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por DANIEL CHAVARRÍA [email protected] NGO Anh Thieu, combatiente de las tro- pas vietnamitas soterradas durante ene- ro de 1954 en la meseta de Dien Bien Phu, salió en secreto por uno de los túneles. Sus compañeros que lo vieron arrastrarse hacia el aire libre supusieron que cumplía alguna misión. Y una hora después, ya visible el terreno por el ama- necer, Ngo se hallaba en campo enemi- go. De pronto, unos zapadores vietnami- tas, instalados en la misma zona a unos cien metros desde la medianoche pre- cedente, lo detectaron, por su atuendo, como compatriota, pero sin reconocerlo. Y al cabo de un buen rato, la avanzadilla se internaba por una zona arbustiva. Los cinco se arrastraban fusil en mano so- bre líneas paralelas a la distancia de unos 50 pasos, cuando uno de ellos vis- lumbró, en la vaguedad de la penumbra, dos siluetas humanas de pie que mo- vían los brazos como si estuvieran dis- cutiendo. Por el lugar en que se hallaban los supuso enemigos, y de inmediato extrajo de la mochila un canutillo de bambú agujereado en ciertos puntos y sopló tres veces en su embocadura. Aquel trino lastimero y largo sonaba similar a los de otras aves del paraje, pero en este caso, el trino y el ave eran un mero invento de los zapadores, para lograr comunicarse a distancia. Como contraseña era muy eficaz por ser per- fectamente audible y los enemigos extranjeros no podían detectar el fraude. En aquella ocasión, el soplador preten- día identificarse por el número de quejum- bres como el número tres del pelotón e informar al jefe haber divisado algo impor- tante. El hombre se arrastró cuan rápido pudo hacia él e informado de lo que viera, enfocó su catalejo y captó en efecto dos figuras humanas que se movían. Muy poco pudo definir qué hacían porque la vegeta- ción circundante lo impedía, pero dado el lugar donde estaban supuso correctamen- te que se trataba de dos soldados enemi- gos; y tras un breve coloquio decidieron acercarse y atacarlos en silencio con estre- llas arrojadizas y triángulos de hierro. De seguro obtendrían armas de fuego, botas y objetos útiles para la lucha. En busca de un mejor ángulo de tiro, decidieron luego ata- carlos por el frente, donde había un des- campado; y una vez llegados a esa zona abierta, los favoreció un desnivel del terre- no, ideal para ocultarse y atacarlos de pie y por sorpresa; pero la sorpresa se la lle- varon ellos,y siguió un desconcierto que se convirtió en alarma, porque todos los viet- namitas reconocieron a su compatriota Ngo Anh Thieu gesticulando y señalando distintos puntos en un mapa extendido sobre el grueso tronco de un abedul caído. Ante la evidencia de aquel conciliábulo entre un traidor y un oficial francés, el jefe zapador decidió no atacar. Consideró más prudente,una vez reconocido Ngo,informar al alto mando soterrado lo visto por ellos. —- CARTA DE UN LEGIONARIO ESPAÑOL Dien Bien Phu, 14 de enero de 1954 Salud Tomás y feliz año nuevo: Gracias por las fotos de mi familia. De momento estoy hospitalizado no vale nada, los soldados son valien- tes. Decenas de miles, sobre todo muje- res, cargan sus bultos a la espalda. Las he visto atravesar las gargantas de las montañas, vadear ríos, marchar día y noche bajo metralla aérea y bombas de acción retardada. Todo el país se movili- za para acarrear suministros, vituallas y enfermería a quienes nos contraatacan en Dien Bien Phu. Son demonios infra- humanos, topos desnutridos, cucara- chas inmunes al hambre y a las bom- bas, habitantes de túneles y trincheras. Adoran a un tal Ho Chi Min y lo obede- cen con fanatismo. En estos días, en coloquio con dos alemanes y un compatriota, todos oficia- les de la Legión Extranjera francesa, hemos maldecido a los americanos por su estupidez del 45. ¿Por qué en vez de lanzar sus bombas en Japón, no las sol- taron en Rusia? Los japoneses estaban derrotados ya; y si hubieran liquidado a los rusos, ahora no tendríamos que combatir contra toda esta porquería asiática que ellos amamantan. Otra vez, gracias por todo y hasta pronto. Jaime. ––– Cuando Ngo fue denunciado por su conciliábulo con un oficial francés, se cometió un error. El tal francés era un ruso de madre francesa condecorado por sus valerosas acciones como solda- do del Ejército Rojo; y desde hacía ya tres años, dado su total bilingüismo, se le asignó la misión de infiltrarse en la Légion Étrangère como agente del viet- minh, que era la Liga para la Indepen- dencia de Vietnam. De regreso a las trincheras, Ngo fue arrestado de inmediato; y cuando observó que su conciliábulo y la escena del mapa era vox populi entre numero- sos combatientes de aquella zona soterrada, optó por callar, infamarse y no delatar quién era realmente aquel oficial. Ese era su único recurso patrió- tico para preservar a tan valioso y nece- sario agente de los vietminh. Pero en esos días cayó una poderosa bomba donde lo tenían detenido y murieron decenas de combatientes. Entre las lla- mas, la confusión y la negrura del humo que emitía la vegetación quemada Ngo pudo evadirse de Dien Bien Phu y ale- jarse para siempre de su amado Vietnam. ––– Cuando el tío Ho se enteró de que Ngo Anh Thieu había traicionado y cola- boraba con el enemigo, oyó el informe que le llevaron y se limitó a un brevísimo comentario sobre lo que estimaba una fatalidad. En realidad, de todos los com- batientes vietnamitas, solo Ho Chi Minh y Le Duan conocían la historia de Vasili, el oficial soviético del vietminh; y tras lamentar el asunto entre ambos, supu- sieron, como todos los conocedores del caso, que Vasili había sido una víctima más de aquella bomba fatal. Y Ho le comentó a Le Duan que además de su heroísmo al inmolarse para no delatar a Vasili, Ngo Anh Thieu representaba tam- bién una dolorosa pérdida para la cultu- ra vietnamita, porque a su juicio, aunque inédito, Ngo era uno de los mayores poe- tas y no solo en lengua vietnamita, sino en chino clásico, que dominaba como experto filólogo. ––– En su larga caminata rumbo a la aldea natal, muy cercana a la frontera con Laos, Ngo recogió su obra escrita. Poco después, en Hanoi, tuvo lugar su primer encuentro con Ho Chi Minh, para asegurarse de que su nombre quedara limpio en lo concerniente al caso Vasili; y tras haberle leído un par de poemas suyos, deslumbró tanto al venerable patriota, que por propio interés, en reite- radas ocasiones le pidió leerle otros, durante la semana de su visita a Hanoi. Y no solo le dio a conocer sus poema- rios en vietnamita, sino también en chi- no clásico, lengua que como filólogo conocía bien. De Vietnam partió henchido de felici- dad por haber merecido aquellos elogios del gran Padre de la Patria. Luego vivió en varios países europeos, en EE. UU. y por fin, en 1961, se refugió en Cuba socialista. ––– En la calle San Nicolás, Chang traba- jaba por la comida y el techo en el tren de lavandería de un chino cantonés en La Habana. Chang amaneció muerto una madrugada. Según el cantonés, murió por no dormir y dedicar gran parte de sus noches a escribir. Tras el entierro, el cantonés analfabeto quemó la monta- ña de folios que Chang escribía y guardaba en una inmensa caja. Chang no era chino. Era el gran poeta vietnamita Ngo Anh Thieu. Así desapare- cieron los escritos de su última década de vida. por una fractura de tobillo, pero no es grave. Hazme el favor de explicarle al tío ese, muy mal periodista, que Dien Bien Phu no es ninguna fortaleza, sino una meseta con decenas de kilómetros repletos de trincheras, bunkers y fortines soterrados, que alberga 17 batallones de infantería, tres grupos artilleros, uni- dades de ingenieros, tanques, aviación, transportes y las mejores unidades del Cuerpo Expedicionario Francés de Indo- china, nutrido de veteranos de Rusia y de África. Teníamos todo el apoyo logís- tico asegurado y la ayuda de los ameri- canos, que además de las armas nos aportaron asesores con su experiencia de Corea. Disponíamos además del plan Navarre, una obra maestra de estrategia militar, para encerrar y destruir a los viet- namitas del Norte. Por ser una altura sin caminos y de muy difícil acceso, llegamos por aire; y en cuanto se construyó el campo fortifi- cado, nadie dudó de la victoria. Descar- tábamos que esos renacuajos nos ata- caran, por carecer de tanques y aviones. Además, su fuego de artillería es míni- mo. Sin embargo, nos atacaron y nos están derrotando. Hicieron lo que nadie imaginó: nos cercaron con otro campo fortificado y construyeron con pico y pala centenares de kilómetros de túneles y trincheras. No conseguimos detenerlos ni con diluvios de napalm. Abrieron cami- nos entre bosques y montañas, también a pico y pala. Se movilizaron por todo el territorio como un gran hormiguero pese a tener su retaguardia a 500 o 700 kiló- metros. Se desplazan en convoyes de bicicletas, en sampanes y balsas por los ríos, o en caballos con albardas... ¡Es increíble, pero desde allí llegó la maldita chusma! Y eso no es de sorprender. Ya Clausewitz observaba que donde la vida Los últimos IOC (Inéditos O Casi, por su escasísima divulgación) El chino lavandero Ilustración: Falco DOMINGO 12 DE FEBRERO DE 2017 LECTURA 08 juventud rebelde

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Page 1: LECTURA DOMINGO DE FEBRERO DE El chino lavanderopor DANIEL CHAVARRÍA digital@juventudrebelde.cu NGO Anh Thieu, combatiente de las tro-pas vietnamitas soterradas durante ene-ro de

por DDAANNIIEELL CCHHAAVVAARRRRÍÍ[email protected]

NGO Anh Thieu, combatiente de las tro-pas vietnamitas soterradas durante ene-ro de 1954 en la meseta de Dien BienPhu, salió en secreto por uno de lostúneles. Sus compañeros que lo vieronarrastrarse hacia el aire libre supusieronque cumplía alguna misión. Y una horadespués, ya visible el terreno por el ama-necer, Ngo se hallaba en campo enemi-go. De pronto, unos zapadores vietnami-tas, instalados en la misma zona a unoscien metros desde la medianoche pre-cedente, lo detectaron, por su atuendo,como compatriota, pero sin reconocerlo.Y al cabo de un buen rato, la avanzadillase internaba por una zona arbustiva. Loscinco se arrastraban fusil en mano so-bre líneas paralelas a la distancia deunos 50 pasos, cuando uno de ellos vis-lumbró, en la vaguedad de la penumbra,dos siluetas humanas de pie que mo-vían los brazos como si estuvieran dis-cutiendo. Por el lugar en que se hallabanlos supuso enemigos, y de inmediatoextrajo de la mochila un canutillo debambú agujereado en ciertos puntos ysopló tres veces en su embocadura.

Aquel trino lastimero y largo sonabasimilar a los de otras aves del paraje,pero en este caso, el trino y el ave eranun mero invento de los zapadores, paralograr comunicarse a distancia. Comocontraseña era muy eficaz por ser per-fectamente audible y los enemigosextranjeros no podían detectar el fraude.

En aquella ocasión, el soplador preten-día identificarse por el número de quejum-bres como el número tres del pelotón einformar al jefe haber divisado algo impor-tante. El hombre se arrastró cuan rápidopudo hacia él e informado de lo que viera,enfocó su catalejo y captó en efecto dosfiguras humanas que se movían. Muy pocopudo definir qué hacían porque la vegeta-ción circundante lo impedía, pero dado ellugar donde estaban supuso correctamen-te que se trataba de dos soldados enemi-gos; y tras un breve coloquio decidieronacercarse y atacarlos en silencio con estre-llas arrojadizas y triángulos de hierro. Deseguro obtendrían armas de fuego,botas yobjetos útiles para la lucha. En busca de unmejor ángulo de tiro, decidieron luego ata-carlos por el frente, donde había un des-campado; y una vez llegados a esa zonaabierta, los favoreció un desnivel del terre-no, ideal para ocultarse y atacarlos de piey por sorpresa; pero la sorpresa se la lle-varon ellos,y siguió un desconcierto que seconvirtió en alarma, porque todos los viet-namitas reconocieron a su compatriotaNgo Anh Thieu gesticulando y señalandodistintos puntos en un mapa extendidosobre el grueso tronco de un abedul caído.Ante la evidencia de aquel conciliábuloentre un traidor y un oficial francés, el jefezapador decidió no atacar. Consideró másprudente,una vez reconocido Ngo,informaral alto mando soterrado lo visto por ellos.

—-CARTA DE UN LEGIONARIO ESPAÑOLDien Bien Phu, 14 de enero de 1954Salud Tomás y feliz año nuevo:Gracias por las fotos de mi familia.

De momento estoy hospitalizado

no vale nada, los soldados son valien-tes. Decenas de miles, sobre todo muje-res, cargan sus bultos a la espalda. Lashe visto atravesar las gargantas de lasmontañas, vadear ríos, marchar día ynoche bajo metralla aérea y bombas deacción retardada. Todo el país se movili-za para acarrear suministros, vituallas yenfermería a quienes nos contraatacanen Dien Bien Phu. Son demonios infra-humanos, topos desnutridos, cucara-chas inmunes al hambre y a las bom-bas, habitantes de túneles y trincheras.Adoran a un tal Ho Chi Min y lo obede-cen con fanatismo.

En estos días, en coloquio con dosalemanes y un compatriota, todos oficia-les de la Legión Extranjera francesa,hemos maldecido a los americanos porsu estupidez del 45. ¿Por qué en vez delanzar sus bombas en Japón, no las sol-taron en Rusia? Los japoneses estabanderrotados ya; y si hubieran liquidado alos rusos, ahora no tendríamos quecombatir contra toda esta porqueríaasiática que ellos amamantan.

Otra vez, gracias por todo y hastapronto.

Jaime.

–––Cuando Ngo fue denunciado por su

conciliábulo con un oficial francés, secometió un error. El tal francés era unruso de madre francesa condecoradopor sus valerosas acciones como solda-do del Ejército Rojo; y desde hacía yatres años, dado su total bilingüismo, sele asignó la misión de infiltrarse en laLégion Étrangère como agente del viet-minh, que era la Liga para la Indepen-dencia de Vietnam.

De regreso a las trincheras, Ngo fuearrestado de inmediato; y cuandoobservó que su conciliábulo y la escena

del mapa era vox populi entre numero-sos combatientes de aquella zonasoterrada, optó por callar, infamarse yno delatar quién era realmente aqueloficial. Ese era su único recurso patrió-tico para preservar a tan valioso y nece-sario agente de los vietminh. Pero enesos días cayó una poderosa bombadonde lo tenían detenido y murierondecenas de combatientes. Entre las lla-mas, la confusión y la negrura del humoque emitía la vegetación quemada Ngopudo evadirse de Dien Bien Phu y ale-jarse para siempre de su amadoVietnam.

–––Cuando el tío Ho se enteró de que

Ngo Anh Thieu había traicionado y cola-boraba con el enemigo, oyó el informeque le llevaron y se limitó a un brevísimocomentario sobre lo que estimaba unafatalidad. En realidad, de todos los com-batientes vietnamitas, solo Ho Chi Minhy Le Duan conocían la historia de Vasili,el oficial soviético del vietminh; y traslamentar el asunto entre ambos, supu-sieron, como todos los conocedores delcaso, que Vasili había sido una víctimamás de aquella bomba fatal. Y Ho lecomentó a Le Duan que además de suheroísmo al inmolarse para no delatar aVasili, Ngo Anh Thieu representaba tam-bién una dolorosa pérdida para la cultu-ra vietnamita, porque a su juicio, aunqueinédito,Ngo era uno de los mayores poe-tas y no solo en lengua vietnamita, sinoen chino clásico, que dominaba comoexperto filólogo.

–––En su larga caminata rumbo a la

aldea natal, muy cercana a la fronteracon Laos, Ngo recogió su obra escrita.Poco después, en Hanoi, tuvo lugar suprimer encuentro con Ho Chi Minh, paraasegurarse de que su nombre quedaralimpio en lo concerniente al caso Vasili;y tras haberle leído un par de poemassuyos, deslumbró tanto al venerablepatriota, que por propio interés, en reite-radas ocasiones le pidió leerle otros,durante la semana de su visita a Hanoi.Y no solo le dio a conocer sus poema-rios en vietnamita, sino también en chi-no clásico, lengua que como filólogoconocía bien.

De Vietnam partió henchido de felici-dad por haber merecido aquellos elogiosdel gran Padre de la Patria. Luego vivióen varios países europeos, en EE. UU. ypor fin, en 1961, se refugió en Cubasocialista.

–––En la calle San Nicolás, Chang traba-

jaba por la comida y el techo en el trende lavandería de un chino cantonés enLa Habana. Chang amaneció muertouna madrugada. Según el cantonés,murió por no dormir y dedicar gran partede sus noches a escribir. Tras el entierro,el cantonés analfabeto quemó la monta-ña de folios que Chang escribía y guardabaen una inmensa caja.

Chang no era chino. Era el gran poetavietnamita Ngo Anh Thieu. Así desapare-cieron los escritos de su última décadade vida.

por una fractura de tobillo, pero noes grave.

Hazme el favor de explicarle al tíoese, muy mal periodista, que Dien BienPhu no es ninguna fortaleza, sino unameseta con decenas de kilómetrosrepletos de trincheras,bunkers y fortinessoterrados, que alberga 17 batallonesde infantería, tres grupos artilleros, uni-dades de ingenieros, tanques, aviación,transportes y las mejores unidades delCuerpo Expedicionario Francés de Indo-china, nutrido de veteranos de Rusia yde África. Teníamos todo el apoyo logís-tico asegurado y la ayuda de los ameri-canos, que además de las armas nosaportaron asesores con su experienciade Corea. Disponíamos además del planNavarre, una obra maestra de estrategiamilitar, para encerrar y destruir a los viet-namitas del Norte.

Por ser una altura sin caminos y demuy difícil acceso, llegamos por aire; yen cuanto se construyó el campo fortifi-cado, nadie dudó de la victoria. Descar-tábamos que esos renacuajos nos ata-caran, por carecer de tanques y aviones.Además, su fuego de artillería es míni-mo. Sin embargo, nos atacaron y nosestán derrotando. Hicieron lo que nadieimaginó: nos cercaron con otro campofortificado y construyeron con pico y palacentenares de kilómetros de túneles ytrincheras. No conseguimos detenerlosni con diluvios de napalm. Abrieron cami-nos entre bosques y montañas, tambiéna pico y pala. Se movilizaron por todo elterritorio como un gran hormiguero pesea tener su retaguardia a 500 o 700 kiló-metros. Se desplazan en convoyes debicicletas, en sampanes y balsas por losríos, o en caballos con albardas... ¡Esincreíble, pero desde allí llegó la malditachusma! Y eso no es de sorprender. YaClausewitz observaba que donde la vida

Los últimos IOC (Inéditos O Casi, por su escasísima divulgación)

El chino lavandero

Ilustración: Falco

DOMINGO 12 DE FEBRERO DE 2017LECTURA08 juventud rebelde

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LECTURADOMINGO 12 DE FEBRERO DE 2017 09juventud rebelde

texto y foto AANNAA MMAARRÍÍAA DDOOMMÍÍNNGGUUEEZZ [email protected]

NUEVA DELHI.— Los choferes presionanel claxon de manera descontrolada parapedir vía y continuar… Los niños en ha-rapos y con miradas penetrantes extien-den sus manecitas y muestran globos, flo-res, collares, dulces… Algunas mujeresestán sentadas en la acera, con sus cabe-zas tapadas con telas coloridas y sus ros-tros desencajados… ¡Cuidado!, pienso yme agarro del asiento. El tráfico es enlo-quecedor, y los peatones se abren pasoentre los vehículos sin esperar su turno.Bueno,nadie sabe bien cuándo es el suyo.

Perros grandes desandan las calles,algunas vacas en la vía provocan esperas,unos pocos monos trepan los muros y sal-tan por encima de los techos de los autos,y los vendedores ocupan los espacios. Lagente apenas puede caminar, abriéndo-se paso entre el que vende frutas o flo-res, el señor que calienta los granos demaní en el piso, aquella que teje sobreuna manta, el niño que recoge lo quesea… Bajo los puentes, familias enterasencienden fogatas para amortiguar elfrío, y no pocas tiendas rústicas de cam-paña se ubican en algunos rincones delas aceras, entre los puestos de venta.

Desde un tuk tuk o rickshaw, esa espe-cie de motocicleta con carrocería pintadade verde y amarillo que inunda la ciudad, larealidad se ve diferente a la que se conoceen las revistas o en las películas de Bolly-wood. Depende de la zona donde se circu-le, posiblemente, pero esas imágenes demi primer recorrido por la capital de laRepública de la India son difíciles de olvidary nada tuvieron que ver con el misticismoque se publicita en Occidente.

La pobreza, el polvo y la suciedad ca-racterizan esta urbe, en la que pocasveces al año llueve y fue designada laciudad más contaminada del mundo porla Organización Mundial de la Salud (OMS).Incluso, en zonas con edificaciones mo-dernas y grandes tiendas, te abruma eseolor raro,resultado de la comida que se ela-bora en la calle, los gases de los vehículos,la yerba seca…

Me desconcertaron las miradas clava-das de cuanta gente te nota diferente eneste contexto, así como la súplica reite-rada de quienes quieren tomarse un sel-fie (autofoto) con una extranjera. Tambiénme impactó la convivencia desmedida ysin escrúpulos con los animales,que soncuidados y alimentados incluso por los

desde el punto de vista político, sí lo sonen el ámbito social.

Siguiendo la tradición y considerando laparte del cuerpo del dios Brahma a partirde la cual fueron creadas las personas,será la casta a la que estas se adscriben yque determina su posición social: losbrahmanes (sacerdotes y maestros), loschatrías (políticos y militares), los vaishias(comerciantes, artesanos y campesinos),los shudrás (esclavos y obreros) y los dalit,los más pobres en esta categoría.

La casta es reconocida por el apellido ydecide la profesión, el estudio, las posibili-dades socioeconómicas y hasta el matri-monio. Todavía en la actualidad abundanlos casamientos arreglados a partir de lacorrecta elección de la persona, según sucasta y la compatibilidad mostrada por lascartas astrales de los novios. Después lafamilia de la novia arregla la dote, tradiciónprohibida por ley desde la década de los60, pero que se mantiene. Tal vez en cier-tas ciudades algunos circuitos sociales nootorguen tanta importancia a este asunto,pero forma parte de la realidad global delpaís, arraigado en estas creencias.

Las advertencias que recibí antes dellegar fueron muchas, entre ellas, ade-más de las relativas a los hábitos higié-nicos tan distintos a los nuestros, lasmás insistentes se relacionaban con micondición de vulnerabilidad. Aunque lasnuevas generaciones en los sectoresmás avanzados de la sociedad preten-dan olvidar ciertos cánones, ser mujeren India no es nada fácil.

No solo se da el hecho de que lamayoría de las mujeres permanezca encasa en funciones domésticas y algunaspocas trabajen o vivan en las calles. Loque más impacta son los infanticidiosfemeninos y abortos selectivos en elpaís.

Por lo general, las familias desean hijosvarones, pues cumplir con una dote enca-rece la vida de la mujer. Los varones pueden

comenzar a trabajar más temprano, mien-tras la mujer, desde niña, está confinada alabores hogareñas, y no pocas de las quelogran estudiar por vivir en el seno de unafamilia privilegiada, luego abandonan elejercicio de su carrera para mantener latradición.

Desde 1994, el Gobierno indio apro-bó una ley que les prohíbe a los médicosofrecer información a la embarazada ysu familia relacionada con el sexo delbebé, para evitar el asesinato de lasrecién nacidas o la realización de abor-tos, incluso en condiciones ilegales, quese registran anualmente.

Otras leyes reconocen la igualdad dederechos de ambos sexos, condenanlos actos de violencia, aprueban inclusoel divorcio y la Constitución reniega demanifestaciones de discriminación degénero; pero lo escrito en el papel no serespeta cabalmente.

Al visitante, pese a todo ello, puedeasombrarle que a cada paso en la callese ofrezca comida, no siempre elabora-da bajo normas higiénicas elementales,y si no lo sabía de antemano, le sor-prenderá ver que se come con la mano,especialmente la derecha, aunque seesté en lugares refinados o exclusivos.

Resulta llamativo que a los niños,desde muy pequeños, se les pinten losojos, sea hembra o varón, para evitar elmal de ojo, y que cada dos o tres cua-dras aparezcan zapatos en medio de laacera pues ahí, a la entrada del templo,deben dejarse antes de entrar. Y no es untemplo,sino muchos,grandes o estrechos,porque la religiosidad marca la vida enIndia y se practica con vehemencia.

Aprendes a negociar el precio de todoy a no dejarte timar por los que quierenaprovecharse de tu ingenuidad y, sobretodo, te alegras de encontrar hospitali-dad y buen trato ante tantas conductashuidizas a tu alrededor.

India es multilingüística, multirreligiosa,multicultural y en su vasto territorio encierramisterios y retos. No es fácil echar adelan-te una nación tan signada por prejuicios y

estereotipos sociales. Cuatro meses,muy probablemente, no me resulten

suficientes para conocer una buenaparte de este país y de su

cultura.

pobres, en virtud del respeto que se lestiene; pero lo que no impide el contagio

de determinadas enfermedades.Todo lo que leí o escuché de la

India se me trastoca ahora,y piensoen los grandes desafíos de estanación,hoy la quinta economía a nivel

mundial.Días atrás, el presidente Pranab

Mukherjee ofreció una videoconferenciaa estudiantes de diferentes institucio-nes universitarias, entre ellas el IndianInstitute of Mass Communication, encuyas aulas curso estudios ahora. Sutema central versó sobre la necesidadde construir entre todos una sociedadfeliz, cada vez más desarrollada e inclu-siva. Objetivo noble y necesario, pero¿posible?

La tierra de Mahatma Ghandi, a quiense le homenajeó el pasado 30 de eneroen recordación a su fallecimiento,ha cre-cido económicamente de manera verti-ginosa. Estimaciones de expertos la ubi-can en una posición privilegiada, porencima de China en los próximos años;pero el desenfrenado crecimiento pobla-cional y las desigualdades sociales yeconómicas existentes constituyen gran-des retos, sobre todo porque las tradi-ciones culturales de este país aún mati-zan cualquier realidad, incluso cuandoalgunas de ellas están fuera de la legali-dad establecida por la Constitución.

FUERA DE LA GRAN PANTALLA¿Qué sabemos o qué vemos de la In-

dia? Las disímiles corrientes religiosasque convergen en esta tierra, las prácti-cas milenarias del yoga y la meditación,los típicos saris de seda, los blusoneslargos y las argollas en las narices de lasmujeres, quienes además llevan su bin-di (punto rojo en la frente) en señal deestatus matrimonial o por moda. Sabe-mos de los encantadores de serpientes,los hombres con turbantes y bigotes, lasdanzas interminables al compás de loscascabeles en los tobillos y los grandesconjuntos arquitectónicos y patrimonia-les como el Thaj Mahal, los palacios deJaipur, el Qutab Minar y las mezquitas,entre otros atractivos.

Hay una «Increíble India» que sepublicita, rodeada de esencias aromáti-cas, extraordinaria música y bellasmujeres. Centenares de turistas llegana sus ciudades para entender los cami-nos de Shiva, degustar la comida pican-te inigualable, conectarse con el estilode vida hindú y saciar así su curiosidad.Todo ello puede encontrarse, pero nosiempre se está preparado para lodemás.

¿Qué hay detrás del conocido Namas-té, ese saludo tradicional y común parael que las personas juntan sus manos bajola barbilla y se inclinan hacia delante?¿Qué puede sorprendernos de un paíscuya producción de películas es la máselevada en el mundo y donde la industriabiotecnológica da pasos agigantados?

India es un país,casi un continente,demás de 1 300 millones de habitantes. Con-fluyen numerosas lenguas y dialectos, reli-giones y costumbres culturales. La so-ciedad se organiza aún bajo un sistemade castas que, aunque no reconocidas

Descubriendo la «increíble India»En el seno de la sociedad de la quinta economía mundial, pueden sorprendernos aún

arraigadas tradiciones culturales

Asombra a cada paso encontrar venta de comida en disímiles maneras, aunque no siempre enadecuadas condiciones higiénicas.

Es frecuente ver mujeres que sobrevivengracias a la venta de bisutería.

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LECTURADOMINGO 12 DE FEBRERO DE 2017 11juventud rebelde

por CCIIRROO BBIIAANNCCHHII [email protected]

EL permiso de urbanización de lafinca Santa Amalia, situada cercade Arroyo Apolo y propiedad de laseñora Amalia Zúñiga de Alvarado,fue concedido por el Ayuntamien-to de La Habana en sesión cele-brada el 8 de febrero de 1908.

Enmarcado por la actual cal-zada de Diez de Octubre, el re-parto Barrio Azul y las fincas Ro-sario, Cascales, San Antonio yBarroso, nacía el reparto SantaAmalia. Su propietaria cedía almunicipio, para usos comunales,un espacio de 6 400 metros cua-drados. Se trataba de la man-zana número 23 de la urbaniza-ción, donde se erigiría el parqueque todavía existe entre las ca-lles Santa Amalia, Arnao, Martíy otra que entonces se llamabaReyneri y que,con posterioridad,recibió el nombre de Alvarado.

Parece que durante sus añosiniciales no creció mucho la nue-va parcelación,pues en sesión de30 de noviembre de 1914, elAyuntamiento se veía en la obli-gación de reconocer que no ha-bía caducado la propuesta parafomentar el nuevo reparto y decla-raba que se aceptaban nuevosproyectos,a fin de modificar el pla-no primitivo a condición de que laciudad se reservara el derecho deponer nombres a sus calles.

Otra sesión de la Alcaldía ha-banera,del 23 de marzo de 1917,acordaba,a solicitud de Guillermode Zaldo, presidente de la Socie-dad Anónima Fomento de la Víbo-ra,a la cual pertenecía ya el repar-to, modificar el ancho de las ca-lles Alvarado y Santa Amalia. El dela primera se reducía a 14 me-tros,en tanto que la segunda ten-dría un ancho de 20 metros.

Si Santa Amalia data de 1908,Lawton y Santos Suárez son másantiguos. Sus proyectos de urba-nización coinciden en el tiempocon el del Vedado. Ambos co-rresponden a 1859. El 15 de ju-lio de ese año, el Concejo muni-cipal aprobaba la propuesta deLázaro Ferrer y Herrera de par-celar su estancia San PedroApóstol, situada en Jesús delMonte para dar vida a una urba-nización que entonces se deno-minó Ferrer y que, con el tiem-po, pasaría a llamarse Lawton.

Para recibir la autorización, elpeticionario debía sujetarse alplano que presentó al municipioy seguir las prescripciones y re-glas que lo obligaban a compen-sar con terrenos de la propiaurbanización a los vecinos quehabían ya edificado su moradaen espacios correspondientes acalles transversales, pues todoslos solares que se abocaban ala Calzada de Jesús del Monteestaban ya edificados sin la pre-caución de dejar expeditos hue-cos para las bocacalles. Esa dis-posición evidencia que en Lawtono Ferrer empezó a edificarseantes de que la zona se urbani-zara. Un año más tarde,en 1860,se aprobaba la alineación delas calles que saldrían rectas a

Jesús del Monte y se establecióque dos de ellas fueran Milagrosy Santa Catalina.

Ferrer presentó oportunamen-te los planos exigidos. Pasó eltiempo. En 1900, 30 años des-pués, el ingeniero jefe de la ciu-dad volvió sobre ellos, y luego denuevas alineaciones para edifi-car se expidió, en 1904, a Gui-llermo Lawton la autorización co-rrespondiente con la firma delingeniero Benito Lagueruela, cu-yo nombre lleva una de las ca-lles del reparto, según consignaun informe de la Policía Urbana.Dos años más tarde se fijó elárea comunal de la parcelación,escogida ya desde 1860. Es elterreno de 10 000 metros cua-drados encerrados entre las ca-lles Armas, Santa Catalina, Mi-lagros y una entonces llamadacalle Séptima,que con el tiempodevendría Avenida de Porvenir.Es el llamado parque Buttari.

LA GRANJA DELFÍNLawton sufrió cuatro amplia-

ciones hasta 1919. La de 1912añadió a la urbanización el áreade la estancia Cruz del Timón oLa Mambisa, llamada tambiénde la Loma del Timón —30 hec-táreas—,comprendió la amplia-ción de las calles del Lawton pri-mitivo: San Anastasio, Armas,Dolores… y dio un ancho de 20metros a la Avenida de Acosta ya Séptima que, al parecer, yaentonces se llamaba Porvenir.La segunda ampliación se valióde la estancia El Tejar, unas 16hectáreas en el barrio de ArroyoApolo, punto conocido por laVíbora o María Ayala. La terceraampliación, a petición de Gui-llermo Lawton, cedió a la ciudadla manzana donde, con losaños, se edificaría el estadioRafael Conte. La cuarta incluyólas fincas Colmena y PurísimaConcepción, en la Víbora.

¿Y Lawton Batista? Todavía enlos años de 1960-1970 ciertas

Delfín y asumirían la instrucciónreligiosa de los pupilos,mientrasque la enseñanza general y ladisciplina estarían a cargo deasistentes laicos. Arteaga hizola solicitud formal al Consejo Ge-neral Salesiano con sede enTurín y de allá se recibió una res-puesta negativa. Por disposi-ción reglamentaria, jamás acep-tarían la administración de unestablecimiento de ese tipo, sino asumían también la direccióninterna y el control de la docen-cia, la moral y la disciplina. ¡Co-sas del correo! Cuando se reci-bió la negativa de Turín, ya lassalesianas se habían hecho cargode la Granja y comunicaron asus superiores que no daríanmarcha atrás.

La Granja, no sé si con sale-sianas o sin ellas, llegó hasta lanacionalización de la enseñan-za, cuando se le dio otros desti-nos. Desde muchos años antes,Fernando Batista, el propietariodel reparto, había cedido a laciudad, como área comunal, elterreno yermo comprendidoentre el límite delantero de laGranja y la calle B para la cons-trucción de un parque que siem-pre oí llamar por el nombre deesa vía. El parque de B.

PORTALES DE 2,5 METROS Y CALLES DE 25

El 11 de noviembre de 1859el Ayuntamiento de La Habanaaprobaba el proyecto presenta-do por los Doctores José Encar-nación Correa, Julio Durege yJoaquín Santos Suárez para darvida al reparto Santos Suárez.La propuesta en cuestión, me-ses más tarde fue aprobadaasimismo por el Gobierno y laCapitanía General, que impusocomo condición que sus callesfueran de 14 metros de ancho.Otra condición debieron aceptarlos urbanizadores: en todas lascalles de la parcelación seconstruirían portales de dosmetros y medio de ancho. El es-pacio cedido a la ciudad parauso comunal fue la plaza de SanJoaquín, donde pronto se erigi-ría el parque que lleva el nom-bre del reparto. Con posteriori-dad se incorporó a esa urbani-zación la estancia Tamarindo.

El 19 de abril de 1905 seautorizaba la construcción deuna calle de 25 metros de an-cho, que podía ser Carmen oVista Alegre, en el reparto en-tonces llamado Catalina de laCruz, del que eran propietariosJosefa de Armas, viuda de Tara-fa, y Ángel Justo Párraga. Se es-cogería al fin la calle Carmen,que pasa por un costado de laempinada y altanera mansiónde los Párraga, hoy muy venidaa menos pese a los remiendos.No se consigna en la informa-ción consultada, a lo largo decuántas cuadras se extenderíaesa anchura que a la postre quedóconstreñida al tramo que corre

entre la calzada de Diez deOctubre y Párraga —la llamadaPlaza Roja de la Víbora—, perose desprende que iría más allá,pues el documento precisa quedebía respetar los trazados delas calles «de los repartos colin-dantes de la finca San Agustín, osea,Acosta,y el de Vivanco,cono-cido por Alturas de La Habana,por encontrarse ya aprobados».

En 1914 se establece que laAvenida de Mayía Rodríguez ten-ga 25 metros de ancho en todasu extensión. Igual disposiciónse tomó, en 1907, para la calleLuz, en la Víbora. La calle queen el reparto Bellavista desem-boca en Diez de Octubre y llama-mos familiarmente Paco, sedenomina así por Paco Cervan-tes, un sujeto que dio nombre aesta vía en su origen.

EL PANTEÓN NACIONAL Y CRECHERIEEl escribidor se da un salto

ahora a los actuales municipiosde Centro Habana y Plaza de laRevolución, donde también en-contró algunos detalles de inte-rés relacionados con sus sitiosy calles.

La manzana enmarcada entrelas calles Oquendo, Estrella,Ma-loja y Franco fue, en la colonia,la plaza de San Fernando. Enuna de sus esquinas —Oquen-do y Estrella— estuvo la esta-ción de Garcini, de donde salióel primer ferrocarril que circulóen un país de habla española;hecho señalizado con una tarjaque la vegetación ya impide dis-tinguir. En las décadas inicialesdel siglo XX el parque EnriquePonce ocupó ese espacio, don-de luego se construyó el hospi-tal de la Policía Nacional. Hubodespués en ese edificio una es-cuela de técnicos de la SaludPública, y hoy da asiento a uncampamento de la PNR.

El Panteón Nacional se pensóerigir muy cerca de la Universi-dad, entre las calles San José,Valle y Mazón y los terrenos queeran propiedad de Rafael Nava-rro. Así lo acordó el Ayuntamien-to el 6 de septiembre de 1912y con ese fin cedió el referidositio a su Comité Gestor, quepresidía el Marqués de Santa Lu-cía. Posteriormente, ya en 1920,se decidió construir un parqueen dicha área, sin perjuicio deceder en su oportunidad espa-cio pertinente para el Panteón.La familia Basarrate Mazónpidió indemnización por el terre-no del parque, por donde pasa-ría la calle Ronda. El presidenteMenocal le negó todo derecho yconfirmó la expropiación.

Llama la atención del tran-seúnte el nombre de un pasajeen el Vedado, que corre entre lacalle 21 y la Avenida 23: Cre-cherie. Ese era el nombre de unasociedad obrera que en 1908quiso comprar parcelas en esavía, a fin de construir viviendaspara sus asociados. Se nega-ron a vendérselas, pero el Muni-cipio acabó accediendo. Es unahistoria complicada y tal vezotro día haya espacio para ella.

zonas de Lawton recibían eseapellido. En realidad, nunca fuenombre oficial de ninguna. Se lla-maron Batista y Ampliación deBatista. Nada que ver,aclaremos,con el nefasto militar y políticocubano, sino con un tal FernandoBatista González de quien se haperdido totalmente el rastro.

Dicho sujeto era propietariode la finca Los Corojos y de unaparcela de otra,Nuestra Señorade la Luz, situadas en Luyanó.Quiso urbanizarlas, con el nom-bre de Batista, y la ciudad leaprobó su proyecto el 5 de juniode 1914, sin exigirle el terrenopara usos procomunales, que éltampoco ofreció. Allí se ubica-ba, en calle B entre 8va. y 9na.la Granja Delfín,que yo,de niño,miraba siempre desde fuera concuriosidad y temor.

El asilo Nuestra Señora de laCaridad para niños internos dehasta 14 años de edad, allí ins-talado, fue fundado, con sus pro-pios recursos, por monseñor Ma-nuel Arteaga Betancourt, enton-ces Vicario General de la Arqui-diócesis de La Habana,un cama-güeyano que en 1946 sería inves-tido Cardenal por Su SantidadPío XII, lo que lo convirtió en elprimer cubano en alcanzar la dig-nidad de Príncipe de la Iglesia.

Cuando en 1936 las Religio-sas del Calvario le notificaronque no podían seguir atendien-do la instalación, Arteaga solici-tó la colaboración de las Herma-nas Salesianas que, a esas al-turas, atendían asimismo la co-lonia marina Emmanuel Ruspolide Candriano, en la playa de Jai-manitas, que durante la II Gue-rra Mundial tendría que ser clau-surada por el Gobierno cubanoa causa de los vínculos y sim-patías con Mussolini y el fascis-mo que manifestaba de mane-ra abierta la dirección de la colo-nia, bajo la égida de la embaja-da italiana en La Habana. Lasmonjas administrarían la Granja

Actas municipales