las setenta grandes ciudades de la historia

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JOHN JULIUS NORWICH LAS SETENTA GRANDES CIUDADES DE LA HISTORIA LAS SETENTA GRANDES CIUDADES DE LA HISTORIA

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Este libro relata el devenir de las ciudades a través del tiempo, empezando por las más antiguas, desde Uruk y Tebas hasta Jerusalén y Alejandría. Más adelante aparecen las fabulosas ciudades del primer milenio, Damasco y Bagdad, en los días de los califatos; Teotihuacán y la Tikal maya en Centroamérica, y Xi’an, capital de la dinastía Tang. El mundo medieval fue testigo del surgimiento de ciudades poderosas: Palermo y París en Europa, Benín en África y la Angkor de los jemeres. Y ya en el mundo moderno, la obra nos transporta a las ciudades islámicas de Isfahán y Agra, a Praga y Ámsterdam, ambas en pleno apogeo, hasta llegar al fenómeno de la megaciudad contemporánea: Londres y Nueva York, Tokio y Barcelona, Los Ángeles y Sao Paulo.

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Page 1: Las setenta grandes ciudades de la historia

JOHN JULIUS NORWICH

LAS SETENTA GRANDES CIUDADES

DE LA HISTORIA

LAS SETENTA GRANDES CIUDADES

DE LA HISTORIA

Page 2: Las setenta grandes ciudades de la historia

.

página 1 Grabado de un mercader callejero de la serie Criesof London.

página 2 Rascacielos en Chicago.

derechaDetalle de una pintura mogol o decaní, en Agra(véase pág. 169).

páginas 4–5 fondoPanorama de la ciudad de Viena, de G. Veith,cromolitografía, 1873.

páginas 6–7, fondoLuces de neón en Tokio

Para Mollie – quien hizo una gran parte del trabajo

Título original:The Great Cities in History

Traducción:Rebeca Bouvier

Revisión de la edición en lengua española:Josep Florit CapellaCatedráticoFacultad de Geografía e HistoriaUniversidad de Barcelona

Coordinación de la edición en lengua española:Cristina Rodríguez Fischer

Primera edición en lengua española 2010

© 2010 Art Blume, S.L.Av. Mare de Déu de Lorda, 2008034 BarcelonaTel. 93 205 40 00 Fax 93 205 14 41E-mail: [email protected]© 2009 Thames & Hudson Ltd., Londres(véase también página 299, en la que figura el listado de artículos)

I.S.B.N.: 978-84-9801-511-9

Impreso en China

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcialde esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorizacióndel editor.

WWW.BLUME.NET

Este libro se ha impreso sobre papel manufacturado con materia prima proce-dente de bosques sostenibles. En la producción de nuestros libros procuramos,con el máximo empeño, cumplir con los requisitos medioambientales que pro-mueven la conservación y el uso sostenible de los bosques, en especial de los bosques primarios. Asimismo, en nuestra preocu-pación por el planeta, intentamos emplear al máximo materiales reciclados, ysolicitamos a nuestros proveedores que usen materiales de manufactura cuyafabricación esté libre de cloro elemental (ECF) o de materiales pesados, entreotros.

Page 3: Las setenta grandes ciudades de la historia

El mundo antiguo 18

URUK La primera ciudad de la historiamargarete van ess 20

MOHENJO-DARO

y la civilización del Indorobin coningham 22

MENFIS

Capital del Antiguo Egiptoian shaw 24

TEBAS y la Edad de Oro de Egiptobill manley 26

HATTUSA

Bastión del imperio hititatrevor bryce 32

BABILONIA Nabucodonosor y los jardines colgantesjoan oates 34

NÍNIVE Palacios y templos de reyes asiriosjulian reade 38

CARTAGO Ciudad fenicia y romanahenry hurst 42

ATENAS Cuna de la democraciabettany hughes 44

LINZI y otras ciudades de los Estados Combatientes de Chinaw. j. f. jenner 48

CONTENIDO

Mapamundi 8

De Mesopotamia a las megalópolisjohn julius norwich 10

ALEJANDRÍA Metrópolis mediterránea de los ptolomeosalan b. lloyd 50

MEROE Ciudad Real de Nubiarobert morkot 54

JERUSALÉN en tiempos de Herodes y Jesús martin goodman 56

ROMA en la edad de Augustonigel pollard 60

El primer milenio d.C. 66

TEOTIHUACÁN

Cuna de los diosessusan toby evans 68

TIKAL Crisol de la civilización mayasimon martin 74

CONSTANTINOPLA

Capital cristiana en Orientejohn julius norwich 78

LA MECA Ciudad sagrada del islamdoris behrens-abouseif 82

DAMASCO Maravillas de la ciudad oasisbarnaby rogerson 86

XI’AN Capital de la China Tangvictor c. xiong 90

Page 4: Las setenta grandes ciudades de la historia

.

BAGDAD

y los califas abasíesdoris behrens-abouseif 93

CÓRDOBA Esplendorosa capital de la España moriscadoris behrens-abouseif 96

El mundo medieval 100

ANGKOR «Ciudad de la Gloria» de los jemeresmichael d. coe 102

PALERMO Joya normanda del Mediterráneojohn julius norwich 108

EL CAIRO

Centro de la civilización islámicadoris behrens-abouseif 112

SAMARCANDA

La ciudad elegida de Tamerláncolin thubron 116

PARÍS Apogeo de la arquitectura góticachris jones 120

LÜBECK y las ciudades de la Liga Hanseáticawilliam l. urban 124

CRACOVIA Ciudad renacentista del norteadam zamoyski 127

VENECIA

Señora del Mediterráneojohn julius norwich 130

FLORENCIA

El esplendor de los Medicicharles fitzroy 134

BENÍN Ciudad de los ancestros de África occidentalpatrick darling 138

TOMBUCTÚ La ciudad en la arenabarnaby rogerson 140

CUZCO

Ciudad imperial de los incasbrian s. bauer 146

TENOCHTITLÁN

La ciudad azteca en el lagosusan toby evans 150

Comienzos de la Edad Moderna 154

LISBOA en la era de los descubrimientosmalyn newitt 156

ROMA y los papados del renacimientocharles fitzroy 159

ESTAMBUL Ciudad de los sultanesjason goodwin 164

AGRA Ciudad del Taj Mahalebba koch 168

ISFAHÁN Abás el Grande y el imperio safávidastephen p. blake 172

PEKÍN y la Ciudad Prohibidafrances wood 176

KIOTO Jardines para el placer y palacios bermelloneslesley downer 180

PRAGA

La ciudad mágica de Rodolfo IIcolin amery 184

ÁMSTERDAM

y la república holandesasimon schama 187

CIUDAD DE MÉXICO

Utopía en el Nuevo Mundofelipe fernández-armesto 192

Page 5: Las setenta grandes ciudades de la historia

LONDRES

Del renacimiento a la Restauracióna. n. wilson 195

ESTOCOLMOy el imperio báltico de Sueciacharles fitzroy 200

DUBLÍN y la elegancia georgianathomas pakenham 203

COPENHAGUE

y el neoclasicismo nórdicocolin amery 206

SAN PETERSBURG OLa ventana de Rusia a Occidentecolin amery 209

VIENA y los emperadores Habsburgomisha glenny 213

EDIMBURGO

y la ilustración escocesamagnus linklater 217

La edad de la ciudad moderna 220

MOSCÚ Una capital sin corteorlando figes 222

PARÍS en la época de Napoleón IIIy el barón Haussmannphilip mansel 226

LONDRES De la reina Victoria al «Big Bang»a. n. wilson 230

BUDAPEST Puente sobre el Danubiomisha glenny 234

MONTREAL

El desafío que creó Canadárory maclean 236

WASHINGTON DC

La ideología hecha realidadsimon schama 238

BARCELONA El fénix catalánfelipe fernández-armesto 242

NUEVA DELHI Símbolo de piedrajane ridley 246

BERLÍN Un baile al borde de un volcánrory maclean 250

CHICAGO El motor de Américajames cuno 254

LOS ÁNGELES

La cultura de la imaginaciónkevin starr 259

BUENOS AIRES

La ciudad de promesa permanentefelipe fernández-armesto 264

SINGAPUR La ciudad del leónjohn keay 266

NUEVA YORK

La posibilidad del futurojan morris & alexander bloom 270

SÃO PAULO Café y comercioelizabeth johnson 276

SÍDNEY

De ciudad de chabolas a ciudad globalelizabeth farrelly 278

TOKIO Una ciudad en constante cambiolesley downer 281

SHANGHÁI La superciudad chinajohn gittings 286

Colaboradores 290

Lecturas recomendadas 293

Fuentes de las ilustraciones 298

Fuentes de las citas 299

Índice 300

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74 el primer milenio d. c.

Medio muerto de hambre, sediento y con apenas una vagaidea de dónde se encontraba, el fraile franciscano Andrés deAvendaño se dio de bruces, en 1696, con unas grandes rui-nas en medio del bosque maya. Aunque la región por la quepasó Avendaño contiene los desoladores restos de muchasciudades caídas, la descripción que hizo concuerda con Tikal,por lo que probablemente fue el primer europeo en verla.

Hoy, Tikal, con su icónica arquitectura, se ha convertido enlugar clave de la antigua cultura maya. Las imágenes de sus pirá-mides afiladas perforando la jungla aparecen en portadas delibros y en billetes de banco. Sus perfiles son tan exóticos queincluso se utilizaron en la película La guerra de las galaxias. Tikales un emblema orgulloso de la moderna Guatemala y cada vezmás símbolo de los mayas contemporáneos, a quienes se les hapermitido realizar rituales y hacer ofrendas en este asenta-miento.

Los primeros informes exactos sobre Tikal aparecieron enel siglo XIX, pero la ciudad seguía prácticamente inexploradacuando en 1955 se iniciaron las excavaciones del Museo de laUniversidad de Pensilvania. Tras catorce temporadas de tra-bajo de campo, empezó a estar clara la escala y complejidaddel yacimiento, ya que las grandes zanjas sacaron a la luz suantigua historia y se pudieron trazar los límites exteriores dela ciudad. Proyectos posteriores, en concreto los realizados porel gobierno guatemalteco, han ampliado y definido esta ima-

tikalCrisol de la civilización maya

simon martin

En las montañas que atravesamos hay varios

edificios viejos, excepto algunos en los que

reconocí viviendas y, si bien eran muy altos y mis

fuerzas pocas, subí a ellos (aunque con

dificultad). Tenían la forma de un convento, con

pequeños claustros y muchas salas todas techadas

y […] blanqueadas con yeso en el interior.

Andrés de Avendaño, 1696

IZQUIERDA Los soberanos de Tikal controlaban uno de losestados más importantes de la era clásica maya. Esta figura de cerámica de un rey desconocido de Tikal da una idea de lasmejores galas –plumas exóticas, tejidos y joyas de jade– quellevaban. La pieza forma parte de la tapa de un incensario enel que se quemaba copal aromático –resina cristalizada– comoofrenda a los dioses.

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tikal 75

gen. El revelador mapa ha desmentido la opinión generalizadade que estos yacimientos eran centros ceremoniales com-puestos por un grupo de templos con unos pocos residentespermanentes que se repartían en el bosque. Se ha demostradoque, por el contrario, miles de casas se distribuían en formaradial desde el centro, según el modelo de urbanismo de bajadensidad identificado desde entonces en todo el mundo maya.Esta considerable población no vivió en una jungla, sino entrecampos de maíz, frijoles y calabaza, sin duda combinados conhuertos y bosquecillos de árboles frutales.

Tikal, ocupada durante mil ochocientos años, se originóentre los años 800 y 600 a. C. a partir de dos aldeas situa-das sobre unas colinas elevadas, con un tercio ubicadoalrededor del perímetro de una ciénaga. Hacia 300 a. C. selevantaron unas estructuras importantes en las cimas: lasgrandes plataformas y las plazas de la Acrópolis del Nortey el complejo del Mundo Perdido, lo que señaló a Tikal comolugar importante. Incluso así, siguió eclipsada durante siglospor ciudades de mayor tamaño como Nakbe, Tintal y ElMirador, y no tuvo cierto auge hasta principios del llamadoperíodo clásico, hacia 200 d. C. Esta nueva época marca uncambio significativo en la cultura maya, ya que muchos asen-tamientos importantes fueron abandonados y aparecieronnuevos –sobre todo monumentos con textos históricos–supervivientes como Tikal.

La Acrópolis del Norte se convirtió en una necrópolispara los reyes de Tikal, mientras que la Gran Plaza situadaenfrente fue el centro de la ciudad de la era clásica. Las altaspirámides, algunas de ellas sepulcros reales, construidasdurante el siglo VII, dieron un perfil espectacular a la ciudad.Al mismo tiempo se construyeron anchas calzadas paraconectar los elementos más distantes de la ciudad. En el ladosur de la Gran Plaza se encontraba el principal palacio real,la Acrópolis Central, una densa concentración de cámaras ypatios cerrados que constantemente se modificaban. Estabaunido a otros grandes complejos –probablemente residenciasde familias nobles– que formaban un anillo alrededor delnúcleo interior. A más distancia, la ciudad se hallaba circun-dada por terraplenes formados por una zanja rodeada por unamuralla de desechos apisonados que se prolongaba unos 25km. Aunque el diseño es abiertamente defensivo, hay muchoshuecos y carece de muralla en el sur. Es evidente que el sis-

tema se comenzó en un momento de necesidad, pero se dejósin terminar.

Las inscripciones en monumentos de piedra caliza y endetalles arquitectónicos son comunes, pero no se pudieroninterpretar hasta las décadas de 1970 y 1980. Gracias a ello,hoy ya es posible reconstruir la historia de Tikal y establecerconexiones importantes con los vestigios arqueológicos. Ahorapodemos ubicar los orígenes de la dinastía de la era clásica enun momento del año 100 d. C., cuando ésta fue inauguradapor su fundador, Yax Ehb Xook, soberano celebrado por almenos veintiocho descendientes reales. Apenas se conocenada de los primeros reyes, pero durante el gobierno deldecimocuarto, Chak Tok Ich’aak, hubo importantes contac-tos con la lejana potencia de Teotihuacán (véase pág. 68) enMéxico central. Varias inscripciones, referentes a un día en378, mencionan la llegada de alguien llamado Sihyaj K’ahk’y la muerte de Chak Tok Ich’aak. Estos sucesos parecen repre-

DERECHA Tikal fue visitada por gran número deexploradores en el siglo XIX, ninguno más energético y con másrecursos que el británico Alfred Percival Maudslay. En 1881 y 1882 liberó, por primera vez en mil años, a las grandespirámides de su envoltura de bosque y tomó fotografías, comoésta del Templo 1.

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146 el mundo medieval

El imperio inca fue el mayor Estadoque existió en el Nuevo Mundo, asícomo la última de una serie de comple-jas sociedades andinas. Surgió en lasmontañas del centro sur del Perú y seextendió por las tierras altas occidenta-les y la costa de Sudamérica hasta acabarabarcando un territorio que iba desde laactual Colombia hasta Chile. Cuando entraron en contactocon los europeos en 1532, los incas gobernaban sobre unapoblación de, al menos, ocho millones de habitantes desde laciudad de Cuzco, su capital y morada ancestral de los deci-moprimeros soberanos dinásticos, de quienes se dice quereinaban desde mucho antes de la llegada de los españoles.

Cuzco está en el extremo norte de un valle grande y ricoen tierras cultivables. La ciudad se formó entre dos pequeñosríos, cuyas riberas fueron amuralladas y canalizadas dentro yfuera de la ciudad, de modo que el agua fluía sobre losas.Numerosos puentes cruzaban los ríos y se hacían ofrendastodos los años en su confluencia. En su apogeo, la ciudad deCuzco tuvo una población de más de 20.000 personas, a laque hay que sumar varios miles más que vivían en grandes

aldeas repartidas por el valle. PeroCuzco era algo más que simplemente lacapital de la dinastía reinante y el cen-tro político del sistema de gobiernoinca. También representaba el centroespiritual y geográfico del imperio.

En una pequeña elevación en el cora-zón de Cuzco, cerca de la confluencia

de dos pequeños ríos canalizados, estaba el santuario másfamoso del imperio inca, el Coricancha, llamado «Templo delSol» por los españoles, si bien su nombre significa «recintodorado» y deriva de las láminas de oro que cubrían sus pare-des. Estaba construido con bloques de piedra exquisitamentetallados –por los que los incas son con razón famosos– y erael centro de los principales ritos imperiales que se organiza-ban en la ciudad.

cuzcoCiudad imperial de los incas

brian s. bauer

La ciudad de Cuzco era el

hogar y morada de los dioses,

y por tanto no hay en ésta

una fuente, carretera o muro

que no contenga, según ellos,

un misterio.

Juan Polo de Ondegardo, 1571

INFERIOR En la época de la invasión europea, la realeza inca seremontaba a once generaciones: desde el último soberano indiscutibledel imperio Huayna Capac hasta el mítico fundador de Cuzco, MancoCapac. Aunque no han sobrevivido imágenes de los reyes incas de laantigüedad, en Perú se produjeron muchos retratos estilizados comoéstos durante el período colonial.

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cuzco 147

SUPERIOR La iglesia de los dominicos de Cuzco se levantaencima de la conocida muralla curvada del Coricancha. Estaiglesia, al igual que la mayor parte de la Cuzco española, fuedañada durante los dos grandes terremotos de 1650 y 1950.Las murallas incas, sin embargo, quedaron en su mayor parteintactas tras estos desastres naturales.

DERECHA La famosa piedra de los doce ángulos de Cuzco. Los visitantes de la moderna Cuzco con frecuencia se quedanasombrados por la exquisita mano de obra de sus muros incas.Los bloques de estas paredes se tallaban en las canteras y luego se arrastraban con una cuerda hasta la obra, donde se acababan de cortar. El trabajo, supervisado por arquitectosincas, lo llevaban a cabo grupos de individuos que así cumplíancon sus obligaciones con el Estado.

El Coricancha estaba integrado, en realidad, por una seriede templos consagrados a diferentes deidades, así como porvarias salas donde se alojaba el personal de servicio y sealmacenaban los materiales ofrecidos a los dioses, todo ellorodeado por una gran muralla exterior. Juntos, estos edificiosy patios formaban un impresionante complejo arquitectónicoque dominaba el centro de la ciudad y que era visible a grandistancia. En los relatos de los españoles sobre el imperio incase incluyeron descripciones de sus muros cubiertos de oro queayudaron a excitar la imaginación popular sobre las grandesriquezas del Nuevo Mundo.

No debe subestimarse la importancia que tenía Corican-cha para los incas. Éstos concebían su imperio comocompuesto de cuatro grandes regiones geopolíticas en tornoal templo, que constituía el lugar central y sagrado del uni-verso. Poco después de que los españoles asumieran el controlde Cuzco, la orden de los dominicos se hizo cargo del san-tuario y empezó la construcción de una iglesia y unmonasterio. Hoy, casi cinco siglos después, el santuario con-tinúa en manos de los dominicos.

La plaza central de Cuzco también era un importanteespacio donde tenían lugar ceremonias. Miles de personas sereunían en ella varias veces al año para ver al soberano inca,y para asistir a las suntuosas fiestas, entre otras, las de los sols-ticios de junio y diciembre, así como las celebraciones delmaíz en agosto (siembra) y mayo (cosecha). En esas ocasio-nes se sacaban de sus palacios los restos momificados de losanteriores soberanos y se colocaban, por orden de reinado, enla plaza.

Esta plaza se encontraba rodeada por muchos conjuntosimportantes, incluidos los palacios de los reyes antiguos. Elcentro de la ciudad también albergaba templos consagradosa varios dioses, numerosos almacenes reales y diversas insti-tuciones y servicios estatales. Entre éstas estaba el grancomplejo de Allcahuasi (Casa de las [Mujeres] Elegidas), quealojaba a cientos de mujeres que dedicaban su vida a serviral Estado.

Cuzco y sus alrededores tenían numerosos pequeños luga-res sagrados. La ciudad entera se consideraba sagrada y losviajeros ofrecían plegarias y sacrificios en los pasos de mon-taña cuando Cuzco aparecía por primera vez ante ellos. Habíaentre 3 y 400 santuarios en las inmediaciones de la ciudad,

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EL MUNDO ANTIGUOUruk • Mohenjo-Daro • Memfis • Tebas • Hattusa Stronghold • Babilonia • Nínive •

Cartago • Atenas • Linzi • Alejandría • Meroé • Jerusalén • Roma

EL PRIMER MILENIO DESPUÉS DE CRISTOTeotihuacán • Tikal • Constantinopla • La Meca • Damasco • Chang’an • Bagdad • Córdoba

EL MUNDO MEDIEVALAngkor • Palermo • El Cairo • Samarcanda • París • Lübeck • Cracovia • Venecia • Florencia •

Benín • Tombuctú • Cuzco • Tenochtitlán

COMIENZOS DE LA EDAD MODERNALisboa • Roma • Estambul • Agra • Isfahán • Kyoto • Praga • Ciudad de México • Londres •

Estocolmo • Dublín • Copenhague • San Petersburgo • Viena • Edimburgo

LA EDAD DE LA CIUDAD MODERNAMoscú • París • Londres • Budapest • Montreal • Washington DC • Barcelona • Nueva Delhi •

Berlín • Chicago • Los Ángeles • Buenos Aires • Singapur • Nueva York • São Paulo • Sidney • Tokyo • Shanghái

ISBN 978-84-9801-511-9