lasSagradas Escrituras, el Espritu de Dios se manifiestacomo una Persona, y no meramente como una influencia. Se revela como una Persona igual en deidady en los atributos que caracterizan a las otras dosPersonas de la Trinidad. Sin embargo, no residien forma permanente en el corazn del hombreantes de la muerte de Cristo, aunque se mantenaincesantemente activo durante todos los siglos queprecedieron aquel gran evento (Juan 7:37-39; 14:16,17). Muchas veces vino sobre hombres escogidos segn se revela en los eventos del Antiguo Testamento.Vino sobre ellos para cumplir c iertos fines y los dejlibremente cuando la obra estaba consumada, de lamisma manera como haba venido. Hasta donde se

    2LOS MINISTERIOS

    DEL ESPRITUEl cris tiano es cristiano porque est bien relacionado con Cristo; pero el hombre espir itual es espiritual porque est bien relacionado con el Espr itu,adems de su relacin con Cristo en la salvacin. Portanto, sguese que cualquier esfuerzo para descubrir

    el hecho y la s condiciones de la espiritualidad verdadera debe basarse sobre un entendimiento clarode la revelacin bblica concerniente al Espr itu ySus diferentes relaciones con los hombres. Parece quela invencin ms moderna de Satans es causar confusin tocante a la obra del Espr itu, y dicha confusin se encuentra entre los creyentes ms pos yfervorosos. La calidad de la vida del creyente es detrascendental importancia delante de Dios, y naturalmente el poder de Satans est dirigido en contradel propsito de Dios. Satans no podra hacer otracosa mejor para lograr sus fines que promover laenseanza de ciertas doctr inas que no aciertan conlos temas fundamentales , o que es tablecen el erroren una forma positiva, y de esta manera impedir elentendimiento correcto de la fuente de bendicinque Dios nos ha provisto. Esta confusin generalen cuanto a la s enseanzas de la Biblia sobre elEspritu se hace senti r en nuestros himnos. Los expositores de la Biblia estn de acuerdo al lamentar elhecho de que muchos de los himnos acerca del Espritu Santo no son conformes a la s Escrituras. Hoy,

    LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 21tambin se manifiesta esta confusin entre algunassectas que ensean teoras desequilibradas y antibblicas.RELACIONES VARIAS DEL ESPIRITU SANTO

    El propsito de este libro no es intentar una exposicin completa de las enseanzas bblicas concernientes al Espr itu de Dios, pero s hay ciertos aspectos de la revelacin total que deben entendersey recibirse antes de poder comprender y experimentar inteHgentemente la vida que Dios ha provisto y el andar conforme al Espritu. Las enseanzas de la s Sagradas Escrituras relacionadas con elEspritu pueden dividirse en tres aspectos generales:1) El Espr itu segn el Antiguo Testamento; 2) elEspr itu segn los cuatro Evangelios y los Hechoshasta 10: 43; 3) el Espritu segn el resto de losHechos y las Epstolas.1. El Espritu segn el Antiguo Testamento

    Tanto en el Antiguo Testamento como en todas lasSagradas Escrituras, el Espritu de Dios se manifiestacomo una Persona, y no meramente como una influencia. Se revela como una Persona igual en deidady en los atributos que caracterizan a las otras dosPersonas de la Trinidad. Sin embargo, no residien forma permanente en el corazn del hombreantes de la muerte de Cristo, aunque se mantenaincesantemente activo durante todos los siglos queprecedieron aquel gran evento (Juan 7:37-39; 14:16,17). Muchas veces vino sobre hombres escogidos segn se revela en los eventos del Antiguo Testamento.Vino sobre ellos para cumplir c iertos fines y los dejlibremente cuando la obra estaba consumada, de lamisma manera como haba venido. Hasta donde se

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    22 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 23nos revela en la historia bblica, ninguno tena eleccin ni esperaba tenerla en cuanto a los movimientossoberanos del Espritu durante todo el perodo delAntiguo Testamento. A veces se cree que el profetaEliseo y David son casos excepcionales. Pero no esmuy claro que Eliseo pensaba en el Espritu Santocuando suplic a Elias y le dijo:, Rugote que tengayo, cual hijo tuyo, una porcin doble de tu espritu.:.Es cierto que David or para que el Espritu no fuesequitado de l, pero dicha peticin fue hecha en conexin con su pecado. Hizo su confesin delante deDios, y as se puso fin al caso. Durante el perodoincluido en la narracin del Antiguo Testamento, elEspri tu se relacionaba con los hombres de una manera soberana. A la luz de la revelacin subsecuentedel Nuevo Testamento no sera razonable orar hoy dacomo or David cuando dijo: y no me quites tu. santo Espritu. El Espr itu ha venido para permanecer en nosotros (2 Reyes 2:9 y Salmo 51:11).2. El Espri tu segn los cuatro Evangeliosy los Hechos hasta 10:43

    Durante el perodo de los evangelios el carcteresencial de la relacin del Espritu con los hombresfue de transicin, o de progres in , entre las antiguasrelaciones ya referidas del Antiguo Testamento y lasrelaciones f inales y permanentes de esta dispensacin de la gracia.

    Instruidos en las doctrinas del Antiguo Testamento, los discpulos hallaron la enseanza de Cristo deque el Espritu se reciba pidindolo (Luc. 11: 13) como cosa completamente nueva; tan nueva que segnlo que se sabe por la historia sagrada nunca hicieronesa peticin. El Seor les dijo: cunto ms vuestroPadre celestial dar el Espritu a los que se lo pidan? La nueva relacin, que estas palabras impli-

    can, caracteriza un paso ade lant e en cuanto a larelacin progresiva del Espritu con los hombresdurante el perodo de los cuatro Evangelios.Poco antes de Su muerte dijo Jess: y yo rogaral Padre, el cual os dar otro Consolador, para que

    est con vosotros para siempre; es decir, el Espritude verdad, a quien el mundo no puede recibir; porque no le ve, ni le conoce: vosotros empero le conocis; porque mora con vosotros, y estar en vosotros(Jn. 14:16,17). Puede ser que las palabras yo rogar sirvieran 'para recordarles a los discpulos queellos haban faltado en no orar por el Espritu. Sinembargo, la oracin del Hijo de Dios no dejar deser con testada , y el Espritu que estaba con ellospronto estara en ellos.Despus de Su resurreccin y poco antes de Suascensin, Jess sopl sobre Sus discpulos y les dijo:Recibid el Espritu Santo (Juan 20:22). Tenan alEspritu en ellos desde aquel momento; pero dicharelacin fue manifiestamente incompleta segn elplan y el propsito de Dios, porque pronto les mand que no partiesen de Jerusaln, sino que esperasenall la promesa del Padre, la cual habis odo de m>(Hechos 1:4; comp. Luc. 24:49). La promesa delPadre er a del Espritu, pero concerna evidentemen

    te a aque l ministerio del Esp ri tu, todava no experimentado, cuando El vendra sobre ellos para darles poder.Entonces, hubo un perodo de tiempo, segn losEvangelios, cuando los discpulos andaban sin elEsp ri tu, igual que la s multitudes de la poca delAntiguo Testamento; pero a stos les fue otorgado elnuevo privilegio de orar por la presencia del Espri tu. Ms tarde, el Seor mismo or al Padre paraque el Espritu quien estaba con ellos pudiese estaren ellos para permanecer. Entonces sopl sobre ellos

    22 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 23nos revela en la historia bblica, ninguno tena eleccin ni esperaba tenerla en cuanto a los movimientossoberanos del Espritu durante todo el perodo delAntiguo Testamento. A veces se cree que el profetaEliseo y David son casos excepcionales. Pero no esmuy claro que Eliseo pensaba en el Espritu Santocuando suplic a Elias y le dijo:, Rugote que tengayo, cual hijo tuyo, una porcin doble de tu espritu.:.Es cierto que David or para que el Espritu no fuesequitado de l, pero dicha peticin fue hecha en conexin con su pecado. Hizo su confesin delante deDios, y as se puso fin al caso. Durante el perodoincluido en la narracin del Antiguo Testamento, elEspritu se relacionaba con los hombres de una manera soberana. A la luz de la revelacin subsecuentedel Nuevo Testamento no sera razonable orar hoy dacomo or David cuando dijo: y no me quites tu. santo Espritu. El Espr itu ha venido para permanecer en nosotros (2 Reyes 2:9 y Salmo 51:11).2. El Espritu segn los cuatro Evangeliosy los Hechos hasta 10:43

    Durante el perodo de los evangelios el carcteresencial de la relacin del Espritu con los hombresfue de transicin , o de progresin, entre las antiguasrelaciones ya referidas del Antiguo Testamento y lasrelaciones f inales y permanentes de esta dispensacin de la gracia.

    Instruidos en las doctrinas del Antiguo Testamento, los discpulos hallaron la enseanza de Cristo deque el Espritu se reciba pidindolo (Luc. 11: 13) como cosa completamente nueva; tan nueva que segnlo que se sabe por la historia sagrada nunca hicieronesa peticin. El Seor les dijo: cunto ms vuestroPadre celestial dar el Espritu a los que se lo pidan? La nueva relacin, que estas palabras impli-

    can, caracteriza un paso ade lante en cuanto a larelacin progresiva del Espritu con los hombresdurante el perodo de los cuatro Evangelios.Poco antes de Su muerte dijo Jess: y yo rogaral Padre, el cual os dar otro Consolador, para que

    est con vosotros para siempre; es decir, el Espritude verdad, a quien el mundo no puede recibir; porque no le ve, ni le conoce: vosotros empero le conocis; porque mora con vosotros, y estar en vosotros(Jn. 14:16,17). Puede ser que las palabras yo rogar sirvieran 'para recordarles a los discpulos queellos haban faltado en no orar por el Espritu. Sinembargo, la oracin del Hijo de Dios no dejar dese r contes tada, y el Espritu que estaba con ellospronto estara en ellos.Despus de Su resurreccin y poco antes de Suascensin, Jess sopl sobre Sus discpulos y les dijo:Recibid el Espritu Santo (Juan 20:22). Tenan alEspritu en ellos desde aquel momento; pero dicharelacin fue manifiestamente incompleta segn elplan y el propsito de Dios, porque pronto les mand que no partiesen de Jerusaln, sino que esperasenall la promesa del Padre, la cual habis odo de m>(Hechos 1:4; comp. Luc. 24:49). La promesa delPadre er a del Espritu, pero concerna evidentemen

    te a aquel ministerio del Esp ri tu, todava no experimentado, cuando El vendra sobre ellos para darles poder.Entonces, hubo un perodo de tiempo, segn losEvangelios , cuando los discpulos andaban sin elEsp ri tu, igua l que la s multitudes de la poca delAntiguo Testamento; pero a stos les fue otorgado elnuevo privilegio de orar por la presencia del Espr it u. Ms tarde, el Seor mismo or al Padre paraque el Espritu quien estaba con ellos pudiese estaren ellos para permanecer. Entonces sopl sobre ellos

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    24 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 25y recibieron al Espritu residente; no obstante, seles mand quedarse en Jerusaln y no salir de ella.No pudieron emprender ninguna clase de servicioni cumplir cualquier ministerio hasta que el Esprituhubiese venido sobre ellos para que tuviesen poder.Mas recibi r is poder, cuando haya venido sobrevosotros el Espritu Santo; y .seris mis testigos.Esta es una revelacin de condiciones permanentes.No es suficiente que los siervos y testigos hayan recibido al Espritu: es menester que El venga sobreellos, es decir, que los llene.El Da de Pentecosts

    Por lo menos tres cosas se efectuaron el Da dePentecos ts en cuanto a la relacin que el Espr itusostiene con los hombres:1) El Espritu hizo su advenimiento al mundo afin de permanecer aqu por toda esta dispensacin.As como Cristo est sentado a la diestra de Dios,aunque es omnipresente, de la misma manera elEspri tu , quien es igualmente omnipresente, ahorapermanece locamente en el mundo, en un temploo morada de piedras vivas (EL 2:19-22). Tambin alcreyente se le llama el templo individual del Espritu (1 Coro 6:19). El Espritu no saldr del mundo,ni dejar ninguna piedra de aquel edificio hasta quese cumpla el propsito de Dios para esta poca, quees la formacin de aquel templo. El pasaje en Efesios dice as: As pues, no sois ya ms extranjerosy transentes, sino conciudadanos de los santos, ymiembros de la famil ia de Dios; edi ficados (siendoedificados, en el templo, comp. v. 21) sobre el fundamento de los apstoles y los profetas (los profetasdel Nuevo Tes tamento, comp. 4:11), siendo CristoJess mismo la piedra principal del ngulo: en lacual todo el edificio, bien trabado consigo mismo, va

    creciendo para se r un templo Santo en el Seor; enquien vosotros tambin sois edificados (os estis edificando) juntamente, para se r morada de Dios, envirtud del Espritu.El Espr itu vino al mundo el Dia de Pentecos ts ,y ese aspecto del significado de Pentecosts no volver a repetirse como no se repetir la encarnacinde Cristo. Actualmente no hay ningn motivo parapedir al Espritu que venga, porque El ya est aqu.2) Adems, el Da de Pentecosts seal el principio de la fo:rmacin de un cuerpo nuevo, u organismo que se l lama, segn su relacin con Cristo, laiglesia, la cual es su cuerpo. Aunque la iglesia nofue mencionada en todo el Antiguo Testamento, Cristo prometi que El la edificara. Sobre esta Roca

    edificar mi Iglesia (Mateo 16:18). No se mencionala existencia de la iglesia como organismo distintoantes del advenimiento del Espritu el Da de Pentecosts. Entonces se dice: y se agregaron a losdiscpulos en aquel mismo da como tres mil almas(Hech. 2:41. Aunque la palabra griega que se traducela iglesia no aparece en este texto, ta l como se encuentra en 2:47: y el Seor aada cada da a laIglesia los que haban de se r salvos; sin embargo,la unidad que se estaba formando por la conversinde las tres mil almas no era otra que la Iglesia. Vanse tambin Hech. 5:14; 11:24.) Segn dichos pasajes,la Iglesia, que no exista en el tiempo de los cuatroevangelios, ya se menciona como un organismo existente, compuesta de los creyentes que estn unidos alSeor y a la cual se estn aadiendo 1os que habande se r salvos. Se dice que el Seor aada a laIglesia. Ciert amente aqu no se hace referencia auna organizacin humana, porque ta l cosa no habasido formada en aquel entonces. No se trata de unamembresa creada por la voz humana, porque es elSeor quien aade a la Iglesia. Se estaba formando

    24 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 25y recibieron al Espritu residente; no obstante, seles mand quedarse en Jerusaln y no salir de ella.No pudieron emprender ninguna clase de servicioni cumplir cualquier ministerio hasta que el Esprituhubiese venido sobre ellos para que tuviesen poder.Mas recibiris poder , cuando haya venido sobrevosotros el Espritu Santo; y .seris mis testigos.Esta es una revelacin de condiciones permanentes.No es suf iciente que los siervos y testigos hayan recibido al Espritu: es menester que El venga sobreellos, es decir, que los llene.El Da de Pentecosts

    Por lo menos tres cosas se efectuaron el Da dePentecosts en cuanto a la relacin que el Espr itusostiene con los hombres:1) El Espritu hizo su advenimiento al mundo afin de permanecer aqu por toda esta dispensacin.As como Cristo est sentado a la diestra de Dios,aunque es omnipresente, de la misma manera elEspr itu, quien es igualmente omnipresente, ahorapermanece locamente en el mundo, en un temploo morada de piedras vivas (El. 2:19-22). Tambin alcreyente se le llama el templo individual del Espritu (1 Coro 6:19). El Espritu no saldr del mundo,ni dejar ninguna piedra de aquel edificio hasta quese cumpla el propsito de Dios para esta poca, quees la formacin de aquel templo. El pasaje en Efesios dice as: As pues, no sois ya ms extranjerosy transentes, sino conciudadanos de los santos, ymiembros de la familia de Dios; edif icados (siendoedificados, en el templo, comp. v. 21) sobre el fundamento de los apstoles y los profetas (los profetasdel Nuevo Testamento, comp. 4:11), siendo CristoJess mismo la piedra principal del ngulo: en lacual todo el edificio, bien trabado consigo mismo, va

    creciendo para ser un templo Santo en el Seor; enquien vosotros tambin sois edificados (os estis edificando) juntamente, para se r morada de Dios, envirtud del Espritu.El Espr itu vino al mundo el Dia de Pentecos ts ,y ese aspecto del significado de Pentecos ts no volver a repetirse como no se repetir la encarnacinde Cristo. Actualmente no hay ningn motivo parapedir al Espritu que venga, porque El ya est aqu.2) Adems, el Da de Pentecosts seal el principio de la fo:rmacin de un cuerpo nuevo, u organismo que se l lama, segn su relacin con Cristo, laiglesia, la cual es su cuerpo. Aunque la iglesia nofue mencionada en todo el Antiguo Testamento, Cristo prometi que El la edificara. Sobre esta Roca

    edificar mi Iglesia (Mateo 16:18). No se mencionala existencia de la iglesia como organismo distintoantes del advenimiento del Espritu el Da de Pentecosts. Entonces se dice: y se agregaron a losdiscpulos en aquel mismo da como tres mil almas(Hech. 2:41. Aunque la palabra griega que se traducela iglesia no aparece en este texto, ta l como se encuentra en 2:47: y el Seor aada cada da a laIglesia los que haban de se r salvos; sin embargo,la unidad que se estaba formando por la conversinde la s tres mil almas no era otra que la Iglesia. Vanse tambin Hech. 5:14; 11:24.) Segn dichos pasajes,la Iglesia, que no exista en el tiempo de los cuatroevangelios, ya se menciona como un organismo existente, compuesta de los creyentes que estn unidos alSeor y a la cual se estn aadiendo 1os que habande se r salvos. Se dice que el Seor aada a laIglesia. Ciertamente aqu no se hace referencia auna organizacin humana, porque ta l cosa no habasido formada en aquel entonces. No se trata de unamembresa creada por la voz humana, porque es elSeor quien aade a la Iglesia. Se estaba formando

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    26 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 27un cuerpo de miembros vi ta lmente unidos a Cristo yhabitados por el Espritu; y precisamente esta uninlos converta en un organismo y los compact pormedio de vnculos ms estrechos que cualquier vnculo humano. Otros miembros eran aadidos a esteorganismo a medida que eran salvos. Esa formaciny la edificacin subsecuente d la Igles ia que es sucuerpo constituyen el bautismo con el Espritu Santo,como est escrito:

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    28 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 29Las relaciones finales y permanentes del Espritupara con los hombres en esta dispensacin se revelanbajo siete minis terios; de los cuales, dos son para elmundo incrdulo; cuatro son igualmente para todoslos creyentes; y uno es para los creyentes cuyas relaciones con Dios son ajustadas.

    LOS MINISTERIOS DEL ESPIR ITU

    Los siete ministerios son como sigue:Primero, el ministerio restrictivo del Espritu. Elnico pasaje que trata de este aspecto de la obra delEspritu (2 Tes. 2:6-8) no se interpreta lo mismo por

    todos los estudiantes de la Biblia. En dicho pasaje,el Apstol acaba de exponer el hecho de que, inmediatamente antes del regreso de Cristo en Su gloria,habr una apostasa y el hombre de pecado serevelar, el cua l se opone a Dios, y se ensalza sobretodo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto.Se dice a continuacin: y ahora sabis lo que detiene, para que sea revelado a su propio tiempo.Porque el misterio de iniquidad est ya obrando;slo que hay quien ahora detenga, y detendr hastatanto que sea quitado de en medio: y entonces serrevelado el inicuo, a quien el Seor Jess matar conel espritu de su boca, y destruir con el resplandorde su advenimiento. El hombre de pecado ha deaparecer con todo el poder de Satans (v. 9); perono se manifestar hasta que sea el t iempo sealadopor Dios, para que se a revelado a su propio tiempo, que vendr tan pronto sea quitado de Su lugarel que lo detiene. Entonces se revelar aquel inicuo,a quien el Seor matar a su advenimiento.

    No se revela la identidad de la persona que de-

    tiene mencionada aqu, pero Su poder soberano tantosobre toda la t ie rra como sobre las fuerzas de lastinieblas la identifica como una de las tres Personas de la Trinidad. Siendo el Espritu el Agenteactivo en l a presente dispensacin, se deduce queeste pasaje se refiere a,l Espritu de Dios. Satanspuede tener suficiente poder; pero no lo usar encontra de s mismo. Si una casa se divide contras misma, no puede permanecer aquella casa. Esevidente que es el Espritu de Dios quien detiene losproyectos del hombre de Satans hasta el tiemposealado por Dios. No hay sugestin alguna de queSatans se retirar o ser quitado antes de que dichohombre pueda ser revelado; pero s hay un sentidoen que el Espritu ser quitado. Aquella relacinparticular o Presencia que comenz con la Igles ia yha continuado con ella cesar naturalmente cuandosea quitada la Iglesia. Siendo el Dios omnipresente,el Espritu quedar en el mundo, pero Su ministeriopresente y Su permanencia en la Iglesia habrn sidocambiados. El Esp r it u estaba en el mundo antesdel Da de Pentecosts; sin embargo, se nos diceque aquel da El vino conforme a la promesa deCristo. Vino en el sentido de que inici una permanencia dis tinta en la Iglesia -e l cuerpo de creyentes-y un ministerio nuevo en el mundo. Este ministerio se terminar cuando la Iglesia sea arrebatada,y Su permanencia concluir cuando Su templo depiedras vivas sea quitado. As se puede concluir quela retirada del Espritu ser la reversin de Pentecosts, y no implica Su ausencia completa del mundo.Antes bien volver a sostener las mismas relacionesy obrar lo mismo como lo hizo durante la dispensacin anterior. Hay evidencias irrefutables de la presencia y poder del Espritu en el mundo despusdel rapto de la Iglesia. La influencia restrictiva seretirar y la Iglesia ser arrebatada en un tiempo

    28 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 29Las relaciones finales y permanentes del Espritupara con los hombres en esta dispensacin se revelanbajo siete ministerios; de los cuales, dos son para elmundo incrdulo; cuatro son igualmente para todoslos creyentes; y uno es para los creyentes cuyas relaciones con Dios son ajustadas.

    LOS MINISTERIOS DEL ESPIR ITU

    Los siete ministerios son como sigue:Primero, el ministerio restrictivo del Espritu. Elnico pasaje que trata de este aspecto de la obra delEspritu (2 Tes. 2:6-8) no se interpreta lo mismo p.or

    todos los estudiantes de la Biblia. En dicho pasaJe,el Apstol acaba de exponer el hecho de que, inmediatamente antes del regreso de Cristo en Su gloria,habr una apostasa y el hombre de pecado serevelar, el cua l se opone a Dios, y se ensalza sobretodo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto.Se dice a continuacin: y ahora sabis lo que detiene, para que se a revelado a su propio tiempo.Porque el misterio de iniquidad est ya obrando;slo que hay quien ahora detenga, y detendr hastatanto que sea quitado de en medio: y entonces serrevelado el inicuo, a quien el Seor Jess matar conel espritu de su boca, y destruir con el resplandorde su advenimiento. El hombre de pecado ha deaparecer con todo el poder de Satans (v. 9); perono se manifestar hasta que sea el t iempo sealadopor Dios, para que se a revelado a su propio tiempo, que vendr tan pronto sea quitado de Su lugarel que lo detiene. Entonces se revelar aquel inicuo,a quien el Seor matar a su advenimiento.

    No se revela la identidad de la persona que de-

    tiene mencionada aqu, pero Su poder soberano tantosobre toda l a ti er ra como sobre las fuerzas de lastinieblas la identifica como una de las tres Personas de la Trinidad. Siendo el Espritu el Agenteactivo en l a presente dispensacin, se deduce queeste pasaje se refiere a,l Espritu de Dios. Satanspuede tener suficiente poder; pero no lo usar encontra de s mismo. Si una casa se divide contras misma, no puede permanecer aquella casa. Esevidente que es el Espritu de Dios quien det iene losproyectos del hombre de Satans hasta el tiemposealado por Dios. No hay sugestin alguna de queSatans se retirar o ser quitado antes de que dichohombre pueda ser revelado; pero s hay un sentidoen que el Espritu ser quitado. Aquella relacinparticular o Presencia que comenz con la Igles ia yha continuado con ella cesar naturalmente cuandosea quitada la Iglesia. Siendo el Dios omnipresente,el Espritu quedar en el mundo, pero Su ministeriopresente y Su permanencia en la Iglesia habrn sidocambiados. El Esp r it u estaba en el mundo antesdel Da de Pentecosts; sin embargo, se nos diceque aquel da El vino conforme a la promesa deCristo. Vino en el sentido de que inici una permanencia dis tinta en la Iglesia -e l cuerpo de creyentes-y un ministerio nuevo en el mundo. Este ministerio se terminar cuando la Iglesia sea arrebatada,y Su permanencia concluir cuando Su templo depiedras vivas sea quitado. As se puede concluir quela retirada del Espritu ser la reversin de Pentecosts, y no implica Su ausencia completa del mundo.Antes bien volver a sostener las mismas relacionesy obrar lo mismo como lo hizo durante la dispensacin anterior. Hay evidencias irrefutables de la presencia y poder del Espritu en el mundo despusdel rapto de la Iglesia. La influencia restrictiva seretirar y la Iglesia ser arrebatada en un tiempo

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    30 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 31futuro que slo Dios sabe, y entonces a las fuerzasde las tinieblas se les permitir venir a su manifestacin y juicio finales.

    Una evidencia del poder del Espritu para detenerel mal puede notarse en el hecho de que los hombrespor profanos que sean no blasfeman en el nombredel Espritu Santo. Hay un poder en el mundo queimpide el desarro llo completo de la maldad, y estees uno de los ministe rios del Esp ri tu.Segundo, el ministerio del Espritu al convenceral mundo de pecado, y de justicia, y de juicio. Esteministerio, po r su propia naturaleza, tiene que seruna obra con el individuo, y no con el mundo entero.Juan 16:8-11 dice as: y cuando l haya venido,convencer al mundo de pecado, y de justicia, y dejuicio: de pecado, porque no creen en m; de justicia, porque me voy al Padre, y no me veris ms;de juicio, porque el prncipe de este mundo ha sidoya condenado. Este pasaje revela t res aspectos dedicho ministerio del Espritu.

    1) El Espritu ilumina la mente del inconversocon respecto a un solo pecado. De pecado, porqueno creen en m. El juicio completo del pecado hasido tratado y consumado en la cruz , donde muriJess por nuest ros pecados (Jn. 1:29). Por lo tanto,al hombre perdido es menester hacerle ve r que, acausa de la cruz, su responsabil idad presente esaceptar el remedio que Dios ha provisto por sus pecados. En este ministerio, el Espritu no le avergenza en cuanto a sus pecados; pero le revela elhecho de que hay un Salvador, a quien puede recibiro rechazar.2) El Espritu ilumina al inconverso con respectoa justicia, porque Cristo ahora no puede hacerlo; Eldijo: me voy al Padre, y no me veris ms. Cmopuede el pecador llegar a se r jus to en los ojos de unDios santo? No se realizar esto por sus esfuerzos

    propios a mejorarse. Hay una justicia de Dios, lo cuales para todos y sobre todos los que creen. Es cosamuy extraa a la sabidura de este mundo que unajusticia perfecta puede ganarse simplemente porcreer, y creer en una Persona invisible que est sentada a la diestra de Dios. Sin embargo, cada almaperdida debe senti r, hasta cierto punto, esta granposibilidad, si ha de constreirse a acudir a Cristoy abandonar toda confianza en s mismo.

    3) As, de la misma manera, en este triple ministerio del Espritu, el hombre no salvo se i lumina encuanto al juicio divino que ya se llev a cabo; porque el prncipe de este mundo ha sido ya condenado. Mediante dicha iluminacin el inconverso reconoce que el problema no consiste en lograr queDios se haga misericordioso en cuanto al juiciode sus pecados: al contrario, los pecadores han decreer que este juicio ya se efectu y solamente lestoca descansar en la victoria inapreciable que hasido ganada para ellos. Todo poder de Satans sobreel hombre a causa de sus pecados ha sido roto, detal manera que Dios, quien es santo hasta el infinito,puede ahora recibir y salvar a los culpables. Losprinc ipados y po testades fueron vencidos en virtudde la cruz (Col. 2: 13-15).

    Indudablemente, es el propsito de Dios que elEspritu se valga de los instrumentos que se dignaescoger para iluminar al mundo con respecto alpecado, la justicia y el juicio. Puede usar un predicador, una porcin de las Escrituras, el testimoniode un cristiano, o un tratado; pero tras todos estosmedios humanos est la operacin efectiva del Esp-ritu. .

    Tercero, el ministerio regenerador del Espritu.Este y los tres ministerios sucesivos del Espr itu serelacionan con la salvacin de aquel que cree enCristo. Es nacido del Espritu (Jn. 3:6), y ha llegado

    30 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 31futuro que slo Dios sabe, y entonces a las fuerzasde las tinieblas se les permitir venir a su manifestacin y juicio finales.

    Una evidencia del poder del Espritu para detenerel mal puede notarse en el hecho de que los hombrespor profanos que sean no blasfeman en el nombredel Espritu Santo. Hay un poder en el mundo queimpide el desarro llo completo de la maldad, y estees uno de los ministerios del Esp rit u.Segundo, el ministerio del Espri tu al convenceral mundo de pecado, y de justicia, y de juicio. Esteministerio, por su propia naturaleza, tiene que seruna obra con el individuo, y no con el mundo entero.Juan 16:8-11 dice as: y cuando l haya venido,convencer al mundo de pecado, y de justicia, y dejuicio: de pecado, porque no creen en m; de justicia, porque me voy al Padre, y no me veris ms;de juicio, porque el prncipe de este mundo ha sidoya condenado. Este pasaje revela t res aspectos dedicho ministerio del Espritu.

    1) El Espritu ilumina la mente del inconversocon respecto a un solo pecado. De pecado, porqueno creen en m. El juicio completo del pecado hasido tratado y consumado en la cruz , donde muriJess por nuestros pecados (Jn. 1:29). Por lo tanto,al hombre perdido es menester hacerle ver que, acausa de la cruz, su responsabil idad presente esaceptar el remedio que Dios ha provisto por sus pecados. En este ministerio, el Espritu no le avergenza en cuanto a sus pecados; pero le revela elhecho de que hay un Salvador, a quien puede recibiro rechazar.2) El Espritu ilumina al inconverso con respectoa just icia , porque Cristo ahora no puede hacerlo; Eldijo: me voy al Padre, y no me veris ms. Cmopuede el pecador llegar a se r jus to en los ojos de unDios santo? No se realizar esto por sus esfuerzos

    propios a mejorarse. Hay una justicia de Dios, lo cuales para todos y sobre todos los que creen. Es cosamuy extraa a la sabidura de este mundo que unajusticia perfecta puede ganarse simplemente porcreer, y creer en una Persona invisible que est sentada a la diestra de Dios. Sin embargo, cada almaperdida debe senti r, hasta cierto punto, esta granposibilidad, si ha de constreirse a acudir a Cristoy abandonar toda confianza en s mismo.

    3) As, de la misma manera, en este triple ministerio del Espritu, el hombre no salvo se i lumina encuanto al juicio divino que ya se llev a cabo; porque el prncipe de este mundo ha sido ya condenado. Mediante dicha iluminacin el inconverso reconoce que el problema no consiste en lograr queDios se haga misericordioso en cuanto al juiciode sus pecados: al contrario, los pecadores han decreer que este juicio ya se efec tu y solamente lestoca descansar en la victoria inapreciable que hasido ganada para ellos. Todo poder de Satans sobreel hombre a causa de sus pecados ha sido roto, detal manera que Dios, quien es santo hasta el infinito,puede ahora recibir y salvar a los culpables. Losprinc ipados y potes tades fueron vencidos en virtudde la cruz (Col. 2: 13-15).

    Indudablemente, es el propsito de Dios que elEspritu se valga de los instrumentos que se dignaescoger para iluminar al mundo con respecto alpecado, la justicia y el juicio. Puede usar un predicador, una porcin de las Escrituras, el testimoniode un cristiano, o un tratado; pero tras todos estosmedios humanos est la operacin efectiva del Esp-ritu. .

    Tercero, el ministerio regenerador del Espritu .Este y los tres ministerios sucesivos del Espr itu serelacionan con la salvacin de aquel que cree enCristo. Es nacido del Espritu (Jn. 3:6), y ha llegado

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    32 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 33a ser un hijo legtimo de Dios. Ha llegado a se rparticipante de la naturaleza divina, y Cristo, laesperanza de gloria, ha sido engendrado en l. Siendo un hijo de Dios, es tambin heredero de Dios,y coheredero con Cristo Jess. Esta nueva naturalezadivina ha sido implantada ms hondamente en su se rque la naturaleza humana que recibi de sus padres.Tal transformacin se lleva a c'abo cuando cree, ynunca se repite; porque la Bibl ia no ensea nadarespecto a una segunda regeneracin por el Espritu.

    Cuarto, el ministerio del Espritu como moradordel creyente. El hecho de que ahora el Espritu moraen cada creyente es una de las caracterst icas mssobresalientes de esta edad. Es uno de los contrastesms importantes entre la dispensacin de la ley yla de la gracia.2Es el propsito divino que bajo la gracia la vidadel creyente se efecte mediante el poder inquebrantable del Espritu. El crist iano no tiene ms que contemplar su completa impotencia o considerar cuidadosamente el nfasis dado a esta verdad en el NuevoTestamento para enterarse de la grandeza del donque provee el Espritu morador. Este don era considerado por los primeros crist ianos como un hechofundamental que caracterizaba el nuevo estado delcreyente. Durante el corto perodo cuando el evan

    gelio se predicaba nicamente a los judos se diceque el Espritu se daba a todos los que obedecan lainvitacin y mandamiento del evangelio segn Hechos 5:32. De igual manera, se hace hincapi, en lasEscrituras que relatan la predicacin del evangelioa los gentiles, al hecho trascendente de dicho don.El Da de Pentecosts no podra repetirse: pero hubouna demostracin del Espritu en conexin con estapredicacin a los gentiles. Sin duda, dicha demos-

    2 Vase tambin la pg. 74.

    tracin exterior se manifest para evitar que algunospensaran que el Espritu no fue dado tan completamente a ellos como a los judos. Leemos: MientrasPedro estaba an hablando estas cosas, cay elEspritu Santo sobre todos los que oan la palabra.y los creyentes que eran de la circuncisin, cuantoshaban venido con Pedro, quedaron admirados deque sobre los gentiles tambin fuese derramado eldon del Espritu Santo: pues que los oan hablar enlenguas extraas, y engrandecer a Dios. Entoncesrespondi Pedro : Puede alguno vedar el uso deagua, para que stos no sean bautizados, los cualeshan recibido el Espritu Santo lo mismo que nosotros? (Hech. 10:44-47). Tocante a la explanacinque hizo Pedro de su ministerio a los gentiles, leemos: y al comenzar yo a hablar, cay sobre ellosel Espritu Santo, as como sobre nosotros al principio. Acordme entonces de las palabras del Seor,como haba dicho: Juan en verdad bautiz con agua,mas vosotros seris bautizados con el Espritu Santo.Si pues Dios les concedi a ellos el mismo don quenos concedi tambin a nosotros, que habamos credo en el Seor Jesucristo, quin era yo para quepudiese resistir a Dios? (Hech. 11:15-17). Es evidente que el don del Espritu es la ddiva preciosade Dios a todos los que son salvos, aunque hay otrosfactores relacionados con la plenitud del Espr itupara poder. La importancia que se le da a este donen la Biblia excede en gran manera a la importanciaque se le da generalmente por los crist ianos.

    El hecho de que el Espritu mora en el creyenteno se revela por medio de ninguna experiencia; noobstante, este hecho es el cimiento sobre el cualdependen todos los dems ministerios del Espritupara el hijo de Dios. Es imposible comprender elplan y la provisin de Dios para una vida de podery bendicin, si uno ignora la revelacin especfica

    32 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 33a ser un hijo legtimo de Dios. Ha llegado a se rparticipante de la naturaleza divina, y Cristo, laesperanza de gloria, ha sido engendrado en l. Siendo un hijo de Dios, es tambin heredero de Dios,y coheredero con Cristo Jess. Esta nueva naturalezadivina ha sido implantada ms hondamente en su se rque la naturaleza humana que recibi de sus padres.Tal transformacin se lleva a c'abo cuando cree, ynunca se repite; porque la Bibl ia no ensea nadarespecto a una segunda regeneracin por el Espritu.

    Cuarto, el ministerio del Espritu como moradordel creyente. El hecho de que ahora el Espritu moraen cada creyente es una de las caracterst icas mssobresalientes de esta edad. Es uno de los contrastesms importantes entre la dispensacin de la ley yla de la gracia.2Es el propsito divino que bajo la gracia la vidadel creyente se efecte mediante el poder inquebrantable del Espritu. El crist iano no tiene ms que contemplar su completa impotencia o considerar cuidadosamente el nfasis dado a esta verdad en el NuevoTestamento para enterarse de la grandeza del donque provee el Espritu morador. Este don era considerado por los primeros crist ianos como un hechofundamental que caracterizaba el nuevo estado delcreyente. Durante el corto perodo cuando el evan

    gelio se predicaba nicamente a los judos se diceque el Espritu se daba a todos los que obedecan lainvitacin y mandamiento del evangelio segn Hechos 5:32. De igual manera, se hace hincapi, en lasEscrituras que relatan la predicacin del evangelioa los gentiles, al hecho trascendente de dicho don.El Da de Pentecosts no podra repetirse: pero hubouna demostracin del Espritu en conexin con estapredicacin a los gentiles. Sin duda, dicha demos-

    2 Vase tambin la pg. 74.

    tracin exterior se manifest para evitar que algunospensaran que el Espritu no fue dado tan completamente a ellos como a los judos. Leemos: MientrasPedro estaba an hablando estas cosas, cay elEspritu Santo sobre todos los que oan la palabra.y los creyentes que eran de la circuncisin, cuantoshaban venido con Pedro, quedaron admirados deque sobre los gentiles tambin fuese derramado eldon del Espritu Santo: pues que los oan hablar enlenguas extraas, y engrandecer a Dios. Entoncesrespondi Pedro : Puede alguno vedar el uso deagua, para que stos no sean bautizados, los cualeshan recibido el Espritu Santo lo mismo que nosotros? (Hech. 10:44-47). Tocante a la explanacinque hizo Pedro de su ministerio a los gentiles, leemos: y al comenzar yo a hablar, cay sobre ellosel Espritu Santo, as como sobre nosotros al principio. Acordme entonces de las palabras del Seor,como haba dicho: Juan en verdad bautiz con agua,mas vosotros seris bautizados con el Espritu Santo.Si pues Dios les concedi a ellos el mismo don quenos concedi tambin a nosotros, que habamos credo en el Seor Jesucristo, quin era yo para quepudiese resistir a Dios? (Hech. 11:15-17). Es evidente que el don del Espritu es la ddiva preciosade Dios a todos los que son salvos, aunque hay otrosfactores relacionados con la plenitud del Espr itupara poder. La importancia que se le da a este donen la Biblia excede en gran manera a la importanciaque se le da generalmente por los crist ianos.

    El hecho de que el Espritu mora en el creyenteno se revela por medio de ninguna experiencia; noobstante, este hecho es el cimiento sobre el cualdependen todos los dems ministerios del Espritupara el hijo de Dios. Es imposible comprender elplan y la provisin de Dios para una vida de podery bendicin, si uno ignora la revelacin especfica

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    34 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 35que manifiesta dnde est el Espritu ahora en relacin al creyente. Es menester que se ent ienda yse crea de todo corazn que el Espritu reside ahoraen el verdadero hijo de Dios, y que lo hace desdeel momento que se salva. 1) La Bibl ia lo enseaexplcitamente, y 2) a la luz de otras revelacionesla razn lo exige:a) Segn la Revelacin. Se considerar ahora elhecho de que el Espritu mora en el creyente sinhacer referencia a los dems ministerios de El.Cualquier ministerio del Espritu estudiado apartede los dems sera incompleto; pero es de particularimportancia que este ministerio sea comprendido pors mismo. Unos pasajes de la Escritura bastarnpara indicar la enseanza bblica en cuanto a estetema.

    Juan 7:37-39: Yen el ltimo da, el gran dade la fiesta, Jess se puso en pie, y clam, diciendo:Si alguno tiene sed, venga a m, y beba. El que creeen m, como dice la Escri tura , de adentro (la vidainterior) de l fluirn ros de agua viva. Esto emperolo dijo respecto del Espritu, que los que crean enl haban de recibir; pues el Espritu Santo no habasido dado todava, por cuanto Jess no haba sidoan glorificado. En este pasaje se encuentra la promesa especfica que todos los que creen en Cristodurante la presente dispensacin reciben el Espritucuando creen.Hechos 11: 17: Si pues Dios les concedi a ellosel mismo don que nos concedi tambin a nosotros,que habamos credo en el Seor Jesucristo, quinera yo para que pudiese resistir a Dios? Este es elre la to de Pedro con respecto a su visita a la casade Comelio, cuando se predic el evangelio por primera vez a los gentiles. Af irma que ellos recibieronal Espritu cuando creyeron, lo mismo que los judos.La nica condicin fue creer en Cristo para la sal-

    vacin y se recibi el Espritu como una parte vitalde dicha salvacin.Rom. 5:5:

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    36 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 37vuelvan a una vida de santidad y pureza por estanica razn. Hubo realidades ms hondas an paraaquellos crist ianos pecadores en cuanto a su relacincon el Esp ritu; pe ro no tenan neces idad de recibiral Espritu, pues ya moraba en ellos.1 Corintios 12: 13 : y a todos se nos hizo beber deun mismo Espr itu. Los mismos imperfectos corintios se incluan en la palabra todos (vase tambin v. 7).2 Corintios 5:5: y el que nos ha hecho para estomismo, es Dios, el cual nos ha dado las arras delEspritu. Este don no es slo para algunos cristianos, sino para todos.

    Glatas 3:2: Esto slo quisiera saber de vosotros:Recibisteis el Espritu por obras legales o por elmensaje de la fe? Fue por la fe, y el Espritu hasido dado a todos los que han tenido esta fe salvadora.

    Glatas 4:6: y por cuanto sois hijos (no es porcuanto sois santificados), ha enviado Dios el Espritude su Hijo en vuestros corazones, clamando: Abba,Padre!:!>1 Juan 3:24: Yen esto conocemos que l habitaen nosotros, por el Espritu que l nos ha dado.1 Juan 4:13: En esto conocemos que moramos enEl, y El en nosotros, en que nos ha dado su Espritu.

    El Espritu morador es una uncin o ungimiento para cada hijo de Dios; porque estas palabrasno se usan para referirse a una c lase de creyentes(1 Juan 2:20, 27).Segn la opinin de algunos hay tres pasajes queoscurecen la enseanza clara de las Escrituras queacaba de exponerse, y stos deben considerarse.1) Hechos 5:32: y nosotros somos testigos de

    estas cosas; y tambin lo es el Espritu Santo, a

    quien Dios ha dado a los que le obedecen. Estono se r ef ier e a la obediencia diaria del cristiano,sino que constituye una exhortacin a los inconversos para que obedezcan el evangelio. El contextoensea claramente que el Espritu se da a aquellosque obedecen a Dios por fe en Su Hijo como suSalvador.2) Hechos 8:14-17, ya se ha considerado. El incidente registrado aqu sucedi durante el breveperodo entre el Da de Pentecosts y la prime rapredicacin a los gentiles. Las condiciones existentesen aquel entonces no debieran interpretarse comolas relaciones definitivas entre el Espr itu y todos loscreyentes durante esta edad.

    3) Hechos 19:1-6: y mientras Apolos estaba enCorinto, sucedi que Pablo, habiendo pasado por lasregiones altas, lleg a Efeso; y hallando a ciertosdiscpulos (no eran necesariamente cristianos), lesdijo: Recibisteis el Espritu Santo cuando cresteis?y le respondieron: Al contrar io , ni siquiera hemosodo que hay Espr itu Santo. Y l dijo: En qu,pues, fuisteis bautizados?; y dijeron: en el bautismo de Juan. Y dijo Pablo: Juan bautiz con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo quecreyesen en aquel que haba de venr despus del, es decir, en Jess. Y cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Seor Jesucristo. Aquellos discpulos eran discpulos o proslilitos de Juan el Bautista. Conocan muy poco acercade Cristo o de la salvacin por fe en El, o delEspritu Santo. Inmediatamente Pablo se dio cuenta de que no haba en ellos la evidencia de lapresencia del Espritu, de manera que acert biensu gran necesidad, y la expuso con la siguientepregunta: Recibisteis el Espritu cuando cresteis?Al or de la salvacin por medio de Cristo, creyeron,y se dice que el Apstol les impuso las manos y vino

    36 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 37vuelvan a una vida de santidad y pureza por estanica razn. Hubo realidades ms hondas an paraaquellos crist ianos pecadores en cuanto a su relacincon el Esp ritu; pe ro no tenan neces idad de recibiral Espritu, pues ya moraba en ellos.1 Corintios 12: 13 : y a todos se nos hizo beber deun mismo Espr itu. Los mismos imperfectos corintios se incluan en la palabra todos (vase tambin v. 7).2 Corintios 5:5: y el que nos ha hecho para estomismo, es Dios, el cual nos ha dado las arras delEspritu. Este don no es slo para algunos cristianos, sino para todos.

    Glatas 3:2: Esto slo quisiera saber de vosotros:Recibisteis el Espritu por obras legales o por elmensaje de la fe? Fue por la fe, y el Espritu hasido dado a todos los que han tenido esta fe salvadora.

    Glatas 4:6: y por cuanto sois hijos (no es porcuanto sois santificados), ha enviado Dios el Espritude su Hijo en vuestros corazones, clamando: Abba,Padre!:!>1 Juan 3:24: Yen esto conocemos que l habitaen nosotros, por el Espritu que l nos ha dado.1 Juan 4:13: En esto conocemos que moramos enEl, y El en nosotros, en que nos ha dado su Espritu.

    El Espritu morador es una uncin o ungimiento para cada hijo de Dios; porque estas palabrasno se usan para referirse a una c lase de creyentes(1 Juan 2:20, 27).Segn la opinin de algunos hay tres pasajes queoscurecen la enseanza clara de las Escrituras queacaba de exponerse, y stos deben considerarse.1) Hechos 5:32: y nosotros somos testigos de

    estas cosas; y tambin lo es el Espritu Santo, a

    quien Dios ha dado a los que le obedecen. Estono se r ef ier e a la obediencia diaria del cristiano,sino que constituye una exhortacin a los inconversos para que obedezcan el evangelio. El contextoensea claramente que el Espritu se da a aquellosque obedecen a Dios por fe en Su Hijo como suSalvador.2) Hechos 8:14-17, ya se ha considerado. El incidente registrado aqu sucedi durante el breveperodo entre el Da de Pentecosts y la prime rapredicacin a los gentiles. Las condiciones existentesen aquel entonces no debieran interpretarse comolas relaciones definitivas entre el Espr itu y todos loscreyentes durante esta edad.

    3) Hechos 19:1-6: y mientras Apolos estaba enCorinto, sucedi que Pablo, habiendo pasado por lasregiones altas, lleg a Efeso; y hallando a ciertosdiscpulos (no eran necesariamente cristianos), lesdijo: Recibisteis el Espritu Santo cuando cresteis?y le respondieron: Al contrar io , ni siquiera hemosodo que hay Espr itu Santo. Y l dijo: En qu,pues, fuisteis bautizados?; y dijeron: en el bautismo de Juan. Y dijo Pablo: Juan bautiz con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo quecreyesen en aquel que haba de venr despus del, es decir, en Jess. Y cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Seor Jesucristo. Aquellos discpulos eran discpulos o proslilitos de Juan el Bautista. Conocan muy poco acercade Cristo o de la salvacin por fe en El, o delEspritu Santo. Inmediatamente Pablo se dio cuenta de que no haba en ellos la evidencia de lapresencia del Espritu, de manera que acert biensu gran necesidad, y la expuso con la siguientepregunta: Recibisteis el Espritu cuando cresteis?Al or de la salvacin por medio de Cristo, creyeron,y se dice que el Apstol les impuso las manos y vino

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    38 EL HOMBRE ESPIRITUAL LOS MINISTERIOS DEL ESPRITU 39sobre ellos el Espritu Santo; y hablaban en lenguasextraas, y profetizaban. La imposicin de las manos, como l as dems seales que siguieron, se relaciona con la plenitud del Espritu o el hecho de queel Espritu vino sobre ellos; pero no deben confundirse con el hecho de que ya haban recib ido elEspritu cuando creyeron.Por lo tanto, no hay ninguna' Escritura que contradiga el consistente testimonio de la Biblia de quetodos los creyentes de esta dispensacin t ienen elEspritu en ellos.b) Segn la Razn. Una vida santa, la cual tieneque depender siempre del poder capacitador delEspritu, se exige tanto de un creyente como de otro.No hay una norma de vida para un grupo de creyentes y otra norma para otro grupo de creyentes .Si hubiera un hijo de Dios sin el Espritu debieraser exento, con toda razn, de aquel las responsabili dades que anticipan el poder y la presencia delEspritu. El hecho de que Dios se dirige a todoscreyentes como si tuviesen el Espritu es evidenciapoderosa de que en verdad lo tienen.

    Por consiguiente, se puede concluir que todos loscreyentes tienen el Espritu. Esto no implica quetodos han experimentado todas las bendiciones posibles de una vida llena del Espritu. Reciben al Espritu cuando se salvan, y no se registra ningunapalabra en la Biblia que sugiera que El jams seretire. Su presencia permanece con ellos para siempre.Quinto, el ministerio del Espritu en bautizar. Yase ha hecho referencia a este minister io del Espr ituen conexin con la discusin del Da de Pentecosts.Toda la enseanza bblica sobre este tema se presentaen los pasajes siguientes: Mat. 3:11; Marc. 1:8;Luc. 3:16; Jn . 1:33; Hech. 1:5; 11:16; Rom. 6:3,4;1 Coro 12:13; Gl. 3:27; EL 4:5; Col. 2:12. De estos

    solamente uno desarrolla el verdadero significado:

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    do creen. Lo esencial es descubrir el significadoexacto de la palabra como representativa de unministerio particular del Espritu.Sexto, el minis terio del Espr itu en sellar. y nocontristis al Espritu Santo de Dios, con el cualsois sellados para el da de la redencin (EL 4:30;

    vanse tambin 2 Coro 1:22; Ef..1:13). Este minis-terio del Espritu representa evidentemente el as-pecto hacia Dios de la relacin: autoridad, respon-sabilidad y una transaccin final. Es para el diade la redencin. El Espritu mismo es el sello, ytodos los que tienen el Espritu son sellados . Su pre-sencia en el corazn es l a marca divina. Dicho minis-ter io del Espr itu se cumple cuando se ejerce la fesalvadora, y no puede repetirse, porque el primersello es para el da de la redencin.De manera que hay cuatro ministerios del Espritupara el creyente, los cuales se efectan al momentoque se salva , y nunca se repetirn la segunda vez.Es nacido, habitado (o ungido), baut izado, y selladodel Esp ri tu. Se puede agregar que estos cuatro mi-nisterios del Espritu en y para el hijo de Dios no serelacionan con una experiencia. Puede se r que des-pus que se a salvo, el Espritu haga que estas verda-des sean reales en su mayor comprensin de la sal-vacin, y entonces sern motivo de mucho gozo yconsuelo. Estos cuatro ministerios que se real izan eny para todos los creyentes del mismo modo consti-tuyen las arras del Espritu (2 Coro 1:22; 5:5), y lasprimicias del Espri tu (Rom. 8:23).Sptimo, el ministerio del Espr itu en llenar. Elhecho, la extensin, y las condiciones de este minis-terio del Espritu constituyen el mensaje de estelibro, y ocuparn los captulos siguientes. Todo loanterior se ha escrito para que la plenitud del Esp-

    ritu no sea confundida con los dems ministerios.

    40 EL HOMBRE ESPIRITUAL 3LA PLENITUDDEL ESPRITU OLA VERDADERAESPIRITUALIDAD

    Se ensea en la Biblia por medio de var ios trmi-nos que hay dos clases de cristianos: los que per-manecen en Cristo, y los que no permanecen en El;los que andan en la luz, y los que andan segnel uso de los hombres; los que andan en novedadde vida, y los que andan segn la carne; losque tienen el Espritu en y sobre ellos, y los quetienen e l Espritu en ellos, pero no sobre ellos;los que son espiri tuales, y los que son carnales;los que son llenos del Espri tu, y los que no lo son.Todo esto trata de la calidad del vivir diario de losque son ya salvos, y de ninguna manera presentaun contraste entre la persona salva y la inconversa.Viendo que la Biblia habla de esta diferencia entrelos creyentes con mucho nfas is , sabemos que existela realidad correspondiente. Por tanto, es posibleefectuar una gran transicin en la vida cristiana afin de que los carnales l leguen a se r espir ituales yexperimenten una vida verdaderamente espiritual.La reve lac in concerniente a d icha t ransicin contodas sus bendi

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    42 EL HOMBRE ESPIRITUAL LA PLENITUD DEL ESPRITU 43La transicin del carnal al espiritual se trata extensamente en la Biblia. Pero es posible conocer ladoctrina sin apropiarse de sus bendiciones; y porotra parte, es posible haber experimentado hastacierto punto la realidad de esta vida victoriosa s inconocer la doctrina correspondiente. Esta enseanzade la liberacin ha sufrido mucho por causa de

    a q l ~ e l l o s que han procurado entebder sus principiosanalizando alguna experiencia personal, ignorandolas enseanzas de las Escrituras. El peligro de dichoerror es obvio: Ninguna experiencia por s mismasera jams una verdadera o perfecta representa-cin del propsi to completo de Dios para cada cristiano; y si as fuera, nada menos que la sabidurainfinita de Dios podra interpretar tal experienciacon toda exactitud. Por falta de instruccin en laBiblia muchos han inventado trminos y frases ant i b b l i ~ a s cuando procurar describir su experiencia;por lo tanto, son invariablemente tan errneos comocualesquiera conclusiones de la mente humana altratar con las realidades divinas. Sera intil procurar clasificar las diferentes exper iencias; perocuando uno ha encontrado paz, poder y bendicinpor rendirse de una manera definida a Dios y porconfia r nicamente en Su potencia, entonces la Biblia asigna c la ramente la causa como una manifestacin ms amplia de la presencia y poder delEspri tu. Se dice que tal persona es llena del Espritu:l).QUE ES LA PLENITUD DEL ESPIRITU?

    El significado de la frase lleno del Espri tu serevela en la Biblia, y se ve que la llenura del Esprituera la experiencia de los primeros cristianos. Porconsiguiente, podemos llegar a un entendimientoclaro de lo que es la plenitud del Espritu por el

    estudio de la Palabra de Di03; pero de nada sirvenaquel los trminos hechos por los hombres como.lasegunda bendicin, la segunda obra de graCIa,la vida ms elevada, y otras frases ms que seusan en las declaraciones torcidas de las doctrinasde la santificacin y la perfeccin. Se nos presentaun campo ilimitado cuan'do se nos dice que podemosser transformados en la misma semejanza (deCristo) , de gloria en gloria, as como por el Espritudel Seor (2 Coro 3:18). Lo que dicha transforma-cin pueda significar para el creyente, y la s condiciones sobre la-s cuales se realice, t ienen que entenderse de las palabras exactas de la revelac in y nopor medio de un anlisis imperfecto de alguna experiencia. Es posible que cualquier hijo de Diosaverige con completa satisfaccin cul sea la buena, la agradable y la perfecta voluntad de Dios p a r ~l. y Dios ha prometido obrar en el creyente aSIel querer como el obrar a causa de su buena voluntad. Por medio de Su poder las mismas exce lencias de aque l que os ha l lamado de las tinieblasa su luz maravil losa y la mente de Cristo puedense r reproducidas en vosotros que sois salvos. Estasbendiciones y las condiciones correspondientes impuestas por Dios para su obtencin se manifiestanclaramente en la Palabra de Dios.

    El Espr itu no habla de s mismo. Su propsitoes revelar y glorificar a Cristo (Jn. 16:12-15). ElEspritu se nos revela por ttulos descriptivos comoel Espritu Santo, o el Espritu de Dios; perono se divulga Su nombre. Aunque no se revela a smismo El es a pesar de eso, la causa de toda espiri t u a l i d ~ d verdadera. Su obra es manifestar a Cristo,el cual es nuestra vida de tal manera que uno puededecir:

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    EL HOMBRE ESPIRITUAL LA PLENITUD DEL ESPRITU 45habita, pues es el resultado de la plenitud del Espritu.

    Saulo fue salvado mientras iba en el camino deDamasco, y podemos creer que fUe entonces cuandorecibi el Espritu como las arras y las primicias. Ms tarde, despus que haba ent rado en laciudad, Ananas vino a l, y poniendo las manossobre l, le di jo: Saulo, hermano; el Seor, es decir,Jess, que te apareci en el camino por donde viniste,me ha enviado a ti, para que recibas la vista, yseas lleno del Espritu Santo. Los fines que habande lograrse eran dos: Saulo haba de recib